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<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>»:alternativa de integración regionalen el contexto de la globalizaciónMagísterVOLUMEN9


UNI VER SI DAD ANDINA SIMÓN BOLÍVAR, SE DE ECUADORToledo N22-80Teléfonos: (593-2) 556405, 508150Fax: (593-2) 508156Apartado postal: 17-12-569Quito, EcuadorE-mail: uasb@uasb.edu.echttp: //www.uasb.edu.ec


Rolando Marín Ibáñez<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>»:alternativa de integración regionalen el contexto de la globalizaciónCORPORACIONEDITORA NA CIONALQuito, 2000


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>»:alternativa de integración en el contexto de la globalizaciónRolando Marín IbáñezVOLUMEN 9Primera edición:Corporación Editora Nacional<strong>Universidad</strong> Andina Simón Bolívar, Sede EcuadorQui to, marzo 2000Coordinación editorial:Quinche Ortiz CrespoDiseño gráfico y armado:Taller de la Corporación Editora NacionalCubierta:Quinche Ortiz CrespoCorrección de textos:Grace SigüenzaImpresión:Gutemberg & Aldus,Yánez Pinzón N26-197 y <strong>La</strong> Niña, Qui toISBN: Corporación Editora Nacional9978-84-250-0 (se rie)9978-84-265-9 (número 9)ISBN: <strong>Universidad</strong> Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador9978-19-001-5 (se rie)9978-19-013-9 (número 9)Derechos de autor:Inscripción: 013723Depósito legal: 001520CORPORACIÓN EDITORA NACIONALRo ca E9-59 y Ta ma yo • Te lé fo nos: (593-2) 554358, 554558Fax: (593-2) 566340 • Apar ta do pos tal: 17-12-886 • Qui to, Ecua dorTítulo original: <strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>»: alternativa de integraciónen el contexto de la globalizaciónTe sis pa ra la ob ten ción del tí tu lo de Ma gís ter en Derecho EconómicoPro gra ma de Maes tría en Derecho Económico, 1997Au to r: Rolando Marín IbáñezTutor: Alberto ZeladaCódigo bibliográfico del Centro de Información: T-0055


ContenidoPró lo go / 7Introducción / 11Capítulo IEl nue vo «es ce na rio» mun dial / 131. El nue vo or den mun dial y la glo ba li za ción / 132. El comercio mundial y las relaciones económicas internacionales / 173. <strong>La</strong> li be ra li za ción co mer cial, el nue vo re gio na lis mo y los blo ques eco nó mi -cos / 254. <strong>La</strong>s ten den cias del sis te ma eco nó mi co in ter na cio nal y los «es ce na rios fu tu -ros» / 30Capítulo IIAspectos teóricos, metodológicos y conceptuales del comercio internacional y de laintegración económica / 371. El comercio internacional y el crecimiento económico / 372. El comercio y la movilidad internacional de recursos y empresas multinacionales/ 413. <strong>La</strong> in te gra ción eco nó mi ca y el desarrollo / 50Capítulo III<strong>La</strong> integración regional y sus principales acuerdos / 611. <strong>La</strong> integración regional desde la posguerra / 612. Los acuer dos de in te gra ción re gio nal: el ca so de la Unión Eu ro pea y el Tra ta dode Li bre Co mer cio / 653. Efec tos de los acuer dos de in te gra ción re gio nal en el co mer cio y las in ver sio -nes / 80


6Capítulo IVLos avan ces en el pro ce so de in te gra ción en Amé ri ca <strong>La</strong> ti na y la evo lu ción del Mer -cosur y la Comunidad Andina / 851. Los avances en el proceso de integración en América <strong>La</strong>tina y la evolución delMercosur y la Comunidad Andina / 852. <strong>La</strong> Comunidad Andina y el Mercosur en la actual coyuntura / 93Capítulo V<strong>La</strong> convergencia Comunidad Andina-Mercosur y el ALCA / 1111. <strong>La</strong> Comunidad Andina y el Mercosur: ¿hacia la convergencia regional? / 1112. Hacia la conformación del espacio sudamericano / 1143. El Area de Li bre Co mer cio de las Amé ri cas (AL CA): ¿una al ter na ti va re gio -nal? / 121Capítulo VI<strong>La</strong> Unión <strong>Sudamericana</strong>: alternativa de integración regional en el contexto de laglobalización / 1311. Aspectos generales / 1312. <strong>La</strong> Unión <strong>Sudamericana</strong> como proceso de integración profunda / 1373. Consideraciones teóricas para una integración plena / 1414. <strong>La</strong>s eta pas de la in te gra ción / 1455. Sobre la Unión <strong>Sudamericana</strong> / 146Bibliografía / 149<strong>Universidad</strong> Andina Simón Bolívar / 151Tí tu los de la Se rie Ma gís ter / 152


Pró lo goEl presente trabajo, que constituye la tesis de maestría de Rolando MarínIbáñez, quien cursó nuestro programa de Maestría en Derecho Económico entre1995 y 1997, es una ex ce len te mues tra de co mo cons truir de ba tes per ti nen tes so brealternativas posibles.A par tir de los cam bios que se han da do en la eco no mía y la so cie dad en es -te fin de si glo, nos plan tea la po si bi li dad cons ti tuir un Area de Li bre Co mer cio Su -damericana, a la que llama ALCSA, que sería la alternativa más posible y probableal proyecto de ALCA (Area de Libre Comercio de América), que, habiendo sidoanunciada años atrás, siempre encuentra reparos para su constitución efectiva.El au tor re fle xio na des de la eco no mía y a lo lar go del tex to nos con du ce poruna se rie de da tos y ar gu men tos que nos mues tra co mo una po si bi li dad cier ta lacrea ción de la unión su da me ri ca na pa ra en fren tar con éxi to los pro ce sos de trans -nacionalización, uniformización e interdependencia de la economía y la política anivel mundial.<strong>La</strong> propuesta no cae en el discurso retórico, sino que encuentra congruenciaen la ló gi ca de las re fe ren cias es co gi das pa ra sus ten tar sus ar gu men tos. Es ta ca rac -terística, hace del presente trabajo una muy interesante sugerencia para afrontar, demejor manera, una integración comercial y económica que permita a los países deSudamérica relacionarse en condiciones de mayor simetría y equidad.Partiendo de una corta reflexión sobre las características de la globalización,a la que de fi ne co mo «un pa trón den so y di ná mi co de in ter co ne xión glo bal que seapoya en el avance científico-tecnológico», 1 Marín Ibáñez, analizando el comerciomundial, nos muestra como la reestructuración del orden económico mundial apuntaha cia la cons ti tu ción de gran des blo ques re gio na les en tre los cua les se dan ma -yores relaciones de interdependencia, lo que estaría caracterizando al «regionalismoabier to».Este regionalismo abierto, más la presencia de la Organización Mundial delComercio (OMC), son los espacios de integración e interdependencia que se seguiránfor ta le cien do al fu tu ro, lo que per mi ti rá que «las uni da des bá si cas del nue vo or -den mun dial en for ma ción sean in du da ble men te es ta dos /re gio nes con una di men -1. P. 13.


8 Rolando Marín Ibáñezsión con ti nen tal –EE UU, Eu ro pa, Chi na, Ja pón, Ru sia, y tal vez In dia– en tor no alos cuales gravitarán la mutiplicidad de estados medianos y pequeños. Dentro de estascaracterísticas, el sistema internacional que emergerá será el resultado de la conciliacióny equilibrio entre los intereses nacionales en pugna de cada una de estasgrandes potencias». 2Esta consideración, entre otras, le permiten al autor advertir como en el futuro se re du ci rá la ca pa ci dad de los go bier nos pa ra con du cir a las so cie da des y co -mo se fortalecerá el poder de las empresas transnacionales.<strong>La</strong> segunda parte de esta obra está encaminada a discutir hechos, teorías, posicionesy propuestas en torno al comercio internacional, la integración económicay el desarrollo. Con bastante pertinencia se examina una parte del debate sobre lasven ta jas com pa ra ti vas, la im por tan cia de la mo vi li dad in ter na cio nal de los re cur sosy el papel de las empresas internacionales. Estos conceptos y apreciaciones se losli ga a una re fle xión más am plia so bre la in te gra ción eco nó mi ca a la que con ci be «nocomo un objetivo final sino un proceso que permite lograr un crecimiento sostenidoen tre los paí ses miem bros (al me jo rar se la efi cien cia y la pro duc ti vi dad, lo quere dun da rá po si ti va men te en el mer ca do de aho rro-in ver sión) y así con tri buir al de -sarrollo integral de los mismos, mejorando la calidad de vida de la población involucrada».3Retomando aspectos del debate económico en torno a la brecha que existeen tre las na cio nes más ri cas y las más po bres, el au tor in cor po ra en su aná li sis losrazonamientos de varios autores para analizar como, en el largo plazo, los paísescon es pe cia li za ción en la ela bo ra ción de pro duc tos in dus tria les ten drán una ven ta -ja que se acre cen ta rá en el trans cur so del tiem po, lo que lle va rá a que la di fe ren ciade los ingresos por habitante entre países pobres y ricos, se vayan ampliando cadavez más.En las dos par tes si guien tes, el au tor, con su par ti cu lar pun to de vis ta so brelos diferentes esquemas teóricos, reflexiona con profundidad sobre la integraciónregional, no solamente en América sino también en otras partes del mundo. Revisalos diferentes acuerdos suscritos, aunque el balance de los efectos de la integraciónregional, en el comercio y las inversiones los haga únicamente tomando el caso europeo, que, da das sus ca rac te rís ti cas de per ma nen cia en el tiem po, es el que me jorse pres ta pa ra tal efec to.En es tos dos ca pí tu los se tra ta con mu cha am pli tud la com ple ja red de re la -cio nes que la in te gra ción eco nó mi ca ha ten di do en el mun do, pe ro so bre to do se ha -ce hincapié en la interdependencia creciente que genera el comercio internacionaly co mo es ta cir cuns tan cia acer ca a los paí ses de Amé ri ca el Sur que al mo men to2. P. 33.3. P. 49.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 9mantienen dos esquemas de integración: la Comunidad Andina de Naciones (CAN)y el Mer ca do Co mún del Sur (Mer co sur).<strong>La</strong>s dos últimas partes las dedica a analizar las posibilidades de la integraciónsu da me ri ca na. A par tir de la pro pues ta de Bra sil y de la re so lu ción 45 de Mer -cosur, el autor vislumbra serias posibilidades de confluencia comercial, económicoy política, que conduzcan a la constitución de la Unión <strong>Sudamericana</strong>. Para esteanálisis utiliza varios datos y hechos de la realidad que darían cuenta del mejoramientode las condiciones para la integración económica, los mismos que se venrespaldados por la evolución del comercio y por varias iniciativas diplomáticas.Si bien faltarían solucionar algunas discrepancias y generar otro tipo de condicio nes, el au tor nos en ca mi na por una se rie de evi den cias que lle van a pen sar enla posibilidad de lograr la integración hemisférica «a través de la profundización yconvergencia de los acuerdos subregionales y no mediante la adopción de nuevoscompromisos que se superpongan a los ya adquiridos en el plano subregional y global».4 Pa ra el au tor «El in te rés de Amé ri ca del Sur en cons ti tuir un so lo es pa cio sebasaría en la necesidad de mejorar la posición negociadora de la subregión contrala de mos tra ción de fuer za que ha ce EE UU». 5Sin desestimar como horizonte integrador la creación de ALCA, insiste enque la Unión <strong>Sudamericana</strong> permitirá una mejor relación entre los diversos paísesy re gio nes ya que «las con di cio nes fun da men ta les pa ra que el Co no Sur se con vier -ta en una unidad básica del nuevo orden mundial están potencialmente dadas: tallacontinental, ingentes recursos naturales, comunidad de valores e intereses, entreotros». 6 Es básico para Rolando Marín, entender a la integración, no solamente comoun fin, si no co mo el me dio más idó neo pa ra al can zar ob je ti vos que siem pre sehan que da do re le ga dos en las agen das de los go bier nos de nues tros paí ses.Por todas estas consideraciones recomendamos la detenida lectura de estetrabajo, que es un importante aporte a la discusión de la integración americana, untema siempre presente en nuestro continente.Ximena Endara Osejo4. P. 113.5. P. 125.6. P. 129.


IntroducciónAsis ti mos, hoy, a un es ce na rio ca rac te ri za do por la con so li da ción del sis te -ma democrático, la hegemonía del sistema capitalista y la globalización de la economíay la política internacional.<strong>La</strong>s tendencias que prevalecen en el dinámico «nuevo orden mundial» permitendeducir que el futuro del Sistema Económico Internacional se caracterizará,por un lado, por una mayor liberalización multilateral del comercio; y, por otro, porla consolidación de bloques comerciales en torno a la Unión Europea, Estados Unidosy Ja pón. <strong>La</strong> con for ma ción de los lla ma dos «me ga blo ques» es una de las ca rac -te rís ti cas que orien ta el nue vo sis te ma eco nó mi co mun dial, don de la in te gra ción re -gional se presenta como un recurso estratégico alternativo para que las nacionespue dan si tuar se en los mer ca dos mun dia les sin te mor a que dar re za ga dos en el co -mer cio in ter na cio nal, y ser una so la voz en las ne go cia cio nes y fo ros in ter na cio na -les.<strong>La</strong> ex pe rien cia de la Unión Eu ro pea (UE), la sus crip ción del Tra ta do de Li -bre Co mer cio de Amé ri ca del Nor te (TLC), la evo lu ción de la Aso cia ción de Na -ciones del Sudeste Asiático (ASEAN), el desarrollo del Mercado Común del Sur(Mercosur), y el objetivo de lograr la integración hemisférica a través del ALCA,constituyen los principales antecedentes que llevan a la priorización de la integracióneco nó mi ca en la agen da de los go bier nos de las dis tin tas re gio nes.En ese contexto, el escenario futuro de la integración latinoamericana y hemisféricaconstituye un gran interrogante. El ALCA ¿será una realidad? ¿Resultarábeneficiosa para los Estados Unidos y para América <strong>La</strong>tina? ¿Dónde se ubican lospaíses de <strong>La</strong>tinoamérica en la «estrategia» de EE UU? ¿Existe un proceso ampliode con ver gen cia en tre el Mer co sur y la Co mu ni dad An di na? ¿Es via ble la con for -ma ción de la Co mu ni dad del Sur? ¿Es po si ble una in te gra ción pro fun da en Su da -mérica a semejanza de la Unión Europea?En los úl ti mos me ses, los cin co paí ses de la Co mu ni dad An di na, los cua trodel Mercosur y Chile, es decir todos los integrantes del espacio sudamericano, llegarona ser protagonistas de un intenso proceso de negociaciones, que en algunosca sos ha cul mi na do con la fir ma de acuer dos de li bre co mer cio. Di chas ne go cia cio -nes, independientemente de su carácter bilateral o multilateral, conducen, en formagra dual y más rá pi do de lo pre vis to, a la for ma ción de un área de Li bre Co mer cio


12 Rolando Marín Ibáñez<strong>Sudamericana</strong> (ALCSA), es decir, un espacio donde no existirán barreras arancelariasal comercio recíproco.En lo económico, un ALCSA ofrece la posibilidad de contar con un mercadopo ten cial de 316 mi llo nes de ha bi tan tes con un PIB cer ca no a los 800.000 mi -llones de dólares. El intercambio comercial intrarregional, que en la actualidad bordealos 35.000 mi llo nes de dó la res, sin du da se mul ti pli ca ría al eli mi nar se las ba -rreras arancelarias, al igual que la inversión. Una mayor interrelación económicaen tre los gru pos y paí ses del área, tan to en co mer cio co mo en trans por tes, in fraes -tructura o desarrollo industrial, generaría un gran potencial de beneficios mutuos.En ese marco, desde una perspectiva sudamericana, existe la necesidad deadop tar una se rie de de fi ni cio nes re gio na les en tor no a las mo da li da des de con ver -gen cia pa ra una in te gra ción más ple na que reú na lo avan za do has ta el mo men to yque impulse un verdadero movimiento de articulación entre diferentes esquemassubregionales que coexisten actualmente. El escenario más probable es el representadopor una adhesión progresiva entre el Mercosur y la Comunidad Andina que requerirá,por parte de los líderes sudamericanos, de una gran voluntad política quetranscienda los actuales intentos hegemónicos.<strong>La</strong> región requiere fijar posiciones comunes que maximicen su potencial denegociación intrarregional, haciendo realidad la convergencia de la integración.Una evolución de estas características tendría la facultad de cohesionar la identidadpolítica dentro de una probable evolución de la integración económica hacia unmercado común para alcanzar una <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» con identidad propia yparticipación plena de todos sus miembros en condiciones simétricas.


CAPÍTULO IEl nuevo «escenario» mundial1. EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Y LA GLOBALIZACIONEl nuevo contexto internacionalEl proceso histórico entendido como el desarrollo continuo, evolutivo y coherenteconduce necesariamente a la configuración de nuevos «escenarios», nuevasrea li da des, nue vos ac to res, con ca rac te rís ti cas y ras gos pro pios, que ge ne ran e in -ducen nuevos efectos y fenómenos en el ámbito económico, político y social y quedeterminan en gran medida cambios futuros, creando y consolidando nuevos espaciosen el di ná mi co or den mun dial.<strong>La</strong> hu ma ni dad asis te a un es ce na rio sig na do por el cam bio, pro ce sos ace le -rados y vertiginosos han transformado las economías nacionales, las estructuras políti cas y so cia les, así co mo las ideo lo gías. El fe nó me no de la glo ba li za ción se ha ex -ten di do por to da la faz de la tie rra y se ca rac te ri za por el pre do mi nio de la eco no -mía de mercado, la formación de bloques comerciales regionales, la división internacio nal del tra ba jo y de los pro ce sos de pro duc ción, así co mo el avan ce tec no ló -gico, los sistemas de información y las telecomunicaciones.<strong>La</strong>s causas del cambio se hallan íntimamente relacionadas con la desapariciónde la bipolaridad Este-Oeste, con el derrumbe de la inmensa barrera ideológicaque di vi dió al mun do du ran te de ce nios y que re pre sen tó una fuen te de des con -fian za y hos ti li dad. El fin de la «gue rra fría» y la caí da del de no mi na do «so cia lis -mo real» tra je ron apa re ja das, por una la do, la des va lo ri za ción de los gran des mo de -los ideológicos y la derrota de las visiones teleológicas, y, por otro lado, la hegemoníadel sistema de libre mercado, el reordenamiento del sistema internacional y lare con fi gu ra ción de las lla ma das «fuer zas de al can ce glo bal». Es tos cam bios pri vi -le gia ron –aun que de ma ne ra re la ti va– las va ria bles eco nó mi cas so bre las de ca rác -ter político en la agenda internacional de las distintas naciones.En este contexto, los procesos de transnacionalización, integración e interdependenciaconstituyen el marco bajo el cual se desenvuelve el conjunto de las iniciativasinternacionales. <strong>La</strong> transnacionalización conduce a un proceso en el cuallos vínculos internacionales de los gobiernos son sustituidos por relaciones entreso cie da des y gru pos pri va dos; la glo ba li za ción in cor po ra me ca nis mos uni for mi za -


14 Rolando Marín Ibáñezdo res a tra vés de los cua les se mun dia li za el pro ce so eco nó mi co; la in ter de pen den -cia define el grado de sensibilidad de la economía y de la política nacionales a lasva ria cio nes de la eco no mía y po lí ti ca mun dial y las for mas de coo pe ra ción in ter na -cional. 1Elementos nuevos del nuevo contexto internacionalEn tre los nue vos ele men tos que apor ta el fin de la «gue rra fría» y que con -figuran el actual «escenario» mundial se encuentran:a) Una disminución importante del nivel de antagonismo de ideas, que no soloes atri bui ble a la de sin te gra ción de la URSS y al co lap so de las con cep cio -nes que sos te nían a los lla ma dos «so cia lis mos rea les», si no tam bién al de bi -li ta mien to re la ti vo de los su pues tos en los que se ba sa ron los re cla mos delSur fren te al Nor te.b) El cambio de naturaleza de la competencia básica. Durante la «guerra fría»la rivalidad se fundaba en disputas cuyos componentes eran esencialmentepolíticos, militares e ideológicos. Actualmente la competencia tiene otras características,«la competencia concierne a la influencia nacional, pero unain fluen cia que se ob tie ne a tra vés del éxi to co mer cial y el li de raz go in dus -trial y científico.» 2c) El as cen so al to pe de la agen da glo bal de te mas que ha bían ocu pa do en elor den an te rior un lu gar su bor di na do, y que for man par te de lo que se de no -mina la «agenda negativa»; deterioro del medio ambiente, pobreza, población,proliferación, migraciones, narcotráfico, terrorismo, nacionalismos.d) <strong>La</strong> po si bi li dad de que se cree y am plíe un es pa cio de ac ción ma yor pa ra losorganismos internacionales y para el fortalecimiento de regímenes internacionalesen numerosas áreas temáticas, particularmente en las áreas tradicionalesde la seguridad interestatal (desarme, control de armamentos, proliferación nu clear y mi si lís ti ca, etc.) y de los te mas de «agen da ne ga ti va», ta leslos casos del narcotráfico y el terrorismo. 3e) Los estados-nación comenzaron a perder importancia al relativizarse conceptoscomo territorio, soberanía o ciudadanía. El proceso de globalización,ha afec ta do de ma ne ra dra má ti ca la im por tan cia y el rol del Es ta do. Los ar -gumentos que se dan para mostrar el impacto son numerosos. <strong>La</strong> dinámicade la economía contemporánea y la revolución tecnológica han hecho las1. Hugo Vengoa, «Los factores externos en la política internacional», en Colombia Internacional, No.25, Bo go tá, 1994, p. 35.2. William Pfaff, «Redefining World Power», en Foreign Affairs, America and the World, 1990/1, p.37.3. Roberto Russell, «Cambios y continuidades en las relaciones internacionales», en SELA, revistaCapítulo 47, Caracas, 1996.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 15fronteras obsoletas, alterando la naturaleza del tiempo y el espacio en la políticaglobal. En este marco, el Estado es menos autónomo y tiene menorcontrol sobre los procesos políticos, económicos y sociales que se producendentro de su territorio. 4 Si bien en los países desarrollados los estados todavíaposeen márgenes relativos de autonomía política en los circuitos económicosy comerciales, los países en desarrollo se ubican débilmente en el conciertointernacional, reduciéndose significativamente su capacidad de acciónen el pla no ex ter no. 5El fenómeno de la globalizaciónEl fenómeno de la globalización representa un patrón denso y dinámico deinterconexión global que se apoya en el avance científico-tecnológico, sobre todoen el campo de la informática, la tendencia generalizada hacia la liberalización delcomercio y los mercados de capital, y la creciente internacionalización de las estrategiasempresariales de producción y distribución.<strong>La</strong> globalización puede interpretarse como efecto de procesos que se gestarony con so li da ron con la ex pan sión ini cial de la eco no mía mun dial y el as cen so delEs ta do mo der no a fi nes del si glo XVI. Es te pro ce so se am plió en el si glo XIX conla di fu sión del co mer cio y el im pe ria lis mo y su pro fun di za ción glo bal a fi nes del si -glo XX. En es te mar co se dis tin guen cua tro fa ses. <strong>La</strong> pri me ra fa se se ini cia con losdescubrimientos marítimos, se consolida con el mercantilismo de fines del sigloXVII y prin ci pios del si glo XVIII. <strong>La</strong> se gun da fa se se ini cia a fi nes del si glo XVIIIcon la incipiente industrialización, se consolida en la segunda mitad del siglo XIX,con los im pe rios co lo nia les y el in gre so de EE UU en la era de la gran in dus tria. <strong>La</strong>ter ce ra fa se, co mien za lue go de la I Gue rra Mun dial con la for ma ción de un sis te -ma internacional de comercio y regulaciones y se consolida después de la II GuerraMun dial, con las Na cio nes Uni das y la re vo lu ción tec no ló gi ca de la se gun da mi -tad del si glo. Por úl ti mo, la cuar ta fa se se ini cia con el fin de la «gue rra fría» y abar -ca has ta nues tros días.4. An te es ta si tua ción, se han le van ta do mu chas vo ces se ña lan do que la era del es ta do-na ción es tá lle -gan do a su tér mi no y que la go ber na bi li dad en el ni vel na cio nal es po co o na da efec ti va fren te a laglobalización económica. Algunos autores –como Reich y Ohmae– perciben a los estados como«au to ri da des lo ca les» del sis te ma glo bal. Al go así co mo las «mu ni ci pa li da des» del si glo XXI, en -cargadas de proveer servicios «mundanos».5. De esta forma, las consecuencias que el nuevo orden internacional puede tener para los países ende sa rro llo no son cla ras aún, pe ro exis ten mo ti vos pa ra ser es cép ti cos en cuan to a los pros pec tos delTer cer Mun do en ge ne ral. D. Olla pally, «El ter cer mun do en el nue vo or den mun dial», en CienciaPo lí ti ca, No. 32, Co lom bia, Tie rra Fir me Edi to res, 1993, pp. 37-44.


16 Rolando Marín IbáñezElementos novedosos de la globalizaciónEn esta última fase donde el grado de profundización de la globalización llegóa consolidarse, nuevos elementos se produjeron. Los aspectos novedosos son:a) En términos económicos<strong>La</strong> internacionalización creciente de la producción, las finanzas y el intercambio. Es te pro ce so, que es ca pa en gran me di da al con trol de los es ta dos, re quie -re de una ar ti cu la ción de los es pa cios po lí ti cos, da do que el Es ta do ha de ja do de serel agente adecuado para afrontar muchas de las nuevas realidades y desafíos políticos,sociales y económicos de un mundo interdependiente. De esta forma, se advierteuna dis yun ción muy cla ra en tre la au to ri dad te rri to rial del Es ta do y el ac tual al -cance de los sistemas de producción, distribución e intercambio y la globalizaciónde las tran sac cio nes fi nan cie ras. El Es ta do tien de a adap tar se a es ta si tua ción «in -ternacionalizándose» y transformándose en «mediador» entre las presiones internase internacionales. <strong>La</strong> producción y el comercio se han entrelazado de manera inexorable.Los procesos de producción se extienden por todo el planeta. Al mismotiempo se registran aumentos destacables en la Inversión Extranjera Directa (IED),apertura de mercados, ampliación de procesos de integración económica y la liberalizacióndel comercio a nivel mundial.b) En términos políticos<strong>La</strong> inédita extensión (alcance geográfico del fenómeno) y profundización(in ten si dad) de vin cu la cio nes e in ter co ne xio nes múl ti ples en tre los es ta dos y las so -ciedades que conforman el sistema mundial. Un impresionante aumento del gradoy un cam bio de clase de la interdependencia, que se expresa a través de múltiplesre des de co mu ni ca ción e in te rac ción en tre los go bier nos y las so cie da des na cio na -les. En tre otros as pec tos, la in ter de pen den cia lle va a la ma yo ría de los es ta dos a en -fatizar un enfoque colectivo más que meramente unilateral frente a una amplia gamade temas, y a considerar la guerra como una alternativa cada vez menos tolerable,de bi do al au men to de sus cos tos y a la dis mi nu ción de sus be ne fi cios.c) En términos sociales<strong>La</strong> ex clu sión de vas tos sec to res de la po bla ción mun dial del pro ce so de pro -ducción, cuya consecuencia obvia es el aumento en muchos países del desempleo,la po bre za y los flu jos mi gra to rios a tra vés de fron te ras ha cia las áreas más ri cas.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 17<strong>La</strong> reac ción fren te a es te pro ce so es el sur gi mien to de nue vos mu ros; ade más, se haimpulsado el resurgimiento de expresiones y xenofobias.2. EL COMERCIO MUNDIAL Y LAS RELACIONESECONOMICAS INTERNACIONALESEvolución del comercio mundialEl comercio en la economía mundial experimentó un impresionante crecimiento du ran te más de un si glo. En tre 1870 y 1993 la ta sa de cre ci mien to de las ex -portaciones superó la tasa de crecimiento de la producción durante cuatro o cincoperíodos, situación que evidenciaba que las economías estuvieron envueltas en unproceso de mayor interdependencia e integración (cuadro 1). El período de 1913-1950, en el que se ex pe ri men ta ron dos gue rras mun dia les y una gra ve de pre siónmundial, constituye una excepción. En contraste, entre los períodos de 1913-1950y 1950-1973, la producción mundial creció rápidamente, las exportaciones mundialesaumentaron a un ritmo medio anual más de 10 veces superior al estimado para1913-1950. En el pe río do trans cu rri do des pués de la gue rra, el co mer cio mun dial sein cre men tó a ra zón de 6,5%, anual en tér mi nos rea les, lo que re fle ja un au men tomultiplicado por 12 frente a un aumento multiplicado por 6 del crecimiento de laproducción mundial.Cua dro 1. CRE CI MIEN TO DEL PIB MUN DIAL Y DEL CO MER CIODE MERCANCIAS, 1870-1993(VARIACION PORCENTUAL MEDIA ANUAL)1870-1900 1900-1913 1913-1950 1950-1973 1973-1993Producto Interno Bruto 2,9 2,5 2,0 5,1 2,6Comercio de mercancías 3,8 4,3 0,6 8,2 3,8Fuente: Secretaría de Comercio, OMC, 1995.No ta: Con tra ria men te a las ci fras del PIB, las co rres pon dien tes al co mer cio no in clu yen los ser -vi cios, lo que sig ni fi ca que las dos se ries de ci fras no son com pa ra bles di rec ta men te. En lo querespecta al período 1870-1900 las estimaciones se refieren a 12 países desarrollados, entre elloslas sie te eco no mías mun dia les. <strong>La</strong>s ci fras de 1900 a 1950 se re fie ren a 32 paí ses, en tre ellos 16paí ses de sa rro lla dos, in clui das las sie te eco no mías mun dia les, así co mo la ex URSS y 15 paí sesen desarrollo de Asia y América <strong>La</strong>tina, incluidos China, la India, Argentina y Brasil. <strong>La</strong>s cifrascorrespondientes al período 1950-1900 se refieren a todos los países.


18 Rolando Marín Ibáñez<strong>La</strong> am plia ción de la fun ción del co mer cio en la eco no mía mun dial fue acom -pa ña da de una par ti ci pa ción cre cien te de los in ter cam bios rea li za dos a ni vel re gio -nal. Por ejem plo, la par te co rres pon dien te al co mer cio in tra rre gio nal en Eu ro pa Oc -ci den tal au men tó del 53 al 70% en tre 1958 y 1993, ha bién do se re gis tra do la ma yorpar te del au men to en tre 1958 y 1973 (cua dro 2).Cuadro 2. PORCENTAJE DE COMERCIO INTRARREGIONAL (X+M)EN EL COMERCIO TOTAL, 1928-1993(PORCENTAJE DEL COMERCIO DE MERCANCIAS EN CADA REGION)1928 1948 1968 1979 1983 1993Europa Occidental 50,7 41,8 63,0 66,2 64,7 69,9Europa Central yOrien tal y ex URSS 19,0 46,4 63,5 54,0 57,3 19,7América del Norte* 25,0 27,1 36,8 20,9 31,7 33,0América <strong>La</strong>tina 11,1 20,0 18,7 20,2 17,7 19,4Asia 45,5 38,9 36,6 41,0 43,0 49,7Afri ca 10,3 8,4 9,1 7,6 4,4 8,4Oriente Medio 5,0 20,3 8,1 6,1 7,9 9,4Total mundial 38,7 32,9 47,0 45,8 44,2 50,4* México se incluye en América <strong>La</strong>tina.Fuente: OMC.<strong>La</strong> participación del comercio intrarregional aumentó también en Asia y enAmérica <strong>La</strong>tina, pero en menor medida. En otras regiones geográficas el comerciointrarregional no experimentó modificación en general, e incluso descendió, constituyendoun ejemplo espectacular de este último fenómeno la desregionalizacióndel comercio registrada en los últimos años en los países de Europa Occidental yEuropa Oriental y en la antigua URSS. Debido principalmente a la evolución registradaen Europa Occidental, el porcentaje que el comercio intrarregional representaen el co mer cio mun dial de mer can cías au men tó, pa san do de 40,6% en 1958 al50,4% en 1993.En lo referido al porcentaje del comercio extrarregional en relación al PIBse ob ser va que des de 1928 a 1990 se man tie ne el pe so e im por tan cia del in ter cam -bio comercial en gran parte de las regiones. En el caso de Europa Occidental, el aumentode la parte correspondiente al comercio intrarregional no fue acompañado deuna variación significativa de la importancia del comercio extrarregional con relacióna la pro duc ción to tal de la re gión. (cua dro 3). <strong>La</strong> im por tan cia de la evo lu cióncuantitativa del comercio internacional, así como de su distribución por grandesáreas in dus tria les, se pre sen ta en el cua dro 4. Se ob ser va que el co mer cio in ter na -


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 19cional desde 1938 se incrementó notablemente, en especial durante los últimos 3decenios.Cuadro 3. PORCENTAJE DE COMERCIO EXTRARREGIONAL(X+M) EN EL PIB, 1928-19901928 1948 1968 1979 1983 1990Europa Occidental 16,5 20,6 12,5 16,1 15,3 12,8Europa Oriental yCen tral y ex URSS 24,3 13,4 14,6 18,4 17,1 22,7América del Norte 7,8 7,8 6 13,6 11 13,2América <strong>La</strong>tina 40 24 17,4 21,3 20,9 23,7Asia 17,4 15,1 13,5 16,1 15,4 15,2Africa 53,8 45,8 34,8 44,5 35 45,6Oriente Medio 57 40 34,2 52,5 46,9 50Total mundial 14,9 14,9 11,6 18,8 17,4 16,1Fuente: OMC.Cuadro 4. COMERCIO INTERNACIONAL, 1938-1995(EN MI LES DE MI LLO NES US$)Países desarrollados Países en desarrolloMundoAño Impor. Expor. Impor. Expor. Impor. Expor.1938 25,4 24,0 18,0 15,2 2,0 2,41953 84,2 83,0 55,0 54,0 8,0 8,01966 216,0 204,0 151,3 142,.0 24,0 23,11972 463,0 440,0 328,7 332,1 86,8 88,01980 2.150,0 2.190,0 1.525,5 1.624,3 430,0 405,01990 3.334,4 3.455,0 2.261,0 2.323,0 1.074,0 1.132,01995 5.031,0 5.118,0 3.396,0 3.407,0 1.635,0 1.711.0Fuen te: FMI, 1996 Di rec tion of Tra de Sta tics Year book; Year book of In ter na tio nal Tra de Sta tis -tics, NN.UU., 1980; J. Sachs, F. <strong>La</strong> rraín, «Ma croe co no mía», Col. PHH, 1994.El cuadro 5 muestra la estructura de la producción y exportación de mercancías.Se destacan algunos aspectos: la importancia decreciente del comercio de artículosprimarios (alimentos, materias primas y combustibles) respecto al incrementode los productos industriales (productos químicos, maquinaria y otras manufacturas);especial contraste ofrecen las tasas de crecimiento de las materias primas


20 Rolando Marín Ibáñez(las más ba jas) y las de ma qui na ria (las más al tas). En ge ne ral, la di ná mi ca del co -mercio de productos industriales es mayor que la de los productos primarios. Eldescenso relativo de la demanda de productos primarios y la mayor participaciónporcentual de las manufacturas se explican principalmente por la menor elasticidadingre so de los pri me ros en re la ción a los se gun dos, y por que el in ter cam bio co mer -cial más importante y dinámico se concentra entre los países capitalistas altamenteindustrializados o de industrialización reciente. 6<strong>La</strong> tendencia observada en estos últimos años conduce a considerar que elfu tu ro del in ter cam bio in ter na cio nal per te ne ce rá en ma yor me di da a los paí ses de -sarrollados, dada la gran variedad y estandarización de los productos industriales,en con tras te con el des cen so de la de man da en ma te rias pri mas y ali men tos. 7 Elprincipal intercambio comercial se efectúa entre los países industrializados a una ta-Gráfico 1PAISES ENDESARROLLO1995196071%PAISESINDUSTRIALIZADOSEuropa* 2%Africa3%4%Oriente M.<strong>La</strong>tinoamérica1%6%4%8%10%4%16%Asia71%6. En 1995 el com po nen te más di ná mi co del co mer cio mun dial de mer can cías fue el co mer cio de pro -ductos manufacturados, inducido por las exportaciones de material de oficina y equipos de telecomunicaciones(cuyo valor aumentó más del 25%).7. Es te efec to de la Ley de En gel (la ten den cia de cre cien te de la de man da de pro duc tos pri ma rios enfunción del ingreso) tiene repercusiones sobre la relación de intercambio y la oferta misma de losproductos primarios, especialmente ciertos productos cuya oferta a corto plazo es inelástica.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 21Cua dro 5. ACUERDOS REGIONALES DE INTEGRACION NOTIFICADOSAL GATT EN VIGOR EN ENERO DE 1995Acuerdos regionales de integración recíprocosEuropa• Comunidad Europea (CE)• Acuer dos de Li bre Co mer cio de la CE (8)• Acuer dos de Aso cia ción de la CE (9)• Asociación Europea de Libre Comercio (AELC)• Acuer dos de Li bre Co mer cio (AELC) (8)• Acuerdos de Libre Comercio de Noruega (3)• Acuer dos de Li bre Co mer cio de Sui za (3)• Unión Aduanera entre Rep. Checa y Eslovaquia• Zona de Libre Comercio de Europa Central• Acuerdo de Libre Comercio entre Rep. Eslovaca y EsloveniaAmérica del Norte• Acuerdo de Libre Comercio entre Canadá-EE UU• Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC)América <strong>La</strong>tina• Comunidad y Mercado Común del Caribe (CARICOM)• Mercado Común Centroamericano (MCCA)• Asociación <strong>La</strong>tinoamericana de Integración (ALADI)• Pacto Andino• Mer ca do Co mún del Sur (Mercosur)Oriente MedioAsiaOtros• Organización de Cooperación Económica• Consejo de Cooperación del Golfo• Acuerdo Comercial Australia-Nueva Zelanda• Acuer do de Bang kok• Acuerdo sobre los Arreglos Comerciales Preferenciales entre miembros de la ASEAN• Acuerdo Comercial Thailandia y República Popular <strong>La</strong>o• Acuer do de Li bre Co mer cio en tre Is rael y EE UU


22 Rolando Marín Ibáñezsa ma yor que la del mun do sub de sa rro lla do. De acuer do con las ci fras del in for mede la OMC, más del 70% del co mer cio mun dial lo rea li za ron los paí ses de sa rro lla -dos. (Gráfico 1).Varios hechos se desprenden de las actuales tendencias:1. Que la par ti ci pa ción de los paí ses in dus tria les en el to tal del co mer cio mun -dial ha crecido en proporciones mayores respecto a los países en desarrollo.Estos países que comercian con artículos preferentemente agropecuarios ymi ne ros, mar chan a la za ga, «de sem pe ñan do el pa pel de abas te ce do res mar -ginales de los países que antes los colonizaron». 82. El co mer cio en tre paí ses in dus tria les se acre cien ta en ma yor pro por ción res -pec to a su in ter cam bio con las áreas me nos de sa rro lla das. Por su par te, el co -mer cio en tre és tos se in cre men ta a ta sas mo de ra das, por el he cho de que susproducciones son más bien competitivas que complementarias y dadas lasdificultades para una cooperación intrarregional, independientemente de quecuando los verdaderos propietarios de los factores productivos son firmasextranjeras, carecen de incentivos para esta cooperación. De manera que laintegración y el intercambio se ven interferidos por el fenómeno de la dependenciaexterna.3. Además de la importancia cuantitativa del intercambio internacional, el cualas cien de ac tual men te a más de 5,9 bi llo nes de dó la res (1995), el co mer ciomun dial de bie nes y ser vi cios ha evi den cia do. En el co mer cio de bie nes ca -be des ta car que las ex por ta cio nes de «má qui nas de ofi ci na y de equi pos detelecomunicaciones», categoría en la que se incluyen los ordenadores y suspartes, y los semiconductores, siguió creciendo muy vigorosamente, absorbiendo el 11% del co mer cio to tal, ci fra que so bre pa sa, por ejem plo, al co -mer cio de ali men tos, de au to mó vi les y a los pro duc tos quí mi cos o los com -bustibles. De los datos disponibles, desglosados por sectores principales, sedes pren de, ade más, que el sec tor de los ser vi cios del sec tor pri va do (via jes,transportes, seguros, bancarios, telecomunicaciones, etc.) está en crecienteexpansión.4. Resulta evidente la destacada significación de países como EE UU en la economíamundial. Su importancia como comprador y vendedor de mercancíasy servicios es decisiva (no obstante que el comercio exterior representa solouna pequeña parte de su producto). Además, su posición como proveedor decapitales le otorga un papel preponderante en la economía mundial (cuadro6).8. R. To rres, Comercio Internacional, Ma drid, Ed. Si glo XXI, 1996, p. 22.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 23Cuadro 6. PRINCIPALES EXPORTADORES E IMPORTADORES MUNDIALES, 1995(MILES DE MILLONES DE DOLARES Y PORCENTAJES)Exportadores Valor % Importadores Valor %(fob)(cif)1 Unión Europea 750,8 20,0 1 EE UU 770,8 19,92 EE UU 583,9 15,5 2 Unión Eu ro pea 736,1 18,93 Japón 443,0 11,8 3 Japón 335,9 8,64 Canadá 192,1 5,2 4 Hong Kong 197,6 5,15 Hong Kong 173,8 4,6 5 Canadá 171,8 4,56 China 148,8 4,0 6 Rep. Corea 135,1 3,57 Rep. Corea 125,2 3,3 7 China 132,0 3,48 Singapur 118,6 3,2 8 Singapur 124,7 3,29 Taipei Chino 11,4 3,0 9 Taipei Chino 103,8 2,710 Suiza 81,3 2,2 10 Suiza 80,2 2,1To do el mun do 3.750 100 To do el mun do 3.890 100Fuente: Focus, No. 10, OMC, 1996.5. Finalmente, el comercio exterior de América <strong>La</strong>tina es de reducida importancia, a juz gar por la re la ción de las ci fras con su ex ten sión te rri to rial y supoblación total. <strong>La</strong> importancia de su comercio exterior respecto del mundialfluc túa al re de dor del 4% (si mi lar a la par ti ci pa ción de Chi na o HongKong), integrado en sus exportaciones básicamente por artículos primarioscon demanda descendente en función del crecimiento del ingreso mundial, ysometido a una competencia creciente, agravado por una oferta anárquica.Naturalmente, en la composición de las importaciones predominan las manufac tu ras, es pe cial men te el ren glón de ma qui na ria. Aun que la ba lan za co -mercial arroja un saldo positivo, éste resulta insuficiente para hacer frente asus compromisos por servicios de capital, transporte, seguros y otros más.<strong>La</strong> eco no mía mun dial en los años no ven taEn los países industrializados este período viene marcado de nuevo por lasombra de una crisis y el brote de conflictos internacionales que afectan directamentea los intereses europeos y norteamericanos; tal fue el caso de la llamada «crisisdel Golfo», la guerra en los Balcanes y, en general, la disgregación de la exURSS. Por otro lado, los procesos de integración económica entre países seguíanade lan te de for ma de si gual. Des de me dia dos de 1990 has ta prin ci pios de 1994 fueel lapso que se necesitó para llegar a formalizar el Tratado Libre de Comercio entreEE UU, Ca na dá y Mé xi co. <strong>La</strong> Unión Eu ro pea, des pués de un pro ce so que al gu -nos han llamado «europesimismo», tuvo un punto de inflexión con el Tratado de


24 Rolando Marín IbáñezMaas tricht de fi na les de 1991, que pre ten de avan zar en la unión eco nó mi ca y mo -netaria.En es tas eco no mías se plan tea aho ra si real men te exis te un país que pue dati rar de los de más. Ale ma nia, du ran te años mo tor de la eco no mía de la Eu ro pa Oc -cidental, se encuentra inmersa en un proceso de reunificación, que le ha hecho desviarsu mi ra da ha cia su ve ci no –aho ra her ma no– del Es te. A pe sar de que a Es ta dosUni dos se le si gue con si de ran do co mo «guar dián» del mun do, los ciu da da nos nor -teamericanos reclaman que el gobierno se preocupe más de los problemas internosque su fre el país. Por otra par te, los pro ble mas que afron tan los paí ses in dus tria li -za dos se vuel ven más com ple jos.Los rasgos actuales<strong>La</strong> etapa actual se caracteriza por la reestructuración del orden económicomundial. Esta reestructuración se realiza concentrando sus energías y su dinámicaen el Nor te. Rea gru pa a las na cio nes que es tán cons tru yen do la uni dad eu ro pea, alos Estados Unidos y al Japón y no deja de considerar también la posición de partedel Asia a par tir de los di ná mi cos «Nicks» y de los pro ce sos eco nó mi cos en Chi naPo pu lar; en es tos ca sos ha blan de un cuar to po der mun dial en vías de cons truc ción.Esta situación demuestra que la profundidad y magnitud de la crisis estáobli gan do a la cons ti tu ción de gran des blo ques, en un mo vi mien to que tien de a su -pe rar los con cep tos tra di cio na les de las fron te ras na cio na les. Exis te to da una or ga -ni za ción en mar cha en es te sen ti do: la Unión Eu ro pea; el TLC en tre los Es ta dosUnidos, México y Canadá; y el que se viene perfilando de manera casi inmediataso bre la ba se del Ja pón y del Su des te Asiá ti co.En este contexto, los principales fenómenos experimentados se relacionancon los siguientes aspectos:1. Exis te en los blo ques re gio na les una ca da vez ma yor in ter de pen den cia en trepaí ses a fi nes de la dé ca da de los ochen ta, pro ce so que se ha acen tua do enlos años no ven ta (cua dro 7).2. Se han modificado los patrones de crecimiento de los países desarrollados yla gra vi ta ción eco nó mi ca re cí pro ca de las prin ci pa les eco no mías in dus tria li -za das. Es to se pue de me dir en tér mi nos de la par ti ci pa ción de los prin ci pa -les paí ses ca pi ta lis tas en las ex por ta cio nes mun dia les.3. Se pue de ob ser var la dis mi nu ción de la gra vi ta ción de los EE UU y el Rei -no Uni do, y la con si guien te am plia ción de la pre sen cia de las otras po ten ciasindustrializadas.4. Se incrementa notablemente la gravitación de los principales países del Asia,cuya dinámica económica y comercial sobrepasa a las otras regiones delmun do, sien do los ca sos más co no ci dos, pe ro no los úni cos, los de Tai wán,Hong Kong, Co rea del Sur y Sin ga pur.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 25Cua dro 7. COMERCIO INTRARREGIONAL DE CADA BLOQUE, 1960-1987(PORCENTAJE DEL TOTAL DE EXPORTACIONES)1960 1970 1980 1987Unión Europea 34,6 48,9 52,8 58,8ASEAN 21,7 14,7 17,8 17,7MCCA 7,5 26,8 22,0 11,9CARICOM 4,5 7,3 6,4 6,3ALADI 7,7 10,2 13,5 11,3Pacto Andino 0,7 2,3 3,5 3,2Fuente: Informe Banco Mundial, 1991.5. Se verifica una expansión del comercio internacional, así como una crecientesignificación de las organizaciones que deben regularlo, como es el casodel GATT.6. Se re gis tran no to rios cam bios en es ti los de vi da de las ca pas me dias en lospaíses desarrollados, así como la emergencia de nuevos valores y aspiracionessociales, lo que incluye preocupaciones cada vez más extendidas respectoal me dio am bien te.7. Se modifican paulatinamente los patrones de la cooperación económica internacional,como consecuencia de las posiciones ideológicas predominantesen los paí ses ca pi ta lis tas de sa rro lla dos, así co mo el de rrum be del so cia -lismo en Europa Oriental.3. LA LIBERALIZACION COMERCIAL, EL NUEVOREGIONALISMO Y LOS BLOQUES ECONOMICOS<strong>La</strong> liberalización comercialA par tir de la dé ca da de los ochen ta tu vo lu gar una se rie de cam bios en lasactitudes hacia la política comercial, tanto en los países en desarrollo como en lospaíses desarrollados, que representó una reversión de las posiciones mantenidaspreviamente. Los países en desarrollo avanzaron hacia la vanguardia de la liberalización co mer cial cuan do un nú me ro ca da vez ma yor de paí ses su frió un cam bio depolítica hacia un mayor grado de apertura. 9 Por otra parte, mientras continuaban ex-9. De acuer do a la OMC, des de el co mien zo de la Ron da Uru guay cer ca de 70 paí ses en de sa rro llo ha -bían liberalizado su comercio. Boletín Focus, No. 7, Gi ne bra, OMC, 1995.


