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PRODUCCION DE ANIMALES TRANSGENICOS G ... - Reprobiotec

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Animales transgénicos<br />

155<br />

<strong>PRODUCCION</strong> <strong>DE</strong> <strong>ANIMALES</strong> <strong>TRANSGENICOS</strong><br />

G. Brem, U. Berg & H.D. Reichenbach<br />

Introducción<br />

En genética molecular moderna se desarrollaron métodos adecuados que permiten trabajar específicay<br />

repetidamente con ADN, como portador de la información genética. Esas técnicas de genética<br />

molecular abren en la producción animal nuevas perspectivas, dado que es posible por primera vez<br />

trabajar directamente a nivel génico, ello significa la posibilidad de aislar, secuenciar, recombinar y<br />

transferir genes individuales. El espectro de aplicaciones de esas técnicas no está desarrollado<br />

ampliamente. Sin embargo es posible pronosticar que el futuro de la producción animal será afectado<br />

directamente y que los métodos de la producción animal convencional serán complementados y<br />

posiblemente también parcialmente reemplazados (ver capítulo XIX).<br />

Transferencia de genes significa transferencia e integración del ADN recombinado in vitro y su<br />

estructura acoplada al genoma del receptor. Si la estructura de ADN se integra en el genoma del<br />

receptor, éste se denomina transgénico. El producto de ese transgen, una proteína codificada por el<br />

ADN transferido, es el producto transgénico. Con la ayuda de la transferencia de genes se pretende<br />

lograr que una determinada cualidad en el organismo receptor sea modificada o una nueva sea<br />

incorporada. Además se espera que el transgen integrado en el genoma sea transmitido a la herencia a<br />

fin de establecer una línea transgénica.<br />

En la extensa definición original sólo se habla de animales transgénicos cuando se comprueba que el<br />

transgen se hereda en forma estable y se exprime. Pero en la actualidad se ha establecido en el<br />

lenguaje cotidiano emplear el término: animal transgénico a partir del momento en el cual se puede<br />

comprobar la presencia del nuevo gen en un individuo, al cual se ha practicado la transferencia génica.<br />

Por otra parte en producción animal la transferencia de genes es sólo interesante cuando la estructura<br />

génica es transmitida a la descendencia, de forma tal de establecer líneas transgénicas en la población.<br />

El ADN recombinado en las estructuras génicas puede tener origen en los más variados organismos<br />

donantes, debido a la uniformidad en la estructura básica de la doble cadena de ADN. Junto con el ADN<br />

procariótico de origen viral o bacteriano el ADN de los organismos eucarióticos representa una fuente<br />

inagotable para la transferencia génica.<br />

No debe olvidarse, sin embargo, que especialmente para la expresión de transgénicos pueden<br />

establecerse fuertes interacciones dependientes del origen y del receptor del ADN. Fue observado, por<br />

ejemplo, que la expresión de las estructuras génicas que contienen aún componentes procarióticos,<br />

puede ser reducida o incluso suprimida en animales mamíferos. Además se ha observado que es de<br />

gran importancia para la expresión si los componentes estructurales del gen son de origen genómico o<br />

provienen del ADNc. De esa forma puede observarse que de los trangenes que contienen intrones se<br />

produce en promedio 10-100 veces más ARNm que de transgenes que contienen solamente ADNc<br />

(BRINSTER y col., 1988).<br />

A continuación se hará referencia exclusivamente a la producción de bovinos y otros animales<br />

transgénicos de interés productivo y no a la transformación genética de células procarióticas o<br />

eucarióticas. Con la producción de un organismo transgénico se pretende que el transgen esté presente<br />

en todas las células somáticas y sobre todo también en las células reproductivas del animal. Dado que<br />

no existe hasta el momento método alguno que permita transformar en forma completa un organismo ya<br />

formado genéticamente, se practica la transferencia génica tan temprano en el desarrollo del animal<br />

como es posible. El momento más apropiado es el estado embrionario temprano, es decir el estadio<br />

unicelular (ovocito fecundado = cigoto), con poco número de células (blastómeros) o en los estadios de<br />

mórula o blastocisto como máximo. Ello significa que los métodos de obtención, manipulación y<br />

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Brem & col.<br />

transferencia de esos estadios tempranos deben estar establecidos y disponibles en las especies<br />

mamíferas.<br />

Se disponen en la actualidad de varios métodos prometedores de transferencia génica. Los tres más<br />

importantes son:<br />

- La microinyección de ADN en el pronúcleo del cigoto<br />

- La transferencia de ADN a través de vectores retrovirales<br />

- Producción de quimeras transgénicas a partir de células y embriones transformadas genéticamente.<br />

La técnica más empleada en la actualidad es sin dudas la microinyección de ADN. a pesar de que las<br />

otras dos cuentan, junto a algunas limitaciones, con una serie de ventajas no despreciables.<br />

