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Dominical - La Opinión de Zamora

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Domingo, 22 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2011 / LA OPINION-EL CORREOdominical / VIIPuerta óptima dominical<strong>La</strong> zambomba<strong>de</strong> Bin <strong>La</strong><strong>de</strong>n—Ni picoleto, por favor.—¿Y cómo quiere que le llame entonces?—De ninguna manera. Limítese ahacer lo que le pido.—Vale, señor <strong>de</strong> ninguna manera.Joer cómo se pone usté por una putacañita <strong>de</strong> mierda… El trasto ese tieneque estar roto, tío, digo señor <strong>de</strong> ningunamanera.—Le ruego no se mofe usted. Tieneque <strong>de</strong>jar el coche inmovilizadohasta que no <strong>de</strong> alcoholemia…—Y qué pasa entonces, que me vaa llevar el señor <strong>de</strong> ninguna manera enla chepa… porque el bar Panchito estáa tres kilómetros <strong>de</strong> aquí y no pensaráque voy a ir andando con este relente...¿O es que no se ha fijao quehay relente?—Llame a algún familiar.—Soy viudo por parte <strong>de</strong> mujer.—Un hermano, un amigo…—Sí, a estas horas voy a <strong>de</strong>spertara la gente pa que venga por mi, tu estástonto, tío...—Por favor, señor. No insulte. Deunpaseoaversilebajalatasa.—¿Es que ahora es obligatorio pasear?Oiga, que yo no estoy jubilao nihe venido <strong>de</strong> veraneo…—Retírese <strong>de</strong> la calzada, por favor…—el guardia le empujó levementehacia el arcén <strong>de</strong> la carretera.—Vale, vale tío, sin tocar, me voyal monte si quiere. A ver si se me comeun lobo, que ahora hay muchos lobospor aquí…—Sí, a ver si lo come —refunfuñóentre dientes el guardia.—Hosti, tú —el conductor se pusoa orinar contra un castaño <strong>de</strong> la orilla<strong>de</strong> la calzada y dio un traspiés, pero nollegó a caerse.—Estése quieto —le pidió el guardia,como si el bamboleo <strong>de</strong>l conductorfuera capaz <strong>de</strong> obe<strong>de</strong>cer las ór<strong>de</strong>nes.—Venga y agárreme usté, no te jo<strong>de</strong>.Si ya me ha multao por ir con unasgordas y ya me ha quitao los puntos,tengo <strong>de</strong>recho a estar como me salga<strong>de</strong> los cojones…Ya he pagao la culpa,¿no?—Camine, por favor o no se le bajarála tasa.— A mi la tasa me importa tres cojones.Meta usté el coche en el adilque yo me quedo a dormir aquí, trescojones me importa.—Como usted quiera, pero retírese<strong>de</strong> la vía.— Vaya pistolón llevas, chaval,¿me lo <strong>de</strong>jas ver? —el conductor seacercó con paso vacilante y la manoextendida hacia la cintura <strong>de</strong>l agente.—Estése quieto, hombre, que estaes el arma reglamentaria…—Si me enseña la suya, luego leenseño yo la mía. También es un pistolón.—No me haga que tenga que conducirleante el juez, retírese al arcén,por favor.Y usted —se dirigió a mí—pue<strong>de</strong> continuar.—No he soplado, agente.—¿Ha bebido usted algo?—Ni gota.—Entonces para qué quiere soplar.Me subí el coche y continué antes<strong>de</strong> que se arrepintiera.<strong>de</strong>lfin_rod@hotmail.comDes<strong>de</strong> luego, estos asesinos son la monda. Losparadigmas <strong>de</strong> la lucha por la religión «verda<strong>de</strong>ra»,los <strong>de</strong>fensores a ultranza <strong>de</strong> que las mujeresvayan tapadas hasta las orejas, los guardianes <strong>de</strong>la fe que luchan porque el vecino sea un fiel observante<strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> Alá, resulta que son unoscerdos con tirantes.Al menos uno <strong>de</strong> ellos lo era. Al menos el másgran<strong>de</strong> asesino <strong>de</strong> la historia, que en nombre <strong>de</strong>lprofeta se llevó por <strong>de</strong>lante la vida <strong>de</strong> miles <strong>de</strong>personas en el atentado <strong>de</strong> las torres gemelas. Bin<strong>La</strong><strong>de</strong>n se nos presenta como un chascarrillo enmedio <strong>de</strong>l sermón, como un montón <strong>de</strong> mierda enmedio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto.El valiente Bin <strong>La</strong><strong>de</strong>n. El honesto Bin, no eramás que un criminal cobar<strong>de</strong>, una mente capaz <strong>de</strong>diseñar los más atroces asesinatos en nombre <strong>de</strong>la religión, que en su más íntima intimidad se <strong>de</strong>dicabaa ver películas pornográficas mientras contoda probabilidad se tocaba. Eso es lo que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong><strong>de</strong>l material requisado en los or<strong>de</strong>nadorespor las fuerzas americanas que acabaron con suvida.No es que sea un pecado tocarse. Ni es verdadque por hacerlo te que<strong>de</strong>s ciego. Pero lo es dártelas<strong>de</strong> santo, prohibir que el resto tenga un pensamientoimpuro mientras tú te <strong>de</strong>dicas a las bajaspasiones. En la información que <strong>de</strong>talla este suciohecho, no se <strong>de</strong>talla si esta basura tenía tambiénel Play Boy escondido encima <strong>de</strong> la taza <strong>de</strong>lváter, como si fuera un estudiante quinceañero <strong>de</strong>los<strong>de</strong>antes.De la pornografía <strong>de</strong> Osama podría haberse beneficiadosu propio hijo y otros dos hombres, queeran los mensajeros <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> míster Bin.El <strong>de</strong>scubrimiento ha hecho ver al cerrado mundo<strong>de</strong> los fanáticos musulmanes que su asesino lí<strong>de</strong>rno era trigo limpio. Vamos, que no era lo quepensaban. Qué vergüenza sentirán los verda<strong>de</strong>rosmusulmanes.Visto lo visto, ya me explico que el criminal seescondiera <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las faldas <strong>de</strong> una <strong>de</strong> sus esposaspara que el comando no le hiciera pupita.Todos estos mierdas, cuando llega la hora <strong>de</strong> laverdad, se escon<strong>de</strong>n <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las faldas <strong>de</strong> la mesacamilla o utilizan a sus esposas como escudoshumanos. Malditos malnacidos.Ya me imagino a este abuelo cebolleta barbudosentado en la taza <strong>de</strong>l váter dándole a la zambombamientras veía las películas: «Rosita y la bicicletacaliente» o «El nabo <strong>de</strong> Nabucodonosor».El Gobierno americano podría acabar cediendoa las presiones <strong>de</strong> la prensa para que mostraralas fotos <strong>de</strong>l cerdo muerto. A lo mejor no pue<strong>de</strong>nhacerlo, salvo que en las pantallas <strong>de</strong> televisión,junto a las fotos, pusieran dos rombos para indicarque eran pornográficas.No creo que nadie <strong>de</strong>cente aprobara las prácticas<strong>de</strong> Osama, pero si algo <strong>de</strong> «<strong>de</strong>cente» quedabaen su discurso, ahora se viene abajo. Este tíomucho apedrear a las mujeres que tuvieran un<strong>de</strong>sliz, mucho taparlas, pero él a <strong>de</strong>snudarlas y acontemplarlas en ví<strong>de</strong>os dignos <strong>de</strong> las peores películas<strong>de</strong> Pajares y Esteso.Los españoles, para evitar sus terribles amenazas,podríamos haberle enviado como presente unobsequio <strong>de</strong> nuestro rey <strong>de</strong>l porno Nacho Vidal.Una película que se titulara la «Flauta mágica».A lo mejor le ponía un poco <strong>de</strong> música al sonido<strong>de</strong> tambor roto <strong>de</strong> su corazón <strong>de</strong> hielo.Qué asco. Lo terrible es que la práctica no esajena a personajes que <strong>de</strong>tentan gran<strong>de</strong>s cuotas <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r en el mundo. Acabamos <strong>de</strong> ver al metemano<strong>de</strong>l Fondo Monetario Internacional, intentandoviolar a una camarera. Será que el po<strong>de</strong>r tieneeso, que es como una viagra encubierta.

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