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PARTICIPANTESGABRIEL DE MARISCALMontserrat AbumalhamHithem S.A. AbdulhaleemJosé LUIS VillacortaIslam y Occidente:Perspectivas y problemas


ÍNDICE0. Gabriel Mariscal: Análisis sociopolítico del islam0.1. Panorama general del Islam 120.2. Una visión del Islam actual 140.2.1. Primer aspecto: Los principios 140.2.2. Segundo aspecto: Corrientes de reforma y actitud frente a ellas 240.3. Algunos datos históricos 270.4. El avance del Islám en Europa 330.5. Conclusiones 341. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islám 371.1. El estatuto femenino antes del Islám 411.2. El Islam fundacional y la mujer 471.3. Islam moderno y movimientos feministas 531.4. La literatura como termómetro de la situación femenina 551.5. Datos comparativos en la realidad actual 641.6. Situaciones sociales y estadísticas generales 721.7. La influencia de la mujer emigrante 731.8. La realidad jurídica y el estatuto femenino en Marruecos 751.9. Conclusión 782. Hithem S.A. Abdulhaleem: Islám y política 872.1. La actitud islámica hacia lo político 912.2. Fundamentos en la tradición política islámica 922.3. La relación entre el Islám y la laicidad 95


3. José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islám 973.1. La cuestión del sujeto y su circunstancia 1013.2. La conciencia de los intelectuales árabes 1043.3. El miedo bloquea el nacimiento de la persona 1053.4. El fondo de la cuestión 1073.5. La persona en la literatura árabe 1093.6. La religión, como matriz del sujeto 1123.7. Papel formativo de la familia 1133.8. El control del superego 1153.9. La cuestión central: cómo articular lo personal y lo comunitario 1183.10. El horizonte de la razón 1193.11. Reflexión final 123


PrólogoPRÓLOGOLa Asociación de Derecho Penal “Res Publica” tiene, entre otrasactividades, un foro de opinión libre. Organiza en dicho ámbito charlasy debates, unas veces sobre un tema concreto y otras en forma de ciclosde varias intervenciones.Dentro de este marco, consideró en su día la Asociación que podría tenerinterés un Ciclo sobre cuestiones relativas al Islam. Lo datos sobre losque se funda tal decisión pueden resumirse en dos:Por lo pronto, en el País Vasco hay una fuerte ola de inmigrantesextraestatales. Esto plantea a todas las partes afectadas serias dificultadesde entendimiento, de integración y, en definitiva, de algo tan importantecomo la convivencia digna y pacífica. Haciendo extrapolaciones de lasestadísticas disponibles, se puede calcular una presencia musulmana enel País Vasco del orden de unas 15.700 personas, sin contar con que,seguramente, hay bastantes más no censadas. Aunque no parece unapresencia especialmente numerosa, cuando se trata de grupos de arraigo7


Prólogoreligioso muy profundo y de conciencia que puede llegar a constituírun reto para la sociedad laica, como sucede en ocasiones con losmusulmanes, es necesario conocer las bases teóricas de su cultura y lospuntos de fricción con la nuestra.En segundo término no creemos exagerar diciendo que el conocimientodel Islam entre nosotros no es especialmente amplio ni difundido. Haymás bien un alejamiento social, cultural y, desde luego, religioso que saltaa la vista.Ambos datos movieron a los responsables de la Asociación a intentararticular un CICLO SOBRE EL ISLAM que se desarrolló los meses deenero y febrero de 2006..La elaboración del Ciclo tuvo lugar tomando como base la IslamskaDeklaracija, o Manifiesto Islámico, del que fué Presidente en 1991 delGobierno de Bosna-Hercegovina por estimar uno de los Profesores, queluego tuvo una intervención en el Ciclo, que el Manifiesto era una de lasposibles concreciones de la cultura islámica.Con dicho punto de partida, se seleccionaron cuatro temas posibles.Fue el primero una Ponencia Introductoria, de carácter general En ellase destacan cuatro puntos teóricos que nos parecen de interés capital: ladoctrina del Islam sobre la persona individual, su actitud sobre la relaciónde política y religión, el estatuto musulmán de la mujer y los posiblesproblemas de la incompatibilidad con todo otro sistema, así como .suformulación del principio de reciprocidad. Más allá del plano teóricose exponen los proyectos islámicos de acción y de relación con otrascreencias y con las corrientes reformadoras internas;. se dan algunosdatos históricos y otros relativos a la cada vez mayor presencia del Islamen Europa. Finalmente se obtienen las conclusiones pertinentes. La8


PrólogoPonencia fue desarrollada por el Abogado, D. José Gabriel de Mariscal,miembro de la Asociación y vocal de su Junta Directiva..La Ponencia siguiente abordó el tema de la Mujer en el Islam. Fuedesarrollada ampliamente por la Profesora de la Universidad Complutensede Madrid, Dª Montserrat Abumalham..El Sr. Hithem Abdulhaleem, psicólogo palestino residente en Bizkaiay Profesor de la Universidad de Deusto disertó sobre Islam y Política,exponiendo unas ideas clarificadoras en tan importante materia..Finalmente intervino el entonces Profesor de la Universidad de Deusto,D. José Villacorta, y expuso sus extensos conocimientos en torno alproblema de “La Persona en el Islam actual”.En esta publicación se ofrecen al lector los cuatro trabajos mencionados,estimando que se trata de una contribución importante a la toma decontacto con aspectos básicos de la doctrina islámica. Pensamos que esaaproximación ha de ser ilustrativa de las posibilidades y dificultades de unacercamiento pluricultural, y ese acercamiento se considera, en la medidade lo posible, algo que por ser previsiblemente necesario en un futuro nomuy lejano, conviene tener presente desde ahora.Sin dejar al margen la primera ponencia , cuyo evidente interés es el deofrecer un panorama general que creemos amplio, la calidad del contenidode las tres intervenciones sobre puntos de reflexión determinados está porencima de toda duda razonable. La calidad y competencia de sus autoresy la claridad y profundidad con la que se abordan los temas respectivos,son una fuente de conocimiento sumamente estimable y de gran interés.Buena prueba de ello es el éxito que tuvo en su día el Ciclo en cuestión.Hemos ofrecido aquí un esquema de la Ponencia Introductoria, porque,como decimos, es de carácter general, su parte teórica recoge una9


eferencia a los temas de las otras tres intervenciones y, por ello, seconvierte en una especie de índice del Ciclo.. Estas últimas, decimos, seciñen a ámbitos teóricos determinados y perfectamente delimitados, porlo que no estimamos conveniente ofrecer consideraciones ajenas sobreunos contenidos que, expuestos magistral y claramente por sus autoresrespectivos, están al alcance del lector en esta publicación.


0. Introducción: Análisis sociopolítico del IslamINTRODUCCIÓNJosé Gabriel de MariscalAnálisis sociopolítico del IslamAvisos previosLos objetivos de esta introducción son los siguientes: describir lasdiferencias y dificultades, evitando posiciones críticas; distinguirlo que son problemas y dificultades de lo que puede ser racismo,es decir, no hablamos de etnias, sino de ideología y religión; finalmente,de los tres planos fundamentales que cabe considerar -esto es, el de lospuros principios, el de la tentativa de aplicar esos principios en el plano dela convivencia sociopolítica y el del vivir los principios en el terreno delindividuo-, doy preferencia a la consideración de situaciones sociopolíticasde hecho sobre la de planteamientos de puro principio o de aplicación de11


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islamlos principios en la vida individual (Corán). Razón: Ocurre como en elCristianismo: una cosa es, por ejemplo, el mandato evangélico del amoro de las bienaventuranzas o de las obras de misericordia, otra la tentativade llevar a la organización sociopolítica esos principios traducidos enlas relaciones de derechos humanos y libertades fundamentales, y otrael cumplimiento de sus exigencias en la vida individual. También enmis referencias al Islam escogeré preferentemente la aplicación de losprincipios islámicos en la realidad sociopolítica de las comunidadesmusulmanas.1.- Panorama General del IslamRoger Le Tourneau 1 , L’Islam Contemporain, 1950.-; Zunzunegui, Manualde Historia de las Religiones, 1953; Izetbegovi, Islamska Deklaracija,1972.1.1.- Número.- En tiempos de Izetbegovi: Dice que 700 M; hoy:1200 M. An-Na’im en 1996: 830 M.1.2.- Pluralidad: un mundo no uniforme- El Corán y la Suna: los Hadices (dichos y hechos delProfeta): la tradición. La Igma o consentimiento de la comunidad sobreun punto controvertido.- Escuelas jurídicas: Hanafita, Malikita, Shafi’ita y Hanbalita.1 Doctor en Letras, Diplomado en Altos Estudios de Administración Musulmana,Encargado del Curso de Historia y de Civilización del Occidente Musulmán en la Facultadde Letras de Argel, Antiguo Director del Colegio Mulay Idriss de Fez, Antiguo Director deInstrucción Pública en Túnez.12


0. Introducción: Análisis sociopolítico del IslamDice Zunzunegui (Manual de Historia de las Religiones) que “la diferenciaentre estas cuatro escuelas es mínima.” (p. 236)- Escuelas dogmáticas: Ortodoxia (Corán, sunna e igma)/sectas. La secta más importante es la Shi’a (Partido) o shiismo: Secta de lospartidarios de Alí, primo de Mahoma.- Además está el misticismo: denominado “sufismo”.- Hoy debe tenerse en cuenta el movimiento wahhabita deArabia Saudí: renovación del espíritu semita rígido del Islam primitivo.1.3.- Extensión:y Emiratos.- Árabes: Desde Marruecos a Irak, Arabia Saudí, Yemen- Africa negra: Desde Río de Oro (Atlántico), AfricaOccidental Francesa y Norte de Nigeria, hasta Sudán, parte de Etiopía,Eritrea y Somalia.- Otros: Irán, Afganistán, Repúblicas exsoviéticas de AsiaCentral (Turkmenistan, Uzbekistán, Tadjikistan, Kirghizstan, parte deKazajstan), Pakistán, Indonesia (Sumatra y Java).- Minorías: Principalmente en parte de Kazajstán, India,Birmania, Malasia y la región china de Sinkiang.- Además de la pluralidad religiosa, jurídica y doctrinal, hay,por tanto, una evidente pluralidad étnica (árabes, pakistaníes, indonesios,subsaharianos, etc.) y política (Egipto, Túnez, Turquía, Irán, Pakistán,Indonesia, Repúblicas exsoviéticas, Afganistán).13


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islam2.- Una visión del Islam actual¿Incompatibilidad con nuestra civilización occidental? Dos aspectos: poruna parte, los principios que parecen de aplicación general mínima en lapráctica política, y el proyecto de acción real, así como las relaciones conotros sistemas. En todo ello me limito a reproducir las afirmaciones deAlija Izetbegovi 2 en su Islamska Deklaracija. Por otra parte, expondrélas posturas de algunos representantes de las corrientes de reforma y laactitud frente a las posiciones reformistas, también tal como la presentaIzetbegovi.Primer aspecto: Los principiosCinco temas: el individuo humano, política y religión, la mujer, laincompatibilidad del Islam con cualquier otro sistema, el reconocimientoy la reciprocidad. Seguiré fundamentalmente la Islamska Deklaracija(Proclama Islámica), de Alija Izetbegovi.2 Alija Izetbegovi, musulmán bosnio, Licenciado en Derecho desde 1962 por la Universidadde Sarajevo. Redacta la Islamaska Deklaracija en 1970. Sufre varias penas de cárcel y el20.04.91 es nombrado Presidente de Bosnia-Hercegovina. Fallece el 19 de octubre de 2003.Se han traducido sus obras: Los problemas de la vuelta de lo islámico, El Islam entre el Estey el Oeste y Meditaciones en Prisión. No ha habido posibilidad de publicar la traducción desu Islamska Deklaracija. Hay trraducción al francés hecha por un marroquí.Me han criticado por centrar mi exposición en este autor. La razón por la que lo heelegido es doble: En primer lugar, porque es un musulmán europeo y creo que, voluntaria oinvoluntariamente, el pensamiento occidental ha tenido que influír en él, haciendo su ideologíamusulmana algo menos radical y más abierta y tolerante que las de los criterios musulmanesaplicados en otras zonas. En segundo lugar, porque persona especialmente competente en lamateria (el Profesor Villacorta) me ha manifestado que es el mejor resumen de la doctrinaislámica que ha llegado a sus manos hasta la fecha en que hablamos.14


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islam1. El individuo-Occidente. Clave: las Declaraciones universales de derechoshumanos y libertades fundamentales no son sólo, pero sí básicamente,derechos individuales. Sólo hay derechos colectivos allí donde sonimprescindibles para la salvaguarda de los derechos individuales.-Islam: Observación de Roger Le Tourneau, en L’IslamContemporain (pp. 2 y 3). El historiador del S. XIV Ibn Jaldun diceque la estructura esencial del mundo árabe no reposa sobre el territoriosino sobre la consanguinidad, reforzada ancestralmente por un códigodel honor, de la ayuda mutua y de la hospitalidad. Por ello, en los gruposhumanos correspondientes el individuo apenas existe en sí. Sólo adquiereimportancia como miembro de tribu, clan o familia, o hasta de un gremioprofesional. Esto último, al menos en las ciudades.Izetbeg.: “En términos generales el musulmán no existe como individuo: siquiere vivir y perdurar como musulmán… tiene que transformar el mundo o, aislado,será transformado por él” (II.- Creencia y Ley, p. 17).2. Política y religión-Occidente: La separación de religión y política, de Iglesia y Estado,es un principio básico de nuestro sistema, sea en forma de Estadoaconfesional, sea en la forma más perfecta de Estado laico.-Islam: Izetbeg.: No se puede separar Islam y política.“La historia no conoce ningún movimiento islámico verdadero que no hayasido a la vez movimiento político… No se puede creer en islámico y trabajar, ganar,divertirse, gobernar de forma no islámica”. (Ibid.)“La definición más breve del sistema islámico lo presenta como la unión de15


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islamcreencia y ley, de educación e imposición, de ideal e interés, de comunidad espiritualy Estado, de espontaneidad y coerción”. “El sistema islámico tiene dos presupuestosfundamentales: la sociedad islámica como contenido y la autoridad islámica comoforma”. (Ibid.)El Islam “no tiene ningún principio laico, sino que el Estado ha de serexpresión de la religión y apoyar sus esquemas morales”. (Ibid., El islam no essólo religión, p. 20)3.- Estatuto de la mujer:-Occidente: Igualdad de sexos: Aun cuando quede mucho caminopor recorrer, en el terreno de la organización sociopolítica es un objetivoestablecido e incontrovertible.-Islam: Izetbeg. La mujer: queda reducida a la maternidad =función social, i.e., función de madre y de educadora; igualdad en lasmismas obligaciones religiosas y morales. El feminismo occidental hatendido a promover los aspectos femeninos corruptos. (Tesis 15, pp. 33-34).“El puesto de la mujer en la sociedad musulmana tiene que transformarseen todas partes de acuerdo con su función de madre y educadora natural de lanueva generación… El Islam tiene que tomar la iniciativa de que se reconozca a lamaternidad el rango de función social. Hay que eliminar los harenes”.“…el principio del valor igual es consecuencia de las mismasobligaciones religiosas y morales que presenta el Corán en muchos pasajesde forma expresa.”“Estos planteamientos no constituyen ninguna clase de feminismo de cuñooccidental… Tampoco son igualdad de derechos en el sentido europeo. Significa16


0. Introducción: Análisis sociopolítico del IslamEn lo referente al reconocimiento y a la compatibilidad: (II.- ElSistema Islámico.- El Islam no es sólo religión, pp. 19-20).Empieza diciendo que “el Islam se distingue de todas las demásreligiones, doctrinas y filosofías de la vida... es completamente <strong>original</strong>”. Después dedesarrollar esta afirmación en el sentido de que el Islam es la unión de lavida interior con la exterior, de la vida moral y social, añade:“Junto a la creencia en Dios, lo que acabo de decir, contiene el principalmensaje del Corán y ello constituye todo el Islam... Esta forma de ver el Islam, juntoa lo que contiene el principio mismo del sistema islámico como unidad de creencia ypolítica, conduce también a otras conclusiones importantes, cuya significación doctrinaly práctica es enorme”.“La conclusión primera y más importante de las indicadas es, en todo caso, laincompatibilidad entre el Islam y los sistemas no islámicos. No hay paz ni coexistenciaentre “fe islámica” e instituciones espirituales y políticas no islámicas… Partiendoabiertamente de que organiza él sólo su mundo, el Islam excluye clara y directamentehasta la posibilidad de acción de una ideología extraña, sea cual fuere, en su ámbito.Por lo tanto, no tiene ningún principio laico, sino que el Estado ha de ser expresión dela religión y apoyar sus esquemas morales”.En lo referente a la reciprocidad (Tesis 16 y 17, pp. 34 y 35):Según la tesis 17, “las relaciones de las comunidades islámicas con otrascomunidades del mundo se basan en los siguientes principios”. No los enumero,porque encierran una mera teoría irreal ya que son, en su mayor parte,incompatibles con la doctrina islámica que venimos exponiendo. Me fijosólo en el sexto y último de estos principios: “reciprocidad”.No se define qué se entiende por tal, pero la tesis 16 define laposición de las “minorías” en la forma siguiente:18


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islam“El sistema islámico sólo puede realizarse en los países en que los musulmanesrepresentan la mayoría de la población… Las minorías no musulmanas gozan delibertad religiosa y de protección total, a condición de ser leales”.“Bajo condición de tener garantizadas la libertad religiosa y la viday desenvolvimiento normales, las minorías musulmanas dentro de la estructurade comunidades no islámicas son leales y tienen el deber de cumplir con todas lasobligaciones para con esa comunidad, a excepción de las que sean nocivas para el Islamy para los musulmanes”.No sabemos en qué consiste la lealtad de unos y de otros. Sinembargo, se establece una excepción para los musulmanes –lo que seanocivo para el Islam y para ellos-, mientras que no se tiene en cuentapara nada lo que sea nocivo para otros sistemas y para las minoríaspertenecientes a ellos. Con lo cual, la reciprocidad es claramenteinsuficiente.El proyecto de acción realHablo de acción real, porque, si bien termina por ser acción política,tiene el doble aspecto propio del Islam: religioso y político. Comprendedos facetas: la regeneración islámica y la actitud frente a otros sistemas.1. El Proyecto: agresividad- Regeneración“El sistema islámico es la unión de la religión con la organización sociopolítica.¿El camino que conduce a esa unión transcurre por la restauración religiosa o por larevolución política?”.La respuesta a esta interrogación es la siguiente: “La regeneración19


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islamislámica no puede iniciarse sin la religión, pero no puede continuarse y terminarse conéxito sin la revolución política”. (P. 36)“¿Qué significa la renovación religiosa como condición previa del sistemaislámico? Significa ante todo dos cosas: nueva conciencia y nueva voluntad”.“En nuestro caso la renovación religiosa significa prácticamente la“islamización” de las personas que se denominan a sí mismas musulmanes o a quieneslos demás designan comunmente con ese nombre”.“El segundo componente de la renovación religiosa es la disposición a llevar ala práctica las exigencias que impone la conciencia del fin… una actitud de idealismovivido y práctico mediante la cual las personas corrientes se hacen capaces de actos devalor y de sacrificio extraordinarios… en la que la medida ordinaria de lo posible dejade tener valor y en la que los individuos y todos los grupos se entusiasman de improvisohasta hallarse dispuestos a la inmolación por su ideal.” (p.37).¿Qué es antes, regeneración religiosa o poder? “La historia no conoceuna sóla revolución auténtica que haya procedido del poder. Todas han empezado apartir de la educación y han significado en su ser mismo un llamamiento moral.” (p.37).“La idea de que en todas partes se apela al apoyo de algún tipo de violenciao de poder, radica en la aspiración innata del ser humano a evitar la fase de guerraprimera y más ardua: la lucha consigo mismo. Es difícil educar a la gente, pero esaún más difícil educarse a sí mismo. La renovación religiosa da por supuesto en sumisma definición el comienzo a partir de sí mismo, de la propia vida. A la inversa, laviolencia tiene siempre presente al otro. Aquí reside el carácter seductor de esta idea”(p. 38).“En esto consiste la diferencia entre el movimiento islámico y el partido político, que seapoya en la identidad de opinión e interés, pero no incluye criterios éticos, ni comprometemoralmente a las personas”.20


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islam“A causa de su enorme retraso, el mundo islámico tendrá que aceptar engran medida un ritmo veloz de formación e industrialización. El desarrollo aceleradoestá preñado en todas partes de fenómenos que lo acompañan, tales como despotismo,corrupción, destrucción de la familia, enriquecimiento rápido e injustificado, apariciónen primer plano de individuos hábiles y sin escrúpulos, urbanización rápida con quiebrade la tradición, trivialización de las relaciones sociales y propagación del alcoholismo,la droga y la prostitución. Sólo la fe en Dios, pura y firme, y la práctica de los preceptosreligiosos por parte de todas las clases del pueblo pueden frenar esta inundación deincivilidad y primitivismo. Sólo la fe puede garantizar que la civilización no aniquilela cultura” (p. 39).- Poder Islámico“El acento en la prioridad de la renovación religiosa y moral no significa -nipuede interpretarse que signifique- que el sistema islámico pueda realizarse sin elpoder islámico. Esta posición sólo significa que nuestra senda no parte de la conquistadel poder, sino de la conquista de las personas, y que la restauración islámica es, enprimer lugar, revolución basada en el poder de la educación y solamente después en elde la política”.“Por lo tanto, primero tenemos que ser predicadores y luego soldados…¿Cuándo se unirá a estos medios también la fuerza?”.“...Se puede establecer una regla general: el movimiento islámico debe y puedeacceder a la toma del poder, cuando sea moral y numéricamente tan fuerte, que nosólo tenga capacidad de derrocar a los que no son islámicos, sino también de establecerel nuevo poder islámico. Esta distinción es importante, ya que el derrocamiento y laconstrucción no requieren el mismo grado de disposición psicológica y material” (p.40).- Conclusión sobre el Proyecto21


0. Introducción: Análisis sociopolítico del IslamParece claro que el Islam es un movimiento cuya meta no esconvivir, colaborar, sino imponerse. Esto es consecuencia obvia eineludible de la incompatibilidad con cualquier otro sistema que sepredica de él. Es, por tanto, un movimiento en sí agresivo y una amenazapara todos los demás sistemas.222.- Relaciones con otros sistemas- Cristianismo y JudaísmoCristianismo:“En cuanto a la relación con el Cristianismo, distinguimos entre la doctrinade Cristo y la Iglesia. En la primera vemos la revelación divina, deformada en ciertosaspectos, mientras que en la segunda vemos una organización que, con su inevitablejerarquía, política, riqueza e intereses, no sólo se ha convertido en algo no islámico,sino también anticristiano…Respecto de las nuevas tendencias que aparecen en laIglesia, declaradas en el último Concilio Vaticano, las saludamos y las valoramoscomo indudable aproximación a los fundamentos originarios del Cristianismo. Si eseso lo que quieren los cristianos, el futuro puede ofrecer el ejemplo de entendimiento y decooperación de dos grandes religiones para bien de todas las gentes y de la humanidad,del mismo modo que el pasado ha sido teatro de su absurda intolerancia y disensión”(p. 48).Judaísmo“Con los judíos hemos vivido juntos durante siglos y hasta hemos creadocultura...” (p. 48).“Entre tanto, los judíos han iniciado en Palestina, bajo la égida sionista, unaacción que es tan inhumana y desconsiderada, como miope y aventurada…Jerusalemno es sólo un problema de los palestinos, ni sólo un problema de los árabes. Es