Lamentablemente la técnica que emplea células embrionales primordiales no fue desarrollada aún y la<br />

aplicación de vectores retrovirales lo es en forma muy incompleta como para ser utilizadas en los<br />

animales domésticos.<br />

El camino más próximo para la transferencia de ADN en el núcleo celular es la microinyección directa<br />

de una solución de ADN en el citoplasma del núcleo o en el pronúcleo (foto 1). GORDON y col. (1980)<br />

indicaron por primera vez que la microinyección de una solución de ADN en el pronúcleo es un camino<br />

practicable para la transferencia génica en mamíferos. Después de la microinyección de ADN clonado<br />

en el pronúcleo de ovocitos fertilizados de ratón fue posible encontrar esas secuencias virales en partes<br />

desarrolladas de los fetos. Poco tiempo después se indicó, en otros trabajos, que genes eucarióticos<br />

intactos podían incorporarse a los fetos. Fue posible establecer también la presencia del transgen en<br />

animales adultos como así también la transmisión a la descendencia.<br />

En la actualidad la técnica de producción de ratones transgénicos fue introducida con éxito en muchos<br />

laboratorios y se pusieron en práctica estudios para determinar la regulación de la expresión génica y el<br />

efecto biológico del gen. Como ya fue mencionado, la microinyección de ADN en el pronúcleo de<br />

cigotos o en los núcleos de embriones bicelulares es el método de elección para la transferencia génica<br />

en los animales domésticos. La amplia experiencia obtenida en experimentos con ratones constituyó sin<br />

duda una base adecuada para el desarrollo de la técnica en los animales de interés zootécnico. Debe<br />

aclararse, sin embargo, que debido al desigual desarrollo embrionario temprano y especialmente a la<br />

diferente morfología de los embriones de animales domésticos se produjeron algunos problemas. Por<br />

ejemplo, las estructuras nucleares de las especies bovina, porcina y hasta cierto grado de la ovina y<br />

caprina no pueden ser observadas con el microscopio o sólo con dificultad debido a los gránulos<br />

citoplasmáticos oscuros. Para la observación del núcleo los embriones ovinos requieren un microscopio<br />

de interferencia según NOMARSKI, los embriones bovinos y porcinos deben ser centrifugados para<br />

exponer el núcleo. Tampoco se contaba con suficientes conocimientos prácticos sobre como se debía<br />

establecer el tiempo óptimo para la obtención, microinyección y transferencia de los embriones para<br />

contar con las mejores posibilidades en el éxito de la transferencia génica.<br />

La producción de mamíferos transgénicos puede dividirse básicamente en 6 fases:<br />

1. Clonado de las estructuras génicas y producción de la solución inyectable de ADN.<br />

2. Preparación de los animales donantes y obtención de los ovocitos o embriones.<br />

3. Exposición de los pronúcleos y microinyección del ADN.<br />

4. Transferencia de los embriones inyectados al oviducto o, después de un cultivo temporal, al útero<br />

de receptoras.<br />

5. Comprobación de la integración en los animales nacidos y, si es posible, primeras evaluaciones de<br />

la expresión del transgen en los niveles de trascripción (ARN) y translación (proteína).<br />

6. Producción de descendencia transgénica por medio de métodos convencionales y evaluación de<br />

eventuales mutaciones presentes a través de la formación de líneas homocigotas (test de<br />

homocigosis).<br />

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Animales transgénicos<br />

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Hasta el momento se sabe que, en principio, toda molécula de ADN puede microinyectarse en el<br />

genoma de un mamífero. El largo del fragmento de ADN a introducir por medio de los vectores de<br />

clonado no debe superar el límite máximo de 50 kb (clones cosmidios). En otros numerosos<br />

experimentos de transferencia génica se demostró que es posible alcanzar fragmentos mucho más<br />

largos. De esta forma no es raro observar, en animales transgénicos, fragmentos de varios 100 kb o<br />

aún más de 1 000 kb de largo, como consecuencia de la concatemerización de los fragmentos<br />

inyectados.<br />

Evidentemente la inyección de ADN lineal conduce a tasas superiores de integración. En cambio<br />

moléculas con forma de espiral o "supercoiled" parecen integrarse con una frecuencia<br />

significativamente menor (BRINSTER y col., 1985). También es mejor cuando los fragmentos de ADN<br />

no son cortados romos ("blunt") sino cuando conservan terminales sobresalientes.<br />

Las soluciones de ADN para microinyección deben estar absolutamente libre de partículas<br />

contaminantes, para evitar el taponado de la pipeta de microinyección o la lesión de los cigotos<br />

inyectados. Ello establece que todas las soluciones deben ser filtradas (filtros de 0,2 µm) y que todos<br />

los recipientes, con los cuales el ADN toma contacto deben ser enjuagados previamente con agua<br />

filtrada. Sólo en casos aislados se inyecta la totalidad del vector, dado que ADN procariótico puede<br />

provocar problemas de expresión. Después de la restricción el vector y el ADN de inserción son<br />

separados, en la regla, por medio de electroforesis. El fragmento deseado es aislado del gel, lavado y<br />

colocado en una solución buffer. Inmediatamente después se establece la concentración de ADN de tal<br />

manera que por cada pl (10 -12 ) estén contenidos, según la aplicación, varios cientos de copias de la<br />

estructura génica. En fragmentos de ADN un largo de 5-8 kb corresponde a una concentración de 1-2<br />

µg de ADN/ml. No fue encontrada una correlación entre cantidad del ADN inyectado y el número de<br />

copias integradas. La solución preparada de ADN se fracciona y conserva por medio de congelación<br />

