El-romanismo-enemigo-de-la-Santa-Biblia

% } fe» / •" ^ „rENEMIGO BE LA SANTA BIBLIA,OBRITA ESCRIJA EN INGLESPOREL REV. T. H. HORNE, M. A.,y traducidaal EspañolEL REV. G. H. RULE,EN LA &UE SE DEMUESTRA O.UE EL DOGMA DE LA IGLESIAROMANA, SEGÚN SE HALLA EN LOS DOCUMENTOS MASAUTÉNTICOS DE WCHA IGLESIA, ESTA DIAMETRALMENTE OPUESTOA LA DOCTRINA DE LA DIVINA REVELACIÓN.EN LA IMPRENTA DE LA BIBLIOTECA MILITAR DE SIBRALTAK,A COSTA DE LA SOCIEDAD DE LOS ESTADOS UNIDOSDE AMERICA PARA TRATADO» RELIGIOSOS.

EL CONTENIDO.Cap. Sec. PájiI. De las Sagradas Escrituras;1. Las Sagradas Escrituras son regla completade la Fé 12. Libros Canónicos 33. Todos están obligados á leer las SagradasEscrituras .-. 5II. Juicio privado en materia de relijion—supuesta infalibilidad del Papá.I. Las-Sagradas Escrituras piden escrutinio,y lo requieren 82i Supuesta infalibilidad del Papa....... 9ÍH. Pretensión de la Iglesia Romana á la infalibilidadi 12IV. Del Culto Relijioso.1. Objetos de adoración. 142. Modo.,.: 20V. La perfecta propiciación de Cristo negadapor la Iglesia de Roma 22VI. De la justificación y el perdón del pecado 23VIL De los Sacramentos.1. Numero de ellos 252. De la comunión bajo ambas especies... 26VIII. Del Matrimonio 28IX. Del Purgatorio é Ihduljencia......... 29X. De la Confesión Auricular. 33b2

iv.Cap.Páj.XI. Del supuesto poder" del Papa para deponerlos Reyes .., 34XII. Que no se ha de guardar fé con los herejes 41APÉNDICE.Nota.A. De los Libros Apócrifos.1. Sus Fábulas 442. Sos Inconsecuencias. ib.3. Sus Doctrina» contrarias á los Libros Canónicos454. E. g. que algunos no tienen pecado 46*5. En ellos se aplauden costumbres, &c. inmoralesib.6. Son repugnantes con las historias no inspiradas,.rib.B. De las variaciones de las Biblias de SixtoV. y Clemente VIII 47C. De las terjiversaciones de Liberio Pontíficeinfalible , 48D. Del Caito Idólatra de los Santos y las Imájenes49E. De la Canonización de Tomas á Becket.. 52F. Conspiración de San Pió V. contra la ReynaIsabel de Inglaterra 53G. Inmaculada Concepción de la Vírjen María 54H. De la adoración de la Cruz 56I. Hitos y Ceremonias Jentílicos de oríjen .. 58J. Número Setenario de los Sacramentos.... 60K. Despacho de Indulgencias 61

EL ROMANISMOBNEM1GO SKZ>ii SANTABIBLIA.Eesenünai toda» las ana», y ateneos A lo bueno.—1 Tes. v. 21.Estad firmes en la libertad en gue Cristo >ws Uherti, y no «simitáis étrevez al yugo de la servidumlre.—Gal. v. 1.CAPITULO I.»E LAS «AGRADAS ESCRITURAS.§ 1. Las Sagradas Escrituras son Regla compteta de la F¿.Él Apóstol S. Pablo, escribiendo por inspiración delEspíritu Santo, asegura á Timoteo "que las Sagradas" letras lé pueden hacer sabio para la salud, por la fé que' 4 es en Jésu-Cristo." Y añade "que toda la Escritura,'{divinamente inspirada, es útil para enseñar, para repre-*'hender, para córréjir, y para instruir en la justicia.,lrPára que el hombre dé Dios sea perfecto, y esté prevé-" nido para todfc obra buena." (I.), Ahora, bien, si el hombre de Dios, 6 ministro de Jesa-Cristó, qjie está en la obligación de instruir á otros, norehusando anunciarles todo el consejo de Dios (2.)cuanto necesiten conocerlo para conseguir la salvacion^sí ' >(1.) 2Tan.m. 15—17. (2.) HechosS36 87./- (' ,»

2éste ha de sacar de las Sagradas Escrituras toda su instrucciónen orden al perfecto desempeño de un instituto taHrespetable y de tanta responsabilidad, es necesario quédichas Escrituras contengan todas las verdades cuyo conocimientole conducirá á él y á los demás fieles por elcamino de la salvación. (3.). Acorde con la citada declaración de S. Pablo, las Iglesiasreformadas por todo el mundo no reconocen otra reglade fé y Costumbres que la Sagrada Biblia, la cual, comodice bien la Iglesia Ariglicána, en su articuló sesto, "cón-" tiene todas las cosas necesarias para la salvación.'-'Y no solamente se declara que la Santa Escritura essuficiente para la enseñanza de la verdad, sino tambiénÉe prohibe á todo hombre el añadir cosa alguna á lo queén ella se contiene.Hablando Moyses á los Israelitas, dice : " No AÑADI-Í!REÍS á la palabra que yo os hablo." (4.) Y Salomón :" Toda palabra de Dios está como acrisolada al fuego, y"es un escudo para los que en él confian. No AÑADAS" va TILDE á sus palabras; de lo contrario serás redargüidoy convencido de Falsario." (5.) Y, con amonestaciónaun mas enfática, dice S. Juan en el libro delApocalipsis : '" Protesto á todo el que oye las palabras de"la profecía de este libro, que, si alguno añadiere á ellas" alguna cosa, pondrá Dios sobre él las plagas que están" escritasi en éste libro." (6.)Las Iglesias reformadas, cediendo éri todo á la autoridaddé lá Sagrada Escritura, sostienen que cualquiera cosa,que tíi éh ella Se lee, ni en ella sé prueba, no debe ecsijirsede hombre alguno que la crea como artículo de fé, nidebe ser juzgada cOmb requisito, necesario en orden á la,salvación; y qué ni aun es lícito á la Iglesia presentar cosa(3.) Véase Sal. xvm. 8. 9. Is.viii. 20; 2 Pea. i. 19. 21.Juan xx. 21. 22.(4.) Deut. iv. 2.(5.) Prov. xxx. 5. 6.(6.) Apoc. XXH. 18,

3#!guna que no se halle en los libros Santos, para que seacreída como necesaria para la salvación. (7.)Mas la Iglesia de Roma, desentendiéndose de los preceptosde Dios en esta materia, intenta igualar tradicionesde hombres con la Divina Revelación, lanzando su maldicióncontra los que no quieren admitirlas. Dicen Jos;miembros de esta Iglesia, en su confesión de Fé segúnla Bula de Pió IV. : Firmísimamente admito y reconozcola» tradiciones apostólicas y eclesiásticas, y demás pbsefrmncias de la misma Iglesia.Y el Concilio de Tiento no repara en declarar que nosolamente ae encuentran la verdad y la doctrina santa en.los Sagrados libros del Antiguo y Nuevo Testamento de Jos•que Dios es el autor, Sino también que ciertas tradicionesde.la hoca de Jesu-Cristo, 6 dictadas por el EspírituSanto, y conservadas por una continua sucesión en laIglesia Católica, deben ser recibidas (pari pietatis affectúet reverenda) con igual piedad y reverencia. (8.)§ 2.—Libros Canónicos tBajo el nombre de Escritura Santa entendem.03 aquelloslibros Canónicos del viejo Testamento, de cuya autoridadnunca hubo duda en la Iglesia. Recibimos y contamos porcanónicos todos los libros del Nuevo Testamento según sereciben comunmente. (9.)Mas la Iglesia Romana tiene como por de igual autoridadá varios libros apócrifos, no obstante que nunca fueron admitidoscomo-tales por los Judíos á quienes fueron confiados: : 1 • : ! . i'.-*(7.) Art. 6 P y 20 ? de la Iglesia Anglicana.(8.) Conc. Trid. Sess. 4a. Dea de Can. Scrip.(9.) Art. 6 P de Ja iglesia Anglicana.

4tos oráculos de Dios, ni tampoco por la Iglesia primitiva,ni por ningún concilio jeneral, ni por la Iglesia Griega.A pesar de haber sido umversalmente desechados dichoslibros, dicen los pontificios: " Si alguno no recibiere"estos libros enteros con todas sus partes, según se" acostumbraba leerlos en la antigua edición de la Vul-"gata Latina, ni los admitiere por Sagrados y Canónicos," y conociendo las tradiciones arriba mencionadas, de"propósito los menospreciare, SEA ANATEMA.*' (10.)Y es digno de observación que, á mas de las razones queacabamos de citar, por las cuales los Protestantes rehusamosadmitir por canónicos los libros apócrifos, estos mismoslibros llevan en sí las pruebas de no haber sido escritospor divina inspiración, pues contienen fábulas y contradicciones(de las que se hallan ejemplos en el apéndice(A.), que son diametralmente opuestas á la integridad delos escritos inclusos en el Sagrado Canon: y algunos de.los autores 1 de los libros, nuevamente canonizados eott-Jiesan que no fueran inspirado». Así el hijo de Sirac, ensu prólogo al libro del Eclesiástico, ruega á los lectoresque le perdonen, " Si en aquellas cosas en que, siguiendo" la imájen de la sabiduría, parece que ha desfallecido en" la contestara de las palabras." En el primer libro delos Macábaos (11.) se dice, que entonces no hubo profetaen Israel que declarase lá voluntad de Dios. De consirguíente, este libro no puede ser de autor inspirado. Éllibro segundo de los Macábaos es producto de un escritorque procuró (según él misino lo dice) compendiar, en unsolo volumen, los cinco libros de Jasou Cirenéo, encargándosede hacer el compendio, y tomándose no pequeñotrabajo (12.); y concluye su tarea literaria en términos.rnuy .impropios de historiador ó profeta inspirado, diciendo.)Conc. Trid. Sesg. 4a. deCan. Scripl,(110 iv. 46. y rx. 27.(12,) H. 24—27.

5do z " Yo también pondré aquí fin á mi narración, y, si"está bien, y como lo ecsije la historia, esto es lo que" yo deseo; pero, si está coa menos dignidad, se me debe"disimular." (13.)§ 3.—Todos están obligados á leer las SagradasEscrituras.Las Sagradas Escrituras, tanto por los preceptos qaecontienen, cuanto por los ilustres ejemplos que nos presentan,enseñan que' es deber de todos los hombres elaplicarse á su lectura. "Escudriñadlas Escrituras" (14.)es el precepto de Jesu-Cristo. S. Pablo, escribiendo á loaTesalonicenses, muestra su apostólica solicitud en estostérminos : " Conjuróos por el Señor, que esta epístola »e"lea á todos los Santos hermanos" (15.). Y á los Eféí"os:"Tomad," dice, "la Espada del Espíritu, que «s"la palabra de Dios (16.), por la cual nosotros también"podemos resistir los ataques del maligno." (17.) 11mismo apóstol, como queriendo enseñará toda la Cristiandadque sus cartas son para uso é instrucción de todos, tí>las dirije á los presbíteros y obispos, sino á las Iglesias deDios, á los santificados en Jesu-Cristo, y á todos los qúainvocan el nombre de nuestro Señor Jesu-Cristo. (18.)De la misma manera el Apóstol S. Jacobo dirije su epístola"á las doce tribus que están en dispersión." (19.)Y S. Pedro, en su primera epístola, se dirije "á loa" estranjeros que están dispersos por el Ponto, Galaciá,(13.) xv. 38. 39.(14.) Juan v. 39.(15;) 1 Tes. v. 27.(16.) Efes. vi. 17.17.) Véase también Col. m. 16.18.) Rom. i. 7. 1 Cor. i. 2.2 Cor. 1.1. Gal. i. 2. Efes. 1.1.(19-) i-1-

6Capadocia, Asia y Bitinia" (20.) $ y, en 1a segunda, aun"á todos los que alcanzaron igual fé con los Apósto-" les " (21.). Y'el Apóstol S. Juan escribe á los padres,los jóvenes y los niños. Luego, preguntamos, { bajo quepretesto se ha de impedir á éstos la lectura de las cartasque se les mandaron? Cierto es que los ciudadanos deBeréa son elojiados por el cuidado con que escudriñabanlas Escrituras (22.); que los Judíos estaban obligados átener ejemplares de la ley en sus casas para leerlos á sushijos (23.); y sin, duda debe ser la obligación de todos losCristianos hacer lo mismo, pues participan de los privilegiosde un orden de cosas mas perfecto y glorioso.Apesar de esto, la Iglesia de Roma prohibe al pueblo lalectura de las Escrituras, alegando que de semejante lecturaresultaría mas daño que provecho, y ha publicadoleyes que, si. fueran por desgracia guardadas, espondrianlasta los libreros que tuviesen de venta ejemplares deeste Santo libro, Se da aquí la regla 4a. del índice delibros prohibidos. " Constando por esperiencia que, si los"Sagrados libros se permiten leer á todos en lengua Vul-* gar sin diferencia alguna, por la temeridad de los hom-•"bres se sigue de ahí mas daño que provecho" (conigual razón pudiera prohibirse á los hombres el comer óA beber, pues algunas veces nos resulta daño aun denuestro alimento); " estése en esta parte al juicio del"Obispo ó del Inquisidor, para que, de consejo del Par-" roco, ó del Confesor, puedan permitir la lectura de la" Biblia traducida en lengua vulgar por autores Católicos," á los ,que entendiesen que de esta lectura pueden sacar," no.daño, sino aumento de fé y de piedad; Ja cual licencia" tengan por escrito."Mas el que sin esta facultad osare leerla ó tenerla, no"puede recibir la absolución-de sus pecados, hasta que(20.) 1.1. | (21.) i. 1. | (22.) Hech. xvn. 11. | (237)~Deut. vTTtí. 9,

