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INSTRUMENTOS DE LA FAO SOBRE LA BIOSEGURIDAD - FAO.org

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<strong>INSTRUMENTOS</strong><br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>FAO</strong> <strong>SOBRE</strong><br />

<strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong>


<strong>INSTRUMENTOS</strong><br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>FAO</strong> <strong>SOBRE</strong><br />

<strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Organización de las Naciones Unidas<br />

para la Agricultura y la Alimentación<br />

Roma, 2007


Las opiniones expresadas en esta<br />

publicación son las de sus autores,<br />

y no reflejan necesariamente los puntos<br />

de vista de la Organización de las<br />

Naciones Unidas para la Agricultura<br />

y la Alimentación (<strong>FAO</strong>). Las<br />

denominaciones empleadas en este<br />

producto informativo<br />

y la forma en que aparecen presentados<br />

los datos que contiene no implican, de<br />

parte de la (<strong>FAO</strong>), juicio alguno sobre<br />

la condición jurídica o nivel de desarrollo<br />

de países, territorios, ciudades o zonas,<br />

o de sus autoridades, ni respecto de la<br />

delimitación de sus fronteras o límites.<br />

ISBN 978-92-5-305729-0<br />

Todos los derechos reservados.<br />

Se autoriza la reproducción y difusión<br />

de material contenido en este producto<br />

informativo para fines educativos u otros<br />

fines no comerciales sin previa<br />

autorización escrita de los titulares<br />

de los derechos de autor, siempre que<br />

se especifique claramente la fuente.<br />

Se prohíbe la reproducción del material<br />

contenido en este producto informativo<br />

para reventa u otros fines comerciales<br />

sin previa autorización escrita de los<br />

titulares de los derechos de autor.<br />

Las peticiones para obtener tal<br />

autorización deberán dirigirse al Jefe<br />

de la Subdirección de Políticas y Apoyo<br />

en Materia de Publicación Electrónica<br />

de la Dirección de Comunicación<br />

de la <strong>FAO</strong>, Viale delle Terme di Caracalla,<br />

00153 Roma, Italia, o por correo<br />

electrónico a copyright@fao.<strong>org</strong><br />

© <strong>FAO</strong> 2007<br />

Si desea más información, diríjase a:<br />

Esfera prioritaria para la acción<br />

interdisciplinaria (EPAI) sobre bioseguridad<br />

Organización de las Naciones Unidas<br />

para la Agricultura y la Alimentación<br />

Viale delle Terme di Caracalla<br />

00153, Roma, Italia<br />

Fax: (+39) 06 57054593<br />

Correo electrónico: biosecurity@fao.<strong>org</strong><br />

Sitio web: www.fao.<strong>org</strong>/biosecurity<br />

www.fao.<strong>org</strong>/ag/agn/agns/<br />

foodcontrol_biosecurity_es.asp


ÍNDICE<br />

iv<br />

vii<br />

viii<br />

ix<br />

xi<br />

Figuras, recuadros y cuadros<br />

Siglas<br />

Agradecimientos<br />

Prefacio<br />

Introducción<br />

1 PARTE 1. PRINCIPIOS Y COMPONENTES<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

3 Introducción<br />

7 Fundamento de un enfoque armonizado e integrado para la bioseguridad<br />

10 La bioseguridad en un mundo moderno<br />

15 Armonización e integración de los enfoques para la bioseguridad<br />

25 PARTE 2. GUÍA PARA EVALUAR <strong>LA</strong> CAPACIDAD<br />

EN MATERIA <strong>DE</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

27 Introducción<br />

29 Planteamiento integrado de la bioseguridad y evaluación de las necesidades<br />

de capacidad<br />

35 Siete etapas para evaluar las necesidades de capacidad<br />

en materia de bioseguridad<br />

47 PARTE 3. PANORAMA GENERAL Y MARCO<br />

PARA EL ANÁLISIS <strong>DE</strong> RIESGOS PARA <strong>LA</strong><br />

<strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

49 Introducción<br />

57 Análisis de riesgos: Ciencia, políticas y valores<br />

65 Marco genérico de gestión de riesgos para la bioseguridad<br />

83 Evaluación de riesgos<br />

98 Comunicación de riesgos<br />

106 Conclusiones<br />

109 ANEXOS


iv<br />

instrumentos de la fao sobre la bioseguridad<br />

FIGURAS, RECUADROS Y CUADROS<br />

LISTA <strong>DE</strong> FIGURAS<br />

3 1.1. Objetivos sectoriales de la bioseguridad<br />

4 1.2. Intereses sectoriales importantes<br />

en relación con un enfoque integrado para la<br />

bioseguridad<br />

7 1.3. Beneficios potenciales asociados con<br />

un enfoque multisectorial para la bioseguridad<br />

30 2.1. Niveles y dimensiones de la capacidad<br />

en materia de bioseguridad<br />

33 2.2. Proceso para evaluar la capacidad en<br />

materia de bioseguridad<br />

43 2.3. Identificación de las necesidades de<br />

creación de capacidad<br />

55 3.1. Alimentos inocuos y asequibles:<br />

Ejemplo de interacción entre los sectores de la<br />

bioseguridad para conseguir un objetivo común<br />

60 3.2. Componentes genéricos del análisis de<br />

riesgos<br />

66 3.3. Componentes de un MGR genérico<br />

69 3.4. Función del gestor de riesgos en la<br />

aplicación del proceso del MGR genérico<br />

85 3.5. Representación genérica de las etapas<br />

que intervienen en la evaluación de los riesgos<br />

en la bioseguridad<br />

LISTA <strong>DE</strong> RECUADROS<br />

3 1.1. Algunos factores que influyen en la<br />

bioseguridad<br />

8 1.2. Mandato genérico de la bioseguridad<br />

a nivel nacional<br />

9 1.3. Avance hacia un enfoque para la<br />

bioseguridad que reduzca al mínimo los efectos<br />

potencialmente adversos<br />

10 1.4. Definiciones de peligro aplicables<br />

a distintos sectores de la bioseguridad<br />

11 1.5. Nuevos factores que influyen en los<br />

sistemas de bioseguridad para la inocuidad<br />

de los alimentos<br />

11 1.6. Algunas zoonosis nuevas, emergentes<br />

y “reemergentes” importantes para la salud<br />

pública<br />

12 1.7. Nuevos factores que influyen en los<br />

sistemas de bioseguridad de la sanidad animal<br />

13 1.8. Nuevos factores que influyen en<br />

los sistemas de bioseguridad de la sanidad<br />

vegetal<br />

14 1.9. Nuevos factores que influyen en los<br />

aspectos relativos a la bioinocuidad de los<br />

sistemas de bioseguridad<br />

14 1.10. Nuevos factores que influyen en los<br />

aspectos de la bioseguridad relativos a las<br />

especies exóticas invasivas<br />

15 1.11. Estructura de una autoridad competente<br />

que facilita la bioseguridad como concepto<br />

global<br />

18 1.12. Componentes de una estrategia nacional<br />

de bioseguridad<br />

19 1.13. Mejora de la capacidad nacional<br />

en materia de bioseguridad derivada<br />

del aumento de la interdependencia de<br />

las autoridades competentes y la convergencia<br />

de las cuestiones relativas a la bioseguridad<br />

19 1.14. Reestructuración de las autoridades<br />

competentes como expresión de la mejora<br />

de la capacidad en materia de bioseguridad<br />

20 1.15. Mejora de la capacidad mundial<br />

en materia de bioseguridad derivada<br />

del aumento de la interdependencia de<br />

los países y la convergencia de las cuestiones<br />

relativas a la bioseguridad<br />

20 1.16. Bioseguridad de la cadena alimentaria:<br />

ejemplo de un marco jurídico de la “vía<br />

de exposición completa” en la Comunidad<br />

Europea<br />

21 1.17. Vinculaciones entre los órganos<br />

internacionales que están fomentando<br />

la elaboración de normas internacionales<br />

en materia de bioseguridad<br />

22 1.18. Ejemplos de sistemas para mejorar<br />

la creación de redes internacionales<br />

de bioseguridad<br />

27 2.1. Instrumentos pertinentes de evaluación<br />

de la capacidad en sectores específicos<br />

29 2.2. ¿Qué motiva a los países a evaluar<br />

las necesidades de capacidad en materia<br />

de bioseguridad?<br />

42 2.3. Nuestra visión: la bioseguridad<br />

en Nueva Zelandia en 2010


v<br />

50 3.1. El análisis de riesgos como vehículo<br />

que potencia las actividades intersectoriales<br />

en materia de bioseguridad<br />

51 3.2. Medición de la actuación de las<br />

autoridades competentes<br />

51 3.3. Principales disposiciones del Acuerdo MSF<br />

de la OMC relativas al análisis de riesgos<br />

para la bioseguridad<br />

54 3.4. Ejemplos de interacción entre los sectores<br />

de la bioseguridad<br />

58 3.5. Requisitos previos para un análisis<br />

de riesgos eficaz en la bioseguridad<br />

63 3.6. Definiciones de trabajo de medidas<br />

de control basadas en el peligro y basadas<br />

en el riesgo<br />

64 3.7. Principios generales del análisis de los<br />

riesgos en el marco de la bioseguridad<br />

65 3.8. Beneficios que se derivan de la aplicación<br />

de un proceso del MGR genérico a nivel<br />

internacional y nacional<br />

65 3.9. Otros beneficios derivados de la aplicación<br />

de un MGR genérico a nivel nacional<br />

68 3.10. Concomitancia del proceso del MGR<br />

con los procesos de “gestión de los riesgos”<br />

que describen las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales<br />

70 3.11. Información que se puede incluir en<br />

un perfil del riesgo<br />

72 3.12. Ejemplos de criterios utilizados<br />

para la clasificación de las cuestiones<br />

de bioseguridad y el establecimiento<br />

de prioridades en ellas para la gestión<br />

de los riesgos<br />

73 3.13. Concomitancia de las “actividades<br />

preliminares de gestión de los riesgos”<br />

descritas en el MGR genérico con actividades<br />

semejantes descritas por las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales<br />

74 3.14. Algunas expresiones cuantitativas<br />

del nivel de protección/nivel de riesgo<br />

74 3.15. Algunos enfoques generales para<br />

la adopción de decisiones sobre el nivel<br />

de protección de la salud y la vida<br />

en situaciones del comercio interno y/o<br />

internacional<br />

75 3.16. Valores que se pueden incorporar<br />

a la adopción de decisiones sobre el nivel<br />

necesario de protección de la salud<br />

y la vida/nivel de riesgo aceptable<br />

76 3.17. Dificultades de la cuantificación<br />

de las repercusiones económicas probables<br />

como contribución a las decisiones sobre el nivel<br />

de protección/aceptabilidad del riesgo<br />

78 3.18. Concomitancia de la “identificación y<br />

selección de opciones de gestión de los<br />

riesgos” en el MGR genérico con actividades<br />

análogas descritas por las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales<br />

80 3.19. Orientación proporcionada<br />

por las <strong>org</strong>anizaciones internacionales<br />

sobre la “aplicación”<br />

81 3.20. Definiciones de trabajo relacionadas<br />

con el “seguimiento y examen”<br />

81 3.21. Algunas razones para examinar las<br />

estrategias de bioseguridad y/o las medidas<br />

de control<br />

83 3.22. Orientación sobre el seguimento<br />

y el examen suministrados por<br />

las <strong>org</strong>anizaciones internacionales<br />

84 3.23. Principios generales para la evaluación<br />

de los riesgos en el marco de la bioseguridad<br />

85 3.24. Características de la documentación<br />

que garantiza la transparencia<br />

86 3.25. Tipos de resultados de las evaluaciones<br />

de los riesgos<br />

93 3.26. Ejemplo de evaluación intersectorial<br />

de los riesgos para la sanidad animal<br />

y la salud pública<br />

95 3.27. Ejemplo de una evaluación del riesgo<br />

para la sanidad vegetal iniciada a causa<br />

de una plaga: El gusano de la fruta<br />

(Lepidoptera: Tortricidae) en las cerezas<br />

importadas por el Japón<br />

97 3.28. Ejemplo de evaluación del riesgo<br />

de una especie exótica invasiva: Importación<br />

de arañas asociadas con las uvas de mesa<br />

99 3.29. Principios de la comunicación de riesgos<br />

en la bioseguridad<br />

101 3.30. Preguntas que ayudarán a identificar<br />

los grupos de partes interesadas pertinentes<br />

102 3.31. Ejemplos de tácticas para involucrar<br />

a las partes interesadas<br />

103 3.32. Enseñanzas fundamentales sobre<br />

la comunicación de riesgos extraídas<br />

de dos estudios monográficos en el Reino Unido:<br />

EEB y consumo de pescado<br />

104 3.33. Ejemplos de sistemas internacionales<br />

de notificación de enfermedades


vi<br />

instrumentos de la fao sobre la bioseguridad<br />

105 3.34. Factores que influyen en la percepción<br />

del riesgo<br />

107 3.35. Beneficios obtenidos de la aplicación<br />

sistemática de un proceso del MGR a las<br />

cuestiones de bioseguridad a nivel nacional<br />

137 Enfoque de Noruega para reforzar<br />

el marco legislativo de la bioseguridad<br />

139 Mecanismos <strong>org</strong>anizativos para un<br />

planteamiento integrado de la bioseguridad en<br />

Nueva Zelandia<br />

140 Establecimiento de un <strong>org</strong>anismo<br />

semiautónomo de bioseguridad en Belice<br />

LISTA <strong>DE</strong> CUADROS<br />

31 2.1. Niveles de análisis<br />

32 2.2. Funciones básicas de la bioseguridad<br />

basadas en el concepto de análisis de riesgos<br />

38 2.3. Preguntas generales para tener constancia<br />

de la capacidad y desempeño actual<br />

de la bioseguridad<br />

44 2.4. Posibles opciones para atender<br />

las necesidades de capacidad en materia<br />

de bioseguridad, con especial atención<br />

al potencial intersectorial<br />

64 3.1. Terminología general utilizada<br />

a nivel internacional para el análisis<br />

de los riesgos en distintos sectores de<br />

la bioseguridad<br />

67 3.2. Terminología utilizada por distintas<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales en relación<br />

con un MGR genérico<br />

88 3.3. Terminología utilizada por distintas<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales para<br />

describir las actividades de evaluación de los<br />

riesgos


vii<br />

SIG<strong>LA</strong>S<br />

ARP Análisis del riesgo de plagas<br />

BPA Buenas prácticas agrícolas<br />

BPH Buenas prácticas de higiene<br />

CDB Convenio sobre la Diversidad Biológica<br />

CIPF Convención Internacional<br />

de Protección Fitosanitaria<br />

CMF Comisión de Medidas Fitosanitarias<br />

ECF Instrumento de evaluación de la<br />

capacidad fitosanitaria<br />

EEB Encefalopatía espongiforme bovina<br />

FANFC Fondo para la Aplicación de Normas<br />

y el Fomento del Comercio<br />

<strong>FAO</strong> Organización de las Naciones Unidas<br />

para la Agricultura y la Alimentación<br />

GAINS Red mundial para la vigilancia<br />

de la gripe aviar<br />

GLEWS Sistema mundial de alerta y respuesta<br />

GOARN Red mundial de alerta y respuesta ante<br />

brotes epidémicos<br />

HACCP Análisis de peligros y de puntos críticos<br />

de control<br />

IDA Ingesta diaria admisible<br />

IICA Instituto Interamericano de Cooperación<br />

para la Agricultura<br />

INFOSAN Red internacional de autoridades<br />

de inocuidad de los alimentos<br />

ISNAR Servicio Internacional para la<br />

Investigación Agrícola Nacional<br />

JECFA Comité Mixto <strong>FAO</strong>/OMS de Expertos<br />

en Aditivos Alimentarios<br />

JEMRA Reuniones Conjuntas <strong>FAO</strong>/OMS<br />

de Expertos sobre Evaluación de Riesgos<br />

Microbiológicos<br />

JMPR<br />

LMR<br />

MGR<br />

MSF<br />

NIMF<br />

ODM<br />

OC<strong>DE</strong><br />

OIE<br />

OMC<br />

OMG<br />

OMS<br />

ONG<br />

ONPF<br />

ORPF<br />

OTC<br />

OVM<br />

PNUD<br />

PNUMA<br />

RSI<br />

SARS<br />

UE<br />

Reunión Conjunta <strong>FAO</strong>/OMS<br />

sobre Residuos de Plaguicidas<br />

Límite máximo de residuos<br />

Marco de gestión de riesgos<br />

Medidas sanitarias y fitosanitarias<br />

Norma Internacional para Medidas<br />

Fitosanitarias<br />

Objetivos de desarrollo del Milenio<br />

Organización de Cooperación<br />

y Desarrollo Económicos<br />

Organización Mundial de Sanidad Animal<br />

Organización Mundial del Comercio<br />

Organismo modificado genéticamente<br />

Organización Mundial de la Salud<br />

Organización no gubernamental<br />

Organización nacional de protección<br />

fitosanitaria<br />

Organización regional de protección<br />

fitosanitaria<br />

Obstáculos técnicos al comercio<br />

Organismo vivo modificado<br />

Programa de las Naciones Unidas<br />

para el Desarrollo<br />

Programa de las Naciones Unidas<br />

para el Medio Ambiente<br />

Reglamento Sanitario Internacional<br />

Síndrome respiratorio agudo grave<br />

Unión Europea


viii<br />

instrumentos de la fao sobre la bioseguridad<br />

AGRA<strong>DE</strong>CIMIENTOS<br />

La <strong>FAO</strong> desea expresar su agradecimiento a las numerosas personas que han<br />

contribuido con su asesoramiento y sus orientaciones a la preparación del presente<br />

conjunto de instrumentos. En particular, la <strong>FAO</strong> desea reconocer la función<br />

de Steve Hathaway, del Organismo de Inocuidad de los Alimentos de Nueva Zelandia,<br />

en la elaboración del panorama general y marco para el análisis de riesgos para la<br />

bioseguridad, y de Marlynne Hopper en la preparación de la Guía para evaluar la<br />

capacidad en materia de bioseguridad. Les agradecemos a Keren Bar-Yaacov,<br />

Organismo Noruego de Inocuidad de los Alimentos y a Gunnar Hagen, Ministerio de<br />

Agricultura y Alimentación de Noruega para su trabajo sobre el análisis que describe<br />

la aplicación del concepto de bioseguridad en Noruega.<br />

Durante la preparación del conjunto de instrumentos se recibió un valioso apoyo<br />

de varios expertos en diversos aspectos de la bioseguridad procedentes de distintas<br />

partes del mundo mediante un proceso de examen colegiado. Cabe mencionar la<br />

celebración de una reunión de expertos en la Sede de la <strong>FAO</strong>, en Roma, del 2 al 4 de<br />

noviembre de 2005, en la que participaron los siguientes expertos: Michael de Shield,<br />

del Organismo de Sanidad Agropecuaria de Belice; Steve Hathaway, del Organismo<br />

de Inocuidad de los Alimentos de Nueva Zelandia; Chagema Kedera, del Servicio de<br />

Inspección de Sanidad Vegetal de Kenya; Randall Morley, del Organismo Canadiense<br />

de Inspección de los Alimentos; Eric Schoonejans, del Ministerio de Ecología<br />

y Desarrollo Sostenible de Francia; y Alfonso Torres, del Colegio de Medicina<br />

Veterinaria de la Universidad de Cornell, Estados Unidos de América. Además,<br />

Jörgen Schlundt, de la Organización Mundial de la Salud, y Lee Ann Jackson, de la<br />

Organización Mundial del Comercio, participaron en la reunión de examen colegiado.<br />

Se recibieron observaciones por escrito de Ruth Frampton, de Nueva Zelandia, sobre<br />

las Partes 1 y 2 y de Bill Roberts, del Organismo de Bioseguridad de Australia, sobre<br />

la Parte 3. La <strong>FAO</strong> agradece a todas estas personas su interés y empeño en participar<br />

en el proceso de examen colegiado y sus valiosas contribuciones a la mejora del<br />

conjunto de instrumentos.<br />

Se recibieron observaciones útiles de varios funcionarios de la <strong>FAO</strong> pertenecientes<br />

a distintas dependencias técnicas, a los que se expresa un sincero reconocimiento.<br />

La <strong>FAO</strong> también desea reconocer la contribución de Niek Van Der Graaff, antiguo jefe<br />

del Servicio de Protección Vegetal, de la Dirección de Producción y Protección<br />

Vegetal, por presidir el grupo interdepartamental de la <strong>FAO</strong> sobre bioseguridad<br />

durante la fase inicial de la elaboración de estos instrumentos. Por último, aunque<br />

no ciertamente en orden de importancia, la <strong>FAO</strong> desea expresar su agradecimiento al<br />

Gobierno de Noruega, que prestó apoyo financiero para la preparación y publicación<br />

de este conjunto de instrumentos en el marco del Programa de asociación <strong>FAO</strong>/Noruega.


ix<br />

PREFACIO<br />

La bioseguridad 1 constituye un enfoque estratégico e integrado orientado al análisis<br />

y la gestión de los riesgos que afectan a la vida 2 y la salud de las personas,<br />

los animales y las plantas y los riesgos conexos para el medio ambiente. El interés por<br />

la bioseguridad ha aumentado considerablemente en el último decenio, coincidiendo<br />

con el crecimiento del comercio de productos alimenticios, vegetales y animales,<br />

la multiplicación de los viajes internacionales, la aparición de nuevos brotes de<br />

enfermedades transfronterizas que afectan a los animales, las plantas y las personas,<br />

la mayor sensibilización acerca de la diversidad biológica y la mayor atención al medio<br />

ambiente y las repercusiones de la agricultura en la sostenibilidad ambiental.<br />

El número creciente de miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC)<br />

y la necesidad de cumplir los acuerdos mundiales que rigen el comercio de productos<br />

agrícolas y alimenticios - en particular el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas<br />

Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo MSF) y en cierta medida el Acuerdo sobre<br />

Obstáculos Técnicos al Comercio (Acuerdo OTC) - han contribuido a que se preste<br />

mayor atención a la bioseguridad. Al mismo tiempo, los cambios registrados<br />

en la forma en que se producen, elaboran y distribuyen los alimentos, las plantas<br />

y los animales y el uso de nuevas tecnologías han introducido nuevos motivos<br />

de preocupación acerca de la salud de las plantas y los animales, así como sobre<br />

la inocuidad de los alimentos y la sostenibilidad de la agricultura y el medio ambiente.<br />

Se busca una mayor coordinación entre los órganos nacionales encargados<br />

del establecimiento y la observancia de las medidas sanitarias 3 y fitosanitarias<br />

para proteger mejor la vida y la salud de las personas, los animales y las plantas<br />

sin crear obstáculos técnicos innecesarios al comercio.<br />

Durante el pasado decenio, algunos gobiernos introdujeron un enfoque integrado<br />

para la bioseguridad que armoniza y racionaliza las políticas, la legislación y las<br />

funciones y responsabilidades básicas como medio de mejorar la gestión de los riesgos<br />

relacionados con la alimentación y la agricultura. Sin embargo, la mayor parte de los<br />

países continúan gestionando la bioseguridad de acuerdo con criterios tradicionales con<br />

una orientación sectorial, lo que da lugar a una falta de concentración en las estrategias,<br />

una utilización ineficaz de los escasos recursos y unos resultados poco satisfactorios.<br />

En la Consulta técnica sobre gestión de riesgos biológicos en la alimentación<br />

y la agricultura, <strong>org</strong>anizada por la <strong>FAO</strong> en Bangkok (Tailandia) en enero de 2003,<br />

se reconocieron las ventajas de un enfoque más integrado para la bioseguridad,<br />

a fin de aprovechar mejor las sinergias entre los diferentes sectores en los planos<br />

nacional e internacional y se reconocieron los esfuerzos que estaban realizando<br />

algunos países para adoptar dicho enfoque. Se<br />

1 Los términos ingleses «biosecurity» y «biosafety» plantean un<br />

observó que varios países, con inclusión de países en<br />

problema para la traducción al español y al francés, debido a que en<br />

el pasado se han traducido ambos por «bioseguridad». En la presente desarrollo y en transición, estaban revisando sus<br />

publicación se entiende que el término «bioseguridad» corresponde a disposiciones en materia de bioseguridad y se subrayó<br />

«biosecurity» y el término «biosafety» se traduce como «bioinocuidad»,<br />

la importancia del apoyo externo en ese sentido. En<br />

salvo en casos de cita textual de documentos anteriores.<br />

2 A efectos de los presentes instrumentos, “vida” se utiliza como particular, se señaló la necesidad de que la <strong>FAO</strong><br />

término genérico para abarcar los efectos de las actividades en ofreciera la orientación y los instrumentos necesarios<br />

relación con la bioseguridad que no son fáciles de clasificar como<br />

para ayudar a los países en desarrollo en sus<br />

efectos en la salud.<br />

3 En el presente conjunto de instrumentos el término “sanitarias” esfuerzos por avanzar hacia un enfoque más<br />

se refiere a las personas y los animales (zoosanitarias).<br />

coherente e integral para la bioseguridad.


x<br />

instrumentos de la fao sobre la bioseguridad<br />

La <strong>FAO</strong> ha elaborado en este contexto el presente conjunto de instrumentos con el<br />

apoyo del Gobierno de Noruega. El primer documento del conjunto, Principios y<br />

componentes de la bioseguridad, es un texto introductorio en el que se expone un<br />

marco actual para la elaboración y aplicación de un enfoque armonizado e integrado<br />

para la bioseguridad en todos los sectores. La segunda parte es una Guía para evaluar<br />

la capacidad en materia de bioseguridad, en la que se presenta un proceso para<br />

evaluar las dimensiones de la capacidad en materia de bioseguridad en todos los<br />

sectores y <strong>org</strong>anizaciones sectoriales. La tercera parte del conjunto de instrumentos,<br />

Panorama general y manual marco para el análisis de riesgos para la bioseguridad,<br />

presenta un marco genérico para estructurar y orientar la aplicación de los principios<br />

del análisis de riesgos en la bioseguridad.<br />

Respetando las variaciones de las condiciones entre los diversos países, sectores<br />

de la bioseguridad y <strong>org</strong>anizaciones sectoriales, en el conjunto de instrumentos<br />

se reconoce plenamente que no hay ninguna política o infraestructura aceptable<br />

o normalizada universalmente que deba regir los sistemas nacionales de bioseguridad.<br />

Ofrece a los países orientación para la elaboración y aplicación de sistemas<br />

nacionales de bioseguridad de conformidad con sus obligaciones internacionales<br />

y basándose en sus necesidades particulares. Se trata de aumentar los conocimientos<br />

sobre la elaboración y aplicación con carácter más amplio de las políticas y marcos<br />

de bioseguridad a nivel nacional. Esto comprende el aumento de la capacidad<br />

en materia de bioseguridad, mediante la evaluación de las necesidades y la aplicación<br />

genérica de los principios del análisis de riesgos como elemento esencial de la<br />

bioseguridad. En efecto, en el conjunto de instrumentos se formula la tesis de que<br />

el análisis de riesgos proporciona un fundamento común para la bioseguridad.<br />

Acogeremos con agrado las observaciones y la información que recibamos sobre<br />

este conjunto de instrumentos como parte de nuestro compromiso permanente<br />

de ayudar a los Estados Miembros a gestionar mejor la bioseguridad, de manera<br />

que protejan la salud pública, la producción agropecuaria y el medio ambiente<br />

y promuevan el desarrollo económico por medio de la mejora del cumplimiento<br />

de los acuerdos internacionales cuyo objetivo son las medidas sanitarias y fitosanitarias.<br />

Ezzeddine Boutrif<br />

Director<br />

Dirección de Nutrición<br />

y Protección del Consumidor<br />

Shivaji Pandey<br />

Director<br />

Dirección de Producción<br />

y Protección Vegetal


xi<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La bioseguridad se está convirtiendo en una de las cuestiones más acuciantes<br />

con que se enfrentan los países desarrollados, en desarrollo y en transición.<br />

La globalización, los crecientes desplazamientos de personas, productos<br />

agropecuarios y alimentos a través de las fronteras, la mayor atención a la<br />

biodiversidad y al medio ambiente, la aparición y propagación de enfermedades<br />

transfronterizas, los cambios en la forma en que se producen, elaboran y distribuyen<br />

alimentos, plantas y animales, las incertidumbres que rodean las nuevas tecnologías,<br />

así como las obligaciones jurídicas internacionales, son algunos de los factores que<br />

impulsan este creciente interés y ponen de relieve la importancia de una capacidad<br />

adecuada en materia de bioseguridad.<br />

La bioseguridad constituye un enfoque estratégico e integrado orientado al<br />

análisis y la gestión de los riesgos pertinentes para la vida 4 y la salud de las personas,<br />

los animales y las plantas y los riesgos conexos para el medio ambiente. Se basa<br />

en el reconocimiento de las vinculaciones fundamentales entre diversos sectores.<br />

En cada uno de los sectores existen diversos tipos de peligros 5 para la bioseguridad,<br />

y tienen grandes posibilidades de pasar de uno a otro. Éste es el motivo de que<br />

la realización de controles inadecuados en un sector pueda tener consecuencias<br />

de gran importancia para otros.<br />

Siempre que sean posibles, la armonización y la integración de los sistemas<br />

y controles nacionales de bioseguridad proporcionan un mecanismo para aprovechar<br />

las sinergias que existen entre los distintos sectores. Esto permitirá aumentar<br />

considerablemente la capacidad de los países para proteger la salud humana,<br />

los sistemas de producción agropecuaria y la población y las industrias que dependen<br />

de ellos. Además, es probable que se obtengan otros beneficios. Un enfoque<br />

armonizado e integrado para la bioseguridad ayudará a salvaguardar el medio<br />

ambiente y proteger de las incertidumbres que acompañan a las nuevas tecnologías.<br />

Por otra parte, potenciará ulteriormente la capacidad de los países para cumplir<br />

sus obligaciones en el marco de los acuerdos internacionales pertinentes y para<br />

aprovechar plenamente las oportunidades asociadas con el comercio mundial<br />

de productos alimenticios y otros productos agropecuarios.<br />

FINALIDAD Y ALCANCE<br />

El presente conjunto de instrumentos sirve de orientación de carácter práctico y de<br />

apoyo a la elaboración y aplicación de marcos nacionales de bioseguridad en los<br />

países. Tiene las ventajas de un enfoque armonizado e integrado para la bioseguridad<br />

e ilustra las experiencias de los países, como Belice, Noruega y Nueva Zelandia, que<br />

han adoptado recientemente dicho enfoque.<br />

4 Como se ha indicado en la nota de pie de página ix, “vida” se utiliza<br />

como término genérico para abarcar los efectos de las actividades en<br />

relación con la bioseguridad que no son fáciles de clasificar como<br />

efectos en la salud. Pueden ser diversos y con frecuencia quedan sin<br />

cuantificar. Por ejemplo, en relación con el Convenio sobre la Diversidad<br />

Biológica (CDB), el Órgano subsidiario de asesoramiento científico,<br />

técnico y tecnológico ha señalado que los medios actuales para<br />

determinar el “valor” de la diversidad biológica y sus componentes son<br />

inadecuados. En la evaluación de los riesgos ecológicos, es esencial la<br />

participación de las partes interesadas para identificar y ordenar por<br />

orden de prioridades los atributos ecológicos valorados, de manera que<br />

se pueda realizar una evaluación apropiada de los riesgos.<br />

5 El término “peligro” se utiliza en el presente documento en relación<br />

con todos los sectores de la bioseguridad. Sin embargo, es importante<br />

señalar que en la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria<br />

(CIPF) se suele utilizar el término “plaga” más que el de “peligro”.


xii<br />

instrumentos de la fao sobre la bioseguridad<br />

Gracias a que proporciona un marco para identificar las necesidades<br />

intersectoriales de capacidad en materia de bioseguridad a partir de un enfoque<br />

integrado, el conjunto de instrumentos aborda las lagunas inherentes a un enfoque<br />

puramente sectorial para la bioseguridad. La finalidad es ayudar a los gobiernos<br />

a gestionar mejor la bioseguridad como sistema de protección de la salud pública,<br />

la producción agropecuaria y el medio ambiente. Al mismo tiempo, aumenta<br />

la capacidad de los países para ajustarse a los acuerdos, reglamentos y requisitos<br />

internacionales que tienen como objetivo las medidas sanitarias y fitosanitarias,<br />

contribuyendo al desarrollo económico y el comercio.<br />

El conjunto de instrumentos consta de tres documentos separados, pero<br />

relacionados entre sí. Los tres documentos se han preparado partiendo<br />

de los supuestos de que la bioseguridad concierne a distintas partes del gobierno,<br />

que los riesgos para la bioseguridad están relacionados entre sí y que la mejor manera<br />

de gestionar los riesgos que se afrontan es mediante una actuación coordinada<br />

en todos los sectores pertinentes, contribuyendo a mejorar los resultados y la eficacia.<br />

Parte 1: Principios y componentes de la bioseguridad<br />

La primera parte del conjunto de instrumentos contiene una introducción general<br />

sobre la bioseguridad y en ella se describe el marco actual para la elaboración<br />

y aplicación de un enfoque armonizado e integrado para la bioseguridad en todos<br />

los sectores. Se expone en qué medida puede un enfoque potenciar la protección<br />

de la vida y la salud de las personas, los animales y las plantas y del medio ambiente<br />

aprovechando las sinergias entre los diversos sectores, además de generar varios<br />

otros beneficios tangibles.<br />

Parte 2: Guía para evaluar la capacidad<br />

en materia de bioseguridad<br />

En la segunda parte se presentan orientaciones sobre la manera de evaluar<br />

las dimensiones de la capacidad en materia de bioseguridad en todos los sectores<br />

y <strong>org</strong>anizaciones sectoriales, de conformidad con los requisitos de un enfoque<br />

integrado para la bioseguridad, descrito en la Parte 1. La utilización de esta guía<br />

permitirá a los gobiernos aumentar la sensibilización en relación con las sinergias<br />

e interdependencias que existen entre los diversos sectores de la bioseguridad.<br />

Ayudará además a conocer la capacidad existente en materia de bioseguridad<br />

y los resultados obtenidos, tener una visión a plazo medio de la bioseguridad nacional<br />

y disponer de una estrategia y un plan de acción para aumentar la capacidad<br />

en materia de bioseguridad basándose en la identificación de las necesidades<br />

de capacidad.<br />

Parte 3: Panorama general y marco para el análisis<br />

de riesgos para la bioseguridad<br />

En la tercera parte del conjunto de instrumentos se presenta un marco genérico<br />

para estructurar y orientar la aplicación de los principios del análisis de riesgos<br />

en la bioseguridad. El análisis de riesgos ocupa un lugar central de los enfoques<br />

modernos y está surgiendo con rapidez como disciplina unificadora de todos los


xiii<br />

sectores de la bioseguridad. Las <strong>org</strong>anizaciones y órganos internacionales de<br />

normalización han adoptado la evaluación del riesgo como instrumento esencial<br />

para alcanzar sus objetivos, y las autoridades nacionales competentes están<br />

obligadas, en virtud de los acuerdos internacionales, a utilizarla de manera análoga<br />

siempre que sea posible y factible. En la Parte 3 del conjunto de instrumentos<br />

se examinan los procesos y métodos comunes al análisis de riesgos intersectorial<br />

y se ilustra la función de esta disciplina para establecer mejores vinculaciones<br />

y promover una utilización más eficaz de los recursos técnicos.<br />

<strong>DE</strong>STINATARIOS<br />

Los principales destinatarios son los funcionarios públicos que se ocupan<br />

de la bioseguridad o de un sector particular de ella. En este grupo están incluidos<br />

los funcionarios cuyo trabajo está relacionado con la inocuidad de los alimentos<br />

y la salud pública, la vida y la salud de los animales y las plantas y la protección<br />

del medio ambiente, tanto en el plano normativo como en el operacional. Además,<br />

el conjunto de instrumentos será útil para los <strong>org</strong>anismos de desarrollo,<br />

los consultores y los instructores que prestan apoyo a actividades y programas<br />

de bioseguridad.


Parte 1.<br />

Principios y componentes<br />

de la bioseguridad<br />

3 Introducción<br />

3 ¿Qué es la bioseguridad?<br />

3 Contexto de la bioseguridad moderna<br />

5 ¿Quién interviene?<br />

7 Fundamento de un enfoque armonizado e integrado<br />

para la bioseguridad<br />

7 Vinculaciones de la bioseguridad<br />

8 Análisis de riesgos<br />

8 Estimulantes primarios del cambio<br />

10 La bioseguridad en un mundo moderno<br />

10 ¿Qué es un peligro para la bioseguridad?<br />

10 Cambios sectoriales en la bioseguridad<br />

15 Armonización e integración de los enfoques<br />

para la bioseguridad<br />

15 Cambios en los enfoques para la bioseguridad<br />

16 Requisitos de un enfoque armonizado e integrado para la bioseguridad<br />

18 Mejora de aspectos específicos de la bioseguridad mediante un enfoque<br />

armonizado e integrado<br />

22 Conclusiones


Principios y componentes<br />

3<br />

Introducción<br />

¿QUÉ ES <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong>?<br />

La bioseguridad es un enfoque estratégico e integrado<br />

que engloba los marcos normativos y reglamentarios<br />

(con inclusión de instrumentos y actividades) para el<br />

análisis y la gestión de los riesgos relativos a la vida y<br />

la salud de las personas, los animales y las plantas y<br />

los riesgos asociados para el medio ambiente. La<br />

bioseguridad abarca la inocuidad de los alimentos, las<br />

zoonosis, la introducción de plagas y enfermedades de<br />

los animales y las plantas, la introducción y liberación<br />

de <strong>org</strong>anismos vivos modificados (OVM) y sus<br />

productos (por ejemplo los <strong>org</strong>anismos modificados<br />

genéticamente u OMG) y la introducción y gestión de<br />

especies exóticas invasivas. La bioseguridad es, pues,<br />

un concepto global con importancia directa para la<br />

sostenibilidad de la agricultura y los aspectos de<br />

amplio espectro de la salud pública y la protección del<br />

medio ambiente, incluida la diversidad biológica.<br />

El objetivo primordial de la bioseguridad consiste<br />

en prevenir, combatir y/o gestionar los riesgos para la<br />

vida y la salud, cuando proceda, para un sector<br />

particular de la bioseguridad (Figura 1.1). De esta<br />

manera, la bioseguridad es un elemento esencial del<br />

desarrollo agrícola sostenible.<br />

En el presente conjunto de instrumentos se<br />

propugna un enfoque estratégico e integrado para la<br />

bioseguridad como concepto global que tiene una<br />

importancia directa en orden a satisfacer las<br />

expectativas de los consumidores en relación con la<br />

inocuidad de los alimentos que se les suministran,<br />

prevenir y controlar los aspectos zoonóticos de la<br />

salud pública, garantizar la sostenibilidad de la<br />

agricultura, salvaguardar el medio ambiente terrestre,<br />

Recuadro 1.1. Algunos factores<br />

que influyen en la bioseguridad<br />

• Globalización<br />

• Nuevas tecnologías de producción agropecuaria<br />

y elaboración de alimentos<br />

• Aumento del comercio de alimentos y productos<br />

agropecuarios<br />

• Obligaciones jurídicas para los signatarios<br />

de los acuerdos internacionales pertinentes<br />

• Aumento de los viajes y los desplazamientos<br />

transfronterizos de personas<br />

• Avances en las comunicaciones y el acceso mundial<br />

a información sobre la bioseguridad<br />

• Mayor atención del público a la biodiversidad,<br />

el medio ambiente y los efectos de la agricultura<br />

en ambos<br />

• Desplazamiento desde la independencia de los países<br />

hacia la interdependencia entre ellos<br />

para una bioseguridad efectiva<br />

• Escasez de recursos técnicos y operacionales<br />

• Gran dependencia de algunos países<br />

de las importaciones de alimentos<br />

de agua dulce y marino y proteger la biodiversidad.<br />

En la bioseguridad también se pueden incluir medidas<br />

para garantizar la seguridad del suministro de<br />

alimentos en relación con la lucha contra el terrorismo.<br />

En el glosario del Anexo 1 figuran los términos relativos<br />

a la bioseguridad que se utilizan en el presente<br />

conjunto de instrumentos.<br />

CONTEXTO<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong> MO<strong>DE</strong>RNA<br />

Las cuestiones relativas a la bioseguridad tienen un<br />

perfil cada vez más destacado de ámbito mundial,<br />

Figura 1.1. Objetivos sectoriales de la bioseguridad<br />

Vida y salud<br />

humanas<br />

(incluida la inocuidad<br />

de los alimentos)<br />

Vida y salud<br />

de los animales<br />

(incluidos los peces)<br />

Vida y salud<br />

de las plantas<br />

(incluidos los bosques)<br />

Protección<br />

del medio ambiente


4 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 1<br />

debido a una serie de factores (Recuadro 1.1).<br />

El aumento de la diversidad y el volumen del comercio<br />

internacional de animales, plantas y sus productos<br />

contribuyen de manera decisiva a la propagación de<br />

enfermedades reconocidas de una región a otra.<br />

Los cambios en las prácticas agropecuarias están<br />

creando nuevos peligros para la salud que cruzan<br />

fácilmente las fronteras. Las variaciones de la<br />

ecología y el comportamiento humanos también<br />

contribuyen a la mayor incidencia y propagación de<br />

peligros importantes para la salud pública, de los<br />

animales y de las plantas. Las nuevas biotecnologías<br />

añaden otra dimensión: por ejemplo, es necesario<br />

evaluar en los <strong>org</strong>anismos y productos obtenidos por<br />

medios biotecnológicos cualquier posible riesgo<br />

para la salud.<br />

Con la creciente sensibilización del público en<br />

relación con los efectos de las manifestaciones e<br />

intervenciones adversas en la bioseguridad, las<br />

exigencias políticas y sociales sobre los <strong>org</strong>anismos<br />

públicos de reglamentación están dando lugar a<br />

cambios considerables en la infraestructura. El interés de<br />

las partes interesadas se ve impulsado por los avances<br />

tecnológicos en la detección y gestión de los peligros<br />

para la vida y la salud, junto con el debate científico, a<br />

menudo todavía sin solución, que rodea la posibilidad de<br />

que niveles muy bajos de peligros provoquen efectos<br />

adversos en la salud o en el medio ambiente.<br />

Figura 1.2. Intereses sectoriales importantes en relación con un enfoque integrado para la bioseguridad<br />

Otras actividades<br />

gubernamentales<br />

(p.e. comercio, aduanas,<br />

turismo conservación<br />

de los recursos<br />

marinos)<br />

Autoridades<br />

competentes<br />

de agricultura, silvicultura,<br />

pesca, inocuidad<br />

de los alimentos<br />

y salud pública<br />

Opinión y representación<br />

del público<br />

Enfoque integrado<br />

para la bioseguridad<br />

Institutos<br />

de investigaciones<br />

científicas<br />

y universidades<br />

Industria<br />

(incluidos importadores<br />

y exportadores)<br />

ONG, grupos de intereses<br />

especiales, medios de<br />

comunicación<br />

Productores primarios<br />

de alimentos y productos<br />

agrícolas<br />

(p.e. agricultores,<br />

pescadores)


Principios y componentes<br />

Introducción<br />

5<br />

¿QUIÉN INTERVIENE?<br />

Partes interesadas nacionales<br />

En la bioseguridad intervienen muchos tipos distintos<br />

de partes interesadas en el ámbito nacional. Los<br />

<strong>org</strong>anismos gubernamentales tienen un interés<br />

primordial, pero la industria, los institutos de<br />

investigaciones científicas, los grupos de intereses<br />

especiales, las <strong>org</strong>anizaciones no gubernamentales<br />

(ONG) y el público general también han de<br />

desempeñar una función vital.<br />

Son varias las dependencias de la administración<br />

que intervienen, tanto en el plano nacional como en el<br />

subnacional. Las autoridades competentes<br />

encargadas de los sectores que suelen estar<br />

asociados con la bioseguridad - inocuidad de los<br />

alimentos, salud pública, agricultura, silvicultura, pesca<br />

y medio ambiente - son las que desempeñan la<br />

función primordial en un enfoque integrado actual para<br />

la bioseguridad. Sin embargo, también otras partes de<br />

la administración encargadas de sectores como el<br />

comercio, las aduanas, el transporte, las finanzas y el<br />

turismo pueden tener su función, dependiendo de las<br />

circunstancias nacionales (véanse la Figura 1.2 y el<br />

Anexo 2). Además, las autoridades competentes<br />

contratan con frecuencia a <strong>org</strong>anizaciones “ajenas”<br />

para que desempeñen una serie de funciones básicas<br />

de bioseguridad, como programas de vigilancia,<br />

actividades de respuesta a las incursiones y servicios<br />

de diagnóstico de laboratorio.<br />

Partes interesadas internacionales<br />

A nivel mundial, las <strong>org</strong>anizaciones internacionales de<br />

normalización, los órganos internacionales y los<br />

instrumentos y acuerdos jurídicos internacionales<br />

desempeñan funciones importantes y<br />

complementarias en la bioseguridad.<br />

Las <strong>org</strong>anizaciones y órganos internacionales de<br />

normalización, como la Comisión del Codex<br />

Alimentarius, la Organización Mundial de Sanidad<br />

Animal (OIE) y la Comisión de Medidas Fitosanitarias<br />

(CMF) 6 , elaboran normas 7 para distintos sectores de la<br />

bioseguridad de conformidad con sus mandatos.<br />

Aunque las normas internacionales no son<br />

6 La Comisión de Medidas Fitosanitarias (CMF) es el órgano rector<br />

de la CIPF (tratado internacional para garantizar la actuación<br />

encaminada a prevenir la propagación e introducción de plagas de<br />

plantas y productos vegetales y promover medidas apropiadas para<br />

combatirlas) y aprueba las Normas Internacionales para Medidas<br />

Fitosanitarias (NIMF).<br />

jurídicamente vinculantes por sí mismas, se han<br />

convertido en puntos de referencia internacionales por<br />

medio del Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas<br />

Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo MSF) de la<br />

Organización Mundial del Comercio (OMC), que las<br />

adoptó en 1995 como referencia para todas las<br />

medidas sanitarias y fitosanitarias internacionales.<br />

Las responsabilidades en relación con los sectores<br />

de la bioseguridad en el plano internacional se<br />

comparten entre varias <strong>org</strong>anizaciones y órganos.<br />

Como reflejo de su mandato y competencias, la <strong>FAO</strong><br />

desempeña una función directiva en la labor normativa<br />

y la asistencia técnica, tanto a nivel nacional como<br />

internacional, en apoyo de la aplicación de un enfoque<br />

para la bioseguridad. Entre las actividades<br />

correspondientes cabe mencionar la <strong>org</strong>anización de<br />

consultas de expertos y técnicas sobre bioseguridad,<br />

la elaboración de instrumentos para ayudar a los<br />

países a aplicar un enfoque para la bioseguridad y<br />

respaldar la creación de capacidad y la <strong>org</strong>anización y<br />

el funcionamiento del Portal internacional sobre<br />

inocuidad de los alimentos y sanidad animal y<br />

vegetal 8 , con el fin de facilitar el intercambio de la<br />

información pertinente. La <strong>FAO</strong> acoge la Secretaría de<br />

la Comisión del Codex Alimentarius, en el marco del<br />

Programa Conjunto <strong>FAO</strong>/OMS sobre Normas<br />

Alimentarias, así como la Secretaría de la Convención<br />

Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF).<br />

Además, la participación de la <strong>FAO</strong> en el Fondo para la<br />

Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio<br />

(FANFC) tiene por objeto fomentar la colaboración<br />

entre los tres órganos de normalización reconocidos<br />

en el Acuerdo MSF y la <strong>FAO</strong>, el Banco Mundial, la<br />

Organización Mundial de la Salud (OMS) y la OMC.<br />

La OMS presta apoyo a los países para prevención,<br />

la detección, la verificación rápida y la respuesta<br />

apropiada ante las amenazas de epidemias y de<br />

nuevas enfermedades cuando se presentan, de<br />

manera que se reduzcan al mínimo sus efectos en la<br />

salud y la economía de la población mundial. Consiste<br />

7 A efectos del presente conjunto de instrumentos, la palabra<br />

“norma” como producto de las <strong>org</strong>anizaciones y órganos<br />

internacionales de normalización incluye las “normas, directrices y<br />

otras recomendaciones”. Hay que señalar que la OMC considera que<br />

en el Acuerdo MSF no se establecen diferencias entre estos términos y<br />

que cada uno de ellos se aplica de acuerdo con su contenido<br />

sustantivo y no con su categoría. Programa Conjunto <strong>FAO</strong>/OMS sobre<br />

Normas Alimentarias. Comisión del Codex Alimentarius. Informe del<br />

23º período de sesiones. Roma, 28 de junio-3 de julio de 1999.<br />

ALINORM 99/33. (Se puede consultar en:<br />

http://www.codexalimentarius.net/web/archives.jsp?year=99).<br />

8 Se puede consultar en: www.ipfsaph.<strong>org</strong>


6 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 1<br />

en operaciones de prevención, alerta y respuesta,<br />

fortalecimiento de los laboratorios y las actividades<br />

epidemiológicas, preparación para epidemias<br />

intencionadas, apoyo a la Red Mundial de Alerta y<br />

Respuesta ante Brotes Epidémicos y el Reglamento<br />

Sanitario Internacional revisado o RSI (2005) 9 . Con<br />

arreglo al RSI (2005), la OMS tiene el mandato de<br />

colaborar con los Estados parte en la evaluación de su<br />

capacidad en materia de salud pública y facilitar la<br />

cooperación técnica, el apoyo logístico y la<br />

movilización de recursos financieros para la creación<br />

de capacidad de prevención, vigilancia y respuesta.<br />

Además de las normas y los textos correspondientes<br />

elaborados por la Comisión del Codex Alimentarius, la<br />

OIE y la CMF, hay varios otros instrumentos jurídicos,<br />

acuerdos y textos internacionales que son pertinentes a<br />

la bioseguridad. Entre ellos están el Acuerdo MSF, y en<br />

cierta medida el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al<br />

Comercio (Acuerdo OTC), el Convenio sobre la<br />

Diversidad Biológica (CDB) y su Protocolo de Cartagena<br />

sobre Seguridad de la Biotecnología 10 y el Reglamento<br />

Sanitario Internacional. En general tienen una<br />

perspectiva orientada a un solo sector (por ejemplo, la<br />

inocuidad de los alimentos, la salud de las personas, los<br />

animales y las plantas, la protección del medio<br />

ambiente, la bioinocuidad, la diversidad biológica, la<br />

conservación de la naturaleza, la protección de los<br />

humedales, los recursos marinos). Sin embargo,<br />

comparten ciertas características comunes, como los<br />

principios del análisis de riesgos, los procedimientos de<br />

notificación y el intercambio de información. En el Anexo<br />

3 se enumeran los instrumentos jurídicos, los acuerdos,<br />

los textos, las <strong>org</strong>anizaciones y los órganos<br />

internacionales relacionados con la bioseguridad.<br />

10 La bioinocuidad se define como: “Medios para regular, gestionar<br />

9 La Asamblea Mundial de la Salud aprobó por unanimidad el 23 de<br />

mayo de 2005 una revisión del Reglamento Sanitario Internacional,<br />

que entró en vigor en junio de 2007. Véase más información en el<br />

Anexo 3.<br />

o controlar los riesgos relacionados con el uso y la liberación de<br />

<strong>org</strong>anismos vivos modificados resultantes de la biotecnología que<br />

probablemente tendrán efectos ambientales perjudiciales que podrán<br />

afectar a la conservación y la utilización sostenible de la diversidad<br />

biológica, habida cuenta también de los riesgos para la salud<br />

humana”. PNUMA/CDB. 1992. Convenio sobre la Diversidad Biológica:<br />

Artículo 8 (g).


Principios y componentes<br />

7<br />

Fundamento de un enfoque<br />

armonizado e integrado<br />

En el entorno moderno de la bioseguridad, se concede<br />

una importancia considerable a un enfoque global. Se<br />

anima a los países a que, en la medida de lo posible,<br />

basen sus controles en normas internacionales,<br />

cuando éstas existan. A nivel nacional puede haber<br />

armonización en cuanto a los enfoques genéricos para<br />

la bioseguridad y/o las propias normas en materia de<br />

bioseguridad. La integración de las actividades de<br />

bioseguridad, cuando sea factible, también aportará<br />

probablemente beneficios considerables en los planos<br />

nacional e internacional (Figura 1.3).<br />

VINCU<strong>LA</strong>CIONES<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

La vida y la salud de las personas, los animales y las<br />

plantas y la protección del medio ambiente están<br />

indisolublemente vinculadas entre sí, y éste es el<br />

fundamento básico de un enfoque integrado para la<br />

bioseguridad en el plano nacional. En cada sector<br />

existen peligros 11 de diversos tipos para la<br />

bioseguridad y hay grandes posibilidades de que<br />

pasen de un sector a otro (por ejemplo, muchos<br />

patógenos de animales infectan fácilmente a las<br />

personas; los piensos se pueden contaminar con<br />

micotoxinas y toxinas de las plantas). Si bien la<br />

transferencia de plagas de plantas entre distintos<br />

sectores de la bioseguridad sólo se puede producir<br />

en menor escala, un control inadecuado puede<br />

tener repercusiones que van mucho más allá<br />

del ámbito fitosanitario.<br />

Por lo que se refiere a las cadenas alimentarias, se<br />

pueden introducir peligros en cualquier punto, desde la<br />

producción hasta el consumo, y la desaparición de la<br />

seguridad en cualquier punto puede provocar<br />

consecuencias adversas para la salud en sectores<br />

individuales o múltiples de la bioseguridad. Como<br />

11 En distintos sectores de la bioseguridad hay diversas<br />

descripciones de lo que constituye un peligro. Se exponen en el<br />

Recuadro 1.4 y se examinan ulteriormente en la Parte 3 del conjunto<br />

de instrumentos. En la CIPF se utiliza más el término “plaga” que el<br />

término “peligro”.<br />

ejemplo, los residuos de plaguicidas en los alimentos<br />

de origen vegetal y los residuos de medicamentos<br />

veterinarios en los alimentos de origen animal pueden<br />

tener consecuencias negativas para la salud humana, y<br />

la aparición de una variante de la enfermedad de<br />

Creutzfeldt-Jakob en el Reino Unido ha elevado la<br />

preocupación por la contribución de los piensos<br />

contaminados a enfermedades humanas de<br />

transmisión alimentaria. El volumen y el alcance del<br />

comercio mundial de piensos y sus ingredientes es un<br />

ejemplo de las enormes posibilidades de<br />

desplazamiento de los peligros para la bioseguridad<br />

entre países y dentro de ellos.<br />

Los cambios en el medio ambiente, como la<br />

pérdida de diversidad biológica y la contaminación de<br />

las fuentes de alimentos y de agua, crean en ocasiones<br />

riesgos considerables para la salud de las personas y<br />

los animales. Se ha señalado que el 10 por ciento de<br />

todas las enfermedades humanas prevenibles se debe<br />

al deterioro del medio ambiente, y entre las principales<br />

causas de estas enfermedades están la falta de<br />

Figura 1.3. Beneficios potenciales asociados con<br />

un enfoque multisectorial para la bioseguridad<br />

Mejora<br />

de la salud<br />

pública<br />

Mejora de la<br />

producción<br />

agrícola<br />

Bioseguridad<br />

intersectorial<br />

Fomento<br />

del comercio<br />

Protección del<br />

medio ambiente


8 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 1<br />

Recuadro 1.2. Mandato genérico<br />

de la bioseguridad a nivel nacional<br />

• Proteger la salud humana y la confianza de los<br />

consumidores en los productos agropecuarios<br />

y alimenticios.<br />

• Proteger los sistemas de producción agropecuaria,<br />

forestal y pesquera y la población y las industrias que<br />

dependen de ellos.<br />

• Proteger el medio ambiente, con inclusión de las<br />

plantas y los animales autóctonos.<br />

• Aprovechar las oportunidades comerciales y demostrar<br />

a los países importadores que las exportaciones de<br />

productos agropecuarios y alimenticios se ajustan a sus<br />

expectativas en cuanto a los niveles adecuados<br />

de protección.<br />

• Utilizar de manera eficaz los limitados recursos en<br />

todas las esferas de la inocuidad de los alimentos<br />

y la sanidad de los animales y las plantas.<br />

• Prestar servicios gubernamentales eficaces en función<br />

de los costos y eficientes a los productores<br />

y elaboradores del sector privado.<br />

• Cumplir las obligaciones en virtud de los<br />

acuerdos internacionales.<br />

• Proteger frente a las incertidumbres asociadas con<br />

las nuevas tecnologías<br />

medidas sanitarias, la contaminación de las fuentes de<br />

agua y los alimentos malsanos.<br />

ANÁLISIS <strong>DE</strong> RIESGOS<br />

Hay muchos aspectos del enfoque basado en el riesgo<br />

para la bioseguridad que comparten los distintos<br />

sectores que se ocupan del tema, y esto imprime<br />

un impulso decisivo al análisis de riesgos como<br />

disciplina unificadora en la bioseguridad. El análisis<br />

de riesgos consta de tres componentes distintos,<br />

pero estrechamente relacionados entre sí - evaluación<br />

del riesgo, gestión del riesgo y comunicación del<br />

riesgo - que se explican con detalle en el Panorama<br />

general y manual marco para el análisis de riesgos<br />

para la bioseguridad (Parte 3 de este conjunto<br />

de instrumentos).<br />

Las <strong>org</strong>anizaciones y órganos internacionales de<br />

normalización que intervienen en distintos<br />

componentes de la bioseguridad han adoptado la<br />

evaluación del riesgo como instrumento esencial para<br />

alcanzar sus objetivos. La evaluación del riesgo para la<br />

bioseguridad entraña un proceso científico que ha de<br />

permitir estimar los riesgos para la vida y la salud que<br />

pueden estar asociados con un alimento, animal o<br />

planta particular o un <strong>org</strong>anismo específico. La<br />

prevención, la reducción o la eliminación de esos<br />

riesgos pueden adoptar numerosas formas. Antes de<br />

la promulgación del Acuerdo MSF, los sistemas de<br />

bioseguridad no estaban basados necesariamente en<br />

aportaciones científicas sólidas y transparentes a los<br />

procesos de normalización, especialmente los relativos<br />

a los productos agropecuarios comercializados. Ahora<br />

nunca se insiste demasiado en la importancia de una<br />

evaluación científica y de riesgo apropiada para la<br />

bioseguridad, de manera que son considerables las<br />

exigencias técnicas que recaen en las partes<br />

interesadas pertinentes.<br />

La gestión del riesgo para la bioseguridad<br />

incorpora procesos para la evaluación del riesgo que<br />

presentan diferencias considerables. En las decisiones<br />

fundamentales hay que buscar el equilibrio entre los<br />

resultados científicos y las cuestiones relativas a las<br />

expectativas sobre la vida y la salud, las repercusiones<br />

económicas y sociales probables y la viabilidad técnica<br />

y la eficacia en función de los costos de los controles.<br />

La integración de las políticas y los valores con la<br />

ciencia en la gestión del riesgo para la bioseguridad<br />

representa un reto considerable y tiene una expresión<br />

diferente en los distintos países.<br />

La evaluación del riesgo y la gestión del riesgo<br />

deberían estar inmersas en un “mar de comunicación”<br />

que abarque a todas las partes interesadas, según<br />

proceda. El éxito de la comunicación del riesgo es un<br />

requisito previo para una evaluación del riesgo y una<br />

gestión del riesgo eficaces y facilita el carácter iterativo<br />

e ininterrumpido del análisis de riesgos.<br />

ESTIMU<strong>LA</strong>NTES PRIMARIOS<br />

<strong>DE</strong>L CAMBIO<br />

Los avances hacia un enfoque armonizado e integrado<br />

para la bioseguridad están impulsados por varios<br />

factores relacionados entre sí. Un estimulante primordial<br />

es la mayor sensibilización acerca de las consecuencias<br />

que tiene la desaparición de la seguridad en un punto<br />

de la cadena alimentaria para el resto de la cadena<br />

(como se ha indicado más arriba). Esto es<br />

particularmente importante en un momento en el que<br />

los sistemas de producción están más especializados,<br />

concentrados y conectados que nunca, son cada vez<br />

más las personas, los animales y los productos que<br />

atraviesan las fronteras, el comercio alimentario mundial<br />

se sigue extendiendo y el público general se interesa<br />

más por las cuestiones sanitarias y fitosanitarias.<br />

Otros factores que impulsan el cambio son el<br />

aumento del número y el rigor de los requisitos


Principios y componentes<br />

Fundamento de un enfoque<br />

armonizado e integrado<br />

9<br />

sanitarios y fitosanitarios, el reconocimiento del<br />

elevado costo de la reglamentación y la constatación<br />

de que los recursos públicos son limitados. Ante todo,<br />

hay una demanda creciente por parte de la industria de<br />

mayor eficacia en función de los costos en los<br />

sistemas de bioseguridad y una adaptación mayor de<br />

las nuevas tecnologías.<br />

A este respecto, muchos gobiernos se preguntan<br />

de qué manera pueden desempeñar sus funciones<br />

con mayor eficacia las autoridades nacionales<br />

competentes. En el sentido más amplio, un enfoque<br />

armonizado e integrado para la bioseguridad<br />

aumentará considerablemente la capacidad de<br />

las autoridades nacionales competentes para<br />

desempeñar su mandato (Recuadro 1.2). Para ello<br />

se requiere una respuesta con iniciativa y dinámica<br />

ante los retos en constante cambio de la bioseguridad<br />

y las prioridades nacionales.<br />

Otro factor importante que impulsa el cambio es<br />

el deseo de evitar efectos adversos para la salud<br />

potencialmente significativos en todos los sectores de<br />

la bioseguridad y las repercusiones negativas que los<br />

acompañan, incluidas las económicas (Recuadro 1.3).<br />

Además, los acontecimientos internacionales<br />

pueden imponer la necesidad de enfoques más<br />

integrados (por ejemplo, un nuevo aspecto en los<br />

sistemas modernos de bioseguridad es el mayor<br />

reconocimiento de la posibilidad de amenazas de<br />

transmisión alimentaria en gran escala para la salud<br />

pública o de los animales derivadas de actos de<br />

terrorismo).<br />

La creciente convergencia de las cuestiones<br />

relativas a la salud de las personas, los animales,<br />

las plantas y el medio ambiente está induciendo<br />

a algunos gobiernos a:<br />

■<br />

compartir los escasos recursos técnicos<br />

para la bioseguridad;<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Recuadro 1.3. Avance hacia un enfoque<br />

para la bioseguridad que reduzca al mínimo<br />

los efectos potencialmente adversos<br />

Un enfoque armonizado e integrado para la bioseguridad<br />

puede contribuir a reducir al mínimo los efectos<br />

potencialmente adversos en la salud, en la economía<br />

y de otra índole, como por ejemplo:<br />

• La incidencia y el alcance de los riesgos de transmisión<br />

alimentaria para los consumidores.<br />

• La propagación transfronteriza de enfermedades<br />

nuevas y emergentes entre personas, animales<br />

domésticos y autóctonos, plantas y peces.<br />

• La introducción de especies exóticas de plantas<br />

y animales terrestres y acuáticos.<br />

• La pérdida de biodiversidad y los cambios no deseados<br />

en los ecosistemas.<br />

• La perturbación de los medios de subsistencia<br />

y las posibilidades de obtener ingresos de las<br />

comunidades rurales y las industrias agropecuarias.<br />

• La pérdida de confianza de los consumidores<br />

en el gobierno, la industria alimentaria y el suministro<br />

de alimentos tras incidentes transfronterizos<br />

importantes relativos a la bioseguridad.<br />

• Las alteraciones del comercio por motivos de riesgo<br />

para la salud, estén justificadas o no desde el punto<br />

de vista científico<br />

reconocer y aplicar enfoques genéricos para<br />

el análisis de riesgos;<br />

preparar respuestas integradas de ámbito nacional<br />

para los problemas de bioseguridad;<br />

promover el acceso a información<br />

sobre la bioseguridad en todo el país y mejorar<br />

la sensibilización de las partes interesadas;<br />

forjar nuevas alianzas estratégicas internacionales;<br />

y/o<br />

pasar de la independencia de los países<br />

a la interdependencia en el cumplimiento<br />

de los acuerdos e instrumentos internacionales<br />

y garantizar la coherencia en su aplicación.


10 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 1<br />

La bioseguridad<br />

en un mundo moderno<br />

¿QUÉ ES UN PELIGRO<br />

PARA <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong>?<br />

Los sistemas de bioseguridad se ocupan<br />

primordialmente de prevenir, controlar o gestionar los<br />

peligros para la vida y la salud. En los distintos<br />

sectores de la bioseguridad hay diversas<br />

descripciones de lo que es un peligro, como se ilustra<br />

en el Recuadro 1.4.<br />

CAMBIOS SECTORIALES<br />

EN <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Inocuidad de los alimentos<br />

Los sistemas de bioseguridad para la inocuidad de los<br />

alimentos deben controlar los peligros de origen<br />

biológico, químico y físico en los alimentos<br />

importados, los producidos en el país y los que se<br />

exportan. Se trata de una hipótesis distinta de las<br />

relativas a otros sectores de la bioseguridad, en los<br />

que los controles se establecen primordialmente sólo<br />

para los peligros biológicos.<br />

Los enfoques anteriores en relación con la<br />

inocuidad de los alimentos se establecieron en<br />

tiempos en los que eran limitados los conocimientos<br />

acerca de la relación entre la presencia y el nivel de los<br />

peligros en la cadena alimentaria y el nivel de riesgo<br />

para el consumidor. No obstante, los sistemas<br />

basados en conocimientos empíricos sobre la<br />

inocuidad de los alimentos han sido útiles a los<br />

gobiernos, la industria y los consumidores para limitar<br />

la exposición a los peligros que son motivo de<br />

preocupación para la salud pública. Los controles de<br />

los alimentos basados en las buenas prácticas de<br />

higiene (BPH) siguen constituyendo la base de los<br />

sistemas modernos de inocuidad de los alimentos.<br />

Mientras que los controles anteriores se aplicaban<br />

fundamentalmente a la producción y el transporte de<br />

productos alimenticios a granel, en los últimos<br />

decenios se han registrado cambios notables en el<br />

suministro mundial de alimentos. Junto con el volumen<br />

creciente de comercio, ahora se han extendido<br />

enormemente los orígenes geográficos, la naturaleza,<br />

el alcance, los requisitos en materia de conservación y<br />

Recuadro 1.4. Definiciones de peligro aplicables a distintos sectores de la bioseguridad<br />

Inocuidad<br />

de los alimentos<br />

Zoonosis<br />

Sanidad animal<br />

Sanidad vegetal<br />

Cuarentena<br />

fitosanitaria<br />

“Bioinocuidad”<br />

en relación<br />

con las plantas<br />

y los animales<br />

“Bioinocuidad”<br />

en relación<br />

con los alimentos<br />

Especie exótica<br />

invasiva<br />

Agente biológico, químico o físico presente en el alimento, o una propiedad de éste, que puede<br />

provocar un efecto nocivo para la salud (Codex).<br />

Agente biológico que se puede transmitir por medios naturales entre animales silvestres<br />

o domésticos y personas (OIE).<br />

Cualquier agente patógeno que pueda provocar efectos indeseables con motivo de la importación<br />

de una mercancía (OIE).<br />

Cualquier especie, raza o biotipo vegetal o animal o agente patógeno dañino para las plantas<br />

o productos vegetales. (CIPF).*<br />

Plaga de importancia económica potencial para el área en peligro cuando aún la plaga no existe<br />

o, si existe, no está extendida y se encuentra bajo control oficial (CIPF).<br />

Un <strong>org</strong>anismo vivo modificado que posea una combinación nueva de material genético<br />

que se haya obtenido mediante la aplicación de la biotecnología moderna y que pueda tener<br />

efectos adversos para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica,<br />

teniendo también en cuenta los riesgos para la salud humana (Protocolo de Cartagena<br />

sobre Seguridad de la Biotecnología)<br />

Organismo con ADN recombinante que actúa directamente o permanece en un alimento<br />

y que puede tener un efecto adverso para la salud humana (Protocolo de Cartagena<br />

sobre Seguridad de la Biotecnología).<br />

Una especie exótica invasiva fuera de su área de distribución natural pasada o presente<br />

cuya introducción y/o propagación representa una amenaza para la biodiversidad (CDB).<br />

* En la CIPF no se suele utilizar el término “peligro”, sino el término “plaga”. Para que una plaga sea objeto de análisis del riesgo de plagas<br />

(ARP), ha de cumplir los criterios establecidos para la definición de plaga cuarentenaria


Principios y componentes<br />

11<br />

los usos finales previstos de los alimentos. Esto hace<br />

que aumenten sin cesar las exigencias que recaen<br />

sobre los recursos disponibles, especialmente en<br />

cuanto a la evaluación de las cuestiones relativas a la<br />

inocuidad de los alimentos asociadas con el cambio<br />

de las prácticas agropecuarias y las nuevas<br />

tecnologías de elaboración, así como la aplicación de<br />

controles apropiados.<br />

En este entorno cada vez más complejo de la<br />

inocuidad de los alimentos se han producido de manera<br />

evidente tres “oleadas de cambio” (Recuadro 1.5). A<br />

comienzos de 1990 se comenzó a realizar un examen<br />

científico más riguroso de los controles tradicionales<br />

basados en las BPH. A mediados del mismo decenio<br />

se introdujeron sistemas más selectivos para la<br />

inocuidad de los alimentos, en particular el análisis de<br />

peligros y de puntos críticos de control (HACCP) y el<br />

ajuste de las normas basadas en el control de los<br />

peligros a niveles que fueran “los más bajos que<br />

puedan razonablemente alcanzarse”. A finales del<br />

decenio de 1990 se vio que eran necesarios controles<br />

basados en el riesgo como objetivo mundial, aun<br />

cuando en muchos casos siguen siendo todavía<br />

insuficientes los datos científicos disponibles para<br />

promulgar normas reglamentarias basadas en ellos.<br />

A pesar de las considerables inversiones de los<br />

gobiernos en la inocuidad de los alimentos, en el<br />

suministro mundial de alimentos siguen siendo<br />

frecuentes las enfermedades derivadas de peligros<br />

biológicos. Se estima que cada año se ve afectada por<br />

enfermedades microbianas de transmisión alimentaria<br />

hasta un tercio de la población, siendo zoonóticos la<br />

mayor parte de los patógenos que intervienen.<br />

En los últimos años parece haber aumentado<br />

considerablemente la presencia de algunos de ellos.<br />

Zoonosis<br />

El término zoonosis se refiere a las enfermedades<br />

infecciosas que se pueden transmitir por medios<br />

naturales entre los animales silvestres o domésticos y<br />

las personas. Son varios los posibles medios de<br />

transmisión, pero los vehículos más habituales son con<br />

diferencia los alimentos y el agua (Recuadro 1.6).<br />

Las zoonosis emergentes son las de reciente<br />

aparición en una población o cuya incidencia o ámbito<br />

aumentan con rapidez. Son ejemplos recientes el<br />

síndrome urémico hemolítico producido por<br />

Escherichia coli O157:H7, la diarrea aguda ocasionada<br />

por Campylobacter spp., el síndrome respiratorio<br />

agudo grave y la gripe aviar. Hay pocas probabilidades<br />

de que los dos últimos peligros se propaguen por<br />

medio de los alimentos, y constituyen ejemplos de<br />

adaptación microbiana y cambio epidemiológico<br />

significativos.<br />

Son muchos los factores que contribuyen a la<br />

manifestación de las zoonosis de transmisión<br />

alimentaria emergentes en la población humana.<br />

Como ejemplo, hay que señalar que el cambio en las<br />

prácticas de alimentación de los animales, la<br />

variabilidad de los sistemas de vigilancia de éstos,<br />

Recuadro 1.5. Nuevos factores<br />

que influyen en los sistemas<br />

de bioseguridad para la inocuidad<br />

de los alimentos<br />

• Adopción del sistema HACCP y un enfoque basado<br />

en el riesgo.<br />

• Documentación de los niveles elevados de<br />

enfermedades de transmisión alimentaria.<br />

• Cambios significativos en la producción y elaboración<br />

de alimentos a escala mundial.<br />

• Desplazamiento de la responsabilidad primordial<br />

en relación con la inocuidad de los alimentos<br />

de la autoridad competente a la industria, asumiendo<br />

los gobiernos una función de supervisión.<br />

• Preparación de controles basados en los aspectos<br />

que van “desde la producción hasta el consumo”.<br />

• Intervención más manifiesta de los consumidores.<br />

• Percepciones y temores de los consumidores reflejados<br />

en unos requisitos de reglamentación más rigurosos,<br />

incluido el etiquetado<br />

Recuadro 1.6. Algunas zoonosis nuevas,<br />

emergentes y “reemergentes” importantes<br />

para la salud pública<br />

Transmitidas por los alimentos<br />

• E. coli enterohemorrágica de mamíferos<br />

• EEB de ganado vacuno<br />

• Norovirus de alimentos marinos<br />

• Campylobacter de aves de corral<br />

• Salmonella de aves de corral y huevos<br />

• Cryptosporidium de rumiantes<br />

Otras<br />

• Gripe aviar de aves de corral<br />

• Tuberculosis bovina de mamíferos<br />

• Virus de la viruela símica de animales de compañía<br />

• Virus del Nilo occidental de aves<br />

• Fiebre del valle del Rift de rumiantes<br />

• Rabia e infecciones afines por lisavirus de mamíferos<br />

• Borreliosis de Lyme de pequeños mamíferos y aves<br />

• Infección por el virus Nipah de cerdos<br />

• Hantavirus de roedores


12 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 1<br />

Recuadro 1.7. Nuevos factores<br />

que influyen en los sistemas<br />

de bioseguridad de la sanidad animal<br />

• Adopción de un enfoque basado en el riesgo.<br />

• Aumento del número de patógenos nuevos<br />

y emergentes.<br />

• Aumento de la disponibilidad de instrumentos<br />

de diagnóstico perfeccionados para la vigilancia<br />

epidemiológica.<br />

• Mayor atención a las zoonosis asociadas con animales<br />

asintomáticos portadores de patógenos entéricos.<br />

• Mayor atención a los sistemas de rastreabilidad.<br />

• Mayor concentración en la preparación y respuesta<br />

para las situaciones de urgencia.<br />

• Atención creciente a la bioseguridad de los medios<br />

marino y de agua dulce.<br />

• Cambio en la epidemiología de las enfermedades<br />

debido a la convergencia de animales y personas<br />

en situaciones de explotación intensiva<br />

las medidas variables para eliminar ciertos materiales<br />

“de alto riesgo” de la cadena alimentaria y los sistemas<br />

avanzados de recuperación de la carne pueden<br />

contribuir a diversos aspectos de la inocuidad de los<br />

alimentos relativos a la encefalopatía espongiforme<br />

bovina (EEB) y su manifestación geográfica en<br />

las personas.<br />

Las zoonosis emergentes ilustran la reciente<br />

convergencia de los aspectos de la salud de los<br />

animales y las personas relativos a la bioseguridad, y<br />

esto probablemente llevará a la introducción de<br />

cambios notables en las funciones, asociaciones y<br />

actividades normativas de las autoridades competentes<br />

que se ocupan colectivamente de su control.<br />

Sanidad animal<br />

La bioseguridad de la sanidad animal guarda relación<br />

con los controles sanitarios de las importaciones,<br />

internos y de las exportaciones. Las administraciones<br />

veterinarias han sido en general las únicas autoridades<br />

competentes encargadas de la sanidad animal, y en<br />

muchos casos también se han ocupado de los<br />

aspectos relativos a la inocuidad de los alimentos en el<br />

sacrificio de los animales y hasta el final de la<br />

elaboración primaria. Los controles de las<br />

importaciones tienen como objetivo primordial prevenir<br />

la introducción de peligros patogénicos para los<br />

animales durante el comercio de éstos y de material<br />

genético animal, productos animales, piensos y<br />

productos biológicos. Las autoridades competentes<br />

nacionales, además de encargarse del control y la<br />

erradicación de las enfermedades endémicas de los<br />

animales, se ocupan a menudo de la aplicación de<br />

controles para prevenir la introducción de niveles<br />

inaceptables de peligros químicos para la cadena<br />

alimentaria (por ejemplo, residuos de medicamentos<br />

veterinarios y plaguicidas). Recientemente ha ido en<br />

aumento la preocupación por la propagación de<br />

bacterias resistentes a los antibióticos transmitidas por<br />

animales y productos animales a las personas a través<br />

de los alimentos. Las autoridades competentes<br />

encargadas de la sanidad animal también suelen<br />

intervenir en el control de las zoonosis descritas más<br />

arriba, pero no realizan evaluaciones del riesgo para la<br />

salud humana como tales.<br />

Al igual que ocurre con la inocuidad de los<br />

alimentos, los factores que impulsan la bioseguridad en<br />

la sanidad animal han sufrido cambios significativos<br />

durante los dos últimos decenios (Recuadro 1.7). El<br />

comercio transfronterizo de productos animales es<br />

ahora muy diferente, especialmente en el volumen, el<br />

alcance y la complejidad de dichos productos. La mayor<br />

disponibilidad de material zoogenético ha llevado a una<br />

disminución del comercio internacional de animales<br />

reproductores, pero la economía del suministro de<br />

alimentos está impulsando un comercio creciente de<br />

exportación de animales vivos para el sacrificio. En<br />

estas circunstancias, se está extendiendo con rapidez el<br />

consumo de productos animales en los países en<br />

desarrollo, especialmente en Asia. La producción<br />

pecuaria se está incrementando para satisfacer esta<br />

necesidad, y se registra un aumento equivalente de los<br />

riesgos para la sanidad animal. La proximidad estrecha<br />

entre personas y animales, especialmente aves de<br />

corral, hace aumentar estos riesgos.<br />

En parte como respuesta a los factores indicados,<br />

están aumentando la incidencia y el ámbito geográfico<br />

de enfermedades nuevas y emergentes importantes<br />

para la sanidad animal. Esto obliga a las autoridades<br />

competentes a fortalecer sus sistemas de<br />

bioseguridad si quieren satisfacer debidamente las<br />

necesidades de los interesados. Una respuesta<br />

específica al carácter inevitable de las enfermedades<br />

nuevas y emergentes es el establecimiento de<br />

compartimentos geográficos “libres de enfermedades”<br />

dentro de los países o regiones (“regionalización”), de<br />

manera que puedan seguirse comercializando<br />

animales y sus productos.<br />

Por lo que se refiere a las zoonosis, es evidente<br />

que a menudo se produce una superposición entre los<br />

objetivos de bioseguridad de la sanidad animal y de la


Principios y componentes<br />

La bioseguridad<br />

en un mundo moderno<br />

13<br />

salud pública. En estas circunstancias se puede<br />

compartir la competencia veterinaria, y varios países<br />

están buscando la manera de establecer tales<br />

sinergias en la reforma de los sistemas legislativos.<br />

Sanidad vegetal<br />

La aplicación de controles reglamentarios a la<br />

protección de la sanidad vegetal es un ámbito<br />

importante de la bioseguridad, que abarca también las<br />

amenazas para las plantas silvestres. La sanidad<br />

vegetal puede verse afectada negativamente por<br />

distintos tipos de plagas (es decir, las propias plantas y<br />

animales u <strong>org</strong>anismos patógenos dañinos para las<br />

plantas o sus productos). La actuación en relación con<br />

las rutas y los vectores es un aspecto importante de la<br />

bioseguridad de la sanidad vegetal.<br />

El establecimiento y la propagación de una plaga<br />

con frecuencia dependen directamente de factores<br />

biológicos como la disponibilidad de huéspedes y<br />

vectores vegetales apropiados, las prácticas de<br />

cultivo, la idoneidad del medio ambiente y los<br />

enemigos naturales. Al igual que ocurre con la<br />

bioseguridad de la sanidad animal, los efectos<br />

adversos para la sanidad vegetal se suelen evaluar en<br />

términos económicos directos.<br />

Los enfoques relativos a la bioseguridad de la<br />

sanidad vegetal están sufriendo cambios análogos a<br />

los de otros sectores de la bioseguridad (Recuadro 1.8).<br />

Al aumentar el interés por las cuestiones relativas al<br />

medio ambiente, las autoridades competentes<br />

encargadas de la sanidad vegetal deben hacer frente<br />

también a las plagas ambientales que afectan<br />

primordialmente a otros <strong>org</strong>anismos, provocando así<br />

efectos perjudiciales en las plantas y los ecosistemas<br />

vegetales. Los <strong>org</strong>anismos obtenidos por medios<br />

biotecnológicos modernos también pueden constituir<br />

una amenaza para el medio vegetal, por ejemplo<br />

mediante cruzamientos espontáneos de los que se<br />

derivan malas hierbas más agresivas o plantas<br />

silvestres afines que alteran el equilibrio ecológico y<br />

reducen la biodiversidad.<br />

Si bien las autoridades competentes pueden tomar<br />

la iniciativa en la prevención de la importación de<br />

plagas, se necesitan programas de gestión del riesgo<br />

para combatir las plagas que se han establecido<br />

dentro de las fronteras de un país. Al igual que con la<br />

sanidad animal, se pueden establecer compartimentos<br />

geográficos “libres de plagas” dentro de los países o<br />

regiones, de manera que se puedan seguir<br />

comercializando las plantas y sus productos.<br />

Recuadro 1.8. Nuevos factores<br />

que influyen en los sistemas<br />

de bioseguridad de la sanidad vegetal<br />

• Adopción de un enfoque basado en el riesgo.<br />

• Mejoras en el conocimiento de la taxonomía<br />

y el diagnóstico.<br />

• Mayor atención a las plagas no agrícolas<br />

y a la salvaguardia del medio ambiente.<br />

• Adopción de “enfoques de sistemas” que integren<br />

los controles de manera definida por medio de la vía<br />

completa de exposición a los peligros.<br />

• Necesidad de mayores niveles de participación<br />

del público en la aplicación de los controles.<br />

• Mayor urbanización, que da lugar a menor empatía<br />

del público con los controles.<br />

• Aumento de la necesidad de proteger lugares<br />

geográficos específicos.<br />

• La silvicultura como sector de la bioseguridad<br />

de la sanidad vegetal de importancia creciente<br />

Organismos vivos modificados<br />

y sus productos<br />

La bioinocuidad se ha definido como los “medios para<br />

regular, gestionar o controlar los riesgos relacionados<br />

con el uso y la liberación de <strong>org</strong>anismos vivos<br />

modificados (OVM) resultantes de la biotecnología que<br />

probablemente tendrán efectos ambientales<br />

perjudiciales que podrán afectar a la conservación<br />

y la utilización sostenible de la diversidad biológica,<br />

habida cuenta también de los riesgos para la salud<br />

humana” 12 . La bioinocuidad como tal no constituye<br />

ningún sector individual de la bioseguridad, ya que<br />

tiene un ámbito intersectorial (Recuadro 1.9).<br />

El número de OVM que se liberan en todo el mundo<br />

va en aumento. Aunque pueden aportar posibles<br />

beneficios para el bienestar humano y contribuir a la<br />

consecución de un desarrollo económico sostenible,<br />

su proliferación puede tener efectos adversos no<br />

deliberados en el medio ambiente, incluida la<br />

destrucción de flora y fauna autóctonas, así como<br />

efectos adversos en la salud humana. Esto puede ser<br />

especialmente importante en los países en desarrollo<br />

que no cuentan con capacidad para el seguimiento<br />

de las liberaciones de estos <strong>org</strong>anismos, de manera<br />

que no pueden salvaguardar debidamente sus<br />

intereses nacionales.<br />

Los requisitos normativos relativos a la<br />

transferencia, manipulación y utilización inocuas<br />

12 PNUMA/CDB. 1992. Convenio sobre la Diversidad Biológica:<br />

Artículo 8 (g).


