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Jacques Lacan - Respuesta a una pregunta de Marcel Ritter (26.01.1975)

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Psicoanálisis Inéditowww.psicoanalisisinedito.com<strong>Respuesta</strong> a <strong>una</strong> <strong>pregunta</strong> <strong>de</strong> <strong>Marcel</strong> <strong>Ritter</strong> *<strong>Jacques</strong> <strong>Lacan</strong>26 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1975MARCEL RITTER – Es <strong>una</strong> <strong>pregunta</strong> que me surgió esta mañana, pero que también está ligada apreocupaciones teóricas personales. Se trataba esta mañana <strong>de</strong> alg<strong>una</strong>s palabras que comienzanpor Un: Unbewusste, Unheimlich. Eso me hizo pensar en lo Unerkannte que encontramos enFreud, particularmente en la Traum<strong>de</strong>utung, don<strong>de</strong> está muy mal traducido, ya que es traducidocomo lo <strong>de</strong>sconocido, mientras que es lo no reconocido.Encontramos este Unerkannte articulado a la cuestión <strong>de</strong>l ombligo <strong>de</strong>l sueño. El ombligo es esepunto en el que el sueño – cito aquí a Freud – es insondable, es <strong>de</strong>cir, el punto en el que, en resumidascuentas, se <strong>de</strong>tiene el sentido o toda posibilidad <strong>de</strong> sentido. Es también el punto don<strong>de</strong> elsueño está más cerca <strong>de</strong> lo Unerkannte, <strong>de</strong> lo no reconocido. Dice Freud: Er sitzt ihm auf. Traducidoliteralmente: está sentado encima como un jinete sobre su caballo. Pero aña<strong>de</strong> que <strong>de</strong> esepunto se instituye un ovillo <strong>de</strong> pensamientos que no alcanzamos a <strong>de</strong>senredar, pero que este ovillo<strong>de</strong> pensamientos no proporcionó otras contribuciones al contenido <strong>de</strong>l sueño, es <strong>de</strong>cir, al textomanifiesto. En otras palabras, parece ser un punto en el que la con<strong>de</strong>nsación resulta insuficiente,en la medida en que es un punto que <strong>de</strong> algún modo no está vinculado sino por un único hilo, opor un único elemento, al contenido manifiesto, un punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>svanecimiento en la red.Entonces, la <strong>pregunta</strong> que me planteo es si esto Unerkannte, esto no reconocido, señalado porese ovillo <strong>de</strong> pensamientos, si no po<strong>de</strong>mos ver allí lo real, un real no simbolizado, algo ante lo cualfinalmente el sueño como red, por cierto, se <strong>de</strong>tiene, don<strong>de</strong> no pue<strong>de</strong> ir más lejos. Y entonces meplanteo también esta <strong>pregunta</strong>: ¿<strong>de</strong> qué real se trata? ¿Es lo real pulsional? Y también las relaciones<strong>de</strong> este real con el <strong>de</strong>seo, puesto que Freud articula la cuestión <strong>de</strong>l ombligo con el <strong>de</strong>seo, yaque es el sitio en el que el <strong>de</strong>seo surge como un hongo.JACQUES LACAN – Doy mi respuesta actual, por cierto. Es todo lo que puedo <strong>de</strong>cir sobre ello, hastaaquí he llegado. No pienso que sea lo real pulsional. Es difícil <strong>de</strong> hacerlo compren<strong>de</strong>r. Por el momento,no puedo volver sobre todo el camino por el cual llegué hasta allí. Me asombraría muchoque algo me forzara a otra concepción. Estoy más bien sorprendido <strong>de</strong> oírlo hablar <strong>de</strong> lo real pulsional.Estoy felizmente sorprendido, porque es cierto que hay un real pulsional. Pero hay un realpulsional únicamente en la medida en que lo real es lo que en la pulsión reduzco a la función <strong>de</strong>lagujero. Es <strong>de</strong>cir, lo que hace que la pulsión esté vinculada a los orificios corporales. Pienso queaquí todo el mundo está en condiciones <strong>de</strong> recordar que Freud caracteriza a la pulsión por la fun-* Publicado en francés en las Lettres <strong>de</strong> l’École freudienne n° 18. Journée <strong>de</strong>s cartels. Strasbourg. Introductionaux séances <strong>de</strong> travail, 1976. Disponible en: https://goo.gl/snmdhp1


