4 COLABORACIONES• doctores <strong>de</strong> la iglesiaTOMISMOLA ASIGNATURA MÁS IMPORTANTEJosé Díaz RincónJosé Carlos VizueteEs muy difícil intentar siquiera resumir,en el breve espacio <strong>de</strong> unacolumna, la importancia <strong>de</strong> la obra<strong>de</strong> aquel al que la Iglesia ha llamado conlos títulos <strong>de</strong> Doctor Común y DoctorAngélico, santo Tomás <strong>de</strong> Aquino. El 17<strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1979 lo hizo el beatoJuan Pablo II en un discurso pronunciadoen la Universidad Pontificia <strong>de</strong> SantoTomás, el «Angelicum», con motivo <strong>de</strong>lprimer centenario <strong>de</strong> la encíclica «AeterniPatris» <strong>de</strong> León XIII.Señaló entonces tres dotes en elAquinatense que indujeron a León XIIIa proponerle como mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> los mejoresestudios –«Patronus caelestis studiorumoptimorum»– a los profesores yalumnos: «La primera es sin duda la <strong>de</strong>haber profesado un pleno obsequio <strong>de</strong>la mente y <strong>de</strong>l corazón a la revelación divina».«La segunda dote que justifica elprimado pedagógico <strong>de</strong>l Angélico, es elgran respeto que profesó por el mundovisible, como obra, y por lo tanto vestigioe imagen <strong>de</strong> Dios Creador». «Finalmente,la tercera dote es la adhesión sinceray total, que conservó siempre, al Magisterio<strong>de</strong> la Iglesia, a cuyo juicio sometiótodas sus obras, durante la vida y en elmomento <strong>de</strong> la muerte».Sin embargo el pensamiento <strong>de</strong> Tomás<strong>de</strong> Aquino, «el tomismo», no triunfórápidamente más que en el seno <strong>de</strong>su Or<strong>de</strong>n. En los años inmediatos a sumuerte surgieron movimientos <strong>de</strong> oposicióny crítica a sus doctrinas -especialmenteen la Universidad <strong>de</strong> París- pero,al fin, la doctrina tomista logró triunfarsobre todas las corrientes opuestas,gracias a su carácter <strong>de</strong> síntesis coherentey superadora <strong>de</strong>l saber filosóficoteológico<strong>de</strong> su tiempo.La canonización <strong>de</strong> santo Tomás, en13<strong>23</strong>, fue un duro golpe para sus <strong>de</strong>tractoresy Juan XXII, con la bula con la quele elevaba a los altares, inició la largaserie <strong>de</strong> textos pontificios que recomiendansus enseñanzas. Pío V lo proclamóDoctor (1567) equiparándolo a los cuatrogran<strong>de</strong>s latinos; y León XIII (1879)<strong>de</strong>claró solemnemente que su doctrinay sus métodos filosóficoseran los mása<strong>de</strong>cuados para elestudio y la profundización<strong>de</strong> la fe.PADRE NUESTRO / <strong>23</strong>-<strong>24</strong> DE JUNIO DE 2012•La asignatura principal <strong>de</strong>l cristiano,para po<strong>de</strong>r participar <strong>de</strong> lasadmirables promesas <strong>de</strong> Dios, esla caridad. Mientras no tengamos bienclaro esto e intentemos realizarlo, no seremosbuenos cristianos. De poco valela misma fe si ésta no se cuaja en la caridad.Jesús, que es la Verdad, nos enseñaque para seguirle y ganar la bienaventuranza<strong>de</strong>l Cielo es preciso aprobar laasignatura <strong>de</strong> la Caridad. (Mt 25,31-46)¿Qué persona que pretenda conseguirun trabajo o un premio y que <strong>de</strong> antemanosepa lo que se le exige, no se va apreparar con la mayor intensidad? Loscristianos somos, a veces, tan mediocrese inconsecuentes que conociendo lo quese nos exige, pasamos <strong>de</strong> largo y hacemosotras cosas.No sólo en esta