(BRENIG, 1987).<br />

La frecuencia de integración en la producción de mamíferos transgénicos es influenciada por: la pureza,<br />

la forma, el tipo de terminales, la concentración y la solución buffer del ADN. De ello se concluye que ya<br />

durante la preparación de la solución de inyección del gen, se establecen importantes condiciones para<br />

el éxito de la transferencia génica.<br />

Recolección de los embriones<br />

Los animales donantes son tratados con gonadotrofinas, con diferentes programas de superovulación<br />

según la especie, inseminados o servidos dos veces. La obtención de los cigotos se lleva a cabo a<br />

través del lavaje del oviducto en un lapso de 12-24h después de la inseminación. El lavaje de oviducto<br />

puede llevarse a cabo mediante cirugía con el animal en narcosis o después del sacrificio. Debe tenerse<br />

especial cuidado, que el oviducto sea seccionado del cuerpo del animal dentro de los 15 min de<br />

desangrado. Los oviductos son lavados con una solución de PBS. Con ayuda de una lupa<br />

estereoscópica se aíslan los ovocitos o embriones de la solución obtenida del lavaje y se colocan en<br />

medio fresco. Las células del cumulus, que eventualmente pudiesen quedar adheridas, pueden<br />

eliminarse con un tratamiento de hialuronidasa o por medio de pipeteo. Los embriones son cultivados in<br />

vitro hasta el momento de la inyección.<br />

La eficacia de los programas de transferencia génica con animales domésticos es, en promedio,<br />

claramente menor que con el ratón. Como se puede observar en la tabla 1 ello se debe al bajo número<br />

de cigotos que pueden inyectarse por donante, a las bajas tasas de preñez y sobrevivencia embrionaria<br />

y a la menor frecuencia de integración. Para la producción de un animal transgénico se deben emplear,<br />

en general, más donantes y receptoras de animales de interés zootécnico que con ratones o conejos.<br />

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Brem & col.<br />

Microinyección de ADN<br />

Para la microinyección es necesario contar con una mesa de trabajo estable. El lugar de trabajo<br />

comprende un microscopio invertido, dos micromanipuladores para las pipetas de sostén y de<br />

inyección y un aparato de inyección. La presión de inyección puede ser regulada con ayuda del aparato<br />

de inyección accionado por medio de un pedal. Sobre la platina del microscopio se encuentra una<br />

cámara de inyección que contiene el medio y los embriones a tratar. Los embriones bovinos y porcinos<br />

son centrifugados 3 min a 15 000 g (WALL y col., 1985). A través de la centrifugación se desplazan los<br />

gránulos citoplasmáticos oscuros hacia un polo, los núcleos y pronúcleos se hacen visibles en el medio<br />

del embrión.<br />

Tabla 1: tasas de éxito en programas de transferencia génica en diferentes animales de<br />

experimentación e interés productivo<br />

Especie murina leporina porcina ovina bovina<br />

Embriones inyectados por<br />

donante (S) 15 20 20 4 7<br />

Número de receptoras por<br />

cada donante (E) 2 2 2 1,5 1<br />

% Preñez 60 50 50 40 30<br />

% Animales nacidos/<br />

embriones inyectados 10-20 10 5-8 15 10<br />

% de integración (animales<br />

transgénicos/ animales<br />

nacidos) 15 10 10-15 5-10 5-10<br />

% Animales<br />

transgénicos/embriones<br />

inyecta-dos y transferidos 2 1 0,5 0,5-1 0,5<br />

Número de animales<br />

necesarios (S+E) por<br />

c/animal transgénico 10 15 20 40 40<br />

A pesar de ese tratamiento la inyección de esos embriones es más difícil que la de embriones de ratón<br />

o conejo.<br />

Para la inyección se fija el embrión mediante vacío a la pipeta de sostén de tal forma que el (pro-)<br />

núcleo se haga bien visible. La pipeta de inyección tiene un diámetro de 1 a 2 µm y es llenada con la<br />

solución de ADN. Para la inyección, la pipeta es introducida por medio del micromanipulador a través de<br />

la zona pelúcida, la membrana celular y (pro-) nuclear. La inyección con un volumen de 1-2 pl de la<br />

solución de ADN aumenta el volumen del núcleo más del 50%.<br />

Transferencia de los embriones<br />

Después de un cultivo temporal, los embriones inyectados son transferidos mediante cirugía a oviductos<br />

de receptoras sincronizadas. La sincronización de las receptoras se lleva a cabo a través de un<br />

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tratamiento hormonal específico de especie. Antes de la transferencia de los embriones tratados se<br />

controla la reacción ovárica de la hembra receptora. Sólo son empleadas aquellas receptoras que<br />

respondieron al tratamiento hormonal con el número adecuado de folículos, que depende de la especie<br />

tratada.<br />

En la especie bovina se procede a cultivar los embriones in vivo o in vitro durante varios días, a fin de<br />

evitar la trabajosa intervención de la transferencia al oviducto (BERG y BREM, 1989). La finalidad es<br />

cultivar los embriones de una o dos células hasta el estadio de mórula y transferir éstas directamente en<br />

el útero de las receptoras. Para el conejo, cerdo, oveja y cabra el cultivo intermedio no es necesario,<br />

dado que en esas especies incluso la transferencia uterina se lleva a cabo mediante cirugía.<br />

Comprobación de la integración y la expresión<br />

Después de la transferencia génica sólo es posible en casos aislados determinar la integración del gen<br />

a través de cambios de fenotipo en los animales nacidos. Incluso aún cuando la estructura génica<br />

empleada permita esperar algún efecto, debe llevarse a cabo la comprobación de la integración del gen<br />

presente independientemente del fenotipo. Ello se debe a que la estructura génica integrada no siempre<br />

se exprime en los animales positivos. Para la comprobación de la integración génica se disponen de<br />

varios métodos. El material de evaluación lo constituyen células con núcleo, que se toman de los<br />

