30.07.2015 Views

Situación de los y las Jóvenes - Inicio - Injuv

Situación de los y las Jóvenes - Inicio - Injuv

Situación de los y las Jóvenes - Inicio - Injuv

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

INJUV/CHILESegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud1.


SEGUNDO INFORME NACIONAL DE JUVENTUDCondiciones <strong>de</strong> vida y políticas públicas<strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario© Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud.Agustinas 1564, Santiago, Chile.Fono: (56) (2) 620.47.00Fax: (56) (2) 620.47.02E-Mail: estudios@injuv.gob.clwww.injuv.gob.clISBN / 956 - 7636 - 08 - 7Inscripción Nº 152.872Primera edición <strong>de</strong> 1.500 ejemplares, enero 2006EDITOR GENERALRodrigo Asún InostrozaPRODUCCIÓN Y DISEÑONaicoe Comunicaciones / Verónica Novoa C.FOTOGRAFÍASGentileza SERNATURRegión <strong>de</strong> Antofagasta / Augusto DomínguezRegión <strong>de</strong> Antofagasta / Augusto DomínguezRegión <strong>de</strong> Valparaíso / Luis Hernán HerrerosRegión <strong>de</strong> Metropolitana / Augusto DomínguezRegión <strong>de</strong> Los Lagos / Norberto SeebachRegión <strong>de</strong> Magallanes /Juan AlmonacidIMPRESIÓNSalviat Impresores S.A.Los contenidos <strong>de</strong> este Informe pue<strong>de</strong>n ser reproducidos en cualquier medio, citando la fuente.2.


Equipo <strong>de</strong>l INJUV encargado <strong>de</strong> la preparación<strong>de</strong>l Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> JuventudDIRECTORA NACIONAL INSTITUTONACIONAL DE LA JUVENTUDPaulina Fernán<strong>de</strong>z F.COORDINADOR RESPONSABLERodrigo Asún I.PROFESIONALES DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS Y EVALUACIÓNEduardo Candia A.Alejandro Reinoso M.AYUDANTES DE INVESTIGACIÓNRodrigo Alvizú Z.Francisca Bustamante S.Sofía Donoso K.Juditca Marinkovic A.Paulina Perucca Q.Karina Rodríguez N.María <strong>de</strong> <strong>los</strong> Ángeles Troncoso S.Javiera Vásquez G.Francisca Bogo<strong>las</strong>ky F.María Jesús Montero P.CONSULTOR EXTERNOMauricio Rodríguez V.Alcalá ConsultoresSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud3.


REPÚBLICA DE CHILEMINISTERIO DE PLANIFICACIÓN Y COOPERACIÓNINSTITUTO NACIONAL DE LA JUVENTUD / INJUV4.


SEGUNDOINFORMENACIONALDE JUVENTUDSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud5.


INDICE GENERAL.Presentación Ministra<strong>de</strong> Planificación yCooperaciónAgra<strong>de</strong>cimientosIntroducción1. PRIMERA PARTE / Las transformaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad chilena y sus representaciones <strong>de</strong> lo juvenil.Capítulo 1. La noción <strong>de</strong> juventud. Imágenes que orientansu construcción social actualCapítulo 2. Un nuevo país en construcción. Las luces y<strong>las</strong> sombras <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones socioculturales en Chile17.20.48.2. SEGUNDA PARTE / Una mirada a la realidad estructuraly subjetiva <strong>de</strong> la juventud chilena contemporánea.Capítulo 3. Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en el Chile<strong>de</strong> hoy: <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> su integración socialCapítulo 4. Subjetividad juvenil: claves paracompren<strong>de</strong>r a la juventud chilena contemporánea95.98.188.3. TERCERA PARTE / Políticas públicas <strong>de</strong> juventud:recuento y proyecciones.Capítulo 5. Las políticas públicas juventud : historia yrepresentacionesCapítulo 6. Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario: propuestapara articular una política pública <strong>de</strong> juventud263.266.284.4. Bibliografía304.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud7.


SEGUNDO INFORME NACIONAL DE JUVENTUDCARTA DE NAVEGACIÓN PARA LOS DESAFÍOSEN JUVENTUDYASNA PROVOSTE CAMPILLAYMINISTRA DE PLANIFICACIÓN Y COOPERACIÓN8.


