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PDF - Sada y el bombón

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EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE GUANAJUATO<br />

GRATIS<br />

VI+VII–2013<br />

SADA y <strong>el</strong> BOMBÓN<br />

revista de cultura urbana en <strong>el</strong> centro de México<br />

sadabombon.com<br />

16<br />

SUPLEMENTO ESPECIAL<br />

E L DIS E Ñ O R E GIO N A L<br />

TOP 10: BOTANAS CANTINERAS


10<br />

cart<strong>el</strong>era de eventos<br />

JUNIO<br />

JULIO // 2013<br />

16<br />

We have a winner!<br />

Los casinos, las tragamonedas<br />

y <strong>el</strong> azar en nuestras vidas.<br />

<strong>el</strong> reportaje<br />

fotografías: jacobo zan<strong>el</strong>la.<br />

30<br />

Botanas cantineras<br />

Las diez cantinas que sirven<br />

las mejores botanas.<br />

Top 10<br />

Cuando bebe <strong>el</strong> gallo,<br />

llueve en verano.<br />

¿Pero qué pasa con <strong>el</strong><br />

jaguallo<br />

08 El evento. Festival<br />

Internacional de Cine de<br />

Guanajuato. El más dinámico<br />

y completo guateque<br />

cinematográfico de México.<br />

14 Versus. Norte vs. Centro<br />

vs. Sur de México. Todo pende<br />

d<strong>el</strong> punto de vista; este país existe<br />

desde donde lo vemos.<br />

22 Viajes y paseos. Pueblos<br />

fantasma. Una ruta por los<br />

pueblos que presienten <strong>el</strong> futuro<br />

de los nuestros.<br />

32 Medios y entretenimiento.<br />

El golf visto a través d<strong>el</strong><br />

caddie. Las categorías, <strong>el</strong> trabajo,<br />

la r<strong>el</strong>ación con los golfistas y las<br />

actividades diarias de los caddies.<br />

38 Propuestas y<br />

recomendaciones. ¿Qué<br />

hacer en caso de emergencia<br />

Sugerencias ante distintas<br />

desgracias. Seis casos ejemplares.<br />

40 En p<strong>el</strong>igro de extinción.<br />

La poda figurativa. Se extinguen<br />

los animalitos y los figurines<br />

hechos con las hojas d<strong>el</strong> ficus.


Esta edición viene<br />

con su minimí; la<br />

acompaña <strong>el</strong> ya<br />

clásico suplemento<br />

de verano.<br />

En la revista hablamos d<strong>el</strong><br />

mejor evento de la temporada<br />

(<strong>el</strong> Festival Internacional de<br />

Cine de Guanajuato), de las<br />

cantinas que sirven suculentas<br />

botanas, de los caddies de<br />

golf y d<strong>el</strong> árbol característico<br />

de las ciudades d<strong>el</strong> Bajío. En <strong>el</strong><br />

suplemento abordamos un<br />

tema que ya habíamos<br />

esbozado aquí: <strong>el</strong> diseño<br />

gráfico e industrial que se<br />

hace y consume en la región.<br />

Esta revista es producida gracias al Programa<br />

«Edmundo Valadés» de Apoyo a la Edición de<br />

Revistas Independientes 2012, d<strong>el</strong> Consejo<br />

Nacional para la Cultura y las Artes.<br />

Directorio<br />

Las personas que han colaborado en<br />

esta edición: Mauricio Sánchez,<br />

coordinación ejecutiva. Eduardo de la<br />

Garma, redacción y edición. Luis Bernal,<br />

redacción. Denisse Piña, diseño. Jacobo<br />

Zan<strong>el</strong>la, dirección de arte. Mauricio<br />

Aguilera, publicidad. Dani<strong>el</strong> Bravo,<br />

ilustración. Julia Perales, distribución. José<br />

Manu<strong>el</strong> Hernández, información y<br />

redacción. Fotografía de la portada: Café<br />

Bretón Querétaro, por Jacobo Zan<strong>el</strong>la. Esta<br />

revista es un proyecto de Sé, taller de ideas.<br />

Cartas d<strong>el</strong> lector<br />

¡¡¡Holaaa <strong>Sada</strong> y <strong>el</strong> bombón!!! Gracias a ustedes<br />

pude enterarme d<strong>el</strong> PhotoFest, y estuvo bien<br />

chévere. Tomé miles de fotos, pero tampoco me<br />

quiero ver tan gandalla y enviarles todo un baúl<br />

de recuerdos fotográficos. Donde salgo yo es<br />

una muestra de lo bien que me la pasé, nada de<br />

vanidades jajaja. Saludos… Dupina Herrera<br />

Sobre <strong>el</strong> pap<strong>el</strong><br />

<strong>Sada</strong> y <strong>el</strong> bombón es la primera revista<br />

comercial impresa en México en pap<strong>el</strong> hecho<br />

con 100% de fibras post-consumidor. Por<br />

favor recicla esta revista: préstala, regálala o<br />

haz un bombón de origami con <strong>el</strong>la.<br />

En agosto 2012, <strong>Sada</strong> y <strong>el</strong> bombón ganó <strong>el</strong><br />

Premio Quórum, <strong>el</strong> reconocimiento más<br />

importante al diseño gráfico en México.<br />

premio quórum 2012<br />

¿Dónde se distribuye<br />

Se imprimen 5 mil ejemplares más sobrantes<br />

que se reparten en estos 115 establecimientos:<br />

Querétaro. Librerías: Fondo de Cultura<br />

Económica, El Sótano, Nuevos Horizontes<br />

(Urban Center). Gyms: Sport City, O2.<br />

Escu<strong>el</strong>as: Tec de Monterrey, Escu<strong>el</strong>a Activa de<br />

Fotografía, UVM, Anáhuac, UCO, Escu<strong>el</strong>a de<br />

Diseño y Arquitectura ITESM. Galerías,<br />

museos y centros culturales: Museo de la<br />

Ciudad, Galería DRT, Centro Cultural Gómez<br />

Morín. Restaurantes y cafeterías: Cibbo<br />

Universidad, Cibbo Jardines de la Hacienda, Río<br />

Quintana, Il Diavolo, Hank’s New Orleans Café<br />

(antes Harry’s), La Esquina Gaucha, Paral<strong>el</strong>o<br />

35, Josecho, Robinson Crash, Crepería<br />

Villemont Álamos, Porto Buzios Juriquilla, Il<br />

Duomo, Oriental Grill, Oriental Wok, Argentilia,<br />

El 9, Y<strong>el</strong>low Fish, Mara & Co, Tako Kong, Alda<br />

Café Bernardo Quintana, Amadeus Juriquilla,<br />

El Arcáng<strong>el</strong>, Marrón Café, Te Amo Café, Moser<br />

Café Kultur, Italian Coffee Juriquilla, Italian<br />

Coffee Plaza Cib<strong>el</strong>es, La Organización, Cócono,<br />

Port 7, Past<strong>el</strong>ería Zürich. Bares: Terruño, La<br />

Grupa, Zepp<strong>el</strong>in, Gracias a Dios, Café Bretón,<br />

5DMayo Experimental, La Contra Restaurante.<br />

Otros: Artisti Italiani, Club Campestre, Suite<br />

Hair Room, Tienda Espacios, Muebles<br />

Dettaglio, BMW, Mercedes Benz, Audi, Viajes<br />

Mundo Joven, Club Regency Jurica, Gallina<br />

Verde, Panartería, Hot<strong>el</strong> Misión Juriquilla, La<br />

Fábrica, Kuku Rukú Hot<strong>el</strong>, Shop Suey, La<br />

Central, Holograma Urban Shop, V<strong>el</strong>vet Oak,<br />

La Vieja Varsovia, Dix Diseñado Por, Hot<strong>el</strong><br />

MO17, Geociencias UNAM. San Migu<strong>el</strong> de<br />

Allende. Restaurantes y cafeterías: Hank’s<br />

New Orleans Café (antes Harry’s), Hacienda de<br />

Guadalupe, Mamma Mía, Petit Four Café, La<br />

Fragua, El Tomato, Garufa, La Mesa Grande,<br />

Mezzanine Bistro, La Crêpe. Otros: Hot<strong>el</strong> Doña<br />

Urraca, Oficina de Turismo, CarneVino, Fábrica<br />

La Aurora, Teatro Áng<strong>el</strong>a Peralta, Hot<strong>el</strong> Casa<br />

Rosada, Ave María Boutique. Guanajuato.<br />

Santo Café, Café Tal, Café Carcamanes, Bag<strong>el</strong><br />

Cafetín, Antik Café, El Viejo Zaguán, Corazón<br />

Parlante, Mestizo Restaurante, Café<br />

Conquistador, El Fusilado, Casa Museo Gene<br />

Byron, Golem. C<strong>el</strong>aya. Restaurantes y<br />

cafeterías: California, Robinson Crash,<br />

Andariega, Le Petit Bistro, Buenos Aires, Bora<br />

Bora, Grotto. Otros: Baudín Wine House,<br />

Librería Tercer Milenio. Df. Rosetta, Pirwi,<br />

Contrastes, Vértigo, Mob, Casa d<strong>el</strong> Libro, Lilit,<br />

El Modo, Parada 54. También puedes ver esta<br />

lista en www.bit.ly/sada20. Si conoces un<br />

lugar donde deba distribuirse sí o sí, por favor<br />

escríb<strong>el</strong>e al bombón con los datos.<br />

<strong>Sada</strong> y <strong>el</strong> bombón —Año 3 #16 junio+julio<br />

2013— es una publicación bimestral editada<br />

por Sé, taller de ideas SA de CV.<br />

Guerrero Sur 34, Centro, 76000 Querétaro<br />

QRO. T<strong>el</strong> (442) 1665066 sadabombon.com<br />

hola@sadabombon.com. Editor responsable:<br />

Eduardo de la Garma de la Rosa. Número de<br />

certificado de reserva de derechos al uso exclusivo<br />

otorgado por <strong>el</strong> Instituto Nacional d<strong>el</strong><br />

Derecho de Autor: 04-2011-091411403500-102.<br />

ISSN en trámite. Número de Certificado de<br />

Licitud de Título y Contenido otorgado por la<br />

Comisión Calificadora de Publicaciones y<br />

Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación:<br />

15384. Impresa en Metrocolor México<br />

SA de CV: Av. Rafa<strong>el</strong> Sesma 17, Parque Industrial<br />

Finsa, 76240 El Marqués QRO. Distribuida<br />

por Mensajería Barradas: Alberto de Sarzana<br />

130, Fundadores III, 76117 Querétaro QRO. Este<br />

número se terminó de imprimir <strong>el</strong> 1 de junio de<br />

2013 con un tiraje de 5,000 ejemplares. La<br />

difusión de los productos y servicios es libre,<br />

gratuita y evaluada bimestralmente por <strong>el</strong><br />

H. Consejo Editorial de acuerdo con criterios<br />

temáticos y en la pertinencia de su contexto.<br />

Nos reservamos <strong>el</strong> derecho de s<strong>el</strong>ección.<br />

Las promociones, los contenidos, textos,<br />

fotografías y demás imágenes de los anuncios<br />

publicitarios son responsabilidad de los<br />

anunciantes; <strong>Sada</strong> y <strong>el</strong> bombón no se hace<br />

responsable de la publicidad anunciada.<br />

Todos los derechos reservados. Ninguna parte<br />

de esta publicación –incluyendo esto que estás<br />

leyendo– puede ser reproducida, transmitida o<br />

vilmente plagiada por ningún medio sin la<br />

autorización escrita de <strong>Sada</strong> y <strong>el</strong> bombón. Una<br />

cosa es <strong>el</strong> valor y otra <strong>el</strong> precio: <strong>Sada</strong> y <strong>el</strong><br />

