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Panel sobre abuso sexual infantil - Revista Docencia

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<strong>Panel</strong> <strong>sobre</strong> <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> <strong>infantil</strong>: ¿Está la escuela preparada para la prevención y reparación?<strong>Panel</strong> <strong>sobre</strong> <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> <strong>infantil</strong>:¿Está la escuelapreparada parala prevención yreparación?REFLEXIONES PEDAGÓGICASEl <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> <strong>infantil</strong> es una problemática que ha penetrado en el mundo escolar, entanto sus estudiantes, profesores, administrativos y personal paradocente pudieran ser víctimaso victimarios de una situación abusiva, fuera o dentro de la institución. En estos últimos años eltema ha estado muy presente en la prensa y el Ministerio de Educación ha dictado que todoestablecimiento debe tener sus protocolos al respecto. Pero, ¿está verdaderamente preparadala escuela para llevar a cabo procesos de prevención y reparación? Conversamos con cuatroespecialistas en temas de maltrato <strong>infantil</strong> y <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> y vimos que hay mucho camino porrecorrer. Aún rondan muchos mitos y desconocimiento cabal de lo que constituye un <strong>abuso</strong><strong>sexual</strong> <strong>infantil</strong>, y por esto mismo, se cometen muchos errores que van en perjuicio de losniños, niñas y jóvenes. Exponemos esta conversación esperando sea un aporte para mejorar eltrabajo que la comunidad educativa puede hacer para prevenir y reparar los casos de <strong>abuso</strong>sa menores.Jimena Ibieta 1Soledad Larraín 2Josefina Martínez 3José Andrés Murillo 41 Jimena Ibieta, psicóloga, docente de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, coautora del libro Mi Sol. Orientaciones para laPrevención del Abuso Sexual Infantil desde la Comunidad Educativa.2 Soledad Larraín, psicóloga, Consultora Unicef, experta en maltrato y trabajo <strong>infantil</strong>.3 Josefina Martínez, psicóloga, terapeuta familiar, miembro del Centro de Estudios y Promoción del Buen Trato de la Pontificia UniversidadCatólica de Chile, miembro del Consejo Nacional de Prevención del Abuso y Acompañamiento de víctimas de la Conferencia Episcopalde Chile.4 José Andrés Murillo, Doctor en filosofía. Presidente de Fundación para la confianza.33


<strong>Panel</strong> <strong>sobre</strong> <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> <strong>infantil</strong>: ¿Está la escuela preparada para la prevención y reparación?niño, no la justicia de castigar a alguien, sino de ajustarlos lugares.Josefina: De acuerdo, hay que reconocer la condiciónde víctima, sin eso no tenemos nada que hablar. Esdecirle, “esto no debería haber pasado, pero pasó”.José Andrés: Claro, <strong>sobre</strong> todo cuando el <strong>abuso</strong><strong>sexual</strong> ha sido cometido por un adulto de confianzadel niño, en donde ese adulto que supuestamente lodebiera cuidar, utiliza la necesidad de cuidado de eseniño para obtener una satisfacción <strong>sexual</strong>. El adultoque actúa de esta manera, además de abusar, produceuna enorme confusión en su víctima, a nivel afectivo eincluso cognitivo. En un contexto así, es muy difícil queel niño logre reconocerse a sí mismo como víctimaen un primer momento. Se preguntará si es víctima,victimario, si es cómplice, responsable, provocador.Entonces, necesita que alguien le ordene la realidad.profesor recibe el relato de un niño, no procurar indagar.Si el niño está dando cuenta de una situación de <strong>abuso</strong>no necesita tener ni un relato completo congruenteni verosímil, no necesitamos saber exactamente quépasó para iniciar una derivación, una denuncia, porqueen ese momento el niño puede relatarte algo queviola la lógica espacio-temporal. El rol es acoger. Si unopregunta innecesariamente, se puede contaminar elrelato, que muchas veces es el único medio de prueba.Lo que tampoco hay que hacer es ventilar el caso.No es necesario que quede en su hoja de vida. Notiene por qué enterarse el siguiente profesor, a menosque en algún momento quisiéramos explicarnos unasituación