estudio cualitativo en Sudamérica (Chile, Colombia, Paraguay
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Programa Internacional para Erradicación del Trabajo Infantil<br />
IPEC<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 1
Copyright © Organización Internacional del Trabajo 2007<br />
Primera edición 2007<br />
Las publicaciones de la Oficina Internacional del Trabajo gozan de la protección de los derechos de propiedad<br />
intelectual <strong>en</strong> virtud del protocolo 2 anexo a la Conv<strong>en</strong>ción Universal sobre Derecho de Autor. No obstante,<br />
ciertos extractos breves de estas publicaciones pued<strong>en</strong> reproducirse sin autorización, con la condición<br />
de que se m<strong>en</strong>cione la fu<strong>en</strong>te. Para obt<strong>en</strong>er los derechos de reproducción o de traducción, deb<strong>en</strong> formularse<br />
las correspondi<strong>en</strong>tes solicitudes a Publicaciones de la OIT (Derechos de autor y lic<strong>en</strong>cias), Oficina Internacional<br />
del Trabajo, CH-1211 Ginebra 22, Suiza, o por correo electrónico a: pubdroit@ilo.org, solicitudes que<br />
serán bi<strong>en</strong> acogidas.<br />
OIT-IPEC<br />
La demanda <strong>en</strong> explotación sexual comercial de adolesc<strong>en</strong>tes: <strong>estudio</strong> <strong>cualitativo</strong> <strong>en</strong> Sudamérica<br />
(<strong>Chile</strong>, <strong>Colombia</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú).<br />
Lima: Oficina Internacional del Trabajo, 2007. 214 p. 13.01.2<br />
Datos CIP de la OIT:<br />
Trabajo infantil, explotación sexual, prostitución, juv<strong>en</strong>tud, legislación, demanda, ética, guía, glosario, <strong>estudio</strong> de<br />
investigación, <strong>Chile</strong>, <strong>Colombia</strong>, <strong>Paraguay</strong>, Perú.<br />
ISBN: 978-92-2-320041-1 (Impreso)<br />
ISBN: 978-92-2-320042-8 (Web PDF)<br />
Nota<br />
El pres<strong>en</strong>te <strong>estudio</strong> ha sido elaborado para el IPEC por las sigui<strong>en</strong>tes personas:<br />
Equipos de Investigación:<br />
<strong>Chile</strong>: Inés Reca Moreyra (coordinadora), Pabla Ávila Fernández y Javier Quintanilla Nieva – Universidad<br />
Arcis<br />
<strong>Colombia</strong>: Roberto Moncada Roa (coordinador), Maritza Díaz Barón, Pedro Andrés González Malaver y<br />
Fernando Pieschacón Aponte – Puntos Cardinales (Coordinación regional).<br />
<strong>Paraguay</strong>: Clyde Sotto (coordinadora), Patricio Dobrée y José Carlos Lezcano (Asist<strong>en</strong>te) – C<strong>en</strong>tro de Docum<strong>en</strong>tación<br />
y Estudios – CDE.<br />
Perú: Ivonne Macassi León (coordinadora), Susel Paredes Pique, Liz Ivett Mel<strong>en</strong>dez López y Cristhian<br />
Tohalino Reategui – C<strong>en</strong>tro Flora Tristán<br />
Redacción de informe final: Pabla Ávila Fernández, Inés Reca Moreyra y Javier Quintanilla Nieva<br />
La pres<strong>en</strong>te publicación integra la Colección Estudios Teji<strong>en</strong>do Redes y ha sido coordinada por el personal<br />
del proyecto Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
Esta publicación de la OIT ha sido posible gracias a la financiación del Ministerio de Trabajo de los Estados<br />
Unidos (Departm<strong>en</strong>t of Labor). (Proyecto RLA/04/54P//USA)<br />
Su cont<strong>en</strong>ido no refleja necesariam<strong>en</strong>te las opiniones o políticas del Ministerio de Trabajo, y la m<strong>en</strong>ción<br />
<strong>en</strong> la misma de marcas registradas, productos comerciales u organizaciones no implica que el Gobierno<br />
de los Estados Unidos los apruebe o respalde.<br />
Las d<strong>en</strong>ominaciones empleadas, <strong>en</strong> concordancia con la práctica seguida <strong>en</strong> las Naciones Unidas, y la forma <strong>en</strong><br />
que aparec<strong>en</strong> pres<strong>en</strong>tados los datos <strong>en</strong> las publicaciones de la OIT no implican juicio alguno por parte de la<br />
Oficina Internacional del Trabajo sobre la condición jurídica de ninguno de los países, zonas o territorios citados<br />
o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras.<br />
La responsabilidad de las opiniones expresadas <strong>en</strong> los artículos, <strong>estudio</strong>s y otras colaboraciones firmados incumbe<br />
exclusivam<strong>en</strong>te a sus autores, y su publicación no significa que la OIT las sancione.<br />
Las refer<strong>en</strong>cias a firmas o a procesos o productos comerciales no implican aprobación alguna por la Oficina Internacional<br />
del Trabajo, y el hecho de que no se m<strong>en</strong>cion<strong>en</strong> firmas o procesos o productos comerciales no implica<br />
desaprobación alguna.<br />
Las publicaciones de la OIT pued<strong>en</strong> obt<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> las principales librerías o <strong>en</strong> oficinas locales de la OIT <strong>en</strong> muchos<br />
países o pidiéndolas a: OIT. Oficina Regional para América Latina y el Caribe, Las Flores 275, San Isidro,<br />
Lima 27, o al Apartado Postal 14-124, Lima, Perú. También pued<strong>en</strong> solicitarse catálogos o listas de nuevas publicaciones<br />
a la dirección antes m<strong>en</strong>cionada o por correo electrónico a: biblioteca@oit.org.pe.<br />
Visite nuestro sitio Web <strong>en</strong>: www.oit.org.pe/ipec<br />
2<br />
Impreso <strong>en</strong> Perú<br />
Fotocompuesto por Computextos S.A.C.<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
ÍNDICE<br />
PRÓLOGO 5<br />
INTRODUCCIÓN 9<br />
1. ANTECEDENTES: LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO SOBRE<br />
LA ESC EN COLOMBIA, CHILE, PARAGUAY Y PERÚ 13<br />
2. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN Y DELIMITACIONES DEL ESTUDIO 35<br />
3. METODOLOGÍA 47<br />
4. CARACTERÍSTICAS DE LOS ESCENARIOS Y MODUS OPERANDI DE<br />
LA DEMANDA EN ESC 59<br />
4.1 Ciudades y esc<strong>en</strong>arios de ESC 59<br />
4.2 Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> la ESC 79<br />
5. ANÁLISIS DE LOS FACTORES QUE INCIDEN EN LA CONSTITUCIÓN DE<br />
LA DEMANDA EN LA ESC. 83<br />
5.1 Construcciones simbólicas y discursos sobre la ESC 83<br />
5.2. Relaciones de Poder <strong>en</strong> la ESC - la ley del más fuerte 103<br />
5.3. Actores y normas <strong>en</strong> la ESC 127<br />
5.4. Elem<strong>en</strong>tos analíticos sobre la psicología de los consumidores 145<br />
6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 155<br />
BIBLIOGRAFÍA 167<br />
ANEXOS 175<br />
Anexo 1: Glosario de términos utilizados <strong>en</strong> citas de testimonios 177<br />
Anexo 2: Guía de Ética. 185<br />
Anexo 3: Normativa internacional 194<br />
Anexo 4: Normativa jurídica nacional 199<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 3
4<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
PRÓLOGO<br />
Desde 1999 la OIT vi<strong>en</strong>e promovi<strong>en</strong>do la g<strong>en</strong>eración de trabajo<br />
dec<strong>en</strong>te. Esta aspiración está asociada al logro de los sigui<strong>en</strong>tes<br />
objetivos estratégicos: i) promover y cumplir las normas y<br />
principios y derechos fundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> el trabajo; ii) crear mayores<br />
oportunidades para las mujeres y los hombres con objeto de que<br />
dispongan de unos ingresos y de un empleo dec<strong>en</strong>tes; iii) realzar el<br />
alcance y la eficacia de la protección social para todos; y iv) fortalecer el<br />
tripartismo y el diálogo social.<br />
Asimismo, <strong>en</strong> el contexto de la aplicación de la Conv<strong>en</strong>ción de los<br />
Derechos del Niño, y <strong>en</strong> el marco de la Declaración de la OIT relativa a<br />
los principios y derechos fundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> el trabajo –principalm<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> la aplicación del Conv<strong>en</strong>io núm. 182 sobre las peores formas de<br />
trabajo infantil– el Programa Internacional de Erradicación del Trabajo<br />
Infantil (IPEC) de la OIT vi<strong>en</strong>e desarrollando, desde 1992, una serie de<br />
proyectos <strong>en</strong> distintas partes del mundo. Con ello, se pret<strong>en</strong>de apoyar la<br />
creación de respuestas institucionales públicas y privadas para poner <strong>en</strong><br />
marcha políticas de prev<strong>en</strong>ción y eliminación de dichas formas de<br />
explotación y vulneración de los derechos de los niños, niñas y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes es un<br />
proyecto regional del IPEC, financiado por el Departam<strong>en</strong>to de Trabajo de<br />
los Estados Unidos. Su objetivo g<strong>en</strong>eral es contribuir a la prev<strong>en</strong>ción y<br />
eliminación del trabajo infantil doméstico <strong>en</strong> hogares de terceros (TID) y<br />
de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes (ESC) <strong>en</strong><br />
Sudamérica a partir de interv<strong>en</strong>ciones <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>, <strong>Colombia</strong>, <strong>Paraguay</strong> y<br />
Perú. Iniciado a fines de 2004, se espera con su ejecución lograr los<br />
sigui<strong>en</strong>tes resultados:<br />
• Información comparable y de calidad con respecto a las características<br />
y magnitud del trabajo infantil doméstico <strong>en</strong> hogares de terceros y la<br />
explotación sexual comercial de personas m<strong>en</strong>ores de edad <strong>en</strong> países<br />
seleccionados, disponible y utilizada por actores claves;<br />
• un marco legal, institucional y cultural propicio para la puesta <strong>en</strong><br />
marcha de una acción efectiva <strong>en</strong> contra del trabajo infantil doméstico<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 5
<strong>en</strong> hogares de terceros y de la explotación sexual comercial infantil y<br />
adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú y<br />
• modelos piloto efectivos desarrollados para la prev<strong>en</strong>ción y retiro de<br />
niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes de ambas problemáticas.<br />
Entre fines de 2005 a 2006, el Proyecto Teji<strong>en</strong>do Redes realizó un <strong>estudio</strong><br />
<strong>cualitativo</strong> de aproximación al conocimi<strong>en</strong>to de la demanda a la ESC <strong>en</strong><br />
cuatro países de Sudamérica, con el propósito de: i) conocer las<br />
características y modus operandi de la demanda <strong>en</strong> la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>,<br />
<strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú; y ii) id<strong>en</strong>tificar factores económicos, sociales,<br />
culturales y psicológicos que determinan actitudes y comportami<strong>en</strong>tos<br />
de las personas involucradas <strong>en</strong> la ESC, como cli<strong>en</strong>tes y/o intermediarios.<br />
Equipos de investigación trabajaron simultáneam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los 4 países,<br />
ori<strong>en</strong>tados por un diseño metodológico común, formulado por el equipo<br />
colombiano vinculado a Puntos Cardinales. La realización del <strong>estudio</strong><br />
involucró a un total de 15 investigadores <strong>en</strong>tre los cuatro países.<br />
Gracias al compromiso y dedicación de todos los equipos de<br />
investigación; del personal del Proyecto Teji<strong>en</strong>do Redes; y de todas las<br />
personas –mujeres, hombres y adolesc<strong>en</strong>tes– que se dispusieron a<br />
colaborar con sus testimonios, informaciones o relatos de historias de<br />
vida, fue posible lograr este resultado final.<br />
Esperamos pues que esta publicación aporte nuevos elem<strong>en</strong>tos para<br />
contribuir a una acción eficaz de los operadores de derecho y de las redes<br />
de protección social para la reducción de los factores de vulnerabilidad<br />
<strong>en</strong> los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes; y a las acciones de prev<strong>en</strong>ción y<br />
s<strong>en</strong>sibilización necesarias a g<strong>en</strong>erar los cambios <strong>en</strong> la cultura de<br />
tolerancia hacia las actitudes y comportami<strong>en</strong>tos sociales que no<br />
sancionan el comercio sexual con personas m<strong>en</strong>ores de edad.<br />
Jean Maninat<br />
Director<br />
Oficina Regional de la OIT<br />
para América Latina y Caribe<br />
6<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
La OIT considera la explotación sexual comercial como una forma<br />
de violación severa de los derechos humanos de las personas<br />
m<strong>en</strong>ores de edad, como una forma de explotación económica<br />
asimilable a la esclavitud y al trabajo forzoso, que además<br />
implica un delito por parte de qui<strong>en</strong>es utilizan a niños, niñas y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el comercio sexual.<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> Prólogo y Perú 7
8<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
INTRODUCCIÓN<br />
El valor c<strong>en</strong>tral de este <strong>estudio</strong> radica <strong>en</strong> que toca una faceta de la<br />
explotación sexual comercial de personas m<strong>en</strong>ores de edad que<br />
hasta ahora ha pasado más bi<strong>en</strong> desapercibida. En estos cuatro<br />
países y <strong>en</strong> otras partes del mundo, los <strong>estudio</strong>s sobre la demanda del<br />
comercio sexual, de hecho reci<strong>en</strong>tes, se han focalizado, <strong>en</strong> gran parte de<br />
los casos, <strong>en</strong> la prostitución de personas adultas. En g<strong>en</strong>eral, las<br />
investigaciones sobre explotación sexual comercial de niños, niñas y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes (ESC) 1 se han c<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> las víctimas de esta práctica,<br />
incluida <strong>en</strong> el Conv<strong>en</strong>io núm. 182 de la OIT como una de las peores<br />
formas de trabajo infantil.<br />
Con miras a contribuir para ampliar el conocimi<strong>en</strong>to sobre la demanda<br />
<strong>en</strong> la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes, IPEC<br />
realizó, <strong>en</strong> 2004, un <strong>estudio</strong> sobre explotación sexual comercial y<br />
masculinidad <strong>en</strong> C<strong>en</strong>tro América 2 ; y ahora lanza este nuevo <strong>estudio</strong><br />
donde se analiza específicam<strong>en</strong>te esta problemática <strong>en</strong> 4 países de<br />
Sudamérica. En esa línea, los objetivos de la investigación se ori<strong>en</strong>taron a<br />
conocer las características y modus operandi de la demanda a la ESC; e<br />
id<strong>en</strong>tificar factores económicos, sociales, culturales y psicológicos que<br />
determinan actitudes y comportami<strong>en</strong>tos de sus protagonistas como<br />
cli<strong>en</strong>tes y/o intermediarios.<br />
Aproximarse al tema es difícil y complejo, pues prácticam<strong>en</strong>te todos<br />
los elem<strong>en</strong>tos que lo conforman son reales puntos de t<strong>en</strong>sión. La<br />
prostitución, como refer<strong>en</strong>te básico de la ESC, involucra por sí sola<br />
asuntos sumam<strong>en</strong>te polémicos, como el de si la sexualidad ti<strong>en</strong>e una<br />
naturaleza que se distorsiona o vulnera por el pago de dinero, si se puede<br />
considerar un trabajo, si la dignidad está <strong>en</strong> juego <strong>en</strong> ella, si de veras es<br />
una alternativa libre para qui<strong>en</strong> la ejerce, o si referirse a ella <strong>en</strong> términos<br />
económicos la legitima. Pero todo esto se amplifica y agrava cuando la<br />
niñez y la adolesc<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tran <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la ESC, poni<strong>en</strong>do sobre el<br />
1<br />
2<br />
De aquí <strong>en</strong> adelante, se utilizará la sigla ESC, significando explotación sexual comercial<br />
de personas m<strong>en</strong>ores de edad.<br />
Salas, J.; Campos, A. Explotación Sexual Comercial y Masculinidad. Un <strong>estudio</strong> regional <strong>cualitativo</strong><br />
con hombres de la población g<strong>en</strong>eral, OIT-IPEC, 2004.<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 9
tapete lo propio de la minoría de edad: lo que algunos sectores<br />
interesados consideran su falta de aptitud para disponer de los derechos<br />
propios sin arriesgarlos ni afectar los aj<strong>en</strong>os, y lo que otros v<strong>en</strong> como<br />
unos derechos especiales que exig<strong>en</strong> una protección igualm<strong>en</strong>te especial.<br />
Por eso es tan delicado int<strong>en</strong>tar una conceptualización de ESC que dé<br />
cu<strong>en</strong>ta de tantos fr<strong>en</strong>tes de conflicto a la vez.<br />
En la Declaración y Ag<strong>en</strong>da para la Acción del I Congreso Mundial<br />
contra la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
(Estocolmo, 1996), ésta se definió <strong>en</strong> es<strong>en</strong>cia como «(…) el abuso sexual<br />
por parte de un adulto y remuneración <strong>en</strong> dinero o <strong>en</strong> especie para el<br />
niño o la niña o para una tercera persona o personas». La expresión abuso<br />
sexual nos deja el problema de que son muchas las formas de cometerlo.<br />
Por ejemplo, el Conv<strong>en</strong>io núm. 182 hace un aporte clave al contemplar»la<br />
utilización, el reclutami<strong>en</strong>to o la oferta de niños para la prostitución, la<br />
producción de pornografía o actuaciones pornográficas». No obstante,<br />
esta investigación se c<strong>en</strong>tró <strong>en</strong> las modalidades de ESC consist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong><br />
las actividades que implican contacto sexual pagado y directo de adultos<br />
con adolesc<strong>en</strong>tes (mujeres y varones) y <strong>en</strong> la acción de terceras personas<br />
para que ello ocurra. Desde este concepto se inició este <strong>estudio</strong> que por<br />
el camino sufrió varios ajustes, y aún hoy espera el <strong>en</strong>riquecimi<strong>en</strong>to que<br />
le puedan dar qui<strong>en</strong>es lo lean o lo us<strong>en</strong> como base para aplicar<br />
estrategias de interv<strong>en</strong>ción o para hacer nuevas indagaciones.<br />
Las interrogantes planteadas desde el inicio por el Proyecto Teji<strong>en</strong>do<br />
Redes del IPEC y que guiaron el trabajo, fueron las sigui<strong>en</strong>tes:<br />
• ¿Qué concepción de ESC ti<strong>en</strong><strong>en</strong> qui<strong>en</strong>es pagan («cli<strong>en</strong>tes») y facilitan<br />
(«intermediarios») las actividades sexuales con m<strong>en</strong>ores de edad, y<br />
qué <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> por ser niño, niña y adolesc<strong>en</strong>te<br />
• ¿Cuáles son los factores económicos, culturales y psicológicos que determinan<br />
las actitudes y comportami<strong>en</strong>tos de qui<strong>en</strong>es se involucran<br />
<strong>en</strong> la ESC como«cli<strong>en</strong>tes» y/o «intermediarios»<br />
• ¿Cómo funciona la relación <strong>en</strong>tre «cli<strong>en</strong>tes», «intermediarios» y niños,<br />
niñas y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
• ¿Cuáles son los elem<strong>en</strong>tos del comportami<strong>en</strong>to habitual de las personas<br />
«cli<strong>en</strong>tes» e «intermediarias», –como sus temores a la sanción y represión–,<br />
que inhibirían su conducta como tales<br />
• ¿Cuáles serían las estrategias más eficaces para prev<strong>en</strong>ir el reclutami<strong>en</strong>to<br />
de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC y para proteger a sus actuales<br />
víctimas<br />
10<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Los resultados de la investigación que se planteó estas interrogantes y<br />
otras preguntas que surgieron y se depuraron con los avances, fueron<br />
analizados bajo cuatro perspectivas difer<strong>en</strong>tes y complem<strong>en</strong>tarias. La<br />
primera es cultural, y por ella vemos de qué manera los distintos<br />
discursos y formas de comunicarnos están <strong>en</strong> el orig<strong>en</strong>, las vías de<br />
desarrollo y los lugares de acción del consumidor de sexo con personas<br />
m<strong>en</strong>ores de edad. La segunda mirada, de carácter político, muestra la<br />
dinámica de los diversos flujos de poder que configuran y hac<strong>en</strong> posible<br />
la exist<strong>en</strong>cia y el desempeño de cli<strong>en</strong>tes e intermediarios de sexo pagado<br />
con adolesc<strong>en</strong>tes. En tercer lugar, una perspectiva normativa revisa la<br />
exist<strong>en</strong>cia y funcionami<strong>en</strong>to de los elem<strong>en</strong>tos de la responsabilidad<br />
jurídica y el s<strong>en</strong>tido moral <strong>en</strong> la población estudiada. Por último, una<br />
perspectiva psicológica aproxima elem<strong>en</strong>tos analíticos sobre la psicología<br />
de los consumidores de sexo con adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
El docum<strong>en</strong>to ti<strong>en</strong>e 6 secciones. La primera sintetiza los anteced<strong>en</strong>tes<br />
de las investigaciones anteriores sobre ESC <strong>en</strong> los cuatro países, con base<br />
<strong>en</strong> una revisión bibliográfica de largo alcance formulada para este<br />
<strong>estudio</strong>, por los equipos de cada país. En la segunda se plantea el<br />
problema de la investigación haci<strong>en</strong>do un recurrido g<strong>en</strong>eral sobre las<br />
distintas miradas y aportes de anteced<strong>en</strong>tes investigativos <strong>en</strong> el ámbito<br />
internacional, necesarios a la delimitación del <strong>estudio</strong>; y se explicita<br />
conceptos y categorías de análisis utilizadas. La tercera está dedicada a la<br />
metodología, que <strong>en</strong> este trabajo fue cualitativa y se desarrolló con<br />
<strong>estudio</strong> de casos por medio de <strong>en</strong>trevistas a profundidad y observaciones<br />
etnográficas.<br />
En la cuarta sesión, se expon<strong>en</strong> las ciudades y esc<strong>en</strong>arios escogidos –<br />
de los cuales se omit<strong>en</strong> los nombres cuando son sitios comerciales–, y la<br />
descripción del modo de operación de la demanda <strong>en</strong> la ESC: <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>,<br />
Santiago (Plaza de Armas y Población El Alm<strong>en</strong>dro) y Valparaíso (Plaza<br />
Victoria y Videojuegos y aledaños); <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, Bogotá (barrio La<br />
Alameda y C<strong>en</strong>tro Comercial) y Medellín (San Diego y Parque Bolívar); <strong>en</strong><br />
<strong>Paraguay</strong>, Asunción (Terminal Ómnibus y Micro c<strong>en</strong>tro) y Ciudad del Este<br />
(Zona de Casilla y Zona de shoppings); y <strong>en</strong> Perú, Lima (C<strong>en</strong>tro Histórico –<br />
dividido <strong>en</strong> dos zonas) y Cusco (Locales – Distrito de Wanchac, y Nigth<br />
Club – Distrito de Santiago). Se expon<strong>en</strong> también las características y los<br />
modus operandi de la demanda <strong>en</strong> la ESC.<br />
La sesión 5 conti<strong>en</strong>e el análisis de lo hallado respecto a los factores<br />
que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la ESC y que son determinantes de las<br />
actitudes y comportami<strong>en</strong>tos <strong>en</strong>contrados <strong>en</strong> los actores involucrados <strong>en</strong><br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> Introducción y Perú 11
la demanda <strong>en</strong> la ESC –las perspectivas de análisis <strong>en</strong>unciadas– cultural,<br />
de poder, normativa y psicológica descriptiva. Y <strong>en</strong> la sexta y última<br />
sesión, se pres<strong>en</strong>tan las conclusiones y recom<strong>en</strong>daciones del caso. Como<br />
anexos se incluye un glosario de los términos usados <strong>en</strong> los testimonios<br />
citados de cada país; la guía de ética formulada y adoptada <strong>en</strong> el marco<br />
del pres<strong>en</strong>te <strong>estudio</strong> y que puede contribuir a futuras investigaciones <strong>en</strong><br />
ESC; y una compilación g<strong>en</strong>eral de la normativa internacional y de la<br />
legislación relacionada a la ESC <strong>en</strong> los cuatro países analizados.<br />
Durante el desarrollo de este docum<strong>en</strong>to, los conceptos se fueron<br />
diversificando y precisando, según distintas causas. Inicialm<strong>en</strong>te se habló<br />
de la demanda y cli<strong>en</strong>tes de la ESC, luego del consumo y los consumidores<br />
de o <strong>en</strong> la ESC, y <strong>en</strong> ocasiones nos eran más cómodas las nociones de<br />
explotación, consumidores y víctimas, <strong>en</strong>tre otras. Por eso aquí usamos<br />
distintas d<strong>en</strong>ominaciones para los mismos elem<strong>en</strong>tos de la ESC, según la<br />
mayor pertin<strong>en</strong>cia para las perspectivas de análisis o las designaciones de<br />
los consultados / participantes. La complejidad del tema dificulta referirse<br />
a él siempre con las mismas palabras, pues unas resultan más propicias<br />
que otras para abordar aspectos específicos de cada tema, pero<br />
imprecisas o polémicas <strong>en</strong> relación con otros. Por ejemplo, la demanda es<br />
un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o propio de la lógica de mercado, que sin duda rige <strong>en</strong> la ESC<br />
y la regula más claram<strong>en</strong>te de lo deseable; el consumo es su correlato,<br />
pero, además, como acción pura, alude a ciertos hábitos frecu<strong>en</strong>tes que<br />
<strong>en</strong> ocasiones percibimos <strong>en</strong> la forma de realizar actividades sexuales con<br />
m<strong>en</strong>ores de edad; y el concepto de explotación introduce más<br />
claram<strong>en</strong>te la idea de abuso, y se apareja con la idea de víctima. Así, la<br />
diversidad terminológica solo es un reflejo de la diversidad de elem<strong>en</strong>tos<br />
de la ESC y de las difer<strong>en</strong>tes perspectivas utilizadas para su análisis.<br />
Finalm<strong>en</strong>te, es importante destacar que la investigación aquí<br />
reportada, repres<strong>en</strong>ta un acercami<strong>en</strong>to inicial a las razones y modus<br />
operandi y el consumo de la ESC. Por eso su carácter fue exploratorio<br />
justificando trabajar con una muestra reducida que se consideró<br />
cualitativam<strong>en</strong>te útil: 4 esc<strong>en</strong>arios o lugares de demanda y consumo de la<br />
ESC <strong>en</strong> cada una de las 8 ciudades estudiadas <strong>en</strong> los 4 países. En total<br />
fueron 16 esc<strong>en</strong>arios, escogidos por ser clásicos y afianzados <strong>en</strong> la<br />
dinámica de ESC de cada uno de los países. Los esc<strong>en</strong>arios, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>didos<br />
como unidades territoriales donde se depliegla esta dinámica, por lo<br />
tanto, conformaron los dieciséis <strong>estudio</strong>s de casos analizados <strong>en</strong> la<br />
investigación.<br />
12<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
1. ANTECEDENTES:<br />
LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO SOBRE LA ESC<br />
EN COLOMBIA, CHILE, PARAGUAY Y PERÚ<br />
A continuación se pres<strong>en</strong>ta una revisión del conocimi<strong>en</strong>to producido sobre<br />
la demanda <strong>en</strong> la explotación sexual comercial de m<strong>en</strong>ores de edad<br />
(ESC), elaborado a partir de los <strong>estudio</strong>s realizados desde 1990 a la fecha,<br />
a nivel internacional 3 y <strong>en</strong> cada uno de los países. Esta consistió <strong>en</strong> la primera<br />
etapa de realización de la investigación y fundam<strong>en</strong>tó al problema<br />
de la investigación y a sus perspectivas de análisis, aportó guías para el<br />
trabajo de campo y ori<strong>en</strong>tó el análisis posterior de los datos.<br />
Fueron revisados los contextos de emerg<strong>en</strong>cia y propósitos de las investigaciones;<br />
los objetivos y problemas investigados; las poblaciones <strong>en</strong><br />
<strong>estudio</strong>; los marcos teóricos y <strong>en</strong>foques compr<strong>en</strong>sivos desde los cuales se<br />
ha abordado el problema, y los resultados y hallazgos investigativos.<br />
Contexto, propósitos y objetivos de investigación<br />
En los últimos años se registra un aum<strong>en</strong>to considerable de interés público<br />
<strong>en</strong> el problema de la explotación sexual comercial de niños, niñas y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes. En los cuatro países estudiados se observa la visibilización<br />
del problema a través de los medios de comunicación masiva, los programas<br />
de interv<strong>en</strong>ción psicosocial con las víctimas desarrollados por ONG y<br />
por los gobiernos locales, y la transformación de las políticas de los órganos<br />
estatales a cargo del tema, aum<strong>en</strong>tando el número de las acciones<br />
policiales de persecución de los consumidores. Muchas de estas prácticas<br />
se desarrollan <strong>en</strong> el contexto de programas de largo alcance implem<strong>en</strong>tados<br />
por organismos y ag<strong>en</strong>cias de cooperación internacional.<br />
Existe una importante cantidad de publicaciones m<strong>en</strong>ores como cartillas,<br />
instructivos, manuales de ori<strong>en</strong>tación e informes de resultados de interv<strong>en</strong>ción<br />
confeccionados por ONG o por organismos gubernam<strong>en</strong>tales;<br />
sin embargo, <strong>en</strong> los cuatro países la producción de la investigación sobre<br />
la ESC es escasa, si<strong>en</strong>do además muy pocos los <strong>estudio</strong>s que tratan la demanda<br />
<strong>en</strong>tre sus elem<strong>en</strong>tos investigados.<br />
3<br />
Un análisis más detallado de la producción de conocimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> ámbito internacional<br />
sobre la demanda <strong>en</strong> la ESC puede consultarse <strong>en</strong> http://www.oit.org.pe/ipec/<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 13
Mediante el registro de las bibliotecas y c<strong>en</strong>tros de docum<strong>en</strong>tación de<br />
universidades, ONG y organizaciones públicas <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong><br />
y Perú, han sido compilados un total de 29 textos publicados a partir<br />
de 1990 que conti<strong>en</strong><strong>en</strong> cuando m<strong>en</strong>os un capítulo dedicado al análisis<br />
de las características de la demanda y del modo de operación de la ESC,<br />
permiti<strong>en</strong>do id<strong>en</strong>tificar factores económicos, sociales, culturales y psicológicos<br />
que condicionan la actividad de consumidores y/o intermediarios.<br />
Los textos compilados están disponibles <strong>en</strong> soportes físicos (libros, docum<strong>en</strong>tos)<br />
y electrónicos, y constituy<strong>en</strong> los anteced<strong>en</strong>tes de esta investigación<br />
sobre la demanda <strong>en</strong> la ESC <strong>en</strong> los cuatro países.<br />
Los principales promotores de la investigación sobre ESC han sido organismos<br />
internacionales (ECPAT, OIT, UNICEF, OIM, Save the Childr<strong>en</strong>) e<br />
instituciones gubernam<strong>en</strong>tales, si<strong>en</strong>do las ONG sus principales ejecutoras.<br />
Solam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, se observó aporte financiero del sector privado:<br />
un <strong>estudio</strong> <strong>en</strong>cargado <strong>en</strong> 1995 y otro <strong>en</strong> 2002 por la Cámara de Comercio<br />
de Bogotá. Así mismo, se constató el escaso trabajo investigativo desarrollado<br />
<strong>en</strong> el tema por las universidades 4 .<br />
La actividad de investigación <strong>en</strong> los cuatro países se ha visto limitada<br />
por las dificultades de la inserción <strong>en</strong> un terr<strong>en</strong>o cambiante, <strong>en</strong> el que<br />
perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te se desarrollan estrategias de ocultami<strong>en</strong>to y <strong>en</strong> el cual<br />
operan organizaciones criminales de distintos niveles de complejidad.<br />
Ante este panorama, las investigaciones realizadas son <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral <strong>estudio</strong>s<br />
de corta duración, que pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> ori<strong>en</strong>tar el diseño y la<br />
implem<strong>en</strong>tación de políticas públicas y programas de interv<strong>en</strong>ción para<br />
la prev<strong>en</strong>ción y erradicación de la ESC, <strong>en</strong>fatizando <strong>en</strong> el desarrollo de conocimi<strong>en</strong>tos<br />
y de aplicabilidad inmediata.<br />
En los <strong>estudio</strong>s se registra una gran diversidad de objetivos de investigación,<br />
principalm<strong>en</strong>te ori<strong>en</strong>tados a realizar descripciones globales del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o,<br />
int<strong>en</strong>tando id<strong>en</strong>tificar sus rasgos básicos, los factores que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> la vinculación de personas m<strong>en</strong>ores de edad a la ESC, y, <strong>en</strong> algunos<br />
casos, buscando levantar clasificaciones o tipificaciones para su<br />
ocurr<strong>en</strong>cia.<br />
Algunas de las investigaciones pres<strong>en</strong>tan diagnósticos de interv<strong>en</strong>ciones<br />
realizadas y de las actuaciones de organismos públicos. (Fundación<br />
4<br />
Se registraron únicam<strong>en</strong>te dos tesis, una <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong> y una <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>, y dos investigaciones,<br />
una desarrollada <strong>en</strong> 1999 por la Universidad de <strong>Chile</strong> bajo patrocinio del Instituto<br />
Nacional de la Juv<strong>en</strong>tud (INJUV), y otra desarrollada por la Universidad ARCIS, también<br />
<strong>en</strong> <strong>Chile</strong>, por <strong>en</strong>cargo del IPEC y del SENAME.<br />
14<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Esperanza, OIT, Bogotá, 2006; Mor<strong>en</strong>o y BECA, Asunción, 2001; OIM-Ministerio<br />
de Relaciones Exteriores del <strong>Paraguay</strong>, 2005). También son estudiados<br />
los marcos legales e institucionales. Otras se propon<strong>en</strong> una clasificación<br />
de la demanda <strong>en</strong> torno a «tipos de ESC» (Reca y otros, SENAME/OIT,<br />
Santiago, 2004; SENAME, Santiago, 2004; Ramos y Cabrera, Save the<br />
Childr<strong>en</strong>, Lima, 2003).<br />
La variedad de los objetivos de investigación y la corta duración de los<br />
<strong>estudio</strong>s, sumadas a la complejidad propia del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o, han dificultado<br />
la sistematización de su conocimi<strong>en</strong>to.<br />
Las investigaciones han pres<strong>en</strong>tado mayoritariam<strong>en</strong>te un carácter<br />
exploratorio y descriptivo, desarrollando información principalm<strong>en</strong>te cualitativa<br />
producto de observaciones etnográficas y <strong>en</strong>trevistas semiestructuradas.<br />
Un número reducido de <strong>estudio</strong>s utilizan metodologías mixtas, de carácter<br />
<strong>cualitativo</strong> y cuantitativo, principalm<strong>en</strong>te ori<strong>en</strong>tadas a elaborar estimaciones<br />
sobre la magnitud del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o <strong>en</strong> las ciudades o países estudiados<br />
(Cabrera Fadul y otros, Cámara de Comercio de Bogotá, 1995; Frez<br />
De Negri, Santiago, 1999; Reca y otros, SENAME/OIT, Santiago, 2004;<br />
CEDEM, GCS, Asunción, 1992; Acosta y Acosta, Asunción, 1997; Mor<strong>en</strong>o y<br />
BECA, Asunción, 2001; OIM, Ministerio de Relaciones Exteriores del <strong>Paraguay</strong>,<br />
2005).<br />
Sin embargo, los autores de este tipo de <strong>estudio</strong>s pon<strong>en</strong> énfasis <strong>en</strong> advertir<br />
que se trata de meras aproximaciones, que no apreh<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a<br />
cabalidad la realidad de un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o que ti<strong>en</strong>de a la invisibilidad y al <strong>en</strong>cubrimi<strong>en</strong>to<br />
por parte de los actores involucrados, de modo que la interpretación<br />
y uso de los datos estadísticos sobre la ESC debe tomarse con<br />
cautela.<br />
Poblaciones estudiadas<br />
La mayoría de las investigaciones sobre ESC desarrolladas desde 1990 <strong>en</strong><br />
<strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong> y <strong>Paraguay</strong> ha c<strong>en</strong>trado su at<strong>en</strong>ción <strong>en</strong> la situación, dinámicas<br />
de comportami<strong>en</strong>to, características psicológicas, subjetividad, trayectorias<br />
y modos de vida de las víctimas, de manera que la mayor parte<br />
de sus datos primarios provi<strong>en</strong><strong>en</strong> de testimonios de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes,<br />
o de adultos <strong>en</strong> prostitución involucrados <strong>en</strong> ESC desde su niñez.<br />
Las escasas investigaciones que han abordado el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la ESC<br />
desde las actividades y significados de los consumidores <strong>en</strong> estos tres<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 15
países, se han <strong>en</strong>focado sobre los ‘cli<strong>en</strong>tes’, desconsiderando la posición<br />
de los facilitadores e intermediarios, y lo han hecho con muestras muy reducidas<br />
(Reca y otros, SENAME/OIT, Santiago 2004; Acosta y Acosta,<br />
UNICEF, Asunción, 1997), o de manera indirecta, a través del relato u observación<br />
de los m<strong>en</strong>ores de edad (Cabrera Fadul y otros, Cámara de Comercio<br />
de Bogotá, 1995; Frez de Negri, Santiago, 1992; Montecino y otros,<br />
INJUV, Santiago, 1999).<br />
Sólo <strong>en</strong> Perú se registraron <strong>estudio</strong>s <strong>en</strong>focados específicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la<br />
configuración de la demanda <strong>en</strong> la ESC: la investigación de ECPAT, 2005 se<br />
pregunta ¿cómo hemos creado la demanda para la explotación sexual comercial<br />
de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes Y recopila normas, actitudes, informaciones,<br />
cre<strong>en</strong>cias y tipos de relaciones <strong>en</strong>tre hombres y mujeres que<br />
sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> la ESC, planteando a la demanda como uno de sus factores<br />
constituy<strong>en</strong>tes. Villavic<strong>en</strong>cio (Save the Childr<strong>en</strong>, 2004), realiza un trabajo<br />
periodístico <strong>en</strong> seis ciudades del Perú, <strong>en</strong> un int<strong>en</strong>to por conocer la demanda<br />
desde su hábitat natural. Busca id<strong>en</strong>tificar los mecanismos que<br />
constituy<strong>en</strong> los móviles y motivaciones para que sujetos adultos dese<strong>en</strong><br />
t<strong>en</strong>er sexo con personas m<strong>en</strong>ores de edad a través de una transacción de<br />
dinero.<br />
Es notable, <strong>en</strong> los cuatro países, la falta de información sobre la magnitud<br />
de la demanda y de estimaciones sobre los recursos que la ESC<br />
moviliza.<br />
Al respecto deb<strong>en</strong> ser reconocidas las dificultades para contactar a los<br />
consumidores, a lo que se suma la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
a protegerlos, ya sea por temor a perder a «cli<strong>en</strong>tes» o a posibles<br />
represalias, o porque han establecido algún lazo afectivo con ellos.<br />
Un número m<strong>en</strong>or de <strong>estudio</strong>s registra información aportada por<br />
ag<strong>en</strong>tes institucionales <strong>en</strong>cargados de la prev<strong>en</strong>ción y erradicación de la<br />
ESC o de la protección y asist<strong>en</strong>cia de las víctimas, qui<strong>en</strong>es colaboraron<br />
<strong>en</strong> la id<strong>en</strong>tificación de las modalidades del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o e informaron sobre<br />
las acciones que empr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> para prev<strong>en</strong>irlo y erradicarlo. (Fundación Esperanza,<br />
OIT, Bogotá, 2006; Frez De Negri, Santiago, 1992; Reca y otros,<br />
SENAME/OIT, 2004; Mor<strong>en</strong>o y BECA, Asunción, 2001; OIM, Ministerio de<br />
RREE del <strong>Paraguay</strong>, 2005).<br />
Algunas investigaciones desarrolladas <strong>en</strong> <strong>Paraguay</strong> recurrieron a otros<br />
informantes clave, como madres de los m<strong>en</strong>ores de edad implicados <strong>en</strong><br />
ESC, taxistas y v<strong>en</strong>dedores ambulantes.<br />
No se registraron <strong>estudio</strong>s focalizados <strong>en</strong> minorías étnicas, ni <strong>en</strong> grupos<br />
socioeconómicos específicos.<br />
16<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Definiciones conceptuales<br />
La mayoría de las investigaciones sobre ESC adoptan sus definiciones<br />
conceptuales de acuerdos internacionales y legislación vig<strong>en</strong>te, principalm<strong>en</strong>te<br />
del concepto de explotación sexual comercial de niños, niñas y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes acuñado <strong>en</strong> el primer y segundo Congreso Mundial contra<br />
la ESC (Estocolmo, 1996; Yokohama, 2001), según el cual:<br />
«La explotación sexual comercial es una violación fundam<strong>en</strong>tal de los derechos<br />
de la niñez. Abarca el abuso sexual por parte de un adulto y remuneración <strong>en</strong><br />
dinero o <strong>en</strong> especie para el niño o la niña o para una tercera persona o personas.<br />
El niño o la niña son tratados como objetos sexuales y como mercancía. La<br />
explotación sexual comercial de la niñez constituye una forma de viol<strong>en</strong>cia contra<br />
ésta, equivale al trabajo forzado y constituye una forma contemporánea de<br />
esclavitud».<br />
El término explotación sexual comercial pone énfasis <strong>en</strong> la situación de explotación<br />
que implica toda actividad sexual <strong>en</strong>tre un adulto y una persona<br />
m<strong>en</strong>or de edad mediada por un pago, y hace abandonar conceptos<br />
como «prostitución infantil» o «prostitución infanto-juv<strong>en</strong>il», pres<strong>en</strong>tes<br />
principal aunque no únicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las investigaciones más antiguas<br />
(Frez de Negri, Santiago, 1992; CEDEM, GCS y Radda Barn<strong>en</strong>, Asunción,<br />
1992; Cabrera y Ramos, Save the Childr<strong>en</strong>, Lima, 2003).<br />
El concepto de explotación también ha ampliado el ámbito de lo<br />
que es definido y tipificado como actividad ilegítima, llegando incluso a<br />
incluirse <strong>en</strong> los parámetros legales de los distintos países. 5 Los <strong>estudio</strong>s<br />
sobre trata de personas 6 , por su parte, han ampliado aún más el panorama,<br />
precisando que el traslado con fines de explotación puede ser nacional<br />
o internacional, el reclutami<strong>en</strong>to puede incluir difer<strong>en</strong>tes estrategias<br />
como coacción o aprovechami<strong>en</strong>to de una situación de vulnerabilidad,<br />
y que sus fines pued<strong>en</strong> ser múltiples –integración a grupos arma-<br />
5<br />
6<br />
Ver anexo 3 respecto a la normativa jurídica nacional de los 4 países estudiados.<br />
Por «trata de personas» se <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o<br />
la recepción de personas, recurri<strong>en</strong>do a la am<strong>en</strong>aza o al uso de la fuerza u otras formas<br />
de coacción, al rapto, al fraude, al <strong>en</strong>gaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad<br />
o a la concesión o recepción de pagos o b<strong>en</strong>eficios para obt<strong>en</strong>er el cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to<br />
de una persona que t<strong>en</strong>ga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación<br />
incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución aj<strong>en</strong>a u otras formas de<br />
explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas<br />
a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos. Protocolo de Palermo.<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 17
dos, servicio doméstico, trabajos forzados, explotación sexual comercial<br />
o <strong>en</strong> los matrimonios serviles–. (Gutiérrez y otros, OIM, Bogotá, 2004;<br />
OIM, Ministerio de RREE del <strong>Paraguay</strong>, 2005; Movimi<strong>en</strong>to el Pozo, OIM,<br />
Lima, 2005).<br />
En las investigaciones más reci<strong>en</strong>tes se precisa el concepto de ESC<br />
como «todo tipo de actividad <strong>en</strong> que una persona usa el cuerpo de un<br />
niño, niña o adolesc<strong>en</strong>te para sacar v<strong>en</strong>taja o provecho de carácter sexual<br />
y/o económico basándose <strong>en</strong> una relación de poder, considerándose consumidor,<br />
tanto a aquel que intermedia u ofrece la posibilidad de relación<br />
a un tercero, como al que manti<strong>en</strong>e la misma; no importando si la relación<br />
es frecu<strong>en</strong>te, ocasional o perman<strong>en</strong>te. Se incluye d<strong>en</strong>tro de esta categoría<br />
la prostitución infantil, la producción, distribución y consumo de<br />
pornografía infantil, el turismo sexual y la v<strong>en</strong>ta y tráfico de niños con fines<br />
sexuales» (SENAME, Santiago, 2004; véase también Reca y otros,<br />
SENAME/OIT, Santiago, 2004 y Mejía, OIT, Lima, 2004). 7<br />
Sin embargo, algunas dificultades conceptuales revelan la necesidad<br />
de un trabajo de reflexión teórica que esclarezca los significados y<br />
parámetros de las definiciones utilizadas.<br />
En primer lugar, prácticam<strong>en</strong>te la totalidad de las investigaciones utilizan<br />
un criterio legal para definir su población –m<strong>en</strong>ores de 18 años– y <strong>en</strong><br />
g<strong>en</strong>eral no establec<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre prepúberes y púberes. Algunas<br />
utilizan las siglas «ESCIA o ESCNNA», buscando incluir a la población adolesc<strong>en</strong>te<br />
y precisarla como una categoría distinta a la de niños y niñas; sin<br />
embargo, aportan pocas precisiones sobre características biológicas o<br />
psico-sociales que permitan distinguir unos de otros. Los <strong>estudio</strong>s tampoco<br />
profundizan <strong>en</strong> las consecu<strong>en</strong>cias que las difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre las prefer<strong>en</strong>cias<br />
y significados sobre prepúberes y púberes ti<strong>en</strong><strong>en</strong> para la<br />
estructuración de la demanda.<br />
Por otra parte, algunos <strong>estudio</strong>s cuestionan la clasificación de la ESC<br />
d<strong>en</strong>tro de las peores formas de trabajo infantil: Padín y Cortés (Santiago,<br />
1999) problematizan los significados de trabajo que legitiman a la cada<br />
vez más ext<strong>en</strong>dida noción de «trabajo sexual»; Mor<strong>en</strong>o y BECA (Asunción,<br />
2001) adviert<strong>en</strong> sobre los efectos del uso de los términos «trabajo»<br />
y «explotación», asociados históricam<strong>en</strong>te a derechos económicos y so-<br />
7<br />
Para definir estas modalidades, la mayoría de los <strong>estudio</strong>s sigu<strong>en</strong> las pautas del Protocolo<br />
Facultativo de la Conv<strong>en</strong>ción sobre los Derechos del Niño relativo a la v<strong>en</strong>ta de niños,<br />
la prostitución infantil y la utilización de niños <strong>en</strong> la pornografía, aprobado por la<br />
Asamblea G<strong>en</strong>eral de Naciones Unidas del 25 de mayo de 2000.<br />
18<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
ciales ante los que el estado sólo está obligado a tomar medidas progresivas,<br />
y propon<strong>en</strong> que la utilización de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
con fines de comercio sexual debe ser considerada como un «trato inhumano<br />
y degradante» e incluida <strong>en</strong>tre las violaciones de derechos civiles<br />
y políticos, puesto que «los Estados ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la obligación de proteger<br />
estos derechos (llamados absolutos) de modo inmediato» (Mor<strong>en</strong>o y<br />
BECA, Asunción, 2001: p. 33). Para sost<strong>en</strong>er este <strong>en</strong>foque, invocan tanto<br />
la Conv<strong>en</strong>ción sobre lo Derechos del Niño como la Conv<strong>en</strong>ción Internacional<br />
de Derechos Civiles y Políticos, la Conv<strong>en</strong>ción Internacional contra<br />
la Tortura o la prohibición universal de la esclavitud. Sin embargo,<br />
estos cuestionami<strong>en</strong>tos, olvidan que un instrum<strong>en</strong>to internacional,<br />
como el Conv<strong>en</strong>io núm. 182, también integra el sistema normativo internacional<br />
de derechos humanos. Por consigui<strong>en</strong>te, incluye instrum<strong>en</strong>tos<br />
anteriores afines <strong>en</strong> sus considerandos y añade aspectos claves para<br />
ampliar la forma de abordar la problemática. En este s<strong>en</strong>tido, todos los<br />
instrum<strong>en</strong>tos de derechos humanos son complem<strong>en</strong>tarios y resultan<br />
de un cons<strong>en</strong>so de la comunidad internacional respecto a la necesidad<br />
de que las problemáticas sean tratadas desde distintas perspectivas y<br />
especialidades.<br />
De estas discusiones resulta fundam<strong>en</strong>tal concluir que «niños/as y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes deb<strong>en</strong> ser tratados como víctimas y no como infractores»<br />
(Britos, OIT, Asunción, 2002: p. XI)<br />
Modelos de análisis y <strong>en</strong>foques compr<strong>en</strong>sivos<br />
Las perspectivas teóricas desde las que se posicionan los <strong>estudio</strong>s para la<br />
compr<strong>en</strong>sión de la ESC son múltiples. Entre los refer<strong>en</strong>tes teóricos más recurridos<br />
destacan la noción de construcción social de la realidad, aplicada<br />
particularm<strong>en</strong>te a la idea de una construcción social del sexo; la compr<strong>en</strong>sión<br />
de la actividad social como articulación de relaciones de poder, que<br />
<strong>en</strong>fatiza la vulneración de derechos a través de relaciones de dominación;<br />
y la perspectiva de género, que, integrando elem<strong>en</strong>tos de las perspectivas<br />
anteriores, analiza las relaciones de dominación <strong>en</strong> contextos culturales<br />
<strong>en</strong> los que predominan valores patriarcales. Muchos de los conceptos y<br />
modelos analíticos empleados provi<strong>en</strong><strong>en</strong> también del campo de la economía<br />
(consumo, demanda, «cli<strong>en</strong>te»). Se pres<strong>en</strong>tan también algunas refer<strong>en</strong>cias<br />
causales guiadas desde un <strong>en</strong>foque sistémico de las dinámicas familiares.<br />
En el caso particular de <strong>Colombia</strong>, se registran <strong>estudio</strong>s que utilizan<br />
la teoría de la organización estructural de la personalidad de Otto<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 19
Kernberg. Muchos de los <strong>estudio</strong>s <strong>en</strong> los cuatro países pres<strong>en</strong>tan una<br />
compr<strong>en</strong>sión multicausal del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o.<br />
A pesar de los avances conceptuales y analíticos, falta aún trabajo teórico<br />
ori<strong>en</strong>tado a la construcción de una visión interdisciplinaria, con miras<br />
a desarrollar una perspectiva integradora, que permita precisar y articular<br />
conceptos de los distintos campos disciplinares.<br />
A continuación se pres<strong>en</strong>ta una breve revisión de los desarrollos conceptuales<br />
fundam<strong>en</strong>tales de los posicionami<strong>en</strong>tos teóricos más frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
adoptados por los <strong>estudio</strong>s que <strong>en</strong>focaron la demanda de ESC <strong>en</strong><br />
los cuatro países.<br />
a) La sexualidad humana <strong>en</strong> el marco de la dinámica cultural y la<br />
construcción social<br />
La mayor parte de los <strong>estudio</strong>s compilados adhiere a la idea de una construcción<br />
social de la realidad, posicionami<strong>en</strong>to epistemológico y analítico<br />
ampliam<strong>en</strong>te difundido <strong>en</strong> los últimos años. Plantea que la manera <strong>en</strong><br />
que compr<strong>en</strong>demos y nos relacionamos con el mundo no es indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te<br />
de nuestra propia posición subjetiva, la que, a su vez, ha sido y está<br />
si<strong>en</strong>do construida <strong>en</strong> las interacciones sociales <strong>en</strong> las que nos desarrollamos.<br />
La realidad, para esta perspectiva, es elaborada y reconstruida perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
a través de las narraciones que los miembros de cada cultura<br />
hac<strong>en</strong> sobre los objetos, sujetos y procesos que la compon<strong>en</strong>. Narraciones<br />
que resultan determinantes para la elaboración de posiciones subjetivas<br />
ante el mundo y de las pautas o esquemas de interacción que condicionan<br />
los modos y tipos de relación que las personas llegan a considerar<br />
legítimos y aceptables.<br />
La construcción narrativa de realidad es un proceso progresivo y abierto,<br />
sometido perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te a nuevas reelaboraciones a través de las<br />
interacciones de los miembros de cada comunidad <strong>en</strong> el contexto de relatos<br />
sociales más amplios o narrativas comunitarias. Es, <strong>en</strong>tonces, un proceso<br />
emin<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te social.<br />
La sexualidad humana es <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida, bajo esta perspectiva, como un<br />
campo de construcción cultural donde converg<strong>en</strong> experi<strong>en</strong>cias subjetivas<br />
y educativas <strong>en</strong> las que las t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias e inclinaciones de la id<strong>en</strong>tidad y<br />
del deseo sexual se desarrollan <strong>en</strong> las interacciones sociales. La sexualidad<br />
es construida a partir de saberes, imaginarios y cre<strong>en</strong>cias ligados más a<br />
una dim<strong>en</strong>sión socio-subjetiva o psicosocial que biológica.<br />
Un foco de <strong>estudio</strong> fundam<strong>en</strong>tal resultan, <strong>en</strong>tonces, las elaboraciones<br />
20<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
o construcciones culturales a las que los sujetos echan mano para desarrollar<br />
sus propias narraciones. Lo que les parece aceptable, deseable o rechazable,<br />
<strong>en</strong>focando la mirada analítica <strong>en</strong> las dinámicas de construcción<br />
de ideas, cre<strong>en</strong>cias y prácticas g<strong>en</strong>eralizadas y legitimadas <strong>en</strong> una sociedad<br />
específica.<br />
b) Relaciones de poder, dominación y viol<strong>en</strong>cia<br />
La at<strong>en</strong>ción sobre las relaciones de poder establecidas <strong>en</strong> el comercio<br />
sexual con m<strong>en</strong>ores de edad es una constante <strong>en</strong> los <strong>estudio</strong>s desarrollados<br />
<strong>en</strong> los cuatro países. En su análisis se asum<strong>en</strong> refer<strong>en</strong>tes teóricos prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes<br />
de <strong>en</strong>foques marxistas, feministas y de los desarrollos conceptuales<br />
de algunos autores como P. Bourdieu, A. Gidd<strong>en</strong>s y M. Foucault.<br />
El poder es <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido, desde esta perspectiva, como el ejercicio de influ<strong>en</strong>cia<br />
de unas personas sobre la actividad de otras, si<strong>en</strong>do la dominación<br />
un ejercicio de poder <strong>en</strong> el que las personas sobre las que se ejerce<br />
influ<strong>en</strong>cia carec<strong>en</strong> de mecanismos o herrami<strong>en</strong>tas –materiales o simbólicas–<br />
mediante las que oponerle resist<strong>en</strong>cia, sea por su condición de dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />
por su indef<strong>en</strong>sión o por su falta de libertad.<br />
La viol<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> tanto acción que int<strong>en</strong>ta doblegar la voluntad de otro<br />
mediante un at<strong>en</strong>tado a su integridad –física o psicológica–, opera <strong>en</strong> un<br />
contexto cultural <strong>en</strong> el que se defin<strong>en</strong> narrativam<strong>en</strong>te los límites de lo<br />
que se considerará como medios ‘necesarios’, viables o aceptables para<br />
conseguir determinados fines. De esta manera, ciertas prácticas de dominación<br />
y de viol<strong>en</strong>cia se vuelv<strong>en</strong> modos de relación socialm<strong>en</strong>te aceptados<br />
e integrados <strong>en</strong> las pautas y esquemas de acción cotidianos de determinados<br />
grupos o culturas.<br />
Estos desarrollos aportan elem<strong>en</strong>tos conceptuales para compr<strong>en</strong>der la<br />
articulación social de las prácticas de los consumidores y la tolerancia del<br />
medio ante la ESC.<br />
c) Perspectiva de género<br />
La perspectiva de género, fundada <strong>en</strong> los desarrollos propuestos por las<br />
dos perspectivas antes revisadas, plantea la necesidad de compr<strong>en</strong>der el<br />
modo <strong>en</strong> el que la educación y otras prácticas de socialización constituy<strong>en</strong><br />
esquemas m<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> los que se id<strong>en</strong>tifican difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> los roles y<br />
modos de ser de hombres y mujeres. Levantan repres<strong>en</strong>taciones que consideran<br />
a las mujeres como inferiores a los hombres promovi<strong>en</strong>do mode-<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 21
los de relación fundados <strong>en</strong> la desigualdad, dominación y sumisión <strong>en</strong><br />
distintos ámbitos de la vida, <strong>en</strong>tre ellos la sexualidad.<br />
En los contextos culturales donde se ha construido socialm<strong>en</strong>te narrativas<br />
que legitiman la desigualdad de géneros, los niños, las niñas y los<br />
adolesc<strong>en</strong>tes corr<strong>en</strong> el riesgo de convertirse <strong>en</strong> víctimas y/o victimarios<br />
de la ESC.<br />
d) Enfoques multicausales<br />
Prácticam<strong>en</strong>te todos los trabajos compilados reconoc<strong>en</strong> que los factores<br />
que propician las condiciones para la vinculación de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
<strong>en</strong> la ESC son múltiples y de diversa índole. Asumiéndose, con<br />
distintos niveles de avance y profundidad <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes países, la necesidad<br />
de estudiarlos <strong>en</strong> su conjunto. Al respecto, José Britos manifiesta<br />
que «<strong>en</strong> términos globales la problemática ESC compr<strong>en</strong>de dim<strong>en</strong>siones<br />
socioeconómicas, ideológicas y políticas, legislativas y culturales. Estas dim<strong>en</strong>siones<br />
interaccionan con los factores personales, familiares y con el<br />
proceso de victimización, que <strong>en</strong> conjunto determinan la complejidad del<br />
f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o». (Britos, 2002: p. 6).<br />
Los elem<strong>en</strong>tos causales más significativos id<strong>en</strong>tificados por las investigaciones<br />
son: las inequidades y disparidades económicas; la expansión de<br />
la lógica mercantil y del consumismo; la desintegración familiar; el predominio<br />
de relaciones de dominación; sometimi<strong>en</strong>to y viol<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral<br />
y de adultos sobre m<strong>en</strong>ores de edad <strong>en</strong> particular; y la dominación de género<br />
y la cultura patriarcal.<br />
La pobreza es ampliam<strong>en</strong>te id<strong>en</strong>tificada como elem<strong>en</strong>to causal preponderante<br />
de la inclusión de los m<strong>en</strong>ores de edad <strong>en</strong> la ESC, determinando<br />
el desarrollo de estrategias de superviv<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> las que los niños,<br />
niñas y adolesc<strong>en</strong>tes son vistos como actores productivos que, mediante<br />
