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Iridia Salazar - e-Mujeres

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X X V I I I J U E G O S O L I M P I C O S A T E N A S 2 0 0 4Fecha y lugarde Nacimiento:14 | JUN | 1982México, D.F.<strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong> BlancoBronce en Taekwondo | Hasta 57 kgViejas rivalidades deportivas...<strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong> y Ji Won Jang se volvieron a encontrar en un tatami.Ahora sería en el azul olímpico.IAsí lo quiso el destino...Casi tres años de diferencia:El 3 de noviembre de 2001, en Che Ju, la sudcoreana se proclamó campeona mundial en lacategoría pluma al vencer a la mexicana <strong>Salazar</strong> por 6-2.Dura había sido la lección.Quienes estuvieron en Corea del Sur, en esa fecha, aún recordaban las malas artes de la asiática,quien propinó un rodillazo a la todavía novel competidora mexicana, que resintió de inmediatoaquel golpazo sobre su muslo izquierdo en un ataque simultáneo. En aquella ocasión, dolida porel golpe y exhausta por haber tenido seis combates en el día, la taekwondoín mexicana se lamentómás porque esa derrota la privó del cetro mundial. Por segunda ocasión, <strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong> se quedóen la orilla... Tres años después. Ha cambiado el escenario:27 de agosto de 2004. Atenas, Grecia.Están en el tatami del Pabellón de Deportes de Faliro. Quien gane irá a la final; la derrotada, sólotendrá como alternativa ir al repechaje para buscar una medalla y ubicarse en el podio.Los expertos dicen que es la final adelantada. Habrá que ver...Sabe <strong>Iridia</strong> que el combate no será fácil. Conoce la rapidez de su adversaria que, aunado a sudepurada técnica, la han hecho casi invencible en los últimos años...En Che Ju, cabe recordar, tras el 0-0 en el primer round, Jang se fue adelante con una pi chagui.<strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong> reaccionó, pero de inmediato la competidora de Corea del Sur la recibió con unapatada de frente para el 2-0. Ese segundo round terminó 3-1. Y en el tercero, <strong>Iridia</strong> perdióla distancia y en su afán de descontar la ventaja de su rival se llevó otros tres puntos y sóloacertó uno, para el marcador final de 6-2. Es decir, fue claro que la mexicana no tenía, en esemomento, las armas y experiencia para realizar ataques productivos y quedaba a merced de loscontraataques de su rival.Ahora, sin embargo, están en el escenario olímpico:Esa historia, de una u otra manera, se repitió en Atenas, con un ingrediente extra: Ahora, <strong>Iridia</strong>era quien tenía ventaja de 2-0 y... la avezada sudcoreana logró darle la vuelta al marcador, con lano menos benevolencia de los jueces, para ganar por 3-2. La estrategia era que la coreana no latocara para no dar pauta a los jueces de favorecer a la asiática con puntos no claros; la mexicanatendría que luchar en dos combates más para tener el bronce en sus finas manos.| 755 |M E D A L L I S T A S O L I M P I C O S M E X I C A N O S


Por su parte, en el diario La Jornada, que no tuvieron enviados pero que realizaron un espléndidotrabajo en la edición del material de las agencias Reuters, France Press y Notimex, se destacó: “Esel mejor momento de mi vida: <strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong>. El diario La Crónica de Hoy citó: “<strong>Iridia</strong>, la chica debronce”.EL TAEKWONDO EN LA SANGRETenía <strong>Iridia</strong> el taekwondo en la sangre.–Empecé a practicarlo a los cinco años, pero jamás me imaginé que llegaría a ser medallistaolímpica. Cuando era niña pensaba en retirarme cuando llegara a ser cinta negra porque hacercombate me daba miedo.Un miedo que fue superando poco a poco a medida de que los triunfos le sonreían. Conocer elsabor que dejan las medallas la obligó a cambiar de parecer. Debutó y ganó el primer lugar. Peroen el siguiente torneo fue derrotada; sin embargo, sucedió lo inesperado: quiso seguir...Cuenta <strong>Iridia</strong>:–Cuando obtuve aquella medalla en el primer torneo en el que competí cambió mi perspectivahacia los torneos, pero cuando perdí algo se reveló en mí y me dio coraje. Me prometí a mí mismaque ganaría en el siguiente certamen.–Y lo hice. En esa competencia me volví a topar con la niña que me había ganado y mi pensamientofue: ‘ahora te toca a ti’. La vencí y me dije: ‘ya estamos a mano’.Nació en mí la competitividad que se requiere para este deporte y ya no pude dejar el taekwondo.Ahora es mi vida. Incluso, cuando no combato siento que me falta algo.De su padre, <strong>Iridia</strong> aprendió todos los secretos del taekwondo, pero sobre todo la importancia detener una férrea disciplina.Reynaldo, medallista de bronce en el Campeonato Mundial de Taekwondo en Chicago, celebradoen 1977, mejoró su medalla dos años después en el certamen de 1979, en la ciudad alemanade Stuttgart, al perder solamente en la final ante el sudcoreano Yim Dai Taik, para adjudicarsela medalla de plata. En ese torneo, cabe señalar, Oscar Mendiola se proclamó campeón mundialen la división welter y el equipo mexicano se situó en la segunda posición por equipos a nivelmundial.<strong>Iridia</strong>:–Cuando me entrenaba mi padre, él era muy exigente. Sin embargo, siempre ha estado ahí, juntoa mí, ayudándome a levantar cuando he caído y, sobre todo, para motivarme en los momentosde flaqueza.–¿El mejor consejo de Reynaldo?“Si tú no haces las cosas, nadie las va a hacer por ti”.Porque <strong>Iridia</strong>, si bien es ejemplo de nobleza, también tenía un carácter indomable.Cuenta don Reynaldo:–Cuando <strong>Iridia</strong> empezó a practicar taekwondo era muy temperamental. No soportaba las llamadasde atención de sus profesores en los entrenamientos y, como respuesta, se daba la vuelta y dejabalibre su lugar. Pero siempre regresaba a él, cuando el coraje ya se le había pasado.Ya Oscar tenía una novia.Ya Rodrigo era acompañado por una preciosa jovencita.¿E <strong>Iridia</strong>? Cuenta Oscar:–<strong>Iridia</strong> siempre, desde niñita, tuvo en su cara el ceño fruncido, como si estuviera enojada. Y undía, muy seria, le preguntó a nuestra madre: ‘Oye mamá, Oscar y Rodrigo ya tienen novia. Y yono. ¿A qué santo tengo que rezarle para tener uno?–Mi mamá se rió ante tal ocurrencia, recuperó la postura y muy seria le dijo: ‘No <strong>Iridia</strong>, no tienesque rezarle a nadie. Eso llega a su tiempo. No te preocupes por eso que ese día pronto llegará’.–La carita de <strong>Iridia</strong> cambió. Imagínense a ella rezando para tener un novio. Fue simplemente muychistoso ese momento...| 757 |M E D A L L I S T A S O L I M P I C O S M E X I C A N O S


