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Informe Regiona desarrollo: Un pacto por la Rrgion Humano 2A pdf

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Co<strong>la</strong>boradores Eugenio Maru<strong>la</strong>nda GómezEduardo Sarmiento Pa<strong>la</strong>cioJaime Vallecil<strong>la</strong>Fotografía Recolector de café Eje Cafetero 2004


istóricamente <strong>la</strong> economíadel Eje Cafeteroha estado determinada<strong>por</strong> <strong>la</strong> actividadcafetera. Durante cercade un siglo el caféconstituyó <strong>la</strong> principalfuente de generaciónde recursos que, en términos del <strong>desarrollo</strong> humano,le permitió a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción contar con un nivelde vida decente. De hecho, en <strong>la</strong> época de expansiónde esa actividad <strong>la</strong> región tuvo estándares de vida muysuperiores al promedio nacional.Y dado que el café continúa siendo un generador im<strong>por</strong>tantede empleo e ingresos en <strong>la</strong>s zonas rurales <strong>la</strong>adversa coyuntura que atraviesa el producto <strong>por</strong> losbajos precios internacionales ha contribuido al deteriorode <strong>la</strong> dinámica económica del Eje y ha profundizadosu rezago en el escenario nacional. Algunos delos efectos de <strong>la</strong>s dificultades que enfrenta el área ruralse han tras<strong>la</strong>dado a <strong>la</strong>s zonas urbanas, lo que haacentuado <strong>la</strong> problemática económica de estas últimas,en particu<strong>la</strong>r en los departamentos de Caldas yQuindío, que, a diferencia de otras cabeceras del país,no han logrado recuperar <strong>la</strong> senda de crecimiento.Aunque el a<strong>por</strong>te del café agríco<strong>la</strong> a <strong>la</strong> economía de<strong>la</strong>gregado regional se ha ido reduciendo de manera gradualpara dar espacio a otras actividades primarias, aproducciones industriales –incluida <strong>la</strong> transformacióndel café– y a servicios, algunos municipioscontinúan siendo altamente dependientesde ese producto. Las condicionestopográficas y <strong>la</strong> garantía decompra del café hacen que para un im<strong>por</strong>tantegrupo de municipios, <strong>la</strong>s perspectivasde diversificación de fuentes deingreso no sean amplias. De allí que seapreciso hacer más competitiva esa actividad, reconvertir<strong>la</strong>,pero, a <strong>la</strong> vez, buscar nuevas alternativas productivasque sean viables para <strong>la</strong>s características geográficasdel Eje Cafetero.Debido a que <strong>la</strong>s producciones industriales y de servicios,que son <strong>la</strong>s de mayor peso en el valor agregadoregional, están muy concentradas en <strong>la</strong>s capitales departamentalesy sus áreas de influencia, <strong>la</strong>s disparidadesde los tamaños de <strong>la</strong>s economías municipales sonmuy altas. Esos desba<strong>la</strong>nces son los que, en mayorgrado, explican los desequilibrios municipales en elíndice de <strong>desarrollo</strong> humano y los que, en consecuencia,requieren de una mayor atención para el propósitode reducir <strong>la</strong>s grandes brechas existentes al respecto.Si bien es cierto que el crecimiento económico en símismo no garantiza una mejor calidad de vida paratoda <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción y que, en esa medida, no contribuyeal fin último de lograr un <strong>desarrollo</strong> humano equitativo,también lo es que <strong>la</strong> posibilidad de obtener ese fines mayor cuando un país o región crece. Lo im<strong>por</strong>tantees que ese crecimiento esté acompañado de políti- 65