el uso comercial de sus cuerpos, deb<strong>en</strong> aportar sust<strong>en</strong>to económico a sus<br />
familias o pued<strong>en</strong> procurarse el acceso a bi<strong>en</strong>es que no podrían conseguir<br />
de otro modo.<br />
Los cuerpos de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes son considerados, así,<br />
como objetos que pued<strong>en</strong> ser transados <strong>en</strong> el mercado, dinámica apoyada<br />
por la expansión de la lógica mercantil y el consumismo a todos los<br />
ámbitos de la vida, articulando el consumo como refer<strong>en</strong>te de integración<br />
social y como móvil de la inclusión <strong>en</strong> la ESC por parte de los m<strong>en</strong>ores de<br />
edad y como racionalidad legitimadora de búsqueda de nuevas experi<strong>en</strong>-<br />
22<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
cias y de acceso a cuerpos nuevos y ‘m<strong>en</strong>os usados’ por parte de los consumidores<br />
de ESC.<br />
La pérdida de mecanismos sociales de protección, presidida por relaciones<br />
familiares disfuncionales o por la desarticulación del núcleo familiar,<br />
impacta negativam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la formación de las id<strong>en</strong>tidades de los niños,<br />
niñas y adolesc<strong>en</strong>tes, agregándose a esto frecu<strong>en</strong>tes experi<strong>en</strong>cias de<br />
abuso sexual, maltrato, viol<strong>en</strong>cia y consumo de drogas al interior de la<br />
propia familia.<br />
También se registran factores des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>antes vinculados con construcciones<br />
de significado, como la cultura patriarcal y machista ampliam<strong>en</strong>te<br />
ext<strong>en</strong>dida <strong>en</strong> los países de Latinoamérica, que constituye un universo<br />
simbólico <strong>en</strong> el que los hombres ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una posición de superioridad<br />
sobre las mujeres. En esta misma lógica es posible <strong>en</strong>contrar refer<strong>en</strong>tes<br />
de s<strong>en</strong>tido ‘adultocéntricos’, bajo los que las personas adultas son consideradas<br />
superiores a las de m<strong>en</strong>or edad, y <strong>en</strong> los que se soporta la<br />
cre<strong>en</strong>cia de que niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes son materia u objeto de obedi<strong>en</strong>cia<br />
absoluta y/o uso para los adultos. Reca y otros (2004), indican que<br />
las formas autoritarias de división del trabajo doméstico al interior de las<br />
familias, el temor y la obedi<strong>en</strong>cia de las niñas al padre y una tradición cultural<br />
fuertem<strong>en</strong>te arraigada, <strong>en</strong> determinados sectores, <strong>en</strong> torno a la imag<strong>en</strong><br />
de la mujer «dueña de casa», con dedicación exclusiva al trabajo <strong>en</strong> el<br />
hogar y vinculada a un imaginario de relaciones de pareja <strong>en</strong> que el hombre<br />
somete sexualm<strong>en</strong>te a la mujer con viol<strong>en</strong>cia, son elem<strong>en</strong>tos que influy<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> la configuración de la ESC y <strong>en</strong> la mayor frecu<strong>en</strong>cia de niñas y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes explotadas sexualm<strong>en</strong>te. (Reca y otros, SENAME/OIT, Santiago,<br />
2004).<br />
Estas conjeturas se v<strong>en</strong> apoyadas por la mayor pres<strong>en</strong>cia de niñas y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes mujeres involucradas <strong>en</strong> ESC que de niños y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
hombres (OIM, Ministerio de RREE del <strong>Paraguay</strong>, Asunción 2005; Mor<strong>en</strong>o y<br />
BECA, Asunción, 2001), aunque la pres<strong>en</strong>cia de ESC <strong>en</strong> que las víctimas<br />
son varones parece ir <strong>en</strong> aum<strong>en</strong>to. El rango de edad de mayor vulnerabilidad<br />
está compr<strong>en</strong>dido <strong>en</strong>tre los 12 y los 14 años, aunque, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do<br />
de los contextos, se registran también casos de niños y niñas mucho m<strong>en</strong>ores<br />
de esas edades.<br />
Otros elem<strong>en</strong>tos id<strong>en</strong>tificados por las investigaciones como factores<br />
causales, determinantes o facilitadores de la ESC son la migración ruralurbana;<br />
el trabajo infantil; la exist<strong>en</strong>cia de redes organizadas para la explotación<br />
y la trata de personas; la pres<strong>en</strong>cia de tráfico de drogas y de<br />
otros grupos delictivos <strong>en</strong> las zonas donde ésta se desarrolla; las dificulta-<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 23
des para hacer cumplir las leyes vig<strong>en</strong>tes y para brindar espacios de protección<br />
a la infancia y la adolesc<strong>en</strong>cia; las cre<strong>en</strong>cias equivocadas respecto<br />
a la transmisión de las Enfermedad de Trasmisión Sexual (ETS) y el VIH<br />
SIDA; la conc<strong>en</strong>tración de hombres solos <strong>en</strong> espacios urbanos o rurales;<br />
los flujos turísticos y la drogadicción. Hay <strong>estudio</strong>s que indican una mayor<br />
preponderancia de ESC <strong>en</strong> países <strong>en</strong> vías de desarrollo que <strong>en</strong> países<br />
industrializados. (Mor<strong>en</strong>o y BECA, Asunción, 2001).<br />
Ante la persecución legal y el rechazo social, la ESC se oculta <strong>en</strong> formas<br />
múltiples y cambiantes: frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te se camufla bajo la apari<strong>en</strong>cia<br />
de otros trabajos infantiles –como la v<strong>en</strong>ta ambulante de productos<br />
m<strong>en</strong>ores–, desarrollando perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te nuevas estrategias de<br />
invisibilización. La introducción de nuevas tecnologías de telecomunicación<br />
resulta <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido no sólo un factor facilitador de los contactos,<br />
sino, además, un importante instrum<strong>en</strong>to de protección y ocultami<strong>en</strong>to<br />
para consumidores e intermediarios, posibilitando la articulación de redes<br />
m<strong>en</strong>os perceptibles.<br />
Resultados de las investigaciones respecto a la compr<strong>en</strong>sión de la demanda<br />
de ESC<br />
La primera constatación que se hace <strong>en</strong> los <strong>estudio</strong>s compilados <strong>en</strong> los<br />
cuatro países es que la formulación de resultados toca muy secundaria y<br />
superficialm<strong>en</strong>te la configuración de la demanda.<br />
Las fu<strong>en</strong>tes para su compr<strong>en</strong>sión han sido mayoritariam<strong>en</strong>te las víctimas<br />
de ESC, las que, además, suel<strong>en</strong> ser visualizadas desde parámetros<br />
estigmatizadores y g<strong>en</strong>eralizadores refer<strong>en</strong>tes a determinismos estructurales<br />
o a condiciones naturales, como la pobreza o la inmadurez cognitiva,<br />
o falta de racionalidad o compr<strong>en</strong>sión moral. Algunos <strong>estudio</strong>s sosti<strong>en</strong><strong>en</strong>,<br />
sin embargo, que las víctimas son ag<strong>en</strong>tes con proyectos de vida, capaces<br />
de evaluar opciones y tomar decisiones. (Gutiérrez y otros, OIM, Bogotá,<br />
2004).<br />
Es posible que el carácter exploratorio de la mayoría de los <strong>estudio</strong>s,<br />
con miras a desarrollar abordajes g<strong>en</strong>erales y descripciones iniciales de la<br />
ESC, determine un tratami<strong>en</strong>to superficial y tang<strong>en</strong>cial de los elem<strong>en</strong>tos<br />
personales y sociales que condicionan la motivación, los esquemas m<strong>en</strong>tales<br />
o las pautas relacionales de los actores que la demandan.<br />
Las investigaciones revisadas sí desarrollan mayores contribuciones<br />
sobre la situación de las víctimas, y sobre los factores que condicionan o<br />
facilitan su vinculación a la ESC. También se abordan aspectos relaciona-<br />
24<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
dos con los modos <strong>en</strong> que se dinamiza la práctica, particularm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lo<br />
tocante a la configuración de redes de trata nacionales e internacionales<br />
–este último elem<strong>en</strong>to es analizado <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú.<br />
En g<strong>en</strong>eral los resultados de los <strong>estudio</strong>s revisados sugier<strong>en</strong> un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o<br />
complejo, cuya preval<strong>en</strong>cia va <strong>en</strong> aum<strong>en</strong>to, y que debe ser estudiado<br />
con mayor profundidad <strong>en</strong> ord<strong>en</strong> a fortalecer los esfuerzos de protección<br />
a las víctimas, prev<strong>en</strong>ción, sanción, s<strong>en</strong>sibilización sobre el problema<br />
y erradicación.<br />
Características g<strong>en</strong>erales de la explotación<br />
Algunos <strong>estudio</strong>s id<strong>en</strong>tifican variantes o modalidades de explotación,<br />
segm<strong>en</strong>tándola según el esc<strong>en</strong>ario <strong>en</strong> que ocurre. Se refer<strong>en</strong>cia, por una<br />
parte, una actividad de ESC asociada a lugares abiertos, cuyo esc<strong>en</strong>ario de<br />
desarrollo es principalm<strong>en</strong>te la vía pública. En esta práctica, id<strong>en</strong>tificada<br />
como la más ext<strong>en</strong>dida, los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes son contactados<br />
<strong>en</strong> el mismo lugar, por intermediarios o a través de celulares, beepers e<br />
Internet. Por otro lado, se localiza una actividad asociada a locales comerciales<br />
dedicados a la v<strong>en</strong>ta de alcohol y a la prostitución u otras formas<br />
de comercio sexual, como la pornografía. En ella es posible <strong>en</strong>contrar m<strong>en</strong>ores<br />
de edad sexualm<strong>en</strong>te explotados <strong>en</strong> prácticas comerciales que pres<strong>en</strong>tan<br />
distintos niveles de visibilidad <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes países. (Fundación<br />
Esperanza, OIT, Bogotá, 2006; Montecino y otros, Santiago, 1999; Reca y<br />
otros, SENAME/OIT, Santiago, 2004; SENAME, Santiago, 2004; Torres, Santiago,<br />
2000; Britos, OIT, Asunción, 2002).<br />
Distintos <strong>estudio</strong>s (particularm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong> y <strong>Paraguay</strong>, aunque<br />
exist<strong>en</strong> también anteced<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>) constatan la exist<strong>en</strong>cia de consumidores<br />
que monopolizan el acceso sexual a los m<strong>en</strong>ores de edad, llevándolos<br />
a vivir con ellos o instalándolos <strong>en</strong> vivi<strong>en</strong>das destinadas a ese fin. Al<br />
respecto, el informe del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la<br />
v<strong>en</strong>ta de niños, prostitución infantil y la utilización de niños <strong>en</strong> pornografía<br />
<strong>en</strong> <strong>Paraguay</strong> (2005), da cu<strong>en</strong>ta de casos <strong>en</strong> los que hac<strong>en</strong>dados «compran»<br />
niñas que llevan a sus estancias como novias y que luego relegan a<br />
la condición de prostitutas o que son utilizadas para cargar droga <strong>en</strong> el<br />
interior de sus cuerpos. Un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o similar se registra <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>,<br />
donde los capos de los carteles de droga consigu<strong>en</strong> favores sexuales de<br />
niñas y adolesc<strong>en</strong>tes mediante coacción económica o física. También se<br />
registra aquí la utilización de m<strong>en</strong>ores de edad <strong>en</strong> prostitución y para el<br />
tráfico nacional e internacional de estupefaci<strong>en</strong>tes.<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 25
En <strong>Paraguay</strong>, un <strong>estudio</strong> hace refer<strong>en</strong>cia a casos donde mujeres y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
del campo son explotadas sexualm<strong>en</strong>te por parte de sus patrones.<br />
(OIM, Ministerio de RREE del <strong>Paraguay</strong>, 2005).<br />
Otra modalidad de explotación sexual comercial referida por las investigaciones<br />
son redes de consumidores y productores de material pornográfico<br />
<strong>en</strong> Internet, referido a niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes, cuyos miembros<br />
intercambian fotografías y videos. Las condiciones de <strong>en</strong>cubrimi<strong>en</strong>to proporcionadas<br />
por este medio lo han convertido <strong>en</strong> uno de los más ampliam<strong>en</strong>te<br />
utilizados.<br />
Dinámica de explotación<br />
Algunos <strong>estudio</strong>s señalan que es recurr<strong>en</strong>te que la inclusión o <strong>en</strong>rolami<strong>en</strong>to<br />
de los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la ESC sea realizada a instancias<br />
de otra persona víctima de explotación, adquiri<strong>en</strong>do de ella las informaciones<br />
básicas sobre lugares, tarifas, prácticas y actores involucrados.<br />
Es posible p<strong>en</strong>sar que exist<strong>en</strong> inc<strong>en</strong>tivos para esta actividad otorgados<br />
por los propios cli<strong>en</strong>tes o por prox<strong>en</strong>etas. (Fundación Esperanza, OIT, Bogotá,<br />
2006; Reca y otros, OIT, Santiago, 2006).<br />
A pesar de que la información recopilada alude escasam<strong>en</strong>te a la pres<strong>en</strong>cia<br />
de prox<strong>en</strong>etas, <strong>en</strong> todos los países se da cu<strong>en</strong>ta de la exist<strong>en</strong>cia de<br />
redes organizadas de trata de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes con fines de<br />
ESC, que cu<strong>en</strong>tan con mecanismos de protección de prox<strong>en</strong>etas y «cli<strong>en</strong>tes».<br />
Estos sujetos, además de ser protegidos por los propios m<strong>en</strong>ores de<br />
edad víctimas de la explotación y de desarrollar múltiples estrategias de<br />
<strong>en</strong>cubrimi<strong>en</strong>to de la actividad, se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran, <strong>en</strong> algunos casos, <strong>en</strong> posiciones<br />
de poder político y económico. (Fundación Esperanza, OIT, Bogotá,<br />
2006; Reca y otros, SENAME/OIT, Santiago 2004; Relator Especial de las Naciones<br />
Unidas, Asunción, 2005; Britos, OIT, Asunción, 2002).<br />
Los <strong>estudio</strong>s sobre trata de personas con fines de explotación sexual<br />
dan cu<strong>en</strong>ta de redes clandestinas, pero bi<strong>en</strong> estructuradas y organizadas<br />
con ag<strong>en</strong>tes especializados <strong>en</strong> distintos procesos, <strong>en</strong> las que se pres<strong>en</strong>tan<br />
elem<strong>en</strong>tos que complejizan la visión sobre las modalidades de la ESC, verificándose<br />
casos de v<strong>en</strong>ta de niñas <strong>en</strong>tre prostíbulos o por parte de sus<br />
propias familias a personas relacionadas con el comercio sexual. (OIM, Ministerio<br />
de RREE del <strong>Paraguay</strong>, 2005).<br />
Investigaciones <strong>en</strong> los cuatro países id<strong>en</strong>tifican la exist<strong>en</strong>cia de desplazami<strong>en</strong>tos<br />
territoriales de las personas explotadas hacia lugares que disfrutan<br />
de un auge comercial, industrial y/o turístico (Movimi<strong>en</strong>to El Pozo,<br />
26<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
OIM, Lima, 2005) o donde se conc<strong>en</strong>tran cli<strong>en</strong>tes de manera estacional<br />
(Reca y otros, OIT-IPEC. Santiago, 2006). Un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o reconocido de<br />
dinamización de la actividad <strong>en</strong> Cartago, <strong>Colombia</strong>, es el transporte de<br />
mujeres desde esa localidad a otras cercanas, actividad conocida como<br />
«pasar mercado», que se organiza según fechas de pago de salarios, festividades<br />
de cada municipio y arribo de turistas, <strong>en</strong>tre otros criterios. (Fundación<br />
Esperanza, OIT-IPEC. Bogotá, 2006).<br />
Es posible concluir que concurr<strong>en</strong> múltiples mecanismos de cooptación<br />
de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes que condicionan su inclusión <strong>en</strong> la<br />
ESC: adicción a drogas; interés material –suntuario o de superviv<strong>en</strong>cia–;<br />
viol<strong>en</strong>cia familiar; integración temprana <strong>en</strong> círculos de viol<strong>en</strong>cia social;<br />
alejami<strong>en</strong>to de su lugar de orig<strong>en</strong>, aislándose de familiares y cercanos y<br />
propiciando un ambi<strong>en</strong>te am<strong>en</strong>azante; y el desarrollo de estrategias de<br />
intimidación por parte de las redes de explotación. (Mallqui y Meléndez,<br />
Lima, 2005). Los mecanismos de poder que pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> juego los consumidores<br />
que lucran con la actividad sexual comercial sobre los niños, niñas y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes explotados son complejos y <strong>en</strong> ellos se combinan comp<strong>en</strong>saciones<br />
económicas, protección <strong>en</strong> un ambi<strong>en</strong>te hostil, am<strong>en</strong>azas y uso<br />
de viol<strong>en</strong>cia, así como aprovechami<strong>en</strong>to de refer<strong>en</strong>tes culturales, como la<br />
asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de adultos sobre m<strong>en</strong>ores de edad o de hombres sobre mujeres,<br />
y de la vulnerabilidad de las víctimas producto de sus condiciones<br />
de vida. (Britos, OIT-IPEC. Asunción, 2002).<br />
La demanda<br />
Respecto a la configuración de la demanda, los escasos <strong>estudio</strong>s que la<br />
abordaron int<strong>en</strong>taron confeccionar un perfil del cli<strong>en</strong>te, que diera cu<strong>en</strong>ta<br />
de características psicológicas o demográficas distintivas. Sin embargo,<br />
una lectura global muestra una gran hetererog<strong>en</strong>eidad <strong>en</strong>tre las personas<br />
que pagan por t<strong>en</strong>er relaciones sexuales con niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes,<br />
<strong>en</strong> la que se registra un amplio rango de edades, niveles socioeconómicos,<br />
niveles educacionales y ocupaciones. En g<strong>en</strong>eral se aprecia una<br />
sectorización de los tipos de cli<strong>en</strong>tes según esc<strong>en</strong>arios específicos donde<br />
se desarrolla la actividad, de acuerdo al poder adquisitivo y nivel<br />
socioeconómico de éstos. La pres<strong>en</strong>cia de mujeres es id<strong>en</strong>tificada como<br />
muy minoritaria, pero algunos <strong>estudio</strong>s concluy<strong>en</strong> que ésta podría ir <strong>en</strong><br />
aum<strong>en</strong>to. (Montecino y otros, Santiago, 1999).<br />
Como se señaló más arriba, el tipo de relación establecida <strong>en</strong>tre consumidores<br />
de ESC y personas m<strong>en</strong>ores de edad es variable, id<strong>en</strong>tificándose<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 27
como factor importante <strong>en</strong> el condicionami<strong>en</strong>to de ésta a los distintos asc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes<br />
de poder de consumidor sobre explotado, tales como el poder<br />
adquisitivo, el género, la edad y la capacidad de uso de la fuerza.<br />
Los <strong>estudio</strong>s coincid<strong>en</strong> <strong>en</strong> que, <strong>en</strong> los casos <strong>en</strong> los que la relación <strong>en</strong>tre<br />
consumidor y víctima se limita al contacto sexual comercial esporádico,<br />
la actividad a realizar suele fijarse por adelantado, lo mismo que el monto<br />
a cancelar. También se ha id<strong>en</strong>tificado como común la r<strong>en</strong>egociación de<br />
lo pactado durante la realización de la actividad sexual y la violación de<br />
esos límites por parte de los consumidores. Los montos pagados pres<strong>en</strong>tan<br />
variaciones importantes particularm<strong>en</strong>te asociadas a las condiciones<br />
socioeconómicas de los consumidores. Se registran también de manera<br />
habitual pagos <strong>en</strong> bi<strong>en</strong>es de consumo o <strong>en</strong> drogas.<br />
En Perú, país <strong>en</strong> el que se registra mayor at<strong>en</strong>ción sobre las condicionantes<br />
de la demanda, las investigaciones señalan que el consumidor no<br />
es socialm<strong>en</strong>te id<strong>en</strong>tificado como figura c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> la demanda,<br />
adjudicándosele habitualm<strong>en</strong>te una condición patológica que le resta<br />
responsabilidad. (Villavic<strong>en</strong>cio, Lima, 2004). Esta tesis es confirmada por<br />
hallazgos hechos <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>, donde los propios consumidores de ESC tampoco<br />
se percib<strong>en</strong> a sí mismos como fu<strong>en</strong>tes de daño o vulneración de derechos<br />
para los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes sexualm<strong>en</strong>te explotados. (Reca y<br />
otros, SENAME/OIT, Santiago, 2004)<br />
La mayoría de las investigaciones que tratan la demanda <strong>en</strong> los otros<br />
tres países id<strong>en</strong>tifican rasgos de los consumidores o cli<strong>en</strong>tes basados <strong>en</strong> los<br />
relatos de las víctimas.<br />
Los <strong>estudio</strong>s dan cu<strong>en</strong>ta de una categorización binaria de los consumidores<br />
de ESC por parte de las víctimas, refiriéndose dos figuras relevantes:<br />
«cli<strong>en</strong>tes bu<strong>en</strong>os», que no las viol<strong>en</strong>tan, que cumpl<strong>en</strong> con lo pactado,<br />
que no incurr<strong>en</strong> <strong>en</strong> prácticas sexuales fuera de lo habitual, que las<br />
dejan <strong>en</strong> el mismo lugar donde las recogieron; y «cli<strong>en</strong>tes malos», que<br />
las agred<strong>en</strong> para no pagarles o como parte de las actividades mediante<br />
las que obti<strong>en</strong><strong>en</strong> goce sexual, los que son considerados am<strong>en</strong>azas para<br />
la integridad física y fu<strong>en</strong>tes de humillación y viol<strong>en</strong>cia. (SENAME/OIT,<br />
Santiago, 2004; Acosta y Acosta, Asunción, 1997; OIM, Ministerio de RREE<br />
del <strong>Paraguay</strong>, 2005). Algunos de los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes víctimas<br />
de ESC asocian estas id<strong>en</strong>tificaciones con el nivel de habitualidad del<br />
consumidor, distingui<strong>en</strong>do <strong>en</strong>tre «cli<strong>en</strong>tes fijos», más confiables <strong>en</strong><br />
cuanto al trato, y «cli<strong>en</strong>tes ocasionales», con los que se corr<strong>en</strong> mayores<br />
riesgos de <strong>en</strong>gaños, golpizas y abandonos <strong>en</strong> lugares lejanos. (Reca y<br />
otros, SENAME/OIT, Santiago, 2004). Algunos consumidores llegan a<br />
28<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
constituirse <strong>en</strong> fu<strong>en</strong>tes de apoyo emocional, económico u operativo<br />
para las víctimas <strong>en</strong> la salida de las redes callejeras o de prostíbulos o<br />
<strong>en</strong> el regreso a la localidad o país de orig<strong>en</strong> (OIM, Ministerio de RREE del<br />
<strong>Paraguay</strong>, 2005).<br />
Es recurr<strong>en</strong>te la refer<strong>en</strong>cia a hombres casados –tanto <strong>en</strong> la ESC de mujeres<br />
como de varones–, cuyos móviles para incursionar <strong>en</strong> la explotación<br />
son repres<strong>en</strong>tados por muchas víctimas como la búsqueda de nuevas<br />
prácticas sexuales o de nexos emocionales que comp<strong>en</strong>s<strong>en</strong> car<strong>en</strong>cias <strong>en</strong><br />
la relación con sus esposas. Los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>trevistados<br />
también dan cu<strong>en</strong>ta de hombres solos <strong>en</strong> busca de compañía. (Aponte y<br />
García, Cámara de Comercio, Bogotá, 2002; Padín y Cortés, Santiago, 1999).<br />
Se registran alusiones de las víctimas al gusto de los consumidores por<br />
sus cuerpos y actitudes juv<strong>en</strong>iles y «sexys» y a que el sost<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de relaciones<br />
sexuales con personas m<strong>en</strong>ores de edad «los hac<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tir machos»<br />
o «les levantan el ego». (Reca y otros, SENAME/OIT, Santiago, 2004.<br />
Robayo (Bogotá, 2001) id<strong>en</strong>tifica criterios de elegibilidad de las víctimas<br />
<strong>en</strong> el gusto de sus consumidores: salubridad, grado de reserva, experi<strong>en</strong>cia<br />
y belleza, <strong>en</strong> tanto se paga más por cada uno de estos aspectos.<br />
Las prácticas id<strong>en</strong>tificadas por parte de las víctimas de ESC como preferidas<br />
por sus «cli<strong>en</strong>tes» son la p<strong>en</strong>etración anal o vaginal y el sexo oral.<br />
Los <strong>estudio</strong>s registran recurr<strong>en</strong>tes refer<strong>en</strong>cias a cli<strong>en</strong>tes que buscan ocupar<br />
un papel pasivo y/o de sumisión <strong>en</strong> la actividad sexual pagada; algunos<br />
incluy<strong>en</strong> prácticas masoquistas. (Aponte y García, Cámara de Comercio,<br />
Bogotá, 2002; Donoso y Matus, Santiago, 1999).<br />
Factores de preval<strong>en</strong>cia de la demanda<br />
Los pocos <strong>estudio</strong>s que abordan directam<strong>en</strong>te la configuración de la demanda<br />
<strong>en</strong> los cuatro países id<strong>en</strong>tifican dos órd<strong>en</strong>es de factores<br />
facilitadores o impulsores de la búsqueda de comercio sexual con personas<br />
m<strong>en</strong>ores de edad. Uno individual, muy minoritariam<strong>en</strong>te indicado,<br />
y referido fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te a características psicológicas de los sujetos<br />
consumidores de ESC, y otro social, mayoritariam<strong>en</strong>te considerado, referido<br />
a las responsabilidades socio estructurales y culturales <strong>en</strong> la<br />
posibilitación, legitimación e inc<strong>en</strong>tivo del deseo sexual de personas<br />
adultas por niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes y de su satisfacción a través de<br />
la ESC.<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 29
a) Factores individuales<br />
Sólo dos investigaciones aportan información sobre los consumidores de<br />
ESC desde una perspectiva médica y psiquiátrica, Frez de Negri (Santiago,<br />
1992), que id<strong>en</strong>tifica rasgos y construcciones psicológicas a partir de las<br />
opiniones de expertos, y Roa, Rehnfeldt, BECA (Asunción, 2001), cuya caracterización<br />
no responde a la clasificación de consumidor, sino a la de<br />
abusador sexual de m<strong>en</strong>ores de edad, figura cuyas coincid<strong>en</strong>cias y difer<strong>en</strong>cias<br />
con el consumidor comercial de sexo con niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
exige sondear.<br />
El primer <strong>estudio</strong> indica que los consumidores de ESC pres<strong>en</strong>tarían dificultades<br />
para relacionarse sexualm<strong>en</strong>te con mujeres adultas debido a timidez,<br />
poca capacidad sexual o baja autoestima. Estos individuos clasificarían<br />
a las mujeres según el estereotipo dicotómico madre-prostituta,<br />
vi<strong>en</strong>do a las segundas como útiles para satisfacer deseos sexuales, pero<br />
como personas indignas. Habría otros «cli<strong>en</strong>tes» que buscarían «adiestrar»<br />
a la niña <strong>en</strong> la conducta sexual, <strong>en</strong> tanto otros percibirían su propia<br />
sexualidad como un rasgo de personalidad indigno.<br />
Roa y Rehnfeldt (2001), al referirse al abuso sexual infantil intrafamiliar,<br />
señalan que no existe un cons<strong>en</strong>so g<strong>en</strong>eralizado sobre el perfil del abusador<br />
de niños o niñas, registrándose investigaciones que los defin<strong>en</strong> como<br />
pasivos, ineficaces, inadecuados, introvertidos, mi<strong>en</strong>tras otras los describ<strong>en</strong><br />
como dominantes, autoritarios y controladores. Además, los niños y<br />
niñas son concebidos como objetos que sirv<strong>en</strong> para satisfacer necesidades<br />
de la persona mayor, como comp<strong>en</strong>sar frustraciones y car<strong>en</strong>cias. Las<br />
autoras también indican que la historia personal del abusador podría estar<br />
condicionada por experi<strong>en</strong>cias traumáticas como abusos sexuales y<br />
relaciones familiares rígidas, también pued<strong>en</strong> pres<strong>en</strong>tar problemas <strong>en</strong> las<br />
relaciones de pareja y abuso del alcohol y drogas.<br />
Sin embargo, los <strong>estudio</strong>s llevados a cabo <strong>en</strong> Perú, los únicos directam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong>focados <strong>en</strong> la compr<strong>en</strong>sión de la demanda, demuestran que el<br />
comportami<strong>en</strong>to del consumidor <strong>en</strong> la ESC no es necesariam<strong>en</strong>te patológico,<br />
y que <strong>en</strong> su constitución se conjugan causas de ord<strong>en</strong> social, cultural y<br />
afectivo.<br />
b) Factores sociales<br />
Por otra parte, <strong>en</strong> los cuatro países, aunque <strong>en</strong> distintas medidas y manifestaciones,<br />
se registran resultados que dan cu<strong>en</strong>ta de que la actividad<br />
30<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
de los consumidores de ESC se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra favorecida por una sociedad<br />
que, lejos de juzgarlos, <strong>en</strong> muchos contextos legitima y <strong>en</strong>salza la explotación<br />
sexual comercial de personas m<strong>en</strong>ores de edad como un símbolo<br />
de virilidad.<br />
Los resultados referidos a articulaciones de s<strong>en</strong>tido y lógicas culturales<br />
que facilitan o inc<strong>en</strong>tivan la demanda <strong>en</strong> el comercio sexual con niños, niñas<br />
y adolesc<strong>en</strong>tes son más frecu<strong>en</strong>tes, id<strong>en</strong>tificándose como factores<br />
fundam<strong>en</strong>tales a los condicionami<strong>en</strong>tos económicos, a las relaciones de<br />
poder fundadas <strong>en</strong> repres<strong>en</strong>taciones jerárquicas respecto a géneros y<br />
edades, y de la ESC como una posibilidad legítima de consumo <strong>en</strong> un<br />
mercado erótico-afectivo <strong>en</strong> el que los cuerpos de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
aparec<strong>en</strong> como mercancías transables. Algunos <strong>estudio</strong>s m<strong>en</strong>cionan<br />
que la propia búsqueda de dominio sobre el otro no sería sólo un<br />
medio, sino una fu<strong>en</strong>te de satisfacción que <strong>en</strong> sí misma resulta motivante<br />
para practicar sexo pagado con personas m<strong>en</strong>ores de edad. (Donoso,<br />
Matus, Santiago, 1999; Reca y otros, SENAME/OIT, Santiago, 2004; SENAME,<br />
Santiago, 2004).<br />
No obstante <strong>en</strong>contrarse referida por algunos <strong>estudio</strong>s <strong>en</strong>tre sus marcos<br />
teóricos, <strong>en</strong> las investigaciones compiladas se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran pocas citas<br />
a la perspectiva de género <strong>en</strong> sus desarrollos analíticos e informes de resultados.<br />
Al respecto se confirma la vig<strong>en</strong>cia de la cultura patriarcal, que<br />
favorece relaciones asimétricas, asigna un rol pasivo a la mujer <strong>en</strong> la<br />
sexualidad e id<strong>en</strong>tifica a la masculinidad con características asociadas a la<br />
conquista y la depredación, las que son extrapoladas al terr<strong>en</strong>o sexual,<br />
propiciando la repres<strong>en</strong>tación de la inclusión <strong>en</strong> la ESC por parte del consumidor<br />
como un rasgo de virilidad. (Padín y Cortés, Santiago, 1999;<br />
Montecino y otros, Santiago, 1999; Donoso y Matus, Santiago, 1999; Reca y<br />
otros, SENAME/OIT, Santiago, 2004; Calderón y Pérez, Santiago, 2005;<br />
Villavic<strong>en</strong>cio, Lima, 2004). En este mismo s<strong>en</strong>tido, un <strong>estudio</strong> id<strong>en</strong>tifica<br />
como factor condicionante de incursión <strong>en</strong> la ESC a la incapacidad de algunos<br />
hombres de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar las exig<strong>en</strong>cias derivadas de los cambios<br />
socioculturales <strong>en</strong> los roles de género (Torres, Santiago, 1999).<br />
Los resultados sugier<strong>en</strong> profundizar <strong>en</strong> las construcciones de s<strong>en</strong>tido y<br />
repres<strong>en</strong>taciones culturales sobre las id<strong>en</strong>tidades de hombres y mujeres<br />
propiciadas por las instituciones sociales <strong>en</strong> su rol socializador –es recurr<strong>en</strong>te<br />
la m<strong>en</strong>ción a la cultura católica como fu<strong>en</strong>te de producción de dominación<br />
masculina.<br />
Otro elem<strong>en</strong>to cultural que los resultados de los <strong>estudio</strong>s coincid<strong>en</strong> <strong>en</strong><br />
confirmar como facilitador de la ESC es la expansión y ext<strong>en</strong>sión de la ló-<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 31
gica de mercado sobre el uso del cuerpo y las prácticas sexuales, que propicia<br />
un modo de relación <strong>en</strong> el que las personas son tratadas como mercancías,<br />
por parte de los consumidores, y <strong>en</strong> el que los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
<strong>en</strong>tran y se manti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> la situación de ESC tras la búsqueda<br />
de acceso a bi<strong>en</strong>es de consumo. Este elem<strong>en</strong>to también comporta una<br />
posición de poder del consumidor bajo la figura del «cli<strong>en</strong>te» que exige la<br />
completa satisfacción de un servicio o mercancía por los que paga. Asociado<br />
a esto se consigna la exist<strong>en</strong>cia de un f<strong>en</strong>otipo de juv<strong>en</strong>tud instalado<br />
como canon de belleza preestablecido por la sociedad de consumo<br />
(Fundación esperanza, OIT, Bogotá, 2006; Torres, Santiago, 2000; Reca y<br />
otros, SENAME/OIT, Santiago, 2004; Calderón y Pérez, Santiago, 2005; Mor<strong>en</strong>o<br />
y BECA, Asunción, 2001).<br />
D<strong>en</strong>tro de las motivaciones consignadas por los propios consumidores<br />
para incursionar <strong>en</strong> la ESC destacan la viv<strong>en</strong>cia de su deseo sexual por<br />
personas m<strong>en</strong>ores de edad como una pulsión natural y «urg<strong>en</strong>te» y la<br />
búsqueda de experi<strong>en</strong>cias nuevas y distintas a las de su vida cotidiana.<br />
Los <strong>estudio</strong>s también refier<strong>en</strong> frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te a discursos justificadores<br />
desarrollados por los consumidores de ESC, mediante los que adjudican<br />
a la condición de pobreza de las víctimas la responsabilidad por la<br />
exist<strong>en</strong>cia de la ESC, restándosela a sí mismos. Este argum<strong>en</strong>to también<br />
posibilita la visión de la ESC como una actividad cotidiana e irremediable.<br />
(Fundación Esperanza, OIT-IPEC. Bogotá, 2006; Reca y otros, SENAME/OIT.<br />
Santiago, 2004).<br />
En conclusión<br />
Aunque iluminan diversas dim<strong>en</strong>siones de la dinámica y modos de operación<br />
de la ESC, el carácter exploratorio de la mayoría de los <strong>estudio</strong>s revisados<br />
<strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú, c<strong>en</strong>trados <strong>en</strong> la descripción<br />
g<strong>en</strong>eral del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o, hace que el análisis de la configuración de la demanda<br />
sea reducido y ocupe un lugar secundario <strong>en</strong> trabajos <strong>en</strong>focados<br />
principalm<strong>en</strong>te a las víctimas. Sólo <strong>en</strong> Perú se registran dos investigaciones<br />
reci<strong>en</strong>tes que int<strong>en</strong>tan un abordaje directo del problema y de su actor<br />
principal, el consumidor de ESC.<br />
Los resultados dan muestras de un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o complejo, de múltiples<br />
variaciones y <strong>en</strong> cuya preval<strong>en</strong>cia concurr<strong>en</strong> diversos factores, <strong>en</strong>tre los<br />
que los esquemas de significación socialm<strong>en</strong>te compartidos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una<br />
importancia primordial.<br />
Es posible sost<strong>en</strong>er una distinción <strong>en</strong>tre personas (intermediarios o<br />
32<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
facilitadores) que lucran con la actividad sexual comercial de los m<strong>en</strong>ores<br />
de edad y consumidores que la demandan. En ambas condiciones es posible<br />
<strong>en</strong>contrar una amplia variedad de sujetos y de modos de ejercicio, así<br />
como dispositivos de refer<strong>en</strong>tes culturales respecto a las relaciones sexuales<br />
y de poder <strong>en</strong>tre géneros y <strong>en</strong>tre personas de distintas edades que<br />
promuev<strong>en</strong> y legitiman las prácticas de explotación.<br />
Varias de las investigaciones consignan la necesidad de ahondar <strong>en</strong> la<br />
exploración de la demanda, para cuya interv<strong>en</strong>ción se hace necesario<br />
analizar sus sistemas de significación, así como las categorías y conceptos<br />
asociados a la ESC y los procesos de comunicación <strong>en</strong>tre sus actores.<br />
(Robayo, Bogotá, 2001; Mor<strong>en</strong>o y BECA, Asunción, 2001; OIM, Ministerio de<br />
RREE del <strong>Paraguay</strong>, 2005).<br />
Anteced<strong>en</strong>tes: La producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú 33
34<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
2. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN Y DELIMITACIONES<br />
DE ESTE ESTUDIO<br />
El pres<strong>en</strong>te <strong>estudio</strong> hace énfasis <strong>en</strong> los elem<strong>en</strong>tos socialm<strong>en</strong>te estructurales<br />
que promuev<strong>en</strong> y toleran la demanda <strong>en</strong> la explotación sexual comercial<br />
de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes (ESC). La necesidad de esta mirada se<br />
deslinda de los aportes, recom<strong>en</strong>daciones y limitaciones pres<strong>en</strong>tados por<br />
los <strong>estudio</strong>s sobre el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o desarrollados <strong>en</strong> los cuatro países, y <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
anteced<strong>en</strong>tes directos <strong>en</strong> el <strong>estudio</strong> «Explotación sexual comercial<br />
y masculinidad» elaborado <strong>en</strong> el 2004 por <strong>en</strong>cargo del IPEC <strong>en</strong><br />
C<strong>en</strong>troamérica y para el cual la ESC, más que un problema psicopatológico,<br />
es un asunto de poder.<br />
Esto implica dejar de verla como un problema v<strong>en</strong>ido «de afuera» de<br />
la sociedad –como producto de extranjeros corruptos o individuos desviados–,<br />
y asumir la responsabilidad que el tipo de relaciones de poder, el<br />
ord<strong>en</strong> económico y los modelos culturales, morales, legales, religiosos y<br />
sexuales hegemónicos, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> la g<strong>en</strong>eración de la demanda de sexo<br />
comercial con personas m<strong>en</strong>ores de edad. Los individuos que trasgred<strong>en</strong><br />
las normas jurídicas o morales dominantes no están «por fuera» de la sociedad:<br />
son parte constitutiva de ella, e interesa compr<strong>en</strong>der los procesos<br />
sociales que construy<strong>en</strong> a dichos individuos.<br />
No exist<strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cias de mayor preval<strong>en</strong>cia de desórd<strong>en</strong>es de carácter<br />
sexual <strong>en</strong>tre los consumidores <strong>en</strong> ESC que <strong>en</strong>tre la población no-consumidora<br />
(Minichiello, 1999). De esta manera, el pres<strong>en</strong>te <strong>estudio</strong> pret<strong>en</strong>de<br />
evitar explicaciones psicologistas 8 y <strong>en</strong>focarse <strong>en</strong> los elem<strong>en</strong>tos<br />
socioculturales, económicos y políticos que promuev<strong>en</strong>, legitiman y «naturalizan»<br />
prácticas de dominación como la ESC. Esto implica analizar<br />
aquellos discursos y prácticas que aparec<strong>en</strong> como neutrales, normales o<br />
8<br />
El psicologismo ‘es la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia para ubicar la fu<strong>en</strong>te de los problemas sociales <strong>en</strong> la<br />
psicología particular de qui<strong>en</strong>es los experim<strong>en</strong>tan (...) podemos <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derlo como la<br />
t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a interpretar los problemas sociales como resultado de la dinámica psicológica<br />
individual o interpersonal (...) Los problemas sociales son <strong>en</strong>tonces compr<strong>en</strong>didos<br />
como una derivación de determinadas «patologías personales». (Claramunt, citado <strong>en</strong><br />
OIT, 2004, p. 52).<br />
Problema de investigación y delimitaciones de este <strong>estudio</strong> 35
naturales, y que son producto y sust<strong>en</strong>to histórico de relaciones sociales<br />
de dominación.<br />
Podría parecer que esta mirada borra a los individuos e impide que<br />
sean señalados como responsables de actos delictivos. Sin embargo, <strong>en</strong><br />
tanto se trata de un modo de compr<strong>en</strong>der cómo se construye colectivam<strong>en</strong>te<br />
la realidad social, aporta a la prev<strong>en</strong>ción más que a la represión. En<br />
este s<strong>en</strong>tido, es necesario que se difer<strong>en</strong>cie la investigación social, con fines<br />
de construcción de conocimi<strong>en</strong>tos ci<strong>en</strong>tíficos, de la investigación típicam<strong>en</strong>te<br />
policial o criminológica for<strong>en</strong>se, <strong>en</strong> tanto ambas están sust<strong>en</strong>tadas<br />
<strong>en</strong> propósitos difer<strong>en</strong>tes que no sólo podrían implicar matices éticos<br />
sino que también, procedimi<strong>en</strong>tos metodológicos difer<strong>en</strong>tes. (OIT, 2004).<br />
En el caso de la ESC la investigación de corte policial o criminológico<br />
busca detectar, capturar y procesar a los sujetos involucrados, y <strong>en</strong> esa<br />
medida necesita establecer id<strong>en</strong>tidades claras. Por su parte la investigación<br />
social pret<strong>en</strong>de, <strong>en</strong>tre otros, g<strong>en</strong>erar conocimi<strong>en</strong>to sobre los procesos<br />
sociales que produc<strong>en</strong> la ESC, y estrategias que la prev<strong>en</strong>gan y aport<strong>en</strong><br />
a la construcción de una sexualidad que respete los derechos humanos<br />
(DDHH) <strong>en</strong> una conviv<strong>en</strong>cia sana y solidaria.<br />
La explotación se caracteriza por la obt<strong>en</strong>ción de un b<strong>en</strong>eficio o satisfacción<br />
material o sexual aprovechando injustam<strong>en</strong>te algún desequilibrio<br />
social o de poder. En este s<strong>en</strong>tido no debe confundirse con un acto ilegal<br />
o viol<strong>en</strong>to necesariam<strong>en</strong>te. Así, no toda explotación es ilegal o viol<strong>en</strong>ta y<br />
no todo acto viol<strong>en</strong>to o ilegal (aunque incluya un b<strong>en</strong>eficio económico)<br />
es explotación. (O’Connell, 2004).<br />
El contexto real de la ESC es el de asimetrías estructurales, donde unos<br />
grupos humanos dominan a otros, y que el consumidor aprovecha <strong>en</strong> su<br />
b<strong>en</strong>eficio. Allí las fronteras de conceptos como la explotación, lo comercial,<br />
lo no comercial, la infancia, la madurez, el cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to, y la sexualidad<br />
«normal» o «anormal», son complejas, difusas, variadas y paradójicas.<br />
En ese s<strong>en</strong>tido O’Connell (2004) plantea que la ESC debe ser compr<strong>en</strong>dida<br />
<strong>en</strong> el contexto g<strong>en</strong>eral de la explotación sexual de adultos y de m<strong>en</strong>ores<br />
de edad <strong>en</strong> ámbitos comerciales y no comerciales, ya que <strong>en</strong> el<br />
mundo real sus relaciones son muy estrechas y sus límites no son tan claros<br />
como muchos analistas quisieran. Por su parte, Kamala Kempadoo<br />
afirma que el comercio sexual constituye una fu<strong>en</strong>te primordial de riqueza<br />
para muchas economías locales y negocios transnacionales, y que cualquier<br />
int<strong>en</strong>to por compr<strong>en</strong>der alguno de sus compon<strong>en</strong>tes (como la ESC)<br />
debe <strong>en</strong>marcarse <strong>en</strong> el contexto de las relaciones de poder. (Kempadoo,<br />
1998).<br />
36<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Los discursos que c<strong>en</strong>tran la responsabilidad de la ESC <strong>en</strong> la demanda<br />
de unos pocos individuos señalados como desviados de las normas sociales,<br />
contribuy<strong>en</strong> a alejar la at<strong>en</strong>ción de los problemas estructurales que<br />
promuev<strong>en</strong> tanto la oferta como la demanda de ESC. La caracterización<br />
que hac<strong>en</strong> los discursos dominantes sobre los consumidores como seres<br />
extraordinarios, defectuosos psicológica o moralm<strong>en</strong>te, contribuy<strong>en</strong> a<br />
ocultar que sus posiciones se fundan <strong>en</strong> modelos económicos, sexuales,<br />
morales y religiosos tradicionales, que inc<strong>en</strong>tivan la demanda <strong>en</strong> la ESC.<br />
Oscurec<strong>en</strong> también el hecho de que la gran parte de los consumidores <strong>en</strong><br />
la ESC son personas socialm<strong>en</strong>te vistas como «normales», respetables padres<br />
de familia, ejecutivos, militares, policías, etc., y desvía la mirada hacia<br />
la búsqueda de seres monstruosos y extraordinarios. (Kempadoo, 1998,<br />
1999; Pinto, 2003; O’Connell, 2004; O’Connell y Sánchez Taylor, ECPAT,<br />
1996).<br />
De otra parte, la transacción monetaria legitima las relaciones de explotación.<br />
Kempadoo y Doezema, <strong>en</strong>tre otros, manifiestan la necesidad de<br />
ver la ESC <strong>en</strong> el marco de la explotación g<strong>en</strong>eral, que permite decir a los<br />
usuarios que cuando pagan por sexo sólo están «comprando un servicio».<br />
En la sociedad de mercado la sexualidad es otro bi<strong>en</strong> de consumo que<br />
se puede adquirir. El <strong>estudio</strong> sobre masculinidad arriba citado usa el concepto<br />
marxista de «fetichismo de la mercancía», que explica cómo <strong>en</strong> la<br />
sociedad contemporánea las mercancías han sido despojadas de todo<br />
acto humano, ocultando las relaciones sociales que les dieron razón de<br />
ser, convirtiéndose <strong>en</strong> simple valor de cambio. En la sociedad mercantil el<br />
cuerpo adquiere ese estatus de mercancía y se crea una industria del<br />
cuerpo, <strong>en</strong> la que ha sido convertido <strong>en</strong> fetiche, <strong>en</strong> objeto de consumo, e<br />
incluso <strong>en</strong> trofeos.<br />
Entre los valores y estructuras morales que contribuy<strong>en</strong> a promover el<br />
consumo pagado de sexo <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral y la ESC <strong>en</strong> particular, se cu<strong>en</strong>tan no<br />
sólo los valores mercantiles y consumistas, sino también los valores tradicionales<br />
de las sociedades patriarcales. No se podría hablar de una «pérdida<br />
de valores» <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de que los valores mercantiles estén minando<br />
los valores tradicionales, puesto que ambos contribuy<strong>en</strong> a su manera a<br />
la demanda de ESC.<br />
Los valores patriarcales tradicionales, las jerarquías y las desigualdades<br />
estructurales que ellos promuev<strong>en</strong> y legitiman, son fundam<strong>en</strong>tales<br />
<strong>en</strong> la incitación al consumo <strong>en</strong> la ESC. El dominio de lo masculino sobre<br />
lo fem<strong>en</strong>ino, la homofobia, la idea de que tanto las mujeres como los niños<br />
son propiedad del hombre, la idea de que los hombres «por natura-<br />
Problema de investigación y delimitaciones de este <strong>estudio</strong> 37
leza» ti<strong>en</strong><strong>en</strong> deseos sexuales irrefr<strong>en</strong>ables, que el papel de la mujer<br />
debe ser pasivo y servicial, la estigmatización de grupos marginales ubicados<br />
simbólicam<strong>en</strong>te por fuera de la sociedad planteada como dec<strong>en</strong>te,<br />
o las formas de discriminación que consideran que determinados<br />
grupos humanos son «por naturaleza» más valiosos que otros, conforman<br />
un marco cultural sobre el que se construy<strong>en</strong> los modelos de dominación,<br />
masculinidad y feminidad que promuev<strong>en</strong> y toleran la demanda<br />
de ESC.<br />
Las religiones tradicionales, fundadas sobre el modelo patriarcal, refuerzan<br />
estos valores e impid<strong>en</strong> muchas veces una educación que democratice<br />
los modelos de sexualidad y género vig<strong>en</strong>tes, y contribuya a prev<strong>en</strong>ir<br />
efectivam<strong>en</strong>te la ESC. Por ejemplo, la promoción de la dicotomía<br />
madona/prostituta, <strong>en</strong> la que las mujeres son madres y esposas, con la virg<strong>en</strong><br />
María como modelo, o prostitutas que disfrutan de los placeres del<br />
sexo. Dicho modelo influye de múltiples modos <strong>en</strong> la decisión de acceder<br />
a prostitutas (O’Connell, 2004), así como <strong>en</strong> la estigmatización de mujeres<br />
y niñas que han perdido su virginidad o han t<strong>en</strong>ido relaciones sexuales<br />
por fuera del matrimonio, que pierd<strong>en</strong> los derechos y el estatus de las<br />
mujeres dec<strong>en</strong>tes (Kempadoo, 2001) y fácilm<strong>en</strong>te son vistas como objetos<br />
sexuales que sirv<strong>en</strong> para satisfacer los deseos naturalm<strong>en</strong>te irrefr<strong>en</strong>ables<br />
de los hombres y proteger a las mujeres dec<strong>en</strong>tes.<br />
En las culturas patriarcales la id<strong>en</strong>tidad masculina valorada se construye<br />
por oposición a lo fem<strong>en</strong>ino devaluado, y el miedo a dejar de ser hombre<br />
está siempre pres<strong>en</strong>te y alim<strong>en</strong>ta la demanda de prostitución. Por eso<br />
esta demanda es más común <strong>en</strong> donde los hombres si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> que su masculinidad<br />
está <strong>en</strong> riesgo (como el trabajo <strong>en</strong> condiciones de explotación o<br />
sobre las que se ti<strong>en</strong>e poco control) y/o <strong>en</strong> situaciones donde la sobre valoración<br />
de lo masculino se exacerba, como <strong>en</strong> situaciones de conflicto armado.<br />
(Anderson y O’Connell, 2002).<br />
La prostitución también ocurre <strong>en</strong> donde se promueve formalm<strong>en</strong>te la<br />
igualdad de géneros. En esos contextos es concebida como una simple<br />
compra de servicios personales, lo que siempre es una forma de desplegar<br />
y afirmar una id<strong>en</strong>tidad y superioridad de clase, etnia o género. El solo<br />
equilibrio de géneros no acabaría la prostitución puesto que no lo hace<br />
con las otras desigualdades que la promuev<strong>en</strong>. Las mujeres del primer<br />
mundo que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> «romances pasajeros» con jóv<strong>en</strong>es <strong>en</strong> sus vacaciones<br />
<strong>en</strong> el Caribe, v<strong>en</strong> que los ayudan con regalos <strong>en</strong> especie y dinero: de una<br />
parte subviert<strong>en</strong> el tradicional rol de hombre/mujer, pero, de otra parte,<br />
reproduc<strong>en</strong> las relaciones de explotación y «ayuda» <strong>en</strong>tre el primer y el<br />
38<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
tercer mundo (Kempadoo: 2001, 1999; O’Connell y Sánchez Taylor, ECPAT,<br />
1996, O’Connell, ECPAT, 1995ª).<br />
Cierta idealización romántica de lo natural parece pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> muchos<br />
sujetos involucrados <strong>en</strong> el comercio sexual <strong>en</strong> el turismo. Esa idealización<br />
erotizada de la naturaleza y lo virginal, de lo intocado por el hombre o la<br />
civilización, se manifiesta también ante el cuerpo jov<strong>en</strong>. Esto está pres<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> la valoración de la virginidad por parte de los consumidores (OIT,<br />
2004; O’Connell, 2004), <strong>en</strong> la de la naturalidad de la sexualidad tercer<br />
mundista que v<strong>en</strong> los y las turistas sexuales, y <strong>en</strong> la valoración de la virilidad<br />
de las clases bajas que hac<strong>en</strong> los cli<strong>en</strong>tes de los miches estudiados<br />
por Perlongher <strong>en</strong> São Paulo, Brasil (1999). Se concibe que la sexualidad<br />
de las clases bajas sea más animal, más cercana a lo natural, y que por<br />
<strong>en</strong>de los hombres sean más viriles.<br />
A difer<strong>en</strong>cia de lo que se busca de los travestís o los miches-gay, los<br />
cli<strong>en</strong>tes persigu<strong>en</strong> <strong>en</strong> el miche el performance o desempeño del macho<br />
(aunque muchas veces lo contrat<strong>en</strong> para que asuma el rol «pasivo»: ser<br />
p<strong>en</strong>etrado). En estas relaciones se desprecia el discurso del amor y el<br />
mero interés las legitima: estar con un hombre por interés y no por amor<br />
es una forma de conservar la virilidad.<br />
Aunque la juv<strong>en</strong>tud es valorada <strong>en</strong> el mercado de la prostitución, la<br />
gran mayoría de hombres estudiados (incluidos los que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> relaciones<br />
sexuales con personas m<strong>en</strong>ores de edad) no desea comprar sexo a personas<br />
que consideran que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la madurez sufici<strong>en</strong>te para un cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to<br />
informado (Anderson: 2002b). La demanda de personas socialm<strong>en</strong>te<br />
consideradas demasiado pequeñas para t<strong>en</strong>er relaciones sexuales<br />
rompe las normas informales del propio comercio sexual que sigu<strong>en</strong> sus<br />
actores. La difer<strong>en</strong>cia está <strong>en</strong>tre la construcción social de la infancia y la<br />
que establec<strong>en</strong> las normas.<br />
El <strong>estudio</strong> realizado <strong>en</strong> C<strong>en</strong>tro América sobre masculinidad muestra,<br />
de la misma manera, que la mayoría de hombres de esta región no se<br />
preocupa por la edad cronológica o psicológica de su pareja sexual, ni<br />
por la frontera de los 18 años, sino por las características físicas, equiparando<br />
madurez con características sexuales secundarias (OIT, 2004).<br />
O’Connell plantea que las campañas de prev<strong>en</strong>ción <strong>en</strong>focadas sobre la<br />
infancia y la inoc<strong>en</strong>cia violadas no llegan al grueso de los consumidores de<br />
la ESC, que no se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> explotando niños y niñas.<br />
En este contexto, la criminalización de la ESC suele afectar negativam<strong>en</strong>te<br />
a las mujeres y m<strong>en</strong>ores de edad víctimas (Anderson 2001b,<br />
O’Connell 2004). Además, allí donde miembros de la policía y el ejército<br />
Problema de investigación y delimitaciones de este <strong>estudio</strong> 39
son consumidores asiduos de prostitución y ESC, las políticas criminalizadoras<br />
pued<strong>en</strong> facilitarles re-victimizar a las víctimas.<br />
El consumo de la ESC no debe verse solo como asunto de moral individual<br />
(Pinto, 2004; O’Connel, 2004, 2001a), porque esta idea lleva a p<strong>en</strong>sar<br />
que la solución es reforzar los esquemas morales dominantes, si<strong>en</strong>do que<br />
éstos han contribuido a la promoción de la demanda. Más bi<strong>en</strong> se requiere<br />
ponerlos <strong>en</strong> cuestión.<br />
Es posible ver <strong>en</strong> el consumo de prostitución, incluido el la ESC, una<br />
forma de conformismo social, más que una trasgresión. Los consumidores<br />
compart<strong>en</strong>, <strong>en</strong> lugar de contradecir, los valores y actitudes socialm<strong>en</strong>te<br />
aceptados acerca de las relaciones sexuales, los géneros y la prostitución.<br />
Por tanto, el análisis debiera <strong>en</strong>caminarse a revisar las concepciones dominantes<br />
de sexualidad, edad, género y prostitución <strong>en</strong> donde el consumo<br />
es común (Anderson: 2002b).<br />
La ESC se manti<strong>en</strong>e por la exist<strong>en</strong>cia y reproducción de la racionalidad<br />
de un ord<strong>en</strong> simbólico que crea significaciones y pone <strong>en</strong> lugares reales e<br />
imaginarios a las personas (OIT, 2004). La psique individual es el receptáculo<br />
más o m<strong>en</strong>os voluntario de aspiraciones, s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos e impulsos socialm<strong>en</strong>te<br />
condicionados.<br />
La pres<strong>en</strong>te investigación se propone compr<strong>en</strong>der las características<br />
de la demanda <strong>en</strong> la ESC y su modus operandi, por medio de la exploración<br />
de los significados socialm<strong>en</strong>te construidos por los actores<br />
involucrados <strong>en</strong> ella.<br />
Focaliza <strong>en</strong> la interpretación y la compr<strong>en</strong>sión de las razones y modos<br />
de operación del consumo <strong>en</strong> la ESC, los que se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> producidos <strong>en</strong><br />
contextos sociales más amplios. Así, se pret<strong>en</strong>de una compr<strong>en</strong>sión del<br />
consumo a partir del análisis del discurso y de las prácticas de los actores<br />
involucrados, insertas <strong>en</strong> procesos de socialización y <strong>en</strong> relaciones de poder<br />
mediados por modelos relacionales, estereotipos id<strong>en</strong>titarios, imaginarios<br />
y simbologías sociales que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la configuración subjetiva<br />
del actor clave del <strong>estudio</strong>: el consumidor <strong>en</strong> la ESC.<br />
Principales temas y conceptos explorados<br />
La ESC es un tema de tal complejidad, que es necesario delimitarlo claram<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> función de los intereses investigativos. De cara a esos intereses,<br />
los tópicos teóricos se seleccionaron considerando dos criterios: ante<br />
todo, que hagan parte es<strong>en</strong>cial del problema del consumo <strong>en</strong> la ESC, y, <strong>en</strong><br />
segundo lugar, que sean relevantes para las perspectivas de análisis adop-<br />
40<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
tadas por esta investigación, que serán expuestas más adelante <strong>en</strong> este<br />
capítulo.<br />
En esa medida, se asumió que el mínimo universo <strong>en</strong> el cual ocurre el<br />
consumo <strong>en</strong> la ESC es el esc<strong>en</strong>ario <strong>en</strong> el que esta práctica se desarrolla. Están<br />
pres<strong>en</strong>tes allí tanto el consumo propiam<strong>en</strong>te dicho, como sus factores,<br />
consecu<strong>en</strong>cias, modalidades y los actores mismos. Los conceptos que interesan<br />
refier<strong>en</strong>, <strong>en</strong> primer lugar, a los elem<strong>en</strong>tos básicos que configuran<br />
la ESC, y, <strong>en</strong> segundo, a aquellos compon<strong>en</strong>tes que desde fuera de los esc<strong>en</strong>arios<br />
concretos de ocurr<strong>en</strong>cia, la reproduc<strong>en</strong>, sosti<strong>en</strong><strong>en</strong>, desestimulan<br />