2 0 0 4A T E N A S- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -456Empecé a practicar a loscinco años, pero jamásme imaginé que llegaríaa ser medallista olímpica.Cuando era niña pensaba enretirarme cuando llegara aser cinta negra porque hacercombate me daba miedo.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -Cuenta Oscar:–<strong>Iridia</strong> tenía entre 11 y 12 años cuando fuimos a Chilpancingo, Guerrero. Mi papá iba a dar unseminario, pero a <strong>Iridia</strong> no le gustaba. Mi papá la convenció de que nos acompañara; incluso lehabló de la posibilidad de ir a Acapulco, si terminábamos temprano.–Pero mi papá, como siempre, se tardó. Estaba bien metido en ese seminario de capacitación que,mientras yo le ayudaba con algunas demostraciones, <strong>Iridia</strong> se quedó dormida, acostada en loscolchones para las prácticas.–Yo creo que en uno de los aplausos, mi hermana se despertó y al ver que todavía no se acababael seminario, le gritó: ‘Papá, yo no sé cómo viene la gente a escucharte si eres tan aburrido que niyo te quiero escuchar’. <strong>Iridia</strong> estaba tan enojada con él que le recriminó, públicamente, que no lallevara a Acapulco, que ella no conocía el mar y que ya iba a ser de noche.–Tenía razón <strong>Iridia</strong>. Terminamos muy tarde y no fuimos a Acapulco. Y ella se vino en el automóvilatrás, muy seria, con los brazos cruzados, y muy molesta con mi papá. Después regresamos aAcapulco y, entonces sí, <strong>Iridia</strong> estuvo feliz.SU INTERNACIONALIZACIONLa primera participación de <strong>Iridia</strong> en el extranjero fue a los 15 años, en el Campeonato Mundialde Hong Kong, en 1997.Recuerda <strong>Iridia</strong> su participación. Un rictus de satisfacción aparece en su delgado rostro y, cuandonarra el episodio, deja escapar una carcajada.Cuenta:–Estaba tan nerviosa en ese torneo, mi primer torneo de importancia, todo un campeonatomundial, que cuando empecé a hacer combate en contra de una sueca lo hice con los tenis detaekwondo. Incluso, estaba por acabar el primer round y nadie se había dado cuenta, hasta queel juez central suspendió el combate para que me quitara los tenis.–Pero lo peor –explica <strong>Iridia</strong>, fue cuando inició el segundo round, hicimos varias acciones depunto, hasta que me di cuenta que no traía la careta de protección. Me la puse, ante las risas detodos los presentes en el gimnasio, y gané...


<strong>Iridia</strong> enfrentó en esa primera ronda a la sueca Kristina Persson y empató 1-1, pero la decisióntécnica de los jueces recayó en su favor. En octavos de final le tocó una francesa e igualó 3-3, ynuevamente la decisión de los jueces la favoreció.Lo hecho hasta ese momento por la joven taekwondoín mexicana sorprendió a todos, delegadosy técnicos, encabezados por el sudcoreano Eun Seok Hong. Ciertamente se aceptaba que lascualidades físicas y técnicas de <strong>Iridia</strong> le permitían situarse en el tatami y ofrecer dignos combatesante rivales de superior jerarquía, pero su inexperiencia era su lado débil.En cuartos de final le tocó la sudcoreana Eun Suk Hwang. En ese combate la espigada competidoramexicana mostraría lo que apenas se dejaba vislumbrar: que podía alcanzar estadios mejores alsumar experiencias.Ante Hwang, en un hecho insólito, al término del primer round la ventaja era para <strong>Iridia</strong> 2-1,pero el director de la competencia, también de Corea del Sur, llamó a los jueces de esquina y losreprendió y éstos, inexplicablemente fueron removidos.En adelante, a pesar de conectar en varias ocasiones a la oriental, a <strong>Iridia</strong> no le contabilizaronvarios puntos y finalmente cayó 2-4, ante la desaprobación de los asistentes al certamen por ladescarada parcialidad de los jueces hacia los taekwondoínes de Corea del Sur.Ese mismo año <strong>Iridia</strong> fue campeona de la Olimpiada Juvenil en los 57 kilos, pero en México notenía competencia, por lo que había que ir al extranjero para adquirir experiencia. <strong>Iridia</strong> era comoun diamante al que le faltaban pulir algunos aspectos para exhibirla al mundo del taekwondocomo firme aspirante a los mejores resultados.Esa sería la labor del profesor Hong... Llevar casi de la mano a <strong>Iridia</strong> para que, en un plazocorrecto, ascendiera a niveles superiores. Y lo hizo.En 1998, inició <strong>Iridia</strong> con la medalla de bronce en el torneo Abierto de Estados Unidos al vencerpor decisión a la representante de Croacia 7-1; a una competidora estadounidense por 4-0; superó2-1 a la canadiense Gail Teixier, para quedar fuera de la final al caer por decisión de 2-2 de losjueces ante la competidora de Tahiti.| 759 |Meses después, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que tuvieron lugar en Maracaibo,Venezuela, llegó su ascenso al llegar hasta lo más alto del podio en la categoría gallo, al derrotar2-1 a la colombiana Paola Delgado; ganó por decisión a la dominicana Wendy Grullón y vencióen la final, por 4-1, a la guatemalteca Yéssica Morata.Posteriormente, <strong>Iridia</strong> obtuvo la presea de bronce en el Campeonato Mundial Juvenil que se llevóa cabo en Turquía:Este fue su camino: pasó bye, venció a las competidoras de Turquía y España, pero nuevamentecedió por decisión de los jueces ante la representante de Corea del Sur.La Federación Mexicana de Taekwondo, viendo que <strong>Iridia</strong> tenía las cualidades innatas paradestacar, la llevó a Melbourne al torneo preolímpico hacia Sydney, pero tras dos victorias sobrecompetidoras de Australia y España, fue eliminada.Más segura de sus alcances, <strong>Iridia</strong> centró su atención en el Campeonato Mundial a efectuarse enEdmonton, Canadá. Para ello acudió a una gira a Europa donde sólo sacó una medalla de broncey otra de plata, lejos de las expectativas que ella misma había contemplado.Recuerda <strong>Iridia</strong>:–Hasta ese momento pensaba que el taekwondo me gustaba y nada más, pero al regresar deEuropa mi padre me llamó y me dijo: “El bronce es bueno y la plata más, pero nada se comparacon la alegría de ganar y poner el nombre de México en lo más alto. Hasta ese momento me cayóel veinte. Me enojé conmigo misma y en ese momento juré que, en adelante, trataría de ganarsiempre. Sabía que eso no sería posible, pero me comprometí a que por mi parte no quedaría.Que en cada torneo me enfocaría en buscar el triunfo, para mí y para mi país.En el Campeonato Mundial de Taekwondo, celebrado en Edmonton, en el Butterdome de laUniversidad de Alberta, <strong>Iridia</strong> venció a la danesa Leila Halkjaer por 2-1; a la griega Zoi por 6-2; y aM E D A L L I S T A S O L I M P I C O S M E X I C A N O S


