Historias de Vida de siete niñas y adolescentes
Historias de Vida de siete niñas y adolescentes
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AGENCIAS EJECUTORAS:EL TRABAJOINFANTILY ADOLESCENTEDOMÉSTICO....PESA DEMASIADOHISTORIAS DE VIDADE SIETE NIÑASY ADOLESCENTESMUJERESTRABAJADORASDOMÉSTICASEN CASAS DE TERCEROSEN CENTROAMÉRICA,MÉXICO YREPÚBLICA DOMINICANADNI-SECCIÓN COSTA RICACoordinadora Subregional <strong>de</strong> la Marcha Globalcontra la explotación laboral <strong>de</strong> niños, niñasy <strong>adolescentes</strong> para Centroamérica, Méxicoy República DominicanaMARCHA GLOBALCONTRA LA EXPLOTACIÓNLABORAL DE NIÑOS, NIÑASY ADOLESCENTESEntida<strong>de</strong>s FinanciadorasCOOPERACIÓNCANADIENSEOFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJOPrograma Internacional para la Erradicación<strong>de</strong>l Trabajo Infantilwww.ipec.oit.or.crCOSTA RICA 2002
C ONTENIDO57PresentaciónPor: Rigoberto Astorga Morales, IPEC/OIT yVirginia Murillo Herrera, DNI - Costa Rica27MéxicoMe quitó el pan <strong>de</strong> la bocaNicte-ha Dzib, Soto COMEXANI92123Un recorrido por CentroaméricaAnálisis <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong>l trabajo infantil yadolescente doméstico en la región a partir<strong>de</strong> las <strong>Historias</strong> <strong>de</strong> vida.Fabiola Bernal Acevedo, DNI - Costa RicaINTRODUCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10I. Los entornos familiares . . . . . . . . . . . . . 11II Sus condiciones <strong>de</strong> trabajo . . . . . . . . . . 14(Horario, activida<strong>de</strong>s, pago)III. Los riesgos (Abuso, acci<strong>de</strong>ntes) . . . . . . . . . 16IV. Educación: Un <strong>de</strong>recho inexistente . . . . . 17V. Los temores, las tristezas . . . . . . . . . . . 17(miedo, soledad, falta <strong>de</strong> afecto)VI. Lo que les gusta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19VII. Sus ilusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20PALABRAS FINALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20<strong>Historias</strong> <strong>de</strong> <strong>Vida</strong>Honduras“Don<strong>de</strong> trabajo me dicen que ESTOYAPRENDIENDO NO SOY TRABAJADORA”Karla July, Visión Mundial Honduras3339435559Costa Rica“Me tocó pagar la plancha que<strong>de</strong> por sí estaba dañada”Nancy Torres, DNI Costa RicaNicaragua“Ser empleada doméstica es un riesgo... los hombres<strong>de</strong> la casa siempre quieren abusar <strong>de</strong> uno”Jackeline Vargas, Dos GeneracionesGuatemala“La señora necesitaba una patoja ... para la cocinay ‘el <strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro’ ”Carroll Mérida, Myrella Saa<strong>de</strong>h y Graciela Domínguez. PAMIRepública DominicanaLo que la vida le niega, Rosa lo sueñaManuel Guerrero, coordinador Marcha Globalcontra la explotación laboral infantil. Con la colaboración<strong>de</strong> CIPAFEl Salvador¨Yo quiero estudiar … pero no podría porestar trabajando¨Godofredo Aguillón, Asociación DÍA
para combatirlo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Estado, las organizaciones<strong>de</strong> la sociedad civil y diferentes actoresclaves en el nivel local y comunitario.Es por ello que siguiendo este mismo pensamiento,hemos unido esfuerzos organizacionessociales articuladas al Movimiento Mundial <strong>de</strong> laMarcha Global contra la explotación laboral <strong>de</strong>niñas, niños y <strong>adolescentes</strong> y el Programa Internacionalpara la Eliminación <strong>de</strong>l Trabajo Infantil <strong>de</strong>la Organización Internacional <strong>de</strong>l Trabajo(IPEC-OIT).Con el presente trabajo “ El trabajo infantil yadolescente doméstico .... pesa <strong>de</strong>masiado:<strong>Historias</strong> <strong>de</strong> <strong>Vida</strong> <strong>de</strong> <strong>siete</strong> niñas y <strong>adolescentes</strong>mujeres trabajadoras domésticas en casas <strong>de</strong>terceros en Centroamérica, México y RepúblicaDominicana” hemos querido mostrar el ladohumano <strong>de</strong> estos y estas trabajadores domésticos/as,reconocerlos-as como personas con<strong>de</strong>rechos y con i<strong>de</strong>ales para su vida adulta.Este trabajo no hubiese sido posible sin la participaciónprotagónica <strong>de</strong> niñas y <strong>adolescentes</strong>mujeres trabajadoras domésticas, quienes confiarony nos compartieron su vida, sus sentimientos ytemores.Así mismo, la participación en la elaboración <strong>de</strong> lashistorias <strong>de</strong> vida en cada país, fue gracias al compromisoy <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> organizaciones sociales y <strong>de</strong>profesionales que con mucha seriedad asumieron elproyecto y el reto <strong>de</strong> hacer este trabajo. En Méxicoqueremos agra<strong>de</strong>cer a COMEXANI y a Nicte-haDzib Soto, Guatemala a PAMI, Honduras a VISIÓNMUNDIAL, en El Salvador a ASOCIACIÓN ALDÍA, en Costa Rica a DNI COSTA RICA, en Nicaraguaa DOS GENERACIONES en República Dominicanaa la RUEDA RUEDA y a CIPAF, y a las coordinacionesnacionales <strong>de</strong> la Marcha Global contra laexplotación laboral <strong>de</strong> niñas, niños y <strong>adolescentes</strong>en cada uno <strong>de</strong> estos países.A los familiares <strong>de</strong> estas niñas y <strong>adolescentes</strong>mujeres que nos permitieron acercarnos a ellas,a todas aquellas instituciones, organizaciones,personas que <strong>de</strong> una u otra manera tuvieronque ver en el proceso <strong>de</strong> recuperación <strong>de</strong> laHistoria <strong>de</strong> <strong>Vida</strong>; su aporte fue importantísimo.A Marcelo Gaete y a Yanice Quesada, consultores<strong>de</strong> DNI Costa Rica, quienes elaboraron elManual para la Recuperación <strong>de</strong> <strong>Historias</strong> <strong>de</strong><strong>Vida</strong> <strong>de</strong> Trabajadoras Infantiles Domésticas,quienes con gran precisión, dieron los elementosteórico-metodológicos para la elaboración<strong>de</strong> las historias <strong>de</strong> vida.A Antislavery International – UK organizaciónque ha venido trabajando fuertemente en visualizarla problemática <strong>de</strong>l trabajo infantil doméstico, yque ha contribuido para que este sea <strong>de</strong>sarrolladoen la región a través <strong>de</strong>l convenio <strong>de</strong> cooperaciónentre ASI-UK y DNI Costa Rica.Finalmente a la Cooperación Canadiense quien sinsu aporte económico estas acciones no hubiesensido posibles.8
Cortesía: Visión Mundial <strong>de</strong> Honduras.Un recorrido por Centroamérica9
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DEL TRABAJO INFANTILY ADOLESCENTE DOMÉSTICO EN LA REGIÓNUn recorrido por CentroaméricaIntroducción10Fabiola Bernal AcevedoDNI - COSTA RICAEn el marco <strong>de</strong> las acciones a<strong>de</strong>lantadas por laMarcha Global contra la explotación laboral <strong>de</strong>niños, niñas y <strong>adolescentes</strong> y el Programa <strong>de</strong> erradicación<strong>de</strong>l trabajo infantil <strong>de</strong> IPEC/OIT, con elapoyo <strong>de</strong> la Cooperación Canadiense, Defensa <strong>de</strong>los Niños Internacional DNI – Costa Rica ha coordinadola realización <strong>de</strong> un proyecto <strong>de</strong> Recuperación<strong>de</strong> <strong>Historias</strong> <strong>de</strong> <strong>Vida</strong> <strong>de</strong> <strong>siete</strong> niñas y <strong>adolescentes</strong>trabajadoras domésticas en Centroamérica,México y República Dominicana.Las historias <strong>de</strong> vida preten<strong>de</strong>n rescatar la dimensiónhumana <strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong>l trabajo infantil y adolescentedoméstico y buscan aportar al análisis <strong>de</strong>esta situación elementos <strong>de</strong> carácter cualitativo quepermitan un acercamiento a estas niñas y <strong>adolescentes</strong>como personas, conocer sus vivencias, susexpectativas y la forma como abordan su vida y susproyectos.A la vez se busca contribuir al conocimiento yanálisis <strong>de</strong>l trabajo infantil doméstico en casa <strong>de</strong>terceros en los países <strong>de</strong> Centroamérica y RepúblicaDominicana <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las organizaciones <strong>de</strong> lasociedad civil y aportar a una mayor y mejoraproximación a la realidad <strong>de</strong> esta población porparte <strong>de</strong>l ciudadano medio.Para la realización <strong>de</strong> las <strong>Historias</strong> <strong>de</strong> vida se contócon una guía metodológica común consignadaen el documento “Manual para la recuperación <strong>de</strong>historias <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> niñas, niños y <strong>adolescentes</strong> trabajadoresdomésticos”, que sin condicionar los procesospropios <strong>de</strong> cada historia sirvieron <strong>de</strong> guía parasu elaboración y facilitaron su análisis.El presente documento busca realizar un recorridopor estas 7 historias, recogiendo en ellas elementoscomunes y/o significativos que ayu<strong>de</strong>n a sustentar
la necesidad <strong>de</strong> que los gobiernos, que aún no lohan hecho, <strong>de</strong>finan el trabajo infantil doméstico comouna <strong>de</strong> las peores formas <strong>de</strong> trabajo infantil.Este recorrido preten<strong>de</strong> en un lenguaje coloquialacercar a los lectores a este tema; no es un acercamientoestadístico; obviamente, tampoco estáEn el recorrido tendremos en cuentalos siguientes aspectos:I. Los entornos familiares.II. Sus condiciones <strong>de</strong> trabajo(Horario, activida<strong>de</strong>s, pago).III. Los riesgos (Abuso, acci<strong>de</strong>ntes).IV. Educación: Un <strong>de</strong>recho inexistente.V. Los temores, las tristezas (miedo,soledad, falta <strong>de</strong> afecto)VI. Lo que les gusta.VII. Sus ilusiones.en contra <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> abordaje, al contrario,busca ser una mirada complementaria, que permitaver el problema <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy diversos ángulos ycon la esperanza <strong>de</strong> que ello aporte a enriquecerla acción.A través <strong>de</strong> este documento queremos acercarnosa estas niñas y <strong>adolescentes</strong> mujeres <strong>de</strong> carney hueso, que no son simplemente un número enla estadística, que son seres humanos, suaves, tiernas,muy dolidas, con sueños e ilusiones. Queremosa través <strong>de</strong> estas <strong>Historias</strong> <strong>de</strong> <strong>Vida</strong> elevar ungrito, hacer sentir la voz <strong>de</strong> estas chicas y que susdolores, sus <strong>de</strong>seos y sus ilusiones lleguen hastanosotros y nosotras y nos convoquen a trabajar,a buscar conjuntamente con ellas alternativas querealmente aporten a cambiar su situación. Son lahistoria <strong>de</strong> 7 chicas, que nuestras compañeras ycompañeros <strong>de</strong> las Organizaciones que apoyaronesta labor en cada país nos hicieron llegar y quequeremos compartir con uste<strong>de</strong>s.Los nombres <strong>de</strong> las niñas y <strong>adolescentes</strong> mujeres sehan cambiado para proteger su i<strong>de</strong>ntidad.Igualmente, las fotografías utilizadas tienen un finilustrativo.LOS ENTORNOS FAMILIARES(pobreza, maltrato) I.Un común <strong>de</strong>nominador <strong>de</strong> las historias <strong>de</strong> vida<strong>de</strong> las chicas <strong>de</strong> los diversos países ha sidolas condiciones <strong>de</strong> pobreza que enfrentan susfamilias y las comunida<strong>de</strong>s en las cuales ellas seinsertan: en estas historias <strong>de</strong> vida nos encontramoscon niñas provenientes <strong>de</strong> comunida<strong>de</strong>scampesinas o en zona urbanas marginales.Nos encontramos con chicas provenientes <strong>de</strong>lugares <strong>de</strong> cada país particularmente pobres,don<strong>de</strong> problemas <strong>de</strong> hacinamiento, falta <strong>de</strong>fuentes <strong>de</strong> trabajo, hambre y miseria son unfactor que empuja a estas niñas a vincularse<strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy temprana edad al trabajo.Iniciándose <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy temprano, 5 ó 6 añoscomo relatan varias <strong>de</strong> ellas, ya sea realizandolabores en el campo: pastoreo, traer leña yagua, trabajando como “ayudantas” en las casasen las cuales sus madres se <strong>de</strong>sempeñan comotrabajadoras domésticas y/o realizando laslabores <strong>de</strong> atención <strong>de</strong> la casa y sus hermanospara que su madre pueda ir a trabajarUn círculo que reproduce la pobreza, un círculo<strong>de</strong> miseria que el mo<strong>de</strong>lo económico neoliberalprofundiza, en la medida que en Centroamérica,incluida en ello Costa Rica, se va agudizando lasituación <strong>de</strong> miseria <strong>de</strong> las capas más pobres, enla medida que el presupuesto estatal para laspolíticas sociales es cada vez mas precario, en lamedida en que el <strong>de</strong>sempleo adulto aumenta,nuestros niños y niñas <strong>de</strong> los sectores popularesestarán siendo vinculados en masa, a la explotaciónlaboral. El trabajo infantil se convierte enun mecanismo <strong>de</strong> supervivencia en los sectores11
12Fotografía: Martín Villalta Quirós
<strong>de</strong> más escasos recursos, el peso <strong>de</strong> la injusticia <strong>de</strong>este mo<strong>de</strong>lo económico se va <strong>de</strong>scargando sobrela población mas vulnerable: los niños y niñaspobres <strong>de</strong> nuestro subcontinente y <strong>de</strong>l planeta.Una estrategia <strong>de</strong> prevención y erradicación <strong>de</strong>ltrabajo está íntimamente ligado a la transformación<strong>de</strong> este mo<strong>de</strong>lo económico, a la generación<strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social que coloque a losniños y niñas en el primer lugar <strong>de</strong> prioridad,a lo mejor esto no es posible hacerlo en estemomento a gran escala, pero es importante experimentarloal nivel <strong>de</strong> las localida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> lascomunida<strong>de</strong>s concretas, buscando articular losprogramas <strong>de</strong> erradicación <strong>de</strong>l trabajo infantila procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo local, que amplíen elempleo y el ingreso <strong>de</strong> los adultos, que hagainnecesario el trabajo infantil.Después <strong>de</strong> la pobreza, un segundo factor queestá mandando al trabajo a este contingente <strong>de</strong>niñas y niños es sin duda alguna EL MATRATOINTRAFAMILIAR. Como veremos en las historias,las formas que este maltrato asume son infinitasy <strong>de</strong>sgarradoras y muchos factores influyen enque ellas se <strong>de</strong>n: iniciando por patrones culturalesmachistas y autoritarios que llevan a las personasadultas a <strong>de</strong>scargar todo el peso <strong>de</strong> sus frustracionesy rabias en personas más débiles que ellos yellas y en la más completa in<strong>de</strong>fensión.Estas historias nos permiten sentir en carne propiael dolor <strong>de</strong> estas niñas in<strong>de</strong>fensas frente a agresionestan violentas como son:• El abuso y acoso sexual por parte <strong>de</strong>l padrastroy la <strong>de</strong>safortunada negación que las madreshacen <strong>de</strong> esta situación. En la historia <strong>de</strong> algunas<strong>de</strong> estas niñas, como en la <strong>de</strong> tantas otrasniñas <strong>de</strong>l mundo, el abuso y el incesto, son heridasque se infringen y que nunca cerraran enel alma y el corazón <strong>de</strong> esta nueva generación<strong>de</strong> seres humanos. La negativa <strong>de</strong> la madre a reconoceresta tragedia, el que piense que ello esmentira que su esposo o compañero es incapaz<strong>de</strong> algo tan monstruoso, solo agrava el problemay coloca en condiciones <strong>de</strong> mayor in<strong>de</strong>fensióna estos seres inocentes.• El vivir cada día la forma como los padres opadrastros maltratan a sus madres, como nosdirá en forma <strong>de</strong>sgarrada la niña <strong>de</strong> Guatemala:“Yo quisiera que al menos un día en la vida<strong>de</strong>jaran <strong>de</strong> pelear”. Que pue<strong>de</strong> esperarse <strong>de</strong> lasalud mental <strong>de</strong> estos niños y niñas que vivenen el terror cotidiano, que duermen intranquilosesperando en cualquier momento sentir comoson agredidos los seres que más ama, loúnico que tiene en la vida, que son su mamá ysus hermanos. Como nos contará la niña <strong>de</strong>Honduras: “Tener que huir en la noche y escon<strong>de</strong>rseen el campo por semanas mientras le pasala furia al padre”, es una experiencia quetraumatiza a la persona más fuerte.• Los insultos, las palabras soeces, el que las llamen“putas”, “vagas”, “perezosas”, son expresionesque hieren a estas niñas en su alma, tanfuerte como los golpes. Estas formas <strong>de</strong> maltratofísico hieren a estas pequeñas y las impulsan asalir <strong>de</strong> sus casas.• El que “les echen en cara” la comida o los gastosque genera la escuela es muy doloroso tambiénpara estas niñas. Pareciera insignificante,pero es posible que estos adultos ni siquierasean consciente <strong>de</strong> ello. Sin embargo como loveremos en las historias, que le quite la comida<strong>de</strong> la boca a un niño con hambre es algo queviolenta las más íntimas fibras <strong>de</strong> la sensibilidadhumana.Espiral <strong>de</strong> violencia que se reproduce <strong>de</strong> generaciónen generación, y cada vez mas agravada y<strong>de</strong>sgarradora, como lo veremos en las historias, losniños pequeños apren<strong>de</strong>n rápidamente a insultara sus hermanas y aún a su madre, reeditandola imagen <strong>de</strong> masculinidad que trasmite el padre opadrastro, los maridos o compañeros <strong>de</strong> sus hermanas.A pesar <strong>de</strong> ser muy jóvenes, les pegan ymaltratan y, para algunas <strong>de</strong> estas chicas, la mayorilusión <strong>de</strong> su vida es encontrar un marido queno les pegue.Una estrategia <strong>de</strong> prevención y erradicación <strong>de</strong>ltrabajo infantil en general y <strong>de</strong>l doméstico enparticular sin duda pasa por un intenso trabajo <strong>de</strong>recomposición <strong>de</strong> los roles <strong>de</strong> masculinidad y feminida<strong>de</strong>n nuestra sociedad y por colocar muy altoelementales normas <strong>de</strong> convivencia y respeto13
mutuo entre los seres humanos, en especial <strong>de</strong>los adultos con los niños y niñas; las campañas<strong>de</strong> prevención <strong>de</strong>l maltrato infantil en las familiasno pue<strong>de</strong>n estar ausentes <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> estrategia,como lo ha formulado la campaña“Educación con Ternura” que durante los últimos5 años varias organizaciones no gubernamentales<strong>de</strong>sarrollan en el subcontinente: “Nigolpes que hieran, ni palabras que duelan” esuna consigna básica a reivindicar en la relación<strong>de</strong> los adultos con los niños y niñas y es unaforma cotidiana y familiar <strong>de</strong> hacer valer los<strong>de</strong>rechos humanos <strong>de</strong> esta población.Un tercer factor que agudiza las condicionesque llevan a miles <strong>de</strong> niños y niñas a vincularseal mercado laboral es la crisis que atraviesala institución familiar. Mujeres solas cabeza <strong>de</strong>hogar que en condiciones <strong>de</strong> tanta miseria nopue<strong>de</strong>n asumir toda la responsabilidad familiary se ven abocadas a buscar ayuda <strong>de</strong> cualquierforma, ya sea uniéndose otro hombre y teniendohijos con él pensando que así van a recibirapoyo para criar a sus otros hijos (lo cual enla mayoría <strong>de</strong> los casos no resulta ser cierto ysolo agudiza la espiral <strong>de</strong> dolor y miseria), entregandosus niños o niñas a parientes cercanoso, en muchos casos como lo veremos en lashistorias, colocándolas en trabajos en casa <strong>de</strong>terceros, ni siquiera como un mecanismo paraincrementar el ingreso, sino como una medida<strong>de</strong>sesperada <strong>de</strong> supervivencia; ligado esto a padresausentes que generan nostalgia infinita enlas niñas como nos compartirá Rosa a través<strong>de</strong> su historia.Como se ha planteado en muchos estudios sobreel tema, las condiciones <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> las niñas yniños trabajadores domésticos en casa <strong>de</strong> terceros,no garantizan mínimas garantías laborales parasu ejercicio.Veamos:Horario <strong>de</strong> trabajo:Las historias nos ratifican como en la mayoría <strong>de</strong>los casos estos chicos y chicas no tienen horario<strong>de</strong>finido, <strong>de</strong>ben estar a disposición <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los patrones, aun cuando trabajan pordías, es <strong>de</strong>cir sin dormida en el lugar <strong>de</strong> trabajo,es claro a qué hora entran, pero no a qué horasalen, eso <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> que el o la patrona no tengaotras activida<strong>de</strong>s, o <strong>de</strong>l empleo que tenga enese momento y si viven en la casa don<strong>de</strong> trabajan,su disponibilidad <strong>de</strong>be ser completa, finalmenteestán <strong>de</strong> servicio las 24 horas <strong>de</strong>l día.Los tiempos y días <strong>de</strong> “<strong>de</strong>scanso” como veremosen las historias son variados, pero en todos los casosmuy precarios. Las mínimas reivindicacioneslaborales ni siquiera se cumplen para estas chicas,las 8 horas <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso no existen y menos las 8horas <strong>de</strong> estudio, terminan viviendo casi en formaexclusiva en función <strong>de</strong>l trabajo.SUS CONDICIONES DE TRABAJO(horario, activida<strong>de</strong>s, pago)II.Extensión <strong>de</strong> la jornada <strong>de</strong> trabajo: Aparentementeestán mejor las chicas que trabajan por horas, sinembargo las historias nos permiten asomarnos aotra realidad. ¿Qué pasa con estas chicas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>que terminan su trabajo?, como nos lo relatan viarias<strong>de</strong> ellas, su <strong>de</strong>stino es seguir realizando laboresdomésticas en su propia casa, ayudando a su mamáo asumiendo esta labor completamente cuando lamadre no pue<strong>de</strong> hacerlo, por encontrarse ausente oenferma, como en una <strong>de</strong> las historias que veremos.Activida<strong>de</strong>s que realizan: Aparentemente en unacasa hay poco trabajo, sin embargo a través <strong>de</strong> lashistorias <strong>de</strong> estas chicas, sentimos como el trabajo<strong>de</strong> una casa es extenuante e inagotable, miles<strong>de</strong> cosas hay que hacer:Las labores <strong>de</strong> limpieza son <strong>de</strong>scritas por ellas conlujo <strong>de</strong> <strong>de</strong>talles; a varias les gusta hacerlas porqueles permite “jugar con agua”, su vida ha sido tantruncada y a pesar <strong>de</strong> ello, la infancia, el disfrutepor el juego, trata <strong>de</strong> salir y <strong>de</strong> no <strong>de</strong>jarse aniquilar.Arreglar una casa es tarea cansada y especialmentemantenerla arreglada si hay niños que <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nana toda hora, por lo cual recoger <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nes esuna labor que se repite <strong>de</strong> manera infinita en eltranscurso <strong>de</strong>l día.Arreglar la ropa, no es tampoco tarea fácil; enalguna <strong>de</strong> las historias nos comentan como aunquehaya lavadora, mucha ropa hay que lavarla amano, porque la máquina la daña o porque a laseñora no le gusta como la <strong>de</strong>ja y planchar14
tampoco es sencillo, varias <strong>de</strong> ellas nos relatancomo planchar los cuellos y los puños <strong>de</strong> lascamisas <strong>de</strong>l señor pue<strong>de</strong> ser un tormento.Mirar los niños, como nos dice Nancy en laHistoria <strong>de</strong> Costa Rica, implica un sinfín <strong>de</strong>activida<strong>de</strong>s entre las cuales enumera:levantarlos tempranobañarlosvestirlosservirles el <strong>de</strong>sayunocomprobar que tienen lo necesariopara la escuelaempacar el refrigerioacompañarlos a la escuelair a retirarlosacompañarlos <strong>de</strong> regreso a la casaservirles el almuerzovestirlos con ropa <strong>de</strong> casalavar los uniformesacompañarlos a ver la televisiónservirles la cenacolocarles la pijamaorientar la lavada <strong>de</strong> los dientesrecoger lo que rieganacompañarlos a la camay, finalmente, esperar que se duermanCocinar, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> riesgosa, es una labor difícilpara niñas <strong>de</strong> tan corta edad, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>ben enfrentarsecon los gustos alimenticios <strong>de</strong> las diversasfamilias con las que trabajan; alguna <strong>de</strong> las chicas comentaráque quiere estudiar culinaria y hacer platosinternacionales porque a la señora le gusta muchoque haya varios tipos <strong>de</strong> comida.Las condiciones <strong>de</strong> trabajo:La comida: las chicas <strong>de</strong> estas historiasnos comentan que pue<strong>de</strong>n consumir los mismosalimentos que el resto <strong>de</strong> habitantes <strong>de</strong> la casa, peroen su totalidad, todas lo hacen en la cocina, noen el comedor, lo cual les discrimina y excluye <strong>de</strong>lcontexto familiar, aún en los casos en que noscuentan que sus patrones les invitan a comer enla mesa, ellas no lo hacen, unánimemente nos dicen:ME DA VERGÜENZA!!! Hasta don<strong>de</strong> se hainternalizado la exclusión que ellas mismas, auntan pequeñas han sido adiestradas para mantenerdistancias, así no sean conscientemente. Ese no sercapaz <strong>de</strong> comer con los otros miembros <strong>de</strong> la casanos indica el nivel <strong>de</strong> subordinación, la autopercepción <strong>de</strong> inferioridad, la poca autoestima quela vida y las condiciones <strong>de</strong> trabajo ha generadoen ellas.La dormida: Cuando no viven en formapermanente en la casa, no hay un lugar <strong>de</strong>stinadoa ellas para dormir y, como en el caso <strong>de</strong> una <strong>de</strong>las chicas, los días que los patrones necesitan quese que<strong>de</strong>, <strong>de</strong>be dormir en la sala.Cuando duermen en la casa, la situación es diferente,pero como nos dice María, le toca dormirsola, ella antes lo hacia con su mamá y en la piezala familia guarda muchas cosas, es como unabo<strong>de</strong>ga.Los salarios: En varios casos como noscomentaran las chicas <strong>de</strong> las historias, ni siquierase recibe salario, en especial si se trabaja con unfamiliar como es el caso <strong>de</strong> Rosa.En los otros casos, siempre el salario con el quese trabaja en casa <strong>de</strong> terceros, cuando se es niña,es ínfimo porque como dijera la niña <strong>de</strong> Honduras:Mi patrona dice que yo no estoy trabajando,estoy aprendiendo a trabajar. Este aprendiendo esmuy relativo, las historias nos muestran como estaschicas antes <strong>de</strong> entrar a trabajar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su mástierna edad han venido realizando en sus casas laboresdomésticas, y el que estén aprendiendo esmas bien un pretexto, una justificación para pagarel menor dinero posible por su trabajo.Las prestaciones sociales: En todaslas historias, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser inexistentes, es absolutamente<strong>de</strong>sconocido por las chicas la existencia <strong>de</strong>ellas como <strong>de</strong>rechos y solo en el caso <strong>de</strong> una <strong>de</strong>ellas, cuando intentó protestar porque no le liquidarona<strong>de</strong>cuadamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un año <strong>de</strong> trabajo,sus padres le recomendaron no hacerlo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>sus propias experiencias saben que los trámites <strong>de</strong>este tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mandas son tan largos. A<strong>de</strong>mástemen que por efectuar las <strong>de</strong>mandas, otras señorasno las contraten sin recomendaciones parasus hijas.15
16Los riesgos(abuso, acci<strong>de</strong>ntes)III.Un factor <strong>de</strong> riesgo muy preocupante, es lasposibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> abuso sexual a la que estánexpuestas tanto por parte <strong>de</strong> sus patronescomo <strong>de</strong> los hijos o parientes <strong>de</strong> estos o <strong>de</strong>vecinos o amigos <strong>de</strong> la casa en que trabajan.Este tema es muy difícil <strong>de</strong> dialogar conellas, está condicionado por mucho tabú ypor el temor infinito que se les ha inculcado porparte <strong>de</strong> los abusadores y <strong>de</strong> la sociedad engeneral para que no hablen. Si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> niñassaben que ni siquiera su madre les cree cuandoacusan al padrastro; saben que muchomenos les van a creer si acusan al patrón/ao algún “señorito/a” <strong>de</strong> la casa. A pesar <strong>de</strong>ello, el problema está allí latente, hay quetrabajar en él, y una estrategia <strong>de</strong> intervencióncon estas chicas <strong>de</strong>be tenerlo muy encuenta.El riesgo <strong>de</strong> cuidar a los niños: Como lo veremosen las historias, una <strong>de</strong> las cosas que masasusta a estas niñas es la responsabilidad que lessignifica cuidar niños; el miedo a no saber quéhacer si se llega a presentar un acci<strong>de</strong>nte, un terremoto,un incendio. Como se ha venido planteandopor varios estudios, la solicitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>clarar<strong>de</strong> ALTO RIESGO EL TRABAJO INFANTILDOMÉSTICO, es no solo por el peligro que correnlos niños y niñas que lo realizan, es tambiénpor los peligros a que quedan expuestos laspersonas que ellos y ellas atien<strong>de</strong>n.El riesgo <strong>de</strong> hacer mandados: Aparentementeesto es inocuo, pero Francisca nos contará eltemor que para ella significaba, cuando tenía 6años, tener que salir a la calle a cualquier hora ahacer mandados, cuando habían muchos borrachosen la calle, que la acosaban y la tocaban, y, enlas condiciones <strong>de</strong> cada vez mayor inseguridadque se vive en las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la región, múltiplespeligros pue<strong>de</strong> enfrentar en la calle una niña sola,o peor acompañada por otros niños y niñas.A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los riegos <strong>de</strong> abuso sexual, estánexpuestas a acci<strong>de</strong>ntes, a ser atropelladas por uncarro, a ser asaltadas para quitarles algo mínimo,pero en las condiciones actuales esto cada vezsuce<strong>de</strong> con más frecuencia.El riesgo <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntarse: Afortunadamente laschicas <strong>de</strong> nuestras historias no han sufrido acci<strong>de</strong>ntesgraves en su trabajo, pero cuando nos<strong>de</strong>scriben lo que hacen, el que se quedan solas encasas, aun toda una noche, cuidando los niños yniñas, manipulando la cocina <strong>de</strong> gas o eléctrica,usando la plancha y los químicos para el aseo y lalimpieza, vemos que el riesgo <strong>de</strong> un acci<strong>de</strong>nte enel trabajo <strong>de</strong> una casa es muy gran<strong>de</strong> y que ellasestán muy pequeñas para po<strong>de</strong>rlo percibir ymenos prevenir.Un estudio, realizado por DNI Costa Rica,incluye el siguiente relato <strong>de</strong> una niña migrantenicaragüense:“Y el marido <strong>de</strong> ella (<strong>de</strong> la señora) era un profesor,ellos tenían plata. Entonces era como muyenamoradito. Él, cada cosa que yo hacía me<strong>de</strong>cía: - Usted está bonita, que tiene unos bonitospechos...- que no se qué.La señora <strong>de</strong> él se fue para un lugar unos díasporque según ella era cristiana y sí, a ella se lemiraba <strong>de</strong> que era cristiana. Bueno, y el señortodos los días que yo llegaba, el señor memolestaba, que allá, no se qué... él me <strong>de</strong>cía: -Ahorita no está la viejita que la vaya a ver.Entonces me <strong>de</strong>cía: - Venga Marisol - Y yo le<strong>de</strong>cía: - No, no. Entonces como una hija <strong>de</strong> ellase mantenía ahí y nunca salía, entonces yo meiba para el cuarto don<strong>de</strong> ella. Ella era la másseria <strong>de</strong> todas. Entonces yo le <strong>de</strong>cía: - ¿Quénecesita?- ...que no sé que.Entonces él, cuando vino la señora, le puso quejasporque en esa casa vivían cuatro, pero lasdos hijas <strong>de</strong> ella tenían que tener sus empleadaspor aparte. Entonces, el señor le dijo a la señoray...bueno sí.Fue por el señor que era muy...no sé”.Marisol, 15 añosNicaragüense 11En las historias que se recupera en este trabajo,nos encontraremos con reflexiones e historias,como la historia <strong>de</strong> Nicaragua, que nos confirmanque tan cerca están las trabajadoras infantilesdomésticas <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> abuso sexual.11 Un estudio <strong>de</strong> caso <strong>de</strong> 50 niñas y mujeres <strong>adolescentes</strong> trabajadorasdomésticas en Costa Rica. DNI- ANTI_SLAVERY. San José.2001. Pagina 81.