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islamun problema de todos los pueblos musulmanes. Para conservar Jerusalem, los judíostendrían que vencer al Islam y a los musulmanes, pero eso se halla, gracias a Dios,fuera de sus posibilidades”.“Queremos distinguir a los judíos de los sionistas, si los judíos mismosencuentran fuerzas para dar con esta distinción…Si no obstante siguen la vía a laque les impulsa su soberbia,- lo más verosímil en la actual perspectiva-, sólo existeuna decisión para el movimiento islámico y para todos los musulmanes del mundo:proseguir la lucha, ampliarla y prolongarla día a día, año tras año, sin repararen sacrificios y en tiempo, sea cuanto fuere lo que aquélla pueda durar, todo ellohasta que se vean obligados a devolver cada palmo de tierra arrebatada. Cualesquieratratos o compromisos, que puedan poner en duda estos derechos elementales de nuestroshermanos de Palestina, son una traición capaz de destruír hasta el sistema moralmismo sobre el que descansa nuestro mundo” (p. 49).- Capitalismo y Socialismo“¿Hay algunas formas de organización y de sociedad, características delámbito de la civilización occidental -democracia representativa, capitalismo, socialismoválidastambién para la sociedad islámica y tendrá que pasar necesariamente tambiénnuestra sociedad por estas formas y otras semejantes?” (pp. 49-50).“Los modelos que han creado los seres humanos para sistematizar laevolución histórica han demostrado ser muy relativos y las reglas de la evolución delas sociedades, aunque existan, no son evidentemente de la clase que los pensadoreseuropeos de los siglos XVIII y XIX les han atribuído”(p. 50).“Los países progresistas han mantenido y han seguido desarrollandoel capitalismo, mientras que el socialismo ha triunfado en una serie de países nodesarrollados” (p. 52).“...El espíritu pragmático del capitalismo responde mejor al racionalismo de23


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islamdel Departamento de Derecho Público de la Facultad de Derecho, dela Universidad de Jartum. Forma parte de la Fraternidad Republicanafundada por Mahmud Mohamed Taha, ejecutado por el Numeiri en enerode 1985, que se oponía a la imposición forzosa de la interpretación de laLey Islámica que hacía el Numeiri. La Fraternidad no se ha reorganizadodespués de esta ejecución.Tesis básica: “La Shari’a no es la totalidad del Islam, es en cambio unainterpretación de sus fuentes fundamentales tal como fueron entendidas en un contextohistórico particular. Una vez que se cae en la cuenta de que la Shari’a fue elaboradapor los juristas que la crearon, se haría posible pensar en la reconstrucción de ciertosaspectos de la Shari’a, con tal de que dicha reconstrucción esté basada en las mismasfuentes fundamentales del Islam y sea plenamente coherente con sus preceptos moralesy religiosos esenciales” (Prefacio, p. XIV).2. Mohamed Charfi 4 .- Islam et liberté. Le malentendu historique.-AlbinMichel, Paris 1998. Profesor Emérito de la Facultad de Ciencias Jurídicasde Túnez.“Hemos estudiado versículos coránicos y elementos de la sunna del Profetaque demuestran evidentemente que el Islam es una religión, no una política, un asuntode consciencia y no de pertenencia, un acto de fe y no de fuerza” (Conclusión, p.249).“La paz y la concordia reinarán entre las personas y entre los puebloscuando hayamos separado con claridad política y religión y cuando hayamos enseñadoa nuestros hijos los fundamentos de esta separación” (Conclusión, p 250).Feminismo islámico.- Son dignas de mención:4 Jurista tunecino. Profesor emérito de la Facultad de Ciencias Jurídicas de Túnez. FueMinistro de Educación y Ciencias desde 1989 a 1994.25


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islam- Shirin Ebadi. Irania. Premio Nobel de la Paz. Defiende lacompatibilidad del Islam con los derechos humanos y la democracia.DEIA, 10.12.03, p. 52D 2.- Otras representantes del movimiento feminista en el Islam:Luchan por la emancipación de la mujer. Interpretan el Corán buscandola igualdad practicada por Mahoma. DEIA, 4.12.05, pp. 20-21:Valentina Moghadam. Irania, Tuvo que salir del Irán de Jomeini.Mufiliat Fujabi. Nigeria.Djingarey Maiga. Mali.La Dra. Mernissi y Nadia Yassin. Marruecos.Khadiya Hamdi. Saharaui.Actitud frente a los reformadores.-Charfi: Su queja: “El problema crucial y dramático para nuestras sociedades,estriba en que estos elementos y estas teorías [los reformadores y su pensamiento], envez de constituír la base de un acuerdo social y político coherente, son, lamentablemente,atacados y a la vez no defendidos. Atacados por los integristas y no defendidos ni porlos gobernantes -la mayor parte de los cuales son excesivamente débiles y desprovistosde legitimidad democrática- ni por los intelectuales y los demócratas, privados de laslibertades de expresión de obrar. Como resultado, tenemos creyentes desamparados,pueblos que, tras la independencia, no saben a que´santo encomendarse” (Conclusión,pp. 249/250).Izetbeg. Su postura: “La idea de la restauración islámica, con su propiaopinión acerca de la capacidad del Islam no sólo para educar al hombre, sino tambiénpara organizar el mundo, tendrá siempre adversarios de dos clases: los conservadoresquieren modelos antiguos, los modernistas modelos ajenos. Los primeros arrastran alIslam al pasado, los segundos le preparan un futuro alienado” (I. Retraso de losPueblos Musulmanes.- Conservadores y Progresistas, p. 5).26


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islam“En lo que se refiere a los llamados progresistas, occidentales, modernistas ytodos los demás del mismo tipo, se llamen como se llamen, representan una verdaderadesventura en todos los rincones del mundo musulmán, ya que son bastante numerosose influyentes, especialmente en los ámbitos del poder, en la instrucción pública y engeneral en la vida pública. Identificando el Islam con los imanes y conservadores yconvenciendo de esto a otros, los modernistas se alzan frontalmente contra todo lo querepresenta este pensamiento. Reconoceréis a estos reformadores intrusos en las tierrasmusulmanas actuales, en que por lo general se vanaglorían de lo que se deberíanavergonzar, y se avergüenzan de aquello que se deberían vanagloriar. En la mayoríade los casos estos individuos son “hijos de papá” 5 , que se instruyen en Europa yregresan de allí con sentimiento de inferioridad profunda frente al rico Occidente yde especial superioridad respecto del medio miserable y retrasado del que han salido.Sin educación islámica y sin comunicación espiritual y moral con el pueblo, pierdenrápidamente los criterios elementales y entonces imaginan que, con el desmantelamientode las opiniones, costumbres y convicciones domésticas y la introducción de las ajenas,crearán en este medio a escondidas la América, a la que, por lo demás, admiranexageradamente. En vez de modelos, dan vida al culto de los modelos; en vez dedesarrollo de las posibilidades de ese mundo, fomentan los deseos y abren así la puertaa la corrupción, al primitivismo y al caos moral. No ven claro que la fuerza del mundooccidental no está en cómo vive, sino en cómo trabaja, que esa energía no reside en lamoda, en el ateísmo, en los clubs nocturnos, en la generación joven licenciosa, sino en laextraordinaria laboriosidad, constancia, saber y responsabilidad de sus gentes” (Ibid.,pp. 6-7).3. Algunos datos históricosPanoramaA partir de fines S. XI: decadencia e inmovilismo. Empieza a resurgir a5 En el <strong>original</strong>: “tatini sinovi”.27


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islamprincipios del S. XIX (Egipto). A partir de 1880: crece el Renacimientoárabe e islámico.Dos pinceladas sobre la evolución de algunos países con objeto de ver elarraigo del Islam y su resistencia a la modernización. Partimosdel períodoposterior a la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Le Tourneau, ob. cit.Turquía: Mustafá Kemal, “Atatürk”: revolución político-religiosadesde 1923 hasta su muerte en 1938. Elimina la grafía arábiga de laescritura, impone el atuendo occidental prohibiendo a la mujer el uso delvelo, suprime la escuela coránica. En 1924 abole el Califato y estableceun Estado laico, además de importantes reformas militares, agrícolas,industriales, tecnológicas y otras. Sin embargo, por lo menos desde1969 hay una tendencia a la involución islámica: tras varias intentonasabortadas por las Fuerzas Armadas, hemos llegado al gobierno actual delAKP (Partido de la Jusitica y del Desarrollo) con Recep Tayyip Erdogancomo Primer Ministro, convertido de antioccidental e islamista en unaparente partidario de la UE por la presión constante de las FuerzasArmadas. Es, por tanto, hoy un estado con forma democrática, perotutelado fuertemente por los militares, únicos garantes de la laicidad delEstado, y con una tendencia constante a la restauración de un régimenislámico.Irán: También hay un esfuerzo revolucionario de occidentalización.En 1924 Riza Jan arroja del país al soberano, intenta establecer unarepública y se propone crear un Estado laico. La oposición cerrada dereligiosos y comerciantes le obliga a restaurar el imperio en su personacon el nombre de Riza Chah Pahlevi y a renunciar por la oposiciónclerical a todo proyecto de laicismo estatal. La evolución posterior conla expulsión de su sucesor, el Chah, y el gobierno de El Jomeini y losImanes de Qom hasta el actual Presidente Ahmadineyad ha sido unacarrera de eliminación de las modernizaciones de la familia Pahlevi, conuna tímida tentativa de evolucionar de nuevo hacia la modernización (Al28


0. Introducción: Análisis sociopolítico del IslamJatami) y la restauración de un Islam que nos llega con una imagen, almenos para nosotros, amenazadora y agresiva.Afganistán: País muy difícil: dos comunidades hondamentediferentes –norte (irania y turca, idioma persa), sur (afgana e india, idiomapushtú o pashtún), separadas por el enorme macizo del Hindu Kush. En1919 toma el poder el Emir Amanullah y se proclama rey en 1923. Iniciauna modernización de medios materiales y de costumbres: la reina apareceen público sin velo, se invita a funcionarios polígamos a abandonar suspuestos, se invita a los habitantes de Kabul a vestir el atuendo occidental.Es un país fieramente aferrado a sus costumbres ancestrales y alejadode los flujos mundiales, y el resultado es que era demasiado y se expulsaal rey reformador. Su sucesor, Nadir Chah, fue asesinado. El hijo ysucesor de éste, Mohamed Zahir Chah, tuvo que moderar el proyecto demodernización. Posteriormente, ya en época más reciente y después dela ocupación soviética, hemos conocido el régimen talibán de una rigidezislámica absolutamente fanática según nuestra información (la voladurade los Budas, p.e.). Las dificultades actuales son conocidas.Arabia Saudí y Yemen. El rey Ibn Saud en la primera, y el ImamYahya en la segunda han sido mero reflejo de sus sociedades islámicasancestrales. Aceptaron a regañadientes algunas modernizacionesimpuestas por el contacto con Occidente, pero son países de régimenislámico tradicional.Irak y Siria: Han sido una esperanza de Estados laicos, pero elprimero es hoy una incógnita y la trayectoria político-religiosa del segundopuede verse seriamente entorpecida por su interferencia en los problemasde la región (Líbano e Israel, y hoy Irak) y el recelo o la enemistad quesuscita.Irak, última hora: ‘Las mujeres laicas y laicizantes, que no sufrieron coacciónreligiosa bajo el régimen de Saddam, ven ahora el auge de tendencias conservadoras29


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islamen un Iraq postautoritario y libre. A medida que resultan elegidos políticos islamistasen el nuevo Parlamento iraquí, aumentan las posibilidades de que las mujeres declaras tendencias laicas abandonen Iraq por mucho tiempo…¿Se dirá dentro de cincoaños que el Iraq post-Saddam fue peor para las mujeres que su brutal régimen?”.Kenneth W. Stein, ¿Un final espantoso o tolerable?. La Vanguardia, 1-2.01.06,p. 21.Datos que aparecen recientemente y cada vez con mayor frecuenciaen nuestros medios de comunicaciónAisladamente considerados, estos datos pueden calificarse de anecdóticos.Sin embargo, su proliferación les da, a mi juicio, una dimensión cualitativadigna de tenerse en cuenta. Con todo, también debe recordarse que suprocedencia –los medios de comunicación modernos- no garantiza condemasiada frecuencia su precisión o su corrección significativa.Datos relativos a la situación de la mujer1.- Desconsideración:1.1.- El Imán de Premià (Cataluña) que, en las negociacionescon la Alcaldesa, le daba la espalda porque era mujer. La Vanguardia,22.05.02, p. 24.1.2.- Reserva de los Emiratos Arabes Unidos a los artículos2.f (eliminación de toda forma de discriminación), 9 (nacionalidad), 15.2(capacidad jurídica en materias civiles) y 16 (matrimonio y relacionesfamiliares) del ‘Convenio sobre eliminación de todas las formas dediscriminación contra la mujer’, hecho en Nueva York el 18 de diciembrede 1979. Por Resolución de 29 de noviembre de 2005 España haobjetado a esa reserva por ser incompatible con el objeto y propósito dela Convención. B.O.E., 12.12.05, nº 296, nº de referencia 20351.30


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islam2.- Malos tratos2.1.- Secuestro y maltrato para llevar a una mujer a Marruecos aefectos de que contraiga forzadamente matrimonio. El País, 10.04.02.2.2.- Caso Bariya Ibrahim Magazu. Adolescente de Nigeria. 180latigazos por relaciones prematrimoniales. DEIA, 4.06.02, p. 28.2.3.- Caso del Imán de Fuengirola, Mohamed Kamal Mostafá:libro donde se aconseja cómo golpear a la mujer sin dejar rastro. Procesopenal. DEIA, 8.12.03, p. 54D2, y 10.12.03, p. D2 53. La Vanguardia,10.12.03, p. 32.3.- Penas de muerte por adulterios ‘sui generis’:3.1.- Nigeria: Casos Safiya Hussaini y Amina Lawal. DEIA27.05.02, pp. 15 y 21.3.2.- Irán: Casos Ferdows B. y Sima. DEIA 27.05.02, p. 21.3.3.- Pakistán: Caso Zafrau Bibi. DEIA, 4.06.02., p. 28.3.4.- Sokoto: Caso Hafsatu Abubakar. DEIA, 4.06.02, p. 28.3.5.- Afganistán: Los talibanes han practicado la lapidación demujeres en estadios deportivos, sin atarlas, para que puedan correr, segúnel Tribunal Supremo afgano. DEIA, 4.06.02, p. 28.4.- El ‘crimen de honor’ sigue siendo habitual en algunos paísesmusulmanes, aun cuando sean políticamente laicos, como Turquía.Artículo de Maria-Àngels Roque, Mujeres y derechos humanos. La Vanguardia22.11.05, p. 23.31


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islam5.- Conflictos simbólicos:5.1.- El empeño de introducir el chador en la escuela. DEIA,16.02.02, p. 27.54D2.5.2.- La polémica del velo islámico en París. DEIA, 8.12.03, p.5.3.- Conferencia Euromed: Retirada de los programas MEDAde expresiones como ‘igualdad de género’, porque podían entrar enconflicto en la mayoría de los países del sur del Mediterráneo (el Maghreb).La Vanguardia, 22.11.05, p. 23.5.4.- Palestina: Hamas pretende volver a obligar a la mujer avestir a la musulmana. DEIA, 30.01.06, p.Datos relativos a atentados y revueltas1.- Atentado islamista en Milán.– DEIA, 13.05.02, p. 21.2.- Después del 11-M (Madrid), del 4-J y del 21-J (Londres), estamosrecibiendo constantemente un reguero de noticias sobre detenciones degentes supuestamente vinculadas con un fantasma llamado Al-Qaida,pero no ha habido más atentados serios. Particularmente en Españael rimero de detenciones constituye un verdadero jubileo. No creonecesario hacer hincapié en lo que está a diario en los periódicos. Entrelo último se puede destacar la detención de dieciséis islamistas en variasprovincias españolas “preparados” para actuar en Irak (DEIA, 20.12.05,p. 31); condenado un argelino en Belfast por descargar de internet unmanual para elaborar explosivos (DEIA, 21.12.05, p. 40); la Policíabritánica detiene a un sospechoso vinculado con los atentados fallidosdel 21-J (DEIA, 21.12.05, p 40). Supuestos sospechosos, preparación,pero, afortunadamente, nada de atentados reales. Esto me hace barruntar32


0. Introducción: Análisis sociopolítico del Islamque hay una psicosis de atentado o que se nos quiere convencer de unpeligro que realmente no existe, porque yo creo que los musulmanes sehan dado cuenta de que los atentados depiertan a una ‘fiera’ que estáadormilada y a la que están engañando. En cualquier caso, los atentadosson cosa de policía y jueces y los medios harían mejor, en mi opinión,dando informaciones mucho más escuetas.Datos relativos a actitudes de venganza y odio, sea civil, seareligioso1.-Mahmud El Zahar, dirigente de Hamas: Perseguiremos a Sharon yNetanyahu estén donde estén, y a sus hijos y a sus nietos. La Vanguardia, 13.08.05,p. 7.2.- Conflictos de los Hermanos Musulmanes con los coptos, minoríacristiana, en Egipto. La Vanguardia, 18.11.05, p. 4.3.- Tres mil (otros, cuatro mil) fanáticos islámicos atacan en Alejandría,Egipto, cuatro iglesias y ciento cuarenta y cinco comercios cristianospor una obra teatral cristiana considerada ofensiva para el Islam. DEIA,22.10.05, p. 39, y La Vanguardia, 23.10.05, p. 10.Nota sobre hechos posteriores.- Están todos los episodios referentesa las supuestas caricaturas del Profeta en un periódico danés y enotros periódicos europeos y las consiguientes quemas de embajadas yconsulados de Dinamarca, Noruega y Suecia, cuando menos, en Siria yen Beirut, amén de las manifestaciones violentas en otros países comoPakistán e Indonesia.4.- El avance del Islam en Europa33


0. Introducción: Análisis sociopolítico del IslamDos opiniones divergentes:Michel Wieviorka 6 , El Islam Europeo. La Vanguardia, 25.03.02, p.17. Afirma que hay un avance enorme y prevé una de estas dos salidas:- El radicalismo, derivado de la transformación del sentimientode diferencia, desprecio y aislamiento en motivo de orgullo, que, según él,será minoritario y- La integración por ser el Islam una diferencia culturalenteramente compatible con los valores universales del derecho, de larazón y de la democracia.El jesuita árabe Shamir Khalil, que opina: “Europa es estúpida si nose da cuenta de que el Islam utiliza la tolerancia europea para islamizar”’. DEIA,20.11.03, p. 19.5.- ConclusionesCreo que, con independencia de las posiciones teóricas, de los esfuerzos dereforma, de las actitudes críticas frente a ellos, y de todas las oportunidadesque estos datos pueden realmente ofrecer, hay una realidad de hecho,que revela un Islam hoy por hoy fuertemente aferrado a una tradiciónreligiosa y jurídica ancestral, encastillado en la vinculación indisolublede política y religión, incompatible con toda idea de democracia y dederechos y libertades de la persona, así como con cualquier sistemano islámico, celoso de sus derechos y desentendido de los derechos desistemas diferentes cuando resultan incompatibles con el suyo, persuadidode que ha de conquistar el poder e imponer la ley islámica, y, por tanto,fundamentalmente agresivo.6 Sociólogo, Profesor de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, de París.34


0. Introducción: Análisis sociopolítico del IslamPor otra parte, no deja de ser interesante la referencia de Ernest Gellnera la famosa ‘Ley de las Tres Generaciones’ que regula la conducta de losque inmigran en EE.UU.: “El nieto se esfuerza por recordar, lo que el hijo seesfuerza por olvidar” (en Nationalism, edited by Hutchinson&Smith, p. 58).Con estos datos no sorprenderá a nadie que considere infundada lapostura de Wieviorka y me incline por el realismo de Shamir Khalil,mucho más coherente con los datos actuales.PosdataPermitidme la licencia de terminar con el final de la Primera partedel Martín Fierro, poema magnífico, bellísimo y larguísimo delargentino José Hernández. Lo adultero, adaptándolo a la situaciónpresente.Y ya con estas noticiasmi relación acabé.Por ser ciertas planteétodas las “cuestiones” dichas.¿Será un telar de desdichasel futuro que se ve?Mas poned vuestra confianzaen el Dios que os formó.Y aquí me despido yoque relaté ansí a mi modoriesgos que analizan pocos,y que encubren muchos hoy.35


Montserrat Abumalham“La mujer en el Islam”Montserrat AbumalhamUniversidad Complutense de Madrid“La persistencia de determinadas menguas en las libertades de los individuosafectan a varones y mujeres en una medida muy parecida y tienen sucausa más profunda en el ordenamiento político, económico y social y notanto a la inspiración religiosa”“El modelo occidental es visto como una imposición encubierta”


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámEn primer lugar, conviene situar al Islam en su justa dimensión,que es, sin duda, la de una experiencia religiosa que pertenece ala muy antigua tradición de las religiones de los pueblos semitasy que se concreta en lo que llamamos la tradición de Abraham.Así, emparentada, por su relación con el Patriarca bíblico, con el Judaísmoy el Cristianismo, el Islam aparece como la última de las manifestacioneshistóricas del Dios único, por medio de un profeta.Dicho de otro modo, el Islam es fruto de la experiencia espiritual de unhombre, el profeta Mahoma, quien, como profetas anteriores, predica suexperiencia y logra un seguimiento masivo en sus conciudadanos.Tres son los aspectos fundamentales que distinguen al Islam de lasmanifestaciones monoteístas que lo preceden y de la religión politeístade los árabes:1.- En primer lugar, la declaración tajante de la Unidad de Dios, que39