7Vuelva la Biblia al Ordinario. Y los libreros que vétf-'" dieren ó de algún otro modo franquearen la Biblia en" lengua vulgar al que no tuviere la sobredicha licencia," pierdan el precio de los libros, el cual invertirá el" Obispo en usos piadosos, quedando sujetos á otras" penas, al arbitrio del Obispo, • según la calidad de su" delito. Pero los Regulares no pueden leerla ni tenerla" sino con facultad de Sus nielados."Aunque esta regla se ha revocado, y ahora los de esaIglesia tienen licencia de leer la Biblia, sujetándose,con todo, á varias restricciones, el espíritu de Romatodavía es el mismo, según se demuestra por la carta encíclicade León XII., publicada en Roma con fecha de 3de Mayo 1834, en la que el Pontífice da la siguiente instruccióná todos los Patriarcas, Primados, Arzobispos yObispos : " También nos, en cumplimiento de nuestrasfunciones Apostólicas, os ecsortamos, venerables her-" manos, á que os ocupéis, en cuanto'sea ! posible, en" apartar vuestras greyes de estos pa6tos letíferos " ' (7ethiferishlsce pascuis...... esto es, de la lectura de lasSagradas, Escrituras, traducidas en lenguas vulgares, y'esparcidas por los Protestantes, á las cuales este siervode los siervos de Dios llama, en la misma carta encíclica/Evangelium Diaboli; Evanjelio del Diablo) < " Repre-"hended, ecsortad, instad á tiempo y fuera; de tiempo,"con toda paciencia y doctrina, para que los fieles que"están encomendados á vuestra carga, conformándose" con ecsactitud á las reglas de nuestra congregación del" índice^ vivan persuadidos de que, si la Sagrada Escritura" traducida en lengua vulgar se publica jéneral é iudiscri-" minadamente,ma& daño que provecho resultaría de ello" por la temeridad de los hombres." •Empero, no es de estrañar que la Iglesia Romana seoponga con tanto tesón á que los Cristianos lean la palabrade Dios, y la obedezcan. Sabe que las doctrina»

3nuevas de la Bula de Pío IV. no se pueden comprobar porella, y que el Conciliábulo de Trento innovó, sustituyendoen su lugar la tradición no escrita, la cual pretendió hacerregla dé Fé.CAPITULO II.JUICIO PRIVADO EN MATERIA DE RELIJIONINFALIBILIDAD DEL PAPA.SUPUESTA§ 1¿—-Las Sagradas Escrituras piden escrutinio,y lo requieren.Ecsaminad todas las cosas, dice S. Pablo, y ateneos álo bueno (1.), Y S. Juan : " carísimos, no queráis creer"& todo espíritu (ó Doctor)> mas probad los espíritus" si son de Dios, porque muchos falsos profetas se han""levantado en el mundo " (2.). Pero ¿ y como podremoshacer semejante prueba, recibiendo con fé implícita todocnanto los hombres nos pretendan enseñar, sin sujetarloá ningún ecsámen? Aun el inspirado Apóstol de losJentilejs no se atreve á coartar la razón de sus discípulos,sino dice con humildad: "Como á prudentes os" hablo, vosotros mismos juzgad lo que digo (3.). San-" tincad en vuestros corazones al Señor Cristo, aparejados''siempre para responder á todo el que os demandare" razOn dé aquella esperanza que hay en vosotros " (4.)vLuego para poder responder á todo el que les demandeasí, los Cristianos deben tener ellos mismos una plena;intelijencia de las razones y fundamentos de su fé. Tamil.)1 Tés. v. 21. (3.) 1 Cor. x. 15.(2.) 1 Juan iv. 1. (4.) 1' Pedro in¿ 15,

9bien dice S. Pablo: " Aun cuando nosotros 6 nn ánjel del"cielo os evanjelice, fuera de lo que nosotros os hemos"evangelizado, sea anatema" (5.). Y, diciendo ésto elApóstol, es evidente que no solo reconoce el derecho quegozan los Cristianos de leer, y formar su juicio despuésde haber leido, sobre cuales sean las doctrinas contrariasal Evanjelio, ó conformes con él, sino que intima queestán en obligación de hacerlo, y no fiarse de nadie, niaun de un Apóstol, ni de un ánjel del cielo.A pesar de estos pasajes de la Biblia, y otros semejantesá éstos, la Iglesia de Roma se arroga la infalibilidad, yquiere que todos se obliguen á ceder á su juicio y fallo(6.).Y todo Romanista profesa creerla infalible, y, según la Bulade Pió IV., así hace su profesión: " Admito la Sagrada, fEscritura según el sentido en que la ha tenido y tiene Ja'f Santa Madre Iglesia á quien perteneee e} juzgar del"verdadero sentido de las Sagradas Escrituras, y jamás" Jas tomaré ni interpretaré sino según el .unánime con-" sentimiento de los padres." •.§ 2.—Supuesta infalibilidad del Papa.La pretensión de los Papas á la infalibilidad carece detodo apoyo en la Sagrada Escritura, como en la razón yen los hechos de la antigüedad. Bien notorio es que losmismos Romanistas no 'están acordes en definir en quiendebe hallarse semejante atribución; si en el Papa, eniin concilio jeneral, ó en el cuerpo universal de los Cristianos.Y es igualmente sabido que así papas como conciliosse han contradicho unos á otros, ,de lo cual se sigue(5.) Gal. i.8. ' ' ~ ~'(6.) Véase Conc. Trid. Ses. 4a. Decreto de Edit. et usu lib. s&c,Catecismo á los Párrocos Parte i.Cap. 10? num. 18 9e

10inevitablemente que ni papa ni concilio es infalible. Vedaquí algunos hechos que prueban lo dicho. Gregorio, quese suele llamar el Grande, hacia fines del siglo sesto, declaróque cualquiera que se arrogase el episcopado universal,sería precursor del Anti-Cristo (7.). Pero todossabemos que tres ó cuatro años después, Bonifacio III.se lo arrogó, y que muchos Pontificios que después hanocupado la que se les antoja á ellos llamar silla deSan Pedro, se han denominado Obispos universales.Luego el Papismo, según Gregorio, es precursor delAnti-Cristo, como lo ha sido efectivamente, pues en todoslos reynos, en donde hasta el dia han dominado elPapa y su clero, se levanta el Anti-Cristo de la impiedad.El Papa Sixto y. hizo publicar, en el año de 1590, unaedición de la versión Latina vulgata, y, por una bula que laacompañaba, mandó que fuese recibida umversalmente, ytenida por verdadera, lejítima, auténtica y superior á todainpugnacion en todos casos. Además, mandó que todaslas futuras ediciones se hiciesen conforme á aquella, sinmudar, añadir ú omitir la menor sílaba, so pena de escomunionmayor. No obstante la infalibilidad de Sixto V.,Clemente VIL, no mucho después, revocó el decreto deSixto, suprimió su edición (echando la culpa de sus innumerablesdefectos al impresor) (8.), y publicó otra suyaen la cual hizo mas de dos mil correcciones. (B.)Se supone que la infalibilidad de que tanto se vanaglorianlos Papas, procede del Espíritu Santo. ¿ Pero comopodia morar el Espíritu Santo en los corazones de algunosde ellos ? Eleuterio y Víctor, ambos Papas y Santos,sancionaban la herejía de los Montañistas. Marcelo,Santo como ellos, y Obispo de Roma también, renególa fé de Jesu-Crjstp en tiempo de la persecución de Dio-(7.) Epist. lib. vi. cap. 30. denal Belarmino en la edición(8.) Véase el prefacio del Car- Clementina.

11clesiano, y, para salvarse de la muerte que le amenazaba,,sacrificó á los ídolos. Dicen que se arrepintió después;pero, si negó la fé de su Salvador por un solo momento, sucaída era bastante para desacreditar la fábula de la infalibilidadde la Silla Romana. Liberio, depuesto de la sedeepiscopal por sostener la fé verdadera de la divinidad denuestro Señor Jesu-Cristo, la renegó y suscribió un formularioArriano, con razón llamado por Hilario, Obispo deArles, "un credo blasfemo." *(C.) Félix el Santo, sucesorde Liberio, fué también Arriano. Zósimo, tambiénSanto, favorecía abiertamente la herejía de Pelagioy Celestio. Vigilio, fautor de la herejía Serviana (ramificaciónde la de Eutyches) obtuvo el Obispado deRoma por medio de cohechos, desterró al Obispo que sehabía elejido canónicamente, acusándole, sin traer masprueba que algunas cartas forjadas, de haber estado encorrespondencia con los Godos, entonces enemigos delEstado. Y este Vigilio Infalible mudó de creencia algunaspocas veces, es á saber, cuatro. Honorio I. sédeclaró á favor de la herejía Monóthelita, y condenó porheréticos á los Obispos sus antecesores. Juan XIL, muchachode edad de catorce años, sin haber recibido lassagradas órdenes, ni aun ser idóneo para recibirlas, fuécolocado en la Silla de. Roma por Alberico su padre, CónsulRomano. Este monstruo de iniquidad, según le estilael Cardenal Baronio, fué convicto de simonía, perjurio,sacrilejio, horúicídio y blasfemia, y depuesto por el EmperadorOtón, que «ombr«2

Í2de diez años dé édád> compró él pápádí), él cual retuvopor diez años, cometiendo deshonéstidades¿ rapiñas yhomicidios, hasta qué le depusieron los mismos Romanos.TUTO la fortuna de recobrar su dignidad j pero, temiendolos efectos del odio popular, vendió" lá prérbgativa dé sertenido por INFALIBLE al ignorante é iliterato Gregorio VI.Juan XXII. carecía de todo principio de relijion y débuena moral, y, habiendo alcanzado él cardenalato, envenenóá su antecesor Alejandro V. Hizo papel de pontíficeinfalible, hasta que fué depuesto á causa de susenormes crímenes. Alejandró vl.i habiéndose cubiertode ignominia por «Vi ambición, avaricia, crueldades y libertihaje>lüégó. murió déjaridó ejemplo de la justa retribuciónde la próvidétícia dé Diós> pues tomó, por üná felizéqüivo'ca i ciorr, el venenó que hábia preparado paira algunoscardenales á quienes hábiá convidado á un banquete. Porno alargar este catalogó dé Vicarios pretendidos dé Cristo,que han cubierto dé infamia lá Sedé llamada Santa, Bastadecir qué varios Papas "y Antipápas, ten diferentestiempos,sé han anatematizado los unos S los otros, cada uno llamándoseinfalible.CAPITULÓ ÍIÍ.PRETENSIÓN DE I/A IGLESIA ROMANAA LA INFALIBILIDAD.Jesu-Cristo prohibió absolutamente á sus discípulosdisputar sobre dignidad y preeminencia. " Sabéis," dijo," que los príncipes de las jentés avasallan á sus pueblos,"y que los que son mayores ejercen potestad sobre"ellos." (10 Y S. Pablo á los: Efesios : (2.) "De(1.) kat. x'x. 25—28. | (2.) n. 19—22.

13manera que ya no sois estranjerosj siho que sois conciü-" dádanos de los Santos y domésticos de Dios." De modoque los Apóstoles y los profetas se tienen por iguales, ylodos colectivamente se llaman fundamento^ A Jesu-Cristo pertenece la preeminencia, siendo él Ja principal> piedra angular.Mas la Iglesia dé Roma se jacta de ser maestra soberanade todas las Iglesias, y de que los papas tienen laprimacía de dominio, y prescribe á sus hijos el siguienteartículo dé fé : Reconozco la Santa Católica y ApostólicaRomana Iglesia por Madre y Maestra de todas lasIglesias, y prometo y juró verdadera obediencia al PontíficeRomano, sucesor del Beato Pedro, príncipe de losApóstoles, sucesor y vicario de Jesu-Cristo. (3.)Contra esta arrogantísima pretensión, afirmarnos que raiglesia Romana ni es madre ni maestra de las iglesias.La Iglesia madre fué la de Jerüsalém, estábletidaihmedíatáíneñtédespués de la ascensión de Cristo. Lüé'gO nacfóla Iglesia de Samaría. (4.) Después se establecieron lasIglesias de Chipre, Fenicia, y Antioquía, por medio de losCristianos dispersos de resultas de la persecución que selevantó por causa de Estévan. (5.) Mas no hay datoshistóricos por los que se puede probar que la Iglesia enRoma se fundó por Pedro, ó, como dicen los Romanistas,por el ministerio de Pedro y Pablo. En el primer Conciliode Niza los Representantes de las diferentes IglesiasCristianas se tenian por iguales con el de Roma, y en elcíaarto Concilio ecuménico, congregado en Calcedonia, fuédeclarado 'que la Iglesia de Constantinopla gozase del mismorespeto que la de Roma, porqué en aquella ciudadsestaba la corte imperial. Y es cierto que la Iglesia deRoma no es Católica, esto es, universal, fi'i jamás 10 ha(3.) Bala de Pió IV. (5.) Kfech. rx. 1!M20.(4.) Hechos VIII. A. D. 34.

14sido> pues la historia eclesiástica atestigua que las Igle*sias Antiguas de Asia y de África negaban su autoridad, yque hasta el dia las del Oriente tienen por odioso su orgulloy afectación de supremacía; y el solo repasar elMapa Mundi basta para ver cuan lejos está la Iglesiade Roma de ser universal. Y Roma no debe pretenderautoridad ninguna sobre las Iglesias de la Gran Bretañaé Irlanda, pues éstas llevan mayor antigüedad que la finjidasupremacía de un Pupa. Libres estaban desde eltiempo del primer establecimiento del Cristianismo entrelos antiguos Britones é Irlandeses; y, aunque éstos sufrieronmucha opresión de los atentados, fraudes y atrocidadesde Roma, la libertad que les era inherente quedaba inalterada,y aun se mantiene íntegra. Ergo, la ficción de unasupremacía papal no se puede justificar por la Sagradaescritura, y no es mas que una innovación del siglo séptimo.Los estrechos límites de esta obrita no admitencitar pruebas documentadas de estos hechos; mas, siendoya notorios á los lectores de la historia eclesiástica, tampocose cree necesario especificar las autoridades.CAPITULO IV.EL CULTO RELIJIOSO.(D.)§ 1.—Objetos de adoración.Las Sagradas Escrituras nos enseñan terminantementeque solo á Dios se debe ofrecer adoración. " Está escrito,"dice Jesu-Cristo : "Adorarás al Señor tu Dios, y á"él solo servirás." (1.) Y, en prueba de qhe está asíescrito, citamos el mismo pasaje á que se refirió, qué sehalla en el libro del Deuteronomio, capítulo sesto, versí-(1.) Mat. iv. 10.

