TRADUCCIONES BIBLICAS EN AMERICA LATINA El Pan de la ...

TRADUCCIONES BIBLICAS EN AMERICA LATINA
El Pan de la Palabra al Pueblo
Presentación
La reflexión sobre un tema de esta naturaleza debe plantearse en
el contexto amplio de la vida eclesial en América Latina. Encontramos en esta
realidad, una gran novedad eclesial, en los últimos decenios: el reencontrarse de
los pobres con la Palabra de Dios. Nadie sabe explicar bien cómo ha sucedido
este fenómeno: de improviso, de la década de los sesenta en adelante, el interés
del pueblo -particularmente entre los pobres- por la Biblia ha crecido como nunca
antes en la historia de América Latina.
La Biblia está comenzando a ser usada para todo: oraciones, cursos, ejercicios,
retiros, reuniones, encuentros, celebraciones de varios géneros, catequesis, teatro,
música, relatos; además, en ocasiones múltiples de la vida del pueblo, como
procesiones, manifestaciones de solidaridad, fiestas, etc. ¡El pueblo de las
comunidades ha aprendido a usar la Biblia para todo! Los pobres saben combinar
la Palabra de Dios con todos los asuntos de su vida. Han descubierto que el
objetivo principal de la lectura de la Biblia no es interpretar la Biblia misma, sino
más bien interpretar la vida con la luz que viene de la Biblia.
Los pobres buscan tanto la Biblia, porque encuentran en ella, no sólo un ‘sentido’
captado con la razón, sino una fuerza, una consolación, un ‘sentido’ captado con
el corazón. Así se explica que hayan sido vendidos millones de ejemplares en
pocos años en toda la América Latina. Lo que era misterioso o sencillamente
inaccesible, patrimonio para una elite, ha comenzado a formar parte de la vida
cotidiana de los pobres. Curiosamente, para algunos regímenes militares (en
Guatemala, Brasil, Nicaragua), la Biblia era un instrumento temido, que les
causaba miedo. Los militares llegaron a asesinar campesinos, en sus aldeas, sólo
porque tenían la Biblia en su casa.
En este esfuerzo de interpretar la Biblia, para encontrar luz en el discernimiento de la
vida, el sujeto no es sólo el exegeta, sino toda la comunidad. Se trata de una
actividad comunitaria en la que todos participan, cada uno a su modo y según su
capacidad.
Nunca habíamos asistido, en toda la historia humana, a tantas innovaciones y de
proporciones tan vastas, como en este tránsito de milenio. Pero al mismo tiempo,
¡jamás habíamos sido testigos de tanto caos y tanta degradación, de tanta

explotación y represión, tanta pobreza, miseria y muerte! ¿Qué haremos para leer
e interpretar estos signos de los tiempos
De todos estos fenómenos ha surgido esta sed de iluminación. Por eso, la búsqueda
en la Biblia. He aquí la raíz de este movimiento de interpretación bíblica, del cual
las traducciones son una parte importante, ya que “traducir es interpretar,
trasponer de una estructura lingüística a otra” 1 . En las traducciones bíblicas para
uso de los fieles se debe tener cuidado de que la instancia artística no pese
demasiado, ni tampoco la sumisión excesiva a la gramática, ni un literalismo
mecánico que puede resultar excesivo y perjudicial.
El gran esfuerzo que se ha hecho en este movimiento bíblico latinoamericano ha
sido con el objetivo de acercar la Palabra de Dios al pueblo. Dios nos habla en la
Biblia, para entablar una comunicación con nosotros. Desgraciadamente, con
frecuencia ha sucedido que nos sumergimos en las frases que Dios ha
pronunciado en la Biblia. Preocupados con las palabras de Dios, acabamos
olvidando al mismo Dios. No llegamos a hablar con El. Creemos que nos basta
con descubrir el sentido de las palabras, y relegamos a Dios al margen de nuestra
vida. Las frases nos parecen más importantes que la persona que las pronuncia.
Dios nos habla precisamente para entablar una comunicación con nosotros. Pero esa
conversación que El quiere entablar con nosotros no tiene que ver con palabras
difíciles, sino con la vida. De ahí la importancia de una traducción apropiada, que
ayude a abrir el sentido de las palabras de la Biblia, a descubrir al Amigo que nos
busca, que intenta comunicarse con nosotros; una luz que ilumine el rostro de
Aquel que nos habla.