bombón vale, pero no cuesta, por lo tanto,<br />

queda prohibido venderla a cualquier precio.<br />

A mí me toca ir a<br />

visitar a los clientes<br />

potenciales y a<br />

los clientes existentes.<br />

Tratar de<br />

vender. Es difícil si<br />

la persona no<br />

conoce la revista,<br />

pero si ya la conoce, prácticamente no<br />

tengo que hacer nada. Hace falta leer<br />

la revista para convencerse y<br />

anunciarse en <strong>el</strong>la. Mauricio Aguilera<br />

Contacto<br />

Pocas cosas tan emocionantes y<br />

satisfactorias como escuchar o leer a<br />

nuestros lectores. Escríbenos<br />

hola@sadabombon.com, hablanos de<br />

tuit @<strong>Sada</strong>Bombon o por t<strong>el</strong>éfono al<br />

(442) 166 5066 R sadabombon.com


LA ESENCIA DEL SISTEMA<br />

MONTESSORI POR FIN EN<br />

QUERÉTARO<br />

Con más de 30 años de experiencia en la educación,<br />

Guadalupe Borbolla abre en Querétaro <strong>el</strong> Colegio<br />

Essentie Montessori, un colegio con sistema Montessori<br />

completo y auténtico para niños entre 1 y 12 años de edad.<br />

LA FILOSOFÍA MONTESSORI<br />

El niño tiene una capacidad indiscutible de<br />

aprender, construirse a sí mismo y formar su<br />

propia personalidad.<br />

Esta construcción –interna e invisible–<br />

es acompañada por un guía que facilita los<br />

medios para cultivar en <strong>el</strong> niño su natural<br />

deseo por aprender.<br />

En un ambiente Montessori, los niños<br />

tienen la oportunidad de potenciar su<br />

desarrollo cognitivo, afectivo y social,<br />

formándose como seres humanos autónomos,<br />

responsables, respetuosos, ordenados,<br />

seguros de sí mismos y apasionados por <strong>el</strong><br />

trabajo que hacen y comparten.<br />

LOS AMBIENTES<br />

«Essentie» significa esencia en holandés.<br />

Holanda es <strong>el</strong> país sede de la AMI<br />

(Association Montessori Internationale),<br />

pues desde ahí la Dra. María Montessori<br />

difundió su método pedagógico.<br />

En <strong>el</strong> Colegio Essentie se aplican los<br />

principios fundamentales de la filosofía<br />

Montessori: personal docente calificado y<br />

<strong>el</strong> material didáctico que la Dra. María<br />

Montessori creó para satisfacer las<br />

necesidades –y oportunidades– de cada<br />

etapa de desarrollo d<strong>el</strong> niño.<br />

El Colegio Essentie cuenta con un<br />

ambiente de Comunidad Infantil que recibe<br />

a niños de 1 a 3 años; dos Casas de Niños<br />

para niños de 3 a 6 años; un Taller I para<br />

niños de 6 a 9 años, y un Taller II para niños<br />

de 9 a 12 años.<br />

LAS GUÍAS<br />

Para ser guía Montessori se debe pasar por<br />

una rigurosa y especializada formación en<br />

distintos cursos impartidos por la AMI.<br />

La guía es la encargada de crear <strong>el</strong><br />

ambiente que, además de tener <strong>el</strong> material<br />

apropiado para los niños, sea también<br />

ordenado, atractivo, sereno, seguro y que<br />

invite a los niños a trabajar.<br />

En pocas palabras, trabaja para guiar al<br />

niño hacia sus propios descubrimientos.<br />

EL NIÑO<br />

En su ambiente –con su guía, su material y<br />

sus compañeros– los niños descubren,<br />

comparten y ponen inmediatamente en<br />

práctica sus aprendizajes. Esto los hace<br />

sentirse productivos y autosuficientes.<br />

Los niños trabajan de manera natural<br />

y sin presiones innecesarias, buscando<br />

siempre <strong>el</strong> bienestar espiritual y <strong>el</strong><br />

crecimiento interno. De esta forma,<br />

obtienen una educación armónica y eficaz<br />

basada en <strong>el</strong> método científico de la<br />

Dra. Montessori.<br />

En <strong>el</strong> Colegio Essentie Montessori los<br />

niños adquieren, en todos los sentidos,<br />

una educación para la vida.<br />

¡INSCRIPCIONES ABIERTAS!<br />

Circuito La Cima 950<br />

Fracc. La Cima, Querétaro.<br />

T<strong>el</strong>. (442) 278 4566<br />

info@essentiemontessori.com<br />

www.essentiemontessori.com


www.<br />

sadabombon<br />

.com<br />

En la web<br />

Encuentra en la versión web de<br />

esta revista (sadabombon.com),<br />

además de todos los artículos de la<br />

edición impresa, posts como estos:<br />

r<br />

ULISES CARRIÓN Y EL ARTE<br />

NUEVO DE HACER LIBROS<br />

Ulises Carrión fue un «artista<br />

prolífico y revolucionario» que no<br />

aparece en Wikipedia, es decir, un<br />

raro. Un anómalo. Un extravagante.<br />

Nació en Veracruz en 1941, estudió<br />

filosofía y letras en la UNAM, publicó<br />

dos libros «normalitos»…<br />

r<br />

VARIACIONES DE LO MISMO<br />

Gayle Hawes pasó 67 años de su<br />

vida escribiendo variaciones a una<br />

misma canción de tres minutos<br />

recogidas en 950 cuadernos<br />

que, afortunadísimamente,<br />

dejó encontrables. Tres de esas<br />

variaciones se encuentran en <strong>el</strong><br />

excéntrico disco producido por…<br />

r ¿Qué ocupas tú para leernos ¿Café, vodka, paz, silencio<br />

Tuitéanos: @<strong>Sada</strong>Bombon


08<br />

«El cine es un viaje»<br />

Festival Internacional<br />

de Cine de Guanajuato<br />

EL EVENTO<br />

D<strong>el</strong> 19 al 28 de julio<br />

en Guanajuato y San<br />

Migu<strong>el</strong> de Allende.<br />

Aunque la imagen gráfica de este año sugiera lo contrario, <strong>el</strong><br />

Festival Internacional de Cine de Guanajuato (<strong>el</strong> GIFF) es un<br />

gran –enorme– festival cinematográfico. Y lo es tanto en calidad<br />

como en cantidad. Basta mencionar, por ejemplo, los casi 3 mil<br />

cortometrajes que reciben de más de 100 países distintos. O los casi<br />

100 mil espectadores que durante diez días disfrutan de más de 400<br />

p<strong>el</strong>ículas. O, para practicar <strong>el</strong> fino arte d<strong>el</strong> name-dropping, mencionar<br />

algunas personalidades que han pasado por ahí: Peter Greenaway,<br />

Spike Jonze, Tim Burton, Lucrecia Mart<strong>el</strong>. Después de 15 años, <strong>el</strong> GIFF<br />

ha logrado ser, con perdón de Guadalajara y Mor<strong>el</strong>ia, <strong>el</strong> más dinámico y<br />

completo guateque cinematográfico de México.<br />

P<strong>el</strong>ículas, retrospectivas, cortometrajes, conferencias, foros,<br />

convocatorias, concursos, talleres y –lo mejor– fiestas casi bacanales con<br />

cientos de cineastas y miles de cinéfilos. Como dijo <strong>el</strong> bombón justo hace<br />

un año: «las fiestas aquí son descomunales, sí, pero es gracias a que<br />

crudeamos viendo estas p<strong>el</strong>ículas».<br />

fotografías: giff.mx<br />

San Migu<strong>el</strong> y Guanajuato: grandes cines urbanos<br />

Durante <strong>el</strong> GIFF, los teatros, explanadas, jardines, muros, tún<strong>el</strong>es y<br />

cementerios de San Migu<strong>el</strong> y Guanajuato se<br />

convierten en pantallas y salas de cine. En los centros históricos de estas<br />

dos ciudades virreinales –Patrimonios Mundiales por la Unesco– se<br />

proyectan distintas p<strong>el</strong>ículas nacionales e internacionales.<br />

Asimismo, además de ser enormes salas de cine, las ciudades se<br />

convierten también en estudios cinematográficos. El Rally Universitario,<br />

por ejemplo, reúne a distintos grupos de estudiantes que deben grabar y<br />

editar un cortometraje en menos de 48 horas.<br />

Ciudades que espiran lo que otros inspiraron; muros que reciben lo que<br />

otros proyectaron. El Festival Internacional de Cine de Guanajuato como la<br />

mejor expresión de nuestra cultura cinematográfica.<br />

Colombia, país invitado<br />

La edición XVI d<strong>el</strong> GIFF tiene<br />

como país invitado a Colombia.<br />

El programa de conferencias,<br />

talleres y muestras todavía no<br />

está definido, pero seguro será no<br />

sólo interesante, sino entretenido<br />

y hasta guasón –ojalá, para esto<br />

último venga Andrés Burgos. Y<br />

es que, además de ser <strong>el</strong> país,<br />

digamos, más bacana d<strong>el</strong> continente,<br />

Colombia cuenta con una<br />

estimulante industria fílmica. Si <strong>el</strong><br />

GIFF de este año logra acercarse<br />

nomás tantito al Festival de Cine<br />

de Cartagena, ya la hicimos. Ojalá.<br />

El eje temático d<strong>el</strong> GIFF 2013<br />

son los viajes: la experiencia<br />

cinematográfica como un viaje en<br />

sí. Fuera de cursilerías como «<strong>el</strong><br />

cine te lleva a otras dimensiones»,<br />

o frases publicitarias como<br />

«<strong>el</strong> cine es un viaje, <strong>el</strong> destino es<br />

Guanajuato», <strong>el</strong> GIFF 2013 hace<br />

un interesante doble recorrido<br />

por la industria cinematográfica:<br />

interpretando las p<strong>el</strong>ículas como<br />

road movies y c<strong>el</strong>ebrando distintas<br />

trayectorias (<strong>el</strong> homenaje a<br />

Fernando Luján, por ejemplo).<br />

La frase «<strong>el</strong> cine es un viaje»<br />

adquiere un profundo sentido<br />

cuando ves una p<strong>el</strong>ícula de ciencia<br />

ficción en un espacio construido<br />

durante <strong>el</strong> virreinato.<br />

r<br />

¿Quieres participar<br />

Trabajar en un festival de<br />

cine es una gran forma<br />

de conocer más sobre la<br />

industria cinematográfica.<br />

El GIFF no sólo está lleno<br />

de artistas y glamour, sino<br />

también de negociaciones<br />

e intercambios entre<br />

productores, directores,<br />

distribuidores y exhibidores.<br />

Si quieres participar<br />

como voluntario, traduciendo<br />

a c<strong>el</strong>ebridades o<br />

ayudando con la logística,<br />

regístrate en <strong>el</strong> sitio web<br />

d<strong>el</strong> festival: giff.mx.<br />

¿Más info Consulta la programación<br />

oficial, las convocatorias<br />

y las distintas actividades en<br />

www.giff.mx.


