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EL FUEGO DEL DRAGON<br />
BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA<br />
Nº <strong>12</strong> – Agosto de 1<strong>99</strong>9<br />
Editado por Carlos Alberto Iurchuk<br />
La Plata – Argentina<br />
iurchuk@netverk.com.ar<br />
“El Dragón Invisible”<br />
http://dragoninvisible.com.ar<br />
Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de<br />
los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se<br />
agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.<br />
Fernando J. Téllez<br />
Guadalajara – México<br />
fjtellez@excite.com<br />
El test extrañeza – credibilidad<br />
Una herramienta importante para el ufólogo<br />
Uno de los problemas con los que se enfrenta un investigador OVNI es el de realizar<br />
una correcta evaluación de un caso, por lo cual se requiere de tener herramientas que<br />
nos aproximen a los hechos reales.<br />
El fenómeno OVNI tiene dos componentes: el objetivo y el subjetivo. El objetivo es el<br />
aparato, el objeto, los humanoides, vistos y que son los elementos de la experiencia<br />
OVNI a evaluar. Y el subjetivo, es lo que nos dice el testigo qué vio, qué sintió, qué le<br />
hicieron... y exactamente ahí está el problema.<br />
Cuándo el testigo nos da su testimonio, nos da su opinión, su apreciación, su verdad y a<br />
veces ésta no se acerca a la realidad de lo hechos ¿ por qué La experiencia OVNI es<br />
por lo general una vivencia impactante, sobre todo si hablamos de casos de Encuentros<br />
Cercanos o de Abducción. Un testigo al estar viviendo esta cercanía con el fenómeno, se<br />
ve afectado por sentimientos como el miedo, el terror, el pánico están presentes en ese<br />
momento, como también el instinto de conservación se activa, porque el testigo está<br />
viviendo una experiencia desconocida, es decir, es una persona “normal” que vive una<br />
experiencia “anormal” que en la mayoría de los casos lo va a dejar marcado de por vida.<br />
Y todo esto se quiera o no, afecta, modifica y altera su percepción de lo que recibe a<br />
través de sus sentidos, dando como consecuencia que algunos de los datos como:<br />
características del objeto, evoluciones, apariencia de los tripulantes OVNI (si fueron<br />
observados) sean alterados por razones de “naturaleza humana”. No digamos en casos<br />
de abducción, en donde la experiencia en dramáticamente traumática.
Ante tal situación, la evaluación de la experiencia OVNI se complica, pero, debemos de<br />
ser positivos y tomar herramientas que otros investigadores pioneros del fenómeno nos<br />
han dejado como su legado.<br />
El investigador OVNI español, Alberto Adell Sabatés, que formó parte del panel de<br />
consultores del Centro de Estudios Interplanetarios de Barcelona, España, publicó en la<br />
revista Stendek (órgano informativo de este centro) número 16 correspondiente a junio<br />
de 1974, un artículo que lleva como título Test de Extrañeza – Credibilidad, en donde<br />
propone una herramienta que nos llegue a auxiliar para el entendimiento de una<br />
experiencia OVNI.<br />
El Test de Extrañeza – Credibilidad, se plantea dentro de un plano cartesiano en donde<br />
el eje de las “x” corresponde a la Credibilidad y se identifica por la letra griega Pi, y el<br />
eje de las “y” es para la Extrañeza, que se identifica con la letra griega Sigma. Ambos<br />
ejes de dividen en diez puntos. Un caso que obtenga la máxima puntuación en la<br />
Extrañeza y Credibilidad, nos hablaría de un caso virtualmente real.<br />
Analicemos los diez puntos que son considerados en la Extrañeza:<br />
1. Efectos Secundarios: Se refiere a la presencia durante la experiencia OVNI de<br />
ciertos efectos que han sido reportados en otros casos y que llegan a afectar al<br />
testigo, seres vivos y medio ambiente que la rodea. Pueden ser quemaduras en la<br />
piel del testigo, en animales de granja (ganado), mascotas, comportamiento extraño<br />
de estas últimas ante la presencia del objeto, enfermedades que surgieron en<br />
humanos o animales después de la experiencia y en casos extremos la muerte<br />
misma. Aquí podemos considerar cualquier comportamiento extraño de algún<br />
aparato como puede ser el desvió de la orientación de una brújula, el paro de relojes<br />
o motores, alteración del alumbrado público o doméstico y en algunos casos la<br />
presencia de radioactividad.<br />
2. Luces Secundarias: En las noches se pueden identificar en el aire el paso de aviones<br />
y helicópteros gracias a luces de posición que utilizan para que sean vistos. Hay<br />
personas que confunden en la noche con un OVNI a una aeronave convencional,<br />
pero si esta nave tiene luces que no son las que usualmente se manejan dentro de la<br />
aeronáutica, entonces es un factor de extrañeza que debe ser considerado.<br />
3. Condiciones Ambientales: Los OVNIS se ven en la atmósfera terrestre y son su<br />
medio de desplazamiento como los aviones, pero a veces, el clima puede afectar la<br />
observación de uno de estos objetos. El sentido de la vista puede verse engañado si<br />
el presunto OVNI fue visto al momento de estar cayendo una tormenta o una<br />
granizada. Un día claro y soleado sería el escenario ideal para una observación,<br />
aunque un día nublado, sirve como fondo visual para poder detectar la presencia de<br />
un OVNI.<br />
4. Cantidad: La mayoría de los casos de avistamiento OVNI se refieren a la presencia<br />
solitaria de un solo objeto. Pero si un caso nos refiere que el número de objetos es<br />
mayor a uno, a manera que esta cantidad se incrementa, aumenta la Extrañeza.<br />
5. Tiempo: El factor tiempo es determinante en una experiencia OVNI. Si uno de estos<br />
objetos fue visto, por ejemplo, si un testigo vio en un lapso de 5 segundos a un<br />
objeto, debemos de considerar que fue muy poco el tiempo de observación. Ahora si<br />
el OVNI fue visto a lo largo de 5 minutos, debemos de pensar que hubo un tiempo<br />
más que suficiente para que el observador hubiera podido analizar y estudiar el<br />
objeto. Cuanto mayor sea el tiempo de la experiencia OVNI, sea del tipo que sea, va<br />
a reducir la posibilidad de que por falta de tiempo, el testigo haya rellenado con<br />
suposiciones o apreciaciones hechos en los que no pudo fijarse por falta de tiempo.
