12.07.2015 Views

ermilo abreu gomez y el incienso de las pajuelas - Frente de ...

ermilo abreu gomez y el incienso de las pajuelas - Frente de ...

ermilo abreu gomez y el incienso de las pajuelas - Frente de ...

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ERMILO ABREU GOMEZY EL INCIENSO DE LAS PAJUELASue arda más alucema... Encien<strong>de</strong> otra paju<strong>el</strong>itachina ... Me encanta su olor..."Y así ardió la alucema y se encendieron <strong>las</strong> paju<strong>el</strong>as,durante días y noches dolorosas, impregnando su habitacióncon un aroma <strong>de</strong> resinas antiguas , <strong>de</strong> aceitesmisteriosos, <strong>de</strong> mirras alucinantes.Ahora, todavía ese perfume persiste en <strong>las</strong> sábanas,en <strong>las</strong> cortinas , en la <strong>de</strong>voción d<strong>el</strong> espíritu y hasta en<strong>las</strong> lágrimas.¡Quién no conoce <strong>las</strong> paju<strong>el</strong>itas chinas! D<strong>el</strong>gadas,altas, verticales . Lenta, lentamente se van consumiendo;la ceniza permanece temblando , sin caerse, hasta queal fin se <strong>de</strong>rrama en un montoncito leve, <strong>de</strong> pura ysuave esencia.Y él, Ermilo, era así . Frágil , d<strong>el</strong>gado , casi etéreo, peroincreíblemente vertical , sin que jamás un viento adversopudiera doblegarlo.Porque toda su vida y su actitud tuvieron esa integridad,esa incorruptibilidad, tan difícil <strong>de</strong> permanecer.No hablo <strong>de</strong> su obra como escritor, como ensayista,como creador; no hablo <strong>de</strong> su extraordinaria enseñanzacomo maestro <strong>de</strong> generaciones. Todo eso está ampliamentereconocido y yo soy la menosOcapacitada paravalorarlo. Me refiero a sus i<strong>de</strong>ales, a su responsabilidady a su crítica como pensador y como hombre, frente auna sociedad que jamás se avino a su constante anh<strong>el</strong>o<strong>de</strong> justicia, <strong>de</strong> libertad, <strong>de</strong> dignidad humana.Trabajó, escribió, expresó sus i<strong>de</strong>as, su verdad, conlimpieza , con valor y, sobre todo, con esa indignaciónque trasmitía , que contagiaba, que iba más allá <strong>de</strong> <strong>las</strong>palabras.Hasta los primeros días <strong>de</strong> su enfermedad asistióa sus c<strong>las</strong>es <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Toluca, <strong>de</strong> la Universidad<strong>de</strong> México; escribió artículos en periódicos y re^vistas, dio sus conferencias entre los estudiantes, losint<strong>el</strong>ectuales y <strong>las</strong> gentes más humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los pueblos.Viajaba en los autobuses, en los. tranvías, enterosiempre frente a la fatiga y bajo los aguaceros. No suponi quiso acomodarse a lo fácil ni a la compra más sutil<strong>de</strong> su dignidad indiscutible y nunca estuvo <strong>de</strong> espaldasa su pueblo.Das meses permaneció en <strong>el</strong> Hospital 20 <strong>de</strong> Noviembrecomo cualquier enfermo y dos meses en sucasa <strong>de</strong> San Ang<strong>el</strong>. Lo veíamos consumirse día a día,pero su amor a la vida y sus reiterados proyectos <strong>de</strong>trabajo, lo sostenían con una vitalidad espiritual y conuna luci<strong>de</strong>z admirables. Estuvo ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> ver<strong>de</strong><strong>de</strong>rosamigos y <strong>de</strong> satisfacciones que lo emocionaban . Cuandose le otorgó <strong>el</strong> Premio Suraski, se puso su bata <strong>de</strong> lanaroja y sentado en su sillón, pálido y <strong>de</strong>macrado , todavíaexpresó - entusiasmado su <strong>de</strong>seo eterno <strong>de</strong> viajar a España, visitar la tumba <strong>de</strong> Baroja y transitar la ruta <strong>de</strong>su amado Quijote.Días más tar<strong>de</strong> , en su recámara <strong>de</strong> enfermo, postradoy con una voz que apenas se le oía, hablaba d<strong>el</strong>a vida , <strong>de</strong> un mundo luminoso, con prados y jardinesy <strong>de</strong> esa luz, <strong>de</strong> esa "más luz", que Goethe pedía ensus últimos fomentos. ¿A qué mundo se refería, a quévida? Tal vez soñaba o presentía ese nuevo mundo, esanueva sociedad que todos estamos esperando.Se encendió la última paju<strong>el</strong>ita. Su ceniza calientey aromática se mantuvo erecta. Ermilo respiraba másdificultosamente, hasta que a <strong>las</strong> 2.50 <strong>de</strong> la madrugada,su rostro pálido quedó sereno, suave, dormido: <strong>las</strong> cenizas<strong>de</strong> la paju<strong>el</strong>ita cayeron en su bur` . _'su perfume<strong>de</strong> resinas antiguas quedó flotando en e# ambiente yen <strong>las</strong> almas, como un símbolo <strong>de</strong> viva .presencia.Recopilación especial para NORTE por José Luis Espinoza y J.S


La tan traída y llevada generación d<strong>el</strong> 98 que, sabidoes, habría <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar honda hu<strong>el</strong>la en <strong>el</strong> campo d<strong>el</strong>as letras hispanas, hubo <strong>de</strong> merecer <strong>de</strong> don Pío Baroja,<strong>el</strong> comentario siguiente: "Yo siempre he afirmado queno creía que existiera una generación d<strong>el</strong> 98. El inventofue <strong>de</strong> Azorín, y aunque no me parece <strong>de</strong> mucha exactitud,no cabe duda que tuvo éxito, porque se ha comentadoy repetido en infinidad <strong>de</strong> periódicos y d<strong>el</strong>ibros, no sólo <strong>de</strong> España , sino d<strong>el</strong> extranjero".Creo que como componente que fue <strong>de</strong> la mencionadageneración , es importante en verdad la opiniónexpresada por <strong>el</strong> ilustre nov<strong>el</strong>ista vasco. Sin embargo,en otro <strong>de</strong> los párrafos recogidos en sus "Memorias",escribe: "Yo he oído <strong>de</strong>cir que la generación d<strong>el</strong> 98estaba formada por siete u ocho escritores: Azorín, Benavente, Maeztu , Bueno , Valle-Inclán , Unamuno y yo".Así, pues , Baroja, con tal explicación, reconoce laexistencia <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>la generación <strong>de</strong> literatos, enmarcadosen una fecha clave <strong>de</strong> la vida española . Esos hombres,en un <strong>de</strong>terminado momento <strong>de</strong> su periplo vital,coinci<strong>de</strong>n en Madrid. Notorio es que le impulsaba <strong>el</strong>motor <strong>de</strong> un mismo i<strong>de</strong>al: escribir . Pero, en ese grupo<strong>de</strong> jóvenes autores , no hay <strong>el</strong> menor signo <strong>de</strong> similitud,en cuanto a escu<strong>el</strong>a literaria. Nadie se parece a nadie.Cada cual ofrece <strong>el</strong> matiz <strong>de</strong> su propia y acusada personalidad.Lo que sí existe en <strong>el</strong>los es <strong>el</strong> <strong>de</strong>nominadorcomún <strong>de</strong> amor a España . Este sentimiento será la fuerzaaglutinante que habrá <strong>de</strong> quedar p<strong>las</strong>mado a lo largo<strong>de</strong> su quehacer literario.ESCRITORES DES 98Víctor MaicasUnamuno , por ejemplo , esculpirá una frase que tendráamplia resonancia en su obra toda. Encendido <strong>de</strong>amor a España , dirá: "Me du<strong>el</strong>e España en <strong>el</strong> corazón".En todos <strong>el</strong>los está latente tal sentimiento <strong>de</strong> amor.Aunque por algunos pseudos escritores fuera injustamentezaherida la generación d<strong>el</strong> 98, cierto es que hasido y continúa siendo una <strong>de</strong> <strong>las</strong> más importantes d<strong>el</strong>a época contemporánea . Surgieron a la luz <strong>de</strong> la literaturaen un momento crucial <strong>de</strong> la Historia <strong>de</strong> España.Aquél era "<strong>el</strong> año <strong>de</strong> la <strong>de</strong>rrota", según <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>un gran periodista que se llamó José Francos Rodríguez,quien escribiría: "...sólo la juventud literaria d<strong>el</strong> 98 sintió<strong>el</strong> latigazo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sventura nacional y tuvo señalesmanifiestas en la reb<strong>el</strong>día , en la ira..."A esos jóvenes escritores no les gustaba la España<strong>de</strong> su tiempo. Aspiraban a su transformación. Quizápor <strong>el</strong>lo, pocos años más tar<strong>de</strong>, Antonio Machado, esb<strong>el</strong>taalma lírica , refiriéndose a una España nueva, enrecios versos diría:"Tú, juventud más joven, si <strong>de</strong> más alta cumbr<strong>el</strong>a voluntad te llega , irás a tu aventura<strong>de</strong>spierta y transparente a la divina lumbre,como <strong>el</strong> diamante clara , como <strong>el</strong> diamante pura".