Es papel de los traductores es ayudarnos a ver que la Biblia es Palabra de Dios que
se encarna en el lenguaje de los hombres con lo que implica de inexactitudes,
formas de expresión, errores, géneros literarios, etc. Por eso, al interpretarla se
deben tener en cuenta los criterios utilizados para conocer la palabra humana, sin
perder de vista que su objetivo es revelar a Dios, presente hoy en su pueblo.
El trabajo realizado en América Latina, en el campo catequético-pastoral, en relación
con la Biblia, es ingente: catecismos, cursos, programas diversos,... De frente a
este vasto panorama, me concentraré exclusivamente en las traducciones del
texto de la Sagrada Escritura, y de éstas, me detendré sólo en las principales,
aunque otras quizá menos difundidas serán también mencionadas. De antemano
1 L. ALONSO SCHÖKEL, S.J., Hermenéutica Bíblica I, 175.
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me disculpo por no enumerar otras, que sin duda se difunden y ayudan a
promover la evangelización en los diversos países de América Latina. Las que
aquí presento, además de que son muy conocidas, me parece que pueden servir
de paradigma en el que cristalizan estos esfuerzos que intentan acercar la Palabra
de Dios al pueblo, y que ayudan a explicar y entender el resto de los trabajos.
1. Biblia Latinoamericana
Probablemente, la más popular, editada por Verbo
Divino (España), 1972. Tiene distintas presentaciones: normal, letra grande, edición
de bolsillo, una de presentación blanca (como para Primeras Comuniones o
Matrimonios) y otra nacarada. Traducción del hebreo y del griego aprobada por la
Conferencia Episcopal Ecuatoriana y por la Sociedad Bíblica Católica Internacional.
Su enfoque es eminentemente pastoral, con vocabulario adaptado al pueblo
latinoamericano.
Al principio, ofrece una breve introducción de historia universal, fechas de la
Historia Sagrada, un índice del Evangelio, otro sobre enseñanza bíblica, todavía otro
índice breve de palabras, notas históricas, introducciones breves a cada uno de los
libros, notas explicativas a lo largo de la Biblia, ilustraciones a color con motivos
latinoamericanos.
La Conferencia Episcopal Argentina, sin embargo, declaró que no era una edición
apta para el uso litúrgico, y aunque la traducción era sustancialmente fiel, se
deberían hacer algunas correcciones en la notas, que consideraba de diverso valor, y
algunas, de carácter desorientador. Asimismo, desaprobaba algunas de las
ilustraciones, por señalar una “línea temporalista” y “por su carácter inapropiado e
inconveniente”. Los obispos argentinos recomendaron, pues, una revisión y
complementación.
Sin embargo, muchos párrafos objetables encuentran su contrapeso equilibrante en
otros pasajes de esta misma Biblia especialmente editada para Latinoamérica. Ello
demuestra que el arduo trabajo pastoral y exegético realizado por los autores
contiene en sí mismo los ‘anticuerpos’ que pueden inmunizar al lector católico frente
a las frases menos pulidas y hasta disonantes con el conjunto. Se debe admitir, con
todo, que los valores propios de esta edición se encuentren mezclados con materiales
no tan perfectos.
2. La Biblia de América
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Edición aprobada por la Conferencia del Episcopado Mexicano y autorizada por la
Conferencia Episcopal de Colombia y la de Chile. Editoriales: Atenas, PPC,
Sígueme, Verbo Divino. Impresa en España. De la Casa de la Biblia, Comisión de
Catequesis, Arquidiócesis de México. Para su elaboración, fueron convocados 30
biblistas. De Octubre de 1982. Dos ediciones: para España y América Latina.
Destinatarios: sacerdotes, catequistas, todo el pueblo cristiano.
Presentación de los libros: se distinguen partes: secciones, párrafos, de acuerdo a los
aspectos literarios y teológicos. Van en letra cursiva las citas intrabíblicas, en el AT
y en el NT, más los añadidos en griego (en el original) en Esther y Daniel.
Se ofrecen introducciones, antes de cada unidad importante: AT y NT; a los grupos
de libros (TANAK); a cada libro. Resulta mejor así que agrupar las introducciones a
diversos libros, v.gr., a todos los Profetas. Las introducciones son muy amplias (casi
200 páginas), actualizadas. Con razón se dice en la Presentación que el conjunto de
las introducciones hace las veces de una verdadera Introducción a la Biblia.