Eje Cafetero <strong>Un</strong> <strong>pacto</strong> <strong>por</strong> <strong>la</strong> región1. La economía cafeteraAunque sólo a partir de 1990 <strong>la</strong>s cuentas departamentalesde producción construidas <strong>por</strong> el Dane tienendiscriminado el valor agregado de <strong>la</strong> actividad cafetera,algunos ejercicios anteriores (Vallecil<strong>la</strong>, 2001; Crece,1997) han permitido conocer de manera aproximada e<strong>la</strong>lto peso que esa actividad tuvo en <strong>la</strong> economía regional.En los años de <strong>la</strong> bonanza cafetera del país (1976-1977), <strong>por</strong> ejemplo, el café llegó a representar cerca del30% del PIB del Eje Cafetero.No obstante, debido al dinamismo industrial de <strong>la</strong> economíaregional –principalmente, en Caldas y Risaralda–a partir de los años cincuenta, al crecimiento delsector de servicios, y a <strong>la</strong>s tendencias decrecientes delos precios del café en varios períodos (segunda mitadde los cincuenta, entre finales de los setenta y comienzosde los ochenta, entre finales de los ochenta y comienzosde los noventa y después de 1997), esa im<strong>por</strong>tanciase ha ido reduciendo de manera gradual. Deallí que el a<strong>por</strong>te del café a <strong>la</strong> economía regional hayadisminuido de un promedio cercano al 20% en los setentaa alrededor del 17% en los ochenta y 12% en losnoventa 1 . En el caso de <strong>la</strong>s estimaciones realizadas en<strong>desarrollo</strong> de este <strong>Informe</strong> (para los años 1993, 1997,2000 y 2002), el peso del caféEl a<strong>por</strong>te del café a <strong>la</strong>economía regional hadisminuido de un promediocercano al 20%en los setenta a alrededordel 17% en losochenta y 12% en losnoventa.en el PIB del Eje Cafeterogiró alrededor del 9%. La participaciónmás alta (cerca del12%) se obtuvo en 1997, e<strong>la</strong>ño de mejores precios delcafé en <strong>la</strong> década, mientrasque <strong>la</strong> menor (7%) correspondeal 2002, el año de menoresprecios reales.La situación cambia cuandoel análisis se realiza sin incluira <strong>la</strong>s capitales departamentalesy sus áreas metropolitanas 2 , que tienen unmayor grado de urbanización y una elevada concentraciónde <strong>la</strong>s actividades industriales y de serviciosde sus respectivos departamentos. Aunque para eseanálisis no existe información de años anteriores a1993, los cálculos realizados para este <strong>Informe</strong> son suficientementeilustrativos de <strong>la</strong> situación actual y de<strong>la</strong> última década. Al dejar <strong>por</strong> fuera a <strong>la</strong>s capitales ysus áreas metropolitanas de <strong>la</strong> estimación del peso delcafé en <strong>la</strong> economía del Eje Cafetero, <strong>la</strong> im<strong>por</strong>tanciade <strong>la</strong> actividad asciende a un promedio del 30% parael período 1993-2002 (Gráfico 2.1). El a<strong>por</strong>te más alto(37%) se alcanza en 1997 y el menor en el 2002 (24%).Por departamentos, se encuentra que los municipiosdistintos del área metropolitana del Quindío son losque, en promedio, más dependen del café (esa actividadgenera alrededor del 40% de su PIB), seguidos <strong>por</strong>los de Risaralda (35%) y Caldas (29%). Respecto deestos dos últimos departamentos, sus posiciones cambiancuando se incluye <strong>la</strong> totalidad de municipios (Caldaspasa a ser el segundo en términos de dependenciadel café.Gráfico 2.1Peso del café en PIBMunicipios distintos de capitales y áreas metropolitanasEje Cafetero. 1993-2002Fuente: IRDH Eje Cafetero, PNUD-Crece, 2004.n1 Estimaciones con base en Crece (1997) y cuentas departamentales del Dane.2 Manizales y Vil<strong>la</strong>maría, en el caso de Caldas; Armenia y Ca<strong>la</strong>rcá, en Quindío; Pereira, Dosquebradas y La Virginia, en Risaralda. 68