14 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 1<br />

Recuadro 1.9. Nuevos factores<br />

que influyen en los aspectos relativos<br />

a la bioinocuidad de los sistemas<br />

de bioseguridad<br />

• Adopción de un enfoque basado en el riesgo.<br />

• Proliferación rápida de nuevas tecnologías genéticas.<br />

• Atención al establecimiento rápido de controles creíbles<br />

y eficaces para los OVM y los OMG, de manera que<br />

se obtengan los beneficios máximos de la biotecnología,<br />

reduciendo al mínimo los riesgos asociados.<br />

• Elaboración de estrategias nacionales detalladas<br />

para la conservación y protección del medio ambiente.<br />

• Aumento de la reglamentación de los “bienes públicos”<br />

para la utilización sostenible de los recursos biológicos.<br />

• Mayor incorporación de las comunidades indígenas<br />

y locales a la adopción de decisiones.<br />

Recuadro 1.10. Nuevos factores que<br />

influyen en los aspectos de la bioseguridad<br />

relativos a las especies exóticas invasivas<br />

• Adopción de un enfoque basado en el riesgo.<br />

• Intensificación de la atención a los aspectos más<br />

amplios de la bioseguridad (por ejemplo, inspección de<br />

personas y productos en la frontera).<br />

• Elaboración de estrategias nacionales detalladas para la<br />

conservación y protección del medio ambiente.<br />

• “Enfoques de ecosistemas” para reducir al mínimo la<br />

propagación.<br />

• Aumento de la reglamentación de los “bienes públicos”<br />

para la utilización sostenible de los recursos biológicos.<br />

• Reclamación de cooperación intersectorial entre los<br />

especialistas en medio ambiente y los agrónomos tanto<br />

en los gobiernos como en el sector privado<br />

de OVM obtenidos por medios biotecnológicos<br />

modernos constituyen un nuevo centro de atención<br />

en la bioseguridad y están despertando un fuerte<br />

interés intersectorial por la adopción de enfoques<br />

más globales para su gestión. Sin embargo, los<br />

controles de los desplazamientos transfronterizos<br />

varían en la actualidad considerablemente entre<br />

los países por lo que se refiere a su obtención,<br />

importación, pruebas de campo o liberación.<br />

También se pueden obtener alimentos por medios<br />

biotecnológicos modernos (o introducir nuevas<br />

características en ellos). Aunque se están elaborando<br />

directrices internacionales sobre la evaluación de la<br />

inocuidad de los alimentos derivados de OMG, la<br />

idoneidad de los procesos actuales es motivo de<br />

preocupación constante para el público.<br />

Como ocurrió con la biotecnología vegetal a<br />

comienzos del decenio de 1990, la biotecnología<br />

animal ha llegado a un punto en el que quienes<br />

obtienen productos de esta manera están<br />

comenzando a comercializarlos. Esto se puede<br />

extender en un futuro próximo a aplicaciones<br />

agroalimentarias. Como ejemplo, los animales<br />

transgénicos obtenidos mediante tecnología de ADN<br />

recombinante o mediante clonación (transferencia<br />

de núcleos de células somáticas) constituyen<br />

un sistema que permite obtener animales con<br />

características preferidas. Estos animales y/o sus<br />

productos probablemente desencadenarán la<br />

elaboración de requisitos normativos en la mayoría<br />

de los países, pero las orientaciones sobre la<br />

evaluación de la inocuidad todavía están en la fase<br />

de desarrollo.<br />

Especies exóticas invasivas<br />

La protección de la biodiversidad por lo que se refiere<br />

a la variabilidad entre los <strong>org</strong>anismos vivos de todas<br />

las procedencias comprende la introducción, el<br />

control o la erradicación de las especies invasivas que<br />

representan una amenaza para los ecosistemas, los<br />

hábitats u otras especies (Recuadro 1.10). Se presta<br />

una atención estratégica a la prevención de la<br />

introducción, más que a la erradicación, la atenuación<br />

o la contención una vez establecida una especie<br />

exótica invasiva. Aunque los gobiernos y otros grupos<br />

de interesados (por ejemplo grupos de intereses<br />

especiales, ONG) de muchos países piden que se<br />

actúe con una diligencia mucho mayor para proteger<br />

la biodiversidad y el medio ambiente, la gestión<br />

equitativa de la biodiversidad presenta numerosas<br />

dificultades.<br />

Protección del medio ambiente<br />

La protección del medio ambiente en sentido amplio<br />

también es una actividad de bioseguridad. Sin excluir<br />

ningún aspecto de los sectores antes mencionados,<br />

las autoridades competentes pueden llevar a cabo<br />

iniciativas intersectoriales específicas de la<br />

bioseguridad en relación con el medio ambiente,<br />

especialmente en la gestión de los recursos<br />

biológicos, de manera que se garantice una<br />

agricultura sostenible y se mantenga al mismo tiempo<br />

toda la diversidad biológica de los recursos genéticos.


Principios y componentes<br />

15<br />

Armonización e integración<br />

de los enfoques para la bioseguridad<br />

Los enfoques “tradicionales” para la bioseguridad<br />

están en tela de juicio en todo el mundo. El ámbito de<br />

la bioseguridad se está ampliando constantemente y<br />

las autoridades nacionales competentes incorporan<br />

como respuesta cambios considerables de orden<br />

legislativo, institucional y de infraestructura.<br />

En cualquier entorno de la bioseguridad hay un<br />

sinnúmero de políticas, sistemas y controles. Sin<br />

embargo, existen grandes oportunidades de mejorar la<br />

bioseguridad elaborando políticas nacionales<br />

integradas y aplicando enfoques armonizados a los<br />

sistemas y normas en materia de bioseguridad.<br />

CAMBIOS EN LOS ENFOQUES<br />

PARA <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

La bioseguridad se puede plantear a nivel nacional con<br />

un proceso continuo que progresa desde la separación<br />

(y fragmentación) completa de los sectores hasta<br />

niveles elevados de armonización e integración. En un<br />

Recuadro 1.11. Estructura<br />

de una autoridad competente que facilita<br />

la bioseguridad como concepto global<br />

Se considera que la Administración Finlandesa de<br />

Inocuidad de los Alimentos que se acaba de crear<br />

representa el ejemplo más global de los esfuerzos<br />

nacionales para facilitar la armonización y la integración<br />

intersectoriales. La Administración cuenta con<br />

departamentos de Control de la Producción Agropecuaria<br />

(incluida la protección fitosanitaria), Control de los<br />

Alimentos y Veterinario (incluidas la higiene de los<br />

alimentos y la sanidad animal), Investigación sobre las<br />

Enfermedades de los Animales y la Inocuidad de los<br />

Alimentos y Servicios Administrativos. Los departamentos<br />

de evaluación de los riesgos y de comunicaciones<br />

dependen directamente del Director General. El Ministerio<br />

de Comercio e Industria y el Ministerio de Asuntos<br />

Sociales y Salud contribuyen con aportaciones<br />

normativas a la Administración y existen asociaciones de<br />

cooperación con otras autoridades y <strong>org</strong>anismos<br />

nacionales y regionales. En conjunto, estas disposiciones<br />

están encaminadas al objetivo de bioseguridad integrada<br />

de la Administración de “crear los requisitos previos para<br />

salvaguardar la salud de las personas y los animales y el<br />

medio ambiente, para la agricultura, la silvicultura y la<br />

economía alimentaria y para una protección elevada del<br />

consumidor”. Para más información, se puede consultar<br />

el sitio web de la Administración (www.evira.fi)<br />

sistema tradicional, la bioseguridad se gestiona con<br />

carácter sectorial mediante la elaboración y aplicación<br />

de marcos normativos y legislativos separados (por<br />

ejemplo, para la vida y la salud de los animales y las<br />

plantas, la inocuidad de los alimentos y la protección<br />

del medio ambiente). Los <strong>org</strong>anismos sectoriales<br />

<strong>org</strong>anizan su trabajo sin prestar mucha atención a los<br />

demás sectores. Se presta una atención limitada o nula<br />

al carácter interdisciplinario de la bioseguridad.<br />

Además, en algunos casos las funciones y<br />

responsabilidades del sector de la bioseguridad<br />

pueden no corresponder a la misma jurisdicción<br />

legislativa, lo cual crea una fragmentación ulterior en él.<br />

En un sistema nacional moderno, hay un enfoque<br />

más armonizado e integrado, colaborando las<br />

autoridades competentes encargadas de distintos<br />

sectores y componentes de la bioseguridad para<br />

alcanzar objetivos comunes. Las políticas, leyes y<br />

reglamentos sectoriales se pueden armonizar para<br />

evitar contradicciones, superposiciones y/o lagunas.<br />

Los <strong>org</strong>anismos sectoriales pueden coordinar mejor su<br />

labor y tratar de aprovechar por todos los medios las<br />

sinergias y complementariedades de sus funciones y<br />

responsabilidades. Esto abarca la fijación conjunta de<br />

prioridades y la asignación de recursos para la<br />

bioseguridad, la planificación y realización conjuntas<br />

de actividades y los sistemas integrados para el<br />

seguimiento y examen de los resultados. En el futuro<br />

esto puede llevar en algunos países al establecimiento<br />

de una sola autoridad competente encargada de la<br />

bioseguridad.<br />

Cada vez es mayor el convencimiento de que la<br />

bioseguridad se beneficiará de estos cambios. Durante<br />

el último decenio, algunos gobiernos han comenzado a<br />

armonizar y racionalizar las políticas, la legislación y las<br />

funciones básicas como manera de mejorar la eficacia<br />

y los resultados globales. En varios países han<br />

aparecido modelos para racionalizar las operaciones<br />

normativas entre los distintos sectores en busca de<br />

una mayor eficacia y eficiencia. Por ejemplo, Nueva<br />

Zelandia cuenta con una Ley de Bioseguridad desde<br />

1993 13 ; en 1996 se nombró el primer Ministro de<br />

13 La Ley de Bioseguridad de Nueva Zelandia no abarca la inocuidad<br />

de los alimentos.


16 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 1<br />

Bioseguridad del Gobierno y a comienzos de 1997 que<br />

se estableció un Consejo de Bioseguridad. En Belice<br />

se creó un <strong>org</strong>anismo público único, la Administración<br />

de Agricultura y Sanidad de Belice, para ocuparse de<br />

la inocuidad de los alimentos, la cuarentena animal y<br />

fitosanitaria y las cuestiones ambientales (véase el<br />

Anexo 4). Noruega ha re<strong>org</strong>anizado su administración<br />

nacional de inocuidad de los alimentos y adoptado un<br />

marco de bioseguridad modernizado (véase el Anexo<br />

5). En el Canadá, mediante la creación del Organismo<br />

Canadiense de Inspección de los Alimentos en 1997,<br />

se agruparon todas las actividades federales de<br />

inspección y cumplimiento en un solo <strong>org</strong>anismo,<br />

encargado de salvaguardar no sólo el suministro<br />

de alimentos, sino también las plantas y animales de<br />

los que dependen los productos alimenticios inocuos<br />

y de calidad elevada. Recientemente se han<br />

introducido cambios análogos en Finlandia (véase el<br />

Recuadro 1.11).<br />

REQUISITOS <strong>DE</strong> UN ENFOQUE<br />

ARMONIZADO E INTEGRADO<br />

PARA <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Para la aplicación con éxito de un enfoque armonizado<br />

e integrado para la bioseguridad se requieren una<br />

política y un marco jurídico claros, un marco<br />

institucional en el que se definan las funciones y<br />

responsabilidades de las partes interesadas<br />

pertinentes, suficiente capacidad técnica y científica<br />

(incluido el uso del análisis de riesgos), infraestructura<br />

que funcione bien y un sistema de comunicación e<br />

intercambio de información.<br />

En la Guía para evaluar la capacidad en materia de<br />

bioseguridad (Parte 2) se expone un proceso de<br />

evaluación de las necesidades de capacidad en<br />

materia de bioseguridad en todos los sectores y<br />

<strong>org</strong>anizaciones sectoriales, que ayudará a identificar<br />

los requisitos en orden a la aplicación de un enfoque<br />

armonizado e integrado para la bioseguridad.<br />

Marco normativo<br />

Por medio de un marco normativo de la bioseguridad<br />

se establece la trayectoria general para abordar los<br />

riesgos relacionados con la bioseguridad en la<br />

alimentación y la agricultura. Se basa en objetivos<br />

públicos apropiados y en un conjunto de ideas acerca<br />

de la mejor manera de alcanzar esos objetivos.<br />

Proporciona una base común para evaluar los riesgos<br />

relacionados con la bioseguridad y las prioridades para<br />

la acción y proporciona pautas y orientaciones a todas<br />

las partes interesadas.<br />

Marco jurídico<br />

Es necesaria una legislación acertada sobre la<br />

bioseguridad (que abarque leyes y reglamentos) para<br />

crear un entorno propicio de previsibilidad y<br />

certidumbre mediante un buen sistema de gobierno y<br />

el respeto del estado de derecho. La legislación aclara<br />

las funciones, responsabilidades y derechos de las<br />

distintas partes interesadas, incluidas las instancias de<br />

gobierno con funciones normativas y ejecutivas<br />

relacionadas con los resultados y programas relativos<br />

a la bioseguridad, con el fin de garantizar la coherencia<br />

y la responsabilidad. También define las facultades<br />

apropiadas para actuar, lo cual es esencial para<br />

el cumplimiento.<br />

Marco institucional<br />

Se requiere un marco institucional claro dentro del cual<br />

se gestione la bioseguridad como parte importante de<br />

un enfoque más armonizado e integrado para la<br />

bioseguridad. El marco institucional permite identificar<br />

la autoridad o autoridades competentes encargadas<br />

de establecer controles de la bioseguridad y garantizar<br />

su aplicación, así como cualquier otra parte interesada<br />

involucrada. En él se establecen también las normas y<br />

procedimientos que rigen sus funciones y se definen<br />

los mecanismos mediante los cuales tratan de<br />

conseguir objetivos compartidos. La elección del<br />

marco institucional dependerá de factores específicos<br />

para cada país y contexto de la bioseguridad (por<br />

ejemplo, tradiciones históricas, orientación política,<br />

recursos financieros y de otra índole).<br />

Comunicación e intercambio<br />

de información<br />

Debido a la complejidad inherente a la gestión de la<br />

bioseguridad, se requiere comunicación e intercambio<br />

de información entre una amplia gama de partes<br />

interesadas nacionales, como <strong>org</strong>anismos<br />

gubernamentales, el sector privado (productores<br />

agropecuarios, elaboradores, empresas,<br />

importadores/exportadores, etc.), la comunidad<br />

científica y de investigadores y el público general.<br />

Para cumplir sus obligaciones en materia de<br />

transparencia en virtud de acuerdos internacionales<br />

como el Acuerdo MSF, los gobiernos deben garantizar<br />

la transparencia en la adopción de sus normas<br />

sanitarias y fitosanitarias. Para ello se han de publicar


Principios y componentes<br />

Armonización e integración<br />

de los enfoques<br />

17<br />

las normas propuestas con antelación y han de dar<br />

tiempo al público para la formulación de<br />

observaciones, además de establecer servicios de<br />

información a los que se puedan dirigir consultas sobre<br />

las normas y los procedimientos de inspección y<br />

control aplicables a las importaciones y exportaciones.<br />

También deben permitir el examen de la manera en<br />

que aplican su reglamentación en materia de inocuidad<br />

de los alimentos y sanidad animal y vegetal. Las redes<br />

nacionales, regionales y mundiales contribuyen a<br />

satisfacer las necesidades de información de un<br />

sistema de bioseguridad integrado.<br />

Análisis de riesgos<br />

Los procesos y metodologías de análisis de riesgos<br />

ocupan un lugar central en un enfoque armonizado e<br />

integral de la bioseguridad. La evolución hacia<br />

medidas sanitarias y fitosanitarias basadas en el riesgo<br />

a nivel internacional ha impuesto nuevas<br />

responsabilidades y obligaciones a las autoridades<br />

nacionales competentes.<br />

La aplicación de principios científicos y un análisis<br />

de riesgos idóneos depende totalmente de una<br />

infraestructura de bioseguridad eficaz y de la capacidad<br />

técnica apropiada (véase infra). Por ejemplo, la<br />

aplicación de un programa normativo basado en el<br />

riesgo no puede ser eficaz a menos que haya una base<br />

legislativa apropiada, suficiente capacidad técnica para<br />

elaborar los controles normativos apropiados, sistemas<br />

normativos sólidos para la verificación del cumplimiento,<br />

una participación equitativa de las partes interesadas y<br />

un seguimiento constante de los resultados globales.<br />

En el Panorama general y manual marco para el<br />

análisis de riesgos para la bioseguridad (Parte 3 de<br />

este conjunto de instrumentos) se presenta un marco<br />

genérico para estructurar y guiar la aplicación de los<br />

principios del análisis de riesgos en la bioseguridad.<br />

Autoridades competentes<br />

con capacidad técnica y científica<br />

e infraestructura suficientes<br />

La responsabilidad primordial de las autoridades<br />

competentes consiste en establecer controles de la<br />

bioseguridad y garantizar su aplicación. Deben contar<br />

con políticas y normas apropiadas, así como principios<br />

operacionales, procedimientos y capacidad, junto con<br />

recursos suficientes. Han de tener conocimientos<br />

técnicos y científicos teóricos y prácticos adecuados o<br />

tener acceso a ellos y disponer de una infraestructura<br />

apropiada.<br />

El cumplimiento de los mandatos nacionales sobre<br />

la bioseguridad exige recursos humanos con una<br />

capacidad técnica adecuada. Para ello se necesita<br />

personal con conocimientos científicos teóricos y<br />

prácticos especializados que desempeñe las funciones<br />

relativas a la bioseguridad (por ejemplo, disponibilidad<br />

de investigaciones científicas y asesoramiento,<br />

inspección, verificación y cumplimiento, análisis de<br />

diagnóstico, cuarentena y certificación, determinación<br />

del perfil del riesgo y establecimiento de prioridades,<br />

fijación y aplicación de normas, seguimiento y<br />

vigilancia y preparación y respuesta para situaciones<br />

de urgencia), basándose en un enfoque de análisis de<br />

riesgos siempre que resulte posible y práctico.<br />

Los recursos técnicos de varios de estos sectores<br />

se pueden compartir entre los <strong>org</strong>anismos públicos y<br />

el sector privado. Por ejemplo, las actividades de<br />

inspección en cualquiera de las etapas de las vías de<br />

exposición al peligro pueden estar a cargo de la<br />

autoridad competente o de órganos reconocidos<br />

oficialmente. Asimismo, la propiedad y el<br />

funcionamiento de los laboratorios de diagnóstico<br />

pueden estar en manos del sector público o del<br />

privado, o bien de una asociación de ambos.<br />

La preparación y la respuesta ante situaciones de<br />

urgencia en el caso de un brote de una enfermedad<br />

son elementos fundamentales de los sistemas de<br />

bioseguridad, y la necesidad de esta capacidad se<br />

pone de manifiesto en los recientes brotes de<br />

enfermedades en numerosas partes del mundo. La<br />

preparación y la respuesta ante situaciones de<br />

urgencia son una responsabilidad colectiva que<br />

requiere asociaciones entre los gobiernos centrales,<br />

las autoridades competentes de todos los sectores<br />

relacionados con la bioseguridad, la industria y el<br />

público. Se necesitan documentos sobre políticas en<br />

los que se detallen las funciones y responsabilidades<br />

conjuntas, así como los procedimientos de adopción<br />

de decisiones y de financiación en las situaciones de<br />

urgencia, junto con una serie de normas y<br />

procedimientos para el seguimiento y la vigilancia.<br />

Solamente se pueden aplicar los conceptos<br />

modernos de la bioseguridad si hay una infraestructura<br />

eficaz a nivel nacional. La infraestructura necesaria<br />

comprende laboratorios de diagnóstico con equipo en<br />

funcionamiento y suministros, instalaciones de<br />

almacenamiento y retención de muestras y envíos<br />

sospechosos en puestos de control, así como equipo<br />

de saneamiento, espacios de cuarentena, equipo de<br />

inspección, vehículos y computadoras y equipo de


18 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 1<br />

comunicación para el funcionamiento de los sistemas<br />

de seguimiento, vigilancia y preparación para<br />

situaciones de urgencia.<br />

Disponibilidad para buscar<br />

nuevos enfoques<br />

Se pueden conseguir nuevos enfoques para la<br />

bioseguridad de distintas maneras, dependiendo de<br />

las circunstancias y las necesidades particulares de<br />

cada país. No hay ningún modelo único o que sea el<br />

mejor. En general, se trata de conseguir un enfoque<br />

integrado refundiendo servicios y funciones.<br />

Sin embargo, el grado de agrupamiento puede variar.<br />

Por ejemplo, en Nueva Zelandia las políticas y la<br />

planificación que afectan a distintos sectores de la<br />

bioseguridad son más integradoras que en países<br />

como el Canadá y Australia. En países como Francia,<br />

donde el agrupamiento es menor, se busca la<br />

cooperación por medio de mecanismos oficiales y<br />

extraoficiales de interacción, intercambio y<br />

coordinación entre los órganos pertinentes.<br />

Es importante señalar que un enfoque integrado<br />

no significa que deban armonizarse todas las<br />

funciones y responsabilidades de las autoridades<br />

competentes que intervienen. Tienen funciones a<br />

menudo distintas y en ocasiones independientes<br />

y contribuyen a la bioseguridad de diferentes maneras<br />

(por ejemplo, la función de cuarentena constituye<br />

una línea de defensa frente a todos los peligros,<br />

mientras que la función de ordenación de los recursos<br />

forestales puede concentrarse más en el seguimiento<br />

Recuadro 1.12. Componentes<br />

de una estrategia nacional de bioseguridad<br />

• Una “visión nacional” de la bioseguridad concertada<br />

por todos los grupos de partes interesadas.<br />

• Disponibilidad de suficientes recursos financieros<br />

y técnicos.<br />

• Mecanismos para establecer prioridades nacionales<br />

basadas en el riesgo.<br />

• Coordinación entre las autoridades competentes que<br />

trabajan en los distintos sectores de la bioseguridad<br />

y entre ellos.<br />

• Una cultura de colaboración entre las autoridades<br />

competentes, especialmente en las esferas en las<br />

que las estructuras de control están descentralizadas<br />

y las prioridades locales y nacionales son diferentes.<br />

• Reconocimiento de las obligaciones internacionales<br />

en materia de bioseguridad.<br />

• Participación en las <strong>org</strong>anizaciones y órganos<br />

internacionales de normalización y representación<br />

efectiva de los intereses nacionales<br />

y la gestión correctora del riesgo de plagas de los<br />

bosques naturales o las plantaciones). Además, la<br />

situación no es estática (por ejemplo, el rápido<br />

crecimiento de la acuicultura y los importantes<br />

avances técnicos del transgenismo en los peces<br />

presentan necesidades normativas y funcionales en<br />

relación con la bioseguridad que son distintas de las<br />

correspondientes a los recursos forestales). Sin<br />

embargo, un elemento común de todos los sectores es<br />

la creciente dependencia de un análisis sistemático<br />

del riesgo.<br />

Estrategia nacional de bioseguridad<br />

Una estrategia nacional de bioseguridad puede<br />

proporcionar un impulso y una fuerza unificadora al<br />

respaldo de la consecución de un enfoque armonizado<br />

e integrado para la bioseguridad. Este concepto ha<br />

adquirido importancia en varios países en los últimos<br />

años. La estrategia nacional de bioseguridad convierte<br />

las políticas de alto nivel en objetivos para conseguir<br />

productos y resultados específicos (Recuadro 1.12).<br />

Ofrece pautas y orientaciones a todas las partes<br />

interesadas en la aplicación de medidas de<br />

bioseguridad.<br />

La estrategia nacional de bioseguridad se debe<br />

elaborar en consulta con todos los grupos de partes<br />

interesadas y con la incorporación de un enfoque “de<br />

todo el gobierno”. También debe incluir una referencia<br />

al entorno normativo internacional.<br />

MEJORA <strong>DE</strong> ASPECTOS ESPECÍFICOS<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong> MEDIANTE<br />

UN ENFOQUE ARMONIZADO<br />

E INTEGRADO<br />

Mejor análisis de riesgos<br />

El enfoque armonizado e integrado para el análisis de<br />

riesgos a nivel nacional tiene ventajas considerables.<br />

Si bien los procesos internacionales de evaluación del<br />

riesgo presentan algunas diferencias entre los distintos<br />

sectores, hay muchos aspectos que son comunes (por<br />

ejemplo, el reconocimiento de los beneficios de la<br />

creación de modelos probabilísticos de las vías que<br />

siguen los peligros para representar y describir mejor la<br />

complejidad de las situaciones del mundo real). La<br />

utilización de los conocimientos técnicos y la<br />

experiencia adquiridos en todas las situaciones<br />

relativas a la bioseguridad ofrece la posibilidad de<br />

mejorar el análisis de riesgos tanto dentro de los<br />

sectores como entre ellos, contribuye a la coherencia


Principios y componentes<br />

Armonización e integración<br />

de los enfoques<br />

19<br />

de los enfoques y los resultados y facilita una<br />

asimilación y comprensión mejores por parte de las<br />

autoridades competentes y otras partes interesadas.<br />

Un enfoque más integrado y global contribuirá a<br />

garantizar la confianza del público en los marcos<br />

normativos generales y permitirá aprovechar al<br />

máximo los escasos recursos disponibles para la<br />

bioseguridad en los países en desarrollo.<br />

La incorporación más generalizada de las<br />

metodologías de evaluación del riesgo por las<br />

autoridades competentes y la disponibilidad de<br />

procesos más sistemáticos de gestión del riesgo<br />

facilitarán la consecución de los objetivos nacionales<br />

integrados en materia de bioseguridad. Si se ha<br />

elaborado una estrategia nacional de bioseguridad, el<br />

enfoque integrado para la gestión del riesgo permite la<br />

Recuadro 1.13. Mejora de la capacidad<br />

nacional en materia de bioseguridad<br />

derivada del aumento de la interdependencia<br />

de las autoridades competentes<br />

y la convergencia de las cuestiones<br />

relativas a la bioseguridad<br />

• Simplificación de la legislación y agrupamiento de las<br />

jurisdicciones que se ocupan de la bioseguridad.<br />

• Elaboración de una estrategia nacional de bioseguridad<br />

y establecimiento de prioridades intersectoriales.<br />

• Mejor aprovechamiento de los recursos (por ejemplo,<br />

compartiendo metodologías y sistemas de inspección<br />

en frontera y capacitación).<br />

• Racionalización de los controles (por ejemplo,<br />

oportunidad de elaborar una norma sanitaria<br />

de importación única para un producto agropecuario<br />

que satisfaga todas las necesidades en materia<br />

de bioseguridad).<br />

• Certificación compartida cuando proceda.<br />

• Mejora de la obtención de datos y de su calidad.<br />

• Mejora de la preparación y respuesta para situaciones<br />

de urgencia (incluida la planificación para imprevistos).<br />

• Respuesta integrada ante las enfermedades nuevas<br />

y emergentes (por ejemplo, combinando los aspectos<br />

veterinario, de salud pública y de inocuidad<br />

de los alimentos de las zoonosis).<br />

• Programas de lucha integrada contra las plagas<br />

(por ejemplo, utilización apropiada de plaguicidas<br />

para conseguir objetivos de lucha contra las plagas,<br />

garantizando al mismo tiempo la salud humana,<br />

la protección del medio ambiente y la sostenibilidad<br />

de la agricultura).<br />

• Vigilancia integrada (por ejemplo, sistemas capaces<br />

de detectar cualquier efecto adverso inesperado<br />

para la salud pública o el medio ambiente que pueda<br />

estar asociado con OVM).<br />

• Sistemas integrados de rastreabilidad.<br />

• Mayor aceptación de la privatización de algunos<br />

servicios de bioseguridad<br />

utilización global de los recursos gubernamentales,<br />

cuyo orden de prioridades se ha de establecer de<br />

acuerdo con la clasificación general de las cuestiones<br />

relativas a la bioseguridad.<br />

Mejora de la capacidad en materia<br />

de bioseguridad<br />

A nivel nacional<br />

Un enfoque armonizado e integrado para la<br />

bioseguridad mejora considerablemente la capacidad<br />

de las autoridades competentes para desempeñar su<br />

mandato. El aprovechamiento de las<br />

interdependencias de dichas autoridades se refleja<br />

cada vez más en una capacidad técnica compartida.<br />

Las mejoras consiguientes de la capacidad en materia<br />

de bioseguridad pueden manifestarse de muchas<br />

maneras (Recuadro 1.13) e incluyen la oportunidad de<br />

elaborar una estrategia nacional<br />

de bioseguridad.<br />

La reestructuración de las autoridades competentes<br />

y el agrupamiento de actividades legislativas y<br />

funcionales múltiples que antes estaban dispersas<br />

Recuadro 1.14. Reestructuración<br />

de las autoridades competentes<br />

como expresión de la mejora de la capacidad<br />

en materia de bioseguridad<br />

• En el Canadá, una nueva iniciativa en materia de<br />

reglamentación consiste en el agrupamiento y<br />

modernización de las actividades de inspección y<br />

cumplimiento sobre la bioseguridad en las esferas de<br />

los productos alimenticios, agropecuarios y acuáticos,<br />

los insumos agrícolas (por ejemplo, semillas, piensos,<br />

fertilizantes), los animales y las plantas. El resultado<br />

será un enfoque más coherente y amplio para las<br />

actividades de inspección, observancia y cumplimiento<br />

del Organismo Canadiense de Inspección de los<br />

Alimentos. Los inspectores podrán pasar libremente de<br />

un producto alimenticio y agropecuario a otro,<br />

mejorando así la eficacia y la eficiencia de los sistemas<br />

de reglamentación.<br />

• En el recientemente establecido Organismo de<br />

Bioseguridad de Nueva Zelandia, la Dirección de<br />

Precertificación se ocupa de todos los peligros para la<br />

bioseguridad (distintos de los peligros para la inocuidad<br />

de los alimentos) hasta el momento en el que los<br />

productos reciben la autorización desde el punto de<br />

vista de la bioseguridad; la Dirección de Precertificación<br />

se ocupa de todos los peligros para la bioseguridad<br />

(distintos de los peligros para la inocuidad de los<br />

alimentos) que son de carácter “residual” (es decir,<br />

todavía presentes después de la autorización en<br />

frontera) o que ya están presentes en el país


20 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 1<br />

Recuadro 1.15. Mejora de la capacidad<br />

mundial en materia de bioseguridad<br />

derivada del aumento<br />

de la interdependencia de los países<br />

y la convergencia de las cuestiones<br />

relativas a la bioseguridad<br />

• Armonización de los enfoques en los sectores de<br />

interés sanitario y fitosanitario mutuo (por ejemplo,<br />

normalización, determinación de la equivalencia,<br />

rastreabilidad, conformidad y auditoría de los<br />

laboratorios, acreditación de los laboratorios).<br />

• Fortalecimiento de la infraestructura de bioseguridad de<br />

los países exportadores, debido a la necesidad de<br />

garantías fidedignas para la salud y de certificación.<br />

• Intercambio de datos científicos, evaluaciones del<br />

riesgo, otras metodologías y recursos técnicos,<br />

especialmente con países en desarrollo.<br />

• Mejora del intercambio de información.<br />

• Examen conjunto de los riesgos para la seguridad en el<br />

comercio internacional.<br />

• Mejora e integración de la preparación, la alerta y la<br />

respuesta para casos de urgencia.<br />

• Mejora de los recursos de diagnóstico regionales y<br />

subregionales (por ejemplo, compartiendo el equipo y<br />

las instalaciones de laboratorio y los sistemas de<br />

pruebas de referencia de los laboratorios).<br />

• Fomento de tecnología administrativa armonizada,<br />

como la certificación electrónica, que aumenta la<br />

eficacia y reduce el fraude.<br />

• Conocimiento de las enfermedades nuevas y<br />

emergentes y lucha contra ellas.*<br />

• Fomento de la creación de capacidad de acuerdo con<br />

las perspectivas regionales e internacionales.<br />

* En una Consulta de la OMS sobre las zoonosis emergentes<br />

celebrada en 2004 se llegó a la conclusión de que “para la OMS,<br />

junto con la <strong>FAO</strong> y la OIE, el siguiente paso consiste en movilizar<br />

la voluntad política y el apoyo para el establecimiento de una<br />

infraestructura destinada a la salud pública y de los animales”.<br />

(Las recomendaciones de la consulta se pueden consultar en:<br />

http://www.who.int/mediacentre/news/briefings/2004/mb3/en/<br />

index.html)<br />

entre varias jurisdicciones están avanzando de manera<br />

diferente en distintos países (Recuadro 1.14).<br />

A nivel internacional<br />

El rápido crecimiento del volumen y la diversidad de<br />

productos alimenticios y otros productos<br />

agropecuarios en el comercio internacional está<br />

contribuyendo a una interdependencia cada vez mayor<br />

de las autoridades competentes que actúan en<br />

distintos países e ilustra la convergencia de las<br />

cuestiones del sector 14 . Esto influye<br />

considerablemente en las estrategias y procesos en<br />

14 Se pueden citar los siguientes ejemplos: las zoonosis emergentes<br />

que afectan a la salud animal y humana; la producción de alimentos<br />

asequibles inocuos y sanos, dependiente en parte de la protección del<br />

medio ambiente y el mantenimiento de la biodiversidad.<br />

Recuadro 1.16. Bioseguridad de la cadena<br />

alimentaria: ejemplo de un marco jurídico<br />

de la “vía de exposición completa”<br />

en la Comunidad Europea<br />

• Legislación alimentaria general (Reglamento<br />

178/2002[CE]) por la que se establecen los principios<br />

y los requisitos generales para la inocuidad<br />

de los alimentos.<br />

• Reglamento 854/2004(CE) por el que se establecen<br />

normas específicas para la <strong>org</strong>anización<br />

de controles oficiales.<br />

• Leyes específicas sobre piensos y alimentos, que<br />

abarcan sectores como los alimentos medicamentosos,<br />

la higiene de los piensos y alimentos, las zoonosis,<br />

los subproductos, residuos y contaminantes de origen<br />

animal, la lucha contra las enfermedades zoonóticas en<br />

los animales, los alimentos modificados genéticamente.<br />

• Reglamento 882/2004(CE) sobre los controles oficiales<br />

efectuados para garantizar la verificación<br />

del cumplimiento de la legislación en materia<br />

de piensos y alimentos y la normativa sobre salud animal<br />

y bienestar de los animales<br />

materia de bioseguridad en beneficio de la comunidad<br />

mundial (Recuadro 1.15).<br />

Capacidad para examinar<br />

las vías completas de exposición<br />

La capacidad para examinar y aplicar controles<br />

en los puntos de la vía completa de exposición<br />

a los peligros en los que sean más eficaces es una<br />

ventaja clara de la bioseguridad. En los últimos años,<br />

la aplicación de este concepto también ha recibido<br />

el reconocimiento internacional en el marco<br />

de acuerdos comerciales regionales como los<br />

de la Unión Europea, Asia (Acuerdo de Libre Comercio<br />

para el Asia Meridional), Australia y Nueva Zelandia<br />

(Acuerdo de Reconocimiento Mutuo Transtasmanio)<br />

y América del Norte (Tratado de Libre Comercio de<br />

América del Norte).<br />

En la Unión Europea, en 2004 se introdujo una<br />

legislación única que abarca los controles oficiales de<br />

la inocuidad de los piensos y los alimentos<br />

(Reglamento 882/2004/CE) con objeto de garantizar el<br />

cumplimiento común de la legislación en materia de<br />

piensos y alimentos y las normas sobre salud y<br />

bienestar de los animales (Recuadro 1.16).<br />

En el entorno que está surgiendo de bioseguridad<br />

globalizada, a menudo resulta más eficaz alcanzar los<br />

objetivos de bioseguridad en el origen, en los países<br />

exportadores, que depender de los controles en el<br />

punto de entrada al país importador. Esto constituye


Principios y componentes<br />

Armonización e integración<br />

de los enfoques<br />

21<br />

Recuadro 1.17. Vinculaciones entre los órganos internacionales que están fomentando<br />

la elaboración de normas internacionales en materia bioseguridad<br />

• El debate actual sobre una interpretación más amplia<br />

de los riesgos para la salud en el Reglamento Sanitario<br />

Internacional puede dar lugar a poderes y condiciones<br />

internacionales de carácter más general para<br />

la cuarentena zoosanitaria.<br />

• El marco estratégico de la Comisión del Codex<br />

Alimentarius para 2003-2007 tiene como objetivo<br />

“promover vinculaciones entre el Codex y otros<br />

instrumentos y convenios multilaterales de<br />

reglamentación” y en él se considera importante evitar la<br />

duplicación de esfuerzos en nuevas esferas de actividad<br />

como la biotecnología. Asimismo, el nuevo plan<br />

estratégico de la Comisión del Codex para 2008-2013<br />

mantiene este impulso hacia el establecimiento de<br />

mejores vinculaciones.<br />

• El Proyecto de Cuarto Plan Estratégico de la OIE para el<br />

período 2006–2010 tiene como objetivo “garantizar mejor<br />

la seguridad de los alimentos de origen animal”, y para<br />

ayudar a alcanzarlo se ha creado el Grupo de Trabajo<br />

Permanente sobre la Seguridad Sanitaria de los Alimentos<br />

derivados de la Producción Animal (véase http://<br />

www.oie.int/downld/Good_Governance/3.2.13.1.pdf).<br />

La OIE está particularmente interesada en identificar la<br />

dualidad de objetivos de la salud pública y la sanidad<br />

animal a lo largo de toda la cadena alimentaria y la<br />

necesidad de una vigilancia epidemiológica conjunta.<br />

• La Comisión del Codex Alimentarius y la OIE han<br />

acordado colaborar en las esferas de la inocuidad de los<br />

alimentos, la alimentación animal, el uso de<br />

medicamentos veterinarios, la acuicultura y los controles<br />

de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) a lo largo<br />

de la vía completa de exposición a los peligros.<br />

• La OIE ha establecido ya acuerdos de cooperación con la<br />

<strong>FAO</strong>, la OMS, la OMC y la Unión Europea (UE).<br />

• Las <strong>org</strong>anizaciones regionales de protección fitosanitaria<br />

(ORPF) coordinan las actividades de la CIPF de ámbito<br />

regional y promueven la cooperación, la armonización<br />

de los controles y la recopilación y difusión<br />

de información regionales.<br />

• Hay una superposición considerable entre las<br />

disposiciones de la CIPF y el Convenio sobre la<br />

Diversidad Biológica (CDB) (aun cuando el segundo no<br />

es ejecutivo, en el sentido de que se requiere legislación<br />

de aplicación a nivel nacional); además, está aumentando<br />

la cooperación entre las dos secretarías, a fin de evitar<br />

la duplicación y las discrepancias en la aplicación.<br />

• En el Protocolo de Cartagena del CDB se pide mayor<br />

cooperación con la Comisión del Codex Alimentarius<br />

en la elaboración de normas para la identificación<br />

y etiquetado de los alimentos obtenidos por<br />

medios biotecnológicos.<br />

• El Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento<br />

del Comercio (FANFC), establecido por la <strong>FAO</strong>, la OIE,<br />

el Banco Mundial, la OMS y la OMC, es un programa<br />

mundial para abordar las necesidades de creación de<br />

capacidad y asistencia técnica de los países en desarrollo<br />

en las esferas del comercio y de las medidas sanitarias<br />

y fitosanitarias (http://www.standardsfacility.<strong>org</strong>/)<br />

un incentivo claro para promover y respaldar<br />

la función de las autoridades competentes<br />

de los países en desarrollo que pueden tener<br />

una capacidad limitada.<br />

Oportunidad del uso de enfoques<br />

integrados para los nuevos problemas<br />

intersectoriales<br />

Están surgiendo varias cuestiones de bioseguridad<br />

que son de carácter intersectorial y que pueden<br />

beneficiarse de enfoques cada vez más integrados,<br />

especialmente en cuanto a la gestión del riesgo.<br />

La resistencia a los antibióticos debida al uso de<br />

antimicrobianos en la agricultura y en las prácticas<br />

veterinarias (incluida la acuicultura) es un buen<br />

ejemplo, y se admite que es necesaria una respuesta<br />

multidisciplinaria e interinstitucional. Los nuevos<br />

productos agropecuarios obtenidos por medios<br />

biotecnológicos (por ejemplo los animales<br />

transgénicos) constituyen otro ejemplo en el que<br />

la experiencia multisectorial contribuye a mejorar<br />

la gestión del riesgo.<br />

Mejora de la capacitación<br />

La armonización de los enfoques para la bioseguridad<br />

está abriendo nuevas oportunidades en cuanto a la<br />

igualación de la capacitación del personal de las<br />

autoridades competentes. La existencia de<br />

preocupaciones y metodologías comunes en relación<br />

con la bioseguridad permite compartir el material y los<br />

programas de capacitación, y se registra un<br />

intercambio fecundo de ideas que va en aumento. Las<br />

oportunidades de capacitación compartida también<br />

abren el camino a intercambios técnicos entre los<br />

países y a la creación de capacidad; este aspecto es<br />

particularmente importante para los países en<br />

desarrollo.<br />

Aumento de las vinculaciones para<br />

el establecimiento de normas<br />

internacionales<br />

Son cada vez más las vinculaciones que se crean entre<br />

los órganos internacionales, de manera que se<br />

armonizan y se fomentan los procesos intersectoriales<br />

de normalización cuando existe una necesidad<br />

específica (Recuadro 1.17). Cabe señalar que el Acuerdo


22 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 1<br />

Recuadro 1.18. Ejemplos de sistemas para mejorar la creación de redes internacionales<br />

de bioseguridad<br />

• El Portal internacional sobre inocuidad de los alimentos<br />

y sanidad animal y vegetal, creado por la <strong>FAO</strong> en<br />

asociación con las <strong>org</strong>anizaciones encargadas de<br />

establecer normas internacionales sobre asuntos<br />

sanitarios y fitosanitarios, proporciona un punto de<br />

acceso único a la información oficial internacional y<br />

nacional autorizada de los sectores de la inocuidad<br />

de los alimentos y la sanidad animal y vegetal<br />

(www.ipfsaph.<strong>org</strong>).<br />

• La OMS ha <strong>org</strong>anizado, en cooperación con la <strong>FAO</strong>, la<br />

Red internacional de autoridades de inocuidad de los<br />

alimentos (INFOSAN, que incluye un componente para<br />

situaciones de urgencia, Emergencia INFOSAN) para<br />

promover el intercambio de información sobre inocuidad<br />

de los alimentos y mejorar la colaboración entre las<br />

autoridades de inocuidad de los alimentos a nivel<br />

nacional e internacional (http://www.who.int/foodsafety/<br />

fs_management/infosan/en/).<br />

• La <strong>FAO</strong>, la OIE y la OMS establecieron el Sistema mundial<br />

de alerta y respuesta para predecir las enfermedades de<br />

animales en todo el mundo, incluidas las zoonosis, y<br />

darles una respuesta.<br />

• El Portal fitosanitario internacional es el sitio web oficial<br />

de la CIPF y proporciona un foro para la comunicación de<br />

información nacional y el intercambio de información<br />

más general entre la comunidad fitosanitaria<br />

(http://www.ippc.int).<br />

• La Red mundial de alerta y respuesta ante brotes<br />

epidémicos (GOARN) es un mecanismo de colaboración<br />

técnica entre instituciones y redes ya existentes que<br />

aúnan sus recursos humanos y técnicos para identificar<br />

brotes epidémicos de importancia internacional,<br />

confirmarlos y dar una respuesta rápida<br />

(http://www.who.int/csr/outbreaknetwork/en/).<br />

• El Centro de Intercambio de Información sobre la<br />

Seguridad de la Biotecnología es un mecanismo de<br />

intercambio de información establecido por el Protocolo<br />

de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología para<br />

prestar asistencia a las Partes en la aplicación de sus<br />

disposiciones y para facilitar el intercambio de<br />

información y experiencia en relación con los OVM<br />

(http://bch.biodiv.<strong>org</strong>/default.aspx).<br />

• La Red mundial para la vigilancia de la gripe aviar (GAINS)<br />

se estableció para ampliar la capacidad operacional sobre<br />

el terreno, mejorar el conocimiento de las cepas víricas y<br />

la transmisión de los virus de la gripe en las aves<br />

silvestres y difundir información a todas las partes<br />

interesadas (www.gains.<strong>org</strong>)<br />

MSF proporciona un enfoque común en cuanto que se<br />

aplica a todos los controles sanitarios y fitosanitarios que<br />

pueden afectar al comercio internacional.<br />

Mayor acceso a la información<br />

internacional sobre la bioseguridad<br />

Los signatarios de todos los instrumentos<br />

internacionales tienen la obligación de intercambiar<br />

información sobre la bioseguridad y permitir el acceso a<br />

ella. Esto es esencial para el análisis de riesgos,<br />

especialmente en los países en desarrollo en los que la<br />

información científica es escasa, y constituye un<br />

componente vital para contar con una capacidad<br />

mundial mayor en materia de bioseguridad.<br />

Mediante el aumento de la capacidad de creación de<br />

redes de las <strong>org</strong>anizaciones y órganos internacionales de<br />

normalización y la mayor participación sistemática de las<br />

autoridades competentes en los distintos países se está<br />

consiguiendo mejorar la prestación de servicios<br />

internacionales de información sobre la bioseguridad<br />

(Recuadro 1.18).<br />

buen funcionamiento de los sistemas de bioseguridad.<br />

En este resultado ejercen una fuerte influencia la<br />

sociedad y el medio ambiente, y en este sentido la<br />

agricultura y la salud están vinculadas de muchas<br />

maneras. La agricultura produce alimentos, fibras y<br />

materiales para la vivienda en todo el mundo y es una<br />

fuente importante de medios de subsistencia. Al<br />

mismo tiempo, la agricultura puede ser causa de una<br />

salud deficiente, especialmente en forma de<br />

enfermedades infecciosas y malnutrición 15 .<br />

Las ventajas de un enfoque más armonizado e<br />

integrado para la bioseguridad ya se han puesto de<br />

manifiesto en situaciones nacionales específicas.<br />

Aunque el carácter multisectorial de la bioseguridad y<br />

la diversidad de intereses que intervienen hacen que<br />

cada situación nacional sea diferente, hay<br />

probabilidades de que se produzcan mejoras<br />

significativas en los sistemas de bioseguridad y sus<br />

productos si se aplican enfoques nacionales e<br />

internacionales más coherentes. Entre los beneficios<br />

cabe mencionar los siguientes: mejora de los marcos<br />

CONCLUSIONES<br />

La mejora de la salud y del bienestar de las<br />

poblaciones humanas es el resultado último de un<br />

15 C. Hawkes y M. Ruel. 2006. Interacción entre la agricultura y la<br />

salud: una oportunidad intersectorial para mejorar la salud y los<br />

medios de vida de los pobres. Boletín de la Organización Mundial de la<br />

Salud, 84 (12), 2006. (Se puede consultar en: http://www.who.int/<br />

bulletin/volumes/84/12/05-025650.pdf).


Principios y componentes<br />

Armonización e integración<br />

de los enfoques<br />

23<br />

reglamentarios y normativos para la salud humana<br />

(en particular la inocuidad de los alimentos), mejora de<br />

la sanidad de los animales y las plantas, mayor eficacia<br />

en el uso de los recursos humanos y financieros,<br />

mayor conocimiento de los posibles riesgos (dentro<br />

de los diversos sectores y entre ellos) y las medidas<br />

apropiadas para afrontarlos y mayor protección y<br />

utilización sostenible del medio ambiente. Además,<br />

un enfoque más global para la bioseguridad permitirá<br />

conseguir estos beneficios de manera que se eviten<br />

las discrepancias, se llenen las lagunas y se impida<br />

la creación de obstáculos innecesarios al comercio.


Parte 2.<br />

Guía para evaluar<br />

la capacidad en materia<br />

de bioseguridad<br />

27 Introducción<br />

27 Contenido y estructura<br />

28 Resultados previstos<br />

29 Planteamiento integrado de la bioseguridad<br />

y evaluación de las necesidades de capacidad<br />

29 ¿Por qué evaluar las necesidades de capacidad en materia de bioseguridad?<br />

30 ¿Que comprende la capacidad en materia de bioseguridad?<br />

31 Marco analítico para evaluar las necesidades de capacidad en materia<br />

de bioseguridad<br />

32 Proceso para evaluar las necesidades de capacidad en materia<br />

de bioseguridad<br />

35 Siete etapas para evaluar las necesidades de capacidad<br />

en materia de bioseguridad<br />

35 Etapa 1: Obtener apoyo de alto nivel<br />

36 Etapa 2: Llegar a un acuerdo sobre la finalidad, el alcance y el proceso<br />

37 Etapa 3: Trazar un perfil del contexto de la bioseguridad en el país<br />

39 Etapa 4: Evaluar la capacidad y desempeño actual de la bioseguridad<br />

41 Etapa 5: Describir la situación futura deseada (metas y objetivos)<br />

de la bioseguridad<br />

43 Etapa 6: Determinar la capacidad necesaria para alcanzar<br />

la situación futura deseada<br />

44 Etapa 7: Generar opciones para atender las necesidades<br />

de capacidad identificadas


Evaluar la capacidad<br />

27<br />

Introducción<br />

La bioseguridad se está convirtiendo en una de las<br />

cuestiones más acuciantes con que se enfrentan los<br />

países desarrollados, en desarrollo y en transición.<br />

No obstante, muchos países tienen insuficiente<br />

capacidad en materia de bioseguridad, lo que merma<br />

sus posibilidades de proteger la salud y el bienestar de<br />

su población, animales, plantas y medio ambiente,<br />

y garantizar la protección frente a los riesgos conexos<br />

para el medio ambiente, representa una amenaza para<br />

los intereses económicos y el comercio y pone en<br />

peligro la capacidad de cumplir los compromisos<br />

jurídicos internacionales.<br />

La <strong>FAO</strong> y otras <strong>org</strong>anizaciones internacionales<br />

han reconocido esta situación y, durante los últimos<br />

años, han establecido una serie de instrumentos<br />

sectoriales para evaluar las necesidades de capacidad<br />

(Recuadro 2.1) como medio de respaldar la<br />

elaboración y aplicación de políticas y programas<br />

acertados en las distintas esferas de la bioseguridad.<br />

La presente guía se ha elaborado como complemento<br />

de esas herramientas para sectores específicos. Puede<br />

utilizarse en relación con los instrumentos sectoriales<br />

existentes, o con independencia de ellos, según<br />

convenga. Por ejemplo, algunos países quizá hayan<br />

aplicado ya uno o varios de los instrumentos<br />

sectoriales existentes antes de decidir utilizar esta guía<br />

para abordar cuestiones relacionadas con los distintos<br />

sectores. Otros quizá decidan centrarse en las<br />

necesidades intersectoriales de capacidad en materia<br />

de bioseguridad antes de prestar mayor atención a las<br />

actividades de creación de capacidad sectorial.<br />

El planteamiento más adecuado dependerá de las<br />

circunstancias nacionales.<br />

CONTENIDO Y ESTRUCTURA<br />

La presente Guía para evaluar la capacidad en materia<br />

de bioseguridad ofrece un proceso sistemático, en<br />

siete pasos, para examinar críticamente la naturaleza y<br />

desempeño de un sistema de bioseguridad dado,<br />

determinar las esferas que pueden mejorarse y<br />

determinar los medios para llegar a una visión futura<br />

de la bioseguridad.<br />

En ella se presupone que la bioseguridad afecta a<br />

diferentes partes del gobierno, que los objetivos de la<br />

Recuadro 2.1. Instrumentos pertinentes<br />

de evaluación de la capacidad<br />

en sectores específicos<br />

• <strong>FAO</strong>. 2007. Fortalecimiento de los sistemas nacionales<br />

de control de los alimentos: Directrices para evaluar las<br />

necesidades de fortalecimiento de la capacidad<br />

(disponible en: ftp://ftp.fao.<strong>org</strong>/docrep/fao/010/<br />

a0601s/a0601s00.pdf).<br />

• <strong>FAO</strong>. 2007. Fortalecimiento de los sistemas nacionales<br />

de control de los alimentos: Guía rápida para evaluar las<br />

necesidades de creación de capacidad (disponible en:<br />

http://www.fao.<strong>org</strong>/ag/agn/agns/capacity_tools_es.asp).<br />

• IPPC. 2003. Phytosanitary Capacity Evaluation Tool<br />

(Guía del usuario disponible en: www.ippc.int/<br />

IPP/En/default.jsp).<br />

• ISNAR/<strong>FAO</strong>. 2003. Conjunto de instrumentos para el<br />

desarrollo de un marco de seguridad<br />

de la biotecnología (disponible en: www.isnar.cgiar.<strong>org</strong>/<br />

ibs/biosafety/).<br />

• IICA/OIE. 2006. Desempeño, visión y estrategia:<br />

Un instrumento para la gobernanza<br />

de servicios veterinarios<br />

(disponible en: http://www.oie.int/downld/<br />

ESP_PVS_FINALWEB_09_02_2007.pdf)<br />

bioseguridad están mutuamente relacionados y que la<br />

mejor manera de gestionar los riesgos es una acción<br />

coordinada en los diferentes sectores pertinentes, lo<br />

que contribuiría a mejorar los resultados y a aumentar<br />

la eficiencia. Por el hecho de ofrecer un proceso para<br />

determinar las necesidades intersectoriales de<br />

capacidad en materia de bioseguridad, esta guía<br />

permite corregir las lagunas inevitables en un<br />

planteamiento puramente sectorial.<br />

Las circunstancias y necesidades difieren<br />

notablemente entre los países y que no hay ningún<br />

modelo universal para la bioseguridad ni para el<br />

desarrollo de la capacidad. En esta guía se reconoce<br />

que los diferentes países y sectores se encuentran en<br />

distintas fases en cuanto a su capacidad de hacer<br />

frente a las cuestiones de la bioseguridad, y tiene en<br />

cuenta la necesidad de actuar en consecuencia. De la<br />

misma manera, presupone que un planteamiento<br />

armonizado e integrado de la bioseguridad es una<br />

empresa flexible y no hay una estrategia a mano que<br />

se pueda aplicar universalmente. El planteamiento<br />

presentado en esta guía puede adoptar diferentes<br />

formas y no implica necesariamente una amplia


28 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 2<br />

reestructuración institucional ni la fusión de las<br />

autoridades competentes u otros <strong>org</strong>anismos<br />

sectoriales.<br />

La metodología presentada es interdisciplinaria y<br />

participativa. Ofrece un marco para que diferentes<br />

grupos e individuos puedan trabajar juntos en tareas<br />

comunes, por lo que serviría como mecanismo para la<br />

colaboración interinstitucional y proceso transectorial<br />

de toma de decisiones sobre distintos aspectos de la<br />

bioseguridad. Se presentan opciones para mejorar la<br />

capacidad en materia de bioseguridad, así como<br />

ejemplos de países que adoptan los principios<br />

examinados en la Parte 1 de este material.<br />

En la guía se examinan las necesidades de<br />

capacidad en materia de bioseguridad en los<br />

diferentes puntos de contacto entre la vida y la salud<br />

humana, animal y vegetal y los aspectos asociados de<br />

la protección ambiental. Por ello, se presta especial<br />

atención a las dimensiones de la capacidad que<br />

afectan a diferentes sectores de la bioseguridad. Se<br />

consideran los elementos afines de la capacidad<br />

dentro de las autoridades responsables de las<br />

funciones básicas de bioseguridad, pero deberían<br />

utilizarse también, según convenga, los instrumentos<br />

ya existentes para sectores específicos con el fin de<br />

obtener una evaluación más detallada de las<br />

necesidades de capacidad en los distintos sectores.<br />

RESULTADOS PREVISTOS<br />

La utilización de esta guía permitirá a los gobiernos<br />

lograr una mayor conciencia sobre las<br />

interdependencias y sinergias de la bioseguridad y los<br />

beneficios que se podrán conseguir mediante un<br />

planteamiento más armonizado e integrado. Permitirá<br />

también disponer de una evaluación de la capacidad<br />

existente en materia de bioseguridad, un panorama a<br />

medio plazo de la bioseguridad, un análisis de las<br />

lagunas existentes y una evaluación de las opciones<br />

y medidas necesarias para cubrirlas. La combinación<br />

de esos resultados representa una evaluación<br />

de las necesidades de capacidad en la esfera<br />

de la bioseguridad.<br />

La evaluación sistemática de las necesidades de<br />

capacidad en materia de bioseguridad ayudará a los<br />

países a elaborar marcos armonizados e integrados de<br />

bioseguridad, lo que les permitiría captar los beneficios<br />

descritos en la Parte 1. El resultado directo será una<br />

mejora del proceso de toma de decisiones y<br />

formulación de políticas, una mayor asignación de<br />

recursos, un mejor análisis de riesgos y una mayor<br />

capacidad de cumplir los requisitos de los acuerdos<br />

internacionales que regulan el comercio de alimentos<br />

y productos agrícolas. Por el hecho de demostrar a la<br />

comunidad internacional y a los interlocutores<br />

comerciales un compromiso nacional con la<br />

bioseguridad, una evaluación de las necesidades<br />

en materia de capacidad ayudará también a atraer<br />

nuevas fuentes de financiación para actividades<br />

de bioseguridad.


Evaluar la capacidad<br />

29<br />

Planteamiento integrado<br />

de la bioseguridad y evaluación<br />

de las necesidades de capacidad<br />

¿POR QUÉ EVALUAR<br />

<strong>LA</strong>S NECESIDA<strong>DE</strong>S <strong>DE</strong> CAPACIDAD<br />

EN MATERIA <strong>DE</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong>?<br />

La bioseguridad se ha gestionado tradicionalmente<br />

desde una perspectiva sectorial mediante la<br />

elaboración y aplicación de la legislación alimentaria<br />

y reglamentos relacionados con la vida y la salud<br />

humana, animal y vegetal y la correspondiente<br />

protección ambiental. Las responsabilidades suelen<br />

distribuirse entre <strong>org</strong>anismos con diferentes<br />

planteamientos, recursos, capacidad y desempeño.<br />

Más recientemente, nuevas cuestiones relacionadas<br />

con la prevención de los riesgos biotecnológicos, la<br />

biotecnología y la introducción de <strong>org</strong>anismos vivos<br />

modificados (OVM) y sus productos (por ejemplo, los<br />

<strong>org</strong>anismos genéticamente modificados u OGM) han<br />

ampliado la diversidad de los intereses sectoriales<br />

en la bioseguridad. Si bien un planteamiento<br />

fragmentado y sectorial puede haber sido suficiente<br />

para gestionar los riesgos conocidos de la<br />

bioseguridad en el pasado, las tendencias recientes<br />

y emergentes indican que dicho planteamiento<br />

no basta para atender las necesidades actuales.<br />

En consecuencia, los países que quieren mejorar la<br />

bioseguridad, hacer patente su observancia de las<br />

obligaciones y compromisos internacionales y/o<br />

aprovechar las nuevas oportunidades comerciales,<br />

se preguntan qué hace falta para conseguir los<br />

beneficios de un planteamiento armonizado e<br />

integrado de la bioseguridad (Recuadro 2.2).<br />

Una evaluación de las necesidades es un primer<br />

paso imprescindible para mejorar la capacidad en<br />

materia de bioseguridad. Es un medio para identificar<br />

los requisitos y prioridades nacionales y aprovechar<br />

las oportunidades comerciales. Garantizará que las<br />

actividades para mejorar la capacidad en materia de<br />

bioseguridad estén impulsadas por la demanda y<br />

respondan a las circunstancias y necesidades<br />

específicas existentes en cada país. Al evaluar las<br />

necesidades, los gobiernos estarán mejor preparados<br />

para fijar las prioridades y <strong>org</strong>anizar su labor, mejorar<br />

el uso de los recursos disponibles y recaudar<br />

Recuadro 2.2. ¿Qué motiva a los países<br />

a evaluar las necesidades de capacidad<br />

en materia de bioseguridad?<br />

Los gobiernos pueden decidir realizar una evaluación<br />

de las necesidades de capacidad en materia de<br />

bioseguridad por distintas razones. Por ejemplo, pueden<br />

estar interesados en:<br />

• determinar la manera de mejorar la inocuidad de los<br />

alimentos y los productos agrícolas para el consumo<br />

humano;<br />

• encontrar medios para proteger mejor la vida y sanidad<br />

animal y vegetal y el medio ambiente;<br />

• aclarar las funciones y responsabilidades de los<br />

distintos <strong>org</strong>anismos gubernamentales en relación con<br />

la bioseguridad y/o mejorar la calidad de los servicios<br />

gubernamentales;<br />

• apoyar la elaboración de una estrategia nacional de<br />

bioseguridad y/o estrategias sectoriales;<br />

• demostrar el cumplimiento de los acuerdos y tratados<br />

internacionales relacionados con la vida y la salud<br />

humana, animal y vegetal y la correspondiente<br />

protección ambiental;<br />

• actuar en respuesta a un acontecimiento problemático<br />

(por ejemplo, propagación de enfermedades<br />

transfronterizas, prohibición de un alimento o una<br />

exportación agrícola) que haya tenido impactos<br />

negativos en la salud pública, el comercio o la<br />

economía en general, o<br />

• aprovechar las oportunidades comerciales, como la de<br />

acceder a un nuevo mercado o consolidar una posición<br />

de mercado<br />

recursos adicionales para las necesidades no<br />

atendidas.<br />

La evaluación de las necesidades puede ayudar a<br />

las diferentes instancias de gobierno a tomar<br />

conciencia de las sinergias e interdependencias<br />

existentes entre los diferentes sectores de la<br />

bioseguridad, y los beneficios que podrían conseguirse<br />

mediante un planteamiento más armonizado. Así se<br />

evita la duplicación de esfuerzos y se ayuda a sentar<br />

las bases para mejorar el intercambio de información,<br />

el diálogo y la colaboración intersectorial. Al mismo<br />

tiempo, el proceso de evaluación de las necesidades<br />

permitirá al personal de los <strong>org</strong>anismos implicados<br />

obtener nuevas perspectivas y técnicas, lo que<br />

contribuirá al aprendizaje institucional.


30 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 2<br />

Figura 2.1. Niveles y dimensiones de la capacidad en materia de bioseguridad 16<br />

Características de la base<br />

de producción agrícola<br />

Desafíos para la<br />

bioseguridad<br />

Entorno<br />

del comercio<br />

y el mercado<br />

Nivel del sistema de bioseguridad: Contexto<br />

en que intervienen las partes implicadas en la bioseguridad<br />

Dimensiones: Políticas, estrategias, leyes y reglamentos, mecanismos<br />

institucionales y comunicación (con inclusión de las relaciones,<br />

interdependencias e interacciones).<br />

Nivel <strong>org</strong>anizativo: Autoridades competentes<br />

y otros <strong>org</strong>anismos responsables de las funciones<br />

básicas de la bioseguridad (con inclusión<br />

de los responsables de las tareas subcontratadas)<br />

Dimensiones: Liderazgo, orientación estratégica, estructura,<br />

principios operacionales, procedimientos, recursos<br />

(humanos, financieros, informativos), cultura, infraestructura, etc.<br />

Demandas<br />

cambiantes<br />

de las diferentes<br />

partes<br />

interesadas<br />

Nivel individual: Personas<br />

de las <strong>org</strong>anizaciones (supra)<br />

Dimensiones: Conocimientos, técnicas,<br />

competencias, ética del trabajo, etc.<br />

Cuestiones<br />

ambientales<br />

Sensibilización<br />

y opinión pública<br />

Entorno<br />

socioeconómico<br />

y político<br />

Sistema de gobierno<br />

¿QUE COMPREN<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> CAPACIDAD<br />

EN MATERIA <strong>DE</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong>?<br />

Por capacidad puede entenderse “el potencial de los<br />

individuos, <strong>org</strong>anizaciones y sistemas de realizar sus<br />

funciones de manera eficaz, eficiente y sostenible” 17 .<br />

En el caso de la bioseguridad sería la capacidad de las<br />

<strong>org</strong>anizaciones pertinentes de realizar las funciones<br />

16 Gráfico basado en el concepto de capacidad en un contexto de<br />

sistemas. PNUD, 1998.<br />

17 PNUD. 1998. Capacity assessment and development in a systems<br />

and strategic management context. Technical Advisory Paper No. 3.<br />

Enero de 1998. Dirección de Políticas de Desarrollo, Programa de las<br />

Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).<br />

pertinentes en forma eficaz, eficiente y sostenible con<br />

el fin de proteger la vida y la salud humana, animal y<br />

vegetal y el medio ambiente y los aspectos conexos<br />

del medio ambiente.<br />

Como puede verse en la Figura 2.1, la capacidad<br />

en materia de bioseguridad abarca los siguientes<br />

elementos:<br />

i. Un sistema favorable que sirva de base a los<br />

distintos aspectos de la bioseguridad gracias a la<br />

disponibilidad de políticas, leyes y reglamentos<br />

racionales, recursos suficientes, un mecanismo<br />

para facilitar la colaboración interinstitucional en las<br />

cuestiones transversales y cauces eficaces de<br />

comunicación.


Evaluar la capacidad<br />

Planteamiento integrado y<br />

evaluación de las necesidades<br />

31<br />

Cuadro 2.1. Niveles de análisis<br />

Nivel de análisis<br />

Nivel del sistema<br />

Sectores de la bioseguridad/<br />

nivel <strong>org</strong>anizativo<br />

Dimensiones de la capacidad<br />

Marco normativo<br />

Marco jurídico<br />

Mecanismos <strong>org</strong>anizativos (incluida la coordinación)<br />

Comunicación<br />

Mandato, funciones y responsabilidades de las autoridades<br />

y los <strong>org</strong>anismos competentes sectoriales<br />

Funciones básicas de la bioseguridad (resultados)<br />

Principios y procedimientos operacionales<br />

Recursos (humanos, financieros, infraestructurales, informativos, de otro tipo)<br />

Vínculos e interdependencias<br />

ii.<br />

Organizaciones (autoridades competentes y<br />

<strong>org</strong>anismos competentes 18 ) con el mandato y la<br />

capacidad de realizar las funciones básicas<br />

necesarias para determinar, gestionar y prevenir<br />

adecuadamente los riesgos de la bioseguridad en<br />

todos los sectores.<br />

iii. Individuos con conocimientos y experiencia en<br />

bioseguridad y sus sectores, y capacidad para<br />

aplicar esos atributos a la gestión eficaz de riesgos<br />

en conformidad con sus funciones y<br />

responsabilidades.<br />

La evaluación holística de la bioseguridad examina la<br />

contribución y desempeño de cada uno de los niveles<br />

(sistema, <strong>org</strong>anización, individuo), como puede verse<br />

en la Figura 2.1.<br />

MARCO ANALÍTICO PARA EVALUAR<br />

<strong>LA</strong>S NECESIDA<strong>DE</strong>S <strong>DE</strong> CAPACIDAD<br />

EN MATERIA <strong>DE</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

La metodologías existentes para evaluar las<br />

necesidades de capacidad relacionadas con la<br />

bioseguridad están basadas en un planteamiento<br />

sectorial. Éste es válido para el fin con que se crearon<br />

tales instrumentos. No obstante, la falta de atención a<br />

las funciones y cuestiones intersectoriales dificulta su<br />

uso para generar una evaluación intersectorial de la<br />

bioseguridad en un contexto actual.<br />

El marco analítico presentado en el Cuadro 2.1<br />

puede servir de orientación para evaluar las<br />

necesidades de capacidad en todo el ámbito de la<br />

bioseguridad. Se hace especial hincapié en las<br />

18 Organismo oficialmente reconocido que actúa bajo la supervisión<br />

y control de una autoridad competente.<br />

dimensiones de la capacidad que abarcan los distintos<br />

sectores de la bioseguridad y sus respectivas<br />

<strong>org</strong>anizaciones. Se incluyen en particular las<br />

dimensiones de la capacidad en:<br />

■<br />

■<br />

el sistema general de bioseguridad (marco<br />

normativo, marco jurídico, mecanismos<br />

<strong>org</strong>anizativos, comunicaciones), y<br />

las autoridades y los <strong>org</strong>anismos competentes<br />

responsables de las funciones normativas y<br />

técnicas básicas que son necesarias para la<br />

bioseguridad.<br />

En un análisis más detallado del sistema se observa lo<br />

siguiente:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

El marco normativo define las metas y objetivos<br />

generales de la bioseguridad de un país así como<br />

el rumbo que se va a seguir en líneas generales.<br />

Los marcos normativos varían en conformidad con<br />

las necesidades y circunstancias nacionales (o<br />

subnacionales) específicas.<br />

El marco jurídico delimita los derechos y<br />

obligaciones generales y específicos de las partes<br />

interesadas que intervienen en la bioseguridad, en<br />

particular las instancias gubernamentales que se<br />

encargan del desempeño de las funciones básicas<br />

de bioseguridad. Define un sistema de<br />

observancia, sanciones y apelación.<br />

Los mecanismos <strong>org</strong>anizativos hacen referencia al<br />

tipo de mecanismo a través del cual las partes<br />

interesadas colaboran en la planificación,<br />

presupuestación, ejecución y seguimiento de las<br />

funciones básicas de bioseguridad, y las<br />

interdependencias y relaciones entre ellas. La<br />

definición y la división de estas funciones básicas<br />

constituyen el vínculo entre los niveles relativos al<br />

sistema y a la <strong>org</strong>anización, ya que definen de qué


32 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 2<br />

Cuadro 2.2. Funciones básicas de la bioseguridad basadas en el concepto de análisis de riesgos<br />

Evaluación de riesgos Gestión de riesgos Comunicación de riesgos<br />

Investigación y asesoramiento científicos<br />

Comunicación de riesgos<br />

Servicios de diagnóstico<br />

Perfil de riesgo<br />

y establecimiento de prioridades<br />

Evaluación y respuesta a las necesidades<br />

en materia de bioseguridad<br />

Establecimiento y aplicaciónde las normas<br />

Cuarentena y certificación<br />

Inspección, verificación<br />

e imposición del cumplimiento<br />

Preparación y respuesta<br />

para situaciones de emergencia<br />

Seguimiento y vigilancia<br />

■<br />

manera las funciones y responsabilidades<br />

normativas y técnicas se distribuyen entre<br />

<strong>org</strong>anismos gubernamentales concretos y/o a<br />

través de subcontratos con otras partes<br />

interesadas (terceros).<br />

La comunicación engloba los flujos de información<br />

y el diálogo entre las partes interesadas<br />

relacionadas con la bioseguridad.<br />

En el plano sectorial/<strong>org</strong>anizativo, la presente guía<br />

examina la capacidad de las autoridades competentes<br />

(por su mandato, estructura, procesos, recursos,<br />

infraestructura, etc.) para desempeñar las funciones<br />

normativas y técnicas básicas de la bioseguridad<br />

tomando como base el enfoque del análisis de<br />

riesgos 19 . En el Cuadro 2.2 se clasifican en términos<br />

generales esas funciones de acuerdo con los<br />

componentes del análisis de riesgos (evaluación,<br />

gestión y comunicación). Estas funciones pueden<br />

ser desempeñadas por el sector público y/o privado<br />

y planificarse, financiarse, realizarse y/o supervisarse<br />

de diferentes maneras. En algunos casos, los países<br />

pueden utilizar recursos externos en situaciones<br />

concretas (por ejemplo, las evaluaciones de riesgo<br />

realizadas por otros gobiernos nacionales<br />

u <strong>org</strong>anismos internacionales, o servicios de<br />

diagnóstico en otro país) en vez de realizar ellos<br />

mismos la función pertinente.<br />

El alcance de este análisis se limita a la capacidad<br />

para las tareas intersectoriales correspondientes.<br />

Deberían utilizarse los instrumentos sectoriales<br />

19 La Parte 3 de este material, Panorama general y marco para el<br />

análisis de riesgos para la bioseguridad, contiene orientaciones<br />

detalladas sobre el uso del análisis de riesgos en el terreno de la<br />

bioseguridad.<br />

existentes (Recuadro 2.1) para obtener una evaluación<br />

más profunda de las necesidades de capacidad<br />

específicas relacionadas en los sectores de la<br />

bioseguridad, según sea necesario.<br />

PROCESO PARA EVALUAR <strong>LA</strong>S<br />

NECESIDA<strong>DE</strong>S <strong>DE</strong> CAPACIDAD EN<br />

MATERIA <strong>DE</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

En la Figura 2.2 se ilustra un proceso para evaluar la<br />

capacidad en materia de bioseguridad. Este proceso<br />

proporciona un medio sistemático y analítico para<br />

examinar críticamente la naturaleza y desempeño del<br />

sistema de bioseguridad existente, determinar las<br />

áreas que deben mejorarse y especificar opciones<br />

para atender esas necesidades.<br />

■ Las dos primeras etapas abarcan una serie de<br />

pasos preparatorios sencillos para aclarar por qué<br />

se está realizando la evaluación y conseguir el nivel<br />

mayor posible de apoyo, legitimidad y recursos.<br />

Deberá estar anclada en la política nacional de<br />

bioseguridad o documentos de estrategia,<br />

cuando existan.<br />

■ Las dos etapas siguientes (3 y 4) evalúan los<br />

mecanismos sectoriales existentes para la vida y la<br />

salud humana, animal y vegetal y la correspondiente<br />

protección ambiental, y determinan su capacidad<br />

para identificar, prevenir y gestionar los riesgos<br />

relacionados con la bioseguridad.<br />

■ La quinta etapa genera una visión nacional (metas y<br />

objetivos) de la bioseguridad futura deseada.<br />

■ Las etapas finales (6 y 7) determinan las<br />

necesidades de capacidad en materia de<br />

bioseguridad teniendo en cuenta las diferencias


Evaluar la capacidad<br />

Planteamiento integrado y<br />

evaluación de las necesidades<br />

33<br />

Figura 2.2. Proceso para evaluar la capacidad en materia de bioseguridad<br />

Puesta en marcha (pasos preparatorios)<br />

Etapa 1: Obtener apoyo de alto nivel<br />

Etapa 2: Llegar a un acuerdo sobre la finalidad, el alcance y el proceso<br />

mandato<br />

Examen y análisis de la capacidad y desempeño actuales<br />

de la bioseguridad<br />

Etapa 3: Trazar un perfil del contexto de la bioseguridad en el país<br />

Etapa 4: Evaluar la capacidad y desempeño actual de la bioseguridad<br />

análisis de situación<br />

Elaboración de una visión compartida de la bioseguridad<br />

futura deseada<br />

Etapa 5: Describir la situación futura deseada (metas y objetivos)<br />

de la bioseguridad<br />

metas y objetivos<br />

Identificación de las necesidades de capacidad en materia<br />

de bioseguridad y opciones para atenderlas<br />

Etapa 6: Determinar las necesidades de capacidad en materia<br />

de bioseguridad<br />

Etapa 7: Generar opciones para atender las necesidades detectadas<br />

estrategia<br />

y plan de acción<br />

para la creación<br />

de capacidad en materia<br />

de bioseguridad<br />

observadas entre “lo que es” (el presente) y “lo que<br />

debería ser” (las metas y objetivos) y consideran las<br />

posibles opciones para corregir esas deficiencias<br />

como medio de generar una estrategia y un plan de<br />

acción para la creación de capacidad en materia<br />

de bioseguridad.<br />

Aunque las distintas fases se hayan presentado aquí<br />

en secuencia lineal, el orden efectivo en que deberán<br />

adoptarse los cinco primeros pasos es menos<br />

importante que el hecho de que se lleven a cabo. En la<br />

práctica, algunas o todas las acciones pueden tener<br />

lugar simultáneamente, y puede haber diferentes<br />

puntos de entrada, según la situación. En algunos<br />

contextos, los problemas de tiempo e información<br />

pueden hacer imposible la realización completa de<br />

todos los pasos. En tales casos, deberá adoptarse una<br />

metodología que responda a las circunstancias locales<br />

sin renunciar a este planteamiento.<br />

La forma en que se utiliza este proceso variará de<br />

acuerdo con las características del país en cuestión (con<br />

inclusión de su tipo de gobierno y estructura política), los<br />

recursos internos disponibles (humanos y financieros,<br />

tiempo, etc.) y el acceso a la asistencia externa.<br />

La información necesaria puede recopilarse y analizarse<br />

de diferentes maneras. Algunos países puedan obtener<br />

información mediante documentos técnicos de expertos<br />

en que se examina la información disponible sobre la<br />

situación del momento, con inclusión de evaluaciones<br />

ya realizadas sobre la capacidad de determinados<br />

sectores concretos. Otros países pueden generar nueva<br />

información recurriendo a encuestas, debates de grupos<br />

de consulta, reuniones y talleres. En algunos casos,<br />

puede incorporarse a la evaluación la labor realizada<br />

mediante los proyectos de desarrollo ahora en curso.<br />

En la presente guía se incluyen varias preguntas<br />

generales para contribuir al proceso de recopilación y


34 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 2<br />

análisis de información y conseguir entre las partes<br />

interesadas una mejor comprensión de las cuestiones.<br />

Se ofrecen algunos consejos y orientaciones prácticas<br />

para facilitar la planificación y realización del proceso<br />

de evaluación de las necesidades de capacidad.<br />

Un proceso basado en la participación y en las<br />

consultas contribuye normalmente a generar consenso<br />

y a lograr una mayor identificación con las necesidades<br />

de capacidad señaladas, lo que podría aumentar la<br />

aceptación de los cambios propuestos y contribuir<br />

a la sostenibilidad. Se requerirán recursos financieros<br />

para facilitar la recopilación y análisis de información,<br />

en particular la contratación de expertos y la<br />

<strong>org</strong>anización de reuniones y talleres. La disponibilidad<br />

de moderadores capacitados es importante para<br />

el éxito del proceso de evaluación. El apoyo de<br />

moderadores experimentados, externos e imparciales<br />

puede resultar útil, sobre todo cuando el proceso<br />

implica decisiones complejas.<br />

Finalmente, es importante convencerse de que las<br />

necesidades de capacidad y las prioridades cambian a<br />

lo largo del tiempo. Por ello, la evaluación de estas<br />

necesidades forma parte de un proceso constante de<br />

creación de capacidad.


Evaluar la capacidad<br />

35<br />

Siete etapas para evaluar<br />

las necesidades de capacidad<br />

en materia de bioseguridad<br />

ETAPA 1: OBTENER APOYO<br />

<strong>DE</strong> ALTO NIVEL<br />

Como la bioseguridad transciende la autoridad<br />

y responsabilidad estatutaria de las distintas<br />

autoridades competentes, el proceso de evaluación<br />

y desarrollo de la capacidad en materia de<br />

bioseguridad requiere la colaboración intersectorial.<br />

Para establecer las bases de esta colaboración y<br />

garantizar la participación significativa de diferentes<br />

instancias gubernamentales se necesita un claro<br />

compromiso político y respaldo de alto nivel.<br />

Los dirigentes gubernamentales deberían ratificar<br />

visiblemente un planteamiento integrado de la<br />

bioseguridad que englobe a distintos sectores<br />

y <strong>org</strong>anizaciones, y reconocer la importancia de la<br />

evaluación de la capacidad para avanzar hacia ese<br />

fin. Sin compromiso político de alto nivel, mantenido<br />

durante un largo período de tiempo, los esfuerzos<br />

de creación de capacidad serán probablemente<br />

inútiles, cualquiera que sea la calidad de su diseño<br />

y ejecución.<br />

Se necesita tiempo para conseguir un compromiso<br />

de alto nivel en favor de la bioseguridad y llegar a un<br />

acuerdo sobre la necesidad de una evaluación de la<br />

capacidad en materia de bioseguridad. Los políticos<br />

y líderes gubernamentales deberán convencerse de la<br />

importancia de la bioseguridad (por ejemplo, para la<br />

salud pública, la sostenibilidad agrícola y ambiental,<br />

la economía y el comercio). Estos esfuerzos serán<br />

especialmente eficaces cuando relacionen la<br />

bioseguridad con las prioridades y objetivos<br />

nacionales, los desafíos existentes y los posibles<br />

costos de la inacción y los beneficios (por ejemplo,<br />

reducción de costos, mayor eficiencia de los<br />

resultados, mejor gestión de riesgos) que podrán<br />

obtenerse mediante un planteamiento armonizado<br />

e integrado de la bioseguridad.<br />

Las crisis recientes o en curso pueden representar<br />

un importante estímulo para conseguir este tipo de<br />

sensibilización. La atención a los acuerdos<br />

comerciales, los programas sanitarios y fitosanitarios<br />

regionales o el Reglamento Sanitario Internacional 20<br />

o los objetivos de desarrollo del Milenio 21 pueden dar<br />

un impulso considerable. Los “promotores” o agentes<br />

que impulsan el proceso de evaluación de las<br />

necesidades no son siempre los mismos. El agente<br />

catalizador podría ser un <strong>org</strong>anismo de desarrollo<br />

nacional o un comité de alto nivel (por ejemplo, un<br />

comité parlamentario o un grupo de trabajo adscrito<br />

a la oficina del primer ministro) con el mandato de<br />

examinar la bioseguridad o uno de sus sectores.<br />

Sugerencias<br />

■<br />

Dados los numerosos desafíos y problemas de<br />

recursos con que se encuentran los gobiernos,<br />

será necesario demostrar convincentemente la<br />

importancia de la bioseguridad, si se quiere<br />

conseguir respaldo de los dirigentes. Además, con<br />

el fin de garantizar que la bioseguridad continúe<br />

manteniendo su carácter prioritario, incluso si se<br />

produce un cambio de gobierno, quizá deba<br />

prestarse atención a la búsqueda de apoyo político<br />

de base más amplia. La vinculación de la<br />

bioseguridad con el Reglamento Sanitario<br />

Internacional o los objetivos de desarrollo del<br />

Milenio, o la elaboración de una política o ley sobre<br />

bioseguridad y su tramitación a través de los<br />

órganos nacionales competentes, pueden servir<br />

para dar mayor visibilidad a la bioseguridad ante<br />

todas las partes interesadas e incluirla entre las<br />

prioridades nacionales. El nombramiento de un<br />

nuevo administrador superior o jefe para una<br />

cartera de proyectos pertinente del gobierno puede<br />

20 El objetivo y alcance del RSI (2005) es “prevenir la propagación<br />

internacional de enfermedades infecciosas, proteger contra esa<br />

propagación, controlarla y darle una respuesta de salud pública y<br />

evitar la injerencia innecesaria con el tráfico y el comercio<br />

internacional”. Para más información, véase el Anexo 3.<br />

21 En septiembre de 2000, en la Cumbre del Milenio de las Naciones<br />

Unidas, los líderes mundiales establecieron objetivos y metas de<br />

desarrollo cuantificables y con un marco cronológico específico. Estos<br />

ocho objetivos se conocen con el nombre de objetivos de desarrollo<br />

del Milenio (ODM). Puede encontrarse más información en<br />

http://www.un.<strong>org</strong>/millenniumgoals/.


