LA CULTURA MICENICA La CULTURA ... - Historia Antigua
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Pontificia Universidad Católica de ValparaísoInstituto de <strong>Historia</strong>Cátedra de <strong>Historia</strong> <strong>Antigua</strong>Prof. Dr. Raúl Buono-Core Varas<strong>LA</strong> <strong>CULTURA</strong> <strong>MICENICA</strong><strong>La</strong> <strong>CULTURA</strong> <strong>MICENICA</strong> prácticamente se puede pensar como una prolongación de lacivilización cretense que, eso si, va a sufrir transformaciones producto de la diferentesituación histórica que vive el continente. <strong>La</strong> península está abierta a las invasiones.<strong>La</strong> inmigración de los indoeuropeos en Grecia, lo mismo que la de los hititas de AnatoliaCentral, no dejó ninguna huella visible en la arqueología, lo que quizás es una señal de que losllegados se movieron en constante dependencia respecto a la civilización más elevada de laprimitiva población mediterránea del territorio.<strong>La</strong>s condiciones materiales de la vida en Grecia no sufrieron al principio ninguna variación.<strong>La</strong> cultura de todo el Heládico Medio (1900-1550) tiene que ser clasificada comomanifiestamente agrícola.<strong>La</strong> población campesina del territorio se mantuvo, incluso, después de la llegada de lasestirpes indoeuropeas, muy firme en la tradición y supo asimilar pronto a los nuevoshabitantes.No aparecen relaciones con territorios no griegos, como si la nueva situación y la equiparacióncon los indoeuropeos emigrados hubieran absorbido al principio todas las energías.El descubrimiento de un complejo de tumbas de pozo en el exterior de la fortaleza de Micenaspor J. Papadimitriu (1951), fue una de las grandes sorpresas de la arqueología. <strong>La</strong> mayor partede estas tumbas (unas 25 hasta la fecha) pertenecen al fin del período Heládico Medio; lastumbas de pozo del Círculo de Tumbas en el interior de la fortaleza, descubiertas porSchliemann (1876), son de fecha posterior (1350 a.C.)Los objetos hallados en las tumbas de pozo del último descubrimiento no admitencomparación ciertamente con las de Schliemann, sin embargo, son ricas sobre todo, en armas.<strong>La</strong>s estelas funerarias que se elevan sobre los túmulos presentan, como las estelas posteriores,escenas de caza, todavía, por cierto, sin representaciones de carros de guerra.Por lo tanto el arte, la cultura, vuelven a sufrir el requerimiento de la defensa. El estilo de laisla se respeta, pero ya sobre diferentes motivos. Al lado de las flores y de la fauna marina,aparecen escenas de caza, de guerra. Se decoran las armas.<strong>La</strong> cultura preferentemente agrícola del Heládico Medio fue desplazada por nuevas formas devida a principios del llamado Heládico Reciente, es decir, hacia la mitad del siglo XVI. Elgusto por la guerra y por la caza, por la posesión de costosas armas de bronce, además de laintroducción del carro de guerra, son señales de un espíritu nuevo y belicoso, que marca unaruptura decisiva con el pasado.Es fácil suponer que desde ahora los indoeuropeos, después, de un tiempo bastante largo deincubación se imponen definitivamente como el grupo social dirigente.