o bloquean. Interesa el <strong>estudio</strong> de éstos por el relevante papel que juegan<br />
<strong>en</strong> la configuración y reproducción del problema.<br />
Para id<strong>en</strong>tificar los elem<strong>en</strong>tos constitutivos de la ESC, es necesario precisar<br />
su concepto mismo. Se partió, para ello, de la definición adoptada <strong>en</strong><br />
la Declaración y Ag<strong>en</strong>da para la Acción del I Congreso Mundial contra la<br />
explotación sexual comercial infantil que tuvo lugar <strong>en</strong> Estocolmo (1996).<br />
Según ésta, la ESC: «Abarca el contacto sexual de un adulto con un m<strong>en</strong>or<br />
de edad a cambio de una remuneración <strong>en</strong> dinero o <strong>en</strong> especie, sea para<br />
el niño o la niña o para una tercera persona o personas». A esta definición<br />
se acordó introducir dos cambios: <strong>en</strong> primer lugar, sustituir la idea de remuneración<br />
por la de pago, que no implica que el dinero comp<strong>en</strong>se o<br />
«remunere» el abuso cometido, y, luego, acotar el interés a las personas<br />
m<strong>en</strong>ores de edad que son adolesc<strong>en</strong>tes, es decir, cuyos rasgos sexuales<br />
secundarios se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran desarrollados o <strong>en</strong> desarrollo.<br />
Por tanto, la definición operativa de ESC adoptada <strong>en</strong> este <strong>estudio</strong> es<br />
el abuso sexual de un adulto respecto de un adolesc<strong>en</strong>te –mujer o varón–<br />
m<strong>en</strong>or de 18 años; acompañado de un pago <strong>en</strong> dinero o <strong>en</strong> especie<br />
para esa persona o para uno o más terceros.<br />
Los elem<strong>en</strong>tos o compon<strong>en</strong>tes es<strong>en</strong>ciales que defin<strong>en</strong> la ocurr<strong>en</strong>cia de<br />
esta práctica son:<br />
• Abuso: aprovechami<strong>en</strong>to injusto de una posición de asimetría social.<br />
• Adolesc<strong>en</strong>cia: edad que sucede a la niñez y que transcurre desde la<br />
pubertad hasta el completo desarrollo del organismo.<br />
• Consumo <strong>en</strong> la ESC: Es compr<strong>en</strong>dido, <strong>en</strong> este <strong>estudio</strong>, como el uso de<br />
adolesc<strong>en</strong>tes m<strong>en</strong>ores de 18 años (mujeres y varones) con fines sexuales<br />
y/o eróticos, pagado <strong>en</strong> dinero o <strong>en</strong> especie.<br />
• Consumidor <strong>en</strong> la ESC: persona mayor de 18 años que usa adolesc<strong>en</strong>tes<br />
m<strong>en</strong>ores de 18 años con fines sexuales y paga por ello.<br />
• Pubertad: primera fase de la adolesc<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> la cual se produc<strong>en</strong> las<br />
Problema de investigación y delimitaciones de este <strong>estudio</strong> 41
modificaciones propias del paso de la infancia a la edad adulta. Se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de<br />
como aquella etapa de la vida del ser humano <strong>en</strong> la que se acelera<br />
el crecimi<strong>en</strong>to, se produc<strong>en</strong> cambios hormonales y aparec<strong>en</strong> modificaciones<br />
corporales notorias: el desarrollo de las glándulas<br />
sudoríparas y sebáceas y de los caracteres sexuales secundarios. Se int<strong>en</strong>sifica<br />
también el proceso de construcción de la id<strong>en</strong>tidad, adquiere<br />
mayor peso la socialización secundaria (grupos de pares) y comi<strong>en</strong>za a<br />
redefinirse la relación con la familia y el mundo adulto. La edad de inicio<br />
de estos cambios es variable, difiere <strong>en</strong>tre sexos y pres<strong>en</strong>ta también<br />
importantes difer<strong>en</strong>cias individuales<br />
• Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la ESC: persona m<strong>en</strong>or de 18 años usado o usada para<br />
fines sexuales pagados por un consumidor <strong>en</strong> la ESC. Para efectos de<br />
este <strong>estudio</strong> se trabajó con personas mayores de 14 y m<strong>en</strong>ores de 18<br />
años.<br />
• Sexualidad: Complejo de f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os biológicos, espirituales, sociales y<br />
culturales, referidos al erotismo, que incluye individuos, grupos, relaciones<br />
sociales, instituciones, concepciones del mundo, poder y normas<br />
asociadas.<br />
• Dinero: Repres<strong>en</strong>tación del valor de cambio que se utiliza para pagar<br />
el uso sexual de adolesc<strong>en</strong>tes m<strong>en</strong>ores de 18 años.<br />
Estos fueron considerados como los temas c<strong>en</strong>trales que ori<strong>en</strong>taron la recolección<br />
de datos, su posterior procesami<strong>en</strong>to y su análisis. Estos temas<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran su fundam<strong>en</strong>to <strong>en</strong> cuatro miradas o perspectivas analíticas<br />
desde las que se abordó <strong>en</strong> este <strong>estudio</strong> la demanda <strong>en</strong> la ESC, cada una<br />
de las cuales persigue explorarlos desde distintas disciplinas y dim<strong>en</strong>siones.<br />
A partir de los supuestos y categorías que las conforman se plantearon<br />
los interrogantes que esta investigación se propuso responder. Muy<br />
brevem<strong>en</strong>te se expone a continuación el objetivo c<strong>en</strong>tral de cada perspectiva:<br />
Perspectiva cultural: explora los procesos comunicativos y las construcciones<br />
de significado que vehiculan y dan soporte simbólico a la ESC.<br />
Estas construcciones de significado se expresan <strong>en</strong> los discursos de los<br />
distintos actores sociales de la ESC respecto de los difer<strong>en</strong>tes aspectos<br />
que compr<strong>en</strong>de el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o. Los discursos constituy<strong>en</strong> explicaciones sobre<br />
la actividad de la ESC que ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> o contribuy<strong>en</strong> a legitimar o a<br />
deslegitimar el tipo de relaciones de poder que se establec<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre las<br />
personas involucradas, así como su relación con la normatividad y sus<br />
42<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
construcciones psicológicas específicas, estructurando a la ESC como una<br />
práctica social compleja <strong>en</strong> la que se v<strong>en</strong> involucrados los difer<strong>en</strong>tes sectores<br />
e individuos de la sociedad.<br />
Su importancia reside <strong>en</strong> que dichas construcciones de significado son<br />
determinantes <strong>en</strong> la conformación de los universos simbólicos que dan<br />
s<strong>en</strong>tido y ori<strong>en</strong>tan las acciones individuales según cosmovisiones y patrones<br />
de acción y significación colectivos que respond<strong>en</strong> a la tradición y a<br />
la actividad comunicativa y que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> profundos efectos sobre el ord<strong>en</strong><br />
social, determinando los ‘tipos de persona’ y los modos de relación hacia<br />
éstas establecidos por una comunidad determinada.<br />
Para este análisis se han distinguido tres tipos o niveles discursivos relevantes:<br />
a. El discurso institucional, que emana desde posiciones de autoridad o<br />
desde la estructura institucional, y que resulta fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la instauración<br />
de un valor de verdad o validez a ciertas ideas, explicaciones<br />
y s<strong>en</strong>tidos socialm<strong>en</strong>te dominantes sobre la ESC. Se han incluido aquí<br />
principalm<strong>en</strong>te las ideas consignadas por las figuras con autoridad<br />
para interv<strong>en</strong>ir <strong>en</strong> la ESC –según la institucionalidad de cada país–, a<br />
los profesionales que trabajan sobre ESC y también el relato de los demás<br />
<strong>en</strong>trevistados acerca de como la ESC es tratada por parte de las<br />
instituciones.<br />
b. El discurso social, <strong>en</strong> el que operan las relaciones interpersonales inmediatas<br />
de los actores cercanos o directam<strong>en</strong>te involucrados <strong>en</strong> la<br />
práctica de la ESC. Se han considerado aquí los intermediarios, los y las<br />
adolesc<strong>en</strong>tes, las personas adultas <strong>en</strong> prostitución, las refer<strong>en</strong>cias al<br />
grupo de pares y amigos.<br />
c. El discurso de los consumidores, que se constituye <strong>en</strong> relación a esos<br />
otros lugares y que establece t<strong>en</strong>siones particulares <strong>en</strong> los modos de<br />
compr<strong>en</strong>der los distintos aspectos de la práctica de la ESC.<br />
Perspectiva de poder: Sigui<strong>en</strong>do las aportaciones de M. Foucault y P.<br />
Bourdieu, es posible p<strong>en</strong>sar que la viol<strong>en</strong>cia y la disuasión no son ni las<br />
únicas ni las más eficaces estrategias de control que operan <strong>en</strong> la constitución<br />
de una relación de poder o de dominación. Su construcción se<br />
apoya <strong>en</strong> estrategias más sutiles y positivas, es decir, que no se limitan a<br />
negar o coartar los deseos y necesidades de las víctimas, sino que los produc<strong>en</strong>,<br />
articulándose <strong>en</strong> ello toda la red de construcciones simbólicas que<br />
constituy<strong>en</strong> lo que las personas pi<strong>en</strong>san, si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> e internalizan como mo-<br />
Problema de investigación y delimitaciones de este <strong>estudio</strong> 43
dos de actuar y de ser legítimos, adecuados, deseables o simplem<strong>en</strong>te dados<br />
por s<strong>en</strong>tado.<br />
Para esta perspectiva, los <strong>en</strong>tramados discursivos particulares son producciones<br />
históricas, construidas simbólicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> y para la configuración<br />
de unos órd<strong>en</strong>es de cosas o regim<strong>en</strong>es de relación más o m<strong>en</strong>os<br />
globales, complejos e inestables, que pued<strong>en</strong> alcanzar, <strong>en</strong> las difer<strong>en</strong>tes<br />
relaciones particulares, distintos grados de cristalización, niveles de<br />
favorecimi<strong>en</strong>to y rangos de acción para las personas involucradas.<br />
Las interpretaciones y estrategias desarrolladas por los distintos actores<br />
se soportan <strong>en</strong> una trama de construcciones simbólicas más amplia,<br />
<strong>en</strong> la que confluy<strong>en</strong> múltiples regím<strong>en</strong>es de dominación o de relaciones<br />
de poder asimétricas que condicionan y delimitan el campo de posibilidades<br />
de acción y de compr<strong>en</strong>sión a la red de posiciones subjetivas necesaria<br />
para sost<strong>en</strong>erlos.<br />
Esta perspectiva int<strong>en</strong>ta compr<strong>en</strong>der el modo <strong>en</strong> que ciertas relaciones<br />
de poder produc<strong>en</strong> unos sujetos consumidores de la ESC y el modo <strong>en</strong><br />
que esa(s) subjetividad(es) sosti<strong>en</strong>e(n) a esos tipos de relaciones.<br />
Se busca compr<strong>en</strong>der el modo <strong>en</strong> que ideas, hábitos, actitudes, motivaciones<br />
y disposiciones conductuales, muchas veces contradictorias,<br />
constituidas desde posiciones subjetivas antagónicas y bajo refer<strong>en</strong>tes de<br />
s<strong>en</strong>tido prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de campos discursivos diversos, confluy<strong>en</strong> estratégicam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> la construcción y legitimación de la demanda de sexo comercial<br />
con niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
En esta línea, se pret<strong>en</strong>de dar cu<strong>en</strong>ta de las maneras de compr<strong>en</strong>der el<br />
poder, el abuso y la explotación por parte de los distintos actores de la<br />
ESC, las lógicas y estrategias que fundam<strong>en</strong>tan sus posiciones y las articulaciones<br />
de s<strong>en</strong>tido que constituy<strong>en</strong> sus motivaciones y claves de justificación.<br />
Perspectiva normativa: explora las definiciones sobre la exist<strong>en</strong>cia, la<br />
vida, el amor y la conci<strong>en</strong>cia del daño pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la explotación sexual<br />
comercial. Busca conocer bajo qué ori<strong>en</strong>taciones sustantivas se desarrollan<br />
las acciones de los consumidores y así id<strong>en</strong>tificar la pres<strong>en</strong>cia y funcionami<strong>en</strong>to<br />
de elem<strong>en</strong>tos que configuran la conci<strong>en</strong>cia y voluntad del<br />
abuso por parte de determinados adultos al acceder a prácticas de ESC.<br />
Se int<strong>en</strong>ta analizar algunos factores relacionados con el ámbito jurídico<br />
y moral que ori<strong>en</strong>tan las acciones de los consumidores, para lo cual se<br />
revisan las ideas que los distintos actores involucrados <strong>en</strong> la ESC manifiestan<br />
respecto del sistema normativo y su finalidad.<br />
44<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Se busca ir reconoci<strong>en</strong>do las ideas, conceptos y repres<strong>en</strong>taciones que<br />
están relacionadas con lo normativo y que contribuy<strong>en</strong> a incitar prácticas<br />
de explotación sexual al tiempo que permit<strong>en</strong> compr<strong>en</strong>der el nivel de<br />
conci<strong>en</strong>cia de los distintos actores sociales estudiados sobre el daño infringido<br />
<strong>en</strong> la ESC.<br />
Perspectiva Psicológica descriptiva: explora algunos elem<strong>en</strong>tos de la<br />
configuración relacional y vincular del mundo interno de los consumidores<br />
de ESC. Para ello se expon<strong>en</strong> algunos elem<strong>en</strong>tos que refier<strong>en</strong> a la psicología<br />
de los consumidores, tales como los tipos de vínculos que establec<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> la ESC y <strong>en</strong> otros ámbitos vitales, la id<strong>en</strong>tidad g<strong>en</strong>érica, la elección<br />
de objeto sexual, las características del deseo que está puesto <strong>en</strong> juego y<br />
la relación con el dinero.<br />
Problema de investigación y delimitaciones de este <strong>estudio</strong> 45
46<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
3. METODOLOGÍA<br />
La metodología utilizada sigue un diseño <strong>cualitativo</strong> elaborado por el<br />
equipo coordinador regional. Por tratarse de un <strong>estudio</strong> regional, los equipos<br />
de investigación nacionales trabajaron de forma simultánea, ori<strong>en</strong>tados<br />
por criterios conceptuales, metodológicos y técnicas específicas establecidas<br />
<strong>en</strong> el diseño m<strong>en</strong>cionado. No obstante lo anterior, cada equipo<br />
pudo desarrollar estrategias propias para llegar a su objeto de <strong>estudio</strong><br />
con mayor facilidad y at<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do a características específicas del contexto<br />
de cada país, sin alterar por ello el carácter regional y comparado de la<br />
investigación.<br />
La primera fase de la investigación fue dedicada a la elaboración de<br />
un estado del arte 9 específico sobre la demanda <strong>en</strong> la ESC, a nivel internacional<br />
y <strong>en</strong> los cuatro países a través de la recopilación de anteced<strong>en</strong>tes y<br />
<strong>estudio</strong>s realizados desde 1990 <strong>en</strong> adelante. Se compilaron 29 textos publicados,<br />
que conti<strong>en</strong><strong>en</strong> cuando m<strong>en</strong>os un capítulo dedicado al análisis<br />
de las características de la demanda y del modo de operación de la ESC.<br />
El exam<strong>en</strong> de estas investigaciones dio fundam<strong>en</strong>to al problema de la investigación<br />
y a sus perspectivas de análisis, aportó guías para el trabajo<br />
de campo y ori<strong>en</strong>tó el análisis posterior de los datos.<br />
La definición de la investigación cualitativa no está unificada 10 , no<br />
obstante, existe un cierto cons<strong>en</strong>so <strong>en</strong> que uno de los objetivos que se<br />
persigue a través de ella es el levantar una metodología de investigación<br />
que responda a la necesidad de compr<strong>en</strong>sión del s<strong>en</strong>tido de la acción social<br />
<strong>en</strong> el contexto del mundo de la vida y desde la perspectiva de los<br />
participantes. (Vasilachis de Gialdino, 1992).<br />
9<br />
Ver sesión 1 <strong>en</strong> esta publicación - Anteced<strong>en</strong>tes: la producción de conocimi<strong>en</strong>to sobre<br />
la ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, <strong>Chile</strong>, <strong>Paraguay</strong> y Perú.<br />
10<br />
La definición más simple dice que se refiere a los métodos de colección y de análisis de<br />
datos no-cuantitativos (Lofland y Lofland 1984). Otra indica que es la que se c<strong>en</strong>tra <strong>en</strong><br />
la «calidad patologías personales, un término que se refiere a la es<strong>en</strong>cia o al ambi<strong>en</strong>te<br />
de algo (Berg 1989). Otros autores señalan que, además, <strong>en</strong> ella el investigador también<br />
se constituye <strong>en</strong> instrum<strong>en</strong>to de la investigación (Adler y Adler 1987).<br />
Metodología 47
El objetivo principal del trabajo de análisis <strong>cualitativo</strong> consiste <strong>en</strong> id<strong>en</strong>tificar,<br />
interpretar y construir los significados subjetivos que las personas<br />
atribuy<strong>en</strong> a su experi<strong>en</strong>cia. Más que resultados precisos o cuantificables<br />
<strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado, se <strong>en</strong>fatiza el <strong>estudio</strong> de los procesos y el significado<br />
de las experi<strong>en</strong>cias humanas, parti<strong>en</strong>do del supuesto de que el mundo<br />
humano es una realidad socialm<strong>en</strong>te construida, d<strong>en</strong>tro de la cual está inmerso<br />
el propio investigador, el que manti<strong>en</strong>e y desarrolla una relación<br />
estrecha con lo investigado. Para algunos autores, el investigador mismo<br />
es el instrum<strong>en</strong>to de investigación, lo que de inmediato pone el énfasis<br />
<strong>en</strong> las limitaciones de la propia práctica de investigación.<br />
Con base a lo expuesto, algunas de las implicaciones metodológicas<br />
pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> este trabajo son:<br />
• El conocimi<strong>en</strong>to que g<strong>en</strong>era es una producción construida e interpretada<br />
progresivam<strong>en</strong>te. El investigador integra, reconstruye y repres<strong>en</strong>ta<br />
los datos bajo diversas categorías o a la luz de distintos indicadores<br />
producidos antes y durante la investigación.<br />
• El investigador produce ideas a lo largo de la investigación, y es importante<br />
que las integre paulatinam<strong>en</strong>te a las reflexiones previas y a las<br />
que sigu<strong>en</strong>, para contar así con nuevos elem<strong>en</strong>tos que no surgieron ni<br />
fueron id<strong>en</strong>tificados <strong>en</strong> un primer mom<strong>en</strong>to.<br />
• El carácter interactivo del proceso de producción del conocimi<strong>en</strong>to se<br />
materializa <strong>en</strong> la relación directa del investigador con su sujeto u objeto<br />
de investigación, <strong>en</strong> el contexto correspondi<strong>en</strong>te. Por eso la<br />
interacción de uno y otro es una dim<strong>en</strong>sión del proceso mismo de g<strong>en</strong>eración<br />
de conocimi<strong>en</strong>tos acerca de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os humanos.<br />
La pres<strong>en</strong>te investigación fue basada <strong>en</strong> el <strong>estudio</strong> de casos, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>didos<br />
como unidades territoriales <strong>en</strong> que se practica la ESC, es decir, donde se<br />
concreta una dinámica de demanda regular de sexo pagado con personas<br />
adolesc<strong>en</strong>tes, práctica que involucra diversos actores, con roles y funciones<br />
definidas y un esc<strong>en</strong>ario <strong>en</strong> que esta dinámica social se despliega.<br />
El diseño metodológico de la investigación determinó que <strong>en</strong> cada<br />
uno de los cuatro países se escogieran dos ciudades relevantes <strong>en</strong> términos<br />
demográficos, económicos y políticos, y d<strong>en</strong>tro de cada ciudad se investigaran<br />
dos esc<strong>en</strong>arios <strong>en</strong> los que se contaba con anteced<strong>en</strong>tes sobre<br />
la pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> ESC de adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
El <strong>estudio</strong> abarcó, <strong>en</strong>tonces, un total de ocho ciudades sudamericanas<br />
y dieciséis esc<strong>en</strong>arios <strong>en</strong> los que, como <strong>en</strong> otras partes del mundo, se de-<br />
48<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
sarrolla la ESC de adolesc<strong>en</strong>tes. La investigación cubrió las ciudades de<br />
Bogotá y Medellín, <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>, Santiago y Valparaíso, <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>, Asunción<br />
y Ciudad del Este, <strong>en</strong> <strong>Paraguay</strong>, y Lima y Cusco, <strong>en</strong> Perú. Así, el trabajo de<br />
campo, utilizando la observación etnográfica, fue realizado <strong>en</strong> dieciséis<br />
esc<strong>en</strong>arios <strong>en</strong> donde ocurr<strong>en</strong> los hechos investigados. Fueron por lo tanto,<br />
16 <strong>estudio</strong>s de casos analizados para describir y/o explicar fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te<br />
la conducta cultural de un grupo o de una población.<br />
La selección de los esc<strong>en</strong>arios se fundó <strong>en</strong> anteced<strong>en</strong>tes sobre la incid<strong>en</strong>cia<br />
de la ESC <strong>en</strong> cada país aportados por investigaciones anteriores,<br />
<strong>en</strong> observaciones exploratorias y <strong>en</strong> indicaciones de informantes clave territoriales<br />
–autoridades, vecinos, consumidores, adolesc<strong>en</strong>tes–; también<br />
fueron consideradas la accesibilidad del esc<strong>en</strong>ario para el trabajo<br />
investigativo y condiciones de seguridad personal de los investigadores.<br />
Estos fueron los esc<strong>en</strong>arios: <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>, Santiago (Plaza de Armas y El Bosque<br />
- Población El Alm<strong>en</strong>dro) y Valparaíso (Plaza Victoria y Videojuegos y<br />
aledaños). En <strong>Colombia</strong>, Bogotá (C<strong>en</strong>tro Comercial - carrera Séptima y barrio<br />
La Alameda) y Medellín (San Diego y Parque Bolívar); <strong>en</strong> <strong>Paraguay</strong>,<br />
Asunción (Terminal de Ómnibus y Micro c<strong>en</strong>tro) y Ciudad del Este (Zona de<br />
Casilla y Zona de shoppings); y <strong>en</strong> Perú, Lima (C<strong>en</strong>tro Histórico: zona 1 –cines<br />
y discotecas y C<strong>en</strong>tro Histórico– zona 2 Night Clubs) y Cusco (Locales:<br />
Distrito de Wanchac, y Nigth Clubs: Distrito de Santiago).<br />
Técnicas de producción de información<br />
El <strong>en</strong>foque de la investigación exigió acceder a datos bi<strong>en</strong> estructurados y<br />
confiables de primera fu<strong>en</strong>te, para ello se usaron las sigui<strong>en</strong>tes técnicas<br />
propias de la investigación cualitativa:<br />
a. Observación participante y descripción etnográfica: Estas técnicas<br />
se aplican <strong>en</strong> el proceso de descripción de una cultura o una manera<br />
de vivir, desde el punto de vista de los sujetos que la protagonizan. La<br />
descripción etnográfica <strong>en</strong>trega la repres<strong>en</strong>tación de la manera de vivir<br />
de un grupo, de modo de dar una idea lo más cabal posible de ella.<br />
Se buscan los significados implícitos de lo que se describe, <strong>en</strong> los conocimi<strong>en</strong>tos,<br />
comportami<strong>en</strong>tos, gestos, argum<strong>en</strong>taciones, símbolos,<br />
producción material, cre<strong>en</strong>cias o expresiones populares. En cada país<br />
se realizaron observaciones de la dinámica de la demanda mediante la<br />
participación <strong>en</strong> los esc<strong>en</strong>arios de dinamización de la ESC, sin alterarlos<br />
ni despertar suspicacias <strong>en</strong> los actores. Estas experi<strong>en</strong>cias fueron<br />
Metodología 49
ecogidas <strong>en</strong> una ficha de registro de campo e integradas <strong>en</strong> el proceso<br />
analítico. Esta fase de la investigación fue realizada <strong>en</strong> un periodo<br />
de 3 meses.<br />
La observación participante puede realizarse durante difer<strong>en</strong>tes lapsos:<br />
semanas, meses o años. En todos los casos se presupon<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes<br />
mom<strong>en</strong>tos o etapas de la observación, que de alguna manera pued<strong>en</strong><br />
esquematizarse de modo simple. La primera etapa busca el acercami<strong>en</strong>to<br />
a los esc<strong>en</strong>arios y los protagonistas. En ella se establec<strong>en</strong> los<br />
contactos que permitan la participación, se int<strong>en</strong>ta compr<strong>en</strong>der las reglas<br />
básicas de esa participación, y se afinan los presupuestos de observación<br />
y los instrum<strong>en</strong>tos metodológicos. La segunda etapa es la<br />
del desarrollo propiam<strong>en</strong>te dicho de la observación, cuando el investigador<br />
se inserta <strong>en</strong> la situación a estudiar y al mismo tiempo realiza<br />
los registros requeridos (diarios de campo, mapas, etc.). Y la tercera<br />
etapa es para revisar, confirmar o corregir la información obt<strong>en</strong>ida durante<br />
la etapa anterior.<br />
La etnografía es el proceso de descripción de una cultura o una manera<br />
de vivir desde el punto de vista de los sujetos que la protagonizan.<br />
Así, la descripción etnográfica es el delineami<strong>en</strong>to o la repres<strong>en</strong>tación<br />
que se hace de la manera de vivir de un grupo según él mismo, de<br />
modo que se dé la idea más cabal posible de ella. Otro nombre que da<br />
la antropología a esta aproximación metodológica es la investigación<br />
de campo. Desde este punto de vista, la idea es acercarse al universo<br />
investigado de manera delicada, al tiempo que se promueve que cada<br />
persona que participe de la investigación (como observador u observado)<br />
haga una reflexión acerca de su cultura. Por este camino se busca<br />
<strong>en</strong>contrar conjuntam<strong>en</strong>te el significado implícito de lo que se describe,<br />
<strong>en</strong> los conocimi<strong>en</strong>tos, comportami<strong>en</strong>tos, gestos, argum<strong>en</strong>taciones,<br />
símbolos, producción material, cre<strong>en</strong>cias o expresiones populares<br />
como canciones y refranes. El etnógrafo establece las infer<strong>en</strong>cias ocultas<br />
que distingu<strong>en</strong>, por ejemplo, un guiño <strong>en</strong> cualquier cultura dada.<br />
Para este trabajo, el objeto de la descripción fue el consumo de la ESC<br />
y su modo de operación.<br />
b. Entrevistas a profundidad: técnica de recolección verbal de información,<br />
a través de preguntas que propone el investigador, aplicada<br />
a actores relevantes para el desarrollo del <strong>estudio</strong>. El <strong>estudio</strong> está dirigido<br />
a analizar los comportami<strong>en</strong>tos de hombres adultos que pagan<br />
por mant<strong>en</strong>er relaciones sexuales con adolesc<strong>en</strong>tes m<strong>en</strong>ores de<br />
50<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
11<br />
TABLA 1: INTERROGANTES DE INVESTIGACIÓN SEGÚN PERSPECTIVA Y COMPONENTES CLAVES DE LA ESC.<br />
EC ESC 11<br />
PERSPECTIVA<br />
CULTURAL<br />
PERSPECTIVA<br />
DE PODER<br />
PERSPECTIVA<br />
NORMATIVA<br />
PERSPECTIVA PSICOLÓGICA<br />
DESCRIPTICA<br />
ABUSO<br />
Ideas Propias Poder ¿Cómo<br />
se viv<strong>en</strong> y conceptualizan las<br />
relaciones de poder por parte<br />
de los actores involucrados<br />
<strong>en</strong> la ESC ¿Cómo se ubica<br />
el consumidor d<strong>en</strong>tro de<br />
esas relaciones de poder vividas<br />
y p<strong>en</strong>sadas por los actores<br />
involucrados <strong>en</strong> la ESC<br />
Ideas Propias Abuso ¿Cómo<br />
se vive y conceptualiza la<br />
idea de abuso por parte de<br />
los actores involucrados <strong>en</strong> la<br />
ESC ¿Qué papel juegan la<br />
edad y el dinero <strong>en</strong> su forma<br />
de p<strong>en</strong>sar el abuso<br />
Bondad Normas ¿Qué relación<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra o puede <strong>en</strong>contrar<br />
<strong>en</strong>tre las normas y<br />
el bi<strong>en</strong> que teóricam<strong>en</strong>te<br />
persigu<strong>en</strong><br />
Conocimi<strong>en</strong>to y Valoración<br />
Normas ¿Qué normas<br />
regulan la ESC y <strong>en</strong> qué<br />
s<strong>en</strong>tido ¿Qué normas trasgrede<br />
o invoca el consumidor<br />
al abusar de su condición<br />
de asimetría respecto<br />
del adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC<br />
CONSUMO EN ESC<br />
Discurso Mundo Objetivo:<br />
¿Cuál es el discurso sobre la<br />
demanda <strong>en</strong> la ESC que se<br />
construye <strong>en</strong> la educación,<br />
la policía, los medios de comunicación,<br />
los organismos<br />
de protección de la mujer y<br />
la infancia, etc. (mundo objetivo)<br />
ESC / Trabajo ¿Qué asociaciones<br />
y distinciones establece<br />
el cli<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre la ESC y<br />
otras formas de compra/v<strong>en</strong>ta<br />
de fuerza de trabajo<br />
¿Cómo se correspond<strong>en</strong> con<br />
las de los otros actores<br />
S<strong>en</strong>tido Exist<strong>en</strong>cia ¿Cuál<br />
cree que es el s<strong>en</strong>tido último<br />
de la exist<strong>en</strong>cia humana<br />
Vínculo ¿Qué características<br />
ti<strong>en</strong>e el vínculo <strong>en</strong> la<br />
ESC<br />
EC ESC = Elem<strong>en</strong>tos Constitutivos de la ESC<br />
Metodología 51
TABLA 1: INTERROGANTES DE INVESTIGACIÓN SEGÚN PERSPECTIVA Y COMPONENTES CLAVES DE LA ESC.<br />
EC ESC 11 PERSPECTIVA<br />
PERSPECTIVA<br />
PERSPECTIVA PERSPECTIVA PSICOLÓGICA<br />
CULTURAL<br />
DE PODER<br />
NORMATIVA<br />
DESCRIPTICA<br />
CONSUMO EN<br />
ESC<br />
Discurso Mundo Subjetivo<br />
¿Cuáles son las viv<strong>en</strong>cias del<br />
proceso de socialización de<br />
consumido que manifiesta<br />
<strong>en</strong> su discurso individual<br />
(mundo subjetivo)<br />
Discurso Mundo Social<br />
¿Cuál es el discurso sobre la<br />
demanda <strong>en</strong> la ESC que se<br />
construye <strong>en</strong> los esc<strong>en</strong>arios<br />
de relaciones interpersonales<br />
reguladas socialm<strong>en</strong>te,<br />
como la familia, amigos,<br />
colegas, vecinos u otras personas<br />
con las que se<br />
interactúe cotidianam<strong>en</strong>te<br />
o con alguna regularidad<br />
(mundo social)<br />
Discurso Mundo Objetivo<br />
¿Cuál es el discurso del<br />
mundo objetivo acerca del<br />
consumidor <strong>en</strong> el campo de<br />
la ESC<br />
ESC / Intercambio ¿Qué<br />
asociaciones y distinciones<br />
establece el cli<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre la<br />
ESC y otro tipo de tratos<br />
sexuales (noviazgo, matrimonio,<br />
sexo casual, prostitución<br />
con adultos, relaciones con<br />
m<strong>en</strong>ores de edad no pagadas)<br />
¿Cómo se correspond<strong>en</strong><br />
con las de los demás actores<br />
involucrados <strong>en</strong> la<br />
ESC<br />
Estrategias Consumidor<br />
¿Qué estrategias despliega<br />
el consumidor <strong>en</strong> el campo<br />
de la ESC para obt<strong>en</strong>er su<br />
satisfacción sexual y hacer<br />
predecible la conducta del<br />
adolesc<strong>en</strong>te explotado<br />
ESC/S<strong>en</strong>tido Exist<strong>en</strong>cia<br />
¿Qué relación ti<strong>en</strong>e el consumo<br />
<strong>en</strong> la ESC con el fin o<br />
s<strong>en</strong>tido último de la exist<strong>en</strong>cia<br />
humana<br />
Importancia ESC ¿Qué importancia<br />
ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> su vida<br />
el consumo <strong>en</strong> la ESC <strong>en</strong> relación<br />
con otras prácticas<br />
que realiza sigui<strong>en</strong>do normas<br />
morales y jurídicas<br />
Id<strong>en</strong>tidad G<strong>en</strong>érica ¿Cuál<br />
es su id<strong>en</strong>tidad g<strong>en</strong>érica<br />
(nuclear y de rol)<br />
52<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
TABLA 1: INTERROGANTES DE INVESTIGACIÓN SEGÚN PERSPECTIVA Y COMPONENTES CLAVES DE LA ESC.<br />
EC ESC 11 PERSPECTIVA<br />
PERSPECTIVA<br />
PERSPECTIVA PERSPECTIVA PSICOLÓGICA<br />
CULTURAL<br />
DE PODER<br />
NORMATIVA<br />
DESCRIPTICA<br />
CONSUMIDOR<br />
EN ESC<br />
Discurso Mundo Subjetivo<br />
¿Cuáles son las viv<strong>en</strong>cias<br />
del proceso de socialización<br />
de consumidor que<br />
manifiesta <strong>en</strong> su discurso<br />
individual<br />
Discurso Mundo Social<br />
¿Cuál es el discurso sobre<br />
la demanda <strong>en</strong> la ESC que<br />
se construye <strong>en</strong> el mundo<br />
social<br />
Conformismo Consumidor<br />
¿Cómo el consumidor reproduce<br />
o trasgrede los discursos<br />
y prácticas conv<strong>en</strong>cionales<br />
referidos a las relaciones<br />
de poder <strong>en</strong>tre géneros, g<strong>en</strong>eraciones,<br />
clases y etnias<br />
ADOLESCENTE<br />
SEXUALMENTE<br />
EXPLOTADO<br />
Discurso Mundo Social y<br />
Objetivo ¿Cuál es el discurso<br />
sobre la demanda <strong>en</strong> la<br />
ESC referido al/la adolesc<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> ESC que se construye<br />
<strong>en</strong> los mundos social<br />
y objetivo<br />
Discurso Mundo Subjetivo<br />
¿Cuáles son las viv<strong>en</strong>cias<br />
sobre la demanda <strong>en</strong> la ESC<br />
referidas al adolesc<strong>en</strong>te, expresadas<br />
<strong>en</strong> su discurso individual<br />
Estrategias Adolesc<strong>en</strong>te<br />
¿Qué estrategias despliega<br />
el adolesc<strong>en</strong>te para conseguir<br />
cli<strong>en</strong>tes y hacer<br />
predecible su conducta<br />
¿Qué información acerca del<br />
consumidor está implícita <strong>en</strong><br />
estas estrategias<br />
Conformismo Relacional<br />
¿Cómo el adolesc<strong>en</strong>te, para<br />
satisfacer la demanda <strong>en</strong> la<br />
ESC, reproduce o trasgrede<br />
los discursos y prácticas con-<br />
Conci<strong>en</strong>cia / Voluntad<br />
Daño ¿Actúan con libertad<br />
el o la adolesc<strong>en</strong>te y el consumidor<br />
¿Qué conci<strong>en</strong>cia<br />
y/o voluntad de hacer daño<br />
al adolesc<strong>en</strong>te y/o a sí mismo<br />
ti<strong>en</strong>e el consumidor <strong>en</strong><br />
la ESC<br />
Características Deseo<br />
¿Cuáles son las características<br />
de su deseo sexual que<br />
lo llevan a preferir adolesc<strong>en</strong>tes<br />
sobre otro tipo de<br />
objeto sexual<br />
Int<strong>en</strong>sidad Deseo ¿Qué<br />
tan int<strong>en</strong>so es el deseo por<br />
la ESC<br />
Metodología 53
TABLA 1: INTERROGANTES DE INVESTIGACIÓN SEGÚN PERSPECTIVA Y COMPONENTES CLAVES DE LA ESC.<br />
EC ESC 11 PERSPECTIVA<br />
PERSPECTIVA<br />
PERSPECTIVA PERSPECTIVA PSICOLÓGICA<br />
CULTURAL<br />
DE PODER<br />
NORMATIVA<br />
DESCRIPTICA<br />
Concepción de Cuerpo<br />
¿Cuál es la concepción que el<br />
consumidor ti<strong>en</strong>e del cuerpo<br />
del adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC<br />
v<strong>en</strong>cionales sobre las relaciones<br />
de poder <strong>en</strong>tre géneros,<br />
edades, clases y etnias<br />
SEXUALIDAD<br />
Discurso Mundo Social y<br />
Objetivo ¿Cuál es el discurso<br />
que construy<strong>en</strong> los<br />
mundos objetivo y social<br />
acerca de la sexualidad del<br />
consumidor<br />
Discurso Mundo Subjetivo<br />
¿Cuál es la importancia<br />
de la sexualidad para el<br />
consumidor<br />
Conformismo Ord<strong>en</strong> Sexual<br />
¿Cómo los discursos y prácticas<br />
sexuales del consumidor<br />
reproduc<strong>en</strong> o trasgred<strong>en</strong> los<br />
discursos y prácticas conv<strong>en</strong>cionales<br />
que gobiernan la<br />
sexualidad según género,<br />
edad, clase y etnia<br />
Sexo / Naturaleza ¿Qué nociones<br />
maneja el cli<strong>en</strong>te sobre<br />
lo programado por la<br />
naturaleza (o por Dios) y lo<br />
construido socialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />
cuanto a la sexualidad humana<br />
¿Cómo se corresponde<br />
con el discurso de los demás<br />
actores y con el discurso<br />
de las instituciones<br />
Elección Objeto ¿Cómo es<br />
la elección de objeto<br />
sexual<br />
DINERO<br />
Viv<strong>en</strong>cia Dinero ¿Cuál es<br />
su viv<strong>en</strong>cia acerca del dinero<br />
<strong>en</strong> la ESC<br />
Mercancía Comprada<br />
¿Cuál es la mercancía que<br />
está comprando el cli<strong>en</strong>te<br />
¿Qué es lo que vale dinero<br />
<strong>en</strong> el o la adolesc<strong>en</strong>te<br />
Normas Dinero ¿Cuál es el<br />
peso del dinero fr<strong>en</strong>te al<br />
cumplimi<strong>en</strong>to de normas<br />
Vínculo Pago ¿Qué tipo<br />
de vínculo se establece al<br />
pagar <strong>en</strong> la ESC<br />
54<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
18 años, para lo cual se ha buscado acceder al discurso de los consumidores<br />
y compararlo con el discurso de los otros actores. Para ello<br />
se ha seguido el diseño regional de una <strong>en</strong>trevista a profundidad<br />
semi-estructurada, a partir de los temas predefinidos. En total fueron<br />
realizadas 81 <strong>en</strong>trevistas a profundidad a actores de cada esc<strong>en</strong>ario<br />
seleccionado: 15 consumidores de ESC (hombres); 17 adolesc<strong>en</strong>tes<br />
<strong>en</strong> ESC (mujeres, varones y transgéneros); 16 intermediarios<br />
(hombres y mujeres); 17 personas adultas <strong>en</strong> prostitución, vinculadas<br />
a la ESC <strong>en</strong> la adolesc<strong>en</strong>cia (hombres, mujeres y transgéneros); 16 autoridades<br />
(hombres y mujeres). Se incluye a continuación una tabla<br />
que conti<strong>en</strong>e las categorías o compon<strong>en</strong>tes c<strong>en</strong>trales de la ESC y las<br />
preguntas que se derivan de cada una de las perspectivas adoptadas<br />
por el <strong>estudio</strong>.<br />
c. Además se realizaron <strong>en</strong>trevistas itinerantes, las que consistieron <strong>en</strong><br />
conversaciones informales realizadas durante la observación de campo<br />
–o también por fuera de ella– con personajes relevantes del esc<strong>en</strong>ario.<br />
Se trató de una conversación coloquial, <strong>en</strong> donde el <strong>en</strong>trevistador<br />
abordó algunos aspectos de interés para el <strong>estudio</strong>, de manera<br />
más espontánea. A veces la <strong>en</strong>trevista itinerante es un primer paso<br />
para llegar a la <strong>en</strong>trevista a profundidad; <strong>en</strong> ese caso opera como una<br />
etapa inicial de una <strong>en</strong>trevista a un mismo actor, más ext<strong>en</strong>sa, desarrollada<br />
<strong>en</strong> tiempos y <strong>en</strong> niveles distintos de comunicación. Además, estas<br />
<strong>en</strong>trevistas fueron de suma utilidad para el acercami<strong>en</strong>to al contexto<br />
de las relaciones <strong>en</strong> ESC, colaborando <strong>en</strong> la interpretación de los códigos<br />
y l<strong>en</strong>guaje propio de los actores.<br />
La información recopilada a través de las <strong>en</strong>trevistas y la observación<br />
etnográfica fue sistematizada y procesada utilizando formatos de registro<br />
y planillas elaboradas por el equipo coordinador regional.<br />
Muestra de las <strong>en</strong>trevistas a profundidad<br />
La selección de la muestra para la aplicación de las <strong>en</strong>trevistas, cuya<br />
repres<strong>en</strong>tatividad es de naturaleza teórica, se guió por el criterio de seleccionar<br />
el mismo tipo de personas o actores –según su papel– <strong>en</strong> todos<br />
los esc<strong>en</strong>arios. Los actores <strong>en</strong>trevistados <strong>en</strong> cada esc<strong>en</strong>ario fueron los sigui<strong>en</strong>tes:<br />
Metodología 55
• Un adulto que busca y paga las actividades sexuales de adolesc<strong>en</strong>tes,<br />
aquí llamado «consumidor».<br />
• Un intermediario o facilitador de la demanda y el consumo de la ESC.<br />
• Una persona <strong>en</strong>tre 14 y 17 años de edad, adolesc<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> ESC, de género<br />
fem<strong>en</strong>ino, masculino y/o transgénero.<br />
• Una persona adulta <strong>en</strong> prostitución que <strong>en</strong> su adolesc<strong>en</strong>cia estuvo <strong>en</strong><br />
situación de ESC.<br />
• Una persona con autoridad (compet<strong>en</strong>cias y funciones para interv<strong>en</strong>ir)<br />
o conocimi<strong>en</strong>to especializado acerca de las situaciones de ESC vividas<br />
<strong>en</strong> el esc<strong>en</strong>ario, que se conv<strong>en</strong>cionó d<strong>en</strong>ominar autoridad.<br />
Se int<strong>en</strong>tó efectuar el trabajo <strong>en</strong> un esc<strong>en</strong>ario con adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC<br />
predominantem<strong>en</strong>te fem<strong>en</strong>ina y <strong>en</strong> otro <strong>en</strong> que fuese masculina. Ello no<br />
se dio <strong>en</strong> todos los casos, <strong>en</strong> algunos se registró la pres<strong>en</strong>cia mixta de<br />
adolesc<strong>en</strong>tes de uno y otro sexo, también de transgéneros que, muchas<br />
veces, t<strong>en</strong>ían pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> distintos horarios –prefer<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la noche–.<br />
Se desarrollaron diversas estrategias de acercami<strong>en</strong>to a los esc<strong>en</strong>arios<br />
seleccionados, a fin de id<strong>en</strong>tificar y seleccionar a los y las informantes, tarea<br />
de ritmo l<strong>en</strong>to debido a la clandestinidad e ilegalidad del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o<br />
<strong>en</strong> <strong>estudio</strong>. La pres<strong>en</strong>cia de personas desconocidas muchas veces pone<br />
<strong>en</strong> alerta a los actores, suscita desconfianza y, <strong>en</strong> algunos casos, repres<strong>en</strong>ta<br />
riesgos para la integridad de los miembros del equipo, especialm<strong>en</strong>te<br />
cuando el esc<strong>en</strong>ario incluye o está muy cercano a zonas de operación de<br />
organizaciones de tráfico de drogas. En muchos casos se recurrió a contactos<br />
previos con personas conocedoras de los esc<strong>en</strong>arios, con algún trabajo<br />
social o comunitario <strong>en</strong> la zona, lo que facilitaba el ingreso y el contacto<br />
con los posibles <strong>en</strong>trevistados.<br />
A continuación se incluye una tabla, <strong>en</strong> la que se pres<strong>en</strong>tan las ciudades,<br />
los esc<strong>en</strong>arios y los difer<strong>en</strong>tes actores <strong>en</strong>trevistados <strong>en</strong> cada uno de<br />
ellos. Ello permite visualizar las características de las cuatro muestras base<br />
de este <strong>estudio</strong> comparativo.<br />
56<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
TABLA 2: DESCRIPCION DE LA MUESTRA DE ACTORES ENTREVISTADOS EN LOS CUATRO PAISES ESTUDIADOS,<br />
POR CIUDAD Y ESCENARIOS<br />
Países Ciudades Esc<strong>en</strong>arios Consumidores Adolesc<strong>en</strong>tes Interme- Adultos/as <strong>en</strong> Autoridades Total<br />
diarios Prostitución Entrevistas a<br />
profundidad<br />
4 8 16 15 17 16 17 16 81<br />
<strong>Chile</strong> Santiago Esc. 1: Plaza de<br />
Armas, Zona c<strong>en</strong>tro 1 2 1 1 1 6<br />
Esc. 2: Población<br />
El Alm<strong>en</strong>dro, Comuna<br />
El Bosque, zona sur 1 1 1 2 1 6<br />
Valparaíso Esc.1:Plaza Victoria,<br />
Zona c<strong>en</strong>tro 1 1 1 1 1 5<br />
Esc. 2: Local<br />
Videojuegos,<br />
Zona C<strong>en</strong>tro 0 1 1 1 1 4<br />
<strong>Colombia</strong> Bogotá Esc. 1: La Alameda 1 1 1 1 1 5<br />
Esc. 2: C<strong>en</strong>tro<br />
Comercial 1 1 1 1 1 5<br />
Medellín Esc. 1: Parque Bolívar 1 1 1 1 1 5<br />
Esc. 2: San Diego 1 1 1 1 1 5<br />
<strong>Paraguay</strong> Asunción Esc.1:Terminal de<br />
Ómnibus 1 1 1 1 1 5<br />
Esc. 2: C<strong>en</strong>tro o<br />
micro c<strong>en</strong>tro 1 1 1 1 1 5<br />
Ciudad del Esc.1: Zona de casillas 1 1 1 1 1 5<br />
Este Esc. 2: Zona de<br />
shopping 1 1 1 1 1 5<br />
Perú Cusco Esc. 1: Night Club 1 1 1 1 1 5<br />
Esc. 2: Tres locales 1 1 1 1 1 5<br />
Lima Esc. 1: Cines, bar,<br />
discotecas 1 1 1 1 1 5<br />
Esc. 2: Night Clubs 1 1 1 1 1 5<br />
Metodología 57
58<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
4. CARACTERÍSTICAS DE LOS ESCENARIOS Y<br />
MODUS OPERANDI DE LA DEMANDA EN ESC<br />
4.1 CIUDADES Y ESCENARIOS DE ESC<br />
CIUDADES Y ESCENARIOS DE ESC EN CHILE<br />
Santiago<br />
Santiago es la capital de <strong>Chile</strong> y conc<strong>en</strong>tra la mayor cantidad de habitantes,<br />
así como parte neurálgica de la administración política, de la actividad<br />
económica y de la actividad cultural.<br />
El Gran Santiago compr<strong>en</strong>de 32 comunas autónomas y ti<strong>en</strong>e una superficie<br />
de 728,22 kilómetros cuadrados, con un total de 4.658.687 habitantes<br />
–2.420.291 mujeres y 2.238.396 hombres–, el 30 % de la población<br />
total del país, que es de 15.116.435 personas. La ciudad g<strong>en</strong>era cerca del<br />
40% del Producto Geográfico Bruto (PGB) nacional, y sus sectores más dinámicos<br />
son el comercio, la industria y los servicios financieros.<br />
El <strong>estudio</strong> se desarrolló <strong>en</strong> la Plaza de Armas, c<strong>en</strong>tro simbólico y turístico<br />
de Santiago y sede del gobierno comunal, donde la actividad de explotación<br />
sexual comercial de m<strong>en</strong>ores de 18 años (ESC) continúa desarrollándose<br />
a pesar de interv<strong>en</strong>ciones policiales y procesos p<strong>en</strong>ales de<br />
gran impacto mediático, y <strong>en</strong> la población ‘El Alm<strong>en</strong>dro’ de la comuna de<br />
El Bosque, configuración territorial característica de grandes zonas del<br />
cordón periférico de la ciudad, <strong>en</strong> la que priman condiciones de vida<br />
precarizadas.<br />
Plaza de Armas<br />
La Plaza de Armas, antiguo c<strong>en</strong>tro cívico declarado «zona típica» por el<br />
Consejo de Monum<strong>en</strong>tos Nacionales, se sitúa <strong>en</strong> la comuna de Santiago,<br />
que ti<strong>en</strong>e una superficie de 22,4 kilómetros cuadrados y <strong>en</strong> la que habitan<br />
200.792 personas –99.155 hombres y 101.637 mujeres–.<br />
Se trata de un espacio cuadrado que se erigió como c<strong>en</strong>tro del diseño<br />
urbanístico con forma de damero que caracterizó al Santiago colonial. Ti<strong>en</strong>e<br />
4 fr<strong>en</strong>tes: al poni<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> calle Pu<strong>en</strong>te, la Catedral Metropolitana; al sur,<br />
<strong>en</strong> calle Compañía, el Portal Fernández Concha (c<strong>en</strong>tro de actividad co-<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 59
mercial); al ori<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> calle Estado, el Portal Bulnes (c<strong>en</strong>tro de actividad<br />
comercial) y al norte, <strong>en</strong> calle Catedral, la Municipalidad, el Museo Histórico<br />
Nacional y el Correo C<strong>en</strong>tral.<br />
El espacio se caracteriza por un alto tránsito peatonal, dado que está<br />
inserto <strong>en</strong> el corazón de la actividad de la ciudad y porque se constituye<br />
<strong>en</strong> un lugar turístico muy visitado. La plaza es un lugar de <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro, de<br />
descanso y de paseo, donde se comercian también variados productos y<br />
servicios. Los habitantes perman<strong>en</strong>tes de la plaza son los artistas, los pintores<br />
callejeros, los v<strong>en</strong>dedores ambulantes, los barr<strong>en</strong>deros, los(as)<br />
niños(as) que deambulan con su v<strong>en</strong>ta de abanicos, llaveros o flores, supervisados<br />
de lejos por sus madres o algún hermano mayor.<br />
Como ya se observa un increm<strong>en</strong>to del rechazo social a la ESC, la actividad<br />
se desarrolla de forma soterrada, asociada a claves y procedimi<strong>en</strong>tos<br />
propios de su condición de clandestinidad, destinados a garantizar la<br />
perman<strong>en</strong>cia del negocio y a evitar el escarnio público y la persecución<br />
p<strong>en</strong>al de los explotadores.<br />
Resulta habitual la inserción de los consumidores de ESC <strong>en</strong> redes de<br />
prox<strong>en</strong>etas, a las que acced<strong>en</strong> a través de conocidos también dedicados a<br />
esta práctica. Luego de un acercami<strong>en</strong>to inicial establec<strong>en</strong> sistemas de<br />
contacto telefónico, lo que redunda <strong>en</strong> mayores garantías de seguridad y<br />
cumplimi<strong>en</strong>to de lo acordado. El consumidor de ESC suele concurrir al esc<strong>en</strong>ario<br />
de forma solitaria, aunque también se organizan fiestas o<br />
‘partusas’ grupales <strong>en</strong> las que los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes asist<strong>en</strong> a las<br />
casas de los consumidores.<br />
En el sector de la Plaza de Armas, la interv<strong>en</strong>ción policial ha id<strong>en</strong>tificado<br />
una amplia red de ESC, permiti<strong>en</strong>do el someti<strong>en</strong>do de algunos explotadores<br />
a procesos p<strong>en</strong>ales de alto impacto mediático que <strong>en</strong> la práctica<br />
no han conducido a la extinción de la actividad, la que ha persistido mediante<br />
estrategias de <strong>en</strong>solapami<strong>en</strong>to, como cambios <strong>en</strong> el modus<br />
operandi y <strong>en</strong> los territorios de actuación.<br />
En los portales y calles aledañas se ubican intermediarios <strong>en</strong>cargados<br />
de captar posibles cli<strong>en</strong>tes, ofreci<strong>en</strong>do los ‘servicios’ a los transeúntes y<br />
conduciéndolos a los locales de strip-tease legalm<strong>en</strong>te establecidos <strong>en</strong> el<br />
sector, o a departam<strong>en</strong>tos sobre los portales <strong>en</strong> los que, según información<br />
proporcionada por los propios intermediarios –recogidas durante el<br />
proceso de selección de esc<strong>en</strong>arios y no confirmadas por observación directa–,<br />
funcionan c<strong>en</strong>tros clandestinos de prostitución y ESC.<br />
De acuerdo a las ofertas de estos intermediarios, <strong>en</strong> varios departam<strong>en</strong>tos<br />
de los edificios sobre los portales se registra actividad de ESC, or-<br />
60<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
ganizada por pisos según el tipo de ‘producto’: edades, género, tipos de<br />
prácticas. El contacto con adolesc<strong>en</strong>tes se acuerda a través de un tercero<br />
<strong>en</strong> el local. En varios de los locales legalm<strong>en</strong>te establecidos se constató la<br />
exist<strong>en</strong>cia de habitaciones o ‘privados’ <strong>en</strong> los que se desarrolla comercio<br />
sexual de manera clandestina.<br />
El Bosque. Población El Alm<strong>en</strong>dro<br />
El segundo esc<strong>en</strong>ario es una población situada <strong>en</strong> la comuna de El Bosque,<br />
que se ubica <strong>en</strong> la zona sur de Santiago y que conc<strong>en</strong>tra amplios<br />
sectores de marginación. La comuna ti<strong>en</strong>e una superficie de 14,1 kilómetros<br />
cuadrados y una población de 172.854 habitantes –86.435 hombres y<br />
89.159 mujeres–.<br />
La población El Alm<strong>en</strong>dro resulta de una toma de terr<strong>en</strong>os de los años<br />
80, <strong>en</strong> la que luego el Estado instaló casetas sanitarias –baño y cocina–<br />
para que los pobladores continuaran la construcción, la que se desarrolló<br />
mayoritariam<strong>en</strong>te de manera precaria. Todas las casas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un pequeño<br />
antejardín y ocupan una superficie total de m<strong>en</strong>os de 40 m 2 . El trazado<br />
urbanístico de la población está conformado por gran cantidad de pasajes<br />
y calles angostas. Entre los pasajes exist<strong>en</strong> algunos espacios baldíos,<br />
por lo g<strong>en</strong>eral muy mal iluminados, que cu<strong>en</strong>tan con dos o tres bancos<br />
de hierro o madera y algunos arbustos.<br />
En estos lugares ocurr<strong>en</strong> prácticas de ESC a partir del anochecer, <strong>en</strong><br />
horarios que varían dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do de la estación del año: <strong>en</strong> temporada<br />
estival el movimi<strong>en</strong>to de niñas, niños y adolesc<strong>en</strong>tes apostados <strong>en</strong> la esquina<br />
se observa a partir de las 22:00 horas y se exti<strong>en</strong>de, a veces, hasta<br />
altas horas de la madrugada; durante la temporada de invierno se adelantan<br />
los horarios.<br />
En la población se desarrolla tráfico de drogas como pasta base de cocaína,<br />
cocaína y marihuana, lo que hace que la ESC se pres<strong>en</strong>te aquí relacionada<br />
con el consumo de pasta base por parte de los adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
G<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te los consumidores de ESC llegan <strong>en</strong> auto a estos esc<strong>en</strong>arios,<br />
y llaman o esperan a que los y las adolesc<strong>en</strong>tes niños se acerqu<strong>en</strong>,<br />
preguntándoles si están trabajando y cuánto cobran. El consumidor debe<br />
pagar después que se han conversado los términos del ‘servicio’; a veces<br />
los adultos negocian buscando pagar m<strong>en</strong>os. No es poco frecu<strong>en</strong>te que<br />
los consumidores al mom<strong>en</strong>to de realizarse el intercambio, int<strong>en</strong>t<strong>en</strong> obt<strong>en</strong>er<br />
más de lo acordado o no pagar. Algunos incluso llegan a violar, golpear<br />
y a dejar abandonados a los niños, niñas o adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> sitios<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 61
eriazos. A veces, algunos niños y adolesc<strong>en</strong>tes actúan como grupos de<br />
apoyo <strong>en</strong> resguardo de la seguridad de los que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> ESC.<br />
Valparaíso<br />
Valparaíso es una importante ciudad portuaria, ubicada a 120 kilómetros<br />
de Santiago, <strong>en</strong> la que se conc<strong>en</strong>tra la actividad legislativa del país. Se ha<br />
desarrollado como puerta marítima a la zona c<strong>en</strong>tral. Ti<strong>en</strong>e una superficie<br />
total de 401,6 kilómetros cuadrados y una población de 275.982 habitantes<br />
–135.217 hombres y 140.765 mujeres–, de la cual el 99,6% se ubica <strong>en</strong><br />
el área urbana. La actividad económica se conc<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> el comercio y <strong>en</strong><br />
los servicios financieros y comunales, actividades que dan sust<strong>en</strong>to a la<br />
dinámica portuaria a través de la prestación de servicios.<br />
Junto al balneario de Viña del Mar, la ciudad de Valparaíso conforma<br />
un importante polo turístico –<strong>en</strong> 2004 fue declarada patrimonio de la humanidad–,<br />
lo que hace converger un doble flujo de visitantes: los de la actividad<br />
portuario-comercial y los de la actividad turística. Este flujo perman<strong>en</strong>te<br />
de personas ha contribuido a configurar una lógica relacional<br />
de mayor permisividad de <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros pasajeros y de las actividades de<br />
comercio sexual, tanto <strong>en</strong> la calle como <strong>en</strong> clubes nocturnos.<br />
La zona <strong>en</strong> la que se realizó la investigación conc<strong>en</strong>tra parte de las actividades<br />
neurálgicas de la ciudad: hay comercio, restaurantes tradicionales,<br />
locales de v<strong>en</strong>ta de artículos domésticos, bancos y servicios públicos.<br />
Los esc<strong>en</strong>arios investigados fueron la Plaza Victoria y un local de<br />
videojuegos y su <strong>en</strong>torno, ubicado <strong>en</strong> la principal av<strong>en</strong>ida de la ciudad. En<br />
ambos se desarrolla ESC de niños y adolesc<strong>en</strong>tes de ambos sexos.<br />
Plaza Victoria<br />
La Plaza Victoria está situada casi al final de la calle Pedro Montt, fr<strong>en</strong>te a<br />
ella se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la catedral de Valparaíso. Ti<strong>en</strong>e una fu<strong>en</strong>te de agua <strong>en</strong> el<br />
c<strong>en</strong>tro, alrededor de la que se distribuy<strong>en</strong> árboles añosos y bancos de<br />
madera. En sus costados se alinean pequeños locales de v<strong>en</strong>ta de artesanía.<br />
Entre los actores sociales perman<strong>en</strong>tes se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran algunos v<strong>en</strong>dedores,<br />
artistas callejeros y policías. Suele estar ll<strong>en</strong>a de g<strong>en</strong>te.<br />
En uno de sus costados se ubica la plaza Simón Bolívar, de similares<br />
características pero algo más pequeña, donde está instalado un lugar de<br />
<strong>en</strong>tret<strong>en</strong>ciones mecánicas y de juegos infantiles. Junto a las plazas hay un<br />
paradero de taxis.<br />
62<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC se ubican <strong>en</strong> los asi<strong>en</strong>tos alrededor<br />
de las fu<strong>en</strong>tes de ambas plazas, estableciéndose divisiones territoriales<br />
rígidas, cuya trasgresión constituye motivo de punición por parte de<br />
los otros grupos.<br />
Abordan autos que ‘pasan’ l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te por la plaza. Casi no circulan<br />
«cli<strong>en</strong>tes» a pie, los que son previam<strong>en</strong>te «filtrados» por los «protectores»<br />
de los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes. Cuando ya se han t<strong>en</strong>ido los primeros<br />
contactos sexuales, se simplifican los códigos y los consumidores sólo silban<br />
o tocan la bocina. Los cli<strong>en</strong>tes más antiguos se proteg<strong>en</strong> a través de<br />
intermediarios, a qui<strong>en</strong>es solicitan por teléfono t<strong>en</strong>er contacto con los y<br />
las adolesc<strong>en</strong>tes, de modo que éstos los esper<strong>en</strong> a que los pas<strong>en</strong> a recoger.<br />
Cuando son más conocidos, pued<strong>en</strong> concurrir a direcciones particulares<br />
que les da el intermediario.<br />
Videojuegos y aledaños<br />
El local de videojuegos está <strong>en</strong> la calle principal de la ciudad, cerca de un<br />
supermercado y ti<strong>en</strong>das de electrodomésticos. Se trata de un circuito comercial<br />
donde las personas transitan y miran vitrinas. En las aceras también<br />
hay v<strong>en</strong>dedores ambulantes de diversos productos.<br />
El recinto mide unos 12 metros de ancho por unos 20 de largo y ti<strong>en</strong>e<br />
una caja de pago ubicada cerca de la <strong>en</strong>trada. Hacia el fondo hay baños y<br />
una oficina con vidrios opacos. Las máquinas de juego están dispuestas a<br />
lo largo del local, todas mirando hacia el medio de la sala; <strong>en</strong> ellas se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
jugando personas de diversas edades y géneros. El local cu<strong>en</strong>ta<br />
con un circuito cerrado de cámaras de televisión, cuyas imág<strong>en</strong>es pued<strong>en</strong><br />
verse desde la caseta c<strong>en</strong>tral, y con espejos colocados <strong>en</strong> la parte superior<br />
de todas sus paredes, los que permit<strong>en</strong> mirar todo el perímetro.<br />
El ambi<strong>en</strong>te g<strong>en</strong>eral de este esc<strong>en</strong>ario es de rechazo hacia qui<strong>en</strong>es no<br />
son reconocidos como concurr<strong>en</strong>tes habituales. Al interior hay cuidadores<br />
de vestim<strong>en</strong>ta informal y circulan traficantes de drogas y asaltantes. Tanto<br />
