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REVISTA TANABARA 4ta

novela ligera anime manga

novela ligera anime manga

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REVISTA

TANABARA NUMERO O4

CUSCO MARZO 2015

TANABARA

LA NOVELA LIGERA

SIN LIMITES

Especial

dedicado

al

gore

17+

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ,GRAFICAS Y CONTENIDO SON PROPIEDAD DE SUS

RESPECTIVOS AUTORES SU USO ES SOLO CON PROPOSITOS DE DIFUCION .


REVISTA TANABARA

TANABARA NUMERO O4

Sociedad secreta de amantes del anime a mitad de precio.facebook.com

EDITORIAL

Otra vez estamos

listos y por eso

todos … lets

nya .

En esta cuarta

edición de la revista

TANABA-

RA ,tenemos un

especial dedicado

al gore .Algunos

diran que el gore

es solo una degradación

de los

cuentos de horror

del gran guiñol

,pero en Tanabara

no tenemos

esas trabas

mentales consideramos

que el

cuerpo humano

es bello ,por dentro

y por fuera

.como siempre

saludos especiales

a nuestro

staff , que sigue

creciendo , estoy

segura que Tanabara

es parte de

ellos , y eso es

fantastico . En

esta edición tenemos

en la caratula

una grafica de

shiro warmi

,diseñada especialmente

para

la revista

.Ademas de

eso muchas historias

de escritores

independientes

que creen en

el proyecto .Como

cada 2 meses entraremos

en tu pc

para llevarte la

selección de lo

mejor de la na-

rrativa que no encontraras

en

ningún otro lado,pues

este es el

espíritu de esta

publicación romper

tabues antiguos

y demostrar

que la belleza

existe mas alla de

las barreras de lo

común y formal .

Sin mas que decir

,te agradesco

a nombre de todos

los colaboradores

,y te dire

lets nya .

Descargala ,

Disfrutala

y

compártela .

REVISTA GRATUITA SELECCIÓN DE LO

MEJOR DE LA CULTURA OTAKU DEL CUSCO

PARA EL MUNDO


Contenido:

NOVELA LIGERA

(Esta no es otra comedia

harem

prologo)

PAG.

6

RELATO CORTO

(Un dia mas y otro

después )

PAG.

14

NOVELA LIGERA

(Los cuervos del destino

;capitulo 01 )

PAG.

18

NOVELA LIGERA

(Candy cat ,la exorcista

digital prologo)

PAG.

35

ECHI FILES

(MANGA EVANGELION

RE TAKE )

PAG.

30

RELATO CORTO

(MI HUMO)

PAG.

50

RELATO CORTO

(TORMENTA)

PAG.

40

RELATO CORTO

(AMIGAS PARA SIEM-

PRE )

PAG.

57

RELATO CORTO

(Especial "Relatos

PAG.

54

RELATO CORTO

(EL REGALO)

PAG.

69

Terror/Gore")

RELATO CORTO

(EL BOSQUE)

PAG.

61


Página 4

CATALOGACION

DE MATERIAL

SEGMENTACION

T CONTENIDO RELIGIOSO OFENSIVO

G GORE

H HEROSEXUAL

Y MUJER Y MUJER

B VARON Y VARON

CONTENIDO EXPLICITO

La revista no se

solidariza

necesariamente

con el material

literario .

A ALTO

M MEDIO

B BAJO

C CASI NULO


TANABARA NUMERO O1

Página 6

ESTA NO ES OTRA COMEDIA

HAREM

(Prologo)

YC

AUTOR :SHIRO WARMI

El salón era amplio y oscuro , parecía

salido de alguna serie de anime

echi ,donde el grupo de brujitas

adolecentes espera para hacer

el embrujo siniestro a algún chico

guapo . Pero me parece que ese no

es el caso . Trece se toco la cabeza

y la sintió adolorida , apenas podía

saber donde se encontraba .

,no reconocía a nadie, espera se

dijo para si -esa es Seis la chica

gato y Tres la pequeña sin emociones

y bueno uhhh...a ver ,Ocho

- ella fue quien la trajo aquí a la

fuerza eso si era seguro .

Trece sintió una mirada aguda clavada

en su persona y cerro los

ojos de miedo.

- tómalo - dijo Ocho una jovencita

delgada y de firme mirada .

-¿ uhhh...?- alcanzo a decir Trece ,

y abrió los ojos muy despacio .-¿

una libreta ?. Pregunto con algo

de reserva y curiosidad .

Trece sacudió la cabeza mientras

su mente se perdía y Ocho le

hablaba . Y una voz le decía muy

dentro de su cabeza .-¿como ocurrió

esto , que hago aquí , que frio

esta el piso ? . Si en verdad el piso

estaba frio , pues la alfombra era

vieja y delgada pues este ambiente

era apenas un salón de eventos

en desuso del instituto .Pero eso

no tiene importancia . Mas importante

es el puño cerrado que se

acercaba con gran rapidez a la ca-

Que harían si

todos sus deseos

fueran

concedidos.. .


TANABARA NUMERO O1

Página 7

beza de Trece y .-¡auuuuu…!-.

La noche era cálida y en el salón se

escuchaba rizas y un ambiente similar

a una pillamada de adolecentes

.Salvo el sonido de un lapicero

que apretaba fuertemente contra una

libreta.

Dejemos esto bien en claro . Estoy

siendo obligado a escribir estas líneas

por un grupo de hermosas y desquiciadas

mujeres, que solo hablan

de lo que harían si todos sus deseos

fueran concedidos .

No las entiendo de nada .Aunque

debo decir que son hermosas . Eso

si ,tanto que si este mundo loco fuera

una novela romántica seguro

cualquiera de ellas seria la protagonista:

Porque cada una es estereotipo

de personaje de algún anime .y si

lo pienso que es la belleza .sino un

error , díganme cuanta gente que

conocen es impresionantemente bella

o despiadadamente fea .Son extremos

de una curva que algún matemático

llamo normal. Pero que

tiene de normal un dibujo que parece

un sombrero, esto es irreal todo

sigue esta regla ;lo normal es abundante

, y lo especial sea feo o perfectamente

bello es escaso .pero por

alguna razón desconocida para mi

se reunió aquí en forma de 4 hermosas

mujeres ,imposible no ....

La cabeza de una hermosa mujer

se asomo por detrás de Trece y

sonrió complejamente . Luego

una segunda cabeza apareció por

el otro costado, era de Ocho, sonrió

también y luego levanto su

puño para dejarlo caer sobre la cabeza

de Trece , haciendo que dejara

caer el lapicero -¡auhhhhhh!,

estas loca hice lo que dijiste - .

- No divagues - dijo Ocho levantándose

del suelo en un rápido

movimiento que dejo ver un poco

de su ropa interior blanca como la

nieve en medio de su falda de

pliegues largos que le llegaban a

la rodilla . -Que suerte son blancas-

pensó Trece aun en el suelo y

tomando su cabeza con las manos

, seguro todo el dolor del cocacho

se le sacudió del cuerpo por

ese espectáculo ,el resto de chicas

lindas del salón no le presto importancia

a su rostro lleno de lujuria

.Trece tomo la libreta y continuo.

...Pero dejando eso de lado .Se me

ocurre varias razones por las cuales

fui forzado a llevar un diario

de estos días . Desde pequeño tengo

problemas con la vista en los

cuales no profundizare .pues eso


TANABARA NUMERO O1

Página 8

no es importante .Pero eso si les

diré que ,uso unos lentes grandes

y redondos , se preguntaran porque

redondos , pues no se. Me

gustan así y es todo , de ahí supongo

que todos presumen que

soy inteligente o leo muchos libros

,lo cual debe ser apoyado por

mi figura delgada y pequeña, que

puedes llamar debil.Pero lejos de

ser inteligente ,se puede decir que

soy el estudiante de notas promedio

. que falta al instituto solo

cuando se enferma, y seguro en

esos días solo es recordado por

algunos de sus mejores amigos,

que son pocos (y todos perdedores

como yo .No un galán como en

los animes ,o un patético gracioso

que me haga ver mejor ).Y si lo

confieso mi vida romántica no es

mejor ,para que se enteren esto

nunca me ocurrió:

Cuando era pequeño no me prometí

con alguna linda niña para

casarnos ;La chica hermosa del

instituto no me señalo el primer

día de clases , y dijo algo trillado

como : -¡estaré a tu lado por siempre

!-, o- ¡serás mi novio lo quieras

o no!- ; Y mas que seguro mis

padres . No importa que tan despreocupados

y decadentes sean

mis padres, nunca arreglarían una

boda para mi. Porque esto no ocurre

en estos tiempos .Que estamos

en al edad media acaso . Que locura

. Y si tengo una admiradora

secreta que me espía ,supongo tenia

algo que hacer cuando yo estaba

enfermo de gripe .pues nunca

me llevo una tarea a casa para

buscar un acercamiento, y lo mas

seguro es que, le da mucha pena

poner una carta en mi casillero

.pues esas cosa solo ocurren en

los animes complacientes que

veo . Nada de eso es real, solo los

solitarios perdedores en sus 15 como

yo pueden creer en historias

como esas .novelas ligeras

,mangas y animes , donde las

mujeres toman la iniciativa, ansiosas

del amor de un perdedor promedio

como yo .

El mundo es de quien va por lo

que desea, y lo intenta una y otra

Cuando era

pequeño no me

prometí con

alguna linda niña

para casarnos ...


TANABARA NUMERO O1

Página 9

ves , es rechazado , pierde y lo intenta

de nuevo ,cada puerta cerrada

te acerca a una gran venta ,y

cosas como :El ojo del tigre ,.No

siento que sea verdad tanto positivismo

contagia y supongo es un

consuelo, como chocolate caliente

para el alma ,les diré odio el chocolate

.y les comentare que creer

en algo es bueno ,y si deseas mucho

puede que lo consigas . Por lo

menos eso dice el motivador de

empresas que sale en la televisión

.

Pero dejemos de hablar de mi vida

ordinaria .y hablare de este diario.es

importante llevar un registro

.Siempre creí eso , eso te permite

saber lo que escapa a tu memoria

.y en una situación extraña

como esta .llena de extraterrestres

, fenómenos muy raros y cosas

que no comprendo es muy útil

y casi indispensable ,como el diario

de el naufrago Crusoe . Y no

me refiero al policía tonto de la

Pantera rosa .

La mirada de Ocho se clavo en

Trece como si pudiera leer sus

pensamiento desde una esquina

del salón . Y Trece sonrió incómodamente

.y continuo escribiendo

.

Trece suspiro ,seguro deseaba decir

que Ocho tenia la mano dura y

era una mandona loca. pero así estaba

bien y continuo escribiendo

...Esa mujer que dice llamarse

ocho ,tiene los pies bien plantados

en el suelo, mas que nadie de este

raro grupo de mujeres ,se podria

decir que es una lidereza por excelencia

y ante su firme mirada

diciendo : -Trece toma este cuadernillo

apunta todo lo que ocurra

seras nuestra memoria , tu y solo

tu puedes hacerlo - ,quedo en silencio

y no puedo decir nada .Soy

un estupido perdido en la luz de

su liderasgo ....,ademas es tan

guapa -

Trece suspiro ,seguro deseaba decir

que Ocho tenia la mano dura y

era una mandona loca. Pero asi

estaba bien y continuo escribiendo

..Nunca ganare un concurso por

escribir esta historia, y seguro

nunca será un best seller .y no es

porque yo me considere un mal

escritor, aunque solo sea un aficionado

a escribir .y les diré que

esto es por una serie de simples

razones : seguro esta es la única


TANABARA NUMERO O1

Página 10

copia. pues el diario lo escribo a

mano para evitar que en la edición

se me escape algún detalle ; es posible

, no debería decir que es mas

que seguro , que este mundo en su

totalidad desaparezca ,cuando alguna

de ellas consiga cumplir con

nuestra misión. y por consiguiente

este diario desaparecerá también ;

y por ultimo , me parece que si este

diario terminara en manos de

alguien con algo de cordura en su

cabeza ,seguro lo tomaría a broma

, pues yo vivo esta situación y

no la puedo creer .Puedes llamarme

trece este no es mi nombre ,

quien se llamaría así ,yo tengo un

nombre , o tenia uno, y me gustaba

mucho aunque supongo no tenia

nada que ver con migo , pues

era muy presuntuoso . Y se preguntaran

cual era. y porque no lo

escribes y ya .cuanto misterio es

necesario .

mi nombre es o era ***** .no se

preocupen. esto es normal según

la situación actual . ocurre cuando

trato de escribirlo; supongo que es

una regla de este lugar , además

desde el primer día de esta situación

anormal no puedo decirlo ,

las palabras se atoran en mi garganta

resecándola .esto parece extraño

. pero todas ellas también

sufren este problema .pero dejare

un momento de hablar de las pequeñas

cosas raras y me centrare

en la situación en general que vivo

por hace algunos días .

No se como describirla ,así que

les pediré recuerden el argumento

de novela ligera, donde un adolecente

normal sin ningún talento en

especial .esto es importante pues

si lo tuviera , la serie no concordaría

con la idea. Y derivaría en

una serie de deportes , musical o

de magia, donde el protagonista

solo tiene un amor verdadero ,que

por lo general es su fan incondicional

y su pareja al final de la narración

. dejando eso de lado , retomemos.

Bueno el es normal ,y

sin una razón aparente .ni lógica,

se ve seducido por varias mujeres

bellas ,que desean ser su pareja .

ya lo entienden una historia de

comedia harem ,el modelo mas

rentable de llenar la pantalla de televisión

, una serie de sucesos con

insinuaciones sexuales graciosas y

muy evidentes ,que son vergonzosas

hasta para un fan como

yo .porque aceptémoslo ver un

grupo de bellas chicas de instituto


TANABARA NUMERO O1

Página 11

con faldas escolares pequeñas que

cubren poco ,y desvergonzadas tomas

de cámara donde los ángulos

imposibles no faltan .y las situaciones

donde el tonto protagonista pierde

el control, sangra por la nariz y

todos decimos debe ser gay o es un

completo imbécil .Creo que me salí

del tema de nuevo , perdón ,esta es

la situación ,de alguna forma estoy

involucrado en una serie harem, en

lo que parece un escenario de reality

show . muy similar a una realidad

distorsionada sacada de una historia

escolar de anime .donde 8 una hermosa

tsunede escolar y nuestra

líder, dice que :solo hay escape posible

a este mundo irreal creado por

el ser llamado m ,y es darle fin a este

argumento complaciente de comedia

harem .somos el entretenimiento

de alguna civilización extraterrestre

o algo similar. pero no todo

es malo, no mencione un premio

,claro como dejarlo de lado ,un

deseo ilimitado. Maravilloso verdad

.esto suena muy bueno y es el

sueño de cualquier fanático al anime

como yo , ser llevado a otro mundo

extraño y realizar una misión, y ser

premiado con un deseo como : ser

inmortal , un emperador , infinitamente

rico , o cualquier cosa que

desees sin reunir esferas de algún

dragón ,o matar a una serie de

concursantes destruyendo sus

teléfonos portátiles . que suerte

tienes dirán, que envidia ,solo tienes

que dar final al argumento de

una historia harem. y todos sabemos

por cultura general que eso se

logra cuando el protagonista elige

a una chica del grupo como su

único amor en un despliegue de

situaciones alocadas, y románticas

.luego la historia termina .