Educación:Un <strong>de</strong>recho inexistenteIV.Solo en uno <strong>de</strong> los casos <strong>de</strong> estas historias <strong>de</strong> vida,la niña ha podido estudiar, ya que trabaja con una tía<strong>de</strong> extracción media y ella lo facilita. El común <strong>de</strong>nominadoren las otras historias es que estas chicas,no solo se <strong>de</strong>bieron retirar muy temprano <strong>de</strong> la escuela,sino que la mayoría solo estudió hasta terceraño <strong>de</strong> primaria, una <strong>de</strong> ellas no pudo asistir a laescuela y no sabe leer ni escribir.Sus recuerdos <strong>de</strong> la escuela, en la mayoría <strong>de</strong> loscasos, son muy dolorosos, esto <strong>de</strong>biera hacerreflexionar a los y la maestras y los jerarcas <strong>de</strong>los sistemas educativos. Cómo no preocuparseporque, aún hoy, en pleno siglo XXI, con losmayores avances tecnológicos que la humanidadha logrado, tantos niños y niñas salen <strong>de</strong>spavoridos<strong>de</strong> unas escuelas en las cuales a los máspobres y vulnerables se les maltrata, se les ridiculiza,se les hace sentir que son “brutos”, “brutas”,“pobres, “mal vestidas”, “sucias”.Con dolor vivimos en estas historias que en todoCentroamérica nos enfrentamos a unsistema expulsivo ,a un sistema que solo resisteel promedio <strong>de</strong> la población, pero en el cual losmas débiles están con<strong>de</strong>nados a salir, como dijeraun estudio reciente.No son los niños y niños los queabandonan la escuela, es la escuelala que abandona los niños y lasniñas!Las chicas nos contarán como no volvieron porqueno les pudieron comprar un cua<strong>de</strong>rno, oporque no tenían plata para llevar cuando lasmaestras les pedían, o porque les daba miedo loscastigos, porque se reían <strong>de</strong> ellas, porque les poníanapodos, porque no tenían tiempo para hacerlas tareas, ni quien les ayudara, porque <strong>de</strong>spuésy antes <strong>de</strong> clase tenían que trabajar y esto no leimportaba a nadie, porque solo tenían un vestidopara ir a la escuela, porque se les acababanlos zapatos ….A pesar <strong>de</strong> ello todas anhelan haber podido estudiar.Algunas nos dicen que les gustaría estudiarcosas prácticas: modistería, costura; otras les gustaríaestudiar en un sistema en que fueran todosgran<strong>de</strong>s como ellas y les ayudaran, Hezzel estámuy agra<strong>de</strong>cida <strong>de</strong>l apoyo que le dio Dos Generacionespara realizar sus estudios.Definitivamente la relación estudio-trabajo es in<strong>de</strong>sligable,si la escuela no favorece la permanencia <strong>de</strong>los chicos y chicas a su interior, ellas y ellos se verán<strong>de</strong>terminadas/os a trabajar y ese trabajo les obstaculizarácada vez mas sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> estudio,con<strong>de</strong>nándoles a condiciones económicas y socialescada vez más precarias. Un programa <strong>de</strong> prevención<strong>de</strong>l trabajo infantil requiere este como uno <strong>de</strong> suscomponentes centrales. Como <strong>de</strong>cía la niña <strong>de</strong>Guatemala en la entrevista:“Yo pienso que se tendría que buscarla manera <strong>de</strong> que los niños y las niñasno trabajaran, hacer queen lugar <strong>de</strong> trabajar, estudien,porque el estudio vale mucho;en cambio el trabajo, pues sí es ciertoque se gana bien, pero también<strong>de</strong>bería estar estudiando”Los temores y la tristeza(Miedo, soledad, falta <strong>de</strong> afecto) V.Como nos <strong>de</strong>cía Karla, la historiadora <strong>de</strong> Honduras:Se ve mucha tristeza en estas niñas. Suinfancia y su adolescencia se van rápidamente,sin po<strong>de</strong>r disfrutar sus alegrías, sus juegos, susdiversiones.Muchos sentimientos dolorosos las acompañan,entre ellos:El miedo. Las historias nos permiten verlasacercarse muy temerosas a cada nuevo trabajo.Muchas preguntas las rondan al llegar a unanueva casa: ¿Cómo será la señora? ¿Cómo lasvan a tratar?, ¿Qué les gusta en esa casa, qué noles gusta? Para el ser humano el temor a lo <strong>de</strong>sconocidosiempre ha estado presente, muchomás difícil <strong>de</strong>be ser para una niña <strong>de</strong> 12 o 15años, que <strong>de</strong>be entrar a <strong>de</strong>senvolverse en un mediofamiliar completamente diferente al suyo, encondiciones <strong>de</strong> subordinación y exclusión.La soledad. Salen <strong>de</strong> su casa, o están todo eldía fuera, ya no cuentan con la cercanía <strong>de</strong> susmamá ni <strong>de</strong> sus hermanos, aunque estén conniños, ellas son sus empleadas, no sus compañeras<strong>de</strong> juego.La falta <strong>de</strong> afecto: Produce tristeza cuandoleemos que María <strong>de</strong>cía:“En mi trabajo nadie meabraza”. El afecto, el calor humano, el abrazo esun alimento indispensable para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>los seres humanos, durante toda la vida y muchomás en los primeros años. Es muy dañino para estasniñas, no contar con estos afectos, ya <strong>de</strong> porsí, escasos en sus casas <strong>de</strong> origen.17
El llorar a escondidas: En varias <strong>de</strong> las historiasesta situación se repite, ante el regaño, el enojo <strong>de</strong> losadultos, frente a un error que se comete en el trabajo,estas chiquillas no tienen otro recurso que llorar, peroni siquiera a ello tienen <strong>de</strong>recho, en varias historias nosrelatan como sus patrones se enojan si las ven haciéndoloy <strong>de</strong>ben irse a llorar a escondidas.La discriminación: Como <strong>de</strong>cíamos ninguna comeen la mesa, ni siquiera porque no la <strong>de</strong>jen, porque lesda vergüenza; se sienten menos porque las han hechosentir así, pue<strong>de</strong> que no cada patrón/a en particular, sino la sociedad, el entorno en el que viven.Los insultos: Varias relatan que los niños y niñasque cuidan las insultan. Los niños a veces son muy agresivoscon quienes perciben inferiores o mas débiles, posiblementeesten haciendo un <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> lasagresiones que ellos mismos reciben, pero en esta relación<strong>de</strong>l niño/a con la persona que les cuida, si no hayun trabajo muy claro y permanente <strong>de</strong> las personasadultas, los niños tien<strong>de</strong>n a reproducir patrones <strong>de</strong>agresión terribles, que los lleva a burlarse <strong>de</strong> ellas porla forma como hablan, o como se visten o porque son<strong>de</strong>l campo, o porque son negras o indígenas, o porqueson migrantes, o por los cientos <strong>de</strong> exclusiones quelos seres humanos nos inventamos para diferenciarnosy sentirnos fuertes, construyendo i<strong>de</strong>ntidad no por loque somos, sino sobre la base <strong>de</strong> pensar que “losotros”, todos aquellos que son diferente, son tambiéninferiores.Fotografía: Martín Villalta Quirós18La vergüenza por el oficio: No en todos loscasos pero en algunas <strong>de</strong> las historias se <strong>de</strong>ja ver esatristeza que significa sentirse mal, sentirse menos porlo que se hace y preferir <strong>de</strong>cir que se tiene otro empleo,que se es niñera o que simplemente se vive enesa casa, para ocultar la labor que se <strong>de</strong>sempeña.
Lo que les gustaVI.Jugar y comer un helado: Son tan niñas, ycosas tan pequeñas, pero tan necesarias les sonnegadas. Jugar es para los niños y niñas su espacioesencial <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, su posibilidad <strong>de</strong> poneralas a su imaginación, su mas feliz forma <strong>de</strong> crecery <strong>de</strong>sarrollar su cuerpo, su mejor manera <strong>de</strong>apren<strong>de</strong>r. No solo <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r conocimientos, sinotambién <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r los afectos, <strong>de</strong> construirnuestros mejores anhelos.Quien no recuerda con cariño sus primeros muñecos,sus carritos, sus pelotas, libros, casitas….Las golosinas preferidas, los días <strong>de</strong> fiesta en losque te daban regalos y comías dulces o refrescohasta hartase.En la vida <strong>de</strong> cada persona tenemos un rincón enel corazón para esos afectos y estas chicas las tienenrestringidas y ello impacta necesariamente su<strong>de</strong>sarrollo, su <strong>de</strong>recho a divertirse no es solo un<strong>de</strong>recho, es una necesidad para lograr su <strong>de</strong>sarrollointegral, no olvi<strong>de</strong>mos esto en la intervencionesque con ellas se realicen.Visitar las tiendas e ir a los parques: Otras<strong>de</strong> las chicas nos habla <strong>de</strong> visitar (no comprar) enlas tiendas, con lo poco que ganan y los muchosgastos que tiene, como también se verá en las historias,la mayoría <strong>de</strong> las veces, el dinero que ganancon su trabajo <strong>de</strong>ben utilizarlo para el apoyo <strong>de</strong>su familia; por ello visitar las tiendas, para ver lascosas y soñar un rato es una diversión y un escapepara estas chicas. Los parques, en varias <strong>de</strong> lasciuda<strong>de</strong>s don<strong>de</strong> discurren estas historias hay unoo varios parques don<strong>de</strong> las personas que realizantrabajo doméstico van a encontrarse en sus escasosdías <strong>de</strong> fiesta, allí conversan, se cuentan historias,se informan <strong>de</strong> nuevos trabajos y cuando sonextranjeras o <strong>de</strong> una etnia en particular, funcionacomo una especie <strong>de</strong> colonia y <strong>de</strong> cofradía <strong>de</strong>mutuo apoyo, para protegerse <strong>de</strong> posiciones xenofóbicasy/o racistas que <strong>de</strong>safortunadamentecontinúan tan vigentes en nuestro países. Una <strong>de</strong>las chicas nos <strong>de</strong>cía: “voy a los parques a llorarporque allí hay flores”.Ver televisión y escuchar radio: No siempresuce<strong>de</strong> pero cuando les <strong>de</strong>jan estos aparatos sonel mejor escape para apartarse, así sea por un rato,<strong>de</strong> la rutina <strong>de</strong>l mismo trabajo repetido cientos<strong>de</strong> veces, que te va volviendo poco menos queun “Zombie”. No nos hablaron mucho en estashistorias <strong>de</strong> los programas que ven o <strong>de</strong> la músicaque prefieren, a lo mejor no les preguntamos,son tantas las cosas <strong>de</strong> que hay que hablar concada una, que a veces cosas aparentemente menosimportantes se nos quedan <strong>de</strong> lado. Pero por lasopiniones sueltas, por lo que conocemos <strong>de</strong> ellas,estos instrumento son dos aliados <strong>de</strong> ellas y <strong>de</strong>beráencontrarse la forma <strong>de</strong> que puedan acompañarlasen sus procesos educativos.Su familia; tener un lugar propio: Estar con sufamilia, con su mamá, con sus hermanos, tener unlugar propio, aunque sea pobre, es un sentimientoque todas estas chicas nos trasmiten, comonos cuenta Manuel en la historia <strong>de</strong> Rosa:“Con mis padres me siento más segura y apoyada”,quiere tener un espacio don<strong>de</strong> sepueda sentir dueña <strong>de</strong> sus emociones y don<strong>de</strong>“yo pueda contarle mis cosas, <strong>de</strong>cirle lo queme pasa”.Pintar, cantar, <strong>de</strong>clamar poesía: La niña <strong>de</strong> Hondurasnos lo dice <strong>de</strong> una manera enternecedora, seguramente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestra mirada, poco pensamos enlas habilida<strong>de</strong>s y gustos artísticos <strong>de</strong> estas chicas, escomo si ellos fueran para otra gente, no para su estrato;la voz <strong>de</strong> Diana nos llama a recapacitar en esto,a recordar en el trabajo que con ellas realizamosque como <strong>de</strong>cía Juan Manuel Roca, un gran poetacolombiano: El arte es el territorio libre <strong>de</strong>l sueño,para todos y todas, mucho más para ellas.Escuchemos a María:“Esta al<strong>de</strong>a me gusta mucho. Aquí crecíjunto a mis cinco hermanas y dos hermanos.He pintado con lápices <strong>de</strong> colores muchascosas <strong>de</strong> mi al<strong>de</strong>a porque me gusta ellugar.En la escuela canté en un coro y también<strong>de</strong>clamé poesía. Me gusta platicar, verTV, me gusta dibujar, me gusta hacerquehaceres en la cocina, me gustan losvenados, me gusta usar pantalones, lasrosas rosadas porque son bien bonitas,me gustan los animales tiernos como losterneros y me gusta nadar. Cuando mecae bien la persona, me gusta platicarbastante”.19
Sus ilusiones… VII. PALABRAS FINALES:El oficio que quisieran tener: En las entrevistasnos encontramos con muchos sueños<strong>de</strong> estas chicas, con <strong>de</strong>seos sencillos, a vecespoco realizable.Nos dice María que hubiera querido ser enfermeraporque le gusta como se visten y profesoraporque ayudan a los niños, a otra <strong>de</strong>ellas le gustaría ser secretaria porque las miray las ve muy bonitas. Es fuerte el contraste <strong>de</strong>esas mujeres que ellas ven “bellas” y cuyo trabajovalorizan con su propio trabajo que no lespermite verse bien, que no reivindica su autoimagen.El hogar que quieren formar: Desafortunadamente,en la mayoría <strong>de</strong> los casos, la visión <strong>de</strong>futuro <strong>de</strong> estas niñas está reducida a conformar supropio hogar, han sido amas <strong>de</strong> casa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tan chicas(6, 8 o 10 años), son tan duchas en las laboresdomésticas que constituir su propia familia se lesconvierte a los 15 años en un bien <strong>de</strong>seable, soloque atravesado por muchos temores.Un hogar al que le pi<strong>de</strong>n pocas cosas:Encontrar un hombre que no les pegue.y no se consiga otra.Tener casa propia.Que sus hijos estudien.Que no se repita la historia.hay ofertas técnicas atractivas para ellas, sabenque lo necesitan, tiene nostalgia <strong>de</strong> no haber podidoestudiar, pero lograr su reincorporaciónexitosa va mucho mas allá <strong>de</strong> la simple voluntad<strong>de</strong> cada niña <strong>de</strong> estas, pasa porque los y laseducadoras, las directivas educativas y todaslas personas adultas y responsables que habitamosestos países, nos comprometamos conellas e impulsemos programas educativos querealmente las apoyen, que tengan en cuentasus necesida<strong>de</strong>s y también sus potencialida<strong>de</strong>sy permitan hacer realidad los sueños <strong>de</strong> estasniñas, <strong>de</strong> estos seres <strong>de</strong> carne y hueso lleno <strong>de</strong>ilusiones, para que la <strong>de</strong>sesperanza no corroasus vidas.20Como la excepción confirma la regla, Rosaquiere ser abogada; ella se esfuerza al máximoen este empeño, ya va en octavo año, que esuna odisea para una chica en sus condicionesy que por el momento ha contado con algúnapoyo para lograrlo. Desafortunadamente, ellaes la excepción, pero también queremos reivindicarlay hacerle un gran reconocimiento algran esfuerzo que realiza.Apoyar a su actual familia: Sin lugar a dudasestas niñas se la juegan por su familia, enespecial por sus madres y sus hermanos/as,son tan niñas y ya sienten sobre sus hombrostodo el peso y la responsabilidad <strong>de</strong> apoyar asus familias, “Que mis hermanos tengan lasoportunida<strong>de</strong>s que yo no tuve” nos dice una<strong>de</strong> ellas, es tan difícil su presente y su futuroque su espíritu <strong>de</strong> conservación las lleva a preveniren sus hermanas la tragedia que hoyellas viven.No hablan <strong>de</strong> felicidad, no <strong>de</strong> amor, ni <strong>de</strong> príncipeazul, es muy triste que sus alas se hayan troncadotan rápido, su vivencia <strong>de</strong> familia ha sido tan traumáticaque poco pue<strong>de</strong> esperarse <strong>de</strong> sus sueños alrespecto.Estudiar:<strong>de</strong> Rosa.Un sueño lejano, excepto en el casoAún más difícil, el afán por estudiar no aparece enprimer lugar en estas historias, exceptuando el caso<strong>de</strong> Rosa. El estudio es para ellas un sueño muylejano, sus recuerdos <strong>de</strong> la escuela son funestos, noven posibilida<strong>de</strong>s reales <strong>de</strong> salir a<strong>de</strong>lante, le tienenmiedo, no están en contacto o no existen en susregiones programas en los que pudieran participarcon alguna probabilidad <strong>de</strong> éxito.Su escolaridad es muy inicial, su rezago muy gran<strong>de</strong>para ir a la escuela formal, en las casas las/ospatrones no les dan permiso para ir a clases, noEs difícil <strong>de</strong>cir algo más, recorrer Centroamérica<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> estas niñas, es un caminoemocionante y doloroso, esperamos que estaspáginas, que sus testimonios lleguen y seconviertan como <strong>de</strong>cíamos al iniciar este textoen una voz que llame, que convoque, queconmueva y nos estimule a trabajar con ellaspor un futuro mejor, parafraseando a GarcíaMárquez: Luchemos para que seamos capaces<strong>de</strong> construir: unos países y un continenteal alcance <strong>de</strong> los niños ylas niñas.San José. Costa Rica. 31 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong>l 2002
21Fotografía archivo DNI<strong>Historias</strong> <strong>de</strong> <strong>Vida</strong>
22“HISTORIA DE VIDA”
Historia <strong>de</strong> <strong>Vida</strong> - Trabajo Infantil DomésticoP or KarlaPor KarlaJuly.July.VisiónVISIÓNMundialMUNDIALHondurasHONDURASPROTAGONISTA 1. MARÍA - 12 AÑOS23Esta es la historia <strong>de</strong> María, una niña <strong>de</strong> 12 añosquien vive en la zona montañosa <strong>de</strong>l Departamento<strong>de</strong> Intibucá, centro sur <strong>de</strong> Honduras. Hemos cambiadosu nombre. La dos hermanas mayores <strong>de</strong>María - Piedad <strong>de</strong> 19 años y Sandra <strong>de</strong> 17 - tambiéntrabajan en oficios domésticos. Nos dice Karla July,compañera <strong>de</strong> Visión Mundial <strong>de</strong> Honduras quea<strong>de</strong>lantó el trabajo <strong>de</strong> recuperación <strong>de</strong> la historiacon esta chica:“La niña es muy buena conversadora; ella ríe, pero en suconversación <strong>de</strong>ja entrever una profunda tristeza. Maríaestá agra<strong>de</strong>cida con sus patronos por la oportunidad <strong>de</strong>trabajo que le han dado. La familia <strong>de</strong> María vive en unaal<strong>de</strong>a sumamente pobre <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Intibucá….Laal<strong>de</strong>a está ubicada en lo que se conoce como "la sierraalta" <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Intibuca. Aquí, cada año, lagente sufre por la escasez <strong>de</strong> alimentos por diversos factores:el frío que daña los cultivos, la falta <strong>de</strong> lluvia, faltaincentivos para la producción, el difícil acceso a lacomunida<strong>de</strong>s y la dispersión <strong>de</strong> estas. ”Cortesía: Visión Mundial <strong>de</strong> Honduras.Esta Historia se llama:Don<strong>de</strong> trabajo me dicen que:ESTOY APRENDIENDO, NO SOY TRABAJADORA
25me dice que trabaje en el día y estudie por lanoche, pero no quiero porque en la noche meda miedo. Cuando me gradúe <strong>de</strong>l colegio noquiero vivir en mi al<strong>de</strong>a, me gustaría vivir enotro lugar.Mi hermana Piedad trabaja aquí en la ciudad y <strong>de</strong>jaráel trabajo para ir a trabajar en otra casa, yome quedaré en su lugar aunque Piedad todavía nosabe si se va a ir o no.En mi casa, cuando mi papá vivía, mi madre selevantaba a las 12 <strong>de</strong> la noche para hacer comidapara nosotros y diez hombres que trabajabancon él. Los hijos e hijas nos levantábamos a lascuatro <strong>de</strong> la mañana, porque íbamos a trabajarcon azadón a la milpa, si no nos levantábamosnos pegaba. En ese tiempo yo tenía como <strong>siete</strong>años.Don<strong>de</strong> Andrea me levanto a las seis <strong>de</strong> la mañana ycomienzo por encen<strong>de</strong>r el fogón, aseo toda la casay termino como a las tres <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. No me gustaestar sentada, a veces me da pereza <strong>de</strong> hacer algunascosas y nos las hago, entonces veo televisión.Andreano me dice nada si no trabajo.Algunas veces siento ganas <strong>de</strong> regresarme a micasa, porque me hacen falta mi mamá y mis hermanos.Tambiénalgunas veces he llorado, a solas. Enla casa <strong>de</strong> Andrea no tengo con quien jugar, perosí los domingos, con una niña que vive en lacasa don<strong>de</strong> trabaja mi hermana Piedad.Como sola en la cocina. Me gusta comer carnecon arroz y papas. No me gusta comer conellos porque me da pena, siento que se fijan enla manera que como. También duermo sola enun cuarto don<strong>de</strong> hay sillas plásticas, cajas conropa, palas, piochas y azadones. Me gusta estecuarto, pero no mucho. No me gusta mi cuartoporque es como una bo<strong>de</strong>ga gran<strong>de</strong>. Cuandomamá me viene a ver siento alegría, pero cuandose va siento tristeza.Me gustaría ser maestra o enfermera, no sé porqué será. De las enfermeras me gusta cómo se visten,siempre andan bien limpias; las maestras ayudana los niños y las niñas.Yo rara vez me enfermo, pero he estado pa<strong>de</strong>ciendo<strong>de</strong> dolor <strong>de</strong> cabeza.Andrea me ha llevado don<strong>de</strong>Aída, la enfermera y me dan pastillas. Aída esprima <strong>de</strong> Andrea y es la patrona <strong>de</strong> mi hermanaPiedad; allí es don<strong>de</strong> mi hermana trabaja. Si Andreame regaña alguna vez creo que me vendría para lacasa, si algo malo me sucediera le contaría a mihermana Piedad porque está más cerca <strong>de</strong> mí y tambiénle contaría a mi mamá.En la escuela canté en un coro y también <strong>de</strong>clamépoesía. Me gusta platicar, ver TV, me gusta dibujar, megusta hacer quehaceres en la cocina, me gustan los venados,me gusta usar pantalones, las rosas rosadasporque son bien bonitas, me gustan los animales tiernoscomo los terneros y me gusta nadar. Cuando mecae bien la persona me gusta platicar bastante.Mi madre trabajaba mucho para conseguir dinero ydar <strong>de</strong> comer a mis <strong>de</strong>más hermanos pequeños. Ellalava ropa o ven<strong>de</strong> frutas en la carretera. Creo queahorita trabaja en la reparación <strong>de</strong> caminos y a cambio<strong>de</strong> su trabajo le dan alimentos.Mi papá murió en la casa <strong>de</strong> aquí arriba, la casa <strong>de</strong>mi tío Sabino. Primero estuvo don<strong>de</strong> mis abuelos,los papás <strong>de</strong> él. Durante 4 días estuvo en agonía. Elpidió vernos a todos los hijos. Yo lo vi pero cuandoya estaba muerto. No me pongo triste cuandohablo <strong>de</strong> esto.Yo quiero estudiar porque no quiero pasar comomi mamá, ella sufría mucho con mi papá. Para mí esimportante estudiar.Aquí estoy bien, a veces me pongo triste y quisieraregresar a mi casa don<strong>de</strong> mi mami me abraza. Enla casa don<strong>de</strong> trabajo nadie me abraza.