Contiene Notas a las partes diversas: secciones, sub-secciones y párrafos, que dan un
contexto global, literario y/o teológico. El conjunto de las Notas forma un pequeño
comentario a la Biblia, aunque reducido, desde luego. Como Apéndice, trae una
Cronología Bíblica muy completa, en presentación de tablas o cuadros, mapas y un
Vocabulario Bíblico.
3. La Biblia de Nuestro Pueblo
De los Misioneros Claretianos, Ediciones Mensajero, impresa en China, con la
aprobación del Card. Oscar A. Rodríguez, Arzobispo de Tegucigalpa. Contiene el
texto de la Biblia del Peregrino (del P. Luis Alonso Schökel), con adaptaciones y
comentarios de un equipo internacional, para América Latina. De reciente
publicación (apenas en 2006), con una magnífica presentación, señalamientos de
separación para cada libro, letra grande para el texto y letra más pequeña para las
Notas.
El equipo de traductores ha tenido en cuenta los últimos avances en los estudios
bíblicos exegéticos, afinando la traducción allí donde se ha visto necesario. Otro
elemento de novedad: los comentarios que se añaden al texto. A diferencia de otros
comentarios, dirigidos a un público especializado o que se detienen solamente en
pasajes importantes del texto bíblico, los comentarios de esta Biblia se han hecho
pensando en la mayoría de los creyentes y con la intención concreta de acercar a la
comprensión del lector el sentido de cada libro en su totalidad, el contexto en que
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fueron escritos, el hilo narrativo y el mensaje que el autor quiere transmitir. Los
comentarios son más largos o más cortos, según lo requiera la dificultad de
comprensión de la Palabra de Dios, que, aunque viva y actual, fue escrita hace dos
mil años.
Contiene al principio una Cronología Histórica y un Vocabulario de Notas
Temáticas, una introducción a cada uno de los libros, más las Notas al texto ya
mencionadas, a lo largo del AT y del NT. Al final ofrece un Calendario Litúrgico,
que señala las lecturas respectivas para cada día, y por último, cuatro mapas
complementarios.
4. La Biblia Católica para Jóvenes
Es la primera Biblia Católica en español destinada a jóvenes. Consiste en el texto
bíblico completo, con introducciones, ilustraciones, esquemas y apoyos que facilitan
la comprensión del mensaje bíblico. Responde a las inquietudes de los jóvenes con
comentarios que les ayuden a conocer la Palabra de Dios, orar con ella y vivirla en
su corazón. Ofrece aportes para que los jóvenes puedan vivir la historia de salvación
desde una perspectiva personal y comunitaria.
La BCJ hace realidad las enseñanzas de los obispos en el Concilio Vaticano II, al
declarar que “la Iglesia procura con cuidado materno que se hagan traducciones
exactas y adaptadas en diversas lenguas... empleando traducciones de la Biblia
provistas de comentarios que realmente expliquen; así podrán los hijos de la Iglesia
manejar con seguridad y provecho la Escritura y penetrarse de su espíritu” (DV 22 y
25).
La BCJ responde a la petición de los obispos de América Latina reunidos en Puebla,
de lograr que la Sagrada Escritura sea el alma de la evangelización, la catequesis y la
liturgia, para responder al ansia creciente de la Palabra de Dios. El material de apoyo
para la pastoral bíblica juvenil fue realizado por el personal del Instituto Fe y Vida,
un equipo adjunto mexicano y la colaboración de personas de once diferentes países.
El equipo creó el marco teológico-pastoral y decidió dar a la BCJ las siguientes
características:
-Responder a la realidad y a las necesidades de la juventud latinoamericana en todo
el continente americano, centrándose en la pastoral juvenil y en los últimos años de
educación religiosa en las escuelas católicas.
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-Fomentar una pastoral bíblica evangelizadora, comunitaria y misionera, en armonía
con las líneas establecidas por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)
para la pastoral juvenil, y por la United States Catholic Conference of Bishops
(USCCB) para la pastoral con el pueblo hispano.
-Ofrecer introducciones y comentarios con una exégesis bíblica sólida, que
proporcionen las bases para un curso de iniciación a la Biblia en un nivel intermedio.
-Mostrar los fundamentos bíblicos de la tradición católica, tanto en su dimensión
oficial (Tradición), como en los aspectos relevantes de la piedad popular
latinoamericana (tradición).