6. Evolución: Todos sabemos como vuela un avión o un helicóptero, mayoría de<br />
nosotros los hemos visto. Pero si de día o de noche, vemos un objeto cuyo<br />
comportamiento en el cielo no corresponde a una aeronave convencional, se<br />
incrementa la Extrañeza. Evoluciones como la llamada “caída de hoja”, en zigzag,<br />
cambio de dirección de 90 grados, arranques o frenadas en seco, son elementos que<br />
nos hablan de la presencia de objetos que no pueden corresponder al<br />
comportamiento de una de nuestras aeronaves.<br />
7. Velocidad: Una de las características el fenómeno OVNI es que alcanza velocidades<br />
que difícilmente uno de nuestros aviones puede igualar. Se tienen casos reportados<br />
en donde un OVNI visto en el radar aceleró de 0 a 1.400 kilómetros por hora en un<br />
segundo. Ultimamente se han observado unos objetos de alta velocidad que han sido<br />
captados a través del vídeo, los llamado Rods. Son objetos o luces que se mueven a<br />
gran velocidad, en donde a veces solo pueden ser vistos al pasar cuadro por cuadro<br />
un vídeo. Esto nos habla de que la velocidad es un factor determinante para<br />
catalogar a un OVNI.<br />
8. Forma: Todos sabemos la forma que puede tener un avión o un helicóptero. Desde<br />
el modelo de los hermanos Orville Wilbur Wright hasta el Stealth F-117, los aviones<br />
siguen teniendo alas, los helicópteros tiene unas aspas de su rotor principal y un<br />
rotor pequeño en la cola. La aeronáutica ha evolucionado, se ha modernizado, pero<br />
los principios de los fuselajes siguen siendo los mismos. Así que cuando un objeto<br />
carezca de alas, motores o rotores, es un buen candidato a ser un OVNI.<br />
9. Luz: Los aviones y helicópteros no tienen luz propia, los OVNIS que han sido<br />
reportados llegan a tener una luminosidad que se extiende a lo largo de toda su<br />
superficie. Estos objetos si son vistos de noche, deben de ser un gran espectáculo,<br />
así que un OVNI luminiscente no puede ser una aeronave nuestra.<br />
10. Sonido: Todos hemos escuchado el ruido característico de aviones a reacción, de<br />
hélice, como también de helicópteros. Si el objeto observado no producía ruido<br />
alguno, o lo que fue escuchado fue un zumbido, un sonido agudo que lastimaba los<br />
oídos, entonces podemos estar hablando de un potencial OVNI.<br />
Ahora analicemos los diez puntos que son considerados en la Credibilidad:<br />
1. Profesión: Es muy importante saber a qué se dedica el o los testigos de un caso<br />
OVNI, cual es su oficio o actividad, que nos servirá para crear un perfil del mismo.<br />
Todos los testigos son importantes, pero si el reporte OVNI proviene de un piloto –<br />
aviador, podemos pensar que por razones profesionales tiene una experiencia laboral<br />
que le permita distinguir fácilmente de una aeronave conocida de un objeto extraño.<br />
Ha habido muchos casos en que el testigo en cuestión es un fotógrafo o camarógrafo<br />
profesional. Mucho cuidado con ellos si es que han logrado obtener una foto o un<br />
vídeo de un OVNI. Por su quehacer profesional seguramente lograron obtener una<br />
excelente evidencia, pero hay que ser muy cauteloso y evaluar si esta evidencia fue<br />
fabricada para lograr fama y querer lucrar con ella.<br />
2. Objetividad: Debemos de poner mucha atención en el relato del testigo, como se nos<br />
va narrando la experiencia OVNI. Si bien hay personas que les es difícil expresarse,<br />
no por ello deja ser congruente su relato. Analicemos las palabras del testigo viendo<br />
su objetividad en el relato, que no caiga en contradicciones, como también observar<br />
si cada vez que narra la experiencia, la agrega u omite detalles. Si el relato no es<br />
consistente, podemos estar ante un caso de fraude.<br />
3. Salud: Es elemental el observar el estado físico y mental del testigo; el punto a tratar<br />
es el de determinar si estamos hablando con una persona sana física y sobre todo
mentalmente, porque hay mentirosos profesionales que aunque sean sometidos al<br />
polígrafo o detector de mentiras, salen airosos de la prueba porque al fin y al cabo<br />
están diciendo su “verdad”. Aquí el investigador OVNI tendrá que echar mano de<br />
sus conocimientos de psicología y de sus dotes de observador. El hecho de que una<br />
persona tenga una úlcera, no significa que su caso sea un fraude pero es indudable<br />
que un ser sin complejos ni dolencias congénitas tendrá menos necesidad de mentir<br />
que alguien que padece una enfermedad física o mental.<br />
4. Reputación: Es importante conocer cuál es la opinión que tienen sus compañeros de<br />
trabajo, de estudio o familiares del testigo. Estas indagaciones tienen que hacerse<br />
con todo el tacto del mundo y preferentemente que pasen desapercibidas, porque<br />