órganos o fluidos corporales. Normalmente se toman las pruebas del tejido de la punta de la cola o de la<br />

sangre. De ellas se aisla el ADN, que no requiere que sea especialmente de alto peso molecular, como<br />

lo es en el caso de los bancos de reservas genómicas.<br />

La lisis completa del tejido se logra a través de un tratamiento con proteinasa K-buffer a 55 C. La<br />

extracción se logra con cloroformo fenolado. Con acetato de Na y etanol se provoca la precipitación que<br />

aumenta con la centrifugación. Inmediatamente después se determina la concentración con ayuda de<br />

un espectrofotómetro, a partir de alícuotas diluidas.<br />

La exacta y más segura comprobación de la integración de las estructuras génicas se puede llevar a<br />

cabo por medio del método Southern-Blot. Aproximadamente 20-30 µg de ADN genómico de alto peso<br />

molecular es hidrolizado completamente con enzimas de restricción adecuadas. Después de la división,<br />

la mezcla de fragmentos de ADN es separada electroforéticamente en gel-agarosa horizontal. Un<br />

marcador aplicado al mismo tiempo permitirá la determinación del tamaño de los diferentes fragmentos<br />

de ADN. Los fragmentos separados son transportados a filtros de celulosa o a membranas de Nylon<br />

según el método de SOUTHERN (1975). El ADN, separado en el gel de agarosa, es transportado -<br />

después de la desnaturalización alcalina- a la nitrocelulosa o membrana de nylon que se encuentran<br />

directamente sobre agar por medio de capilaridad con ayuda de un buffer de transferencia. Con ADN<br />

genómico, el Blot puede terminar al cabo de 10-16 h. El tiempo de transferencia de ADN puede<br />

reducirse a menos de una hora con aparatos de vacío o de electro-Blotting. En un método rápido de<br />

evaluación de un número grande de pruebas de ADN se transporta una alícuota de ADN<br />

desnaturalizado y lavado en forma grosera, a una membrana soporte bajo presión negativa e<br />

inmediatamente después se híbrida con una prueba marcada radioactivamente. Con el método descrito<br />

por BRENIG y col. (1989) puede comprobarse la estructura génica en el ADN del animal hospedador en<br />

25-30 h. Con el reemplazo de la marcación radioactiva por un método de luminiscencia química puede<br />

ahorrarse más tiempo.<br />

Después de la desnaturalización y neutralización se continúa la transferencia de los fragmentos<br />

separados del gel al filtro de nitrocelulosa. Los fragmentos de ADN utilizados en la prueba son<br />

marcados radioactivamente. Ello puede llevarse a cabo mediante translación "nick" u oligopriming.<br />

Los filtros de nitrocelulosa son pre-hibridizados con ADN no específico e hibridizados posteriormente<br />

con ADN radioactivo. Después de un lavado astringente abundante, los filtros son expuestos a un film<br />

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Brem & col.<br />

radiográfico con una película reforzadora durante un tiempo determinado a 80 o C. Una alternativa al<br />

uso de sustancias radioactivas es la aplicación de dUTP biotinilado (LANGER y col., 1981) para el<br />

marcado de fragmentos. Biotina tiene una fuerte afinidad a la avidina, la cual por su parte puede<br />

acoplarse a indicadores adecuados (anticuerpos, enzimas, colorantes). De esta forma se pueden<br />

identificar también las cantidades más pequeñas de complejos biotina/ADN.<br />

En el método Southern-Blot la elección de la o las enzimas y de las pruebas de hibridación tiene una<br />

importancia definitiva. En los casos más adecuados hay una enzima cuyos dos lugares de división en la<br />

estructura génica están separados entre si en forma suficiente para usar el fragmento ubicado entre<br />

medio como grupo de hibridación. Si para la división del ADN se emplean los lugares de corte<br />

marginales, en los cuales el fragmento fue separado del vector, aparecen en el análisis Southern-Blot,<br />

junto con el o los fragmentos esperados con el tamaño correspondiente a la estructura génica, dos<br />

fragmentos en lo general más largos.<br />

El análisis de patrones ("pattern") de tal naturaleza permite sacar algunas conclusiones sobre la<br />

integración. Se sabe que, en muchos animales transgénicos, no sólo se integra una copia de la<br />

estructura génica inyectada. Varias copias son frecuentes en dependencia de los lugares marginales,<br />

concatómeros unidos al genoma en forma de "head to tail", "head to head" o "tail to tail". De la misma<br />

forma no es un fenómeno extraño que se pierdan algunas bases en terminales sobresalientes de los<br />

fragmentos, durante la integración. De esta forma desaparecen los lugares de división en los terminales<br />

5'-3'- en los fragmentos integrados de ADN. Si se divide el ADN genómico con enzimas de restricción,<br />

que cortan al final de la estructura génica, se separan los concatómeros del interior del fragmento de<br />