26“HISTORIA DE VIDA”
Historia <strong>de</strong> <strong>Vida</strong> - Trabajo Infantil DomésticoPor Nictè-ha Dzib Soto. ComexaniMéxicoPROTAGONISTA 2. FRANCISCA - 21 AÑOS27Nos cuenta Nitce-ha Dzib Soto, compañera Mexicanaque nos acompañó en la recuperación <strong>de</strong>esta historia:Francisca, mejor conocida como Panchita, nació en Monterrey,N.L. De familia numerosa (7 hermanos en total, ellaes la cuarta) recuerda una infancia triste, <strong>de</strong> malos tratos,ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> pobreza, hambre y escasez en todos los sentidos.Vivía en la colonia Sierra Ventana, que hasta la fecha, continúasiendo una <strong>de</strong> las colonias más pobres y conflictivas <strong>de</strong>la región. Dicho lugar se caracteriza porque habitan, mayoritariamente,personas que se <strong>de</strong>dican al comercio informal.Comenta Panchita que su casa era <strong>de</strong> blok y techo <strong>de</strong> lámina,en ese entonces no contaban más que con un anafrepara cocinar, no había agua pública ni servicio <strong>de</strong> drenaje,pero si contaban con servicio <strong>de</strong> luz. Su padre los maltratabacontinuamente y el recuerdo más doloroso que tiene <strong>de</strong>su padre es cuando siendo muy niña y teniendo hambre, llegóborracho y les hizo botar unas “gorditas” (galletitas) quesu mamá les había comprado. Para Francisca ese momentoresulta un recuerdo muy doloroso diciendo que no lo pue<strong>de</strong>borrar <strong>de</strong> su mente, y hasta la fecha no se explica por quésu propio padre le quitó el alimento <strong>de</strong> la boca. El nombre<strong>de</strong> esta historia es:Cortesía: Visión Mundial <strong>de</strong> Honduras.“¡ME QUITÓ EL PAN DE MI BOCA!”
“HISTORIA DE VIDA”28Su“¡ME QUITÓ EL PAN DE MI BOCA!”padre, al igual que el abuelo, trabajabacomo jardinero en las casas ricas <strong>de</strong>Monterrey; y a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l vicio <strong>de</strong>l alcoholtenía la “costumbre” <strong>de</strong> pegarle a su esposa(madre <strong>de</strong> Francisca) frecuentemente. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>que solía no aportar un centavo para la manunteción<strong>de</strong> su numerosa familia.Uno <strong>de</strong> los recuerdos más <strong>de</strong>sagradables para Franciscaen aquella época, fue cuando estaba junto consu madre viendo el pequeño televisor <strong>de</strong> la casa y <strong>de</strong>repente la madre le dijo a Panchita que fuera a comprarunas “gorditas” para comer (platillo <strong>de</strong> la región).Panchis se sintió <strong>de</strong> los más emocionada y contenta,a la vez que incrédula ya que para la familiaera muy raro permitirse un lujo <strong>de</strong> tal magnitud; sobretodocuando a los hermanos más pequeños la madreles acababa <strong>de</strong> dar agua con azúcar como únicoalimento para antes <strong>de</strong> dormir. Panchis salió muycontenta en busca <strong>de</strong> las “gorditas” y llegó presurosa asu hogar. La madre le dijo que se apurara a comerantes <strong>de</strong> que llegara el papá, ya que si las veía comer<strong>de</strong> esa forma, lo lamentarían. Panchis no acababa <strong>de</strong>darle el primer bocado a su “gordita” cuando oyeronque llegaba su padre. Menciona Francisca que empezóa sentir un dolor en el estómago. El papá <strong>de</strong>Panchis, alcoholizado, gritaba que por qué estabancomiendo eso, <strong>de</strong> golpe arrebató la “gordita” a Panchis<strong>de</strong> su boca y a su madre la empezó a golpear. ParaFrancisca ese momento resulta un recuerdo muy dolorosodiciendo que no lo pue<strong>de</strong> borrar <strong>de</strong> su mente,y hasta la fecha no se explica por qué su propio padrele quitó el alimento <strong>de</strong> la boca.Tantos malos tratos hizo que la madre <strong>de</strong> Franciscaoptara por abandonar a su esposo, llevándosea cuatro <strong>de</strong> sus hijos y <strong>de</strong>jando con el padre aotros tres, todavía muy pequeños: Francisca 6años, un hermano <strong>de</strong> 4 y otro <strong>de</strong> 2 años. El abandono<strong>de</strong> la madre <strong>de</strong>jó a los niños todavía másvulnerables y la abuela (mamá <strong>de</strong>l padre <strong>de</strong> Francisca)fungió como madre substituta, aunque conno muy buenos resultados, ya que según cuentaFrancisca: “hacia lo que podía para que no nos faltarael alimento, pero nada más, no era para darteun cariño, algo... nada, sólo algunos consejos como:que nos cuidáramos o que nos portáramosbien, pero nada más”.El quedarse solos con su padre complicaba la yadifícil situación <strong>de</strong> los niños, ya que prácticamentenadie se hacía cargo <strong>de</strong> ellos, la falta <strong>de</strong>atención, cuidados, amor y no se diga alimentos,hizo que Francisca, en su <strong>de</strong>sesperación, aceptarasu primer empleo como trabajadora domésticaen la casa don<strong>de</strong> trabajaba el abuelo comojardinero. Para ello Francisca tuvo que abandonarla escuela, se quedó en 4º año <strong>de</strong> primariay entre las cosas <strong>de</strong>sagradables que recuerda <strong>de</strong>su vida escolar es que siempre se peleaba consus compañerito(a)s sobre todo cuando le <strong>de</strong>cíanque no tenía mamá o que su mamá los habíaabandonado por prostituta. Esto <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>naba lafuria <strong>de</strong> Francisca que menciona se lanzaba a losgolpes en contra <strong>de</strong> cualquier niño que le dijeraeso, se <strong>de</strong>fine a ella misma como una niñaviolenta en aquella época.De acuerdo con Francisca un día llegó el abuelo comentandoque su “patrona” (señora para la cual trabajaba)necesitaba una muchacha que le ayudaracon la casa; al oír esto Panchita convenció a suabuelo para que la llevara a pedir el empleo; a lo queel abuelo contestó que estaba bien y al día siguientese fueron muy temprano a casa <strong>de</strong> la patrona.Francisca caminó aproximadamente un hora parallegar a la casa <strong>de</strong> su primera patrona, la cual al verlase sorprendió diciendo: “¡Pero es una niña!” a loque el abuelo respondió: “pues yo le dije que le ibaa conseguir una muchacha y esto es lo único quepu<strong>de</strong> conseguir... como quiera, si quiere me la llevo”.La señora respondió que no, que estaba bien e invitóa pasar a Francisca; que entre miedo y emociónentró a una casa extraña y nueva. Dice que se sentíacontenta <strong>de</strong> haber conseguido un empleo quefinalmente le permitiera enfrentar sus necesida<strong>de</strong>sbásicas: un par <strong>de</strong> zapatos, ropa o alimento.De esta forma fue como Panchita empezó su nuevoempleo, cumpliendo con las tareas domésticas <strong>de</strong> lacasa como: barrer, trapear, ten<strong>de</strong>r las camas, lavar laropa (alguna a mano porque a la señora no le gustabacomo quedaba la ropa en lavadora), limpiarmuebles, ventanas, patios, cuidar niños, hasta hacerla comida, aunque en este último aspecto al principiole ayudaban las señoras, ya cuando aprendió acocinar, Francisca lo hacía sola.Panchita trabajó como empleada doméstica en cincodiferentes casas (<strong>de</strong> los 11 a los 15 años), y el
29motivo <strong>de</strong> los cambios, era mejorar las condiciones<strong>de</strong> trabajo, aunque en general ningún hogar ofrecíagran<strong>de</strong>s expectativas. Cuenta Francisca que enninguno <strong>de</strong> los hogares la trataron mal, pero síacepta que había algo <strong>de</strong> “diferencias”, es <strong>de</strong>cir, ellanunca podría hablar o convivir en igualdad <strong>de</strong> condicionescon los miembros <strong>de</strong> la familia, sentía y sabíaque ella no pertenecía a ellos ni que ellos quisieranque Francisca adquiriera mucha confianzacon la familia. En todas las casas que trabajó, sin excepción,comió en la cocina, ciertamente los mismosalimentos, pero en un espacio distinto.Nadie le enseñó a utilizar los aparatos (lavadora,licuadora, secadora, aspiradora, etc.) pero ella, precavidamente,optaba por preguntar a las señoras,ya que tenía el temor <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomponer alguno<strong>de</strong> los aparatos y no quería que luego quisierancobrárselos. Tampoco nadie le enseñó a hacer lascosas, todo lo fue aprendiendo por sí sola. Trabajaba<strong>de</strong> 8 <strong>de</strong> la mañana a 3 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> y algunas vecesse quedaba más tiempo, por ejemplo cuando lasseñoras tenían una visita, salida, o reunión Panchitase tenía que quedar a cuidar a los niños hasta mástar<strong>de</strong>. Menciona que por las horas extras <strong>de</strong> trabajole pagaban un poco más, no mucho, o bien,la recompensaban con algún pequeño artículo<strong>de</strong> moda que le compraban sus patronas.Su primer pago, en aquella época (70´s), fue <strong>de</strong> 50centavos por semana y lo más que llegó a ganar,<strong>de</strong> acuerdo al transcurso <strong>de</strong>l tiempo, fueron $300pesos semanales. Menciona que cuando le pagabansiempre pensó que era insuficiente, y cuando ledaban el dinero se <strong>de</strong>cía en sus a<strong>de</strong>ntros: “y estopara qué me va a alcanzar”. Aún así nunca dijonada, al menos cuando era todavía muy chica,pero ya con el paso <strong>de</strong>l tiempo, la experiencia, ypor consejo <strong>de</strong> algunas compañeras <strong>de</strong> trabajo,aprendió a reclamar aumentos <strong>de</strong> sueldo.Nunca en ese tiempo <strong>de</strong> trabajo pudo asistir a laescuela, ni tampoco las patronas le insinuaron ayudarlaen tal sentido. Para Francisca era más importantey más urgente tener dinero con qué comery pagarse sus cosas. Estaba orgullosa <strong>de</strong> sí mismay siempre cuidó que su padre no le arrebatara elpoco dinero que ganaba. Como anécdota, mencionaque en una ocasión una <strong>de</strong> las señoras le regalóun buen número <strong>de</strong> utensilios <strong>de</strong> cocina y ropa, ycuando Francisca llegó a su casa, el padre la hizoregresar a la casa <strong>de</strong> la patrona con todas las cosaspara <strong>de</strong>volverlas porque creía que su propia hija lashabía robado. Cuando llegaron a la casa <strong>de</strong> la señora,en medio <strong>de</strong> risas, le contestó al padre <strong>de</strong>Francisca que efectivamente le había regalado todasesas cosas. Francisca no dijo nada.Según Panchita, pocas cosas se le dificultaban enel trabajo, menciona que siempre trabajó contentaporque finalmente tenía un ingreso con el cualpodría “salir a<strong>de</strong>lante”; sin embargo uno <strong>de</strong> los trabajosque más se le dificultó, fue el haber trabajadocomo trabajadora doméstica, y niñera a la vez, conuna maestra que tenía dos hijos muy pequeños. Deacuerdo a lo relatado por Francisca, la maestra trabajabacasi tiempo completo en la escuela, se ibamuy temprano y llegaba como a las 5 ó 6 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>;por tanto Francisca era la encargada <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>ry cuidar a los dos pequeños que todavía eran unosbebés (8 meses y 2 años) y Francisca pues todavíaera una niña (12 años).Cuando la maestra le propuso el trabajo, Francisca lecontestó que no sabía nada <strong>de</strong> niños, a lo que la señorarespondió que no importaba, ya que ella le iba aenseñar, pero <strong>de</strong> acuerdo con Panchis, nunca le enseñónada; sólo le <strong>de</strong>jaba dinero y alimento suficientepara ella y los niños. De esa manera, Panchis tuvo queapren<strong>de</strong>r a cambiar pañales, preparar biberones, bañarbebés, cuidarlos y aten<strong>de</strong>rlos; menciona que hasta lesenseñó a hablar y a caminar, y que los niños ya le <strong>de</strong>cíanmamá. Este trabajo implicaba mucha presión yresponsabilidad para Francisca, pues dice que sepreocupaba mucho pensando qué haría si les sucedieraalgo a los niños, si se enfermaran, se cayeran oalgo. En este empleo, Francisca tenía que quedarse adormir en aquella casa.Después <strong>de</strong> un buen tiempo <strong>de</strong> estar trabajando <strong>de</strong>esta manera (hasta los 15 años), Francisca manifiestaque entró en una especie <strong>de</strong> etapa extraña o distinta,en la cual <strong>de</strong> pronto sintió una necesidad urgente porreencontrase con su madre, por ir a buscarla. Dice quequería saber si su madre todavía se acordaba <strong>de</strong> ella,quería saber si sentía algo por ella o por qué los había<strong>de</strong>jado. “Tenía necesidad <strong>de</strong> sentir que le preocupabaa alguien”, menciona.
“HISTORIA DE VIDA”30Fue entonces cuando Francisca <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> ir enbusca <strong>de</strong> su madre, y por información <strong>de</strong> unatía (hermana <strong>de</strong> su mamá) se enteró que sumadre estaba viviendo en Saltillo (Coahuila),con el hombre con quién se había ido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unprincipio cuando los abandonó. Panchita cuentaque llegó a Saltillo y fue una gran <strong>de</strong>cepción,ya que su madre no la recibió como ellaesperaba, menciona: “pensaba que le iba a dargusto verme o algo así, todo lo contrario, suspalabras fueron: ya llegaste, qué bueno. Ni unabrazo, ni un te quiero... nada”.Francisca estaba muy próxima a cumplir 15años cuando llegó a Saltillo, y a pesar <strong>de</strong> estarmuy contenta por el gusto <strong>de</strong> verse ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong>sus hermanos, se encontró con la <strong>de</strong>sfortuna <strong>de</strong>caer en manos <strong>de</strong>l padrastro o compañero <strong>de</strong> sumadre; un policía que a la más mínima oportunidadse la pasaba molestando o acosando aFrancisca, tocándola sin su consentimiento. Finalmente,acabó abusando sexualmente <strong>de</strong> ellay esta situación duro un buen tiempo, mientrasno podía controlar el terrible miedo que sentíapor ese hombre; ya que siempre que abusaba <strong>de</strong>ella la amenazaba con una pistola diciéndolesque si se atrevía a <strong>de</strong>cir algo a alguien, la mataríaa ella o a su mamá. Francisca sufrió muchoen esta época, pues sus hermanos en la escuelay su madre trabajando daban la oportunidadpara que aquel hombre cometiera sus fechoríasfrecuentemente. El miedo que sentía Franciscapor ese hombre, era in<strong>de</strong>scriptible y cuando nopudo más se atrevió a <strong>de</strong>círselo a su madre, lacual arremetió con golpes diciéndole que cómo seatrevía a calumniar a su compañero.Con transcurrir <strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong>l pa<strong>de</strong>cimiento<strong>de</strong> este suplicio, Francisca optó por empezar aestudiar o acabar la primaria, ahí conoció a unmuchacho y acabaron siendo novios. De acuerdocon Francisca, una <strong>de</strong> las razones que la llevarona aceptar esta relación era <strong>de</strong>shacerse <strong>de</strong> su padrastro,pues sabía que ya teniendo un novio elpadrastro abusador <strong>de</strong>jaría <strong>de</strong> molestarla cuandomenos un poco. Y efectivamente así sucedió,pues cuando se enteró <strong>de</strong> su relación con elcompañero <strong>de</strong> la escuela, el señor <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> abusarladiciéndole: “me pagas igual que la prostituta<strong>de</strong> tu madre”, a lo cual Panchita arremetió queya no le importaba, que <strong>de</strong>jara <strong>de</strong> molestarlaporque ya no le tenía miedo”. Esta relación <strong>de</strong>“escape” la ayudó a fortalecerla para enfrentarsecon su padrastro.Francisca quedó embarazada <strong>de</strong> esta nueva relacióncon su compañero <strong>de</strong> la escuela, y cuando Panchis ledijo al joven su situación, éste se <strong>de</strong>sentendió y ledijo que no quería hacerse responsable, que no contaracon él, a lo cual Francisca arremetió que estababien, pero que se olvidara <strong>de</strong> su hija. Ante esta difícilsituación Panchita <strong>de</strong>cidió buscar un empleo; ycomo su madre se <strong>de</strong>dicaba a la venta <strong>de</strong> manzanas<strong>de</strong> caramelo, le propuso a su madre que le hiciera lasmanzana y ella saldría a ven<strong>de</strong>rlas a la calle. Franciscamenciona que para su madre resultó sorpren<strong>de</strong>nteque su propia hija tomara esta <strong>de</strong>cisión, pues le dijoque estaba muy joven para hacerse cargo <strong>de</strong> unacriatura, que tal vez otra muchacha en su lugarhubiera tomado otro tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión.Fue así como Francisca empezó a ven<strong>de</strong>r manzanas<strong>de</strong> caramelo en las calles, y cuando ya nopodía caminar mucho, por causa <strong>de</strong> su embarazo,optó por conseguir trabajo en una casa. Deesta forma, Panchita trabajó alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> dosmeses en la casa <strong>de</strong> una señora haciendo losquehaceres domésticos mientras esperaba dar aluz. Menciona que el trabajo era sencillo, puesprácticamente habitaban nada más dos personasen aquella casa, la señora ya gran<strong>de</strong> y su hija quesalía a trabajar todos los días, entonces Franciscafungía más bien como dama <strong>de</strong> compañía parala señora.El <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> Francisca era dar a luz en Monterrey, ycuando empezó a sentir los primeros dolores, su madrela acompañó, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> temprana hora, a Monterrey.Fueron directamente al hospital civil o universitario,y ahí le dijeron que todavía le faltaba un poco, quecaminara.Así que la madre <strong>de</strong> Francisca la llevó a caminarun buen trayecto hasta que Panchita dijo noaguantar más. De regreso al hospital, a Francisca se lerompió la fuente y aún así tuvo que esperar un buenrato para que la atendieran. Cuenta que les <strong>de</strong>cía alas enfermeras y a los doctores que ya sentía que ibaa nacer su hija, a lo cual respondían que no, que eranormal lo que sentía pero que todavía le faltaba.Francisca recuerda a muchas “niñas” en su misma situacióny todas llorando o muy asustadas, ella nolloraba, estaba tranquila y muy segura <strong>de</strong> que suhija iba a nacer. A pesar <strong>de</strong> sus llamados, nunca fue
31atendida y dice que nada más sintió como un vuelcoen el estómago cuando ya tenía la cabeza <strong>de</strong> supequeña hijita entre sus piernas. Las enfermerasla regañaban por no haberse aguantado o esperadoa la anestesia.Al día siguiente Francisca salió <strong>de</strong>l hospital y, ya<strong>de</strong> regreso en Saltillo, encargó su recién nacida asu madre, pues se regresaba a Monterrey a conseguirun trabajo y que una vez instalada, vendría arecoger a su hija. Cuando llegó a Monterrey, Franciscatenía algo muy claro en su mente: conseguirempleo a como diera lugar; y en su <strong>de</strong>sesperaciónlo primero que vio fueron los anuncios que solicitabanmeseras en los bares o cantinas <strong>de</strong>l centro,muy cerca <strong>de</strong> la central <strong>de</strong> autobuses. Franciscacon la “presión” que sentía, entró al lugar y preguntóal cantinero por el trabajo <strong>de</strong> mesera. El cantinerole respondió que estaba muy chica (16 años) yque se le hacía difícil contratarla porque la policíaestaba al pendiente <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> “muchachas”en ese tipo <strong>de</strong> lugares y luego tendría que pagaruna multa muy alta si los <strong>de</strong>scubrían. Sin embargo,Francisca insistió e imploró que <strong>de</strong> verdad necesitabael trabajo y el cantinero terminó aceptandodiciéndole que regresara en la noche a aquél lugarya arreglada y pintada <strong>de</strong> la cara.Francisca se estaba quedando en casa <strong>de</strong> la abuelaen Monterrey y cuenta que le comentó que yahabía conseguido un trabajo, aunque no le dijoexactamente en dón<strong>de</strong> ni en qué consistía el mismo.De esta manera, Francisca se preparó para salir en lanoche, llegó al lugar muy asustada y preguntó alcantinero lo que tenía que hacer: “todo lo quete digan los clientes, si quieren bailar, bailas, siquieren tomar, tomas, nada más cuida <strong>de</strong> no tomarmucho tú sin que los clientes se <strong>de</strong>n cuenta ysi alguno <strong>de</strong> ellos te propone “otra cosa” (tenerrelaciones sexuales) te vienes para acá” (con elcantinero).De esta manera Francisca, muy nerviosa, empezó ahacer y a comportarse exactamente igual a comolo hacían sus compañeras, a sonreírse, a bailar,a hablarles a los hombres <strong>de</strong> tal manera que estuvierancontentos. Cuenta que tenía que <strong>de</strong>cirles“que guapos estaban aunque estuvieran bienfeos”. A los meseros les pedía, discretamente, quele pusieran más agua que alcohol a sus copas y asíestuvo por un rato cuando llegó un hombre, que<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la primera impresión le infundió miedo. Elhombre portaba una pistola y ya había llegado alcoholizadoal lugar. De inmediato ve a Francisca yle exige que estuviera con él en su mesa. CuentaFrancisca que la trataba muy bruscamente y casi agritos, lo cual acrecentaba su temor.Momentos más tar<strong>de</strong>, el hombre le dijo a Franciscaque iba al baño, y al regresar a la mesa, letraía una copa, le dijo que se la tomara, peroPanchis pudo darse cuenta que en la copa habíauna “pastilla”. Francisca llena <strong>de</strong> temor pudo distraeral hombre y como pudo acudió al cantineropara explicarle y enseñarle su copa. Fue asíque el cantinero le dijo a Francisca que se metieraal baño y que no saliera mientras distraíanal hombre. Francisa observó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el baño cómoaquél hombre, muy disgustado, preguntaba porella, los meseros trataban <strong>de</strong> persuadirlo o calmarlo,pero el hombre se encontraba muy alcoholizado.Finalmente acabó yéndose <strong>de</strong>l lugar. Lo anteriorhizo que Francisca no volviera nunca a aquél lugar yempezó nuevamente a buscar, <strong>de</strong> casa en casa, untrabajo como empleada doméstica.Enrolada <strong>de</strong> nuevo en el trabajo en casas, Franciscasalía a pasear con sus amigas a la Alameda central(parque popular), como regularmente lo hacen todaslas trabajadoras domésticas en N.L., ahí conocióa un muchacho, que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l noviazgo <strong>de</strong>cidieronvivir juntos e instalar un “hogar”. Panchisle platicó <strong>de</strong> su hija a su nueva pareja, a lo cual élarremetió que entonces habría que irla a buscar. Éstoimpresionó y convenció mucho más a Franciscapara creer en aquella nueva relación.Según cuenta Francisca, los primeros años <strong>de</strong> convivenciabajo el mismo techo, fueron “maravillosos”y casi inmediatamente se embarazó. Sin embargo, alpoco tiempo las cosas cambiaron radicalmente paraFrancisca, ya que el “marido” empezó golpearla casicompulsivamente. Menciona que le pegaba por todoy por nada, sin siquiera estar alcoholizado. Las golpizaseran tales que incluso llegaba a sangrarla. Uno<strong>de</strong> los episodios más amargos y graves que recuerda,fue cuando estando embarazada <strong>de</strong> su segundo hijo,y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una discusión que acabó en golpiza, elmarido la amarró <strong>de</strong> pies y manos a la mesa, <strong>de</strong>jándolaen una posición incada durante toda la noche; ensu intento por liberarse se lastimó las muñecas con lacuerda que la sujetaba. Este episodio la hizo tomar la
“HISTORIA DE VIDA”32<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> no volverse a embarazar, puesdijo: “no vuelvo a darle hijos a este hombre”.Así transcurrió la vida <strong>de</strong> Francisca por un periodo<strong>de</strong> casi 8 años, comenta que hasta llegaba a pensarque su marido la golpeaba porque la queríamucho, ya que no se explicaba otra razón. Afortunadamenteno le pegaba a los niños, pero sí lepegaba a ella todo el tiempo. Comenta que talsituación la hizo cambiar <strong>de</strong> carácter: “me amarguéy me hice agresiva”.Después <strong>de</strong> un tiempo, su marido empezó a hablarle<strong>de</strong> un nuevo amigo que había conocido yque le aconsejaba que no era bueno pegarle tantoa su mujer. El esposo <strong>de</strong> Francisca es, hasta lafecha, ven<strong>de</strong>dor ambulante y el nuevo amigo también.Por distintas circunstancias, Francisca llegó aconocer a ese misterioso hombre que le enseñaba asu marido cómo tratar a su mujer, y para no alargarla historia, acabaron relacionándose sentimentalmentehasta llegar a tomar la opción <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar a sumarido por su nueva pareja. La sorpresa para elexmarido fue tal que hasta la fecha no lograperdonarla; y todo este tiempo, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> negarleel divorcio, le niega a sus hijos, que según cuentaFrancisca,“los puso en su contra”.Ahora, su nueva relación con un hombre que ledobla la edad, muestra indicios <strong>de</strong> felicidad, actualmentetiene dos hijas preciosas, un hogar pobre,pero amplio y al parecer finalmente Franciscaencontró la paz y la tranquilidad que siemprehabía estado buscando.Esta es, creemos, una <strong>de</strong> tantas historias que sesuscitan en la ciudad <strong>de</strong> Monterrey, don<strong>de</strong> a nadiele importa qué pasa con los cientos o tal vez miles<strong>de</strong> niñas que trabajan <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> esas bonitaspare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las colonias <strong>de</strong>l AMM.Cortesía: PAMI Gautemala.