podríamos ofender con nuestras preguntas. Lo que nos interesa saber es si el testigo<br />
es propenso a decir mentiras, inventar cuentos o historia fantásticas. Muchas veces<br />
estas opiniones son consecuencia del punto anterior (su estado de salud físico o<br />
mental), así que deberemos de ser muy objetivos, educados y discretos a la vez, para<br />
saber que reputación guarda nuestro testigo.<br />
5. Notoriedad: Este es un grave problema. Gracias a la proliferación de programas de<br />
radio y televisión sensacionalistas, de revistas y periódicos amarillistas, hay muchas<br />
personas que llegan a inventar una historia fantástica con el solo fin de aparecer en<br />
los medios de comunicación masiva. Así que si percibimos que el testigo está muy<br />
ansioso de ser si su caso va a ser publicado, donde o si va a salir en televisión, puede<br />
ser un síntoma de alerta por lo que tendremos que ser más estrictos al revisar el caso<br />
porque tal vez estuviéramos ante un gran farsante.<br />
6. Habilidad: Se debe de evaluar la habilidad que tuvo el testigo al reseñar las<br />
diferentes etapas de su observación, el interés que se observó al estar rindiendo su<br />
testimonio, su gesticulación y mímica al hacer su relato. Todo esto nos sirve para<br />
darnos cuenta de la buena disposición que tuvo para participarnos de su experiencia<br />
OVNI y que forma parte de su credibilidad.<br />
7. Número: No es lo mismo tener 10 testigos que observaron a un OVNI a tener sólo<br />
uno. Estos casos llamados multi – testigo son muy importantes porque podemos<br />
tener varias opiniones y por lo tanto, varias percepciones del fenómeno. Es lógico<br />
pensar que a mayor número de testigos tenemos menos margen de error al poder<br />
saber las características del objeto o de los tripulantes OVNI, ya que lo que uno no<br />
vio otro sí lo hizo. También puede un arma de dos filos, al tener muchas opiniones<br />
el caso se puede diluir. Lo que se recomienda es que al saber de un caso con muchos<br />
testigos, tratar de hablar con ellos por separado, porque si hacemos una encuesta en<br />
grupo, ellos mismos se van a contaminar al oír el relato de sus compañeros. Lo ideal<br />
es que después de la experiencia los testigos no hablaran entre sí, pero humanamente<br />
sabemos que esto es imposible.<br />
8. Quehacer: Esto es muy importante, ¿qué hacia el testigo en el momento de la<br />
experiencia OVNI Debemos de aclarar muy bien la situación de momento que<br />
vivía el testigo cuando tuvo su vivencia. Hay que justificar su presencia en ese lugar<br />
y las circunstancias que lo llevaron a estar ahí en ese preciso momento, ya que si<br />
esta situación no está muy clara, puede ser síntoma de un fraude.<br />
9. Agudeza Visual: Desgraciadamente muchos de nosotros debemos de usar lentes,<br />
hay personas que los usan desde niños y otros que con el paso del tiempo los<br />
adoptan a su vida. Es muy importante determinar que tan buena visión tiene el<br />
testigo, esto se puede lograr haciéndole preguntas durante la entrevista, sobre alguna<br />
casa u objeto lejano y ver así su agudeza visual. Si el testigo usa lentes, hay que<br />
determinar si los llevaba puestos al momento de la observación, tratar de saber el
padecimiento que tiene en la vista o evaluar si todo esto es determinante o no para<br />
descartar su caso.<br />
10. Cultura: Es importante saber el máximo grado académico del testigo y sobre todo,<br />
qué hace con ese grado de estudios, es decir, si la ejerce o se dedica a otra actividad.<br />
Hay que tener cuidado cuando nos topamos con personas de muy alto nivel<br />
académico, pero que tienen mucho tiempo de ocio. Recordemos que el ocio es un<br />
mal consejero, y si esto aunamos el hecho de una mente aburrida, puede servir de<br />
disparador para inventar historias fantásticas. Es importante saber la cultura del<br />
testigo, pero también contextualizarlo con todos los demás elementos de su<br />
credibilidad.<br />
Este es el Test Extrañeza – Credibilidad, que no es una prueba infalible, es una<br />
herramienta que le sirve al investigador OVNI para saber hacia adonde apunta el caso,<br />
en cuanto al objeto observado como del observador. Consideramos que la actitud del<br />
encuestador deber ser sistemáticamente escéptica para descubrir la verdad, y la más<br />
pequeña traza de duda debe reflejarse en su valoración.<br />
Junto al diagrama, se deberá anexar un informe detallado sobre las opiniones del<br />
investigador OVNI sobre los diferentes puntos del caso, que servirá a otros<br />
investigadores para compararlos con otros casos sucedidos en otras partes del mundo,<br />
por lo cual la importancia de una seria y objetiva investigación es vital para el progreso<br />
de la ufología mundial.<br />
Fenómenos OVNI en Necochea<br />
