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Incidencia: concepto, terminología y análisis dimensional

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ARTÍCULO ARTÍCULO ARTÍCULO ARTÍCULO ARTÍCULO ESPECIAL ESPECIAL ESPECIAL ESPECIAL ESPECIAL<br />

<strong>Incidencia</strong>: <strong>concepto</strong>, <strong>terminología</strong> y <strong>análisis</strong> <strong>dimensional</strong><br />

José A. Tapia Granados<br />

Programa de Publicaciones. Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS). Washington,<br />

DC. EE.UU.<br />

epidemiología, estadística<br />

<strong>Incidencia</strong> y prevalencia son <strong>concepto</strong>s estadísticos básicos, dicho evento y cuyo denominador es la cantidad de observa-<br />

aunque usados sobre todo en epidemiología. Estos concepción. La cantidad de observación es el producto del número<br />

tos tienen gran importancia en las profesiones sanitarias ya de elementos de la población observada por el tiempo de<br />

que, para tener una idea de cómo se distribuyen y evolucio- observación de dicha población. A veces la población obsernan<br />

en la población las enfermedades u otros fenómenos, vada está dividida en grupos, cada uno de los cuales ha sido<br />

las nociones de incidencia y prevalencia son tan fundamen- observado durante un cierto tiempo. La cantidad de observatales<br />

como, por ejemplo, las de inflamación y neoplasia para ción es, entonces, la suma de los n productos del número de<br />

entender la fisiopatología de distintos procesos patológicos. elementos de cada grupo i por el tiempo de observación del<br />

Sin embargo, algunos textos que tratan de estos temas no grupo. O sea:<br />

definen incidencia y prevalencia con precisión y otros utilizan<br />

estos <strong>concepto</strong>s de manera impropia, sobre todo en lo<br />

referente a sus aspectos matemáticos. El objetivo de este<br />

trabajo es definir con rigor el <strong>concepto</strong>, la <strong>terminología</strong> y las<br />

Número de eventos ocurridos<br />

incidencia relativa = —————————————— =<br />

Cantidad de observación [2]<br />

medidas de incidencia y explicar su aspecto <strong>dimensional</strong>. El<br />

<strong>análisis</strong> de la prevalencia se hará en otro artículo.<br />

Concepto general de incidencia<br />

Número de eventos ocurridos<br />

———————————————— =<br />

(Número de elementos observados)<br />

(Tiempo de observación) [3]<br />

Los diccionarios generales no definen incidencia con el sentido<br />

que suele dársele a este término en salud pública. Sin<br />

embargo, ese sentido puede deducirse abstrayendo las particularidades<br />

que encierran las distintas medidas de incidencia<br />

que se definen en textos epidemiológicos. Así, se puede<br />

decir que la incidencia es una magnitud que cuantifica la<br />

dinámica de ocurrencia de un determinado evento en una<br />

población dada. Habitualmente, la población está formada<br />

por personas y los eventos son enfermedades, pero esto es<br />

sólo uno de los posibles casos particulares.<br />

<strong>Incidencia</strong> absoluta<br />

La incidencia absoluta es una fracción cuyo numerador son<br />

los eventos ocurridos en una población dada y cuyo denominador<br />

es el tiempo de observación en el que ocurrieron dichos<br />

eventos. 0 sea:<br />

Número de eventos ocurridos<br />

incidencia absoluta = —————————————<br />

Tiempo de observación [1]<br />

Dicho de otra manera, la incidencia absoluta de un evento<br />

en una población determinada es el número de veces que<br />

ocurre dicho evento en la población por unidad de tiempo<br />

(respecto al uso matemático de la preposición «por», véase<br />

el apéndice).<br />

<strong>Incidencia</strong> relativa<br />

La incidencia relativa de un evento en una población es una<br />

fracción cuyo numerador es el número de ocurrencias de<br />

Correspondencia: José A. Tapia Granados.<br />

PAHO/WHO, HBI. 525 Twenty-third Street., NW. Washington, DC 20037<br />

EE.UU.<br />

Manuscrito aceptado el 19-10-1993.<br />

Med Clin (Barc) 1994; 103: 140-142<br />

El presente artículo expresa los puntos de vista del autor y no necesariamente<br />