Psicoanálisis Inéditowww.psicoanalisisinedito.comnudo y que ese nudo es indicable, ya no en su lugar mismo, por supuesto, puesto que se encuentraallí el mismo <strong>de</strong>splazamiento que está ligado a la función y al campo <strong>de</strong> la palabra.En el campo <strong>de</strong> la palabra hay algo que es imposible reconocer, <strong>de</strong> modo que el Un tiene allí otrovalor que aquel que le dábamos esta mañana. Estrictamente hablando, el Un <strong>de</strong>signa la imposibilidad,el límite. Cuando hablábamos <strong>de</strong> lo impoético, es el fondo sobre el cual se produce lo poético.Cuando hablamos <strong>de</strong> lo Unerkannt, eso quiero <strong>de</strong>cir imposible <strong>de</strong> reconocer. No es simplemente<strong>una</strong> cuestión <strong>de</strong> hecho, es <strong>una</strong> cuestión <strong>de</strong> imposibilidad. Es por eso que, lo que esta mañanaprocurábamos ceñir respecto a la ambigüedad <strong>de</strong>l Un, evi<strong>de</strong>ntemente conlleva dos polos, y auno <strong>de</strong> esos polos no llegamos esta mañana.Lo Unerkannt es lo imposible <strong>de</strong> reconocer. Freud no lo <strong>de</strong>staca en el pasaje sobre el ombligo <strong>de</strong>lsueño. Es solo en otra parte que tenemos la noción <strong>de</strong> lo reprimido primordial. Pero, incluso lanoción <strong>de</strong> lo reprimido primordial, en la forma que le dio, no pone el acento sobre esta función <strong>de</strong>imposibilidad. Es el sentido <strong>de</strong>l Un en el término que <strong>de</strong>signa en alemán lo imposible. Es loUnmöglich <strong>de</strong> lo que se trata. Eso no pue<strong>de</strong> ni <strong>de</strong>cirse ni escribirse. Eso no cesa <strong>de</strong> no escribirse.Es <strong>una</strong> especie <strong>de</strong> negación redoblada, que es aquella por la cual po<strong>de</strong>mos aproximarnos a esteempleo completamente radical <strong>de</strong> la negación. Cuando digo eso no cesa <strong>de</strong> no escribirse, es allíque juega esta especie <strong>de</strong> flu, <strong>de</strong> flu que resulta <strong>de</strong> esto: que, estrictamente hablando, el únicomodo <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir lo posible, sería <strong>de</strong>cir que lo posible cesa <strong>de</strong> escribirse, es el único modo verda<strong>de</strong>ramenteestablecido <strong>de</strong> ceñirlo <strong>de</strong> cerca. Es precisamente la distancia que hay en el alcance <strong>de</strong>ambas negaciones. No es no cesar <strong>de</strong> escribirse, lo que remitiría, por el efecto que se le da habitualmentea la doble negación, a limitarse a eso que cesa <strong>de</strong> escribirse. Sino que el no cesa <strong>de</strong> noescribirse, está allí lo que me parece el sentido <strong>de</strong> lo Unerkannt en tanto que Unverdrängt. No haynada más a extraer <strong>de</strong> ello. Es eso lo que Freud <strong>de</strong>signa al hablar <strong>de</strong>l ombligo <strong>de</strong>l sueño. Es allíque no se compren<strong>de</strong> más nada. No hay medio alguno <strong>de</strong> tirar más <strong>de</strong> la cuerda, salvo para romperla.De modo que eso <strong>de</strong>signa <strong>una</strong> analogía, enteramente análoga a lo que usted acaba <strong>de</strong> <strong>de</strong>signarallí como lo real pulsional.