ADN en forma precisa y esperada. Sin embargo, dado que los lugares de corte en las terminales se<br />

pierden, se originan en las posiciones 5'-3'- fragmentos más grandes. Ello es así porque en ambas<br />

copias marginales del genoma se encuentran aún las secuencias hasta los próximos lugares de<br />

fragmentación en la cadena de ADN, apropiados para las enzimas de restricción. El largo de esas<br />

copias génicas marginales es casual y depende de la presencia de lugares de división adecuados en la<br />

zona de integración del ADN genómico. En casos relativamente escasos la integración de la estructura<br />

génica se produce no solamente en un lugar sino en dos o más. En casos favorables puede<br />

comprobarse su existencia por medio de análisis Southern-Blot. Con frecuencia esto no se logra en el<br />

primer animal receptor, pero sí después de la segregación del transgen en la descendencia. Se supone<br />

que para la expresión de las estructuras génicas la pérdida de bases marginales en general no tiene<br />

importancia.<br />

Si se emplean en la transferencia génica secuencias homólogas, es decir fragmentos de ADN<br />

provenientes de la misma especie, el análisis Southern-Blot debe planearse cuidadosamente. En esos<br />

casos la comprobación específica de la integración génica sólo es posible mediante la correcta<br />

selección de adecuadas enzimas de restricción, de lo contrario la diferenciación entre el ADN endógeno<br />

y el transferido es difícil. Dado que, sin embargo, sólo en casos excepcionales se elige el mismo orden<br />

de regiones no trasladadas promotoras y estructurales del gen y del genoma, se adecuan<br />

especialmente los lugares entre ambos genes como pruebas de hibridación. A pesar de ello ocurren<br />

también en esos casos señales a través de la hibridación cruzada de las pruebas con secuencias<br />

genómicas, que deben ser consideradas en el análisis. De vez en cuando se observan en las pruebas<br />

de integración patrones de integración inesperados. En esos casos el complejo patrón de restricción,<br />

que no responde al original, se puede determinar mediante un análisis de restricción y Southern.<br />

El número de estructuras génicas integradas en el genoma se determina por medio del análisis Dot-blot.<br />

El mismo no es una técnica de transferencia capilar, dado que el ADN es aplicado a la membrana de<br />

soporte mediante una máscara perforada. La electroforesis no es necesaria y la calidad del ADN no<br />

necesita ser tan buena como para el análisis de Southern-Blot. El ADN desnaturalizado es aplicado,<br />

lavado, horneado e hidrolizado. A través de la cuantificación densimétrica se calcula aproximadamente<br />

el número de copias del transgen (tamaño del genoma haploide = 3 . 10 9 pb).<br />

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Animales transgénicos<br />

161<br />

Una técnica desarrollada hace pocos años, la reacción PCR (Polymerase Chain Reaction, capítulo XV),<br />

puede emplearse para evaluar si un animal es transgénico en un tiempo relativamente corto y con poco<br />

material celular. Cuando se pretende localizar el lugar de integración en el cromosoma se puede llevar a<br />

cabo una hibridación in situ de los cromosomas en metafase. El término hibridación in situ se emplea<br />

también para la comprobación directa de ADN y ARN en muestras de tejidos congelados.<br />

La especificidad para la expresión de un gen o estructura génica en un tejido se establece, entre otros,<br />

a través de su promotor. Por esa razón, para la evaluación de la transcripción correcta de una<br />

estructura génica inyectada se aisla el ARN de los tejidos en los cuales se espera la mayor expresión.<br />

La preparación del ARN se lleva a cabo según los protocolos de CHIRGWIN y col. (1979) y GLISIN y<br />

col. (1974), los cuales se basan en la lisis celular y desnaturalización proteica con isotiocianato de<br />

guanidina. El ARN es transferido a filtros de nitrocelulosa o de nylon (THOMAS, 1980) como para el<br />

análisis Southern-Blot o a geles desnaturalizados de agarosa/formaldehido, después de su<br />

desnaturalización con glioxal o dimetilsulfóxido (DMSO).<br />

Para recabar información sobre cantidad, estructura o porcentaje de síntesis se llevan a cabo tests con<br />

nucleasa S1 y ribonucleasa o ensayos de extensión del iniciador ("primer"). En el análisis S1 (SHARP y<br />

col., 1980) o el test de la protección de la ribonucleasa (CHAMBERLIN y RYAN, 1982) se emplean<br />

pruebas de cadenas simples, complementarias con el ARN que se pretende evaluar. Con ese método<br />

se pueden estudiar los puntos terminales 5'- y 3'- como así también la cantidad específica de ARN.<br />

Después que se pudo comprobar que la estructura génica microinyectada se transcribe correctamente,<br />

se debe evaluar la translación. Se analiza en primer lugar si la proteína correspondiente se sintetiza y,<br />

de ser así, en que cantidad. Para ello se disponen de métodos colorimétricos o electroforéticos en gel<br />

con coloración posterior (Comassie-Blue, plata) del gel o transporte a filtros de nitrocelulosa o<br />

membranas de nylon (Western-Blot). Además pueden emplearse métodos clínicos de diagnóstico<br />

(radioinmunoensayo, ELISA), los cuales están disponibles en parte en forma de kit. Para más<br />

información sobre esos métodos consultar la literatura siguiente: LOWRY y col., 1951; BRADFORD,<br />

1976; PETERSON, 1977; PETERSON, 1979; OAKLEY y col., 1980 HAMES & RICKWOOD, 1981;<br />

MOEREMANS y col, 1985; DARBRE, 1986; MOEREMANS y col., 1986; SALINOVICH & MONTELARO,<br />

1986.<br />

Herencia del transgen<br />

Un requisito indispensable para la aplicación de la transferencia génica en producción animal es que el<br />

gen transferido se transmita a la descendencia. Para ello es necesario que el animal receptor del gen<br />