los de la OPS/OMS.<br />

Número de eventos ocurridos<br />

——————————————————— =<br />

(Número de elementos observados)<br />

(Tiempo de observación) [4]<br />

� n<br />

i=1<br />

Dicho de otro modo, la incidencia relativa de un evento es el<br />

número de veces que ocurre dicho evento por elemento de<br />

población y unidad de tiempo observados.<br />

Como la incidencia absoluta tiene en general poco interés<br />

epidemiológico (ya que de poco vale saber el número de eventos<br />

ocurridos por unidad de tiempo si no sabemos el tamaño<br />

de la población a la que están referidos esos eventos), en<br />

salud pública suele usarse como medida epidemiológica lo<br />

que aquí se ha denominado incidencia relativa que, no obstante,<br />

suele aparecer bajo diversas denominaciones. En estadística<br />

aplicada a ciencias de la salud las poblaciones suelen<br />

ser humanas (no en salud pública veterinaria) y sus elementos,<br />

personas. Pero la incidencia también puede referirse<br />

a averías en centrales nucleares, robos en viviendas o<br />

quiebras en empresas. En esos casos, los eventos y la población<br />

nada tienen que ver con poblaciones humanas. Por ello,<br />

la incidencia, y lo mismo puede decirse de la prevalencia, es<br />

un <strong>concepto</strong> fundamentalmente estadístico, no<br />

epidemiológico.<br />

Los ejemplos siguientes pretenden aclarar el carácter abstracto<br />

de las definiciones anteriores.<br />

Ejemplo 1. En la ciudad de Mágina ocurren 10 casos nuevos de cáncer de<br />

mama durante 4 años. La incidencia absoluta de esta enfermedad será entonces<br />

de (10 casos)/(4 años) = 2,5 casos por año. Si esa ciudad tiene<br />

150.000 habitantes de los que 75.000 son mujeres, la incidencia relativa de<br />

cáncer de mama en la población femenina será (10 casos)/[(75.000 mujeres)<br />

(4 años)] (10 casos)/(300.000 mujeres-año) = 0,000033 casos por mujer<br />

y año = un caso anual cada 30.000 mujeres.<br />

También se podría haber calculado la incidencia relativa tomando como referencia<br />

toda la población, incluidos los varones (el resultado sería un caso<br />

anual cada 60.000 personas), Pero el cáncer de mama en varones es una<br />

enfermedad muy infrecuente y es más interesante referir la incidencia sólo a<br />

la población femenina. En este ejemplo, la población femenina constituiría<br />

más específicamente que la población general lo que en epidemiología se<br />

llama «población expuesta al riesgo» o, simplemente, «población a riesgo»,<br />

<strong>concepto</strong> a veces un tanto equívoco, ya que puede confundirse con la población<br />

expuesta a un cierto agente (una sustancia química, un microorganismo,<br />

unas circunstancias determinadas... ).


Ejemplo 2. En la Unión de Repúblicas Septentrionales (URS) ocurrieron 5<br />

averías graves (en adelante «averías») de centrales nucleares durante 10<br />

años. La incidencia absoluta de avería de central nuclear en la URS fue<br />

entonces de (5 averías)/(10 años) = 0,5 averías/año = una avería cada dos<br />

años.<br />

Si durante esos 10 años han funcionado en la URS 4 centrales nucleares, la<br />

incidencia relativa de avería será (5 averías)/[(4 centrales) (10 años)] = (5<br />

averías)/(40 centrales-año) = 0,125 averías por central y año = una avería<br />

anual por cada ocho centrales.<br />

Ejemplo 3. La cuestión del cálculo de la incidencia relativa se complica cuando<br />

el tiempo de observación no es igual para todos los elementos de la población<br />

observada 1 .<br />

Se trata en este ejemplo de calcular la incidencia de fibrosis pulmonar fulminante<br />

en los trabajadores de una fábrica. Se dieron 4 casos de dicha enfermedad<br />

entre comienzos de 1981 y finales de 1990, de manera que la incidencia<br />

absoluta fue de 4 casos/10 años = un caso cada dos años y medio.<br />

Pero esto apenas dice nada porque no está relacionado con el número de<br />

trabajadores de la fábrica.<br />

La instalación se abrió en 1981 con 100 trabajadores, de los que:<br />

a) a finales de 1990 75 continuaban trabajando;<br />

b) quince fueron despedidos a finales de 1985 en una reducción de plantilla;<br />

c) se detectaron 2 casos de fibrosis pulmonar fulminante en 1985;<br />

d) en 1987 se detectó un caso;<br />

e) en 1989 se detectó otro caso;<br />

f) dos trabajadores murieron de otras causas en 1983 y 1985;<br />

g) cuatro trabajadores de los que habían comenzado a trabajar al abrirse la<br />