Un cigarro volador sobrevoló por sobre una aeronave del aeroclub<br />
necochense y sobre un barco encallado<br />
Guillermo Daniel Giménez<br />
Necochea – Argentina<br />
gdgneco@yahoo.com<br />
El martes 17 de abril de 1<strong>99</strong>0, un gran temporal de viento y lluvia azotó la costa<br />
atlántica de la provincia de Buenos Aires, Argentina, principalmente en la región<br />
sudeste de la misma. La ciudad de Necochea sufrió grandes destrozos debido a los<br />
imponentes vientos que alcanzaron a las 06 de la mañana los 200 km. por hora. Esto<br />
provocó destrozos importantes en edificios, caídas de árboles, etc. Hasta<br />
lamentablemente la pérdida de vidas humanas debido a la desaparición de las pequeñas<br />
lanchas pesqueras que se encontraban en la costa.<br />
Frente a la ciudad de Necochea se hallaba el buque de bandera chipriota “Adamastos”<br />
aguardando para ingresar a Puerto Quequén donde iba a cargar 25 mil toneladas de<br />
maíz. Pero debido al gran temporal el buque carguero encalló a unos 150 metros de la<br />
costa, a la altura del balneario Costa Bonita de Quequén. La historia de barcos<br />
encallados en nuestras costas es ya una constante a través del tiempo, que<br />
históricamente vararon como consecuencia de violentos temporales. Cabe acotar que el<br />
“Adamastos” tiene 176,94 metros de eslora, 25,07 de manga y un puntual de 14,20<br />
metros.<br />
Esta situación deriva en un nuevo paseo, casi obligado, de todos los vecinos de<br />
Necochea, Quequén y la zona.
Pero, como bien lo relata el periódico ECOS DIARIOS en su edición del domingo 29 de<br />
abril, el “Adamastos” no sólo será recordado por engrosar el número de barcos<br />
encallados en nuestras costas, sino también porque mientras un avión giraba sobre el<br />
carguero para captar fotografías aéreas, apareció arriba de la aeronave un OVNI, el<br />
clásico “cigarro volador”.<br />
“Apareció tan de sorpresa, como fue su desaparición”. Era de color plateado,<br />
desplazándose a regular velocidad, aunque constante.<br />
Se trató de un gran cilindro que “sobre el avión daba la sensación que era del mismo<br />
tamaño que la aeronave”. Sobrevoló por algunos instantes para “después internarse en<br />
el mar, en dirección Sur, hasta desaparecer de la vista”.<br />
El matrimonio integrado por Stella Maris Perviú y Jorge Enrique Gondo, al igual que<br />
muchos otros vecinos, eligieron el “Adamastos” como paseo. Instalaron su Ford Taunus<br />
– alrededor de las 17:00 hs – frente al encallado barco para observar las maniobras que<br />
realizaban aquellos que tienen por misión lograr la desvaradura del carguero, que tenía<br />
como previsto amarrar en el giro seis de Puerto Quequén y llenar sus bodegas con maíz.<br />
Jorge Gondo es piloto de avión e integrante del Aeroclub de Necochea, por lo que se<br />
sintió atraído al observar un “Cessna 152” biplaza que sobrevolaba sobre el<br />
“Adamastos”. Al reconocer la máquina, Gondo realizó algunas señas de luces “para<br />
saludar al piloto”.<br />
El “Cessna 152” continuó durante varios minutos volando en giros arriba del<br />
“Adamastos”. Luego se supo que sus ocupantes estuvieron sacando fotografías aéreas.<br />
“En determinado momento le dije a mi marido, mirá anda otro avión” arriba del<br />
Cessna, sostuvo la señora de Gondo. Pero grande fue su sorpresa cuando el matrimonio<br />
advirtió que en realidad se trataba de otra cosa, que se suponía era un OVNI.<br />
La señora de Gondo dijo que “lo que yo vi era un gran cilindro, muy plateado. Algo así<br />
como un cigarrillo pero enorme, me dio la sensación que por lo menos del tamaño del<br />
avión”.<br />
Luego de explicar que se desplazaba de Norte a Sur, sostuvo que “se desplazaba muy<br />
lento, pero constante, sin producir ningún tipo de ruidos... Pasó sobre el avión, y luego<br />
continuó hacia el Sur, hasta que lo perdimos de vista”.<br />
Los pilotos no lo advirtieron<br />
El Cessna 152 era piloteado por los necochenses Marcelo Eduardo Lisotti, a quien<br />
acompañaba como copiloto Susana Madsen, pero ellos no se enteraron de nada, pese a<br />
que “pasó sobre nuestras cabezas”.<br />
Ocurre que Gondo abandonó velozmente el paseo, y desde su domicilio habló por<br />
teléfono al Aeroclub General de Necochea contando lo ocurrido sobre “el 152”, como<br />
se la conoce a la aeronave biplaza.<br />
Piloto y copiloto fueron los primeros sorprendidos. “Sobrevolábamos a unos 200 pies<br />
(600 metros) buscando obtener buenas fotografías del barco, y estábamos tan<br />
compenetrados en ese tema que no se nos ocurrió mirar hacia arriba. Además no<br />
escuchamos ningún ruido que nos llamara la atención”, dijo Lisotti.<br />
¿Otro avistamiento<br />
No obstante, otro piloto necochense, Leonardo Ruggiero, también pudo ser protagonista<br />
de otro avistamiento.
