12.07.2015 Views

Textos no literarios - Biblioteca de Libros Digitales

Textos no literarios - Biblioteca de Libros Digitales

Textos no literarios - Biblioteca de Libros Digitales

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

58MINISTERIO DE EDUCACION,CIENCIAY TECNOLOGIANAPNUCLEOS DEAPRENDIZAJES PRIORITARIOSReunidas en bandadas, estas aves <strong>de</strong>jan oír un grito que se asemeja muchísimo alos ladridos <strong>de</strong> una jauría <strong>de</strong> perros pequeños en plena caza; <strong>de</strong>spierto <strong>de</strong> prontoen mitad <strong>de</strong> la <strong>no</strong>che; durante algu<strong>no</strong>s momentos me parece oír ladridos. El terutero(Vanellus Cayanus) es otra ave que a menudo turba también el silencio <strong>de</strong>la <strong>no</strong>che. Por su aspecto y sus costumbres se parece, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muchos puntos <strong>de</strong>vista, a nuestros vencejos; sin embargo, tiene armadas las alas con u<strong>no</strong>s espolonesagudos como los que el gallo común lleva en las patas. Cuando se atraviesan lasllanuras cubiertas <strong>de</strong> césped, esas aves se persiguen incesantemente; parecenprofesar odio al hombre, el cual se lo <strong>de</strong>vuelve con creces, pues <strong>no</strong> hay nada tan<strong>de</strong>sagradable como su agudo grito, siempre el mismo y que <strong>no</strong> <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> hacerseoír ni un solo instante. El cazador las aborrece porque anuncian su aproximación alas <strong>de</strong>más aves y a todos los cuadrúpedos. Quizá prestan algu<strong>no</strong>s servicios a losviajeros, pues, como dice Molina, le anuncian la vecindad <strong>de</strong> los ladrones en loscami<strong>no</strong>s. Durante la estación <strong>de</strong> los amores fingen estar heridas y po<strong>de</strong>r huir apenas,con el propósito <strong>de</strong> llevar lejos <strong>de</strong> sus nidos a los perros y a todos sus <strong>de</strong>másenemigos. Dícese que los huevos <strong>de</strong> estas aves son un manjar muy <strong>de</strong>licado.16 <strong>de</strong> septiembre.- Llegamos a la séptima posta, situada al pie <strong>de</strong> la sierra Tapalguen.Hemos atravesado un país absolutamente lla<strong>no</strong>; el suelo, blando y turboso, estácubierto <strong>de</strong> ásperas hierbas. La choza está muy limpia y es muy habitable; los postesy las vigas consisten en una docena <strong>de</strong> tallos <strong>de</strong> cardo silvestre, atados con tiras <strong>de</strong>cuero; esos pies <strong>de</strong>rechos, que parecen columnas jónicas, sostienen la techumbre ylos costados, cubiertos <strong>de</strong> cañas a manera <strong>de</strong> bálago. Aquí me refieren un hecho que<strong>no</strong> hubiera podido creer si <strong>no</strong> hubiese sido en parte testigo presencial <strong>de</strong> él. Durantela <strong>no</strong>che anterior, un granizo tan gordo como manzanitas y en extremo duro, había caídocon tal violencia, que causó la muerte a un gran número <strong>de</strong> animales salvajes. U<strong>no</strong><strong>de</strong> los soldados encontró trece cadáveres <strong>de</strong> ciervos (Cervus campestris), y me enseñaronla piel aún fresca <strong>de</strong> éstos; minutos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi llegada, otro soldado trajosiete más. Pues bien; me consta que un hombre sin perros <strong>no</strong> hubiera podido matarsiete ciervos en una semana. Los hombres afirmaban haber visto lo me<strong>no</strong>s quinceavestruces muertos (u<strong>no</strong> lo teníamos para comer); añadían que otros muchos se habíanquedado ciegos. Gran número <strong>de</strong> aves más pequeñas, como patos, halcones yperdices, habían quedado muertas. Enseñáronme una perdiz cuyo dorso estaba todonegro, como si la hubieran herido con una piedra gran<strong>de</strong>. Un seto <strong>de</strong> tallos <strong>de</strong> cardoque ro<strong>de</strong>aba a la choza estaba casi <strong>de</strong>shecho; y al sacar u<strong>no</strong> <strong>de</strong> los hombres la cabezapara ver qué sucedía, recibió una herida grave; llevaba puesto un vendaje. Me dijeronque la tempestad sólo produjo estragos en una extensión <strong>de</strong> terre<strong>no</strong> poco consi<strong>de</strong>rable.En efecto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestro campamento <strong>de</strong> la <strong>no</strong>che última habíamos visto unanube muy negra y relámpagos en esa dirección. Es increíble que animales tan fuertescomo los ciervos hayan sido muertos <strong>de</strong> esa manera; pero, por las pruebas que acabo<strong>de</strong> referir, estoy convencido <strong>de</strong> que me han contado el hecho sin exagerarlo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!