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documento - Dirección de Estudios Históricos

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monopolizadas por la propiedad privada. Másaún, los propietarios <strong>de</strong> las plantaciones azucarerasse ocuparon tanto <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> la ya entonceslibre mano <strong>de</strong> obra, como <strong>de</strong> adquirirtierras <strong>de</strong> labor. Un corolario <strong>de</strong> esta "expansión<strong>de</strong>finitiva"<strong>de</strong> las haciendas azucarerasfueel <strong>de</strong>caimiento <strong>de</strong> las instituciones comunalesen los pueblos. El Morelos <strong>de</strong> Warman <strong>de</strong> 1810parece ya maduro para el zapatismo u otro tipo<strong>de</strong>guerra<strong>de</strong>clases, sinhablar<strong>de</strong>ligualitarismo<strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> José María Morelos, <strong>de</strong> inspiraciónveterotestamentaria.De la Peña subraya asimismo la expansión<strong>de</strong> laspropieda<strong>de</strong>s azucareras a expensas <strong>de</strong>lospueblos a fines <strong>de</strong>l siglo XVIII, así como el crecimiento<strong>de</strong> un mercado libre <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obraentre los habitantes <strong>de</strong> las tierras altas y <strong>de</strong> unmercado libre <strong>de</strong> productos indígenas. Ve en elacceso <strong>de</strong> los habitantes a la tierra la variablecrucial <strong>de</strong> la violencia agraria <strong>de</strong> 1812, tantocomo <strong>de</strong> 1910, y habla <strong>de</strong>l "po<strong>de</strong>roso apoyo [...]entre vecinos y jornaleros <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> Cuautlay Yautepec" para con los primitivos insurgentes.9 De la Peña difiere <strong>de</strong> Warman al proponerque el estado colonial ocupó una posición<strong>de</strong> control, al promover la transformación económica,buscarla mejora <strong>de</strong> las agudas divisionesentre terratenientes y vecinos y manipularlaslealta<strong>de</strong>s comunitarias mediante el sistema<strong>de</strong> fiestas y <strong>de</strong> símbolos <strong>de</strong> unidad espiritual.Para este autor los borbones provocaron la primeraGuerra <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia a causa <strong>de</strong> susafanes <strong>de</strong> engran<strong>de</strong>cimiento y <strong>de</strong> su rígida reafirmación<strong>de</strong>l dominio colonial que permitierona los hacendados afectar las tierra <strong>de</strong> los pueblos.Se <strong>de</strong>sarrollaron hondas divisiones que<strong>de</strong>jaron a mucha gente <strong>de</strong> la localidad, especialmentea los mestizos, criollos, al<strong>de</strong>anos y bajoclero, sin "un lugar propio en la estructura co­10nial".1O En los sitios don<strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong>los pueblos y los ambiciosos criollos y castas nose organizaron para subvertir al gobierno real<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1810, según cree, los esfuerzos concertados<strong>de</strong> los eclesiásticos y <strong>de</strong> los gobernantescolonialesmantuvieronunainciertasimbiosisentrelos pueblosy lasplantacionesazucareras<strong>de</strong>lastierras bajas. De acuerdo con DelaPeña,fuesobre todo el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la Iglesia el que impidióque se diera un movimiento agrario más <strong>de</strong>vastadordurante la Guerra <strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.En suamplio estudio <strong>de</strong>lainsurrecciónruraly <strong>de</strong> la revolución en México a partir <strong>de</strong> mediados<strong>de</strong>l siglo XVIII hasta el XX, John Tutino<strong>de</strong>staca asimismo crecientes tensiones por latierra en Morelos a fines <strong>de</strong>l periodo colonial,aunque subraya una relación simbólica másdurable entre los latifundios y los pueblos. llFuelacontención <strong>de</strong>l conflicto mediante la simbiosissocial y económica lo que subyace a suconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l débil apoyo que José MaríaMorelos encontró en la zona. En contraste conDe la Peña, Tutino no cree que la simbiosis <strong>de</strong>pendiera<strong>de</strong> los jueces, alcal<strong>de</strong>s mayores, miliciasy clérigos, y subraya la <strong>de</strong>bilidad en lugar<strong>de</strong>lafuerza potencial<strong>de</strong>laintranquilidadagraria<strong>de</strong> Morelos en 1810. Para Tutino no fue sinohasta los años <strong>de</strong> 1840 cuando el conflicto agrarioencontró un mayor impulso.El estudio <strong>de</strong> Cheryl Martin sobre la tenencia<strong>de</strong> latierray la población enelMorelos rural,el <strong>de</strong> Gisela von Wobeser sobre las haciendasazucareras y elestudio <strong>de</strong> BrígidavonMentz <strong>de</strong>las comunida<strong>de</strong>s reales al poniente <strong>de</strong> Morelosproporcionan <strong>de</strong>talles esenciales <strong>de</strong> la expansión<strong>de</strong> la agricultura comercial y sus efectos ondulantesen la región a partir <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>1760. 12 Martin, en particular, <strong>de</strong>muestra queesta expansión estuvo acompañada <strong>de</strong> un rápidocrecimiento <strong>de</strong> las poblaciones no indígenase indígenas migrantes (corrige la impresión <strong>de</strong>Warman <strong>de</strong> que la mano <strong>de</strong> obra se extrajo casiexclusivamente <strong>de</strong> los habitantes locales), <strong>de</strong> lanueva presión sobre las tierras <strong>de</strong> los pueblos ypequeñaspropieda<strong>de</strong>sy <strong>de</strong>los hondos pleitos entrefacciones <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los pueblos que pudieran<strong>de</strong>bilitar la simbiosis con las haciendas. Dichaautora habla <strong>de</strong> una "situación política volátil"centradaenlos conflictos porlatierray el agua,y <strong>de</strong>sestabilizada más a<strong>de</strong>lante por la secularización<strong>de</strong> parroquias posterior a 1750 en la zona,lacual"generóconfusiónyconflictoentornoa la disposición <strong>de</strong> la propiedad antes <strong>de</strong>signadapara fines eclesiásticos".13 Más <strong>de</strong> acuerdocon De la Peña que con Tutino, Martin concluyeque el mensaje revolucionario <strong>de</strong> José MaríaMorelos "tuvo gran atractivo entre las así lla-49


madas clases bajas <strong>de</strong> la región". 14 La autorahabla<strong>de</strong>lallegada<strong>de</strong> Morelos como unpretextoconvenienteparaquelos habitantesy los trabajadoresmigrantes atacaran las haciendas. Sinembargo, al citarpleitos portierras, aguay autoridadpolíticaen el pueblo cadavez menos indio<strong>de</strong> Yautepec, Martin sugiere asimismo cómo elconflicto interno <strong>de</strong> le, comunida<strong>de</strong>s pudo habermovido a cl°, ..o~ ·' ....embros a sumarse a losinsurgentes, y a otros a apoyar a los realistas.Von Mentzrastrea los cambios estructurales<strong>de</strong>scritos por Martin para los pueblos en unaparte <strong>de</strong> Morelos en que se daba la producción<strong>de</strong> la caña <strong>de</strong> azúcary su procesamiento. La población<strong>de</strong>lospueblos <strong>de</strong>laregiónsiguiócreciendo,los comerciantes y otros no indios llegaban,y los vecinos se <strong>de</strong>dicaban al comercio y al trabajoasalariado fuera <strong>de</strong>la comunidad más queal cultivo <strong>de</strong> sus propios terrenos. Las divisionesinternas y los pleitos por tierras se hacíanmás evi<strong>de</strong>ntes enlos pueblos, y suautoridad institucionalse "disolvía".Las más recientes contribuciones a la bibliografíaen inglés sobre el mo<strong>de</strong>rno Morelos a fines<strong>de</strong>l periodo colonial y la reputación <strong>de</strong> éstepor las protestas exaltadas son: Man-Gods inthe Mexican Highlands, <strong>de</strong> Serge Gruzinski, eIndigenous Rulers: An Ethnohistory of TownGovernmentin Colonial Cuernavaca, <strong>de</strong> RobertHaskett. Buena parte <strong>de</strong>l primero está <strong>de</strong>dicadoal movimiento religioso cariRmático que sedio en el distrito <strong>de</strong> Yautepec a ¿ .es <strong>de</strong> los años<strong>de</strong> 1750 al mando <strong>de</strong>l pastor indígena AntonioPérez, cuya concepción <strong>de</strong>l li<strong>de</strong>razgo se apoyaenel principio autóctono <strong>de</strong>l hombre-dios <strong>de</strong> IxpitIa,tantocomo enCristoy los santos. Gruzinskitrataa Pérez mayormente en términos patológicos,aunque suexplicación <strong>de</strong>l rechazo radical<strong>de</strong> este últimoaldominioespañolennombre<strong>de</strong> los <strong>de</strong>sposeídos recuerda la visión <strong>de</strong> De laPeña sobre la historia regional a fines <strong>de</strong> la colonia.Fueronlos inflexibles sacerdotesdiocesanos,<strong>de</strong>cididos a imponersuversiónregalista<strong>de</strong>una fe purificada, lo que excluyó a Pérez hasta<strong>de</strong> un sitio marginal en el or<strong>de</strong>n colonial. Gruzinskitermina su libro con un enorme salto aEmiliano Zapata como la última encarnación<strong>de</strong>l hombre-dios en Morelos, una especie <strong>de</strong> sucesorsocialmente integrado <strong>de</strong> Pérez en el inconscientecolectivo.En suestudio<strong>de</strong>lfuncionamiento interno <strong>de</strong>lgobierno <strong>de</strong>l pueblo indígena, Haskett <strong>de</strong>scribeuna sociedad indígena local que parece sumamentealejada <strong>de</strong>l Morelos <strong>de</strong> Gruzinski, <strong>de</strong> Dela Peña y <strong>de</strong> Von Mentz. Al apoyarse en lasfuentes <strong>de</strong>l cabildo le impresionan la durabilidad<strong>de</strong> la élite dirigente tradicional, la exitosaresistencia <strong>de</strong>ésta al cambio, y lasociedadlocalque dicha élite "mol<strong>de</strong>ó y mantuvo cuidadosamente".15No pasa por alto las muchas divisionesyconflictos: ensuinterior, entre ellay otrascomunida<strong>de</strong>s indígenas, y con los comuneros indiospormano <strong>de</strong> obrae impuestos. Proporcionaunapiezafaltante y crucial<strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia alrompecabezashistórico<strong>de</strong>Morelos. Sinembargo, alconcentrarseenlas continuida<strong>de</strong>s, enla mediación<strong>de</strong> los titulares indios <strong>de</strong> puestos, y en el"esfuerzo" pormantener los acuerdos acostumbrados,16su estudio contribuye menos <strong>de</strong> lo quepodríaa la historia<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>rdurante el periodocolonial. Deja efectivamente <strong>de</strong> lado a otros individuosy grupos po<strong>de</strong>rosos que habitaban entrelos indios coloniales o en las inmediaciones<strong>de</strong>l distrito<strong>de</strong> Cuernavaca, asícomo a granparte<strong>de</strong> los modos en que las comunida<strong>de</strong>s representadaspor los titulares formaron parte <strong>de</strong>una economía política más amplia constreñidapor los cambios <strong>de</strong>mográficos y las exigenciascoloniales. Más allá <strong>de</strong>l cabildo indio, el gobiernocolonialincursionaenelrelatosobretodoparamostrar "la fundamental inhabilidad o indisposición<strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s coloniales paraintervenir". Por otra parte, la documentaciónen que se apoya Indigenous Rulers es más ricapara los siglos XVII y XVIIII, antes <strong>de</strong> que loscambios económicos y sociales <strong>de</strong>scritos porMartin,Von Mentz y Von Wobeser tuvieran lugar.Estacélebre historia regional se complica aúnmás, a lavez que se aclarauntanto, si se prestamayor atención a los sacerdotes y a la religiónlocal, asícomo a laintersección<strong>de</strong> lahistoriaregionaly nacional en 1812. Acaso mucho másimportante, tal estudio <strong>de</strong>scubre un antiguo anticlericalismoque aumentó a raíz <strong>de</strong> las reformaseclesiásticas <strong>de</strong> los borbones posteriores a1749 y <strong>de</strong> los efectos divisorios <strong>de</strong>l cambio eco-50


nómico y social <strong>de</strong>stacados por Martin y VonMentz poco tiempo <strong>de</strong>spués. Salvo algunasimpactantesexcepciones,l71a IglesiaenMorelosno fue la institución dominante <strong>de</strong> Gruzinski y<strong>de</strong> De la Peña que, sin darse cuenta, suscitó elsentimiento anticlerical mediante la marginación<strong>de</strong> muchos <strong>de</strong> los fieles. Creo que fueron loscuras, más que los creyentes excéntricos, quienesfueron siendo marginados como figuras espiritualesy políticas en esa región.La secularización <strong>de</strong> las parroquiasUnaca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> acontecimientos que precedió inmediatamenteal aumento <strong>de</strong> <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes y <strong>de</strong>litigios en la región fue la secularización <strong>de</strong> lasdoctrinas aún controladas por los mendicantes.En Morelos se dio un número <strong>de</strong>sproporcionado<strong>de</strong> secularizaciones a mediados <strong>de</strong>l sigloXVIII. De las 70 parroquias conocidas en la arquidiócesisque fueron secularizadas en 22 distritos<strong>de</strong> alcaldías mayores entre 1750 y 1777, almenos 16 (23 por ciento) se hallaron en los distritos<strong>de</strong> Cuernavaca y Cuautla. Otras doce (17porciento) se localizaronenelmo<strong>de</strong>rnoMoreloso en sus inmediaciones en el distrito <strong>de</strong> Chalco.Los franciscanos, los dominicos y los agustinoshabían administrado doctrinas en esa zona ylas tres ór<strong>de</strong>nes se vieron afectadas. l8Los efectos precisos<strong>de</strong>lasecularizaciónenMorelosson difíciles <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar. El argumentocontrario a la secularización presentado porfrayJuan Bautista <strong>de</strong> Bol<strong>de</strong>, el guardián franciscano<strong>de</strong> Ozumba, en el tiempo en que los agustinosfueronremovidos <strong>de</strong> laadministraciónparroquial<strong>de</strong> ahí enlos primeros años <strong>de</strong> 1750, parecemenos convincente para el área <strong>de</strong> Morelos <strong>de</strong>lo que pudo ser para otras partes <strong>de</strong>l centro ysur <strong>de</strong> México: es <strong>de</strong>cir, que los curas diocesanoseran incapaces <strong>de</strong> hablar los idiomas indígenas,y que porlo tanto no podían realizar susobligacionestanbie- ~')molos doctrineros mendicantes.l9 El granúmero <strong>de</strong> clérigos or<strong>de</strong>nadosa título <strong>de</strong> idioma antes <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>1780 aseguró que la mayoría <strong>de</strong> las parroquiascontara con al menos un vicario que podía comunicarseen la lengua nativa; más aún, en algunos<strong>de</strong> los pueblosmásgran<strong>de</strong>s y villas <strong>de</strong> lastierras bajas <strong>de</strong> Morelos se dijo que los indiosdominaban el español.20 Bol<strong>de</strong> y otros opositoresa la secularización en los años <strong>de</strong> 1750 tomaronsus ejemplos <strong>de</strong> otra parte <strong>de</strong> Morelos,aquella que se traslapaba con el distrito <strong>de</strong>Chalco y que mejorconvino a sus propósitos: lasparroquias <strong>de</strong> las tierras altas en Atlatlaucan,Totolapa, Tlalnepantla, Ocuituco y Tetela. 2lEn conjunto, los clérigos diocesanos estuvieronno menos <strong>de</strong>dicados a sus obligaciones <strong>de</strong>impartición <strong>de</strong> sacramentos que los frailes. Laqueja <strong>de</strong> que los vecinos indios <strong>de</strong>l área se sintierontraicionadosporla remoción<strong>de</strong> susbenevolentesfrailes encierra un ápice <strong>de</strong> verdad, almenos según la manera en que algunos feligreseshablaron <strong>de</strong>l pasado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la década<strong>de</strong> 1760, y <strong>de</strong>l modo en que los franciscanos yagustinos presentaronsu caso contra la secularizaciónen los años <strong>de</strong> 1750. Son éstos, sin embargo,sólo dos perfiles <strong>de</strong> unacuestión multifacética<strong>de</strong> autoridady propiedad a fines <strong>de</strong>l sigloXVIII. Ciertamente, el popular contraste actualentre "buenos franciscanos" y egoístas clérigosdiocesanos pue<strong>de</strong> ser verificado con ejemploscoloniales. Los indios <strong>de</strong> Cuanacalcingo (oPueblo Nuevo, cercano a 1'laltizapán, jurisdicción<strong>de</strong>Cuernavaca) pidieronen 1775 que se removieraasucura, José Eusebio <strong>de</strong> Ortega, y quefuese remplazado por tres curas porque, dijeron,queríansacerdotesque"trabajarancon<strong>de</strong>dicaciónporelbien <strong>de</strong> nuestras almas, como eneltiempo <strong>de</strong> los frailes".22 Los feligreses indios enparroquiasprósperas <strong>de</strong>Morelos acasoconsi<strong>de</strong>rarona los más instruidos suplentes secularescomo más remotos y hasta inaccesibles. En elpueblosecularizado<strong>de</strong>Tlacochahuaya(Cuernavaca)los peticionarios indios hablaron <strong>de</strong> sussacerdotes en 1780 como <strong>de</strong> "estos señoreslicenciados",en contraste con sus antiguos "padres"franciscanos. 23 En ocasiones fue necesario enviarmilicias para asegurar una transferenciapacífica <strong>de</strong> autoridad al cura diocesano. 24 Perotambién es evi<strong>de</strong>nte que los frailes en el ministerioparroquialenfrentarony acaso dieron lugara lamisma clase <strong>de</strong> faltas <strong>de</strong> respeto y <strong>de</strong> amargaoposiciónquealgunos <strong>de</strong>sussucesoresdiocesanos.En 1672 losjefes indios <strong>de</strong> Tetlama, Ma-51


zatepec, Coatlán y otros cinco pueblos indígenas<strong>de</strong>lsuroeste<strong>de</strong> Morelos presentaronacusacionescontra dos <strong>de</strong> sus doctrineros franciscanos<strong>de</strong>Cuernavacaporcruelesazotesy excesivasexigencias <strong>de</strong> dinero, bienes y servicios personales.Un franciscano nombrado para indagarsobre dichas acusaciones concluyó que setrataba<strong>de</strong>exageraciones maliciosasresultantes<strong>de</strong>unreciente inci<strong>de</strong>nte en que uno <strong>de</strong> los franciscanoshabía reprendido a un indio <strong>de</strong> Coatlán por<strong>de</strong>jar su iglesia muy sucia y abandonada. Deacuerdo con el inspectoreclesiástico, el indio habíareaccionadoconimpertinenciahastaelpunto<strong>de</strong> casi arrancar los ojos al fraile y <strong>de</strong> <strong>de</strong>clararque contaba con una or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Méxicoquele permitía<strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cera los franciscanos.El inspector estuvo <strong>de</strong> acuerdo en que elfraile había tenido razónen prescribir unos azotesmo<strong>de</strong>rados y juzgó que las nuevas acusacionesestaban movidas principalmente por el <strong>de</strong>seo<strong>de</strong> venganza. 25Con una reputación <strong>de</strong> baja asistencia a misa,el área <strong>de</strong> Morelos fue precoz en cuanto apleitos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos eclesiásticos entre pueblosy doctrineros y por lo que hace a las peticiones<strong>de</strong> arancel. Los <strong>de</strong>rechos se hallaron en el trasfondo<strong>de</strong>l caso <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1672 en contra <strong>de</strong> losfranciscanos. Mazatepec y otros doce pueblos<strong>de</strong> Cuernavaca habían pedido con éxito que elarancel <strong>de</strong> 1637remplazaralo que adujeronserexcesivas exigencias <strong>de</strong> servicios personales,alimentos y pagos en efectivo por parte <strong>de</strong> susdoctrinerosfranciscanos. 26 Cuandolos lí<strong>de</strong>res<strong>de</strong>lpueblo se quejaron <strong>de</strong> que los doctrineros habíanaccedido a cumplir, aunque <strong>de</strong> hecho hicieroncaso omiso <strong>de</strong>l arancel, los franciscanos replicaronque todaladisputa sobre <strong>de</strong>rechos había sidoinventadaporel alcal<strong>de</strong> mayor, "enemigocapital<strong>de</strong> dicha religión", con el fin <strong>de</strong> ganarse elapoyo <strong>de</strong> los oficiales <strong>de</strong>l pueblo para sus propiasexacciones. Los franciscanos cumplieroncon el arancel, dijeron, mientras que el alcal<strong>de</strong>mayor alentó porentonces a losjefes <strong>de</strong>l puebloa presentar falsas quejas en contra. Cuando elcoadjutorfue a dos <strong>de</strong> los pueblos a celebrarmisa,sólo se presentaron unos cuantos no indiosy los naturales habían escondido el cáliz y losotros implementos necesarios para el culto.Enotro pleitotemprano <strong>de</strong> arancel, los indios<strong>de</strong> Tetecala se quejaron <strong>de</strong> que su doctrinerofranciscano, Pedro Araña, se había rehusado aaceptar los términos <strong>de</strong> dicho arancel y encarceladoal gobernador por resistir a sus <strong>de</strong>seos.Los indios llegaron a acusar a los franciscanos<strong>de</strong> exigir mano <strong>de</strong> obra forzada, <strong>de</strong> operar unacárcel privaday <strong>de</strong> dilatarinnecesariamentelaimpartición <strong>de</strong> la justicia. En 1730 y <strong>de</strong> nuevoen 1732, se or<strong>de</strong>nó a los franciscanos seguir elarancel y tratar a sus ovejas con el amor máspropio <strong>de</strong> la cura <strong>de</strong> almas. 27 Porel mismo tiempo,los agustinos <strong>de</strong> Jonacatepec se vieron asimismoinvolucrados en un pleito <strong>de</strong> arancel conlos indios <strong>de</strong> la localidad quienes, dijo el doctrinero,pagaban menos <strong>de</strong>rechos que los prescritos,senegaban a efectuarlos servicios personaleshabituales,seausentabana menudo <strong>de</strong>laiglesia y exhibían una general "malignidad".28Entonces, en 1748, los indios <strong>de</strong> San PedroIstoluca, San Felipe y Santiago y San MarcosHuispaleca, en la doctrina dominica <strong>de</strong> Tlaltizapán,pidieron el arancel, ya que creyeron quese reducirían los pagos y los servicios personalesa losfrailes segúnelarreglo verbal acostumbrado.Tenían razón en relación con algunos <strong>de</strong>los servicios personales, pero se equivocabantocante a los pagos en efectivo. Cuando el teniente<strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> mayor acudió y presentó el<strong>de</strong>creto <strong>de</strong>la audiencia para establecerel arancel,se le apedreó hasta casi per<strong>de</strong>r la vida amanos <strong>de</strong> los feligreses indígenas, quienes unay otra vez gritaron en náhuatl:Mueran, mueran, porquelaAudiencia nosengañóconlos aranceles que antes nos llevabanmenoslosfrailes aoraporel aranselnos lleban más. 29El cura informó que cuando pidió los <strong>de</strong>rechosprescritos enel arancel, los oficiales indiosse rehusaron a pagar más <strong>de</strong> lo acostumbradoy que porlo <strong>de</strong>másfueron"<strong>de</strong>sobedientes,audacese insubordinados". Al temer que esta malaconducta se propagara por otros pueblos, pidióuna or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la Audiencia para que los indiospagasen las tarifas <strong>de</strong>l arancel y proporcionaranlos servicios personales esenciales para el52


