2Rafael AlienaTribuna abiertación— lo hacen en un doble sentido. Supongamos además —y lo que sigue yaes un plus— que ambas partes han venido invirtiendo recursos de varios tiposdurante un tiempo no pequeño y que han manifestado que desean seguir conesta práctica durante otro tanto tiempo. Hay, pues, un compromiso, palabraimportante. Aceptemos, aunque no estamos obligados a ello, que, junto a estecompromiso de recursos, la lealtad, la voluntad y el deseo también están comprometidosen la relación. Comprendemos en seguida que esto no puede serporque sí. Sabemos con seguridad que en esa relación hay algo más que un actopuro y descarnado de munificencia o de compra-venta. Puede que sólo hayauna subvención o un contrato, como tantas veces, pero buscaremos tras laforma el contenido que la anima. ¿Qué es ese algo que falta? ¿Qué propiedadesadornan una genuina cooperación?Se introducen de este modo las otras tres propiedades de la cooperación.2. La visión de una igualdad complejaLos recursos, el poder y el prestigio se reparten de manera desigual. Esimprobable que una de las partes, al menos en algún momento, deje de tener laexperiencia de la desigualdad. Lo que importa es la vivencia de la misma. Si deesta experiencia nace el resentimiento y se envenena la sangre, la cooperacióntiene pocas probabilidades. Si esta desigualdad se explica —a mayor— comoexplotación u opresión, peor todavía. La cooperación auténtica no sobrevivirá,al menos ésta, pues se matrimonia mal con el descontento agudo, y menos conel que no quiere contento. La cooperación de la que hablamos reclama que ladesigualdad existente sea racionalizada y aceptada, quizá tolerada, por lasrazones que sean.Ocurre con frecuencia que quienes mejor cooperan han llegado a un entendimientodiferente. Olvidan la idea de la desigualdad. La igualdad necesaria noes —para ellos— reparto por igual de todos los bienes pertinentes. Su visión lespermite identificar que el mal es, más bien, la dominación, que es algo así comola pretensión de una parte de imponerse a las demás y de ser quien determinatodas las esferas de la relación (6) .A partir de ahí, esto es, a partir de (1) la racionalización de la desigualdad,o (2) la utilización de una idea compleja de la igualdad, tienen cabida diferentesmodalidades de cooperación, desde relaciones en que es una de las(6) Combino aquí algunas ideas tomadas del libro ya citado de GUY BAJOIT, Pour une sociologie relationnelle, con las que expone el filósofonorteamericano MICHAEL WALZER en Las esferas de la justicia. Una defensa del pluralismo y la igualdad (Fondo de Cultura Económica,1993).198 Documentación Social 141