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249 - Portales del Ciemat

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Sección coordinada por Luis Gutiérrez Jodra y José Cobián<br />

Chorros de nitrógeno líquido cortan y limpian cualquier cosa<br />

D i v u l g a c i ó n<br />

Chorros finos de nitrógeno líquido a altas presiones produciendo una corriente supersónica<br />

cortan cualquier objeto desde vigas de acero y losas de hormigón a reses<br />

muertas y pilas de tela sin que pierdan el filo o se mellen como otros medios de<br />

corte.<br />

Este procedimiento surgió en el Laboratorio Nacional de Ihaho (INEL) como<br />

un medio no dispersivo de cortar bidones de residuos combustibles. La<br />

empresa Trutech adquirió la licencia y transformó el prototipo de INEL en un<br />

producto vendible.<br />

El chorro se hace salir por toberas especiales de una pistola manual o robótica<br />

y corta el material expuesto porque el líquido a alta presión entra en las<br />

grietas y rugosidades de la superficie y al expandirse con gran rapidez rompe y<br />

abre el material creando nuevas superficies donde se repite el proceso. La eficacia<br />

<strong>del</strong> proceso depende de la presión empleada (de 400 a 4.000 atmósferas), la<br />

temperatura (de unos 150°C a -180°C) y la distancia entre el chorro y el objeto.<br />

El empleo de las presiones más bajas favorece la limpieza de las superficies de cualquier revestimiento<br />

sin dañar el material de fondo por <strong>del</strong>icado que sea. El nitrógeno se volatiliza y desaparece<br />

sin residuo y los residuos <strong>del</strong> corte se pueden aspirar por vacío en los puntos donde incide el chorro.<br />

La NASA emplea este proceso para limpiar algunas partes de la lanzadera espacial donde otros<br />

métodos como el chorro de agua u otros sistemas de abrasión no podrían utilizarse. Otros organismos<br />

y empresas que lo emplean son la Armada americana, algunas empresas aeronáuticas, de semiconductores,<br />

pinturas, plásticos y mataderos.<br />

El único inconveniente es su precio, más alto que el de otros procedimientos, entre 200.000 y<br />

300.000 dólares para equipos de baja presión y 450.000 dólares para una de alta.<br />

La hipnosis altera el estado de la mente<br />

Scientific American, marzo 2004<br />

Investigadores ingleses <strong>del</strong> Imperial College de Londres afirman que la hipnosis cambia<br />

la forma de funcionar de la mente, alterando la respuesta de la parte <strong>del</strong> cerebro,<br />

q u e<br />

detecta y responde a errores. Utilizando una imagen funcional <strong>del</strong> cerebro, se ha<br />

comprobado<br />

que esta área afectada en los procesos de hipnosis es la que controla<br />

la toma de decisiones. Esto explica por qué la gente hipnotizada hace cosas<br />

disparatadas que no haría en condiciones normales. Las investigaciones<br />

en las que se basan estas afirmaciones han permitido concluir que<br />

existe un mecanismo biológico que sustenta la experiencia de la<br />

hipnosis.<br />

Para investigar este fenómeno, los investigadores <strong>del</strong> Imperial<br />

College seleccionaron 24 personas, 12 con alta susceptibilidad a la<br />

hipnosis y otros 12 con baja. Tomaron mediciones de la actividad <strong>del</strong><br />

cerebro de estas personas en ambas situaciones: normal y bajo hipnosis<br />

y se observó que los miembros de cada grupo mostraban una actividad<br />

cerebral parecida con independencia <strong>del</strong> estado en el que se encontraban,<br />

y que en estado normal, antes de ser hipnotizados, ambos grupos mostraban también<br />

parecido nivel de actividad. Después de ser hipnotizados, sin embargo, se observó que el<br />

nivel de actividad en las circunvoluciones intermedias <strong>del</strong> cerebro era mucho más alto en el<br />

grupo de mayor susceptibilidad. Éste mostró también una mayor actividad en la parte izquierda de<br />

la corteza prefrontal <strong>del</strong> cerebro.<br />

Se concluyó que en estado hipnótico, estas áreas <strong>del</strong> cerebro tenían que trabajar más en el grupo<br />

más susceptible para obtener los mismos resultados cognitivos.<br />

Se han realizado también pruebas clínicas de hipnosis en pacientes de cáncer observándose que<br />

al ser hipnotizados experimentaban mucho menos dolor al aplicárseles el tratamiento contra el<br />

cáncer.<br />

New Scientist, 15 septiembre 2004<br />

f e b r e r o 2 0 0 5<br />

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