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23 Chal chal o koku_A Bodrati y E Haene - Aves Argentinas

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PLANTAS QUE ATRAEN AVES<br />

<strong>Chal</strong>-<strong>chal</strong> o <strong>koku</strong><br />

Por Alejandro <strong>Bodrati</strong> 1<br />

y Eduardo <strong>Haene</strong><br />

R. Moller Jensen<br />

M. Ruda Vega<br />

Los pequeños frutos del <strong>chal</strong>-<strong>chal</strong><br />

se destacan con su colorido del<br />

verde intenso del follaje. A la<br />

derecha, tres especies de zorzales<br />

que se alimentan de ellos. El<br />

zorzal <strong>chal</strong><strong>chal</strong>ero (arriba y<br />

abajo) recibe este nombre vulgar<br />

por alimentarse de los frutos de<br />

este árbol. En el centro, un zorzal<br />

colorado.<br />

E. <strong>Haene</strong><br />

M. Ruda Vega<br />

Hermoso arbolito de 2 a 4 m de alto, con frecuencia<br />

de porte arbustivo en el sotobosque, pero que puede<br />

llegar a ser un árbol de 15 m. Su follaje perenne y tupido<br />

brinda buena sombra. Tiene hojas compuestas por<br />

tres folíolos anchos, de borde aserrado. Florece en primavera<br />

(en el norte argentino puede adelantarse hacia<br />

fines de invierno) hasta mediados de octubre y fructifica<br />

en verano y otoño. Habita las selvas montanas del noroeste<br />

argentino, la selva paranaense o bosque atlántico,<br />

los montes más húmedos del Chaco, las selvas en<br />

galería del río Uruguay en Corrientes y Entre Ríos y los<br />

montes ribereños del Delta. También vive en el Espinal,<br />

por ejemplo en la base de barranca con talares en el<br />

norte bonaerense, donde se percibe mayor influencia<br />

selvática.<br />

Tiene crecimiento rápido. En Misiones, un renoval de<br />

50 cm pasó a medir 3,70 metros en cuatro años. De fácil<br />

propagación, es una especie ideal para sumar un árbol<br />

decorativo de porte pequeño y atraer aves a los jardines.<br />

Para tener una idea, en la selva paranaense, ejemplares<br />

de <strong>chal</strong>-<strong>chal</strong> que producían unos 25.000 frutos, llegaban<br />

a ser visitados por 114-124 aves por hora, de unas 9 a 12<br />

especies 2 .<br />

Indicado para ubicar en canteros medianos, la vereda de<br />

las calles, en conjuntos de tres a seis ejemplares para reparo<br />

en parques. En reservas urbanas, sería ideal para formar<br />

montes interespecíficos con otros árboles nativos de la zona,<br />

asegurando sombra, pájaros y su propagación natural.<br />

El fruto es una drupa de 4-8 mm, también ornamental<br />

pues forma conjuntos amarillos y, a la madurez, rojo brillante.<br />

La pulpa es dulce y comestible, apetecida tanto por el<br />

hombre de campo (en particular en el Noroeste argentino)<br />

como por la fauna, especialmente las aves silvestres (su<br />

nombre «picazu rembiú» significa en guaraní «comida de la<br />

paloma»).<br />

FICHA TÉCNICA<br />

Nombre científico: Allophylus edulis<br />

Otros nombres comunes: frutilla de los pájaros, <strong>koku</strong>, cocú,<br />