“HISTORIA DE VIDA”34“ME TOCÓ PAGAR LA PLANCHA QUE DE POR SI ESTABA DAÑADA”E L I N I C I O :“La profesora me quería muchoporque yo era muy callada”Su primer empleo, lo consiguió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los doceaños, con la ayuda <strong>de</strong> su mamá. Debía limpiarlas oficinas <strong>de</strong> un aserra<strong>de</strong>ro, tres veces por semana.Le pagaban en promedio tres mil colonesa la semana. Limpiaba las oficinas <strong>de</strong>l aserra<strong>de</strong>roal mediodía, cuando quedaban vacías,ya que todos se iban a almorzar y regresabana las dos <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. Ese empleo lo tuvo durante8 meses.Al poco tiempo <strong>de</strong>jó los estudios antes <strong>de</strong> terminarel cuarto <strong>de</strong> primaria, pues “mi papá nopodía seguir manteniéndome, y yo tenía que comprarmemis cosas personales, como champú, toallas higiénicas,<strong>de</strong>sodorante, ropa y bueno mis cosas… Así quemejor me puse a trabajar, no me iba tan mal en la escuela,aunque era un poco aburrido, pero me gustabatener amigas y las profesoras me querían mucho, porqueyo era muy colaboradora.”Cuando se salió <strong>de</strong> estudiar, empezó a trabajar enla en la casa <strong>de</strong> la maestra que le enseñó a leer ya escribir, con ella trabajó durante dos años. Lepagaba aproximadamente tres mil colones semanales(35 dólares al mes, calculado al cambio <strong>de</strong>l dólaractual) sin ninguna prestación ni seguridad social.Ella se siente aun hoy, muy agra<strong>de</strong>cida con sumaestra porque le enseño a leer y a escribir, sin laayuda <strong>de</strong> su maestra dice – “no hubiera podido salira<strong>de</strong>lante. Entre a la escuela muy tar<strong>de</strong> a los ocho años ymedio, casi nueve pues siempre estaba enferma y durantecinco años estuve interna en el hospital <strong>de</strong> niños”, con períodoscortos <strong>de</strong> estancias en la casa, pues siemprefue una niña enfermiza y con ataques <strong>de</strong> asma crónicosque le impedían estudiar <strong>de</strong> manera regular.Allí lo que hacia era “ayudar un poco a mantener lacasa arreglada, mirar los niños, a veces cocinar algo ahírápido y lavar los platos”.Los niños eran tres, en eda<strong>de</strong>s que oscilaban <strong>de</strong> 7a 2 años. “Mirar los niños” es una tarea que <strong>de</strong>scompuestacompren<strong>de</strong> varias activida<strong>de</strong>s entre las cualesestán: levantarlos temprano, bañarlos, vestirlos,servirles el <strong>de</strong>sayuno, comprobar que tienen lo necesariopara la escuela, empacar el refrigerio,acompañarlos a la escuela, ir a retirarlos, acompañarlos<strong>de</strong> regreso a la casa, servirles el almuerzo,vestirlos con ropa <strong>de</strong> casa, lavar los uniformes,acompañarlos a ver la televisión, servirles la cena,colocarles la piyama, orientar la lavada <strong>de</strong> los dientes,recoger lo que riegan, acompañarlos a la camay finalmente, esperar que se duerman.El <strong>de</strong>sglose <strong>de</strong> las otras activida<strong>de</strong>s es también unalarga lista, que Diana no consi<strong>de</strong>ra trabajo, apenas“una ayuda”, por eso mismo es poco dinero que lepagan por hacerlo, “no es nada <strong>de</strong>l otro mundo”,yo lohago a<strong>de</strong>más todo el tiempo en mi casa.LOS MALOS RECUERDOS:“Me tocó pagar la plancha que ya estaba dañada”De la casa <strong>de</strong> la maestra se fue porque le ofrecieronun trabajo mejor pago, se lo consiguió unatía, lo malo es que le tocaba viajar hasta Jardines<strong>de</strong> Moravia, <strong>de</strong>bía tomar un transporte y nuncahabía salido <strong>de</strong> Coronado.Este es uno <strong>de</strong> sus peores recuerdos. No le gustóla casa, ni el señor ni la señora, ni los niños, nada.Ella era <strong>de</strong> profesión médica - nutricionista <strong>de</strong>lHospital <strong>de</strong> Niños y el señor es contador, trabajaen un colegio privado.Había que madrugar mucho, se levantaba a las tres ymedia <strong>de</strong> la mañana para po<strong>de</strong>r llegar temprano apreparar el <strong>de</strong>sayuno y ayudar a los niños en la salidahacia la escuela.Trabajaba haciendo <strong>de</strong> todo, hastalas nueve <strong>de</strong> la noche. A veces los señores salíany ella <strong>de</strong>bía dormir en la casa. No había un cuartopara ella, se acostaba en la sala. Pero los niños eranmuy inquietos y “no se dormían nunca”. Al otro díaigual <strong>de</strong>bía madrugar a hacer los <strong>de</strong>beres <strong>de</strong> la casa.
35El señor siempre estaba enojado, no le gustaba nada<strong>de</strong> lo que ella hacía, cuando mandaban a traercomida no la invitaban y se la comían en el cuarto.Compraban helados y no le ofrecían a ella. “Esoes muy humillante, yo seguro les hubiera dicho que noquería, pero me duele que no me ofrecieran”. A<strong>de</strong>más letocaba limpiar los zapatos <strong>de</strong> todos en la casa y<strong>de</strong>jarlos muy brillantes. Pero se sentía especialmenteofendida limpiando los zapatos <strong>de</strong>l señor, puesella piensa que esto ella no <strong>de</strong>bería hacerlo. “Soncosas que él mismo pue<strong>de</strong> hacer, son sus zapatos y elmismo <strong>de</strong>bería limpiarlos”.De los niños siente que no la quisieron. Ellaconfiesa que eran muy bonitos y a ella le caíanbien. La niña tenía <strong>siete</strong> años, y el niño cinco.Pero no hacían caso <strong>de</strong> lo que les <strong>de</strong>cía. Se burlaban<strong>de</strong> ella y la humillaban. Debía lavar los uniformespara que estuvieran listos al otro día, pero ellosno se cambiaban sino hasta bien entrada la noche.Ycuando el uniforme no se secaba la señora legritaba. Si lloraba se enojaban con ella, los dosadultos <strong>de</strong> la casa. Recuerda que comía siempresola en la cocina, <strong>de</strong> pie. Aunque le hubiera gustadosentarse con los niños y con la señora enla mesa, con el señor no, nunca estaba <strong>de</strong> buengenio, “con él si que no hubiera sido bonito sentarsea la mesa”.“En ese lugar no duré mucho… estaba <strong>de</strong>sesperada, meponía muy triste <strong>de</strong> ver que al señor nada <strong>de</strong> lo que yohacía le parecía, se enojaba mucho cuando yo me poníaa llorar, me <strong>de</strong>cía que saliera <strong>de</strong>l cuarto, que yo nohabía ido a pasarme la vida encerrada sino a trabajary no entendía que yo estaba llorando, le tenía pánico,apenas tuve una oportunidad me fui <strong>de</strong> ahí”.No le pagaron cesantías cuando <strong>de</strong>cidió <strong>de</strong>jar esetrabajo. Ella no sabe que tiene <strong>de</strong>recho a nada <strong>de</strong>eso. Por el contrario le sacaron diez mil colones(32 dólares) para pagar la plancha que se había <strong>de</strong>sbaratadoy la señora dijo que ella era la responsable.Allí trabajó un año y cuatro meses, nunca tuvo vacaciones,solo el Jueves Santo faltó al trabajo puesno consiguió transporte, en el mes <strong>de</strong> diciembretrabajó hasta el 24, ese día la familia se fue <strong>de</strong>vacaciones fuera <strong>de</strong> la ciudad.En su opinión, las trabajadoras <strong>de</strong>l hogar <strong>de</strong>bentener <strong>de</strong>recho a ser tratadas con consi<strong>de</strong>ración,a un sueldo justo, a tener vacaciones en diciembre,a salir temprano en casos <strong>de</strong> emergencias.Nunca ha recurrido a ningún lugar para hacervaler sus <strong>de</strong>rechos, cuando no le pagaron aguinaldoen diciembre en la casa <strong>de</strong> la doctora, quiso buscarayuda pero el papá no lo permitió, “que Dios seencargue <strong>de</strong> cobrar esas <strong>de</strong>udas y a usted <strong>de</strong> repararleen salud mija”Los malos recuerdos los asocia con este trabajo y elhospital don<strong>de</strong> estuvo recluida cuando tenía cincoaños, fueron muchos años, muchas entradas y salidas<strong>de</strong>l hospital, “los médicos no daban nada pormí”, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese tiempo su salud ha sido inestable yfrágil. “No se podía jugar en el hospital, solo estarse acostaday quieta, fue un tiempo <strong>de</strong>masiado aburrido, cuandose iba mi mamá siempre me quedaba llorando”.LO QUE HACE HOY:“La señora me tiene confianza y eso me gusta”Don<strong>de</strong> trabaja ahora son personas muy consi<strong>de</strong>radas.El señor es abogado, la señora no hace nada. Selevanta tar<strong>de</strong>, y se va con el niño don<strong>de</strong> su mamá.El niño tiene ocho meses, allí lo que hace es limpiarla casa, arreglar la ropa y <strong>de</strong>jar lista la cena. Pero nocome nunca porque le aburre comer sola. “Solo tomocafé, la comida que me gusta es la <strong>de</strong> mi casa”.En el actual trabajo siente que hay un buen ambiente.No tiene contrato <strong>de</strong> trabajo escrito, pero hastaahora (lleva seis meses trabajando) le “han pagadobien y cumplido”. No trabaja los festivos, ni los domingosy si va un festivo se lo pagan doble.Lo que hace allí, en su opinión, es fácil, limpia lacasa, arregla la ropa, con la <strong>de</strong>l señor hay que tenerespecial cuidado, las camisas blancas son las más difíciles,lo más complicado es el cuello y los puños.“Si no quedan bien, hay que mojarlas y hacerlo varias veces,no <strong>de</strong>be quedar nada arrugado, hay unos prenses en lasmangas que no quedan bien en la primera pasada, mi mamáme ha enseñado varias veces, pero soy como muy brutapara eso, igual que para las ciencias, me cuesta mucho y <strong>de</strong>lcuello ni hablemos”…Lo que más le gusta hacer es lavar los baños, lequedan muy bien y como a<strong>de</strong>más le gusta muchomojarse, lo disfruta.También le gusta mucho organizar
“HISTORIA DE VIDA”36la cocina; lavar los platos y acomodar todo enlos estantes, que todo que<strong>de</strong> bien limpio yguardado le parece muy bonito. A<strong>de</strong>más las camas,“esa si que es una parte importante; en esa casahay que cambiar todo el tendido <strong>de</strong> las camas los lunes,las sábanas tienen que estar bien planchadas, asíle gusta al señor <strong>de</strong> la casa y así lo hago yo”.Las vacaciones ella no sabe cuándo serán,tampoco sabe si tiene <strong>de</strong>recho a ellas, el segurosocial aún no está listo, el patrón diceque “me afilió, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer mes, pero aún no lellega la or<strong>de</strong>n patronal. Gracias a dios no me heenfermado nunca”.Trabaja <strong>de</strong> ocho <strong>de</strong> la mañana a cinco <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong><strong>de</strong> lunes a viernes y gana cuarenta y cincomil colones mensuales, <strong>de</strong> los cuales entrega asu papá 10 mil colones, a su mamá, diez mil,guarda cinco mil colones para pagar el transportey lo <strong>de</strong>más, o sea 20 mil colones (22dólares aproximadamente) le quedan paracomprar ropa y artículos <strong>de</strong> aseo personal.La señora don<strong>de</strong> trabaja actualmente, le tiene confianzay eso le agrada mucho. La hace sentir muybien que le <strong>de</strong>je plata para pagarle al guarda, o el jardinero.“Eso quiere <strong>de</strong>cir que ella no me cree unaladrona”.LA FAMILIA, LAS HERMANAS,SUS DESTINOS:En este momento no tiene novio. Es la única <strong>de</strong> lafamilia que aún no se casa. Sus hermanas se hanido a vivir con sus novios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los 15, y 16 años.Todas tienen hijos, la mayor, Marielos tiene actualmente23 años y tres hijos. Trabaja por días en casas<strong>de</strong> familia y también en oficinas <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong>Coronado. “Es la que peor vive. Su esposo le pega muchoporque ella le reclama por sus infi<strong>de</strong>lida<strong>de</strong>s. Ahoratiene una casa propia. El patrón <strong>de</strong> la finca don<strong>de</strong> trabajasu esposo, le regaló un lotecito y en él han ido construyendouna casita”.La segunda, Silvia tiene 21 años y una hija. No hapodido tener más. Quiere tener por lo menos unvarón.Vive en Turrialba con su esposo que reparte.Ella trabajó siempre como empleada <strong>de</strong>l hogar.Hasta que se fue <strong>de</strong> la casa con el novio. Estudióhasta sexto grado, pero no quiso entrar al colegioporque “no le gustaba estudiar, viven bien, ya tienen televisory todo”.Yackeline, tiene 20 años, actualmente tiene dos hijos,uno <strong>de</strong> tres años, otro <strong>de</strong> dos y está embarazadacon tres meses, en este momento no trabaja,<strong>de</strong>jó su trabajo en casa <strong>de</strong> la maestra <strong>de</strong> la escuelaa la menor <strong>de</strong> todas las hermanas. Yackeline estudióhasta tercero <strong>de</strong> primaria, se puso a trabajary como le costaba tanto el estudio; <strong>de</strong>cidió <strong>de</strong>jarla escuela. Su esposo trabaja repartiendo tortillas,“es muy celoso, también le pega, incluso ahora que está embarazada,se enoja mucho cuando ella comenta que un artista<strong>de</strong> los que se ven en la televisión está muy guapo”.La menor <strong>de</strong> todas las mujeres es Victoria, tieneahora 16 años; trabaja <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las 6 <strong>de</strong> la mañana yhasta las 9 <strong>de</strong> la noche “ayudando” en casa <strong>de</strong> lamaestra. Tiene novio, él quiere casarse ya, pero notienen recursos para vivir solos y los padres no están<strong>de</strong> acuerdo en que vivan en la casa materna.El último <strong>de</strong> toda la familia es un hombre, Humberto.El único varón. Tiene actualmente 14 años.Terminó sexto grado en aula integrada, pero “yo hevisto que no sabe leer bien y escribe más o menos”. Elno quiere seguir estudiando. Según recuerda Diana,antes <strong>de</strong> graduarse <strong>de</strong> sexto grado, llamaban adiario <strong>de</strong> la escuela para ponerle quejas <strong>de</strong> él, ahoramismo trabaja como ayudante <strong>de</strong> construcciónen la obra don<strong>de</strong> está el papá. “Es injusto, aunque yarecibe salario, pero a él no le exigen que <strong>de</strong> nada parala casa”.
37LOS SUEÑOS, LOS AMORES,LAS ILUSIONES…Diana no ha tenido novio en los últimos dos años.Tuvouno <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los catorce hasta los dieciséis, pero elmuchacho se fue a Jacó y allá se puso a vivir con unamujer. No tiene muchos amigos, no sale sino a ver asus tías. Siente un poco <strong>de</strong> presión porque es la únicaque queda soltera en la casa. Sueña con tener unhijo o a lo mejor dos, aunque no se case, pero i<strong>de</strong>almentequerría hacerlo.Los muchachos <strong>de</strong>l barrio son unos vagos y muchos <strong>de</strong>ellos son drogadictos. “No quieren trabajar y no estudian, sela pasan todo el día en la calle, oyendo música y mirando a verque se pue<strong>de</strong>n robar”. En el barrio roban mucho, no sepue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>jar solas las casas, porque los ladrones son losmismos vecinos y saben cuando hay gente a<strong>de</strong>ntro ycuando no.Antes podían salir <strong>de</strong> vacaciones a la casa <strong>de</strong>la tía, en Turrialba, pero hace un tiempo que el barrio sedañó y ya no se pue<strong>de</strong> salir a ningún lado. En la esquina<strong>de</strong> la cuadra hay un expendio <strong>de</strong> drogas, a la policíale han avisado que allí se ven<strong>de</strong> droga pero no hacennada. Siempre hay gente entrando y saliendo y con carrosestacionados al frente todo el día.Cuando está triste, prefiere irse al parque <strong>de</strong> Coronado,“si quiero llorar, me voy allí, pues nadie me molesta, en mi casami mamá y mi papá me gritan y me insultan si estoy tristeo si lloro”.Diana, llega cansada <strong>de</strong>l trabajo y <strong>de</strong>be hacerlos quehaceres <strong>de</strong> la casa, ya que la madre es una mujerenferma y no alcanza a hacerlo todo ella sola.El lugar don<strong>de</strong> Diana se siente mejor en el mundo esen su cama. Le gusta mantener la cama muy bien arreglada,muy limpia, colocar encima los peluches que leregalan o que ella se compra, <strong>de</strong>scribe su cama comoel único lugar que “es mío” pues en la casa vive muchagente; tías, sobrinas o amigos que a veces llegan<strong>de</strong> visita. Le toca compartir el cuarto con la hermana,dos sobrinas y su hermano menor. “Me puse muyfeliz cuando tuve una cama para mí sola, ahí me siento muytranquila, no me gusta que nadie se siente o se acueste enella, me da chicha (enojo) que coloquen cosas encima, comoropa para planchar o algo así…” “Todos los ahorros quetengo me los gasto en comprar sábanas para mi cama”.Ante la propuesta <strong>de</strong> volver a estudiar Diana se muestraentusiasmada, pero inmediatamente saltan todos lostemores <strong>de</strong> volver a enfrentar el estudio y sus retos:Que es una persona muy enferma, que le tocaría ausentarsemucho, que no le gusta viajar sola fuera <strong>de</strong> Coronado,que no le gusta la biología porque no la entien<strong>de</strong>…las<strong>de</strong>más asignaturas le gustan mucho y sobre todosiente mucho orgullo porque le gusta y entien<strong>de</strong> lasmatemáticas.A Diana le faltan dos años para terminar el SegundoCiclo <strong>de</strong> Educación General Básica (Educación Primaria)Las ofertas oficiales que tendría Diana para estudiarno son muchas pero existen. Uno <strong>de</strong> ellos es elprograma Aula Abierta en horario nocturno que funcionaen la escuela Juan Florez Umaña, ubicada en Ipis<strong>de</strong> Guadalupe, a unos 20 minutos en un bus <strong>de</strong>transporte urbano. Actualmente Diana presenta unrezago <strong>de</strong> <strong>siete</strong> años. Des<strong>de</strong> hace cinco no estudia. Paraterminar la secundaria le falta estudiar cinco añosy los dos <strong>de</strong> primaria, serían <strong>siete</strong>, en el caso <strong>de</strong> queno pierda ningún curso.Recuerda que cuando estudiaba “algo pasaba en los días<strong>de</strong> exámenes y siempre me enfermaba”, <strong>de</strong>spués hacía losexámenes sola, sin el grupo pero con la maestra. Lomalo era que a veces la maestra estaba <strong>de</strong> muy mal genioy gritaba mucho para que hiciéramos silencio, “yome quedaba quedita <strong>de</strong> primera”, pero como no le hacíancaso, se enojaba más y ponía mucha tarea”.Pero no le gustaría estudiar en la escuela, sino “algo quesea más provechoso, como hacer comida <strong>de</strong> otros países,servirla bonito, también lo que tenga que ver con pana<strong>de</strong>ría,todo eso me gustaría saberlo hacer bien”.Los recuerdos más lindos que tiene en su memoria estánasociados a las tar<strong>de</strong>s que pasaba en casa <strong>de</strong> lamaestra, jugando con los niños, pero sobre todo le encantabajugar con el bebé. Otro recuerdo lindo quetiene es el día que cumplió quince años, alquilaron unvestido, una vecina le regaló dos ollas gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arrozcon pollo, el dueño <strong>de</strong> la pulpería les <strong>de</strong>jó fiadas las coca-colas,pusieron música todo el día. Llegaron los amigos<strong>de</strong> la iglesia, <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> la pastoral, “eso fue muybonito”. Le regalaron muchas cosas, jabones, frascos <strong>de</strong>champú, toallas, tres blusas, peluches y hasta un bolso,que todavía uso.“En unos años me veo casada, con hijos, lo que másquisiera es tener una casita propia y ojalá que mi esposono sea un borracho, que no me pegue como lo hacensus esposos con mis hermanas y que no se consigaotras mujeres”.
38“HISTORIA DE VIDA”
Historia <strong>de</strong> <strong>Vida</strong> - Trabajo Infantil DomésticoPor Jackeline Vargas. Dos GeneracionesNicaraguaPROTAGONISTA 4. HEZZEL - 15 AÑOS 39Nos la cuenta Jackeline Vargas <strong>de</strong>Dos Generaciones:Hezzel tiene 15 años, trabaja como domestica en una comi<strong>de</strong>ríay conoce <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los 5 años porque su madrela llevaba consigo a recoger material <strong>de</strong> reciclaje.Ella nació en Acahualinca, el barrio <strong>de</strong> Managua que todosasocian con la basura por encontrarse ahí el basureromunicipal conocido como la Chureca, mas <strong>de</strong>l 60% <strong>de</strong> lasfamilias que habitan Acahualinca sobreviven <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>reciclaje, su población vive en extrema pobreza.Su madre proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> una familia campesina muy humil<strong>de</strong> <strong>de</strong>la zona norte <strong>de</strong>l país, la familia vino a la ciudad en busca<strong>de</strong> empleo, al igual que una gran mayoría <strong>de</strong> la población queconforma el barrio.Esta historia se llama:Fotografía <strong>de</strong> archivo DNI“SER EMPLEADA DOMÉSTICA ES UN RIES-GO…LOS HOMBRES DE LA CASA SIEMPREQUIEREN ABUSAR DE UNO.”