del niño a partir de estos antecedentes. Noculpabilizar al niño aparece como una sugerenciaREFLEXIONES PEDAGÓGICASSoledad: Y en ese sentido está muy ligado al tema decreerle, el estar principalmente preocupado de noculpabilizar, que el niño o la niña tenga claridad en que nohay responsabilidad personal en la situación de <strong>abuso</strong>y quede muy claramente establecida la responsabilidaddel abusador. Además es relevante tener la capacidadde escuchar, de no cuestionar, de acoger las emocionesy dar los espacios para esas manifestaciones y despuéstodo lo que implica acompañamiento en el proceso,lo que incluye también la denuncia. Muchas veces losprofesores juegan como el rol de articulador de la redy les toca experimentar situaciones muy complicadas,pues es quien habla con los padres, quien habla con elconjunto de los apoderados y quien debe mantenerun rol articulador de la red. No basta con que elcolegio haga una denuncia y deje el tema en manos dela justicia, porque es recién ahí cuando generalmenteempieza el mayor movimiento. Se debe hablar conlos apoderados, hacer el seguimiento, tener la mirada<strong>sobre</strong> el conjunto del proceso.José Andrés: También es fundamental que el colegiosepa lo que no es. Es decir, el colegio no es fiscal,tampoco es policía, juez ni perito, no debe confundirsu rol.Jimena: Muchas veces, para saber qué hacer hay quepartir por pensar cuáles son los no, hay una serie deacciones que se deben evitar. Por ejemplo, cuando un39


REFLEXIONES PEDAGÓGICASobvia, pero cuando uno le pregunta “por qué no selo dijiste a nadie”, suena como si lo estuviéramosculpabilizando, en general, las preguntas encabezadaspor un ‘por qué’, sugieren cuestionamientos.Soledad: O “¿por qué ibas solo a su oficina?”, es unaforma de culpabilizar al niño/a <strong>sobre</strong> la situación de<strong>abuso</strong>.José Andrés: “¿Por qué tú rompiste las reglas?”.Josefina: O “¿estás seguro de lo que me estáscontando?”.Soledad: A nosotros nos ha tocado algunas experienciascon profesores que incluso hacen careo, o sea, cuandolos niños denuncian una situación de <strong>abuso</strong> dentrodel propio establecimiento educacional llaman al niñocon el profesor para comparar los discursos, esto esabsolutamente inadecuado y peligroso; o inician elsumario interno y en él hacen el careo, entrevistan alniño y eso a veces demora meses de meses antes deque se ponga en conocimiento de la justicia.José Andrés: Mientras el niño está absolutamentedevastado.Soledad: Y vulnerable.José Andrés: Con esa reacción se le transmite quenadie lo va a proteger, al contrario, pues lo vas asometer nuevamente a la presencia de su victimario. Aeso me refería yo cuando decía que el colegio no setransforme ni en fiscalía ni policía.Jimena: En charlas que doy en colegios me heencontrado con ciertos elementos que hay quedesmitificar en lo legal. Muchas veces los profesores notoman medidas frente a un <strong>abuso</strong> entre niños, porquepiensan que derivar, consultar, acudir puede implicarsanciones para el niño que está abusando. Entonces,yo creo que es muy importante saber que en estoscasos el procedimiento que hace la justicia, es ponermedidas de protección, investigar lo que está pasandocon este niño que abusa.Otro típico temor que frena a los profesorescuando sospechan <strong>abuso</strong>, –en este caso, desde unadulto hacia un niño–, es a que lo demanden porcalumnias, por injurias si es que denuncia una situaciónque resultó no ser tal. Entonces, dicen “yo no puedo,porque no estoy seguro”. Pero, primero, el colegioy el profesor no tienen que necesariamente señalarun autor, pues ese es un paso del proceso judicial; nimenos están para dictar sentencia. A la justicia le cabrápronunciarse respecto de la inocencia o culpabilidadde la persona que fue formalizada en el proceso.Y aun si el profesor o el establecimiento señala unposible autor, –porque está siendo fiel al relato de unniño–, no deben temer represalias, la justicia no lo vaa condenar por repetir el relato de un niño. Tampocoles va a caer una condena por errar en creer quehabía <strong>abuso</strong> donde no había o que el autor era otrapersona. El único escenario donde la justicia dice “acá40DOCENCIA Nº 49 MAYO 2013