15culo decimotercio, el cual dice: " Temerás al Señor Dios"tuyo, y á él servirás." Y también se dice en el mismolibro: " Temerás al Señor Dios, y á él solo servirás ; á" él te unirás, y por su nombre jurarás." (2.) Esto es, áél solo servirás, y á él solo te unirás en devota adoración,según nuestro maestro infalible lo esplica. (3.) Y aun laversión Vulgata Latina tiene el adjetivo soli ó solo en amboslugares. Luego Dios es el único, objeto lejítima denuestra devota adoración.Sentada esta doctrina fundamental de la relijion, prosiguenlas Escrituras enseñándonos que Jesu-Cristo es elúnico Medianero y Abogado que podemos tener ante Dios,y el cimiento en que se funda toda nuestra esperanza parala salvación. Dicen que "uno es Dios, y uno el medianero" entre Dios y los hombres, Jesu-Cristo hombre : que se"dio á sí mismo en redención por todos." (4.) Que, " Si"alguno pecare, tenemos por Abogado con el Padre á" Jesu-Cristo el Justo, y él es propiciación por nuestros" pecados; y no tan solo por los nuestros, sino también"por los de todo el mundo." (5.) Que "no hay salud"en otro ninguno, porque no hay otro nombre debajo el" cielo, dado á los hombres en el que hemos de salvar-"nos." (6.) Y que "nadie puede poner otro cimiento"que el que ha sido puesto, que es Jesu-Cristo." (7.)La Iglesia de Roma, por el contrario, sostiene que laVírjen María y los Santos tienen méritos de los que nosdebemos aprovechar, y que interceden por nosotros. Elsectario de Roma ha de profesar su creencia en los siguientestérminos : " Sostengo constantemente que los" Santos que reynan con Cristo deben ser venerados é in-" vocados, como también que ofrecen oración á Dios por(2.) x. 20.(3.) Mat. iv. 10.(4.) 1. Tim. n. 5, C,(5.) 1 Juan ii. 1, 2.(6.) Hechos iv. 12.(7.) 1 Cor. m. 11.

16nosotros, y que sus reliquias deben ser veneradas." (8.)Los Santos, invocados en la Iglesia de Roma, son casi innumerablescomo se puede ver del hecho que las vidas delos Santos en la obra grande compilada por los Bolandistas,ocupan no menos que cincuenta y cuatro tomos enfolio grande, -aunque la obra no abrace mas que hasta elmes de Octubre.De estos Santos, así llamados, algunos hay cuya memoriase tendrá por digna de veneración en la IglesiaCristiana por todos los siglos. Estos son aquellos porcuyo medio se estendió el conocimiento del Evanjelio porel mundo 5 y no dudamos de que ahora estén en el Reynode Dios, nuestro Padre común, y que allí brillen en lagloria que sobrepuja al resplendor del Sol. Mas otroshay cuya ecsistencia está en el solo Calendario y en lasleyendas, las cuales no tienen fundamento ninguno en lahistoria auténtica civil ni eclesiástica, y son tan hiperbólicasó absurdas, que no hay hombre cuerdo que las crea.Hé aquí Cristóbal, el Jigante que dicen llevó á Cristo ensus hombros, atravesando un brazo de mar. S. Anfibolio,quien no fué mas que la capa de S. Albano. S. Longino,el Soldado Romano que traspasó el costado de nuestroSalvador con una lanza cuando estaba en la Cruz. S.Jorge, el del Dragón. Sta. Úrsula, con su bella comitivade once mil vírjenes, todas mártires, de quienes no sehalla mención ninguna en la historia. Y otros canonizadospor la Iglesia, parece que no tenían mas mérito quesu locura, dote que no deja de tener su precio y estimaciónentre los dependientes de la Santa Sede. El famosoS. Francisco, según lo que cuentan de él, debia ser faltotanto de juicio como de decencia, digno de ser castigadopublicamente por su impudicia, y puesto en reclusión(8.) Bula de Pió IV. super forma Sfc. Véase también Cono. Trjd.Ses. 25 de Invocat. y Catecismo Parte III. cap. .2. núm. 27.

17como demente, pues, tirando sus vestidos, andaba totalmentedesnudo. Y su predicar á las aves y á las bestias,hablando con ellas como si fuesen entes racionales, eraprueba de la mayor estupidez, por no decir enajenamiento.Mas esto no es todo. Algunos de los que llevan el renombrede Santo, han sido infames pecadores, y la historiade ellos debe escitar la justa indignación de todo Cristianopiadoso. Demasiado tedioso sería un catálogo de tales Santospor abreviado que fuese. De alguno que otro de los masconocidos solamente haremos mención ahora. Tal fué SanGregorio VIL, mejor conocido por el, nombre de Hildebrando.Pasó su Vida en un atentado atroz é incesantecontra las libertades del jénero humano, anhelando lasujeción total de todos los reynos á la Silla Romana,como patrimonio todo de S. Pedro. De consiguiente,todos los reynos hicieron reclamaciones contra su canonización,y en efecto no se le da culto, sino en Italia y enIrlanda. Santo Tomas á Becket, rebelde, traidor, yenmigo de su patria, habiendo solemnemente prometidoobedecer las leyes de Inglaterra, las violó todas, y estodeliberadamente, faltando así á su promesa y á la obedienciadebida á su rey. Pero, á la vista de Roma, superfidia parecía virtud sublime, y la Curia le canonizó, yllegó á ser idolatrado en Inglaterra por espacio de pocomenos de dos siglos ; tanto que en un solo año (9.) cincuentamil peregrinos estranjeros fueron á visitar el sepulcrode este perjuro, "de cuyo martirio," dice el misalRomano para uso de los laicos, publicado en Inglés (10.),"se regocijan los ánjeles." (E.) Notemos también á S.Pió V. que, además de la piadosa hazaña de quemar masherejes que tal vez cualquiera de sus antecesores en larenombrada silla, no se contentó con librar una bulade escomunion contra la reyna Isabel de Inglaterra, pre-(9.) A. D. 1420. | (10.) p. 85 Edición de Londres, 1825.

18tendiendo prirarla de su corona, sino que se propasó áincitar á que se rebelasen aquellos de sus subditos queentonces se adherian á la superstición Papista, y proporcionódinero á algunos de ellos para que pudiesen llevaradelante sus planes de traición. (F.)La invocación de los Santos y de la Vírjen María escontraria al uso de la antigüedad. Fué introducida porPedro el Curtidor, presbítero de Bitynia, y despuésObispo de Antioquía hacia el año de 470, y no se admitieronen las litúrjias fórmulas de Adoración para lasletanías, hasta 150 años después. Hasta el siglo sestono se habian levantado templos en honra de los Santos,ni los pontífices Romanos se arrogaban la prerogativa deelevar á tan alta dignidad á los difuntos pecadores, hastafines del siglo nono. Entonces fué cuando comenzaron államarlos Santos, prestarles culto relijioso, y decir quepor sus méritos é intercesión se alcanzan gracias celestiales,y con sus manos nos las confieren.También es repugnante á la razón la invocación de losSantos, porque ¿ como pueden ellos oir los ruegos ? SoloDios es quien puede recibir el culto y veneración debidaá un ser invisible. Y en este punto como en los demás,las Sagradas Escrituras señalan á Roma como apóstata.Estas dicen: " Nadie hay que viva siempre, y que de ello" tenga esperanza; mejor es perro vivo que león muerto." Porque los que viven saben que han de morir; mas los" muertos nada mas saben ni tienen mas recompensa, por-"que al olvido ha sido entregada su memoria. El amor" y el odio, y las envidias, perecieron también, á una con" ellos, ñi tienen parte en este siglo ni en la obra que se"hace debajo del Sol." (11.)Mas Roma panteista no solamente adora á los Santos,sino que también presta adoración & sus imájenes, comitien-(11.) Ecles. ix. 4—6.

19do asi abierta infracción de una de las leyes mas esplícttasde la Santa Escritura. La Ley promulgada por el mismoTodopoderoso, se concibe en estos términos:" No harás para tí obra de escultura, ni figura alguna" de lo que hay arriba en el cielo ni de lo que hay abajo" en la tierra, ni de las cosas que eBtán en las aguas debajo"de la tierra."" No las adorarás, ni les darás culto; yo soy el Señor"tu Dios, fuerte, celoso, que visito la iniquidad de los" padrea sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta jenera-"cion de aquellos que me aborrecen." (12.)Pero la Iglesia imperiosa, madre y maestra que no hacecaso de ley ninguna, aunque sea de Dios, dice, sin reparo,que es lícito representar á las personas de la SantísimaTrinidad por imájenes, y que las imájenes y reliquias deCristo y de los Santos deben ser habidas y conservadas enlos templos, y tenidas en debida honra y veneración ; yque por este culto y honra son venerados los que por ellosse representan. (13.) Y dicen los dóciles adoradores,según les manda Pió IV., dueño absoluto de su creencia:" Firmísimamente sostengo que las imájenes de Cristo y"de la madre de Dios, siempre vírjen (G.), deben ser" habidas y tenidas, y que á ellas se ha de rendir la debida"honra y veneración." C14.) Y el prescrito culto consisteen besar las imágenes, descubrirse ante ellas, incensarlas,y hacer jenuflecsiones y preces delante de ellas.La adoración de la oblea llamada Hostia, 6 víctima, y dela cruz, son ceremonias notorias de la misma idolatría. (H.)(12.) Ecsodo xx. 4. 5. Véase también Deut. iv. 15. 16. Hech.xvn. 29. 1- Juan v. 21., y los capítulos XL. XH. y XLVI. dela profecía de Isaías.(13.) Conc.Trid._Ses. 25 de Invocat. y Cat. Rom. parte ni. c. 2.(14.) Bula Pió IV. super forma, fyc.D2

20§ 2. Modo.Bajo la ley Mosayca los símbolos de la presencia deDios se manifestaban en Jerusalem, donde tenian losHebreos su templo en el cual todos debían presentarsetres veces al año, á fin de ofrecerle oraciones ysacrificios. Mas el Evanjelio nos enseña que ahora elTodopoderoso no se manifiesta así visiblemente, y quesu presencia no se limita á un solo lugar, sino que recibecon igual complacencia y aprobación los ruegos quese le ofrecen en todas partes del mundo. Así dijo Jesucristoá la mujer Samaritana: " Mas viene la hora, y"ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al" Padre en espíritu y en verdad. Porque el Padre tam-"bien busca tales que le adoren." "Dios es espíritu, y" es menester que aquellos que le adoran, le adoren en espírituy en verdad." (15.) Y á sus discípulos les haceuna promesa: "Donde están dos ó tres congregados en mi"nombre, allí estoy en medio de ellos." (16.) "Quiero,"pues," dice S. Pablo, "que los hombres oren en todo"lugar, levantando las manos puras, sin ira ni disen-"siou." (17.)En todo lugar dice el Apóstol, mas no así Roma. Ellatiene en alta estimación el andar en peregrinaciones, visitandolos sepulcros y reliquias de algunos Santos. ElCardenal Belarmino, citando el decreto del concilio deTrento (18.), asegura terminantemente que el emprenderperegrinaciones á los lugares Santos es obra de piedad.(19.) Y, entre los varios motivos sujeridos á losfieles para hacerles someterse á la molestia de ir á Romadurante el Jubileo de 1825, fué el de que allí pudiesen(15.) Juan iv. 23. 2i.(16.) Mat. xvui. 20.(17.) 1. Tim. n. 8.(18.) Ses. 25.(19.) De Cult. Sac. Lib. m. c. 8.

21ver la cuna de Cristo (Christi tncunabula). Pero ¿Puedealgún hombre sensato persuadirse de que aquel Papa creiaque se hallaba en Roma la cuna de Cristo ? Y, si no locreia el Papa, que diremos de él ?2. Las escrituras nos ensenan que los actos del cultoDivino deben celebrarse en lengua que sea inteligible alpueblo."El que habla una lengua (no conocida), no habla á" los hombres, sino á Dios, porque nine;uno le entiende."Pues ahora, hermanos," dice S. Pablo, "si yo fuere" á vosotros, hablando lepguas (estranjeras) ¡ que os" aprovecharé, si no os hablare ó en revelación ó en" ciencia, ó en profecía, 6 en doctrina í Porque, si orare"en una lengua mi espíritu ora; mas mi mente queda sin" fruto. Mas si bendijeres con el espíritu, el que ocupa" el lugar del simple pueblo ¿ como dirá Amen sobre tu" bendición ? puesto que no entiende lo que tú dices. Y"mas bien quiero hablar en la Iglesia cinco palabras de mi" intelijencia y para instruir tambiem á los otros, que no"diez mil palabras en lengua (uo entendida)." (20.)Mas en la Iglesia Romana se canta la misa, y los demásactos del culto relijioso se celebran en Latín, lengua nointelijible al pueblo, y este rezo se acompaña de ceremoniasinnumerables (algunas oriundas del paganismo) (I.),las cuales no tienen viso de sanción divina, según lo quese lee en la Sagrada Biblia. Y el Concilio de Trentoque profesaba congregarse en el Espíritu Santo, amenazade anatema á cualquiera que presumiere decir algo encontra. (21.)(20.) 1 Cor, xiv. 3. 6. 14. 16. 19.(21.) Conc. Trid. Ses. 22 cap. 8 ? et canon 9 P de Sacrificio Míssae.

22CAPITULO V.LA PERFECTA PROPICIACIÓN DE CRISTONEGADA POB LA IGLESIA DE ROMA*La escritura nos enseña que por la oblación de sí mismoen la cruz, una vez crucificado, Jesu-Cristo ba hecho unaplena, perfecta y suficiente propiciación; y que, desdeque hizo por su propia sangre la espiacíon de nuestrospecados, no es necesario mas otro sacrificio. " Si alguno" pecare, tenemos por abogado con el Padre á Jesu-Cristo" el justo, y él es propiciación por nuestros pecados; y" no tan solo por los nuestros, mas también por los de"todo el mundo." (1.) "Jesu-Cristo nos redimió de la"maldición de la ley." (2.) "Mas, estando Cristo ya"presente, Pontífice de los bienes venideros, por otro"mas escelente y perfecto tabernáculo, no hecho por" mano, es á saber, no de esta creación: Ni por sangre" de machos de cabrío, ni de becerros, mas por su propia" sangre, entró uno sola vez en el Santuario, habiendo"hallado una rendencion eterna." (3.) "De otra manera"le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde" el principio del mundo; mas ahora apareció una sola" vez en la consumación de los siglos para destrucción del"pecado, por el sacrificio de sí mismo." (4.) "Porque" con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre á los"que ha santificado." (5.)Así dice el Espíritu Santo; mas, á pesar de todo, laIglesia de Roma trata de repetir todos los dias, y enmillares de Templos en el mismo punto de tiempo, el(1.) 1 Juan II. 1. 2. (4.) ib. 26.(2.) Gal. m. 13. (5.) Heb. x. 14.(•3.) Heb. ix. 11. 12.