afuera como ad<strong>en</strong>tro del local se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran esporádicam<strong>en</strong>te muchos<br />
niños y jóv<strong>en</strong>es cuyas edades fluctúan <strong>en</strong>tre los 6 y los 20 años aproximadam<strong>en</strong>te.<br />
Algunos juegan videos. Durante una de las observaciones<br />
etnográficas, <strong>en</strong> la parte posterior del local, un grupo de jóv<strong>en</strong>es de ambos<br />
sexos bebían cerveza y bailaban, actividad que no es propia de un local<br />
de videojuegos.<br />
Aparec<strong>en</strong> dos estrategias básicas de acercami<strong>en</strong>to: <strong>en</strong>tablar conversación<br />
casual para luego establecer tarifas y acordar el lugar; o bi<strong>en</strong>, el<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 63
«cli<strong>en</strong>te» hace alguna seña significativa al adolesc<strong>en</strong>te hacia algún lugar<br />
adonde éste los sigue. Estas claves codificadas funcionan como garantía<br />
de id<strong>en</strong>tificación mutua, <strong>en</strong> el <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido de que se trata de una actividad<br />
clandestina, pero operan también como fu<strong>en</strong>tes de placer o excitación <strong>en</strong><br />
sí mismas.<br />
Tú te estás preocupado del cazador, cómo se comportaría el depredador. Dep<strong>en</strong>de<br />
de la circunstancia y del lugar, ya; es típico el l<strong>en</strong>guaje corporal, el de las miradas,<br />
el de las vueltas: el chico está s<strong>en</strong>tado solo, hay que ver las condiciones como para<br />
que el cazador se comporte como cazador; para que el cazador se porte como<br />
tal, la persona, la presa, el chico, ti<strong>en</strong>e que estar solo, con el cartel de disponible <strong>en</strong><br />
la fr<strong>en</strong>te, porque esa es la verdad, porque anda buscando qui<strong>en</strong> se lo lleve. Y <strong>en</strong>tonces<br />
es todo un juego, está todo confabulado y están los códigos de las miradas,<br />
del comportami<strong>en</strong>to, de los acercami<strong>en</strong>tos; típico que el chico le va pedir un<br />
cigarro si es que quiere <strong>en</strong>ganchar y la otra persona se lo va ofrecer o le va preguntar<br />
la hora. Empieza todo un coloquio, una conversación y ahí vi<strong>en</strong>e todo lo<br />
que es la transacción. (Intermediario, 32 años, Videojuegos, Valparaíso).<br />
Ciudades y esc<strong>en</strong>arios de ESC <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong><br />
Bogotá<br />
Bogotá es la Capital de <strong>Colombia</strong>. Ti<strong>en</strong>e una población aproximada de<br />
6.700.000 habitantes. Es el principal c<strong>en</strong>tro urbano, económico, político,<br />
social y cultural del país. Sus principales servicios son el comercio, el<br />
transporte, la banca, los seguros, el alquiler de vivi<strong>en</strong>da y la educación. La<br />
participación de la ciudad <strong>en</strong> el PIB nacional es del 19.97%.<br />
La ciudad empezó el siglo XX con ci<strong>en</strong> mil habitantes, pero, luego de la<br />
Guerra de los Mil Días, com<strong>en</strong>zó un crecimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> las actividades económicas<br />
y una reorganización del Estado, desarrollando una int<strong>en</strong>sa actividad<br />
urbanizadora, además de un aum<strong>en</strong>to notable <strong>en</strong> la producción<br />
artesanal. En los últimos ocho años, Bogotá ha experim<strong>en</strong>tado un crecimi<strong>en</strong>to<br />
urbanístico acelerado y complejo, con una importante reforma del<br />
transporte público que produjo un impacto positivo <strong>en</strong> la habitabilidad<br />
de la ciudad.<br />
En Bogotá se seleccionó un C<strong>en</strong>tro Comercial ubicado <strong>en</strong> una zona<br />
céntrica de la ciudad (av<strong>en</strong>ida 7 con calle 22) y sus alrededores, para el esc<strong>en</strong>ario<br />
de ESC masculina; para el esc<strong>en</strong>ario de ESC fem<strong>en</strong>ina se tomó la<br />
calle 23 con carrera 13 A, también <strong>en</strong> una zona céntrica de la ciudad, <strong>en</strong> el<br />
barrio La Alameda.<br />
64<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
C<strong>en</strong>tro Comercial: Esc<strong>en</strong>ario de ESC masculina homosexual.<br />
La carrera séptima es una de las más importantes av<strong>en</strong>idas del c<strong>en</strong>tro y<br />
de la ciudad de Bogotá; es una av<strong>en</strong>ida comercial donde transitan muchos<br />
peatones, dando paseos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> a la vez un carácter recreativo,<br />
comercial y social, costumbre que los bogotanos llaman «septimazo». La<br />
av<strong>en</strong>ida es utilizada también para el «levante» o flirteo <strong>en</strong>tre los gays, uso<br />
que limita por el sur <strong>en</strong> el Parque Santander, y por el norte <strong>en</strong> el Parque<br />
Nacional, hito del esparcimi<strong>en</strong>to familiar bogotano.<br />
En el recorrido hay videojuegos, plazas, cafés, bares, restaurantes, videos<br />
gays y el C<strong>en</strong>tro Comercial, que son esc<strong>en</strong>arios de levante.<br />
Exist<strong>en</strong> caminantes que simplem<strong>en</strong>te pasan de largo dándose el<br />
septimazo. Otros repit<strong>en</strong> la ruta varias veces, parando <strong>en</strong> algunas de las<br />
estaciones. Otros están <strong>en</strong> un solo lugar.<br />
El C<strong>en</strong>tro Comercial ti<strong>en</strong>e cuatro pisos construidos como corredores<br />
alrededor de una plaza c<strong>en</strong>tral cuadrada. Son terrazas <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tadas desde<br />
las que se puede ver casi todo desde cualquier punto. Lo que define que<br />
se está <strong>en</strong> el C<strong>en</strong>tro Comercial es estar parado <strong>en</strong> el andén exterior. Allí se<br />
dejan ver jóv<strong>en</strong>es con ropa apretada, algunos visiblem<strong>en</strong>te maquillados,<br />
<strong>en</strong> grupos de dos o tres, unos deambulando y otros permanec<strong>en</strong> parados<br />
o recostados contra la baranda.<br />
En lo que respecta a la ESC <strong>en</strong> el C<strong>en</strong>tro Comercial se hace sólo el «levante»<br />
o primer contacto, luego del cual la pareja se desplaza a resid<strong>en</strong>cias,<br />
o videos cercanos, o a la casa del cli<strong>en</strong>te.<br />
La Alameda: Esc<strong>en</strong>ario de ESC fem<strong>en</strong>ina<br />
Este sector está ubicado <strong>en</strong> la periferia de la primera zona de tolerancia<br />
legal de la ciudad, donde <strong>en</strong> los últimos años han aum<strong>en</strong>tado las discotecas,<br />
resid<strong>en</strong>cias, sitios de striptease, prostitución, v<strong>en</strong>ta de sustancias<br />
adictivas, y los robos y lesiones.<br />
Mi<strong>en</strong>tras <strong>en</strong> esa zona hay pres<strong>en</strong>cia constante de la policía, <strong>en</strong> los sectores<br />
aledaños no, ubicándose un mayor número de niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
<strong>en</strong> ESC. En ambas zonas se da una alta incid<strong>en</strong>cia de prostitución<br />
adulta y de ESC homosexual y heterosexual. Los prostíbulos y resid<strong>en</strong>cias<br />
operan las 24 horas. Durante el día el sector es sitio de tránsito de personas<br />
y de comercio de v<strong>en</strong>ta de misceláneos.<br />
Los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes que se ubican <strong>en</strong> el barrio Santa Fe,<br />
depart<strong>en</strong> durante la noche consumi<strong>en</strong>do pegam<strong>en</strong>to, «bazuco» y ciga-<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 65
illos, y esperando automóviles, habitualm<strong>en</strong>te taxis, que se acercan y<br />
con cuyos conductores se establece una negociación tras la que la<br />
niña o adolesc<strong>en</strong>te aborda el vehículo; a veces llama a otra niña. La relación<br />
sexual g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se concreta <strong>en</strong> alguna de las resid<strong>en</strong>cias<br />
del sector. Al cabo de unos cuar<strong>en</strong>ta minutos las vuelv<strong>en</strong> a dejar allí o<br />
ellas llegan a pie. El número de niñas y adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el sitio fluctúa<br />
<strong>en</strong>tre dos y seis.<br />
Hay algunas niñas y adolesc<strong>en</strong>tes que llegan <strong>en</strong> pijama a charlar con<br />
las otras, <strong>en</strong> una actitud de descanso. Ocasionalm<strong>en</strong>te también se acercan<br />
muchachos, a pie o <strong>en</strong> bicicleta, sin el propósito de transacción sexual comercial.<br />
Durante el proceso de observación de este esc<strong>en</strong>ario, la policía hizo<br />
una redada <strong>en</strong> la que detuvo a las adolesc<strong>en</strong>tes utilizando un trato<br />
agresivo.<br />
En <strong>en</strong>ero de 2006 fue asesinada y descuartizada una adolesc<strong>en</strong>te m<strong>en</strong>or<br />
de edad <strong>en</strong> ESC de La Alameda. Dejaron sus restos <strong>en</strong> una bolsa de<br />
basura <strong>en</strong> la Av<strong>en</strong>ida Caracas; algunas personas dic<strong>en</strong> que el autor fue un<br />
cli<strong>en</strong>te <strong>en</strong> una resid<strong>en</strong>cia del sector.<br />
Medellín<br />
Medellín es el segundo c<strong>en</strong>tro urbano de <strong>Colombia</strong>, capital del departam<strong>en</strong>to<br />
de Antioquia, con una población de alrededor de 2.200.000 habitantes.<br />
Se ubica <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro del Vallede Aburrá, a 400 kilómetros de Bogotá<br />
y a 1.500 metros sobre el nivel del mar.<br />
En este valle, de 380,64 km 2 , está el principal núcleo urbano de<br />
Medellín y los c<strong>en</strong>tros periféricos del área metropolitana, conformada por<br />
nueve municipios contiguos a la ciudad. En el área de influ<strong>en</strong>cia de<br />
Medellín se desarrollan actividades industriales y agroindustriales.<br />
En la década de los 30 com<strong>en</strong>zaron <strong>en</strong> la ciudad procesos de desarrollo<br />
urbano y social, industrialización y fom<strong>en</strong>to cultural, lográndose un<br />
despegue industrial durante los sigui<strong>en</strong>tes cincu<strong>en</strong>ta años, con base <strong>en</strong> la<br />
explotación del oro y el café. El f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de las mafias, que emergió <strong>en</strong><br />
la década del 70, com<strong>en</strong>zó a superarse hacia los años 90, gracias a políticas<br />
estatales y megaproyectos urbanos.<br />
En Medellín se seleccionaron dos esc<strong>en</strong>arios <strong>en</strong> zonas céntricas: el sector<br />
de San Diego, que durante la noche registra una fuerte pres<strong>en</strong>cia de<br />
ESC fem<strong>en</strong>ina y prostitución adulta callejera, y el Parque Bolívar, que cons-<br />
66<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
tituye un punto focal de movimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la ciudad y registra una demanda<br />
de ESC masculina homosexual ampliam<strong>en</strong>te reconocida.<br />
San Diego: Esc<strong>en</strong>ario de ESC fem<strong>en</strong>ina<br />
En este sector predominan la ESC de niñas y adolesc<strong>en</strong>tes de <strong>en</strong>tre 10 y<br />
18 años y la prostitución de mujeres adultas; <strong>en</strong> m<strong>en</strong>or grado se da comercio<br />
sexual de travestís.<br />
El sector está compuesto por 16 manzanas, ocupadas principalm<strong>en</strong>te<br />
por locales de mecánica o de v<strong>en</strong>ta de repuestos que abr<strong>en</strong> durante el día.<br />
Durante la noche hay mujeres adultas, jóv<strong>en</strong>es, adolesc<strong>en</strong>tes y niñas,<br />
ubicadas especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las esquinas, o que transitan de una esquina a<br />
otra y «parchan» (se agrupan) de a 5 o 6. Las ubicaciones varían según<br />
edad: las mujeres más adultas se instalan al costado sur de la calle 33, que<br />
divide el esc<strong>en</strong>ario <strong>en</strong> dos: al sur las adultas y al norte las adolesc<strong>en</strong>tes. Al<br />
costado sur de la 33, <strong>en</strong> la primera esquina de abajo de la Av<strong>en</strong>ida Ori<strong>en</strong>tal,<br />
se ubican travestís y otras adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
La zona está distribuida <strong>en</strong> estratos: la primera calle de norte a sur es<br />
lo que ellas llaman «estrato 0». En este lugar hay niñas desde los 10 años,<br />
que transan con sus explotadores a cambio de una bolsa de «sacol», que<br />
vale $500 (US $0,21). Dos calles más al sur está el «estrato 1», donde la tarifa<br />
suele estar alrededor de los $5.000 (US $2,10), y cubre un rango de 3<br />
calles. La calle 39 es «de estrato 4», y allí se cobra <strong>en</strong>tre $15.000 (US $6,30)<br />
y $25.000 (US $11). Más hacia el sur está la calle 37, que llaman «de estrato<br />
5», donde se pued<strong>en</strong> cobrar hasta $35.000 (US $14,50) y donde se ubican<br />
fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te los travestís y el resto de adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
Parque Bolívar: Esc<strong>en</strong>ario de ESC masculina.<br />
El Parque Bolívar está <strong>en</strong> un sector céntrico, fr<strong>en</strong>te a la Basílica Metropolitana<br />
de Medellín y a La Alpujarra, complejo de la administración pública<br />
(alcaldía, concejo municipal y otras oficinas de servicios). Los sectores aledaños<br />
al parque están conformados por casas de inicios del siglo XIX que<br />
<strong>en</strong> la actualidad ti<strong>en</strong><strong>en</strong> uso comercial variado; muchas han sido adaptadas<br />
como resid<strong>en</strong>cias u hoteles, otras son destinadas a la prostitución de<br />
adultos y a la ESC. En el parque se desarrolla una constante y d<strong>en</strong>sa<br />
aflu<strong>en</strong>cia de transeúntes que son interceptados por v<strong>en</strong>dedores ambulantes.<br />
La observación etnográfica se realizó <strong>en</strong> «los bajos del metro» –donde<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 67
se registra principalm<strong>en</strong>te ESC fem<strong>en</strong>ina–, <strong>en</strong> el sector de la Iglesia<br />
Veracruz –donde hay prostitución fem<strong>en</strong>ina–, <strong>en</strong> el parque Berrío –de<br />
fuerte demanda de ESC masculina–, <strong>en</strong> calles aledañas al parque con comercio<br />
sexual de travestís y <strong>en</strong> un sector conocido como «los chochales»,<br />
lugar de habitación y bares de lesbianas y de ESC masculina.<br />
…aquí abajo hay otra calle que es pues donde manti<strong>en</strong><strong>en</strong> las prostitutas, para<br />
abajo, la calle que baja. Aquí por ejemplo hay un hotel donde hay puras muchachas<br />
que v<strong>en</strong>d<strong>en</strong> los ratos, y los gays también, ahí permit<strong>en</strong> mujeres y gays también<br />
pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>trar a hacer ratos, o sea que no les pon<strong>en</strong> problema que porque<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ser pareja de hombre y mujer… Y por acá es donde queda la parte<br />
que la llamamos, como decir esta: La Perú. La Perú es donde se rebuscan las<br />
travestís… Entonces de la esquina ahí para abajo, o sea todo eso para abajo, son<br />
más hoteles donde aceptan gays, lesbianas, para pasar el rato, niños, niñas, o sea,<br />
no hay problema de que sean gays o lesbianas, eso no ti<strong>en</strong>e que importar ahí<br />
nada, no les importa porque ellos no le pon<strong>en</strong> problema a eso. (Adulta <strong>en</strong> prostitución,<br />
36 años, Parque Bolívar, Medellín, <strong>Colombia</strong>)<br />
En el parque predomina la demanda de ESC masculina a niños y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
<strong>en</strong>tre los 10 y 18 años (homosexual y travestí), con m<strong>en</strong>or demanda<br />
de ESC fem<strong>en</strong>ina y de mujeres adultas.<br />
Está dividido <strong>en</strong> sectores según tipos de demanda: <strong>en</strong> las escaleras del<br />
atrio de la iglesia predominan niños y adolesc<strong>en</strong>tes con id<strong>en</strong>tidad homosexual;<br />
<strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro del parque hay niñas y adolesc<strong>en</strong>tes de 13 a 18 años<br />
con ropas y actitudes sugestivas y, <strong>en</strong> m<strong>en</strong>or número, mujeres adultas; el<br />
parque ti<strong>en</strong>e un corredor c<strong>en</strong>tral que es ocupado por v<strong>en</strong>dedores ambulantes<br />
y por adolesc<strong>en</strong>tes gay <strong>en</strong> ESC, llamados «pirobos»; también hay<br />
dos corredores laterales, separados del c<strong>en</strong>tral por «jardineras», las niñas<br />
se distribuy<strong>en</strong> por el segm<strong>en</strong>to norte de los corredores laterales occid<strong>en</strong>tales,<br />
caminando y det<strong>en</strong>iéndose <strong>en</strong> grupos de dos o tres. En esta parte<br />
de la plaza transitan hombres de <strong>en</strong>tre 18 y 60 años, muchos al <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro<br />
de ellas.<br />
La mayoría de los adolesc<strong>en</strong>tes del parque ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong>tre 12 y 18 años, ha<br />
hecho <strong>estudio</strong>s básicos incompletos y provi<strong>en</strong>e de los barrios marginales<br />
de la ciudad. La mayor parte de la población fem<strong>en</strong>ina consume algún<br />
tipo de sustancia psicoactiva, como perico (cocaína), sacol, marihuana o<br />
alcohol; contrariam<strong>en</strong>te, la población masculina afirma no consumir ninguna<br />
sustancia.<br />
Este sector está compuesto por personas de estratos 1, 2 y 3. Los consumidores<br />
provi<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> su mayoría de los mismos estratos y rara vez se<br />
68<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
v<strong>en</strong> cli<strong>en</strong>tes de estratos más altos buscando prostitución <strong>en</strong> este sector.<br />
Los consumidores son llamados «carteras» por los adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC,<br />
porque la cartera (billetera) es un lugar de donde se saca dinero.<br />
Ciudades y esc<strong>en</strong>arios de ESC <strong>en</strong> <strong>Paraguay</strong><br />
Los esc<strong>en</strong>arios de ocurr<strong>en</strong>cia de ESC <strong>en</strong> <strong>Paraguay</strong> se han multiplicado <strong>en</strong><br />
los últimos años, introduci<strong>en</strong>do nuevas dinámicas, actores y modos de<br />
distribución territorial del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o. Se registran formas tradicionales de<br />
ESC <strong>en</strong> la calle o prostíbulos, y formas emerg<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> barrios más<br />
car<strong>en</strong>ciados, <strong>en</strong> las barcazas del río <strong>Paraguay</strong> o <strong>en</strong> redes <strong>en</strong> el<br />
ciberespacio.<br />
Asunción<br />
Asunción es la capital de <strong>Paraguay</strong>, ti<strong>en</strong>e una superficie total de 117 km 2<br />
<strong>en</strong> la que viv<strong>en</strong> 512.112 habitantes, casi el 10% de la población nacional.<br />
Debido a la elevada tasa de natalidad que registra el país, y a un int<strong>en</strong>so<br />
f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de migración interna, la ciudad ha experim<strong>en</strong>tado un importante<br />
crecimi<strong>en</strong>to demográfico, que ha duplicado su población <strong>en</strong> un período<br />
de 40 años. Este crecimi<strong>en</strong>to se ha ext<strong>en</strong>dido a toda el área metropolitana,<br />
conformada por varios municipios circundantes.<br />
La tasa de desempleo de las mujeres <strong>en</strong> Asunción es de 13,4, la de los<br />
hombres es de 10,312 . Las personas de 15 a 29 años que habitan áreas<br />
urbanas de todo el país pres<strong>en</strong>tan tasas de desempleo superiores a las de<br />
áreas rurales (15,3% urbano, 6,5% rural) 13 . Esta situación impacta más int<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te<br />
a las mujeres jóv<strong>en</strong>es: el 16,3% busca activam<strong>en</strong>te trabajo,<br />
mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong>tre los hombres sólo lo hace el 8,7% 14 .<br />
Además, las mujeres y jóv<strong>en</strong>es constituy<strong>en</strong> la mayoría del flujo migratorio<br />
campo-ciudad, <strong>en</strong>contrándose con pautas culturales distintas y con<br />
pocas alternativas laborales, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te informales, precarias y <strong>en</strong> las<br />
que se violan derechos básicos.<br />
12<br />
13<br />
14<br />
DGEEC, Encu<strong>en</strong>ta Perman<strong>en</strong>te de Hogares 2004. Dirección G<strong>en</strong>eral de Encuestas, Estadística<br />
y C<strong>en</strong>so (DGEEC), Fernando de la Mora, 2005. Disponible <strong>en</strong>: http://<br />
www.dgeec.gov.py/Publicaciones/Biblioteca/EPH2004/02-Asuncion.pdf<br />
DGEEC, Población juv<strong>en</strong>il. Encuesta Perman<strong>en</strong>te de Hogares 2004. Dirección G<strong>en</strong>eral de<br />
Encuestas, Estadística y C<strong>en</strong>so (DGEEC), Fernando de la Mora, 2005.<br />
Ibídem.<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 69
Terminal de Ómnibus<br />
La Terminal de Ómnibus de Asunción se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ubicada <strong>en</strong> la zona sur<br />
de la ciudad. Es el c<strong>en</strong>tro del transporte terrestre de pasajeros tanto interurbano<br />
como internacional -Arg<strong>en</strong>tina, Brasil y Bolivia. La zona también<br />
constituye un punto c<strong>en</strong>tral del recorrido del transporte urbano. Dado el<br />
flujo de personas, alrededor de la Terminal se conc<strong>en</strong>tra v<strong>en</strong>ta ambulante,<br />
puestos de comida, m<strong>en</strong>dicidad y prostitución.<br />
Los niños, las niñas y adolesc<strong>en</strong>tes de la zona se agrupan <strong>en</strong> pandillas<br />
y comet<strong>en</strong> delitos como asaltos y robos a los automóviles; también se registra<br />
el consumo cada vez más g<strong>en</strong>eralizado de «cola de zapatero», pegam<strong>en</strong>to<br />
plástico que se aspira. Estos adolesc<strong>en</strong>tes se involucran <strong>en</strong> ESC<br />
de modo más o m<strong>en</strong>os circunstancial. Los consumidores circulan <strong>en</strong> autos<br />
o a pie por las av<strong>en</strong>idas que rodean la terminal y se deti<strong>en</strong><strong>en</strong> mom<strong>en</strong>táneam<strong>en</strong>te<br />
para ofrecerles dinero a cambio de relaciones sexuales. No se<br />
constató la pres<strong>en</strong>cia de otros adultos involucrados con los niños, niñas y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la organización de la actividad, pero sí la exist<strong>en</strong>cia de<br />
liderazgos <strong>en</strong>tre los propios adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
También se registra la pres<strong>en</strong>cia de mujeres adolesc<strong>en</strong>tes abocadas<br />
perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te a la actividad de ESC. Algunas trabajan –y a veces viv<strong>en</strong>–<br />
<strong>en</strong> pequeños prostíbulos <strong>en</strong>cubiertos bajo la fachada de bares que<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> pequeñas piezas. Estas adolesc<strong>en</strong>tes interactúan con hombres que<br />
asist<strong>en</strong> a los locales, motivándolos a consumir bebidas alcohólicas para<br />
luego mant<strong>en</strong>er relaciones sexuales pagadas. Hay también hoteles que<br />
ofrec<strong>en</strong> la compañía de jóv<strong>en</strong>es adolesc<strong>en</strong>tes a sus pasajeros.<br />
Otras adolesc<strong>en</strong>tes «hac<strong>en</strong> pasarela», es decir, circulan por las calles<br />
que rodean la Terminal, evitando instalarse <strong>en</strong> las esquinas más concurridas,<br />
reservadas a adultas <strong>en</strong> prostitución. Varias adolesc<strong>en</strong>tes acud<strong>en</strong> a alguna<br />
de las «parrilladas» de la zona; restaurantes que por lo g<strong>en</strong>eral ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
pistas de baile, <strong>en</strong> los que pued<strong>en</strong> relacionarse con los consumidores<br />
con mayor seguridad. La pres<strong>en</strong>cia de las jóv<strong>en</strong>es atrae cli<strong>en</strong>tes a los locales,<br />
cuyos dueños las contratan a veces como «bailarinas» para acompañar<br />
a grupos musicales u ofrecer show. Los <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros por lo g<strong>en</strong>eral se<br />
realizan <strong>en</strong> alguno de los hoteles o moteles de la zona o <strong>en</strong> un terr<strong>en</strong>o<br />
baldío fr<strong>en</strong>te a la terminal. Algunas parrilladas cu<strong>en</strong>tan con pequeñas piezas<br />
que los cli<strong>en</strong>tes pued<strong>en</strong> alquilar.<br />
En la explotación de estas adolesc<strong>en</strong>tes operan «cafichos» –que a veces<br />
también son sus novios– y «levantadores», sujetos –a veces taxistas<br />
o trabajadores de los locales– que id<strong>en</strong>tifican jóv<strong>en</strong>es de cualquier sexo<br />
70<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
para cli<strong>en</strong>tes o propietarios de prostíbulos. Las mujeres más experim<strong>en</strong>tadas<br />
brindan consejo y regulan la iniciación de las adolesc<strong>en</strong>tes. También<br />
se involucran personas con cierto poder, que incluso ejerc<strong>en</strong> funciones<br />
públicas, que obti<strong>en</strong><strong>en</strong> tratos sexuales de las jóv<strong>en</strong>es a cambio<br />
de contactos para conseguir trabajo o para insertarse <strong>en</strong> circuitos de explotación.<br />
El perfil de la demanda de ESC <strong>en</strong> la Terminal de Ómnibus de Asunción<br />
es heterogéneo, pres<strong>en</strong>tándose consumidores circunstanciales, que<br />
aprovechan el espacio anónimo de tránsito, y también frecu<strong>en</strong>tes, la mayoría<br />
pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>te a clases populares o medias, aunque también concurr<strong>en</strong><br />
personas de mayor poder adquisitivo. Un informante ha referido la<br />
pres<strong>en</strong>cia esporádica de mujeres adultas que buscan mujeres jóv<strong>en</strong>es.<br />
Micro c<strong>en</strong>tro<br />
En el c<strong>en</strong>tro de Asunción operan adultos <strong>en</strong> prostitución de distintos géneros<br />
y edades, también adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC. Hay zonas donde predominan<br />
los taxiboys –jóv<strong>en</strong>es con id<strong>en</strong>tidad masculina– y otras <strong>en</strong> las que se<br />
ubican transexuales –que adoptan una id<strong>en</strong>tidad fem<strong>en</strong>ina–. Estas id<strong>en</strong>tidades<br />
no son necesariam<strong>en</strong>te estables.<br />
La actividad de los taxiboys se desarrolla durante todo el día, confundiéndose<br />
<strong>en</strong>tre la multitud que transita por la zona. En la noche, cuando<br />
el movimi<strong>en</strong>to de personas decae, los jóv<strong>en</strong>es se hac<strong>en</strong> más visibles y se<br />
ubican <strong>en</strong> las calles tácitam<strong>en</strong>te asignadas a la prostitución masculina, territorio<br />
segm<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> sectores cuya ocupación dep<strong>en</strong>de del reconocimi<strong>en</strong>to<br />
<strong>en</strong>tre pares. La actividad de los transgéneros se restringe únicam<strong>en</strong>te<br />
a la noche.<br />
Los contactos <strong>en</strong>tre taxiboys y consumidores pued<strong>en</strong> darse <strong>en</strong> la calle<br />
y <strong>en</strong> c<strong>en</strong>tros comerciales o bares; el contacto con transexuales se produce<br />
sólo <strong>en</strong> la vía pública. Los taxiboys y sus consumidores acud<strong>en</strong> a moteles<br />
o a la casa de éstos. Los transexuales concretan los <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros sexuales<br />
<strong>en</strong> moteles, <strong>en</strong> el automóvil del consumidor o <strong>en</strong> la misma calle.<br />
Muchos jóv<strong>en</strong>es roban <strong>en</strong> grupo a qui<strong>en</strong>es se deti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> sus paradas<br />
o sustra<strong>en</strong> billeteras o teléfonos celulares mi<strong>en</strong>tras se consuma el acto<br />
sexual.<br />
Entre los consumidores se han registrado sujetos que adoptan id<strong>en</strong>tidades<br />
de género diversas y móviles: hombres que desean otros hombres,<br />
que buscan hombres con apari<strong>en</strong>cia de mujer, que se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> atraídos por<br />
transexuales, hombres heterosexuales que buscan nuevas experi<strong>en</strong>cias,<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 71
isexuales, parejas que desean relacionarse con un hombre o con un<br />
transexual, mujeres que buscan hombres.<br />
La captación de cli<strong>en</strong>tes, facilitación de contactos y delimitación de<br />
territorios son realizadas por los propios adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>tre los que<br />
operan liderazgos. En la mayoría de las paradas de transexuales una<br />
travestí establece las reglas de la zona, cu<strong>en</strong>ta con consumidores conocidos<br />
y los ori<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> sus búsquedas, cobrando una comisión por ello,<br />
resuelve conflictos <strong>en</strong>tre pares y administra castigos físicos, pecuniarios<br />
y territoriales.<br />
Ciudad del Este<br />
Ciudad del Este es la capital del departam<strong>en</strong>to de Alto Paraná, es la segunda<br />
<strong>en</strong> importancia del país y se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ubicada <strong>en</strong> la zona conocida<br />
como la Triple Frontera (Arg<strong>en</strong>tina, Brasil y <strong>Paraguay</strong>). La ciudad fue<br />
fundada <strong>en</strong> 1957 contando actualm<strong>en</strong>te con 222.274 habitantes.<br />
La ciudad, uno de los principales c<strong>en</strong>tros de desarrollo del <strong>Paraguay</strong>,<br />
registra una altísima movilización de recursos, sust<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> la alta actividad<br />
comercial que realizan personas de los países vecinos. Las oportunidades<br />
de negocios y el gran flujo de turistas y capitales promovieron el<br />
desarrollo de una importante cantidad de comercios de v<strong>en</strong>ta de artículos<br />
electrónicos, ropas y bebidas alcohólicas, <strong>en</strong> torno al cual creció una<br />
amplia red de comercio informal y de contrabando. En los últimos años, el<br />
departam<strong>en</strong>to de Alto Paraná también se convirtió <strong>en</strong> la principal zona<br />
de producción sojera del país, explotada principalm<strong>en</strong>te por brasiguayos<br />
(colonos brasileros radicados <strong>en</strong> <strong>Paraguay</strong>). A esto se sumó la construcción<br />
de la Represa Itaipú Binacional, obra que atrajo a muchas personas<br />
de todo el país <strong>en</strong> busca de trabajo.<br />
Las brechas <strong>en</strong>tre la población más rica y la más pobre se han hecho<br />
cada vez más amplias. Poderosas mafias y grupos de poder se han b<strong>en</strong>eficiado<br />
de actividades fuera de la ley. Las políticas aduaneras y de fiscalización<br />
adoptadas por Brasil han provocado el cierre de muchos locales e<br />
instalando <strong>en</strong> la población local una s<strong>en</strong>sación de desconcierto.<br />
Las investigaciones y datos difundidos por el IPEC d<strong>en</strong>tro del Proyecto<br />
de Prev<strong>en</strong>ción y Eliminación de la ESC <strong>en</strong> la Frontera Arg<strong>en</strong>tina/Brasil/<strong>Paraguay</strong><br />
(2001-2005) han dado cu<strong>en</strong>ta de las condiciones de extrema<br />
vulnerabilidad que afecta a la población de personas m<strong>en</strong>ores de<br />
edad <strong>en</strong> ESC.<br />
72<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Zona de casillas<br />
En Ciudad del Este hay varias zonas donde pequeños locales de v<strong>en</strong>ta<br />
de cerveza, sándwiches y empanadas se instalan de modo informal <strong>en</strong><br />
sitios de tránsito de personas. Se trata de casillas construidas de modo<br />
precario con chapas y maderas, <strong>en</strong> las que se ubican una heladera y algunas<br />
mesas y sillas donde las personas se deti<strong>en</strong><strong>en</strong> a conversar y tomar<br />
un trago.<br />
En estos lugares, muchos niños y niñas v<strong>en</strong>d<strong>en</strong> frutas, verduras y golosinas<br />
o limpian los vidrios de los vehículos; algunos comet<strong>en</strong> asaltos o<br />
romp<strong>en</strong> los vidrios de los automóviles para robar <strong>en</strong> su interior. La mayoría<br />
de estas personas m<strong>en</strong>ores de edad consume alcohol y drogas como<br />
las «piedritas», sustancia parecida al crack, pero de m<strong>en</strong>or calidad. Por lo<br />
g<strong>en</strong>eral, los niños y niñas han sido víctimas de viol<strong>en</strong>cia y abusos que comi<strong>en</strong>zan<br />
<strong>en</strong> sus hogares de orig<strong>en</strong> y que continúan <strong>en</strong> la calle con otros<br />
adultos y con sus pares, con los que forman pequeñas bandas y duerm<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> plazas o <strong>en</strong> terr<strong>en</strong>os baldíos. Gran parte de las niñas, niños y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
de la zona se integran a la ESC debido a su extrema pobreza; <strong>en</strong><br />
varios casos se suma la necesidad de adquirir drogas. Su edad de iniciación<br />
oscila <strong>en</strong>tre los 10 y 11 años.<br />
La población de la ciudad reconoce estas zonas de casillas como sitios<br />
donde se puede acceder a relaciones sexuales con personas m<strong>en</strong>ores de<br />
edad. Los contactos g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te se realizan <strong>en</strong> la calle o <strong>en</strong> los<br />
copetines. Por lo g<strong>en</strong>eral, los consumidores se deti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> alguna casilla<br />
a tomar cerveza, solos, <strong>en</strong> grupo o <strong>en</strong> compañía de las adolesc<strong>en</strong>tes, para<br />
luego negociar con ellas una relación sexual pagada. En esta dinámica se<br />
consume gran cantidad de alcohol: varios de los consumidores y gran<br />
parte de las jóv<strong>en</strong>es <strong>en</strong> ESC observados se <strong>en</strong>contraban ebrios. El acto<br />
sexual se consuma <strong>en</strong> algún motel de la zona o <strong>en</strong> terr<strong>en</strong>os baldíos cercanos,<br />
donde algunas jóv<strong>en</strong>es también roban a los consumidores.<br />
La demanda la integran v<strong>en</strong>dedores, taxistas, moto taxistas, camioneros<br />
y otros hombres de paso por el lugar, algunos <strong>en</strong> camionetas lujosas.<br />
Las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>trevistadas manifestaron t<strong>en</strong>er o haber t<strong>en</strong>ido algún<br />
novio o pareja de su misma edad al que le daban dinero. Los propietarios<br />
o <strong>en</strong>cargados de las casillas ganan con las v<strong>en</strong>tas y además cumpl<strong>en</strong><br />
un rol de intermediación.<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 73
Zona de shoppings<br />
En Ciudad del Este exist<strong>en</strong> varios shopping c<strong>en</strong>ters de diverso tipo, algunos<br />
destinados a funcionar estrictam<strong>en</strong>te como c<strong>en</strong>tros de v<strong>en</strong>ta de toda clase<br />
de productos, otros que además ti<strong>en</strong><strong>en</strong> patios de comida, salas de video-juegos,<br />
karaokes y discotecas. Algunos de estos lugares son utilizados<br />
como c<strong>en</strong>tro de contacto por taxi boys y sus consumidores.<br />
Los shopping c<strong>en</strong>ters actúan básicam<strong>en</strong>te como lugares de <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro,<br />
pero los contactos se establec<strong>en</strong> a través de redes de teléfonos celulares<br />
o utilizando el servicio de chat, dinámica de explotación que se hace difícil<br />
de reconocer. El adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC <strong>en</strong>trevistado <strong>en</strong> Ciudad del Este,<br />
por ejemplo, continúa vivi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> su casa con su madre, sus hermanos y<br />
sus hermanas. Las salidas se realizan principalm<strong>en</strong>te los fines de semana.<br />
Muchas veces se <strong>en</strong>cubre la dim<strong>en</strong>sión comercial de la relación sexual<br />
bajo la figura de regalos o de dinero <strong>en</strong>tregado supuestam<strong>en</strong>te para<br />
otros fines, como los gastos de transporte hasta la casa del consumidor.<br />
En está dinámica <strong>en</strong>tran personas de mayor poder adquisitivo; además,<br />
el adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC <strong>en</strong>trevistado ha manifestado que se relaciona<br />
con consumidoras mujeres heterosexuales. Los contactos son facilitados<br />
por los propios adolesc<strong>en</strong>tes, por las personas adultas <strong>en</strong> prostitución, o<br />
por una de las travestís más conocidas de la zona, que proporciona el número<br />
telefónico de los adolesc<strong>en</strong>tes a consumidores que solicitan varones<br />
y <strong>en</strong> algunas ocasiones también establece el precio de las relaciones.<br />
Ciudades y esc<strong>en</strong>arios de ESC <strong>en</strong> Perú<br />
Lima<br />
Lima es la capital de la Republica del Perú, se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ubicada <strong>en</strong> la<br />
zona c<strong>en</strong>tro-occid<strong>en</strong>tal del país, es una de las ciudades más grandes de<br />
América del Sur y una de las 30 más pobladas del mundo. Ti<strong>en</strong>e una ext<strong>en</strong>sión<br />
de 34.801 km 2 y una población de 7.816.740 habitantes, el 29.9%<br />
de la población nacional 15 . Desde los años 40, olas migratorias desde el<br />
interior del país fueron poblando de manera descontrolada la ciudad,<br />
multiplicado once veces su población, transformando grandes ext<strong>en</strong>siones<br />
de tierras agrícolas <strong>en</strong> territorios urbanos y g<strong>en</strong>erando nuevas formas<br />
15<br />
Datos del C<strong>en</strong>so 2005, INEI. www.inei.gob.pe<br />
74<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
de relacionarse con los espacios tradicionales. Además, durante las décadas<br />
de 1980 y 1990, la ciudad fue destino para gran parte de la población<br />
desplazada por la viol<strong>en</strong>cia política. Lima conc<strong>en</strong>tra a personas de todos<br />
los lugares del país, pres<strong>en</strong>tando grandes difer<strong>en</strong>cias económicas y culturales<br />
y una fuerte discriminación hacia las personas del ande y la selva.<br />
1.587.485 habitantes de Lima son niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>tre los<br />
10 y 19 años de edad 16 . La pobreza <strong>en</strong> la ciudad subió de 31% <strong>en</strong> el año<br />
2001 a 36% <strong>en</strong> el año 2005. El Índice de Desarrollo Humano <strong>en</strong> el distrito<br />
que conti<strong>en</strong>e ambos esc<strong>en</strong>arios alcanza el 0,712, un nivel medio.<br />
La ciudad conc<strong>en</strong>tra los principales poderes políticos, c<strong>en</strong>tros tecnológicos<br />
y financieros del Perú. Su importancia radica <strong>en</strong> sus vías de comunicación<br />
tanto hacia el interior del país como para la exportación de productos.<br />
Sus principales rubros económicos son el sector servicios, el manufacturero,<br />
la construcción y la agricultura.<br />
La expansión de Lima Metropolitana se desarrolló <strong>en</strong> un c<strong>en</strong>tro triangular<br />
basado <strong>en</strong> tres polos: el c<strong>en</strong>tro principal de ord<strong>en</strong> político-económico,<br />
sede del gobierno c<strong>en</strong>tral, de los poderes legislativo y judicial, de ministerios<br />
y del Banco C<strong>en</strong>tral, ubicado <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro histórico de la ciudad;<br />
el c<strong>en</strong>tro financiero comercial de los distritos de San Isidro y Miraflores,<br />
donde se hallan los bancos privados, financieras, seguros, grandes c<strong>en</strong>tros<br />
comerciales y firmas consultoras; y el c<strong>en</strong>tro industrial y comercial del Callao<br />
(fábricas, puerto y aeropuerto), que vincula al país con el resto del<br />
mundo.<br />
Sector C<strong>en</strong>tro Histórico de la ciudad<br />
El c<strong>en</strong>tro histórico, conocido también como ‘Lima Cuadrada’ o ‘El Cercado’,<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong>tre las av<strong>en</strong>idas Tacna, Grau, Abancay y el río Rímac. La<br />
zona, com<strong>en</strong>zada a erigir por Francisco Pizarro <strong>en</strong> 1535, fue sede del comercio<br />
<strong>en</strong>tre España y sus colonias <strong>en</strong> América, alcanzando su máximo<br />
espl<strong>en</strong>dor durante los siglos XVII y XVIII. Fue declarada por la UNESCO Patrimonio<br />
Cultural de la Humanidad <strong>en</strong> 1991. Las olas migratorias desde<br />
mediados del siglo XX fueron reconfigurando el c<strong>en</strong>tro de Lima: las familias<br />
adineradas migraron hacia la periferia, conformando nuevos distritos<br />
mesocráticos, y dejando <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro tugurios y barriadas habitadas por<br />
migrantes. Las periferias del c<strong>en</strong>tro constituy<strong>en</strong> algunas de las zonas más<br />
16<br />
Anuario Estadístico Perú <strong>en</strong> números. 2005. Instituto Cuanto.<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 75
pobres de la ciudad. La población actual del c<strong>en</strong>tro histórico se conforma<br />
principalm<strong>en</strong>te de comerciantes, muchos de ellos informales, empleados<br />
burocráticos, estudiantes, taxistas y otros.<br />
En el c<strong>en</strong>tro histórico de Lima es posible <strong>en</strong>contrar explotación sexual<br />
comercial de personas m<strong>en</strong>ores de edad de ambos sexos, configurándose<br />
un circuito de discotecas, bares, cantinas, cines y clubes nocturnos dedicados<br />
al comercio sexual, la v<strong>en</strong>ta de alcohol y diversión. También se registra<br />
v<strong>en</strong>ta de material pornográfico, hostales cuyas habitaciones se alquilan<br />
por horas y que no pid<strong>en</strong> id<strong>en</strong>tificación para el ingreso de las personas,<br />
taxis que trasladan a consumidor con la/el adolesc<strong>en</strong>te hacia y/o<br />
desde el lugar del <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro sexual y personal de vigilancia para alertar<br />
pres<strong>en</strong>cia de autoridades. En muchas calles del sector hay mujeres <strong>en</strong><br />
prostitución. Hay también establecimi<strong>en</strong>tos no dedicados a la ESC, como<br />
bares y v<strong>en</strong>tas de libros concurridos particularm<strong>en</strong>te por estudiantes, lo<br />
que ha dotado al C<strong>en</strong>tro histórico de una id<strong>en</strong>tidad bohemia.<br />
La tugurización del c<strong>en</strong>tro histórico, la informalidad y un ambi<strong>en</strong>te de<br />
trasgresión de leyes g<strong>en</strong>eran un contexto adecuado para el comercio<br />
sexual. Muchos de los locales donde se conc<strong>en</strong>tra la ESC cambian constantem<strong>en</strong>te<br />
de nombre o ubicación debido a interv<strong>en</strong>ciones de la municipalidad,<br />
la policía o la <strong>en</strong>tidad <strong>en</strong>cargada de recaudar impuestos. Las clausuras<br />
de estos locales interv<strong>en</strong>idos no tardan <strong>en</strong> ser derogadas por una<br />
acción de amparo, pres<strong>en</strong>tada por sus propietarios.<br />
La investigación se desarrolló aquí <strong>en</strong>tre las av<strong>en</strong>idas Alfonso Ugarte,<br />
Bolivia, Jirón Carabaya, Jirón Moquegua y Jirón Dansey, distinguiéndose<br />
dos zonas de locales <strong>en</strong> las que la observación participante reveló explotación<br />
sexual comercial, tanto heterosexual como homosexual.<br />
En la primera zona se id<strong>en</strong>tificó un cine <strong>en</strong> el que se practica ESC masculina<br />
<strong>en</strong> Av. Washington, un night club con pres<strong>en</strong>cia de ESC fem<strong>en</strong>ina<br />
<strong>en</strong> Jr. Quilca; dos night club con ESC fem<strong>en</strong>ina; y dos cines con ESC masculina<br />
<strong>en</strong> Av. Nicolás de Piérola.<br />
En la segunda zona se registró ESC masculina <strong>en</strong> una discoteca-bar <strong>en</strong><br />
Jr. Camaná y dos night club id<strong>en</strong>tificados con ESC fem<strong>en</strong>ina <strong>en</strong> Jr. R. Torrico<br />
y Jr. Moquegua.<br />
Se trata <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral de espacios poco salubres, situados alrededor de<br />
locales nocturnos funcionando de manera informal, alrededor de los cuales<br />
existe todo un circuito de locales de distinta índole donde se comercializa<br />
con el sexo: puestos de v<strong>en</strong>ta de pornografía infantil (fotos, videos,<br />
espectáculos <strong>en</strong> vivo, Internet), cines, hostales, donde también es posible<br />
<strong>en</strong>contrar m<strong>en</strong>ores de edad <strong>en</strong> situación de ESC.<br />
76<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
En los locales de ESC fem<strong>en</strong>ina es posible <strong>en</strong>contrar una pequeña pista<br />
de baile, luces de colores, mesas y sillas, barra de tragos, cuadros de<br />
mujeres desnudas <strong>en</strong> las paredes, espejos, poca iluminación. Las adolesc<strong>en</strong>tes<br />
consum<strong>en</strong> licor acompañando a los consumidores, a veces bailan y<br />
hac<strong>en</strong> desnudos. Algunas se ubican cerca de la <strong>en</strong>trada del local, de<br />
modo de hacerse visibles desde la calle. Hombres adultos vigilan el ingreso<br />
de las personas. Estos locales, ocultos <strong>en</strong> av<strong>en</strong>idas principales, son<br />
id<strong>en</strong>tificados como «sol la barra», dado que la <strong>en</strong>trada vale S/1.00 (un<br />
nuevo sol o $0.30 dólar).<br />
En los locales de ESC masculina las imág<strong>en</strong>es de los muros son de cantantes<br />
de salsa o de rock, hay más espejos, ubicados alrededor de la pista<br />
donde los adolesc<strong>en</strong>tes travestís bailan <strong>en</strong> actitud provocadora buscando<br />
exposición y seducción.<br />
Se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran también cines donde se expon<strong>en</strong> películas pornográficas,<br />
lugares que se manti<strong>en</strong><strong>en</strong> ocultos y con sujetos <strong>en</strong> sus puertas que<br />
vigilan y propagandizan las películas.<br />
Los esc<strong>en</strong>arios estudiados se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran plagados de elem<strong>en</strong>tos simbólicos<br />
que van a reproducir, a nivel de esquema cognitivo, la lógica comercial<br />
de la sexualidad, y a insuflar <strong>en</strong> el consumidor seguridad respecto<br />
a la conservación de su anonimato.<br />
Cusco<br />
La ciudad del Cusco cu<strong>en</strong>ta con 312.000 habitantes y pres<strong>en</strong>ta gran diversidad<br />
cultural y geográfica. Es un c<strong>en</strong>tro histórico de <strong>estudio</strong> y el foco turístico<br />
más importante del Perú, si<strong>en</strong>do proclamada por la UNESCO como<br />
Patrimonio Cultural de la Humanidad. Los importantes flujos capitales g<strong>en</strong>erados<br />
por la actividad turística favorec<strong>en</strong> a un restringido grupo local,<br />
por lo que la tasa de pobreza asci<strong>en</strong>de a 53,7% y <strong>en</strong> el año 2003 el índice<br />
de desarrollo humano fue de 0,634. La tasa de desempleo juv<strong>en</strong>il asci<strong>en</strong>de<br />
a 14,7 % de la PEA juv<strong>en</strong>il (7.026 jóv<strong>en</strong>es). El grupo más afectado<br />
es la población <strong>en</strong>tre 15 y 19 años, que asci<strong>en</strong>de al 43,7 % de la población<br />
urbana <strong>en</strong> edad de trabajar. De esta cifra los varones repres<strong>en</strong>tan el 47%<br />
mi<strong>en</strong>tras que las mujeres 53%.<br />
La ciudad cu<strong>en</strong>ta con un gran flujo turístico durante todos los meses<br />
del año, lo que ha llevado al increm<strong>en</strong>to de bares, chicherías, discotecas y<br />
clubes nocturnos clandestinos. El <strong>estudio</strong> sobre «Trata de mujeres, niños y<br />
niñas <strong>en</strong> ocho ciudades del país», realizado por el C<strong>en</strong>tro de la Mujer Peruana<br />
Flora Tristan (2005), detectó <strong>en</strong> muchos de estos locales una gran<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 77
demanda de adolesc<strong>en</strong>tes para ser explotadas sexualm<strong>en</strong>te. La gran<br />
aflu<strong>en</strong>cia turística es un factor de riesgo, pero no es determinante única<br />
de las dinámicas de explotación sexual puesto que también existe demanda<br />
por parte de la población local. No se ha detectado «turistas<br />
sexuales» cuya visita responda únicam<strong>en</strong>te a un fin sexual, pero sí se registra<br />
continuo establecimi<strong>en</strong>to de interacción sexual <strong>en</strong>tre turistas y mujeres<br />
y hombres jóv<strong>en</strong>es de la zona, tanto adultos como personas m<strong>en</strong>ores<br />
de edad, conocidos como «bricheras» y «bricheros». En términos g<strong>en</strong>erales<br />
la demanda de ESC de parte de la población local y la demanda de<br />
intercambio sexual y diversión <strong>en</strong> el contexto turístico de la ciudad se <strong>en</strong>tremezclan.<br />
Estas relaciones empiezan a dinamizarse <strong>en</strong> la Plaza de Armas<br />
de la ciudad.<br />
En Cusco el <strong>estudio</strong> se c<strong>en</strong>tró <strong>en</strong> dos esc<strong>en</strong>arios de la Av<strong>en</strong>ida Alameda<br />
Pachacutec. El primer esc<strong>en</strong>ario es un Night Club, ubicado <strong>en</strong> el distrito<br />
de Santiago y el segundo lo conforma un conjunto de tres Locales (cantinas)<br />
seguidos, sin nombre específico, ubicados <strong>en</strong> el distrito Wanchaq.<br />
Alameda Pachacutec.<br />
La Alameda Pachacutec está situada al extremo los distritos de Santiago y<br />
Wanchaq. Los espacios de desarrollo de la ESC aquí son ilegales pero no<br />
clandestinos, pues la mayor parte de la población y autoridades reconoce<br />
el sector como una zona de alta pres<strong>en</strong>cia de mujeres jóv<strong>en</strong>es <strong>en</strong> «prostitución».<br />
Estos espacios funcionan de noche, escondidos durante el día<br />
bajo la fachada de casas o locales sin un fin específico. Estudios anteriores<br />
han id<strong>en</strong>tificado fuerte pres<strong>en</strong>cia de adolesc<strong>en</strong>tes explotados<br />
sexualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el sector.<br />
El cuadrante establecido para la investigación lo constituy<strong>en</strong> Av. Confraternidad,<br />
Av. Infancia, Av. 28 de Julio, Av. Jorge Chávez, Av. Luis Vallejo y<br />
Av. Sucre.<br />
Los dos esc<strong>en</strong>arios se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran rodeados por un circuito comercial<br />
de tipo sexual: exist<strong>en</strong> hostales, habitaciones que se alquilan clandestinam<strong>en</strong>te,<br />
servicio continuo de taxis informales para la salida de los cli<strong>en</strong>tes<br />
de los locales, restaurantes, chicherías y c<strong>en</strong>tros de diversión nocturna,<br />
además de burdeles. Ambos esc<strong>en</strong>arios son locales ilegales que emplean<br />
a mujeres jóv<strong>en</strong>es, algunas m<strong>en</strong>ores de 18 años, para acompañar e incitar<br />
a los cli<strong>en</strong>tes al consumo; son d<strong>en</strong>ominadas ficheras y recib<strong>en</strong> una suma<br />
de dinero por cada bebida que se consuma. En los alrededores hay<br />
travestís <strong>en</strong> prostitución, algunos se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> ESC.<br />
78<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
En las afueras de los locales se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran estacionados perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
vehículos que brindan servicios de movilización a los cli<strong>en</strong>tes y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes hacia hostales u otros destinos. Muchos taxistas rondan los<br />
principales puntos de la ciudad y son un medio para atraer cli<strong>en</strong>tes.<br />
4.2 MODUS OPERANDI DE LA DEMANDA EN LA ESC<br />
Como se advierte <strong>en</strong> la descripción de los esc<strong>en</strong>arios estudiados <strong>en</strong> los<br />
cuatro países, exist<strong>en</strong> particularidades <strong>en</strong> los modus operandi seguidos<br />
por los consumidores para lograr acercami<strong>en</strong>tos con adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC.<br />
Es posible, sin embargo, id<strong>en</strong>tificar ciertas recurr<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> las estrategias<br />
seguidas.<br />
Los adultos que recién comi<strong>en</strong>zan a buscar actividades sexuales con<br />
adolesc<strong>en</strong>tes concurr<strong>en</strong> a lugares <strong>en</strong> los que sab<strong>en</strong> los pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrar.<br />
Esta información les puede haber llegado por conocidos, por reportajes<br />
de la pr<strong>en</strong>sa o porque son lugares que han sido asociados desde un tiempo<br />
impreciso con estas prácticas.<br />
Exist<strong>en</strong> una serie de códigos implícitos que van marcando el contacto<br />
<strong>en</strong>tre los adultos y los adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC. La id<strong>en</strong>tificación suele darse a<br />
partir de los signos dados por algunos adolesc<strong>en</strong>tes: el hecho de estar <strong>en</strong><br />
lugares reconocidos, algunas vestim<strong>en</strong>tas características, <strong>en</strong> el caso de las<br />
mujeres: ropas más ajustadas, <strong>en</strong> el caso de travestís: t<strong>en</strong>idas llamativas, el<br />
caso de los algunos adolesc<strong>en</strong>tes gay o bisexuales: ropas ajustadas, a veces<br />
realzando rasgos asociados a lo masculino, otras, aminorándolos. Un<br />
aspecto complem<strong>en</strong>tario es el uso de señales (gestos) o miradas dirigidas<br />
hacia los pot<strong>en</strong>ciales cli<strong>en</strong>tes.<br />
El acercami<strong>en</strong>to puede darse <strong>en</strong>tablando una conversación casual hasta<br />
llegar al tema, establecer tarifas y acordar el lugar; o bi<strong>en</strong>, por medio de<br />
alguna seña significativa para que la otra persona la siga. Estas claves codificadas<br />
funcionan como garantía de id<strong>en</strong>tificación mutua, <strong>en</strong> el <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido<br />
de que se trata de una actividad que es perseguida por ambos.<br />
En el caso de los esc<strong>en</strong>arios de ESC callejera o de plazas, parques o barrios,<br />
el acceso puede ser <strong>en</strong> automóvil o a pie. Los y las adolesc<strong>en</strong>tes suel<strong>en</strong><br />
id<strong>en</strong>tificar al pot<strong>en</strong>cial cli<strong>en</strong>te ya sea porque paran el auto o porque<br />
pasan varias veces por el mismo lugar disminuy<strong>en</strong>do la velocidad o caminando.<br />
Al respecto, los relatos de los adolesc<strong>en</strong>tes de los difer<strong>en</strong>tes países<br />
suel<strong>en</strong> ser coincid<strong>en</strong>tes:<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 79
Obviam<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>és que estar <strong>en</strong> tu pose «soy exquisito», por ahí. Alguna cosa que<br />
te deje a vos bi<strong>en</strong>. Después le desfilás; o sea cuando ves que vuelve a pasar<br />
empezás a caminar de espaldas así y después te quedás así parado y te mira ya<br />
de espaldas y de fr<strong>en</strong>te. Son unos pasos nomás mi<strong>en</strong>tras él pasa. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />
ESC, hombre/transgénero, 16 años, Micro c<strong>en</strong>tro, Asunción)<br />
A veces cuando estamos <strong>en</strong> la esquina pasan y <strong>en</strong>tonces escog<strong>en</strong> la que les gusta.<br />
Uno se sube cuando arregla, que puede ser $20.000 (US $8.50) o $30.000 (US<br />
$12.70), y <strong>en</strong>tonces se va con él. La vuelta dura como media hora y una está otra<br />
vez <strong>en</strong> la esquina con su billete, y <strong>en</strong>tonces compra lo que necesita. A veces vi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
particulares, pero m<strong>en</strong>os, y hasta los buseteros (conductores de busetas o buses<br />
chiquitos). Esos son líchigos (tacaños, que manejan pocas cantidades de dinero)<br />
porque ni para la resid<strong>en</strong>cia quier<strong>en</strong> dar. Entonces quier<strong>en</strong> que sea ahí <strong>en</strong> el bus y<br />
listo. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, 16 años, La Alameda, Bogotá.)<br />
Parada <strong>en</strong> la esquina, ellos paran y uno se acerca po, y ahí se hace el negocio.<br />
(Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, 15 años, El Bosque, Santiago)<br />
Cuando se trata de recintos privados como cines, bares, discotecas,<br />
shoperías, los adultos suel<strong>en</strong> concurrir porque ya sab<strong>en</strong> que <strong>en</strong> alguno de<br />
estos lugares es posible acceder a intercambios sexuales pagados, aunque<br />
el local no se dedique a esto.<br />
En algunos de estos locales el acercami<strong>en</strong>to puede ser directo, como<br />
lo registra una observación de campo, realizada por el equipo de Perú, <strong>en</strong><br />
un cine:<br />
– Consumidor: ¿cuánto cobras el oral<br />
– Adolesc<strong>en</strong>te: S/.4 soles (U$1,25.)<br />
– Consumidor: ¿y cuánto por «cache»<br />
– Adolesc<strong>en</strong>te: S/.8 pues. (U$2,50)<br />
– Consumidor: ¿y dónde sería<br />
– Adolesc<strong>en</strong>te: acá adelante nomás, si quieres <strong>en</strong> tu asi<strong>en</strong>to.<br />
80<br />
Cuando se trata de recintos donde la concurr<strong>en</strong>cia de personas es amplia<br />
y no todos están <strong>en</strong> búsqueda de intercambios sexuales pagados es más<br />
difícil llevar a cabo los contactos, sobre todo si se buscan personas m<strong>en</strong>ores<br />
de edad.<br />
De acuerdo a observaciones de campo de <strong>Paraguay</strong>, <strong>en</strong> algunos locales<br />
de parrilladas, los adultos que buscan intercambios sexuales pagados<br />
invitan a las adolesc<strong>en</strong>tes a tomar algo, o a bailar hasta que resulta una<br />
negociación y ev<strong>en</strong>tualm<strong>en</strong>te un trato. Describi<strong>en</strong>do este modus operandi,<br />
un consumidor relata:<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
«(...) la vida ya me <strong>en</strong>señó la observación. Entonces yo me voy, me busco una esquina<br />
y me pongo a observar a la g<strong>en</strong>te. Me gusta observar. No sé si te has dado<br />
cu<strong>en</strong>ta que yo estoy mirando siempre, perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te. Me gusta observar a la<br />
g<strong>en</strong>te, me gusta ver cómo actúa... Y estoy hablando que estuve vi<strong>en</strong>do a esa chica<br />
que bailaba. Era una chica de muy lindo cuerpo, alta, cálculo que de un metro set<strong>en</strong>ta<br />
y cinco, morocha, pero se hacía la demasiado hermosa. No era tanto, era linda,<br />
pero se hacía la demasiado hermosa. Entonces a la chica le ofrecían un trago,<br />
tomaba, le ofrecían otro trago, bailaba con uno, bailaba con otro. Entonces yo la<br />
dejé, que llegara el mom<strong>en</strong>to que yo sabía que estaba casi <strong>en</strong> pedo, <strong>en</strong>tonces fui<br />
me arrimé y le hablé: «puedo hablar contigo dos palabritas» (Consumidor ESC<br />
fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
En Perú las observaciones de campo realizadas <strong>en</strong> este tipo de locales registran<br />