fábrica se marcharon de la empresa, dos de ellos en 1982, otro en 1983 y<br />

otro en 1988.<br />

Otros 3 trabajadores habían sido contratados en 1982, 1987 y 1988 y todavía<br />

formaban parte de los 78 miembros que integraban la plantilla a finales<br />

de 1990.<br />

Para calcular la cantidad de observación correspondiente a todos estos trabajadores,<br />

como no sabemos a qué fecha del año corresponden las referencias<br />

a un año sin más, supondremos que todas ellas corresponden a mediados<br />

del año, con lo que cabe suponer que unos errores tenderán a compensarse<br />

con otros. Entonces, a cada grupo de los anteriores corresponderán<br />

los años-persona de observación calculados a continuación.<br />

Cohorte inicial:<br />

a) (10 años) (75 personas) = 750 años-persona;<br />

b) (5 años) (15 personas) = 75 años-persona;<br />

c) (4,5 años) (2 personas) = 9 años-persona;<br />

d) (6,5 años) (1 persona) = 6,5 años-persona;<br />

e) (8,5 años) (1 persona) = 8,5 años-persona;<br />

f) (2,5 años) (1 persona) = 2,5 años-persona;<br />

(4,5 años) (1 persona) = 4,5 años-persona;<br />

g) (1,5 años) (2 personas) = 3 años-persona;<br />

(2,5 años) (1 persona) = 2,5 años-persona;<br />

(7,5 años) (1 persona) = 7,5 años-persona;<br />

Trabajadores contratados posteriormente:<br />

(8,5 años) (1 persona) = 8,5 años-persona;<br />

(3,5 años) (1 persona) = 3,5 años-persona;<br />

(2,5 años) (1 persona) = 2,5 años-persona;<br />

Cantidad de observación total = 883,5 años-persona.<br />

Para calcular la incidencia relativa, se aplica la fórmula [2] y se obtiene<br />

como resultado: (4 casos)/(885,5 años-persona) = 0,0045 casos por persona<br />

y año = 45 casos anuales por 10.000 personas.<br />

La incidencia como tasa: consideraciones terminológicas<br />

Tanto la incidencia absoluta como la incidencia relativa tienen<br />

un tiempo en el denominador y por ello, siempre son<br />

tasas (en inglés rates) en el sentido de Elandt-Johnson 2 de<br />

medida de cambio, o de magnitud con una dimensión temporal,<br />

como la velocidad 3 . Por ello, la expresión tasa de incidencia<br />

puede considerarse redundante, algo así como si dijéramos<br />

«valor del tanto por ciento» o «medida de la medición».<br />

Es muy frecuente que en textos epidemiológicos o<br />

bioestadísticos 4-8 se utilice la expresión «tasa de incidencia»<br />

(en inglés incidence rate) para referirse únicamente a lo que<br />

aquí se ha denominado incidencia relativa. Otras expresiones<br />

como «proporción de incidencia » 4 , «densidad de incidencia»<br />

(en inglés incidence density) 9 o «fuerza de<br />

J.A. TAPIA GRANADOS.- INCIDENCIA: CONCEPTO, TERMINOLOGÍA Y ANÁLISIS DIMENSIONAL<br />

morbilidad» 10 (o incluso «fuerza de mortalidad» si la incidencia<br />

que estamos considerando es de defunciones, o sea, si<br />

hablamos de la tasa de mortalidad), se refieren también a lo<br />

que aquí se ha denominado incidencia relativa. En general,<br />

es muy conveniente comprender las correspondencias<br />

terminológicas entre distintas expresiones. Así, cualquiera que<br />

esté familiarizado con la <strong>terminología</strong> epidemiológica entenderá<br />

que si se considera la tasa bruta de mortalidad como<br />

una incidencia relativa (de muerte), la razón de mortalidad<br />

estandarizada no es más que el riesgo relativo (de muerte),<br />

generalmente expresado como tanto por ciento.<br />

Rothman 11 , uno de los teóricos de la epidemiología, define la<br />

tasa de incidencia como el número de comienzos de enfermedad<br />

dividido por el sumatorio de los periodos de tiempo.<br />

Esta definición podría generar confusión entre las que aquí<br />

se han denominado incidencia absoluta e incidencia relativa,<br />

ya que no tiene en cuenta explícitamente el número de<br />

elementos de la población observada.<br />

Personas-tiempo como caso particular de elementostiempo<br />

A menudo, al hablar de incidencias se usa la magnitud denominada<br />

personas-tiempo, también escrita a veces como<br />

tiempo-personas o tiempos-persona en los textos<br />

epidemiológicos. El <strong>concepto</strong> correspondiente a veces suscita<br />