¿Acaso estoy seguro <strong>de</strong> este enteramente? Digamos que soy yo el que lo hace análogo. Allí esdon<strong>de</strong> se <strong>de</strong>signa el límite por el cual lo simbólico se encuentra finalmente repercutido, que hayaalgo que, en lo <strong>de</strong>cible, sea comparable por metáfora a lo que es <strong>de</strong> la pulsión. No obstante, es allítambién que la pulsión se opacifica completamente, que se i<strong>de</strong>ntifica a otra cosa, puesto que allíse trata <strong>de</strong> lo que podría llamarse la esencia <strong>de</strong>l nudo. En el nivel <strong>de</strong> lo simbólico, allí, está anudado,no ya bajo la forma <strong>de</strong> un orificio, sino <strong>de</strong> un cierre. Comparar este cierre a un agujero es evi<strong>de</strong>ntementealgo ante lo cual el pensamiento se <strong>de</strong>tiene. No es cómodo si a la palabra ombligo sele da su presencia <strong>de</strong> nudo corporal. Eso no es cómodo, aunque, por otra parte, lo que ese nudocerró es algo por lo cual, durante un tiempo consi<strong>de</strong>rable – nueve meses – provenía todo lo quees vida. Es eso lo que permite la analogía entre este nudo y el orificio. Es un orificio que se cerró.Esto me parece importante, en el estado actual <strong>de</strong> las cosas. Es entonces allí tal vez que po<strong>de</strong>mosadmitir <strong>una</strong> revisión, <strong>una</strong> revisión posible, que es que, a fin <strong>de</strong> cuentas, a lo largo <strong>de</strong> este batimientoentre el orificio y el nudo, entre la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l agujero a un punto anudado, es a fin<strong>de</strong> cuentas eso que, si puedo <strong>de</strong>cirlo, me allanó el camino a esta fórmula que doy como especifi-3


Psicoanálisis Inéditowww.psicoanalisisinedito.comcando, estrictamente hablando, este ser que caracterizamos por tener palabra, que me permitía<strong>de</strong>lantar esto: que, en el nivel <strong>de</strong> su real, que allí es el tercer término, contrariamente a lo quepueda creerse, es formando imágenes, es <strong>de</strong>cir, como enteramente imaginario, que el cuerposubsiste.Si hablo <strong>de</strong> imaginario, <strong>de</strong> simbólico y <strong>de</strong> real, puesto que es <strong>de</strong> eso <strong>de</strong> lo que a fin <strong>de</strong> cuentaspartí, los retomo para <strong>de</strong>cir que lo real se especifica también por un Un, en el sentido <strong>de</strong> un imposible.Es esto, <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong>mostrable, y toda la experiencia analítica no hace sino converger en<strong>de</strong>mostrarlo. Es <strong>de</strong>mostrable que la relación como tal entre dos partenaires especificados sexualmente,pero <strong>de</strong> modo radicalmente diferente, está precisamente marcada por lo que <strong>de</strong> su relaciónal sexo es <strong>de</strong> algún modo <strong>una</strong> relación parasexuada. Y que <strong>de</strong> tal modo se pueda poner acentosobre la bisexualidad, tanto como Freud lo hizo, es verda<strong>de</strong>ramente <strong>de</strong>cir que la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>lsujeto a un sexo entre dos, es algo que no se hace sino secundariamente y por azar, y que resulta<strong>de</strong> algo más radical, que podría ser exactamente correlativo a que este ser, entre todos los seres,sea hablante.No por eso llegamos más lejos. Esto pue<strong>de</strong> venir como relleno. Después <strong>de</strong> todo, la <strong>de</strong>mostraciónes algo que comporta cierto rigor. El hecho <strong>de</strong> la experiencia ya testimonia lo que apenas indiquéesta mañana respecto a lo que se llama pulsión, que es algo que <strong>de</strong>ja completamente abierta laformulación <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> un sexo como tal a otro. Parece completamente manifiesto en nuestraexperiencia <strong>de</strong> todos los días que esa sea la cuestión