Pontificia Universidad Católica de ValparaísoInstituto de <strong>Historia</strong>Cátedra de <strong>Historia</strong> <strong>Antigua</strong>Prof. Dr. Raúl Buono-Core VarasSímbolo de este nuevo estilo de vivir, son las ciudades fortificadas, residencias de unaaristocracia poderosa y combativa.Por encima del amplio estrato de los ciudadanos libres se encuentra ahora una refinadanobleza belicosa cuyos ideales, el combate, el desafío y las fiestas cortesanas sonesencialmente distintos de los de la población campesina.Hay también una clara dependencia de los acontecimientos continentales, y esta quedareflejada en la arquitectura.Toda la gracia de la arquitectura cretense es sustituida por una construcción pesada;reaparecen las murallas; se construye sobra colinas; existen túneles, pasajes secretos.A tal punto es diferente que, aún cuando geográficamente Grecia aparece en el marco de lacivilización micénica, indudablemente que en muchos aspectos la cultura griega está máscerca de la cretense que de la micénica. <strong>La</strong>s griegos no explicaban estas construcciones, lasatribuían a los Cíclopes (Por ej: la Puerta de Micenas, o los muros de Atenas, el llamadoPelasgikón), porque era tal la envergadura de ellas, que les era difícil pensarlas como obra delos hombres. Sobre toda con las técnicas bastante primitivas que existían.El elemento que faltaba a los griegos era la urgencia que significaban estas construcciones. Nosolo por necesidad de defensa, sino aún, por la fama que esa fortaleza pueda llegar a tener, y eltemor que pudiera infundir a los invasores semi nómades, sin arquitectura.Los griegos indudablemente están más cerca de la construcción cretense que de las molesmicénicas.<strong>La</strong> época heroica ha tomado su nombre de Micenas, la fortaleza en lo "mas profundo delArgos, criadora de caballos"(Homero, Odisea, III, 263).Ciertamente que no se puede negar la presencia de la civilización minoica en Grecia, perosobre todo en el siglo XVI, también se manifiesta de manera inequívoca en los monumentosde la época micénica un espíritu nuevo, guerrero y heroico que no tiene lo más mínimo encomún con los ideales de vida cretense.Mientras que la sociedad cretense parecía entregarse al encanto pasajero de lo presente, losgriegos levantaban vigorosos muros de piedra de aparejo poligonal que se elevaban sobre losmontes y espacios de puertas cuidadosamente defendidos y protegidos con salientes del muro,testimonian el espíritu guerrero de los dominadores.En el centro de la fortaleza se eleva el palacio con su gran vestíbulo representativo, cuyaforma rectangular está determinada por la estancia principal, el mégaron, con su cálido hogaren el centro. En el mégaron el señor de la fortaleza come con sus vasallos.El extranjero o fugitivo que busca asilo en el hogar se encuentra bajo la protección del diosSupremo, de Zeus, que acoge a los extranjeros (Xenios). <strong>La</strong> armonía interna y el equilibrio dela disposición general del palacio (alrededor del mégaron, con su vestíbulo abierto, se agrupa
Pontificia Universidad Católica de ValparaísoInstituto de <strong>Historia</strong>Cátedra de <strong>Historia</strong> <strong>Antigua</strong>Prof. Dr. Raúl Buono-Core Varascircularmente la casa con corredores y habitaciones para los criados) se encuentra en marcadocontraste con el modo mediterráneo de construcción de Creta, en cuyos palacios, en torno a ungran patio central, se agrupan de modo completamente inorgánico las habitaciones másdiversas, de modo que se pierde casi toda la visión de conjunto y la ordenación del espacio(compárese con el llamado laberinto)Del mismo modo que en la construcción, los indoeuropeos de Grecia conservaron el pasadotambién en la indumentaria (quitón).Sucede lo mismo con la lengua, aunque esta tomó numerosas palabras de las egeas.<strong>La</strong> última parte del siglo XVI es inequívocamente el punto más elevado del desarrollo griego;por el contrario el siglo XV es un período de retroceso; precisamente en esta época alcanza elproceso de entranjerización del mundo micénico su nivel de culminación por efecto de lainfluencia minoica.