2 0 0 4A T E N A Sla estadounidense Simona Hradil 1-0. Ya en la semifinal a la canadiense Gail Teixeir por 3-1, parallegar a la gran final, y enfrentar a la sudcoreana Hae Eun Kang.He aquí una breve crónica de lo sucedido en Edmonton:Con el marcador 1-1 la mexicana conecta una patada descendente sobre la cabeza de la oriental,quien se tambalea. Ha sido un claro punto que los jueces no ven; en cambio, el réferi central laamonesta por rehuir el combate, ante la desesperación del grupo de mexicanos que se impacientaal ver la parcialidad de los jueces y la bravía reacción de la mexicana, que parece no inmutarseante la agresión deportiva de los sudcoreanos.Hay duelo de porras en las tribunas del gimnasio que parece como una gran barra demantequilla...En un área de combate están las representantes de México y Corea del Sur; en la otra, también sedisputa una final. Y, como ha sucedido en el duelo femenil, el chino Hao Hsu también apabullaal sudcoreano Juan Go No, pero los jueces han visto otro combate y le dan a su coterráneo, enmedio de las protestas, el título mundial de la categoría pluma.Pero volviendo al combate entre <strong>Salazar</strong> y Kang, finalmente queda 2-2. El triunfo es automáticopara la asiática, pues <strong>Iridia</strong> ha acumulado tres amonestaciones que la réferi central se ha sacadode la manga para afectar a la mexicana.Hay indignación en el equipo mexicano.También entre los integrantes de la delegación china.Llora <strong>Iridia</strong> en los brazos de la también competidora, Mónica del Real.<strong>Iridia</strong>:–Yo sé que gané, pero me dio rabia que me hubieran despojado de esa medalla porque mecortaron la posibilidad de ser la primera mexicana campeona mundial en taekwondo. Eso, enverdad, me dolió mucho.Empezó <strong>Iridia</strong> a comprender lo que era combatir contra sudcoreanos... a entender que, en aquellosaños, la manipulación de peleas para favorecerlos era una práctica común. Había oído que otrosmexicanos se achicaban con tan sólo escuchar que el siguiente rival era de Corea del Sur, peroella no...–En el combate di todo lo mejor de mí, hice el mayor esfuerzo y siempre fui al ataque. No mequedé con nada y sé que gané. El subcampeonato no es malo, pero sólo pasa a la historia elganador del oro.SYDNEY, A LA VISTASu actuación en Canadá le abrió la posibilidad de ir al preolímpico de Croacia, debido a queMónica del Real estaba lesionada de la rodilla izquierda. México tenía derecho a sólo dos plazasolímpicas en la rama femenil, por lo que si Mónica no estaba lista, <strong>Iridia</strong> tenía derecho de acudira la justa olímpica de Sydney 2000.En Croacia, <strong>Iridia</strong> venció a la húngara Henrietta Andrejski 7-3 y el destino la puso nuevamentefrente a la sudcoreana Kang. Ambas se encerraron en feroz duelo y ahora sí, con la limpieza de unjurado más honesto, la victoria fue de nueva cuenta para Kang, pero ahora por 3-2.Posteriormente, Mónica del Real y Agueda Pérez obtuvieron su boleto a Sydney.El haber quedado fuera de Sydney no preocupó a <strong>Iridia</strong>.Explica:–Quizá no era mi momento. Tal vez la edad fue determinante. No estaba preparada sicológicamentepara ir ya que siempre se manejó que por México buscarían el pase Víctor Estrada y Rafael Zúñigaentre los hombres, mientras que en mujeres se le dio preferencia a Agueda Pérez y a Mónicadel Real. Ganar la medalla de plata en el campeonato mundial me proyectó como candidata yla derrota me puso triste, pero después analicé lo sucedido y creo que fue muy desgastante elhecho de enfrentar esa responsabilidad sin estar preparada con todo específicamente para elpreolímpico.Después del torneo en Croacia, <strong>Iridia</strong> participó en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá,donde su hermano Oscar se llevó la medalla de oro.