Así la quiere <strong>el</strong> poeta. Esos escritores, cuyo r<strong>el</strong>evoaún no se ha efectuado , mantienen su total vigencia.Escribieron en unos tiempos don<strong>de</strong> todo se podía <strong>de</strong>cir.Sin cortapisas . Sin tener <strong>el</strong> pensamiento encía-ibtrado.Recorrieron los caminos <strong>de</strong> la vieja y' noble España.Se fundieron y confundieron con <strong>el</strong> pueblo , verda<strong>de</strong>roprotagonista <strong>de</strong> nuestra historia . Y se a<strong>de</strong>ntraron en<strong>el</strong> cogollo <strong>de</strong> la raza . A este respecto tanta Baroja, comoUnamuno y , naturalmente , Azorín, han <strong>de</strong>jado auténticaspáginas antológicas.Baroja , en su nov<strong>el</strong>a : "CAMINO DE PERFECCION",<strong>de</strong>scribe <strong>las</strong> andanzas <strong>de</strong> su personaje , Fernando Osorio,en su caminar por los pueblos <strong>de</strong> España . Asimismo,en "LA DAMA ERRANTE", <strong>el</strong> doctor Aracil y María, suhija, salidos <strong>de</strong> Madrid , en su huida á Portugal don<strong>de</strong>embarcarán rumbo a Inglaterra , será motivo suficientepara que Baroja , merced al artificio nov<strong>el</strong>esco , nos hable<strong>de</strong> los escondidos pueblos españoles . Austeras parc<strong>el</strong>as<strong>de</strong> la tierra <strong>de</strong> España.También , Unamuno , que en sus enjutas nov<strong>el</strong>as prescin<strong>de</strong>d<strong>el</strong> paisaje , lo <strong>de</strong>scribirá pictóricamente en sulibro: "ANDANZAS Y VISIONES ESPAÑOLAS". En <strong>el</strong> prólogoa esta obra , Unamuno , entre otras cosas , dice: "Elque siguiendo mi producción literaria se haya fijado enmis nov<strong>el</strong>as , excepción hecha <strong>de</strong> la primera <strong>de</strong> <strong>el</strong><strong>las</strong>en tiempo, <strong>de</strong> "PAZ EN LA GUERRA", habrá podidoobservar que rehuyo en <strong>el</strong><strong>las</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>scripciones <strong>de</strong> paisaje..."No obstante, en ese libro , recopilación <strong>de</strong> artículospublicados en distintos periódicos , que hacen referenciaa "excursiones por ciuda<strong>de</strong>s y campos ", Unamuno sepresenta ante <strong>el</strong> lector como exc<strong>el</strong>ente <strong>de</strong>scriptor <strong>de</strong>pueblos y gentes españoles . Es <strong>de</strong>cir , que con los ojosmuy abiertos y palpitante <strong>el</strong> alma, se a<strong>de</strong>ntra en laentraña <strong>de</strong> la tierra española . En él, como en Barojay asimismo en los <strong>de</strong>más escritores <strong>de</strong> su generación,hallaremos la hu<strong>el</strong>la <strong>de</strong> su acendrado amor a España.Y siempre será Machado , voz poética eternamenteescuchada , quien escribirá páginas que todavía gozan<strong>de</strong> total actualidad. Soñará una España mejor. Una España,entonces, dormida, pero que por su re<strong>de</strong>nción,la <strong>de</strong>sea ardientemente amanecida:Sus visiones <strong>de</strong> los pueblecitos cast<strong>el</strong>lanos, acuar<strong>el</strong>asmaravillosas don<strong>de</strong> se ha recogido algo tan sutilcomo es la esencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas , respon<strong>de</strong> a esa constante.Azorín , como es bien sabido , llevó a sus libros<strong>de</strong> modo sintético y ameno , lo que otros escritoreshicieron <strong>de</strong> modo plúmbeo y amazacotado , inspirando enla sensibilidad d<strong>el</strong> lector <strong>el</strong> <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> profundizar en <strong>las</strong>jugosas obras <strong>de</strong> Fray Luis <strong>de</strong> Granada , <strong>de</strong> Cervantes,<strong>de</strong> Quevedo , <strong>de</strong> Berceo y <strong>de</strong> tantos otros preclaros ingenioscomo pueblan la galería <strong>de</strong> nuestra literatura cast<strong>el</strong>lana. En "LECTURAS ESPAÑOLAS ", en "AL MARGENDE LOS CLASICOS ", se advierte cómo Azorín encontród<strong>el</strong>eite espiritual saboreando <strong>las</strong> creaciones <strong>de</strong> los autoresesoañoles y en b<strong>el</strong><strong>las</strong> líneas con<strong>de</strong>nsa <strong>las</strong> sugerenciasque le inspira la lectura <strong>de</strong> tan b<strong>el</strong>los libros yjunto a esas opiniones y estudios ¡qué portentosas dotes<strong>de</strong> observación <strong>las</strong> suyas! Esa cualidad evocativa lograhacer revivir ante los ojos d<strong>el</strong> lector , con ciertas frases<strong>el</strong>egidas , la silueta <strong>de</strong> un escritor que nos habla <strong>de</strong>s<strong>de</strong>una lejanía <strong>de</strong> siglos y que , sin embargo Azorín nos lohace actual.Sus obras son <strong>el</strong> poema <strong>de</strong> España y sus semblanzasy reviviscencias <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s escritores habidos através <strong>de</strong> los siglos son , también , la exaltación <strong>de</strong> losvalores españoles.Azorín , como Galdós, recorrió la Península <strong>de</strong> unoa otro extremo. Supo <strong>de</strong> los callados , nostálgicos, misteriosospueblecitos . Anduvo todos los caminos y gozócontemplando los ci<strong>el</strong>os y la tierra <strong>de</strong> la patria , porqueAzorín fue fervoroso enamorado <strong>de</strong> España , <strong>de</strong> su Españainmortal.He aquí , pues, que estos escritores d<strong>el</strong> 98 sentíana España en <strong>las</strong> entret<strong>el</strong>as d<strong>el</strong> corazón. Y a <strong>el</strong>la le dieronlo mejor <strong>de</strong> su espíritu. La España <strong>de</strong> sus sueños, ¿fue?Al menos, <strong>el</strong>los, ahí están con sus inmortales obras,con sus manos abiertas para <strong>de</strong>jar caer la semilla ysoñando, eso sí, en que un día habría <strong>de</strong> fructificar bajoci<strong>el</strong>os limpios, puros, libres..."Mas otra España nace,la España d<strong>el</strong> cinc<strong>el</strong> y <strong>de</strong> la maza,con esa eterna juventud que se haced<strong>el</strong> pasado macizo <strong>de</strong> la raza.Una España implacable y re<strong>de</strong>ntora,España que alboreacon una hacha en la mano vengadora.España <strong>de</strong> la rabia y <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a".Azorín tal vez sea <strong>el</strong> escritor que con más hondurase a<strong>de</strong>ntró en <strong>el</strong> alma <strong>de</strong> Castilla. Con este título escribeun libro, cuyo prefacio se inicia diciendo: "Se ha pretendidoen este libro aprisionar una partícula d<strong>el</strong> espíritu<strong>de</strong> Castilla".NORTE/61