La BCJ fue realizada por el Instituto Fe y Vida, que se dedica a la capacitación de
líderes y la promoción de la pastoral juvenil con hispanos/latinos en EE.UU. Fue
inspirada en parte en The Catholic Youth Bible (CYB), publicada en Saint Mary’s
Press, en el año 2000, para los adolescentes de habla inglesa.
El desarrollo del texto bíblico fue realizado por la Casa de la Biblia, una institución
católica dedicada a la difusión bíblica. La traducción del texto bíblico se hizo a partir
de las ediciones críticas habituales. Al traducir los textos originales se siguió el
principio de equivalencia dinámica, según el cual una traducción debe ser fiel a lo
que el autor quiso decir, así como a la situación y características del lector actual,
con cuidadosa fundamentación exegética y teológica.
Al hacer la traducción, se puso un interés especial en que el lenguaje hiciera
agradable la lectura, tuviera una terminología cercana al pueblo y fuera comprendido
en todos los países de nuestro Continente. Además, se buscó que el vocabulario
mantuviera la peculiaridad de los diversos géneros literarios: la vivacidad y colorido
de la narración; la belleza del lenguaje poético; la concisión del lenguaje proverbial
y legal; la fuerza de la palabra profética; la cercanía de las cartas cristianas; la
riqueza y vistosidad de las imágenes del lenguaje apocalíptico.
5. Dios llega al hombre
Una edición del Nuevo Testamento publicada por la Sociedad Bíblica Americana, en
1966, como una edición de prueba dirigida a personas recién alfabetizadas y a
lectores cuya segunda lengua fuera el español. El texto iba acompañado de
ilustraciones al trazo preparadas por una dibujante suiza, Annie Valloton. Al
principio se estimó que una primera edición de 100,000 ejemplares sería suficiente
para los primeros dos o tres años de distribución a nivel continental. Pero esa edición
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no tardó en agotarse. Se imprimieron otros 100,000, y también se agotó. Para 1967
se habían impreso 600,000. Poco tiempo después, la distribución de Dios llega al
hombre ¡pasaba de dos millones! Era el fruto del esfuerzo por comunicar en un
lenguaje de fácil comprensión el mensaje del Evangelio.
Se vivía la feliz coincidencia del impulso dado por el Concilio Ecuménico Vaticano
II a la lectura y estudio de la Sagrada Escritura, con la Constitución Dei Verbum, que
declara: “Los fieles han de tener fácil acceso a la Sagrada Escritura” (22). Y
también: “El Santo Sínodo recomienda insistentemente a todos los fieles,
especialmente a los religiosos, la lectura asidua de la Escritura para que adquieran la
ciencia suprema de Jesucristo (Fil 3,8), pues desconocer la Escritura es desconocer a
Cristo” (25).
Así, el Nuevo Testamento Dios llega al hombre cristalizaba el desideratum de la Dei
Verbum: ¡fácil acceso a la Sagrada Escritura! Muy pronto su distribución llegó a
contarse por millones. Este “fácil acceso”, en esta edición del Nuevo Testamento,
podía comprobarse en la sencillez de su vocabulario y en su naturalidad de
expresión, lo mismo que en su riqueza de contenido, ya que su sencillez no iba en
detrimento de su significado profundo. Rompía el ‘cascarón’ gramatical para
rescatar la ‘médula’ semántica implícita en las formas abstractas.
Fue tal su aceptación entre los nuevos lectores del texto bíblico que muy pronto esos
mismos lectores pidieron que se tradujera toda la Biblia. Y así, doce años después,
apareció la edición de la Biblia Dios habla hoy.
6. Dios habla hoy
Versión popular, con los deuterocanónicos. Traducción directa de los textos
originales: hebreo, arameo y griego. Se debe a las Sociedades Bíblicas Unidas. Es
una publicación realizada por biblistas católicos, aprobada por la Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano (CELAM), para el Continente
Latinoamericano, el 18 de Enero de 1979.
Contiene, al final, un Glosario (significado de palabras extrañas o con un sentido
particular), una Tabla Cronológica, Mapas y un Indice de Materias. Se hizo un
esfuerzo para facilitar la comprensión al lector de hoy, con un lenguaje sencillo,
comprensible por la generalidad de los lectores actuales en Hispanoamérica. Por eso,
esta versión se llama “popular”.
7. La Biblia Misionera
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Edición coordinada por Luis Butera, con la colaboración de otros 21 participantes.