“Pensé en principio que se trataría del reflejo del ‘Cessna 152’, pero cuando me pasó<br />
la posición me di cuenta que no podía ser”, dijo el piloto de un “Pipper PA <strong>12</strong>”, que a<br />
ese mismo horario se disponía a aterrizar.<br />
“Es normal – explicó Ruggiero – que antes de descender se pida la posición de los<br />
demás aviones que están volando en la zona”.<br />
Continuó diciendo que “vi un reflejo a un costado de mi avión, pero no presté atención<br />
porque pensé que podría ser producto de los rayos del Sol sobre los vidrios del ‘152’,<br />
pero cuando le pedí la posición me di cuenta que NO PODIA SER porque estaba mucho<br />
más alejado”.<br />
Señaló después que “no sé de qué se trataría. Ni siquiera puedo decir que fue un<br />
objeto, pero al enterarme lo que habían visto en el sector del barco, tal vez se trate de<br />
lo mismo, un OVNI”.<br />
Nuevos avistamientos<br />
El sábado 19 de mayo de 1<strong>99</strong>0, numeroso necochenses, ubicados principalmente en el<br />
centro mismo de la ciudad, vieron el desplazamiento de un gran objeto circular sobre la<br />
ciudad, que al cabo de unos instantes se detuvo para realizar diversos tipos de<br />
movimientos y luego elevarse para perderse de vista. El OVNI era de color rojo y<br />
blanco. Asimismo, otras personas ubicadas en el sector de la playa vieron el<br />
desplazamiento de otro OVNI.<br />
Cabe acotar, que ese mismo día, es observada una flotilla de Objetos Voladores No<br />
Identificados en la vecina ciudad de Tres Arroyos, teniendo como testigos a gran parte<br />
de la población.<br />
Como vemos, la actividad OVNI en la ciudad de Necochea y zona, continúa.<br />
El increíble caso del hombre que se "derritió"<br />
Pablo Villarrubia Mauso<br />
Madrid – España<br />
mauso@arrakis.es<br />
(Primera parte)<br />
En 1946, cerca de un año antes del famoso incidente en el monte Rainer (EEUU) que<br />
proclamó el inicio de la era moderna de los OVNIs, un campesino moría de forma atroz<br />
en la zona rural de Brasil. Una extraña luz condujo, en pocas horas, a João Prestes Filho<br />
a la muerte a causa de intensas quemaduras según algunos testigos, o por el<br />
desprendimiento de sus carnes dejando expuestos huesos y tendones, según otros. Pablo<br />
Villarrubia estuvo en Brasil para desvelar nuevos aspectos de este fascinante caso.<br />
La respuesta para uno de los más desconcertantes y pavorosos casos de la historia<br />
mundial de la ufología empezó en el pequeño y apestoso hotel, el Minas Gerais, donde<br />
el historiador y ufólogo Cláudio Tsuyoshi Suenaga y yo nos habíamos hospedado para<br />
investigar varios ataques de supuestos chupa – cabras que actuaban en aquella región.<br />
Estábamos en el pueblo de São Roque, a 47 km. de la ciudad de São Paulo (Brasil)<br />
cuando mi compañero de habitación me alertó en medio del silencio de la noche sobre<br />
el hallazgo de una página de un periódico que había recogido en el interior de un<br />
mugriento cuarto de baño.