<strong>La</strong>s excavaciones de Schliemann, en Micenas, Tirinto y Orcómeno han diseñado una imagenviva de la cultura micénica. <strong>La</strong>s tumbas de pozo descubiertas en 1876 fueron algo sensacional.Seis tumbas excavadas profundamente en la roca blanda, en las que se encontró una cantidadverdaderamente fabulosa de objetos, ornamentos de oro y magníficas armas. <strong>La</strong>s ofrendasguerreras caracterizan a estas tumbas de pozo como lugares de enterramiento, de los príncipesde Micenas; probablemente, los nueve hombres enterrados en ellas (a los que hay que añadir 8mujeres y 2 niños pequeños) forman una dinastía de soberanos. Cinco de los hombres llevanmáscara de oro, lo que constituye el primer intento de retrato en el suelo europeo.(Es interesante constatar que hay que admitir en estas máscaras trazos de barba diferentes,igual que en las mascarillas de Trebeniste en el lago Ocrida, del siglo VI a.C., y en losyacimientos del norte, de la Época de Hallstatt o de <strong>La</strong>-Tène.)El enorme número de objetos de valor excluye su producción por parte de la artesanía delpaís. Evidentemente los señores de Micenas trajeron consigo de sus incursiones las magníficasdiademas y las abundantes láminas de oro trabajadas con figuras y ornamentos.Gracias a la costumbre de ponerle al muerto su botín, hemos conservado numerosos y valiososobjetos, de espadas y puñales de bronce, que los guerreros llevaron en otro tiempo o quearrebataron a sus enemigos en combateSi la sorprendente cantidad de armas es ya señal de una mentalidad completamente diferentede la minoica, esta mentalidad se manifiesta tanto más en las estelas funerarias en piedra,trabajadas sin arte, casi rudimentariamente. Algunas de ellas se han conservado en partefragmentariamente. En el centro del relieve está representado el muerto de pie en un carro deguerra ligero de dos ruedas-es ésta la primera vez que se representó en Grecia el carro deguerra. En oposición a Creta, la mujer no significa nada en la vida pública de Micenas, aunquelas joyas puestas a las mujeres en la tumba, hacen verosímil que ellas tuvieran participación enla representación de los príncipes.<strong>La</strong> inhumación de las tumbas de pozo fue reemplazada a finales del siglo XVI y principios delXV por el enterramiento en sepulturas de bóveda. Con sus dimensiones verdaderamente
Pontificia Universidad Católica de ValparaísoInstituto de <strong>Historia</strong>Cátedra de <strong>Historia</strong> <strong>Antigua</strong>Prof. Dr. Raúl Buono-Core Varasgigantescas, son la expresión del espíritu de una época nueva, en la que se abre camino lavoluntad de lo monumental y lo grandioso -la bóveda (en realidad falsa bóveda) del llamadotesoro de Atreo (construida hacia 1350 a.C.) mide 14,5 metros de diámetro, magnífica obraarquitectónica, aunque fuera eclipsada en época romana por la bóveda verdadera del Panteónde Adriano, que tiene un diámetro tres veces mayor. Hacia el 1350 (Heládico Reciente III) fueconstruida la Puerta de los Leones de Micenas. Con las columnas cretenses flanqueadas porlos leones colocados a uno y otro lado, no tiene esta puerta otra semejante en Grecia.Acerca de la organización estatal del mundo micénico podemos afirmar que se puede dar porseguro que solo en la Argólida parece que Micenas, ocupó durante mucho tiempo unaposición hegemónica, en tanto que en Beocia los soberanos de la gigantesca fortaleza de Gha(Gla) jugaron un papel dominante en la zona del lago Copáis. Los nobles de las fortalezascircundantes reconocieron, quizás como vasallos, la posición superior de estos príncipes. <strong>La</strong>unificación de parte de la Argólida y de la Beocia fue posible por la violencia. El efecto de launificación se ve por la vasta red de caminos en la Argólida, así como la desecación del lagoCopáis por medio de los llamados diques de los minios. Estas obras se pudieron llevar a cabosolo si existía un poder central rígido. Se necesitaba un elevado número de esclavosextranjeros que se traían en las expediciones guerreras y de rapiña y también numerosostrabajadores sujetos a servidumbre.Llevaron a cabo un trabajo que puede colocarse al lado de las grandes obras del antiguooriente, como las pirámides y los zigurats.