26 Rolando Marín Ibáñezpo nien do una doc tri na de li bre co mer cio, en la prác ti ca los go bier nos de los paí sesdesarrollados seguían con su expediente de usar barreras no arancelarias para manejarlas importaciones de los países en desarrollo y adoptaban un acceso cada vezmás se lec ti vo a sus mer ca dos. Un as pec to de es ta se lec ti vi dad fue el cre cien te in te -rés en for ta le cer los acuer dos re gio na les co mer cia les que ya exis ten o en es ta ble cerotros nue vos.<strong>La</strong>s cau sas de la con ver sión a la li be ra li za ción co mer cial en los paí ses en de -sarrollo fueron múltiples; algunas están relacionadas con la interpenetración cadavez ma yor de los mer ca dos, pro ce so que se des plie ga y que se re su me en el con cep -to de glo ba li za ción. El pro ce so de glo ba li za ción eco nó mi ca –cu yas prin ci pa les ca -racterísticas son un crecimiento más rápido de las variables económicas internacionales que las na cio na les a un pa so su pe rior en la ta sa de cam bio tec no ló gi co en loscentros principales– ha aumentado las ventajas percibidas de una integración másestrecha en la economía internacional. Así, un número cada vez mayor de países endesarrollo buscaron establecer condiciones para un crecimiento más rápido tanto delas exportaciones como de las importaciones y para lograr ingresos mayores de inversiónextranjera directa. En muchos países estos objetivos han conducido a unaliberalización comercial que se ha perseguido con diversos grados de intensidad endiferentes naciones.<strong>La</strong> globalización económica también trajo presiones mayores sobre dichospaí ses hi zo que el cre ci mien to orien ta do ha cia afue ra sea más di fí cil de lo grar (o desos te ner). Los paí ses en de sa rro llo (y en par ti cu lar los más avan za dos des de el pun -to de vis ta in dus trial) fue ron (y son) pre sio na dos pa ra aban do nar el uso de he rra -mien tas po lí ti cas dis cre cio na les de co mer cio ex te rior e in dus tria les y pa ra que acep -tasen nuevas «disciplinas» en campos que anteriormente estaban fuera de los límitesdel escrutinio internacional. 10 Es ta ten den cia se re fle ja en el uso que los paí sesdesarrollados hacen de las negociaciones comerciales. Cada vez más las negociaciones co mer cia les se con vier ten en un ve hí cu lo que uti li zan los paí ses más po de -ro sos des de el pun to de vis ta co mer cial pa ra dic tar las con di cio nes de un so lo mo -de lo de al can ce mun dial de ela bo ra ción de po lí ti ca eco nó mi ca. <strong>La</strong> puer ta del co mer -cio es pa ra lle gar al co ra zón de una di ver si dad de le yes, ins ti tu cio nes y otras prác -ti cas gu ber na men ta les que a ve ces se ti tu lan «im pe di men tos es truc tu ra les al ac ce sodel mercado» o «deformaciones al comercio».Se pre sen ta ron di ver sos fac to res na cio na les que in du je ron a los paí ses en de -sarrollo a adoptar regímenes comerciales más abiertos. En algunos casos los gobiernosnotaron que la política de sustitución de importaciones los condujo demasiadolejos y de manera sostenida durante mucho tiempo a la ineficiencia económica.10. Un análisis más amplio se desarrolla en M. Agosin y D. Tussie, «Globalización, Regionalismo ynuevos dilemas en la política de comercio exterior para el desarrollo», Trimestre económico, No.239, FCE, 1993.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 27Además, importantes segmentos de la opinión pública mostraron señales de «fatigade protección»; se presentaron críticas cada vez más numerosas hacia los costos enque se in cu rría con la prác ti ca de ta les po lí ti cas, cuan do las em pre sas de ja ron de vi -vir de las ren tas que les pro por cio na ba la pro tec ción y no lo gra ron al can zar ni ve lesadecuados de competitividad internacional. Otro factor que contribuyó fue la necesidad de pro mo ver las ex por ta cio nes a fin de sua vi zar las di fi cul ta des que pre sen -taba el intercambio con el exterior.Estimulados por estas oleadas de cambio, los análisis de la política de comercioexterior recuperaron el escenario central. El tema se profundizó recientemente, por una par te, por la glo ba li za ción, y, por otra, por las nue vas con tri bu cio -nes a la teo ría de la po lí ti ca co mer cial y su apli ca bi li dad a los paí ses en de sa rro llo.Empero, el centro de la controversia es si el crecimiento orientado hacia afuera selogra mejor por medio de la liberalización comercial y la neutralidad de incentivoso si re quie re de po lí ti cas co mer cia les se lec ti vas y po si cio nes gu ber na men ta les ac ti -vis tas en fa vor de la in dus tria li za ción, el de re cho a las cua les es tá so me ti do a un de -safío cada vez más fuerte en las negociaciones internacionales.El «nuevo regionalismo»Los acuerdos regionales y subregionales recientemente adquirieron dimensiones y ca rac te rís ti cas no ve do sas. Con el fe nó me no de la glo ba li za ción, la in te gra -ción económica retorna como tema central en la perspectiva de mejorar las condicionesde la inserción internacional de las economías, pero en un escenario diferente,don de los con sen sos res pec to a la ne ce si dad de prac ti car for mas de es pe cia li za -ción e industrialización se hallan íntimamente relacionadas a la dinámica de losmercados.<strong>La</strong> aplicación de políticas de libre mercado ha facilitado la viabilidad de laspropuestas de integración económica regional. Aspectos como la globalización delos pro ce sos pro duc ti vos y de los mer ca dos, los mo vi mien tos de ca pi tal que per mi -ten superar las restricciones de divisas y la conformación de bloques regionales hantrans for ma do las per cep cio nes que pre va le cían en el pa sa do con res pec to a los efec -tos de la integración regional, dando lugar al nuevo regionalismo.En este contexto, una de las características novedosas del integracionismoactual es la de tener una orientación complementaria al multilateralismo bajo elconcepto nuevo de «integracionismo abierto». 11 Los acuerdos comerciales que seenmarcan dentro de la lógica del regionalismo han promovido un significativo crecimientodel comercio entre países asociados.11. El in te gra cio nis mo abier to o re gio na lis mo abier to con sis te en pro fun di zar los pro ce sos de in te gra -ción en el en tor no es pe cí fi co de la glo ba li za ción a fin de lo grar la me jor par ti ci pa ción po si ble en to -dos los ór de nes que és ta im pli ca y ele var la ca li dad de vi da de la po bla ción. Se tra ta, por tan to, deregionalizar la globalización.


28 Rolando Marín IbáñezPor tanto, la integración económica recientemente ha sido revalorizada enuna mayor dimensión. A raíz de la evolución hacia una creciente apertura de laseco no mías, se ob ser va un mar ca do in te rés por avan zar a una ma yor com ple men ta -ción en tre ellas. <strong>La</strong> ex pe rien cia de la Unión Eu ro pea (UE), la sus crip ción del Tra -tado de Libre Comercio de América del Norte (TLC /NAFTA) y el objetivo de lograrla in te gra ción he mis fé ri ca (AL CA) –que sur ge a par tir de la reu nión en Mia -mi– constituyen los principales antecedentes que llevaron a la priorización de la integra ción eco nó mi ca en la agen da de los go bier nos de la re gión.Por otra par te, se es tán re to man do las ideas res pec to a que los es que mas deintegración actuales son funcionales a la búsqueda de una modernización e industriali za ción de las eco no mías en de sa rro llo. Asi mis mo, la ob ser va ción del cre cien -te co mer cio in tra rre gio nal, que se ini cia en los pro ce sos de in te gra ción ac tua les, re -fuer za la per cep ción acer ca de la enor me po ten cia li dad de la in te gra ción pa ra apun -talar el crecimiento económico.En es te sen ti do, las ten den cias que pre va le cen en la ac tua li dad per mi ten de -ducir que el futuro del sistema económico internacional se caracterizará, por un lado,por una mayor liberalización multilateral del comercio –resultados de la RondaUru guay y la crea ción de la OMC– y, por otro, por la con for ma ción de am plios blo -ques co mer cia les en tor no a las gran des po ten cias eco nó mi cas: EE UU, Unión Eu -ro pea y Ja pón.Los nue vos te mas en los pro ce sos de in te gra cióny participación de nuevos actores económicos<strong>La</strong> integración en el nuevo contexto internacional no queda simplemente delimi ta da a la par te co mer cial y al gu nos as pec tos so cia les; con la cul mi na ción de lasnegociaciones de la Ronda Uruguay y la conformación de la Organización Mundialdel Comercio se incorporan otros temas como el comercio de servicios, propiedadintelectual, 12 me dio am bien te, nor mas la bo ra les y po lí ti cas en ma te ria de com pe ten -cia internacional. Son temas que están siendo tratados y armonizados en los gruposde integración, observando las reglas del sistema multilateral de comercio.Asimismo, surgen nuevos tratamientos a temas ya desarrollados en los esquemasde integración y actores económicos que participan en su dinámica, comolos siguientes:a) Tra ta mien to a nue vos te mas que in ci den pa ra re plan tear la con cep ción y fi -nanciamiento del desarrollo. En tal sentido, el financiamiento externo no sede be des ti nar so lo a as pec tos de in fraes truc tu ra si no ha cia áreas so bre la pro -tección del medio ambiente e inversión tecnológica.12. En los sis te mas de in te gra ción se tra tan ac cio nes pa ra evi tar que los acuer dos en ma te ria de pro pie -dad intelectual limiten, en forma más allá de lo estrictamente necesario, el acceso a la tecnología.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 29b) <strong>La</strong> coordinación de las políticas macroeconómicas e instrumentos de políticaeconómica (fiscal, monetaria y cambiaria) entre los países de la región,pa ra evi tar que los de se qui li brios pre sen ta dos en un país se ex tien dan a tra -vés de las fronteras, generando inestabilidades a otros estados miembros. Elequilibrio que se alcance en estas políticas incidirá en el sostenimiento y elcrecimiento del comercio y de las inversiones intrarregionales.c) <strong>La</strong> prio ri dad de los es que mas de in te gra ción en el con trol de los de se qui li -brios comerciales y el aprovechamiento de los beneficios que pueda generarla globalización.d) El ímpetu adquirido por las empresas, en la medida en que se incrementansus fun cio nes y ob tie nen un cam po de ac ción su pe rior en el co mer cio, hades pla za do a los pro pios go bier nos en el plan tea mien to y ma ne jo de las di -rectrices del comercio. <strong>La</strong> empresa como generador dinámico del comercioin ci de a su vez en otros cam pos co mo en el de sa rro llo y ex pan sión de tec no -logía. No obstante, mediante los acuerdos intraempresas se acentúan lostrasplantes tecnológicos, negando cualquier posibilidad de transferencia enes te cam po a los paí ses de la re gión.e) <strong>La</strong> apertura y modernización de los sistemas financieros a nivel regional hanpermitido un desarrollo acelerado de los mercados.f) <strong>La</strong> competitividad de los mercados internacionales exige abordar nuevamente,en los pro ce sos de in te gra ción, el te ma de la re con ver sión in dus trial. Porlo tanto, las nuevas relaciones industriales deberán incluir medidas de capacitaciónal personal vinculado a empresas.Los bloques económicosDesde inicios de la Ronda Uruguay en 1986 se ha acelerado la tendencia haciala in te gra ción re gio nal y es una ma ni fes ta ción de un mun do que se en ca mi na díaa día hacia un proceso de articulación en grandes bloques económicos. 13 <strong>La</strong> conformaciónde los llamados megabloques representa una de las características queorienta el nuevo sistema económico mundial, y es allí donde la integración regionalse cristaliza como un recurso estratégico alternativo para que los países puedansituarse en los mercados mundiales sin temor a quedar rezagados del comercio internacionaly ser una sola voz en las negociaciones y foros internacionales.En estas circunstancias, se pretende mejorar ostensiblemente su capacidadde ne go cia ción pa ra par ti ci par en las re for mas de ins ti tu cio nes fi nan cie ras y mo ne -ta rias, el tra ta mien to de las in ver sio nes ex tran je ras y la tec no lo gía, la le gis la ción la -bo ral y la pro tec ción del me dio am bien te, etc.13. Germánico Salgado, «Integración <strong>La</strong>tinoamericana y Apertura Económica», Re vis ta de la Ce pal,San tia go de Chi le, No. 42, 1990, p. 1.


30 Rolando Marín IbáñezEn tre los fac to res que ex pli can la ten den cia a la con for ma ción de blo ques re -gionales se encuentra, en primer lugar, la convergencia de intereses y políticas enel mar co de una nue va agen da del co mer cio ex te rior. En ese sen ti do, blo ques co mopor ejem plo la Unión Eu ro pea pro fun di zó su in te gra ción, mien tras que los EE UUabra za ron el re gio na lis mo y ya se per fi lan ha cia la con for ma ción de una zo na de li -bre co mer cio que abar que a to do el he mis fe rio oc ci den tal. Por su par te, en el su des -te asiático, bajo el liderazgo del Japón, es también probable la conformación de unárea de li bre co mer cio a par tir de la in te gra ción eco nó mi ca de he cho que exis te hoyen esa región. En ese sentido, la Asociación de Países Asia-Pacífico ha decididocons ti tuir un área de li bre co mer cio pa ra el año 2020.4. LAS TENDENCIAS DEL SISTEMA ECONOMICOINTERNACIONAL Y LOS «ESCENARIOS FUTUROS»Han surgido diversas tendencias en el panorama de las relaciones económicasin ter na cio na les –en al gu nas oca sio nes con tra pues tas– co mo: la aper tu ra eco nó -mica, la integración y conformación de bloques económicos dentro de un modelode economía abierta, la regionalización y la globalización de la economía, la participaciónde los diversos actores económicos en la formulación y el desarrollo de lapolítica económica y el tratamiento a nuevos temas. Estas tendencias inciden en elreplanteamiento de un nuevo modelo de desarrollo económico mundial, distinto alneoliberalismo a ultranza y al proteccionismo obsoleto.El fin de la «gue rra fría» y la pro fun di za ción de la glo ba li za ción plan tean lanecesidad de configurar escenarios futuros en los que se desarrollen las relacioneseconómicas internacionales. <strong>La</strong>s principales corrientes del pensamiento presentaninterpretaciones que describen futuros espacios en los cuales habrá de desarrollarselas re la cio nes en tre na cio nes, blo ques y re gio nes. En ese sen ti do, se pue den pre -sen tar dos hi pó te sis glo ba les: 1. un sis te ma que va des de la frag men ta ción y el con -flic to; y, 2. un or den mun dial que va has ta la ad he sión y la coo pe ra ción.Una visión liberalDes de 1989, es te pro ce so ha pa sa do por dos fa ses, al me nos en el ni vel delas percepciones predominantes. <strong>La</strong> primera se extiende desde el inicio de la caídadel imperio soviético y la desaparición en cascada de los «socialismos reales» deEu ro pa del Es te, has ta el fin de la gue rra del Gol fo. En es ta fa se (que al gu nos lla -man «vo lun ta ris mo li be ral», y que tu vo su ex pre sión en la te sis de F. Fu ku ya ma so -bre el «fin de la His to ria», pre va le ce una vi sión nor ma ti va del or den mun dial en rai -zada en los supuestos básicos del internacionalismo liberal. Dentro de esta corrien-


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 31te del pen sa mien to, tres con di cio nes bá si cas de be rían cum plir se pa ra que ha ya or -den mundial: la implantación de regímenes democráticos a escala planetaria, la realiza ción de acuer dos en tre paí ses pa ra man te ner la se gu ri dad co lec ti va y coo pe ra ti -va; y, finalmente, el funcionamiento de una economía liberal.Fukuyama en El fin de la His to ria señala el triunfo del sistema capitalista demer ca do, que se pre sen ta co mo la úni ca al ter na ti va de for ma de or ga ni za ción eco -nómica y social; por tanto, no puede existir conflictos en gran escala y, por lo mismo,la his to ria –tal co mo se co no ce en Oc ci den te– lle ga a su fin. 14Dentro de esta óptica, una posición liberal sobre los modelos de orden económicoes desarrollado por M. Kahler, 15 quien presenta tres hipótesis. El primermodelo de orden liberal explica la permanencia de un orden estrictamente económicodirigido por el mercado. Un segundo modelo es el «institucionalismo liberal»,don de las ins ti tu cio nes de sem pe ñan el rol de co rrec to res de las fa len cias del mer ca -do. Un tercer modelo considera que las imperfecciones a presentarse serán resueltaspor la sociedad civil a través de organismos no gubernamentales, que influiránen forma determinante en el orden internacional.«El choque de las civilizaciones»<strong>La</strong> te sis de S. Hun ting ton 16 sobre el «choque de las civilizaciones» representaotra visión del futuro escenario mundial que tiene como rasgo la confrontación.El planteamiento adelanta un conjunto de hipótesis descriptivas sobre el futuro delas relaciones internacionales, donde el conflicto entre civilizaciones suplantará alideológico y a otras formas de conflicto, como forma dominante, aunque por ciertono ex clu yen te del con flic to mun dial. Así, el eje prin ci pal de la po lí ti ca mun dialsería las relaciones entre civilizaciones, particularmente entre Occidente y lo que éldomina el «resto».Hun ting ton plan tea otra di vi sión de la cues tión, y es que la his to ria no ha ter -14. Ca be se ña lar que H. Mar cu se y D. Bell anun cia ron en los años se sen ta el fin de la his to ria. Mar cu -se, con otro fi nal: «Da do que la his to ria en el sen ti do mar xis ta es pro pul sa da por el des con ten to, yque la sociedad opulenta de los años cincuenta pareció desconectar el motor histórico narcotizandoa las gentes con el bienestar económico, la historia termina no en la libertad de la sociedad sin clasespos tu la da por Marx, si no en el le tar go de una so cie dad nar ci sis ta que no cues tio na el sis te ma».D. Bell en «El fin de la ideo lo gía», sua vi zó es te ar gu men to se ña lan do que la cla se tra ba ja do ra ya nocreía en la ideo lo gía de su li be ra ción por la lu cha de cla se, ni se veía co mo mo tor de la his to ria, an -tes bien, se con for ma ba con el es ta do de bie nes tar, las or ga ni za cio nes sin di ca les y sus rei vin di ca -ciones más incrementalistas que revolucionarias. Lo que Fukuyama añade a estos precursores es quela caída del marxismo y la democracia liberal se revela como «el significado de la historia».15. M. Kahler, «Modelos de orden en una economía integrada», en Contexto Internacional, vol. 17, No.2, PUC, Bra sil, 1996, pp. 245-251.16. Una ci vi li za ción es el ni vel más am plio de iden ti dad cul tu ral por de ba jo del mun dial; una iden ti dadconfigurada por religión, costumbres, instituciones, historia y símbolos compartidos.


32 Rolando Marín Ibáñezmi na do por que, en el fu tu ro, aun que los con flic tos ya no sean ideo ló gi cos, ni si quie -ra económicos, serán culturales: guerras entre civilizaciones. 17 Ex pli ca que los con -flictos futuros se darán en las fronteras entre civilizaciones, 18 como se comprobóexperimentalmente en el conflicto de Bosnia, donde rozan las civilizaciones islámica,es la va y oc ci den tal; o co mo se vio en la gue rra de Ku wait, don de se en fren ta ronel Islam y el Occidente. Sea por esas causas económicas, étnicas o religiosas, elconflicto se encenderá fácilmente si existen diferencias de civilización. «Incluso elen fren ta mien to en tre EE UU y Cu ba es un con flic to de en la fron te ra en tre el Oc ci -dente e Iberoamérica, además de un residuo de pelea ideológica».El sig ni fi ca do del si glo XX pa ra Hun ting ton es el fin de la he ge mo nía de Oc -ci den te en el mun do que se im pu so a par tir de 1500, que ha vis to la li qui da ción delos imperios coloniales y la emergencia de las civilizaciones dormidas de China, India,Ja pón, Is lam y Es lá vi ca. Des de 1990, «el te lón ter cio pe lo de la cul tu ra ha sus -ti tui do al te lón de Ace ro» de la ideo lo gía, pe ro ello no sig ni fi ca que las gue rras fu -tu ras va yan a ser de guan te blan co: se rán gue rras ci vi les del mun do, a me nos quepor un pacto real entre las civilizaciones se llegue a un gobierno mundial o a unejército de las Naciones Unidas capaces de arbitrar conflictos de escala global. 19Una visión neorrealistaUna lectura neorrealista 20 es la muestra más representativa de las percepcionespre va le cien tes en la se gun da fa se –que abar ca des de la con clu sión de la gue rradel Gol fo has ta el pre sen te– y es tá sig na da por la idea no del fin si no del «re tor noa la his to ria», o por el «re gre so al fu tu ro», don de «fu tu ro» de be leer se co mo «pa sa -do». Hechos tales como la desintegración de Yugoslavia, la guerra de Ruanda, latragedia de Somalia, los conflictos en la experiferia interna del Imperio Soviético,el auge del fundamentalismo, pusieron término al optimismo propio de la primera17. En tre 1500 y 1800 las gue rras fue ron en tre re yes, de 1800 a 1918 se die ron en tre na cio nes y de 1920a 1990 en tre ideo lo gías: co mu nis mo, fas cis mo y de mo cra cia. Es tos con flic tos fue ron gue rras ci vi -les de Oc ci den te; la no ve dad a par tir de 1990 es que las gue rras se rán en tre Oc ci den te y los no oc -cidentales, y que serán guerras entre civilizaciones. S, Huntington The Clash Of Civilizations AndThe Re ma king Of World Or der, New York, Ed. Si mon & Schus ter, 1996.18. Toyn bee pos tu ló ya en los años trein ta que la ci vi li za ción era la uni dad in te li gi ble de es tu dio his tó -ri co por que en la épo ca pos mo der na (tér mi no que acu ña Toyn bee), la na ción ya no es un ele men tosignificativo para comprender los fenómenos que se han vuelto trasnacionales. De las 21 civilizacionesdel mundo que definió Toynbee quedan en este momento ocho: occidental, confuciana, japonesa,hindú, islámica, eslava, iberoamericana y africana.19. Se gún Toyn bee, Chi na, por la ex pe rien cia de su im pe rio y por la to le ran cia de su re li gión bu dis ta ytaoís ta, es la ci vi li za ción lla ma da a sen tar las ba ses de la uni fi ca ción mun dial. ¿Lo acep ta rían los de -más? Cito con aprensión las declaraciones que cita Gore Vidal de un escritor japonés: «América, lafá bri ca; Africa, la re ser va y a su vez ci ta Eu ro pa el «for shop ping». Ibíd., 3, p. 49.20. Véase trabajos de Walzt, Mearssheimer y <strong>La</strong>yne.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 33fa se y die ron lu gar a que se ha bla ra de ma ne ra cre cien te so bre el «nue vo de sor deninternacional».Los neorrealistas sostienen que el conflicto dominante seguirá siendo entreestados y que la seguridad dependerá del equilibrio y no de afinidades ideológicaso de relaciones de parentesco «civilizatorio». Para los citados autores, la noción deorden es meramente empírica y no normativa. Denota una determinada distribuciónglo bal de po der en tre las prin ci pa les uni da des po lí ti cas de una era. De es te mo do,todo cambio de «orden» solo puede resultar de una modificación sustancial en ladistribución de los atributos de poder entre los «grandes» o de acontecimientos muyimportantes en el seno de alguna de las unidades políticas principales. En definitiva,el cambio se limita esencialmente a lo cuantitativo. Algunos estados ganan yotros pierden poder en un juego perpetuo caracterizado por las rivalidades interestatales,la desconfianza y el conflicto. Con independencia de lo que produce estaconducta típica (la naturaleza humana o la condición anárquica del sistema internacional), la con clu sión es so lo una: to do fu tu ro se rá en esen cia co mo el pa sa do. Y,por ende, el nuevo escenario de orden mundial estará signado por la clásica rivalidaden tre los gran des po de res (pro ba ble men te EE UU, Eu ro pa, Ja pón, Chi na y Ru -sia) que com pe ti rán, co mo lo han he cho otros es ta dos en el pa sa do, por po der yprestigio.Es ta vi sión neo rrea lis ta equi va le al es ce na rio de «frag men ta ción» de la eco -no mía in ter na cio nal con el que tra ba jan al gu nos ana lis tas des de la óp ti ca de la eco -nomía política. En este escenario las oportunidades de explotar las ventajas potenciales de la glo ba li za ción, ex pre sa das a tra vés de mer ca dos más abier tos e in te gra -dos, se perderían a manos de un regionalismo cerrado (fragmentación), además deque se agravaría el conflicto político entre los grandes poderes, tanto entre sí comopor las áreas de influencia. Esto resulta increíble desde un punto de vista filosóficoe in ve ro sí mil en cuan to se cons ta ta con la rea li dad del ter cer mun do.ConclusiónEntre liberales y neorealistas se encuentran diversas posturas intermedias. 21Sin em bar go, y por cier to con mu chos ma ti ces, la ma yo ría de los au to res que se en -cuen tran den tro de es tas po si cio nes tien de a coin ci dir en un pun to cen tral: que enuna par te del mun do las re la cio nes eco nó mi cas in ter na cio na les es ta rían atra ve san -do cambios cualitativos (claramente en el mundo que integran los países desarrollados),mien tras que en el res to del pla ne ta el pa sa do no ha ría más que re pe tir se. Pues -to de otro mo do, en un es pa cio el tiem po se ría co mo una fle cha y en el res tan te co -mo un cír cu lo, el del «eter no re tor no».Estas distintas interpretaciones sobre el futuro de las relaciones económicas21. Véa se, por ejem plo, el tra ba jo de Ro bert Heil bron ner, Visiones del Futuro, Pai dos, 1998.


34 Rolando Marín Ibáñezinternacionales que reúnen elementos de signo opuesto, han provocado una granconfusión. <strong>La</strong> perspectiva liberal (como lo han dicho siempre sus seguidores) esesencialmente normativa, dado que vincula la idea de orden con la realización dedeterminados valores, por ejemplo la extensión de la democracia y los derechos humanos.<strong>La</strong> visión neorrealista (también como siempre) es demasiado estática, exageradamentepesimista y, en buena medida, reduccionista. <strong>La</strong> tesis de Huntingtones sim plis ta y par cial. <strong>La</strong> idea del pu ro «de sor den», fi nal men te, es tri vial, ade másde incorrecta.Es de interés destacar que desde la formación del sistema internacional modernosiempre han estado presentes elementos de sociedad en las relaciones internacionales,aunque por cierto con distinta intensidad. Puesto de manera más simple,siem pre hu bo al go (y con fre cuen cia mu cho) de or den en el sis te ma in ter na cio -nal. En este sentido, no debe confundirse la existencia de conflictos y problemas, einclusive la misma guerra (asidua y erróneamente utilizados para mostrar que solohay «de sor den mun dial») con la au sen cia de al gún ti po de or den en las re la cio nesinternacionales. En todo caso, es importante señalar que una de las característicasdel sistema internacional del próximo siglo será la aparente contradicción entre, porun la do, la frag men ta ción de po der en sus di fe ren tes fa ce tas y, por otro la do, la cre -ciente globalización de las relaciones internacionales, sean económicas, políticas,estratégicas o de otra índole. Si bien EE UU seguirá manteniendo una supremacíaeconómica y una hegemonía militar, la distancia con respecto a otras potencias irádisminuyendo gradualmente.Dentro de este contexto general, las unidades básicas del nuevo orden mundialen formación serán indudablemente estados /regiones con una dimensión continental –EE UU, Eu ro pa, Chi na, Ja pón, Ru sia, y tal vez In dia– en tor no a los cua lesgra vi ta rán la mul ti pli ci dad de es ta dos me dia nos y pe que ños. Den tro de es tas ca rac -te rís ti cas, el sis te ma in ter na cio nal que emer ge rá se rá re sul ta do de la con ci lia ción yequi li brio en tre los in te re ses na cio na les en pug na de ca da una de es tas gran des po -tencias.El mundo tiende a avanzar velozmente hacia una situación global en la cualse afirmarán y serán fundamentales una serie de elementos hasta bien entrado el sigloXXI:1. El pe so po lí ti co de cua tro gran des po ten cias que, ca si con se gu ri dad, for ma -rán par te del nue vo pa trón de po der mun dial: EE UU, Chi na, Ru sia y Eu ro -pa, en ese orden de probabilidades. Luego dos contenedores simplementeposibles: Japón y un centro musulmán hipotético de poder. 222. El li de raz go de los EE UU, es pe cial men te en los cam pos mi li tar, ae ro náu ti -co, aeroespacial y político.22. «The economist: ¿quién dominará el mundo el próximo decenio?», citado en revista Cash internacional,No. 36, mar zo, 1994.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 353. El peso económico de tres grandes bloques: Norteamérica Unida, EuropaUni da, los paí ses asiá ti cos del Pa cí fi co; blo ques cu yos so cios con di cio na ránduramente el acceso de otros países a sus enormes mercados cautivos.4. <strong>La</strong> globalización de la informática y las comunicaciones, como factores dinámicosde culturas, condiciones de vida, liderazgos, formas de gobierno,políticas, tecnologías, productos, entre todos los países.5. <strong>La</strong> preocupación de todos los pueblos porque el mundo recupere condicionesambientales adecuadas.6. <strong>La</strong> desaparición de las fronteras económicas nacionales, y con ella la reducciónde la capacidad de los gobiernos para conducir a las sociedades, especialmen te en los paí ses en de sa rro llo, co mo efec to del avan ce de los pro ce -sos de integración económica y/o como resultado de la creciente trasnacionalizaciónde unos pocos cientos de enormes empresas que harán prevalecersus estrategias nacionales de desarrollo.Y el for ta le ci mien to cons tan te de las em pre sas tras na cio na les, al gu nas mun -diales en su número, orígenes, indicadores financieros, poderes económicosy políticos, que las vuelve inmunes a las políticas nacionales de los paísesdonde están domiciliados y donde operan.7. <strong>La</strong> preferente atención de las trasnacionales a la microelectrónica, la biotecnología,las telecomunicaciones, la aviación civil, la robótica, el software,los nue vos ma te ria les, que son y se rán los sec to res de pun ta en el de sa rro lloy la apli ca ción de la tec no lo gía de pro ce sos.


CAPÍTULO IIAspectos teóricos, metodológicos y conceptuales delco mer cio in ter na cio nal y de la in te gra ción eco nó mi ca«Tan to en el pla no de las re gio nes de un paísco mo en el pla no de la eco no mía mun dial, el jue goes pon tá neo de las fuer zas eco nó mi cas tien de ine vi -tablemente a ir ampliando las brechas que separanlas re gio nes o las na cio nes más ri cas de las más po -bres... nor mal men te, el jue go de las fuer zas delmer ca do tien de a au men tar, más bien que a dis mi -nuir, las desigualdades entre las regiones»G. Myr dal1. EL COMERCIO INTERNACIONALY EL CRECIMIENTO ECONOMICOEl comercio internacional representa el intercambio de bienes, servicios ycapitales entre residentes de diferentes estados políticamente independientes. El intercam bio su po ne con si de rar tres as pec tos: 1. la do ble vía del co mer cio; 2. la im -por tan cia de los ser vi cios; y, 3. el cri te rio de re si den cia.1. El co mer cio in ter na cio nal es de do ble vía, pues su po ne el pro ce so de com -pra y venta que se relaciona con las exportaciones e importaciones. Existeuna na tu ral ten den cia a ex por tar más de lo que se im por ta pa ra lo grar un su -perávit. En esa medida, las naciones se especializan para poder participarexitosamente en el comercio internacional a través de políticas que apuntanno so lo a lo grar un su pe rá vit en la ba lan za de pa gos si no a lo grar sos te ni dastasas de crecimiento tanto para los flujos de exportación como para los deimportación.El comercio internacional supone ganancias mutuas para las naciones. Probablementela reflexión más importante de toda la economía internacionalsea la idea de que exis ten ga nan cias de co mer cio, es to es, que cuan do lospaí ses ven den bie nes y ser vi cios en tre ellos, se pro du ce ca si siem pre un be -neficio mutuo. 1 «En un sistema absolutamente libre, cada país invertirá na-1. P. Krug man, M. Obst feld, Economía Internacional: Teoría y Política, 2a. ed., Ma drid, Mc Graw-Hill, 1994, p. 4.


38 Rolando Marín Ibáñeztu ral men te su ca pi tal y su tra ba jo en em pleos ta les que sean lo más be ne fi -cio so pa ra am bos. Es ta per se cu ción del pro ve cho in di vi dual es tá re la cio na -da con el bie nes tar uni ver sal. Dis tri bu ye el tra ba jo en la for ma más efec ti vay económica posible al estimular la industria, recompensar el ingenio y porel más efi caz em pleo de las ap ti tu des pe cu lia res con que lo ha do ta do la na -turaleza; al incrementar la masa general de la producción, difunde el beneficioge ne ral y une a la so cie dad uni ver sal de las na cio nes en to do el mun docivilizado con un mismo lazo de interés e intercambio común a todas ellas». 22. El comercio internacional no se refiere solo al intercambio de bienes y mercancías si no tam bién al de ser vi cios. Ca da vez es más im por tan te el va lor delas transacciones internacionales de servicios de distinta índole como, porejemplo, fletes, seguros, software, turismo, comunicaciones, servicios financieros,de consultoría e ingeniería. El comercio de servicios plantea nuevosretos y tecnologías que se relacionan con comercio de intangibles, es decirde un comercio de conocimientos e información, por lo que adquiere singularimportancia la legislación para la protección de la propiedad intelectual.Asimismo, otro componente del comercio internacional de servicios es el relacionadoa la protección del medio ambiente; a la comercialización de lastecnologías y servicios que se refieren a este rubro denominado «comercioverde». «<strong>La</strong>s migraciones internacionales y la concesión de préstamos y elendeudamiento internacionales son también formas de comercio beneficiosopa ra am bas par tes; el pri me ro al in ter cam biar tra ba jo por bie nes y ser vi -cios, y el se gun do a tra vés del in ter cam bio de bie nes pre sen tes por pro me -sas sobre bienes futuros». 3 Por tan to, en el co mer cio in ter na cio nal no es so -lo im por tan te el sal do de la ba lan za co mer cial, si no la evo lu ción de la ba lan -za de ser vi cios y el sal do de la cuen ta co rrien te de la ba lan za de pa gos, puesen es te úl ti mo se re fle ja de ma ne ra más ade cua da el es ta do del to tal de ex -portaciones e importaciones de un país, incluyendo servicios.3. Un tercer aspecto que se debe considerar en la definición de Comercio internacionales el concepto de «residencia» de los agentes económicos que participan.Aun cuando son las personas jurídicas las unidades institucionales 4que mayormente explican el desarrollo de las operaciones del comercio in-2. David Ricardo, Principios de Economía Política y Tributación, Fondo de Cultura Económica, Bogotá, 1976, p. 102.3. Ibíd., 1, p. 5.4. Una unidad institucional es una unidad residente cuando tiene un centro de interés económico en elterritorio económico del país. Fondo Monetario Internacional, Ma nual de ba lan za de pa gos, 1983,p. 20.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 39ternacional, la participación de las personas naturales también es importante.Importancia del comercio internacionalDesde un punto de vista económico, existen cuatro razones para participaren el comercio internacional:1. Permite incrementar la cantidad y mejorar la calidad del consumo de la población en re la ción al que po dría lo grar se so la men te con la pro duc ción y latecnología domésticas.2. Se aprovechan, de manera óptima, las ventajas de la especialización.3. Se facilita una más rápida difusión y aprendizaje del proceso de innovacióntecnológica.4. Se pueden crear y desarrollar estrategias para lograr un liderazgo competitivo.De las ventajas comparativas hacia las ventajas competitivasEn la teo ría del co mer cio in ter na cio nal, uno de los con cep tos que más semantuvo desde su formulación por medio del pensamiento clásico fue el de ventajacom pa ra ti va, que bus có ex pli car por qué los paí ses co mer cian en tre sí y cuá lesson los beneficios del libre comercio.En su ver sión más po pu lar, en un mo de lo de dos por dos (dos pro duc tos ydos paí ses), la ventaja absoluta se re fe ría a que un país se es pe cia li za en un pro duc -to don de sus cos tos son más ba jos, es de cir, don de es más efi cien te; y la ven ta jacomparativa ampliaba el concepto al decir que un país se especializa no en funciónde la di fe ren cia ab so lu ta en los cos tos de pro duc ción, si no en la di fe ren cia en el cos -to comparativo, es decir, en el producto en el cual o era mucho más eficiente (siendoefi cien te en los dos) o en el que era me nos ine fi cien te (si es efi cien te en am bos).El concepto de la ventaja comparativa, que fue acuñado por David Ricardo–pe se a que su au to ría fue dis cu ti da por el co ro nel To rrens–, 5 se man tu vo en el tiem -po aunque los métodos para explicar y calcular fueron cambiando y evolucionado,co mo es el ca so de la teo ría de los cos tos de opor tu ni dad, con el fin de des li gar loscostos comparativos de la incómoda teoría valor-trabajo en la cual inicialmente seapoyaba. Sin embargo, la especialización de un país en determinados productos enel mer ca do in ter na cio nal en fun ción de los cos tos re la ti vos más ba jos, o en el pro -ducto que sea relativamente más barato producir respecto al mercado internacional,no ex pli ca ba el por qué sus cos tos eran me no res.5. John Stuart Mill, Principios de Economía Política, Mé xi co D.F., FCE, 1985, p. 498 (1a. ed. en in -glés en 1848).


40 Rolando Marín Ibáñez<strong>La</strong> primera explicación provino de la dotación de determinados recursos natura les o ven ta jas na tu ra les y de la pro duc ti vi dad del tra ba jo en el pen sa mien to clá -si co, que ade más es ta ba re la cio na da con el stock de ca pi tal y el es ta do del ar te o latecnología. Sin embargo, fue necesaria la llamada Teo ría de la do ta ción de fac to res–co no ci do tam bién co mo Teo re ma de Hecks cher-Oh lin por la Teo ría Con ven cio naldel Co mer cio In ter na cio nal– pa ra es ta ble cer que, en un mo de lo dos por dos por dos(dos paí ses, dos pro duc tos, dos fac to res), un país se es pe cia li za en de ter mi na do pro -ducto si está dotado en forma abundante, en términos relativos, del factor trabajo;se es pe cia li za rá en pro duc tos in ten si vos en di cho fac tor, co mo en el ca so de las con -fecciones, y será importador de productos intensivos en capital, como en el caso delos trac to res. Un país ex por ta el bien que pa ra su pro duc ción re quie ra can ti da des re -la ti va men te gran des del fac tor del que es té do ta do en for ma re la ti va men te abun dan -te. En una versión más amplia, las ventajas comparativas están relacionadas con ladotación de recursos naturales y la dotación de factores; y, en un concepto dinámico,con la ad qui si ción y crea ción en el tiem po de ven ta jas a tra vés de los cos tos deaprendizaje, las economías externas y las economías de escala, de manera que lospre cios se adap ten a los pre cios so cia les, es de cir: «…que las de ci sio nes de có mo yqué pro du cir se efec túen so bre la ba se de los cos tos de opor tu ni dad que ri jan a lolargo de la vida útil de diferentes actividades productivas». 6Finalmente, en los últimos años los avances estuvieron relacionados con eldesarrollo de la Teoría de la Competencia Imperfecta pa ra se ña lar, por un la do, quela teoría de la competencia perfecta explicaría el comercio de los productos básicos(donde los productos son homogéneos y existen muchos oferentes y demandantes),que con for man una cuar ta par te del co mer cio mun dial; y, por otro la do, que la teo -ría de la com pe ten cia im per fec ta ex pli ca ría el 75% del co mer cio mun dial, ca rac te -rizado por la exportación de manufacturas y el comercio intra-industrial. Así, la diferen cia del pro duc to, las eco no mías de es ca la y la com pe ten cia en tre po cos ofe ren -tes donde tienen distintas percepciones de sus demandas, aparecieron como otrosfac to res ex pli ca ti vos de por qué los paí ses co mer cian en tre sí, aun te nien do una si -milar dotación de factores.Sin em bar go, es a par tir de los años ochen ta don de el con cep to de ven ta jascomparativas viene siendo desplazado por el concepto de ventajas competitivas. <strong>La</strong>palabra competitividad ha estado en el centro del debate en los Estados Unidos, enEuropa, Japón, en América <strong>La</strong>tina.El te ma de la com pe ti ti vi dad es de uso re cien te, aun que los tra ba jos so brees te te ma a ni vel mun dial se ini cia ron a prin ci pios de la dé ca da de los ochen ta enel contexto de la globalización de los mercados, los cambios tecnológicos y la in-6. Pos te rior men te se in clu yó co mo un ter cer fac tor a la tec no lo gía, los apor tes de la teo ría del ci clo devi da del pro duc to y, más tar de, la vi sión neo-shum pe te ria na de la in no va ción tec no ló gi ca, con el ob -jetivo de llegar a una mayor explicación de cuáles son las causas que determinan la especializaciónde un país.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 41ternacionalización de las empresas y las economías. <strong>La</strong> competitividad está relacionada con la preo cu pa ción de las em pre sas y sus go ber nan tes en de ter mi nar en quégra do es tán apro ve chan do las ven ta jas de la glo ba li za ción y de la aper tu ra eco nó -mica. En el ambiente académico y de los «hacedores» de políticas, la preocupaciónestá centrada en determinar de qué depende la competitividad de las empresas o delas na cio nes y qué ha cer pa ra au men tar la com pe ti ti vi dad de los pro duc tos. De es -ta for ma, el po si cio na mien to en el mer ca do mun dial de una em pre sa, de un sec toro de un país es un indicador de competitividad, medido por su participación en lasimportaciones o exportaciones mundiales. Asimismo, el tipo de productos que exportase convierte en un indicador relevante, dada la tendencia a una mayor participación de las ma nu fac tu ras en el co mer cio mun dial y en es pe cial de las in ten si vasen conocimiento o con alto contenido tecnológico. 72. EL COMERCIO Y LA MOVILIDAD INTERNACIONALDE RECURSOS Y EMPRESAS MULTINACIONALESEl co mer cio in ter na cio nal su po ne la mo vi li dad in ter na cio nal de re cur sos, entan to que el ca pi tal, la ma no de obra y la tec no lo gía tras pa san las fron te ras na cio -na les. En al gu nos ca sos, el co mer cio in ter na cio nal y la cir cu la ción de re cur sos pro -duc ti vos pue den to mar se co mo sus ti tu tos uno del otro. Por ejem plo, un país conabundancia de capital y escasez de mano de obra relativas podría exportar bienesintensivos de mano de obra o permitir la inmigración de trabajadores procedentesde paí ses que po seen ex ce so de ma no de obra.Del mismo modo que el comercio internacional, la circulación de recursosproductivos desde los países que los poseen en abundancia relativa, pero con bajaremuneración, hacia los países con relativa escasez de ellos y con remuneracionesmás ele va das, tien de a igua lar las ga nan cias y por lo ge ne ral in cre men ta el bie nes -tar. El comercio internacional y la movilidad de factores productivos causan, sinembargo, diversos efectos económicos en los países implicados.7. Los ca li fi ca ti vos de paí ses ga na do res y per de do res, de mer ca dos y na cio nes emer gen tes, de los nue -vos ti gres asiá ti cos y de los paí ses «más rá pi dos», son par te de una olim pia da eco nó mi ca don de, enfun ción de va rios cri te rios, se tra ta de me dir qué em pre sas, sec to res y paí ses son exi to sos. Así, elBanco Mundial clasifica entre los siete países más rápidos a Tailandia, Corea del Sur, China, Singa -pur, Bots wa na, las Mal di vas y Chi le; y el FMI ca li fi ca a Ugan da co mo «el cam peón mun dial ma -croeconómico».


42 Rolando Marín IbáñezRazones del flujo de capital externoRazones de las inversiones de portafolioEl motivo fundamental para que se lleven a cabo inversiones de portafolioen el ex te rior es ob te ner ma yo res ga nan cias en fun ción de su cos to de opor tu ni dad.Este constituye el resultado simple y completo de la maximización del rendimientoy tien de a igua lar los ren di mien tos en el cam po in ter na cio nal. Se gún el mo de lobá si co (dos paí ses) de Hecks cher-Oh lin, los ren di mien tos de ca pi tal son más ele va -dos, en prin ci pio, en el país que tie ne la re la ción ca pi tal-ma no de obra más ba ja.<strong>La</strong> explicación relativa de que las inversiones de portafolio se presentan paraaprovechar mayores rendimientos en el exterior es correcta hasta cierto punto. Elproblema radica en que no considera un factor muy importante: el flujo de capitalcom pa ra ti vo de un país a otro. Es de cir, si los ren di mien tos de los ac ti vos fi nan cie -ros son más ba jos en un país que en otro, es to ex pli ca ría el flu jo de in ver sión de ca -pi tal del pri mer país al se gun do, pe ro no ex pli ca ría el flu jo de ca pi tal en di rec ciónopues ta, he cho a me nu do ob ser va do en el mun do real. Pa ra la ex pli ca ción del flu jode capital externo entre los dos países debe introducirse el elemento de riesgo. Esde cir, los in ver sio nis tas no so lo se preo cu pan por la ta sa de in te rés si no tam bién porel riesgo asociado con una inversión particular. 8<strong>La</strong> «teoría de portafolio» indica que cuando se invierte en valores cuyos rendimientosson inversamente proporcionales, puede obtenerse determinado rendimiento con un ries go me nor o un ren di mien to ma yor con el mis mo ni vel de ries gosi se in vier te en con jun to. Pues to que es muy pro ba ble que los ren di mien tos de losvalores extranjeros (dependiendo en primer lugar de las condiciones económicas enel exterior) sean inversamente proporcionales a los rendimientos de los valores domésticos,una inversión que incluya tanto valores extranjeros como domésticospuede obtener un mayor rendimiento medio o correr menos riesgo que una inversióndirigida solo a valores domésticos. 98. Los in ver sio nis tas ma xi mi zan los ren di mien tos an te un ni vel de ries go y, por lo ge ne ral, acep tan ma -yo res ries gos, so lo si los ren di mien tos tam bién son más ele va dos.9. Pa ra lo grar una in ver sión «ba lan cea da» se re quie re que ha ya un flu jo de ca pi tal en tre los dos paí ses.Por ejem plo, si las ac cio nes de A (que tie nen el mis mo ren di mien to de B, pe ro me nor ries go) es tánen el mer ca do de uno de los dos paí ses, en tan to que las ac cio nes de B (cu yo ren di mien to es in ver -samente proporcional al de A) pueden obtenerse en el otro país, los inversionistas del primer paístam bién pue den com prar ac cio nes de B (es de cir, in ver tir en el se gun do país) y los in ver sio nis tas delse gun do país pue den com prar ac cio nes de A (es de cir, in ver tir en el pri mer país) con lo cual se lo -gra una inversión de portafolio equilibrada. De esta manera, la diversificación del riesgo explica lain ver sión de por ta fo lio en los dos paí ses. W. Shar pe, Teoría de Cartera y Mercados de Capital, Es -pa ña, Ed. Deus te, 1990.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 43Razones de la inversión externa directaLos motivos que originan las inversiones directas en el exterior se fundamentan en bus car ren di mien tos más ele va dos y di ver si fi car los ries gos. Se ha com -pro ba do que las em pre sas orien ta das ha cia el co mer cio in ter na cio nal, bien sea ha -cia las ex por ta cio nes o a la pro duc ción ex ter na o a las ven tas, son más ren ta bles yex pe ri men tan me nor va ria bi li dad en los be ne fi cios que las de di ca das so lo al co mer -cio doméstico. Estas razones son suficientes para explicar las inversiones internacionalesde portafolio, pero no resuelven la cuestión fundamental con relación a lasinversiones externas directas; es decir, no pueden explicar el porqué los habitantesde un país no adquieren préstamos de otros países y realizan inversiones reales ensu país an tes que acep tar in ver sio nes di rec tas pro ve nien tes del ex te rior. Es de es pe -rar se que los ha bi tan tes del país es tén más fa mi lia ri za dos con las con di cio nes lo ca -les, y por consiguiente tengan una ventaja competitiva frente a los inversionistas extranjeros.Hay varias respuestas posibles ante esta situación; la más importante esque muchas empresas (por lo general en los mercados monopolíticos u oligopolíticos)tienen algún «secreto» de producción o alguna técnica de administración quepodrían utilizar con facilidad y rentabilidad en el exterior y sobre la cual deseanman te ner el con trol di rec to. En tal ca so, la em pre sa in ver ti rá di rec ta men te en el ex -terior. Esto implica una integración horizontal o producir en el extranjero un biendiferenciado que también se produce en el mercado doméstico. 10Una razón importante es controlar las materias primas necesarias y, por tanto,asegurar el suministro continuo de éstas al más bajo costo posible, lo cual se denominaintegración vertical y es la forma que adoptan muchas inversiones externasdi rec tas en los paí ses en de sa rro llo y en al gu nos paí ses de sa rro lla dos ri cos en mi -nerales. 11 Otra razón para efectuar la inversión externa directa puede ser evitar losaran ce les y otras res tric cio nes que los paí ses im po nen a las im por ta cio nes o apro -10. Por ejemplo, IBM desarrolla su propia tecnología de computadores, sobre la que desea mantenercontrol directo. No obstante, puede ensamblar computadores en el exterior para cubrir el mercado,en vez de ha cer lo me dian te ex por ta cio nes. IBM no da li cen cia de fa bri ca ción a los pro duc to res ex -tran je ros por que quie re man te ner el con trol de sus se cre tos co mer cia les y de sus pa ten tes, así co mobrindar mejor calidad y servicios. Aun si IBM deseare negociar las licencias, esto no sería factibleporque las innovaciones tecnológicas ocurren con demasiada rapidez en este campo. En general, lasituación es idéntica para Xerox, Guillete, Toyota y muchas otras empresas multinacionales. Esta esla ra zón que se es con de de trás de las in ver sio nes di rec tas en el sec tor in dus trial en los paí ses de sa -rrollados.11 Así, empresas de EE UU y extranjeras poseen minas en Canadá, Jamaica, Venezuela, Australia yotros paí ses, en tan to que los ex tran je ros tie nen mi nas de car bón en los EE UU. <strong>La</strong> in te gra ción ver -tical que incluye empresas multinacionales también puede adquirir redes de distribución y ventas enel exterior, como sucede con los mayores fabricantes de automóviles.


