UNIVERSIDAD DE CARABOBO

En el Código Penal venezolano, en los artículos siguientes, se excluye de
punibilidad a los actos justificados (causas de justificación), las causas de
inculpabilidad y se prevé el error como elemento de la voluntad.
El reflejo de la influencia del elemento psicológico sobre las consecuencias
penales del acto es evidente; en efecto, para que el acto sea o no, delito, depende
de la intención; no obstante, existen daños cuya punibilidad depende de la
coincidencia entre la intensión y la forma, hay otros que son castigados aún
faltando tal coincidencia; por lo demás, tampoco en otros casos es indiferentes la
intención, sino que es relevante por su diligencia con el elemento formal.
La divergencia entre la forma y la intención se encuentra en aquellos que
presentan una divergencia cualitativa o cuantitativa, basadas sobre la identidad o
sobre la diversidad de especie entre el evento querido y el acaecido; cuando se
encuentra la identidad de especie y la intención no coincida con el evento, la
diferencia es cualitativa. Se ha de citar el tradicional ejemplo del cazador que
queriendo matar un animal, mata a un hombre, se tiene así un evento de especie
diversa al que se quería realizar; si viceversa, queriendo matar a un hombre, no se
logra más que herirlo, la diferencia entre el evento y la intención no es tanto de
calidad como de cualidad.
2.1.1 Divergencia Cualitativa
A la hipótesis de la divergencia cualitativa entre la forma y la intención
corresponde el delito culposo. El artículo 61 del Código Penal, tras de haber
establecido la regla sobre la necesidad del dolo, deja a salvo la hipótesis de la
culpa: "excepto cuando la ley se lo atribuye como consecuencia de su acción u
omisión".
En el delito culposo el agente prevé el evento, no lo quiere pero ése se verifica a
causa de su negligencia, imprudencia o impericia, o bien por inobservancia de
leyes, reglamentos, órdenes o disciplinas.
Este delito culposo no es más que el lado negativo de la noción de culpa,
debiendo tener en cuenta que no todo daño no querido es un delito culposo, sino
aquél que la Ley verifica por "negligencia, imprudencia, impericia, o bien por
inobservancia de leyes, reglamentos, órdenes o disciplinas", pues si el agente ha
desarrollado su acción conforme a las reglas del derecho y de la experiencia y el
daño se produce; ese acto no es culposo sino fortuito.
Divergencia Cuantitativa