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Sí. Y en algunas ocasiones
hemos llamado a profesionales
para escucharles por conflictos
relacionados con el
hecho de que un compañero
por ejemplo haya podido
ejercer actos médicos que
dominaba perfectamente, pero
que correspondían a otra
especialidad, que no era la
suya. ¿La solución…: el diálogo
y después, la colaboración,
que es lo que beneficiará al paciente y
también a los compañeros que tienen la oportunidad
de aportar su experiencia y cono -
cimientos.
Se habla de una “deontología
preventiva” que impide las
conductas presumiblemente
impropias, por ejemplo,
intercolegiales, con la industria
farmacéutica, con la propia
prescripción (¿ha de tener
límites), con los medios de
comunicación, con la globalidad de
la medicina basada en la evidencia,
sus luces y sus sombras… etc.
¿Se practica
Yo creo que cada vez se practica más. Nuestro
deber, como Comité, es velar por las buenas
prácticas, pero también de orientar con respecto
a problemas que pueden surgir. El ejemplo
que citas sobre la prescripción es
interesante y lo trata el Código en su artículo
23 en el que afirma la libertad de prescripción,
pero se recuerda a la vez la necesidad de respetar
la evidencia científica.
En realidad, la Deontología debe ser siempre
actual y preventiva ante situaciones posibles.
¿Es la introducción de la Bioética
en el mundo universitario una
herramienta eficaz para
una deontología práctica
Creo que es imprescindible. Si el alumno lleva
una base de Bioética y la ha vivido en los diferentes
bloques de asignaturas en su carrera,
llevará ya unos fundamentos y una sensibilidad
hacia la Deontología.
En un libro de Jonsen sobre historia de la
Etica Médica, muy ameno, habla de que la
Bioética tiene tres dimensiones: El “decoro”,
como lo llamaba Cicerón, que es el reflejo
de las virtudes, que llevan ayudar al otro y
que no son solo maneras externas convencionales.
Si se pierde el contacto, la empatía
con el paciente, el resultado nunca
será positivo
Otra es la ética política, la que se relaciona
con la comunidad.
La tercera es la Deontología o código de actuaciones
concretas, que son actuaciones salidas
de una reflexión ética.
¿Y los Comités
de Ética Asistencial (CEA)
Los veo fundamentales, necesarios. Aunque
nos encontremos con el desconocimiento dentro
de los propios hospitales de la existencia
de los mismos. Debemos hacer labor de concienciación
dentro de los hospitales para que
se sepa de su existencia, entre los diferentes
colectivos que trabajan en ellos.
Lamentablemente, la experiencia nos demuestra
que solamente cuando se encuentran ante
un problema (y no siempre) se acuerdan de
su existencia. Por otra parte, no se tiene en
cuenta que los CEAs no están para dictar soluciones,
sino para colaborar en hallarlas. A
mí, personalmente me han sido muy útiles
cuando he tenido alguna duda acerca de cómo
reaccionar ante un problema al que quizá yo
solo le veía una salida o ninguna y me han
ayudado a ver distintas posibilidades de encauzar
el problema.
¿Se debate el caso de los errores
médicos, que los hay, que los
puede haber, como humanos
que somos todos, o cree Ud.
que se judicializa en exceso
El Código obliga al médico a explicaciones claras
honradas constructivas y adecuadas con
respecto a sus actuaciones y errores.
Esta exigencia del Código implica una gran
categoría ética de sus profesionales. Estoy convencido
de que en muchos casos esta clase de
explicaciones es beneficiosa, salvo en los casos
en que ya desde el principio se está pensando
en “judicializar” (lo que actualmente se intenta
con cierta frecuencia).
¿Cree que la
ciudadanía ignora
el sufrimiento del
médico ante su
conciencia de que
no puede curar todo…
Sí; creo que no se conoce
mucho esta faceta de la vida
profesional, que es la preocupación
por el paciente cuyo
diagnóstico no está claro o
cuyo tratamiento no está resultando todo lo
eficaz que esperábamos, en fín que no todo
es previsible en el ejercicio clínico.
En relación con estas reflexiones, hace tiempo
que pienso que sería interesante que con los
cuidadores de enfermos pudiéramos intercambiar
experiencias sobre la empatía, la confianza,
la información al paciente y al
cuidador y otros aspectos que puedan ser de
interés para ellos y que se contemplan en
nuestro Código.
En ese intercambio de experiencias efectivamente
habría que insistir en que no todo tiene
la solución deseada, pero que siempre
tenemos que hacer si no para curar, sí para”
cuidar y consolar”, como expresaba el francés
Berard.
¿Hacia dónde evoluciona
la Deontología del futuro
Creo que deberá tener más en cuenta al paciente
y a la familia del paciente. Internet está
allí, pero la información, a veces puede confundirle.
Debe tenerse en cuenta el principio de autonomía
que valoramos mucho, pero que es
compatible con el diálogo y por supuesto con
el principio de beneficencia.
También debemos tener en cuenta que la excesiva
velocidad para conseguir metas asistenciales,
en muchas ocasiones no es
beneficiosa ni para el paciente ni para el propio
médico. Si se pierde el contacto, la empatía
con el paciente, el resultado nunca será
positivo.
e
Dr. Guillermo Pascual
Debemos por otra parte profundizar constantemente
en los valores de la profesión para saber
abrir caminos nuevos de la Deontología
con objeto de que los médicos futuros puedan
avanzar con dignidad y con humanidad ante
los nuevos retos de la Investigación, manteniendo
en primer lugar la dignidad y conveniencia
del paciente.n
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