problemas porque no se explica adecuadamente. Los ejemplos<br />

anteriores deberían haberlo aclarado. En el ejemplo 1<br />

de la ciudad de Mágina, podemos decir que la incidencia del<br />

cáncer de mama es de un caso por 30.000 mujeres y por<br />

año; pero eso es lo mismo que decir que la incidencia anual<br />

de cáncer de mama en mujeres fue de 1 por 30.000, o que<br />

la incidencia fue de un caso por 30.000 mujeres-año, o por<br />

30.000 años-mujer. Las personas-tiempo (mujeres-año o<br />

años-mujer en este caso) expresan cantidad de observación.<br />

Está claro por el razonamiento que se hizo que observar<br />

75.000 mujeres durante 4 años se considera equivalente a<br />

observar 300.000 mujeres durante un año (supuesto que<br />

puede ser erróneo a veces). En definitiva, se trata de una<br />

observación de 300.000 años-mujer. La cantidad de observación<br />

en personas-tiempo puede expresarse en unidades<br />

de años-persona, meses-mujer, semanas-niño o cualquier<br />

combinación que sea adecuada para el fenómeno que estamos<br />

estudiando (en castellano parece que suena mejor poner<br />

primero el plural y decir «años-persona» o «personasaño»<br />

en vez de «año-personas» o «persona-años».) Las personas-tiempo<br />

expresan unidades de observación y son un<br />

caso particular de los elementos-tiempo con los que se mide<br />

la cantidad de observación. Las unidades de cantidad de<br />

observación podrán ser pasajeros-kilómetro cuando se quiere<br />

cuantificar la frecuencia en la que se han producido los<br />

siniestros automovilísticos, células-minuto cuando se trate de<br />

mitosis o viviendas-año si se quiere calcular la incidencia de<br />

robos.<br />

<strong>Incidencia</strong> acumulada<br />

Tanto la incidencia absoluta como la incidencia relativa se<br />

refieren a eventos nuevos ocurridos en un periodo dado. La<br />

incidencia acumulada absoluta no es más que el número de<br />

eventos ocurridos entre dos fechas y la incidencia acumulada<br />

relativa es ese recuento de eventos dividido por el número<br />

de elementos de la población. Tanto la incidencia acumulada<br />

absoluta como la incidencia acumulada relativa carecen<br />

de dimensión temporal, de esta forma consideramos que no<br />

son tasas.<br />

141


142<br />

MEDICINA CLÍNICA VOL. 103. NÚM. 4. 1.994<br />

Dimensiones de la incidencia absoluta y la incidencia<br />

relativa<br />

La fórmula <strong>dimensional</strong> de una magnitud es una expresión<br />

en la que dicha magnitud se define mediante el producto de<br />

potencias de magnitudes fundamentales, que suelen ser la<br />

masa (M), la longitud (L) y el tiempo (T) 12 . Por ejemplo, la<br />

fórmula <strong>dimensional</strong> de la velocidad (V = L/T) es LT -1 y la de<br />

la fuerza, MLT -2 . Un número atómico o un hematócrito no<br />

pueden expresarse como producto de potencias de magnitudes<br />

fundamentales, pues uno es un recuento de protones<br />

y el otro un cociente de volúmenes. Este tipo de magnitudes<br />

no tiene fórmula <strong>dimensional</strong> y se las considera<br />

a<strong>dimensional</strong>es.<br />

La incidencia acumulada absoluta sólo es un recuento y la<br />

incidencia acumulada relativa sólo es un recuento dividido<br />

por otro recuento. Ambas son, pues, magnitudes<br />

a<strong>dimensional</strong>es.<br />

En cambio, lo que se denomina incidencia absoluta son eventos<br />

por unidad de tiempo, lo cual, matemáticamente, se expresa<br />

como eventos/tiempo. Como los eventos o casos son<br />

un recuento a<strong>dimensional</strong>, la incidencia absoluta viene dada<br />

en unidades inversas de tiempo y su fórmula <strong>dimensional</strong> es<br />

1/T = T -1 .<br />

En la incidencia relativa, el numerador es el número de eventos<br />

y el denominador, la cantidad de observación. La cantidad<br />

de observación es el producto de un recuento<br />

a<strong>dimensional</strong> (el número de elementos observados) por un<br />

tiempo (el período de observación), por lo que,<br />

<strong>dimensional</strong>mente, es también un tiempo. Por tanto, la incidencia<br />

relativa tiene un recuento a<strong>dimensional</strong> en el numerador<br />

y un tiempo en el denominador, de manera que su<br />

ecuación <strong>dimensional</strong> es 1/T = T -1 , La incidencia absoluta y<br />

la incidencia relativa tienen, pues, la misma ecuación <strong>dimensional</strong>,<br />