parábola, conocidapor «el juicio <strong>de</strong> las naciones», <strong>de</strong> Mt25, sino en otras muchas y en diferentesocasiones en su predicación, Jesús nosinsiste que lo que importa es amar. Ensu <strong>de</strong>spedida <strong>de</strong>l mundo, en el sermón<strong>de</strong> la Cena, como si fuese su testamento,llega a <strong>de</strong>cir: «Este es mi mandamiento:que os améis unos a otros como yoos he amado» (Jn 15,12). El amor es laregla <strong>de</strong> oro <strong>de</strong>l cristianismo, el vínculo<strong>de</strong> la perfección, la virtud más eminentey reina <strong>de</strong> todas las virtu<strong>de</strong>s. Con estesólo mandamiento queda cumplida todala ley. Es la señal inequívoca <strong>de</strong> los cristianos,por eso insiste Jesús: «Un preceptonuevo os doy: que os améis unos aotros como yo os he amado, así tambiénamaos mutuamente. En esto reconocerántodos que sois mis discípulos: si tenéiscaridad unos para con otros» (Jn 13,34-35).Jesús, <strong>de</strong> lo que más habla en elEvangelio es <strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong> la caridad,que son las dos i<strong>de</strong>as principalísimas.Lo po<strong>de</strong>mos comprobar. Siempre quehabla <strong>de</strong> la fe habla <strong>de</strong> la caridad, paraevitar que sus seguidores sean unos facinerosos.A veces habla solo <strong>de</strong> la caridadcomo en Lc 10, 30-37, o Mt 25, 31-46,porque sabe muy bien que «el que amaestá en Dios». Lospersonajes que máshan penetrado en losinsondables misterios<strong>de</strong>l Corazón <strong>de</strong> Jesucristo,como san Juan,el Amigo <strong>de</strong>l Señor, elcual tiene una afirmacióninsuperable para <strong>de</strong>finirnos a loscristianos, subrayando la razón <strong>de</strong> lamisma: «Nosotros somos los que hemosconocido y creído en el amor que Diosnos tiene. Dios es Amor y el que viveen el amor permanece en Dios y Diosen él» (1 Jn 4,16). San Pablo, Apóstol<strong>de</strong> los gentiles, con claridad meridianay laconismo cuando algunos cristianosdiscutían sobre las cosas más importantes<strong>de</strong> la Ley, les ataja y afirma: «EnCristo Jesús lo único que vale es la feque actúa por la caridad» (Gál 5,6).¿Qué tenemos que hacer?Algo muy sencillo y beneficioso: ¡ejercitarla caridad todo lo que podamos!Teniendo muy presente que lo que hagamosa los <strong>de</strong>más, en nombre <strong>de</strong> Dios,sobre todo a los pobres, necesitados,enfermos, ancianos… Se lo hacemos almismo Dios. «Lo que hagáis a estos mishermanos más pequeños a mí me lo hacéis»(Mt 25,40). El Señor recibe comohecho a Él mismo lo que hagamos porlos necesitados.Es penoso y frustrante que muchoscristianos viven sin dar la mayor importanciaa la caridad y así les va. Se quedanen lo superficial sin <strong>de</strong>scubrir ni profundizar,y por tanto, sin gozar a tope <strong>de</strong> laincomparable realidad <strong>de</strong> ser cristianos.Me permito recordarnos tengamossiempre presentes y abierto estos frentes<strong>de</strong> la Caridad, que es el amor a los <strong>de</strong>másque brota <strong>de</strong>l Amor <strong>de</strong> Dios:1. Estar pendientes <strong>de</strong> nuestros familiares,que son los más próximos: visitarlossi están enfermos, si tienen problemas,si son mayores o están solos.2. Aten<strong>de</strong>r a toda solicitud, en la medidaque podamos, a nuestros amigos ypersonas cercanas por trato o vecindad.No pasemos ante sus necesida<strong>de</strong>s, ninos limitemos a llamar por teléfono. Esinadmisible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la óptica cristiana.3. Enterarnos <strong>de</strong> personas que no estánen el círculo familiar o <strong>de</strong> amistad ylo están pasando mal o están solos. Aúncon sacrificio <strong>de</strong>bemos acercarnos personalmente,interesarnos y ayudarles loque podamos.4. Realizar todo el apostolado quepodamos. Es la mayor caridad. Eso sique es ser cristiano y proce<strong>de</strong>r en consecuencia.•