Abárquese con <strong>el</strong> pensamiento su vida y con <strong>el</strong>latoda su obra oratoria y publicista, y se advertirá queningún afecto humano, ni ambición personal, asediaroná este hombre sino en tanto fueron un aspecto ó unaforma, real ó simbólica, <strong>de</strong> esa pasión; y que sufríauna i<strong>de</strong>a fija , un culto idolátrico, un amor absorbenteque le impulsaba sin <strong>de</strong>scanso á componer b<strong>el</strong>lísimasoraciones, que luego <strong>de</strong>dicaba como ramo <strong>de</strong> preciosasflores á su adorado ensueño.Causa gran<strong>de</strong> maravilla, cuando se leen sus estrofas,tanta rica variedad en la forma, expresando siempre unsolo invariable sentimiento, diríase <strong>de</strong> <strong>el</strong><strong>las</strong> qué soncomo sangría <strong>de</strong> oro purísimo que mol<strong>de</strong>a variadasartisticas figuras, ó como filtración caliza <strong>de</strong> una gruta,que guarnece su<strong>el</strong>os y techos con sorpren<strong>de</strong>ntes magnificencias,expresando siempre la unidad <strong>de</strong> la materiaen la variedad infinita <strong>de</strong> la forma. Verda<strong>de</strong>ro kaleidoscopiodon<strong>de</strong> los fragmentos coloreados <strong>de</strong> metal y vidriose multiplican y combinan, reproduciéndose en imágenesinfinitas hasta simular arabescos, flores, dibujos, siemprenuevos y lindos, así sus citas, sus invocaciones, susfrases amorosas y sentidas se agrupaban, combinabany reproducían, formando sublimes oraciones, salmos nuncaoídos, que explican los transportes y arrebatos que<strong>de</strong>terminaban en sus oyentes, y por qué se alzaban enmasa <strong>las</strong> Cámaras y los públicos , con tempesta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>aplauso y orgasmos frenéticos que solamente viéndolosse podían concebir.Nunca <strong>el</strong> encanto <strong>de</strong> la forma en lengua hispanaconmovió los pueblos como cuando le recibieron d<strong>el</strong>abios <strong>de</strong> Cast<strong>el</strong>ar, ni gozó nunca <strong>el</strong> hogar español, aunen <strong>las</strong> más humil<strong>de</strong>s al<strong>de</strong>as, tan viva y sublime la músicay poesía <strong>de</strong> la prosa, inspirando en hombres y mujeres,en sabios é ignorantes, en ancianos y niños, un sentimiento<strong>de</strong> españolismo que hacia <strong>de</strong>clamar párrafos,páginas, discursos enteros con altisonancias y enar<strong>de</strong>cimientosque inflamaban los corazones con fuegos <strong>de</strong>sconocidos,y arrebataban <strong>las</strong> almas con nuevos i<strong>de</strong>ales.Se explicaba este efecto porque, en la magnificación<strong>de</strong> la patria, Cast<strong>el</strong>ar lucía toda la más rica pedrería <strong>de</strong>su <strong>el</strong>ocuencia incomparable, cuanto pue<strong>de</strong> expresar<strong>de</strong> más arrobador <strong>el</strong> verbo humano: invocaciones y citashistóricas <strong>de</strong> sabio, suspiros ardientes y temblorosos <strong>de</strong>alma enamorada, ternuras d<strong>el</strong>icadísimas <strong>de</strong> madre, estrosmísticos <strong>de</strong> anacoreta, lamentos conmovedores <strong>de</strong> víctima,apóstrofes varoniles <strong>de</strong> luchador, cantos <strong>de</strong> esperanzay arrogancias homéricas <strong>de</strong> triunfo, sentenciasprofundas <strong>de</strong> filósofo y florígeras garrulerías <strong>de</strong> poeta;todo aparecía junto, hermoso, arrobador, en un párrafodura<strong>de</strong>ro, sostenido, dicho con un léxico excepcional,con períodos armoniosos, con magnificencias oratoriasque arrebataban los ánimos, y confundían á orador yoyentes en una consagración grandiosa y sobrehumanad<strong>el</strong> espíritu.Fueran cuales fuesen <strong>el</strong> tono y la c<strong>las</strong>e <strong>de</strong> argumentaciónque Cast<strong>el</strong>ar viniera empleando en <strong>el</strong> <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> su discurso, en cuanto evocaba la patria yse apercibía ¿ exaltarla, su cuerpo, sus a<strong>de</strong>manes y suacento adquirían a<strong>de</strong>cuada solemnidad; <strong>el</strong> orador setransfiguraba; unción sublime se apo<strong>de</strong>raba <strong>de</strong> su alma,y surgía la oración, porque aparecía <strong>el</strong> creyente, <strong>el</strong>místico, la pitonisa que siente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí <strong>las</strong> rev<strong>el</strong>aciones<strong>de</strong> los dioses, y <strong>el</strong> iluminado dispuesto á todoslos sacrificios.Nos parece estarle viendo: Al sentir lo que era unverda<strong>de</strong>ro conjuro <strong>de</strong> su espíritu, erguíase entoncesdignamente su corto cuerpo ganando con la mayor estaturala mayor majestad posible <strong>de</strong> su físico; fijaba en<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o la planta <strong>de</strong> sus pies; alzaba en actitud hieráticasus brazos como apercibidos á taumatúrgicas consagraciones;reclinaba suavemente atrás su bien plantado ycarnoso busto, quizás para recibir en su frente la luzincreada d<strong>el</strong> genio; clavaba en <strong>el</strong> espacio su vista, extática,como abismándola en impenetrables misterios yrev<strong>el</strong>aciones <strong>de</strong> la historia hispana; balanceaba con levey pausado movimiento su cerviz al compás <strong>de</strong> sus frasesy así, en esta su peculiar actitud, pálido y contraídounas veces, arrebatado y ardiente otras, con anuncios<strong>de</strong> congoja y lagrimoso á menudo, rezaba, mejor que<strong>de</strong>clamaba, aqu<strong>el</strong>los divinos párrafos, largos, majestuosos,tan sentidos y arrobadores que sometían á losoyentes al conflicto <strong>de</strong> un goce y un tormento in<strong>de</strong>cibles,palpitantes los corazones, escalofriados los nervios,<strong>de</strong>sasosegados los músculos, víctimas <strong>de</strong> emoción profundaque pugnaba por estallar y había necesidad imperiosa<strong>de</strong> reprimir un minuto, y otro minuto, y otrominuto... hasta que llegaba aqu<strong>el</strong> postrero, redondo yamorosísimo período que permitía abrir <strong>las</strong> esclusas d<strong>el</strong>entusiasmo, y ahogar con frenéticos clamores, vítoresy aplausos, sus últimas palabras.Conservará por vida mi memoria entre <strong>las</strong> impresionesmás grandiosas que he sentido, ante los cuadrossublimes <strong>de</strong> la Naturaleza, por ejemplo, <strong>las</strong> cimas h<strong>el</strong>adas<strong>de</strong> <strong>las</strong> cordilleras d<strong>el</strong> Jura, <strong>el</strong> cráter d<strong>el</strong> Vesubio,<strong>las</strong> ruinas d<strong>el</strong> Coliseo, <strong>las</strong> grutas <strong>de</strong> Artá, <strong>el</strong> Parlamento<strong>de</strong> Londres... la figura oratoria <strong>de</strong> Cast<strong>el</strong>ar en sus invocacionesá la patria, porque nunca la función sublimed<strong>el</strong> verbo humano alcanzó, ni jamás alcanzará -¡seguroestoy <strong>de</strong> <strong>el</strong>lo!- ante mis sentidos, tan extraordinariaencarnación, calificada por <strong>el</strong> <strong>el</strong>ocuentísimo Maura <strong>de</strong>antorcha que irradiaba su luz sobre todos, y estatuaque contemplaba <strong>el</strong> mundo entero.NORTE/63


Pero quien haya <strong>de</strong> penetrar en la psicología <strong>de</strong>Cast<strong>el</strong>ar estudiando la razón <strong>de</strong> su especial patrióticafigura, <strong>de</strong>be tener presente, entre otros factores <strong>de</strong> sucomplexión int<strong>el</strong>ectual y sensitiva, su temperamentoemocionable, y la evolución que sutrió su c<strong>el</strong>ebradoespañolismo por <strong>las</strong> abrumadoras lecciones <strong>de</strong> la experiencia,forjada entre <strong>las</strong> hogueras revolucionarias <strong>de</strong>España.Fué Cast<strong>el</strong>ar un individuo extremadamente sensible,muy emocionable, pronto á la agitación y á la ternura,cuyas d<strong>el</strong>icadísimas vibraciones d<strong>el</strong> alma, sinceramenteostensibles en la intimidad, refrenaba y encubría en lostremendos p<strong>el</strong>igros y responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la vida pública,manifestando, en cambio, aqu<strong>el</strong>los arrestos ytemerida<strong>de</strong>s que dieron fama á su valor cívico, y hubieron<strong>de</strong> c<strong>el</strong>ebrar hasta sus propios adversarios.Cast<strong>el</strong>ar en la intimidad rev<strong>el</strong>aba tener una sensibilidadtan exaltada como la <strong>de</strong> una joven histérica, especie<strong>de</strong> caja <strong>de</strong> resonancia <strong>de</strong> sus impresiones, que asíle hacían sufrir como gozar fuertemente, por ligerasque fuesen, induciéndole á <strong>las</strong> hipérboles y magnificenciasque tan fácilmente expresaba su oratoria asiática,y con tanto éxito sugería á sus oyentes.No bastando su asombroso lenguaje á menudo para<strong>de</strong>sahogar <strong>las</strong> copiosas ternuras <strong>de</strong> su espíritu, rendíalesojos y laringe, y era presa <strong>de</strong> congoja y llanto, al quese entregaba con sencilla ingenuidad' para calmar suemoción profunda. Así vertía sus lágrimas, no ya solamentecuando la muerte <strong>de</strong> seres queridos, y otrosgran<strong>de</strong>s sufrimientos parecidos, rin<strong>de</strong>n los más firmescaracteres y <strong>de</strong>sarticulan la entereza d<strong>el</strong> estoicismo mejortemplado, sino hasta cuando su alma sentía <strong>las</strong>sublimes abstracciones <strong>de</strong> la r<strong>el</strong>igión, la caridad, la historia,la patria, la madre, los lugares y recuerdos <strong>de</strong> lainfancia, ó cualquiera <strong>de</strong> esos d<strong>el</strong>icados ejes moralesque forman los po<strong>de</strong>rosos resortes d<strong>el</strong> espíritu, y lossublimes i<strong>de</strong>ales <strong>de</strong> la humanidad.Quiero recordar y consignar aquí algunas ocasionesen que Cast<strong>el</strong>ar anegó materialmente su rostro con lágrimascopiosas, que un público pudo apreciar, y con<strong>el</strong><strong>las</strong> emocionarse tanto ó más que pudiera hacerloescuchando sus más inspirados períodos.Fué una en Valencia, cuando su viaje d<strong>el</strong> mes <strong>de</strong>Marzo <strong>de</strong> 1888, una mañana en que acompañado <strong>de</strong>amigos y corr<strong>el</strong>igionarios, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> visitar la lonja,<strong>el</strong> Mercado y la Audiencia, visitó la Casa <strong>de</strong> Misericordia.Como es <strong>de</strong> costumbre en estas visitas, escuchó esefugaz examen que su<strong>el</strong>en hacer los profesores á losniños más locuaces y aplicados, curioseó con interés<strong>de</strong>talles referentes á la reglamentación <strong>de</strong> la enseñanza,y sintióse como penetrado <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> caridad, que,para bien <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong> batallón <strong>de</strong> tiernas criaturas, allíse daba. Llegó la ocasión <strong>de</strong> terminar, los alumnos <strong>de</strong>uno y otro sexo, agrupados en secciones formadas, <strong>de</strong>bíanpartir ya para <strong>el</strong> comedor, y <strong>de</strong> pronto rompió á tocarun pasa-calle la banda <strong>de</strong> música <strong>de</strong> los asilados; yentonces, a su compás, en correctas fi<strong>las</strong>, con ruidosoy uniforme paso militar, se pusieron todos en movimiento,atronaron <strong>el</strong> aire con infantiles coros que se unían albronceado metal <strong>de</strong> la música, <strong>las</strong> secciones se enroscaronen torno <strong>de</strong> Cast<strong>el</strong>ar y sus amigos para ganar <strong>las</strong>alida, y entonces también sintióse tan conmovido yespasmodizado <strong>el</strong> gran tribuno, que los que miramossu rostro pudimos verle pálido, retraído y mojado porun copioso gotear <strong>de</strong> lágrimas que, resbalando precipitadamente,caían sobre <strong>las</strong> solapas <strong>de</strong> su abrigo, sinque sus labios acertaran á <strong>de</strong>cir una sola palabra.Era la tar<strong>de</strong> d<strong>el</strong> 23 <strong>de</strong> Diciembre <strong>de</strong> 1891 cuandolos corr<strong>el</strong>igionarios <strong>de</strong> Cádiz le daban un banquete <strong>de</strong>almuerzo en Jerez <strong>de</strong> la Frontera, y llegada la ocasión<strong>de</strong> los brindis hablaron los Sres. Luque, jefe d<strong>el</strong> partidoposibilista gaditano, Rodríguez <strong>de</strong> la Borbolla, que loera d<strong>el</strong> <strong>de</strong> Sevilla, y Jiménez Mena ; mas como <strong>el</strong> primerose lamentara con sentidas y cariñosas quejas, <strong>de</strong>que la ciudad don<strong>de</strong> vió la luz Cast<strong>el</strong>ar no fuera visitadaesta vez por su ilustre hijo, hallándose cerca <strong>de</strong> <strong>el</strong>la,hubo <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r éste en su notable brindis á tanjusta reconvención, y para expresar cómo adora y venerasiempre <strong>el</strong> alma, sobre todos los <strong>de</strong>más lugares d<strong>el</strong>planeta , aquél don<strong>de</strong> se vió la luz y se pasaron losprimeros años <strong>de</strong> la infancia, <strong>el</strong>evó su pensamiento ásublimes cantos, y enar<strong>de</strong>cióse con tan apasionadas ytiernas reflexiones que, atrop<strong>el</strong>lado por la congoja y <strong>el</strong>llanto, cortó <strong>de</strong> pronto su discurso, materialmente yaimposible <strong>de</strong> pronunciar, y <strong>de</strong>sahogó con ruidosos sollozosy abundantes lágrimas la emoción que embargabasu alma. ¡No hay que <strong>de</strong>cir cómo estaríamos sus oyentes!


