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8 de marzo
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
“Poner fin a la violencia contra las mujeres: una política de Estado”
Palabras de la señora Nuria Urquía, Representante de FAO
con motivo del “Día Internacional de la Mujer”
En el marco del Día Internacional de la Mujer la FAO lanza su informe anual: “El
Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación”, que aborda en esta ocasión el
tema de las mujeres en la agricultura. El informe confirma claramente que debemos
promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer para ganar de manera
sostenible la lucha contra el hambre.
Las mujeres en la agricultura y las áreas rurales tienen algo en común en todas las
regiones: un menor acceso a recursos productivos y menores oportunidades que los
hombres.
Cerrar la brecha de género es fundamental para la seguridad alimentaria. Si las mujeres
tuvieran el mismo acceso que los hombres a recursos como fertilizantes y semillas
mejoradas podrían aumentar el rendimiento de sus explotaciones agrícolas hasta 30%.
De esta forma la producción total en los países en desarrollo podría aumentar entre
2.5% y 4%. Por sí sólo, este crecimiento podría reducir entre 100 y 150 millones el
número de personas con hambre, estimado actualmente en 925 millones.
Los principios básicos son claros. Debemos eliminar todas las formas de violencia y
discriminación contra la mujer, incluyendo aquellas que impiden el acceso a los
recursos productivos. Se debe invertir en el capital humano de niñas y mujeres, así
como mejorar su acceso a mercados de trabajo rural justos, a tecnologías y a
infraestructura.
Las políticas y programas agrícolas deben tener en cuenta la dimensión de género y
hacer oír la voz de las mujeres en la toma de decisiones en todos los niveles. En este
Día Internacional, la FAO hace un reconocimiento a la contribución fundamental de las
mujeres en la agricultura.
De igual forma nos sumamos al llamado del Secretario General de las Naciones Unidas
a través de la campaña “UNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres”,
subrayando que la lucha contra el hambre no puede ganarse sin combatir sus causas
subyacentes, siendo una de estas la violencia de género. Acabar con el ciclo de

violencia-hambre y mejorar la calidad de vida de la mujer, inicia con la concientización
y el combate a la desigualdad.
Lograr la igualdad de género particularmente en el sector rural no solo es justo, sino
también crucial para el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria mundial.
Gracias.