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Felipe de Velasco fue lugarteniente de Urdiñola y gobernador de San<br />

Esteban de la Nueva Tlaxcala. La figura de este personaje inspiró al<br />

académico estadounidense Philip Wayne (1913-1987) para convertirlo en<br />

protagonista de su novela histórica Ponzoña en las nieves, en la cual Felipe<br />

de Velasco aparece como una especie de héroe de un insólito western<br />

novohispano y norestense.<br />

La primera edición de esta novela data de 1966. Philip Wayne encontró,<br />

sin faltar a la verdad histórica, la manera de convertir al indígena tlaxcalteca<br />

en una especie de Toro sin Llanero Solitario y hasta darse el<br />

lujo de involucrarlo en una historia de amor con una hermosa indígena<br />

huachichil. En la novela encontramos épica y romance. No entendemos<br />

por qué Hollywood no se ha ocupado de llevarla a la pantalla; después de<br />

todo, el territorio coahuilense ya ha servido de escenario para varias de<br />

sus películas.<br />

La novela de Philip Wayne, pese a su rigor historiográfico, no deja de ser<br />

deudora de la tesis rousseauniana del buen salvaje, que a su vez hace eco<br />

de aquella idea de ver al continente americano como tierra paradisíaca, en<br />

la cual los seres humanos estaban libres de los vicios y los prejuicios del<br />

hombre europeo. Se podía atribuir a ellos actitudes desinteresadamente<br />

heroicas, fidelidades a toda prueba, amores ajenos a la lujuria y sacrificios<br />

que contrastan con los mezquinos intereses de quienes los rodean. Eso<br />

es tanto como decir que un buen salvaje, al entrar en contacto con los<br />

civilizados, se convierte en el esclavo perfecto. Me pregunto si el verdadero<br />

Felipe de Velasco estaría de acuerdo con la visión que de él presenta Wayne<br />

Powell.<br />

“¿Y por qué nomás una huachichil? —tal vez pensaría—. ¡Los indios<br />

somos polígamos!”.<br />

Se cuenta que Xicoténcatl el Viejo tuvo quinientas esposas y quinientas<br />

concubinas. 9 Nietos suyos eran todos los tlaxcaltecas que arribaron con<br />

Urdiñola en 1591 para repoblar Saltillo. Había endogamia por todos lados.<br />

No nacían con cola de marrano nomás porque ya eran judíos conversos (a<br />

los que se les llamaba “marranos”) y porque no eran personajes de García<br />

Márquez.<br />

9 Xiconténcatl el Viejo tenía quinientas esposas y quinientas concubinas para que las esposas<br />

se pelearan con las concubinas y no lo distrajeran de sus importantes ocupaciones. Eso me lo<br />

imagino. Carajo. Estamos hablando de mil mujeres a las que había que complacer. ¿Cuántas<br />

veces hacía el amor al día? Tal vez el secreto de su longevidad fue que sólo tenía sexo, pero no<br />

les aguantaba el carácter. Que se aguanten ellas que para eso son legión.<br />

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