10<br />

En los alrededores<br />

Recomendaciones<br />

Nuestras recomendaciones<br />

para junio y julio<br />

de 2013.<br />

En <strong>el</strong> centro de México<br />

Escena Urbana<br />

LA cart<strong>el</strong>era<br />

Expo Tendencias Gastronómicas<br />

D<strong>el</strong> 6 al 8 de junio<br />

Poliforum León<br />

expotendencias<br />

gastronomicas.com<br />

Una vez más, por favor,<br />

de Mich<strong>el</strong> Tremblay<br />

8 y 9 de junio<br />

Teatro d<strong>el</strong> Bicentenario<br />

León<br />

Festival Pozos Blues<br />

14 y 15 de junio<br />

Mineral de Pozos<br />

Facebook: Pozos Blues<br />

Fiesta de Locos<br />

Desfile de disfraces en honor<br />

a San Antonio de Padua<br />

Domingo 16 de junio<br />

San Migu<strong>el</strong> de Allende<br />

Café Tacvba<br />

Sábado 22 de junio en León.<br />

Y miércoles 26 de junio en<br />

Querétaro.<br />

Campeonato Latinoamericano<br />

de Enduro<br />

D<strong>el</strong> 28 al 30 de junio<br />

Parque Bicentenario<br />

Guanajuato<br />

Encuentro de Cocineras<br />

Tradicionales de Guanajuato<br />

7 y 8 de junio<br />

Parque Bicentenario<br />

Guanajuato<br />

Cena en la intimidad<br />

Sábado 29 de junio<br />

Cavas Freixenet<br />

freixenetmexico.com.mx<br />

Catar México:<br />

cumbre d<strong>el</strong> vino mexicano<br />

D<strong>el</strong> 4 al 6 de julio<br />

Guanajuato<br />

www.catarmexico.com.mx<br />

Aniversario de Querétaro<br />

Jueves 25 de julio<br />

Santiago de Querétaro<br />

facebook.com/culturamqro<br />

Feria d<strong>el</strong> Libro Independiente<br />

Hasta <strong>el</strong> 19 de junio<br />

Centro Cultural B<strong>el</strong>la Época<br />

Ciudad de México<br />

One Direction<br />

8 y 9 de junio<br />

Foro Sol<br />

Ciudad de México<br />

Ana Gabri<strong>el</strong><br />

Viernes 21 de junio<br />

Auditorio Nacional<br />

Ciudad de México<br />

Caifanes<br />

22 y 23 de junio<br />

Palacio de los Deportes<br />

Ciudad de México<br />

Gloria Trevi<br />

Jueves 27 de junio<br />

Auditorio Nacional<br />

Ciudad de México<br />

Andrés Calamaro<br />

Sábado 29 de junio<br />

Auditorio Nacional<br />

Ciudad de México<br />

Juan Gabri<strong>el</strong><br />

5 y 6 de julio<br />

Auditorio Nacional<br />

Ciudad de México<br />

Viña Real Fest<br />

Sábado 6 de julio<br />

Pepsi Center WTC<br />

Ciudad de México<br />

Paramore<br />

Lunes 15 de julio<br />

Palacio de los Deportes<br />

Ciudad de México<br />

r¿Qué leer<br />

Cocina esencial de México,<br />

de Diana Kennedy.<br />

Diana Kennedy es una inglesa<br />

que vive en un rancho en<br />

Michoacán. Desde 1957 ha<br />

recorrido <strong>el</strong> país, pueblo por<br />

pueblo, en busca de las recetas<br />

de la comida mexicana. «Es una<br />

historiadora, una antropóloga<br />

y una curadora de nuestra<br />

comida», dice la escritora Alma<br />

Guillermoprieto. Éste es un<br />

compendio de los tres primeros<br />

libros de Kennedy, referencia<br />

insuperable para entender cómo<br />

se come y se cocina en este país.<br />

r¿Qué escuchar<br />

Jake Bugg, de Jake Bugg.<br />

Jake Bugg es lo mejor que<br />

nos ha pasado desde los<br />

hermanos Gallagher. Tiene una<br />

acústica estilo Bob Dylan y un<br />

ritmo que recuerda a Ritchie<br />

Valens. Encantador. Acaba<br />

de sacar su primer álbum.<br />

Recomendadísimo. La canción<br />

Taste It se puede descargar<br />

gratis de iTunes. Cálate.<br />

r¿Qué ver<br />

Happy People, de Dmitry<br />

Vasyukov y Werner Herzog.<br />

Este documental nunca llegó a<br />

nuestros cines, pero se puede<br />

pedir a Amazon (lo vale). Es <strong>el</strong><br />

retrato de un año en la Taiga<br />

–<strong>el</strong> corazón de Siberia–, donde<br />

vive una comunidad que prácticamente<br />

no ha cambiado en siglos.


12<br />

Festival Internacional<br />

de Música de Cámara<br />

D<strong>el</strong> 26 de julio al 17<br />

de agosto en San Migu<strong>el</strong><br />

de Allende.<br />

Fiestas de la vendimia<br />

C<strong>el</strong>ebra con los viñedos de la región<br />

la primer cosecha de la uva.<br />

En su breve glosario de<br />

conceptos vitivinícolos, <strong>el</strong> libro<br />

Vinos & viñedos d<strong>el</strong> centro de<br />

México define la vendimia así:<br />

«acción de recolectar las uvas d<strong>el</strong><br />

viñedo para llevarlas a la bodega.<br />

Se puede utilizar también<br />

<strong>el</strong> término ‹cosecha›, pero se<br />

prefiere ‹vendimia›, pues es un<br />

vocablo más festivo».<br />

Entre julio y octubre –<br />

dependiendo de la cepa– los<br />

viñedos vendimian las uvas que<br />

luego se transformarán en vino.<br />

Cada casa vitivinícola hace su<br />

propia fiesta, en algunas se pisa<br />

la uva, en otras se ofrecetodo un<br />

banquete. El objetivo es siempre<br />

<strong>el</strong> mismo: c<strong>el</strong>ebrar <strong>el</strong> producto<br />

más exquisito que da nuestra<br />

tierra: <strong>el</strong> vino.<br />

El primer viñedo en organizar<br />

su vendimia es La Redonda, será<br />

<strong>el</strong> sábado 20 y <strong>el</strong> domingo 21 de<br />

julio. Luego sigue Cavas Freixenet,<br />

d<strong>el</strong> 9 al 11 de agosto. Consulta<br />

las vendimias de los demás<br />

viñedos y las fechas de otros<br />

festivales vitivinícolos en www.<br />

vinosd<strong>el</strong>centro.com/festivales.<br />

Este es, sin duda alguna, <strong>el</strong><br />

mejor festival de música clásica<br />

que se organiza en <strong>el</strong> centro de<br />

México. Desde hace 35 años <strong>el</strong><br />

Festival Internacional de Música<br />

de Cámara trae a San Migu<strong>el</strong> a<br />

reconocidos ensambles, artistas<br />

y maestros de música. Cuenta<br />

con un extenso programa de<br />

conciertos y con un completo<br />

programa académico. Es<br />

decir, <strong>el</strong> festival es ideal tanto<br />

para profesionales como para<br />

aficionados a la música clásica.<br />

Este año, d<strong>el</strong> 26 de julio al 17<br />

de agosto, se presentarán diez<br />

conciertos de siete ensambles<br />

distintos. Asimismo, los 28<br />

artistas invitados por <strong>el</strong> festival<br />

impartirán clases maestras,<br />

talleres y seminarios.<br />

Consulta <strong>el</strong> programa de<br />

conciertos y/o inscríbete a<br />

alguna sesión académica en<br />

www.festivalsanmigu<strong>el</strong>.com.


14<br />

Norte vs. Centro vs. Sur<br />

VERSuS<br />

Todo pende d<strong>el</strong> punto de vista; México existe desde donde lo vemos.<br />

Norte<br />

Centro<br />

Sur<br />

D<strong>el</strong>imitación geográfica:<br />

de San Luis Potosí pa’rriba.<br />

D<strong>el</strong>imitación geográfica:<br />

lo de en medio (no lo mediano).<br />

D<strong>el</strong>imitación geográfica:<br />

de Oaxaca pa’bajo.<br />

En <strong>el</strong> pasado: un páramo<br />

desolado con alacranes, víboras<br />

y uno que otro indígena errante.<br />

En <strong>el</strong> pasado: <strong>el</strong> límite de<br />

Mesoamérica: una mezcla entre<br />

grupos nómadas y sedentarios.<br />

En <strong>el</strong> pasado: vegetación<br />

paradisíaca y una tierra tan fértil<br />

como <strong>el</strong> mismísimo Edén.<br />

Inicio de: la Revolución.<br />

Inicio de: la Independencia.<br />

Inicio de: <strong>el</strong> EZLN.<br />

Expresión característica:<br />

¡perrón!<br />

Expresión característica:<br />

¡chingón!<br />

Expresión característica:<br />

¡bomba!<br />

Comedera: <strong>el</strong> caldito duranguense<br />

y <strong>el</strong> aguachile estilo Sinaloa.<br />

Comedera: <strong>el</strong> pozole, <strong>el</strong> mole<br />

de olla y las carnitas.<br />

Comedera: <strong>el</strong> chilpachole,<br />

la cochinita pibil y <strong>el</strong> poc chuc.<br />

Alcoholizada: con un cartón<br />

(o mejor dos) de cervezas, de<br />

preferencia Tecate o Carta Blanca.<br />

Clichés: la carne de res, las<br />

tortillas de trigo y la banda norteña.<br />

Mito: trabajan más.<br />

Catástrofe latente: la falla de<br />

San Andrés acierta, es decir, crece<br />

y… goodbye California.<br />

El mejor viaje: en tren por las<br />

Barrancas d<strong>el</strong> Cobre.<br />

Lo sobrevaluado: Los Cabos.<br />

Grandes cosechas: de uvas,<br />

nueces y manzanas.<br />

Artesanía: <strong>el</strong> sarape o jorongo<br />

de Saltillo.<br />

P<strong>el</strong>ícula: Bajo California, de<br />

Carlos Bolado.<br />

Guateque: las fiestas de la<br />

vendimia en los viñedos de<br />

Ensenada.<br />

Alcoholizada: con cualquier cosa<br />

que venga d<strong>el</strong> agave y, entre una y<br />

otra, un poco de pulque de Apan.<br />

Clichés: las quesadillas sin queso,<br />

las ciudades coloniales y las monjas.<br />

Mito: piensan mucho.<br />

Catástrofe latente: <strong>el</strong> Popocatépetl<br />

hace lo suyo y… desastre en<br />

la región más poblada de México.<br />

El mejor viaje: por los pueblos y<br />

paisajes michoacanos.<br />

Lo sobrevaluado: <strong>el</strong> Cervantino.<br />

Grandes cosechas: de trigo y<br />

aguacates.<br />

Artesanía: la alfarería<br />

de Capula, Michoacán.<br />

P<strong>el</strong>ícula: Los olvidados,<br />

de Luis Buñu<strong>el</strong>.<br />

Guateque: <strong>el</strong> Festival de<br />

Huapango Huasteco en<br />

San Joaquín.<br />

Alcoholizada: con maguey<br />

fermentado (comiteco), caña destilada<br />

(posh), fruta fermentada (mist<strong>el</strong>a).<br />

Clichés: los Mayas, las playas<br />

caribeñas y <strong>el</strong> indigenismo.<br />

Mito: viven de siesta en siesta.<br />

Catástrofe latente: <strong>el</strong> esoterismo<br />

nos supera, la supuesta profecía<br />

Maya se cumple y <strong>el</strong> mundo colapsa.<br />

El mejor viaje: uno gastronómico<br />

que incluya Campeche y Mérida.<br />

Lo sobrevaluado: Cancún.<br />

Grandes cosechas: de mangos<br />

y mangos.<br />

Artesanía: los textiles de San<br />

Cristóbal de las Casas.<br />

P<strong>el</strong>ícula: Fiestas presidenciales en<br />

Mérida, de Enrique Rosas. ()<br />

Guateque: la Gu<strong>el</strong>aguetza en<br />

Oaxaca (y cualquier buffet en<br />

Chetumal).<br />

G<strong>el</strong>atin Lover<br />

Fotografía de Juan Z. González<br />

La imagen urbana<br />

En sus Minucias d<strong>el</strong><br />

lenguaje, José G. Moreno de<br />

Alba trata la curiosa variación<br />

jaletina / g<strong>el</strong>atina. Mientras en<br />

<strong>el</strong> DF su<strong>el</strong>en decir «g<strong>el</strong>atina», en<br />

<strong>el</strong> centro y occidente de México<br />

dicen «jaletina». Ambos vocablos<br />

–explica Moreno de Alba– tienen<br />

<strong>el</strong> mismo origen: g<strong>el</strong>atus, que en<br />

latín significa h<strong>el</strong>ado o cong<strong>el</strong>ado.<br />

Minucias mediante, nunca<br />

hemos escuchado a un vendedor<br />

ambulante gritar, ni siquiera en<br />

<strong>el</strong> DF, «g<strong>el</strong>atina con rompope».<br />

Si se añade <strong>el</strong> rompope a la<br />

g<strong>el</strong>atina (porque nosotros somos<br />

de Querétaro pero le decimos<br />

g<strong>el</strong>atina), <strong>el</strong> vendedor siempre<br />

cantará «jaletina con rompope».<br />

Y este señor de las g<strong>el</strong>atinas<br />

trae rompope (La Holandesa,<br />

parece ser). Es decir, cuando este<br />

señor decide omitir <strong>el</strong> rompope,<br />

grita: «¡g<strong>el</strong>atinas!». Y cuando<br />

quiere vender su fina jalea<br />

con piquete (de monja), grita:<br />

«¡jaletina con rompope!».<br />

Este señor sí le sabe, por lo<br />

menos a esto de las g<strong>el</strong>atinas.<br />

No por nada es <strong>el</strong> «G<strong>el</strong>atin Lover»<br />

y su carrito lleva <strong>el</strong> nombre «Los<br />

viajeros d<strong>el</strong> amor». Lov<strong>el</strong>y.<br />

r Mándanos tus fotos. Consulta<br />

las bases en bit.ly/FotoUrbana.