36 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 2<br />

ofrecer una oportunidad de buscar apoyo<br />

de alto nivel.<br />

ETAPA 2: LLEGAR A UN ACUERDO<br />

<strong>SOBRE</strong> <strong>LA</strong> FINALIDAD, EL ALCANCE<br />

Y EL PROCESO<br />

Antes de comenzar a determinar las necesidades de<br />

capacidad en materia de bioseguridad, es<br />

imprescindible llegar a un acuerdo claro sobre la<br />

finalidad y el alcance de la evaluación, así como sobre<br />

el proceso que se va a seguir. Se trata de un requisito<br />

importante para lograr el uso óptimo de los recursos<br />

disponibles y conseguir de la evaluación los máximos<br />

resultados. Al mismo tiempo, contribuirá a la<br />

transparencia y a reducir la posibilidad de<br />

malentendidos entre los <strong>org</strong>anismos implicados.<br />

La definición de la finalidad de la evaluación es<br />

importante para que todos los participantes entiendan<br />

claramente por qué se lleva a cabo la evaluación y qué<br />

es lo que se desea conseguir. La determinación de los<br />

resultados que se esperan de la evaluación aclarará la<br />

declaración de finalidades (véase Sugerencias, infra).<br />

El análisis del alcance es necesario para llegar a un<br />

consenso sobre los elementos sustantivos de la<br />

evaluación. Si es posible, debería incluir todos los<br />

sectores de la bioseguridad. No obstante, en algunos<br />

países quizá no sea viable o posible considerar<br />

simultáneamente todo el panorama de la bioseguridad,<br />

en cuyo caso habría que adaptar el alcance teniendo<br />

en cuenta las circunstancias locales. La participación<br />

de las partes interesadas está relacionada con el<br />

alcance. Diferentes instancias del gobierno (incluidas<br />

las autoridades competentes sectoriales y los comités<br />

nacionales o puntos de contacto que representen al<br />

Comité MSF, la Comisión del Codex Alimentarius, la<br />

CIPF o la OIE, etc.), institutos científicos y de<br />

investigación, grupos de consumidores y empresas<br />

están relacionados con la bioseguridad y se podría<br />

tratar de implicarles y/o consultarles. Al comienzo,<br />

convendrá definir las funciones respectivas de estos<br />

grupos en el proceso de evaluación.<br />

El examen de las siguientes preguntas clave puede<br />

ayudar a aclarar el alcance:<br />

■ ¿Qué sectores de la bioseguridad se incluirán?<br />

■ ¿Qué <strong>org</strong>anismos o comités gubernamentales<br />

intervendrán y cuáles serán sus funciones y<br />

responsabilidades exactas?<br />

■ ¿Qué otras partes interesadas (por ejemplo, los<br />

<strong>org</strong>anismos competentes, el público en general, los<br />

■<br />

grupos de consumidores, los grupos<br />

empresariales, los institutos académicos y de<br />

investigación, los grupos de interés) intervendrán,<br />

y cómo lo harán?<br />

¿Qué partes interesadas internacionales<br />

(por ejemplo, <strong>FAO</strong>, OMS, OIE, <strong>org</strong>anizaciones<br />

regionales) intervendrán y cómo lo harán?<br />

Finalmente, el acuerdo sobre el proceso que se va<br />

a seguir es importante para garantizar la aplicación<br />

sin problemas de la evaluación y mejorar los<br />

resultados. En este contexto, los participantes deben<br />

examinar y llegar a un acuerdo sobre las siguientes<br />

preguntas:<br />

■<br />

■<br />

¿Qué datos deben recopilarse y cómo se realizará<br />

esa operación?<br />

¿Cómo se llevarán a cabo las consultas con las<br />

partes interesadas?<br />

■ ¿Se utilizarán consultores/moderadores externos y,<br />

en tal caso, que contribución se espera de ellos?<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Cuál es el marco cronológico previsto?<br />

¿Qué recursos (financieros, humanos) se requieren<br />

y están disponibles? Si son escasos, ¿cómo se<br />

podrán conseguir?<br />

¿Cómo se documentarán y compartirán las<br />

conclusiones?<br />

¿Cómo se conseguirá la coordinación?<br />

¿Qué se hará para fomentar el consenso?<br />

Sugerencias<br />

■<br />

Un método práctico de facilitar la participación<br />

interinstitucional en el proceso es establecer un<br />

pequeño equipo para la aplicación de la presente<br />

guía. Por ejemplo, según el país, se podría recurrir<br />

a las instancias del gobierno encargadas de la vida<br />

y la salud humana, animal y vegetal y la<br />

correspondiente protección ambiental, así como a<br />

los comités o puntos de contacto que representen<br />

al Comité MSF, la CCA, la CIPF, la OIE u otros<br />

comités internacionales. Se puede contar también<br />

con otras instancias gubernamentales (por ejemplo,<br />

relacionadas con las finanzas, el comercio, etc.)<br />

que adoptan decisiones que repercuten en los<br />

programas de bioseguridad. Además, según las<br />

circunstancias nacionales, es probable que haya<br />

que mantener consultas con institutos científicos y<br />

de investigación, grupos de consumidores,<br />

empresas y/u ONG. No obstante, habrá que buscar<br />

una solución de compromiso entre participación y<br />

manejabilidad, en otras palabras, evitar que el<br />

equipo resulte inmanejable por su tamaño.


Evaluar la capacidad<br />

Siete etapas para evaluar<br />

las necesidades de capacidad<br />

37<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Además de contar con los grupos pertinentes de<br />

partes interesadas, es importante garantizar que<br />

intervengan las personas más indicadas (es decir,<br />

con antecedentes profesionales idóneos,<br />

conocimientos sobre la materia, reconocimiento y<br />

preparación personal) y que puedan dedicar tiempo<br />

suficiente a la evaluación.<br />

La documentación de las decisiones adoptadas<br />

durante este paso en una breve declaración de<br />

finalidades, que serviría como mandato del equipo,<br />

permitirá aumentar la transparencia.<br />

Es conveniente identificar el mayor número posible<br />

de fuentes de financiación (interna y externa) para<br />

realizar un seguimiento de la evaluación de la<br />

capacidad lo antes posible en el proceso. Una<br />

evaluación realizada con eficacia queda en nada si<br />

no se dispone de recursos para actividades de<br />

creación de capacidad. Un primer paso útil es la<br />

información a los posibles donantes de que la<br />

evaluación se está llevando a cabo. Pueden estar<br />

interesados en respaldar el proceso de valuación<br />

y/o participar en él. Es más, en algunos casos<br />

pueden estar más dispuestos a prestar apoyo a los<br />

resultados y proporcionar recursos para<br />

actividades de seguimiento si han intervenido<br />

activamente desde el comienzo.<br />

ETAPA 3: TRAZAR UN PERFIL<br />

<strong>DE</strong>L CONTEXTO<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong> EN EL PAÍS<br />

En la tercera y cuarta etapas del proceso de<br />

evaluación de la capacidad se formula la siguiente<br />

pregunta: ¿Cuál es la situación actual de la<br />

capacidad en materia de bioseguridad y su<br />

desempeño? Se trata de comprender el contexto<br />

de la bioseguridad en los países, y de determinar<br />

los recursos disponibles, las partes interesadas<br />

que intervienen y los resultados actualmente<br />

conseguidos. Este análisis permite comprender<br />

mejor el punto de referencia inicial o la situación<br />

actual. Pondrá de manifiesto hasta qué punto hay<br />

un planteamiento sistemático y coordinado de la<br />

bioseguridad, lo que será útil para identificar las<br />

necesidades de capacidad con el fin de avanzar<br />

hacia un planteamiento armonizado e integrado.<br />

En la etapa 3 se examina el contexto nacional de<br />

la bioseguridad. Se consideran las cuestiones y<br />

necesidades generales del país, con inclusión de los<br />

desafíos y oportunidades existentes. La comprensión<br />

de esos factores es importante ya que determinan<br />

profundamente y ejercen una gran influencia en los<br />

objetivos, programas y actividades relacionados con la<br />

bioseguridad y constituyen los factores que impulsan,<br />

y frenan, el cambio.<br />

Como ayuda para generar el perfil del contexto de<br />

la bioseguridad en el país se pueden formular las<br />

siguientes preguntas clave:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Qué factores estructurales influyen en la<br />

bioseguridad?<br />

Hay factores estructurales que tienen una gran<br />

influencia en la bioseguridad y escapan del control<br />

de las partes interesadas. Entre ellos se incluyen la<br />

geografía, los recursos naturales, las influencias<br />

regionales, la economía, el comercio, etc.<br />

¿Qué tendencias de la producción, elaboración y<br />

distribución (incluidas la importación y la<br />

exportación) de alimentos y productos agrícolas<br />

son de interés para la bioseguridad?<br />

Las tendencias de la producción, elaboración y<br />

distribución de alimentos y productos agrícolas -<br />

como el análisis de peligros y de puntos críticos de<br />

control (HACCP), la cadena de frío de los<br />

productos perecederos, el aumento de la<br />

producción y las exportaciones de productos de<br />

valor añadido, la introducción de programas de<br />

investigación y desarrollo relacionados con la<br />

biotecnología o el uso de plaguicidas o<br />

medicamentos veterinarios- pueden influir en los<br />

riesgos para la vida y la salud humana, animal<br />

y vegetal y los riesgos conexos para el medio<br />

ambiente, y por ello están relacionadas con<br />

la bioseguridad.<br />

¿Por qué conducto se presentan y extienden<br />

los peligros/enfermedades relacionados con<br />

la bioseguridad?<br />

Los peligros/enfermedades relacionados con la<br />

bioseguridad pueden presentarse dentro de las<br />

fronteras nacionales o introducirse desde otros<br />

países. Los cauces a través de los cuales las<br />

enfermedades o las plagas exóticas pueden<br />

introducirse en un país son, entre otros, los<br />

animales, las plantas y los productos agrícolas, los<br />

materiales de envasado, los contenedores, el<br />

equipaje y los vehículos. Además, los<br />

peligros/enfermedades relacionados con la<br />

bioseguridad pueden ser resultado de cambios<br />

bien intencionados en los sistemas de producción<br />

o elaboración, que tienen efectos impactos<br />

negativos o imprevistos.


38 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 2<br />

Cuadro 2.3. Preguntas generales para tener constancia de la capacidad y desempeño actual<br />

de la bioseguridad<br />

Marco<br />

normativo<br />

Marco<br />

jurídico<br />

y reglamentario<br />

Mecanismos<br />

<strong>org</strong>anizativos<br />

• ¿Se han llevado a cabo exámenes normativos recientes en los cinco últimos años? ¿Cuáles fueron<br />

las recomendaciones clave? ¿Cuál es su estado de aplicación?<br />

• ¿Qué políticas existentes contienen metas y objetivos y/o establecen prioridades de interés<br />

para la bioseguridad?<br />

• ¿Qué partes interesadas han intervenido en la formulación de esas políticas? ¿Cómo han participado<br />

(por ejemplo, en la planificación, ejecución, observancia, seguimiento, financiación, etc.)?<br />

• ¿Las políticas actuales:<br />

- especifican los niveles adecuados de protección 22 en las esferas de la bioseguridad?<br />

- definen claramente las metas y objetivos de la bioseguridad?<br />

- tratan de garantizar la interacción, la coherencia y la sinergia en los distintos sectores relacionados<br />

con la bioseguridad?<br />

- permiten el establecimiento de prioridades en la asignación de recursos a los diferentes sectores relacionados<br />

con la bioseguridad?<br />

- facilitan la selección entre las diferentes prioridades fiscales opuestas?<br />

• ¿Qué leyes o reglamentos actuales sobre sectores específicos (de alcance central, regional y/o local)<br />

están relacionados con la bioseguridad?<br />

• ¿Cómo se definen en esas leyes las funciones, responsabilidades y derechos de las partes interesadas?<br />

¿Qué responsabilidades se definen jurídicamente con respecto al desempeño de las funciones clave<br />

de la bioseguridad?<br />

• ¿La legislación es completa, coherente y actualizada? ¿Hay lagunas o superposiciones?<br />

• ¿Se contemplan debidamente en la legislación los alimentos y productos agrícolas de producción local,<br />

importados y exportados?<br />

• ¿Tienen quienes se ocupan del desempeño de funciones relativas a la bioseguridad suficientes facultades<br />

para hacerlo con eficacia?<br />

• ¿Los reglamentos nacionales pertinentes están armonizados con las normas, orientaciones<br />

y recomendaciones internacionales?<br />

• ¿Se han incorporado a las políticas, leyes y reglamentos los principios de análisis de riesgos?<br />

• ¿Se ha utilizado debidamente el planteamiento de análisis de riesgos para establecer y aplicar<br />

las normas?<br />

• ¿Qué <strong>org</strong>anismos gubernamentales intervienen como autoridades competentes con el cometido de:<br />

- tomar decisiones normativas relacionadas con la bioseguridad?<br />

- planificar y aplicar programas y actividades relacionados con la bioseguridad?<br />

- ofrecer recursos técnicos y financieros para programas de actividades relacionadas con<br />

la bioseguridad?<br />

- aportar asesoramiento, políticas y apoyo a las funciones internacionales así como coordinación<br />

en el terreno de la bioseguridad?<br />

• ¿Qué otras partes interesadas gubernamentales y no gubernamentales participan en la bioseguridad,<br />

y cómo lo hacen (por ejemplo, intervienen en la formulación de los planes o prioridades nacionales<br />

de desarrollo, la asignación de recursos, la observancia de las políticas y los reglamentos, etc.)?<br />

• ¿Qué <strong>org</strong>anismos gubernamentales intervienen como puntos de contacto oficiales para la Comisión<br />

del Codex Alimentarius, la CIPF/CMF, la OIE, el CDB y el Protocolo de Cartagena, y los Comités MSF y OTC<br />

de la OMC? ¿Quiénes son los miembros de esos comités nacionales (si existen)?<br />

• ¿Qué <strong>org</strong>anismos competentes (si los hubiere) se contratan para que desempeñen funciones básicas<br />

de bioseguridad? ¿Qué servicios ofrecen?<br />

• ¿Existen procesos interinstitucionales, grupos u otros mecanismos de coordinación centrados<br />

en la bioseguridad? En caso afirmativo, ¿cuál es su objetivo (por ejemplo, planificar o establecer prioridades<br />

entre las actividades, decisiones sobre la asignación de recursos)? ¿Cómo intervienen y cuáles son<br />

sus fortalezas y debilidades?<br />

• ¿Se lleva a cabo una evaluación preliminar para determinar las posibles superposiciones o lagunas<br />

en el desempeño de las funciones relacionadas con la biodiversidad?<br />

(continúa)<br />

22 En el Acuerdo MSF de la OMC el nivel adecuado de protección se<br />

define de la siguiente manera: “Nivel de protección que estime adecuado<br />

el Miembro [país de la OMC] que establezca la medida sanitaria o<br />

fitosanitaria para proteger la vida o la salud de las personas y de los<br />

animales o para preservar los vegetales en su territorio.” Este concepto<br />

se conoce también con el nombre de nivel aceptable de riesgo.


Evaluar la capacidad<br />

Siete etapas para evaluar<br />

las necesidades de capacidad<br />

39<br />

Comunicación<br />

Sectores de la<br />

bioseguridad/<br />

funciones<br />

de análisis<br />

de riesgos<br />

• ¿Qué hacen las autoridades y los <strong>org</strong>anismos competentes relacionados con la bioseguridad para<br />

comunicarse e intercambiar información:<br />

- entre sí?<br />

- con las partes interesadas nacionales pertinentes (por ejemplo, la industria, los institutos científicos, los<br />

grupos de interés, los consumidores)?<br />

- con otros gobiernos nacionales, <strong>org</strong>anizaciones internacionales (por ejemplo, la Comisión del Codex<br />

Alimentarius, la <strong>FAO</strong>, la OIE, la CIPF/CMF, la OMS) y comités internacionales (por ejemplo, el Comité<br />

MSF de la OMC)<br />

• ¿Cómo se maneja la comunicación de cuestiones intersectoriales relacionadas con la bioseguridad?<br />

• ¿Cómo se comunican y colaboran los enlaces y comités oficiales (en su caso) relacionados con el<br />

Acuerdo MSF de la OMC, el Codex, la CIPF/CMF y la OIE?<br />

• ¿Cómo han sido realmente hasta ahora las comunicaciones sobre cuestiones relacionadas con la<br />

bioseguridad (por ejemplo, la respuesta nacional frente a una emergencia)?<br />

• ¿Qué funciones básicas de bioseguridad son ofrecidas por autoridades u <strong>org</strong>anismos competentes?<br />

• ¿Qué políticas, normas y reglamentos establecidos regulan el desempeño de esas funciones?<br />

• ¿Qué partes interesadas intervienen en la realización de dichas funciones? ¿Cuáles son sus respectivas<br />

competencias y responsabilidades?<br />

• ¿Qué principios y procedimientos operacionales (por ejemplo, orientaciones, manuales, procedimientos<br />

operativos estándar) guían la realización de esas funciones?<br />

• ¿Qué recursos (humanos, financieros, infraestructurales, de diagnóstico, informativos, de otro tipo, etc.) pueden<br />

utilizarse para el desempeño de esas funciones? ¿Cómo se asignan?<br />

• ¿Los autoridades competentes y/u <strong>org</strong>anismos competentes encargados de desempeñar las funciones<br />

relacionadas con la bioseguridad se relacionan con las partes interesadas pertinentes? En caso afirmativo,<br />

¿cómo?<br />

• ¿Qué recursos externos (por ejemplo, evaluaciones de riesgos, laboratorios de diagnóstico, normas<br />

internacionales, etc.) pueden ser utilizados y son utilizados de hecho por los <strong>org</strong>anismos sectoriales?<br />

¿Cuáles han sido las experiencias a este respecto?<br />

(Véanse en el Anexo 6 algunas preguntas más detalladas sobre las funciones básicas de la bioseguridad)<br />

■<br />

¿Qué percepciones culturales y prácticas están<br />

relacionadas con la bioseguridad?<br />

La cultura de la reglamentación se inscribe en el<br />

contexto socioeconómico. Los países y las<br />

personas perciben la bioseguridad y los riesgos<br />

conexos de diferentes maneras. Por ejemplo, los<br />

países pueden estar más o menos dispuestos a<br />

aceptar los riesgos que puedan derivarse de la<br />

biotecnología. Por ello es importante comprender<br />

las percepciones y prácticas culturales.<br />

El perfil resultante de este paso describirá los distintos<br />

factores contextuales relacionados con la bioseguridad<br />

en el país. Ese perfil cambia en cada país. Por ejemplo,<br />

el de un pequeño Estado insular con un sector<br />

pesquero activo pero con limitada producción animal o<br />

vegetal será diferente del de un país sin litoral cuya<br />

producción agrícola está dominada por un reducido<br />

número de cultivos. Las cuestiones importantes para<br />

un país cuyas divisas proceden en buena medida de<br />

las exportaciones de alimentos y productos agrícolas<br />

pueden ser diferentes de las de un país cuyas<br />

necesidades internas de consumo de alimentos se<br />

cubren, en gran parte, con alimentos importados. La<br />

comprensión de estas características es fundamental<br />

para lograr que las actividades de creación de<br />

capacidad en materia de bioseguridad se planifiquen y<br />

realicen adecuadamente.<br />

ETAPA 4: EVALUAR <strong>LA</strong> CAPACIDAD<br />

Y <strong>DE</strong>SEMPEÑO ACTUAL<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

La comprensión de la capacidad actual en materia de<br />

bioseguridad es imprescindible para poder determinar<br />

con precisión las necesidades de capacidad y para<br />

garantizar que las necesidades identificadas, y las<br />

posibles actividades de creación de capacidad que<br />

pudieran <strong>org</strong>anizarse posteriormente, respondan<br />

plenamente a las circunstancias locales.<br />

La capacidad y desempeño actual de la<br />

bioseguridad pueden analizarse a través de un análisis<br />

de situación. Teniendo en cuenta el marco presentado<br />

en el Cuadro 2.1, dicho análisis debería centrarse en<br />

los siguientes aspectos:<br />

i. el sistema general de bioseguridad, que<br />

comprende las políticas, el marco jurídico y<br />

regulador, los mecanismos <strong>org</strong>anizativos (incluida la<br />

división sustantiva y financiera de las funciones<br />

básicas de la bioseguridad, así como la<br />

coordinación) y la comunicación;


40 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 2<br />

ii. la realización y desempeño de las funciones<br />

básicas (tomando como base el concepto de<br />

análisis de riesgos) que son necesarias para la<br />

bioseguridad, y<br />

iii. vínculos e interdependencias ente los distintos<br />

sectores de la bioseguridad.<br />

Las áreas de interés generales para este examen y<br />

análisis pueden verse sumariamente en el Cuadro 2.3,<br />

que representa un punto de partida para los debates<br />

con el fin de tomar nota de la capacidad existente y<br />

ayudar a los implicados a comprender mejor las<br />

cuestiones. Esas preguntas pueden plantearse a las<br />

partes interesadas que participen en los debates de<br />

los grupos de consulta o en las entrevistas<br />

individuales. Son ilustrativas de los tipos de preguntas<br />

que cabría formular, y deberían adaptarse en la medida<br />

necesaria teniendo en cuenta las circunstancias<br />

concretas del país (con inclusión de los elementos<br />

específicos señalados en el perfil del país y el número<br />

y tipo de partes interesadas). Cuando sea posible,<br />

en este análisis deberían examinarse y considerarse<br />

las principales observaciones y conclusiones<br />

de las evaluaciones sobre la capacidad de los<br />

distintos sectores.<br />

El examen crítico del marco global de la<br />

bioseguridad y la valoración de los resultados<br />

conseguidos por las autoridades y <strong>org</strong>anismos<br />

competentes que realizan las funciones básicas<br />

permitirán hacerse una idea de la actual capacidad<br />

en materia de bioseguridad. Este análisis revelará las<br />

fortalezas y debilidades que corresponden a los<br />

distintos sectores de la bioseguridad, así como las<br />

específicas de cada uno de ellos. En particular, la<br />

información y puntos de vista generados a través<br />

de este proceso ayudarán a los responsables de<br />

la toma de decisiones y la formulación de políticas<br />

a determinar hasta qué punto:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

son eficaces las políticas y la legislación vigentes<br />

relacionadas con la bioseguridad y cuáles son sus<br />

debilidades;<br />

son eficaces los mecanismos <strong>org</strong>anizativos de la<br />

bioseguridad y la comunicación entre las partes<br />

interesadas;<br />

las capacidades de las autoridades y <strong>org</strong>anismos<br />

competentes a quienes se confían las funciones<br />

básicas de la bioseguridad están en consonancia<br />

con los riesgos que se presentan;<br />

son satisfactorios los resultados y productos<br />

conseguidos, en el plano tanto sectorial como<br />

intersectorial, y<br />

■<br />

se reconocen y abordan los aspectos<br />

intersectoriales de la bioseguridad en un sistema<br />

en que participan diferentes partes interesadas.<br />

La evaluación de la capacidad y desempeño actual de<br />

la bioseguridad puede arrojar un gran volumen de<br />

información, que será importante para determinar las<br />

necesidades de capacidad en materia de<br />

bioseguridad. Las conclusiones permitirán disponer de<br />

un indicador o punto de referencia para supervisar los<br />

progresos en el futuro y deberían documentarse<br />

claramente. Además, quizá sea útil sintetizar y resumir<br />

las conclusiones de tal manera que se puedan<br />

comunicar fácilmente a quienes ocupan los puestos<br />

clave de dirección.<br />

Sugerencias<br />

■<br />

■<br />

El registro de las evaluaciones y valoraciones<br />

sectoriales pertinentes permitirá aprovechar la<br />

labor anterior, ahorrar tiempo y mejorar el uso de<br />

los recursos. Varios países han solicitado ya uno o<br />

varios de los instrumentos sectoriales existentes<br />

para evaluar las necesidades de capacidad en<br />

relación con aspectos concretos de la<br />

bioseguridad. Cuando existen informes y<br />

evaluaciones pertinentes, parece lógico incorporar<br />

sus conclusiones, siempre que sea posible.<br />

Pueden utilizarse diferentes técnicas en apoyo de<br />

la recopilación y análisis de la información. Por<br />

ejemplo, la realización de un análisis de las partes<br />

interesadas permite i) determinar los <strong>org</strong>anismos<br />

gubernamentales (y las posibles <strong>org</strong>anizaciones<br />

contratadas por ellos) a quienes se confían las<br />

funciones básicas de la bioseguridad; ii) calificar y<br />

evaluar la importancia relativa de sus funciones, y<br />

iii) comprender las relaciones entre ellas (véase el<br />

Anexo 7). La preparación de un diagrama de<br />

Venn 23 es una manera útil de ilustrar cuáles son las<br />

relaciones existentes entre las autoridades<br />

competentes, <strong>org</strong>anismos y otras <strong>org</strong>anizaciones<br />

que intervienen en la bioseguridad y hasta qué<br />

punto tienen funciones que se sobreponen y/o se<br />

interrelacionan entre sí. La realización de un análisis<br />

FODA 24 , utilizando las preguntas del Cuadro 2.3,<br />

23 Los diagramas de Venn se utilizan para ilustrar las relaciones entre<br />

diferentes grupos de partes interesadas. Constan de una serie de<br />

círculos que representan a diferentes partes. La ubicación y el tamaño<br />

de estos círculos reflejan la interrelación existente entre aquellas<br />

24 El análisis FODA es un instrumento de planificación estratégica<br />

que se puede utilizar para determinar y evaluar las fortalezas y<br />

debilidades, así como las distintas oportunidades y amenazas<br />

existentes.


Evaluar la capacidad<br />

Siete etapas para evaluar<br />

las necesidades de capacidad<br />

41<br />

■<br />

■<br />

ayudará a quienes participan en la evaluación a<br />

llegar a una comprensión común de la realidad (en<br />

el Anexo 8 puede verse el escenario de un análisis<br />

FODA ilustrativo para la bioseguridad).<br />

La reflexión sobre las deficiencias en las respuestas<br />

recientes a las incursiones y/o las cuestiones<br />

relativas a la bioseguridad que han sido objeto de<br />

atención por parte de los medios de comunicación<br />

o de los políticos en los últimos años será útil como<br />

información para el examen y el análisis de la<br />

capacidad y los resultados presentes en materia de<br />

bioseguridad.<br />

El público y otros grupos de partes interesadas<br />

pueden tener opiniones y puntos de vista<br />

divergentes sobre la situación real de la<br />

bioseguridad y su nivel más o menos aceptable.<br />

Para confirmar la precisión de la información<br />

recopilada sería conveniente hacer las mismas<br />

preguntas a distintas personas.<br />

ETAPA 5: <strong>DE</strong>SCRIBIR <strong>LA</strong> SITUACIÓN<br />

FUTURA <strong>DE</strong>SEADA (METAS<br />

Y OBJETIVOS) <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Para identificar las necesidades en materia de<br />

capacidad y las acciones que podrán dar respuesta a<br />

esas necesidades es imprescindible llegar a una visión<br />

compartida de la bioseguridad futura deseada. Esta<br />

etapa del proceso proporciona un mecanismo<br />

mediante el cual quienes intervienen pueden comenzar<br />

a avanzar hacia un enfoque más coherente tanto en el<br />

plano sectorial como en el intersectorial. Uno de los<br />

frutos será la formulación de un conjunto de metas y<br />

objetivos nacionales para la bioseguridad que cuentan<br />

con el apoyo de las partes interesadas clave.<br />

La definición de la situación futura deseada<br />

de la bioseguridad permite a los <strong>org</strong>anismos<br />

gubernamentales pertinentes examinar y otras partes<br />

interesadas llegar a un consenso sobre las metas,<br />

objetivos y resultados deseados de la bioseguridad<br />

a medio plazo (un período que vaya más allá<br />

de los próximos 12-18 meses, en conformidad<br />

con los procesos nacionales de planificación<br />

y/o presupuestación). Brinda una oportunidad<br />

de reflexionar más allá de las cuestiones y crisis<br />

cotidianas con el fin de fomentar, desarrollar y<br />

mantener la cooperación, la colaboración y las<br />

asociaciones. La visión resultante permitirá determinar<br />

una dirección estratégica para la bioseguridad que<br />

tenga en cuenta los intereses intersectoriales y oriente<br />

a los encargados de la toma de decisiones y la<br />

formulación de las políticas.<br />

Puede formularse una descripción de la situación<br />

futura deseada de la bioseguridad mediante debates y<br />

sesiones de libre intercambio de ideas con<br />

participación de las autoridades y <strong>org</strong>anismos<br />

competentes. Algunos países quizá decidan implicar a<br />

otros grupos (como el sector privado, los institutos<br />

académicos y científicos, etc.), habida cuenta de su<br />

contribución a la bioseguridad, por ejemplo mediante<br />

el cumplimiento de los reglamentos o su generación y<br />

divulgación de conocimientos científicos. Cualquiera<br />

que sea el caso, el proceso será iterativo y debería ser<br />

flexible y tener en cuenta las necesidades y<br />

condiciones nacionales. De la misma manera, si bien la<br />

visión, metas y objetivos resultantes de esos debates<br />

deben orientarse hacia el futuro y ser ambiciosos, para<br />

que sean viables deberían estar también basados en<br />

una comprensión sincera y realista de la capacidad<br />

existente y los recursos disponibles.<br />

Las siguientes preguntas servirán de orientación en<br />

los debates sobre la situación futura:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Qué resultados se esperan del sistema<br />

de bioseguridad?<br />

¿Cómo deberían mejorarse los resultados de la<br />

bioseguridad en el futuro?<br />

¿Qué podría conseguir el sistema de bioseguridad,<br />

en conjunto, si funcionara eficazmente y multiplicara<br />

los posibles beneficios intersectoriales?<br />

La evaluación de las respuestas a estas preguntas<br />

permitirá definir los resultados deseados en el futuro.<br />

Podría señalarse los siguientes ejemplos de resultados<br />

genéricos:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

El sistema de bioseguridad es capaz de proteger al<br />

público frente a enfermedades zoonóticas y<br />

transmitidas por plagas.<br />

Los controles fronterizos pueden evitar eficazmente<br />

la entrada y salida de plagas y enfermedades no<br />

deseadas.<br />

La biodiversidad está protegida frente al peligro de<br />

enfermedades, plagas y especies exóticas<br />

invasivas nocivas.<br />

La producción agrícola vegetal y/o animal alcanza<br />

un gran desarrollo.<br />

Los consumidores y otras partes interesadas<br />

confían en que los riesgos de la bioseguridad se<br />

gestionen de manera eficaz y transparente.<br />

Las exportaciones de alimentos y productos<br />

agrícolas cumplen los requisitos sanitarios y<br />

fitosanitarios de los interlocutores comerciales.


42 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 2<br />

Estos resultados permitirán orientar con claridad la<br />

bioseguridad nacional y servirán de base sólida para<br />

formular acciones concretas, en el contexto de un plan<br />

de acción de creación de capacidad. Deberían<br />

traducirse en una visión o declaración normativa y en<br />

metas y objetivos adecuados, que expresarán de<br />

forma clara y, si es posible, cuantificable qué es lo que<br />

el país desea alcanzar. En el Recuadro 2.3 se presenta,<br />

como ilustración, un ejemplo de visión de la<br />

bioseguridad formulado por Nueva Zelandia, tras un<br />

amplio proceso de consulta.<br />

Sugerencias<br />

■<br />

■<br />

Hay diferentes maneras de definir la situación<br />

futura deseada de la bioseguridad, según cuál sea<br />

la situación del país y los recursos disponibles.<br />

Puede ser formulada por un reducido número de<br />

personas durante reuniones y sesiones de libre<br />

intercambio de ideas, que pueden durar media<br />

jornada o un día entero. En otras circunstancias,<br />

pueden llevarse a cabo consultas más amplias con<br />

las partes interesadas, para lo que se necesitarán<br />

más tiempo y/o recursos.<br />

En los casos en que intervienen varias partes con<br />

diferentes antecedentes y perspectivas, o cuando<br />

■<br />

■<br />

son pocos los conocimientos sobre la bioseguridad<br />

o sobre los beneficios de un planteamiento<br />

coherente, quizá se necesite tiempo para llegar a<br />

una visión del futuro deseado de la bioseguridad.<br />

En tales casos, puede ser útil lograr una mayor<br />

sensibilidad acerca de un planteamiento de la<br />

bioseguridad y/o contar con un moderador externo.<br />

La visión, las metas y los objetivos definidos<br />

durante este paso debería ser ambiciosos pero<br />

también realistas, teniendo como base una<br />

comprensión del nivel actual de capacidad y de<br />

recursos disponibles. Debería ser examinado<br />

también periódicamente para tener en cuenta los<br />

progresos técnicos, la evolución de las políticas u<br />

otros cambios registrados en el contexto de la<br />

bioseguridad.<br />

Es bastante difícil tomar decisiones sobre los<br />

niveles adecuados de protección para los<br />

diferentes peligros importantes para la salud<br />

humana, animal y vegetal (resultados sanitarios) y<br />

garantizar que las medidas sobre bioseguridad<br />

alcancen esos niveles en forma constante. En<br />

consecuencia, al formular los objetivos del sistema<br />

de bioseguridad, habrá que incluir tanto productos<br />

como resultados. Como ejemplos de productos<br />

Recuadro 2.3. Nuestra visión: la bioseguridad en Nueva Zelandia en 2010<br />

“Los neozelandeses, nuestros singulares recursos<br />

naturales, nuestras plantas y animales estamos todos<br />

seguros y protegidos frente a las enfermedades y plagas<br />

nocivas”<br />

En 2010... Nueva Zelandia tiene un sistema integrado y<br />

muy eficiente para gestionar los riesgos de la bioseguridad<br />

en los sectores de la economía, el medio ambiente y la<br />

salud humana. Los neozelandeses comprenden y confían<br />

en el sistema de bioseguridad; están comprometidos y<br />

desempeñan un papel trascendental, desde las actividades<br />

previas al paso fronterizo hasta la gestión de plagas.<br />

La bioseguridad está contribuyendo significativamente a<br />

hacer realidad una serie de objetivos para la economía, el<br />

medio ambiente y la salud humana, entre ellos los<br />

siguientes:<br />

• Protección de las industrias primarias marinas y terrestres<br />

y promoción de las exportaciones y el turismo;<br />

• Protección de la biodiversidad autóctona de Nueva<br />

Zelandia –especies, hábitats, ecosistemas y paisajes<br />

naturales autóctonos;<br />

• Contribución al uso sostenible de los recursos naturales y<br />

protección ambiental;<br />

• Mantenimiento de la relación entre la población maorí y su<br />

cultura y tradiciones con las tierras, aguas,<br />

emplazamientos, waahi tapu y taonga ancestrales;<br />

• Protección de la salud de los neozelandeses frente a las<br />

enfermedades zoonóticas y trasmitidas por plagas y<br />

frente a las especies venenosas, y<br />

• Reducción de los daños causados por plagas y<br />

enfermedades introducidas en el pasado.<br />

El sistema de bioseguridad de Nueva Zelandia ofrece un<br />

sistema de protección que evoluciona a medida que se<br />

identifican los riesgos o que éstos evolucionan. Las<br />

decisiones se toman caso por caso en un marco coherente y<br />

transparente de toma de decisiones. Los <strong>org</strong>anismos<br />

colaboradores deben rendir cuentas e informar sobre su<br />

desempeño. Ha terminado recientemente un examen general<br />

de la Estrategia de bioseguridad, lo que ha permitido revisar<br />

los objetivos e introducir ajustes en los programas acordados.<br />

Los neozelandeses confían en la gestión de los riesgos de<br />

la bioseguridad y observan con agrado la firme capacidad<br />

de liderazgo y el compromiso demostrado en todos los<br />

niveles. El sistema de bioseguridad está bien <strong>org</strong>anizado, la<br />

información se comparte y los esfuerzos están<br />

debidamente coordinados y orientados.<br />

Las decisiones están basadas en informaciones válidas y en<br />

conocimientos científicos de calidad, teniendo en cuenta<br />

toda la gama de valores en juego y proponiendo con<br />

claridad las posibles soluciones de compromiso. El<br />

presupuesto de bioseguridad se utiliza de manera eficiente<br />

y la gestión de riesgos (desde antes del paso de la frontera<br />

hasta la gestión de plagas) ofrece un nivel adecuado y<br />

sostenible de protección para Nueva Zelandia.<br />

Fuente: Texto tomado de: Protect New Zealand. The Biosecurity<br />

Strategy for New Zealand. Agosto de 2003. (disponible en<br />

http://www.bioseguridad.govt.nz/bio-strategy/biostrategy.pdf)


Evaluar la capacidad<br />

Siete etapas para evaluar<br />

las necesidades de capacidad<br />

43<br />

cabe señalar los siguientes: nivel de cumplimiento<br />

de las normas reglamentarias, competencias<br />

conseguidas por el nivel de inspección, nivel de<br />

comprensión alcanzado por el público en los<br />

programas de comunicación de riesgos, etc.<br />

ETAPA 6: <strong>DE</strong>TERMINAR<br />

<strong>LA</strong> CAPACIDAD NECESARIA<br />

PARA ALCANZAR <strong>LA</strong> SITUACIÓN<br />

FUTURA <strong>DE</strong>SEADA<br />

Después del análisis de la capacidad y desempeño<br />

actuales y de la elaboración de una visión sobre una<br />

situación futura mejorada, las dos etapas finales del<br />

proceso de evaluación de la capacidad tratan de<br />

diagnosticar y analizar las necesidades y las opciones<br />

disponibles para atenderlas. En la bioseguridad, como<br />

en otros sectores, no hay una solución de aplicación<br />

universal. Aunque las autoridades competentes<br />

encargadas de la bioseguridad en los diferentes países<br />

pueden plantearse cuestiones semejantes y<br />

desempeñar funciones comparables, las<br />

circunstancias concretas, los entornos operativos, las<br />

competencias, la disponibilidad de recursos y las<br />

metas pueden variar considerablemente. Por ello, es<br />

imprescindible que las medidas para el desarrollo de la<br />

capacidad estén basadas en un diagnóstico de las<br />

necesidades que sea acertado y completo.<br />

Esta etapa es decisiva para poder determinar<br />

eficazmente los requisitos necesarios con el fin de<br />

elaborar y aplicar un planteamiento armonizado e<br />

integrado de bioseguridad. Se hace especial hincapié en<br />

la identificación de las necesidades de capacidad en los<br />

distintos puntos de contacto entre la vida y la salud<br />

humana, animal y vegetal y la correspondiente<br />

protección ambiental, desde el punto de vista de las<br />

oportunidades para aprovechar las sinergias<br />

intersectoriales y/o reducir las superposiciones. Las<br />

necesidades identificadas pueden estar relacionadas<br />

con el marco normativo de la bioseguridad, la legislación,<br />

los mecanismos <strong>org</strong>anizativos, la comunicación y/o el<br />

desempeño de las funciones básicas de bioseguridad<br />

(por ejemplo, investigación y asesoramiento científicos,<br />

servicios de diagnóstico, cuarentena, inspección, etc.)<br />

basadas en el concepto de análisis de riesgos.<br />

Dadas las divergencias existentes en las<br />

circunstancias de los países, para poder comprender<br />

la capacidad en materia de bioseguridad se necesitará<br />

un análisis franco e introspectivo de la situación actual,<br />

en comparación con las metas y objetivos.<br />

Las deficiencias de la capacidad en materia de<br />

bioseguridad pueden determinarse comparando<br />

la capacidad y desempeño actuales con la situación<br />

futura deseada, tal como se ilustra en la Figura 2.3.<br />

La naturaleza y alcance de esas deficiencias permite,<br />

a su vez, determinar las necesidades de capacidad.<br />

Las siguientes preguntas clave pueden servir como<br />

punto de partida para los debates orientados a<br />

determinar las necesidades de capacidad en materia<br />

de bioseguridad.<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Qué se necesita para pasar de la situación actual<br />

a la situación futura deseada?<br />

¿Qué nivel mínimo de capacidad es necesario<br />

para desempeñar las funciones básicas de la<br />

bioseguridad, garantizar que se aborden<br />

eficazmente los aspectos intersectoriales de la<br />

bioseguridad y alcanzar las metas y objetivos sque<br />

describan la situación futura deseada?<br />

¿Qué nivel máximo de capacidad podría utilizarse<br />

adecuadamente?<br />

¿Cuáles son las necesidades críticas<br />

de capacidad (es decir, las que deberán abordarse<br />

en primer lugar)?<br />

En el Anexo 9 se examinan y resumen las preguntas<br />

formuladas durante los pasos precedentes, lo que<br />

podría ser útil para ayudar a <strong>org</strong>anizar los debates<br />

sobre la determinación de las necesidades de<br />

capacidad y los procedimientos para atenderlas.<br />

Figura 2.3. Identificación de las necesidades de creación de capacidad<br />

Capacidad existente<br />

en materia de bioseguridad<br />

Necesidades<br />

de capacidad<br />

Capacidad futura deseada<br />

en materia de bioseguridad


44 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 2<br />

Cuadro 2.4. Posibles opciones para atender las necesidades de capacidad en materia de bioseguridad,<br />

con especial atención al potencial intersectorial<br />

Opciones para reforzar<br />

el marco normativo<br />

de la bioseguridad<br />

Opciones para reforzar<br />

la legislación sobre<br />

bioseguridad<br />

Opciones para racionalizar<br />

los mecanismos<br />

<strong>org</strong>anizativos<br />

para la bioseguridad<br />

Opciones para facilitar<br />

la comunicación<br />

sobre la bioseguridad<br />

Opciones para mejorar<br />

las funciones relacionadas<br />

con la bioseguridad<br />

Opción 1: Concertar y armonizar las políticas sectoriales existentes relacionadas con la bioseguridad<br />

Opción 2: Formular una nueva política nacional de bioseguridad<br />

Opción 3: Contar con las partes interesadas en el proceso en conformidad con el carácter<br />

multisectorial de la bioseguridad<br />

Opción 4: Elaborar/adoptar un planteamiento regional de la formulación de políticas<br />

Opción 1: Examinar y mejorar las leyes y reglamentos existentes relacionados con la bioseguridad<br />

Opción 2: Crear una nueva ley, con los reglamentos correspondientes, sobre bioseguridad<br />

Opción 1: Sistema interinstitucional coordinado<br />

Opción 2: Planteamiento basado en un <strong>org</strong>anismo principal<br />

Opción 3: Organismo de bioseguridad independiente<br />

Opción 1: Regular la comunicación de riesgos mediante la legislación<br />

Opción 2: Creación de memorandos de entendimiento que definan las funciones y mecanismos<br />

para la comunicación entre las partes interesadas<br />

Opción 3: Establecimiento de grupos de asesoramiento de las partes interesadas<br />

Opción 4: Desarrollo del sistema de información sobre la bioseguridad<br />

Opción 1: Implicar a los <strong>org</strong>anismos competentes y/u otras terceras partes en la realización<br />

de algunas funciones relacionadas con la bioseguridad<br />

Opción 2: Aplicar un modelo de recuperación de costos<br />

Opción 3: Utilizar recursos compartidos de infraestructura y personal técnico especializado<br />

Opción 4: Establecer sistemas compartidos de información para funciones específicas<br />

Opción 5: Utilizar el análisis de riesgos para establecer prioridades entre los riesgos y orientar<br />

la toma de decisiones sobre la bioseguridad<br />

Opción 6: Elaborar programas y materiales de capacitación compartidos<br />

Algunas veces las necesidades identificadas son<br />

numerosas y resulta imposible atenderlas todas de una<br />

vez. Por ello, será importante distinguir entre lo que es<br />

imprescindible y lo que es sencillamente deseable, y<br />

establecer un orden de prioridad entre las necesidades<br />

identificadas haciendo hincapié en las esferas, recursos<br />

y capacidades que se consideran más importantes, así<br />

como en el tiempo necesario para realizar las<br />

actividades de la secuencia más adecuada de las<br />

mismas. Para conseguir realmente un fortalecimiento<br />

de la capacidad en materia de bioseguridad es preciso<br />

determinar las necesidades cuya satisfacción puede<br />

dar lugar a logros cuantificables.<br />

Sugerencias<br />

■<br />

■<br />

Un planteamiento participativo e inclusivo de la<br />

identificación de las necesidades logrará una<br />

mayor aceptación de los cambios propuestos y<br />

mejorará su aplicación y sostenibilidad. Las partes<br />

interesadas no gubernamentales, como los<br />

institutos científicos y los círculos académicos, la<br />

industria, los grupos de interés, etc., pueden<br />

ofrecer contribuciones útiles.<br />

La utilización de talleres con moderador es un<br />

medio de ayudar a las partes afectadas a participar<br />

■<br />

en la identificación de las necesidades y garantizar<br />

que se escuchen y tengan en cuenta opiniones de<br />

distinto signo.<br />

Las necesidades de capacidad pueden cambiar a<br />

lo largo del tiempo. Por ello, la evaluación de la<br />

capacidad debería ser un proceso constante,<br />

sometido a examen periódico.<br />

ETAPA 7: GENERAR OPCIONES<br />

PARA ATEN<strong>DE</strong>R <strong>LA</strong>S NECESIDA<strong>DE</strong>S<br />

<strong>DE</strong> CAPACIDAD I<strong>DE</strong>NTIFICADAS<br />

La evaluación de las necesidades de capacidad en<br />

materia de bioseguridad proporciona un medio para<br />

identificar una serie de maneras de fortalecer la<br />

capacidad nacional con miras a la gestión de los<br />

riesgos relativos a la bioseguridad. Una vez que se<br />

tiene idea cabal de las necesidades y metas de la<br />

bioseguridad en un país, el paso final en el proceso de<br />

evaluación es determinar y considerar posibles<br />

opciones para alcanzar las metas y objetivos. En este<br />

paso se intenta determinar qué acciones y actividades<br />

serían más eficaces para lograr la situación futura<br />

deseada desde el punto de vista de los progresos de la<br />

bioseguridad, los costos y beneficios, la viabilidad, la


Evaluar la capacidad<br />

Siete etapas para evaluar<br />

las necesidades de capacidad<br />

45<br />

asequibilidad, la legitimidad y la oportunidad. Tomando<br />

como base las trayectorias seleccionadas, es posible<br />

elaborar estrategias de un plan de acción para la<br />

creación de capacidad.<br />

De las muchas opciones disponibles para atender<br />

las necesidades identificadas de capacidad en materia<br />

de bioseguridad, algunas de ellas serán más indicadas<br />

para unos países que para otros. Factores como la<br />

naturaleza de los mecanismos existentes en los<br />

sectores de la bioseguridad, consideraciones<br />

históricas y políticas, el costo financiero o el tiempo<br />

necesario, el nivel de apoyo entre las autoridades<br />

competentes sectoriales (con inclusión de los<br />

directivos y el personal) y/o los recursos humanos<br />

disponibles influirán en la selección y viabilidad de las<br />

trayectorias adaptadas para llegar a un planteamiento<br />

más coherente de la bioseguridad. Según estos<br />

factores, las opciones adoptadas pueden reflejar un<br />

planteamiento radicalmente diferente o cambios más<br />

convencionales y progresivos. Ningún planteamiento o<br />

trayectoria es intrínsecamente mejor que otro.<br />

En el Cuadro 2.4 se indican algunas de las opciones<br />

posibles para atender las necesidades de capacidad en<br />

materia de bioseguridad. Estas opciones ofrecen<br />

estrategias alternativas para alcanzar las metas<br />

señaladas. Es posible adoptar simultáneamente varias<br />

de ellas y, por lo tanto, no se excluyen mutuamente. En<br />

el Anexo 10 se examinan con mayor detalle las opciones<br />

mencionadas a continuación y se presentan ilustraciones<br />

de países que han adoptado un planteamiento<br />

armonizado e integrado para la bioseguridad.<br />

En Con el fin de determinar la trayectoria más<br />

adecuada y lograr una mayor legitimidad e<br />

identificación con los cambios propuestos, las<br />

opciones consideradas deberían evaluarse en el plano<br />

normativo y estratégico en función de su impacto<br />

previsto, viabilidad, asequibilidad, legitimidad,<br />

oportunidad y aceptabilidad cultural. Si es posible,<br />

debería incluirse un análisis de los costos y los<br />

beneficios para los distintos tipos de partes<br />

interesadas. Dicho examen generará informaciones<br />

que pueden utilizarse para seleccionar las opciones<br />

más valiosas y ayudará a reducir la incertidumbre<br />

durante el proceso de toma de decisiones.<br />

Una vez que se hayan considerado las opciones y<br />

se haya tomado una decisión sobre la trayectoria más<br />

adecuada, las recomendaciones pueden<br />

documentarse en una estrategia y plan de acción para<br />

la creación de capacidad en materia de bioseguridad<br />

en el país.<br />

■<br />

■<br />

Una estrategia de bioseguridad traduce políticas<br />

de alto nivel en metas y objetivos para determinar<br />

un rumbo específico. Sirve de puente entre la visión<br />

de la bioseguridad (objetivo) y las metas a mediano<br />

plazo y acciones a corto plazo, establece<br />

conexiones concretas entre los sectores de la<br />

bioseguridad para garantizar un planteamiento<br />

armonizado e integrado y presenta un marco de<br />

colaboración con las partes interesadas.<br />

Un plan de acción para la creación de capacidad<br />

en materia de bioseguridad describe claramente<br />

qué es lo que se debe hacer, y cuándo y cómo<br />

hacerlo. En concreto, considera las acciones<br />

incrementales necesarias para aplicar un nuevo<br />

planteamiento, armonizado e integrado, de la<br />

bioseguridad, las funciones y competencias, el<br />

marco cronológico de los recursos necesarios y los<br />

indicadores para supervisar y evaluar el progreso.<br />

La estrategia de bioseguridad y el plan de acción para<br />

la creación de capacidad en materia de bioseguridad<br />

serán los resultados clave del proceso de evaluación<br />

de la capacidad. Permitirán también i) demostrar a la<br />

comunidad internacional y a los interlocutores<br />

comerciales el compromiso del país con la<br />

bioseguridad; ii) ofrecer un instrumento útil para<br />

movilizar apoyo (con inclusión de recursos) en favor de<br />

actividades concretas de seguimiento, y iii) lograr una<br />

mayor rendición de cuentas. Al definir claramente las<br />

funciones y responsabilidades, contribuirán a apoyar la<br />

coordinación intersectorial para mejorar los resultados<br />

de la bioseguridad.<br />

La elaboración de una estrategia y un plan de<br />

acción de creación de capacidad en materia de<br />

bioseguridad será un proceso iterativo, y el alcance<br />

de la estrategia dependerá de la evaluación de<br />

las necesidades en materia de capacidad y de la<br />

capacidad del gobierno y otras partes interesadas<br />

para atender esas necesidades. Tanto la estrategia<br />

como el plan de acción resultantes de este paso<br />

deberán examinarse periódicamente durante<br />

su aplicación.<br />

Sugerencias<br />

■<br />

En la medida de lo posible, conviene considerar las<br />

principales opciones disponibles en relación con<br />

los siguientes aspectos:<br />

i. impacto previsto (por ejemplo, nivel<br />

de protección sanitaria o ambiental, ahorros<br />

en concepto de costos de<br />

reglamentación/observancia, costos de


46 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 2<br />

■<br />

ejecución, nuevas oportunidades comerciales)<br />

desde la perspectiva de las diferentes partes<br />

interesadas;<br />

ii. viabilidad (por ejemplo, recursos humanos y<br />

financieros disponibles, tiempo necesario, nivel<br />

de apoyo entre los <strong>org</strong>anismos competentes,<br />

facilidad de ejecución, aceptabilidad política);<br />

iii. asequibilidad (por ejemplo, costos de<br />

capital/recurrentes, rentabilidad económica de<br />

la inversión, oportunidades de recuperación de<br />

costos, viabilidad económica general);<br />

iv. eficiencia (por ejemplo, respuesta rápida y<br />

eficaz ante una emergencia de inocuidad de los<br />

alimentos o incursiones de plagas<br />

transfronterizas);<br />

v. legitimidad (por ejemplo, coherencia con los<br />

objetivos y prioridades de desarrollo nacionales,<br />

recomendaciones internacionales, opiniones de<br />

expertos y conocimientos científicos, etc.), y<br />

vi. oportunidad.<br />

Si bien el contenido exacto del plan de acción de<br />

creación de capacidad en materia de bioseguridad<br />

dependerá de los objetivos y las necesidades de<br />

capacidad identificados, en general incluirá los<br />

siguientes elementos:<br />

i. una relación clara con las metas y objetivos de<br />

la estrategia nacional de bioseguridad;<br />

ii. una declaración de la finalidad general para la<br />

creación de capacidad en materia de<br />

bioseguridad en que se indiquen claramente las<br />

metas y objetivos globales;<br />

iii. una lista de los principales protagonistas<br />

implicados y sus funciones generales, los<br />

principios rectores y los planteamientos que<br />

deberán utilizarse;<br />

■<br />

■<br />

iv. una descripción de las actividades<br />

necesarias para alcanzar los objetivos<br />

propuestos y atender las necesidades<br />

prioritarias, en que se especifiquen los<br />

resultados previstos, el marco cronológico, las<br />

funciones y responsabilidades específicas de<br />

las <strong>org</strong>anizaciones implicadas (con inclusión de<br />

los procesos para la coordinación y<br />

comunicación entre los interesados), etc.;<br />

iv. una declaración en que se aclaren los recursos<br />

financieros y de otro tipo necesarios para llevar<br />

a cabo actividades de creación de capacidad,<br />

los recursos ya disponibles con ese fin,<br />

las necesidades pendientes y la manera<br />

de atenderlas;<br />

vi. criterios e indicadores de desempeño para<br />

supervisar los progresos en la ejecución, de<br />

manera que se puedan introducir cambios en<br />

caso necesario, y<br />

vii. un programa de seguimiento del desempeño<br />

para garantizar el logro constante de las metas<br />

y objetivos de bioseguridad.<br />

Es importante no perder de vista la realidad cuando<br />

se formula un plan de acción para la creación de<br />

capacidad. Cuando se intenta conseguir<br />

demasiado, los resultados pueden ser menos<br />

eficaces y menos sostenibles que un planteamiento<br />

más gradual.<br />

La consideración de la forma en que otros países<br />

han aplicado el planteamiento de la bioseguridad<br />

puede aportar experiencias y enseñanzas útiles.<br />

Cuando se disponga de los recursos necesarios,<br />

se podría invitar a expertos de esos países para<br />

que compartan su orientación u <strong>org</strong>anizar viajes<br />

de estudio.


Parte 3.<br />

Panorama general y marco<br />

para el análisis de riesgos<br />

para la bioseguridad<br />

49 Introducción<br />

49 Análisis de riesgos para la bioseguridad<br />

50 Cambios en el enfoque relativo a la bioseguridad a nivel nacional<br />

51 Repercusiones del marco internacional en el análisis de riesgos<br />

para la bioseguridad<br />

53 Interacción entre los sectores de la bioseguridad<br />

57 Análisis de riesgos: Ciencia, políticas y valores<br />

57 Función de las autoridades competentes<br />

59 Elementos básicos del análisis de riesgos<br />

60 Componentes del análisis de riesgos<br />

62 Función de la ciencia<br />

63 Principios generales del análisis de los riesgos en el marco de la bioseguridad<br />

64 Terminología utilizada en distintos sectores internacionales de la bioseguridad<br />

65 Marco genérico de gestión de riesgos<br />

para la bioseguridad<br />

66 El MGR<br />

67 Funcionalidad del gestor de riesgos<br />

69 Primera etapa en el proceso del MGR: Actividades preliminares de gestión<br />

de los riesgos<br />

73 Segunda etapa en el proceso del MGR: Identificación y selección de opciones<br />

de gestión de los riesgos<br />

79 Tercera etapa en el proceso del MGR: Aplicación de medidas de control<br />

79 Cuarta etapa en el proceso del MGR: Seguimiento y examen<br />

83 Evaluación de riesgos<br />

84 Aspectos genéricos de la evaluación de los riesgos en la bioseguridad<br />

87 Evaluación de los riesgos para la inocuidad de los alimentos<br />

90 Evaluación de los riesgos para la sanidad animal<br />

93 Evaluación de los riesgos para la sanidad vegetal<br />

95 Evaluación del riesgo de especies exóticas invasivas<br />

96 Evaluación de los riesgos de los OVM y sus productos<br />

98 Comunicación de riesgos<br />

99 Principios de la comunicación de riesgos en la bioseguridad<br />

99 Estrategias de comunicación de riesgos y planes de aplicación<br />

103 Comunicación de riesgos en situaciones de urgencia<br />

104 Percepción del riesgo<br />

106 Conclusiones


Análisis de riesgos<br />

49<br />

Introducción<br />

En este manual se presenta un marco genérico que ha<br />

de servir para estructurar y guiar la aplicación de los<br />

principios del análisis de riesgos en la bioseguridad a<br />

nivel nacional. Se examinan los procesos y métodos<br />

que son comunes al análisis intersectorial de riesgos<br />

para la bioseguridad y se señala que la actuación<br />

coordinada en los diversos sectores llevará<br />

indudablemente a mejorar los resultados y la eficacia.<br />

En la Parte 3 se hace efectiva la recomendación de la<br />

Consulta técnica <strong>FAO</strong>/OMS sobre gestión de riesgos<br />

biológicos en la alimentación y la agricultura (2003) de<br />

que un enfoque de mayor colaboración para el análisis<br />

de riesgos es un ingrediente esencial de un enfoque<br />

armonizado e integrado para la bioseguridad.<br />

El manual no pretende establecer un marco rígido<br />

para la aplicación del análisis de riesgos en distintos<br />

contextos de bioseguridad a nivel nacional ni reproduce<br />

la información detallada sobre la evaluación de riesgos<br />

que se encuentra fácilmente en otras partes. Más bien<br />

se concentra en esos principios y directrices para el<br />

análisis de riesgos que son de carácter “horizontal” y<br />

propugna su aplicación en la elaboración y utilización<br />

de un enfoque más armonizado e integrado para la<br />

bioseguridad a nivel nacional.<br />

Hay que señalar que los principios y las directrices<br />

para el análisis de riesgos en los distintos <strong>org</strong>anismos<br />

internacionales de bioseguridad se elaboraron (y se<br />

siguen elaborando) con arreglo a distintas situaciones,<br />

calendarios y experiencias de normalización. Por<br />

consiguiente, hay diferencias importantes en la<br />

terminología y los procesos considerados de las<br />

distintas etapas, pero también hay elementos comunes<br />

sólidos en los que se basan. En el manual se destacan<br />

esos elementos comunes para tratar de llegar a un<br />

conocimiento común del análisis de riesgos para la<br />

bioseguridad que será útil a nivel nacional. Siempre<br />

habrá diferencias en la terminología y los procesos<br />

entre los sectores de la bioseguridad a nivel<br />

internacional (por ejemplo, las etapas que se han de<br />

llevar a cabo en la “gestión de riesgos”). Sin embargo,<br />

los gobiernos nacionales, sobre todo de los países en<br />

transición y en desarrollo, podrán utilizar un<br />

conocimiento intersectorial común para mejorar su<br />

bioseguridad, en particular cuando los recursos son<br />

escasos.<br />

ANÁLISIS <strong>DE</strong> RIESGOS<br />

PARA <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

En el enfoque estratégico e integrado para la<br />

bioseguridad que se ha presentado en las Partes 1 y 2<br />

se hace un uso amplio de la disciplina del análisis de<br />

riesgos, que tiene sus raíces contemporáneas en la<br />

aparición de un clima mundial de “libre comercio”<br />

basado en la eliminación de los obstáculos que<br />

constituyen una protección injustificada de las ventajas<br />

económicas internas. Junto con la liberalización del<br />

comercio en el marco de la protección de las<br />

personas, los animales y las plantas, la comunidad<br />

mundial que se ocupa de la bioseguridad es cada vez<br />

más sensible a la protección conexa del medio<br />

ambiente y la conservación de la biodiversidad como<br />

objetivo global.<br />

En este capítulo introductorio del manual se<br />

presenta una breve descripción del análisis de riesgos<br />

para la bioseguridad tal como se aplica en distintos<br />

sectores y de su posible función como disciplina<br />

unificadora de los sectores de la bioseguridad, en<br />

particular a nivel nacional. De acuerdo con lo expuesto<br />

en las Partes 1 y 2, en él se reitera la creciente<br />

aplicación del análisis de riesgos por las<br />

<strong>org</strong>anizaciones y órganos internacionales de<br />

normalización, así como por los gobiernos nacionales.<br />

Se describe la posición que mediante la actuación<br />

coordinada en todos los sectores llevará<br />

inevitablemente a mejorar los resultados en materia de<br />

bioseguridad a nivel nacional. Se citan ejemplos de la<br />

interdependencia de los sectores de la bioseguridad<br />

para la consecución de objetivos compartidos y se<br />

resumen los beneficios que cabe esperar de un<br />

enfoque armonizado e integrado para la bioseguridad.<br />

Procesos de análisis de riesgos<br />

Los procesos de análisis de riesgos constituyen el<br />

elemento central de los enfoques contemporáneos<br />

para la bioseguridad. Las <strong>org</strong>anizaciones y órganos<br />

internacionales de normalización que se ocupan de la<br />

salud de las personas, los animales y las plantas y de<br />

la protección conexa del medio ambiente han<br />

adoptado la evaluación de riesgos como instrumento<br />

esencial para alcanzar sus objetivos, y las autoridades


50 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.1. El análisis de riesgos<br />

como vehículo que potencia las actividades<br />

intersectoriales en materia de bioseguridad<br />

• Los principios y marcos del análisis de riesgos tienen<br />

elementos comunes en los diversos sectores.<br />

• El análisis de riesgos es un medio esencial para<br />

respaldar una estrategia nacional de bioseguridad.<br />

• Es esencial un enfoque basado en el análisis de riesgos<br />

para abordar algunas preocupaciones intersectoriales<br />

en materia de bioseguridad (por ejemplo, la resistencia<br />

microbiana a los antibióticos).<br />

• Se pueden compartir los conocimientos prácticos sobre<br />

análisis de riesgos entre los distintos sectores a fin de<br />

fortalecer la capacidad técnica.<br />

• La evaluación de los riesgos facilita la clasificación y el<br />

establecimiento de prioridades intersectoriales para las<br />

cuestiones nacionales relativas a la gestión de riesgos.<br />

• La evaluación de los riesgos es la metodología<br />

primordial adoptada por las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales para la normalización.<br />

• La creación de modelos de evaluación de riesgos<br />

facilita la preparación y utilización de medidas de<br />

control nuevas e innovadoras.<br />

• La metodología de la evaluación de riesgos facilita el<br />

análisis de la relación costos-beneficios en caso de<br />

prioridades que compitan entre sí y/o falta de recursos.<br />

• La aplicación de marcos de gestión de riesgos favorece<br />

la coherencia en la adopción de decisiones en todas las<br />

jurisdicciones de una o varias autoridades<br />

competentes.<br />

• Los procesos de comunicación de riesgos proporcionan<br />

un mecanismo para involucrar a las partes interesadas<br />

en sectores múltiples de la bioseguridad<br />

competentes que trabajan en el ámbito nacional tienen<br />

la obligación de utilizar de manera análoga la<br />

evaluación de riesgos en virtud de acuerdos e<br />

instrumentos internacionales recientes. El interés de<br />

las partes interesadas no gubernamentales se ve<br />

impulsado por los adelantos tecnológicos en la<br />

detección de los peligros que constituyen amenazas<br />

potenciales, las cuestiones relativas a la transparencia<br />

y la equidad en el establecimiento y la aplicación de<br />

normas de bioseguridad y el debate científico todavía<br />

sin solución que a menudo rodea la posibilidad de que<br />

haya niveles muy bajos de peligro con repercusiones<br />

adversas en la salud y/o el medio ambiente.<br />

Mientras se perfecciona la capacidad científica<br />

para evaluar los riesgos, las autoridades competentes<br />

(y otras partes interesadas) deben utilizar de manera<br />

apropiada otros aspectos del análisis de riesgos (es<br />

decir, la gestión de riesgos y la comunicación de<br />

riesgos) para proteger con eficacia la salud de las<br />

personas, los animales y las plantas, así como el<br />

medio ambiente. La gestión de riesgos incorpora<br />

distintos procesos a la evaluación de riesgos, y la<br />

fusión de la ciencia, la política y los valores crea a<br />

menudo retos importantes para los gobiernos. También<br />

es un aspecto básico la comunicación eficaz de los<br />

riesgos basada en distintos procesos (por ejemplo, la<br />

participación apropiada de todas las partes<br />

interesadas, incluidos los miembros del público). Un<br />

elemento importante es que las autoridades<br />

competentes se deben desenvolver cada vez más en<br />

un entorno de bioseguridad “sin fisuras” tanto interno<br />

como en las importaciones/exportaciones al aplicar el<br />

análisis de riesgos a las actividades normativas.<br />

CAMBIOS EN EL ENFOQUE<br />

RE<strong>LA</strong>TIVO A <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

A NIVEL NACIONAL<br />

El análisis de riesgos como vehículo<br />

que potencia las actividades<br />

intersectoriales en materia<br />

de bioseguridad<br />

Tal como se indica en la Parte 1, la aparición del<br />

análisis de riesgos como disciplina unificadora en la<br />

bioseguridad sirve de respaldo a muchos de los<br />

cambios de enfoque que se están registrando a nivel<br />

nacional (Recuadro 3.1). Existen grandes posibilidades<br />

de que el análisis de riesgos actúe como vehículo para<br />

el establecimiento de vínculos sólidos entre los<br />

sectores de la bioseguridad y para la incorporación de<br />

los objetivos integrados basados en el riesgo a las<br />

estrategias nacionales de bioseguridad. La integración<br />

de los enfoques y los recursos relativos al análisis de<br />

riesgos también contribuirá a garantizar la confianza<br />

del público en los marcos normativos primordiales y<br />

ayudará a conseguir un aprovechamiento óptimo de<br />

los escasos recursos destinados a la bioseguridad.<br />

Hay que reconocer que la aplicación efectiva del<br />

análisis de riesgos en la bioseguridad depende<br />

totalmente de una base legislativa, una infraestructura<br />

y un sistema de reglamentación apropiados, así como<br />

de la participación equitativa de las partes interesadas.<br />

La capacidad de análisis de los riesgos también es un<br />

componente fundamental de la capacidad en materia<br />

de bioseguridad, como se indica en las Partes 1 y 2.<br />

Actuación de la autoridad competente<br />

Con los cambios jurídicos, estructurales y<br />

administrativos en las autoridades competentes, hay un<br />

interés creciente por el seguimiento del logro efectivo de<br />

los objetivos en materia de bioseguridad. El análisis de


Análisis de riesgos<br />

Introducción<br />

51<br />

Recuadro 3.2. Medición de la actuación<br />

de las autoridades competentes<br />

La medición de los “resultados finales” (es decir, los<br />

efectos reales en la salud y la vida debidos a una lista de<br />

peligros 25 con un orden de prioridades) proporciona los<br />

indicadores más directos de la actuación de una<br />

autoridad competente).<br />

La medición de los “resultados intermedios” (por<br />

ejemplo, el nivel de reducción de los peligros prioritarios<br />

en etapas particulares de las vías de exposición, el nivel<br />

de aceptación de una opción voluntaria de gestión de<br />

riesgos por la industria durante la producción primaria)<br />

puede ser un indicador suficiente del rendimiento si se ha<br />

establecido una vinculación sólida del análisis de los<br />

riesgos con los efectos reales en la salud y la vida.<br />

La medición de los “productos directos” que se derivan<br />

de actividades relativas a la bioseguridad (por ejemplo, la<br />

disponibilidad de nuevas normas, el nivel de<br />

cumplimiento de una norma por la industria) suele tener<br />

una vinculación débil por medio del análisis de riesgos<br />

con los efectos reales en la salud y la vida, por lo que<br />

solamente es un indicador parcial del rendimiento<br />

los riesgos constituye una base importante para evaluar<br />

la actuación que está teniendo una autoridad<br />

competente. Los indicadores del rendimiento necesarios<br />

para medir los resultados reales en relación con la salud<br />

y la vida 26 (por ejemplo, la reducción expresada de los<br />

riesgos para la salud durante un período de tiempo<br />

determinado) proporcionan la medida “final” del<br />

rendimiento en relación con la bioseguridad. Sin<br />

embargo, la medición de tales resultados resulta a<br />

menudo difícil en la práctica. Los indicadores del<br />

rendimiento que miden los “resultados intermedios”<br />

pueden proporcionar un sustitutivo eficaz cuando el<br />

análisis de los riesgos ha establecido una vinculación<br />

suficiente entre dichos “resultados intermedios” y los<br />

25 El término “peligro” tal como se utiliza en todo este manual abarca<br />

todas las descripciones relativas al sector de la bioseguridad de las<br />

amenazas potenciales para la salud y la vida. En el caso de la<br />

evaluación de los riesgos ambientales, a los efectos de peligros como<br />

las especies exóticas invasivas se pueden añadir factores de tensión<br />

como el cambio climático y las catástrofes naturales.<br />

26 A efectos del presente manual, “vida” se utiliza como término<br />

genérico para abarcar los efectos de las actividades en relación con la<br />

bioseguridad que no son fáciles de clasificar como efectos en la salud.<br />

Pueden ser diversos y con frecuencia quedan sin cuantificar; por<br />

ejemplo, en relación con el CDB, el Órgano subsidiario de asesoramiento<br />

científico, técnico y tecnológico ha señalado que los medios actuales<br />

para determinar el “valor” de la diversidad biológica y sus componentes<br />

son inadecuados. En la evaluación de los riesgos ecológicos, es esencial<br />

la participación de las partes interesadas para identificar y ordenar por<br />

orden de prioridades los atributos ecológicos valorados, de manera que<br />

se pueda realizar una evaluación apropiada de los riesgos.<br />

Recuadro 3.3. Principales disposiciones<br />

del Acuerdo MSF de la OMC relativas al<br />

análisis de riesgos para la bioseguridad<br />

• Establece un marco jurídico que abarca todas las<br />

medidas de control sanitario y fitosanitario que puedan<br />

afectar directa o indirectamente al comercio<br />

internacional.<br />

• Exige que las medidas de control estén justificadas con<br />

una base científica y la evaluación de los riesgos 27 .<br />

• Las decisiones sobre los niveles de riesgo<br />

aceptables/niveles adecuados de protección deben ser<br />

coherentes y se han de evitar las decisiones arbitrarias<br />

que den lugar a restricciones injustificadas.<br />

• Las medidas de control alternativas que proporcionen el<br />

mismo nivel de protección se deben considerar<br />

equivalentes.<br />

• Los países deben armonizar sus normas sobre<br />

bioseguridad con las de las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales en la mayor medida posible<br />

que se necesitan en la práctica para la salud y la vida.<br />

Cuando esto no sea posible, la medición de los<br />

“productos directos” puede dar alguna indicación del<br />

rendimiento necesario, pero es poco probable que el<br />

análisis de los riesgos establezca una vinculación firme<br />

y cuantificada entre esta tercera posibilidad y los<br />

resultados reales para la salud y la vida.<br />

En el mundo real, es probable que la mejor manera<br />

de evaluar la actuación de una autoridad competente<br />

sea utilizando una combinación de los tres tipos de<br />

indicadores (Recuadro 3.2). También se pueden<br />

supervisar otros aspectos del rendimiento con carácter<br />

periódico (por ejemplo, la disminución de los costos de<br />

la observancia para la industria, la mejora de la eficacia<br />

empresarial de la autoridad competente, el aumento de<br />

la capacidad técnica, la dotación de flexibilidad en la<br />

reglamentación y el apoyo a la innovación técnica).<br />

REPERCUSIONES <strong>DE</strong>L MARCO<br />

INTERNACIONAL EN EL ANÁLISIS<br />

<strong>DE</strong> RIESGOS PARA <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Los instrumentos jurídicos y los acuerdos<br />

internacionales, en particular el Acuerdo MSF, el CDB y<br />

el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la<br />

Biotecnología, así como las <strong>org</strong>anizaciones y órganos<br />

de normalización como la Comisión del Codex<br />

Alimentarius, la OIE y la CIPF, desempeñan una función<br />

central en el avance hacia la aplicación generalizada<br />

27 En algunas circunstancias se pueden aplicar controles<br />

provisionales no basados en la evaluación de los riesgos.


52 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

del análisis de riesgos a nivel nacional, como se<br />

explica en la Parte 1. En las secciones que siguen se<br />

describe la influencia de algunos de los más relevantes<br />

en el análisis de riesgos para la bioseguridad. Los<br />

acuerdos, las <strong>org</strong>anizaciones y los órganos<br />

relacionados con la bioseguridad se presentan en el<br />

Anexo 3.<br />

Acuerdo MSF de la OMC<br />

El Acuerdo MSF de la OMC ha desempeñado una<br />

función decisiva en la promoción del uso del análisis<br />

de riesgos. Un principio primordial de este Acuerdo es<br />

que las medidas sanitarias y fitosanitarias se han de<br />

basar en pruebas científicas obtenidas mediante la<br />

evaluación de riesgos (Recuadro 3.3). En el Acuerdo se<br />

establece que “los Miembros se asegurarán de que<br />

sus medidas sanitarias o fitosanitarias se basen en una<br />

evaluación, adecuada a las circunstancias, de los<br />

riesgos existentes para la vida y la salud de las<br />

personas y de los animales o para la preservación de<br />

los vegetales, teniendo en cuenta las técnicas de<br />

evaluación del riesgo elaboradas por las<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales competentes”. Es<br />

importante señalar que en el marco jurídico<br />

establecido por la OMC también se estipula el recurso<br />

a medios jurídicos cuando los Miembros encuentren<br />

por motivos de bioseguridad restricciones a su<br />

comercio que no estén justificadas desde el punto de<br />

vista científico. La jurisprudencia en esta esfera ha<br />

subrayado la importancia de realizar correctamente las<br />

evaluaciones de los riesgos en las que se basan las<br />

medidas en materia de bioseguridad.<br />

El Acuerdo MSF ha conseguido crear un marco<br />

sólido para el establecimiento entre los países de<br />

obstáculos legítimos destinados a la protección de la<br />

salud. Sin embargo, se ha puesto de manifiesto que<br />

los países que carecen de recursos para realizar<br />

evaluaciones de riesgos, llevar a cabo una vigilancia<br />

epidemiológica y aplicar programas creíbles de<br />

inspección y certificación tienen una desventaja<br />

comercial clara en cuanto al aprovechamiento de las<br />

disposiciones de este Acuerdo.<br />

Convenio sobre<br />

la Diversidad Biológica<br />

La diversidad biológica está estrechamente<br />

relacionada con intereses humanos. El CDB abarca la<br />

protección de la biodiversidad y la utilización<br />

sostenible de los recursos biológicos en relación con la<br />

introducción y la gestión inocua de especies y<br />

genotipos exóticos invasivos que representan una<br />

amenaza para los ecosistemas, los hábitats o las<br />

especies. Al igual que en el Acuerdo MSF de la OMC,<br />

en el CDB se insta a las autoridades competentes a<br />

que apliquen medidas basadas en la evaluación de<br />

riesgos. Sin embargo, sigue habiendo dificultades para<br />

un acuerdo internacional sobre las metodologías. Las<br />

disposiciones del CDB también tienen una influencia<br />

cada vez mayor en la gestión y el control de los riesgos<br />

asociados con el uso y la liberación de OVM obtenidos<br />

por medios biotecnológicos.<br />

Protocolo de Cartagena sobre<br />

Seguridad de la Biotecnología<br />

Este Protocolo del CDB abarca los movimientos<br />

transfronterizos, la manipulación y la utilización sin<br />

riesgos de OVM que puedan tener algún efecto<br />

adverso en la biodiversidad (incluida la posibilidad de<br />

cualquier riesgo para la salud humana). El Protocolo se<br />

concentra principalmente en los OVM destinados a su<br />

introducción en el medio ambiente y que pueden<br />

transferir o replicar material genético (por ejemplo<br />

semillas, animales vivos y micro<strong>org</strong>anismos). También<br />

contiene disposiciones relativas a los OVM destinados<br />

a su uso como alimentos o piensos o a la elaboración,<br />

pero solamente están comprendidos los alimentos<br />

modificados genéticamente que se ajustan a la<br />

definición de OVM. La evaluación de los riesgos<br />

es una disciplina básica que contribuye a la gestión<br />

de riesgos de los OVM y sus productos, pero todavía<br />

se están elaborando metodologías específicas.<br />

Puesto que la atención primordial del Protocolo<br />

se concentra en la biodiversidad, las directrices para<br />

el examen de las cuestiones relativas a la salud<br />

humana son muy limitadas.<br />

Órganos internacionales<br />

de normalización<br />

En el Acuerdo MSF de la OMC se reconoce que la<br />

Comisión del Codex Alimentarius, la OIE y la CIPF son<br />

las <strong>org</strong>anizaciones internacionales de normalización<br />

pertinentes para los aspectos relativos a la salud<br />

y la vida de la inocuidad de los alimentos, la sanidad<br />

animal y las zoonosis y la sanidad vegetal,<br />

respectivamente. Estas <strong>org</strong>anizaciones están<br />

trabajando activamente en la elaboración de principios<br />

y directrices para la aplicación del análisis de riesgos<br />

en sus sectores relativos a la bioseguridad.<br />

Las normas internacionales para la bioseguridad<br />

son un recurso importante para los países que carecen


Análisis de riesgos<br />

Introducción<br />

53<br />

de medios que les permitan elaborar todas sus propias<br />

normas, especialmente por lo que se refiere a la<br />

evaluación de los riesgos. Se trata de un incentivo<br />

importante para que los países participen plenamente<br />

en las actividades de los órganos internacionales de<br />

normalización y representen de manera apropiada sus<br />

intereses. La disponibilidad de normas internacionales<br />

también reduce los costos de las operaciones<br />

comerciales (por ejemplo, el riesgo de fraude y los<br />

costos de la búsqueda de interlocutores comerciales<br />

fidedignos) y es un requisito previo para el<br />

funcionamiento de un mercado <strong>org</strong>anizado. Si las<br />

normas están armonizadas entre los países, facilitan<br />

de manera natural el comercio (internacional e interno)<br />

y se suele considerar que el propio comercio<br />

promueve el desarrollo económico.<br />

El ámbito de aplicación de la CIPF es<br />

suficientemente amplio para incluir los OVM y sus<br />

productos (OMG) que puedan ocasionar daños<br />

directos o indirectos a las plantas. Dado que el<br />

mandato también comprende las plantas silvestres y<br />

los riesgos para el medio ambiente, la CIPF tiene<br />

asimismo directrices para el análisis de los riesgos<br />

relativos al medio ambiente, es decir, una orientación<br />

específica sobre los peligros (plagas) que afectan<br />

primordialmente a otros <strong>org</strong>anismos, provocando de<br />

esta manera efectos nocivos en las plantas o en la<br />

sanidad vegetal de los ecosistemas. Si bien se ha<br />

aclarado recientemente la función de la CIPF en<br />

relación con el CDB, hay diferencias conceptuales<br />

entre los análisis del riesgo de plagas (ARP) para los<br />

OVM y los relativos al medio ambiente.<br />

Las actividades científicas relacionadas con el CDB<br />

están respaldadas por el Órgano subsidiario de<br />

asesoramiento científico, técnico y tecnológico. Este<br />

órgano ha señalado que es poco probable que ningún<br />

método de evaluación de riesgos llegue a ser nunca<br />

óptimo y que los medios actuales para determinar el<br />

“valor” de la diversidad biológica y sus componentes<br />

son inadecuados.<br />

INTERACCIÓN ENTRE LOS<br />

SECTORES <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Peligros limitados a un sector de la<br />

bioseguridad<br />

Hay muchos ejemplos en los que los efectos adversos<br />

directos de los peligros pueden limitarse a un sector<br />

de la bioseguridad, pero otros (por ejemplo<br />

económicos, sociales y ambientales) se manifiestan en<br />

sectores múltiples. La fiebre aftosa en los animales<br />

constituye un caso que se ha estudiado. El brote más<br />

reciente en el Reino Unido se produjo en 2001 y 2002.<br />

Si bien el peligro como tal no rebasa los límites del<br />

sector de la bioseguridad, el costo directo de la<br />

epidemia para el país en cuanto a pérdidas para la<br />

agricultura y la cadena alimentaria se ha estimado en<br />

3100 millones de libras esterlinas. Los costos<br />

indirectos para las diversas actividades (por ejemplo,<br />

el turismo) se ha estimado que ascienden a una suma<br />

parecida. Otras repercusiones fueron las considerables<br />

pérdidas sociales (por ejemplo, los efectos en las<br />

comunidades rurales), las cuestiones relativas al<br />

bienestar de los animales (por ejemplo, las<br />

restricciones impuestas a los movimientos y el elevado<br />

número de animales en espera de ser sacrificados)<br />

y la degradación del medio ambiente debida a la<br />

eliminación de las canales. El virus de la fiebre aftosa<br />

se puede propagar por varias vías de exposición<br />

además de la transmisión de un animal a otro,<br />

y el importante volumen de comercio de importación<br />

ilegal de carne para consumo humano ilustra<br />

la necesidad de estrategias intersectoriales<br />

de prevención y de lucha 28 .<br />

Peligros que afectan a dos<br />

o más sectores de la bioseguridad<br />

También hay numerosos ejemplos del paso de peligros<br />

a través de diversos sectores de la bioseguridad, que<br />

puede dar lugar a efectos adversos en sectores<br />

múltiples. Ya está admitido que la gripe aviar<br />

pandémica es una zoonosis no erradicable que puede<br />

tener repercusiones sanitarias, económicas y sociales<br />

extraordinarias. Además, se pueden poner de<br />

manifiesto efectos adversos en el medio ambiente por<br />

medio de la pérdida de especies de aves autóctonas.<br />

Sin embargo, es posible reconocer la pandemia<br />

incipiente mediante la vigilancia virológica de las aves<br />

de corral y dar una respuesta en consecuencia. Junto<br />

con la preparación y la respuesta eficaces para casos<br />

de urgencia (por ejemplo, vertederos listos para las<br />

aves muertas, capacidad para analizar los productos<br />

lixiviados), la sensibilización y la educación del público<br />

pueden contribuir mucho a reducir al mínimo las<br />

repercusiones intersectoriales.<br />

28 Hartnett, E., Adkin, A., Seaman, M., Cooper, J., Watson, E.,<br />

Coburn, H., England, T., Marooney, C., Cox, A. y Wooldridge, M. 2007.<br />

A quantitative assessment of the risks from illegally imported meat<br />

contaminated with foot and mouth disease virus to Great Britain. Risk<br />

Analysis 27 (1):187-201.