PRESENTACIÓN.En la última década, <strong>las</strong> políticas sociales y el crecimiento económico han permitido la inserciónpositiva <strong>de</strong> Chile en la economía mundial, reducir <strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> pobreza, mejorar el acceso ycalidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> servicios públicos, y la expansión <strong>de</strong>l sistema educativo ha hecho <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes la generación más educada <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l país.La juventud se <strong>de</strong>staca <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> la población, por su visión optimista respecto <strong>de</strong>l futuro <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad chilena, así como <strong>de</strong> su propia situación personal. Por otra parte, más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> el<strong>los</strong>y el<strong>las</strong> participa en algún tipo <strong>de</strong> organización. Sin embargo, existe una serie <strong>de</strong> aspectos <strong>de</strong>l Chileactual sobre <strong>los</strong> cuales <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes tienen una visión crítica, que se asocian principalmentea la estructura <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s, a <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso al trabajo y a la percepción <strong>de</strong>discriminación y estigmatización.Es relevante señalar también, que dada <strong>las</strong> características actuales <strong>de</strong>l crecimiento <strong>de</strong>mográficoen Chile y su ten<strong>de</strong>ncia al envejecimiento, es posible consi<strong>de</strong>rar que en <strong>las</strong> próximas décadasel país contará con la mayor cantidad <strong>de</strong> jóvenes <strong>de</strong> toda la historia <strong>de</strong>mográfica chilena. Estageneración <strong>de</strong>berá integrarse con <strong>las</strong> herramientas necesarias y <strong>de</strong> forma dinámica a <strong>los</strong> procesos<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y crecimiento <strong>de</strong>l país. Por ello, son un grupo estratégico.Por lo anterior, es necesario y urgente, reflexionar sobre cuales son <strong>los</strong> énfasis que <strong>de</strong>bieran tener,para <strong>los</strong> próximos años, <strong>las</strong> políticas públicas <strong>de</strong>stinadas a abordar <strong>los</strong> temas juveniles; y por lotanto, abrir la discusión respecto <strong>de</strong> qué institucionalidad pública <strong>de</strong> juventud es necesaria paratrabajar sobre esos énfasis.El informe que usted tiene en sus manos constituye un importante esfuerzo <strong>de</strong>l Instituto Nacional<strong>de</strong> la Juventud por establecer la carta <strong>de</strong> navegación sobre <strong>las</strong> tareas que se requieren <strong>de</strong>sarrollarpara mejorar <strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> inclusión social <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes.En este texto se entrega información sobre la situación y condición <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes chilenos;así como un análisis <strong>de</strong> <strong>los</strong> logros y avances obtenidos durante <strong>los</strong> Gobiernos <strong>de</strong> la Concertaciónen materia juvenil y, finalmente, se entrega una propuesta <strong>de</strong> líneas estratégicas, acciones ymedidas que, creemos, el Estado <strong>de</strong>be realizar para mejorar aún más la situación y condiciones<strong>de</strong> la juventud chilena.En la confianza que este informe constituye un claro aporte al conocimiento <strong>de</strong> la juventudchilena, invitamos a usted a leerlo y utilizarlo.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud9.


El equipo encargado <strong>de</strong> la elaboración <strong>de</strong>l Segundo Informe Nacional<strong>de</strong> Juventud agra<strong>de</strong>ce a todas aquel<strong>las</strong> personas e instituciones quecolaboraron con la producción <strong>de</strong> este Informe.Especialmente queremos agra<strong>de</strong>cer a Marcelo Martínez Keim, Jefe <strong>de</strong>lDepartamento <strong>de</strong> Estudios y Evaluación <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> laJuventud entre octubre <strong>de</strong> 2004 y marzo <strong>de</strong> 2005, sin cuya orientacióninicial este informe no sería lo que es.También <strong>de</strong>bemos agra<strong>de</strong>cer a Manuel Antonio Garretón, Académico<strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Sociología <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile, por sussugerencias teóricas y su disposición para comentar y discutir nuestrosescritos iniciales.No podríamos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mencionar la contribución <strong>de</strong> Marcel Thezá,Jefe <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Coordinación Intersectorial <strong>de</strong>l InstitutoNacional <strong>de</strong> la Juventud, quien participó en la reflexión respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong>políticas públicas <strong>de</strong> juventud a implementar en el futuro.A<strong>de</strong>más, queremos agra<strong>de</strong>cer a Carmen López Stewart, Encargada <strong>de</strong>lPrograma <strong>de</strong> Salud Adolescente <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Salud; Ricardo ReichAlvertz, Coordinador General <strong>de</strong>l Programa Mece Superior; AndrésPereira, Coordinador <strong>de</strong>l proyecto Interjoven; Jorge <strong>de</strong>l Picó, DirectorAcadémico <strong>de</strong>l Instituto Chileno <strong>de</strong> Estudios Humanísticos; DagmarRaczinsky, Directora <strong>de</strong> Asesorías para el Desarrollo; GuillermoCampero, Académico <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Ciencias Políticas <strong>de</strong> la PontificiaUniversidad Católica <strong>de</strong> Chile; Lilian Urrutia ex-Directora <strong>de</strong>l Instituto10.