Terminada de escribir esta palabra

. trece doblo la hoja para empezar

otra línea .pero ocho levanto

la muñeca donde tenia el mas rosa

de los relojes de pulsera que pueden

haber existido y existirán

,para decir luego de una pausa

dramática :- ya es hora acércate

tres , el viene todas reúnanse .

CONTINUARA...

…SIGUENOS EN

EL SIGUIENTE

CAPITULO: LA

LINDA CHICA

MOE .


LA NOVELA LIGERA QUE NO PUEDES

PERDERTE .y muchas mas .

LANOVE TRANSLATIONS

LANOVE .NET


EL LUGAR DE LA LA BUENAS NARRACIO-

NES ,Y CUENTOS CORTOS ,ARTE FICCION

Y MUCHO MAS EN UN LUGAR HECHO PA-

RA GENTE COMO TU .


TANABARA NUMERO O1

Página 14

UN DIA MAS Y OTRO DESPUES

GB

AUTOR :LIMACOE SAN

-Algún día tú también lo lograras,

yo también empecé en el control

de transmisión - . Dije y Mire a

Tomas. El me recordó a mi mismo

hace 5 años ,joven y con ese brillo

casi mágico en los ojos, de alguien

que salva el mundo .claro

aun a mis 36 años luego de servir

en la fuerzas de paz por 12 años y

luego aquí. Me siento aun como

un niño siendo superman, todos

los días .es maravilloso me levanto

y se desde el fondo de mi corazón

que el dolor de mis hombros,

hace que el mundo tenga un

mañana .amo mi trabajo.

-Hoy es el gran día señor- .tomas

me sonríe.

-si, el esperado ascenso .luego

unos años y seré gerente- .tome

un suspiro largo.-sabes cuando yo

era personal del control de transmisión

. El viejo Nicolás sabaleta

un día me vio en el pasillo compartió

unos cigarrillos que saco

de su abrigo, y luego me conto

una historia .te gustaría que te la

cuente?-.

-seria un honor señor-dijo tomas .

-bueno , esta es una historia muy

pero muy vieja ,aun así muy pocos

la conocen .

Existía un poderoso y demoniaco

rey .el atormento los mundos de

las estrellas. Destruyendo cada

mundo donde llegaba con furia y

odio sin razón, solo con deseo de

sangre. paso el tiempo y un día el

rey demonio y su ejercitó de cuatro

soldados visitaron la tierra, deseando

destruirla , sus almas eran

negras y cada mundo que pisaban

era transformado en roca sin vida

.los 23 grandes guerreros de la

tierra se reunieron para enfrenar al

rey demonio , se decía que entre


TANABARA NUMERO O1

Página 15

ellos habían poderosos semidioses

que podían destrozar montañas con

los puños desnudos, y los había

quienes tenían espadas y mazos

mágicos ,que controlaban el trueno

y la tormenta a su voluntad . La lucha

duro poco ,pues el gran rey demonio

envió un único soldado que

los mato con solo el movimiento de

su dedo índice ,luego despedazo

sus cuerpos para devorar sus almas

.

Los reyes del mundo vieron que toda

esperanza estaba perdida y el rey

del occidente se levanto y de rodillas

suplico ante el rey demonio .-

oh gran señor de los cielos , sabemos

de tu grandeza y es un honor

morir en tus manos . Pero deja que

te honremos con una gran fiesta a ti

y a tus soldados , es lo mínimo que

se merece el gran señor de los cielos

-. El rey demonio se sintió halagado

y acepto .los reyes de la tierra prepararon

la más grande fiesta

,comida bebida y todos los placeres

pensables para que el malvado

rey demonio se complaciera, y dejara

a la tierra existir un día mas ; un

día mas como para que las cosechas

se recojan , un día como para que

un niño mas naciera, eso era suficiente

para todos .

La fiesta fue grandiosa los más

grandes manjares de todos los

puntos de la tierra las mujeres

más bellas y los artistas más selectos

del mundo . Todo en honor

del malvado rey demonio y sus

soldados . Los cantantes irritaban

al rey demonio y los más bellos

bailes le desagradaban cada artista

era muerto por su aliento de

fuego ,quedando en cenizas .el

rey demonio solo disfrutaba la

guerra y la matanza. así era de negra

su alma ,podrida y corrupta .

Los reyes se sonreían los unos a

los otros con miedo que el rey demonio

destruyera la tierra en

cualquier momento. en eso un joven

artista apareció de la nada y

dio una reverencia frente al rey

demonio arrastro un canasto tejido

de gran tamaño , luego solicito

que trajeran algo a sus asistentes

con un movimiento de su

mano . La audiencia se quedo en

Existía un

poderoso y

demoniaco rey .el

atormento los

mundos de las

estrellas. ...


TANABARA NUMERO O1

Página 16

silencio por el valor del joven .

pero el rey demonio seguía irritado

.los asistentes arrastraron a una

mujer joven atada , que gritaba y

lloraba , la introdujeron al canasto

y el joven artista saco una delgadas

agujas del tamaño de su brazo

de alguna parte ,y haciendo un

ademan las introdujo en el canasto

.los gritos eran desgarradores y

la sangre fluía a gotas delgadas

que manchaban el canasto .todos

miraron horrorizados el espectáculo

. Luego de algunas horas de

agonía la doncella atada murió .

Un silencio invadió el gran

salón , y el rey demonio dio una

carcajada de alegría y satisfacción

que se escucho por toda la tierra e

incluso en varios mundos cercanos

. Tanta fue su alegría que siguió

riendo por varias semanas .y

así las cosechas se levantaron ,

muchos niños mas nacieron, eso

era suficiente para todos . El rey

demonio dejo de reír luego de varias

semanas y aun agotado por lo

alegre que estaba , dijo : -muy

bueno ,muy bueno .me gusto

quiero ver más -. El joven artista

saco de alguna parte un garrote

enorme y pidió que trajeran otra

joven .los sacrificios continuaron

y aun continúan .para darnos un

día mas . –

-wow , que buena historia señor –

-yo dije lo mismo cuando el viejo

Nicolás Zavaleta me la conto , te

hubiera gustado conocerlo –

-era un gran jefe -. Le respondí .

-espero algún día llegar a anfitrión

como usted señor, el encargarme

del archivo es bueno pero

me gustaría secuestrar o tal ves

ser jefe de la transmisión -.

-Trabaja duro y lo lograras un día

-. Le dije .

-¿señor le puedo preguntar si lo

Nagasaqui es verdad ?-.

-no le digas a nadie. pero es verdad

, los norteamericanos se creyeron

con el poder de destruir a

uno al menos .pero ya ves -.

La puerta se abrió, y el corpulento

gerente Samuel, entro en la pequeña

sala de empleados .

-¿está listo señor anfitrión?-

pregunto.

-si señor gerente –.respondí con

firmeza .

-señor tomas lo necesitan en el

control de transmisión -.dijo dirigiéndose

a tomas .

El gerente me acompaño por el

largo pasillo, casi al final estaban


TANABARA NUMERO O1

Página 17

dos asistentes , en sus manos tenían

el traje de oso .aun está manchado

con sangre , pensé al tocarlo .que

privilegio usarlo . Dije casi susurrando

.

-todo está listo son 6 secuestrados

,dos estudiantes de preparatoria

, una ama de casa ,un profesor de

universidad , y una pareja de enamorados

.los datos están en la ficha

que le dimos ayer , suerte señor -

.dijo la asistenta .

-complazca a nuestro único televidente

, señor anfitrión –

-así será señor gerente, por que haya

un día más y otro más después -.

-bien dicho anfitrión. Cuento con

trigo para que no tengamos otra

transmisión en unos meses ,quiero

visitar a mi abuela en cabo . – dijo

el gerente .

-estamos a aire en 3 , 2 ,1 al aire .se

escucho por el parlante.

Camine al final del pasillo despacio

,me coloque la cabeza de

oso ,abrí la pesada puerta ,los mire ,

estaban asustados. Y había terror en

sus ojos , uno trato de soltarse

arrastrándose por el suelo pero las

sogas que lo ataban estaban firmes .

Le dispare con la pistola que tenía

en el bolsillo ,los mire y les dije :-

jugaremos un juego ,estas son las

reglas :Dejare que uno , solo uno

viva ; si no juegan los mato , si

me aburro los mato .empecemos

con tigo linda niña ¿ves esas agujas

en al meza?… -

Que satisfactorio es mi trabajo

cuando pienso que habrá ,Un día

más y otro más después

fin .


TANABARA NUMERO O1

Página 18

CUERVOS DEL DESTINO

Capítulo 1: Muralla Impenetrable

GM

AUTOR : DEADLY SMILE

alcanza la puerta. Su mano se extiende

en búsqueda del picaporte,

sin embargo, el movimiento queda

únicamente como un sueño que

jamás se hará realidad. Él lo había

olvidado. A estas horas se le ha

prohibido el retorno.

Se gira y una vez más como todos

los días desde aquel entonces,

Emilio ya jamás podrá volver a su

hogar luego de salir del trabajo.

16 de Abril de 1999

Bajo la tutela de la noche, él regresa

a su hogar agobiado por el

estresante trabajo en el cual es sometido

día a día.

Vislumbra a su hogar desde el oscuro

pavimento de la acera. Con

zigzagueantes pasos finalmente

La luz ingresa desde la ventana

apuñalando los cerrados párpados

de Emilio. La mañana ha llegado.

El reloj desprende el agitante sonido

de su interior. Con un movimiento

mecánico, lento y turbulento

su brazo viaja para detener

la alarma.


TANABARA NUMERO O1

Página 19


TANABARA NUMERO O1

Página 20

El acto de despertarse jamás le produjo

tanto agotamiento como hoy.

–Espero jamás volver a quedarme

en un lugar como este. Pero para

eso no debo de olvidar hacer una reserva

antes. –Emilio desahoga sus

pensamientos mientras se sienta en

el costado de la cama.

Toma sus escasas pertenencias de la

maltrecha mesa de luz, y sale al pasillo

dejando a la crujiente puerta

cerrarse a su espalda. Si no fuera

por las coléricas parejas tras las innumerables

puertas, tal vez se le

hubiera cruzado por la mente que

había pasado la noche en un complejo

de departamentos abandonado.

Baja aún fatigado a la recepción,

donde un hombre de avanzada edad,

con sobrepeso y un intoxicante

hedor a grasa saluda a su cliente tal

como hace todas las mañanas.

–¿Descansaste bien? Recuerda que

a las diez en punto termina la reserva.

Si deseas permanecer una noche

más dilo ahora.

–Toma, no pienso siquiera volver

a un lugar de mala muerte

como este. –Emilio declara esto

al momento que lanza la llave de

la habitación 203 al recepcionista.

–Todos dicen lo mismo, luego se

vuelven arrastrando como ratas

suplicando que les dé un mísero

lugar donde caer muertos.

Sin darle importancia Emilio

atraviesa la puerta del hotel. El

fresco aire golpea su rostro

mientras se aleja, toma su teléfono

Motorola StarTAC del bolsillo

derecho del pantalón, levanta

la tapa y realiza la llamada que

el día anterior tanto lamentó no

haber hecho.

–Hola, me gustaría reservar una

Toma sus escasas

pertenencias de la

maltrecha mesa de

luz...


TANABARA NUMERO O1

Página 21

habitación para esta noche. Sí, al

nombre de Emilio Rios. Sí, la misma

de siempre, gracias. –Cuando

corta la llamada levanta su brazo en

una señal para que el autobús se detenga.

Designa su destino al chofer

y toma asiento en la fila final del

vehículo.

Nuevamente está frente a la puerta

que anoche no logró atravesar. Su

mano se desliza suavemente hacía el

picaporte, lo toma y con ligereza

abre el portal a sus aposentos. Nada

ha cambiado, el mundo interior aún

continúa paralizado.

Ingresa tirando su abrigo sobre el

sofá de la sala, y se dirige al dormitorio

donde se lanza de espalda en la

cama –la cual nunca ha logrado disfrutar

en las noches desde que tiene

recuerdos–. Su vida se ha encargado

de verlo sumido en desesperación.

Han transcurrido horas, días, semanas

e incluso meses desde que no es

capaz de ingresar a su hogar por las

noches. Se encuentra por su cuarta

mudanza y aún así no ha hallado alivio

a este mal con el que es azotado.

Ni siquiera él comprende con exactitud

su situación.

–Si existe alguna solución para

esto, sea cual sea, debo encontrarla.

Eleva su brazo, el reloj de pulsera

marca las diez en punto así que

decide levantarse, vestir su elegante

traje e ir a desayunar al bar

antes de tener que ingresar al trabajo.

La sensación del aroma de

las semillas de café del bar a tres

cuadras de su casa se ha vuelto

una rutina irrompible, si no va en

la mañana con seguridad iría a la

tarde para degustar aquel delicioso

elixir.

Cada vez que ingresa allí todo su

estrés y molestias se esfuman al

escuchar el café siendo molido,

ante su pronta llegada, piensa ordenar

un café negro con un algún

aperitivo.

Baja del autobús para vislumbrar

ante él las enormes masas de gente,

yendo de aquí a allá; sin prestar

atención a los demás, sin siquiera

mirarse los unos a los

otros. Todos y cada uno se ven a

sí mismos como una entidad única.