Fué otra vez en la mañana d<strong>el</strong> 13 <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong> 1891,día <strong>de</strong> la Santísima Trinidad, en la visita que hizo á lacatedral <strong>de</strong> Toledo , que <strong>de</strong>bió ser la última <strong>de</strong> <strong>las</strong>muchísimas que por vida hiciera á este afamado templo.Sentía <strong>el</strong> eminente tribuno pasión grandísima porla antigua imperial ciudad , y en su templo se exaltaba<strong>de</strong> tal modo su espíritu, y evocaba tantos y tan augustosrecuerdos históricos , que gustaba <strong>de</strong> enseñarla á losilustres extranjeros , sus célebres amigos , cuando apetecíaimpresionarles con <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>zas históricas <strong>de</strong> España.Le acompañábamos aqu<strong>el</strong> día algunos amigos quehabíamos ido <strong>de</strong> Madrid , y buen golpe <strong>de</strong> los que sehabían unido en la ciudad , entre éstos su pariente D.Fernando Alvarez , á la sazón gobernador civil <strong>de</strong> la provincia; y muy <strong>de</strong> mañana habíamos examinado ya <strong>las</strong>principales maravil<strong>las</strong> y solemnes recuerdos, que consu habitual pericia y verbosidad nos enseñaba y explicaba, exponiéndonos una vez más aqu<strong>el</strong> sublime cuadroque <strong>de</strong>scribió con inspirado párrafo en su monumentaldiscurso <strong>de</strong> ingreso en la Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> la lengua. Lasarmonías d<strong>el</strong> Renacimiento ; los huesos <strong>de</strong> tantas generacionessepultados bajo <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o ; los reyes y los próceres<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> triunfo <strong>de</strong> <strong>las</strong> Navas hasta la <strong>de</strong>sgracia<strong>de</strong> Aljubarrata, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la gloriosa figura d<strong>el</strong> car<strong>de</strong>nalMendoza , hasta la trágica y <strong>de</strong>capitada d<strong>el</strong> favorito D.Alvaro <strong>de</strong> luna; los cambiantes <strong>de</strong> luz á través <strong>de</strong> loscoloreados ventanales ; <strong>las</strong> legiones <strong>de</strong> esculturas cinc<strong>el</strong>adaspor F<strong>el</strong>ipe Borgoñes y Alonso Berruguete , los restos<strong>de</strong> los arzobispos que duermen y los cuerpos lapí<strong>de</strong>os<strong>de</strong> los arcáng<strong>el</strong>es que v<strong>el</strong>an ; <strong>las</strong> ricas t<strong>el</strong>as y vestidurascuajadas <strong>de</strong> pedrería, los cuadros famosos y los retratosvenerables ; <strong>las</strong> tracerías <strong>de</strong> los alicatados muzárabesy los rosetones góticos... todo lo recorrió , examinó, explicóy magnificó con su palabra <strong>de</strong>slumbradora y suloca alegría infantil, con locuacidad exuberante, comocolegial <strong>de</strong>senvu<strong>el</strong>to que <strong>de</strong>sea lucir su sabiduría y <strong>de</strong>sparpajo, saltando por contrastes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la grandiosidad<strong>de</strong> la nave á la minucia d<strong>el</strong> r<strong>el</strong>icario , <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> rasgomoral d<strong>el</strong> personaje fallecido á la d<strong>el</strong>ica<strong>de</strong>za artística d<strong>el</strong>a plata repujada , <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la luz <strong>de</strong> los cirios al símbolo<strong>de</strong> <strong>las</strong> esculturas ... siempre inquieto , activo , golpeandocariñosamente en la mano al uno, dando codazos al otro,subrayando <strong>las</strong> observaciones, moviendo rápida su mano<strong>de</strong>recha , cuyo índice extendido apuntaba á mil sitioscontrapuestos , esbozando contornos , trazando círculos,infundiendo en cuantos le escuchaban aqu<strong>el</strong>la vida opulentísima<strong>de</strong> historia , artes , r<strong>el</strong>igión y psicología quebrotaba á raudales <strong>de</strong> su alma entusiasta y resplan<strong>de</strong>ciente.1 Debo consignar mi agra<strong>de</strong>cimiento á la cooperación que meha prestado <strong>el</strong> entusiasta y fid<strong>el</strong>ísimo amigo <strong>de</strong> Cast<strong>el</strong>ar D. PabloTuri<strong>el</strong>, quien , extraordinario conocedor <strong>de</strong> los discursos y escritosd<strong>el</strong> inmortal tribuno , al extremo <strong>de</strong> que éste le consultabacuando dudaba sobre circunstancias á <strong>el</strong>los referentes, me haproporcionado la mayoría <strong>de</strong> los fragmentos aquí coleccionados,y la comprobación sobre <strong>las</strong> fechas <strong>de</strong> su origen . Sin su concursomi propósito hubiera tenido más limitado cumplimiento.Fragmento d<strong>el</strong> prólogo <strong>de</strong> Patria. Emilio Cast<strong>el</strong>ar. Librería <strong>de</strong>Fernando Fe. Madrid, 1904.NORTE/65


El día primero <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> (1971) me escribió <strong>de</strong>Buenos Aires la pintora Norah Borges <strong>de</strong> Torre, hermana<strong>de</strong> Jorge Luis Borges y esposa <strong>de</strong> Guillermo <strong>de</strong>Torre: "Su carta para mi querido Guillermo le llegótar<strong>de</strong>, pues él murió <strong>el</strong> 15 <strong>de</strong> enero, á la madrugada.Compren<strong>de</strong>rá usted todo lo que hemos pasado. Guillermoestaba muy enfermo d<strong>el</strong> corazón, <strong>de</strong> <strong>las</strong> arterias, ytambién <strong>de</strong> esa úlcera a la vista que le hacía sufrirmucho. Esa tar<strong>de</strong> que usted pasó aquí fue muy lindapara nosotros . Guillermo tenía gran <strong>de</strong>voción por "suamigo lejano " y cuánto le hubiera gustado leer <strong>el</strong> interesantísimoartículo sobre Lorca y Machado que ustedle envió ". Esta carta me dio un gran golpe. Me traíala triste noticia <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> un gran escritor español-argentino, al que admiraba inmensamente . Un hombreal que <strong>de</strong>bo mucho en mi formación espiritual.Momento inolvidable <strong>el</strong> <strong>de</strong> esa tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> Buenos Aires,en que subí a su apartamento , en la avenida Suipacha.Tenía ante mí a un amigo <strong>de</strong> muchos diálogos a ladistancia . Hace años, tuve con él un coloquio sobreFe<strong>de</strong>rico García Lorca , su hermano <strong>de</strong> generación. Enesa tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> Buenos Aires, Torre me dijo algo queignoraba : se licenció en <strong>de</strong>recho , por la Universidad <strong>de</strong>Granada , <strong>el</strong> mismo día en que Lorca terminó tambiénsu curso. En <strong>las</strong> estanterías , toda una hilera <strong>de</strong> libros<strong>de</strong> Lorca y sobre Lorca . No faltaban , claro es , los volúmenes<strong>de</strong> <strong>las</strong> Obras completas <strong>de</strong> Lorca , edición Losada,preparadas por <strong>el</strong> mismo Torre. ¡Libros a losmontes , como los recuerdos ! El tiempo corría.Después <strong>de</strong> esta triste noticia , tuve la oportunidad<strong>de</strong> enviarle a Norah Borges mi artículo "Jorge LuisBorges , argentino universal, recuerda a Antonio Ferro".Norah <strong>de</strong> Torre volvió a escribirme una carta que, porsus preciosos datos , no encierro entre <strong>las</strong> confi<strong>de</strong>ncias<strong>de</strong> un cajón : " Recibí su carta con su recuerdo <strong>de</strong> miquerido Guillermo, que tanto agra<strong>de</strong>zco. Leí con muchointerés su magnífico artículo sobre mi hermano y sobreAntonio Ferro, que guardo para dárs<strong>el</strong>o a Jorge Luis,cuando vu<strong>el</strong>va <strong>de</strong> su largo viaje. Fue en 1923 o 1924cuando estuvimos en Portugal , un país que nos encantóy que no olvidaré nunca. Veníamos <strong>de</strong> España y habíamosestado también en Inglaterra , en Suiza y en Francia.Guillermo vino a Lisboa a <strong>de</strong>spedirnos al barco.El también era muy amigo <strong>de</strong> Antonio Ferro. ¡Qué tiemposlejanos! Entonces, Guillermo y yo estábamos <strong>de</strong>novios. Tuvimos que esperar todavía cuatro años paraque él terminara su carrera <strong>de</strong> abogado y sus estudiosdiplomáticos, para que pudiera venir a Buenos Aires ycasarnos". El tiempo sobre todas <strong>las</strong> cosas. Hoy, lafigura <strong>de</strong> Guillermo <strong>de</strong> Torre pertenece al patrimoniocultural d<strong>el</strong> mundo . No fue sólamente <strong>el</strong> mejor críticoliterario d<strong>el</strong> siglo actual en lengua española (y no digoen España y sólo España). Fue un espíritu brillante yfino, <strong>de</strong> lo mejor que produjo en este siglo la ciencialiteraria , en muchos continentes (¡Y Torre, a pesar <strong>de</strong>todas sus perfecciones, no creía en la existencia <strong>de</strong> una"ciencia literaria "!). Sus amigos y admiradores eranhombres como Pablo Picasso, Paul Valéry, Hules Supervi<strong>el</strong>le,Freud , León F<strong>el</strong>ipe , Ortega y Gasset , Gómez d<strong>el</strong>a Serna , Juan Ramón Jiménez , André Gi<strong>de</strong>, Valéry Lar-* GUfttERD E TOR R ECRITICO INOLVIDABLE* Joaquim Montezuma <strong>de</strong> CarvalhoIE