<strong>La</strong>s monumentales construcciones funerarias servían para la perpetuación de la gloria de lasfamilias soberanas, cuyo recuerdo continuó viviendo en parte hasta la época histórica en elculto de los muertos. Aunque algunos objetos sean imitación del Antiguo Oriente, su técnica ysu ejecución testimonian una actitud genuinamente nórdica que, en general, es característicade todas las creaciones de la época micénica.<strong>La</strong> leyenda griega habla del reino de Agamenón en la Argólida, cuyo antepasado Zeus leotorgó el cetro del señorío. En la leyenda de Heracles, Euristeo gobierna como rey de Micenassobre todos los habitantes próximos, lo que implicaría al menos en el recuerdo, la existenciade una unidad estatal, quizás totalmente efímera.Quizás la leyenda de los Siete contra Tebas haya conservado el recuerdo histórico de unahostilidad entre el príncipe de Micenas y los soberanos de Tebas. Pero nada de eso es seguro,y la existencia de formaciones políticas duraderas de cierta magnitud es en el fondoimprobable sobre todo porque faltan completamente los elementos previos para ello, enespecial la formación de una burocracia.También el conocimiento en Grecia de la escritura micénica, que está documentado por losnuevos hallazgos, sólo puede extenderse en un círculo muy reducido. Tiene por eso pocaprobabilidad en sí, la hipótesis de un gran reino Aqueo, sostenida sobre todo, por EduardMeyer y M.P.Ni1sson.Tampoco tiene fundamento la hipótesis de que hayan podido influir conceptos orientales en lalegitimación divina de los soberanos micénicos. Homero llama al rey dífilos. En las empresasguerreras de cierta importancia pudo haber un rey del ejército (hegemón; en la paz cada uno
Pontificia Universidad Católica de ValparaísoInstituto de <strong>Historia</strong>Cátedra de <strong>Historia</strong> <strong>Antigua</strong>Prof. Dr. Raúl Buono-Core Varasvivía por su cuenta. Así, la fragmentación de Grecia en un número infinito de territoriospequeños o muy pequeños es ya un hecho histórico en la época micénica.Con la aparición de los griegos micénicos en el mar se modifica paulatinamente el cuadroanterior diseñado por los minoicos.Los ricos tesoros de las tumbas de pozo dan testimonio del éxito de sus expediciones marinas.Pero el dominio del mar por los micénicos alcanza su punto culminante solo después de 1acaída de la talasocracia cretense (hacia 1400 a. C.) Tuvo una duración relativamente corta,pues debido a los efectos de la gran migración egea, se originó en el siglo XII a.C. unagrupamiento de potencias completamente nuevo.<strong>La</strong> expansión decisiva de los micénicos acontece en los siglos XIV y XIII. Se encuentracerámica micénica en las Cícladas, Rodas, Siria, Egipto, Italia meridional y Sicilia. A pesar deesto, permanecen oscuros los diferentes procesos y los caminos del primitivo comercio griegoy de la colonización comercial. El radio de acción del comercio griego ha llegado hasta lamisma esfera de interés del Reino Hitita, pero ciertamente apenas ha interferido en ella. <strong>La</strong>expansión de la cerámica micénica esta limitada en lo esencial a los territorios que seencuentran al oeste y al sur del reino Hitita. <strong>La</strong> difusión de la cerámica micénica quesobrepasa con mucho el radio de los hallazgos minoicos en la cuenca del Mediterráneo, essolo comprensible aceptando un comercio muy extenso. Este comercio presupone por su partela existencia de una marina considerable, capaz de dominar el mar y mantener abiertas lasrutas de los barcos.