FIRMA INVITADAUN RETRATO DE DON IRENEOACTUALIDAD IGLESIA EN ESPAÑA 5JESÚS MARTÍN GÓMEZNo se <strong>de</strong>be a él, sino a Dios que porpura gracia e infinito amor le haconcedido una gran personalidady enriquecido con un cúmulo inmenso <strong>de</strong>bienes <strong>de</strong> carácter humano, intelectual,espiritual y pastoral. Es verdad que estesiervo suyo siguiendo el sentido lógico yteológico ha cooperado en toda su extensióncon esta gracia divina. Creo que a todosbeneficia recordar esta vida fecundaen la que Jesucristo con quien este Obispofue configurado <strong>de</strong> varias formas, ha hechohistoria <strong>de</strong> salvación. Se ha servido,a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> su persona, como mediaciónhumana y sacramental para fortalecer lafe y la caridad <strong>de</strong> gran parte <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong>Dios. Debido al espacio que se me marcasólo me permito resaltar estos aspectos<strong>de</strong> su vida.1. Don Ireneo ha sido muy querido portodos. Lo avalan sus condiscípulos, loscristianos laicos con los que ha tratado ytrabajado pastoralmente, los presbíteros<strong>de</strong> <strong>Toledo</strong> y <strong>de</strong> Albacete y sus hermanosobispos. Todos coinci<strong>de</strong>n en afirmar quedon Ireneo era querido porque infundíaamor. Y junto a esto, su gran bondad.Alguien me ha dicho que don Ireneo erabueno por carácter, bueno por educacióny bueno por virtud. Derrochaba bondadpor todos los poros <strong>de</strong> su cuerpo. Contemplarleinvitaba a reproducir esta cualidad,que yo i<strong>de</strong>ntificaría con santidad.2. Se «gastó y <strong>de</strong>sgastó» por las ovejas<strong>de</strong> su grey, y por aquellos que acudíana él: a pedirle orientación, a contarle susdificulta<strong>de</strong>s, a presentarle algún proyecto.Sin apenas tiempo para sí, su vida estabaen función <strong>de</strong>l Señor y <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.Vivió intensamente el «me hice todo paratodos», <strong>de</strong> san Pablo.3. Don Ireneo caminaba sin hacer ruido,«<strong>de</strong> puntillas», pero no pasaba <strong>de</strong>sapercibido.Su presencia era elocuente,igual que sus silencios. Quienes sabíaninterpretarlos <strong>de</strong>cían que eran finamenteexpresivos. Y siempre se esperaba su palabraque, como broche <strong>de</strong> oro, solía atinarante las diversas respuestas y dar en ladiana.4. Trabajaba sin cesar. Cuando su madrele <strong>de</strong>cía que dormía muy poco, él contestaba:«No consiste en dormir muchashoras, sino en aprovecharlas intensamente».Sacaba tiempo para esa fecundida<strong>de</strong>pistolar a las más variadas personas, pararecibir y hablar a quienes pedían verle o élllamaba, para viajar y para hacer planespastorales.5. Era un hombre <strong>de</strong> profunda contemplación.Le gustaba estar junto al Señor,intimar con Él, hablarle <strong>de</strong> sus cosas y<strong>de</strong> las nuestras. En la oración encontrabasiempre fortaleza para hacer frente a lassituaciones diarias y para afrontar las máscomplejas. Es más, en la capilla encontrabasosiego para hacer guiones, prepararhomilías, así como otros escritos pastorales.Pensaba que eso era lo que el