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámse expresa de manera rotunda frente al politeísmo de la religión de losárabes y el trinitarismo de los cristianos.2.- En segundo lugar, la afirmación de la igualdad entre los hombres, sindistinción de raza, sexo o clase social, que rompe de manera decisiva conlos lazos de consanguinidad de la organización tribal de los árabes.3.- En tercer lugar, el realismo respecto de cuestiones prácticas, productode su propia época, que o bien son aceptadas con ligeras variantes o bienson suprimidas, no sin buscar el punto intermedio.La primera de estas cuestiones se sitúa en el ámbito de lo estrictamentereligioso y teológico. Pero tiene una función añadida: Evitar lasdisensiones.Esto mismo es aplicable a la segunda de sus peculiaridades. Laconsanguinidad era fuente de disputas interminables entre las tribus y deconstantes venganzas y contra-venganzas.Por otra parte, tanto la religión de los árabes preislámicos como laapariencia del cristianismo, dividido por cuestiones de carácter teológicocomo las naturalezas de Cristo o la representación de la divinidad, que sedirimían en luchas constantes, no ofrecían un rostro moral aceptable. Porsu parte, el judaísmo era una religión ligada a un grupo humano, cerradosobre sí mismo, no sólo no proselitista sino bastante refractario a cualquiercambio o interrelación. De manera que, el Islam aparece como un mediode rearme moral y de espiritualización de la vida de los árabes.Sin embargo, la tercera de sus señas de identidad, se inscribe no tanto enel ámbito estrictamente espiritual, sino más bien en el moral y aparececomo un pacto con la realidad existente.40


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámLas exigencias manifestadas por la divinidad, lo que su revelación admitecomo lícito o ilícito, chocan con una serie de prácticas arraigadas, cuyasupresión radical supondría más una catástrofe social que una reformaespiritual.El estatuto femenino antes del IslamTradicionalmente y desde la perspectiva musulmana, se vienecontraponiendo la situación femenina preislámica a la que el Islam ofrece,atendiendo al espíritu de la nueva religión que, contra lo que la opinióncorriente presenta, supuso un avance en el estatuto de la mujer. De estemodo, se presenta la época preislámica como una época de barbarie, enla que la situación y comprensión de la mujer la sitúan más cerca de losanimales que de los seres humanos.No deja de ser cierto que existen datos importantes acerca de una seriede prácticas bárbaras que afectan a las mujeres y no a los varones en lasociedad preislámica. Sin embargo, no se debe mitificar por negativo laépoca inmediata a la aparición del Islam, ni tampoco demonizarla, paramostrar las mejoras que el Islam promueve.Ambos planteamien tos suponen una tergiversación interesada y existendatos que muestran que, en época preislámica, la situación de la mujer noera tan terrible como pueda parecer y que el Islam, por otra parte, no laliberó de tal modo que su situación se mejorara radicalmente, al menosen la práctica.Digamos, por poner las cosas en su sitio, que contamos con referenciassuficientes para decir que, si bien existían limitaciones importantes parael desarrollo femenino, la mujer gozaba de una cierta consideración ylibertad. El Islam, por su parte, definió la dignidad humana de la mujer,41


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámpero permitió que en su seno se canonizaran modelos de opresión y demengua de la libertad femenina.La primera cuestión de la que hay que preocuparse en la época preislámicaes la de diferenciar las sociedades beduinas, es decir nómadas, de lassociedades sedentarias. Cuando pensamos en la cuna de la arabidad, hayuna cierta tendencia a pensar que se trata de un panorama social unitarioy fundamentalmente nómada.Es cierto que la sociedad árabe en la que surge el Islam y hacia dondese expande, en primer lugar, es mayoritariamente nómada, pero tambiénes cierto que esa sociedad se va a sedenta rizar con cierta rapidez y aurbanizar consecuente mente.Así, en gran manera, el modelo beduino sufrirá un proceso de idealización,por una parte, al no poder ser practicable en la ciudad, porque hadesaparecido su entorno natural y, por otra parte, será denigrado, porquees el de la época en que aún no se había producido la revelación.La zona sedentaria o sedentarizada de Arabia ocupaba, antes del Islam, elsuroeste de la Península y el norte y noreste. En esas zonas, no sólo habíapoblaciones asentadas, sino que había reinos constituidos, con una cortey deudores de Bizancio o del Imperio Persa.Los propios árabes reconocían para sí mismos dos orígenes distintos;uno, para las tribus y poblaciones del Sur de la Península, y otro, para lasdel Norte.No sólo provenían de orígenes diferentes en cuanto a la filiación,legendaria en todo caso, sino que poseían lenguas diferentes aunquepertenecientes a un fondo común. Los contactos del Sur de la Penínsulacon Abisinia, reino cristiano, debían influir también en las costumbres ylas prácticas de los sudarábi gos.42


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámLa situación social y, en particular, el estatuto femenino de la sociedadsudarábiga resultan bastante mal conocidos. A partir de la investigaciónepigráfica y de la comparación etnográfica con situaciones actualespodemos deducir una serie de hechos.Parece que la mujer tenía un estatuto ligera mente inferior al del varón, apesar de tratarse de una sociedad mayorita riamente sedentaria. En textosepigráficos aparece la prohibición de matar a las hijas recién nacidas.Igualmen te aparece la prohibición de entregar a las hijas o mujeres enreparación de un daño causado a alguien. Estos datos parecerían señalarque la mujer era considerada, como en otros ámbitos del mundo semítico(véase por ejemplo el decálogo bíblico), como una posesión del marido.Ya que si estos temas son causa de prohibición, hay que entender que setrata de prácticas habituales que hay que sancionar para evitarlas.Muchos autores defienden, sin embargo, que la mujer gozaba de unagran libertad, e incluso de una libertad económica notable, al poder serherederas de sus antecesores. También parece probado que las viudaspodían gestionar un negocio familiar. Las mujeres podían detentar cargosde cierta importan cia cercanos al círculo real o desempeñar ciertos gradosde sacerdo cio. Parece haber indicios de prácticas de prostitución sagrada,lo que marca a la mujer con una dignidad especial de gran importan ciasocial.Otro terreno que probaría la igualdad o no de las mujeres lo proporciona ladenominación y adquisición de parentesco. Parece que las denominaciones,mayoritariamente, se adquieren por vía patrilineal, lo que indica que lasociedad está organizada en familias patriarcales.Sin embargo, en algunos testimonios epigráficos, aparecen genealo gíasreferidas a un antepasado femenino, lo que indicaría una ascendenciay descendencia matrilineal. Estos datos llevan a afirmar a numerosos43


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Isláminvestigadores que, en la Arabia del Sur, existía una sociedad matriarcal,que, quizá, respondiera a un modelo semítico más antiguo. El mismoque, por otra parte, existiera en zonas semíticas del Norte, pero quese transformó en patriarcal antes. Esta es una discusión inacabada einacabable por la escasez de datos.Desde, la antigüedad existe, por otra parte, documenta ción que habla deprácticas poliándricas en esta región, lo que apuntaría a una gran libertadfemenina y, por supuesto, abundaría en la consideración de esta sociedadcomo matriarcal.Por otra parte y respecto a las prácticas matrimoniales, existen numerosostestimonios de poligamia e incluso de matrimo nio temporal.Optar por una definición u otra fiable de las prácticas y costumbres delos árabes del Sur, antes del Islam, es una tarea difícil por la escasez dedatos y por lo contradictorios que parecen.Sin embargo, los yemeníes actuales presentan una serie de prácticas queapuntan a la matrilinealidad y a una cierta libertad sexual de las mujeres.Ambas cuestiones se presentan como arraigadas en la zona desde muyantiguo y que la práctica del Islam no ha abolido, aun cuando parezcanno muy acordes con el espíritu de esta religión.En el medio claramente nómada y beduino, donde los valores viriles dela fuerza y la bravura formaban parte del modelo ético, la mujer aparececonsiderada como un ser débil y constantemente necesitado de apoyo yprotección.Esta consideración genera un doble modelo contradictorio; por una parte,la mujer aparece como un ser inferior, cercano a los animales y, por tanto,como una posesión del hombre que sólo debe mantenerse si es útil; pero,por otra parte, se la considera como un ser a quien hay que proteger y44


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámen consecuencia se la sacraliza en cierta medida.Esta ambivalencia en laconsideración de lo femenino es la que relaciona directamente el honormasculino con la castidad y la fidelidad femeninas.El nacimiento de una hija era un problema, en la medida de su debilidadfísica y también porque, si no resultaba casta y recatada, podía suponerun desdoro y pérdida del honor, no sólo de sus parientes inmediatos, sinode todo el clan y de toda una tribu.La estructura de la tribu nómada, aparece desde los tiempos más remotoscomo una estructura claramente patriarcal. El padre es el jefe de familiao del clan y es quien decide sobre la vida, sobre el matrimonio de susdescendientes femeninos.La preocupación por el honor lleva a una vigilancia estrecha de la vidafemenina e incluso a prácticas bárbaras que el Islam condenará en sumomento, como por ejemplo el infanticidio de las recién nacidas.Sin embargo, en el ámbito de las relaciones matrimoniales, existe una granlibertad de costumbres, practicándose el matrimo nio temporal, el buscarun genitor distinto del marido, para asegurar una descendencia sana,por ejemplo, o el hecho de que una mujer tuviera relaciones con varioshombres y, una vez encinta, decidiera a quien otorgaba la paterni dad.Se practicaba así mismo el concubinato o el matrimonio por compensación.Esta pluralidad de regímenes en las uniones y la forma variable deadscripción de la paternidad resultan, igualmente, prácticas contradictoriasque, si bien, en algún sentido, apuntan a una cierta libertad de lascostumbres sexuales y podrían indicar una cierta libertad femenina, ensu mayoría apuntan a una dependencia de la mujer de la voluntad de losvarones.45


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámDe manera que en la Arabia beduina del centro y norte de la Península sepuede afirmar que la sociedad era fundamentalmen te masculina y que lasmujeres tenían pocos derechos.En razón de derechos hereditarios, parece, así mismo, que entre losbeduinos se practicara una gran endogamia y un derecho semejante aldel levirato bíblico. La consanguinidad o el parentes co político no constituíanimpedimento para el matrimonio. Esta realidad confirmaría que lamujer era un ser depen diente de los varones. La viuda, por tanto, era unser desclasado hasta que no volvía a recuperar sus derechos como esposade un pariente directo de su difunto marido.No obstante, en las sociedades tradicionales, y la sociedad beduina es unmodelo más de sociedad tradicional, los antropólo gos observan que elindividuo carece de derechos por ser tal y adquiere su plena ciudadaníaen tanto en cuanto pertenece al grupo. Dicho de otro modo, los derechosy deberes son colectivos y no individuales y ello es así para los varones ypara las mujeres.La vinculación, por otra parte, de los individuos al clan se produce, asícomo la solidaridad del clan con los individuos, mediante la afirmaciónde los lazos de sangre. Un individuo a quien se le niega la filiación a unclan o a quien el clan expulsa de su seno, se convierte automáticamenteen un ser sin derechos, sin estatuto social y sin vincula ción a «patria». Demanera que la libertad de la mujer o sus derechos hay que situarlos eneste tipo de contexto social para tratarlos con objetividad.Existen testimonios de la práctica del divorcio, pero entendido comorepudio unilateral del hombre o testimonios de la práctica de la prostitución.Esta última cuestión es especialmente significativa en una sociedadque parece poner el honor en la castidad femenina, pero que es permisivacon ciertas prácticas sexuales, pues la prostitución no conlleva castigo demuerte ni otro tipo de castigos.46


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámEn alguna medida, lo que se pone de relieve, en este panorama rápido deépoca preislámica, es que existe una serie de prácticas que conciernen ala mujer un tanto erráticas y que suponen la ausencia de un código éticoclaro.Más bien apuntan a soluciones en razón del medio o de las necesidadesmateriales de esos grupos humanos, que se resuelven sin atendera una valoración moral clara. También es cierto que muchas de estasprácticas son llevadas a cabo por unas tribus, mientras que otras tribus lasacogen parcialmente o en ningún caso. Hay que señalar que no se trata deprácticas unitarias, sino más bien locales y que cambian con el tiempo.El Islam fundacional y la mujerEl Islam aparece en este ambiente plural de hábitos y de tratamientodiverso de la mujer. Pero hay que señalar que aparece concretamente en unaciudad caravanera y comercial como lo era Meca y en el seno de una tribu,la de Quraysh, plenamente beduina en sus hábitos e ideales. De maneraque estamos en un ambiente concreto de pluralidad, que bascula entre lociudadano y sedentario y lo beduino.El Profeta Muhammad en su predicación y, por otra parte, en sus alianzascon diversas tribus, matizará una serie de preceptos importantes, de maneraque sean acogidas por el Islam una serie de prácticas fuertemen te enraizadasen las costumbres de las tribus, pero dándoles una carga moral y éticaimportante de la que esas prácticas carecían.Se puede decir que el Islam recomienda una serie de modos de actuaciónhacia las mujeres y las define con una fuerte carga moral, restringiendo deforma severa muchas de las prácticas preislámicas, a las que considera comopecaminosas y contrarias a la voluntad divina.47


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámEn general, se puede decir que el Islam mejora notablemente el estatutofemenino en la nueva sociedad que propone bajo el modelo de la revelacióndivina.Es significativo que el Islam acepte la figura de la Virgen María y le dediqueuna Sura a su nombre en el Corán (Qur. 19, espec. vv. 16 y ss.), presentándolacomo modelo de femineidad y como una persona elegida por Dios para sermadre de un Profeta.El Corán dedica diversos pasajes a la consideración femeni na, entre ellos laSura Las Mujeres (Qur. 4) en la que se define a la mujer como un ser humanode idéntica dignidad que el hombre, aunque en esta Sura se observa unaserie de limitaciones a este estatuto igualitario que, probable mente, recogeny ordenan costumbres practicadas en época preislámica, como el sistemade matrimonios poligámicos, aunque con fuertes restricciones, o el sistemahereditario, también con ventaja para los varones, pero, en parte, una mejoraseria para la situación femenina que, en buena medida, quedaba excluida dela posesión y herencia de bienes.También, entre otros textos dispersos a lo largo del Corán, aluden claramenteal trato que los varones han de dar a las mujeres las Suras El Repudio y LaProhibición, alusivas al divorcio y sus impedimentos y cautelas o donde sepresentan mujeres ejemplares y modélicas tomadas de las tradiciones bíblicas(Qur. 65 y 66).El Islam promueve una sociedad igualitaria, en la que los individuos tienenpersonalidad propia y no en tanto que miembros de una tribu o en virtudde lazos sanguíneos. Los individuos pasan a dividirse en dos categorías:creyentes e infieles.Los creyentes tienen la misma considera ción, independiente mente de susexo, ante los demás creyentes y ante Dios. Lo cual supone el paso de unasociedad tradicional pura a un modo intermedio de organización social48


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámen donde el lazo por la fe, que constituye el nexo de unión de la Umma(comunidad de creyen tes), supera, al menos en el ideal, la clase social, lanobleza del origen, el desempeño de una tarea considerada poco noble ola pertenencia a una raza distinta o a un sexo. Se valora al individuo y no algrupo.En este sentido, el texto coránico define a la mujer como persona y comoser humano. En esta segunda consideración es tratada como idéntica alhombre. En cambio, como persona, aunque se le reconocen derechos, seestima que existen unas diferencias básicas entre varones y mujeres que, deforma necesaria, los destinan a jugar papeles diferentes.La sociedad árabe preislámica que era fuertemente aristocrá tica, viril y racistano hubiera aceptado de grado a la nueva religión si ésta hubiera condenadoradicalmente lo que eran sus valores primordiales. El Islam lo que hizo fueatemperar los excesos en esa línea marcándolos con una fuerte carga ética.La com prensión de estos papeles diferentes, fundada en la diferencia desexos y en la capacidad de tener hijos, no supone una discriminación básica,sino que aparece como la definición de una realidad que conlleva deberes yderechos diversos (Qur. 2, 228 y 3, 338).Pero permanecer en el texto coránico, ignorando el desarro llo exegéticoposterior que llevan a cabo las distintas escuelas, o prestar atención sólo a latradición del Profeta, sin prestar atención a los comentarios, puede llevarnosa graves errores.El texto coránico no es propiamente un texto jurídico aunque en élaparezcan prescripciones, como tampoco lo es el Hadiz (la tradición delProfeta), aunque igualmente en sus dichos y hechos aparezcan decisionesy actuaciones que rozan lo jurídico. Ambos textos constituyen la Sunna, esdecir la fuente de inspiración para todo el desarrollo jurídico que poco a49


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámpoco las sociedades musulmanas irán necesitando, una vez constituidas enun vasto imperio.Como en todas las religiones y en sus desarrollos exegéticos, encontramosinterpretaciones más laxas y permisivas, más rigoristas, más simbólicas omás literalistas.No hay que perder de vista, tampoco, que el Islam es una religión que muypronto se desplaza hacia el ámbito político. Dicho de otro modo, que setransforma por la mano de los Omeyas en una religión de Estado. Muchosde los desarrollos jurídicos no se establecen tanto en la línea de la fidelidad ala revelación, sino más en la línea que interesa a los poderes públicos.El Corán no condena estrictamente la esclavitud, pero sí considera a todoslos musulmanes como iguales, el germen de la abolición de la esclavitudparecería sembrado. Sin embargo, hasta fechas muy recientes ha existido laesclavitud como una práctica legal en muchos países musulmanes. Aún hoy,aunque abolida por las leyes civiles, en algunos países, se siguen practicandounas costumbres o unos tipos de clientela muy cercanos a la esclavitud.Este asunto no es tan extraño como pudiera parecer, si pensamos que hastafinales del siglo XIX en España y en las colonias ultramarinas la esclavitudera un hecho. No estaba prohibida por la ley.Cuestiones económicas y políticas, en definitiva modos de ejercicio del poder,favorecen la pervivencia o el regreso a formas más tradicionales de vida. Laesclavitud o el estatuto de la mujer como un ser dependiente forman partede esas formas tradicionales.Los mismos textos coránicos y de la tradición que autores de corte muyconservador utilizan como argumento de autoridad para el someti miento dela mujer al varón, son los utilizados por autores más liberales para justificarsus medidas de reconocimien to de los derechos femeninos.50


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámEs decir, que una buena parte de la imagen que el Islam presenta como muyconservadora y anuladora de los derechos femeninos no se debe tanto alespíritu coránico y profético, sino a la exégesis posterior.Uno de los aspectos del Islam que aparece como más rechazable para unamentalidad contemporánea es el de la poligamia. Otro es el del repudio.Tomemos estos dos asuntos y examinemos con qué espíritu aparecen enel Corán y en el Hadiz. La poligamia, como se ha dicho, era una prácticacomún entre los diversos tipos de unión matrimonial en el ámbito beduino ytambién en el sedentario. No es por tanto una práctica impuesta o aconsejadapor el Islam. Simplemente es una práctica aceptada.Probable mente su prohibición o rechazo por parte del Islam hubierasupuesto un impedi mento mayor para que muchos árabes acepta ran adoptarel Islam como su nueva fe. Por otra parte, su abolición hubiera supuesto laanulación de muchos matrimonios polígamos, dejando a las mujeres sin laprotección económica y social del esposo u obligándolas a regresar a suentorno familiar, con lo que eso supone para la propia mujer y para sushijos.El Corán acepta esa realidad preexistente, poniendo el límite en cuatroesposas legítimas, cuando el número era antes ilimitado. Pero, además dicetextualmente: Si teméis no ser equitativos con los huérfanos, entonces casaos con lasmujeres que os gusten; dos, tres o cuatro. Pero, si teméis no obrar con justicia, entonces conuna sola o con vuestras esclavas. Así evitareis mejor el obrar mal (Qur. 4,3)Es interesante completar esta cita con la nota que incluye Julio Cortés ensu traducción de la que este texto se ha tomado: La primera parte de esta aleyadeclara lícita la poligamia o, más precisamente, la poliginia. La segunda parte, arguyen51


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámalgunos modernistas, prescribe implícitamente la monoginia, porque no hay hombre capazde tratar con imparcialidad a sus esposas 1 .Este comentario que alude a la interpretación moderna de este texto, recibesu apoyo y consolidación en este sentido en el siguiente texto coránico: Nopodréis ser justos con vuestras mujeres, aún si lo deseáis. No seáis, pues, tan parciales quedejéis a una de ellas como en suspenso. (Qur. 4, 129)El repudio practicado en la época preislámica consistía en un derechounilateral del hombre, que podía ejercerlo a voluntad sin necesidad debuscar justificaciones o razones objetivas y sin recurrir a ninguna instanciajudicial. El texto coránico admite esta costumbre, pero estableciendo muchaslimitaciones, todas ellas disuasorias. Por ejemplo: Quienes juren no acercarse a susmujeres tienen de plazo cuatro meses. Si se retractan, Dios es indulgente, misericordioso.(Qur. 2, 226)El repudio se permite dos veces. Entonces, o se retiene a la mujer tratándola como se debe ose la deja marchar de buena manera. No os es lícito recuperar nada de lo que les disteis...Y, si teméis que no observen las leyes de Dios, no hay inconveniente en que ella obtenga sulibertad indemnizando al marido. (Qur. 2, 229)La última frase de este versículo supone la posibilidad de que la mujerrecupere su libertad, es decir se divorcie del marido, devolviéndole sudote. Esta práctica a la que la exégesis legal posterior ha puesto muchastrabas, supone de hecho que la mujer puede ejercer el divorcio si compensaeconómicamente al marido reintegrándole el importe de la dote. En muchoscasos, las propias mujeres dejaban de hacer uso de este derecho en razón dela presión social y no tanto por razones religiosas.Si bien, aunque en estos casos y poniendo el acento en la mejora quesuponen frente a las prácticas anteriores, hay que notar que en el espíritu1 J. Cortés, El Corán, 9ª edición revisada, Barcelona, 2005, p. 78.52


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámcoránico mismo, por otra parte común a muchas otras religiones y culturas,la consideración femenina en hechos capitales como es el derecho a laherencia y, consecuente mente, a la gestión de sus intereses económicos oa su indepen dencia económica -cosa que realmente supone el verdaderogrado de libertad femenina- el Islam presenta una serie de restriccionesdesfavorables a la mujer. Aunque el Islam reconoció a la mujer su derecho aheredar, le concede únicamente la mitad que al heredero varón (Qur. 2, 12-14 y 175), pero en este caso, también hay que tener en cuenta que la mujerrecibe una dote al casarse, que sus bienes son siempre privativos y que debeser mantenida siempre por el esposo. Así que el trato aparece en realidadcomo discriminatorio para el varón que no puede gestionar los bienes de suesposa y además está obligado a mantenerla.Islam moderno y movimientos feministasLa llegada de las tropas de Napoleón a Egipto en 1798 marca el inicio deuna nueva era para el Islam, en particular, para el Islam árabe. Esta fechamágica señala la reanudación de las relaciones entre el mundo musulmány el mundo europeo. Esta relación, en cuyos avatares políticos no vamosa entrar, provoca un doble sentimiento de fascinación y de rechazo por loeuropeo y, al mismo tiempo, despierta una conciencia de atraso en el mundoárabo-musulmán.Esta conciencia de atraso y la necesidad de recuperar y quemar etapas paraincorporarse al concierto de las naciones modernas, promueve intensosdebates intelectuales que tienden a la reforma política, religiosa y social.Es difícil separar a los reformadores religiosos de los reformadoresestrictamente políticos y sociales. Los intelectuales del Mundo Árabe noseparan exigencias de conciencia de su realización práctica.A lo largo del siglo XIX, se suceden las grandes personali dades del mundo53