23sacrificio de Jesu-Cristo, y enseña y manda enseñar "que"en la misa se ofrece á Dios un sacrificio verdadero,"propio y propiciatorio, para los vivos y para los difun-"tos." (6.) Y en otra parte: "Si alguno dijere que" en la misa no se ofrece á Dios un verdadero y propio" sacrificio, 6 que el ofrecer no es mas que darnos á Cristo"para que le comamos, sea anatema." (7.) Pero estaidea de sacrificio en la misa contradice á los pasajes de laSagrada Escritura arriba citados, y se opone á todos losargumentos de los capítulos séptimo, octavo y nono, de laEpístola á los Hebreos.CAPITULO VI.DE LA JUSTIFICACIÓN T EL PERDÓN DEL PECADO.La Escritura Santa declara que no hay hombre queno peque (1.), que todo el mundo yace en la maldad (2.),que "el Señor desde el cielo miró sobre los hijos de"los hombres, para ver si hay quien tenga inteligencia"ó quien busque á Dios." " Todos se desviaron, se"hicieron á una inútiles¡ no hay quién haga bien, no"hay siquiera uno." "Así como está escrito: no hay"ninguno justo." "No hay temor de Dios delante de"los ojos de ellos." "Pues todos pecaron y tienen necesidadde la gloria de Dios " (3.), y que "todos nosotroscomo ovejas nos estraviamos, cada uno se desvió"por su camino." (4.) Mas el Concilio de Trento declaracon toda desfachatez, que "no es de su intención com-(6.) Bulla Pii IV. sup. for., &c.(7.) De Sacrificio Missse Can.(1.) 3 Reyes vm. 46.(2.) 1 Juan v. 19.(3.) Sal. xni, 2. 3. Rom. III.10. 18. 23.(4.) Is. un. 6.

24"prender en su decreto, en el que se trata del pecado" orijinal, la beata é inmaculada Vírjen María, Madre de"Dios." (5.)2. Afirma la Escritura que somos justificados, ó tenidospor justos delante de Dios, solamente por el mérito deNuestro Señor Jesu-Cristo, por medio de la fé y no déobras meritorias hechas por nosotros. Fácil sería llenartodo un folleto como éste de citas en comprobación deésto; empero bastan las siguientes. Según S. Pablo:"la Justicia de Dios es por la fé de Jesu-Cristo para" todos, y sobre todos los que creen en él: porque no"hay distinción." (6.) "Poique de gracia sois salvos" por la fé, y ésto no viene de vosotros: porque es un"don de Dios." "No por obras, para que nadie se"gloríe." (7.) De consiguiente, no puede caber méritoen cualquier cosa que hagamos, y debemos ceder á lo quedice nuestro mismo Salvador : "Así también vosotros, des-" pues que hiciereis todas las cosas que os son mandadas," decid: Siervos inútiles somos : lo que debíamos hacer,hicimos." (8.)Esto no obstante, los Teólogos de Trento quisieronanular todo, con un canon suyo, en estos términos : " Si"alguno dijere que las obras buenas de un hombre justifi-"cado son dones de Dios en tal sentido que no sean tam-"bien buenos méritos del mismo justificado, ó que éste"por las obras buenas, que haya hecho por la gracia de" Dios, y mérito de Jesu-Cristo, cuyo vivo miembro es," no se hace verdaderamente digno de aumento de gracia,'• vida eterna, y (puesto que muriere en gracia) aun con-" seguimiento de esta misma vida eterna y también au-" mentó de la gloria, sea anatema. (9.)(5.) Ses. v. Dec. de peccatoorigínale.(6.) Rom. ni. 22. 24. 27. 28.(7.) Efes. n. 8, 9.(8.) Lúe. xvn. 10.(9.) Sos. vi. cap. 16 P can. 32 P

25CAPITULO VILDE LOS SACRAMENTOS. "§ 1. Número da ellos.Jesu-Cristo instituyó dos Sacramentos, r y no mas. EstosSon el Bautismo y la Cena del Señor. Al primero lo instituyódiciendo á sus discípulos: " Id pues, y enseñad" á todas las jentes, bautizándolas en el nombre del"Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo." (Y.) Y alsegundo cuando comia la cena pascual con ellos antesde su crucificsion. La historia de su institución se hallaen los Evanjelios según SS. Mateo, Marcos y Lucas. (2.)Mas Roma tiene hecho otro cálculo, y cuenta sieteSacramentos. Dice que " Son siete Sacramentos verdaderosy propios de la ley nueva, instituidos por nuestro" Señor Jesu-Cristo, y necesarios para la salvación del" jénero humano, aunque no Sean tan necesarios para tq-"dos,-los individuos, á saber, el Bautismo, la Confirma-"ciori, la Eucaristía, la Penitencia, la Estreñía Unción,"el Orden y el Matrimonio. (3.) (J.)" Ni para aquí.Amenaza de Maldición á cualquiera que dijere "que no"fueron todos instituidos por nuestro Señor Jesu-Cristo,"oque son mas ó menos de.siete, ó que alguno de los"siete no es verdadera y propiamente Sacramento." (4.)Mas esta es 'una innovación, pues Pedro Lombardo, escritordel siglo doce, fué el primero que contó siete Sacramentos,añadiendo á los dos del Bautismo y de la Cena Dominical,los cinco de Confirmación, Penitencia, Orden, Matrimonio,y Estrema Unción, El Papa Eugenio IV., haciamediados del siglo décimo quinto, dio su fallo que estoscinco, así como los dos, deben tenerse por Sacramentos ;(1.) Mat. xxvin. 19. I (3.) Bulla Pió IV. sup. Jor, &c.(2.) A r éase Lúe, xxn. 19. 20. | (-1.) Sess. vn. can. i.>;

26y en el siglo décimo sesto el Concilio de Trento y el PapaPió IV. los declararon todos igualmente Sacramentos.Luego el ser estos cinco todos Sacramentos depende dela declaración pontificia; y por consecuencia ninguno deellos lo era antes por institución de Jesu-Cristo, sin emembargode que haya placido al Concilio Tridentino sostenerlo contrario.§ 2. De ta Comunión bajo ambas especies.Las Escrituras nos enseñan que Jesu-Cristo instituyóla Comunión bajo ambas especies : estas, son el Pan y elVinO, y mandó qué con ellas se celebrase. El sagradotesto se lee así: " Y, cenando ellos, tomó Jesús el Pan,"y lo bendijo, y lo partió, y lo dio á sus discípulos, di-" ciendo: Tomad y comed : éste es (ó según el estilo"oriental, representa) mi cuerpo. Y, tomando el cáliz,"dio gracias y se lo dio, diciendo: Bebed de éste todos."Porque ésta es (ó representa) mi sangre del Nuevo Tes*" tamento, que es derramada por muchos para remisión de"pecados." (5.Mas la Iglesia de Roma, en la plenitud de su autoridad,ha osado mudar la institución de Jesu-Cristo, privando alpueblo del cáliz, y anatematizando quien dijere "que, por" el precepto de Dios y por la necesidad de la salvación," todos los que creen en Cristo deben tomar ambas espe-"cies del Santísimo Sacramento de la Eucaristía.'' (6.)Y el ciego Romanista dócilmente profesa creer que " bajo"una cualquiera especie recibe un Cristo íntegro, y un"Sacramento verdadero," (7.) Cualquiera que leyese(5.) Mat. xxvi. 26—28. (7.) Bulla Pii IV. super forma,(6.) Conc.Trid.Ses. xxi. can. I. ' &c.

27este artículo, de buena fé creería que la costumbre de comulgarbajo una sola especie había sido la de toda laantigüedad; mas no es así, pues el Concilio de Constancia,congregado en el año de 1416, fué el primero quecometió el sacrilejio de arrancar el cáliz de las manos delos Laicos, con desprecio del precepto positivo de Jesu-Cristo, y de la práctica universal de la Iglesia primitiva.2. La Escritura nos enseña que, tomando el pan y vinodel Sacramento, celebramos una comunión de la sangre ycueípo de Cristo. Preguntó S. Pablo: "El cáliz de" bendición, al cual bendecimos ¿ no es la comunión de la" Sangre de Cristo ? y el pan que comemos ¿ no es la participacióndel cuerpo del Señor?" (8.)Pero esto es demasiado sencillo para complacer al faustosacerdotal de los teólogos Romanos. Estos predican redondamente,que "en el Santísimo Sacramento de la''Eucaristía hay verdadera, real y sustancialmente, el" cuerpo y sangre juntamente con el alma y divinidad de"nuestro Señor Jesu-Cristo, y que se hace una conver-"sion de toda la sustancia del pan en su cuerpo, y de" toda la sustancia del vino en su sangre, la cual conver-"sion la Iglesia Católica la llama Transustanciacion."(9.)¡ Tran-sus-tan-cia-cion ! Este vocablo retumbante seinventó en el siglo decimotercio. La primera idea deuna presencia corporal de Cristo en el Sacramento habianacido á principios del siglo octavo. El primer escritorque se aventuró á propagarla, fué Pascasio Radberto enel siglo nono, cuando la simpleza del pueblo no habia aunadmitido tan grosera monstruosidad. La primera declaraciónpublicada de la fábula fué en el Concilio Letrantercero en el año de 1215, después de haber sido adoptadapor los Papas, é inculcada por el clero que asíseñalaba su sumisión á sus jefes. Mas, con todo, el(8.) 1 Cor. x. 16. 1 (9,) Bulla Pii IV. supra forma, &c.E 2

28parto disforme quedó sin apellido hasta el siglo decimotercio,qué, en un feliz momento, lo inventó Estévan,Obispo de Autun. Desde entonces ha sido mote de laIglesia, y recibido con esplícitá sujeción del. intelecto pormillares que no consideran que esta doctrina nueva essubversiva del fundamento mismo de nuestra creencia eijla relijion Cristiana, que son los milagros de nuestro Salvador,vistos todos y sometidos á la evidencia de lossentidos de los hombres, y que contradice á la SagradaEscritura, la cual dice que en el Sacramento comemos pan,aun después de pronunciadas las palabras que se suponenefectuar la asombrosa mudanza. (10.) Contradice tainbiená la razón, la cual demuestra que un mismo cuerpo' nopuede hallarse en dos lugares al mismo momento j y enfin contradice á los sentidos mismos, sin embargo de queDios los haya constituido testigos'de los hechos fundamentalesde la relijion de Jesu-Cristo. Por tanto esevidente que la Transustanciacion depende de mentirasacumuladas, y que es bien negada por los que se fian enla palabra de Dios, la razón y los sentidos.CAPITULO VIH.DEL MATRIMONIO.Las Sagradas Escrituras declaran que "el matrimonio es"honorable en todos, y el lecho sin mancilla."* (1). Ymandan que "para evitar la fornicación, cada uno tenga su"mujer, y cada una su marido." (2.) Este es un precepto(10.) 1 Cor. xi. 23—25.* Honorabile connuliwm in ómnibus et thorus immaculatus. Elsea honesto do ciertas versiones es perversión del testo.(1.) Heb. XIII. 4. | (2.) 1 Cor. vn. 2.

29universal que no eseeptúa de su obligación ni aun á losclérigos; y nadie puede traer una sola sentencia de lasSagradas Escrituras que intime que Dios haya esceptuadoá los Sacerdotes y monjes. Muy al contrario, S. Pablo encargaá los Obispos, Presbíteros y Diáconos, que se casentodos. (3.) Y, en una predicción que el misino Apóstolhace de la Apostasía de la fé y pureza del evanjelio, pone,entre las señales de ella, la de que el Espíritu Santo hablaespresamente, á saber, el prohibir el casamiento. (4.). Mas los Eclesiásticos de Roma afectan una pureza masacendrada que la de los Santos Apóstoles, y el Conciliode Trento, intentando anular, según su costumbre, losmandamientos de Dios, ordena que '" los Clérigos, consti-"tuidos en sagradas órdenes," no se casen, {b.) Mashabia costado tiempo sojuzgar los Clérigos á tan atrozyugo, pues desde Siricio, el primero que en el año de399 quiso prohibirles el matrimonio, no se estableciócompletamente el celibato hasta Gregorio VII. hacia finesdel siglo undécimo; pasando así ocho siglos sin que se pudiesellevar á cabo la conspiración de los Romanistas contrala moral pública; y aun entonces muchos escritores sequejaban del atentado. Pero nada valen reclamaciones enRoma. El Espíritu del Papismo es siempre el mismo, yhasta el dia á los Clérigos se les prohibe el casarse.CAPITULO IX.PEL PURGATORIO E INDULJENCIAS.Según declaran las Sagradas Escrituras,"'está esta-" blecido á los hombres que mueran una sola vez, y des-(3.) Véase 1 Tim. m. 2. 4. 5. (4.) 1 Tim. iv. 3.12. Tit. i. 6. (5.) Ses. xxiv. can. 9.

30"pues el jucio."(l.) Y en las Sagradas Pajinas no semeintan mas que dos lugares á donde van las almas delos Difuntos. (2.) Al ladrón penitente prometió nuestroSeñor que en aquel mismo dia estaña con él en el Paraíso.(3.) Y es constante doctrina de las escriturasinspiradas que á todos cuantos se arrepientan les sonperdonados sus pecados, por la fé con que se fian en lapropiciación de Cristo. Mas, no acomodándoles la Bibliay queriendo los padres Tridentinos mayor ensanche paraejercer su dominio sobre las conciencias, aseguran estosque hay un Purgatorio ó lugar de tormento para despuésde: esta vida, en orden á la purgación de los pecados delos hombres buenos que no se han limpiado perfectamenteaquí, y que las almas, detenidas allí, se socorrenpor las misas, oraciones, limosnas y demás obras piadosasde los vivientes. (4.) La costumbre de orar por los muertostuvo principio en el siglo tercero; mas no se hizomencion.de un Purgatorio hasta mucho tiempo después.Al principio fué recibida la nueva doctrina con mucha repugnancia,y no se admitió eujeneral hasta el papado deGregorio en el siglo séptimo.2. Las Santas Escrituras enseñan que es prerogativade Dios solo, el infiuito y Todopoderoso, el perdonar pecados(5.);y que, aun cuando hubiésemos hecho todas lascosas que nos son mandadas, seriamos siervos inútiles.(6.)Mas el Papa de Roma, hombre frájil y pecador, se arrogaesta divina facultad. Pretendiendo perdonar lospecados, y conceder in'duljencias á los pecadores, dice que,haciendo así, les remite la pena temporal que, por un decretode Dios, debian sufrir, auu después de remitido el(1.) Heb. ix. 27. .(2.) 1 Sam. xxv. 29. Mat. VII.13. 14. VIH. 11. 12.(3.) Lúe. XXIII. 43.