picazu rembiú, fruta del loro, coguy, coloradillo, baga do<br />

morcego (Portugués).<br />

Familia: Sapindáceas<br />

DECORATIVA Y ÚTIL<br />

En Misiones es una planta apreciada. Casi no se planta,<br />

porque los pájaros se encargan de llevarla. Suele dejársela<br />

crecer en los jardines para su uso en tereré (infusión fría<br />

con yerba mate). Es un hábito muy arraigado agregarle<br />

hojas de <strong>koku</strong> machacadas. En Asunción y otros lugares de<br />

Paraguay, las vendedoras de plantas medicinales acostumbran<br />

tener hojas verdes del <strong>koku</strong> para incluir en el tereré.<br />

En la región se le asignan propiedades curativas para calmar<br />

problemas estomacales, en el hígado, malestares generales,<br />

jaquecas. En la localidad de San Pedro el uso de<br />

sus hojas es tan intenso que algunas plantas jóvenes quedan<br />

casi desprovistas de follaje, pero afortunadamente<br />

rebrotan con facilidad.<br />

Los pobladores montaraces de Misiones dicen que es<br />

fácil cazar al acecho ocultándose cerca de uno de estos<br />

arbolitos cuando producen mucha fruta. Acuden a comer<br />

los frutos caídos inambúes, agutíes y palomas. Entre estas<br />

últimas, por ejemplo las dos yerutíes de monte y la paloma<br />

montera castaña.<br />

También es consumido en pueblos y ciudades de Misiones y<br />

Paraguay por quirópteros frugívoros del género Artibeus. El<br />

más común en San Pedro es el murciélago cara listada (A.<br />

lituratus) que puede llegar a visitar la planta con frutos en<br />

grupos de varios individuos.<br />

1<br />

Las observaciones de aves que consumen frutos pertenecen al primer autor.<br />

2<br />

16 Foster, <strong>Aves</strong> <strong>Argentinas</strong><br />

M. S. 1990. Factors influencing bird foraging preferences among conspecific fruit trees. The Condor, 92: 844-854.


las chances de su caída cerca de la planta madre. Mercedes<br />

Foster estudió el tema en la selva paranaense del Paraguay 2 y<br />

registró 26 especies de aves que se alimentan del fruto del <strong>koku</strong>.<br />

Propone diferenciarlas en tres grupos: 1) las que arrancan y<br />

tragan la fruta entera (por ejemplo zorzales, Ictéridos, Tiránidos,<br />

el chingolo, el celestino, entre otros); 2) las que las cortan y<br />

estrujan (frutero coronado y corona amarilla); y 3) las que los<br />

apretan y muerden (los tangará, el saíra dorado, entre otros).<br />

En general, las aves seleccionan los frutos más grandes, minimizando<br />

el tiempo dedicado a obtener su alimento, y reduciendo<br />

así el riesgo ante eventuales predadores.<br />

Entre las aves que consumen los frutos del <strong>chal</strong>-<strong>chal</strong> se destacan<br />

los zorzales por su abundancia local y la fruición con que lo<br />

hacen. En la selva paranaense de la Argentina y Paraguay las<br />

cinco especies frecuentes de zorzales o korochirés lo comen con<br />

gran preferencia: zorzal campana, colorado, sabiá, cuello blanco<br />

y <strong>chal</strong><strong>chal</strong>ero. En el Noroeste argentino denominan «<strong>chal</strong><strong>chal</strong>ero»<br />

a los zorzales comunes en la zona, por su afición al consumo de<br />

sus frutos. El nombre alcanzó gran popularidad con el conjunto<br />

folklórico salteño «Los <strong>Chal</strong><strong>chal</strong>eros», que debutaron en junio de<br />

1948.<br />

En las selvas en galería del chaco húmedo grupos de las dos<br />

urracas, junto a grupos numerosos de charata suelen alimentarse<br />

en árboles cargados de frutos. Aquí también lo comen el frutero<br />

negro, el anambé verdoso, el fueguero, el celestino, entre otros.<br />

Entre las pavas de monte, además de la charata, en la selva<br />

paranaense consumen la drupa del <strong>koku</strong> la yacupoí y la yacutinga.<br />

Norberto Montaldo 3 observó en la Reserva Punta Lara (Buenos<br />

Aires) que el fiofío pico corto también come sus frutos, aunque<br />

pertenece a una familia insectívora (Tyrannidae). Cada vez se cree<br />

y demuestra más que los integrantes de esta familia tienen un<br />

fuerte componente frugívoro en su dieta. Otras tres especies del<br />

mismo género suelen alimentarse de <strong>koku</strong>. Actúan como dispersor<br />

de la planta a cortas distancias, dado que regurgitan la semilla<br />

poco después de ingerir el fruto.<br />

Otros tiránidos consumidores de <strong>koku</strong> son el benteveo común,<br />