44 Rolando Marín Ibáñezvechar los diversos subsidios que los gobiernos otorgan para estimular dichas inversiones.12Otras posibles razones son ingresar al mercado monopolístico con el fin decompartir los beneficios, comprar una empresa extranjera en expansión para evitarsu futura competencia y la pérdida posible de mercados para las exportaciones oporque solo una gran empresa multinacional puede obtener la financiación necesariapara competir en el mercado. <strong>La</strong>s inversiones en ambas direcciones pueden explicar se por que al gu nas in dus trias es tán más de sa rro lla das en un país (co mo la in -dus tria de los com pu ta do res en los Es ta dos Uni dos), en tan to que otras son más efi -cien tes en otros paí ses (por ejem plo, la in dus tria au to mo triz en Ja pón). 13Implicaciones de la movilidad internacional de recursosImplicaciones de los países inversionistas en los países receptoresEn el grá fi co 2 se ilus tra un uni ver so de so lo dos paí ses (país 1 y país 2) conun total de acciones de capital combinado de OO’. De este total de acciones de capital, OA per te ne ce al país 1 y O’A al país 2. <strong>La</strong>s cur vas VPMK1 y VPMK2 re pre -sen tan el va lor del pro duc to mar gi nal de ca pi tal en el país 1 y en el país 2, res pec -tivamente, en varios niveles de inversión. En condiciones competitivas, el valor delproducto marginal de capital representa el rendimiento (lo que produce) del capital.En au tar quía, el país in vier te to das sus ac cio nes de ca pi tal, OA, en el mer -cado doméstico con un rendimiento OC. El producto total (representado por el áreaque está bajo el valor de la curva del producto marginal) entonces OFGA, del cualOC GA pa sa a ma nos de los pro pie ta rios de ca pi tal en el país 1, y el re ma nen te,CFG, a una con ju ga ción de fac to res: la ma no de obra y las tie rras. De la mis ma ma -ne ra, el país 2 (en au tar quía) in vier te to das sus ac cio nes de ca pi tal, O’A, en el mer -ca do do més ti co con un ren di mien to O’H. El pro duc to to tal es O’J MA, del cualO’H MA pa sa a ma nos de los pro pie ta rios de ca pi tal en el país 2, y el res to, HJM, ama nos de los otros fac to res que in ter vie nen en el pro ce so de pro duc ción.Su pón ga se que se per mi ten los flu jos in ter na cio na les de ca pi tal. Co mo en elpaís 2 el ren di mien to del ca pi tal es ma yor (O’H) que en el país 1 (OC), la fran ja deca pi tal AB se trans fie re del país 1 al país 2 con el fin de es ta bi li zar en BE (BE =12. Ejem plos de las pri me ras son las in ver sio nes di rec tas a gran es ca la que las em pre sas de EE UU rea -li za ron en los paí ses de la Co mu ni dad Eu ro pea y en el sec tor in dus trial de los paí ses en de sa rro llo.13. Nótese también que la inversión directa extranjera se ha facilitado (hecho posible, en cierto sentido)gra cias al avan ce en los me dios de trans por te (por ejem plo, el via je en jet) y en las co mu ni ca -cio nes (por ejem plo, las lí neas te le fó ni cas, la trans mi sión y el pro ce sa mien to de da tos in ter na cio na -les) ocu rri do des pués de fi na li zar la Se gun da Gue rra Mun dial. Es to per mi tió que las ma tri ces de lasem pre sas mul ti na cio na les ejer cie ran con trol di rec to e in me dia to so bre las ope ra cio nes de las sub si -diarias en el mundo, lo cual facilitó y estimuló las inversiones directas en el exterior.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 45Gráfico 2Valor del producto marginal de la fuerzalaboral en el país 1NCFPaís 1 País 2MERGJHTValor del producto marginal de la fuerzalaboral en el país 2VPMK 2VPMK 1OBATotal combinado de acciones de capital de los países 1 y 2O’ON = OT) la ta sa de ren di mien to del ca pi tal en los dos paí ses. En ton ces el pro duc -to in ter no to tal del país 1 es OFEB, al que de be su mar se ABER co mo ren di mien tototal de la inversión extranjera y se obtiene así el ingreso nacional total, OFERA(ahora ERG es mayor que antes de producirse la inversión extranjera). Cuando haylibre flujo internacional de capital, el rendimiento total de capital en el país 1 aumenta has ta ON RA, en tan to que los ren di mien to de los otros fac to res que con tri -buyen al proceso de producción decrecen hasta NFE.<strong>La</strong> en tra da de ca pi tal ex tran je ro (AB) en el país 2 re du ce la ta sa de ren di -mien to de ca pi tal de O’H a O’T. El pro duc to in ter no to tal del país 2 au men ta deO’J MA a O’JEB. Del in cre men to lo gra do en el pro duc to to tal (ABEN), ABER va amanos de los inversionistas extranjeros, de modo que ERM permanece como la ga -nan cia ne ta en el pro duc to to tal en el país 2. El ren di mien to to tal co rres pon dien te alos pro pie ta rios in ter nos de ca pi tal des cien de de O’H MA a O’TRA en tan to que elren di mien to to tal de los otros fac to res que in ter vie nen en el pro ce so se ele va deHJM a TJE.Des de el pun to de vis ta del uni ver so co mer cial co mo un to do (es de cir com -bi nan do los dos paí ses), el pro duc to to tal se in cre men ta de OF GA + O’J MA aOFEB + O’JEB, o en ERG + ERM = EGM. Por con si guien te, el flu jo in ter na cio nalde ca pi tal in cre men ta la efi cien cia en la co lo ca ción de re cur sos en el cam po in ter -na cio nal y ele va la pro duc ción y el bie nes tar en el mun do. Nó te se que cuan do más


46 Rolando Marín Ibáñezpro nun cia das sean las cur vas VPMK1 y VPMK2, ma yor se rá la ga nan cia to tal pro -veniente del flujo internacional de capital.Otros efectos sobre los países inversionistas y sobre los países receptoresSi se tienen en cuenta dos factores de producción, capital y mano de obra,an tes de la trans fe ren cia de ca pi tal y des pués de és ta, en el grá fi co 2 pue de ob ser -var se que los ren di mien tos to tal y me dio del ca pi tal se in cre men tan, en tan to quelos ren di mien tos to tal y me dio de la ma no de obra de cre cen en el país in ver sio nis -ta. En consecuencia, aunque el país inversionista, en conjunto, gana mediante la inversión que rea li za en el ex te rior, se pro du ce una re dis tri bu ción del in gre so do més -ti co, del tra ba ja dor al ca pi tal. Por otra par te, aun que el país re cep tor tam bién ob tie -ne ganancias de la inversión externa, éstas conducen a una redistribución del ingresona cio nal, del ca pi tal a la ma no de obra. Si se con si de ra una si tua ción cer ca na alple no em pleo, la in ver sión ex ter na tien de a de pri mir el ni vel de em pleo en el paísin ver sio nis ta y a in cre men tar en el país re cep tor, y, por tan to, es de es pe rar se quelos tra ba ja do res del pri mer país se opon gan a la in ver sión, en tan to que los del úl -ti mo país la acep ten.<strong>La</strong> transferencia internacional de capital afecta la balanza de pagos tanto delpaís inversionista como del receptor, lo cual indica los ingresos del país, provenientesde los otros paí ses, así co mo los gas tos rea li za dos en es tos paí ses. Cuan do la in -versión externa se lleva a cabo, los gastos del país inversionista se incrementan yori gi nan un dé fi cit en la ba lan za de pa gos. 14 Por consiguiente, este debilitamientode la ba lan za de pa gos del país re cep tor ocu rre du ran te el año en que re ci be la in -versión externa. Puesto que esta inversión externa se produce en ambas direccionesen mu chos paí ses de sa rro lla dos, los efec tos en la ba lan za de pa gos, a cor to o a lar -go plazo, pueden neutralizarse. 15Otro efec to im por tan te de la in ver sión ex ter na so bre los bie nes de los paí sesinversionista y receptor se origina en las diferentes tasas tributarias e ingresos envarios países. 16 Es probable que la inversión externa afecte las condiciones de in-14. Es ta fue una de las cau sas del dé fi cit enor me que se pro du jo en la ba lan za de pa gos de los Es ta dosUni dos en la dé ca da de 1960 y con du jo a res tric cio nes en la in ver sión ex ter na de 1965 a 1974.15. Ex cep to en Ja pón, cu ya in ver sión ex ter na su pe ra con cre ces la que re ci be, y los paí ses en vía de de -sa rro llo, que tie nen efec tos se ve ros en la ba lan za de pa gos.16. Así, si los im pues tos a las em pre sas son del 48% en los Es ta dos Uni dos, pe ro so lo del 40% en Sui -za, es ape nas na tu ral que las em pre sas es ta dou ni den ses in vier ten allí o reo rien ten sus ven tas ex ter -nas por me dio de sub si dia rias en ese país pa ra pa gar una ta sa de im pues tos me nor. Co mo va rios paí -ses, inclusive los Estados Unidos han firmado acuerdos de doble tributación para evitar el pago dela doble tributación (en condiciones de igualdad, éstos últimos solo cobraran un impuesto del 8% alas ganancias provenientes del exterior, la diferencia entre las tasas de impuestos interna y externa,cuando éstas sean repatriadas). En consecuencia, la base tributaria y la suma de impuestos cobradosdescienden en el país inversionista y aumentan en el receptor.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 47tercambio comercial, puesto que repercute en la producción y el volumen del comercio.Sin embargo, como varios de estos cambios dependen de las condicionesda das en los dos paí ses, es po co lo que pue de con cluir se a prio ri. <strong>La</strong> in ver sión ex -terna también puede incidir en la primacía tecnológica del país inversionista y en elcon trol que el país re cep tor ten ga pa ra ma ne jar su eco no mía y la ca pa ci dad pa ra es -tablecer de manera autónoma su política económica.Efectos de la migración internacional de la fuerza laboral sobre el bienestarLos efec tos de la mi gra ción in ter na cio nal de la fuer za la bo ral en el bie nes -tar de los paí ses don de se ori gi na y a don de se di ri ge pue den ana li zar se uti li zan doel diagrama empleado para examinar los efectos del desplazamiento internacionalde ca pi tal en el bie nes tar. En el grá fi co 3, OA es la ofer ta de fuer za la bo ral en el país1 y O’A, en el país 2. <strong>La</strong>s cur vas VPML1 y VPML2 pre sen tan el pro duc to mar gi -nal del in gre so de los tra ba ja do res en el país 1 y en el 2, res pec ti va men te. VPMLrepresenta el salario real del trabajador en condiciones competitivas, OC equivale ala ta sa sa la rial y OF GA al pro duc to to tal en el país 1, an tes de pro du cir se la mi gra -ción, en tan to que en el país 2 la ta sa sa la rial es tá re pre sen ta da por O’H y el pro -duc to to tal por O’J MA (Si se su po ne que exis te li ber tad in ter na cio nal de mi gra ciónpa ra los tra ba ja do res). Co mo en el país 2 (O’H) los sa la rios son más ele va dos queGráfico 3Valor del producto marginal de capital en el país 1NCFPaís 1 País 2MERGVPML 2 VPML 1JHTValor del producto marginal de capital en el país 2OTotal combinado de la fuerza laboral de los países 1 y 2BAO’


48 Rolando Marín Ibáñezen el país 1 (OC), una can ti dad AB de tra ba ja do res emi gra del país 1 al país 2, pa -ra que los sa la rios se igua len en los dos paí ses en BE (BE=O N=O’T). De allí quelos sa la rios se in cre men tan en el país 1 y dis mi nu yan en el país 2 (por es te mo ti volos sindicatos se oponen a la inmigración). Asimismo, la producción desciende deOF GA a OFEB en el país 1 y au men ta de O’J MA a O’JEB en el país 2, lo que ori -gi na un au men to en la pro duc ción mun dial, EGM.Nótese que se produce una redistribución de ingreso nacional en el beneficiode los tra ba ja do res del país 1 (ori gen de la mi gra ción) y en be ne fi cio de los re -cur sos pro duc ti vos di fe ren tes de los tra ba ja do res, en el país 2. El país 1 tam biénpue de re ci bir ca pi tal pro ve nien te de los tra ba ja do res que emi gra ron. De be ad ver tir -se que si en el país 1 una par te de la fuer za la bo ral AB hu bie ra es ta do de sem plea daen el país 1 an tes de emi grar, la ta sa sa la rial ha bría si do ON, y OFEB, la pro duc -ción to tal, con mi gra ción o sin ella, en tan to que el in cre men to en la pro duc ciónmun dial, con mi gra ción, ha bría si do ABEM (to do en fa vor del país 2).En resumen, la migración internacional reduce la producción total e incrementalos salarios reales en el país donde se origina el desplazamiento, y aumentala pro duc ción y ba ja los sa la rios en el país que re ci be los emi gran tes. Es tos cam -bios ocurren de manera paralela a un incremento neto de la producción mundial. <strong>La</strong>migración de personas capacitadas y altamente calificadas otorga grandes beneficiosal país a don de lle gan, e im po nen pe sa das car gas, a ma ne ra de cos tos fi jos y dere po si ción al país de don de sa len.Empresas multinacionalesEn el pe río do de pos gue rra se crea ron mu chas em pre sas mul ti na cio na les de -bido al crecimiento económico, las cuales poseen, controlan y manejan los mediosde producción en varios países. Hoy en día, las empresas multinacionales controlanel 20% de la pro duc ción mun dial, y el co mer cio in traem pre sa rial (es de cir, el co -mer cio en tre la fir ma prin ci pal y sus afi lia dos en el mun do) su pe ra el 25% del co -mercio mundial de manufacturas. 17<strong>La</strong> razón principal para que existan empresas multinacionales es la ventajacom pe ti ti va que sig ni fi ca po seer una red mun dial de pro duc ción y ven tas. Es ta ven -taja proviene en parte de las integraciones horizontal y vertical efectuadas con lasafiliadas extranjeras. Mediante la integración vertical, muchas empresas multinacionalesaseguran el suministro de materias primas y productos intermedios extran-17. Algunas empresas multinacionales, como Exxon y General Motors, son verdaderos gigantes conven tas anua les de diez mil mi llo nes de dó la res (US$), que ca si ex ce den el in gre so na cio nal de mu -chos países. Además, la mayor parte de la inversión directa internacional en la actualidad pertenecea las empresas multinacionales. Durante el proceso, la casa matriz proporciona experiencia administrativa,tecnología, piezas de repuesto y una estructura de mercadeo a cambio de una parte de lapro duc ción y de las ga nan cias de sus afi lia das.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 49jeros y superan (por medio de un eficiente comercio intraempresarial) los obstáculosque encuentran a menudo en los mercados externos. Asimismo, pueden ofrecermejores redes de distribución y servicios. Mediante la integración horizontal, lasempresas multinacionales explotan y protegen su poder monopolístico, adaptan suspro duc tos a las pre fe ren cias y con di cio nes lo ca les y ga ran ti zan su ca li dad. <strong>La</strong> ven -taja competitiva de las empresas multinacionales también reside en economías deescala en la producción, financiación e investigación y desarrollo, así como en larecolección, de información de mercado. <strong>La</strong> gran producción de las empresas multinacionalesles permite mantener la división del trabajo y la especialización en lapro duc ción. <strong>La</strong>s em pre sas mul ti na cio na les y sus afi lia das pue den ac ce der a los mer -cados internacionales de capital en mejores condiciones que las firmas nacionales,lo cual las co lo ca en me jor po si ción pa ra fi nan ciar gran des pro yec tos. Tam bién con -centran la investigación y desarrollo. <strong>La</strong>s empresas multinacionales invierten en elexterior cuando los beneficios esperados de inversiones adicionales son mayores.Pues to que por lo ge ne ral la em pre sa co no ce su sec tor pro duc ti vo, y es to le da unaventaja competitiva, no considera la posibilidad de obtener mayores beneficios enotros sectores domésticos antes de decidirse a invertir en el exterior. Es decir, haydiferencias en las tasas de beneficios esperados, entre el mercado interno y el externo,que son muy im por tan tes pa ra que una mul ti na cio nal de ci da in ver tir en el ex -tranjero. 18 Todo lo anterior implica que las empresas multinacionales realicen ventasoligopolistas de la mayor parte de los productos diferenciados, desarrollados amenudo por medio de brecha tecnológica y modelos de ciclo de producto, bajo fuerteseconomías de escala.Por otra parte, se presentan problemas ocasionados por las empresas multinacio na les en los paí ses re cep to res. Los paí ses re cep to res que dan en al gu na me di -da «dominados» por la economía de la empresas multinacionales cuando ellos sepresentan el sectores monopólicos; 19 asi mis mo, otro efec to per ju di cial de em pre sasmul ti na cio na les es el en vío de fon dos pa ra investigación y desarrollo ha cia el paísde origen; las empresas multinacionales también absorben el ahorro y el talento locales,para evitar que se establezcan empresas domésticas que puedan impulsar elcrecimiento y el desarrollo nacionales. 20 En con se cuen cia, mu chos paí ses re cep to -18. Es to ex pli ca, por ejem plo, las in ver sio nes To yo ta en el sec tor au to mo triz en los EE UU y las de IBMen Ja pón. Ade más, tam bién ex pli ca el por qué de las in ver sio nes de al gu nas mul ti na cio na les ja po ne -sas del sec tor elec tró ni co en un in ten to por pe ne trar el mer ca do de los com pu ta do res de la IBM.19. En es pe cial, es to es cier to pa ra Ca na dá, don de el 60% del ca pi tal to tal es pro pie dad de ex tran je roso está controlado por ellos (40% por estadounidenses), así como para algunos países en desarrollo.20. In clu so en los EE UU, país ori gi na rio de más del 50% de las em pre sas mul ti na cio na les se em pie zaa sen tir una gran in quie tud por el con trol ex tran je ro, ra zón por la cual se ini cia en con jun to con laUE, la OC DE y la UNC TAD, la ela bo ra ción de un có di go de com por ta mien to pa ra las em pre sasmultinacionales.


50 Rolando Marín Ibáñezres han adop ta do po lí ti cas pa ra con tra rres tar es tos efec tos e in cre men tar los po si -bles beneficios.3. LA INTEGRACION ECONOMICA Y EL DESARROLLO<strong>La</strong> teoría de la integración económica se interesa en los efectos económicosde la in te gra ción en sus di ver sas for mas y en los pro ble mas ge ne ra dos por las di ver -gencias en las políticas nacionales, de orden monetario, fiscal y otras diversas. <strong>La</strong> integración,considerada como un proceso, implica la adopción de medidas destinadasa abo lir la dis cri mi na ción en tre uni da des eco nó mi cas per te ne cien tes a di fe ren tes na -ciones; y considerada como una situación de las actividades económicas, se caracterizapor la ausencia de varias formas de discriminación entre economías nacionales. 21<strong>La</strong> in te gra ción su po ne la unión de par tes de un to do; un pro ce so o es ta do decosas por las cuales diferentes naciones deciden formar un grupo regional adoptandopolíticas comunes y con el objetivo de avanzar juntos en el proceso de desarrollo.22 El con cep to de in te gra ción es tá, en con se cuen cia, vin cu la do a las ideas de pro -ceso (o movimiento hacia un estado distinto) y de grupo (naciones que actúan conjunta men te). <strong>La</strong> eco no mía in ter na cio nal se ca rac te ri za por que los paí ses apli can ins -trumentos que les permiten tratamientos diferenciales mientras que la integracióneconómica resulta ser el proceso mediante el cual los países van eliminando –voluntariay conjuntamente– esas características diferenciales.<strong>La</strong> importancia de la integraciónLos efec tos de la in te gra ción son va rios:1. En pri mer lu gar, per mi te el apro ve cha mien to de eco no mías de es ca la, es pe -cialmente si las prácticas proteccionistas impiden aprovecharlas adecuadamenteen el mercado mundial. También contribuye a reducir las rentas improductivasderivadas de la falta de competencia, lo que resultará más trascenden te si la en ver ga du ra de los so cios es ma yor y si el acuer do con tem planiveles reducidos de protección frente a terceros.21. B. Balassa, Teoría de la Integración Económica, Mé xi co, Ed. UT HEA, 1964, p. 2.22. Otros autores coinciden con este criterio. Así, Robert Marjolin afirma que «…todo proceso que acarreaun ma yor gra do de uni dad pue de de no mi nar se in te gra ción»; Gun nar Myr dal, por su par te, con -sidera que la integración «… es el proceso económico y social que destruye barreras (económicas ysociales) entre los participantes en las actividades económicas»; y, Jan Timbergen plantea que la in -te gra ción es «…el es ta ble ci mien to de la es truc tu ra más de sea ble en la eco no mía in ter na cio nal, me -dian te la su pre sión de los obs tá cu los ar ti fi cia les al fun cio na mien to óp ti mo, y la in tro duc ción de li be -rada de todos los elementos deseables de la coordinación o unificación».


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 512. <strong>La</strong> integración influye asimismo, y de manera positiva, en las expectativas dela in ver sión na cio nal y ex tran je ra an te el atrac ti vo del mer ca do am plia do y, almis mo tiem po, re du ce los cos tos de tran sac ción que dis mi nu yen la com pe ti ti -vi dad de los bie nes y ser vi cios pro du ci dos en los paí ses del blo que, co mo con -secuencia de barreras geográficas, institucionales, legales y sociales.3. De otro lado, la integración fomenta la incorporación de progreso técnico yla articulación productiva, al reducir las barreras comerciales; favorece la estandarizaciónde normas y regulaciones; fomenta la creación de centros deformación que buscan la excelencia, y reduce los costos de la investigacióncientífica y tecnológica.4. <strong>La</strong> in te gra ción pro mue ve la li be ra li za ción co mer cial in tra rre gio nal. «Cuan doel des pla za mien to en la lo ca li za ción na cio nal de la pro duc ción de cier to bienes tal que crea al gún nue vo co mer cio, de ci mos que la in te gra ción da lu gar acrea ción de co mer cio» y «…cuan do el des pla za mien to en la lo ca li za ción na -cio nal de la pro duc ción de cier to bien es tal que sim ple men te des vía al gún co -mer cio ya exis ten te de un país a otro, de ci mos que la in te gra ción da lu gar a unades via ción de co mer cio». 23 Por lo tan to, la crea ción de co mer cio me jo ra laasig na ción in ter na cio nal de re cur sos y es be ne fi cio sa pa ra el bie nes tar al des -pla zar la lo ca li za ción na cio nal de fa bri ca ción de un pro duc tor de al to cos to aun pro duc tor de ba jo cos to. Por el con tra rio, la des via ción de co mer cio em peo -ra la asignación internacional de recursos y reduce el bienestar al aumentar loscos tos. <strong>La</strong> in te gra ción au men ta rá el bie nes tar si la con se cuen te crea ción de co -mer cio es más im por tan te que la des via ción de co mer cio ge ne ra da.5. <strong>La</strong> integración también permite la adquisición y difusión de información, capacitacióny servicios financieros y la constitución de redes con un potencialde especialización e innovación; implica un creciente flujo recíproco de personas,capital, información y tecnología entre empresas y países, además dela integración puramente comercial; eleva la eficiencia en la adopción demedidas de política económica por parte de los países miembros y la eficienciade las instituciones participantes.6. Pe ro lo más im por tan te es que la in te gra ción no es un ob je ti vo fi nal si no unproceso 24 que permite lograr un crecimiento sostenido entre los países23. J. Vi ner, ci ta do en M. Cha cho lia des, Economía Internacional, 2a. ed., Mé xi co, Mc Graw Hill, 1992,p. 263. (1a. ed. 1950).24. Bela Balassa señaló que la integración económica puede adoptar varias formas que representan losgra dos di ver sos de in te gra ción. Es tas for mas son cin co: 1. Area o Zo na de Li bre Co mer cio: (ZLC)que im pli ca es ta ble cer un aran cel ce ro pa ra el co mer cio in tra rre gio nal; 2. Unión adua ne ra: que su -po ne ade más de una Zo na de Li bre Co mer cio el es ta ble ci mien to de un aran cel ex ter no co mún fren -te a ter ce ros paí ses; 3. Mer ca do co mún: que im pli ca li bre cir cu la ción de mer can cías, li bre cir cu la -ción de capitales y personas al interior del bloque; 4. Unión económica: supone la armonización depo lí ti cas eco nó mi cas; 5. In te gra ción eco nó mi ca to tal: que im pli ca la uni fi ca ción de las po lí ti cas mo -ne ta rias, fis cal, de es ta bi li za ción y de las po lí ti cas so cia les. Se tra ta de una in te gra ción a ni vel po lí -


52 Rolando Marín Ibáñezmiembros (al mejorarse la eficiencia y la productividad, lo que redundarápositivamente en el mercado de ahorro-inversión) y así contribuir al desarrolloin te gral de los mis mos, me jo ran do la ca li dad de vi da de la po bla ción in -volucrada.Integración y desarrollo económicoExis te una po lé mi ca de tiem po atrás, to da vía vi gen te en la cien cia eco nó mi -ca, acerca de si la integración de la economía tiene como consecuencia natural ladisminución de disparidades entre economías que se integran, o si en procesos deeste tipo actúan con fuerza determinante fenómenos que tienden a ampliar las brechasen los ni ve les de in gre so por ha bi tan te en tre las eco no mías que se co nec tanmás estrechamente entre sí. El problema se inscribe dentro de un marco más general,que es la po lé mi ca exis ten te en la cien cia eco nó mi ca acer ca de si en di ver sosplanos la economía tiende hacia la convergencia o hacia la divergencia. Es por elloque es ta dis cu sión se en cuen tra no so lo en los cam pos de la eco no mía in ter na cio naly la del de sa rro llo, si no tam bién en la teo ría del cre ci mien to y en la eco no mía re -gional. El planteamiento más convencional de la ciencia económica sostiene que enforma natural las fuerzas económicas tienden hacia el equilibrio en todos los planos.Es to sig ni fi ca que, en cuan to a ni vel de de sa rro llo o de in gre so por ha bi tan te,los diferentes países y regiones tienden a converger hacia un punto común.En la literatura económica posterior a la II Guerra Mundial, la te sis de la di -vergencia fue claramente planteada por G. Myrdal, quien sostuvo que,tan to en el pla no de las re gio nes de un país co mo en el pla no de la eco no míamun dial, el jue go es pon tá neo de las fuer zas eco nó mi cas tien de ine vi ta ble men te a iram plian do las bre chas que se pa ran las re gio nes o las na cio nes más ri cas de las máspo bres …nor mal men te, el jue go de las fuer zas del mer ca do tien de a au men tar, masbien que a dis mi nuir, las de si gual da des en tre las re gio nes. 25Es te pro ce so a tra vés del cual las di fe ren cias en tre re gio nes y paí ses másadelantados con respecto a los más atrasados tiende a ampliarse como resultado delfuncionamiento espontáneo de las leyes económicas, fue denominado por Myrdalel principio de la causación circular y acumulativa, el cual ge ne ra los cír cu los quetienden a autoalimentarse: en las zonas más ricas opera como un círculo virtuoso,mien tras que en las más po bres lo ha ce co mo uno vi cio so, que re fuer za la con di ciónde pobreza. Si este es el resultado espontáneo de la acción de fuerzas económicas,ti co que re quie re el es ta ble ci mien to de una au to ri dad su pra na cio nal cu yas de ci sio nes sean obli ga to -rias pa ra los paí ses miem bros.25. G., Myr dal, Teoría económica y regiones subdesarrolladas, Fondo de Cultura Económica, México,1959, p. 38.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 53según Myrdal, la aspiración a la reducción de las desigualdades regionales requierede una ac ción de li be ra da a tra vés de po lí ti cas pú bli cas; plan tea que «...los mo -dernos estados regionales bien integrados… han establecido una red muy complejade intervenciones públicas regularizadas de todo tipo, que tienen el objetivo comúnde con tra rres tar la ley cie ga del cam bio so cial acu mu la ti vo y evi tar que pro -duzca desigualdades entre regiones, industrias y grupos sociales». 26 Refiriéndose alcampo internacional, postula la necesidad de controlar flujos de comercio y de capitalesentre países, con el propósito de atenuar los efectos negativos que movimientosno regulados pueden tener sobre los países menos desarrollados.Convergencia versus divergenciaen la teoría del comercio internacional<strong>La</strong> teoría convencional del comercio internacional sostiene que éste actuarácomo un factor que hará que, tendencialmente, los precios de los factores de la producción tien dan a igua lar se en tre los paí ses. Co mo se sa be, es ta es la con clu sión delmodelo Heckscher-Olhin, que explica las ventajas comparativas en el comercio internacionalen términos de la dotación de factores de la producción que poseen lospaíses que participan de los intercambios. Si la producción de diversas variedadesde bienes requiere de combinaciones de factores en proporciones diferentes, los paísesten de rán a es pe cia li zar se en la pro duc ción de aque llos bie nes que uti li cen in ten -sivamente los factores de los que disponen en mayor abundancia. 27Este proceso se acelerará en presencia del comercio internacional. Si inicialmentelos precios relativos de los factores de la producción son diferentes entre lospaíses, el comercio internacional determinará que, a través de las exportaciones delos bienes que hacen uso intensivo del factor relativamente abundante en cada país,ellos exporten indirectamente, a través de los bienes, el factor que disponen enabun dan cia. Es to de ter mi na que en el país en que el tra ba jo es el fac tor abun dan teel salario aumente, mientras que lo opuesto ocurre en el país importador indirectode trabajo. Con respecto al factor capital ocurre exactamente lo mismo. De este modo,incluso en ausencia de movilidad internacional de factores de la producción, las26. Ibíd., p. 37.27. Así, por ejem plo, en re gio nes o paí ses en los que el tra ba jo es abun dan te con res pec to al ca pi tal, larelación entre las tasas de salario y beneficio determinará que se impulsen procesos productivos relativamenteintensivos en trabajo, y lo contrario ocurrirá en aquellos países o regiones en los cualeses el ca pi tal el fac tor re la ti va men te abun dan te. Es to sig ni fi ca rá que en la pri me ra zo na o país exis -ti rá una de man da cre cien te por tra ba jo que irá ele van do los sa la rios en la me di da que se va yan ago -tan do los ex ce den tes de tra ba jo de que dis po ne la eco no mía. Lo con tra rio irá ocu rrien do con la ta -sa de be ne fi cio: és ta irá des cen dien do en la me di da que el ca pi tal se ha ce más abun dan te y que des -cien de la pro duc ti vi dad mar gi nal del ca pi tal. Exac ta men te las ten den cias opues tas con res pec to a sa -la rios y ga nan cias ten drán lu gar en las eco no mías en que la do ta ción re la ti va de fac to res es la opues -ta.


54 Rolando Marín Ibáñeztasas de salario y de beneficio se irían equiparando en el plano internacional. El capitalse desplazará desde los países en que es relativamente abundante hacia aquellosen los cua les no lo es, lo que de ter mi na rá que as cien da la dis po ni bi li dad de ca -pital por trabajador en estos últimos, elevando la productividad y los ingresos, conlo que, en úl ti mo tér mi no, el país po bre irá con ver gien do ha cia el ni vel del país ri -co. 28G. Myrdal sostiene que en el plano internacional también actúan fuerzas queconducirían a una creciente divergencia entre países ricos y pobres. De esta formaplantea que tanto el comercio como los movimientos de capitales en el plano internacionalfavorecerán a los países desarrollados en contra de los menos desarrollados.«Tan to en el pla no in ter na cio nal co mo en el na cio nal, el co mer cio, por sí mis -mo, no con du ce ne ce sa ria men te a la igual dad. Por el con tra rio, es pro ba ble que ten -ga efec tos re tar da do res so bre los paí ses sub de sa rro lla dos». Con res pec to a los des -plazamientos de capitales en el plano internacional, postula que «tampoco puededes can sar se en los mo vi mien tos de ca pi tal pa ra con tra rres tar las de si gual da des in -ter na cio na les. El ca pi tal se ale ja rá en ge ne ral de los paí ses sub de sa rro lla dos, par ti -cularmente a medida que los mismos países adelantados se están desarrollando ypueden ofrecer buenas utilidades y seguridades a los dueños del capital». 29<strong>La</strong> hipótesis fue retomada recientemente por la denominada nueva teoría delcomercio internacional. Como se sabe, uno de los supuestos del modelo Heckscher-Ol hin, que per mi te lle gar a la con clu sión de la con ver gen cia, es la exis ten cia de ren -dimientos constantes a escala. Es precisamente su sustitución por la introducción deren di mien tos cre cien tes a es ca la, el pun to que va a ser des ta ca do por el nue vo en -foque, lo que permite fundamentar que pueda existir una tendencia hacia el desarrollo de si gual de las na cio nes que se de ri va de los in ter cam bios de mer can cías en -tre los paí ses. El ra zo na mien to de P. Krug man 30 en este aspecto puede resumirse enlos siguientes términos: suponiendo que la producción de bienes industriales, queconstituye una parte relevante del comercio internacional, se haga en condicionesde ren di mien tos cre cien tes a es ca la, los paí ses que se han es pe cia li za do en su pro -duc ción ten drán una ven ta ja que se irá acre cen tan do en el trans cur so del tiem po, loque conducirá a la «desindustrialización» de los países de industrialización tardía,dado que no estarán en condiciones de competir con las exportaciones industrialesde las naciones relativamente adelantadas.Si a es te ar gu men to se le adi cio na el he cho de que la par te más di ná mi ca delcomercio internacional es la constituida por el intercambio de productos industriales,entonces los países especializados en su producción necesariamente serán impulsadosen su crecimiento estimulado por una demanda externa dinámica. Por otra28. Citado en J. Ybarra, en Integración Económica y Desarrollo Económico, Madrid, Red Alpha, 1997,documento de trabajo.29. Ibíd., pp. 65, 67.30. Véa se P. Krug man, Comercio Internacional, Mc Graw Hill, 1990, p. 93.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 55parte, las economías que se hayan especializado en productos cuyo mercado crecemás len ta men te, irán pre sen tan do res tric cio nes de de man da pa ra lo grar un cre ci -miento más acelerado. En último término, el resultado inevitable será que las brechasde in gre sos por ha bi tan te en tre am bos gru pos de paí ses se va yan am plian do enel trans cur so del tiem po.De esta manera, puede deducirse que la nueva teoría del comercio internacionalcontiene una respuesta adicional a la pregunta planteada por la teoría convencionalacerca de las causas que originan el comercio internacional. Mientras enésta el intercambio de productos entre las naciones se explica por las ventajas queellos pue den ad qui rir de las di fe ren cias en cuan to a la do ta ción de re cur sos y de tec -nología entre los países, la nueva teoría añade una explicación adicional a esta interrogante:que dada la existencia de economías de escala, existen ventajas que soninherentes a la especialización.De las posiciones contrapuestas con respecto al tipo de rendimientos existentes en la pro duc ción, las dos vi sio nes de la teo ría del co mer cio in ter na cio nal lle -gan a planteamientos diferentes con respecto a las propuestas de política comercial.Mientras que la teoría convencional del comercio sostiene que el libre comercio esla situación más ventajosa para todas las naciones, la nueva teoría del comercio internacionalpermite delinear dos propuestas de política comercial diferentes: poruna par te, re fuer za el ar gu men to en fa vor del li bre co mer cio, da do que to dos lospaíses resultarán beneficiados de las economías a escala; mientras que, por la otra,permite postular la necesidad de la protección temporal a la industria «infante»orientada a ir incrementando la escala de producción con el propósito de lograr nivelesde productividad que permitan constituir una industria competitiva. Sin embargo, es te re sul ta do no se rá lo gra do si to dos los paí ses em pren den es te ti po de po -lítica comercial, dado que ello conducirá a la fragmentación de los mercados y apérdidas generalizadas, derivadas de la imposibilidad de la especialización segúnlas ventajas comparativas provenientes de las diferencias en la dotación de recursosde los paí ses co mo de la es ca la de pro duc ción.Convergencia versus divergencia en la economía del crecimientoDel modelo neoclásico de crecimiento económico postulado por R. Solow 31se desprende que los países que tienen diferentes niveles de ingreso por habitanteten de rán a ir con ver gien do en cuan to a ni ve les de de sa rro llo. Es ta con clu sión des -can sa en los su pues tos en ba se a los cua les es tá cons trui do el mo de lo: que los ren -di mien tos a es ca la son cons tan tes y que la tec no lo gía es un bien pú bli co. 3231. Véase R. Solow, «Un modelo de crecimiento», en Economía del Desarrollo, Fondo de Cultura Económica,México, 1979.32. Co mo se sa be, los fac to res que pue den ex pli car el cre ci mien to eco nó mi co se gún So low son el au -men to en la can ti dad de fac to res de pro duc ción –ca pi tal y tra ba jo– y el pro gre so téc ni co. Su po nien -


56 Rolando Marín IbáñezEl proceso de convergencia de las economías en términos de ingresos porhabitante se deriva del hecho de que una economía menos desarrollada contrastacon una más de sa rro lla da, en tér mi nos de que su do ta ción de ca pi tal por tra ba ja dores más re du ci da. Es to sig ni fi ca que en la pri me ra los sa la rios son re la ti va men te ba -jos, da do que la pro duc ti vi dad es más ba ja. En con se cuen cia, la ta sa de re tor no delca pi tal en es ta eco no mía es ele va da, lo que ha ce que crez ca más rá pi do que la de -sa rro lla da, ten dien do a con ver ger al ni vel de és ta. Por otra par te, da do que el pro -greso técnico es considerado como un bien público, su difusión entre los paísestambién actuará en el sentido de tender a igualar las tasas de crecimiento económico,lo que re fuer za la hi pó te sis de la con ver gen cia.Pa ra con cluir con el mo de lo neo clá si co, los úni cos fac to res que den tro de es -te mo de lo pue den fun da men tar las di fe ren cias en tre los ni ve les de in gre so de equi -librio de los países son las disparidades en cuanto a la dinámica poblacional, queexplicará ritmos diferenciados de crecimiento de la oferta de trabajo, y en cuanto ala tasa de ahorro y de depreciación del capital, que determinarán ritmos diferentesde acumulación de capital.En la con clu sión de que en la par te del cre ci mien to ex pli ca da por el au men -to del capital está contenido el elemento de convergencia hay un supuesto que escla ve: la pre sen cia de ren di mien tos cons tan tes a es ca la y de ren di mien tos de cre -cien tes de ca pi tal. Es te es el pun to a par tir del cual se de sa rro lla la teo ría en dó ge nadel crecimiento económico, con la cual resulta posible explicar la existencia defuerzas que conducen hacia la divergencia entre los niveles de ingreso por habitanteen tre los paí ses. Paul Ro mer 33 señala que la evidencia empírica no indica que lospaíses más pobres crecen más rápidamente que los ricos. Es importante hacer referencia a dos pro pues tas de sa li da pa ra su pe rar las li mi ta cio nes del mo de lo de cre ci -do, en una ins tan cia, que no exis te el cre ci mien to de la po bla ción y, por lo tan to, de la fuer za de tra -ba jo, y que tam po co hay pro gre so téc ni co, el úni co fac tor que pue de ex pli car el cre ci mien to eco nó -mi co es la acu mu la ción de ca pi tal. Es to, en vir tud de la exis ten cia de ren di mien tos cons tan tes a es -cala, necesariamente conducirá a la economía a un punto en que el producto y el capital son estacionarios.Esto se deriva de que en la medida que el capital por trabajador (k) está aumentando, tambiénel sa la rio real se in cre men ta, da do que al au men tar k tam bién lo ha ce el pro duc to mar gi nal deltra ba jo y, por lo tan to, el sa la rio real de equi li brio. Pe ro, da do que los ren di mien tos al ca pi tal sondecrecientes, el aumento de la dotación de capital determina que se alcance una tasa de retorno alca pi tal que re du ce la ta sa de acu mu la ción al ni vel re que ri do pa ra com pen sar la de pre cia ción del ca -pital, lo que determinará un salario con una dotación de capital constante. Supongamos que en unaeconomía que ha llegado a su estado estacionario la inversión neta se hace positiva. Esto tiene dosconsecuencias: aumenta el producto por trabajador, dado que se ha incrementado k. En segundo lugar,el au men to en el ca pi tal in cre men ta la de man da por fuer za de tra ba jo y, da do el su pues to de ple -no em pleo, el sa la rio de equi li brio tam bién au men ta, lo que re du ce la ta sa de re tor no del ca pi tal yhace desaparecer la inversión neta.33. P. Ro mer, «The Ori gins of En do ge nous Growth», Journal of Economics Perspectives, vol. 8, No. 1.Winter, 1994. Citado por Josep Ybarra, en Integración y desarrollo económico, Madrid, Red Alpha,1997.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 57mien to de So low: la for mu la da por P. Ro mer, que con sis te en la in tro duc ción deren di mien tos cre cien tes al ca pi tal; y la de R. Lu cas, que in tro du ce los efec tos de laacumulación de capital humano. Lo común a estas vías de salida es una reespecificación de la tec no lo gía de tal ma ne ra que se pue da con tra rres tar la in fluen cia de losren di mien tos de cre cien tes, lo que pue de ge ne rar cre ci mien to en dó ge no sin ne ce si -dad de que és te des can se en el su pues to del pro gre so téc ni co exó ge no.P. Romer abandona el supuesto de los rendimientos constantes a escala, introduciendorendimientos crecientes. Esto refuerza el efecto positivo de la acumulacióndel capital sobre la productividad del trabajo, dado que el mayor capital y lama yor es ca la de pro duc ción re fuer zan el efec to de un ma yor K/L so bre la pro duc -ti vi dad, es to ha ce po si ble que los efec tos po si ti vos de la acu mu la ción del ca pi tal so -bre la pro duc ti vi dad com pen sen los efec tos ne ga ti vos de los sa la rios rea les más ele -va dos so bre la ta sa de re tor no del ca pi tal.En ese marco, las fuentes de rendimientos crecientes agregados se derivande las externalidades generadas por las inversiones en investigación y desarrollo.Aún más, dado que la inversión en nueva tecnología tiene retornos sociales quepueden ser superiores a los retornos privados, incluso aunque el retorno al capitalsea decreciente si se mira desde el punto de vista de una firma individual, puede sercre cien te pa ra el con jun to de la eco no mía. En es tas con di cio nes, la acu mu la ción decapital genera una expansión autosostenida a una tasa creciente en el transcurso deltiempo.Robert Lucas 34 pone énfasis en las externalidades y rendimientos crecientesderivados de la acumulación en capital humano, que incrementa la productividaddel capital físico y neutraliza la influencia de los rendimientos decrecientes.<strong>La</strong> hipótesis de la divergencia en la economía regionalG. Myrdal destacó que el juego espontáneo de las fuerzas económicas tenderáa acrecentar las diferencias regionales:que exis te una ten den cia in he ren te del li bre jue go de las fuer zas del mer ca do acrear de si gual da des re gio na les, y que esa ten den cia es más do mi nan te mien tras máspo bre sea el país, son dos de las le yes más im por tan tes del de sa rro llo y del sub de sa -rro llo eco nó mi co ba jo el «lais sez-fai re».En oposición al planteamiento convencional de que las diferencias de salariosy de ganancias tenderán a generar un desplazamiento del capital hacia las regionesmenos desarrolladas de un país, plantea que34. Ibíd., p. 5.


58 Rolando Marín Ibáñez...la mi gra ción, los mo vi mien tos del ca pi tal y el co mer cio son los me dios a tra -vés de los cua les evo lu cio na el pro ce so acu mu la ti vo en for ma as cen den te en las re -gio nes con suer te y en for ma des cen den te en las de sa for tu na das. Por lo ge ne ral, sitie nen re sul ta dos po si ti vos pa ra las pri me ras, sus efec tos son ne ga ti vos pa ra las úl ti -mas. 35El planteamiento de que las fuerzas económicas tienden en forma natural air am plian do las di fe ren cias en tre las re gio nes de un mis mo país se ba sa, al igualque el tra ta mien to que le ha da do a es ta hi pó te sis una co rrien te de la eco no mía in -ter na cio nal y la del cre ci mien to, en la con si de ra ción de que los ren di mien tos a es -ca la en la pro duc ción son cre cien tes.N. Kaldor considera al sector industrial como clave en el proceso de crecimientoeconómico, por lo que, más precisamente, se está refiriendo a los rendimientoscrecientes que tienen lugar en las actividades de procesamiento industrial, quese ña la una de las di fe ren cias im por tan tes con res pec to a las que es tán ba sa das en latie rra. Pe ro, ade más, Kal dor no so lo se re fie re a es te fe nó me no en el pla no in ter node una em pre sa, si no tam bién a la ge ne ra ción de ren di mien tos cre cien tes que trans -cienden el ámbito de una firme determinada, o sea a economías externas:es tas no so lo son las eco no mías de la pro duc ción en gran es ca la ge ne ral men tecon si de ra das, si no que las ven ta jas acu mu la ti vas que sur gen del cre ci mien to de la in -dus tria mis ma: el de sa rro llo de ha bi li da des y del know-how; las opor tu ni da des pa rauna co mu ni ca ción fá cil de las ideas y la ex pe rien cia, la opor tu ni dad pa ra una di fe -ren cia ción siem pre de los cre cien tes de los pro ce sos y de la es pe cia li za ción en las ac -ti vi da des hu ma nas. 36Es te he cho po ne en ac ción lo que G. Myr dal de no mi nó el prin ci pio de lacausación circular acumulativa, que tiende a ir concentrando el crecimiento económicoen ciertas regiones:…en la me di da en que la co mu ni ca ción en tre di fe ren tes re gio nes se tor na más in -ten sa (con el me jo ra mien to del trans por te y de la or ga ni za ción de la co mer cia li za -ción), la re gión que ini cial men te es más de sa rro lla da pue de ga nar de la aper tu ra pro -gre si va del co mer cio a ex pen sas de la re gión me nos avan za da, lo que in hi bi rá el de -sa rro llo de es ta.Sin embargo, esto no significa que el desarrollo tienda a concentrarse en unaso la re gión en vir tud de los efec tos de di fu sión y con cen tra ción que ge ne ra el di na -mis mo in dus trial de una zo na so bre al gu nas otras. Es así que Kal dor ex pli ca que35. Ibíd., 32, pp. 39, 47.36. N. Kal dor, «The Ca se for Re gio nal Po li tics», en The Essential Kaldor, editado por F. Targetti y A.P. Thir wall, Hol mes an Mei rer, New York, 1989, p. 315.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 59la in ten si fi ca ción del co mer cio re sul tan te de los avan ces tec no ló gi cos en el trans -por te o de la re duc ción de ba rre ras ar ti fi cia les (ta les co mo las ta ri fas en tre di fe ren tesre gio nes) tie ne im por tan tes efec tos de di fu sión así co mo im por tan tes efec tos de con -cen tra ción. El in cre men to de la pro duc ción y la ren ta de una re gión es ti mu la rá la de -man da por pro duc tos ‘com ple men ta rios’ de otras re gio nes,… el prin ci pio de cau sa -ción acu mu la ti va con du ce a la con cen tra ción del de sa rro llo in dus trial en un cier tonú me ro de re gio nes exi to sas y no en una so la re gión. 37Contrastando esta opinión sobre el impacto divergente que la apertura delco mer cio pue de te ner so bre las re gio nes que ini cial men te se en con tra ban en di fe -ren tes ni ve les de de sa rro llo con el plan tea mien to con ven cio nal de la cien cia eco nó -mi ca, N. Kal dor des ta ca que mien tras en el ca so clá si co –que ha ce abs trac ción delos ren di mien tos cre cien tes– la aper tu ra del co mer cio en tre dos re gio nes se rá ne ce -sa ria men te be né fi ca pa ra am bas (aun que las ga nan cias po drían no di vi dir se equi ta -tivamente entre ellas) y la especialización a través del comercio servirá necesariamente pa ra re du cir las di fe ren cias en los cos tos com pa ra ti vos en las dos áreas; enel caso de la apertura del comercio en productos industriales las diferencias en loscostos comparativos podrían ampliarse y no reducirse como resultado del comercio.Ade más, el co mer cio pue de da ñar a una re gión en be ne fi cio de la otra.El me ca nis mo a tra vés del cual se ge ne ra es ta am plia ción de las di fe ren ciasen tre am bas re gio nes es ex pues ta por N. Kal dor en los si guien tes tér mi nos: par te dela con si de ra ción de que en la re gión en que el pro duc to es tá cre cien do más ace le ra -damente, también lo hará la productividad. Pero estos crecientes diferenciales deproductividad entre ambas zonas no son plenamente compensados por los cambiosen las diferenciales salariales entre ambas regiones, lo que tiene como consecuencia«que los costos comparativos de producción en el área de crecimiento aceleradotien dan, con el tiem po, a ir ca yen do con re la ción a los del área de len to cre ci -miento; y esto fuerza la ventaja competitiva de la primera a expensas de la segunda.38 A ma ne ra de con clu sión: pa ra los paí ses en vías de de sa rro llo, la li be ra li za -ción del co mer cio tien de a con du cir a pro ce sos de de sin dus tria li za ción y de pen den -cia tecnológica –entre otros efectos– que pueden limitar su desempeño en el largopla zo, au men tan do más bien que dis mi nu yen do, las de si gual da des. En ese con tex -to, las naciones deberán implementar políticas públicas tendientes a estimular elsector industrial y a crear espacios de integración que permitan desarrollar plenamentesus ventajas competitivas.37. Ibíd., pp. 316, 320.38. Ibíd., p. 320.