Señorquería que transmitiese.6. Vivió pobre porque todo lo daba.En su casa nunca sabían qué hacía con eldinero ni don<strong>de</strong> iba a parar (tampoco lepreguntaban). Lo cierto es que él atendíaa diversas instituciones y, sobre todo, amuchas personas. Se sabe ahora, porqueasí lo dicen las familias a las que habitualmenteayudaba porque lo necesitabanpara sus hijos. De la misma forma actuabacon los pobres y necesitados.7. Cada persona era irrepetible para él.No tenía mol<strong>de</strong>s ni esquemas. Atendía acada uno <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su propia realidad, dadoque los diferentes problemas exigían distintostratamientos. En él no había dolo,ni tenía segundas intenciones y todo loechaba a buena parte, no oyéndosele jamásuna palabra negativa u ofensiva porla que pudiese quedar en tela <strong>de</strong> juicio lafama <strong>de</strong> ninguna persona o institución.8. Sobresalía por una <strong>de</strong>nsa preparaciónen muchas áreas <strong>de</strong>l saber. Había sidomuy aplicado en sus etapas <strong>de</strong> formacióny seguía leyendo y estudiando. Le gustabaestar –permítaseme la expresión– «ala última» en autores y en publicaciones,especialmente en aquellas áreas <strong>de</strong> las queera especialista.9. Tenía un gran sentido <strong>de</strong> la universalidad<strong>de</strong> la Iglesia. Por encima <strong>de</strong>las pequeñas o gran<strong>de</strong>s realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> suDiócesis, iba más allá <strong>de</strong> estas fronteras,situándose, con un gran sentido <strong>de</strong> apertura,en otras dimensiones eclesiales. Paraél había otros mundos, otras misiones, enel doble sentido <strong>de</strong>l término. El colegioepiscopal, con Pedro a la cabeza, le hacíatener unas miras <strong>de</strong> auténtica catolicidad.10. Don Ireneo nunca escondió ni disimulóen su vida la fi<strong>de</strong>lidad a la Iglesia,consciente <strong>de</strong> que, a pesar <strong>de</strong> ser santa, erapecadora. Era fiel a sus enseñanzas y a sumagisterio siempre vivo y operante. Sabíaque no era posible vivir la fe y conducir alrebaño por libre, fuera <strong>de</strong> la comunión <strong>de</strong>la Iglesia. En él contaba mucho el «sentirecum Ecclesia».Estos son sólo algunos rasgos <strong>de</strong> su vidaque nos pue<strong>de</strong>n ayudar en la múltiplediversidad carismática y vocacional conque Dios ha regalado a su pueblo santo.Lo importante es apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> este grancreyente y «santo» obispo ¡Es mucho loque nos pue<strong>de</strong> enseñar. Yo invito a introducirnosen su vida! Sabemos que es ungran valedor para cuantos queramos acogernosa su preciosa intercesión.Su cuerpo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una bella y cuidadaconcelebración eucarística presididapor el obispo <strong>de</strong> Albacete, don Ciriaco, y<strong>de</strong> una profunda, calurosa y vibrante homilía,fue <strong>de</strong>positado en una sepultura hechapara él, primer obispo que se entierraen la catedral <strong>de</strong> Albacete en la cripta <strong>de</strong> lacapilla <strong>de</strong> la Virgen <strong>de</strong> los Llanos a la quedon Ireneo tanto amó y <strong>de</strong> la que en tantasocasiones predicó.Pero su espíritu, su alma, su Vida –permítasenosafirmar– goza junto a Dios enuna <strong>de</strong> esas moradas <strong>de</strong> las que Jesús dijoque se iba a prepararnos sitio. Ireneo,obispo y pastor, interce<strong>de</strong> por nosotros.n<strong>23</strong>-<strong>24</strong> DE JUNIO DE 2012 / PADRE NUESTRO