16<br />

EL REPORTAJE<br />

We have a winner!<br />

Los casinos, las tragamonedas y <strong>el</strong> azar en nuestras vidas.<br />

Las tragamo- nedas son las<br />

máquinas de la espe-<br />

ranza: están programadas<br />

para dejarnos ga-<br />

nar, pero sólo poquito, lo<br />

suficiente como para volver<br />

a <strong>el</strong>las y acabar brutalmente<br />

con nuestros ahorros. Sentarse en esos aparatos es la menguante lucha<br />

d<strong>el</strong> hombre contra <strong>el</strong> azar, un montón de luces y sonidos virtuales que<br />

–misteriosamente– percibimos como fama y fortuna.<br />

¿Quién gana en esos juegos En teoría, <strong>el</strong> que descubre que no existe la<br />

esperanza y se va de la máquina a tiempo con su semi-ganancia (y semiderrota).<br />

Pero los casinos no están hechos para que uno ande por ahí de<br />

serio y sensato, no, los casinos son templos al riesgo y la probabilidad,<br />

espacios tenues y atemporales, con alfombras polvorientas y bingos que<br />

parecen rezos. Los casinos son <strong>el</strong> refugio de hombres y viejitas solitarias<br />

que fuman y giran los rodillos en espera de un r<strong>el</strong>igioso «puedo ganar».<br />

Julio Cortázar decía que las esperanzas son bobas, por no decir necias,<br />

torpes y malditas. Nosotros somos esos seres hurgando la cajita de<br />

Pandora, buscándole una razón al destino en un tablero manchado de<br />

cenizas y Coca-Cola, aferrándonos al bonus point. Y aunque sabemos<br />

que la riqueza no está en los casinos, secretamente fantaseamos con que<br />

timbre la chicharra multicolor, desfalcar a la casa y ganarnos <strong>el</strong> premio<br />

mayor. No se juega en busca d<strong>el</strong> golpe de suerte millonario; más bien, se<br />

juega para ganarle al azar, para hacer más soportable una vida sujeta a las<br />

casualidades. Estamos hechos de esperanza: somos bobos sin remedio.<br />

Los casinos en México: d<strong>el</strong> Agua Caliente al humo Royale<br />

“<br />

Mi psicóloga dice que juego<br />

para sentirme derrotada, pero<br />

yo lo hago por distracción.<br />

~Jugadora anónima”<br />

Los primeros grandes casinos e<br />

hipódromos llegaron a México<br />

durante la Francia ficticia de<br />

don Porfirio Díaz. En ese entonces,<br />

los casinos eran dignos<br />

espacios d<strong>el</strong> derroche y <strong>el</strong> glamour,<br />

exclusivos y de etiqueta<br />

rigurosa. Después de la Revolución,<br />

<strong>el</strong> presidente Plutarco<br />

Elías Calles emprendió un ambicioso<br />

proyecto turístico en la<br />

ciudad fronteriza de Tijuana:<br />

un casino, hot<strong>el</strong>, hipódromo y<br />

centro vacacional llamado Agua<br />

Caliente.<br />

Durante los años veinte y<br />

treinta, Tijuana y sus playas se<br />

volvieron <strong>el</strong> espectacular escenario<br />

de la buena vida y los<br />

excesos. En esos tiempos, los<br />

americanos huían de la aburrida<br />

–y ridícula– prohibición<br />

(después de que les desmant<strong>el</strong>aron<br />

los saloons) para darle vu<strong>el</strong>o<br />

a la hilacha en la frontera –y no<br />

han parado. Agua Caliente fue<br />

<strong>el</strong> esplendor turístico d<strong>el</strong> país:<br />

un Atlantic City con tequila, un<br />

lugar con pista de aterrizaje privada<br />

que recibía aviones de Europa,<br />

Sudamérica y la ciudad de<br />

México, escenario de p<strong>el</strong>ículas<br />

con actrices como Dolores d<strong>el</strong><br />

Río, centro de contrabando de<br />

alcohol hacia Estados Unidos y<br />

<strong>el</strong> lugar preferido de Hollywood.<br />

Sí, Agua Caliente pudo haber<br />

sido un libro de Fitzgerald, o<br />

quizá incluso lo es: A este lado<br />

d<strong>el</strong> paraíso, El diamante tan<br />

grande como <strong>el</strong> Ritz, Todos los<br />

hombres tristes, El crack-up.<br />

Eventualmente, Lázaro Cárdenas<br />

llegó al poder y acabó con <strong>el</strong><br />

despapaye. A finales de los treinta<br />

prohibió los juegos de apuestas<br />

en <strong>el</strong> país y entregó las instalaciones<br />

d<strong>el</strong> Agua Caliente a la<br />

Secretaría de Educación Pública<br />

(). Con los años, <strong>el</strong> gobierno se<br />

empeñó en borrar ese pasado<br />

mafioso y demolió lo que quedaba<br />

d<strong>el</strong> lujoso complejo. ¿Por qué<br />

los vicios no son historia<br />

Desde entonces los casinos<br />

nunca volvieron a ser bien recibidos<br />

en México. Antes de los<br />

holgados noventa, la mayoría de<br />

los juegos y centros de azar estaban<br />

prohibidos. Luego cedieron<br />

algunas legislaciones, vino <strong>el</strong><br />

atasque corrupto de los políticos<br />

y la tragedia nacional d<strong>el</strong> 2011:<br />

<strong>el</strong> incendio y la masacre d<strong>el</strong> casino<br />

Royale en Monterrey. Y entonces<br />

sí, los permisos se apretaron<br />

y <strong>el</strong> gobierno inició una<br />

cruzada en contra de los casinos<br />

y su siempre íntima o cuando<br />

menos sospechosa r<strong>el</strong>ación con<br />

<strong>el</strong> crimen organizado. Ahora<br />

nos es imposible imaginar un<br />

centro de entretenimiento como<br />

<strong>el</strong> Caesars Palace o <strong>el</strong> flamante<br />

Agua Caliente; nos hemos vu<strong>el</strong>to<br />

un país de máquinas japonesas,<br />

nada más.


Más allá d<strong>el</strong> bingo<br />

Protocolo y etiqueta<br />

Hasta en <strong>el</strong> juego hay cortesías<br />

indispensables, acciones básicas<br />

y rarísimas para mantener la<br />

suerte en orden.<br />

• Si perdiste todo tu dinero en<br />

una máquina, deja la tarjeta<br />

sobre <strong>el</strong> tablero. La siguiente<br />

persona en sentarse sabrá que<br />

esa máquina «no está dando».<br />

• Si <strong>el</strong> de a lado va ganando y<br />

quiere ir al baño, apártale su<br />

lugar casi como si fuera <strong>el</strong> tuyo.<br />

• Jamás apures a alguien de su<br />

máquina. Mantén una actitud<br />

buitre: caza pacientemente tu<br />

máquina preferida.<br />

• Nunca limpies <strong>el</strong> cenicero,<br />

dicen que se te esfuma la suerte.<br />

• Que no se te ocurra hacer<br />

ruido mientras está <strong>el</strong> bingo.<br />

• «Retírate cuando vayas<br />

ganando»: un cliché que nomás<br />

no logramos comprender.<br />

La palabra «casino» significa casa de campo<br />

en italiano. Eso es lo que hacía la<br />

nobleza renacentista: descansar,<br />

jugar y dormir –nunca apostar.<br />

En algún momento los gringos<br />

denigraron a los grandes casinos<br />

con lo peor de Las Vegas,<br />

nos pasaron la pedalear y<br />

acabamos con verdaderos<br />

tugurios, pura fachada.<br />

Eso sí, esta tropicalización<br />

democratizó a los casinos –<br />

ahora todos pueden entrar– y<br />

nos dio refrescos gratis, alcohol y platillos<br />

ba-ra-tí-si-mos.<br />

Herméticos, sin ventanas y con mucha<br />

luz artificial, los casinos son una dimensión<br />

desconocida llena de atractivos más<br />

allá d<strong>el</strong> juego: <strong>el</strong> restaurante con refill infinito,<br />