el benteveo rayado, tres burlistos del género Myiarchus, la tijereta,<br />

el benteveo real, el pitanguá y el benteveo mediano.<br />

Entre los Cucúlidos que se alimentan con frecuencia de sus<br />

frutos están el tingazú y el cuclillo canela. Uno de los nombres<br />

comunes es el de «fruta del loro». Detectamos al menos tres<br />

especies de psittácidos aprovechar los frutos: el chiripepé cabeza<br />

verde los consume en pequeñas bandadas incluso dentro de poblados;<br />

la catita chirirí en Asunción visitaba estas plantas; y la<br />

catita cabeza roja los aprovecha en Misiones.<br />

Pero quizás una de las más interesantes observaciones es con<br />

pequeños frugívoros de selva atlántica. En la riberas del arroyo<br />

Pozuelo, Canindeyú, Paraguay, había un árbol de gran desarrollo.<br />

Estaba repleto de frutos hacia fines de noviembre. Llamaba la<br />

atención por ser visitado por bandadas de especies del género<br />

Euphonia. Durante horas cada día, un grupo que superaba los 100<br />

individuos, básicamente el tangará común y el amarillo, permanecían<br />

en este árbol durante la mayor parte del día alimentándose.<br />

Junto a estos aparecían individuos de tangará alcalde. Era interesante<br />

ya que se trataba de una bandada «genérica», solo molestada<br />

por algunos zorzales que eran atacados y alejados por los<br />

tangaráes (especies que no suelen competir cuando están solos o<br />

en pequeños números). Cuando la bandada abandonó el árbol fue<br />

ocupado para aprovechar los frutos por un grupo también notablemente<br />

grande de saíra arcoiris, aunque con estos aparecían otros<br />

pequeños frugívoros como la viuva y la saíra dorada. También<br />

protagonizaban peleas por los frutos con las anteriores especies<br />

como el tangará bonito, el frutero overo, el frutero corona<br />

amarilla y el frutero coronado, entre otros.<br />

Otras especies que aprovechan sus frutos son el pepitero<br />

verdoso, el pepitero grís, la reinamora grande y la saíra<br />

castaña.<br />

R. Moller Jensen<br />

R. Moller Jensen<br />

Los pequeños<br />

tangaráes de la<br />

selva atlántica<br />

se encuentran<br />

entre las aves<br />

que aprietan y<br />

muerden el fruto<br />

del <strong>koku</strong>.<br />

Suelen<br />

alimentarse en<br />

bandadas<br />

mixtas. Así, el<br />

tangará amarillo<br />

(arriba), el<br />

bonito (centro)<br />

y el alcalde<br />

(abajo) ocupan<br />

varias horas<br />

diarias en esta<br />

tarea.<br />

Glosario: agutíes (Dasyprocta sp.), anambé verdoso (Pachyramphus viridis), benteveo<br />

común (Pitangus sulphuratus), benteveo mediano (Myiozetetes similis), benteveo<br />

rayado (Myiodynastes maculatus), benteveo real o suirirí real (Tyrannus melancholicus),<br />

burlistos (Myiarchus ferox, M. swainsoni, M. tyrannulus), catita cabeza roja (Pionopsitta<br />

pileata), catita chirirí (Brotogeris chiriri), chingolo (Zonotrichia capensis), celestino<br />

(Thraupis sayaca), charata (Ortalis canicollis), chiripepé cabeza verde (Pyrrhura<br />

frontalis), cuclillo canela (Coccyzus melacoryphus), fiofío copetón (Elaenia flavogaster),<br />

fiofío grande (E. spectabilis), fiofío pico corto (E. parvirostris), fiofío oscuro (E.<br />

obscura), frutero corona amarilla (Trichothraupis melanops), frutero coronado<br />

(Tachyphonus coronatus), frutero negro (Tachyphonus rufus), frutero overo (Cissopis<br />

leveriana), fueguero (Piranga flava), murciélago cara listada (Artibeus lituratus),<br />

paloma montera castaña (Geotrygon montana), pepitero gris (Saltator coerulescens),<br />

pepitero verdoso (S. similis), pitanguá (Megarhynchus pitangua), reinamora grande<br />

(Cyanocompsa brissonii), saíra arcoiris (Tangara seledon), saíra castaña (T. preciosa),<br />

saíra dorada (Hemithraupis guira), tangará alcalde (Euphonia pectoralis), tangará<br />

amarillo (E. violacea), tangará bonito (Chlorophonia cyanea), tangará común (E.<br />

chlorotica), tijereta (Tyrannus savana), tingazú (Piaya cayana), urracas (Cyanocorax<br />

cyanomelas (morada), C. chrysops (común)), viuva (Pipraeidea melanonota), yacupoí<br />

(Penelope superciliaris), yacutinga (Pipile jacutinga), yerutíes de monte (Leptotila<br />

verreauxi (común) y L. rufaxilla (colorada)), zorzal campana (Turdus subalaris), zorzal<br />

<strong>chal</strong><strong>chal</strong>ero (T. amauro<strong>chal</strong>inus), zorzal cuello blanco (T. albicollis), zorzal colorado<br />

(T. rufiventris), zorzal sabiá (T. leucomelas).<br />

R. Moller Jensen<br />

3<br />

Montaldo, Norberto H. 2005. <strong>Aves</strong> frugívoras de un relicto de selva subtropical ribereña en Argentina: manipulación de frutos y destino de las semillas.<br />

El Hornero, 20 (2): 163-172.<br />

<strong>Aves</strong> <strong>Argentinas</strong> 17

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