31reato, y abolida la eterna pena, la cual puede conmntarseen alguna penalidad temporal en esta vida ó en la otra,á la que llaman purgatorio. El creer ésto, por infundadoque sea en la santa Biblia, es obligatorio en aquella Iglesia;y es artículo de la fé de Pió IV., "que la potestad de indulgenciasfué dejada por Cristo en.la Iglesia, y que el uso" de ellas es sumamente saludable al pueblo Cristiano." (7.)Esta doctrina de induljencias se funda en la de un Purgatorio,que es igualmente falsa, como es aquella de obrasde supererogación de los Santos, la cual quiere decir, que,á mas de poder hacer satisfacción por sus propios pecados,pueden conceder méritos á los que los necesiten, ó que nolos tengan propios. Mas algunos de los mas doctos delos Romanistas confiesan que el dogma del purgatorio nose halla en la Biblia, y que de consiguiente no se ha instituidopor Jesu-Cristo. Es un hecho bien atestiguado porla historia eclesiástica, que los Papas no pretendían ejercerla facultad de dar induljencias hasta el siglo doce; y, siendoasí, no es posible que Jesu-Cristo la hubiese depositadoen la Iglesia. También es notorio que el descaro con quese vendían induljencias en Alemania por León X., fué elprimer motivo que impelió á Lutero á promover la gloriosaReformación, en la cual fué tan señalado instrumento.Por no citar testimonios que pudieran llamarse anticuados,Copiamos lo siguiente de la Bula de León XII. dada parael Jubileo del año de 1825, con fecha de Roma 24 deMayo de 1824, que prueba que, aun ahora, los Papas searrogan una propiedad de Dios Todopoderoso, profesandoconceder remisión de pecados á los hombres. Dice laBula: "Durante este año de Jubileo, nos en el Señor" misericordiosamente concedemos é impartimos induljen-" cia la mas plenaria y completa, remisión y perdón de" todos sus pecados á todos los fieles en Cristo, de ambos(7.)- Bulla Pii IV. sujier forma, Sfc.

32"secsos; que 3ean verdaderamente penitentes, que se"hayan confesado, y fortalecido con la santa comunión" puesto.que, siendo Romanos, ó habitantes dela ciudad, hayan visitado devotamente estas iglesias de" la ciudad, á saber, las de los Benditos Pedro y Pablo,"de S. Juan de Letran, y de Sta. María la Mayor, á lo"menos una vez cada dia, por treinta dias, seguidos ó no''seguidos, naturales ó aun eclesiásticos. Mas, si sean" forasteros ó aun estranjeros, deberán visitar dichas"iglesias á lo menos quince dias, previsto también, que" hayan derramado delante de Dios piadosas oraciones" por la ecsr-.ltacion de la Santa Iglesia, la ESTIMACIÓN" de las herejías, la CONCORDIA de los príncipes Católicos,"y la salud y paz de la Cristiandad."Se puede probar por el testimonio de escritores fidedignos,miembros de la misma Iglesia, que se han despachadoinduljencias después del tiempo de León X., ofreciendo laimpunidad á los crímenes mas enormes (K); y que elproducto de su venta ha sido apropiado á fomentar unainsurrección contra el lejítimo soberano de la Gran Bretañaé Irlanda, la cual se atestigua por este hecho innegable,citado de la historia de Irlanda. Por la declaracióndada á una comisión del parlamento Irlandés, por el padreJuan Hennesy, se descubrió que ía Santidad de BenedictoXIII., cediendo á una petición de los Arzobispos y ObisposPapistas de Irlanda (que habían hecho conjuración conotros de su partido con el fin de cstirpar al Rey Jorje II.y la familia Real, y colocar al pretendiente en el trono)',libró una bula para facilitar sus designios piadosos, y lesdio una induljeucia por diez años, en orden á colejir unasuma de dinero que habia de ser empleada con toda prontituden restaurar, como decian ellos, á Jayme III. en suderecho. Dicha bula ordenó "que todo comulgante,"puesto que se hubiese confesado y comulgado en los" dias dedicados" al santo patrono de su parroquia, y en

33Í!todos los Domingos desde el primero de Mayo hasta''Setiembre, rezado cinco Padre nuestros y un credo, y" también pagado dos peniques cada dia de estos, recibiese" una ihdidjencía plenariá por TODOS sus pecados." Envirtud dé ésta santa buja recojieron mil y quinientas librasesterlinas, cuyo dinero tenían reservado para remitir alájente del Pretendiente en Flándes, cuando por la vijilanciadel gobierno Irlandés se descubrió la conspiración.El éstracto del informe de lá Comisión á la Cámara deComunes de Irlanda se halla en "Letters by Sidney,"pp. 93, 94. Ed. Cork y Londres, 1823.CAPITULO X.DE LÁ CONFESIÓN AURICULAR,La confesión auricular qué se hace reservadamente álsólo Sacerdote, según se requiere por el Concilio déTrento, y en el Catecismo Romano á los párrocos, e9totalmente diversa de lá confesión abierta, jeneral y pública,que todos los Cristianos hacen mutuamente entre sí.Es contraria á la Escritura, y con especialidad es contrariaal verículo de la Epístola de S. Jacobo (1.) que sesuele citar-en justificación.de la costumbre: pues éstemandó solamente una confesión mutua y fraterna, que losCristianos se hieiesen los unos á los otrosí Y es contrarioá la razón el confesar los pecados á un hombre en ordená conseguir el perdón de ellos, pues, por grave quesea la ofensa que se haya cometido contra alguno, es comonada, comparada con la ofensa cometida contra el Dios deinfinita justicia y santidad. Y, aunque haya muchos casosen que la conciencia se aliviaría confesando con la parte" ~ (1.) v. 16. " ' . •F

34ofendida, por lo cual los pastores Cristianos encargan á losdelincuentes que así confiesen, semejante confesión no debetenerse por indispensable para conseguir el perdón de Dios.Y no solo es la confesión auricular contraria á las Escriturasy á la recta razón, sino qué también es notorio, queel secreto y demás usos del confesionario son subversivosdel orden social; que tienden á corromper á los confesadosde ambos secsos; y que pueden convertirse en armaformidable para promover con impenetrable disimulacióncualquiera intriga en perjuicio de individuos ó del estado.CAPITULO XI.DEL SUPUESTO PODER DEL PAPA PARA DEPONERLOS REYES.El último articulo de la fé de Roma contenido en la bulade Pió IV., es el siguiente : " También recibo sin la menor" duda, y profeso todas las demás cosas enseñadas, defi-" nidas y declaradas., en los Sagrados Cánones, por los" Concilios ecuménicos, y especialmente por la Sacrosanta" Sínodo de Trento, y al mismo tiempo igualmente con-" deno, rehuso y anatematizo, á todo cuanto sea contrario" á ellas, como á cualesquiera herejías condenadas, desechadasy anatematizadas, por la Iglesia." Entré estosSagrados Cánones, dejando aparte una infinidad de ellos,citamos solamente algunos de los concilios tercero y cuartode Letran, y servirán de muestra de los Cánones, &c. que,según lo mandado al Clero, todos los Obispos de Españahan de llevar á ejecución en cuanto puedan.El concilio tercero de Letran que lanzó un decreto contralos Cataros, Paterinos ó Publícanos, que se hallaban't-

35en Gascuña, en las inmediaciones de Tolosa, y en otraspartes, denuncia una tremenda maldición contra ellos, susdefensores y fautores; y también, so pena de maldición,prohibe á todos el admitirlos en sus casas, darles asiloen Sus tierras, Ó tener trato alguno con ellos. Tambiéndecreta que sean confiscados sus bienes, y los pone á ladisposición'de todos los príncipes, para que los hagan esclavos;y releva de dos años dé penitencia á cualquiera fielCristiano que, por el consejo de su Obispo, llevare armascontra ellos y los sojuzgare. (1.) El decreto décimosestodel mismo concilio determina que " los juramentos que"contravengan á la utilidad de la Iglesia, y á las cons-" tituciones de los Santos Padres, no deben llamarse jura-"mentos, sino PERJURIOS.'' 'El Concilio cuarto de Letran espide denuncios aun masesplícitos. Dice: Sean amonestadas, persuadidas, y, sifuere necesario, competidas por censuras eclesiásticas, laspotestades seculares, sea el que fuere sú oficio, á fin deque, si desean ser tenidas por fieles, se obliguen por juramentopúblico á que defiendan la fé (esto es, el dogma dela Iglesia Romana), y que se empeñen con buena fé, segúnsu poder, en esterminar de los dominios que están bajo sujurisdicción, á todos los herejes denunciados como talespor la Iglesia. Pero, si el príncipe temporal, después deamonestado y requerido, ^ejáre de purgar su pais de estaherética inmundicia, será éscómulgado por los Obispos dela provincia; y, si rehusare dar satisfacción dentro de unaño, notifíquesé al Papa, á fin de que éste declare quedesde luego sus vasallos quedan absueltos de su obediencia,y que sus posesiones se ofrezcan á los Católicos quese apoderen de ellas, los cuales, habiendo destruido á losherejes, las poseerán sin contradicción, y las conserveránen la pureza de la fé, salvo el derecho del Señor principal,(1.) Labbei Concilla tom. x. p. 1522,F2

36puesto que éste no haga resistencia á la ejecución de loarriba ordenado. La mismá^Iey se guardará con respecto4 las propiedades que no tienen Señores principales. (2.)No se puede pegar que e3 doctrina de la Iglesia deRoma que un Concilio jeneral, congregado por el Papa, yaprobado por el niismo, tiene Ta facultad de hacer leyesque serán siempre obligatorias para sus miembros. Y,como dichas leyes (según ellos lo mantienen) son de autoridadinfalible, se miran como de igual obligación con lasde las Escrituras divinamente inspiradas. Según esteprincipio, los decretos de los dos Concilios que acabamosde citar, están plenamente sancionados, pues fueron corifirTinados por los pontífices que entonces reynaban, y ademásratificados por el Concilio de Trento. Al? han sido abrogadosj mas al contrario, .poreí articulo sobrecitado de laBula de Pió IV., se constituyen artículo de fé perpetua éinmutable. Y se prueba hasta la evidencia, que la SantaCatólica (pseudo) Apostólica Iglesia Romana ha llevado áefecto las órdenes de los Concilios de Letran, y otrossemejantes, siempre qué lo, haya podido, deponiendo ápríncipes Soberanos y esterminando á los herejes. ' Paraseñalar con la mayor bréyedad algunos casos, nptamos lossiguientes;El Santo Gregorio VIL anatematizó dos veces al EmperadorHenrique IV. En el año 1116 el EmperadorHenrique V, fué depuesto por Pascal II. Juan, Rey deInglaterra, fué deppestp por Inocencio III. en el año de1210, y Raymundo, Cond.e de Tolosii, por el mismo Papaen el de 1215. El Emperador Federico II. por InocencioIV. en J1245. Pedro, Rey de A ragon, por Martin IV.en 1283. . JMatép, Duque de Milán, en 1322, y Luis deBaviera en 1824 por Juan XXII. Bernabé, Duque deMilán, por Urbano V. en 1363. Alfonso, Rey dé Ara-(2.) Labbd Concilla tom. xi. par. 1. paj. 148 can. 3. de Huíreticis.

37gon, en 1425, por Martin V. El Rey de Navarra, porJulio II., en 1512. Henrique VIII., Rey de Inglaterra,por Pablo III. en 1538. Henrique III. de Francia, en1583, por Sixto V, Este Vicario de JesurCristo, recibiendonoticia de que el frayle Jacques Clement habiaasesinado á su monarca, declaró que él celo relijioso delhomicida sobrepujaba á el de Judit y de Eleazar (Ved aquícuan al propósito son los ejemplares Apócrifos), y que élasesinato se habla efectuado por disposición de la ProvidenciaDivina. En el año 1591, Gregorio XIV., y en elsiguiente Clemente VIL, libraron bulas de deposición contraHenrique IV. de Francia. Juan Chester, Jesuíta, intentóasesinarle. Luego un monje aspiró á la honra de serherejicida, mas no pudo consumar su piadoso propósito.Finalmente Ravaillac le mató á puñaladas. En el año de1569 el Santo Pió V. depuso á Isabel, Reyna de Inglaterra,y estimuló á sus subditos, vasallos también delPapa, á levantarse contra ella, y á algunos de ellos aunles dio dinero para ayudarles á. llevar á cabo sus planes detraición; y Gregorio XIII. en 1580. Sixto V^ en 1587,y Clemente VIII. en 1600, fulminaron bulas de deposicióncontra aquella ilqstrísima reyna. Sixto V. en la suya latrató de usurpadora, hereje y escomulgada; dio su reynoá Felipe' II. de España, y mandó á los Ingleses que seunieseu con los Españoles, á fin de destronarla. Clemente,VIII.' en 160Ó espidió una bula para impedir áJayme L la sucesión al trono de Inglaterra, diciendoque, cuando sucediese la muerte de aquella miserable" (la reyna.ís'a'bél)^' ellos (sus'subditos) no admitiesen á la"cotona á ninguno,' por íntimo parentesco que tuviese" con ella, que rio solamente prometiera tolerar la relijion"Católica (Romana), sino que la promoviese todo cuanto"pudiese, y según la costumbre antigua se obligasepor"juramento á hacerlo." En el apode 1643 Urbano VIH.lanzó otra bula semejante contra Carlos I. en Irlanda,