ideal para ver un partido de futbol,<br />

<strong>el</strong> único bar al que le vale si fumas en la<br />

cara de otras personas, espacios rarísimos<br />

donde literalmente, quién sabe cómo, se<br />

pierde <strong>el</strong> tiempo, quizá como se hacía en<br />

los palazzos campestres.<br />

La casa siempre gana –<br />

probabilidad for dummies<br />

Yo tengo un dado de seis caras.<br />

Tú le apuestas $1 a que salga,<br />

digamos, <strong>el</strong> 3. Si fallas, te quito tu<br />

$1, pero si le atinas yo te doy $5.<br />

La probabilidad que tiene <strong>el</strong> dado<br />

de caer en <strong>el</strong> 3 es una en seis.<br />

Teóricamente, si apuestas seis veces,<br />

ganas $5, pero pierdes $6 en<br />

<strong>el</strong> intento. En teoría, yo siempre<br />

terminaré con $1 más que tú.<br />

Por supuesto, existe la posibilidad<br />

de que caiga <strong>el</strong> 3 las seis<br />

veces. Pero también existe la<br />

posibilidad contraria. Independientemente<br />

de una u otra,<br />

la probabilidad es siempre la<br />

misma: una en seis –o una en<br />

cien si juegas bingo o una en un<br />

millón si juegas en una de esas<br />

maquinetas.<br />

Lo posible no es lo mismo<br />

que lo probable. Tú juegas a lo<br />

posible, yo a lo probable. «Los<br />

hombres no miran las cosas tal y<br />

como son, sino como desean que<br />

sean, y esto los lleva a la ruina»,<br />

dijo Maquiav<strong>el</strong>o. Tú tienes fe y le<br />

apuestas al 3, yo sé que la fe es un<br />

concepto espiritual y le apuesto<br />

al 1, 2, 4, 5 y 6. Aquí, en la Iglesia<br />

d<strong>el</strong> Azar de los Últimos Días, tú<br />

crees en Dios, a mí Dios, ahora,<br />

me tiene sin cuidado. Tu ganas en<br />

esperanza, yo gano, por lo menos,<br />

$1 más que tú.<br />

El negocio de los casinos<br />

depende, como casi todo<br />

negocio, d<strong>el</strong> volumen. Entre<br />

más apuestes, más probabilidades<br />

tienen <strong>el</strong>los de<br />

ganar. Por eso los casinos ni<br />

se molestan en «cargar» los<br />

dados: ya tu esperanza cargó<br />

<strong>el</strong> dado en tu contra.<br />

Como en todo, quien<br />

se involucra pierde. Pero,<br />

también, quien se involucra<br />

vive. Entre más usas tu vida,<br />

más posibilidades tienes de<br />

morir. La vida no es sino <strong>el</strong><br />

vértigo que sentimos hacia<br />

la muerte. Por eso nos justa<br />

tanto <strong>el</strong> juego.<br />

“<br />

”<br />

«Tengo la costumbre de<br />

nunca jugar con gente<br />

que no conozca»<br />

Yo nací con la baraja en la<br />

mano; mi familia toda la vida<br />

ha jugado baraja, así que no sé<br />

cómo aprendí ni cómo empecé,<br />

pero desde que tengo uso de<br />

razón yo juego.<br />

Normalmente juego Paco, y<br />

sí, apuesto, pero sólo en familia;<br />

tengo la costumbre de nunca<br />

jugar con gente que no conozca.<br />

Dicen que <strong>el</strong> Paco es un juego<br />

característico de mi estado; en<br />

Guanajuato sólo se juega Paco<br />

y Póquer.<br />

Voy a los casinos nomás para<br />

ver <strong>el</strong> futbol. No juego ahí, yo<br />

juego por diversión, no por<br />

ganar dinero. Sí voy, pero sólo<br />

a ver los partidos de futbol que<br />

luego no pasan en la t<strong>el</strong>evisión,<br />

como cuando juegan los Gallos<br />

aquí en Querétaro. Como en<br />

los casinos apuestan, ahí sí se<br />

ven todos los partidos. Y bueno,<br />

también voy porque, además, ¿a<br />

quién no le gusta que le sirvan<br />

refresco gratis, que las cubas<br />

valgan una tercera parte que en<br />

un restaurante, que la comida<br />

sea más barata que en un buffet<br />

Los casinos tratan de estimularte<br />

y tenerte a gusto para que<br />

juegues y pierdas.<br />

~Eduardo Macías,<br />

un jugador ejemplar


Las apuestas en <strong>el</strong> centro de México<br />

“<br />

Me tuve que rapar porque le<br />

aposté al no descenso de los<br />

Gallos. Un par de semanas<br />

después me salen con esto de<br />

que regresan. ¿Y mis trenzas<br />

qué, esas también vienen de<br />

Chiapas o qué Lamentable…<br />

~<strong>el</strong> bombón<br />

”<br />

Las apuestas siempre han sido<br />

parte de nuestro folklore: todos<br />

tenemos un pariente, un amigo<br />

o un niño interior vicioso.<br />

Desde mediados d<strong>el</strong> siglo<br />

XIX, los mexicanos hemos<br />

creado una necia cultura<br />

alrededor d<strong>el</strong> azar y la suerte.<br />

Antes d<strong>el</strong> Caliente y <strong>el</strong> Big Bola,<br />

nuestros pueblotes contaban –y<br />

cuentan aún– con infinidad de<br />

cantinas, rincones y tugurios<br />

dedicados a las apuestas:<br />

bodegas clandestinas con cartas,<br />

ruleta y bravos jugadores. En<br />

un principio, hasta nuestras<br />

ferias y fiestas patronales<br />

fueron grandes c<strong>el</strong>ebraciones<br />

a los excesos d<strong>el</strong> juego: p<strong>el</strong>eas<br />

de gallos, carreras de caballo,<br />

bot<strong>el</strong>las de alcohol y un montón<br />

de «cuetes» tronando sobre la<br />

provincia.<br />

De todas esas fiestas, la<br />

más grande y más vieja –este<br />

año cumplió 185 añotes– es<br />

la Feria de San Marcos en<br />

Aguascalientesn, <strong>el</strong> lugar ideal<br />

para disfrutar de las apuestas en<br />

México. Su palenque y casino<br />

son auténticos ejemplos d<strong>el</strong><br />

folklore y <strong>el</strong> azar en <strong>el</strong> país,<br />

escenarios de anécdotas como<br />

<strong>el</strong> hombre que apostó hasta su<br />

mujer en las cartas.<br />

Sin contar los emocionantes<br />

excesos hidrocálidos, ahora<br />

sobran los centros de apuestas:<br />

hay mínimo un Yak, un<br />

Caliente, un Big Bola o alguna<br />

cadena similar en cada ciudad<br />

d<strong>el</strong> Bajío. Seguro sabes dónde<br />

queda tu casino más cercano,<br />

aunque quizá no, pues su<br />

mercadotecnia su<strong>el</strong>e ser muy<br />

discreta.<br />

Aún con la grosera abundancia<br />

de este tipo de casinos, las<br />

apuestas informales siempre<br />

serán, además de mayores,<br />

mucho más entretenidas. El<br />

Póquer de los martes con los<br />

amigos, <strong>el</strong> jueves de dominó con<br />

<strong>el</strong> abu<strong>el</strong>o, las apuestas futboleras<br />

con <strong>el</strong> vecino; jugar con la suerte<br />

es infinitamente más divertido<br />

en un contexto iconoclasta.<br />

«Apostar las trenzas es mucho<br />

más emocionante que jugar<br />

con dinero –dice <strong>el</strong> bombón–,<br />

pues los billetes su<strong>el</strong>en carecer<br />

de valor sentimental». Aunque,<br />

claro, existen personas que<br />

amasan <strong>el</strong> dinero como si fuera<br />

una extensión de sus propias<br />

barbas.<br />

Por último, otro juego común<br />

en las pequeñas ciudades d<strong>el</strong><br />

Bajío se da, no en los casinos ni<br />

en las casas particulares, sino<br />

en <strong>el</strong> mundillo político. Cada<br />

tres años, miles de personas le<br />

apuestan a su gallo, es decir,<br />

traicionan al amigo en pos de un<br />

hueso inexistente. Cada tres años<br />

la decepción es la misma: «mi<br />

mero gallo» pierde y un jaguallo<br />

insospechado llega a comerse<br />

todo <strong>el</strong> banquete.<br />

r<br />

¿Conoces a alguien que ha<br />

ganado <strong>el</strong> premio mayor en un<br />

casino Escríbenos a sadabombon.<br />

com, nos gustaría entrevistarlo.


22<br />

Una ruta por los pueblos que presienten <strong>el</strong> futuro de los nuestros.<br />

Pueblos fantasma<br />

VIAJES Y PASEOS<br />

Un fantasma es, más que un espanto, la sensación efímera de algo<br />

que fue, <strong>el</strong> recuerdo ajeno que se inserta en la memoria. A esta<br />

definición se acercan los pueblos fantasma de México. Pozos,<br />

San Pedro, Real de Catorce, Oju<strong>el</strong>a: espacios colmados de calma y<br />

desolación, personas y edificios interrumpidos en <strong>el</strong> tiempo.<br />

Todos los pueblos mineros que incluimos aquí fracasaron.<br />

Construyeron un paraíso económico y social en medio de cerros, rocas y<br />

extensos yacimientos minerales. Se enriquecieron, pero en seguida se<br />

confiaron: sobreexplotaron sus recursos y acabaron en la ruina. Ahora<br />

viajamos a <strong>el</strong>los, caminamos su decadencia y, en <strong>el</strong> mejor de los casos,<br />

la examinamos detenidamente para tratar de retrasar la nuestra.<br />

Viajar a un pueblo fantasma<br />

es enfrentar la ausencia y la<br />

desaparición, entender nuestro<br />

paso por <strong>el</strong> tiempo a través de<br />

sus casas olvidadas, cantinas<br />

derruidas, templos desolados<br />

y tierras baldías. Para tener<br />

una experiencia nostálgica e<br />

introspectiva durante <strong>el</strong> verano,<br />

he aquí cuatro de los pueblos más<br />

m<strong>el</strong>ancólicos de México.


Mineral de Pozos<br />

Real de Catorce<br />

A 45 minutos de San Migu<strong>el</strong> de<br />

Allende (más o menos lo mismo<br />

de Querétaro) se encuentra <strong>el</strong><br />

nostálgico Pueblo Mágico de<br />

Mineral de Pozos, los vestigios<br />

de una ciudad minera que atrajo<br />

numerosas comunidades extranjeras<br />

durante <strong>el</strong> siglo XIX. Tras<br />

la Revolución y una desastrosa<br />

inundación, las vetas de las<br />

minas colapsaron, la fortuna se<br />

restó y <strong>el</strong> pueblo se olvidó. Ese<br />

es justo <strong>el</strong> encanto de Pozos: los<br />

recuerdos descuidados, la calma y<br />

la desolación.<br />

Aunque Pozos se descubre<br />

caminando sin rumbo, recomendamos<br />

visitar las ruinas de la<br />

hacienda (y mina) Santa Brígida,<br />

sus hornos y <strong>el</strong> antiguo hospital.<br />

También vale la pena hospedarse<br />

en alguno de los hot<strong>el</strong>es-boutique<br />

de la plaza principal, cerca de<br />

las nuevas galerías de arte.<br />

Para llegar a Real de Catorce hay que cruzar un tún<strong>el</strong> de más de 2 km de longitud. Fotografía: El Chala.<br />

Francisco de Oju<strong>el</strong>a descubrió la riqueza mineral de estos cerros. Fotografía: Mario Valenzu<strong>el</strong>a Chagoya.<br />

Real de Catorce es <strong>el</strong> pueblo<br />

fantasma menos olvidado d<strong>el</strong><br />

país. Ubicado a 260 km al norte de<br />

la ciudad de San Luis Potosí, esta<br />

colonia española solía ser –allá en<br />

1803– <strong>el</strong> segundo lugar de mayor<br />

producción de plata en <strong>el</strong> mundo.<br />

Eventualmente, las vetas de las<br />

minas se agotaron y <strong>el</strong> pueblo no<br />

volvió a ver fama y fortuna hasta<br />

la llegada de Julia Roberts y Brad<br />

Pitt (<strong>el</strong> cine todo lo revive).<br />

Ahora Real de Catorce es un<br />

Pueblo Mágico con hot<strong>el</strong>es, restaurantes,<br />

tiendas y antojitos potosinos<br />

–pruébense las enchiladas<br />

mineras y las gorditas de guisos.<br />

De atractivos históricos resaltan<br />

<strong>el</strong> tún<strong>el</strong> de Ogarrio, <strong>el</strong> panteón<br />

local y la Parroquia de la Purísima<br />

Concepción. Proponemos extender<br />

la experiencia con un paseo por<br />

Wirikuta, <strong>el</strong> desierto huichol.<br />

Los antiguos hornos mineros de Santa Brígida acompañan la soledad de Pozos. Fotografía: Jacobo Zan<strong>el</strong>la.<br />

Cerro de San Pedro<br />

Puente de Oju<strong>el</strong>a<br />

Enclavado en <strong>el</strong> paisaje desértico<br />

y montañoso de San Luis Potosí,<br />

Cerro de San Pedro fue sinónimo<br />

de exceso y abundancia minera.<br />

Pero al igual que nosotros con<br />

nuestra quincena, su pésima<br />

administración financiera llevó<br />

al pueblo a la decadencia (oh, <strong>el</strong><br />

eterno y desastroso fin de mes).<br />

Recomendamos pasar <strong>el</strong> día<br />

en las ruinas d<strong>el</strong> pueblo, visitar<br />

lo que queda d<strong>el</strong> templo de San<br />

Pedro y descansar en la capital<br />

d<strong>el</strong> estado (a poco menos de una<br />

hora de camino).<br />

San Pedro d<strong>el</strong> Potosí, bautizado en honor a las minas d<strong>el</strong> Alto Perú. Fotografía: Esteban Romero.<br />

El puente cu<strong>el</strong>ga sobre un barranco de 95 metros de profundidad. Fotografía: D’lira.<br />

A una hora de Torreón, cerca de<br />

Mapimí, se encuentra Oju<strong>el</strong>a, un<br />

pueblo dividido por dos cerros que<br />

se conectaban por un imponente<br />

puente –que aún cu<strong>el</strong>ga pero a<br />

duras penas se soporta. En Oju<strong>el</strong>a,<br />

entre un paisaje montañoso,<br />

se encuentra un antiguo casino<br />

que fue abandonado tras <strong>el</strong> cierre<br />

de las minas de Santa Rita.<br />

De Real de Catorce a Oju<strong>el</strong>a<br />

son más de 6 horas, así que esta<br />

ruta propone la mejor excusa<br />

para pasar una noche en la ciudad<br />

colonial de Zacatecas (casi a la<br />

mitad d<strong>el</strong> camino).