Editada por EDIVAC (Ediciones Valores Culturales), propiedad de Sociedades
Bíblicas Unidas, 1994; impresa en Brasil, 2005.
Es obra de los Misioneros Servidores de la Palabra, una edición eminentemente
pastoral, con introducciones a cada uno de los libros, notas de tipo pastoral,
inspirada por el deseo de fomentar la lectura y el gusto por la Palabra de Dios en
América Latina. Se escogió el texto de la Biblia Dios habla hoy, por su lenguaje
fluido y accesible a los latinoamericanos. Cuenta con la aprobación del CELAM.
Es una Biblia de enfoque más pastoral que científico. Sus comentarios son sencillos;
son como la medicina que cura las heridas del espíritu y como alimento que fortalece
a la persona. Está destinada a todo adulto que sienta la necesidad de descubrir el
amor de Dios.
TRADUCCIONES A LENGUAS INDIGENAS
Presentaré sólo algunas especialmente notables, como ejemplo de los esfuerzos que
se han realizado en este campo, en los últimos años. Me extiendo en la primera,
porque me parece que puede servir de paradigma, para ilustrar, mutatis mutandis, lo
que se ha hecho en los otros casos de estas traducciones.
1. La Biblia Tseltal (Chiapas, México)
Fruto de 35 años de labor constante y paciente. “Nombrar a Dios en tseltal fue lo
más maravilloso para mí. No decir ‘Yahveh’, ni ‘Elohim’, ni los nombres en hebreo,
sino decir te Mach’a ay nananix ah fue para mí lo más tonificante”: es la respuesta
del P. Ignacio Morales Elizalde, jesuita, con 45 años de trabajo entre los indígenas
tseltales de Chiapas, cuando alguien le pregunta qué significó para él trabajar en la
traducción de la Biblia.
El tseltal es una de las más de 50 lenguas indígenas que se utilizan en nuestro país.
La hablan cerca de medio millón de personas. Traducir al tseltal, como a cualquier
otra lengua poco conocida a nivel nacional, en cualquier país, es reconocer la
importancia, la dignidad, la identidad, la personalidad del pueblo que la habla. Es
bien conocida la discriminación social que sufren los indígenas en nuestros países 2 .
2 En cierta ocasión, en una población de Chiapas, tierra de los tseltales, el sacerdote, antes de comenzar la misa,
envió a una niña a ver si había ya feligreses en la iglesia, para comenzar la celebración. La niña fue a ver; regresó
y dijo, sencillamente: “La gente no ha llegado todavía: ¡hay sólo indios!”.
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Por eso, la traducción de la Biblia a sus lenguas es, al mismo tiempo, un
reconocimiento de su dignidad, por siglos pisoteada.
Los jesuitas llegamos a la región de Bachajón, Chiapas, en Diciembre de 1958. La
zona había quedado prácticamente sin atención pastoral desde hacía más de un siglo.
La tarea era grande; había que reavivar la predicación del Evangelio, iniciada en el
S. XVI por los frailes dominicos. Al principio, los misioneros jesuitas tuvieron que
auxiliarse de traductores, pero desde entonces se vio la necesidad de aprender la
lengua tseltal, para conocer más de cerca la cultura de esos pueblos, y poder
comunicarse con ellos. Así se empezaron a traducir del castellano al tseltal algunos
catecismos y los párrafos más usados de la Sagrada Escritura, especialmente del
Nuevo Testamento.
Cada vez se fue sintiendo más la necesidad de contar con una traducción completa
del AT y NT. Por esas mismas fechas, los documentos del Concilio Vaticano II, que
dieron un gran impulso a las traducciones bíblicas y a la inculturación del Evangelio,
avivaron el deseo de compromiso en ese arduo trabajo.
Paralelamente empezó a circular una edición del NT en lengua tseltal realizada por
algunos protestantes, que falseaba la traducción en varios pasajes que tenían que ver
con cuestiones importantes para la fe católica, como la institución de la Eucaristía, la
virginidad de María, el primado de Pedro, entre otros. Todo este conjunto de
circunstancias motivó a los PP. Mardonio e Ignacio Morales a emprender, a partir de
1969, la aventura de lograr una traducción completa de la Biblia, contando siempre
con el apoyo e impulso del obispo de la diócesis, D. Samuel Ruiz. Un dato
importante es que los tseltales mismos fueron quienes tradujeron la Biblia, ya que
ellos, obviamente, son los mejores conocedores de su lengua. Los misioneros fueron
simplemente los asesores.