Capítulo 2 Economía regionalRECUADRO 2.2La crisis cafeteraEduardo Sarmiento Pa<strong>la</strong>cioDirector Centro de Estudios Económicos. Escue<strong>la</strong> Colombiana de IngenieríaEl Espectador, octubre 14 de 2001El café constituyó, realmente, <strong>la</strong> primera víctima de <strong>la</strong> aperturadel mercado y del comercio internacional.Hasta 1989 cuando se desmontó elPacto mundial, el café apareció comoel único producto básico que había mejorado<strong>la</strong> cotización real. La actividadera altamente lucrativa y les daba sustentoa dos millones de familias. Eléxito del café obedecía a un principioeconómico elemental que nunca seapreció en toda su dimensión. El productoenfrenta una demanda altamenteinelástica. La reducción de <strong>la</strong> ofertamundial significa un alza en el preciomás que pro<strong>por</strong>cional. Así, el Pactomundial, al comprometer a los paísesa limitar <strong>la</strong>s cuotas de ex<strong>por</strong>tación deacuerdo con <strong>la</strong> demanda mundial, permitíasostener los precios internacionalesy redundaba en mayores ingresospara el conjunto.El café constituyó, realmente, <strong>la</strong> primeravíctima de <strong>la</strong> apertura del mercadoy del comercio internacional. Loseconomistas neoliberales convencierona <strong>la</strong> sociedad colombiana de que eldesmonte del Pacto induciría a unacompetencia que elevaría <strong>la</strong> productividady el nivel de bienestar de <strong>la</strong>s familiascafeteras. Nunca entendieronque los principios de competencia e intercambiocomercial no son válidospara productos muy inelásticos. Talcomo lo ilustré –en varios artículos ylibros– los estímulos de mercado llevana <strong>la</strong> sobreproducción, <strong>la</strong> que resultaruinosa para <strong>la</strong> mayoría de los productorese incluso para el conjunto.La predicción se verificó a los pocos mesesde suspendido el Pacto. La decisióndio lugar a un exceso de producción sobre<strong>la</strong> demanda, que se manifestó en elevadosinventarios que presionaronpersistentemente <strong>la</strong>s cotizaciones hacia<strong>la</strong> baja. En los últimos diez años, el precioreal descendió a menos de <strong>la</strong> mitad yen <strong>la</strong> actualidad asciende a 62 centavos dedó<strong>la</strong>r, cifra que no corresponde ni al 60%de los costos de producción. El ba<strong>la</strong>nce esaterrador. Los productores cafeteros estánoperando con pérdida, <strong>la</strong>s familias cafeterasse han empobrecido y el patrimoniodel Fondo Nacional del Café se redujoa <strong>la</strong> tercera parte.Lo grave es que el aumento de <strong>la</strong> producciónno ha sido paralelo; se originaen los cafés robusta de Brasil y Vietnam.Mientras <strong>la</strong> producción colombiana decafé arábigo bajó de 15 millones de sacosa 10, <strong>la</strong> producción de café robustade Vietnam pasó de 4 millones a 13 y <strong>la</strong>de Brasil de 4 millones a 10.La explicación económica es simple. Lasdistintas variedades de café son bienesaltamente sustitutos. Resulta inevitableque el espectacu<strong>la</strong>r aumento uni<strong>la</strong>teral de<strong>la</strong> producción de Brasil y Vietnam teníaque provocar <strong>la</strong> caída en los precios de loscafés robusta y de todos los simi<strong>la</strong>res, ocasionando<strong>la</strong> disminución de <strong>la</strong> participacióndel resto de productores. Ahora, loque Brasil y Vietnam perdieron <strong>por</strong> <strong>la</strong> reducciónde los precios se vio más que compensado<strong>por</strong> el aumento de <strong>la</strong> participaciónen <strong>la</strong> producción mundial.La política de Colombia ha sido totalmenteequivocada. Ante <strong>la</strong> imposibilidadde revivir el <strong>pacto</strong>, lo menos que podíahacer el país era aumentar <strong>la</strong> producciónigual que Brasil y Vietnam, paramantener <strong>la</strong> participación en el mercado.De otra manera, les dejaba el espaciolibre para que aumentaran <strong>la</strong> participaciónen el mercado con reduccionesen los precios menos que pro<strong>por</strong>cionales.Sin embargo, ese manejo no era posibledentro del sistema que vincu<strong>la</strong> losprecios internos a