<strong>Panel</strong> <strong>sobre</strong> <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> <strong>infantil</strong>: ¿Está la escuela preparada para la prevención y reparación?te voy a aplicar la ley como establecimiento” es si,teniendo antecedentes, no hubiesen hecho nada. Enese sentido, el artículo 175 del código penal estipulala obligatoriedad de las escuelas de denunciar cuandotoman conocimiento de un hecho constitutivo dedelito que afecte a sus alumnos.Prevención: construir instituciones,contextos y relaciones no abusivas depoder<strong>Docencia</strong>: Respecto al tema de cómo hacer un trabajode prevención del <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> en niños y niñas existendistintas miradas. Vemos que hay una gran tendenciapor el autocuidado, por enseñarle a los niños cuáles sonsus partes íntimas que nadie debería tocar. Pero por otraparte, hay quienes critican este énfasis, argumentandoque se le traspasa toda la responsabilidad del cuidadoal niño, en una edad que no necesariamente soncapaces de defenderse. ¿Cómo ven ustedes el tema dela prevención?Josefina: Yo creo que todo lo que es la enseñanza enel autocuidado es importante entenderlo como unaparte de la prevención. Pero lo que pasa en muchoscolegios es que lo único que se hace es eso, porquees lo que está más a la mano, los apoderados somosmalos para ir a las reuniones, y los profesores no tienentiempo, porque están toda la jornada planificando ohaciendo clases en aula. Entonces, el problema que yoveo en este minuto en la prevención a nivel de lasescuelas es que se está haciendo casi exclusivamentecon los niños y se sigue poco las recomendacionesde trabajar con la población adulta, con el conceptode comunidad educativa más global: con los docentes,con los paradocentes, con los apoderados y ojalállegar al final a los niños. Uno de los grandes aportesde trabajar con el autocuidado es que los niños quehan sufrido <strong>abuso</strong> le logran poner nombre a lo queles pasó y, por lo tanto, producen divulgaciones, peroel problema es que no siempre esos adultos estánpreparados para recibir esa revelación de maneraadecuada.Entonces, veo como un problema el que loúnico que se haga sea con los niños, que el efectosea responsabilizar casi exclusivamente a ellos desu propia protección. Hay que ampliar los esfuerzospreventivos y resituar la responsabilidad en los adultosy <strong>sobre</strong> todo que los adultos no tengamos la ilusión decontrol a propósito de enseñarles a los niños lo que“los grandes” pueden o no pueden hacer con ellos. Sibien es fundamental la transmisión de los conceptosbásicos que se trabajan para los programas paraniños como “tu cuerpo te pertenece”, “no hay nadamás privado que tu propio cuerpo”, “tienes derechos<strong>sobre</strong> tu cuerpo” y que un niño sepa lo que está bieny lo que no está bien que un adulto haga, en estrictorigor, si el adulto quiere, lo va a hacer igual. O sea, losniños tienen derechos, pero los adultos no siempre losrespetamos.Desde ahí me parece peligroso esa sensaciónde seguridad que uno ve en algunos adultos y <strong>sobre</strong>todo en algunos papás: “yo ya hablé con mi hijo, porlo tanto, a mí esto no me va a pasar”. El trabajo enautoprotección es un trabajo importante, pero conresguardo. A uno le toca ver papás de niños pequeñosmuy inquietos y a papás de niños grandes o dejóvenes, muy tranquilos, diciendo: “Oh, qué bueno quetengo a los cabros grandes, porque ya no me tocó”.Lo mismo pasa en algunos colegios, donde se pidencapacitaciones para las educadoras de párvulos, perono para los profesores de educación media, lo cualrefleja la distorsión de pensar que el <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong>es un problema que afecta solo a niños pequeños.Es muy importante que los programas o las políticasde prevención sean transversales a todos los gruposetarios, con consideraciones y graduaciones evolutivas,teniendo en cuenta, por ejemplo, la omnipotencia delos adolescentes que creen que nada les va a pasar:“yo no soy gil, a mí no me va a ocurrir”.También es fundamental el transmitir estetema con calma, el transmitir una visión positiva delmundo, de los otros y el no alterar eso. Además creoque es importante incorporar en los curriculum deeducación <strong>sexual</strong> este tema, para dejar claro que<strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> no es <strong>sexual</strong>idad, sino una distorsiónde la <strong>sexual</strong>idad, para que los niños no se topen porprimera vez con el tema de la <strong>sexual</strong>idad a propósitode la prevención del <strong>abuso</strong>. Pero este tema no deberíaestar solo en los programas de educación <strong>sexual</strong>,porque ahí nos olvidamos que esto no es un problema<strong>sexual</strong>, es un problema de <strong>abuso</strong> de poder, por esodebe ser más amplio, debería estar en programas deREFLEXIONES PEDAGÓGICAS41