modus similares aunque intervi<strong>en</strong><strong>en</strong> terceros que operan como<br />
facilitadotes del contacto:<br />
Los cli<strong>en</strong>tes conversan con los mozos para averiguar sobre las condiciones de disponibilidad<br />
de los adolesc<strong>en</strong>tes pres<strong>en</strong>tes; preguntando por la edad, la frecu<strong>en</strong>cia<br />
con la que asist<strong>en</strong> al local así como la posibilidad de salida. El mozo es quién se<br />
acerca a la adolesc<strong>en</strong>te para informarle acerca del interés del cli<strong>en</strong>te <strong>en</strong> beber alcohol<br />
junto a ella.<br />
Luego que el explotador está ubicado <strong>en</strong> alguna de las mesas, el <strong>en</strong>cargado de la<br />
barra de tragos le ofrece la compañía de las adolesc<strong>en</strong>tes, qui<strong>en</strong>es se ubican junto<br />
al consumidor que las sujeta del hombro, puede tocar partes del cuerpo de la<br />
adolesc<strong>en</strong>te como sus piernas o s<strong>en</strong>os, ésta actividad se realiza de forma brusca o<br />
agresiva, la jov<strong>en</strong> cede a insist<strong>en</strong>cia del consumidor<br />
Otro modus operandi frecu<strong>en</strong>te es el del recurso al intermediario, persona<br />
que realiza el contacto <strong>en</strong>tre el adulto y los adolesc<strong>en</strong>tes, asegurándose<br />
así el consumidor, no exponerse públicam<strong>en</strong>te.<br />
Es el secreto de no moverte vos. Yo, por ejemplo, estoy <strong>en</strong> un bar y t<strong>en</strong>go una amiga<br />
de 36 años que es prostituta, y le digo: «Che, necesito una chica de 15 años,<br />
14... No hoy, pero mañana o pasado contáctame y llámame al teléfono». Entonces<br />
ella contacta con esa g<strong>en</strong>te y me dice: «Te t<strong>en</strong>go la chica». Entonces yo no necesito<br />
andar buscando para eso, no t<strong>en</strong>go tiempo además. Entonces: «Ya t<strong>en</strong>go la chica»;<br />
«¿Cómo es »; «Es así, así y así»; «¿Cuánto»; «Y te sale cuar<strong>en</strong>ta, cincu<strong>en</strong>ta»;<br />
«Listo» (...) No, normalm<strong>en</strong>te te ponés de acuerdo por teléfono. Si ti<strong>en</strong>e celular, le<br />
llamás por ejemplo y acordás una cita <strong>en</strong> tal lado» (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina,<br />
50 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
Características de los esc<strong>en</strong>arios y Modus Operandi de la demanda <strong>en</strong> ESC 81
Este modus suele darse cuando ya se lleva un tiempo vinculado a la ESC y<br />
da cu<strong>en</strong>ta no sólo del conocimi<strong>en</strong>to que los consumidores ti<strong>en</strong><strong>en</strong> de las<br />
redes involucradas <strong>en</strong> estas prácticas sino también de una articulación y<br />
organización <strong>en</strong>tre ellos y los intermediarios que se va perfeccionando y<br />
complejizando.<br />
Antes, cuando yo recién com<strong>en</strong>cé a buscar a niños, empecé a frecu<strong>en</strong>tar algunos<br />
lugares que eran conocidos por este mismo tema, me daba vueltas <strong>en</strong> mi auto por<br />
algunas plazas, pero solo miraba, siempre me dio mucho temor. Cuando yo me<br />
daba estas vueltas, varios niños se me acercaban al auto y me ofrecían estar con<br />
ellos, pero yo siempre me negué por temor. Así que antes yo frecu<strong>en</strong>taba un prostíbulo,<br />
<strong>en</strong> el cerro P., pero era de prostitutas y así hice el primer nexo. El dueño del<br />
prostíbulo me busca a los niños y se <strong>en</strong>carga de llevarlos no a mi departam<strong>en</strong>to, a<br />
otro lugar que es donde estoy con ellos. El precio yo lo arreglaba con el mismo<br />
tipo que lleva a los niños y las cosas que se van hacer no, por lo m<strong>en</strong>os a mí me<br />
cobran sólo por el tiempo, no por lo que quiero hacer. (Consumidor ESC masculina<br />
y fem<strong>en</strong>ina, 58 años, Plaza Victoria, Valparaíso).<br />
En la ESC que se desarrolla <strong>en</strong> locales cerrados hay sujetos que controlan<br />
la actividad de los adolesc<strong>en</strong>tes, regulan o establec<strong>en</strong> los contactos y recib<strong>en</strong><br />
y administran el dinero, <strong>en</strong>tregando una parte al o la adolesc<strong>en</strong>te y<br />
reservándose otra a modo de ingresos. Los vigilantes de estos locales recib<strong>en</strong><br />
un sueldo, lo que diluye la noción de la explotación que ellos contribuy<strong>en</strong><br />
a ejercer.<br />
En los esc<strong>en</strong>arios abiertos se registraron líderes de zona, a qui<strong>en</strong>es los<br />
adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>tregan dinero por concepto de r<strong>en</strong>ta y de cuidado, y que<br />
además determinan reglas de comportami<strong>en</strong>to y sistemas de castigo, <strong>en</strong><br />
ocasiones económicos.<br />
En todos los esc<strong>en</strong>arios estudiados se registra que la función de establecimi<strong>en</strong>to<br />
de contacto <strong>en</strong>tre consumidor y adolesc<strong>en</strong>te puede ser ejercida<br />
por cualquiera de los actores involucrados: otros consumidores, otros<br />
adolesc<strong>en</strong>tes, adultos <strong>en</strong> prostitución, trabajadores de los locales, etc.<br />
En torno a la ESC se estructuran otras múltiples actividades productivas<br />
y laborales –v<strong>en</strong>ta de alcohol y alim<strong>en</strong>to, r<strong>en</strong>ta de habitaciones,<br />
transporte– cuya ext<strong>en</strong>sión y diversidad varía <strong>en</strong> los distintos esc<strong>en</strong>arios<br />
y países.<br />
82<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
5. ANÁLISIS DE LOS FACTORES QUE INCIDEN EN LA CONSTITUCIÓN DE<br />
LA DEMANDA EN LA ESC<br />
5.1 CONSTRUCCIONES SIMBÓLICAS Y DISCURSOS SOBRE LA ESC<br />
Discurso Institucional<br />
El sil<strong>en</strong>cio ante la explotación sexual comercial de personas m<strong>en</strong>ores de<br />
edad (ESC) y su demanda es una de las características sobresali<strong>en</strong>tes del<br />
discurso de las instituciones como la escuela, la iglesia y los organismos<br />
de ord<strong>en</strong> del Estado. Cuando el discurso de las instituciones m<strong>en</strong>cionadas<br />
refiere a la ESC, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral la considera unilateralm<strong>en</strong>te, mirándola desde<br />
el ángulo de los adolesc<strong>en</strong>tes involucrados <strong>en</strong> esta práctica, que nuestras<br />
sociedades toleran o miran con indifer<strong>en</strong>cia como tónica g<strong>en</strong>eralizada. De<br />
este modo, al omitir la responsabilidad de la demanda <strong>en</strong> su génesis y<br />
mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, se la inscribe d<strong>en</strong>tro de la normalidad.<br />
Varios elem<strong>en</strong>tos son importantes <strong>en</strong> el discurso institucional. En primer<br />
lugar la exist<strong>en</strong>cia de una contraposición <strong>en</strong>tre, por una parte, el discurso<br />
estatal, que sosti<strong>en</strong>e los derechos del niño y las conv<strong>en</strong>ciones internacionales<br />
y adecuaciones introducidas <strong>en</strong> las leyes vig<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes<br />
países, y por otra, un otro discurso antagónico, que cristaliza <strong>en</strong> actos<br />
u omisiones que contradic<strong>en</strong> el respeto y la protección al/la adolesc<strong>en</strong>te<br />
17 .<br />
Así, algunas autoridades <strong>en</strong>trevistadas colocan al adulto <strong>en</strong> una situación<br />
de responsabilidad ante la explotación del adolesc<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> tanto estos<br />
están m<strong>en</strong>os capacitados <strong>en</strong> términos de voluntad y discernimi<strong>en</strong>to.<br />
… nosotros preferimos usar el término Explotación Sexual Comercial Infantil, considerando<br />
que el término prostitución pone la responsabilidad <strong>en</strong> el jov<strong>en</strong> o <strong>en</strong> el<br />
17<br />
En esta sección se analiza el discurso dominante <strong>en</strong> las sociedades estudiadas, el que<br />
se expresa con mayor frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> amplios sectores de sus poblaciones y <strong>en</strong> cuyos<br />
márg<strong>en</strong>es comi<strong>en</strong>za a posicionarse <strong>en</strong> los últimos años el <strong>en</strong>foque basado <strong>en</strong> la Declaración<br />
de los Derechos de los niñas y niñas así como la concepción de la ESC como una<br />
violación de éstos, una forma de explotación y/ó una de las peores formas de trabajo<br />
infantil.<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 83
niño que se «prostituye», <strong>en</strong> cambio, el término explotación sexual pone el énfasis<br />
<strong>en</strong> que el niño, dada sus características del ciclo vital o a nivel social (...) no está<br />
preparado para, <strong>en</strong> el fondo, decidir qué hacer con su ... está <strong>en</strong> formación todavía<br />
y es el adulto el que es responsable de explotar, <strong>en</strong> términos económicos, sexuales,<br />
etc. (Autoridad, 28 años, Juegos, Valparaíso).<br />
Este énfasis <strong>en</strong> la difer<strong>en</strong>cia adulto-infante opera <strong>en</strong> principio como un recurso<br />
protector, sin embargo, como se verá más adelante, la naturalización<br />
de esa misma difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre los consumidores opera <strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido contrario:<br />
ellos sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que los y las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC actúan voluntariam<strong>en</strong>te<br />
y sí sab<strong>en</strong> lo que hac<strong>en</strong>, pues, a pesar de su edad, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> «experi<strong>en</strong>cia».<br />
Al mismo tiempo, esa difer<strong>en</strong>cia estereotipada <strong>en</strong>tre adulto y la<br />
persona m<strong>en</strong>or de edad opera precisam<strong>en</strong>te como el máximo refer<strong>en</strong>te<br />
de deseo, <strong>en</strong> tanto lo que se busca es el ejercicio de control.<br />
Por otra parte, algunos actores recordaron que se hacían<br />
señalami<strong>en</strong>tos hacia las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC y a las mujeres que ejerc<strong>en</strong><br />
la prostitución, y <strong>en</strong> cambio existía un sil<strong>en</strong>cio mayor fr<strong>en</strong>te a la ESC masculina,<br />
convirti<strong>en</strong>do esta demanda <strong>en</strong> un tema oculto.<br />
En los cuatro países, destaca que la escuela, como instancia primaria<br />
de socialización brinda refer<strong>en</strong>tes de comportami<strong>en</strong>tos relativos a la<br />
sexualidad y/o consi<strong>en</strong>te, con su sil<strong>en</strong>cio, la persist<strong>en</strong>cia y reproducción<br />
de estereotipos culturales y de género que contribuy<strong>en</strong> a la<br />
estructuración de la demanda. Ni el término ni el concepto ESC han sido<br />
incorporados por la institución escolar. Prácticam<strong>en</strong>te casi todos los <strong>en</strong>trevistados<br />
coincid<strong>en</strong> <strong>en</strong> que fueron nulas las refer<strong>en</strong>cias a la ESC <strong>en</strong> la escuela;<br />
algunos ni siquiera id<strong>en</strong>tifican refer<strong>en</strong>cia alguna al ámbito sexual 18 .<br />
Cuando estudiaba <strong>en</strong> el colegio nunca tuve la oportunidad de que algún profesor<br />
nos m<strong>en</strong>cione algo con respecto a esto, así que los otros compañeros crecimos<br />
p<strong>en</strong>sando que esto era algo normal y que nunca estaba prohibido tal<br />
como se hace ver ahora. (Consumidor ESC, 30 años. Cusco)<br />
Yo hice hasta quinto de primaria y de eso no se dijo nada. Lo del sexo, uno<br />
lo va apr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la calle. Al principio lo que hacía era v<strong>en</strong>der <strong>en</strong> los<br />
buses frunas [dulces]. Después me fui dando cu<strong>en</strong>ta que eso no me daba<br />
18<br />
Además del sil<strong>en</strong>cio sobre la ESC, otros hechos típicos de la institución escolar <strong>en</strong> los<br />
países estudiados, como la deserción escolar y las reiteradas experi<strong>en</strong>cias de repit<strong>en</strong>cia,<br />
g<strong>en</strong>eran condiciones que favorec<strong>en</strong> el ingreso de los y las adolesc<strong>en</strong>tes a la ESC, u otra<br />
de las peores formas de trabajo infantil.<br />
84<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
tanto. Una amiga me invitó a putear y yo no sabía de eso, pero todo se<br />
apr<strong>en</strong>de <strong>en</strong> la vida y desde <strong>en</strong>tonces véame, por acá ando. Nadie me molesta.<br />
(Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, mujer, 16 años, La Alameda, Bogotá)<br />
Resulta notable la sigui<strong>en</strong>te refer<strong>en</strong>cia que apunta a una situación escolar<br />
<strong>en</strong> que se aborda la sexualidad y que a todas luces pone <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia<br />
que la escuela no está preparada para tratarlos:<br />
Yo a veces también me ponía a escribir acerca de lo que yo hacía. Y otros me decían<br />
que por qué yo sabía eso. Y yo decía que no, que es normal, y que cualquiera<br />
debe saber a qué se expone. Cuando hicieron un programa allá <strong>en</strong> el colegio,<br />
como un proyecto, a mí me tocó así hacer hasta una obra de teatro y justo me<br />
tocó a mí hacer de puta (risas). Dio bu<strong>en</strong> resultado y me dijo a lo último un profesor<br />
nuevo, que por qué yo sabía tanto. Y yo no sabía qué decir y le dije que uno<br />
ti<strong>en</strong>e que saber de todo. Aunque yo estoy trabajando <strong>en</strong> esto, pues yo le dije a él y<br />
él no me creyó, pero yo... ¡ahh!... pues normal. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, mujer, 16<br />
años, San Diego, Medellín).<br />
En algunos casos se registraron algunas refer<strong>en</strong>cias que pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> cuestión<br />
el desempeño de algunos profesores e indican permisividad hacia<br />
prostitución y hacia la ESC. Así, como fue registrado <strong>en</strong> Perú, un profesor<br />
que concurre a locales de prostitución debido a esta conducta puede ser<br />
objeto de admiración de los alumnos.<br />
T<strong>en</strong>íamos un profesor que acostumbraba ir a esos locales y que era casado, y nosotros<br />
lo veíamos como un héroe (…) lo único que recuerdo es ese profesor que<br />
salía y se daba sus escapadas. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, Cusco)<br />
También <strong>en</strong> Perú, varios testimonios indican que es el propio educador<br />
qui<strong>en</strong> puede llegar ser el explotador del alumno; y su conducta, exista o<br />
no pago, trasmite permisividad hacia las relaciones <strong>en</strong>tre adultos y adolesc<strong>en</strong>tes,<br />
sin que se cuestione el abuso que implica debido a su posición<br />
dominante <strong>en</strong> la relación alumno-profesor.<br />
Mi mismo profesor me hizo el amor, por diosito, sabes por qué me hizo el amor,<br />
porque me pagó… el profesor me hizo el amor como 10 veces, después de las clases<br />
me hacía quedar y me <strong>en</strong>señaba plata, y a mi que me gustaba la plata, me<br />
hacía el amor. Para que me iba a quejar si él me daba plata. (Adulta <strong>en</strong> prostitución,<br />
Lima)<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 85
En el colegio, la primera vez, mi primera oportunidad fue con un profesor. Yo le<br />
gustaba y le llamo la at<strong>en</strong>ción y <strong>en</strong>tonces yo lo hice por primera vez; pero <strong>en</strong> ese<br />
<strong>en</strong>tonces no cobraba nada. Lo hacía por placer, por s<strong>en</strong>tirme bi<strong>en</strong>. (Adulto <strong>en</strong><br />
prostitución, 23 años, Cusco).<br />
En ninguna de las refer<strong>en</strong>cias registradas se m<strong>en</strong>cionaron posibles medidas<br />
a tomar con los adultos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> relaciones sexuales con adolesc<strong>en</strong>tes,<br />
ni acerca de medidas que la institución educativa haya podido<br />
adoptar para modificar las condiciones que propiciaron el acontecimi<strong>en</strong>to<br />
de estos hechos.<br />
En <strong>Paraguay</strong> se reportan algunas situaciones reci<strong>en</strong>tes de mayor apertura<br />
<strong>en</strong> la escuela. En <strong>Paraguay</strong> estarían ocurri<strong>en</strong>do algunas transformaciones<br />
a partir de la Reforma Educativa vig<strong>en</strong>te desde 2003, que introdujo<br />
modificaciones curriculares por las cuales se han incorporado al trabajo<br />
de clase cont<strong>en</strong>idos relacionados con la sexualidad. Esto, por una parte,<br />
incide <strong>en</strong> la concepción que los jóv<strong>en</strong>es ti<strong>en</strong><strong>en</strong> de la sexualidad y, por<br />
otra, ha g<strong>en</strong>erado algunos rechazos <strong>en</strong>tre personas de mayor edad, pues,<br />
<strong>en</strong> su criterio, estos cont<strong>en</strong>idos significan promover la degradación moral.<br />
En cuestión de 15 años para acá, desde la escuela ya empiezan a fom<strong>en</strong>tarles las<br />
relaciones sexuales a los niños de poca edad. A mi <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der no pasa por mi cabeza<br />
que a una criatura haya que <strong>en</strong>señarle el sexo desde los ocho o nueve años <strong>en</strong><br />
la escuela. Por la curiosidad que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> ya quier<strong>en</strong> probar la cosa (...) ahora cualquier<br />
quince, catorce años ti<strong>en</strong>e sexo. (Intermediario, 48 años, Terminal de ómnibus,<br />
Asunción).<br />
Paradójicam<strong>en</strong>te, este rechazo a que la escuela aborde la sexualidad provi<strong>en</strong>e<br />
de un intermediario, lo que sugiere que operaría una lógica binaria<br />
que difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre niños y las niñas que pued<strong>en</strong> ser intercambiados<br />
como objetos y otros que deb<strong>en</strong> ser sujetos de protección, de modo análogo<br />
a la distinción polar <strong>en</strong>tre mujeres dec<strong>en</strong>tes, esposas-madres, y mujeres<br />
de la calle, que proporcionan placer.<br />
En los cuatro países cuando se trata la sexualidad <strong>en</strong> la escuela es bajo<br />
el prisma de la higi<strong>en</strong>e y el cuidado del cuerpo, fom<strong>en</strong>tando una cultura<br />
de prev<strong>en</strong>ción ante infecciones de transmisión sexual y el VIH/SIDA. Ello<br />
indica que la apertura es aún inicial, pues no propicia el análisis y reflexión<br />
sobre el cont<strong>en</strong>ido de las prácticas sexuales, permanece <strong>en</strong> el ámbito<br />
del cuidado y, dados los compon<strong>en</strong>tes patriarcales dominantes, se dirige<br />
más bi<strong>en</strong> a proteger la libertad sexual masculina.<br />
86<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
En el colegio siempre hay eso de ori<strong>en</strong>taciones sexuales pues, y cada vez que hablan<br />
del uso de condón, de toda esa huevada pero <strong>en</strong> el colegio. Claro que te<br />
ori<strong>en</strong>tan de que si vas a t<strong>en</strong>er relaciones sexuales, que lo hagas con precaución.<br />
(Intermediario, 24 años, Cusco).<br />
Era más bi<strong>en</strong> prev<strong>en</strong>ción de <strong>en</strong>fermedades sexuales, pero ya <strong>en</strong>focado al hombre<br />
que a los 16, 17 años ya iban a los prostíbulos (...) Asumi<strong>en</strong>do y previni<strong>en</strong>do, era<br />
más dirigido indirectam<strong>en</strong>te a los hombres, porque se <strong>en</strong>t<strong>en</strong>día que nosotras éramos<br />
las vírg<strong>en</strong>es que t<strong>en</strong>íamos que llegar al matrimonio y de hecho no era luego<br />
para nosotras ese tema. (Autoridad, mujer, Ciudad del Este).<br />
Una vez creo que se habló de que t<strong>en</strong>emos que cuidarnos, t<strong>en</strong>emos que usar preservativos.<br />
(Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, mujer, 17 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
Yo estuve <strong>en</strong> el cuartel. Cuando estuve, había un capitán que nos <strong>en</strong>señaba qué<br />
era la <strong>en</strong>fermedad v<strong>en</strong>érea que produc<strong>en</strong> las mujeres prostitutas, la purgación,<br />
todo eso. (Intermediario, 48 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
En suma, las instituciones socializadoras, principalm<strong>en</strong>te la escuela, trasmit<strong>en</strong><br />
e inculcan como verdadero un <strong>en</strong>foque de la sexualidad que coloca<br />
el énfasis <strong>en</strong> aspectos relacionados con la salud y el cuidado del cuerpo,<br />
pero ello es relativam<strong>en</strong>te reci<strong>en</strong>te, pues <strong>en</strong> el pasado predominaba el<br />
sil<strong>en</strong>cio. Los procesos de socialización ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a reforzar una cultura patriarcal,<br />
<strong>en</strong> que al varón se le asigna un rol dominante y activo, que lo habilita<br />
para t<strong>en</strong>er varias compañeras sexuales, mi<strong>en</strong>tras a la mujer corresponde<br />
un papel pasivo y receptor. Al mismo tiempo, difer<strong>en</strong>cia dos categorías<br />
contrapuestas de mujer, las mujeres dec<strong>en</strong>tes o del hogar y las de<br />
la calle, las prostitutas.<br />
Otra fu<strong>en</strong>te de discurso institucional de fuerte influ<strong>en</strong>cia reside <strong>en</strong> los<br />
organismos de policía. Numerosos son los testimonios que revelan que<br />
las autoridades <strong>en</strong>cargadas del ord<strong>en</strong> y de hacer cumplir la ley son <strong>en</strong><br />
muchas ocasiones indifer<strong>en</strong>tes, hac<strong>en</strong> objeto de malos tratos y descalificaciones<br />
al adolesc<strong>en</strong>te, llegan a mostrar complicidad con el consumidor<br />
y, más aún, algunos trasgred<strong>en</strong> la ley, al actuar como parte de la demanda,<br />
abusando de su posición de poder. La afirmación anterior no puede g<strong>en</strong>eralizarse<br />
sin más a todos sus integrantes, pero indica un fr<strong>en</strong>te cuyo<br />
desempeño es necesario at<strong>en</strong>der y monitorear <strong>en</strong> sus difer<strong>en</strong>tes niveles<br />
de operación. Los testimonios se reiteran <strong>en</strong> los países estudiados.<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 87
Ellos [la policía] a veces pasan y nos cargan al CAI [C<strong>en</strong>tro de At<strong>en</strong>ción Inmediata]<br />
para transarnos y ahí nos toca dárselos gratis para que nos suelt<strong>en</strong>. Otras veces<br />
nos ganamos nuestros bolillazos y <strong>en</strong> otras pues nos dejan 12 horas y nos<br />
sueltan. Ellos son los que si v<strong>en</strong> que les gustó una, se la cargan y se la com<strong>en</strong>. Hasta<br />
ahí va el cu<strong>en</strong>to. La Policía, ¡qué vá! (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, mujer, 16 años, San<br />
Diego, Medellín).<br />
Si trabajas de noche pasas frío, ti<strong>en</strong>es que estar corri<strong>en</strong>do del ser<strong>en</strong>azgo 19 , te<br />
chapan, te quitan tu cartera, tu plata todo, los de ser<strong>en</strong>azgo son unos rateros. Antes,<br />
cuando yo trabajaba los guardias me llevaban a hacer el amor y me quitaban<br />
mi plata. Ahora, el ser<strong>en</strong>azgo, los guardias les quitan su plata. (Adulto <strong>en</strong> prostitución,<br />
Cusco).<br />
Durante las observaciones de campo se constataron situaciones que no<br />
avalan que la ley se traduzca <strong>en</strong> mandatos a los cuerpos policiales que éstos<br />
llev<strong>en</strong> a la práctica. Se registraron esc<strong>en</strong>arios <strong>en</strong> que ocurr<strong>en</strong> casos de<br />
ESC que de forma perman<strong>en</strong>te son transitados por oficiales de policía, sin<br />
que se produzca ninguna acción prev<strong>en</strong>tiva o represión hacia los consumidores.<br />
En algunos de los esc<strong>en</strong>arios, los actores <strong>en</strong>trevistados afirmaron<br />
que los funcionarios llegan a ofrecer servicios de seguridad <strong>en</strong> locales<br />
donde, mediante pago, se conciertan <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros sexuales <strong>en</strong>tre adultos y<br />
m<strong>en</strong>ores de edad. Y aún este tipo de abusos de poder puede dar lugar a<br />
juegos de apuestas y chantaje a algunos adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC, como lo<br />
atestiguaron diversos informantes.<br />
En todos los esc<strong>en</strong>arios, los y las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC afirman s<strong>en</strong>tirse<br />
perseguidos a la vez que percib<strong>en</strong> la permisividad de la policía fr<strong>en</strong>te al<br />
maltrato que les proporciona el consumidor. Es frecu<strong>en</strong>te que un policía<br />
se refiera a una adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC con descalificaciones como «perra» o<br />
«puta», lo que implica respaldar la discriminación y maltrato que otros<br />
puedan provocarles. Así mismo, refier<strong>en</strong> que algunos policías los explotan<br />
sexualm<strong>en</strong>te.<br />
Es necesario destacar que los actores que refirieron atropellos, maltratos<br />
y extorsiones no m<strong>en</strong>cionaron que éstos pudieran ser d<strong>en</strong>unciados.<br />
Sin duda, los comportami<strong>en</strong>tos descritos de repres<strong>en</strong>tantes de las<br />
fuerzas del ord<strong>en</strong> y aún los discursos de otras autoridades, como fiscales,<br />
operan <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de invalidar o lesionar las acciones de prev<strong>en</strong>ción y<br />
erradicación de la ESC que actualm<strong>en</strong>te están implem<strong>en</strong>tando otras insti-<br />
19<br />
Unidad especial de vigilancia. Está constituida por civiles especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tr<strong>en</strong>ados<br />
por los gobiernos locales para velar por la seguridad de los ciudadanos.<br />
88<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
tuciones de gobierno y de la sociedad civil, como las <strong>en</strong>tidades de protección,<br />
e implican una grave trasgresión a los derechos de niños, niñas y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes. Muchas veces las figuras de autoridad compart<strong>en</strong> el discurso<br />
dominante <strong>en</strong> el mundo social, por lo que su propio discurso resulta<br />
débil e insufici<strong>en</strong>te fr<strong>en</strong>te al consumidor.<br />
Ah, bu<strong>en</strong>o,... le quiero contar que no todos los fiscales pi<strong>en</strong>san como yo pi<strong>en</strong>so [repudia<br />
y sanciona la ESC]. O sea que esto es una posición creo que aislada, de 23,<br />
de 30 fiscales que estamos trabajando <strong>en</strong> ese sistema, (…) por ejemplo fue el caso<br />
de uno, hombre también, pero seguram<strong>en</strong>te hay mujeres, yo no sé, que no persigu<strong>en</strong>,<br />
no abr<strong>en</strong> investigación por explotación sexual, porque ellos dic<strong>en</strong> que eso<br />
no es un delito, que está tipificado formalm<strong>en</strong>te como delito pero que <strong>en</strong> la práctica<br />
no es, que las niñas quier<strong>en</strong> prostituirse porque les dan ganas y porque además<br />
recib<strong>en</strong> dinero y que los otro, pues también ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que vivir de algo, que es<br />
obvio, que es natural. (Autoridad, La Alameda, Bogotá).<br />
… las autoridades dic<strong>en</strong> que es malo, pero sin embargo a estos lugares vi<strong>en</strong><strong>en</strong> las<br />
mismas autoridades, pero qué van a decir si ellos mismos buscan este servicio. (Intermediario,<br />
24 años, Cusco).<br />
Por otra parte, la lógica de las interv<strong>en</strong>ciones tanto de las <strong>en</strong>tidades de<br />
protección como de los organismos policiales se c<strong>en</strong>tra más <strong>en</strong> los y las<br />
adolesc<strong>en</strong>tes que <strong>en</strong> los consumidores e intermediarios. Los operativos<br />
policiales prácticam<strong>en</strong>te no se dirig<strong>en</strong> a la demanda, sino a las personas<br />
m<strong>en</strong>ores de edad.<br />
Autoridad: La lógica, digamos, de los operativos y de la interv<strong>en</strong>ción policial,<br />
fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te se dirige hacia los niños, hacia buscarlos. Claro,<br />
hay un mandato, digamos, de protección. Entonces uno dice: «Está <strong>en</strong> situación<br />
irregular según el Código del M<strong>en</strong>or, <strong>en</strong>tonces yo lo recojo».<br />
Entrevistador/a: ¿De alguna manera esa lógica invisibiliza a los cli<strong>en</strong>tes,<br />
hace que la at<strong>en</strong>ción c<strong>en</strong>trada <strong>en</strong> proteger a los niños haga que no se<br />
ocup<strong>en</strong> del cli<strong>en</strong>te<br />
A: Sí, hace falta de pronto un trabajo como más amplio con lo que es el<br />
cli<strong>en</strong>te. (Autoridad, C<strong>en</strong>tro Comercial. Bogotá).<br />
Las iglesias también son indicadas como fu<strong>en</strong>te de discursos que no cond<strong>en</strong>an<br />
decididam<strong>en</strong>te la demanda y puede llegar a ser indifer<strong>en</strong>te fr<strong>en</strong>te<br />
a los adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC. El registro de una observación <strong>en</strong> el Parque Bo-<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 89
lívar de Medellín, constata esa indifer<strong>en</strong>cia de los feligreses a la salida de<br />
la misa ante las personas involucradas <strong>en</strong> la ESC que allí permanecían.<br />
Los medios de comunicación juegan un rol de <strong>en</strong>orme peso <strong>en</strong> la configuración<br />
de las construcciones simbólicas que aportan al mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to<br />
y reproducción de las relaciones sociales que dan sust<strong>en</strong>to a la ESC.<br />
Desde diversos formatos y temas abordados por la publicidad, g<strong>en</strong>eran y<br />
trasmit<strong>en</strong> un discurso de la sexualidad c<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> una visión del cuerpomercancía-objeto<br />
de consumo. Y es <strong>en</strong> exceso frecu<strong>en</strong>te la recurr<strong>en</strong>cia a<br />
estereotipos de belleza juv<strong>en</strong>il. La adultización de figuras infantiles, promovi<strong>en</strong>do<br />
modas y comportami<strong>en</strong>tos eróticos, estimula la adopción de<br />
signos de sexualidad que son puestos d<strong>en</strong>tro de una lógica mercantil,<br />
reforzadora del consumo, del poder de compra y del dinero como vehículo<br />
de asc<strong>en</strong>so social, bi<strong>en</strong>estar y aún felicidad.<br />
También se han producido reportajes de d<strong>en</strong>uncia de la ESC, que pon<strong>en</strong><br />
el tema <strong>en</strong> debate, si bi<strong>en</strong> no son muy numerosos los que cu<strong>en</strong>tan<br />
con bu<strong>en</strong>a docum<strong>en</strong>tación y han sido respetuosos de los derechos de las<br />
víctimas, evitándoles situaciones de revictimización. Contrasta la profusión<br />
de noticias s<strong>en</strong>sacionalistas sobre casos individuales, con caracteres<br />
dramáticos y escasas refer<strong>en</strong>cias al consumidor que utilizan categorías<br />
patologizantes antes que cond<strong>en</strong>ar al acto mismo de explotación.<br />
…igual uno siempre ocupa, eh… varios términos, pero igual <strong>en</strong> la tele han dado<br />
millones de términos de pedofilia y huevadas. (…) No t<strong>en</strong>go una palabra así<br />
como exacta para graficarlo. (Adulto <strong>en</strong> Prostitución/Transgénero, 22 años, Juegos,<br />
Valparaíso).<br />
En <strong>Colombia</strong>, las personas <strong>en</strong>trevistadas afirman que los medios de comunicación<br />
masiva aún insist<strong>en</strong> <strong>en</strong> el uso del concepto de prostitución infantil<br />
y abordan el problema con tonos s<strong>en</strong>sacionalistas, sin det<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> las<br />
figuras del consumidor o <strong>en</strong> la demanda si pres<strong>en</strong>tan noticias o reportajes<br />
sobre casos individuales.<br />
En <strong>Chile</strong>, la televisión aparece como el vehículo de un discurso<br />
institucional sobre la ESC, que utiliza este término aún cuando <strong>en</strong>cara el<br />
problema mediante una retórica médico psiquiátrica imprecisa, que<br />
patologiza al consumidor. La pr<strong>en</strong>sa lo ha considerado más desde el ángulo<br />
de la noticia y su tratami<strong>en</strong>to fue <strong>en</strong> extremo contaminado por la<br />
trama política que des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>ó <strong>en</strong> el 2003, la det<strong>en</strong>ción y procesami<strong>en</strong>to<br />
de un empresario acusado de delitos de pedofília, asociación ilícita y producción<br />
de material pornográfico. Este hecho, que adquirió ribetes de es-<br />
90<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
cándalo político, conmovió a esferas de poder 20 , por un lado, puso el<br />
tema <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro del debate público y, por otro, las características de este<br />
caso y la forma <strong>en</strong> que fue tratado por los medios, operaron más bi<strong>en</strong><br />
ocultando que los consumidores de ESC son muchos, de diversos niveles<br />
socioeconómicos, educacionales, con ocupaciones y profesiones también<br />
difer<strong>en</strong>tes y que el conocimi<strong>en</strong>to de su conducta habitual no des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>a<br />
escándalo <strong>en</strong> el <strong>en</strong>torno.<br />
Las d<strong>en</strong>uncias de casos de ESC y algunas producciones del periodismo<br />
de investigación realizadas <strong>en</strong> Perú han sido muy positivas, reportan algunos<br />
<strong>en</strong>trevistados. Sin embargo, el papel positivo que la pr<strong>en</strong>sa desempeña<br />
<strong>en</strong> ocasiones, resulta opacado por el espacio que <strong>en</strong> los cuatro países<br />
ésta destina regularm<strong>en</strong>te a la publicación de anuncios –<strong>en</strong> la sección de<br />
avisos clasificados– que informan a los posibles cli<strong>en</strong>tes operando así<br />
como un importante mecanismo de facilitación y reproducción de la ESC.<br />
Por último, es necesario señalar que la id<strong>en</strong>tificación de la ESC con un<br />
trabajo como cualquier otro que permite obt<strong>en</strong>er dinero –tópico que se<br />
analizará más adelante– y el mismo l<strong>en</strong>guaje usado para referirse a ella y<br />
sus actores –oferta y demanda, cli<strong>en</strong>te, consumidor– <strong>en</strong>tronca de modo<br />
muy fácil y coher<strong>en</strong>te con la lógica mercantil que permea las sociedades<br />
estudiadas y que ha p<strong>en</strong>etrado gran parte de sus respectivas poblaciones.<br />
Los sujetos han internalizado los valores propios de esta lógica: todo ti<strong>en</strong>e<br />
un «precio» que puede ser calculado y transado <strong>en</strong> el mercado, con dinero<br />
todo se puede adquirir, Además, consumir bi<strong>en</strong>es modernos se pres<strong>en</strong>ta<br />
como un mecanismo de integración social que sustituye otras formas.<br />
Piénsese que incluso servicios como la educación y la salud, antes proporcionados<br />
por el Estado bajo concepciones universalistas, hoy se ofertan a la<br />
población <strong>en</strong> mercados segm<strong>en</strong>tados, con difer<strong>en</strong>cias notables <strong>en</strong> cuanto a<br />
la calidad de los servicios ofertados. Un clima valórico <strong>en</strong> el cual todo puede<br />
ser y es p<strong>en</strong>sado <strong>en</strong> términos de mercado, pues éste es efici<strong>en</strong>te y garantizaría<br />
<strong>en</strong> el largo plazo –según la retórica vig<strong>en</strong>te– mayores b<strong>en</strong>eficios a<br />
la sociedad <strong>en</strong> su conjunto, permea las sociedades estudiadas. En este con-<br />
20<br />
Durante el proceso, se vinculó a las actividades de este empresario a un connotado<br />
parlam<strong>en</strong>tario, un magistrado y a algunos periodistas y figuras políticas que apoyaron a<br />
través de los medios, los testimonios de adolesc<strong>en</strong>tes que los involucraban. Algunos de<br />
estos finalm<strong>en</strong>te se retractaron y <strong>en</strong> agosto del 2006, fue cond<strong>en</strong>ado a cinco años y un<br />
día de cárcel por el delito de abuso sexual <strong>en</strong> contra de cuatro personas m<strong>en</strong>ores de<br />
edad, si<strong>en</strong>do absuelto de 17 cargos de abuso sexual, además de los cargos de asociación<br />
ilícita, promoción o facilitación de prostitución y producción de material pornográfico.<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 91
texto, la ESC resulta inscrita como un servicio que se consume «porque se<br />
ofrece» y resulta «justificable» su práctica por ser una actividad por la cual<br />
se recibe un dinero que permite a los y las adolesc<strong>en</strong>tes incorporarse al disfrute<br />
de los bi<strong>en</strong>es y servicios de mercado.<br />
Discurso Social<br />
Los significados que se construy<strong>en</strong> <strong>en</strong> el mundo social sobre el consumo<br />
<strong>en</strong> la ESC y sus principales actores pued<strong>en</strong> ser analizados <strong>en</strong> dos<br />
esferas: el <strong>en</strong>torno familiar y los vínculos de amistad, vecinos, compañeros<br />
de ocupación, paisanos o colegas, todos los cuales pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> al<br />
mundo social. Estas son esferas difer<strong>en</strong>ciadas <strong>en</strong> cuanto a sus rasgos y<br />
dinámicas, que no obstante converg<strong>en</strong> <strong>en</strong> determinados valores y significaciones.<br />
La primera observación es que <strong>en</strong> todos los esc<strong>en</strong>arios estudiados se<br />
convive con la ESC. Las personas que circulan por estos esc<strong>en</strong>arios «no la<br />
percib<strong>en</strong>», la reprobación de la ESC es leve y si es registrada se ti<strong>en</strong>de a<br />
responsabilizar de ella a los niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes. La repres<strong>en</strong>tación<br />
común de este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o no incluye a la demanda, es como si las personas<br />
m<strong>en</strong>ores de edad construyeran por sí solas esta situación o fueran los<br />
únicos actores de una experi<strong>en</strong>cia que simplem<strong>en</strong>te no puede existir sin<br />
al m<strong>en</strong>os un «otro».<br />
D<strong>en</strong>tro y fuera de las familias se construye un discurso de «normalidad»<br />
acerca de la demanda <strong>en</strong> la ESC. En <strong>Colombia</strong>, decir «Se va a putiar»<br />
resulta común y natural como comportami<strong>en</strong>to socialm<strong>en</strong>te atribuido a<br />
lo masculino, y asimismo se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de como «impulso natural» del hombre<br />
el buscar y obt<strong>en</strong>er sexo de cualquier manera.<br />
El discurso del mundo social originado <strong>en</strong> experi<strong>en</strong>cias familiares es<br />
evasivo y permisivo. Las refer<strong>en</strong>cias a la demanda y al consumidor son<br />
inexist<strong>en</strong>tes o muy tang<strong>en</strong>ciales. La práctica del doble discurso es g<strong>en</strong>eral.<br />
También la familia contribuye a este doble discurso, <strong>en</strong> el que la demanda<br />
es moralm<strong>en</strong>te sancionada al mismo tiempo que se asume su práctica<br />
como un comportami<strong>en</strong>to masculino natural y la ESC es vista como una<br />
variante de la prostitución.<br />
Las personas allegadas a mí nunca han hablado, sólo cuando v<strong>en</strong> las noticias<br />
solo dic<strong>en</strong> que es algo malo por no se razones que t<strong>en</strong>drán, que lo hac<strong>en</strong> nada<br />
más, no lo v<strong>en</strong> como algo extraño, pero tampoco lo v<strong>en</strong> como algo bu<strong>en</strong>o. Lo toman<br />
igual si no que, ellos más critican por las razones que t<strong>en</strong>gan. Critican que<br />
92<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
hay personas que lo hac<strong>en</strong> por que se acostumbraron a la plata fácil. Mi familia o<br />
lo que yo he escuchado <strong>en</strong> mi casa, critican las razones por lo que las chicas están<br />
<strong>en</strong> esto. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, 15 años, Lima).<br />
Mi familia no sabe, pero más o m<strong>en</strong>os si sabe un poco, se les cruza por la m<strong>en</strong>te<br />
pero ellos no lo quier<strong>en</strong> aceptar. Mi familia sabe que yo soy travestí, sabe pero<br />
nunca nos hemos s<strong>en</strong>tado y hemos conversado si soy, ni le he confirmado que si.<br />
(Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, travestí, 17 años, Lima).<br />
En mi casa sí que es peor, allí es peor. Donde hay criaturas no se puede hablar. No.<br />
(Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 23 años, Zona de casillas, Ciudad del Este).<br />
[Si los padres se <strong>en</strong>teraran de su práctica de consumidor <strong>en</strong> la ESC] Me dan<br />
una cachetada ahí (Consumidor ESC masculina, 26 años, Zona de shoppings,<br />
Ciudad del Este).<br />
El <strong>en</strong>cubrimi<strong>en</strong>to d<strong>en</strong>tro de la familia resulta bastante más ac<strong>en</strong>tuado<br />
cuando el consumidor prefiere relacionarse con otros hombres o con<br />
transgéneros. En la mayoría de las <strong>en</strong>trevistas realizadas a adolesc<strong>en</strong>tes<br />
<strong>en</strong> ESC y adultos varones <strong>en</strong> prostitución, se indicó que un número importante<br />
de hombres que se vinculan con ellos manti<strong>en</strong>e una relación<br />
de pareja con una mujer y ti<strong>en</strong>e familias constituidas. En estos casos, las<br />
pautas culturales de la sociedad patriarcal promuev<strong>en</strong> la formación de<br />
subjetividades heterosexuales e induce a los hombres que prefier<strong>en</strong> relacionarse<br />
con personas de su mismo sexo a buscar la satisfacción de<br />
sus deseos <strong>en</strong> un marco de mayor clandestinidad. El testimonio de un<br />
adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC <strong>en</strong>trevistado <strong>en</strong> Asunción resume bastante bi<strong>en</strong><br />
esta actitud.<br />
(...) hay algunos que sólo te levantan para una sesión de psicología. Te cu<strong>en</strong>ta él y<br />
vos le escuchás... Que a él le hubiera gustado poder liberarse, porque ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una<br />
posición que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que mant<strong>en</strong>er <strong>en</strong>tonces no pued<strong>en</strong> liberarse, no pued<strong>en</strong> gritar<br />
a los cuatros vi<strong>en</strong>tos que son putos y que le gustan los hombres. Después hay algunos<br />
que les quier<strong>en</strong> decir así a sus esposas que ya no le gusta más, que se quier<strong>en</strong><br />
dejar y que no pued<strong>en</strong> por sus hijos (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, hombre/<br />
transgénero, 16 años, Micro c<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
Aunque muchos de ellos/as tratan de ocultar el tipo de actividad que realizan,<br />
siempre algún integrante de la familia conoce sus movimi<strong>en</strong>tos. Por<br />
lo g<strong>en</strong>eral, tanto <strong>en</strong> el caso de los hombres como de las mujeres, esta<br />
persona es la madre o alguna figura fem<strong>en</strong>ina fuerte d<strong>en</strong>tro del <strong>en</strong>torno<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 93
familiar. Ello seguram<strong>en</strong>te se debe al rol c<strong>en</strong>tral que cumpl<strong>en</strong> las mujeres<br />
<strong>en</strong> la crianza de niños y niñas. El tipo de vínculo que se establece <strong>en</strong>tre la<br />
madre y su hijo o hija varía. En el caso de las mujeres se percibe cierto<br />
alejami<strong>en</strong>to o quiebre del vínculo, una distancia que se acreci<strong>en</strong>ta cuando<br />
el/la adolesc<strong>en</strong>te adquiere autonomía económica; mi<strong>en</strong>tras que con los<br />
hijos varones se destaca una relación que oscila <strong>en</strong>tre la complicidad y la<br />
resignación. En ambos casos, la situación del/la adolesc<strong>en</strong>te es rechazada<br />
<strong>en</strong> un comi<strong>en</strong>zo, pero con el paso del tiempo se termina tolerando. Lo<br />
que resulta relevante respecto a los discursos que se tej<strong>en</strong> <strong>en</strong> la familia es<br />
que terminan conc<strong>en</strong>trando todas sus preocupaciones <strong>en</strong> la salud sexual<br />
y <strong>en</strong> la necesidad de ocultar la situación del/la adolesc<strong>en</strong>te fr<strong>en</strong>te a la mirada<br />
del <strong>en</strong>torno comunitario.<br />
La familia ignora la situación o sabe y puede comportarse como si lo<br />
ignorara. No obstante, <strong>en</strong> algunos casos, como se reporta <strong>en</strong> <strong>Chile</strong>, la madre,<br />
el padre u otro familiar pued<strong>en</strong> operar como intermediario.<br />
En g<strong>en</strong>eral, los difer<strong>en</strong>tes actores ocultan las prácticas que los vinculan<br />
a la ESC, aunque por difer<strong>en</strong>tes razones. Los cli<strong>en</strong>tes, para no «perturbar»<br />
el ord<strong>en</strong> familiar y evitar los conflictos y sanciones. Para aquellos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
prácticas homosexuales con adolesc<strong>en</strong>tes la situación es más am<strong>en</strong>azante<br />
y los obliga a un mayor ocultami<strong>en</strong>to. Por su parte, los adolesc<strong>en</strong>tes<br />
e intermediarios frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te las pres<strong>en</strong>tan como un otro trabajo, lo<br />
que además contribuye, como se verá más adelante, a difuminar la percepción<br />
del daño y la explotación propia de esta práctica.<br />
Un tópico importante <strong>en</strong> los discurso sobre la ESC consiste precisam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> establecer una continuidad <strong>en</strong>tre sus características y otro trabajo<br />
cualquiera, normalizándola. Se la describe como un trabajo ofrecido<br />
por algui<strong>en</strong> y demandado por otro.<br />
Un trabajo po, un trabajo que ellos quier<strong>en</strong> que uno le haga y que ellos necesit<strong>en</strong><br />
po (Intermediario, 18 años, El Bosque, Santiago).<br />
No es que me guste m mucho trabajar así. Pero qué vamos a hacer, la necesidad<br />
obliga. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, mujer, 17 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
… es un trabajo digno como cualquier otro trabajo y la difer<strong>en</strong>cia es lo económico,<br />
solo la plata, la g<strong>en</strong>te puede ganar mucha más plata v<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do su cuerpo<br />
que trabajando <strong>en</strong> otra cosa. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de Armas,<br />
Santiago.)<br />
Y un segundo tema, es la definición de un límite de edad según un crite-<br />
94<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
io que a las prácticas sexuales comerciales con adolesc<strong>en</strong>tes mayores de<br />
14 años 21 como éticam<strong>en</strong>te legítimas. Allí se produciría un quiebre con la<br />
niñez.<br />
La edad mínima que t<strong>en</strong>dría relaciones sexuales con un m<strong>en</strong>or es de 16 años.<br />
Nunca tan pedofílico… (Intermediario, 21 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Sí, el sexo pagado de m<strong>en</strong>ores de 18 años, si el m<strong>en</strong>or está de acuerdo yo <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro<br />
que está bi<strong>en</strong>, pero d<strong>en</strong>tro de los 16 a los 18, de ahí ya como que los niños ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
más conci<strong>en</strong>cia; pero de 15 hacia abajo no estoy de acuerdo, para nada, porque<br />
no debe ser, hummm, por una cosa de cultura, de ética también, porque por<br />
lo g<strong>en</strong>eral qui<strong>en</strong>es pagan el sexo son g<strong>en</strong>te pudi<strong>en</strong>te. (Intermediario, 51 años,<br />
Plaza Victoria, Valparaíso).<br />
Cuando ya se ti<strong>en</strong>e noción del sexo, es lindo, pero controlado. Es lindo porque es<br />
parte de la vida, es lindo porque es parte de un empr<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to de un país. El sexo<br />
es lo más antiguo que hay, <strong>en</strong>tonces yo pi<strong>en</strong>so que si es controlado es mucho mejor.<br />
Pero sexo infantil, no estoy de acuerdo (...) Desde doce años para abajo. Eso no estoy<br />
de acuerdo, yo soy el primero <strong>en</strong> ajusticiar una persona así. Doce, trece años para<br />
abajo no ti<strong>en</strong>e s<strong>en</strong>tido ya. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de ómnibus,<br />
Asunción).<br />
Por tanto, la actividad sexual <strong>en</strong>tre adultos y personas m<strong>en</strong>ores de edad<br />
pero adolesc<strong>en</strong>tes aparece legitimada <strong>en</strong> tanto a partir de determinados<br />
límites de edad, que algunos sitúan a partir de los 12 años y otros <strong>en</strong> los<br />
14 años, no se reconoce la condición delictiva de éstas prácticas ni el<br />
daño causado a las víctimas. Esta concepción se refuerza además por la<br />
noción muy difundida <strong>en</strong> vastos sectores poblacionales acerca de que el<br />
ingreso al trabajo pone fin a la etapa de la niñez.<br />
En <strong>Colombia</strong> el discurso del mundo social muestra aceptación de los<br />
consumidores de la ESC si éstos se relacionan con adolesc<strong>en</strong>tes mujeres y<br />
no así cuando ti<strong>en</strong><strong>en</strong> tratos con adolesc<strong>en</strong>tes hombres, por su homosexualidad.<br />
Los hombres que explotan sexualm<strong>en</strong>te a las primeras pued<strong>en</strong><br />
incluso ufanarse de sus prácticas, mi<strong>en</strong>tras los que explotan sexualm<strong>en</strong>te<br />
a adolesc<strong>en</strong>tes hombres deb<strong>en</strong> ocultarlas. Este discurso se c<strong>en</strong>tra pues <strong>en</strong><br />
el ejercicio de la masculinidad y muchísimo m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> la explotación. La<br />
lógica patriarcal es la dominante, de allí que los consumidores teman la<br />
21<br />
En g<strong>en</strong>eral, los códigos p<strong>en</strong>ales tipifican delitos relacionados a la ESC, solam<strong>en</strong>te cuando<br />
praticados <strong>en</strong> contra de m<strong>en</strong>ores de 14 años.<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 95
sanción social que recae sobre su ori<strong>en</strong>tación sexual, más que a la c<strong>en</strong>sura<br />
propia y/o la aj<strong>en</strong>a por el daño que hac<strong>en</strong> al o la adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC.<br />
En el círculo de amigos o pares existe mayor apertura para tratar el<br />
tema. En <strong>Paraguay</strong>, la mayoría de los hombres <strong>en</strong>trevistados <strong>en</strong> contextos<br />
de ESC fem<strong>en</strong>ina declararon que obti<strong>en</strong><strong>en</strong> reconocimi<strong>en</strong>to de sus amigos<br />
por t<strong>en</strong>er <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros sexuales con personas muy jóv<strong>en</strong>es. La m<strong>en</strong>ción a<br />
las adolesc<strong>en</strong>tes conquistadas aparece como un «trofeo», sus cuerpos<br />
como territorio de caza.<br />
Y es más macho cuando uno cu<strong>en</strong>ta que está haci<strong>en</strong>do… Se si<strong>en</strong>te más macho<br />
apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te cuando uno más ti<strong>en</strong>e relaciones y más cu<strong>en</strong>ta (...) ¡Haaa...! Vos<br />
sabés que es más… Parece que sacó premio (...) Y si agarrás una virg<strong>en</strong> si que…<br />
(Intermediario, 48 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
En el caso chil<strong>en</strong>o, los consumidores manifestaron que hablan sobre sus<br />
experi<strong>en</strong>cias especialm<strong>en</strong>te con aquéllos que han conocido <strong>en</strong> el mismo<br />
<strong>en</strong>torno del comercio sexual. Con éstos se puede hablar el tema sin temor<br />
de ser c<strong>en</strong>surado, <strong>en</strong> tanto no se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> condiciones de juzgar.<br />
Si, t<strong>en</strong>go tres amigos más que hac<strong>en</strong> lo mismo, de hecho los conocí d<strong>en</strong>tro de este<br />
mismo ambi<strong>en</strong>te y ellos son los únicos que sab<strong>en</strong>, al m<strong>en</strong>os eso creo. Y qué me<br />
van a decir, no me pued<strong>en</strong> juzgar por algo que ellos también hac<strong>en</strong>, ¿no cre<strong>en</strong> ustedes<br />
(Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 58 años, Plaza Victoria,<br />
Valparaíso).<br />
Con mis amigos sólo tratamos de divertirnos y nos cagamos de risa de lo que ha<br />
pasado (…) (Consumidor ESC, 25 años, Cusco).<br />
[Los amigos pi<strong>en</strong>san] Que es normal, es por que estás pagando tu plata, no lo<br />
está haci<strong>en</strong>do gratis, no, porque acá <strong>en</strong> esta vida nadie te lo va hacer gratis, como<br />
se dice no es amor al chancho si no a los chicharrones, claro porque gratis qui<strong>en</strong><br />
te va a dar. (Consumidor ESC, 27 años, Lima).<br />
Además de este aspecto reforzador, compartir el relato de los actos<br />
sexuales del consumidor resulta <strong>en</strong> un mecanismo para socializar el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o,<br />
trasmitir el conocimi<strong>en</strong>to de los esc<strong>en</strong>arios de ESC, contactos y precios<br />
para acceder a ellos.<br />
Contradictoriam<strong>en</strong>te con lo arriba expuesto, <strong>en</strong> los cuatro países, especialm<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> <strong>Chile</strong>, se registró cierto m<strong>en</strong>osprecio hacia el consumidor<br />
por parte de los demás sujetos directam<strong>en</strong>te involucrados <strong>en</strong> la ESC por-<br />
96<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
que debe recurrir a sexo pagado. Esta afirmación aparece justificada <strong>en</strong> el<br />
juego de caracteres físicos socialm<strong>en</strong>te atribuidos a los consumidores: éstos<br />
serían sujetos poco agraciados, que están bajo o por fuera de los<br />
estándares de aceptación física; pued<strong>en</strong> ser gordos, feos. En este grupo<br />
se incluye también a las personas de tercera edad que habrían quedado<br />
fuera de las posibilidades de seducir a algui<strong>en</strong>.<br />
Estamos hablando <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, yo pi<strong>en</strong>so que las personas que pagan por t<strong>en</strong>er<br />
sexo es porque no pued<strong>en</strong> conquistar y ti<strong>en</strong><strong>en</strong> imposibilidades o se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> incapaces<br />
de seducir o conquistar a algui<strong>en</strong>… (Intermediario, 32 años, Juegos,<br />
Valparaíso).<br />
Otra versión mayoritaria id<strong>en</strong>tifica al consumidor como portador de patologías<br />
psíquicas: ‘deg<strong>en</strong>erados’, ‘<strong>en</strong>fermos m<strong>en</strong>tales’, ‘maniáticos’, ‘perversos’,<br />
‘con obsesiones’, o con un mal funcionami<strong>en</strong>to cerebral.<br />
(…) esa g<strong>en</strong>te debe t<strong>en</strong>er algún problema muy <strong>en</strong> el fondo (…) yo creo que han<br />
de t<strong>en</strong>er una desviación, trastorno o un daño psicológico de comportami<strong>en</strong>to (...)<br />
son <strong>en</strong>fermos… hay ciertos cli<strong>en</strong>tes que buscan las niñas. Es como una <strong>en</strong>fermedad,<br />
cuanto mas planas, mas mejor. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, Cusco).<br />
Otras veces se señala que son sujetos que han sufrido algún trauma o<br />
pued<strong>en</strong> haber sido abusados sexualm<strong>en</strong>te. Los argum<strong>en</strong>tos pued<strong>en</strong> ser<br />
diversos pero ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> común una atribución de rasgos al consumidor<br />
que ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a desresponsabilizarlo de su práctica y a ocultar el abuso de<br />
poder y el daño para las personas m<strong>en</strong>ores de edad que la práctica de la<br />
ESC conlleva.<br />
De este modo, el discurso del mundo social proporciona una variedad<br />
de argum<strong>en</strong>tos explicativos sobre las causas de la constitución <strong>en</strong> el adulto<br />
del deseo sexual por un adolesc<strong>en</strong>te, que muestran una continuidad<br />
con el discurso institucional <strong>en</strong> lo que respecta a la atribución de responsabilidad<br />
al mercado, a la naturaleza, a las experi<strong>en</strong>cias anteriores del consumidor,<br />
traumas o abuso sexual.<br />
Estos discursos sobre los actos sexuales del consumidor se expand<strong>en</strong><br />
socialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los esc<strong>en</strong>arios de ESC y <strong>en</strong>tre sus amigos. A m<strong>en</strong>udo son<br />
compartidos <strong>en</strong> gremios como el de taxistas y otros transportadores, consolidándose<br />
un discurso grupal y social que motiva la demanda de ESC.<br />
Las prácticas sexuales se vuelv<strong>en</strong> tema de estos intercambios y es desde<br />
estas relaciones e imaginarios que se estructura la id<strong>en</strong>tidad del consumi-<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 97
dor, basada <strong>en</strong> la cultura patriarcal que asocia masculinidad y fuerza, y<br />
que asigna al varón un rol sexual activo y un deseo impostergable. De<br />
este modo alim<strong>en</strong>ta e inc<strong>en</strong>tiva la g<strong>en</strong>eración de la demanda <strong>en</strong> la ESC.<br />
En los esc<strong>en</strong>arios de ESC masculina homosexual, el mismo discurso circula<br />
restringidam<strong>en</strong>te. El consumidor comparte sus experi<strong>en</strong>cias, prefer<strong>en</strong>cias,<br />
gustos, deseos, etc., solo con qui<strong>en</strong> cree que no lo va a reprobar, y lo<br />
hace preferiblem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> privado con los adolesc<strong>en</strong>tes a qui<strong>en</strong>es explota<br />
sexualm<strong>en</strong>te. En cambio, <strong>en</strong>tre los adolesc<strong>en</strong>tes siempre circula librem<strong>en</strong>te<br />
el discurso sobre su sexualidad y la de los consumidores, y a veces hasta<br />
toma un tono de av<strong>en</strong>tura y hazaña. Así por ejemplo, los estilos y aciertos<br />
del cortejo o de la transacción sexual se reconstruy<strong>en</strong> con dramatizaciones<br />
y se socializan cotidianam<strong>en</strong>te.<br />
Es posible reconocer un límite o frontera <strong>en</strong>tre prácticas sexuales<br />
aceptables e inaceptables al interior del matrimonio o con la pareja establecida,<br />
las que ni siquiera suel<strong>en</strong> comunicarse, mi<strong>en</strong>tras que el discurso<br />
social sí legitima la realización de las prácticas «inaceptables» a través de<br />
la compra de servicios sexuales.<br />
El acceso y la t<strong>en</strong><strong>en</strong>cia de dinero son repres<strong>en</strong>tados culturalm<strong>en</strong>te<br />
como elem<strong>en</strong>tos que revist<strong>en</strong> de poder a las personas, tema que será tratado<br />
<strong>en</strong> detalle más adelante. Qui<strong>en</strong> ti<strong>en</strong>e dinero accede a todos los mecanismos<br />
que el sistema abre para él.<br />
… el pudi<strong>en</strong>te, el que ti<strong>en</strong>e dinero, se si<strong>en</strong>te poderoso, que sabe que él puede lograr<br />
lo que quiera con su dinero, y eso le da como más poder, más excitación de<br />
decir: «yo con mi dinero hago lo que yo quiero». Y eso lo conduce también a hacer<br />