sustento <strong>de</strong> la iglesia y <strong>de</strong> sus ministerios, so pena<strong>de</strong> cuatro años <strong>de</strong> arduo trabajo en un obraje.El caso finalizó con una severa sentencia <strong>de</strong> laAudiencia. Unpleito semejanteporserviciospersonalesy <strong>de</strong>rechos en Santiago Xiuctepec (localizadoentre Yautepec y Cuernavaca), en 1752,movió al doctrinero franciscano AntonioArpi<strong>de</strong>a lamentar el <strong>de</strong>caimiento <strong>de</strong>l respeto <strong>de</strong> los indiospor sus pastores <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la época dorada <strong>de</strong>la evangelización en el siglo XVI, y a <strong>de</strong>nunciarsus acusaciones <strong>de</strong>"perezosos, ociosos, in<strong>de</strong>centes[y] rudos".30Como lo indican las quejas <strong>de</strong> Arpi<strong>de</strong>, la tensiónentresacerdotes y feligreses enestaregiónprecedió a la secularización. Sin embargo, parececlaro que los cambios <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l sigloXVIII exacerbaron las cosas. Aun cuando el arzobispoLorenzana promulgó el nuevo arancelen 1767, algunos lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> los pueblos en lasparroquiasrecientementesecularizadas<strong>de</strong>Morelosvacilaron en cumplir con sus obligacionesfinancieras para con los clérigos diocesanos. Entreotras cosas, la salida <strong>de</strong> los frailes <strong>de</strong>jó tras<strong>de</strong>síconfusióntocante a lo <strong>de</strong>bido y removió viejosresentimientos entre los feligreses contrariosa los servicios personales y al sustento <strong>de</strong>los curas. En 1780 los indios <strong>de</strong> Tlacochahuaya,por ejemplo, adujeron que su acuerdo formalcon los franciscanos relativo a servicios personalesy a <strong>de</strong>rechos quedaba ahora sin efectoporque, informaron a los curas, los franciscanosya no estaban al frente. 31Los pleitos por <strong>de</strong>rechos aún animaron losconflictos entre los curas y las parroquiashastael final <strong>de</strong>l siglo XVIII, especialmente en lasparroquias <strong>de</strong>l suroeste alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> Tlaquiltenangoy <strong>de</strong> Tlaltizapán. En algunos casos los<strong>de</strong>rechos sí parecen haber sido la principal fuente<strong>de</strong> disputa; en otros fueron en buena medidaun subterfugio <strong>de</strong> ambiciones políticas y <strong>de</strong> unamás honda oposiciónal cura. A menudo los pleitosimplicaronla resistencia a los servicios personales,lo cual no es <strong>de</strong> sorpren<strong>de</strong>r en una regióndon<strong>de</strong> las exigencias <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra eranconsi<strong>de</strong>rables y aumentabanenlas propieda<strong>de</strong>srurales. 32 En el caso <strong>de</strong> Tlaquiltenango los oficialesindios <strong>de</strong> Jojutla presentaron dos litigiospor separado en contra <strong>de</strong>l cura (contra Francisco<strong>de</strong> Aguilar en 1786 y contra Miguel RupertoGómez Negrete en 1789) por punto <strong>de</strong> primicias,servicios no remunerados y <strong>de</strong>rechos eclesiásticos.33 Aun cuando las quejas <strong>de</strong> los oficiales<strong>de</strong>l pueblo pudieran haber sido exageradasy complicadas porotros motivos, parecenhabersentadouncaso consistente. Ninguno <strong>de</strong> los doscuras presentó una <strong>de</strong>fensa completa ante lasacusaciones y Aguilar provocó la ira <strong>de</strong> los feligresesal exigir los <strong>de</strong>rechos completos (cuandono algo más) durante la dura época <strong>de</strong> escasezy epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> 1786. En 1789laAudienciaresolvió ambos casosconenfáticasór<strong>de</strong>nesparaque el cura se ajustara al arancel, pagara losservicios personales más allá <strong>de</strong> los requerimientosinmediatos <strong>de</strong> la iglesia y según eljornalprevaleciente en el distrito para el trabajomanual, y no repitiera su escandalosa falta <strong>de</strong>respeto al representante <strong>de</strong>l rey. Esto último,una alusión a los furiosos insultos que GómezNegrete había propinado al teniente cuando lefue notificada la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> obe<strong>de</strong>cer el arancel,indicaquelaAudienciaestabaenverdad<strong>de</strong>sencantadacon el cura.En el caso <strong>de</strong> Tlaltizapán no parece tan evi<strong>de</strong>nteunsolo perfil. Acusado ante eltribunalen1797 bajo cargos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos excesivos, el curaFrancisco Vásquez <strong>de</strong>l Campo presentó sólidaevi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que el litigio en su contra estabapoco sustanciado y <strong>de</strong> que era obra <strong>de</strong> seis sujetos<strong>de</strong> la localidad que se valían <strong>de</strong> él con el fin<strong>de</strong> ascen<strong>de</strong>r a los puestos <strong>de</strong> la comunidad y <strong>de</strong>frustrar suinfluenciaenelnombramiento <strong>de</strong>l gobernador.Vásquez <strong>de</strong>l Campo había sido cura<strong>de</strong> Tlaltizapán <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1782. De acuerdo con sutestimonio, poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>habertomadoposesión<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>beres pastorales, se dio un pleito<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos eclesiásticos en que se presentarona los feligreses dos opciones: el arancel o los <strong>de</strong>rechosy servicios personales acostumbrados.Optaron por la costumbre. 34 El litigio <strong>de</strong> 1797no aduce el hecho <strong>de</strong> que el padre Vásquez no seajustara estrictamente a este acuerdo, al menosdurante los primerosonce años <strong>de</strong> su ministerio.Arguyó que durante sus 15 años enTlaltizapánhabía gastado 2,560 pesos en mejorasparala parroquia y recibido sólo 2,119 pesos en<strong>de</strong>rechos, unargumentoqueno pudieronimpug-53


nar los jefes indios. La queja <strong>de</strong>l entonces gobernadory <strong>de</strong> su pre<strong>de</strong>cesor consistía en que elcura no sólo había empezado a modificar los<strong>de</strong>rechos en los últimos cuatro años sino, másimportante, quehabíaobstaculizadolaelección<strong>de</strong> su candidato a gobernador, Bernavé Antonio.El cura repuso que, <strong>de</strong> hecho, había habladoen contra <strong>de</strong> la candidatura <strong>de</strong> este último,ya que se trataba <strong>de</strong> un "evrio consuetudinario<strong>de</strong> perverso carácter", aunque no habíaintervenidomás allá en la elección <strong>de</strong> los oficiales. Suúltimo y acaso <strong>de</strong>cisivo argumento (el testimoniono incluye una sentencia <strong>de</strong> laAudiencia enrespuesta a la queja <strong>de</strong> los indios), consistió enque los seis quejosos eranlos principales partidarios<strong>de</strong> Bernavé Antonio en el pueblo.A diferencia <strong>de</strong> los mendicantes, los nuevoscurasnopertenecíana unacorporaciónespecífica<strong>de</strong> sacerdotes que protegiera a sus miembroscontra la inseguridad personal que implica ganarsela vida; tampoco habían pronunciado unvoto explícito <strong>de</strong> pobreza. Estas diferencias noimpidieron a los frailes abusar <strong>de</strong> los feligresesy cobrarles sus <strong>de</strong>rechos, aunque los clérigos diocesanostuvieron razón en acumular la propiedadprivada y en usarla en su propio provecho.Al <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r en buena medida <strong>de</strong> sus propiosrecursos e ingenio solían ser, ya fuera itinerantesy lejanos respecto <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> su comunidado, en ciertos casos, arraigados y po<strong>de</strong>rosos.Aquellos con treinta o cuarenta años <strong>de</strong> edadcuandolos nuevos beneficios parroquiales<strong>de</strong>Morelosquedaron disponibles y que permanecieronen ellos por muchos años, tendieron a hacerseterratenientes y a <strong>de</strong>sarrollar interesescomerciales locales. Fueron éstas las distraccionestípicas <strong>de</strong> las obligaciones espiritualesque el concilio <strong>de</strong> Trento intentóevitar, aunqueno tuvieron por qué poner al cura en contra <strong>de</strong>sus feligreses, ni por qué hacerlo menos eficazcomo pastor en relación con sus <strong>de</strong>sembarazadoscolegas. Fue posible que un pastor<strong>de</strong>dicadoque llevaba una vida confortable apoyada ensus intereses privados mejorara su posición espiritualante los feligreses. A diferencia <strong>de</strong> loscuras másjóvenesy más pobres apenas asignadosa mo<strong>de</strong>stas parroquias y <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>los <strong>de</strong>rechos para su sustento, aquél contaba conlos medios para condonarlos <strong>de</strong>rechos eclesiásticosy patrocinar costosas obras <strong>de</strong> piedad. Sinembargo, enel Morelos <strong>de</strong> fines <strong>de</strong>lacolonia pocoscuras parecen haber condonado <strong>de</strong>rechos outilizado susingresos personales<strong>de</strong> estamanera;o al menos rara vez mejoraron su posiciónespiritual al hacerlo. 35Un caso, el <strong>de</strong> Zacualpan <strong>de</strong> las Amilpas en1763,ilustramejorque otroscómo losfeligresesindiosutilizaronlasecularizacióny ciertos cambiosenlalegislacióntocantes a laautoridad<strong>de</strong>lcura para reafirmar sus prácticas religiosas in<strong>de</strong>pendientesy distanciar a los sacerdotes yjueces coloniales <strong>de</strong> los asuntos locales. Al quejarse<strong>de</strong> que "no tienen más costumbre que suvoluntad",36 elcura<strong>de</strong>laotroradoctrina agustiniana<strong>de</strong>stacó a los indios <strong>de</strong> Temoac por "sualtaneríay cabilosidad" al negarse a pagarlelosjustos <strong>de</strong>rechos y primicias, al celebrar por sucuenta las ocasiones sagradas y al instigar a la<strong>de</strong>sobediencia a Guazulco, Tlacotepec y Popotlán.Al emplear como pretexto la nueva realcédula que impidió al cura elegirfiscales porsucuenta, efectuaron sus propios nombramientosy pidieron la confirmación <strong>de</strong> éste, en lugar <strong>de</strong>someterletres nombresparaque escogierauno.Muchos <strong>de</strong> los feligreses <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> cumplirconsus obligaciones <strong>de</strong> asistir a misa y comulgarantes <strong>de</strong> la pascua. Los testigos criollos y mestizosdijeron que los jefes indios <strong>de</strong> Temoac <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cíantanto a los jueces civiles como a loseclesiásticos, y que dos <strong>de</strong> ellos habían sido enviadosa la cárcel por incitar un tumulto contrael comisario <strong>de</strong> la jurisdicción. Circulaban rumores<strong>de</strong> que el cura sería asesinado y un testigoadujo que, ensuresistencia, "lasyndias sonpeores que ellos". El cura había asimismo intentadosin éxito prohibir las danzas indias<strong>de</strong> Santiago que consi<strong>de</strong>raba como "muchos <strong>de</strong>satinosyheregías [...] abusos e idolatrías". Trashaber negado dos veces la petición <strong>de</strong> Temoacparacelebrarsus danzas, los feligreses se rehusarona pagarcualquierfunción <strong>de</strong> la iglesia enlos días santos, y procedieron a celebrar dos días<strong>de</strong> corridas <strong>de</strong> toros, bailes y fuegos artificialesen el cementerio. 37Temoac y otros pueblos <strong>de</strong> indios <strong>de</strong> Morelos<strong>de</strong>smienten la distinción hecha por las autori-54


da<strong>de</strong>s coloniales entre la preferencia "indígena"por las danzas y la bebida y la española poreljuego y los toros en los festejos públicos. 3s EnTlayacapan los toros fueron parte tan integral<strong>de</strong> lafiesta <strong>de</strong> la Can<strong>de</strong>laria que cuando el curaprohibió una corridaen 1756 portratarse <strong>de</strong> unevento indigno para una tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> domingo, losvecinos quemaron su casa y lo obligaron a empren<strong>de</strong>rla huída junto con el alcal<strong>de</strong> mayorpara salvarsus vidas. Este último dijo que auncuando sabía quehabríaproblemasy que habíaadvertido alcura<strong>de</strong> que los indios habíanseñaladosiempre la ocasión con corridas, había impuestoel bando <strong>de</strong> todas maneras con el fin <strong>de</strong>evitar la excomunión y un <strong>de</strong>sacuerdo abiertocon el cura. Al parecer durante tres semanas seprecisó <strong>de</strong> 30 soldados, varios enfrentamientosy muertes para restablecer el or<strong>de</strong>n. 39Un sentido militante <strong>de</strong> la economía local y<strong>de</strong>l anticlericalismo <strong>de</strong> facciones fue asumidopor ambas partes enlos pleitos recurrentes entrecuras y pueblos <strong>de</strong> indios. Como enTemoac,la queja <strong>de</strong> los curas y <strong>de</strong> los alcal<strong>de</strong>s mayoresfue con frecuencia que los vecinos indios <strong>de</strong> laregión se resistían a todas las autorida<strong>de</strong>s superiores,pero especialmente a la <strong>de</strong>l cura. 4O Elpre<strong>de</strong>cesor <strong>de</strong> Vásquez <strong>de</strong>l Campo en Tlaltizapán,José Eusebio <strong>de</strong> Ortega, había tenido suspropios problemas en 1781. Los indios <strong>de</strong> Huispaleca,Cuanacalcingo y la cabecera habían resistidoel pago <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos eclesiásticos y losservicios personales durante más <strong>de</strong> un año,aun<strong>de</strong>spués<strong>de</strong> obtenerunaor<strong>de</strong>n<strong>de</strong>laAudiencia;por su parte, el alcal<strong>de</strong> mayor y el alguacilmayor <strong>de</strong> Cuernavaca se presentaron para urgirsu obediencia. El 13 <strong>de</strong> noviembre el alcal<strong>de</strong>mayor or<strong>de</strong>nó al gobernador indio <strong>de</strong> Tlaltizapány al alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Huispaleca reunir a los consejos<strong>de</strong> los pueblos y a otros naturales en lamorada <strong>de</strong> Ortega al día siguiente con el fin <strong>de</strong>jurarsuobedienciaa aquella or<strong>de</strong>n. Lo hicierony acordaron enviar el primer grupo <strong>de</strong> criadosesa tar<strong>de</strong>, aunque los lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> Huispaleca novolvieron con su gente o con una lista <strong>de</strong> hombresaptos paralos servicios personales. Cuandoelalcal<strong>de</strong>mayory sucomisariofuerona Huispalecaa ejecutar el <strong>de</strong>creto, sólo encontraron ahímujeres y niños quejuraronno habervisto a loshombres en dos días. Entonces se dio un juego<strong>de</strong> gatos y ratones: cuando se investigaban losinformes <strong>de</strong> que los hombres se habían ido a laciudad<strong>de</strong> México, se <strong>de</strong>cía que ya habíanvueltoa Huispaleca y viceversa. El alguacil mayor consi<strong>de</strong>róque la resistencia era un asunto <strong>de</strong> malcaráctery anticlericalismo: los indios <strong>de</strong> Tlaltizapány <strong>de</strong> Huispaleca "manifiestan tener muipoco o ningúnrespecto oatención a dicho párrochoy Supta1.ores", y se "advierte en algunos <strong>de</strong>ellos [.: ser <strong>de</strong> ánimos inquietos y bulliciosos".Elcura agregó endiciembre que nada podía hacerdada la "suma altanería [y] libertinaje" <strong>de</strong>los indios. 41Según vimos, el sucesor <strong>de</strong>l padre Ortega,Vásquez <strong>de</strong>l Campo, disfrutó <strong>de</strong> cerca<strong>de</strong> quinceaños <strong>de</strong> relativa paz. Sin embargo, le llegó suhora en 1767 cuando el nuevo asunto <strong>de</strong> moda,es<strong>de</strong>cir, las elecciones libres <strong>de</strong> lainfluencia<strong>de</strong>lcura, fue retomado por sus opositores. El abogado<strong>de</strong> los indios se pronunció por la "plenalibertad" a la que tenían ahora <strong>de</strong>recho en suselecciones,42 una i<strong>de</strong>a atractiva en ese contextolocal aunque peligrosa, dada la más ampliatradición <strong>de</strong>l dominio colonial según la cual seentendía que la "libertad" se convertía rápidamenteen "libertinaje".El alcohol: mal inevitableEn el actual Morelos habría sido muy difícilejecutar la nueva austeridad regalista <strong>de</strong> fines<strong>de</strong>l sigloXVIII, aun silamayoría <strong>de</strong> los curas <strong>de</strong>esa zona se lo hubiera propuesto. Ingredienteprincipal <strong>de</strong>l crónico conflicto entre sacerdotesy feligreses enelmo<strong>de</strong>rnoMorelos fue lo que losfuncionarios coloniales <strong>de</strong> todos niveles llamaron"mal inevitable", es <strong>de</strong>cir, el alcohol. Des<strong>de</strong>el principio <strong>de</strong>l dominio español en México, ellicorfue consi<strong>de</strong>rado por- aquéllos comola puerta<strong>de</strong>l vicio, la <strong>de</strong>sobediencia y la idolatría. Elárea <strong>de</strong> Morelos, al igual que Jalisco, era yabien conocida en el siglo XVII por sus <strong>de</strong>sarregladosfandangos y festivida<strong>de</strong>s sagradas asícomo porlaproducciónilegal<strong>de</strong> fuertes bebidas<strong>de</strong>stiladas.55


1\ -


Los cambios que se iniciaron en los años <strong>de</strong>1690 pusieron al alcohol enelcentro <strong>de</strong> la atención.Bajo la protección <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s reales<strong>de</strong>seosas <strong>de</strong> cobrarimpuestos al comercio, en elsiglo XVII los indios <strong>de</strong> los distritos <strong>de</strong> Chalco,Cuernavacay Cuautla cultivaron maguey y produjeronpulque para la venta, así como para elconsumo local.43 Sin embargo, las ventas cayeronconsi<strong>de</strong>rablemente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1692, cuandolos tumultos en la ciudad <strong>de</strong> México se atribuyeronal consumo excesivo <strong>de</strong> pulque, y cayeronmás aún conforme la gran propiedad cercana alos principalesmercados <strong>de</strong> laciudad<strong>de</strong> Méxicoy los reales mineros se convirtió en la principalproveedora. 44 Para 1782 el administrador <strong>de</strong>limpuesto <strong>de</strong>l pulque enel distrito <strong>de</strong> Cuernavacainformó que ya no valía la pena recaudarlo:lamayoría <strong>de</strong> los 60 pueblos sólo cultivabaunoscuantos magueyes para satisfacer sus propiasnecesida<strong>de</strong>s. 45Elcrecimiento<strong>de</strong> laeconomíaazucareraposteriora la década <strong>de</strong> 1750 con<strong>de</strong>nó a la marginacióna la mayoría <strong>de</strong> los pequeños productorescomerciales que quedaban. 46 Las prohibicionescontralos <strong>de</strong>stilados americanos, especialmenteel mezcal hecho <strong>de</strong> corazones <strong>de</strong>l maguey, yel chinguirito elaborado <strong>de</strong>l jugo <strong>de</strong> caña <strong>de</strong>azúcar, fueron mo<strong>de</strong>radas y luego eliminadaspor la corona a fines <strong>de</strong>l siglo XVIII <strong>de</strong>bido apropósitos fiscales. 47 El alcohol <strong>de</strong> caña se convirtióentonces en labebida predilecta <strong>de</strong> los noindios, fue consumido junto con el pulque porlos indios locales y aunseleempleócomo medio<strong>de</strong> pago para la mano <strong>de</strong> obra colectiva.obligatoria.48Al aprovecharse <strong>de</strong>l creciente interés en laproducción <strong>de</strong> <strong>de</strong>stilados en América, el virreymarqués <strong>de</strong> Croixreunió ungranexpediente <strong>de</strong>informes y opiniones <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacados individuosen 1767 con el fin <strong>de</strong> sentar las bases <strong>de</strong> unaeventuallegalización. El argumento seredujo atres puntos: era imposible controlar la producciónilegal; se trataba <strong>de</strong> una fuente potencialmenterica <strong>de</strong> ingresos fiscales, y las bebidas <strong>de</strong>stiladaseranmás saludables, por sermás purasy menos perjudiciales para la paz social que elpulque. 49 En enero <strong>de</strong> 1797 entró envigor el último<strong>de</strong>creto administrativo que legalizó el alcohol<strong>de</strong>cañaenlaNuevaEspaña. 5o Ahoralaadministracióncolonial se dio a la tarea <strong>de</strong> alentar laproducción comercial <strong>de</strong>l alcohol <strong>de</strong> caña y a <strong>de</strong>struirlas <strong>de</strong>stilerías clan<strong>de</strong>stinas productoras <strong>de</strong>mezcal en el distrito <strong>de</strong> Cuernavaca. La mayorparte <strong>de</strong>l alcohol <strong>de</strong> caña fue producida por noindios quehabitabanenlashaciendas o porempresariosen pequeño.51Los sacerdotes en esa zona se frustraron, enparticularporsuinhabilidadparacontrolarlasparrandas <strong>de</strong> sus feligreses y la producción <strong>de</strong>bebidasilegales. EnMorelosfue naturalquelosfrustrados curas <strong>de</strong> fines <strong>de</strong> la colonia consi<strong>de</strong>raranla embriaguez como fuente principal <strong>de</strong> laviolencia, la insolencia y <strong>de</strong> la menguada <strong>de</strong>voción<strong>de</strong> susfeligreses, especialmenteenvista <strong>de</strong>lo que consi<strong>de</strong>raron la mezcla volátil <strong>de</strong> indiosy castas en los pueblos.52 Sin embargo, los clérigosy los alcal<strong>de</strong>s mayores que efectuaroncampañascontra la embriaguez en los pueblos <strong>de</strong>Morelos tendieron a encolerizartanto a los consumidoresindios y castas como a los hacendadosproveedores <strong>de</strong> alcohol <strong>de</strong> caña. Cuando elalguacil mayorfue a Tetelcingo en 1778 a ponerfin a la venta <strong>de</strong> mezcal y <strong>de</strong> chinguirito porparte <strong>de</strong>l maestro <strong>de</strong> escuela criollo J osefViscarra,alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> unos 500 indios lo amenazaronuna y otra vez con bastones y con palas yrocas al exclamar: "Te hemos <strong>de</strong> matar y beberla sangre."53 Los problemas <strong>de</strong>l padre Ortega enCuanacalcingo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1775 fueron, en parte,unresultado <strong>de</strong> susintentos <strong>de</strong> castigara losfeligreses indios por "embriagueces y <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes".54Los curas <strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l periodo colonial sevieron atrapados entre su obligación <strong>de</strong> controlarla embriaguez bajo supuestos religiosos ymorales, y la promoción por parte <strong>de</strong> la corona<strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> alcohol y su consumo, envista <strong>de</strong> los intereses fiscales que perseguía.Feligreses contenciosos,sacerdotesincrno<strong>de</strong>radosEl área <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rno Morelos contó con su dosis<strong>de</strong> hallazgos <strong>de</strong> cruces y <strong>de</strong>voción popular a lossantos y a ciertas partes <strong>de</strong>la liturgia; pero aunestas prácticas cristianas expresaroni<strong>de</strong>ntida-57