Entre el éxtasis y la emoción, atropellando las palabras, el joven nipo – brasileño me<br />
leyó el contenido de dicho periódico del <strong>12</strong> de abril de 1<strong>99</strong>7: "Falleció el 06 de abril, en<br />
su residencia, en esta ciudad, el estimado Sr. Roque Prestes... con 91 años de edad...<br />
era hermano de João Prestes (fallecido)..." Para nuestro asombro, habíamos topado con<br />
la pista de los parientes de João Prestes Filho, el hombre que el 04 de marzo de 1946<br />
murió de una forma totalmente atroz: tras ser atacado por una extraña luz, sus carnes<br />
empezaron a desgajarse a trozos de los huesos, especialmente de la mandíbula, pecho,<br />
manos, dedos, piernas y pies hasta consumir su vida en pocas horas. Algunos pedazos<br />
de carne quedaron colgando de los tendones ante el espanto de los testigos e impotencia<br />
de la víctima.<br />
El Hotel Minas Gerais fue testigo de nuestro insomnio e intranquilidad hasta el<br />
amanecer, cuando contactamos vía telefónica con el hijo del fallecido Roque Prestes. En<br />
cuestión de minutos, y a paso acelerado, llegábamos a la sencilla residencia del<br />
sexagenario Luis Prestes, en la periferia del São Roque. Luis aún estaba enlutado por el<br />
reciente fallecimiento de su padre, Roque, un ex – soldado de la revolución<br />
constitucionalista de 1932.<br />
"Hasta hace poco tiempo, antes de morir, mi padre recordaba el trágico fin de su<br />
hermano en aquel lejano año de 1946. Yo era pequeño, tenía unos 9 años, pero me<br />
acuerdo perfectamente lo que le pasó a mi tío João. Era semana de carnaval y João,<br />
que odiaba tales festividades decidió irse de pesca montado en su carroza. Él vivía en<br />
Araçariguama, un pueblecito cercano a tan sólo 7 km. de São Roque y, a la sazón, un<br />
lugar muy aislado y tranquilo. Mi tía se fue a las fiestas junto con los hijos y le dejó<br />
hecha la cena en su casa", nos reconstruía los hechos Luis Prestes ante nuestras miradas<br />
atentas.<br />
"Yo estaba en Araçariguama cuando me dijeron que mi tío estaba moribundo en casa<br />
de un pariente. Quise entrar pero no me dejaron, pues era muy niño y me podía<br />
impresionar con el estado físico de João. Mi padre sí que habló con él y le contó que al<br />
volver a casa abrió la ventana y algo como un fuego o "antorcha de fuego" entró en el<br />
cuarto donde se encontraba. Se cayó al suelo y sintió que el cuerpo le ardía. Se enrolló<br />
en una manta y vino caminando más de dos kilómetros hasta la villa. Mi padre decía<br />
que João sólo estaba quemado de la cintura hacía arriba, a excepción de los cabellos.<br />
Yo llegué a ver a mi tío moribundo, cuando lo sacaban de la casa para llevárselo en un<br />
camión a Santana do Parnaíba, donde existía un hospital. Me acuerdo que estaba<br />
envuelto con unas sábanas ennegrecidas quizás por lo quemado del cuerpo. João murió<br />
antes de ingresar en el hospital", nos seguía contando Luis Prestes mientras<br />
gravábamos su testimonio.<br />
"Se ha publicado en varios libros publicados en inglés, japonés y hasta en ruso que<br />
João Prestes murió de una manera atroz, cayéndose trozos de su cuerpo, como las<br />
orejas o la carne de los brazos. ¿Esto es cierto", indagué. "No. Su apariencia, según<br />
mi padre que le acompañó al hospital, era realmente penosa, pero no llegaba a eso.<br />
Presentaba quemaduras graves por el cuerpo. La piel, carne, estaba oscura. No<br />
presentaba ninguna lesión corporal", nos reveló nuestro interlocutor cambiando<br />
parcialmente la historia que se había impreso en los libros y centenares de artículos<br />
publicados sobre el caso.<br />
"Mi padre, que era sub – delegado de policía de Santana do Parnaíba, solicitó la<br />
colaboración de la policía científica para pesquisar el caso, pero no sé nada sobre los<br />
resultados. Lo cierto es que en la habitación donde João se encontraba cuando<br />
apareció el fuego nada se quemó. Tampoco tenía enemigos o alguien que le hiciera<br />
aquello. Aún moribundo dijo repetidas veces que había sido la luz su agresora y que<br />
era ‘cosa de otro mundo’", añadió nuestro interlocutor. Un dato nos hizo retomar la
ealidad con asombro. "En Araçariguama y región, en aquellos tiempos, se veían<br />
constantemente unas bolas de fuego que decían ser ‘assombraçoes’ (espantos). Algunos<br />
creían que procedía de la mina de oro que hoy en día está cerrada. Y sucedían otras<br />
cosas raras. Mi fallecido padre nos contaba que hacia 1922 pudo ver, junto con mi<br />
abuelo y un tío mío, un ‘lobisomem’ (hombre – lobo) por la noche. Mi tío le arrojó una<br />
piedra y le dio en la mano. Al día siguiente, un vecino apareció con la mano enfajada.<br />
Otras personas contaban casos semejantes", nos informaba Luis Prestes. En nuestras<br />
mentes se configuraba la idea de que Araçariguama y la región de São Roque podría ser<br />
una fantástica "zona ventana" por donde emergían una sorprendente cantidad y variedad<br />
de fenómenos anómalos.<br />
La teoría parecía cuadrar con los subsiguientes datos que nos daría nuestro informante.<br />