que sea poderoso, y eso de poner el pie [<strong>en</strong>cima] a cualquiera, porque ellos dic<strong>en</strong>:<br />
«qué me van a demandar...». (Intermediario, 50 años, Plaza Victoria, Valparaíso).<br />
Ello no significa que el dinero no pueda ser considerado instrum<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te<br />
tanto por los cli<strong>en</strong>tes como por los y las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC. Buscado<br />
per<strong>en</strong>toriam<strong>en</strong>te o de forma más racional, es destinado por éstos a<br />
cubrir necesidades de subsist<strong>en</strong>cia básica de sus familias, para lograr acceder<br />
a otros bi<strong>en</strong>es de consumo cuyo costo es alto para sus posibilidades<br />
o aún servicios como la educación. La obt<strong>en</strong>ción de dinero aparece<br />
como motivador c<strong>en</strong>tral para la inclusión del adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC y ello es<br />
conocido y manejado por los otros actores.<br />
Yo conozco p<strong>en</strong>dejos que se v<strong>en</strong>d<strong>en</strong> por dinero para estudiar y conozco p<strong>en</strong>dejas<br />
que escondidam<strong>en</strong>te trabajan para poder t<strong>en</strong>er <strong>estudio</strong>s, conozco g<strong>en</strong>te recibida,<br />
que por la prostitución consiguieron recibirse y estudiar; y conozco g<strong>en</strong>te que obli-<br />
98<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
gatoriam<strong>en</strong>te sal<strong>en</strong>, (...) que por mant<strong>en</strong>erle a sus hermanos o hermanitos y no<br />
ti<strong>en</strong>e otra opción; porque es jov<strong>en</strong> no ti<strong>en</strong>e opción de trabajar, o no ti<strong>en</strong>e la posibilidad,<br />
quiere estudiar pero no puede, porque su mamá es sola, ti<strong>en</strong>e muchos hijos<br />
y ella ti<strong>en</strong>e que hacer algo. (Intermediaria, transgénero, 25 años, Zona de<br />
shoppings, Ciudad del Este).<br />
Nosotros tocamos puertas para buscar un trabajo dec<strong>en</strong>te pero no nos abr<strong>en</strong> esas<br />
puertas por ser travestís. Una travestí puede empezar a los 16. Yo com<strong>en</strong>cé a los<br />
17 años y me gusta porque gano dinero. (Adulto <strong>en</strong> prostitución, 22 años, Lima).<br />
El discurso social también circula la idea de que la ESC es un trabajo fácil,<br />
<strong>en</strong> tanto no involucraría esfuerzo intelectual o físico y reportaría mayores<br />
ganancias que otros trabajos.<br />
En la prostitución es más fácil ganarse la plata po’ (...) <strong>en</strong> otro trabajo tu trabajai<br />
con tus manos, <strong>en</strong> cambio acá <strong>en</strong> el comercio sexual es tu cuerpo lo que estai v<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do,<br />
por plata. (Adulto <strong>en</strong> prostitución, 20 años, El Bosque, Santiago).<br />
Entrevistador/a: Vos me decías que hay difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre la prostitución y<br />
ganarse la vida de otra manera ¿Cómo te imaginás que es ganarse la vida de<br />
otra manera<br />
Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC: De otra forma que no sea la prostitución sería esforzándote.<br />
O sea, mereciéndote el dinero que estás ganando.<br />
E: ¿Vos crees que no merecés el dinero que estás ganando<br />
A: Para mí sí, porque estoy haci<strong>en</strong>do un servicio, pero es difer<strong>en</strong>te.<br />
E: ¿Por qué<br />
A: Porque muchos se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que esforzar o muchos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que alzar cosas pesadas<br />
o estar todo el día fr<strong>en</strong>te a una computadora.<br />
E: ¿Y vos crees que no te estás esforzando<br />
A: No, porque a mí no me cuesta nada (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, hombre/<br />
transgénero, 16 años, Micro c<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
Pero desde la motivación por el dinero, un intercambio que no es considerado<br />
trabajo «fácil» sino desagradable, se vuelve aceptable:<br />
Aunque igual, a veces, hay como dos veces, <strong>en</strong> que la plata me ha t<strong>en</strong>tado po, porque<br />
hay viejos que no son agraciados, ¿cachai Y pagan harto. Entonces ahí ya no<br />
importa y hay que apechugar, como se dice. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, hombre, 17<br />
años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Si bi<strong>en</strong> <strong>en</strong>tonces el dinero es un instrum<strong>en</strong>to de poder que consumidores<br />
e intermediarios manejan, para los primeros puede ser <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido como<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 99
una ayuda que proporciona al adolesc<strong>en</strong>te, como será analizado más adelante.<br />
Interesa destacar que ello es compartido por su círculo, lo mismo<br />
que la idea de que el dinero que se gana <strong>en</strong> la ESC es de fácil obt<strong>en</strong>ción,<br />
<strong>en</strong> tanto el comercio sexual es id<strong>en</strong>tificado como una actividad de fácil<br />
realización.<br />
Es que <strong>en</strong>tre mis conocidos esto no se ve como una maldad, porque uno de cierta<br />
forma ayuda a la persona a la que contrata. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 38<br />
años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Discurso de los consumidores<br />
Se persigue aquí compr<strong>en</strong>der los juegos de significado de los propios<br />
consumidores, que se han construido y se construy<strong>en</strong> <strong>en</strong> la dinámica con<br />
el discurso institucionalizado y el discurso del medio social cercano, asimilando<br />
<strong>en</strong> parte sus categorías y resignificándolas, <strong>en</strong> la mayoría de los casos,<br />
como recurso de legitimación de sus prácticas.<br />
Yo creo que no ti<strong>en</strong>e nada de malo pagar por t<strong>en</strong>er sexo, si algui<strong>en</strong> lo quiere hacer<br />
está <strong>en</strong> todo su derecho. Además cómo la g<strong>en</strong>te va a creer que está haci<strong>en</strong>do algo<br />
malo, si los diarios sal<strong>en</strong> ll<strong>en</strong>os de avisos ofreci<strong>en</strong>do a personas para t<strong>en</strong>er sexo y<br />
si esto fuera ilegal no saldría <strong>en</strong> los diarios. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años,<br />
Plaza de Armas, Santiago).<br />
En g<strong>en</strong>eral los consumidores <strong>en</strong>trevistados manifiestan, con distintos matices,<br />
un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de culpa o rechazo hacia la práctica de la ESC, que, <strong>en</strong><br />
g<strong>en</strong>eral, es superado mediante recursos de legitimación como la refer<strong>en</strong>cia<br />
a la naturaleza o la id<strong>en</strong>tificación de la ESC como una transacción comercial.<br />
Ahí te vi<strong>en</strong>e todo a la cabeza las chicas que utilizé, si le va con una chica de 14,<br />
no es un abuso, no sé, la verdad… (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 19 años, Zona de<br />
casillas, Ciudad del Este).<br />
Si, de rep<strong>en</strong>te pi<strong>en</strong>so cuando duermo solo, sí, pi<strong>en</strong>so, igual como una hija de uno y a<br />
mí tampoco me gustaría que me naciera una hija mía así, pero somos todos iguales<br />
de carne y hueso. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 47 años, El Bosque, Santiago).<br />
Este consumidor manifiesta un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de vergü<strong>en</strong>za fr<strong>en</strong>te a su<br />
propia práctica de la ESC y el deseo de que ojalá ‘no le ocurriera a sus hijos’,<br />
pero, de inmediato, atribuye dicha práctica a una condición natural.<br />
100<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Es posible registrar como refer<strong>en</strong>te transversal <strong>en</strong> los discursos de todos<br />
los consumidores <strong>en</strong>trevistados, la viv<strong>en</strong>cia de sus cuerpos como <strong>en</strong>tes<br />
indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes que obedec<strong>en</strong> al instinto sexual –incluso agresivo– y<br />
demandan inmediata satisfacción.<br />
Se recurre g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te a la metáfora de desdoblami<strong>en</strong>to de sí para<br />
<strong>en</strong>aj<strong>en</strong>ar la responsabilidad de la práctica; igualm<strong>en</strong>te varios <strong>en</strong>trevistados<br />
recurr<strong>en</strong> tanto al discurso social como al institucional para desplazar<br />
sus s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos de vergü<strong>en</strong>za.<br />
Además, la responsabilidad es desplazada recurri<strong>en</strong>do a una retórica<br />
de la voluntad individual del o la adolesc<strong>en</strong>te y a la legitimación aportada<br />
por la repres<strong>en</strong>tación de la ESC como una transacción comercial. Ambos<br />
elem<strong>en</strong>tos serán revisados más adelante.<br />
Algunos de los consumidores <strong>en</strong>trevistados ni siquiera percib<strong>en</strong> la ilegalidad<br />
de la práctica de la ESC, fundados <strong>en</strong> la legitimidad con la que la<br />
revist<strong>en</strong> los contextos sociales e institucionales.<br />
Otros consumidores reconoc<strong>en</strong> la exist<strong>en</strong>cia de una reprobación legal y<br />
social a sus prácticas, pero argum<strong>en</strong>tan que se trata de un deseo de carácter<br />
natural y utilizan el pago como mecanismo de legitimación para<br />
superar este rechazo.<br />
Las relaciones sexuales pagadas son para satisfacer los instintos sexuales que<br />
puede t<strong>en</strong>er una persona o los gustos sexuales. A veces a uno le gusta hacer cosas<br />
que no están permitidas legalm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>tonces se debe pagar por ellas, y las relaciones<br />
no pagadas son por amor supongo, o también por satisfacerse<br />
sexualm<strong>en</strong>te, la difer<strong>en</strong>cia es que éstas son socialm<strong>en</strong>te permitidas. (Consumidor<br />
ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 58 años, Plaza Victoria, Valparaíso).<br />
Otro recurso de legitimación de la ESC, frecu<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los consumidores,<br />
es el uso de la polaridad <strong>en</strong>tre cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to y obligación o forzami<strong>en</strong>to.<br />
Este recurso les posibilita viv<strong>en</strong>ciar a la ESC como actividad no abusiva<br />
<strong>en</strong> tanto cu<strong>en</strong>ta con la participación voluntaria del/la adolesc<strong>en</strong>te.<br />
Los y las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC t<strong>en</strong>drían, según la repres<strong>en</strong>tación de los<br />
consumidores <strong>en</strong> <strong>estudio</strong>, capacidad de discernimi<strong>en</strong>to, incluso mayor y<br />
más temprana que la de las demás personas de su edad. Ese rasgo de voluntariedad,<br />
instalado como un refer<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>ciador de los adolesc<strong>en</strong>tes<br />
que están <strong>en</strong> ESC, es visto como una consecu<strong>en</strong>cia de su inclusión<br />
temprana <strong>en</strong> ella. Esta idea constituye un recurso de legitimación de su<br />
actividad, <strong>en</strong> tanto éstos asum<strong>en</strong> que existe una decisión voluntaria y responsable<br />
del adolesc<strong>en</strong>te de involucrarse <strong>en</strong> la ESC.<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 101
Pero además, algunas refer<strong>en</strong>cias muestran que el discurso de los consumidores<br />
atribuye a los y las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC dos modalidades de<br />
poder. La primera, es el poder de la belleza de sus cuerpos. Ellos pose<strong>en</strong><br />
dinero, los y las adolesc<strong>en</strong>tes cuerpos bellos, lo que desde su perspectiva<br />
convierte la transacción <strong>en</strong> intercambio de equival<strong>en</strong>tes.<br />
Pues el jov<strong>en</strong> ti<strong>en</strong>e el poder de la belleza. Yo creo que la belleza es la que manda<br />
<strong>en</strong> el mundo. Usted ve y por una mujer bonita todos los hombres se embrutec<strong>en</strong>.<br />
Botan el trabajo, la familia, con tal de t<strong>en</strong>erla. Igual pasa con un pollo [jov<strong>en</strong>cito].<br />
Él sabe que manda, que cuando uno lo mira ya lo ti<strong>en</strong>e capturado. Y va uno a ver<br />
y es como con las monas con piernotas que sab<strong>en</strong> que pon<strong>en</strong> a comer de la mano<br />
a cualquier tipo y le sacan todo lo que puedan hasta que llegue otro mejor. Eso es<br />
lo mismo hombres, mujeres o gays, todo el mundo quiere ver a ver cómo le saca<br />
algo a los demás. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 31 años, La Alameda, Bogotá).<br />
Belleza, inexperi<strong>en</strong>cia y obedi<strong>en</strong>cia son rasgos del o la adolesc<strong>en</strong>tes altam<strong>en</strong>te<br />
valorados por el discurso de los consumidores.<br />
La id<strong>en</strong>tificación estereotipada de rasgos difer<strong>en</strong>ciales <strong>en</strong>tre cuerpos<br />
adultos y adolesc<strong>en</strong>tes es asociada a ideales de belleza socialm<strong>en</strong>te<br />
imperantes, frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te difundidos por los medios de comunicación.<br />
Se valoran características del cuerpo adolesc<strong>en</strong>te y otras de ord<strong>en</strong> racial,<br />
como la piel blanca, el pelo rubio y los ojos claros, <strong>en</strong> una región con rasgos<br />
mayoritariam<strong>en</strong>te latinos. También se registran prefer<strong>en</strong>cias por adolesc<strong>en</strong>tes<br />
afro desc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, asociadas con exuberancia anatómica o con<br />
capacidades físicas particulares. En Perú se registraron repres<strong>en</strong>taciones<br />
sobre las mujeres de la selva que las id<strong>en</strong>tifican como más «ardi<strong>en</strong>tes»<br />
que las demás.<br />
Una m<strong>en</strong>ción aparte merec<strong>en</strong> los significados construidos <strong>en</strong> los casos<br />
de consumo con transgéneros. Si bi<strong>en</strong> no se registraron testimonios explícitos<br />
que hagan refer<strong>en</strong>cia a las ideas que se socializan sobre las relaciones<br />
con travestís m<strong>en</strong>ores de edad, se observó <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro de Asunción,<br />
que la mayoría de los hombres que buscan relaciones sexuales con<br />
transgéneros acud<strong>en</strong> solos al esc<strong>en</strong>ario, seguram<strong>en</strong>te con la int<strong>en</strong>ción de<br />
mant<strong>en</strong>er <strong>en</strong> anonimato su id<strong>en</strong>tidad. Pareciera que este tipo de consumidores<br />
necesitan un nivel de reserva mayor, ya que no se expon<strong>en</strong> públicam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> lugares públicos como shoppings c<strong>en</strong>ters o bares, como sí sucede<br />
con taxiboys o con las adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
La atracción por la trasgresión <strong>en</strong> el consumidor funcionaría como el<br />
poderoso atractivo que logra borrar la dim<strong>en</strong>sión edad, para mostrar sólo<br />
102<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
un tipo de subjetividad fuera de la norma. Las difer<strong>en</strong>cias de género <strong>en</strong> la<br />
ESC requier<strong>en</strong>, sin duda, ser investigadas con profundidad.<br />
Una segunda clase de poder que el discurso de los consumidores id<strong>en</strong>tifica<br />
<strong>en</strong> los y las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC, refiere a acciones def<strong>en</strong>sivas o<br />
agresiones que éstos pudieran ejercer sobre ellos: hurtos, golpes por conflictos<br />
por el incumplimi<strong>en</strong>to del trato acordado. Como era de esperar, no<br />
se registró ninguna alusión o refer<strong>en</strong>cia por parte de los consumidores a<br />
sus propios actos de viol<strong>en</strong>cia.<br />
Aquí los pelados van a veces solo por robar a los cuchos [viejos] <strong>en</strong> una resid<strong>en</strong>cia.<br />
Por lo que son m<strong>en</strong>ores de edad, le hac<strong>en</strong> el show, ahí <strong>en</strong> la resid<strong>en</strong>cia, y los<br />
roban y les quitan todo (...) Ah, le hac<strong>en</strong> un escándalo ahí. «Ah... es que yo soy m<strong>en</strong>or<br />
de edad...», y claro, el «man» debe quedar ahí callado. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC,<br />
hombre, 16 años, C<strong>en</strong>tro Comercial, Bogotá).<br />
Los discursos de los consumidores, <strong>en</strong> parte refer<strong>en</strong>ciados <strong>en</strong> esta sección,<br />
muestran <strong>en</strong> parte las viv<strong>en</strong>cias que de éstos, incorporada mediante su<br />
socialización, su historia personal y la de sus grupos sociales más próximos<br />
y pone <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia –<strong>en</strong> las similitudes y difer<strong>en</strong>cias– el <strong>en</strong>trelazami<strong>en</strong>to<br />
de sus discursos con aquellos del mundo institucional y social le<br />
es próximo. Si bi<strong>en</strong> es cierto que las expresiones de su mundo interior están<br />
mediadas por la situación de <strong>en</strong>trevista, como se verá <strong>en</strong> los análisis<br />
posteriores, operan g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te para borrar cualquier connotación de<br />
explotación, abuso o maltrato exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> sus conductas sexuales con los<br />
o las adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
Las características que defin<strong>en</strong> a la ESC resultan opacadas por una argum<strong>en</strong>tación<br />
justificatoria que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra múltiples soportes <strong>en</strong> la mayor parte<br />
de los actores del mundo social e institucional, argum<strong>en</strong>taciones que sobre<br />
todo borran la variable edad, no difer<strong>en</strong>cian la prostitución de la ESC,<br />
ignoran el carácter de explotación de la actividad y pot<strong>en</strong>cian la voluntariedad<br />
de las personas m<strong>en</strong>ores de edad con qui<strong>en</strong>es se relacionan.<br />
5.2. RELACIONES DE PODER EN LA ESC - LA LEY DEL MÁS FUERTE<br />
Dos construcciones de s<strong>en</strong>tido de los consumidores sobre su experi<strong>en</strong>cia<br />
de deseo resultan c<strong>en</strong>trales como claves de articulación de los distintas<br />
relaciones de asimetría que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> la ESC; una es la viv<strong>en</strong>cia de su<br />
sexualidad como una fuerza natural que se les impone desde fuera de sí<br />
mismos, la otra es la configuración de su deseo como deseo de control.<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 103
El Propio erotismo como fuerza que se impone<br />
El primer elem<strong>en</strong>to, que se registra <strong>en</strong> forma transversal <strong>en</strong> los discursos<br />
de todos los actores estudiados, es la adjudicación de las difer<strong>en</strong>cias<br />
sexuales y de la configuración del deseo sexual a causas naturales o divinas,<br />
refer<strong>en</strong>tes que, lejos de aparecer como contradictorios, se refuerzan y<br />
apoyan.<br />
Las difer<strong>en</strong>cias que exist<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre las personas son naturales. Fue Dios qui<strong>en</strong> nos<br />
hizo como somos (…) Sí, yo creo que todas las difer<strong>en</strong>cias son naturales, ya que<br />
Dios nos hizo así a cada uno, si uno nació así es natural. (Consumidor ESC masculina<br />
y fem<strong>en</strong>ina, 58 años, Plaza Victoria, Valparaíso).<br />
La sexualidad es casi unívocam<strong>en</strong>te repres<strong>en</strong>tada por todos los actores<br />
como una actividad conducida por impulsos instintivos de ord<strong>en</strong> animal<br />
«inferior». Esta formación discursiva ti<strong>en</strong>e su condición de posibilidad <strong>en</strong><br />
la construcción de la dualidad alma-cuerpo, y constituye una operación<br />
de <strong>en</strong>aj<strong>en</strong>ación mediante la que se desresponsabiliza a la sociedad y a la<br />
voluntad individual –alma– de las prácticas <strong>en</strong> las que se incurre,<br />
adjudicándosele su orig<strong>en</strong> a una <strong>en</strong>tidad externa: el ord<strong>en</strong> natural de la<br />
vida –cuerpo–.<br />
… pero ir a pagar por sexo, o sea, es ser como muy animal, es como bajar mucho <strong>en</strong><br />
la escala del ser humano. (Autoridad, Plaza de Armas, Santiago).<br />
La condición biológica adjudicada a la configuración del deseo sexual deriva<br />
<strong>en</strong> la repres<strong>en</strong>tación de éste como un imperativo irrefr<strong>en</strong>able por establecer<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros y nuevas experi<strong>en</strong>cias sexuales, deseo que es id<strong>en</strong>tificado<br />
particularm<strong>en</strong>te con la sexualidad masculina.<br />
Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC: (...) los hombres por instinto sí o sí quier<strong>en</strong> sexo. Yo no veo<br />
que las mujeres sean así.<br />
Entrevistador/a: ¿Y cómo es eso de que «por instinto»<br />
A: Los hombres casi ni ahí están con tal de saciar sus instintos naturales; y no le<br />
interesa si es hombre si es mujer.<br />
E: ¿Y qué es el instinto para vos<br />
A: O sea, lo que ellos necesitan es saciar sus necesidades. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC,<br />
hombre/transgénero, 16 años, Micro c<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
104<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
La figura del individuo que desea sexualm<strong>en</strong>te a niños, niñas y adolesc<strong>en</strong>tes<br />
aparece como una deformación patológica de esta configuración<br />
natural.<br />
Ciertam<strong>en</strong>te debe de haber algún complejo o anomalía psíquica <strong>en</strong> esta persona<br />
(Autoridad, Lima).<br />
Los consumidores, <strong>en</strong> concordancia con esto, viv<strong>en</strong> su propio deseo como<br />
una <strong>en</strong>tidad aj<strong>en</strong>a a sí mismos que se les impone desde fuera y contra la<br />
cual luchan o fr<strong>en</strong>te a la que no les queda más remedio que buscar estrategias<br />
de satisfacción para mant<strong>en</strong>erse «bi<strong>en</strong>». De este modo se ali<strong>en</strong>an<br />
<strong>en</strong>tre su propia posición pasiva y una otra imposición externa.<br />
Es un… eso es como una cosa. Algo que uno nunca alcanza a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der. Y hoy cae<br />
<strong>en</strong> eso y dice «No. No voy a volver a caer». Y mañana ve otra, y vuelve y cae <strong>en</strong> lo<br />
mismo. Eso es como por la naturaleza del hombre. Como por ese machismo que<br />
no se conforma t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do la propia. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 37 años, San<br />
Diego, Medellín).<br />
… por eso si conseguiste o tuviste sexo con una chibola, es lo que me gusta, me<br />
desfogo, estoy tranquilo y llego al día sigui<strong>en</strong>te y estoy con más y estoy con más<br />
ganas, incluso soy más cariñoso <strong>en</strong> casa (Consumidor ESC, 25 años, Cusco)<br />
Sometimi<strong>en</strong>to y códigos tradicionales<br />
El deseo de control aparece como rasgo c<strong>en</strong>tral de la configuración<br />
libidinal de los consumidores estudiados, poniéndose <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a de maneras<br />
múltiples y contradictorias que dan cu<strong>en</strong>ta de que lo que desean no<br />
es simplem<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>er el control, sino, propiam<strong>en</strong>te, que éste exista, incluso<br />
que opere sobre ellos mismos.<br />
Las prácticas sexuales referidas indican distintos modos de adscripción<br />
a patrones rígidos derivados o id<strong>en</strong>tificados con la dominación patriarcal,<br />
donde el principal resorte de goce es la repres<strong>en</strong>tación de ésta bajo una<br />
variedad de formas. Lo que se compra es una performance, una puesta <strong>en</strong><br />
esc<strong>en</strong>a <strong>en</strong> la que la situación de dominación puede ser incluso simulada<br />
por mutuo acuerdo.<br />
Los mecanismos más recurr<strong>en</strong>tes de actuación son la búsqueda de niños,<br />
niñas o adolesc<strong>en</strong>tes lo más pequeños posible y de apari<strong>en</strong>cia y actitud<br />
desvalida, dócil y frágil; señales que, según el imaginario de los consumidores,<br />
garantizan un ejercicio ilimitado de su voluntad, permitiéndoles<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 105
persuadirlos de realizar prácticas a su antojo y agrediéndolos e insultándolos<br />
durante la realización de los actos sexuales. La propia s<strong>en</strong>sación de<br />
asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de fuerza, de «experi<strong>en</strong>cia» o monetaria es viv<strong>en</strong>ciada <strong>en</strong> sí<br />
misma de manera gozosa.<br />
Consumidor: Yo te soy sincero, una chica <strong>en</strong> este mom<strong>en</strong>to me cobra veinte mil<br />
guaraníes [U$4,] y yo le digo: «Yo te doy treinta [U$6,], pero vamos a hacer lo que<br />
yo quiera»; y si dice: «No, vos sabés que es muy poco»; «Bu<strong>en</strong>o, te doy cuar<strong>en</strong>ta<br />
[U$8,] pero vamos a hacer lo que yo quiera». Y yo hago lo que yo quiero, y lo hago<br />
con una persona que no ti<strong>en</strong>e experi<strong>en</strong>cia, o sea que uno es como si absorbiera a<br />
esa persona, que uno toma el poder verdaderam<strong>en</strong>te de esa persona.<br />
Entrevistador/a: ¿Cómo es eso ¿Cómo es que uno toma el poder de esa persona<br />
C: O sea que vos le decís ponéte de cuatro, se pone de cuatro; háceme esto, te<br />
hace esto; báñate y volvé de vuelta... O sea, es como si vos tuvieras tu poder por el<br />
dinero, eso es lo que se maneja nocturnam<strong>en</strong>te (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina,<br />
hombre, 50 años, Terminal de Ómnibus, Asunción)<br />
Estas condiciones de obligatoriedad e inexperi<strong>en</strong>cia son reconocidas por<br />
los adolesc<strong>en</strong>tes, adquiri<strong>en</strong>do estratégicam<strong>en</strong>te los rasgos y actitudes valorizadas<br />
y desplegando algunas claves de compr<strong>en</strong>sión y tácticas de resist<strong>en</strong>cia<br />
fr<strong>en</strong>te ellos.<br />
Por otra parte, <strong>en</strong> los cuatro países se registran «cli<strong>en</strong>tes» de adolesc<strong>en</strong>tes<br />
de sexo masculino que prefier<strong>en</strong> ser p<strong>en</strong>etrados o desarrollar<br />
performances <strong>en</strong> las que ellos ocupan el papel de ‘víctimas’, bajo distintas<br />
esc<strong>en</strong>ificaciones y con difer<strong>en</strong>tes int<strong>en</strong>sidades de sometimi<strong>en</strong>to.<br />
Entrevistador/a: ¿T<strong>en</strong>dría usted relaciones sexuales con algui<strong>en</strong> que no esté <strong>en</strong><br />
condiciones de elegir lo contrario<br />
Consumidor: No. Así como una violación no. Más bi<strong>en</strong> que me viol<strong>en</strong> [Risas]<br />
E: ¿Cómo así<br />
C: ¡Sí,… un pollo así bi<strong>en</strong> bu<strong>en</strong>o y me obligue a hacer de todo.<br />
E: ¿Que lo amarre<br />
C: ¡Uy sí, … por su cu<strong>en</strong>ta que haga lo que quiera conmigo [Risa] Pero ti<strong>en</strong>e que<br />
estar muy bu<strong>en</strong>o, no cualquiera por ahí que lo viole a uno. [Risas] (Consumidor<br />
ESC masculina, 38 años, C<strong>en</strong>tro Comercial, Bogotá).<br />
Sin embargo, con indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de qui<strong>en</strong> ocupe –o, más propiam<strong>en</strong>te,<br />
actúe– el rol de dominador o de sometido, lo que se compra es la puesta<br />
<strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a de un guión <strong>en</strong> el que se reproduce un ord<strong>en</strong> de dominación<br />
de género a través de prácticas sexuales que asocian lo fem<strong>en</strong>ino con lo<br />
106<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
sumiso-pasivo y lo masculino con lo dominante-activo, id<strong>en</strong>tificando a la<br />
sexualidad como un campo de lucha y sometimi<strong>en</strong>to.<br />
Además, considerando que el consumidor viv<strong>en</strong>cia su propio deseo como<br />
una fuerza que se le impone, es posible conjeturar que la búsqueda de<br />
control <strong>en</strong> su incursión <strong>en</strong> la ESC no se remite sólo a su imposición sobre<br />
los adolesc<strong>en</strong>tes, sino también a regular y poner <strong>en</strong> ord<strong>en</strong> sus propios impulsos<br />
sexuales.<br />
En efecto, la trasgresión de algunas leyes no implica que se trasgredió<br />
el ord<strong>en</strong> dominante –el ord<strong>en</strong> de dominación–; por el contrario, se paga<br />
por «s<strong>en</strong>tir su poder», someti<strong>en</strong>do el erotismo propio y aj<strong>en</strong>o a reglas<br />
hegemónicas. Perdida la lucha de la voluntad, el consumidor <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
<strong>en</strong> la ESC, <strong>en</strong> tanto relación monetaria, una vía de legitimación que le permite<br />
poner al propio deseo <strong>en</strong> (el-algún) ord<strong>en</strong>.<br />
Los consumidores son, <strong>en</strong>tonces, emin<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te conservadores, puesto<br />
que lo que buscan no es liberarse de los códigos y cánones de comportami<strong>en</strong>to<br />
sexual establecidos, sino reproducirlos <strong>en</strong> tanto prácticas de<br />
dominación sobre otros –género, edad: patriarcado– y sobre sí mismos –<br />
dicotomización cuerpo/alma, deseo/voluntad, imposición/autocontrol–.<br />
Acorde con esto, los consumidores <strong>en</strong> <strong>estudio</strong> dan cu<strong>en</strong>ta de una<br />
estructuración de valor que jerarquiza trabajo y familia, procurando una satisfacción<br />
sexual modulada <strong>en</strong> pro del sost<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de esos refer<strong>en</strong>tes.<br />
Lo que pasa es que esto es como una obsesión, <strong>en</strong>tonces primero está la familia,<br />
segundo el trabajo y tercero está el sexo. La familia siempre es lo más importante,<br />
porque es lo único que uno ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> realidad. Después el trabajo porque si no fuera<br />
por eso, uno no podría pagar todo a lo que está acostumbrado y después el<br />
sexo, porque es algo que mi<strong>en</strong>tras más uno va probando quiere hacer otras cosas<br />
y es difícil dejar de p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> eso. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de<br />
Armas, Santiago).<br />
Aún cuando los deseos de los consumidores sean id<strong>en</strong>tificados como de<br />
trasgresión, sus modos de ord<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to se muestran asociados a claves<br />
como la estabilidad familiar, el trabajo y el autocontrol, y amparados <strong>en</strong> la<br />
dominación de género y etárea.<br />
En este s<strong>en</strong>tido, algunos consumidores viv<strong>en</strong>cian s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos de culpa<br />
por incurrir <strong>en</strong> prácticas de ESC, los que refier<strong>en</strong> no al daño que puedan<br />
causar al o la adolesc<strong>en</strong>te, sino a la traición que comet<strong>en</strong> contra sus esposas<br />
y/o a la imposibilidad de controlar su propia naturaleza.<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 107
Consumidor: ¿El ser mío mi<strong>en</strong>tras tanto dónde está En el infierno [Risas].<br />
Entrevistador: ¿En el infierno. ¿Cómo es eso<br />
C: Obvio que el que t<strong>en</strong>ga relaciones fuera de su casa se está es cond<strong>en</strong>ando <strong>en</strong><br />
vida. Al igual ellas [risas].<br />
(…)Y <strong>en</strong> un punto yo estoy si<strong>en</strong>do es débil. Me estoy cond<strong>en</strong>ando es por mi debilidad.<br />
(Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 34 años, San Diego, Medellín, <strong>Colombia</strong>).<br />
Prima <strong>en</strong> esta viv<strong>en</strong>cia un discurso religioso que confiere un carácter pecaminoso<br />
a las relaciones sexuales extramaritales y a la falta de control<br />
sobre «la carne débil», minimizando, hasta hacerla desaparecer la condición<br />
de abuso sobre el adolesc<strong>en</strong>te, y resguardándose únicam<strong>en</strong>te las instituciones<br />
tradicionales. Lógica que también es compartida por los y las<br />
adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
Entrevistador/a: ¿Cree <strong>en</strong> Dios<br />
Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC: Sí.<br />
E: ¿Y Dios qué dirá de eso<br />
A: Uuy, muy mal hecho…<br />
E: ¿Y por qué, por qué dirá Dios que está mal hecho<br />
A: Porque Dios cuando nos hizo, no nos hizo así…<br />
E: ¿Cómo nos hizo<br />
A: Normal, sin pecados.<br />
E: ¿Y eso es un pecado<br />
A: Sí.<br />
E: ¿Por qué es pecado<br />
A: Eso, es estar adulterando. Estamos adulterando. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC –mujer–<br />
16 años, San Diego, Medellín, <strong>Colombia</strong>).<br />
Las prácticas de viol<strong>en</strong>cia viv<strong>en</strong>ciadas o esc<strong>en</strong>ificadas como castigos infringidos<br />
o recibidos logran sintetizar <strong>en</strong> una misma figura el rechazo a la<br />
actividad y el reman<strong>en</strong>te de goce aportado por la dominación etárea.<br />
Articulados sobre estos refer<strong>en</strong>tes, los resultados muestran la concurr<strong>en</strong>cia<br />
de tres grandes regím<strong>en</strong>es o dispositivos materiales y simbólicos<br />
productores de asimetría que legitiman y promuev<strong>en</strong> el deseo sexual por<br />
personas m<strong>en</strong>ores de 18 años y su satisfacción por medio de la explotación<br />
sexual comercial: la dominación de género; la dominación<br />
g<strong>en</strong>eracional; y la dominación económica. Cada uno de ellos condiciona<br />
el desarrollo de unos lineami<strong>en</strong>tos motivacionales y argum<strong>en</strong>taciones<br />
legitimadoras específicos.<br />
108<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Dominación de género<br />
Las relaciones <strong>en</strong>tre los actores de la ESC reproduc<strong>en</strong> códigos sociales<br />
ampliam<strong>en</strong>te ext<strong>en</strong>didos que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> la dominación de género.<br />
Un primer elem<strong>en</strong>to que resalta al respecto es que los modos de comportami<strong>en</strong>to<br />
y rasgos id<strong>en</strong>tificatorios consignados como deseables por<br />
los consumidores, y adoptados por los y las adolesc<strong>en</strong>tes, se pres<strong>en</strong>tan<br />
dicotomizados <strong>en</strong> posiciones masculina y fem<strong>en</strong>ina.<br />
La exposición pública de los y las adolesc<strong>en</strong>tes comporta el uso de sus<br />
cuerpos como transmisores de m<strong>en</strong>sajes estereotipados que reproduc<strong>en</strong><br />
repres<strong>en</strong>taciones naturalizadas de las características de cada género.<br />
Las y los adolesc<strong>en</strong>tes que ocupan roles fem<strong>en</strong>inos procuran mayor visibilidad,<br />
utilizando ropas, accesorios y una gestualidad exacerbada, y sometiéndose<br />
a mayor exposición.<br />
… mira, yo no me he fijado mucho <strong>en</strong> los demás, pero yo trato de ir bi<strong>en</strong> insinuante.<br />
No sé, ser como bi<strong>en</strong> fem<strong>en</strong>ino. Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC,varón , 17 años,<br />
Plaza de Armas, Santiago.<br />
En esta polaridad, «la mujer» es asociada con rasgos de receptividad<br />
sexual, id<strong>en</strong>tificados tanto con la pasividad y el sometimi<strong>en</strong>to como con<br />
el «poder» de seducción. «El hombre», <strong>en</strong> tanto, es repres<strong>en</strong>tado como<br />
activo, pero a la vez reservado.<br />
Lo que pasa es que Bogotá está ll<strong>en</strong>o de locas. A mí me gustan los «mancitos»<br />
(hombrecitos) así como machos, ¿sí me <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de, porque para que estén botando<br />
plumas por ahí pues <strong>en</strong>tonces ¿pa’ qué busca uno un hombre Yo no <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>do<br />
por qué un hombre ti<strong>en</strong>e que volverse así toda loca, porque si uno quiere estar<br />
con un hombre es porque es hombre no porque parece mujer. (Consumidor<br />
ESC masculina, 38 años, C<strong>en</strong>tro Comercial, Bogotá).<br />
Estas repres<strong>en</strong>taciones se v<strong>en</strong> reforzadas por construcciones que id<strong>en</strong>tifican<br />
a las difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre géneros como características inman<strong>en</strong>tes, determinadas<br />
desde un ord<strong>en</strong> biológico, que le asignan a «la mujer» rasgos<br />
de debilidad, pasividad, cont<strong>en</strong>ción, fidelidad y emotividad, y «al hombre»<br />
rasgos asociados a la fortaleza, la actividad, el desborde y la animalidad.<br />
… yo diría que hasta un 60% la mujer es afectiva y un 40% más animal; el hombre<br />
es un 70, 80% animal y un 20% afectivo. (Intermediario, 32 años, Juegos,<br />
Valparaíso).<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 109
La masculinidad es asociada al control, la expansión y la dominación, mi<strong>en</strong>tras<br />
la feminidad es asociada a la sumisión y la dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, relegándosela<br />
a una posición que la id<strong>en</strong>tifica con la infancia, <strong>en</strong> la cual no cu<strong>en</strong>ta como<br />
un sujeto de derecho, sino como un territorio u objeto de uso.<br />
En el contexto de esta lógica «biológica» <strong>en</strong> la que se fundan los estereotipos<br />
de género, aparece transversalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el discurso de todos los<br />
actores estudiados <strong>en</strong> los cuatro países, un acto que toma el lugar de pivote<br />
o criterio c<strong>en</strong>tral de la construcción de toda la red de posiciones<br />
id<strong>en</strong>titarias producida <strong>en</strong> la ESC: la p<strong>en</strong>etración.<br />
La p<strong>en</strong>etración simboliza <strong>en</strong> un acto el juego completo de id<strong>en</strong>tificaciones<br />
que constituy<strong>en</strong> a la dominación masculina. La difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre p<strong>en</strong>etrar<br />
y ser p<strong>en</strong>etrado opera como eje fundacional para establecer las posiciones<br />
de poder <strong>en</strong> la estructuración de la ESC.<br />
Las mujeres y hombres p<strong>en</strong>etrados quedan ubicados <strong>en</strong> una posición de<br />
inferioridad, quedando los hombres p<strong>en</strong>etradores <strong>en</strong> posición de dominio.<br />
El valor de la virginidad, que articula la dominación de género con la<br />
etárea, id<strong>en</strong>tifica al cuerpo no p<strong>en</strong>etrado como más digno, constituyéndose<br />
como una huella de no degradación compartida por hombres y<br />
adolesc<strong>en</strong>tes vírg<strong>en</strong>es, polos extremos de la contradicción <strong>en</strong>tre el deseo<br />
de someter y ser sometido, constituy<strong>en</strong>do los arquetipos id<strong>en</strong>titarios de<br />
la/lo virg<strong>en</strong> y el guerrero.<br />
Sí, y él déle más, déle más, déle, y ese «man» decía que «Ay, yo quiero ser todo tuyo,<br />
yo quiero que me dañes la virginidad…» Me decía así, y (…) Y yo, ahí mismo... y él<br />
también... (Consumidor ESC masculina, 31 años, Parque Bolívar, Medellín).<br />
En esta estructura, mi<strong>en</strong>tras que para el dominador-p<strong>en</strong>etrador se valora<br />
una experi<strong>en</strong>cia sexual cada vez más amplia, para la sometida se valora la<br />
m<strong>en</strong>or experi<strong>en</strong>cia posible.<br />
Yo creo que cre<strong>en</strong> también que a una se la han comido m<strong>en</strong>os manes y <strong>en</strong>tonces<br />
pi<strong>en</strong>san que es como si fueran el primer hombre. Una vez me pasó con uno que<br />
p<strong>en</strong>saba eso, que es que nosotras hasta ahora estábamos com<strong>en</strong>zando, pero la<br />
verdad es que una ya ti<strong>en</strong>e mucha calle. Los manes vi<strong>en</strong><strong>en</strong> porque somos jóv<strong>en</strong>es,<br />
porque t<strong>en</strong>emos la piel más bonita, porque nuestro cuerpo está mejor, y por eso<br />
yo creo que se excitan más, y sí, uno les ve la gana y hasta uno cobra más que las<br />
otras. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, mujer 16 años. La Alameda, Bogotá).<br />
La sexualidad masculina es repres<strong>en</strong>tada como la única provista de autonomía,<br />
lo que redunda <strong>en</strong> la legitimación de una posición de búsqueda<br />
110<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
perman<strong>en</strong>te de nuevas (y más) experi<strong>en</strong>cias sexuales por parte de los<br />
hombres –que no afect<strong>en</strong> su posición hegemónica–, así como <strong>en</strong> la<br />
deslegitimación del deseo sexual fem<strong>en</strong>ino.<br />
Esta cristalización de la asociación <strong>en</strong>tre p<strong>en</strong>etración y dominación<br />
(masculina) <strong>en</strong> el discurso de los consumidores estudiados, los hace<br />
viv<strong>en</strong>ciar la viol<strong>en</strong>cia contra las mujeres como una actividad no sólo natural<br />
sino también gozosa para sus víctimas.<br />
(...) g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te lo que más le gusta a la persona es cuando supuestam<strong>en</strong>te vos<br />
le estás comi<strong>en</strong>do y ellos se imaginan que son mujeres. Y por ejemplo le tratás<br />
como una mujer a un gay (...) A la mayoría luego le gusta luego, cuando t<strong>en</strong>és relación<br />
con ella le maltrates, la mayoría luego (...) Y por ejemplo le digo yo «movete<br />
pues (…)», le insultás, le insultás como mujer… (Adulto <strong>en</strong> prostitución, Micro<br />
c<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
Hay consumidores que manifiestan explícitam<strong>en</strong>te que jamás permitirían<br />
que los p<strong>en</strong>etraran, aduci<strong>en</strong>do que eso los pondría <strong>en</strong> la condición de<br />
mujeres.<br />
En el caso de los hombres cuyo deseo es ser p<strong>en</strong>etrados, una<br />
requisición al poder falocéntrico es la elección de adolesc<strong>en</strong>tes travestís,<br />
sobre los que garantizan seguir mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do la supremacía de género <strong>en</strong><br />
tanto qui<strong>en</strong> p<strong>en</strong>etra es una mujer. Entre los consumidores estudiados que<br />
buscan ser p<strong>en</strong>etrados por adolesc<strong>en</strong>tes de apari<strong>en</strong>cia masculina, se pone<br />
<strong>en</strong> esc<strong>en</strong>a una situación <strong>en</strong> la que el dinero opera como herrami<strong>en</strong>ta de<br />
contra-poder mediante la cual se restituye el control perdido fr<strong>en</strong>te a este<br />
«macho p<strong>en</strong>etrador», subordinando su sexualidad y aplacando su autonomía.<br />
Esto les permite vivir su pulsión homoerótica al tiempo que la inscrib<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> el régim<strong>en</strong> falocrático.<br />
Qué mamera llegar a viejo, marica y pasivo. T<strong>en</strong>az, ti<strong>en</strong>e que t<strong>en</strong>er mucho dinero.<br />
Diga qué «man»… así, uno que no cobre y que sea sincero. (…) si es activo hasta<br />
de pronto, pero pasivo sí hay que t<strong>en</strong>er es harta plata. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, C<strong>en</strong>tro<br />
Comercial, Bogotá).<br />
Por otra parte, mi<strong>en</strong>tras las adolesc<strong>en</strong>tes estudiadas manifiestan<br />
unívocam<strong>en</strong>te rechazo por la ESC, algunos hombres adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
reconocimi<strong>en</strong>to, admiración y placer <strong>en</strong> ella, adoptándola como<br />
estrategia de viabilización de experi<strong>en</strong>cias homoeróticas <strong>en</strong> un ord<strong>en</strong> social<br />
que las reprime. Así, <strong>en</strong> los contextos de explotación se constituy<strong>en</strong><br />
redes de apoyo <strong>en</strong> las que algunos adolesc<strong>en</strong>tes y consumidores <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>-<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 111
tran soporte psicosocial para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar la dominación masculina que opera<br />
<strong>en</strong> contra de sus propias t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias homoeróticas. Esta difuminación<br />
estratégica de la frontera <strong>en</strong>tre sexo pagado y no pagado contribuye a la<br />
disolución de la noción de abuso.<br />
Entrevistador/a: ¿T<strong>en</strong>és algunos cli<strong>en</strong>tes que son tus amigos también<br />
Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC: T<strong>en</strong>go muchos cli<strong>en</strong>tes que me ayudan luego.<br />
E: ¿Cómo te ayudan<br />
A: A veces vi<strong>en</strong>e y me tra<strong>en</strong> cincu<strong>en</strong>ta, ci<strong>en</strong>, sin que yo haga nada con ellos.<br />
E: ¿De onda<br />
A: Así de onda.<br />
E: ¿Y a veces vi<strong>en</strong><strong>en</strong> y te pid<strong>en</strong> para hacer algo<br />
A: Sí, pero igual me paga (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, mujer, 16 años, Zona de casillas,<br />
Ciudad del Este) Terminal de Ómnibus, Asunción).<br />
Es posible p<strong>en</strong>sar que los mismos parámetros de dominación masculina<br />
operan <strong>en</strong> la idea recurr<strong>en</strong>te –y transversal a todos los actores estudiados–<br />
de que los consumidores buscan <strong>en</strong> la ESC la realización de actividades<br />
sexuales que no practican (con) sus esposas.<br />
… uno lo hace solo por complacer alguna fantasía o por hacer cosas<br />
que a la mujer de uno no le gusta hacer. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina,<br />
38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
El patriarcado se ha estructurado sobre la construcción de una repres<strong>en</strong>tación<br />
dicotomizada de las mujeres, que las distingue estereotipadam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong>tre mujeres «bu<strong>en</strong>as» –esposas, madres y compañeras dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes–,<br />
que son relegadas al espacio privado y cotidiano y cuya sexualidad<br />
es reducida a guiones restringidos, y mujeres «malas», que sal<strong>en</strong> de<br />
estos parámetros, y que son degradadas y requeridas únicam<strong>en</strong>te para la<br />
expansión de las experi<strong>en</strong>cias sexuales del varón.<br />
Entrevistador/a: Usted ahoritica decía «una mujer digna». ¿Qué es lo que hace a<br />
una persona digna<br />
Consumidor: Su pulcritud. Su dec<strong>en</strong>cia (…) La dec<strong>en</strong>cia y la pulcritud se defin<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> el tipo de hogar que t<strong>en</strong>ga. Una mujer que ha t<strong>en</strong>ido todo. Que se ha valido del<br />
respeto de los padres. Que le han <strong>en</strong>señado desde pequeña (…) No ti<strong>en</strong><strong>en</strong> sexo y<br />
llegan y son mujeres de 18 años y se v<strong>en</strong>. Mujeres de 18-20 años y se v<strong>en</strong>. No han<br />
mant<strong>en</strong>ido sexo. Pero eso son raíces. Eso son raíces que les dan a las personas.<br />
(Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 34 años, San Diego, Medellín).<br />
112<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
En este contexto, el cuerpo con «poco uso» es parte de lo que no se ti<strong>en</strong>e<br />
<strong>en</strong> casa, <strong>en</strong> tanto incluso la «mujer bu<strong>en</strong>a» ya ha sido p<strong>en</strong>etrada.<br />
La sexualidad para mí es uno de los puntales fundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> la pareja... aunque<br />
yo t<strong>en</strong>go que salir a buscar algo afuera, nuevas s<strong>en</strong>saciones (...) Y yo pi<strong>en</strong>so<br />
que algui<strong>en</strong> sale a buscar nuevas s<strong>en</strong>saciones porque verdaderam<strong>en</strong>te a veces no<br />
es que <strong>en</strong>contrés, a lo mejor, lo que <strong>en</strong> tu casa no t<strong>en</strong>és. Sino es que verdaderam<strong>en</strong>te,<br />
lo que te… Como te com<strong>en</strong>té anteriorm<strong>en</strong>te, son chicas jov<strong>en</strong>citas que no<br />
las t<strong>en</strong>és <strong>en</strong> tu casa, aparte que vos por el dinero vos buscás las posiciones, buscás<br />
las exig<strong>en</strong>cias que vos querés, que vos a tu mujer no lo hacés (Consumidor ESC<br />
fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de Ómnibus, Asunción).<br />
La aus<strong>en</strong>cia de s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos, reportada como condición distintiva de la<br />
relación sexual comercial respecto a la de ord<strong>en</strong> privado, reafirma esta dicotomía<br />
<strong>en</strong>tre valoración y degradación, contribuy<strong>en</strong>do a la id<strong>en</strong>tificación<br />
de la «mujer de la calle» y por ext<strong>en</strong>sión a los y las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC,<br />
como un objeto por el cual no hay consideración <strong>en</strong> cuanto ser humano.<br />
(…) Es cierto, las he vuelto a buscar <strong>en</strong> varias oportunidades porque sabían hacer<br />
muy bi<strong>en</strong> su trabajo, pero eso sólo eso, solo sexo; amor cariño es con mi pareja<br />
(Consumidor ESC. 30 años, Cusco).<br />
Como extremo de esta estructuración simbólica de dominación masculina<br />
mediante objetivación, se construye la idea de que las «mujeres degradadas»<br />
ni siquiera son capaces de s<strong>en</strong>tir amor, precisam<strong>en</strong>te dada su condición<br />
de «demasiado p<strong>en</strong>etradas».<br />
Entrevistador/a: ¿Crees que puede haber amor <strong>en</strong>tre un cli<strong>en</strong>te y una chica que<br />
trabaja <strong>en</strong> el sexo<br />
Consumidor: No si<strong>en</strong>te nada. No hay amor. Yo digo porque viste que ya conoc<strong>en</strong><br />
muchos hombres, uno vi<strong>en</strong>e y va así, y no hay amor, <strong>en</strong>tre ellas no hay amor.<br />
E: ¿Y cómo sería s<strong>en</strong>tir amor<br />
C: Y por culpa de su trabajo digo yo que es (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 23<br />
años, Zona de Casillas, Ciudad del Este).<br />
Finalm<strong>en</strong>te, la redefinición de roles g<strong>en</strong>éricos producida <strong>en</strong> los últimos<br />
años podría estar provocando un desajuste <strong>en</strong> el plano sexual a algunos<br />
consumidores que han sido incapaces de resignar las posiciones de dominación<br />
masculina tradicionales. Al respecto se registran testimonios de<br />
consumidores que indican añoranza por un ord<strong>en</strong> patriarcal «perdido».<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 113
Por ejemplo esos niños que ahora sal<strong>en</strong> del closet desde chiquitos. La mamá llora,<br />
el papá lo insulta y todo por ser marica, pero después los aceptan y se conviert<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> las niñas cons<strong>en</strong>tidas de la casa. Son así todos delicaditos. (…) Lo que pasa es<br />
que un hombre partido no se ve bi<strong>en</strong>. No es ni hombre ni mujer. Es como de m<strong>en</strong>tiras.<br />
(Consumidor ESC masculina, 38 años, C<strong>en</strong>tro Comercial, Bogotá).<br />
Dominación g<strong>en</strong>eracional<br />
(...) antes sí te preguntaban cuántos años t<strong>en</strong>és, ahora no. Ahora te alzan nomás<br />
ya. Antes si te preguntaban «¿Cuántos años t<strong>en</strong>és». «Trece», le decía yo. «Subíte,<br />
subíte». Y me mimaba, estaba con él <strong>en</strong> el motel, me besaba, me hacía el (…) y<br />
todo, me… y todo eso, me…, le gustaba más estar conmigo. Yo me doy cu<strong>en</strong>ta<br />
que me veía mas rica yo cuando era jov<strong>en</strong>. Le gustaba más a los cli<strong>en</strong>tes estar<br />
conmigo, medio que si yo le hago a ésta cualquier cosa, ésta no va a saber, no me<br />
va a decir nada, voy a t<strong>en</strong>er un sexo con ella sin protocolo, todo eso. Jamás me<br />
voy a conseguir un no de ella, le voy a complacer y todo eso; y me dejaba llevar<br />
como te digo. Y así estaba, y así estaba hasta que me traía y después me volvían a<br />
buscar. Te buscan más, cuando sos «cara nueva» t<strong>en</strong>és un éxito total y rotundo (...)<br />
Cuando sos «cara nueva», <strong>en</strong> una esquina. Te buscan mucho. Es como que los<br />
cli<strong>en</strong>tes sab<strong>en</strong> qui<strong>en</strong>es están <strong>en</strong> esa esquina y qui<strong>en</strong>es no. Y cuando te v<strong>en</strong> con<br />
cara nueva, ahí te alzan (...) Pero un tiempo nomás también, un tiempo nomás lo<br />
que sos exquisita, después ya no. Porque después ya van cambiando los tiempos,<br />
pues ya no te parece, a vos mismo luego ya no, a mi misma luego ya no me parece.<br />
Ya me parece común ya lo que me hac<strong>en</strong>. (Intermediario, transgénero, 22<br />
años, Micro c<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
En el imaginario de la mayoría de los actores estudiados se construye la<br />
repres<strong>en</strong>tación de que las personas más jóv<strong>en</strong>es brindan más satisfacción<br />
sexual que las personas «<strong>en</strong>vejecidas», dadas ciertas capacidades físicas y<br />
características anímicas o espirituales que se perderían con el <strong>en</strong>vejecimi<strong>en</strong>to<br />
y que se podrían recuperar <strong>en</strong> el contacto sexual con personas de<br />
m<strong>en</strong>or edad.<br />
(...) Porque normalm<strong>en</strong>te me hac<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tir más jov<strong>en</strong> todavía (...) Pero me hace reducir<br />
todavía más mi edad. Por decir, te metés con un viejo un ratito y ya sos viejo<br />
otra vez. Te muda todos sus hábitos (Consumidor ESC masculina, 26 años, Zona<br />
de Shoppings, Ciudad del Este).<br />
Estas id<strong>en</strong>tificaciones se estructuran bajo la repres<strong>en</strong>tación estereotipada<br />
de «la vejez» como una condición degradada.<br />
114<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Consumidor: Cómo le vas a (…) a una vieja. Yo no quiero (…) a las viejas, es de<br />
mala suerte.<br />
Entrevistador/a: ¿Masiado vieja ya es pio<br />
C: Son viejas ya, esas que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> plata, como por ejemplo esos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> sus esposas<br />
viejas, su esposa verdad es vieja y él viejo, el viejo ya no puede… y paga.<br />
E: ¿Cuántos años más o m<strong>en</strong>os ti<strong>en</strong><strong>en</strong> las viejas<br />
C: Vamos a ponerle que 40 años y eso (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 19 años,<br />
Zona de Casillas, Ciudad del Este).<br />
Los actores estudiados refirieron mayoritariam<strong>en</strong>te como características<br />
deseables de «la juv<strong>en</strong>tud» las condiciones y capacidades del cuerpo: se<br />
buscan cuerpos «tiernos», «cerrados» (vírg<strong>en</strong>es o con la m<strong>en</strong>or experi<strong>en</strong>cia<br />
sexual posible), cuerpos con poco uso.<br />
También se m<strong>en</strong>cionan características psicológicas como disponibilidad<br />
a nuevas experi<strong>en</strong>cias y docilidad, privilegiando la búsqueda de adolesc<strong>en</strong>tes<br />
tranquilas/os, alegres, sumisas/os y sin experi<strong>en</strong>cia.<br />
Un elem<strong>en</strong>to mayoritariam<strong>en</strong>te referido por los actores estudiados<br />
como deseable es la inexperi<strong>en</strong>cia sexual asociada a la minoría de edad.<br />
Las chiquillas parec<strong>en</strong> inexpertas, a veces un poco retraídas, parec<strong>en</strong> tímidas, inoc<strong>en</strong>tes;<br />
eso es lo que me <strong>en</strong>canta de las chibolas, eso es lo que más me gusta, porque<br />
bu<strong>en</strong>o imagínate las otras, las tías ya pasadazas, cuantos años ya de experi<strong>en</strong>cia,<br />
<strong>en</strong> cambio ellas recién están empezando, eso es lo que te gusta no, nunca<br />
te han com<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> el colegio, <strong>en</strong> algún lado que cuando tú rompes (refer<strong>en</strong>te a<br />
la virginidad fem<strong>en</strong>ina) a algui<strong>en</strong> como que le <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tras el gusto, o sea nunca<br />
te va a soltar. Esa s<strong>en</strong>sación ti<strong>en</strong>es con la chibola, ves a esa chibola, la voy a romper<br />
y obviam<strong>en</strong>te quizás algui<strong>en</strong> tuvo sexo con ella antes, pero igual ese es tu<br />
p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to y ya pues, eso me gusta (Consumidor ESC. 30 años, Cusco).<br />
La figura de ser el primero con una virg<strong>en</strong> aparece como refer<strong>en</strong>te máximo<br />
de la realización del poder masculino. La id<strong>en</strong>tificación de las mujeres<br />
adultas como más sucias refiere también a la estructuración de una dominación<br />
etárea fundada <strong>en</strong> la misma retórica de la p<strong>en</strong>etración que estructura<br />
la dominación de género.<br />
El int<strong>en</strong>to de esc<strong>en</strong>ificar el mito falocéntrico del macho «desvirgador»<br />
contribuye a que los consumidores busqu<strong>en</strong> adolesc<strong>en</strong>tes lo más jóv<strong>en</strong>es<br />
y «puras» posible. Entre los que buscan hombres aparec<strong>en</strong> prefer<strong>en</strong>cias<br />
de mayor desarrollo sexual, las que también pued<strong>en</strong> ser id<strong>en</strong>tificadas con<br />
la misma figura.<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 115
Yo nunca me he metido con un niño. A mi me gustan ya hombres, desarrollados,<br />
que t<strong>en</strong>gan su (...) (Consumidor ESC masculina, 38 años, C<strong>en</strong>tro Comercial, Bogotá).<br />
La valoración de la experi<strong>en</strong>cia sexual masculina articula con la dominación<br />
etárea también mediante la id<strong>en</strong>tificación de la actividad sexual <strong>en</strong>tre<br />
adultos y personas m<strong>en</strong>ores de edad como una relación<br />
pedagogizadora, <strong>en</strong> la que el consumidor trasmitiría conocimi<strong>en</strong>tos a una<br />
sexualidad que recién empieza.<br />
[Las adolesc<strong>en</strong>tes] No ti<strong>en</strong><strong>en</strong> tanta experi<strong>en</strong>cia y <strong>en</strong>tonces uno le brinda un poquito<br />
la experi<strong>en</strong>cia y a la vez te s<strong>en</strong>tís un poquito realizado al saber que vos le estás<br />
<strong>en</strong>señando algo nuevo que a lo mejor no lo sabe; o lo sabe y no lo sabe ejecutar;<br />
o lo sabe y lo sabe mal o lo ejecutan mal (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 50<br />
años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
Esta compr<strong>en</strong>sión ancla a su vez <strong>en</strong> la construcción de una id<strong>en</strong>tidad <strong>en</strong>tre<br />
<strong>en</strong>señanza y obedi<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> la que ‘apr<strong>en</strong>der’ se asocia a hacer lo que<br />
el adulto indica para satisfacer su deseo sin oponer resist<strong>en</strong>cia.<br />
Además, mediante la id<strong>en</strong>tificación de la minoría de edad como desprovista<br />
de autonomía, se la concibe también como desprovista de derechos,<br />
id<strong>en</strong>tificando el cuerpo adolesc<strong>en</strong>te como un territorio sobre el que<br />
es lícito que un adulto ejerza control, experim<strong>en</strong>te con él y lo adapte a<br />
sus exig<strong>en</strong>cias.<br />
La repres<strong>en</strong>tación social de la dicotomía adultez-infancia, fundada <strong>en</strong><br />
la mistificación de rasgos y características físicas y psicológicas de los<br />