TANABARA NUMERO O1

Página 22

Da un paso para entrar en aquellas

turbulentas mareas. Pero algo capta

su atención, sus ojos vacilan por el

aire. En un poste vestido de publicidades

que a nadie les importa destaca

una ligera mancha negra; una silueta

contrastante; una peculiar figura.

Un cuervo.

«Somos los cuervos del destino. Podemos

resolver tu problema» dice el

texto acompañante de la figura de

aquella ave. ¿Acaso es algún adivino

de cuarta o broma sin sentido?

Ni siquiera información de contacto

colocaron.

Entonces Emilio recuerda que el

tiempo es oro, no puede detenerse

con cada peculiaridad que halle por

ahí. Por esa razón, hace aquello que

debería estar haciendo. Marchar al

trabajo.

El constante tecleo lo estaba estresando,

si no fuera porque acaba de

comenzar el descanso ya habría lanzado

el computador por la ventana.

Aún así prefirió permanecer en su

asiento a tomar aire fresco.

Sus dedos se deslizan a un periódico

dentro de su maletero y, con un ligero

movimiento éste se abre con

un concreto objetivo. Investigar.

Incontables anuncios inundan su

vista. El simple hecho de leerlos

todos hace divagar su mente. No

existe alguno en particular que

capte su interés, así que deja que

el destino lance los dados y decida.

Jamás se hubiera imaginado

el contenido de aquella publicación

surgida del azar. Para un no

creyente como él, lo que está ahí

no es más que objeto de burla

para su mente.

Médiums.

En otro momento, en otro lugar,

incluso en otro mundo, él abría

cerrado el periódico en un instante

luego de una incansable

carcajada. Pero ahora es diferente.

Su mundo se ha retorcido y

Somos los cuervos

del destino.

Podemos resolver

tu problema….


TANABARA NUMERO O1

Página 23

poco a poco ha comenzado a fragmentarse.

Ahora no existe método que su

mente tache como falso.

25 de Abril de 1999

Esperanza. ¿Qué significa aquella

palabra? ¿Cuál es su concepto? Él

ya no lo sabe. Confío en aquello que

su no-creencia le ofrecía, pero al

igual que en la cual confiaba, solo

fue una pérdida de tiempo y dinero.

El primero –de esos médiums de pacotilla–,

vino a la mañana del día siguiente

ofreciéndole una

«limpieza»; pero lo único que hizo

es imprimir una gran factura. Su

mal no fue sanado. A la semana siguiente

llego un segundo médium,

aunque la historia no fue diferente a

la ya contada. Y su mal no fue sanado.

El tercero que había venido hace

solo un par de días fue distinto. Él

se detuvo frente a la casa –

temblando como gelatina–, se giró y

ya jamás regreso. Y su mal sigue sin

ser sanado.

antemano el resultado de la batalla,

aún retiene la esperanza de

que esta vez sea diferente. Su mano

confronta las inconscientes

órdenes de detenerse. Se posa sobre

el pomo e incontables sensaciones

abundan su cuerpo casi de

inmediato: su piel comienza a sudar,

un salpullido se forma en su

nuca, los vasos sanguíneos de sus

ojos se inflaman y el contenido

aún presente en su estómago se

precipita con rapidez por el esófago

camino a la faringe, y de la faringe

hacia la boca.

Emilio sostiene su incendiada garganta

arrodillado frente a su propio

ácido estomacal, dispersado

por el verde pasto de la cuadra.

Esta temblando, con ojos llorosos

y dificultad para respirar. Tampoco

es la primera vez que esto sucede.

Es un aviso para probar una

vez más la mudanza.

Resignado se levanta y se marcha

como todas las noches desde

aquel incidente.

Abatido se detiene frente a su enemigo

más indeseado. Sabiendo de

Cierra la puerta de la habitación

con el número 203 y se lanza so-


TANABARA NUMERO O1

Página 24

bre la cama. El agotamiento pocas

veces llegaba a tal nivel, aún se le

dificulta respirar con normalidad.

El techo de hormigón delicadamente

pintado ya se ha vuelto una rutina

en su vida diaria, al igual que las

suaves telas de la cama y el gran televisor

frente a la misma. Antes no

podía conciliar el sueño, pero ahora

es capaz de dormirse en el mismo

momento en el que se zambulle en

la acogedora cama.

Apenas son las nueve y cuarto pero

sus ojos ya inician el conteo para

cerrarse, engullendo sus sentidos.

La mente de Emilio divaga, flota

entre los placeres del silencio. Los

suceso transcurridos hace apenas

media hora parecen resbalarse de su

ser.

De repente algo que ni él ni ningún

hombre en su situación esperaría sucede.

El teléfono suena. Él es arrastrado

desde el paraíso y lanzado al vertedero.

Tan mecánico como siempre

busca en su bolsillo derecho, pero

este se encuentra completamente

vació. Mueve su mirada a la mesita

de luz, pero allí solo reposan las

llaves del cuarto.

–¿Dónde habré puesto esa cosa?

Tal vez por simple curiosidad o

intento de rematar todas las opciones

posibles, pasea su mano

dentro del bolsillo izquierdo. En

él yace algo rectangular que

jamás había estado allí. Un celular.

Ni siquiera se le paso por la

mente revisar cual era la razón

por la que se encuentra en ese lugar,

así que sin más contestó.

–¿Quién habla?

–Soy yo, Bernardo, tu fiel amigo

y gran compañero de trabajo. –

Emilio pasa la mano por su rostro

ansiosamente en un intento

de evitar el impulso de colgar.

Soy yo, Bernardo,

tu fiel amigo y

gran compañero

de trabajo. ...


TANABARA NUMERO O1

Página 25

–¿Qué necesitas? Si es algo del trabajo

puedes decírmelo mañana.

–Bueno es que necesito unos docu...

–¡Voy a colgar ahora!

–¡No, espera! ¡Era broma! Solo era

una broma. –Da una pequeña pausa

suspirante, y luego continua–, desde

hace tiempo te he visto bastante cabizbajo

y siento que tienes un problema

del cual no puedes contar a

cualquiera. Por eso, mañana ven al

restaurante frente a la oficina, yo invito.

En la mente de Emilio se cruzan mil

y una maneras de rechazar la invitación,

pero antes de siquiera eligiera

una de ellas la persona al otro lado

de la línea corta la llamada. Mañana

aunque sea lunes ellos no están de

servicio, ya que es un día festivo para

la empresa. Sus veinte años de

funcionamiento.

Coloca el teléfono sobre la mesa de

luz e intenta, una vez más, sumergirse

en el mar del silencio.

26 de abril de 1999

El constante bamboleo de los ventiladores,

las incesantes charlas de

los clientes y el intrépido paso de

los empleados no hace más que

incomodarlo. Pocas veces visita

lugares tan concurridos. Desde

que tomo asiento no ha siquiera

tocado el menú delicadamente colocado

frente a él.

–Oye, ¿estás bien? –Pregunta Bernardo.

–Sí, solo me sorprendió lo lleno

que está este lugar. –Emilio suspira

nerviosamente.

Bernardo pide dos café al mesero,

sin siquiera pronunciar una palabra.

Apenas con un ligero gesto el

miembro del personal comprende

por completo cual es el pedido,

como si le hubiera leído su mente.

–Si quieres algo para comer no

dudes en pedirlo. Hoy invito.

–No, gracias. Estoy bien así.


TANABARA NUMERO O1

Página 26

–Bien, iré directo al grano. Estas

metido en algo, ¿verdad? Y aún

aquí, frente a mí, siento que no dirás

nada. ¿Estás metido en problemas

familiares, con alguna mafia o algo

así? –Termina su pregunta con tono

burlón. Un incomodo silencio entre

ambos se dibuja hasta la llegada del

mesero. Coloca dos tazas de café

negro enfrentadas y luego se marcha.

El café libera un aroma que engulle

los sentidos de Emilio. Aún poniendo

resistencia su mirada no puede

evitar concentrarse en aquel liquido.

Bernardo se inclina un poco hacia

delante, con intensión de confrontar

a la persona frente a él.

–Te seré sincero, si no me hablas no

voy a dejarte salir. Y para que lo sepas

todo el personal me apoya en

esto. Oh, y aquel oficial es mi primo.

–Levanta el brazo en saludo

hacia el hombre uniformado, quien

lo devuelve usando el mismo gesto

mientras se lleva la taza a la boca.

–¿Qué es lo que quieres saber?

Desde hace ya cinco minutos

ninguno ha hablado. En cuanto

Emilio terminó de narrar los

acontecimientos de su vida el

mundo se silenció. Esta es una

conversación que nadie quiere

escuchar, y de la que nadie quiere

participar.

–Eso es todo hasta ayer en la noche.

¿No dirás nada?

Bernardo lleva su mano al bolsillo

y retira un trozo de papel. Al

abrirlo sobre la mesa Emilio detecta

un parentesco con algo similar

que ha visto.

Un oscuro cuervo negro yace

impreso en la hoja.

–¿Cuervos del destino? No me

El café libera un

aroma que engulle

los sentidos de

Emilio…

–Todo. Todo lo que te está sucede.


TANABARA NUMERO O1

Página 27

digas que vas a recomendarme a un

médium de cuarta.

–Hace cuatro años, la hija de mi

hermano trabajaba en una metalúrgica

con un sistema de seguridad

muy precaria. –Bernardo se recuesta

sobre el respaldo de su asiento y mira

al cielo de hormigón–. Un día,

sucedió un accidente por culpa de

esta mala seguridad, y ella perdió

sus piernas.

–¿Qué tipo de accidente? Si se puede

saber. –Interrumpe.

–Una barandilla de seguridad fallo.

Ella cayó y una de las maquina funcionando

en ese momento trituro

sus piernas. Los demás trabajadores

no se percataron hasta que vieron

sangre, fragmentos de huesos y

músculos desgarrados sobre las cintas

transportadoras. Ambas piernas

fueron exterminadas hasta casi llegar

a la altura de los genitales.

–Siento oír eso.

–No importa. Sabía que si te hablaba

de ellos tendría que contar esto

también. –Deja una larga pausa para

una imaginaria batalla interna–. El

juicio contra la empresa jamás se

movía. Siempre permanencia estancado.

Nos tuvieron dos años

enteros dando vueltas y vueltas.

Redirige su mirada hacía Emilio y

mueve el brazo al pequeño trozo

de papel.

–Hasta que contacte con ellos. En

menos de una semana conseguimos

pruebas de todo tipo; cintas

de seguridad, imágenes y documentos.

Todo lo que necesitábamos.

Y por las mismas razones,

no éramos los únicos en juicio con

esa metalúrgica. Todos vencimos.

Todos recibimos una indemnización

por los daños. Y todos fuimos

participes en la quiebra de

esa empresa.

Cualquier posible dialogo luego

de esto sería consumido por la intensa

atmósfera. Todo ya ha sido

dicho, no existe argumento que

pueda extender el tema dado, ambos

lo saben. Por esto Bernardo

acerca aún más el arrugado trozo

de papel a Emilio.

–No tiene ningún dato de contac-


TANABARA NUMERO O1

Página 28

to, como se supone que...

–No lo necesitas. Solo, ten cerca de

ti este panfleto y tarde o temprano

ellos aparecerán.

Bernardo se levanta, suelta el dinero

suficiente para pagar tres tazas de

café sobre la mesa, y se marcha con

un vulgar saludo de amigos. Emilio

permanece aún observando el panfleto,

analizando una y otra vez su

escaso contenido. Antes de marcharse

pide otra taza y coloca aquel trozo

de papel en su bolsillo.

–Como si con solo tener esto ellos

pudieran encontrarme. –Afirma

Emilio presenciando, con gran aburrimiento,

lo que yace a través del

cristal del ventanal. En el momento

que cómodamente disfruta su nueva

taza de café, jamás podría siquiera

imaginar que tan errónea era su afirmación.

CONTINUARA...

…SIGUENOS EN

EL SIGUIENTE

CAPITULO:


TANABARA NUMERO O1

Página 29

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ECHI FILES

El manga recomendado

EVANGELION RE TAKE


EVANGELION RE TAKE .

Para los que igual que yo quedaron

con un mal sabor de boca ,

luego de THE END OF EVAN-

GELION o las numerosas secuelas

de manga ,algunas donde

existen mundos paralelos a la historia

original ,algunos muy bien

dibujados pero carentes de sentido

lógico como :EVANGELION

ANGELIC DAYS .

Todo esto me llevo a pensar que

los estudio GAINAX que nos entregaron

obras magistrales como

FLCL (Furi Kuri).Habian caído a

la comercialización ,hecho que

comprobé con la adición de personajes

en secuelas posteriores de

EVANGELION .

Para mi fortuna en una busca rápida

por la red encontré una curiosa

y atrevida versión de manos del

estudio KIMIGABUCHI ,fue grata

mi sorpresa para con EVANGE-

LION RE TAKE ;Un digno final

para esta maravillosa serie.

La historia :A diferencia de

otras ,nos ubica en THE END OF

EVANGELION ,con Shiji ahorcando

a Azuka ,para luego devolvernos

a un punto intermedio de

la serie donde aun no se ha activado

al Eva 04 .Nuestro Shinji plenamente

consiente del catastrófico

futuro ,buscara enmendar sus faltas

mientras es acosado por el reflejo

de una Azuka futura.

En este comentario no ahondare

en detalles pues eso es spoiler. Pero

si les diré que se nos presentan

varios finales alternativos

donde ,Azuka sufre daños neuronales

,Seeele es perseguido por la

ONU ,los evas en serie son derrotados

por Shinji , eh incluso se

presenta a la hija de Shinji y

Azuka .Claro todo muy bien fundamentado

y con un toque muy

concreto de sensualidad lo cual

era de esperarse de dos adolecentes

que posiblemente mueran mañana

.un hecho que para fanáticos

como yo era difícil de creer .

Sin mas que decir ,les recomiendo

EVANGELION RE TAKE ,solo

para mayores de 18 años, 5 volúmenes

, uno adicional puramente

hentai


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: hablaremos de

SCHOOL DAYS . Si tienes

una recomendación nos

las haces llegar ok .


TANABARA NUMERO O1

Página 34

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TANABARA NUMERO O1

Página 35

CANDY CAT

la exorcista digital

HC

AUTOR :LIMA COE Y SHIRO WARMI

“Siempre es el mismo sueño;

Estoy solo en algún lugar oscuro y

una luz me persigue, es tan pequeña

que no parece que fuera nada

malo. Pero me envuelve y caigo

en ella, siento mucho miedo, el piso

se desmorona y grito. Eso es

todo.”