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámmusulmán que propugnan un cambio en la exégesis coránica y que,especialmente, abogan por una conside ración de la mujer, semejante a laque ésta recibe en Europa. Es decir, que desde la exigencia del sentimientoreligioso, se reconoce que el estatuto de la mujer musulmana es inferior al dela mujer cristiana y se desea reformar esa situación.Autores como Tahtawi, Al-Afgani, Rashid Rida, Muhammad Abduh o QasimAmin, contribuyen a renovar toda la exégesis coránica y de la tradición, conel fin de adecuarla a las exigencias del mundo contemporá neo. En líneasgenerales, los planteamien tos de estos renovadores tratan de lograr que lamujer sea considerada como un ser humano de plenos derechos.Sin embargo, la consideración de la necesidad de que la mujer sea respetadaen sus sentimientos, que tenga acceso a la educación y al trabajo, no significaque su papel en la sociedad deba cambiar radicalmen te. La mujer estádestinada a la procrea ción y, por tanto, al matrimonio, y es en ese ámbitodonde ha de recibir sus plenos derechos.En el ámbito de la familia, la mujer contribuirá con su trabajo y su mayoreducación a la prosperidad y nivel cultural de su país. Pero, ya un gran paso seha dado, pues se excluye la práctica de los malos tratos físicos y psicológicos ala mujer, su uso como una pertenencia o el abuso de considerarla mercancíade cambio. En este sentido y, aunque nos puedan parecer pobres algunaspropuestas de estos renovadores, hay que reconocer que suponen todauna revolución ante el estado social y jurídico de desprotección en que lasmujeres se hallaban, especialmente al considerar que eran privadas de losderechos más elementales con argumentos religiosos.El movimiento de renovación iniciado por algunos intelectua les varones,pronto, a finales del siglo XIX, será seguido por mujeres que iniciarán unaserie de movimientos feministas que se irán extendiendo desde Egipto alresto del Mundo Árabe y que irán tomando un carácter más político y socialque puramente religioso.54


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámPor otra parte, conviene señalar que la mayor parte de las reivindica cionesdel estatuto femenino no se llevarán a cabo mediante tratados sociológicos ode análisis meramente religioso, sino a través de la expresión literaria.Antes de pasar a hacer un breve y rápido balance de la imagen literaria de lamujer, conviene decir que la renovación del estatuto femenino se presentamás como un movimiento laico, en el presente, pero cuyos inicios estuvieronimpulsados por hombres profundamente religiosos y defensores de losvalores del Islam. Hay que señalar, igualmente, que el discurso fundamentalistade los últimos años ha supuesto una regresión en ese pensamiento religiosode finales del siglo XIX y comienzos del XX.Los movimientos religiosos renovadores, los movimientos nacionalis tas ylos feministas consiguieron introducir en las constituciones y legislaciones decasi todos los países verdaderos logros en la consideración de los derechosde la mujer, sin contradecir los fundamentos del Islam.La literatura como termómetro de la situación femeninaLa mujer, a lo largo de la Literatura árabe, ha tenido una gran presencia,como modelo literario y como autora y creadora de literatura.Muchas veces se ha argumentado acerca de si los modelos literarios nospermiten un acercamiento a las realidades históricas y sociales. Es evidenteque no se trata de documentación histórica y que no pretende hacer unretrato fiel y exhaustivo de las realidades que describe. La literatura puedesuponer un grado importante de idealización o de deconstrucción de unarealidad.Sin embargo, no se debe olvidar que muchas piezas literarias iluminan mejorla historia que las crónicas interesadas escritas por un historiador que sirve55


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Isláma un determinado mandatario. En alguna medida, la libertad del creadorfrente a su creación nos acerca, al menos, a una visión subjetiva pero verazde la realidad que contempla.El modelo de mujer preislámica, que hemos comentado, aparece con tintesdiferentes en la poesía de su época. Parece una mujer dotada de gran ingenio,seductora, dueña de sí misma y en pie de igualdad con el hombre en unagran medida o al menos eso parece desprenderse de estos versos, ejemplaresentre otros muchos:56El día que entré en el palanquín de ‘Unayzay me dijo: A pie me harás ir, ¡tengas mal ventura!Y, al ceder el basto con nosotros ambos, seguía:Imru-l-Qays, has lastimado mi acémila, baja.Esa mujer que es capaz de coquetear con el poeta, con ingenio, es más omenos la misma figura que presenta la célebre poetisa Al-Jansa’ que escribesentidas elegías a la muerte de su hermano:Ojos míos, llorad, llorad, no os quedéis secosCómo es posible que no lloréis en absoluto a Sajr, el generoso.Ya en época Omeya, aquella princesa, Maysun bint Bahdal, que, con versosllenos de ironía, rechaza la vida muelle de palacio y con ella a un pretendienteque se atreve a solicitarla, ofreciéndole ser una dama:Una tienda en la que todos los vientos soplenprefiero antes que un gran palacio.El viento que sopla por los desfiladerosme es más grato que el sonar de adufes.Un perro que ladra a los caminantesme gusta más que un gato zalamero.Vestir un manto de lana, espeso,


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámme es preferible a envolverme en una gasa.Más quiero un camello que se resiste a la bridaque una mula dócil y bien domada.Con el paso del tiempo, la figura de la mujer que aparece tan viva y realen estos poemas de época más antigua se va transformando. La mujerempieza a aparecer como lejana, sacralizada, seductora por inalcanzable,más sospechada que real.Los clichés sobre la mujer hermosa, velada, tras la celosía, objeto sexual,fundamentalmente, se completan con una descrip ción física estereotipadaque hace de la cabellera larga y derrama da, la cara redonda como una lunallena, la piel blanca, la cadera opulenta, el talle breve y los ojos de gacela unmodelo único que se repite obsesivamente poema tras poema, autor trasautor, siglo tras siglo.A pesar de la abundancia de estos clichés, existen brillantes excepcio nes queretratan la psicología femenina, que se detienen en detalles minimalis tas, quereflejan una realidad bien conocida y donde la mujer tiene una presencia yun mundo de acción no sólo limitado a la vida intra-muros. Es el caso depoetisas andalusíes como la célebre princesa Wallada o el retrato finísimoque propone de las relaciones entre varones y mujeres el poeta cordobés IbnHazm en su célebre Collar de la paloma.Sin embargo, hemos de ser conscientes de que sobre esos clichésindudables cae todo el peso de una obra como Las mil y una noches que,fundamentalmente, va a condicionar la visión que Occidente tiene delmundo árabe y musulmán.Las mil y una noches, conocidas a partir del siglo XVIII en Europa, van aterminar por fijar un tópico sobre la mujer musulmana que aún hoy noses difícil superar. Se crea así un concepto de mujer que responde a unimaginario colectivo y que no contradice largos siglos de tradición literaria.57


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámLa tensión entre el imaginario popular, la imaginería literaria y los modelostradicionales, amparados por lo religioso, contribu ye al manteni miento deese cliché femenino.También en la literatura árabe contemporánea las mujeres de sempeñanuna multiplici dad de papeles, son sujeto y objeto de la li teratura. En 1843,Butrus al-Busta ni, se preocupaba, por primera vez por escrito y desde unaperspectiva laica, de la condición femenina y lanzaba su ma nifiesto acerca dela “E ducación de la Mujer”.Con este ensayo es taba creando un concepto de ‘mujer’ que había de rompercon el molde clásico de la mujer árabe, tal como la contempla ba la lite raturahasta ese momento y cómo, de alguna manera, la de seaba el imagi nariocolectivo.No podemos, sin embargo, olvidar que en todos los te mas y motivos literariosde la literatura árabe de los úl timos siglos, no sólo interviene el ojo del lectorárabe o la mano del compositor árabe, sino que se mez clan igualmen tela mano y el ojo del lector/autor occiden tal. Un ejemplo, tal vez, sirva demuestra. Cuando se exa mina la obra pictórica de Delacroix, se observa unadi fe rencia básica entre sus obras concluidas en taller y sus apuntes en loscuadernos de viajes. Los motivos que entran en sus grandes composicionesre producen las notas del natural, tomadas a acuarela, pero ha habido unareelaboración del motivo para su incorpora ción al tema del cuadro. Esareela boración supone la crea ción de un ambiente, de una atmósfe ra amasadacon datos de la rea lidad, pero el resultado es, en verdad, una creación.Nada existe, ni existía en el s. XIX, en la realidad marro quí, al modo en quees presentado en los cuadros del pintor. No es una pintura realista, es unaconstrucción que encaja con el pre-juicio de lo «oriental» que se posee enEuropa en ese momento. Esa visión de lo «oriental» tiñe, incluso, la visiónque el artista tiene de un modelo más bien «occidental» como pueda serMarruecos.58


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámEsta tergiversación de la realidad, que puede ser en tendida como productode una moda, de un pre-juicio, de una construc ción «literaria», produce unefecto importante en quienes, en Europa, contemplan el cuadro: El orientees así. Pero aún más importante es el efecto que producen obras como la deDelacroix en los propios intelectuales que pueblan el oriente real y es que,ellos mismos, terminan por verse así también.Los intelectuales orientales comienzan a percibir su realidad, además dedesde su propia perspectiva, desde la perspectiva con que se les describedesde el exterior. Es su mirada, condicionada por la mirada de «un otro», laque les informa de lo que tienen ante los ojos.Un fenómeno semejante se produce durante el Romanticismo con la imagenque Europa tiene de España. Una España, por un lado orientalizante, Loscuentos de la Alambra, o los romances ‘moriscos’, y, por otra parte, llena degitanos y batas de cola. Piénsese en la célebre Carmen, la cigarrera. Pero estostópicos, acuñados en un momento determinado, perduran en el eslogan‘Spain is different’.Bustani, en el siglo XIX, veía a la mujer árabe como indolente, frívola, sensual,alejada del mundo exterior, sumida en un mundo intra muros de la casa,dedicada a los placeres del esposo, igno rante de la ciencia y de la técnica yde su propia historia y que había de ser despertada por los varones para unmejor servi cio de ese papel.Se trata de que cambie su indolencia y su frivolidad, teji das de ignoranciay supersticiones, por un conocimiento objetivo y pragmático para eldesempeño y sa tisfacción del mismo papel. No se trata de cambiar la condiciónfemenina, sino de dotar a la mujer de instrumentos «moder nos» paradesempeñar el papel de esposa, madre, señora del hogar y pre servadoraintramuros de los valores tradi cionales, cuya defensa, en el mundo exterior,corresponde a los varo nes.59


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámPero, este autor no sólo proyecta su mirada sobre la mujer árabe, sino quese hace eco inconscientemente de la mirada que Oc cidente proyecta sobreel mundo oriental. La mujer que Bus tani contempla es a la vez la mujer delmundo árabe, pero es también la odalisca de los cuadros de Delacroix, estoen el caso más amable.Para establecer un cierto balance entre las apreciaciones negativas y positivasde Bustani quien, sin duda, fue un pionero y abrió caminos importantes aldesarrollo de la mujer en el Mundo Árabe, es de destacar que, en su opinión:La familia es el núcleo bá sico de la sociedad y la in fluencia de la mujer en ella tiene granpeso. Ese núcleo, sumado a otros muchos, constituye la nación. El esta do yel gobierno se asientan sobre el conjunto de esas cé lulas fa miliares. Luego,el progreso de una nación se mide res pecto al progreso de cada uno de esosnúcleos. De alguna manera, y Bustani lo dice explícitamen te, la mujer muevedesde la sombra, con su for mación o igno rancia, los hilos de la po lí ticauniversal.A pesar de las limitaciones de la propuesta de Busta ni, se observan en ellaindudables avances ideológicos. La transformación de la sociedad árabe serámás lenta de lo que Bustani mismo podía esperar cuando redactó su manifiesto.Así lo evidencian, por una parte, la realidad y, por otra, los personajesfemeninos de ficción que seguirán pro ducién dose, incluso terminado elsiglo XIX y bien avanzado el si glo XX.En los ini cios del siglo XX, los intelectuales y es critores árabes, especialmentelos del Mahyar (emigración), comienzan a ofrecer los mode los masculino yfemenino que corresponderían al reto plan teado por Bus ta ni. El pro gresose ha con cretado y sus lími tes se han perfilado: Ya no se trata tan to de lograruna sociedad semejante a la del Imperio Britá nico o de Francia; se trata, másbien, del puro progreso mate rial a la nortea mericana.Es, en ese contacto con el mundo americano, en el que se produce la60


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámconciencia de pérdida y la necesidad de en con trar una identidad propiaclaramente diferenciada y de fini da.En este terreno, no estamos hablando de un imaginario masculino, sinosimplemente humano. De manera que, de modo natural, los papeles que vana desempeñar los sexos en la ficción literaria se aproximan. Esa aproximación,no obs tante, no permanece sólo en el terreno de la creación lite raria o poética,sino que se da de hecho en la realidad y como una exigencia de vida. El retode la modernidad, el progreso material y las pérdidas que lo acompañan sonuna interpelación urgente que no hace distinción de sexos.De ahí que los papeles asignados a personajes femeni nos y masculi nos y lasvivencias reales de escritores y es critoras no estén separados por experienciasradicalmen te opuestas. Es decir, los personajes de ficción, sean varones omujeres, y los autores literarios, sean varones o muje res, sufren las mismasexperiencias y reaccionan frente a los retos de la realidad con modos muysemejantes.Sin embargo, mientras los personajes masculinos some tidos a procesos deiniciación en pos de la construcción de su identidad alcanzan el conocimientoy la madurez, los personajes fe meninos aparecen bajo una mayor presión delentorno, que no comprende sus demandas de acce so al conoci miento y auna identidad separada, cuando ésta ya está perfec tamente definida por elentorno social tradicional, que los con templa como se res ex traviados.Las mujeres protagonistas de relatos y novelas, rom pen con el modelotradicional, no en tanto son ya mujeres ilus tra das y educadas, capaces paracualquier desempeño. Rompen con el modelo porque intentan alcanzar elconoci miento de las verdades últimas, de las razones profundas de las co sasy de las motivacio nes de la actitud y los sentimientos de los seres huma nos.Estas mujeres pretenden ser algo muy ex traño: “ellas mis mas”. Son mujeresque tratan de re solver las contradic cio nes en tre justicia e injusticia, en tre libertady escla vi tud, en tre el bien y el mal.61


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámSon mujeres que se atreven a recuperar el Paraíso per di do, renovar la tierray devolverle su estado de pureza ori ginaria y esa labor es contemplada porla sociedad como la bor propia de los varones; vedada de todo punto a lasmu je res.Es importante señalar, en este punto, que las diferencias de adscripciónreligiosa de los autores o de los personajes no significan un modo diferentede comprensión de la realidad o de construcción de la ficción. Lo que llevaa pensar que, el hecho de pertenecer al ámbito religioso musulmán, decualquiera de las tendencias, o al cristiano, de cualquiera de las iglesias, aparececomo un hecho indiferente, sin que, por otra parte, se rechace otra cosa quela institucionaliza ción de lo religioso y la desvirtuación de las verdades de lafe que han llevado a cabo, durante siglos, los hombres de religión.Si los personajes masculinos han de luchar contra el mal, sufrir extrañamientosy soledades, periplos iniciáti cos y vencer a la muerte, los personajesfemeninos que si gan ese trayecto, partiendo de las mismas posibilidades queel varón, triunfarán sobre el mal, pero perderán a cambio su vida. Llegarán alconocimiento, pero no podrán acceder al paraíso perdido. Son una especiede nuevo «moisés» que se quedará a las puertas de la tierra prometida enrazón de su pecado de ser mujeres.La astucia y las malas artes, atribuidas tradicional mente a las mujeres, nopodrán ser vía de escape de estas protagonistas femeninas, ya que el reto alque las somete su dignidad no les permitirá usar de argucias y, caso de quecaigan en la tentación, no podrán culminar ese proceso, pues su conciencia,que ha alcanzado el discernimiento en tre el bien y el mal, no les permitiráquedarse en el esta dio propio de las mujeres tradiciona les.El transcurso del tiempo no ha conseguido alterar este esquema en elcomportamiento y destino final de las prota gonistas de novelas o relatosbreves. Así encontramos los diversos niveles de alienación o muerte en62


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámautores de los años veinte y en autoras de los años cincuenta, setenta ynoventa del siglo XX.A pesar de que las mujeres consiguen acceder a la pa labra, su mensajees comprendido tarde, ni siquiera com prendido o bien mantenido en elsuspenso de saber si llega a ser comprendido. Esta heroína es también unacriatura profética, pero al modo de Casandra, condenada a no ser escuchadani aceptada. La mujer no puede redimirse de su error, no puede superar elmal que ha hecho o en el que se ha visto envuelta, aun cuando lo venza yrectifique su con ducta.El examen de algo más de un siglo de literatura apunta a las siguientesreflexiones:Un buen número de autores expresa un rechazo a la religión institucional, seacual sea la confesión religiosa a la que ellos pertenezcan o a la que adscribana sus personajes. Ello no supone un rechazo de la espiritualidad ni de latrascendencia, más bien al contrario. Lo que se rechaza es el mal uso de loreligioso y la superstición popular que condiciona las relaciones sociales yla estructura de la sociedad. Las posiciones de renovación social parten deplanteamien tos laicos, pero que no excluyen la valora ción de lo religioso.Así mismo, se observa, en la construcción de las historias y en el caráctersimbólico de los persona jes, una interferencia fuerte de la religiosidad populare incluso de la superstición, más que de la religión normativa. Lo que suponeuna forma de visión de la realidad social. Este nivel permanece inalteradodesde los inicios del Renacimien to de la Literatura árabe hasta hoy.Igualmente, se observa una diferencia entre el comienzo del siglo XX y losaños 70-90 del mismo, que podríamos calificar de regresión intelectual opérdida de la esperanza, que se percibe como falta de alternativas, comopérdida de peso de lo espiritual o como pérdida incluso desde el punto devista cultural. Este último punto se agudiza en el período comprendido entre63


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámlos años 70 y 90 del siglo XX, donde no se percibe sino el retrato de unasociedad descompuesta, en la que ni los valores de lo religioso ni los valoreshumanos y culturales permiten el desarrollo normal de las personas, seanhombres o mujeres.Datos comparativos en la realidad actualMarruecos forma parte de lo que llamamos países en vías de desarrollo.Esta situación significa, por comparación a los países desarrollados, lacoexistencia de capas de población que poseen una desigualdad notableen su capacidad de acceso a los indicadores de bienestar.Esta desigualdad supone no sólo una diferencia económica o material,sino, y fundamental mente, una diferencia notable en el campo de laparticipación ciudadana. Por otra parte, se produce también una diferenciasignificativa en el número de los que pertenecen a capas de población conpresencia pública y capas de población silenciosas. Un marco así favoreceel mantenimiento de formas de vida tradicionales y la pervivencia desoluciones de ordenamiento social ancestrales.Por otra parte, el occidente del mundo árabe se caracteriza por suhomogenei dad religiosa. Rasgo que lo diferencia de manera significativadel Medio Oriente, donde la pluralidad religiosa es mayor.La homogeneidad religiosa supone una cierta mayor homogeneidadcultural que es un dato positivo, pues dota de cohesión a una sociedad,pero, por otra parte, constituye un elemento negativo al no permitirleestablecer contrastes. Una sociedad más homogénea verá bajo su propioprisma simbólico a cualquier otra sociedad; así no será consciente de lasdiferencias o bien las radicalizará.A partir de finales de los años setenta, tanto en Marruecos como en Argelia,64


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámse ha producido una revitalización de movimientos pro-Islam de caráctermás o menos fundamenta lista. En el caso de Argelia, algunos de ellos se hanconvertido en verdaderos partidos políticos o han optado por actividadesterroristas, constituyendo ejércitos paralelos.En Marruecos, sin embargo, estos movimientos, aunque con cierta pujanza,no han conseguido una presencia tan fuerte, ya que el país posee aún unamuy amplia base social que reside en pequeños pueblos y aldeas y que noes ilustrada y, por otra parte, su práctica del Islam es muy tradicional yconservadora.Es significativo, como ocurre en otros lugares, que donde más hanarraigado estos movimientos de carácter muy conservador y religiosoes entre los estudiantes universita rios de las grandes ciudades, aunquetambién se apoyan en el descontento general de las clases urbanasproletarizadas y en las masas de desemplea dos del marco rural 2 .Estas zonas del Occidente del Mundo árabe presentan además de estecarácter marcadamente homogéneo en cuanto a la adhesión mayoritariade sus habitantes al Islam sunní, una serie de manifestaciones de lafe popular muy significativas y que juegan no sólo un papel importantecomo formas de interrelación de las diversas capas sociales, sino queactúan como modos alternativos de contestación.Estas manifestaciones populares de la fe tienen su raíz, en todo el mundomusulmán, en el desarrollo de la mística que muy pronto cala en la piedadde las masas y, en el Norte de África, se suman a la tradición local al cultode los santos.En todos estos países, pero en particular en Marruecos, Argelia y Túnez,2 A. Segura, Más allá del islam: política y conflictos actuales en el mundo musulmán, Madrid,2001, pp. 119.65


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámfuncionan desde muy antiguo diversas «cofradías» 3 . Se trata de organizacionesfundadas por alguna personalidad religiosa a la que el fervor popularconcede el carácter de santo 4 . Estos personajes promovie ron una seriede ritos particulares y prácticas, así como procesos de iniciación entre susadeptos, que han seguido vigentes a lo largo del tiempo. Los seguidores deestas «cofradías» mantienen vivos los rituales, las peregrinaciones a lugaressantos, a las tumbas de los fundadores o lugares de aguas medicinales, asícomo otras muchas actividades que, en algunos casos, se entienden comoprácticas supersticiosas o, al menos, alejadas de la ortodoxia, como laadivinación o los estados de trance logrados por medio de estupefacientes.Resulta muy interesante señalar la participación de las mujeres en estetipo de sociedades religiosas, en algunos casos, semi-secretas 5 .El Magreb, del que un país como Marruecos podría servir de paradigma,es abrumadoramente musulmán. Esto quiere decir no sólo que la religiónprofesada por la inmensa mayoría de sus habitantes sea el Islam, sino quela cultura dominante establece sus valores simbólicos y de representaciónpartiendo de elementos que son objetivamente musulmanes. De tal modoque no se está afirmando que en el Magreb no existan personas cuyaactitud frente a la religión sea de indiferencia o incluso que no existanquienes se declaren ateos, pero, incluso para las personas más laicas, el3 Alessandro Bausani, El Islam en su Cultura, FCE, 1ª reimp. México, 1993; René Brunel,Essai sur la confrairie religieuse des Aissaouas au Maroc, Casablanca, s/d.4 En algunos lugares y en determinadas épocas, aún recientes, algunas de estas prácticaseran compartidas por musulmanes y judíos. Véase, por ejemplo, Issachar Ben-Ami,Culte des Saints et pelerinages Judeo-Musulmans au Maroc, Paris, 1990.5 Fatima Mernissi, El poder olvidado. Las mujeres ante un Islam en cambio, Icaria,Barcelona, s/d; Marruecos a través de sus mujeres, 4ª ed. Madrid, 1993. Muy interesantees la aproximación de Carmen Ruiz Bravo-Villasante a la piedad religiosa femenina,aportando testimonios personales de mujeres significativas del Mundo árabe, en La mujeren el Mundo árabe, Asociación de mujeres por la paz, Madrid, 1999, pp. 39 a 43 yss.66


