Sarjam [Vocablo en lengua aymara que significa ... - Hecho Histórico
Sarjam [Vocablo en lengua aymara que significa ... - Hecho Histórico
Sarjam [Vocablo en lengua aymara que significa ... - Hecho Histórico
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ién cambia el espacio social a raíz de los procesos de difer<strong>en</strong>ciación funcional <strong>que</strong>, d<strong>en</strong>tro<br />
de cada sociedad, provocan una mayor atomización de los distintos “subsistemas”.<br />
Se hace <strong>en</strong>tonces necesario revisar los efectos <strong>que</strong> ti<strong>en</strong>e el r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to del territorio<br />
geográfico y del campo social y político para una reconstitución del espacio.<br />
En primer lugar, la redefinición de las escalas. Hasta ahora, la política operaba primordialm<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> escala nacional. En años reci<strong>en</strong>tes el doble proceso de globalización y de<br />
desc<strong>en</strong>tralización ha ido conformando un <strong>en</strong>tramado global-local <strong>que</strong> desgarra el marco<br />
nacional de la política. En segundo lugar, llama la at<strong>en</strong>ción la reestructuración de los límites.<br />
Por un lado, las fronteras se vuelv<strong>en</strong> más t<strong>en</strong>ues y porosas. Los flujos de migración,<br />
la rápida circulación de los climas culturales, la uniformidad relativa de modas y estilos<br />
de consumo, todo ello rompe viejas barreras. Por el otro, la globalización conlleva procesos<br />
de segm<strong>en</strong>tación <strong>en</strong>tre regiones y, ante todo, d<strong>en</strong>tro de cada país. Un tercer elem<strong>en</strong>to<br />
de cambio reside <strong>en</strong> la alteración de las distancias. En una época <strong>en</strong> <strong>que</strong> todo lo<br />
establecido <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to y se colapsan los puntos de refer<strong>en</strong>cia, las distancias<br />
se trastocan y son difíciles de fijar <strong>en</strong> un mapa.<br />
Los tres rasgos, por superficiales <strong>que</strong> sean, insinúan una deconstrucción del espacio.<br />
Aun<strong>que</strong> las t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias descriptas sean demasiado contradictorias para precisar la dirección<br />
de los cambios y circunscribir el espacio emerg<strong>en</strong>te, pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia la insufici<strong>en</strong>cia<br />
de los mapas <strong>en</strong> uso.<br />
La reformulación de las coord<strong>en</strong>adas del espacio político implica al m<strong>en</strong>os tres elem<strong>en</strong>tos.<br />
Un cambio fundam<strong>en</strong>tal consiste <strong>en</strong> el redim<strong>en</strong>sionami<strong>en</strong>to de las escalas.<br />
Actualm<strong>en</strong>te, predominan mapas de escala grande <strong>que</strong> informan minuciosam<strong>en</strong>te sobre<br />
los diversos elem<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> juego, lo cual permite id<strong>en</strong>tificar los detalles. Sin embargo,<br />
este tipo de mapas produce una “sobre información”. Un exceso de variable impide relevar<br />
los puntos <strong>significa</strong>tivos y establecer estrategias de mediano y largo plazo. Nos hac<strong>en</strong><br />
falta mapas de escala pe<strong>que</strong>ña, capaces de ofrecer una visión del mundo. Estos son más<br />
útiles para abarcar una realidad más y más global, trazar relaciones <strong>en</strong>tre múltiples niveles<br />
y articular así dinámicas de mayor alcance; a este proceso lo llamamos justam<strong>en</strong>te<br />
“confín multiplicitas homo tópica”.<br />
Un segundo factor de reconstitución radica <strong>en</strong> la simbolización. Los mapas operan como<br />
repres<strong>en</strong>taciones simbólicas de la realidad <strong>que</strong> son patrimonio del mundo andino <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral<br />
y de El Alto <strong>en</strong> particular. Por medio de ellas damos cu<strong>en</strong>ta de “lo real” y “lo posible”.<br />
Este universo simbólico ha sido trastocado por las transformaciones <strong>en</strong> marcha. El debilitami<strong>en</strong>to<br />
del Estado como repres<strong>en</strong>tación máxima de la vida <strong>en</strong> sociedad refleja de la<br />
manera más visible esa erosión g<strong>en</strong>eral de los símbolos colectivos. Es mediante ellos <strong>que</strong><br />
OSAL303 [AÑO VI Nº 16 ENERO-ABRIL 2005]