Empecé a tener ese sueño desde

un accidente que casi me quita la

vida. Al parecer fui atropellado

por una motocicleta mientras caminaba

al instituto Fátima para

dreamers del norte de San Felipe

.Estuve en coma por algo de

tres días no recuerdo nada de

esos días , ni tampoco del accidente

.los exámenes médicos no

mostraron daño cerebral y eso era

bueno si deseaba ser un dreamer

profesional .pero desde entonces

empecé a sentir un pánico por el

futuro sin razón aparente , la terapia

de psicoanálisis me ayudo algo

.Pero un dreamer que no puede

soñar nada más que un sueño

recurrente no sirve para nada

,todos mis compañeros se gra-


TANABARA NUMERO O1

Página 36

duaron y trabajan para grandes productoras

de sueños sintéticos , yo

solo escape y deje todo atrás ; Aun

siento ese vacío y angustia cuando

pienso en el pasado . Lo bueno es

que ya no tengo ese sueño pues tomo

medicación, se llama Hipnocil y

evita que tenga sueños de cualquier

tipo, si lo deseara podría comprar un

sueño sintético de los que seguro

haría de no haber tenido ese accidente;

De cascadas de agua en un

paraíso tropical, o uno donde vuelas

por el aire o quizás mejor uno donde

eres alguna clase de agente secreto

en una misión internacional. Siempre

ame a los agentes secretos ,y

más aun a los detectives como Sherloc

Holmes, lo que Sherloc tenía era

una forma de ver la vida diferente

,casi como si él no fuera otro ser

humano mas .Claro esa sería la opinión

de Watson .Pero lamentar el

pasado ya no tendría sentido solo

sería un trabajo inútil , pienso que

deseo desde el fondo de mi ser dejar

de escapar , porque en eso se ha

convertido mi vida desde hace 2

años un continuo escapar del pasado

.

-La veo todos los días en la cafetería,

me gustaría saber su nombre .Es

algo linda, delgada como es supongo

hace algún deporte, me imagino

que mide 1.60 o tal vez 1.50

¿Tu qué opinas Tadeo?-. Juan

Zavaleta, el cajero sonreía maliciosamente,mientras

frotaba su

menton con el pulgar e indice.-

Pero, ¿porque siempre viste como

abuelita? , una linda minifalda le

vendría mejor -.Me limite a mirarlo

en silencio .Marisol Agustino,

nuestra joven administradora dejo

de lado el acomodar las flores y

sorprendiendo al desprevenido cajero,

apretó la cabeza de Juan contra

la meza.

-¡Auhhhc!-.Eso duele de seguro

.Pensé.

-Gracias por ayudarnos en la recepción

Tadeito,a diferencia de

otros tu no eres un patetico lobo

en primavera -. Marisol inclino la

cabeza de una forma simplemente

adorable, sin dejar de apretar la

cabeza de Juan contra la mesa.

Yo solo escape y

deje todo atrás ;...


TANABARA NUMERO O1

Página 37

-Tadeito...MUA MUA-. Una sonrisa

burlona grande se dibujo en

su cara aplastada por la pequeña

mano de Marisol. - Tadeito,

amor... Mua mua -.

Marisol vio su cuerpo atrabezado

por un frio escalofrio y se sonrojo

,recuperando el aliento apretó

aun más la cabeza de Juan contra

la mesa.

-Eres un idiota, deja ya eso ... Nosotros

no somos eso -. Marisol llena

de furia extendio aquel curioso

avanico que siempre llevaba con

sigo,y prccedio a estragular a Juan

con el.Este espectaculo era cotidiano

en el restaurante La estrella

del sur,los clientes llegarian luego

y el trabajo seria pesado,era bueno

jugar para sacudirse la pereza.

De alguna forma esto me recuerda

el instituto Fátima, pense al verlos.

Como un habil ladron que no deja

rastros ,aquella nota periodistica

se llevo las sonrizas de todos. Marisol

dejo escapar a Juan mientras

su rostro perdía el color. Todos

nos quedamos en silencio .Los

clientes del café restaurante la estrella

del sur disfrutaban de los

noticieros mientras tomaban el

café en las lluviosas y frías tardes

de invierno .En medio del silencio

se escuchaba :-... Otro caso de posesión

digital se suma a los muchos

de la lista ...-.Juan aun no

comprendía bien del por que

estábamos en silencio y mostro un

rostro ahogado con un :-

Oh ,¿Que pasa aquí alguien murió?-

.No era culpa suya apenas

tenia unos meses unos meses trabajado

aqui.Liliana la cocinera le

pellizcó en las mejillas y aun

arrastrando el rostro de Juan desconecto

la pantalla.

-Perdón, quiero tomar algo de aire.

Cubre mi turno Tadeito-. Dijo

Marisol y salió despacio del restaurante.

Sentí que compadecernos y murmurar

sobre los problemas de

Marisol era descortés ,así que di

una palmada y dije :-Bueno todos

a trabajar , ya es tarde y los

clientes llegaran en cualquier momento

-.

Desde la revolución de los sistemas

conecct, los propios cerebros

fueron direcciones ip en la red, y

los continuos rumores de intervenciones

de piratas informáticos,

pasaron de leyendas urbanas

a una cruda realida,cuando algunos

casos de personas poseídas


TANABARA NUMERO O1

Página 38

por una locura inducida que se llamo

posesión digital .Las grandes

compañías de la red y de tecnologías

lo niegan hasta este momento,

diciendo que sus redes son

seguras y los psicólogos siguen

confundidos contradiciéndose con

argumentos como: Si existe de

verdad una forma de intervenir un

cerebro o es solo una forma de

autosugestión, y otros plantean

que solo es una psicosis de masas.

Pero sus terapias no dan resultados

para los poseídos digitales

,pues es un hecho muy conocido

que una diadema conecct que

se desconecta a la fuerza produce

un gran daño neuronal al usuario

.Esto le paso a la hermana gemela

de Marisol ,luego de algunos

días de posesión digital la

batería de la diadema conecct se

agoto y dejo de funcionar. Marisol

solo pudo ver como su hermana

cayó en un sueño .Desde entonces

Marisol la cuida . -Es como

una niña pequeña -.dice sonriendo

cuando preguntas.- ¿Como

esta tu hermana? -.

El turno es largo y los clientes son

los de siempre .En ocasiones suelo

recordar cosas como:

Las palabras de mis padres cuando

entre al instituto de dreamers

Fatima.fueron: -Que maravilloso,

ese es nuestro pequeño Tadeo.-

Nunca comprendí bien porque

presente el examen, digo el trabajo

de crear sueños sintéticos para

las productoras de Hollywood es

uno de los mejores pagados del

mundo. Se dice que un dreamer

promedio puede ganar millones

solo por una producción de 30 minutos

bien editada .Si lo pienso

en el pasado las productoras gastaban

millones de millones en escritores

, directores

,actores ,vestuario y otras

muchas cosas .Pero desde que la

primera captura de un sueño fue

posible ,todo había cambiado ya

no había limites solo había que

encontrar un grupo de dotados

con la habilidad correcta ,y a producir

sueños que el público pudiera

disfrutar por la red o en discos

Es solo una forma

de autosugestión,

y otros plantean

que solo es una

psicosis de

masas...


TANABARA NUMERO O1

Página 39

de memoria de algunos terabytes

de capacidad .Cuando empecé en

el instituto mis sueños de practica

eran los mejores ,todos creían que

tendría un brillante futuro en el

mercado .y luego un día no pude

soñar más ,hasta que conocí a

Candy cat.

CONTINUARA….

…SIGUENOS EN

EL SIGUIENTE

CAPITULO.

LA GATA

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Página 40

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TANABARA NUMERO O1

Página 41

TORMENTA

GC

AUTOR :Jesus Sanches

La lluvia caía rompiéndose con

tal fuerza sobre el asfalto que parecía

querer hundir el mundo. No

recordaba una lluvia tan feroz, yo,

tan enamorado de este esencial

elemento que, a una sola gota,

corría hacia la ventana a contemplarla

en todo su esplendor. Me

encantaba su fuerza, su esencia y

su limpieza, pero sobre todo la capacidad

rememorativa que esta

ejercía sobre mí, como si borrara

mi presente por sucio, triste o saludable

que este pudiera ser. Su

sonido, desde que Thor daba el

primer martillazo, hasta que ésta

rompía en el suelo, era la fuente

de inspiración que activaba el sosiego

en mí. Toda mi vida, mis

sueños, mis pensamientos, fluían

como el deseo ante la belleza, como

el recuerdo ante el último suspiro.

Era una sensación mágica

que solía visitarme de imprevisto.

Nada parecía tener más sentido

que la suave melancolía apoderándose

de todo cuanto pude ser.

Corrí a la ventana al percatarme

de su presencia, quise volver a

sentir sus propiedades curativas.

Descorrí las cortinas y la contemplé

enfundada en la más absoluta

oscuridad, pero esta vez hubo

algo extraño; una silueta. Una extraña

silueta abajo, junto a un

árbol, frente a mi casa, que parecía

observarme. No podía apreciar

bien su forma, solo alcanzaba a

ver una delgada línea sobre uno

de sus lados que se asemejaba al

contorno de una gabardina.

Permanecí inmóvil, esperando

que un relámpago, una farola o

cualquier otra cosa, arrojara su

claridad sobre aquello despejando

así mis dudas. No podía desviar la


TANABARA NUMERO O1

Página 42

mirada a lo que me estaba robando

tan anhelado momento.

El tiempo seguía su cadencioso

curso aquí, en la única situación

en la que me gustaba sentirlo pasar,

y aquello me impedía deleitarme

con las musas que la lluvia de

aquella negra noche había venido

a traerme. De pronto sucedió el

milagro. Un estruendo ensordecedor

convirtió la noche en día durante

unos segundos, los suficientes

para ver lo que la oscuridad

me ocultaba; era un hombre.

No sé que extraña personalidad

protagonizaría tan vil y excéntrica

situación. Llevaba un pequeño

sombrero negro e iba vestido del

mismo color y, efectivamente, una

gabardina cubría gran parte de su

cuerpo. Se estaba empapando y

aún así no hacia gestos para llamar

mi atención y procurarse un

refugio, simplemente permanecía

estático, indiferente ante el miedo

que debería inspirar una calle solitaria

en una noche de tormenta.

Comenzaron aquí, tras su visión,

mis más opresivos temores.

El miedo de la calle solitaria, negra

y lluviosa, se trasladó al interior

de mi comedor, estaba convencido

de que ya no existía la angustia

externa. Todo el pavor se alojaba

ahora en mi amplio comedor,

quedando atrapado entre las paredes

y el ventanal, entre el techo y

el suelo sobre los que yo me refugiaba.

Desvié la mirada hacia el reloj

de la pared que marcaba casi las

tres, el péndulo seguía su curso y

en cuestión de segundos el pajarito

anunciaría la llegada de la tercera

hora del nuevo día. En un reflejo

de incrédula cobardía pensé

que con la llegada de la nueva

hora todo aquello se desvanecería,

y que tal vez fuera el cansancio el

promotor de aquella incoherente

locura. Se abrieron las puertas de

la ventana del reloj, el pajarito salió

y calló, el péndulo quedó inmóvil

y las ventanillas abiertas,

jamás se había estropeado, era una

reliquia por la que pagué una suma

considerable, no debería pararse.

Otro estruendo terrorífico

irrumpió indiscretamente aquel

desasosiego sin conseguir iluminar

nada esta vez, ni siquiera mi

interior, que permanecía sumido

en la más profunda incertidumbre.

El comedor adoptó nuevas dimensiones,

estas más reducidas, com-


TANABARA NUMERO O1

Página 43

primiendo el espacio y el oxígeno,

a mi juicio más espeso que nunca.

Comprendí que aquella no era una

de esas noches lluviosas que venían

a deleitarme, sino que aquello

que tanto me gustaba se me estaba

revelando, era como si sus musas

hubieran sufrido una metamorfosis

infernal adquiriendo un aspecto

sombrío y maliciosamente provocador.

Acerqué el sillón al ventanal

y esperé a que aparecieran

para exponerme lo que habían venido

a mostrar. Aquel hombre seguía

inmóvil mientras iban creciendo

mis temores, mientras se

iba disipando mi paciencia y mi

sentido común. Llegado a este

punto mi mente adquirió nuevas

dimensiones interpretativas, se

desvanecía mi capacidad de raciocinio

abriendo nuevas puertas al

surrealismo más despiadado.

Encendí un cigarro bajo la absoluta

certeza de saberme elegido

por el diablo al enviarme mi última

tormenta y seguí mirando

hacia fuera. El viento agitaba con

enorme crudeza las ramas del viejo

árbol, algunas, incapaces de resistir

la fuerza que este ejercía sobre

ellas, se iban con él, arrastrándose

sobre los adoquines. Después

llegó el primer rayo de la noche

a pocos metros de allí, era sobrehumano,

aquel hombre no se

inmutaba, permanecía impasible

como una estatua de granito, ni siquiera

el sombrero conseguía

arrancarle el viento. Segundos

después otro rayo rajó el tronco

del árbol bajo el que se cobijaba,

quedando en pie solo la mitad de

éste. Salté del sillón impetuosamente

colocándome frente al cristal,

pegado a él, y le perdí de vista.

La tormenta empezó a ceder

casi inmediatamente, el árbol

quedó quebrado ante mis ojos. La

lluvia ahora era fina, suave, como

me hubiera gustado verla al principio.

Lla noche se empezó a

hacer más clara y con un esfuerzo

pude ver la gabardina tendida en

el suelo, pero ni rastro de aquel

extraño ser.

El pajarito del reloj emitió entonces

su tradicional sonido, el

péndulo siguió su curso y las ven-

Encendí un

cigarro bajo la

absoluta certeza ...


TANABARA NUMERO O1

Página 44

tanitas se cerraron. Que extraña

situación, pensé ahora que la tranquilidad

había vuelto a ser imperante.