ante la cual encontramos más obstáculos:escribir <strong>una</strong> x y <strong>una</strong> y que serían estrictamente hablando el sexo como macho y como hembra,es lo que manifiestamente no po<strong>de</strong>mos hacer. Hay <strong>una</strong> relación al falo que instaura allí untercero irreductible. Por lo <strong>de</strong>más, no es preciso creer sin embargo, como Freud lo a<strong>de</strong>lantó tal vezcon un poco <strong>de</strong> impru<strong>de</strong>ncia, no es preciso creer que esta relación al falo sea el falo. Digo el falo,que no es lo mismo que lo que <strong>de</strong>signamos por medio <strong>de</strong>l órgano que resulta tener, especialmenteen el parlêtre, <strong>una</strong> importancia prevalente. No porque no la mostrase también en otra parte, aunqueno podamos saber en lo absoluto lo que es la experiencia <strong>de</strong> la copulación en animales tanlejanos como la rana o el sapo, en don<strong>de</strong> la copulación marca, en efecto, un carácter manifiestocompletamente sorpren<strong>de</strong>nte. Parece, en todo caso, que la noción que no por nada Freud <strong>de</strong>signócon el término <strong>de</strong> función fálica, introduce irreductiblemente en el parlêtre, en la relación entre lossexos, un tercero, cuya importancia no es menor en <strong>una</strong> mujer, como me expreso, puesto que voya <strong>de</strong>cir simplemente que la mujer no es universalizable. Que no haya toda Mujer especifica lo querecién llamaba universalidad, no hay sino mujeres, digamos particulares, pero es tal vez <strong>de</strong>masiado<strong>de</strong>cirlo, porque lo particular tiene mucho que ver con lo universal. Lo que por el momento trato<strong>de</strong> forjar y que anuncié en mi último seminario, es que, para el hombre, <strong>una</strong> mujer es siempre unsíntoma. Es evi<strong>de</strong>ntemente difícil <strong>de</strong> tragar y no es sin precaución ni vacilación que lo he a<strong>de</strong>lantado.Tras ello, di vueltas, reflexiones, y tuve la satisfacción <strong>de</strong> ver confirmarse en esta ocasiónque es recíproco. Debo <strong>de</strong>cir que me alivió un poco, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber a<strong>de</strong>lantado que <strong>una</strong> mujer,en la relación que tiene al hombre, es un síntoma, recibir esta confirmación <strong>de</strong> que precisamenteen alg<strong>una</strong>s mujeres, y no importa en cuáles, en las que este tercero fálico es particularmente resonante,estas mujeres, como contrapartida <strong>de</strong> mi seminario, me dijeron que era exactamente así4


Psicoanálisis Inéditowww.psicoanalisisinedito.comla fórmula que les había venido a la mente cuando – no tanto el hombre, porque justamente lanoción <strong>de</strong> hombre como tal no está tan presente para <strong>una</strong> mujer – por el hecho <strong>de</strong> que son <strong>una</strong>mujer, es también un hombre, y obtuve como contrapartida este testimonio que se habían perfectamenteformulado a sí mismas acerca <strong>de</strong> por qué amaban a un tal: es un síntoma. Entendieron loque les sucedía, si puedo <strong>de</strong>cirlo, como siendo algo <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l síntoma.Es cierto que eso me ha animado mucho a intentar poner mayor precisión en esto que había a<strong>de</strong>lantadocon enorme dificultad, incluso con timi<strong>de</strong>z. No creo, y eso en razón <strong>de</strong> que no hay referenciaposible a La mujer, porque La mujer universalmente no existe, que el síntoma-hombre tengaen absoluto el mismo lugar para <strong>una</strong> mujer. Pero eso va muy lejos. Implica, pone en entredicho,como todo lo que es <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l síntoma, al inconsciente por entero. Es <strong>de</strong>l todo concebible quela