"A Emiliano Prestes, también mi tío y hermano de João Prestes, le sucedió algo<br />
igualmente espeluznante. Algunos meses después de la trágica muerte de su hermano<br />
estaba caminando por un bosque de Araçariguama, en Agua Podre, el mismo donde<br />
surgió en 1922 el lobisomen y la luz que quemó a João, cuando se le apareció una<br />
antorcha de fuego en el aire. Emiliano, apavorado, se arrimó a una barranca cuando la<br />
cosa se le vino en cima. Lo único que pudo hacer fue arrodillarse y rezar por su vida.<br />
Nos contó que sintió un intenso calor pero, por suerte, la antorcha se apartó y<br />
desapareció", nos relataba Luis añadiendo más misterios a la lista de la región.<br />
La "antorcha" o "bola de fuego" también fue vista en varias ocasiones por el padre de<br />
Luis, durante su juventud, objeto que asustaba a los caballos y caballeros que<br />
transitaban por las oscuras noches de Araçariguama para llegar a sus humildes casas<br />
campesinas. "Las luces se veían más entre las 3 y 4 horas de la madrugada, y eran tres<br />
o cuatro veces más grandes que la Luna. Las personas sentían el calor de las luces<br />
aunque estuvieran lejos. Se distanciaban a velocidades tremendas. Mi padre dejó de ir<br />
a las fiestas por la noche a causa de estas luces", recordaba Luis Prestes.<br />
Otras agresiones<br />
Antes de terminar la entrevista, satisfechos por los nuevos datos arrojadores de nuevas<br />
luces sobre el caso João Prestes y cuando no pensábamos añadir nada más a las<br />
informaciones prestadas, Luis Prestes nos dio una valiosa pista: la existencia de,<br />
posiblemente, el último testigo vivo de las postreras horas de vida de João. "Es un señor<br />
muy mayor pero muy lúcido y fuerte. Vive aquí cerca de mi barrio en São Roque. Esta<br />
es su dirección". Inmediatamente caminamos hasta la casa de Vergílio Francisco Alves.<br />
Cuando allí llegamos su hija nos comunicó que el padre estaba trabajando en el huerto<br />
enfrente de la casa, cortando con una hoz la maleza. Al cabo de un rato apareció<br />
Vergílio que, para nuestra sorpresa, nos mostró su carnet de identidad donde daba fe de<br />
sus 92 años de existencia con plena salud.<br />
Sentado en el raído sofá de su sencilla casa, Vergílio nos contó que era primo segundo<br />
de João Prestes. "Yo nací y me crié en Araçariguama. Allí empecé a trabajar en la mina<br />
de oro de Morro Velho a los 15 ó 16 años. Había un ingeniero inglés que no sabía<br />
escribir mi nombre y me llamaba ‘garoto de ouro’ (niño de oro). Pero os cuento lo que<br />
sé sobre la horrible muerte de João. Fue en 1946 y era carnaval. Se fue a pescar cerca<br />
de allí, en el río Tietê, montado en su carroza, mientras que la esposa y los hijos se<br />
fueron a las festividades. Hacia tiempo seco, no llovía. Cuando regresó puso su caballo<br />
en el corral y le dio de comer maíz. Enseguida echó los peces en una cazuela y calentó<br />
en el horno a leña el agua para ducharse en una palangana. Cuando se cambió de ropa<br />
se le apareció, en un cuarto, una especie de rayo o luz amarilla que iluminó todo. João<br />
sintió que su cuerpo ardía y que la barba, aún corta, estaba quemada. Apavorado, y sin
poder mover las manos, João levantó el pestiño de la puerta de salida de la casa con<br />
los dientes y se lanzó descalzo a la calle, pues nunca usaba calzado, corriendo más de<br />
dos kilómetros hasta llegar, a gritos, cerca de la iglesia de Araçariguama, a la casa de<br />
su hermana María. Allí se tiró a la cama y dijo que estaba quemado. Vino enseguida el<br />
comisario de la policía, João Malaquías, quién le dijo que no era para culpar a nadie<br />
por lo que le había sucedido pues, lo que le había atacado no era ‘cosa de este mundo’.<br />
Después empezó a tronar, tronar y cayó un fuerte lluvia...", esta parte del relato de<br />
Vergílio me recordó el caso Varginha, ocurrido en 1<strong>99</strong>7, en Minas Gerais, cuando tras<br />
la aparición y supuesta captura de una o más criaturas supuestamente de origen<br />
extraterrestre, sucedió un violento aguacero como jamás se había visto en Varginha. En<br />
muchos casos "Fortianos" (en homenaje a Charles Fort, investigador de hechos<br />
insólitos), suelen ocurrir cambios importantes atmosféricos.<br />
"Entonces, ¿usted vio a João Prestes cuando agonizaba", le indagó Cláudio Suegana a<br />
Vergílio Alves. "Sí. Mi primo, Emiliano Prestes, era mi vecino, me llamó. Cuando<br />
llegué a casa de María, me encontré a João Malaquías, el comisario, hablando con<br />
João, éste tumbado en la cama y se le empezaba a trabar la lengua. Su piel, que era<br />
blanca, estaba tostada, medio rojiza, como si se hubiera asado. Lo más quemado eran<br />
las manos y el rostro. Las manos las tenía retorcidas. Su pelo no se quemó y tampoco<br />
sus pies ni las ropas. Sólo se quemó de la cintura hacia arriba. Los pies los tenía<br />
desollados por haber venido corriendo y pisado sobre piedras".<br />
"¿En ningún momento usted vio que la carne de João se le cayera a pedazos", le<br />