los externos y proscribelos subsidios. El país sólo podíamantener <strong>la</strong> participación en el mercadocon elevados precios internos, y enmuchos casos superiores a los externos,que estimu<strong>la</strong>ran a los productores aampliar <strong>la</strong>s siembras.En el fondo, Colombia está siendo derrotada<strong>por</strong> Vietnam, que tiene una políticacentralista <strong>la</strong> que le permite aplicarsubsidios a diestro y siniestro. Enun mercado de baja e<strong>la</strong>sticidad de demanda,triunfa el que está en capacidadde arbitrar subsidios para sustentarprecios <strong>por</strong> debajo de los costos. Lasubvención se compensa con crecescon el aumento de <strong>la</strong> participación enel mercado.En realidad, <strong>la</strong> debacle cafetera es <strong>la</strong>consecuencia de un marco económicoinapropiado para enfrentar un mercadopleno de prácticas oligopólicas. Enaras de una concepción equivocada decompetencia, se permitió que un advenedizoarrasara con una estructuraconstruida durante cien años y amenazarael sustento de dos millones defamilias colombianas 69


Eje Cafetero <strong>Un</strong> <strong>pacto</strong> <strong>por</strong> <strong>la</strong> regiónTal como se desprende del análisis anterior, el examende <strong>la</strong> im<strong>por</strong>tancia del café en <strong>la</strong> economía regional debeefectuarse también <strong>por</strong> municipios con el fin de identificarcuáles son los que más dependen de esa actividady, en ese sentido, su PIB per cápita y, <strong>por</strong> tanto,sus niveles de <strong>desarrollo</strong> humano han resultado afectadosen mayor medida <strong>por</strong> <strong>la</strong> crisis de precios del café.Para efectos de <strong>la</strong> focalización de <strong>la</strong>s estrategias económicasen <strong>la</strong> región, esa identificación resulta fundamental.Al respecto los análisis reve<strong>la</strong>n que el a<strong>por</strong>te promediodel café a los PIB municipales en <strong>la</strong> última década esmuy variado (Gráfico 2.2). Descontando el únicomunicipio no cafetero de <strong>la</strong> región –La Dorada– y Victoria,se encuentra que los municipios en donde <strong>la</strong>participación es más baja (inferior a 8%) son capitaleso forman parte de <strong>la</strong>s áreas metropolitanas de los departamentos.En los municipios restantes el peso del caféosci<strong>la</strong> en un rango muy amplio: desde 8% hasta casi70%. En 33 de los 51 municipios de <strong>la</strong> región (es decir,en <strong>la</strong>s dos terceras partes) <strong>la</strong> participación es superiora 20%, y en 18 de esos municipios es mayor, incluso al40%. Eso evidencia <strong>la</strong> enorme dependencia de un significativogrupo de municipios de <strong>la</strong> región <strong>por</strong> <strong>la</strong> actividadcafetera así como <strong>la</strong> alta vulnerabilidad que tienenesas economías ante caídas en los precios del café;esa vulnerabilidad está dada no sólo <strong>por</strong> los menoresingresos producto de <strong>la</strong> venta del café sino <strong>por</strong> <strong>la</strong> reducciónde <strong>la</strong> producción física a raíz de esos bajos precios,lo que, a su vez, acentúa <strong>la</strong> caída en los ingresos.La fragilidad de esas economías puede ilustrarse conel caso de Génova, en Quindío, el municipio con mayordependencia promedio <strong>por</strong> el café: dada <strong>la</strong> contracciónde los precios de ese producto entre 1997 y2002, el volumen de producción cafetera del municipiose redujo, tanto <strong>por</strong> <strong>la</strong> erradicación de áreas como<strong>por</strong> <strong>la</strong> menor atención a los cultivos. La combinaciónde menores precios con niveles más bajos de produccióngeneró una caída en el valor –nominal y real– de<strong>la</strong> producción de café así como en el valor agregado deesa actividad. En términos reales, <strong>la</strong> caída en este últimosuperó 40% y, dado su alto peso en el PIB del municipio,eso significó una contracción real de <strong>la</strong> economíacercana al 20%, a pesar de que los sectores distintosdel cafetero registraron una dinámica real significativaen el período (Recuadro 2.3).Gráfico 2.2Peso promedio del café en PIB municipalesEje Cafetero. 1993-2002Fuente: IRDH Eje Cafetero, PNUD-Crece, 2004. 70