Volví al sillón y encendí un

nuevo cigarro, sentí como mi corazón

volvía a palpitar al ritmo

habitual, como mis pulmones se

llenaban del humo que más tarde

veía desaparecer en la penumbra

de mi oscuro comedor. Comencé a

relajarme mientras otros pensamientos

llegaban a mi mente, no

dejaría que aquel incidente se

adueñara de mí. Sentí como mi

cuerpo se hundía en el mullido

sillón, como el terciopelo acariciaba

mis ropas, como la soledad

me volvía a abrazar regalándome

toda su ternura. Sonó entonces la

puerta con fuertes golpes, demasiado

frecuentes, que exaltaron mi

recién estrenada tranquilidad,

aquel sonido destrozando el silencio,

demoledor, confirmando mi

angustia. Permanecí inmóvil sentado

en el sillón, ¿qué asfixiante

maldición se había apoderado de

mí aquella noche?

Cuando pude levantarme fui a

la cocina, cogí un enorme cuchillo

y caminé hacia la puerta que volvía

a sonar, levanté la tapadera de

la mirilla y allí estaba el extraño

tipo, sin gabardina, empapado

desde el sombrero hasta los huesos.

En su cara se veía el desamparo

que me hubiera gustado ver

desde mi ventana para considerarle

normal. Parecía asustado, pero

después de todo era bastante extraño

el hecho de haberse decidido

a llamar tras la tormenta, no

tenía sentido, ahora podría marcharse,

el tiempo volvía a ser normal.

Dudé entre abrir la puerta o

simplemente esperar, estaba inquieto,

tanto como confuso.

- Abridme por favor, necesito

ropa seca. - Dijo desde el otro lado

de la puerta. Su voz sonaba entrecortada

por las condiciones meteorológicas

que había soportado.

Más, a pesar de todo, mi inquietud

no hacía sino crecer. La mano derecha

con la que sujetaba el cuchillo

sudaba y temblaba, en este estado

de exaltación se lo clavaría al

primer ser que se colocara enfrente

de mí, no sería capaz de pensar,

de plantearme el dilema del bien y

el mal, simplemente reaccionaría

intuitivamente.

- Moriré de una neumonía. -

Gritó.

Desde las sombras de mi agolpada

mente quise que se cumplie-


TANABARA NUMERO O1

Página 45

ra aquella última frase, ya se investigaría

más tarde sobre este

hecho, sería esta la postura más

cómoda. Volví la mirada hacia el

comedor cuando un desconocido

sonido abrió la ventana y el viento

se coló agitando las cortinas,

llenándolo de sombras que bailaban

por las paredes en todas las

direcciones. Corrí a cerrarla y observé

de nuevo el exterior, oyendo

las súplicas que llegaban desde el

otro lado de la puerta y que el

vacío exterior trasladaba hasta mis

asustados oídos. El reloj se había

vuelto a parar. ¿Qué relación tenía

todo esto con el tiempo? ¿Por qué

algo tan ajeno a los acontecimientos

acaecidos entraba en el juego?

La escasa distancia entre el comedor

y la puerta me pareció tenebrosa,

casi funesta. La anduve

despacio, mirando a los lados,

viendo siluetas, sombras pululando

por los techos y paredes, atravesándome

la mirada, fuera cual

fuera el lugar donde a ésta destinara.

- Dejadme entrar.

-¿Quién demonios eres?, - grité

enfurecido - ¿qué diablos queréis

de mí?

- Solo ropa seca señor, después

me iré, os lo juro.

Así el pomo de la puerta con la

mano izquierda mientras en la derecha

temblaba aun el cuchillo, lo

giré y ante mí coloqué su presencia.

Permanecimos un instante callados,

mirándonos fijamente, yo

estaba tan empapado como él, el

sudor había impregnado mis ropas

adhiriéndolas a mi tembloroso

cuerpo. Él rompió el silencio.

- Solo una toalla y ropa seca. -

Dijo. Le dejé entrar al comedor y

fui a buscar lo requerido.

Cuando volví a entrar en el comedor

lo encontré desnudo frente

a mí. Las sombras flotaban tranquilas

a su alrededor, le lancé la

toalla y coloqué la ropa sobre el

respaldo de una silla, próxima a

él. Irónicamente había seleccionado

el color opuesto al de su anterior

atuendo. Me había desecho

La escasa

distancia entre el

comedor y la

puerta me pareció

tenebrosa,...


TANABARA NUMERO O1

Página 46

del cuchillo y esperé pacientemente

a que se secara y vistiera,

sin mediar palabra. Esperaba que

me explicara el por qué de su presencia,

quería conocer el motivo

por el cual mi reloj permanecía

parado. Una vez seco arrojó la

toalla al suelo y procedió a vestirse,

lo hizo lentamente, como si

fuese lo más natural del mundo

estar en casa de un desconocido,

al cual había estado observando,

vistiéndose con sus ropas en el

centro de su comedor. Aquella

tranquilidad no conseguía sosegarme,

sus miradas, que no se cruzaban

con las mías, deambulaban

por el comedor con absoluta tranquilidad,

quizá buscara algo. Ese

comportamiento me parecía desafiante,

su seguridad una amenaza

y mi inquietud mi única arma.

- Decidme caballero, ¿quién

sois?, ¿por qué se ha parado esta

noche mi reloj? y, ¿por qué no

habéis pedido auxilio antes de

empaparos? - pregunté decididamente.

Él seguía vistiéndose, y sin mirarme

a la cara me respondió.

- No sé quien soy. En cuanto a

mi estancia aquí esperaba que vos

lo aclarara, y sinceramente, el reloj

no es de mi incumbencia.

Tal soberbia me enfureció como

un animal salvaje ante un gesto

inoportuno. Un extraño se filtra

en mi vida y con absoluta parsimonia

argumenta no saber nada.

La situación tensaba mi cuerpo

hasta la rigidez, extraña e inquietante,

proporcionada por un personaje

al cual no me atrevía a tocar

por temor a aquellas sombras flotantes

que, a modo de guardianes,

pululaban sobre él.

-¿Cómo podría yo, tan ajeno a

esta situación, dar respuestas a un

extraño sobre su propio paradero?,

usted ha debido creer que soy

dios.

- No estoy capacitado para creer,

solamente sé que aparecí ahí,

bajo la lluvia, y se me ordenó esperar

el rayo que me llevaría a la

presencia de algún desconocido al

cual mi aparición, debería aclararle

la mayor de sus dudas.

- Veo vuestra habilidad para

confundir y me incómoda desconocer

vuestro propósito. Además,

para vuestra información, os diré

que yo soy una persona absolutamente

normal, y que mis dudas

son de escasa importancia, por lo

que os ruego que salgáis de mi


TANABARA NUMERO O1

Página 47

hogar si no decid la verdad. - Dije

esta última frase levantando el

brazo y señalando la puerta para

mostrar la firmeza de mi decisión.

- No es preciso que volváis a devolverme

la ropa, podéis quedáosla,

consideradlo un detalle de mi

escasa solidaridad y, por favor, -

volví a alzar el brazo señalando la

puerta y agregué - ya conocéis la

salida.

Solo entonces levantó la mirada

para encontrarse con la mía, y

dios, aquellos ojos eran los más

desafiantes que pudieran existir en

cuantos mundos hubiera en el

enigmático universo. Eran de un

color vivo, pero impuro, la escasa

luz del salón acentuaba su brillo

que inmediatamente congeló mi

garganta, sofocando un grito que

hubiera quebrado la noche. Santo

o culpable cielo ¿cómo podría un

ser vivo brillar más que una estrella?

- Veréis, – mantuvo la mirada

en mí - no puedo irme si vos no

comprende el motivo de mi visita,

estas sombras que veis son quienes

me llevaran una vez logrado

el objetivo. No le miento si le digo

que no sé quien soy, ni qué

hago aquí, y no podré moverme

hasta que ellas – señaló a las sombras-

me lleven, y eso sólo depende

de vos.

- ¿Por qué me pidió ropa seca?

- Algo habría de ingeniar para

entrar por las buenas en vuestro

hogar.

-¿Por las buenas? – pregunté

sintiendo el sudor en mi frente.

- No sé cual es el fin de esta

misión, yo sólo he sido el gancho,

el cebo que debería morder.

Sombras y ausencia del tiempo.

Pensé por un instante que

aquel momento no existía, que

simplemente era un paréntesis en

la vida que obligaba a la reflexión.

Algún parentesco debía

haber entre estos sucesos que determinara

el motivo.

El hombre fue hacia la ventana

y las sombras tras él. Miró al

exterior, el brillo de sus ojos se reflejaba

en el cristal. Era imposible

Solo entonces

levantó la mirada

para encontrarse

con la mía...


TANABARA NUMERO O1

Página 48

negar la evidencia, supe que era el

único ser que permanecía inerte

en vida. Vida. Ya no estaba seguro

de poseerla, me acerqué al reloj y

lo golpeé con fuerza intentando

activar el movimiento de sus agujas.

Lo golpeé otra vez y otra más.

Nada, esa fue la respuesta. Corrí

hacia la puerta, la abrí y comprobé

la quietud de la tierra, la

niebla permanecía densa y estática,

como si mi hogar estuviera

apartado de cualquier atisbo de vida,

en un lugar del que los vivos

nunca han oído hablar, sólo las

sombras y nosotros dos éramos la

definición exacta de movimiento.

Volví al salón.

- Creo saber quien os envía -

inquirí.

- Perfecto, tengo ganas de volver.

- ¿A dónde?

- A ese lugar donde he debido

estar antes, allí donde no se siente,

donde no se tiene consciencia ni

noción.

- Allí donde nos reuniremos en

breve.

- Explíquese.

- En mi vida siempre ha habido

sombras, en mis sueños, desde niño

hasta este instante y, por supuesto,

tiempo cadencioso del que

nunca me percaté. Cada noche de

lluvia que he salido a contemplar,

el tiempo desaparecía para deleitarme.

Cada tormenta me ha parecido

un simple suspiro. Aquello

que le hace estar aquí es mi propia

decisión, es la grandeza del espíritu

que se ha enamorado de un elemento

tan profundamente, que su

vida ha girado en torno a las gotas

de su esencia, sin percatarse de

cuanto podría abarcar aquel sosiego

que, desde las nubes hasta el

subsuelo, humedecía toda una vida,

refrescándola y proporcionándole

todo lo que esta necesita para

sentir lo que todo ser vivo ha andado

buscando desde nuestros ancestros,

y que continuará haciéndolo

hasta que el mundo detenga

su monótona marcha. Sí, estoy

hablando de la felicidad, y también

de las sombras, las sombras

de cada persona que, bajo mi consentimiento,

dejaron de respirar.

Ya veis, soy capaz de comprender

los errores de mis drásticas decisiones,

pero hay algo peor…

mucho peor. Comprendo y acepto

mi pasado, y aún así, no lo considero

erróneo, sino...justo. Creerán

que soy un ser insensible, pero no

es verdad, mis lágrimas son la llu-


TANABARA NUMERO O1

Página 49

via que tanto me ha gustado observar,

los rayos son mi luz y los

truenos solamente el sonido de mi

alma, y ésta última lo que usted ha

venido a buscar. Más sabiendo ya

el motivo de su inesperada visita,

que ya no me asusta, sino que me

empieza a agradar, he de pedirles

un último deseo. He de pedirles,

estimados visitantes, una sola noche

más. Una tormenta como nunca

antes ser vivo haya podido ver,

un aluvión capaz de hacerme rememorar

todas las noches pasadas,

después iré allá donde me

quieran llevar, pero concededme

esta última y única petición.

Filtráronse las sombras en el

cuerpo de aquel extraño hombre y

salió de mi vista. Oí la puerta cerrarse

y retumbar. Abrí la ventana

y miré al exterior, pensé en las experiencias

que me había tocado

vivir, también en la presentación

de esta última que ansiaba llevarme.

Coloqué el sillón más cerca

de la ventana y, antes de sentarme,

saqué el brazo al exterior y sentí

como unas finas gotas se empezaban

a convertir en la tormenta que

esperaba. Subí al dormitorio y me

vestí para la ocasión, no se tiene a

diario la oportunidad de elegir,

después me senté cómodamente

en el antiguo sillón sintiendo la

suave textura del terciopelo e inmediatamente

después, un estruendo

iluminó el salón momentáneamente,

y allí quedé, escuchando

los relámpagos, viendo

los rayos y la lluvia caer con tal

fuerza que parecían querer hundir

el mundo.

FIN


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TANABARA NUMERO O1

Página 51

MI HUMO

GC

AUTOR :DEADLY SMILE

En una grisácea ciudad, dentro de

la señora Gretel se haya una

monstruosa criatura. Cada vez

que ella llegaba a su casa luego

del exhaustivo trabajo, al momento

que encendía su fiel cigarro, se

encontraba, sorpresivamente, con

un enorme engendro. Esta colosal

bestia, vestida de penumbra,

sobrevolaba el alto techo como un

dragón acechante.

Algunos días, Gretel se entretenía

viéndolo caminar por las paredes.

Pareciera que le es

imposible bajar más allá de las

ventanas. Y, como si temiera al

exterior, al instante en que ella

apagaba su cigarro y abría las

ventanas éste se esfumaba como

la sombra al ser asediada por la

luz.

En una de las tantas veces que se

reunían, Gretel se preguntaba si,

de alguna manera, podría

comunicarse con él. Lamentablemente,

sea cuál sea la palabra que

hiciera, dibujo que le mostrara y

seña sonora que realizara la bestia

no parecía entenderla. Y, al final,

ella termino desistiendo.

Gretel no le temía al monstruo y

éste no tenía razón para temerle,

ambos solo eran dos

entidades que, por casualidades

del destino, se hallaban en el mismo

lugar.

Un día Gretel fue visitada por su

vecina y amiga Olivia quien, al

igual que ella, disfrutaba la tarde

con un buen cigarro. Y al momento

que la dulce Olivia lo encendió

una oscura bruma se arrastró al

techo. No solo no era igual a la

bestia que Gretel conocía sino que


TANABARA NUMERO O1

Página 52

era más negruzca, espesa y

olorosa. Sobre ambas mujeres, que

conversaban plácidamente, se enfrentaban,

con dientes y garras,

dos monstruosidades.

Y, al igual que siempre, en el instante

en el cual las ventanas fueron

abiertas las brumas se

disiparon.

Gretel siempre se preguntaba porque

tal criatura daba presencia en un

espacio tan reducido

como el living de su casa que lo

único destacable que tenía era el alto

techo.

¿Podría haber algo que él quisiera?