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámIslam es un referente de suma importancia, porque está constantementepresente en la vida pública y social.Igualmente que pueden estar presentes quienes no hagan de la vidareligiosa uno de sus centros de interés, existe una mayoría de personas,sobre todo en el medio rural o en pequeñas ciudades, cuyo calendariovital sigue la huella del calendario religioso musulmán. Así mismo, estaspersonas suelen tener una visión de la fe religiosa que no se planteaarduas cuestiones de carácter teológico o ético, sino que se guían porunos planteamientos de carácter tradicional que ni siquiera ponen encuestión. Entre este grupo de población es donde, así mismo, suele darsela adscripción a «cofradías» o prácticas claramente supersticiosas queellos consideran como prácticas totalmente normativas.Es decir, que en su práctica entran con igual rango el uso de amuletoso las peregrinaciones y ofrendas de propiciación como la observanciadel Ramadán o de otras fiestas y la oración y todo su ritual. A causade una formación también tradicional, las mujeres son básicamentequienes adoptan este tipo de prácticas religiosas en las que se mezclanlo normativo y lo que no lo es, mientras que los hombres, en buenamedida, han tenido la oportunidad, al menos en parte de su infancia, dehaber asistido a una escuela coránica y conocer los fundamen tos por laexplicación de un maestro.La extensión de una educación de corte occidental ha modificado enalguna medida esta realidad, pero no tan profundamente como para quelos rasgos descritos no sean visibles aún en muchas zonas del Magreb. Escurioso constatar cómo incluso universitarios tienen un comportamientototalmente laico y poco marcado por su creencia religiosa, especialmente sise encuentran en períodos más o menos largos fuera de su país de origen,pero, en cuanto regresan al seno de sus familias, retoman comportamientostradicionales o escogen para sí modelos de vida tradicionales, sobre todosi se instalan en poblaciones pequeñas. De manera que se puede deducir67


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámque la «islamidad» es más que nada un modo de comportamiento social,además de una creencia religiosa.Por otra parte, aun cuando haya que hacer excepciones dentro del Magrebo tratar las peculiaridades de cada país de manera separada, se puededecir que en esta área los movimientos de renovación religiosa no hantenido una presencia activa y por ello aparece como un espacio en dondela presencia de unas maneras religiosas tradicionales es más fuerte que enotros países árabo-musulmanes como Egipto, por ejemplo.Tras los primeros contactos del mundo árabe con occidente, se produceen todo el Medio Oriente un movimiento de renovación religiosa queva a extender su actividad a zonas no-árabes como Pakistán o Irán.Estos movimien tos de carácter religioso lo son en el sentido estricto deltérmino. Es decir, se trata de la aparición de reformadores que intentanuna actualización del mensaje espiritual y moral del Islam, adecuándolo alas exigencias del mundo contemporáneo.Muchos intelectuales del mundo árabe, fascinados por el progresodel mundo occidental, explican ese desarrollo como procedente de laactualización constante que las distintas iglesias cristianas habían llevado acabo en Europa y consideran que el Islam, cuyas verdades son inamovibles,pero que había dejado de llevar a cabo el esfuerzo de reinterpreta ción(iytihad) conformándose con el de taqlid, es decir repetición tradicional delas enseñanzas, había de alguna manera por ello propiciado la decadenciadel esplendor islámico. Estos renovadores del pensamiento musulmán lohacen desde una perspectiva totalmente religiosa.La falta de presencia en Marruecos de verdaderos renovadores delpensamiento religioso favoreció la persistencia de modelos tradicionalesen la práctica religiosa, pues de manera mayoritaria el principal interés deestos renovadores estribaba en eliminar del islam todos aquellos aspectosque se habían ido incorporando a lo largo de los siglos en las prácticaspopulares y que rozaban claramente la superstición. En este sentido,68


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámson ellos los primeros que abogan por una renovación de la enseñanzay por el acceso a la educación de las mujeres, considerando que estasson las primeras educadoras en el hogar y, por tanto, han de poseer unaformación que las aparte de prácticas y creencias poco ortodoxas.Una de las dificultades planteadas y básicas en estos intentos de«refundación del islam», que en definitiva otorgaban a la prácticareligiosa un cierto carácter privado, separándola de la actividad pública,lo constituía el orden moral. Por eso, otros movimientos de revitalizaciónmusulmana defendían que sólo en sociedades cuyo código ético fueraplenamente musulmán podría llevarse a cabo un desarrollo moderno,pero que no traicionase los principios musulmanes. Para este fin, sinduda, había que eliminar determina dos aspectos de la consideración de lavida ciudadana y conformar los códigos de comportamiento de acuerdocon el fiqh (Derecho musulmán).Así, no podían adoptarse determina dos apartados de los códigos civileseuropeos, por ejemplo, pues su tratamiento del sistema de filiación, dederecho de familia o de herencia, contradecía los principios del Derechomusulmán. Estas discrepancias legales, por otra parte, han dificultado elacceso al espacio público de las mujeres.Dicho de otro modo, determinados pensadores del rearme moralmusulmán consideraban que las sociedades musulmanas debían regirsepor un código propio impregnado, especialmente en el ámbito moral,de los principios del Islam, porque una verdadera vida musulmana sólopodía llevarse a cabo en una sociedad regida por leyes islámicas. De formainsensible, pues, estas formas de comprensión de la dimensión espiritualdel Islam, que implican en buena medida la creación de un entornoplenamente musulmán en todos los ámbitos, fueron desplazándose haciala búsqueda de sistemas políticos que cumplieran esas condiciones.No obstante, la tendencia general en los países del Magreb de búsqueda de69


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámsoluciones propias a la organización social y religiosa de las distintas áreas,se vio pronto interferida de manera radical, tras la primera Guerra mundial,por la imposición del sistema colonial. En este punto, hay que considerarque buena parte del desplazamiento que los intentos reformadores sufrendesde el puro ámbito religioso hacia una expresión más política, procedede la interferencia que crean las naciones mandatarias.Así como el progreso occidental había fascinado a los musulmanessometidos al Imperio otomano y que tímidamente empezaban a asomarsea Europa, ese mismo progreso, impuesto por las naciones mandatarias,empezó a considerarse un modo más de manipulación e injerencia. Seempezó a rechazar el modelo occidental de separación entre el espacioreligioso y el espacio público porque aparecía como una más de lasimposiciones aculturadoras de las naciones colonialis tas.En este sentido también, el caso de Marruecos es en buena medida peculiar.Marruecos situado al margen del Imperio otomano venía siendo regidopor una monarquía independiente desde hacía casi dos siglos, cuando acomienzos del siglo XX cayó bajo el poder colonial de Francia y España.La monarquía marroquí de carácter hereditario, sumaba, además delpoder político, el poder religioso, ejerciendo en todo momento un papelde arbitraje entre los distintos grupos tribales y étnicos que conservabansu propia estructura social. Todo ello significaba una mayor estructuraciónde la sociedad que diferencia a este país claramente de los sistemasdependientes del Imperio otomano. También explica, en particular lalegitimidad religiosa de la monarquía, que Marruecos sea, frente a Argeliay Túnez, el país en donde la identidad religiosa es más homogé nea y quese preste menos a manipulaciones de carácter político diferentes de laautoridad detentada por el monarca.Dicho de otro modo, el islam de Marruecos es más unánimemente socialy está regido por la monarquía, lo que deja poco espacio político a losgrupos islamistas, pero también crea una serie de dificultades para el70


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámdesarrollo de un marco legal que permita el acceso de las mujeres alespacio público, a pesar de que se hayan llevado a cabo reformas legalesimportantes.Por tanto y a modo de resumen, se podría decir que, por una parte,el llamado islam tradicional o popular, cuyas manifesta ciones hemosresumido antes, pero que se concretarían en las dos prácticas másextendidas en el Norte de Africa; marabutis mo y sufismo, tiene enlas mujeres su principal apoyo. Las mujeres que pertenecen a ámbitossociales más conservadores, el rural y el de la pequeña burguesía urbana,son las que transmiten y mantienen la formación religiosa de las familiasen esas prácticas tradicionales. En el mismo sentido y en Marruecosespecialmente, son las que fomentan el respeto a la monarquía comorepresentante de una práctica religiosa «ortodoxa» y conservadora.Por otra parte, las mujeres urbanas o bien son indiferentes a las cuestionesreligiosas, manteniendo únicamente una práctica de carácter social ycostumbrista, en las clases sociales más elevadas, o bien hacen objetode su rechazo a las prácticas más conservadoras como muestra de suoccidentaliza ción y modernidad.No obstante, aparece un grupo emergente, que también está presenteen otros países musulmanes, constituido por mujeres de educaciónsuperior que ven en su adhesión a grupos militantes islamistas unaposibilidad de ejercicio de su libertad y la ocasión de intervenir en losasuntos públicos, normalmente reservados a los varones. Una imagensimbólica y representativa de este grupo sería la de la hija del jeque Yasinen Marruecos. Frente a un cierto rechazo general de actitudes femeninasde participación en la vida pública, en particular de aquellas mujeres queaparecen como más occidentali za das, las islamistas son mejor toleradaspor la sociedad, pues, aparente men te, en su actividad pública, se presentancomo defensoras de valores tradicionales.71


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámSituaciones sociales y estadísticas generalesEs muy difícil acceder a estadísticas actualizadas. Sin embargo, segúnestadísticas de 1999, proporcionadas por la www.guiadelmundo .org.uy,la población de Marruecos alcanza los 27.866.000 habitantes, de los que13 millones son mujeres. Esta proporción no ha variado desde 1993, endonde el número de mujeres era el 50,93% de la población total.La exclusión de la mitad de la población del acceso a la vida pública suponeun empobrecimiento reconocido ya por la mayoría de los intelectualesmusulmanes que se planteaban el retraso del mundo musulmán en elsiglo XIX.De esta población total, un 54% es población urbana (1998). La esperanzade vida es, en el caso de los varones, de 65 años, y para las mujeres, de69 años.Según estimaciones de 1995, la alfabetización de la población era de un44%. Los hombres suponían el 58% y las mujeres 31%. En 1996, sólo el11% de la población estudiantil accedía a la Universidad. En los índices deanalfabetismo femenino es de destacar que en zona urbana se apreciabaun 67,5% de mujeres analfabetas y un 89,1% en zonas rurales.Según datos aportados por www.eurosur.org en Marruecos, en 1995, lapoblación urbana era un 47%, frente a un 76% en España.Es decir, en Marruecos, aproximadamente algo más de la mitad de lapoblación total habita en el campo. Algo más de la mitad de esa poblaciónson mujeres y de estas casi el 90% son analfabetas.Marruecos tenía un 1% de crecimiento de población, mientras en72


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámEspaña el crecimiento era del 0,2%. El número de hijos por mujer era enMarruecos de 3.8, y en España de 1.2.Según otra estimación, en Marruecos, entre mujeres analfabetas la mediade hijos es de 6,7, mientras que en mujeres ilustradas es de 4,9.Según esta misma fuente, en 1995 el número de analfabetos en Marruecosera del 56%, frente al 8% de Líbano. Hay que tener en cuenta ademásque, en 1989, Líbano había salido de una guerra civil que había duradodesde 1975. En España, no se computa el analfabetismo, aun cuando seconsidere que existe un cierto número de analfabetos funcionales.Es significativo también que en la enseñanza secundaria en Marruecoshaya un 29% de mujeres, frente a un 40% de hombres. En España las cifrasde mujeres en todos los niveles educativos son ligeramente superiores alas de los varones (datos de 1993).En 1994, la RPC (renta per capita) en Marruecos era de 1.140 $. EnEspaña de 13.440 $De los puestos de empleo, la mayoría se encontraban en el empleo ruralen datos de 1990. Así un 44,7% de empleo rural, era seguido de un 30,5%en servicios y un 24,8% en la industria.La influencia de la mujer emigranteSegún una información en internet de un artículo de Teresa LosadaCampo, directora de Bayt al-Thaqafa, acerca de la mujer inmigranteprocedente de países musulmanes, en 1993, había en España unas 5.600mujeres procedentes de Marruecos. El mayor porcentaje de estas mujereslo constituían aquellas que reciben el nombre de inmigrantes secundarias,es decir mujeres que emigran por «reagrupamiento familiar».73


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámEl segundo contingente, más reciente, lo constituyen mujeres queemigran solas. De estas, un porcentaje mínimo y, a veces, encubierto loconstituyen estudiantes universitarias.Las soluciones de su relación con el medio de acogida dan un porcentajemayor a aquellas mujeres que no se integran en la sociedad de acogida yreproducen los modelos de vida tradicionales del país de origen en el paísde acogida. Dicho de otro modo, no se relacionan con el medio y sólo serelacionan con otras mujeres de su misma procedencia, manteniendo losmodos de vida tradicionales de sus países.La consecuencia de esta situación en la emigración no es únicamentela falta de integración en la sociedad española, sino que la interacciónentre sus modos de vida tradicionales y los modos de vida de Españao los modelos de participación ciudadana del país de acogida no sedan. Así, la posible influencia que estas mujeres pudieran ejercer en suentorno familiar o, en sus lugares de origen, con ocasión de vacaciones oestancias, para modificar hábitos de relación o de participación ciudadanano existe.Existe, no obstante, un cierto número, no muy significativo, de mujeresmarroquíes que se integran, abandonan sus ropas tradicionales yadquieren hábitos del entorno en el que viven. No obstante, la influenciaque puedan ejercer, dependiendo del medio de procedencia, en sus paísesde origen es muy relativa.Las estudiantes universitarias, en su mayoría, proceden de familias urbanascuyos comportamientos generales no son tan tradicionales. Sin embargo,en muchas jóvenes estudiantes se da un proceso de reislamización,en forma de planteamientos más o menos islamistas, que suponen enrealidad una forma de ruptura generacional. Consideran, por ejemplo, que74


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámel modo de cubrirse con el velo de sus madres o abuelas está anticuado yadoptan un modo más moderno de mostrar su islamismo.La realidad jurídica y el estatuto femenino en MarruecosLa realidad jurídica se ha modificado suficientemente en Marruecoscomo para que no podamos decir que no se han introducido elementoscorrectores a una serie de planteamientos del estatuto de la mujerexcesivamen te tradicionales o conservado res. Pero hay que tener encuenta varias cosas.1/ Se trata de una sociedad muy conservadora2/ No hay una separación religión/estado3/ Se plantea un conflicto en las relaciones internacionales porlas faltas de correspondencia en los estatutos legales4/ Una cosa es la legislación y otra los hábitos socialesEl estatuto general de la mujer se rige en Marruecos por el código delEstatuto personal o Mudawwana, revisada en 1993 y reformada en 2004,que es de clara inspiración religiosa musulma na, siguiendo de forma máso menos directa la orientación tradicional en Marruecos de la tendenciamalikí de elaboración del derecho 6 .6 Véase más adelante y también Zoila Combalía, «Estatuto de la Mujer en el DerechoMatrimonial Islámico», en AequAlitas, nº 6, Mayo, (2001), Revista editada por el IntitutoAragonés de la Mujer y la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza. (en www.juridicas.com) y también, M. Abumalham (coord..), Textos fundamentales de la tradiciónreligiosa musulmana, Ed. Trotta, Madrid, 2005.75


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el IslámEste código reconoce igual dignidad social y política a hombres y mujeres,pero establece una consideración de la mujer que la sitúa en una posiciónde menor de edad en muchos aspectos, aunque en la última revisión senota una cierta tendencia a la equiparación entre los sexos, en materia dematrimonios y divorcios particularmente..Por ejemplo, la mujer no transmite la nacionalidad a sus hijos. Las mujeresestán excluidas de empleos públicos como los de cartero, seguridadciudadana o bomberos, aunque en algunos casos se han establecidocuerpos femeninos de policía local de tráfico, pero con un campo deacción muy restringido, etc.Pero no sólo la legislación es la responsable de estas situacio nes, sino queestán mal vistas las reivindicaciones en este sentido, desde un punto devista social.El régimen de relación entre las mujeres y sus familias o el matrimonioy la gestión de sus bienes son casos particulares que marcan con granprecisión cuál es la posición y la capacidad de intervención de la mujeren la sociedad.La dependencia de la mujer de sus parientes varones, padre, hermanos,hijos o esposo es una realidad. Pero, dentro de esa dependencia quepodría no plantear excesivos problemas en una evolución natural, se danciertas restricciones que sí son problemáticas:- La posibilidad de la corrección incluso física- La poligamia- El repudio76


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islám- La imposibilidad de matrimonio con no-musulmanesLas denuncias por malos tratos y violencia en los últimos tres años, endatos del año 2000 alcanzaba la cifra de 28.000, recogidas por asociacionesde carácter feminista. La discusión acerca de la licitud del castigo corporalpor parte del esposo o el responsable masculino de una mujer está deplena actualidad. Desde quien se apoya en texto coránico explícito (Qur.4,34), que avala esta realidad o quien aporta, como el Dr. Jatib, dirigentede un grupo islamista moderado (Partido Justicia y Desarrollo), otrostextos para demostrar lo contrario y que justifica las expresiones deltexto coránico como referidas a los primeros musulmanes, casados conmujeres no musulmanas y educadas en la época preislámica.En el nuevo código marroquí no sólo se ha elevado la edad de matrimonio,sino que se da carta de naturaleza al consentimiento personal, pero ademásse han creado juzgados específicos para los divorcios y las mujeres puedenpresentar la demanda de divorcio en casos especificados como la rupturadel contrato de monogamia o el incumplimiento de algún deber con loshijos. La custodia también se ha ampliado y es el juez quien la concedea uno de los progenitores. El varón ha de hacer frente a obligacioneseconómicas con los hijos.Sin embargo, la mayoría de los países musulmanes no ha suscrito laConvención de Naciones Unidas sobre el matrimonio en razón de laformulación del libre consenti miento de la contrayente que ha de serpersonal. Otro problema lo constituye, en este mismo sentido, la edad legalde contraer matrimonio que es muy baja y además existe la posibilidad decontraer matrimonio pactado durante la infancia.El repudio es un derecho del marido, pero no de la esposa, salvo encasos muy especiales y de incumplimiento de un pacto previo. Pero elgran problema que se plantea es la situación legal y social de la mujer77


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámrepudiada. Si su situación económica es buena o su dote suficiente, puedesobrevivir, pero si no es así se encuentra en gran dificultad y no hayuna instancia legal que la ampare. Por otra parte, los hijos, y este es unimpedimento afectivo notable, estarán siempre bajo al patria potestad delpadre.Por último, al no existir matrimonio civil y estar vigente la prohibiciónreligiosa que afecta a las mujeres que no pueden contraer matrimoniocon un no-musulmán o bien el marido aparenta una conversión al Islamo bien ese matrimonio no es reconocido.En conclusión, la tensión más importante se produce por la coexistenciaen el sistema de dos códigos que son incompatibles en muchos aspectosy, por otra parte, en que la consideración social general de muchos deestos aspectos es muy conservadora y más cercana a las formulacionesreligiosas que a otras fuentes legales. De manera que, aunque se ajustara elordenamiento jurídico a otras fuentes, la sociedad seguiría discriminandoa aquellas personas que no se acomodasen a esos principios religiosos.De todas maneras, este fenómeno del distinto camino que siguen lassociedades y su evolución y las recomendaciones de los hombresde religión o de la ley civil, es un hecho común que hay que tener encuenta.ConclusiónEl estatuto femenino, si bien influido por las consecuencias de una largatradición de interpretación religiosa misógina –fenómeno que no esprivativo del Islam-, posee múltiples rostros en los lugares de mayoríasmusulmanas. Pero la persistencia de determinadas menguas en laslibertades de los individuos afectan a varones y mujeres en una medidamuy parecida y tienen su causa más profunda en el ordenamiento político,78


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámeconómico y social y no tanto a la inspiración religiosa. No obstante, lajustificación por lo religioso de la pervivencia de determinados hábitosdota a estos de legitimidad y los aísla de la contestación.En el mundo occidental, la separación entre el ámbito civil y el ámbitoreligioso ha permitido gestionar la diversidad y establecer un equilibrioentre lo privado y lo público, que aunque no es perfecto, establece laigualdad de derechos de los individuos. La exportación de este modelopresenta dos graves problemas. Por una parte, es percibido por losreceptores, tras el periodo colonial y sus consecuencias nefastas para eldesarrollo integral de los pueblos colonizados, como una injerencia más.Por otra parte, la historia de la evolución de los pueblos y las civilizacionesno se produce de un modo homogéneo y sincrónico y no cabe duda deque, en este caso, como en otros (África subsahariana o América latina) eltiempo y su desfase son cuestiones a tener en cuenta. Por último, a pesarde que se valore el llamado modelo occidental, democrático y defensorde los derechos humanos, como uno de los modelos más perfectos enla historia de la humanidad, su rostro real en la gestión política resultacontradictorio, múltiple y hasta incoherente en muchos casos. Así escontemplado con recelo, como una imposición encubierta, como uninstrumento de aculturación o como una nueva forma de colonización.La ruptura de esta dinámica paralizante o al menos dicotómica sólo sepuede llevar a cabo mediante el fomento del desarrollo material de lospaíses sometidos a tensiones económicas y sociales como las que se handescrito. La contribución a una mejora en la formación de las poblaciones,sin discriminación de sexos, la apertura de espacios de esperanza laboral, lacooperación temporal hasta el logro de la autosuficiencia y el tratamientorespetuoso desde las instituciones y en las relaciones internacionales, laadecuada contrapartida en la explotación de recursos naturales, puedenser factores que permitan un desarrollo armónico de esas sociedades y latoma de conciencia de sus poblaciones de que un modelo democráticoy de libertades ciudadanas no se opone necesariamente a su vivencia79


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islámreligiosa, al mantenimiento de su cultura y al respeto por su diferencia.Un sistema de relaciones basado en estos principios acabaría con losrecelos hacia un neoliberalismo asolador, una imposición neocolonialistay una globalización uniformadora. El estatuto femenino no sería, enuna situación así, objeto de debate, sino únicamente una pieza más en ladignificación de las sociedades implicadas.BIBLIOGRAFÍAABUMALHAM, M.,- «La mujer en el Islam», en Antonio Marco Pérez (dir.) Sobre laMujer. Mundo clásico, hecho religioso y mundo contemporáneo, Publ. del Centro deEstudios Teológico-Pastorales San Fulgencio, Murcia, 1998, pp. 131-150.- El Islam, Madrid, 1999- (ed.), Comunidades islámicas en Europa, Madrid, 1995- «Inmigración y conflicto religioso» en Inmigración y Cristianismo,Ed. Evangelio y Liberación, Madrid, 1998 pp. 63-76.- «Islam», en 10 palabras clave sobre Fundamentalismos, J.M. Mardones(dir.), Madrid, 1999, pp. 209-244.- «La percepción interior y exterior de la imagen de la mujermusulma na», en El islam: Presente y futuro, Monografías del CESEDEN,Madrid, 1999, pp. 139-182.- «Construcción simbólica de la identidad en el mundo árabecontemporáneo», ‘Ilu. Revista de Ciencias de las Religiones, 5 (2000), pp. 7-2380