Capítulo 2 Economía regionalRECUADRO 2.3Auge y declinación de una región cafetera: el antiguo CaldasJaime Vallecil<strong>la</strong>Investigador CegaEl cultivo del café no hizo parte de <strong>la</strong>s actividadeseconómicas de <strong>la</strong> inmigraciónantioqueña inicial a los territorios queluego conformaron los actuales departamentosde Caldas, Quindío y Risaralda.Como tampoco <strong>la</strong> producción y ex<strong>por</strong>taciónde café a esca<strong>la</strong> considerable en Colombiase inició en esta región, ya que <strong>la</strong>sex<strong>por</strong>taciones empezaron a cobrar augeen <strong>la</strong> segunda mitad del siglo XIX y antesde 1861 apenas se producía café en e<strong>la</strong>ntiguo Caldas. Sin embargo, en 1914este territorio ya producía 22% de <strong>la</strong> produccióncafetera del país y ocupaba losprimeros lugares junto con Antioquia yCundinamarca; en 1932 el antiguo Caldasera el primer productor cafetero delpaís y desde el final de <strong>la</strong> Primera GuerraMundial su producción ha representadoalrededor del 25%.De otra parte, <strong>la</strong> im<strong>por</strong>tancia de <strong>la</strong> regióncomo generadora de divisas para elpaís aumentó con el auge del café comoprincipal producto de ex<strong>por</strong>tación: entre1913 y 1940 el valor de <strong>la</strong>s ex<strong>por</strong>tacionesde café regional representó enpromedio de 12% del total de ex<strong>por</strong>taciones,<strong>por</strong>centaje que alcanzó 17% entre1941 y 1975.Im<strong>pacto</strong> del caféEl boom del café se explica <strong>por</strong> cuanto e<strong>la</strong>ntiguo Caldas es un caso típico de unaeconomía basada en un producto básicode ex<strong>por</strong>tación (staple product) que <strong>por</strong>esta razón se convierte en el factor determinantedel crecimiento económicoy, en términos más amplios, del <strong>desarrollo</strong>regional.La dotación de recursos naturales regionales–suelos, altura sobre el nivel del mar,pluviosidad–se adecuaba muy bien a losrequerimientos agroecológicos del café.Además, era un cultivo cuyos requerimientoseconómicos –intensivo en tierray mano de obra pero no en capital– seadaptaron muy bien a <strong>la</strong>s condicionesregionales de fines del siglo XIX y primerasdécadas del XX –producción a pequeñaesca<strong>la</strong>, re<strong>la</strong>tiva abundancia de mano deobra y reducido capital humano.El cuello de botel<strong>la</strong> para <strong>la</strong> expansión delcultivo fue <strong>la</strong> precariedad de los mediosde comunicación y trans<strong>por</strong>te, si bienlos caminos de herradura y los mediosde tracción animal de <strong>la</strong> colonizaciónantioqueña fueron ampliamente utilizadoshasta que <strong>la</strong> inversión privada ypública en <strong>la</strong> primera mitad del siglo XX–cable aéreo, ferrocarril, navegación fluvialy más tarde carreteras– eliminarono redujeron esta restricción.Aunque no existen cifras que puedanconfirmarlo, es muy probable que desdelos años veinte hasta <strong>la</strong> década delcincuenta <strong>la</strong> región haya crecido a unatasa superior al promedio nacional, detal manera que Curie, en su estudioCaldas en 1952, no está equivocado cuandoafirma que,Caldas está disfrutando de los más altosingresos reales per cápita, conocidos hastaahora en su historia, y el nivel de vida es,en promedio, el más alto entre los departamentosde Colombia [pero dado que suprosperidad se basaba sólo en el café], ...