En los primeros años del proceso de traducción se capacitó a un grupo de catequistas
para hacer una traducción dinámica y fiel de las Escrituras. Se les entregaba el texto
base en castellano y, al cabo de algunos meses, iban entregando su traducción
(manuscrita), en cuadernos muy sencillos. Ya con el material reunido en la misión,
comenzaba el aporte de los misioneros jesuitas, que incluía el cotejar la traducción
tseltal con el texto griego, en el caso del NT. Los testimonios de los traductores
tseltales llegan a ser conmovedores 3 .
3 Testimonio de Gilberto Moreno Jiménez, traductor del AT: “Doy gracias al Padre que aún conservo mi pedazo
de carne para poder realizar este trabajo que no fue de un momento a otro y aún más que me dio la oportunidad
de conocer y entender un poco más su Palabra. Pero al mismo tiempo que me permitió ser como un puente entre
los misioneros y mis hermanos de la etnia tseltal, de ser como el intermediario entre Dios y el pueblo, que no
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En algunos casos se recurrió a la asesoría de peritos en Sagrada Escritura del
Instituto Teológico de la Compañía de Jesús en la Cd. de México, para clarificar
expresiones especialmente difíciles. En 1982, se incorporó a los trabajos de
traducción el P. Eugenio Maurer. Sus conocimientos de Antropología y Lingüística
se sumaron a los esfuerzos previos, para lograr, en 1983, la publicación del texto de
los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles y editar las Cartas y el Apocalipsis, en
1987. El uso pastoral de estos textos traducidos hizo ver la importancia de llevar a
término la traducción completa de la Biblia. Al mismo tiempo, se fue percibiendo la
necesidad de ‘tseltalizar’ aún más la traducción, es decir, de lograr términos más
apropiados según la cultura, para una mejor comprensión de los textos.
Se trató de lograr, no sólo una traducción literal, sino una traducción cultural. A este
método se le conoce como “traducción dinámica”, y trata de lograr expresiones que
respeten el sentido original del texto y que asuman los modos propios de la cultura
para nombrar las cosas.
Antes de que el texto fuera aprobado por la Conferencia Episcopal de México
(CEM), debería contar con la aprobación del Pueblo de Dios, los mismos habitantes
de lengua tseltal. Para ello, el obispo nombró a tres matrimonios para que leyeran los
textos del AT en lengua tseltal y otros tres matrimonios que leyeran los textos del
NT. Durante dos años se tuvieron sucesivas sesiones de trabajo a las que asistían los
traductores tseltales, los misioneros que asesoraban y los ‘revisores’.
Finalmente, en Mayo de 2003, se presentó el trabajo terminado a la Asamblea del
Episcopado Mexicano, reunida en Monterrey. El traductor tseltal Gilberto Moreno
habló así a los obispos: “Quisiera pedirles con todo el ánimo de corazón a ustedes
que tomen en cuenta esta labor que se ha hecho, que no es mía en lo particular, sino
de un pueblo de Dios que quiere escuchar a ese Dios en su lengua humilde, para
poder entablar más amistad y confianza con El. [Esta traducción] hará posible
también la no división en la Iglesia, en la comunidad, en la cultura, y ayuda a que la
cultura se siga conservando más en lo futuro a través de la Biblia en tseltal”.
entendía su Palabra, porque se leía en español [...] así sentí en los momentos de la traducción, ir entendiendo
poco a poco para que así mi pueblo lo pueda entender también, usando la sencillez del corazón, para que mis
hermanos de raza y cultura la acojan ya como algo propio”.
Testimonio de Abelino Guzmán Jiménez: “Yo no soñaba con llegar a traducir las Sagradas Escrituras de Dios.
Pero, cuando iniciamos con los Salmos, me sentí algo especial, como un puente para mis hermanos. Y cuando ya
decidimos entrar a toda la Biblia, se puede decir que le dediqué parte de mi vida”.
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Para la edición se buscó el mejor tipo y tamaño de letra, pues debería ser legible
incluso con luz de vela y en condiciones muy adversas de iluminación, que son las
reales en que habrá de utilizarse la Biblia. Todavía se buscaron ilustraciones
apropiadas a la cultura tseltal.