REFLEXIONES PEDAGÓGICASeducación para la convivencia, en formación para laciudadanía, desarrollo de la empatía.José Andrés: En religión.Josefina: Exacto, y habría que lograr una mayorformación para los docentes y apoderados, y lograrinstalar políticas que perduren en el tiempo, no quesean charlas desde la reacción como para decir que sehizo algo en este tema.Soledad: Siguiendo con el énfasis que le hemos dadoal <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> como un problema de <strong>abuso</strong> de poder,quería comentar que se requiere mirar el conjuntode la escuela, porque obviamente en ambientes másautoritarios, en ambientes donde hay ejercicios másarbitrarios del poder, son contextos organizacionalesque favorecen la presencia de <strong>abuso</strong>, sea <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong>u otro tipo de <strong>abuso</strong>. Entonces, en el caso de la escuela,no basta con hacer un taller con los niños y listo elproblema, sino que hay que analizar cuál es el riesgoque en esta organización se dé una situación de <strong>abuso</strong>.Eso significa mirarnos, mirar las estructuras muchasveces abusivas, cuáles son los espacios de participaciónque tienen los niños, cuáles son los espacios dondeestamos escuchando a los niños, cuál es el nivel de<strong>abuso</strong> de poder o de poder excesivo que se da entrelos distintos estamentos en las distintas instancias.Eso también es una forma de ir construyendo comoinstitución o como organización un ambiente que vayaevitando la presencia de <strong>abuso</strong>, mirémonos todoscómo estamos con nuestra organización, con nuestrasactitudes facilitando o haciéndonos más vulnerables ala presencia de una situación de <strong>abuso</strong>.Josefina: Yo creo que ese punto es el más ausente enlas políticas de prevención a nivel escolar, porque searma un taller con los niños, se instalan cámaras, secolocan vidrios en las puertas y se asigna una personapara que vigile los baños, y son medidas que se tomanpara dejar tranquilos a los apoderados. Pero esaspolíticas no toman en consideración la variable de<strong>abuso</strong> de poder o la variable de que en las relacionesabusivas, lo más complejo está en lo sutil, no hay quequedarse tranquilo porque se colocaron cámaras,porque finalmente, más que lugares físicos de riesgo,hay relaciones que son de riesgo, que pueden ocurrira vista y presencia de todos, sin embargo podemosno verlas o no considerarlas graves. Es ahí dondehay que dar un vuelco. Es decir, si el <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> esun problema relacional, la prevención tiene que serrelacional. Eso es más complejo de hacer e implicacambios culturales que van a tardar mucho tiempo enocurrir, pero que hay que empezar. Y desde ahí, comodice Soledad, que el gran desafío es cómo instalar,al interior de las organizaciones procesos reflexivos,participativos de cómo son nuestras relaciones,cómo son nuestros contextos relacionales y cuántopromueven o no que un abusador pueda actuaro hacen más difícil que un abusador actúe. Nuncavamos a tener garantía, no existe el contexto en queno se vaya a producir ningún <strong>abuso</strong>, pero claramentehay estructuras de relación que al menos permitenque los <strong>abuso</strong>s se detecten más rápido. O sea, paraque haya un <strong>abuso</strong> no se necesita solo que haya unabusador, se necesita un contexto.José Andrés: Un abusador sin contexto no existe.Los protocolos no se imponen, seconstruyen participativamente<strong>Docencia</strong>: ¿Cómo debiese ser construido un protocolopara la prevención y respuesta de un <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong>?Jimena: