Actividades REDD+ en el Perú - The REDD Desk

Steffen Entenmann
LANDSCAPE MANAGEMENT
FREIBURG
UNI
FREIBURG
para obtener sinergias debe ser desarrollar y obtener canales de comunicación efectivos entre la Dirección
General de Cambio Climático, Desertificación y Recursos Hídricos –punto focal de REDD+– y la división dentro
del MINAM que se encarga del manejo de la biodiversidad. En la estrategia nacional de REDD+ se podría
hacer referencia a los documentos, las agendas o las recomendaciones emitidas por estas agencias. Estos
documentos incluyen, por ejemplo, el cuarto reporte sobre la implementación de CDB en el Perú, publicado
por la Dirección General de Diversidad Biológica (MINAM 2010b), la Estrategia Nacional sobre la Diversidad
Biológica y Planes de Acción (CONAM 2001) y el análisis de las deficiencias de la red de áreas protegidas
nacionales presentado a la CDB (CDC-UNALM 2006).
Otra institución relevante dentro del MINAM es la Dirección General de Evaluación, Valoración y Financiamiento
del Patrimonio Natural. Esta dirección está involucrada en el manejo de los recursos naturales del
Perú y desarrolla inventarios y métodos de monitoreo comparables y repetitivos (MINAM 2010c; MINAM
2010d). Esta dependencia puede ser un importante aliado estratégico en el establecimiento de las líneas de
base de biodiversidad y los esquemas de monitoreo que deben ser establecidos como parte de la estrategia
REDD+ del Perú.
4.2.3 Definiendo áreas prioritarias para las actividades de REDD+
La información producida por las agencias del MINAM que han sido descritas en la sección 4.2.2, podría
también ser usada para identificar las áreas donde las actividades de REDD+ pueden generar mayores
sinergias para la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad forestal. El enfoque
más lógico para definir las áreas prioritarias para REDD+, con énfasis en la biodiversidad, sería el de
sobreponer mapas con información sobre la densidad de las reservas de carbono, la deforestación futura
y los valores de biodiversidad, como se ha hecho en otros países (Burgess et al. 2010; Kapos et al. 2008;
Richards et al. 2010; SCBD 2009). La información espacial específica ya existe dentro del MINAM. Por
ejemplo, la Dirección General de Diversidad Biológica ha elaborado una perspectiva general de los ecosistemas
frágiles que requieren protección especial. También existe información sobre el contenido de
carbono y la cobertura forestal.
Asimismo, la cooperación con institutos de investigación fuera del MINAM podría ser de utilidad para
identificar áreas prioritarias. Por ejemplo, para apoyar su decisión de dónde crear una concesión de conservación,
AMPA se basó en el análisis de las ecorregiones, que incluían endemismo, fauna, flora y tasas
de deforestación en la selva central (CDC-UNALM & TNC 2006). Este estudio ayudó a identificar en cuáles
áreas se establecerían eventualmente las concesiones de conservación (Ver 3.4.3). De forma similar, los
enfoques pueden ser aplicados para la identificación de áreas prioritarias para REDD+. Como ha sido
mencionado en párrafos anteriores, otro documento relevante es por ejemplo el análisis de las deficiencias
de la red de áreas protegidas nacionales presentado a la CDB (CDC-UNALM 2006). Hasta el momento, la
priorización de áreas para las actividades piloto de REDD+ tiene, de facto, poco que ver con las reservas
de carbono, las amenazas de deforestación o la biodiversidad con altos valores de protección. En cambio,
tiene más que ver con títulos de la tierra, usos de la tierra, derechos de comercialización de los servicios
ecosistémicos, la ausencia de conflictos severos sobre la propiedad de la tierra o aspectos socioeconómicos
y legales similares. Esto significa que actualmente las áreas apropiadas para las actividades de REDD+ son
solo aquellas en donde está claro quién tiene los derechos de comercialización de los créditos generados
por las actividades de carbono. En consecuencia, la asignación de los derechos sobre el uso de las tierras
con alto valor de biodiversidad puede generar precondiciones importantes para usar a REDD+ como una
herramienta para conservar la biodiversidad.
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