<strong>de</strong>s locales contenciosas que complicaron lasrelaciones con los curas párrocos e hicieron <strong>de</strong>estos últimos antagonistas o seguidores más quelí<strong>de</strong>res en la vida pública. A este propósito elCristo <strong>de</strong> Tula, <strong>de</strong>scubierto por un arriero quejuntabaleñaen 1722enlaparroquia<strong>de</strong>Tlaquiltenango,insistió en que quería una morada enuno <strong>de</strong> los pueblos <strong>de</strong> visita. Latradición piadosaque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio ro<strong>de</strong>ó a esta imagenes ricaensignificadosrelativos a lavisión <strong>de</strong> losfeligreses <strong>de</strong> una áspera práctica <strong>de</strong> la religióny <strong>de</strong> la política en el área. En otras palabras, setrata <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad militante <strong>de</strong> los pueblos y<strong>de</strong> las agrupaciones <strong>de</strong> pequeños asentamientos;<strong>de</strong> las tácticas <strong>de</strong> los hacendados y clérigos<strong>de</strong> la cabecera con elfin <strong>de</strong> mantenerdichas poblacionesbajo controlo <strong>de</strong> apropiarse <strong>de</strong> sus bienes<strong>de</strong> valor; por fin, <strong>de</strong> la eventual inclinación<strong>de</strong> los sacerdotes ante la "voluntad divina".De acuerdo con los relatos notariales <strong>de</strong> dosdoctrineros dominicos <strong>de</strong> Tlaquiltenango en1723, el arriero <strong>de</strong>scubrió la cruz en un lejanorincón <strong>de</strong> la hacienda <strong>de</strong> San Gabriel en septiembre<strong>de</strong>l año anterior, al tiempo <strong>de</strong> dar golpes<strong>de</strong> hacha contra un árbol <strong>de</strong> frondosa sombray <strong>de</strong> verla salpicada <strong>de</strong> sangre. Des<strong>de</strong> suhogar en la ranchería <strong>de</strong> Tula, las autorida<strong>de</strong>sllevaron la imagen a la capilla <strong>de</strong> la hacienda.Hasta cuatro veces en los siguientes mesesdicha imagen <strong>de</strong>sapareció <strong>de</strong> la capilla para reapareceren cada ocasión en el árbol próximo aTula. Finalmente, el hacendado pidió a los dominicosllevársela a la se<strong>de</strong> parroquial ya que,con tantos visitantes curiosos a Tula, temíaque la ranchería pronto se convirtiera en unpueblo in<strong>de</strong>pendiente. Tras su traslado a la se<strong>de</strong>parroquial el 1 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1723, la imagenvolvió a moverse misteriosamente, siempre alaltar <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> Nuestra Señora <strong>de</strong> Guadalupeenel pueblo<strong>de</strong> visita <strong>de</strong>Jojutla. Al cabo,los dominicos se dieron por vencidos. El 14 <strong>de</strong>septiembre la imagen fue trasladada <strong>de</strong> TIalquiltenangoa Jojutla, acompañada porel regocijo<strong>de</strong> los indios <strong>de</strong>Jojutla, Tetecalita, Nexpan,Theocalzingo y otros pequeños asentamientosaledaños. 55Algunos feligreses indios enlazona <strong>de</strong> Morelosexpresaron su in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia al buscar losagrado en las montañas y en las cuevas y enlibros <strong>de</strong> culto <strong>de</strong> su propiedad, al vestir lasimágenesa suantojo, alsacarlas<strong>de</strong>laiglesiaenrecorridos no autorizados porla parroquia, y alresistir a lacontabilidad sobre los bienes <strong>de</strong> suscapillas <strong>de</strong> barrio.56 Podían en ocasiones pedirapoyo político a sucuraotrasladarse a unanuevalocalidad para disfrutar <strong>de</strong> las comodida<strong>de</strong>sespirituales que dicho párroco proporcionaba;57pero en general, el tibio entusiasmo por los clérigosy por las obligaciones <strong>de</strong> sacramentos seexpresó en las frecuentes quejas <strong>de</strong> los curasacerca <strong>de</strong> que sus feligreses eran"pecadores rebel<strong>de</strong>s"que no asistían regularmente a misa nicumplían con el precepto anual <strong>de</strong> confesarse ycomulgar, y que no hacían caso <strong>de</strong>l sacerdote olo insultaban.58 Los feligreses fueron impertinentes.paracon sus curasenotroslugares, perorara vez ocurrió que un oficial indio se comportaracomo lo hizo el gobernador <strong>de</strong> Cuanacalcingocon el padre Ortega en 1780. De acuerdocon este último, el sujeto vino a él en estado <strong>de</strong>ebriedad con su sombrero firmemente puesto ydijo "que él entraba <strong>de</strong> gobernador, que el querespon<strong>de</strong> sehabía <strong>de</strong> yry que élsiempre se quedavapara seguirsulitis {por punto <strong>de</strong> serviciospersonales para la Iglesia}".59 Al año siguiente,el sucesor <strong>de</strong>l gobernador y los miembros <strong>de</strong>lcabildo <strong>de</strong>l pueblo juraron que los indios serviríana la Iglesia sólo si se les pagaba, como enefecto lo hacía el cura. 60 Desesperado, Ortegaescribió que los indios <strong>de</strong> la localidad "ya nohacen caso <strong>de</strong> la parroquia, <strong>de</strong>l culto, ni <strong>de</strong>lcura", y que una tal insolencia anticlerical sepropagaba a otros sitios. 61 Para 1782 informóque dos <strong>de</strong> los tres pueblos porfm empezaban aprestar los servicios personales a la iglesia comola Audiencia había or<strong>de</strong>nado una y otra vez<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1780,peroquelosindios<strong>de</strong>Cuanacalcingoya no lo reconocían como su cura párroco y juezeclesiástico, y que en las últimas cuatro ocasionesen que sus ayudantes habían ido ahí paracelebrar misa se les había encerrado.Los tumultos y protestas que solían estallaren los pueblos <strong>de</strong> indios contra el cura párrocopusieron en evi<strong>de</strong>ncia adicionales objeciones yresistencia a sú guía espiritual. En la indagaciónque siguió a la protesta contra Manuel58


Gamboa, cura <strong>de</strong> Tepoztlánenoctubre <strong>de</strong> 1778,éste se centró en la insolencia <strong>de</strong> los indios y enla resistencia <strong>de</strong> sus obligaciones cristianas.Pocos feligreses, dijo, asistían a la misa <strong>de</strong>l domingo;muchas parejas vivíanjuntas fuera <strong>de</strong>lmatrimonio; otros enterraban a sus muertossin informar al cura; los niños no asistían a laescuela, y había mucha embriaguez por consumo<strong>de</strong> mezcal y chinguirito que los vecinos elaborabanclan<strong>de</strong>stinamente en las montañas.Paraentoncesyano se confesabanniproporcionabana la Iglesialos servicios personales acostumbrados.Por el lado <strong>de</strong> los indios se acusó alcura <strong>de</strong> untrato burdo, especialmente <strong>de</strong> humillantesazotes a mujeres <strong>de</strong>snudas. Su recienteviolencia resultó, dijeron, <strong>de</strong> laventa que el curahabía hecho <strong>de</strong> la cal que almacenaron: parablanquear la iglesia. Cuando <strong>de</strong>tuvieron la recuacargada <strong>de</strong> cal y el cura reaccionó golpeandoa un indio con su bastón, algunas mujeres encabezadasporMaríaJuana"laLarga", se echaronencima<strong>de</strong>aquél. Atestiguaronquelaverda<strong>de</strong>raprotesta se dio esa noche cuando el teniente<strong>de</strong> Yautepec vino a arrestar a las mujeres. 62En la confusión, le fue arrebatado el bastón alcura y luego lo rompieron. Ninguna <strong>de</strong> las partespudo <strong>de</strong>mostrar que las quejas <strong>de</strong> laotra carecían<strong>de</strong> fundamento, y la Audiencia intentóresolver el conflicto al simplemente instar a losvecinos a actuar como buenos cristianos y al cogera un presunto lí<strong>de</strong>r para propinarle un castigoejemplar. Conla intervención <strong>de</strong>l arzobispo,los jefes <strong>de</strong> Tepoztlán finalmente accedieron aunareconciliaciónconsucurapárrocoen1779. 63La posición política, moral y espiritual relativamentedébil <strong>de</strong> los curas en muchas parroquias<strong>de</strong> Morelos fue magnificada por sus conflictoscon los no indios. Al igual que en otrasregiones, algunos curas <strong>de</strong> Morelos se i<strong>de</strong>ntificarony aliaron con gente <strong>de</strong> razón <strong>de</strong> la localidad,64aunque la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las haciendasy rancherías y las divisiones en el interior<strong>de</strong> la población no india garantizaron que virtualmenteel cura acumulara enemigos tantocomo aliados en todos los grupos sociales. Loscuras <strong>de</strong>l actual Morelos a fines <strong>de</strong> la colonia sequejaron una y otra vez <strong>de</strong> que los hacendadosy sus administradores no ibana misa o a comulgar,y <strong>de</strong> que impedían a sus vecindarios asistira la parroquia. En el mejor <strong>de</strong> los casos contra~taban a un clérigo itinerante para que dijeramisa y oyera confesiones en la capilla <strong>de</strong> la hacienda,y respondía a las objeciones <strong>de</strong>lcuracon'<strong>de</strong>claraciones tales como: "Sólo yo doy ór<strong>de</strong>nesen esta iglesia."65Los amargos conflictos entre curas y merca<strong>de</strong>reslocales, hacendados y alcal<strong>de</strong>s mayoresconstituyeron evi<strong>de</strong>ncia adicional <strong>de</strong> las divisionesentre lagente <strong>de</strong> razón <strong>de</strong> esa región. En1802 siete comerciantes y hacendados <strong>de</strong> Tetecalapresentaronacusacionesaparentementefalsas<strong>de</strong> concubinato y <strong>de</strong> incumplimiento <strong>de</strong> susobligaciones como cura párroco contra ManuelMorales, cura<strong>de</strong> Mazatepec, enun esfuerzo porobtenersuremoción <strong>de</strong> la parroquia. El caso tomóun extraño giro cuando dos inconformes,hermanos <strong>de</strong> Morales, fueron sobornados paraatestiguarcontraély luego retractarse <strong>de</strong> sutestimonio.Por otra parte, se dijo que el teniente<strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> había sido amenazado conla pérdida<strong>de</strong> su trabajo si no apoyaba a los comerciantespeninsulares en ese caso. Amenazas aparte, elteniente Felipe Matute tuvo razones para oponerseal cura. Dos años antes, Morales se habíaquejado ante laAudiencia <strong>de</strong>l fracaso <strong>de</strong> Matutepara reunir a los muchos feligreses que nocumplieron con el precepto pascual. Es interesanteconstatar aquí que, cuando Morales acusóa Matute <strong>de</strong> carecer <strong>de</strong> "ningún afecto a lajusticia" y <strong>de</strong> estar "unido con varios asen<strong>de</strong>rosa pelear contra mí", se hacía eco, al parecer inadvertidamente,<strong>de</strong> la queja <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1671 enque el doctrinero franciscano <strong>de</strong> aquel mismodistrito había acusado al alcal<strong>de</strong> mayor. 66A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> Matute, el lí<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l movimientocontrael cura en 1801 fue, <strong>de</strong> acuerdo con uno <strong>de</strong>los hermanos <strong>de</strong> Morales, un administrador<strong>de</strong> hacienda, <strong>de</strong> quien se dijo odiaba a los clérigosy difundía rumores maliciosos en relación asu conducta. Otro <strong>de</strong> los.enemigos <strong>de</strong>l cura, donJosé Salazar, se las daba <strong>de</strong> haber ganado litigioscontrael arzobispo y <strong>de</strong> habergritado al virreyGálvez. Se <strong>de</strong>cía asimismo que no se habíaconfesadonihabíacomulgadoenmuchos años.67Auncuandolos problemas<strong>de</strong> estecuracon elteniente,con los hacendados y con los comercian-59


tes parecen haber resultado <strong>de</strong> su pasión obsesivaporlasalvación<strong>de</strong>lasalmas,68 tales pleitosexpusieron con frecuencia intereses económicosque suscitaban divisiones. Los sacerdotes quecompitieronporelcontrol<strong>de</strong>lastierrasyaguas,que regentaron tiendas y concesiones <strong>de</strong> tabaco,o bien que obstaculizaron las empresas lucrativasy lain<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> otragente <strong>de</strong> razónen la localidad, podían esperar meterse enproblemas. 69En 1794 los feligreses y el cura <strong>de</strong>l asentamientomestizo y minero <strong>de</strong> Huautla entraronenconflicto a causa <strong>de</strong> otro tema álgido <strong>de</strong> fines<strong>de</strong> la colonia: las cofradías y sus bienes. Alpresidir una reunión <strong>de</strong> la cofradía <strong>de</strong>l SantísimoSacramento con el fin <strong>de</strong> recibir el informeanual <strong>de</strong>l mayordomo saliente, elpadre SantiagoAntonio Bal<strong>de</strong>ras notó que la cofradía le<strong>de</strong>bía 2,891 pesos. Preguntó quién sería el siguientemayordomo que se haría responsable<strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda. Los cofra<strong>de</strong>s respondieron que nadie.El cura hizo dos veces supregunta y obtuvola misma respuesta. En tal caso, dijo, estaríaobligado a consumirla existencia <strong>de</strong> hostias consagradasy a <strong>de</strong>jar a la parroquia sin ese esencialalimento <strong>de</strong> la misa y la comunión. Al siguientedomingo cumplió lo prometido: <strong>de</strong>jóque la lámpara se extinguiera y consumió lassagradas formas. En ese momento algunos <strong>de</strong>los cofra<strong>de</strong>samenazaroncongolpearlo sinovolvíaa encen<strong>de</strong>r la lámpara y renovaba la existencia<strong>de</strong> hostias.Con urgencia, el teniente mandó el asunto alvirrey al <strong>de</strong>scribir los "lamentos y lágrimas" <strong>de</strong>los mineros antelaescandalosaingestión<strong>de</strong>lashostias por el cura. Aprovechó asimismo laocasión para quejarse <strong>de</strong> que Bal<strong>de</strong>ras habíapresidido ilegalmente una sesión <strong>de</strong> la cofradíae intervenido en sus asuntos <strong>de</strong> otras maneras.En su <strong>de</strong>fensa, el cura subrayó sulealtad al reyy a Dios así como la traición <strong>de</strong> los cofra<strong>de</strong>s alor<strong>de</strong>n fundamental <strong>de</strong> la sociedad cristiana:"De no acerenel caso unexemplarcon estagente,viven aquí los superiores con la vida vendida,sugetos a con<strong>de</strong>cen<strong>de</strong>r con sus malditas mácsimasel lugar y vecindario sin paz, el Rey sinvasallos fieles y Dios sin almas." Por or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>lvirrey, el cura celebró la misa <strong>de</strong> renovación yrestauró las hostias. Por su parte el tenienteconvocó a los cofra<strong>de</strong>s y hacendados <strong>de</strong> los alre<strong>de</strong>doresa una sesión para encontrar el modo<strong>de</strong> sustentar los gastos <strong>de</strong> la eucaristía.70La tensión entre los curas y los no indios enel actual Morelos fue asimismo exacerbada porla confusión <strong>de</strong> los intereses políticos y económicos<strong>de</strong> indios y no indios. Como en partes <strong>de</strong>Jalisco, extensiones consi<strong>de</strong>rables <strong>de</strong> tierra<strong>de</strong> los pueblos se alquilaban a las propieda<strong>de</strong>svecinas mediante contratos <strong>de</strong> largo plazo. Talesalquileres podían juntar a las partes involucradasobienalimentarresentimientos entrelos pueblos. Se sumó con frecuencia a los oficialesindígenas en Morelos una facción <strong>de</strong> gente<strong>de</strong> razónenapoyo u oposiciónalcura. Enel pleito<strong>de</strong> 1802contraManuelMorales,elcabildoindio<strong>de</strong> Miacatlán fue acompañado por algunagente <strong>de</strong> razón <strong>de</strong> la localidad con el fm <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ra su cura como un atento y <strong>de</strong>dicado sacerdote,"nuestro amado pastor". Juntos pidieronsu regreso a la parroquia. 71 En 1780 el cura<strong>de</strong> Tlaquiltenango<strong>de</strong>nunció queelantiguomaestro<strong>de</strong> escuela, un mulato llamado Miguel Barreraa quien había echado, se hallaba tras ellitigio por servicios lanzado contra él por los indios<strong>de</strong> Cuanacalcingo. 72El distrito <strong>de</strong> Mazatepec, con diez pueblos ydoce haciendas y trapiches, fue asiento <strong>de</strong> muchosy costosos pleitos en los que enmarañadosintereses sociales y políticos se arremolinabanen torno al cura párroco. El pleito <strong>de</strong> 1671que los doctrineros franciscanos habían lanzadocontra el alcal<strong>de</strong> mayor por aliarse con loshacendados <strong>de</strong> la localidad en su contra, fueseguido a partir <strong>de</strong> 1730 <strong>de</strong> varias décadas <strong>de</strong>resistencia indígena a los <strong>de</strong>rechos eclesiásticosy los servicios personales en provecho <strong>de</strong> laiglesia <strong>de</strong> San Francisco Tetecala. 73 Aun el pastormás optimista respecto <strong>de</strong> su ministerio nopudo <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mencionarlas dificulta<strong>de</strong>s políticas.En su escrito <strong>de</strong> promoción en 1760, el vicario<strong>de</strong> Mazatepec, Joseph Lucas <strong>de</strong> Santibáñez,subrayó suactivo ministerioy lafundación<strong>de</strong> escuelas paraindios. Se enorgullecía en particular<strong>de</strong> haber persuadido "a fuerza <strong>de</strong> grantrabajo" a los difíciles indios <strong>de</strong> Tetecala a trabajardos labores <strong>de</strong> tierra <strong>de</strong> la iglesia para el60


sustento <strong>de</strong> los sacerdotes, aunque reconoció supoco éxitoconlosindios"tanalzadosy cabilosos"<strong>de</strong> San Miguel Huajintlán. 74El conflicto entre los hacendado en el pueblo<strong>de</strong> Tetecala <strong>de</strong>l distrito <strong>de</strong> Mazatepec y los funcionariosreales emergió en una queja <strong>de</strong> 1793contra el teniente <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> mayor Joaquín <strong>de</strong>Montenegro, por su promoción <strong>de</strong>l juego y losrepartimientosilegales<strong>de</strong>torosy mulaspertenecientesal alcal<strong>de</strong> mayor. Los hacendados culparonasimismoalteniente<strong>de</strong>tramarrecaudarmás <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los pueblos<strong>de</strong> indios <strong>de</strong>l distritoal efectuar mensuras no autorizadas <strong>de</strong> tierraque condujeron a nuevos pleitos entre pueblosy haciendas. En este caso el cura MarianoBerdugo, comisionado para indagar sobre lasacusaciones, apoyó al teniente y a su superior,el alcal<strong>de</strong> mayor. 75 Sinembargo, varios años mástar<strong>de</strong>, su sucesor, Manuel Morales, se quejó <strong>de</strong>que el teniente no le ayudaba a poner en efectoel precepto pascual. Des<strong>de</strong> su llegada en 1795,informó Morales en 1800, unos 2,000 feligreseshabían <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> confesarse y <strong>de</strong> comulgar, noobstantevariasmisiones <strong>de</strong> predicadoresy confesores<strong>de</strong>l Colegio Apostólico <strong>de</strong> Pachucaporlaparroquia entre 1797 y 1799. Los rebel<strong>de</strong>s seconcentraron en haciendas; 565 <strong>de</strong> las 720 familiasque no se habían confesado eran habitantes<strong>de</strong> haciendas, 250 <strong>de</strong> ellas <strong>de</strong> la <strong>de</strong> Miacatlán.El teniente estuvo <strong>de</strong> acuerdo en que lagente <strong>de</strong>l distrito <strong>de</strong> Mazatepec estaba "dispersaen los pueblos, haciendas <strong>de</strong> labor y ranchoscompuestos <strong>de</strong> yndios, etíopes y <strong>de</strong>más <strong>de</strong>scendientes,gente inculta y rústica", aunque dijoque "subasta naturaleza" precisaba <strong>de</strong> "un cultivopastoral [y] doctrinal, y voz apostólica", lacual, dijo, el cura no había proporcionado. 76 Peroen las contracorrientes políticas <strong>de</strong> esos distritos,los enemigos <strong>de</strong> un sectorhacían amigosen otro. Cuando el teniente contratacó al cura en1802 con la ayuda <strong>de</strong> comerciantes y hacendados<strong>de</strong> Tetecala, algunos no indios así como naturales<strong>de</strong> Miacatlán salieron como testigos en<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l sacerdote.Algunos curasinusitadamentetemperamentalesy disolutos entraron en esa región <strong>de</strong> parroquiaspotencialmente lucrativas, con unapoblación relativamente <strong>de</strong>nsa y variopinta <strong>de</strong>creciente indiferencia, cuando no <strong>de</strong> hostilidadhacia la Iglesia establecida y sus ministros, paraagudizarlos conflictosy confirmarlos prejuiciosanticlericales. 77 FranciscoAntonio<strong>de</strong>Urueta,vicario <strong>de</strong> Yautepec a fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>1790, trasluce una figura particularmente extraña<strong>de</strong>l doctor familiar <strong>de</strong> almas. A lo largo <strong>de</strong>diez años <strong>de</strong> ministerios como ayudante <strong>de</strong> curaen tres parroquias, <strong>de</strong>jó tras <strong>de</strong> sí una largacauda <strong>de</strong> solicitaciones en el confesionario, <strong>de</strong>seducciones y concubinato; se rego<strong>de</strong>ó serenamentecon más <strong>de</strong> una docena <strong>de</strong> doncellas y <strong>de</strong>mujeres casadas. Una <strong>de</strong> sus conquistas fue lasobrina <strong>de</strong> su cura. Ignorante al parecer <strong>de</strong> esatraición, el viejo sacerdote escribió una brillanterecomendación para promover a Urueta a unaparroquia más codiciada. Dos veces se confinóa este último enel seminario <strong>de</strong> Tepotzotláncomocastigo y una vez escapó a la casa <strong>de</strong> una <strong>de</strong>sus amantesenlaciudad<strong>de</strong>México. Cuandoloscomisarios <strong>de</strong> la Inquisición dieron con él en1799, se escondió en un árbol <strong>de</strong>ljardín <strong>de</strong> sussobrinas con camiseta y pantalón como únicavestimenta. Pero Urueta se halló esta vez enmásgrave problema, pues la Inquisiciónsospechabaque su larga intimidad con gente "<strong>de</strong>todas clases y estados" y sus repetidas ofensascontra los sacramentos <strong>de</strong> la confesión y la comuniónconstituíanevi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> herejía. En suproceso, Urueta expresó remordimiento y negótoda herejía. Al prohibirle la Inquisición oírconfesiones y por lo tanto no po<strong>de</strong>r obtener unnuevo <strong>de</strong>stino parroquial, reapareció en 1802 enAtlautla y Ecacingo como fabricante clan<strong>de</strong>stino<strong>de</strong> alcohol <strong>de</strong> caña; vivía abiertamente conuna mujer, disfrutaba <strong>de</strong>l favor <strong>de</strong> los indios <strong>de</strong>la localidad y <strong>de</strong> otras gentes <strong>de</strong>l común, ibabien armado cuando aparecía en público, y se<strong>de</strong>cía que había violado su sentencia al oír a unindio en confesión. Murió <strong>de</strong> causa natural enfebrero <strong>de</strong> 1805 en el camino a Amecameca. Alacudir <strong>de</strong> prisa al lugar<strong>de</strong> los hechos, el sub<strong>de</strong>legadosacó una llave <strong>de</strong>l bolsillo <strong>de</strong>l difunto ycabalgó hacia su rancho, don<strong>de</strong> abrió una cajafuerte que contenía joyas y la cuantiosa suma<strong>de</strong> 1,500 pesos. 78Un ejemplo aúnmás escandaloso <strong>de</strong> malaconductapastoral fue el <strong>de</strong> Joseph Manuel Soto-61


mayor, con quien hemos topado ya varias vecesy quien ocupó el beneficio <strong>de</strong> Jonacatepec hacia1798, luego <strong>de</strong> 25 años <strong>de</strong> ministerios en 16 parroquias,todas en Morelos o sus cercanías. Lasacusaciones contra él incluían docenas <strong>de</strong> actoscarnales, <strong>de</strong> solicitaciones en el confesionario,<strong>de</strong> tratos <strong>de</strong> negocios personales y <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s<strong>de</strong>scuidos en sutrabajo pastoral. Privado <strong>de</strong> suparroquiay <strong>de</strong> suslicenciasparaconfesary predicar,se le sentenció en mayo <strong>de</strong> 1802 a diezaños <strong>de</strong> exilio interno y a dos <strong>de</strong> reclusión y rígidosejercicios espirituales. Sotomayor hallósu oportunidad <strong>de</strong> re<strong>de</strong>nción profesional en lasinsurrecciones <strong>de</strong> Hidalgo y Morelos. En noviembre<strong>de</strong> 1810pidió a laInquisiciónle restaurarasus licencias para confesar y predicar conel fin <strong>de</strong> volver al ministerio activo. La Inquisiciónse rehusóenunprincipio, aunquelos realistasprecisaban <strong>de</strong>sesperadamente <strong>de</strong> todo elapoyo eclesiástico que fuera posible. Su peticiónfuereconsi<strong>de</strong>raday sele concedió en marzo<strong>de</strong> 1811. Luchó con valentíaenAcasuchitlánenfebrero <strong>de</strong> 1812 contra bandidos e insurgentes,y se ganó un brillante informe <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l sub<strong>de</strong>legado,así como un nuevo nombramiento asu antigua parroquia <strong>de</strong> Jonacatepec poco <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> finalizar el sitio <strong>de</strong> Cuautlaencabezadopor José María Morelos. 79Un caso rutinario <strong>de</strong> mala conducta que fueacaso más perjudicial a la autoridad eclesiásticainvolucró a dos curas párrocos <strong>de</strong> Tlaquiltenangoen diciembre <strong>de</strong> 1804. A fines <strong>de</strong> ese mesel sacerdote Miguel José Losada informó al arzobispo<strong>de</strong> un sermón algo escandaloso <strong>de</strong> LuisVenegas, su vicario <strong>de</strong> pie fijo en Tetela. Deacuerdo con el cura, el padre Venegas habíapropuestoensusermón<strong>de</strong>l día <strong>de</strong>laInmaculadaConcepción que se nombrara a la santísimaVirgen capitana <strong>de</strong> los ejércitos, danzas, corridas<strong>de</strong> toros y representaciones teatrales. Bromeandoun tanto en tono <strong>de</strong> <strong>de</strong>sprecio hacia suantiguo compañero <strong>de</strong> seminario a quien calificó<strong>de</strong>"unhombretaninocente", elpadreLosadaopinó que Venegas había hecho esa sugerenciasinintenciónherética con el objeto <strong>de</strong> fomentarla <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> los indiós. A menos <strong>de</strong> que el padreLosada pretendierajugar una broma pesadao <strong>de</strong> que <strong>de</strong>seara <strong>de</strong>sacreditar al vicario yecharlo <strong>de</strong> la parroquia, cuesta trabajo imaginarporquéinformóal arzobispo. Seacualfuerela razón, Venegas quedó mortificado cuando elprelado or<strong>de</strong>nó hacerle llegaruna copia <strong>de</strong>l sermóny aprovechó la oportunidad para quejarse<strong>de</strong> la antipatía <strong>de</strong>l padre Losada. Este últimorespondió el27 <strong>de</strong> enero<strong>de</strong> 1805queVenegas lohabíainsultadoenpúblico. A suvez éste replicóque fue sólo cuando el curalo puso en ridículo <strong>de</strong>lante<strong>de</strong> otros que perdió los estribos. Tras haberloayudado en sus <strong>de</strong>beres mucho más allá<strong>de</strong> lo acostumbrado o precisado, se sintió traicionado.Tres meses <strong>de</strong>spués Losada volvió aescribir al arzobispo y le pidió que removiera aVenegas, quien ya no seguía sus instruccionesy que a<strong>de</strong>más estaba "escaso <strong>de</strong> luces" para po<strong>de</strong>rcontinuar. Al parecerVenegas no fue removido,ya que el testimonio termina con el informe<strong>de</strong>l inspector <strong>de</strong>l tribunal, el cual aclara quefue la enemistad personal la raíz <strong>de</strong>l pleito yqueLosada<strong>de</strong>bíamásbienagra<strong>de</strong>cera Venegas,en lugar <strong>de</strong> quejarse <strong>de</strong> que hubiera impartidolos últimos auxilios enlajurisdicción<strong>de</strong>Tlaquiltenango,pues lo había hecho sin compensaciónalguna. soEste pleito con un ayudante <strong>de</strong> plantapareceparticularmente auto<strong>de</strong>structivo a laluz <strong>de</strong>l conflictopúblico <strong>de</strong> Losada con el teniente <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong>mayor el año anterior. El 28 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>1803 el teniente acusó a Losada, a quien llamó"unantípoda <strong>de</strong> todo lo que toca a lajurisdicciónreal", por no haber celebrado misa en honor <strong>de</strong>las bodas <strong>de</strong>l príncipe <strong>de</strong> Asturias, según se or<strong>de</strong>naramediante bando virreinal. Losada retuvosu respuesta cinco meses porque "mi caráctery religión me nesesitan a la mansedumbrey sufrimiento para cultivar la paz". En diciembre<strong>de</strong> 1803, no obstante, escribió una larga <strong>de</strong>fensaque fue todo menos amable: los informes<strong>de</strong>ltenientefueron los "falsosy <strong>de</strong>nigrativos informes"<strong>de</strong> "un hombre sobervio, temerario, favuloso,arrojado [y] audás". Losadaadujo habercelebrado esta misa <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> gracias peroque sólo ocho gentes <strong>de</strong> razón, veinte indiosy algunasmujeres y niños habían asistido; un signo,dijo, <strong>de</strong> cómo las quejas difamatorias <strong>de</strong>l tenientehabían influido en los feligreses. En suopinión, la raíz <strong>de</strong>l conflicto erala <strong>de</strong>cidida opo-62