Tip de viaje: mantén una<br />

actitud fantasma<br />

No vayas en busca de una fiestuki<br />

con los zapatos recién boleados.<br />

El destino es nostálgico, introspectivo<br />

y desértico (terroso y<br />

con un clima extremoso). Lleva<br />

ropa adecuada y una actitud<br />

como si fueras en busca de Pedro<br />

Páramo. Como dicen los versos<br />

de Amado Nervo: «Tú lo sabes<br />

hoy todo…, ¡yo, en cambio, no sé<br />

nada! / Tú no eres <strong>el</strong> fantasma:<br />

¡<strong>el</strong> fantasma soy yo!».<br />

Hospédate con estilo<br />

El abandono de los pueblos<br />

fantasma es lo mejor que nos<br />

pudo haber pasado en <strong>el</strong> siglo<br />

XXI. Últimamente existen<br />

hot<strong>el</strong>es/refugios que filtran<br />

las comodidades d<strong>el</strong> mundo<br />

moderno: nos cambian <strong>el</strong><br />

Sky por masajes y mimos.<br />

Recomendamos ampliamente<br />

<strong>el</strong> Hot<strong>el</strong> Posada de las Minas<br />

(posadad<strong>el</strong>asminas.com) en<br />

Mineral de Pozos y <strong>el</strong> Hot<strong>el</strong><br />

El Real (hot<strong>el</strong><strong>el</strong>real.com.mx)<br />

en Real de Catorce.<br />

Un viaje fotográfico<br />

Todos estos pueblos han<br />

sido escenarios de p<strong>el</strong>ículas y<br />

documentales; su dirección de<br />

arte natural los convierte en un<br />

destino obligado para fotógrafos<br />

profesionales y aficionados.<br />

Llévate tu cámara al viaje y<br />

retrata fantasmas; a veces la<br />

cámara capta cosas que <strong>el</strong> ojo<br />

nomás no alcanza a ver.<br />

r<br />

¿Eres experto en turismo<br />

zombi Encuentra este artículo en<br />

sadabombon.com y guíanos entre<br />

estos –y otros– pueblos fantasma.<br />

El Hot<strong>el</strong> Posada de las Minas recuerda las antiguas posadas de mineros. Fotografía: Jacobo Zan<strong>el</strong>la.<br />

PUENTE<br />

DE OJUELA<br />

DURANGO<br />

TORREÓN<br />

ZACATECAS<br />

SAN LUIS POTOSÍ<br />

GUANAJUATO<br />

REAL DE CATORCE<br />

CERRO DE<br />

SAN PEDRO<br />

QUERÉTARO<br />

MINERAL<br />

DEL POZOS


HIDALGO,<br />

¡viajes de tamaño familiar!<br />

Empaca la tienda de campaña, las cosas para escalar, la caña para pescar.<br />

¡Viaja a Hidalgo y practica <strong>el</strong> ecoturismo con toda tu familia!<br />

www.hidalgo.trav<strong>el</strong><br />

ESTE PROGRAMA ES PÚBLICO, AJENO A CUALQUIER PARTIDO POLÍTICO. QUEDA PROHIBIDO EL USO PARA FINES DISTINTOS A LOS ESTABLECIDOS EN EL PROGRAMA.


30<br />

Botanas cantinerastop10<br />

Bar La Roca<br />

(Prol. Corregidora<br />

Sur. 163, Col. Aragón,<br />

Querétaro)<br />

Por <strong>el</strong> ambiente futbolero, <strong>el</strong><br />

WiFi gratis, <strong>el</strong> aire acondicionado<br />

y <strong>el</strong> chamorro adobado de los<br />

viernes, <strong>el</strong> Bar La Roca es la<br />

cantina más frecuentada por esta<br />

zampabolla y tripera redacción.<br />

Es más, digámoslo, este artículo<br />

lo estamos escribiendo desde<br />

aquí (lo corregiremos degpués,<br />

claglo engtá). Hoy no es viernes,<br />

no hay chamorro, pero ya nos<br />

embuchamos una carne tártara,<br />

unos muy buenos guajolotes y,<br />

para acompañar esta nueva ronda<br />

de cervezas, estamos esperando<br />

–uy uy uy, ya llegó– la carne de res<br />

con chile negro.<br />

Las diez cantinas que sirven las mejores botanas.<br />

Bar Var<strong>el</strong>a<br />

(Av. Universidad Pte. 18, centro de Querétaro)<br />

Don Dani<strong>el</strong> Var<strong>el</strong>a es toda una institución en la exquisita<br />

y etílica industria cantinera queretana. Desde los<br />

sesentas ha sido cantinero; en <strong>el</strong> ‘94 abrió su ya mítico bar. Desde<br />

entonces él y su familia han dejado claro que <strong>el</strong> buen cantinero no<br />

sólo es <strong>el</strong> que prepara grandes bebidas, sino <strong>el</strong> que las acompaña con<br />

descomunales botanas. Todos los días ofrecen caldo, tacos y tostadas.<br />

Caldo de camarón, de garbanzo, menudo y, <strong>el</strong> viernes, caldo de almeja;<br />

tostadas de nopales, manitas de puerco, tacos de frijol y de copete.<br />

Estos últimos, la razón por la que <strong>el</strong> Bar Var<strong>el</strong>a está en <strong>el</strong> número uno.<br />

Sirven también un insuperable chamorro desengrasado y deshuesado,<br />

pero ese sí lo cobran aparte. Lo vale, jurámoslo.<br />

Bar Olé<br />

(Av. Alfonso García<br />

Robles 1, Col.<br />

Alameda, Querétaro)<br />

Los tacos dorados d<strong>el</strong> Bar Olé<br />

son exquisitos. «No se crea –nos<br />

dijeron ahí–, luego fallamos».<br />

Será <strong>el</strong> sereno, pero a nosotros<br />

no nos han fallado, ni con los<br />

tacos dorados, ni con <strong>el</strong> caldo de<br />

camarón, ni con las enchiladas<br />

verdes y las albóndigas de los<br />

jueves. Como en cualquier cantina,<br />

«<strong>el</strong> viernes es <strong>el</strong> día mero bueno».<br />

El Bar Olé sirve un chamorro exqui-si-to.<br />

Destacamos también las<br />

mich<strong>el</strong>adas y <strong>el</strong> ambiente, ideal<br />

para jugar dominó.<br />

La Tiznada<br />

(Luis Olvera 8,<br />

centro histórico de<br />

Querétaro)<br />

En Querétaro hay dos Tiznadas:<br />

la d<strong>el</strong> centro y la de Epigmenio<br />

González 80. Preferimos la d<strong>el</strong><br />

centro porque de ahí podemos salir<br />

gateando, mientras que en la de<br />

Epigmenio González es preferible<br />

salir en trailer (está entre bodegas<br />

industriales). La Tiznada ostenta la<br />

descripción «centro botanero» y lo<br />

demuestra, por ejemplo, con sopas<br />

de lenteja, tostadas norteñas,<br />

gorditas de chicharrón y, «¡porky tú<br />

lo pediste!», <strong>el</strong> viernes de puerco a<br />

la vu<strong>el</strong>ta y vu<strong>el</strong>ta.<br />

Bar El Coliseo<br />

(20 de Noviembre<br />

302, centro histórico<br />

de C<strong>el</strong>aya)<br />

En C<strong>el</strong>aya, si de botana se trata, El<br />

Coliseo es la respuesta inmediata<br />

(asiendo rimas o ke ase). El bar<br />

se divide en dos: abajo es cantina<br />

tradicional; arriba, un centro<br />

botanero un tanto desaliñado. Pero<br />

exquisito: caldo de camarón, carne<br />

tártara, cueritos, tacos dorados.<br />

Todo picoso. Y todo muy sabroso. A<br />

la hora de la comida, si vas ya como<br />

en la quinta o sexta ch<strong>el</strong>a, te llevan<br />

tu chamorro al horno.<br />

La Castreña<br />

(Hidalgo 505, centro<br />

histórico de C<strong>el</strong>aya)<br />

«Aquí damos lo que<br />

se le ocurra a la cocinera», dicen<br />

los que atienden la cantina. En<br />

la cocinera confiamos, pues. Y<br />

hacemos bien, pues prepara,<br />

además de los clásicos caldos<br />

y carnes tártaras, unos guisos<br />

d<strong>el</strong>eitosos. Memorable es también<br />

<strong>el</strong> pollo con tocino. ¡Larga vida a la<br />

cocinera de La Castreña!<br />

La Diabla en Marfil<br />

(Calle Real de<br />

Marfil, poco antes<br />

de llegar a la presa<br />

de Los Santos, Guanajuato)<br />

En Guanajuato, decir La Diabla<br />

es casi casi <strong>el</strong> nombre genérico<br />

de cantina. La Diabla tradicional<br />

es la d<strong>el</strong> centro, pero la mera<br />

buena es la que está en Marfil,<br />

por la presa de Los Santos. Con<br />

mesas en la terraza y cubetas<br />

al 6 por 5, La Diabla ofrece un<br />

picosísimo caldo de camarón,<br />

nachos, tostadas con cueritos<br />

y unos suculentos burritos de<br />

carne al pastor.<br />

Las Mich<strong>el</strong>adas<br />

(Camino Real de<br />

Noria Alta 7, Noria<br />

Alta, Guanajuato)<br />

Enfrente d<strong>el</strong> hot<strong>el</strong> Real de<br />

Minas sirven las mich<strong>el</strong>adas más<br />

chicharroneras de la región: al<br />

primer trago te dan cueritos con<br />

chicharrón; al segundo, entremés<br />

de jícama y pepino; al tercero,<br />

caldo de camarón; al cuarto,<br />

tacos de carne asada, y al quinto<br />

unas suculentas enfrijoladas. Si<br />

ese fue <strong>el</strong> menú de un martes<br />

cualquiera, imagínate nomás <strong>el</strong><br />

d<strong>el</strong> viernes.<br />

La Cucaracha<br />

(Domicilio conocido:<br />

Zacateros 22, centro<br />

histórico de San<br />

Migu<strong>el</strong> de Allende)<br />

Esta cantina abrió en 1947. Desde<br />

entonces le ha servido tragos a<br />

veteranos de la Segunda Guerra<br />

Mundial, artistas frustrados,<br />

estudiantes, actores, músicos y<br />

gente como uno (GCU). Dicen que<br />

Kim Novak pasó por aquí. Qué<br />

vértigo. Sólo los jueves ofrecen<br />

botana: comida casera preparada<br />

por la familia Correa, los dueños<br />

de La Cuca. A fe nuestra, los<br />

jueves de botana es razón<br />

suficiente para hacer de esta<br />

cantina la mejor la San Migu<strong>el</strong>.<br />

El Tenampa &<br />

El Gato Negro<br />

(Mesones 12 y 12A,<br />

centro histórico<br />

de San Migu<strong>el</strong> de Allende)<br />

«Real deal cantina, ¡todo loco!»,<br />

dijeron unos gringos al salir d<strong>el</strong><br />

Tenampa. Iban fundidos, se<br />

tambaleaban. Todo loco. Pero<br />

parece que no tomaron suficiente,<br />

pues enseguida se metieron a la<br />

cantina de al lado: El Gato Negro.<br />

La botana de estas dos cantinas<br />

se reduce a grupos de gringos<br />

errantes. No sólo de chicharrón<br />

vive <strong>el</strong> hombre; a veces la botana<br />

es metafórica.