Ella venció en su primer combate a la guatemalteca Reiche Montoya 2-1, pero cayó ante lacubana Sonia Alvarez por 1-3 y fue eliminada.En Sydney, el taekwondo mexicano no cumplió plenamente con las expectativas. Víctor Estradaobtuvo bronce cuando era favorito para llevarse la presea de oro, mientras que Agueda y Mónicapasaron inadvertidas.Cuenta Oscar:–Para el preolímpico mundial en Croacia, a fines de 1999, <strong>Iridia</strong> tenía muy poco tiempo en laselección nacional y estaba tan presionada que empezó a escribir un diario. Un día lo dejó porahí tirado, me tropecé con él y lo abrí. Empecé a leerlo y, para mi sorpresa, vi que era una cartade <strong>Iridia</strong> hacia Dios.–Le decía: ‘Oye diosito, ayúdame, me siento tan sola por estos juegos. Ahora estoy con mi papá,con mi mamá, con mis hermanos, pero me siento con tanto miedo que no sé que hacer...’–Me dio mucha tristeza. Lo único que la consolaba era escribir a Dios.Pero <strong>Iridia</strong> tenía mucho que hacer. Proseguir su camino, ir en ascenso, sumar la experiencia necesariapara instalarla en los Juegos Olímpicos de 2004, en Atenas, Grecia, con reales posibilidades deéxito.Inició el 2000 con un triunfo en el torneo Abierto de Estados Unidos. Dejó en el camino a laestadounidense Amber Gremwood por 5-1; a su compatriota Jennifer Huang 5-0; a la china SuliWen 8-1, y a la danesa Laila Halkjaer 9-1 en la disputa de la medalla de oro.Meses después acudió al Abierto de España, y nuevamente se instaló en lo más alto del podio.Pasó bye y obtuvo una sensacional victoria sobre la española Cristina Salcedo por decisión técnica,y venció en la final a la holandesa Virginia Llorens.Días después, participó en el torneo Abierto de Holanda, en Eindhoven, y sumó otro metal de oro.Dejó en el camino a la croata Matija Tipura 7-1; a la holandesa Manuela Secci 8-5; a la sueca SaraWikstrom 6-2; y en la final noqueó a la bielorrusa Tania Kovznestova.Posteriormente hilvanó su cuarta medalla de oro en este año, pero en un torneo de alta envergadura:la Copa del Mundo, en Lyon, Francia. <strong>Iridia</strong> se impuso en la final a la holandesa Virginia Llorens,a quien ya había vencido en el Abierto de Holanda, ahora por 4-2. Antes derrotó a la brasileñaDanusa García 3-0; a la representante de China-Taipei 4-3; a la española Sonia Reyes Ríos 6-1 enuna gran demostración de poderío, y a la griega Areti Sopoviov.Había sido año espléndido para <strong>Iridia</strong>.No había acudido a Sydney; sin embargo, se atiborró de oro en la gira europea.Y ya, ya era seguida por los entrenadores de los países con más alta jerarquía en el mundo deltaekwondo, era ya, más observada por los exigentes jueces que con gran facilidad eran conducidosy manipulados por los viejos jerarcas sudcoreanos, que no querían el avance de los demás paísesy hacían, hasta lo indecible, porque ellos acapararan las medallas.En 2001, <strong>Iridia</strong> prosiguió su camino a Atenas.La siguiente meta era el Campeonato Mundial de Taekwondo, a celebrarse en Che Ju, Corea delSur. Quería borrar lo sucedido en Edmonton, y se prometió regresar con la presea áurea; sinembargo...Todo parecía que iba por buen camino: obtuvo victorias arrolladoras ante la hindú Ranibakadevi5-0; sobre la vietnamita Nhung 8-0 y sobre la argentina Hait 5-0. En su cuarto combate, la croataMiet Filipovic fue más exigente y, tras tres rounds de cerrado y agotador combate, el marcadorfue a su favor 3-2. Posteriormente se midió con la turca Murat, a la que venció 7-4, para instalarsenuevamente en la final. Ahora su rival sería, lógico, la sudcoreana Ji Won Jang, quien se llevó lavictoria en controvertido combate por 6-2.He aquí algunos pasajes de la crónica del reportero y practicante de artes marciales Alfredo Ponce,enviado del diario Ovaciones:... <strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong>, arrodillada frente a la silla, a un costado del área de combate, oró a Dios. Dejósu inseparable crucifijo a Young In Bang, uno de sus entrenadores, para dirigirse al “campo debatalla”.| 761 |M E D A L L I S T A S O L I M P I C O S M E X I C A N O S


2 0 0 4A T E N A SJang, sin inmutarse, se abalanzó sobre <strong>Salazar</strong>, quien cayó herida por el rodillazo propinado sobrela parte alta del muslo izquierdo. La colmilluda estrategia le funcionó, pues la mexicana se viosorprendida para un 0-0 en el primer asalto.En el descanso, en las tribunas se escuchó: ¡México! ¡México! ¡México! Y el “Cielito lindo” en lavoz de los seleccionados nacionales y de la mamá de <strong>Iridia</strong>, la señora Lourdes, así como el restode entrenadores, mientras que el presidente de la Federación, Roberto Beltrán, no se cansaba deorar, preso del nerviosismo.En el segundo round, una pi chagui de Jang puso el 1-0.Desventaja de <strong>Salazar</strong>, quien reaccionó con furiosa ofensiva, pero la coreana la recibió con unapatada de frente para el 2-0, y antes de concluir los tres minutos puso el 3-1 con una poderosarespuesta de <strong>Iridia</strong>.Las piernas de <strong>Iridia</strong> no respondieron, perdió la distancia, incluso no completó una patada que deseguro hubiera llegado a su destino, sobre el cuerpo de Ji Won porque se quedó parada. Confiadala coreana, de 22 años, sólo tuvo que asegurar cada técnica que realizó para imponer el 6-2.... “No estoy conforme con la presea de plata porque me preparé para conseguir la de oro, peronunca había peleado seis duros combates en un Mundial y llegué minada a la cita final con lacoreana”, mencionó <strong>Iridia</strong>.Y añadió: “Esto no se va a quedar así, seguiré trabajando con más ahínco para ir por la revanchaen el Campeonato Mundial de Alemania en 2003, aunque debo aclarar que en todo momentorealicé el mejor esfuerzo, pero los golpes que recibí impidieron que mis piernas se movieran”.En un análisis de video posterior se ve a la coreana ejecutar más de cuatro ataques directos a lapierna derecha de <strong>Iridia</strong> para lesionarla y restarle movilidad y por ende mermar su capacidadesofensivas.Nuevamente con la medalla de plata de un campeonato mundial; <strong>Iridia</strong> se había quedado tancerca y tan lejos de la gloria.En ese 2001 obtuvo el bronce en la Copa del Mundo de Vietnam y en el Abierto de Alemania,pero se llevó la presea áurea en los abiertos de Bélgica y Estados Unidos.En 2002, en Tokio, <strong>Iridia</strong> se convirtió en la primera mujer en revalidar el título de campeona de laCopa del Mundo, certamen de invitación de las 16 mejores en cada división.Sobre el tatami del gimnasio Yoyogui de Tokio, <strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong> superó a la filipina Kalindi Tamayo6-3, luego a la croata Miet Filipovic por un rotundo 10-1.Todo parecía encaminar a la mexicana a las semifinales, pero en el camino aparecía la difícilsudcoreana Eun Suk Hwang, quien la había vencido con el total apoyo de los jueces en elCampeonato Mundial de Hong Kong.Era el momento de la revancha. De demostrar que era mejor que ella. Que el cetro de Hong Kongse lo habían arrebatado los intereses sudcoreanos en el taekwondo y no su representante, en laduela, en un auténtico choque deportivo. En esta ocasión no hubo ni puntos extraños ni señalesdel juez árbitro de la competencia que pusieran en duda la legalidad del combate. Y la mexicanapasó sobre Hwang por 5-2.<strong>Iridia</strong>, con el sabor de la revancha:–Ganar me dio la motivación para seguir adelante –recuerda. Y qué bueno que así sucedió porqueen la gráfica de pelea seguía la competidora de Turquía, Hanide Bikiem, quien era la campeonadel mundo, en Vietnam.Ya en la semifinal, <strong>Iridia</strong> dio uno de sus mejores combates del torneo y venció por 8-1 a Bikiem,para instalarse en la final de la Copa del Mundo, en la cual derrotó a la australiana CarmenEwa Morton 5-2 para proclamarse, por segunda ocasión, campeona de la Copa del Mundo deTaekwondo.Dijo <strong>Iridia</strong> en aquella ocasión:–Estoy contenta por esta medalla, es la segunda que obtengo y me siento feliz. Estoy muy motivadapor el resultado y claro que ahora, en El Salvador quiero también repetir.