54 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.4. Ejemplos de interacción entre los sectores de la bioseguridad<br />

La EEB en el Canadá es un ejemplo de un problema de<br />

sanidad animal que ha tenido repercusiones considerables<br />

de carácter no sanitario en otros sectores de la<br />

bioseguridad. Tras la detección en 2003 de un solo caso en<br />

un bovino de carne en el Canadá, las repercusiones en<br />

distintos sectores de la bioseguridad fueron profundas 29 .<br />

En el sector de la sanidad animal, hubo consecuencias<br />

financieras, económicas y sociales muy significativas para<br />

las industrias y las comunidades rurales, impulsadas por la<br />

percepción de riesgo a causa de la presencia y la<br />

propagación del agente de la EEB en la población bovina<br />

del país. Estas consecuencias se derivaron<br />

predominantemente de la imposición de fuertes<br />

restricciones al comercio (sobre los animales vivos y sus<br />

productos) por los países importadores, las abundantes<br />

pérdidas de ganado sano como medida cautelar, la venta<br />

de las vacas lecheras eliminadas en un mercado deprimido<br />

y la pérdida constante de ventaja competitiva en el mercado<br />

debido a los costos que conllevaba demostrar la condición<br />

de libre de la enfermedad. En el sector de la salud pública,<br />

el sacrificio generalizado de ganado sano como medida<br />

cautelar provocó cambios en el suministro de alimentos.<br />

Las percepciones negativas de los consumidores y las<br />

cuestiones relativas al bienestar de los animales asociadas<br />

con la eliminación en las explotaciones y el posible<br />

tratamiento inadecuado de los animales que quedaban<br />

llevaron a una reducción de la demanda de carne de bovino<br />

canadiense, a pesar de no haberse detectado ningún caso<br />

humano. La comunicación eficaz del riesgo se convirtió en<br />

un elemento decisivo en orden a la anulación de la fuerte<br />

percepción de riesgo para la salud humana. La eliminación<br />

del ganado también tuvo repercusiones para el medio<br />

ambiente que exigían una actuación, y hubo consecuencias<br />

económicas secundarias para el sector vegetal por lo que<br />

se refiere a la industria de los piensos. Los costos del<br />

programa de compensación financiera recayeron en la<br />

sociedad canadiense en general.<br />

La EEB en el Reino Unido es otro ejemplo de un<br />

problema de sanidad animal que tuvo repercusiones<br />

significativas en la salud y en otros muchos sectores.<br />

Durante el período de una epidemia que comenzó a<br />

mediados del decenio de 1980 se infectaron muchos miles<br />

de bovinos, con un nivel clínico o subclínico.<br />

Las repercusiones en todos los sectores de la bioseguridad<br />

fueron muy significativas. Además de la eliminación de los<br />

animales afectados clínicamente y sus cohortes, los<br />

programas de vigilancia aplicados supusieron unos costos<br />

elevados y una carga por la eliminación de los animales<br />

muertos. La aparición de una variante de la enfermedad de<br />

Creutzfeldt-Jakob en personas del Reino Unido fue una<br />

consecuencia intersectorial trágica del agente de la EEB de<br />

los bovinos. En los estudios epidemiológicos se comprobó<br />

que la vía de transmisión era el consumo de tejido nervioso<br />

bovino. Esto provocó cambios acentuados en la industria<br />

de los piensos, que se transmitieron a su comercio mundial.<br />

La ausencia de una estrategia de gestión intersectorial<br />

coordinada a nivel nacional en las primeras etapas de la<br />

epidemia en los bovinos, incluida la comunicación del<br />

riesgo, dificultó la gestión de los riesgos. Todavía se siguen<br />

sintiendo las enormes repercusiones financieras debidas a<br />

la pérdida de comercio internacional.<br />

La consecución de alimentos inocuos y asequibles es<br />

un ejemplo de un objetivo de bioseguridad que depende<br />

de las mejoras conseguidas gracias a una gestión eficaz<br />

de los riesgos a través de sectores múltiples de la<br />

bioseguridad. Cuando las contribuciones sectoriales sean<br />

eficaces y apropiadas, habrá una producción eficiente y<br />

sostenible de alimentos asequibles en beneficio de las<br />

partes interesadas de todos los sectores (por ejemplo, la<br />

biodiversidad contribuye a la salud mediante el suministro<br />

de alimentos variados, la salvaguardia contra las catástrofes<br />

climáticas<br />

y provocadas por plagas que pueden afectar a una o más<br />

fuentes de alimentos, la actuación como barrera de<br />

protección frente a la propagación de plantas y animales<br />

invasivos y el suministro de una fuente de materias<br />

medicinales). Cuando las contribuciones sectoriales son<br />

ineficaces, puede haber repercusiones adversas<br />

considerables, no sólo en cuanto a la inocuidad y la<br />

asequibilidad de los alimentos, sino también con respecto<br />

a la sanidad animal, la sanidad vegetal y la protección del<br />

medio ambiente dentro del sector<br />

Objetivos de bioseguridad compartidos<br />

Un tercer marco hipotético es la mejora de los<br />

resultados en materia de bioseguridad considerados<br />

en conjunto cuando se consiguen avances en la<br />

gestión de riesgos en sectores separados y con esos<br />

avances se alcanza un objetivo común de<br />

bioseguridad. La consecución garantizada de la<br />

bioseguridad y la utilización de plaguicidas de acuerdo<br />

con las prácticas de lucha integrada contra las<br />

plagas 30 son ejemplos de aportaciones en distintos<br />

29 Canadian Animal Health Coalition. 2003. Economic Implications<br />

of BSE in Canada, 2003. Final Report. Calgary. Noviembre de 2003.<br />

30 Way, M. y van Emden, H. 2000. Integrated pest management in<br />

practice – pathways towards successful application. Crop Protection<br />

19: 81-90.<br />

sectores que contribuyen al objetivo compartido de<br />

unos alimentos inocuos y asequibles, como se ha<br />

indicado más arriba.<br />

Gestión de los aspectos<br />

intersectoriales de la bioseguridad<br />

Es evidente que la gestión eficaz de los aspectos<br />

intersectoriales de la bioseguridad exige un enfoque<br />

coordinado, ya sea en forma proactiva (por ejemplo,<br />

las estrategias de bioseguridad para conseguir<br />

mejoras en el ámbito nacional) o bien reactiva (por<br />

ejemplo, la respuesta de urgencia ante la incursión de<br />

una enfermedad). Las estrategias nacionales de<br />

bioseguridad pueden estar dirigidas por el gobierno<br />

(véanse los Anexos 4 y 5) o por consorcios formados


Análisis de riesgos<br />

Introducción<br />

55<br />

Figura 3.1. Alimentos inocuos y asequibles: ejemplo de interacción entre los sectores de la bioseguridad<br />

para conseguir un objetivo común<br />

Protección<br />

del medio ambiente<br />

y biodiversidad<br />

Protección<br />

de la sanidad animal<br />

Buenas prácticas<br />

agrícolas<br />

Protección<br />

de las plantas<br />

Producción primaria efficaz y sostenible<br />

de alimentos<br />

Inocuidad<br />

de los alimentos<br />

Alimentos inocuos<br />

y asequibles<br />

por el gobierno y la industria (por ejemplo, la Coalición<br />

Canadiense de Sanidad Animal es un grupo de<br />

dirigentes del Gobierno y la industria que se ha<br />

comprometido a llevar adelante estrategias y<br />

asociaciones que fortalecerán el sistema de sanidad<br />

animal del Canadá y tendrán efectos positivos en la<br />

economía canadiense, su comercio pecuario, su<br />

inocuidad de los alimentos, su cuidado de los animales<br />

y su acceso a los mercados internacionales). La<br />

respuesta de urgencia está dirigida por el gobierno,<br />

pero se trata también de una responsabilidad colectiva<br />

que requiere asociaciones entre la administración<br />

central, las autoridades competentes de todos los<br />

sectores de la bioseguridad, la industria y el público<br />

general. Un requisito esencial son los documentos de<br />

políticas en los que se detallan las funciones y<br />

responsabilidades conjuntas en las situaciones de<br />

urgencia. En el Recuadro 3.4 se citan ejemplos<br />

concretos de la interacción entre los sectores de la<br />

bioseguridad.<br />

Manera de conseguir alimentos inocuos<br />

y asequibles: Ejemplo de un objetivo<br />

intersectorial de bioseguridad<br />

Los beneficios de un enfoque intersectorial para la<br />

bioseguridad están bien ilustrados en el caso de la<br />

inocuidad de los alimentos. A diario se comercializan<br />

enormes cantidades de alimentos y los gobiernos y las<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales de normalización<br />

intervienen de manera muy directa en la protección de<br />

los intereses de todas las partes interesadas de<br />

manera equitativa. Los consumidores, en los que recae


56 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

el riesgo, proclaman su exigencia de medidas más<br />

rigurosas de control de la inocuidad de los alimentos,<br />

mientras que la industria alimentaria (como parte<br />

importante de la base comercial de la mayoría de los<br />

países) a menudo tiene una inquietud legítima por lo<br />

que se refiere a la relación costos-beneficios a la hora<br />

de aplicar esas medidas.<br />

El equilibrio en cuanto a la importancia de la<br />

protección de la salud y la vida en todos los sectores<br />

de la bioseguridad, fomentando al mismo tiempo un<br />

sector alimentario competitivo y sostenible, constituye<br />

un reto global para la bioseguridad 31 . La<br />

interdependencia de los sectores de la bioseguridad<br />

para conseguir el objetivo compartido de alimentos<br />

inocuos y asequibles se ilustra en la Figura 3.1.<br />

Cuando las contribuciones de los sectores de la<br />

bioseguridad sean eficaces y apropiadas, habrá una<br />

producción eficiente y sostenible de alimentos<br />

asequibles en beneficio de las partes interesadas de<br />

todos los sectores. En estos casos, la agricultura<br />

también respaldará a una comunidad rural diversa que<br />

contribuye a los objetivos sociales nacionales y<br />

desempeña una función importante en el mantenimiento<br />

del medio ambiente en condiciones sanas.<br />

Otro aspecto que no hay que olvidar es el mayor<br />

reconocimiento de la posibilidad de amenazas de<br />

transmisión alimentaria en gran escala para la salud<br />

pública debidas a actos de terrorismo llevados a cabo<br />

en cualquier sector de la bioseguridad. Las autoridades<br />

competentes necesitan nuevos instrumentos, como las<br />

“evaluaciones de la vulnerabilidad”, para elaborar<br />

estrategias que permitan prevenir, reducir o eliminar la<br />

contaminación deliberada en los puntos más<br />

vulnerables de la cadena alimentaria.<br />

31 A este respecto, es importante señalar que es necesario tener<br />

presentes muchos de los factores que llevan a la aparición de<br />

enfermedades frente a una situación de intensificación de la<br />

producción de alimentos de origen agropecuario a escala mundial.


Análisis de riesgos<br />

57<br />

Análisis de riesgos:<br />

Ciencia, políticas y valores<br />

Muchos de los aspectos del análisis de riesgos para la<br />

bioseguridad son de carácter genérico y resulta fácil<br />

formular principios generales a partir de los elaborados<br />

de manera independiente por diferentes órganos y<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales de normalización. Está<br />

ampliamente admitido que el análisis de riesgos<br />

abarca tres componentes principales (evaluación de<br />

riesgos, gestión de riesgos y comunicación de<br />

riesgos), que se deben aplicar dentro de un marco<br />

normativo y <strong>org</strong>ánico establecido. El enfoque del<br />

análisis de riesgos solamente tendrá éxito si se<br />

dispone de infraestructura y operaciones adecuadas<br />

relativas a la bioseguridad y se impone el cumplimiento<br />

adecuado de una reglamentación.<br />

La evaluación de los riesgos entraña un proceso<br />

científico que tiene por objeto estimar los riesgos para<br />

la salud y la vida que pueden estar asociados con un<br />

alimento, un animal, una planta, un <strong>org</strong>anismo<br />

específico o un entorno ambiental particular. La<br />

prevención, reducción o eliminación de esos riesgos<br />

mediante medidas de gestión de riesgos puede<br />

adoptar numerosas formas. La evaluación de riesgos<br />

y la gestión de riesgos deben estar inmersas en un<br />

“mar de comunicación” que abarque a todas las partes<br />

interesadas, según proceda, y facilite el carácter<br />

iterativo e ininterrumpido del análisis de riesgos.<br />

En un enfoque basado en el riesgo para la<br />

bioseguridad la ciencia debe desempeñar una función<br />

destacada. Antes de la promulgación del Acuerdo MSF<br />

de la OMC, los sistemas tradicionales de bioseguridad<br />

no estaban basados necesariamente en aportaciones<br />

científicas sólidas y transparentes a los procesos de<br />

normalización, especialmente en cuanto a la evaluación<br />

de los riesgos. Nunca se podrá insistir demasiado en la<br />

importancia de una “buena” base científica 32 para los<br />

sistemas modernos de bioseguridad, lo cual impone<br />

exigencias técnicas considerables a las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales de normalización y las autoridades<br />

competentes nacionales.<br />

32 Se considera que una “buena” base científica es: objetiva e<br />

imparcial, apropiada para el contexto de la cuestión que se examina,<br />

amplia en cuanto al alcance de la cuestión, cuantitativa en la medida<br />

de lo posible y práctica, adecuada para comprobar que las pruebas<br />

científicas son suficientes y con una descripción integrada de la<br />

incertidumbre de los resultados analíticos cuando proceda.<br />

Si bien es esencial una buena base científica para<br />

la evaluación de los riesgos, la gestión de riesgos<br />

incorpora procesos considerablemente diferentes.<br />

Para las decisiones básicas se requiere un equilibrio<br />

entre los resultados científicos y las cuestiones<br />

relativas a las expectativas sobre la salud y la vida, las<br />

repercusiones económicas, políticas y sociales<br />

probables y la viabilidad técnica y la relación costoeficacia<br />

de las posibles medidas de lucha.<br />

La integración de las políticas y los valores con la<br />

ciencia en la gestión de los riesgos presenta<br />

dificultades considerables y tiene expresiones diversas<br />

en los distintos países.<br />

En este capítulo se presentan los aspectos<br />

generales del análisis de los riesgos para la<br />

bioseguridad. Aunque cada sector de la bioseguridad<br />

ha evolucionado con un historial y una utilización del<br />

análisis de riesgos diferentes, muchos aspectos son<br />

comunes a todos los sectores, de manera que hay un<br />

incentivo claro para identificarlos y plantearse la<br />

posibilidad de armonizar los enfoques siempre que<br />

resulte posible y práctico 33 . El objetivo no sólo es<br />

armonizar la terminología y los procesos en la medida<br />

en que resulte práctico, sino también utilizar esta<br />

armonización para promover actividades<br />

intersectoriales y potenciar el logro de objetivos de<br />

bioseguridad compartidos a nivel nacional.<br />

FUNCIÓN <strong>DE</strong> <strong>LA</strong>S AUTORIDA<strong>DE</strong>S<br />

COMPETENTES<br />

Requisitos previos para el análisis<br />

de riesgos en la bioseguridad<br />

El análisis de riesgos no se puede realizar de manera<br />

aislada. A nivel internacional, el marco jurídico, la<br />

infraestructura, los aspectos de <strong>org</strong>anización y la<br />

capacidad científica están bien establecidos y tienen el<br />

respaldo de la pertenencia de los gobiernos a<br />

<strong>org</strong>anizaciones de normalización como la Comisión del<br />

Codex Alimentarius, la OIE y la CIPF. A nivel nacional,<br />

el funcionamiento eficaz de los sistemas y programas<br />

33 Debido a la diversidad actual en la terminología sobre el análisis<br />

de riesgos para la bioseguridad, en el presente manual se recurre a las<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales de normalización como principal fuente<br />

para la determinación de los términos intersectoriales.


58 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

de bioseguridad es un requisito previo para la<br />

aplicación del análisis de riesgos. Esto debe incluir una<br />

base normativa y legislativa que sea eficaz y dinámica,<br />

la colaboración productiva con las partes interesadas<br />

distintas de los gobiernos y la capacidad para elaborar<br />

y aplicar normas apropiadas (Recuadro 3.5).<br />

En las Partes 1 y 2 se describen los aspectos<br />

generales de los requisitos de infraestructura y<br />

operacionales para un funcionamiento adecuado del<br />

sistema de bioseguridad. Un aspecto fundamental es<br />

el funcionamiento de la inspección y los sistemas de<br />

auditoría nacionales en los que las infracciones estén<br />

sujetas a sanciones y medidas que sean eficaces,<br />

proporcionadas y disuasorias.<br />

En la actualidad, muchos países tienen una<br />

capacidad limitada para aplicar medidas apropiadas<br />

de control en relación con la bioseguridad y para<br />

supervisar debidamente la salud de las personas, los<br />

animales y las plantas y proteger el medio ambiente.<br />

Las autoridades competentes deben fomentar nuevas<br />

asociaciones estratégicas a nivel tanto nacional como<br />

internacional si quieren combatir la constante<br />

aparición de nuevas amenazas y conseguir los<br />

objetivos de bioseguridad en el origen (por ejemplo,<br />

en la producción primaria en los países exportadores),<br />

en la frontera (por ejemplo, en la inspección en el<br />

Recuadro 3.5. Requisitos previos<br />

para un análisis de riesgos eficaz<br />

en la bioseguridad<br />

A nivel internacional<br />

• Instrumentos jurídicos internacionales<br />

• Organizaciones intergubernamentales<br />

• Política de análisis de riesgos<br />

• Capacidad científica<br />

• Elaboración de normas y directrices<br />

• Seguimiento y vigilancia utilizando los sistemas<br />

internacionales de notificación<br />

• Prestación de servicios de información<br />

A nivel nacional<br />

• Políticas y legislación<br />

• Estrategia nacional de bioseguridad<br />

• Infraestructura<br />

• Capacidad científica y de investigación<br />

• Elaboración de normas y directrices<br />

• Aplicación de las normas<br />

• Verificación, auditoría y cumplimiento<br />

• Preparación y respuesta para casos de urgencia<br />

• Seguimiento y vigilancia<br />

• Certificación<br />

• Medición del rendimiento<br />

• Sistemas de comunicación<br />

• Capacitación<br />

puerto de entrada) y en el interior del país. Además,<br />

los países en desarrollo con una economía pequeña<br />

difícilmente pueden permitirse adoptar enfoques<br />

orientados a los sectores tradicionales en relación con<br />

la bioseguridad. Se debe aumentar la capacidad de<br />

manera selectiva, con un desarrollo integrado de la<br />

infraestructura y los sistemas de reglamentación<br />

(véase la Parte 2).<br />

Estrategia nacional de bioseguridad y<br />

cultura de la reglamentación<br />

El concepto de estrategia nacional para la<br />

bioseguridad ha adquirido una importancia creciente<br />

en los últimos años en varios países. Dicha estrategia<br />

se convierte en un vehículo fundamental para obtener<br />

plenamente los beneficios de un enfoque intersectorial<br />

en relación con el análisis de riesgos. Esta estrategia<br />

se debe elaborar en consulta con todos los grupos de<br />

partes interesadas y ha de incorporar un enfoque “de<br />

todo el gobierno”.<br />

La estrategia nacional de bioseguridad ayuda<br />

a las autoridades competentes a actuar en el marco<br />

de distintas jurisdicciones que se ocupan de la<br />

bioseguridad en apoyo de la sostenibilidad económica,<br />

social y ambiental intersectorial. Las medidas<br />

normativas y no normativas para conseguir los<br />

objetivos de sostenibilidad se deben coordinar a través<br />

de los diversos sectores, y el análisis de los riesgos<br />

es una disciplina básica a este respecto. Los aspectos<br />

normativos de una estrategia nacional de bioseguridad<br />

se basarán inevitablemente en las oportunidades<br />

y obligaciones inherentes a los acuerdos y otros<br />

instrumentos jurídicos internacionales (véase<br />

el Anexo 3).<br />

La introducción de un cambio en la cultura de la<br />

reglamentación es una parte importante de la<br />

transición hacia un entorno nacional de bioseguridad<br />

con una base científica y de evaluación de riesgos.<br />

Los beneficios potenciales de la aplicación de un<br />

enfoque basado en el análisis de los riesgos solamente<br />

se harán realidad si hay un entorno político, normativo,<br />

industrial y social global que valore y respalde este<br />

enfoque. El establecimiento de este tipo de cultura<br />

exige considerables esfuerzos de las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales de normalización y las autoridades<br />

competentes nacionales. A menos que éstas<br />

transmitan de manera eficaz los beneficios del análisis<br />

de los riesgos a la industria, los consumidores y otras<br />

partes interesadas en el ámbito nacional, es poco<br />

probable que pueda arraigar dicha cultura.


Análisis de riesgos<br />

Ciencia, políticas y valores<br />

59<br />

Redes y vínculos internacionales<br />

de comunicación<br />

Un elemento que se necesita de manera particular en<br />

un enfoque intersectorial para la bioseguridad es la<br />

participación en redes y vínculos internacionales de<br />

comunicación. Los vínculos y las relaciones oficiales y<br />

no oficiales ayudan enormemente a los gobiernos en la<br />

elaboración de estrategias de bioseguridad y en el<br />

establecimiento de medidas de control actualizadas y<br />

apropiadas para las condiciones mundiales de la<br />

bioseguridad, en constante cambio. Proporcionan a las<br />

autoridades competentes una alerta ante la aparición o<br />

la reaparición de peligros en otras partes del mundo<br />

(por ejemplo, la gripe aviar H5N1, la EEB, el tizón de<br />

Karnal en el trigo) y suministran la misma información a<br />

los interlocutores comerciales cuando estos peligros<br />

surgen en el interior del país. Las conexiones<br />

internacionales también permiten disponer de<br />

información de vanguardia sobre las nuevas medidas<br />

de control que se están ensayando en otras partes y<br />

sobre cuáles de ellas son eficaces en último término.<br />

En los acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales<br />

que contienen disposiciones en materia de<br />

bioseguridad influyen la experiencia, los conocimientos<br />

y la confianza en las autoridades competentes de<br />

contraparte, y esto se adquiere mediante la<br />

comunicación constante y el mantenimiento de<br />

vínculos técnicos.<br />

ELEMENTOS BÁSICOS <strong>DE</strong>L ANÁLISIS<br />

<strong>DE</strong> RIESGOS<br />

El análisis de riesgos constituye un entramado<br />

complejo de tareas. En el nivel máximo de<br />

generalización, el análisis de riesgos debe determinar:<br />

■ Qué puede ir mal.<br />

■ Qué probabilidades hay de que vaya mal.<br />

■ Qué gravedad tendrían las consecuencias<br />

si fuera mal.<br />

■ Qué se puede hacer para reducir la probabilidad<br />

y/o la gravedad de que vaya mal.<br />

Aspectos genéricos<br />

A pesar del uso de tecnología y metodologías<br />

diferentes en cada sector, muchos aspectos del<br />

análisis de riesgos para la bioseguridad son de<br />

carácter genérico. Es necesario determinar los<br />

riesgos que se afrontan en una situación<br />

determinada, decidir los resultados necesarios o el<br />

nivel de aceptabilidad del riesgo y garantizar que<br />

haya una gestión en funcionamiento para mantener<br />

los riesgos en unos niveles aceptables. Cualquiera<br />

que sea la cuestión relativa a la bioseguridad, debe<br />

haber:<br />

■<br />

■<br />

Un marco estratégico, <strong>org</strong>ánico y operacional para<br />

el análisis de riesgos<br />

Un proceso sistemático y estructurado para<br />

la aplicación de los componentes del análisis<br />

de riesgos.<br />

Peligros y riesgos<br />

En los distintos sectores de la bioseguridad hay<br />

diversas descripciones de lo que constituye una<br />

amenaza potencial para la salud o la vida, ya<br />

expuestas en la Parte 1 (Recuadro 1.4). A efectos de<br />

este manual, se utilizará el término general de<br />

“peligro” 34 para abarcar todas estas descripciones<br />

sectoriales. Un producto agropecuario que pueda<br />

representar un peligro para la bioseguridad se<br />

denomina “producto básico”. Los peligros también se<br />

pueden transportar por otros medios (por ejemplo, el<br />

agua retenida en los neumáticos usados, la tierra en la<br />

maquinaria agrícola).<br />

Es fundamental conocer con claridad la diferencia<br />

entre los términos “peligro” y “riesgo” si se quiere<br />

comprender el análisis de los riesgos para la<br />

bioseguridad. Las medidas de control aplicadas para<br />

reducir un peligro en un punto determinado de una<br />

vía de exposición relacionada con la bioseguridad (o<br />

el entorno ambiental) en una cuantía particular no se<br />

puede considerar que están “basadas en el riesgo” a<br />

menos que haya un conocimiento razonable de la<br />

disminución probable del riesgo que se va a producir.<br />

El Acuerdo MSF establece dos “elementos de<br />

referencia” para los riesgos:<br />

■<br />

■<br />

La probabilidad de entrada, radicación o<br />

propagación de plagas o enfermedades en el<br />

territorio de un Miembro importador según las<br />

medidas sanitarias o fitosanitarias que pudieran<br />

aplicarse, así como de las posibles consecuencias<br />

biológicas y económicas conexas.<br />

La evaluación de los posibles efectos<br />

perjudiciales para la salud de las personas y de<br />

los animales de la presencia de aditivos,<br />

contaminantes, toxinas u <strong>org</strong>anismos patógenos<br />

en los productos alimenticios, las bebidas o los<br />

piensos.<br />

34 La CIPF no suele utilizar el término “peligro”, sino más bien el de<br />

“plaga”. Para que una plaga esté sujeta al análisis del riesgo de plagas<br />

(ARP), ha de cumplir los criterios de la definición de plaga<br />

reglamentada.


60 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

COMPONENTES <strong>DE</strong>L ANÁLISIS<br />

<strong>DE</strong> RIESGOS<br />

Se suele admitir que el análisis de riesgos tiene tres<br />

componentes: evaluación de riesgos, gestión<br />

de riesgos y comunicación de riesgos (véase la<br />

Figura 3.2 infra).<br />

En la evaluación de los riesgos suele intervenir un<br />

proceso científico, a fin de identificar y predecir los<br />

riesgos para la salud y la vida que puedan estar<br />

asociados con un peligro para la bioseguridad o un<br />

producto básico particular. La gestión de esos riesgos<br />

puede tomar muchas formas, y la ciencia se funde con<br />

los valores a la hora de adoptar decisiones y<br />

establecer medidas de control. En la comunicación de<br />

riesgos se incluyen todas las partes interesadas<br />

apropiadas y se facilita el carácter iterativo e<br />

ininterrumpido del análisis de los riesgos.<br />

Aunque la disponibilidad de una evaluación de<br />

riesgos se presenta en general como un componente<br />

intrínseco del análisis de los riesgos para la<br />

bioseguridad, las autoridades competentes se<br />

enfrentan a menudo a situaciones en las que puede no<br />

haber evaluaciones de riesgos o estar incompletas con<br />

respecto a las situaciones del peligro o la vía de<br />

exposición específicos. Sin embargo, se puede<br />

obtener un conocimiento de los riesgos a partir de<br />

fuentes distintas de la evaluación de los riesgos como<br />

respaldo de las decisiones sobre gestión de riesgos<br />

(véase el capítulo sobre la comunicación de riesgos).<br />

Evaluación de riesgos<br />

La evaluación de los riesgos en la bioseguridad se<br />

puede describir en términos generales como la<br />

caracterización de los efectos adversos probables para<br />

la salud y la vida derivados de la exposición a peligros<br />

durante un período de tiempo concreto. En una<br />

situación ideal, la caracterización de los riesgos<br />

incluirá una estimación cuantitativa de la probabilidad<br />

y la gravedad de los efectos adversos para la salud y<br />

la vida como consecuencia de la exposición a un<br />

peligro en una circunstancia particular.<br />

Todas las evaluaciones de riesgos se basan en<br />

datos científicos y casi siempre incluyen algún grado<br />

de subjetividad. Se pueden emplear métodos<br />

cualitativos o cuantitativos, o una combinación de<br />

ambos. En cada paso hay que tener presentes las<br />

limitaciones, las incertidumbres y las hipótesis, junto<br />

con una descripción final de la incertidumbre en la<br />

estimación del riesgo.<br />

Las metodologías para la evaluación de los riesgos<br />

están sujetas a variación, tanto dentro de cada sector<br />

de la bioseguridad como entre ellos. A pesar de todo,<br />

hay oportunidades considerables de simplificar la<br />

terminología intersectorial, armonizar los enfoques y<br />

aunar las metodologías. En el capítulo sobre la<br />

evaluación de riesgos se describe con detalle su<br />

aplicación a la bioseguridad.<br />

Gestión de riesgos<br />

La gestión de riesgos en la bioseguridad se puede<br />

describir en términos generales como el proceso de<br />

“ponderar” las medidas alternativas de control por<br />

parte del gobierno en consulta con las partes<br />

interesadas, teniendo en cuenta la información<br />

científica sobre los riesgos para la salud y la vida y las<br />

aportaciones basadas en valores legítimos, y luego<br />

elegir y aplicar las medidas de control que se<br />

consideren apropiadas.<br />

Las políticas y los valores en la gestión de los<br />

riesgos comprenden preocupaciones de carácter<br />

político, jurídico, económico, social y ambiental. Los<br />

criterios para su aplicación serán probablemente<br />

bastante diferentes en distintos entornos nacionales.<br />

Cuando son objeto de comercio productos básicos<br />

relacionados con la bioseguridad, el Acuerdo MSF de<br />

la OMC describe los factores que se pueden incluir en<br />

las decisiones de gestión de riesgos sobre las normas<br />

internacionales. En ocasiones hay problemas para<br />

llegar a un consenso de alcance mundial sobre el peso<br />

que se debe dar a cada uno de estos factores al<br />

establecer normas internacionales. Cuando sea<br />

posible y práctico, en la gestión de los riesgos se debe<br />

Figura 3.2. Componentes genéricos del análisis<br />

de riesgos<br />

Evaluación<br />

de riesgos<br />

Asesoramiento<br />

científico<br />

Communicación<br />

de riesgos<br />

Gestión<br />

de riesgos<br />

Decisiones basadas<br />

en aportaciones<br />

científicas,<br />

en políticas y<br />

en valores


Análisis de riesgos<br />

Ciencia, políticas y valores<br />

61<br />

incluir una decisión sobre un nivel adecuado de<br />

protección.<br />

La cuantificación del nivel adecuado de protección<br />

al decidir si se ha de aplicar una medida de control<br />

específica puede no ser una tarea fácil. Los sistemas de<br />

vigilancia atribuyen con frecuencia de manera inexacta<br />

efectos adversos para la salud en una población a una<br />

vía de exposición a un peligro particular, y en el caso de<br />

las normas sanitarias de importación en relación con<br />

peligros exóticos el nivel de protección se suele predecir<br />

más que expresarlo. En consecuencia, los niveles<br />

adecuados de protección asociados con una medida o<br />

un grupo de medidas de control pueden ser desde<br />

específicos hasta generales, en función del nivel de<br />

atribución de la fuente y de otros factores. En<br />

contraposición a la cuantificación del nivel adecuado de<br />

protección, los objetivos de bioseguridad incorporados<br />

a las estrategias nacionales de bioseguridad tienen por<br />

objeto en general inspirar medidas que mejoren la<br />

situación futura en una cuantía relativa.<br />

A ser posible, los gestores de riesgos deben<br />

conocer el grado de protección de la salud y la vida<br />

que tratan de conseguir cuando adoptan decisiones<br />

sobre medidas de gestión de riesgos. Las<br />

consecuencias de distintos niveles de protección se<br />

pueden expresar en forma de repercusiones sanitarias,<br />

económicas, ambientales u otras. Los evaluadores de<br />

riesgos probablemente habrán examinado las<br />

repercusiones de las distintas medidas de control en la<br />

reducción de los riesgos a un nivel mínimo,<br />

proporcionando de esta manera a los gestores de<br />

riesgos información científica que les permita adoptar<br />

decisiones más objetivas sobre las medidas de control<br />

más apropiadas. Se prosigue un proceso iterativo<br />

hasta que se llega a la identificación de una o más<br />

opciones de gestión de riesgos que permiten alcanzar<br />

el nivel deseado de protección. El objetivo fundamental<br />

de la gestión de los riesgos es conseguir una<br />

reducción máxima de éstos, garantizando al mismo<br />

tiempo la eficacia y efectividad de la medida o<br />

medidas de control que se aplican. Para los productos<br />

comercializados, las medidas que se elijan se deben<br />

ajustar a las obligaciones derivadas de los acuerdos<br />

comerciales internacionales. En el capítulo siguiente se<br />

presenta una descripción detallada de la gestión de los<br />

riesgos en la bioseguridad.<br />

Comunicación de riesgos<br />

La comunicación de riesgos se puede describir como<br />

el intercambio interactivo de información y opiniones a<br />

lo largo de todo el proceso de análisis de riesgos,<br />

prestando atención expresamente a la comunicación<br />

de los criterios de decisión aplicados en la gestión de<br />

los riesgos.<br />

La documentación completa y la transparencia son<br />

elementos que contribuyen de manera importante a<br />

una comunicación eficaz de los riesgos. Los<br />

resultados de la evaluación de los riesgos son muchas<br />

veces inciertos e incompletos. Además, las<br />

aportaciones técnicas sobre la eficacia de distintas<br />

opciones de gestión de riesgos pueden ser inciertas e<br />

incompletas en una situación particular de la<br />

bioseguridad. La documentación completa permite a<br />

los comunicadores de riesgos asegurarse de que las<br />

diferencias entre la evaluación de los riesgos y las<br />

aportaciones de la gestión de los riesgos no están<br />

enmascaradas y que la base de las decisiones está<br />

clara para todos.<br />

Las necesidades en materia de comunicación y de<br />

consulta se deben planificar lo antes posible en el<br />

proceso de análisis de los riesgos y se deben someter<br />

a una reevaluación constante. Al contar con una<br />

participación adecuada del público en el análisis de<br />

los riesgos, hay que tener en cuenta las necesidades<br />

de recursos y los márgenes de tiempo. La eficacia de<br />

la comunicación de los riesgos con grupos de partes<br />

interesadas externas dependerá de la transparencia,<br />

la integridad, la exactitud y la oportunidad con las que<br />

se los informe. Se debe tomar nota de la percepción<br />

del riesgo por parte del público, que puede ser muy<br />

diferente de la que tienen los científicos. Más adelante<br />

se describe con detalle la comunicación de riesgos en<br />

la bioseguridad.<br />

Aplicación de medidas de control<br />

Una medida de control es cualquier acción o actividad<br />

que se puede utilizar para prevenir o eliminar un peligro<br />

o reducirlo a un nivel aceptable 35 . Las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales de normalización establecen normas,<br />

pero no las aplican. Las autoridades competentes<br />

nacionales se encargan de aplicar las normas de<br />

manera directa (por ejemplo, la inspección<br />

reglamentaria en frontera) o bien indirecta (por ejemplo,<br />

35 Las “medidas sanitarias y fitosanitarias” tal como se describen<br />

en el Acuerdo MSF tienen una base muy amplia. Con fines prácticos,<br />

una medida sanitaria es cualquier medida aplicada en el territorio de<br />

un Miembro para proteger la vida o la salud de las personas, los<br />

animales o las plantas o para prevenir o limitar los daños derivados de<br />

la entrada, radicación o propagación de plagas. Aquí están incluidos<br />

todos los reglamentos, requisitos, procesos, procedimientos y<br />

pruebas pertinentes.


62 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

la verificación de las normas que aplica la industria en<br />

las explotaciones agrícolas).<br />

La optimización de las medidas de control es un<br />

principio importante y supone la aplicación de medidas<br />

en los puntos de la vía de exposición al peligro en los<br />

que las medidas de reducción de los riesgos son más<br />

eficaces y efectivas. Pueden intervenir una serie de<br />

partes interesadas, y las medidas elegidas por los<br />

gestores de riesgos no tienen por qué ser<br />

necesariamente obligatorias (por ejemplo, los<br />

programas de garantía de la calidad administrados por<br />

los agricultores, la educación de los consumidores en<br />

prácticas de manipulación inocua de los alimentos, la<br />

sensibilización del público y la notificación de especies<br />

exóticas invasivas).<br />

Marco de gestión de riesgos<br />

Para aplicar a la bioseguridad un enfoque basado en<br />

el riesgo a nivel nacional se requiere un proceso<br />

sistemático. Un marco de gestión de riesgos (MGR)<br />

de carácter genérico proporciona el proceso mediante<br />

el cual se utilizan el conocimiento sobre el riesgo y la<br />

evaluación de otros factores pertinentes a la<br />

protección de la salud y la promoción de prácticas<br />

justas y equitativas para elegir y aplicar medidas de<br />

control apropiadas. Hay que señalar que los principios<br />

y las directrices para el análisis de riesgos en los<br />

distintos <strong>org</strong>anismos internacionales de bioseguridad<br />

se elaboraron (y se siguen elaborando) con arreglo a<br />

distintas situaciones, calendarios y experiencias de<br />

normalización. Por consiguiente, hay diferencias<br />

importantes en la terminología y los procesos<br />

considerados de las distintas etapas, pero también<br />

hay elementos comunes sólidos en los que se basan.<br />

En el manual se destacan esos elementos comunes<br />

para tratar de llegar a un conocimiento común del<br />

análisis de riesgos para la bioseguridad que será útil a<br />

nivel nacional. Siempre habrá diferencias en la<br />

terminología y los procesos entre los sectores de la<br />

bioseguridad a nivel internacional (por ejemplo, las<br />

etapas que se han de llevar a cabo en la “gestión de<br />

riesgos”). Sin embargo, los gobiernos nacionales,<br />

sobre todo de los países en transición y en desarrollo,<br />

podrán utilizar un conocimiento intersectorial común<br />

para mejorar su bioseguridad, en particular cuando los<br />

recursos son escasos.<br />

La aplicación de un MGR genérico permite adoptar<br />

decisiones proporcionadas a los riesgos de que se<br />

trata, facilita la innovación y la flexibilidad en la<br />

aplicación de las medidas de control y permite tener<br />

debidamente en cuenta los costos, así como los<br />

beneficios en el sentido más amplio. La aportación<br />

normativa a un programa propuesto de bioseguridad a<br />

nivel nacional debe ser suficientemente amplia para<br />

abarcar todos los componentes pertinentes de la vía<br />

de exposición al peligro y debe garantizar que las<br />

medidas de control se apliquen donde sean más<br />

eficaces para reducir los riesgos.<br />

En el capítulo siguiente se exponen con detalle los<br />

componentes de un MGR para la aplicación a nivel<br />

nacional. Además de la actuación frente a cuestiones<br />

individuales, el MGR se debe utilizar para la<br />

asignación de recursos a la bioseguridad. Hay que<br />

reconocer que, para la aplicación con éxito de un<br />

MGR en el sector de la bioseguridad, el personal<br />

directivo de las autoridades competentes tiene que<br />

conocer bien el análisis de los riesgos y ha de contar<br />

con el respaldo y la participación de las partes<br />

interesadas fundamentales.<br />

Precaución<br />

Hay que admitir que la incertidumbre es algo<br />

intrínseco al análisis de los riesgos, y el enfoque de<br />

precaución se expresa de diversas maneras durante la<br />

evaluación de los riesgos y la gestión de los riesgos.<br />

Existen muchas fuentes de incertidumbre, que se<br />

deben determinar con claridad a medida que progresa<br />

el análisis de los riesgos. Las posiciones de<br />

precaución pueden ser intrínsecas a las normas para<br />

la evaluación de los riesgos (por ejemplo, la utilización<br />

de factores de inocuidad en el establecimiento de la<br />

ingesta diaria admisible de residuos químicos en los<br />

alimentos) o se pueden introducir caso por caso (por<br />

ejemplo, las hipótesis de creación de modelos del<br />

peor de los casos cuando los patógenos tienen una<br />

dosis infectiva baja y consecuencias adversas graves<br />

para la salud). La precaución también puede ser una<br />

expresión cualitativa (por ejemplo, las directrices para<br />

el etiquetado de los alimentos obtenidos por medios<br />

biotecnológicos modernos en las que se establece<br />

una elección fundamentada de los consumidores (y de<br />

los gobiernos)).<br />

FUNCIÓN <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> CIENCIA<br />

Qué es una “buena base científica”<br />

Las autoridades competentes admiten cada vez más<br />

la necesidad de una buena base científica para la<br />

fijación de normas basadas en el riesgo y la actuación<br />

de carácter normativo. Sin embargo, el suministro de


Análisis de riesgos<br />

Ciencia, políticas y valores<br />

63<br />

esa ciencia puede resultar una labor difícil. Además de<br />

la disponibilidad de infraestructura y capacidad<br />

científicas suficientes, la propia ciencia debe ser<br />

sólida y selectiva y se ha de disponer de ella en el<br />

momento oportuno. La promoción en el Acuerdo MSF<br />

de la OMC de una justificación científica de las<br />

medidas de control de la bioseguridad como medio<br />

para alcanzar los objetivos del Acuerdo imprime un<br />

impulso importante en relación con las necesidades<br />

crecientes de recursos en esta esfera.<br />

En el sentido más amplio, la información científica<br />

que se utiliza como base para la adopción de<br />

decisiones se debe evaluar adecuadamente en cuanto<br />

a su aplicabilidad a la situación particular en cuestión<br />

de la bioseguridad. La información que se solicita se<br />

puede extraer de un solo estudio científico o de un<br />

conjunto más amplio de pruebas científicas. En<br />

cualquier caso, la evaluación del “peso de las pruebas<br />

científicas” que se presentan debe incluir la<br />

evaluación del tipo, la calidad y la cantidad de los<br />

estudios realizados.<br />

La valoración del peso de las pruebas científicas<br />

que se utilizan para llegar a una estimación del riesgo<br />

se ve muy facilitada cuando se han aplicado<br />

metodologías científicas acordadas<br />

internacionalmente, especialmente si la fuente de las<br />

aportaciones para la evaluación de los riesgos es un<br />

solo estudio científico. Para juzgar si las pruebas<br />

científicas son suficientes es posible que haya que<br />

aplicar varios criterios, en particular: la<br />

representatividad, la fiabilidad y la exactitud de los<br />

datos aportados, el diseño del modelo, el tratamiento<br />

de la incertidumbre y el tipo de análisis estadístico.<br />

Medidas de control basadas<br />

en el riesgo<br />

Un objetivo importante de la bioseguridad consiste en<br />

basar las medidas de control en la evaluación de los<br />

riesgos, pero, debido a la falta de modelos<br />

disponibles para dicha evaluación, la mayoría de las<br />

medidas se basan en otros conocimientos científicos<br />

a corto plazo.<br />

Las decisiones, las normas y las actuaciones en<br />

materia de bioseguridad basadas en el conocimiento<br />

científico del nivel probable de reducción de los<br />

peligros en un punto particular de la vía de exposición<br />

se puede decir que están basadas en el peligro. En<br />

general, se utilizará información científica objetiva y<br />

verificable sobre la prevención y el control del peligro<br />

para reducir al mínimo la exposición a dicho peligro en<br />

una situación particular en relación con la<br />

bioseguridad, con la esperanza de que se produzca<br />

una reducción de los riesgos para la salud<br />

y la vida.<br />

Cuando se dispone de evaluaciones de los<br />

riesgos, las decisiones, las normas y las actuaciones<br />

en materia de bioseguridad se pueden basar en el<br />

conocimiento específico de los niveles probables de<br />

riesgo que se derivarán. De las decisiones sobre la<br />

aceptabilidad de distintos niveles de riesgo/niveles<br />

adecuados de protección dependerá el rigor de la<br />

medida o medidas de control que se elijan. Se puede<br />

decir que las medidas adoptadas de esta manera<br />

están basadas en el riesgo.<br />

En el Recuadro 3.6 se dan las definiciones de<br />

trabajo de las medidas de control basadas en el<br />

peligro y las basadas en el riesgo. Las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales de normalización y las autoridades<br />

nacionales competentes seguirán aumentando la<br />

proporción de medidas basadas en el riesgo en<br />

comparación con las basadas en el peligro, a fin de<br />

aprovechar plenamente las ventajas de un enfoque<br />

de análisis de riesgos para la bioseguridad. Sin<br />

embargo, con frecuencia son suficientes las normas<br />

basadas en el peligro para alcanzar los objetivos<br />

de bioseguridad, y se seguirán utilizando en<br />

numerosas situaciones.<br />

PRINCIPIOS GENERALES<br />

<strong>DE</strong>L ANÁLISIS <strong>DE</strong> LOS RIESGOS<br />

EN EL MARCO <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Dado un conocimiento de los componentes del<br />

análisis de los riesgos, el examen de la<br />

documentación internacional sobre la aplicación de<br />

dicho análisis en distintos sectores de la bioseguridad<br />

permite determinar varios principios generales<br />

Recuadro 3.6. Definiciones de trabajo<br />

de medidas de control basadas<br />

en el peligro y basadas en el riesgo<br />

Basadas en el peligro. Son las medidas de control que se<br />

basan en información cuantificada y verificable sobre el<br />

nivel de control del peligro que se alcanzará<br />

probablemente, pero sin un conocimiento cuantitativo del<br />

nivel de protección que es probable que se derive.<br />

Basadas en el riesgo. Son las medidas de control que se<br />

basan en información cuantificada y verificable sobre el<br />

nivel de protección que se alcanzará probablemente


64 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

(Recuadro 3.7). Las autoridades competentes deben<br />

aplicar estos principios al formular y llevar a cabo<br />

todos los programas de bioseguridad basados<br />

en el riesgo.<br />

TERMINOLOGÍA UTILIZADA<br />

EN DISTINTOS SECTORES<br />

INTERNACIONALES<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

En el Cuadro 3.1 se da la terminología general para los<br />

principales componentes del análisis de los riesgos<br />

aplicados a nivel internacional en los distintos sectores<br />

de la bioseguridad. Las diferencias son<br />

inevitablemente importantes y sólo se pueden realizar<br />

comparaciones amplias cuando el trabajo se orienta<br />

hacia un conocimiento intersectorial común de la<br />

bioseguridad a nivel nacional.<br />

Se incorpora la identificación del peligro como uno de<br />

los pasos de la evaluación de los riesgos en el sector de<br />

la inocuidad de los alimentos, pero se considera como<br />

un componente en sí mismo del análisis de los riesgos<br />

para otros sectores. Las repercusiones de esta diferencia<br />

con respecto a la armonización de la terminología y los<br />

procesos en los diversos sectores de la bioseguridad se<br />

examinarán en los capítulos siguientes.<br />

Recuadro 3.7. Principios generales del análisis de los riesgos en el marco de la bioseguridad<br />

• El objetivo primordial del análisis de los riesgos debe ser<br />

la protección de la salud y la vida.<br />

• Todos los aspectos del análisis de los riesgos aplicados<br />

en una circunstancia particular deben estar<br />

documentados, ser transparentes y estar disponibles para<br />

una inspección independiente.<br />

• La gestión de riesgos debe seguir un proceso<br />

estructurado y sistemático.<br />

• Los gestores de riesgos y los evaluadores de riesgos<br />

deben participar en una comunicación clara e iterativa<br />

a lo largo de todo el proceso de análisis de los riesgos.<br />

• Debe haber comunicación y consultas eficaces con todos<br />

los grupos pertinentes de partes interesadas a lo largo de<br />

todo el proceso de análisis de los riesgos, incorporando<br />

al proceso de adopción de decisiones toda la información<br />

y las opiniones que se necesitan para una gestión eficaz<br />

de los riesgos.<br />

• En la medida de lo posible debe haber una separación<br />

funcional entre la evaluación de los riesgos y la gestión<br />

de los riesgos, de manera que se proteja la integridad<br />

científica de la evaluación de los riesgos y se evite la<br />

confusión sobre las funciones de los evaluadores de<br />

riesgos y los gestores de riesgos.<br />

• Los gestores de riesgos deben comunicar con claridad la<br />

finalidad, el alcance y la forma de presentación de los<br />

resultados al poner en marcha una evaluación de los<br />

riesgos.<br />

• Una evaluación de los riesgos se debe ajustar a la<br />

finalidad a la que se destina.<br />

• La evaluación de los riesgos debe contar con una base<br />

científica sólida y tener en cuenta toda la vía de<br />

exposición al peligro.<br />

• Los gestores de riesgos que adoptan decisiones deben<br />

tener presentes de manera explícita las limitaciones,<br />

las incertidumbres y las hipótesis en los procesos de<br />

evaluación de los riesgos.<br />

• Cuando proceda, los gestores de riesgos deben pedir<br />

a los evaluadores de riesgos que efectúen una valoración<br />

de los cambios potenciales en el riesgo derivados<br />

de distintas opciones de gestión de los riesgos.<br />

• La gestión de los riesgos debe ser un proceso continuo<br />

en el que se tengan en cuenta los nuevos datos<br />

obtenidos en la reevaluación y el examen periódicos<br />

de las decisiones.<br />

• El análisis de los riesgos se debe utilizar cuando sea<br />

pertinente para el establecimiento de prioridades<br />

en las cuestiones relativas a la bioseguridad con miras<br />

a la gestión<br />

Cuadro 3.1. Terminología general utilizada a nivel internacional para el análisis de los riesgos en<br />

distintos sectores de la bioseguridad<br />

Inocuidad Sanidad animal Sanidad vegetal Biodiversidad<br />

de los alimentos (OIE) (CIPF) y medio ambiente<br />

(Comisión del Codex<br />

(CDB)<br />

Alimentarius)<br />

No aplicable Identificación del peligro Comienzo del proceso No hay terminología<br />

(etapa 1)<br />

específica<br />

Evaluación de riesgos Evaluación de riesgos Evaluación de riesgos Evaluación de riesgos<br />

(incluida la identificación (etapa 2)<br />

de los peligros)<br />

Gestión de riesgos Gestión de riesgos Gestión de riesgos Gestión de riesgos<br />

(etapa 3)<br />

Comunicación de riesgos Comunicación de riesgos Comunicación de riesgos Comunicación de riesgos


Análisis de riesgos<br />

65<br />

Marco genérico de gestión<br />

de riesgos para la bioseguridad<br />

El concepto de proceso genérico para la gestión de los<br />

riesgos es un aspecto importante de la bioseguridad a<br />

nivel nacional. Además de facilitar enfoques coherentes<br />

y sistemáticos para la bioseguridad dentro de cada<br />

sector, proporciona un enfoque intersectorial más<br />

integrado. La función central del gestor de riesgos en el<br />

proceso genérico está implícita en las directrices para el<br />

análisis de riesgos elaboradas por las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales de normalización y otros <strong>org</strong>anismos<br />

internacionales.<br />

En el presente capítulo se describe un marco de<br />

gestión de riesgos (MGR) genérico que proporciona un<br />

proceso sencillo en cuatro etapas para abordar toda las<br />

cuestiones relativas a la bioseguridad a medida que se<br />

plantean a nivel nacional. Este MGR se deriva de todos<br />

los sectores de la bioseguridad, así como de disciplinas<br />

más amplias, como las finanzas y la ingeniería. Ofrece la<br />

oportunidad de armonizar los enfoques en los distintos<br />

sectores de la bioseguridad y establecer una base<br />

común para la aplicación de las estrategias nacionales<br />

de bioseguridad (Recuadros 3.8 y 3.9). Aunque hay<br />

algunas variaciones en la aplicación de estas etapas<br />

genéricas en los distintos sectores, no invalidan el<br />

proceso del MGR que se describe aquí.<br />

En el MGR se subrayan las funciones genéricas de<br />

los gestores de riesgos frente a las de los asesores de<br />

riesgos (y los comunicadores de riesgos) en el marco de<br />

un proceso global. Se pueden comparar las distintas<br />

funciones de los empleados que trabajan para las<br />

autoridades competentes y se pone de manifiesto que<br />

las actividades relativas al análisis de riesgos para la<br />

bioseguridad a nivel nacional no siempre guardan<br />

correlación con las que se realizan a nivel internacional.<br />

La primera etapa del MGR, actividades preliminares<br />

de gestión de los riesgos, consiste en varias tareas<br />

relacionadas entre sí, incluida la puesta en marcha de<br />

una evaluación de los riesgos si lo consideran necesario<br />

los gestores de riesgos. La identificación y selección de<br />

opciones de gestión de los riesgos es la segunda etapa<br />

del proceso del MGR, mediante la cual se identifican y<br />

seleccionan posibles medidas de control de acuerdo<br />

con los criterios apropiados para la adopción de<br />

decisiones. La aplicación de medidas de control es la<br />

tercera etapa, consistente en actuaciones de la<br />

autoridad competente, la industria y otros grupos de<br />

Recuadro 3.8. Beneficios<br />

que se derivan de la aplicación<br />

de un proceso del MGR genérico<br />

a nivel internacional y nacional<br />

• Mejora del conocimiento de los conceptos, principios<br />

y procesos del análisis de riesgos por todas las partes<br />

interesadas.<br />

• Aumento de la capacidad para clasificar las cuestiones<br />

relativas a la bioseguridad para el análisis de riesgos<br />

y establecer un orden de prioridades entre ellas.<br />

• Aclaración de las funciones de los evaluadores de<br />

riesgos y los gestores de riesgos al evaluar una<br />

cuestión de bioseguridad y decidir las medidas de<br />

control.<br />

• Facilitación de la adopción de decisiones sistemáticas,<br />

transparentes y coherentes sobre el nivel de protección<br />

y las medidas conexas de control reglamentario y/o<br />

no reglamentario.<br />

• Facilitación de la innovación y la flexibilidad en la<br />

selección de las medidas de control.<br />

• Fortalecimiento de la comunicación de riesgos como<br />

consecuencia del carácter participativo e iterativo<br />

del proceso del MGR.<br />

• Fomento de un enfoque más armonizado e integrado<br />

para la bioseguridad intersectorial.<br />

• Fortalecimiento de la capacidad científica gracias al<br />

intercambio de experiencias y metodologías<br />

Recuadro 3.9. Otros beneficios<br />

derivados de la aplicación de<br />

un MGR genérico a nivel nacional<br />

• Suministro de un proceso sistemático, flexible y creíble<br />

con una base científica para abordar todas las<br />

cuestiones nacionales relativas a la bioseguridad, aun<br />

cuando la información sobre la gestión de los riesgos<br />

sea limitada.<br />

• Disponibilidad de un mecanismo sistemático para<br />

incorporar la información científica y las normas<br />

internacionales a los programas nacionales de<br />

bioseguridad.<br />

• Suministro de una base intersectorial común para la<br />

elaboración de estrategias nacionales de bioseguridad.<br />

• Posibilidad de aplicación sistemática y coherente<br />

de medidas de control basadas en el riesgo.<br />

• Fomento de una asignación eficaz de recursos<br />

científicos y de su intercambio.<br />

• Ayuda para la medición de la actuación global de una<br />

autoridad competente.<br />

• Garantía de una mayor información y participación<br />

del público


66 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Figura 3.3. Componentes de un MGR genérico<br />

partes interesadas. La última tapa es el seguimiento y<br />

examen, es decir, la recopilación y análisis de datos, de<br />

manera que se tenga un panorama general del nivel de<br />

protección alcanzado, con un examen de las decisiones<br />

en materia de gestión de riesgos en caso necesario.<br />

A nivel nacional, hay muchas fuerzas que compiten<br />

por los recursos técnicos y operacionales en cada<br />

sector de la bioseguridad y entre ellos. Se puede utilizar<br />

un enfoque basado en el MGR para contribuir a<br />

establecer prioridades en las cuestiones nacionales y su<br />

solución, de manera que se puedan utilizar de la manera<br />

más efectiva y eficaz unos recursos que son limitados.<br />

La medición de la actuación de la autoridad competente<br />

en sentido general también se basa en la aplicación<br />

sistemática de cada componente del MGR, a fin de<br />

obtener una expresión cuantitativa de los indicadores<br />

del rendimiento.<br />

EL MGR<br />

Seguimiento<br />

y examen<br />

Actividades<br />

preliminares<br />

de gestión de<br />

riesgos<br />

Aplicación<br />

de medidas<br />

de control<br />

Identificación<br />

y selección<br />

de opciones<br />

de gestión<br />

de riesgos<br />

Componentes y proceso<br />

El MGR genérico tiene cuatro componentes principales<br />

(Figura 3.3), que se explicarán con detalle más<br />

adelante en este capítulo. La comunicación de los<br />

riesgos se expresa constantemente como aplicación<br />

de los progresos del proceso del MGR.<br />

El proceso de aplicación de los componentes del<br />

MGR es cíclico, iterativo e ininterrumpido, y el<br />

seguimiento y examen probablemente llevarán con el<br />

tiempo a nuevas medidas de control. La disponibilidad<br />

de un MGR hace que sean útiles los distintos<br />

elementos del análisis de los riesgos (evaluación de<br />

riesgos, gestión de riesgos y comunicación de<br />

riesgos), que a menudo se describen sin hacer<br />

referencia a un proceso de aplicación práctica.<br />

Ámbito<br />

Un MGR genérico debe poder hacer frente a todas las<br />

cuestiones relativas a la bioseguridad, sean grandes o<br />

pequeñas, a corto o a largo plazo. Este requisito va<br />

mucho más allá de la simple respuesta a los<br />

problemas y las situaciones de urgencia. Las<br />

autoridades competentes abordan las cuestiones<br />

asociadas con el mantenimiento del statu quo de la<br />

bioseguridad (por ejemplo, las determinaciones de la<br />

equivalencia para las normas sanitarias de<br />

importación) y tienen que analizar muchas más<br />

cuestiones ante la probabilidad de que sean<br />

importantes y sea necesaria la actuación (por ejemplo,<br />

en las redes internacionales de información se<br />

identifican constantemente peligros nuevos,<br />

emergentes y reemergentes). Las autoridades<br />

competentes también tienen que comenzar<br />

constantemente proyectos para elaborar nuevas<br />

normas reglamentarias y examinar las antiguas, con<br />

frecuencia en situaciones institucionales en las que<br />

los recursos técnicos son escasos. Los gestores de<br />

riesgos pueden tener que ocuparse de las situaciones<br />

mencionadas en ausencia de una evaluación sólida de<br />

los riesgos.<br />

El MGR genérico proporciona la flexibilidad<br />

necesaria para alcanzar los objetivos indicados.<br />

Considerado en conjunto, es cíclico, iterativo e<br />

ininterrumpido. Los gestores de riesgos pueden iniciar<br />

el MGR en cualquier etapa del proceso y realizar<br />

actividades sucesivas en la medida en que sea<br />

pertinente para la cuestión de bioseguridad que se<br />

afronta. Los principios que rigen la aplicación del<br />

MGR deben garantizar que, con independencia de la<br />

serie de actividades encargadas, las decisiones sobre<br />

la gestión de los riesgos sean transparentes,<br />

coherentes y proporcionadas a los riesgos en<br />

cuestión.<br />

Concomitancia del MGR genérico con<br />

la terminología internacional<br />

Un objetivo importante de este capítulo es demostrar<br />

que en los textos elaborados por los órganos y<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales de normalización ya se


Análisis de riesgos<br />

Gestión de riesgos<br />

67<br />

Cuadro 3.2. Terminología utilizada por distintas <strong>org</strong>anizaciones internacionales en relación<br />

con un MGR genérico<br />

MGR genérico Inocuidad Sanidad animal Sanidad vegetal Biodiversidad<br />

(para la bioseguridad) de los alimentos (OIE) (CIPF) y medio ambiente<br />

(Comisión del Codex<br />

(CDB)<br />

Alimentarius)<br />

Actividades Actividades No hay Incluye No hay<br />

preliminares preliminares terminología la iniciación terminología<br />

de gestión de gestión específica, del proceso específica<br />

de los riesgos de los riesgos pero incluiría (etapa 1)<br />

la identificación<br />

y la evaluación<br />

de los peligros<br />

de los riesgos<br />

(etapa 2)<br />

No hay No hay Apreciación No hay No hay<br />

terminología terminología de los riesgos* terminología terminología<br />

específica específica específica específica<br />

Identificación Identificación Evaluación Gestión No hay<br />

y selección y selección de las opciones de los riesgos terminología<br />

de opciones de opciones (etapa 3) específica<br />

de gestión de gestión (evaluación<br />

de los riesgos de los riesgos y selección<br />

de las opciones)<br />

Aplicación Aplicación Aplicación Aplicación Aplicación<br />

(etapa 3<br />

y siguientes)<br />

Seguimiento Seguimiento Seguimiento Seguimiento Seguimiento<br />

y examen y examen y examen y examen<br />

(etapa 3<br />

y siguientes)<br />

* La apreciación de los riesgos es el proceso de comparación del riesgo estimado en la evaluación de los riesgos con el nivel adecuado de protección<br />

del Estado Miembro.<br />

han descrito las partes fundamentales del MGR<br />

(Cuadro 3.2) y que se pueden agrupar para formar los<br />

componentes de un proceso genérico de análisis de<br />

riesgos para la bioseguridad en orden a su aplicación<br />

a nivel nacional. Al mismo tiempo, la creación de<br />

nueva terminología se debe reducir al mínimo.<br />

Quienes trabajan en un ámbito internacional se<br />

seguirán ajustando a su propia terminología (y<br />

prácticas) durante algún tiempo en el futuro, pero un<br />

MGR genérico para la bioseguridad ofrece la<br />

oportunidad de armonizar los términos con el paso del<br />

tiempo.<br />

En el Recuadro 3.10 se examina el grado de<br />

concomitancia entre el proceso descrito en el MGR<br />

genérico y los procesos de gestión de los riesgos que<br />

describen las <strong>org</strong>anizaciones internacionales. Es<br />

inevitable que haya algún entrecruzamiento entre la<br />

utilización del término “gestión de los riesgos” en el<br />

contexto del MGR (en el que se recalca un proceso<br />

completo de análisis de los riesgos administrado por<br />

los gestores de riesgos) y el uso del mismo término en<br />

determinados sectores de la bioseguridad (que refleja<br />

más un componente del análisis de riesgos).<br />

FUNCIONALIDAD <strong>DE</strong>L GESTOR<br />

<strong>DE</strong> RIESGOS<br />

Los gobiernos como gestores<br />

de riesgos<br />

Aunque en el análisis de los riesgos participan otras<br />

partes interesadas, el gestor de riesgos en la<br />

bioseguridad es esencialmente el gobierno. A nivel<br />

internacional, la gestión de los riesgos corresponde a<br />

los representantes de los gobiernos que participan en<br />

actividades de normalización y otras de carácter<br />

normativo. A nivel nacional, es la autoridad<br />

competente que tiene jurisdicción la que adopta las<br />

decisiones finales de gestión de los riesgos y tiene la<br />

responsabilidad global de garantizar que las medidas<br />

de control se apliquen debidamente y se cumplan.<br />

Las <strong>org</strong>anizaciones internacionales utilizan un<br />

proceso del MGR primordialmente para elaborar<br />

normas, pero no aplican esas normas. Sin embargo, los<br />

gestores de riesgos de las autoridades competentes<br />

nacionales tienen una función práctica en todas las<br />

etapas del proceso del MGR (Figura 3.4). Pueden aplicar<br />

medidas de control directamente (por ejemplo, la


68 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

inspección de las importaciones de productos agrícolas<br />

por inspectores gubernamentales) o bien verificar las<br />

medidas de control aplicadas por los órganos<br />

acreditados oficialmente o por la industria. Cuando en<br />

una opción seleccionada de gestión de los riesgos no<br />

interviene un reglamento (por ejemplo, la aplicación de<br />

un código voluntario de prácticas por la industria), la<br />

autoridad competente puede ayudar proporcionando<br />

instrumentos de aplicación, capacitación y educación.<br />

Separación funcional<br />

entre la gestión de riesgos y la<br />

evaluación de riesgos<br />

La evaluación de los riesgos se describe en términos<br />

generales como la caracterización de la probabilidad y<br />

la gravedad de los efectos adversos para la salud y la<br />

vida que se derivan de la exposición a un peligro en<br />

una circunstancia particular. El carácter científico y<br />

objetivo de la evaluación de los riesgos la distingue<br />

claramente del proceso orientado a los valores de la<br />

gestión de riesgos.<br />

En la Figura 3.4 se presenta la actividad de<br />

evaluación de los riesgos como ajena al proceso del<br />

MGR genérico. La Academia Nacional de Ciencias de<br />

los Estados Unidos reconoció ya en 1983 las ventajas<br />

de separar la función práctica del gestor de riesgos de<br />

la que desempeña el evaluador de riesgos. Ahora se<br />

ha llegado a un consenso en el sentido de que, en la<br />

medida de lo posible, la evaluación de los riesgos<br />

debe estar separada funcionalmente del proceso de<br />

normalización reglamentaria que llevan a cabo los<br />

gestores de riesgos. La finalidad de esto es proteger la<br />

integridad de la evaluación de los riesgos como<br />

actividad científica, objetiva e imparcial. Cuando no<br />

sea posible en la práctica contar con personal<br />

diferente para el desempeño de funciones distintas<br />

(por ejemplo, en las autoridades competentes de los<br />

pequeños <strong>org</strong>anismos de los países en desarrollo), las<br />

tareas de gestión de los riesgos y evaluación de los<br />

riesgos se deben llevar a cabo por separado y se han<br />

de documentar como tales. Varios gobiernos han<br />

reforzado esta separación funcional en las nuevas<br />

Recuadro 3.10. Concomitancia del proceso del MGR con los procesos de “gestión<br />

de los riesgos” que describen las <strong>org</strong>anizaciones internacionales<br />

El proceso del MGR genérico descrito en este manual es<br />

muy parecido al que se expone en varios proyectos de<br />

documentos sobre gestión de riesgos que se están<br />

elaborando en el ámbito de la Comisión del Codex<br />

Alimentarius. Dentro de este proceso global, los comités<br />

pertinentes del Codex están elaborando directrices<br />

específicas para la gestión de los riesgos de distintos tipos<br />

de peligros microbiológicos y químicos.<br />

La OIE describe la gestión de los riesgos como el<br />

proceso de identificación, selección y aplicación de<br />

medidas para conseguir el nivel adecuado de protección<br />

del país importador, garantizando al mismo tiempo que los<br />

efectos negativos en el comercio sean mínimos. La finalidad<br />

y el proceso de gestión de los riesgos de la OIE están en<br />

consonancia con el MGR descrito más arriba (teniendo en<br />

cuenta que no se da una definición oficial como tal de<br />

“actividades preliminares de gestión de los riesgos”).<br />

Solamente hay que explicar de manera específica las<br />

actividades de la OIE descritas como “apreciación de<br />

riesgos” y comprendidas en dicha apreciación (véase la<br />

sección sobre la evaluación de los riesgos para la sanidad<br />

animal en la página 90). El Grupo especial de expertos de la<br />

OIE sobre la resistencia a los antimicrobianos ha<br />

recomendado la aplicación del MGR genérico que se<br />

describe aquí para la gestión de los riesgos de las bacterias<br />

de origen animal resistentes a los antimicrobianos.<br />

La CIPF insiste en la necesidad de un proceso<br />

sistemático para recopilar, evaluar y documentar<br />

información científica y de otra índole como base para<br />

justificar desde el punto de vista técnico las medidas<br />

fitosanitarias, pero este aspecto sólo se aborda en términos<br />

generales. A este respecto, el análisis del riesgo de plagas<br />

(ARP) se describe como consistente en tres etapas:<br />

iniciación del proceso de análisis de los riesgos, evaluación<br />

de los riesgos y gestión de los riesgos. La gestión de los<br />

riesgos se describe como la evaluación y selección de<br />

opciones para reducir el riesgo de introducción y/o<br />

propagación de una plaga, la aplicación de controles y el<br />

seguimiento y examen. Así pues, el proceso del ARP de la<br />

CIPF está en consonancia con el proceso del MGR<br />

genérico descrito más arriba.<br />

La gestión de riesgos se describe en el CDB como la<br />

identificación de las medidas que se pueden aplicar para<br />

reducir o gestionar los riesgos, teniendo en cuenta los<br />

aspectos socioeconómicos y culturales. En la aplicación del<br />

CDB intervienen distintas <strong>org</strong>anizaciones sectoriales<br />

internacionales, lo cual pone de manifiesto la necesidad de<br />

un proceso del MGR genérico. Para las especies exóticas<br />

invasivas, se menciona de manera específica la necesidad<br />

de examinar las políticas intersectoriales sobre el<br />

mantenimiento de los ecosistemas, reconociendo que éstos<br />

son dinámicos a lo largo del tiempo. Para los OVM, las<br />

autoridades competentes deben aplicar un proceso de<br />

análisis de los riesgos a fin de determinar que no<br />

representan riesgos inaceptables para la vida o la salud<br />

(incluidos los riesgos para el medio ambiente) en las<br />

condiciones específicas de utilización de su país, antes de<br />

permitir su introducción en el comercio o ponerlos a la<br />

venta. Hay que señalar que en la evaluación del riesgo<br />

descrita en el Anexo III del Protocolo de Cartagena figura<br />

“una recomendación sobre si los riesgos son aceptables o<br />

gestionables”


Análisis de riesgos<br />

Gestión de riesgos<br />

69<br />

estructuras <strong>org</strong>ánicas encargadas de la bioseguridad<br />

(véase la Parte 1).<br />

PRIMERA ETAPA<br />

EN EL PROCESO <strong>DE</strong>L MGR:<br />

ACTIVIDA<strong>DE</strong>S PRELIMINARES<br />

<strong>DE</strong> GESTIÓN <strong>DE</strong> LOS RIESGOS<br />

Las actividades preliminares de gestión de los riesgos<br />

en el proceso del MGR son las siguientes:<br />

■ Identificación de las cuestiones relativas a la<br />

bioseguridad;<br />

■ Determinación del perfil del riesgo;<br />

■ Establecimiento de objetivos amplios para la<br />

gestión de los riesgos;<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Establecimiento de una política de evaluación de<br />

los riesgos;<br />

Puesta en marcha de una evaluación de los riesgos;<br />

Examen de los resultados de la evaluación de los<br />

riesgos; y<br />

Clasificación y establecimiento de prioridades.<br />

Identificación de las cuestiones para<br />

una posible gestión de los riesgos<br />

Las cuestiones relativas a la bioseguridad que pueden<br />

requerir una gestión activa de los riesgos se plantean<br />

de muchas maneras diferentes. Básicamente surgen<br />

de las actividades en curso de las autoridades<br />

competentes, como inspección, seguimiento de las<br />

vías de exposición a peligros, examen de los registros<br />

Figura 3.4. Función del gestor de riesgos en la aplicación del proceso del MGR genérico<br />

Función práctica de los gestores de riesgos<br />

Función práctica de los científicos y los asesores de riesgos<br />

Función práctica de la industria y otras partes interesadas<br />

Determinación<br />

del perfil del riesgo<br />

Actividades<br />

preliminares<br />

de los gestión<br />

de riesgos<br />

Evaluación<br />

de los riesgos<br />

Seguimiento<br />

y examen<br />

Identificación<br />

y selección<br />

de opciones<br />

de gestión<br />

de los riesgos<br />

Aplicación<br />

por las partes<br />

interesadas<br />

Aplicación y<br />

medidas de control


70 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.11. Información que<br />

se puede incluir en un perfil del riesgo<br />

• Descripción del producto, el transporte o el entorno que<br />

intervienen.<br />

• Descripción de la vía de exposición al peligro.<br />

• Recopilación de información científica sobre los riesgos<br />

probables en las categorías pertinentes.<br />

• Identificación de las lagunas de datos en los<br />

conocimientos sobre los riesgos.<br />

• Distribución de los riesgos probables (quién produce,<br />

aprovecha y/o corre el riesgo).<br />

• Documentación de las medidas de control vigentes<br />

relacionadas con la cuestión.<br />

• Documentación de las respuestas de gestión de los<br />

riesgos en otros países.<br />

• Viabilidad técnica de la atenuación de los riesgos.<br />

• Repercusiones para las medidas sanitarias y<br />

fitosanitarias de la OMC.<br />

• Aplicación de criterios de clasificación si se utilizan<br />

perfiles de los riesgos con este fin<br />

de cumplimiento, vigilancia, estudios epidemiológicos,<br />

investigaciones científicas y negociaciones para el<br />

acceso a los mercados.<br />

Otras partes interesadas en el plano nacional<br />

presentan periódicamente cuestiones para su examen,<br />

por ejemplo la solicitud de importación de un nuevo<br />

tipo de producto agrícola, consumidores que notifican<br />

un problema de inocuidad de los alimentos que<br />

despierta preocupación o una investigación aduanera.<br />

También surgen de las redes y conexiones<br />

internacionales cuestiones que pueden ser objeto de<br />

gestión de los riesgos (por ejemplo, la aparición de<br />

problemas de salud de alcance internacional, una<br />

solicitud de determinación de la equivalencia de las<br />

medidas de control de una autoridad competente<br />

homóloga, elaboración de medidas de control que<br />

satisfagan las obligaciones en virtud del Acuerdo MSF<br />

de la OMC).<br />

La autoridad competente debe tener un sistema<br />

cualitativo para agrupar y analizar las nuevas<br />

cuestiones a medida que se presenten. Hay varias<br />

opciones para avanzar en relación con una cuestión,<br />

entre ellas la elaboración de un perfil del riesgo.<br />

Determinación del perfil del riesgo<br />

La determinación del perfil del riesgo ofrece la<br />

oportunidad de recopilar información de interés sobre<br />

una cuestión y puede adoptar varias formas. La<br />

principal finalidad es ayudar a los gestores de riesgos<br />

a decidir nuevas medidas. La determinación del perfil<br />

del riesgo es una práctica científica establecida en el<br />

análisis de los riesgos para la inocuidad de los<br />

alimentos (Recuadro 3.11). En un perfil del riesgo se<br />

debe incluir la información disponible sobre los riesgos<br />

probables para la salud y la vida y se han de<br />

determinar las lagunas importantes en los<br />

conocimientos científicos. Hay que detallar los<br />

requisitos reglamentarios que afectan ya a la cuestión<br />

y puede contener un inventario de posibles medidas<br />

para atenuar ulteriormente el riesgo.<br />

Aunque en la bioseguridad moderna se procura<br />

preparar controles basados en la evaluación de los<br />

riesgos, los gestores de riesgos pueden utilizar a veces<br />

directamente la determinación del perfil del riesgo<br />

como guía para la identificación y selección de las<br />

opciones de gestión de los riesgos. Estas situaciones<br />

se producen cuando se necesita una actuación rápida,<br />

la determinación del perfil proporciona suficiente<br />

información científica sobre una cuestión relativamente<br />

sencilla o son insuficientes los datos disponibles para<br />

emprender razonablemente una evaluación del riesgo.<br />

En algunas circunstancias puede haber información<br />

científica disponible sobre los riesgos procedente de<br />

fuentes distintas de la evaluación del riesgo (por<br />

ejemplo, datos de vigilancia de la población<br />

destinataria o estudios epidemiológicos).<br />

Establecimiento de objetivos amplios<br />

para la gestión de los riesgos<br />

Una vez establecido el perfil del riesgo, los gestores de<br />

riesgos tienen que decidir los objetivos amplios para<br />

su gestión. Probablemente esto se hará coincidiendo<br />

con una decisión sobre si es o no viable y necesaria<br />

una evaluación del riesgo, pero debe ser anterior a la<br />

puesta en marcha de dicha evaluación. Los objetivos<br />

amplios para la gestión de los riesgos ayudarán a<br />

determinar el ámbito y la orientación de la evaluación<br />

del riesgo y probablemente se definirán con mayor<br />

precisión cuando se conozcan los resultados<br />

de la evaluación.<br />

Establecimiento de una política de<br />

evaluación de los riesgos<br />

Cuando hay incertidumbre científica en el proceso de<br />

evaluación del riesgo, se necesitan conexiones<br />

deductivas para que pueda seguir adelante el proceso.<br />

Las opiniones de los científicos o los evaluadores de<br />

riesgos suponen a menudo una elección entre varias<br />

opciones admisibles desde el punto de vista científico.<br />

Las consideraciones de carácter normativo influyen<br />

inevitablemente en algunas de las elecciones, y


Análisis de riesgos<br />

Gestión de riesgos<br />

71<br />

pueden incluso determinarlas. Así pues, las lagunas en<br />

los conocimientos científicos se subsanan mediante<br />

una serie de deducciones, que consisten en hipótesis<br />

por defecto basadas en lo que se denomina “política<br />

de evaluación de los riesgos”. La documentación de<br />

estas hipótesis por defecto contribuye a la<br />

transparencia de la evaluación de los riesgos.<br />

Las políticas de evaluación de los riesgos suelen<br />

ser genéricas y las establecen los gestores de riesgos<br />

en consulta con los evaluadores de riesgos. Sería<br />

preferible que se determinaran antes de comenzar la<br />

evaluación del riesgo. En el caso de las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales de normalización, en muchos<br />

documentos de orientación para el análisis de los<br />

riesgos son evidentes las políticas genéricas de<br />

evaluación de los riesgos.<br />

Puesta en marcha de una evaluación<br />

de los riesgos<br />

Si se decide poner en marcha una evaluación del<br />

riesgo, el gestor de riesgos debe definir con claridad,<br />

en asociación con el evaluador de riesgos, el alcance,<br />

la finalidad y los resultados previstos. También se debe<br />

llegar a un acuerdo sobre los recursos necesarios y el<br />

plazo para completarla. Las evaluaciones importantes<br />

de riesgos están a menudo a cargo de equipos<br />

multidisciplinarios, pero puede haber proyectos más<br />

sencillos que lleven a cabo personas particulares.<br />

Puesto que la evaluación de los riesgos y la gestión de<br />

los riesgos son procesos iterativos, será necesario<br />

establecer la manera de mantener una comunicación<br />

constante y eficaz. El gestor de riesgos puede tener<br />

que contratar una investigación científica para llenar<br />

las lagunas de datos a medida que avanza la<br />

evaluación del riesgo.<br />

Examen de los resultados<br />

de una evaluación de los riesgos<br />

La interpretación correcta de los resultados de la<br />

evaluación de los riesgos por el gestor de riesgos es una<br />

función vital. Los evaluadores de riesgos deben describir<br />

de manera clara la incertidumbre de una estimación de<br />

los riesgos y sus orígenes. Las decisiones adoptadas por<br />

los evaluadores de riesgos de conformidad con la<br />

política de evaluación de los riesgos deben ser<br />

claramente identificables y hay que examinar los<br />

aspectos positivos y negativos globales de la evaluación.<br />

Las repercusiones de la variabilidad biológica en las<br />

posibles opciones de gestión de los riesgos en las<br />

distintas etapas de la vía de exposición a los peligros<br />

Recuadro 3.12. Ejemplos<br />

de criterios utilizados para la clasificación<br />

de las cuestiones de bioseguridad<br />

y el establecimiento de prioridades en ellas<br />

para la gestión de los riesgos<br />

Criterios relativos a la evaluación<br />

de los riesgos<br />

• Prevalencia de efectos adversos para la salud<br />

• Gravedad de los efectos adversos para la salud<br />

• Repercusiones económicas<br />

• Repercusiones en el medio ambiente<br />

• Grado de incertidumbre en la estimación del riesgo<br />

• Disponibilidad de datos de validación<br />

Criterios adicionales relativos a la gestión<br />

de los riesgos<br />

• Jurisdicción normativa<br />

• Contribución a los objetivos nacionales de bioseguridad<br />

• Repercusiones sociales probables<br />

• Posibilidad y viabilidad de medidas de control<br />

• Obligaciones relativas al comercio internacional<br />

• Análisis de la relación costos-beneficios<br />

deben estar bien documentadas. Los gestores de<br />

riesgos deben colaborar con los evaluadores de riesgos<br />

en la medida necesaria para comprender plenamente la<br />

evaluación de los riesgos y las hipótesis y las<br />

incertidumbres conexas. La documentación debe incluir<br />

un resumen general que sea fácilmente comprensible<br />

por las partes interesadas no expertas en el tema.<br />

Clasificación y establecimiento<br />

de prioridades<br />

La clasificación de las cuestiones de bioseguridad y el<br />

establecimiento de prioridades en ellas para la adopción<br />

de medidas de gestión de los riesgos (incluida la puesta<br />

en marcha de evaluaciones de los riesgos) se pueden<br />

llevar a cabo en distintas etapas durante las actividades<br />

preliminares de gestión de los riesgos (por ejemplo, una<br />

serie de perfiles de los riesgos puede constituir la base<br />

para la puesta en marcha de las evaluaciones de los<br />

riesgos de acuerdo con las prioridades nacionales en<br />

materia de bioseguridad, o bien los productos de las<br />

propias evaluaciones de los riesgos pueden suministrar<br />

la información necesaria para clasificar las cuestiones<br />

de acuerdo con los efectos adversos probables).<br />

Dado que en los contextos nacionales siguen<br />

apareciendo riesgos, no es posible identificar y<br />

clasificar todos los riesgos potenciales que surgen a lo<br />

largo de un período de tiempo concreto. Se necesita<br />

un planteamiento gradual en el que se tengan en<br />

cuenta el trabajo presente, la capacidad de gestión de


72 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.13. Concomitancia de las “actividades preliminares de gestión<br />

de los riesgos” descritas en el MGR genérico con actividades semejantes descritas<br />

por las <strong>org</strong>anizaciones nacionales<br />

La Comisión de Codex Alimentarius suele recomendar las<br />

actividades preliminares de gestión de los riesgos ya<br />

mencionadas.<br />

Las actividades preliminares de gestión de los riesgos<br />

no se describen específicamente como tales en las<br />

directrices de la OIE. El proceso oficial de gestión de los<br />

riesgos comienza con una descripción del producto cuya<br />

importación se propone y la cantidad anual probable en el<br />

comercio. Los gestores de riesgos pueden pedir que se<br />

lleve a cabo una labor de determinación del perfil de los<br />

riesgos de una forma u otra, a fin de proporcionar un marco<br />

para el análisis de los riesgos 36 . La identificación del peligro<br />

sigue a la evaluación de los riesgos que se describe más<br />

adelante en este manual y se incorpora a ella. Si se pone en<br />

marcha una evaluación de los riesgos, los resultados<br />

estarán sujetos a la apreciación del riesgo, proceso que<br />

consiste en “comparar el nivel de riesgo obtenido gracias a<br />

la evaluación del riesgo con el nivel adecuado de<br />

protección para el Estado Miembro”.<br />

Las actividades preliminares de gestión de los riesgos<br />

tal como se describen en la CIPF consisten en la iniciación<br />

y la evaluación de los riesgos. El análisis se puede iniciar<br />

mediante la identificación de una vía potencial de entrada<br />

de un peligro/plaga o mediante la identificación efectiva de<br />

un peligro/plaga. Luego se enumeran los peligros/plagas<br />

que probablemente seguirán la vía de entrada y se<br />

establece un orden de prioridades para la evaluación de los<br />

riesgos de acuerdo con la opinión de expertos; éste es, en<br />

efecto, un proceso de determinación del perfil del riesgo y<br />

su clasificación. La iniciación puede deberse a varias<br />

situaciones (por ejemplo, una situación de urgencia tras el<br />

descubrimiento de una infestación establecida, la<br />

interceptación de un nuevo peligro/plaga en un producto<br />

importado o la solicitud de importación de un producto). En<br />

función del resultado de la etapa de iniciación para recopilar<br />

y evaluar información, se pondrá en marcha una evaluación<br />

de los riesgos, que se utilizará luego para determinar si es<br />

necesaria la gestión de los riesgos.<br />

Las actividades preliminares de gestión de los riesgos<br />

no tienen carácter oficial en el CDB. Para proteger la<br />

biodiversidad frente a las especies exóticas invasivas, se<br />

insta a las autoridades competentes a que identifiquen las<br />

necesidades y prioridades nacionales. En el caso del primer<br />

movimiento transfronterizo de un OVM para su introducción<br />

deliberada en el medio ambiente con probabilidad de efectos<br />

adversos, es necesario un procedimiento de consentimiento<br />

fundamentado previo 37 . La decisión de la autoridad<br />

competente encargada de los movimientos transfronterizos<br />

puede adoptar la forma de aprobación (con condiciones o sin<br />

ellas), prohibición o petición de nueva información.<br />

los riesgos y los objetivos estratégicos derivados de la<br />

política nacional de bioseguridad.<br />

Mientras que la clasificación es una labor<br />

fundamentalmente científica, el establecimiento de<br />

prioridades en las cuestiones es un asunto de gestión.<br />

Se puede conceder prioridad a un nuevo trabajo de<br />

acuerdo con factores distintos de los riesgos para la<br />

salud y la vida (por ejemplo, controversias sobre el<br />

acceso a los mercados internacionales o<br />

preocupaciones políticas). En otras situaciones será<br />

necesario ir más allá de las actividades preliminares de<br />

gestión de los riesgos y examinar la disponibilidad de<br />

medidas de control y la posibilidad de aplicarlas antes<br />

de establecer un orden de prioridades en las<br />

cuestiones para la gestión de los riesgos. Más arriba<br />

se citan ejemplos de criterios utilizados para la<br />

clasificación de las cuestiones de bioseguridad y el<br />

establecimiento de prioridades para la gestión de los<br />

riesgos (Recuadro 3.12).<br />

La selección de prioridades para la gestión de los<br />

riesgos de las especies exóticas invasivas resulta<br />

36 El proceso de análisis de los riesgos de la OIE para la resistencia<br />

antimicrobiana incluye una “evaluación cualitativa preliminar (estudio<br />

del alcance)” para asesorar sobre la necesidad y la viabilidad de una<br />

evaluación cuantitativa de los riesgos.<br />

particularmente difícil. Actualmente no es posible<br />

aglutinar sistemáticamente la información ecológica de<br />

tal manera que los gestores de riesgos puedan evaluar<br />

el potencial de contención, los costos generales y los<br />

costos de sustitución, así como tener en cuenta los<br />

mandatos jurídicos (por ejemplo, las especies<br />

invasivas directamente perjudiciales para la salud<br />

humana) y los aspectos sociales.<br />

Terminología y procesos utilizados<br />

por las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales de normalización<br />

En el Recuadro 3.13 se describe el nivel de<br />

concomitancia de las actividades preliminares de<br />

gestión de los riesgos descritas en el proceso del<br />

MGR con las actividades semejantes descritas por<br />

las <strong>org</strong>anizaciones internacionales de bioseguridad.<br />

37 Aquí se incorporan elementos de las actividades preliminares de<br />

gestión de los riesgos, así como la identificación y selección de<br />

opciones al respecto. La notificación a la autoridad competente<br />

apropiada debe incluir: el suministro de información exacta sobre la<br />

identificación y la utilización prevista del OVM, la clasificación interna<br />

(si la hay) del “nivel de bioinocuidad” en el país de exportación, una<br />

evaluación de los riesgos, la cantidad que se ha de transferir y las<br />

medidas propuestas para la manipulación, almacenamiento, transporte<br />

y utilización sin riesgos.