aud , Jean Cocteau , Jorge Guillén, J. Middleton Murry,etcétera.En un artículo publicado sobre su muerte, en larevista "Sin nombre " (Puerto Rico , número 3 , 1971),escribió <strong>el</strong> crítico andaluz José Luis Cano: "Pero siempresu crítica fue serena y se vio acompañada por la claridady precisión d<strong>el</strong> estilo y por la exactitud <strong>de</strong> lainformación, aunque no se preciara <strong>de</strong> erudito .Era proverbialsu completísimo conocimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> principalesliteraturas europeas y americanas y su estar al día en<strong>las</strong> corrientes literarias y estéticas <strong>de</strong> nuestro tiempo.Su nutridísima bibliografía, unos treinta libros <strong>de</strong> críticaliteraria y estética -es buen ejemplo y <strong>de</strong>mostración<strong>de</strong> <strong>el</strong>lo".No se pue<strong>de</strong> hacer mayor <strong>el</strong>ogio a un crítico que<strong>el</strong> <strong>de</strong>dicarle <strong>el</strong> adjetivo <strong>de</strong> sereno. `Mejor aún, substantivarsu persona y armonía, su amplitud <strong>de</strong> conocimientosy arsenal <strong>de</strong> sensibilida<strong>de</strong>s, con <strong>el</strong> adjetivo <strong>de</strong> <strong>las</strong>erenidad. Aqu<strong>el</strong>la atmósfera <strong>de</strong> "au <strong>de</strong>ssus <strong>de</strong> la m<strong>el</strong>ée"que singularizó a Goethe. Aqu<strong>el</strong> fue <strong>el</strong> <strong>de</strong> la balanzaque también es <strong>el</strong> i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> la justicia en los tribunalesque "juzgan" al prójimo, símbolo <strong>de</strong> los platos que seequilibran en un llamamiento hecho también a la serenidad.Precisamente uno <strong>de</strong> los libros <strong>de</strong> Torre se llamaEl fi<strong>el</strong> <strong>de</strong> la balanza (Taurus, Madrid, 1961. 220 páginas).Un fi<strong>el</strong> <strong>de</strong> balanza para <strong>de</strong>mostrar <strong>el</strong> equilibrio y lapon<strong>de</strong>ración. Una distancia media entre polos opuestosy antagónicos, <strong>el</strong> juicio <strong>de</strong>cisivo sin la pasión <strong>de</strong> losbajos instintos (y, a veces, un int<strong>el</strong>ectual es más instintivoque un toro bravo, y su int<strong>el</strong>igencia y culturauna navaja criminal contra todo lo que no sea <strong>de</strong> su"i<strong>de</strong>ología").Uno <strong>de</strong> los últimos libros <strong>de</strong> Torre, Doctrina y estéticaliteraria (Guadarrama, Madrid, 1970), trae un prólogosuyo que es espejo <strong>de</strong> estas cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> autorreconocimiento.En ese prólogo, dice Torre -"Esquema<strong>de</strong> mi autobiografía espiritual- que la crítica literariase mantenga <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su órbita, evitando <strong>las</strong> incursionesextrafronterizas, salvo en <strong>el</strong> espacio muy <strong>el</strong>ásticod<strong>el</strong> ensayismo, cuidando, en suma, en no convertir <strong>el</strong>texto en pretexto para caprichosas divagaciones sinenlace con <strong>el</strong> punto <strong>de</strong> partida". Encima <strong>de</strong> todo, lafunción no herida por la ten<strong>de</strong>ncia d<strong>el</strong> critico a nohablar d<strong>el</strong> criticado, sino <strong>de</strong> sí mismo.Para un portugués, Guillermo <strong>de</strong> Torre no pue<strong>de</strong>ser representado sin una sincronización temporal y espiritualcon los hombres <strong>de</strong> la generación <strong>de</strong> la "Presencia".Si no hubiera nacido en España, sino en Portugal,hubiera sido un compañero <strong>de</strong> Adolfo Casaes Monteiro,<strong>de</strong> Joao Gaspar Simoes, <strong>de</strong> José Régio. Pero, a pesar<strong>de</strong> no ser portugués, cabe íntegramente a su valor <strong>el</strong>ser caracterizado como "presencista". ¿Qué significaesto? Sólo algo que es muy simple y muy difícil: mantenerla libertad d<strong>el</strong> espíritu. Mantenerla contra todoslos extremismos: contra la "mo<strong>de</strong>rnolatría" (sólo lo quees mo<strong>de</strong>rno tiene mérito) y contra la "vetustofobia"(un término inventado por Torre), <strong>el</strong> tener un enojoindiscriminado contra todo lo que sea d<strong>el</strong> pasado. Esosesclarecidos lusitanos <strong>de</strong> la "Presencia" no sólo amaron<strong>el</strong> presente mo<strong>de</strong>rno, sino que tampoco odiaron sólo alNORTE/67


pasado . No cayeron en ninguna idolatría (d<strong>el</strong> presenteo <strong>el</strong> pasado). Tan sólo como ejemplo, tenemos a JoséRégio que interpretó con amor a un Camoens ido, unCamilo pretérito , un Julio Dinis tradicionalista...En términos portugueses compren<strong>de</strong>remos mejor aTorre , si lo <strong>de</strong>finimos como " presencista ". Simplemente,en este crítico, jamás <strong>de</strong>formado por una i<strong>de</strong>ologíaapriorística y permanentemente suprasistemático, habíaalgo más evi<strong>de</strong>nte que en los hombres lusos <strong>de</strong> la "Presencia": su afán por rev<strong>el</strong>ar la unidad esencial <strong>de</strong> lacultura occi<strong>de</strong>ntal . Creo que <strong>el</strong> haber <strong>de</strong>jado en 1928España por Argentina (un país abierto a <strong>las</strong> emigracionesy todas <strong>las</strong> culturas) fue sólo una ventaja culturalpara un espíritu tan curioso e informado <strong>de</strong> lo "extranjero",como lo era ya <strong>el</strong> Torre puramente hispánico.Su cuñado , <strong>el</strong> famoso Jorge Luis Borges , con ironía,dijo alguna vez: " nosotros , los argentinos , somos tambiénprovincianos; pero no tanto como los europeos;estos son provincianos <strong>de</strong> un solo país". Siguiendoeste criterio borgiano , Torre, que vivía en la Argentina,se hizo menos provinciano y más abierto a <strong>las</strong> diversasculturas occi<strong>de</strong>ntales y a sus transformaciones por otrospueblos . Un Torre , no envenenado por cualquier nacionalismo, un Torre , bien <strong>de</strong> este siglo <strong>de</strong> la r<strong>el</strong>atividad(no hay valores absolutos ). Este espíritu no les faltóa los lusitanos <strong>de</strong> la "Presencia". También notaron lainterr<strong>el</strong>ación <strong>de</strong> <strong>las</strong> culturas y no sufrieron ningunalimitación nacionalista ; pero fue un espíritu mucho másnotorio en Guillermo <strong>de</strong> Torre. Tal vez por eso eratorre, Aqu<strong>el</strong>la "torre" que canta Goethe en "Fausto":" Nací para ver,/ mi <strong>de</strong>stino es mirar.../ <strong>el</strong> ojo distante/Miro al prójimo,/ la luna y <strong>las</strong> estr<strong>el</strong><strong>las</strong> ,/ la s<strong>el</strong>va yla corza ". Una torre alta y <strong>de</strong> horizontes infinitos.Esta semana me llegó <strong>de</strong> Madrid un libro póstumo<strong>de</strong> Guillermo <strong>de</strong> Torre: "Nuevas direcciones <strong>de</strong> la críticaliteraria" (Alianza Editorial , Madrid, 1970. 212páginas).Torre lo organizó en vida , lo prologó; pero la verda<strong>de</strong>s que sólo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte reciente, est<strong>el</strong>ibro, cúmulo <strong>de</strong> su saber crítico, llegó a circular. Recomiendosu lectura a todos los interesados luso-brasileñosen materia <strong>de</strong> "ciencia literaria ". Su título sugiereque Torre sólo trata <strong>de</strong> <strong>las</strong> corrientes críticas consagradas<strong>de</strong> nuestro tiempo ; pero no es así. Este libro, enrealidad , es una sinopsis <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> la críticaa través <strong>de</strong> todos los tiempos . Un libro que todo universitariotiene la obligación mental <strong>de</strong> leer . " La s<strong>el</strong>vasalvaje es áspera y fuerte ", <strong>de</strong> <strong>las</strong> innumerables corrientes<strong>de</strong> la crítica . Y un Torre , sabio y pru<strong>de</strong>nte nose pier<strong>de</strong> en esas s<strong>el</strong>vas , ni nos hace tampoco per<strong>de</strong>rnos.¿Será que Torre, por medio <strong>de</strong> su extraordinariaexposición <strong>de</strong> los muchos sistemas críticos , busca, enforma callada , inducir al lector al repudio y a una<strong>el</strong>ección (coinci<strong>de</strong>nte con la suya )? Lejos <strong>de</strong> su espíritu,que también respeta la libertad <strong>de</strong> espíritu <strong>de</strong> terceros,una apologética . En la página 188 leemos : " más meinteresa afirmar que así como no hay una crítica objetiva,tampoco pue<strong>de</strong> existir una crítica <strong>de</strong> la crítica <strong>de</strong>spersonalizada, es <strong>de</strong>cir, un libro secamente expositivocontaminado por los gustos y preferencias o rechazos