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -457Julio 2002, en Tokio, <strong>Iridia</strong>se convirtió en la primeramujer en revalidar el títulode campeona de la Copadel Mundo, certamen deinvitación de las 16 mejoresen cada división.“Estoy contenta por estamedalla, es la segunda queobtengo y me siento feliz.Estoy muy motivada por elresultado y claro que ahora,en El Salvador (JuegosCentroamericanos) quierotambién repetir.45820 de Noviembre, 2002<strong>Iridia</strong> recibe de manosdel Presidente VicenteFox el Premio Nacional deDeportes, el cual recibiríapor segunda ocasiónen 2004, esta vez por sudestacada actuación en losJuegos Olímpicos de Atenas.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -Y lo hizo.Se llevó también la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en ElSalvador, que le valieron el Premio Nacional del Deporte.Ya en 2003 sumó a su palmarésla medalla de oro de los JuegosPanamericanos celebrados enagosto en Santo Domingo,República Dominicana.Una medalla que poco a poco fuefabricando. Primero derrotó a lacanadiense Gail Teixier, después ala colombiana Paola Delgado y ala ecuatoriana Elizabeth Franco,antes de contender en la final conla dominicana Dinanyris Fulkar, entremendo combate escenificadoen el pabellón deportivo Juan PabloDuarte de la capital dominicana.Porque <strong>Iridia</strong> no sólo venció a suoponente, sino hizo callar a unfrenético público dominicano alque sólo los contundentes puntosde la mexicana los convenció; peroaún así, nunca dejaron de alentar asu coterránea que, incluso, estuvoa punto de ser noqueda por lasseveras patadas de <strong>Iridia</strong>, dirigidasa la cabeza de su contrincante.| 763 |M E D A L L I S T A S O L I M P I C O S M E X I C A N O S


2 0 0 4A T E N A S- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -45914 de Agosto, 2003Juegos Panamericanos,Santo Domingo, R. D.460<strong>Iridia</strong> no sólo venció a suoponente, sino hizo callara un frenético públicodominicano al que sólo loscontundentes puntos de lamexicana convenció.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -El marcador de 4-1 habló poco de la superioridad dela mexicana. Pero fueron suficientes. No dio tiempo aque los jueces se equivocaran como lo hicieron con suhermano Oscar y fue aplastante para ganar su primertítulo panamericano.<strong>Iridia</strong>:–Esto era lo que yo esperaba. Hace cuatro años no sepudo, pero ahora me lo propuse desde el principio.Sabía que con el respaldo de haber ganado dossubcampeonatos mundiales y dos copas del mundo lamentalidad debía de ser: ‘no me pueden ganar’.–Esto es lo que yo quería y gracias a Dios se dieronlas cosas. Traté de hacer oídos sordos y pensar queel público dominicano era mío. Si he luchado tantosaños ha sido para ganar y hoy no podía sucedermeotra cosa. Y concluyó el año con su tercera medalla deplata de Campeonato Mundial, en el certamen que secelebró en Alemania.<strong>Iridia</strong>:–En ese Mundial todo me salió bien chafa.Cuando regresamos de los Juegos Panamericanos me sentía muy cansada y, además, tenía gripe,pero no me la podían controlar mejor porque no podía tomar los medicamentos necesarios porlo del antidopaje, pero aún así fui a Alemania después de una gira por Grecia de más de 15 díasdonde acabamos todos enojados con todos y había un ambiente muy pesado dentro del equipo.Y empecé a competir, más con las ganas de obtener una medalla que porque me sintiera bien. Ybueno, la medalla de plata fue más que bienvenida por lo mal que me sentía.En diciembre de 2003, <strong>Iridia</strong> hizo un balance.Revisó cada torneo, cada resultado. Y, francamente, su palmarés deportivo lucía impresionante:tres títulos de subcampeona mundial; dos medallas de oro y una de bronce en Copa del Mundo;campeona de los Juegos Panamericanos y de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, así comoprimeros lugares en los torneos abiertos de México, Estados Unidos, Holanda, España, Bélgica,entre otros.