AGRADECIMIENTOS.Nacional <strong>de</strong> la Juventud; Mario Sandoval, Director <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong>Estudios en Juventud <strong>de</strong> la Universidad Car<strong>de</strong>nal Raúl Silva Henríquez;Vicente Espinoza, Investigador <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Estudios Avanzados(IDEA) <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Santiago; Valerio Fuenzalida, Académico<strong>de</strong> la Universidad Católica <strong>de</strong> Chile y <strong>de</strong> la Universidad Diego Portales;Pedro Morandé, Decano <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales <strong>de</strong> laUniversidad Católica <strong>de</strong> Chile; Eduardo Valenzuela, Director <strong>de</strong>lInstituto <strong>de</strong> Sociología <strong>de</strong> la Universidad Católica <strong>de</strong> Chile; MaríaAngélica Cruz, Directora <strong>de</strong> Evaluación y Proyectos <strong>de</strong> la FundaciónRo<strong>de</strong>lillo; Ingrid Marx, Directora <strong>de</strong>l Instituto Superior <strong>de</strong> Pastoral <strong>de</strong>Juventud; Domingo Asún, Académico <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Sicología <strong>de</strong> laUniversidad <strong>de</strong> Valparaíso; Jorge Gissi, Académico <strong>de</strong> la UniversidadCatólica <strong>de</strong> Chile y Francisco Estévez, Director <strong>de</strong> la Fundación I<strong>de</strong>as,por habernos brindado su perspectiva respecto <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóveneschilenos actuales y <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas <strong>de</strong> juventud.Tampoco olvidamos el aporte <strong>de</strong> Francesca Camelio, profesional <strong>de</strong>lDepartamento <strong>de</strong> Estudios y Evaluación <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> laJuventud y <strong>de</strong> Gabriela Evans E., Secretaria <strong>de</strong> dicho Departamento.Finalmente, reconocemos nuestra <strong>de</strong>uda con <strong>los</strong> DirectoresRegionales <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud, quienes, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>su perspectiva local y regional, contribuyeron a enriquecer nuestramirada respecto <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> mejorar la acción gubernamentaldirigida hacia <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes chilenos.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud11.


RE-VINCULACIÓN ESTADO Y JUVENTUD:REFLEXIONES Y PROPUESTASPAULINA FERNÁNDEZ FAWAZDIRECTORA NACIONALINSTITUTO NACIONAL DE LA JUVENTUD12.