d<strong>el</strong> expositor". Sí, es muy cierto que Torre nos va mostrandoa un Guillermo <strong>de</strong> Torre, al comentar un <strong>de</strong>terminadosistema o crítico . Notamos esto , sobre todo,al versar en <strong>el</strong> "new criticism " americano o la críticaestructuralista o la estilística científica , etc.; pero nuncapier<strong>de</strong> la serenidad que le reconocen José Luis Canoy la totalidad <strong>de</strong> sus admiradores . Torre no se <strong>de</strong>spersonalizaa lo largo <strong>de</strong> su libro, haciendo un librosecamente expositivo ", sino que , si existe algún parcialismoen su obra (¡ que se <strong>de</strong>be a que <strong>el</strong> expositor estambién un crítico y qué crítico! ), no lo conduce aalguna frustración por la <strong>de</strong>formación. Ningún pros<strong>el</strong>itismocorrompe su libro, como tampoco pa<strong>de</strong>ce <strong>de</strong>ningún didactismo . De ahí su fascinación permanente.Descubriéndonos tantas teorías , también nos va <strong>de</strong>scribiendoTorre su posición <strong>de</strong> crítico. Por fin, vien<strong>el</strong>a rev<strong>el</strong>ación : Guillermo <strong>de</strong> Torre es lo que se pued<strong>el</strong>lamar "crítico integral ". Y aqu<strong>el</strong>la crítica ( huyo d<strong>el</strong> término<strong>de</strong> " recomendable ", busco antes <strong>el</strong> <strong>de</strong> "<strong>el</strong>ectiva"),como serena corona , serena <strong>de</strong> muchos procedimientos yperspectivas . ¿Qué significa esto <strong>de</strong> "crítica integral"?Le cedo la palabra a Torre: " No una suma <strong>de</strong> <strong>el</strong>ementosproce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> distintas ramas , sino una integracióndon<strong>de</strong> lo más vale<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> cada criterio quedará fundidoy representado . ¿ Supuesto utópico ? Sin duda. Perosu aplicación y estudio sería la única forma <strong>de</strong> curarnos<strong>de</strong> algunas estrecheces , <strong>el</strong>iminando anteojeras y viendo<strong>el</strong> fenómeno literario en todas sus dimensiones. Unfactor complementario habría <strong>de</strong> ser la extensión <strong>de</strong> lacrítica comparada , con lo cual los horizontes nacionalesper<strong>de</strong>rían su angostura ; sobre todo , los t<strong>el</strong>ones <strong>de</strong> losnacionalismos asfixiantes se vendrían abajo . Si la crítica<strong>de</strong> jerarquía no <strong>de</strong>biera limitarse a un solo método(sospecho la objeción <strong>de</strong> algunos : ¡Y ya es bastante!),tampoco <strong>de</strong>biera constreñirse a <strong>las</strong> fronteras <strong>de</strong> unasola literatura".He ahí lo que un crítico genial quiso <strong>de</strong>cir al final<strong>de</strong> su vida : no seamos provincianos <strong>de</strong> un solo método,discípulos <strong>de</strong> una sola escu<strong>el</strong>a , nacionalistas <strong>de</strong> un solohorizonte. Ese crítico se llamó Guillermo <strong>de</strong> Torre. Exactamenteaqu<strong>el</strong>la Torre <strong>de</strong> que habla Goethe en su"Fausto", con inmensa curiosidad para todos sus anchoshorizontes , <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la estr<strong>el</strong>la , tan lejos <strong>de</strong> nosotros, hastala s<strong>el</strong>va , aquí, tan cerca.Podría <strong>de</strong>cirse , que una tal crítica integral sólo pue<strong>de</strong>ser manejada por hombres fecundos y sabios, comoGuillermo <strong>de</strong> Torre. ¡ Los horizontes anchos existen; perotambién se hacen y cuánto cuesta abrirse camino! ¿Nopasará <strong>de</strong> ser una ilusión esa crítica que con<strong>de</strong>nsa laexperiencia válida <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> corrientes críticas? ¿Acasose alcanzará una "¡ntegralidad" programática? ¿No serácomo <strong>de</strong>cir : la mujer b<strong>el</strong>la es la que reúne la b<strong>el</strong>lezadispersa <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> mujeres b<strong>el</strong><strong>las</strong> ; pero no tan b<strong>el</strong><strong>las</strong>como lo es esa mujer , <strong>de</strong> b<strong>el</strong>leza "integral"?Concuerdo con Guillermo <strong>de</strong> Torre y con este sulibro, tan libre y alentador.Lo que es propio d<strong>el</strong> espíritu humano y <strong>el</strong> "plusultra", <strong>el</strong> no quedarse don<strong>de</strong> pongan un punto final<strong>las</strong> Columnas <strong>de</strong> Hércules , don<strong>de</strong> <strong>el</strong> Adamastor <strong>de</strong>cíano. "¿Quién es <strong>el</strong> que osó entrar/ en mis cavernas queno <strong>de</strong>scubro/ mis techos negros d<strong>el</strong> fin d<strong>el</strong> mundo?",dice <strong>el</strong> Mostrenco , cantado por Fernando Pessoa. AlMostrenco, le respondió Vasco da Gama : "Aquí, al timón,soy más que yo mismo :/ soy un Pueblo que quiere<strong>el</strong> mar que es tuyo / .../ Manda la voluntad que meata al timón".Esa "crítica integral" es <strong>el</strong> Mostrenco que <strong>de</strong>safíatodo crítico <strong>de</strong> nuestro tiempo . Que tenga <strong>el</strong> crítico"voluntad " para vencer al Mostrenco , y <strong>el</strong> mar puro,azul y tolerante <strong>de</strong> esa crítica integral será suyo. Un<strong>de</strong>safío que no es fácil para cualquiera que se embarqueen <strong>las</strong> naves <strong>de</strong> la crítica. Vasco da Gama llevaba susaparejos científicos, una atención que no dormía <strong>de</strong>noche y un libro <strong>de</strong> a bordo o <strong>de</strong> vigilias . Cada crítico,para <strong>de</strong>rrotar al Mostrenco , y hacerlo suyo, tendrá que"informarse " como lo hizo Gama , por medio <strong>de</strong> <strong>las</strong>cartografías más diversas <strong>de</strong> su tiempo , y mantenersecon todos los instrumentos válidos <strong>de</strong> la ciencia, sinrepudiar nada , integrándolo todo. ¡Este sueño fue <strong>el</strong>que nos <strong>de</strong>jó un soñador tan realista y concreto comoGuillermo <strong>de</strong> Torre! ¡ Qué triste espectáculo <strong>el</strong> <strong>de</strong> -inhombre solo con "su " verdad! ¡Qué mayor honra quehaya existido un Guillermo <strong>de</strong> Torre, hombre <strong>de</strong> muchoshombres , con su verdad fabricada con la verdad <strong>de</strong>muchas otras verda<strong>de</strong>s ! ¡" Nuevas direcciones <strong>de</strong> la críticaliteraria es , ciertamente , un testamento <strong>de</strong> un espíritu<strong>el</strong>evado!"NORTE/69


*JG O R O SJH ZATenemos ante nuestros asombrados ojos al poeta quebien pue<strong>de</strong> llamárs<strong>el</strong>e "<strong>el</strong> poeta d<strong>el</strong> agua ": Narciso,que ama <strong>el</strong> líquido vital como a su propia imagen ysufre cuando esta imagen <strong>de</strong> agua se enturbia:¡No tirar piedras, niño,contra la superficie <strong>de</strong> un estanque!¿Narciso dijimos?Lleno <strong>de</strong> mí, sitiado en mi epi<strong>de</strong>rmispor un dios inasible que me ahoga,mentido acasopor su radiante atmósfera <strong>de</strong> lucesque oculta mi conciencia <strong>de</strong>rramada,mis a<strong>las</strong> rotas en esquir<strong>las</strong> <strong>de</strong> aire,mi torpe andar a tientas por <strong>el</strong> lodo;lleno <strong>de</strong> mí -ahito- me <strong>de</strong>scubroen la imagen atónita d<strong>el</strong> agua.Más amor que sed; más que amor , idolatría,dispersión <strong>de</strong> criatura estupefactaante <strong>el</strong> fulgor que blan<strong>de</strong>-germen d<strong>el</strong> trueno olimpico- la formaen sus netos contornos fascinados.¡Idolatría , s¡, idolatría!Nos dice Sócrates en <strong>el</strong> Ion que "todos los poetastratan <strong>las</strong> mismas cosas ". Y lleva razón porque la poesíaes <strong>el</strong> mensaje d<strong>el</strong> inconsciente humano. Veamos este"haiku" japonés:¡la vieja alberca!Una rana se zambulle.¡Ruido <strong>de</strong> agua!


Nos dice Martí Ibáñez (MD en Español, Septiembre1970) que: "Para un japonés , <strong>el</strong> efecto poético <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>en gran parte d<strong>el</strong> uso <strong>de</strong> la onomatopeya , con la repeticiónen la versión japonesa d<strong>el</strong> sonido <strong>de</strong> la `o" cortacinco veces , que sugiere a quien lo escucha <strong>el</strong> ruidod<strong>el</strong> agua cuando salta la rana".Es evi<strong>de</strong>nte que todos los poetas se dan en sus versoslíquido en forma <strong>de</strong> b<strong>el</strong><strong>las</strong> rimas, rimas <strong>de</strong> leche,mi<strong>el</strong> o agua:Tus ojos eran mi aire y mi fuego,pero también mi agua,en don<strong>de</strong> <strong>el</strong> ojo <strong>de</strong> agua <strong>de</strong> su cuerpoque mana en lentas ondas <strong>de</strong> estaturaentre fiebres y llagas;No es agua ni arenala orilla d<strong>el</strong> mar.*Ay, pero <strong>el</strong> agua,ay, si no hu<strong>el</strong>e a nada.como <strong>el</strong> agua reída <strong>de</strong> burbujasdon<strong>de</strong> los peces <strong>de</strong> colores juegan.¡Qué muros <strong>de</strong> cristal , amor, qué muros!Ay ¿para qué silencios <strong>de</strong> agua?mírala cómo trazaen muros <strong>de</strong> cristal amores <strong>de</strong> agua!Conforme en todo al movimientocon que respira <strong>el</strong> agua...Pobrecilla d<strong>el</strong> aguaay, que no tiene nada,ay, amor , que se ahogaay, en un vaso <strong>de</strong> agua.Pero leamosle un "haiku " a Gorostiza:Ruedan <strong>las</strong> o<strong>las</strong> frágiles<strong>de</strong> los atar<strong>de</strong>cerescomo limpias canciones <strong>de</strong> mujeres.Los poetas se dan a sí mismos líquido porque tienensed, ya que en su primera niñez se adaptaron a la i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> morir <strong>de</strong> hambre o <strong>de</strong> sed:Sabe la muerte a tierra,la angustia a hi<strong>el</strong>.Este morir a gotasme sabe a mi<strong>el</strong>.NORTE/71