38donde, dos años antes, habían sido matados no menos de100,000 Protestantes; y el mismo Santo Pontífice dio unainduljencia plenaria á los que en el año 1641 habían tenidoparte en la rebelión. En 1729 Benedicto XIII., ápetición de los prelados de Irlanda, les dio una bula paradestronar á Jorje II., Rey de Inglaterra, con una induljencia,según hemos visto, para recojer dinero con que socorreral Pretendiente. En 1768 Clemeute XIII. publicóun breve, en ocasión de ciertos edictos, promulgados por elDuque de Parma y Placencia en sus propios dominios, porel cual el Papa pretendió, en la plenitud de su imperiousurpado, abrogar, revocar y anular, como perjudicial ála libertad, inmunidad y jurisdicción de la Iglesia, todocuanto el Duque habia ordenado en sus edictos, inhibió álos subditos el obedecer á su soberano, y privó de sus priyilejiosá todos los que hubieran publicado los edictos, úobedecídolos, declarándolos inhábiles para recibir la absoluciónhasta que hubieran restaurado las cosas á su primerestado, ó hecho debida satisfacción á la Iglesia, y á laSanta Sede. En 1800 Pió VIL anunció su elección áLuis XVIII. como al rey lejítimo de Francia, y en el añosiguiente dio un ejemplo muy edificativo de la duplicidadpapal, pero conveniente para sí, entrando en un concordatocon Bonapárte, que poco antes se habia profesadoMusulmán en Egipto; ep el cual, á mas de suprimir 146Sedes episcopales y Metropolitanas,, despidiendo á losObispos y Metropolitanos sin procedimiento legal alguno,absolvió á todos .los Franceses de sus juramentos de lealtadá su soberano lejítimo, y autorizó otro juramento de lealtadal primer Cónsul; y, cuando Luis XV1IL envió su embajardor á Roma, el Pontífice no quiso recibirle. Empero, conmaravillosa infalibilidad, en el mes de J.unio 1809, menosdeocho años después, el mismo publicó una bula por lacual escomulgaba 'á,Bonaparte,eutóncés invasor dé losEstados Papales, y á todos sus adherentes) en cuya

39bula hacía las mismas pretensiones arrogantes que SanGregorio VIL, Inocencio III. y otros Papas.Otro ejemplo bastará para demostrar que no solamentecontinúan los Papas en las mismas pretensiones que antes,á fin de meterse en los intereses temporales de los hombres,sino qué no dejan de intentar hacerlo siempre quese les ofrezca ocasión ó pretesto. En el año de 1803la Dieta de Augsburgo secularizó varias Iglesias y Cabildosde Alemania, distribuyendo algunas de ellas comoindemnizaciones entre ciertos Príncipes seculares Protestantes.Esto dio ocasión á muchos despachos de Romaen los años 1803, 1804 y 1805, especialmente á una instrucciónal nuncio papal en Viena en 1805, en la cualdijo Pió VIL que la Iglesia habia cuidado no solamentede prohibir á los herejes el confiscar las posesiones eclesiásticas,sino que también habia ordenado por via decastigo del crimen de herejía, la confiscación y pérdida decualquiera hacienda poseida por herejes. Esta penalidad,en cuanto concierne á los bienes de particulares, está decretada,dice, por una bula de Inocencio III. cap. VergentesX. de Hcereticis; y, en lo concerniente á Soberanosy á sus feudatarios, es regla dé la ley canónica(3.), que lossubditos de un Príncipe manifiestamente herético, quedanlibres de toda obligación para con él, y absueltos de todalealtad y homenaje. "Aunque sea cierto," prosigue SuSantidad, " que hemos caido en tiempos tan calamitosos"que no es posible que la esposa de Jesu-Cristo practique," (sin embargo de que no es espediente que revoque) las," santas mácsimas de su justo rigor contra los enemigos" de la fé. Mas, aunque no pueda ejercer su derecho de" privar á herejes de sus principados, y declararlos des-" pojados de sus bienes, < puede conceder, aun por un" momento, que ellos la roben de su propiedad á fin de(3.) Cap. Absolutus xvi. de Hcereticis.

40*' engrandecerse y enriquecerse á sí mismos ? ¡ Qué objetode irrisión no seria para los herejes é infieles,"quienes, burlándose de su aflicción, dirián qué habían" hallado un modo de hacerla tolerante! (4.)Que el último Papa León XII. no abandonó su supuestoderecho de estirpar las herejías se infiere del estracto desu bula para el jubileo que tenemos dado én la pajina31a., al que se puede añadir que, en el Catecismo paralos Párrocos, compilado por un decreto del Concilio déTrento y publicado por mandamiento del Papa Pió V.,fielmente traducido al Español por el P. Fr. AgustínZorita, y dado á luz de orden del Rey, se enseña espresamenteque " los herejes y cismáticos están fuera del gre-" mió de la Iglesia porque se rebelaron contra ella, y soló" pertenecen á la Iglesia como los desertores al ejército de"donde se escaparon. Mas no se ha de negar que estén"bajo la potestad de la Iglesia; pues los llama á juicio,"los apremia, y fulmina censuras contra ellos."(5.) Y,en el manual de las clases usado en él colejio Romanistade Maynooth en Irlanda, Cuyo colejio se mantiene por lamunificencia del Gobierno Británico que, olvidado de látendencia anticonstitucional del Papismo, le prodiga nomenos de 8,978 libras esterlinas anuáles(6)'j eii este libroá los pretendientes á órdenes eii íá Iglesia'suyá én Irlanda,se les enseña que " La Iglesia conserva todo sú poder" sobre los herejes, apóstatas, y cismáticos, aunque no" pertenezcan más ! á su Cuerpo, así como el Jenéral tiene" el poder de imponer un castigo á un desertor, aunque" su nombré no se halle mas en la lista del ejército. (7.)(4.) Essai Historique sur la puissance temporale des Papes, tom.H. p. 320.(5.) Parte i. cap. x. núm. 9.(6.) Véase the Act 7. Geo. iv. cap. 79. § 11.(7.) Tráct dé Theologia ch. 8. de membris cited in the digest ofParliamentary evidence, Part i. p. 125.

41CAPITULO XII.QUE NO SE IM DE GUARDAR FÉ CON LOS HEREJES.La doctrina de que no se ha de guardar fé con losherejes fué sentada por el Concilio de Constancia, y lahistoria nos da bastantes pruebas de la tenacidad con quese ha observado el decreto inicuo de aquél Concilio. Seatestigo el martirio de Juan de Huss quien, aunque tenia unsalvoconducto del Emperador Sigismundo, que le garantizabalibre entrada en el Concilio de Constancia, y libresalida de él, fué sin embargo aprisionado en aquella ciudad,condenado, sentenciado y quemado vivo, violándosede este modo todas las leyes divinas y humanas. Testigosea la matanza de S. Bartolomé en 1572 cuando 500 CaballerosProtestantes, y 10,000 de las clases inferiores,fueron asesinados á media noche en Paris, y no menos de40,000 en las provincias. Mas no dejemos de notar la pérfidaferocidad de Gregorio XIII. que, perdiendo el juiciode estremo gozo al recibir las noticias del suceso, hizo dispararla artillería de Roma, mandó á los Cardenales cantarsolemnemente el Te Deum, en señal de gratitud á Dios elTodopoderoso, é hizo también acuñar una medalla enconmemoración del hecho hecho de infernal atrorcidad. , Testigo, también, la matanza de 1641 en Irlandadonde ningún lazo de parentesco ó de amistad bastó paraimpedir á los Papistas que manchasen sus manos con lasangre de sus parientes Protestantes, del mismo modoque en Francia, 69 años antes. La perfidia de Roma sepatentizó también en la revocación del edicto de Nántesque se habia mirado como sagrado é irrevocable, en cuyaconsecuencia las iglesias de los Protestantes fueron des*truidas en toda la Francia, los soldados cometieron losultrajes mas escandalosos, y después de una pérdida incalculablede vidas, 50,000 ciudadanos Franceseí ce los masG

42«preciables é industriosos tuvieron que abandonar su patria.Y por citar otro ejemplo mas. En el año de 1712,cuando, por virtud del tratado de Alt-fiastádt,' ciertoslugares habian de cederse á algunos príncipes Protestantes,el Papa Clemente XI. en una carta dírijida alEmperador Carlos VI. denunció á los Protestantes comosecta ecsecrable, y, en la plenitud de su pretendida Supremacíadeclaró que cualquiera convenio se entendiese, ópudiese ser entendido, como causando estorbó ó perjuicioá la creencia ó al culto Romano, ó á su autoridad, juris-'dicción ó derechos cualesquiera, "quedaría y quedaba,''desde el principio, nulo, injusto y reprobado, invalido" y de ninguna obligación y que nadie estaba obligado á" guardarlo, aunque hubiera sido repetido, ratificado, ó''afirmado con juramento."(1.)Tales son las doctrinas de la Iglesia de Roma, y tal hasido su práctica por muchos siglos. Individuos muy respetablesdé su comunión, cuya sinceridad no se puededudar, las han desechado; mas quedan aun reconocidaspor toda lá Curia Romana de estos tiempos. El lectorno habrá podido menos de observar la oposición de-estasdoctrinas á la Escritura, á la razón, y muchas vecesala moral, pero son las mismas que han áido promulgadas"'por'Papas, Concilios y Canonistas; y, hasta quePapas, "Concilios y Canonistas se convengan en negar*las, los Protestantes rio podernos menos de mirarías' comopropias dé la Iglesia de Roma, y guardarnos de ellas comoperjudiciales á las libertades civiles y relijiosas de loshombres. Deseamos mantenerla relijion pura é inmaculadade Jesu-Cristo, perseverar en la libertad que Jesu-(1.) Digest of Evidence on thc State of Ireland, Part ii. p. 243.

43Cristo nos ha concedido, y dar á nuestros hijos la instrucciónevanjélica que los conducirá al goce de los mismosprivilejios. "More, pues, abundantemente en nosotros"la palabra de Cristo en toda Sabiduría"(2.); "porque" nadie puede poner otro cimiento que el que ha sido"puesto, que es Jesu-Cristo." (3.) "Desechemos los" disimulos vergonzosos, no andando en astucia, ni adul-" terando la palabra de Dios, mas recomendándonos á''nosotros mismos á toda conciencia de hombre delante"de Dios, en manifestación de la vérdad."(4.) "Si" alguno enseña de otra manera y no abraza las sanas" palabras de nuestro Señor Jesu-Cristo, y aquella doc-" trina qne es conformé á piedad, soberbio es, nada'sabe," mas antes flaqueá sobre cuestiones y contiendas de" palabras': de dónde se orijifián envidias, rencillas, blas^"femias, sospechas, malas, alteraciones de hombres perversosde entendimiento, y que están privados de la"verdad, creyend'o que la piedad es una granjeria" (5.):apártate de los que son tales. '(2.) Col. ni. 16. (4.) 2 Cor. iv. 2.(3. 1 Cor. ni. 11. (5.) 1 Tim'. vi. 3* 5,e 2

APÉNDICENOTA (A.), Pajina 4.Pruebas deque los libros Apócrifos contienen muchascosas fabulosas, inconsecuentes y totalmente contrarias álas Escrituras Canónicas.1. FÁBULAS. Tales son.la. La de Bel y el Dragón que es una mera ficción ycontradice á la narración de Daniel arrojado al lago de losleones. .2a. La de agua hecha fuego, y fuego agua. (1.)3a. ' Y la de mandar jeremías el Profeta el tabernáculoy el arca que }e acompañasen (comitari secum). (2.)2. INCONSECUENCIAS.la. El autor del Jíbrq de la sabiduría de Salomón ÍHtimaque el pueblo de Israel estaba subyugado por susenemigos, mas no estaba así durante el reynado de Salomón,pues aunque dicho rey tuvo por enemigos á Hadad,Rezón y Jeroboam(3.), que le molestaban mucho, no sedice que sojuzgaron á su pueblo, y el cisma de las dieztribus no tuvo principio hasta después de muerto Salomón.2a. Se dice que Baruc(4.) estaba en Babilonia conlos que fueron llevados allá en cautividad, mas es contrarioá lo que dice Jeremías(5.), que fué llevado á la tierrade Egypto.3a. Los libros primero y segundo de los Macabéos secontradicen el uno al otro porque en aquel(6.) se dice queAntioco Epifanes murió en Babilonia; mas en éste se refiere: primero, que, hallándose en Persia, murió en el(1.) 2 Mac. i. 19. 23.(2.) -ii. 4.(3.) 3 Reyes xi. 14. 23. 25. 26.(4.) i. 3—5.(5.) XLIII. 4—7.(6.) 1 Mac. vi. 4—16.

45templo de Nanea, donde le mataron(7.), y después sevuelve á cometer otra contradicción, diciendo el compila'dor que " lejos de su patria acabó su vida en los montes," de una muerte infeliz."3. DOCTRINAS CONTRARIAS A LOS LIBROS CANÓNICOS.la. Oraciones por los Difuntos. " Y hecha una colecta," envió á Jerusalem doce mil dracmas de plata, para que" se ofreciese sacrificio por los pecados de los que habian" muerto, pensando con rectitud y piedad de la resurrección(pues sino esperara que habian de resuscitar" aquellos que habiau muerto, tendría por cosa vana é" inútil el orar por los muertos). (8.)Esto es diametralmente opuesto al tenor de todas lasEscrituras inspiradas, las cuales no mandan que se baganoraciones por los muertos, ni aun permiten que se hagan.2a. La idea supersticiosa de los Paganos de una transmigraciónde las Almas 'Se introduce en el libro de laSabiduría. "Ya de niño era yo injenioso, y tuve por"suerte una buena alma." "Y, siendo así mas bueno,"vine á un cuerpo no contaminado."(9.)3a. El error de la Justificación por las oirás de la leyse sostiene en varias partes de los libros apócrifos, encontradicción á las Sagradas Escrituras, las cuales constantementeenseñan que somos justificados por la fé sola,y no por las obras de ley.(10.) Este error fundamental sehalla, entre otros, en los pasajes siguientes: "La limosna"libra de la muerte, y ella es la que purga los pecados, y"hace hallar misericordia y vida eterna" (Tobías xn. 9.)."Por el pecado de la madre te se pagará con bien......" y tus pecados serán desatados como el yeto en día sereno"(Eclesiástico m. 16. 17.). Al fuego ardiente apag^a el"agua, y la limosna resiste á los pecados "(m. 33.).(7.) 2 Mac. i. 13—16. (9.) vm. 19. 20.(8.) 2 Mac. xn. 43. 44. (10.) Véase cap. vt.

