Edición 13 de Enero de 2015

22 Diario Co Latino Martes 13 de enero de 2015
Nora Méndez: “Mi novela no es para vender una
revolución, sino para hacer una revolución”
Por Iván Escobar
Colaborador de Trazos Culturales
La Casa
Tomada
del Centro
abrió con una
presentación de lujo
la temporada de
conversatorios
literarios 2015, que
se lleva a cabo cada
domingo en esta peña
cultural ubicada en
el corazón de San
Salvador.
El año se arrancó
en La Casa Tomada
del Centro con
la presentación
de la novela “De
seudónimo Clara”,
de la escritora y
poeta salvadoreña
Nora Méndez, una
de las principales
exponente de las letras
nacionales.
Nora Méndez es una revolucionaria, soñadora, crítica literaria, pero sobre todo una sobreviviente, una
luchadora permanente y una defensora de sus ideales. No se considera una intelectual de alta esfera, ni
escritora de grados superiores, de hecho se califica como “una escritora común y corriente”.
Inició su recorrido por las letras desde la temprana edad de los 7 años, tal y como lo compartió
con los presentes, así como los detalles y anécdotas en torno a su novela, que es prácticamente una
recapitulación de su vida, y la cual se complementará con una segunda parte que está próxima a
publicarse adelantó.
Tanto Clara como Nora representan a una mujer ejemplar, luchadora y resistente. Esta autobiográfica
nos recrea la vida y experiencias que vivió Nora durante uno de los períodos más oscuros del país, el
conflicto armado. Específicamente habla de los días que estuvo capturada por la Policía Nacional, uno
de los cuerpos represivos de la dictadura salvadoreña.
En su juventud Nora se identificó con las luchas revolucionarias. Llegó a formar parte de las células
clandestinas de los comandos urbanos que operaban en la ciudad dinamitando cajas telefónicas o postes
del tendido eléctrico, de los grupos de jóvenes salvadoreños que apoyaron – muchos con sus vidas – los
inicios y el desarrollo de un conflicto armado que duró 12 años.
Nora se incorporó a finales de los 80’s a estas luchas. Sin embargo, siempre estuvo vinculada con las
luchas sociales, en su novela además aborda la parte sentimental, la parte rebelde del joven, la vida
familiar, los regaños y distancia de su madre, la indiferencia de su padre, sus primeros años de estudio,
y la relación con sus torturadores.
Y es que en medio de un mar de pensamientos, entre el momento de su captura y sus sufrimientos, “De
seudónimo Clara”, nos lleva hasta el interior de las horrendas celdas de la Policía Nacional, nos lleva
a sentir hasta el olor de la venda que le oculto la triste realidad, y a la vez le permitió interiorizar en su
pasado.
Destaca que “es una novela que transcurre en la oscuridad, por ello la necesidad de contarla. Es una
historia que habla de la derrota, de esa derrota de la cual logra salir el ser humano”.
“Yo estuve en el infierno y salí para contar lo que me sucedió”, añade. La captura de Nora o Clara
fue de tres días, en el año de 1989. Luego compartió que salió exiliada al extranjero, desde donde
emprendió un nuevo amanecer. Dice que su espíritu rebelde nunca le ha permitido ser militante de un
partido, ya que nunca le intereso, y a la fecha lo mantiene, la política no es para ella.
“Mi novela no es para vender una revolución, sino para hacer una revolución”, subrayó. Y su afiliación
a una de las fuerzas políticas del FMLN, al Partido Comunista, dice que prácticamente fue por
obligación, no por convicción.
Lamenta las muertes de muchos de sus compañeros, y la manipulación que pudieron haber sufrido
en su momento, pero hoy deja de lado esos sucesos y prefiere continuar en su mundo de letras, en el
mundo de la creación, del arte, de la solidaridad, de la sencillez.
Comenta además que se novela “solo cuenta la vida de las guerrilleras urbanas”.
No busca protagonismos, ya que sus logros dice que los ha obtenido a puño y letra. No le debe nada a
nadie, y su único interés es presentar los hechos vividos, y que sea la historia, el tiempo quien defina su
grado de aceptación.
Además dice que sus escritos nacen del contacto directo con la gente, no recurre mucho a lo imaginario
sino a los hechos reales y concretos. Es diario vivir, del cual muchos se alejan o se pierden.
Para el poeta Jorge Canales, la obra de Nora Méndez “es un aporte que ayuda a escribir la historia en su
momento”. Y Obed Alfaro, coordinador del colectivo de La Casa Tomada del Centro añadió que es una
obra que además de abordar el tema de la tortura, violación de derechos humanos, “nos cuenta cómo se
vivió la guerra”.
El alemancito mentirosito
Como el sol de media noche,
panfletario de los dueños del país,
lluvia simulada en pleno desierto de la mentira absoluta
pluma obediente, tal acaparador de frijoles en plena cosecha
padre de la calumnia malhablada y chascarrilla
difamador, maestro de adjetivos inventados
profesional de la rumorología y campañas sucias
tinta barata al servicio de quienes en el pasado,
fueron sus adversarios acérrimos.
En venta al mejor postor,
descalabrado
destartalado
desdibujado
reventado
paranoico bien pagado;
vil repugnancia del periodismo amarillo,
por cierto en proceso de extinción,
cartas matutinas de medios trasnochados
ancladas en el derecho a la desinformación.
Es por demás,
este 16 de enero se enarbolará la ética de ayer, hoy y mañana;
el alemancito vende tinta, no detendrá el eco del futuro
mucho menos, la verdad a flor de piel del nuevo El Salvador.
11 de noviembre de 2014.
Wilfredo Mármol
Grupo escritores de la paz