relación <strong>de</strong> <strong>una</strong> mujer al inconsciente sea diferenciable <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong>l hombre al inconsciente.Por otra parte, eso permitiría explicar muchas cosas. Si el inconsciente está menos íntimamentetrenzado a la realidad <strong>de</strong> <strong>una</strong> mujer que a la <strong>de</strong>l hombre, lo cual, <strong>de</strong>be <strong>de</strong>cirse, es perceptible,eso explicaría que ella lo comprenda mucho mejor. Hablo <strong>de</strong> <strong>una</strong> mujer. Es un hecho que las mujeresque existen como plurales, que las mujeres tienen mejor dotes para hablar <strong>de</strong>l inconsciente<strong>de</strong> un modo eficaz que la media <strong>de</strong> los hombres. Si al hombre le llevó tanto tiempo <strong>de</strong>scubrir elinconsciente, darse cuenta <strong>de</strong> que el hecho <strong>de</strong> habitar el lenguaje no es algo que no <strong>de</strong>je huellas,que haya llevado tanto tiempo reconocer el hecho <strong>de</strong> las consecuencias <strong>de</strong> haber nacido hablante,y <strong>de</strong> dos seres particulares por los cuales habitualmente les es vehiculizado el parlêtre con dosfunciones totalmente diferentes: la <strong>de</strong>l padre y la <strong>de</strong> la madre, todo sobre lo cual Freud puso elacento, que haya llevado tanto tiempo reconocer que el ser humano cae en un mundo <strong>de</strong> lenguajey que el hecho <strong>de</strong> que sean sus padres, con todo lo que eso supone <strong>de</strong>trás, en particular que hayasido <strong>de</strong>seado o no <strong>de</strong>seado, que sean sus padres quienes lo orienten… Leo un librito <strong>de</strong> Kant:¿Cómo orientarse en el pensamiento? No es esa la cuestión. No se trata <strong>de</strong> orientarse en el pensamiento.Se trata <strong>de</strong> orientarse en el lenguaje, y que el ser humano esté en un campo ya constituidopor los padres y que concierne al lenguaje, es a partir <strong>de</strong> allí que es preciso ver su relación alinconsciente y que, esa relación al inconsciente, no hay razón alg<strong>una</strong> para no concebirla como lohace Freud: que hay un ombligo. A saber, que hay cosas que en su inconsciente están cerradaspara siempre, <strong>de</strong> modo que no nos queda sino <strong>de</strong>signarlo como un agujero, no reconocido, Unerkannt,según lo que usted a<strong>de</strong>lantó hace un rato.Me disculpo por haberme extendido tanto, pero es preciso <strong>de</strong>cir que la <strong>pregunta</strong> que usted a<strong>de</strong>lantórequería al menos esto, me parece, para respon<strong>de</strong>rla, puesto que es, en efecto, <strong>una</strong> cuestiónque es la simple puesta en palabras <strong>de</strong> aquello que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el origen, en el reconocimiento mismo<strong>de</strong>l inconsciente, es la noción <strong>de</strong> que, lo que hace <strong>de</strong> eso la consistencia, lo que hace estrictamentehablando a lo real, es un punto <strong>de</strong> opacidad. Es un punto infranqueable, un punto imposible. Espor eso que la noción <strong>de</strong> imposible me parece situar <strong>de</strong> un modo completamente central, y <strong>de</strong> <strong>una</strong>cierta imposibilidad que está ligada, que es coherente, que permitiría especificar en la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong>los seres, como Freud mismo lo <strong>de</strong>stacó, que permitiría especificar al ser humano no como obramaestra <strong>de</strong> la creación, el punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong>l conocimiento, sino, por el contrario, como la se-5