CAPÍTULO III<strong>La</strong> in te gra ción re gio naly sus principales acuerdos1. LA INTEGRACION REGIONAL DESDE LA POSGUERRADesde el establecimiento del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercioen 1945 (GATT) y el posterior proceso de liberalización del comercio multilateral,se ha originado una dinámica en la integración económica que se expresa a travésdel nú me ro de acuer dos re gio na les. Se re gis tra una ac ti vi dad es pe cial men te in ten saen dos pe río dos: du ran te el de ce nio de 1970 y des de 1990 (véa se grá fi co 4). Ca beseñalar que el proceso de integración regional posterior a 1945 experimenta un importantenúmero de acuerdos que «exageran» la tendencia a la integración regional,de bi do a que al gu nos de ja ron de ser ope ra ti vos de he cho y mu chos de ellos reem -Gráfico 4. ACUERDO DE INTEGRACIONENTRE 1948-1994403530Número25201510501 2 3 4 5 6 7 8 9Años


62 Rolando Marín Ibáñezplazaron a acuerdos anteriores. En resumen, la integración regional desde la posguerrapresenta tres importantes características:1. En pri mer lu gar, la in te gra ción re gio nal de la pos gue rra se ha cen tra do pri -mordialmente en Europa Occidental. <strong>La</strong> creación de la Comunidad Económica Eu ro pea (CEE) en 1958 y de la Aso cia ción Eu ro pea de Li bre Co mer -cio (AELC), que en 1960 ini ció un pro ce so de am plia ción de la in te gra ciónregional entre países europeos. De los 109 acuerdos notificados al GATT entre1948 y 1995, los paí ses de Eu ro pa Oc ci den tal eran par te en 76 de los ca -sos. «Re cien te men te, la de sa pa ri ción de la di vi sión po lí ti ca en tre Eu ro pa Oc -ci den tal y Orien tal en 1989 es el fac tor prin ci pal que hi zo po si ble los acuer -dos comerciales concertados con países de Europa Central y Oriental, a losque corresponden los 33 acuerdos notificados al GATT desde 1990» 1 (cuadro8).Cuadro 8. CRECIMIENTO DEL VOLUMEN DE LAS EXPORTACIONESE IMPORTACIONES MUNDIALES POR REGIONES, 1986-1996(TASA DE CRECIMIENTO)1987 1989 1991 1993 1995 1996Mundo 5,4 7,6 5,3 4,2 9,8 7,0ExportacionesPaíses industrializados 4,2 7,1 3,4 1,8 8,0 7,5Países en desarrollo 7,5 8,9 11,3 11,7 12,6 9,2América <strong>La</strong>tina 4,8 7,1 4,9 8,7 7,4 6,5Asia Sur /Sureste 16,3 10,4 16,4 14,0 16,2 11,2ImportacionesPaíses industrializados 6,6 7,2 2,9 1,0 8,9 5,7Países en desarrollo 2,0 8,8 12,8 11,3 13,5 11,0América <strong>La</strong>tina 0,0 4,3 18,3 11,6 3,7 5,5Asia Sur /Sureste 10,4 12,1 15,3 15,3 18,1 13,5Fuente: CEPAL.<strong>La</strong> integración en virtud de acuerdos comerciales preferenciales fue tambiénuna característica importante de las políticas comerciales de las partes contratantesno europeas del GATT. Como consecuencia, cuando se establecióla OMC en 1995, ca si to dos sus miem bros eran par tes en por lo me nos unacuer do no ti fi ca do al GATT (con ex cep ción de Ja pón y Hong Kong). Esosacuerdos van desde uniones aduaneras como la Comunidad Europea y el1. Véase «El Regionalismo y el Sistema Multilateral de Comercio», OMC, abril, 1995, p. 29.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 63CA RI COM, a zo nas de li bre co mer cio co mo la AELC y el TLC, y acuer dospreferenciales no recíprocos como el Cuarto Convenio de Lomé ACPCEE.Si el objetivo reciente convenido del APEC de lograr la libertad de comercioe inversiones para el año 2020 se materializa en una zona de libre comercio,to dos los miem bros de la OMC se rán par te por lo me nos en un acuer dopreferencial. Es decir, todos los miembros de la OMC serán simultáneamentemiem bros de un acuer do pre fe ren cial por lo me nos y ter ce ros res pec to aotros.2. En segundo lugar, otra característica de la integración regional de la posguerraes el pe que ño nú me ro de acuer dos con cer ta dos por los paí ses en de sa rro -llo que presentaron sus calendarios originales para el establecimiento de unazo na de li bre co mer cio o de una unión adua ne ra. Va rios de es tos acuer dos nocumplieron sus cronogramas establecidos por diversas razones; entre losmotivos que se citan para justificar los retrasos figuran: la incompatibilidadentre las políticas de desarrollo orientadas hacia el interior y la integraciónregional, los fuertes intereses creados en industrias que compiten con productosde importación y el entorno externo, que se debilitó en el decenio de1970 y en los pri me ros años de 1980. Si bien, va rios acuer dos te nían el ob -je ti vo más mo des to de al can zar la li ber tad de co mer cio con res pec to a un nú -mero limitado de productos, demostraron ser en gran medida métodos de desarrollodecepcionantes porque la falta de una amplia cobertura sectorial limita ba los po si bles be ne fi cios co mer cia les y eco nó mi cos que la li be ra li za -ción po día pro por cio nar a los miem bros.Empero, los países en desarrollo han renovado su interés por la integraciónre gio nal en el pe río do trans cu rri do des de que se ini ció la Ron da Uru guay,particularmente en América <strong>La</strong>tina y Asia, interés que se atribuye a la adopciónde políticas orientadas hacia el exterior. «El mayor interés en defenderla reforma económica mediante políticas macroeconómicas y de tipo decambio adecuadas sugiere que el entorno normativos general se orienta máshacia el logro de los objetivos originales de integración regional». 23. En tercer lugar, el grado de integración económica alcanzado entre partes enlos acuerdos varía ampliamente. <strong>La</strong> mayor parte de las notificaciones alGATT se re fie ren a zo na de li bre co mer cio y el nú me ro de acuer dos de uniónaduanera es pequeño (los más importantes son la Comunidad Europea, CA-RI COM y Mer co sur). En tre los acuer dos de li bre co mer cio, una dis tin ciónque re sul ta útil por lo que res pec ta al ni vel de in te gra ción lo gra do por laspartes es la existente entre acuerdos recíprocos y acuerdos no recíprocos. 32. Ibíd., p. 31.3. En un acuerdo recíproco cada miembro conviene en reducir o eliminar obstáculos al comercio, entanto que los acuerdos no recíprocos se han concertado por varios países desarrollados con la fina-


64 Rolando Marín IbáñezLos acuerdos de integración regional del tipo recíproco representan los másnumerosos, más permanentes, abarcan una profundidad mucho mayor del comerciomundial, y además la eliminación de restricciones efectuadas sobre esta base representaun paso importante para alcanzar una integración económica más estrecha.<strong>La</strong>s consecuencias económicas de los acuerdos de esa naturaleza han sido tema deun con si de ra ble nú me ro de tra ba jos de in ves ti ga ción. En tre los acuer dos de in te gra -ción regional, la variedad de productos abarcados y la profundidad de la liberalizaciónen términos de medidas arancelarias y no arancelarias varía considerablemente.En lo que respecta a los productos abarcados, todos los acuerdos incluyenproductos industriales (aunque con algunas excepciones), en tanto que la mayoríaexcluye a los productos agropecuarios, los productos primarios sin elaborar (productospesqueros y forestales) y los productos mineros. <strong>La</strong> exclusión de productosagrí co las se de be pri mor dial men te a las po lí ti cas co mer cia les res tric ti vas que man -tie ne la ma yo ría de los go bier nos en es te sec tor en el con tex to de pro gra mas in ter -nos de apo yo a los agri cul to res. Por lo que res pec ta a los pro duc tos in dus tria les, lacobertura va desde una «lista positiva» limitada, compuesta por determinadas partidas, co mo es el ca so de los pri me ros acuer dos con cer ta dos por paí ses en de sa rro -llo, a la to ta li dad de esos pro duc tos.En lo que se re fie re al gra do de li be ra li za ción al can za do por los miem brosde los acuer dos de in te gra ción re gio nal, la ma yo ría de los pri me ros acuer dos con -certados por países en desarrollo tenían por finalidad reducir parcialmente los aranceles, mien tras que los acuer dos con cer ta dos por paí ses de sa rro lla dos, y más re cien -temente también por países en desarrollo, suprimen gradualmente los aranceles sobrelos productos incluidos en el acuerdo. Pocos acuerdos eliminan la utilización demedidas no arancelarias en frontera entre los miembros, como las licencias de importacióny las medidas antidumping y compensatorias. En la práctica, solo la CEha liberalizado completamente el comercio transfronterizo entre sus miembros alsuprimir las medidas arancelarias y no arancelarias aplicadas a todos los productos.Por estas razones, la expresión «acuerdo de libre comercio» abarca acuerdos conuna cobertura de productos y un grado de liberalización considerablemente diferentes.Ca be des ta car que va rios acuer dos fue ron sus ti tui dos o com ple ta dos por acuer -dos posteriores que amplían el alcance de la liberalización. 4El acuer do de la ASEAN de 1979, que abar ca ba una lis ta po si ti va de ar tí cu -los, quedó sustituido por el acuerdo de 1991 encaminado a establecer una zona deli dad ex pre sa de ayu dar a la ex pan sión del co mer cio de cier tos paí ses en de sa rro llo, sin que los paí -ses desarrollados interlocutores pidan reciprocidad.4. Es to ha ocu rri do en los ca sos de Aus tra lia y Nue va Ze lan da, cu yo acuer do de 1965 (co no ci do co moZLC) fue sus ti tui do en 1983 por otro más am plio. El acuer do co mer cial por el que se es tre chan lasrelaciones económicas (ANZCERT), marco en virtud del cual se acordaron nuevas medidas encaminadashacia la integración.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 65li bre co mer cio pa ra el año 2003. Los miem bros del Mer co sur han acor da do es ta ble -cer una unión adua ne ra com ple ta, mien tras que sus acuer dos ori gi na les en vir tud dela Asociación <strong>La</strong>tinoamericana de Integración preveían tan solo el libre comerciode un número limitado de productos. De esta forma, muchos países han llevadoadelante iniciativas de integración regional cada vez más ambiciosas.Recientemente, al tiempo que se ampliaba el programa del sistema de comercio pa ra abar car los ser vi cios y la pro tec ción de la pro pie dad in te lec tual, se ha -ce evidente la aparición de una tendencia análoga en acuerdos de integración regional.Los ser vi cios fi gu ra ron en el pro gra ma de la CE pa ra com ple tar el mer ca do úni -co ANZ CERT, TLC y Mer co sur. En el TLC se in clu yó una pro tec ción de la pro pie -dad intelectual más amplia que la proporcionada en los principales convenios de laOMPI, así como disposiciones para tratar las inversiones externas directas.Los acuer dos de li bre co mer cio en tre la CE y los di fe ren tes es ta dos miem -bros de la AELC que abar can pro duc tos in dus tria les se vie ron com ple ta dos por elEspacio Económico Europeo, que prevé el reconocimiento mutuo de las normastécnicas, la armonización de las políticas en materia de competencia y las políticassobre subvenciones, con la eliminación consiguiente de la posibilidad de establecermedidas antidumping y compensatorias.2. LOS ACUERDOS DE INTEGRACION REGIONAL:EL CA SO DE LA UNION EU RO PEAY EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO<strong>La</strong> Unión Eu ro pea<strong>La</strong> visión de una Europa integrada comienza a concretarse en 1952. 5 En di -cho año, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Francia, Italia y la República FederalAlemana reunieron sus industrias del carbón y del acero creando la «ComunidadEu ro pea del Car bón y del Ace ro» (CE CA). El tra ta do que creó la CE CA, no so la -mente implicaba la reunificación, explotación y planificación conjunta de los recursoscarbón y acero, sino que además comprendía compromisos de orden político y5. Cuan do en 1945 se con so li da el pre do mi nio bi po lar URSS-USA, la ma yor par te de paí ses del mun -do se ven en vuel tos en la lu cha de in te re ses de es tos dos im pe rios, de bien do ca si sin op ción op tarpor pertenecer a uno u otro bloque. En América y en Europa esta opción resultó casi inevitable. EnEuropa, los principales líderes de los países europeos no comunistas, entre otros J. Monnet, en Francia;K. Ade nauer en Ale ma nia, com pren den que si no es ta ble cen un cier to gra do de unión, en ba sea objetivos comunes de carácter económico, sería imposible preservar no solo la identidad europeasino la propia identidad nacional, ante la necesidad de someterse a cualquiera de las dos potenciasque se disputaban el predominio mundial.


66 Rolando Marín Ibáñezeco nó mi co, nú cleo a par tir del cual po cos años más tar de se cons ti tui ría la Co mu -nidad Económica Europea. <strong>La</strong>s partes en la CECA acordaron en 1957 establecer laComunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM) y la Comunidad EconómicaEuropea (CEE), que con la denominación de Comunidades Europeas (CE)abarcaba a esas tres comunidades. Según el preámbulo del Tratado de Roma, la finali dad de la CEE era «sen tar las ba ses de una unión ca da vez más es tre cha en trelos pueblos europeos». 6A fi na les de 1969 se es ta ble ció una unión adua ne ra y du ran te el pe río do detran si ción se apli có un arancel externo común (AEC), a me di da que se su pri míangradualmente los aranceles en el comercio realizado entre los miembros. El Tratadode Ro ma es ta ble ció, asi mis mo, un mer ca do co mún de ser vi cios, ma no de obra yca pi ta les (lo que jun to con las mer can cías se co no ce con el nom bre de las «cua trolibertades»).El Tratado de Roma inició un proceso de integración regional de importanciacapital para la regionalización de la economía mundial, ya que constituye unejem plo, y es ta ble ció mu chos pre ce den tes en lo que res pec ta a for mas de in te gra -ción que hasta entonces no se habían experimentado. Además, de acuerdos de librecomercio recíprocos de los países de la CEE y de la AELC, existe una compleja redde acuer dos con cer ta dos en tre la CE y va rios otros gru pos de paí ses. Una de lascues tio nes plan tea das por el es ta ble ci mien to de la CE fue la re la ti va a las re la cio -nes co mer cia les con las ex co lo nias y po se sio nes, mu chas de las cua les se ha bíanconvertido en estados independientes durante los decenios de 1950 y 1960. Al mismotiem po que se pro du cía la am plia ción geo grá fi ca de la CEE, 7 el pro ce so de li -beralización dentro de la propia Comunidad se había extendido a esferas de políticaque requerían instrumentos no aplicados en frontera pero que influyen sobre el6. El funcionamiento de la CECA permitió un mayor relacionamiento de los países miembros, los cualesde ci die ron avan zar ha cia una ma yor in te gra ción de sus eco no mías. El 25 de fe bre ro de 1957 Bél -gica, Luxemburgo, los Países Bajos, Francia, Italia y la República Federal de Alemania firmaron enla ciudad de Roma dos tratados complementarios, por los cuales se creaba la Comunidad EconómicaEu ro pea de la Ener gía Ató mi ca (Eu ra tom). Du ran te una dé ca da la CE CA, la CEE y el Eu ra tomtu vie ron sus pro pios ór ga nos co mu ni ta rios: la Co mi sión de la CEE, la «Al ta Au to ri dad» en la CE -CA y su consejo, compuesto de ministros de los estados miembros; solo el Parlamento Europeo yel Tribunal Europeo eran comunes. En 1967 se unificaron los diversos órganos, consolidándose lospoderes y las responsabilidades de las diferentes comisiones en una sola, la Comisión de las ComunidadesEuropeas, y un solo consejo: el Consejo de las Comunidades Europeas. D. Salvatore, EconomíaInternacional, Bogotá, McGraw Hill, 1995.7. En 1973 Dinamarca, Gran Bretaña e Irlanda se incorporaron a la CEE, llamándose la Europa de losNue ve; en 1981 se unió, Gre cia con lo cual se cons ti tuían en la Eu ro pa de los Diez. El 1 de ene rode 1986 se in cor po ra ron Es pa ña y Por tu gal, con for man do así la Eu ro pa de los Do ce. En 1994 laUnión Europea aprobó la adhesión de otros cuatro países europeos: Austria, Finlandia, Noruega ySue cia. Al fi na li zar di cho año, en sen dos re fe rén dum na cio na les, Aus tria, Fin lan dia y Sue cia ra ti fi -ca ron su in gre so a la Unión Eu ro pea; en cam bio, No rue ga re cha zó el in gre so. En 1995 se cons ti tu -ye la Unión Eu ro pea, con 15 es ta dos miem bros, es de cir ca si to da la Eu ro pa Oc ci den tal.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 67comercio. El Acta Unica Europea de 1987, que puso en práctica lo establecido enel Li bro Blan co de 1985 de la Co mi sión de la CE, sen tó las ba ses pa ra el com ple toestablecimiento del Mercado Unico Europeo a partir del 1 de enero de 1993. 8 <strong>La</strong>s300 directivas existentes se refieren a los restantes obstáculos reglamentarios relativosal libre movimiento de mercancías, servicios, mano de obra y capitales, incluidala supresión de los controles aduaneros que atraviesan las fronteras nacionalesdentro de la CE, el acuerdo sobre la armonización o reconocimiento mutuo de lostítulos profesionales, el libre movimiento de empresas y capital inversor, y un mercadocomún de servicios. Se han liberalizado dos esferas que el Tratado de Romaen 1958 no incluyó directamente, a saber, los sectores de la contratación pública ylos servicios, en los que existen importantes monopolios estatales. De este modo, elActa Unica Europea completó la liberalización prevista en el Tratado de Roma en1957 y amplió ese proceso a esferas no incluidas directamente en el proyecto originalde integración económica europea.<strong>La</strong> for mu la ción en 1985 del Li bro Blan co de la CE coin ci dió con la adop -ción, en la Reu nión Mi nis te rial de Lu xem bur go en tre paí ses de la CE y la AELC,de directrices encaminadas a alcanzar el objetivo de lo que se convirtió en el «EspacioEconómico Europeo» (EEE). <strong>La</strong> declaración señaló con tal fin la necesidadde mejorar la libre circulación de productos industriales mediante la armonizaciónde normas, la supresión de obstáculos técnicos, la simplificación de formalidadesfronterizas y las normas de origen, la eliminación de las prácticas comerciales deslealesy la ayuda estatal y el acceso a la contratación pública. <strong>La</strong> cooperación CE-AELC se basó posteriormente en la necesidad de «paralelismo», de tal forma quela rea li za ción del Mer ca do Unico no dio por re sul ta do la crea ción de nue vos obs tá -culos. Se produjo una nueva profundización de los vínculos económicos y políticosen tre los es ta dos miem bros de la CE al fir mar se en fe bre ro de 1992 el Tra ta do de laUnión Europea («Tratado de Maastricht»), que entró en vigor en noviembre de1993. Aunque el Tratado original de la CE tenía por principal finalidad fomentar laexpansión económica y comercial dentro de un mercado común, el Tratado deMaas tricht tam bién abar ca los ob je ti vos de una unión mo ne ta ria, una po lí ti ca ex te -rior y de seguridad común, una ciudadanía común, y el desarrollo de la cooperaciónen materia de justicia y asuntos sociales. Destaca su importancia el hecho de quesustituyera el nombre de «Comunidades Europeas» por el de <strong>«Unión</strong> Europea».8. Desde 1988 los líderes de la CEE asumieron la necesidad de fortalecer la comunidad de tal maneraque se con vir tie ra en una unión eco nó mi ca, mo ne ta ria y po lí ti ca, pa ra lo cual era ne ce sa rio un nue -vo tratado. Se convocaron sucesivas conferencias que dieron lugar al Tratado de Maastricht, cuyoobjetivo era transformar la CEE en una unión económica. <strong>La</strong> denominación CEE fue reemplazadapor la de Unión Eu ro pea (UE), des de la en tra da en vi gen cia del Tra ta do, el 1 de ene ro de 1993.


68 Rolando Marín Ibáñez<strong>La</strong> po lí ti ca co mer cial de la UE fren te a ter ce ros paí sesEsta comprende dos estrategias:1. Medidas adoptadas unilateralmente por la UE, tales como:a) Liberalización de ciertas importaciones de cargas arancelarias (en casode escasez).b) Establecimiento de contingentes de importación (en caso de existenciasde exceso).c) Establecimiento de derechos compensatorios de productos agropecuariosque se im por tan, cuan do sus pre cios de im por ta ción sean in fe rio res a lospre cios de la UE.d) Fomento de las exportaciones mediante subvenciones, créditos, seguros.2. Me di das en ba se a acuer dos con ter ce ros paí ses:a) Eliminación de aranceles para productos industriales y minerales procedentesde la EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio).b) Eliminación de aranceles para productos procedentes del mediterráneo.c) Trato preferencial de los países ACP (Africa, Caribe, Pacífico) según laConvención de Lomé.d) Ayuda para países en desarrollo mediante el Sistema Generalizado dePreferencias, que permite exportar a la UE productos industriales, textilesy agropecuarios, libre de gravámenes o con rebajas de gravámenes.Pa ra el sec tor tex til la UE adop ta me di das tem po ra les, co mo la apli ca -ción de de re chos aran ce la rios y la fi ja ción de cu pos pa ra el in gre so deproductos textiles.El Acta Unica Europea, vigente desde julio de 1987, fue la culminación devarios años de intenso debate sobre las posibilidades de reactivar y perfeccionar elproceso de integración europea y hacerlo más interesante para los ciudadanos. Elre sul ta do fue un mar co ju rí di co de ta lla do pa ra el es ta ble ci mien to del mer ca do úni -co de bie nes, ca pi ta les y ser vi cios y la ga ran tía de la li bre cir cu la ción de las per so -nas. El Ac ta úni ca tam bién pe día una coo pe ra ción más es tre cha en ma te ria de me -dio ambiente y de investigación y desarrollo tecnológico, y un acuerdo oficial sobrela cooperación política europea.El Tratado de la Unión Europea, conocido comúnmente como «Tratado deMaastricht», supuso un nuevo paso adelante en el proceso de integración europea,allanó el terreno para la introducción de una moneda única –siguiente paso lógicoen un mercado sin fronteras– y creó nuevas estructuras políticas, basadas en granmedida en la cooperación intergubernamental, que deben permitir a la Unión asumirsus res pon sa bi li da des de po ten cia mun dial en un mun do en rá pi da trans for ma -ción. Estas nuevas estructuras políticas o «pilares» son la política exterior y de seguri dad co mún y la coo pe ra ción en los ám bi tos de la jus ti cia y los asun tos de in te -


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 69rior. Sin embargo, el Tratado de Maastricht inspiró muchas críticas y recelos que sehicieron patentes en los referéndum celebrados en Dinamarca y en Francia, en losde ba tes de la Cá ma ra de los Co mu nes del Rei no Uni do y en reac cio nes del Tri bu -nal Constitucional de Alemania. Especialmente polémicas resultaron las gestionesrealizadas para fijar un calendario para el progreso de la Unión Económica y Monetaria(en la que se han reservado el derecho a no participar Dinamarca y el ReinoUni do) y la crea ción de una po lí ti ca so cial co mún (de la que el Rei no Uni do hade ci di do man te ner se al mar gen), así co mo la as pi ra ción a crear en el fu tu ro una de -fensa o ejército común.El tempestuoso proceso de ratificación del Tratado de Maastricht dejó biencla ro que la in te gra ción eu ro pea no pue de ni de be ser obra de una je rar quía dis tan -te de ins ti tu cio nes es ta ta les y eu ro peas que to ma de ci sio nes apa ren te men te ar bi tra -rias a puerta cerrada. Estaba claro que había que abrir la Comunidad Europea y hacermás transparente y comprensible su funcionamiento interno. Un primer paso enes te sen ti do ha si do la de ci sión del Con se jo de la UE de per mi tir la asis ten cia de pe -riodistas y cámaras de televisión a debates importantes entre los ministros nacionales.En un terreno más práctico, la Comisión ha prometido ampliar las consultas querealiza antes de proponer proyectos legislativos. Con esos y otros ajustes y renegociando el equi li brio de po de res en tre los go bier nos na cio na les, la Co mi sión Eu ro -pea, el Par la men to Eu ro peo y el Con se jo de Mi nis tros, se po dría lo grar tam bién quela Comunidad fuera más democrática y, por tanto, más cercana a los ciudadanos.<strong>La</strong> política comercial de la UE reviste gran importancia a nivel internacionalde bi do a que es el ma yor blo que co mer cial del mun do con una par ti ci pa ción del39,8% en las exportaciones y del 35,9% en las importaciones mundiales, ejerciendouna influencia dominante sobre las corrientes comerciales internacionales. Unaeli mi na ción de las tra bas co mer cia les su po ne pa ra mu chos paí ses, en par ti cu lar paí -ses en desarrollo e intermedios o emergentes, el acceso a un mercado doméstico comúncon unos 380 millones de consumidores de adecuado poder adquisitivo. 9Por su gra vi ta ción en el co mer cio mun dial, ca be aguar dar a que una vezpuestas en práctica las medidas de liberalización del comercio acordadas en el marcode la Ron da Uru guay del GATT, la UE con tri bu ya, con la aper tu ra de sus mer -cados, a facilitar un incremento del bienestar mundial cifrado en unos 274 mil millonesde dólares anuales (aproximadamente el 1% del PIB mundial). Los arancelespro me dios de la UE se rán re du ci dos al 6,8% y de los EE UU del 6,6 al 3,4%.Los aran ce les me dios de to dos los paí ses in dus tria li za dos cae rán de un 5 a un 3,5%.Adicionalmente se adoptarán medidas tendientes a eliminar barreras comerciales noarancelarias, como por ejemplo reducción de las formalidades aduaneras, valuaciónfis cal, con tro les pre vios de en vío y pro ce di mien tos des ti na dos a ase gu rar las li cen -9. P. Shaal, «<strong>La</strong> po si ción de la UE fren te a los nue vos pro ce sos de in te gra ción en AL», en Contribuciones,No. 4, CIED LA, 1996, p. 79.


70 Rolando Marín Ibáñezcias pa ra im por ta cio nes de ter ce ros paí ses. Pe se a que la UE ex hi be un aran cel me -dio más ele va do, ca be con si de rar que de sa rro lla el 40% de sus ope ra cio nes de im -portación libre de aranceles. 10El Tratado de Libre Comercio (TLC /NAFTA)Fue ron los EE UU los que ini cial men te lle va ron a la prác ti ca la con for ma -ción de zonas de libre comercio como parte de su política comercial bilateral. Lospri me ros tra ta dos de li bre co mer cio se sus cri bie ron con Is rael en 1986 y con Ca na -dá en 1988. 11 Esta evolución de la política comercial norteamericana coincidió, poruna parte, con la implementación de una estrategia de reconversión industrial en losEE UU para recuperar niveles de competitividad frente a sus principales rivales comercia les –Eu ro pa y Ja pón–; y por otra, con los pro ce sos de aper tu ra que se ve níandando en gran parte de los países latinoamericanos.En el ca so par ti cu lar del país con ma yo res vín cu los eco nó mi cos con EE UUdebido a su posición geográfica –México–, sus autoridades se encontraban ante ladefinición de una estrategia que les permitiese profundizar las reformas económicas.México buscó activamente el libre comercio con los países de América delNorte a través de una serie de iniciativas comerciales bilaterales, primero, con losEE UU, y en una me di da más li mi ta da con Ca na dá. Des de me dia dos de la dé ca dade 1980 en adelante, estas iniciativas sentaron algunas de las bases de la liberalizacióncomercial en Norteamérica. Por ejemplo, en 1987 un Convenio Marco Bilateralsobre Principios y Procedimientos con los EE UU sirvió para que México establecieraun mecanismo de consulta con su socio comercial más importante, con elfin de organizar mejor sus relaciones comerciales.Estos convenios tuvieron la bondad de facilitar una mayor comprensión dela na tu ra le za de los in te re ses y preo cu pa cio nes de ca da país en áreas sen si bles, ta -les como textiles y vestido, agricultura, acero, inversión, propiedad intelectual y comercioen servicios. De manera importante, las iniciativas presentadas durante estepe río do no se li mi ta ron a las con sul tas. Se lle gó tam bién a acuer dos pa ra abrir elmercado norteamericano en favor de mayores exportaciones mexicanas de acero,10. En ese con tex to, el en ton ces pre si den te de la co mi sión Jac ques De lors, en el pro gra ma de tra ba jodestinado a implementar el Acta Europea Unica hizo referencia en 1987 a que la CE «presenta laes truc tu ra más abier ta en el co mer cio mun dial» y que en sus es fuer zos por se guir abrien do sus mer -cados en beneficio de los países en desarrollo debe rechazar las denuncias formuladas por otros países,«ya que es esta parte precisamente la que practica el proteccionismo velado o abierto». Ibíd.,11, p. 80.11. Considerando el comportamiento norteamericano con un sistema comercial multilateral, la firma deestos dos tratados de libre comercio vinieron a constituir una innovación de la política comercialnor tea me ri ca na. El pri me ro de es tos acuer dos te nía fun da men tal men te de ter mi nan tes de or den geo -político, mientras que el tratado entre Estados Unidos y Canadá no hacía otra cosa que ratificar yprofundizar el avanzado grado de integración económica ya existente entre ambos países.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 71textiles y bebidas alcohólicas. Sin embargo, el objetivo de la política comercial mexica na de más lar go al can ce fue la crea ción de una zo na de li bre co mer cio en Amé -ri ca del Nor te. En el se gun do tri mes tre de 1990, Mé xi co pre sen tó la idea de un tra -ta do de li bre co mer cio en tre EE UU y Mé xi co, y en sep tiem bre de ese año, el pre -sidente Busch notificó al Congreso norteamericano su intención de negociar dichotratado con México. Después de algunas conversaciones, Canadá se adhirió a estapro pues ta, y en ju nio de 1990 los tres paí ses ini cia ron las ne go cia cio nes que con -clu ye ron en agos to de 1993. El Tra ta do de Li bre Co mer cio de Amé ri ca del Nor tedefinitivo fue ratificado por el Congreso norteamericano, entrando en vigor el 1 deene ro de 1994. <strong>La</strong> zo na de li bre co mer cio de Amé ri ca del Nor te cons ti tu ye el mer -ca do más gran de del mun do, con una pro duc ción bru ta va lua da en más de seis bi -llo nes de dó la res y con una po bla ción de 365 mi llo nes de per so nas, un ta ma ño com -pa ra ble al de la Unión Eu ro pea de 12 miem bros.Estructura del Tratado de Libre ComercioEl Tratado de Libre Comercio se resume en un documento de 22 capítulos,que se pue den agru par en seis te mas que se ne go cia ron: 1. ac ce so a mer ca dos, 2. re -glas de comercio, 3. servicios, 4. inversión, 5. propiedad intelectual y 6. Soluciónde controversias.De esta primera clasificación se desprende el conjunto de objetivos básicosdel Tratado:a) Establecer un conjunto de «reglas de juego» para asegurar el acceso de lospro duc tos de un país al mer ca do de los otros, de ta llan do aque llos sec to resparticularmente complejos, como son el automotriz, el textil, la agricultura,el sector energético y la petroquímica.b) Establecer las reglas de comercio obligatorias para las partes firmantes y quecomprometen a cada una de estas a seguir ciertos patrones de comportamiento co mer cial en ma te ria de dum ping, y las nor mas que se ha rán exi gi -bles en ca da sec tor.c) De fi nir los pa rá me tros y los prin ci pios ge ne ra les pa ra el co mer cio en el sec -tor de los servicios, en temas tales como la banca y otros giros financieros,seguros, transporte terrestre y telecomunicaciones.d) Establecer las normas y los criterios que regirán la inversión de nacionalesde un país en los otros dos.e) Establecer los principios que regirán en materia de propiedad intelectual.f) Crear un me ca nis mo pa ra la so lu ción de las dis pu tas y con tro ver sias que sepre sen ten en el co mer cio en tre los tres paí ses.Ca be re sal tar que en el preám bu lo del Acuer do de Li bre Co mer cio en tre EEUU y Canadá (FTA) no se mencionan los aspectos laborales y medio ambientales


72 Rolando Marín Ibáñezque in clu ye ron lue go en el NAF TA. De he cho, és te cons ti tu ye el pri mer acuer do co -mer cial que in cor po ra dis po si cio nes es pe cí fi cas so bre la pro tec ción del me dio am -bien te así co mo in ten cio nes por par te de los tres go bier nos de me jo rar las con di cio -nes de tra ba jo.<strong>La</strong>s Economías del Tratado de Libre ComercioPe se a las gran des asi me trías de de sa rro llo en tre Ca na dá y EE UU por un la -do, y Mé xi co por el otro, las eco no mías, men cio na das son an ti guos e im por tan tessocios, constituyendo un «Espacio de Intercambio Económico Regional». <strong>La</strong>s asimetríasen cuanto al ingreso percápita, niveles de productividad industrial, diferenciassalariales, gasto en investigación y desarrollo como porcentaje del PIB, entreotros indicadores, configuran aparentemente un espacio de competencia desigual.En particular, en el campo de desarrollo tecnológico en investigación científica lasasimetrías son tremendamente significativas. Sin embargo, como efecto de la internacionalizaciónde los flujos de capital se da una amplia complementación entre laseconomías del NAFTA, que se expresa en un importante flujo de inversiones norteamericanashacia México. En este país, la configuración de un nuevo sector industrialmoderno, que incluso puede superar en términos de productividad a empresasdel nor te, de mues tra que los sec to res re le van tes en la in te gra ción no siem pre re -fle jan las asi me trías que se de ri van de las ci fras ma cro.Los intercambios entre estos países han sido históricamente los más importantes.En efecto, durante 1992, el 76,4% de las exportaciones mexicanas se dirigenal mer ca do de los EE UU, y a Ca na dá el 5,2%. <strong>La</strong>s ex por ta cio nes ca na dien ses, a suvez, se di ri gen a EE UU en un 78% y a Mé xi co en un por cen ta je me nor al 1%. <strong>La</strong>sexportaciones de ambos países representan el 25% de las importaciones de EE UU,mientras que el 29% de las exportaciones norteamericanas se dirigen hacia Canadáy a Mé xi co.Los intercambios intrarregión entre 1986 y 1992 se duplicaron debido, principalmente,a la expansión de las exportaciones desde y hacia México, mientras queel intercambio norteamericano-canadiense continuó incrementándose a su ritmohistórico. Asimismo, el flujo de inversiones permite observar un crecimiento de lainversión externa directa en México procedente básicamente de EE UU. Claramentela expansión de éstas están ligadas a la creación de plataformas de exportacióndes ti na das al mer ca do nor tea me ri ca no y res pon de bá si ca men te al co mer cio in train -dustrial o intrafirma. <strong>La</strong> industria de EE UU, como resultado del costosísimo procesode reconversión que desarrolló para poder enfrentar la competencia externa, seencuentra en mejores condiciones competitivas para recuperar los mercados dedonde había sido desplazada. 1212. El ejem plo de la in dus tria au to mo triz es el más co no ci do: des pués de la apli ca ción de pro gra mas de


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 73Un fac tor des ta ca do por el go bier no de EE UU es el he cho de que el cre ci -miento del PIB tuvo en el aumento de las exportaciones «su único punto brillante».Dicho crecimiento se debe fundamentalmente al incremento de las importacionesde Mé xi co y el res to de Amé ri ca <strong>La</strong> ti na. El go bier no de EE UU ma ni fes tó de ma -nera explícita que su interés en la integración hemisférica radica en la expectativade una ex pan sión de las ex por ta cio nes ha cía la re gión, to man do en cuen ta que és taexperimentó el segundo más rápido crecimiento regional en el mundo; aún más, lasre for mas es truc tu ra les en cur so y una afluen cia ma si va de ca pi ta les a la re gión acen -túan tales expectativas.En ese sen ti do, EE UU re lie va la im por tan cia del TLC pa ra la eco no mía nor -teamericana, a partir del desempeño de las exportaciones. 13Al respecto, el reporte anual del Consejo de Asesores Económicos del presidenteB. Clinton señaló:El TLC ayu da rá a re for zar las re for mas de mer ca do en cur so de Mé xi co. <strong>La</strong>s re -for mas de Mé xi co han ele va do la ta sa de su cre ci mien to eco nó mi co, per mi tien do quesea de mo do cre cien te un im por tan te mer ca do pa ra las ex por ta cio nes de Es ta dos Uni -dos. Un Mé xi co es ta ble y prós pe ro es im por tan te pa ra Es ta dos Uni dos, tan to por ra -zo nes eco nó mi cas co mo geo po lí ti cas. 14México, por su parte, ha desarrollado un considerable esfuerzo por resolversus problemas macroeconómicos y superar las distorsiones que generó la estrategiade crecimiento vía sustitución de importaciones. Una profunda transformación relacionadaa la liberalización de mercados como a la reestructuración industrial diopor resultado una diversificación de exportaciones, donde las manufacturas para elmer ca dos de EE UU se cons ti tu yen en el prin ci pal ru bro. Asi mis mo, el enor me flu -reconversión y reestructuración, ha recuperado vigor competitivo y se encuentra en condiciones devolver a disputar en los mercados internacionales con la competencia japonesa. Asimismo, en estaindustria la relocalización de segmentos de la producción hacia México forma parte de su estrategiade reconversión.13. En car ta di ri gi da a miem bros del Con gre so es ta dou ni den se, mo men tos pre vios al vo to de ra ti fi ca -ción del acuerdo, el presidente Clinton expresaba: «El NAFTA nos proporciona acceso preferencialal mer ca do me xi ca no: 90 mi llo nes de per so nas, en una de las eco no mías de cre ci mien to más di ná -mico en el mundo, la cual mira hacia nosotros para obtener bienes de consumo, productos agrícolasy la infraestructura necesaria para construir una economía moderna. Es la puerta de acceso a losmercados de América <strong>La</strong>tina que crecen rápidamente, los que también se abren, y donde tenemosuna ven ta ja na tu ral so bre Ja pón y la Co mu ni dad Eu ro pea. Al apar tar nos de es ta opor tu ni dad, le cau -saríamos una grave herida a nuestra economía».14. <strong>La</strong> Cámara de Comercio de EE UU estimó que su actividad comercial con México se duplicaría enuna década. <strong>La</strong> mayor parte de esta actividad sería intraindustrial, como es el caso de las «maquiladoras».Los opositores pronostican que el acuerdo provocaría un éxodo de las industrias estadounidenseshacia México para aprovechar los salarios mexicanos, que son mucho más bajos; además, sein cre men ta ría el de sem pleo en los EE UU, y ha bría com pe ten cia des leal de las plan tas es ta dou ni -denses debido a que las regulaciones ambientales son mucho más moderadas en México.


74 Rolando Marín Ibáñezjo de inversión directa, ligado al florecimiento de la industria maquiladora y a la reconversiónindustrial, ha generado un amplio espectro de intereses favorables a lamayor integración comercial con EE UU. 15Otros acuerdos de integración por regiones geográficasAsia: la ASEANPaíses exclusivamente asiáticos han conformado la ASEAN, que tiene su sedeen la ciu dad de Bang ko ki. Fue es ta ble ci da el 8 de agos to de 1967 con las fir masde Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur y Tailandia. El fin de la ASEAN es actuarcomo un organismo de seguridad colectiva exclusivamente asiático; asimismo,tie ne co mo ob je ti vo fo men tar la es ta bi li dad y el cre ci mien to eco nó mi co de la re -gión.En la segunda reunión cumbre de la ASEAN, celebrada en 1979, se firmó elacuerdo sobre los arreglos comerciales preferenciales entre los estados miembrosde la ASEAN, que prevé dar trato preferencial –preferencias arancelarias y liberalizaciónde las medidas no arancelarias– a determinadas exportaciones procedentesde los de más miem bros de la ASEAN. En el acuer do del mis mo nom bre de 1977tam bién se adop tó un mé to do si mi lar de pre fe ren cias aran ce la rias en for ma de «lis -ta po si ti va», y lo mis mo ocu rrió en tre un gru po más am plio de paí ses en el Acuer -do de 1978.Reconociendo que esas diversas iniciativas tenían tan solo un efecto insignificantesobre el comercio entre los países de la ASEAN, debido al escaso númerode productos abarcados, los países de dicha Asociación acordaron en 1991 establecer,a más tar dar el año 2008, una zo na de li bre co mer cio de la ASEAN, fe cha quepos te rior men te se ade lan tó al 2003. <strong>La</strong> tran si ción a la zo na de li bre co mer cio se ri -ge por un acuerdo marco, habiéndose aceptado como principal mecanismo formalde re duc ción de aran ce les pa ra la crea ción de esa zo na de li bre co mer cio un aran -cel pre fe ren cial co mún ex te rior que en tró en vi gor en 1994. Se ex clu yen los pro -ductos agropecuarios sin elaborar, los recursos naturales y los servicios.<strong>La</strong> exis ten cia de la ASEAN no es, co mo en el ca so del mo vi mien to de in te -gración latinoamericano, la consecuencia de un concepto regional de desarrollo. <strong>La</strong>cooperación regional ha sido, principalmente, un instrumento de la política exteriorde los países miembros, relacionado con la estabilidad política regional y la políticade paz. Aun que se evi den cien den tro del gru po de la ASEAN ob je ti vos y ven ta -jas co mu nes de coo pe ra ción –co mo el am plio pa que te de me tas con jun tas en el ám -15. <strong>La</strong> adop ción de es ta área be ne fi cia ría a Mé xi co por tres ra zo nes: 1. la con duc ción ha cia un ma yordesarrollo líder de exportaciones, que se genera del acceso al enorme mercado estadounidense; 2. elfo men to al re tor no de la fu ga de ca pi tal; y, 3. la im ple men ta ción de re for mas es truc tu ra les más rá -pidas.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 75bito de la economía, la infraestructura, el trabajo conjunto en el campo cultural–, elnúcleo de la Asociación consiste básicamente en asegurar los flancos externos políticospara poder realizar estrategias de desarrollo nacional.ASEAN es vis ta por los seis paí ses miem bros co mo con di ción bá si ca de ca -rác ter re gio na l-in ter na cio nal pa ra el de sa rro llo na cio nal. Ade más se ob ser va una co -rrelación muy estrecha entre la conservación de la autonomía nacional y regional yel de sa rro llo. En pri mer pla no se apre cia la idea de en con trar en la su bre gión unaposibilidad de existencia y una aceptación externa a través de una cooperación interes ta tal con ce bi da prag má ti ca men te que, a la vez, ase gu re la ca pa ci dad de de sa -rro llo y la exis ten cia mis ma de los paí ses miem bros. 16El gru po de la ASEAN siem pre dio gran im por tan cia al he cho de que la vul -nerabilidad geoestratégica de la región estuviese expuesta a intereses hegemónicosforáneos; pero no como un «destino preconcebido», sino tratando de mantener lapro pia in fluen cia en esa di fí cil si tua ción. Por la tan to, se ha con ce bi do, con in creí -ble tenacidad, una política de equilibrio de poder entre las superpotencias y otrasnaciones líderes de la región (China Popular, Japón, Vietnam).Uno de los lo gros más im por tan tes de la fi lo so fía de la ASEAN es, en es tesentido, el así llamado «programa de diálogo», es decir, el contacto popular y asegura do por di fe ren tes acuer dos a al to ni vel po lí ti co con la CE, Es ta dos Uni dos, Ca -nadá, Japón, Nueva Zelanda, Australia y algunos organismos internacionales. Deesa manera, la ASEAN obtuvo diferentes logros: ya no se discutía solo internacionalmentesobre ayuda al desarrollo, inversiones, acceso al mercado para el SudesteAsiático; sino que más bien la ASEAN fue incluida como un importante organismoen el sistema internacional. De esta manera la ASEAN ha conseguido desarrollaruna reputación internacional que refuerza al mismo tiempo su viabilidad futura. Ala mejora de la reputación internacional de la región, lograda gracias a una relaciónsi nér gi ca en tre es ta bi li dad in ter na y ca pa ci dad de diá lo go ex ter na, se aña de una fi -losofía nuevamente articulada respecto del orden de paz, como fue seguida desdeha ce ya años en el con cep to «ZOP FAN» (Zo ne of Pea ce, Free dom and Neu tra lity).Los bue nos re sul ta dos ob te ni dos se ex pre sa ron en que por pri me ra vez asis -tie ron, en ju lio de 1991, al tos di ri gen tes po lí ti cos de la Re pú bli ca Po pu lar de Chi -na y de la Unión Soviética a la periódica Conferencia de Ministros de RelacionesExteriores de la ASEAN, celebrada en Kuala Lumpur.16. En el Sudeste Asiático no hay una discusión tan generalizada sobre el desarrollo regional; más bien,se ha otorgado más importancia a la discusión sobre la estabilidad y la conducción política y, sobreto do, a la orien ta ción de la po lí ti ca de la eco no mía de mer ca do.


76 Rolando Marín IbáñezAmérica <strong>La</strong>tinaEl MercosurArgentina, Brasil, Paraguay y Uruguay firmaron en 1991 el Tratado del Mercado Co mún del Sur (Mercosur), 17 por el que de bía es ta ble cer se a par tir de ene rode 1995 un mer ca do co mún en tre los cua tro paí ses, con li bre cir cu la ción de mer -cancías, servicios, capitales y mano de obra. El acuerdo contiene anexos relativosal programa de liberalización del comercio, normas de origen, solución de diferencias,salvaguardias y establecimiento de grupos de trabajo técnicos y normativos.Los países miembros también persiguen la finalidad de coordinar la política macroeconómicay armonizar la legislación para reforzar el proceso de integración.Tras resolver diferencias de opinión con respecto a los aranceles que deban aplicarsea los pro duc tos «sen si bles», en agos to de 1994 los cua tro paí ses lle ga ron a unacuerdo sobre la estructura arancelaria común, tras lo cual, tal como se disponía, seapli có un aran cel ex te rior co mú n el 1 de ene ro de 1995.El Pacto AndinoEn 1966, Bo li via, Chi le, Co lom bia, Ecua dor y Pe rú (con la pos te rior in cor -poración de Venezuela y retirada de Chile) establecieron el Pacto Andino para acelerar el ries go de la in te gra ción eco nó mi ca de sus miem bros en lo re la ti vo a laALALC. Cuan do los acuer dos con cer ta dos en tre sus miem bros en tra ron en vi gor en1969 (incluida la Corporación Andina de Fomento destinada a financiar la industriay la infraestructura), el objetivo fue establecer una zona de libre comercio y unaran cel ex te rior co mún a más tar dar en 1980, pe ro no se cum plió el ca len da rio ori -gi nal.En vir tud del Ac ta de Ba ra ho na de 1991 se acor dó que el 1 de ene ro de 1992en tra ría en vi gor una zo na an di na de li bre co mer cio (el 1 de ju nio de 1992 pa ra elEcua dor y el Pe rú) con un aran cel ex te rior co mún. No obs tan te, el acuer do re la ti voal nivel del arancel exterior común resultó difícil de alcanzar con el calendario estable ci do por el Ac ta de 1991. Los miem bros del Pac to An di no, en 1994, con vi nie -ron es ta ble cer una es truc tu ra cuá dru ple pa ra el aran cel ex te rior, del 5, el 10, el 15 yel 20% (el Ecua dor ha ne go cia do una lis ta de ex cep cio nes de di fe ren tes par ti das pa -ra un pe río do de tran si ción de cua tro años), que de bió en trar en vi gor a prin ci piosde 1995 (in clu so pa ra el Pe rú).17. El capítulo IV realiza un análisis más amplio del Mercosur y la Comunidad Andina; véase p. 93.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 77El Mercado Común CentroamericanoIndependientemente de la ALALC, Costa Rica, El Salvador, Guatemala,Honduras y Nicaragua establecieron en 1960 el Mercado Común Centroamericano(MC CA) con el fin de ins tau rar una zo na de li bre co mer cio en un pla zo de cin coaños y apli car un aran cel ex te rior co mún. Es te tra ta do tam bién es ta ble ció un Ban -co Cen troa me ri ca no de In te gra ción Eco nó mi ca pa ra fi nan ciar la in dus tria y la in -fraestructura.El MC CA fue con si de ra do du ran te mu cho tiem po co mo uno de los po cosacuerdos entre países en desarrollo que habían logrado el objetivo de establecer unazo na li bre de co mer cio y unión adua ne ra. Sin em bar go, a prin ci pios del de ce nio de1980 volvieron a introducirse obstáculos no arancelarios. El Mercado Común Centroamericanoreactivó sus objetivos en 1993 mediante el Acuerdo Multilateral Defini ti vo y es ta ble ció una unión adua ne ra el 1 de ene ro de 1993.<strong>La</strong> Zo na de Li bre Co mer cio del Ca ri beEl Acuer do por el que se es ta ble ce la Zo na de Li bre Co mer cio del Ca ri be(CARIFTA) data de 1968. Sus miembros tenían por objetivo aumentar las posibilidades de em pleo en la re gión, siem pre que fue se po si ble, in te gran do sus eco no mías,principalmente insulares y agropecuarias. Los miembros constituyeron una zona delibre comercio en la que se daba trato especial a las importaciones agropecuarias.En 1973 los miembros establecieron la Comunidad y Mercado Común delCaribe (CARICOM). Este tratado proveía el derecho de establecimiento de losmiem bros y la coor di na ción de las po lí ti cas eco nó mi cas y de pla ni fi ca ción del de -sarrollo, así como medidas especiales para los miembros menos adelantados. Unode los objetivos del CARICOM fue conseguir economías de escala en la producciónre gio nal de ser vi cios co mo el trans por te, la edu ca ción y la sa lud, y man co mu -nar en un banco regional de desarrollo recursos financieros destinados a la inversión.El tra ta do pro veía el es ta ble ci mien to de un aran cel ex ter no co mún, pe ro no secumplió el calendario originado. Se ha establecido un arancel externo común, perolos miem bros del CA RI COM no lo apli can de ma ne ra uni for me de bi do a los de sa -cuerdos existentes acerca de los niveles de los aranceles sobre determinados productos.Los miembros del CARICOM han desempeñado un papel decisivo al fomentar la Aso cia ción de Es ta dos del Ca ri be, un nue vo gru po que reu ni rá a 25 paí -ses y unos 15 te rri to rios de pen dien tes en un acuer do que in clu ye pla nes pa ra la ne -gociación de acuerdos preferenciales en materia de bienes y servicios.