T -1 , lo cual corrobora lo que ya se dijo, que ambas son<br />

tasas.<br />

No hay que confundirse cuando al hablar de incidencia se<br />

usan expresiones como «tasa anual» o «tasa mensual», que<br />

de alguna manera enmascaran, desde el punto de vista <strong>dimensional</strong><br />

y de unidades, que nos referimos a una magnitud<br />

con un tiempo en el denominador. Rothman 11 llega a proponer<br />

que no se usen expresiones como «incidencia anual»,<br />

porque a su juicio impiden ver que la incidencia «como la<br />

velocidad, es siempre un <strong>concepto</strong> instantáneo». Esto es cierto,<br />

pero intuitivamente no es fácil ver dicho carácter instantáneo<br />

cuando se trata de eventos que ocurren, por ejemplo,<br />

una vez por lustro en una población de miles de personas. Si<br />

un continente se desplaza un metro por siglo, sería bastante<br />

ridículo decir que se mueve a una velocidad de 0,3<br />

nanómetros por segundo para dejar claro que la velocidad es<br />

«un <strong>concepto</strong> instantáneo». Si decimos que la incidencia<br />

anual de cáncer de mama fue de un caso por 25.000 mujeres,<br />

en general se nos entenderá mejor que si decimos que<br />

hubo un caso cada 25.000 años-mujer (o, peor todavía, si<br />

expresamos esa magnitud como 0,00004 casos por añomujer<br />

-1 ). Las expresiones intuitivas tienen la ventaja de facilitar<br />

la comprensión y por ello, no es conveniente proscribir su<br />

uso, aunque impliquen un margen de laxitud. De lo que se<br />

trata es de usarlas coherentemente y sabiendo explicarlas o<br />

convertirlas cuando haga falta.<br />

Apéndice: La preposición «por» y las matemáticas<br />

En castellano, la preposición «por» puede ser muy ambigua.<br />

En una expresión aritmética como «3 x 4» que se lee «tres<br />

por cuatro», el «por» indica una multiplicación o producto;<br />

por el contrario, en «km/h» o «g/mm 2 » que leemos «kilómetros<br />

por hora», o «gramos por milímetro cuadrado», el «por»<br />

indica una división o cociente 13 . En física, el «por» casi siempre<br />

indica división y para evitar ambigüedad, lo usual es indicar<br />

el producto mediante yuxtaposición de los dos<br />

multiplicandos. Así, se dice «kilowatio-hora» (no «kilowatio<br />

por hora») para expresar el producto de un kilowatio por una<br />

hora.<br />

En epidemiología no es raro ver expresiones incorrectas como<br />

«24 x 1.000» para indicar una mortalidad infantil de 24 por<br />

1.000 nacidos vivos, que matemáticamente ha de expresarse<br />

24/1.000, ya que aquí el «por» se refiere a una división.<br />

REFERENCIAS REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS<br />

BIBLIOGRÁFICAS<br />

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occupational epidemiology. Nueva York: Oxford University Press, 1989; 117-<br />

119.<br />

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and misuse. Am J Epidemiol 1975; 102: 267-271.<br />

3. Gálvez Vargas R, Delgado Rodríguez M, Bueno Cavanillas A.<br />

Epidemiología descriptiva. En: Piédrola Gil G, Domínguez Carmona M, Cortina<br />

Greus P, Gálvez Vargas R, Sierra López A, Sáenz González MC et al. editores.<br />

Medicina preventiva y salud pública. (8.ª ed.). Barcelona: Salvat, 1988;<br />

97-114.<br />

4. Colimón KM. Fundamentos de epidemiología (2.ª ed.). Madrid: Díaz<br />

de Santos, 1990.<br />

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Instituto Cubano del Libro, 1971; 299.<br />

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Madrid: Paz Montalvo, 1965; 124.<br />

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Nueva York: Oxford University Press, 1980; 138.<br />

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Oxford University Press, 1988; 63.<br />

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Epidemiol 1980; 112 Supl 5: 707-723.<br />

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de Santos, 1986; 29-41.<br />

12. Parker SP, editor. McGraw-Hill dictionary of physics. Nueva York:<br />

McGraw Hill, 1985; 141.<br />

13. Moliner M. Diccionario de uso del español. Madrid: Gredos, 1984;<br />

804 (entrada «por», acepciones 7 y 15).

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