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Domingo, 22 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2011 / LA OPINION-EL CORREOdominical / IXierda, una <strong>de</strong> las colas <strong>de</strong>l embalse. De arriba abajo, vista parcial <strong>de</strong>l ríoo y paisaje boscoso.halla grabado un poema, un emotivosoneto <strong>de</strong>dicado al pueblo pordon José Gómez Figueroa. Llevaseñalada la fecha <strong>de</strong> 1923.No muchos pasos más allá, aorillas <strong>de</strong> la carretera, se ubica eledificio que fue <strong>de</strong> la Fundaciónpatrocinada a principios <strong>de</strong>l sigloXX por don Francisco Fernán<strong>de</strong>zBlanco <strong>de</strong> Sierra Pambley. Este gana<strong>de</strong>roy filántropo leonés fue propietario<strong>de</strong> las vecinas <strong>de</strong>hesas <strong>de</strong>Requejo y Quintanilla y a ellasacudía en primavera con sus rebañostrashumantes. Dada su mentalidadaltruista, al igual que en algúnotro lugar <strong>de</strong> la comarca leonesa<strong>de</strong> <strong>La</strong> <strong>La</strong>ciana, financió aquíun centro docente modélico. Sui<strong>de</strong>ario pedagógico estaba inspiradoen la prestigiosa Institución Libre<strong>de</strong> Enseñanza. Pretendía y loconsiguió, brindar una formaciónprivilegiada a los niños <strong>de</strong>l puebloy <strong>de</strong> los alre<strong>de</strong>dores. Su singularidad,un tanto osada para la tranquilidad<strong>de</strong> los gobernantes y caciques<strong>de</strong> aquel entonces, finalizó enla época franquista. Ahora, la vivienday las aulas están aprovechadascomo club <strong>de</strong> jubilados ycentro cultural.Tras esa visita al casco urbano,nos disponemos a realizar una largamarcha por el término. Preten<strong>de</strong>mosllegar hasta el curso <strong>de</strong>l ríoEsla, ahora embalsado, que esquien marca los límites locales porel oriente. Buscamos así conocerese otro hipotético paraje don<strong>de</strong>pudieron haberse establecidoaquellos venerables religiosos citados,San Froilán y San Atilano, ylos doscientos monjes y monjasque les siguieron.Salimos al campo libre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elllamado Barrio Chico, el distritomás hacia el sur <strong>de</strong> la localidad. <strong>La</strong>pista que tomamos marca una largarecta, trazada entre fincas <strong>de</strong>spejadas.Tras un minúsculo repechose <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> a una zona húmeda,una pra<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> áspera hierbacruzada por un arroyo <strong>de</strong>signadoen los mapas como <strong>de</strong>l Peral. Nuevamentevolvemos a avanzar por laRosetón <strong>de</strong> la iglesia en Moreruela <strong>de</strong> Tábara.llanada, <strong>de</strong>spreciando los diferentesramales que parten lateralmente.Tras un acusado zigzag alcanzamosuna breve y recogida <strong>de</strong>presiónconocida como Val<strong>de</strong>puerco.Allí nos ro<strong>de</strong>amos <strong>de</strong> los primerosárboles, encinas y robles sobre todo,que seguirán escoltándonos en elresto <strong>de</strong>l trayecto. A ellos se agreganalgunos fresnos en las zonasmás húmedas. Subimos <strong>de</strong> nuevo,para continuar en la misma direcciónque traíamos, hasta que el caminoconcluye en un empalme. Torcemosasí hacia la izquierda, divisandoya la masa acuática <strong>de</strong>l río,embalsada por la lejana presa <strong>de</strong> Ricobayo.Es ésta una cola última ycasi extrema que también inundalos vallejos inferiores <strong>de</strong> los arroyosafluentes. Acce<strong>de</strong>mos al fin a unaespecie <strong>de</strong> península formada por lasuperficie acuática principal y la <strong>de</strong>los arroyos <strong>de</strong> la Burga y <strong>de</strong> Moratones.El primero baja <strong>de</strong> Faramontanosy <strong>de</strong> Santa Eulalia, llegando