<strong>la</strong> estructura actual de <strong>la</strong> economía caldensees bien vulnerable y, a menos, quese modifique diversificándo<strong>la</strong> y haciéndo<strong>la</strong>intensiva, se verá limitada en su <strong>desarrollo</strong>posterior.Esto fue exactamente lo que ocurrió. Enefecto, el crecimiento económico de <strong>la</strong>región sufrió una desaceleración a partirde 1956, en coincidencia con el boomdel precio internacional del café en 1954–cuyo nivel fue el segundo más elevadodespués del de 1977 en <strong>la</strong> historia– y desdeentonces su tasa de crecimiento hasido tendencialmente menor que el promedionacional. En resumen, el antiguoCaldas se rezagó en términos del crecimientoeconómico respecto al país ensu conjunto, y con re<strong>la</strong>ción a otras regionescomo el Valle del Cauca en <strong>la</strong>s dos 71


Eje Cafetero <strong>Un</strong> <strong>pacto</strong> <strong>por</strong> <strong>la</strong> regiónRECUADRO 2.3Continuacióndécadas transcurridas entre los cincuentay los setenta.El cambio hacia una economía másabierta y menos intervenida que comenzóen Colombia con <strong>la</strong>s reformas de losnoventa y que hace parte de una corrientemundial, no ha reversado <strong>la</strong> tendenciadeclinante de <strong>la</strong> región; <strong>por</strong> el contrario,<strong>la</strong> ha agudizado debido a que, <strong>por</strong>razones simi<strong>la</strong>res, <strong>la</strong> caficultura pasa <strong>por</strong><strong>la</strong> crisis más profunda de su historia nosólo en <strong>la</strong> región sino en el país y en elmundo. “Mal de muchos...”, pero estosirve de poco.Los elementos que fueron favorables para<strong>la</strong> expansión del café en <strong>la</strong> región en elcontexto de los años veinte y luego en elde una economía cerrada y de un agudointervencionismo –no sólo del gobiernosino del gremio cafetero–, es decir, manode obra re<strong>la</strong>tivamente barata, pequeñaesca<strong>la</strong> de producción, reducido capitalfísico y bajo capital humano son en elnuevo contexto obstáculos formidablespara salir de esta crisis estructural, pero noinsuperables.En resumen, <strong>la</strong> economía regional alcanzóuna cima en su nivel de crecimientoen <strong>la</strong> mitad de <strong>la</strong> década del cincuentajalonado <strong>por</strong> <strong>la</strong>s ex<strong>por</strong>taciones de café,pero desde entonces sigue un curso declinante.Y como el crecimiento económicoes fundamento del bienestar de <strong>la</strong>spersonas, es presumible que este rezagoo estancamiento haya ocurrido tambiénen otras esferas del acontecer de <strong>la</strong> vidaregional. Pero <strong>la</strong> región posee <strong>la</strong>s condicionesfundamentales –localización, dotaciónde recursos, capital humano,identidad, tradición de trabajo y esfuerzo,espíritu de lucha frente a <strong>la</strong>s adversidadesnaturales y sociales– para abandonar<strong>la</strong> fe en <strong>la</strong>s «loterías», llámense“bonanzas” o “megaproyectos”. El crecimientoeconómico y, en general, el mejoramientode <strong>la</strong>s condiciones de vida de<strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción son el resultado de un esfuerzotenaz y persistente y, en especial,de visión y propuestas imaginativas haciael <strong>por</strong>venir 2. El Eje Cafetero en el escenario nacionalAunque los cambios en <strong>la</strong>s fuentes y metodologías empleadaspara estimar el PIB de los departamentos delpaís –cuya serie está disponible a partir de 1960– impidenun cálculo único y preciso del peso de <strong>la</strong> economíadel Eje Cafetero en el país, es c<strong>la</strong>ro que esa im<strong>por</strong>tanciase ha venido reduciendo a lo <strong>la</strong>rgo del tiempo.Luego de a<strong>por</strong>tar alrededor del 8% del PIB nacional en1960 (DNP, 1977), ese peso disminuyó, según <strong>la</strong> mismafuente, casi dos puntos <strong>por</strong>centuales