Análisis de riesgos<br />

Gestión de riesgos<br />

73<br />

SEGUNDA ETAPA EN EL PROCESO<br />

<strong>DE</strong>L MGR: I<strong>DE</strong>NTIFICACIÓN<br />

Y SELECCIÓN <strong>DE</strong> OPCIONES<br />

<strong>DE</strong> GESTIÓN <strong>DE</strong> LOS RIESGOS<br />

En la segunda etapa se identifican las posibles<br />

opciones de gestión de los riesgos y luego se<br />

seleccionan de acuerdo con los criterios apropiados<br />

para la adopción de decisiones. Para esto<br />

normalmente habrá que buscar un equilibrio entre las<br />

previsiones de atenuación de los riesgos y la<br />

posibilidad de aplicar medidas de control, su costo y<br />

su viabilidad. En efecto, se trata de un proceso<br />

iterativo en el que hay un equilibrio entre el deseo del<br />

mayor nivel posible de atenuación de los riesgos y la<br />

capacidad práctica para alcanzar ese objetivo.<br />

Recuadro 3.14. Algunas expresiones<br />

cuantitativas del nivel de protección/nivel<br />

de riesgo<br />

• Incidencia anual de la enfermedad en una población<br />

entera de un país.<br />

• Riesgo para la salud pública por porción comestible<br />

de un alimento.<br />

• Riesgo para la sanidad animal por expedición<br />

de importación de un producto o transporte.<br />

• Riesgo para la sanidad animal por las importaciones<br />

totales de un producto o transporte al año.<br />

• Valoración monetaria en relación con la salud humana<br />

(por ejemplo, costos y gastos asociados con los años<br />

de vida ajustados en función de la discapacidad o los<br />

años de vida ajustados en función de la calidad).<br />

• Repercusiones económicas de la penetración<br />

y establecimiento de un patógeno de los animales<br />

o las plantas<br />

Medidas de control<br />

Las opciones de gestión de los riesgos pueden ser<br />

desde medidas de control aisladas hasta programas<br />

completos de control 38 . En la adopción de decisiones<br />

tienen que intervenir en alguna medida todas las<br />

partes interesadas y se les debe proporcionar un<br />

fundamento claro de las decisiones finales adoptadas.<br />

Como norma general, en la identificación y selección<br />

de las posibles medidas de control se deben tener en<br />

cuenta todas las partes de la vía de exposición. Este<br />

concepto se expresa en distinta medida en los<br />

diversos sectores de la bioseguridad. En la inocuidad<br />

de los alimentos, varios países han incorporado este<br />

principio a la legislación, por ejemplo la Legislación<br />

Alimentaria General de la Unión Europea introducida<br />

en 2002. En relación con la sanidad animal y vegetal, la<br />

evaluación de las condiciones de la bioseguridad en el<br />

país de origen, así como en el país importador, es un<br />

elemento intrínseco de la gestión de los riesgos de los<br />

productos importados.<br />

Expresiones del nivel de protección/<br />

nivel de riesgo<br />

Si bien todos los sectores de la bioseguridad tienen en<br />

común el deseo de cuantificar los niveles de<br />

protección/niveles de riesgo 39 , son muchas las<br />

dificultades prácticas que se encuentran. La falta de<br />

38 En el Acuerdo MSF de la OMC se describen las medidas de<br />

control sanitario o fitosanitario como cualquier medida de control<br />

aplicada en el territorio de un Miembro para proteger la vida o la salud<br />

de las personas, los animales o las plantas o para prevenir o limitar los<br />

daños derivados de la entrada, el establecimiento o la propagación de<br />

plagas. Esto comprende todos los reglamentos, requisitos, procesos,<br />

procedimientos y pruebas pertinentes.<br />

precisión en este sector induce a menudo a presentar<br />

descripciones cualitativas como expresión de un nivel<br />

deseado de protección/nivel de riesgo aceptable.<br />

En el Recuadro 3.14 se citan ejemplos de<br />

expresiones cuantitativas del nivel de protección/nivel<br />

de riesgo. Sin embargo, muchas amenazas para la<br />

bioseguridad solamente se pueden describir en<br />

términos cualitativos (por ejemplo, entre los riesgos<br />

potenciales asociados con los OVM que se señalan en<br />

la NIMF Nº 11 40 figuran cambios en las características<br />

de adaptación que aumentan la posibilidad de<br />

introducción o propagación, en particular la<br />

invasividad, los efectos adversos del flujo o la<br />

transferencia de genes, los efectos adversos en<br />

<strong>org</strong>anismos no destinatarios, la inestabilidad<br />

genotípica y fenotípica y otros efectos perjudiciales).<br />

En otras situaciones, los riesgos asociados con un<br />

caso de bioseguridad pueden ser de carácter<br />

intersectorial (por ejemplo, el establecimiento de una<br />

nueva especie invasiva puede llevar consigo un<br />

conjunto de repercusiones en la economía, la salud<br />

pública y el medio ambiente). Aunque cabe esperar<br />

que se consiga una síntesis de todos los factores en<br />

una conclusión global acerca del riesgo, dichas<br />

39 En el Acuerdo MSF de la OMC se utiliza la expresión “nivel<br />

adecuado de protección”, pero también se alude a la utilización<br />

paralela de la expresión “nivel de riesgo aceptable”. A menudo se hace<br />

un uso preferente de la segunda a nivel nacional.<br />

40 <strong>FAO</strong>. 2004. Análisis del riesgo de plagas para plagas cuarentenarias,<br />

incluido el análisis de riesgos ambientales y <strong>org</strong>anismos vivos<br />

modificados. Secretaría de la Convención Internacional de Protección<br />

Fitosanitaria, <strong>FAO</strong>. Normas internacionales para medidas fitosanitarias<br />

(NIMF), publicación Nº 11 (disponible en: https://www.ippc.int/id/34163).


74 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.15. Algunos enfoques<br />

generales para la adopción de decisiones<br />

sobre el nivel de protección de la salud<br />

y la vida en situaciones del comercio interno<br />

y/o internacional<br />

• Comparación directa de los riesgos (por ejemplo,<br />

clasificación de las enfermedades de los animales por<br />

la OIE).<br />

• Establecimiento de un equilibrio entre enfoques como el<br />

análisis de los costos (por ejemplo, selección de medidas<br />

para combatir Campylobacter en los pollos en los Países<br />

Bajos 41 ) o el nivel más bajo que pueda razonablemente<br />

alcanzarse (por ejemplo, inspección de los productos<br />

vegetales para comprobar que están libres de un peligro<br />

hasta alcanzar una tolerancia determinada).<br />

• Enfoques de procedimiento en los que el nivel adecuado<br />

de protección se determina mediante mandato jurídico,<br />

antecedentes o negociación (por ejemplo, protección<br />

plena de especies en peligro o zonas protegidas frágiles,<br />

obligación jurídica de ocuparse de las malas hierbas<br />

clasificadas como nocivas con independencia de su<br />

abundancia o su potencial de propagación).<br />

• Determinaciones teóricas del riesgo cero (por ejemplo,<br />

cantidad de un aditivo alimentario que se puede ingerir a<br />

diario durante toda la vida sin un riesgo apreciable para<br />

la salud).<br />

• Enfoques umbral (por ejemplo, no más de un caso<br />

adicional de enfermedad por encima del nivel de<br />

referencia por millón de habitantes de la población<br />

destinataria)<br />

conclusiones se ven afectadas por problemas<br />

inherentes a la evaluación de las repercusiones<br />

económicas, la falta de un sistema común de<br />

medición de los cambios, el desacuerdo sobre lo que<br />

constituye un efecto ecológico adverso y las<br />

dificultades para predecir el carácter y la magnitud de<br />

las repercusiones.<br />

Decisiones sobre el nivel adecuado<br />

de protección/nivel de riesgo aceptable<br />

El “riesgo cero” se puede conseguir en raras ocasiones<br />

o no se consigue nunca en los sistemas biológicos.<br />

Además, el intento de conseguir el “riesgo cero” pocas<br />

veces resulta eficaz desde el punto de vista<br />

económico; las reducciones sucesivas del riesgo<br />

suelen ser cada vez más costosas, y en último término<br />

aumentan más los costos que los beneficios.<br />

41 Havelaar, A., Nauta, M., Mangen, M., de Koeijer, A., Bogaardt, M.,<br />

Evers, E., Jacobs-Reitsma, W., van Pelt, W., de Wit, G. y van der Zee, H.<br />

2005. Costs and benefits of controlling Campylobacter in the<br />

Netherlands - integrating risk analysis, epidemiology and economics.<br />

Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente, Bilthoven.<br />

Informe Nº 250911009.<br />

Durante la identificación y selección de las opciones<br />

de gestión de los riesgos, los gestores de riesgos<br />

probablemente habrán pedido a los evaluadores de<br />

riesgos que examinen las repercusiones de las distintas<br />

medidas de control en la reducción de los riesgos al<br />

mínimo. Éste suele ser un proceso iterativo que<br />

prosigue hasta la elección de una o varias opciones de<br />

gestión de los riesgos que permiten alcanzar el nivel<br />

deseado de protección. Es esencial que la base para la<br />

decisión final que se adopte esté fundamentada, y<br />

debe comprender la justificación técnica y la<br />

“ponderación” de otros factores. En general, los<br />

debates sobre el establecimiento de un nivel de<br />

protección se fundamentan primordialmente en la<br />

información epidemiológica, mientras que los debates<br />

sobre los efectos relativos de las medidas de control<br />

adicionales se fundamentan sobre todo en la<br />

evaluación de los riesgos.<br />

El riesgo se suele describir en función de la<br />

probabilidad de que se produzcan efectos adversos y de<br />

su gravedad. Sin embargo, al intentar cuantificar estas<br />

características para fundamentar una decisión sobre el<br />

nivel de protección/nivel de riesgo pueden surgir<br />

problemas. El Acuerdo MSF no contiene disposiciones<br />

explícitas que obliguen a un Miembro a determinar su<br />

nivel adecuado de protección, aunque hay una<br />

obligación implícita de hacerlo. Cuando no se puede<br />

expresar con precisión un nivel adecuado de protección,<br />

se puede determinar tomando como base el nivel de<br />

protección reflejado en las medidas de control en vigor 42 .<br />

Los evaluadores de riesgos no consideran que un<br />

riesgo de escasa probabilidad pero de gravedad<br />

elevada tenga necesariamente un nivel semejante al de<br />

un riesgo de probabilidad elevada pero de escasa<br />

gravedad. En Nueva Zelandia, la Ley de Gestión de<br />

Recursos (1991) exige que se examinen<br />

específicamente los riesgos del primer tipo.<br />

Enfoques generales<br />

El establecimiento del nivel de protección que se ha de<br />

alcanzar mediante determinadas medidas de control<br />

es una decisión básica en el proceso del MGR. En el<br />

Recuadro 3.15 se citan algunos enfoques generales<br />

utilizados para llegar a una decisión. La decisión final<br />

se debe basar ante todo y por encima de todo en una<br />

negociación con las partes interesadas pertinentes<br />

42 OMC. 2000. Directrices para fomentar la aplicación práctica del<br />

párrafo 5 del artículo 5. Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias<br />

de la OMC. G/SPS/15 (disponible en: http://docsonline.wto.<strong>org</strong>/<br />

DDFDocuments/t/G/SPS/15.doc).


Análisis de riesgos<br />

Gestión de riesgos<br />

75<br />

sobre el nivel deseado de protección/aceptabilidad del<br />

riesgo. En las decisiones pueden influir una amplia<br />

variedad de factores económicos, políticos, sociales y<br />

ambientales (Recuadro 3.16). El grado de influencia de<br />

los valores sociales y ambientales en las decisiones<br />

sobre gestión de los riesgos a nivel nacional varía en<br />

función de la situación de que se trate y a menudo se<br />

ejerce sin criterios objetivos.<br />

En las situaciones relacionadas con el comercio<br />

internacional, el Acuerdo MSF de la OMC impone<br />

restricciones específicas sobre los factores que se<br />

pueden incluir en las decisiones relativas al nivel<br />

adecuado de protección. En las decisiones se debe<br />

tener en cuenta la reducción al mínimo de los efectos<br />

en el comercio y hay que garantizar que determinadas<br />

medidas de control no sean más restrictivas de lo<br />

necesario para alcanzar un nivel adecuado de<br />

protección. Las autoridades competentes también<br />

deben evitar distinciones injustificables o arbitrarias en<br />

los niveles adecuados de protección elegidos en<br />

distintas situaciones relativas a la bioseguridad.<br />

Cuando en una situación del comercio<br />

internacional no está cuantificado un nivel adecuado<br />

de protección, la jurisprudencia reciente del Órgano de<br />

Apelación de la OMC confirma que en la medida<br />

sanitaria o fitosanitaria aplicada deben quedar<br />

reflejados los resultados de la evaluación de los<br />

riesgos (por ejemplo, la proporcionalidad entre la<br />

medida y la expresión cualitativa del riesgo 43 ).<br />

Las <strong>org</strong>anizaciones internacionales de<br />

normalización incluyen en sus procesos de<br />

establecimiento de normas diversas expresiones del<br />

nivel adecuado de protección. La Comisión del Codex<br />

Alimentarius incorpora una medida adecuada de<br />

protección de “riesgo cero teórico” a las normas para<br />

los peligros químicos añadidos deliberadamente a los<br />

alimentos. La medida se deriva del uso de factores de<br />

inocuidad muy precautorios, pero no está validada en sí<br />

misma (véase el capítulo siguiente). La OIE se refiere a<br />

un “ nivel muy alto de protección, próximo al riesgo<br />

cero” al establecer directrices para las normas de salud<br />

en relación con las importaciones y las normas<br />

elaboradas en el marco de la CIPF se refieren a un nivel<br />

adecuado de protección, pero estos niveles adecuados<br />

de protección de carácter cualitativo también siguen<br />

estando invalidados en la mayoría de las situaciones.<br />

43 Gruszczynski, L. 2006. The Role of Science in Risk Regulation<br />

under the SPS Agreement. European University Institute Working<br />

Papers, <strong>LA</strong>W Nº 2006/03. Badia Fiesolana, Italia (disponible en:<br />

http://cadmus.iue.it/dspace/handle/1814/4085).<br />

Recuadro 3.16. Valores que se pueden<br />

incorporar a la adopción de decisiones<br />

sobre el nivel necesario de protección de<br />

la salud y la vida/nivel de riesgo aceptable<br />

• Repercusiones económicas (por ejemplo, relación<br />

costos/beneficios, costo/eficacia).<br />

• Repercusiones sociales (por ejemplo, esparcimiento,<br />

estilo de vida y valores culturales).<br />

• Repercusiones en el medio ambiente (por ejemplo, flora<br />

y fauna autóctonas e introducidas como valiosas,<br />

sostenibilidad de los ecosistemas y la biodiversidad).<br />

• Distribución de los riesgos y los beneficios entre<br />

distintos grupos de partes interesadas.<br />

• Irreversibilidad de los efectos.<br />

• Cambios de circunstancias (por ejemplo, hambruna,<br />

cambio climático, guerra).<br />

• Percepciones del riesgo (por ejemplo, valores y<br />

percepciones de las partes interesadas en la evaluación<br />

de los riesgos ecológicos relativos a los parques y<br />

reservas naturales nacionales).<br />

• Ética y creencias religiosas (por ejemplo, en relación<br />

con la clonación de animales para la obtención de<br />

alimentos)<br />

Factores económicos<br />

Los factores económicos proporcionan un elemento<br />

común a la hora de adoptar decisiones sobre medidas<br />

de control de la bioseguridad. En el Acuerdo MSF de la<br />

OMC se estipula que al seleccionar medidas para<br />

proteger la salud de los animales o las plantas los<br />

gobiernos deberán tener en cuenta como factores<br />

económicos pertinentes los costos de las posibles<br />

pérdidas de producción o de ventas, los costos de la<br />

lucha o la erradicación y la eficacia relativa en función<br />

de los costos de medidas alternativas. Sin embargo, no<br />

hay consenso sobre cuál es la mejor manera de reflejar<br />

las preocupaciones socioeconómicas, y la evaluación<br />

de los riesgos ecológicos plantea problemas<br />

particulares (por ejemplo, valoración no de mercado de<br />

la reducción de especies autóctonas, pérdida de<br />

diversidad genética autóctona y extinciones).<br />

Los costos y los beneficios asociados con una<br />

hipótesis de gestión de los riesgos en la bioseguridad<br />

se han de evaluar de manera comprensible y<br />

transparente. Además del análisis económico, hay que<br />

evaluar de manera apropiada la viabilidad técnica y las<br />

posibilidades de las opciones disponibles de gestión<br />

de los riesgos. Esto comprende la disponibilidad y el<br />

costo de la tecnología y la capacidad para verificar y<br />

hacer cumplir los requisitos reglamentarios que se<br />

puedan decidir. Los costos del cumplimiento que<br />

recaen sobre grupos individuales de partes interesadas


76 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.17. Dificultades<br />

de la cuantificación de las repercusiones<br />

económicas probables como contribución<br />

a las decisiones sobre el nivel de<br />

protección/aceptabilidad del riesgo<br />

• La amplia gama de peligros y repercusiones que hay<br />

que tener en cuenta.<br />

• Las lagunas en la información sobre los efectos<br />

económicos probables.<br />

• La manera de afrontar la incertidumbre, especialmente<br />

en el caso de los efectos de larga duración.<br />

• La ponderación de los efectos irreversibles.<br />

• La cuantificación de las repercusiones económicas<br />

probables de un efecto “mediano” (por ejemplo, en los<br />

sectores agropecuarios interno y de exportación en el<br />

caso de un brote de una enfermedad exótica).<br />

• La cuantificación de los efectos no de mercado.<br />

• La controversia sobre las matrices de utilidad (por<br />

ejemplo, la derivación de los años de vida ajustados en<br />

función de la discapacidad en relación con los riesgos<br />

de transmisión alimentaria para la salud humana).<br />

• Las preferencias y actitudes de las partes interesadas<br />

hacia distintos tipos de riesgo<br />

(por ejemplo, agricultores, pescadores, exportadores) y<br />

sobre la sociedad en conjunto afectan a la<br />

competitividad comercial internacional, la innovación y<br />

el crecimiento del sector.<br />

En general se considera que el análisis de la relación<br />

costos-beneficios es el principal instrumento analítico<br />

para la evaluación del gasto público. Al adoptar<br />

decisiones hay que identificar sistemáticamente todos<br />

los efectos significativos, positivos y negativos, y tener<br />

en cuenta su magnitud relativa. Se pueden utilizar<br />

métodos cualitativos o cuantitativos para comparar el<br />

gasto propuesto y/o las necesidades de recursos con<br />

todos los resultados significativos y las repercusiones<br />

de las opciones de gestión de los riesgos.<br />

Los ejemplos prácticos de la utilización de un<br />

análisis completo de la relación costos-beneficios en la<br />

adopción de decisiones sobre la bioseguridad son muy<br />

limitados. Los costos de la aplicación de medidas de<br />

control pueden ser relativamente fáciles de calcular,<br />

pero la valoración de los beneficios derivados de las<br />

medidas constituye un problema fundamental<br />

(Recuadro 3.17). Por consiguiente, el análisis de la<br />

relación costos-beneficios puede tener una aplicabilidad<br />

más amplia, por ejemplo en la determinación del<br />

método de menor costo para alcanzar un objetivo<br />

particular de salud. Se puede recurrir a otros métodos<br />

que tienen un ámbito más limitado (por ejemplo, el<br />

análisis de los costos del cumplimiento y la evaluación<br />

de las repercusiones económicas). Dicha evaluación se<br />

concentra solamente en las consecuencias del riesgo.<br />

Cuando no es posible encontrar unidades comunes<br />

para los costos y los beneficios, se puede recurrir a<br />

técnicas como la identificación de los riesgos<br />

“significativos” y la clasificación de los riesgos.<br />

La medida en que se afrontan los factores<br />

socioeconómicos en relación con la adopción de<br />

decisiones en el Acuerdo MSF de la OMC carece en la<br />

actualidad de un cuerpo de jurisprudencia con<br />

respecto a las decisiones de la OMC. En cambio, el<br />

“enfoque basado en los ecosistemas” incorporado al<br />

CDB y su Protocolo de Cartagena tiene como objetivo<br />

deliberado conciliar la necesidad de conservación del<br />

medio ambiente con el desarrollo económico. Mientras<br />

que la OMC parece dejar de lado las preocupaciones<br />

socioeconómicas (por ejemplo, el riesgo de que las<br />

exportaciones de cultivos modificados genéticamente<br />

puedan sustituir los tradicionales y socavar los cultivos<br />

locales en los países importadores), el Protocolo de<br />

Cartagena se refiere directamente a ellas. Entre los<br />

factores que hay que tener en cuenta al decidir sobre<br />

las solicitudes de importación o de producción interna<br />

de OVM cabe mencionar el potencial de bienestar<br />

humano/consecución de un desarrollo económico<br />

sostenible en comparación con la posibilidad de una<br />

liberación inapropiada en el medio ambiente que<br />

provocaría daños ecológicos significativos. Los efectos<br />

adversos socioeconómicos y en la biodiversidad para<br />

los pueblos indígenas y la agricultura tradicional son<br />

extraordinariamente difíciles de cuantificar, y se ha de<br />

hacer caso por caso.<br />

Precaución<br />

En todos los niveles de evaluación de los riesgos puede<br />

haber incertidumbre, elemento básico en la elección de<br />

las opciones de gestión de los riesgos. A esto se suma el<br />

hecho de que en relación con la incertidumbre científica<br />

se adoptan enfoques diferentes en distintos contextos<br />

políticos, sociales y económicos. Por ejemplo, los países<br />

desarrollados pueden actuar con mayor cautela que los<br />

países en desarrollo cuando los beneficios potenciales<br />

para la bioseguridad son altos como consecuencia de la<br />

importación de nuevo germoplasma animal o para<br />

garantizar un suministro de alimentos asequibles. En el<br />

caso de las decisiones relativas a varios patógenos de<br />

animales o plantas exóticos, el temor a la reacción de los<br />

mercados internacionales en el peor de los casos podría<br />

inducir a las autoridades competentes nacionales a elegir<br />

normas sanitarias de importación conservadoras, de


Análisis de riesgos<br />

Gestión de riesgos<br />

77<br />

manera que se garantice un nivel muy elevado de<br />

protección. En otros casos, el temor y la desconfianza de<br />

los consumidores pueden dar lugar a la imposición de<br />

prohibiciones reglamentarias (por ejemplo, cuando la<br />

Unión Europea prohibió la importación de carne de<br />

bovino tratada con hormonas, a pesar de la falta de<br />

certidumbre científica como base de esas<br />

preocupaciones). La incertidumbre acerca de las<br />

consecuencias conexas para el medio ambiente (por<br />

ejemplo, el efecto del virus causante de la enfermedad<br />

de Newcastle en las aves autóctonas en peligro) también<br />

puede llevar a un enfoque de precaución. Hay distintos<br />

contextos jurídicos que pueden influir en la manera de<br />

abordar la incertidumbre científica, como se pone de<br />

manifiesto al comparar los criterios basados en el peso<br />

de las pruebas utilizados por algunas autoridades<br />

competentes.<br />

La incorporación de la precaución al proceso de<br />

gestión de los riesgos para riesgos inciertos debe ser<br />

racional, práctica y basada en principios científicos.<br />

Esto es especialmente aplicable cuando los riesgos son<br />

complejos en su expresión, hay una incertidumbre<br />

científica considerable acerca de los riesgos y es<br />

necesario adoptar medidas preventivas oportunas. Se<br />

recurre a opciones de gestión de los riesgos para<br />

prevenir o limitar la exposición mientras se obtiene<br />

información más concluyente sobre los riesgos reales<br />

que se afrontan y las medidas de control que son más<br />

apropiadas. Las medidas de precaución deben ser<br />

proporcionales al grado de incertidumbre científica, la<br />

gravedad del posible daño, el tamaño y el carácter de<br />

la población o el medio ambiente afectados y el costo.<br />

Para los productos comercializados, el Acuerdo MSF<br />

de la OMC impone la obligación de buscar activamente<br />

información científica adicional, con un examen<br />

oportuno de las medidas de control provisionales.<br />

El párrafo 7 del artículo 5 del Acuerdo MSF de la<br />

OMC se ocupa de la precaución, y el recurso a este<br />

artículo ha sido objeto de numerosas controversias en<br />

dicha Organización (por ejemplo, los asuntos CE-<br />

Hormonas y Japón-Variedades vegetales). El grado de<br />

similitud que se infiere en el Acuerdo MSF de la OMC<br />

en relación con la salud de las personas, los animales<br />

y las plantas puede no ser evidente cuando se trata de<br />

los riesgos para el medio ambiente en un sentido más<br />

amplio. Las disposiciones del CDB y su Protocolo de<br />

Cartagena en relación con la gestión de los riesgos<br />

transfronterizos de los OVM y las especies exóticas<br />

invasivas dejan más margen que el Acuerdo MSF en<br />

relación con la precaución. Las limitaciones sobre las<br />

medidas que pueden adoptar los países no están<br />

especificadas y, dado que una autoridad competente<br />

puede adoptar medidas que sean más protectoras que<br />

las que se exigen en el Protocolo (siempre que dicha<br />

medida esté en consonancia con el objetivo y las<br />

disposiciones del Protocolo), es necesaria una<br />

comunicación efectiva entre todas las partes<br />

interesadas sobre las cuestiones comunes. A este<br />

respecto, en la Declaración de Río de 1992 de la<br />

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio<br />

Ambiente y el Desarrollo, se declara que “ cuando<br />

haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de<br />

certeza científica absoluta no deberá utilizarse como<br />

razón para postergar la adopción de medidas eficaces<br />

en función de los costos para impedir la degradación<br />

del medio ambiente”.<br />

En la actualidad son pocos los alimentos<br />

modificados genéticamente presentes en el comercio<br />

internacional y, si se quiere calmar las preocupaciones<br />

de los consumidores, se necesita información más<br />

amplia sobre la posibilidad de que haya riesgos de<br />

transmisión alimentaria. El conflicto entre las<br />

evaluaciones de los riesgos y la fundamentación<br />

incompleta de los beneficios y los riesgos de los<br />

alimentos modificados genéticamente ha dado lugar a<br />

numerosas controversias sobre su utilización inocua y<br />

su liberación sin riesgos en el medio ambiente.<br />

Terminología y procesos<br />

utilizados por las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales de normalización<br />

En la aplicación de la etapa de “identificación y<br />

selección de opciones de gestión de los riesgos” del<br />

proceso del MGR genérico a nivel nacional hay un grado<br />

elevado de coincidencia entre los distintos sectores<br />

internacionales de la bioseguridad (Recuadro 3.18). La<br />

especificación de los enfoques para la adopción de<br />

decisiones es máxima en relación con la inocuidad de<br />

los alimentos y mínima con respecto a la protección del<br />

medio ambiente. Dentro de cada sector, los enfoques<br />

generales se determinan en gran medida caso por caso.<br />

TERCERA ETAPA EN EL PROCESO<br />

<strong>DE</strong>L MGR: APLICACIÓN <strong>DE</strong> MEDIDAS<br />

<strong>DE</strong> CONTROL<br />

Esta etapa del proceso del MGR contiene muchos<br />

elementos comunes intersectoriales. Las decisiones<br />

sobre gestión de los riesgos pueden dar lugar a<br />

medidas de control reglamentarias y/o no


78 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.18. Concomitancia de la “identificación y selección de opciones<br />

de gestión de los riesgos” en el MGR genérico con actividades análogas descritas<br />

por las <strong>org</strong>anizaciones internacionales<br />

La Comisión de Codex Alimentarius se ocupa de los riesgos<br />

biológicos y químicos, mientras que el proceso del MGR<br />

aborda ambos. Cuando existe la posibilidad de introducir<br />

peligros químicos en el suministro de alimentos (por ejemplo,<br />

aditivos alimentarios y medicamentos veterinarios), las<br />

decisiones sobre las medidas de control se suelen basar en<br />

enfoques de “riesgo cero teórico”. En el caso de<br />

contaminantes inevitables del medio ambiente, se suele<br />

utilizar un enfoque basado en el riesgo más bajo que pueda<br />

razonablemente alcanzarse. En el suministro de alimentos hay<br />

inevitablemente presentes peligros biológicos, y en las<br />

decisiones sobre las medidas de control intervendrán por lo<br />

general dichos enfoques. En algún nivel se incluirá un análisis<br />

económico, y los países pueden debatir las repercusiones que<br />

puede tener un proyecto de norma para sus intereses<br />

económicos en el Trámite 8 del proceso de elaboración de la<br />

norma 44 . Hasta el momento es raro el uso de evaluaciones<br />

cuantitativas de los riesgos para fundamentar las decisiones<br />

sobre el nivel adecuado de protección.<br />

La OIE utiliza el término Evaluación de las opciones,<br />

proceso que consiste “en identificar, en evaluar en términos<br />

de eficacia y factibilidad y en seleccionar medidas<br />

sanitarias para reducir el riesgo asociado a una importación<br />

al nivel de protección apropiado para el País Miembro”. Las<br />

repercusiones económicas son elementos fundamentales<br />

para las decisiones sobre el nivel adecuado de protección,<br />

pero no se describen específicamente los criterios. Se<br />

incorporan a la evaluación de los riesgos medidas<br />

potenciales de control y el nivel resultante de riesgo se<br />

compara con el considerado aceptable. Para muchas de las<br />

normas enumeradas en los códigos de la OIE, las medidas<br />

recomendadas no están vinculadas cuantitativamente a<br />

niveles probables de protección de la salud. Aunque la OIE<br />

describe la evaluación de las opciones como función de<br />

gestión de los riesgos, son los evaluadores de riesgos<br />

quienes la suelen llevar a cabo.<br />

El principio rector en la CIPF al identificar y seleccionar<br />

las medidas de gestión de los riesgos consiste en “manejar<br />

el riesgo para conseguir el grado necesario de seguridad<br />

que pueda estar justificado y sea viable dentro de los límites<br />

de las opciones y recursos disponibles” (NIMF Nº 11).<br />

Entre los factores que se pueden tener en cuenta están la<br />

eficacia biológica, la relación costos/beneficios de la<br />

aplicación y las repercusiones comerciales, sociales y<br />

ambientales. Para decidir los controles, los países deben<br />

aplicar el “principio de las repercusiones mínimas”, es decir,<br />

los controles deben estar en consonancia con el riesgo<br />

existente y deben representar las medidas menos<br />

restrictivas disponibles que den lugar a un impedimento<br />

mínimo para la circulación internacional de personas,<br />

mercancías y medios de transporte. En la NIMF Nº 14 45 se<br />

describe un “enfoque de sistemas” que promueve la<br />

selección de medidas integradas (dos por lo menos de las<br />

cuales actúan de manera independiente) que proporcionen<br />

un efecto acumulativo para conseguir un nivel adecuado de<br />

protección. La NIMF Nº 11 abarca el análisis de los riesgos<br />

para el medio ambiente y se refiere a las repercusiones que<br />

se pueden abordar utilizando métodos de valoración no<br />

relacionados con el mercado.<br />

Las disposiciones del CDB y el Protocolo de Cartagena<br />

contienen solamente una orientación general sobre la<br />

identificación y selección de las opciones de gestión de los<br />

riesgos. Para la conservación de la biodiversidad y la<br />

evaluación de las repercusiones de la agricultura en el<br />

medio ambiente se requiere el uso de modelos globales que<br />

puedan integrar fuentes múltiples de información. Los<br />

niveles de protección pueden variar a medida que los<br />

objetivos pasan del sostenimiento de los servicios al<br />

ecosistema a la conservación plena de las especies en<br />

peligro o las zonas protegidas frágiles. También es<br />

necesario tener presentes las vinculaciones entre la<br />

protección del medio ambiente y la salud humana (por<br />

ejemplo, evaluando los riesgos de los alimentos<br />

modificados genéticamente en cuanto a la liberación sin<br />

riesgos en el medio ambiente y la utilización inocua como<br />

alimento humano). No se da ninguna orientación sobre la<br />

adopción de una decisión en relación con un nivel<br />

“adecuado” de protección (por ejemplo, mientras que<br />

solamente se debe permitir la introducción de las especies<br />

exóticas invasivas que sea “improbable” que representen<br />

una amenaza para la diversidad biológica, no figura ninguna<br />

orientación sobre lo que es “improbable”)<br />

reglamentarias. Son ejemplos de las segundas los<br />

programas de garantía de la calidad administrados por<br />

los agricultores, la educación de los consumidores<br />

sobre prácticas de manipulación inocua de los<br />

alimentos, la sensibilización del público y la<br />

notificación de especies exóticas invasivas.<br />

Aplicación<br />

La aplicación de las medidas de control puede estar a<br />

cargo de la propia autoridad competente (por ejemplo,<br />

44 <strong>FAO</strong>/OMS. 2006. Comisión del Codex Alimentarius. Manual de<br />

procedimiento. 16ª edición, página 27 (disponible en:<br />

http://www.codexalimentarius.net/web/procedural_manual.jsp)<br />

la inspección reglamentaria en frontera, la<br />

certificación), de la industria o de otras partes<br />

interesadas. Es conveniente que haya flexibilidad en la<br />

aplicación de cada una de las medidas, siempre que<br />

se pueda demostrar que el programa de bioseguridad<br />

alcanza los objetivos establecidos. Las autoridades<br />

competentes preparan a menudo instrumentos de<br />

aplicación para la industria y para otros grupos de<br />

45 <strong>FAO</strong>. 2002. Aplicación de medidas integradas en un enfoque de<br />

sistemas para el manejo del riesgo de plagas. Secretaría de la<br />

Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, <strong>FAO</strong>. Normas<br />

internacionales para medidas fitosanitarias (NIMF), publicación Nº 14<br />

(disponible en: https://ww.ippc.int/id/16210).


Análisis de riesgos<br />

Gestión de riesgos<br />

79<br />

Recuadro 3.19. Orientación proporcionada por las <strong>org</strong>anizaciones internacionales<br />

sobre la “aplicación”<br />

La Comisión del Codex Alimentarius da orientaciones<br />

amplias sobre la aplicación de medidas de control por las<br />

partes interesadas a nivel nacional. Entre ellas están los<br />

principios del análisis del riesgo, los códigos genéricos de<br />

prácticas higiénicas para distintos grupos de productos<br />

alimenticios, los métodos de análisis y muestreo, la<br />

formulación de planes para el sistema HACCP y el<br />

establecimiento de criterios microbiológicos. La Comisión<br />

reconoce “la necesidad de flexibilidad en el establecimiento<br />

de normas, directrices y otras recomendaciones, de<br />

conformidad con la protección de la salud del consumidor”.<br />

La OIE describe la aplicación como el proceso que<br />

consiste en “llevar a cabo la decisión de gestión de riesgo y<br />

en velar por la aplicación de las medidas”. Al igual que<br />

ocurre con la Comisión del Codex Alimentarius, la OIE<br />

proporciona numerosos instrumentos de aplicación, por<br />

ejemplo directrices sobre los sistemas de identificación<br />

para conseguir la rastreabilidad de los animales. Como<br />

ejemplo de orientación integrada, la OIE recomienda que,<br />

cuando los análisis serológicos resulten positivos para<br />

enfermedades particulares durante la cuarentena que sigue<br />

a la llegada, la respuesta posterior se base en la evaluación<br />

del riesgo en relación con la probabilidad de que dichos<br />

animales representen un riesgo inaceptable para la<br />

bioseguridad en esas condiciones particulares.<br />

Las directrices de la CIPF se refieren en general a la<br />

aplicación, y las distintas NIMF proporcionan instrumentos<br />

específicos. En la NIMF Nº 14 se señala que si se utiliza un<br />

“enfoque de sistemas” para la selección de las opciones de<br />

control, los países exportadores e importadores pueden<br />

celebrar consultas y cooperar en la aplicación del sistema.<br />

Al igual que con la sanidad animal, las medidas de control<br />

que se apliquen a nivel nacional serán de dos tipos<br />

principales: las encaminadas a la prevención de la<br />

introducción (entrada y establecimiento) de peligros/plagas<br />

y las que tienen por objeto controlar la propagación de los<br />

peligros/plagas que se han establecido.<br />

El CDB aborda la aplicación de las medidas de control<br />

para reducir al mínimo la propagación y los efectos de las<br />

especies exóticas invasivas en términos muy generales (por<br />

ejemplo, adoptando un “enfoque basado en los<br />

ecosistemas”). Se concede prioridad a los controles en<br />

frontera y de cuarentena que impedirán la introducción, más<br />

que a buscar la erradicación una vez producida ésta. La<br />

aplicación de controles a los OVM sujetos a movimientos<br />

transfronterizos deliberados incluirá los correspondientes a<br />

la manipulación, el envasado y el transporte, de acuerdo<br />

con las condiciones de utilización inocua, y al etiquetado,<br />

de acuerdo con el uso previsto. Todavía se están<br />

elaborando los instrumentos de aplicación<br />

partes interesadas. Como ejemplos cabe mencionar<br />

los códigos genéricos de prácticas higiénicas, las<br />

directrices sobre los sistemas de garantía de la calidad<br />

y los sistemas de acreditación para los laboratorios.<br />

Una actuación esencial es la verificación constante de<br />

las medidas de control.<br />

“Metas” reglamentarias<br />

Cuando existen constantemente peligros en una<br />

situación de bioseguridad, las medidas de control<br />

basadas en el riesgo se pueden beneficiar del<br />

establecimiento de “metas” reglamentarias. En el caso<br />

de los peligros microbiológicos en los alimentos, se<br />

denominan objetivos de rendimiento. El nivel de la meta<br />

para el control de peligros específicos en una etapa<br />

particular de la cadena alimentaria está vinculado<br />

cuantitativamente al nivel necesario de protección del<br />

consumidor (por ejemplo, un máximo de 100 L.<br />

monocytogenes por gramo de alimento listo para el<br />

consumo en el punto del envasado final y la<br />

refrigeración), y esto permite a la autoridad competente<br />

supervisar y verificar el rendimiento de la inocuidad de<br />

los alimentos de manera objetiva. Los objetivos de<br />

rendimiento también dejan un margen de flexibilidad a<br />

la industria en la manera de alcanzar el nivel necesario<br />

de control de los peligros (por ejemplo, limitando el<br />

nivel del peligro en la explotación agrícola o en la<br />

elaboración). A medida que aumente el número de<br />

modelos de evaluación de los riesgos en todos los<br />

sectores de la bioseguridad, probablemente se<br />

incrementará el establecimiento de metas<br />

reglamentarias en forma de medidas de control<br />

basadas en el riesgo.<br />

Terminología utilizada por las<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales<br />

de normalización<br />

Todas las <strong>org</strong>anizaciones internacionales de<br />

normalización reconocen que la aplicación de medidas<br />

de control es un elemento integral del proceso de<br />

gestión de los riesgos (Recuadro 3.19). Aunque<br />

proporcionan instrumentos de aplicación, la aplicación<br />

efectiva corresponde a las partes interesadas a nivel<br />

nacional.<br />

CUARTA ETAPA EN EL PROCESO<br />

<strong>DE</strong>L MGR: SEGUIMIENTO Y EXAMEN<br />

El reconocimiento del seguimiento y examen como<br />

componente oficial de un marco genérico destinado a<br />

la gestión de los riesgos para la bioseguridad es<br />

relativamente nuevo.


80 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.20. Definiciones de trabajo<br />

relacionadas con el “seguimiento y examen”<br />

Seguimiento: Recopilación y análisis constantes de<br />

datos sobre los peligros en las etapas pertinentes a lo<br />

largo de la vía de exposición.<br />

Vigilancia: Recopilación, análisis y difusión constantes de<br />

datos sobre los riesgos expresados en poblaciones vivas<br />

y en el medio ambiente<br />

Seguimiento<br />

El seguimiento en la bioseguridad se describe de<br />

diversas maneras, con inclusión o exclusión de la<br />

“vigilancia”. A efectos del presente manual, el<br />

“seguimiento” comprende las actividades que en otras<br />

partes se asignan tanto al “seguimiento” como a la<br />

“vigilancia” (Recuadro 3.20).<br />

La finalidad del seguimiento es recopilar y analizar<br />

datos sobre el nivel de control de peligros específicos<br />

a lo largo de la vía de exposición y el nivel de<br />

protección/nivel de riesgo que puede atribuirse a esos<br />

peligros en la población destinataria. Esto se puede<br />

hacer antes de aplicar medidas de control, de manera<br />

que se establezcan niveles de referencia, o bien puede<br />

ir a continuación de dicha aplicación.<br />

La evaluación periódica de los datos sobre los<br />

peligros y los riesgos proporciona a los gestores de<br />

riesgos información acerca de la eficacia de sus<br />

decisiones y actuaciones en materia de gestión de<br />

riesgos. También debe contribuir a la identificación de<br />

nuevos problemas a medida que surjan. En algunos<br />

casos, las autoridades competentes realizarán un<br />

seguimiento de las vías de exposición y los niveles de<br />

protección como labor de vigilancia en ausencia de<br />

ninguna medida específica de control. El seguimiento<br />

es también una actividad esencial para llevar a la<br />

práctica varias disposiciones del Acuerdo MSF de la<br />

OMC, como el establecimiento y reconocimiento de<br />

una zona libre de plagas o enfermedades, en virtud del<br />

artículo 6. Por ejemplo, la CIPF ha elaborado normas<br />

que abarcan los requisitos para el establecimiento de<br />

zonas libres de plagas, lugares de producción y sitios<br />

de producción libres de plagas y zonas con baja<br />

prevalencia de plagas.<br />

Para los productos agropecuarios importados o los<br />

medios de transporte, no es posible verificar la<br />

presencia de peligros en cada una de las unidades o<br />

lotes de una expedición. Los países importadores<br />

imponen a menudo los programas oficiales de<br />

seguimiento del país de origen como mecanismo para<br />

mejorar la garantía limitada que se puede conseguir en<br />

los planes y procedimientos de muestreo impuestos en<br />

la frontera. Las autoridades competentes de los países<br />

importadores pueden exigir información procedente de<br />

los programas oficiales de vigilancia sobre el estado<br />

sanitario de las poblaciones de animales o plantas<br />

vivos del país exportador 46 .<br />

Si bien las autoridades competentes tienen la<br />

responsabilidad global del seguimiento como etapa<br />

final en el proceso del MGR, el seguimiento de los<br />

peligros en las diversas etapas de las vías de<br />

exposición estará con frecuencia a cargo de la<br />

industria. Estos datos se pueden poner a disposición<br />

del gobierno con objeto de mejorar su conocimiento, o<br />

bien se pueden mantener como confidenciales por<br />

motivos comerciales. La reciente proliferación de<br />

normas voluntarias “privadas” (por ejemplo EurepGAP,<br />

norma privada para las explotaciones agrícolas 47 ) pone<br />

de manifiesto una tendencia importante a este<br />

respecto. El cumplimiento de las normas privadas crea<br />

oportunidades positivas de acceso a los mercados,<br />

pero puede convertirse en una disyuntiva entre el<br />

cumplimiento o la salida del mercado (por ejemplo, por<br />

los elevados costos del cumplimiento o la<br />

imposibilidad absoluta de los países en desarrollo de<br />

cumplir esas normas). Además, muchas veces la<br />

relación entre las normas voluntarias privadas y las<br />

medidas oficiales de control sanitario y fitosanitario no<br />

está clara, y las diferencias en relación con la salud<br />

pública pueden ir más allá de lo que está justificado<br />

desde el punto de vista científico por la evaluación de<br />

los riesgos 48 . El aspecto positivo es que el seguimiento<br />

como parte de las normas voluntarias privadas a<br />

menudo se orienta a los procesos (es decir, los<br />

productos directos) más que a los resultados para la<br />

salud pública, y esto puede ayudar en último término a<br />

las autoridades competentes a concentrarse en la<br />

verificación de los segundos.<br />

El seguimiento se puede mejorar mediante redes<br />

nacionales que incorporen la determinación del<br />

genotipo de los patógenos. Por ejemplo, FoodNet es<br />

un sistema de vigilancia de los Estados Unidos en el<br />

que se utilizan lugares específicos para obtener<br />

46 La vigilancia y el seguimiento de la sanidad animal en el país<br />

exportador figuran en las directrices de la OIE sobre el análisis del<br />

riesgo como contribución a la evaluación de los riesgos.<br />

47 www.eurepgap.<strong>org</strong>.<br />

48 OMC. 2007. Las normas privadas y el Acuerdo MSF. Nota de la<br />

Secretaría. Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias.<br />

G/SPS/GEN/746 (disponible en: http://docsonline.wto.<strong>org</strong>/<br />

DDFDocuments/t/G/SPS/GEN746.doc).


Análisis de riesgos<br />

Gestión de riesgos<br />

81<br />

información epidemiológica sobre las enfermedades<br />

de transmisión alimentaria identificadas por los<br />

laboratorios de salud pública y reglamentarios. Se<br />

recopilan datos y se incorporan al sistema PulseNet,<br />

que establece una comparación de los patógenos para<br />

detectar con rapidez los conjuntos de infecciones<br />

correspondientes. BIOTRACER es un nuevo proyecto<br />

de la Unión Europea que utilizará métodos genómicos<br />

y metabolómicos para detectar patógenos microbianos<br />

en los alimentos y los piensos 49 .<br />

Examen<br />

Cuando el seguimiento de los peligros o los riesgos<br />

indique que no se están alcanzando los objetivos de<br />

bioseguridad, habrá que examinar las estrategias de<br />

gestión de los riesgos y/o las medidas de control.<br />

También puede ser necesario un examen cuando surja<br />

nueva información sobre los peligros y/o los riesgos.<br />

Se requerirá un examen cuando haya cambios en la<br />

situación de la bioseguridad y la evaluación de los<br />

riesgos indique que este cambio probablemente tendrá<br />

repercusiones significativas en el nivel presente de<br />

protección/nivel de riesgo aceptable (Recuadro 3.21).<br />

Es necesario un análisis integrado de los datos<br />

sobre los peligros en la vía de exposición y los datos<br />

sobre los riesgos en las poblaciones y/o los<br />

ecosistemas expuestos, ya que la información de<br />

cualquiera de las dos fuentes es con frecuencia limitada.<br />

La vigilancia de los efectos adversos de los<br />

peligros químicos en la salud es una tarea difícil en la<br />

mayoría de las situaciones. A veces se pueden<br />

establecer relaciones causales entre peligros químicos<br />

específicos y casos agudos de toxicidad. Sin embargo,<br />

normalmente no es posible validar mediante datos de<br />

vigilancia los riesgos crónicos para la salud que puede<br />

plantear una exposición de larga duración a niveles<br />

bajos de productos químicos (por ejemplo, en los<br />

alimentos o en el medio ambiente).<br />

En algunos países, el análisis de los efectos de la<br />

reglamentación es un proceso oficial que se aplica a<br />

las nuevas propuestas de reglamentos o legislación<br />

para evaluar los costos y los beneficios conexos.<br />

Además de los costos directos para las partes<br />

interesadas comerciales, en el análisis hay que tener<br />

en cuenta los costos de transición y ordinarios de la<br />

administración por la autoridad competente. El análisis<br />

depende con frecuencia de la disponibilidad de datos<br />

49 Improved bio-traceability of unintended micro-<strong>org</strong>anisms and their<br />

substances in food and feed chains. Sexto proyecto marco de la Unión<br />

Europea (disponible en: www.biotracer.<strong>org</strong>).<br />

Recuadro 3.21. Algunas razones<br />

para examinar las estrategias<br />

de bioseguridad y/o las medidas de control<br />

Cambios en los resultados del seguimiento<br />

• Cambios en los riesgos (prevalencia y/o gravedad)<br />

identificados.<br />

• Nuevos peligros identificados.<br />

• Rendimiento inadecuado frente a los objetivos de<br />

reducción del riesgo identificados.<br />

Cambios en la situación de la bioseguridad<br />

• Cambio en el tipo de producto o medio de transporte<br />

en el comercio.<br />

• Cambio en el volumen de comercio.<br />

• Cambio en los “factores de tensión” ambiental (por<br />

ejemplo, el cambio climático).<br />

• Disponibilidad de medidas de control más efectivas y/o<br />

más eficaces.<br />

• Imposibilidad de ajustarse sistemáticamente a una<br />

medida de control<br />

de seguimiento que haya permitido establecer un nivel<br />

de de protección de referencia antes de la aplicación<br />

de los controles propuestos, con la creación de<br />

un modelo de riesgo para estimar los costos<br />

de la consecución de los objetivos de reducción<br />

de dicho riesgo.<br />

Actuación de la autoridad competente<br />

La evaluación de la actuación global de una autoridad<br />

competente se basará en gran medida en la aplicación<br />

plena del proceso del MGR. Los indicadores del<br />

rendimiento para medir los resultados intermedios y<br />

finales (véase la página 51) se obtendrán en su mayor<br />

parte a partir de los datos de seguimiento.<br />

El seguimiento de los efectos reales en la salud y la<br />

vida ocasionados por peligros específicos proporciona<br />

los indicadores más directos del rendimiento, aunque<br />

la medición exacta presenta con frecuencia<br />

dificultades prácticas. En otras situaciones, la<br />

vinculación entre las medidas de control que se<br />

aplican y el nivel de protección de la salud conseguido<br />

puede ser en gran medida teórica (por ejemplo, en el<br />

sector de la sanidad animal, los niveles adecuados de<br />

protección, como la limitación del riesgo de<br />

establecimiento de un peligro a menos de uno por<br />

millón, pueden estar incorporados a las decisiones<br />

sobre gestión de los riesgos en los controles de las<br />

importaciones, pero en general no se pueden validar).<br />

Hay muchas oportunidades para demostrar que las<br />

medidas de control han impedido que aumente el nivel<br />

de exposición a los peligros, tanto dentro de cada


82 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.22. Orientación sobre el seguimiento y el examen suministrados<br />

por las <strong>org</strong>anizaciones internacionales<br />

La Comisión de Codex Alimentarius no desempeña por sí<br />

misma una función de seguimiento. Sin embargo, el examen<br />

de una norma se puede ver impulsado por los datos de<br />

seguimiento recopilados por las autoridades competentes en<br />

los entornos nacionales indicando que una norma del Codex<br />

es ineficaz.<br />

La OIE describe el seguimiento como programas en<br />

curso orientados a la detección de cambios en la prevalencia<br />

de una enfermedad en una población determinada. La<br />

vigilancia se describe como la investigación continuada de<br />

una población determinada para detectar la presencia de una<br />

enfermedad con fines de lucha contra ella. El seguimiento y<br />

examen como parte integrante de un proceso del MGR se<br />

aborda en las normas recientes de la OIE (por ejemplo, en la<br />

norma para la EEB se establece que las estrategias de<br />

vigilancia deben ser proporcionales al resultado de la<br />

evaluación de los riesgos y tener dos objetivos primordiales:<br />

determinar si la EEB está presente en un país y, una vez<br />

detectada, supervisar la preparación de medidas de lucha<br />

directa epizoótica y supervisar su eficacia).<br />

La CIPF se refiere en general al seguimiento y el<br />

examen y establece en el párrafo 2h del artículo VII que se<br />

deberá “asegurar, cuando cambien las condiciones y se<br />

disponga de nuevos datos, la modificación pronta o la<br />

supresión de las medidas fitosanitarias si se considera que<br />

son innecesarias”. Esto se describe en la NIMF Nº 1 como<br />

el principio de la modificación.<br />

En el CDB se estipula que la autoridad competente<br />

debe identificar los componentes de la diversidad biológica<br />

importantes para la conservación y la utilización sostenible<br />

y supervisar esos componentes mediante muestreo y otras<br />

técnicas. Los sistemas de seguimiento deben ser capaces<br />

de detectar cualquier efecto adverso inesperado para la<br />

salud pública o el medio ambiente relacionado con los OVM<br />

y sus productos 50 . Siempre que sea posible, los OVM se<br />

deben someter a un período apropiado de observación que<br />

sea proporcional al ciclo biológico o el tiempo de<br />

generación antes de destinarlos a su uso previsto<br />

sector como entre ellos. En otras situaciones se puede<br />

demostrar la reducción prevista de los niveles de<br />

exposición a peligros específicos. Los programas de<br />

seguimiento para demostrar tales resultados dependen<br />

de una infraestructura apropiada y de capacidad<br />

técnica, que pueden proporcionar la autoridad<br />

competente, el órgano competente y los recursos de<br />

la industria.<br />

Redes y vínculos de comunicación<br />

internacionales<br />

El seguimiento y examen se ve potenciado cuando hay<br />

redes y vínculos de comunicación eficaces, sistemas<br />

armonizados para la adquisición y el análisis de datos<br />

e intercambio de conocimientos técnicos. Los vínculos<br />

oficiales y extraoficiales con las autoridades<br />

competentes de otros países proporcionan datos que<br />

aumentan considerablemente el valor de los<br />

recopilados en el entorno nacional. Los acuerdos<br />

bilaterales y multilaterales contienen con frecuencia<br />

obligaciones sobre el seguimiento y la notificación de<br />

los peligros nuevos y emergentes. La pertenencia a<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales también impone<br />

obligaciones de seguimiento y notificación. Por<br />

ejemplo, la OIE exige que los Estados Miembros<br />

supervisen la aplicación de los controles de las<br />

importaciones y notifiquen los brotes de enfermedades<br />

exóticas, como la fiebre aftosa. Esta última actividad<br />

ha desempeñado una función importante en la<br />

configuración del comercio mundial de la carne. Los<br />

vínculos extraoficiales ayudan a las autoridades<br />

competentes a mantenerse al día de las nuevas<br />

opciones de gestión de los riesgos y su eficacia.<br />

Siempre que sea posible, las autoridades<br />

competentes deben establecer vínculos con las<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales que cuentan con<br />

sistemas de alerta de las enfermedades. Por ejemplo,<br />

la <strong>FAO</strong>, la OIE y la OMS han puesto en marcha<br />

recientemente el Sistema mundial de alerta y respuesta<br />

(GLEWS) para predecir en todo el mundo las<br />

enfermedades de los animales, incluidas las zoonosis,<br />

y darles respuesta. El Centro de Intercambio de<br />

Información sobre Seguridad de la Biotecnología es<br />

una piedra angular del Protocolo de Cartagena como<br />

recurso de seguimiento mundial.<br />

Seguimiento y examen<br />

por las <strong>org</strong>anizaciones internacionales<br />

de normalización<br />

Todas las <strong>org</strong>anizaciones internacionales de<br />

normalización reconocen que el seguimiento y examen<br />

constituye una etapa integrante del proceso de gestión<br />

de los riesgos (Recuadro 3.22).<br />

50 Los controles para reducir al mínimo los movimientos<br />

transfronterizos involuntarios de OVM se han de realizar en<br />

combinación con controles específicos relativos a la liberación<br />

deliberada de OVM concretos. En el Protocolo de Cartagena se<br />

especifica la obligación de notificación por parte de los países<br />

posiblemente afectados cuando su presencia pueda dar lugar a un<br />

movimiento transfronterizo involuntario.


Análisis de riesgos<br />

83<br />

Evaluación de riesgos<br />

La evaluación de los riesgos ocupa el lugar central en<br />

el análisis de riesgos para la bioseguridad<br />

contemporáneo y ha evolucionado primordialmente<br />

debido a la necesidad de adoptar decisiones sobre la<br />

protección de la salud y la vida a la vista de la<br />

incertidumbre científica. Con independencia de<br />

algunas diferencias de terminología, los procesos y las<br />

metodologías de evaluación de los riesgos son<br />

acordes en todos los sectores de la bioseguridad, y<br />

como orientación se puede utilizar un conjunto<br />

genérico de principios. Hay cuatro conjuntos generales<br />

de actividades (identificación del peligro,<br />

caracterización de la exposición, evaluación de los<br />

efectos adversos probables y estimación de los<br />

riesgos) que son comunes en la evaluación de los<br />

riesgos en todos los sectores de la bioseguridad.<br />

Las evaluaciones de los riesgos y sus resultados<br />

pueden ser de carácter cualitativo o cuantitativo. En la<br />

inocuidad de los alimentos se utilizan distintas<br />

metodologías para estimar los riesgos asociados con<br />

los productos químicos en comparación con los peligros<br />

biológicos, con una tendencia creciente a la evaluación<br />

cuantitativa de los riesgos. En la sanidad de los<br />

animales y las plantas, la evaluación de los riesgos<br />

puede ser cualitativa o cuantitativa, siendo la estimación<br />

de las posibles repercusiones económicas el principal<br />

efecto adverso. Las evaluaciones de los riesgos para las<br />

especies exóticas invasivas y los ecosistemas casi<br />

siempre son de carácter cualitativo. La evaluación de los<br />

riesgos para los OVM es la menos evolucionada en<br />

cuanto a los procesos y las metodologías.<br />

La evaluación de los riesgos siempre se debe llevar<br />

a cabo de manera estructurada, iterativa y<br />

transparente. En la medida de lo posible, se debe<br />

separar y distinguir de la gestión de los riesgos, de<br />

manera que se proteja la integridad y la objetividad de<br />

la evaluación. Un enfoque armonizado e integrado para<br />

la evaluación de los riesgos en la bioseguridad<br />

incorpora los siguientes elementos:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

utilización de una terminología común en la medida<br />

de lo posible;<br />

reconocimiento de los principios genéricos y de<br />

un proceso genérico;<br />

identificación y aceptación de las diferencias en<br />

el proceso y la metodología cuando sea necesario;<br />

Recuadro 3.23. Principios generales para<br />

la evaluación de los riesgos en el marco<br />

de la bioseguridad<br />

• Se ha de garantizar un intercambio abierto de ideas<br />

entre los evaluadores de riesgos, los gestores de<br />

riesgos y otras partes interesadas.<br />

• Los evaluadores de riesgos deben ser objetivos en su<br />

labor científica y no deben estar sujetos a ningún<br />

conflicto de intereses.<br />

• Cada evaluación de un riesgo se debe ajustar a su<br />

finalidad prevista.<br />

• Se deben establecer con claridad la finalidad, el alcance,<br />

las preguntas que hay que responder y la manera de<br />

presentar los resultados de la evaluación de los riesgos.<br />

• Se deben suministrar recursos y tiempo suficientes para<br />

realizar el trabajo.<br />

• Hay que promover la participación multidisciplinaria.<br />

• Se debe tener en cuenta la vía completa de exposición<br />

al peligro.<br />

• Las opiniones científicas derivadas de la política de<br />

evaluación de los riesgos deben estar expresamente<br />

documentadas.<br />

• La evaluación de los riesgos se debe llevar al cabo de<br />

una manera interactiva que permita definir con mayor<br />

precisión las preguntas, las aportaciones y los<br />

resultados de dicha evaluación cuando sea necesario.<br />

• Se deben describir de manera explícita las limitaciones,<br />

las incertidumbres y las hipótesis en cada etapa de la<br />

evaluación del riesgo, incluida la falta de consenso<br />

científico si se produce.<br />

• La evaluación del riesgo se debe someter a un examen<br />

colegiado.<br />

• El estilo de la notificación debe permitir a los gestores<br />

de riesgos y otras partes interesadas comprender<br />

debidamente la evaluación de los riesgos, su calidad<br />

y su objetividad<br />

■ conocimiento compartido de las maneras<br />

de abordar la incertidumbre;<br />

■ conocimiento compartido de las maneras de tratar<br />

las repercusiones sanitarias, económicas y de otra<br />

índole al estimar el riesgo;<br />

■ identificación de las diferencias de enfoque en la<br />

conexión entre la evaluación de los riesgos y la<br />

gestión de los riesgos en distintos sectores de la<br />

bioseguridad; y<br />

■ metodologías que permitan avanzar hacia una<br />

nueva generación de instrumentos de apoyo a<br />

las decisiones.<br />

El presente capítulo se concentra en los procesos y las<br />

metodologías que son comunes a la evaluación de los


84 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Figura 3.5. Representación genérica<br />

de las etapas que intervienen en la evaluación<br />

de los riesgos en la bioseguridad<br />

Identificación/clasificación<br />

de los peligros<br />

Caracterización de la exposición<br />

a los peligros<br />

Evaluación de los efectos adversos<br />

probables asociados con los peligros<br />

Estimación de los riesgos<br />

riesgos en distintos sectores y en él se identifica un<br />

enfoque genérico. Se resumen además las metodologías<br />

de evaluación de los riesgos recomendadas por las<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales de normalización para<br />

cada sector de la bioseguridad. Hay que señalar que en<br />

el ámbito de un MGR aplicado a nivel nacional, los<br />

gestores de riesgos encargarán una evaluación de los<br />

riesgos y examinarán sus resultados, pero no son ellos<br />

quienes llevan a cabo la propia evaluación.<br />

ASPECTOS GENÉRICOS<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> EVALUACIÓN <strong>DE</strong> LOS RIESGOS<br />

EN <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Principios generales<br />

Además de ajustarse a los principios generales del<br />

análisis de los riesgos para la bioseguridad expuestos<br />

anteriormente, la evaluación de los riesgos se debe<br />

guiar por otro conjunto de principios (Recuadro 3.23).<br />

Puesta en marcha de una evaluación<br />

de riesgos<br />

Las evaluaciones de riesgos se ponen en marcha<br />

durante las “actividades preliminares de gestión de los<br />

riesgos” descritas en el capítulo sobre la gestión de<br />

Recuadro 3.24. Características<br />

de la documentación que garantiza<br />

la transparencia<br />

• Se presentan con claridad el fundamento científico<br />

y la estructura del modelo.<br />

• Se identifican los factores que repercuten en la<br />

evaluación del riesgo (por ejemplo, limitaciones de<br />

recursos, falta de representatividad de los datos<br />

aportados, lagunas de datos).<br />

• Se describen de manera clara y sistemática todas<br />

las aportaciones científicas.<br />

• Se identifican y explican las hipótesis y las<br />

incertidumbres.<br />

• Se proporciona un resumen explicativo para los lectores<br />

profanos en la materia.<br />

• Los proyectos de evaluaciones se examinan con<br />

el público antes de su finalización<br />

riesgos. Es probable que se ponga en marcha una<br />

evaluación de los riesgos cuando:<br />

■ la vía de exposición al peligro es compleja;<br />

■ los datos sobre la eficacia relativa de las medidas de<br />

control son limitados;<br />

■ la cuestión despierta una preocupación significativa<br />

para las autoridades de reglamentación y/o las partes<br />

interesadas; o<br />

■ hay una necesidad reglamentaria obligatoria de<br />

realizar una evaluación del riesgo.<br />

La formación del equipo de evaluación de los riesgos<br />

variará de un caso a otro. Para una evaluación de<br />

riesgos en gran escala será necesario reunir un equipo<br />

multidisciplinario que sea objetivo, equilibrado en<br />

cuanto a los conocimientos técnicos necesarios y sin<br />

conflictos de intereses. Las evaluaciones de riesgos en<br />

pequeña escala pueden estar a cargo de equipos muy<br />

pequeños, o incluso de una sola persona. Los gestores<br />

de riesgos, en asociación con los evaluadores de<br />

riesgos, formularán las preguntas que se han de<br />

responder.<br />

Proceso genérico de evaluación<br />

de los riesgos<br />

La representación más sencilla de la evaluación de los<br />

riesgos para la bioseguridad es un proceso consistente<br />

en cuatro etapas, como se indica en la Figura 3.5. Tras<br />

la identificación del peligro o peligros, el orden en el<br />

que se pueden llevar a cabo estas tareas no es fijo. En<br />

la mayoría de los casos, la evaluación de los riesgos<br />

será un proceso muy iterativo, con la intervención de<br />

evaluadores de riesgos, gestores de riesgos y<br />

comunicadores de riesgos. Cuando los datos que han


Análisis de riesgos<br />

Evaluación de riesgos<br />

85<br />

de servir de base para las variables de entrada del<br />

modelo sean insuficientes, se puede solicitar la opinión<br />

de un experto. Si no se dispone de dicha opinión, los<br />

evaluadores de riesgos pueden recurrir por defecto al<br />

mejor criterio de conformidad con la política de<br />

evaluación de los riesgos. Estos criterios deben quedar<br />

claramente identificados en el informe de la evaluación<br />

del riesgo.<br />

Transparencia<br />

El proceso de evaluación de los riesgos debe ser<br />

transparente (Recuadro 3.24).<br />

Manera de afrontar<br />

la incertidumbre<br />

Cuando faltan datos, la incertidumbre acerca de la<br />

información científica disponible se puede representar<br />

en una evaluación de los riesgos utilizando una serie<br />

de valores posibles de los datos. También surge<br />

incertidumbre a partir de diversas conceptualizaciones<br />

de las limitaciones impuestas al crear un modelo de un<br />

sistema de bioseguridad. Los evaluadores de riesgos<br />

deben asegurarse de que los gestores de riesgos<br />

comprendan las fuentes y el grado de incertidumbre en<br />

la evaluación de los riesgos y sus repercusiones en las<br />

estimaciones de los riesgos. La incertidumbre<br />

(cualidad de desconocido) se debe separar claramente<br />

de la variabilidad (característica de los fenómenos<br />

biológicos que difieren entre una observación y la<br />

siguiente).<br />

En la evaluación de los riesgos se debe describir<br />

de qué manera influyen en sus resultados las hipótesis<br />

que se han formulado a la vista de la incertidumbre.<br />

Esto se debe distinguir de los efectos de la variación<br />

biológica que es inherente a cualquier sistema.<br />

Cuando las evaluaciones de los riesgos son de<br />

carácter cualitativo, la caracterización de los efectos<br />

de la incertidumbre en los resultados crea problemas.<br />

Cuando faltan datos, se puede utilizar la opinión de<br />

un experto para abordar cuestiones importantes y<br />

reducir la incertidumbre. Hay una serie de técnicas para<br />

la obtención de conocimientos. Los expertos pueden<br />

no estar acostumbrados a describir lo que conocen o<br />

cómo lo conocen; las técnicas para la obtención de<br />

conocimientos (por ejemplo el método Delphi 51 ) ponen<br />

al descubierto los conocimientos de los expertos y<br />

contribuyen a que sus opiniones estén en la medida de<br />

lo posible basadas en pruebas.<br />

La evaluación de los riesgos hace surgir con<br />

frecuencia niveles de incertidumbre que sólo se<br />

Recuadro 3.25. Tipos de resultados<br />

de las evaluaciones de los riesgos<br />

Se da una estimación cualitativa del riesgo cuando la<br />

probabilidad y/o la magnitud de las consecuencias se<br />

expresan en términos cualitativos, por ejemplo alta, media<br />

o baja.<br />

Se da una estimación cuantitativa del riesgo cuando la<br />

probabilidad y/o la magnitud de las consecuencias se<br />

expresan numéricamente, debiendo incluir una descripción<br />

numérica de la incertidumbre<br />

pueden reducir mediante nuevas investigaciones.<br />

Tras completar una evaluación básica de los riesgos,<br />

los evaluadores de riesgos pueden constatar que no<br />

están en condiciones de dar una respuesta apropiada<br />

a las preguntas planteadas por los gestores de<br />

riesgos mientras no dispongan de más información<br />

científica.<br />

Estimaciones de los riesgos<br />

Las evaluaciones de los riesgos se describen como<br />

cualitativas o cuantitativas y los resultados se pueden<br />

expresar en términos no numéricos o numéricos<br />

(Recuadro 3.25). A veces se describen evaluaciones<br />

“semicuantitativas” de los riesgos (por ejemplo,<br />

asignando puntuaciones en cada etapa de una vía de<br />

exposición al peligro y expresando los resultados<br />

como clasificaciones de los riesgos).<br />

Hasta el momento, la mayoría de las evaluaciones<br />

de los riesgos para la bioseguridad que se han<br />

realizado son de carácter cualitativo. Esto es aplicable<br />

especialmente a las evaluaciones de los riesgos en<br />

relación con la cuarentena fitosanitaria y el medio<br />

ambiente. Las estimaciones no numéricas de los<br />

riesgos proporcionan una base menos definitiva para la<br />

adopción de decisiones sobre las medidas de control<br />

relativas a la consecución de un nivel específico de<br />

protección de la salud o la vida.<br />

Cuando sea posible y práctica, la evaluación<br />

cuantitativa probabilista de los riesgos es<br />

particularmente útil, puesto que:<br />

■ genera miles de hipótesis, de manera que se puede<br />

realizar un análisis probabilista que aumenta la<br />

representación del mundo real;<br />

51 El método Delphi es una técnica para obtener y precisar opiniones<br />

colectivas. El objetivo suele ser la exploración fidedigna y creativa de<br />

ideas o la obtención de información idónea para la adopción de<br />

decisiones (para más información sobre este método, véase:<br />

http://www.iit.edu/~it/delphi.html).


86 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

es una respuesta integrada para la solución del<br />

problema y suele incorporar aportaciones<br />

multidisciplinarias;<br />

se concentra en la cuantificación de la<br />

incertidumbre y en consecuencia crea un buen<br />

cuadro de lo que conoce o no la comunidad de<br />

expertos;<br />

presenta las estimaciones de los riesgos como<br />

distribuciones de probabilidad más que como<br />

estimaciones puntuales (deterministas); y<br />

permite establecer una comparación directa de las<br />

distintas estrategias de intervención en cuanto a<br />

sus repercusiones en los riesgos.<br />

A pesar de sus ventajas, la evaluación probabilista de<br />

los riesgos sigue siendo difícil. Hay diversidad de<br />

opiniones entre los científicos sobre los enfoques<br />

probabilistas más apropiados para las situaciones<br />

biológicas complejas. Además, raramente se dispone<br />

de los datos necesarios para crear un modelo<br />

completo de la exposición y estimar los riesgos en una<br />

situación particular de la bioseguridad.<br />

Análisis de la sensibilidad<br />

Cuando se tiene una evaluación cuantitativa de los<br />

riesgos, el análisis de la sensibilidad ayuda a los<br />

gestores de riesgos a seleccionar las mejores medidas<br />

de control para alcanzar los objetivos de la gestión de<br />

los riesgos. Los evaluadores de riesgos pueden aplicar<br />

este instrumento analítico a una evaluación de los<br />

riesgos para investigar sistemáticamente cuáles son<br />

las variables incorporadas que tienen la mayor<br />

influencia en los resultados de dicha evaluación.<br />

Hay programas informáticos probabilistas que<br />

permiten realizar un análisis de la sensibilidad<br />

mediante la obtención de gráficos o estadísticas de<br />

correlación por rangos entre los parámetros de entrada<br />

y los de salida. Esto permite evaluar los efectos de<br />

cada distribución de las entradas sobre la distribución<br />

de las salidas. Cuando la distribución de los datos<br />

pueda ser atribuible a una variación o una<br />

incertidumbre, puede ser necesario un análisis<br />

bidimensional de la sensibilidad. Es posible identificar<br />

esas distribuciones de las entradas en las que la<br />

incertidumbre tiene los mayores efectos en los<br />

resultados, y esto puede ilustrar la necesidad de más<br />

investigaciones para reducir dicha incertidumbre.<br />

Se pueden utilizar planteamientos de “¿qué<br />

sucedería si?” para evaluar los efectos de distintas<br />

hipótesis y distintas series de datos de entrada en los<br />

resultados del modelo. Los resultados para cada<br />

nuevo planteamiento de “¿qué sucedería si?” se<br />

comparan con los resultados de base para determinar<br />

el grado de cambio.<br />

Validación<br />

La validación de un modelo es el proceso mediante el<br />

cual se evalúa la exactitud de un modelo de simulación<br />

con respecto a la representación del sistema de<br />

seguridad, por ejemplo comparando sus predicciones<br />

de enfermedades con los datos de vigilancia o<br />

epidemiológicos o comparando sus predicciones con<br />

los datos de las encuestas (u otros datos<br />

independientes de los utilizados en la creación del<br />

modelo) procedentes de una etapa intermedia de la vía<br />

de exposición al peligro.<br />

Las evaluaciones recientes de los riesgos para la<br />

inocuidad de los alimentos realizadas por las<br />

Reuniones Conjuntas <strong>FAO</strong>/OMS de Expertos sobre<br />

Evaluación de Riesgos Microbiológicos (JEMRA)<br />

contienen ejemplos de validaciones; sin embargo,<br />

éstos son más difíciles de encontrar en las<br />

evaluaciones de riesgos de otros sectores de la<br />

bioseguridad. Las evaluaciones de los riesgos para los<br />

peligros/plagas no cuarentenarios de las plantas se<br />

pueden validar, puesto que se basan en el<br />

peligro/plaga ya presente en algún nivel en la zona de<br />

control, y en consecuencia sujeto a vigilancia.<br />

Jurisprudencia de la OMC<br />

sobre las evaluaciones de los riesgos<br />

para la bioseguridad<br />

El Órgano de Apelación de la OMC está estableciendo<br />

un cuerpo de jurisprudencia sobre la justificación<br />

científica de las medidas de control en el marco de la<br />

OMC. En la solución de una diferencia sobre la<br />

prohibición por parte de Australia de las importaciones<br />

de salmón fresco y congelado, a fin de impedir la<br />

entrada de varias enfermedades transmitidas por el<br />

pescado, el Órgano de Apelación estableció una<br />

prueba triple para lo que se consideraría una<br />

evaluación adecuada del riesgo con arreglo al Acuerdo<br />

MSF: i) identificación de los peligros y las posibles<br />

consecuencias biológicas y económicas de su entrada<br />

o propagación; ii) evaluación de la probabilidad<br />

de entrada, establecimiento o propagación; y<br />

iii) evaluación de las repercusiones de las medidas<br />

sanitarias y fitosanitarias en esta probabilidad.<br />

Cuando no se puede expresar con precisión el nivel<br />

adecuado de protección, se puede determinar<br />

tomando como base el nivel de protección reflejado en


Análisis de riesgos<br />

Evaluación de riesgos<br />

87<br />

Cuadro 3.3. Terminología utilizada por distintas <strong>org</strong>anizaciones internacionales para describir<br />

las actividades de evaluación de los riesgos<br />

Proceso genérico Inocuidad Sanidad animal Sanidad vegetal Biodiversidad<br />

de evaluación de los alimentos (OIE) (CIPF) y medio ambiente<br />

de los riesgos (Codex Alimentarius) (CIPF)<br />

Identificación Determinación (La identificación Clasificación Características<br />

de los peligros del peligro del peligro de las plagas de las especies<br />

ya se ha llevado<br />

invasivas<br />

a cabo como proceso<br />

Identificación<br />

independiente)<br />

de las características<br />

novedosas<br />

de los OVM<br />

Caracterización Caracterización Evaluación Evaluación No hay<br />

de la exposición de la exposición de la liberación de la probabilidad terminología<br />

a los peligros Evaluación de introducción específica<br />

de la exposición<br />

y propagación<br />

Evaluación Caracterización Evaluación Evaluación Evaluación<br />

de los efectos del peligro de las consecuencias de las posibles de las consecuencias<br />

adversos probables (incluida la relación consecuencias<br />

asociados dosis/respuesta económicas<br />

con los peligros si está disponible)<br />

Estimación Caracterización Estimación Conclusión Estimación<br />

de los riesgos del riesgo del riesgo de la evaluación del riesgo<br />

de los riesgos<br />

las medidas de control en vigor 52 . Los riesgos se<br />

deben estimar de acuerdo con la medida sanitaria o<br />

fitosanitaria que se podría aplicar. Por lo general, las<br />

impugnaciones de las restricciones a la importación<br />

establecidas en ausencia de una evaluación de los<br />

riesgos basada en medidas sanitarias o fitosanitarias<br />

que puedan haberse aplicado han tenido éxito (por<br />

ejemplo, las medidas de control de la niebla del peral y<br />

del manzano en las manzanas importadas al Japón 53 ).<br />

Concomitancia del proceso genérico<br />

de evaluación de los riesgos<br />

con la terminología y los procesos<br />

del sector<br />

Mientras que la terminología utilizada por las<br />

<strong>org</strong>anizaciones internacionales del sector de la<br />

bioseguridad presenta algunas diferencias, las<br />

actividades básicas del proceso genérico de<br />

evaluación de los riesgos descritas en este capítulo<br />

son comunes a todos los sectores de la bioseguridad<br />

(Cuadro 3.3).<br />

52 OMC. 2000. Directrices para fomentar la aplicación práctica del<br />

párrafo 5 del artículo 5. Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias<br />

de la OMC, G/SPS/15 (disponible en: http://docsonline.wto.<strong>org</strong>/<br />

DDFDocuments/t/G/SPS/15.doc).<br />

53 OMC 2005. Preocupaciones comerciales específicas. Nota de la<br />

Secretaría. Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC,<br />

G/SPS/GEN/204/Rev.5 (disponible en: http://docsonline.wto.<strong>org</strong>/<br />

DDFDocuments/t/G/SPS/GEN204R5.doc).<br />

EVALUACIÓN <strong>DE</strong> LOS RIESGOS PARA<br />

<strong>LA</strong> INOCUIDAD <strong>DE</strong> LOS ALIMENTOS<br />

La Comisión del Codex Alimentarius describe la<br />

evaluación de los riesgos para la inocuidad de los<br />

alimentos como “un proceso con base científica que<br />

consta de la siguientes etapas: identificación del<br />

peligro, caracterización del peligro, evaluación de la<br />

exposición, caracterización del riesgo”. Los principios<br />

que sirven de guía en la evaluación de los riesgos para<br />

la inocuidad de los alimentos están totalmente en<br />

consonancia con los principios genéricos relativos a la<br />

bioseguridad presentados en el Recuadro 3.23.<br />

Fases descritas por la Comisión<br />

del Codex Alimentarius<br />

La evaluación de los riesgos para la inocuidad de los<br />

alimentos consta en general de cuatro fases:<br />

■ Determinación del peligro: Determinación de los<br />

agentes biológicos, químicos y físicos que pueden<br />

causar efectos nocivos para la salud.<br />

■ Evaluación de la exposición 54 : Evaluación cualitativa<br />

o cuantitativa de la ingestión probable de peligros<br />

de transmisión alimentaria, teniendo en cuenta otras<br />

vías de exposición si fueran pertinentes.<br />

54 El orden en que se realizan la caracterización del peligro y la<br />

evaluación de la exposición no es fijo.


88 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

■<br />

■<br />

Caracterización del peligro: Evaluación cualitativa o<br />

cuantitativa de la naturaleza de los efectos nocivos<br />

para la salud, a ser posible con la inclusión de una<br />

evaluación de la relación dosis-respuesta.<br />

Caracterización del riesgo: Estimación cualitativa o<br />

cuantitativa, incluidas las incertidumbres<br />

concomitantes, de la probabilidad de que se<br />

produzca un efecto nocivo, conocido o potencial, y<br />

de su gravedad para la salud de una determinada<br />

población.<br />

Evaluación de los riesgos<br />

relativa a los peligros químicos<br />

Los efectos adversos para la salud humana debidos a la<br />

exposición a peligros químicos se suelen predecir para<br />

toda la duración de la exposición. Se trata de un proceso<br />

de estimación de la exposición fundamentalmente<br />

diferente del relativo a los peligros biológicos, en el que<br />

el evaluador de riesgos está interesado en una<br />

exposición única que produce un efecto adverso agudo<br />

en la salud 55 . Debido a que se necesita una exposición<br />

de larga duración para inducir un efecto en la salud,<br />

probablemente en la evaluación de los riesgos químicos<br />

no se incluirá el examen de la variabilidad individual de la<br />

susceptibilidad toxicológica.<br />

El Codex ha establecido numerosas normas<br />

cuantitativas para los niveles admisibles o “tolerables”<br />

de distintas clases de peligros químicos en los alimentos.<br />

Las necesidades de datos están bien cubiertas por los<br />

sistemas mundiales de recopilación y otras fuentes de<br />

información específicas para la clase de peligro objeto<br />

de examen (por ejemplo, los estudios nacionales de la<br />

alimentación total, la documentación del registro de<br />

plaguicidas y de medicamentos veterinarios de la<br />

industria). Las normas se suelen establecer de acuerdo<br />

con un proceso de “evaluación de la inocuidad”<br />

determinista más que una evaluación del riesgo como<br />

tal, y generalmente se utiliza la hipótesis de la exposición<br />

“en el peor de los casos”.<br />

El metilmercurio en los peces es un ejemplo de una<br />

evaluación de los riesgos químicos que se realiza<br />

siguiendo el MGR genérico que se presenta en este<br />

manual 56 .<br />

55 Hay que señalar que para la evaluación de los riesgos de muchas<br />

toxinas naturales, como las micotoxinas de los cereales y las toxinas<br />

marinas de los mariscos, se ha de acudir tanto a la biología como a la<br />

química.<br />

56 Véase el Anexo 2 de <strong>FAO</strong>/OMS. 2007. Análisis de riesgos relativos<br />

a la inocuidad de los alimentos. Guía para las autoridades nacionales de<br />

inocuidad de los alimentos. Estudio <strong>FAO</strong>: Alimentación y nutrición Nº 87<br />

(disponible en: ftp://ftp.fao.<strong>org</strong>/docrep/fao/010/a0822s/a0822s.pdf).<br />

“Evaluación de la inocuidad”<br />

La evaluación de la inocuidad incorpora por lo general<br />

cada una de las etapas del proceso genérico de<br />

evaluación de los riesgos para la bioseguridad. La<br />

primera tarea es la identificación del peligro. La<br />

caracterización del peligro se suele representar<br />

mediante un modelo animal, que es el medio más<br />

sensible de establecer los efectos adversos para la<br />

salud asociados con el peligro químico particular. La<br />

exposición al peligro se estima definiendo la vía de<br />

exposición a través de distintas etapas de la cadena<br />

alimentaria y calculando la ingesta alimentaria<br />

probable. La caracterización del riesgo guarda<br />

correlación con la estimación de una ingesta diaria<br />

admisible (IDA) para las personas, que se extrapola a<br />

partir de un “nivel sin efectos adversos” tal como<br />

aparece en el modelo animal. La IDA representa una<br />

estimación de la cantidad máxima de peligro que<br />

puede absorber a diario el consumidor durante toda su<br />

vida sin riesgo para la salud; por consiguiente,<br />

incorpora un nivel adecuado de protección de “riesgo<br />

cero teórico” previamente determinado como decisión<br />

normativa de carácter genérico. La utilización del<br />

peligro químico en los alimentos o el nivel de<br />

contaminación ambiental involuntaria de los productos<br />

alimenticios, de manera que no se supere la IDA,<br />

incorpora decisiones apropiadas de gestión de los<br />

riesgos, por ejemplo los tiempos de retención antes de<br />

la recolección de los cultivos en el caso de los<br />

plaguicidas, o la restricción de la exposición<br />

alimentaria a productos alimenticios particulares.<br />

En algunos casos, la caracterización del riesgo<br />

incluye el examen de distintos usos de los peligros<br />

químicos; por ejemplo, cuando se utiliza una sustancia<br />

como medicamento veterinario para el tratamiento de<br />

los animales y además como plaguicida en las plantas,<br />

se pueden tener en cuenta ambas vías de exposición<br />

al establecer una IDA para un tipo de alimento.<br />

“Factores de inocuidad”<br />

La estimación de la IDA incluye la imposición de<br />

“factores de inocuidad” arbitrarios como manera de<br />

reducir la incertidumbre inherente a cualquier modelo<br />

animal y su extrapolación a las personas. Así pues, la<br />

IDA solamente guarda correlación con una estimación<br />

elemental del riesgo, y la incertidumbre inherente<br />

queda sin cuantificar. Ahora existen métodos de<br />

cálculo de dosis de referencia para la toxicidad<br />

química aguda si ésta es un posible efecto adverso<br />

para la salud.