pregunté. "No, no. Tenía la piel y carne quemadas, pero no se le caían. Creo que fue<br />
cosa del boitatá, pues éste ya le había atacado anteriormente a João..." nos revelaba<br />
Vergílio. Cláudio y yo nos mirábamos con estupefacción ante la novedosa información<br />
del lúcido nonagenario.<br />
"Cuéntenos esta otra agresión...", le dijimos casi al unísono. "Cuando João era tropero<br />
(conductor de ganado), aún muy joven vivía junto con el padre en Araçariguama. Un<br />
cierto día, al atardecer, cuando conducía los burros por un cerro, vio un fuego que<br />
cayó del cielo, una bola de fuego. Estaba cerca de una capilla, donde había una cruz, y<br />
sintió la bola pasando a su lado, y casi lo golpeó. João me contaba que allí, a veces, se<br />
veían diez o doce bolas que surgían en el cielo. Algunas eran rojizas, otras del color de<br />
la luna. A veces, cinco o seis caían al suelo y explotaban. La gente llamaba esas luces<br />
de boitatá..." seguía contándonos Vergílio. Abro un paréntesis para explicar que la<br />
palabra "boitátá" es de origen indígena y designaba misteriosas luces que solían<br />
perseguir y hasta matar a los nativos, según las crónicas coloniales portuguesas y los<br />
relatos del padre canario José de Anchieta en el siglo XVI.<br />
El propio Vergílio fue testigo de la aparición de una de tales luces, que surgió por detrás<br />
de la montaña donde estaban las minas de oro y cayó en otro cerro, donde también<br />
siempre aparecen luces raras, el cerro de Saboão. "También llamábamos de ‘mãe do<br />
ouro’ (madre del oro) a esas bolas de fuego. También había el ‘lagarto de oro’, un<br />
fuego alargado que se movía en línea recta, despacio, sin hacer ruido”.<br />
La misteriosa mina de oro de Morro Velho está hoy por hoy abandonada. Allí, uno de<br />
los principales focos de apariciones de luces, vivió el general canadiense George Raston<br />
que fundó la mina en 1926 y fue cerrada a finales de los años 30.<br />
Mientras comíamos algunos deliciosos plátanos cultivados por Vergílio en su finca, éste<br />
nos contaba que en Araçariguama se habían visto hombres – lobo, confirmándonos las<br />
informaciones facilitadas por Luis Prestes.<br />
"¿Quién se llevó a João al hospital", le pregunté a Vergílio para retomar y concluir<br />
nuestra entrevista sobre el caso.
"Malaquías, el comisario, se lo quería llevar a un hospital de São Paulo, pero la<br />
carretera estaba muy mal y se fueron hasta Santana do Parnaíba. Luego se le pidió una<br />
pesquisa a la policía técnica y no pudieron dar una respuesta para el suceso, sólo<br />
dijeron que no había nada quemado en la casa de João, pues algunos aseguraron que<br />
se había quemado con un candelero".<br />
Oscar Lorenzo Ferreyra<br />
San Martín – Argentina<br />
cabina@sanmartinmza.com.ar<br />
Ufología Espacial<br />
Algo hay más allá de la atmósfera<br />
(Tercera parte)<br />
Los ovnis se ven en la zona más externa del punto azul llamado Tierra. Y desde esa<br />
zona, desde el espacio profundo accedió el 30 de junio de 19<strong>08</strong> lo que algunos rusos –<br />
ufólogos y científicos – dijeron que fue una astronave extraterrestre. Fue la catástrofe de<br />
Tunguska, en plena taiga siberiana. Según una versión, el objeto hizo una maniobra<br />
antes de explotar sobre la tundra. ¿Fue una nave de otro planeta Seguro que en esa<br />
época no podía haber U-2 norteamericanos volando sobre la nación que ni siquiera era<br />
declarada todavía enemiga de los Estados Unidos. Pero los estudios son encontrados, ya<br />
que hay científicos que declaran – como lo hizo el fallecido Carl Sagan – que se trató de<br />
un pedazo de cometa. El 30 de junio del 20<strong>08</strong>, dentro de nueve años, se cumplirá el<br />
centenario de la explosión. ¿Tendremos ya una seria, comprobada y generalizada<br />
opinión oficial...<br />
En la década de los sesenta, el astrónomo y sacerdote jesuita argentino Benito Segundo<br />
Reyna, apuntó su telescopio para observar el navío espacial norteamericano ECO II.<br />
Allí estaba un ovni que lo esquivó por dos veces. La ufología espacial nuevamente de<br />
parabienes. Nunca se pudo saber qué fue “eso”, pero podríamos aventurar: ¿una nave<br />
espía rusa... ¿El Caballero Negro “del” ingeniero Sánchez Esta observación fue<br />
testificada por el sacerdote que tenía reputación excelente dentro de la ovnilogía<br />
argentina. Alguna vez le escribió una carta a quien narra esto. Falleció en 1982, poco<br />
después de hablar por televisión en un programa del grandilocuente Fabio Zerpa.<br />
Y en la Luna ocurrieron hechos “imposibles” testificados por astronautas soviéticos. Fue<br />
en la cara oculta del satélite. Este ufólogo está tras el detalle de esta información. Así<br />
que concluimos esta serie de artículos sobre ufología espacial, diciendo que volveremos<br />
con estas letras para aumentar el dossier, y aseguramos que en materia de ovnilogía<br />
general, el siglo veintiuno nos traerá sorpresas gratas en pro de la ratificación de este<br />
tema tan urticante... y quizás, con pruebas físicas de preponderancia...<br />
(Fin del artículo)