1. Montserrat Abumalham: La mujer en el Islám- «La religión como factor de convivencia en el Mediterráneo» enLa convivencia en el Mediterráneo occidental en el siglo XXI, Monografías, CentroSuperior de la Defensa Nacional (CESEDEN), Ministerio de Defensa,Madrid, 2000, pp. 191-228- «Medidas de confianza en los ámbitos religioso y cultural» enMedidas de confianza para la convivencia en el Mediterráneo occidental, Monografías,Centro Superior de la Defensa Nacional (CESEDEN), Ministerio deDefensa, Madrid, 2001, pp. 103-135- Comunidades islámicas en Europa, ed. Trotta, Madrid, 1995.- Textos fundamentales de la tradición religiosa musulmana, Ed. Trotta,Madrid, 2005.AL-SA’DAWI, Nawal, Mujer en punto cero, Madrid, 1994ANTAKI, Ikram, La cultura de los árabes, ed. siglo XXI, México, 1989ARKOUN, Mohammed, El pensamiento árabe, ed. española, Madrid, 1992AWWAD, Tawfiq Yusuf, Los molinos de Beirut, trad. M. Abumalham,Barcelona, 1992BARKAY, R., Cristianos y musulmanes en la España medieval. (El enemigo en elespejo), Madrid, 1991.BAKR, Salwa, El carro dorado, Tafalla, 1997BAUSANI, Alessandro, El Islam en su Cultura, FCE, 1ª reimp. México, 1993BEN JELLOUN, T. El islam explicado a nuestros hijos, Barcelona, 2002.81


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Hithem S.A. Abdulhaleem“Islam y política”Hithem S.A. Abdulhaleem: Psicólogo palestino, residente enBizkaia. Imparte clases en la Universidad de Deusto“El Islam, a diferencia del cristianismo, no se desarrolla como instituciónreligiosa dentro de un Estado, sino que su nuevo orden y modelo sociopolíticaque de él emana serán quienes generen la constitución del Estado”“Los árabes han cosechado un miserable resultado en política”


2. Hithem S.A. Abdulhaleem: Islám y políticaUn buen proceder es comenzar con un agradecimiento a ResPública y en especial a J. Gabriel Mariscal, quien muy amable eimpecablemente me ha brindado esta invitación. Me siento muyafortunado por haber tenido esta oportunidad de compartir con todosVds. estos momentos.El titulo de este ciclo es “Islam y Occidente: Perspectivas y problemas”.Es decir, damos por sentado que, la relación entre estas dos latitudes,no ha dejado de tambalearse a lo largo de la historia. En nuestraspercepciones, el “otro” casi siempre personifica y encarna las amenazas,el peligro, la barbarie y la injusticia. Tanto en la literatura académicacomo en la cotidianeidad abundan las exposiciones y los ejemploscomparativos que, tristemente, proyectan un discurso farragoso quepersigue la confrontación entre los dos sistemas en vez de orientarse haciala exploración del contraste entre los textos, conceptos y cosmovisiones.No se puede hablar de perspectivas de futuro sin previa y necesariamentereconocer los problemas que nos acechan y comprender el derecho avivir unas experiencias diferentes.89


2. Hithem S.A. Abdulhaleem: Islám y políticaEl hecho de aproximarse a la cuestión de la religión, en una sociedadque se define como secular, y exponerla como posible fórmula con quepodamos regir un espacio social y cultural, es un cometido cuando menosembarazoso y hasta puede resultar irritante, porque nada más le puedetocar la fibra sensible de la sociedad occidental del siglo XXI que hablarde religión y Estado como posibles ingredientes a conjugar. Al parecer,los poderes absolutos del pasado dejaron muchas secuelas difíciles desuperar hoy en día, e incluso las teorías de una “laicidad inteligente”, queabogan a favor de una complicidad entre los gobiernos y las institucionesreligiosas, chocan con una mentalidad reacia. De hecho la Fundación SantaMaría publicó ayer los resultados de un estudio sociológico desarrolladopor la misma acerca de los valores de la juventud española actual, revelóinformación, no tan extraordinaria, pero sí confirma la impresión quepodríamos tener todos: Los jóvenes prefieren divertirse más que otracosa, se definen como consumidores y rebeldes, pero el dato que másnos interesa es el relativo al sentimiento religioso que, según el estudiosusodicho, menos de la mitad de los y las jóvenes se consideran noreligiosos.Esta es una realidad, pero ¿A qué la podríamos atribuir? Debidoa la experiencia propia que ha transcurrido en el seno de la sociedadoccidental, su población ha ido forjando una mentalidad y actitudesparticulares conforme a su propia trayectoria social y política, la cual haconstituido una herencia basada en la teoría racional y el espíritu crítico,con el que las ideas y las costumbres tradicionales fueron desmenuzadas yexpuestas a la luz de la razón. Llega la era de la democracia liberal. Aunquetodo sonaba a gloria, sin embargo, es necesario recalcar que incluso losmismos pensadores de esta época postmoderna, advierten del riesgo deconsiderar que la democracia es un sistema inmejorable e insuperable.Precisamente, este es el principio de la crítica que deberíamos aspirar a lahora de emprender un diálogo con el otro. No se puede crear puentes deentendimiento entre culturas sin dotarse con el pensamiento autocríticoy una dosis de humildad.90


2. Hithem S.A. Abdulhaleem: Islám y políticaCreo que, eso espero, a estas alturas podríamos avanzar más y plantearlas siguientes preguntas ¿Fuera de la geografía del mundo occidental, esposible un casamiento entre religión y Estado? ¿Tienen derecho los otrospueblos a experimentar y seguir su propio rumbo? O ¿Tienen que adoptarsin rodeos las conclusiones a las que llegó la sociedad occidental? ¿Puedeel Islam practicarse siendo separado de la política? ¿Islam y política soninseparables? En su novela titulada “El manicomio”, Gazi al-Qousaibiva en la misma dirección y se pregunta con cierta ironía ¿Dios mío, losseres humanos que viven en la democracia, son creados de una especie debarro diferente al nuestro? ¿Por qué no existe una experiencia democráticaárabe propia y con su propia idiosincrasia? ¿Qué inconvenientes hay?Antes de tratar de responder, señalo que si hay algo por el que podríamosestar de acuerdo, este sería el hecho de que los árabes han cosechado unmiserable resultado en la materia de la política. A pesar del resplandor quealcanzaron en otros campos como en la medicina, filosofía, arquitectura,etc. y a pesar de que los piadosos musulmanes han estado predicando yprometiendo a los creyentes tiempos mejores, sin embargo, en su realidady su historia política, tanto en el pasado como en el presente, predominauna oscuridad flagrante y casi crónica que algunos escritores árabes comoM. Jaber al-Ansari la definió como una “anemia política”.La actitud islámica hacia lo políticoEn términos sociológicos, el nuevo mensaje islámico monoteístasurgido a principios del siglo VII en la zona central de la penínsulaarábiga desembocó en una profunda transformación de las estructuraspredominantes tribales y nómadas existentes en dicha región promoviendounos elementos sedentarios y urbanos. Además, cristalizó un nuevo ordencultural que desafiaba al sistema tradicional árabe, sustituyendo los lazos91


2. Hithem S.A. Abdulhaleem: Islám y políticade sangre como forma de identidad común entre los miembros de lacomunidad por los personales de la fe.Así que, se destaca que el Islam surgió en el seno de una sociedad dondeno existía la forma política del Estado, sino que era la tribu la estructuraen que se basaba su organización y confería al individuo su identidad.Es decir, el Islam, a diferencia del cristianismo, no se desarrolla comoinstitución religiosa dentro de un Estado establecido, sino que su nuevoorden y modelo sociopolítica que de él emana serán quienes generen laconstitución del Estado. En este sentido, los textos coránicos empiezana introducir elementos y cambios nuevos en lo relativo a la relacióninterétnica, a la dignidad del ser humano y, fundamentalmente, a laherencia. La concesión a las mujeres de este derecho debilitó la estructuratradicional tribal vigente en favor de una sociedad urbana y comercial.Fundamentos en la tradición política islámicaLo más destacable al respecto es la aparente convergencia de lasconclusiones a las que han llegado pensadores muy diferentes. La mayoríade ellos subrayan, en efecto, la especificidad de la relación entre religióny política en el contexto islámico. De forma prácticamente unánime, elIslam es visto como una religión que engloba lo espiritual y lo corporal,en la que no habría forma de separar fe religiosa y edificación de unorden social y político determinado. Como dijo Abdelhamid Charfi, «laopinión habitualmente admitida en este terreno sostiene que, a diferenciadel cristianismo, el Islam no establece distinción alguna entre sagrado yprofano, entre espiritual y temporal. Es dîn (religión) y dawla (Estado)unidos». Según Bernard Lewis, «La distinción entre la Iglesia y el Estado,tan profundamente arraigada en el cristianismo, no existía en el Islam;ni en árabe clásico, ni en las demás lenguas que extraen su vocabulariointelectual y político del árabe clásico, se pueden encontrar parejas de92


2. Hithem S.A. Abdulhaleem: Islám y políticapalabras que correspondan a lo espiritual y a lo temporal, a lo laico y a loeclesiástico, a lo religioso y a lo secular».La pregunta que a uno se le ocurre inmediatamente es: ¿La asociaciónentre lo religioso y lo político es un producto del Islam como credo o delIslam como civilización?Mucha tinta se ha derramado para dar respuesta al dilema que haconstituido el centro del debate actual: ¿Es el Islam una religión yEstado? ¿Quería Muhammad configurar un Estado Islámico en Arabia?Hay una aparente convergencia de opiniones al respecto de modo que lamayoría de los pensadores e investigadores indican que los fundamentosdel Estado islámico no fueron ideológicos, ni políticos, ni territoriales, yque la primera meta del gobierno era defender y proteger la fe, y no elEstado. Hay que reconocer que el primer cisma interno al que tuvo queenfrentar la sociedad musulmana tras la muerte de Mahoma, fue el relativoa la elección de su sucesor (Jalifa). La insuficiencia de textos coránicosprecisos que regulan la forma de la creación de un gobierno, nos podríaayudar para explicar cómo esta ausencia derivó al conflicto mencionado.En este sentido, el Corán, rico en códigos sociales y regulador de muchosaspectos de la vida privada, realmente, no tiene más que tres o cuatronormas políticas que aparecen en distintas azoras de Corán:- (Y sus asuntos son consultados entre ellos)- (Y quien tiene el poder debe consultar a los creyentes)- (Creyentes, obedeced a Dios, obedeced a su enviado y a aquellosde vosotros que tengan autoridad)- (Implora el perdón de Dios en su favor y consúltales sobre lacuestión).93


2. Hithem S.A. Abdulhaleem: Islám y políticaMientras tanto, la predicación religiosa estaba en auge y se expandía entodas las direcciones. Dicho crecimiento irá imponiendo a los sucesoresde Mahoma la organización estatal-imperial y la búsqueda de mecanismosde legislación. Esta realidad exigió que la comunidad islámica fueseampliando el corpus legal islámico (la Shariá), que si bien inspirado en lasfuentes sagradas (Corán y Sunna), fue objeto de elaboración progresivapor los ulemas o los jurisconsultos musulmanes.Los pilares del derecho islámico (usol al-Feqh) establecidos y aceptadospor la comunidad son: el Corán, la tradición de Mahoma, recurrir a formasde razonamiento humano e individual (al Raí), el Consenso (Ijmaá) y laanalogía (el Qeias). Adoptar la opinión individual para explicar la ley divinacontó con divergencias de aceptación. En consecuencia, el procedimientode la “analogía” se elabora para exigir la búsqueda de similitudes entrela nueva situación y algún caso que apareciera en el Corán y la Sunna.Este resorte de medidas jurídicas que fueron ideados por los ulemascomo respuesta a la situación de la que cada vez más compleja sociedadmusulmana y que no estaba enunciadas en el Corán y la Sunna.Las piezas claves del gobierno en el Islam serán: La Ley (la Shariá),el Califato (la Jilafa), o representación de la autoridad y la umma ocomunidad islámica. La cuestión está en cómo legitimar el depositariode la jilafa, dado que en el Corán no se quedó especificado el mecanismode sucesión del profeta, y este tampoco dejó nada dicho al respecto. Deallí que la forma islámica de gobierno fuese fruto de la búsqueda desoluciones por parte de la comunidad.Con respecto a las relaciones entre el gobernante (jalifa) y los gobernados(umma), el Corán hace un par de referencias: esta tiene que serbasada en la justicia y la obligación del gobernante a consultar a losgobernados. Sin embargo, en el Corán no se organiza ni se estructuraeste procedimiento.94


2. Hithem S.A. Abdulhaleem: Islám y políticaDe acuerdo con la teoría política islámica clásica, la relación entre elcalifa y la umma se basa en un Áqd (Contrato), por el que la comunidadobedece al gobernante justo y este cumple con sus obligaciones ante lacomunidad. En caso contrario, la umma podría retirar la investidura algobernante si este opera sin justicia.La relación entre el Islam y la laicidadAli Abderraziq (1888 1966), teólogo egipcio, autor de un ensayo cuyapublicación supuso un acontecimiento de la mayor importancia en lahistoria islámica de nuestro tiempo.Para él, la misión de Mahoma no fue más que profética y no se preocupópor los intereses de la vida temporal, ámbito, para este autor, es dejadopara desarrollarse de acuerdo con la razón humana. Concluyó que nada lepuede impedir a la comunidad musulmana, degradada y adormecida porun sistema anticuado, de crear un Estado en virtud de la razón humana yde solidez haya sido probada.95


José Luis Villacorta“El significado y la valoración delindividuo en el Islam”José Luis Villacorta: Profesor de Religiones Orientales yCultura Islámica en la Universidad de DeustoFecha de la conferencia: 8-marzo-2006“Es necesario crear movimiento y conflicto en el interior mismo de latradición para liberarse de ella”“El musulmán se sentirá culpable por no haberse mostrado suficientementeviolento. Y traidor si escoge otro camino distinto al socialmente trazado”


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamEstoy encantado de estar aquí esta noche porque llevo ya bastantetiempo comprobando que la gente tiene mucho miedo. Ycuando el miedo no está basado en razones y en fundamentos,sino que vuela con espíritu propio, ese miedo atemoriza realmente. Poreso, creo que hay que seguir ese viejo consejo de Sigmund Freud: “Lo queno se verbaliza se patologiza”. Yo creo que puede haber una patología socialcuando no hay verbalización suficiente. Vamos a verbalizar, a ponerpalabras a las situaciones y a explicarlas.Me han pedido que hable sobre la persona en el Islam actual. Primerovoy a hacer lo que hago en toda clase, porque no estoy en absoluto deacuerdo con esas bibliografías, en lista, bibliografías-catálogo, donde unono sabe lo que tiene delante, sino son títulos y autores y fechas que vandesgranándose, más o menos misteriosamente. Yo he traído hoy tresobras, para presentarlas como lecturas complementarias. Siempre quehago una presentación bibliográfica, acostumbro a decir una bilbainada,que alguna vez me va a salir mal: compren esta obra, si no les gusta se larecompro yo.99


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamTemo que alguna vez me encuentre con 60 ejemplares de alguna obra,pero me voy a arriesgar una vez más. Quiero presentaros varias obras yos explico por qué:- “Islam y Libertad” es una obra de Mohamed Charfi. Ha sido Profesoren la Facultad Derecho de la Universidad de Túnez. Hoy se expresa conabsoluta libertad. Yo he estado con él en Barcelona en una mesa redonda,un acontecimiento verdaderamente hermoso, y le recordé lo que dijo enMadrid: “Ahora que estoy jubilado, nadie puede quitarme la cátedra, ahora me sientolibre y puedo decir lo que realmente quiero y lo que realmente pienso”.En esta obra demuestra que es enteramente libre. Una parte fundamentales el tema “Islam y Derecho”; creo que va directamente a un centro deinterés, que podéis compartir todos los que estáis en la mesa hoy. Yolo recomiendo, primero porque es un profesor de Derecho; segundo,porque es un hombre de una lucidez y de una claridad absoluta; y porquerepresenta a ese otro Islam. Cuando hablamos del Islam, tenemos queplantearnos las preguntas más elementales: de qué hablamos y quién estádetrás de esas ideas. Por lo tanto, voy a pasaros esta obra, para que laabráis; es la bibliografía “táctil”, es la que se toca, la que se refleja, más omenos, en el sumario.Y, precisamente, para compensar esa idea de un Islam bronco, tosco,siempre violento, amigo de la sangre y de la bomba, voy a recomendaruna obra de Oliviér Carré que es: “El Islam Laico, un retorno de la grantradición”. La tesis de O. Carré es, básicamente, la de que la imagen queestamos recibiendo del Islam es la imagen de grupos, -grupos que los hahabido siempre, desde aquellos famosos “asesinos” que se recuerdan enla historia, etc-, que han coloreado un Islam, cuya gran tradición no esterrorista, no es la bomba, no es el asesinato, sino es una gran tradicióncultural y que el autor reivindica con razón.100


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamComo pura anécdota: se la he dejado a varios musulmanes de cierto nivel,educados en la Universidad, y me han dicho que es un libro excelente.Me lo han calificado así. Tengo que recomendar esta “Biblioteca del Islamcontemporáneo”; -¿no hay catalanes aquí?- porque voy a hablar muy bien.Esta biblioteca de la editorial Bellaterra es excelente. Ha publicado más de30 libros y todos ellos son maravillosamente oportunos. Yo recomiendoéste, precisamente para situar el Islam en el contexto laico, que es elcontexto de lo que se califica como la gran tradición, y, luego, para queveáis otra obra, os presento la de Abdou Filali-Ansary: “Repensar el Islam”.Estas obras están traducidas del francés. Nosotros, creo, nos educamosen francés, hoy los jóvenes estudian inglés; por eso no puedo recomendarninguna obra francesa en clase, pero ya está la editorial Bellaterra consu sección de “Biblioteca del Islam contemporáneo”; están traduciendoobras de primera clase: “Los discursos de la reforma”, “Repensar el Islam”, etcAbdou Filali-Ansary es un hombre que vive permanentemente enmovimiento; a veces, en Madrid han intentado localizarle y han andadoa la caza y captura de este hombre, que está o en Londres o en Rabat,pero siempre ha sido un intelectual de primer nivel; reúne aquí, entreotros, a Mohamed Charfi, y aquí vais a ver, precisamente, personas deprimera categoría, todas ellas. Claro, siempre lo que yo pregunto es lacuestión pertinente. Cuando oigo hablar a alguien que me entusiasma,siempre hago la misma pregunta, esté en Marruecos o en Túnez, odonde esté: ¿cuántos hay detrás de él?. Porque, ciertamente, él me pareceexcepcional, pero ya sabemos aquello de que una cigüeña no hace verano.Entonces, necesito saber si este es un hecho absolutamente insólito, unaidea absolutamente aislada o tiene base social. A veces la contestación noes nada optimista. Ya lo sé. No hay muchos detrás de estos intelectuales,pero hay una fuerza raramente potente sobre la que tenemos que estar,por lo menos, advertidos.1. La cuestión del sujeto y su circunstancia101


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamComienzo este análisis rápido con una cita de Daniel Cohn Bendit, quees -ya le recordaremos todos de aquel mayo del 68- donde él recuerdoque en un artículo del Viejo Topo escribía “recordemos la conocida frase deMax Frisch: “queríamos mano de obra y vinieron personas”. Esta sociedad, losempresarios, creyeron que existía mano de obra en estado puro, que existíaun fenómeno derivado de la física y no de las humanidades. Quienes hanvenido aquí, el Islam que está aquí, no son los Gastarbeiter,. sino queson personas de carne y hueso, con sus ideas, con sus criterios, con suscategorías morales, religiosas, etc. etc.. Y de ahí nace precisamente el asíllamado “conflicto o problema” entre el Islam y Europa.Yo, sin embargo, quiero bucear- a ver cómo llego a ello- en una de lasbases de ese contraste, que es el concepto de persona.En primer lugar, yo creo que en el Islam todo el mundo está hablandoy tomando como punto de partida -no sé si como punto de partidaabsoluto es totalmente legítimo-, no, no lo vamos a discutir, pero merefiero a la época colonial. Ciertamente, en todos los que hoy son adultosel recuerdo de la colonia viene a ser una memoria negativa.Haciendo un análisis mínimo, tomo nota de dos hechos fundamentales: elimpacto del régimen colonial sobre el colonizador y sobre el colonizado.Lo que se dice, y, sobre todo en este punto, estoy siguiendo a HichenDjaït, que lo citaré varias veces, en esa obra que es una pena que estéagotada. La estoy recomendando por todos los lados, porque es básica:“La personalidad y el devenir arabo islámico”. Está publicada por la editorialMapfre; yo no sé si escribir a la editorial diciéndoles: “Por favor, editen esaobra de nuevo, porque me parece verdaderamente necesaria”. En el análisis sobrela personalidad arabo musulmana él dice lo siguiente: “Sobre el colonizadorla colonia influye de manera negativa, porque genera en él un complejo de superioridady, como tal complejo de superioridad, está impidiendo que este colonizador entiendanada de lo que ve”.102


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamLógicamente, si una persona no está al mismo nivel que otra, difícilmentepuede establecer un diálogo y una comunicación. Si yo soy un sersuperior al que tengo delante, ciertamente no tendré ningún interés, el másmínimo interés, en escucharle, en atenderle, y por supuesto, entenderle ycomprenderle. ¿Para qué voy a comprender a alguien que, por definición,es inferior?. Eso supone lo que aquí anoto: una infantilización del yo.Todo complejo de superioridad es un complejo infantil; es propio de unapersona que no ha alcanzado verdaderamente la madurez en sus relacioneshumanas, por lo tanto eso está en el negativo del colonizador, pero elcolonizado también sufre un impacto clarísimo en la radicalización y laagresividad que dificultan la recuperación del sujeto libre, responsable,que es el cimiento básico de una sociedad civil. Lógicamente si tenemosun sujeto agresivo y, por lo tanto anárquico, lo que ha ocurrido despuéscon la sociedad que ha venido era previsible.Una vez que Inglaterra ha salido de ese país, que Francia ha salido deese país, que España ha salido de ese país, lógicamente las personas másactivas eran personas difícilmente capaces de integrarse en una sociedadcivil, igualitaria, democrática. Automáticamente, ellos pedían administraraquello que ellos tomaban como derecho de conquista: han conquistadoel Estado, han conquistado la independencia, por lo tanto, el Estado y lasituación les pertenece. De ahí viene el hecho de que se hayan creado enestos Estados las grandes burocracias.Y en estos momentos lo que tenemos es un maquillaje, es una estructuraexterna de tipo democrático, pero un control desde la burocracia detodos los resortes del país, y eso es absolutamente negativo. Eso afectaa la personalidad islámica que está ahí, y de alguna manera impide eldesarrollo democrático normal.103