78 Rolando Marín IbáñezAfri ca y Orien te Me dioEstas dos regiones se tratan conjuntamente debido a los muchos acuerdosque abar can a Africa y Orien te Me dio.<strong>La</strong> Liga ArabeEn 1945 se creó la Li ga Ara be. Uno de sus ob je ti vos fue fo men tar una coo -peración más estrecha en cuestiones comerciales y económicas entre los 21 paísesára bes miem bros. Con esa fi na li dad se con cer tó el Acuer do de 1957 de Uni dad Eco -nó mi ca en tre los Es ta dos de la Li ga Arabe. En ese Acuer do se pre veía la crea ciónde un mercado común árabe mediante el establecimiento de una zona de libre comercio en el trans cur so de un pe río do de diez años y la coo pe ra ción en el de sa rro -llo de industrias regionales y servicios de infraestructura.El acuer do en tró en vi gor en 1965 en tre Egip to, Irak, Jor da nia, y Si ria (Li -bia, Mauritania y Yemen se adhirieron más adelante). En 1971 se suprimieron losderechos y otros gravámenes aduaneros al comercio entre miembros del MercadoComún Arabe, pero no se llevaron a término los preparativos para un arancel exteriorco mún.Consejo para la Cooperación en el GolfoEn 1981, Ku wait, Ara bia Sau di ta, Bah rein, Omán, Qa tar y los Emi ra tosArabes Unidos establecieron un Consejo para la Cooperación en el Golfo (CCG) yuna zona de libre comercio que abarcaba productos industriales y agropecuarios(excluidos los del petróleo). El CCG tiene por objetivo unificar los regímenes aduanerosy la política relativa a los asuntos financieros y económicos. Los países delMa greb en car ga ron en 1964 a su Co mi té Con sul ti vo Per ma nen te la ta rea de pre pa -rar iniciativas de cooperación económica, pero no ha surgido de esas actividadesningún acuerdo comercial formal. En 1989 Argelia, Libia, Mauritania, Marruecos yTú nez es ta ble cie ron la Unión Arabe del Ma greb pa ra sen tar las ba ses de una Zo naEconómica del Magreb.<strong>La</strong> Comunidad Económica de los Estados de Africa Occidental<strong>La</strong> Comunidad Económica de los Estados de Africa Occidental (CEDEAO),es ta ble ci da en 1975, reú ne los sie te es ta dos miem bros de la CEAO, los tres es ta dosque son par te de la Unión del Río Ma no de 1973 (Gui nea, Li be ria y Sie rra Leo na),y Cabo Verde, Gambia, Ghana, Guinea Bissau, Nigeria y Togo. <strong>La</strong> CEDEAO suprimiólos derechos sobre productos agropecuarios sin elaborar y los productos de ar-


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 79te sa nía en 1981 y con vi no en un ca len da rio pa ra la eli mi na ción gra dual de las res -tricciones a los productos industriales, que no llegó a cumplirse.En 1990 inició un nuevo programa para la implantación de libre comerciorespecto a todos los productos no elaborados y la liberalización gradual en cuantoa los productos industriales. Cabe citar, entre otras actividades de la comunidad, lasmedidas encaminadas a evitar la utilización de moneda fuerte en las transaccionescomerciales entre sus miembros mediante un sistema regional de compensación depagos y la cooperación en proyectos de inversiones industriales y agrícolas.Unión Aduanera EcuatorialEn el Africa ex fran ce sa, los go bier nos pro vi sio na les de los paí ses que cons -tituían el Africa Central –Congo, Gabón, República Centroafricana y Chad– establecieronen 1959 la Unión Aduanera Ecuatorial. Este acuerdo se amplió en 1960con el fin de in cluir la li ber tad de mo vi mien to de ca pi ta les en to da la zo na y la ar -monización de los incentivos fiscales para las empresas. Camerún se adhirió a laUnión en 1961, y en 1962 se es ta ble ció un aran cel ex te rior co mún. En 1964, losmiembros acordaron coordinar el desarrollo industrial regional, y en 1966 entró envi gor una Unión Adua ne ra y Eco nó mi ca del Africa Cen tral (UDEAC), a la que ul -teriormente de adhirió Guinea Ecuatorial. En 1990 adoptaron un arancel exteriorco mún cua tro de los seis miem bros de la UDEAC (Ca me rún, Con go, Ga bón y laRepública Centroafricana).<strong>La</strong> Comunidad Económica de Africa OrientalEn cuan to a la an ti gua Africa Orien tal Bri tá ni ca, la crea ción, en 1967, de laComunidad Económica de Africa Oriental por Kenia, Tanzania y Uganda, formalizóel mercado común entre esos estados, estableció un Banco de Desarrollo delAfrica Oriental y previo la armonización de gravámenes fiscales y la distribuciónde los ingresos procedentes de gravámenes aduaneros fiscales. Esta comunidad sedi sol vió en 1979, y en 1981 se otor gó con di ción ju rí di ca apar te al Ban co de De sa -rro llo. Los tres paí ses que ha bían si do miem bros de la Co mu ni dad Eco nó mi ca deAfrica Orien tal se agru pa ron con otros 13 paí ses (An go la, Bu run di, Co mo ras, Dji -buti, Etiopía, Lesotho, Malawi, Mauricio, Mozambique, Namibia, Ruanda, Somalia,Sudán, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe) para establecer la Zona de ComercioPre fe ren cial de los Es ta dos de Africa Orien tal y Me ri dio nal en 1981. En tre losobjetivos de esa zona figura el establecimiento de un mercado común a más tardaren el año 2000 y el fo men to de la coo pe ra ción co mer cial y eco nó mi ca en tre susmiembros.


80 Rolando Marín Ibáñez3. EFECTOS DE LOS ACUERDOS DE INTEGRACION REGIONALEN EL COMERCIO Y LAS INVERSIONESComo se estableció en el capítulo II, un tema que reviste gran importanciaden tro del ám bi to de la in te gra ción re gio nal es co no cer si los acuer dos de in te gra -ción ha cen que au men te la pro duc ción mun dial, y los efec tos que ejer cen so bre lospaí ses miem bros y so bre ter ce ros paí ses. Sin du da, la dis cu sión se cen tra en los ter -ceros países a los que un acuerdo de integración regional puede favorecer o perjudicar, pues to que se su po ne que los miem bros de un acuer do de in te gra ción re gio -nal se ven fa vo re ci dos, pues su par ti ci pa ción es vo lun ta ria. En es te mar co, las nor -mas multilaterales sobre integración regional tienden a proteger los intereses económicosy comerciales de terceros países y las preocupaciones de estos países hanes ta do pre sen tes du ran te lar go tiem po en los de ba tes ce le bra dos en el GATT y en laOMC sobre los acuerdos regionales. Sin embargo, esta dicotomía no debe llevarsedemasiado lejos, pues todos los países son terceras partes respecto de muchosacuer dos de los cua les son sig na ta rios.<strong>La</strong>s es ti ma cio nes del efec to di rec to que esos acuer dos ejer cen so bre las im -portaciones procedentes de terceros países varían en función del acuerdo de integración re gio nal que se exa mi ne y de la me to do lo gía que se em plee. 18Un aspecto adicional a considerar es saber si un acuerdo de integración regional des vía las co rrien tes de in ver sio nes in ter na cio na les ha cia los paí ses miem -bros. El análisis tradicional considera que los factores de producción se ven «atrapados»dentro de las fronteras nacionales y que la liberalización del comercio conduce a rea jus tes den tro de ca da país. Los pro gre sos en la li be ra li za ción de las co -rrientes internacionales de capital hacen que este supuesto de inmovilidad de losfactores sea mucho menos realista y, en algunos casos, totalmente inadecuado. Así,puede existir «desviación de las inversiones», es decir, una reorientación de las inversionesextranjeras hacia la zona, a costa de las corrientes de inversiones extranjerashacia algunos países terceros. <strong>La</strong>s repercusiones que un acuerdo de integraciónregional ejerce sobre las exportaciones de terceros países y sobre las corrientesde inversión externa directa vienen determinadas en gran medida por las políticascomerciales que adopten los gobiernos miembros, tanto inicialmente como durantela vigencia del acuerdo. En particular, los efectos potencialmente restrictivosde la po lí ti ca co mer cial ex te rior co mún de una unión adua ne ra y de las nor mas de18. Como el número de acuerdos disponibles para su estudio es reducido, resulta difícil generalizar losre sul ta dos de es tos es tu dios a los efec tos re sul tan tes pa ra los paí ses ter ce ros. Sin em bar go, es evi -den te que un im por tan te ses go por de fec to en mu chos tra ba jos es que no tie nen en cuen ta la re per -cu sión que el au men to del rit mo de cre ci mien to eco nó mi co en los miem bros de los acuer dos de in -tegración regional ejerce sobre su demanda de importaciones procedentes de terceros países. Ibíd.,59, p. 49.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 81origen en una zona libre de comercio han desempeñado una importante función enlos de ba tes ce le bra dos en los gru pos de tra ba jo del GATT so bre los efec tos co mer -ciales de los distintos acuerdos. A mediano plazo, las perspectivas comerciales deterceros países respecto de un mercado regional dependen de si las políticas comerciales ex te rio res de los miem bros se ha cen más o me nos res tric ti vas des pués de laformación de ese mercado regional. Los países terceros pueden tratar también decom pen sar cual quier re duc ción del ac ce so a los mer ca dos de los paí ses miem brostratando de asociar o de adherirse al acuerdo, persuadiendo a otros terceros paísespa ra for mar nue vos acuer dos, o pro mo vien do re duc cio nes mul ti la te ra les de los obs -táculos al comercio para hacer que disminuya el margen de discriminación. 19Efectos en el comercio: estimaciones empíricasSe han realizado numerosos intentos, ex-ante y ex-post, de es ti mar los efec -tos sobre el comercio y otros efectos económicos de los acuerdos de integración regional,principalmente los celebrados entre países desarrollados. Los análisis de launión aduanera establecida entre los seis miembros iniciales de la CEE indican quela crea ción de co mer cio fue su pe rior a la des via ción de co mer cio en el ca so de lasmanufacturas, mientras que para el comercio de productos agrícolas (regido por laPo lí ti ca Agrí co la Co mún de la CEE) ocu rrió lo con tra rio, y el sal do glo bal en tre am -bos efec tos no es tá cla ro. 20 <strong>La</strong>s estimaciones ex-ante de los efec tos del pro gra madel Mer ca do Unico de la CE so bre ter ce ros paí ses in di can un des cen so de las im -portaciones extracomunitarias de casi todas las categorías de productos, y estas pérdidas se agran dan si se to man en cuen ta las ga nan cias de efi cien cia de las em pre sasde la CE. <strong>La</strong>s es ti ma cio nes pa ra la AELC su gie ren que los vo lú me nes de crea cióny de des via ción de co mer cio han si do pe que ños y que la se gun da ha si do pro ba ble -men te ma yor que la pri me ra.En to dos los es tu dios ex-ante del Acuerdo de Libre Comercio entre Canadáy los Estados Unidos (ALC) se estima que los efectos de éste sobre el bienestar hansido positivos para Canadá, pero pequeños para los EE UU por las mayores dimen -sio nes de es te país (es de cir, cuan to me nor es el im pac to re la ti vo so bre la eco no míaglobal, menores son las ganancias). Esos estudios indican, asimismo, una expansióndel comercio bilateral y una disminución del comercio global con terceros países,siendo mayor su magnitud cuando se realizan economías de escala en el Canadá.En el caso del TLC, las estimaciones indican pequeños efectos sobre el comerciopara terceros países y algunos estudios señalan una creación de comercio neta. Losestudios confirman ganancias de bienestar para los tres países, pero estas son insig-19. Ibíd., 59, p. 49.20. En estas estimaciones se toman en cuenta efectos combinados de la política arancelaria exterior dela CEE, con in clu sión de las re duc cio nes acor da das en las ron das Di llon y Ken nedy. El FMI (1992)y Srinivasan (1993) aportan referencias a análisis y estudios específicos.


82 Rolando Marín Ibáñezni fi can tes, ex cep to en el ca so de Mé xi co, por que se su po ne que ya han te ni do lu garlos efectos que la liberalización ha ejercido en el Canadá a consecuencia del ALC.Al igual que muchas de la primeras obras teóricas, la mayoría de estos estudiosempíricos olvidan el estímulo potencial que supone para las exportaciones deterceros países una mayor tasa de crecimiento económico en los países participantes(en con tra po si ción con los au men tos no ite ra ti vos del PIB re sul tan tes de la su -pre sión de los obs tá cu los al co mer cio en el in te rior de la zo na). En la prác ti ca, elestímulo de la demanda de exportaciones de terceros países que resulta de un mayorcrecimiento económico en los miembros de un acuerdo de integración regionaly la prác ti ca co mún de es ca lo nar las re duc cio nes de los obs tá cu los al co mer cio en -tre los es ta dos miem bros a lo lar go de un pe río do de años han he cho, al pa re cer, quesean ra ras en ge ne ral las dis mi nu cio nes ab so lu tas de las im por ta cio nes pro ce den tesde ter ce ros paí ses, ex cep to las de pro duc tos, co mo los agrí co las, en los que los paí -ses ter ce ros tie ne que ha cer fren te a obs tá cu los ele va dos. A es te res pec to, es útil re -cor dar que aun en la CE –el úni co acuer do de in te gra ción re gio nal en el que el co -mercio interior de la zona ha aumentado claramente con mayor rapidez que el comerciocon terceros países– la expansión global de los intercambios fueron suficientementefuertes para mantener la proporción entre el comercio con terceros paísesy el PIB. El he cho de que los ter ce ros paí ses ten gan una cuo ta me nor del co mer -cio de los paí ses miem bros no ex clu ye que ha ya au men ta do el ni vel ab so lu to de lasexportaciones de terceros países.Al eva luar los efec tos de fo men to del cre ci mien to que ha te ni do el pro gra -ma del Mercado Unico de la CE, se ha aducido que «las probables repercusionespositivas que el aumento de la competencia y de las dimensiones del mercado hantenido sobre la innovación y el avance tecnológico... eleva la tasa de crecimientopotencial permanente de la economía» y que los efectos «dinámicos» de fomentodel crecimiento se hacen preminentes cuando los efectos «estáticos» se han agotado,«manteniendo unos constantes y prósperos resultados de crecimiento»... <strong>La</strong>s estimacionesde los probables efectos sobre el crecimiento de la CE resultantes delpro gra ma del Mer ca do Uni co cons ta tan que los vín cu los en tre la ren ta y las in ver -sio nes im pul san el efec to so bre el bie nes tar en un 0,6% del PIB ca da año. En el ca -so del TLC, es tu dios cru za dos de la pro duc ti vi dad de la ma no de obra en los trespaíses, indican que puede preverse que los trabajadores mexicanos aumentarán supro duc ti vi dad un 50% en 30 años, pa ra al can zar el ni vel de la ren ta ac tual de Es pa -ña. 21Efectos sobre las inversiones<strong>La</strong> investigación empírica se ha centrado primordialmente en estudios de la21. Tomado de Regionalismo y Comercio Multilateral, OMC, 1995, p. 53.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 83ex pe rien cia de la CE, de los cua les no se des pren den con clu sio nes cla ras. <strong>La</strong> ma yo -ría de los es tu dios es tán de acuer do en que du ran te el de ce nio de 1960 hu bo un cam -bio estructural de los aflujos de inversión directa hacia la Comunidad Europea, peroes ma yor la di ver gen cia de opi nio nes acer ca de si ello se de bió a la crea ción deuna unión aduanera. Mientras que el aumento de la discriminación arancelaria tuvoal parecer unas repercusiones positivas (débiles), sobre las entradas de inversiones,fueron mucho más importantes otras variables, como las dimensiones y el crecimientodel mercado. Dado que el programa del mercado único implica la reduccióno supresión de diversos obstáculos no arancelarios y de las restricciones del accesoa los mer ca dos en los sec to res de ser vi cios, y así pue de te ner unos efec tos de ex -pansión de las dimensiones de los mercados y de aumento del crecimiento futuroma yo res que lo que tu vo la su pre sión de los aran ce les y de las res tric cio nes cuan ti -tativas, puede ser mayor el riesgo resultante de desviación de las inversiones. <strong>La</strong>ma yo ría de los paí ses de la AELC tu vie ron es to muy pre sen te al pon de rar las ven -tajas del Espacio Económico Europeo y la eventual adhesión a la Comunidad Europea.<strong>La</strong>s estadísticas sobre las entradas de inversión externa directa en la CE trasel anun cio del Pro gra ma Unico en 1985 fa vo re cen a pri me ra vis ta la opi nión de quelas re per cu sio nes han si do gran des. <strong>La</strong>s en tra das to ta les de in ver sión ex ter na di rec -ta en los paí ses miem bros au men ta ron mu cho en la se gun da mi tad del de ce nio de1980, pa san do de 10.000 mi llo nes de ecus en 1984 a 63.000 mi llo nes en 1989, úl -ti mo año pa ra el que se dis po ne de da tos de ta lla dos. En ese pe río do, au men ta rontambién las entrada en los EE UU, pero, excepto en 1989, la tasa de crecimiento fueconsiderablemente inferior. Si bien, en 1984 las entradas totales en la CE se cifraronapro xi ma da men te en una ter ce ra par te de las en tra das en los EE UU, pa ra 1989la cuantía de las corrientes de inversiones directas era aproximadamente la misma.<strong>La</strong>s corrientes intracomunitarias crecieron también más rápidamente que los aflujosprocedentes de terceros países. <strong>La</strong>s primeras registraron una tasa media anual decre ci mien to del 43,5% en el pe río do de 1985 a 1989, fren te al 28,6% que re gis tra -ron los se gun dos. En com pa ra ción, los aflu jos de in ver sión di rec ta a los EE UU au -men ta ron en pro me dio anual un 14,8% du ran te ese pe río do.


CAPÍTULO IVLos avan ces en el pro ce so de in te gra ciónen América <strong>La</strong>tina y la evolución del Mercosury la Comunidad Andina1. LOS AVANCES EN EL PROCESO DE INTEGRACIONEN AMERICA LATINA Y LA EVOLUCION DEL MERCOSURY LA COMUNIDAD ANDINACaracterísticas y tendenciasDurante la década de los noventa, América <strong>La</strong>tina y el Caribe experimentanuna dinámica de acuerdos subregionales y bilaterales que ha resultado en importantesavan ces en el pro ce so de in te gra ción. Los li nea mien tos y se me jan zas más so bre -salientes de estos esquemas se resumen en los siguientes aspectos: 11. <strong>La</strong> cobertura amplia o total de desgravación del universo arancelario, encontraste con las negociaciones producto por producto. A este respecto, losacuerdos establecen metas más ambiciosas que las áreas de preferencias, alcontemplarse la creación o consolidación gradual de zonas de libre comercio,uniones aduaneras y la eventual formación de mercados comunes.2. El establecimiento de cronogramas para la liberalización de barreras arancelariasy no arancelarias al comercio, incluyendo metas específicas para sueliminación, reducción o armonización. Igualmente, la eliminación progresiva y ca len da ri za da de lis tas de ex cep cio nes vi gen tes al ini cio de los pro ce -sos de desgravación.3. <strong>La</strong> armonización de reglas de política comercial tales como cláusulas de salvaguardia,normas de origen, prácticas sobre subsidios, regímenes contra elcomercio desleal y normas técnicas.4. Diversificación creciente de las materias objeto de negociación, al incursionarse en áreas que abor dan el co mer cio de bie nes, ta les co mo ser vi cios, in -versiones, propiedad intelectual, movimiento de personas, compras gubernamentalesy medio ambiente. Asimismo, pautas para la eventual libre circulaciónde factores (capitales, tecnología y mano de obra) en los mercadosamplios.1. ALA DI, «El pa pel de la ALA DI en la nue va ins ti tu cio na li dad del pro ce so de In te gra ción», Doc /SE -C/Estudio 86, Montevideo, 1995.


86 Rolando Marín Ibáñez5. Re gla men ta ción es pe cial de la aper tu ra re cí pro ca de los su mi nis tros en cier -tos sec to res con si de ra dos es tra té gi cos o sen si bles, ta les co mo el agro pe cua -rio, el automotriz y el energético.6. Reconocimiento de las asimetrías estructurales entre los países de la región,pero replanteamiento del enfoque de los tratamientos diferenciales automáticos, me dian te mo da li da des prag má ti cas ba sa das en la so lu ción de los pro -ble mas rea les y con cre tos que pre sen ten los paí ses.7. Arreglos institucionales flexibles y no permanentes en los esquemas de integraciónque contrastan con los organismos tradicionales; mecanismos flexiblesy concertados de solución de controversias y acciones que permitenla vinculación de actores no gubernamentales a los procesos negociadores.Asi mis mo, po si bi li da des de re ci bir nue vos miem bros y ne go ciar y ar ti cu lar -se con otros esquemas de integración regionales y extrarregionales.Tipos de acuerdos de integraciónEl exa men es pe cí fi co de los acuer dos de in te gra ción pue de efec tuar se des dedos pers pec ti vas. <strong>La</strong> pri me ra se re fie re a su con te ni do, en cuan to a mo da li da des deam plia ción de los mer ca dos pre fe ren cia les y gra do de co ber tu ra y pro fun di dad delos com pro mi sos asu mi dos. <strong>La</strong> se gun da pers pec ti va se re fie re a la po si ción geo grá -fica o geo-estratégica de los diferentes agrupamientos y a las posibilidades de convergenciaentre ellos. 2Uniones aduaneras en etapa de perfeccionamientoEn la actualidad existen cuatro uniones aduaneras en proceso de integración:1. <strong>La</strong> Comunidad Andina (CA), 2. El Mercado Común Centroamericano (MCCA).3. <strong>La</strong> Co mu ni dad y el Mer ca do Co mún del Ca ri be (CA RI COM). 4. El Mer ca do Co -mún del Sur (Mercosur). Pe se a los avan ces lo gra dos, es tas unio nes son aún im per -fec tas de bi do a las ex cep cio nes que afec tan los már ge nes de pre fe ren cia y a la par -ticipación limitada o restringida de algunos países. No obstante, estos esquemas sonlos que re gis tra ron los más al tos cre ci mien tos del co mer cio in tra rre gio nal y se es -pera que promuevan la formalización de un mercado unificado entre sus miembrosdurante el próximo quinquenio.Zonas de libre comercio de «primera generación»<strong>La</strong>s zonas de libre comercio de «primera generación» se caracterizan por su2. En lo que se re fie re a los con te ni dos de los acuer dos, es per ti nen te ha cer re fe ren cia a las di fe ren ciasque resultan del tipo de esquema, ámbito, cobertura y grado de armonización de políticas.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 87na tu ra le za esen cial men te co mer cial al pro mo ver la des gra va ción ple na con me ca -nismos sencillos y transparentes, aunque con un moderado grado de diferenciaciónse lec ti va de rit mos y mo da li da des de li be ra li za ción en tre gru pos de bie nes. Ba jo es -ta modalidad se pueden clasificar las zonas de libre comercio pactadas por Chilecon varios países como Bolivia, Colombia, Ecuador, México y Venezuela. Estosacuer dos pro mue ven la des gra va ción ple na de prác ti ca men te la to ta li dad del uni ver -so arancelario.Zonas de libre comercio de «nueva generación»<strong>La</strong>s zonas de libre comercio de «nueva generación» abarcan ámbitos másamplios que el del comercio de bienes, extendiéndose a temas como servicios, inversionesy compras estatales. Contienen disposiciones más complejas y elaboradasde regulación de la competencia, y una mayor selectividad en el proceso de ampliaciónde mercado. Se incluyen en esta categoría los tratados suscritos entre en Grupode los Tres (G3): México, Colombia y Venezuela, y entre México, Costa Rica yBolivia respectivamente. Si se considera el Tratado de Libre Comercio (TLC), losacuerdos de nueva generación abarcarían alrededor de un 85% del comercio intrahemisféricoy se espera que en el año 2004 logren la eliminación total de arancelesal co mer cio en tre los par ti ci pan tes, pa ra el 95% de los ítem aran ce la rios. 3Ubicación geo-estratégica de los esquemas de integraciónMás allá de sus mo da li da des pre fe ren cia les, los acuer dos de in te gra ción pue -den clasificarse en función de su posición geo-estratégica. En esta perspectiva adquierenrelevancia las ventajas asociadas con la vecindad, la infraestructura, las vinculacionesempresariales y la mayor circulación recíproca de bienes, servicios y capitales.<strong>La</strong>s áreas más evi den tes que pre sen tan una di ná mi ca in te gra cio nis ta se ajus -tan a la propia configuración del hemisferio americano, es decir, Sudamérica, Centroaméricay el Caribe, y Norteamérica, incluyendo a México. Aunque algunos paísesson miem bros de dos o más es que mas, es cla ro que ca da una de las áreas cuan -ta con sistemas subregionales y bilaterales muy caracterizados, en vías de consolidación.En Sudamérica, los grupos más caracterizados son la ALADI, que incluye aMéxico, con proyección regional, y a nivel de subregiones la Comunidad Andina yel Mercosur. ALADI viene cumpliendo una función de marco institucional y legalde numerosos acuerdos de alcance bilateral o plurilateral.3. SELA, «Hacia la convergencia de los procesos de integración regional», y Capítulos 47, Caracas,1996.


88 Rolando Marín IbáñezEl área centroamericana y del Caribe tiene como expresión significativa deintegración a la Asociación de Estados del Caribe (AEC), con proyección de todael área centroamericana y caribeña, el MCCA y el CARICOM.Norteamérica, a través del TLC suscrito entre Canadá, México y EE UU, representael polo con mayor vigor y movimiento económico; con un marco normativoavanzado de política comercial pretende convertirse en un área de convergenciapara la liberalización del comercio hemisférico.Articulaciones entre países y esquemas intrarregionales<strong>La</strong> integración económica y el libre comercio están recibiendo un impulsosignificativo en los años noventa a través de articulaciones reales y potenciales entrepaí ses y es que mas de in te gra ción de las dis tin ta áreas de la re gión y del he mis -ferio, 4 tal como se resume a continuación:Relaciones entre Sudamérica y Centroamérica y el Caribe- Grupo de los Tres, entre Colombia, México y Venezuela, forman una zonade li bre co mer cio de «nue va ge ne ra ción» con vi gen cia des de el 1 de ene rode 1995.- CARICOM-Venezuela, firmado en octubre de 1992, con acceso no recíprocopor cinco años al mercado venezolano.- CARICOM-Colombia, firmado en julio de 1994, inicialmente con acceso norecíproco de la mayoría de las importaciones provenientes del CARICOM almer ca do co lom bia no y pos te rior otor ga mien to de con ce sio nes de las eco no -mías mayores del Caribe a Colombia, en reciprocidad.- Colombia y Venezuela-Centroamérica, acuerdo marco en proceso de negociación.- Chi le-Mé xi co, zo na de li bre co mer cio de «pri me ra ge ne ra ción» que com -prende un programa de desgravación que conducirá a la eliminación total degravámenes y restricciones en 1998, con una lista reducida de excepciones.- Costa Rica-México, zona de libre comercio que entró en vigor el 1 de enerode 1995 y comprende compromisos en materia de inversión, agricultura, servicios,normas de origen, propiedad intelectual y normas reguladoras del comercio.- Bolivia-México, suscrito en enero de 1995 con miras al establecimiento deuna zo na de li bre co mer cio.- Acuerdo Agropecuario de libre comercio de semillas entre países de la ALA-DI y Cu ba.4. Ibíd., pp. 114, 115.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 89- Acuerdos entre Argentina-Cuba, Uruguay-Cuba, Perú-Cuba, Colombia-Cuba,Brasil-Cuba, Venezuela-Cuba, Venezuela-Trinidad y Tobago, y Venezuela-Guaya na, fir ma dos en tre 1984 y 1994, me dian te los cua les las par tes seotor gan ven ta jas co mer cia les que son ex ten si vas a los paí ses de me nor de sa -rro llo de la ALA DI.Relaciones entre Sudamérica y Norteamérica<strong>La</strong>s prin ci pa les re la cio nes se es tán rea li zan do en el mar co de las con ver sa -cio nes y tra ba jos téc ni cos en cur so, con vis tas a la con clu sión de las ne go cia cio nespa ra la cons ti tu ción del AL CA en el año 2005.- Chile y Canadá, negocian actualmente un convenio de libre comercio.- Ley de Preferencias Comerciales Andinas, que otorga desde 1991 un amplioac ce so pre fe ren cial no re cí pro co al mer ca do de los Es ta dos Uni dos a las ex -portaciones de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, durante diez años.Relaciones entre Centroamérica y el Caribe y Norteamérica- <strong>La</strong> Ini cia ti va de la Cuen ca del Ca ri be, que otor ga des de 1984 ex cep ción degravámenes a casi todos los productos importados de 25 países o territoriosdel área. En 1990 el tratamiento se volvió permanente mediante la Ley deRecuperación Económica de la Cuenca del Caribe.- CARIBCAN, o régimen de preferencias comerciales no recíprocas del Canadá a un gru po de paí ses de la Cuen ca del Ca ri be.- Pacto de San José, mediante el cual México y Venezuela otorgan facilidadespetroleras a Centroamérica y a países del Caribe; renovado recientementeuna vez más.Relacionamientos pendientesTomando en consideración el conjunto de acuerdos de integración por pares ogrupos de países, quedarían pendientes de completar algunas negociaciones paraavan zar ha cia la re gio na li za ción de li bre co mer cio en tre los paí ses de la re gión y delhemisferio, principalmente: Mercosur-Comunidad Andina, en una fase avanzada decon cer ta ción de las mo da li da des de ne go cia ción del acuer do en tre am bas su bre gio -nes; CARICOM-Centroamérica, relación preferencial que podría ser objeto de profundizaciónen el marco de un posible programa de negociaciones impulsado por laAEC, de tal ma ne ra que se in clu yan a los paí ses que no for man par te de nin gún es -quema (Cuba, Haití, República Dominicana); México-Mercosur, negociación que porsus implicaciones y complejidad podría tomar un mayor tiempo; Chile y los paísesandinos, con los cuales aún no han negociado acuerdos bilaterales México y los paí-


90 Rolando Marín Ibáñezses andinos; Mercosur-Comunidad Andina (exceptuando a Colombia y Venezuela)con los países del área centroamericana y caribeña, incluyendo a los países que noforman parte actualmente de ningún esquema de integración subrregional. Países deAmé ri ca <strong>La</strong> ti na y el Ca ri be con Es ta dos Uni dos y Ca na dá, ex cep tuan do Mé xi co, quees parte central de las negociaciones para el establecimiento del ALCA.Avances en la interdependencia comercialEl crecimiento del volumen total de las exportaciones de América <strong>La</strong>tina yel Ca ri be en los úl ti mos diez años no ha su pe ra do las ta sas mun dia les, sal vo en1993, y ha sido notoriamente inferior al de las exportaciones de países en desarrolloy el su des te asiá ti co (véa se cua dro 8). Por su par te, el vi gor de las im por ta cio -nes regionales fue un factor estimulante del comercio mundial. <strong>La</strong> recuperación delvolumen importado en los años noventa permitió exceder, hasta 1994, las tasas correspondientesde los países industrializados en el desarrollo y, a partir de entonces,se registra un menor dinamismo relativo.A pesar de no haberse superado el comportamiento comercial de las áreasmás dinámicas del mundo, la diversificación de mercados de destino y de origen delas importaciones fue importante, gracias a la participación creciente de los propiosmercados de América <strong>La</strong>tina y el Caribe. El cuadro 9 ilustra como la recuperaciónimportadora de los últimos años fue aprovechada por la misma región, de maneraque el coeficiente de autoabastecimiento mejoró para los países del Mercosur, Comuni dad An di na, MA CA y Chi le. Si se ex clu ye a Mé xi co, que ha ve ni do for ta le -ciendo sus vínculos con EE UU y Canadá, los países latinoamericanos se ubicaronen los años no ven ta co mo los prin ci pa les pro vee do res de la ALA DI, con un 26% delas importaciones, porcentaje similar al de los EE UU.Cuadro 9. IMPORTACIONES ORIGINARIAS DE PAISES DE AMERICA LATINAY EL CA RI BE, 1980-1994(PORCENTAJES)Mercosur C. Andina MCCA Chile México ALADI1980 16,3 13,1 38,0 27,5 4,2 13,41990 21,8 21,2 27,6 24,8 4,2 15,71994 26,4 24,9 31,3 26,3 3,6 16,2Fuente: CEPAL.Sin embargo, la importancia creciente de los mercados de América <strong>La</strong>tina y elCaribe se aprecia con mayor intensidad desde la perspectiva del destino de las exportacio nes. El Mer co sur pa só de co lo car el 17,2% de sus ex por ta cio nes a to da la re gión


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 91en 1990, a unos 30,5% en 1994. El co rres pon dien te au men to fue de 14,6% a 24,8%pa ra la Co mu ni dad An di na; el 23,1% a 31,1% pa ra el MA CA; el 13 a 21,9% pa raChi le; y 15,8 a 27,8% pa ra la ALA DI sin con si de rar a Mé xi co (véa se cua dro 10). Sino se considera a este último país, la posición privilegiada de los EE UU como destinopreferencial a las exportaciones de ALADI pasa a ocupar el segundo lugar.Cuadro 10. EXPORTACIONES DESTINADAS A PAISESDE AMERICA LATINA Y EL CARIBE, 1980-1995(PORCENTAJES)Mercosur C. Andina MCCA Chile México ALADI1980 20,5 16,4 29,0 24,7 6,1 16,41990 17,2 14,6 23,1 13,0 6,0 13,11994 30,5 24,8 31,1 21,9 4,2 19,21995 31,0 21,8 24,7 18,5 27,0Fuente: CEPAL /BID.<strong>La</strong>s exportaciones intrarregionales totales pasaron de 16,1 mil millones dedó la res (US$) en 1990, a cer ca de 40 mil mi llo nes en 1995, es de cir, se mul ti pli ca -ron por 2,5 ve ces. Ele va ron, así, su par ti ci pa ción en el co mer cio glo bal de 13,1 a21% en esos cin co años. Los acuer dos de in te gra ción con tri bu yen a ex pli car de ma -ne ra sig ni fi ca ti va es te com por ta mien to fa vo ra ble, en es pe cial el di na mis mo del co -mer cio en tre las su bre gio nes de los paí ses de la ALA DI (cua dro 11). En el ca so deMer co sur, el coe fi cien te de in te gra ción pa só de 8,9 a 22%, y en el ca so de la Co -mu ni dad An di na, de 4,1 a 11,9%. Pa ra el to tal de la ALA DI, el cre ci mien to de lasexportaciones recíprocas pasó del 10,8 a un 17,5%, porcentaje que no tiene antecedentesen este esquema de integración.Cuadro 11. AMERICA LATINA Y EL CARIBE: EXPORTACIONES TOTALESPOR ESQUEMAS SUBREGIONALES(PORCENTAJES)1980 1985 1987 1990 1992 1994 1995ALADI 13,6 11,0 10,5 10,8 14,4 16,7 17,5C. Andina 3,7 3,4 4,9 4,1 7,8 10,1 11,9Mercosur 11,6 8,6 6,6 8,9 14,3 19,3 22,0MCCA 25,4 10,7 16,1 17,3 19,1 22,4 22,5CARICOM 8,3 10,6 12,4 12,6 5,4 10,5 10,0Total 16,4 12,9 12,8 13,1 16,8 10,2 21,0Fuente: CEPAL, División de Comercio Internacional y Financiamiento.


92 Rolando Marín IbáñezAlgunas particularidades del comercio intrarregional 5 se han he cho más evi -den tes en los úl ti mos años:a) En general, todos los países de América <strong>La</strong>tina han aumentado significativamentesus vinculaciones con el mercado regional. En ello han influido losproceso de apertura y la profundidad y amplitud de las preferencias negociadas,ade más de los co no ci dos efec tos de los ti pos de cam bio bi la te ra les y delcrecimiento económico en cada país.b) <strong>La</strong> cercanía geográfica y, en especial, la vecindad, son determinantes del crecimien to y la com po si ción de los flu jos de co mer cio, fac to res que tien den acoincidir con la configuración de los acuerdos subregionales.c) Dentro de los esquemas subregionales hay ejes muy dinámicos que explicanel alto crecimiento del comercio, principalmente Argentina y Brasil; Colombiay Venezuela; Colombia y Ecuador; Guatemala, Costa Rica y El Salvador;y los cuatro países más desarrollados del CARICOM. Tratándose depaíses pequeños o de menor desarrollo relativo rodeados de países mayoreso medianos, el comercio es excepcionalmente importante para los pequeños,co mo es el ca so de Pa ra guay y Uru guay.d) <strong>La</strong> composición del comercio intrarregional es más intensiva en manufacturas,que la respectiva composición de las exportaciones al mundo. Según lade fi ni ción de la UNC TAD, es ta ca te go ría de bie nes pa só del 51 al 58% enlas exportaciones intrarregionales entre 1990 y 1994, mientras que en las exportacionestotales el porcentaje de las manufacturas pasó del 33 al 50%,aunque este último valor está fuertemente influenciado por las exportacionesde maquila mexicanas hacia los EE UU.e) <strong>La</strong> relación comercial inter-esquemas es relativamente escasa y su avance esmás lento que los flujos intra-esquemas. Esta débil articulación puede apreciarse,por ejemplo, entre Mercosur y la Comunidad Andina; en la ComunidadAn di na y el MC CA; los paí ses de la ALA DI y los del CA RI COM; y elintercambio entre Centroamérica y CARICOM. El comercio bilateral de algunospaíses es prácticamente inexistente, independientemente de la variedade in ten si dad de las pre fe ren cias. Es el ca so, por ejem plo, de Pa ra guay yUru guay con los paí ses de Co mu ni dad An di na o den tro de es ta mis ma. Ellotie ne que ver con las ca rac te rís ti cas es truc tu ra les de las eco no mías y con loscostos de penetración de mercados pequeños y alejados.f) El papel de las inversiones intrarregionales como elementos que se derivandel comercio intrarregional a la vez que lo estimulan.5. Ibíd., pp. 118, 119.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 932. LA COMUNIDAD ANDINA Y EL MERCOSUREN LA ACTUAL COYUNTURA<strong>La</strong> Comunidad AndinaEl Acuerdo de CartagenaEn ma yo de 1966, Bo li via, Co lom bia, Chi le, Ecua dor y Pe rú (con la pos te -rior incorporación de Venezuela y el retiro de Chile) suscribieron el Acuerdo deCartagena, 6 en el cual se es ta ble ce los ob je ti vos y los ins tru men tos pa ra lo grar la in -tegración entre los países conformantes. Cuando los acuerdos concertados entre susmiembros entraron en vigor en 1969 (incluida la Corporación Andina de Fomentodestinada a financiar la industria y la infraestructura), el objetivo fue establecer unazo na de li bre co mer cio y un aran cel ex ter no co mún a más tar dar en 1980. Los ob -jetivos del Acuerdo fueron:1. Promover el desarrollo equilibrado y armónico de sus países miembros,mediante la integración y cooperación económica y social; 2. Facilitar la participaciónde los paí ses an di nos en el pro ce so de in te gra ción re gio nal, con mi ras a la for -mación gradual de un mercado común latinoamericano; 3. El afianzamiento de laacción conjunta y solidaria de sus países miembros; 4. <strong>La</strong> disminución de la vulnerabilidadexterna y; 5. El fortalecimiento de su posición en la economía mundial.Pa ra el cum pli mien to de es tos ob je ti vos, el Gru po An di no se pro pu so la con -formación de un mercado único entre sus países miembros. Los mecanismos másimportantes para el logro de este propósito fueron: a) Un programa de liberación delcomercio intrasubregional. b) <strong>La</strong> adopción de un arancel externo común aplicablea las importaciones provenientes de los terceros países. c) <strong>La</strong> armonización gradualde las políticas económicas y sociales.<strong>La</strong> Zo na de Li bre Co mer cioLos paí ses que con for man la Zo na de Li bre de Co mer cio An di no son: Bo li -via, Co lom bia, Ecua dor, Pe rú y Ve ne zue la. <strong>La</strong> ad he sión del Pe rú no ha si do per fec -cionada. El hecho de que Perú haya suscrito el Acta de Quito y luego el Protocolode Trujillo implica su retorno, y por lo tanto la plena asunción de sus obligacionesdentro del Acuerdo. Como se señaló, el Acuerdo de Cartagena implícitamente persiguecomo objetivo crear un mercado común entre sus integrantes, para lo cual pre-6. En la ac tua li dad, los cin co paí ses miem bros del Gru po An di no son: Bo li via, Co lom bia, Ecua dor, Pe -rú y Venezuela. Existe una situación especial respecto al Perú, que en 1992 solicitó suspender susobli ga cio nes den tro del Acuer do de Car ta ge na; lo que dio lu gar a la De ci sión 321, por la cual se lefaculta a establecer acuerdos bilaterales con los países del GRAN.


94 Rolando Marín Ibáñezviamente debe constituir una Zona de Libre Comercio. A su vez, el requisito paraconstituir una zona de libre comercio es la eliminación de gravámenes y restricciones,pa ra lo cual se es ta ble ce un pro gra ma de li be ra ción.A lo largo de su existencia, los diversos instrumentos de política comercialque debían permitir crear una zona de libre comercio, fundamentalmente el Programade Liberación, sufrieron retrasos y hubo que establecer nuevos plazos. <strong>La</strong>s modifi ca cio nes fun da men ta les fue ron co di fi ca das por pri me ra vez me dian te la De ci -sión 147 y la se gun da me dian te la De ci sión 236, que es tá vi gen te.El Programa de LiberalizaciónEn lo referido al Programa de Liberación, el capítulo V del Acuerdo identificalas acciones a tomar: «eliminar los gravámenes y las restricciones de todo ordenque incidan sobre la importación de productos originarios del territorio de cualquierPaís Miem bro (art. 41). El art. 42 de fi ne los tér mi nos «gra vá me nes» y «res -tricciones de todo orden». Artículo 42.Se en ten de rá por ‘gra vá me nes’ los de re chos adua ne ros y cual quier otros re car gosde efec tos equi va len tes, sean de ca rác ter fis cal, mo ne ta rio o cam bia rio, que in ci danso bre las im por ta cio nes. Se en ten de rá por ‘res tric cio nes de to do or den’ cual quier me -di da de ca rác ter ad mi nis tra ti vo, fi nan cie ro o cam bia rio, me dian te la cual un paísmiem bro im pi da o di fi cul te las im por ta cio nes, por de ci sión uni la te ral.Eliminación de restriccionesCon for me al Tra ta do (art. 46), las res tric cio nes de to do or den de bían ser eli -minadas a más tardar el 31 de diciembre de 1970, salvo para los productos comprendidosen las modalidades de integración industrial. Al 31 de diciembre de 1978(art. 47), Colombia, Perú y Venezuela debían eliminar las restricciones de todo ordenaplicables a la importación de las nóminas de productos para ser producidos porBolivia y Ecuador.Eliminación de gravámenesEl Programa de Liberación comprende el universo arancelario (art. 45), elcual de bía que dar con clui do el 31 de di ciem bre de 1983. Es de cir, si los pla zos sehubiesen cumplido, el Grupo Andino habría llegado al nivel de zona de libre comercioel 31 de di ciem bre de 1983. Ello no fue po si ble, de bi do a que to dos los paí sesandinos incumplieron el Acuerdo, hubo incumplimiento en plazos y en abierta violacióndel tratado no solo no eliminaron las restricciones sino que crearon nuevas yaun las desgravaciones ya concedidas fueron desconocidas unilateralmente.A mediados de la década de los ochenta se comprobaba el fracaso del mode-


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 95lo andino de integración que se había basado en el dirigismo estatal y en políticaseconómicas proteccionistas. 7 Se llegó a esta situación no obstante las innumerablesmodificaciones al Acuerdo de Cartagena orientadas a ampliar plazos y flexibilizar losinstrumentos comunitarios. <strong>La</strong> vigorosa acción del presidente de Venezuela, CarlosAndrés Pérez, quien convocó a la reunión de Presidentes del Grupo Andino, permitiósal var el Acuer do de Car ta ge na, y a par tir de la dé ca da de los no ven ta dar le un re -no va do vi gor. Se tra ta ba de cum plir to do lo in cum pli do; por ello, en di ciem bre de1991 el Consejo Presidencial Andino aprobó constituir la zona de libre comercio andina. Ello se ins tru men tó a tra vés de la De ci sión 324 (25 de agos to de 1992), con vi -gen cia al 31 de oc tu bre de 1992. A di cha fe cha de bían eli mi nar se el to tal de gra vá -menes y restricciones entre los países miembros. Durante mucho tiempo, los paísesha bían pro rro ga do la vi gen cia de las ex cep cio nes, lo cual era una ne ga ción del li breco mer cio; por ello se adop tó la De ci sión 324, por la cual se eli mi na ron las lis tas deExcepciones y las llamadas Nóminas de Comercio Administrado.El proceso de desgravación en Ecuador y BoliviaEl Acuerdo de Cartagena estableció para Bolivia y Ecuador tratos diferenciales en los di fe ren tes as pec tos del pro ce so; en cuan to a la des gra va ción les con -cedió plazos mayores. Por tanto, estos países iniciaron su proceso de desgravaciónmu cho más tar de.Por De ci sión 243 (27 de di ciem bre de 1988) se apro bó el Pun to Ini cial deDesgravación para el Ecuador, PIDE. Este punto inicial se estableció a partir delarancel nacional consolidado y vigente al 23 de agosto de 1988, de conformidad alli te ral d) del art. 100 del Acuer do. Los ni ve les aran ce la rios del Ecua dor eran muyal tos y ha bía pro duc tos con gra vá me nes en tre 100 y 135%.<strong>La</strong> Decisión 278 (28 de diciembre de 1990) fijó el Punto Inicial de Desgravación de Bo li via, PID-BO; los fun da men tos de es ta De ci sión se en cuen tran en elart. 100 del Acuer do y en las De ci sio nes 258 y 268. El PID-BO se efec túa a par tirdel aran cel na cio nal de Bo li via con so li da do y vi gen te al 26 de ma yo de 1990. Almo men to de la apro ba ción de la De ci sión 278, a di fe ren cia del Ecua dor, los ni ve lesde Bo li via eran bas tan te ba jos con un pro me dio del 16%. Sal vo el Ecua dor y el ca -so del Perú que ya se ha comentado, Bolivia, Colombia y Venezuela han eliminadotodos los gravámenes para la importación. En el caso de Bolivia y Ecuador, toda suproducción accede libre de gravámenes al territorio de los demás países miembros.7. Ca be re cor dar que la dé ca da de los ochen ta se ca rac te ri zó por una cri sis eco nó mi ca ge ne ra li za da enlos paí ses an di nos que de ter mi nó el es tan ca mien to, e in clu si ve re tro ce so, en los prin ci pa les in di ca -dores económicos y sociales. Lo más destacable es que los cinco países en conjunto perdieron participaciónen el comercio mundial.