32<br />

El golf visto a<br />

través d<strong>el</strong> caddie<br />

MEDIOS Y ENTRETENIMIENTO<br />

por Diógenes <strong>el</strong> Chades,<br />

antiguo caddie en El<br />

Campanario.<br />

L<br />

os ricos viven generalmente más allá de las murallas, así sean<br />

naturales o construidas. El Club Campestre de Querétaro es como un<br />

fuerte: lo rodea una gran muralla. Lo mismo sucede con <strong>el</strong> Campestre<br />

de León. Por su parte, El Campanario –en Querétaro– se encuentra<br />

en la cima de un cerro, esto lo aísla de toda la ciudad; está rodeado por La<br />

Cañada, Hércules, Lomas d<strong>el</strong> Marqués y Bolaños. La única forma de entrar<br />

es en coche, hay una caseta de vigilancia, cámaras, identificadores; si no<br />

vives ahí tienes que dar santo y seña de por qué quieres entrar. El hombre<br />

ha construido murallas desde que pudo hacerlo, primero para protegerse<br />

y después para dividirse y hacer notar la diferencia entre unos y otros. Al<br />

tiempo que se levantan muros y fronteras, se construyen historias que<br />

entreveran a los que están dentro con los que –supuestamente– están<br />

fuera. Historias que no sólo mezclan, sino que reúnen. Esta es la historia<br />

de los golfistas y sus caddies.


Caddies de primera, segunda y tercera<br />

El uniforme d<strong>el</strong> caddie<br />

«Mándame a aqu<strong>el</strong> de ahí»<br />

Te apuntas en una lista, lavas <strong>el</strong> carrito<br />

y lo formas en espera de los primeros<br />

jugadores. Podrías ser uno de los primeros<br />

o últimos en salir, todo depende de la<br />

clase de caddie que seas. Aquí también<br />

somos de primera o de segunda, de tercera<br />

también hay pero <strong>el</strong>los no cuentan en la<br />

lista de tarifas, son los que apenas están<br />

aprendiendo y les pagan una propina, lo<br />

que considere <strong>el</strong> patrón.<br />

Eres de primera si conoces las reglas, las<br />

distancias, los bastones, las formas d<strong>el</strong><br />

juego, las caídas en <strong>el</strong> green, si sabes llevar<br />

las apuestas, si sabes distinguir entre bola<br />

baja, alta o por golpes. Las apuestas, sobre<br />

todo tienes que saber bien las apuestas,<br />

porque así puedes apostarle al juego de tu<br />

patrón con <strong>el</strong> otro caddie.<br />

Eres de segunda si conoces los bastones,<br />

las distancias, algo de las caídas y conoces<br />

un poco <strong>el</strong> campo; las orientaciones, los<br />

pastos, las banderas.<br />

Todos los demás caddies apenas están<br />

aprendiendo, son los que se van con la<br />

gente que no sabe jugar, con los jugadores<br />

codos o cuando todos los caddies de primera<br />

o segunda están ocupados.<br />

• Gorra (a veces<br />

<strong>el</strong> club te da una gorra)<br />

• Playera tipo polo<br />

• Pantalón de vestir sport<br />

• Zapatos o tennis (pocos<br />

caddies tienen spikes)<br />

Un buen caddie también le pega<br />

El campo cubierto de agua-hi<strong>el</strong>o, blanco muy<br />

blanco, la neblina que lo cubre todo y se extiende<br />

por los 18 hoyos; los lagos, aunque artificiales,<br />

también humean por la mañana; Tezcatlipoca, <strong>el</strong><br />

espejo humeante, está presente, la batalla está<br />

por comenzar, los ancestros no nos abandonan.<br />

Los paisajes en El Campanario son únicos, debe<br />

haber campos más chingones, pero yo no los<br />

conocí. Decían que <strong>el</strong> pasto lo habían traído de<br />

Inglaterra y en esos días yo me asombraba.<br />

Ahora me pregunto ¿cuánto habrá que invertir<br />

para mantener un pasto de aqu<strong>el</strong>los climas en <strong>el</strong><br />

semidesierto de Querétaro Seguro mucho dinero,<br />

seguro mucho más dinero d<strong>el</strong> que nos pagaban a<br />

todos nosotros juntos.<br />

Es responsabilidad de los caddies ir a tapar los<br />

devots (los hoyos en <strong>el</strong> campo) una vez a la semana.<br />

Si nos apuramos, tenemos chance de ocupar<br />

<strong>el</strong> campo para jugar y aprender. Un buen caddie<br />

también le pega. Martín, «<strong>el</strong> Foco», comenzó<br />

de caddie y cuando creció se hizo profesional.<br />

Supongo que ahora «<strong>el</strong> Venao», «<strong>el</strong> Barras», «<strong>el</strong><br />

K-28» y otros más se estarán preparando para<br />

lo mismo. Cualquier buen caddie puede chingar<br />

a un patrón ordinario en <strong>el</strong> juego. Hay patrones<br />

listos que entre semana juegan con los caddies y<br />

<strong>el</strong> fin llegan bien afilados a chingarse a todos sus<br />

partners. Hay patrones que aunque jueguen con<br />

los caddies… pobres patrones.<br />

Llegamos casi siempre en grupos, algunos vienen<br />

de Juriquilla amontonados en un coche; los d<strong>el</strong><br />

Pozo, la Purísima, Hércules, Arabia y Lomas d<strong>el</strong><br />

Marqués llegamos a pie o en bicicleta. A los ojos<br />

de los patrones todos son caddies, pero entre<br />

nosotros no es lo mismo venir de un lado o de<br />

otro. Decían que a los d<strong>el</strong> Pozo habría que echarles<br />

una bomba atómica ¡pa’ desaparecerlos! Todo<br />

es carrilla sana. Unos a otros se dicen negros,<br />

mulatos, simio, chango, caracascada, lento,<br />

pendejo, mugriento, «¡ora cuilmas!» Al Cuba le<br />

decían así por su labio grueso, pero en realidad<br />

todos estamos igual de tostados. Yo no sabía que<br />

a esto de la discriminación entre pobres le llamaban<br />

la «colonialidad d<strong>el</strong> poder», ahora lo sé y me<br />

gusta pensar que las cosas pueden ser distintas.<br />

El hombre sobre la naturaleza, <strong>el</strong> hombre sobre <strong>el</strong><br />

hombre. Y los caddies sobre sí mismos.<br />

Nos dividimos como en tiempos de la colonia,<br />

no era lo mismo ser mulato, indio, cambujo,<br />

salta pa’ atrás o criollo. Así como no es lo mismo<br />

ser d<strong>el</strong> Pozo, la Purísima o Arabia. Cuando un<br />

patrón te pide, es decir, cuando uno de <strong>el</strong>los dice<br />

«Mándame a aqu<strong>el</strong> de ahí», entonces mereces un<br />

poco de respeto.<br />

Cuando <strong>el</strong> patrón Cándano –«la Fiera»– me pidió,<br />

le cadeaba cada fin de semana. En cuanto lo<br />

veía llegar en su carrito verde, me echaba a correr<br />

por su café con leche, con tres de azúcar. Aún<br />

recuerdo su voz ronca y fuerte: «¡A ver Greñas,<br />

prepara <strong>el</strong> putt y una p<strong>el</strong>ota que voy a practicar!»<br />

Se aprende <strong>el</strong> oficio entre semana. El día que<br />

llegan menos socios a jugar, cada quien agarra<br />

una cubeta, la llena de arena y órale a tapar<br />

divots. La escena siempre me pareció buena:<br />

toda una columna de caddies avanzando sobre <strong>el</strong><br />

campo, dándole vida. Hay que tener bien limpio<br />

también <strong>el</strong> caddie house y los carritos. Si las tareas<br />

se terminan a tiempo, hay chance de salir a<br />

jugar y es ahí donde aprendes. Hay cosas que nomás<br />

mirando las aprendes, como las caídas; otras<br />

te las tienen que enseñar, como llevar <strong>el</strong> score. A<br />

jugar sólo aprendes practicando y perdiendo cada<br />

semana. Yo no podía ir entre semana a jugar y<br />

a veces preguntaba tanto sobre una cosa u otra<br />

que una vez, ya encabronado, me dijo «<strong>el</strong> Cueta»:<br />

«¡pos nomás fíjate! ¿o qué, estás ciego»<br />

Herramientas d<strong>el</strong> caddie<br />

• Arregla divots para <strong>el</strong> green<br />

• Toalla<br />

•Tis<br />

•Cubeta de arena (cuando vas<br />

en carrito la amarras a un lado)<br />

•Rastrillo para arreglar las<br />

trampas de arena (a veces lo<br />

dejan cerca de las trampas)<br />

• Plumas<br />

• Score<br />

Que comience <strong>el</strong> juego<br />

Se espera la mañana llena de patrones, corriendo<br />

de un lado a otro d<strong>el</strong> club, haciendo los equipos<br />

para salir a jugar, en forson o en fiveson.<br />

Sabemos hacer <strong>el</strong> trabajo: hay que llenar la<br />

cubeta de arena y amarrarla al carrito, ir por un<br />

rastrillo para las trampas, traer chaleco, toalla,<br />

arregla divots para <strong>el</strong> green, tarjeta de score,<br />

plumas, p<strong>el</strong>ota y tis en la bolsa d<strong>el</strong> pantalón. Si<br />

no tienes todo esto: arabaund y «¡mándame a<br />

otro caddie!» Ni modo, perdiste la cadeada y a<br />

esperar la siguiente, a ver si llegan otros grupos.<br />

Ahora sí que comiencen a salir. Les pasas <strong>el</strong><br />

drive o la madera tres, todo depende sí es par<br />

cinco, par cuatro o de la habilidad d<strong>el</strong> jugador.<br />

Hay personas que juegan porque pueden pagarlo,<br />

otras que juegan por tradición familiar, a<br />

otros más les encanta <strong>el</strong> chupe, <strong>el</strong> desmadre, las<br />

apuestas, y <strong>el</strong> golf es un buen pretexto.


Al final d<strong>el</strong> atardecer<br />

Funciones d<strong>el</strong> caddie<br />

• Vigilar que <strong>el</strong> juego sea limpio. Para vigilar<br />

esto, un buen caddie debe saber jugar.<br />

• Aconsejar al jugador sobre: distancias,<br />

dirección d<strong>el</strong> golpe, reglas y a veces<br />

les corriges un poco <strong>el</strong> swing.<br />

• Cargar, limpiar y cuidar los bastones.<br />

Cuando vas en carrito y este no puede<br />

entrar al campo, <strong>el</strong> caddie tiene que<br />

llevar los bastones.<br />

Los tiempos muertos<br />

Si los patrones no llegan, es<br />

bueno ponerse a leer, jugar<br />

rayu<strong>el</strong>a, acabalar pa’ las carnitas<br />

o la barbacha, platicar o<br />

dormirse un rato al fondo de la<br />

bodega.<br />

Un día quise llevar mis libros<br />

y estar ahí leyendo mientras<br />

esperaba al patrón «¿Libros<br />

¡Déjate de mamadas!» Me<br />

dieron literatura de la buena:<br />

Las chambeadoras, El cuento<br />

vaquero, La fotonov<strong>el</strong>a porno,<br />

Famullas y Chalanes. Desde<br />

entonces comencé a soñar que<br />

algún día una patrona se pondría<br />

cachonda a medio campo.<br />

Hay patronas muy bonitas,<br />

pero «obvi» no están al alcance<br />

d<strong>el</strong> pobre, eso sólo pasa en<br />

p<strong>el</strong>ículas como Amarte du<strong>el</strong>e, o<br />

muy por debajo d<strong>el</strong> green.<br />

El torneo<br />

Los cohetazos son la señal<br />

de salida en los torneos.<br />

Un mar de gente en <strong>el</strong><br />

campo, las mesas de salida<br />

abarrotadas, caddies que<br />

vienen de todos los campos.<br />

Mane, <strong>el</strong> caddie master,<br />

reparte chalecos a diestra<br />

y siniestra, Noé reparte los<br />

carritos y <strong>el</strong> Oso la comida.<br />

Patrocinadores, chupe,<br />

verdaderas edecanes.<br />

El campo con dieciocho<br />

hoyos se tiene que recorrer<br />

en cuatro horas, máximo<br />

cinco, seis ya es una<br />

mentada de madre. El ritmo<br />

importa bastante, un campo<br />

que no tiene buen ritmo no<br />

es bueno para jugar. En esto<br />

también influye nuestro trabajo,<br />

todo buen caddie sabe<br />

que tiene que ir al ritmo de<br />

los patrones y, si estos van<br />

lentos, apurarlos; somos<br />

réferis y testigos.<br />

El campo se vu<strong>el</strong>ve a quedar<br />

solo. Se quedan dos guardias,<br />

los últimos que se hayan<br />

anotado en la lista, y recogen<br />

las banderas d<strong>el</strong> green cuando<br />

los jugadores han abandonado<br />

<strong>el</strong> campo<br />

Impera un silencio fúnebre<br />

en la oscura bodega llena de<br />

carritos, cargadores, rastrillos y<br />

un poco de basura. Al final d<strong>el</strong><br />

atardecer, Mane, Noé, Cueta,<br />

Moya, Conejo, Bufa, Chilacas,<br />

Moster, Güila, Barras, Huesos,<br />

Chiva, Mudo, Burrín, Maromas,<br />

Chava, Chucho, César y K-28<br />

tienen varias opciones; comenzar<br />

con unas chevecitas pa’ seguirla<br />

después, van al mercado<br />

por mariscos o a casa con sus<br />

familias. Al final, <strong>el</strong> atardecer<br />

es la hora más esperada, es la<br />

hora de salida.<br />

ilustración: dani<strong>el</strong> bravo.