Análisis de riesgos<br />

Evaluación de riesgos<br />

89<br />

Límites máximos de residuos<br />

En la caracterización de la exposición se describen la<br />

vía de exposición al peligro y las previsiones de la<br />

ingesta alimentaria. Esta fase se suele llevar a cabo<br />

conjuntamente con la estimación de la IDA y suele<br />

estar formada por valores deterministas sencillos para<br />

los niveles de peligro en cada etapa de la cadena<br />

alimentaria. Sin embargo, están surgiendo modelos<br />

probabilistas (por ejemplo, para la ingesta de residuos<br />

de plaguicidas). Para los residuos químicos se<br />

establecen límites máximos de residuos (LMR), de<br />

manera que la ingesta diaria máxima teórica de<br />

residuos sea inferior a la permisible en la IDA. Si hay<br />

probabilidad de que se superen los LMR cuando se<br />

utiliza un producto químico agropecuario de acuerdo<br />

con la descripción de la documentación del registro, el<br />

gestor de riesgos exigirá un cambio (por ejemplo,<br />

aumento del tiempo de retención después de la<br />

utilización de un medicamento veterinario o más<br />

tiempo hasta la recolección de un cultivo después de<br />

la aplicación de un plaguicida).<br />

Para los contaminantes inevitables del medio<br />

ambiente, las normas del Codex se refieren con<br />

frecuencia a “niveles permisibles”, es decir, que hay<br />

una aceptación tácita de que no es viable desde el<br />

punto de vista económico o técnico la utilización del<br />

mismo modelo de “riesgo cero teórico” que se aplica a<br />

otros productos químicos en el suministro de<br />

alimentos. Sin embargo, la actitud conservadora<br />

inherente al proceso de evaluación de la inocuidad<br />

sigue teniendo el efecto de garantizar una protección<br />

suficiente de la salud humana.<br />

Modelos de evaluación cuantitativa de los riesgos<br />

La creación de modelos de evaluación cuantitativa de<br />

los riesgos raramente se aplica a los peligros químicos,<br />

debido sobre todo a que en general se ha considerado<br />

que es adecuada la “evaluación de la inocuidad” de<br />

los efectos adversos para la salud. Sin embargo,<br />

algunos gobiernos aplican modelos cuantitativos a la<br />

caracterización de los efectos sin umbral (por ejemplo,<br />

los carcinógenos genotóxicos). En estos modelos se<br />

utiliza una extrapolación matemática apropiada desde<br />

el punto de vista biológico para ajustar los datos<br />

observados en animales (normalmente obtenidos con<br />

dosis elevadas) a la respuesta prevista a dosis de<br />

niveles bajos. A menudo es difícil satisfacer las<br />

necesidades de datos para este enfoque, y las<br />

autoridades competentes de distintos países pueden<br />

utilizar valores toxicológicos de referencia y modelos<br />

de extrapolación diferentes. Esto puede dar lugar a<br />

diferencias significativas en las estimaciones del riesgo<br />

de cáncer.<br />

Evaluación de los riesgos para<br />

los peligros biológicos<br />

La evaluación de los riesgos para los peligros<br />

biológicos en los alimentos es una actividad<br />

relativamente reciente. Aunque se pueden someter a<br />

evaluación de los riesgos las bacterias, los virus, los<br />

parásitos y otros agentes biológicos, los peligros<br />

microbiológicos son los que han recibido mayor<br />

atención hasta ahora. Sin embargo, las importantes<br />

lagunas actuales en los datos limitan la capacidad<br />

para preparar con suficiente precisión estimaciones<br />

de los riesgos que permitan establecer objetivos<br />

reglamentarios basados en los riesgos para<br />

combinaciones definidas de peligros/alimentos.<br />

Listeria monocytogenes en los alimentos listos<br />

para el consumo es un ejemplo de evaluación del<br />

riesgo microbiológico para la inocuidad de los<br />

alimentos que sigue el MGR genérico que se presenta<br />

en este manual 57<br />

Identificación de los peligros<br />

Consiste en identificar un agente vivo o su toxina que<br />

pueda estar presente en un alimento específico. Hay<br />

estudios epidemiológicos recientes que ilustran el<br />

valor de la identificación de los micro<strong>org</strong>anismos de<br />

transmisión alimentaria hasta el nivel del genotipo al<br />

evaluar los riesgos (por ejemplo, la tipificación de la<br />

secuencia de loci múltiples de las cepas de<br />

Campylobacter está poniendo de manifiesto que el<br />

riesgo atribuible varía considerablemente).<br />

Caracterización de la exposición<br />

La ingesta probable de peligros de transmisión<br />

alimentaria en una porción comestible de un alimento<br />

se estima a partir de un modelo de las vías de<br />

exposición. Esto dependerá de numerosos factores,<br />

en particular: el alcance de la contaminación inicial del<br />

alimento crudo, las características del producto<br />

alimenticio y su elaboración en cuanto a<br />

supervivencia, multiplicación o muerte del peligro, y<br />

las condiciones de almacenamiento y preparación<br />

antes del consumo.<br />

57 Véase el Anexo 3 de <strong>FAO</strong>/OMS. 2007. Análisis de riesgos relativos<br />

a la inocuidad de los alimentos. Guía para las autoridades nacionales de<br />

inocuidad de los alimentos. Estudio <strong>FAO</strong>: Alimentación y nutrición Nº 87<br />

(disponible en: ftp://ftp.fao.<strong>org</strong>/docrep/fao/010/a0822s/a0822s.pdf).


90 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Caracterización del peligro<br />

Comprende la descripción cualitativa o cuantitativa de la<br />

gravedad y la duración de los efectos adversos para la<br />

salud que pueden derivarse de la ingestión de peligros<br />

biológicos o sus toxinas. La caracterización del peligro<br />

debe incluir a ser posible información cuantitativa de la<br />

relación dosis-respuesta. Se tienen en cuenta numerosos<br />

factores de peligro (por ejemplo, infectividad, virulencia,<br />

resistencia a los antibióticos) y factores del huésped (por<br />

ejemplo, susceptibilidad fisiológica, estado inmunitario,<br />

historial de exposición anterior).<br />

Caracterización del riesgo<br />

La exposición y la caracterización del peligro se<br />

utilizan para obtener estimaciones del riesgo. Éstas<br />

pueden ser cualitativas (por ejemplo, clasificación<br />

como alto, medio o bajo) o presentarse en valores<br />

cuantitativos (por ejemplo, distribuciones acumulativas<br />

de la frecuencia del riesgo por porción, riesgo al año<br />

en una población, o riesgos relativos).<br />

La <strong>FAO</strong> y la OMS han emprendido una serie de<br />

evaluaciones de los riesgos microbiológicos que<br />

representan un compromiso científico amplio y<br />

prolongado. Este trabajo depende en gran medida de<br />

las evaluaciones cuantitativas de los riesgos iniciadas<br />

por gobiernos nacionales. Entre los temas están<br />

Salmonella spp. en los pollos de asar, Salmonella spp.<br />

en los huevos, Listeria monocytogenes en los<br />

alimentos listos para el consumo, Campylobacter spp.<br />

en las aves de corral y Vibrio haemolyticus en los<br />

alimentos marinos. Estas evaluaciones de los riesgos<br />

ponen al corriente tanto al Codex como a las<br />

autoridades competentes nacionales con miras a la<br />

elaboración de normas basadas en el riesgo. La<br />

Comisión del Codex Alimentarius opina que la<br />

evaluación de los riesgos se debe utilizar en todos los<br />

sectores de la bioseguridad al estimar las amenazas<br />

para la salud pública que pueden representar los<br />

micro<strong>org</strong>anismos resistentes a los antimicrobianos en<br />

los alimentos. En un modelo para valorar el riesgo de<br />

casos humanos de campilobacteriosis causada por<br />

Campylobacter spp. resistente a la fluoroquinolona<br />

transmitido por la carne de aves de corral en los<br />

Estados Unidos, se estableció una relación lineal muy<br />

directa entre la prevalencia en el conjunto de las aves y<br />

los riesgos de transmisión alimentaria 58 .<br />

58 Bartholomew, M., Vose, D., Tollefson, L. y Travis, C. 2005. A linear<br />

model for managing the risk of antimicrobial resistance originating from<br />

food animals. Risk Analysis 25 (1): 99-108<br />

Evaluación de los riesgos<br />

de los alimentos obtenidos por medios<br />

biotecnológicos modernos<br />

El Codex ha formulado recientemente los principios de la<br />

evaluación de los riesgos para los alimentos obtenidos<br />

por medios biotecnológicos modernos 59 . Entre los<br />

efectos adversos potenciales de tales alimentos para la<br />

salud están la transferencia de toxinas o alergenos o la<br />

formación de otros nuevos. Se puede aplicar el enfoque<br />

genérico de la evaluación de los riesgos descrito más<br />

arriba, pero hay que modificarlo algo al utilizarlo en un<br />

alimento entero. Para ello hay que tener en cuenta las<br />

características de los <strong>org</strong>anismos donante y receptor, los<br />

genes insertados y expresados, el alcance de la<br />

equivalencia (de la composición, la nutrición, la inocuidad<br />

y la agronomía) con los elementos de comparación<br />

apropiados y la posibilidad de repercusiones en la<br />

alimentación. Antes de la introducción en el mercado, se<br />

debe llevar a cabo una evaluación de la inocuidad para<br />

comparar el alimento obtenido por medios<br />

biotecnológicos con su homólogo tradicional, y se ha de<br />

evaluar la inocuidad tomando como base los cambios<br />

tanto deliberados como involuntarios en el alimento. Los<br />

estudios en animales no se pueden aplicar fácilmente al<br />

análisis de los riesgos asociados con los alimentos<br />

enteros, pero en casos particulares se pueden solicitar<br />

estudios en animales debidamente formulados. Se ha<br />

elaborado una metodología específica de evaluación de<br />

los riesgos para los cultivos de productos alimenticios y<br />

los micro<strong>org</strong>anismos modificados genéticamente 60 , y el<br />

Codex la está preparando para los animales modificados<br />

genéticamente.<br />

EVALUACIÓN <strong>DE</strong> LOS RIESGOS<br />

PARA <strong>LA</strong> SANIDAD ANIMAL<br />

La OIE describe la evaluación del riesgo como “el<br />

proceso que consiste en estimar la probabilidad y las<br />

59 <strong>FAO</strong>/OMS. 2003. Principios para el análisis de riesgos de<br />

alimentos obtenidos por medios biotecnológicos modernos. Programa<br />

Conjunto <strong>FAO</strong>/OMS sobre Normas Alimentarias, Comisión del Codex<br />

Alimentarius. CAC/GL 44-2003 (disponible en: http://www.fao.<strong>org</strong>/<br />

docrep/007/y5819e/y5819e02.htm).<br />

60 <strong>FAO</strong>/OMS. 2003. Directrices para la realización de la evaluación de<br />

la inocuidad de los alimentos obtenidos de plantas de ADN<br />

recombinante. Programa Conjunto <strong>FAO</strong>/OMS sobre Normas<br />

Alimentarias, Comisión del Codex Alimentarius. CAC/GL 45-2003<br />

(disponible en: http://www.fao.<strong>org</strong>/docrep/007/y5819e/<br />

y5819e03.htm#bm3), y Directrices para la realización de la evaluación<br />

de la inocuidad de los alimentos producidos utilizando<br />

micro<strong>org</strong>anismos de ADN recombinante. CAC/GL 46-2003 (disponible<br />

en: http://www.fao.<strong>org</strong>/docrep/007/y5819e/y5819e04.htm#bm4).


Análisis de riesgos<br />

Evaluación de riesgos<br />

91<br />

consecuencias biológicas y económicas de la entrada,<br />

radicación o propagación de un agente patógeno en el<br />

territorio de un país importador”. Los principios<br />

rectores de la evaluación de los riesgos para la<br />

sanidad animal están totalmente en consonancia con<br />

los principios genéricos relativos a la bioseguridad<br />

presentados en el Recuadro 3.23. Una evaluación del<br />

riesgo se puede basar en un producto, una especie<br />

animal (o un grupo análogo) o una enfermedad<br />

particular (Recuadro 3.26).<br />

Etapas descritas por la OIE<br />

La evaluación de los riesgos para la sanidad animal<br />

consta de cuatro etapas:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

evaluación de la difusión;<br />

evaluación de la exposición;<br />

evaluación de las consecuencias; y<br />

estimación del riesgo.<br />

Un factor importante es que la OIE describe la<br />

identificación del peligro como actividad separada de<br />

la evaluación de los riesgos. Sin embargo, las<br />

actividades de la OIE relativas a la identificación del<br />

peligro tienen una conexión clara con la identificación<br />

de los peligros descrita como primera etapa en el<br />

proceso genérico de evaluación de los riesgos. La<br />

identificación del peligro incluye la de los agentes<br />

patógenos que pueden estar presentes en el país<br />

exportador y que potencialmente podrían producir<br />

consecuencias adversas para la sanidad animal en el<br />

país importador. También comprende la determinación<br />

de si el peligro está ya presente en el país importador y<br />

si es una enfermedad de notificación obligatoria o esta<br />

sujeta a medidas oficiales de lucha y erradicación.<br />

La estimación de los servicios veterinarios y sus<br />

sistemas en el país exportador es una contribución<br />

importante a la evaluación de la presencia probable del<br />

peligro. Esto también confiere confianza al país<br />

importador en relación con factores como la<br />

certificación veterinaria, la vigilancia de las<br />

enfermedades, los controles de la sanidad animal y la<br />

capacidad de diagnóstico. Cualquier Estado Miembro<br />

de la OIE puede solicitar una visita a otro país a<br />

efectos de estimación oficial de los servicios<br />

veterinarios.<br />

Proceso de evaluación de los riesgos<br />

Las evaluaciones de los riesgos en el marco del<br />

proceso de la OIE tienen como finalidad responder a la<br />

siguiente pregunta: “¿Cuál es la probabilidad de que<br />

se produzcan consecuencias adversas específicas<br />

como consecuencia de la exposición a un producto o<br />

un patógeno particular procedente de una fuente de<br />

difusión definida?”. No se recomienda ningún método<br />

único de evaluación del riesgo de importación para<br />

todas las situaciones y se hace referencia especial al<br />

hecho de que el riesgo aumenta con el crecimiento del<br />

volumen del producto animal importado.<br />

La evaluación de los riesgos solamente se pondrá<br />

en marcha cuando sea necesario. En algunas<br />

situaciones, un país importador puede decidir autorizar<br />

las importaciones de un producto animal utilizando las<br />

medidas de control recomendadas en los Códigos de<br />

la OIE, prescindiendo así de la necesidad de una<br />

evaluación del riesgo.<br />

Evaluación de la difusión<br />

La evaluación de la difusión consiste en describir la vía<br />

o vías biológicas necesarias para que una actividad de<br />

importación “difunda” peligros en un entorno particular<br />

y estimar la probabilidad de que se produzca el<br />

proceso completo, de manera cualitativa o<br />

cuantitativa. Incluye una descripción de cómo puede<br />

cambiar la probabilidad de “difusión” en cuanto a la<br />

cantidad y el momento como consecuencia de<br />

diversas actuaciones, acontecimientos o medidas (es<br />

decir, factores biológicos, factores del país y factores<br />

del producto). Los factores biológicos son la especie,<br />

la edad y raza del animal, los lugares preferidos por el<br />

agente y la vacunación, pruebas, tratamiento y<br />

cuarentena. Los factores del país son la<br />

incidencia/prevalencia del peligro, la evaluación de los<br />

servicios veterinarios y los programas de vigilancia y<br />

control en el país exportador. Los factores del<br />

producto son la cantidad de producto importado, la<br />

facilidad de contaminación, los efectos de la<br />

elaboración y los efectos del almacenamiento y el<br />

transporte.<br />

La probabilidad de la difusión es directamente<br />

proporcional al volumen del comercio.<br />

Evaluación de la exposición<br />

En esta actividad se detalla la probabilidad de la<br />

exposición de un animal (y/o una persona) al peligro<br />

por la vía o vías biológicas identificadas. (La evaluación<br />

de la difusión y la de la exposición se combinan en la<br />

práctica como correspondientes a la caracterización<br />

de la exposición en el proceso genérico del MGR). La<br />

probabilidad de la exposición a peligros identificados<br />

se estima para condiciones específicas de exposición<br />

con respecto a la cantidad, el momento, la frecuencia,


92 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.26. Ejemplo de evaluación<br />

intersectorial de los riesgos para la sanidad<br />

animal y la salud pública<br />

Tras la epidemia de EEB en el Reino Unido a finales del<br />

decenio de 1980, en 1996 se introdujo la prohibición de la<br />

venta de carne de bovino de animales de más de 30<br />

meses de edad en el momento del sacrificio. Fue la<br />

respuesta a una amenaza intersectorial para la<br />

bioseguridad, puesto que estaban surgiendo pruebas<br />

convincentes de que el consumo de carne de bovino con<br />

EEB provocaba una variante de la enfermedad de<br />

Creutzfeldt-Jakob. La infectividad de los bovinos aumenta<br />

con la edad. Al reducirse la epidemia en los bovinos, se<br />

puso en marcha una evaluación del riesgo para establecer<br />

los costos y los beneficios asociados con el<br />

mantenimiento de la prohibición de 30 meses. Se<br />

examinó el posible aumento de los riesgos para la salud<br />

humana si se suprimía la prohibición y se sustituía con el<br />

programa de pruebas de la EEB basado en la OIE que se<br />

utilizaba en otros países de la Unión Europea. La<br />

evaluación de la exposición se basó en el volumen de<br />

infectividad que se había incorporado a la cadena<br />

alimentaria a lo largo del tiempo a causa de la epidemia<br />

de EEB y la infectividad adicional que entraría si se<br />

levantaba la prohibición. Se estimaron los riesgos<br />

expresados como casos epidémicos adicionales de<br />

enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Se estimó que se<br />

producirían alrededor de 0,5 nuevos casos durante un<br />

período de 60 años, con una hipótesis en el peor de los<br />

casos de 2,5 casos, si se modificaba la medida de control<br />

de la sanidad animal. El Organismo de Inocuidad de los<br />

Alimentos del Reino Unido recomendó un cambio en las<br />

medidas de control, debido a que los costos económicos<br />

para la industria agropecuaria eran muy elevados frente<br />

una la mejora muy pequeña de la protección de la salud<br />

pública<br />

de los efectos adversos en el proceso genérico de<br />

evaluación de los riesgos para la bioseguridad.<br />

Para definir la probabilidad de cada hipótesis y sus<br />

consecuencias se suele utilizar la preparación de<br />

“árboles de hipótesis”. Entre las repercusiones<br />

económicas están las debidas a la pérdida de<br />

producción, la mortalidad, la lucha contra las<br />

enfermedades y la pérdida de ventas. El alcance de<br />

cada una de ellas puede cambiar considerablemente<br />

en cada entorno de bioseguridad, en función del<br />

comportamiento epidemiológico de la enfermedad y<br />

de la manera de reaccionar de los mercados nacional e<br />

internacional. Por ejemplo, la introducción de la fiebre<br />

aftosa provocaría una pérdida inmediata de todos los<br />

mercados de exportación agropecuaria en la situación<br />

de Nueva Zelandia, con efectos devastadores para la<br />

economía, mientras que otros países no tan<br />

dependientes de las exportaciones agropecuarias<br />

podrían soportar brotes periódicos con una<br />

preocupación económica mucho menor. La valoración<br />

de los efectos no de mercado (por ejemplo, las<br />

amenazas para la biodiversidad y las especies en<br />

peligro) es una parte importante del análisis de la<br />

relación costos-beneficios y presenta varias dificultades.<br />

La creación de modelos estocásticos de las<br />

pérdidas de producción, los costos de los controles y su<br />

eficacia para reducir el riesgo es una propuesta difícil, y<br />

todavía no está generalizada su aplicación como<br />

mecanismo para clasificar los riesgos económicos<br />

asociados con distintas enfermedades de los animales.<br />

la duración de la exposición, las vías de exposición y<br />

las características de las poblaciones animales y<br />

humanas expuestas.<br />

Los resultados de la evaluación de la exposición se<br />

pueden describir en términos cuantitativos (por<br />

ejemplo, el número de hatos o animales que<br />

probablemente sufrirán consecuencias adversas para<br />

la salud a lo largo del tiempo) o cualitativos.<br />

Evaluación de las consecuencias<br />

La evaluación de las consecuencias es la probabilidad<br />

de que exposiciones específicas provoquen efectos<br />

adversos en forma de consecuencias directas (por<br />

ejemplo, pérdidas de producción animal y<br />

repercusiones en la salud humana) e indirectas (por<br />

ejemplo, vigilancia, costos de la lucha y de<br />

compensación, posibles pérdidas comerciales, efectos<br />

adversos en el medio ambiente). La evaluación de las<br />

consecuencias está en consonancia con la evaluación<br />

Estimación del riesgo<br />

Para estimar el riesgo se combinan la evaluación de la<br />

exposición y la de las consecuencias. La mayoría de<br />

las estimaciones de los riesgos para la sanidad animal<br />

son de carácter cualitativo, resumiéndose los<br />

resultados de las evaluaciones de la difusión, la<br />

exposición y las consecuencias para estimar si el<br />

riesgo es “insignificante” o no. El evaluador de riesgos<br />

es quien formula esta opinión inicial, que en cierta<br />

medida será subjetiva. La cuantificación de la propia<br />

estimación del riesgo solamente se intenta en una<br />

pequeña proporción de los análisis del riesgo de<br />

importación y resulta intrínsicamente difícil por muchas<br />

de las mismas razones que se encuentran en la<br />

evaluación de los riesgos microbiológicos para la<br />

inocuidad de los alimentos.<br />

El riesgo estimado en una hipótesis determinada se<br />

compara con el nivel adecuado de protección del<br />

Estado Miembro para determinar si las medidas de


Análisis de riesgos<br />

Evaluación de riesgos<br />

93<br />

control existentes son adecuadas 61 . La gestión de los<br />

riesgos se concentra casi exclusivamente en la<br />

selección de medidas de control que reduzcan a un<br />

nivel considerado aceptable la probabilidad de<br />

introducción de enfermedades y <strong>org</strong>anismos exóticos.<br />

Zonificación, regionalización y<br />

compartimentación<br />

Si bien estos conceptos se comparten con la<br />

evaluación de los riesgos para la bioseguridad, son<br />

especialmente importantes en la sanidad animal (y<br />

vegetal). Permiten definir las zonas geográficas con<br />

una situación diferente en relación con la sanidad<br />

animal dentro del territorio de un país a efectos de<br />

evaluación del riesgo y comercio internacional. La OIE<br />

estipula las opciones de gestión de los riesgos que se<br />

requieren para distintas enfermedades a fin de<br />

garantizar la integridad de las reclamaciones.<br />

sanidad vegetal están totalmente en consonancia con<br />

los principios genéricos para la bioseguridad<br />

presentados en el Recuadro 3.23.<br />

La CIPF está preparando material de capacitación<br />

específico para el análisis del riesgo de plagas,<br />

incluidos un curso de capacitación, un libro de texto y<br />

un manual para instructores 63 .<br />

Etapas descritas por la CIPF<br />

La evaluación de los riesgos para la sanidad vegetal<br />

suele constar de cuatro etapas:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

clasificación de los peligros/plagas;<br />

evaluación de las probabilidades de introducción<br />

y dispersión;<br />

evaluación de las consecuencias económicas<br />

potenciales; y<br />

conclusión (resultado final) de la evaluación<br />

del riesgo.<br />

EVALUACIÓN <strong>DE</strong> LOS RIESGOS<br />

PARA <strong>LA</strong> SANIDAD VEGETAL<br />

Para la CIPF, la evaluación de los riesgos es la<br />

segunda de las tres etapas del ARP, tras la iniciación y<br />

antes de la gestión de los riesgos. La evaluación del<br />

riesgo para los peligros/plagas de cuarentena se define<br />

como la “evaluación de la probabilidad de introducción<br />

y dispersión de una plaga y de las posibles<br />

consecuencias económicas relacionadas” 62 . Las<br />

propias plantas pueden constituir peligros/plagas para<br />

otras plantas cuando se transfieren a regiones que<br />

quedan fuera de su área de distribución natural. Los<br />

OVM pueden representar un riesgo fitosanitario y<br />

podría estar justificado un ARP, pero hay que señalar<br />

que la CIPF no abarca otros riesgos posiblemente<br />

relacionados con los OVM (por ejemplo, de tipo social<br />

o relacionados con la salud humana o la sanidad<br />

animal). El Anexo 3 de la NIMF Nº 11 ayuda a<br />

determinar la posibilidad de que un OVM se convierta<br />

en un peligro/plaga, y en caso afirmativo se puede<br />

aplicar el marco del ARP de la CIPF. Los principios<br />

rectores de la evaluación de los riesgos para la<br />

Proceso de evaluación del riesgo<br />

Las directrices de la CIPF son de carácter general<br />

y las evaluaciones de los riesgos para la sanidad<br />

vegetal casi siempre son cualitativas. Hay dos<br />

enfoques principales para realizar una evaluación<br />

del riesgo: uno se concentra en la vía de exposición<br />

y el otro en una plaga particular asociada con una o<br />

varias vías (Recuadro 3.27).<br />

Clasificación de los peligros/plagas<br />

Para que la evaluación del riesgo de plagas<br />

cuarentenarias siga adelante, los peligros/plagas<br />

deben cumplir los criterios para la definición de un<br />

peligro/plaga de cuarentena. Son los siguientes:<br />

identificación del peligro/plaga, confirmación de su<br />

ausencia de la zona del ARP, situación reglamentaria<br />

(es decir, controlado oficialmente si está presente<br />

pero no muy disperso) 64 , posibilidad de<br />

establecimiento y dispersión de acuerdo con los<br />

parámetros biológicos y posibilidad de repercusiones<br />

económicas inaceptables 65 . En algunos casos, los<br />

países pueden comenzar a aplicar medidas de<br />

control aunque el peligro/plaga no se considere<br />

de cuarentena.<br />

61 Esta opinión se presenta como parte del proceso de evaluación<br />

del riesgo para la sanidad animal, mientras que los gestores de riesgos<br />

la considerarían como parte de la identificación y selección de las<br />

opciones de gestión de los riesgos en el proceso del MGR genérico.<br />

62 A efectos del presente documento se hace referencia al ARP para<br />

plagas cuarentenarias. Sin embargo, en el marco de la CIPF también<br />

se puede aplicar el proceso del ARP a las plagas no cuarentenarias<br />

reglamentadas. Estos dos tipos de plagas se mencionan<br />

conjuntamente en las plagas reglamentadas.<br />

63 Estos materiales se podrán consultar en el sitio web de la CIPF<br />

en: https://www.ippc.int/id/186208?language=en.<br />

64 Si hay una plaga vegetal en la zona del ARP pero no ha alcanzado<br />

los límites de su área de distribución ecológica y está sujeta a un<br />

control oficial, en ese caso se prosigue el ARP. Si se han alcanzado<br />

dichos límites, se interrumpe el ARP.<br />

65 En otros sectores de la bioseguridad, se considera que un agente<br />

con cualquier potencial para provocar efectos adversos es un peligro.


94 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.27. Ejemplo de una evaluación<br />

del riesgo para la sanidad vegetal iniciada<br />

a causa de una plaga: El gusano de la fruta<br />

(Lepidoptera: Tortricidae) en las cerezas<br />

importadas por el Japón<br />

Se preparó un modelo probabilista para el riesgo del<br />

gusano de la fruta que se estaba propagando a través del<br />

comercio internacional de cerezas dulces. El modelo se<br />

basaba en la incidencia registrada de gusanos de la fruta<br />

en las cerezas dulces, el volumen de fruta en el comercio<br />

y la probabilidad estimada de supervivencia durante el<br />

almacenamiento, el transporte y la llegada al Japón. El<br />

modelo cuantitativo demostró que la probabilidad de que<br />

a partir de una consignación sobrevivieran por lo menos<br />

un macho y una hembra hasta la edad adulta era<br />

extraordinariamente baja en el caso de las cerezas<br />

procedentes de Nueva Zelandia (menos de 8,5 x 10-10<br />

por consignación) y de los Estados Unidos (menos de 1,4<br />

x 10-6 por consignación), de manera que la necesidad de<br />

medidas específicas de cuarentena no tenía justificación<br />

científica.<br />

C. H. Wearing, J. D. Hansen, C. Whyte, C. E. Miller y J. Brown.<br />

2001. Potential for spread of codling moth (Lepidoptera:<br />

Tortricidae) via commercial sweet cherry fruit: a critical review and<br />

risk assessment. Crop Protection 20: 465-488<br />

Evaluación de la probabilidad de introducción<br />

y dispersión<br />

Depende de los siguientes factores: identificación de<br />

todas las vías posibles desde el país exportador,<br />

estimando la frecuencia y la cantidad de<br />

peligros/plagas asociados con las vías en el origen (de<br />

carácter espacial y/o temporal) y evaluando la<br />

probabilidad de que el peligro/plaga sobreviva al<br />

transporte, el almacenamiento y las medidas de<br />

control existentes y se transfiera a un huésped idóneo.<br />

La evaluación de la probabilidad de establecimiento<br />

depende de las características biológicas del<br />

peligro/plaga, como la disponibilidad de huéspedes y<br />

vectores apropiados, la idoneidad del medio ambiente,<br />

las prácticas de cultivo y los programas de lucha y los<br />

enemigos naturales. La evaluación de la probabilidad<br />

de dispersión después del establecimiento también<br />

depende de una serie de factores, como la posibilidad<br />

de desplazamiento del producto y su uso final previsto.<br />

Evaluación de las consecuencias económicas<br />

potenciales<br />

En general, las consecuencias económicas potenciales<br />

se deben estimar en valores monetarios. Sin embargo,<br />

no es necesario un análisis detallado de las<br />

consecuencias económicas si está generalmente<br />

admitido que las que tendrá la introducción de un<br />

peligro/plaga serán “inaceptables” (incluidas las<br />

consecuencias ambientales). El resultado primordial de<br />

la evaluación del riesgo será aquí la probabilidad de<br />

introducción y dispersión.<br />

Hay que evaluar con el debido detalle los factores<br />

económicos (por ejemplo, la incertidumbre del nivel de<br />

las consecuencias económicas, la necesidad de<br />

evaluar la relación costos-beneficios de la exclusión o<br />

el control), que pueden variar de un caso a otro. La<br />

evaluación incluirá los efectos directos potenciales (por<br />

ejemplo, tipo, volumen y frecuencia del daño para<br />

plantas huéspedes conocidas, reducción de las<br />

especies vegetales que son componentes importantes<br />

de los ecosistemas) y los efectos indirectos<br />

potenciales (por ejemplo, repercusiones en los<br />

mercados nacional y de exportación, viabilidad y costo<br />

de la erradicación o la contención, cambios<br />

significativos en los procesos ecológicos, efectos en la<br />

utilización humana). Las técnicas analíticas pueden<br />

consistir en una presupuestación parcial, enfoques de<br />

equilibrio parcial o enfoques de equilibrio general.<br />

Las repercusiones potenciales no comerciales,<br />

sociales y ambientales son difíciles de valorar en<br />

términos económicos y probablemente su contribución<br />

a la evaluación de las consecuencias económicas será<br />

solamente cualitativa.<br />

Resultado final de la evaluación del riesgo<br />

En condiciones ideales, la estimación del riesgo se<br />

basará en una estimación cuantitativa o cualitativa de<br />

la probabilidad de introducción de un peligro/plaga<br />

y la estimación correspondiente de las consecuencias<br />

económicas (incluidas las repercusiones ambientales<br />

y sociales). Para cada peligro/plaga que se evalúe, se<br />

puede identificar como zona en peligro toda la zona<br />

del ARP o una parte de ella.<br />

A continuación, un evaluador de riesgos emite<br />

una opinión cualitativa o una recomendación<br />

sobre si el peligro/plaga tiene o no suficiente<br />

importancia económica y potencial de introducción<br />

para justificar medidas específicas de control 66 .<br />

Si se considera que el riesgo es inaceptable, el<br />

proceso del ARP puede continuar con la propuesta<br />

de opciones de gestión del riesgo que lo reduzcan a<br />

un nivel aceptable.<br />

66 Esta opinión se presenta como parte del proceso de evaluación<br />

del riesgo en la sanidad vegetal, mientras que estaría a cargo de los<br />

gestores de riesgos como parte de la identificación y selección de las<br />

opciones de gestión de los riesgos en el MGR genérico para la<br />

bioseguridad.


Análisis de riesgos<br />

Evaluación de riesgos<br />

95<br />

En algunas situaciones de la sanidad vegetal el<br />

ARP puede ser solamente una parte del análisis global<br />

del riesgo que se requiere. Por ejemplo, se han<br />

obtenido cultivos modificados genéticamente<br />

resistentes a los insectos mediante la expresión de una<br />

variedad de toxinas insecticidas de la bacteria Bacillus<br />

thuringiensis (Bt). En la evaluación de los riesgos para<br />

el medio ambiente de varios de tales cultivos<br />

modificados genéticamente protegidos de los insectos<br />

se han tenido en cuenta los efectos perjudiciales para<br />

los insectos beneficiosos o la inducción más rápida de<br />

insectos resistentes. Otro ejemplo es el cruzamiento<br />

externo de transgenes procedentes de campos de<br />

plantas modificadas genéticamente de cultivos<br />

comerciales, como la colza y la remolacha azucarera.<br />

De esta manera se pueden transferir a malas hierbas<br />

genes resistentes a los herbicidas, creando nuevos<br />

problemas en la lucha contra ellas.<br />

Los países pueden exigir la evaluación de los<br />

riesgos para la salud humana o la sanidad animal o<br />

para el medio ambiente más allá del ámbito abarcado<br />

por la CIPF. Cuando una autoridad competente<br />

descubre la posibilidad de riesgos que no son<br />

fitosanitarios, lo debe notificar a las autoridades<br />

pertinentes.<br />

EVALUACIÓN <strong>DE</strong>L RIESGO<br />

<strong>DE</strong> ESPECIES EXÓTICAS INVASIVAS<br />

El CDB se concentra en la protección de la<br />

biodiversidad y la utilización sostenible de los recursos<br />

biológicos, elementos ambos estrechamente<br />

vinculados a los intereses humanos. La evaluación del<br />

riesgo para las especies exóticas se describe como<br />

“una evaluación de las consecuencias de la<br />

introducción y la probabilidad del establecimiento de<br />

una especie exótica utilizando información con una<br />

base científica”. Cuando en el CDB se describen<br />

principios para orientar la evaluación del riesgo, están<br />

en consonancia con los principios genéricos para la<br />

bioseguridad presentados en el Recuadro 3.23.<br />

Las etapas como tales de la evaluación de los<br />

riesgos solamente se mencionan de manera general.<br />

Muchos aspectos de la identificación del peligro y la<br />

evaluación de los efectos adversos son<br />

primordialmente responsabilidad de la parte solicitante<br />

(incluidas las autoridades competentes pertinentes). Se<br />

trata de una situación diferente de la evaluación de los<br />

riesgos para los alimentos, los animales y las plantas<br />

del comercio internacional, donde el país importador<br />

Recuadro 3.28. Ejemplo de evaluación<br />

del riesgo de una especie exótica invasiva:<br />

Importación de arañas asociadas<br />

con las uvas de mesa<br />

En un estudio realizado en Nueva Zelandia sobre la<br />

probabilidad de introducción y establecimiento de arañas<br />

asociadas con las uvas de mesa, se puso de manifiesto<br />

que era fácil identificar las oportunidades de infestación y<br />

las vías de introducción, junto con una serie de<br />

estrategias de reducción (por ejemplo, inspección visual<br />

y/o fumigación aérea forzosa antes o después de la<br />

expedición, saneamiento y seguridad del envasado y<br />

almacenamiento refrigerado). También se pueden<br />

especificar los requisitos de auditoría y certificación de las<br />

autoridades competentes. Sin embargo, las estrategias<br />

de reducción no pueden garantizar la exclusión. Por<br />

ejemplo, una muestra de 920 unidades con un nivel de<br />

aceptación nulo proporciona una confianza del 99% de<br />

que no son más del 0,5% las unidades totales de la<br />

consignación que están infestadas.<br />

La probabilidad de entrada es baja (pero baja-moderada<br />

para las uvas procedentes de Chile). El riesgo de<br />

establecimiento es entre bajo y moderado y el de<br />

propagación moderado. Se detectaron efectos adversos<br />

para la salud humana, pero el examen de las<br />

repercusiones adversas en especies autóctonas fue<br />

especulativo. Cabe señalar que en este ejemplo el nivel<br />

de riesgo aceptable se definió como “la probabilidad<br />

aceptable de entrada dada la aplicación de medidas”.<br />

El estudio también demostró la dificultad de establecer<br />

riesgos cuando es sustancial la variedad de arañas que<br />

podrían infestar el producto concreto en distintos países<br />

de origen.<br />

MAF. 2002. MAF Biosecurity Pest Risk Assessment: Spiders<br />

associated with table grapes from the United States of America<br />

(State of California), Australia, Mexico and Chile. Ministerio de<br />

Agricultura y Silvicultura de Nueva Zelandia (MAF). Septiembre<br />

de 2002 (disponible en: http://www.biosecurity.govt.nz/<br />

pests-diseases/plants/risk/spiders-grapes/<br />

spiders-grapes-ra.pdf )<br />

corre con la responsabilidad principal de la evaluación<br />

de los riesgos.<br />

Proceso de evaluación de los riesgos<br />

En la evaluación de los riesgos de las especies exóticas<br />

invasivas se pueden invocar las directrices para la<br />

evaluación de los riesgos de varios instrumentos<br />

jurídicos y <strong>org</strong>anizaciones internacionales (Recuadro<br />

3.28). Todavía se están elaborando metodologías para la<br />

evaluación de riesgos específicos 67 . Los resultados de<br />

estas evaluaciones de los riesgos son casi siempre<br />

cualitativos e incluyen numerosas opiniones subjetivas.<br />

La evaluación, la información y los instrumentos<br />

comprenden los siguientes elementos:<br />

67 Stohlgren, T. y Schnase, J. 2006. Risk analysis for biological<br />

hazards: What we need to know about invasive species. Risk Analysis<br />

26 (1): 163-173.


96 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

■ características de la especie invasiva, vulnerabilidad<br />

de los ecosistemas y hábitats y repercusiones<br />

del cambio climático en estos parámetros;<br />

■ repercusiones en la diversidad biológica, a nivel de<br />

especie y genético;<br />

■ análisis de la importancia de diversas vías para la<br />

introducción;<br />

■ repercusiones sociales y económicas;<br />

■ preparación de medidas de lucha y erradicación;<br />

■ costos y beneficios de la utilización de agentes de<br />

lucha biológica; y<br />

■ criterios para la evaluación de los riesgos.<br />

Es evidente que en lo anterior hay una combinación de<br />

actividades de evaluación de los riesgos y gestión de<br />

los riesgos. La carga de la prueba de que una<br />

introducción propuesta no tiene probabilidades de<br />

amenazar la diversidad biológica recae en quien<br />

propone la introducción, o bien puede asignarse al<br />

país receptor si procede.<br />

Los resultados finales de la evaluación de los<br />

riesgos asociados con las estimaciones de la<br />

distribución potencial, la tasa potencial de<br />

propagación y la abundancia son variables (por<br />

ejemplo, la reducción o la sustitución de taxones<br />

autóctonos, las repercusiones negativas en<br />

componentes o procesos del ecosistema, los efectos<br />

negativos en la salud humana). Los costos asociados<br />

con las especies invasoras pueden ser ambientales,<br />

económicos (potencial de contención, costos<br />

generales y costos de sustitución) o sociales (incluidos<br />

los riesgos para la salud humana). Se puede intentar<br />

hacer una estimación de los resultados finales de tipo<br />

monetario a efectos de evaluación de los riesgos, pero<br />

la cuantificación de las reducciones de las especies<br />

autóctonas, la pérdida de diversidad genética nativa y<br />

las extinciones exige valoraciones no relacionadas con<br />

el mercado. Al estimar la influencia del transcurso de<br />

períodos prolongados de tiempo desde la introducción<br />

y el establecimiento hasta el éxito de la invasión<br />

surgen complicaciones.<br />

EVALUACIÓN <strong>DE</strong> LOS RIESGOS<br />

<strong>DE</strong> LOS OVM Y SUS PRODUCTOS<br />

En el Protocolo de Cartagena del CDB se describe la<br />

evaluación del riesgo como una “evaluación de los<br />

efectos adversos de los OVM para la conservación y la<br />

utilización sostenible de la diversidad biológica,<br />

teniendo también en cuenta los riesgos para la salud<br />

humana”.<br />

Etapas descritas en el Protocolo<br />

de Cartagena<br />

La evaluación del riesgo de los OVM y sus productos<br />

consta de las siguientes etapas:<br />

■ identificación de las características genotípicas y<br />

fenotípicas nuevas del OVM que puedan tener<br />

efectos adversos;<br />

■ evaluación de la probabilidad de que esos efectos<br />

adversos ocurran realmente, teniendo en cuenta el<br />

nivel y el tipo de exposición del probable medio<br />

receptor;<br />

■ evaluación de las consecuencias si esos efectos<br />

adversos ocurriesen realmente;<br />

■ estimación del riesgo global basándose en la<br />

probabilidad y las consecuencias;<br />

■ recomendación sobre si los riesgos son aceptables<br />

o gestionables o no, incluida, cuando sea<br />

necesario, la determinación de estrategias para<br />

gestionar esos riesgos; y<br />

■ cuando haya incertidumbre acerca del nivel de<br />

riesgo, estudiar la necesidad de información<br />

adicional o poner en práctica estrategias de gestión<br />

del riesgo y/o vigilancia en el medio receptor.<br />

Por lo expuesto es evidente que los evaluadores de<br />

riesgos intervienen en las decisiones de gestión de los<br />

riesgos, tal como se describe en el MGR genérico para<br />

la bioseguridad.<br />

Proceso de evaluación del riesgo<br />

Como parte de la identificación del peligro, los OVM se<br />

pueden clasificar como destinados a su introducción<br />

deliberada en el medio ambiente, la utilización directa<br />

como alimento humano o como pienso o la utilización<br />

para elaboración. En la evaluación del riesgo se deben<br />

tener en cuenta los métodos de detección e<br />

identificación de los peligros, la información relativa al<br />

uso final y la información pertinente al medio receptor.<br />

Todavía se están elaborando metodologías detalladas<br />

de evaluación del riesgo y, debido a la grave escasez<br />

de información científica sobre las posibles<br />

interacciones en el medio ambiente, la evaluación<br />

cuantitativa del riesgo resulta muy difícil.<br />

Al igual que ocurre con las especies exóticas<br />

invasivas, el resultado de la evaluación del riesgo para<br />

los OVM es casi siempre cualitativo e incluye<br />

numerosas opiniones subjetivas. La liberación<br />

deliberada de un OVM puede aportar beneficios<br />

sustanciales, por ejemplo para el desarrollo sostenible<br />

y para un suministro de alimentos más eficaz en<br />

función de los costos. Sin embargo, la liberación en el


Análisis de riesgos<br />

Evaluación de riesgos<br />

97<br />

medio ambiente puede crear riesgos ecológicos en<br />

algunas situaciones. Los riesgos potenciales se pueden<br />

expresar de diversas maneras. Por ejemplo, en el caso<br />

de las plantas transgénicas, pueden surgir riesgos a<br />

causa del aumento de las malas hierbas, el paso de<br />

transgenes a especies afines o la aparición de nuevos<br />

virus con un área de distribución mayor en plantas<br />

resistentes a los virus.<br />

Los efectos regionales son importantes. Cuando se<br />

somete a una evaluación del riesgo un cultivo<br />

modificado genéticamente, se pueden obtener<br />

resultados contradictorios en cuanto a los beneficios y<br />

los riesgos, como consecuencia de los efectos de<br />

condiciones agroecológicas diferentes en distintas<br />

regiones. Por ejemplo, la utilización de cultivos<br />

resistentes a los herbicidas y la consiguiente utilización<br />

de herbicidas pueden ser potencialmente perjudiciales<br />

en una zona agrícola pequeña con una rotación amplia<br />

de cultivos y niveles bajos de presión de<br />

peligros/plagas. Sin embargo, el uso moderado de<br />

herbicidas en relación con estas plantas modificadas<br />

genéticamente puede ser beneficioso en otras<br />

situaciones en las que en la práctica podría representar<br />

una disminución del uso global de herbicidas.<br />

La CIPF está elaborando directrices sobre la<br />

evaluación de los riesgos de los OVM que reúnen las<br />

condiciones para el ARP. Entre los tipos de OVM cabe<br />

mencionar las plantas modificadas para su uso en la<br />

agricultura y la horticultura, los agentes de lucha<br />

biológica modificados para mejorar el rendimiento y las<br />

plagas modificadas para alterar sus características<br />

patogénicas.<br />

La evaluación de los riesgos de los OVM en el marco<br />

del Protocolo de Cartagena incluye recomendaciones<br />

sobre si los riesgos son “aceptables o gestionables” 68 ,<br />

lo cual sigue siendo una opinión muy subjetiva.<br />

68 Es una decisión que en el proceso del MGR genérico corresponde<br />

más a los gestores de riesgos que a los evaluadores de riesgos.


98 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Comunicación de riesgos<br />

Si bien que el análisis de riesgos ha surgido como una<br />

disciplina básica en la bioseguridad, el componente de<br />

comunicación de riesgos ha sido objeto en general de<br />

una atención mucho menor que la evaluación de<br />

riesgos y la gestión de riesgos. Esto ha ido en<br />

detrimento del análisis de riesgos en algunas<br />

manifestaciones recientes de gran relieve relacionadas<br />

con la bioseguridad que han tenido repercusiones de<br />

alcance mundial (por ejemplo, los brotes de EEB y de<br />

fiebre aftosa en Europa y la contaminación del<br />

suministro de alimentos por dioxinas).<br />

Lo ideal sería que hubiera un equipo de<br />

comunicación de riesgos para todos los proyectos de<br />

gestión de riesgos en los que se realiza una labor<br />

importante de evaluación de los riesgos, a fin de<br />

identificar a las partes interesadas pertinentes,<br />

preparar los mensajes básicos, trabajar con los grupos<br />

de partes interesadas y supervisar la eficacia de la<br />

comunicación. Los intereses y las responsabilidades<br />

de las partes interesadas se pueden ver afectados<br />

considerablemente por las decisiones de carácter<br />

normativo sobre la gestión de los riesgos, y ahora se<br />

admite que la consulta con las partes interesadas<br />

externas a lo largo de todas las fases del proceso del<br />

MGR genérico es decisiva para un análisis eficaz de<br />

los riesgos.<br />

En las estrategias nacionales de bioseguridad que<br />

están introduciendo las autoridades competentes se<br />

presta una atención mucho mayor a la comunicación de<br />

riesgos y al suministro de suficientes recursos con ese<br />

fin. Se está generalizando la capacitación especializada<br />

y se utilizan diversas metodologías para la<br />

comunicación con el público. En los casos de riesgo<br />

que tienen un interés grande para la industria y/o el<br />

público, se recurre cada vez con mayor frecuencia a<br />

métodos activos, como las campañas de información a<br />

través de los medios de comunicación y los servicios de<br />

información telefónica. Varios países han establecido<br />

grupos consultivos especiales en los que intervienen<br />

diversas partes de la administración, las autoridades<br />

competentes, la industria, los consumidores, las<br />

<strong>org</strong>anizaciones que se ocupan del medio ambiente y<br />

otros grupos, a fin de infundir en el público confianza en<br />

el proceso de análisis de los riesgos.<br />

Las autoridades competentes deben suministrar<br />

información general sobre los peligros relacionados<br />

con la bioseguridad y su gestión como servicio<br />

permanente al público. Las necesidades en materia de<br />

Recuadro 3.29. Principios de la comunicación de riesgos en la bioseguridad<br />

• Las estrategias y los programas de comunicación de<br />

riesgos deben promover activamente el conocimiento y<br />

la participación de todas las partes interesadas en el<br />

proceso de análisis de los riesgos.<br />

• La comunicación de riesgos debe facilitar un<br />

intercambio abierto e interactivo de información, datos y<br />

opiniones acerca de los riesgos entre los gestores de<br />

riesgos, los evaluadores de riesgos y otras partes<br />

interesadas.<br />

• La gestión de cada cuestión relativa a la bioseguridad en<br />

la que intervenga una evaluación de riesgos importante<br />

debe incluir una estrategia y un plan de aplicación de<br />

comunicación de riesgos.<br />

• La variabilidad, la incertidumbre y las hipótesis en los<br />

modelos de riesgos se deben comunicar a los gestores<br />

de riesgos y las partes interesadas externas de manera<br />

sencilla y comprensible.<br />

• Las autoridades competentes deben tener en cuenta los<br />

conocimientos, las actitudes, los valores, las prácticas y<br />

las percepciones de las partes interesadas al comunicar<br />

las opciones y decisiones en materia de gestión de<br />

riesgos.<br />

• Un programa de comunicación de riesgos debe garantizar<br />

la apertura y la transparencia al llegar a decisiones de<br />

gestión de los riesgos y aplicarlas.<br />

• La comunicación de los riesgos debe respetar la<br />

preocupación legítima por la protección de la<br />

confidencialidad de los datos científicos cuando proceda.<br />

• La comunicación de los riesgos debe mejorar la efectividad<br />

y la eficacia globales del proceso de análisis de los riesgos y<br />

fortalecer la relación de trabajo entre los participantes.<br />

• La comunicación de los riesgos se debe llevar a cabo de<br />

manera que fomente la confianza del público en las<br />

decisiones de carácter normativo y las medidas de control.<br />

• La selección de opciones de gestión de los riesgos que no<br />

sean de carácter normativo debe estar sujeta a un<br />

programa de comunicación de riesgos adaptado a cada<br />

caso.<br />

• Las autoridades competentes deben elaborar estrategias de<br />

comunicación de riesgos y planes de aplicación específicos<br />

para situaciones de urgencia.<br />

• La comunicación de los riesgos debe incluir a las partes<br />

interesadas de otros países y cumplir las obligaciones<br />

internacionales de notificación


Análisis de riesgos<br />

99<br />

comunicación de riesgos en una situación de urgencia<br />

exigen que haya una estrategia y un plan de aplicación<br />

únicos.<br />

PRINCIPIOS <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> COMUNICACIÓN<br />

<strong>DE</strong> RIESGOS EN <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

En el pasado, las corrientes de información asociadas<br />

con las actuaciones de reglamentación en materia de<br />

bioseguridad han sido no participativas y de “sentido<br />

único” con respecto a las partes interesadas ajenas al<br />

gobierno. Gracias a la adopción del análisis de riesgos<br />

como elemento central de la disciplina en relación con<br />

la bioseguridad, ahora se están convirtiendo en norma<br />

la comunicación y las consultas de “doble sentido”.<br />

Los principios genéricos de la comunicación de<br />

riesgos en la bioseguridad (Recuadro 3.29) reflejan<br />

este cambio, con una atención mayor a un diálogo<br />

público expresado de muchas maneras (por ejemplo,<br />

la actuación con una serie diversa de grupos de<br />

público, la satisfacción de una demanda amplia de<br />

información científica, el fomento del debate acerca de<br />

las expectativas en relación con el “riesgo cero”, la<br />

celebración de consultas sobre cuestiones de ética y<br />

las repercusiones sociales de las decisiones relativas a<br />

la gestión de los riesgos). Sin embargo, hay que<br />

reconocer que una comunicación de riesgos amplia no<br />

contrarrestará la aplicación deficiente de los MGR y de<br />

cada uno de sus componentes.<br />

ESTRATEGIAS <strong>DE</strong> COMUNICACIÓN <strong>DE</strong><br />

RIESGOS Y P<strong>LA</strong>NES <strong>DE</strong> APLICACIÓN<br />

La comunicación de los riesgos comprende un<br />

intercambio constante e interactivo de información<br />

entre todas las partes a lo largo del proceso de análisis<br />

de los riesgos. Las estrategias de comunicación de<br />

riesgos y los planes de aplicación de las autoridades<br />

competentes deben servir con eficacia para:<br />

■ el suministro de información general y<br />

asesoramiento sobre los peligros y su gestión;<br />

■ los procesos de normalización;<br />

■ las situaciones de urgencia cuando se presenten; y<br />

■ las obligaciones internacionales de notificación.<br />

Quienes se ocupan de la gestión de los procesos de<br />

análisis de los riesgos deben tener una estrategia de<br />

comunicación de riesgos y un plan de aplicación<br />

globales en los que intervengan de manera apropiada<br />

las partes interesadas internas (por ejemplo,<br />

administradores, evaluadores de riesgos,<br />

comunicadores de riesgos) y externas. El plan de<br />

aplicación dependerá del carácter y la urgencia de la<br />

información que se ha de transmitir sobre los riesgos.<br />

Puede ir desde una comunicación predominantemente<br />

de sentido único hacia el público, para asesorar o<br />

advertir con urgencia sobre un peligro particular, hasta<br />

una actuación totalmente de doble sentido con varios<br />

grupos de partes interesadas. En la mayoría de los<br />

casos, las autoridades competentes tendrán que<br />

transferir información científica compleja a mensajes<br />

sencillos y comprensibles y tener en cuenta las<br />

opiniones de la industria y los valores y las<br />

percepciones del público.<br />

En las actividades normales de comunicación de<br />

riesgos es probable que intervengan varios<br />

mecanismos destinados a informar y educar a las<br />

partes interesadas sobre las cuestiones presentes del<br />

sector. Las reuniones programadas con representantes<br />

de las partes interesadas (por ejemplo, reuniones cada<br />

seis meses con los defensores de los consumidores<br />

sobre las cuestiones presentes relativas a la inocuidad<br />

de los alimentos) constituyen un buen sistema para<br />

conseguir una participación dinámica de las partes<br />

interesadas en relación con los problemas que se<br />

presentan. La publicación sistemática de revistas<br />

periódicas, folletos e informes técnicos por los<br />

comunicadores de riesgos son otro medio de mejorar<br />

la sensibilización y el conocimiento del público.<br />

En muchas situaciones, las estrategias de<br />

comunicación de riesgos y los planes de aplicación<br />

tendrán que extenderse a sectores múltiples de la<br />

bioseguridad. Por ejemplo, las autoridades<br />

competentes deben diferenciar con claridad la<br />

probabilidad de repercusiones en la sanidad animal<br />

frente a la probabilidad de repercusiones en la salud<br />

humana cuando se produce una epidemia de una<br />

enfermedad exótica, como la gripe aviar “altamente<br />

patógena”. A pesar de todo, las reacciones del público<br />

son imprevisibles. En el reciente brote de gripe aviar en<br />

Asia sudoriental, el Gobierno japonés informó de<br />

manera clara al público de que los riesgos de<br />

transmisión alimentaria debidos a los productos<br />

avícolas importados eran insignificantes, pero aun así<br />

los consumidores redujeron notablemente la compra<br />

de carne de pollo y de huevos.<br />

Designación de una persona/equipo<br />

de comunicación de riesgos<br />

Cada cuestión relativa a la bioseguridad que entrañe<br />

un evaluación importante de los riesgos debe contar


100 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.30. Preguntas que ayudarán<br />

a identificar los grupos de partes<br />

interesadas pertinentes<br />

• ¿Qué dependencias gubernamentales intervienen<br />

oficialmente en el proceso de reglamentación aplicable?<br />

• ¿Quién podría verse afectado por la decisión de gestión<br />

del riesgo?<br />

• ¿Quién tiene información y conocimientos prácticos<br />

que podrían servir de ayuda?<br />

• ¿Quién ha intervenido antes en situaciones de riesgo<br />

semejantes?<br />

• ¿Quién ha expresado antes interés en participar en<br />

decisiones semejantes?<br />

• ¿Quién podría enojarse razonablemente si queda<br />

excluido?<br />

con una estrategia de comunicación de riesgos y un<br />

plan de aplicación individuales. La persona/equipo de<br />

comunicación de riesgos se debe nombrar al mismo<br />

tiempo que los gestores de riesgos ponen en marcha<br />

la evaluación de los riesgos.<br />

Para que tenga éxito la comunicación de los<br />

riesgos, se requiere pericia en la transmisión de<br />

información comprensible y utilizable a las partes<br />

interesadas tanto internas como externas. La<br />

persona/equipo de comunicación de riesgos se<br />

encarga de suministrar a las partes interesadas<br />

internas información sobre las preocupaciones,<br />

percepciones y necesidades de información de los<br />

grupos de partes interesadas externas y ha de facilitar<br />

todas las comunicaciones que se lleven a cabo 69 . La<br />

persona/equipo ha de tener suficiente competencia<br />

para responder con eficacia a las necesidades de<br />

audiencias muy diferentes (por ejemplo, otras<br />

dependencias del gobierno, el público, los medios de<br />

comunicación y la industria) y debe garantizar que<br />

todas las actividades de comunicación sean abiertas,<br />

transparentes y flexibles. Un elemento básico es que la<br />

respuesta del equipo esté cohesionada, especialmente<br />

para garantizar mensajes coherentes.<br />

Perfil de las necesidades<br />

de comunicación de riesgos<br />

El perfil de los riesgos preparado como parte del<br />

proceso del MGR genérico será una fuente importante<br />

de información para el establecimiento del perfil de las<br />

69 A pesar de todo, probablemente algunas actividades de<br />

comunicación (por ejemplo, intercambios técnicos sobre normas<br />

sanitarias de importación entre los países importadores y<br />

exportadores) estarán a cargo de personas que no forman parte del<br />

equipo de comunicación de riesgos.<br />

necesidades de comunicación de los riesgos. Algunas<br />

preguntas importantes para los comunicadores de<br />

riesgos son las siguientes: ¿De qué manera se<br />

expresarán los posibles riesgos? ¿Quién genera y<br />

quién corre los riesgos? ¿Cuál es la respuesta<br />

probable del público ante las decisiones de gestión de<br />

los riesgos? ¿En qué medida influirán en la adopción<br />

de decisiones las percepciones de los riesgos por<br />

parte del público?<br />

En el establecimiento del perfil servirá de ayuda la<br />

comparación con los proyectos de análisis de los<br />

riesgos que abarquen cuestiones semejantes en<br />

relación con la bioseguridad. Se pueden tener así<br />

indicios sobre las respuestas y la sensibilidad<br />

probables de las partes interesadas (por ejemplo, las<br />

cuestiones ambientales relacionadas con la<br />

eliminación de las canales de animales en un brote de<br />

una enfermedad exótica pueden ser para algunas<br />

partes interesadas más importantes que las<br />

repercusiones económicas de la propia enfermedad).<br />

Identificación de las partes<br />

interesadas pertinentes<br />

Antes de formular mensajes de comunicación de<br />

riesgos, es necesaria la identificación de los<br />

diversos grupos de partes interesadas que se verán<br />

afectados por una cuestión de bioseguridad o una<br />

situación de urgencia y comprender suficientemente<br />

sus motivaciones y opiniones (Recuadro 3.30).<br />

A esta tarea deben contribuir los comunicadores de<br />

riesgos, los gestores de riesgos y los evaluadores de<br />

riesgos.<br />

Aunque la identificación de las partes interesadas<br />

exige tiempo y esfuerzo, los resultados merecen<br />

realmente la pena. Es probable que los países tengan<br />

su propia reglamentación estatutaria o normativa sobre<br />

cuándo y cómo pueden participar las partes<br />

interesadas (incluidas dependencias específicas del<br />

gobierno) en los procesos públicos de adopción de<br />

decisiones. En función de la cuestión de bioseguridad<br />

de que se trate, los gestores de riesgos pueden<br />

necesitar solicitar aportaciones técnicas de grupos de<br />

partes interesadas externas (por ejemplo, en la<br />

elaboración de un perfil del riesgo o en el examen<br />

colegiado de la evaluación de un riesgo). El equipo de<br />

comunicación de riesgos debe intervenir en estas<br />

tareas si hay alguna posibilidad de parcialidad.<br />

El carácter y el alcance de la participación de las<br />

partes interesadas (incluidas las autoridades<br />

competentes de otros países y otras partes que


Análisis de riesgos<br />

Comunicación de riesgos<br />

101<br />

intervienen en situaciones comerciales) dependerán de<br />

varios factores, en particular:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

la complejidad, la incertidumbre y el nivel de<br />

controversia subyacentes a las decisiones que se<br />

han de adoptar;<br />

la magnitud de los posibles efectos adversos;<br />

la urgencia con la que se debe abordar el<br />

problema; y<br />

las obligaciones estatutarias.<br />

Dado que la comunicación de los riesgos es un<br />

proceso muy iterativo, es importante tratar de<br />

encontrar las fuentes de información pertinentes y<br />

atenerse a ellas para la identificación de los grupos<br />

que necesitan recibir información. Si la decisión final<br />

de gestión del riesgo no es realmente negociable, se<br />

debe informar directamente a las partes interesadas de<br />

que no es probable que vayan a tener una influencia<br />

genuina en la decisión.<br />

Recuadro 3.31. Ejemplos de tácticas para<br />

involucrar a las partes interesadas<br />

Técnicas de reunión<br />

• Audiencias públicas<br />

• Reuniones públicas<br />

• Sesiones informativas<br />

• Sesiones de preguntas y respuestas<br />

• Grupos de debate<br />

• Talleres<br />

• Inclusión de grupos de partes interesadas no científicas<br />

en reuniones científicas<br />

Otras técnicas<br />

• Entrevistas<br />

• Números de consulta telefónica directa y gratuita<br />

• Sitios web<br />

• Publicidad y prospectos<br />

• Televisión y radio<br />

• Informes, folletos y boletines<br />

• Puestos, exposiciones y presentaciones<br />

• Concursos y manifestaciones<br />

Preparación de mensajes básicos<br />

La persona/equipo de comunicación de riesgos tendrá<br />

que preparar mensajes básicos dirigidos a grupos<br />

particulares de partes interesadas. En ellos se deben<br />

abordar los aspectos científicos, sociales y<br />

emocionales de la gestión de los riesgos. La necesidad<br />

de niveles distintos de información depende de las<br />

normas nacionales de carácter cultural y político. El<br />

equipo de comunicación de riesgos tiene como<br />

función garantizar la coordinación con todos los<br />

grupos de partes interesadas que cuenten con<br />

información creíble relativa al riesgo.<br />

El análisis público de los riesgos difiere con<br />

frecuencia del realizado por expertos y su opinión<br />

sobre los beneficios y riesgos se ve afectada<br />

considerablemente por las corrientes de información.<br />

Es, pues, necesario identificar los medios de<br />

comunicación más apropiados para difundir<br />

información a los distintos tipos de partes interesadas<br />

y comunicarse con ellas. Si se considera que los<br />

beneficios potenciales son altos, las partes interesadas<br />

tienden a deducir que los riesgos son bajos. Si los<br />

riesgos se consideran bajos, se tiende a deducir que<br />

los beneficios son altos. Puede ocurrir lo contrario si<br />

los beneficios potenciales están clasificados como<br />

bajos (las partes interesadas deducen que los riesgos<br />

son altos) o el riesgo se considera alto (las partes<br />

interesadas tienden a deducir que los beneficios son<br />

bajos 70 ) . En los mensajes básicos hay que tener en<br />

cuenta las cuestiones de distribución (por ejemplo,<br />

quién se beneficia y de qué manera, la importancia del<br />

beneficio). Dichos mensajes deben comunicar de<br />

manera eficaz el grado y la importancia de la<br />

incertidumbre en la evaluación del riesgo.<br />

Colaboración con los grupos<br />

de partes interesadas pertinentes<br />

En la comunicación de los riesgos debe haber un<br />

diálogo en los dos sentidos siempre que sea posible.<br />

En la mayoría de los países suele haber mecanismos<br />

de comunicación. Sin embargo, hay diferencias<br />

notables en la medida en que las autoridades<br />

encargadas del control consultan activamente a<br />

distintos grupos de partes interesadas en lugar de<br />

limitarse a facilitar la información disponible, así como<br />

en los mecanismos específicos que utilizan para<br />

recabar y reflejar las opiniones de las partes<br />

interesadas.<br />

Los comunicadores de riesgos deben suministrar a<br />

las partes interesadas externas información clara y<br />

puntual acerca del riesgo y de las opciones que hay<br />

disponibles para afrontarlo. Esta información se debe<br />

comunicar de manera que las partes interesadas la<br />

puedan comprender fácilmente, utilizando un medio de<br />

comunicación al que tengan fácil acceso. Además, es<br />

esencial que los comunicadores de riesgos soliciten<br />

retroinformación de las partes interesadas y escuchen<br />

sus opiniones, a fin de perfeccionar sus mensajes<br />

básicos y abordar de manera completa y adecuada las<br />

70 Finucane, M., Alhakami, A., Slovic, P. y Johnson, S. 2000. The<br />

affect heuristic in judgements of risks and benefits. Journal of<br />

Behavioural Decision-Making. 13: 1-7.


102 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.32. Enseñanzas<br />

fundamentales sobre la comunicación<br />

de riesgos extraídas de dos estudios<br />

monográficos en el Reino Unido:<br />

EEB y consumo de pescado<br />

• Se debe consultar a las partes interesadas sobre la<br />

formulación de las preguntas relativas a la gestión de<br />

los riesgos que se han de responder, a fin de evitar<br />

concentrarse en aspectos del riesgo que solamente<br />

podrían ser apropiados desde el punto de vista<br />

institucional. Por ejemplo, además de la preocupación<br />

por los riesgos del consumo de pescado para la salud<br />

(dioxina y metales pesados), las partes interesadas<br />

tenían interés en los beneficios cardiovasculares del<br />

consumo de pescado graso y también en la<br />

sostenibilidad de las poblaciones de peces.<br />

• Se debería ampliar la colaboración en distintas etapas<br />

del proceso del MGR, en particular sobre las cuestiones<br />

objeto de controversia o de una incertidumbre elevada<br />

(por ejemplo, la cuestión de la EEB es muy delicada y<br />

es necesario hacer esfuerzos especiales para prevenir<br />

la amplificación social indebida de los riesgos al<br />

presentar los resultados de su evaluación).<br />

• Se deben comunicar con claridad las cuestiones que<br />

más interesan a cada una de las audiencias.<br />

The Royal Society and Food Standards Agency (UK). 2006. Social<br />

science insights for risk assessment: findings of a workshop held<br />

by the Royal Society and the Food Standards Agency on 30<br />

September 2005 (disponible en: http://www.royalsoc.ac.uk/<br />

downloaddoc.asp?id=2797)<br />

preocupaciones de dichas partes. El equipo de<br />

comunicación de riesgos debe evaluar la manera<br />

óptima de involucrar a las diversas partes interesadas<br />

en las distintas etapas del proceso de análisis del<br />

riesgo (Recuadro 3.31).<br />

La participación de las partes interesadas abre la<br />

posibilidad de llenar lagunas en el lenguaje, los<br />

procesos, la comprensión, las percepciones y los<br />

valores. Ofrece a los grupos afectados la oportunidad<br />

de oír, examinar y respetar las diversas opiniones,<br />

ideas y recomendaciones acerca del riesgo en<br />

cuestión. El intercambio honesto de información, ideas<br />

y opiniones sobre los riesgos y las opciones para su<br />

gestión también hace aumentar la transparencia. Las<br />

evaluaciones de los riesgos realizadas con la<br />

participación de las partes interesadas encuentran<br />

menos oposición; las partes interesadas que han<br />

podido examinar la evaluación del riesgo y formular<br />

observaciones sobre ella probablemente<br />

comprenderán y aceptarán los resultados mejor que<br />

las excluidas del proceso.<br />

En la colaboración con los grupos de partes<br />

interesadas deben intervenir los evaluadores de<br />

riesgos. Han de estar en condiciones de explicar los<br />

resultados de su evaluación y los datos científicos, las<br />

hipótesis y las opiniones en los que se basaron. Tienen<br />

que poder comunicar con claridad lo que conocen y lo<br />

que no conocen y explicar las fuentes de incertidumbre<br />

y la manera en que han actuado ante ellas en el<br />

proceso de evaluación del riesgo (Recuadro 3.32).<br />

Fuente fidedigna de información<br />

La comunicación de los riesgos no es un asunto de<br />

relaciones públicas; lo fundamental es que todos los<br />

grupos de partes interesadas comprendan y aprecien<br />

la perspectiva de los otros. Hay que fomentar la<br />

confianza y la credibilidad, en lugar de erosionarlas<br />

mediante una comunicación ineficaz o inapropiada. Se<br />

deben realizar intensos esfuerzos para proporcionar<br />

información técnica exacta y puntual acerca del riesgo<br />

procedente de fuentes que se consideren dignas de<br />

confianza, equitativas e imparciales. La difusión de<br />

mensajes coherentes procedentes de fuentes múltiples<br />

reforzará la credibilidad del mensaje. Hay que tener<br />

cuidado para evitar la exageración, las omisiones, la<br />

distorsión o las afirmaciones en provecho propio. Ante<br />

todo, la información se debe difundir lo antes posible,<br />

con actualizaciones frecuentes y continuadas, de<br />

manera que las partes interesadas no se concentren<br />

en la eliminación de hechos más que en la gestión del<br />

propio riesgo.<br />

Seguimiento y evaluación<br />

de la eficacia de la comunicación<br />

de los riesgos<br />

Se deben supervisar y evaluar en la medida de lo<br />

posible la claridad y los efectos de los mensajes<br />

básicos para cada grupo de partes interesadas. Las<br />

metodologías para determinar la eficacia de los<br />

mensajes básicos dependerán del carácter y la<br />

urgencia de cada hipótesis relativa a la bioseguridad,<br />

el grado de participación de las partes interesadas y<br />

los canales de comunicación utilizados.<br />

Para evaluar el éxito se pueden utilizar medios<br />

extraoficiales y oficiales. Cuando resulte práctico,<br />

se pueden usar instrumentos de medición del<br />

rendimiento, como la investigación de la opinión<br />

pública, para determinar si se llegó a todos los grupos<br />

destinatarios apropiados y si su nivel de comprensión<br />

de los mensajes básicos fue adecuado. También se<br />

puede evaluar cuando proceda el cambio de<br />

comportamiento como consecuencia de la<br />

comunicación del riesgo. La colaboración razonada<br />

con las partes interesadas a través de todo el proceso


Análisis de riesgos<br />

Comunicación de riesgos<br />

103<br />

de análisis del riesgo debería contribuir a la aceptación<br />

de la decisión final de gestión del riesgo, aun cuando<br />

las partes interesadas no estén de acuerdo.<br />

Se deben evaluar los procesos de comunicación de<br />

los riesgos para determinar su transparencia. Aun<br />

respetando las preocupaciones legítimas de<br />

mantenimiento de la confidencialidad (por ejemplo, la<br />

información o los datos objeto de derechos de<br />

propiedad), los comunicadores de riesgos deben<br />

asegurarse de que toda la documentación pertinente<br />

esté disponible para su análisis por las partes<br />

interesadas que lo deseen.<br />

Obligaciones internacionales<br />

de notificación<br />

A diferencia de los planes de comunicación de riesgos<br />

para abordar cuestiones de bioseguridad de ámbito<br />

nacional a medida que surgen, la notificación<br />

internacional de los brotes de enfermedades es un<br />

requisito estatutario de los acuerdos, instrumentos<br />

jurídicos y <strong>org</strong>anizaciones internacionales. Las<br />

obligaciones en materia de transparencia del Acuerdo<br />

MSF de la OMC también conducen a la notificación.<br />

Los sistemas mundiales potencian enormemente la<br />

preparación, la alerta y la respuesta ante situaciones<br />

de urgencia debidas a amenazas para la salud y la vida<br />

a nivel nacional.<br />

En el Recuadro 3.33 se presentan algunos<br />

ejemplos de sistemas internacionales de notificación<br />

de enfermedades y mediante un plan nacional de<br />

aplicación de la bioseguridad se debería dotar a esta<br />

función de comunicación de los riesgos de los<br />

recursos necesarios.<br />

COMUNICACIÓN <strong>DE</strong> RIESGOS<br />

EN SITUACIONES <strong>DE</strong> URGENCIA<br />

Las necesidades de comunicación de los riesgos en<br />

situaciones de urgencia cambian notablemente a lo<br />

largo del ciclo de la crisis.<br />

Comienzo de la situación de urgencia<br />

Al surgir una crisis, la persona/equipo de<br />

comunicación de riesgos debe comenzar<br />

inmediatamente a recopilar información, evaluar la<br />

situación, <strong>org</strong>anizar un plan de comunicación e<br />

informar a las partes interesadas fundamentales de las<br />

posibles consecuencias. La aplicación del plan debe<br />

estar dirigida por un portavoz enérgico y creíble que<br />

transmita mensajes básicos coherentes, incluso si las<br />

Recuadro 3.33. Ejemplos de sistemas<br />

internacionales de notificación<br />

de enfermedades<br />

• El Portal internacional de la <strong>FAO</strong> sobre inocuidad de los<br />

alimentos y sanidad animal y vegetal (IPFSAPH)<br />

proporciona un punto de acceso único a la información<br />

oficial autorizada internacional y nacional de los<br />

sectores de la inocuidad de los alimentos y la sanidad<br />

animal y vegetal (http://www.ipfsaph.<strong>org</strong>).<br />

• El Sistema mundial de alerta y respuesta (GLEWS)<br />

establecido por la <strong>FAO</strong>, la OIE y la OMS predice las<br />

enfermedades de los animales en todo el mundo y les<br />

da respuesta.<br />

• El Portal fitosanitario internacional de la CIPF<br />

proporciona un foro para el intercambio de información<br />

entre la comunidad fitosanitaria mundial<br />

(http://www.ippc.int).<br />

• La Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes<br />

Epidémicos (GOARN) de la OMS aúna recursos para<br />

identificar, confirmar y responder rápidamente a brotes<br />

epidémicos de importancia internacional<br />

(http://www.who.int/csr/outbreaknetwork/en/).<br />

• El Centro de Intercambio de Información sobre<br />

Seguridad de la Biotecnología es un mecanismo de<br />

intercambio de información establecido por el Protocolo<br />

de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología para<br />

facilitar el intercambio de información relativa a los OVM<br />

(http://bch.biodiv.<strong>org</strong>)<br />

noticias son malas. Se deben establecer contactos con<br />

los principales medios de comunicación y se debe<br />

recurrir a las fuentes profesionales de información de<br />

mayor confianza para presentar los datos científicos<br />

al público.<br />

Manifestación de la situación<br />

de urgencia<br />

Al manifestarse el carácter y el alcance probables de la<br />

situación de urgencia, es vital mantener plenamente<br />

informadas y actualizadas a las partes interesadas. Se<br />

pueden utilizar varios canales de comunicación (por<br />

ejemplo, teléfono gratuito, sitios web especiales,<br />

medios de comunicación, conferencias de prensa y<br />

sesiones de información técnica). Las situaciones de<br />

urgencia relativas a la bioseguridad afectan con<br />

frecuencia a más de uno de sus sectores y se necesita<br />

una estrategia conjunta de comunicaciones para<br />

garantizar que cada autoridad competente presente un<br />

portavoz creíble y mensajes coherentes.<br />

Los titulares destacados de los medios de<br />

comunicación establecen el tono a medida que se<br />

manifiesta una situación de urgencia. Para trabajar con<br />

dichos medios de manera que se conviertan en aliados<br />

en la comunicación del riesgo hay que basarse en el


104 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Recuadro 3.34. Factores que influyen en la percepción del riesgo<br />

Pavor. Los peligros que provocan un riesgo percibido<br />

como terrible suelen producir mayor temor que algo que<br />

se considera menos terrible.<br />

Control. Cuando una persona tiene la sensación de que<br />

podría ejercer algún control sobre el proceso que<br />

determina el riesgo que se afronta, éste suele parecer<br />

menor que si lo decide un proceso sobre el que la persona<br />

no tiene ningún control.<br />

Natural o de origen humano. Los riesgos naturales (por<br />

ejemplo la radiación solar) se suelen percibir como menos<br />

preocupantes que los de origen humano (por ejemplo las<br />

fuentes antropogénicas de radiación) incluso cuando los<br />

hechos demuestran que los primeros son mayores.<br />

Elección. El riesgo que elige una persona suele parecer<br />

menor que el impuesto.<br />

Niños. Las investigaciones han demostrado que los<br />

riesgos para los niños se consideran peores que el mismo<br />

riesgo para los adultos.<br />

Nuevo o antiguo. Un riesgo que es nuevo tiende a causar<br />

mayor temor que el mismo riesgo cuando la población ha<br />

convivido con él durante algún tiempo y ha adquirido una<br />

perspectiva sobre él.<br />

Sensibilización. La mayor sensibilización sobre un riesgo<br />

aumenta la preocupación consciente acerca de él.<br />

Exposición personal. Cualquier riesgo parece mayor si<br />

una persona piensa que ella o alguien que conoce puede<br />

ser su víctima; esto ayuda a explicar por qué la<br />

probabilidad estadística carece con frecuencia de<br />

importancia para la población y es una forma ineficaz de<br />

comunicación del riesgo.<br />

Contrapartidas entre los riesgos y los beneficios.<br />

Cuando la población percibe un beneficio derivado de<br />

cierto comportamiento o elección, el riesgo asociado<br />

parece menor (por ejemplo, se considera que los<br />

beneficios de una vacunación son superiores al riesgo de<br />

los efectos secundarios); si no hay ningún beneficio<br />

percibido, el riesgo parece mayor.<br />

Confianza. Las investigaciones han demostrado que<br />

cuanto mayor sea la desconfianza de la población hacia<br />

las instituciones responsables de la exposición al riesgo o<br />

la comunicación acerca de él mayor será su temor.<br />

Harvard Center for Risk Analysis. Risk in Perspective.<br />

Junio de 2003. Volumen 11, número 2 (disponible en:<br />

http://www.hcra.harvard.edu/pdf/June2003.pdf)<br />

historial, si se dispone de él, proporcionando un<br />

acceso pleno y honesto a las noticias de última hora,<br />

emitir periódicamente comunicados para los medios<br />

de comunicación y <strong>org</strong>anizar sistemáticamente<br />

sesiones de información técnica. También se deben<br />

compartir los mensajes con otras partes interesadas<br />

y con los principales representantes del gobierno.<br />

En función del alcance de la situación de urgencia,<br />

puede ser necesario contratar por un período breve<br />

personal adicional para potenciar la capacidad de<br />

comunicación.<br />

El equipo de comunicación se debe reunir<br />

periódicamente y a menudo, vigilando de cerca la<br />

evolución de la situación. La evaluación de la reacción<br />

del público ante la situación de urgencia y el plan de<br />

comunicación del riesgo debe ser constante a medida<br />

que la situación de urgencia sigue su curso.<br />

Retroceso de la situación de urgencia<br />

Al disminuir la situación de urgencia, la persona/equipo<br />

de comunicación de riesgos debe trabajar con los<br />

gestores de riesgos para comunicar las decisiones a<br />

largo plazo y las respuestas generales del gobierno a<br />

fin de atenuar los efectos. El equipo también debe<br />

examinar las medidas adoptadas y tomar nota de las<br />

enseñanzas aprendidas. Es importante mantener la<br />

comunicación después de terminada la situación de<br />

urgencia, de manera que las partes interesadas<br />

puedan adquirir una perspectiva de la respuesta<br />

completa ante ella.<br />

PERCEPCIÓN <strong>DE</strong>L RIESGO<br />

Hay abundante bibliografía sobre la manera en que la<br />

población percibe el riesgo y en que las actividades de<br />

comunicación de los riesgos de los gobiernos y las<br />

<strong>org</strong>anizaciones no gubernamentales pueden alterar<br />

esta respuesta. La percepción del riesgo es tanto<br />

analítica como emocional. Por consiguiente, en la<br />

comunicación de los riesgos es necesario tener en<br />

cuenta las dimensiones técnica y analítica del riesgo,<br />

así como las no técnicas o emocionales, por ejemplo el<br />

agravio.<br />

La respuesta de la población ante riesgos<br />

controvertidos no suele basarse en opiniones técnicas.<br />

A menudo el mayor interés para el público general está<br />

en la información no técnica acerca del marco más<br />

amplio del riesgo, con frecuencia puesta de relieve por<br />

los medios de comunicación, la industria o los grupos<br />

de consumidores. Por consiguiente, probablemente la<br />

comunicación de los riesgos en la que se aborden los<br />

factores emocionales que están detrás de las<br />

preocupaciones de la población, en lugar de restar<br />

importancia a dichas percepciones como “irracionales”


Análisis de riesgos<br />

Comunicación de riesgos<br />

105<br />

porque no están basadas exclusivamente en hechos,<br />

tendrá mayor éxito a la hora de ayudar a las partes<br />

interesadas a realizar elecciones más fundamentadas<br />

acerca del riesgo que afrontan.<br />

En el Recuadro 3.34 se presentan algunos de los<br />

factores que influyen en la percepción del riesgo por la<br />

población. El nivel percibido de riesgo tiene un efecto<br />

importante en el alcance de la gestión del riesgo que<br />

consideran necesario las partes interesadas del<br />

público para que los riesgos sean aceptables. En<br />

general, cuanto mayor sea el riesgo percibido mayor<br />

será la reducción deseada.