(microinyectado) posea en todas o, al menos, en parte de sus células reproductivas el transgen.<br />

Lamentablemente se conoce poco sobre los caminos moleculares y biológicos que se suceden en la<br />

integración de un ADN inyectado. Por ejemplo, no se conoce exactamente cuando se lleva a cabo la<br />

integración y si ésta permanece estable en todas las células durante el desarrollo posterior del embrión.<br />

En ensayos de evaluación de animales nacidos transgénicos y especialmente en aquellos de<br />

producción de descendencia transgénica se ha observado que a pesar de la inyección del ADN, en el<br />

pronúcleo embrionario pueden originarse mosaicos.<br />

Mosaicos son animales originados por diferentes líneas, que provienen de un cigoto pero que poseen<br />

diferentes genotipos. Mosaicos transgénicos poseen células que contienen el transgen y otras que no lo<br />

tienen. Ello puede conducir a problemas en la formación de descendencia transgénica cuando en las<br />

células gonadales de los progenitores no está presente el transgen. Según las experiencias obtenidas<br />

se puede esperar que aproximadamente 30% de los animales receptores primarios del gen (por medio<br />

de microinyección) son mosaicos y que no transmitirán el transgen a su descendencia en la frecuencia<br />

esperada de 50%.<br />

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Brem & col.<br />

La herencia de animales transgénicos, en los cuales la estructura génica inyectada se integró en forma<br />

estable y se transmite a la descendencia, responde a las leyes mendelianas, dado que en general la<br />

integración del gen se produce en un solo lugar en un cromosoma. De acuerdo a la definición se<br />

describe a este tipo de animales como transgénicos heterocigotas. Sin embargo este término no es el<br />

adecuado, dado que falta el alelo correspondiente al transgénico en el cromosoma homólogo. Como es<br />

de esperar, 50% de la descendencia debe poseer el transgen. Sin embargo, si las gónadas son<br />

mosaicos de líneas transgénicas y no transgénicas, el porcentaje de descendencia transgénica variará<br />

entre 0-50% de acuerdo a la participación cuantitativa de ambas líneas celulares. Los mosaicos se<br />

originan sólo en la generación F0. Los animales transgénicos de la generación F1 y posteriores poseen,<br />

si son positivos, la estructura génica en todas las partes del cuerpo y células de la hilera germinal. Se<br />

ha observado, no obstante, que la integración no siempre permanece estable a través de las<br />

generaciones.<br />

La observación de que un transgen no permanece estable sino que puede perderse no fue aclarada en<br />

forma suficiente. Aún más frecuente que la inestabilidad de la integración es la gran variabilidad de la<br />

expresión del transgen, de forma tal, que en el curso de las generaciones, se presentan todas las<br />

formas posibles de variación: aumento, disminución o ausencia de expresión. Aún dentro de grupos de<br />

hermanos enteros se observó variabilidad de la expresión del transgen entre animales positivos. Las<br />

razones para ello no han sido aclaradas, seguramente desempeña el fenómeno conocido como<br />

"imprinting" un rol de importancia. A través de la diferente metilación, la expresión de un gen depende<br />

de su origen materno o paterno.<br />

La comprobación de varios lugares de integración en el genoma de animales transgénicos ocurre con<br />

relativa poca frecuencia. Si los lugares de integración están tan alejados entre sí, que pueden conducir<br />

a recombinaciones al azar, pueden originarse más de 50% de descendencia transgénica. De un animal<br />

transgénico con dos tipos de integración independientes puede esperarse que el 75% de la<br />

descendencia hereden el transgen, 25% recibirá uno de ambos transgenes y otro 25% ambos tipos en<br />

su genoma. El 25% restante no será transgénico. A través del apareamiento de animales transgénicos<br />

heterocigotas se obtiene, en casos normales, 50% de transgenes heterocigotas, 25% de homocigotas y<br />

25% de negativos.<br />

El azar de la integración génica en los animales transgénicos primarios (F0) puede conducir a la<br />

integración en el sector de un gen de importancia para el desarrollo del feto. Mientras un alelo intacto en<br />

el cromosoma homólogo de animales heterocigotas esté presente, no se producen problemas como<br />

consecuencia de esa mutación por inserción. Una excepción la constituyen posiblemente los efectos<br />

génico-aditivos, cuya integración en un lugar génico determinado tienen como consecuencia una<br />

reducida expresión de la característica endógena aditiva. Del apareamiento de animales heterocigotas<br />

que tienen una mutación de inserción no es posible obtener descendencia transgénica homocigota. Si el<br />

gen afectado por la mutación de inserción es esencial para el desarrollo del feto no nacerán animales<br />

transgénicos homocigotas. Antes de la reproducción de animales transgénicos debe evaluarse si los<br />

animales son libres de mutaciones de inserción, a fin de evitar un aumento de la carga letal. Dichas<br />

mutaciones de inserción pueden ser interesantes en investigación básica.<br />

Para la producción animal la aparición de mosaicos y mutantes de inserción tiene como consecuencia<br />

que para la introducción de un gen determinado en una población, un solo animal transgénico no es<br />

suficiente. Independientemente de la alta tasa de consanguinidad que se pueda generar, las<br />

posibilidades de producir una línea transgénica con un solo animal son reducidas.<br />