Debiera ser contextualizado a cada escuela. Sidecimos “este es el último protocolo que distribuyó elMineduc” y, simplemente, lo repartimos en la escuela,no pasa nada. Pero si en la escuela, nos dedicamosa revisar, construir, proponer, necesariamente se va adar un proceso de reflexión y, probablemente, en esteproceso se van a poner <strong>sobre</strong> la mesa de discusiónmuchos casos de los que nunca habían hablado o vana mirar una situación desde ángulos que nunca habíanimaginado.José Andrés: Nosotros (Fundación para la Confianza)estamos ayudando a los colegios a elaborar suspropios protocolos. El protocolo es una políticainstitucional de creación de un contexto no abusadoro preventivo y requiere que todos los actores delestablecimiento se comprometan. Por ejemplo, yosoy contrario a la obsesión por las cámaras, comosi se tratara de una nueva ilusión del panóptico, porel que se crea la ilusión de un centro de controlque lo ve todo, pero que no puede ser visto. Esjustamente la ruptura de un contexto de confianza,que puede ayudar a la prevención, a la intervención42DOCENCIA Nº 49 MAYO 2013


<strong>Panel</strong> <strong>sobre</strong> <strong>abuso</strong> <strong>sexual</strong> <strong>infantil</strong>: ¿Está la escuela preparada para la prevención y reparación?Además, es necesario que esta formación seaextendida también a los asistentes de la educación,pues suelen ser grandes confidentes de los niños. Muchasveces el portero o la bibliotecaria reciben revelación,pero como nunca son invitados a participar deestas reuniones de profesores donde se establecen losprotocolos o donde se entregan conocimientos legales,no se enteran de su rol y les he escuchado decir“nosotros tenemos orejas, pero no tenemos boca”,refiriéndose a que son personas muy invisibilizadas enel establecimiento.Tejer redes para la prevención y lareparación<strong>Docencia</strong>: ¿Qué instancias o instituciones existen paraque las escuelas públicas puedan recurrir para solicitarestos apoyos, para contactarse con expertos?José Andrés: Nosotros, la Fundación para la Confianza,estamos para eso. Cuando los colegios son privadoshay retribución económica, pero cuando son colegiospúblicos y no hay recursos nosotros trabajamos conellos igual. También está Unicef.Soledad: Nosotros en Unicef, tenemos el material MiSol que lo trabajamos en conjunto con el Mineducque está pensado para primer ciclo básico. Cuandoun colegio lo quiere empezar a implementar tenemosla posibilidad de por lo menos orientarlos, darles lasindicaciones básicas de cómo hacerlo. El material estáen la página web de Unicef, junto con muchos otrosmateriales en el tema.Jimena: Volviendo al tema de las redes y tomando lo queseñalaba Josefina de que al profesor jefe o a la escuelales toca prevenir todo, y por otra parte hay tambiénmuchos programas interviniendo en una escuela,como “Habilidades para la vida”, la Fundación para lasuperación de la pobreza, las oficinas de protecciónde los derechos de la infancia (OPD), etc., los cualestrabajan con temas distintos, pero tienen en comúnque se preocupan de los mismos factores de riesgoy, asimismo, coinciden en la mayoría de los factoresprotectores que quieren fortalecer, ¡entonces hay quehacer sinergia! Para todos es importante, por ejemplo,el desarrollo de la autoestima, de la participación pues,así como el <strong>abuso</strong> de poder atraviesa todo tipo devulneraciones, la participación es gran garante de losderechos en general.REFLEXIONES PEDAGÓGICASLas escuelas debiesen hacer un catastro delas redes con que cuentan, porque los consultorios, lasOPD y distintos organismos y programas tienen unítem que se llama difusión, que apunta a su vinculacióncon la comunidad; bajo ese ítem se les pueden solicitar,por ejemplo, charlas o que alguno de sus profesionalessea moderador de una sesión de trabajo y así apoyarla labor tan recargada de la escuela. Hay que teneruna mirada de multiplicación de recursos, pensar enrecursos no tradicionales, que a veces ni los miramos.Por ejemplo, una radio comunitaria en el sector, lajunta de vecinos, etc. Cuando uno empieza a mirar enredes son como lentes nuevos que uno se pone, puesempieza a ver recursos e intenciones comunes dondeno las había visto antes.45

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