PDF-PanGuarimba

Farith Fraija Norwood
y forajido régimen frente a nuestro propio “territorio”, vale
decir: nuestras casas o edificios […] dependiendo donde viva
cada quien. Lo único que este plan requiere es que todos
salgamos a las calles activamente hasta que “el Máximo” vuelva
a renunciar o “juya” como un condenado, dejando el pelero y
el rancho ardiendo […] Habrá quienes prefieran reagruparse
dentro de sus respectivas viviendas. Quién sabe si desde los
edificios comience una refriega para repeler a los atacantes con
piedras, botellas, “coctelitos Molotov”, etc. […] Habrán muchos
que coloquen barricadas hechas con sus propios vehículos
para que por allá no pase nadie […] La guarimba es totalmente
anárquica […] dependiendo del grado de frustración, guáramo
o los pertrechos con los cuales se cuenta […] Hablando las otras
tardes con un general –quien obtuvo un alto cargo de jefatura en
el Ejército– me dijo que la “Guarimba”, tal cual la he planteado
aquí, sería la pesadilla de cualquier oficial a quien le tocara
poner orden en una determinada ciudad 12 .
Con algunas variaciones, en los párrafos citados, se describe la
forma como se ha entendido la guarimba en los últimos diez años en
Venezuela. Faltaría agregarle algunos artefactos y tecnologías que han
permitido crear más caos y muerte. Pero en términos generales, esa es la
forma como los grupos violentos relacionados con sectores opositores
al Gobierno nacional han comprendido el término guarimba.
El Gobierno venezolano, a través del Ministerio del Poder Popular
para la Comunicación y la Información (Minci), editó en marzo de 2014
la revista Venezuela se respeta, de distribución gratuita, cuyo objetivo
12 Robert Alonso, “La Guarimba”, (Caracas, 3 de mayo de 2003) [en línea] [Consultada el 19 de abril 2014].
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