2. Biblia Quechua
De las Sociedades Bíblicas Unidas, Cochabamba, 1986. Impresa en Corea. Es una
traducción ecuménica para Perú, Ecuador y Bolivia. Tuvo su origen en una toma de
conciencia de lo que era la traducción protestante (de sus errores tendenciosos, que
se estaban difundiendo) del Instituto de Lenguas de verano.
A partir de los años 70s-80s, hay un movimiento de las Sociedades Bíblicas Unidas
de promover las traducciones en lenguas vernáculas (p.e., Dios habla hoy).
Trabajaron con el método de la ‘traducción dinámica’: comparar traducciones
hechas por varias personas, para comparar los textos traducidos. Así surgió la
primera traducción, el año 1986. Pero resultó ser muy purista, a juicio de los
expertos. Vieron después que había que darle un enfoque más pastoral, y llamaron a
catequistas y agentes de pastoral con formación teológica. Así hicieron la 2ª. edición,
en 1993, también como un esfuerzo ecuménico, avalado por la Conferencia
Episcopal de Bolivia.
En Septiembre de 2005, las Sociedades Bíblicas Peruana y la Asociación de
Quechuahablantes ATEK publicaron la última versión de la Biblia en Quechua, con
una tirada de 10,000 ejemplares, en una edición de estudio. En esta nueva versión,
los textos bíblicos cuentan con ilustraciones de imágenes andinas, y la temática ha
sido seleccionada con la finalidad de dar una respuesta a los problemas sociales y
culturales de los pobladores del campo. En el Perú, más de un millón y medio de
habitantes son quechuahablantes, gran parte de los cuales son analfabetos.
3. Traducciones Rarámuri
Región Tarahumara, en el Estado de Chihuahua (norte de México), donde la
Compañía de Jesús ha trabajado por muchos años, desde el tiempo de la Colonia
Española. Después de la restauración de la Compañía, y a pesar de las vicisitudes
ocasionadas por los gobiernos liberales y anticatólicos, los trabajos de la misión
recomenzaron, y continúan hasta nuestros días, con muchos y profundos cambios
(para una información más completa, cfr. La Historia de la Provincia Mexicana de la
Compañía de Jesús).
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A pesar de los intentos varios de traducción de partes de la Biblia, no se ha logrado
una traducción completa del texto bíblico. Desde la década de los 60 hasta nuestros
días se han realizado, por misioneros jesuitas en su mayoría (David Brambila,
Ernesto Uranga, Manuel Martínez Aguirre, Carlos Díaz Infante, José Llaguno,
Carlos Vallejo), y otros como Jesús Hielo (sacerdote diocesano), traducciones de
textos diversos, desde Lecturas Dominicales hasta los Evangelios de Marcos y
Lucas, más los Hechos de los Apóstoles o Dios habla a sus Hijos, mejor conocido
como Biblia del Niño. Este es el material más utilizado pastoralmente para
comunicar la Biblia a los rarámuri. Originalmente escrito en alemán, traducido a
muchísimas lenguas. Una vez traducido al rarámuri, se verificó la traducción con
gente de la comunidad rarámuri, y luego se hizo la traducción castellana del texto
rarámuri.
Lejos de buscar un trabajo técnico o erudito de traducción bíblica, el intento fue
elaborar instrumentos de pastoral para el mundo rarámuri, muy meritorio, como en
todos los casos de traducciones a lenguas indígenas. El intento se ha hecho tratando
de conservar el justo equilibrio entre la fidelidad a la Palabra y a la cultura del
pueblo. Con frecuencia, estos textos y otros no bíblicos han sido un apoyo para la
lectura del idioma rarámuri leído por los mismos indígenas.
4. Biblia Guaraní
La publicación de la Biblia en guaraní fue aprobaba por la Conferencia Episcopal de
Paraguay, y formó parte de las celebraciones de la Iglesia local en preparación del
gran Jubileo del año 2000. En la preparación de esta traducción participaron los
responsables del Ministerio de Educación y del Culto del gobierno paraguayo,
representantes de la jerarquía católica y de la Sociedad Bíblica de Paraguay. Esta
última ha sido la promotora de la traducción en guaraní de las Sagradas Escrituras,
en colaboración con expertos designados por la Iglesia.
Esta publicación constituye un paso importante para la presentación eficaz de la
Palabra de Dios entre buena parte de la población. El guaraní es hablado por el 52%
de la población y constituye el idioma más usado en el país por encima del español.
Cerca del 97% de los paraguayos son cristianos, la gran mayoría católicos.