Como si respondiera a tal repentina

idea, él asintió y por vez primera

bajó su robusto brazo.

Gretel no podía comprender que es

lo que quería decirle la bestia, pero,

despejando estas dudas,

una garra tocó su cabeza. Aquel fue

el desencadenante.

Con el trascurrir del tiempo, durante

las carreras que le obligaba hacer su

trabajo, Gretel empezó

a notar que, de porrazo, su resistencia

física fue en declive. En momentos

que necesitaba correr

para alcanzar el transporte empezaba

a toser fuertemente, cuando ingería

algunos alimentos su

garganta se sentía extraña y, finalmente,

con los años su cuerpo se

debilito tanto que llego un

momento en donde ya no podía

levantarse con facilidad de su

asiento. Por lo que los cigarros

diarios que consumía fueron en

aumento.

La enorme criatura que, hasta ese

instante, solo permanecía en el alto

techo ahora podía colocar

sus repugnantes piernas sobre la

alfombra que cubría el suelo de

madera. Al fin Gretel era capaz de

verlo. La escamosa piel, con una

babosa cubierta negra como el alquitrán,

era completamente

visible; los ojos, fundidos en un

amarillo verdoso, veían de frente

a Gretel.

La bestia liberaba un hediondo

aroma a humo que se adentraba

por las fosas nasales de Gretel

Gretel siempre se

preguntaba

porque tal

criatura ...


TANABARA NUMERO O1

Página 53

hasta apoderarse de sus pulmones.

Cada respiro era una indiscutible

lucha por la supervivencia.

Podría tomarse como un reproche

del destino que, justo en tal percance,

la dulce Olivia decidió

llegar de visita entrando sin preguntar,

ya que Gretel dejaba escondida

una llave para ella. Pero

cuando entro, para su sorpresa, se

encontró a la pobre Gretel tirada

usando todos sus esfuerzos

para alcanzar una simple bocanada

de aire.

—o—

Finalmente, unos meses más tarde,

ella fue dada de alta. Su estado

había mejorado y se

encontraba ahora, gracias a sus

limpios pulmones, con una vitalidad

renovadora. En el hospital

había caído en terapia intensiva,

por lo que, en un buen tiempo se

vio incapaz de tocar cigarro

alguno.

En cuanto llegó a su casa y entró a

su habitación predilecta, a pesar

de la nostalgia al tomar

asiento casi por inercia intentó tomar

un cigarro en la mesita. En

ese momento dio gracias que ésta

se hallara vacía.

Levantó la mirada justo donde se

encontraba la ventana abierta y

luego, esperando encontrarse

una vez más con él, siguió hasta

toparse con el techo. Estaba vacío.

Se sintió insegura por un

instante, pero luego asintió para sí

y, con grata esperanza observó el

paisaje, ahora desprovisto de

gris, al otro lado de la ventana.

FIN


TANABARA NUMERO O1

Página 54

Especial "Relatos Terror/Gore"

GC

AUTOR :KOKI KUN

Los ojos de la chica se encuentran

abiertos de par en par, mientras

que su boca esta entreabierta y de

pronto suelta un gemido doloroso,

no puede mover el cuerpo, apenas

levanta el brazo como buscando

una mano amiga que le sujete,

desde su posición puede ver sus

dedos borrosamente, forzando la

vista parpadeando mientras un par

de hilillos rojos recorren su frente

como si fueran venitas.

Quisiera retorcerse y aullar de dolor

pero no puede, a lo lejos se escuchan

los villancicos que entonan

los vecinos a unas cuadras,

por otro lado, junto a ella se encuentra

el espectacular árbol de

navidad que ella y su amante

adornaron con esmero, los regalos

aun sin abrir, sus pupilas parecen

perderse en el parpadeo de las lucecillas

que se enredan alrededor

del arbolito, o quizás en las rojas

esferas.

Se ha quedado ida, sus pensamientos

volvieron al momento en

que encontró la espantosa imagen

de su amante crucificado en aquella

cama que compartieran tantas

veces, con las viseras regadas por

todo el lugar y sobre la cabecera

un mensaje de feliz navidad escrito

con la sangre del pobre infeliz.

Le corrieron las lagrimas por el

rostro, ya no podía escuchar el

“jingle bells” que tocaba el reproductor

en la sala, ni siquiera pudo

acercarse al cadáver, alguien salió

de entre las sombras, su expresión

fue de horror total, comenzó a correr,

el asesino le pisaba los talones,

la tomo por los cabellos justo

a la mitad de las escaleras y cubrió

su boca con la mano enguantada,

tras un forcejeo se libera pe-


TANABARA NUMERO O1

Página 55

ro termina rodando escaleras abajo

cayendo de bruces. Las mismas

manos sujetan su rubia cabellera y

le arrastran hasta quedar junto al

árbol de navidad, una patada en el

rostro le hace enterarse de que el

asesino lleva unas botas negras,

antes de que pueda volver a quejarse

sigue otro golpe, esta vez en

su abultado abdomen; grita y llora,

se preocupa por su bebé y lucha

por su vida inútilmente, a gatas

trata de alcanzar el teléfono y

cerca se escucha la risa burlona de

alguien mas. Un golpe seco en el

cráneo y vuelve a caer, la voltea

boca arriba con el pie y cuando

despierta le permite que le vea

bien. Tras las botas siguen unas

mallas rojas, una minifalda del

mismo color con detalles de peluche

blanco al borde, la diminuta

cintura se enmarca por un cinturón

negro y enseguida una chaqueta

escarlata, la piel blanca de

la mujer hace que resalten aun

mas sus orbes azules, su mirada la

delata, esta enloquecida observando

su dolor y lo está disfrutando,

le regala una sonrisa y se acomoda

el gorrito rojo que lleva en la

cabeza.

La mujer vestida de santa Claus le

hace un brindis mientras levanta

la copa llena de la sidra reservada

para esa noche buena.

-Brindo por la navidad, que recién

acaba de comenzar…Salud pues,

por tu última navidad- reza su discurso

cuando las campanadas de

media noche se dejan escuchar.

FIN

Un par de hilillos

rojos recorren su

frente como si

fueran venitas....


TANABARA NUMERO O1

Página 56

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TANABARA NUMERO O1

Página 57

AMIGAS PARA SIEMPRE

Leyenda de Amigas para siempre

GC

AUTOR :

Mini historias de terror y anime gore

Año 1982. Alicia y Sara eran dos

chicas, ambas de 15 años, e íntimas

amigas

desde la más tierna infancia. Vivían

en el mismo barrio, estudiaban

en el mismo

instituto, iban a la misma clase...

en fin, eran inseparables. Sin embargo,

tenían

caracteres muy diferentes. Alicia

era alegre y extrovertida, mientras

que Sara era

muy tímida y callada.

Cierto día, Sara le propuso a Alicia:

- ¿Por qué no hacemos un juramento

de sangre?

- ¿Qué?

- Mira, por si algún día perdemos

el contacto, juramos que la que

muera antes de

nosotras dos, irá a avisar a la otra.

- Qué tontería, Sara, nosotras

siempre estaremos juntas.

Ante la insistencia de Sara, y entre

asombrada y divertida, Alicia

al final aceptó la propuesta. Ambas

se practicaron un corte con

una navaja en el dedo índice de la

mano derecha, y sellaron el pacto

a la luz de unas velas.

Pasaron los años. Alicia había terminado

sus estudios de derecho,

tenía un buen trabajo, una casa

preciosa y un marido y un hijo

maravillosos. Hacía mucho que

no veía a Sara, la amiga de su juventud,

aunque a veces se acordaba

de ella cuando se veía la cicatriz

de su dedo índice. Al final, la

vida les había llevado por caminos

distintos y no habían vuelto a

verse desde que acabaron el instituto.

Una noche, Alicia tuvo una

horrible pesadilla: iba conduciendo,

cuando de repente un


TANABARA NUMERO O1

Página 58

camión invadía su carril y chocaba

con su coche.

Se despertó empapada en sudor, y

justo en ese momento, oyó llamar

al timbre de la casa. Eran las 3 de

la madrugada. Miró a su marido,

que dormía profundamente a su

lado, en ese momento, el timbre

volvió a sonar con insistencia.

Maldiciendo por lo bajo y preguntándose

quién podría ser a

esas horas, Alicia se levantó y fue

a abrir la puerta.

Cuando abrió la puerta y vio a la

mujer que estaba en el porche,

abrió la boca,

totalmente anonadada. Aunque

había cambiado bastante, la reconoció

enseguida. Allí, terriblemente

pálida, ojerosa y con una

enorme herida sangrante en la cabeza,

estaba su antigua amiga Sara.

- ¡Por Dios, Sara! ¿Qué ta ha ocurrido?

Entra, te curaré esa herida.

- ¡Cuánto tiempo sin vernos!

Sara no se movió de donde estaba.

- He venido a cumplir mi promesa,

Alicia. He muerto y vengo a

decírtelo.

Alicia se quedó sin habla.

- Ya que la vida nos ha separado,

estaremos juntas en la muerte. Te

estaré esperando...- dijo Sara levantando

el dedo índice. Acto seguido,

desapareció.

Alicia empezó a notar un dolor

persistente en su propio dedo índice,

al mirárselo

descubrió que lo tenía empapado

en sangre, como si se le hubiera

vuelto a abrir el

corte que se hiciera años atrás...

Lanzó un alarido estremecedor y

cayó desvanecida al suelo.

Al día siguiente, despertó en su

cama y pensó que todo había sido

un mal sueño.

Encendió el televisor para desayunar,

y lo que vio la dejó helada: la

nocheanterior, a las 3 de la madrugada,

había habido un accidente

de tráfico: un camión había chocado

con un coche, y la conductora

del mismo había fallecido en el

acto.

A partir de aquél día, su vida se

¡Por Dios, Sara!

¿Qué ta ha

ocurrido? Entra

...


TANABARA NUMERO O1

Página 59

convirtió en un auténtico infierno.

No comía, se olvidaba de recoger

a su hijo en el colegio, no rendía

en el trabajo... Y todas las noches

tenía el mismo sueño, en el cual

oía llamar a la puerta, y al abrir

veía a Sara levantando el dedo

índice y diciendo "te estaré esperando",

tras lo cual siempre se

despertaba con un dolor insoportable

en su dedo lleno de sangre.

Su marido no entendía lo que le

estaba pasando, los médicos no

encontraban ninguna explicación,

y finalmente internaron a Alicia

en un psiquiátrico.

Allí no hizo sino empeorar, ahora

en sus pesadillas veía a Sara junto

a su cama.

Una noche, un celador del psiquiátrico

oyó un espantoso ruido

de cristales rotos que provenía de

la habitación de Alicia.

Al entrar en la habitación vio que

la ventana estaba rota, se asomó y

vio a Alicia tirada sobre la acera

en medio de un charco de sangre.

Tenía una gran herida en la

cabeza y a su lado, en el pavimento,

alguien había escrito con su

sangre: "AMIGAS

PARA SIEMPRE".

FIN


TANABARA

Página 60

MAYO

ES EL

MOMENTO

DE LOS

VIAJES POR

EL TIEMPO

Nergalharold

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TANABARA NUMERO O1

Página 61

EL BOSQUE

GB

AUTOR :Beatriz Troitiño

Otra vez. Los golpes en las ventanas.

Otra vez. A intervalos irregulares.

Son piedrecitas, pequeñas y

ruidosas, pero no tan grandes ni

lanzadas con la fuerza suficiente

como para romper el vidrio. Tlac,

tlac… tlac… tlac, tlac, tlac………

tlac.

¿Por qué no sucede de día, ni tampoco

a primeras horas de la noche?

Siempre de madrugada. Al

principio se asomó a ver pero no

vislumbró a nadie, ni rastro del

supuesto bromista pesado. Si se

esconde en el bosque, no entiende

como pueden llegar las piedrecitas

hasta la casa, pues tendrían que

romper los cristales con la fuerza

necesaria para lanzarlas hasta

aquí. Pero no es así, los impactos

no dejan la menor huella en las

ventanas, pero por la mañana los

pequeños proyectiles continúan

abandonados al pie de la pared.

Tlac, tlac… tlac… tlac, tlac,

tlac…… tlac.

La verdad es que ya está harto, el

ruido le desvela y no puede pegar

ojo en lo que resta de noche, deseando

ser sordo para no oír el inmisericorde

sonido repetitivo. Es un

acto tan absurdo como incomprensible

¿Quién puede estar dispuesto

a pasarse la noche fuera

medio congelado simplemente por

molestar a un vecino tirándole

piedrecitas contra las ventanas?

Tlac.

Además, él no tiene enemigos, se

lleva bien con todo el mundo, los

conoce y ellos a él. Nadie en varios

kilómetros a la redonda sería

capaz de algo así, ni remotamente.

Aprieta más la almohada sobre la

cabeza. A lo mejor es uno de los

jóvenes, quien sabe por qué, los


TANABARA NUMERO O1

Página 62

chicos de ahora están como cabras…

Tlac, tlac, tlac, tlac, tlac, tlac, tlac,

tlac, tlac

Dios, esa rapidez, esas repentinas

lluvias de golpecillos, son lo peor…

no parecen lanzadas por nadie,

excepto por la propia naturaleza

decidida a sustituir la caída

de agua por un apedreo masivo y

extrañamente calculado, teniendo

como único objetivo las ventanas

del piso inferior de su casa, nada

más y nada menos. ¿Quién estará

detrás de todo esto? ¿Por qué

quieren arruinar sus vacaciones de

una manera tan molesta? Por mucho

que se estruja el cerebro, no

encuentra explicación para este

ataque nocturno a su tranquilidad.

Lleva casi veinte años pasando

aquí sus temporadas de descanso

y nunca había pasado nada.

Tlac…… tlac… tlac, tlac, tlac

No puede más. Siempre igual, noche

tras noche, desde hace cuatro

días y ya solo quedan dos para su

regreso a la ciudad. Sobre la mesilla,

Los números fluorescentes del

despertador marcan las 04:05. Se

incorpora muy enfadado y enciende

la lámpara.

Tlac, tlac

Se lanza hacia la ventana, aparta

la cortina e intenta taladrar la oscuridad

con los ojos, pero nada se

mueve en el patio y el jardín, nada

insinúa estar fuera de lugar. Recoge

el edredón del suelo y lo deja

en su lugar sobre la cama, en la

que se sienta, intranquilo. Va siendo

hora de una indagación más

exhaustiva. Se viste y baja a la

planta inferior. El ruido ha cesado

por el momento, como si lo quisieran

incordiar únicamente cuando

se encontrase en posición horizontal.