106 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | parte 3<br />

Conclusiones<br />

La Parte 3 de los Instrumentos sobre la bioseguridad se<br />

ha elaborado para mejorar el conocimiento del análisis<br />

de los riesgos por parte de las autoridades de<br />

reglamentación e ilustra las posibilidades de utilización<br />

intersectorial, especialmente en los países en transición y<br />

en desarrollo. Es evidente la utilidad del análisis de los<br />

riesgos como disciplina unificadora a través de todos los<br />

distintos sectores de la bioseguridad, tanto a nivel<br />

internacional como nacional, y las ventajas que cabe<br />

esperar de la aplicación del análisis de los riesgos de<br />

manera coordinada y con un apoyo mutuo a nivel<br />

nacional están ilustradas a lo largo de los Instrumentos<br />

sobre la bioseguridad. También se introduce en este<br />

manual el concepto de que la metodología del análisis<br />

de los riesgos proporciona un instrumento importante<br />

Recuadro 3.35. Beneficios obtenidos<br />

de la aplicación sistemática de un proceso<br />

del MGR a las cuestiones de bioseguridad<br />

a nivel nacional<br />

• Coherencia y equidad en los aspectos del comercio<br />

internacional relativos a la bioseguridad, tal como se<br />

prevé en el Acuerdo MSF de la OMC.<br />

• Coherencia en la adopción de decisiones en todas las<br />

jurisdicciones de las autoridades competentes.<br />

• Aumento de la eficacia de las medidas de control de la<br />

bioseguridad para las mercancías comercializadas,<br />

pasando de la independencia de los países a la<br />

interdependencia.<br />

• Recopilación y síntesis de información de todo el<br />

mundo sobre los peligros y la atenuación de los riesgos<br />

correspondientes.<br />

• Mayor conocimiento de la posibilidad de conexión entre<br />

los efectos adversos en distintos sectores de la<br />

bioseguridad y su gestión.<br />

• Desarrollo cohesionado de estrategias nacionales de<br />

bioseguridad.<br />

• Capacidad para examinar las vías completas de<br />

exposición a los peligros.<br />

• Clasificación de las cuestiones intersectoriales de<br />

bioseguridad y establecimiento de prioridades en el<br />

trabajo.<br />

• Análisis de la relación costos-beneficios y costoeficacia<br />

en las repercusiones intersectoriales.<br />

• Participación amplia de las partes interesadas en las<br />

decisiones de gestión de los riesgos.<br />

• Medición de la actuación de las autoridades<br />

competentes.<br />

• Intercambio de conocimientos prácticos sobre el<br />

análisis de los riesgos entre los distintos sectores<br />

con el cual medir la actuación de una autoridad<br />

competente en un sentido global.<br />

Aunque hay una serie de partes interesadas que<br />

contribuyen con aportaciones al análisis de los riesgos<br />

para la bioseguridad a nivel nacional e intervienen de<br />

muchas maneras en la aplicación de las decisiones de<br />

gestión de los riesgos, es en cada caso la autoridad<br />

competente con jurisdicción la que adopta las<br />

decisiones finales y tiene la responsabilidad global de<br />

garantizar la debida aplicación de la reglamentación. Por<br />

ello, el presente manual se concentra en la gestión<br />

reglamentaria de los riesgos y la aplicación de un MGR<br />

genérico para alcanzar los objetivos en materia de<br />

bioseguridad. Como parte de esto, el manual ilustra las<br />

vinculaciones inextricables entre las medidas de control<br />

de la bioseguridad aplicadas en la frontera y las que se<br />

aplican en el interior de un país.<br />

El mejor conocimiento del análisis de los riesgos está<br />

contribuyendo a que los gobiernos presten ahora mayor<br />

atención a los instrumentos jurídicos y las <strong>org</strong>anizaciones<br />

de normalización internacionales. Al mismo tiempo,<br />

éstas están aumentando con rapidez la puesta a<br />

disposición de normas basadas en el riesgo y están<br />

mejorando las directrices sobre la aplicación práctica de<br />

los principios del análisis de los riesgos en las<br />

situaciones nacionales en relación con la bioseguridad.<br />

El acceso a estos recursos técnicos debe ser prioritario<br />

para los países en desarrollo que prevén un cambio.<br />

En este manual se ha identificado un proceso del<br />

MGR genérico que sustenta la gestión de todos los<br />

riesgos para la bioseguridad (por ejemplo, en la<br />

inocuidad de los alimentos, las zoonosis, la sanidad<br />

animal, la sanidad vegetal, las especies exóticas<br />

invasivas, los OVM y sus productos y la utilización<br />

sostenible del medio ambiente). También se ha ilustrado<br />

el carácter genérico de la evaluación de los riesgos y la<br />

comunicación de los riesgos. El MGR ilustra con claridad<br />

las distintas funciones de las personas que intervienen<br />

en la evaluación de los riesgos, la gestión de los riesgos<br />

y la comunicación de los riesgos cuando una autoridad<br />

competente actúa frente a una cuestión de bioseguridad<br />

y ofrece la oportunidad de mejorar la colaboración entre<br />

los diversos grupos de partes interesadas. El<br />

reconocimiento del elevado número de elementos del<br />

proceso del MGR genérico que son comunes a todos los


Análisis de riesgos<br />

107<br />

sectores de la bioseguridad ayuda a conseguir<br />

estrategias nacionales de bioseguridad gracias al apoyo<br />

mutuo (Recuadro 3.35).<br />

La comparación de los procesos internacionales de<br />

evaluación de los riesgos en distintos sectores de la<br />

bioseguridad pone de manifiesto que en algunas etapas<br />

no están bien definidos los márgenes de separación<br />

entre las funciones de los evaluadores de riesgos y los<br />

gestores de riesgos. Al tender las <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales a documentar y comunicar opiniones<br />

científicas como distintas de las opiniones de carácter<br />

normativo/de valores que forman parte de las decisiones<br />

de gestión de los riesgos, se propone que las<br />

recomendaciones para el sector del análisis de los<br />

riesgos a nivel nacional reflejen cada vez más los<br />

principios del MGR genérico.<br />

La aceptación de la semejanza de los procesos y<br />

metodologías de análisis de los riesgos en los distintos<br />

sectores de la bioseguridad está abriendo nuevas<br />

oportunidades de unificación de la capacitación del<br />

personal de las autoridades competentes y sus<br />

agrupaciones estructurales. Se pueden preparar<br />

materiales y programas genéricos de capacitación con la<br />

incorporación de la experiencia más actualizada en los<br />

distintos sectores de la bioseguridad, lo cual dará lugar a<br />

un mayor enriquecimiento mutuo de ideas y técnicas.<br />

Las oportunidades compartidas de capacitación también<br />

facilitarán probablemente los intercambios técnicos entre<br />

países y la creación de capacidad; esto es<br />

particularmente importante para los países en desarrollo.<br />

La interdependencia de los sectores de la<br />

bioseguridad a nivel nacional está extraordinariamente<br />

bien ilustrada por la profunda influencia recíproca que<br />

ejercen la agricultura y la naturaleza. La agricultura ha<br />

contribuido durante siglos a la creación y el<br />

mantenimiento de diversos paisajes y hábitats<br />

seminaturales valiosos. También respalda a diversas<br />

comunidades rurales que desempeñan una función<br />

esencial en el mantenimiento del medio ambiente en<br />

estado sano. La conservación de la biodiversidad y la<br />

evaluación de las repercusiones de la agricultura en el<br />

medio ambiente requieren la utilización de modelos<br />

globales que puedan integrar fuentes múltiples de<br />

información. Los niveles de protección pueden variar a<br />

medida que los objetivos pasan del sostenimiento de la<br />

producción agropecuaria y los servicios de los<br />

ecosistemas a una conservación plena de las especies<br />

en peligro o las zonas protegidas frágiles. También hay<br />

que tener en cuenta las vinculaciones entre la protección<br />

del medio ambiente y la salud humana, por ejemplo al<br />

evaluar los riesgos de los alimentos modificados<br />

genéticamente en cuanto a la liberación inocua en el<br />

medio ambiente (por ejemplo con respecto a los efectos<br />

involuntarios en los <strong>org</strong>anismos, los ecosistemas y la<br />

biodiversidad no destinatarios) y la utilización inocua<br />

como alimento humano.<br />

Es evidente que la complejidad de las cuestiones<br />

relativas a la bioseguridad exige una formulación<br />

cuidadosa de los problemas y la colaboración estrecha<br />

de los científicos interdisciplinarios y los evaluadores<br />

de riesgos con los <strong>org</strong>anismos gubernamentales, las<br />

ONG y el público, en orden a estimar los riesgos<br />

intersectoriales para la bioseguridad. La agregación de<br />

la información pertinente de manera que permita a los<br />

gestores de riesgos evaluar sistemáticamente el<br />

potencial de contención, los costos generales y los<br />

costos de sustitución y establecer de manera<br />

razonable las ventajas e inconvenientes con respecto a<br />

los mandatos jurídicos y los aspectos sociales<br />

requerirá una nueva generación de modelos de apoyo<br />

a las decisiones.<br />

Con el reconocimiento creciente de que la<br />

bioseguridad es una asociación interdependiente que<br />

requiere la participación de todos sus sectores a nivel<br />

internacional y nacional, ahora se están obteniendo<br />

considerables beneficios gracias a una armonización<br />

de los enfoques y a que se comparten los recursos.<br />

La identificación y gestión de las conexiones de las<br />

repercusiones entre distintos sectores en situaciones<br />

adversas para la bioseguridad mejoran mucho cuando<br />

las autoridades competentes colaboran con eficacia.<br />

Las experiencias nacionales recientes de<br />

repercusiones intersectoriales relacionadas con la EEB<br />

y la fiebre aftosa proporcionan pruebas contundentes<br />

de la necesidad de estrategias nacionales de<br />

bioseguridad eficaces, compartiendo los recursos y<br />

con respuestas integradas a los problemas.<br />

La consecución de mejores resultados en materia<br />

de bioseguridad de manera eficaz y rentable,<br />

especialmente en los países en transición y en<br />

desarrollo, constituye un reto importante. La aparición<br />

del análisis de los riesgos sirve de base para muchos<br />

de los cambios de enfoque que se están produciendo<br />

en las autoridades competentes de todo el mundo. Se<br />

prevé que los cambios administrativos, estructurales y<br />

técnicos, junto con la aplicación intersectorial de los<br />

principios del análisis de los riesgos, potenciarán<br />

enormemente la elaboración de estrategias integradas<br />

para la bioseguridad y la consecución de objetivos<br />

amplios en relación con ella a nivel nacional.


Anexos<br />

111 1. Glosario<br />

113 2. Funciones sectoriales habituales de las autoridades<br />

competentes en la bioseguridad<br />

115 3. Instrumentos jurídicos, acuerdos, textos,<br />

<strong>org</strong>anizaciones y órganos internacionales<br />

relacionados con la bioseguridad<br />

118 4. Experiencia de Belice en el avance hacia un enfoque<br />

integrado para la bioseguridad<br />

120 5. Aplicación del concepto de bioseguridad:<br />

Reforma de la administración de inocuidad<br />

de los alimentos y sanidad animal y vegetal de Noruega<br />

128 6. Preguntas generales para tener constancia<br />

de la capacidad existente y el desempeño<br />

de las funciones básicas de la bioseguridad<br />

131 7. Análisis de las partes interesadas en el contexto<br />

de la bioseguridad<br />

133 8. Análisis FODA para la bioseguridad<br />

134 9. Preguntas principales para ayudar a determinar<br />

las necesidades de capacidad en materia<br />

de bioseguridad<br />

135 10. Opciones para atender las necesidades de capacidad<br />

en materia de bioseguridad<br />

147 Otras lecturas aconsejadas


111<br />

1. GLOSARIO<br />

Análisis de la sensibilidad. Método utilizado para<br />

examinar el comportamiento de un modelo,<br />

midiendo la variación de sus resultados derivada<br />

de los cambios en los elementos de entrada.<br />

Animal. A efectos del presente conjunto de<br />

instrumentos, el término animal comprende los<br />

mamíferos, las aves, los peces y las abejas.<br />

Aportación. Cualquier información que se introduce<br />

en un modelo de evaluación del riesgo<br />

Armonización. Establecimiento, reconocimiento y<br />

aplicación por distintos países de controles de la<br />

bioseguridad basados en normas comunes.<br />

Auditoría. Examen sistemático y funcionalmente<br />

independiente que tiene por objeto determinar si<br />

las actividades de control y sus resultados se<br />

ajustan a objetivos documentados.<br />

Autoridad competente. Autoridad oficial encargada<br />

por el gobierno del control sectorial de la<br />

bioseguridad, con inclusión del establecimiento y<br />

cumplimiento de requisitos normativos.<br />

Basadas en el peligro. Decisiones y actuaciones en<br />

los programas de control de la bioseguridad que se<br />

basan en información objetiva y verificable sobre<br />

los peligros.<br />

Basadas en el riesgo. Decisiones y actuaciones en<br />

los programas de control de la bioseguridad que se<br />

basan en el conocimiento específico de los riesgos<br />

para la salud o la vida.<br />

Biodiversidad. Variabilidad existente entre <strong>org</strong>anismos<br />

vivos de todas las procedencias, incluida la<br />

diversidad intraespecífica, interespecífica y de los<br />

ecosistemas.<br />

Bioinocuidad. Ese término se utiliza ampliamente en la<br />

bioseguridad y en general se puede describir como<br />

“la utilización de nuevas tecnologías inocuas para<br />

la salud de las personas, los animales y las plantas<br />

y para el medio ambiente”. En el Convenio sobre la<br />

Diversidad Biológica y en el Protocolo de<br />

Cartagena se define como los “medios para<br />

regular, gestionar o controlar los riesgos<br />

relacionados con el uso y la liberación de<br />

<strong>org</strong>anismos vivos modificados (OVM) resultantes<br />

de la biotecnología que probablemente tendrán<br />

efectos ambientales perjudiciales que podrán<br />

afectar a la conservación y la utilización sostenible<br />

de la diversidad biológica, habida cuenta también<br />

de los riesgos para la salud humana” (PNUD/CDB.<br />

1992. Artículo 8 (g)).<br />

Bioseguridad. La bioseguridad es un enfoque<br />

estratégico e integrado orientado al análisis y la<br />

gestión de los riesgos pertinentes para la vida y la<br />

salud de las personas, los animales y las plantas y<br />

los riesgos conexos para el medio ambiente.<br />

Comunicación del riesgo. Intercambio interactivo de<br />

información y opiniones sobre el riesgo, las<br />

cuestiones relativas a la gestión del riesgo y la<br />

percepción del riesgo.<br />

Equivalencia. Capacidad de distintos controles de la<br />

bioseguridad para alcanzar los mismos objetivos<br />

de salud.<br />

Especie exótica invasiva. Una especie exótica<br />

invasiva fuera de su área de distribución natural<br />

pasada o presente cuya introducción y/o<br />

propagación amenaza la biodiversidad.<br />

Evaluación del riesgo. Proceso con una base<br />

científica que se utiliza para identificar los<br />

peligros, caracterizar sus efectos adversos para<br />

la salud, evaluar el nivel de exposición de una<br />

población determinada a esos peligros y estimar<br />

el riesgo.<br />

Garantía de la calidad. Todas las actividades<br />

planificadas y sistemáticas llevadas a cabo en un<br />

sistema de calidad que permiten confiar en que<br />

una entidad cumplirá los requisitos de calidad.<br />

Gestión del riesgo. Proceso que lleva a cabo la<br />

autoridad competente, consistente en ponderar las<br />

evaluaciones del riesgo, las alternativas normativas<br />

y las opiniones de las partes interesadas en<br />

relación con la protección de la salud y en<br />

seleccionar los controles necesarios.<br />

Ingesta diaria admisible. Estimación de la cantidad<br />

de una sustancia presente en los alimentos o en el<br />

agua de bebida, expresada en función del peso<br />

corporal, que se puede ingerir diariamente durante<br />

toda la vida sin que represente un riesgo<br />

apreciable.<br />

Límite máximo de residuos. Concentración máxima<br />

de residuos resultante del uso de una sustancia<br />

química durante la producción primaria que es<br />

admisible dentro de un alimento o en su superficie.


112 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

Medida de control. Cualquier acción o actividad que<br />

pueda utilizarse para prevenir o eliminar un peligro<br />

o reducirlo a un nivel aceptable.<br />

Modelo. Representación simplificada del mundo real.<br />

Objetivo de rendimiento (en relación con la inocuidad<br />

de los alimentos). Frecuencia y/o concentración<br />

máxima de un peligro en un alimento en una etapa<br />

específica de la cadena alimentaria antes del<br />

momento del consumo que proporciona un<br />

objetivo de inocuidad de los alimentos o un nivel<br />

adecuado de protección o contribuye a ellos,<br />

según proceda.<br />

Órgano competente. Órgano reconocido oficialmente<br />

que actúa bajo la supervisión y el control de la<br />

autoridad competente.<br />

Parte interesada. Las partes interesadas “internas”<br />

son los evaluadores del riesgo, los gestores del<br />

riesgo y los comunicadores del riesgo empleados<br />

por la autoridad competente; las partes interesadas<br />

“externas” son otras dependencias del gobierno y<br />

de gobiernos extranjeros, órganos competentes, la<br />

industria, las comunidades académicas y los<br />

grupos de interés público.<br />

Perfil del riesgo. Descripción del contexto y los<br />

posibles riesgos asociados con una cuestión<br />

relativa a la bioseguridad que servirá de ayuda<br />

como orientación para actuaciones ulteriores.<br />

Política de evaluación del riesgo. Directrices sobre la<br />

disponibilidad y la elección de hipótesis por<br />

defecto en fases decisorias del proceso de<br />

evaluación del riesgo en las que hay incertidumbre<br />

científica.<br />

Riesgo. Función de la probabilidad de que se<br />

produzcan efectos adversos en la salud o la vida en<br />

un entorno de bioseguridad y la gravedad de esos<br />

efectos.<br />

Seguimiento. Recopilación y análisis periódicos de<br />

datos sobre los peligros en las etapas pertinentes a<br />

lo largo de la vía de exposición.<br />

Validación. Demostración objetiva de que los<br />

controles de la bioseguridad son eficaces para<br />

obtener los resultados establecidos.<br />

Verificación. Actividades que se llevan a cabo junto<br />

con el seguimiento para determinar si uno o varios<br />

controles de la bioseguridad funcionan o han<br />

funcionado como se pretendía.<br />

Vigilancia. Recopilación, análisis y difusión de datos<br />

sobre los riesgos para la vida y la salud de manera<br />

activa y permanente.<br />

Zoonosis. Enfermedades infecciosas que se pueden<br />

transmitir de manera natural entre animales<br />

silvestres o domésticos y personas.<br />

Zoonosis de transmisión alimentaria. Infección<br />

transmitida por medio de los alimentos a las<br />

personas cuando la fuente de la infección es un<br />

animal.<br />

Zoonosis emergente. Una zoonosis reconocida<br />

recientemente o de evolución reciente, o bien que<br />

se había registrado antes pero muestra un aumento<br />

de la incidencia o la propagación en el ámbito<br />

geográfico o la gama de huéspedes o vectores.


113<br />

2. FUNCIONES SECTORIALES HABITUALES<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong>S AUTORIDA<strong>DE</strong>S COMPETENTES<br />

EN <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong> 71<br />

Agricultura / Silvicultura<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Formulación y aplicación de legislación y políticas<br />

(por ejemplo, enfermedades y plagas<br />

transfronterizas, zoonosis, enfermedades de<br />

transmisión alimentaria y especies exóticas<br />

invasivas)<br />

Fomento de los sectores agropecuario y<br />

alimentario, incluidas las exportaciones<br />

agroalimentarias<br />

Análisis de riesgos<br />

Inspección, cuarentena, diagnóstico, vigilancia,<br />

respuesta ante situaciones de urgencia y otras<br />

actividades de gestión del riesgo<br />

Certificación de productos<br />

Participación en <strong>org</strong>anizaciones y órganos<br />

internacionales que se ocupan de la agricultura (por<br />

ejemplo la <strong>FAO</strong>, la OIE, el Codex, la CMF/CIPF)<br />

Pesca<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Formulación y aplicación de legislación y políticas<br />

(por ejemplo, enfermedades transfronterizas,<br />

especies exóticas invasivas).<br />

Fomento del sector pesquero, incluidas las<br />

exportaciones pesqueras<br />

Inspección, cuarentena, diagnóstico, vigilancia,<br />

respuesta ante situaciones de urgencia y otras<br />

actividades de gestión del riesgo<br />

Certificación de productos<br />

Participación en <strong>org</strong>anizaciones y órganos<br />

internacionales que se ocupan de la agricultura (por<br />

ejemplo la <strong>FAO</strong>, la OIE, el Codex)<br />

Salud pública<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Formulación y aplicación de legislación y políticas<br />

de salud pública<br />

Prevención y control de las enfermedades,<br />

incluidas las de transmisión alimentaria, las<br />

zoonosis, las enfermedades transfronterizas<br />

Prevención de la malnutrición<br />

Participación en <strong>org</strong>anizaciones y órganos<br />

71 Hay que señalar que los órganos competentes, que actúan bajo la<br />

supervisión y el control de la autoridad competente, también aplican<br />

normas de bioseguridad.<br />

internacionales (por ejemplo la OMS, el Codex, la<br />

Asamblea Mundial de la Salud)<br />

Medio ambiente<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Formulación y aplicación de legislación y políticas<br />

(por ejemplo, especies exóticas invasivas,<br />

bioinocuidad)<br />

Inspección, cuarentena, diagnóstico, vigilancia,<br />

respuesta ante situaciones de urgencia y otras<br />

actividades de gestión del riesgo<br />

Participación en <strong>org</strong>anizaciones (por ejemplo el<br />

PNUMA) y convenios (por ejemplo el CDB)<br />

internacionales<br />

Comercio y economía<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Reglamentación de las importaciones y<br />

exportaciones, incluida la concesión de permisos<br />

comerciales<br />

Promoción y fomento de las exportaciones<br />

Reglamentación de los desplazamientos/comercio<br />

de posibles especies exóticas invasivas<br />

Certificación de las exportaciones agroalimentarias<br />

Justicia<br />

■<br />

Elaboración y aplicación de leyes, normas y<br />

reglamentos<br />

Aduanas<br />

■<br />

Cumplimiento de los reglamentos gubernamentales<br />

sobre las importaciones y exportaciones de<br />

productos agropecuarios y conexos<br />

Transporte<br />

■<br />

Transporte y almacenamiento seguros y<br />

documentados de alimentos y otros productos<br />

agropecuarios importados y exportados y de<br />

insumos para la agricultura (por ejemplo,<br />

sustancias químicas, productos farmacéuticos)<br />

Asuntos exteriores<br />

■<br />

■<br />

Coordinación de los aspectos internacionales de la<br />

bioseguridad<br />

Participación en <strong>org</strong>anizaciones y órganos<br />

internacionales (por ejemplo la OMC,<br />

el Codex, la OIE, la CMF), acuerdos internacionales<br />

(por ejemplo el GATT, el Acuerdo MSF, el Acuerdo<br />

OTC) y convenios (por ejemplo la CIPF, el CDB)


114 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

Finanzas<br />

■<br />

Consignaciones presupuestarias para la<br />

bioseguridad<br />

Planificación y desarrollo<br />

■<br />

Formulación de estrategias de desarrollo y planes<br />

de aplicación nacionales<br />

Turismo<br />

■<br />

Seguimiento de los efectos del turismo en el medio<br />

ambiente


115<br />

3. <strong>INSTRUMENTOS</strong> JURÍDICOS, ACUERDOS, TEXTOS,<br />

ORGANIZACIONES Y ÓRGANOS INTERNACIONALES<br />

RE<strong>LA</strong>CIONADOS CON <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong> 72<br />

Dada la amplitud del ámbito de la biodiversidad, hay<br />

varios órganos y <strong>org</strong>anizaciones internacionales que<br />

colaboran en el tema y son numerosos los acuerdos<br />

mundiales y regionales y los instrumentos jurídicos sin<br />

fuerza obligatoria potencialmente importantes. A<br />

continuación se presentan algunos de los más<br />

relevantes (por orden alfabético).<br />

Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y<br />

Comercio (GATT de 1947)<br />

El GATT de 1947 abarca potencialmente sectores<br />

comprendidos en el Acuerdo MSF y sigue siendo<br />

pertinente para la bioseguridad incluso después de la<br />

creación de la OMC en 1995. En el Artículo XX se<br />

establecen las excepciones generales al Acuerdo,<br />

como sigue:<br />

“A reserva de que no se apliquen las medidas<br />

enumeradas a continuación en forma que<br />

constituya un medio de discriminación arbitrario o<br />

injustificable entre los países en que prevalezcan las<br />

mismas condiciones, o una restricción encubierta al<br />

comercio internacional, ninguna disposición del<br />

presente Acuerdo será interpretada en el sentido de<br />

impedir que toda parte contratante adopte o<br />

aplique las medidas:<br />

b) necesarias para proteger la salud y la vida de las<br />

personas y de los animales o para preservar los<br />

vegetales;”<br />

Se puede obtener más información en el sitio web de<br />

la OMC (http://www.wto.<strong>org</strong>/english/docs_e/legal_e/<br />

legal_e.htm#gatt47).<br />

Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias<br />

y Fitosanitarias (Acuerdo MSF)<br />

En el Acuerdo MSF se establecen las normas básicas<br />

de la OMC sobre la manera en que los gobiernos<br />

(Miembros) pueden aplicar las medidas relativas a la<br />

72 Preparado a partir de los sitios web indicados y del siguiente<br />

documento: Ingrassia, A. International and Regional Regulatory<br />

Frameworks Relevant to Biosecurity for Food and Agriculture.<br />

Documento de referencia encargado por la <strong>FAO</strong> para la Consulta<br />

técnica de la <strong>FAO</strong> sobre la bioseguridad en la alimentación y la<br />

agricultura, Bangkok, Tailandia, 13-17 de enero de 2003.<br />

inocuidad de los alimentos y la sanidad animal y vegetal<br />

(medidas sanitarias y fitosanitarias o MSF).<br />

En virtud del Acuerdo MSF, los Miembros están<br />

autorizados a establecer sus propias normas, pero<br />

deben tener una base científica y se han de aplicar<br />

solamente en la medida necesaria para proteger la vida<br />

y la salud de las personas, los animales y las plantas.<br />

Se alienta a los Miembros a utilizar las normas,<br />

directrices y recomendaciones internacionales cuando<br />

existan, pero pueden utilizar medidas que den lugar a<br />

niveles más elevados de protección si hay una<br />

justificación científica para ello. Se puede consultar el<br />

texto del acuerdo y otra información en el sitio web de la<br />

OMC (www.wto.<strong>org</strong>/english/tratop_e/sps_e/sps_e.htm).<br />

Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio<br />

(Acuerdo OTC)<br />

El Acuerdo OTC trata de garantizar que los<br />

reglamentos, normas, pruebas y procedimientos de<br />

certificación no creen obstáculos innecesarios al<br />

comercio. Se señala que los procedimientos utilizados<br />

para decidir si un producto se ajusta a las normas<br />

pertinentes han de ser justos y equitativos y se<br />

desalienta la utilización de cualquier método que dé a<br />

las mercancías de producción nacional una ventaja<br />

desleal. Se puede consultar el texto del acuerdo<br />

y otra información en el sitio web de la OMC<br />

(www.wto.<strong>org</strong>/english/tratop_e/tbt_e/tbt_e.htm).<br />

Comisión del Codex Alimentarius y Codex<br />

Alimentarius<br />

La <strong>FAO</strong> y la OMS crearon la Comisión del Codex<br />

Alimentarius en 1963 para elaborar normas<br />

alimentarias, directrices y otros textos conexos.<br />

El Codex Alimentarius constituye una colección de<br />

normas alimentarias, directrices y recomendaciones<br />

adoptadas internacionalmente, elaboradas por la<br />

Comisión del Codex Alimentarius. Aunque las normas<br />

del Codex y los textos conexos no son en sí mismos<br />

vinculantes, se han convertido en puntos de referencia<br />

internacionales por medio del Acuerdo MSF, que los<br />

adoptó en 1995 como elementos de referencia para<br />

todas las normas alimentarias internacionales. Se


116 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

puede obtener más información en Internet<br />

(www.codexalimentarius.net/web/index_en.jsp).<br />

Convención Internacional de Protección<br />

Fitosanitaria (CIPF) y Comisión de Medidas<br />

Fitosanitarias (CMF)<br />

La CIPF entró en vigor en 1952 para reglamentar las<br />

plagas de las plantas, así como cualquier <strong>org</strong>anismo,<br />

objeto o material capaz de alojar o propagar plagas que<br />

afecten a las plantas o los productos vegetales, a fin de<br />

impedir la propagación e introducción de estas plagas y<br />

promover medidas para combatirlas. Da carácter oficial<br />

a los procedimientos para la fijación de normas y en<br />

ella se exponen conceptos fitosanitarios modernos. El<br />

nuevo texto revisado de la CIPF se aprobó en 1997. La<br />

revisión se llevó a cabo para reflejar los conceptos<br />

fitosanitarios contemporáneos y la función de la CIPF<br />

en relación con los Acuerdos de la Ronda Uruguay de<br />

la Organización Mundial del Comercio, en particular el<br />

Acuerdo MSF. En el nuevo texto revisado se contempla<br />

el establecimiento de una Comisión de Medidas<br />

Fitosanitarias (CMF), que actuará como nuevo órgano<br />

rector mundial del acuerdo; los miembros de la CMF<br />

son las partes contratantes en la Convención. La CMF<br />

aprueba Normas Internacionales para Medidas<br />

Fitosanitarias (NIMF), reconocidas por la OMC como<br />

normas fitosanitarias internacionales de referencia. Se<br />

puede obtener más información en el Portal<br />

fitosanitario internacional (www.ippc.int).<br />

Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB)<br />

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB),<br />

aprobado en 1992 bajo los auspicios del Programa de<br />

las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),<br />

es el primer tratado mundial que establece un marco<br />

amplio que se ocupa de todos los aspectos de la<br />

biodiversidad (es decir, los ecosistemas, las especies y<br />

la diversidad genética). Aborda expresamente la vida y<br />

la salud de los animales y las plantas, así como la<br />

gestión de los riesgos asociados con los <strong>org</strong>anismos<br />

vivos modificados (OVM) obtenidos por medios<br />

biotecnológicos y la gestión de los riesgos asociados<br />

con las especies exóticas. Hay una superposición<br />

considerable entre las disposiciones del CDB y de la<br />

CIPF. Para más información, véase el sitio web del CDB<br />

(www.biodiv.<strong>org</strong>/convention/ default.shtml).<br />

Organización de Cooperación y Desarrollo<br />

Económicos (OC<strong>DE</strong>)<br />

La OC<strong>DE</strong> contribuye a las actividades intersectoriales<br />

relativas a la bioseguridad de varias maneras. El<br />

Programa para el Medio Ambiente, la Salud y la<br />

Seguridad de la OC<strong>DE</strong> fomenta la cooperación<br />

internacional en la esfera de la inocuidad de los<br />

productos químicos, armonizando las políticas e<br />

instrumentos (por ejemplo los programas de registro de<br />

plaguicidas) para su uso en la protección de la salud y<br />

el medio ambiente. También patrocina la evaluación<br />

económica de los sistemas agropecuarios, por ejemplo<br />

la investigación sobre los costos y beneficios de las<br />

normas del sector privado (G/SPS/GEN/763), trabaja<br />

para reducir al mínimo los obstáculos no arancelarios al<br />

comercio y elabora políticas e instrumentos<br />

económicos para su uso por los países en la gestión de<br />

la biodiversidad. Se puede obtener más información en<br />

el sitio web de la OC<strong>DE</strong> (www.oecd.<strong>org</strong>).<br />

Organización de las Naciones Unidas<br />

para la Agricultura y la Alimentación (<strong>FAO</strong>)<br />

La <strong>FAO</strong> está al frente de los esfuerzos internacionales<br />

para vencer el hambre. Presta servicios a los países<br />

tanto desarrollados como en desarrollo, actuando<br />

como foro neutral en el que todos los países se reúnen<br />

en condiciones de igualdad para negociar acuerdos y<br />

mantener debates sobre políticas. La <strong>FAO</strong> también es<br />

fuerte de conocimientos e información y presta<br />

asistencia técnica para la modernización y mejora de<br />

las prácticas agropecuarias, forestales y pesqueras y<br />

para garantizar una atención adecuada a todos en los<br />

países en desarrollo y en transición. Por tanto, la <strong>FAO</strong><br />

interviene activamente en la labor normativa y la<br />

asistencia técnica, tanto a nivel nacional como<br />

internacional, en apoyo de una aplicación efectiva de<br />

la bioseguridad en los países. Se puede obtener más<br />

información en el sitio web de la <strong>FAO</strong> (www.fao.<strong>org</strong> y<br />

www.fao.<strong>org</strong>/biosecurity/).<br />

Organización Marítima Internacional (OMI)<br />

La OMI presta apoyo a los programas nacionales<br />

de bioseguridad marina en varias esferas (por ejemplo,<br />

la vigilancia de las playas marinas, la evaluación<br />

de los riesgos y la gestión de las bioincrustaciones).<br />

Se puede obtener más información en el sitio web de<br />

la OMI (www.imo.<strong>org</strong>/).<br />

Organización Mundial del Comercio (OMC)<br />

La Organización Mundial del Comercio (OMC) es la<br />

única <strong>org</strong>anización internacional de ámbito mundial<br />

que se ocupa de las normas comerciales entre los<br />

países. Su elemento central son los acuerdos de la


117<br />

OMC, negociados y firmados por la mayor parte de los<br />

países del mundo que intervienen en el comercio y<br />

ratificados en sus parlamentos. El objetivo es ayudar a<br />

los productores de bienes y servicios, los exportadores<br />

y los importadores en sus actividades. Se puede<br />

obtener más información en el sitio web de la OMC<br />

(www.wto.<strong>org</strong>).<br />

Organización Mundial de la Salud (OMS)<br />

La OMS está especializada en la salud humana. Aunque<br />

no interviene directamente en el establecimiento de<br />

normas internacionales para los aspectos de la salud<br />

humana relativos a la bioseguridad (inocuidad de los<br />

alimentos y zoonosis), contribuye activamente a las<br />

bases de datos mundiales sobre estos temas y ayuda a<br />

los gobiernos, la sociedad civil, la industria y los<br />

consumidores a adquirir información científica<br />

actualizada sobre los peligros nuevos y emergentes.<br />

Con respecto a la inocuidad de los alimentos, la OMS<br />

contribuye a integrar y fortalecer los sistemas de<br />

vigilancia de las enfermedades de transmisión<br />

alimentaria en todo el mundo y promueve una respuesta<br />

multidisciplinaria a las cuestiones que van surgiendo en<br />

relación con la inocuidad de los alimentos. La OMS<br />

interviene activamente en la labor normativa y la<br />

asistencia técnica, tanto a nivel nacional como<br />

internacional, para respaldar la prevención efectiva de la<br />

propagación internacional de enfermedades zoonóticas<br />

y la respuesta ante ellas. La OMS acoge la Red<br />

internacional de autoridades de inocuidad de los<br />

alimentos (INFOSAN) de la OMS y la <strong>FAO</strong>, que incluye<br />

un componente para situaciones de urgencia. El<br />

Reglamento Sanitario Internacional (2005), que entró en<br />

vigor en junio de 2007 para todos los Estados Miembros<br />

de la OMS, abarca los eventos internacionales de salud<br />

pública relacionados con el transporte de animales y<br />

alimentos a través de las fronteras (véase supra). Se<br />

puede obtener más información en el sitio web de la<br />

OMS (http://www.who.int/).<br />

Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)<br />

La OIE elabora documentos normativos relativos a las<br />

normas que pueden utilizar los Estados Miembros para<br />

protegerse de las enfermedades de los animales<br />

(incluidos los peces y las abejas) y las zoonosis, sin<br />

crear obstáculos sanitarios injustificados. Entre estos<br />

textos figuran el Código sanitario para los animales<br />

terrestres, el Manual de normas para las pruebas de<br />

diagnóstico y las vacunas, el Código sanitario para los<br />

animales acuáticos y el Manual de pruebas de<br />

diagnóstico para los animales acuáticos. Las normas<br />

de la OIE están reconocidas por la OMC como normas<br />

sanitarias internacionales de referencia. Se puede<br />

obtener más información en el sitio web de la OIE<br />

(www.oie.int/eng/en_index.htm).<br />

Protocolo de Cartagena sobre Seguridad<br />

de la Biotecnología<br />

El Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la<br />

Biotecnología, negociado en el marco del Convenio<br />

sobre la Diversidad Biológica (CDB) y aprobado en<br />

enero de 2000 (entró en vigor en septiembre de 2003),<br />

es el primer instrumento mundial sobre la<br />

bioinocuidad. Establece un sistema reglamentario<br />

amplio para garantizar la transferencia, manipulación y<br />

utilización inocuas de los <strong>org</strong>anismos vivos<br />

modificados (OVM) obtenidos por cualquier medio<br />

biotecnológico moderno que puedan tener efectos<br />

adversos en la conservación y la utilización sostenible<br />

de la diversidad biológica, teniendo en cuenta los<br />

riesgos para la salud humana y concentrándose de<br />

manera específica en los movimientos transfronterizos.<br />

Se puede obtener más información en Internet<br />

(www.biodiv.<strong>org</strong>/biosafety).<br />

Reglamento Sanitario Internacional (RSI)<br />

La Asamblea Mundial de la Salud aprobó por<br />

unanimidad el 23 de mayo de 2005 una revisión del<br />

Reglamento Sanitario Internacional, que entró en vigor<br />

en junio de 2007 para todos los Estados Miembros de<br />

la OMS. El objetivo y el ámbito del RSI (2005) son<br />

“prevenir la propagación internacional de<br />

enfermedades infecciosas, proteger contra esa<br />

propagación, controlarla y darle una respuesta de<br />

salud pública y evitar la injerencia innecesaria con el<br />

tráfico y el comercio internacional”. Se puede obtener<br />

más información sobre el RSI en el sitio web de la<br />

OMS (http://www.who.int/csr/ihr/en/).


118 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

4. EXPERIENCIA <strong>DE</strong> BELICE EN EL AVANCE HACIA<br />

UN ENFOQUE INTEGRADO PARA <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Razones para la adopción de un enfoque integrado<br />

■<br />

■<br />

Recursos limitados para desempeñar funciones<br />

básicas en la sanidad agropecuaria y la inocuidad<br />

de los alimentos<br />

Fondos procedentes de unos ingresos unificados<br />

del Gobierno – competencia entre los ministerios /<br />

<strong>org</strong>anismos públicos<br />

■ Duplicación de funciones entre los ministerios /<br />

<strong>org</strong>anismos<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Apoyo legislativo desfasado<br />

Necesidades del comercio internacional (Acuerdo<br />

MSF)<br />

Atención dispersa, coordinación escasa de la<br />

sanidad agropecuaria y la inocuidad de los<br />

alimentos<br />

Organismos encargados de la bioseguridad antes<br />

del cambio<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Ministerio de Agricultura y Pesca (sanidad vegetal y<br />

animal, incluida la de los peces)<br />

Ministerio de Salud (inspección de la carne y los<br />

alimentos, funciones de salud pública, zoonosis<br />

(programa contra la rabia))<br />

Ministerio de Comercio (permisos y licencias de<br />

importación de mercancías, con inclusión de las<br />

mercancías y los productos agropecuarios)<br />

Oficina de Normas (protección del consumidor,<br />

normas alimentarias)<br />

Ministerio de Recursos Naturales (silvicultura,<br />

funciones ambientales, incluida la<br />

bioinocuidad)<br />

Departamento de Aduanas (inspección de puertos)<br />

Organismos encargados de la bioseguridad<br />

después del cambio<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Autoridad de Sanidad Agropecuaria de Belice<br />

(BAHA) – sanidad agropecuaria e inocuidad de los<br />

alimentos, incluidas la sanidad de los animales<br />

acuáticos y la bioinocuidad<br />

Ministerio de Salud – salud humana e inocuidad de<br />

los alimentos en la venta al por menor (mediante<br />

memorandos de acuerdo)<br />

Oficina de Normas (normas alimentarias,<br />

protección del consumidor)<br />

■<br />

■<br />

Ministerio de Recursos Naturales, Dep. de Medio<br />

Ambiente (evaluaciones del impacto ambiental,<br />

seguimiento ambiental)<br />

Departamento de Pesca (producción acuícola)<br />

Responsabilidades de los <strong>org</strong>anismos que se<br />

ocupan de la bioseguridad después del cambio<br />

■<br />

Autoridad de Sanidad Agropecuaria de Belice<br />

(BAHA), se ocupa de la sanidad agropecuaria y la<br />

inocuidad de los alimentos (sanidad animal,<br />

sanidad vegetal, inocuidad de los alimentos,<br />

cuarentena, medidas sanitarias y fitosanitarias,<br />

reglamentación de las importaciones y<br />

exportaciones), basándose en un enfoque de<br />

análisis de riesgos<br />

- acoge el centro de coordinación para la OIE y la<br />

CIPF, el servicio de información sobre MSF y el<br />

centro de coordinación sobre la bioinocuidad<br />

(incluido el centro de intercambio de información<br />

sobre la bioinocuidad)<br />

- Punto de Contacto del Codex situado en la Oficina<br />

de Normas, dependiente del Consejo Consultivo<br />

sobre Normas nombrado por el Gobierno (presidido<br />

por la BAHA)<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Ministerio de Salud, se encarga de la salud<br />

humana, incluida la inocuidad de los alimentos en<br />

la venta al por menor (restaurantes, puntos de<br />

venta al por menor, carnicerías, hoteles, etc.)<br />

Ministerio de Recursos Naturales (Dep. de Medio<br />

Ambiente), se ocupa de los programas ambientales<br />

y actúa como punto de contacto con el CDB<br />

Junta de Control de los Plaguicidas, se<br />

encarga de la reglamentación sobre los plaguicidas<br />

(BAHA sobre el Consejo de Administración)<br />

Obstáculos<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Situación del personal (incluidas las condiciones de<br />

empleo) en la BAHA: nuevo personal empleado por<br />

contrata, mientras que los miembros del personal<br />

original conservan su condición de funcionarios<br />

Mantenimiento de la competencia con recursos<br />

reducidos (humanos y financieros)<br />

Apoyo jurídico al mandato amplio (y en aumento)<br />

de la BAHA


119<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Recuperación de los costos de los programas de<br />

bien público (función del Gobierno)<br />

Fronteras amplias y permeables – dificultades para<br />

una cobertura completa<br />

Posición en el ministerio del que depende y<br />

relación con él y escasas aportaciones de otros<br />

ministerios y <strong>org</strong>anismos<br />

Participación del sector privado (se plantean<br />

cuestiones de influencia)<br />

Reconocimiento local como generador de dinero<br />

(se plantean cuestiones relativas a la sostenibilidad<br />

y la necesidad de fondos públicos)<br />

Se considera que se presta apoyo sobre todo al<br />

mercado de exportación y menos a la producción<br />

local<br />

Capacidad de certificación internacional<br />

(reconocimiento de la certificación de la BAHA en el<br />

sistema HACCP, las BPA, etc.)<br />

Costos iniciales y otros conexos<br />

■<br />

■<br />

Un proyecto del Banco Interamericano de<br />

Desarrollo (3,6 millones de dólares EE.UU.) sufragó<br />

los gastos iniciales de infraestructura (edificios),<br />

equipo, capacitación, etc., y el Gobierno de Belice<br />

proporcionó 1,2 millones de dólares para gastos de<br />

funcionamiento<br />

Recursos necesarios para financiar vehículos,<br />

edificios de laboratorio, gastos ordinarios (por<br />

ejemplo reactivos y suministros de laboratorio),<br />

seguros, fondos de pensiones, etc.<br />

Beneficios<br />

■<br />

La sanidad agroalimentaria y la inocuidad de los<br />

alimentos bajo una sola autoridad proporcionan<br />

sinergias para una administración eficaz de ambas<br />

en Belice<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Aumento de los niveles de sanidad agropecuaria<br />

Una sola oficina centralizada para los elaboradores<br />

que exportan productos alimenticios y<br />

agropecuarios y para los importadores (permisos)<br />

Recursos compartidos entre los diversos<br />

departamentos (por ejemplo, cuarentena,<br />

inspección, cuarentena interna para los brotes de<br />

mosca de la fruta, cuarentena en la explotación,<br />

evaluaciones de la inocuidad de los alimentos,<br />

programas de vigilancia, etc.) – los inspectores de<br />

inocuidad de los alimentos en los mataderos<br />

desempeñan una función doble, de vigilancia de<br />

dicha inocuidad y de la sanidad animal<br />

La recuperación de los costos aumenta la<br />

sostenibilidad de los servicios prestados<br />

Ejemplos de creación de capacidad en materia de<br />

bioseguridad para otros países<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Manual de cuarentena compartido con Dominica<br />

Algunos parasitoides (lucha biológica) producidos<br />

en el laboratorio dedicado a la chinche rosada del<br />

hibisco en la BAHA enviados a México y América<br />

Central<br />

Convenio de cooperación técnica con Costa Rica<br />

para el intercambio de experiencias sobre los<br />

marcos de sanidad agropecuaria e inocuidad de los<br />

alimentos<br />

Agregación a los servicios de cuarentena de la<br />

BAHA (Suriname)<br />

Consultorías de funcionarios técnicos de la BAHA<br />

con la Asociación de Avicultores del Caribe<br />

(programas y códigos de prácticas sobre sanidad<br />

animal e inocuidad de los alimentos), que se han de<br />

compartir con los países de la CARICOM


120 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

5. APLICACIÓN <strong>DE</strong>L CONCEPTO <strong>DE</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong>:<br />

REFORMA <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> ADMINISTRACIÓN <strong>DE</strong> INOCUIDAD<br />

<strong>DE</strong> LOS ALIMENTOS Y SANIDAD ANIMAL Y VEGETAL<br />

<strong>DE</strong> NORUEGA 73<br />

Antecedentes<br />

Hasta 2004, Noruega tenía órganos nacionales de<br />

control independientes para los piensos y la sanidad<br />

vegetal, la salud y el bienestar de los animales y el<br />

control de los alimentos, respectivamente. El<br />

<strong>org</strong>anismo central de control de los alimentos era un<br />

órgano estatal, mientras que el control local estaba a<br />

cargo de las autoridades municipales. El control de los<br />

productos alimenticios marinos para exportación<br />

correspondía a la Dirección de Pesca. Del control de la<br />

salud y el bienestar de los animales se encargaban<br />

oficiales veterinarios de distrito que presentaban sus<br />

informes a las dependencias regionales y a la<br />

dependencia central del Organismo de Sanidad<br />

Animal, y el control de la sanidad vegetal y los piensos<br />

estaba en manos de inspectores de sanidad vegetal en<br />

cuatro dependencias regionales y una central de los<br />

Servicios de Inspección Agrícola.<br />

Durante el decenio de 1990 fue en aumento el<br />

consenso político en el sentido de que la <strong>org</strong>anización<br />

de la administración alimentaria pública no era<br />

apropiada. Tanto la estructura de la legislación (13<br />

leyes diferentes) como las tareas y responsabilidades<br />

de los distintos órganos de control estaban<br />

fragmentadas. Las industrias tampoco estaban<br />

satisfechas con la <strong>org</strong>anización de los órganos de<br />

control o del control que realizaban, insistiendo en la<br />

necesidad de asegurarse de que en los controles se<br />

siguiera una política común, tanto entre las regiones<br />

geográficas como entre los distintos sectores del eje<br />

“de la explotación a la mesa”.<br />

Un proceso que se llevó adelante en varias fases<br />

comenzó con una bastante larga, desde el acuerdo<br />

político sobre la necesidad de una legislación<br />

simplificada (un Libro blanco en 1994) hasta la<br />

preparación preliminar de un <strong>org</strong>anismo de control<br />

re<strong>org</strong>anizado y la simplificación de la legislación en<br />

73 Estudio monográfico preparado por Keren Bar-Yaacov, Jefa de<br />

Servicios Veterinarios, Organismo Noruego de Inocuidad de los<br />

Alimentos, y Gunnar Hagen, Asesor superior, Ministerio de Agricultura y<br />

Alimentación. Para más información, dirigirse a kebay@mattilsynet.no<br />

2002 en los ministerios afectados. En 2003 se<br />

estableció un <strong>org</strong>anismo interino paralelo a los ya<br />

existentes para preparar los aspectos prácticos de<br />

la re<strong>org</strong>anización material de las responsabilidades<br />

nacionales y municipales y la labor se culminó en<br />

2004 con la creación de un nuevo <strong>org</strong>anismo de<br />

control y la promulgación de legislación revisada<br />

y simplificada.<br />

En el proceso se llevaron a la práctica varias<br />

señales políticas superpuestas y complementarias,<br />

tanto en el plano nacional como en el internacional.<br />

Se pueden resumir brevemente como la necesidad de<br />

contar con una cadena de mando clara y<br />

responsabilidades constitucionales bien definidas a lo<br />

largo de toda la cadena alimentaria, la necesidad de<br />

una separación neta de tareas entre los científicos que<br />

realizan la evaluación del riesgo y los administradores<br />

que examinan la gestión del riesgo, la necesidad de un<br />

acercamiento de las autoridades de reglamentación al<br />

público y los operadores y la necesidad de simplificar<br />

la reglamentación en general.<br />

Este proceso se superpuso en el tiempo con varias<br />

cuestiones básicas para Noruega en la escena<br />

internacional, a saber, un Acuerdo sobre el Espacio<br />

Económico Europeo (EEE) entre los Estados de la<br />

Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) y la<br />

Unión Europea en 1994, que englobaba gran parte de<br />

la legislación veterinaria y alimentaria y en el que más<br />

tarde también se incluyó, en 1998, un control<br />

veterinario común en frontera, en 1995 el acuerdo de la<br />

OMC, por el que se eliminaban los obstáculos<br />

aduaneros al comercio internacional, y el hecho de que<br />

Suecia, Finlandia y Austria, Estados pertenecientes a la<br />

AELC, se incorporaron a la UE en 1995, mientras que<br />

Noruega eligió mantener el acuerdo sobre el EEE y en<br />

consecuencia convertirse en uno de los Estados que<br />

permanecían solamente en el EEE. Todos estos<br />

acuerdos internacionales han tenido y siguen teniendo<br />

repercusiones importantes en la estructura y el<br />

contenido material de la legislación veterinaria y<br />

alimentaria noruega.


121<br />

Elementos y objetivos<br />

de la re<strong>org</strong>anización<br />

La re<strong>org</strong>anización del control público de los alimentos<br />

y de la sanidad de los animales y las plantas consistió<br />

en cuatro elementos principales:<br />

■ modernización de la legislación;<br />

■ reestructuración de las responsabilidades entre los<br />

ministerios;<br />

■ establecimiento de un nuevo <strong>org</strong>anismo nacional<br />

para toda la producción de alimentos y piensos,<br />

incluida la sanidad de los animales y las plantas; y<br />

■ re<strong>org</strong>anización del apoyo científico al nuevo<br />

<strong>org</strong>anismo.<br />

Los objetivos del proceso eran los siguientes:<br />

■ garantizar que los alimentos (incluida el agua de<br />

bebida) producidos o vendidos fueran inocuos para<br />

los consumidores;<br />

■ evitar prácticas fraudulentas;<br />

■ garantizar que la calidad de los alimentos se<br />

ajustara a las normas nacionales e internacionales;<br />

■ garantizar que la sanidad de los animales y las<br />

plantas y el bienestar de los animales en Noruega<br />

fueran apropiados; y<br />

■ garantizar una administración más eficaz en<br />

función de los costos.<br />

Modernización de la legislación<br />

Antes de 2004, la legislación noruega para la<br />

producción de piensos y alimentos estaba<br />

fragmentada, constando de 13 leyes diferentes.<br />

El 1º de enero de 2004 entró en vigor una nueva Ley<br />

Alimentaria en sustitución de esas 13, con el objetivo<br />

de garantizar la inocuidad de los alimentos y la<br />

sanidad de los animales y las plantas y mejorar la<br />

calidad y otros intereses de los consumidores y los<br />

aspectos comerciales y ambientales. La nueva ley ha<br />

contribuido a la simplificación de la legislación y<br />

también impone un nuevo sistema de derechos e<br />

impuestos sobre el control. El bienestar de los<br />

animales sigue reglamentado en una ley separada.<br />

La nueva ley representó el primer paso en una<br />

reestructuración importante de la reglamentación en la<br />

esfera de la inocuidad de los alimentos y la sanidad de<br />

las plantas y los animales. Se actualizó la<br />

reglamentación comprendida en el marco de todas las<br />

leyes antiguas para tener en cuenta la nueva estructura<br />

<strong>org</strong>ánica y las nuevas competencias, pero pasados<br />

dos años es todavía mucho lo que queda por hacer<br />

para llevar a la práctica plenamente la señal política<br />

relativa a un marco reglamentario simplificado.<br />

La nueva Ley Alimentaria fortalece las facultades<br />

legales oficiales, ot<strong>org</strong>ando al <strong>org</strong>anismo encargado<br />

poderes para exigir la actuación de un operador, actuar<br />

en nombre de los operadores y a sus expensas en el<br />

caso de que ellos mismos no respondan a las<br />

demandas de las autoridades, imponer multas, cerrar<br />

empresas hasta que se adopten medidas, imponer a<br />

las empresas cuarentenas de hasta seis meses e<br />

informar activamente al público. Además, los<br />

tribunales pueden imponer sanciones.<br />

Un desafío importante que tiene ante sí el nuevo<br />

<strong>org</strong>anismo consiste en armonizar las actuaciones, de<br />

manera que los operadores de todo el país puedan<br />

esperar reacciones proporcionadas y coherentes ante<br />

situaciones y condiciones semejantes. La nueva<br />

<strong>org</strong>anización es sólo una parte de la solución, y éste es<br />

el tema en el que se tendrá que concentrar el<br />

<strong>org</strong>anismo durante los primeros años.<br />

Reestructuración<br />

de la responsabilidad constitucional<br />

entre los ministerios<br />

Hay tres ministerios distintos encargados de la<br />

reglamentación en el marco de la nueva Ley<br />

Alimentaria. Son el Ministerio de Agricultura y<br />

Alimentación, el Ministerio de Pesca y Asuntos<br />

Costeros y el Ministerio de Sanidad y Servicios<br />

Sociales. Se ha re<strong>org</strong>anizado la responsabilidad<br />

constitucional entre ellos. Los ministerios han pasado<br />

por un proceso de aclaración de sus<br />

responsabilidades, definidas tanto entre la producción<br />

primaria y el producto final como entre la salud de los<br />

animales terrestres, los peces, las plantas y las<br />

personas.<br />

Toda la responsabilidad relativa a la producción<br />

primaria y la salud de las plantas y los animales recae<br />

en el Ministerio de Agricultura y Alimentación para la<br />

producción terrestre y en el Ministerio de Pesca y<br />

Asuntos Costeros para la acuática. El Ministerio de<br />

Sanidad y Servicios Sociales se encarga de las<br />

medidas relativas a la salud humana y también de la<br />

mayoría de las normas destinadas a evitar prácticas<br />

fraudulentas.<br />

El Ministerio de Agricultura y Alimentación tiene la<br />

responsabilidad administrativa del nuevo <strong>org</strong>anismo de<br />

control, mientras que el Ministerio de Sanidad y<br />

Servicios Sociales tiene la del nuevo órgano de<br />

evaluación del riesgo.


122 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

Establecimiento de un nuevo<br />

<strong>org</strong>anismo nacional de control<br />

de los alimentos para toda<br />

la producción alimentaria<br />

y la sanidad animal y vegetal<br />

En abril de 2002, el Gobierno propuso una<br />

<strong>org</strong>anización con dos órganos de control diferentes,<br />

uno para la producción terrestre y el otro para la<br />

acuática. Cuando se debatió este asunto en el<br />

Parlamento (Stortinget), la mayoría de los<br />

representantes convinieron en que sería preferible<br />

establecer un <strong>org</strong>anismo único de control de los<br />

alimentos con responsabilidad para la producción<br />

tanto terrestre como acuática. El principal argumento<br />

para establecer un solo órgano de control era<br />

garantizar que la industria tuviera ante sí un órgano<br />

eficiente y coordinado. En caso contrario muchos<br />

operadores comerciales estarían sujetos a la<br />

inspección de distintos <strong>org</strong>anismos de control. Esta<br />

conclusión también estaba en consonancia con el<br />

resultado de las amplias consultas mantenidas sobre la<br />

re<strong>org</strong>anización propuesta.<br />

La propuesta revisada de un solo <strong>org</strong>anismo de<br />

control de los alimentos para toda la producción<br />

alimentaria desde la explotación hasta la mesa obtuvo<br />

un amplio respaldo del Parlamento tras su<br />

presentación en noviembre de 2002. Básicamente,<br />

esto significaba que las autoridades encargadas de los<br />

controles de los alimentos de origen marino disponían<br />

de un tiempo mucho más breve que las otras<br />

autoridades para prepararse para la re<strong>org</strong>anización<br />

propuesta.<br />

Se decidió que el nuevo <strong>org</strong>anismo comenzara a<br />

funcionar a partir del 1º de enero de 2004. El<br />

<strong>org</strong>anismo debía tener tres niveles <strong>org</strong>ánicos (central,<br />

regional y local) y las inspecciones y decisiones<br />

relativas a las empresas alimentarias y la producción<br />

primaria debían corresponder primordialmente al nivel<br />

local. Puesto que la responsabilidad de las tareas<br />

realizadas por el <strong>org</strong>anismo de control de los alimentos<br />

estaba dividida entre tres ministerios diferentes, se<br />

estableció un grupo especial de coordinación<br />

presidido por los tres jefes administrativos de los tres<br />

ministerios.<br />

Gran parte de la preparación práctica estuvo a<br />

cargo de grupos de trabajo con un conocimiento<br />

profundo de los asuntos de que se trataba. Con el fin<br />

de garantizar la participación de las distintas partes<br />

interesadas (industria, consumidores y otras ONG),<br />

también se creó un grupo de referencia.<br />

Un año antes de la fecha prevista para que<br />

comenzara a funcionar el nuevo <strong>org</strong>anismo de control<br />

se estableció una <strong>org</strong>anización interina. Estaba<br />

presidida por el ya nombrado Director General del<br />

<strong>org</strong>anismo, que tenía las facultades necesarias para<br />

dirigir el trabajo durante el período de transición. En la<br />

<strong>org</strong>anización interina participaron empleados de todos<br />

los <strong>org</strong>anismos anteriores que se iban a refundir en el<br />

nuevo. Se estableció contacto rápidamente con las<br />

<strong>org</strong>anizaciones de empleados para formar un grupo de<br />

referencia representativo (véase el addendum con<br />

observaciones de este grupo de referencia sobre el<br />

proceso).<br />

Para los ministerios era importante que de la<br />

reforma se derivara también un órgano de control más<br />

eficiente (es decir, con costos reducidos). Se<br />

estableció como objetivo una reducción de los costos<br />

de un 10 por ciento por lo menos. Este objetivo se<br />

debería alcanzar para 2008, y hasta el momento se ha<br />

impuesto una reducción de los costos del 7 por ciento<br />

en los presupuestos anuales del nuevo <strong>org</strong>anismo de<br />

control.<br />

El nuevo <strong>org</strong>anismo es una fusión de cuatro del<br />

Gobierno y 89 municipales, que en conjunto se<br />

encargaban de los controles a lo largo de toda la<br />

cadena alimentaria, desde la explotación hasta la<br />

mesa, pero en un sistema <strong>org</strong>ánico y constitucional<br />

fragmentado. En la re<strong>org</strong>anización intervinieron<br />

alrededor de 1600 empleados, tanto a nivel central<br />

como en todo el país.<br />

Los <strong>org</strong>anismos que se refundieron fueron los<br />

siguientes:<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Organismo Noruego de Control de los Alimentos<br />

Organismo Noruego de Sanidad Animal<br />

Servicio Noruego de Inspección de la Agricultura<br />

Dirección de Pesca, Inspección de Alimentos<br />

Marinos<br />

Organismos municipales de control de los<br />

alimentos<br />

El nuevo <strong>org</strong>anismo es un órgano intergubernamental<br />

encargado de los controles a lo largo de toda la<br />

cadena alimentaria, desde la producción primaria<br />

hasta la distribución de los productos. También se<br />

ocupa del bienestar y la salud de los animales no<br />

relacionados con la cadena alimentaria y de la sanidad<br />

de las plantas que tampoco guarda relación con ella,<br />

del agua de bebida y la destinada a la producción y de<br />

los productos cosméticos.<br />

La función del nuevo <strong>org</strong>anismo consiste en:<br />

■<br />

preparar proyectos de legislación;


123<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

informar y orientar sobre la legislación;<br />

realizar inspecciones basadas en el riesgo;<br />

supervisar la inocuidad de los alimentos y la<br />

sanidad animal y vegetal; y<br />

<strong>org</strong>anizar planes para imprevistos.<br />

El nuevo <strong>org</strong>anismo no tiene servicios de<br />

diagnóstico propios; dichos servicios los obtiene<br />

mediante licitaciones o por medio de acuerdos<br />

separados con laboratorios de referencia<br />

gubernamentales. Esta solución se adoptó debido a<br />

las señales políticas para establecer una distinción<br />

clara entre los controles gubernamentales y la<br />

prestación de servicios (véase la siguiente sección).<br />

Tal como se pidió durante el proceso político, se ha<br />

establecido una <strong>org</strong>anización de tres niveles. Hay una<br />

oficina central con unos 130 empleados, ocho oficinas<br />

regionales con unos 240 empleados y 63 oficinas de<br />

distrito con alrededor de 950 empleados. La mayor<br />

parte de las decisiones de primera instancia se han<br />

delegado en los distritos.<br />

De las ocho oficinas regionales, tres se han<br />

designado como centros nacionales para tipos<br />

específicos de producción (producción de animales<br />

terrestres, producción de animales acuáticos y<br />

producción de plantas) y a dos se les han asignado<br />

funciones específicas de apoyo administrativo (apoyo<br />

y archivo de datos, contabilidad y pagos). Su finalidad<br />

es prestar apoyo a toda la <strong>org</strong>anización en sus esferas<br />

de competencia específicas, de manera que se<br />

promueva una oficina central pequeña. El<br />

razonamiento de la elección de este tipo de<br />

<strong>org</strong>anización se basa en parte en factores históricos,<br />

como el lugar en el que estaban algunos de los<br />

<strong>org</strong>anismos antes de la re<strong>org</strong>anización y el deseo de<br />

mantener la competencia. Sin embargo, también era<br />

una compensación importante por la decisión política<br />

de limitar el tamaño de la oficina central en Oslo,<br />

debido al objetivo político general de reducir las<br />

oficinas gubernamentales en la capital y<br />

descentralizarlas hacia las zonas rurales.<br />

Durante el año que precedió a la re<strong>org</strong>anización<br />

efectiva, los preparativos se basaron en proyectos.<br />

Algunos de estos proyectos se concentraron en la<br />

preparación de un conjunto de instrumentos<br />

administrativos, como un archivo electrónico central, la<br />

manipulación electrónica de documentos y la<br />

planificación y el control electrónicos del presupuesto.<br />

Otros proyectos se orientaron a la preparación de<br />

cuestiones temáticas importantes, como la<br />

certificación de las exportaciones y los controles de los<br />

alimentos marinos, y por último también hubo<br />

proyectos destinados a la creación de una “marca”<br />

común, con un nombre para el nuevo <strong>org</strong>anismo, un<br />

logotipo y los objetivos y responsabilidades<br />

acordados. Las reuniones en las que se debatieron<br />

esas cuestiones en todo el país se utilizaron también<br />

como introducción a la fusión cultural entre los<br />

antiguos <strong>org</strong>anismos.<br />

El aspecto más difícil de la re<strong>org</strong>anización fue el<br />

proceso de asignación de personal a las nuevas<br />

oficinas. Todos los puestos directivos superiores<br />

(director general y directores regionales) se anunciaron,<br />

pudiendo presentarse candidatos externos. Todos los<br />

demás puestos de la administración quedaron abiertos<br />

solamente a candidatos de los anteriores <strong>org</strong>anismos<br />

(incluidos los <strong>org</strong>anismos municipales de control de los<br />

alimentos). Una vez cubiertos estos puestos, los<br />

miembros del personal tuvieron la oportunidad de<br />

señalar qué lugar creían que tenían que ocupar en el<br />

nuevo <strong>org</strong>anigrama y los nuevos directores<br />

mantuvieron una ronda de entrevistas para aclarar<br />

quién había de trabajar en cada lugar.<br />

En este complicado proceso hubo una<br />

complicación ulterior debida a dos cuestiones muy<br />

difíciles. Una fue la decisión de anular el contrato entre<br />

el <strong>org</strong>anismo local y los laboratorios locales existentes.<br />

Esto significaba que era necesario aclarar qué<br />

personal pertenecía principalmente al nuevo<br />

<strong>org</strong>anismo y qué personal se tenía que quedar en los<br />

laboratorios. La otra fue la decisión de limitar la<br />

posibilidad de que los veterinarios oficiales locales<br />

tomaran parte en la práctica privada. En muchas zonas<br />

rurales de Noruega, esta combinación de trabajo oficial<br />

y práctica privada era tradicionalmente la única<br />

posibilidad de contratar veterinarios para esas zonas.<br />

Durante el proceso de re<strong>org</strong>anización se ofreció a<br />

estos empleados la posibilidad de incorporarse al<br />

nuevo <strong>org</strong>anismo como funcionarios de dedicación<br />

completa o abandonarlo y convertirse en veterinarios<br />

privados, también con dedicación completa. Se<br />

trataba de una decisión muy difícil para muchos, y su<br />

elección también podía dejar al <strong>org</strong>anismo en<br />

condiciones muy vulnerables en algunas regiones,<br />

dado que los empleados con mucha experiencia<br />

preferían a menudo la práctica privada al trabajo oficial<br />

de dedicación completa. Las consecuencias de estas<br />

dos cuestiones tan difíciles todavía se dejan sentir<br />

después de dos años.<br />

El proceso de determinar en qué oficina había de<br />

trabajar cada uno fue bastante más sencillo en los


124 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

planos local y regional que en la oficina central. Esto se<br />

debía a la decisión de limitar el tamaño de dicha<br />

oficina central. El límite significaba que muchos<br />

empleados que trabajaban en ella en los antiguos<br />

<strong>org</strong>anismos no tendrían en el nuevo un hueco en este<br />

nivel. A estos empleados se les ofrecieron puestos en<br />

los centros nacionales a nivel regional. Para muchos<br />

esto suponía un traslado. Los empleados contaron con<br />

un margen de tiempo de 18 meses para preparar su<br />

traslado (es decir, no se obligó a nadie a trasladarse<br />

efectivamente antes de julio de 2005 y se les dio una<br />

compensación para sufragar los gastos de mudanza,<br />

lo mismo que a quienes decidieron renunciar). A pesar<br />

de todo, se trató de una experiencia muy traumática<br />

para numerosos empleados que habían trabajado<br />

durante muchos años en el mismo puesto.<br />

Re<strong>org</strong>anización del apoyo científico<br />

al nuevo <strong>org</strong>anismo<br />

Un elemento importante de la re<strong>org</strong>anización consistió<br />

en garantizar que la gestión del riesgo realizada por el<br />

<strong>org</strong>anismo tuviera una base científica. Muchas de las<br />

crisis internacionales de los últimos años relacionadas<br />

con los alimentos y la sanidad animal han llevado a<br />

concentrarse en la necesidad de establecer una<br />

separación clara de tareas entre los asesores de<br />

riesgos y los gestores de riesgos. Con el fin de<br />

garantizar análisis científicos independientes del<br />

riesgo para el <strong>org</strong>anismo y los ministerios, se creó<br />

un nuevo comité científico con un presupuesto<br />

independiente.<br />

El comité científico realizará evaluaciones del<br />

riesgo con una base científica que abarcarán el<br />

cometido del nuevo <strong>org</strong>anismo. Además de prestar<br />

servicios a éste, el comité también podrá iniciar y<br />

realizar evaluaciones del riesgo por sí mismo. La<br />

estructura del comité científico refleja la elegida por la<br />

Unión Europea al establecer la Agencia Europea de<br />

Seguridad Alimentaria (AESA), una pequeña secretaría<br />

que presta servicio a ocho grupos científicos<br />

independientes. Los participantes en los grupos se<br />

eligen en función de sus méritos científicos en el sector<br />

apropiado del que se ocupa el grupo.<br />

Una dificultad en relación con la utilización de este<br />

sistema está en la necesidad de contar con prácticas y<br />

conocimientos claros sobre la comunicación entre el<br />

<strong>org</strong>anismo y la secretaria del comité. Durante los dos<br />

primeros años se ha elaborado y perfeccionado un<br />

documento en el que se describe la interacción entre el<br />

<strong>org</strong>anismo y el comité científico.<br />

Otro elemento fundamental del apoyo científico<br />

re<strong>org</strong>anizado fue la cuestión del apoyo de laboratorio.<br />

Con objeto de tener una separación clara entre los<br />

proveedores de servicios y la administración pública,<br />

los servicios de laboratorio no se incluyeron en el<br />

nuevo <strong>org</strong>anismo. Antes de la re<strong>org</strong>anización, las<br />

dependencias municipales de control de los alimentos<br />

tenían integrados servicios de laboratorio como parte<br />

de su cometido. Esto significaba en la práctica que<br />

había que dividir las dependencias locales de control<br />

de los alimentos en elementos que se incorporaban al<br />

nuevo <strong>org</strong>anismo y otros que no quedaban incluidos<br />

en él, por lo que había que buscar otras soluciones<br />

para el personal y el equipo. Se trató de un proceso<br />

muy traumático y difícil para todos los afectados.<br />

También se asignó al nuevo <strong>org</strong>anismo la tarea de<br />

satisfacer sus necesidades de laboratorio mediante<br />

licitaciones oficiales. En este sentido era mucho lo que<br />

tenían que aprender tanto los compradores como los<br />

vendedores. Asimismo, resultaba muy difícil alcanzar<br />

un equilibrio entre la necesidad política de conseguir<br />

eficacia en función de los costos y al mismo tiempo<br />

respaldar el desarrollo rural.<br />

Conclusiones y enseñanzas<br />

aprendidas<br />

La reforma de la administración de la inocuidad de los<br />

alimentos en Noruega representa una de las mayores<br />

reformas administrativas del país en los últimos años.<br />

Incluyó numerosos elementos, todos ellos dependientes<br />

entre sí para lograr concluir con éxito un proceso tan<br />

radical. La reforma requería la aclaración de las<br />

responsabilidades constitucionales, el fortalecimiento y<br />

simplificación de las facultades legales, una división<br />

clara entre evaluación del riesgo y gestión del riesgo y<br />

un órgano operacional coherente y eficaz en estrecho<br />

contacto con los operadores y el público.<br />

Algunas de las enseñanzas inmediatas aprendidas<br />

son las siguientes:<br />

■ Asegurarse de que las señales políticas queden<br />

aclaradas desde el principio.<br />

■ Asegurarse de que se mantenga la capacidad<br />

operacional de los <strong>org</strong>anismos existentes mientras<br />

se prepara el nuevo.<br />

■ Asegurarse de que la legislación ot<strong>org</strong>ue<br />

suficientes facultades legales al nuevo <strong>org</strong>anismo.<br />

■ Las decisiones políticas y de <strong>org</strong>anización que se<br />

refieren a cambios en el personal requieren tiempo.<br />

Es aconsejable tratar de limitar el número de<br />

procesos diferentes que se han de llevar a cabo a


125<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

la vez. Plantearse si es preferible aplazar algunas<br />

decisiones. Evitar la “fuga de cerebros”.<br />

No sobrevalorar la disponibilidad para aprender y<br />

comprender las nuevas soluciones administrativas<br />

en una situación muy turbulenta y para muchos<br />

difícil desde el punto de vista personal. Las<br />

soluciones nuevas y técnicamente avanzadas<br />

requieren tiempo para ser eficaces. Probablemente<br />

lo mejor sea planificar las revoluciones no<br />

esenciales para una etapa en la que la situación<br />

haya comenzado a estabilizarse.<br />

No esperar alcanzar el éxito de un día para otro. No<br />

infravalorar la eficacia en función de los costos de<br />

las soluciones locales y el costo real de las nuevas<br />

soluciones, tanto en relación con el presupuesto<br />

como con respecto a los recursos humanos para<br />

cambiar un sistema.<br />

Hay que prestar especial atención a las diferencias<br />

culturales en las <strong>org</strong>anizaciones que se refunden.<br />

Tras la primera oleada de inspiración, a menudo se<br />

produce una sensación de pérdida personal.<br />

Estimar que a menudo habrá una diferencia entre el<br />

tiempo previsto y el que realmente se emplea en<br />

llevar a cabo distintas tareas. La teoría de la<br />

<strong>org</strong>anización indica que se pueden requerir de dos<br />

a cuatro años para conseguir finalmente la<br />

estabilización. Mientras tanto, hay que esforzarse<br />

por reducir al mínimo las pérdidas de energía.<br />

AD<strong>DE</strong>NDUM: PARTICIPACIÓN<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong>S ORGANIZACIONES<br />

<strong>DE</strong> EMPLEADOS EN <strong>LA</strong> CREACIÓN<br />

<strong>DE</strong>L ORGANISMO NORUEGO<br />

<strong>DE</strong> INOCUIDAD <strong>DE</strong> LOS ALIMENTOS 74<br />

En el trabajo para el establecimiento de un solo<br />

<strong>org</strong>anismo de inocuidad de los alimentos en el otoño<br />

de 2001 se incluyó a las <strong>org</strong>anizaciones de empleados.<br />

Se crearon dos grupos de trabajo, que funcionaron<br />

durante todo el año 2002:<br />

■ Uno se suponía que había de asesorar sobre los<br />

sectores profesionales de interés del nuevo<br />

Organismo Noruego de Inocuidad de los Alimentos,<br />

los nombres y las condiciones que deberían<br />

utilizarse dentro de la <strong>org</strong>anización y si debería<br />

haber dos o tres niveles administrativos.<br />

74 Escrito por Ingunn Bråthen, Asesora superior, Confederación<br />

de Sindicatos Profesionales (YS) y Odd Jenvin, Asesor superior,<br />

Federación de Asociaciones Profesionales de Noruega.<br />

■<br />

El segundo se suponía que tenía que evaluar las<br />

ramificaciones de la transferencia de las funciones<br />

de las autoridades locales de control de los<br />

alimentos al Estado, examinar los asuntos de<br />

personal relacionados con la creación del<br />

Organismo Noruego de Inocuidad de los Alimentos<br />

y la transferencia de personal de actividades<br />

municipales a otras estatales.<br />

El hecho de que el proceso de establecimiento del<br />

Organismo Noruego de Inocuidad de los Alimentos se<br />

considerase un éxito, en contraposición a otros<br />

muchos intentos de re<strong>org</strong>anización de <strong>org</strong>anismos<br />

gubernamentales, se debió en parte a que en el<br />

proceso se incluyó desde el principio a las<br />

<strong>org</strong>anizaciones de empleados.<br />

La institución que se ocupaba de la inocuidad de<br />

los alimentos en Noruega fue la única encargada de<br />

establecer una <strong>org</strong>anización que preparase la creación<br />

del nuevo Organismo Noruego de Inocuidad de los<br />

Alimentos. El director incorporó muy pronto a las<br />

<strong>org</strong>anizaciones de empleados. Los principios rectores<br />

de la participación de estas <strong>org</strong>anizaciones en la<br />

creación del Organismo Noruego de Inocuidad de los<br />

Alimentos se reglamentaron mediante un acuerdo<br />

especial entre el Ministerio de Modernización y las<br />

principales <strong>org</strong>anizaciones de empleados.<br />

Decisiones políticas<br />

El Parlamento adoptó decisiones políticas importantes<br />

sobre el establecimiento del Organismo Noruego de<br />

Inocuidad de los Alimentos. Dichas decisiones tuvieron<br />

repercusiones de un gran alcance en los empleados.<br />

La decisión de contar con una oficina central de menor<br />

tamaño obligaba a reducir el número de empleados en<br />

relación con el personal total de dos de los tres<br />

<strong>org</strong>anismos originales cuya oficina central estaba en<br />

Oslo (el Servicio de Inspección de la Agricultura tenía<br />

su oficina central en Ås). La gran mayoría de los<br />

puestos de los empleados se transfirieron a otras<br />

partes del país. Sin embargo, muchos no se podían<br />

imaginar la posibilidad de trasladarse con sus puestos.<br />

A algunos se les ofrecieron otros puestos, pero hay<br />

motivos para creer que la decisión de reducir el<br />

tamaño de la oficina central hizo que el Organismo<br />

Noruego de Inocuidad de los Alimentos perdiera<br />

empleados, y en consecuencia conocimientos técnicos<br />

importantes, durante el proceso de re<strong>org</strong>anización.<br />

El Parlamento decidió que los servicios de<br />

laboratorio no formaran parte del nuevo Organismo de<br />

Inocuidad de los Alimentos. Se preveía que los


126 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

laboratorios que dependían de las autoridades<br />

municipales de inocuidad de los alimentos se<br />

convirtieran en entidades independientes. No todos<br />

pudieron sobrevivir; algunos cerraron y algunos<br />

empleados perdieron sus puestos de trabajo.<br />

La exclusión de los servicios de laboratorio dificultó<br />

la incorporación de los trabajadores municipales a<br />

puestos de trabajo en el Organismo Noruego de<br />

Inocuidad de los Alimentos. Los puestos de algunos<br />

empleados sólo estaban relacionados en parte con los<br />

servicios de laboratorio. Algunos trabajaban en el<br />

laboratorio y para la administración municipal, o bien<br />

para el <strong>org</strong>anismo municipal de inocuidad de los<br />

alimentos. Esto hacía que resultara difícil una decisión<br />

general, es decir, si la persona afectada debía<br />

permanecer en el municipio, incorporarse a un nuevo<br />

puesto en el Organismo Noruego de Inocuidad de los<br />

Alimentos o trabajar en un nuevo laboratorio<br />

independiente.<br />

Como consecuencia de la decisión del Parlamento<br />

de noviembre de 2002 de que el Organismo Noruego<br />

de Inocuidad de los Alimentos comenzara a funcionar<br />

a partir del 1º de enero de 2004, la re<strong>org</strong>anización se<br />

había de llevar a cabo en un período de tiempo<br />

extraordinariamente breve. La falta de tiempo fue un<br />

obstáculo para la cooperación entre la dirección del<br />

Organismo Noruego de Inocuidad de los Alimentos y<br />

las <strong>org</strong>anizaciones de empleados. En relación con<br />

varias cuestiones fue imposible debatirlas<br />

detenidamente y sin exclusiones. Así pues, muchos<br />

empleados han quedado con la impresión de que las<br />

decisiones se adoptaron sin su participación. Esto<br />

planteó un dilema a las <strong>org</strong>anizaciones: o participar en<br />

un proceso con unos plazos muy breves, y en<br />

consecuencia con posibilidades muy limitadas de<br />

analizar los asuntos detenidamente y sin excluir<br />

ninguno, o limitarse a ser meros espectadores.<br />

Transferencia de empleados<br />

de los municipios<br />

Un problema muy serio fue el alto grado de<br />

inseguridad entre los empleados de los 89 <strong>org</strong>anismos<br />

municipales de control de los alimentos, que se<br />

suponía que se integrarían en el nuevo Organismo<br />

Noruego de Inocuidad de los Alimentos administrado<br />

por el Estado, puesto que no se sabía cuántos se<br />

transferirían en total.<br />

Se celebraron negociaciones entre el Ministerio de<br />

Agricultura y los municipios sobre la transferencia de<br />

alrededor de 800 personas. Estas negociaciones no se<br />

concluyeron hasta agosto de 2003. Solamente se<br />

transfirieron los puestos de trabajo que tenían más del<br />

50 por ciento de las tareas dentro del ámbito del<br />

Organismo Noruego de Inocuidad de los Alimentos.<br />

Las <strong>org</strong>anizaciones no participaron en estas<br />

negociaciones.<br />

Por tanto, se colocó a empleados municipales en<br />

nuevos puestos, pero todavía no se había <strong>org</strong>anizado<br />

totalmente un sistema uniforme de sueldos y de<br />

estructura del empleo. Una dificultad importante que<br />

tiene ante sí el Organismo Noruego de Inocuidad de<br />

los Alimentos de cara al futuro es, pues, la manera de<br />

dar respuesta a las diferencias de sueldos que han<br />

surgido para puestos de trabajo con el mismo código.<br />

Esto también es aplicable a las variaciones dentro de<br />

las regiones y entre ellas con respecto al uso de los<br />

códigos de puestos de trabajo en el mismo sector de<br />

conocimientos técnicos.<br />

Desaprovechamiento<br />

de los conocimientos especializados<br />

de los empleados<br />

El establecimiento del Organismo Noruego de<br />

Inocuidad de los Alimentos no sólo supuso la fusión de<br />

cinco <strong>org</strong>anismos ya existentes, sino también una<br />

reestructuración amplia de su sistema de<br />

funcionamiento. El principio “de la explotación a la<br />

mesa” entrañaba una filosofía nueva y más uniforme<br />

de la inspección. Esto significaba que los empleados<br />

tenían que introducir nuevos métodos de trabajo.<br />

Cuando se decidió la asignación de las tareas entre la<br />

oficina central y los centros nacionales regionales, no<br />

se involucró suficientemente a los empleados que<br />

tenían los conocimientos especializados pertinentes.<br />

No se consultó a los empleados especializados<br />

cuando la dirección decidió trasladar tareas y transferir<br />

métodos de trabajo.<br />

Resumen<br />

Desde el punto de vista de las <strong>org</strong>anizaciones de<br />

empleados, algunos aspectos del proceso facilitaron la<br />

re<strong>org</strong>anización amplia en un período breve de tiempo.<br />

En primer lugar, se había de establecer un <strong>org</strong>anismo<br />

totalmente nuevo. Hubo un acuerdo amplio en el<br />

sentido de que la fusión sería beneficiosa desde punto<br />

de vista de la eficiencia en varios sectores. Además, no<br />

se considera que el Organismo Noruego de Inocuidad<br />

de los Alimentos sea simplemente una continuación<br />

<strong>org</strong>ánica de uno de los <strong>org</strong>anismos anteriores. Se trata<br />

de una <strong>org</strong>anización totalmente nueva, con una nueva


127<br />

filosofía de la inspección. En segundo lugar, se nombró<br />

para el Organismo Noruego de Inocuidad de los<br />

Alimentos a un director que no procedía de ninguno de<br />

los <strong>org</strong>anismos fusionados. El director parecía ser<br />

independiente e imparcial con respecto a todos los<br />

<strong>org</strong>anismos, y en consecuencia podía aportar nuevas<br />

ideas. En tercer lugar, es importante subrayar que la<br />

dirección del Organismo Noruego de Inocuidad de los<br />

Alimentos tenía una actitud abierta e integradora hacia<br />

las <strong>org</strong>anizaciones de empleados en casi todos los<br />

aspectos. Dicha dirección estaba interesada en buscar<br />

soluciones. Se encontraron soluciones a los problemas<br />

que iban apareciendo durante el proceso gracias sobre<br />

todo a la cooperación y el diálogo con las<br />

<strong>org</strong>anizaciones de empleados. El tipo de cooperación<br />

que se estableció entre la dirección de la <strong>org</strong>anización<br />

interina del Organismo Noruego de Inocuidad de los<br />

Alimentos y las <strong>org</strong>anizaciones de empleados se sigue<br />

manteniendo en la actualidad, incluso después de<br />

completarse la creación oficial del Organismo.