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -461<strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong>, medallade oro en los XIV JuegosPanamericanos, SantoDomingo, 2003Categoría -57 kg.462Octubre, 2003<strong>Iridia</strong> regresa feliz a casatras conseguir la medallade plata en el CampeonatoMundial de la especialidadque se realizó en Alemania.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -| 765 |¿Por qué no seguir soñando con estar en Atenas y subiral podio? En verdad, pocos deportistas podían jactarsede lucir una foja deportiva como la de ella, a los 21 añosde edad.<strong>Iridia</strong>:–Cuando piso el tatami sólo pienso en vencer a lascontrarias, a las que tienes que eliminar porque están entu camino; se puede decir, en el camino que uno se hapropuesto para conquistar un título.–He vivido las consecuencias del deporte, como escucharel himno nacional, que es uno de los más bonitos en elmundo. Escuchar su letra es increíble. Son palabras quete llenan y motivan a seguir luchando, que me impulsany animan. Estar fuera del país, tan lejos, y ver tu banderaM E D A L L I S T A S O L I M P I C O S M E X I C A N O S


2 0 0 4A T E N A S- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -463Enero, 2004. Querétaro.El boleto a Atenas ya estabaen la bolsa, pero <strong>Iridia</strong> queríala medalla de oro del torneo,y el público, que abarrotóel auditorio Josefa Ortiz deDomínguez, la ovacionómerecidamente durante laceremonia de premiación.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -elevándose en el asta es algo realmente hermoso, un sueño. Y las medallas son los máximosreconocimientos que se hacen a toda la preparación previa a la competencia. Obtenerla es unpremio, es como decir: ‘tú ganaste, es tuya’... Yo sigo siendo una persona común y corriente quequiere a sus papás, a sus hermanos, a toda su familia; que tiene preocupaciones como todas laschicas, pero que se esfuerza por llegar a ser alguien en la vida.EN EL AÑO OLIMPICOEn agosto serían los Juegos. Tendría, aún ocho meses de intensa preparación para cumplir suobjetivo preolímpico mundial en Paris, Francia en Diciembre de 2003.Antes, debería ir por su boleto olímpico a Querétaro, el 30 de enero de 2004.Para <strong>Iridia</strong> el camino no fue tan complicado: lamexicana venció fácilmente en su primer combatea la representante de Ecuador, Elizabeth Franco 4-0.Después se midió con la colombiana Paola Delgado,una conocida rival, y de nueva cuenta salió con lavictoria por 5-0.El boleto a Atenas ya estaba en la bolsa, pero <strong>Iridia</strong>quería la medalla de oro del torneo, ella y el público,que abarrotó el auditorio Josefa Ortiz de Domínguez,se quedaron esperando el duelo, que lucía de verdadapetecible, con Nia Abdallah, de Estados Unidos.La estadounidense no se presentó al tatami. No eraya necesario. Ambas tenían, en su poder, el pase a losJuegos Olímpicos de Atenas. Posteriormente, <strong>Iridia</strong>obtuvo la medalla de plata en el Abierto de Alemaniay de nueva cuenta el oro en el Abierto de Holanda,y el Abierto de Austria para quedar lista y cumplircon la cita programada para el 27 de agosto en elPabellón de Deportes de Faliro, en Atenas, Grecia.INSPIRACION OPORTUNA–¡Inspírame! Había pedido <strong>Iridia</strong> a Oscar, instándolo a conquistar una medalla.Y el hermano mayor no la defraudó.Ya una medalla de plata colgaba del cuello del taekwondoín mexicano y su hermana menoraumentaba su sueño de verse instalada en el podio olímpico. Siempre juntos, los <strong>Salazar</strong> Blanco,habían sido ejemplo de esfuerzo, tenacidad, perseverancia, entrega, paciencia... requisitos quecumplieron, día a día, incluso durante muchos años, para alcanzar sus más altos sueños y objetivosen su vida deportiva.Días antes, <strong>Iridia</strong> comentaba:–En lo personal, es el sueño más importante de mi carrera deportiva. Estoy muy alegre, pero muyconcentrada... El hecho de estar aquí en Atenas ya es ganancia. Es nuestro sueño y ¿por qué nohacerlo más grande y pensar en una medalla olímpica?. Para ello hemos trabajado muchísimo. Siel sueño de todo deportista es estar en una competencia olímpica, cuando se está aquí el sueñodebe ser ganar y estar en la repartición de las medallas.Había cumplido Oscar...La expectativa para <strong>Iridia</strong> era superior.Muchos de los expertos apuntaban hacia la medalla de oro. Incluso, la revista Sport Illustrated,en su edición olímpica, la colocaba como ganadora de la medalla de plata, sólo atrás de laexperimentada sudcoreana Jang.–Se dice fácil –advertía <strong>Iridia</strong>–, pero vamos a echarle todas las ganas para que esto se hagarealidad.


YA, ACCIONAhora tocaría a <strong>Iridia</strong> escribir su propia historia olímpica.Su primer cita fue a las 8:00 horas, tiempo de Atenas (12 de la noche en México), en el Pabellónde Deportes de Faliro.Su primera rival sería la colombiana Paola Delgado, a quien <strong>Iridia</strong> ya había vencido convincentementeen varios torneos; el último, en el certamen preolímpico que tuvo lugar en Querétaro.Diría <strong>Iridia</strong> al conocer el resultado del sorteo:–Paola es sólo una competidora más del torneo. He entrenado para ganarle a todas. Quierodisfrutar la competencia. No puedo confiarme demasiado, pero sí hacer lo que tengo que haceren el tatami.Delgado no pudo frenar el ímpetu de <strong>Iridia</strong>, quien poco a poco fue entrando en calor. Una patadarecta, recibiendo, le dio el primer punto cuando estaba por concluir el primer round.Ya para el segundo, de nueva cuenta la estrategia funcionó: la colombiana cayó en una fintade <strong>Iridia</strong> para recibir una patada de giro con la pierna izquierda en pleno peto, para el 2-0.Una ventaja que se antojaba suficiente, porque ahora la competidora sudamericana tendría queacelerar su ataque, pero con el peligro de que la espigada taekwondoín mexicana, de 1.72 metrosde estatura, hiciera blanco, como sucedió cuando faltaban 30 segundos para concluir ese round,en una entrada simultánea ambas hicieron punto, para el 3-1.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -464<strong>Iridia</strong>:–Realmente estaba unpoco descontrolada. Mefaltaba un round, perotenía una desventaja decuatro puntos. Así queuna vez que nos llamó eljuez al combate me le fuiencima a la muchacha deUzbekistán y logré empatar7-7 cuando faltaban comoveinte segundos paraterminar la pelea; incluso,el séptimo punto míopudo ser de nocaut, peroafortunadamente se decidiópor combatividad y graciasa ese round, a que despertécomo de un sueño, que vi larealidad, me apuré par sacarapretadamente la victoria.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -Para el tercer episodio todo estaba decidido. La estrategia estaba definida: <strong>Iridia</strong> tenía que conservarsu ventaja, en tanto Delgado sabía que ir adelante la situaba a merced de los contraataques de surival. Incluso ambas recibieron un llamado de atención del réferi, momento que aprovechó <strong>Iridia</strong>para anotarse otro punto. Y ya a escasos segundos, Paola se decidió y logró anotarse un punto,al igual que <strong>Salazar</strong> para dejar el marcador en la pizarra en 5-2.Enseguida, enfrentó a la representantede Uzbekistán, Irina Kaydashova, unarival que hizo estremecer a los cientosde mexicanos reunidos en Faliro, paraalentar a su competidora en su luchapor la medalla. Inesperadamente, Irinaestuvo a punto de terminar los sueñosde <strong>Iridia</strong> al situarse 6-2 en el segundoround; sin embargo, en el siguiente,la mexicana igualó la pizarra 7-7, parasujetarse a la decisión de los jueces.<strong>Iridia</strong> avanzó tras la decisión técnica.Parecía que los jueces maquinaban unaestrategia poco clara al no dejar pasar a<strong>Iridia</strong> a la siguiente ronda contra Korea.Tenía que perder antes.<strong>Iridia</strong>:–Realmente estaba un pocodescontrolada. Me faltaba un round,pero tenía una desventaja de cuatropuntos. Así que una vez que nos llamóel juez al combate me le fui encimaa la muchacha de Uzbekistán y logréempatar 7-7 cuando faltaban comoveinte segundos para terminar la pelea;incluso, el séptimo punto mío pudo serde nocaut, pero afortunadamente sedecidió por combatividad y gracias aese round, a que desperté como de unsueño, que vi la realidad, me apuré parsacar apretadamente la victoria.| 767 |M E D A L L I S T A S O L I M P I C O S M E X I C A N O S