Para que una línea transgénica pueda tener éxito y aplicación en la práctica deberían cumplir las<br />

siguientes condiciones:<br />

- Transmisión estable del transgen a la descendencia.<br />

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Animales transgénicos<br />

163<br />

- Ausencia de mutaciones de inserción y la posibilidad de producir animales transgénicos<br />

homocigotas.<br />

- Expresión estable del transgen y efecto biológico positivo sobre la característica deseada.<br />

De ello se desprende que se deben producir como mínimo 5-10 animales transgénicos primarios (F0)<br />

para producir, con una probabilidad suficientemente alta, líneas que respondan a las exigencias<br />

establecidas.<br />

Programa de transferencia génica en el bovino<br />

Después que se informó por primera vez, en el año 1985 (HAMMER y col., 1985; BREM y col., 1985),<br />

sobre la exitosa aplicación de la transferencia génica en los animales domésticos (cerdo, oveja, conejo)<br />

se intensificaron los esfuerzos en los años siguientes para mejorar la metodología y los genes. Mientras<br />

que la tasa de integración no aumentó sensiblemente, en algunos ensayos se pudo mejorar la<br />

expresión a través del empleo de genes optimizados. La eficacia de un programa de transferencia<br />

génica depende de una serie de factores, como la habilidad en la manipulación embrionaria, el tipo y<br />

duración del cultivo in vitro, la calidad de la transferencia de los embriones, la edad de las receptoras<br />

empleadas y la sincronicidad entre donantes y receptoras.<br />

El esquema de desarrollo de un programa de transferencia génica se inicia con la selección,<br />

estimulación e inseminación (natural o artificial) de las donantes (fig. 1). La obtención de los cigotos se<br />

lleva a cabo por medio de la matanza o cirugía de las donantes, 75-97 h después del celo. Los<br />

embriones son centrifugados para exponer los pronúcleos (WALL, 1985). Junto con embriones de una<br />

célula se emplean para la inyección también embriones con 2 blastómeros. Una forma alternativa para<br />

la obtención de embriones para la microinyección de ADN en el bovino es la producción in vitro de<br />

embriones (ver capítulo XI).<br />

En la actualidad este método biotecnológico desplaza a la obtención in vivo de los embriones. La<br />

producción y el cultivo in vitro presentan las ventajas de ser más económicos, se evita la intervención<br />

quirúrgica de las donantes y receptoras como así también de los animales empleados para el cultivo<br />

temporal. Otra ventaja de la producción in vitro es la posibilidad de determinar el estadio del pronúcleo<br />

con mayor precisión. Ello permite la inyección de un mayor número de embriones. Después de la<br />

microinyección los embriones se cultivan in vitro o in vivo en el oviducto de receptoras temporales. La<br />

desventaja del último método se basa en las reducidas tasas de recuperación de los embriones como<br />

así también en su trabajosa ejecución. Los problemas de falta de desarrollo de los embriones<br />

producidos in vitro, a partir de los estadios de 8 y 12 células, pudieron resolverse con la aplicación del<br />

cocultivo de los embriones con células de la granulosa y del oviducto. Los embriones microinyectados<br />

son transferidos en los días 6-7 de desarrollo, momento en que alcanzan los estadios de mórula o<br />

blastocisto, en forma no quirúrgica a receptoras sincronizadas.<br />

LOHSE y col. (1985) informaron sobre el primer ensayo de transferencia génica en el bovino. Los<br />

autores inyectaron en ovocitos fertilizados una estructura génica TQ (timidin quinasa) y demostraron<br />

que 30% de los embriones indicaban una actividad TQ de 2 desviaciones estándar por encima de los<br />

controles. LOSKUTOFF y col. (1986) lograron 3 preñeces de la transferencia de 43 cigotos y 17<br />

embriones de dos blastómeros inyectados. En otro estudio McEVOY y col. (1990) obtuvieron 569<br />

ovocitos de 52 vaquillonas superovuladas (5,1 embriones de una y dos células por cada donante) por<br />

medio de laparotomía en la línea media. Los pronúcleos fueron observados en 71% de los casos<br />

después de 3 min y 81% después de 5 min de centrifugación a 13000 g, 62 y 60% de ellos se<br />

desarrollaron 24h después del cultivo. Como consecuencia de la microinyección degeneraron 20% de<br />

los cigotos. Embriones de una y dos células (n = 108) fueron transferidos a 46 receptoras. Al día 55<br />

fueron detectadas 20 hembras (43%) con 32 fetos, 17 de las cuales parieron (37%). Uno de los 27<br />

terneros nacidos fue transgénico. La tasa de sobrevivencia de los embriones de uno y dos blastómeros<br />

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164<br />

Brem & col.<br />

fue de 22 a 36%. CHURCH y col. (1986) informaron que se desarrollaron 111 embriones de 852 cigotos<br />

bovinos inyectados con el gen de la fetoproteína alfa, de los cuales se identificaron 4 que integraron el<br />

gen. Después de la inyección de 1161 cigotos con 3 diferentes estructuras génicas y la transferencia de<br />

641 (55%) la tasa de nacimiento fue de 10,5% (126) frente a 43% del grupo control. De los 126<br />

embriones inyectados y transferidos integraron el ADN 7 terneros. BIERY y col. (1988) informaron sobre<br />

la tasa de detección de los pronúcleos después de la centrifugación de 1325 cigotos a 15000 g durante<br />