464a. Se dice en los libros del Eclesiástico que hay algunos,que no tienen, pecado. " Buena es ]a riqueza para el que"no tiene pecado."(ll.) ¿Pero que dicen las SantasEscrituras ? Dicen que NO HAY hombre justó en la tierraque haga bien y no peque; que TODOS pecaron y se hallanprivados de lá aprobación de Dios; y que si dijéremos queno tenemos pecado, nosotros mismos nos engañamos, yno hay verdad en nosotros.5a. Costumbres y actos inmorales se aplauden en loslibros Apócrifos, pero son prohibidos en las Sagradas Es^crituras.Tales son.Imposturas. En el libro de Tobías, el ánjel que se introduce^.)como pariente de Tobías, se desdice á simismo en otro lugar(13.) llamándose Rafael, uno de losSantos Anjeles,El Suicidio se prohibe espresamente en el mandamiento"No matarás"'(14.);, más en el libro segundó de los M a "eábéos(15) se dice hablando de un suicida, qué muriójenerosamente, y se le da mucho elojio*El asesinato, que está igualmente prohibido, se recomiendaen el libro de Judit(16) con alusión á la perfidiosamatanza de los Siquemitas que se refiere en elJénesis.(17.)Los encantamientos májicos se prohiben en la ley deMoyses.(18.) Mas en el libro de Tobías(19.) se representaun ánjel de Dios como enseñando y mandandohacerlos, ¡ Infeliz Anjel! Si la Santa de la vela verde lehubiera tenido á las manos, le habría arrojado al quemadero.6a. Habiendo citado estos ejemplos los cuales son1(11.) Eccles. XIII. 30. Gr.(12.) v. 8.(13.) xii. 15.(14.) Ecsod. xx. 13.(15.) xiv. 41—46.(16.) ix. 2—19.(17.) xwx. 6. 7.(18.) Lev.xix. 26. Deut. XVIII,-10—14.(19.) vi. 19. 22.

47todos opuestos á los que se hallan en las Escrituras inspiradasde Dios, debemos notar que, en los libros Apócrifos,hay pasajes que están tan repugnantes con lashistorias auténticas no inspiradas; y ésto sin haber testimonioninguno que se pueda citar en su apoyo, que nopueden admitirse por verdaderos; como por ejemplo, en elprimer libro de los Macabéos(20.), se dice que cada añolos Romanos " daban el empleo de majistrado á un solo"hombre para mandar en todo su estado, y que todos"obedecían á éste solo, y no había entre ellos envidia ni"celos." Mas esto se contradice por todos los historiadoresRomanos 1 sin escepcion. El gobierno Imperial nose estableció hasta mas de cien años después del tiempoen :que se escribió el primer libro de los Macabéos, ynunca se mudó anualmente. Asimismo la relación, quese halla en el mismo libro(21), de la muerte de Alejandro,malamente llamado el grande, no se confirma porninguno de los escritores que han dejado narraciones deaquel evento.NOTA (B.), Pajina 10.PE LAS VARIACIONES DE LAS BIBLIAS DE SIXTO V. YCLEMENTE VIII.Las variaciones entre las dos ediciones, declaradas respectivamentepor auténticas por los Papas llamados infaliblesque las hicieron publicar, han sido espuestas envarias obras, mas especialmente én la titulada ''Bellum"Pápale, sive concordia discors Sixti V." Lnndoni 1600,en que se señalaban las muy numerosas adiciones, omisiones,contradicciones.' &c, que se hallan en la3 Bibliasdadas á luz por los infalibles Pontífices Sixto V. y ClementeVIH.(20.) vm. ie. | (21.) i. 6. 7.

48NOTA (C), Pajina 11.DE LAS TERJIVERSACIONE8 DE LIBERIO PONTÍFICEINFALIBLE.Mirando á Liberio como á frájil mortal y sujetó á error,gravemente tentado y acosado, y también desterrado de susamigos y de su patria, no quisiéramos condenarle inconsideradamente,sino confesar que es posible que nuestra féhubiera también cedido á Una prueba tan severa. Mas,cuando por otra parte le miramos como á un Pontífiee Romano,qué se vendía por infalible, no podemos menos déformar otra idea muy diferente de su conducta; y¿ al mismotiempo que contemplamos con compasión la frajilidad delhombre, alegarla en prueba de lo infundadas que son laspretensiones de aquellos que se titulan vicarios infaliblesde Jesu-Cristo, y esto en una sucesión perpetua y no interrumpida.Los historiadores Papistas, y especialmente losCardenales Baronio(l') y Bellarmino(2.), acérrimos defensoresde esa pretendida infalibilidad, se esmeran mucho enestenuar, en cnanto les séá posible, este hecho deshonroso,conociendo sin duda, que el confesarlo sencillamente seríainvalidar el dogma de que los sucesores de S. Pedro nopueden errar en materia dé fé.Bellarmino, encontrando en. el hecho una dificultad quesobrepuja aun á su destreza jesuítica, lo concluye todo condecir que, sea como fuere, Liberio no en$eñaba\ herejía nitampoco fué hereje, sino que pecó .solamente en el ACTOESTERNO ! .Mas todo esto es en valde. S. Hilario, Obispode Poictiers, testigo del lapso del Papa, le califica deherético clara, y paladinamente, sin, cuidarse de la honrade lá sede infalible. Su lenguaje es muy fuerte, Diee(3.):(1.) Annal.JEccles. toro. m. ad. (2.) Disput.Theol. tom.i. p.981.aun. 352. (3.) Op. pp. 1158. 1134—1137.

49*' Te anatematizo, ó Liberio, á tí y á tus compañeros j"otra vez te anatematizo; y por la tercera vez te digo,"Liberio, que eres prevaricador." Y, entre los términosde condenación en que denuncia el símbolo suscrito porLiberio, usa el de "blasfemo." S. Gerónimo da igualtestimonio; y aun Dupin, Historiador pontificio, perocandido y honrado(4.), confiesa que todos los autoresantiguos hablan de la caida de Liberio, como de unaventaja dada á la herejía de los Arianos.NOTA (D.), Pajina 14.DEL CULTO IDÓLATRA DE LOS SANTOS Y LAS IMAJENES.A fin de eludir la inculpación de ser idólatras, algunosteólogos de la Iglesia de Roma recurren á una distinciónmetafísica. Al culto que se da á Dios solo, lo llamanLátria. Dicen luego que hay otro inferior con título deDulia, que se da á los Santos, á las imájenes y á la cruz;y aun inventan otro grado intermedio de culto relijioso, alque llaman Hiperdulia, el cual tributan á la Vírjen María.Mas esta distinción no se funda en las Sagradas letras,:que prohiben espresa y absolutamente toda especie deculto que no se ofrezca á Dios, con esclusion de cualquieraescultura.. Por no repetir lo dicho en pajinas 14—19 nos ceñimos á las observaciones siguientes:la. La naturaleza del Culto relijioso repugna á distincionestan artificiosas. Nuestro Señor, por la respuestaque dio a} Diablo, demostró que no admitía la idea degradaciones del culto relijioso, ni que otro sino Dios debiaser adorado en manera alguna. £1 tentador no pretendiómas de él que la adoración que los Papistas prestan á losSantos y á las imájenes. " Que, postrado," dijo, "me(4.) Eccl. Hist. vol. ii. 63.ii

50"adorares" Y, rehusando nuestro Señor hacerlo y diciendoque solo Dios ha de ser servido, determina que áninguna criatura debe dirijirse acto cualquiera de cultorelijioso.2a. Las Escrituras no reconocen semejantes distinciones.Ellas no hacen mención de un culto inferior, propio paraser ofrecido á Santos ó á Anjeles. Un Anjél' rehusóaceptar el culto que S. Juan le iba á hacer. "Y me" postré á sus pies para adorarle. Y me dijo : Mira no" lo hagas : yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que" tienen el testimonio de Jesús. Adora á Dios. Porque"el testimonio de Jesús es espíritu de profecía." "Y" me dijo: Guárdate no lo hagas: porque yo siervo soy" contigo, y con tus hermanos los Profetas, y con aquellos" que guardan las palabras de, la profecía de este libro:"Adora á Dios."(l.) Mas es evidente que la Iglesia déRoma manda á sus miembros hacer ante los Santos lo queel ánjel prohibió á Juan. Besan, también, un pie delPapa, sin reparar que, cuando Cornelio se arrojó á ¡lospies de Pedro para adorarle, el Santo Apóstol se ;lo.prohibió, diciéndole: Levántate, porque yo también soynombre."3a. El pueblo no entiende estas dist'mciones, ni lasguarda. ¡ Cuanto se confiesa por'un escritor suyo ! Este'dice que "El modo con que la Iglesia invoca á los Santos;" no puede ser mirado como idolatría, aunque el pueblo" haya cuasi llevado el abuso hasta idolatrar, teniendo á los" Santos por autores de los favores que piden, ó fiándose'" mas en su mediación que en la de Jesu-Cristo, 6, por fin,'"persuadiéndose de que, aun sin vivir Cristianamente, al-" canzarán la salvación por los méritos de los Santos."(2.)(1.) Apóc. xix. 10. y XXII. 9.(2.) Véase la Historia del ConGÜio de Trento, traducida al Francéspor el Pese le Courayer, Livre vm. note 32.

51Mas á pesar de los términos con que los Romanistasintentar calificar de subordinado el culto que dan á lasimájenes, debemos formar nuestro juicio de su tendenciaen el concepto de los menos ilustrados, por los efectosque le vemos producir en los pafses donde la relijion deRoma es la única de que tienen conocimiento. Y es demasiadoevidente que, en éstos, á las imájenes llamadasmilagrosas, á las estatuas y pinturas que se colocan sobrelos altares privilejiados, y á otros objetos semejantes, sepresta una adoración realmente ¡idólatra.4a. Los directores de la Iglesia de Roma, aun hastaahora, no han convenido sobre el grado de distinción que.debe haber entre la Látria, ó culto divino, y la Dulia, óculto inferior. Muchos escritores de esta Iglesia nieganque haya diferencia entre las dos palabras, y admiten que,en las dos modificaciones del cuitó, se encierra la mismaeficacia. Si algunos dicen qué es idolatría y pecadomortal el ofrecer la Látria á un Santo' ó imájen que nodebe recibir mas que el JDulium; y si otros sostienenque las. dos palabras significan una, misma cosa; hagauno sus adoraciones de cualquiera modo que fuere, nopodrá evitar él cargo de idolatría de uno de estos partidos.Luego, si los Papistas quieren disculparse de tal acusación,haciendo entre las dos especies de culto relijiosouna distinción á la que repugna la misma naturaleza delasunto, de que la Santa Biblia, no hace ninguna mención,que el pueblo no puede comprehender, y acerca de la quesus propios Teólogos han disputado, ciertamente los Prortestantes deben escusarse de adorar á Santos é imájenesy tlé asistir al Besapié.H 2

52NOTA (E.), Pajina 17.DE LA CANONIZACIÓN DE TOMAS A BECKET.• iCerca de cincuenta años después de muerto Tomas áBecket, se disputaba públicamente en la universidad deParis, sobre si estaba en el cielo ó en el infierno, ¡ tandudosa era su santidad! Algunos sostenian que, por suorgullo desordenado, era digno de condenación. Otrosípor el contrario, aseguraban que los milagros, hechossobre su sepulcro eran prueba indudable de su salvación.Este argumento hubiera sido decisivo en el caso de sertan bien establecida su autenticidad como activo el esmeroen publicarlos.Empero,; demasiado habia merecido Tomas de la curiaRomana por no tener lugar en el Catálogo de los Santos.Y de consiguiente fué'canonizado dos ó tres años despuésde muerto;. mas, por deseoso que estuviese el Papáde mostrarse agradecido á.tan fiel siervo, era necesario,convencer ál mundo de' que la causa por la que perdió la.vida era de Dios, ó de otro modo su canonización hubierapodido ser impugnada, Para conseguir este convencimientopúblico, ningún medio podiaser mas á propósito que elde los milagros. Por tanto, como era regular, se obrarontatttos sobre el sepulcro del nuevo mártir, que en otrocualquiera siglo, su muchedumbre, en lugar dé conciliarlá fé del mundo, hubiera tenido el efecto contrario. Nilos Apóstoles, ni aun Cristo, habian obrado tamañas nitantas maravillas, en prueba de la verdad del mismo Cristianismo,como -las que hizo este nuevo Santo á fin' deautorizar los privilejios é inmunidades del Clero. No parecíasuficiente el decir que habia resucitado á algunoshombres muertos; se anadia que habia dado nueva vidaaun á las bestias. Se aseguraba, que estando su cadáverespuesto á la vista de los fieles antes de ser enterrado,

53se incorporó eii el ataúd, y, saltando de él, fué á encenderlas velas que habian sido apagadas, y que, concluidas lasoratiiones fúnebres, levantó su mano para echar su bendiciónal pueblo. Y, á mas de todo ésto, se publicaban otrosmilagros igualmente indignos de la majestad de Dios y dela relijión Cristiana, los que sin embargo se refirieron contal semejanza de verdad que nadie se atrevia á manifestarla menor duda sobre la materia. Los legados del Papa,enviados después para averiguar el caso, hallaron los habitantesde Cantorberi bien persuadidos de los hechosalegados; y, apoyándose en el testimonio del vulgo, suSantidad se creyó bastante autorizado para poder canonizará Becket con el título de Sto. Tomas de Cantorberi.El sepulcro del nuevo Santo se adornaba al principio conpocos ornamentos; mas, cincuenta años después de sumuerte, su cadáver fué puesto en un nicho magníficamenteadornado con oro y piedras preciosas. Para honrarmas su memoria el Papa ordenó que cada quinquajésimoaño se celebrase un jubileo en la iglesia en que yacía.Desde entonces llegaban á ser tan comunes los milagroshechos en su sepulcro, y tanto se divulgaba su fama, queatraía devotos de todas partes de la Cristiandad á la Catedralde Cantorberi, donde se veian pidiendo la intercesióndel nuevo Santo. En el año de 1420 se contaron mas decincuenta mil estranjeros de todas edades y secsos quehicieron su peregrinación á un sepulcro tan renombrado.. NOTA (F.), Pajina 18.La vida del Sonto Pió V., escrita por Antonio Galbucio,se halla impresaen la grande colección de las vidas de los'Santos en cihcnenta y cuatro tomos en folio; conocida porel título de Acta Sauctorum, y redactada por los Bolandistas.El biógrafo dedicó un capítulo entero á la narraciónde un atentado del Papa por el que escitaba á los-