2 0 0 4A T E N A SEl esfuerzo que desplegó <strong>Iridia</strong> para ganar a la representante de Uzbekistán la minó un poco,pero no era momento para aflojar. Además, en la gráfica, aparecía en su camino para ir por lasmedallas su combate con la campeona mundial Ji Won Jang, a quien ya conocía perfectamente.Unos cuantos recordaban el combate entre ambas en la final del Campeonato Mundial en CheJu, Corea del Sur, en 2001; <strong>Iridia</strong>, por su parte, sabía de la capacidad técnica de su rival y, sobretodo, de su agresividad.–Es la final adelantada –decían los conocedores.Y cómo no... pero alguien tenía que quedar fuera.Fue <strong>Iridia</strong>. Salió derrotada apenas por 3-2.<strong>Iridia</strong>:–Por un momento me sentí mal. Tenía que ir al repechaje. Esperar a que Jang saliera adelante ensu siguiente combate, mientras que yo debía de serenarme, repasar mi estrategia de combate ycontinuar en la pelea por las medallas. Esos momentos fueron muy difíciles para <strong>Iridia</strong>. Algunosle recriminaban que había cambiado la estrategia cuando iba adelante, que se había dedicado aesperar a la sudcoreana, a quien sólo su mejor técnica la sacó a flote.–Si hubiera seguido atacando... –decían los conocedores, que se lamentaban que la mexicanadesaprovechara el momento de la victoria para ceder finalmente ante la avezada rival sudcoreana,a quien nadie le negaba su calidad.Recuerda Oscar <strong>Salazar</strong> aquellos momentos de incertidumbre en <strong>Iridia</strong>:–Cuando <strong>Iridia</strong> perdió ante Jang se vino un poco abajo porque ella estaba preparada para ganar,pero había que sacarla de ese letargo y lo único que se me ocurrió fue enseñarle mi medalla y ledije: ‘Mírala, tu medalla está igual a ésta. Ahí está. Si quieres tómala, ve por ella, sino, ni la mires’.<strong>Iridia</strong> tomó mi medalla y se la puso. Supe que ella iría, nuevamente con todo, por su medalla,aunque fuera de bronce.Recuerda <strong>Iridia</strong>:–La derrota ante la sudcoreana me bajó el ánimo porque ya no podía estar en la final, pero logrérecuperarme y sabía que tenía que luchar con todo por esa medalla de bronce. Mi papá me ayudómuchísimo. Me dijo que esto no se había acabado, que tenía que luchar por esa medalla; que lopeor ya había pasado, que tenía que ver hacia adelante y lo hice.La conmoción por la derrota había pasado. Ahora había que pensar en el repechaje para buscarla medalla de bronce.Su siguiente rival sería la italiana Cristina Corsi.<strong>Iridia</strong>:–A Cristina le había ganado en el preolímpico y sabía cómo peleaba, por lo que estaba segura deque iba a ganar; sin embargo, todo cambió en ese combate. Tuve que venir de atrás para ganarfinalmente 3-2, pero fue un combate muy difícil ya que la presión fue mucha, tanto para ellacomo para mí, ya que al menor descuido todo se hubiera acabado.<strong>Iridia</strong> había obtenido su pase a la lucha por la medalla de bronce; por su parte, la española SoniaReyes había logrado lo mismo, en el otro lado de la gráfica, al ser jalada por la estadounidenseNia Abdallah, quien contendería por la medalla dorada ante Jang.Recuerda <strong>Iridia</strong>:–Para mí, en esos momentos, era el combate más importante de mi participación olímpica. Ya lehabía ganado en cuatro ocasiones a Sonia, por lo que entré un poco confiada. Incluso, cuandotuve desventaja del primer punto, no me desesperé, ya que sabía que era cuestión de tiempo paraque le hiciera los puntos necesarios para salir avante.En el diario La Crónica de hoy, el reportero Alejandro Velázquez escribió:<strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong> esperó el momento oportuno para someter a la taekwondoín española Sonia Reyes.La consintió en los dos primeros asaltos y luego, en el tercero, logró meter tres patadas quesignificaron puntos para imponerse 3-2 y lograr la medalla de bronce en la categoría de 57kilogramos. Minutos antes los aficionados sabían que les esperaba un banquete luego de laactuación de Oscar, hermano mayor de <strong>Iridia</strong>, que ganó la medalla de plata el jueves. ...Había másbanderas de México que el jueves. Incluso pancartas de apoyo para la chica de 22 años, con rostrode niña, cabello sujeto en una cola de caballo debajo de su careta azul y pegada brutal.