adultos y las personas m<strong>en</strong>ores de edad, se constituye así como pivote de<br />
la estructuración de la ESC, promovi<strong>en</strong>do la estructuración de un ord<strong>en</strong><br />
tutelar y represor sobre la sexualidad de niños y niñas, y levantándose<br />
como refer<strong>en</strong>te de articulación de un régim<strong>en</strong> de dominación<br />
adultocéntrico.<br />
De este modo, es posible compr<strong>en</strong>der la búsqueda de adolesc<strong>en</strong>tes<br />
tranquilos y pasivos como estrategia de gratificación del deseo de dominio,<br />
<strong>en</strong> tanto estos rasgos repres<strong>en</strong>tarían mayores garantías de sumisión.<br />
En este s<strong>en</strong>tido, la inexperi<strong>en</strong>cia es id<strong>en</strong>tificada al mismo tiempo como<br />
objeto de deseo y como oportunidad para ejercer un dominio efectivo<br />
sobre la otra persona.<br />
¿Que relación puede haber, bu<strong>en</strong>o pues, el adulto ¿no porque de todas maneras<br />
es más fuerte, es más dominante. En relación con un m<strong>en</strong>or, le dices: ya pues, pon-<br />
116<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
te para acá, voltéate o (…) y esas cosas ¿no De alguna manera estoy dominando<br />
¿no, pero con viol<strong>en</strong>cia no. (Consumidor ESC masculina. 28 años. Lima).<br />
Finalm<strong>en</strong>te, la repres<strong>en</strong>tación naturalizada de que <strong>en</strong> la adolesc<strong>en</strong>cia se<br />
despiertan deseos sexuales nuevos e int<strong>en</strong>sos hace que la búsqueda de<br />
personas <strong>en</strong> esta etapa cobre para los consumidores un valor estratégico.<br />
… <strong>en</strong>tre los jóv<strong>en</strong>es hay una parte, la explosión hormonal, parte como a los 13 ó<br />
14 años vi<strong>en</strong>e todo un despertar hormonal <strong>en</strong>tonces ti<strong>en</strong>e una sexualidad absolutam<strong>en</strong>te<br />
desarrollada, quier<strong>en</strong> constantem<strong>en</strong>te estar <strong>en</strong> eso. (Intermediario, 32<br />
años, Juegos, Valparaíso).<br />
Este valor estratégico de la pubertad se estructura apoyado <strong>en</strong> varias<br />
construcciones simbólicas <strong>en</strong> las que se conjugan refer<strong>en</strong>tes de deseo y<br />
claves de legitimación de la práctica de la ESC que posibilitan que se la<br />
repres<strong>en</strong>te como una actividad <strong>en</strong> la que no hay abuso: la idea de la maduración<br />
biológica se asocia a que el cuerpo ya es apto para un <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro<br />
sexual, aportando un primer argum<strong>en</strong>to de legitimación de la ESC; <strong>en</strong><br />
segundo lugar, el deseo sexual «recién despertado» aparece <strong>en</strong> sí mismo<br />
como objeto deseable <strong>en</strong> el contexto de la dominación masculina; por último,<br />
esta etapa es asociada con una exacerbación del deseo, de modo<br />
que «su propia naturaleza» incitaría a los adolesc<strong>en</strong>tes a realizar prácticas<br />
más variadas y les reportaría mayor vigor sexual. Este último refer<strong>en</strong>te<br />
opera al mismo tiempo como objeto de deseo –un <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro sexual con<br />
personas adolesc<strong>en</strong>tes ofrecería mayores garantías de satisfacción– y<br />
como recurso de legitimación de la actividad –las personas adolesc<strong>en</strong>tes<br />
gozarían al satisfacer sus propios deseos–.<br />
Cuando están <strong>en</strong> 16 ó 17, están <strong>en</strong> la época <strong>en</strong> que se transforman y ellas cambian<br />
y están locas pues (Consumidor ESC. 25 años, Cusco).<br />
En el mismo s<strong>en</strong>tido puede compr<strong>en</strong>derse la búsqueda de un estado de<br />
naturaleza id<strong>en</strong>tificado <strong>en</strong> contradicción a «la cultura», a su vez viv<strong>en</strong>ciada<br />
bajo la ambival<strong>en</strong>cia moderna que la repres<strong>en</strong>ta al mismo tiempo como<br />
<strong>en</strong>tidad de corrupción y de cont<strong>en</strong>ción o <strong>en</strong>derezami<strong>en</strong>to.<br />
Yo creo que la sexualidad <strong>en</strong>tre adultos es parecida, a lo mejor los jóv<strong>en</strong>es v<strong>en</strong> las<br />
cosas de forma más natural que los adultos, que v<strong>en</strong> las cosas con más maldad.<br />
(Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 117
Otro argum<strong>en</strong>to de legitimación que se registra de modo recurr<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el<br />
discurso de los actores estudiados es que la adolesc<strong>en</strong>cia comportaría<br />
una capacidad de conci<strong>en</strong>cia que volvería a las personas <strong>en</strong> esa etapa responsables<br />
por sus propios actos, difuminando de esta manera la percepción<br />
de la ESC como un campo de dominación y abuso.<br />
Yo pi<strong>en</strong>so que el sexo pagado con m<strong>en</strong>ores de 15 años debería ser catalogado<br />
como un delito, pero de 15 años hacia arriba, aunque todavía son m<strong>en</strong>ores de<br />
edad ya las personas, sea hombre o mujer, sab<strong>en</strong> lo que hac<strong>en</strong>, porque ya ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
un criterio formado y pued<strong>en</strong> tomar sus propias decisiones, sabi<strong>en</strong>do lo que puede<br />
ser bu<strong>en</strong>o o malo para ellos. Además, los m<strong>en</strong>ores de edad que trabajan <strong>en</strong> la<br />
calle no son niños como los demás, son niños mucho más vividos que sab<strong>en</strong> lo<br />
que hac<strong>en</strong>, porque desde muy pequeños han t<strong>en</strong>ido que arreglárselas solos. (Consumidor<br />
ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Esta construcción permite, además, relativizar las fronteras etáreas por<br />
medio del recurso a la asociación <strong>en</strong>tre desarrollo de la conci<strong>en</strong>cia y «experi<strong>en</strong>cia».<br />
Así, si bi<strong>en</strong> la mayoría de los consumidores estudiados coincid<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> que relacionarse sexualm<strong>en</strong>te con niños o niñas es un abuso, sus<br />
concepciones respecto al límite etáreo a partir del cual el acceso sexual se<br />
considera aceptable se muestran amplias y difusas, y <strong>en</strong> ningún caso coincid<strong>en</strong><br />
con los parámetros legales vig<strong>en</strong>tes. La amplitud de la gama de<br />
edades referidas como frontera mínima para el acceso sexual da cu<strong>en</strong>ta<br />
de una s<strong>en</strong>sible falta de cons<strong>en</strong>sos sociales respecto a los criterios con los<br />
que afrontar el tema, la que es estratégicam<strong>en</strong>te aprovechada por los<br />
consumidores para la construcción de límites y parámetros que legitim<strong>en</strong><br />
la actividad de explotación.<br />
Dominación económica<br />
La mayoría de los y las adolesc<strong>en</strong>tes estudiados provi<strong>en</strong>e de familias imposibilitadas<br />
de cubrir necesidades de subsist<strong>en</strong>cia primarias o de acceder<br />
a recursos para la adquisición de ciertos bi<strong>en</strong>es de consumo. De estas<br />
familias muchas veces son expulsados.<br />
Para mí [estaría] mejor si es que yo <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro un trabajo... Y si la persona me<br />
paga bi<strong>en</strong>, yo puedo dejar este trabajo. Estoy tratando de conseguir uno, pero no<br />
sé todavía me va a quitar. Pero no quiero trabajar más así (...) No. No es por querer...<br />
Porque yo t<strong>en</strong>go mi familia a qui<strong>en</strong> le t<strong>en</strong>go que ayudar todavía (...) t<strong>en</strong>go<br />
mucho todavía que son chicos y le quiero ayudar todavía a mi familia. Por eso es<br />
118<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
que estoy trabajando así... (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, Mujer, 17 años, Terminal de<br />
Ómnibus, Asunción).<br />
Para los adolesc<strong>en</strong>tes, los consumidores reportan una fu<strong>en</strong>te de ingresos<br />
<strong>en</strong> efectivo, pero también a través de regalos, hospedaje, droga, alcohol y<br />
diversión, con distintos niveles de regularidad y constancia, hasta la disponibilidad<br />
exclusiva y perman<strong>en</strong>te.<br />
Otros actores que ejerc<strong>en</strong> dominación económica sobre los adolesc<strong>en</strong>tes<br />
estudiados recib<strong>en</strong> ganancias por concepto de intermediación, protección,<br />
cobertura de necesidades u hospedaje, este tipo de dominación<br />
económica sosti<strong>en</strong>e, <strong>en</strong> algunos de los casos, situaciones similares al cautiverio<br />
o de semiesclavitud.<br />
Las personas <strong>en</strong>trevistadas coincid<strong>en</strong> <strong>en</strong> el reconocimi<strong>en</strong>to de la<br />
ESC como una transacción económica más a la que los adolesc<strong>en</strong>tes<br />
recurr<strong>en</strong> como estrategia de superviv<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do a la disponibilidad<br />
de m<strong>en</strong>ores de edad como una consecu<strong>en</strong>cia natural de la pobreza,<br />
lo que constituye un refer<strong>en</strong>te de «desresponsabilización» para<br />
la demanda.<br />
Daño no le estoy haci<strong>en</strong>do porque los daños ya están hechos (...) Yo lam<strong>en</strong>tablem<strong>en</strong>te<br />
no puedo mejorar eso porque ya está hecho. Y le estoy haci<strong>en</strong>do un b<strong>en</strong>eficio,<br />
dándole una pequeña colaboración a cambio de algo, porque nadie da nada<br />
por nada (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de Ómnibus, Asunción).<br />
En este panorama de pobreza, cuyos niveles y ext<strong>en</strong>sión varían <strong>en</strong> los distintos<br />
países, el pago del consumidor aparece como una ayuda o b<strong>en</strong>eficio<br />
que comportará un apoyo económico y una justa retribución de servicios,<br />
combinando dos recursos de aceptabilidad para <strong>en</strong>cubrir la explotación<br />
económica: la remuneración y la caridad. La ESC es compr<strong>en</strong>dida, así,<br />
como una bu<strong>en</strong>a obra y como otro trabajo cualquiera.<br />
(...) yo, si se trató una relación <strong>en</strong> 20 mil [U$4,], nunca le doy 20, siempre le doy<br />
más, 30, 40 a veces [U$8,] (...) A mí me hizo s<strong>en</strong>tir bi<strong>en</strong> y a parte de hacerme s<strong>en</strong>tir<br />
bi<strong>en</strong> ella lo necesita. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de Ómnibus,<br />
Asunción).<br />
Los actores estudiados, tanto consumidores como intermediarios, refier<strong>en</strong><br />
recurr<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te al pago como condición de legitimación de la ESC, restringi<strong>en</strong>do<br />
la noción de explotación a la extracción excesiva de plusvalía, y<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 119
educi<strong>en</strong>do el criterio de aceptabilidad al hecho de que exista un monto<br />
cancelado.<br />
El dinero se levanta, <strong>en</strong>tonces, como un recurso estratégico complejo,<br />
<strong>en</strong> tanto permite al consumidor acceder a la satisfacción de sus deseos, al<br />
tiempo que reviste a la ESC del carácter de legitimidad de una acción<br />
bondadosa y del carácter de normalidad de una transacción comercial<br />
justa.<br />
En el discurso de los distintos actores involucrados <strong>en</strong> la ESC, el pago aparece<br />
casi universalm<strong>en</strong>te como elem<strong>en</strong>to de difuminación de la percepción<br />
de la condición de abuso, que es estereotipadam<strong>en</strong>te reducida al forzami<strong>en</strong>to<br />
o al uso de la viol<strong>en</strong>cia física.<br />
La viol<strong>en</strong>cia sexual, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida así de manera restringida, es moralm<strong>en</strong>te<br />
rechazada por la mayoría de los actores <strong>en</strong>trevistados, instalando<br />
a la paga como criterio de difer<strong>en</strong>ciación <strong>en</strong>tre el abuso –id<strong>en</strong>tificado<br />
con la obligación– y el trato legítimo –id<strong>en</strong>tificado con el cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to–.<br />
Como te digo <strong>en</strong> el factor viol<strong>en</strong>cia no me hallo, no. Lo veo mal porque estas obligando<br />
a una persona y para obligar ti<strong>en</strong>es que usar la viol<strong>en</strong>cia ¿no Ti<strong>en</strong>es que<br />
agarrarla, apretarla o una cosa así, no me imagino <strong>en</strong> eso. Bu<strong>en</strong>o, le pago y está<br />
de acuerdo. La obligo y no está de acuerdo. Lo vería como una especie de violación<br />
<strong>en</strong> si, porque estás obligando a una persona y va <strong>en</strong> contra de su voluntad de<br />
ella. (Consumidor ESC masculina, 28 años, Lima).<br />
La dominación económica aparece como un recurso que vuelve innecesario<br />
el uso de la fuerza física para la satisfacción del deseo sexual, permiti<strong>en</strong>do<br />
una vía de resolución considerada más legítima por el consumidor<br />
y m<strong>en</strong>os riesgosa para su propia integridad.<br />
No, no sería capaz de obligar a algui<strong>en</strong> a t<strong>en</strong>er sexo conmigo, además, para qué<br />
obligar a algui<strong>en</strong> si pagando uno puede t<strong>en</strong>er todo lo que quiere. Uno hasta puede<br />
decirle a la persona que se haga como si estuviera obligada, o que sea algún<br />
personaje, todas esas cosas uno puede hacer (…) uno prefiere pagar porque así<br />
no se obliga a nadie y es mucho m<strong>en</strong>os peligroso. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina,<br />
38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Los consumidores estudiados id<strong>en</strong>tifican el pago con la voluntariedad de<br />
qui<strong>en</strong> lo acepta, asumi<strong>en</strong>do de la retórica de mercado la noción de que<br />
qui<strong>en</strong> acepta un pago toma una decisión deliberada, y compr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do<br />
120<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
esta relación como un acuerdo librem<strong>en</strong>te pactado <strong>en</strong>tre dos partes equival<strong>en</strong>tes<br />
y autónomas.<br />
La noción de abuso queda así restringida al no-pago y al trato injusto,<br />
id<strong>en</strong>tificado como la obligación de hacer actividades no pactadas y/o no<br />
deseadas, o como el pago de un monto m<strong>en</strong>or al pactado. La noción de<br />
explotación, <strong>en</strong> tanto, es g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te restringida a qui<strong>en</strong>es extra<strong>en</strong> parte<br />
del b<strong>en</strong>eficio económico de la transacción, es decir, a los intermediarios,<br />
excluy<strong>en</strong>do al consumidor de la categoría de los consumidores, mi<strong>en</strong>tras<br />
se mant<strong>en</strong>ga d<strong>en</strong>tro de los parámetros id<strong>en</strong>tificados como un «trato<br />
justo». El reconocimi<strong>en</strong>to de la actividad de ESC como explotación se diluye<br />
así a través de la «responsabilización» de terceros.<br />
Estas nociones se v<strong>en</strong> reforzadas por la concepción de la ESC como un<br />
trabajo, la que se registra transversalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los discursos de los distintos<br />
actores estudiados, aunque de manera más recurr<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los consumidores.<br />
Al respecto las repres<strong>en</strong>taciones oscilan <strong>en</strong>tre la idea de que la<br />
ESC es un trabajo digno, que permite ganarse el sust<strong>en</strong>to de la misma<br />
manera que cualquier otro, y la de que se trata de un trabajo degradado<br />
o indec<strong>en</strong>te, repres<strong>en</strong>tación asociada a una supuesta falta de esfuerzo físico<br />
e intelectual, a la degradación y estigmatización moral condicionada<br />
por el medio y a los maltratos y sufrimi<strong>en</strong>tos físicos como la viol<strong>en</strong>cia, el<br />
frío y el hambre, refer<strong>en</strong>te este último reportado únicam<strong>en</strong>te por los adolesc<strong>en</strong>tes<br />
explotados.<br />
… la prostitución es algo que no es un trabajo digno, porque no es digno v<strong>en</strong>der<br />
tu cuerpo, es algo como sucio. En cambio otro trabajo es digno porque, porque, te<br />
lo ganai con tu esfuerzo, ¿cachai Te lo ganai con tu esfuerzo, con tus <strong>estudio</strong>s o<br />
trabajando laboralm<strong>en</strong>te. En cambio no, esto es como algo fácil para t<strong>en</strong>er plata<br />
fácil. Lo otro, el otro trabajo no, es como más difícil, t<strong>en</strong>ís que sacrificarte para t<strong>en</strong>erlo<br />
y esto no, esto es fácil, puta, te demorai una hora y, <strong>en</strong> un mes yo me puedo<br />
hacer, puta, 500 lucas (900 dólares); lo que una persona no puede ganar, ¿cachai<br />
o sea ni siquiera el mínimo. (Adolesc<strong>en</strong>te, varón, 17 años. Juegos, Valparaíso).<br />
Sin embargo, aún desde esta posición la condición de abuso es<br />
relativizada mediante la id<strong>en</strong>tificación de situaciones de maltrato <strong>en</strong> trabajos<br />
«normales».<br />
(...) es sacrificado como todo trabajo, es más riesgoso el trabajo del taxi boy<br />
(...) Porque corres el riesgo que te pegu<strong>en</strong>, te maltrat<strong>en</strong>, la misma cosa que un<br />
trabajo normal es. Te maltratan, te retan (...) También, <strong>en</strong> el taxi boy es la misma<br />
cosa, te dic<strong>en</strong> no, sos un inútil, no servís, que esto que aquello, a mi nuca<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 121
me pasó verdad pero a mis socios escuché como les trataban sus cli<strong>en</strong>tes (...)<br />
(Adulto <strong>en</strong> prostitución, 20 años, Micro c<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
Ante este panorama, la ESC aparece incluso como un trabajo más deseable<br />
que otras actividades económicas precarias, <strong>en</strong> tanto reportaría mejores<br />
ingresos, de manera rápida y con m<strong>en</strong>or esfuerzo.<br />
Sólo <strong>en</strong>tre las autoridades <strong>en</strong>trevistadas aparece la idea de que la<br />
actividad de ESC no puede ser considerada <strong>en</strong> ningún s<strong>en</strong>tido como<br />
trabajo.<br />
Lo que está <strong>en</strong> juego <strong>en</strong> la ESC es el deseo sexual de un adulto y la necesidad<br />
económica de una persona m<strong>en</strong>or de edad, de modo que el refer<strong>en</strong>te<br />
c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> la estructuración de esta forma de dominación sexual es<br />
la capacidad de un ag<strong>en</strong>te de <strong>en</strong>tregar dinero y la necesidad del otro de<br />
recibirlo.<br />
La capacidad económica es puesta de manifiesto y utilizada como recurso<br />
de empoderami<strong>en</strong>to por parte de los consumidores, qui<strong>en</strong>es despliegan<br />
estrategias de auto-pres<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> torno a la exhibición de rasgos<br />
que se le asoci<strong>en</strong> y realizan un uso racional del dinero, basado <strong>en</strong> cálculos<br />
y ponderaciones precisas respecto a lo que pued<strong>en</strong> adquirir.<br />
Pero, están las prostitutas de bajo nivel, están las prostitutas de medio nivel y están<br />
las finas, las caras, que son mujeres hermosas que te sacan dosci<strong>en</strong>tos mil<br />
guaraníes [U$40,] por dos o tres horas, ¿<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dés Eso lo hace únicam<strong>en</strong>te...<br />
¿Quién puede hacer eso Una persona que vi<strong>en</strong>e de afuera con mucha plata y se<br />
deja llevar por la impresión. Pero yo no, ¿por qué, porque yo lo conozco <strong>en</strong> ese<br />
s<strong>en</strong>tido, yo a mí me da lo mismo… No que me da lo mismo, me da más facilidad<br />
para gastar <strong>en</strong> una chica un cuar<strong>en</strong>ta mil guaraníes, no <strong>en</strong> una de dosci<strong>en</strong>tos mil<br />
¿Por qué, porque a lo mejor t<strong>en</strong>go la misma capacidad de chica, pero con la difer<strong>en</strong>cia<br />
que la haré bañar dos veces más seguido y la otra está con perfume francés<br />
y con todo (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de Ómnibus,<br />
Asunción).<br />
La dominación económica se traduce, así, <strong>en</strong> una desvalorización monetaria<br />
de los adolesc<strong>en</strong>tes de apari<strong>en</strong>cia más empobrecida, a qui<strong>en</strong>es los<br />
consumidores estudiados están dispuestos a pagar m<strong>en</strong>os o ningún dinero;<br />
aunque se registran casos <strong>en</strong> los que la dominación económica opera<br />
bajo id<strong>en</strong>tificaciones «positivas».<br />
Consumidor: Los gomelitos estrato seis son como más limpios, más puestecitos,<br />
pero por lo mismo son como más niñitas. No sab<strong>en</strong> nada de la vida. Son niños de<br />
122<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
su casa. En cambio un pollo que le haya tocado guerreársela se le nota hasta <strong>en</strong><br />
la forma de caminar, <strong>en</strong> el cuerpo.<br />
Entrevistador/a: ¿Cómo se nota<br />
C: Pues un «man» guerrero ti<strong>en</strong>e pres<strong>en</strong>cia. Mira sin miedo, se le nota que está pa’<br />
las que sea. Un muchachito gomelito es todo inseguro, pide permiso, vive como<br />
asustado.<br />
E: ¿Y usted Cree que son distintos <strong>en</strong> lo sexual<br />
C: Claro. Los niños bi<strong>en</strong> son más bobitos. Un macho ti<strong>en</strong>e que ser guerrero, ese sí<br />
lo (…) a uno como toca [risas]. Claro que los gomelos a veces son como más liberados.<br />
Les gusta guardar las apari<strong>en</strong>cias pero son más abiertos de m<strong>en</strong>te. Usted<br />
sabe, la cultura. En la g<strong>en</strong>te más humilde todavía hay muchos tabúes con eso del<br />
sexo <strong>en</strong>tre hombres.<br />
(Consumidor ESC masculina, 38 años, C<strong>en</strong>tro Comercial, Bogotá).<br />
La escritura de la pobreza <strong>en</strong> los cuerpos resulta aquí valorizada bajo refer<strong>en</strong>tes<br />
de dominación de género que id<strong>en</strong>tifican lo burgués como afeminado,<br />
elem<strong>en</strong>to que Néstor Perlongher ya había reconocido <strong>en</strong> un <strong>estudio</strong><br />
realizado <strong>en</strong> Sao Paulo (Brasil).<br />
La id<strong>en</strong>tidad construida <strong>en</strong>tre la ESC y otras formas de actividad remunerada<br />
permite, <strong>en</strong> este contexto, la consecu<strong>en</strong>te id<strong>en</strong>tificación del consumidor<br />
como «cli<strong>en</strong>te», adjudicándosele el derecho de formular exig<strong>en</strong>cias<br />
y llevar el control de la situación.<br />
(…) compro por el servicio completo. Yo quiero t<strong>en</strong>er sexo (…), o sea prefiero t<strong>en</strong>er<br />
toda la práctica, no solo <strong>en</strong> un lugar <strong>en</strong> especial y bu<strong>en</strong>o, el costo que me implique<br />
eso se paga (Consumidor ESC, 30 años, Cusco).<br />
Una lectura global del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o permite apreciar, sin embargo, que los<br />
modos de utilización del cuerpo y las prácticas sexuales desarrolladas <strong>en</strong><br />
la ESC se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran estandarizados bajo una estricta tipificación de precios<br />
para las difer<strong>en</strong>tes acciones y secciones corporales implicadas, así<br />
como para la duración de la actividad sexual, constituyéndose esto <strong>en</strong> un<br />
recurso de regulación y de puesta de límites para los y las adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
El precio se negocia por lo que uno quiere hacer y también por el tiempo que uno<br />
quiere estar. Porque ellos cobran por cada cosa que hac<strong>en</strong>, por ejemplo; si uno<br />
paga por una francesa $5.000 [US$ 10] y después quiere hacer la greco, el precio<br />
va a subir, la persona no le va hacer las 2 cosas por los mismos $5.000 [US$ 10],<br />
por eso le digo que uno paga, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do de lo que quiera hacer. (Consumidor<br />
ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 123
Los máximos refer<strong>en</strong>tes de valor son la actividad de p<strong>en</strong>etración –vaginal<br />
y anal– y las características físicas, como el nivel de desarrollo de caracteres<br />
sexuales secundarios, los rasgos faciales o el tamaño del p<strong>en</strong>e. También<br />
se valora la ext<strong>en</strong>sión temporal de la relación, el esmero puesto por<br />
el/la adolesc<strong>en</strong>te y el no uso de preservativo.<br />
Esta fragm<strong>en</strong>tación comercial contribuye a la dominación económica<br />
mediante la repres<strong>en</strong>tación del adolesc<strong>en</strong>te como un cuerpo parcializado,<br />
id<strong>en</strong>tificándoselo como una mercancía car<strong>en</strong>te de humanidad.<br />
Otros elem<strong>en</strong>tos que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> el monto cobrado son la apari<strong>en</strong>cia<br />
del cli<strong>en</strong>te –se cobra más a cli<strong>en</strong>tes que apar<strong>en</strong>tan mejor situación económica,<br />
y a los que resultan físicam<strong>en</strong>te m<strong>en</strong>os agradables–, y la urg<strong>en</strong>cia o<br />
nivel de necesidad del adolesc<strong>en</strong>te –cuando el pago se destina al consumo<br />
de drogas, la remuneración disminuye de modo particularm<strong>en</strong>te s<strong>en</strong>sible,<br />
llegando incluso a pagarse directam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> pequeñas dosis de estas<br />
sustancias.<br />
Finalm<strong>en</strong>te, los mecanismos de dominación <strong>en</strong> la ESC oscilan perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong>tre el aprovechami<strong>en</strong>to de las asimetrías económicas y el<br />
uso de la viol<strong>en</strong>cia. La mayoría de los adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>trevistados manifiestan<br />
que tanto la negociación como el pago deb<strong>en</strong> efectuarse por adelantado,<br />
refiri<strong>en</strong>do experi<strong>en</strong>cias recurr<strong>en</strong>tes de incumplimi<strong>en</strong>to por parte<br />
de consumidores que no pagan o que exig<strong>en</strong> actividades por fuera del<br />
precio conv<strong>en</strong>ido. Así, la ampliación de las actividades sexuales se consigue<br />
<strong>en</strong> algunas ocasiones a través de r<strong>en</strong>egociaciones y <strong>en</strong> otras es obt<strong>en</strong>ida<br />
mediante el forzami<strong>en</strong>to. Los adolesc<strong>en</strong>tes contrarrestan estos recursos<br />
de poder mediante el establecimi<strong>en</strong>to de reglas y el desarrollo de la<br />
capacidad para hacerlas cumplir. En el extremo de estas estrategias de resist<strong>en</strong>cia,<br />
cuando los jóv<strong>en</strong>es no consigu<strong>en</strong> la remuneración esperada recurr<strong>en</strong><br />
a veces al robo como forma de comp<strong>en</strong>sación.<br />
Entrevistador/a: ¿Y qué pasa si el tipo te dice: «No, muy caro»<br />
Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC: Y ahí le «asuelo» [robar].<br />
E: ¿Y cómo hacés para asuelarle<br />
A: Sí o sí nomás yo le digo 100 [U$20] o 50 [U$10]. Si me pagan eso, yo estoy todo<br />
bi<strong>en</strong>. Pero si es que le voy a asuelar (robar) v<strong>en</strong>go, le traigo así y al bajarme le<br />
asuelo. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, hombre/transgénero, 17 años, Micro c<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
La dominación económica se estructura <strong>en</strong> principio sobre las desigualdades<br />
de condición social <strong>en</strong>tre consumidores y explotados, pero también<br />
<strong>en</strong> la racionalidad utilitarista y consumista, que repres<strong>en</strong>ta al consumidor<br />
124<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
como un cli<strong>en</strong>te con el poder de exigir satisfacción total y que legitima la<br />
exclusión de todo vínculo emocional de la transacción comercial, reduci<strong>en</strong>do<br />
al ser humano a la condición de mercancía, anulando la percepción<br />
del adolesc<strong>en</strong>te como un sujeto de derecho y agudizando la subordinación<br />
y el maltrato de poblaciones históricam<strong>en</strong>te excluidas.<br />
Dominación étnica<br />
En <strong>Paraguay</strong> y Perú se han registrado repres<strong>en</strong>taciones estereotipadas sobre<br />
la sexualidad de las personas indíg<strong>en</strong>as. En algunos casos estas repres<strong>en</strong>taciones<br />
toman la forma de estereotipos positivos, como la id<strong>en</strong>tificación<br />
de las mujeres de la selva peruana como «ardi<strong>en</strong>tes». En otros se refer<strong>en</strong>cia<br />
la sexualidad indíg<strong>en</strong>a de modo degradado.<br />
(...) la sexualidad de ellos es muy desorganizada, aparte muy sucia (...) he t<strong>en</strong>ido<br />
oportunidades con unas indíg<strong>en</strong>as y no he querido saber nada, porque yo creo<br />
que toda persona ti<strong>en</strong>e que querer un poquitito su cuerpo (...) esas personas lo<br />
que m<strong>en</strong>os ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> este mom<strong>en</strong>to es higi<strong>en</strong>e, <strong>en</strong>tonces no me interesa (Consumidor<br />
ESC fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de Ómnibus, Asunción).<br />
Por otra parte, muchos de los consumidores estudiados manifiestan prefer<strong>en</strong>cia<br />
por adolesc<strong>en</strong>tes de tez clara y rasgos caucásicos, aunque <strong>en</strong> <strong>Colombia</strong>,<br />
también se registran gustos por adolesc<strong>en</strong>tes afrodesc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes.<br />
El ejercicio de viol<strong>en</strong>cia<br />
El ejercicio de la viol<strong>en</strong>cia aparece de manera recurr<strong>en</strong>te <strong>en</strong> todos los<br />
esc<strong>en</strong>arios estudiados –<strong>en</strong> forma directa o como am<strong>en</strong>aza–, si<strong>en</strong>do utilizado<br />
por el consumidor para conseguir el acceso a prácticas sexuales no<br />
deseadas por parte del adolesc<strong>en</strong>te y por éste para garantizar la moderación<br />
<strong>en</strong> el trato y el pago por parte del consumidor. También es referido<br />
como un elem<strong>en</strong>to deseado <strong>en</strong> sí mismo como fu<strong>en</strong>te de satisfacción<br />
sexual.<br />
(...) algunos [cli<strong>en</strong>tes] me dan mucha plata y te maltratan (...) Y te dic<strong>en</strong> palabrotas<br />
así, difer<strong>en</strong>te es (...) Algunos dic<strong>en</strong> que sos... que no vales para nada así te dic<strong>en</strong>,<br />
que me van a d<strong>en</strong>unciar y eso... muchas cosas... ti<strong>en</strong><strong>en</strong> plata pues y no quier<strong>en</strong><br />
saber nada, te juegan todo. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, hombre, 17 años, Zona de<br />
casillas, Ciudad del Este).<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 125
Cabe señalar que tanto los consumidores como los adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>trevistados<br />
limitan la noción de viol<strong>en</strong>cia al maltrato físico y verbal explícito, lo<br />
que dificulta que puedan id<strong>en</strong>tificar el abuso, la explotación y el aprovechami<strong>en</strong>to.<br />
Poder del sexo<br />
La capacidad de seducción, el atractivo y el interés que puedan despertar<br />
<strong>en</strong> los consumidores son referidos por los y las adolesc<strong>en</strong>tes como herrami<strong>en</strong>tas<br />
de contrapoder que pued<strong>en</strong> ser desplegadas para captar «cli<strong>en</strong>tes»<br />
o aum<strong>en</strong>tar los niveles de ganancia.<br />
La puesta de límites sobre prácticas o secciones del cuerpo que no serán<br />
exhibidas o accedidas durante el acto sexual aparece también como estrategia<br />
de resist<strong>en</strong>cia. También se registran estrategias destinadas a abreviar<br />
el acto sexual, como apurar el orgasmo del consumidor o, <strong>en</strong> el caso de<br />
los adolesc<strong>en</strong>tes hombres, incluso fingir que ya llegó a la eyaculación.<br />
El manejo de la capacidad de brindar satisfacción sexual aparece, así,<br />
como el máximo recurso de poder adjudicado a los y las adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
(...) yo t<strong>en</strong>go el poder de no satisfacerle. El puede t<strong>en</strong>er todo el dinero que quiera,<br />
pero si yo no quiero, no voy a hacer (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, hombre/transgénero,<br />
16 años, Zona de Shoppings, Asunción).<br />
Sin embargo, <strong>en</strong> un contexto de dominación se hace claro que estas estrategias<br />
repres<strong>en</strong>tan un contrapoder falso, que si bi<strong>en</strong> puede redundar <strong>en</strong> algún<br />
tipo de alivio a las condiciones de explotación para las y los adolesc<strong>en</strong>tes,<br />
no hac<strong>en</strong> más escriturar <strong>en</strong> sus cuerpos refer<strong>en</strong>tes de dominación<br />
de género, g<strong>en</strong>eracionales y económicos, remitiéndolos a la posición de objetos<br />
de uso para otro y afirmando su situación de dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia.<br />
Estrategias de contrapoder<br />
Una estrategia desplegada habitualm<strong>en</strong>te es la conformación de grupos<br />
de apoyo <strong>en</strong> los que compañeras, compañeros o intermediarios se manti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
informados respecto a tiempos y lugares de los <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros sexuales<br />
o registran la pat<strong>en</strong>te de los autos a los que sub<strong>en</strong> los y las adolesc<strong>en</strong>tes.<br />
Sin embargo, <strong>en</strong> este caso se trata más propiam<strong>en</strong>te de estrategias de<br />
protección y superviv<strong>en</strong>cia que de contrapoderes efectivos.<br />
La condición de ilegalidad de la actividad de la ESC debería constituir-<br />
126<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
se como un elem<strong>en</strong>to de protección fundam<strong>en</strong>tal para las personas de<br />
m<strong>en</strong>or edad, asegurando la sanción p<strong>en</strong>al de los consumidores y previni<strong>en</strong>do<br />
la ocurr<strong>en</strong>cia de la actividad. En este s<strong>en</strong>tido, algunos adolesc<strong>en</strong>tes<br />
utilizan la am<strong>en</strong>aza de d<strong>en</strong>uncia como herrami<strong>en</strong>ta para ejercer cierto<br />
control sobre los consumidores, con miras a evitar malos tratos, asegurar el<br />
pago o a no acceder al contacto sexual. Sin embargo, <strong>en</strong> la mayoría de los<br />
casos, el ejercicio de este derecho se ve vulnerado, sea por el desconocimi<strong>en</strong>to<br />
de los y las adolesc<strong>en</strong>tes acerca de los marcos legales, sea por<br />
miedo al propio descrédito al hacer pública su situación, o sea porque <strong>en</strong><br />
varias de las ciudades y esc<strong>en</strong>arios la situación de ESC, si bi<strong>en</strong> es ilegal, no<br />
es clandestina, <strong>en</strong> tanto resulta aceptada socialm<strong>en</strong>te y normalizada por<br />
las construcciones simbólicas de la población.<br />
Los discursos y prácticas institucionales, <strong>en</strong> muchos casos, ori<strong>en</strong>tan la<br />
sanción moral hacia los adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC y no hacia los consumidores<br />
que la demandan, mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do a éstos <strong>en</strong> el anonimato y garantizando<br />
su impunidad. Junto a esto, como se ampliará <strong>en</strong> el análisis desde la perspectiva<br />
normativa, la ley es repres<strong>en</strong>tada, <strong>en</strong> los contextos de ESC, como<br />
violable y manipulable, y las autoridades, id<strong>en</strong>tificadas como corruptas y<br />
abusivas, son referidas más como fu<strong>en</strong>te de am<strong>en</strong>azas que de protección.<br />
El uso de la fuerza física, de la am<strong>en</strong>aza y del robo resultan, <strong>en</strong> definitiva,<br />
las únicas estrategias de contrapoder mínimam<strong>en</strong>te efectivas con las<br />
que cu<strong>en</strong>tan los y las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> los esc<strong>en</strong>arios estudiados, pero éstas<br />
se v<strong>en</strong> disminuidas contra mayor sea el efecto de las otras condiciones<br />
de dominación a las que se v<strong>en</strong> sometidos. Así, estos elem<strong>en</strong>tos se<br />
v<strong>en</strong> casi exclusivam<strong>en</strong>te restringidos a adolesc<strong>en</strong>tes hombres de mayor<br />
desarrollo físico.<br />
5.3. ACTORES Y NORMAS EN LA ESC<br />
Los resultados obt<strong>en</strong>idos dan cu<strong>en</strong>ta de una importante difer<strong>en</strong>ciación<br />
de las compr<strong>en</strong>siones y valoraciones sobre las normas de los consumidores<br />
respecto a las de los demás actores estudiados.<br />
Conocimi<strong>en</strong>to y valoración de las normas por parte de los<br />
«no-consumidores» <strong>en</strong> la ESC.<br />
Valoración.<br />
Cuando se explora <strong>en</strong>tre los difer<strong>en</strong>tes actores investigados sobre la valoración<br />
que hac<strong>en</strong> de aquellos aspectos que están prohibidos y sancionados<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 127
legalm<strong>en</strong>te, existe coincid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> los distintos países <strong>en</strong> la consideración<br />
de que todo aquello que se prohíbe es porque es malo (moral y socialm<strong>en</strong>te)<br />
o g<strong>en</strong>era algún mal a una categoría de personas <strong>en</strong> específico.<br />
Como exist<strong>en</strong> determinados actos y cosas que son malos <strong>en</strong> sí mismos se<br />
pi<strong>en</strong>sa que deb<strong>en</strong> ser prev<strong>en</strong>idas desde el punto de vista jurídico o moral<br />
a través de la imposición de normas y, <strong>en</strong> caso de que efectivam<strong>en</strong>te se<br />
produzcan, se comparte el que sean sancionados p<strong>en</strong>alm<strong>en</strong>te.<br />
(…) el hombre ti<strong>en</strong>e una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a la maldad, se le prohíba o no se le prohíba.<br />
(Autoridad. 45 años, El Bosque, Santiago).<br />
(…) se prohíb<strong>en</strong> porque son malas (...) Porque las cosas malas sí o sí nomás luego<br />
van a ser prohibidas (Adulto <strong>en</strong> prostitución, 20 años, Microc<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
Se prohíb<strong>en</strong> porque son malas (Intermediaria Travesti, 54 años, Lima).<br />
La consideración de que aquello prohibido es así porque es malo, ti<strong>en</strong>de<br />
a ser relativizada cuando se pi<strong>en</strong>sa que las normas que prohíb<strong>en</strong> determinados<br />
comportami<strong>en</strong>tos no hac<strong>en</strong> más que estimularlos. La prohibición,<br />
<strong>en</strong> tal s<strong>en</strong>tido, reviste de un aura que convierte a un tipo de conducta<br />
que podría ser catalogada como «mala» o «negativa» <strong>en</strong> objeto de deseo<br />
para el sujeto. Así, <strong>en</strong> vez de persuadir a las personas para que no cometan<br />
algunos actos, se acreci<strong>en</strong>ta el deseo de la trasgresión, con lo cual resulta<br />
desvirtuado su principal propósito.<br />
(…) porque como te digo la sociedad le gusta contradecir o a las personas les<br />
gusta contradecir lo que, como se dice hay leyes, hay normas, hay personas que<br />
les gusta contradecir lo que les impon<strong>en</strong> (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC. 15 años, Lima).<br />
(…) por eso que es más atractivo, porque está prohibido, te fijas, <strong>en</strong>tonces,<br />
es cómo yo rompo las normas y además de eso soy tan capo que nadie<br />
me pilla, te fijas, cómo soy capaz de burlar a la ley, cómo soy capaz de<br />
burlar a la sociedad. (Autoridad, 40 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Se configura así la convicción de que la prohibición supone atracción y<br />
deseo de trasgresión, lo prohibido es repres<strong>en</strong>tado como plac<strong>en</strong>tero; hay<br />
un deseo de transgredir, de traspasar, de subvertir una prohibición.<br />
128<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Cuando se acepta que alguna categoría de acciones sean prohibidas<br />
se trata, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te, de aquellas que at<strong>en</strong>tan contra la vida de las personas.<br />
En no pocos casos, las personas reconoc<strong>en</strong> que el valor de la normativa<br />
suele adecuarse a las expectativas de qui<strong>en</strong>es la instituy<strong>en</strong>, sin que<br />
necesariam<strong>en</strong>te esto sea compartido por todos o que esté prohibi<strong>en</strong>do<br />
algo que <strong>en</strong> sí mismo sea considerado malo.<br />
Esta situación se asocia, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te, con las normas morales y las<br />
que at<strong>en</strong>tan contra la id<strong>en</strong>tidad sexual de las personas, como por ejemplo<br />
las restricciones hacia la homosexualidad y la población homosexual, o<br />
cuando lo que se ve afectado son las propias acciones de los sujetos.<br />
Las cosas son malas porque la g<strong>en</strong>te prohíbe. O muchas veces también porque la<br />
cosa es mala (...) Por ejemplo, si te prohíbo a vos tomar v<strong>en</strong><strong>en</strong>o, es porque obviam<strong>en</strong>te<br />
te va a matar. Pero muchas veces <strong>en</strong> nuestro caso, está mal el andar con<br />
otro hombre porque las personas lo v<strong>en</strong> mal. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, hombre/<br />
transgénero, 16 años, Microc<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
…yo creo que se prohíb<strong>en</strong> porque son malas, <strong>en</strong> algunos casos (…) Una cosa<br />
mala que se prohíbe es la violación, el robo y todo eso (…) Eso para mí es, desde<br />
mi punto de vista, es malo, muy malo (…) Pero lo que nosotros hacemos, no (…)<br />
No veo mal porque es mi medio de vida. Y es algo que... ehh… nadie me va a v<strong>en</strong>ir<br />
solapar mis gastos. Entonces para mí, desde mi punto de vista, está bi<strong>en</strong>. Yo<br />
vivo y lo vivo bi<strong>en</strong> (Intermediaria, transgénero, 22 años, Microc<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
… pero me refiero a la homosexualidad. Esa es una de las cosas que no son malas<br />
y las prohíb<strong>en</strong> cachai. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, varón, 17 años. Plaza de Armas,<br />
Santiago).<br />
La aplicación del ord<strong>en</strong> jurídico es cuestionada por algunos de los actores<br />
consultados, qui<strong>en</strong>es recalcan que, por lo g<strong>en</strong>eral, sólo sirve para imponer<br />
la voluntad de los sectores sociales con mayor poder. Lo jurídico es considerado<br />
aquí como algo al servicio del poder, las normas serían formuladas<br />
a la medida de los intereses particulares de las personas y sectores<br />
que las promuev<strong>en</strong> y las formulan.<br />
Con ello, aún si las personas aceptan someterse a los mandatos de la<br />
ley, no lo hac<strong>en</strong> porque consider<strong>en</strong> sus disposiciones justas o bu<strong>en</strong>as <strong>en</strong><br />
sí mismas, sino porque se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> una situación de desv<strong>en</strong>taja que<br />
no les ofrece otras opciones.<br />
La indagación sobre los motivos por los cuales las personas<br />
involucradas <strong>en</strong> circuitos de ESC respetan las normas <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral dió<br />
como resultado que una parte importante de ellas manifiesta hacerlo por<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 129
temor a sus consecu<strong>en</strong>cias. Los sujetos, a la hora de actuar, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta los efectos negativos que podría conllevar la trasgresión de las<br />
pautas de conducta aceptadas como válidas por la comunidad y sancionadas<br />
legalm<strong>en</strong>te por las instituciones. Lo que claram<strong>en</strong>te prima es la actuación<br />
individual y, consecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, que la persona se vea afectada<br />
respecto de su <strong>en</strong>torno inmediato y de la posición que ocupa.<br />
… yo creo que no se le ti<strong>en</strong>e miedo a la autoridad, yo creo que se les ti<strong>en</strong>e miedo<br />
a los papás, a la familia, al vecindario, al qué dirán, pero no a la autoridad por ser<br />
autoridad. (Autoridad, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Antes de la ley, t<strong>en</strong>és que evitar las consecu<strong>en</strong>cias que van a v<strong>en</strong>ir <strong>en</strong> contra<br />
tuya (...) Y no me gustaría ir a la cárcel. Dejar abandonados a mis hijos. (Adulta<br />
<strong>en</strong> prostitución, 28 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
Lo que hace respetar las normas es más bi<strong>en</strong> el temor a la sanción que<br />
la compr<strong>en</strong>sión respecto del cont<strong>en</strong>ido de éstas. Es muy débil, por no decir<br />
inexist<strong>en</strong>te, la asociación <strong>en</strong>tre la norma y la idea del bi<strong>en</strong> que aquella<br />
protegería. Lo más próximo a la idea de bi<strong>en</strong> cont<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> la norma es la<br />
asociación <strong>en</strong>tre ord<strong>en</strong> normativo y ord<strong>en</strong> social. Esto resulta particularm<strong>en</strong>te<br />
interesante respecto de la ESC, puesto que el respetar por temor<br />
desplaza a la idea de respetar porque se compr<strong>en</strong>de el cont<strong>en</strong>ido que lleva<br />
a la prohibición. Las personas pued<strong>en</strong> llegar a saber qué se prohíbe<br />
pero no alcanzan a compr<strong>en</strong>der porqué esto está si<strong>en</strong>do prohibido. La<br />
norma es asociada a ‘lo que no está bi<strong>en</strong>’ o a lo que es considerado como<br />
‘algo malo’, sin embargo, no se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran refer<strong>en</strong>cias ni reflexiones sufici<strong>en</strong>tes<br />
que permitan afirmar que los sujetos <strong>en</strong>trevistados compr<strong>en</strong>d<strong>en</strong><br />
aquello que la ley int<strong>en</strong>ta proteger.<br />
En consecu<strong>en</strong>cia, se registra <strong>en</strong> todos los países una minusvaloración<br />
de la norma y la idea de que no existe un valor intrínseco asociado a ella.<br />
La consideración g<strong>en</strong>eral establece que las normas <strong>en</strong> sí mismas no son<br />
nada y aquello que proteg<strong>en</strong> no es tampoco nada especial.<br />
Cabe señalar que otro sector no m<strong>en</strong>or de las poblaciones consultadas<br />
<strong>en</strong> los cuatro países sosti<strong>en</strong>e que las normas deb<strong>en</strong> cumplirse porque de<br />
este modo se asegura una conviv<strong>en</strong>cia pacífica. Este discurso se basa <strong>en</strong><br />
la idea de que la conviv<strong>en</strong>cia social, para que sea <strong>en</strong> b<strong>en</strong>eficio de toda la<br />
comunidad, ha de contar con un marco normativo que regule la conducta<br />
de los individuos.<br />
130<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Conocimi<strong>en</strong>to.<br />
Como era de esperar, son las autoridades las que manejan un saber<br />
más informado sobre la normativa y la ESC <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral. El discurso del<br />
resto de los actores conti<strong>en</strong>e nociones muy primarias y poco precisas<br />
de todo lo que se considera ilegal, si<strong>en</strong>do la ESC uno de estos aspectos.<br />
Existe un s<strong>en</strong>tido común que reconoce que el sexo pagado con<br />
personas m<strong>en</strong>ores de edad es un acto violatorio al sistema normativo<br />
moral y legal y puede llevar no sólo a un rechazo social sino también a<br />
una sanción p<strong>en</strong>al.<br />
Este mismo s<strong>en</strong>tido común significa la actividad de comercio sexual<br />
<strong>en</strong> la que los y las adolesc<strong>en</strong>tes están insertos como un medio para ganar<br />
dinero dada la realidad concreta de la pobreza y de la falta de programas<br />
sociales para subsanarla. Esto mismo se repite <strong>en</strong> el discurso de<br />
los que participan como intermediarios, qui<strong>en</strong>es sitúan sus acciones <strong>en</strong><br />
el marco de la subsist<strong>en</strong>cia, amparados <strong>en</strong> argum<strong>en</strong>tar que no hac<strong>en</strong><br />
daño a nadie dada la voluntariedad que caracterizaría la participación<br />
de los actores directam<strong>en</strong>te involucrados <strong>en</strong> la ESC. Los y las adolesc<strong>en</strong>tes<br />
<strong>en</strong> situación de ESC son, de este modo, vistos como responsables y<br />
no como víctimas.<br />
Se observa, a través de los discursos de los sujetos <strong>en</strong>trevistados, que<br />
la valoración g<strong>en</strong>eral de la ESC como una práctica que no es ‘bu<strong>en</strong>a’ ni<br />
moralm<strong>en</strong>te aceptable se ve perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>sionada por la consideración<br />
de que los adolesc<strong>en</strong>tes necesitan subsistir, de que se trata de<br />
una práctica voluntaria y de que ‘la irrefr<strong>en</strong>able’ necesidad de los sujetos<br />
varones por saciar sus deseos sexuales la vuelve inevitable.<br />
Sería hipócrita si diría que me hac<strong>en</strong> un daño o no, porque recibimos bi<strong>en</strong> dinero,<br />
al m<strong>en</strong>os que te pegu<strong>en</strong>. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC. 17 años, Cusco).<br />
Los m<strong>en</strong>ores de edad allí, son los que se prestan para esto, <strong>en</strong>tonces el cli<strong>en</strong>te va y<br />
ya pues, eso v<strong>en</strong>dría a ser también una violación y <strong>en</strong>tonces ellas se expon<strong>en</strong> a<br />
esto. (Adulto <strong>en</strong> prostitución, Travesti, 23 años, Cusco).<br />
Si es jov<strong>en</strong>cito, por ejemplo, si yo v<strong>en</strong>do éste que t<strong>en</strong>go ahora de diecisiete años,<br />
jamás voy a arriesgarme a comprometerme, porque es un delito el negocio de<br />
m<strong>en</strong>ores de edad, ¿verdad Y bu<strong>en</strong>o, <strong>en</strong>tonces no me comprometo. Pero es por la<br />
responsabilidad de cada uno. Entonces yo les digo a cada uno: «Es por su propia<br />
responsabilidad» y, si ellos me dic<strong>en</strong> que sí, <strong>en</strong>tonces yo no t<strong>en</strong>go problema. Pero<br />
nadie puede decir que yo le forcé, ni que le <strong>en</strong>señé esto. (Intermediario, hombre<br />
transgénero, 25 años, Zona de shoppings, Ciudad del Este).<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 131
Conocimi<strong>en</strong>to y valoración de las normas por parte de los consumidores<br />
Cuando a los consumidores se les interpela por la exist<strong>en</strong>cia de normas<br />
jurídicas y por el cont<strong>en</strong>ido de lo que éstas prohíb<strong>en</strong>, ellos manifiestan<br />
una posición ambigua. Por un lado reconoc<strong>en</strong> un campo de aspectos que<br />
dañan al cuerpo social y que por lo tanto deb<strong>en</strong> ser regulados y, de ser<br />
necesario, prohibidos, como es el caso de la protección a la vida de las<br />
personas o a la propiedad privada.<br />
(…)Creo que no se debe matar, no se debe robar y eso (Consumidor, 30 años,<br />
Cusco).<br />
Están mal luego las cosas. Como el cigarrillo, que no está prohibido, pero te hace<br />
mal. Hay cosas que están mal. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 23 años, Zona de<br />
casillas, Ciudad del Este).<br />
(...) hay cosas malas, pero las cosas más malas son las que se prohíb<strong>en</strong>... ¿Por qué<br />
Porque <strong>en</strong> primer lugar hay que educar a las personas hacerle saber qué es lo que<br />
es malo. Lo que m<strong>en</strong>os se hace es educar. Se prohíbe sin saber porqué se prohíbe.<br />
Es muy s<strong>en</strong>cillo... Si vos educás a una persona, y sabés que eso está mal, la persona<br />
no lo va a hacer (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de ómnibus,<br />
Asunción).<br />
Pero, por otro lado, ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a relativizar el papel de la norma y de la prohibición,<br />
fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te porque no consideran que la ley pueda establecer<br />
un manto uniforme que id<strong>en</strong>tifique a todas las personas, y porque<br />
separan las normativas sociales amparadas <strong>en</strong> la moral colectiva de las<br />
consideraciones y posiciones individuales.<br />
En relación con las normas morales eso dep<strong>en</strong>de de cada persona, existe una moral<br />
social y esa moral dice que es horrible, pero también existe una moral individual<br />
y esa es distinta porque va a dep<strong>en</strong>der directam<strong>en</strong>te de la persona, si le gusta<br />
este tema no va a t<strong>en</strong>er mayores prejuicios y si no, lo va a <strong>en</strong>contrar malo.<br />
(Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 58 años, Plaza Victoria, Valparaíso).<br />
De acuerdo al discurso de los consumidores, las personas buscan lo prohibido<br />
porque esto les reportaría nuevas experi<strong>en</strong>cias; de esta manera, y<br />
bajo una posición funcional a sus intereses, concib<strong>en</strong> al ser humano como<br />
un <strong>en</strong>te <strong>en</strong> búsqueda constante y natural de nuevos placeres. Y es esta<br />
búsqueda la que los lleva a <strong>en</strong>salzar la trasgresión de las prohibiciones<br />
132<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
cuando se trata de conquistar el placer individual y a argüir que la ley, <strong>en</strong><br />
este terr<strong>en</strong>o, no debiese t<strong>en</strong>er injer<strong>en</strong>cia alguna.<br />
Igual nomás, siempre lo prohibido es lo más excitante. (Consumidor ESC masculina,<br />
26 años, Zona de shoppings, Ciudad del Este).<br />
Las personas buscan hacer lo prohibido, no se, será ese bichito que t<strong>en</strong>emos ad<strong>en</strong>tro<br />
para hacer algo no. Es la curiosidad, el bichito que uno ti<strong>en</strong>e. ¿Por qué uno se<br />
mete a las drogas Por curiosidad pues. En la prostitución es lo mismo pues, la<br />
g<strong>en</strong>te, lo hombres buscan caletas a las chibolas, se averiguan por ahí. Mi<strong>en</strong>tras<br />
mas difícil sea <strong>en</strong>contrar eso, mas curiosidad van t<strong>en</strong>er. La g<strong>en</strong>te busca lo que esta<br />
prohibido, lo que más les llama la at<strong>en</strong>ción. (Consumidor ESC, 28 años, Lima).<br />
…se vuelv<strong>en</strong> malas porque se prohíb<strong>en</strong>, porque la prohibición amerita transigir.<br />
Por ejemplo el parque esta ll<strong>en</strong>o de letreritos que dic<strong>en</strong> no pisar, no botar, no <strong>en</strong>amorados,<br />
no niños, y tu dices cómo no sé! Si me voy a s<strong>en</strong>tir bi<strong>en</strong>, si voy con mi<br />
<strong>en</strong>amorada a un parque es un espacio y un parque sin <strong>en</strong>amorados no existe.<br />
(Consumidor ESC, 25 años, Cusco).<br />
En concordancia con su argum<strong>en</strong>tación respecto de las consecu<strong>en</strong>cias de<br />
las prohibiciones que establec<strong>en</strong> las normas, los consumidores cuestionan<br />
la proscripción del comercio sexual, aun cuando <strong>en</strong> esto se vean afectadas<br />
personas m<strong>en</strong>ores de edad. A su juicio, las disposiciones normativas,<br />
al vedar, lo único que logran es gatillar el deseo e increm<strong>en</strong>tar el interés<br />
por transgredir.<br />
… una sociedad sin chicas para salir fácil que ha habido y siempre va a haber, eso<br />
no se va a prohibir así sea una sociedad lo más legislada posible, igual va a seguir<br />
habi<strong>en</strong>do. Lo que sí seria bu<strong>en</strong>o es legalizar, <strong>en</strong> la práctica legalizarlo, como se ha<br />
hecho <strong>en</strong> otros países, me parece absurdo por ejemplo, que las prostitutas estén al<br />
marg<strong>en</strong>, porque al estar al marg<strong>en</strong> las somet<strong>en</strong> a condiciones de trabajo deplorables.<br />
(Consumidor ESC, 25 años, Cusco).<br />
La pornografía también. En el caso de la prostitución, es algo caleta, es algo que<br />
es novedad. Ahora que pongámoslo que la prostitución infantil sea algo de todos<br />
los días, ya la g<strong>en</strong>te ni se interesaría. Las cosas malas son las que se prohíb<strong>en</strong>.<br />
Nada más. ¿Como te digo Alguna vez ¿no te ha llamado la at<strong>en</strong>ción hacer algo<br />
malo o hacer una travesura que nunca te dejaron hacer Si la prostitución se legalizara,<br />
no habría prostitutas y seria algo normal pues. Si fuera prostitución de<br />
m<strong>en</strong>ores, habría m<strong>en</strong>os abusos, un mayor control de la parte sexual. (Consumidor<br />
ESC, 28 años, Lima).<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 133
Ahí sí son muy moralistas porque si dos personas se pon<strong>en</strong> de acuerdo, ¿<strong>en</strong>tonces<br />
por qué va a estar mal hecho Otra cosa es que uno obligue a otra persona o que,<br />
por ejemplo, cuando un jefe le dice a una secretaria que si no se lo da <strong>en</strong>tonces la<br />
echa, eso es también como una forma de pagar por sexo pero ahí sí se esta aprovechando<br />
porque la está chantajeando. En cambio cuando algui<strong>en</strong> se está ofreci<strong>en</strong>do<br />
<strong>en</strong> la calle es porque quiere y uno le paga lo que pide pues se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
dos personas que necesitan cosas distintas y ya. Nadie obliga ni chantajea a nadie<br />
(Consumidor ESC masculina, 31 años, La Alameda, Bogotá).<br />
Aún sobre toda relativización de la norma, lo que prima <strong>en</strong> los consumidores<br />
es un rasgo autoexhortativo: ellos no quier<strong>en</strong> dejar de hacer lo que<br />
hac<strong>en</strong>:<br />
… bu<strong>en</strong>o, t<strong>en</strong>go normas para otras cosas pero para eso no (…) esto es difer<strong>en</strong>te,<br />
t<strong>en</strong>drías que experim<strong>en</strong>tar esto para ver la gran difer<strong>en</strong>cia ya pues, mas bi<strong>en</strong> uno<br />
a veces se da sus escapadas a la moralidad. Yo sé que quizás puede estar mal,<br />
pero me gusta hacerlo y lo voy a seguir haci<strong>en</strong>do. (Consumidor ESC, 30 años,<br />
Cusco).<br />
Finalm<strong>en</strong>te, se puede apreciar que los consumidores conoc<strong>en</strong> de la exist<strong>en</strong>cia<br />
de las leyes y de las normas morales que buscan proteger bi<strong>en</strong>es<br />
inher<strong>en</strong>tes a la infancia, aunque minimic<strong>en</strong> su valor. En g<strong>en</strong>eral el conocimi<strong>en</strong>to<br />
de la normativa específica es muy difuso y, a juicio de los consumidores,<br />
el concepto de infancia y la población que se busca proteger no se<br />
ajustaría a los sujetos con lo que ellos se involucran, puesto que, como ya<br />
ha sido expuesto, <strong>en</strong> su imaginario y <strong>en</strong> el de otros actores sociales el intervalo<br />
<strong>en</strong>tre los 14 y 18 años no se acomoda al criterio de niñez, o, al m<strong>en</strong>os,<br />
es perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te desplazado de este lugar.<br />
No sé, con la que estuve que era m<strong>en</strong>or de edad era una niña chibola que t<strong>en</strong>ia 14<br />
años más o m<strong>en</strong>os, pero no parecía <strong>en</strong> nada. Tú la veías y le calculabas unos 22,<br />
23; que las chibolas ahora están más desarrolladas 14 o 13 años. (Consumidor<br />
ESC, 30 años, Cusco).<br />
Las justificaciones para no respetar las normas<br />
A través de los discursos de los consumidores <strong>en</strong>trevistados <strong>en</strong> el <strong>estudio</strong><br />
es posible id<strong>en</strong>tificar una serie razones que les permit<strong>en</strong> justificar el que<br />