Nadie pidiera mi sangrepara beber.Yo mismo no sé si correo si <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> correr.***Tu <strong>de</strong>strucción se gesta en la codicia<strong>de</strong> esta sed, toda tacto, asoladora,qué agua tan agua,está en su orbe tornasol soñando,cantando ya una sed <strong>de</strong> hi<strong>el</strong>o justo!* * *angustias secas como la sed d<strong>el</strong> yeso.<strong>el</strong> agua toma forma-ciertamente.Trae una sed <strong>de</strong> siglos en los b<strong>el</strong>fos,una sed fría, que era cauces...Veamoseste soneto:¡Agua, no huyas <strong>de</strong> la sed, <strong>de</strong>tente!Detente, oh claro insomnio, en la llanura<strong>de</strong> este sueño sin párpados que apura<strong>el</strong> idioma febril <strong>de</strong> la corriente.No <strong>el</strong> tierno simulacro que te miente,entre rumores, viva; no, madura,ama la sed esa tensión <strong>de</strong> honduracon que saltó tu flecha <strong>de</strong> la fuente.Detén, agua , tu prisa, porque en tantote ciegue <strong>el</strong> ojo y te estrangule <strong>el</strong> canto,dictar <strong>de</strong>bieras a la muerte zonas;que por tu propia muerte concebida,sólo me das la pi<strong>el</strong> endurecida¡oh movimiento, sierpe! que abandonas.Hemos probado <strong>el</strong> agua y <strong>de</strong>scubierto la sed, pero¿cómo se formó ese <strong>de</strong>seo inconsciente <strong>de</strong> morir <strong>de</strong>sed? Interpretemos al poeta:En <strong>el</strong> espacio insomne que separa<strong>el</strong> fruto <strong>de</strong> la flor, <strong>el</strong> pensamientod<strong>el</strong> acto en que germina su aislamiento,una muerte <strong>de</strong> agujas me acapara.No obstante -oh paradoja- constreñidapor <strong>el</strong> rigor d<strong>el</strong> vaso que la aclara,<strong>el</strong> agua toma forma.En él se asienta , ahonda y edifica,cumple una edad amarga <strong>de</strong> silenciosy un reposo gentil <strong>de</strong> muerte niña,


El aire se coagula entre sus poroscomo un sudor profusoque se anticipa a <strong>de</strong>stilar en <strong>el</strong>losuna esencia <strong>de</strong> rosas subterráneas.Los crudos garfios <strong>de</strong> su muerte suben,como musgo , por grietas inasibles,* * *Porque en <strong>el</strong> lento instante d<strong>el</strong> quebranto,cuando los seres todos se replieganhacia <strong>el</strong> sopor primeroy en la pira arrogante <strong>de</strong> la formase abrasan , consumidos por su muerte...* * *y así la arena <strong>de</strong> arrugados pechosy <strong>el</strong> humus maternal <strong>de</strong> entraña tibia,ay, todo se consumecon un mohino crepitar <strong>de</strong> gozo,Pero <strong>el</strong> poeta como todo escritor se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> <strong>de</strong>este <strong>de</strong>seo inconsciente <strong>de</strong> morir, dándose a sí mismoagua: palabras.¡Qué muros <strong>de</strong> cristal , amor, qué muros!Ay ¿para qué silencios <strong>de</strong> agua?Esa palabra, si, esa palabraque se coagula en la gargantacomo un grito <strong>de</strong> ámbar...* *Que si me vienen ganas <strong>de</strong> llorar,quiero tener azules <strong>las</strong> i<strong>de</strong>as,y en mis palabras <strong>el</strong> sonar<strong>de</strong> <strong>las</strong> mareas.Pero entendamos que <strong>el</strong> poeta se da a sí mismopalabras <strong>de</strong> agua , mi<strong>el</strong> y leche para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> lamuerte . Todo poeta, como Narciso, está cerca <strong>de</strong> Tánatos:Yo sólo me miropor cosa <strong>de</strong> muerto;solo, <strong>de</strong>solado,como en un <strong>de</strong>sierto.porque tus ojos eranmi airemi fuegoy mi agua,pero tambiénmi tierra.Porque los b<strong>el</strong>los seres que transitanpor <strong>el</strong> sopor añoso <strong>de</strong> la tierra-itrasgos <strong>de</strong> sangre , libres,en la pantalla <strong>de</strong> su sueño impuro!-todos se dan a un frenesí <strong>de</strong> muerte,** * *¡Tan-tan! ¿Quién es? Es <strong>el</strong> Diablo,es una espesa fatiga,un ansia <strong>de</strong> trasponerestas lin<strong>de</strong>s enemigas,este morir incesante,tenaz, esta muerte viva,NORTE/73


Des<strong>de</strong> mis ojos insomnesmi muerte me está acechando,me acecha, si, me enamoracon su ojo lánguido.Y este amor que <strong>el</strong> poeta le tiene a la muerte seencuentra con <strong>el</strong> reproche d<strong>el</strong> daimonion (<strong>el</strong> diablo)hasta en los sueños y entonces sobrevienen <strong>las</strong> pesadil<strong>las</strong>para <strong>de</strong>mostrar que no se goza sino que se sufre:largas cintas <strong>de</strong> cintas <strong>de</strong> sorpresasque en un constante perecer enérgico,en un morir absorto,arrasan sin cesar su b<strong>el</strong>la fábricahasta que -hijo <strong>de</strong> su misma muerte,gestado en la ari<strong>de</strong>z <strong>de</strong> sus escombrossienteque su fatiga se fatiga,se erige a <strong>de</strong>scansar <strong>de</strong> su <strong>de</strong>scansoy sueña que su sueño se repite,irresponsable , eterno,muerte sin fin <strong>de</strong> una obstinada muerte,El sueño es cru<strong>el</strong>,ay, punza , roe, quema , sangra , du<strong>el</strong>e.Tanto ignora infusiones como ungüentos.¿Pero cómo sabemos que reprocha <strong>el</strong> daimonion?Veamos: ...<strong>el</strong> rio hostil <strong>de</strong> su conciencia.Claro está que muchos poetas ante la perspectiva<strong>de</strong> morir-dormir sufren insomnio, pero un insomniofructífero:Es pues la existencia d<strong>el</strong> poeta una lucha entre Erosy Tánatos:la sorda pesadumbre <strong>de</strong> la carne,sin admitir en su unidad perfecta<strong>el</strong> escarnio brutal <strong>de</strong> esa discordiaque nutren vida y muerte inconciliables.Recor<strong>de</strong>mos <strong>el</strong> poema <strong>de</strong> Sor Juana "Dime vencedorrapaz":En dos partes divididatengo <strong>el</strong> alma en confusión.Y como <strong>el</strong> verda<strong>de</strong>ro poeta, intuye Gorostiza <strong>el</strong> lazoagresivo-amoroso con <strong>el</strong> lazo culpable-masoquista:En <strong>el</strong> lago, en la charca, en <strong>el</strong> estanqueen la entumida cuenca <strong>de</strong> la mano,se consuma este rito <strong>de</strong> eslabones,este enlace diabólicoque enca<strong>de</strong>na <strong>el</strong> amor a su pecado.El poeta ante <strong>el</strong> reproche <strong>de</strong>moniaco <strong>de</strong> que <strong>de</strong>seamorir siente un placer inefable al aceptar su adaptaciónmasoquista, mismo placer que experimenta <strong>el</strong> verda<strong>de</strong>rocristiano cuando pone la otra mejilla, cuando se niegaa sí mismo, cuando ama a su enemigo.ay, esta muerte insultante,procaz, que nos asesinaa distancia , <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> gustoque tomamos en morirla,jQué trebolar mullido , qué parasol <strong>de</strong> niebla,se regala en <strong>el</strong> ánimopara gustar la mi<strong>el</strong> <strong>de</strong> sus vigilias!