“HISTORIA DE VIDA”40Hezzel relata así su Historia“Mi madre tenía para entonces 12 años, se vinojunto a su familia huyendo porque en los años80 en el norte <strong>de</strong>l país había guerra y mi abuelotenía miedo que los mataran, también el trabajose puso duro porque no había siembra, lailusión era la ciudad capital y, por medio <strong>de</strong>otro amigo <strong>de</strong> la familia que estaba en Managua,pararon y se quedaron en Acahualinca,porque ahí encontraron un espacio don<strong>de</strong> acomodarsey empezaron a buscar empleo, lo quefue imposible, para sobrevivir aprendieron achurequear 1 ,y así se quedaron. Por la pobreza,mi mamá no fue a la escuela, ella no sabe leer.Al tiempo <strong>de</strong> estar en la Chureca, mi mamá empezóa tener relaciones con otro churequero 2quien sería mi padre, con él mi mamá tuvo treshijos, <strong>de</strong>spués mi papá <strong>de</strong>jó a mi mama y ella séjuntó con otro churequero con quien tuvo 4 hijos.Tengo 3 hermana y 3 hermanos, mi madresiempre tiene miedo <strong>de</strong> estar sola por que paraella la carga económica es muy gran<strong>de</strong>. Cuandose juntaba con un hombre, tenía la esperanza quele ayudaría a mantenernos, pero se llenó <strong>de</strong> hijosy ellos se marcharon.“SER EMPLEADA DOMÉSTICA ES UN RIESGO…Con tantas bocas que alimentar era necesarioque todos fuéramos a la Chureca; mis hermanosy yo ayudábamos a recoger plástico para cocinarbotellas, latas, galones, papel y hasta comida.Éramos felices cuando en la basura encontrábamoscaramelos, ya estaban vencidos pero nosotrosni lo sabíamos <strong>de</strong> igual manera eran ricos,mis juguetes se encontraron en la basura: rotos,sucios, pero para mí eran alegría, diversión siempreque encontraba un juguete era feliz, me dabaigual que le faltara una pieza, porque en estetipo <strong>de</strong> trabajo uno apren<strong>de</strong> que todo sirve.Cuando tenía 9 años, la familia había crecido ymi mamá sola no podía con los 7 hijos, asi queyo me quedaba en la casa haciendo los quehaceresy cuidando a mis hermanos menores, nuncateníamos comida con lo <strong>de</strong> la chureca mi mamáse las arreglaba para darnos un tiempo por lo generalera el almuerzo; luego nos engañaba conagua <strong>de</strong> azúcar, en lo mejor <strong>de</strong> los casos con unpinol o café con pan.De mi papá, nunca supe nada y muy poco meacuerdo, <strong>de</strong>l que me acuerdo es <strong>de</strong>l ultimo padrastro,este hombre siempre llegaba borracho, eramejor estar solos porque así mi mamá, no peleaba,ella no permitía que él se metiera con nosotros,él siempre nos maltrataba y quería pegarnos,<strong>de</strong>cía que éramos vagos y que yo sería prostituta,cuando él se fue con otra mujer yo me alegré, mimamá no sabe, pero fue mejor.Lo <strong>de</strong> la chureca no daba para cubrir los gastos<strong>de</strong> la casa, entonces una amiga le consiguió a mimamá un empleo para mí, iba a chinear un niño ypor ello me pagarían 100 pesos y la señora dijo queme ayudaría para entrar a la escuela, fue mentira yollegaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las 6 <strong>de</strong> la mañana y regresaba <strong>de</strong> nochea la casa, como a las 7, y hacía muchas cosa a<strong>de</strong>más<strong>de</strong> pasar cargando al niño, la señora se enojabamucho porque <strong>de</strong>cía que nada sabía hacer, que erauna burra, que solo problemas daba, que ya no meaguantaba y la otra empleada me trataba mal, en esacasa también me tocaba limpiar la suciedad <strong>de</strong>lperro, lavaba los zapatos y hacia mandados.Yo le <strong>de</strong>cía a mi mamá que no quería seguir, peroella quería que le ayudara con los riales. Después, dijoque no siguiera ahí y que volviera a ayudarla conlo <strong>de</strong> recoger en la chureca.En la Chureca conocí el proyecto <strong>de</strong> Dos Generaciones.Era muy alegre porque había paseos,nosotros solo conocíamos Acahualinca y cuandofuimos a la piscina <strong>de</strong> Xilonem fue como eldía más feliz, aun lo recuerdo con mucha alegría,también ellos me ayudaron a entrar a la escuela,mis hermanos y yo aunque quisiéramos nopodíamos ir a la escuela, yo tenía 10 años y nosabía leer, pero entre a los ciclos, aprendí a leer,eso me costó mucho.Cuando estaba en la escuela el proyecto me ayudópor que no entendía lo <strong>de</strong> las letras. Yo estaba
LOS HOMBRES DE LA CASA SIEMPRE QUIEREN ABUSAR DE UNO.”41gran<strong>de</strong> aunque todos los <strong>de</strong>l grado éramos chavalos<strong>de</strong> la misma edad y que por la pobreza <strong>de</strong> lafamilia no habíamos estudiado, muchos <strong>de</strong> miscompañeros <strong>de</strong> clase también iban a la chureca ya todos nos costaba enten<strong>de</strong>r lo que <strong>de</strong>cía lamaestra, yo quería salirme <strong>de</strong> clase pero los educadores<strong>de</strong>l proyecto me ayudaron con apren<strong>de</strong>r aleer y animarme para que no <strong>de</strong>sistiera.Ser pobre es duro, siempre falta <strong>de</strong> todo y ahorapienso en cuantas cosas no tuvimos y en lo muchoque hemos trabajado, a veces hasta uno se pue<strong>de</strong>morir porque no tiene para comprar la medicina, nosotrossomos solos nadie nos ayuda, la verdad es quepor la pobreza uno a veces hace cosas por necesidad,mi mamá para mantener a mis hermanos siempreestá trabajando duro y busca la compañía <strong>de</strong>hombres para que le ayu<strong>de</strong>n a los gastos <strong>de</strong> la casa,para colmo mi hermano mayor nació con retardocerebral y una <strong>de</strong> mis hermanas tiene problemas <strong>de</strong>la sangre, le nacen muchos mezquinos 3 que le duelenpor eso la llevamos al médico.Mi mamá consiguió trabajo <strong>de</strong> doméstica y pasa todoel día fuera, todos los días trabaja, ella dice queel patrón le hace regalos para nosotros pero mimamá tiene que acostarse con él, ella dice queaunque se sacrifique pero que necesita el dinero.Ser empleada doméstica es un riesgo; los hombres<strong>de</strong> la casa siempre quieren abusar <strong>de</strong> uno, nostocan y si no nos <strong>de</strong>jamos nos amenazan concorrernos; a<strong>de</strong>más la patrona si es su hijo o marido,les cree a ellos y uno es humillado y corrido.Yo estoy <strong>de</strong> doméstica en una comi<strong>de</strong>ría, ayudoa todas las tareas lavo traste, limpio el lugar, <strong>de</strong>spacho,sirvo y limpio mesas; ahí me pagan 50córdobas el día, pero trabajo hasta 12 horas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>las 8 a veces hasta 10 <strong>de</strong> la noche, muchos <strong>de</strong>los hombres que vienen a comer me ofrecen cosasy me prometen sacarme <strong>de</strong> allí, a mí me enamorany hay abusados que le rozan las partes <strong>de</strong>uno, pero aquí se pue<strong>de</strong> protestar aunque nomucho porque la dueña dice que si maltratamosa los cliente nos corren.A mí me gusta divertirme y salir a pasear, siempreque puedo voy con mis amigas, aceptamos la invitación<strong>de</strong> algún cliente, pero <strong>de</strong> esos que ya es unamigo, yo me cuido por que no quiero tener hijos,mi sueño es po<strong>de</strong>r ayudar a mis hermanas queellas estudien y sean alguien en la vida tambiénquiero construir mi casita por que la casa nuestraes <strong>de</strong> lata y <strong>de</strong> tierra, y quiero para mis hermanoslas oportunida<strong>de</strong>s que yo no tuve.A mí me gustaría hacer otra cosa, pero tengo lanecesidad <strong>de</strong> trabajar y también que lo <strong>de</strong>l estudiome cuesta mucho. Trabajando, mi mamá y yopor lo menos garantizamos que en la casa hayacomida y ya eso es bastante para nosotras.1 Churequear: Acción <strong>de</strong> buscar basuraen la Chureca2 Churequero: Persona que trabaja en la recolección<strong>de</strong> basura en la chureca3 mezquino: erupciones en la piel
42“HISTORIA DE VIDA”
Historia <strong>de</strong> <strong>Vida</strong> - Trabajo Infantil DomésticoCarroll Mérida, Myrella Saa<strong>de</strong>h y Graciela Rodríguez.P AMIGUATEMALAPROTAGONISTA 5. FLORY - 15 AÑOS 43Tres compañeras <strong>de</strong> PAMI: Carroll Mérida, MyrellaSaa<strong>de</strong>h y Graciela Rodríguez, nos cuentan:La Historia <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> este país se elaboró acerca<strong>de</strong> Carmenza ( hemos cambiado el nombre), <strong>de</strong> 15 años,habitante <strong>de</strong> una zona rural <strong>de</strong>l Municipio <strong>de</strong> Chiantla,<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Huehuetenango, Guatemala.Empezó a trabajar a los 6 años, haciendo los mandados enla casa en que trabajaba su mama, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 3 años se<strong>de</strong>sempeña como trabajadora doméstica en casa <strong>de</strong> tercerosVive con su mamá, ama <strong>de</strong> casa y su padrastro albañil.Tiene 5 hermanos, 3 hombres y 2 mujeres, todos máspequeños que ella., no tiene recreación, las tar<strong>de</strong>s y domingoslos <strong>de</strong>dica a los quehaceres <strong>de</strong> su propio hogar.Esta historia se llama:“LA SEÑORA NECESITABA UNA PATOJA…PARA LA COCINA Y EL DE ADENTRO”Cortesía: Visión Mundial <strong>de</strong> Honduras.
“HISTORIA DE VIDA”44LA SEÑORA NECESITABA UNA PATOJA... . PARA LA COCINA Y “EL DE ADENTRO”“¡Vos no sos nadie para que estésmandando aquí!: Mi <strong>Vida</strong> Familiar”Yo nací en Guatemala, en una comunidad <strong>de</strong>Chiantla, municipio <strong>de</strong> Huehuetenango, enabril <strong>de</strong> 1987, tengo 15 años y soy una niña que<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los 12 años trabajo en casas particulares,aunque a los 6 años inicié mi primera experienciaayudando a mi mamá a hacer los mandadosy lavar los pañales <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong> la patrona.En mi comunidad los hombres salen a trabajar<strong>de</strong> albañiles, <strong>de</strong> agricultores. Las mujeres, la mayoríase quedan en la casa haciendo oficio. Losniños, los que tienen 7 años para arriba, estudian,y los chiquitos se mantienen en la casa; lamayoría <strong>de</strong> los jóvenes y las señoritas trabajan;los hombres más <strong>de</strong> albañiles y las mujeres enlas casas haciendo oficios domésticos. Son pocoslos que estudian; los que lo hacen es porqueun proyecto <strong>de</strong> alguna institución los ayuda.Ahí mes a mes les viene dinero para que siganestudiando.Mi familia está formada por mi mamá, 5 hermanos:3 varones, dos hembras y yo. Somos 6 por todos.Tres hombres y tres mujeres en cuenta yo, y mi padrastro.Con mi mamá no tengo mayor problema,con ella sí me llevo bien, cualquier cosa que ella tieneme da o me platica y yo le platico también lo queme pasa. Ahora con él, es como que si no fuera nadamío, y cuesta estar con más comunicación, casi nihablamos. Allí sí no sé qué hacer para salir <strong>de</strong> eseproblema por más que lo he pensado, porque él seporta muy mal conmigo y a veces me regaña por cosasque no valen la pena y con unas palabras que sonmuy malas.Ellos no están casados, viven juntos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 6años, cuando yo tenía como 7 años. Al principio seportaba bien conmigo, pero <strong>de</strong>spués no sé qué pasó.Mi mamá me dijo que mi padrastro era mi papá,y como yo era chiquita, yo lo respetaba y lo queríaa él y él también me quería, pero luego cambió, nosé por qué. No sé qué le pasó. Pienso que porqueera yo solita, pero <strong>de</strong>spués cuando nació mi otrahermanita, él cambio; ahora me trata mal, pero alprincipio me quería mucho, porque cualquier cosaque yo quería me la compraba, yo le <strong>de</strong>cía, quieroesto y me lo traía o si no, <strong>de</strong>cía vamos a comprarlo,yo pensé que así se iba a portar toda la vida, perofue cambiando poco a poco, ya cuando yo pedía lascosas, ya no me las daba. Ahora pior está, por ejemplo,cuando a veces yo llego tar<strong>de</strong> por estar trabajandoempieza a <strong>de</strong>cir que dón<strong>de</strong> estoy, le empieza a<strong>de</strong>cir a mi mamá unas sus palabras que eso sí queson feas, empieza a gritar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la casa a la calle, quedón<strong>de</strong> estoy, y todos los vecinos salen a oir todo loque me dice. ¿Dón<strong>de</strong> estás vos puta? y esas palabras amí me duelen.Yo me llevo bien con mis hermanos. A veces nospeleamos, pero nada más así molestando, piensoque por qué los voy a molestar si ellos no tienenla culpa, ni ellos ni yo, mejor nos llevamos bien.Mis hermanos me dijeron, ¿verdad que no es tupapá mi papi? Entonces les dije yo que no, entoncesplaticamos con mi mamá y ella también les dijoque no, que era aparte, entonces a veces preguntandón<strong>de</strong> está tu papá? Y yo les digo que no sédón<strong>de</strong> está. Yo le he preguntado a mi mamá pormi papá y ella me dice que algún día me lo va aplaticar, pero a veces no tenemos tiempo, peroahora sí quiero yo saber la mera verdad, quiero conocerlopara platicar con él. Quiero preguntarlepor qué fue que me abandonó.¿Mi abuela? Mi abuela nunca me quiso. Cuando supoque yo iba a nacer sacó a mi mamá <strong>de</strong> la casa,entonces digo yo, por qué es que siempre no me hanquerido. La abuelita <strong>de</strong> mi mamá se la llevó para sucasa y más o menos ahí me atendió casi todo eltiempo porque ella me creció. El esposo <strong>de</strong> mi abuela,tampoco es el verda<strong>de</strong>ro papá <strong>de</strong> mi mamá. No sépor qué se separaron mis abuelos, pero es como queotra vez la misma cosa.Mi padrastro trabaja en la albañilería, y mi mamá sóloahí en la casa, ella hace lo que yo hacía antes: ir atraer leña y tortear o ir a acarrear agua o lavar. Sólodos <strong>de</strong> mi hermanos van a la escuela: mi hermana <strong>de</strong>9 años y mi hermanito <strong>de</strong> 6. Los que tienen 5 y 3 y
45la nena <strong>de</strong> 2 años se quedan en la casa con mi mamá.Mi mamá y su “esposo” no tienen una buena relaciónque se diga, ellos casi diario pelean entonceseso también me hace sentir mal porque nunca vamosa <strong>de</strong>cir que vamos a comer hoy, pero contentostodos. Eso no pasa porque él va <strong>de</strong> maltratar aella y a veces ni come mi mamá porque empieza amaltratar con unas palabronas, entonces digo yo: porqué diario, no se cansarán <strong>de</strong> estar bravos todas lasveces y hasta a mis hermanitos también les pegacuando está bien enojado, es muy grosero para pegarlesporque los agarra <strong>de</strong>l pelo y los tira, les pega.Mi mamá y mi padrastro pelean a veces por la comida,a él no le gusta lo que hace ella, a veces élquiere diferentes comidas y a veces mi mamá loque hace es para que nosotros comamos, pero élquiere dos comidas, aparte una para él y aparteotra para los <strong>de</strong>más, pero mi mamá no tiene dinero.Otras veces porque no se apura a dar la cenay por eso empieza, y si no, porque le empieza apegar a la nena chiquita, es don<strong>de</strong> empiezan ellosa pelearse.El no tiene ningún vicio. Pero es un hombre violentoque me ha pegado. La mayoría <strong>de</strong> veces conla mano, pero a veces también con el cincho o conlo que sea. Ahora hace no mucho me iba a pegarpero ya no me <strong>de</strong>jé, y le dije que no me iba a ponerlas manos encima porque él no era nada <strong>de</strong> mípara que me estuviera pegando.Ese día mi mamá fue a traer leña, y a él no le gustaque salga mi mamá a traer leña, pero él no ponela leña ni la compra y mi mamá tiene que ir abuscar, y a veces viene ya tar<strong>de</strong> porque la leña nose consigue ahí nada más; y él quiere comer luego,es don<strong>de</strong> él se enoja, y le dice: a la gran madre queno se apuran en dar la comida y <strong>de</strong> la cólera le pegóa mi hermanito el más chiquito, entonces entrómi mamá y le dijo que por qué le estaba pegando,cállate vos le dijo y la agarra <strong>de</strong>l pelo a mi mamáy le metió dos patadas y yo a<strong>de</strong>ntro estaba. En esono sé qué fui a hacer al cuarto y vi que la tenía<strong>de</strong>l pelo, entonces le dije que la <strong>de</strong>jara <strong>de</strong> estar pegando,y me dijo: vos cállate y me iba a pegar conla mano en la cara, entonces le dije yo que no mefuera a pegar porque tal vez algún otro día me he<strong>de</strong>jado, pero ahora sí no, jamás me va volver a ponerlas manos encima. El me dijo, “¡Ah si no querésque yo te pegue, andáte!, ¿qué estás haciendoaquí?, ¡aquí no mandás vos nada, no sos nadie paraque estés mandando aquí!”.Entonces lo supo el hermano <strong>de</strong> él, que es como mitío y al él sí lo respeto porque él se ha portado bienconmigo. Entonces mi tío le dijo: “Qué estás haciendo,no estás loco le dijo, para qué te comprometisteentonces a crecerla aquí, mejor la verdad hubieras dichoque no ibas a po<strong>de</strong>r.” Entonces me dijo que siquería yo que me fuera para con él: “como estás trabajando,entonces en las noches podés llegar a dormira la casa y por tus tortillas que te voy a dar, note voy a estar regañando, sólo una vez que comes aquíy éste sólo por una tortilla está regañando cada vez”,dijo. El tantas veces que lo ha regañado pero noentien<strong>de</strong>.A Mi mamá le ha pegado también varias veces. Mimamá no lo <strong>de</strong>ja porque ella sabe que no le dan trabajoen ningún lugar con 5 niños y por eso no seha separado <strong>de</strong> él. Ella no tuvo la oportunidad <strong>de</strong>estudiar. Mi padrastro sí, hasta como 3º grado.A mí también me han pegado. Cuando tenía como10 años y como me miraban que yo era pequeñapues, entonces el que quería me pegaba, incluso lashermanas <strong>de</strong> mi padrastro. Me pegaban porque yoera más pequeña. A veces me mandaban a pastorearcon una <strong>de</strong> ellas, entonces ella me mandaba a darleuna vuelta a las chivas y ella se quedaba sentada, ysi yo no quería ir me pegaba, ya a la hora <strong>de</strong> entrara la casa, entonces me <strong>de</strong>cía: “No le vayas a <strong>de</strong>cir atu mamá”, y como era pequeña, yo le <strong>de</strong>cía estábien y no le <strong>de</strong>cía nada a mi mamá.Una vez una señora que vio que me estaba pegandole contó a mi mamá y le dijo que ya no me <strong>de</strong>jara
“HISTORIA DE VIDA”46ir porque allá me pegaba ella y me corría conpiedras.Ya <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto ya no quería ir y mimamá me <strong>de</strong>cía ¿por qué ya no querés ir?, perono le <strong>de</strong>cía por qué. Yo pensaba: si le digo,al otro día me pue<strong>de</strong> pegar más, entonces éseera el miedo que yo siempre mantenía.Otra hermana <strong>de</strong> él también siempre me pegabacuando íbamos a lavar, porque a veces <strong>de</strong>cíami mamá “haga favor <strong>de</strong> ir a lavar esto, me lolava y ya cuando usted no pueda entonces lelavo yo su ropa”. Bueno entonces yo iba y lalavaba, pero entonces un día esta patoja, la hermana<strong>de</strong> mi padrastro me dijo: “Te tenés quetraer ese cazo <strong>de</strong> ropa”. “Yo no lo voy a aguantar”,le dije, porque yo era pequeña. Entoncescuando me agaché a levantar el cazo me aventóuna piedra <strong>de</strong> arriba y me pegó en la espalda,entonces me quedé llorando y ella se vino. Mevine yo hasta atrás y no le dije nada a mi mamátampoco. Se estaban aprovechando <strong>de</strong> mí sóloporque era pequeña.En mi casa es mi padrastro el que <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> y sino están bien las <strong>de</strong>cisiones entonces mi mamáse le opone, pero entonces dice él: “Aquí se vaa hacer lo que yo diga”, entonces eso hace mimamá para evitar, porque si mi mamá sigue <strong>de</strong>opuesta, ahí es don<strong>de</strong> le empieza a pegar y va<strong>de</strong> maltratar y maltratar, es don<strong>de</strong> los vecinosse dan cuenta, salen a escuchar y a mirar y esoes lo que ella no quiere. A veces mis hermanos<strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n a mi mamá, pero ahora ya se están portandoigual que él, malcriados, no obe<strong>de</strong>cen, hastalas mismas palabras que dice él, las dicen ellos, hastael más chiquito todo lo que escucha lo vuelvea <strong>de</strong>cir, repite todas las palabras que dice él.Con mi padrastro y con mi mamá pues, mis hermanossí son cariñosos, ahora para conmigo a vecesson cariñosos y a veces ahí están maltratándometambién, es que ahora ellos también ya cambiarony es que lo que pasa también es que lo queoyen con él ellos lo repiten. A veces el gran<strong>de</strong>cito,el que tiene 6 años dice:“andáte, si aquí no vasa mandar vos, aquí el que manda es mi papi”. Entoncesle dice mi mamá: “calláte vos loco!”Y él lecontesta: “usted cállese, si usted tampoco mandaaquí, también váyase”.“No tengo recuerdos bonitos<strong>de</strong> la escuela...”: Mis EstudiosA mí me apuntaron en la escuela y fui, pero comoa las 3 semanas se me acabó el cua<strong>de</strong>rno queyo tenía y ya no me mandaron, no podía yo irporque ya no tenía cua<strong>de</strong>rno, y ya no pudieroncomprarme otro porque mi padrastro <strong>de</strong>cía que sele acabó el dinero para andar comprando cua<strong>de</strong>rnos.No encontré apoyo en mi casa para seguir estudiando,porque si él me hubiera querido apoyarhubiera dicho, bueno no sé qué voy a hacer perovoy a comprarte más cua<strong>de</strong>rnos para que no <strong>de</strong>jes<strong>de</strong> ir a la escuela.También me recuerdo que cuando yo le <strong>de</strong>cía:“Tengo que llevar mañana esto”, me <strong>de</strong>cía: “Yono tengo dinero, <strong>de</strong>cíle que no, que no puedomandar ese dinero”. Pero a mí me daba vergüenza<strong>de</strong>cir eso <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más que <strong>de</strong>cían quesólo yo faltaba <strong>de</strong> llevar las cosas que pedían, entoncesaprovechaba el recreo para <strong>de</strong>cirle a lamaestra que yo no llevaba nada porque no me lohabían mandado. Mi maestra sabía que no eraculpa mía, entonces ya no me pedía nada. Meacuerdo también <strong>de</strong>l día <strong>de</strong> la Madre, que <strong>de</strong>cíanque había que llevar un regalito y yo no tenía nadaque llevar, entonces no iba porque yo no teníanada que llevar para darle a mi mamá. Mi maestraa veces me exigía que llevara las cosas que pedían,pero cuando era así, yo no iba por pena.A mí me hubiera gustado mucho seguir estudiando,porque sé que el estudio es muy importante paramí: si tan solo supiera, si hubiera seguido estudiandono estuviera trabajando; el estudio vale mucho,ahora así como yo, hay muchas niñas y niñostambién, a veces el maestro pi<strong>de</strong> muchas cosas y lospapás no tienen dinero para comprarle todo lo queles pi<strong>de</strong>n, entonces <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> ir a la escuela y se ponena trabajar.De la época cuando comencé a ir a la escuela recuerdoque me trataban mal los niños. El primerdía, cuando uno llega, pues como que eso siemprese da así. Luego, como a veces me daban dinero y aveces no, yo miraba a los <strong>de</strong>más niños comiendo yyo mirando porque no llevaba dinero. A veces habíanunos niños que eran buenos, me regalaban,