4 min. Después de la microinyección y el cultivo in vivo en oviducto de oveja durante 6 días, se<br />

recuperaron 84% de los embriones, de los cuales 21% se desarrollaron hasta los estadios de mórula y<br />

blastocisto.<br />

La integración del ADN se registró en 4 fetos. ROSCHLAU y col. (1988) obtuvieron, luego de la<br />

castración de las donantes, 513 cigotos de oviductos que fueron inyectados con 3 diferentes estructuras<br />

génicas virales. En 14 de 44 embriones, de dos semanas de edad, fue posible comprobar la presencia<br />

del ADN; 5 embriones exprimieron el gen. De la transferencia de 43 embriones a 23 receptoras<br />

resultaron 14 preñeces y nacimientos. La integración del ADN bGH inyectado se comprobó en 1 ternero.<br />

En ensayos propios (REICHENBACH, 1989) se compararon diferentes sistemas de cultivo in vivo con<br />

cultivos in vitro. Las tasas de desarrollo obtenidas se detallan en la tabla 2. De ello se concluye que de<br />

las 3 especies obtenidas, el cerdo fue menos y el conejo fue el más adecuado para el cultivo de los<br />

cigotos. Lo destacable de este estudio fue que los sistemas de cultivo in vitro empleados (BERG y<br />

BREM, 1989) fueron comparables a los mejores resultados obtenidos in vitro, considerando los<br />

embriones cultivados y los transferidos.<br />

Tabla 2: Tasas de recuperación y desarrollo de los cigotos y embriones cultivados in vivo e in vitro<br />

después de la inyección génica (REICHENBACH, 1989)<br />

Cultivo<br />

temporal<br />

Embriones<br />

transferidos<br />

de 1 y 2<br />

células<br />

(a)<br />

n<br />

Embriones<br />

Recuperados<br />

(b)<br />

n<br />

(b/a)<br />

%<br />

Embriones desarrollados<br />

>1 división mórulas/blastocistos<br />

celular<br />

(c)<br />

n<br />

(c/b)<br />

%<br />

(d)<br />

n<br />

(d/b)<br />

%<br />

(d/a)<br />

%<br />

in vivo<br />

vaca<br />

8 Mi<br />

3 K<br />

183 66 93<br />

48<br />

51<br />

73<br />

24<br />

27<br />

26<br />

56<br />

17<br />

14<br />

18<br />

29<br />

9<br />

21<br />

in vivo<br />

cerda<br />

3 Mi<br />

1 K<br />

79<br />

29<br />

22<br />

12<br />

28<br />

41<br />

7<br />

5<br />

7<br />

5<br />

3<br />

2<br />

14<br />

17<br />

4<br />

7<br />

in vivo<br />

coneja<br />

4 Mi<br />

2 K<br />

82<br />

41<br />

46<br />

31<br />

56<br />

76<br />

28<br />

21<br />

28<br />

21<br />

13<br />

14<br />

28<br />

45<br />

16<br />

34<br />

in vitro<br />

5 Mi<br />

4 K<br />

123<br />

71<br />

123<br />

71<br />

100<br />

100<br />

63<br />

43<br />

63<br />

43<br />

18<br />

21<br />

15<br />

30<br />

15<br />

30<br />

Mi = Microinyectados<br />

K = no microinyectados (controles)<br />

Tres grupos de trabajo: en Texas (U.S.A, MASSEY, 1990), en Leiden (Holanda, KRIMPENFORT y col.,<br />

1990) y en Munich (República Federal de Alemania) publicaron el empleo exitoso de los embriones<br />

bovinos producidos in vitro hasta el nacimiento de terneros (tabla 3). Los primeros terneros<br />

transgénicos, producidos con el empleo de embriones producidos in vitro, nacieron en 1991<br />

(KRIMPENFORT y col., 1991). Como se señala en la tabla 3, 1% de los ovocitos recolectados culmina<br />

en terneros después de la fertilización, microinyección, cultivo y transferencia de los embriones tratados.<br />

A pesar de ello las ventajas de la producción in vitro de embriones superan al sistema de producción in<br />

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165<br />

vivo. En el futuro la producción de animales transgénicos se desarrollará, con seguridad, apoyada en la<br />

producción in vitro de los embriones, porque se considera que la eficacia de las diferentes etapas<br />

mejorará en los próximos años.<br />

Tabla 3: Microinyección de ADN en embriones producidos in vitro según diferentes autores<br />

Texas, USA<br />

MASSEY, 1990<br />

Leiden, Holanda<br />

KIMPENFORT y<br />

col., 1991<br />

Munich, Alemania<br />

resultados propios,<br />

1989, 1991/92<br />

Pasos n % n % n %<br />

Maduración de<br />

los ovocitos 2408 - 2297 - 686 -<br />

Microinyección<br />

de los ovocitos 858 36 1154 50 496 72<br />

Embriones<br />

transferidos 49 6 129 11 60 12<br />

Gestaciones/<br />

Terneros 12 24 21* 21 12 26<br />

* 2 terneros transgénicos<br />

Dado que las receptoras significan el mayor costo de un programa de transferencia génica, empleando<br />

la producción in vitro de embriones, se trabaja intensamente en el diagnóstico de la integración del gen<br />

ya sea durante la gestación (a través de la recolección y análisis de las células embrionarias) o, mejor<br />

aún, en los embriones de 6-7 días de edad, por medio del diagnóstico de PCR (capítulo XV).<br />

Foto 1: Microinyección de ADN en el pronúcleo de un cigoto de<br />

ratón<br />

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166<br />

Brem & col.<br />

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