54Subditos de Isabel de Inglaterra á sublevarse contra, ella,y proveía á los C.ondes de Westmoreland y Northumberlandde dinero para facilitarles el cumplimiento de su traición;como también de las jestiones que hizo con los reyesde España y Portugal para que ayudasen á los insurjentes.Mas la conspiración se descubrió por los Franceses ; y así,gracias á la Providencia de Dios, no llegó á verificarse.(L)NOTA (G.del Traductor), Pajina 19.INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA V1BJEN MARÍA.I Porqué no quiso la Santa Sínodo comprehender, dondetrata su decreto del pecado orijinal, á la beata é inmaculadaVíijen María? Porque los Padres del infalibleconcilio no podían ponerse de acuerdo sobre la materia.Por no citar, lo que.refiere de esta question. Fr. PauloSarpi en su admirable historia del Concilio Tridentino,copiamos la confesión de Isforzia Pallavicini, el antagonistapontificio de Sarpi, en,el capítulo de,'su historia, intitulado: Patrum dissensio, &c.' Disencion de los Padresacerca del aserto ^que. la opinión de la inmunidad de laVírjen del pecado orijinal, es muy piadosa. Leidó, pues,en. la congregación jeneral de 8 de Junio(2.), el decretodel .pecado orijinal,. según había sido, preparado en lasjuntas privadas, Paceco, opinando que.la decisión de unacuestión de tanta importancia no podia ser reducida á losestrechos límites de tan breve tiempo, pidió que, comopropuesta universal en la que la mancha de pecado (noxa)sería declarada por común á todos los hombres, las palabrassiguientes fuesen añadidas (en el decreto):." La" Santa Sínodo no.procede á definir nada de labienaven-(1.) Acta Sanctorum tom. i. del mes de Mayo, pp. 658iet seij.(2.) 101 Ó. .'. ', ,

55" turada vírjen, aunque se crea piadosamente que ella fué" concebida sin pecado orijinal." Muchos convenían enel mismo parecer. Mas los Obispos y otros de la ordenDominicana que se hallaban presentes, acérrimamente seopusieron, y'algunosse adhirieron á ellos. Estos objetabanque, declarando por'piadosa una opinión, la otra de conguientese declara por impía; de cuyo modo quedaríadecidida tácitamente la cuestión. Por lo cual mas bienplacía que se escojitáran palabras que no contrariaríanninguna de las dos opiniones, dejándolas respectivamenteen el estado en qne entonces estaban en la Iglesia. A estefin el Decreto fué ordenado en los congresos de los Teólogosal tenor siguiente : " Declara la Santa Sínodo, que" no es su intento comprehender en este decreto donde se" trata del pecado orijinal, á la beata é inmaculada Vírjen"María, Madre de Jesu-Cristo, sobre cuya materia no" decide nada por ahora, sino que se; observen las constitucionesdel Papa Sixto IV., de feliz memoria." EstePapa publicó una Bula en él año de 1483, la cual amenazóde escomunion 1á los predicadores que condenasencomo impía á cualquiera de .las dos opiniones, pues nose habia aun definido por la Iglesia si la Vírjen nació conel pecado orijinal ó no. En fin, por volver al Concilio.La cosa paró en esto : que, aunque muchos creían que laVírjen nació sin contaminación de pecado, otros muchoseran de dictamen que sería suficiente no condenar la con-'traria opinión, por lo cual las palabras del decreto fueronlas que propuso el Obispo de Asturias, á saber: " que,"por el presente, la Santa Sínodo no procede á decidir;"resintiéndose Paceco mucho de esta determinación. (2.)(2.) Hist. Conc. Tridentini b. P. Sfortia Pallavicíno, Kb. vil. c 7.

56NOTA (H.) Pajina 19.DE LA ADORACIÓN DE LA CRUZ.No solamente adoran á la Vírjen, á los Santos y á susimájenes, sino también á la Cruz ¡ y ésto no lo hacen conla mera idea de que la cruz es señal de ios beneficios quéresultan de la muerte de nuestro Salvador, sino mirándolacomo de santidad intrínsica, y'digna de adoración. Porno incurrir en la inculpación de haber traspasado los límitesde la verdad, citamos algunos hechos, remitiéndonosá libros qué pasan cuasi por simbólicos, y representanfielmente la práctica de la Iglesia de Roma. En el ViernesSanto se hace con pompa y solemnidad la ceremoniallamada espresaménte la adoración de la Cruz. Esta seejecuta del modo siguiente: "El Sacerdote recibe del"Diácono una cruz preparada á propósito,; y volviéndose"hacia el pueblo, destapa una parte de ella, cantando-" solo: Ecce lignum Crucis, hé aquí el leño de la Cruz." Luego el coro entona, venite adoremus, venid adoremos y" y, mientras se cantan estas palabras, toda la congregación," se postra. Entonces el Sacerdote prosigue descubriendo" mas la cruz, y alzándola poco á poco á mayor elevación."Ahora^, prosigue la Antífona, Há aquí el leño de la"Cruz, en la que pendió la salvación del mundo; Venid,"adoremos."" Esto se repite por tres veces. Entonces el Sacerdote" descubre toda la cruz; y, colocándola en su puesto delan-" te del Altar, se quita los zapatos, y se acerca á adorarla," haciendo tres jenuflecsiones antes de besarla. Luego"vuelve á su asiento donde se pone los zapatos. Des»,"pues de él, los ministros del Altar, y en seguida todos"los demás, hacen tres jenuflecsiones como antes, y adoran"la cruz {crucern adorant). Luego cantan : Tuam crucem" adoramos, Domine, fyc. Adoramos tu cruz, ó Señor, &c.

S7"Acabarla lá adoración dé lá Cruzj él Diácono la recitys"reverentemente y la coloca otra vez en el Altar."(l.JEn los Himnos qué se cantan entonces, y en la fiesta de lá.invención de 1¿ Cruz; se hallan las siguientes invocaciones i" O Crux ave, S[c.' Alabada seas, d'Orúz, riués|traánica.ésrjéranzá;Qué nos traes el gozo de la pascua,'Aumenta lá gracia de lós'piádósosjY borra lós'críníénés de los réó's." Qfirita* églendidief cu^cfjs asirU, §q. \ Oí Cruz ¡mas"resplandeciente qü,e todas l?s estrellas, celebré en el"múñelo, muy amada de loé hoinbreSj mas sánta.qü'e to-"df^s las, cosas. Tu^qú,*; sola fuiste dignare llevar ej peso"déVjnurido, dulces, leños; dulces clavos, 't$'qu

58NOTA (I.),'Pajina 21.MUCHOS DE LOS RITOS Y CEREMONIAS DE LA IGLESIADE ROMA SON JENTILICOS DE ORIJEN.Muchos escritores Romanos., como Pedrp Lombardo,Durando, y Polidoro Virgilio, lo han confesado; Otros,y algunos Protestantes lo han demostrado. Omitimos lascitas que sería facilísimo producir en número ilimitado,por no abultar demasiado nuestro foíletito.Los Romanistas dan á Su Papa el mismo título que distinguíaal Arcipreste idólatra en la antigua Roma, llamándolePonúfex Mtuiimm, Sumó Pontífice. '.'.,La costumbre de besar, el pié de los' Papas, ordenadapor Gregorio VIL en un concilio de Roma en él año de1076, se derivó de los Paganos Romanos qué, despuésde la decadencia de su república, besaban lo : s~f)ies7delósemperadores yá déspotas. . ¥ . . .,• Es notorio qtie la tonsura cléríéal es copia de íá'dé'los,antíguoS sacerdotes Egipcios, ministros de'lá diosa'Iside.Las monjas siguen los ejemplares que partf la formaciónde ¿o instituto dieron las Vírjenés Vestales, y se sujetancuasi á la misma dura suerte.',- r 'Poniendo los Romanistas todas sus ciudades bajo' latutela de algún santo ó ánjel,- no hacen ipas que imitar álos Paganos, que acostumbraban hacer lo'mismo, llamandoá Júpiter Dios tutelar de Creta, Junó de Argos, Vérnisde Ainalthusa, &C.- Señalaban también á todas las artes y ciencias Divinidadesque amparasen á sus profesores: ¿ y quien ignoraque en la Iglesia Romana- todos los oficios tienen suspatronos ?El agua bendita de la Iglesia Romana se usa en imitacióndel agua lustral y sagrada de los Romanos, Griegos,Egipcios y Bracmanes.

59El Purgatorio es fábula de los Paganos, la cual se hallaeñ sus poetas Ovidio, Virgilio y otros, antes que en loslibros de los Cristianos; mas en la Biblia no se halla vestijióde ella. Por lo cual el Papa Gregorio, quien seesmeraba especialmente en hacer de ella un artículo de fé,describe el Purgatorio con las palabras de un poeta Jentil.En Sus disciplinas y mortiñcaciones los Romanos modernosimitan á los adoradores de Baal, que se azotaban ysajaban hasta verter sangre, como también á los sacerdotesde la Diosa Cybele ó Belona, que solian hacer lomismo.Adorando las imájenes, perpetúan la superstición de losPaganos en jenéral, que consagraban á sus' dioses variasimájenes, estatuas, y una inñnidad de representacionesen escultura, pintura y entalle, colocándolas en templosy sobre altares, adornándolas con mucho lujo, coronándolascon flores é incensándolas. Pero en este cultoidólatra esceden á otros pueblos antiguos, como los Persas,Alemanes, Libios y los primitivos Romanos, pueséstos, por espacio de ciento y sesenta años, rehusaronadmitir estatuas é imájenes en sus templos; y los massabios de los Paganos han confesado que el servicio dela Deidad sería mas puro y decoroso sin el uso de lasimájenes que con ellas, y que los que' las introdujerondisminuyeron así el respeto que es debido á la Divinidad,contribuyendo al incremento de errores.Las apoteosis ó deificaciones de los Jentiles dieron oríjená las canonizaciones modernas. De ellas tambiéntraen su oríjen las procesiones. Las ceremonias de laCandelaria son tomadas de los Paganos, pues ellos en elmismo mes celebraban una fiesta en honra de Ceres y desu hija Proserpina, andando en procesiones, con velas yantorchas encendidas. Durando, Obispo de Mande, nosdice ésto, añadiendo que el Papa Sergio instituyó estafiesta en lugar de aquella.i 2

60. "V!;los ágnuá Dei, qué se cuelgan en los'pechos de'losiliñoSj son poco .diferentes. dé los amuletos; ó pequeñaslimetas que los Páganos Hacían llevar ásu's hijoS «tel-mis?mo modo, se'guu lo confiesa e} cardenal Báronio; ó tal vez,séguñ otro literato suyo, son' imitación dé las pequeñasimájenes. de. Júpiter toriánte; que sé suponían t-eñer lámisína. i virtualPero estos ejemplos deben baStar paraconvencernosqué la relijion dé Roma está muy léjes de ser el Cristianismo'puro y primitivo éeguri 10 pretenden'ellos.NOTA (J. del Traductor); Pajina 25. • • «NÍÍMBRO SETENARIO DÉ BOS SAORAÜENTOSiPor yia de espécimen de los argumentos que én el conciliode Trento servían de fundamento en las: discusiorieádogmáticas,léase el siguiente párrafo de Fr. Paulo. "Porla otra, parte fué dicho qup era necesario establecer porartículo especial, que los Sacramentos verdaderos no soiimas ni menos que siete, para reprijnir lá audaéidad así delos Luteranos que cuentan ya dos, ya tres, ya cuatro, comotambién de aquéllas que ésceden á siete: y ysi. en los rPadres algunas veces sé halla mayor número, y otrasveces menor, ésto fué porque entonces, y antes de ládeterminación de la Iglesia, era lícito dar á la voz unsentido más ó menos ésténso/T Y aquí, para establecerla propiedad; y, cómo dicen los escolásticos, la suficienciadé esté setenario .(quiero decir que no son.más ni menosde siete), se contaron con fastidiosa prolijidad las razonesdeducidas de las siete cosas naturales poí las que se adquierey conserva la vida,- de las siete virtudes 1 , dé- lossiete pecados capitales; dé los áiete vicios que- nacen delpecado orijinal, de los seis diás de la creación del mundo'y el séptimo del descanso, de las siete plagas dé Egipto

61{según Moyses fueron' diez), y aun délos sieie planetas(los buenos padres no eran Astrónomos) : de la celebridaddel numero setenario, y de otras congruencias usadas porlos principales escolásticos, en prueba de la conclusión. Ydieron muchas razones porque las consagraciones de Iglesias,de Vasos, de Obispos, Abades, y Abadesas y Monjasno sean sacramentos, ni el agua bendita, ni él lavar lospies de S. Bernardo, ni la coronación'del Papa."(l.)Pallavicini no se aventura á contradecir ésto, sino queintenta justificar la piadosa erudición de los padres delConcilio.NOTA (K.), Pajina 32.DisPÁÓfio DE INDULJENC1AS.Para formar una idéá justa del sistema dé las; Induljénciás',remítase el lector á los libros' 'publicados (Con lalicencia correspondiente) en los cuales sé ven fijos lo'Sprecios de varios pecados cometidos ó por cométerse(2.);mas, como muestra dé la insaciable sed de oro que tienela Curia Romana, notemos los siguientes hechos. En elaño de 1709 un corsario Inglés del puerto de Bristol hizopresa de un buque Español que iba haciendo su viaje deEspaña á America, y tenia abordo mas de tres millonesde bulas de Induljencia, destinadas á los Americanos,cuyo precio variaba de dos pesetas por los pobres, á tresonzas ó tres y media por los ricos; y el Capitán delcorsario, Dampier, aseguró al Obispo Burnet que erande tanto bulto que sus marineros las usaban para carenarelbarco.(1.) Historia del Concilio Tridentino di Pietro Soave Polano.Papa Paolo III. cío io XLVI.(2.) Taxatio Papalis, Londres, 1825, 8vo.

62En el año de 1800 otro buque Español procedente deEuropa fué apresado en la costa de la América Meridionalpor el Almirante Harvey que era entonces capitán- de lafragata Southampton. Se hallaron abordo unos fardosgrandes de papel, valuados en los libros del barco á unasuma equivalente á 7500 libras esterlinas, poco mas ómenos. Como causó sorpresa al capitán verlos valuadosá un precio tan subido, y oir al patrón hablar de elloscon grande admiración, los rejistró y los halló llenos depliegos grandes de papel, algunos impresos en Españoly otros' en Latin, mas todos sellados con sellos de corteseclesiásticas en España ó en Roma. Estos pliegos- contemanindulgencias ó perdones por varios pecados mencionadosen la rúbrica de Roma, y el precio que era demedio duro á siete duros, estaba marcado en cada uno.Habian sido comprados en España para revenderse en América.' En Tórtola, algunos Comerciantes los comprarontodos, esperando poderlos introducir como JENEROS DECONTRABANDO entre los Españoles Americanos. (1.) . . .(1.) Hamilton's Tracts, p. 68.F I N.