Psicoanálisis Inéditowww.psicoanalisisinedito.com<strong>de</strong> <strong>de</strong> otro especial Unerkennung, es <strong>de</strong>cir, no solamente un no reconocimiento, sino <strong>una</strong> imposibilidad<strong>de</strong> conocer lo que atañe al sexo.Eso nos permitiría aclarar (en fin, nos llevaría <strong>de</strong>masiado lejos) que hay algo que el abordaje científicoreconoció en la vida: es la coherencia <strong>de</strong>l sexo y <strong>de</strong> la muerte. No pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que esta norelación sexual, que consi<strong>de</strong>ro como fundamental en lo real en lo que se refiere al parlêtre, nopue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que eso corresponda a un pequeño <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong> la universalidad <strong>de</strong> lamuerte. Hay un pequeño <strong>de</strong>spertar, pero un <strong>de</strong>spertar a fin <strong>de</strong> cuentas también muy limitado. Elhecho <strong>de</strong> que se diga que todo hombre es mortal, no quiere <strong>de</strong>cir sin embargo que haya prevalencia<strong>de</strong> la muerte. Que la muerte esté a fin <strong>de</strong> cuentas tan taponada en lo vivido, por la vida, en lovivido <strong>de</strong> cada uno, es no obstante algo muy sorpren<strong>de</strong>nte. Pero que sea por la vía <strong>de</strong>l inconscienteque alguien haya podido hablar <strong>de</strong> pulsión <strong>de</strong> muerte, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> algo que tiene <strong>una</strong> relacióncon la muerte, pero casi <strong>de</strong>l mismo modo en que hay <strong>una</strong> relación con el sexo; hay <strong>una</strong> relacióncon el sexo en cuanto el sexo está por todas partes don<strong>de</strong> no <strong>de</strong>bería estar; no hay en ning<strong>una</strong>parte la posibilidad <strong>de</strong> establecimiento, <strong>de</strong> algún modo formulable, <strong>de</strong> la relación entre los sexos.Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir lo mismo respecto a la pulsión <strong>de</strong> muerte: es también <strong>una</strong> relación a la muerte,pero también <strong>de</strong>splazada. No por estar <strong>de</strong>splazada no ocurre <strong>de</strong> tanto en tanto que logre abrirsepaso, pero lo mismo suce<strong>de</strong> para lo que tiene relación al sexo. Está propagado, está extendido, enlugar <strong>de</strong> ser captable <strong>de</strong> cerca. De igual modo, esta pulsión <strong>de</strong> muerte, a la que Freud, es preciso<strong>de</strong>cirlo, fue conducido por la experiencia analítica, es por eso que el inconsciente, el inconscientecomo tal, es importante distinguirlo <strong>de</strong> esta no relación sexual, en tanto que esta no relación sexualestaría ligada a lo real <strong>de</strong>l ser humano, mientras que es en el nivel <strong>de</strong> lo simbólico que este<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> <strong>una</strong> cierta relación a la muerte es <strong>de</strong>tectable y, <strong>de</strong> hecho, por la pluma <strong>de</strong>Freud, se ha abierto camino. De algún modo, hay aquí <strong>una</strong> disociación <strong>de</strong> la relación sexual, <strong>de</strong> lacual sin embargo es <strong>de</strong>l todo concebible que algo lleve su marca en el inconsciente, mientras quelo que fue <strong>de</strong>mostrado por todo lo que <strong>de</strong>scubrió Freud, es precisamente esto, que todo lo que es<strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> lo sexual está <strong>de</strong>splazado.Como <strong>de</strong>cía esta mañana, lo que es <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> lo genital es <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l mito, y <strong>de</strong>l mismo mitoque es aquel al que se consagra la religión, lo genital es lo que conduce a la reproducción. ¿Peroqué es lo que hace que