Abre la puerta y sale al exterior

helado. Unas láminas argénteas

apenas ocultan el cielo estrellado,

con la luna menguante rozando

las copas de la negra masa que

son ahora los pinares en torno a la

casa. Cierra la cremallera de la cazadora

casi hasta el mentón, mete

las manos en los bolsillos y baja

los escalones de entrada sintiéndose

un poco ridículo por haber

imaginado que algo raro pudiera

desarrollarse en un ambiente tan

normal, cotidiano y real. Porque

lo extraño siempre es difuso, lejano,

irreal.

—Auuuuh, ¡Joder!

Inclina un poco el torso llevándo-


TANABARA NUMERO O1

Página 63

se una mano al lado izquierdo de

la cabeza, donde acaba de sentir

un golpe, justo detrás de la oreja.

En los dedos hay sangre. No se lo

puede creer. Han decidido darle a

él. Le pega un puntapié a la piedrecilla,

que ha caído ante sus deportivas

tras chocar con su cráneo,

y entra de nuevo en el recibidor.

Coge una de las llaves que cuelgan

en el llavero decorativo de la

pared, sale, camina hasta el garaje

y abre el portón. Va a por la linterna,

decidido a resolver el misterio

de una vez.

Permanece un rato delante de la

entrada, inmerso en la fuerte luz

artificial que se derrama desde el

interior, escrutando la oscuridad

que campa por encima del muro

bajo que rodea la parcela, pero parece

que no quieren volver a hacer

diana en su persona. Apaga la luz

y baja el portón.

Frío y silencio. El apedreo ha terminado

antes de lo que esperaba.

No oye risitas ni cuchicheos, tampoco

pisadas alejándose, aunque

ya no lanzan piedrecitas contra la

casa. Se acerca hasta la cancela de

acceso a la vivienda. Observa la

carretera, desierta a estas horas,

que hay algo más abajo del camino

que lleva a su parcela, y la casa

del otro lado. Su oído no será muy

fino pero el del perro de los vecinos

sí lo es y allá abajo el animal

no da la menor señal de alerta,

tampoco ha ladrado las noches anteriores.

Se vuelve hacia su propia

casa de campo. Está seguro que

de haber notado el merodeo de

algún intruso, se habría desgañitado.

Enciende la linterna y sale dispuesto

a echar un vistazo alrededor.

Al abrir y cerrar la cancela,

saltan los broncos ladridos del

pastor alemán a lo lejos. Lo sabía.

Entonces ¿Por qué no le ha ladrado

a los pedazo de borricos que

han decidido, por razones desconocidas,

fastidiarle el descanso?

Rodea el muro por un lado hasta

la parte trasera, iluminando aquí y

allá con el haz de la linterna, pero

no hay huellas en la tierra. Mira

Abre la puerta y

sale al exterior

helado. Unas

láminas argénteas

apenas ocultan el

cielo ...


TANABARA NUMERO O1

Página 64

hacia la primera línea de árboles y

al espacio despejado que la separa

del valladar. Calcula, observando

la posición de la ventana del dormitorio.

Desde ella los vería correr

hacia el bosque, aunque se

parapetasen tras el vallado. El

sólido muro de piedra es alto hasta

sus hombros. Coge una piedra

pequeña y dando un bote hacia

arriba, la lanza por encima. Cae

en medio del patio, lejos de las

ventanas. Es imposible tirar piedras

y dar en los vidrios desde allí

¿Entonces?

Vuelve a mirar en derredor, buscando

alguna explicación lógica.

Tiene que dar con ella porque presiente

que si regresa a la casa sin

más, mañana volverá a pasar lo

mismo, igual de puntual e igual de

enervante.

Cubiertos ambos por una fina capa

de escarcha blanquecina, alumbra

los oscuros troncos craquelados

y la pinaza que alfombra el terreno

en declive. Haciendo crujir

a cada paso las agujas vegetales y

la cencella, inicia el ascenso dispuesto

a revisar también los primeros

metros de pinar.

Solo se oye ese ruido y el de su

respiración, el perro ha dejado de

ladrar. El vaho que sale de su nariz

y de su boca le empaña las gafas,

dificultando su avance pues lo

obliga a parar cada pocos pasos,

sacar el pañuelo y limpiarlas. En

la tercera ocasión, las golpea con

el mango de la linterna y salen

disparadas. “Mierda” Sin ellas, el

mundo se reduce para él a un

enorme borrón con partículas más

o menos indefinidas en movimiento.

De rodillas, con una mano

sostiene la linterna y con la otra

palpa el suelo helado cada vez

más frenéticamente y más lejos.

El relente le pica en las fosas nasales

y las puntas de los dedos ya

están insensibilizadas. Debería

haberse puesto los guantes. Al final

desiste, no ha conseguido toparse

con las condenadas gafas.

Se incorpora sacudiéndose la escarcha

adherida y sujetando con

firmeza la linterna. No quiere perderla

también. Solo faltaría eso,

tener que volver a trompicones y

con la dificultad añadida de desplazarse

en la negrura total.

Intentando ubicarse entre la maraña

de troncos, gira sobre sus talones

en círculo. Por más que entrecierra

los ojos y trata de aguzar la

vista, no ve la salida y la casa. Se


TANABARA NUMERO O1

Página 65

ha adentrado en el bosque más de

lo que suponía. También debería

haber traído el móvil. Sería bochornoso

llamar al servicio de

emergencias por haberse perdido

al lado de casa, pero peores cosas

habrán visto, seguro.

Con cuidado, va pisando sobre el

trozo iluminado que la linterna

abre a su paso, siempre en descenso,

alargando a veces el brazo para

asegurarse por el tacto que no

chocará con algún tronco. De repente,

un golpazo en la espalda lo

arroja de bruces cuesta abajo. Sorprendido,

se apoya en el pino más

cercano para levantarse. Apunta

con la linterna hacia la cima de la

pendiente, a un lado, al otro, pero

allí no hay nadie. No entiende que

ha pasado. Escucha e intenta mirar

con atención. Nada, solo su

respiración y el roce de la ropa

con los más mínimos movimientos.

Espera que el corazón se desacelere.

No tiene ni idea de lo que ha

podido colisionar con él. El dolor

en la herida de la cabeza se agudiza.

Siente que vuelve a manar

sangre de ella y eso que no parece

ni grande ni profunda. Al intentar

tocarla, el pinchazo le cruza hasta

la nuca. Aparta los dedos convencido

de que deberá vencer la curiosidad

y no intentar palparla. Ya

la valorará el médico cuando vaya

al ambulatorio. La espalda también

se queja, es como si le hubiesen

roto una rígida tabla sobre

ella. Al menos no ha soltado la

linterna. Pega un brinco y dirige

la luz hacia el suelo. Algo le ha

pasado por encima de los pies, ha

sentido su peso y deslizamiento.

Pero allí no hay nada, por supuesto.

Ya no tiene ninguna duda tras tales

experiencias, ahora sí que está

inmerso en lo difuso, lejano e irreal.

¡Maldita sea! El pasado sopla

huracanado trastornando su presente

¿Será eso? ¿La venganza de

sus víctimas? Es lo único que cobra

sentido en este momento y situación.

El viejo secreto, la venganza

desde el Otro Lado. El pro-

Solo se oye ese

ruido y el de su

respiración, el

perro ha dejado de

ladrar. ...


TANABARA NUMERO O1

Página 66

ducto de sus experimentos en el

sótano, cuando era un estudiante

de Medicina tan ambicioso y obsesivo

que no había dudado en secuestrar

cobayas humanas. Fuerza

todo lo que puede sus ojos miopes

¿Podrá llegar a atisbarles? Tienen

que estar aquí… o si no lo que ha

huido del escenario es su cordura.

Barre el aire con los brazos estirados,

de modo brusco y alternándolos,

más no toca nada. Aprieta

contra el pecho el puño que aferra

la linterna y lanza un grito. Le han

mordido. Examina la mano lastimada,

comprobando con horror

que de la carne arrancada no brota

sangre sino un líquido más espeso

y amarillento. Pus. Con la otra

mano toca el cuello y la cazadora

humedecidos, la sangre que aun

corre de la herida tras la oreja está

mezclada con hilillos de esa misma

serosidad.

Más golpes y mordiscos, por todas

partes, imposibles de esquivar

¿Qué está pasando? Están muertos,

lo cual es tan esperanzador

como preocupante ¿Son ellos o es

otra cosa? ¿Pueden haberse decidido

a actuar o es el mismo bosque

quien le ataca? ¿Influyen

ellos en el pinar? ¿Es todo una

alucinación, se ha vuelto loco?

El dolor le envuelve, un golpe al

puño desde abajo empuja el brazo

hacia arriba y la linterna se le escapa.

Un empujón en el pecho

cuando va a intentar recogerla lo

tira de espaldas. Patea y sacude

los brazos tratando de zafarse de

las presencias invisibles que le

atacan cada vez con más saña.

Manos que abofetean, nudillos

que machacan, dedos que sujetan

y pegan tirones, dientes que hacen

presa… Ahora usan zarpas igual

de incorpóreas para abrir dolorosos

tajos de los que sigue saliendo

pus, como si fuera la corroboración

de que está podrido por dentro.

Quieren acabar con él. La

presión en los ojos, que cierra angustiado,

está haciendo palanca

para arrancarlos. El frío, la noche,

el dolor y la impotencia son todo

uno.

Levanta los párpados, aunque todavía

siente cierto aplastamiento,

los globos oculares continúan en

las cuencas. También nota cierta

sensibilidad tras la oreja, toca la

zona pero no hay ninguna herida,

ni sangre o pus. Sobre la mesilla,

los números fluorescentes del despertador

marcan las 04:05. Se in-


TANABARA NUMERO O1

Página 67

corpora y enciende la lámpara

dándose cuenta de que se ha quedado

un instante traspuesto, siendo

aprovechado por la pesadilla

para cebarse sobre su mente. Aunque

todavía percibe en el cuerpo

los imaginarios bocados, desgarramientos,

los golpes y el miedo.

Tlac, tlac

Se lanza hacia la ventana, aparta

la cortina e intenta taladrar la oscuridad

con los ojos, pero nada se

mueve en el patio y el jardín, nada

insinúa estar fuera de lugar. Recoge

el edredón del suelo y lo deja

en su lugar sobre la cama, en la

que se sienta preocupado pues

piensa que va siendo hora de una

indagación más exhaustiva. Se

viste y baja a la planta inferior, invadido

por un indefinido regusto a

predestinación. Advierte que el

ruido ha cesado por el momento.

Recuerda que debe ponerle el

cordón a las gafas y coger los

guantes y el móvil. Mientras abre

la puerta para salir al exterior

helado, espera que ese axioma de

que el orden de los factores no altera

el producto, por una vez, se

equivoque.

FIN


UN LIBRO INFALTABLE

EN TU PC


TANABARA NUMERO O1

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EL REGALO

GB

AUTOR :Beatriz T. Sánchez.

Cuando abrió los ojos, se vio rodeada

de tubos y goteros con bolsas

de líquido trasparente conectados

a vías clavadas en los brazos,

en una cama hospitalaria flanqueada

por monitores. Supo que

estaba en la clínica de papá.

Pensó en el accidente. Ella aun

desenvolviendo regalos en el

asiento trasero. Lo último que recordaba

era el repentino volantazo

tratando de evitar algo que había

invadido la calzada. ¿Y mamá?

¿Y papá? Los ojos se le llenaron

de lágrimas. En una de las pantallas

negras, la línea móvil con las

subidas y bajadas que plasmaban

los latidos cardíacos aumentó su

ritmo.

La puerta se entreabrió; lentamente,

se asomó papá. La niña detuvo

su llanto y dibujó una sonrisa. El

monitor pitaba como un contador

geiger ante un depósito nuclear.

- ¡Papá! – ¡Sandrita! – el mismo

gesto iluminó la cara del hombre

mientras se acercaba a estrechar

sus manitas y besar la frente y las

mejillas. La pequeña era feliz. –

¡Sandrita, por fin has despertado!

No te preocupes, papá te curará. –

¿Y mamá? – Mamá también está

mejor. Pero tiene que descansar

mucho todavía, como tú. La que

antes se ponga mejor, irá a visitar

a la otra. – ¡Bien! – Papá os curará

a las dos.

***************************

Las enfermeras eran muy atentas

con ella. Papá le trajo la tableta

táctil y sus cuadernos de colorear.

Reanudó sus estudios. En la tableta

preparaba los deberes y se los

enviaba a la profesora tutora. Luego

se distraía con los lápices de

colores dibujando en los cuader-


TANABARA NUMERO O1

Página 70

nos. Recibió muchas felicitaciones

de los maestros y los compañeros

de clase.

Sandrita nunca olvidaría su sexto

cumpleaños. No por la estupenda

fiesta con sus tíos, primos y amiguitos,

ni por la tarta y los deliciosos

postres hechos por mamá y la

abuela, sino por el terrible accidente

de regreso, tras haber llevado

a casa al primo Marcos y la tía

Adela. No vivían demasiado lejos

y el tío Alfonso no había podido ir

a recogerlos. Sobre el dibujo de

triangulares montañas verdes bajo

un cielo negro tachonado de estrellas

amarillas y una carretera gris

zigzagueando entre los triángulos,

Sandrita hizo un furioso borrón

azul. Marcos no le caía bien. Solo

tenía cuatro años. Era demasiado

pequeño, No quería ser su amiga.

Ahora aún menos. Él había tenido

la culpa. No tenía por qué haber

sido invitado.

- Papá ¿Y mamá? – Mamá todavía

no puede caminar, Sandrita. Pero

es muy fuerte, como tú. Pronto

podrá venir a verte.

***************************

Sintió mucho mareo cuando se

puso por primera vez en pie, aunque

papá la sujetaba. La pequeña

cayó en la cuenta de que su progenitor

tenía el pie derecho vendado.

- Muy bien. A ver la cicatriz – la

niña ladeó la cabeza para mostrarle

la parte que había sido rapada y

donde campaba una línea rojiza

con varios puntos de sutura- También

muy bien, Sandrita ¿Lo recuerdas

todo? Ya sabes, nuestros

nombres, donde vivimos… – Sí

papá, ya te lo he dicho muchas veces.