sición <strong>de</strong>l teniente a su esfuerzo <strong>de</strong> fundar escuelasprimarias ante el temor <strong>de</strong> que suinflujosobre los indios se viera disminuido. Ambos, elsacerdote y el teniente, quisieron ver motivossiniestros enlas acciones <strong>de</strong>l otro. Losada se presentócomoelgranprotector<strong>de</strong>los indios contrala tiranía y malos tratos <strong>de</strong>l teniente; este últimose representó por su parte como el <strong>de</strong>fensor<strong>de</strong> la autoridad real contra un altivo y <strong>de</strong>sobedientesúbdito cuyas acciones amenazaron elor<strong>de</strong>npúblico. Envista<strong>de</strong> que Losadahabía, <strong>de</strong>spués<strong>de</strong>todo, celebradolamisa<strong>de</strong> acción <strong>de</strong> gracias,el caso fue <strong>de</strong>scartadoaunque elcosto paraambas reputacionesy paralacooperaciónentreel cura y el sub<strong>de</strong>legado no pudo ser tan fácilmenteolvidado.81Parece evi<strong>de</strong>nte que el Morelos <strong>de</strong> fines <strong>de</strong> lacolonia estuvo caracterizado por: 1) un tibio entusiasmorespecto a buena parte <strong>de</strong>l culto católicoy al li<strong>de</strong>razgo y autoridad espiritual <strong>de</strong>l sacerdoteen asuntos públicos; 2) una visión cadavez más secular <strong>de</strong> la vida; 3) prácticas religiosaslocales expresadas en términos cristianos,que solíanatravesarlas comunida<strong>de</strong>s y los gruposétnicos pero con escasa referencia al curapárroco o supervisión suya;82 4) la resistenciaindígena a los servicios personales en favor <strong>de</strong>la Iglesia, al pago <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos eclesiásticosy al control <strong>de</strong> los hábitos <strong>de</strong> la bebida; y 5) lasenconadas rivalida<strong>de</strong>s entre los no indios quesolían estar marcadas por un anticlericalismoextravagante.Conflicto en YautepecDespués <strong>de</strong> Mazatepec y <strong>de</strong> Tlaltizapán, fueYautepeclaparroquiaque lasautorida<strong>de</strong>s colonialesmejor conocieron <strong>de</strong>l actual Morelos porlos enconados pleitos que involucraron a curaspárrocos. 83 Con una cabecera <strong>de</strong> hasta 1,570 gentes<strong>de</strong> razón e indios, dos pueblos, cinco haciendascañeras<strong>de</strong> asentamientos<strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong>unpueblo y varias rancherías en los años <strong>de</strong> 1790,Yautepectuvolafama <strong>de</strong>unaparroquiacontenciosa<strong>de</strong> dudoso apego a la Iglesia, décadas antes<strong>de</strong> que ellicenciado Manuel <strong>de</strong> Agüero, cura<strong>de</strong> inigualada longevidad, se hallara en el centro<strong>de</strong> una controversia en 1796.Al escribir en 1769, el cura <strong>de</strong> Tepecoacuilco(Guerrero) se refirió a Yautepec como a "unapresa <strong>de</strong> famosos idólatras, verda<strong>de</strong>ro cerro <strong>de</strong>sombras".84 Es posible que se enterara <strong>de</strong> esareputación mediante su pre<strong>de</strong>cesor DomingoJ oseph <strong>de</strong> la Mota, el sacerdote indio que fueracura <strong>de</strong> Yautepec al tiempo <strong>de</strong> haberse <strong>de</strong>scubiertoahí "el culto a ídolos". En su relación <strong>de</strong>méritos y servicios <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1762, el padre Dela Mota narró su bulliciosa estancia en dichaparroquia. Des<strong>de</strong> su llegada en 1759, emprendióuna campaña <strong>de</strong>cidida contrala producciónclan<strong>de</strong>stina <strong>de</strong> alcohol, los fandangos escandalososy el concubinato, aunque <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> mencionarla acusación que sobre <strong>de</strong>rechos y trabajosforzados se presentara en contra suya ese mismoaño. El1 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1761 él y su tenientepresenciaron por acci<strong>de</strong>nte una ceremonia<strong>de</strong> curación en la que unos 200 indios y algunagente <strong>de</strong> razón se arrodillaron ante unaestatua supuestamente milagrosa <strong>de</strong> la VirgenMaría en la casa <strong>de</strong>l Pascual <strong>de</strong> Santa María.Cuando este último fue arrestado, los fieles selevantaron con machetes, picas, estacas, barras<strong>de</strong> hierro, piedrasy lo que tenían a lamano paraperseguir al cura. Dos días <strong>de</strong>spués las tropas,conducidas por el alcal<strong>de</strong> mayor, encontraron aun numeroso grupo <strong>de</strong> <strong>de</strong>votos en una cuevacerca <strong>de</strong> la nevada cúspi<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Popocatépetl enla parroquia <strong>de</strong> Ecacingo. 85 69 personas fueronarrestadas; todas, salvo las 19 consi<strong>de</strong>radas comolos lí<strong>de</strong>res, fueron pronto puestas en libertad,mientras que aquéllos se hallaban aún enla cárcel en mayo <strong>de</strong> 1765. 86 Para el padre De laMota, Yautepec "[era] el curato [...] más tenuey [cuyos] naturales son los más alsados, díscolosi litigiosos <strong>de</strong> este arzobispado, que no tienenarreglo ninguno ni paganovenciones segúnarancel ni costumbre". Parece probable que elmismo padre De la Mota haya sido un catalizador<strong>de</strong> la violencia en Yautepec, pues ya anteshabía instigado disturbios públicos semejantes.Segúnsu propiay altivaversión, habíasidountenaz persecutor<strong>de</strong> once chamanes <strong>de</strong> Tepecoacuilcoen los primeros años <strong>de</strong> 1740, con elresultado <strong>de</strong> que su casa fue incendiaday él mis-63


mo estuvo a punto <strong>de</strong> ahogarse en el río Balsasantes <strong>de</strong> ser transferido. Por otra parte, sucampaña contra el adulterio como cura <strong>de</strong> Zacualpanen 1747 había ocasionado un motín enesa localidad, amenazas <strong>de</strong> muerte y otro cambio<strong>de</strong> parroquia.Lo que movía los hechos <strong>de</strong>scritos por el padreDe la Mota era el li<strong>de</strong>razgo espiritual <strong>de</strong>Antonio Pérez, un pastorindígena que vivió enChimalhuacán y en varios ranchos cerca <strong>de</strong> lascomunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tierra fría <strong>de</strong> Ecacingo y Atlatlaucan,al oriente <strong>de</strong> Yautepec, cerca <strong>de</strong>l Popocatépetl.Al parecer, Pérez ganó fama por supo<strong>de</strong>respiritualenlos años <strong>de</strong> 1750como uncuran<strong>de</strong>romás bien convencional que empleabaimágenes y plegarias católicas tanto como brebajesespeciales. Sin embargo, fue acusado <strong>de</strong>idólatrasupersticiosoporlos curas<strong>de</strong>lasreciénsecularizadasparroquias<strong>de</strong>Totolapan/Atlatlaucany <strong>de</strong> Yautepec, y terminó como una nuevaespecie <strong>de</strong> los hombres-dioses <strong>de</strong> los tiemposprehispánicos. Presentó una crítica radical <strong>de</strong>la Iglesia católica, <strong>de</strong> sus sacerdotes y <strong>de</strong>l dominiocolonial, a la vez que se representó como uncristiano superior que había llegado al mismotiempo a serdios y surepresentante. El mensajepolítico y social que promovía al tiempo <strong>de</strong> sucaptura en 1761 se asemejaba al <strong>de</strong> los Sentimientos<strong>de</strong> la nación <strong>de</strong> José María Morelos <strong>de</strong>septiembre <strong>de</strong> 1813, aunqueconunamás nítidalínea divisoria entre los indios y los españoles:"todo <strong>de</strong>be ser para los naturales [...] sólo ellos<strong>de</strong>ben quedar, mientras que los españoles y lagente <strong>de</strong> razón <strong>de</strong>ben serquemados [...] el mundoes un pastel que <strong>de</strong>be ser compartido por todos".87Para 1761 Pérez contaba acaso con unos500 seguidores en doce pueblos y celebraba ritosen cuevas con 50 o más <strong>de</strong> los fieles a la vezcerca <strong>de</strong> Ecacingo. 88 Algunos eran <strong>de</strong>l mismoYautepec, aunquelamayoríavivíaenlascomunida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las tierras altas <strong>de</strong>l oriente, cerca<strong>de</strong>l Popocatépetl.La importancia <strong>de</strong> la secularización y <strong>de</strong> otrasreformas religiosas enel relato <strong>de</strong> Pérez <strong>de</strong>l quese ocupa Gruzinski, nos lleva aún más atrás enlahistoria<strong>de</strong>Yautepec. Enagosto <strong>de</strong> 1753 treceoficiales indios <strong>de</strong> Atlatlaucan (pueblo cercanoa la probable morada <strong>de</strong> Antonio Pérez en esemomento), se quejaron <strong>de</strong> que su nuevo sacerdotesecular,JosephManuel<strong>de</strong>laPeña,89 habíaaumentado los <strong>de</strong>rechos eclesiásticos, exigidocontribuciones para un nuevo colateral, amenazadocon azotar a aquellos que se rehusaran,tomado el control <strong>de</strong>l dinero y <strong>de</strong> los bienes quesustentabanelculto a sanMateoy retirado muchos<strong>de</strong> los objetos <strong>de</strong> plata <strong>de</strong> su iglesia. Asimismoalegaron que apenas venía a Atlatlaucan<strong>de</strong>s<strong>de</strong> suresi<strong>de</strong>ncia en Totolapa, <strong>de</strong> quejugabaen casa mientras que en los pueblos <strong>de</strong>visita los niños morían sin el bautismo, <strong>de</strong> queno sabía náhuatl y <strong>de</strong> que se valía <strong>de</strong> intérpretespara la confesión. Al sentirse claramenteabandonados y moralmentehumillados, los oficialesexaltaronasusantiguosdoctrineros agustinos<strong>de</strong> Totolapa, "que los miraban como a hijos"yqueeran"muivigilantes y timoratos". Sinembargo, sus resentimientos más fuertes estabanreservadosal tribunal <strong>de</strong>l arzobispo. Al hacernotar que sus apelaciones al provisor, comoaquellas <strong>de</strong> Ocuituco y Hueyapan, no habíanrecibido atención alguna durante siete meses,el regidor mayor comentó que "no nos han oídoenjusticia, ni atendiendo, <strong>de</strong>jándolo dormir[...]todo se compone con dinero". Estavez los oficiales<strong>de</strong> Atlatlaucan apelaron a la justicia <strong>de</strong> laaudiencia,"don<strong>de</strong>los aten<strong>de</strong>ríancomo a vasallostributarios <strong>de</strong> su Magestad". Al parecer se hizotambién caso omiso <strong>de</strong> esta apelación. 90La acción colectiva <strong>de</strong> 1761, pues, puso <strong>de</strong>manifiesto prácticas populares religiosas y sociales,aunque no necesariamente anticristianas,que los sacerdotes pretendían controlar;ellas sehallabanvinculadas a unaantigua alienaciónrespecto <strong>de</strong> la autoridad en general y, sicreemos a De la Mota, ésta no era exclusiva <strong>de</strong>los indios. No se propagó por el valle <strong>de</strong>l ríoYautepec hacialas parroquias <strong>de</strong> 'rIaltizapán oTlaquiltenango, don<strong>de</strong> el arzobispo <strong>de</strong>tectó ritos"supersticiosos" y un <strong>de</strong>sdén porlas iglesiasen su vista pastoral <strong>de</strong> 1759-1760. Sin embargo,halló partidarios en Yautepec y en Cuautlaasí como en la parroquia <strong>de</strong> tierra fría enYecapixtla, don<strong>de</strong> De la Mota había asimismointervenido. 91Lacoronautilizóelcaso <strong>de</strong>idolatría<strong>de</strong>Yautepecpara promover su programa <strong>de</strong> cambios.65


Una real cédula <strong>de</strong>l 13 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1765 echó laculpa <strong>de</strong> los disturbios <strong>de</strong> 1761 a la ina<strong>de</strong>cuadaatenciónespiritualporparte<strong>de</strong> los curas párrocos,a la avaricia <strong>de</strong> los justicias reales en lajurisdicción y al consumo excesivo <strong>de</strong> alcoholpor los indios. La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la corona <strong>de</strong> resolverlos problemas <strong>de</strong> idolatría, conducta <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>naday migración consistió en promover másescuelas para enseñar la doctrina cristiana enespañol, en asignar más vicarios a parroquiasmás extensas, encontrolarlabebidaindígenayel adulterio mediante la prohibición a los alcal<strong>de</strong>smayores <strong>de</strong> ven<strong>de</strong>r alcohol a los indios o <strong>de</strong>imponerimpuestosa suventa. 92 Elcaso <strong>de</strong>Yautepecfue el catalizadorpara los reales <strong>de</strong>cretosdirigidos a todala América española, en el sentido<strong>de</strong> que se nombraran vicarios en los pueblosque distaban más <strong>de</strong> cuatro leguas <strong>de</strong> lacabeceraparroquialparaasíaseguraruna a<strong>de</strong>cuadaasistencia espiritual.93 La real cédula <strong>de</strong>1765 criticó asimismo los siguientestres aspectos:elinterés pecuniario<strong>de</strong>losjusticiastocanteal adulterio entre los indios, su uso <strong>de</strong>l reparto<strong>de</strong> mulas (el monopolio sobre laventa <strong>de</strong> mulasen el distrito como parte <strong>de</strong>l repartimiento <strong>de</strong>mercancías) con el fin <strong>de</strong> controlar la lealtadindígena mediante <strong>de</strong>udas y <strong>de</strong> lograr acceso alastierras <strong>de</strong>lacomunidady, porfin, elodio queengendraron al cobrar excesivos tributos. Enesta cédula, y en otras semejantes <strong>de</strong>l reinado<strong>de</strong> Carlos III, se montó el escenario paralas reformas<strong>de</strong> inten<strong>de</strong>ncias así como para la abolición<strong>de</strong>l repartimiento <strong>de</strong> mercancías.Manuel <strong>de</strong> Agüero había sido titular <strong>de</strong>l beneficio<strong>de</strong>Yautepecdurante 24añoscuandoiniciaronsus problemas más notables en 1796,tiempoenel quehabíaadquiridolahacienda <strong>de</strong>San Carlos Borromeo, las concesiones locales<strong>de</strong>l tabaco, la pólvora y los naipes, una tienda,unacerería y el servicio postal enYautepec; casasen la ciudad <strong>de</strong> México y un contrato <strong>de</strong> tocinoen el Puente <strong>de</strong>l Carmen. No disfrutabaAgüero <strong>de</strong> una fama <strong>de</strong> hombre caritativo. Enlugar <strong>de</strong> elevar su prestigio como lí<strong>de</strong>r espiritual,subúsqueda <strong>de</strong> la riqueza y <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r económicole ganó amargas enemista<strong>de</strong>s. 94Mucho antes <strong>de</strong> 1796, el padre Agüero habíaestado trabado en pleitos con el alcal<strong>de</strong> mayor,con sus feligreses y con un antiguo hacendado,que dieron lugara cientos <strong>de</strong> páginas <strong>de</strong> encendidosreclamos y contrarreclamos. En 1772 losfeligreses indios <strong>de</strong> Yautepec se quejaron <strong>de</strong>que Agüero exigía sirvientes sin pagarles. Pidieronque se aplicarael arancel. Fue el tenienteRafael Blanco Casal el blanco principal <strong>de</strong> ladisputa, cuando presentó a Agüero la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>laAudienciaparaque obe<strong>de</strong>cieraelarancel. SegúnBlanco, Agüero se rehusó a obe<strong>de</strong>cer, y enun ataque <strong>de</strong> "cólera y altibes gran<strong>de</strong>", llamó alos gobernantes reales "unos ladrones indignos"queamenazabancon<strong>de</strong>spediralteniente. In<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong> que Agüero haya tr~tado ono alteniente <strong>de</strong> estamanera, empezó a <strong>de</strong>mostrarun notable afán <strong>de</strong> provocación y <strong>de</strong> tenaz<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> su dignidad e intereses financieros.Al enfrentaruna segunda sentencia <strong>de</strong>l 4 <strong>de</strong> septiembre<strong>de</strong> 1773paraqueobe<strong>de</strong>cieraelarancel,se abstuviera <strong>de</strong> exigir servicios personales ymantuviera "armoníay buena correspon<strong>de</strong>ncia"con los gobernantes reales, Agüero les lanzó unalarga <strong>de</strong>claración escrita burdamente por élmismo. Se trataba <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> salva que seríatancomún para los notarios y oidores <strong>de</strong> la audienciaen casos subsecuentes. En ella <strong>de</strong>claró que elteniente Blanco se hallaba <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las quejas<strong>de</strong> los indios, movido por "venenoso encono".Siguierontodavía dos sentencias más <strong>de</strong> la Audienciapara que Agüero obe<strong>de</strong>ciera al arancel,en noviembre <strong>de</strong> 1773 yen marzo <strong>de</strong> 1774. 95En 1773 elteniente Blanco acusó asimismo aAgüero <strong>de</strong> <strong>de</strong>sobedienciay difamación por punto<strong>de</strong>la posesión <strong>de</strong> unastierras. Don Francisco<strong>de</strong> Urueta <strong>de</strong> Yautepec había adquirido la hacienda<strong>de</strong> Quatetelco <strong>de</strong>l Juzgado <strong>de</strong> Capellanías.Como juez eclesiástico local, se suponíaque Agüero habría efectuado el traslado, peropuso en duda la legalidad <strong>de</strong> la venta y se rehusóa adjudicárselaa Uruetacuando Blanco lepresentó el asunto. El <strong>de</strong>senlace fue un nuevointercambio <strong>de</strong> insultos y <strong>de</strong> quejasjudiciales.96Entonces, en 1788, Agüero enfrentó un largo !fenconado pleito con Leonardo Calo, comerciante<strong>de</strong> laciudad <strong>de</strong> México, aquel que le vendió lahacienda <strong>de</strong> San Carlos Borromeo. Calo alegóque el cura aún le <strong>de</strong>bía miles <strong>de</strong> pesos <strong>de</strong> aquellatransacción. 9766


Lo que <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nó sus problemas en 1796fue unacarta anónimaalvicariogeneralenquese acusaba a Agüero <strong>de</strong> un rosario <strong>de</strong> ofensas:permanencia en la ciudad <strong>de</strong> México por largosperiodos y había nombrado solamente a un tenientepara ayudarle en esa extensa parroquia<strong>de</strong>tan dispersos asentamientos;"sesopla" sietemisas los días santos; extraía<strong>de</strong>rechos con doloy permitía que muchos feligreses murieran sinconfesión; <strong>de</strong>jaba que los sacristanes indiossupervisaran los entierros; <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñaba la reparación<strong>de</strong> la iglesia y controlaba los bienes <strong>de</strong> lascofradías y hermanda<strong>de</strong>s. Sin duda, el padreAgüero se expuso francamente a estas y otras<strong>de</strong>nuncias contra su ministerio. Para entonces,según dijo, el vicario general había llegado averle como un perturbador (Agüero narró unaconversación <strong>de</strong> 1796 en que el vicario generalle dijo: "Hombre, es Ud. muy fatal.")98 Sin embargola razón aducida para la queja anónima,según observaría más tar<strong>de</strong>, fue su pugna conotros hacendados y habitantes <strong>de</strong> Yautepec porpunto <strong>de</strong> agua parael riego, especialmentecontraManuel <strong>de</strong>l Cerro, quien sirviera como tenienteen ese lugar entre 1782 y 1792. 99Bajo arresto domiciliario enla ciudad <strong>de</strong> México,el padreAgüero no <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> contarcon aliadosal tiempo <strong>de</strong> iniciarse una investigación secreta.Los primeros ocho testigos que llamó eljuez <strong>de</strong> parte y cura <strong>de</strong> Oaxtepec el 17 <strong>de</strong> noviembre<strong>de</strong> 1796-el gobernador indio <strong>de</strong> Yautepec,seisespañoles<strong>de</strong>Yautepec,Yotepecy <strong>de</strong> lahacienda Atlihuayan, más un mulato cantor<strong>de</strong>fendieronel ministerio pastoral <strong>de</strong> Agüero yatestiguaron que no cobraba más <strong>de</strong> lo prescritoporlacostumbre enmateria <strong>de</strong> sacramentos,y que perdonaba a aquellos que no pagaban losentierros. Los últimos doce testigos lo criticaronentérminosmásbiengenerales, aunque casitodos hicieron notar su control sobre los bienes<strong>de</strong> cofradías.100 Del Cerroy MiguelCabrera,unespañol <strong>de</strong> 68 años <strong>de</strong>Yautepec, sedisculparoncomo testigos, ya que ambos habían tenido<strong>de</strong>sacuerdos públicos con el cura.Nueve días más tar<strong>de</strong>, el vicario general recibióunacarta secretafirmada por 21 no indios<strong>de</strong> Yautepec quejosos <strong>de</strong> que la investigación<strong>de</strong>l cura <strong>de</strong> Yautepec había sido sesgada en favor<strong>de</strong> Agüero, <strong>de</strong> que él mismo había llamadoprimeroa lostestigosfavorables alacusadoy <strong>de</strong>que los había dispuesto <strong>de</strong> antemano. El padreAgüero se quejó asimismo <strong>de</strong> esta primera investigaciónal <strong>de</strong>cir que la mayoría <strong>de</strong> los testigosera <strong>de</strong> seguidores y <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l sujetoque seguramente erasu <strong>de</strong>nunciante anónimo,Manuel <strong>de</strong>l Cerro.Enenero<strong>de</strong> 1797 seemprendióunanuevaindagaciónpor parte <strong>de</strong>l notario <strong>de</strong>l arzobispo,Francisco Romero Blanco. El gobernador indio<strong>de</strong> Yautepec fue llamado <strong>de</strong> nuevo, esta vez consu consejo. Reiteraron su anterior elogio <strong>de</strong> laconducta <strong>de</strong>l cura, si bien indicaron que algunosfeligreses habían muerto sin confesión. Elresto <strong>de</strong> la nueva investigación no marchó bienpara el padre Agüero. Los testigos indígenas <strong>de</strong>Oacalco, Zamatitlán y <strong>de</strong>l barrio <strong>de</strong> Santiagodijeron que se ausentaba con frecuencia, quelos maltratabacuando reaparecía, que raraveziba a impartir los últimos auxilios o a explicarel dogma <strong>de</strong> la Iglesia, que <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> celebrarlamisa y otros ministerios hasta que se pagaranlos <strong>de</strong>rechos, y que <strong>de</strong>jaba casi todo el trabajoal vicario. Este último, José Rodríguez, quiensólo atestiguó tocante a <strong>de</strong>rechos, dijo que seguíaun arancel escrito para él por el cura. Ensu informe, Romero Blanco hizo notar que losregistros parroquiales estaban errados, que elvicario no le había permitido terminar la inspección<strong>de</strong>l archivo pretendidaporlos vecinos yque se procesaba índigo en el camposanto <strong>de</strong>lcementerio.Al presentir que el caso se volvía en su contra,Agüero,abogado él mismo, escarbóhasta elfondo <strong>de</strong> su instrumental jurídico con el fin <strong>de</strong>criticar procedimientos incorrectos y sesgos enla investigación <strong>de</strong> Romero Blanco; luego arguyóque el caso <strong>de</strong>bía serinvalidado, pues se apoyabaen una inadmisible carta anónima. Enabril <strong>de</strong> 1797 el asunto pasó alTribunal <strong>de</strong> Justicia<strong>de</strong> Indios <strong>de</strong>l arzobispado, don<strong>de</strong> langui<strong>de</strong>ciódurante casi ocho años, mientras que Agüeropermaneció en arresto domiciliario enla ciudad<strong>de</strong> México y su sobrino y otros parientesrepresentaron sus intereses en Yautepec. Noparece claro por qué se retrasó tanto tiempoestecaso. Al parecer,Agüero noestabadispues-67