96 Rolando Marín IbáñezCalificación de origenPara que la producción andina puede acceder al mercado debe cumplir conlas nor mas de ori gen. 8 El Grupo Andino aprobó diversas decisiones relacionadascon las nor mas de ori gen; las más re cien tes de ellas es la De ci sión 293, que sus ti -tuye la Decisión 231, que estableció las normas para la calificación del origen delos productos andinos.<strong>La</strong> Decisión 293 considera productos de origen:a) A los productos íntegramente producidos en el territorio de cualquier paísmiembro; b) A los productos comprendidos en los capítulos, partidas y subpartidasde la Nomenclatura Arancelaria Común por el solo hecho de ser producidos en elte rri to rio de cual quier país miem bro; c) A los pro duc tos que no se les han fi ja do re -quisitos específicos de origen y en cuya elaboración se utilicen materiales importadosdesde fuera de la subregión cuando cumplan con las siguientes condiciones:cuan do re sul ten de un pro ce so de en sam bla je o mon ta je, siem pre que en su ela bo -ración se utilicen materiales originarios del territorio de los países miembros y elva lor CIF de los ma te ria les im por ta dos de ter ce ros paí ses no ex ce da el 50% del va -lor FOB del producto. El requisito documentario es que exista un documento quecertifique el origen de las mercancías, este es el Certificado de Origen.El potencial de la Comunidad AndinaEl potencial de la Comunidad Andina representa un mercado de 100 millonesde ha bi tan tes en un te rri to rio de cer ca de cin co mi llo nes de km 2 , en los cua lesse localizan enormes yacimientos minerales, hidrocarburos, así como una agriculturaque comprende todos los pisos ecológicos.En su con jun to el Grupo Regional Andino (GRAN) tie ne ac ce so tan to al Pa -cí fi co co mo al Atlán ti co, por lo tan to en la me di da que ac túe uni do pue de ju gar unrol decisivo en la cuenca del Pacífico. Igualmente en su conjunto pertenece a dosde los sistemas hidrográficos más grandes del mundo: la Cuenca del Amazonas y laCuen ca del Río de la Pla ta.Extensión territorial 4’718.320 km 2Población 94’008.000 hab.Tasa de crecimiento del PIB 5%Ingreso per cápita US$ 1.815Exportaciones FOB US$ 29.379 millonesImportaciones CIF US$ 20.854 millonesDeuda externa total US$ 83.850 millones8. <strong>La</strong>s nor mas de ori gen son re glas a las cua les los pro duc tos de ben su je tar se pa ra aco ger se a los be -neficios de la liberación.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 97Como consecuencia de las medidas de reactivación adoptadas en el GRAN,des de 1990 el co mer cio in te rior de la Co mu ni dad An di na al can zó un va lor cre cien -te. El in ter cam bio co mer cial cre ció en 17% con re la ción a 1991 y 34% con res pec -to a 1992.El objeto de esta renovación fue también el Pacto Andino, ahora denominadoCo mu ni dad An di na. Aquí, el in ter cam bio de es tra te gia fue, al igual que en otrosprocesos de integración, progresivo. Se inició con la firma del protocolo de Quito(1987), el cual mantenía los objetivos de 1969 pero flexibilizaba los medios haciendoel proceso de integración más pragmático. Luego le sigue la Declaración de Galápagos(1989), mediante la cual se procura consolidar el espacio económico andinoe integrarlo al mundo. Estos nuevos objetivos se concretaron a través del Actade <strong>La</strong> Paz (1990) y de Ba ra ho na (1991), por la cual se creó una zo na de li bre co -mer cio a par tir de 1992, se es ta ble ció la apli ca ción de un aran cel ex ter no co mún apar tir de 1993 y la cons ti tu ción de una unión adua ne ra en 1995. Lle gar a es tosacuer dos no fue fá cil. Exis tie ron una se rie de in con ve nien tes, en tre los cua les ca bemencionar la no participación de Perú por cuanto consideraba que sus medidas podíanafectar la marcha de su programa de estabilización económica y los atrasosocu rri dos en la apli ca ción del aran cel co mún, acor dán do se una es truc tu ra con alí -cuo tas del 5, 10, 15 y 20%, lis tas de ex cep cio nes y un tra ta mien to es pe cial en fa vorde Bolivia y Ecuador. Se abandonaron los mecanismos de reserva de mercado y selevantaron las limitaciones al capital extranjero, dejando este último bajo la reglamenta ción de los paí ses miem bros.Los flujos comerciales de la Comunidad AndinaEn 1995, se gún ci fras de la CE PAL, los paí ses miem bros de la Co mu ni dadAn di na lle ga ron a ex por tar al mun do más de 40 mil mi llo nes de dó la res, lo que re -pre sen ta al re de dor del 20% de las ex por ta cio nes de los paí ses de la ALA DI. Es temon to re fle ja un in cre men to de más de 40% del mon to ex por ta do a ini cios de la dé -cada. Este salto tan importante sería explicado principalmente por los procesos deapertura comercial de la subregión, acompañados de un incremento significativodel comercio intrarregional. Entre 1992 y 1995, el comercio intrarregional se ha duplicado,llegando a 4,7 miles de millones de dólares, representando el 11,7% de lasexportaciones de la Comunidad Andina al mundo.El flujo comercial de la Comunidad Andina con el mundo resulta ser superavitario(gráfico 5). Así, el crecimiento de las exportaciones al mundo más quecompensa el rápido crecimiento de las importaciones de la región, estas últimas explica das por la pro pia aper tu ra y el nue vo rit mo de cre ci mien to de las eco no mías.Sin em bar go, cuan do ana li za mos el flu jo de pro duc tos ma nu fac tu ra dos con el mun -do, si bien se observa un leve crecimiento de las exportaciones manufactureras, laComunidad Andina es un importador neto de manufacturas a nivel mundial; este


98 Rolando Marín IbáñezGráfico 5. EVOLUCION COMERCIAL CON EL MUNDO35.00030.00025.00020.00015.00010.0005.00001980 1990 1992 1993 1995comercio sería explicado por exportaciones de industria ligera al mundo e importaciones de pro duc tos de al ta tec no lo gía y bie nes de ca pi tal pro ve nien tes de los paí -ses de sa rro lla dos. Sien do los sec to res ma nu fac tu re ros los más di ná mi cos en el co -mer cio mun dial, que da mu cho que ha cer en cuan to a las es tra te gias de los paí ses dela región para ganar competitividad en dichos sectores. Quizá la estrategia de integraciónentre países similares podría permitir un desarrollo de un comercio con mayorvalor agregado, aprovechando las ventajas que ofrece un mercado ampliado encuanto a economías a escala internas y externas a los propios sectores productivos.Si bien, en la Comunidad Andina se refleja una tendencia al incremento delco mer cio in tra gru pal, sin em bar go és te no lle ga a ni ve les co mo el Mer co sur, don deel co mer cio en tre los paí ses del mis mo gru po se du pli có con res pec to a 1990, lle -gan do a ser 15,3 mi les de mi llo nes de dó la res, es de cir, al re de dor de 22% de sus ex -portaciones totales se destinaban al propio Mercosur. Reconociendo las diferenciasen las escala de los respectivos mercados, es de importancia evaluar la capacidadde los paí ses de la Co mu ni dad An di na pa ra lle gar a cu brir una pro por ción de susexportaciones similar a la de Mercosur con comercio intrarregional, toda vez queuna de las ca rac te rís ti cas más re sal tan tes de es te flu jo es el co mer cio de bie nes ma -nufacturados.Se ob ser va, ade más, un cam bio en la es truc tu ra de los mer ca dos de des ti node las exportaciones de la Comunidad Andina (gráfico 6). En 1980 el principal des-


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 99Gráfico 6. DESTINO DE LAS EXPORTACIONES, 1980-199450454035302520151050EE UUU. E.JapónA. L.AsiaOtros1980 1990 1994ti no era EE UU con al go me nos del 30% del to tal de ex por ta cio nes, se gui do por laUnión Eu ro pea con cer ca del 22%. Pa ra 1990 EE UU au men tó su par ti ci pa ción a46% del total, mientras que el resto de zonas comerciales disminuyó su participación,con la excepción de Asia, que aumentó ligeramente a un 2% del total. Sin embargo, ya pa ra 1994, EE UU des cien de en su par ti ci pa ción a 43% al igual que el res -to de re gio nes, con la ex cep ción de Asia vuel ve a as cen der a cer ca del 3% y Amé -rica <strong>La</strong>tina y el Caribe que aumenta notablemente su participación desde un 16%en 1980 a 25% en 1994.En cuanto al origen de las importaciones de la Comunidad Andina, si bienEE UU si gue sien do el pro vee dor más im por tan te de la re gión, su par ti ci pa ción re -la ti va en el mer ca do ha ido des cen dien do de 43% en 1980 a 34% en 1994, sien doreem pla za do prin ci pal men te por paí ses de Amé ri ca <strong>La</strong> ti na y el Ca ri be y cu ya par ti -ci pa ción as cen dió de 13% en 1980 a 25% en 1995, se gui do de los paí ses asiá ti cosen me nor me di da (de 2 a 5% en el mis mo pe río do). Es ta evi den cia se ña la la im por -tancia que va adquiriendo el mercado latinoamericano para los países del área. Enel caso específico de la región andina, es un hecho resaltante que América <strong>La</strong>tinasea un mer ca do de des ti no en ex pan sión y un pro vee dor con una cre cien te par ti ci -pación, indicando que las empresas localizadas en la subregión han encontrado ensus vecinos a un mercado natural favorable al comercio.No obs tan te, las re la cio nes in ter gru pos aún son in ci pien tes en Amé ri ca <strong>La</strong> -


100 Rolando Marín Ibáñeztina; la Comunidad Andina representa solo un poco más del 4% de las exportacionesto ta les del Mer co sur, mien tras que es te úl ti mo so lo re pre sen ta 3,6% de las ex -portaciones del GRAN. Además, la balanza comercial con Mercosur es deficitariapara la Comunidad Andina. <strong>La</strong>s características de los bienes que se comercian, engeneral, no difieren del resto del comercio con el mundo de la Comunidad Andina.<strong>La</strong>s exportaciones son principalmente productos primarios –combustibles, metalesy minerales y productos alimenticios– y las importaciones son básicamente productosmanufacturados seguidos muy por debajo por productos alimenticios. Con elres to de gru pos re gio na les, por ejem plo el MC CA, se en cuen tra que los com bus ti -bles son los principales productos de exportación, aunque las manufacturas siguenen orden de importancia, a pesar de que los montos comerciados son relativamentemenores. Esta característica no se repite en el comercio intragrupal. En el caso delMercosur es más resaltante el peso del comercio de manufacturas y productos alimenticios.Para la Comunidad Andina el peso de los combustibles es bastante alto(21%), pe ro si des con ta mos a es tos úl ti mos, el 60% del res to de las ex por ta cio nesintrarregionales son productos manufacturados, es decir 47% del total. Es más, sepue de apre ciar que la par ti ci pa ción de las ma nu fac tu ras en las ex por ta cio nes ha cre -ci do en lo que va del quin que nio, se gui do por los pro duc tos ali men ti cios, mien trasque los combustibles, los metales y minerales y demás materias primas han cedidoen cuanto a su peso relativo en el comercio intrarregional.Los productos con mayor peso relativo en las exportaciones intrarregionalesfue ron, en pri mer lu gar, los in su mos pa ra la in dus tria, prin ci pal men te pro duc tos mi -neros, productos químicos y farmacéuticos, productos alimenticios y agropecuariosno alimenticios para la industria, siguiendo en importancia los vehículos para transporteparticular, junto a equipo rodante para el transporte, los combustibles y finalmentelos productos alimenticios para el consumidor final. Todos estos productoslle gan a su mar 2,4 mi les de mi llo nes de dó la res, es de cir 68,8 del to tal de ex por ta -cio nes de la re gión. Por otro la do, Ve ne zue la y Ecua dor son los prin ci pa les ex por -tadores de petróleo y otros combustibles, pero Colombia recientemente ha adquiridoim por tan cia gra cias a la ex plo ta ción de nue vos ya ci mien tos. En cuan to a los pro -duc tos agro pe cua rios pa ra la in dus tria, los pro duc tos de ma yor pe so son la so ya ysus sub pro duc tos, pro ve nien tes bá si ca men te de Bo li via; azú car y pro duc tos re la cio -nados de Colombia y Bolivia; algodón y cereales también de Bolivia, entre otros.Los productos mineros para la industria provienen principalmente de Perú y Bolivia,pri man do el zinc, el es ta ño, la pla ta, el plo mo y el co bre, to dos con di fe ren tegrado de agregación. Otro insumo de peso relativo importante es la harina de pescado,siendo el Perú el principal proveedor, aunque Ecuador ha comenzado a competirdesde 1994. En la industria química farmacéutica dominan las exportacionescolombianas, aunque en menor medida participa el resto de los países. Llama laatención el comportamiento del rubro vestuario y otras confecciones de textiles queha tenido una caída notable en las exportaciones de la región. Este hecho reflejaría


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 101la fuerte competencia de productos similares provenientes del Asia; en este sentidoPe rú se ría el país más afec ta do en la re gión, con fuer tes re duc cio nes en su pro duc -ción.A prin ci pios de 1995, en tró en vi gen cia el aran cel ex ter no co mún, el cualcon tem pla cin co tra mos con un ni vel má xi mo de 20% de acuer do al gra do de agre -ga ción del pro duc to, es de cir, con una ma yor pro tec ción efec ti va de acuer do al gra -do de ela bo ra ción de los bie nes. El aran cel ex ter no co mún cu bre el 95% del uni ver -so arancelario. Sin embargo, Perú y Bolivia han decidido continuar con sus nivelesaran ce la rios más ba jos y pa re jos y con ti nuar ne go cian do bi la te ral men te sus pre fe -rencias arancelarias. De esta forma, los beneficiarios del arancel externo común sonbásicamente Venezuela, Colombia y Ecuador, países que cuentan con acuerdos bilateralesde complementación comercial e industrial.En cuanto a la evaluación de la participación de las exportaciones hacia lasu bre gión de los paí ses an di nos (cua dro 12), se no ta la cla ra par ti ci pa ción de Co -lombia y Venezuela en el comercio intrarregional, seguidos por Perú y Ecuador,mientras que Bolivia solo representa como máximo el 5,7% de dicho comercio. Colombiase convirtió en el principal socio comercial de la Comunidad Andina en1991 al pa sar de 14% de las ex por ta cio nes a más de 40% en los años sub si guien -tes; sin em bar go, a par tir de 1993 co men zó a per der po si ción en di cho mer ca do,mientras Venezuela va ganando participación paulatinamente. No obstante, 1995 hasignificado un salto sustancial para Colombia, que volvió a ganar posición en estemercado a costa de Venezuela, cuyas exportaciones cayeron como resultado de sucrisis económica. Ecuador ha tenido un comportamiento más errático en cuanto asu participación, ubicándose alrededor del 11% de las exportaciones. En 1995 lasex por ta cio nes ecua to ria nas se vie ron ini cial men te afec ta das por el con flic to con Pe -rú, pero luego se recuperaron gracias al alza de precios de sus principales productosde exportación. Lo que si resulta significativo es el descenso en la participacióndel Pe rú en el mer ca do an di no, aun en pe río dos de al za de pre cios de sus prin ci pa -les pro duc tos. <strong>La</strong>s ci fras in di can que el Pe rú es el gran au sen te del pro ce so de in te -gra ción an di na, per dien do opor tu ni da des de ga nar com pe ti ti vi dad vía los mer ca dosam plia dos.El Mer ca do Co mún del Sur: Mer co surLos orígenes del Mercosur tienen antecedentes en los primeros años de ladé ca da de los ochen ta, 9 cuando Argentina y Brasil iniciaron un proceso de acerca-9. Desde 1983 Argentina y Brasil fueron promoviendo una actitud orientada hacia la cooperación. En1986 se sus cri bió en Bue nos Ai res el Ac ta pa ra la In te gra ción Ar gen ti na-Bra si le ña a tra vés del Pro -grama de Cooperación Económica, en cuya etapa se aprobaron protocolos sectoriales. En 1988 sefirmó en Buenos Aires el Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo orientado a crear unMer ca do Co mún en tre los dos paí ses. En 1990 se fir ma el Ac ta de Bue nos Ai res, orien ta da a ade -lantar el plazo para la constitución del Mercado Común.


102 Rolando Marín IbáñezCua dro 12. EVOLUCION DE LA PARTICIPACION DE LAS EXPORTACIONES TOTALESA LA CA DE LOS PAISES MIEMBROS(EN PORCENTAJES)1990 1991 1992 1993 1994 1995Bo li via 4,5 4,6 4,5 4,2 5,7 4,8Colombia 28,0 42,9 45,5 39,7 32,4 38,8Ecuador 14,2 11,2 8,0 10,3 11,3 7,8Perú 16,1 14,9 12,1 9,4 9,0 8,9Venezuela 37,1 26,4 29,9 36,4 41,6 39,7Fuente: JUNAC.miento que resultó en principio la suscripción del Mercado Común Bilateral, hastala posterior adhesión de Paraguay y Uruguay.El tra ta do lle ga a co brar for ma en los acuer dos de in te gra ción y coo pe ra ciónfirmados entre Argentina y Brasil en julio de 1986, los que fueron perfeccionadosen 1988, año en que se fir ma ron otros 20 pro to co los so bre los si guien tes as pec tos:bienes de capital, ventas de trigo argentino, abastecimiento alimentario, creación deempresas binacionales, creación de fondo de inversiones (200 millones de capitalinicial), desarrollo conjunto y abastecimiento de hidrocarburos y energía eléctrica,siderurgia; transporte, comunicaciones. Otros convenios sobre cooperación tecnológicay biotecnología, informática, aeronáutica y energía nuclear.En ju lio de 1990 los pre si den tes de am bos paí ses anun cia ron la in ten ción decons ti tuir un mer ca do co mún en el co no sur. En agos to de 1990 Uru guay anun ciósu intención de formar parte, y Paraguay inició negociaciones en octubre del mismoaño. El 26 de mar zo de 1991 los pre si den tes y los mi nis tros de Re la cio nes Ex -te rio res de los go bier nos de Ar gen ti na, de la Re pú bli ca Fe de ra ti va de Bra sil, del Pa -raguay y de la República Oriental del Uruguay, suscribieron el Tratado de Asunción,por el cual es ta ble cen el Mer ca do Co mún del Sur (Mer co sur), que lue go de unpe río do de tran si ción de bía en trar en fun cio na mien to el 1 de ene ro de 1995. Du ran -te el período de transición el Mercosur enfrentó fuertes resistencias en cada uno delos países miembros, fundamentalmente respecto a los plazos para poner en vigenciael mercado común. Solo la firme voluntad política de los gobernantes permitiócumplir el cronograma que puso en funcionamiento el mercado común para el 1 deene ro de 1995.El tratado del Mercosur en sus intenciones explicativas, aspira al logro deuna integración profunda que incluya la libre circulación de bienes y servicios yfac to res pro duc ti vos; el es ta ble ci mien to de un aran cel ex ter no y una po lí ti ca co mer -cial común, junto con la coordinación de posiciones en foros económicos-comercialesregionales e internacionales; la coordinación de políticas macroeconómicas y


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 103sec to ria les en los cam pos del co mer cio ex te rior, agrí co la, in dus trial, fis cal, mo ne ta -rio, cam bia rio y de ca pi ta les, de ser vi cios, adua ne ro, de trans por tes y co mu ni ca cio -nes, etc., y el compromiso para armonizar sus legislaciones en áreas pertinentes. 10InstitucionalidadEl Mercosur presentó inicialmente una estructura institucional que redujo almínimo las normas y organismos constitutivos del Acuerdo. De acuerdo con lo establecidoen el Tratado de Asunción, los órganos de gobierno del Mercosur fueronlos siguientes:a) El Consejo del Mercosur (CMC) es su órgano principal, encargado de orientarlopolíticamente y asegurar el cumplimiento de sus objetivos. Se reúne anivel presidencial, y con la presencia de los ministros de Economía y loscancilleres de los respectivos países.b) El Grupo Mercado Común (GMC) es el órgano ejecutivo del Acuerdo, constituidopor representantes ministeriales coordinados por la Cancillería de cadapaís.c) <strong>La</strong> Secretaría Administrativa del Mercosur (SAM), localizada en Montevideo,comenzó a operar, a partir de 1997, como organismo internacional enel ámbito del Mercosur con una estructura y presupuesto cuatripartitos. <strong>La</strong>SAM es el ar chi vo ofi cial de la do cu men ta ción del Mer co sur.El Mercosur también cuenta con una Comisión Parlamentaria Conjunta, integradapor representantes de los cuatro parlamentos nacionales. Tras la Reunión deOu ro Pre to se agre gó la Co mi sión de Co mer cio del Mer co sur (CCM) y el Fo ro Con -sultivo Económico y Social (FCES).El potencial del MercosurEl Mercosur abarca un mercado de 190 millones de habitantes, que representanel 44% de la población latinoamericana. Su Producto Interno Bruto es deaproximadamente 800.000 millones de dólares, equivalente al 51% del total de lare gión. Su su per fi cie te rri to rial ocu pa el 59% de la re gión.El área presenta un gran dinamismo comercial; el intercambio comercial pasóde 4.127 mi llo nes de dó la res en 1990 a 10.027 mi llo nes de dó la res en 1993, loque representa un incremento actual del 34,7%.10. Véa se Car los Saúl Me nem, ¿Qué es el Mer co sur?, Argentina, Ed. Ciudad, 1996.


104 Rolando Marín IbáñezSuperficie 12 millones de km 2Población 190 millones de habitantesArgentina 34Brasil 145Paraguay 4,7Uruguay 3,1Ingreso per cápita comunitario 3.750 dólaresDeu da ex ter na glo bal (en mi les de millones) 223.327 mi les de millonesArgentina 70.054.000Brasil 145.650.000Paraguay 1.269.000Uruguay 4.354.000Ingreso per cápita nacionalArgentina 3.272Brasil 2.207Producto Bruto Interno Global 740.000 miles de millonesProducto Interno Bruto NacionalBrasil 509.000Paraguay 5.000Uruguay 11.000Exportaciones 54.169Importaciones 46.207Objetivos del Tratado de AsunciónLos objetivos del Tratado de Asunción se resumen en los siguientes puntos:1. Creación de un mercado ampliado.2. Complementación económica-comercial.3. Mejor aprovechamiento de los recursos disponibles.4. Preservación del medio ambiente.5. Mejoramiento de interconexiones físicas.6. Complementación de los diferentes sectores de la economía.7. Coordinación de las políticas macroecónomicas, y sectoriales, y8. <strong>La</strong> armonización de legislaciones.Período de transiciónEl Tratado estableció un período de transición hasta el 31 de diciembre de1994, durante el cual se adoptaron los siguientes instrumentos:a) Un Régimen General de Origen.b) Un Sistema de Soluciones de Controversias.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 105c) Cláusulas de salvaguardia.Para el funcionamiento del Mercado Común se establecen los siguientes mecanismos:a) Libre circulación de bienes, servicios, y factores productivos.b) Un Programa de liberación comercial (lineal, progresivo y automático), eliminandorestricciones no arancelarias o medidas de efectos equivalentes,otorgándoles a Paraguay y Uruguay un año adicional para demostrar sus lis -tas de excepciones.c) Establecimiento de un arancel externo común.d) Política comercial común frente a terceros países.e) Coordinación de posiciones en foros comerciales y económicos.f) Coordinación de políticas sectoriales y macroecónomicas.g) Establecimiento de un sistema de solución de controversias.h) Posibilidad de establecimiento de Cláusulas de Salvaguardia (para el períodode tran si ción).i) Establecimiento del Grupo Mercado Común, a efectos de coordinación depolíticas macroeconómicas y sectoriales. En cuanto al mandato del Tratadode Montevideo 1980, respecto a la obligatoriedad de que cualquier Acuerdode Al can ce Par cial es té abier to a la li bre ad he sión de los otros paí ses de laAso cia ción, el art. 20 del Tra ta do de Asun ción es ta ble ce que el Mer co sur es -tá abier to a la ad he sión de los de más paí ses miem bros de la ALA DI, «cu yassolicitudes podrán ser examinadas por los Estados Partes después de cincoaños de vigencia de este Tratado». Sin embargo, el mismo artículo establecela posibilidad de considerar con anterioridad las solicitudes de adhesiónde aque llos paí ses miem bros de ALA DI que no for men par te de una aso cia -ción subregional o extraregional.Ejecución del cronograma del MercosurDesde la vigencia del Tratado se inició un intenso trabajo tanto técnico comopolítico. El trabajo técnico fue desarrollado por comisiones y grupos de trabajo;el trabajo político tenía por objeto evaluar y ratificar los acuerdos técnicos oromper los impases. Para cumplir sus objetivos y llegar a constituir el Mercado Comúnen los plazos previstos, se aprobó un cronograma, denominado Cronograma de«las Leñas», cuyas ejecuciones se encomendó a 11 subgrupos de trabajo, 11 encargadosde efectuar estudios y proponer conclusiones sobre diversos aspectos.11. Subgrupos de trabajo: No. 1. Asuntos Comerciales; No. 2. Asuntos Aduaneros; No. 3. Normas Técnicas;No. 4. Políticas Fiscal y Monetaria. Relacionadas con el Comercio de Trabajo; No. 5. TransporteTerrestre; No. 6. Transporte Marítimo; No. 7. Política Fiscal y Tecnología; No. 8. PolíticaAgrícola; No. 9. Política Energética; No. 10. Coordinación de Políticas Macroeconómicas; No. 11.Relaciones <strong>La</strong>borales, Empleo y Seguridad Social.


106 Rolando Marín IbáñezEn el Mercosur las reuniones políticas tuvieron una gran importancia, puespermitieron cumplir el cronograma previsto; para ello los jefes de Estado se reuníancada seis meses, en lo que los medios llamaron cumbres políticas. Todo este trabajotécnico y político debidamente sincronizado permitió que durante el período detransición hacia el mercado común se aprobaran las siguientes medidas:a) Régimen de Soluciones de Controversias. Fue aprobado por el Protocolo deBra si lia y en tró en vi gor el 24 de abril de 1993.b) Reglamento contra prácticas desleales de comercio. Se aprobó el 1 de juliode 1993, de bien do en trar en vi gen cia el 1 de ene ro de 1995.c) Acuerdo Sanitario y Fitosanitario aprobado el 1 de julio de 1993.d) Constitución del Consejo Industrial del Mercosur (diciembre de 1993).e) Programa de Liberación Comercial. En la Cumbre de Colonia (19 de enerode 1994) se fir mó el Ac ta por la cual se eli mi na ban to das las ba rre ras in ter -nas al comercio comunitario. Se adoptó un Programa de liberación lineal yautomático que permitió la incorporación a la zona de libre comercio deluniverso de los productos del Mercosur.f) Aprobación del Arancel Externo Común. Por el Acta de Buenos Aires (6 deagosto de 1994) los presidentes del Mercosur aprobaron las condiciones delarancel externo común. El tema arancel externo común enfrentó a los paísesmiem bros e hi zo te mer la im po si bi li dad de po ner en mar cha el mer ca do co -mún pa ra el 1 de ene ro de 1995. Du ran te el se gun do se mes tre de 1994 se ne -goció intensamente el tema, llegándose a la decisión de poner en vigencia unarancel externo común imperfecto. El arancel externo común oscilaría entreta sa de 0 a 20% pe ro no com pren de rá el uni ver so de los pro duc tos has ta elaño 2001. Ini cial men te el aran cel ex ter no co mún se apli ca rá pa ra el 85% deproductos, el 15% restantes se incorporará paulatinamente hasta el año 2001.Hasta dicho año Argentina, Brasil y Uruguay mantendrán una lista de excepciones res pec to al aran cel ex ter no co mún de 300 pro duc tos, en tan to el Pa -raguay mantendrá una lista de excepciones de 399 productos. Igualmente seaprobó mantener los convenios bilaterales preexistentes entre los países hastael 2001, con ajus tes pe rió di cos an tes de esa fe cha.g) Fi nal men te, en la Cum bre de «Ou ro Pre to», el 17 de di ciem bre de 1994 lospresidentes firmaron el Protocolo de Ouro Preto que complementa el Tratadode Asun ción, por el cual se de ci de:1. Po ner en mar cha el Mer co sur el pri me ro de ene ro de 1995.2. Con ver tir al Mer co sur en una en ti dad ju rí di ca con per so ne ría in ter na cio -nal.3. Ratificar la estructura institucional del Mercosur, compuesta por el Consejodel Mercado Común como órgano máximo, formado por los ministrosde RR.EE. de los paí ses miem bros. El ór ga no eje cu ti vo es el Gru poMercado Común.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 1074. Se acordó que Montevideo será la sede de la Secretaría Administrativa yAsunción la sede del Tribunal Arbitral.5. Se ratifica como órgano la Comisión de Comercio, creada en agosto de1994.6. Se crea un Foro de Consultas Económicas y Sociales formado por representantesde empresarios y trabajadores.7. Se crea una Comisión Parlamentaria Conjunta con funciones consultivas,deliberativas y de formulación de propuestas.<strong>La</strong> ampliación del MercosurDespués del TLC, el Mercosur es el proceso de integración más importantedel hemisferio. Concebido como un acuerdo subregional para países del cono sur,el Mercosur despierta interés aun en países distintos a dicha subregión. Por ello, elaccionar y evolución de este proceso de integración se convierte en un factor clavepara el hemisferio y en particular para la América del Sur. En la actualidad el Mercosurconstituye un factor de atracción en particular para países como Chile y Bolivia,que se relacionan con el Mercosur mediante sendos convenios de asociaciónpor los cua les se cons ti tu ye una zo na de li bre co mer cio. Es tas ne go cia cio nes se ini -cia ron en 1994 y con ti nua ron en 1995.<strong>La</strong> economía del MercosurCo mo se ex pli có, el Mer co sur cons ti tu ye un miem bro de la fa mi lia de nue -vos pactos regionales que han florecido en <strong>La</strong>tinoamérica paralelamente a la liberali za ción que se ha ve ni do dan do des de fi na les de la dé ca da de los ochen ta, don delos países miembros han experimentado una liberalización considerable, tanto internacomo externa.En lo que res pec ta a los ni ve les aran ce la rios del Mer co sur pa ra to das las ca -te go rías de pro duc tos, en 1986 eran mu cho más al tos que los apli ca dos a raíz de lapues ta en eje cu ción del aran cel ex ter no co mún del Mer co sur a prin ci pios de 1995.El motor que impulsó este cambio en la protección arancelaria fue la liberalizaciónuni la te ral del co mer cio que co men zó en Ar gen ti na en 1978 y en el res to de los paí -ses miem bros de Mer co sur a co mien zos de la dé ca da ac tual. Es ta nue va ten den ciaen las políticas de comercio influyó en la naturaleza y alcance de la protección deMer co sur fren te al res to del mun do. En la ma yo ría de los ca sos, el aran cel ex ter noco mún era fi ja do a las ta sas vi gen tes más ba jas en las es ca las na cio na les. 12Si bien el aran cel ex ter no co mún no se rá apli ca do en su to ta li dad si no a par -12. Se ha estimado que Argentina redujo a 40% sus reglones arancelarios como resultado del arancelexterno común. Brasil convino en aceptar tasas arancelarias menores en los sectores de los bienesde capital y la informática, aunque pretendía mayores niveles de protección.


108 Rolando Marín Ibáñeztir del año 2001, la ten den cia es cla ra: Mer co sur se en ca mi na ha cia ni ve les más ba -jos, y no más al tos, de pro tec ción al co mer cio. Co mo re sul ta do, un com po nen te im -portante del comercio ha aumentado notablemente. <strong>La</strong> reducción de barreras al comercioha estimulado el flujo de mercaderías, tanto de los países socios como delres to del mun do. Co mo se ob ser va en el cua dro 13, las im por ta cio nes to ta les de lospaí ses de Mer co sur au men ta ron en un pro me dio anual de 22% en tre 1991 y 1995.<strong>La</strong>s importaciones intra-Mercosur crecieron a una tasa promedio de 25%, las importacionesprocedentes de la Unión Europea aumentaron a una tasa similar y lasde EE UU y el res to de <strong>La</strong> ti noa mé ri ca cre cie ron en 21 y 20%, res pec ti va men te. 13Cuadro 13. MERCOSUR-IMPORTACIONES DE BIENES, 1990-1995(EN MILES DE MILLONES DE DOLARES, US$, Y PORCENTAJES)(%)1990 1991 1992 1993 1994 1995 Crecimientopromedio1990-95Del mun do 29 34 39 49 64 78 22De EE UU 6 7 9 11 14 16 23De UE 7 8 9 11 16 21 25De Mercosur 4 5 7 9 12 13 25De L.A. y Car. 5 5 6 7 8 11 20Del res to del mun do 8 9 8 10 14 16 15Fuente: SELA, Capítulos 49.Lo an te rior es evi den cia cla ra y con vin cen te de que Mer co sur no es un re -cinto fortificado en lo que respecta al comercio. 14 Por el contrario, desde el establecimientode este pacto comercial en 1991, los socios comerciales más importantesdel Mer co sur han po di do au men tar sus ven tas en la re gión a ni ve les si mi la res o li -13. <strong>La</strong> ini cia ti va de Mer co sur tie ne efec tos in ne ga bles res pec to de las opor tu ni da des ofre ci das a sus pro -tagonistas, pero simultáneamente ha despertado un interés inusitado por las potencias económicasmun dia les. Tan to los EE UU co mo la UE y en me nor me di da el Ja pón, tra tan de es ta ble cer me ca -nismos de cooperación con el Mercosur, más allá del estrechamiento de las relaciones bilateralescon ca da uno de los paí ses que com po nen es ta agru pa ción re gio nal. «Mer co sur en el es que ma de lasRe la cio nes In ter na cio na les», J. M. Gar cía, Univ. Au tó no ma de Ma drid, Doc. Ariad na, Ma drid, ma -yo 1997.14. Exis ten ver sio nes (A. Yeats, eco no mis ta B. M.) en el sen ti do de que el Mer co sur des vía el co mer -cio de los pa tro nes «es pe ra dos so bre la ba se de las con di cio nes de efi cien cia y ven ta ja com pa ra ti -va», man te nien do ba rre ras aran ce la rias y no aran ce la rias más al tas a las im por ta cio nes de paí ses ex -tra-Mer co sur que a las de los paí ses miem bros. Es te he cho –se gún se ar gu men ta– afec ta rá a la lar -ga a los países miembros, pues se les permitirá rodearse de murallas proteccionistas relativamenteal tas y con cen tra se en el có mo do mer ca do sin que lle guen a ser com pe ti ti vos a ni vel glo bal. SE LA,Capítulos 49, p. 57.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 109ge ra men te in fe rio res que los mis mos paí ses miem bros. Es to re fle ja que la li be ra li -za ción del co mer cio en Mer co sur ha be ne fi cia do a los pro duc to res de paí ses miem -bros y no miembros, así como a los consumidores dentro de Mercosur, lo que estáen to tal con so nan cia con la nue va orien ta ción de los acuer dos re gio na les en <strong>La</strong> ti -noamérica, que se basan en reformas de mercado y en la liberalización del comercio.Mercosur ha logrado eliminar aranceles y otras restricciones al comercio en lama yor par te del in ter cam bio en tre los paí ses miem bros. A la vez, se ha avan za do alrit mo de la li be ra li za ción del co mer cio del res to del mun do. Ello ex pli ca el com por -tamiento del sector importaciones.<strong>La</strong>s exportaciones intra-Mercosur han aumentado a niveles muy superioresa los de las ex por ta cio nes pro ve nien tes de la Unión Eu ro pea, EE UU y el res to de<strong>La</strong>tinoamérica (véase cuadro 14). Lo anterior refleja un buen indicador, y es un aspecto que ca be es pe rar de paí ses que li be ra li zan su co mer cio re cí pro co, es pe cial -mente cuando están involucrados dos países económicamente poderosos como sonBrasil y Argentina, que antes estaban separados por fronteras al comercio considerables. Lo que mues tran los cua dros 13 y 14 es que des de que fue ins ti tui do el Mer -cosur, la interdependencia económica de los países miembros fue en constante aumento.Cuadro 14. MERCOSUR-EXPORTACIONES DE BIENES, 1990-1995(EN MILES DE MILLONES DE DOLARES, US$, Y PORCENTAJES)1990 1991 1992 1993 1994 1995 Crecimientopromedio1990-95 (%)Del mun do 47 46 50 54 62 69 10De EE UU 10 8 9 10 10 11 3De UE 15 15 16 15 17 18 5De Mercosur 4 5 7 10 11 13 32De L.A. y Car. 4 5 6 6 7 8 18Del res to del mun do 14 13 12 14 17 20 9Fuente: SELA, Capítulos 49.Co mo se ex pli có, Mer co sur se ex ten dió a otros paí ses. Ha con clui do acuer -dos de libre comercio con Chile y Bolivia y actualmente está negociando con la ComunidadAndina. En diciembre de 1995 firmó un acuerdo marco de comercio conla Unión Europea. En este sentido, Mercosur puede ser considerado como un mediopa ra avan zar en la ru ta ha cia una ma yor li be ra li za ción del co mer cio. Ade más,los lazos económicos forjados por Mercosur han servido para fortalecer los vínculospolíticos, lo que trajo beneficios que trascienden en el campo comercial.Es importante distinguir entre la integración unidimensional o economicista


110 Rolando Marín Ibáñezy la integración multidimensional o profunda. <strong>La</strong> integración profunda –que incluye,pero no exclusivamente, a la liberalización de los mercados entre sus paísesmiem bros–. El Mer co sur pa re ce es tar en ca mi nán do se de ma ne ra aún in ci pien te ha -cia for mas mul ti di men sio na les y pro fun das de in te gra ción que en ho ri zon tes de lar -go plazo podrían propagarse al conjunto de Sudamérica.


CAPÍTULO V<strong>La</strong> con ver gen ciaComunidad Andina-Mercosur y el ALCA1. LA COMUNIDAD ANDINA Y EL MERCOSUR:¿HACIA LA CONVERGENCIA REGIONAL?A inicios de los años noventa, los procesos de integración en Sudamérica experimentaronun cambio de rumbo. 1 Por un la do, la con so li da ción de los go bier nosdemocráticos, el compromiso con la apertura económica y la afinidad y convergenciade las políticas en la región dieron señales de la viabilidad política del proceso.Asimismo, las experiencias exitosas del TLC, así como el establecimiento de la UEdieron un nuevo impulso a los procesos de integración subregionales y al regional.En ese contexto, recientemente los cinco países de la Comunidad Andina,los cuatro del Mercosur y Chile, es decir todos los integrantes del espacio sudamericano,llegaron a ser protagonistas de un intenso proceso de negociaciones, que enal gu nos ca sos ha cul mi na do con la fir ma de acuer dos de li bre co mer cio, co mo elsuscrito por Chile y el Mercosur. Dichas negociaciones, independientemente de sucarácter bilateral o multilateral, conducen, en forma gradual y más rápido de lo previsto, a la for ma ción de un Area de Li bre Co mer cio Su da me ri ca na, es de cir un es -pacio donde no existirán barreras arancelarias al comercio recíproco. En lo económico,un espacio sudamericano ofrece la posibilidad de contar con un mercado potencial de 316 mi llo nes de ha bi tan tes con un PIB cer ca no a los 800.000 mi llo nes dedólares. Asimismo, el intercambio comercial intrarregional, que actualmente bordealos 35.000 millones de dólares, tenderá a multiplicar al eliminarse las barrerasarancelarias, al igual que la inversión. Una mayor interrelación económica entre los1. En los años noventa, se inicia una nueva perspectiva para la integración regional al comenzarse latransformación del paradigma del proteccionismo. Si bien, tal paradigma facilitó la conformaciónde una in fraes truc tu ra in dus trial im por tan te y la con so li da ción de va rios pro yec tos pro duc ti vos, ais -ló a los paí ses de la com pe ti ti vi dad y de la in no va ción. Se pue de afir mar que se da ini cio a la adop -ción del nue vo pa ra dig ma que su po ne la in te gra ción eco nó mi ca. En es te nue vo con tex to, a di fe ren -cia de las décadas pasadas, se otorga importancia a los mecanismos automáticos y a la desregulaciónde las tran sac cio nes eco nó mi cas, fa ci li tan do una ma yor par ti ci pa ción de los agen tes eco nó mi -cos. Adi cio nal men te se asu me un per fil aran ce la rio más ba jo y pro gre si va eli mi na ción de las ba rre -ras que impedían el acceso al comercio. G. Arellano, «<strong>La</strong> integración económica y los paradigmasen América <strong>La</strong>tina», SELA, Capítulos 49, 1997.


112 Rolando Marín Ibáñezgrupos y países del área, tanto en Comercio como en transportes, infraestructura,etc., generará un gran potencial de beneficios mutuos.Los compromisos integradores y el rápido crecimiento del comercio llevana que tanto el Mercosur como la Comunidad Andina propicien una mayor articulaciónque permitiría consolidar la formación del espacio económico sudamericano.El Mer co sur y su pro yec ciónEl Mercosur juega un papel estratégico y de gravitación en el esquema de lafutura integración de Sudamérica. Pese al crecimiento significativo del comercio intrazonaly los avances logrados en diversos ámbitos, el Mercosur, dada su extensióny potencial económico con una superficie que abarca al 60% de la América <strong>La</strong>tina,se constituye en el referente sudamericano que dio lugar paulatinamente a un Areade Libre de Comercio <strong>Sudamericana</strong> (ALCSA), que engloba a la totalidad de lospaíses del subcontinente.En lo referido al comercio intra-Mercosur, las cifras indican que ha progresado cons tan te men te y su pe ra, tras un au men to del 30% so lo en 1993, los 8.000 mi -llo nes de dó la res anua les. Des de fi na les de los años ochen ta y prin ci pios de los no -venta, el valor de las ventas intra-Mercosur representaron aproximadamente el 34%de las to ta les in tra rre gio na les. Por su par te, el co mer cio en tre los paí ses del Gru poAndino también llegó a ser un flujo dinámico que aumentó de manera uniforme durante los úl ti mos años y re pre sen ta el 14% del co mer cio re gio nal.Con vie ne se ña lar el au ge del co mer cio re cí pro co en la dé ca da de los no ven -ta con el fin de dimensionar la importancia de Sudamérica y en especial la gravitacióndel Mer co sur en di cho pro ce so. Cuan do se ex clu ye a Mé xi co de los cál cu losde la ALADI, es decir cuando se examina específicamente el desempeño comercialde Sudamérica (1994), sus exportaciones hacia América <strong>La</strong>tina expresadas comouna cuo ta por cen tual de sus ex por ta cio nes to ta les se ele van des de 19 a 28%, y lasdi ri gi das a EE UU des cien den des de 47 a 25%. Es te con tras te se ori gi na en el al tope so de la eco no mía me xi ca na so bre los pro me dios glo ba les y en que so lo el 4% delas exportaciones tenía en 1994 como destino a América <strong>La</strong>tina, en tanto que el 85%de di chas ven tas se di ri gían a EE UU. En el MCC, las ex por ta cio nes ex pe ri men ta -ron un cre ci mien to del 75%, en tan to que las re cí pro cas lo hi cie ron en un 87%. Aun -que en menor proporción que México, el comercio exterior de Centroamérica depende en al to gra do del mer ca do es ta dou ni den se, es pe cial men te a tra vés de las zo -nas procesadoras de exportaciones y las maquiladoras que allí se instalan; y tantoMéxico como los países centroamericanos y del Caribe responden mucho más a unadinámica comercial, cuyo centro dinamizador es EE UU. Desde este ángulo, el au-


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 113ge del comercio intralatinoamericano se ha verificado fundamentalmente en América del Sur. 2Estudios y evaluaciones realizadas con respecto al Mercosur destacan que,pe se a los obs tá cu los en con tra dos, es te es que ma de in te gra ción ha al can za do im por -tantes progresos. 3 El eje Argentina /Brasil genera, a partir del Mercosur, una fuerzagravitatoria que arrastrará a otros países de Sudamérica a la conformación de un soloes pa cio eco nó mi co don de el ac tor es tra té gi ca men te de ci si vo en la in te gra ción se -rá Bra sil.El papel de la Comunidad AndinaDurante la década de los noventa, paralelamente a las políticas de aperturaque emprendieron los países miembros del Grupo Andino se efectuaron cambiosimportantes en el ordenamiento jurídico que emana del Acuerdo de Cartagena. Elpaso más significativo lo constituyó el desmonte de todas las excepciones mediantela formulación de un programa lineal y muy rápido de liberación comercial. Elperfeccionamiento de la zona de libre comercio se vio acompañado de la liberaciónde servicios de transporte aéreo, terrestre y multimodal; la actualización de la normativasobre inversiones, propiedad intelectual, libre competencia y competenciadesleal. Todo este acelerado y positivo proceso de cambio en el contexto de la integraciónandina ha sido el prolegómeno para la adopción del nuevo paradigma quese corresponde con la progresiva consolidación de la comunidad latinoamericana.<strong>La</strong> integración andina, particularmente el eje colombiano- venezolano, empezó a for mar par te de la ac ti vi dad dia ria de los ha bi tan tes de esa su bre gión. En tér -mi nos for ma les se pue de de cir que la in te gra ción an di na es en la ac tua li dad un ele -men to or gá ni co en la di ná mi ca fun cio nal de la so cie dad ci vil. En ese mar co, se es -tá avanzando progresivamente, como lo hiciera Europa Occidental, en la consolidacióndel paradigma de la integración. 4En el se no de la Co mu ni dad An di na se acor dó ne go ciar con el Mer co sur, an -tes de di ciem bre de 1997, un acuer do nor ma ti vo en el que de fi ni rán los as pec tos ge -nerales que deberá abarcar una amplia zona de libre comercio sudamericana. Estapre vé dos eta pas de ne go cia cio nes: en la pri me ra los dos blo ques abor da rán en con -junto cuestiones normativas tales como reglas de origen, categorías tarifarias y normasde salvaguarda. En la segunda fase e individualmente se establecerán los me-2. A. Di Filippo, «El Mercosur: evolución y perspectivas», CEPAL, Santiago, 1997.3. El pro gra ma de re duc ción y eli mi na ción de ba rre ras aran ce la rias al co mer cio se ha lla en eta pa avan -zada; asimismo, los aranceles para la mayoría de los productos han sido reducidos para adecuarseal AEC adoptado.4. G. Arellano, «<strong>La</strong> integración económica y los paradigmas en América <strong>La</strong>tina», SELA, Caracas, Capítulos49, 1997, p. 19.


114 Rolando Marín Ibáñezcanismos de reducción arancelaria para los productos comercializados. De esta for -ma se es ta rían dan do pa sos con cre tos ha cia la cons ti tu ción del ALC SA en una pri -mera fase.2. HACIA LA CONFORMACION DEL ESPACIO SUDAMERICANOUn elemento –ya apuntado– que se adiciona como potencial evidencia de laspotencialidades transformadoras de las herramientas de la integración económicapara la conformación de la comunidad sudamericana, constituye las negociacionesentre el Grupo Andino y Mercosur.Desde el ángulo político, tales negociaciones representan uno de los retosmás significativos que enfrenta la región. <strong>La</strong>s negociaciones permitirán la conformaciónde un espacio económico sudamericano que contribuirá positivamente en lainserción eficiente de la región en un mundo globalizado y, adicionalmente, serviráde base para la definición de una estrategia de negociación en la conformaciónde la Unión <strong>Sudamericana</strong>.<strong>La</strong> Articulación del Mercosur con la Comunidad Andina a través de acuerdosbilaterales y subregionales constituye una forma de propiciar a los países correspondientesuna inserción competitiva en el proceso de globalización. <strong>La</strong> profundización,así como la articulación y convergencia de dichos acuerdos, sin lugar adudas es fundamental para que los países aprovechen las potencialidades de la globalizacióny disminuyan los impactos negativos de la misma.Empero, en el proceso de articulación y convergencia entre los países de Sudaméricaserá importante crear agrupaciones entre los mismos, no excluyentes entresí, de mo do que en ca da una de esas agru pa cio nes se ar mo ni cen las nor mas dere gu la ción del co mer cio y de los acuer dos y se plan teen ági les pro yec tos de li be ra -ción, al mis mo tiem po que se es ta blez can las co ne xio nes ne ce sa rias en tre los sis te -mas de transporte, energía y comunicaciones con el desarrollo de la producción ydel comercio intrarregional y extrarregional practicado por los países.El Area <strong>Sudamericana</strong>En Sudamérica los grupos más caracterizados son la ALADI, que incluye aMéxico, con proyección regional, y la Comunidad Andina, y el Mercosur, a nivelde su bre gio nes. <strong>La</strong> ALA DI ha ve ni do cum plien do una fun ción de mar co ins ti tu cio -nal y legal de numerosos acuerdos de alcance bilateral o plurilateral firmados entresus paí ses miem bros. 5 Des de fi nes de la dé ca da pa sa da ha ad qui ri do es pe cial di ná -5. Aunque en el marco operativo e institucional de la ALADI no dejó de considerar la perspectiva de


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 115mica la suscripción o renegociación de «acuerdos de complementación económica»,aproximadamente treinta, que contemplan compromisos más ambiciosos de liberalizacióncomercial y de cooperación económica, en comparación con aquellosfirmados a principios de los ochenta para incorporar el denominado «patrimoniohistórico» que provino de la desaparecida ALALC.El dinamismo de los acuerdos de alcance parcial contrasta con el relativoéxito de los mecanismos multilaterales que tendían a desarrollar la dimensión regional de la ALA DI, ex cep tuan do el va lio so ejem plo del Con ve nio de Pa gos y Cré -ditos Recíprocos. No obstante, a partir del fuerte desarrollo comercial de las subregiones y de los acer ca mien tos en tre ellas, en es pe cial en tre los paí ses del Mer co sur,la Comunidad Andina y Chile, el sur del hemisferio constituye hoy un importanteespacio de relacionamiento externo con una valiosa perspectiva de convergencia.Luego de la propuesta de Brasil de establecer un ALCSA, ratificada por losrestantes socios del agrupamiento, el Mercosur ha pasado a ejercer un innegableefec to de atrac ción so bre los res tan tes paí ses de Amé ri ca del Sur y po dría pro yec -tar se co mo un eje de con ver gen cia, en fun ción del al can ce de las ne go cia cio nes encur so. <strong>La</strong> re so lu ción 45 del Mer co sur es ta ble ció las ba ses pa ra la re ne go cia ción co -mercial con los demás países sudamericanos miembros de la ALADI, tendientes aalcanzar acuerdos de libre comercio. Hasta el momento, Bolivia y Chile han logradola culminación de negociaciones de amplia cobertura con el Mercosur que permitiránestablecer espacios de libre comercio hacia el año 2010. Los demás paísesan di nos, en de sa rro llo de la De ci sión 321 de la Co mi sión del Acuer do de Car ta ge -na avanzan en el proceso de renegociación del patrimonio histórico de la ALADIcon el Mer co sur y es pe ran lle gar a sus cri bir acuer do de li bre co mer cio con el Mer -cosur, a fines de 1997. <strong>La</strong>s conversaciones más adelantadas son las de Venezuela,como resultado del acercamiento político entre los primeros mandatarios de estepaís y del Bra sil, y de los mar ca dos in te re ses de ve cin dad en ma te rias co mer cia les,energéticas y de infraestructura. Chile ha logrado configurar en la zona sudamericanauna extensa trama de acuerdos bilaterales de libre comercio, incluyendo, ademásdel Mer co sur, a Ve ne zue la (1 de ju lio de 1993), Co lom bia (1 de ene ro de 1994)y Ecua dor (1 de ene ro de 1995). Al en trar en vi gen cia el Acuer do Chi le-Mer co sur,sus cri to el 25 de ju lio de 1996 y cul mi na do sus ne go cia cio nes con el Pe rú, Chi le esel pri mer miem bro de ALA DI en es ta ble cer una zo na de li bre co mer cio con los de -más socios de esta Asociación, que sería la sumatoria de los respectivos acuerdosde alcance parcial y de los nuevos compromisos. Solo queda pendiente un conve-un pro ce so de ar ti cu la ción y con ver gen cia que per mi tie ra mul ti la te ra li zar a es ca la re gio nal los avan -ces ob te ni dos en los acuer dos de al can ce par cial, in clu yen do los acuer dos con otros paí ses de Amé -rica <strong>La</strong>tina y el Caribe, los mecanismos multilaterales no pudieron actuar como inductores de esteproceso ni impulsar una gradual y progresiva articulación entre los distintos esquemas y acuerdosde integración con miras a avanzar desde el actual área de preferencias económicas hacia estadiossuperiores de integración.