Estoy bien.

Sandrita sabía que papá era neurocirujano,

que son los médicos que

curan los cerebros. Y mamá era

enfermera, que son los ayudantes

de los médicos. Los dos trabajaban

allí.

- ¿Cómo está mamá? – Mucho

mejor, Sandrita. Ahora está

haciendo ejercicios para fortalecer

los músculos, como vas a empezar

a hacer tú. Luego podrá venir a visitarte.

Tiene muchas ganas de

verte, como tú a ella. Ya falta po-

Las enfermeras

eran muy atentas

con ella. ...


TANABARA NUMERO O1

Página 71

co.

***************************

-Sandra. Mira quien ha venido.

El enfermero se apartó de la puerta,

dejando paso a papá y mamá.

La niña bajó de la cama de un salto,

proyectando su emoción en un

grito agudísimo y un pataleo al

compás de varias palmadas. Quería

correr a abrazarse a ella pero le

estorbaba en la consecución de tal

objetivo el andador que la mujer

tenía delante.

- Mamá, mamaíta ¿Ya estás mejor?

– Mamá está muy cansada,

Sandrita – contestó papá – Solo ha

venido un momento hasta aquí

porque te lo había prometido. Ya

le he contado que te recuperas a

ojos vista y estás tan estudiosa como

siempre. – Es cierto, mamá

¿Quieres ver los ejercicios de matemáticas

que – No puede, Sandrita

– le cortó sonriendo comprensivo

papá – Aún no. Con los deberes

te ayudo yo por ahora. Vamos,

mamá no puede estar mucho de

pie. – Sí – y la niña rodeó el aparato

metálico para abrazarse al

blando costado cubierto por la bata

de felpa rosa que mamá llevaba

sobre el camisón hospitalario. Entonces

sintió su mano fría y huesuda

acariciándole la cabeza.

***************************

La ambulancia les dejó ante la casa

de campo de la que habían partido

unos meses atrás. Todo estaba

en su lugar, aunque el salón lo recordase

lleno de globos y confeti

y una mesa larga en el jardín para

la merienda. La niña creía que el

pelo le estaba creciendo demasiado

lento pues tenía muchas ganas

de que mamá volviese a peinarla

con trenzas. La mujer con muletas

no levantaba los ojos del césped

crecido, sobre el que las ramas

proyectaban sombras con huecos

luminosos, como si estuviese contando

cada brizna.

Habían contratado a una asistenta

para ayudar en las labores del

hogar y el cuidado de la convaleciente.

Llegaba a las nueve, levantaba,

lavaba y vestía a la mujer,

preparaba el desayuno y la comida,

limpiaba, hacía la colada y se

iba a las siete. Papá se encargaba

de la cena y era él también quien

acostaba a la esposa y a la hija.

Mamá continuaba muy débil y

siempre estaba en silencio. A la

pequeña Sandra se le hacía extraño

el que solo obedeciera y contestase

por señas a las preguntas.


TANABARA NUMERO O1

Página 72

Ya no la ayudaba con los deberes,

papá le había dicho que no podían

cocinar juntas… en realidad, lo

único que hacía era permanecer

sentada en el salón durante horas,

donde la dejaba papá. Allí estaba

mientras la chacha limpiaba a su

alrededor y allí seguía cuando la

niña regresaba del colegio.

- Mamá ¿Te encuentras mejor

hoy? – solo la habitual mirada

triste y ausente como respuesta.

***************************

Pronto empezaron las vacaciones

de verano. Papá estaba siempre al

teléfono dando largas y excusas a

quienes deseaban visitarles. Estaba

de baja por estrés posttraumático.

Aunque gozaba de

mayor movilidad, también mostraba

largos periodos de fatiga. Se

pasaba horas en su despacho,

frente al ordenador.

La hermanita de Marcos acababa

de nacer y tía Adela le insistía en

que fuesen a conocer a su nueva

sobrina, pero él lo posponía para

más adelante. A Sandrita, que oía

las conversaciones telefónicas

desde el salón, no le habría disgustado,

la curiosidad por ver un

bebé había disipado el enfado

contra su primo. En realidad, seguro

que todo había sido una casualidad;

como decían los mayores,

el Destino, aunque tanto Destino

como Casualidad eran conceptos

muy difusos que no era capaz

de abarcar cuando su mente

trataba de acercarse a ellos.

Ahora era la niña la que solía peinar

la lacia melena de la madre sedente.

Era como una muñeca

grande. Sandrita comprobó, como

se esperaba, que ni se inmutó

cuando tiró un poco más fuerte.

Con una punzada de maldad, ya a

propósito, tiró fuertemente hacia

abajo tras clavar las cerdas del

peine contra el cuero cabelludo.

Ninguna reacción apreciable. Se

sonrió. Una madre que nunca la

reprendería. Una muñeca grande.

***************************

Sandrita no se había atrevido a decirle

a papá que le resultaba difícil

conciliar el sueño algunas noches.

Habían contratado

a una asistenta

para ayudar en las

labores del

hogar ...


TANABARA NUMERO O1

Página 73

Se sumergía en modorras intranquilas

donde volvía a verse dentro

del

coche brutalmente zarandeado y

luego se la tragaba la oscuridad.

Una madrugada se armó de valor,

encendió la luz y salió al pasillo,

donde la moqueta amortiguaba

cualquier pisada. Se asomó con

precaución a la puerta del dormitorio

principal. La única luminosidad

procedía de las lámparas de

las mesillas de noche. Mamá estaba

recostada sobre la cama con

una redecilla de electrodos en la

cabeza y papá, sentado a su lado,

tomaba notas en un pequeño bloc.

Otra noche en que decidió repetir

la osadía vio a papá poniendo una

inyección en el brazo cándido de

la mujer.

En la cálida tarde de julio el hombre

observaba a su hija desde la

ventana. Desde que había podido

prescindir de las muletas, la niña

llevaba a su madre de acá para

allá por toda la finca. Tras pasearla

como cualquiera su perrito se

sentaron en el césped; jugaba con

ella a las casitas, ofreciéndole pastas

y tazas de té imaginarias a la

supuesta amiga de visita. Trataba

a la mujer como a una Barbie. No

era el resultado que él había esperado.

Su esposa permanecía casi

viva pero sin esencia y la niña la

trataba como tal. La revelación le

heló hasta la médula.

***************************

Que sus rondas nocturnas no

hubiesen sido descubiertas le dio

alas a la pequeña para colarse en

el otro rincón misterioso de la casa,

la otra habitación de exclusivo

dominio paterno. El despacho.

El ordenador se encontraba encendido

sobre la mesa. Se subió y

arrodilló en la silla. Miró desconfiada

un momento por encima del

hombro. La asistenta había llamado

a papá desde la cocina para

preguntarle algo sobre la comida.

Seguro que tardaría un rato en regresar.

Así que se zambulló en un

correo electrónico que le hizo leer

en la pantalla: “Ojalá los remordimientos

te pudran bien” ¿De qué

era aquello la respuesta? Pinchó

hacia abajo en el cursor lateral y

continuo la lectura: “No puedo

abandonarla, Esther. Yo la reviví.

Fue mi regalo para la niña. Sería

tan cruel que se quedase sin madre…

Crucé más allá de todo lo

posible para que regresara. Pero el

remedio ha sido peor que la enfer-


TANABARA NUMERO O1

Página 74

medad. Lo nuestro fue una tontería

pasajera. No puedo abandonarlas.

Están así por mi culpa. Tengo

que recomponer a mi familia. No

debiste hacerte ilusiones”

- Sandrita ¿Qué estás haciendo?

Sabes de sobra que no puedes entrar

en mi despacho sin permiso. –

Lo sé, ha sido sin querer – echó a

correr hacia el salón como alma

que lleva el diablo. Ambos sabían

que el otro lo sabía ¿Pero cuánto

puede comprender una niña de

seis años?

***************************

Era viernes. Lamentaba no poder

ir con su esposa a ningún lado. Lo

asaltó esa idea traidora. Pero las

heridas en el alma eran incluso

más profundas que las físicas. No

se sentía capaz de afrontar ciertas

preguntas. Tampoco podía atar la

lengua de la niña. Estaba atrapado.

Desde el ventanal que ocupaba el

frontal del pasillo de la planta superior

vio el coche de la asistenta

partir hacia la lejana entrada. Pensar

en los viajes diarios de la señora

le recordó lo apartado de la

casa. El pueblo más cercano, donde

vivía, estaba como a un kilómetro.

Era el precio a pagar por la

anhelada inmersión en la naturaleza.

Al fondo apareció la niña, parecía

discutir con su madre, que la seguía

dócilmente, como siempre. Y

en pleno berrinche, hizo un puchero

y descargó un puñetazo en

la cadera de la mujer. Eso no se

podía consentir. Movido por un

espasmo de furia ante tan reprobable

comportamiento, se dirigió

hacia ellas pisando fuerte.

- Sandra, ¡Es tú madre! – ¡No, esta

no es mamá! – chilló. – Claro

que es tú madre. – No es ella ¡¡No

la quiero!! ¡¡No la quiero!!

La empujó con brusquedad, como

se tira en un rincón ese juguete

que ya ha perdido todo el poder

de su inicial novedad. Solo deseaba

tenerla lejos. La débil figura

trastabilló hacia atrás y se desplomó

escaleras abajo. Tras los

tumbos quedó desmadejada en el

En la cálida tarde

de julio el hombre

observaba a su

hija desde la

ventana. ...


TANABARA NUMERO O1

Página 75

descansillo, con la cabeza estampada

contra la pared. Sandra bajó

los escalones, echó apenas un vistazo

al cuerpo y descendió el tramo

que faltaba para llegar al piso

inferior. Desde allí observó cómo

su padre se arrodillaba y miraba el

pulso de la mujer.

- Vanessa, Vanessa – murmuraba –

Vanessa – le levantó un párpado –

Vanessa…

La niña se pegó a la pared, confusa.

Por mucho que él llamase a

mamá, esa no podía ser ella, no

era más que un maniquí carente

de la menor reacción ¿O no?

¿Había roto un maniquí o había

hecho daño a mamá? Al ver bajar

a papá muy serio sintió con más

fuerza los retortijones de miedo

en el estómago.

Totalmente poseído por un arrebato

de pura ira, el hombre le dio un

tortazo a la pequeña, arrojándola a

un lado. La niña se incorporó llorando

a mares, moqueando con un

hilo de sangre corriendo de una de

las ventanas de la nariz, la cara roja

y la mejilla purpúrea. Horrorizado,

el padre no reconocía como

propia la mano agresora, no se reconocía

siquiera en tan repugnante

acción. Aquel cuadro surreal le

desbordaba reventando todos los

diques de su ser. Se llevó las manos

a la cabeza, como tratando de

contener la oleada nauseabunda

que le ahogaba internamente. El

rostro contraído en una mueca de

angustia llenó de terror a la niña,

haciendo aumentar el llanto descontrolado

que la tenía presa a

ella.

Él le dio la espalda y regresó arriba.

Sandra lloró y lloró hasta la

extenuación, hasta que las lágrimas

empezaron a secarse y los

tremendos hipidos que la estremecían

fueron convirtiéndose en

suspiros. Entonces percibió el silencio.

Se levantó, limpiándose

las lágrimas y los mocos con la

manga. Pasó junto al cuerpo inerte

de la madre. La cabeza

ladeada descansaba sobre un charco

que se había formado con la

agüilla que había manado abundante

de la nariz y la boca. Desprendía

un fuerte hedor químico.

Reprimiendo las arcadas, la niña

se apresuró a subir las escaleras.

La respiración se le aceleró ante la

anticipación de lo que podría

hallar. De lo que la esperaba en el

despacho.

Quería ser perdonada, pero no se


TANABARA NUMERO O1

Página 76

atrevía a pronunciar la palabra

que le presionaba las paredes de la

garganta. La puerta estaba abierta

y las persianas bajadas casi por

completo. Sondeando la penumbra

de la habitación, una inhabitual

forma alargada obstruyó su

campo visual, al tiempo que la palabra

escapaba quebrada de sus labios.

- ¿Pa-pá?

El cuerpo colgante era el de su

progenitor. La silla del ordenador

estaba tirada a sus pies, se había

ahorcado de la lámpara del techo

con el cinturón. Tanto como los

que destacaban en el rostro mortalmente

pálido se abrieron los

ojos de la niña al darse cuenta de

la naturaleza de lo que estaba contemplando.

Inspiró con un escalofrío y luego

el aturdimiento total dio paso al

terror absoluto. Estaba completamente

sola, había provocado una

situación espantosa, sus padres no

vivían. Dejando atrás un cuerpecito

en estado catatónico, la conciencia

voló lejos de aquella mente

fracturada por lo inimaginable

que había devorado su cotidianidad.

FIN


nergalharold@gmail.com

Seguimos en busca de colaboradores

asi que si escribes ,dibujas o haces

cualquier cosa .Unete a nosotros

,no te arrepentiras .

Como CUARTO numero creo esta

muy bueno aunque seguimos

teniendo problemas con la

maquetación y seguimos en busca

de escritores y columnistas ,pero

trabajaremos en ellos

.Nos vemos .

NUESTROS COLABORADORES :

• Edicion y maquetación H.Lima

• Relatos :

• Limacoe san (Un dia mas después de otro )

• Jesus Sanches (Tormenta)

• Deadly smile (mi humo)

• Koki kun y Mini historias de terror y anime gore (amigas para siempre y) Especial

"Relatos Terror/Gore"

• Beatriz Toiriño y Beatriz t .Sanchez (El bosque y Regalo )

NUESTRO ANTERIOR

NUMERO

• Novela ligera :

• Deadly Smlie (Los cuervos del destino )

• Shirowarmi (Esta no es otra comedia harem )

• Shirowarmi y limacoe (Candy cat ,la exorcista digital)

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ,GRAFICAS Y

CONTENIDO SON PROPIEDAD DE SUS RESPECTIVOS

AUTORES SU USO ES SOLO CON PROPOSITOS

DE DIFUCION .


Sociedad secreta

de amantes del

anime a mitad de

precio.facebook.

com

EN NUESTRO

SIGUIENTE

NUMERO:

UN ESPECIAL

DEDICADO

A

LOS

VIAJES

POR EL

TIEMPO...

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