palabras de agradecimiento - Jesuitas de Loyola
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Mollá, en su obra “Horizontes <strong>de</strong> vida (vivir a la ignaciana)”, cuyo títuloya es muy evocador para una celebración como ésta:El agra<strong>de</strong>cimiento como actitud básica en la vida es la toma <strong>de</strong> concienciacotidiana <strong>de</strong> lo que voy recibiendo, la acogida <strong>de</strong> los bienes que me son dados y<strong>de</strong> las personas que me salen al encuentro, el vivir no tanto pendiente <strong>de</strong> lo queyo creo que merezco y no me dan, cuanto <strong>de</strong> lo que sin haber merecido, niesperado, ni pedido, he recibido y voy recibiendo día a día.Mi agra<strong>de</strong>cimiento, a la Compañía <strong>de</strong> Jesús, y a cada uno <strong>de</strong> loscompañeros jesuitas, presentes y no presentes, <strong>de</strong> ellos y con ellos -ya<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los tiempos <strong>de</strong> colegial en Javier y <strong>Loyola</strong> previos a mi entrada enla Compañía- he ido aprendiendo a <strong>de</strong>sarrollar una vocación que me hapuesto en camino para, como Abrahán cuando escuchó el “sal <strong>de</strong> tutierra a la tierra que yo te mostraré”, me ha puesto en camino para llegara ser lo que puedo ser y a poner en juego talentos que <strong>de</strong> otra manerahubieran quedado enterrados. La Compañía me ha dado formaciónacadémica, espiritual, humana, me ha dado amigos, y sobre todo me hadado mi i<strong>de</strong>ntidad profunda y misión: saberme querido y llamado porDios para trabajar en las fronteras a favor <strong>de</strong> una humanidad rota quenecesita reconciliación.Mi agra<strong>de</strong>cimiento, a vosotros amigos y amigas, compañeros <strong>de</strong> distintostramos <strong>de</strong> este camino, que en momentos pasados, presentes y, esperofuturos, me habéis conformado y me habéis ayudado a ser la persona, eljesuita que soy. Hago mías, especialmente hoy, las siguientes <strong>palabras</strong> <strong>de</strong>la CG 35:Compartir la misión con colaboradores nos anima a vivir más completa yauténticamente nuestra vocación religiosa <strong>de</strong> jesuita. Lo que aportamos a estasrelaciones es, en <strong>de</strong>finitiva, nuestra propia i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> hombres consagradospor los votos religiosos en el espíritu <strong>de</strong> las Constituciones, <strong>de</strong> hombres cuyaexperiencia <strong>de</strong> los Ejercicios Espirituales nos ha unido unos a otros en esteconcreto «camino hacia Dios », […con vosotros] llegamos a conocer mejornuestro propio camino y a vivirlo con nuevo celo y nueva comprensión.(Congregación General XXXV, Dec. 6, n. 15).