116 Rolando Marín Ibáñeznio de igual naturaleza con Bolivia para complementar dicha trama. Puede concluirse,con ba se en los acuer dos vi gen tes y los que es tán en pro ce so de sus cri bir se enlos pró xi mos dos años, que los paí ses su da me ri ca nos miem bros de la ALA DI con -for ma rían una zo na de li bre co mer cio en tre los años 2005 y 2010.<strong>La</strong> articulación regionalEn 1995 se publicaron una serie de indicadores que determinan las condicionesque reúnen los países sudamericanos para consolidar posibles acuerdos de integracióneconómica. 6 Estos criterios incluyen variables macroeconómicas (estabilidadde precios, déficit presupuestario, deuda externa y variación en los tipos decambio); variables microeconómicas (políticas orientadas al mercado y confianzaen los aranceles comerciales); y un indicador de «comportamiento de la democracia»que indirectamente refleje la sostenibilidad política de las reformas. En cadauna de es tas ca te go rías, los paí ses re ci ben un pun ta je en tre ce ro y cin co.Una comparación entre los puntajes alcanzados en cada uno de los indicadoresde in te gra ción en 1994 y 1996, por los prin ci pa les gru pos su bre gio na les: TLC,Mercosur, Comunidad Andina, MCC y CARICOM, revela que mejoraron las circunstanciaspara una integración económica permanente en Sudamérica. Comomues tra el cua dro 15, el Mer co sur ha me jo ra do en un pun to com ple to, pa san do de2,9 a 3,9. Cen troa mé ri ca tam bién ha me jo ra do sus tan cial men te a lo lar go de un pe -río do de tres años, ex hi bien do un au men to en un 0,6 pa ra si tuar se en 3,0 en cuan toa su puntaje general. El Grupo Andino y CARICOM mejoraron en 0,3 puntos. Elmenor incremento lo registró América del Norte, que solo subió un 0,1, ubicándoseen 4,4 pun tos.<strong>La</strong>s tendencias de los indicadores se ven confirmadas por la evolución delcomercio. En efecto, el volumen comercial intrarregional aumentó fuertemente enlos úl ti mos años. El co mer cio en tre los miem bros del Mer co sur cre ció a una ta sadel 25% por año en tre 1990 y 1995. Du ran te ese mis mo pe río do, el co mer cio en trela Comunidad Andina creció en aproximadamente un 29% por año y entre losmiem bros del MCC en ca si un 100% por año. Chi le, el re le ga do «cuar to ami go» delTLC, ha optado por seguir una política pragmática. En lugar de sentirse afectadopor su no in cor po ra ción, si guió avan zan do a to da má qui na. Se ane xó al Fo ro deCooperación Económica del Asia y del Pacífico (APEC) en la reunión celebrada enSeatle en noviembre de. 1993, mucho antes de que se congelara su solicitud de ingresar al TLC. En ju lio de 1996 Chi le tam bién fir mó un acuer do de coo pe ra cióneconómica con la Unión Europea; un acuerdo de libre comercio fue negociado entreChi le y Mé xi co en sep tiem bre de 1991. A su vez, Chi le y Ca na dá han con clui -6. H. Schott, Westwern Hemisphere Economic Integration, Washington, Institute for InternationalEconomics, 1995.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 117Cua dro 15. PRINCIPALES INDICADORES DE INTEGRACION 1994I II III IV V VI VII I.IEstabilidad Disciplina Deuda Estabilidad Políticas Dependencia Funciona- PromedioBloques de precios fiscal externa monetaria de mercado de ingresos miento depor aranceles democraciaTLC 4,3 3,3 4,0 4,7 5,0 4,3 4,6 4,3Mercosur 0,5 3,8 2,8 3,5 3,5 2,8 3,4 2,9Grupo Andino 1,2 4,8 1,8 5,0 3,4 3,0 2,7 3,1MCC 2,2 3,2 3,0 4,0 1,8 1,0 1,8 2,4CARICOM 2,6 3,6 3,8 4,8 2,8 2,4 3,9 3,4Chi le 3,0 5,0 5,0 5,0 5,0 4,0 4,2 4,5PRINCIPALES INDICADORES DE INTEGRACION 1996I II III IV V VI VII I.IEstabilidad Disciplina Deuda Estabilidad Políticas Dependencia Funciona- PromedioBloques de precios fiscal externa monetaria de mercado de ingresos miento depor aranceles democraciaTLC 4,3 4,0 4,3 5,0 4,7 4,3 4,3 4,4Mercosur 3,0 5,0 3,5 4,0 4,0 3,5 3,5 3,9Grupo Andino 3,0 4,4 2,8 3,4 2,6 3,1 3,1 3,4MCC 3,8 3,0 3,4 2,2 0,6 3,1 3,1 3,0CARICOM 4,2 4,2 3,8 2,8 2,0 4,3 4,3 3,7Chi le 4,0 5,0 5,0 5,0 4,0 4,0 4,0 4,6Fuente: CIEDLA, Contribuciones 4/96, Buenos Aires, 1996.do prácticamente un acuerdo comercial y de inversiones. En octubre de 1996 Chilelle gó a un acuer do con el Mer co sur, trans for mán do se en un miem bro aso cia dodel Mer ca do Co mún del Sur y ga ran ti zan do a los gi gan tes del Mer co sur, Bra sil yArgentina, un eventual acceso a sus puertos del Pacífico. Como parte de este acuerdo,Chi le acor dó li be ra li zar el sec tor del agro en un pla zo de 18 años, un tiem pomuy largo pero razonable para un sector que estuvo protegido por espacio de casiuna centuria. Como miembro asociado, Chile estará en condiciones de participar delas reuniones y tener presencia en los órganos ejecutivos del Mercosur.Estas iniciativas diplomáticas se han reflejado en corrientes comerciales.<strong>La</strong>s ven tas de pro duc tos chi le nos al Mer co sur se in cre men ta ron a ra zón de un 20%anual des de 1990, mien tras que las ex por ta cio nes a sus ve ci nos an di nos lo hi cie rona ra zón de un 28% anual. <strong>La</strong>s ex por ta cio nes al TLC se in cre men ta ron en ape nas al -go más de un 10% anual du ran te es te pe río do y ha cia la UE so lo en un 6% anual.Como resultado de ello, la participación del Mercosur en las exportaciones de Chi-


118 Rolando Marín Ibáñezle pa só de un 8 a un 12% y la par ti ci pa ción de la Co mu ni dad An di na se du pli có pa -san do de al go más de un 3 a ca si un 7%.El comercio intrasudamericano y la convergencia regionalAl interior de Sudamérica, los procesos de integración han tomado renovadasfuerzas, basadas en iniciativas de apertura comercial global y de cambios estructuralessustentados en el libre mercado. A pesar de la evolución favorable de losflujos comerciales dentro de la región, con especial mención de las exportacionesde manufacturas a nivel intragrupal, los diferentes grupos regionales presentan negocia cio nes aún en pro ce so. Por ejem plo, al Mer co sur to da vía le fal ta so lu cio nar elproblema del diferencial de escalas de las economías que lo conforman, mientrasque a la Comunidad Andina le falta voluntad política y los altos costos de transacciónimpiden la consolidación de la unión aduanera. Sin embargo, las perspectivasde beneficios potenciales y crecimiento de la competitividad para la ComunidadAndina son bastante altas, las características de su comercio intragrupal así lo señalan.<strong>La</strong>s in de fi ni cio nes son re sul ta do de pre sio nes a cor to pla zo, pe ro la con fluen -cia de in te re ses co mu nes en la re gión, se ña la dos en el Ac ta de Tru ji llo, de be rán pri -mar, con lo que se po drá ge ne rar una his té re sis irre ver si ble que lle va rá al gru po porla senda de una mayor competitividad global. 7El comercio intra-sudamericano depende, por un lado, del desempeño de losmiem bros de la Co mu ni da An di na y del Mer co sur; y por otro la do, de Chi le. En elperíodo 1991-95, las exportaciones totales de los países del GRAN subieron desde27 a 40 MM$ con un in cre men to de 68%, en tan to que las re cí pro cas lo hi cie ron en167%. En 1991 las exportaciones recíprocas de la subregión representaban 6% delas to ta les y en 1995 esa cuo ta ha bía lle ga do al 12%. En el mis mo lap so las ex por -taciones totales del Mercosur subieron desde 46 a 72 MM$ con un incremento de56%. Los flu jos re cí pro cos, por su par te, se in cre men ta ron 210%. En 1991 las ex -portaciones intrasubregionales representaban el 11% y en 1995 habían subido al22% del to tal. Por lo tan to, el gran au ge del co mer cio in tra rre gio nal se ha ve ri fi ca -do en tre los paí ses agru pa dos en Mer co sur y GRAN, a los que ca bría agre gar Chi -le, cu yos con tac tos con Mer co sur son ca da vez más es tre chos. En efec to, Chi le di -ri ge el 22% de sus ex por ta cio nes ha cia Amé ri ca <strong>La</strong> ti na (1994) y en el pe río do 1990-94 esos flu jos cre cie ron a una ta sa de 22% anual. 8Los países sudamericanos con vinculaciones más dinámicas e importantescon el Mer co sur son Chi le y Bo li via. Los la zos de co mer cio, in ver sión e in te gra -ción física entre Chile y Argentina se han incrementado enormemente en los años7. M. Ro drí guez, «Por una vi sión más am plia y po si ti va de Mer co sur», OEA-SE LA, Capítulos 49, Caracas,1997.8. A. Di Filippo, «El Mercosur: evolución y perspectivas», Capítulos 49, CE PAL, 1997, p. 37.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 119noventa. Este país ha recibido reiteradas muestras por parte de los miembros deMercosur, de que es bienvenido al grupo. Un importante obstáculo a la membresíaple na de Chi le ra di ca en el aran cel ex ter no co mún del Mer co sur, el que va ría en tre0 y 20% con un pro me dio de 11,3%. En tan to que Chi le re gis tra un ni vel úni co del11%. Otro obstáculo ha sido la mayor estabilidad y equilibrio de la economía chilena, fren te a ve ci nos que aún es tán cul mi nan do sus es fuer zos de es ta bi li za ción in -ter na. Sin em bar go, la in te gra ción de fac to de Ar gen ti na con Chi le es lo su fi cien te -men te al ta co mo pa ra que las fluc tua cio nes de aquel país se ha gan sen tir en es te.Tan to las in ver sio nes chi le nas en el Mer co sur co mo el pro gre so de in te gra ción fí si -ca (autopistas, túneles, ferrocarriles, gasoductos, etc.) con Argentina, continúanprofundizándose. <strong>La</strong> importancia estratégica de Chile respecto al Mercosur radicaen su posicionamiento geográfico como ruta de paso en las relaciones económicasdel Mer co sur con los paí ses del Asia Pa cí fi co. En con se cuen cia, aun que sin de ci dir -se por una mem bre cía ple na, Chi le de ci dió ne go ciar con el Mer co sur pa ra pre ser -var sus preferencias comerciales previamente adquiridas y lograr un acuerdo amplioque incluya servicios, inversiones e integración física.En ju nio de 1996 se sus cri bió el Acuer do Chi le-Mer co sur pe se a la opo si -ción de algunos sectores internos. 9 A pe sar de los re cla mos, el go bier no chi le no semantuvo firme, contando con el apoyo de las cámaras industriales. <strong>La</strong> decisión chilena de aso ciar se (aun que no sea ple na men te) con el Mer co sur se afir mó des puésde las dilaciones y dudas respecto de su eventual ingreso al TLCAN. Bolivia, aunquees miembro de la Comunidad Andina sostiene relaciones comerciales muy importan te con el Mer co sur, es pe cial men te con Ar gen ti na y Bra sil. Bo li via ya ha con -cluido, en diciembre de 1995, un primer acuerdo con el Mercosur relacionado conel así denominado «patrimonio histórico» (preferencias concedidas previamente), yterminó también la segunda fase de negociaciones tendientes a suscribir un Acuerdode Li bre Co mer cio con el Mer co sur. Aun que Bo li via es miem bro ple no de la Co -munidad Andina, sus intereses en materia de comercio e inversión están muy compartidosa nivel regional entre la Comunidad Andina y el Mercosur. Esto generaagudos dilemas estratégicos a las autoridades gubernamentales respecto de cómoconciliar su condición de país andino con sus intereses económicos con relación alMercosur. <strong>La</strong> suscripción por parte de Bolivia de este Acuerdo de Libre Comercioes una manera de compatibilizar la pertenencia plena a la Comunidad Andina conun acceso preferencial al Mercosur.En el Protocolo de Ouro Petro, que inaugura la fase de mercado común parael Mercosur, se hace referencia al inicio de conversaciones para renegociar losacuer dos de al can ce par cial que los paí ses del Mer co sur han sus cri to con los res tan -9. En par ti cu lar, los em pre sa rios de la agri cul tu ra tra di cio nal (tri go, maíz, arroz, etc.) pro tes ta ron enér -gi ca men te con tra los tér mi nos de la ne go cia ción que les con ce de pla zos pa ra me jo rar su com pe ti ti -vidad en dichos rubros o reconvertirse.


120 Rolando Marín Ibáñeztes miembros de la ALADI. El objeto es alcanzar la articulación y convergencia delos acuerdos vigentes. Una vía de convergencia promovida por el Mercosur proponeun acercamiento con el resto de los países sudamericanos, basándose en la propuestade crear un Area de Libre Comercio de Sudamérica (ALCSA) promovida en1993 por el go bier no de Bra sil. Pa ra le la men te, en es te mo men to se sos tie nen ne go -ciaciones Mercosur-Comunidad Andina, orientadas a crear un área de libre comercioentre ambos esquemas. De prosperar esta segunda alternativa se habría dado unpa so sim pli fi ca dor de ci si vo en la red de ne go cia cio nes re que ri das pa ra la cons ti tu -ción de un área de libre comercio sudamericana.En re su men, la te sis de Bra sil, apo ya da por los otros miem bros del Mer co -sur, es que la integración hemisférica debe lograrse a través de la profundización yconvergencia de los acuerdos subregionales, y no mediante la adopción de nuevoscompromisos que se superpongan a los ya adquiridos en el plano subregional, porun la do, y glo bal (OMC), por el otro. En es te con tex to, des de una pers pec ti va su -damericana, existe la necesidad de adoptar una serie de definiciones regionales encuanto a las modalidades de convergencia hacia una integración más plena. Por elmomento el escenario más probable es representado por una adhesión progresivaentre el Mercosur y la Comunidad Andina. <strong>La</strong> región requiere fijar posiciones comunesque maximicen su potencial de negociación intrarregional, haciendo realidadprimero la convergencia de la integración sudamericana, para luego procedercon la integración hemisférica. Una evolución de estas características tendría la facultadde cohesionar la identidad política dentro de una probable evolución de la integracióneconómica hacia un Mercado Común y, posteriormente, a la Unión.Está claro que Sudamérica necesita concertar las mejores modalidades deconvergencia regional, 10 que recoja todo lo avanzado hasta el momento, pero queimpulse un verdadero movimiento de articulación entre diferentes esquemas subregionalesque coexisten actualmente. Obviamente este esfuerzo requerirá de unagran voluntad política por parte de los líderes sudamericanos, que transcienda losactuales intentos hegemónicos (como el polo mexicano –modelo NAFTA– para alcanzaruna <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» con identidad propia y participación plena de todossus miembros en condiciones simétricas.Definir las bases jurídicas para la conformación de un espacio económico enAmérica del Sur, permitirá que la sociedad civil empiece progresivamente a confiaren los re cur sos y en las ins ti tu cio nes de la re gión, lo que se gu ra men te de sen ca de -na rá un pro ce so de trans for ma ción que pue de ser len to pe ro cons tan te y, en con se -10. <strong>La</strong> con ver gen cia, en las ac tua les con di cio nes, im pli ca la ar ti cu la ción de es que mas, acuer dos y es -quemas subregionales y debe entenderse como un concepto multidimensional (jurídico, político yeconómico) que comprende los aspectos formales y las condiciones estructurales necesarias paraque los países involucrados puedan interactuar en un marco institucional y normativo común demás amplias dimensiones. En todo caso, los avances hacia la articulación y convergencia regionaldependen de los impulsos y capacidades que puedan desarrollarse a nivel de las subregiones.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 121cuen cia, pro fun do. <strong>La</strong> co mu ni dad del sur per mi ti rá ir sen tan do las ba ses de una nue -va fi lo so fía de vi da pa ra los su da me ri ca nos, ya que se tra du ci rá en una nue va ra cio -nalidad de actuación, donde además se hará compatible el beneficio individual conel beneficio del conjunto social.3. EL AREA DE LI BRE CO MER CIO DE LAS AME RI CAS (AL CA):¿UNA ALTERNATIVA REGIONAL?<strong>La</strong> «Iniciativa de las Américas»En ju nio de 1990, la ad mi nis tra ción Bush lan zó la «Ini cia ti va de las Amé ri -cas» cu ya idea prin ci pal era la crea ción de una zo na de li bre co mer cio en el He mis -ferio Occidental. El elemento central de la iniciativa era la liberalización del comercioy de las in ver sio nes y su ob je ti vo a lar go pla zo con cre tar un Acuer do de Li breComercio. 11En la Cum bre de las Amé ri cas ce le bra da en la ciu dad de Mia mi, en di ciem -bre de 1994, presidentes y representantes de 34 países del hemisferio se comprometierona preservar la democracia, erradicar la pobreza y la discriminación, garantizarun de sa rro llo sus ten ta ble y pro mo ver la pros pe ri dad a tra vés de la in te gra ción yel libre comercio. En este aspecto, acordaron propiciar la construcción de un Areade Libre Comercio de las Américas (ALCA), cuyas negociaciones debían concluiren el año 2005.El compromiso de constituir un ALCA define un ambicioso programa quecom pren de no so la men te los te mas de ac ce so a los mer ca dos tí pi cos de un área delibre comercio, sino también los llamados «nuevos temas», tales como: servicios,inversión, política de competencia, y derechos de propiedad intelectual. En dichoplan se re co no cen ex plí ci ta men te los es que mas su bre gio na les de in te gra ción exis -tentes en el hemisferio como base para la construcción de un ALCA. Asimismo, seenfatiza en la necesidad de asegurar la participación efectiva de las economías máspequeñas del hemisferio. El proyecto fue encomendado a la Comisión Especial deCo mer cio de la OEA. <strong>La</strong>s ta reas adi cio na les de bían de fi nir se en las reu nio nes de losmi nis tros de co mer cio ba jo el ase so ra mien to de la OEA, BID y CE PAL.A la fe cha, ini cian do el pro ce so de dis cu sión, se han ce le bra do tres reu nio -11. <strong>La</strong> escena en América ha experimentado grandes cambios desde que se lanzara la «Iniciativa de lasAmé ri cas» en 1990. En ese año las eco no mías aún se re cu pe ra ban de la cri sis de la deu da y los EEUU asis tían a la con clu sión de una exi to sa gue rra fría. El TLC aún no era rea li dad y el Mer co sur seges ta ría so lo un año más tar de. El Gru po An di no, el CA RI COM y el MCC exis tían so lo en el pa -pel; ade más la pre sen cia de EE UU en Amé ri ca <strong>La</strong> ti na se ha cía sen tir más en el or den mi li tar queen el área eco nó mi ca.


122 Rolando Marín Ibáñeznes mi nis te ria les (Den ver, ju nio de 1995; Car ta ge na de In dias, mar zo de 1996 y Be -lo Ho ri zon te, ma yo de 1997). En San tia go de Chi le, en mar zo de 1998, se de be ránes ta ble cer los cri te rios y pau tas pa ra ini ciar las ne go cia cio nes que con du ci rían al es -tablecimiento del ALCA.<strong>La</strong> constitución del ALCA y las reuniones preliminares<strong>La</strong> tarea inicial para el establecimiento del ALCA se emprendió bajo accionesde la Co mi sión Es pe cial de la OEA, que su per vi só en pri me ra ins tan cia la pre -pa ra ción de un com pen dio de nor mas bá si cas que re gu lan los acuer dos pre fe ren cia -les de comercio en el hemisferio y de un estudio comparativo de las estructurasarancelarias y de los regímenes de normas de origen que predominan en las Américas.Ambos proyectos fueron esfuerzos pioneros encomendados por los ministrosde comercio del hemisferio y sentaron las bases para la recopilación de informaciónadicional más completa que se necesitaría para las negociaciones.<strong>La</strong> pri me ra reu nión de mi nis tros fue or ga ni za da por el go bier no de EE UUy tu vo lu gar en Denver de 1995, don de se de ci dió crear sie te gru pos de tra ba jo in -tergubernamentales con términos de referencia detallados para elaborar diagnósticossobre áreas claves para las negociaciones del ALCA: acceso a mercados; procedimientosaduaneros y normas de origen; inversiones; subsidios, medidas antidumpingy derechos compensatorios; normas y barreras técnicas al comercio; medidassanitarias y fitosanitarias; y economías pequeñas.<strong>La</strong> reunión ministerial de Cartagena, organizada por el gobierno de Colombiay lle va da a ca bo en mar zo de 1996, tam bién se rea li zó de acuer do con lo pro -gra ma do, pe ro el lo gro de una de cla ra ción de con sen so que en Den ver. 12 Sin em -bargo, el resultado final fue satisfactorio y se crearon cuatro nuevos grupos de trabajo:servicios, política de competencia, derechos de propiedad intelectual y comprasestatales.<strong>La</strong> reunión celebrada en Recife, Bra sil, del 25 al 27 de fe bre ro de 1997, per -mi tió que se exa mi na ran as pec tos cla ves co mo mo da li da des, con te ni do y pla zos pa -ra las negociaciones y que se reflejaran más claramente las posiciones de los principa les gru pos de paí ses so bre las mis mas. Hu bo con sen so ge ne ral acer ca de que elALCA debía ser un acuerdo de alcance hemisférico, coexistiendo con los acuerdossubregionales y bilaterales existentes, y negociado conjuntamente por todos los países,lo cual im pli ca ría un cam bio im por tan te acer ca de la idea pre do mi nan te al co -mienzo de las negociaciones, cuando una de las opciones prevalecientes era la deampliar el TLC progresivamente.12. <strong>La</strong> di ná mi ca po lí ti ca de la reu nión fue com ple ja, las áreas con tro ver sia les abar ca ron, en tre otros te -mas, los in te rro gan tes acer ca de cuan do anun ciar la fe cha de ini cia ción de las ne go cia cio nes, el ni -vel de prio ri dad que se de be otor gar a los te mas la bo ral y del me dio am bien te y los pro ble mas co -mo la par ti ci pa ción de los paí ses pe que ños en el pro ce so de to ma de de ci sión del AL CA.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 123El debate ministerial de la reunión de Cartagena mostró la existencia de diferentesposiciones sobre los caminos más apropiados para la construcción del AL-CA y los pla zos pa ra ini ciar las ne go cia cio nes. En cuan to a las eta pas de las ne go -ciaciones se presentaron diferentes posiciones: mientras EE UU y Mercosur sostuvieronque las negociaciones debían tener lugar en etapas consecutivas, Canadá yCARICOM propusieron que todos los temas fueran discutidos simultáneamente.El calendario propuesto por EE UU contempla dos etapas de negociación:una pri me ra, du ran te los años 1998-99, y otra al par tir del 2000. <strong>La</strong> pri me ra ne go -ciaría inversiones, servicios, compras gubernamentales, normas técnicas, medidassanitarias y fitosanitarias, procedimientos aduaneros y propiedad intelectual, mientrasque la se gun da eta pa con si de ra ría los sub si dios, de re chos an ti dum ping y com -pensatorios, salvaguardas, competitividad y solución de controversias.Mercosur, por su parte, plantea una negociación «gradual y progresiva» entres etapas: a) facilitación de negociaciones (1998-99); b) normas y disciplinas(2000-02), y, c) ac ce so de bie nes y ser vi cios y to tal eli mi na ción de sub si dios y aran -ce les, co mo eta pa fi nal. En es ta pers pec ti va, el AL CA no se ría si no la que sea po -sible negociar, con períodos de transición y regímenes de excepción para productosconsiderados sensibles. Al mismo tiempo, el Mercosur sostiene que EE UU deberíaser recíproco en el proceso de apertura económica, incluyendo también todos losproductos que sufren restricciones en el mercado estadounidense.<strong>La</strong> propuesta canadiense propone que todos los temas de negociación debíanser discutidos simultáneamente y las negociaciones estar concluidas para finales del2003, con el fin de que los acuer dos pue dan ser ra ti fi ca dos por los po de res le gis la -tivos de todos los países involucrados durante el 2004 y que el ALCA comience aregir desde el 2005. Para el CARICOM, las negociaciones debían ser organizadasde modo que concluyeran en tiempo hábil, para que el ALCA sea implementada apartir del 2005. Aunque hubo acuerdo en general acerca que las negociaciones, debíandesarrollarse a partir de la próxima Cumbre de Santiago de Chile (marzo de1998), se manifestaron diferencias entre las propuestas de EE UU, Canadá y CA-RI COM, por una par te, y el Mer co sur, por otra, so bre la fe cha de co mien zo efec ti -vo de las mis mas. Fi nal men te, en cuan to a la con si de ra ción de las asi me trías, CA -RICOM, como Centroamérica, sostiene que las economías más pequeñas deberíantener períodos de adaptación más largos y plazos de gracia, antes de que fueranobli ga to rios los di fe ren tes acuer dos, ade más de re ci bir la asis ten cia téc ni ca y fi nan -ciera necesaria para que las economías más pequeñas puedan aprovechar el ALCA.<strong>La</strong>s posturas y desafíosSegún interpretan algunos expertos, 13 se deducen diferentes alineamientos13. Véase, por ejemplo, los trabajos de: Von Wutheman, «Los procesos de Integración Interestatal en el


124 Rolando Marín Ibáñezen tor no a dos po los de ne go cia ción: EE UU con el TLC en el Nor te; y Bra sil, conel Mer co sur, en el Sur.Por una parte, se advierten, comentarios negativos desde EE UU sobre elMer co sur y pe se a la opo si ción di ver sos cír cu los de ese país es tán re qui rien do de sugobierno un mayor protagonismo para restablecer el liderazgo hemisférico norteamericano,en primer lugar, a través del «fast track», 14 para que la administracióninicie las negociaciones con Chile con vistas a su incorporación al TLC; en segundolugar, acelerando las negociaciones para el establecimiento del ALCA. De estama ne ra se com bi na ría una po lí ti ca de ac ce so se lec ti vo al TLC, con el es ta ble ci -miento de una zona de libre comercio hemisférica, desde Alaska a Tierra de Fuego.Por otra parte, el Mercosur mantiene su estrategia indirecta de marcha pasoa paso, atacando sucesivas esferas concéntricas y estableciendo listas de excepcióny otras restricciones, que permitirían el desarrollo de las propias áreas de actividadeco nó mi ca (es pe cial men te en in dus trias de avan za da). En tal sen ti do, se han co -menzado a poner de manifiesto expresiones de solidaridad de las organizacionesem pre sa ria les de los paí ses del Mer co sur, res pec to de las pos tu ras asu mi das en Re -cife. Para el Mercosur, la formación del ALCA dependerá de un «cronograma estable»,que evi te una brus ca aper tu ra co mer cial que ex pon ga a sus paí ses miem brosa un cho que dra má ti co pa ra la com pe ti ti vi dad de sus in dus trias y la mar cha de suseconomías. Entre ambas posturas, existen posiciones intermedias de otros gruposde paí ses de la re gión, más vin cu la dos co mer cial men te a EE UU, y cu ya pers pec ti -va a futuro sigue siendo el acceso, en las mejores condiciones posibles, al mercadode di cho país.En este contexto, el resultado final dependerá de la capacidad de los paísesde la re gión pa ra coor di nar y con cer tar po si cio nes de ca ra a las ar duas y di fí ci lesnegociaciones que deberán desarrollar con EE UU en el futuro inmediato. No sepueden esperar resultados definitivos para un horizonte negociador tan complicadoy con in te re ses tan di sí mi les en el cor to pla zo, aun que la reu nión de mi nis tros deComercio en Belo Horizonte permitió contar con una mejor definición de los parámetrosde negociación. 15Continente Americano»; y R. Garay L. Devlin, «De Miami a Cartagena: nueve enseñanzas y nuevede sa fíos del AL CA», en CIED LA, No. 4, Bue nos Ai res, 1996.14. El «fast track» es un procedimiento legislativo que estipula que los proyectos sometidos a consideracióndel Congreso por parte del Presidente y destinados a implementar un tratado comercial seránvo ta dos sin ma yor de mo ra por sí o por no, y sin que el Con gre so ten ga la po si bi li dad de in tro du cirmodificaciones. En resumen, el Congreso debe votar todo el paquete en general y no cada puntoparticular.15. Véa se el In for me: «El Area Li bre de Co mer cio de las Amé ri cas: la ho ra de las de ci sio nes», Se cre -taría Permanente del Sistema Económico <strong>La</strong>tinoamericano, Belo Horizonte, mayo 1997.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 125<strong>La</strong> Declaración Ministerial de Belo HorizonteEn la Declaración Ministerial Conjunta de Belo Horizonte 16 se acor dó laexis ten cia de un gra do de con ver gen cia so bre prin ci pios y te mas cla ves, los mis mosque se re su men en los si guien tes pun tos:1. El consenso constituye el principio fundamental en la toma de decisiones delproceso del ALCA, que procura preservar y promover los intereses esencialesde los 34 paí ses de ma ne ra equi li bra da y com pren si va.2. El resultado de las negociaciones del ALCA constituirá un compromiso únicocomprensivo que incorpora los derechos y obligaciones que se acuerdenmutuamente. El ALCA puede coexistir con acuerdos bilaterales y subregionalesen la medida que los derechos y obligaciones bajo tales acuerdos noestén cubiertos o excedan los derechos y obligaciones del ALCA.3. El AL CA se rá con gruen te con los acuer dos de la OMC.4. Los países podrán negociar y adherir al ALCA individualmente o comomiembros de un grupo de integración subregional que negocie como unaunidad.5. De be ría acor dar se es pe cial aten ción a las ne ce si da des, con di cio nes eco nó -mi cas y opor tu ni da des de las eco no mías más pe que ñas, a fin de ase gu rar suplena participación en el proceso del ALCA.6. <strong>La</strong> necesidad de establecer una Secretaría Administrativa temporal, a fin deapoyar las negociaciones.7. De fi nir el año 2005 –a más tar dar– co mo fe cha pa ra la con clu sión de las ne -gociaciones.EE UU y el AL CALos pla nes pa ra crear el AL CA en fren tan un obs tá cu lo muy gra ve en los EEUU y has ta que el Con gre so de ese país le otor gue al pre si den te Clin ton la au to ri -dad para negociar por la vía rápida o «fast track», la rama legislativa del gobiernoestadounidense no tendrá el poder necesario para hacer compromisos definitivos enlas ne go cia cio nes he mis fé ri cas. <strong>La</strong> dis pu ta en tor no a la au to ri dad a ne go ciar por lavía rá pi da na ce de una di fe ren cia par ti dis ta so bre el pa pel de los de re chos la bo ra lesy el medio ambiente en las negociaciones comerciales. 1716. III Reunión Ministerial de Comercio, suscrita en mayo, Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil, 1997.17. Los pla nes de la ad mi nis tra ción tam bién se ven frus tra dos por el he cho de que el Con gre so aún noha aprobado la renovación del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) o la ampliación de losbe ne fi cios otor ga dos me dian te la ini cia ti va pa ra la Cuen ca del Ca ri be. Por con si guien te, la re nuen -cia del Con gre so a sa tis fa cer es tas so li ci tu des pre si den cia les cons ti tu ye un se rio obs tá cu lo pa ra lo -grar la coo pe ra ción eco nó mi ca de EE UU con la re gión.


126 Rolando Marín IbáñezCa be re cor dar que en los úl ti mos dos si glos han ocu rri do nu me ro sos in ten -tos fa lli dos por abrir los mer ca dos y es ta ble cer las ba ses só li das de la coo pe ra ciónhemisférica. Aunque las políticas internas norteamericanas son apenas uno de losnu me ro sos im pe di men tos pa ra al can zar es ta me ta, son una de las ba rre ras más sig -nificativas y persistentes. En varias oportunidades el Congreso estadounidense haobrado para demorar, complicar e incluso revertir los avances hacia la unión económi ca de la re gión. 18<strong>La</strong> iniciativa del ALCA se ha complicado con temas controversiales de lapo lí ti ca in ter na es ta dou ni den se. El prin ci pal obs tá cu lo es el in ten so de sa cuer do so -bre los derechos laborales y el medio ambiente. <strong>La</strong> política comercial es un asuntore la ti va men te ais la do, en el cual am bos par ti dos tie nen alas pro tec cio nis tas y li be -rales. Por el contrario, los temas laborales y ambientales han sido puntos esencialesde con flic to po lí ti co du ran te dé ca das. Los de mó cra tas in sis ten en que to dos los nue -vos acuer dos co mer cia les se de ben ba sar en las dis po si cio nes del TLC que in cre -mentan la protección a los trabajadores y al medio ambiente, mientras los republicanosson igualmente inflexibles en su insistencia para que tales aspectos no seanrelacionados con el comercio. <strong>La</strong>s desaveniencias sobre este principio han obstacu -lizado la concesión de la autoridad para negociar por la vía rápida desde 1993, y haypocos indicios de que esta controversia pueda resolverse pronto. En todo caso, elgo bier no de EE UU es tá crean do una se rie de me di das a fin de alen tar a los de mó -cra tas li be ra les pa ra que pue dan vo tar a fa vor de la apro ba ción de la «vía rá pi da». 19Un pro ble ma adi cio nal que se ob ser va en el me dio se re la cio na con la po si -ción que EE UU tra ta de sus ten tar en tor no a la con for ma ción del AL CA. EE UUde sea ade lan tar la en tra da en vi gor del AL CA pre vis to pa ra 2005 y ne go ciar lo mul -tilateralmente, en tanto que los países del Mercosur defienden la negociación en18. G. VanGrasstek, presidente de VanGrasstek Communications, Washington D.C., en <strong>La</strong>tinoaméricay EE UU ¿un pa so ade lan te, dos atrás? ana li za la con for ma ción del AL CA en el mar co de las re -glas básicas que rigen la política interna estadounidense y la actitud que adopta el Congreso respec -to de las iniciativas interamericanas. Examina cuatro episodios de las relaciones hemisféricas; elCongreso de Panamá, la Conferencia Americana Internacional, los tratados comerciales fallidos y laeta pa de la Gue rra Fría, pa ra ex traer la con clu sión que el ac tual im pas se en tre la Ad mi nis tra ciónClinton y el Congreso no representa nada nuevo, por lo que los países de América <strong>La</strong>tina y el Caribedeberían asumir expectativas realistas sobre lo que EE UU será capaz de cumplir. Véase rev. Capítulos50, SE LA, p. 78.19. El go bier no de Clin ton ofre ció un pa que te de pro gra mas, de aquí a cin co años, va lo ra do en 500 mi -llones de dólares (US$), para ayudar a los trabajadores y comunidades que resulten perjudicadoscuando los empleos se trasladen a otros países. Durante las negociaciones con el Concilio Hispanodel Congreso estadounidense, la Casa Blanca propuso añadir 455 millones de dólares (US$) paraayudar a ciertos grupos de trabajadores desplazados que suelen incluir a miembros de minorías étnicas, así co mo 37 mi llo nes de dó la res (US$) pa ra pro gra mas de de sa rro llo co mu ni ta rio ad mi nis tra -dos por North American Development Bank (Nadbank). The Wall Street Jour nal Amé ri cas, 15 deoctubre, de 1997.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 127bloque y piden que el gobierno de Washington levante las restricciones al ingresode va rios pro duc tos de la re gión.Sin em bar go, du ran te la re cien te vi si ta del pre si den te Clin ton a Su da mé ri ca,–Bra si lia, Bue nos Ai res y San tia go (mar zo de 1998)– in sis tió en que los pla nes deEE UU pa ra crear un AL CA no cho ca rán con la exi to sa unión adua ne ra for ma da porBrasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. Esta expresión de apoyo ahuyentó temoresde empresarios locales e inversionistas internacionales de que Washington estababuscando desmantelar Mercosur porque veía al bloque comercial como un obstáculopa ra su plan de ne go ciar el li bre co mer cio de ma ne ra ace le ra da. 20Sudamérica y el ALCAComo se observó en los anteriores capítulos, se pueden destacar tendenciasque ha blan a fa vor de la in te gra ción en tre paí ses en cír cu los ca da vez más con cén -tri cos. En ese con tex to, si bien se pre sen tan di fe ren tes me ca nis mos pa ra la con for -ma ción del AL CA, la con ver gen cia pro gre si va de los acuer dos su bre gio na les de in -tegración parece ser la más conveniente. Con la progresiva ampliación del Mercosurse está dando pasos significativos en orden de materializar la formación del espaciosudamericano que se presentaría como polo negociador frente al ALCA. Elinterés de América del Sur en constituir un solo espacio se basaría en la necesidadde mejorar la posición negociadora de la subregión contra la demostración de fuerzaque ha ce EE UU. Sin em bar go, da da la he te ro ge nei dad de los ni ve les de de sa -rrollo en Sudamérica y las diferentes etapas del proceso de reforma, sería muy difícilalcanzar un acuerdo con compromisos comunes para el conjunto de las disciplinas in cor po ra das. Por esa ra zón, se pre sen ta ría una al ter na ti va de adop tar una es -tra te gia de dos o más va rian tes, en el que los paí ses «nú cleo» (co mo Bra sil y Ar -gentina) asumirían plenamente los compromisos del ALCA en tanto que los países«pe ri fé ri cos» re ci bi rían los be ne fi cios del ac ce so al mer ca do del res to de paí ses so -cios, con cargo al compromiso de asumir gradualmente las obligaciones estipuladasen el acuerdo hemisférico. Este enfoque de «círculos concéntricos» o de «geometríavariable» ha sido de comprobada eficacia en el caso de la Integración Europea.En todo caso, la búsqueda de la conformación y perfeccionamiento de unALCA en el mediano y largo plazo solo será exitosa a condición de que el procesopueda contribuir a la consolidación de propósitos fundamentales de las nacionesamericanas en medio de una globalización de la competencia como la actual. <strong>La</strong>materialización del ALCA conlleva la satisfacción de diversas exigencias en otros20. En Buenos Aires, Clinton y el presidente Menem subrayaron que los proyectos comerciales no sonan ta gó ni cos. Es más, Clin ton afir mó que EE UU res pe ta rá el de seo de Mer co sur de ne go ciar en blo -que su ac ce so al AL CA. «Ca da pa so que se da, ya sea del Mer co sur, el TLC, el CA RI COM o el Pac -to Andino, nos ayuda a crear el clima necesario para nuestra meta final: el ALCA», señaló Clinton.A. Boad le, «Clin ton apo ya el Mer co sur» en El Dia rio, 19 de oc tu bre de 1997, sec. 4a., p. 7.


128 Rolando Marín Ibáñezcampos, relacionados con la propia integración regional: consolidar el proceso deapertura económica y reforma estructural implantados a partir de la década de losochenta; dar pleno cumplimiento a los compromisos multilaterales emanados de lanegociación de la Ronda Uruguay; progresar en los niveles de integración entre algunos de los paí ses del he mis fe rio en el con tex to de acuer dos bi la te ra les o su bre -gionales, lo que dependerá de la trayectoria decidida para la conformación del AL-CA; y preparar posiciones colectivas para una eventual negociación multilateral enel fu tu ro pre vi si ble en el mar co de la OMC. Ca be re sal tar que la con for ma ción delAL CA de pen de en úl ti ma ins tan cia de la pre va len cia del «re gio na lis mo abier to» enel hemisferio, con la condición de que el ALCA constituya efectivamente un proyecto prio ri ta rio den tro de la es tra te gia de in ser ción in ter na cio nal tan to pa ra los EEUU y el Canadá como para cualquier otro grupo subregional decisivo como sería elcaso de Sudamérica.Posibles efectos de la formación del ALCA<strong>La</strong> con for ma ción del AL CA, des de el pun to de vis ta de los paí ses de Amé -ri ca <strong>La</strong> ti na y el Ca ri be si la ne go cia ción se efec túa en fun ción a blo ques, pue de darlugar a una serie de efectos económicos, es decir ventajas e inconvenientes. 21 Entrelas potenciales ventajas de la liberalización del comercio hemisférico están:a) El mayor acceso al mercado norteamericano, objetivo que podría contribuira la consolidación de la apertura y a obtener mayores flujos de inversión externadirecta;b) el estímulo a la inversión que significaría una mayor dimensión del mercadoy la consolidación de políticas macroeconómicas;c) disminución del «riesgo país»;d) mayor acceso a mercados de otros países latinoamericanos no incluidos enlos propios esquemas de integración;e) au men to del po der de ne go cia ción res pec to de otras áreas y ter ce ros paí ses.Los inconvenientes podrían surgir tomando los siguientes factores:f) Los mayores costos de ajuste y la necesidad de reconversión más aceleradade actividades industriales, teniendo en cuenta la existencia de arancelesmás altos, estructuras de precios diferentes y mercados de productos financierosy de trabajos más segmentados;g) las pérdidas de las preferencias en los esquemas subregionales y entre lospaíses latinoamericanos, en favor de EE UU y Canadá;h) las dificultades para obtener una rápida liberalización del sector agrícola yla eli mi na ción de los sub si dios exis ten tes en EE UU y Ca na dá;21. Véase J. Vachino, «<strong>La</strong>s negociaciones hemisféricas: interrogantes y opciones», Capítulos 49, Caracas,SE LA, 1997.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 129i) la existencia de cambios en algunas políticas internas, como en materia dere gla men ta cio nes la bo ra les, me dio am bien ta les y de dis ci pli na de com pe ten -cia;j) las ma yo res exi gen cias en ma te ria de re glas de ori gen, si mi la res a las delNAFTA;k) las limitaciones en el desarrollo de políticas comerciales e industrias propias,y las obli ga cio nes más es tric tas en ma te ria de in ver sio nes y de pro pie -dad intelectual.


CAPÍTULO VI<strong>La</strong> Unión <strong>Sudamericana</strong>:al ter na ti va de in te gra ción re gio nalen el con tex to de la glo ba li za ción1. ASPECTOS GENERALESEn el actual escenario mundial, Sudamérica se presenta como una «amalgama»heterogénea que posee un importante patrimonio de valores, tradiciones, recursosy experiencias. <strong>La</strong>s condiciones fundamentales para que el Cono Sur se conviertaen una unidad básica del nuevo orden mundial están potencialmente dadas: tallacontinental, ingentes recursos naturales, comunidad de valores e intereses, entreotros (véa se cua dro 16 y 17).Cuadro 16. SUDAMERICA: INDICADORES BASICOSPaí ses de in gre so Po bla ción Su per fi cie PIB/p-c PIB/p-c Es pe ran za de Anal fa bemedia no ba jo (mi llo nes) (mi les de $US Crec. (%) vi da al na cer tis mo de1994 km 2 ) 1994 1985-94 (años) 1994 adul tos(%) 1995Bolivia 7,2 1.099 770 1,7 60 17Ecuador 11,2 284 1.280 0,9 69 10Paraguay 4,8 407 1.580 1 68 8Colombia 36,4 1.139 1.670 2,4 70 9Perú 23,2 1.285 2.110 -2 65 11Venezuela 21,2 912 2.760 0,7 71 9Países de ingresomediano altoBrasil 159,1 8.512 2.970 -0,4 67 17Chile 14,1 757 3.520 6,5 72 5Uruguay 3,2 177 4.660 2,9 73 3Argentina 34,2 2.767 8.110 2 72 4Sudamérica 314,6 17.339 2.943 1,57 68,7 9,3Fuente: Informe Banco Mundial 1996; UNCTAD Informe 1996.


132 Rolando Marín IbáñezCuadro 17. SUDAMERICA: RECURSOSPaíses de ingreso PIB Distribución del Producto Interno Bruto (%)mediano bajo (millones de $US) Agricultura Industria Manufacturas ServiciosBolivia 5.506 18 35 15 47Ecuador 16.556 12 38 21 50Paraguay 7.826 24 22 16 54Colombia 67.266 14 32 18 54Perú 50.077 7 37 23 56Venezuela 58.257 5 42 14 53Países de ingresomediano altoBrasil 554.587 13 39 25 49Chile 51.957 7 37 21 55Uruguay 15.539 8 23 17 69Argentina 281.922 5 30 20 65Sudamérica 1’109.493 11 34 19 55Fuente: Informe Banco Mundial, 1996.<strong>La</strong> región dispone de todos los elementos necesarios para la conformaciónde una co mu ni dad só li da y di ná mi ca en el con tex to in ter na cio nal. Si se lle va el pro -yec to de in te gra ción pro fun da del blo que, se es ta ble ce ría un mer ca do de apro xi ma -damente 320 millones de consumidores que, por su tamaño, generaría un gran interéspara cualquier tipo de inversión. Este elemento constituye uno de los principalesfac to res pa ra la via bi li za ción de un es que ma de in te gra ción am plio que con si de -re a la re gión co mo un mer ca do uni fi ca do (cua dros 18 y 19).Asimismo, es importante destacar el fundamento histórico, los varios siglosde historia común en los que se destaca el proceso emancipador traumático peroexi to so, que re pre sen ta un in gre dien te de ci si vo pa ra la con for ma ción de la co mu ni -dad <strong>Sudamericana</strong>. Aun cuando la gesta emancipadora logró configurar esfuerzos ydefinir una estrategia visionaria para una inserción eficiente en el orden mundial deaquel momento y, paralelamente entregó al mundo un grupo de prohombres que supieronenfrentar con valentía todas sus adversidades y limitaciones, no logró establecerbases sólidas en el tiempo para la consolidación del proyecto de una comunidad.1 Con el transcurrir del tiempo, los pequeños intereses, las aspiraciones territoria les, lo ca lis tas y de cor to pla zo di vi die ron Su da mé ri ca de tal for ma que el re sul -1. Se rea li za un am plio exa men en G. Kah le, Problemas fundamentales de la Integración en América<strong>La</strong>tina desde la Independencia (1810-1948), CIEDLA, Fundación Konrad Adenauer, 1990.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 133Cua dro 18. SUDAMERICA: RECURSOSPaíses de ingreso Uso de la tierra (% del territorio) Sup. bosques Rec. hídricosmediano bajo t. de cultivo praderas otras tierras en miles km 2 total km 3Bolivia 3 24 73 493 1,2Ecuador 11 8 81 120 3,0Paraguay 6 54 40 129 0,4Colombia 5 39 56 541 5,3Perú 3 21 76 679 6,1Venezuela 4 20 76 457 4,1Países de ingresomediano altoBrasil 6 22 72 5.611 36,5Chile 6 18 76 88 16,8Uruguay 7 77 15 7 0,6Argentina 10 52 38 592 27,6Sudamérica 6 34 60 8.717 101,6Fuente: Informe Banco Mundial, 1996.Cua dro 19. INDICADORES ECONOMICOS EXTERNOS, 1995Paí ses de in gre so Re la ción de In di ce de Flu jos ne tos Flu jos ne tos Asist. ofi cialme dia no ba jo in ter cam bio con cen tra ción de re cur sos de ca pi tal pri- pa ra el(1987=100) de las ex port. (% PNB) va do (mill. $US) de sa rro llo(% PNB)Bolivia 69 0,318 9,0 (5,0) 10,3Ecuador 82 0,467 5,3 705,0 1,4Paraguay 101 0,362 2,3 135,0 1,3Colombia 71 0,238 2,3 1.860,0 0,2Perú 86 0,261 7,7 3.214,0 0,9Venezuela 82 0,555 0,9 70,0 0,1Países de ingresomediano altoBrasil 101 0,089 1,8 11.871,0 0,1Chile 94 0,308 8,2 4.300,0 0,3Uruguay 112 0,176 3,3 378,0 0,6Argentina 120 0,153 3,2 8.214,0 0,1Sudamérica 72 0,2927 4,4 30.742,0 1,53Fuente: Informe Banco Mundial, 1996.