to a presionarporunarápidaresolución alcosto<strong>de</strong> un arreglo o <strong>de</strong> la admisión <strong>de</strong> culpabilidad<strong>de</strong> su parte. Durante ese periodo hubo brevesencuentros ante el tribunal: en mayo <strong>de</strong> 1799Del Cerro solicitó que su matrimonio fueseintegrado al registro parroquial al observarque, "como otros muchos", había sido omitidopor Agüero. Al mes siguiente, este último pidióque el caso fuese invalidado, ya que Del Cerroera su "enemigo capital"; en 1801 Del Cerro sequejó <strong>de</strong> las "atroces injurias" <strong>de</strong>l cura.Para noviembre <strong>de</strong> 1802 los vecinos habíanperdido la paciencia. Su abogado indicó que estabandispuestos a retirarlas <strong>de</strong>nunciasy a "viviren tranquilidad" con Agüero como su cura.Al citarestaafirmaciónenenero<strong>de</strong> 1805,Agüerosolicitó suliberacióny aceptó confesarse. Sinembargo, su "confesión" no era precisamentela<strong>de</strong> un penitente. Reconoció largas ausencias enla ciudad <strong>de</strong> México y no haber empleado másque un vicario, aunque esgrimió que la enfermedady el seguimiento a los litigios le habíanllevado a la capitaly que porotraparte no pudoencontrar ayudantes que fuesen a la tierra caliente.Insistió en que había acudido a los feligresescada vez que lo llamaban: "ni sol, ni agua,ni malos caminos, ni cosa alguna le a impedidoel asistir, llamado aún en las oras más incómodas<strong>de</strong> la noche a qualesquierafeligrés suyo". 101Aún culpaba a Del Cerro y añadió una nuevacontra<strong>de</strong>nuncia. A saber, que elantiguotenientehabíasido asimismo el enemigo <strong>de</strong> curas anterioresy que había diseminado el rumor <strong>de</strong> quetodos eran ateos. Agüero todavía insistió enque era una "persona <strong>de</strong> dócil temperamento",aunque no hizo mención alguna <strong>de</strong> sus propiosproblemas con otro teniente ni con los feligreses.El promotorfiscal <strong>de</strong>l arzobispo concluyó quelos cargos contra Agüero no eran falsos aunquehabíansidoexageradosporlos vecinos. Conocho años <strong>de</strong> arresto domiciliario había pagadoporsusfaltas y sele<strong>de</strong>bíapermitirvolvera Yautepecsiempre y cuando contratara dos vicarios.El vicario general estuvo <strong>de</strong> acuerdo y pon<strong>de</strong>róla confesión <strong>de</strong>l cura así como la petición <strong>de</strong>l vecindariono indio <strong>de</strong> la comunidad.El caso <strong>de</strong> Agüero y sus antece<strong>de</strong>ntes haceneco <strong>de</strong> lamayoría <strong>de</strong> los problemas persistentesentre los sacerdotes <strong>de</strong>l Morelos actual y susfeligreses a fines <strong>de</strong>l periodo colonial. Algunos<strong>de</strong> los testigos iniciales, así como el mismo padreAgüero,hicieronnotarlaindiferencia<strong>de</strong> losfeligreses <strong>de</strong> Yautepec respecto <strong>de</strong> las <strong>de</strong>vocionescristianas ordinarias, su "poca asistencia",su resistencia a sus instrucciones tocante a laembriaguez y las opiniones anticlericales <strong>de</strong>algunos <strong>de</strong> los vecinos que habían presentado<strong>de</strong>nuncias contraél; todas éstas, actitu<strong>de</strong>sy accionescomunes en la región. Pero como los feligreses<strong>de</strong> Mazatepec, los <strong>de</strong> Yautepec fueronmás anticlericales que irreligiosos. Su actitud<strong>de</strong> que "la Iglesia es nuestra" casa con los hechos<strong>de</strong> "idolatría" <strong>de</strong> 1761 y con los problemas<strong>de</strong>l padre Agüero y sus inmediatos sucesores comoparaindicarunlargoaunque<strong>de</strong>sigual<strong>de</strong>caimiento<strong>de</strong> lainfluencia moral y espiritual <strong>de</strong> lospastores. 102El cura <strong>de</strong> Yautepec, como muchos <strong>de</strong> sus colegas,fue una figura más bien distante, un licenciadoque pudohaber cumplido consus obligacionesbásicas, pero que se ausentó con frecuencia<strong>de</strong> la parroquia con motivo <strong>de</strong> negociosprivados, que trabajaba poco en la se<strong>de</strong> parroquialy que no era un lí<strong>de</strong>r dinámico ni amado.Aun cuando el tribunal <strong>de</strong>l arzobispo juzgóen 1805quelasacusacionesreferentes a comercioprivado no se habían podido probar, pareceprobable que el sobrino <strong>de</strong> Agüero fuera unagente in<strong>de</strong>pendiente enlas empresas que manejaba<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el curato, y no cabe duda <strong>de</strong> queAgüero operó la hacienda <strong>de</strong> San Carlos. A<strong>de</strong>más,sus persistentes conflictos con los tenientes,al igual que entre otros curas y sub<strong>de</strong>legadosenel actual Morelos, tendieron a socavarsuautoridad.Las complejas lealta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los vecindarios<strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rno Morelos también se evi<strong>de</strong>ncian enel caso <strong>de</strong> Yautepec. Las lista <strong>de</strong> testigos porambas partes incluyó a españoles e indios. Ungrupo <strong>de</strong> influyentes vecinos criollos y peninsu-.lares <strong>de</strong> ese pueblo, incluido el antiguo teniente<strong>de</strong> sub<strong>de</strong>legado, encabezóel movimientocontrael cura, aunque otros vecinos <strong>de</strong> la cabeceraatestiguaron en su favor. Los jefes indios <strong>de</strong> lacabecera asimismo lo apoyaron, aunque aquellosque representaron albarrio <strong>de</strong> Santiagoy a68


los dos pueblos le fueron contrarios, acaso porqueapenas los visitaba, sinoeraparacobrarleslos <strong>de</strong>rechos. Sin embargo estas divisiones nofueron ni absolutas ni inmutables. Después <strong>de</strong>1802 algunos <strong>de</strong> los amigos más influyentes pidieronque fuera <strong>de</strong>vuelto a la parroquia. EnYautepec como en otras partes <strong>de</strong> Morelos, loslí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> los pueblos vecinos en el interior y aveces más allá <strong>de</strong> la parroquia hicieron ocasionalmentecausa común contra el cura y otrosfuncionarios distritales. 103La región y su epónimo, 1812Yautepec fue un fuerte remolino local <strong>de</strong> lascontracorrientes en juego cuando José MaríaMorelos hizo brevemente <strong>de</strong> la región que llevasu nombre el centro <strong>de</strong> la insurgencia. Seríaerróneo sugerir que Morelos encontró pocosreclutas en la región, pero sería igualmenteerróneo <strong>de</strong>cir que halló un amplio apoyo localsustentado en las agudas divisiones entre, digamos,los vecinos indios y los hacendados españoleso criollos.104 Morelos llegó en diciembre<strong>de</strong> 1811 como con unos 5,000 seguidores,105 muchos<strong>de</strong> ellos <strong>de</strong> haciendas y ranchos <strong>de</strong> las tierrasbajas <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>rnos Guerrero y Michoacán,hacia el sur y el poniente. Ocupó Cuautlaa principios <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1812y esperó ahí a lastropas realistas que le pusieron cerco. En elúnico enfrentamiento mayor, los insurgentesrepelieron en Cuautla tres asaltos por parte <strong>de</strong>los realistasbajo FélixMaríaCallejael 19 <strong>de</strong> febrero.A esto siguió un sitio <strong>de</strong> más <strong>de</strong> dos meses.Con pérdidas consi<strong>de</strong>rables, Morelos logróromper las líneas realistas e12 <strong>de</strong> mayo y se retirócon el resto <strong>de</strong> sus fuerzas a través <strong>de</strong> lastierras bajas <strong>de</strong> Puebla hacia Tehuacán. 106De acuerdo con el testimonio <strong>de</strong>l propio Morelos,1,000 hombres cerca <strong>de</strong> Cuautlay 250 <strong>de</strong>Yautepec se sumaron a la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> aquellalocalidad. Así, Yautepec, célebrecomocentro<strong>de</strong>disturbios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años <strong>de</strong> 1760, sí logro proporcionaralgún apoyo a José María Morelos. 10 ?Sin embargo, ese sostén no estuvo específicamentefincado en una tradición milenarista niparticularmente indígena; porotra parte, distó<strong>de</strong> ser unánime. A diferencia <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong>Jacinto Canek enYucatán, el <strong>de</strong> Antonio Pérezno parece haberconstituidounhilo aglutinanteen torno a Yautepec. A<strong>de</strong>más, lamayoría <strong>de</strong> losinsurgentes estuvo constituida por vecinos <strong>de</strong>los latifundios o <strong>de</strong> los pueblos, y no por indios<strong>de</strong> al<strong>de</strong>as dispersas poreldistrito. (Los partidarios<strong>de</strong> Cuautla incluyeron asimismo a vecinos<strong>de</strong> las haciendas y al menos a un hacendado.)Finalmente, aun cuando el gobernador <strong>de</strong> Yautepecse sumó a Morelos, el curay uno <strong>de</strong> los barriosindios <strong>de</strong> Yautepec, Santiago (opuesto alpadre Agüero en la década <strong>de</strong> 1790), respaldarona los realistas en 1812. Por otra parte, almenos 160 realistas <strong>de</strong> caballería extraídos <strong>de</strong>ranchos <strong>de</strong>laregióny dirigidos porunhacendadolocal compensaron con mucho a los vecinos<strong>de</strong> latifundios que se sumaron a lainsurgencia.Aun cuando el extremo occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l distrito<strong>de</strong> Cuernavaca había sido el escenario <strong>de</strong> muchaagitación política en que se vieron implicadoscuras párrocos hacendados, sub<strong>de</strong>legados eindios a fines <strong>de</strong>l siglo XVIII, los habitantes noparecen haberse alineado con ninguno <strong>de</strong> losbandos.El hecho <strong>de</strong> que Morelos haya sido un sacerdoteno yarece haberle proporcionado muchaayuda. El mismo no atribuyó a su profesión nia su conspicuo <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> la virgen <strong>de</strong> Guadalupey sus colores el poco apoyo recibido, auncuandolos altares <strong>de</strong> NuestraSeñora<strong>de</strong>Guadalupesehicieronpopularesenlaregióna lo largo<strong>de</strong>l siglo XVIII. 108 Los curas inconformes-y<strong>de</strong>ellos <strong>de</strong>bió haber muchos- no se le agregaronenbuennúmero. De los 50 o más párrocosenlosdistritos <strong>de</strong> Cuernavaca y Cuautla, sólo <strong>de</strong> tresse sabe con seguridad que se sumaron a lasfuerzas <strong>de</strong> Morelos (otros dos clérigos en su bandopudieron o no haber sido curas párrocos).109Elmásnotable<strong>de</strong>sertorsumadoa lainsurgenciafue MarianoMatamoros, sacerdote<strong>de</strong>J antetelcoen las tierras bajas <strong>de</strong>l sureste; un inquietoclérigo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto<strong>de</strong> vistaintelectual, hombreincansable, extrovertido y <strong>de</strong>voto <strong>de</strong> NuestraSeñora <strong>de</strong> Guadalupe, quien había sido reprendidoen sus previos <strong>de</strong>stinos en las muyremotas parroquias <strong>de</strong> Escanela y Misión <strong>de</strong> Bucareli(Querétaro) a causa <strong>de</strong> sus largas ausen-69


cias en la ciudad <strong>de</strong> México, en la que crió a unhijo. Matamoros efectuó un temprano acercamientoa Hidalgo en 1810, aunque no lo secundó,al parecer a causa <strong>de</strong> escrúpulos religiosos.Al vacilar <strong>de</strong> nuevo a fines <strong>de</strong> 1811, por fm sesumó a los insurgentesenviadosa arrestarleenJ antetelcoeldía<strong>de</strong>NuestraSeñora<strong>de</strong>Guadalupey llegó a ser el comandante militar en quienMorelos <strong>de</strong>positó toda su confianza. 110 Llevóconsigo al menos 47 partidarios, incluido su vicarioy el maestro <strong>de</strong> escuela local. 111Los curas párrocos rara vez intervinieron enel conflicto por la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en el actualMorelos en uno u otro bando. Ciertamente, ydada la fama <strong>de</strong> anticlericalismo en la región,fue poco probable que llevaran consigo a muchos<strong>de</strong> sus feligreses. Matamoros fue una excepción,acaso porque Jantetelco fue una <strong>de</strong> laspocas parroquiasmás omenos unidas a sucura;una parroquia en la que, mucho antes <strong>de</strong> lagestión <strong>de</strong> Matamoros, no llegaron a los tribunalespleitosenconados conelcuraporpunto <strong>de</strong>su conducta personal ni <strong>de</strong> su papel en la vidapública. La mayoría <strong>de</strong> las parroquias <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rnoMorelos no fue pacífica. Sin embargo,una historia <strong>de</strong> resistencia al cura no predispusoa los vecinos a tomar las armas <strong>de</strong> la revolucióncontra el estado colonial. De acuerdo conun testimonio poco anterior a su ejecución en1814, Matamoros indicó que el apoyo rural a lainsurgencia en el México central había sidomuy débil comparado con el <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>México y Puebla. En cambio, en el campo, dijo,la gente <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los pueblos pensó antesen su propia sobrevivencia y trató <strong>de</strong> guardarbuenasrelaciones tanto con los insurgentescomo con los realistas. 112El Morelos <strong>de</strong> fines <strong>de</strong> la coloni& fue unaregión <strong>de</strong> hondos conflictos y <strong>de</strong> "consumadaresistencia", según advirtió un <strong>de</strong>cepcionadocura en 1763. Las acciones colectivas pudieronser ahí muy difundidas y vehementes, en contrastecon la violencia colectiva en la mayorparte <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> México y <strong>de</strong> Oaxaca, don<strong>de</strong>estuvo en gran medida confinada a pueblos enparticulary a pequeñas unida<strong>de</strong>s territoriales.Aun así, en 1812 se dio solamente un apoyolimitado en la región en favor <strong>de</strong> José MaríaMorelos y <strong>de</strong> suconmovedormensaje <strong>de</strong> revoluciónpolítica, unidadreligiosay mayorigualdadsocial.¿Por qué no se prestó la zona <strong>de</strong> Morelos auna amplia insurrección política en 181O? Elpo<strong>de</strong>r represivo <strong>de</strong>l estado colonial, enfatizadopor De la Peña y por Gruzinski, es una razón;también lo es la simbiosis económica <strong>de</strong> Tutinoentre las haciendas y los pueblos. Sin embargo,estas explicaciones soslayan la combinación <strong>de</strong>las agudas divisiones <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s,los arraigos locales y el anticlericalismoque aparecieron a lo largo y ancho <strong>de</strong> la zona.El Estado colonial sí contó con el po<strong>de</strong>r permanente<strong>de</strong> una hegemonía tradicional, aunquecontó asimismo con <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s, especialmentela cada vez menor influencia política,moral y espiritual <strong>de</strong> los sacerdotes en esaregión aun antes <strong>de</strong> 1750, y las agudas divisionesentre los curas y los alcal<strong>de</strong>s mayores ysub<strong>de</strong>legados. Hubo ciertamente algunos clérigosintransigentes que se impusieron en asuntospolíticos y espirituales: Ayuso Peña en Zacualpan<strong>de</strong> las Amilpas en 1763, Bal<strong>de</strong>ras enHuautlaen 1794y Francisco Vásquez <strong>de</strong>l Campoen Tlaltizapán en 1800. Domingo José <strong>de</strong> laMota, el sacerdote que persiguió a AntonioPérez, parecierael ejemplo perfecto <strong>de</strong> un agenteregalista <strong>de</strong>cidido a imponer una prácticamás austera. Sin embargo, resulta <strong>de</strong>masiadoperfecto. No sé <strong>de</strong> ningún otro cura <strong>de</strong> fmes <strong>de</strong>la colonia en esa parte <strong>de</strong>l virreinato que fueratransferido unay otravez a otraparroquiaa causa<strong>de</strong>las amenazas <strong>de</strong> muerte suscitadas porsucelo. Dichos traslados asimismo hacen <strong>de</strong> élunaextrañaopción como pararepresentarlarigi<strong>de</strong>z<strong>de</strong>l estado colonial, según parece sugerirGruzinski, en vista <strong>de</strong> que el arzobispo y el virreyno optaron porresolverlos conflictos <strong>de</strong> Dela Mota mediante un respaldo <strong>de</strong> fuerza. El énfasisen el po<strong>de</strong>r y en la rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l estado colonialtambién pasa por alto lamanera en que losconflictos intraétnicos y las alianzas entre clasespudieron a la vez alimentarel conflicto políticoy retrasar la insurrección <strong>de</strong> las masas.113Las simbiosis económicas entre los pueblos<strong>de</strong> indios y las haciendas dividieron a las comunida<strong>de</strong>se impidieron una insurrección popular70


en 1812. Sin embargo, la región <strong>de</strong> Morelos fuecasi tan precozmente protomexicana como elBajío, don<strong>de</strong> la insurgencia empezó y continuó.Ambas zonas eran centros <strong>de</strong> rápida expansión<strong>de</strong> laagriculturacomercialcon muchosmigrantesrecientes indígenas y no indígenas; ambasexperimentaron nuevas y po<strong>de</strong>rosas presionessobre tierras, aguas y trabajo; ambas mostraron<strong>de</strong>nsas re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> relaciones políticas, económicasy sociales con hilos prolongados queatravesarona la vez muchos lugares y niveles; yambas movieron a los funcionarios coloniales aescribir sombríos informes relativos a la zozobrapolítica y al <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n generalizado en losaños anteriores a 1810.Si este estudio tiene algo que <strong>de</strong>cir con relacióna por qué la insurgencia se arraigó en elBajío más que en el mo<strong>de</strong>rno Morelos, dos diferenciasentre esas regiones parecen haber sidoespecialmente importantes. En primer lugar,aun con los gran<strong>de</strong>s cambios económicos y sociales<strong>de</strong>l siglo XVIII, la gente <strong>de</strong>l campo en losdistritos <strong>de</strong> Cuernavaca y Cuautla permaneciómás arraigada a los pueblos y haciendas y másapegada a los intereseslocales y a las luchas <strong>de</strong>facciones, según pudo observar Mariano Matamorosparael México centralengeneral. Buenaparte <strong>de</strong> la <strong>de</strong>nsa población <strong>de</strong>l Bajío se hallabamenos arraigadaenese sentidopara 1810, másdispersaentre ranchos y rancherías, más móvily algo menos sujeta al sistema colonial <strong>de</strong> administracióny justicia. Tal y como apuntó elsub<strong>de</strong>legado <strong>de</strong> Dolores (Guanajuato) en 1805:La mayor parte <strong>de</strong> esta dilatada comprehensiónse halla bien poblada; y en todaella no hai más juez a quien preste suobediencia el crecido número <strong>de</strong> habitantesque el sub<strong>de</strong>legado <strong>de</strong> esta Congregación.Esta falta <strong>de</strong> sujeción inmediata dalugar a algunos <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes, y particularmenteen las bodas o funciones que secelebran entre la Gente <strong>de</strong> estos Ranchos,pues en ellas se advierten pleitos, embriaguezes,juegos prohibidos y otros <strong>de</strong>litos,que a pesar <strong>de</strong> la exactitud con que se castiganquando llegan a noticia <strong>de</strong> este Juzgado,no se pue<strong>de</strong>nevitar. Es <strong>de</strong> temer queen lo sucesivo cresca este <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n con latrociniosy muertes, como se ha comenzadoya a experimentar, a causa <strong>de</strong> larenuncia<strong>de</strong>lempleo <strong>de</strong> TenienteProvincial <strong>de</strong> laAcordada que hizo don ManuelVizente <strong>de</strong>Salas, pues este freno contenía mucho a losladrones en estos territorios,u4Segunda diferencia. En el Bajío el li<strong>de</strong>razgoclericaly la piedadpopular promovieronlealta<strong>de</strong>ssociales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los medieros mestizos y mulatos,los trabajadores <strong>de</strong> minas y los artesanos,hasta los indios <strong>de</strong> los pueblos y los indiosmigrantes, pasando por los rancheros criollos,los administradores <strong>de</strong> haciendas y los milicianos.En Morelos la autoridad <strong>de</strong> los curas fuemenos significativa para las re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> asociacióny <strong>de</strong> confianza. Aunque los campesinos, loslatifundistas y la gente <strong>de</strong> los pueblos todavíase consi<strong>de</strong>raban a sí mismos como cristianos,erapoco probableque acudieranalsacerdoteenbusca<strong>de</strong> unli<strong>de</strong>razgo político y moral, especialmentesi éste estaba implicado en la competencialocal por la tierra, el agua, la mano <strong>de</strong> obrayel dinero. Un clérigo <strong>de</strong> tambaleantes antece<strong>de</strong>ntesque intentara asumir el li<strong>de</strong>razgo probablementehabría hallado igual número <strong>de</strong> feligresesen su contra que en su favor. Matamorosllevó consigo algunos feligreses en 1812,pero niélniMorelos pudieronreclutareltipo <strong>de</strong>partidarios en esa región que este último llevóen pos <strong>de</strong> sí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Michoacán y Guerrero y queHidalgo movilizó en el Bajío y en Jalisco.El área <strong>de</strong>l actual Morelos se ubica cerca <strong>de</strong>uno <strong>de</strong> los extremos <strong>de</strong> la experiencia sacerdote-feligrés<strong>de</strong>l siglo XVIII en la Nueva España.Lamayoría <strong>de</strong> los curas párrocosque ahísirvieronhabría estado <strong>de</strong> acuerdo con Antonio Arpi<strong>de</strong>,el doctrinero franciscano <strong>de</strong> Xiuctepec en1753, en el sentido <strong>de</strong> que su rebaño lo resistíay lo <strong>de</strong>sacreditaba en cada momento. Aquellosque no tuvieran un litigio pendiente contraaquél "o no tienen tierras que empeñar [...] oporque siendo cortos sus pueblos no pue<strong>de</strong>nsacar el dinero suficiente para pelear".115 Talanticlericalismo no significó anticatolicismo;tampoco implicó el que los clérigos no fuesen yarequeridos. Incluso se proporcionó un sustento71