no respet<strong>en</strong> las normas y aún más allá de esto, que les permit<strong>en</strong> explicar<br />
y excusar sus prácticas.<br />
134<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
D<strong>en</strong>tro de aquellas justificaciones que se reiteran <strong>en</strong> los cuatro países<br />
del <strong>estudio</strong>, una de las más recurr<strong>en</strong>tes es la pobreza y las p<strong>en</strong>urias por<br />
las que atraviesan los y las adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> ESC. Apelando a la situación<br />
de car<strong>en</strong>cia de éstos sus actos llegan a recubrirse de un s<strong>en</strong>tido b<strong>en</strong>évolo,<br />
como cuando el poderoso concede graciosam<strong>en</strong>te dádivas a los m<strong>en</strong>os<br />
favorecidos, reforzando la relación de desigualdad que le permite continuar<br />
oprimiéndolos.<br />
Es que <strong>en</strong>tre mis conocidos esto no se ve como una maldad, porque uno de cierta<br />
forma ayuda a la persona a la que contrata. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 38<br />
años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Y mirá, le está ayudando sobrepasando la ley, a pesar de la ley, le está dando.<br />
Mirá, estamos <strong>en</strong> una extrema situación de pobreza, nos estamos convirti<strong>en</strong>do <strong>en</strong><br />
un Haití. Yo quiero mostrarte <strong>en</strong> la Terminal, la g<strong>en</strong>te que vi<strong>en</strong>e de la campaña<br />
pasa hambre, se va a v<strong>en</strong>der hasta el alma por un plato de comida. Una vergü<strong>en</strong>za<br />
<strong>en</strong> un país tan rico que unos cuantos poderosos que… (...) No justifica la prostitución,<br />
pero la obliga. No puede pues justificar. (Intermediario, 48 años, Terminal<br />
de ómnibus, Asunción).<br />
Gana su plata, ahí no hay difer<strong>en</strong>cia porque se esta sacando el ancho y lo hace<br />
para llevar un pan a la mesa de su hogar, porque como te vuelvo a repetir no la<br />
van hacer gratis. (Consumidor ESC, 27 años, Lima).<br />
Esto por ejemplo, la práctica que t<strong>en</strong>go yo no la considero tan mala, al contrario,<br />
yo las ayudo a las chibolas, muchas estudian y ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que pagarse y ya pues, a veces<br />
no pued<strong>en</strong> trabajar <strong>en</strong> otras cosas porque si<strong>en</strong>do sinceros no ganan mucho,<br />
este trabajo si les permite t<strong>en</strong>er bu<strong>en</strong>a subv<strong>en</strong>ción por bastante tiempo (Consumidor<br />
ESC, 30 años, Cusco)<br />
De la justificación por la situación de pobreza se despr<strong>en</strong>de otro argum<strong>en</strong>to<br />
frecu<strong>en</strong>te, que es la voluntariedad. Al final, según los declaran los<br />
consumidores, lo que hac<strong>en</strong> las y los adolesc<strong>en</strong>tes, aún cuando sea por dinero,<br />
lo hac<strong>en</strong> porque quier<strong>en</strong>, puesto que no son obligados a nada.<br />
Además uno no obliga a nadie, cada uno hace lo que quiere. (Consumidor ESC<br />
fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Creo que lo más importante aquí es el hecho de que ellas recib<strong>en</strong> un dinero; no<br />
mal habido porque están haci<strong>en</strong>do un servicio, un plomero te arregla las cañerías,<br />
un cocinero te prepara algo, igual una prostituta pues, ti<strong>en</strong>e que darte sexo, o sea<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 135
te brinda un servicio y tu le estas pagando, salvo no le pagues, eso si seria difer<strong>en</strong>te.<br />
(Consumidor ESC, 30 años, Cusco).<br />
Otros de los argum<strong>en</strong>tos justificatorios expresados por los distintos consumidores<br />
son:<br />
• El bajo control que existe por parte de los mecanismos y ag<strong>en</strong>tes<br />
fiscalizadores.<br />
Acá no se controla la prostitución, porque directam<strong>en</strong>te sale <strong>en</strong> el diario<br />
que necesitan mujeres de tal edad para un trabajo específico. (Intermediario,<br />
hombre, 48 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
Pero siempre luego hay eso, o sea, muchas veces, hay reglas del <strong>en</strong>torno<br />
que están fuera de la ley, o sea solam<strong>en</strong>te se cumpl<strong>en</strong> las reglas, pero no<br />
se cumpl<strong>en</strong> las leyes… eso <strong>en</strong> todos los lugares existe (...) En el campo de<br />
la prostitución las leyes no se cumpl<strong>en</strong>. (...) Las leyes no se cumpl<strong>en</strong>. Por<br />
ejemplo, <strong>en</strong> una m<strong>en</strong>or no se cumple, <strong>en</strong> una adolesc<strong>en</strong>te que se está<br />
prostituy<strong>en</strong>do no se cumple la ley, la ley de protección… Aparte de la protección,<br />
la ley del cuidado y un montón de leyes de las niñas y de los niños<br />
que no se cumpl<strong>en</strong>, pero que al estar <strong>en</strong> un <strong>en</strong>torno de prostitución hay<br />
reglas que son códigos y sí se cumpl<strong>en</strong>. (Autoridad, Terminal de ómnibus,<br />
Asunción).<br />
• El consumo de bebidas alcohólicas. Al <strong>en</strong>contrarse <strong>en</strong> estado de<br />
ebriedad los consumidores relajarían sus conductas y serían más prop<strong>en</strong>sos<br />
a desarrollar comportami<strong>en</strong>tos fuera de la normatividad. Esto<br />
es también corroborado por las y los adolesc<strong>en</strong>tes, qui<strong>en</strong>es <strong>en</strong> sus <strong>en</strong>trevistas<br />
afirman que los «cli<strong>en</strong>tes están borrachos y se aprovechan»,<br />
idea que de alguna manera justifica la agresividad hacia ellos.<br />
Ese es el problema de la cuestión. Cuando uno está tomado ya empieza a cal<strong>en</strong>tarse<br />
y no le interesa… y gasta lo que… [Risas]. (Intermediario, 48 años, Terminal<br />
de ómnibus, Asunción).<br />
Las oportunidades que se pres<strong>en</strong>tan son aducidas por algunos consumidores<br />
como el motivo que los hace actuar, sin que necesariam<strong>en</strong>te lo hayan<br />
premeditado antes. Según este argum<strong>en</strong>to, ante la inesperada posibilidad<br />
de pagar a una persona de m<strong>en</strong>or edad para t<strong>en</strong>er relaciones sexuales,<br />
actuarían de modo irreflexivo at<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do únicam<strong>en</strong>te lo que le dictan<br />
sus impulsos fr<strong>en</strong>te a lo inmediato.<br />
136<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Lo habilitan las circunstancias nomás, pero no es porque… A veces no se hace<br />
por placer, ni por necesidad, se hace por las circunstancias nomás (Consumidor<br />
ESC fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
Muchos de los <strong>en</strong>trevistados <strong>en</strong>fatizaron la falta de credibilidad <strong>en</strong> instituciones,<br />
y sobre todo <strong>en</strong> autoridades y ag<strong>en</strong>tes del Estado que debieran seguir<br />
conductas modelos, aparece como elem<strong>en</strong>to justificatorio <strong>en</strong>tre los consumidores<br />
consultados al mom<strong>en</strong>to de referir a las acciones que realizan.<br />
(…) tú te das cu<strong>en</strong>ta de tanto político, directivo, autoridades corruptas así no estén<br />
<strong>en</strong> prostitución ni sexo con chibolas, pero rateros, asesinos de lo peor; y eso es<br />
lo que nos dirig<strong>en</strong> (…) yo conozco g<strong>en</strong>te muy importante que esta metido <strong>en</strong> esto<br />
(…). (Consumidores ESC, 25 y 30 años, Cusco).<br />
Aparec<strong>en</strong> recurr<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te refer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> las que los consumidores justifican<br />
sus prácticas por un impulso que no pued<strong>en</strong> controlar y que es d<strong>en</strong>ominado<br />
como un vicio.<br />
Consumidor: Aunque a veces sí si<strong>en</strong>to que es como una <strong>en</strong>fermedad, un vicio, una<br />
obsesión. Eso de andar uno buscando pollos por ahí. A veces me si<strong>en</strong>to mal pero<br />
las ganas me pued<strong>en</strong>. Como que sé que es mejor t<strong>en</strong>er uno su pareja, que lo consi<strong>en</strong>tan<br />
y todo, pero hay como ese lado oscuro que uno ti<strong>en</strong>e (…)<br />
Entrevistador/a: ¿Cómo es eso del lado oscuro<br />
C: Como algo que lo empuja a uno a hacer cosas por puro impulso sabi<strong>en</strong>do que<br />
después se va a s<strong>en</strong>tir mal. (Consumidor de ESC masculina, 38 años, C<strong>en</strong>tro Comercial,<br />
Bogotá).<br />
Conci<strong>en</strong>cia del daño causado<br />
Si bi<strong>en</strong> los consumidores ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a posicionarse favorablem<strong>en</strong>te fr<strong>en</strong>te a<br />
la ESC y levantan argum<strong>en</strong>tos justificatorios para def<strong>en</strong>der o int<strong>en</strong>cionar<br />
que se compr<strong>en</strong>dan sus prácticas, al explorar la conci<strong>en</strong>cia que pudieran<br />
t<strong>en</strong>er del daño pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la ESC las significaciones elaboradas al respecto<br />
son muy complejas.<br />
Una primera aproximación parece indicar que no hay noción de daño,<br />
puesto que los consumidores significan sus prácticas, como se observó antes,<br />
a partir del recurso justificatorio de la situación de car<strong>en</strong>cia y pobreza<br />
de los y las adolesc<strong>en</strong>tes. Esto los lleva a repres<strong>en</strong>tarse, <strong>en</strong> lo casos extremos,<br />
como sujetos más bi<strong>en</strong> g<strong>en</strong>erosos, que respond<strong>en</strong> fr<strong>en</strong>te a la necesi-<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 137
dad de los adolesc<strong>en</strong>tes. En algunos casos m<strong>en</strong>os extremos, desplazan el<br />
daño equiparando condiciones: su búsqueda de placer con la necesidad<br />
económica de los y las adolesc<strong>en</strong>tes, lo que, según ellos, sitúa la ESC<br />
como una actividad <strong>en</strong> la que se obti<strong>en</strong><strong>en</strong> b<strong>en</strong>eficios mutuos.<br />
(…) se le hace un favor (...) Le estás pagando y le estás dando diversión otra vez<br />
(...) Yo pi<strong>en</strong>so así, si o si va a disfrutar y va a cobrar otra vez (...) Va salir con la guita,<br />
va irse a tomar, a disfrutar, va a disfrutar de la plata y de la cama. ¿Qué más<br />
querés (Consumidor ESC masculina, 26 años, Zona de shoppings, Ciudad del<br />
Este).<br />
Yo creo que no les hago ningún daño, por el contrario, yo creo que más ti<strong>en</strong><strong>en</strong> b<strong>en</strong>eficios,<br />
porque ganan bastante dinero y eso les permito estar bi<strong>en</strong> (Consumidor<br />
ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Daño, no, ninguno. B<strong>en</strong>eficios claro, el b<strong>en</strong>eficio económico, que es bastante <strong>en</strong> el<br />
caso de los niños que yo conozco. (Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 58<br />
años, Plaza Victoria, Valparaíso).<br />
(...) vos muchas veces t<strong>en</strong>és que solucionarle un problema, con ese que le estás<br />
dando (...) Y el problema económico que estamos vivi<strong>en</strong>do es solucionarle. No<br />
sabés si ya comió, si no está comi<strong>en</strong>do dos días. (Intermediario, 48 años, Terminal<br />
de ómnibus, Asunción).<br />
Un b<strong>en</strong>eficio, una ayuda es. Para ella. Porque por necesidad está ahí, para mí que<br />
es así, y por necesidad está ahí, y es una ayuda. Yo no digo que es una cosa de<br />
mal. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, hombre, 23 años, Zona de casillas, Ciudad<br />
del Este).<br />
Más allá de lo chocante que puedan resultar estos discursos, convi<strong>en</strong>e det<strong>en</strong>erse<br />
<strong>en</strong> el significado que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> para los consumidores. En este s<strong>en</strong>tido,<br />
no existirían para ellos consecu<strong>en</strong>cias dañinas que se les puedan atribuir,<br />
ya que, al actuar con un marg<strong>en</strong> de libertad, las y los adolesc<strong>en</strong>tes<br />
deb<strong>en</strong> hacerse responsables de sus actos.<br />
A ellas les convi<strong>en</strong>e, es un laburo, un trabajo que t<strong>en</strong>és que rápido (Intermediario,<br />
48 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
Les gusta. Le gusta ganar plata fácil, «fácil es para nosotros» te dic<strong>en</strong>. Así uno se<br />
va a hacer… Tas tas, y ya está, a la hora le paga. Como diez, quince minutos y ya<br />
le da ya su plata. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 23 años, Zona de casillas, Ciudad<br />
del Este).<br />
138<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Cuando los consumidores comi<strong>en</strong>zan a avizorar posibles daños ocasionados<br />
a los adolesc<strong>en</strong>tes es cuando imaginan que ‘están contribuy<strong>en</strong>do a<br />
que apr<strong>en</strong>dan a ganarse el dinero fácil’, si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> que colaboran a ‘falsear la<br />
realidad de los adolesc<strong>en</strong>tes’.<br />
(…) creo que ese es el daño, que por placer se acostumbr<strong>en</strong> a las cosas fáciles. Si<br />
te das cu<strong>en</strong>ta no es fácil, al contrario, cada cosa se consigue con mucho sacrificio,<br />
y a veces esa chibolas se acostumbran a eso, al dinero fácil, y tal vez después van<br />
a ser mant<strong>en</strong>idas, o buscan algui<strong>en</strong> que les cumpla con todo su caprichito. (Consumidor<br />
ESC, 30 años, Cusco).<br />
Lo que sí logran visualizar como dañino es la condición de forzami<strong>en</strong>to al<br />
acto sexual. Paradójicam<strong>en</strong>te, esto mismo les permite levantar una estrategia<br />
retórica de minimización del daño que infring<strong>en</strong> porque apelan a la<br />
participación voluntaria de las personas de m<strong>en</strong>or edad.<br />
No, eso no me gusta, obligar a una persona a t<strong>en</strong>er sexo, no. Si esto se trata de<br />
que todos lo pasan bi<strong>en</strong>, no de que una sufra. La difer<strong>en</strong>cia es que algui<strong>en</strong> obligado<br />
sufre, no quiere hacerlo, <strong>en</strong> cambio al que le pagan lo hace porque quiere y<br />
también porque le gusta y no sufre porque lo hace por una opción personal.<br />
(Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 58 años, Plaza Victoria, Valparaíso).<br />
…conoc<strong>en</strong> este ambi<strong>en</strong>te desde chicos y nadie los obligó a nada, ellos quisieron.<br />
(Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
En los raros casos de consumidores <strong>en</strong>trevistados que consideran que sí<br />
provocan daño a las y los adolesc<strong>en</strong>tes, esto ti<strong>en</strong>de, nuevam<strong>en</strong>te, a ser minimizado<br />
por la <strong>en</strong>trega de dinero.<br />
Algún daño, no sé la verdad. Les interrumpe el crecimi<strong>en</strong>to pues por captar billete.<br />
El b<strong>en</strong>eficio es que les pago por su cuerpo. Sabes que quizás les hagas daño, pero<br />
hay veces que no te interesa, cuando tú quieres estar con ella y no te interesa si su<br />
(…). (Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 27 años, Lima).<br />
También pued<strong>en</strong> hallarse indicios de que los consumidores pued<strong>en</strong> estar<br />
actuando con conci<strong>en</strong>cia del daño que provocan. Aunque escasos, estos<br />
testimonios aparec<strong>en</strong> de modo indirecto, cuando se les pregunta por el<br />
daño que a ellos mismos les pueda causar la ESC, y manifiestan que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
que dicha práctica los expone a ciertos riesgos como el contagio<br />
de alguna <strong>en</strong>fermedad de transmisión sexual, o cuando señalan que<br />
nunca podrían hacer lo que los y las adolesc<strong>en</strong>tes hac<strong>en</strong>.<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 139
Entrevistador/a: (…) Y si usted por ejemplo, <strong>en</strong> algún mom<strong>en</strong>to tuviera que pararse<br />
aquí como ellos, a esperar algún cli<strong>en</strong>te, ¿cuánto cobraría (…)<br />
Consumidor: No, yo no sería capaz, hermano.<br />
E: ¿No sería capaz<br />
C: Es que imagínate vos, pues, que le… y todo, y uno: «Ay, gas, qué pereza». Y<br />
uno ahí, no. No, yo no sería capaz. Yo no sería capaz. Pues qué tan raro, ¿no<br />
Porque uno con un pelado de esos, sí. Lo desviste uno y ya, ¿no (Consumidor<br />
ESC, Bogotá).<br />
No, quizás por lo que gasto el dinero y no llegue todo a casa, pero por lo demás<br />
no me hago daño, o porque me pueda contagiar de algo también, pero no, no<br />
creo porque ellas se cuidan, sab<strong>en</strong> cuidarse. (Consumidor ESC, 30 años, Cusco).<br />
Otros indicios de esto vi<strong>en</strong><strong>en</strong> dados por los y las adolesc<strong>en</strong>tes, qui<strong>en</strong>es<br />
señalan que los consumidores han reconocido que si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> culpa o remordimi<strong>en</strong>to,<br />
pero sólo aquellos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> hijas/hijos de la misma edad que<br />
los/las adolesc<strong>en</strong>tes sexualm<strong>en</strong>te explotados. Sin embargo, según señalan,<br />
dichos remordimi<strong>en</strong>tos aparec<strong>en</strong> después del acto sexual y no constituy<strong>en</strong>do<br />
algún impedim<strong>en</strong>to para sus prácticas.<br />
En el mom<strong>en</strong>to no dic<strong>en</strong> nada, pero cuando ya acabó todo ya comi<strong>en</strong>zan a hablar,<br />
pucha podría ser mi hijo. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, Travesti, 15 años, Lima).<br />
Desde la posición de las y los adolesc<strong>en</strong>tes, las valoraciones respecto del<br />
daño que los consumidores les causan son diverg<strong>en</strong>tes. Algunos ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a<br />
invisibilizar la responsabilidad del consumidor, esgrimi<strong>en</strong>do la misma lógica<br />
del b<strong>en</strong>eficio mutuo utilizada por ellos.<br />
Seria hipócrita si diría que me hac<strong>en</strong> un daño o no, porque recibimos bi<strong>en</strong><br />
dinero, al m<strong>en</strong>os que te pegu<strong>en</strong>. No creo que nos hagan daño (Adolesc<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> ESC, 17 años, Cusco).<br />
Otros, reconoc<strong>en</strong> cierto nivel de daño que es relativizado por el dinero<br />
que la ESC les reporta, argum<strong>en</strong>to que coincide con el que utilizan los<br />
consumidores.<br />
La v<strong>en</strong>taja es que ganás mucho más dinero que otras personas al instante y la<br />
desv<strong>en</strong>taja es que hay personas que cuando te conoc<strong>en</strong> te d<strong>en</strong>igran ya, porque<br />
vos v<strong>en</strong>dés tu cuerpo: ‘que lo que vos valés tanto, si por un cincu<strong>en</strong>ta mil yo ya te<br />
t<strong>en</strong>go’ te dic<strong>en</strong> así. Esa es la gran desv<strong>en</strong>taja, que te discriminan mucho. (Adolesc<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> ESC, hombre/transgénero, 16 años, Microc<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
140<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Me b<strong>en</strong>eficia <strong>en</strong> lo económico, pero te daña así <strong>en</strong> tu autoestima (...) De rep<strong>en</strong>te,<br />
yo no me si<strong>en</strong>to bi<strong>en</strong>, no me si<strong>en</strong>to nada, porque estoy <strong>en</strong>tregando mi cuerpo así<br />
como si nada, como si mi cuerpo fuera cualquier cosa. Pero me b<strong>en</strong>eficia económicam<strong>en</strong>te.<br />
(Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, hombre/transgénero, 16 años, Microc<strong>en</strong>tro,<br />
Asunción).<br />
Para otros adolesc<strong>en</strong>tes, los consumidores no podrían ver el daño que provocan<br />
porque sólo se ocupan de satisfacer sus deseos y los v<strong>en</strong> a ellos<br />
como un instrum<strong>en</strong>to para lograr esto.<br />
… los gallos no se fijan na’ <strong>en</strong> tí. A los gallos lo único que les importa es t<strong>en</strong>er sexo<br />
y que me pagu<strong>en</strong> y nada más, <strong>en</strong> eso no más se fijan. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, varón,<br />
17 años. Plaza Victoria, Valparaíso).<br />
Ellos nunca van a p<strong>en</strong>sar que te hac<strong>en</strong> daño, sino que van a ver como un b<strong>en</strong>eficio,<br />
para que tú t<strong>en</strong>gas dinero y puedas hacer lo que quieras con él. O sea daños<br />
pa’ ellos no hay. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, varón, 17 años. Juegos, Valparaíso).<br />
La vinculación <strong>en</strong>tre las normas y el dinero<br />
Es evid<strong>en</strong>te que el dinero está <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro de la ESC y opera como el símbolo<br />
del despliegue del poderío que los consumidores ejerc<strong>en</strong>, por esto,<br />
resulta relevante analizar la vinculación <strong>en</strong>tre el dinero y el cumplimi<strong>en</strong>to<br />
de los marcos normativos, así como el alcance que puede llegar a t<strong>en</strong>er<br />
<strong>en</strong> la minusvaloración o <strong>en</strong> la trasgresión de las normas.<br />
Las fronteras y límites normados para la utilización del dinero se han<br />
ido desdibujando, y ello se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra muy pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el horizonte subjetivo<br />
del consumidor. Esto es muy significativo para el <strong>estudio</strong> de la demanda<br />
<strong>en</strong> la ESC, pues provoca que para los consumidores la condición<br />
humana pase a ser, finalm<strong>en</strong>te, lo que el dinero determine, puesto que<br />
casi todo ti<strong>en</strong>e precio.<br />
Una de las características de la ESC es que <strong>en</strong> este tipo de prácticas no<br />
existe normatividad alguna <strong>en</strong> el uso del dinero; para los consumidores, es<br />
la clave de acceso a la realización de todos sus deseos y al mismo tiempo<br />
el medio que los vuelve sujetos de poder.<br />
Mi<strong>en</strong>tras lo t<strong>en</strong>gas (dinero) mejor pues, de alguna manera ver que no este vacía la<br />
billetera, o sea no hay una norma. Como te digo, hay dinero y compras lo que<br />
quieres, te falta dinero, tratas de negociarlo. (Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina,<br />
28 años, Lima).<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 141
(...) todo se compra. Lo que sea, para el dinero no hay imposible (…) Lo que sea<br />
vas a poder comprar. (...) Solo la plata, la plata es la que manda ahora. (Consumidor<br />
ESC fem<strong>en</strong>ina, 23 años, Zona de casillas, Ciudad del Este).<br />
Según los consumidores <strong>en</strong>trevistados, qui<strong>en</strong> posee el dinero adquiere<br />
una condición de privilegio muy superior fr<strong>en</strong>te a otros, y particularm<strong>en</strong>te<br />
fr<strong>en</strong>te a qui<strong>en</strong>es están <strong>en</strong> situación de car<strong>en</strong>cia. El dinero es lo que los<br />
empodera y los habilita para imponer su voluntad prácticam<strong>en</strong>te sin<br />
condicionami<strong>en</strong>tos.<br />
Dinero… importante, es algo para cualquier cosa, para pasar bi<strong>en</strong>, muy necesario.<br />
El dinero hace bailar al mono (...) cada uno por más… ti<strong>en</strong>e su precio (...) Cada<br />
uno ti<strong>en</strong>e su precio, cualquier persona, lo que no quier<strong>en</strong> hacer mandás hacer, con<br />
el dinero ti<strong>en</strong>e un gran poder <strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido (...) Podés lograr muchas cosas. (Consumidor<br />
ESC masculina, 26 años, Zona de shoppings, Ciudad del Este).<br />
La justificación recurr<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los consumidores, de que b<strong>en</strong>efician a las<br />
personas m<strong>en</strong>ores de edad mi<strong>en</strong>tras les pagu<strong>en</strong> bi<strong>en</strong>, ti<strong>en</strong>e su fundam<strong>en</strong>to<br />
<strong>en</strong> la convicción de que aquello con lo que pagan retribuye justam<strong>en</strong>te<br />
por lo que se pide. En su lógica, le proporcionan a otro un bi<strong>en</strong> que no<br />
ti<strong>en</strong>e y que además se trata de un bi<strong>en</strong> altam<strong>en</strong>te valorado <strong>en</strong> la sociedad<br />
de mercado.<br />
Sin embargo, esta transacción, que a juicio de los consumidores es absolutam<strong>en</strong>te<br />
justa y b<strong>en</strong>eficiosa para las partes, ti<strong>en</strong>e otros alcances que<br />
permit<strong>en</strong> reconocer, una vez más, que los consumidores sab<strong>en</strong>, a pesar de<br />
sus discursos, que algo huele mal <strong>en</strong> lo que hac<strong>en</strong>. Ellos acced<strong>en</strong>, a través<br />
del pago significado como dadivoso y justo, a la ex<strong>en</strong>ción de responsabilidad<br />
legal y moral. Su pago es también pago de impunidad.<br />
En realidad yo no sé donde la g<strong>en</strong>te ve lo malo de todo esto, parece que no <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong><br />
que uno paga y paga muy bi<strong>en</strong>. (…) porque cuando uno paga existe m<strong>en</strong>os<br />
riesgo que después a uno lo vayan a d<strong>en</strong>unciar, igual está la posibilidad pero<br />
es m<strong>en</strong>or. Además cuando uno paga puede hacer lo que quiera y no se involucran<br />
s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos. (…) también me di cu<strong>en</strong>ta que yo no estoy obligando a nadie, les<br />
estoy pagando y ellos lo hac<strong>en</strong> por opción propia y eso no ti<strong>en</strong>e nada que ver<br />
conmigo. (Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 58 años, Plaza Victoria,<br />
Valparaíso).<br />
Fr<strong>en</strong>te a la relación con el dinero aparece un aspecto racional y complejo:<br />
hay que cuidarse <strong>en</strong> no gastar de más, lo que indica que para el pago de<br />
la ESC hay ciertos límites.<br />
142<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
… hay que saberlo llevarlo y aprovecharlo bi<strong>en</strong>, lo que Díos le da a uno, si se pone<br />
a gastar, queda pato, al otro día ti<strong>en</strong>e que andar pidi<strong>en</strong>do, hay que cuidarlo no<br />
más. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 47 años, El Bosque, Santiago).<br />
Así como el dinero sitúa al consumidor <strong>en</strong> una posición superior, puede<br />
también dejarlo <strong>en</strong> la posición contraria, por lo que <strong>en</strong> la ESC el único límite<br />
que el dinero parece t<strong>en</strong>er es el temor de dejar de t<strong>en</strong>erlo.<br />
El discurso tan pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la ESC de que casi todo ti<strong>en</strong>e precio pierde<br />
fuerza <strong>en</strong> otros territorios de la vida de los consumidores. Estos serían<br />
aquellos que movilizan la propia exist<strong>en</strong>cia y donde poco puede hacer el<br />
dinero fr<strong>en</strong>te a los s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos, los afectos, el amor o los sueños. Estas dim<strong>en</strong>siones,<br />
que serán expuestas <strong>en</strong> la sección sigui<strong>en</strong>te, constituy<strong>en</strong> límites<br />
<strong>en</strong> donde el dinero, según los propios consumidores, pierde toda efectividad<br />
y valor.<br />
El S<strong>en</strong>tido de la exist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> las vidas de los consumidores<br />
Aquello que el dinero no puede pagar es lo que los consumidores ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong><br />
a ubicar como el s<strong>en</strong>tido de la exist<strong>en</strong>cia; estos son, <strong>en</strong> lo fundam<strong>en</strong>tal, los<br />
vínculos afectivos y emocionales. Aun cuando al mom<strong>en</strong>to de definir es<br />
evid<strong>en</strong>te la heterog<strong>en</strong>eidad de puntos de vista, d<strong>en</strong>tro de los vínculos<br />
id<strong>en</strong>tificados destacan la conformación y preservación de la familia, cuando<br />
la hay, la relación con los hijos y, si no existe, el establecimi<strong>en</strong>to de una<br />
relación de pareja basada <strong>en</strong> el amor.<br />
Solo después de la definición de estos vínculos aparece la búsqueda<br />
de placeres y goces asociados a la sexualidad y a la ESC.<br />
En el discurso de la mayoría de los consumidores estudiados se aprecia<br />
una mirada más bi<strong>en</strong> conservadora y conv<strong>en</strong>cional respecto del s<strong>en</strong>tido<br />
de la vida, que parece responder a lo que el s<strong>en</strong>tido común indica debe<br />
ser la vida y no a una mirada autoreflexiva de si. El s<strong>en</strong>tido de la vida está<br />
repres<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> el amor de las relaciones afectivas más típicas, especialm<strong>en</strong>te<br />
las de pareja y la familiares. Se t<strong>en</strong>gan o no, el amor por la pareja,<br />
la familia y los hijos aparec<strong>en</strong> como aspectos sustantivos por lo que vale<br />
la p<strong>en</strong>a vivir la vida. En este s<strong>en</strong>tido, se construy<strong>en</strong> como el imaginario<br />
por el que se organizan los actos de la vida.<br />
Para mí la vida... la vida quiere decir que te vas... no es farrear ni nada por el estilo.<br />
Para nosotros la vida, t<strong>en</strong>emos que ir a la iglesia que esto y aquello. Eso es la vida.<br />
[…] A veces no me voy, pero eso es la vida. Algunos dic<strong>en</strong> que la vida es (…) con<br />
mujeres que esto y aquello. Eso no es vida para nosotros, aquello que es de arriba<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 143
lo que es la vida para nosotros. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 23 años, Zona de<br />
casillas, Ciudad del Este).<br />
No se, t<strong>en</strong>er cosas nuevas, vivir cosas nuevas. ¿El amor, si te quiere [algui<strong>en</strong>] a ti<br />
bi<strong>en</strong>, si te quiere otra persona, chévere. El amor es un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to bacán que se<br />
puede s<strong>en</strong>tir por una persona, es s<strong>en</strong>tir amor. (Consumidor ESC, 28 años, Lima).<br />
(…) el sueño de cada uno es <strong>en</strong>contrar a una persona que comparta contigo tus<br />
mismos ideales, ideas, eso es lo que yo busco y que el sexo sea un complem<strong>en</strong>to<br />
nomás. Después sexo por sexo... Pero siempre hay el tipo que quiere <strong>en</strong>contrar una<br />
pareja estable, cosa que es muy difícil. (Consumidor ESC masculina, 26 años,<br />
Zona de shoppings, Ciudad del Este).<br />
La familia, asociada al s<strong>en</strong>tido de la vida, es el espacio <strong>en</strong> el que se deposita<br />
la expectativa de consecución de felicidad y estabilidad. Ocupan un<br />
lugar particular los hijos, que para los consumidores que son padres son el<br />
eje más importante de sus vidas.<br />
La vida para mí... El significado que ti<strong>en</strong>e la vida es t<strong>en</strong>er una familia constituida<br />
d<strong>en</strong>tro de lo que vos podés, y tratar de ser feliz con lo poquitito que te brinda la<br />
vida. No ser ambicioso... T<strong>en</strong>er ambición, pero no ser ambicioso (...) yo me baso <strong>en</strong><br />
lo que yo si<strong>en</strong>to acá ad<strong>en</strong>tro, <strong>en</strong> mi corazón, es lo que yo hago. (Consumidor ESC,<br />
hombre, 50 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
La familia para mí es lo más importante y después el trabajo, porque si no fuera<br />
por el trabajo yo no podría pagar todas las cosas que me gustan. (Consumidor<br />
ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
Yo soy una persona que manejo el dinero y primero está mi familia; segundo, mis<br />
compromisos; tercero está el sexo. O sea me gusta… No voy a dejar que pas<strong>en</strong><br />
hambre mis hijos para irme a farrear, eso después, primero lo primero (…) No, las<br />
cosas importantes <strong>en</strong> mi vida son mis hijos, mi señora cumple una parte importante<br />
<strong>en</strong> mi vida, pero no es del todo fijate vos, lo lam<strong>en</strong>to y lo digo, pero no es del<br />
todo, nunca me ll<strong>en</strong>ó sexualm<strong>en</strong>te como yo quería mi señora, <strong>en</strong>tonces es como<br />
un poco que está de lado. Mis hijos sí, mis hijos son la luz de mis ojos, y yo antes<br />
de irme a gastar un veinte, treinta, prefiero darle a mi hijo que se compre una remera,<br />
un pulóver, lo que sea. (Consumidor ESC, 50 años, Terminal de ómnibus,<br />
Asunción).<br />
El vivir vinculado a prácticas ESC es visto como am<strong>en</strong>aza para la exist<strong>en</strong>cia<br />
propia sólo cuando estas prácticas pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> riesgo la vida familiar y la<br />
relación con los hijos.<br />
144<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Lo único que fui demasiado loco <strong>en</strong> mi vida y no formar un futuro para mis hijos.<br />
Viví mucho la vida, a mí no me v<strong>en</strong>gan a decir lo que es la vida porque yo la viví.<br />
(Consumidor ESC, 50 años, Terminal de ómnibus, Asunción).<br />
Exist<strong>en</strong> casos de consumidores para los que no hay s<strong>en</strong>tido alguno de la<br />
vida <strong>en</strong> términos vinculares. Toda definición de s<strong>en</strong>tido está puesta <strong>en</strong><br />
ellos mismos, <strong>en</strong> su libertad y <strong>en</strong> las nuevas experi<strong>en</strong>cias gratificantes a<br />
las que puedan acceder. Expresan así un s<strong>en</strong>tido hedonista de la vida,<br />
donde el goce y el disfrute personal son los que defin<strong>en</strong> su exist<strong>en</strong>cia. Vivir<br />
bi<strong>en</strong>, según lo que les guste y sin ocuparse de nada más.<br />
T<strong>en</strong>er libertad, estar como a vos te gusta, ir y v<strong>en</strong>ir cuando vos querés…, o sea que<br />
para mí es t<strong>en</strong>er libertad. (Consumidor ESC, Zona de casillas, Ciudad del Este).<br />
El s<strong>en</strong>tido que ti<strong>en</strong>e mi vida <strong>en</strong> este minuto, es vivir y vivir bi<strong>en</strong>, hacer las cosas<br />
que a mí me gustan y estar tranquilo. Para mí <strong>en</strong> estos mom<strong>en</strong>tos no ti<strong>en</strong>e que<br />
ver porque no t<strong>en</strong>go pareja, ni hijos, ningún familiar o persona cercana para poder<br />
s<strong>en</strong>tir amor. (Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 58 años, Plaza Victoria,<br />
Valparaíso).<br />
Es posible señalar que la ESC es una práctica que no ocupa ni define el<br />
s<strong>en</strong>tido de la vida de los consumidores; aparece degradada fr<strong>en</strong>te al territorio<br />
de los afectos y del establecimi<strong>en</strong>to de vínculos. En este s<strong>en</strong>tido, la<br />
demanda por pagar sexo con personas de edad es importante para satisfacer<br />
necesidades específicas y fugaces, pero no para la vida <strong>en</strong> sí; por lo<br />
que, <strong>en</strong> la escala de valores de los consumidores, ti<strong>en</strong>e un nivel secundario<br />
y es claram<strong>en</strong>te racionalizada como una acción que debe quedar fuera de<br />
sus esferas familiares y afectivas.<br />
5.4. ELEMENTOS ANALÍTICOS SOBRE LA PSICOLOGÍA DE LOS<br />
CONSUMIDORES<br />
Tipos de vínculos establecidos por los consumidores<br />
En relación a los tipos de vínculos que establec<strong>en</strong> los consumidores se observa<br />
que éstos asum<strong>en</strong> tres características: asimétricos, degradados y<br />
escindidos.<br />
Asimétrico<br />
El vínculo asimétrico <strong>en</strong> la ESC se construye subjetivam<strong>en</strong>te a partir de la<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 145
dinámica que plantea la supuesta experi<strong>en</strong>cia de la persona mayor fr<strong>en</strong>te<br />
a la inexperi<strong>en</strong>cia de la otra parte. Uno de los actores (adulto) es qui<strong>en</strong><br />
posee la experi<strong>en</strong>cia necesaria para <strong>en</strong>señar todo lo que debe saber al<br />
otro actor (adolesc<strong>en</strong>te). La <strong>en</strong>señanza se establece de manera jerárquica;<br />
es decir, el consumidor se si<strong>en</strong>te el guía, por lo que el adolesc<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>drá<br />
que seguir sus indicaciones a cabalidad.<br />
La asimetría del vínculo de ESC se ve reforzada porque se reproduce la<br />
jerarquía cultural que existe <strong>en</strong>tre adultos y personas m<strong>en</strong>ores de edad, a<br />
esto se agrega el poder adquisitivo, que sitúa <strong>en</strong> relación de inequidad a<br />
las partes.<br />
La asimetría es también un resultado de la necesidad de buscar medios<br />
seguros para exaltar la virilidad y de asegurar condiciones que garantic<strong>en</strong><br />
la satisfacción sexual sin las am<strong>en</strong>azas subjetivas que implica el<br />
trato con un igual.<br />
Me dijeron, si tu quieres tirar ti<strong>en</strong>es que buscarte a chicas para que te hagan el<br />
servicio. Me com<strong>en</strong>zaron a <strong>en</strong>señar, pero me decían no lo hagas con viejas hazlo<br />
con chiquillas, porque las chibolas son mas tranquilas, además porque nadie te<br />
iba a parar bola así nomás, ya pues les dije. De ahí me empezaron a gustar las<br />
m<strong>en</strong>ores de edad, no les daba importancia a las mayores. (Consumidor ESC, 27<br />
años, Lima).<br />
Escindido<br />
Cuando se establece una clara frontera <strong>en</strong>tre un mundo cotidiano, cercano<br />
y otro que queda fuera pero <strong>en</strong> el que también se busca establecer relaciones,<br />
se habla de un vínculo escindido, pues se afirma de modo fehaci<strong>en</strong>te<br />
la difer<strong>en</strong>cia que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong>tre ese mundo cotidiano y el del<br />
consumo de ESC.<br />
Yo prefiero hacer las cosas muy separadas, el sexo con chibolas es sólo eso y mi<br />
familia es aparte… siempre ha sido así (Consumidor ESC, 30 años, Cusco).<br />
…<strong>en</strong> casa yo soy otra persona, igual con mi <strong>en</strong>amorada normal; pero cuando voy<br />
ya son cosas así clandestinas no hay relación absolutam<strong>en</strong>te (Consumidor ESC,<br />
25 años, Cusco).<br />
… con mi señora sí, po, es otra cosa, amor con ella, aquí no, po, pasajera no más,<br />
nada más po, si te he visto no me acuerdo. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 47 años,<br />
El Bosque, Santiago).<br />
146<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Por otro lado, el consumidor ve sus propios actos de modo escindido<br />
cuando separa lo que llama su necesidad biológica (de deseo sexual) de<br />
una dim<strong>en</strong>sión racional y reflexiva; este mecanismo dificulta que tome<br />
conci<strong>en</strong>cia de daño o desarrolle nociones de responsabilidad sobre sus<br />
actos. En este s<strong>en</strong>tido, se compr<strong>en</strong>de que el consumidor subjetivam<strong>en</strong>te<br />
interprete que no comete un delito, porque para él su acción es la consecu<strong>en</strong>cia<br />
de un impulso natural des<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>ado por la exist<strong>en</strong>cia de adolesc<strong>en</strong>tes<br />
qui<strong>en</strong>es <strong>en</strong> ‘libre elección’ lo induc<strong>en</strong> a este comportami<strong>en</strong>to; finalm<strong>en</strong>te<br />
la aus<strong>en</strong>cia del uso de fuerza y el marco de la transacción comercial<br />
completan su discurso.<br />
Degradado<br />
Esta característica se observa cuando los consumidores refier<strong>en</strong> a los y las<br />
adolesc<strong>en</strong>tes de manera degradante; puede percibirse que ante sus ojos<br />
no son merecedores de igual respeto. En su interpretación, las personas<br />
adolesc<strong>en</strong>tes que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> ESC son personas indignas, cuya actividad<br />
las coloca <strong>en</strong> un status inferior al resto de las personas. Refier<strong>en</strong> a<br />
ellos desde un l<strong>en</strong>guaje conmiserativo, pret<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que su situación<br />
responde a contextos de necesidad por lo que hay que s<strong>en</strong>tir<br />
p<strong>en</strong>a. Esta forma de degradación ‘piadosa’, constituye además un marco<br />
de aceptabilidad para su accionar, apoyado <strong>en</strong> la repres<strong>en</strong>tación del acto<br />
caritativo.<br />
Además una prostituta pi<strong>en</strong>so, es una chica mala que te hace cosas bu<strong>en</strong>as. Es<br />
una cualquiera que se mete con bastantes patas, ahora que hace cosas bu<strong>en</strong>as, te<br />
hace sexo… la pose que quieras, o a veces que te <strong>en</strong>seña pues, y todo lo demás.<br />
Hay m<strong>en</strong>ores de edad ranqueadas, o sea que ya ti<strong>en</strong><strong>en</strong> tiempo <strong>en</strong> este oficio. Si<br />
salgo y si se pres<strong>en</strong>ta la oportunidad con la chibola, ya bacán (Consumidor ESC<br />
fem<strong>en</strong>ina y masculina, 28 años, Lima).<br />
Los y las adolesc<strong>en</strong>tes suel<strong>en</strong> ser señalados como personas que se han<br />
perdido, que han «caído bajo».<br />
(...) son explotadas ellas mismas, se explotan y se maltratan y se golpean, porque<br />
no son personas… Como diría, no es que viv<strong>en</strong> la vida para ganársela, sacrificarse<br />
para llevarse dinero. Ellas mismas se… es como un masoquismo. Ellas mismas se<br />
golpean, se acuestan con éste, se acuestan con éste y se pon<strong>en</strong> <strong>en</strong> pedo. Es como<br />
si buscaran un poquito matar todo esto (...) (Consumidor ESC, Terminal de Ómnibus,<br />
Asunción).<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 147
Las relaciones establecidas por los consumidores <strong>en</strong> el marco de la ESC<br />
son colocadas a nivel discursivo <strong>en</strong> un plano difer<strong>en</strong>te de las que se manti<strong>en</strong>e<br />
con otras personas y <strong>en</strong> otros contextos. Algunas de las difer<strong>en</strong>cias<br />
observadas son las sigui<strong>en</strong>tes:<br />
No se espera nada del vínculo: son relaciones ocasionales, es decir, no<br />
hay interés de perman<strong>en</strong>cia; no existe ni se pret<strong>en</strong>de compromiso. Como<br />
lo único que se invierte <strong>en</strong> el vínculo es el dinero, son relaciones que no<br />
exig<strong>en</strong> un particular esfuerzo <strong>en</strong> cuanto a su construcción, que no requier<strong>en</strong><br />
de mayor inversión emocional. No es necesario siquiera poner <strong>en</strong> juego<br />
el respeto hacia la otra persona, la búsqueda de su satisfacción o la reciprocidad,<br />
tanto <strong>en</strong> términos afectivos como sexuales.<br />
Y a mi novia es otra cosa, solam<strong>en</strong>te hablo con ella, después empecé así a tocarle,<br />
a besarle, ya ahí empieza, sin nada de pagar, ni nada. Y con la otra es otra<br />
cosa, como te dije, «tanto te pago» y le (…), esa es la difer<strong>en</strong>cia. Y después es<br />
todo lo mismo (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 23 años, Zona de Casillas, Ciudad<br />
del Este).<br />
Yo con los m<strong>en</strong>ores trato de t<strong>en</strong>er la m<strong>en</strong>or relación posible y yo no t<strong>en</strong>go familia,<br />
soy un hombre solo, solo, pero me gusta mi soledad, no dep<strong>en</strong>do de nadie y nadie<br />
dep<strong>en</strong>de de mí. (Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 58 años, Plaza Victoria,<br />
Valparaíso).<br />
Id<strong>en</strong>tidad g<strong>en</strong>érica de los consumidores<br />
Si bi<strong>en</strong> existe una amplia variabilidad de id<strong>en</strong>tificaciones g<strong>en</strong>éricas y<br />
sexuales, todos los hombres contactados por este <strong>estudio</strong> han construido<br />
su id<strong>en</strong>tidad g<strong>en</strong>érica nuclear <strong>en</strong> función al modelo masculino tradicional,<br />
aún cuando su elección de objeto pueda buscar prácticas homosexuales<br />
o bisexuales.<br />
«Soy heterosexual. Me define el que me gustan las mujeres. Ser hombre son dos<br />
cosas: el biológico y el cultural; por ejemplo t<strong>en</strong>go las actitudes con las cuales me<br />
ha moldeado la sociedad, ponte la forma de hablar con las chicas, la forma de mirarlas;<br />
son cosas que he adquirido. Bu<strong>en</strong>o y biológicam<strong>en</strong>te los órganos masculinos»<br />
(Consumidor ESC, 25 años, Cusco).<br />
El ser hombre, como te dije anteriorm<strong>en</strong>te, es el que manti<strong>en</strong>e una familia (...)<br />
cada responsabilidad que se echa <strong>en</strong>cima la sabe sobrellevar, eso es ser hombre<br />
(Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de Ómnibus, Asunción).<br />
148<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
Casi la totalidad de los consumidores se reconoc<strong>en</strong> al interior de una id<strong>en</strong>tidad<br />
g<strong>en</strong>érica masculina que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ligada a la satisfacción de los<br />
modelos sociales y culturales propios de la dominación de género.<br />
En el discurso, la masculinidad es fuertem<strong>en</strong>te relacionada con un conjunto<br />
de prácticas sexuales estereotipadas respecto de lo que «el hombre»<br />
desea y disfruta. Sin embargo, al explorar la id<strong>en</strong>tidad g<strong>en</strong>érica del<br />
lado de los y las adolesc<strong>en</strong>tes, el espectro se amplía.<br />
Para los y las adolesc<strong>en</strong>tes, la id<strong>en</strong>tificación g<strong>en</strong>érica de los consumidores<br />
se puede definir a partir del objeto buscado por estos y <strong>en</strong> correspond<strong>en</strong>cia<br />
con ciertos caracteres tales como la apari<strong>en</strong>cia, los gestos, el modo<br />
de hablar, las actitudes, la vestim<strong>en</strong>ta, <strong>en</strong>tre otros.<br />
(…) te das cu<strong>en</strong>ta si son homosexuales (…) te pid<strong>en</strong> que les toques (…) pues, te<br />
das cu<strong>en</strong>ta por su manera de hablar (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, varón, 17 años.<br />
Cusco).<br />
… por la forma de caminar, por la forma de mirar, o sea, un hombre nunca te va a<br />
mirar a los ojos fijam<strong>en</strong>te, (…) pero <strong>en</strong> cambio una persona gay te va a mirar<br />
como a los ojos, como que sé, te mira y sé, una sonrisa, la forma de caminar, la<br />
forma de vestirse, hasta el perfume nos id<strong>en</strong>tifica, la música que escucha (Adolesc<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> ESC, varón, 17 años, Juegos, Valparaíso).<br />
A veces lo hace por curiosidad, cómo se ve a una persona desnuda, cómo se comporta,<br />
cómo es un travesti <strong>en</strong> la cama, tu <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tras casos, a veces el cli<strong>en</strong>te no es<br />
varón, le gusta ponerse su ropa. Por ejemplo hay cli<strong>en</strong>tes que supuestam<strong>en</strong>te son<br />
hombres. A veces se desnudan ellos, me desnudo yo, ahí comi<strong>en</strong>za ya todo, ahí supuestam<strong>en</strong>te<br />
ya no es varón, ya llega a ser una travesti más. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />
ESC, Travesti, 17 años, Lima).<br />
Como los discursos de la dominación masculina han establecido como<br />
norma a la heterosexualidad, cualquier otra id<strong>en</strong>tificación corre el riesgo<br />
de exponerse al rechazo y la sanción social. Esto da pie a la estructuración<br />
de los marcos duales de comportami<strong>en</strong>to sexual <strong>en</strong> los que social y públicam<strong>en</strong>te<br />
se establec<strong>en</strong> relaciones ‘legítimas’ –heterosexuales– y se buscan<br />
espacios que permitan experim<strong>en</strong>tar otros modos y prácticas sexuales.<br />
El objeto de deseo de los consumidores<br />
Corresponde aquí precisar qué es lo que conforma el objeto de deseo de<br />
los consumidores. Algunos aspectos c<strong>en</strong>trales ya han sido examinados <strong>en</strong><br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 149
algunas de las partes de este <strong>estudio</strong>, sin embargo, las exponemos aquí<br />
<strong>en</strong> su conjunto para una mejor id<strong>en</strong>tificación.<br />
De acuerdo a los consumidores <strong>en</strong>trevistados, el objeto de su deseo<br />
puede ser caracterizado a través de:<br />
• La conquista de la virginidad: la dominación masculina ha levantado la<br />
virginidad como un acto de colonización del hombre a través del cual<br />
no sólo domina, sino que afirma su id<strong>en</strong>tidad de tal. La fantasía de ser<br />
el primer hombre lleva a buscar el pagar por alcanzar esto.<br />
Entrevistador/a: ¿Y si una chica es virg<strong>en</strong>, vos le pagarías por t<strong>en</strong>er sexo<br />
con ella<br />
Consumidor: Ahora es difícil, pero si <strong>en</strong>contrás si, voy a hacer, le voy a pagar para<br />
quitarle su virginidad. Vale la p<strong>en</strong>a (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 23 años, Zona<br />
de Casillas, Ciudad del Este).<br />
• La corporeidad <strong>en</strong> su manifestación física: delgadez, ojos, musculatura,<br />
tonicidad de la piel, pechos pequeños.<br />
Uno busca la belleza <strong>en</strong> la mujer. La mujer que esté bi<strong>en</strong> tonificada. Con bu<strong>en</strong><br />
cuerpo. Porque como le digo. Es mujer muy preservada. Pero uno las ti<strong>en</strong>e y después<br />
como que pierde la gracia, ¿sí me <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 37<br />
años, San Diego, Medellín).<br />
Porque veo carne, ti<strong>en</strong>e que ser delgada, flaca, que se vea que sus (…), que sea<br />
una niña bonita. (Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 28 años, Lima).<br />
• La corporeidad <strong>en</strong> su dim<strong>en</strong>sión simbólica. Más allá de la edad, se asocia<br />
con determinados atributos deseados e idealizados: fragilidad, pudor,<br />
inexperi<strong>en</strong>cia, docilidad y complac<strong>en</strong>cia.<br />
… lo que más me gusta es que se note que son niños por su cuerpo no por su<br />
edad, porque hay niñas que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> 12 pero parec<strong>en</strong> de 20, esas no me gustan. Me<br />
gusta que bi<strong>en</strong> delgados y de piel clara, pero sin duda yo pi<strong>en</strong>so que lo que mas se<br />
valora es la fragilidad. (Consumidor ESC masculina y fem<strong>en</strong>ina, 58 años, Plaza<br />
Victoria, Valparaíso).<br />
Y <strong>en</strong> este mom<strong>en</strong>to, de mi prefer<strong>en</strong>cia, para mí ocupan el primer lugar las chicas<br />
m<strong>en</strong>ores. No por la experi<strong>en</strong>cia, sino por la juv<strong>en</strong>tud nada más (Consumidor ESC<br />
fem<strong>en</strong>ina, 50 años, Terminal de Ómnibus, Asunción).<br />
• Aún cuando la elección de objeto está definida por la condición de<br />
150<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
m<strong>en</strong>or de edad, <strong>en</strong> algunos casos de acceso a adolesc<strong>en</strong>tes hombres<br />
el objeto del deseo se sitúa <strong>en</strong> los rasgos específicam<strong>en</strong>te masculinos.<br />
Lo que más les gusta son los lindos; y la gran mayoría, la (...) Lo que más le gusta<br />
de la personalidad es que sea amable, así todo complaci<strong>en</strong>te y obviam<strong>en</strong>te le gusta<br />
los lindos cuerpos (...) Obviam<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>és que ser lo más chongo posible. O sea<br />
no t<strong>en</strong>és que t<strong>en</strong>er luego gestos. Yo luego t<strong>en</strong>go muchos gestos, pero de noche yo<br />
no hago. Y aparte t<strong>en</strong>és que t<strong>en</strong>er una voz bi<strong>en</strong> masculina. Aunque hay cli<strong>en</strong>tes<br />
que les gusta luego que seas así loquita (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, hombre/<br />
transgénero, 16 años, Microc<strong>en</strong>tro, Asunción).<br />
Como ya ha sido expuesto y fundam<strong>en</strong>tado, los y las adolesc<strong>en</strong>tes son<br />
puestos <strong>en</strong> la condición de objeto de deseo porque son significados<br />
como seres dóciles, vulnerables y por <strong>en</strong>de dominables. Sus cuerpos son<br />
el objeto de deseo de los consumidores porque son territorios que, por un<br />
precio asequible, pued<strong>en</strong> subyugar y doblegar.<br />
Características del deseo sexual de los consumidores<br />
Complem<strong>en</strong>taria con la id<strong>en</strong>tificación del objeto del deseo de los consumidores<br />
es la exploración sobre cómo viv<strong>en</strong>cian su deseo y cuál es su int<strong>en</strong>sidad.<br />
Es posible señalar que una de las características c<strong>en</strong>trales del<br />
deseo de los consumidores es su imperiosidad, que parece ser resultado<br />
de su asociación con la idea de necesidad biológica.<br />
La s<strong>en</strong>sación de la falta y descomp<strong>en</strong>sación de una necesidad biológica<br />
le añade un factor de aceleración al impulso de satisfacción de esa falta,<br />
que lleva a los consumidores a interpretar lo que si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> como algo<br />
que escapa a su voluntad.<br />
Visto así, la urg<strong>en</strong>cia sigue al desborde irrefr<strong>en</strong>able, por lo que se infiere<br />
que el deseo es experim<strong>en</strong>tado con una alta int<strong>en</strong>sidad.<br />
Porque es una cosa que uno se deja llevar, a veces yo decía «no lo voy a hacer<br />
más», pero después se olvida y uno vuelve a lo mismo y corre estos riesgos no<br />
más. (Consumidor ESC, fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
(…) el sexo, porque es algo que mi<strong>en</strong>tras más uno va probando quiere hacer otras<br />
cosas y es difícil dejar de p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> eso. (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza<br />
de Armas, Santiago).<br />
Otra de las características del deseo de los consumidores que es posible<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 151
id<strong>en</strong>tificar es la prescind<strong>en</strong>cia del otro <strong>en</strong> la gratificación, puesto que la<br />
búsqueda de placer no considera al o la compañera sexual. Esto lo manifiestan<br />
los y las adolesc<strong>en</strong>tes:<br />
Entrevistador/a: ¿Qué opinas de los cli<strong>en</strong>tes<br />
Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC: A mí ellos no me importan uno ya sabe qué es lo buscan y<br />
por eso vi<strong>en</strong><strong>en</strong> a que les dé una lo que otras no le han dado, así rapidito y sin tanta<br />
alharaca. Desde que pagu<strong>en</strong> todo está bi<strong>en</strong>. (Adolesc<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ESC, mujer, 16<br />
años. La Alameda, Bogotá).<br />
La experi<strong>en</strong>cia irrefr<strong>en</strong>able del deseo los llevaría incluso a desplegar estrategias<br />
de autocontrol para limitar otras opciones de rápida satisfacción.<br />
(…) uno prefiere pagar porque así no se obliga a nadie y es mucho m<strong>en</strong>os peligroso.<br />
(Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina, 38 años, Plaza de Armas, Santiago).<br />
La alternativa de pago surge como una opción rápida y ‘más segura’.<br />
(...) estás muy cali<strong>en</strong>te, verdad, y para <strong>en</strong>friarte, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>déa... No te vas a ir al baño a<br />
(…), vas a pagar únicam<strong>en</strong>te, vas a pagar únicam<strong>en</strong>te (Consumidor ESC fem<strong>en</strong>ina,<br />
19 años, Zona de Casillas, Ciudad del Este).<br />
Aún cuando desde la mirada de los consumidores la gratificación que<br />
ofrec<strong>en</strong> los adolesc<strong>en</strong>tees es una alternativa inmediata a ese deseo irrefr<strong>en</strong>able,<br />
el recurso al pago evita que se acceda al despliegue de la seducción<br />
para la conquista de una persona, o, aún más, <strong>en</strong> caso de acceder al<br />
pago con personas adultas los expone a la ev<strong>en</strong>tualidad de verse evaluados<br />
o rechazados.<br />
Dinero y relaciones personales<br />
Lo primero que destaca respecto a la viv<strong>en</strong>cia del dineros es que <strong>en</strong> el<br />
sexo pagado sólo existe la resolución mecánica de una necesidad del<br />
cuerpo y que no supone afectos de por medio.<br />
La relación instrum<strong>en</strong>tal que se daría <strong>en</strong> las relaciones pagadas se ve<br />
acompañada también por un compon<strong>en</strong>te de transitoriedad de los vínculos.<br />
Como ha sido expuesto <strong>en</strong> otras secciones, las relaciones no pagadas,<br />
que son significadas como sustantivas para los consumidores, y donde<br />
puede existir amor, cariño, reciprocidad (familia, amigos, pareja), son perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
opuestas a las relaciones pagadas.<br />
152<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
El vínculo pago aparece como un recurso donde los consumidores<br />
pued<strong>en</strong> satisfacer no sólo lo que les es negado <strong>en</strong> materia sexual, sino<br />
que aquello que ni siquiera logran verbalizar respecto de sus prefer<strong>en</strong>cias<br />
sexuales.<br />
Como fue señalado más arriba, los consumidores, mediante el pago, se<br />
evitan el mostrarse y relacionarse, al parecer no sólo por temor a la sanción<br />
social o por saber que transitan <strong>en</strong> la frontera del abuso, que es <strong>en</strong><br />
parte lo que la ley cautela cuando prohíbe, sino que es posible inferir que<br />
se evitan el t<strong>en</strong>er que verbalizarse, el t<strong>en</strong>er que desplegar recursos de intercambio<br />
social y vincular que les permitan interactuar con sus pares<br />
adultos como iguales, con todo el esfuerzo y desgaste que ello puede suponer.<br />
A la inversa, es posible inferir que el perman<strong>en</strong>te recurso al pago,<br />
particularm<strong>en</strong>te con personas m<strong>en</strong>ores de edad, supone una suerte de<br />
economía psíquica que les exige cada vez m<strong>en</strong>os esfuerzo, aún cuando<br />
les posibilita superar cada vez más sus propios límites.<br />
Análisis de los factores que incid<strong>en</strong> <strong>en</strong> la constitución de la demanda <strong>en</strong> la ESC 153
154<br />
OIT-IPEC Colección Estudios - Teji<strong>en</strong>do Redes contra la Explotación de Niños, Niñas y Adolesc<strong>en</strong>tes
6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES<br />
En esta sección se pres<strong>en</strong>tan las recom<strong>en</strong>daciones elaboradas por los<br />
cuatro países participantes del <strong>estudio</strong> a partir de las principales conclusiones<br />
que se han despr<strong>en</strong>dido de él, y cuya síntesis se expone con la int<strong>en</strong>ción<br />
de que sirvan de sust<strong>en</strong>to a las recom<strong>en</strong>daciones propuestas.<br />
Las recom<strong>en</strong>daciones son pres<strong>en</strong>tadas bajo dos grandes distinciones:<br />
<strong>en</strong>tre los factores que ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> directa o indirectam<strong>en</strong>te facilitar la ocurr<strong>en</strong>cia<br />
de la ESC y su demanda y aquellos que la obstruy<strong>en</strong>, dificultando<br />
su ocurr<strong>en</strong>cia y difusión.<br />
Factores facilitadores de la ESC y su demanda<br />
De acuerdo a lo observado <strong>en</strong> este <strong>estudio</strong>, algunos de los factores que<br />
contribuy<strong>en</strong> a facilitar la ocurr<strong>en</strong>cia de las prácticas de ESC ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que<br />
ver con:<br />
La legitimidad que conlleva el pago hecho por los consumidores. Lo<br />
que está <strong>en</strong> juego <strong>en</strong> la ESC es el deseo sexual de un adulto y la necesidad<br />
económica de una persona m<strong>en</strong>or de edad, de modo que el refer<strong>en</strong>te<br />
c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> la estructuración de esta forma de explotación es la capacidad<br />
de un ag<strong>en</strong>te de <strong>en</strong>tregar dinero y la necesidad del otro de recibirlo.<br />
Se recomi<strong>en</strong>da:<br />