47pero otros se burlaban <strong>de</strong> mí porque no llevabadinero. La escuela estaba cerca <strong>de</strong> la casa, cuando yoempecé a ir era una como galerita, ahora pues ya estámejor. Me recuerdo que éramos como 5 amigasque nos íbamos para la escuela, las pasábamos atraer a todas. Todas estábamos en el mismo grado.También recuerdo que tenía miedo, a veces me poníana hacer tareas y <strong>de</strong>cía yo: ¡a ver si puedo!Otra cosa que pasaba y me recuerdo es que losniños se paraban para ir a ver los cua<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> los<strong>de</strong>más, yo lo que hacía era tapar mi cua<strong>de</strong>rno paraque no lo vieran, lo que pasaba también era quela maestra tenía a un niño que era el que la ayudabapara revisar cua<strong>de</strong>rnos, para ver si lo que unoestaba haciendo estaba bien o mal, pero a mí esono me gustaba.A veces se me olvidaba hacer los <strong>de</strong>beres por estarjugando con los <strong>de</strong>más, o platicaba muchocuando estaba en la clase, entonces lo que hacía lamaestra era que nos pasaba al pizarrón a hacer algunacosa. Había veces que me pasaba y que nopodía hacer lo que ella quería o lo que estaba escritoahí, entonces todos los niños se reían <strong>de</strong> mí.Yo ya no quería ir a la escuela por miedo a queme pasara otra vez al pizarrón, entonces yo preferíamejor ya no ir. Le mentía a mi mamá, le <strong>de</strong>cíaque no iban a haber clases y como ella salía mucho,entonces no se daba cuenta cuando pasabanlos <strong>de</strong>más niños. También me recuerdo que paralos exámenes era bien feo porque no podía hacernada, como días iba y días no iba, entonces, a lahora <strong>de</strong> querer contestar no sabía nada.Me costó mucho estudiar: habían ratos que no sabíacómo hacer las cosas y <strong>de</strong>cía ¿cómo voy a haceresto? y mi mamá aunque hubiera querido ayudarme,como no sabía nada... Otras veces, aunque<strong>de</strong>spacio, pero trataba la manera <strong>de</strong> hacerlas. A vecesme <strong>de</strong>cía mi padrastro: “Si no podés no lo hagasy <strong>de</strong>cís que no lo pudiste hacer y ya”, pero amí me daba pena porque sabía que al otro día meiban a regañar en la escuela si lo hacía así.A veces me ponían a leer y yo no sabía cómo hacerpara unir las letras. Los <strong>de</strong>beres también me costabahacerlos, pero probaba a hacerlos porque si no lamaestra al otro día me <strong>de</strong>cía que por qué no haciamis <strong>de</strong>beres que qué tanto hacía, que si quería yoapren<strong>de</strong>r entonces que lo hiciera porque ya todosiban a<strong>de</strong>lante y sólo yo iba muy atrasada.No tengo recuerdos bonitos <strong>de</strong> la escuela, no sé porqué. Me recuerdo <strong>de</strong> lo feo, como el día en queestaba yo haciendo limpieza, estaba yo trapeando,cuando llegaron los <strong>de</strong>más niños y pasaron corriendopor don<strong>de</strong> yo ya había trapeado con loszapatos con lodo y volvían a ensuciar el piso. Entoncesla señora me <strong>de</strong>cía que por qué no habíahecho bien la limpieza, que mirara cómo estaba <strong>de</strong>sucia la clase todavía. Entonces a la hora <strong>de</strong> recreotenía que hacer limpieza otra vez y algunos <strong>de</strong> losniños que me miraban se reían <strong>de</strong> mí. Otro recuerdoque tengo es que como yo no tenía mi mochilapara llevar mis cua<strong>de</strong>rnos sino que una bolsa <strong>de</strong>nylon, entonces también se burlaban <strong>de</strong> mí porqueno tenía mochila para llevar mis cosas, encambio ellos sí. Sólo yo era la única que entre unabolsa llevaba mis cua<strong>de</strong>rnos. A veces también pasabaque como yo misma me peinaba porque mi mamáno tenía tiempo <strong>de</strong> ocuparse <strong>de</strong> mí, yo no mepeinaba bien, entonces en la escuela también memolestaban.Mi maestra era algo mala. Me recuerdo cuando unono iba le ponía apodos, a mí por ejemplo me <strong>de</strong>cíaque era una capiadora, a mí no me gustaba que me dijeraasí porque a veces lo <strong>de</strong>cía <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los <strong>de</strong>másniños y luego ellos lo repetían y me lo <strong>de</strong>cían a mí.Pero lo peor eran otros castigos que ponía como estarhincados sobre tapitas <strong>de</strong> aguas, sosteniendo piedraspesadas, y otras veces nos <strong>de</strong>jaba encerrados muchashoras hasta que algún papá nos sacaba.Yo creo que es importante estudiar porque creoque estudiando uno pue<strong>de</strong> tener un mejor trabajomás a<strong>de</strong>lante y a<strong>de</strong>más cualquier trabajo pue<strong>de</strong> unohacer. Ahora para cualquier trabajo lo primero quese quiere es que uno sepa leer y escribir. En cambioasí como yo que no sé hacer nada o puedo haceralgunas cosas pero me cuesta.“No tenía días <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso. Todos losdías trabajo yo...”: <strong>Vida</strong> LaboralYo era muy chiquita, más o menos viví con miabuela hasta los 5 años, y no tengo ningún recuerdo<strong>de</strong> ese tiempo. Después <strong>de</strong> eso, nos venimos avivir aquí a Chiantla con una señora, entonces ahí
“HISTORIA DE VIDA”48estuvimos un tiempo viviendo. Mi mamá trabajabaallí. En esa casa la patrona <strong>de</strong> mi mamá mequería mucho, como a una hija, lo que le dabaa ella me daba a mí, lo mismo el esposo <strong>de</strong> ella.No les gustaba que mi mamá me pegara, a vecesmi mamá me regañaba por estar haciendoperjuicio. Esa familia sí me quiso mucho a mí,también los hijos <strong>de</strong> ellos que eran chiquitosigual que yo. Ellos nunca me pegaron, ni tampocome trataron mal.Después <strong>de</strong> estar ahí por un tiempo, nos fuimospara Guatemala, aquí sí no me hallaba yo, megustaba más estar en Chiantla. En ese lugar la señoraera muy enojada, no quería que yo tocaranada, a veces me pegaba cuando no estaba mimamá o me regañaba porque a veces yo tocabalas cosas y los juguetes <strong>de</strong> la casa. Entonces ellame <strong>de</strong>cía que si eran mías las cosas que las tocara,<strong>de</strong> lo contrario, no tenía qué andar tocandonada, en ese momento, yo me sentía mal porqueno tenía ningún juguete que fuera mío. Lo quehacía era que me iba con otra güirita que vivíaen la vecindad, ella me prestaba sus juguetes, jugabacon ella. La mamá <strong>de</strong> esta niña no le <strong>de</strong>cíanada, no se molestaba, ni me regañaba tampoco,incluso a veces <strong>de</strong>cía que mi mamá mejor me regalaracon ella, pero mi mamá no quiso regalarme.Ahí trabajábamos las dos porque a mí me mandabana hacer mandados por el mismo sueldoque le pagaban a ella, yo iba a traer tortillas o a hacermandados y ahí sí era peligroso, porque a vecesya <strong>de</strong> noche como a las 8:00, iba yo a hacer mandados,estando chiquita todavía. Ahora me pongoyo a pensar cómo no me pasó nada, si ya tar<strong>de</strong> andabapor las calles. Varias veces me encontré conhombres que estaban bolos, me molestaban y seacercaban a tocarme, yo corría asustada y llorando,pero no <strong>de</strong>cía nada.Por lo regular cuando yo salía a hacer estos mandadossiempre andaba sola porque mi mamá teníaotras cosas que hacer en la casa, entonces no podíairse conmigo. A veces me <strong>de</strong>cían que tenía queir a traer tortillas a una parte y si no habían puesque me fuera a otra, hasta que encontrara.Para mí era difícil en ese tiempo porque yo no estabaacostumbrada a andar así <strong>de</strong> casa en casa, luegoporque los modos <strong>de</strong> las casas eran distintosentonces, ya más o menos me estaba acostumbrandocon la gente, cuando mi mamá disponía irnosa otro lado, aunque no fueron muchas veces,para mí siempre era difícil.Luego nos venimos otra vez para acá en Chiantlaporque los señores <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Guatemala se ibana apartar, como casi sólo peleando se mantenían, entoncesmejor <strong>de</strong>cidieron apartarse. A<strong>de</strong>más ya noquisieron pagarle más a mi mamá: sólo Q150.00querían pagarle y no le alcanzaba el sueldo, entoncesmi mamá <strong>de</strong>cía que estaba muy lejos y ganando muypoco. Por ese mismo sueldo como también a míme ponían a trabajar, más en los mandados y melevantaba temprano porque ellos tenían un nene,entonces me <strong>de</strong>cían que me levantara temprano yque iba a lavar los pañales. Tenía yo que lavarlos. Enla capital estuvimos más o menos un año, entoncesyo tenía como 6.Luego, cuando salimos <strong>de</strong> esa casa y nos venimospara Chiantla, ya tenía yo como 7 años.Aquí sí megustaba porque no me mandaban a hacer mandados,aquí era al revés, mi mamá me mandaba a latienda que estaba cerquita, pero la señora <strong>de</strong> la casaera la que le <strong>de</strong>cía que mejor <strong>de</strong>jara <strong>de</strong> hacer loque estaba haciendo y que fuera ella porque algome podía pasar a mí en el camino.Eso <strong>de</strong> trabajar como que <strong>de</strong> mí salió: ya noquería estar en mi casa porque yo quería comprarsiempre alguna cosa y si le pedía yo a mipadrastro, él no me la compraba, entonces le dijea mi mamá, mejor voy a ir a trabajar a haceroficios a las casas. No, me <strong>de</strong>cía ella, mejor aquíestáte conmigo, pero cómo iba yo a estar ahí sicada vez que me compraba un mi par <strong>de</strong> zapatoso algún suéter, él me exigía que yo me levantarátemprano a arreglar todo, me <strong>de</strong>cía: mediavez te compre tal cosa me tenés qué hacertodo lo que yo quiera. Entonces para qué me vaa comprar una cosa si voy a estar va <strong>de</strong> trabajary trabajar, y dinero no me daba para que gastara.A veces con la boca seca me venía y con la bocaseca me regresaba,y no compraba nada para comer,porque él no me daba dinero. Entonces, <strong>de</strong>cíayo: tengo que buscar trabajo, porque así voy atener mi propio dinero, aunque me cueste, pero
49va ser mío y ya no voy a tener que estarle pidiendoa él. Entonces comencé a buscar.Un día le dije a mi mamá que me ayudara a conseguirtrabajo, que se fuera conmigo, que yo queríatrabajar. Ella me preguntó que para qué, yo ledije que para tener dinero y hacer mis cosas. Entoncesmi mamá primero no quería porque comosabía que yo siempre la ayudaba bastante en la casa,pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que platicamos esa vez quedóasí y pasó otro largo tiempo. Después sí pensé:hoy sí voy a buscar trabajo y me vine al mercadocon una cuñada <strong>de</strong> mi mamá y entonces le contéa esta mi tía que yo quería trabajar. ¿De veras?, medijo, pues ya días me está diciendo una señora quevive aquí cerca y está buscando una muchacha paraque le cui<strong>de</strong> 2 niños. Íbamos pasando por ahí yle pedí favor <strong>de</strong> que pasara <strong>de</strong> una vez conmigo yque me mostrara dón<strong>de</strong> era.Entonces pasamos <strong>de</strong> una vez y dijo la señora quesí necesitaba una patoja, entonces yo le dije quemejor pasamos el domingo con mi mamá para vercuánto me va a pagar usted. Le conté a mi mamáy le pedí que se fuera conmigo para ver cuántome iban a pagar. Ya el domingo entonces nos venimostemprano para comprar las cosas y pasar <strong>de</strong>una vez a hablar con la señora. Pasamos a hablarcon ella y me dijo que Q150.00 me iba a pagar elprimer mes y <strong>de</strong>spués a ver cómo, porque ahoritanos dijo, la tengo yo que enseñar cómo va a hacerlas cosas, luego le subo el sueldo.Entonces dijo mi mami, ¿será que vas a aguantar omejor <strong>de</strong>cimos que no? Pero yo le dije, déjeme! Yotengo que probar a ver si aguanto. Entonces hablócon la señora, me recomendó con ella o sea que ledijo que si no estaban bien las cosas que yo hacíaque le mandara a <strong>de</strong>cir para que ella entonces vinieraa hablar otra vez. Quedaron así y al otro díame tenía yo que presentar a las 6:30 <strong>de</strong> la mañanaporque la señora <strong>de</strong> la casa me dijo que ahí setenía que dar <strong>de</strong>sayuno temprano a los niños porqueiban a la escuela. Entonces al otro día me vineyo como a las 6:00 <strong>de</strong> la mañana para estar a las6:30 a.m.Bueno, entonces, quedó mi mamá con la señora<strong>de</strong> que el domingo bajaba yo bien temprano.Ese primer día, cuando llegué, no me animabaa entrar porque <strong>de</strong>cía yo, ¿cómo será? Pero dije,tengo que entrar, entonces toque la puerta ysalió a abrir la niña y me dijo: mami, mami ahíviene la muchacha que hablaste ayer. Entoncesme pasaron a<strong>de</strong>lante y me dijo, lo que va a hacerahorita es lavar el nixtamal y se me va almolino. Lo hice así, cuando regresé me dijo,bueno ahora yo voy a tortear para enseñarlecómo es la forma aquí para hacer las cosas.Aquí no se tortea a mano sino en torteadora,en lo que yo me quedo torteando va ir usted a<strong>de</strong>jar a la nena a párvulos.Desayunamos y <strong>de</strong>spués me fui a <strong>de</strong>jar a la niña. Peroantes también me había dicho que pasara al mercadoa comprar las cosas para el almuerzo. Entonces <strong>de</strong>jé ala niña en la escuela, pasé al mercado y cuando regreséa la casa fui a hacer la limpieza, a recoger los trastos,a limpiar la cocina.Después me dijo: bueno ahora va a lavar los trastos y<strong>de</strong>spués los va a or<strong>de</strong>nar, me mostró dón<strong>de</strong> iban lossartenes, las ollas y todos los trastos. Terminé <strong>de</strong> torteary me dijo, ahorita que yo estoy aquí me voy aencargar yo <strong>de</strong> eso pero si nos sale un nuestro negocioentonces nos vamos a ir con mi esposo y ustedse va a quedar aquí.Y entonces con el primer día queella me enseño cómo hacer las cosas, al otro día ya sabíacómo hacerlo. Después hicieron ellos ese negocio<strong>de</strong>l que me había dicho y entonces se iban viernes yregresaban hasta el domingo. En esos días yo me quedabaa dormir ahí. Me <strong>de</strong>jaban la llave y me <strong>de</strong>cíanbueno ahí le <strong>de</strong>jamos a los niños, los cuida como sifueran sus hermanitos y la casa también se la recomiendo.Ya sabía que <strong>de</strong> lunes a jueves subía yo a lacasa, pero los viernes y sábados me quedaba a dormirahí, para cuidar a los 2 niños <strong>de</strong> 7 y 8 años, y la casatambién. Entonces ellos me <strong>de</strong>jaban dinero para el fin<strong>de</strong> semana, me <strong>de</strong>cían esto es para uste<strong>de</strong>s y para el díadomingo que nosotros vengamos me hace tal cosa.Entonces los días domingos temprano venía yo almercado para que estuviera ya el almuerzo paracuando ellos vinieran como a las 3:00 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>.Daba yo el almuerzo, lavaba los trastos, los or<strong>de</strong>nabay ya me podía ir, me <strong>de</strong>cía la señora. Al otro díatemprano ya estaba yo otra vez en la casa, o sea <strong>de</strong>
“HISTORIA DE VIDA”50lunes a jueves trabajaba <strong>de</strong> 6:30 <strong>de</strong> la mañanaa 4:00 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, ya viernes y sábado ya nosubía a la casa, me tenía que quedar ahí.No tenía días <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso, todos los días trabajabayo. Allí trabajé un año y me pagabanQ.175.00. No recibía ningún pago <strong>de</strong> prestaciones,vacaciones, bonos ni nada.Me costó quedarme en esa casa porque a veces yaunque los niños se quedaban contentos porqueyo me quedaba con ellos, yo <strong>de</strong>cía cómo me voya quedar aquí y por más no me hallaba a quedarmeese primer día. Pero ya <strong>de</strong>spués me fuiacostumbrando, hasta quedarme. Tal vez porqueyo estaba hallada con mi mamá, yo dormía conella. En esta casa los niños en un cuarto y yo enotro.Yo pensaba que no iba a ser difícil porque comoPensaba que no iba a ser difícil porque como yoestaba acostumbrada a cuidar a mis hermanitos,pero ya don<strong>de</strong> se volvieron ellos así <strong>de</strong> malcriados,era don<strong>de</strong> a mí me costaba mucho porque aveces el niño salía, entraba ya tar<strong>de</strong> y a mí mehabían dicho que no lo fuera a <strong>de</strong>jar salir, que lopusiera a hacer algo, que me ayudara en la limpiezao en algo que hubiera qué hacer o que sise peleaban entonces que yo le avisará a ella yque el otro fin <strong>de</strong> semana mejor los iba a <strong>de</strong>jarcon su mamá. Pues con la niña no había tanta dificultad,ella era más entendida, cuando yo <strong>de</strong>cíaque <strong>de</strong>jaran <strong>de</strong> pelear, ella sí me obe<strong>de</strong>cía.Era tiempo <strong>de</strong> invierno, llovía y cuando entraba llevabatoda la ropa mojada, ya cuando ellos veníanlos domingos y lo encontraban malo <strong>de</strong> la gripe,me regañaban porque yo lo había <strong>de</strong>jado salir, peroyo les <strong>de</strong>cía que yo no quería <strong>de</strong>jarlo, que él nome obe<strong>de</strong>cía y que <strong>de</strong>cía que eran ellos los que lehabía <strong>de</strong>jado dicho que podía salir.El niño molestaba mucho, a veces se burlaba <strong>de</strong> míy no me hacía caso o me <strong>de</strong>cía apodos. En cambiola niña era distinta, cuando me salí <strong>de</strong> la casase quedó bien triste, ya no quería ir a la escuelaporque era yo quien la iba a <strong>de</strong>jar y a traer. Recuerdoque a veces <strong>de</strong>cía la niña que fuéramos ajugar, entonces yo iba con ella, nos divertíamosbastante.Pero hubo cosas que no me gustaron, como un día,me recuerdo que puse el nixtamal y no le echémucha cal y casi no peló, entonces le eché otropoquito <strong>de</strong> cal y se pasó <strong>de</strong> cal. Recuerdo que lastortillas salieron ver<strong>de</strong>s, entonces la señora me dijo:¿por qué le echó tanta cal?, no sabe que poquita setiene que echar, ¡ahora se tiene que comer esas tortillas,todas!, me dijo bien enojada. Después me dijoque tenía que ir a buscar tortillas porque <strong>de</strong> esasellos no iban a comer y que mirara yo qué hacíacon tantísima tortilla que había sobrado. Fue don<strong>de</strong>me sentí yo mal, pues porque mi mamá no meregañaba así, en cambio ella me trató con palabrasmuy duras esa vez.Un día <strong>de</strong> la semana santa, el mero viernes santome dio gripe y tenía que venir a trabajar ese día,los días <strong>de</strong> feriado no me los daban, a<strong>de</strong>más comola señora <strong>de</strong> la casa estaba recién aliviada yo teníaque venir a hacer las cosas.Yo sinceramente ya noaguanta el dolor <strong>de</strong> cabeza y la fiebre que tenía. Mimamá me dijo: mejor no vayas, a ver con quiénmandamos a avisar.Yo le dije que <strong>de</strong> todos modostenía que ir porque tenía que ir a hacer todo allá,pero no aguanté pararme <strong>de</strong> la cama, entonces dispusemejor no ir. Mi mamá mandó a avisar con unaseñora que pasaba por ahí, que ese día yo no iba allegar porque estaba enferma. Al otro día fue el sábado<strong>de</strong> gloria, siempre tenía yo gripe pero tuveque ir, entonces entré, pero saber qué hablaríanellos en la tar<strong>de</strong> porque los niños oyeron y me lodijeron: así como dice mi mami que saber a dón<strong>de</strong>iría usted ayer que por eso no vino a trabajar. Entoncesyo les dije: no es que yo no haya queridovenir, sino que estaba enferma <strong>de</strong> la gripe. Ellos todavíano se habían levantado, cuando se levantaronya estaba hecho el <strong>de</strong>sayuno, lo primero que medijo fue: por qué no vino ayer, yo le contesté quepor lo que le había mandado a avisar. ¡Ah sí!, dijo,pero que sea la última vez porque ya no le voy adar permiso, ni que vaya a faltar porque aquí siemprehay oficio, no hay quien lo haga para eso estáusted. Entonces permiso no me daban, a veces pedíayo para ir a ser un mi mandado que me urgíahacer pero no me daban permiso, ni siquiera teníayo un día <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso, nada.A veces me cansaba, pero y qué me sacaba yo, como<strong>de</strong> todas maneras tenía que hacerlo, yo no podía<strong>de</strong>scansar. Lo que hacía era que media vez ellosestaban en la casa yo no <strong>de</strong>scansaba ni un ratito,
51cuando ellos salían era cuando yo aprovechaba parasentarme un rato. Así era cuando tenía yo que entrara las 6:30 <strong>de</strong> la mañana y salir a las 4:00 <strong>de</strong> latar<strong>de</strong>, pero cuando me quedaba a dormir allí que erapor lo regular todos los fines <strong>de</strong> semana, entonces<strong>de</strong>scansaba yo como hasta eso <strong>de</strong> las 7:00 <strong>de</strong> la noche<strong>de</strong>spués que daba yo la cena, entonces me <strong>de</strong>cíala señora: bueno, ahora sí ya tiene <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>scansar.Alotro día a las 6:00 <strong>de</strong> la mañana me levantaba parahacer el café y el atol y a recordar a los niños quese levantaran para la escuela.Mis principales tareas eran: dar <strong>de</strong>sayuno, les poníala mesa, les servía el <strong>de</strong>sayuno y luego un díamolía el nixtamal y otro día no. Entonces cuandome tocaba moler, lavaba el nixtamal, iba al molino,y regresaba a lavar trastos. Después tenía que ir a<strong>de</strong>jar a los niños a la escuela, aprovechaba <strong>de</strong> unavez para pasar al mercado, <strong>de</strong> ahí <strong>de</strong> la casa para elmercado me hacia a pie como 10 minutos yendouno rapidito.Al venir entonces ya empezaba a hacerla limpieza, ayudaba a hacer el almuerzo, tambiénporque a veces ella salía y sólo me <strong>de</strong>jaba dichocómo hacerlo.Después hubo un tiempo en el que <strong>de</strong>jé <strong>de</strong> trabajaren esta casa, yo llevaba más o menos como 7 meses<strong>de</strong> estar trabajando ahí. Cuando me dijo la señoraque iba a venir una su sobrina, entonces que si yoquería, que me fuera para mi casa y que si su sobrinase hallaba ahí con ella entonces que iba a ser laque siguiera trabajando ahí, y como ni modo, a susobrina no le iba a pagar, en cambio a mí sí tenía quepagarme, entonces me fui para mi casa.En mi casa yo no me hallaba, entonces por una miprima que ya estaba trabajando aquí en Chiantla, meenteré que una señora que trabaja en un comedor,quería una muchacha para trabajar en oficios domésticos,sólo un mes trabajé con ella, porque la sobrinaque había llegado a la casa don<strong>de</strong> yo estabatrabajando primero, no aguantó, entonces la mismaseñora llegó hasta mi casa y me dijo que me regresaraa trabajar con ella, por eso me salí <strong>de</strong> ahí.En el comedor era mucho trabajo, ella <strong>de</strong>cía, rapidito,porque como sólo dos estábamos trabajando,entonces era mucho el trabajo, muchos trastos,entraba la gente a comer y tenía que servirle,temprano era la limpieza <strong>de</strong>l comedor. Llegaba alas 7:00 en punto y salía a las 4:00 me dijo ella,pero casi a las 5:00 iba saliendo siempre. Me pagabanQ150.00 nada más y eso que trabajaba casitoda la semana porque ni los domingos tenía<strong>de</strong>scanso.Yo me ocupaba <strong>de</strong> lavar los trastos, veníaa <strong>de</strong>jar venta al mercado cuando ella estaba vendiendoy luego pelar zanahoria, bastante papa,casi una arroba, hacer comidas, la limpieza, entregartamales, y cuando le hacían encargos por mayor,se iba y nos <strong>de</strong>jaba sólo a nosotras ahí, si llegabagente teníamos que hacer comida y darle a lagente que venía a comer.Desayunábamos ya casi a las 11:00 <strong>de</strong> la mañana,cuando llegábamos un vaso <strong>de</strong> atol con dos panes,el almuerzo ya casi eran las 4:00 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> cuandoalmorzábamos, aunque nos diera hambre antes nose podía porque estábamos haciendo oficio y ahíera bastante, porque se juntaba el trasterío quehabía.Ya no quería estar ahí, había pensado que sóloiba a sacar el mes y me iba a salir porque ya estaba<strong>de</strong>sesperada. Lo que no me gustaba era que cuandoella salía cerraba todas las puertas y nosotras nosquedábamos solitas a<strong>de</strong>ntro.Ya <strong>de</strong> nuevo con la señora, un día una muchacha medijo:“mirá, aquí don<strong>de</strong> estás te están pagando muy barato”,porque sólo me daban Q150.00, entonces medijo: sabes qué? vamos allá bajo, pagan Q300.00. Estábien le dije yo, pero ella a tiempo me <strong>de</strong>cía, y yono me quería salir <strong>de</strong> ahí porque ya me había halladoallí don<strong>de</strong> estaba, en eso que la señora se puso enojadaporque <strong>de</strong>cía que por qué no le avisaba antes queya no habían cosas en la cocina, si no lo hacía, entoncesella se enojaba, y entonces dije yo: “Ah, no, paraqué quiero yo estar aguantando aquí”. Le dije que mejorya no iba a trabajar allí con ella, que me iba a salir.Entonces dijo está bien, me fui yo para mi casa yel sábado vine ya a hablar con la nueva señora, don<strong>de</strong>trabajo actualmente.En el trabajo que estoy ahora, cuando vengo, arreglola sala, ya <strong>de</strong>spués trapeo todo, luego <strong>de</strong>sayuno y mevoy al mercado. Cuando vengo <strong>de</strong>l mercado y ella notiene tiempo la ayudo a arreglar el almuerzo. Muchasveces ella está ocupada con la nena, sus nietos <strong>de</strong> 2 y3 años molestan mucho.En junio ajusto el año <strong>de</strong> estar trabajando ahí, peroel primer día, no sabía si eran buenos o eran malos,como cuando trabajé allá arriba, allá sí eran unpoco malos: primerito ella era amable y todo y <strong>de</strong>spuésse fue portando mal, pero no sé, creo que ella