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islam2. La conciencia de los intelectuales árabesEn segundo lugar, ¿qué percepción tienen de la situación los intelectualesárabes?. El yo, que es nuestro punto de referencia, es fruto de la presenciade Occidente en el horizonte de los países musulmanes. Es decir, tengoque hacer una afirmación que voy a reiterar, o sea que no me importapasar ahora rapidísimamente.Vamos a ver. En el Islam el sujeto social es la Umma, es la comunidad,y el yo es valioso en la medida en que es un ser que depende de esacomunidad, que está inscrito en esa comunidad. Entonces no es laimagen de Occidente: un yo, una personalidad que tiene como referentesu racionalidad, su libertad. De ahí que sea algo absolutamente “normal”,entre comillas, que en esta sociedad se le pueda decir a un sujetodeterminado: “Oiga, Vd. no publique ese libro”. ¿Por qué? Porque ese libroes un ejercicio de su libertad, pero la consecuencia va a ser el conflicto -yahablaré más abajo-, el conflicto, el choque entre grupos sociales dentrode esta comunidad, y eso es absolutamente negativo. Entonces, usted estáal servicio de esa comunidad y cuando esa comunidad peligra -peligraporque rompe la cohesión, se fracciona y se enfrenta-, usted no debepromocionar su idea personal, no puede legitimar la libertad de opinión,porque lo que usted crea en esa Sociedad es fitna, es conflicto, es caos.Dos citas de dos autores, que cito a continuación, nos van a situarclarísimamente en este tema: Dris Chraibi y Fátima Mernissi. Todos estosautores los tenemos en castellano; todo lo que cito, prácticamente, sepuede encontrar en castellano.Dris Chraibi escribe lo siguiente: “Te he estado hablando de mi yo inicial,comenzó a desintegrarse un día y aún continuaría siguiéndolo si no hubiese ocurridouna brusca circunstancia. Un día una cartera sustituyó mi tablilla, un traje europeo,mi chilaba, aquél día renació mi yo. Es decir, cambié de costumbres, cambié decomportamiento y aquél día me di cuenta de que era un yo”.104


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamEsto quiere decir que el descubrimiento de ese yo, de un sujeto, no encuanto perteneciente a una comunidad, sino un sujeto que recibe toda suentidad, que recibe todo su contenido en esa comunidad (circunstancia)es lo que Dris Chraibi presenta como conquista, como evolución de supropia persona.La profesora Fátima Mernissi -que intentamos traerla, pero fue imposible,porque tiene una agenda súper abultada- aborda la misma cuestión en esaobra que recomiendo vivamente: “El miedo a la Modernidad”. Es una delas obras verdaderamente espléndidas (fijáos en este análisis; me parecegenial): “Lo extraño es siempre fascinante y como en los cuentos de las mil y unanoches, ante lo insólito no sabes nunca a qué atenerte. Lo que no comprendes, peroque te fascina, puede hacer que te inclines ya del lado de lo maravilloso, o ya del ladode la destrucción; pero lo que ignoras, puede destruirte, y esa democracia occidentalque parece portadora de la simiente de la vida, está demasiado ligada en nuestrapropia historia a las premisas de la muerte. Pero la muerte de quién, ¿la muerte de lostecnócratas autoritarios o de los intelectuales sin poder? ¿La muerte de los funcionariosque vigilan o de los pueblos que se sublevan?”.3. El miedo bloquea el nacimiento de la persona¿Por qué da miedo Occidente? Porque, de pronto, el mundo islámico queestaba metido, encorsetado, en “Dar-al-Islam” (“La casa del Islam”),con fronteras blindadas, sin ninguna comunicación con el Occidente, seabre de par en par al exterior de sus fronteras históricas. Una de las cosasque más os extrañará, posiblemente, cuando estéis en Tánger, estéis enArgelia, estéis en Túnez, etc, son las antenas parabólicas. Bueno, tambiénestán aquí, ¡caramba!, pero es que aquello es un verdadero bosque. Todasestán dirigidas hacia Europa y allí se pueden ver todas las series habidasy por haber, de España, de Italia, de Grecia, de Alemania, etc. Entonces,en Dar-al-Islam las fronteras se han destruido, las ondas no conocen105


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamfronteras, no rebotan en las fronteras, las rebasan. Y hay otro elementoverdaderamente “diabólico”, que es Internet, y además el correoelectrónico con el que se puede comunicar con todos los puntos de latierra. Esto dentro del mundo islámico se está viviendo verdaderamentecon pánico y con miedo: Se ve la otra parte. Y la otra parte fascina y atrae.Y atrae sobre todo el marco de libertad en el que viven. Y eso, al mismotiempo, despierta la memoria histórica. Palacio (el poder) nunca se haportado absolutamente bien, hay gente represaliada por la estructurapolítica, la que sea: el sultanato, el califato.., siempre está la memoria dela gente perseguida, tanto sufies, como mutazilíes -luego hablaremosde ello-, son gente perseguida y todo eso su memoria sale a la superficie.Esa corriente mutazilí, que fue eliminada de la vida pública, podía habersido el comienzo de una ilustración (no sé si os gustarán mucho las ideasdel estilo: ¿qué hubiera ocurrido en el caso de que…?), pero si hubiesetenido lugar, la Ilustración no sería un fenómeno europeo del siglo XVIII,se habría dado en el Islam en el siglo XII. Pero, ¡claro! todo aquello seyuguló en ciernes, porque toda esa corriente mutazilí es la corrienteilustrada, de la cual un epígono va a ser Averroes, el cual muere encircunstancias verdaderamente extrañas. Este Ibn Rush, este Santo Tomásde Aquino, por decirlo de alguna manera, del Islam, es el hombre queintenta aunar dos realidades verdaderamente difíciles, pero apasionantes:la racionalidad humana y la revelación divina. En esos momentos lo queprimaba en el Islam era la corriente azarita, tradicionalista, y este hombretuvo que sufrir no solamente la retirada y quema de sus libros, sino lapersecución personal. Quiero decir que es una historia verdaderamentenovelable y, personalmente, dramática.Puede renacer, dentro de este marco, un yo como sujeto de sentimientos yde afectos, pero el yo como sujeto crítico de ideas y situaciones puede sermuy peligroso. Cuando ese yo hace poesía, pues bienvenido sea. Cuandohace novela, bueno, aceptable. Pero como haga sociología o como hagauna reflexión de filosofía política la cosa ya se pone al rojo vivo.106


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamPor eso, dentro del Islam, se teme tanto la explosión de ese sujeto,que al fin y al cabo no solamente es el protagonista del pensamientofilosófico europeo, sino del pensamiento científico. Porque ese yo es elque dice: “Señores, hasta ahora se ha dicho esto, pero yo ahora en mi laboratorioestoy experimentando otra cosa”.Quiero recordaros algo elemental: el nacimiento de la ciencia modernadentro de Europa tiene un sujeto.4. El fondo de la cuestiónCuando hoy dentro del Islam, por ejemplo en el marco del área deArabia Saudí, se dice: “Bien, tráigannos ustedes toda la tecnología quequieran, pero pueden quedarse con la ciencia”. Lo digo de una manera unpoco brusca, es verdad: Todos los procesos por los cuales se ha llegadoa esa tecnología son procesos científicos, y todo ese proceso científicoestá basculando y está pivotando sobre un sujeto, sobre un sujeto quese atreve a pensar por sí mismo. Fijaos en la expresión tan bonita,recuerdo ahora, de Enmanuel Kant, cuando a finales del siglo XVIII,hay una revista de filosofía de Berlín que les pregunta a varios profesores(Mendelssohn y compañía), cuyas respuestas están ahora publicadas enun librito de Tecnos, verdadera delicia, con el título “¿Qué es la ilustración?”.Y la revista publica las respuestas de los profesores consultados y lade Kant es deliciosa, porque la base de Kant era sapere aude, atrévete asaber, no repitas, sino atrévete a saber: aude, ten el coraje. Eso que dice élgraciosamente:“si tengo un maestro que piensa por mí, para qué me voya dedicar a tan enojosa tarea, entonces simplemente sigo al maestro”. No,no. En Europa, hace 200 años, la maduración de la Ilustración comienzacon personas que se atreven a saber, que se atreven a poner en tela dejuicio aquello que es socialmente admitido, comunitariamente aceptado.107


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamPor eso, esa pretensión de llegar a la tecnología, sin tener que pasar porla filosofía de la ciencia que está ahí detrás, que en último término es unyo, es lo que yo quisiera presentar a través de dos citas que me parecenexcelentes. La primera de ellas es de Juan Vernet, que escribe esa obrapreciosa: “El Islam y Europa”. Recoge un texto de Hilal Nachi que diceasí: “Soy uno de los árabes que sobreviven, de aquellos que escribieron a lomo desus caballos páginas extraordinarias a lo largo de los años. Páginas que perfumaronnuestros antepasados y aún siguen exhalando su aroma desde los libros. ¿Sabesquiénes somos? (está dialogando con una mujer). Nosotros bordamos nuestra historiacon estrellas. Sí, dice la mujer, he oído hablar mucho de vuestros antepasados y dequienes han desaparecido. Pero hoy ¿quiénes sois? Bajé la cabeza avergonzado, tímido,y repliqué, sí, oh hermosa, somos ceniza, ceniza de hombres, sombras de una llama”.Escrito está, pero da en ese clavo, es decir, hay una parte importante,dentro del Islam, dentro de la literatura oficial, que se manifiesta enla libertad de expresión. Es como si en estos momentos o en añosanteriores, cuando se trataba de insertarse en Europa, aquí el discursooficial hubiese sido sobre el Imperio español y lo gloriosos que éramoscon Carlos V y Felipe II, la gente podría decir: bien, al parecer, esta gentese ha refugiado en el pasado, pero es preciso que se ponga en el hoy yatienda a los problemas actuales.Mohamed Charfi dice algo que solamente él lo puede decir (si cualquierade nosotros lo dijera: ¡santo cielo!); él dice lo siguiente, hablando de susituación como profesor universitario en Túnez: el Islam necesita unareforma profunda y clara en puntos concretos. Esto que una vez se losolté a una persona conversa al Islam, que hablaba de Occidente, dondetodo era dictadura, represión, mientras que el Islam era todo tolerancia,libertad, bueno el reino de los reinos se encontraba en el mundo islámico.Le recordé, entonces, una expresión negativa con respecto a su país deHichen Djaït. Dijo: “Yo no le conozco”. Le contesté diciendo: “Creo quetenemos que ser responsables de nuestros desconocimientos también”. Fijaos lo quedice este profesor de Túnez: “Me siento humillado por pertenecer a un Estado108


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamsin horizontes, ni ambiciones, autoritario (si le oye Ben Ali no sé lo que haría conél. Pero, él sigue viviendo, y estas cosas -lo que yo no sé es si esto está publicado allí,en Túnez- aparecen en francés y, además, en editoriales francesas. Es lo que haceun intelectual musulmán que no quiere complicarse la vida en su país de origen:cuando él sospecha que algo va a ser conflictivo en su país, va a Francia, y Editrans,de la Déconverte, Simbad, etc. se lo publican, ¿no?), en donde no se halla ni cienciani razón, ni belleza de la vida, ni auténtica cultura. Este Estado me deprime, meahogo en esta sociedad provinciana y rural y sufro porque me dirigen jefes incultos eignorantes. Como intelectual me siento neurótico, y es humano y legitimo que proyectemi malestar sobre la sociedad”.Pero las revueltas populares están ahí para demostrar que ese malestar noes una construcción intelectual. Ese malestar se vive desde estos ámbitos.Y, para terminar, os presento una cita de Abdus Shalam. Es el únicopremio Nóbel de física que hay dentro de la civilización islámica. Nohay más. Es un pakistaní. Dicen -tampoco yo puedo saberlo todo conuna seguridad absoluta- que está detrás de la preparación de la bombaatómica pakistaní, porque ciertamente es la persona que, por lo menosacadémicamente, tiene más conocimientos en este terreno. Dice así: “Ennuestros días se deja de un lado la palabra ciencia o se la acepta únicamente en elsentido de conocimiento de la religión. El Profeta dice que si no tenéis percepción de laciencia, no llegareis nunca a percibir a Dios. Debo repetir esto una y mil veces parapersuadirles. Lo lograré. Es que no me hacen caso, esa expresión, tan bonita por otraparte, de Muhammad: “Dios aprecia más la tinta del sabio que la sangre del mártir”.Bueno, pues precioso. Es verdad. Esto cualquier científico árabe lorepetirá. Y me parece muy lógico que para su propia cohesión y coherenciavital, personal, él lo viva así. Lo acepto plenísimamente.5. La persona en la literatura árabe109


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamBien, en el tercer punto intento abordar desde otro lado -ya veis que estasnotas son un poliedro: son caras para acercarnos a ese punto que es lapersona- el tema de la literatura clásica y de la literatura de vanguardia.¿Por qué abordo eso? Porque la literatura es un escenario privilegiadopara detectar al sujeto y el tratamiento que se hace de él.En la literatura clásica, el que escribe busca provocar el asombro antela obra perfecta, no pretende despertar todas las potencialidades de lapersona. Esto está, sobre todo en la poesía, sublime, magnífica; se sueledecir que es una cultura logocrática, por el poder de la palabra dentrode esta civilización. Lo creo, sí. Verdaderamente, el literato, la personaque habla bien, es una persona que seduce, subyuga y atrae. Eso esverdad. Pero arrastra más que por la idea, por la belleza, por la magia dela palabra. No es tanto la palabra una idea que descubre una realidad oanaliza una realidad y potencia un análisis. No, no, no, no, la palabra esfundamentalmente belleza. Están subyugados por esa idea que repitenhasta la saciedad: Busquen Vds. un texto más perfecto que el Corán yserá una tarea absolutamente inútil; no hay un texto más sublime que elCorán.Bueno, supongo que habrá que hacer textos sublimes, cuanto más mejor.Me parece excelente. Vamos a dar eso por bueno. Pero, al final, la literaturano es aquel canal desde el cual se despierta el yo en todas sus virtualidades.No, no, no, la literatura es el ejercicio de ese mago de la palabra que creabelleza y que crea en el que lo contempla asombro. Nada más digo estoporque detrás de muchos de nuestros procesos, lógicamente, está el yoromántico. Yo no lo olvido. El yo romántico ha influido directamente enel yo político, pero ese es el tema de otra cena, para otro día.En la literatura de vanguardia se persigue el nacimiento del ser individual,humano, hombre o mujer, de ahí que deba superarse la pasada fantasía.Por ejemplo, dos de los textos que tengo que citar son de una mujer,Sukur Wanisi que escribe deliciosamente bien. Redacta lo siguiente en un110


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamtexto literario, casi autobiográfico: “Buscaba la cultura, el pensamiento, la poesíay el arte; buscaba respuestas a muchas preguntas; buscaba un destino nuevo para lasmujeres de su ciudad, de toda la nación, un destino que no fuera el matrimonio a edadtemprana y la maternidad”.A través de su poesía pretendía expresar los horizontes ilimitados deluniverso, el aliento de la cultura, del arte, de la creatividad del ser humano.Está describiendo un personaje de su obra, pero en el fondo es ella. Sindistinciones entre hombre y mujer, como si no quisiera ser sólo la voz desí misma, como si intentara albergar en sí a todas las mujeres. Sobre todo,a las mujeres de su ciudad, cerrada al mundo pese a la inmensidad de laarena sobre la que se extendía. Ese intento de hacer de la literatura unariete que despierte la conciencia y sobre todo la conciencia de la mujer.Otro autor es Idries Shah, que ha escrito mucho sobre sufismo y tieneuna de las obras publicada en castellano, con el título: “El MonasterioMágico”. Es una parábola que me encanta, las leyendas y parábolas árabesson verdaderamente sublimes, dice así: “Un día llegó un joven a la cavernade un anciano sabio quien tenía delante de sí una bola. El joven se sentó frente alsabio y miró fijamente la esfera reluciente. Allí vio toda clase de cosas de las que nuncahabía oído hablar, ni había podido imaginar jamás. Entonces le dijo al maestro: noes suficiente ser espectador ante estas maravillas. De un modo u otro, debo poder vivirestas cosas. El sabio lo invitó a introducirse en la bola de cristal, y en cuanto lo hizo,el joven comprobó que realmente podía entrar en cualquiera de las escenas que anteshabía visto. Inmediatamente el joven salió de la bola. El sabio, sin decir palabra, leentregó un martillo, el joven hizo añicos la bola de cristal y se marchó”.Me parece genial. Es decir, la bola de cristal representaba al mundode la fantasía: todo lo que leía podía introducirlo en la bola de cristal;introducido en la magia de la palabra, e introducido en el mundo de lafantasía podía vivirlo desde dentro de la propia fantasía. Pero despuésde haberlo comprobado, el maestro le entregó un martillo, él cogió el111


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islammartillo rompió la bola de cristal, porque lo que persigue es la realidad dela vida y no la construcción que hacemos a partir de ella.6. La religión como matriz del sujetoUna forma tradicional de comprensión del sujeto es la religión en sudimensión mágica. De ahí que el líder debe ser más carismático quetécnico. ¿Por qué? Porque existe una función mágica, o una función socialdel destino. Vamos a ver: el otro día en el canal historia estuve siguiendoun programa delicioso sobre Nasser, al cual todos hemos conocido ennuestra juventud. De alguna manera, también fue un líder, por lo menos,un líder carismático. Y recuerdo que uno de los analistas, inglés, decía:“Menos mal que este hombre murió a tiempo a causa de un cáncer porque si no lahistoria, la realidad, le habría enterrado. Así murió en plena gloria. ¿Por qué? Porqueyo estaba en Egipto en aquella época como embajador: si un día faltaba el aceite, otrodía faltaba el agua, otro día no había electricidad. Es decir, mientras tanto, las masasvitoreaban a un líder, un líder, la encarnación de todo, un líder que, además, era unmaestro de la palabra”.El árabe que hablaba Nasser era una mezcla entre árabe clásico, por lotanto el árabe de la dignidad, el árabe de la sacralidad, y el árabe delpueblo. Hacía una síntesis tan perfecta que los que lo oían no podían sinoentusiasmarse y arrancar el aplauso. Recordad todo el problema de PortSaid, la ocupación del Canal de Suez y demás, toda la crisis aquella de lacual Inglaterra tiene que retirarse. Recordaréis todavía aquel momentoen el que interviene Estados Unidos -que, por cierto, no fue consultadoen esa ocasión-, pero bueno, al final, la apoteosis de Nasser fue colosal.Cuando, antes de declararse la llamada “Guerra de los 6 días”, la genteestá en la calle pidiendo “Jerusalén, Jerusalén, Jerusalén”, el ejército no tomóni una sola medida defensiva. Cuando ataca Israel, no hay un solo radaractivado. En pocos minutos deshace toda la flota aérea de Egipto, porque112


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamel ejército no estaba preparado. Los occidentales diríamos: “Pero, bueno,esta gente está loca”. Está pidiendo la guerra en la calle, el éxtasis alcanzaya a todo el mundo, todo el gentío dice “Jerusalén, Jerusalén, mañana enJerusalén”. Bien, pero, por lo menos, que el ejercito no se duerma, que seprepare. Pues no se preparó el ejército para nada. Claro, ocasión de oropara los israelíes: lo deshicieron todo. Automáticamente, Nasser presentóla dimisión; todo el ejército, millones de personas, se lanzaron a la callepidiendo que no, que vuelva al poder. No pueden vivir sin un líder, nopueden vivir sin el carisma. Eso que yo preguntaba a un chico que lovais a oír aquí, le vais a ver. Éste estudió psicología en la Universidadde Damasco. Yo le comentaba: “Hay una cosa que yo no entiendo; estás enDamasco y Hafez-al-Asad sale hasta en la sopa: en los taxis, en los bares, en losrestaurantes, no digamos en los hoteles, bueno aquello es una explosión icónica de él”.Me respondió: “Mira -bueno, aparte de reírse con mis cosas-, lo que pasaque nosotros en el mundo árabe tenemos una idea del jefe político como padre”.Es decir, no tanto jefe de lo político, responsable de un programapolítico y económico, sino que le añadimos la paternidad a lo políticoeconómico.¡Claro!, si alguien quiere, en estos momentos, sentirse “hijo”del presidente del gobierno, pues está en su derecho. Evidentemente,sería un ser absolutamente extraño. El sentimiento occidental no es queel Jefe del Estado es padre. Podrá ser lo que sea, pero desde luego lapaternidad no es un concepto adecuado en ese caso. Sin embargo, lapaternidad es uno de los elementos que abonan, que, de alguna manera,desarrollan este carácter carismático de lo político, pero el comentario detodo esto se lo dejo a él y podréis plantearle todas las preguntas en estetema, porque para eso vendrá.7. Papel formativo de la familiaEn segundo lugar, un elemento de proyección del sujeto es la familia,porque recuerdo una anécdota de la doctora Amida Bargach, a la que oí113


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamen Tetuán y quedé verdaderamente encantado. Nos dirigió dos charlasque fueron magníficas, analizando el fenómeno de la emigración. “MirenVds.” decía ella, “en Occidente tienen una idea del sujeto como individuo. Aquí,aquel sujeto siempre es miembro de una familia, y quien emigra no es fulanito detal, sino el hijo de la familia tal. Y como esa persona atraviese el Estrecho, llegue aMadrid y escriba, por ejemplo, desde París diciendo que tiene un trabajo fijo y mandelos primeros euros a su familia, la familia lo va a amplificar, porque es un éxito dela “familia”. Y como esa persona sea detenida por la guardia civil en el paso delEstrecho y sea reenviada de nuevo a su casa, lo más probable es que se produzca en esapersona una crisis”. Ella, como psiquiatra profesional, ha tenido que tratar apersonas que no se atrevían a salir a la calle: chicos. “Y todavía más”, decíaella con humor, “más si en la vecindad había una chica que sí había logrado pasarel Estrecho y manda sus primeros euros desde el trabajo, el chico no se atreverá a pisarla calle, porque sería la vergüenza de su familia”.Ese es el mundo de un sujeto que está verdaderamente amasado y queestá potenciado desde la propia familia.Tenía yo un alumno que me vino a la clase de “cultura islámica”: eramarroquí. Le dije “¿Qué es lo que sientes en estos momentos estudiando en unauniversidad como ésta?”. Que podía ser ésta, una de Madrid o de Barcelona,o cualquier otra situada en Europa. Me respondió: “Me siento libre porprimera vez, porque allí no puedo actuar con libertad. Es decir, hay fiestas familiares,una fiesta familiar como la de Aid-er-Kebir, la fiesta de Abraham -la fiesta delcordero que dice el pueblo-, a la que no puedo faltar”. Que diga un chico,una chica, que no le apetece venir a comer ese día... Bueno, eso, es que yocreo que ni se atreven a decirlo, porque la fiesta es una fiesta de la familia.No falta ni uno. Eso es algo que lo veo cuando estoy por allá.En quinto lugar, quiero recalcar este punto, y ya estoy preocupado,porque este reloj corre tanto como los vuestros. Este condenado siemprecorre al galope.114