elotro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los lejanos Sesnán<strong>de</strong>z yEscober. En estas cuestas, o en lascontiguas más al sur, se <strong>de</strong>bió <strong>de</strong>emplazar el ancestral cenobio, segúnla teoría antes señalada.Los terrenos que pisamos fueron<strong>de</strong> la <strong>de</strong>hesa <strong>de</strong> Quintanilla,ahora parcelada. Vestigio visible<strong>de</strong> ese perdido latifundio es la llamadaCasa <strong>de</strong>l Guarda o <strong>de</strong>l TíoTejerina. En nuestros días sóloson extensas ruinas, con pare<strong>de</strong>s<strong>de</strong> piedra y tapial que <strong>de</strong>bieronformar parte <strong>de</strong> lavivienda y<strong>de</strong>establosy tenadas. Des<strong>de</strong>sus ventanas sedivisaban ampliaspanorámicas, quedandoabajo una generosavega que hubo<strong>de</strong> ser fértil yproductiva. Nos dicenque un pocomás al norte, al otrolado <strong>de</strong> la cola acuáticasecundaria, seemplazó el pueblo<strong>de</strong> San Andrés <strong>de</strong>Quintanilla, yermo<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace muchotiempo. Se conocela ubicación <strong>de</strong> su❜❜El paraje resultagrato y ameno. A lamansa extensión <strong>de</strong>las aguas se agregael abrigo <strong>de</strong> laslomas inmediatas,todas <strong>de</strong> cumbressuaves y redondas,pobladas <strong>de</strong> unmanto arbóreonunca opresor.Siéntese unaquietud especial, unsosiegoreconfortante que<strong>de</strong>bió <strong>de</strong> atraer porigual a aquellos casiignotos monjes quebuscaron por aquí laentrega a Dios y lasantificación <strong>de</strong> susvidasPlaza <strong>de</strong> la localidad, con el ayuntamiento y la iglesia.cementerio, ya que han aparecidocasualmente diversas tumbas.El paraje resulta grato y ameno.A la mansa extensión <strong>de</strong> las aguasse agrega el abrigo <strong>de</strong> las lomas inmediatas,todas <strong>de</strong> cumbres suavesy redondas, pobladas <strong>de</strong> un mantoarbóreo nunca opresor. Siénteseuna quietud especial, un sosiegoreconfortante que <strong>de</strong>bió <strong>de</strong>atraer por igual a aquellos casi ignotosmonjes que buscaron poraquí la entrega a Dios y la santificación<strong>de</strong> sus vidas, en momentosen los que todo eran barbarie yviolencias. Pese a lo recóndito <strong>de</strong>lenclave, no lograron una paz dura<strong>de</strong>ra.Hasta aquí <strong>de</strong>bieron <strong>de</strong> llegarlas huestes <strong>de</strong>l terrible Almanzor,pues en fechas anteriores alaño 1000 <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> tenerse noticias<strong>de</strong> estas casas religiosas. Créeseque fueron arrasadas por el implacablecaudillo musulmán, teniendoque huir apresuradamente susocupantes. Después <strong>de</strong> la muerte<strong>de</strong> tan <strong>de</strong>nostado y cruel guerrero,volvióse a instaurar la vida cenobítica,pero ya al otro lado <strong>de</strong>l río,en el lugar sobre el que más tar<strong>de</strong>surgió la grandiosa abadía cisterciense<strong>de</strong> Santa María <strong>de</strong> Moreruela.Llegayaelmomento<strong>de</strong>lregreso.Para volver tomamos la veredacontigua a la citada Casa <strong>de</strong>lGuarda. Tras un primer <strong>de</strong>svío haciala <strong>de</strong>recha seguimos recto porel llamado Camino <strong>de</strong> la Rayahasta pasar <strong>de</strong> nuevoel arroyo <strong>de</strong> la Peral,i<strong>de</strong>ntificable por unospocos chopos queexisten aguas arriba,en el medio <strong>de</strong> la pra<strong>de</strong>ra.Tras él, en el primercruce hay que salirporlapista<strong>de</strong>laizquierda,para acce<strong>de</strong>r,un poco más allá, alramal <strong>de</strong> la otra mano.Divisamos el puebloal frente, ya bien cerca.En él penetramospoco <strong>de</strong>spués por unacalle paralela y casiinmediata a la que habíamosutilizado en lapartida.