En los sordos martillos que la afligenla forma da en <strong>el</strong> gozo <strong>de</strong> la llagay en <strong>el</strong> oscuro d<strong>el</strong>eite d<strong>el</strong> colapso.cuando la forma en sí , la forma pura,se entrega a la d<strong>el</strong>icia <strong>de</strong> su muerte..Recor<strong>de</strong>mos a Díaz Mirón en su "Ecce Horno":Sé que la humana fibraa la emoción se librapero que menos vibraal goce que al dolor.Evoquemos a Juana Inés en su "Finjamos que soyf<strong>el</strong>iz":¿0 por qué, contra vos mismoseveramente inhumanoentre lo amargo y lo dulcequereis <strong>el</strong>egir lo amargo?Epilogo sobre un prólogo:Para intentar conocer a los poetas hay que leer aSócrates en su Apologia: "Entonces comprendí que nopor sabiduría escriben los poetas poesía, pero por unaespecie <strong>de</strong> genio e inspiración : <strong>el</strong>los son como adivinadoresy profetas quienes a<strong>de</strong>más dicen muchas sabiascosas, pero que no entien<strong>de</strong>n <strong>el</strong> significado <strong>de</strong> <strong>el</strong><strong>las</strong>".Gorostiza esto lo confiesa: " No sé lo que la poesíaes. Nunca lo supe y acaso nunca lo sabré " pero reconoceque "El poeta no pue<strong>de</strong> , sin ce<strong>de</strong>r su puesto al filósofo,aplicar todo <strong>el</strong> rigor d<strong>el</strong> pensamiento al análisis <strong>de</strong> lapoesía . El simplemente la conoce y la ama ". Intuye lar<strong>el</strong>ación que existe entre la alimentación y la poesía,pero no la explica: " La poesía y la arquitectura, aligual que la poesía y <strong>el</strong> canto, se amamantaron en losmismos pechos". Encuentra semejanzas estéticas: "lapoesía es música y, <strong>de</strong> un modo más preciso , canto".Y a<strong>de</strong>más con <strong>las</strong> palabras: "... así como Venus nace d<strong>el</strong>a espuma, la poesía nace <strong>de</strong> la voz".Este sensible poeta nos <strong>de</strong>muestra cómo se da parasí b<strong>el</strong><strong>las</strong> palabras e i<strong>de</strong>as que son agua, leche y mi<strong>el</strong>dulcísimas <strong>de</strong> <strong>las</strong> que en su niñez careció. Oigámoslo:"la poesía es como un tún<strong>el</strong> secreto que nos permiteescapar <strong>de</strong> nuestras prisiones , <strong>de</strong> la fealdad y <strong>el</strong> horrorcircundantes, hacia infinitas llanuras iluminadas por <strong>el</strong>esplendor <strong>de</strong> lo b<strong>el</strong>lo".Si para Gorostiza la poesía es agua, la historia d<strong>el</strong>a poesía, nos dice: " sugiere la imagen <strong>de</strong> una corriente,un río cuyas ondas emergen al empuje <strong>de</strong> la masa<strong>de</strong> agua que <strong>las</strong> hun<strong>de</strong>, en seguida, en la disolución".Es pues <strong>el</strong> poeta, <strong>el</strong> Narciso que no pier<strong>de</strong> su sentido<strong>de</strong> omnipotencia: " Ha <strong>de</strong> sentirse <strong>el</strong> único en unmundo <strong>de</strong>sierto , a quien se concedió por vez primerala dicha <strong>de</strong> dar nombres a todas <strong>las</strong> cosas ". Pero es <strong>el</strong>Narciso que ante <strong>el</strong> p<strong>el</strong>igroso estanque pue<strong>de</strong> valerse<strong>de</strong> su proyección estética para no ahogarse. Escuchemosa Gorostiza cuando nos habla d<strong>el</strong> "espíritu humano que,inmóvil , crucificado a su profundo ' aislamiento, pue<strong>de</strong>amasar tesoros <strong>de</strong> sabiduría y trazarse caminos <strong>de</strong> salvación.Uno <strong>de</strong> estos caminos es la poesía".Agra<strong>de</strong>zcámosle profundamente al poeta Gorostiza todolo que hizo por no caer tempranamente en manos<strong>de</strong> la muerte.loNORTE/75


Amable GonzálezLA FUENTE TURBIAEntre <strong>el</strong> Pico Medio Díay la Reboria a la espaldayace <strong>el</strong> pueblo <strong>de</strong> Piñeresentre campos <strong>de</strong> esmeraldasus fuentes tan cristalinassuspiros al ci<strong>el</strong>o lanzanmientras pájaros cantoresmurmuran , ríen y cantana la moza que veníaa beber cada mañanaagua <strong>de</strong> per<strong>las</strong> tan puracomo una rosa temprana.Ahora <strong>el</strong> agua baja turbiatoda es barro,toda es lamaque un amante que teníala oscureció una mañanay <strong>el</strong>la llorando preguntaa la fuente que adoraba¿cómo está <strong>el</strong> agua tan turbia<strong>el</strong> agua que tanto amaba?Y la fuente le contestadándole un beso en la carano llores que ya quedópara ti siempre enturbiada.


Sofía AcostaRIO HECHO DE AZUL,EL RIO MIOPiedra <strong>de</strong> fuego soy, rabdomante precisaque te ausculta y <strong>de</strong>scifratus perfiles, tus hu<strong>el</strong><strong>las</strong>,tus siglos en mis días.Penetrada <strong>de</strong> ti voy y regresoa los claros remansos, busco <strong>el</strong> último adiósy me reencuentro.Allí me i<strong>de</strong>ntifico con tu canto.Con tu raíz sin tiempo y <strong>de</strong> ternura.Tal vez tengo un presagio <strong>de</strong> retorno.SOYcasi f<strong>el</strong>iz criatura <strong>de</strong> tu hechura.Río hecho <strong>de</strong> azul, <strong>el</strong> río mío,con sus ciclos <strong>de</strong> pájaro y serpiente,<strong>de</strong> vida y muerte tatuando <strong>las</strong> oril<strong>las</strong>.Cuántas veces diré, hasta que vu<strong>el</strong>vas.Cuántas vendrás a mí para alejarteazul, azul , hasta sentirte noche.NIÑO DEL RIOTe veo en oscuras mañanas <strong>de</strong> fríocuando hasta los soles sienten <strong>el</strong> inviernoy maduran tardos sobre nuestro río.Brilla tu canoa con plata <strong>de</strong> escamasque premia fatigas <strong>de</strong> tu carne rosaazul por la escarcha.Ayer.Hoy.Mañana <strong>de</strong> iguales jornadas.¿Habrá alguna aurora , pescador d<strong>el</strong> río,que te encuentre niño?NORTE/77


Alfonso Cadalzo RuizESPECTROSEspectral es mi poesía que se niega a sí misma,olvidando <strong>las</strong> <strong>de</strong>más.Espectrales los sueños <strong>de</strong> los que no piensan,sonámbulos peregrinos <strong>de</strong> la noche.Es un espectro la silueta <strong>de</strong> la mujer soñada,prefabricada con mor<strong>de</strong>duras en sus i<strong>de</strong>ales carnes.Son espectros los po<strong>de</strong>rosos<strong>de</strong> ayer, hoy y mañana ; aplausos <strong>de</strong> épocas transitorias.Un espectro lo es <strong>el</strong> alma,que algunos llaman conciencia.Y así sin más verda<strong>de</strong>s que <strong>las</strong> mentiras,son todas <strong>las</strong> cosas, vivas o muertas,en la singular c<strong>las</strong>ificación <strong>de</strong> los primeros espectros<strong>de</strong> la naturaleza , llamados seres humanos.EL POEMA DE MEDIA NOCHEEs <strong>de</strong> noche. El mundo duerme.Y frente a mi cama medito<strong>el</strong> por qué <strong>de</strong> la tragediaque hoy sacu<strong>de</strong> mi <strong>de</strong>stino.Mi guitarra llora... Ahora esperola m<strong>el</strong>odía que jamás nadie ha escuchado,<strong>el</strong> estrépito inmenso d<strong>el</strong> silencioy la nostalgia viva <strong>de</strong> un idilio.La interpretación vaga d<strong>el</strong> placery la compañía nocturnase confiesan en voz baja sus pecados y(caprichos.Es <strong>de</strong> noche... Y en medio <strong>de</strong> la soleda<strong>de</strong>stoy tranquilo...porque ya conozco <strong>el</strong> final incierto<strong>de</strong> este mundo mientras estoy dormido.ALGOGústame algo que <strong>de</strong>rraman los intranquilos mares,no son sus o<strong>las</strong> pasajeras que se pier<strong>de</strong>n en la arena,n¡ su amargo sabor semejante a mi vida.Es sq brisa que me arrullay calma mi <strong>de</strong>sdicha,ese viento que arrastra mis ensueños.¡Esa distancia infinita!


Albino SuárezLUZ EXTINGUIDATras 20 años <strong>de</strong> mina,silicoso y <strong>de</strong>rrotado,he sido minero honrado-¿para qué?- ¡Para mi ruina!Cada mañana en neblina,cada amanecer sin luzno quise Cristo en la Cruzni Calvario en semejante,sin embargo en <strong>el</strong> semblant<strong>el</strong>levo d<strong>el</strong> mal <strong>el</strong> capúz...Supe <strong>de</strong> la sangre rotasobre la cuneta y frente,y d<strong>el</strong> minero valient<strong>el</strong>a entereza en la <strong>de</strong>rrota.D<strong>el</strong> sudor que gota a gotava <strong>de</strong>sangrando la raza,<strong>de</strong> la escasez <strong>de</strong> una bazaque no llega a <strong>las</strong> cuarenta,y, ya perdida la cuenta,<strong>de</strong> una ley que nos rechaza...OTRO SALUDOA LOS MINEROSMineros: yo como vosotros soy minero;conozco bien <strong>el</strong> tajo y <strong>el</strong> testero;fui rampero...Hoy pico carbón ; es a <strong>de</strong>stajo,lo mismo que vosotros, sobre <strong>el</strong> tajo...No ciñe mi cintura cinto o fajacuando arranco <strong>las</strong> «posas » <strong>de</strong> la veta,y nunca la pereza me sujeta,ni <strong>el</strong> cansancio me hastía ni me raja...Jamás en <strong>el</strong> minero vi navajay yo, como vosotros, no la uso;la navaja es <strong>el</strong> arma d<strong>el</strong> ilusoy ésta no nos sirve a los mineros.A nosotros nos basta la mangueraunida al martillo <strong>de</strong> picar;en <strong>el</strong>la tenemos la ban<strong>de</strong>ray en ésta <strong>el</strong> emporio <strong>de</strong> lucerosque nos hace ser mineros y soñar...Amigos: yo os saludo . Va mi manoa todos los mineros que lo son;a aqu<strong>el</strong>los que una vez marcó <strong>el</strong> carbónd<strong>el</strong> fondo tenebroso d<strong>el</strong> arcano...tatuándolos sin fin <strong>el</strong> soberanopo<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ese grisú que nos domina...Amigos <strong>de</strong> la Tierra y <strong>de</strong> la Mina,arriba <strong>el</strong> corazón : ¡ Esa es mi mano!CONTRA LOSFALSOS CANTORESYa basta <strong>de</strong> cantores <strong>de</strong> la minaque jamás en la mina trabajaron.No canten al carbón que no picaronni a <strong>las</strong> noches <strong>de</strong> miedo y <strong>de</strong> neblina.¡Que nos <strong>de</strong>jen en paz la bocaminay todo frente que jamás <strong>de</strong>jaron...!No pretendan cantar lo que mataron<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> fondo vital <strong>de</strong> una oficina.Ya basta <strong>de</strong> cantores <strong>de</strong> escudillao falsos paladines d<strong>el</strong> trabajo...Y esa voz que en los pregones brilla,que no se manche con <strong>el</strong> pobre tajominero <strong>de</strong> la noche y d<strong>el</strong> escajoal que nunca llegó ni por la orilla...NORTE/79

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!