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islam8. El control del superegoLa personalidad arabomusulmana tiene un superego abultadoartificialmente, es el peligroso narcisismo de la cultura. Y cito comotestimonio a Yahd Ben Achour, que dice así en una entrevista recogidaen un libro, que ya está agotado. Es una pena porque es una verdaderadelicia, “Las mil y una voces”. Muy interesante. Dice así: “En otros paísesárabes se jugaba con la población contando cuentos de hadas: habéis sido los másgrandes en la historia; vais a acabar con los americanos, con Israel; sois los más fuertes.Al cabo de tres décadas de independencia, esos pueblos descubren los resultados. Anadie debiera extrañarle que se conviertan en un pueblo de exaltados”.Claro, es que tengo ahí la cita del Corán, sura 3, aleya 110, cuando Aládice a la Comunidad Islámica: “Sois la mejor comunidad humana que jamás sehaya suscitado”.Bien, si somos la mejor comunidad como tales musulmanes, qué nos vana decir a nosotros estos degenerados de europeos, vacíos de toda religióny de toda moral, corruptos, totalitarios y liberticidas del Islam. Bien, máso menos un discurso a lo Bin Laden iría por ahí. Porque si nosotrosconstituimos la mejor comunidad del mundo, pues que nos vengan ahoraa decir que tenemos que corregir esto o aquello.En segundo lugar, señalo una consecuencia ante una situación extrema: elmusulmán se sentirá culpable por no haberse mostrado suficientementeviolento. Y traidor si escoge otro camino distinto al socialmente trazado.Es decir, no hay lugar para la tragedia, la tragedia se produce siempre queuna persona se enfrenta a una norma socialmente sacralizada. Por esodigo ahí que no es una civilización de héroes, sino de mártires. El sahido la sahida, mártir, masculino o femenino, es la persona que muestra unrostro relajado, incluso feliz.115


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamSe le filma antes de estallarse en un autobús en Tel Aviv, ¿eh?. Pues ¿porqué?. Porque él está feliz al ofrecer su vida. En el camino de Alá encontraráel paraíso. Esto se está grabando y no sé si decirlo, pero, como es verdad,pues me remito a un libro, que es verdaderamente fabuloso, pero que esla posibilidad de que uno sienta una indignación colosal: “Las Siervas dela Muerte”, Editorial Lumen, autora Bárbara Víctor, que ha estado sobreel terreno entrevistando a familias de sahidas, de mártires, de chicas quese han hecho estallar con bombas. Bueno, los testimonios que recogeson sobrecogedores, sobre todo cuando, hablando con algunos imanes,me remito a ese libro, escucha que el premio del Sahid, del mártir, es elParaíso, donde le esperan setenta vírgenes, y el premio de la mártir, de lachica mártir, es un chico de singular belleza.Cuando le dicen a uno esto dejo a un lado las formalidades académicas.Es que, no, no, soy de un natural, creo que me conoces desde hacetiempo, bonachón y tranquilo, pero hay momentos en que pierdo lospapeles, o sea, ya empiezo a decir cosas muy extrañas, porque no hayderecho a insultar a la inteligencia de esa manera. Pero eso, insisto, queMohamed Charfi no lo consentiría evidentemente -porque eso es unabarbaridad, eso es un absurdo-, entre el pueblo se acepta como tal, y esees el drama, el drama, no el discurso intelectual, con el cual muchas vecesme siento absolutamente identificado.Hay intelectuales de primera calidad. Ya sé lo que nos dijo en el Congresodel 2005 en Bilbao Tariq Ramadán: “Claro, Vds. están acostumbrados a hablarcon el Islam moderado porque les resulta muy cómodo, pero hay que hablar con todos.En un diálogo de civilizaciones hay que hablar con toda la escala”. Es decir, novamos a hablar con Mohamed Charfi. ¿Para qué?, si a los tres segundosvamos a estar los dos en absoluto acuerdo.Todavía recuerdo, estando con él en la Universidad de Barcelona,hablamos sobre el delito de apostasía en el Islam. Estaba el paraninfo116


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamlleno de estudiantes, entonces dije una cosa, entre otras, como que elcastigo por el delito de apostasía era la muerte.Lógicamente, a los jóvenes les pareció tan fuerte aquello que levanta unola mano y dice: “Bueno, yo quisiera preguntarle al doctor Charfi si lo que ha dichosobre el delito de apostasía el Dr. Villacorta es verdad”. Entonces le dije: “Osea, que de mí no te fías”. Fíjate como están hoy las cosas. La autoridad eraMohamed Charfi y me parece muy bien, además, era un catedrático deDerecho. Dijo: “Sí, sí, estoy totalmente de acuerdo, pero, insisto, eso es lo que hayque reformar en el Islam porque eso es pura barbarie”.Evidentemente que sí, yo estoy hablando más a esos niveles populares,horizontales.Esta es la razón de su comportamiento que ahí califico de emotivo ymístico que les lleva a padecer todos los pliegues de la seducción. Y unapizca también de los mecanismos de la seducción se dan igualmente enEuropa. El gran seductor de las masas fue Adolf Hitler, evidentemente.Yo no sé si hemos aprendido la lección. Sospecho que sí. Por lo menosamplísimas capas de la población europea no estarían dispuestas a serengañadas de esa manera: posiblemente otras sí, ¿eh?. Hace poco metocó ver una escena, muy, muy tonta, muy elemental, pero estaba enStuttgart, donde se anunciaba una obra de teatro con el dibujo, el retratode Adolf Hitler, con su bigotito y tal. No sé qué obra sería aquella, luegopor aquí ya no la he visto. Recuerdo que pasaban parejas de alemanes,matrimonios, por allí, miraban el cartel y cuchicheaban, riéndose.Cincuenta años antes os quisiera haber visto ante un pasquín de Hitlersonriendo. Pero nosotros nos reímos de los grandes mitos, mitos delpasado, cuando ya no pueden hacer daño en el presente.El mecanismo de seducción es algo que puede formar parte de unacivilización y que en este caso, yo creo que está, ya digo, en amplísimascapas de población muy extendido. Por este camino se exalta la primacía117


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamde lo político sobre lo económico, lo social, lo tecno-profesional. Por esocuento otra anécdota. En las últimas elecciones en Marruecos la partemás radical integrista, la más civilizada, vamos a decirlo así, sacó bastantesvotos,.. La parte más radical no se presentó. Pero la línea integrista sacósus votos. Cuando tuvieron una conversación sus representantes conMohamed VI le propusieron que les concediera la cartera del Ministeriode Educación. Y el Rey, que no es tonto -no será un ídolo carismático,no sé hasta qué punto-, les dijo: “No, no. Si quieren Vds., acepten el ministeriode la vivienda”.Es decir, Vds. integristas enfréntense a la realidad. Sepan lo que cuestaun ladrillo. Porque Vds. son maravillosos en el arte de exportar y decomunicar ideas. El Ministerio de Educación hubiese sido la joya de lacorona para ellos. Hubiesen dado todo lo demás. Se hubiesen conformadocon ello. Pero, ¡claro!, esa es una pirueta que no se puede realizar, a no serque una persona sea muy tonta. Por eso el ámbito de lo político, de loideológico tiene un peso muy superior al ámbito de lo técnico, al ámbitode lo económico, de lo social, porque toda medida que se tome en elterreno de lo económico tendrá siempre el aroma de la traición, si no vade acuerdo con una serie de parámetros. De eso podemos hablar.9. La cuestión central: cómo articular lo personal y locomunitarioEn el punto quinto, el gran desafío actual para un musulmán, -sospechoque para todos nosotros también- es cómo articular lo personal y locomunitario. No puede darse un sujeto sin una comunidad de referencia.Eso es lo que afirma Malek Chebel y me parece que es una ideaabsolutamente elemental. Pero en las dificultades que se encuentre en esaarticulación, tendremos la altura y la hondura y las características de esacivilización bien descritas.118


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el IslamEn el punto sexto, sigo citando a Hichen Djaít, (da la impresión de quees santo de mi devoción, y lo es): “No existe en el mundo árabe la adicción depensar”. Esa expresión de Kant en el Siglo XVIII, sapere aude (atrévete asaber) -saber demasiado puede ser peligroso-. ¿Por qué?. Por lo que osexplicaba antes: hay miedo a la fikna. ¿Qué es fikna? La disputa. Y sucorolario, el caos. La comunidad islámica tiene que mantenerse entera,cohesionada. Esta es la gran fuerza del integrismo. En el integrismono hay fisuras, porque están prohibidas las preguntas, porque todas laspreguntas pueden tener respuestas distintas y la distinción en la respuestasupone el enfrentarse después en la horizontal social. Por eso un profesorde Rabat, que traje aquí al Congreso del 2005, y lo traje, porque di la lataen la Comisión, y luego encantó a todos, Abdelwahed Akmir, que esprofesor de historia, me decía: “Mira, tengo dos hijos, el hijo mayor está en elcolegio español de Rabat, porque yo quiero que mi hijo aprenda a hacer preguntas.Porque en las escuelas coránicas, en las escuelas musulmanas no se hacen preguntas,ahí se aprende, se repite, entonces me parece demencial”.Evidentemente, hablaba el profesor universitario: “Tu sabes que yo soymusulmán practicante. Pero yo quiero una educación en la que se integren las dudas,en la que se hagan preguntas, en la que el saber sea una respuesta a una pregunta. Noun saber sin preguntas previas”.Eso me parece que es demoledor y esa es la base del retraso de la culturaislámica. Claro, si eso lo dice un profesor universitario de Rabat, escitable, ¿no? Porque, si yo lo dijera, se podría replicar: “Bien, pero Vd.al fin y al cabo, ¿quién es? No es musulmán, etc…”.10. El horizonte de la razónEl ámbito universitario no se puede reducir a lo literario, aunque sea de altonivel, no se puede incorporar lo último sin elaboración propia simplementepor importación (me lo voy a saltar con la cita correspondiente, porque119


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamse me está acercando demasiado a eso que yo me he propuesto sin quenadie me de permiso que sean las 9:30 el momento en el que acabe).Ciertamente, como anécdota, recuerdo la siguiente. Cuando estoy enTúnez, todos los días subo al Ibla al Instituto de Bellas Letras árabes aestudiar y, cuando salgo con uno de los de la biblioteca, enfrente tengola universidad más antigua de Túnez, la Zaituna y converso un rato conél. Y me va diciendo: “Mira, allí ves la facultad de medicina, más allá tienesla facultad de derecho”. Le pregunto: “Oye, entonces, la Zaituna ¿qué es lo queestá impartiendo en estos momentos, quién viene a estudiar a la Zituna?” Y mecontesta: “Bueno, ahí solamente tienen el departamento de ciencias religiosas, peroahí viene a estudiar el que no sirve para otra cosa”. Lo dijo él, me miró y se rió.Como diciendo, bueno pues éste, que no sirve para otra cosa, que vayaa la religión. Lo cual puede ser absolutamente injusto, pero viniendo dequien viene en el mismo lugar, a unos metros de distancia...Bueno, contaría más anécdotas, pero con ésta, por lo menos, se va abriendola conciencia de la necesidad de las nuevas facultades universitarias.Yo vine consolado de Irán, a pesar de todo el follón que hay ahora conel tema nuclear, por la cantidad de facultades universitarias nuevas. Loque a mí me extrañaba a las 7 de la mañana era la nube de estudiantesque estaban en las paradas de los autobuses esperando a que venga elautobús para irse a la universidad. Carpetas y carpetas, miles. Cuando túves eso en un país, dices: esto funciona, no sé hacia donde irá pero queesto se mueve, claro que se mueve, porque el carácter de lo académico esun fenómeno social visible y eso es algo que yo destaco o por lo menospara mí me resulta muy sensible.La maduración de la persona, punto séptimo, exige la racionalizacióndel psiquismo individual. Muy bien, pero debe completarse con laracionalización de la organización política, social y económica. Cuandoesto no se da, viene la frustración. ¿Por qué?. Lógicamente, si yo estoy120


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamacostumbrado a pensar, pero en el campo económico, en el campopolítico, en el campo social, no puedo pensar sino obedecer, eso chirría,estoy creando una personalidad verdaderamente esquizofrénica. Por esoun hombre, un profesor de la universidad de Rabat , Abd al Yabri escribeesto que me parece colosal: “Hoy es necesario crear una corriente crítica ennuestras sociedades y aplicar los conceptos modernos y sus métodos en el interior de lacultura árabe, porque no se puede combatir la cultura reaccionaria con herramientasexternas”. Europeos y europeas, aquí presentes: no podemos lanzar lacrítica desde París, ni desde Bilbao, ni desde Madrid. Eso rebota, esoresbala. Por eso a esta gente hay que apoyarla totalmente, porque la críticadebe hacerse, y la única que puede admitirse -no digo que se admitirá,sino que es la única que puede admitirse- es la que se genere dentro delas estructuras del Islam. Es necesario crear movimiento y conflicto en elinterior mismo de la tradición para liberarse de ella -lo dice un musulmán,esto yo no lo puedo decir-, porque de lo contrario nunca podremosavanzar: “Nuestro camino hacia la modernidad debe apoyarse necesariamentesobre los elementos del espíritu crítico, manifestados en la propia cultura árabe paradesencadenar en el interior de ella misma una dinámica de cambio”.Tengo unas ganas enormes de decir: amén, que significa “que así sea, queasí sea”; que esto se genere dentro de esa dinámica. Insisto, esto es muytípico, me ha gustado mucho esta expresión: espíritu crítico, manifestadoen el interior de la propia cultura árabe.Yo les decía en unos cursos que tuve con la policía municipal de Bilbao,que pidieron unas charlas o reflexiones sobre el Islam porque ellos tienenque habérselas con personas musulmanas en la calle. Yo les decía: a lahora de hablar con un musulmán no invoquéis el Código Civil, o elCódigo Penal Español, no lo van a entender; pronunciad solamente unade estas frases, y les dí unas cuantas frases para que se las aprendiesen.No sé. Después no he estado, no sé si las han utilizado o no, porque aun musulmán como se le puede contactar, como se le puede afectar esdiciendo eso. Muhamad no lo dejó escrito en el Corán, Allah no lo vería121


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islambien, porque el Profeta dijo... Y en esos momentos, como les sueltes unafrase en este sentido: el éxito es tuyo. Lo necesitaría comprobar, no sé silo harán. No lo sé.En el punto octavo quiero subrayar que se manifiesta la necesidad deincorporar el espíritu crítico desde dentro, como lo he dicho, pero,según la revelación coránica, pasan por ser de esencia diabólica laincredulidad, la duda, la hipocresía y el politeísmo. Hay que hacer unatarea verdaderamente colosal para introducir ese espíritu crítico que esel que ha construido el sujeto europeo moderno, que lo van a entenderperfectamente a nivel intelectual.Punto noveno, porque ya me faltan 2 minutos, detrás del emocionalismode masas se detecta una voluntad de resurgimiento, de elevación, denahda dicen ellos, de renacimiento. El colonialismo sigue condicionandotoda su visión de la realidad. Al reaccionar contra el mismo, utilizaronconceptos propios de su TRADICIÓN como Yihad, Sahid etc. Es decir,el Islam proporcionó los términos reactivos. Osama Bin Laden llamatodavía hoy a la lucha contra judíos y cruzados, porque nos llaman atodos los occidentales o francos o cruzados. ¿De qué estaba hablandoeste hombre? Bueno, es mejor que nos llamen frani o cruzados, que nocomo los chinos, que nos llaman narizotas.Décimo. La persona en el Islam encuentra su definición más profunda enla religión, por lo tanto no cabe una evolución por desprendimiento delpasado, porque hay elementos claves que deben salvarse. Ikram Antakídice por ejemplo: “Hay en la cultura de los árabes muchas cosas que deben sersalvadas”.Estoy totalmente de acuerdo. Vamos a ver. Vosotros sois profesionalesdel derecho. Evidentemente, en la Sharí’a no todo es corte de mano delladrón, apedreamiento: no, por favor. Esos son los puntos claramentenegros para nosotros. Pero como cuerpo legal no es un cuerpo demencial.Hay cosas que recordar, pero evidentemente desde dentro se ve que hay122


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamun cuerpo. Fijáos, aquí hay un detalle verdaderamente curioso: cuando losReyes Católicos entran en Granada, anteriormente, en las Capitulacionesde Santa Fe hay un apartado que dice que la comunidad islámica pidey los Reyes Católicos conceden seguir rigiéndose en el terreno jurídicopor la shari’a por la ley musulmana. Suelo decir yo algo absolutamenteinocente ¡Hombre! muy mala no sería. No es que todo fuese perfecto.Yo no sé donde está la legislación perfecta, pero ciertamente no se puedeentender una legislación diciendo: no, todo esto es basura, esto no sirveabsolutamente para nada. No, no, no, distingamos: hay cosas que puedencaber, ¿Por qué?. Esos cambios son terriblemente traumáticos y ademásque no es verdadero, no es verdad que el mal entero y verdadero estéen la legislación islámica. Todo es malo, no; esto es una simpleza. ¿Deacuerdo?.Hay que rescatarlas del olvido, utilizarlas para construir renacimientosy para la enseñanza de los demás pueblos, pero hay también en la culturade los árabes lo detestable y lo injusto, lo medieval y lo destructor, lo quedio cabida a la maldad, la pereza, la ausencia de solidaridad, la malicia enlugar de la inteligencia, el conformismo en lugar de la duda, la tradiciónde los helenos y la tradición de los bárbaros. Es decir, se dan cuenta deque necesitan hacer un proceso de purificación de su propia tradición. Locual, para mí, es santo y bueno. Lo acepto perfectamente como tarea, enpalabras de Halliday, como tarea jurídica. Y termino con estas frases conlas que terminaba Fred Halliday en uno de los libros que están publicadosen la colección citada de Bellaterra. Decía así: “Quizá hemos dejado que eldebate esté excesivamente plegado al relativismo y la duda en cuanto a la validezde los patrones universales, frente a una errónea y con frecuencia egoísta crítica delimperialismo y las normas occidentales”.11. Reflexión finalYo no voy a caer en la fácil postura de decir: los Occidentes somos lomejor, o somos lo peor. Mire usted, ese blanco y negro para mí no existe,123


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamyo soy de la asociación del arco iris, ¿verdad?. Entonces la realidad esla que es: el verde es verde, el gris es gris y el marrón es marrón, ¿no?.Entonces decir que todo lo que hemos hecho los occidentes ha sidoimperialismo, totalitarismo, hemos pisoteado, masacrado, todo ha sidoabsolutamente negativo... esto es situarse en un extremo absurdo. Tal vezpodría resumir mi postura adoptando un eslogan: “Ni occidentoxicación, niorientoxicación”.Concluiré con las palabras del Corán: “Y he creado pueblos y tribus a fin de queos conozcáis entre vosotros”. Esta podría ser la divisa de nuestro esfuerzo, tannecesariamente inacabado como inacabable. Es decir, estamos ante unhorizonte, el horizonte de la complejidad. Creo que el miedo nos sirve demuy poco. Incluso el miedo en este sentido es absolutamente negativo.Creo que la tarea es inmensa, creo que es posible, y soy de los ingenuosque piensan que hay mucha gente con la que nos podemos entender,que hay otra muchísima gente con la que nos podríamos entender. Yocreo que es una tarea absolutamente honesta, intelectualmente aceptabley, sobre todo, que tiene una validez de futuro. Si el Sr. Pérez Reverte enel artículo que escribió en el Semanal del Correo, donde prácticamentepronosticaba que el choque se daría tarde o temprano, tuviera razón,habría que estar seriamente preocupados. Hablaba del buen rollito delhumanismo cristiano, como diciendo: “Mira esas son tonterías, aquí vamos alas tortas, esto es imposible, el agua y el aceite no pueden integrarse”.Yo lo que digo, igual voy a decir una barbaridad, pero como estoy enuna mesa, en un local recogido y privado, recomiendo lo siguiente- es:si lo que dice ahí es verdad, Sras. y Sres., hay que declarar el estado deemergencia y empezar la evacuación de la población. Así de claro. Esdecir, si todo esto no es más que la mecha de una bomba impresionantede dimensiones verdaderamente apocalípticas, como se escribe muchasveces en este tono, habría que reaccionar claramente.Pero yo prefiero, yo me apunto, a los que dicen -ya veremos lo que124


José Luis Villacorta: El significado y la valoración del individuo en el Islamdecís vosotros al final- a los que dicen que estamos ante un escenariode complejidad y que hay que prepararse para funcionar dentro de lacomplejidad. Ciertamente, si eso fuera verdad, si toda la interculturalidad,el dialogo de civilizaciones, si todo lo que puede ser el discurso de losderechos humanos, son paparruchas, eso es papel mojado, yo noencuentro más alternativa lógica que decir: proclamemos el estado deemergencia, el ejército por las calles y camiones llenos de magrebíes quevuelven al Magreb. Ya sé que esto es una burrada, que yo no comparto,evidentemente, pero que trato de llevar -lo que hacían los escolásticos-,al absurdo una proposición aparentemente honesta, aparentemente real,pues llevando todo esto en su lógica final, llegaríamos a esto. ¡Hombre!yo eso no he dicho!. Claro, pero se trata de deducir algo que se producecomo un análisis en la primera fase, en la tercera fase, estamos provocandola evacuación. Yo, como pienso que eso no es así, como pienso que eldiálogo sobre el concepto de persona es posible y necesario, no aceptolos mensajes apocalípticos. Lo he dicho en público con ellos delante.Recuerdo, como pura anécdota, para acabar -empecé con lamentosy termino con lamentos-, recuerdo que la mujer de Mohamed Charficuando estábamos en una cena, en una cena absolutamente encantadora,fenomenal, lo que más se le había quedado grabado a ella eran las palabrasmías sobre el déficit de lo personal dentro del Islam. Me consta y ahora elInstituto Emmanuel Mounier, creador del Personalismo en el Siglo XX,va a editar un número monográfico, pero les dije: tenéis que hablar conéste, porque este intelectual... está leyendo a Mounier y está hablando deMounier, cosa que ellos lo han visto como una verdadera maravilla. Yme decía el director de la revista: “José Luis, es que ya hemos hablado con éstey nos va a mandar un artículo”, como diciendo: bueno, bueno, ya tenemos aalguien que lee a Mounier.Pues bien, podríamos seguir, pero creo que es un atentado a vuestrapaciencia y lo dejamos así.125

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