“HISTORIA DE VIDA”52dinero no tenía para pagarme y no se animabaa <strong>de</strong>cirme, porque <strong>de</strong>spués supe eso.La señora que me contrató me dijo: sólo nos vaa hacer el oficio <strong>de</strong> mi mamá y el mío, ahora, el<strong>de</strong> mi cuñada no. Pero <strong>de</strong> ahí la cuñada <strong>de</strong> la señorame dijo: hágame el favor <strong>de</strong> lavarme mistrastos y <strong>de</strong> lavarme la ropita <strong>de</strong>l nene, y así yale pago yo Q50.00 más, me dijo, entonces poreso ganaba Q300.00. Entonces yo en la mañanahacía todo lo <strong>de</strong> la señora y su mamá, y enla tar<strong>de</strong> lavaba yo la ropita <strong>de</strong>l nene, un día lavabala ropita <strong>de</strong>l nene y una día la <strong>de</strong> la nena.Después, la cuñada <strong>de</strong> la señora me ponía muchotrabajo, diario lavaba ropa y era mucho para mí:<strong>de</strong> la nena cada ocho días lavaba, en cambio la<strong>de</strong>l nene no, era casi diario porque ella por pocosiba a <strong>de</strong>jar ahí en la pila. Y los trastos tambiéneran muchos, diario eran dos trasteros bienllenos, uno <strong>de</strong> cada familia que allí vivía. Entoncesme dijo Seño Lorena,la señora, mejor dígaleque ya no porque usted se cansa mucho, y yo lepago los Q300.00. Si le dije. Des<strong>de</strong> hace díasquería hablar con Seño Daliala cuñada <strong>de</strong> la señora:,si me subía el sueldo seguía yo, si no, puesya no. Entonces le dije y ya no le volví a haceroficio a ella, y así Seño Lorenala señora me pagólos Q300.00.Ahora hablemos <strong>de</strong>l esposo <strong>de</strong> la persona que te contrató,<strong>de</strong> Oscar. Bueno, él casi no se mantieneahí, viene cada 8 días o cada 15 días, pero él esbueno también, me trata bien.Ahora pasando a las relaciones con los hijos varones,cómo te llevas con ellos? También nos llevamosbien, son buenos conmigo.La relación <strong>de</strong> la familia en sí, cómo la ves, porquepasas mucho tiempo ahí (entras a las 8:00 <strong>de</strong> lamañana y sales a las 4:00 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>) es <strong>de</strong>cir, haspresenciado algún tipo <strong>de</strong> dificulta<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> problemasentre ellos y eso en algún momento te ha hechosentir mal a ti? No.En la casa don<strong>de</strong> trabajas, tú haces varios oficios,varias labores, hablabas al principio, un poco <strong>de</strong>esas labores. Hay algo que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> estas activida<strong>de</strong>sque haces diariamente que no te guste hacer?No , todo me gusta hacer. Des<strong>de</strong> pequeña fueasí? Sí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> pequeña, eso sí, aunque a veces noquería hacer algunas cosas cuando era pequeña,pero como era obligada, tenía que hacerlo y meacostumbré a hacer cualquier cosa. Cuando eramás pequeña mi mamá tuvo la primera nena <strong>de</strong> mipadrastro. Es el señor con el que está viviendo ahorita,Yola cuidé a ella, iba a lavar pañales y a hacerlo <strong>de</strong> la casa, ir al molino, acarrear agua, ir a traerleña, venir y a dar cena. Al otro día temprano a las5:00 <strong>de</strong> la mañana, arreglar bastimento y <strong>de</strong>sayunoy me iba al molino otra vez. Todos los días eralo mismo. Por eso fue que me acostumbré a hacer<strong>de</strong> todo, cualquier oficio.Ellos me tratan bien. La señora me dice: vamos acomer allá a<strong>de</strong>ntro, pero le digo, mejor aquí estábien, en la cocina. Ellos a veces comen en la sala oa veces también en la cocina, ellos en un lado y yoen el otro lado, a veces en el <strong>de</strong>sayuno ahí en lacocina comemos todos, ahora en el almuerzo, a vecesellos comen en la sala y yo en la cocina, peroporque yo no quiero ir a la sala porque siento vergüenza.Digo yo: ¿cómo voy a ir a comer allí?, mejoraquí está bien le digo yo, y me sirve mi comida,termino <strong>de</strong> almorzar y luego miro qué hay quehacer.“No era bueno que la gente memirara con él”: Mi <strong>Vida</strong> AfectivaBueno, yo he tenido sólo un novio, pero con él yaterminamos. Cuando era novia <strong>de</strong> él, llegó esta otrapersona que es la que está casi a punto <strong>de</strong> casarse,entonces me pidió que fuera su novia, pero yono quise porque andaba con novio, luego nos <strong>de</strong>jamosporque a él no le gustaba que yo hablaracon mis amigos, por eso terminamos. Luego comoque fui sintiendo algo por el otro muchacho, peroél buscó a otra persona que casi es la que sepodría <strong>de</strong>cir va a ser su esposa ahora. Entoncesahora ya no puedo hacer nada porque él ya está apunto <strong>de</strong> casarse.Aunque él se ha acercado para pedirmeque siga con él, pero yo le digo que no porquey si lo llega a saber la otra, entonces eso seríaun problema para mí, eso es lo que yo no quiero,por eso mejor no voy ha hacer nada, lo que he pensadohacer es olvidarlo.Yo tenía como 12 años y él 15 yo ni siquiera sabía cómoera tener novio en ese tiempo. Salíamos a pasearlos domingos, íbamos al parque, regresábamos, sólo
53me iba a encaminar a<strong>de</strong>lantito <strong>de</strong> la casa y regresabay se iba él para su casa y yo a la mía. Cada 8 días nosmirábamos. Luego él se estuvo yendo a trabajar aXela parece, entonces ya nos mirábamos cada 15 días.Íbamos a pasear, a platicar, si no íbamos al parque <strong>de</strong>aquí <strong>de</strong> Chiantla, íbamos a Huehuetenango, a las3:00 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> salía yo <strong>de</strong> la casa para estar sólohasta las 4:30 <strong>de</strong> regreso en la casa porque no podíatardarme, era un ratito nada más.Yo <strong>de</strong>cía que iba a ir a hacer un mandado o queiba a ir a ver a una amiga, voy a salir a pasearun ratito con ella y mi mamá me daba permisopero siempre me <strong>de</strong>cía que me apurara. Fueagradable porque me gustaba salir con él. Merecuerdo que me regalo un anillo, todavía lotengo.Era bueno que él fuera <strong>de</strong> mi comunidad, pero loque pasaba era que mi mamá me <strong>de</strong>cía que no erabueno que la gente me mirara con él, porque le podíacontar a mi padrastro entonces era don<strong>de</strong> éliba a empezar a hablar y eso era lo que mi mamáno quería. Entonces me dijo que mejor tratara lamanera <strong>de</strong> que no me mirara nadie, que no nos pusiéramosen el parque porque todo mundo caminapor ahí, todos se dan cuenta. Aquí es así, los noviostienen que pasar como 6 meses así a escondidas,ya luego el muchacho va a la casa, la patoja 1 quedacomprometida....1 Término guatemalteco para <strong>de</strong>signar a un niño(a) o muchacho(a).“Bueno supuestamente sólo amigastenía yo”: Mis Amista<strong>de</strong>sBueno supuestamente sólo amigas tenía yo, ellas aveces me <strong>de</strong>cían que llegara a la casa <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong>ellas, que ahí iban a estar todas reunidas y que meayudaban, pero a mí me daba vergüenza <strong>de</strong> ir y entrara la casa, entonces mejor trataba yo la manera<strong>de</strong> hacerlo sola, no siempre podía. A<strong>de</strong>más aunquequisiera ir no me daban permiso.Con algunos amigos nos hemos acercado más, yoles platico sobre mis problemas, ellos a mí, sonbuenos conmigo. Hay también amigas con las quecomparto. Bueno siempre y cuando no esté mipadrastro en la casa, porque si mira, saber quépue<strong>de</strong> hacer. Entonces dice mi mamá: si vas aplaticar con tu amigo pero que no te mire él porqueentonces es ahí don<strong>de</strong> empiezan los problemas.Mi mamá me dice: Bueno tenés amigos, tenés amigas,algún día, vas a tener algún novio pero no vayasa ... dice ella pues novio es novio y me diceotras cosas como: no vayas a ser igual que yo quete traje así nomás, no quiero que lo que me pasóa mí te vaya a pasar a vos. Eso es lo que ella noquiere y eso sí lo entiendo yo pues, porque paraqué voy yo a sufrir a como ella está sufriendo conmigo.Algún día te casás si es un hombre responsable,entonces te tendrá que llevar a un lugar don<strong>de</strong> secasen y puedan vivir. En cambio yo ahorita estoysufriendo porque te tengo a vos.“¡El me violó, abusó <strong>de</strong> mi!”: Los RiesgosCada vez que yo salía era la misma cosa, por eso nome gustaba que me mandaran a hacer mandados. Lamayoría con los que me encontraba estaban borrachos,eran bolos.Yo tenía mucho miedo, cuando esopasó, yo no sabía qué hacer, lo único que se meocurría era correrme <strong>de</strong> ellos y me iba para la casa,me iba corriendo yo lo que quería era llegar luegoa la casa.Yo no le contaba esto a nadie, ni siquiera a mi mamáporque entonces ella iba a querer ir en mi lugara hacer los mandados y en la casa no la iban a <strong>de</strong>jarporque claro, nos dijeron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio quemi mamá iba a ocuparse <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntroy yo <strong>de</strong> los mandados. Entonces para qué <strong>de</strong>cirle yodiario lo que me pasaba si <strong>de</strong> todas formas no se podíahacer nada. Mejor ya no <strong>de</strong>cía nada. Ahora queya estoy gran<strong>de</strong> digo yo qué bueno que sólo fue esoy que no pasó <strong>de</strong> ahí y que nos venimos para acá,porque si no, saber qué hubiera pasado conmigo.Bueno seño, hoy quiero contarle algo, pero me damucha vergüenza, no quiero que nadie lo sepa, nosé que hacer....Ya en Chiantla, hace poco, un día que no vine a trabajar,cuando mi mamá se había enfermado, yoaproveché un ratito para ir a la casa <strong>de</strong> un mi amigoque vive cerca <strong>de</strong> mi casa, pero que acaban <strong>de</strong>llegar porque son <strong>de</strong> otra comunidad. Yo llegué a
“HISTORIA DE VIDA”54buscarlo porque me había dicho que si le podíahacer favor <strong>de</strong> pasar recogiendo a su casaun papel para llevárselo a una mi amiga que legustaba a él, entonces yo fui, toqué la puerta ysalió a abrir su hermano, el más gran<strong>de</strong> que tienecomo 18 años, me dijo que pasara y cuandoentré me dijo que su hermano no estaba, peroya no me <strong>de</strong>jó salir, cerro la puerta, me agarró<strong>de</strong> las manos y él..... me violó, abusó <strong>de</strong> mí.Nadie oyó porque puso la grabadora a todovolumen, yo le dije que no lo hiciera, que noquería, pero no me hizo caso. Tengo muchomiedo, no sé lo he contado a nadie, sólo a usted,no sé cómo pueda ponerse mi mamá o loque pueda <strong>de</strong>cir mi padrastro, pero me da miedoque las cosas puedan agrandarse, que mimamá estando como está <strong>de</strong> enferma, se puedaponer peor si le digo lo que me pasó. A<strong>de</strong>másno creo que mis papás me crean a mí, mi padrastrolo primero que me va a <strong>de</strong>cir es, qué teníayo qué andar haciendo en la casa <strong>de</strong> él. Nome van a creer. No quiero que nadie lo sepa. Ahorano sé que hacer. Otra cosa es que he oído <strong>de</strong>que cuando uno tiene relaciones pue<strong>de</strong> quedarembarazada. Yo no quiero estar embarazada. Metenía que haber venido ayer la regla y estoypreocupada porque no me vino.“Estudiar bastante para no quedarmea medias”: Expectativas Al FuturoA mí me gustaría mucho po<strong>de</strong>r seguir estudiandopero que pudiera yo al mismo tiempo seguirtrabajando porque no podría <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> trabajar paraestudiar, bueno sería lo mejor también, peroquién me va a dar dinero a mí para estudiar, sería<strong>de</strong> mi mismo trabajo. Tal vez tendría que esperarmás tiempo para casarme, porque si me caso ya nopodría estudiar, ni trabajar. Ahora, si estudio, talvez me consigo un mi trabajo mejor, tal vez ya notendría que trabajar en las casas. A mí me gustaríapo<strong>de</strong>r seguir estudiando, sacar una carrera, sersecretaria; pero para eso tendría que empezar porver si hay una escuela que pueda darme clases enhoras que yo pueda, por mi trabajo, <strong>de</strong> preferencia<strong>de</strong> noche, para que pudiera ir.La cosa es que mis papás quieran darme permisoy que pudiera quedarme a dormir en la casa <strong>de</strong>mis patrones, y que ellos me <strong>de</strong>n permiso y medigan cuándo y qué días puedo salir a estudiar.Yopienso que ellos sí me <strong>de</strong>jarían. El problema es queen la casa don<strong>de</strong> trabajo actualmente no haymucho espacio, entonces no hay un cuarto <strong>de</strong>socupadopara que yo me que<strong>de</strong> a dormir ahí.Los planes sería que tal vez ya estando estudiandopuedo buscarme otro mi trabajo, estudiar bastantepara no quedarme a medias.Otros planes que tengo son <strong>de</strong> buscar a mi papá,quiero conocerlo, preguntarle por qué la habíaabandonado, Lo Necesito!!.Cortesía: PAMI Guatemala.
Historia <strong>de</strong> <strong>Vida</strong> - Trabajo Infantil DomésticoPOR MANUEL GUERRERO . RUEDA RUEDA y CIPAFRepública DominicanaPROTAGONISTA 6. ROSA - 15 AÑOS 55Por la vida <strong>de</strong> Rosa caminaremos <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>Manuel Guerrero, coordinador <strong>de</strong> la MarchaGlobal contra la explotación laboral en este país.ROSA, Tiene 3 hermanos. Un chico <strong>de</strong> 16 años y 2 niñas <strong>de</strong>14 y 13 años. Sus padres se separaron y la familia estádispersa, ella y su hermana <strong>de</strong> 13 años trabajan en casa<strong>de</strong> una tía realizando las activida<strong>de</strong>s domésticas que enella se requieren.Quince años <strong>de</strong> vida. La mitad los ha pasado <strong>de</strong>ambulantepor casas <strong>de</strong> familiares... Una historia <strong>de</strong> sufrimientosen una joven que tiene tantas ganas <strong>de</strong> vivir, <strong>de</strong> progresar yver crecer la felicidad en la unión <strong>de</strong> sus padres y hermanos.Historia que Manuel ha titulado:“LO QUE LA VIDA LE NIEGA,ROSA LO SUEÑA”Fotografía <strong>de</strong> archivo DNI.
“HISTORIA DE VIDA”56LO QUE LA VIDA LE NIEGA, ROSA LO SUEÑAQuince años <strong>de</strong> vida. La mitad losha pasado <strong>de</strong>ambulante porcasas <strong>de</strong> familiares. A los ochofue a vivir con su abuela. Unahistoria <strong>de</strong> sufrimientos <strong>de</strong> unajoven que tiene tantas ganas <strong>de</strong> vivir, <strong>de</strong> progresary ver crecer la felicidad en la unión <strong>de</strong>sus padres y hermanos.Cuando los padres <strong>de</strong> Rosa se separaron comopareja hace ocho años, lo menos que ella pensóera que esa realidad la afectaría tan directamentea ella, a sus hermanas y hermano. Esa vidafuera <strong>de</strong> la casa familiar ha sido <strong>de</strong> pesarese inseparable como una sombra.Eso mismo o muy parecido suce<strong>de</strong> a sus treshermanos: un muchacho <strong>de</strong> 16 años que trabajacomo asalariado y dos muchachas, una <strong>de</strong> 14años y otra <strong>de</strong> 13.Es una historia repetida en miles <strong>de</strong> ocasiones,pero tan amarga para Rosa, que a ella le pareceque nadie más sabe cuánto sufrimiento seacumula cuando no se vive con su padre y sumadre, y peor aún, con ninguno <strong>de</strong> los dos.El sufrimiento <strong>de</strong> Rosa, extensivo a sus hermanos,partió <strong>de</strong> un matrimonio con cuatro hijoscuya diferencia es <strong>de</strong> solo un año entre uno yotro. Una ruptura <strong>de</strong> ese nucleo primario yuna dispersión total que atomiza a una familiay multiplica las precarieda<strong>de</strong>s, materiales, espiritualesy afectivas.Todos <strong>de</strong>sean vivir juntos, pero eso es solo una esperanza.Su padre trabaja en una empresa don<strong>de</strong> seelaboran pizzas en la ciudad <strong>de</strong> Santiago. Rosa ysus hermanos no saben que tan rica es la masaque extien<strong>de</strong> su papá porque nunca han probadouna.Su madre, resi<strong>de</strong>nte en Villa Mella, a muy pocos kilómetros<strong>de</strong> don<strong>de</strong> actualmente vive Rosa y suhermanita, realiza un adiestramiento <strong>de</strong> tres mesespara prepararse para aten<strong>de</strong>r un casino <strong>de</strong> juegosen un hotel <strong>de</strong> la ciudad.Con la amargura <strong>de</strong> quien anhela vivir una felicidadque la realidad le niega, Rosa sigue muy pendiente<strong>de</strong> sus tres hermanos.“El mayor, <strong>de</strong> 16 años, vive en Bayaguana, con miabuela, la mamá <strong>de</strong> mi papá”, explica Rosa, quienagrega que allí hace una vida <strong>de</strong> trabajo asalariado,aunque ella no sabe exactamente en qué consisteesa labor.Su hermana menor, <strong>de</strong> 13 años, comparte techo, rigory obligaciones con Rosa. “Ella vive conmigo”,dice para explicar que en la casa <strong>de</strong> la tía, en VillaBlanca, <strong>de</strong>l sector Sabana Perdida, ocupan una habitaciónnormal <strong>de</strong> ese hogar que las ha acogidoy don<strong>de</strong> una pareja formal y dos hijos se han convertidoen sus anfitriones.Tanto Rosa como su hermana tienen que trabajarmucho durante el día y escasamente le sobra tiempopara estudiar. No obstante, sienten agra<strong>de</strong>cimiento asu tía y esposo que las han acogido y se consi<strong>de</strong>ranbien tratadas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las limitaciones quesupone vivir en una casa y con cabezas <strong>de</strong> familiasque no son sus propios padres.La hermana <strong>de</strong> Rosa que tiene 14 años vive conotra tía, allí realiza las labores <strong>de</strong> la casa y estudiapor la noche.La dispersión <strong>de</strong> la familia no es aceptable paraRosa como un caso cerrado. Cuando habla consus padres por teléfono, el tema recurrente es sabercuándo van a reunirse todos en una casa, organizarsu vida familiar y fijar metas y objetivospara todos.“Mis padres me dicen que quieren vivir junto anosotros”, expresa Rosa con explícita nostalgia ycomo si fuera consciente <strong>de</strong> que se trata <strong>de</strong> un<strong>de</strong>seo en choque frontal con la realidad: no hay reconciliaciónen la pareja y por tanto vivir todosnuevamente en una casa no será posible en cortoo mediano plazo.“Mi mamá se está preparando para trabajar, ganaralgo <strong>de</strong> dinero y luego mudarnos juntos; lo haremosella y mis hermanos porque mi papá y ella estánseparados”, afirma Rosa como si estuviera asida auna esperanza que no la abandona.Rosa se ocupa <strong>de</strong> visitar a su madre y con frecuencialo hace junto a su hermana, sábado odomingo, que son los días en que no tienen queir a la escuela.
57La madre viene a la casa don<strong>de</strong> viven Rosa y suotra hija, pero su padre nunca ha venido.“Mi mamá viene cinco o seis veces al mes. Me llama(por teléfono) a cada rato. A veces viene miotra hermana, la <strong>de</strong> 14 años, y también nos visita”,agrega.Cuando se le pregunta por qué su papá no les visita,Rosa simplemente afirma: “No sé por qué. Mipapá nunca se ha preocupado por nosotros”, enobvia referencia a todos sus hijos.“A mí me gusta ir a ver a mi mamá, saber cómoestá”, exclama Rosa, quien explica que anteriormenteella vivía con su abuela en Villa Mella.A la edad <strong>de</strong> ocho años comenzó a vivir con suabuela, allí pasó cinco años hasta que fue llevadapara la casa que hoy ocupa: don<strong>de</strong> su tía.En casa <strong>de</strong> su abuela Rosa estudiaba por la mañanay cuando regresaba, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> comer, se <strong>de</strong>dicabaa la limpieza <strong>de</strong> la vivienda. Su abuela solo cocinabay la adolescente se ocupada <strong>de</strong> todo lo <strong>de</strong>más. Legustaba el ambiente, la seguridad y disfrutaba <strong>de</strong>buen trato, pero tuvo que ir a vivir a la casa <strong>de</strong> latía, don<strong>de</strong> ya vivía su hermanita menor, porque éstale llamó para que le cuidara los niños, porque ellatrabaja.Cuidar niños, cocinar, llevar los pequeños al colegio.Su hermana tiene mayor tiempo viviendo enesa casa, don<strong>de</strong> tenía que hacerlo todo. Ahora sereparten las labores porque “ella -su hermanaestudiaen horas <strong>de</strong> la mañana y yo por la tar<strong>de</strong>”.Su rutina diaria es como ella misma la <strong>de</strong>scribe:“Me levanto. Llevo el niño más gran<strong>de</strong> al colegioy cuando regreso me ocupo <strong>de</strong>l más pequeño; <strong>de</strong>bañarlo, alimentarlo”, entre otras cosas. “Despuésvoy a comprar las cosas <strong>de</strong> la comida y me pongoa cocinar. Cuando tengo tiempo en la mañanalimpio los pisos. Luego me baño y me voy para laescuela. En la noche hago la cena, le preparo lechea los niños y luego los duermo y yo voy tambiéna dormir”, al otro día se levanta antes <strong>de</strong> la <strong>siete</strong><strong>de</strong> la mañana y la espiral sigue dando vueltas, pasandías, meses y años.La tía, como dueña <strong>de</strong> la casa, casi no ayuda a hacernada <strong>de</strong> los quehaceres. “Rara vez alimenta alos niños. Otras veces se va para don<strong>de</strong> la mamá<strong>de</strong> su esposo y habla mucho por teléfono”.Por supuesto, a Rosa y a su hermana no le pagannada por todo el trabajo que hace en la casa.A veces le compran ropa, pero los uniformes escolares,los zapatos y sus medicinas cuando se enferma,entre otras necesida<strong>de</strong>s, las provee la madre.Ella no ha sufrido acci<strong>de</strong>ntes graves en la casa, perose ha provocado cortaduras con cuchilloscuando está cocinando. Los sufrimientos más recurrentesson dolores <strong>de</strong> cabeza <strong>de</strong> los cuales notiene una explicación, porque no ha sido llevada aver el médico.Rosa estudia en una escuela privada, pero no paganada porque ha sido beneficiada con una beca. Alcentro <strong>de</strong> estudios acu<strong>de</strong> <strong>de</strong> lunes a viernes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> launa treinta <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> hasta las cinco y treinta. Sellama “Mi Bello Hogar” y está ubicada en SabanaPerdida, en la parte noreste <strong>de</strong> la capital dominicana.En ese colegio ella ocupa un asiento junto a losalumnos <strong>de</strong>l octavo grado. Los libros con que estudialos entrega el mismo colegio.Rosa hace sus tareas en el mismo colegio, durantelos minutos que otros <strong>de</strong>dican a recrearse. Cuandoel tiempo no es suficiente y le quedan tareas parala casa, busca espacios entre el cuidado <strong>de</strong>l menor,la labor <strong>de</strong> cocinar y echarle una mano a sus librosy libretas.Se consi<strong>de</strong>ra buena estudiante y disfruta <strong>de</strong> buenosprofesores por su buen trato y capacidad. “Me encantanlas matemáticas, las ciencias naturales y lassociales”, pero no le gusta mucho estudiar LenguaEspañola porque hay que explicar mucho, “aunqueyo lo hago”.Como buena estudiante, su mayor preocupación esno levantar celos <strong>de</strong> sus compañeros. Quiere que lavean como una alumna que cumple sus obligacionesy se preocupa por obtener buenas calificaciones,pero que los otros también las obtengan, porque“no es bueno que te vean mal porque sabes mucho”.Su sueño profesional es ser abogada.
“HISTORIA DE VIDA”58En la casa don<strong>de</strong> vive, una construcción mediana,con sala-comedor, amplia galería, no sienteque la traten mal, ni a su hermana, pero no es sugusto vivir allí.Prefiere un hogar más humil<strong>de</strong>, sin muebles eleganteso equipo <strong>de</strong> música para discos compactoso DVD, si allí estuviera su madre y sus hermanos.“Con mis padres me siento más segura y apoyada”,quiere tener un espacio don<strong>de</strong> se puedasentir dueña <strong>de</strong> sus emociones y don<strong>de</strong>“yo pueda contarle mis cosas, <strong>de</strong>cirle lo queme pasa”.Rosa no se siente mal tratada por su tía, peroconfiesa que la situación que vive le resulta <strong>de</strong>sagradable.“Estoyinquieta.Aunque no me tratenmal, quiero vivir con mis padres.”Ellos me dan seguridad para ir a<strong>de</strong>lante”, dicecon toda la elocuencia que sus quince años ytoda la experiencia <strong>de</strong> dirigir tareas en el hogarle han aportado.Ella hace <strong>de</strong> todo en la casa. De tanto hacerlo,ya tiene las tareas que le agradan y las que preferiríano hacer.“Me gusta cocinar, cuidar el bebé y limpiar lospisos. Lo que no me gusta es planchar y lavarbaños”, expresa.Si Rosa dispusiera <strong>de</strong> más tiempo, ese estaría <strong>de</strong>dicadoa aten<strong>de</strong>r mejor sus estudios, que ahoracasi no pue<strong>de</strong> hacerlo como lo <strong>de</strong>sea.Cuando ella no pue<strong>de</strong> cumplir con todos los trabajosa tiempo en lo relativo al servicio doméstico,la señora le advierte que la trajo a la casa paraque ayudara, por lo que si no lo hace bien, entoncesla manda para don<strong>de</strong> su papá.Pero cuando las cosas salen <strong>de</strong>l todo bien su premioes salir a comer un helado o a visitar las tiendas.Su tía la vive orientando para que haga las cosasbien y le cui<strong>de</strong> sus niños, uno <strong>de</strong> dos años y otro<strong>de</strong> diez meses.Lo cierto es que no ha sufrido maltrato físico niofensas verbales.Su <strong>de</strong>scanso cada noche es en una habitación normal<strong>de</strong> la casa, junto a su hermana. No es discriminadaa la hora <strong>de</strong> comer y disfruta, cuando pue<strong>de</strong>,viendo programas <strong>de</strong> varieda<strong>de</strong>s en la televisión,escuchando música o simplemente charlandocon sus amigos Tony, Richard, Alex, Margaret.Todos se reúnen al frente <strong>de</strong> la casa. A ellos no lesestá permitido llegar en grupo hasta el segundonivel <strong>de</strong> la casa don<strong>de</strong> vive la familia que acoge aRosa y a su hermana.Es asidua visitante <strong>de</strong> la iglesia católica. Va todoslos sábados y domingos acompañada <strong>de</strong> su tía yesposo, en un automóvil.Cuando se le pregunta si pue<strong>de</strong> ir a la iglesia consus amigos, su respuesta es inmediata: “Yo no tengopermiso para salir sola”, aunque se le aclare quecon sus amigos no es sola, para ella las reglas sonmás claras aun: “Todo viaje mío fuera <strong>de</strong> la escuela,es con mi tía”.Aunque es una persona que le ha dado con lafrente al trabajo y a las adversida<strong>de</strong>s, llena su mente<strong>de</strong> expectativas, Rosa tiene dos gran<strong>de</strong>s temores:“Temo que se mueran mis padres; no quisieraver eso. También temo que me violen y temo queme choquen (los vehículos)”.Esta muchacha que quiere ser abogada, que lavida le ha sido tan dura, piensa que los juristas“hablan muy bien, andan bien vestidos y sus discursosvan llenos <strong>de</strong> argumentos, <strong>de</strong> juicios”.Su confianza es plena en que llegará a ser unaabogada y por eso “estudio y sigo a<strong>de</strong>lante”.