38<br />

1.<br />

Cataclismos<br />

súbitos<br />

3.<br />

Contra <strong>el</strong><br />

remedio casero<br />

5.<br />

¡Invasión<br />

cucaracha!<br />

¿Qué hacer en<br />

caso de emergenciapropuestas<br />

Recomendaciones<br />

ante distintas desgracias.<br />

Seis casos<br />

ejemplares.<br />

L<br />

a máxima socrática dice que quien conoce <strong>el</strong> bien hace <strong>el</strong> bien.<br />

Nada más falso, sobre todo cuando se presenta una desgracia.<br />

Sabemos que ante una emergencia debemos mantener la calma,<br />

actuar con int<strong>el</strong>igencia, «no correr, no gritar y no empujar», etc. Si<br />

estás en tu casa y tu pareja se colapsa, sabes que debes ir al refrigerador,<br />

buscar «ambulancia» en la lista de t<strong>el</strong>éfonos de emergencia y llamar de<br />

inmediato. ¿Pero qué pasa si <strong>el</strong> t<strong>el</strong>éfono está ocupado ¿Sales corriendo,<br />

gritando y empujando en busca de un taxi para que te lleve al hospital<br />

¿A cuál hospital ¿Al más cercano o al d<strong>el</strong> seguro<br />

¿Cómo se utilizan los servicios de emergencia Las respuestas son<br />

tantas como desgracias individuales hay; no recomendamos nada<br />

concreto aquí porque sería no sólo imposible, sino irr<strong>el</strong>evante (¿o qué,<br />

cuando tu pareja se colapse, a poco vas a ir en busca de esta revista). Lo<br />

único que sí podemos recomendar aquí es imaginar posibles y terribles<br />

escenarios y trazar un plan tan meticuloso como sea posible. ¿Qué<br />

harías, por ejemplo, si invitas a cenar a un amigo y éste se atraganta y se<br />

desmaya Imaginar es la mejor educación emocional que existe. Por eso<br />

<strong>el</strong> valor de los simulacros: actuar como mimo ante una desgracia que no<br />

está ahí, pero que puede aparecer en cualquier momento.<br />

Hay desgracias que se pueden<br />

prevenir: remod<strong>el</strong>ando <strong>el</strong> drenaje<br />

pluvial de tu casa, apagando las<br />

v<strong>el</strong>as de tu esotérica esposa,<br />

guardando tu coche <strong>el</strong> 15 de<br />

septiembre. O comprando un<br />

seguro (no previenen, pero sí<br />

recomponen). Pero hay otras<br />

desgracias, cataclismos súbitos,<br />

imposibles incluso de presentir:<br />

una pipa de gas que explota justo<br />

afuera de tu casa, una turbina<br />

que se desprende de un avión y<br />

cae en tu sala, una tormenta de<br />

granizo que acabó con tu rosal (oh,<br />

Voltaire). La mejor que podemos<br />

hacer en esos casos es recordarnos<br />

que hay cosas más importantes.<br />

Porque siempre las hay.<br />

2.<br />

¡Santa cachucha,<br />

al vecino le picó<br />

un alacrán!<br />

Es domingo. Estás en tu casa,<br />

tranquilo, disfrutando la mañana,<br />

podando tu rosal. En eso, de<br />

repente, <strong>el</strong> timbre suena como<br />

si lo tocara un baterista punk.<br />

Es Ramón, <strong>el</strong> tierno hijo de tu<br />

vecino. Sus papás no están; salieron<br />

y en su lugar se quedó, tal parece, un<br />

pequeño alacrán. El niño está pálido,<br />

sudoroso y todo indica que en<br />

cualquier momento te va a… ¡Santa<br />

cachucha, ya cantó la guácara! El<br />

problema con los alacranes es <strong>el</strong><br />

veneno que esconden, y no sólo<br />

en sí mismos, sino <strong>el</strong> veneno que<br />

esconden en <strong>el</strong> otro. Como «tus<br />

perjúmenes, mujer», <strong>el</strong> veneno d<strong>el</strong><br />

alacrán reacciona dependiendo de<br />

cada individuo. Eso sí, en todos los<br />

casos hay envenenamiento: llévate<br />

inmediatamente a Ramón<br />

al hospital a que le inyecten <strong>el</strong><br />

popular suero antialacrán.<br />

Como dice <strong>el</strong> doctor dicharachero:<br />

«mucho ayuda <strong>el</strong> remedio<br />

casero que no estorba». Si a<br />

una quemadura de tercer grado<br />

le untas aceite de oliva, sábila,<br />

mi<strong>el</strong>, puré de papa, yogur, cátsup<br />

y aderezo mil islas, sólo vas a<br />

lograr que <strong>el</strong> doctor se tarde<br />

más en tratar correctamente la<br />

herida. Los remedios caseros<br />

funcionan para los males<br />

caseros. O, para decirlo con otras<br />

palabras, existen emergencias<br />

que pueden ser tratadas por la<br />

siempre bien intencionada tía<br />

Tula y emergencias que requieren<br />

–y suplican– <strong>el</strong> tratamiento de<br />

un profesional. Y esto da pie para<br />

otro dicho popular: «quien en<br />

salud escatima, poco se estima».<br />

4.<br />

La ignorancia<br />

en ambulancia<br />

Tu esposo despliega testosterona<br />

encima de una escalera:<br />

cual hombre de la casa, está<br />

cambiando un foco. Tú sostienes<br />

la escalera hasta que, oh<br />

coincidencia, los dos estornudan<br />

al mismo tiempo. Tu esposo<br />

vu<strong>el</strong>a por los aires y… «¡córcholis,<br />

me rompí <strong>el</strong> brazo!». En lo que tú<br />

llamas y esperas a la ambulancia,<br />

tú esposo ya se fue manejando<br />

al hospital. Hay que saber medir<br />

<strong>el</strong> tamaño de la emergencia. Una<br />

epilepsia, un infarto o alguien<br />

inconsciente amerita <strong>el</strong> excesivo<br />

costo de una ambulancia. Prender<br />

la sirena resulta invaluable no<br />

tanto por la rapidez d<strong>el</strong> servicio<br />

como por la preparación certera<br />

ante la desgracia. Si la urgencia<br />

(la que sea) sobrepasa tu<br />

atención, llama a la ambulancia.<br />

«Somos todos valientes hasta<br />

que la cucaracha vu<strong>el</strong>a», tuiteó<br />

@florencia. El verano es, así, la<br />

estación más cobarde, pues es<br />

justo ahora cuando la cucaracha<br />

gusta de convivir con nosotros. Y<br />

resulta difícil, sobre todo ahora,<br />

exterminarla, pues es milenaria:<br />

«más sabe la cucaracha por vieja<br />

que por Samsa» (). Además<br />

de limpiar constantemente<br />

la casa y no dejar agua ni<br />

alimentos a la vista d<strong>el</strong> curioso<br />

insecto, recomendamos la<br />

operación #FumigaConElVecino.<br />

Si fumigas sólo tu casa, la<br />

cucaracha se irá con <strong>el</strong> vecino, se<br />

reproducirá y, la muy temeraria,<br />

volverá. Busquen entre todos<br />

asesinar a la maldita, no se<br />

conformen sólo con desterrarla.<br />

6.<br />

¿Te quedaste<br />

sin pap<strong>el</strong> de<br />

baño<br />

En pleno siglo XXI, entrar al<br />

baño, hacer lo propio y quedarse<br />

sin pap<strong>el</strong> es algo común y, hay<br />

que decirlo, bastante corriente.<br />

Pero entrar al baño sin c<strong>el</strong>ular es<br />

algo inaudito. Tu smartphone,<br />

no te hagas, es tu mejor amigo;<br />

llévalo siempre contigo. De<br />

esta forma, si carente de pap<strong>el</strong><br />

te encuentras, mandas de<br />

inmediato un mensajito a quien<br />

más confianza le tengas. ¿O<br />

acaso eres de esos que le teme<br />

a la webcam caprichosa y nunca<br />

invita a tu c<strong>el</strong>ular al baño Si sí:<br />

a la vieja usanza, carga siempre<br />

contigo un periódico (situaciones<br />

extremas requieren soluciones<br />

extremas). Todo esto si te pasa<br />

en la oficina; si sucede en la casa,<br />

pues regaderazo (ni modales).


40<br />

La poda figurativa<br />

en p<strong>el</strong>igro de extinción<br />

Se extinguen los animalitos y figurines hechos con las<br />

hojas d<strong>el</strong> ficus, <strong>el</strong> ciprés y <strong>el</strong> laur<strong>el</strong>. Un parabién más<br />

de esta todavía tierna región.<br />

Aunque nuestra infinita cursilería quisiera hacer de la jacaranda <strong>el</strong><br />

árbol representativo de la región, <strong>el</strong> ficus se sobrepone (¡y de qué<br />

forma!) en nuestros jardines urbanos. La jacaranda sólo es visible<br />

durante las primeras y remilgadas semanas primaverales; es algo<br />

así como la versión ingenua d<strong>el</strong> pino navideño.<br />

El mezquite es otro árbol característico d<strong>el</strong> Bajío. Pero ese no<br />

cuenta, pues, para empezar, es más un arbustote que un árbol. No<br />

confundamos. Además, <strong>el</strong> mezquite representa más al campo que a la<br />

ciudad: se da solito, a pesar de nosotros.<br />

Lo mero nuestro es <strong>el</strong> ficus y, cuando nos ponemos magnánimos,<br />

<strong>el</strong> ciprés y <strong>el</strong> laur<strong>el</strong>. Y bien podados, incluso formando animalitos,<br />

naves espaciales y curiosos figurines. La imagen que mejor describe <strong>el</strong><br />

espíritu provincial es, quizá, la d<strong>el</strong> ama de casa en bata asomándose<br />

entre las cortinas para ver cómo <strong>el</strong> fornido jardinero de la vecina va<br />

configurando un anoréxico <strong>el</strong>efante verde.<br />

Normalmente la poda figurativa sucede en estas fechas, a media<br />

primavera. Sin embargo, cada año hemos visto cómo la flora urbana ha<br />

pasado de ser figurativa a abstracta. Quizá esa sea la diferencia entre<br />

un pueblote y una pequeña ciudad.<br />

C<strong>el</strong>ebremos, pues, nuestro «cambio de niña a mujer». Despidámonos<br />

–no sin una furtiva lágrima– d<strong>el</strong> poni-ciprés y festejemos –aún con<br />

vértigo– nuestra ya certera e incuestionable era urbana.<br />

ilustración: dani<strong>el</strong> bravo.

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