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<strong>de</strong>coroso a los curasy vicariosenlos distritos <strong>de</strong>Cuernavaca y <strong>de</strong> Cuautla, si bien con frecuencia<strong>de</strong> malaganay con retraso, y cientos o miles<strong>de</strong> personas aún acudían al arzobispo para quelos confirmara a lo largo <strong>de</strong>l trayecto <strong>de</strong> susvisitas pastorales a la zona. En este sentido, losfeligreses <strong>de</strong>l Morelos rural se asemejaron mása los católicos europeos <strong>de</strong>l siglo XIX <strong>de</strong>scritospor Hugh McLeod: "muchos católicos violentamenteanticlericales y que nunca asistieron amisa siguieron acudiendo a los santos en momentos<strong>de</strong> necesidad y atribuyen el po<strong>de</strong>r sobrenaturala los sacramentos<strong>de</strong>la Iglesia, a losdías santos, a los edificios y hasta a los sacerdotes".116Sin embargo, el catolicismo llegó a ser unai<strong>de</strong>aunificadora menos po<strong>de</strong>rosaen elmo<strong>de</strong>rnoMorelos que en otras partes <strong>de</strong>l centro y occi<strong>de</strong>nte<strong>de</strong> México en el siglo XVIII. Los curaspárrocos se hallaron, como en otras partes, enelpunto medio, aunque no tantoensupapelhabitual<strong>de</strong>l mediador que integraba mundos,concertaba el equilibrio y reconciliaba las diferenciasen asuntos espirituales y temporales.La mayoría se halló inserta entre los feligresesy los funcionarios regalistas contenciosos, sigilososo indiferentes, y sinla posibilidad <strong>de</strong> optarsimplementeporunosu otros. Poco sorpren<strong>de</strong>que algunos <strong>de</strong> ellos se avinieran a la visiónilustrada <strong>de</strong> los últimos borbones encuanto a labondad indígena, a una cristiandad amable libre<strong>de</strong> temory <strong>de</strong> disciplina, y a los curas párrocoscomo especialistas espirituales y patrocinadores<strong>de</strong> obras piadosas.NotasEstetrabajoesuno<strong>de</strong>los anexos<strong>de</strong>lamásrecienteobra<strong>de</strong>l autor,MagistratesoftheSecred, PriestsandParishionersin Eighteenth Century Mexico, Stanford, StanfordUniversity Press, 1996. Agra<strong>de</strong>cemos muyatentamentea El Colegio <strong>de</strong> Michoacánquenos permitapublicarlopor anticipado. La traducción es <strong>de</strong> Oscar Mazíny PaulKersey, quienes preparanla edición <strong>de</strong> la obraen castellano,<strong>de</strong> próximaapariciónbajolos auspicios <strong>de</strong>lmismoColegio <strong>de</strong> Michoacán y <strong>de</strong>l Comité Mexicano <strong>de</strong> CienciasHistóricas.1 JohnWomack,ZapataandtheMexicanRevolution,Nueva York, 1969. [Zapata y la Revolución mexicana,México, Siglo XXI, 1994].2 Un ejemplo <strong>de</strong> los artesanos en los pueblos <strong>de</strong> Morelosse localiza enAGN, Crim. 159, fr. 44-57, en que losprincipales y testigos en un caso <strong>de</strong> asesinato <strong>de</strong> Tlayacapanen 1810 hablaron <strong>de</strong> sí como sastres, cereros,arrieros y otras ocupaciones no agrícolas. En cuanto a lavaganciay lamigracióna lavuelta<strong>de</strong>lsiglo, véaseAGN,CRS 177, exp. 10.3 La proporción <strong>de</strong> Morelos se apoya en los padrones<strong>de</strong> 1759-1760 <strong>de</strong> Jonacatepec, Yautepec, J antetelco,Cuautla,Tlaltizapán,11aquiltenango,XaltengoyZacualpan,AHM L10N8. La cifra para Toluca se apoya en 108<strong>de</strong>tallados informes <strong>de</strong> 1775 <strong>de</strong> las parroquias <strong>de</strong> Capuluac,Tescaliacac,Jalatlaco, Tianguistengo, Malinalco,Tenancingo,Tecualoya,Tenango<strong>de</strong>Valle, Calimaya,Metepec,Zinacantepec,Almoloya, Ozolotepec,Temoaya,Jiquipi1co, Ixtlahuaca, Xocotitlán, San Felipe el Gran<strong>de</strong>,Atlacomu1co, Temascalcingo, Amealco, Acambay yXilotepec, AHM L10B/12. Fue más probable que a lagente <strong>de</strong> razón <strong>de</strong> las cabeceras <strong>de</strong> Morelos se le clasificaracomo mulatos, y no así a la <strong>de</strong> la región <strong>de</strong>Toluca.4 Ajuzgar por los informes <strong>de</strong> las rentas anuales <strong>de</strong>los curas, las parroquias administradas por esos cuatropueblos se hallaron entre las 19 más ricas en la arquidiócesis.Véase el apéndice A.5 Parauna discusión <strong>de</strong> los pueblos <strong>de</strong> indios "centrífugos"cercanosa Guadalajara,véaseWilliamB. Taylor,"Indian Pueblos ofCentral Jalisco on the Eve ofln<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce",en Richard L. Garner y William B. Taylor(eds.),Iberian Colonies, New World Societies: Essays inMemory ofCharles Gibson, State College, Pa., 1985.6 Antonio<strong>de</strong>Alcedo,Diccionariogeográfico-histórico<strong>de</strong> las Indias occi<strong>de</strong>ntales a América[1786-1789], 4vols.,Madrid,1967.7 Para el reclutamiento <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra en Taxco ysus resultados en Tepoztlán, véase Robert Haskett,"OurSufferingwiththe Taxco Tribute: InvoluntaryMineLaborandIndigenous SocietyinCentralNew Spain",Hispanic American Historical Review, 71, 1991.8 Warman, Yvenimos a contra<strong>de</strong>cir: Los campesinos<strong>de</strong> Morelos y el estado nacional, México, Ediciones <strong>de</strong> LaCasa Chata, 1978. [We Come to Object: The Peasants ofMorelos and the National State. Tr. Stephen K Ault,Baltimore, 1980.]9 Guillermo<strong>de</strong>laPeña,Here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>promesas:Agricultura,política y ritual en los Altos <strong>de</strong> Morelos, 1980.10 I<strong>de</strong>m.u John Tutino, From Insurrection to Revolution inMexico: Social Bases ofAgrarian Violence, 1750-1940,Princeton, Nueva Jersey, 1986. [De la insurgencia a larevolución en México: Las bases sociales <strong>de</strong> la violenciaagraria, 1750-1940, México, Era, 1990.]12 Cheryl E. Martin, Rural Society in Colonial Morelos,Albuquerque, Nuevo México, 1985.73


13 Ibid., p. 178.14 Ibid., p. 194.15 Robert Haskett, Indigenous Rulers: An EthnohistoryofTown Government in Colonial Cuernavaca,Albuquerque, NuevoMéxico, 1991, p. 196. Haskettconsi<strong>de</strong>raasimismolos conceptos prehispánicos, lavigorosa<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los indios <strong>de</strong> sus tierras y la tradición náhuatlescrita en los pueblos <strong>de</strong>l distrito <strong>de</strong> Cuernavacaen "Indian Town Government in Colonial Cuernavaca:Persistence, Adaptation, and Change", Hispanic AmericanHistoricalReview,67, 1987, pp. 203-231;e "IndianCommunity Land and Municipal Income in ColonialCuernavaca: An Investigation Through Nahuatl Documents",ponencia presentada en el congreso anual <strong>de</strong>TheAmericanHistoricalAssociation, diciembre<strong>de</strong> 1987.16 l<strong>de</strong>m, p. 14. La siguiente cita proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> la p. 85.17 El serio intento <strong>de</strong>l arzobispo Rubio y Salinas <strong>de</strong>purificarlas prácticas religiosas y la conductamoralenel nivel local es el principal ejemplo. Durante su visitapastoral <strong>de</strong> 1759-1760 el prelado fue más allá <strong>de</strong> exhortara los feligreses a renunciar a sus prácticas supersticiosas,a su embriaguez y a sus escandalosas danzas<strong>de</strong> las cuales había tenido noticia. Suspendió la licenciapara <strong>de</strong>cir misaenApitzaco (barrio <strong>de</strong> Yautepec) a causa<strong>de</strong>lain<strong>de</strong>cencia <strong>de</strong> sucapilla; amenazó concerrarlasiglesias <strong>de</strong> todos los pueblos <strong>de</strong> visita <strong>de</strong> Tlaltizapán amenos <strong>de</strong> que fuesen puestos en buen or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> inmediato;or<strong>de</strong>nó que se removiera un Cristo "vestido <strong>de</strong>manera ridícula" <strong>de</strong> la iglesia parroquial en Tlaquiltenangoa menos <strong>de</strong> que fuera arreglado, y amenazó consuspen<strong>de</strong>rtodas lasprocesionesy ceremonias <strong>de</strong> los pueblosal aire libre y enlas colinas a menos <strong>de</strong> que se obtuvieralalicenciaformal<strong>de</strong>lcura.AHML10A/8, ff. 42, 47,49, 152v, 158v, 163r.18 Entrelas parroquias secularizadas <strong>de</strong> 1750 a 1777están Atlatlaucan, Jantetelco, Xiuctepec, Jonacatepec,Mazatepec,Oaxtepec,Tepoztlán,Tlaltizapán,Talquiltenango,Totolapa,Xochitepec,Yautepecy Yecapixtla(todasenCuernavaca);yJumiltepec, HueyapanyOcuituco(en Cuautla). Las doce parroquias <strong>de</strong> Chalco eranAmecameca,Coatepec Chalco, Cuautzingo, Ecacingo, Ixtapaluca,Xuchitepec, Mixquic, Temamatla, TenangoPopula, Tláhuac, 1'lalmanalco y Tlayacapan. Sin dudala cifra <strong>de</strong> 70 parroquias secularizadasenla arquidiócesisen ese periodo (apoyada en FortinoVera,Ereccionesparroquiales <strong>de</strong> México y Puebla, Amecameca, Estado<strong>de</strong> México, 1889;PeterGerhard,AGui<strong>de</strong> to theHistoricalGeography ofNew Spain, Cambridge, Eng., 1972, y endispersos testimonios<strong>de</strong> archivo) seincrementaráseguramentecon investigación adicional.19 Tulane, VEMC, exp. 12. Segúnse dijo, a principios<strong>de</strong> los años <strong>de</strong> 1750 los nuevos curas seculares <strong>de</strong> Atlatlaucan,Tetela y Ocuituco no hablaban bien náhuatl yse valían <strong>de</strong> traductoresenel confesionario. Enesa épocano emplearonvicarios. Según se dijo, el cura <strong>de</strong> Atlatlaucanempleó a franciscanos para aquellos trabajosparroquiales que requerían <strong>de</strong> la lengua nativa.20 Sedijo quelosindios<strong>de</strong>l distrito<strong>de</strong>Tlaquiltenango,por ejemplo, hablaban castellano, AGN, CRS 72, exp.10, 1789. No he reunido suficiente evi<strong>de</strong>ncia como paraconstruirunageografia<strong>de</strong>laslenguasespañolay náhuatlpara esa área en el periodo colonial tardío. Al parecer,lamayoría<strong>de</strong>los indios <strong>de</strong>l distrito suroeste <strong>de</strong> Mazatepechablaba únicamente náhuatl, y lo mismo fue ciertopara los distritos vecinos <strong>de</strong> Tetelpa y Xoxocotla (el vicarioLuis Venegas, quien hablaba náhuatl, dijo que lagente <strong>de</strong> sus pueblos eran"indios cerrados" y que precisaban<strong>de</strong> un sacerdote que hablara su idioma); CRS 197,exp.14, 1802; AGN, Bienes 172, exp. 51, 1805. Segúnelvisitadorpastoralen1779losindígenas<strong>de</strong>J onacatepec,Huautla y Oapan y <strong>de</strong> las parroquias <strong>de</strong> tierra fría <strong>de</strong>Tlalnepantla y Yecapixtla sabían poco castellano, aunquese i<strong>de</strong>ntificó a los lí<strong>de</strong>res indios <strong>de</strong>Totolapaque atestiguaranenunpleito<strong>de</strong> 1742 como bienversadoseneseidioma(el antiguo alcal<strong>de</strong>y el fiscal fueron <strong>de</strong>scritos, ambos,.como"ladino en la lengua castellana que habla yentien<strong>de</strong> con toda perfección", y el alcal<strong>de</strong> ordinario enfunciones <strong>de</strong> San Guillermo y el sacristán mayor <strong>de</strong> Totolapafueron llamados "sumamente ladinos"). AHM,LI0B/21, ff. 105v, 256-277; Texas, Colección Bor<strong>de</strong>n­Clarke, núm. 17. Los testimonios <strong>de</strong>lavisitapastoral<strong>de</strong>1779ena<strong>de</strong>lantemencionanque sehablabaambos, mexicanoy español, en las parroquias <strong>de</strong> tierra caliente.Según Haskett, Indigenous Rulers..., p. 144, "la mayoría<strong>de</strong>l grupo gobernante <strong>de</strong> la jurisdicción [<strong>de</strong> Cuernavaca]no podía hablar español ni siquiera a fines <strong>de</strong>lsiglo XVIII". Suevi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l sigloXVIII cubre elperiodo<strong>de</strong> 1700 a 1769.21 Bol<strong>de</strong> se apoyó especialmente en una <strong>de</strong>talladaqueja <strong>de</strong>l gobernador indio y <strong>de</strong> doce testigos indígenas<strong>de</strong>Atlatlaucan,BN,AF107,exp.1470,ff. 20-49; Tulane,VEMC 16, exp. 12. Laapasionadarepresentaciónhechaporel ayuntamiento <strong>de</strong> laciudad<strong>de</strong> México contralasecularizaciónen1753 se refiere asimismo a esazonaparasus ejemplos específicos, BN,AF 128, exp. 1651. Aun enesa área hubo quejas <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> la feligresía contra eldoctrinero poco antes <strong>de</strong> lasecularización. Paralas acusacionesen contra <strong>de</strong>l doctrinero agustino <strong>de</strong> Totolapaporlos oficiales indígenas <strong>de</strong> Nepopoalco en 1742-1743,véase Texas, Colección Bor<strong>de</strong>n-Clarke, núm. 17. Acasoeste doctrinero no pudo haberevitadolos cargos <strong>de</strong> abusofísico y <strong>de</strong>rechosinjustificados <strong>de</strong> manera alguna. Laraíz <strong>de</strong> esas acusaciones y <strong>de</strong> las contracusaciones <strong>de</strong>ldoctrinero parece haber sido una enconadarivalidad entrela cabecera <strong>de</strong> Totolapa y el pueblo sujeto <strong>de</strong> Nepopoalco.22 AGN, CRS68, exps. 4-5. Los peticionarios, al parecer,resintieron más el vacíl) <strong>de</strong>.sus bolsillos que la inseguridad<strong>de</strong> sus almas. Su queja específica cuando pidieronel retomo <strong>de</strong> los regulares fue que no tenían quepagar la misa y la confesión cuando había frailes acargo. ElbachillerFranciscoBenites<strong>de</strong> Arizaafirmó ensucurrículum <strong>de</strong> 1760que los feligreses <strong>de</strong> Ecacingo leshabían hecho la vida tan pesada a sus curas párrocosquesuministerio ahí <strong>de</strong> 21 meses eraunrécord, inclusopara los frailes. JCB.74


23 AGN, CRS 84, exp. 3. Algunos licenciados y doctores<strong>de</strong>sempeñados enel ministerio parroquialenMorelos,evi<strong>de</strong>ntemente aspiraron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio a unaposiciónenelcabildocatedral.JoséJoaquín<strong>de</strong> Unzueta,quien había servido 16 años como cura <strong>de</strong> Atenango <strong>de</strong>lRío, Xuchitepec y Jonacatepec, <strong>de</strong>jó en claro sus ambicionesenun expediente preparado parael arzobispo en1793. Habló <strong>de</strong> los libros que había comprado y <strong>de</strong> laslecturas que había hecho más que <strong>de</strong> su trabajo comopastor. CRS 149, exp. 4. Unzueta, <strong>de</strong> hecho, ganó unamedia ración, aunque en Guadalajara y no en México.AGI, Guad. 533; AJANG, Criminal, legajo marcado"1820-1821, lego 61" (inventario <strong>de</strong>l patrimonio <strong>de</strong> Unzuetaen el momento <strong>de</strong> su muerte en 1821).24 Se tuvoquemandarmilicias aAmeca, porejemplo,durante la secularización <strong>de</strong> la parroquia en 1799.Brambila, p. 122.25 BMM 135, ff. 197-224. Elinspectorrecomendó queel fraile fuese enviado a otro convento. Para quejas encontra<strong>de</strong>los regulares enTepoztlán,véaseHaskett, op.cit., pp. 43-44.26 AGN, DP 1, exp. 1. Los trece pueblos fueron: SanFelipe Agueguetzingo y Santiago Xoxotlán, San JuanEvangelistaXochitepec,SanSebastiánCuentepec, SanFranciscoAgueguetzingo, SantaMaría Concepción, Alpoyecan;SanAndrésAscatlicpac, SanAgustínTetlama,SanLucasMazatepec, SanFranciscoTetecala, SanGasparCohuatlán,SanMiguel Huixitlán(Huajintlán),SanJuan Cuahuatetelco y Santo Tomás Miacatlán.27 AGN, CRS 72, exp. 3.28 AGN, Civil 2121, exp. 10, 1736. Parauncaso semejanteque implicó a los agustinos <strong>de</strong> Xumiltepec con elpueblo <strong>de</strong> Huecahuasco (cercano a Ocuituco) en 1740,véase AGN, Crim. 174, ff. 157-239.29 AGN, DP 1, exp. 5.30 BMM 135, exp. 17; BN, AF, caja 112, exp. 1530. Enotro tipo <strong>de</strong> disputa presecularizadora, un grupo <strong>de</strong>rancheros mulatos y criollos que vivía cerca <strong>de</strong> SantoDomingoHueyapansequejó en 1735<strong>de</strong> queel doctrinerodominico era ahí un tirano que obligó a la hija <strong>de</strong> unfeligrés a tenerrelaciones sexuales, queinterferíaenlosasuntos privados <strong>de</strong> otros y que difundía chismes maliciosos.Elcuracontestóque los quejosos eransus enemigos,que dabanrefugio a otros que lo <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cíany que<strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñabansu<strong>de</strong>ber cristiano <strong>de</strong> asistira misa. Entestimoniosecreto, varios lí<strong>de</strong>res indígenas y criollos <strong>de</strong>Hueyapan dijeron no tener queja alguna <strong>de</strong>l cura, quecumplía con sus obligaciones y que el pleito se daba entreél y un grupo <strong>de</strong> no indios encabezado por Miguel <strong>de</strong>Arisa. Se había registrado la queja, notó el inspector,<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que el cura ejecutara una or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> excomuniónpreliminar contra el grupo por no asistir a misa.Rosenbach 462/25, p. 4, los habitantes <strong>de</strong> Hueyapancontrafray Manuel Maldonado. Para más información <strong>de</strong>los pleitos <strong>de</strong> Hueyapan con sus curas párrocos, véanseAGN, CRS 72, exp. 7, 1777; y AGN, Hist. 319, exp. 24,1782.31 AGN, CRS 84, exp. 3. Ensuensayo"Secularization,ClericalFinanceandParishLifeinLateColonialMexico:The Case ofMorelos" (manuscrito presentado enla Convención<strong>de</strong>laSouthernHistoricalAssociation,Memphis,Tennessee, 1982), Cheryl Martin relaciona la secularizaciónylos pleitos por<strong>de</strong>rechos. Enotro ejemplo, el cura<strong>de</strong> Zacualpan (distrito <strong>de</strong> Cuautla), Juan <strong>de</strong> Ayuso Peña,informó al arzobispo en 1763 que sus pre<strong>de</strong>cesoresagustinos no le habían <strong>de</strong>jado indicación alguna encuanto a los <strong>de</strong>rechos que normalmente cobraban porlos ministerios eclesiásticos. Como resultado <strong>de</strong> esa confusión;sus feligreses indígenas no pagaban ni siquieralo que el antiguo arancel prescribía, y habían renovadounviejo pleito por <strong>de</strong>rechos que precedía conmucho a lasecularización. Tras agotarlos remedios extrajudiciales,ahoraregistróunaquejaformal anteeltribunal eclesiástico.CRS 156, exp. 9. Un problema semejante enfrentóTha<strong>de</strong>o Antonio <strong>de</strong> Acosta enla antigua doctrina agustiniana<strong>de</strong>Ocuitucoen 1761. Lalacónicaor<strong>de</strong>n <strong>de</strong>laAudiencia<strong>de</strong>l27 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1760enelsentido <strong>de</strong> que losindios siguieranel arancel vigente y respetaran al curatuvo poco efecto. Enlaantiguadoctrinadominica <strong>de</strong>SantoDomingo Hueyapan, elnuevo curaen 1760, bachillerJuanLópez <strong>de</strong> Arteaga, pidió el arancel porque sus feligresesindígenas se rehusaron a pagarle lo que antespagaban a los frailes. CRS 156, exp. 8; AGN, DP 2, exp.5. Véase también CRS 156, exp. 6, para Atlatlaucan,don<strong>de</strong> el curalogró persuadir a los lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong>que el arancel les favorecía también. Lo solicitaron en1761 y esto, al parecer, resolvió la disputa a la satisfacción<strong>de</strong> todos.32 Para ejemplos <strong>de</strong> casos que giraron en turno específicamentea las exigencias <strong>de</strong> servicios personales,véanse AGN, CRS 136, exp. 2,1776-1781, Tlaltizapán;y Tulane, VEMC 53, exp. 6, 1791, Tepoztlán.33 AGN, CRS 72, exp. 10, AGN, DP 3, exp. 1.34 AGN, DP 3, exp. 3. Sin embargo, aparentementealgunos <strong>de</strong> los feligreses <strong>de</strong> Tlaltizapán habían optadoporelarancelantes <strong>de</strong>lallegada<strong>de</strong>Vásquez <strong>de</strong>l Campo.En 1778 sus lí<strong>de</strong>res apelaron ante el visitador pastoralporuna reducción <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos. Éste la negó y les or<strong>de</strong>nópagarloscobros completosenumeradosenelarancel,noenterrara suspropiosmuertosy nocelebrarprocesionessinpermiso <strong>de</strong>l cura. AHM, L10B/20, ff. 212-213,Cuanacalcingo.35 Una brillante excepción, si es que su versión escreíble, fue Diego <strong>de</strong> Almonacidy Salasar, curainterino<strong>de</strong> Xumiltepec en 1751 y vicario <strong>de</strong> Huitzilac <strong>de</strong> 1756hasta, porlo menos, 1760, cuandoredactósurelación<strong>de</strong>méritos para los concursos <strong>de</strong> 1762-1763. En Huitzilachabíaorganizadoy ayudado a pagarunpozo público quehacía muchafalta, un púlpito, unconfesionario y la terminación<strong>de</strong> un colateral <strong>de</strong>dicado a san Bartolomé. Apesar <strong>de</strong> haberse fracturado terriblemente su brazo <strong>de</strong>rechoenunacaída <strong>de</strong> su caballo mientras volvía <strong>de</strong>l pueblo<strong>de</strong> visita <strong>de</strong> Coaxumulco, celebró misa el mismo díaen la cabecera. Según él, al entregar la parroquia <strong>de</strong>Xumiltepec a sutitularen 1752, los feligreses "lloraroninconsolablemente por su salida". JCB.75