Historia <strong>de</strong> <strong>Vida</strong> - Trabajo Infantil DomésticoPOR GODOFREDO AGUILLÓN CRUZ. Asociación DIAEl SalvadorPROTAGONISTA 7. CLAUDIA - 13 AÑOS 59El entorno laboral <strong>de</strong> Claudia está circunscrito ala ciudad <strong>de</strong> Santa Ana, cercano al Instituto Nacional<strong>de</strong> Santa Ana, centro escolar público <strong>de</strong>mucha <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> estudiantes <strong>de</strong> pocos recursoseconómicos, y la casa don<strong>de</strong> trabaja como domésticaestá a orilla <strong>de</strong> calle. La misma casa es un negocio<strong>de</strong> familia que se <strong>de</strong>dica a ven<strong>de</strong>r chilate,nuegado, yuca, fritada y plátanos esencialmente;por tanto, es una chilatería muy reconocida en esaciudad. No existe ningún contrato <strong>de</strong> trabajo escritoy firmado entre la patrona y Claudia, sólo sellegó a un acuerdo por medio <strong>de</strong> una conversación,tanto en el pago mensual como en sus funcionesa <strong>de</strong>sempeñar, que era esencialmente aten<strong>de</strong>r losasuntos <strong>de</strong> la Chilatería.Esta historia que Godofredo llama:Fotografía <strong>de</strong> archivo DNI.“YO SI QUIERO ESTUDIAR…PERO NOPODRÍA POR ESTAR TRABAJANDO”
“HISTORIA DE VIDA”60“YO SI QUIERO ESTUDIAR…EXPERIENCIA LABORAL:“es mi segundo trabajo”Yo trabajo en la chilatería <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace cuatromeses atrás, comencé a trabajar el 26 <strong>de</strong> enero<strong>de</strong> 2002. Es mi segundo trabajo, pues primertrabajo fue en julio <strong>de</strong> 2001, en un comedor.”Yo me sentí diferente el primer día <strong>de</strong> trabajo,no era como todos los días, pero era más calmado.Bueno <strong>de</strong> primero me he acostumbrado,sí me sentía bien raro, pero hoy ya me acostumbré”.Sin embargo, Claudia se sintió bienalejada <strong>de</strong> su familia sin importar que estuvieraen casa <strong>de</strong> terceros. Mi primer día <strong>de</strong>trabajo fue menos pesado, <strong>de</strong>spués me fueroncargando más cosas, aunque ya me acostumbré.Mi recorrido al trabajo es por la carreteravieja a Santa Ana. La ruta 4 va hasta allá [SanJosé], y hay una distancia <strong>de</strong> 45 minutos <strong>de</strong>camino. Esta es una distancia que Claudia laduplica durante el día (ida y venida), es <strong>de</strong>cir,es hora y media <strong>de</strong> camino y regreso a su casapara po<strong>de</strong>r tener el <strong>de</strong>scanso necesario trasmás <strong>de</strong> ocho horas <strong>de</strong> trabajo duro.“Trabajo por necesidad... servía,acarreaba agua, lavaba platos”Yo trabajo por necesidad. Anteriormente trabajéen un comedor, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Mercado Colón, siempreen Santa Ana. Este espacio fue su primera experiencialaboral con la que empezó su <strong>de</strong>nostadoporvenir.Tenía entonces 12 años <strong>de</strong> edad.Yo servía,acarreaba agua, lavaba platos hacía en el comedor.Era un trabajo que no me gustaba pero seguí variosmeses. El trato en el comedor es pesado porquequizá no les gusta aquello [lo que hace], maltratanmal. Esta experiencia y por la necesidad <strong>de</strong>trabajar, y sin tener más opciones, tuvo que soportarlos maltratos <strong>de</strong> su patrona en el comedor,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> cumplir sus funciones <strong>de</strong> lavar, servirlos platos con comida, levantar los platos, limpiarlas mesas, etc.Mi <strong>de</strong>sempeño en la chilatería fue no bien que digamos,más o menos, sonríe como queriendo <strong>de</strong>cirni bien ni mal. En el comedor quién me enseñó hacerlas cosas fue la mamá <strong>de</strong> la señora <strong>de</strong> mi tía yen la chilatería la patrona [niña Lucila] y la hija.Adaptación y tratoen los lugares <strong>de</strong> trabajoNunca falta el inminente maltrato con la niñez trabajadoradoméstica cada vez que entra a un proceso<strong>de</strong> adaptación en un lugar nuevo o viejo <strong>de</strong>trabajo. “Sí me costó adaptarme, porque como noestoy acostumbrada; en el comedor pasaba todoel día trabajando y en la chilatería también; peronunca me he sentido abandonada o sola. No hetenido que llorar en mis trabajos, lo que pasa quetenía que aguantar [el trato que le daban] por queno me queda <strong>de</strong> otra.”Cuando comencé a trabajar en la chilatería tuveuna atención buena <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> todos, pero lagente que vive allí es uff bastante, Lorena, Gloria,don Napo [hijo <strong>de</strong> la patrona], Brenda [hija <strong>de</strong> donnapo] y la señora [patrona Lucila]. Hasta el momentono me han atendido mal.Salario mensual y pobreza:“gano ¢500.00 al mes”“De lo que platicamos <strong>de</strong>l salario con la patrona silo están cumpliendo; yo gano ¢500.00[US$57.00] al mes.” Sin embargo, para tener unai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> cuán ínfimo resulta esta remuneración quele pagan a Claudia ante el alto costo <strong>de</strong> la vida,
PERO NO PODRÍA POR ESTAR TRABAJANDO61huelga anotar que en el año 2000, sólo el costo<strong>de</strong> la canasta básica <strong>de</strong> alimentos en el área urbanacostaba ¢1,122.00 (US$128.00) y en el árearural ¢862.00 (US$99.00) 1 . De acuerdo a estascifras oficiales, Claudia vive en estado <strong>de</strong> pobrezaextrema, ya que apenas alcanza a cubrir el 44.5 porciento <strong>de</strong>l costo <strong>de</strong> la canasta básica <strong>de</strong> alimentosurbana. “Mi familia es pobre”.Días y <strong>de</strong>scanso:“un día”Los días libres que tengo son todos los sábados comoa las 6 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, un día, pero regreso el domingoen la mañana, a las 6:30, todavía están acostadasellas.Yo no duermo en la casa don<strong>de</strong> trabajo, porquetodos los días me voy para San José, aquí mismo enSanta Ana, en la casa <strong>de</strong> mi tío y salgo casi a las <strong>siete</strong><strong>de</strong> la noche <strong>de</strong> la chilatería.Mi relación con las personas en la casa don<strong>de</strong> trabajoes bastante bien, como yo a todas las tratobien, a todas las trato lo mismo, pero bueno ya mehan regañado cuando no hago bien la limpieza,que queda manchado el piso...limpiar la cocina.Bueno uno comete errores y no les gusta, ya le dicena uno y uno ya sabe lo que va hacer. Nuncame he sentido discriminada por ellos, no.1 Cfr., DIGESTYC, “Encuesta <strong>de</strong> Hogares <strong>de</strong> Propósitos Múltiples”, Ministerio <strong>de</strong> Economía, agosto 2001, p. 18.Horario laboral y <strong>de</strong>sprotección<strong>de</strong> seguridad socialYo trabajo uuu...<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las 6:30 <strong>de</strong> la mañana hastalas 7:00 <strong>de</strong> la noche, y <strong>de</strong>scanso hasta las 10 <strong>de</strong>la noche; pero cuando llego a la casa sigo haciendomis cosas, tengo que lavar, planchar - sólo suspertenencias no lo <strong>de</strong> los tíos -, sólo mis cosas.“Yo no tengo seguridad social”, por tanto para Claudiael acceso a servicios <strong>de</strong> seguridad social no existen.Como casi todas las domésticas, carece <strong>de</strong> laatención total <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> seguridad social, enconsecuencia, cabe suponer que cuando se enfermaacu<strong>de</strong> a los centros <strong>de</strong> salud pública <strong>de</strong>l Ministerio<strong>de</strong> Salud Pública y Asistencia Social <strong>de</strong> Santa Ana.En vacaciones:“… me necesitan”Cuando hay vacación, ellas me dan vacación, pero solocuando son días <strong>de</strong> asueto, pero no pasan <strong>de</strong> undía porque me necesitan para trabajar. Como casi nohay vacación aquí, no me dan vacación ellas.Jornada diaria <strong>de</strong> trabajo:“les limpio los platos, las mantas, hagolimpieza, lavo los trastes, limpio las mesas...”Las funciones que <strong>de</strong>sempeño son <strong>de</strong> ayudarles en lachilatería, les limpio los platos, las mantas, hago limpieza,lavo los trastes, limpio las mesas que son usadaspor los clientes <strong>de</strong>l negocio... <strong>de</strong>socupo todas las cosas”.Me levanto bien temprano en la mañana [5:30a.m.] para ir a trabajar. Llego como a las [a las 6 y media. Primero hago la limpieza <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> la chilatería,luego a lavar trastes, que son un montón <strong>de</strong> guacales,platos, ollas. Luego <strong>de</strong>sayuno como a las 10 <strong>de</strong>la mañana, <strong>de</strong>spués voy al molino [queda a media cuadra<strong>de</strong> la casa don<strong>de</strong> trabaja]; llevo el maíz para traerla masa para los nuegados. Todos los días voy al molino,únicamente los domingos me toca pesado porquellevo más maíz, mientras que los días <strong>de</strong> semanaes menos. Después cuelo.. y hay veces que hacenplátanos, los echo a la olla... me toca que lavar los trastesque van saliendo, que me toca que lavarme lasmanos... o sea que me toca un montón <strong>de</strong> cosas,las mesas se limpian”.Enseguida saco la yuca <strong>de</strong> la olla, pongo en batellala carne y la fritada, el chile, y la tapo, <strong>de</strong> ahí machacolas cosas; <strong>de</strong>spués empiezo yo a limpiarbien, saco las mesas, los guacales, los empiezo a
“HISTORIA DE VIDA”62guardar....ya <strong>de</strong>spués me pongo a lavar, quetengo que hacer esto, que tengo que hacer lootro, ya <strong>de</strong>spués vengo almorzando como a lasdos <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> vez en cuando; cuando esmenos pesado a la una y media. Cuando es fin<strong>de</strong> semana [domingo]es más pesado. Los domingos hago dos viajesal molino.Vaya como el maíz se cuela y se lequita el agua, <strong>de</strong> ahí se pone encima con elguacalito <strong>de</strong> yuca.. vaya primero me traigo layuca, <strong>de</strong>spués me traigo la masa; los domingosme llevo las dos cosas pero me cuesta abrir lapuerta [<strong>de</strong> entrada <strong>de</strong> la casa] <strong>de</strong>l portón.Cuando termino <strong>de</strong> almorzar hago limpieza enla cocina, tengo que partir [yuca] y ayudarles aellos, un montón <strong>de</strong> cosas. Bueno a la hora queabren sirven la yuca, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la una <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>.Pongo el carbón y <strong>de</strong>spués les ayudo a ellos; mepongo a lavar trastes, como allí tengo que andarrecogiendo trastes, limpiar mesa, andar lavandolo que voy recogiendo. Todo esto dura hay vecesque como hasta la 4 ó 5 y media, y <strong>de</strong>spuéscuando ya son las 6 [<strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>] comienzo aguardar lo que sobra, lavo los trastes, porquecuando termino me voy para la casa [ <strong>de</strong> su tío],como las 7 [<strong>de</strong> la noche] salgo. Me voy en busy me tardo unos 45 minutos en llegar.“...ya me acostumbré al trabajo...<strong>de</strong> todas maneras así le toca a uno”Tiempo no tengo para ver televisión pero soloun ratito y luego otra vez al trabajo”. Yo piensoque mi trabajo si es bueno, porque ya me acostumbréal trabajar en el comedor a los 12 años.Esta fue su primera experiencia laboral, antes nohabía trabajado para nadie ya que sólo estuvoestudiando.Me gusta trabajar [como doméstica]., y pienso seguirtrabajando en esto, pero si me ofrecen mejor pagoen otra parte me iría rápido. Me siento bien y nome falta nada.A mi me gusta estar trabajando. La relacióncon ellas [las personas <strong>de</strong> la casa] es buena,ellos son bien cabales. No se oye el vocabulario <strong>de</strong>lcomedor en el mercado, es distinto.Los patronos se ganan la vida <strong>de</strong> la venta <strong>de</strong>l negocio,pero yo hago algunas compras, por ejemplo el<strong>de</strong>lantal que ando [se lo toca] yo lo compré <strong>de</strong> midinero; sólo <strong>de</strong> vez en cuando me dan algo, sin especificarqué.“No conozco nada sobre <strong>de</strong>rechos”Con esta respuesta ni siquiera cree que tiene <strong>de</strong>rechosgarantizados en la constitución, el código<strong>de</strong> familia y el código laboral. Para ella salen sobrandoesas regulaciones frente a la dura realidadque tiene que enfrentar para sobrevivir.ASPECTOS DE FAMILIADatos <strong>de</strong> origen <strong>de</strong> familia:“no me acuerdo <strong>de</strong> nada”Yo nací el 2 <strong>de</strong> mazo <strong>de</strong> 1989, en el hospital SanJuan <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong> aquí <strong>de</strong> Santa Ana. No recuerdonada <strong>de</strong> los primeros años <strong>de</strong> mi vida.Bueno yo he estado viviendo en varios lugares; enChalchuapa, San Miguelito, Santa Leonor, San José. EnSan José [la casa don<strong>de</strong> vive actualmente con su tío]ya tenemos más <strong>de</strong> 4 años <strong>de</strong> vivir allí. Esta casa esalquilada por mi tío, que se llama Roberto AntonioLemus Nájera, y paga ¢300.00 (US$34.00) mensuales.Claudia consi<strong>de</strong>ra que no le ha costado adaptartea los cambios <strong>de</strong> casa. No recuerdo <strong>de</strong> alguna enfermedadgrave cuando era pequeña.“Mi papá a saber quién es”Yo he vivido el mayor tiempo [no con madre o supadre o ambos], no, yo vivo con míos tíos [Robertoy señora] en San José. Bueno mi mamá tiene-...tenía un hombre, mi papá a saber quién es, no loconozco hasta hoy ni lo quiero conocer. Mi mamátiene tres hijos, dos niñas [en otra casa], somostres en total; las otras dos vive con el padrastro ymi mamá. Yo soy la primera. No tengo conocimiento<strong>de</strong> mi papá [casi ni lo quiere mencionar],ni don<strong>de</strong> vive. No sé si mi mamá trabaja; yo no sé
63en que trabaja, pasa en la casa. No la veo seguidopara nada. Ella vive en Chalchuapa [ciudad situadaa 3 km. <strong>de</strong> Santa Ana], Tampoco tengo curiosidad<strong>de</strong> verla; con las otras dos hermanas no me llevobien, no nos hablamos ninguna; una tiene como10 años y la otra como ocho años, pero sí las conozco<strong>de</strong> lejos a las dos niñas pero nunca me hepuesto a platicar con ellas.Tíos: “Me tratan bien <strong>de</strong> vez en cuando”En la casa me apoyaron mis tíos para que estudiara[hasta 4° grado y medio año <strong>de</strong> 5° grado <strong>de</strong>educación básica]. Como mi tío me acompañó, esmi tía su señora y como han tenido dos hijos. Mirelación con ellos es buena. En la casa <strong>de</strong> mi tío[materno] son cinco en total los que hay. Peroellos [tíos] me tratan bien <strong>de</strong> vez en cuando, sinome echan <strong>de</strong> menos, o sea que me regañan cuandoalgo no les gusta”.Fallecimiento <strong>de</strong> su abuela: “ella me cuidó”Empecé a vivir con mi tío <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 6 años. Yome fui con él <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los 6 años, mi abuela muriócuando estaba viviendo con ella. Mi abuela murióun 19 <strong>de</strong> junio [pero recuerda <strong>de</strong> qué año], ya metopé.Vivía con mi abuela en Santa Ana, pero... no,es que mi abuela se peleó con mi mamá y miabuelita quiso que yo me quedara con ella, puessí por el pleito, ella me cuidó cuando estaba pequeña[entre 1 y 5 años]. Bueno, o sea que ella [suabuela] me crió hasta los 6 años, pero duranteesos años mi mamá no me mandaba comida, ropa,leche, nada. Los gastos eran cubiertos por mitío y abuela. Como mis tíos trabajaban todavía ymi abuelita estaba trabajando, así dicen. No sé perodicen que trabajaba.Yo no tengo comunicacióncon mi mamá.“Dicen que mi mamá no me quería<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nací...”Mi abuela se peleó con mi mamá, dicen que mimamá no me quería <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nací. Este fue elmotivo principal <strong>de</strong>l pleito con la abuela. Siemprela veo en el mercado pero no me hablaba.Mis tíos me han comprado las cosas que necesito;pero lo que ganaba en el comedor no me alcanzabapara nada, todo se lo daba a mi tío. El esbueno, pero bastante serio y la tía también. Mi tíotoma licor, sí, <strong>de</strong> vez en cuando, bueno sólo los fines<strong>de</strong> semana; no me ha ofendido, sólo llega yse acuesta hasta el otro día hasta que amanece yale ha pasado”.“Yo si quiero estudiar...pero nopodría por estar trabajando”Yo si quiero estudiar, pero yo digo que me costaríaporque como estoy trabajando, me costaría más;porque me tocaría que hacer los <strong>de</strong>beres pero en eldía, pero no podría por estar trabajando también.En la relación con mis tíos ellos casi no se metenconmigo; no me aconsejan, no me dicen nada; peroyo me valgo por mi misma (“juju”).Ya he salido <strong>de</strong>Santa Ana varias veces, como estuve con una señoracomo más <strong>de</strong> un año aquí en San Miguelito, aquínomás en Santa Ana...el año antepasado (2000)...como nos fuimos para Chalchuapa. La señora metrató bien, ella no era nada mío, solo amiga, siempre<strong>de</strong> la familia. Con la señora estaban los hermanos<strong>de</strong> ella y nunca me tomaron <strong>de</strong> menos.En la casa mis tíos tienen cama, duermen aparte ylos hijos también; la casa es algo gran<strong>de</strong>, no tienemuchas divisiones la casa, por eso yo cuando mecambio <strong>de</strong> ropa lo hago en el baño. Cada vez quecompro cosas, me preguntan que dón<strong>de</strong> la compré,qué hora, qué día”; igual con la ropa, dón<strong>de</strong> fue, enqué lugar. Cuando compro voy a la zapatería, acomprar telas para vestido. Cuando me enfermo casisolo <strong>de</strong> gripe, nunca he sufrido ninguna lesión.Mi tío estudió hasta 3er. grado [<strong>de</strong> educación básica]nada más y tía a saber. Yo no me meto con mitía [política]. Mi tío estudió en la escuela Tomas Medina(es una escuela pública <strong>de</strong> la localidad). Los niños<strong>de</strong> mi tío... uno está haciendo primer grado, tiene6 años; la otra está muy pequeña. No sé si mishermanas <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> mi mamá están estudiando,no sé [una tiene 8 años y la otra tiene 10 años yestá trabajando], a saber en qué trabaja. Mi tío espariente <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> mi mamá.
“HISTORIA DE VIDA”64Mi tío... “es acarreador”Las <strong>de</strong>cisiones en la casa se toman con calmay quien las toma es bueno mi tío, él tiene 34años <strong>de</strong> edad. Él trabaja en el mercado, esacarreador, no es mujeriego, él trabaja; acarreavarias cosas: lleva la carga a las señoras en laterminal, hay veces que <strong>de</strong>scarga camiones,ayuda a pasar el plátano <strong>de</strong> un lugar a otro”.Mi tío es [físicamente] algo chiquito digamos,no le tengo miedo a mi tío. Cada vez que llegocon bolsas empiezan y me preguntan quequé llevo, dón<strong>de</strong> fue y ya”, eso no me gustapara nada. En mi casa hay un televisor pequeño,un perchero, un módulo para televisor,camas, cocina; no tenemos refrigeradora, lavadora,teléfono, etc. Pero yo no veo televisiónni escucho música, ya que no me gusta ir ameterme al cuarto <strong>de</strong> ellos [sus tíos].“Dicen que mi mamá no me quería<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nací...”Sus tíos piensan que su trabajo como doméstica...”estábien “En la casa piensan que está bien el trabajo porquedon<strong>de</strong> trabajaba antes [en el comedor] casi no<strong>de</strong>scansaba y era una gran diferencia porque mepagaban menos. En el comedor me pagaban¢200.00 (US$23.00), pero me daban los pasajesy la comida, en la chilatería sólo me dan la comida.Mis tíos se sienten bien que esté trabajandocomo doméstica. Los pasajes <strong>de</strong> bus mi tío me losda, son menos <strong>de</strong> ¢100.00 (US$11.4) al mes. DeSan José a la chilatería gasto ¢1.25 (14 centavos <strong>de</strong>dólar) y cuando regreso otros 1.25; los fines <strong>de</strong> semanacobran ¢1.50 (17 centavos <strong>de</strong> dólar)”. Conbase en estas erogaciones <strong>de</strong> pasajes en el transportediario, Claudia gasta al mes alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> los¢90.00 (US$10.00).Yo no me divierto, ni siquiera al cine voy porejemplo, solo cuando estaba en la escuela fui unavez al cine con las compañeras.Yo no soy católica, porque bueno a misa voy a lolargo. No me <strong>de</strong>ja salir en la casa mi tío, por <strong>de</strong>sconfianza,pero yo salgo <strong>de</strong> escondidas. Al llegarlos fines <strong>de</strong> semana no salgo <strong>de</strong> la casa por quemi tío me tiene bien controlada.De las instituciones que conozco que brindanapoyo legal a los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> niñez, bueno el InstitutoSalvadoreño <strong>de</strong> Protección al Menor[ISPM], don<strong>de</strong> van los niños, pero no he ido niuna vez allí; si hay representación <strong>de</strong>l ISPM enSanta Ana. Por lo que se <strong>de</strong>duce, Claudia conocealgo acerca <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> esa institución enmateria <strong>de</strong> protección a la niñez.EDUCACIÓNCuando comencé a estudiar me sentí bien raraporque todas las compañeras eran nuevas...soy unpoco tímida. Sólo he hecho hasta 5° grado [<strong>de</strong>educación básica], el año pasado [2001]. Pero yotuve que salirme <strong>de</strong> estudiar a mitad <strong>de</strong> año - portanto no terminó el grado- <strong>de</strong>bido a que empecéa buscar trabajo. Estudié en el [centro escolarpúblico] Napoleón Ruiz, aquí en Santa Ana.Cosas bonitas que hacía en la escuela:“los cumpleaños a las profesoras”Lo único que recuerdo <strong>de</strong> especial que me haya gustado<strong>de</strong> la escuela es participar en los actos cívicosque hacían [en calidad <strong>de</strong> observadora]. De lascosas que recuerdo es...bueno cuando le celebrábamoslos cumpleaños a las profesoras, o seaque ellas no sabían que les íbamos a celebrar,pero <strong>de</strong> los recuerdos feos que tengo... Ah quecomo nos regañaban cuando no íbamos a educaciónfísica”.Nunca tuve un acercamiento con mis profesoraspero si hay amigas con que nos vemos...buenoseguido no tanto, pero algunas en San José; enrealidad no tengo bastantes amista<strong>de</strong>s.
65“Yo no encuentro algo queno me guste en la escuela”Para mí sí es importante estudiar, porque tal vezel día <strong>de</strong> mañana le pueda servir a uno; siempreestudié en Santa Ana, los cambios <strong>de</strong> casa nome afectaban la escuela porque siempre era enSanta Ana. Del 1° al 5° grado estudié en la mismaescuela pública. Bueno yo pagaba allí¢40.00 (US$4.60) <strong>de</strong> matrícula nada más. Laopinión que tengo <strong>de</strong> las profesoras, buenobien en algunos aspectos, algunas han sido buenasotras han sido malas, porque cómo nos trataban,nos regañaban; pero mis relaciones con misamigos y amigas compañeras <strong>de</strong> escuela erabuena, nunca tuvo problemas con nadie. A mime costó estudiar, no tuve problemas para estudiar,pero me gustó estar en la escuela; yo no encuentroalgo que no me guste [en la escuela]”.En la comunidad: “las niñas no tienendon<strong>de</strong> recrearse, divertirse”Mi participación en algún grupo <strong>de</strong> niños/as enla escuela, sólo recuerdo... bueno sí en higiene concompañeros <strong>de</strong> grado. En mi comunidad don<strong>de</strong>vivo con mi tío me gusta [en la San José], comparadacon los otros lugares don<strong>de</strong> vivió. En la colonialos adultos sólo en la calle andan y los niñosjuegan en la cancha <strong>de</strong> fútbol; las niñas no tienendon<strong>de</strong> recrearse, divertirse.Yo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy pequeña no he tenido el apoyo <strong>de</strong>mi papá para estudiar, sólo mis tíos, ellos han pagadola escuela <strong>de</strong> 1° a 5° grado”.Sus estudios: “ No puedo porque trabajo”Cuando volvimos a insistir acerca <strong>de</strong> la continuacióny conveniencia <strong>de</strong> seguir estudiando, surespuesta no pue<strong>de</strong> ser para menos en relación asu vida que “Yo ya no puedo estudiar, no puedoporque trabajo, porque estudiar implica <strong>de</strong>jar <strong>de</strong>trabajar y eso no le va gustar a mi tío”. Aunqueella quisiera seguir estudiando, se percibe queexiste una presión <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> su tío para que ellasiga trabajando y ya no siga estudiando, <strong>de</strong>bidofundamentalmente a que ello significaría menosingresos para las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la casa.FUTUROSobre el futuro...bueno ahora no tengo planes; buenoseguir trabajando en la chilatería”. No existe a sucorta edad otra cosa que trabajar para sobrevivir.Su tío: “vos tenés <strong>de</strong>recho a comer,tenés <strong>de</strong>recho a vivir en la casa porquevos pagás mi casa”No, bueno yo sí [quisiera estudiar] pero no me<strong>de</strong>jan, ya que mi tío no <strong>de</strong>ja. El hecho es que si<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> trabajar ella <strong>de</strong>jaría <strong>de</strong> aportar sus¢300.00 que mensualmente da a su tío, lo cual obviamenteharía falta para las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la casa.Bueno, como yo le ayudo a mi tío, le doy ¢300.00al mes, los otros ¢200.00 me quedan a mí para misgastos, mi tío no me presiona para que siga trabajandoy nunca me exige que le dé más. Ya hayacuerdo entre mi tío y yo, ya sabe lo que le doy yya, nunca me ha pedido más, y él me dice “vos tenés<strong>de</strong>recho a comer, tenés <strong>de</strong>recho a vivir en la casaporque vos pagás mi casa, pero que me va estarpidiendo a los ocho pías ¢25.00 ... no”. Mi tío seencarga <strong>de</strong> pagar la casa y <strong>de</strong> pagarme los pasajespara ir a trabajar.En la chilatería no me dicen nada <strong>de</strong> que siga estudiando,ellas no hablan nada <strong>de</strong> eso.Actualmente no tengo una relación sentimentalcon alguien, ahorita no. Ni en el comedor ni enotra parte ella me han acosado, pues yo como nome meto con la gente, si no diocuar<strong>de</strong>. En la chilateríasólo me regañan cuando algo no sale bien.“Yo me veo bien como persona”. Esta visión no lepermite dimensionar su papel que ejerce actualmenteni sus consecuencias para el futuro. Se limita a vivirel presente sin reparar en el futuro inmediato;ella sabe que si no trabaja tendría problemas en sucasa, específicamente con su tío.Mi opinión acerca <strong>de</strong>l país es bueno como casi nome interesa mucho eso, no me gusta tanto la política;yo trabajo y ya.