en 1970; <strong>por</strong>su parte, de acuerdo con <strong>la</strong>s primeras cuentas departamentalesproducidas <strong>por</strong> el Dane 3 , en 1980 el EjeCafetero generó 6,7% del PIB colombiano y diez añosdespués un punto <strong>por</strong>centual menos. Con base en <strong>la</strong>más reciente estimación de cuentas regionales <strong>por</strong>parte de esa entidad 4 se calcu<strong>la</strong> que el a<strong>por</strong>te de <strong>la</strong> economíaregional a <strong>la</strong> nacional pasó de 5% en 1990 acerca de 4,7% en el 2000; finalmente, a partir de losejercicios realizados en el marco de este <strong>Informe</strong>, setiene que el peso se redujo de 4,3% en 1993 a 4% en el2000 y que en el 2002 fue de 4,1%. A juzgar <strong>por</strong> esainformación, <strong>la</strong> mayor parte de <strong>la</strong> pérdida de im<strong>por</strong>tanciade <strong>la</strong> economía del Eje Cafetero en el país seregistró en los años sesenta, pero su tendencia decrecientese ha mantenido hasta <strong>la</strong> actualidad, aunque<strong>la</strong>s caídas son cada vez menores.La descendente relevancia de <strong>la</strong> economía regional enel escenario nacional es el resultado de que el Eje Cafeterohaya venido creciendo a ritmos persistentementemenores a los del país. A ese respecto, Vallecil<strong>la</strong> (2001)encontró que sólo en los primeros seis años de <strong>la</strong> segundamitad del siglo XX el PIB regional creció <strong>por</strong> encimadel nacional y que, desde finales de esa década, el EjeCafetero se ha rezagado. De acuerdo con el mismoautor, ese rezago se explica tanto <strong>por</strong> el fin de <strong>la</strong> bonanzacafetera de mediados de los cincuenta –cuando el precioexterno del café colombiano alcanzó su nivel másalto de <strong>la</strong> segunda posguerra– como <strong>por</strong> <strong>la</strong> pérdida deim<strong>por</strong>tancia de <strong>la</strong> industria regional en <strong>la</strong> del país (Re-3 Basadas en el Sistema de contabilidad nacional (SCN) de <strong>la</strong>s Naciones <strong>Un</strong>idas de 1968.4 Basadas en el SCN de 1993. 72


Capítulo 2 Economía regionalcuadro 2.3). En ese sentido, el deterioro de <strong>la</strong> economíaregional no es de carácter coyuntural sino estructural,y está asociado, entre otros factores, con <strong>la</strong> dependencia<strong>por</strong> el sector cafetero y, en particu<strong>la</strong>r, con el hechode que el modelo gerencial con que fue administrada esaactividad en el pasado hizo crisis.Cuando el análisis se realiza <strong>por</strong> departamentos seencuentra que Caldas y Quindío son los que más hancontribuido al rezago de <strong>la</strong> economía regional. La economíarisaraldense ha sido <strong>por</strong> muchas décadas másdinámica que <strong>la</strong> de sus vecinos, lo que puede atribuirsea su mayor grado de diversificación, <strong>la</strong> mayor im<strong>por</strong>tanciaque tiene <strong>la</strong> industria en su economía en comparacióncon los demás departamentos de <strong>la</strong> región ysu menor dependencia <strong>por</strong> <strong>la</strong> actividad cafetera.3. Composición del PIBLa estructura del PIB regional calcu<strong>la</strong>do en este <strong>Informe</strong>–como <strong>la</strong> sumatoria de los PIB departamentalesque, a su vez, resultan de agregar los PIB municipales–se caracteriza <strong>por</strong> tener un sector terciario de gran tamaño(más del 60% del PIB), al que le sigue en im<strong>por</strong>tanciael sector secundario (22,5%, en promedio, en elperíodo de análisis) y, con un peso inferior al anterior,el primario (16%, en promedio) (Cuadro 2.1). En cuantoa los departamentos <strong>la</strong>s diferencias más im<strong>por</strong>tantesse registran en los a<strong>por</strong>tes de <strong>la</strong>s ramas primaria ysecundaria, <strong>por</strong> cuenta de <strong>la</strong>s producciones más destacadasde cada una, el café y <strong>la</strong> industria: mientrasque <strong>la</strong> actividad primaria es más significativa en Quindío(24% en promedio), seguida <strong>por</strong> Caldas (18%) yRisaralda (9,6%), en el caso de <strong>la</strong> secundaria <strong>la</strong>s posicionesse invierten (los pesos son de 13%, 20% y 31%,respectivamente.Cuadro 2.1PIB <strong>por</strong> grandes ramas de actividadEje Cafetero. 