<strong>La</strong> superioridad de los griegos micénicos sobre sus adversarios se apoyaba en la existencia deuna clase de nobles guerreros que luchaban individualmente e iban al combate en el carro deguerra. Protegido por el gigantesco escudo de torre, armado con lanza y espada carta, elguerrero se enfrentaba al enemigo a pie.Al lado del guerrero estaban los "compañeros" (hetaîroi), los prosélitos, que se reunían parala comida en común en la casa del señor, que, a su vez, ponía su honor en hospedarlos y endarles la parte justa del botín.En las grandes contiendas se unían varios príncipes, reunían a uno de ellos como hegemón yse obligaban a seguirle bajo solemne juramento. Terminada la empresa se deshacía lacomunidad de armas del mismo modo como se había formado.Todo nuestro conocimiento de los rasgos de la vida política y social de la época micénica sefunda, con excepción de los monumentos, sobre todo en la Ilíada y la Odisea, llegadas anosotros bajo el nombre de Homero.M. P. NILSSON, Homer and Mycenas, (1933), basándose en estudios anteriores, intentóexitosamente separar en la epopeya homérica lo antiguo de los más reciente. En particular,consiguió demostrar que el mundo heroico griego tiene sus raíces en la época micénica,igualmente hay en Homero una cantidad de elementos micénicos, aunque estos están tambiénmuchas veces amalgamados en el texto poético en unidad interna con otros más recientes.
Pontificia Universidad Católica de ValparaísoInstituto de <strong>Historia</strong>Cátedra de <strong>Historia</strong> <strong>Antigua</strong>Prof. Dr. Raúl Buono-Core VarasA la época micénica se retrotrae sobre todo el culto de los muertos, que se ha conservadoincluso hasta el siglo V a.C. en la sepultura de bóveda de Menidi, en el Atica.El problema central de la primitiva religiosidad griega es la actitud de los indoeuropeos conrespecto a la creencia de la población Mediterránea de la antigua Grecia.Si la información que disponemos es buena, la religión minoica ejerció una profundainfluencia en las almas de los habitantes de Grecia. Es minoica la configuración dedivinidades individualizadas, por ejemplo, Artemis como Britamertis, Dictina, Afea; tambiénla “Diosa de Palacio", que posteriormente fue venerada con el nombre de Atenea, procede delcírculo minoico. <strong>La</strong> difusión de las ideas minoicas en amplios estratos del pueblo se refleja enla aceptación en el continente de objetos y formas del culto minoica.<strong>La</strong> ausencia de imágenes de culto con forma humana parece que habla abiertamente en favorde que los griegos han seguido cultivando la herencia indoeuropea. Se rogaba a los dioses enbosques sagrados, en cuevas, en las cimas de las montañas, no se conocían todavía lostemplos y los santuarios.En algunos puntos, los inmigrantes hicieron propias las costumbres de la poblaciónestablecida. No es seguro que esto haya que admitirlo en los hábitos de enterramiento.En la época micénica, la inhumación es la forma de enterramiento que domina en Grecia.Indicios de combustión en tumbas micénicas permiten suponer que se había entregado alfuego las ofrendas, con frecuencia muy valiosas.Solo es seguro que la cremación estaba mucho más extendida en Europa Central que en el sur.Huellas de sacrificios de animales o humanos solo existen hasta ahora de modo aislado (porejemplo en Midea).<strong>La</strong> religión micénica es la madre de la religión Griega, lo mismo que el pueblo micénico es elantepasado de los griegos históricos (N I LSSON).Esto es importante para la aparición de la continuidad histórica, que se manifiesta en laconservación de algunos lugares de culto micénico por los griegos de la época histórica.Son testimonio de esto el Telesterión de Eleusis, la continuidad del culto en Delfos, etc. Nisiquiera las fuertes conmociones de la migración egea pudieron romper en todas partes loslazos históricos que unían la vida griega a la época micénica. Esa continuidad vive en lasepopeyas homéricas, que proyectan una imagen de aquella antigüedad heroica que se mantuvoaún en la tradición poética, cuando ya no tenía vida en ningún lugar de la tierra.