36 AGN, CRS 156, exp. 9, ff. 366. Lavisión <strong>de</strong> estecura<strong>de</strong> sus feligreses fue compartida por su homólogo en eldistrito <strong>de</strong> Mazatepec y Xochitepec en 1760. Caracterizóa los indios <strong>de</strong>SanMiguelHuajintláncomo "tanalzadosy cabilosos". JCB, currículum <strong>de</strong> Joseph Lucas <strong>de</strong>Santibáñez. Se refería a un <strong>de</strong>specho que esa comunidadmostró así más temprano como más tar<strong>de</strong>. En ladécada <strong>de</strong> 1730 el alcal<strong>de</strong> mayor había presentado unpleito contra los indios <strong>de</strong> Huajintlán por faltas <strong>de</strong> respetoal juez y por insubordinación en cuanto a los <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> pesca en el río Amacusac; a<strong>de</strong>más, en 1780 elvisitador pastoral los halló aún en malos términos consu cura, ya que se negaron a seguirel arancelo a man-teneruna escuela primaria. AGN, Crim. 204, exp. 12,1734; AHM, LlOB/21, f. 84.37 El cura pidió la <strong>de</strong>tención <strong>de</strong> los cuatro hombresque consi<strong>de</strong>rabalos lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> las acciones colectivas. Solicitóasimismo que el mercado que sehacía cada cincodías enTemoacfuera trasladado a lacabecera <strong>de</strong> Zacualpan.La sentencia <strong>de</strong> la Audiencia el 27 <strong>de</strong> septiembre<strong>de</strong> 1764urgió la publicación<strong>de</strong>l arancelentoncesvigentey procedimientos judiciales en contra <strong>de</strong> los lí<strong>de</strong>resacusados.La afición por las corridas <strong>de</strong> toros en los pueblos <strong>de</strong>Morelos, inclinada en favor <strong>de</strong> los toros, expresó esemismo localismo contencioso que aparece en la evi<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> la colonia; fue asimismo documentada afines <strong>de</strong> los años <strong>de</strong> 1930 por Nathaniel Wollfenun artículoen el periódico referido a los aprendices <strong>de</strong> matadores<strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> México. Llegó la noticia <strong>de</strong>l "pueblito<strong>de</strong> Vista Hermosa, Morelos" <strong>de</strong> que habríatoros <strong>de</strong>lidia en la fiesta <strong>de</strong> la comunidad <strong>de</strong>l 21 <strong>de</strong> marzo:Tenían unos veinte toros <strong>de</strong> lidia, la mayoría <strong>de</strong> loscuales se habían presentado ya en estas fiestas. Son<strong>de</strong> dueños particulares y no pue<strong>de</strong>n ser matados.Esto quiere <strong>de</strong>cir que son "educados" y capaces <strong>de</strong>distinguir entre el hombre y capote o muleta. Siemprese dirigen al hombre. El principal toro era unmonstruo <strong>de</strong> siete años <strong>de</strong> edad. Eramás gran<strong>de</strong> quecualquier toro que jamás se había visto en el toreo.Era el orgullo <strong>de</strong> la al<strong>de</strong>a porque ya había matado amás <strong>de</strong> una docena <strong>de</strong> personas. Sunombre era OjosNegros. Los muchachos no tenían más opción.Cuando Ojos Negros irrumpió en el ruedo lo primeroque hizo fue arrancarle la mejílla a una mujerque se había acercado <strong>de</strong>masiado a los intersticios <strong>de</strong>la barrera. Entonces entró Mario y se resbaló. Fueechado fuera <strong>de</strong>lruedo poreltoro y sumuslo <strong>de</strong>rechoquedó abierto hasta verse lo blanco <strong>de</strong>l hueso. Unranchero, <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> mostrar que era mejor que lostoreros <strong>de</strong>l pueblo, saltófrente altoro. Éste le embistióel estómago y murió casi <strong>de</strong> inmediato.Enese momento uno <strong>de</strong> los amigos <strong>de</strong> Mariotomóuna espada y atravesó fatalmente a Ojos Negros.Esto irritó al público. Querían encarcelar a los "asesinos"<strong>de</strong>l orgullo popular e impedir que escaparan.Les negaron un caballo para llevar al muchachoheridoa lacarretera. (CitadoenBettyKirk, Coveringthe Mexican Front, Norman, Okla, 1942, pp. 25-26.)38 BEJ,Papeles <strong>de</strong>Derecho, 4: 165-176, 16 <strong>de</strong>octubre<strong>de</strong> 1778, informe <strong>de</strong>l comandante gobernador <strong>de</strong> Guadalajara:"estos [gente <strong>de</strong> razón] gustan <strong>de</strong>juegos y torosy aquéllos [indios] <strong>de</strong> danzas y bebidas".39 Nicolás Rangel,Historia <strong>de</strong>l toreo en México, épocacolonial, 1529-1821, 1924, p. 142.40 AGN, CRS 156, exp. 9.41 AGN, CRS 136, exp. 2, ff. 78-79. Cuanacalcingo sevio envueltoenpleitospor<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1775. CRS 68,exps. 4-5; AHM, L10B/20, ff. 212-213. Los feligreses <strong>de</strong>los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rno Morelos hacia finales <strong>de</strong>lperiodo colonial fueron famosos por burlarse <strong>de</strong>l sacerdotey hasta <strong>de</strong>l culto. En 1802 tres indios <strong>de</strong> LaMagdalenavisitaron al cura <strong>de</strong> Chimalhuacán Atenco parapedirle que fuera a confesar a un enfermo <strong>de</strong> la comunidad.El cura observó que uno <strong>de</strong> los tres se cubría la caracomo si tratara <strong>de</strong> aguantarse la risa. El ayudante<strong>de</strong>lcurallegó a LaMagdalena paraencontrarsecon queel sujeto no estabagravemente enfermo, sino sólo ebrio.Al preguntarle qué le afligía, respondió que su corazónle dolía porque no se había celebrado misa en el pueblo.Lareacción<strong>de</strong>lcurafue escribiralarzobispo y lamentarque "los <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes en la parroquia aumentan día condía [...] sólo reina la disensión y la insolencia". Dijo temerunlevantamientogeneralyechólaculpaa laperniciosainfluencia<strong>de</strong> los mulatosy lobos. AGN, Crim. 255,ff. 287-288.42 AGN, DP 3, exp. 3, f. 47.43 AGN, Indios 13, exp. 224, 1641, Ozumba; Indios 13,exp. 325, 1641, Tlalmanalco; Indios 21, exp. 162, 1657,Tláhuac;Indios 24, exp. 352, 1670, distrito <strong>de</strong> Chalco (losgobernadores <strong>de</strong> las principales comunida<strong>de</strong>s acordaronpagar 600 pesos al año al asentista por el privilegio<strong>de</strong> ven<strong>de</strong>r pulque).44 Dos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los motines <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong>México, se or<strong>de</strong>nó al alcal<strong>de</strong> mayor <strong>de</strong> Cuernavaca ponerenvigorlasleyes <strong>de</strong>l pulque e impedir que las mujeresindias<strong>de</strong>SantaMaríalovendieran.AGN, Indios 32,exp. 184, 1694. La indagación preliminar en este casosubrayó los malos efectos <strong>de</strong> la bebida: que provocabapereza, violencia, pleitos legales y otros ultrajes. Des<strong>de</strong>antiguo existió lainquietud <strong>de</strong> controlarelpulque adulteradoy la embriaguez, pero estas indicaciones representaronun cambio en la actitud favorable <strong>de</strong>l pulque<strong>de</strong> anteriores <strong>de</strong>cretos reales. A principios <strong>de</strong>l sigloXVIII los representantes <strong>de</strong> los pueblos <strong>de</strong> esa zona dijeronque lo elaboraban sólo "pa;ra beber entre sí", y sequejaron <strong>de</strong> que el asentista <strong>de</strong>l pulque intentaba cobrarlos antiguos <strong>de</strong>rechos como si ellos aún vendieranlabebida. AGN, Crim. 1,exp. 29, 1705, Chalco; AGN, Civil2229, exp. 7, 1722, Xumiltepec; Civil 1508, exp. 8,1738, San Sebastián Achichipico. Por la misma razónlos pueblos en el distrito <strong>de</strong> Cuautla se resistieron a pagarlos impuestos <strong>de</strong>l pulque en la década <strong>de</strong> 1780.AGN, Pulques 2, f. 252.76


45 AGN, Pulques 2, f. 133.46 I<strong>de</strong>m. Según este informe, sólo Huitzilac siguióactivo en la venta <strong>de</strong>l pulque. La producción comercialcontinuó asimismo en las parroquias <strong>de</strong> tierra fría <strong>de</strong>Tepoztlán, Tlalnepantlay Atlatlaucan,AHM, L10B/21,fr. 110r, 119, 1779-1780; Haskett, op. cit., p. 182.47 Las leyes <strong>de</strong>l siglo XVIII parala Nueva España enmateria <strong>de</strong> bebidas alcohólicas se hallan reunidas enBN,Manuscritos, nÚIns.1358-1361; y AGN, Aguardiente<strong>de</strong> caña. Se otorgaron licencias selectivamente parael mezcal, especialmente en la primera década <strong>de</strong>l sigloXVIII en el Bajío, don<strong>de</strong> no competía con el pulque.AGN, General <strong>de</strong> Parte 24, exps. 112, 179. Pero no asíen Puebla, don<strong>de</strong> el asentista <strong>de</strong>l pulque informó quesus rentas disminuían <strong>de</strong>bido a la competencia <strong>de</strong> laproducción local ilegal <strong>de</strong> bebidas <strong>de</strong>stiladas, General<strong>de</strong> Parte 23, exp. 9, 1714. En Guatemala se permitió elchinguirito <strong>de</strong>s<strong>de</strong> al menos 1753 a 1766. Sin embargo,los <strong>de</strong>cretos reales anteriores a 1767 prohibieron en generallos<strong>de</strong>stilados autóctonos como bebidas nocivas, yla competenciain<strong>de</strong>seableenlo querespectaal licorimportado.Para más <strong>de</strong>talles, véase José Luis Hernán<strong>de</strong>zPalomo, El aguardiente <strong>de</strong> caña en México (1724-1810),Sevilla, 1974, caps. 2-5.48 AGN, Crim. 29, exp. 6, f. 76r, 1796, Xochitepec (elabogado <strong>de</strong>fensor dijo <strong>de</strong> los indios <strong>de</strong> la zona, "siempreque toman pulque acaban <strong>de</strong> embriagarse con aguardiente");Crim. 203, fr. 404-487, 1816, Huitzilac (unindioque confesóhabermatado a suesposaenlaCan<strong>de</strong>lariadijo que pasó todo el día bebiendo pulque y aguardiente);Crim. 39, exp. 18, 1818, Cuernavaca(un asesinoindio dijo haberrecibido aguardiente tras trabajartodoel día en un proyecto <strong>de</strong> riego).49 BN, Manuscritos, núms. 1358-1361. Nueve añosantes, en 1758, el protomedicato había <strong>de</strong>clarado que elchinguiritoera más saludableque elbrandy<strong>de</strong> uva. Losmismos expertos que favorecieron los aguardientes localesen 1767 consi<strong>de</strong>raronque el pulque erainsalubre,"una<strong>de</strong> las bebidas más nocivas que la maliciahumanaha discurrido contrasupropiasalud", i<strong>de</strong>m, núm. 1358,exp. 11. Enuna época cuando seesperabaque los indiosse asimilaran más plenamente a la sociedad colonial yadoptaran los hábitos civilizados <strong>de</strong> sus superiores, elpulquefue consi<strong>de</strong>radocomo una"bebida<strong>de</strong>indios"queponía a otras clases <strong>de</strong> personas que lo bebían al nivel<strong>de</strong> los indios ("se hacen indios"). Las pulquerías fuerontratadas en esos informes como la causa <strong>de</strong> <strong>de</strong>cesos eirreligión indígenas.50 AGN, Civil 1798,exp. 5, elmarqués <strong>de</strong>Branciforte,el 30 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1797, en que autoriza el perdón y laliberación <strong>de</strong> los que habían violado las antiguas leyes<strong>de</strong> prohibición.51 Según el plan <strong>de</strong> 1797 <strong>de</strong> ponerenvigorlas nuevasleyes <strong>de</strong> impuestos sobre el alcohol en el distrito <strong>de</strong>Cuernavaca, el pulque procedía <strong>de</strong> los pueblos, camposy ranchos <strong>de</strong> los indios, el aguardiente <strong>de</strong> las barrancasy <strong>de</strong>·los trapiches, gran<strong>de</strong>s y pequeños alejados <strong>de</strong> lacapital <strong>de</strong>ldistrito. AGN, Aguardiente<strong>de</strong> Caña13, f. 23.De hecho, las plantaciones azucareras acaso no produjeronlamayor parte <strong>de</strong>l alcohol. Las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lareal hacienda se inquietaron porque los dueños <strong>de</strong> lasplantaciones en la zona <strong>de</strong> Izúcar vendían su jarabe aprecios elevados en vez <strong>de</strong> aumentar la producción <strong>de</strong>aguardiente, y así evitar los impuestos, i<strong>de</strong>m, últimoexpediente, 12 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1797.52 Los observadores locales como Manuel Morales,cura <strong>de</strong> Mazatepec en 1802, quedaron impresionadosporlabebidaexcesivay <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nada: "No sevenenestepaís, señor, más que embriagueces, concubinatos, adulterios,estupros; padres <strong>de</strong> familia ofendidos por el urtoque le han hecho <strong>de</strong> sus hijas, heridas, muertes, y otrosmales sin remedio alguno, aun el sueño no se pue<strong>de</strong>tomarporlamuchaalgarabíanocturna."AGN, CRS 177,exp. 10, fr. 448-449. Los pueblos <strong>de</strong> Morelos se merecieronuna mención especial por parte <strong>de</strong> los visitadorespastorales a fines <strong>de</strong>l periodo colonial por su embriaguez.AHM, L10N8, f. 158r; L10B/10, f. 49 (enYecapixtIael visitador escribió sobre "los vicios <strong>de</strong> embriaguezy luxuria que tanto dominan en estos pueblos"); L10B/21, f. 51r. Ejemplos <strong>de</strong> borracheras que terminaron enconfrontaciones personalesoviolenciafatal: AGN, Indios21, exp. 160, 1657, Cuernavaca; AGN, Crím. 159, fr. 44­57,1810, Tlayacapan; Crim. 203, fr. 404-487, 1816, Huitzilac;Crim. 103, exp. 12, 1818, Jonacapa.53 AGN, Crim. 507, exp. 17.54 AGN, CRS 68, exp. 4, f. 438v.55 Agapito Mateo Minos, Apuntaciones históricas <strong>de</strong>Xoxutla a Tlaquiltenango, Estado <strong>de</strong> Morelos, 1923, pp.17-28.56 AHM L10N8, f. 163r, 1759-1760; L10B/21, f. 110r,1779-1780; Enrique D. Dussel (ed. y autor <strong>de</strong>l vol. 1),Historiageneral <strong>de</strong> la Iglesia enAmérica Latina, 9 vols.a la fecha, Salamanca, 1981,5:146 (recorrido no autorizado<strong>de</strong>l Cristo <strong>de</strong> Tlayacapan,1751). Un cacique maestro<strong>de</strong> escuelaenTlaltizapánfue sorprendidoen 1760con18 obras <strong>de</strong> "ritos diabólicos" escritas en náhuatl. SergeGruzinski, Man-Gods in the MexicanHighlands: IndianPowerandColonial Society, 1521-1800, Stanford, California'1989, p. 169. Los sacerdotes que manipularonimágenes locales y otros instrumentos <strong>de</strong> la fe se metíanenlíos. EnAtlautla, enlaparroquia <strong>de</strong> Chimalhuacán, elcura suscitó un tumulto en 1799 cuando intentó ven<strong>de</strong>run antiguo colateral y usar las ganancias para conseguirotro. AGN, Crim. 157, fr. 93-132.57 Agapito Mateo Minos, op. cit., pp. 44-45, 64-66,contiene la solicitud <strong>de</strong> 1771 al cura <strong>de</strong> Xichiltepec <strong>de</strong>parte <strong>de</strong>l fiscal <strong>de</strong> San Gerónimo Metl por su apoyo enlaasignación<strong>de</strong>l tributoy encontra <strong>de</strong>unterratenientevecino español, así como la 'versión <strong>de</strong> 1884 <strong>de</strong> la reubicación<strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> Tehuistla al otro lado <strong>de</strong>l río <strong>de</strong>lEstudiante en el siglo XVIII luego <strong>de</strong> que un vicario seahogó al intentar atravesar dicho río a nado.58 AGN, CRS 136, exp. 2, 29 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1782, Cuanacalcingo;AGN, Inq. 1304, exp. 3 y 1334, exp. 3, f.107r, 1796, Zacualpan (véase asimismo AGN, Acervo49, caja 147, 26 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1816, carta <strong>de</strong> Joseph77


ManuelSotomayor, porentonces enJonacatepec); CRS140, exp. 4, 1796, Yautepec (testimonio <strong>de</strong> don Andrés<strong>de</strong> SanJuliány confesión<strong>de</strong>l cura); CRS 177, exp. 10, ff.442-446, 488-489, 1800, Mazatepec (el cura adujo que716 individuos -aproximadamente igual número <strong>de</strong>hombres y <strong>de</strong> mujeres- más algunas familias y casi elpueblo entero <strong>de</strong> Coatetelco no habían cumplido conel precepto anual); AGN, Crim. 255, exp. 13, 1802, Chimalhuacán.Los amargos pleitos <strong>de</strong>fines <strong>de</strong>l sigloXVIIIcon los curas en los distritos <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rno estado <strong>de</strong> Morelospor <strong>de</strong>rechos eclesiásticos, primicias y serviciospersonales muestran unaresistencia semejante alli<strong>de</strong>razgo<strong>de</strong>l cura. Estas disputas y sentimientos no se dieronúnicamenteenMorelos, aunque susubyacentevehemenciaparece inusitada. Ejemplos notables incluyenCRS 72, exp. 7,1767, Hueyapan; CRS 68, exps. 4-5, yCRS 136, exp. 2, 1775-1782, Tlaltizapán; AGN, Civil2292, exp. 3,1796, Santa María <strong>de</strong> la Asunción Tetecala;y CRS 72, exp. 10, 1804, Tlaquiltenango. Los curas<strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l periodo colonial enesta zona afirmaron asimismoestar luchando contra las "supersticiones", especialmenteen las décadas <strong>de</strong> 1750 y 1760. El antiguocura <strong>de</strong> San Salvador Ocotepec dijo <strong>de</strong> su ministerio:"con crecido trabajo ha reducido a estos pobres a la Ley<strong>de</strong> Dios los que en estos altos vivían con toda libertad[...] los hallo muy colmados <strong>de</strong> abusos, arreglados a lascostumbressupersticiosas<strong>de</strong> sus antepasados",y FranciscoHerrera Cervantes y Pozo dijo haber <strong>de</strong>scubiertoidolatría entre los indios <strong>de</strong> Chalco en 1760 y arregladoque los penitentes fueran tratados con clemencia. JCB,Currícula<strong>de</strong>Xuárez <strong>de</strong>Escobedo y <strong>de</strong>Cervantesy Pozo.Elvisitadorpastorala esaáreaen 1759-1760se preocupópor las supersticiones y los ritos en las colinas <strong>de</strong> laparroquia<strong>de</strong>Tlaquiltenango, y el visitador<strong>de</strong> 1767 presentóun sermón especial <strong>de</strong> 30 minutos contra la supersticiónenYecapixtla.AHM, L10N8,f. 163r;L10B/10,apartado 49. Los adivinos indígenas, castas y sus prácticas,consi<strong>de</strong>radas como evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> brujería, fueronpresentados a la atención <strong>de</strong> la Inquisición en el sigloXVII: por ejemplo, AGN, Inq. 303, ff. 78-80, 1624, Tlaquiltenango(una anciana adivina y los indios ingirieronololiuhqui-las semillas <strong>de</strong> campanilla-conel fin<strong>de</strong> tener visiones); y AGN, Inq. 435, ff. 12-13, 1656,Achichipico (una mestiza principal <strong>de</strong> Achichipico fueacusada <strong>de</strong> practicar brujería con ololiuhqui).59 AGN, CRS 68, exps. 4-5.60 AGN, CRS 136, exp. 2, ff.166r-167r, 16 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>178l.61 AGN, CRS 68, exps. 4-5, f. 409.62 Las mujeres indígenas estuvieron tan presentescomo los hombres en algunas otras protestas públicascontrala autoridad colonial enMorelos alfinal <strong>de</strong>l sigloXVIII. En Zacualpan <strong>de</strong> las Amilpas, don<strong>de</strong> los vecinosresistieronlas exigencias <strong>de</strong>lcuraasícomo unaor<strong>de</strong>n<strong>de</strong>la audiencia en 1763 paraquepagaranlos <strong>de</strong>rechos eclesiásticosacostumbrados, los testigos españoleshablaron<strong>de</strong> aquellos hombres y mujeres indígenas que aullaronygritaron en protesta. Don Rafael Francisco Rodríguezatestiguó que en el estruendoso <strong>de</strong>safio a la visita <strong>de</strong>lalguacil mayor con el fin <strong>de</strong> ejecutar el <strong>de</strong>creto <strong>de</strong> laaudiencia, "las mujeres indias son peores que los varones",AGN, CRS 156, exp. 9, ff. 357v.63 AGN, Crim. 203, exp. 4. Diez años más tar<strong>de</strong> elsucesor <strong>de</strong> Gamboa se quejó <strong>de</strong> que el lí<strong>de</strong>r, José Tenepantla,aún daba problemas a los curas párrocos y eraprotegido porel alcal<strong>de</strong> mayor(f. 180). He aquílaextensalista <strong>de</strong> condiciones que los feligreses <strong>de</strong> Tepoztlánestuvieron<strong>de</strong> acuerdo enrespetaren 1779; proporcionaunaversiónmás completa <strong>de</strong> sus "abusos y <strong>de</strong>sobediencia":<strong>de</strong>bían pagar los <strong>de</strong>rechos eclesiásticos oportunamente<strong>de</strong> acuerdo con el arreglo habitual; pagar al curapuntualmente el diezmo y las primicias; asistir a misaenlos díasprescritosy pasarlista;llamaroportunamenteal cura para confesar a los enfermos y enterrar a losmuertos; restablecer escuelas primarias enla cabeceray en los pueblos sujetos, y mandar a sus hijos a estasúltimas y a las clases <strong>de</strong> catecismo; asistir y participarenlarecitación <strong>de</strong>l catecismo los domingos; y abstenerse<strong>de</strong> ven<strong>de</strong>r a sus hijos o <strong>de</strong> usarlos en garantía <strong>de</strong> préstamos,así como <strong>de</strong> obligar a los jóvenes a prestar serviciosen la casa <strong>de</strong> sus futuros suegros. Los hombres ylas mujeres no <strong>de</strong>bíanbañarsejuntosenlos temazcales;el gobernador <strong>de</strong>bía ayudar al cura cuando se le pedía;y el gobernador, así como los otros oficiales <strong>de</strong> la comunidad,<strong>de</strong>bían <strong>de</strong>jar en manos <strong>de</strong> los curas los bienes <strong>de</strong>las iglesias locales así como todos los asuntos estrictamenteespirituales y eclesiásticos. Todos <strong>de</strong>bían "vivirenpazy tranquilidad, obe<strong>de</strong>cery respetara sucuracomoun padreespiritual, viviry actuar<strong>de</strong> allíena<strong>de</strong>lante comocristianos que anhelan la salvación y trabajar paraevitar la embriaguez así como otros pecados públicos".AHM, L10B/21, ff. 50v-51r.Como en otros lugares, los indios <strong>de</strong> Morelos expresaronsuoposicióna las autorida<strong>de</strong>s coloniales mediantela resistencia pasiva y la fuga. La exhortación <strong>de</strong>l visitadorpastoral a los feligreses <strong>de</strong> Tlaltizapán en 1778con el fin<strong>de</strong> quecostearanlamisasemanal<strong>de</strong> renovacióny el suministro <strong>de</strong> hostias encontró un áspero silencio.AHM, L10B/20, f. 192r. Enel pleito por servicios enCuanacalcingolos indios se rehusaron a cumplir con la or<strong>de</strong>n<strong>de</strong> la Audiencia, bajo el supuesto <strong>de</strong> que sólo susautorida<strong>de</strong>selegidaspodíanautorizarelcumplimiento.Los oficiales se ausentaron convenientemente cadavezque aparecía el emisario <strong>de</strong>l tribunal. Lamigración temporalo permanenteeraunaamenaza asícomo una prácticaestablecida en algunas <strong>de</strong> esas disputas. AGN, Hist.132, exp. 29, ff. 9-11, 1794, Cuernavaca; AGN, CRS 68,exp. 4, carta<strong>de</strong>l curaOrtega <strong>de</strong>l 15 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1780.La nueva migraciónrepresentó una preocupación especialmenteimportante para las autorida<strong>de</strong>s colonialesen el mo<strong>de</strong>rno Morelos hacia finales <strong>de</strong>l periodo colonial,<strong>de</strong>bido a lo que consi<strong>de</strong>rabanyaunavaganciamuyextendida. Segúnlaobservaciónelíptica<strong>de</strong>ltenienteMatutedurante unpleito con el cura <strong>de</strong> Mazatepec en 1800,"la resi<strong>de</strong>ncia en muchas haciendas, ranchos y asentamientoses estacional, y la resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> muchos <strong>de</strong> los78