1993-2002 (en <strong>por</strong>centajes)RAMAS 1993 1997 2000 2002Primaria 17,4 18,1 14,9 14,3Secundaria 23,3 21,0 23,1 22,5Terciaria 59,3 61,0 62,0 63,2Fuente: IRDH Eje cafetero, PNUD-Crece, 2004.El café genera más de <strong>la</strong> mitad del valor agregado primariodel Eje Cafetero, y le siguen con cerca de <strong>la</strong> terceraparte otras producciones agríco<strong>la</strong>s entre <strong>la</strong>s que sedestacan plátano, caña de azúcar y caña panelera 5 . Enel secundario sobresale <strong>la</strong> industria manufacturera, enparticu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s producciones de alimentos y bebidas,productos metálicos y maquinaria,que se concentra en Caldasy Risaralda 6 . Y en el sectorterciario o de servicios <strong>la</strong>s mayoresproducciones correspondena administración pública yotros servicios a <strong>la</strong> comunidad,así como a comercio, restaurantesy hoteles.Acerca de <strong>la</strong> evolución de <strong>la</strong> estructuraeconómica regionalen el período <strong>la</strong> tendencia hasido hacia <strong>la</strong> profundizacióndel proceso de terciarización de<strong>la</strong> economía 7 , como resultadode <strong>la</strong> urbanización, a costa delEl café genera más de<strong>la</strong> mitad del valor agregadoprimario del EjeCafetero, y le siguencon cerca de <strong>la</strong> terceraparte otras produccionesagríco<strong>la</strong>s entre <strong>la</strong>sque se destacan plátano,caña de azúcar ycaña panelera.sector primario. Esa situación se presenta en Caldas yRisaralda, en tanto que en Quindío no existe una tendenciac<strong>la</strong>ra al respecto.n5 Pese a que ocupan una im<strong>por</strong>tante <strong>por</strong>ción del área agropecuaria de <strong>la</strong> región (32% en el caso del Quindío), <strong>la</strong>s actividadespecuarias no tienen <strong>la</strong> im<strong>por</strong>tancia que se les suele atribuir en términos de generación de ingreso. En el caso del Quindío, <strong>por</strong>ejemplo, es común que se piense que ese sector ha crecido de manera significativa en los últimos años; no obstante, el hatoganadero del departamento se ha venido reduciendo desde el año 2000 y <strong>la</strong> gran mayoría de cabezas sacrificadas (80%) provienende fuera de <strong>la</strong> región.6 Al respecto, es preciso seña<strong>la</strong>r que el Quindío experimentó en los años noventa un proceso de desindustrialización que se reflejaen particu<strong>la</strong>r en <strong>la</strong> virtual desaparición de <strong>la</strong> actividad de <strong>la</strong> tril<strong>la</strong> del café, debido a <strong>la</strong> mecanización del proceso de selección, yen el cierre de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta de Bavaria.7 Respecto de <strong>la</strong> terciarización debe seña<strong>la</strong>rse que en el Eje Cafetero (y en Colombia, en general) ese proceso no es equivalente alque se presenta en <strong>la</strong>s naciones desarrol<strong>la</strong>das: mientras que en estas últimas <strong>la</strong> terciarización resulta de <strong>la</strong>s crecientes demandasque generan los sectores primario y secundario, en el caso local responde más al proceso de descentralización (con el consecuentecrecimiento del sector público) y a <strong>la</strong> búsqueda de alternativas de empleo <strong>por</strong> parte de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. 73

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