Fue notable el lanzamiento de la Biblia en guaraní, del sur de Bolivia. Mil guaraníes
viajaron todo un día desde sus comunidades apartadas para el lanzamiento en
Camiri. La Sociedad Bíblica Boliviana tuvo que alquilar especialmente un tren para
algunos de ellos. El número total de los que asistieron a la ceremonia del
lanzamiento fue de unos 2,500. Los guaraníes viven principalmente en el Chaco, una
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egión que abarca el sudoriente de Bolivia, partes de la Argentina, el Paraguay y
Brasil.
Otros trabajos especiales
La Biblia en Braille
Treinta y ocho volúmenes, más la guía de lectura, garantizan que personas con
discapacidades visuales puedan ahora acceder a todas las Escrituras. Se trata de una
publicación única, que representa además un logro cívico para el Brasil. Fue una
donación de la Sociedad Bíblica de Brasil, que motivó a un senador a publicar
fascículos de sus mismas publicaciones en Braille.
La Biblia del Surfista
La Misión Surfistas de Cristo y la Sociedad Bíblica del Brasil promovieron el prelanzamiento
de la Biblia del Surfista. Esta Biblia trae el Nuevo Testamento en la
Nueva Traducción al Lenguaje de Hoy, permeado por declaraciones de surfistas de
diversas generaciones sobre la importancia de la Palabra de Dios en sus vidas.
Con la imagen de una enorme ola en la tapa, la Biblia del Surfista tiene un proyecto
gráfico innovador, que incluye historia en cuadros e ilustraciones, recorriendo las
expresiones usadas por los jóvenes, buscando así una mayor empatía con ese
público. La Sociedad Bíblica de Brasil va a promover el lanzamiento de la Biblia del
Surfista en la Expo-Cristiana, en Sâo Pablo, en Septiembre de este año.
Biblioteca Bíblica
En Sâo Pablo, al sur de Brasil, será inaugurada la Biblioteca Bíblica más grande del
hemisferio sur. Esta Biblioteca estará localizada en el Museo de la Biblia de la
Sociedad Bíblica de Brasil. La Biblioteca contiene Biblias en más de mil idiomas,
como también ediciones académicas raras, como la Biblia hebrea-latina de 1546 y la
Biblia Sacra Vulgata, edición 1669. Lo mismo que ediciones antiguas de Escrituras
y de las últimas traducciones, la colección posee libros y revistas bíblicas de toda
clase, así como materiales relacionados en audio, DVD, vídeos, CD, fotografías y
más.
Las Sociedades Bíblicas Unidas trabajan actualmente en más de 60 proyectos de
traducción de las Sagradas Escrituras en las Américas. Aún existen en el mundo
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cerca de tres mil lenguas indígenas a las cuales no se ha traducido la Biblia. En
1948, se fundó en Río de Janeiro la Sociedad Bíblica de Brasil, con el propósito de
traducir, producir y distribuir Biblias, para que las Sagradas Escrituras llegaran a
manos de los brasileños.
Conclusión
La simple existencia de la Biblia en la lengua de un pueblo afirma la identidad de
toda la comunidad como símbolo de su estado y cultura. Esto tiene especial valor
para una comunidad cuya propia existencia pudiera estar en peligro, por razones
económicas, por ejemplo. Para un pueblo dividido, recibir la Biblia puede señalar el
comienzo de un proceso de reconciliación; para los que no saben leer, puede ser el
inicio de un movimiento de alfabetización o la fuerza que le da ímpetu al desarrollo
educativo; para el pueblo pequeño en número y que lucha para encontrar su camino
como comunidad, significa restaurar el sentido de dignidad, e incluso el orgullo
nacional.
La conciencia de la existencia de este gran movimiento bíblico, con todo lo que
implica de luchas y esfuerzos por acercar la Palabra de Dios al pueblo, a través del
enorme trabajo de traducción de la Biblia, nos ayuda a valorar más lo que hemos
heredado. Pero también despierta en nosotros el sentido misionero, la
responsabilidad cristiana de ser testigos y trasmisores del ‘depósito’ que hemos
recibido con la Palabra de Dios, para que, enriquecida por nuestra vida de creyentes,
podamos difundirla más eficazmente entre nuestros contemporáneos, y trasmitirla
después a la siguiente generación.
Mario López Barrio, S.J.
Universidad Iberoamericana, Cd. de México, Abril 10 de 2007.
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