habitantes movible <strong>de</strong>bido a suvicio <strong>de</strong> vagancia", CRS177, exp. 10, ff. 394-395.64 Por ejemplo, el cura <strong>de</strong> Tlaltizapán, ensu pleito conlos feligreses indios por servicios personales, urgió a laAudiencia a verificar su versión <strong>de</strong> la disputa al llamara dar su testimonio a los administradores <strong>de</strong> lahaciendaya otros "vecinos <strong>de</strong> razón" <strong>de</strong> la parroquia, AGN, CRS136, exp. 2, f. 206v.65 AGN, Acervo 49, caja 146, carta<strong>de</strong> JosephManuelSotomayor <strong>de</strong>l 26 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1816.66 AGN, CRS 177, exp. 10, ff. 448-449. La tensión generadapor las rivalida<strong>de</strong>s entre los alcal<strong>de</strong>s mayores osub<strong>de</strong>legadosy los curas párrocosenel periodo colonialtardío se halla documentada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>aquéllos porHipólitoVillarroel, cuyos fulminantes ataquescontralos perezosos, corruptos, venales y obstruccionistascuras párrocos han sido ya discutidos con algún<strong>de</strong>talle. Las conclusiones generales <strong>de</strong> Villarroelfueron mol<strong>de</strong>adas sin lugar a dudas por su experienciaen el campo (respecto a lo cual, véase Borah, "Algunaluz"). Sinembargo,laversiónparcial<strong>de</strong>Villarroel, compuestaa mediados <strong>de</strong> los años <strong>de</strong> 1780, bien pue<strong>de</strong> revelarmás acerca <strong>de</strong>l pensamiento<strong>de</strong> un iracundo ex alcal<strong>de</strong>mayor que <strong>de</strong> las condiciones y clases <strong>de</strong> gente<strong>de</strong>scritas. Entodo caso, como he dicho, sus afirmacionesprecisan <strong>de</strong> corroboración in<strong>de</strong>pendiente en casi cadapunto. Manuel <strong>de</strong>Agüero enYautepec, MiguelJosé Losadaen Tlaquiltenango y Manuel Morales en Mazatepectuvieron serios conflictos con el sub<strong>de</strong>legado en lasúltimas dos décadas <strong>de</strong>l periodo colonial, AGN, CRS 140,exp.4, 1796; CRS 178, exp. 9,1797; CRS 177, exp. 10,1800; CRS 197, exp. 14, 1802; CRS 192, exp. 3, 1802;AGN, Bienes 172, exp. 51, 1804. Cuandosepresentaronacusaciones anónimas contrael sub<strong>de</strong>legado <strong>de</strong> Yautepecen 1794su superior, el gobemador <strong>de</strong>l marquesado<strong>de</strong>l Valle en Cuemavaca, se sumó a su <strong>de</strong>fensa al <strong>de</strong>clararqueellitigio eraun ataque inventado por"mi enemigocapital, el cura <strong>de</strong> la cabecera <strong>de</strong> Cuemavaca",AGN, Hist. 132, exp. 27, f. 5r.67 AGN, CRS 192, exp. 3,cartas<strong>de</strong>l 27y 31 <strong>de</strong>octubre<strong>de</strong> 1802 al padre Morales <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus hermanos. Elabogado <strong>de</strong>l cura <strong>de</strong>sacreditó con éxito el caso encontra<strong>de</strong> sucliente, al hacernotar especialmente la sospechosauniformidad <strong>de</strong>l testimonio en contra <strong>de</strong>l cura asícomo su historial libre <strong>de</strong> manchas en sus anterioresgestiones. Aun así los tribunales no fueron particularmenteconsi<strong>de</strong>rados. Enmarzo <strong>de</strong> 1803 eltribunal eclesiásticoy la Audiencia simplemente <strong>de</strong>scartaron susúltimas réplicas <strong>de</strong> acusación contra el teniente.68 Cuando Morales inició lalucha ante el tribunal en1800, el teniente y sus aliados lo criticaron porsu partepor no contratar el número <strong>de</strong> vicarios que la parroquiarequería para una atención espiritual a<strong>de</strong>cuada, AGN,CRS 177, exp. 10. Fue ésta asimismo su queja más sustancialen 1802 cuando lanzaron sus propias acusacionesformales contra Morales, CRS 197, exp. 14. Aunqueel alcal<strong>de</strong> mayor<strong>de</strong> Cuemavacafue agudamente crítico<strong>de</strong> Morales porlanzarla quejaencontra<strong>de</strong> su"máshumil<strong>de</strong>y cumplido" teniente, certificó en 1800 la diligencia<strong>de</strong>l cura y el buen or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los registros <strong>de</strong> su parroquia,CRS 177,exp.10,f. 447. En 1809, sin embargo,Morales (para entonces cura <strong>de</strong> Zacualpan <strong>de</strong> las Amilpas)fue acusado <strong>de</strong> varias relaciones ilícitas con mujeresindígenas, Tulane, VEMC 42, exp. 31.69 AGN, Inq. 1304, exp. 3 y 1334, exp. 3, Zacualpan,1796(Sotomayor);AGN, CRS 140,exp. 4, 1796,Yautepec(confesión <strong>de</strong> Manuel <strong>de</strong> Agüero); Martin, op. cit., p. 190.Los tenientes fueron asimismo blancos <strong>de</strong> acaloradasquejasa los tribunalessuperiorespormalaconductapersonalyabuso <strong>de</strong> autoridad, AGN, Crim. 205, 1764, Cuernavaca;AGN,Hist.132,exp.26,1793,Tetecala,Tlaquiltenangoy Jonacatepec.70 Nueve añosmástar<strong>de</strong>elfiscal <strong>de</strong>la audienciarevisóel expedientey observó que elasunto <strong>de</strong> cómo costearelculto <strong>de</strong> laEucaristíahabíaquedado pendiente <strong>de</strong>s<strong>de</strong>1794. En vista <strong>de</strong> que no hubo quejas subsecuentes, recomendóque se cerrara el caso y que el sub<strong>de</strong>legadocuidara <strong>de</strong> que las reuniones <strong>de</strong> la cofradía se celebraransólo si las presidía un representantes real. El curapodía asistir pero sólo en el papel pasivo <strong>de</strong> "rector <strong>de</strong>lacasa", Tulane, VEMC 53, exp. 22, 1794-1803. Otro casoen que un cura párroco fue acusado <strong>de</strong> consumir elSantísimo, se halla en AGN, CRS 136, exps. 6-7, 1790,San Francisco Temascaltepec.71 AGN, CRS 192, exp. 3. Morales se consi<strong>de</strong>raba enfrentarunalucha porlas almas <strong>de</strong> sus feligreses contracuran<strong>de</strong>ros y adivinos heréticos, AGN, Inq. 1397, ff.205-216, 1800 (caso contra el mulato Juan el Cojo).72 AGN, CRS 68, exps. 4-5.73 AGN, CRS 72, exp. 3, 1671; BMM 135, exp. 16,artículos 4-5, 1734.74 JCB, Currículum núm. 137.75 AGN, Hist. 132, exp. 26.76 AGN, CRS 177, exp. 10, ff. 394-395.77 La Inquisición entendió que hasta Manuel Morales,el popular cura <strong>de</strong> Mazatepec dUrante los últimosaños <strong>de</strong>l periodo colonial, había actuado <strong>de</strong> manera escandalosaen la iglesia. Se dijo que <strong>de</strong>scuidaba el cultoy se <strong>de</strong>jaballevarporlaira. Al tiempo que distribuíalashostias en la comunión había gritado en una ocasión:"¿Acaso me quieres mor<strong>de</strong>r?", lo cual hizo reír a los asistentes.En otra ocasión interrumpió la misa para meterseenlacongregacióny repren<strong>de</strong>ra unfeligrés. AGN,Inq. 1397, último folio, 15 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1808.Esto no quiere <strong>de</strong>cir que los distritos <strong>de</strong> CuemavacayCuautlano contarancon muchos curasy vicarios anónimosy activos ensus obligaciones pastorales. Los sub<strong>de</strong>legadosqueinformaronsobre los clérigos <strong>de</strong> sus distritosen 1793 no insistieronmucho enlamala conducta, aunqueAntonio <strong>de</strong> la Landa y Garcés estaba tan recientementenombradoenCuernavacaquefue incapaz<strong>de</strong><strong>de</strong>tallarlas cualida<strong>de</strong>s personales <strong>de</strong> aquéllos. Juan FelipeVelásquez <strong>de</strong> Cuautlanoencontrónadaparticularmentenegativo que informar; algunos <strong>de</strong> los curas eran nuevosy no sabíanada <strong>de</strong> ellos, aunque elogió al doctrinerodominico <strong>de</strong> Cuautla, PedroAlva, y al cura <strong>de</strong> Ocuituco,79


JuanAlexandroPiedraPalacio, como pastores discretos,juiciosos e instruidos. AGN, Hist. 578A. Al menos unafacción en la mayoría <strong>de</strong> las parroquias apoyaba al curalocal. Por ejemplo, cuando Manuel Urízar, vicario <strong>de</strong>Huitzuco, fue acusado<strong>de</strong> malaconductasexualen1805,el gobernador indio y otros salieronen su <strong>de</strong>fensa y elogiaronsu "más honorable conducta y muchos actos <strong>de</strong>caridad [...] Nunca hemos visto antes un ministro tan<strong>de</strong>voto; como es bien sabido en toda la tierra caliente",AGN, Bienes 172, exp. 53.78 AGN, Inq. 1221, exp. 9; Inq. 1401, exps. 11-12. Endistintos casos ante la Inquisición en 1795 los curas <strong>de</strong>Yecapixtla y <strong>de</strong> Otumba fueron acusados <strong>de</strong> diversas<strong>de</strong>claraciones políticas y morales provocativas respectoa larevoluciónfrancesay alsacerdocio, AGN, Inq. 1326,exp. 2; Inq. 1360, exps. 1-2.79 Paralos últimoscontornos picarescos <strong>de</strong>lacarrerapública <strong>de</strong> Sotomayor, véase su cara formal <strong>de</strong>l 26 <strong>de</strong>agosto <strong>de</strong> 1816 en AGN, Acervo 49, caja 146 y el pleitocon sus feligreses en 1818 en AGN, Crim. 204, exp. 13.Haskett <strong>de</strong>scribe este episodio final: "un nervioso cura<strong>de</strong> Jonacatepec se alarmó cuando los miembros <strong>de</strong>l cabildomunicipal fueron <strong>de</strong>scubiertos al conspirar en casa<strong>de</strong>l gobernador <strong>de</strong>l pueblo. Convencido <strong>de</strong> que pretendíanrebelarse, los <strong>de</strong>nunció ante las autorida<strong>de</strong>s militaressólo para darse cuenta más tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> que discutíanlos <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> un litigio criminal contra el cura mismopor impopular", op. cit., p. 196.80 AGN, Bienes 172, exp. 51.81 Tulane, VEMC 8, exp. 21.82 En el mismo espíritu, aunque sinelaboraral <strong>de</strong>tallelasposibilida<strong>de</strong>shistóricas, sehallael trabajo<strong>de</strong>J ohnM. Ingham, Mary, Michael, and Lucifer: Folk Catholicismin Central Mexico, Austin, Texas, 1986. En su interpretación<strong>de</strong>lareligiónlocaly <strong>de</strong>lcambio religioso enTlayacapan, Ingham enfatiza "la catolicidad <strong>de</strong> la culturatradicional" y ve <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ritualy <strong>de</strong>l simbolismoreligiosos los contrapuntosentre conflicto y solidaridadque expresan relaciones sociales. Para el periodo colonialse inclina por seguir a Foster y a Ricard <strong>de</strong> acuerdocon un énfasis enla europeización, y pier<strong>de</strong> <strong>de</strong> vista lascontinuida<strong>de</strong>s en los hábitos <strong>de</strong> concepción que Clendinnen,Lockhart y otros perciben. Acaso esto es másapropiado para Tlayacapan que para muchas otras comunida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l México central en el siglo XVIII.83 La relevante discusión <strong>de</strong> Martin sobre las disputasenYautepecenlas décadas <strong>de</strong> 1790 y 1800 enRuralSociety, capítulo 8, reúne las principales evi<strong>de</strong>nciasproce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> AGN.84 BMM 113, pp. 102-103.85 JCB, Currículum <strong>de</strong> De la Mota.86 AGN, RCO 82, exp. 140, que dice que la gente <strong>de</strong>otros pueblos se sumó a la fuga al Popocatépetl. SegúnFrancisco Sedano,Noticias <strong>de</strong> México, 2 vols., 1880, 1:34,los indios culpables fueron obligados a <strong>de</strong>sfilar en unauto <strong>de</strong> fe en la ciudad <strong>de</strong> México "alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1760".Gruzinski, Man-Gods..., cap. 5, proporciona una <strong>de</strong>scripciónmáscompleta <strong>de</strong> los eventos <strong>de</strong> 1761 a partir<strong>de</strong>testimonios enviados al Consejo <strong>de</strong> Indias. El caso relacionadocontraLuisaCarrillo,entre1761 y 1768, apareceenAGN, Inq. 1073, ff. 13-119 y 225-253. Los testigos eneste casose refirieronasimismo al "ídolo" <strong>de</strong> Pérez comoa una imagen <strong>de</strong> la virgen. La hija <strong>de</strong> Carrillo, MaríaGertrudis Anastasia, mencionó el empleo por parte <strong>de</strong>Pérez y Pascual <strong>de</strong> Santa María <strong>de</strong> una estatua <strong>de</strong> unniño con cabeza <strong>de</strong> perro y cola <strong>de</strong> diablo.87 Gruzinski, op. cit., pp. 162-163.88 Ajuzgar por el testimonio en el caso contra LuisaCarrillo, la apelación <strong>de</strong> Pérez fue menos <strong>de</strong> un tenorindiocontranoindio <strong>de</strong>lo quesucitasugiere. Sedijo queCarrillo misma era mestiza o mulata. Véase AGN, Inq.1073, exp. 2, especialmente eltestimonio <strong>de</strong> María <strong>de</strong> laCruz (loba) y <strong>de</strong> la hija y <strong>de</strong>l marido <strong>de</strong> Carrillo (mulatos)enff.29-43. Elvicario<strong>de</strong>SanPedroEcacingoafirmóhaber aprehendido a "cincuenta y seis idólatras <strong>de</strong> variasjurisdicciones"quese habían reunido enuna cuevaen su distrito para "adorar al ídolo que poseía Antonioel pastor [el principal criminal en este asunto]", y haberlosenviado ante eljuez <strong>de</strong> Yautepec. JCB, 1760, currículum<strong>de</strong> Benites <strong>de</strong> Ariza.89 BN, AF, caja 107, exp. 1470, parte <strong>de</strong> un caso recabadopara el guardián franciscano <strong>de</strong> Ozumba. Estanostalgiaporlos antiguos pastoresagustinos<strong>de</strong>Totolapaen 1753 no parece concordar con las acaloradas quejas<strong>de</strong>l gobernador y <strong>de</strong> la república <strong>de</strong> Nepozualco contrael ministro cura agustino <strong>de</strong> Totolapaen 1742-1743 pornegligencia en el <strong>de</strong>bery porazotar a los sacristanes <strong>de</strong>las visitas. El pastor Joseph <strong>de</strong> Sevilla respondió queesos indios no habían apoyado entusiastamente a laIglesia y que los pocos ornamentos con que contaban sehallaban <strong>de</strong>scuidados. Esta disputa surgió en particulara partir <strong>de</strong> la campaña <strong>de</strong> Nepozualco con el fm <strong>de</strong>obtener en cura <strong>de</strong> planta y acabar con todos los serviciospersonales en Totolapa. Texas, Colección Bor<strong>de</strong>n­Clarke, núm. 17. Otras doctrinas en esa zona se habíansubdividido así en años recientes y acaso fueron víctimas<strong>de</strong> lamisma intranquilidad. El padre Sevilla adujoque las recientes subdivisiones <strong>de</strong> Chimalhuacán Chalco,Tepetlixpa, Atlautla, Tlalnepantlay Atlatlaucan habíancausado gran pena a los frailes.90 Tulane, VEMC 16; exp. 12. Paraunenconado pleitopor <strong>de</strong>rechos enla parroquia <strong>de</strong> Atlatlaucanen 1761­1762, encabezado por Joseph Zárate, "coyote", véaseAGN CRS 156, exp. 6.91 ARM, LI0N8, ff. 152v, 158, 163r, y los legajos nofoliados 49 y 50.92 AGN, RCO 84, exp. 140.93 AGN, RCO 82, exp. 72, 1762; RCO 86, exp. 160,1765.94 Agüero pagó 125 pesos <strong>de</strong> mesada en el momento<strong>de</strong> hacerse cargo <strong>de</strong> la parroquia <strong>de</strong> Yautepec en 1772.AGI, Méx. 2726 (resumen <strong>de</strong> las mesadas pagadas eseaño). Dejó la parroquia <strong>de</strong>finitivamente en 1807 paraconvertirse en prebendado <strong>de</strong>l cabildo catedral <strong>de</strong> la arquidiócesis,CherylE. Martin, op. cit., p. 187.95 AGN, Civil 1341, exp. 4.so


96 Ibid., exp. 1.97 AGN, Civil 1889.98 AGC, Civil 1520, exp. 4, f. 42.99 Evi<strong>de</strong>ntemente De Cerro se hallaba <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> otrolargopleitocontraAgüeroen 1796por<strong>de</strong>udase insultosdifamatorios,iniciadopordonManuel<strong>de</strong> Ortuna,AGN,Civil 1520, exp. 4. Mientrasqueambos, DelCerroy Agüerousaronsusposiciones<strong>de</strong>privilegioparaenriquecersuspatrimonios, elconflictoentreellos no parecehabersurgido<strong>de</strong> una rivalidad <strong>de</strong> cargos, al menos no por parte<strong>de</strong> Agüero. Enenero <strong>de</strong> 1794 el padreAgüero fue llamadoa atestiguarenel caso <strong>de</strong> acusaciones anónimas contrael sucesor <strong>de</strong> Del Cerro como teniente <strong>de</strong> Yautepec.El acusadoranónimo que adujohablarennombre <strong>de</strong> losvecinos, dueños <strong>de</strong> tiendas, trapiches y haciendas <strong>de</strong>azúcar <strong>de</strong> Yautepec, <strong>de</strong>nunció que el teniente los habíaobligado a contribuira lasfestivida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>laInmaculadaConcepción y a cometer abusos en la venta <strong>de</strong> ganado.Agüero atestiguó por parte <strong>de</strong>l teniente enel sentido <strong>de</strong>que no hubo contribuciones forzadas <strong>de</strong> ninguna <strong>de</strong> lashaciendas. AGN, Hist. 132, exp. 27.100 AGN, CRS 140, exps. 4-5,1796-1797. Que tanimportantefue el asunto <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> cofradía en estadisputa no parece claro en los testimonios. Agüero afirmóhaber fundado las cofradías en cuestión y no haberusurpado el control <strong>de</strong> las instituciones y <strong>de</strong> las propieda<strong>de</strong>sque antes estuvieron bajo el control <strong>de</strong> seglares,f. 276v.101 AGN, CRS 140, exp. 4, f. 267.102 En Cheryl E. Martin, op. cit., pp. 187-192, se presentaun resumen <strong>de</strong> los sucesores <strong>de</strong> Agüero, así como<strong>de</strong>los problemaspolíticos <strong>de</strong>ltenienteManuel<strong>de</strong>Porras.103 Una huella <strong>de</strong> ese tipo <strong>de</strong> red es la carta enviadapor el gobernador <strong>de</strong> Cuanacalcingo al gobernador yoficiales <strong>de</strong> Ticuman ellO <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1781 en que lespidió asistir a una reunión al día siguiente con el fin <strong>de</strong>organizarse en contra <strong>de</strong>l cura párroco, AGN CRS 68,exps. 4-5, f. 448. Haskettpresentaunabreve consi<strong>de</strong>ración<strong>de</strong> los contactos indígenas entre comunida<strong>de</strong>s enop. cit., p. 17.104 Brian Hamnett, Roots of Mexican Insurgency:MexicanRegions, 1750-1824, Cambridge, 1986. [Raíces<strong>de</strong> la insurgencia en México: Historia regional, 1750­1824, trad. Agustín Bárcena, México, Fondo <strong>de</strong> CulturaEconómica-Quinto Centenario, 1990], pp. 71-72, 154,174, yuxtapone así a los indios <strong>de</strong> los pueblos y a los hacendados<strong>de</strong> Morelos.105 Lascifras<strong>de</strong>lastropas <strong>de</strong>Morelosvarían.JohnTutino,From Insurrection, p. 188, dice que fueron 5,500.Timmons, p. 69, dice 4,000-4,500. El área <strong>de</strong> Moreloshabía sidopenetradaporlasfuerzas <strong>de</strong>Hidalgoenoctubre<strong>de</strong> 1810. Sin embargo, según Lucas Alamán, Historia<strong>de</strong> México: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros movimientos que prepararonsu in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en el año <strong>de</strong> 1808 hasta laépocapresente, 5vols., 1985,2:327-329,trasocuparCuernavacay21 haciendasfueron expulsadasalmes siguientecon la ayuda <strong>de</strong> 57 <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> hacienda, la mayoría<strong>de</strong> ellos proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> las <strong>de</strong> Gabriel Yermo. Ennoviembre <strong>de</strong> 1811, Xochitepec fue saqueado por losinsurgentes. Véase Van Young, "Comentario", p. 58; YAGN, Crim. 204, exps. 10-11.106 Enjuniolastropasinsurgentesrést;antesenlahacienda<strong>de</strong> Temilpa al mando <strong>de</strong> Francisco'Ayalafueron<strong>de</strong>rrotadas por el capitán José Gabriel <strong>de</strong> Armijo, Alamán,op.cit., 3:164-166.107 De acuerdo con Alamán, op. cit., 2:490-491, salvo"la pocagente allegadiza <strong>de</strong> las inmediaciones<strong>de</strong> CuautIa,los <strong>de</strong>más eran todos negros y mulatos <strong>de</strong> la costa".108 Por ejemplo, las cofradías e imágenes <strong>de</strong> NuestraSeñora<strong>de</strong> Guadalupe <strong>de</strong>Tlayacapany Atlatlaucaestánenumeradasenunresumen<strong>de</strong> 1705<strong>de</strong>los emolumentos<strong>de</strong>l distrito <strong>de</strong> Cuernavaca, AGN, Bienes 500, exps. 4-5.109 Los tres conocidos curas párrocos que se sumarona Morelos son mariano Matamoros y su vicario, MatíasZavalay JoséAntonioValdivieso, cura <strong>de</strong> Ocuituco. Losdos clérigos que no se sabe si fueron curas párrocos sonJoaquín Díaz y Eduardo Zavala. Ambos eran <strong>de</strong> Tlayacapan.Morelos, Documentos inéditos y poco conocidos,3 vols., 1927, 1:219-220; Armando <strong>de</strong> Maria y Campos,Matamoros, tenientegeneral insurgente, 1964, pp. 32-33;Alamán,op. cit., 4:63. Una posible adición es un vicario<strong>de</strong> Santo Domingo quien proporcionó valiosa informacióna Matamorosen Izúcar,Proceso instruido, p. 69. Micifra total <strong>de</strong> curas párrocos se apoya en una lista incompleta<strong>de</strong> parroquias y pastores <strong>de</strong> 1805 pára los distritos<strong>de</strong> Cuernavacay Cuautla enFlorescano y Gil, pp.185-192.110 Armando <strong>de</strong> Mariay Campos, op. cit., 1964, p. 22.m Proceso instruido, pp. 14-21,62,69,81-82,93-94;Maria y Campos, op. cit., pp. 13-14,22,32-33. SegúnRoberto Salido Beltrán, Campaña <strong>de</strong> Morelos en 1812,Guadalajara, 1964, p. 62, enJ antetelco se enlistaron 200tropas.112 El distrito<strong>de</strong> Sultepec, adyacente allímitemo<strong>de</strong>rno<strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> Morelos hacia el noroeste, fue la excepciónque Matamoros tuvo enmente. No estaba seguro silos insurgentes operaron ahí con éxito porque los puebloslocales les hubieran apoyado libremente o si lo hicieronsujetos a coerción. Proceso instruido, pp. 81-82.El apoyo local en ese lugarbien pudo haber sido proporcionadovoluntariamente. En 1811 el cura <strong>de</strong> Sultepec,Francisco Garrido, informó que los sacerdotes y vecinos<strong>de</strong> la cabecera apoyaban la insurrección <strong>de</strong>l padre Hidalgoporque un buen número <strong>de</strong> ellos era <strong>de</strong> parientessuyos. Genaro Garcíay Carlos Pereyra(eds.),Documentosinéditos o muy raros para la historia <strong>de</strong> México, 36vols., 1905-1911,5:32.VéasetambiénAlamán, 2:345, 537­538; 3:149-151; 4:719. Aunque la trayectoria <strong>de</strong> Garrido,manchada<strong>de</strong>malaconductay<strong>de</strong><strong>de</strong>scuido <strong>de</strong>sus <strong>de</strong>berespastorales en los años <strong>de</strong> 1790 (AGN, Hist. 578A, informe<strong>de</strong>Metepec)pudohaberhecho<strong>de</strong>élcandidatoalaprotestapolítica <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1810, al parecer no se sumó almovimiento. Morelos siguió reclutando combatientes <strong>de</strong>los pueblosy ranchos<strong>de</strong>lárea<strong>de</strong>Cuautlaaún<strong>de</strong>spués<strong>de</strong>lsitio. VéaseJuan E. Hernán<strong>de</strong>z y Dávalos, Colección <strong>de</strong><strong>documento</strong>sparalahistoria <strong>de</strong>laGuerra<strong>de</strong> In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n-81


cía <strong>de</strong> México <strong>de</strong> 1808a 1821 [1877-1882J, 6 vols., 2a. ed.,Liechtenstein, 1968,5:274(comisión alcapitánJoséMaríaLarios <strong>de</strong>l 25 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1814). Sobre laactividad insurgenteen el actual Morelos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l sitio, véaseAlamán, 4:420-421.113 Por ejemplo, dos facciones rivales que incluyerona vecinos indios, mestizos y mulatos, hacendados criollosy comerciantespeninsulares que habíanluchadoporel control <strong>de</strong> la tierra, el agua y el po<strong>de</strong>r político a niveldistrital bien podrían anularse mutuamente en unalucha más amplia, o permanecer ambas en los márgenes.114 AGN, Civil 1674, exp. 25, informe <strong>de</strong> José Niña.En el mismo expediente, el sub<strong>de</strong>legado <strong>de</strong> SanMiguelel Gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribió brevemente una hacienda que fuepoblada por muchos arrendatarios, así como la necesidad<strong>de</strong> poner ahí un teniente <strong>de</strong> campo.115 BN AF, caja 112, exp. 1530.116 HughMcLeod, Religíon and the People ofWesternEurope, 1789-1970, Nueva York, 1981, p. 60.----=-- -covARRU8111S82

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