haya acercamiento <strong>de</strong> los sexos para esta reproducción? Es precisamentelo que queda abierto, que queda particularmente abierto en la gente provista <strong>de</strong> un inconsciente,es un hecho.Nadie me interrumpió, y Dios sabe a dón<strong>de</strong> me habría llevado eso, para <strong>pregunta</strong>rme qué era lapulsión sadomasoquista, <strong>de</strong> la cual habla Freud y ampliamente. No obstante, es muy curioso que,para pescarlo, no hayamos nunca hablado <strong>de</strong>l sadomasoquismo antes <strong>de</strong> Sa<strong>de</strong> y antes <strong>de</strong> SacherMasoch. Es igualmente curioso que tampoco se hayan a<strong>de</strong>lantado nunca cosas como esas, quehaya sido preciso que hubiese dos literatos, por lo <strong>de</strong>más, ambos completos débiles mentales,para que comenzáramos a darnos cuenta no solo <strong>de</strong> que había pulsión sadomasoquista, sino <strong>de</strong>que es fundamental <strong>de</strong> la realidad humana, que no se haya percibido que el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>l hombre esel infierno.6


Psicoanálisis Inéditowww.psicoanalisisinedito.comUna vez dije eso ante un cura. Como soy yo quien habla, naturalmente vi al cura humillarse. Quiero<strong>de</strong>cir que él estaba allí como un felpudo. El <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>l hombre es el infierno, es evi<strong>de</strong>nte a partir<strong>de</strong>l momento en el que lo digo, y lo digo por primera vez hoy ante uste<strong>de</strong>s porque nunca quisearriesgarme hasta el momento, salvo ante ese cura. Es preciso <strong>de</strong>cir algo que me consuela, yaque <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cirme a su vez que no es solo porque sea <strong>Lacan</strong> que puedo hacer oír ciertas verda<strong>de</strong>s.Esta verdad es evi<strong>de</strong>nte. Me consuelo con esto: ese cura era dantista, no <strong>de</strong>ntista, se ocupaba<strong>de</strong> Dante, y es evi<strong>de</strong>nte que nadie se interesa en Dante más que en el infierno. No obstante, estambién muy interesante lo que cuenta sobre el paraíso. Sin embargo, nadie <strong>de</strong>sea leerlo. Graciasal hecho <strong>de</strong> que este cura era dantista puedo consolarme. No es solo porque yo se lo he dichoque ha dicho que sí, sí… En fin, no lo he dicho aun en mi seminario.Ven uste<strong>de</strong>s entonces que eso quiere <strong>de</strong>cir que aquí me encuentro a mis anchas, no se me hacen<strong>pregunta</strong>s idiotas. Elogio a <strong>Marcel</strong> <strong>Ritter</strong> por haberme planteado esta <strong>pregunta</strong> sobre lo Unerkannt.Me he <strong>de</strong>jado llevar un poco, les pido disculpas. Era evi<strong>de</strong>nte, no podía no hacerlo. Es preciso<strong>de</strong>cir que hay mucho que <strong>de</strong>cir para volverlo sostenible. Y ya también para respon<strong>de</strong>rle con eso ala persona que me había planteado la <strong>pregunta</strong> sobre el origen <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo. Así cerramos el círculo.Por lo <strong>de</strong>más, es por eso que Freud comenzó su Traum<strong>de</strong>utung con la fórmula que conocen: “sino puedo conmover a los dioses, acudiré” – ¿a qué? “al infierno”, precisamente. Si hay <strong>de</strong> todosmodos algo que Freud vuelve patente, es que <strong>de</strong>l inconsciente resulta que el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>l hombre esel infierno y que es el único medio para compren<strong>de</strong>r algo. Es por eso que no hay religión que no lehaga su lugar. No <strong>de</strong>sear el infierno es <strong>una</strong> forma <strong>de</strong>l Wie<strong>de</strong>rstand, es la resistencia.Traducción: Lorena Buchner.7

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