134 Rolando Marín Ibáñeztado llegó a ser un cuadro bastante próximo a la «tortuosidad» de un laberinto. Losmu ros cons trui dos a lo lar go y an cho de la geo gra fía, lue go se cu la ri za dos en múl -tiples diseños e interpretaciones cartográficas, lograron proyectarse en la concienciay en el es pí ri tu de las po bla cio nes.El efec to di vi sio nis ta fue tan ri gu ro so que aquel pa sa do co mún, con sus va -lo res y ex pe rien cias y el idio ma co mún, por un la do, no re sul ta ron lo su fi cien te men -te fuer tes co mo pa ra con te ner las «fo bias» y los con flic tos y, por el otro, no re pre -sentaron base suficiente para sostener el proyecto estratégico de unidad legado porlos pa dres fun da do res de las re pú bli cas. Mu chos años de his to ria to da vía en eva lua -ción y qui zá bas tan te dis per sa, no per mi tie ron ex traer con clu sio nes so bre las even -tuales circunstancias estructurales que impiden la consolidación del proyecto de comunidadsudamericana, y paralelamente tampoco permitió extraer soluciones quelogren vincular más activamente este conjunto de naciones heterogéneo y fraccionado.Uno de los conceptos más ampliamente utilizados para tratar de explicar lacompleja heterogeneidad es el «síndrome del vecino», que en términos prácticos seha ce evi den te cuan do re sul ta me nos cos to so, des de una pers pec ti va po lí ti ca, la vin -cu la ción con otros con ti nen tes y paí ses exó ti cos que con los cer ca nos, fren te a quie -nes se privilegia el conflicto en detrimento de la cooperación.En general, en América <strong>La</strong>tina no se ha desarrollado un proceso de «desbordamiento»como se experimentó en la Unión Europea, que implica un crecimientoo ex pan sión acu mu la ti va en cuan to al ni vel de la in te gra ción y al al can ce de la mis -ma, sino un proceso de «desparramo», esto es, se han generado procesos paralelosen los dis tin tos ejes que abar ca la pro ble má ti ca de la re gión, sin co ne xión en tre sí;y en la ma yo ría de los ca sos, ni si quie ra sir vie ron pa ra re sol ver los pro pios pro ble -mas. 2 Por ejem plo, la OEA or ga nis mo –que de acuer do con la de fi ni ción tam biénes un sistema de integración– no facilitó la integración de los países latinoamericanosen tre sí, ya que el «so cio ma yor», EE UU, los man tu vo frag men ta dos. Tam po -co sirvió para solucionar los conflictos territoriales pendientes entre los estados dela re gión, o en tre es tos y ter ce ros es ta dos ex tra rre gio na les, de ca rác ter co lo nial, co -mo los casos Malvinas para Argentina, Guayana Esequibo para Venezuela o Belicepa ra Gua te ma la. Por otro la do, el TIAR, que es un sis te ma de in te gra ción mi li tar,no so lo no so lu cio nó los pro ble mas de se gu ri dad de la re gión, si no que sir vió co mo2. Ca be se ña lar los pro ce sos pa ra le los co mo el CON DE CA, que con tem pla la se gu ri dad de Cen troa -mérica con la asistencia programada de EUA. El CONDECA no facilitó la integración de las fuerzasarmadas centroamericanas, sino la coordinación táctica tendiente a resistir la invasión de agresoresexternos, acorde con el concepto de «seguridad nacional» de EUA. Ninguno de estos organismosfue ca paz de re sol ver la cri sis pro vo ca da por la «gue rra del fút bol» en la que in ter vi no la OEApara establecer simplemente la pacificación, ya que no resolvió la verdadera causa profunda quepro vo có la gue rra, que tu vo que ver con la mi gra ción de sal va do re ños a tie rras hon du re ñas en for -ma indocumentada.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 135ins tru men to de san ción por par te de EE UU fren te a cual quier pro ce so po lí ti co que,a su criterio, pudiera atentar contra la estabilidad de la región. Sin embargo, cuandose lo ne ce si tó pa ra so lu cio nar el pro ble ma de las Mal vi nas (1982), no es tu vo pre -sen te y en tró en cri sis des pués de la gue rra; tan to así que no fue in vo ca do por el go -bierno norteamericano para el caso Granada (1983).En ese contexto, no se logró una verdadera capacidad de autonomizar la región,par ti cu lar men te por fal ta de vo lun tad de los paí ses miem bros. Por esa si tua -ción atravesaron los sistemas de integración territoriales como la Cuenca del Plata,que nada ha tenido que ver con ALALC/ALADI, ni actualmente con Mercosur, yen ningún caso, ninguno de los mencionados con SELA. Frente a estos organismos,los países de la región –sus gobiernos– no adoptaron iniciativas contundentes 3 ytampoco intentaron establecer un esquema coordinado de los distintos sistemas señalados.Los avances experimentados en la integración regional en los años recientesson de tal pro fun di dad y mag ni tud que es po si ble pen sar en la con fi gu ra ción de unanueva etapa de integración de Sudamérica. Después de una marcada decadencia enlos años ochen ta, el pro ce so de in te gra ción ha en tra do en los no ven ta en una fa sede prosperidad y consolidación que lo ha convertido, definitivamente, en parte inseparablede la conducta económica y política de los gobiernos en estos nuevostiempos. En efecto, un esfuerzo de sistematización de la evolución de la integraciónde mues tra que, des de que se crea ron las pri me ras ins ti tu cio nes en 1955, el pro ce sodebió transitar por caminos muy sinuosos que le han hecho experimentar marchasy contramarchas, avances y retrocesos, progreso y decadencia. 4Sin embargo, un aspecto que llama fuertemente la atención de la integraciónen la re gión es su ex traor di na ria ca pa ci dad de sub sis ten cia en el tiem po y su ina go -table capacidad de renovación. <strong>La</strong> supervivencia de una irreductible voluntad política en los mo men tos más di fí ci les en pro de la in te gra ción fue, sin du da, la prin ci -pal base de sustentación de los esfuerzos de reanimación y superación que tomaroním pe tu a fi na les de los años ochen ta y que ha con du ci do a la ac tual si tua ción.Por otra par te, esa vo lun tad po lí ti ca se rea li zó y se en ri que ció con las en se -ñan zas y nue vas con di cio nes sur gi das de la cri sis de la dé ca da de los ochen ta: laper cep ción de que el re tor no de una de mo cra cia ge ne ra li za da en los paí ses de la re -3. Aun que es jus to re co no cer que la mo di fi ca ción de la Car ta del TIAR en 1975, en la que se in tro du -jo el concepto de Seguridad Económica Colectiva –tema de gran utilidad para el caso de la deudaexterna, pero para nada utilizado –fue un intento, aunque fallido, ya que no ha sido ratificado– elTIAR, reformado en 1975, debía recibir 12 ratificaciones para entrar en vigencia; no obstante, nolas recibió nunca; actualmente carece de sentido, debido a los grandes cambios internacionales.4. En ese sentido, podrían distinguirse los siguientes períodos: de 1955 a 1968, etapa de negociacionesy definición de los tratados, instituciones y compromisos. De 1968 a 1978, etapa de consolidaciónde las ins ti tu cio nes y de avan ces eco nó mi cos y co mer cia les. De 1978 a 1985, pe río do de fran -co es ta ble ci mien to, pér di da de di na mis mo y cre di bi li dad. De 1985 a 1990, eta pa de re vi sión y reo -rientación.


136 Rolando Marín Ibáñezgión significa un ambiente más propicio para la integración; la necesidad de privilegiarlos recursos propios en ausencia de fuentes suficientes de ahorro externo; laurgencia de actuar conjuntamente y aunar esfuerzos en el ámbito internacional, enes pe cial an te los gran des cam bios po lí ti cos, eco nó mi cos y tec no ló gi cos; y, por úl ti -mo, el im pe ra ti vo de al can zar una in ser ción de nue vo ti po en la eco no mía mun dial,mediante una mayor exposición de la competencia internacional. 5<strong>La</strong> experiencia de la Comunidad Europea:un ejem plo a se guirEn la experiencia europea, las negativas repercusiones del «síndrome del vecino»desencadenaron dos conflictos de dimensiones mundiales. <strong>La</strong>s estructuralesdiferencias entre naciones europeas determinaron un ambiente de incomunicacióny con flic to, don de no so lo la ga nan cia de un miem bro era la pér di da de otros, si noque la mis ma exis ten cia de los es ta dos es ta ba en jue go. El «diá lo go de sor dos», consu consecuente fracaso colectivo, era el común denominador.Con el trans cu rrir del tiem po Eu ro pa cam bió. Por un la do, el amar go le ga dode las gue rras mun dia les y, por el otro, la vi sión crea do ra de al gu nos hom bres per -mitió avizorar en las herramientas que ofrecen los proceso de integración económicauna alternativa para avanzar, de forma lenta pero segura, en la conformación deuna nueva filosofía de vida.Esta nueva filosofía se fundamenta en la existencia concreta de una estrategiadon de to dos pue den ga nar tan to co mo in di vi duos o co mo miem bros de un con -junto social. 6<strong>La</strong> experiencia europea, al margen de las cifras económicas, ilustra claramentecomo fue posible construir un espacio económico y de comunicación, en elcual cada ciudadano europeo en su vida diaria está contribuyendo a la conformacióndel es pa cio eco nó mi co am plio, bien sea de Zo na de li bre co mer cio, de uniónadua ne ra o de unión eco nó mi ca. <strong>La</strong> ex pe rien cia eu ro pea es ri ca en lec cio nes que re -fuerzan la tesis sobre las potencialidades transformadoras que ofrecen las herramientasde la integración económica.<strong>La</strong> Unión Europea desempeña un importantísimo papel en el escenario mundial,so bre to do en lo que se re fie re a las re la cio nes eco nó mi cas. En ese cam po es -tá autorizada para desarrollar una política comercial común y para celebrar distin-5. En ese nue vo con tex to, los paí ses se vie ron en la ne ce si dad de avan zar ha cia un nue vo mo de lo deintegración que atendiese, entre otros, a los siguientes requerimientos: a) contribuir al desarrollo delas eco no mías na cio na les; b) re du cir la vul ne ra bi li dad ex ter na; c) su pe rar los con flic tos y di fe ren -dos que aún persisten entre las naciones; d) guardar consistencia con las realidades nacionales y conlos incesantes cambios en la economía mundial; y, e) coadyuvar a generar interdependencias.6. Véase Europa: Preguntas y Respuestas; editado por OP-EUR, Madrid, Oficina de Publicaciones dela Comunidad Europea, 1997.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 137tos ti pos de acuer dos con paí ses ais la dos, con gru pos de paí ses o mul ti la te ra les.Además, tienen una responsabilidad especial en materia de asistencia económica,cooperación para el desarrollo y ayuda humanitaria, ámbitos en los que desarrollauna política única y coherente de cara al mundo exterior.Sin em bar go, es to no sig ni fi ca que al apli car las he rra mien tas de la in te gra ciónde sa pa rez can to das las tra bas y li mi ta cio nes que afec tan al pro ce so de con for ma ciónde un con jun to só li do y co mu ni ta rio; por el con tra rio, en al gu nas ex pe rien cias se hanexa cer ba do los con flic tos. No se de be de jar de con si de rar que la cons truc ción de es -pacios integrados supone la exploración de áreas que por siglos han sido reservadas alas so be ra nías lo ca les. No obs tan te las li mi ta cio nes y con tra dic cio nes que con lle va to -do pro ce so de in te gra ción eco nó mi ca, Eu ro pa ex hi be hoy un ex pe dien te sig ni fi ca ti voen be ne fi cio de la in te gra ción. 7 Tal ex pe dien te de be ría ser vir de re fe ren cia con si de ran -do que no se tra ta de co piar mo de los o se guir cie ga men te ma nua les.En este contexto, la concreción real de la creación de un bloque o ComunidadSu da me ri ca na de pen de rá del al to in gre dien te po lí ti co que se le aña da a un pro -ceso de integración exitoso. Esta situación permite poner en la mesa de discusióndel debate la dimensión política de la integración, la cual se convierte imperativa enla me di da en que Su da mé ri ca pre ten da con ser var ám bi tos de au to de ter mi na ción enasuntos internos y adquirir presencia en el nuevo orden mundial. Pa ra ello es ne -cesario cimentar los mecanismos de fortalecimiento de la autonomía relativa.2. LA UNION SUDAMERICANA COMO PROCESODE INTEGRACION PROFUNDA<strong>La</strong> conformación de la <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» como proceso alternativo deintegración regional, supone en primer término establecer elementos objetivos queper mi tan iden ti fi car los fi nes que el pro yec to per si gue. En ese con tex to es de im -portancia definir los objetivos del mismo: a) <strong>La</strong> integración: ¿para qué?; b) la integración:¿para quién?; y, c) la Integración ¿cómo asumirla? Estos aspectos representan el pun to de par ti da y el eje al re de dor del cual de be ría gi rar el fu tu ro pro ce -so de in te gra ción de la re gión.<strong>La</strong> Integración <strong>Sudamericana</strong>: ¿para qué?Por mu cho tiem po la in te gra ción se ha to ma do co mo un ob je ti vo en sí mis -mo; y no co mo un ins tru men to pa ra el lo gro de los ver da de ros ob je ti vos de los es -tados de la región; esto es, la autonomía de desempeño, la búsqueda de mecanismos7. «Europa: orígenes y objetivos de la Unión Europea», http://www.europa.eu.int


138 Rolando Marín Ibáñezque per mi tan a la re gión sa lir de su es ta do de de pen den cia; la rea li za ción de pro -yectos conjuntos, la coordinación de políticas; el desarrollo económico y social, etc.Resulta evidente que los estados de la región carecen de la suficiente viabilidad individualcomo para afrontar ciertas tareas u objetivos, y al actuar en forma fragmentada en los pro ce sos de ne go cia ción con ter ce ros es ta dos o en or ga ni za cio nes in ter -nacionales, ven debilitadas sus posibilidades de alcanzar sus objetivos, quedandosiempre sujetos a las decisiones adoptadas por los más poderosos.Cuan do se con si de ra el te ma de in te gra ción, siem pre se lo mi ra co mo un pro -ceso institucionalizado, sin advertir que la comunidad internacional como un todo,o los dis tin tos blo ques –el Orien tal o el Oc ci den tal– mien tras exis tió el sis te ma bi -polar, fueron sistemas integrados. <strong>La</strong> división internacional del trabajo o de la economíaes una forma integrada –en forma vertical y coercitiva– de establecer decisiones y ta reas dis tin tas a ca da uno de sus miem bros, acor de con sus re cur sos y ca -pa ci da des tec no ló gi cas y de po der, y es tá es truc tu ra da al re de dor de una se rie de re -glas cla ra men te de fi ni das, no es ta ble ci das, des de ya, por los paí ses ca ren tes de po -der de de ci sión. 8 Resulta obvio que este sistema de integración es desigual, y quedentro del mismo es necesario establecer otros sistemas de integración «verticalistas»,en sus de ci sio nes, pa ra po der su mar ca pa ci dad ne go cia do ra y mo di fi car de es -ta ma ne ra re glas del jue go que re sul tan des fa vo ra bles a los paí ses de la re gión. Entodo caso, la integración económica se presenta, en primer término, como la palancaque po dría fa ci li tar el pro ce so de con for ma ción de la co mu ni dad en el Co no Sur.<strong>La</strong>s potencialidades de la integración profunda son ampliamente prometedoras yson revolucionarias, como lo ilustra la experiencia de la Unión Europea.<strong>La</strong> Integración <strong>Sudamericana</strong>: ¿para quién?Si se to ma a la in te gra ción co mo un ob je ti vo en sí mis mo, co mo un pro ce sodesarrollista y comercialista pero dentro de las mismas pautas establecidas por ladivisión internacional de la economía, es probable que se incremente el intercambiocomercial intrarregional, pero también se ampliaría el mercado para aquellosque «con tro lan» a la re gión, sea en for ma di rec ta o a tra vés de sub si dia rias de em -presas multinacionales o transnacionales o de la banca privada transnacionalizadaque ope ra en la re gión.Los sistemas de integración como los vigentes en América <strong>La</strong>tina, en el quelas pautas y mecanismos establecidos están insertos dentro del esquema de la divisióninternacional del trabajo y la economía, continúan manteniendo a la región en8. A tí tu lo ejem pli fi ca ti vo, los Acuer dos de Bret ton Woods –y su re sul tan te, el FMI y el BM, el GATT,hoy la OMC–, el Club de Pa rís, la UNC TAD, son los ins tru men tos que han es truc tu ra do o es truc tu -ran la for ma en que se dan las re la cio nes en tre sus miem bros, y tam bién se en car gan de san cio nar aquienes no cumplen sus decisiones.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 139una re la ción de de pen den cia en vez de con tri buir a la au to no mía. 9 Den tro de es temo de lo se ins cri be, in clu so, el Mer co sur, pues to que los pro ce sos in dus tria les vi -gentes son más competitivos que complementarios; gira especialmente alrededordel intercambio comercial, y no hay objetivos comunes de desarrollo industrial otecnológico, como los encarados por la Unión Europea desde sus comienzos. 10Agregado a ello, si bien se comparten ciertos objetivos en materia integrativa en elMer co sur, no exis te aún un pro ce so pro fun do de coor di na ción de po lí ti cas en tre es -tos países, sea en materia laboral, industrial, política externa en general o políticade defensa. Todo proceso de integración debe ser para maximizar las capacidadesde los miem bros de la re gión y no de aque llos que «pe ne tran» en ella con pro pó si -tos aje nos a los ob je ti vos re gio na les –en el ca so de que exis tan–.Pe ro, ade más, el «pa ra quién» de la in te gra ción se vin cu la a una pro ble má -tica filosófico-política, en el sentido de que debe contemplar el bien común, el biendel to do, y no de al gu nos sec to res do mi nan tes, co mo los em pre sa ria les por ejem -plo, particularmente si son transnacionales.En este sentido, una actitud positiva frente al contexto internacional debe llevara buscar las mejores formas o mecanismos de inserción internacional, que permitanplasmar óptimamente los intereses en materia de desarrollo económico y social.Así, la convergencia de los procesos de integración subregionales permitiríaencarar la integración con una correlación de fuerzas más favorable. Una integraciónen el ámbito Sudamericano mejoraría el poder de negociación del bloque conlos consiguientes efectos positivos en cada país integrante de la unión. 11Sin embargo, para hacer frente a las nuevas realidades del mercado internacional,las empresas y los países de Sudamérica deben realizar, en primer término,un proceso orientado a modificar sus políticas en lo que respecta a las relacionescon sus principales socios comerciales y económicos. Sudamérica tiene la necesidadde re cu pe rar en la pre sen te dé ca da su ca pa ci dad de cre ci mien to. <strong>La</strong> ins tru men -tación de nuevas políticas económicas; una actitud más abierta frente al resto delmundo y, sobre todo, su potencial de recursos, pueden constituir los elementos fundamen ta les en ba se a los cua les re sul ta po si ble con ce bir esa es tra te gia de re cu pe ra -ción. <strong>La</strong>s nuevas realidades exigen competir internacionalmente, con una visión integralde la economía mundial. Demandan, tanto en las políticas del Estado cuantode las propias empresas productivas, una orientación hacia el crecimiento y la di-9. L. Dallanegra, «Integración <strong>La</strong>tinoamericana», http://i /política/intsopro.htm10. Ade más, pa re cie ra que la po si ción del go bier no ar gen ti no es más par tí ci pe del in gre so de Ar gen ti -na al TLC, o de la crea ción de un Area de Li bre Co mer cio Ame ri ca na (AL CA), que de com par tir lacreación con Brasil de un Area de Libre Comercio <strong>Sudamericana</strong> (ALCSA) que pueda maximizarla ca pa ci dad ne go cia do ra de los paí ses su da me ri ca nos pa ra in gre sar lue go a un AL CA des de una po -sición más fortalecida.11. A. So la res, «Fren te a una nue va fa se de la in te gra ción en la Re gión», rev. Comercio Exterior, No.42, IB CE, <strong>La</strong> Paz, 1995.


140 Rolando Marín Ibáñezversificación, para aprovechar las nuevas oportunidades que se presentan en el mercado.Por tanto, en el nuevo escenario mundial, Sudamérica necesita generar unaoferta exportable crecientemente competitiva para beneficiarse plenamente. 12Dentro de este contexto general, las unidades básicas del nuevo orden mundialen formación serán indudablemente estados /regiones con una dimensión continental –EE UU, Eu ro pa, Chi na, Ja pón, Ru sia y, tal vez, In dia–, en tor no a los cua -les gravitará la multiplicidad de estados medianos y pequeños.Dentro de estas características, el sistema internacional que emergerá seráresultado de la conciliación y equilibrio entre los intereses nacionales en pugna deca da una de es tas gran des po ten cias. 13En el con tex to an te rior men te se ña la do, du ran te los pró xi mos años, blo ques co -mo la Unión Eu ro pea al can za rán una im por tan te di ná mi ca de cre ci mien to. Tal co moma ni fies tan las au to ri da des co mu ni ta rias y los di ri gen tes eco nó mi cos de los es ta dosque la in te gran, la con for ma ción del mer ca do úni co eu ro peo trae rá con si go pro ble masy di fi cul ta des pa ra los ter ce ros paí ses; pe ro, al mis mo tiem po, abri rá im por tan tes po si -bi li da des pa ra el de sa rro llo de ne go cios y pa ra el in cre men to de las re la cio nes. 14En Sudamérica, con el renovado dinamismo de los procesos de integración,surge la oportunidad de desarrollar formas de especialización tendientes a aprovecharlos espacios de complementariedad con los socios comerciales regionales.Este esfuerzo tendría que considerar estrategias de reconversión económicapara enfrentar con mayor solvencia los procesos de apertura comercial negociada atiempo de salvaguardar los intereses del sector privado, ahí donde éste ofrece posibilidadesreales de competitividad. En especial, se deben identificar los lineamentoscentrales de una especialización intra-industria, donde radica la potencialidadfundamental de los acuerdos comerciales que se vienen negociando. 15Co mo se es ta ble ció en el ca pí tu lo V, exis te la ne ce si dad de adop tar una se -rie de definiciones regionales en cuanto a las modalidades de convergencia, fijandopo si cio nes co mu nes que ma xi mi cen su po ten cial de ne go cia ción in tra-he mis fé -rico, haciendo realidad primero la convergencia de la inte%gración sudamericana,para luego proceder con la integración hemisférica. Adicionalmente, una evoluciónde es tas ca rac te rís ti cas ten dría la fa cul tad de co he sio nar la iden ti dad po lí ti ca su da -mericana dentro de una probable evolución de la integración económica hemisféricahacia una comunidad y, posteriormente, unión.12. Véase: «Industria, tecnología y competitividad», Capítulos 48, SELA, Caracas, 1996.13. C. Moneta, «Los espacios de intercambio económico regional», Capítulos 31, SELA, Caracas,1992.14. <strong>La</strong> Co mu ni dad Eu ro pea, que cons ti tu ye el se gun do so cio co mer cial y eco nó mi co de Amé ri ca <strong>La</strong> ti -na, pue de te ner una ta rea im por tan te que rea li zar en el pro ce so de de sa rro llo de la re gión.E. Gana, «<strong>La</strong>s Relaciones Económicas entre América <strong>La</strong>tina y la Unión Europea», Santiago, 1996.15. CEPAL, «Tendencias de la Integración de América <strong>La</strong>tina y el Caribe», Capítulos 49, Caracas,1997.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 1413. CONSIDERACIONES TEORICASPARA UNA INTEGRACION PLENATipos de integraciónPara la definición de las bases que implican la consideración del proyecto dela <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» se plantean ámbitos de integración, los mismos que actúanen forma interdependiente, complementándose o intercondicionándose:Primer ámbito: el territorial<strong>La</strong> ca rac te rís ti ca del ám bi to te rri to rial es tá da da por la pro xi mi dad o con ti -nui dad es pa cial, lo que su po ne que a tra vés de la in te gra ción te rri to rial, exis ta la po -sibilidad de llegar a solucionar problemas relativos a las comunicaciones, el transporte,la infraestructura en general, o favorecer el mantenimiento, afianzamiento ola recuperación de la identidad a través del estrechamiento de relaciones.Segundo ámbito: el organizacionalEl ámbito organizacional presenta dos tipos de relaciones: de interdependenciay de in te rac ción. En es te con tex to, la re la ción se rá de in ter cam bio en tre los ac -tores, sea de productos o de producciones. Tiene como característica la división deltrabajo, lo que implica también variedad y heterogeneidad en el intercambio y laproducción. Esto lleva a una relación vertical entre los actores, lo que significa queexis ti rán ac to res más ca pa ces y ac to res me nos ca pa ces. O lo que es lo mis mo, lle -va a una re la ción de je rar qui za ción y no de igual dad. 16Si se alcanza un nivel importante en la integración territorial, la integraciónorganizacional, mediante su estructura productiva, podrá lograr un pleno funcionamiento.De todas formas, restará solucionar la posición frente al proceso global internacional;esto es, lograr capacidad negociadora y autonomía de desempeño.Integración como propósitoCo mo se con si de ró an te rior men te, en fun ción de las cir cuns tan cias en las quese de sa rro llan las re la cio nes eco nó mi cas se pre sen ta co mo al ter na ti va que los paí ses dees ta re gión se in te gren, for man do un nue vo ac tor: 17 el blo que su da me ri ca no.16. Como se concibe, el proyecto del ALCA será un proceso organizacional de integración.17. El nuevo actor integrado tendrá como contrapartida un contra-actor, que en el ámbito interno podránser los grupos nacionalistas que creen que el proceso de integración perjudica a la soberanía,o la fal ta de vo lun tad po lí ti ca de la di ri gen cia o la fal ta de vi sión, etc., que di fi cul tan la in te gra ción.


142 Rolando Marín IbáñezPara la conformación de la Unión <strong>Sudamericana</strong> deberán tenerse en cuentavariables como capacidad de los actores para crear el nuevo actor, llevando a caboun aná li sis in ter no del mis mo; y el re co no ci mien to del nue vo ac tor por par te del res -to de los miembros del sistema internacional.De esta manera, el bloque sudamericano deberá representar: Un nue vo ac torcapaz, reconocido externamente. Se tratará de la integración profunda, donde el reconocimientodel nuevo actor no es de carácter diplomático, sino en función de supotencial y su participación efectiva en el ámbito internacional. 18 Res pec to de la ca -pacidad o incapacidad del nuevo actor, evidentemente debe quedar claro que la mayoría de los sis te mas de in te gra ción fue ron en cier ta me di da ca pa ces, por lo me nos,de lograr una mayor profundización del comercio intrarregional, y las incapacidadesgeneralmente sobrevinieron por situaciones de crisis regional. Su capacidad esun re fe ren te de aque llo pa ra lo cual han si do crea dos; y han si do crea dos pa ra lo -grar una ma yor au to no mía de de sem pe ño de la re gión fren te a ter ce ros es ta dos u or -ganismos internacionales, o para solucionar problemas o conflictos en la región.En este punto cabe señalar que los sistemas de integración en América <strong>La</strong>tinaparecen procesos paralelos al desarrollo y problemáticos de la región misma. Enlos casos en que la región tiene determinados problemas, como la deuda externa,co mo la cri sis de las Mal vi nas y las me di das adop ta das por la Unión Eu ro pea res -pecto de la región, particularmente con Argentina, en el caso de Nicaragua, o loscon flic tos fron te ri zos en tre Pe rú y Ecua dor –u otros tan tos paí ses de la re gión–, olos pro ble mas plan tea dos por la ba ja de los pre cios de las ma te rias pri mas, etc.; losprocesos de integración se declaran inhábiles para resolverlos. Es más, entran encri sis jun to con la re gión.A la vez que en el ámbito externo, otros actores que impiden la integración, favoreciendo la fragmentación,o el proceso internacional global donde se encuentra inserto el nuevo actor integrado yque lo condiciona fuertemente por sobre las aspiraciones de éste.18. Luis Dallanegra Pedraza identifica además tres tipos de actores: 1. Un nue vo ac tor ca paz, no re co -nocido externamente. Se tra ta de un sis te ma de in te gra ción con un cier to gra do de coor di na ción, pe -ro los estados que forman parte del medio ambiente internacional donde se desenvuelve el nuevoac tor –pro ce so in te gra ti vo– se re hu sa a tra tar con es te co mo un gru po in te gra do, pre fi rien do ha cer -lo con sus com po nen tes o par tes en for ma in di vi dual; 2. Un nue vo ac tor in ca paz, re co no ci do ex ter -na men te. Es un sis te ma in te gra do que no fun cio na, pe ro que tie ne ple no re co no ci mien to de los ac -to res del am bien te in ter na cio nal. En es te ca so, el me dio am bien te per ci be al nue vo ac tor co mo si tu -vie ra una ma yor co he sión que la que real men te tie ne y una ca pa ci dad de lo grar ob je ti vos que la queefectivamente dispone. Ej.: la mayoría de los procesos en América <strong>La</strong>tina, como ALALC, ALADI,e incluso el Mercosur podrían entrar en esta categoría; 3. Un nuevo actor incapaz, no reconocidoexternamente. Se trata de una pretensión de integración, sin capacidad y sin posible reconocimiento.El Pacto Andino en las últimas etapas en que ha buscado reformularse como sistema, pero másen lo for mal que en los he chos, y que no es vis to co mo un pro ce so fac ti ble por par te del res to de lacomunidad internacional, podría entrar en esta categoría. Ibídem.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 143El in ter cam bio en tre las par tes y el to doEl intercambio entre partes se planteará considerando relaciones con dosmodelos:1. Un modelo de lealtad, donde el todo integrado (es decir la Unión <strong>Sudamericana</strong>)se encontrará sostenido por las partes que lo componen;2. Un mo de lo de asig na ción: el to do exis te y con ti núa, y ofre ce rá a las par tescom po nen tes lo que po sea, pue de ser en ma te ria de pro tec ción, bie nes, ser -vi cios, in for ma ción, etc. En de fi ni ti va, el nue vo ac tor in te gra do de be rá con -tri buir a so lu cio nar los pro ble mas o al lo gro de las as pi ra cio nes de to das laspar tes que lo crea ron.Dominio y alcance en integraciónRes pec to del nue vo ac tor, se rá ne ce sa rio co no cer otras va ria bles in ter vi nien -tes, ta les co mo el dominio y el alcance. Pa ra el ca so del «do mi nio in ter no», que im -pli ca ría el nú me ro de ac to res que in ter vie nen en el sis te ma de in te gra ción, co rres -pon de el he cho de la ca pa ci dad que de be rá te ner el nue vo ac tor de ab sor ber un nú -mero determinado de actores. 19 El «do mi nio ex ter no» es el que con tem pla la can ti -dad de ac to res que han re co no ci do al nue vo ac tor. En cuan to al «al can ce», que esel nú me ro de fun cio nes que es tán im pli ca das en la in te gra ción, con si de ra ría mos co -mo «al can ce in ter no» al que con tem pla el gra do de in te rac ción in ter na ne ce sa ria pa -ra mantener la capacidad.En la actualidad, la interacción parece haberse reducido al tema comercial.En lo industrial, la interacción existe, pero, principalmente, en función de los acuerdosentre subsidiarias de una misma transnacional o de distintas transnacionales. Enlo po lí ti co, so lo a tra vés de co mu ni ca dos «de cla ma ti vos», ra ras ve ces pues tos en vi -gen cia. En lo so cial, prác ti ca men te nu lo, del mis mo mo do que en lo cul tu ral, pe sea la existencia de instrumentos vigentes, como el «Convenio Hipólito Unanue», enmateria laboral o el «Convenio Andrés Bello» en educación, en el ámbito del PactoAn di no. Lo mis mo po de mos de cir res pec to de me ca nis mos há bi les pa ra la so lu -ción de con flic tos.Como «alcance externo», consideramos al alcance de la interacción con ac-19. En es te sen ti do, ca be se ña lar si tua cio nes y con duc tas co mo el Con sen so de Car ta ge na de 1985 so -bre el tema de la deuda externa, que pareció haber logrado en términos «declamativos» una buenacan ti dad de adep tos, pe ro en tér mi nos rea les, ca da uno es tá ne go cian do in di vi dual men te. En cuan -to a Con ta do ra y el Gru po de Apo yo que hoy cons ti tu yen el Gru po de Río (Gru po de los 8), va su -man do y res tan do miem bros, de pen dien do de las cir cuns tan cias po lí ti cas que ca da uno vi ve, acor decon las re glas prees ta ble ci das; no obs tan te ello, la ver da de ra vo lun tad po lí ti ca de la ma yo ría de losgo bier nos es más de cla ma ti va que rea lis ta.


144 Rolando Marín Ibáñeztores externos. En este sentido, los sistemas de integración no han sido verdaderosrepresentantes de los intereses de la región, ya que los terceros estados u organismosinternacionales –«actores externos»– han negociado con la región, tradicionalmenteen términos bilaterales (acuerdos militares bilaterales con EE UU, penetracióncultural país por país por las potencias centrales, intercambio comercial bilateralizado,vinculación financiera bilateralizada, etc.). 20Una integración valorativa<strong>La</strong> idea de in te gra ción su da me ri ca na en cuan to a sus as pec tos, pue de pre sen -tarse:Como modelo igualitario: Los actores tienen intereses coincidentes; es decir,no de be exis tir pre va len cia en tre los ac to res. Los va lo res pri vi le gia dos son coin -cidentes: desarrollo armónico y conjunto.<strong>La</strong> Unión <strong>Sudamericana</strong> deberá ser un modelo igualitario en contraposicióncon un modelo jerárquico, en el cual los actores son ordenados o estratificados y loscon flic tos son re suel tos de acuer do con el prin ci pio de que el ac tor de ma yor ran goprevalece sobre los actores de menor rango. 21<strong>La</strong> Unión <strong>Sudamericana</strong> como integración de actores<strong>La</strong> Unión <strong>Sudamericana</strong> deberá basarse considerando dos modelos:1. Un modelo de similitud; es decir, la integración como proceso se dará entreactores similares: similitud de valores; de estructura o problemática económica; de es truc tu ra po lí ti ca; etc., don de exis ti rá con ver gen cia en los ob je ti -vos, lo que dará coherencia en los principios y facilitará la coordinación enlas posiciones.2. Un modelo de interdependencia: donde los actores se acoplarán en nivelesde interés, estableciendo una interdependencia cultural, económica, política,etc. Esto no significará necesariamente que haya coincidencia de intereses. 22Si bien nin gu na de es tas si tua cio nes se pue den dar en for ma pu ra en la rea -lidad, se pueden corresponder en forma de retroalimentación, positiva o negativa.En una situación de interdependencia, generalmente existirá un elemento de estratificacióno jerarquía. En una situación de similitud prevalecerá la idea de lealtad20. Ha bría que ha cer la ex cep ción pa ra el ca so de Mer co sur, que ha rea li za do acuer dos con EE UU, Jar -dín de las Ro sas, Cua tro más Uno, y con la Unión Eu ro pea el Acuer do de Ma drid.21. Los va lo res de los ac to res de ma yor ran go se con vier ten en los va lo res más ele va dos y por lo tan tode ben ser res pe ta dos por to dos (ca so de la ideo lo gía de las ca be zas de blo que en el bi po la ris mo) oac tual men te el TLC, o un AL CA en el que EUA se rá el país he ge mó ni co.22. Cabe mencionar que el modelo de la interdependencia tiene correlación con el modelo jerárquico.


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 145so bre la ba se de una ideo lo gía, lo que fa vo re ce ría, a tra vés de ne go cia cio nes, lle gara compromisos, etc.4. LAS ETA PAS DE LA IN TE GRA CIONConsiderando las etapas de integración planteadas por B. Balassa, Sudaméricatendrá que consolidar la <strong>«Unión</strong>» a partir del establecimiento en una primerafase, del mercado único, para luego profundizar el proceso mediante políticas queconvergan en la formación de la Comunidad con intereses, instituciones y políticacomunes.El mercado único<strong>La</strong> formación del mercado único sudamericano deberá ser una primera metapa ra la con se cu ción de la unión. El prin ci pal ob je ti vo del mer ca do úni co se rá ha -cer rea li dad las cua tro li ber ta des fun da men ta les en que se ba sa: la li ber tad de cir cu -lación de personas, de mercancías, de capitales y de servicios.El mercado único representará el motor de la integración económica y políticasudamericana y, por tanto, el catalizador para la creación de nuevos empleos,incremento de la inversión en los mercados y las empresas, estímulo del crecimientoeco nó mi co y be ne fi cio a los con su mi do res con una re duc ción de los cos tes y delos pre cios.<strong>La</strong> unión económica y monetaria<strong>La</strong> unión económica y monetaria significará una política monetaria únicadentro de un mercado económico único. Existirá en una primera fase cierto gradode armonización de políticas económicas nacionales, de manera que pueda eliminarla discriminación resultante de las disparidades existentes entre dichas políticas, ysentará las bases para una competencia ordenada entre los países.<strong>La</strong> última etapa del proceso de integración implicará la unificación de laspolíticas monetaria, fiscal, de estabilización y de las políticas sociales. Se tratará deuna integración también en el ámbito político, que requerirá el establecimiento deuna autoridad supranacional cuyas decisiones sean obligatorias para los paísesmiembros.<strong>La</strong> necesidad de una política regionalDada la heterogeneidad de los países sudamericanos en materia de desarro-


146 Rolando Marín Ibáñezllo económico y social, existirá la necesidad de reducir las disparidades regionales.Existirán, sin duda, muy pocas posibilidades de reducir en un corto plazo las diferencias en tre las re gio nes, que se dan in clu so den tro de un mis mo país. Sin em bar -go, la magnitud de los problemas, la interdependencia entre las economías regiona -les y nacionales, harán prioritario el diseño de una política regional de modo que laComunidad <strong>Sudamericana</strong> pueda desempeñar un papel realmente importante en lanivelación de los desequilibrios.Una política regional deberá incluir una política social, una política agrícola,política industrial, política comercial, política exterior y de seguridad común yde me dio am bien te. Ob via men te, su pon drá la crea ción de ins ti tu cio nes su pra na cio -na les co mo el Par la men to Su da me ri ca no, el Tri bu nal de Jus ti cia, el Ban co Re gio -nal y los comités económicos y sociales.5. SOBRE LA UNION SUDAMERICANA<strong>La</strong> insuficiencia de los esfuerzos integradores presentes, que solo consideranlos as pec tos eco nó mi cos y, que en su di men sión he mis fé ri ca, re nun cian a cual quierini cia ti va fu tu ra de au to de ter mi na ción po lí ti ca en el nue vo or den mun dial, de bi doa la im plí ci ta su bor di na ción de to da la re gión al área de in fluen cia de EE UU, y queen el futuro resultaría en la práctica en un tratado de libre comercio continental conforma do por una mul ti tud de pe que ños es ta dos su je tos al li de raz go de una po ten ciahe ge mó ni ca, de be im pul sar a plan tear un pro yec to al ter na ti vo que pre sen te a Su da -mérica como un actor con personalidad y objetivos propios. Los países de Américadel Sur, cu yos in te re ses son más ho mo gé neos, de ben to mar con cien cia de que evi -ta rán el ries go de ser mar gi na dos de un mun do eco nó mi ca men te mul ti po lar, so la -mente si logran potenciar sus esfuerzos y proyectarse como un bloque sólido de paísesfuertemente integrados en los planos político, económico y social.En ese contexto, la Unión <strong>Sudamericana</strong> se plantea como un proyecto de integraciónplena que deberá ser la culminación de los acuerdos de integración subregionalestablecidos, como la Comunidad Andina y el Mercosur, que convergen enzo nas eco nó mi cas a fin de crear un mer ca do «na ti vo» só li do y a la vez in cor po rar -se en el con tex to de la glo ba li za ción co mo un blo que con gran des pers pec ti vas nosolo en materia de comercio. <strong>La</strong> <strong>«Unión</strong>» emerge como un proyecto a largo plazoque deberá necesariamente iniciar el proceso a partir del establecimiento de unMercado Común, situación que es inminente debido a la posición «absorbente» querealiza el Mercosur y que en definitiva la acción de éste representa la formación deun Mercado Común Sudamericano.Pa ra es te fin se re quie re con cer tar las me jo res mo da li da des de con ver gen ciaregional, que recoja todo lo avanzado hasta el momento, pero que impulse un ver-


<strong>La</strong> <strong>«Unión</strong> <strong>Sudamericana</strong>» 147dadero movimiento de articulación entre diferentes esquemas subregionales quecoexisten actualmente. Este esfuerzo requerirá de una gran voluntad política porparte de los líderes sudamericanos, que transcienda los actuales intentos hegemónicosde EE UU pa ra al can zar una Unión Su da me ri ca na con iden ti dad pro pia y par -ticipación plena de todos sus miembros en condiciones simétricas.<strong>La</strong> consolidación del bloque sudamericano es una opción viable para lospue blos, des de un pun to de vis ta po lí ti co, eco nó mi co y so cial. <strong>La</strong> ur gen cia de la in -te gra ción en la re gión de be ser la idea rec to ra en el mo men to de for mu lar las nue -vas estrategias. <strong>La</strong> Unión <strong>Sudamericana</strong> representa el mejor intento que dará unarespuesta racional para impulsar un desarrollo conjunto, concertado, mancomunadoy ar mó ni co a tra vés de la Unión. En tal perspectiva, países como Bolivia estánasumiendo la responsabilidad que la geografía y su proyección histórica determinaen fa vor de la uni dad.


Bi blio gra fíaBID-INTAL. Ins tru men tos Bá si cos de In te gra ción Eco nó mi ca en Amé ri ca <strong>La</strong> ti na y el Ca ri -be, Bue nos Ai res, 1992.BM. In for me de De sa rro llo Mun dial 1995, Nue va York, 1996.CE PAL. De sa rro llo re cien te de los pro ce sos de In te gra ción en Amé ri ca <strong>La</strong> ti na, San tia go,1994.——— <strong>La</strong>s re la cio nes Eco nó mi cas en tre Amé ri ca <strong>La</strong> ti na y la Unión Eu ro pea, San tia go,1996.CIEDLA. Con tri bu cio nes 2/92, 4/96, Bue nos Ai res, 1992, 1996.ILDIS. Nue vos Es ce na rios In ter na cio na les, <strong>La</strong> Paz, 1994.——— De ba te Eco nó mi co No. 1, <strong>La</strong> Paz, 1996.INTAL. In te gra ción y Co mer cio, Bue nos Ai res, 1996.OMC. El re gio na lis mo y el Sis te ma Mun dial de Co mer cio, Gi ne bra, 1995.——— FOCUS, Nos. 7, 8, 10; Gi ne bra, 1995, 1996.SELA. Ca pí tu los, Nos. 29, 31, 43, 47, 48, 49, 50, Ca ra cas.<strong>UASB</strong>/PNUD. Nue vas Fron te ras Aca dé mi cas Nos. 9, 10, 11, Su cre, 1994.UDAPEX. Po lí ti ca Ex te rior Bo li via na, <strong>La</strong> Paz, 1995.UDAPEX/ILDIS. Bo li via y los Ca mi nos de In te gra ción <strong>La</strong> ti noa me ri ca na, <strong>La</strong> Paz, 1994.UNCTAD. Informe sobre el Comercio y Desarrollo, 1996.


<strong>Universidad</strong> Andina Simón BolívarSede Ecuador<strong>La</strong> <strong>Universidad</strong> Andina Simón Bolívar es una institución académica internacionalautónoma. Se dedica a la enseñanza superior, la investigación y la prestaciónde ser vi cios, es pe cial men te pa ra la trans mi sión de co no ci mien tos cien tí fi cos y tec -nológicos. <strong>La</strong> universidad es un centro académico destinado a fomentar el espíritude integración dentro de la Comunidad Andina, y a promover las relaciones y lacooperación con otros países de América <strong>La</strong>tina y el mundo.Los objetivos fundamentales de la institución son: coadyuvar al proceso deintegración andina desde la perspectiva científica, académica y cultural; contribuira la capacitación científica, técnica y profesional de recursos humanos en los paísesandinos; fomentar y difundir los valores culturales que expresen los ideales ylas tradiciones nacionales y andina de los pueblos de la subregión; y, prestar serviciosa las universidades, instituciones, gobiernos, unidades productivas y comunidadandina en general, a través de la transferencia de conocimientos científicos, tecnológicosy culturales.<strong>La</strong> universidad fue creada por el Parlamento Andino en 1985. Es un organismodel Sistema Andino de Integración. Tiene su Sede Central en Sucre, capital deBo li via, se des na cio na les en Qui to y Ca ra cas, y ofi ci nas en <strong>La</strong> Paz y Bo go tá.<strong>La</strong> <strong>Universidad</strong> Andina Simón Bolívar se estableció en Ecuador en 1992.Ese año sus cri bió con el go bier no de la re pú bli ca el con ve nio de se de en que se re -conoce su estatus de organismo académico internacional. También suscribió unconvenio de cooperación con el Ministerio de Educación. En 1997, mediante ley, elCongreso incorporó plenamente a la universidad al sistema de educación superiordel Ecuador, lo que fue ratificado por la constitución vigente desde 1998.<strong>La</strong> Sede Ecuador realiza actividades, con alcance nacional y proyección interna cio nal a la Co mu ni dad An di na, Amé ri ca <strong>La</strong> ti na y otros ám bi tos del mun do, enel mar co de áreas y pro gra mas de Le tras, Es tu dios Cul tu ra les, Co mu ni ca ción, De -recho, Relaciones Internacionales, Integración y Comercio, Estudios <strong>La</strong>tinoamericanos, His to ria, Es tu dios so bre De mo cra cia, Edu ca ción, Sa lud y Me di ci nas Tra di -cionales, Medio Ambiente, Derechos Humanos, Gestión Pública, Dirección de Empresas,Economía y Finanzas, Estudios Interculturales e Indígenas. En conjunto conla Escuela Politécnica Nacional ofrece programas en Informática y en Ciencias(Matemáticas y Física). Realiza también programas de intercambio académico.


<strong>Universidad</strong> Andina Simón BolívarSe rie Ma gís ter1Mó ni ca Man ce ro Acos ta,ECUADOR Y LA INTEGRACION ANDINA, 1989-1995:el rol del Es ta do en la in te gra ción en tre paí ses en de sa rro llo2Ali cia Or te ga,LA CIUDAD Y SUS BIBLIOTECAS:el graf fi ti qui te ño y la cró ni ca cos te ña3Xi me na En da ra Ose jo,MODERNIZACION DEL ESTADO Y REFORMA JURIDICA,ECUADOR 1992-19964Ca ro li na Or tiz Fer nán dez,LA LETRA Y LOS CUERPOS SUBYUGADOS:he te ro ge nei dad, co lo nia li dad y su bal ter ni daden cua tro no ve las la ti noa me ri ca nas5Cé sar Mon ta ño Ga lar za,EL ECUA DOR Y LOS PRO BLE MASDE LA DOBLE IMPOSICION INTERNACIONAL6Ma ría Au gus ta Vin ti mi lla,EL TIEM PO, LA MUER TE, LA ME MO RIA:la poé ti ca de Efraín Ja ra Idro vo7Con sue lo Bo wen Man zur,LA PROPIEDAD INDUSTRIAL Y EL COMPONENTEINTANGIBLE DE LA BIODIVERSIDAD8Ale xan dra As tu di llo Fi gue roa,NUEVAS APROXIMACIONES AL CUENTO ECUATORIANODE LOS ULTIMOS 25 AÑOS9Rolando Marín Ibáñez,LA «UNION SUDAMERICANA»:alternativa de integración regional en el contexto de la globalización

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