128 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

6. PREGUNTAS GENERALES PARA TENER<br />

CONSTANCIA <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> CAPACIDAD EXISTENTE<br />

Y EL <strong>DE</strong>SEMPEÑO <strong>DE</strong> <strong>LA</strong>S FUNCIONES BÁSICAS<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Investigación y asesoramiento científicos<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Se han establecido políticas, procedimientos y<br />

reglamentos sobre la prestación de asesoramiento<br />

científico?<br />

¿Cuál es el alcance de la investigación y el<br />

asesoramiento científicos (productos) ofrecidos?<br />

¿Qué partes interesadas se encargan de<br />

suministrar asesoramiento científico? ¿Cuáles son<br />

sus respectivas funciones y responsabilidades?<br />

¿Cómo colaboran entre sí?<br />

¿Qué principios operacionales (seriedad científica,<br />

integridad, imparcialidad, etc.) y procedimientos<br />

(por ejemplo, análisis de riesgos) orientan la<br />

prestación del asesoramiento científico?<br />

¿Cuál es la capacidad de evaluación de riesgos?<br />

¿Qué recursos humanos, financieros y de otro tipo<br />

pueden utilizarse para la prestación de<br />

asesoramiento científico? ¿Cómo se asignan?<br />

¿Qué vínculos existen entre los responsables de<br />

suministrar el asesoramiento científico y las otras<br />

partes interesadas (por ejemplo, instituciones de<br />

salud pública y académicas, servicios de inspección,<br />

laboratorios nacionales/internacionales, etc.)?<br />

Realización del perfil de riesgo y establecimiento<br />

de prioridades<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Se ha establecido una política que regule la<br />

realización del perfil de riesgo y el establecimiento<br />

de prioridades?<br />

¿Cuál es el alcance y naturaleza de las actividades<br />

de realización del perfil de riesgo que se llevan a<br />

cabo?<br />

¿Qué <strong>org</strong>anismos gubernamentales y otras partes<br />

interesadas intervienen en la realización del perfil<br />

de riesgo y el establecimiento de prioridades?<br />

¿Cuáles son sus respectivas funciones?<br />

¿Qué principios y procedimientos operacionales<br />

orientan las actividades de realización del perfil de<br />

riesgo y el establecimiento de prioridades?<br />

¿Cuáles son los recursos (por ejemplo, humanos,<br />

financieros, informativos) disponibles para realizar<br />

■<br />

■<br />

el perfil de riesgo y establecer prioridades? ¿Cómo<br />

se asignan?<br />

¿Qué relaciones existen entre los responsables de<br />

realizar el perfil de riesgo (actividad científica) y los<br />

encargados de establecer las prioridades (actividad<br />

de gestión de riesgos)?<br />

¿Existen relaciones entre los sectores de la<br />

bioseguridad que facilitan el establecimiento de<br />

prioridades intersectoriales, en su caso?<br />

Establecimiento y aplicación de actividades<br />

reguladoras de la bioseguridad<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Se han establecido políticas, procedimientos y<br />

reglamentos sobre las actividades reguladoras de<br />

la bioseguridad?<br />

¿Cuál es el alcance de las actividades reguladoras<br />

de la bioseguridad, en particular el establecimiento<br />

y aplicación de normas?<br />

¿Qué principios y procedimientos operacionales<br />

orientan las actividades reguladoras de la<br />

bioseguridad y su aplicación?<br />

¿Qué partes interesadas intervienen en el<br />

establecimiento de normas y otras actividades<br />

reguladoras de la bioseguridad? ¿Cuáles son sus<br />

funciones respectivas?<br />

¿Qué recursos humanos, financieros y de otro tipo<br />

(infraestructura, equipo, etc.) existen para la<br />

realización de las actividades reguladoras de la<br />

bioseguridad? ¿Cómo se asignan?<br />

¿Qué relaciones existen entre los responsables de<br />

las actividades reguladoras de la bioseguridad y<br />

otros grupos interesados (por ejemplo, la<br />

industria)?<br />

Servicios de diagnóstico<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Se han establecido políticas, procedimientos y<br />

reglamentos sobre los servicios de diagnóstico?<br />

¿Cuál es el alcance y tipo de los servicios de<br />

diagnóstico (productos) ofrecidos?<br />

¿Qué partes interesadas se encargan de los<br />

servicios de diagnóstico? ¿Cuáles son sus


129<br />

■<br />

■<br />

■<br />

respectivas funciones y responsabilidades? ¿Cómo<br />

colaboran entre sí?<br />

¿Qué principios operacionales (por ejemplo,<br />

independencia, objetividad, etc.) y procedimientos<br />

(por ejemplo, protocolos de muestreo,<br />

procedimientos analíticos, garantía de calidad,<br />

presentación de informes y documentación, etc.)<br />

orientan la prestación de servicios de diagnóstico?<br />

¿Qué recursos humanos, financieros y de otro tipo<br />

(infraestructura, equipo, etc.) pueden utilizarse para<br />

la prestación de servicios de diagnóstico? ¿Cómo<br />

se asignan?<br />

¿Qué vínculos existen entre los responsables de la<br />

prestación de servicios de diagnóstico y otras<br />

partes interesadas (por ejemplo, instituciones<br />

sanitarias públicas y académicas, servicios de<br />

inspección, laboratorios nacionales/internacionales,<br />

etc.)?<br />

Inspección, verificación e imposición<br />

del cumplimiento<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Se han establecido políticas, procedimientos y<br />

reglamentos sobre la inspección y la imposición del<br />

cumplimiento?<br />

¿Cuál es el alcance y tipo de inspección,<br />

verificación e imposición del cumplimiento?<br />

¿La inspección y la verificación están basadas en el<br />

riesgo?<br />

¿Qué partes interesadas (gobierno y otros)<br />

intervienen? ¿Cuáles son sus respectivas funciones<br />

y responsabilidades? ¿Cómo colaboran entre sí?<br />

¿Qué principios y procedimientos operacionales<br />

orientan la inspección, la verificación y la<br />

imposición del cumplimiento?<br />

¿Qué recursos humanos, financieros y de otro tipo<br />

(infraestructura, equipo, etc.) pueden utilizarse?<br />

¿Cómo se asignan?<br />

¿Cómo se establecen y mantienen las<br />

competencias para el personal no gubernamental<br />

(por ejemplo, programas de capacitación<br />

acreditados)?<br />

¿Qué relaciones existen entre los responsables de<br />

la inspección, la verificación y la imposición del<br />

cumplimiento y otras partes interesadas (por<br />

ejemplo, laboratorios, industria, público en<br />

general)?<br />

Cuarentena y certificación<br />

■<br />

¿Se han establecido políticas, procedimientos y<br />

reglamentos sobre la cuarentena y la certificación?<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Cuál es el alcance y tipo de los servicios de<br />

cuarentena (por ejemplo, control fronterizo,<br />

cuarentena animal, cuarentena vegetal, cuarentena<br />

humana, certificación gubernamental y/o de<br />

terceros)?<br />

¿Qué partes interesadas son responsables de la<br />

cuarentena y la certificación? ¿Cuáles son sus<br />

funciones y responsabilidades respectivas? ¿Cómo<br />

colaboran entre sí?<br />

¿Qué principios operacionales (por ejemplo,<br />

independencia, objetividad, etc.) y procedimientos<br />

(por ejemplo, protocolos de muestreo,<br />

procedimientos analíticos, garantía de calidad,<br />

presentación de informes y documentación, etc.)<br />

orientan la cuarentena y la certificación?<br />

¿Qué recursos humanos, financieros y de otro tipo<br />

(infraestructura, equipo, etc.) pueden utilizarse para<br />

la prestación de servicios de cuarentena? ¿Cómo<br />

se asignan?<br />

¿Qué vínculos existen entre los responsables de la<br />

prestación de servicios de cuarentena y<br />

certificación y otras partes interesadas (por ejemplo,<br />

servicios de inspección, laboratorios, etc.)?<br />

Preparación y respuesta ante situaciones de<br />

emergencia (incluida la planificación para<br />

situaciones imprevistas)<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Se han establecido políticas, procedimientos y<br />

reglamentos y reglamentos sobre la preparación y<br />

respuesta ante situaciones de emergencia<br />

relacionadas con la bioseguridad?<br />

¿Qué tipo de labor se lleva a cabo en el marco de<br />

la preparación y respuestas ante situaciones de<br />

emergencia?<br />

¿Qué partes interesadas son responsables de la<br />

preparación y respuesta ante situaciones de<br />

emergencia relacionadas con la bioseguridad?<br />

¿Cuáles son sus respectivas funciones y<br />

responsabilidades? ¿Cómo colaboran entre sí?<br />

¿Qué principios operacionales y procedimientos<br />

guían la preparación y respuesta ante situaciones<br />

de emergencia relacionadas con la bioseguridad?<br />

¿Se aplican los principios de análisis de riesgos,<br />

con clasificación de los mismos según convenga?<br />

¿Qué recursos humanos, financieros y de otro tipo<br />

(infraestructura, equipo, etc.) pueden utilizarse para<br />

la preparación y respuesta ante situaciones de<br />

emergencia? ¿Cómo se asignan?<br />

¿Qué relaciones existen entre las <strong>org</strong>anizaciones<br />

responsables de la preparación y respuesta ante


130 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

situaciones de emergencia relacionadas con la<br />

bioseguridad, las <strong>org</strong>anizaciones encargadas de<br />

preparar y de dar respuesta a otros tipos de<br />

emergencia y otras partes interesadas (por<br />

ejemplo, consumidores, industria, público en<br />

general)?<br />

Comunicación de riesgos<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Se han establecido políticas, procedimientos y<br />

reglamentos sobre la comunicación de riesgos?<br />

¿Cuál es el alcance de la labor realizada en el<br />

contexto de la comunicación de riesgos? ¿Abarca<br />

las comunicaciones “hacia el exterior” para<br />

informar a las partes interesadas acerca de los<br />

riesgos relacionados con la bioseguridad y las<br />

medidas adoptadas para gestionarlos, y la<br />

comunicación “hacia adentro”, con el fin de<br />

obtener información, datos, opiniones y<br />

observaciones?<br />

¿Qué <strong>org</strong>anismos son responsables de la<br />

comunicación de riesgos en el contexto de la<br />

bioseguridad? ¿Cuáles son sus respectivas<br />

funciones y responsabilidades? ¿Cómo colaboran<br />

entre sí?<br />

¿Qué principios operacionales y procedimientos<br />

guían la comunicación de riesgos en el contexto de<br />

la bioseguridad?<br />

¿Qué recursos humanos, financieros y de otro tipo<br />

(infraestructura, equipo, etc.) pueden utilizarse para<br />

la comunicación de riesgos en el contexto de la<br />

bioseguridad? ¿Cómo se asignan?<br />

¿Qué relaciones existen entre los <strong>org</strong>anismos<br />

responsables de la comunicación de riesgos en el<br />

contexto de la bioseguridad y las otras partes<br />

interesadas?<br />

Seguimiento y vigilancia<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

¿Se han establecido políticas, procedimientos y<br />

reglamentos sobre el seguimiento y la vigilancia?<br />

¿Cuál es el alcance de las actividades de<br />

seguimiento y vigilancia?<br />

¿Qué partes interesadas se encargan del<br />

seguimiento y la vigilancia? ¿Cuáles son sus<br />

respectivas funciones y responsabilidades? ¿Cómo<br />

colaboran entre sí?<br />

¿Qué principios y procedimientos operacionales<br />

orientan el seguimiento y la vigilancia?<br />

¿Qué recursos humanos, financieros y de otro tipo<br />

pueden utilizarse para el seguimiento y la<br />

vigilancia? ¿Cómo se asignan?<br />

¿Qué relaciones o procedimientos de<br />

comunicación existen entre los responsables del<br />

seguimiento y la vigilancia y la respuesta en casos<br />

de urgencia? ¿Qué relaciones existen con otras<br />

partes interesadas (por ejemplo, servicios de<br />

inspección, público en general, industria, etc.)?<br />

¿Los resultados en materia de bioseguridad son<br />

objeto de evaluación periódica, con revisión de las<br />

opciones de gestión de riesgos, si procede?


131<br />

7. ANÁLISIS <strong>DE</strong> <strong>LA</strong>S PARTES INTERESADAS<br />

EN EL CONTEXTO <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

La siguiente plantilla puede utilizarse para determinar<br />

las partes interesadas responsables de los diferentes<br />

aspectos de la bioseguridad<br />

Tarea<br />

Ministerio/departamento/grupo responsable<br />

Formulación y aplicación de políticas relacionadas con:<br />

• salud pública<br />

• inocuidad de los alimentos<br />

• sanidad animal<br />

• sanidad vegetal/silvicultura<br />

• prevención de los riesgos biotecnológicos/biotecnología<br />

• medio ambiente<br />

• pesca<br />

• especies exóticas invasivas<br />

Formulación, aplicación e imposición del cumplimiento<br />

de la legislación sobre:<br />

• salud pública<br />

• inocuidad de los alimentos<br />

• salud animal<br />

• sanidad vegetal/silvicultura<br />

• prevención de los riesgos biotecnológicos/biotecnología<br />

• medio ambiente<br />

• pesca<br />

• especies exóticas invasivas<br />

Actividades regulares, en particular:<br />

• prestación de asesoramiento científico<br />

• realización de perfiles de riesgo y clasificación<br />

• establecimiento de normas reguladoras basadas en el peligro y<br />

en el riesgo<br />

• inspección, verificación e imposición del cumplimiento<br />

• cuarentena<br />

• certificación<br />

• servicios de diagnóstico<br />

• preparación y respuesta ante situaciones de emergencia<br />

• intercambio de información y comunicación de riesgos<br />

• seguimiento y vigilancia<br />

Actividades de los <strong>org</strong>anismos competentes/terceros, en<br />

particular:<br />

• inspección<br />

• verificación<br />

• certificación y/o permisos comerciales<br />

• servicios de diagnóstico<br />

• preparación y respuesta ante situaciones de emergencia<br />

• seguimiento<br />

(continùa)


132 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

Tarea<br />

Ministerio/departamento/grupo responsable<br />

Coordinación y participación en la labor de <strong>org</strong>anizaciones<br />

internacionales y/o regionales y órganos relacionados con la<br />

bioseguridad:<br />

• Comisión del Codex Alimentarius<br />

• <strong>FAO</strong><br />

• OMS<br />

• OIE<br />

• OMC<br />

• CMF/CIPF<br />

• PNUMA<br />

• Órganos regionales<br />

Aplicación y supervisión de los acuerdos internacionales,<br />

convenios y convenciones y códigos de prácticas pertinentes:<br />

• GATT<br />

• Acuerdo MSF<br />

• Acuerdo OTC<br />

• CDB<br />

• CIPF, NIMF y otras normas internacionales<br />

• Código de conducta para la pesca responsable<br />

• Importantes decisiones financieras y presupuestarias<br />

relacionadas con la alimentación y la agricultura<br />

• Formulación de planes nacionales de desarrollo, estrategias,<br />

etc.<br />

• Promoción y desarrollo de las exportaciones.


133<br />

8. ANÁLISIS FODA PARA <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

El análisis FODA es un instrumento de planificación<br />

estratégica que puede utilizarse para identificar y<br />

evaluar las fortalezas y debilidades de la bioseguridad,<br />

así como las oportunidades y amenazas. El proceso de<br />

realización de un análisis FODA ayuda a un grupo de<br />

personar a conseguir una comprensión común de la<br />

“realidad”. De esa manera, resulta más fácil<br />

comprender e identificar los objetivos y necesidades<br />

fundamentales de fortalecimiento de capacidad, así<br />

como las posibles soluciones. En la figura abajo puede<br />

verse un ejemplo de escenario de análisis FODA para<br />

la bioseguridad.<br />

Aspectos positivos<br />

Aspectos negativos<br />

Factores internos<br />

Factores externos<br />

Fortalezas: todo activo que permite a las partes interesadas<br />

desempeñar con eficacia su mandato. Por ejemplo:<br />

• Buena situación de la sanidad animal dentro del país -<br />

programas eficaces de control y erradicación para las<br />

enfermedades zoonóticas y endémicas de animales y<br />

controles de las importaciones para excluir enfermedades<br />

exóticas<br />

• Laboratorio central de análisis de alimentos acreditado por<br />

un <strong>org</strong>anismo internacional<br />

• Inspectores de control fronterizo de protección<br />

fitosanitaria<br />

• Mayor interés de los <strong>org</strong>anismos gubernamentales en la<br />

bioseguridad<br />

• Capacidad suficiente de análisis de riesgos<br />

Oportunidades: toda circunstancia o tendencia externa<br />

que podría repercutir positivamente en las operaciones.<br />

Por ejemplo:<br />

• Adhesión reciente a la OMC y oportunidades crecientes<br />

para el comercio internacional<br />

• Adhesión reciente a la OIE<br />

• Creciente atención a los riesgos de la bioseguridad en el<br />

plano regional a raíz del brote de una enfermedad animal<br />

en un país vecino<br />

• Mayor disponibilidad de normas internacionales<br />

• Avances científicos y tecnológicos<br />

• Disponibilidad de evaluaciones de riesgo realizadas por<br />

<strong>org</strong>anismos internacionales u otros gobiernos nacionales<br />

• Creciente disponibilidad de financiamiento de los<br />

donantes para la bioseguridad<br />

Debilidades: deficiencias internas que impiden a los<br />

interesados desempeñar con eficacia su mandato.<br />

Por ejemplo:<br />

• Limitada comprensión y conocimiento sobre la<br />

bioseguridad en algunas autoridades competentes<br />

• Planteamientos y sistemas incoherentes<br />

• Fragmentación de la rendición de cuentas<br />

• Falta de liderazgo general para la bioseguridad<br />

• Uso ineficiente de los recursos humanos disponibles<br />

• Poca coordinación interinstitucional<br />

• Recursos no asignados sobre la base de los mayores<br />

riesgos existentes<br />

• Debilidades en el seguimiento y evaluación<br />

• Falta general de preparación para responder<br />

adecuadamente ante una gran emergencia relacionada<br />

con la bioseguridad: falta de estrategia o planes de control<br />

y contención<br />

• Restricciones presupuestarias dentro del gobierno<br />

• Competencia por los fondos gubernamentales entre los<br />

ministerios que participan en los diferentes aspectos de la<br />

bioseguridad<br />

Amenazas: toda circunstancia o tendencia externa que<br />

pudiera repercutir negativamente en las operaciones.<br />

Por ejemplo:<br />

• Otras cuestiones compiten por la atención y recursos<br />

nacionales en las altas instancias<br />

• Escasa capacidad de algunos países vecinos para<br />

identificar y responder adecuadamente a los riesgos<br />

relacionados con la bioseguridad<br />

• Aves migratorias<br />

• Enfermedades transfronterizas de animales y plantas<br />

• Presión para permitir la entrada de determinados<br />

productos (importaciones)<br />

• Abandono de los productos alimenticios de calidad inferior<br />

• Disturbios civiles


134 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

9. PREGUNTAS PRINCIPALES PARA AYUDAR<br />

A <strong>DE</strong>TERMINAR <strong>LA</strong>S NECESIDA<strong>DE</strong>S<br />

<strong>DE</strong> CAPACIDAD EN MATERIA <strong>DE</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Capacidad y desempeño existentes Situación futura deseada Necesidades de capacidad y opciones<br />

(Paso 4) (Paso 5) para atenderlas (Pasos 6 y 7)<br />

• ¿Cómo se maneja la bioseguridad en la<br />

actualidad?<br />

• ¿Cuál es en la actualidad la naturaleza<br />

y eficacia de:<br />

- el marco normativo?<br />

- el marco jurídico y regulador?<br />

- los mecanismos <strong>org</strong>anizativos<br />

(incluida la coordinación)?<br />

- los mecanismos de comunicación?<br />

• ¿Cuál es el alcance de las funciones<br />

relacionadas con la bioseguridad<br />

(investigación y asesoramiento<br />

científicos, servicios de diagnóstico,<br />

realización de perfiles de riesgo<br />

y establecimiento de prioridades,<br />

establecimiento y aplicación de<br />

las normas, cuarentena y certificación,<br />

inspección, verificación e imposición<br />

del cumplimiento, preparación<br />

y respuesta ante situaciones de<br />

emergencia, seguimiento y vigilancia,<br />

etc.)?<br />

• ¿Qué partes interesadas son<br />

responsables de estas funciones?<br />

¿Cuáles son sus respectivas funciones<br />

y responsabilidades? ¿Existen<br />

duplicaciones o lagunas?<br />

• ¿Qué principios y procedimientos<br />

operacionales orientan la realización de<br />

las funciones básicas de bioseguridad?<br />

• ¿Qué recursos pueden utilizarse para la<br />

realización de las funciones básicas de<br />

bioseguridad? ¿Cómo se asignan?<br />

• ¿Qué relaciones existen entre las<br />

autoridades y los <strong>org</strong>anismos<br />

competentes responsables de las<br />

funciones básicas relacionadas con la<br />

bioseguridad y otras partes<br />

interesadas?<br />

• ¿Cuáles son las principales fortalezas y<br />

debilidades de los actuales<br />

mecanismos para la bioseguridad?<br />

Describa la situación futura deseada de la<br />

bioseguridad con relación a los<br />

resultados y productos deseados<br />

• ¿Qué resultados cabría esperar del<br />

sistema de bioseguridad?<br />

• ¿Cómo deberían mejorarse los<br />

resultados de la bioseguridad en el<br />

futuro?<br />

• ¿Qué conseguiría el sistema de<br />

bioseguridad en su conjunto si<br />

funcionara eficazmente y se<br />

multiplicaran sus posibles beneficios<br />

intersectoriales?<br />

• ¿Qué se necesita para pasar de la<br />

situación existente a la situación futura<br />

deseada?<br />

• ¿Cuál es el nivel mínimo de capacidad<br />

necesario para desempeñar las<br />

funciones básicas de la bioseguridad,<br />

garantizar que se atienden<br />

debidamente los aspectos<br />

intersectoriales de la bioseguridad y<br />

conseguir los objetivos especificados?<br />

• ¿Qué nivel máximo de capacidad<br />

podría utilizarse adecuadamente?<br />

• ¿Cuáles son las necesidades críticas<br />

de capacidad (es decir, las que<br />

deberían atenderse en primer lugar)?<br />

• ¿Qué opciones existen para atender<br />

las necesidades identificadas?<br />

• ¿Cuáles son, según las previsiones, los<br />

efectos en términos de bioseguridad,<br />

costos y beneficios, viabilidad,<br />

asequibilidad, legitimidad y<br />

oportunidad de estas opciones?<br />

• ¿Cuáles son los obstáculos para lograr<br />

los objetivos identificados y qué se<br />

requiere para superarlos?<br />

• ¿Qué acciones y actividades serían<br />

más eficaces?


135<br />

10. OPCIONES PARA ATEN<strong>DE</strong>R <strong>LA</strong>S NECESIDA<strong>DE</strong>S<br />

<strong>DE</strong> CAPACIDAD EN MATERIA <strong>DE</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

En este Anexo se presentan diversas opciones para<br />

atender las necesidades de capacidad en materia de<br />

bioseguridad. Son meramente orientativas, y no tiene<br />

carácter definitivo. Como se examina en el Paso 7,<br />

existen varias opciones y cada país puede seguir una<br />

trayectoria diferente, teniendo en cuenta sus<br />

necesidades y prioridades nacionales así como su<br />

acceso a apoyo externo (por ejemplo, en forma de<br />

asesoramiento técnico, apoyo financiero, tutelaje o<br />

hermanamiento). Algunas de las opciones presentadas<br />

más adelante pueden emprenderse de forma<br />

simultánea y, por lo tanto, no se excluyen mutuamente.<br />

No hay ningún conjunto de opciones “óptimo”. Por<br />

consiguiente, el tipo concreto, la combinación y la<br />

secuencia de las opciones adoptadas por los países<br />

pueden presentar grandes diferencias.<br />

I. OPCIONES PARA REFORZAR<br />

EL MARCO NORMATIVO<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Un marco normativo de la bioseguridad establece un<br />

rumbo general para hacer frente a los riesgos<br />

biológicos de la alimentación y la agricultura basado<br />

en objetivos públicos adecuados y un conjunto de<br />

convicciones sobre la mejor manera de conseguirlos.<br />

Ofrece un marco común para evaluar los riesgos y<br />

prioridades de la bioseguridad, así como orientaciones<br />

y direcciones para todas las partes interesadas.<br />

Las opciones disponibles para reforzar el marco<br />

normativo de la bioseguridad en un país concreto<br />

dependerán de la naturaleza de las políticas vigentes y<br />

del proceso normativo pertinente. Algunos países<br />

quizá hayan formulado ya una o varias políticas<br />

relacionadas con la bioseguridad o sectores<br />

determinados de la misma. En otros, el marco<br />

normativo de la bioseguridad quizá esté incompleto o<br />

desfasado. Según las necesidades identificadas y los<br />

objetivos futuros de la bioseguridad, los cambios<br />

pueden centrarse en el alcance y sustancia de la<br />

política de bioseguridad y/o el proceso normativo<br />

(formulación, aplicación, seguimiento y evaluación,<br />

etc.).<br />

Opción 1: Concertar y armonizar<br />

las políticas sectoriales existentes<br />

relacionadas con la bioseguridad<br />

Ventajas<br />

■ Integración normativa: Ofrece la oportunidad de,<br />

simultáneamente, a) revisar las políticas existentes<br />

pero desfasadas y las correspondientes estrategias<br />

y programas asociados habida cuenta de las<br />

realidades nuevas imprevistas, y b) crear un<br />

sistema clarividente de políticas orientado hacia los<br />

objetivos y requisitos actuales de la bioseguridad.<br />

■ Continuidad: Aprovecha lo que ya existe, y ofrece<br />

una oportunidad de mantener la memoria<br />

institucional y utilizar las capacidades locales.<br />

Desafíos<br />

■ Complejidad: La definición tradicional de las<br />

funciones y responsabilidades de alcance sectorial<br />

suele crear obstáculos y conflictos. En<br />

consecuencia, la armonización de las políticas,<br />

estrategias y programas existentes puede ser un<br />

objetivo excesivamente ambicioso.<br />

■ Recursos necesarios: El examen y la actualización<br />

de las políticas sectoriales existentes pueden<br />

requerir bastante tiempo y considerables recursos.<br />

Opción 2: Formular una nueva política<br />

nacional de bioseguridad<br />

Ventajas<br />

■ Lograr una mayor sensibilización: Permite lograr<br />

una conciencia más clara sobre la bioseguridad.<br />

■ Partir de cero: Incorpora los últimos conocimientos<br />

científicos y puede representar una forma más<br />

eficaz de superar la resistencia institucional.<br />

Desafíos<br />

■ Apoyo de alto nivel: Se requerirá la ratificación de<br />

las altas instancias gubernamentales.<br />

■ Representación adecuada de todos los intereses:<br />

Necesidad de evitar el predominio de los intereses<br />

de un sector determinado.


136 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

Opción 3: Contar con las partes<br />

interesadas en el proceso<br />

en conformidad con el carácter<br />

multisectorial de la bioseguridad<br />

Ventajas<br />

■ Legitimidad: Refleja el carácter multidimensional de<br />

la bioseguridad y la diversidad de las partes<br />

interesadas que intervienen en la gestión de la<br />

bioseguridad.<br />

■ Viabilidad y aceptabilidad: La intervención de las<br />

partes interesadas desde el primer momento puede<br />

ayudar a conseguir una mayor conciencia sobre la<br />

bioseguridad, lograr una mayor aceptación de la<br />

necesidad de acción coordinada y lograr una<br />

mayor identificación con los programas de<br />

actividades futuros relacionados con la<br />

bioseguridad y su sostenibilidad.<br />

Desafíos<br />

■ Gran concentración de recursos: Para consultar a<br />

las partes interesadas sobre la formulación de<br />

políticas en forma significativa se requieren con<br />

frecuencia considerables aportaciones en forma de<br />

tiempo y recursos financieros y humanos.<br />

■ Opiniones divergentes: Los diferentes tipos de<br />

partes interesadas tienen diferentes opiniones, lo<br />

que aumenta la posibilidad de conflicto si el<br />

proceso no está bien gestionado.<br />

Opción 4: Elaborar/adoptar<br />

un planteamiento regional<br />

de la formulación de políticas<br />

Ventajas<br />

■ Carácter holístico: Reconoce los efectos derivados<br />

de las diferentes cuestiones (por ejemplo,<br />

distribución de especies, fronteras ecológicas,<br />

enfermedades transmisibles, etc.) que no están<br />

limitados por las fronteras nacionales.<br />

■ Intercambio de experiencias: Ofrece una base de<br />

datos más amplia para el intercambio de<br />

conocimientos y experiencias.<br />

■ Mejores resultados: La colaboración regional para<br />

aplicar acuerdos internacionales relacionados con<br />

la bioseguridad puede generar beneficios<br />

concretos, como una mayor protección y<br />

competitividad, crecimiento económico, consenso<br />

regional en los foros internacionales, etc.<br />

Desafíos<br />

■ Diversidad de países: Las diferentes características<br />

nacionales (por ejemplo, población, ingresos,<br />

producción agrícola, pautas comerciales, etc.)<br />

significan que las necesidades no son uniformes, lo<br />

que aumenta las dificultades para formular una<br />

política común.<br />

■ Equilibrio entre costos y beneficios: Los costos y<br />

beneficios no se comparten igualmente entre los<br />

países y subregiones.<br />

■ Ausencia de instituciones supranacionales: La<br />

intervención regional sólo funciona si los<br />

programas nacionales y regionales están<br />

sintonizados, y quizá sea más fácil conseguirlo en<br />

las regiones donde hay instituciones<br />

supranacionales con facultades para imponer<br />

acciones de alcance regional.<br />

Son posibles otras opciones, o la combinación de<br />

varias de las mencionadas. Independientemente del<br />

curso de acción seleccionado, la política de<br />

bioseguridad debería estar basada en conocimientos<br />

científicos sólidos e independientes y definir claramente<br />

metas y objetivos para que la bioseguridad constituya<br />

una justificación clara de las decisiones relacionadas<br />

con la inversión y la asignación de los recursos.<br />

II. OPCIONES PARA<br />

REFORZAR <strong>LA</strong> LEGIS<strong>LA</strong>CIÓN<br />

<strong>SOBRE</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

La existencia de una legislación acertada sobre la<br />

bioseguridad (en la que se engloban leyes,<br />

reglamentos y normas) es condición necesaria para<br />

crear un entorno propicio de previsibilidad y certeza<br />

gracias al buen gobierno y al respeto del estado de<br />

derecho. La legislación aclara las funciones,<br />

responsabilidades y derechos de las partes<br />

interesadas, incluidas las instancias de gobierno con<br />

funciones normativas y ejecutivas relacionadas con los<br />

resultados y programas de bioseguridad. No obstante,<br />

la mayor parte de los países tienen en vigor diversas<br />

leyes y reglamentos vinculados con diferentes<br />

aspectos de la bioseguridad. Éstos abarcan<br />

normalmente la salud pública, la inocuidad de los<br />

alimentos, la sanidad animal y vegetal y aspectos<br />

conexos del medio ambiente. En muchos casos, están<br />

vigentes o en preparación otros instrumentos<br />

legislativos centrados en los aspectos más recientes<br />

de la bioseguridad, como los productos de la<br />

biotecnología moderna, las especies exóticas<br />

invasivas, la protección de los peces y los medios<br />

acuáticos, etc., que están también relacionados con la<br />

bioseguridad. En muchos casos, estas leyes y<br />

reglamentos se han ido elaborando a lo largo del


137<br />

tiempo en respuesta a necesidades y requisitos<br />

específicos y es posible que las diferentes facetas de<br />

la bioseguridad estén reguladas directa o<br />

indirectamente por muchas leyes, que pueden ser<br />

incoherentes y hasta contradictorias.<br />

Los países pueden resolver las necesidades de<br />

capacidad en el terreno de la legislación sobre<br />

bioseguridad de diferentes maneras. Una opción<br />

consiste en examinar y mejorar la legislación vigente<br />

relacionada con la bioseguridad eliminando<br />

contradicciones, cubriendo lagunas y cumpliendo las<br />

obligaciones internacionales. Una segunda opción es<br />

crear una nueva ley de bioseguridad, junto con los<br />

reglamentos correspondientes, para incluir todas las<br />

materias pertinentes. No obstante, cualquiera que sea<br />

la opción elegida, es importante velar por que la<br />

legislación, entre otras cosas:<br />

■ especifique metas y objetivos de la bioseguridad<br />

de carácter general;<br />

■ incluya una definición clara de la bioseguridad para<br />

garantizar la coherencia y la seguridad jurídica;<br />

■ identifique claramente los mandatos y<br />

responsabilidad de los <strong>org</strong>anismos gubernamentales<br />

y otras partes interesadas responsables de los<br />

diferentes aspectos de la bioseguridad;<br />

■ incluya disposiciones para garantizar la<br />

transparencia y el acceso a información precisa;<br />

■ garantice que las normas estén basadas en el<br />

asesoramiento científico y el análisis de riesgos, y<br />

■ recoja las obligaciones internacionales y regionales<br />

del país relacionadas con la bioseguridad.<br />

Opción 1: Examinar y mejorar<br />

las leyes y reglamentos existentes<br />

relacionados con la bioseguridad<br />

Examinar y enmendar las partes pertinentes de la<br />

legislación sectorial existente como medio de eliminar<br />

las contradicciones, cubrir las lagunas y atender las<br />

necesidades y requisitos nacionales e internacionales<br />

vigentes en el terreno de la bioseguridad.<br />

Ventajas<br />

■ Mejora la legislación existente: Representa un<br />

medio de corregir las superposiciones, lagunas e<br />

incoherencias de la legislación existente.<br />

■ Menos polémica: La modificación de la legislación<br />

existente suele generar menos polémica que la<br />

elaboración de una nueva legislación.<br />

Desafíos<br />

■ Labor ardua y meticulosa: Requiere considerable<br />

experiencia técnica y jurídica.<br />

■<br />

■<br />

Enfoque de Noruega para reforzar<br />

el marco legislativo de la bioseguridad<br />

En el marco de los esfuerzos por reformar el Organismo<br />

de Inocuidad de los Alimentos de Noruega y avanzar<br />

hacia un planteamiento integrado de la bioseguridad, las<br />

autoridades noruegas reconocieron la necesidad de una<br />

ambiciosa reestructuración de la legislación relacionada<br />

con la inocuidad de los alimentos y la salud vegetal y<br />

animal. Se adoptaron las siguientes medidas:<br />

• Trece leyes relacionadas con la inocuidad de los<br />

alimentos, la salud vegetal y la salud animal se<br />

fusionaron en una nueva Ley de Alimentación, que<br />

obtuvo la autorización real en diciembre de 2003.<br />

• Se están modernizando también otras leyes<br />

relacionadas con el bienestar de los animales, la<br />

zoogenética, la cosmética, los derechos de los<br />

obtentores de plantas y la salud animal.<br />

• Los reglamentos asociados con todas las leyes<br />

anteriores se actualizaron para tener en cuenta los<br />

nuevos mecanismos institucionales y<br />

competencias<br />

Esfuerzo colectivo: Exige una considerable<br />

coordinación y colaboración entre <strong>org</strong>anismos.<br />

Posibles retrasos: Siempre que se revisa la<br />

legislación existente, el gobierno y otras partes<br />

interesadas pueden plantear otras cuestiones<br />

ajenas y paralizar el proceso.<br />

Opción 2: Crear una nueva ley,<br />

con los reglamentos<br />

correspondientes, sobre bioseguridad<br />

Redactar una nueva Ley sobre bioseguridad en que se<br />

incluyan todos los aspectos de la misma y preparar los<br />

reglamentos correspondientes para aclarar la relación<br />

de esta ley con la legislación sectorial vigente y la<br />

creación de vínculos intersectoriales.<br />

Ventajas<br />

■ Partir de cero: Es más fácil captar los nuevos<br />

conceptos y estructuras.<br />

■ Tiempo necesario: En algunos casos, quizá sea<br />

más rápido crear una nueva ley que armonizar la<br />

legislación existente.<br />

Desafíos<br />

■ Complejidad: Muchas leyes existentes pueden<br />

estar directa e indirectamente relacionadas con la<br />

bioseguridad, por lo que habrá que determinar<br />

atentamente si conviene, y en qué medida,<br />

consolidar las disposiciones pertinentes de esas<br />

leyes englobándolas en una nueva ley.<br />

■ Retraso: Muchas veces se necesitan varios años<br />

para conseguir aprobar una nueva ley.


138 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

III. OPCIONES PARA RACIONALIZAR<br />

LOS MECANISMOS ORGANIZATIVOS<br />

PARA <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

Las experiencias de los países que han avanzado<br />

hacia un planteamiento integrado de la bioseguridad<br />

ponen de manifiesto que la forma y alcance de los<br />

mecanismos <strong>org</strong>anizativos no es siempre la misma.<br />

Los modelos y opciones más adecuados difieren<br />

según los países, debido a factores como i) el entorno<br />

político, socioeconómico y físico; ii) el número y<br />

naturaleza de las <strong>org</strong>anizaciones gubernamentales<br />

responsables de la bioseguridad; iii) la disponibilidad a<br />

racionalizar las <strong>org</strong>anizaciones gubernamentales<br />

existentes que se encargan de las diferentes funciones<br />

relacionadas con la bioseguridad, y iv) recursos<br />

disponibles.<br />

A continuación se presentan las tres principales<br />

opciones para racionalizar los mecanismos<br />

<strong>org</strong>anizativos de la bioseguridad. Estas opciones<br />

difieren en cuanto al mayor o menor nivel de<br />

independencia <strong>org</strong>anizativa de la estructura resultante y<br />

la posibilidad de ésta de adoptar decisiones<br />

independientes acerca de la planificación de la<br />

bioseguridad, su puesta en práctica, la asignación de<br />

recursos, etc. Ninguna opción es intrínsecamente mejor<br />

que otra. En definitiva, el mecanismo <strong>org</strong>anizativo<br />

seleccionado debería i) reflejar los objetivos de la<br />

bioseguridad; ii) conseguir una orientación clara, la<br />

rendición de cuentas y mayor eficiencia en la<br />

planificación y realización de las funciones básicas de<br />

la bioseguridad, y iii) facilitar un nivel adecuado de<br />

coordinación y coherencia de planteamientos entre los<br />

distintos sectores de la bioseguridad. Así pues,<br />

promoverán un planteamiento basado en el riesgo que<br />

permitirá a los implicados planificar y aplicar decisiones<br />

sobre la bioseguridad y asignar recursos teniendo en<br />

cuenta los riesgos que se presenten.<br />

Opción 1: Sistema interinstitucional<br />

coordinado<br />

Un sistema interinstitucional coordinado está basado<br />

en la infraestructura y capacidad de sus <strong>org</strong>anismos<br />

miembros. Su facultad para adoptar decisiones sobre<br />

la bioseguridad y asignar recursos depende de la<br />

capacidad y voluntad de las autoridades competentes<br />

sectoriales (que normalmente participan en<br />

condiciones de igualdad) de colaborar entre sí. En este<br />

modelo, los <strong>org</strong>anismos competentes intercambiarían<br />

periódicamente información y tratarían de armonizar<br />

sus respectivos procesos y sistemas para el<br />

establecimiento de prioridades, la programación, el<br />

seguimiento y el examen. No obstante, cada autoridad<br />

competente continuaría siendo responsable de sus<br />

funciones sectoriales básicas.<br />

Un sistema interinstitucional coordinado requiere el<br />

establecimiento de una u otra forma de mecanismo<br />

–como un grupo de acción o comité coordinador de la<br />

bioseguridad– para examinar las estrategias,<br />

prioridades y otras cuestiones pertinentes de la<br />

bioseguridad, y formular recomendaciones que se<br />

someterán a la consideración de las autoridades<br />

competentes. Este mecanismo podría establecerse al<br />

margen de la autoridad de los principales <strong>org</strong>anismos<br />

implicados (por ejemplo adscribiéndose a la oficina del<br />

primer ministro) o aplicarse a través de una estructura<br />

ya existente (por ejemplo, un comité nacional de MSF).<br />

Puede incluir la participación de los coordinadores<br />

nacionales del Codex y la OIE y posiblemente los<br />

comités correspondientes, si existen, y las<br />

<strong>org</strong>anizaciones nacionales de protección fitosanitaria<br />

(ONPF). Es probable que se elija este sistema<br />

interinstitucional coordinado en los casos en que son<br />

pocos los recursos y que dé mejores resultados cuando<br />

las autoridades competentes implicadas tengan el<br />

deseo y la decisión de colaborar eficazmente.<br />

Ventajas<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Planteamiento claro: Es muchas veces el sistema<br />

más rápido y sencillo de institucionalizar un<br />

planteamiento integrado de la bioseguridad, ya que<br />

no requiere una re<strong>org</strong>anización ni racionalización<br />

sustancial de las funciones y responsabilidades.<br />

Aceptabilidad: Es probable que resulte más<br />

aceptable desde el punto de vista burocrático y<br />

que tropiece con menor resistencia de las<br />

autoridades competentes y funcionarios implicados<br />

en los diversos aspectos de la bioseguridad, ya<br />

que no requiere una reestructuración <strong>org</strong>anizativa<br />

en gran escala.<br />

Mayor uso de los recursos existentes: Puede<br />

contribuir a una utilización más eficaz de los<br />

recursos y personal técnico disponibles si hay<br />

compromiso y colaboración auténticos.<br />

Posibilidad de participación de las partes<br />

interesadas: Ofrece un mecanismo para agrupar a<br />

las distintas partes interesadas, en particular los<br />

representantes de las autoridades competentes, los<br />

<strong>org</strong>anismos reguladores gubernamentales, el<br />

mundo académico, los científicos, los<br />

representantes de las ONG, etc.


139<br />

■ Flexibilidad: Muchas veces tienen la facultad de<br />

nombrar subgrupos y de contar con especialistas<br />

que puedan realizar aportaciones específicas<br />

cuando se necesiten.<br />

Desafíos<br />

■ Búsqueda de un acuerdo sobre normas y<br />

procedimientos operacionales: Requiere el<br />

establecimiento de mecanismos eficaces para la<br />

administración, coordinación y toma de decisiones<br />

en esferas que son de interés común.<br />

■ Colaboración interinstitucional: La eficacia depende<br />

en gran medida de la disponibilidad de los<br />

interesados (dirigentes y personal) para reflexionar<br />

superando los límites tradicionales de su<br />

<strong>org</strong>anización, intercambiar información y<br />

emprender una colaboración auténtica. Las<br />

superposiciones, contradicciones e<br />

incompatibilidades en las funciones,<br />

responsabilidades, procedimientos y cultura de las<br />

autoridades competentes implicadas pueden<br />

generar dificultades y conflictos, y permitir sólo<br />

pequeños cambios en las políticas y<br />

procedimientos existentes, pero no las grandes<br />

innovaciones que podrían resultar necesarias.<br />

■ Carácter temporal de los comités nacionales: Los<br />

comités nacionales se consideran con frecuencia<br />

como estructuras temporales; para que sean<br />

considerados como parte legítima del gobierno,<br />

quizá deban institucionalizarse en forma de oficina<br />

permanente dentro de la administración. La labor<br />

de un Comité nacional de bioseguridad puede<br />

paralizarse cuando los miembros se nombran<br />

mediante designación o son voluntarios con poco<br />

tiempo para las actividades relacionadas con la<br />

bioseguridad.<br />

Opción 2: Planteamiento basado<br />

en un <strong>org</strong>anismo principal<br />

Otra opción para institucionalizar un planteamiento<br />

integrado de la bioseguridad es confiar la<br />

responsabilidad general a un único ministerio o<br />

departamento gubernamental, que tomará la i<br />

niciativa al mismo tiempo que colabora con otras<br />

instancias gubernamentales competentes. Este<br />

planteamiento incorpora las funciones desempeñadas<br />

actualmente por los ministerios y departamentos<br />

gubernamentales y trata de establecer con claridad la<br />

cadena de rendición de cuentas. Normalmente, la<br />

autoridad competente principal designada desempeña<br />

ya un papel importante en uno o varios de los<br />

componentes de la bioseguridad. Puede confiársele la<br />

elaboración de políticas de bioseguridad y la<br />

supervisión del proceso de planificación y actividades<br />

de ejecución, en colaboración con otras<br />

<strong>org</strong>anizaciones implicadas. Estas actividades serían<br />

complementarias de su labor habitual, en cuanto<br />

ministerio sectorial.<br />

Ventajas<br />

■ Aprovecha los recursos existentes: Puede utilizar la<br />

infraestructura disponible para la dotación de<br />

personal, elaboración de presupuestos,<br />

coordinación, etc.<br />

■ Requiere menos recursos: Puede ser más rápido y<br />

para su aplicación se necesitan menos recursos<br />

que para el establecimiento de una nueva<br />

autoridad competente de bioseguridad.<br />

Desafíos<br />

■ Disponibilidad y capacidad de las diferentes partes:<br />

La eficacia depende en gran medida de la<br />

capacidad de la autoridad competente principal,<br />

así como del compromiso y disponibilidad de las<br />

otras <strong>org</strong>anizaciones para colaborar con aquel.<br />

Mecanismos <strong>org</strong>anizativos<br />

para un planteamiento integrado<br />

de la bioseguridad en Nueva Zelandia<br />

Biosecurity New Zealand es el nuevo <strong>org</strong>anismo principal<br />

del sistema de bioseguridad de Nueva Zelandia.<br />

Establecido en noviembre de 2004, se le confirió una<br />

función de liderazgo de “todo el sistema”, en el que se<br />

engloban componentes económicos, ambientales,<br />

sociales y culturales. Tiene también responsabilidades en<br />

los ámbitos del comercio y el bienestar de los animales.<br />

En particular, Biosecurity New Zealand se encarga de la<br />

protección de la bioseguridad, en que se engloban<br />

intereses económicos, la salud, el medio ambiente<br />

natural, la flora y fauna silvestres, la biodiversidad, las<br />

áreas marinas y una serie de recursos de importancia<br />

singular para la población maorí.<br />

Biosecurity New Zealand sustituye a un <strong>org</strong>anismo<br />

anterior, la Biosecurity Authority, del Ministerio de<br />

Agricultura y Bosques. Se creó como nueva división de<br />

ese Ministerio y rinde informes al Subdirector General del<br />

mismo.<br />

La estructura de Biosecurity New Zealand está<br />

basada en un modelo de “puntos de intervención”.<br />

Consta de seis dependencias estructurales –antes del<br />

visto bueno, después del visto bueno, desarrollo<br />

normativo y comercial, bienestar animal, cumplimiento y<br />

observancia y laboratorios de investigación sobre el<br />

terreno y referencia.<br />

Fuente: Tomado del sitio web de Biosecurity New Zealand<br />

(disponible en: http://www.Biosecurity.govt.nz/about/<br />

overview.htm)


140 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Carga para la autoridad competente principal: Si no<br />

se dispone de recursos adicionales para ayudar a<br />

desempeñar las nuevas funciones, existe el riesgo<br />

de sobrecargar al personal y el presupuesto del<br />

<strong>org</strong>anismo principal.<br />

Logro de un acuerdo sobre la autoridad<br />

competente principal: Puede haber competencia<br />

entre diferentes ministerios y departamentos<br />

gubernamentales interesados en que se les<br />

designe como <strong>org</strong>anismo principal.<br />

Falta de influencia: El <strong>org</strong>anismo principal quizá<br />

tenga escasa capacidad para influir en las<br />

funciones desempeñadas por otras autoridades<br />

competentes con atribuciones relacionadas con la<br />

bioseguridad.<br />

Amplitud de miras: La autoridad competente<br />

principal debe estar dispuesta y decidida a adaptar,<br />

establecer un orden de prioridades y coordinar las<br />

respuestas a riesgos abordadas anteriormente por<br />

otra autoridad competente.<br />

Opción 3: Organismo de bioseguridad<br />

independiente<br />

Algunos países pueden decidir crear una entidad<br />

autónoma de bioseguridad, con su propio presupuesto<br />

(véase el ejemplo de Belice más abajo). Esta autoridad<br />

competente puede encargarse de todos los aspectos de<br />

la política y funciones reguladoras de la bioseguridad, así<br />

como de la planificación, programación y la aplicación.<br />

Otra posibilidad es confiarle las funciones normativas<br />

(como la formulación de políticas, la elaboración de<br />

reglamentos, el análisis de riesgos, la coordinación, el<br />

seguimiento y la evaluación, etc.), reservando para las<br />

autoridades y <strong>org</strong>anismos competentes instituidos la<br />

Establecimiento de un <strong>org</strong>anismo semiautónomo de bioseguridad en Belice<br />

Durante el decenio de 1990, la escasa disponibilidad de<br />

recursos en el sector público de Belice, la competencia<br />

entre los ministerios y dentro de ellos para acceder a los<br />

recursos disponibles y los nuevos desafíos planteados por<br />

el comercio internacional confirmaron la necesidad de<br />

re<strong>org</strong>anizar los servicios sanitarios agrícolas entonces<br />

ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y<br />

Cooperativas. En respuesta a esos problemas y desafíos<br />

<strong>org</strong>anizativos se creó la Belice Agricultural Health Authority<br />

(BAHA). Su objetivo era establecer un modelo <strong>org</strong>anizativo<br />

nuevo y económicamente viable para responder a los<br />

desafíos que se planteaban a la hora de ofrecer productos<br />

agrícolas inocuos para uso interno y cumplir los requisitos<br />

del comercio internacional.<br />

En 1999, el gobierno de Belice adoptó medidas<br />

legislativas (BAHA, Ley No. 47) para establecer la BAHA<br />

como <strong>org</strong>anismo semiautónomo y estatutario adscrito al<br />

Ministerio de Agricultura Pesca y Cooperativas. En<br />

principio, incluía tres departamentos con competencias<br />

relacionadas con la sanidad animal, la sanidad vegetal y la<br />

cuarentena. No obstante, en respuesta al impacto de varias<br />

actividades de salud animal en la salud humana y a la<br />

necesidad de demostrar que las exportaciones de camarón<br />

cumplían las normas internacionales de inocuidad de los<br />

alimentos, posteriormente se creó un departamento de<br />

inocuidad de los alimentos.<br />

Al establecer la BAHA, Belice fue el primer país del<br />

Caribe y América Central que adoptó un planteamiento<br />

integrado de la bioseguridad. En la práctica, ello significa<br />

que la sanidad animal, la sanidad vegetal, la cuarentena y la<br />

inocuidad de los alimentos se gestionan todos a través de<br />

una única institución. Por ello, el personal, los suministros y<br />

el equipo pueden utilizarse en los distintos departamentos,<br />

en caso necesario. Por ejemplo, los inspectores de<br />

inocuidad de los alimentos combinan la inspección de los<br />

mataderos y los centros de elaboración con la vigilancia de<br />

la sanidad animal. Los técnicos del programa de vigilancia<br />

de la mosca de la fruta del Mediterráneo visitan las granjas<br />

de ganado vacuno que se encuentran en sus rutas de<br />

vigilancia para colaborar en la vigilancia de la enfermedad<br />

vesicular.<br />

Otros aspectos innovadores y logros del modelo<br />

adoptado en Belice son los siguientes:<br />

i) un enfoque característico del sector privado que<br />

permite recaudar cuotas como medio de recuperación<br />

de costos y un proceso más rápido de toma de<br />

decisiones en respuesta a las exigencias del mercado;<br />

ii) establecimiento de grupos de usuarios (con inclusión<br />

de representantes de los sectores de la agricultura en la<br />

elaboración, y los departamentos gubernamentales<br />

pertinentes) encargados de examinar las cuestiones que<br />

afectan a los servicios ofrecidos por la BAHA;<br />

iii) apoyo político de alto nivel de los ministros<br />

competentes para conseguir un entorno que permita la<br />

aplicación eficaz de leyes y reglamentos, la recuperación<br />

de costos de los servicios y la cooperación con los<br />

<strong>org</strong>anismos pertinentes, como los ministerios de salud y<br />

de recursos naturales;<br />

iv) colaboración y asociaciones con las <strong>org</strong>anizaciones<br />

gubernamentales y no gubernamentales pertinentes,<br />

asociaciones nacionales y representantes de clientes;<br />

v) programa de sensibilización pública y consulta para<br />

lograr mayor apoyo a la BAHA entre el público en<br />

general, que son los principales usuarios y beneficiarios<br />

de sus actividades y servicios;<br />

vi) perfeccionamiento de los recursos humanos con el<br />

fin de crear un grupo de empleados altamente<br />

capacidades, entregados y motivados, reconocidos<br />

como líderes en la aplicación de las medidas<br />

fitosanitarias y de lucha contra las enfermedades en<br />

América Central y el Caribe.<br />

Fuente: Góngora, V. 2003. Veterinary Services in Belize: adapting<br />

<strong>org</strong>anizational models to the needs of small economies. Rev. sci.<br />

tech. Off. Int. Epiz., 22 (2), 463-471 (disponible en http://www.oie.int/<br />

eng/publicat/RT/2202/10_GONGORAang.pdf)


141<br />

responsabilidad de las funciones y operaciones técnicas<br />

(como las actividades de inspección y observancia o el<br />

diagnóstico).<br />

Ventajas<br />

■<br />

■<br />

Demuestra su importancia: El establecimiento de<br />

una autoridad competente en materia de<br />

bioseguridad es una señal clara de la importancia y<br />

gran prioridad que el gobierno ot<strong>org</strong>a a la<br />

bioseguridad.<br />

Innovación: Ofrece una oportunidad de superar<br />

algunos de los obstáculos institucionales<br />

asociados con un sistema interinstitucional<br />

coordinado o una autoridad competente principal<br />

(véase supra).<br />

Desafíos<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Acuerdo sobre funciones y responsabilidades:<br />

Puede ser difícil determinar las responsabilidades<br />

que deberán transferirse a la nueva autoridad<br />

competente y las que siguen siendo competencia<br />

de las autoridades competentes sectoriales.<br />

Rivalidad institucional: Resistencia de algunas<br />

autoridades competentes a que se reduzca su<br />

influencia o mandato y a que algunas de sus<br />

funciones o responsabilidades se transfieran a una<br />

nueva autoridad competente en materia de<br />

bioseguridad.<br />

Obstáculos institucionales: El contexto institucional<br />

existente quizá no contribuya a la eficacia de una<br />

nueva autoridad competente.<br />

Costos de puesta en marcha: Es posible que se<br />

necesite un volumen significativo de participación<br />

de los dirigentes, actividades de promoción, tiempo<br />

y recursos para sufragar los costos iniciales<br />

asociados con la re<strong>org</strong>anización institucional o el<br />

establecimiento de una nueva autoridad<br />

competente.<br />

Sostenibilidad financiera: Si la nueva autoridad<br />

competente es autónoma, recibe ayuda en forma<br />

de financiación externa y cobra sus servicios, es<br />

posible que el gobierno trate de reducir su<br />

contribución a lo largo del tiempo, lo que<br />

redundaría en contra de la sostenibilidad financiera<br />

a largo plazo.<br />

Dificultades de puesta en marcha: Durante el<br />

período inicial puede haber una caída temporal de<br />

la eficacia de las actividades debido a la<br />

perturbación de los procesos relacionados con la<br />

re<strong>org</strong>anización y establecimiento de una nueva<br />

autoridad competente, la confusión acerca de las<br />

funciones, responsabilidades y rendición de<br />

cuentas, la asimilación por los empleados de la<br />

cultura institucional, etc.<br />

IV. OPCIONES PARA FACILITAR<br />

<strong>LA</strong> COMUNICACIÓN<br />

<strong>SOBRE</strong> <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

La inevitable complejidad de la identificación, gestión y<br />

prevención de riesgos relativos a la bioseguridad en la<br />

alimentación y la agricultura requiere un intercambio de<br />

comunicación entre una gran variedad de partes<br />

interesadas, con inclusión de <strong>org</strong>anismos<br />

gubernamentales, el sector privado (productores<br />

agrícolas, elaboradores, empresas, e<br />

importadores/exportadores, etc.), la comunidad<br />

científica y de la investigación y el público en general.<br />

La comunicación ayuda a facilitar información<br />

oportuna, pertinente y precisa a las partes interesadas,<br />

y a obtenerla de éstas. La comunicación eficaz es una<br />

parte esencial de la capacidad en materia de<br />

bioseguridad.<br />

La naturaleza de los mecanismos <strong>org</strong>anizativos de<br />

la bioseguridad, el mayor o menor grado de definición<br />

de las funciones y responsabilidades en la legislación y<br />

la existencia de un marco normativo en que se<br />

establezca un curso de acción general para la<br />

bioseguridad repercutirán notablemente en la<br />

viabilidad y posible éxito de las opciones de<br />

comunicación. Entre estas opciones cabe señalar las<br />

siguientes:<br />

Opción 1: Regular la comunicación de<br />

riesgos mediante la legislación<br />

La regulación de la comunicación de riesgos mediante<br />

la legislación establece una base clara para la consulta<br />

sistemática y el diálogo con las partes interesadas<br />

acerca de las cuestiones relacionadas con la<br />

bioseguridad.<br />

Ventajas<br />

■ Mayor legitimidad y confianza: Los intereses y<br />

responsabilidades de las partes interesadas pueden<br />

verse significativamente afectados por las<br />

decisiones normativas adoptadas como<br />

consecuencia del análisis de riesgos. La<br />

comunicación transparente y sistemática sobre<br />

estas decisiones promueve la confianza pública en<br />

el proceso de toma de decisiones, refuerza la<br />

legitimidad de las políticas y medidas<br />

gubernamentales resultantes y fomenta la confianza<br />

en el sistema de reglamentación, en general.


142 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

■ Mejores resultados: La información y los<br />

conocimientos obtenidos mediante la<br />

comunicación sistemática sobre las cuestiones<br />

relacionadas con la bioseguridad orientarán el<br />

proceso de toma de decisiones, aclararán la<br />

viabilidad de los diferentes cursos de acción y<br />

mejorarán los resultados globales.<br />

Desafíos<br />

■ Recursos necesarios: Para una comunicación<br />

eficaz se requerirán considerables recursos<br />

humanos y financieros.<br />

■ Número y diversidad de las partes interesadas: La<br />

existencia de numerosos y diferentes grupos de<br />

consumidores, grupos de interés, asociaciones<br />

industriales, etc. y la ausencia de federaciones o<br />

redes nacionales pueden hacer que sea más difícil<br />

identificar a los principales protagonistas y<br />

complicarán la comunicación de doble dirección.<br />

■ Tradición política: En algunos países, la ideología<br />

política general puede desalentar el diálogo, o<br />

hacerlo más difícil.<br />

Opción 2: Crear memorandos<br />

de entendimiento que definan<br />

las funciones y mecanismos<br />

de comunicación de numerosas partes<br />

interesadas<br />

Otra opción para facilitar la comunicación en este<br />

terreno es la de crear memorandos de entendimiento<br />

que definan las funciones, responsabilidades y<br />

obligaciones específicas de rendición de cuentas de<br />

las autoridades competentes y otras <strong>org</strong>anizaciones<br />

que participan en las tareas básicas de bioseguridad, y<br />

en que se especifique el mecanismo para la<br />

comunicación y el intercambio de información entre<br />

ellas y con los grupos correspondientes.<br />

Ventajas<br />

■ Flexibilidad: Los memorandos de entendimiento<br />

pueden generarse tomando como base un acuerdo<br />

institucional, en vez de imponerse desde arriba o a<br />

través de procedimientos legislativos o jurídicos<br />

más prolongados; por ello, pueden actualizarse con<br />

mayor rapidez para tener en cuenta la evolución de<br />

las necesidades.<br />

■ Eficacia en función de los costos: Debido a esa<br />

flexibilidad y a su capacidad de orientación<br />

selectiva a determinadas actividades, la<br />

elaboración y aplicación de los memorandos de<br />

entendimiento suele ser eficaz en función de los<br />

costos.<br />

Desafíos<br />

■ Complejidad: Los memorandos de entendimiento<br />

bilaterales entre dos <strong>org</strong>anismos pueden proliferar<br />

rápidamente habida cuenta del carácter transversal<br />

de la bioseguridad, lo que daría lugar a<br />

superposiciones, contradicciones o conflictos. Por<br />

otro lado, los memorandos de entendimiento<br />

multilaterales presentan mayores dificultades de<br />

negociación en ausencia de crisis o exigencias de<br />

alto nivel, sobre todo cuando las <strong>org</strong>anizaciones<br />

implicadas tienen historias y culturas institucionales<br />

muy diferentes, además de opiniones divergentes<br />

sobre la bioseguridad.<br />

■ Carácter informal: Sin un compromiso por parte de<br />

los dirigentes de las autoridades competentes<br />

implicadas o si no existe un fuerte incentivo para la<br />

aplicación, es difícil garantizar las responsabilidades<br />

plasmadas en los memorandos de entendimiento, así<br />

como garantizar la necesaria rendición de cuentas.<br />

Opción 3: Establecer<br />

grupos de asesoramiento<br />

de las partes interesadas<br />

El establecimiento de grupos de asesoramiento de las<br />

partes interesadas es un mecanismo que permite el<br />

diálogo periódico y sistemático entre grupos<br />

determinados de partes interesadas (por ejemplo,<br />

instituciones científicas, industria, medio ambiente,<br />

consumidores, etc.) que pueden influir en la<br />

determinación, gestión y/o prevención de los riesgos<br />

relacionados con la bioseguridad, o para ofrecer<br />

asesoramiento independiente al gobierno acerca de la<br />

evolución de la bioseguridad. Estos grupos podrían<br />

crearse utilizando la estructura existente o a través de<br />

ella (por ejemplo, el comité nacional sobre MSF, de la<br />

Comisión del Codex Alimentarius y/o de la OIE o la<br />

ONPF).<br />

Ventajas<br />

■ Generación de conocimientos: Las opiniones y<br />

conocimientos de diferentes partes interesadas<br />

pueden orientar las políticas sobre la bioseguridad<br />

y los procesos de toma de decisiones y de gestión.<br />

■ Legitimidad: Ofrece un foro para que los sectores<br />

público, privado y no gubernamental se<br />

interrelacionen y comuniquen con el gobierno acerca<br />

de las cuestiones relacionadas con la bioseguridad,<br />

lo que significaría una mayor legitimidad.<br />

Desafíos<br />

■ Conflicto: Dadas las diferentes perspectivas de las<br />

partes interesadas, quizá sea inevitable que surjan


143<br />

■<br />

conflictos, y será imprescindible contar con<br />

personal especializado en resolución de conflictos<br />

para encauzar sus dimensiones constructivas.<br />

Incentivo: Algunas partes interesadas quizá no<br />

deseen entablar un diálogo con el gobierno y<br />

deseen influir en los resultados de la bioseguridad<br />

por procedimientos más basados en la<br />

confrontación.<br />

Opción 4: Desarrollar el sistema<br />

de información sobre la bioseguridad<br />

El desarrollo de los sistemas de información sobre la<br />

bioseguridad facilita la recopilación, análisis y<br />

presentación de datos e informaciones pertinentes en<br />

apoyo de un proceso de toma de decisiones más<br />

integrado. Estos sistemas podrían utilizar los actuales<br />

mecanismos de disposición relacionados con la<br />

bioseguridad, como el Portal internacional sobre<br />

inocuidad de los alimentos y sanidad animal y vegetal<br />

(www.ipfsaph.<strong>org</strong>).<br />

Ventajas<br />

■ Carácter exhaustivo: Facilita la toma de decisiones<br />

basada en el riesgo en todo el ámbito de la<br />

bioseguridad.<br />

■ Eficiencia: Permite a las autoridades competentes<br />

encargadas de la gestión de la bioseguridad<br />

detectar las lagunas y superposiciones en la<br />

disponibilidad de datos e informaciones<br />

necesarias, y buscar una respuesta a esos<br />

problemas.<br />

■ Transparencia: Refuerza la capacidad de las<br />

autoridades nacionales de notificación y los puntos<br />

de consulta sobre MSF para ofrecer la información<br />

necesaria a la OMC y a otros países miembros.<br />

Desafíos<br />

■ Compatibilidad: Los conjuntos de datos ya<br />

existentes o los sistemas de información<br />

elaborados y utilizados por autoridades<br />

competentes encargadas de los diferentes<br />

aspectos de la bioseguridad quizá sean<br />

incompatibles entre sí, lo que obligaría a crear de<br />

cero nuevos sistemas de información sobre la<br />

bioseguridad.<br />

■ Contenido y mantenimiento: Es imprescindible<br />

contar con recursos suficientes (humanos,<br />

financieros, informativos) y procedimientos sólidos<br />

para el desarrollo y mantenimiento del contenido.<br />

■ Análisis y presentación de informes: Cualquiera que<br />

sea el contenido, se necesitan recursos humanos<br />

para garantizar que los sistemas de información<br />

■<br />

puedan generar eficazmente los productos<br />

necesarios.<br />

Calidad frente a cantidad: La calidad y/o cantidad<br />

de los datos e informaciones necesarias para<br />

elaborar estos sistemas pueden resultar<br />

problemáticas.<br />

V. OPCIONES PARA MEJORAR<br />

<strong>LA</strong>S FUNCIONES RE<strong>LA</strong>CIONADAS<br />

CON <strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

A continuación se presentan algunas opciones para<br />

mejorar la prestación y resultados de las funciones<br />

relacionadas con la bioseguridad. Estas opciones no<br />

se excluyen mutuamente y pueden utilizarse varias de<br />

ellas al mismo tiempo. La amplitud de las posibles<br />

opciones estará condicionada a los mecanismos<br />

<strong>org</strong>anizativos de la bioseguridad (véase la Sección III,<br />

supra, Opciones para racionalizar los mecanismos<br />

<strong>org</strong>anizativos para la bioseguridad), con inclusión de la<br />

manera en que se asignan las funciones y<br />

responsabilidades.<br />

Opción 1: Implicar a los <strong>org</strong>anismos<br />

competentes y/o a terceros en<br />

la realización de algunas funciones<br />

relacionadas con la bioseguridad<br />

La implicación de <strong>org</strong>anismos competentes y/o<br />

terceros en la realización de algunas funciones<br />

relacionadas con la bioseguridad, como los servicios<br />

de inspección o diagnóstico, puede representar un<br />

medio para mejorar la prestación y los resultados.<br />

Puede conseguirse de diferentes maneras, desde la<br />

subcontratación de algunos servicios al sector privado<br />

o institutos académicos de investigación (sin renunciar<br />

a la responsabilidad general) hasta la privatización<br />

total. Para determinar cuál es el mecanismo más<br />

indicado deberán tenerse en cuenta las funciones en<br />

cuestión y la situación concreta del país.<br />

Ventajas<br />

■ Mayor eficiencia y mejor desempeño: La<br />

intervención de <strong>org</strong>anismos competente y/u otros<br />

terceros puede aumentar la eficiencia y mejorar la<br />

calidad de los servicios<br />

■ Acceso a nuevos recursos: El sector privado<br />

cuenta muchas veces con nuevas fuentes de<br />

capital y de recursos, conocimientos de nuevas<br />

tecnologías, etc.<br />

■ Probabilidad de éxito: Quizá sea más sencillo y<br />

más eficaz contar con <strong>org</strong>anismos competentes y/u


144 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

otros terceros para la prestación de servicios<br />

concretos que intentar enfrentarse a los intereses<br />

creados y a las redes clientelistas para hacer los<br />

servicios públicos más competitivos.<br />

Desafíos<br />

■ Prerrequisitos necesarios: Para poder contar con<br />

<strong>org</strong>anismos competentes y/u otros terceros el<br />

gobierno debe tener especificaciones/normas<br />

claras con ese fin; se presupone también la<br />

existencia de proveedores de servicios capaces.<br />

■ Capacidad insuficiente: La participación del sector<br />

privado no representa una solución automática<br />

cuando éste no tiene suficiente capacidad técnica,<br />

recursos, etc.<br />

Opción 2: Aplicar un modelo<br />

de recuperación de costos<br />

de los servicios prestados<br />

La aplicación de un modelo de recuperación de costos<br />

puede generar ingresos adicionales, que pueden<br />

ayudar a mejorar la calidad, volumen y sostenibilidad<br />

de los servicios. La introducción de una cuota en<br />

concepto de pago de los servicios está asociada<br />

muchas veces con la intervención del sector privado,<br />

pero en determinadas circunstancias y en algunos<br />

sistemas jurídicos, los <strong>org</strong>anismos gubernamentales<br />

pueden también cobrar determinados servicios.<br />

Ventajas<br />

■ Acceso a recursos adicionales: Los recursos<br />

generados mediante las cuotas cobradas por los<br />

servicios pueden utilizarse para mejorar la calidad<br />

de los servicios prestados (por ejemplo,<br />

actualizando la tecnología o los conocimientos<br />

técnicos).<br />

■ Eficacia en función de los costos: mayor eficacia en<br />

función de los costos y eficiencia, debido a la<br />

supervisión de los costos por el sector.<br />

■ Sostenibilidad: La aplicación de un modelo de<br />

recuperación de costos puede mejorar la<br />

sostenibilidad de la prestación de servicios, sobre<br />

todo durante los períodos de restricción<br />

presupuestaria.<br />

Desafíos<br />

■ Resultados imprevistos: Cuando los modelos de<br />

recuperación de costos se consideran productivos,<br />

el resultado puede ser una reducción de la<br />

disponibilidad de financiamiento del gobierno<br />

central.<br />

■ Capacidad de pago de las partes interesadas: No<br />

todos los usuarios tienen capacidad de pagar, lo<br />

■<br />

que puede producir un sesgo en la prestación de<br />

dichos servicios en favor de determinados grupos<br />

(por ejemplo, empresas orientadas a la<br />

exportación), pero las cuotas pueden concebirse<br />

de distintas maneras para los diferentes grupos<br />

(teniendo en cuenta el tamaño y valor de la<br />

prestación, por ejemplo).<br />

Necesidad de nuevas normas y reglamentos: En<br />

algunos casos, los <strong>org</strong>anismos gubernamentales<br />

quizá no puedan cobrar las cuotas en concepto de<br />

servicios si antes no se producen intervenciones<br />

jurídicas para enmendar las normas y reglamentos<br />

que regulan su labor.<br />

Opción 3: Utilizar Infraestructura y<br />

personal técnico compartidos<br />

El uso compartido de la infraestructura (como<br />

laboratorios o instalaciones de inspección de las<br />

importaciones) y del personal especializado de las<br />

distintas autoridades competentes puede generar<br />

eficiencias y mejorar la prestación de servicios. Por<br />

ejemplo, algunas autoridades competentes de ciertos<br />

países han decidido compartir las instalaciones de<br />

laboratorio (en particular para el análisis<br />

microbiológico).<br />

Ventajas<br />

■ Mayor eficiencia: Servicio más eficaz y más rápido<br />

para los usuarios, con inclusión de procedimientos<br />

agilizados y reducción del tiempo para obtener los<br />

permisos de importación necesarios, lo que<br />

favorecerá particularmente a los importadores de<br />

productos frescos y perecederos.<br />

■ Reducción de costos: Este ahorro puede ser<br />

resultado de la menor duplicación de servicios<br />

ofrecidos por diferentes autoridades competentes.<br />

Desafíos<br />

■ Acuerdo con los <strong>org</strong>anismos implicados: Puede ser<br />

difícil para las autoridades competentes llegar a un<br />

acuerdo sobre las normas y procedimientos<br />

operacionales y el financiamiento, incluidas las<br />

contribuciones respectivas al presupuesto y al<br />

personal técnico especializado, la asignación de<br />

recursos técnicos y financieros, los derechos de los<br />

<strong>org</strong>anismos participantes a utilizar la infraestructura<br />

compartida y la cantidad que deberá aportarse por<br />

el uso de los servicios. Puede haber también<br />

rivalidad entre las autoridades competentes<br />

interesadas en dirigir la unidad “compartida”.<br />

■ Uso desigual de las instalaciones: Pueden surgir<br />

dificultades si una autoridad competente utiliza la


145<br />

■<br />

infraestructura compartida mucho más que los<br />

otros <strong>org</strong>anismos participantes, a no ser que haya<br />

un acuerdo claro sobre las normas, derechos y<br />

obligaciones para los diferentes tipos de acceso y<br />

uso.<br />

Colaboración interinstitucional: La eficacia depende<br />

en gran medida de la capacidad de los individuos<br />

de diferentes autoridades competentes y ámbitos<br />

técnicos de colaborar efectivamente como equipo.<br />

Opción 4: Establecer sistemas<br />

compartidos de información<br />

para esferas técnicas específicas<br />

Pueden introducirse y utilizarse sistemas de<br />

información compartida en determinadas esferas<br />

técnicas, como los servicios de diagnóstico,<br />

inspección, verificación e imposición del cumplimiento<br />

y/o seguimiento y vigilancia.<br />

Ventajas<br />

■ Mecanismo basado en la función: Representa una<br />

oportunidad de promover la colaboración en<br />

esferas específicas (por ejemplo, inspección,<br />

verificación e imposición del cumplimiento,<br />

seguimiento y vigilancia ) que, probablemente, será<br />

más provechosa que los esfuerzos por integrar<br />

todos los sistemas de información relacionados<br />

con la bioseguridad.<br />

■ Mejor asignación de recursos: Contribuirá a la<br />

prestación de servicios basada en el riesgo, de<br />

manera que los recursos puedan asignarse a las<br />

áreas más necesitadas.<br />

Desafíos<br />

■ Datos incompatibles: Puede haber mayor dificultad<br />

o quizá se necesitan recursos adicionales si los<br />

conjuntos de datos ya elaborados y utilizados por<br />

autoridades competentes no son compatibles.<br />

■ Colaboración interinstitucional: Debe llegarse a un<br />

acuerdo entre las autoridades competentes sobre<br />

cuál es la información que se va a compartir, qué<br />

recursos se van a aportar, cuáles serán las normas<br />

y procedimientos operacionales, los derechos de<br />

uso, etc.<br />

Opción 5: Utilizar el análisis<br />

de riesgos para clasificarlos<br />

por orden de prioridad y orientar<br />

el proceso de toma de decisiones<br />

sobre la bioseguridad<br />

El análisis de riesgos (en el que se incluyen la gestión<br />

de riesgos, la evaluación de riesgos y la comunicación<br />

de riesgos) es un valioso instrumento para la<br />

realización de análisis de base científica y para llegar a<br />

conclusiones sólidas y coherentes frente a los<br />

problemas relacionados con la bioseguridad. Puede<br />

utilizarse para respaldar y mejorar la identificación de<br />

los riesgos y su clasificación por orden de prioridad,<br />

formular normas sobre la bioseguridad y orientar otras<br />

actividades reguladoras, así como para abordar temas<br />

de bioseguridad resultantes de nuevos peligros o de<br />

problemas que puedan presentarse en la aplicación de<br />

los controles.<br />

Ventajas<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Mejoras en la toma de decisiones y en los<br />

resultados: El proceso de realización de un análisis<br />

de riesgos permite a las autoridades competentes<br />

identificar los diferentes puntos de control en que<br />

podrían aplicarse las medidas, sopesar los costos y<br />

beneficios de esas diferentes opciones y<br />

determinar cuál es la más eficaz.<br />

Concentración de los recursos en los peligros que<br />

representan mayor riesgo: La utilización del análisis<br />

de riesgos para establecer su orden de prioridad<br />

ayuda a garantizar que la atención y los recursos se<br />

centren en las gestiones y esferas de mayor<br />

importancia para la vida y la salud.<br />

Mayor acceso al comercio: El uso del análisis de<br />

riesgos permite a los gobiernos cumplir sus<br />

obligaciones en el marco del Acuerdo MSF y<br />

establecer una base más sólida para el comercio<br />

internacional de alimentos.<br />

Aprovechamiento de los recursos internacionales<br />

disponibles: Las evaluaciones de riesgo realizadas<br />

por <strong>org</strong>anismos internacionales pueden aplicarse<br />

de forma parcial o completa en el plano nacional<br />

(según las circunstancias del caso), lo que puede<br />

reducir los recursos técnicos necesarios en el país.<br />

Garantía de la transparencia: La documentación<br />

exhaustiva de los componentes de la evaluación y<br />

la gestión de riesgos permite a todas las partes<br />

interesadas comprender las decisiones basadas en<br />

el riesgo.<br />

Desafíos<br />

■<br />

Prerrequisitos necesarios: La utilización eficaz del<br />

análisis de riesgos en relación con la bioseguridad<br />

presupone que los países dispongan de ciertas<br />

condiciones esenciales, en particular, una<br />

legislación sólida, instituciones eficientes, servicios<br />

eficaces de inspección y de laboratorio,<br />

infraestructura y equipo y funcionarios que<br />

comprendan el análisis de riesgos y el valor


146 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

■<br />

■<br />

■<br />

agregado que representa para los sectores de la<br />

bioseguridad.<br />

Capacidad científica requerida: El uso del análisis<br />

de riesgos en el terreno de la bioseguridad requiere<br />

conocimientos científicos y técnicos<br />

especializados, que quizá no existan o escaseen en<br />

algunos países.<br />

Disponibilidad de aportaciones científicas para la<br />

evaluación de riesgos: La falta de datos científicos<br />

representa con frecuencia una limitación<br />

significativa.<br />

Apoyo y participación de las partes interesadas: El<br />

uso eficaz del análisis de riesgos presupone la<br />

existencia de procesos transparentes y abiertos y<br />

el apoyo y participación de las principales partes<br />

interesadas, como los consumidores, los círculos<br />

académicos y la industria.<br />

Opción 6: Preparar materiales y<br />

programas compartidos de capacitación<br />

Las preocupaciones y metodologías comunes en el<br />

terreno de la bioseguridad (con inclusión del análisis<br />

de riesgos) se comparten frecuentemente entre los<br />

distintos sectores, lo que significa que son muchas las<br />

ventajas que pueden conseguirse con la armonización<br />

de los materiales y programas de capacitación<br />

orientados a las funciones básicas de la bioseguridad.<br />

Ventajas<br />

■<br />

■<br />

■<br />

Intercambio fecundo: La utilización de las<br />

preocupaciones y metodologías comunes de la<br />

bioseguridad para establecer recursos compartidos<br />

de capacitación puede enriquecer el contenido de<br />

los materiales pertinentes y los resultados docentes<br />

conseguidos.<br />

Bioseguridad de la cadena alimentaria: La<br />

elaboración de materiales y programas<br />

compartidos de capacitación permite considerar la<br />

trayectoria completa de exposición a los peligros,<br />

lo que contribuye a la aplicación de controles en<br />

los puntos donde resulten más eficaces.<br />

Distribución de costos y eficiencias: La elaboración<br />

y utilización de programas y materiales<br />

compartidos de capacitación puede permitir<br />

mayores ahorros y eficiencias en el uso de los<br />

recursos disponibles.<br />

Desafíos<br />

■<br />

Colaboración entre <strong>org</strong>anismos: La elaboración<br />

de materiales y programas conjuntos de<br />

capacitación presupone que las autoridades<br />

competentes colaboren eficazmente, y el éxito<br />

depende de la voluntad y capacidad de los<br />

implicados para colaborar eficazmente y mantener<br />

contactos en relación con sus programas de<br />

trabajo y funciones.


147<br />

OTRAS LECTURAS ACONSEJADAS<br />

Anderson, M., Adams, H., Hope, B. y Powell, M.<br />

2004. Risk Assessment for Invasive Species. Risk<br />

Analysis 24(4): 787-793.<br />

Apostolakis, G. 2004. How useful is quantitative risk<br />

assessment? Risk Analysis 24 (3): 515-520.<br />

Carey, J., Beilin, R., Boxshall, A., Burgman, M.<br />

y Flander, L. 2007. Risk-based approaches to deal<br />

with uncertainty in a data-poor system: Stakeholder<br />

involvement in hazard identification for marine<br />

national parks and marine sanctuaries in Victoria,<br />

Australia. Risk Analysis 27 (1): 271-281.<br />

Claxton, K., Cohen, J. y Neumann, P. 2005. When is<br />

Evidence Sufficient? Health Affairs 24(1): 93-101.<br />

CDB/PNUMA. 2003. La prevención de los riesgos de<br />

la biotecnología y el medio ambiente: Introducción<br />

al Protocolo de Cartagena relativo al Convenio<br />

sobre la Diversidad Biológica. Secretaría del<br />

Convenio sobre la Diversidad Biológica, Programa<br />

de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.<br />

Ginebra (disponible en: http://www.cbd.int/doc/<br />

press/presskits/bs/cpbs-unep-cbd-es.pdf).<br />

Covello, V., McCalluum, D. y Pavlova, M. eds. 1989.<br />

Effective Risk communication: The Role and<br />

Responsibility of Government and Non-Government<br />

Organizations. Plenum Press, Nueva York.<br />

<strong>FAO</strong>. 1999. Perspectivas para el futuro: Nutrición,<br />

medio ambiente y producción sostenible de<br />

alimentos. Documento de M. L. Wahlqvist para la<br />

Conferencia sobre Comercio Internacional de<br />

Alimentos a partir del Año 2000: Decisiones<br />

basadas en criterios científicos, armonización,<br />

equivalencia y reconocimiento mutuo, 11-15 de<br />

octubre, Melbourne. ALICOM 99/18 (disponible en:<br />

http://www.fao.<strong>org</strong>/docrep/meeting/X2638S.htm).<br />

<strong>FAO</strong>. 2002. Report of the Expert Consultation on<br />

Biosecurity in Food and Agriculture. Roma, 10-13<br />

de septiembre de 2002. <strong>FAO</strong>, Roma TC/BRM 03/3<br />

(disponible en: ftp://ftp.fao.<strong>org</strong>/es/esn/food/<br />

tc_bangkok/tc_brm_03_3en.doc).<br />

<strong>FAO</strong>. 2003. Report of the Technical Consultation on<br />

Biological Risk Management in Food and<br />

Agriculture. Bangkok, 13-17 de enero de 2003.<br />

TC/BRM 03/4. <strong>FAO</strong>, Roma (disponible en:<br />

ftp://ftp.fao.<strong>org</strong>/es/esn/food/tc_bangkok/<br />

tc_brm_report_en.pdf).<br />

<strong>FAO</strong>. 2004. Análisis del riesgo de plagas para plagas<br />

cuarentenarias, incluido el análisis de riesgos<br />

ambientales y <strong>org</strong>anismos vivos modificados.<br />

Publicación NIMF Nº 11. <strong>FAO</strong>, Roma (disponible<br />

en: ftp://ftp.fao.<strong>org</strong>/docrep/fao/008/y5874s/<br />

y5874s00.pdf).<br />

<strong>FAO</strong>/OMS. 2004. Los riesgos emergentes relacionados<br />

con el medio ambiente y las nuevas tecnologías.<br />

Documento preparado por la Secretaría Mixta<br />

<strong>FAO</strong>/OMS para el Segundo Foro Mundial <strong>FAO</strong>/OMS<br />

de Autoridades de Reglamentación sobre Inocuidad<br />

de los Alimentos, Bangkok, 12-14 de octubre de<br />

2004. GF 02/12 (disponible en: ftp://ftp.fao.<strong>org</strong>/<br />

docrep/fao/meeting/008/j3255s/j3255s00.pdf).<br />

<strong>FAO</strong>/OMS. 2007. Análisis de riesgos relativos a la<br />

inocuidad de los alimentos. Guía para las<br />

autoridades nacionales de inocuidad de los<br />

alimentos. Estudio <strong>FAO</strong>: Alimentacíon y nutrición<br />

Nº 87 (disponible en: ftp://ftp.fao.<strong>org</strong>/docrep/fao/<br />

010/a0822s/a0822s.pdf).<br />

<strong>FAO</strong>/OMS. 2007. Working Principles for Risk Analysis<br />

for Food Safety for Application by Governments.<br />

ALINORM 07/30/REP, Appendix IV. Comisión del<br />

Codex Alimentarius (disponible en:<br />

http://www.codexalimentarius.net/web/<br />

archives.jsp?lang=en).<br />

<strong>FAO</strong>/OMS. 2007. Principios de aplicación práctica para<br />

el análisis de riesgos aplicables en el marco del<br />

Codex Alimentarius. En Comisión del Codex<br />

Alimentarius. Manual de procedimiento. 16ª edición.<br />

Programa Conjunto <strong>FAO</strong>/OMS sobre Normas<br />

Alimentarias (disponible en:<br />

http://www.codexalimentarius.net/web/<br />

procedural_manual.jsp).<br />

Hawkes, C. & Ruel, M. 2006. The links between<br />

agriculture and health: an intersectoral opportunity<br />

to improve the health and livelihoods of the poor.<br />

Boletín de la Organización Mundial de la Salud, 84<br />

(12), 2006 (disponible en: http://www.who.int/<br />

bulletin/volumes/84/12/05-025650.pdf).<br />

Jebara, K.B. 2004. Surveillance, detection and<br />

response: managing emerging diseases at national<br />

and international levels. Scientific and Technical<br />

Review of the World Association for Animal Health<br />

23(2): 709-715.


148 instrumentos de la fao sobre la bioseguridad | anexos<br />

King, L., Marano, N. y Hughes, J. 2004. New<br />

partnerships between animal health services and<br />

public health agencies. Scientific and Technical<br />

Review of the World Association for Animal Health.<br />

Volumen 23(2): 717-726.<br />

Morse, S. 2004. Factors and Determinants of Disease<br />

Emergence. Scientific and Technical Review of the<br />

World Association for Animal Health. Volumen 23(2):<br />

443-451<br />

OIE. 2004. Análisis del riesgo de importación -<br />

Directrices para el análisis del riesgo. Código<br />

Sanitario para los Animales Terrestres. 13ª edición.<br />

OIE, París (disponible en: http://www.oie.int/esp/<br />

normes/Mcode/es_sommaire.htm).<br />

OIE. 2004. Handbook on Import Risk Analysis for<br />

Animals and Animal Products. Introduction and<br />

Qualitative Risk Analysis. Volumen 1. OIE, París<br />

(disponible en: http://www.oie.int/eng/publicat/<br />

ouvrages/A_IRAvol1.htm).<br />

Post, D. L. 2006. The precautionary principle and risk<br />

assessment in international food safety: How the<br />

World Trade Organization influences standards.<br />

Risk Analysis 26 (5): 1259-1273.


<strong>INSTRUMENTOS</strong> <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>FAO</strong> <strong>SOBRE</strong><br />

<strong>LA</strong> <strong>BIOSEGURIDAD</strong><br />

La bioseguridad constituye un enfoque estratégico e integrado orientado al análisis<br />

y la gestión de los riesgos que afectan a la vida y la salud de las personas,<br />

los animales y las plantas y los riesgos conexos para el medio ambiente. Se basa<br />

en el reconocimiento de las vinculaciones fundamentales entre diversos sectores<br />

y los posibles peligros debidos a la posibilidad de pasar de uno a otro, con<br />

consecuencias intersectoriales de gran importancia. La armonización y la integración<br />

de los sistemas y controles nacionales de bioseguridad, siempre que son posibles,<br />

permiten a los países aprovechar las sinergias que existen entre los distintos<br />

sectores, aumentando considerablemente su capacidad para proteger la salud<br />

humana, los sistemas de producción agropecuaria y la población y las industrias<br />

que dependen de ellos. Además, es probable que se obtengan otros beneficios,<br />

como la mejora de la capacidad para salvaguardar el medio ambiente, protegerse<br />

frente a las incertidumbres que acompañan a las nuevas tecnologías, cumplir sus<br />

obligaciones internacionales y aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece<br />

el comercio alimentario y agropecuario mundial.<br />

La <strong>FAO</strong> ha preparado el presente conjunto de instrumentos para respaldar a los países<br />

en la elaboración y aplicación de marcos nacionales de bioseguridad de acuerdo<br />

con sus obligaciones internacionales y sus necesidades particulares. Se exponen<br />

los beneficios de un enfoque armonizado e integrado para la bioseguridad y se ilustran<br />

las experiencias de países que han adoptado recientemente dicho enfoque.<br />

El conjunto de instrumentos está formado por tres partes separadas, pero<br />

relacionadas entre sí. La primera parte, Principios y componentes de la bioseguridad,<br />

es un texto introductorio en el que se expone un marco actual para la elaboración<br />

y aplicación de un enfoque armonizado e integrado para la bioseguridad en todos<br />

los sectores. La segunda parte es una Guía para evaluar la capacidad en materia<br />

de bioseguridad, en la que se presenta un proceso para evaluar las dimensiones<br />

de la capacidad en materia de bioseguridad en todos los sectores y <strong>org</strong>anizaciones<br />

sectoriales. La tercera parte, Panorama general y manual marco para el análisis<br />

de riesgos para la bioseguridad, presenta un marco genérico para estructurar<br />

y orientar la aplicación de los principios del análisis de riesgos en la bioseguridad.

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