La Lucha contra el Zarismo - Indymedia Argentina
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a la prisión, a los carreteros 4<br />
Otros gastos 4<br />
Por haber cavado y tapado dos fosas (seis sepultureros<br />
firman cada uno un recibo de dos rublos) 12<br />
Por haber armado <strong>el</strong> patíbulo 4<br />
Por vigilar <strong>el</strong> trabajo 8<br />
Gastos de viaje de un sacerdote (y regreso) 2<br />
Al médico por <strong>el</strong> certificado de defunción 2<br />
Al verdugo 50<br />
Gastos de viaje d<strong>el</strong> verdugo 2<br />
En resumidas cuentas, no es caro. El padre y <strong>el</strong><br />
médico sobre todo, son modestos. El sacerdocio<br />
d<strong>el</strong> uno y la profesión d<strong>el</strong> otro implican, ¿no es<br />
así, devoción por la humanidad.<br />
A estas alturas pensamos que aquí deberíamos<br />
iniciar un capítulo intitulado: “<strong>La</strong> tortura”. Todas<br />
las policías hacen uso más o menos frecuente d<strong>el</strong><br />
“interrogatorio” medieval. En los EE. UU. se practica<br />
<strong>el</strong> terrible “3 er interrogatorio”. En la mayoría de<br />
los países de Europa, la tortura se ha generalizado<br />
después d<strong>el</strong> recrudecimiento de la lucha de clases<br />
a raíz de la guerra. <strong>La</strong> Siguranza rumana, la Defensa<br />
polaca, las policías alemana, italiana, yugoslava,<br />
española, búlgara -alguna se nos escapa seguramente-<br />
la usan con frecuencia. <strong>La</strong> Ojrana rusa las<br />
había precedido en este camino, aunque con cierta<br />
moderación. Aunque se dan casos, incluso numerosos,<br />
de castigos corporales -<strong>el</strong> Knut (látigo)- en<br />
algunas prisiones, <strong>el</strong> tratamiento inflingido a sus<br />
prisioneros por la policía rusa antes de la revolución<br />
de 1905 parece haber sido más humano que<br />
<strong>el</strong> que se le inflige hoy, en caso de arresto, a los<br />
militantes obreros de una docena de países de Europa.<br />
Después de 1905, la Ojrana poseía cámaras<br />
de tortura en Varsovia, Riga, Odesa, y, según parece,<br />
en la mayoría de los grandes centros urbanos.<br />
19) CONCLUSIÓN. POR QUÉ RESULTA INVEN-<br />
CIBLE LA REVOLUCIÓN.<br />
<strong>La</strong> policía debía verlo todo, entenderlo todo, saberlo<br />
todo, poderlo todo. El poderío y la perfección<br />
de su aparato parecía tanto más terrible cuanto<br />
que hallaba recursos insospechados en los bajos<br />
fondos d<strong>el</strong> alma humana.<br />
Sin embargo, no pudo impedir nada. Durante medio<br />
siglo defendió inútilmente a la autocracia <strong>contra</strong><br />
la revolución, la que cada año se hacía más<br />
fuerte.<br />
Por otra parte, sería erróneo dejarse impresionar<br />
por <strong>el</strong> mecanismo aparentemente perfecto de la Seguridad<br />
imperial. Es cierto que al frente de <strong>el</strong>la se<br />
hallaban algunos hombres int<strong>el</strong>igentes, algunos<br />
técnicos de gran valor profesional; pero toda la maquinaria<br />
reposaba sobre <strong>el</strong> trabajo de una caterva<br />
de funcionarios ignorantes. En los informes mejor<br />
confeccionados se hallan los más diversos disparates.<br />
El dinero aceitaba todos los engranajes de la<br />
enorme máquina; la ganancia es una fuente de estímulo,<br />
pero ineficaz. Nada de grande se hace sin<br />
noble desinterés. Y la autocracia sólo tenía defensores<br />
interesados en su provecho.<br />
Si después d<strong>el</strong> derrumbe d<strong>el</strong> 26 de marzo de<br />
1917, todavía fuera necesario demostrar, con hechos<br />
tomados de la historia de la Revolución Rusa,<br />
la vanidad de los esfuerzos d<strong>el</strong> director d<strong>el</strong> Departamento<br />
de la Policía, podemos citar multitud de<br />
argumentos como <strong>el</strong> que nos ofrece <strong>el</strong> ex policía<br />
M. E. Bakai. En 1906, tras la represión de la primera<br />
revolución, cuando <strong>el</strong> jefe de la policía Trusévich<br />
reorganizó la Ojrana, las organizaciones revolucionarias<br />
de Varsovia, principalmente las d<strong>el</strong> Partido<br />
Socialista Polaco 14 , “suprimieron durante <strong>el</strong> año,<br />
20 militares, 7 gendarmes, 56 policías, e hirieron<br />
92; en resumen, pusieron fuera de combate a 179<br />
agentes de la autoridad. Destruyeron además 149<br />
expendios de alcohol de la administración. En la<br />
preparación de estas acciones participaron centenares<br />
de hombres que en la mayoría de los casos<br />
continuaron ignorados por la policía”. M. E. Bakai<br />
observa que, en los períodos de auge de la revolución,<br />
los agentes provocadores frecuentemente<br />
hacían mutis; pero reaparecían cuando ascendía la<br />
reacción. Igual que los cuervos en los campos de<br />
batalla.<br />
En 1917, la autocracia se derrumbó sin que las<br />
legiones de soplones, de provocadores, de gendarmes,<br />
de verdugos, de guardias municipales, de<br />
cosacos, de jueces, de generales, de popes, pudieran<br />
desviar <strong>el</strong> curso inflexible de la historia. Los<br />
informes de la Ojrana redactados por <strong>el</strong> general<br />
Globachev constatan la proximidad de la revolución<br />
y prodigan al zar advertencias inútiles. Lo mismo<br />
que los más sabios médicos llamados para asistir<br />
a un moribundo no pueden sino constatar, minuto<br />
a minuto, los progresos de la enfermedad,<br />
los omniscientes policías d<strong>el</strong> imperio 21