En el duelo por la medalla de bronce, <strong>Iridia</strong> decidió conceder la iniciativa a la española. Reyes nodudó en tomarla y se lanzó al ataque que, sin embargo, no le reportó puntuación al no encontrarun blanco fijo.Antes de los tres minutos, Reyes marcó un golpe justo en el peto de <strong>Iridia</strong>, que significó el primerpunto para la española. La mexicana se mostraba tranquila, pese a estar abajo en los puntos.De otro lado, el entrenador europeo le pedía a Reyes más agresividad y mayor precisión a la horade meter puntos e impresionar a los cuatro jueces.Al inicio del segundo y bajo una guerra de apoyo entre la afición mexicana y la española, <strong>Iridia</strong>esperó, como en el episodio anterior, a su oponente.Ninguna sumó puntos. Tras tres minutos de un combate en el que se dedicaron a medir la pacienciade la otra, el juez tuvo que exigirles mayor contacto.Fue así como se trenzaron en una lucha en corto con intercambio de patadas, pero sin éxito. Lalucha por el bronce favorecía 1-0 a Reyes.En el minuto de descanso, previo al último episodio, Reynaldo <strong>Salazar</strong>, padre y entrenador de<strong>Iridia</strong>, le dio una palmada de ánimo en espalda y rostro, y le dijo: “<strong>Iridia</strong>: la medalla y la gloriaolímpica son para siempre y nadie te las puede quitar”. Eso pareció revolucionar la conducta dela competidora, antes pasiva y calculadora.Desde que se encaminó al centro del tatami, <strong>Iridia</strong> ya era otra. Más segura, más decidida. Apenasel juez dio por iniciado el combate, <strong>Iridia</strong> se fue tras su adversaria fintándola y atacándola por unlado y otro, hasta marcar tres puntos seguidos.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -465, 466, 46727 de agosto, 2004Juegos Olímpicos de Atenas.Desde que se encaminóal centro del tatami, <strong>Iridia</strong>ya era otra. Más segura,más decidida. Apenas eljuez dio por iniciado elcombate, <strong>Iridia</strong> se fue trassu adversaria fintándolay atacándola por un ladoy otro, hasta marcar trespuntos seguidos.En las gradas, el griteríoestalló e <strong>Iridia</strong> se creció.Hasta entonces <strong>Iridia</strong> cambiósu seriedad por una sonrisa,festejó la medalla como sifuera oro y se fundió en unabrazo con su padre y consu hermano.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -En las gradas, el griterío estalló e <strong>Iridia</strong> se creció. Entonces la española se lanzó furiosa, perosólo pudo contrarrestar el arsenal de la mexicana con un punto. Luego dejó correr los últimossegundos que para la española significaron la derrota.| 769 |M E D A L L I S T A S O L I M P I C O S M E X I C A N O S


2 0 0 4A T E N A S- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -468<strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong> consiguióla medalla de broncepara México en losJuegos Olímpicos deAtenas, 2004469De temperamento fuerte ydecidio, <strong>Iridia</strong> enfrenta losretos en su deporte y porquéno? los que le regale la vida.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -Hasta entonces <strong>Iridia</strong> cambió su seriedadpor una sonrisa, festejó la medalla como sifuera oro y se fundió en un abrazo con supadre y con su hermano.Ambos salieron vitoreados por los másde 200 mexicanos que en todo momentohicieron del gimnasio olímpico unasucursal del manicomio. Uno de los másfelices en el Pabellón de Deportes de Faliroera Reynaldo <strong>Salazar</strong> Molina, padre de losdos medallistas en taekwondo.Don Reynaldo habló de <strong>Iridia</strong>:–Ella estaba muy triste porque no habíapodido pasar a la final para disputar lamedalla de oro, así que tuve que hablarmuy seriamente con ella. Tenía que dejara un lado el papel de papá para ser sólosu entrenador. Le dije: ‘No dejes que estaderrota te venza por completo. Tienes quelevantarte porque esto aquí no se acaba yvaya que lo entendió’.Y al hablar de sus dos hijos señaló:–Ha sido una satisfacción enorme. Esto esresultado de muchos años de dedicación yesfuerzo de todos. Su actuación, más quelas medallas, es un regalo de Dios.Por su parte doña Lourdes Blanco de<strong>Salazar</strong>, quien momentos antes gritabaeufórica, apretaba las quijadas y los puños,y aplaudía furiosa cada acometida de suhija en el tatami olímpico, destacó: –Estoymuy satisfecha. Ellos trabajaron mucho yse lo merecen. A <strong>Iridia</strong> se le dificultó estamedalla como nunca, pero creo que valióla pena su esfuerzo. Para nosotros es unorgullo que mis dos hijos hayan ganado.Siempre les dije que había que representara México dignamente y lo han hecho.Con esas medallas, <strong>Iridia</strong> y Oscar <strong>Salazar</strong> igualaron lo hecho en 1936 por los hermanos Carlos yVíctor Borja, quienes obtuvieron la presea de bronce en el basquetbol olímpico en Berlín.Tras unas merecidas vacaciones, <strong>Iridia</strong> ha tomado nuevamente al taekwondo como su actividadde vida.¿Beijing?–Es un reto para mí. Falta mucho y hay que ir paso a paso, torneo a torneo. Sé que tendré queponerle un doble empeño porque la medalla de Atenas no me va a ayudar a ganar los combates,pero mientras siga teniendo el gusto de entrenar y de competir, no quitaré la vista de los JuegosOlímpicos de Beijing. Una segunda medalla, del metal que sea, será el premio a ese esfuerzo.En efecto.Un premio al esfuerzo.


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -470, 471, 472La taekwondoin<strong>Iridia</strong> <strong>Salazar</strong>, firma elnombramiento que laacredita como miembrode la Asociación Mexicanade Medallistas Olímpicos yrecibe su reconocimientode manos de Juan Fabilamedalla de bronce, enboxeo, Juegos Olímpicosde Tokio, 1964.Los hermanos <strong>Iridia</strong> y Oscar<strong>Salazar</strong>, orgullo para eldeporte de México.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -| 771 |M E D A L L I S T A S O L I M P I C O S M E X I C A N O S

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