INTRODUCCIÓN.Después <strong>de</strong> 10 años <strong>de</strong> publicado el Primer Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud (1994), y a la luz <strong>de</strong> <strong>los</strong>cambios <strong>de</strong> nuestro país – procesos <strong>de</strong> inserción internacional, <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social y económico,transformaciones culturales– así como, la constatación <strong>de</strong> características propias <strong>de</strong> la juventudchilena actual y sus formas vinculación con la sociedad, concluimos que era necesario elaborar elSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud.La institucionalidad pública <strong>de</strong> juventud, el Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud (INJUV) se ha hechocargo <strong>de</strong> este <strong>de</strong>safío, realizando esta reflexión acerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong> la juventud chilenay a la modalidad en que el Estado ha abordado a <strong>los</strong> jóvenes, especialmente, durante estos años <strong>de</strong>gobiernos <strong>de</strong> la Concertación <strong>de</strong> Partidos por la Democracia.La publicación <strong>de</strong> este Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> la Juventud, inaugura también una modalidaddiferente <strong>de</strong> dar cuenta <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes y <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong>l Estado con <strong>los</strong> mismos,entregando información sobre la realidad juvenil, acerca <strong>de</strong> <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong> <strong>las</strong> accionesgubernamentales y <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>safíos pendientes. De esta manera, el Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud <strong>de</strong>beser elaborado periódicamente en el marco <strong>de</strong>l Observatorio <strong>de</strong> Juventud <strong>de</strong>l INJUV. Este informe <strong>de</strong>beser entregado al Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, al Parlamento y <strong>los</strong> servicios públicos, y constituirse en lacarta <strong>de</strong> navegación <strong>de</strong>l Estado para <strong>de</strong>finir acciones en el ámbito juvenil.Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> preguntas cruciales que orienta la elaboración <strong>de</strong> este Informe es ¿por qué el Estado <strong>de</strong>bieseaten<strong>de</strong>r en modo especial a este grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> vida?En primer lugar, porque la transición a <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> vida adulta requieren apoyo y sostén porparte <strong>de</strong>l Estado a fin <strong>de</strong> conseguir condiciones mínimas <strong>de</strong> satisfacción <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s que inaugurenla entrada al mundo <strong>de</strong>l trabajo, la constitución <strong>de</strong> una nueva familia y una vida autónoma. En estostérminos, la juventud constituye una instancia etárea para la inversión <strong>de</strong> capital social y humanoque permitirá <strong>de</strong>splegar en <strong>los</strong> años sucesivos <strong>los</strong> elementos básicos para la integración social. Deeste modo, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes son un actor estratégico para el <strong>de</strong>sarrollo sustentable <strong>de</strong> Chile. Sinacción eficaz y pertinente <strong>de</strong>l Estado y <strong>de</strong> la Sociedad para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes con<strong>de</strong>na auna sociedad a la esterilidad. Esta generación <strong>de</strong>berá integrarse con <strong>las</strong> herramientas necesarias y <strong>de</strong>forma dinámica a <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y crecimiento <strong>de</strong>l país.En segundo lugar, porque <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes constituyen un sujeto social invisibilizado, estigmatizado yproblematizado por <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s contemporáneas, y la chilena no es una excepción. Por tanto, <strong>los</strong>esfuerzos en la línea <strong>de</strong> la transferencia <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos ciudadanos a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud13.


permitirá no sólo mayores niveles <strong>de</strong> participación sino también ciudadanos <strong>de</strong>cididos por la <strong>de</strong>fensa<strong>de</strong> sus intereses, capacida<strong>de</strong>s, dignidad y satisfacción. Del mismo modo, la visualización <strong>de</strong> susintereses y modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> sus propias biografías es un elemento nutricio y ejemplara la ampliación <strong>de</strong> la diversidad a la cual el país está invitado en <strong>los</strong> próximos años. Esta visibilizaciónes convergente con el estímulo a la ciudadanía que <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mocracias mo<strong>de</strong>rnas <strong>de</strong>benten<strong>de</strong>r como <strong>de</strong>safío permanente. No hay <strong>de</strong>mocracia posible sin reconocer <strong>las</strong> particularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>sus ciudadanos.En tercer lugar, porque la juventud evi<strong>de</strong>ncia <strong>los</strong> profundos problemas pendientes <strong>de</strong> equidad. Enefecto, se evi<strong>de</strong>ncian aún <strong>las</strong> brechas enormes existentes entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, según su condición <strong>de</strong>género, social, económica y cultural, que se manifiestan <strong>de</strong> distintas formas, tales como <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>sque tienen para realizar sus procesos <strong>de</strong> inserción laboral, la prepon<strong>de</strong>rancia que tienen <strong>las</strong> carenciaseconómicas como impedimento para concretar proyectos <strong>de</strong> vida y aspiraciones, <strong>las</strong> diferencias en <strong>los</strong>instrumentos <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización que disponen <strong>los</strong> jóvenes provenientes <strong>de</strong> hogares más acomodadosy aquel<strong>los</strong> más pobres.El Informe no sólo sistematiza información sobre la juventud, el contexto país y <strong>las</strong> accionesactuales <strong>de</strong>l Estado sino que también se interroga responsablemente acerca <strong>de</strong> <strong>los</strong> vacíos, <strong>los</strong> temaspendientes, planteando <strong>los</strong> énfasis que <strong>de</strong>bieran tener <strong>las</strong> políticas públicas <strong>de</strong> juventud. Asimismo,conjuntamente con lo anterior, se abre una discusión respecto a qué modalidad <strong>de</strong> institucionalidadpública <strong>de</strong> juventud es necesaria para trabajar con <strong>los</strong> lineamientos propuestos.Este Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud está estructurado en tres gran<strong>de</strong>s partes. La primera,consiste en un análisis sobre la evolución <strong>de</strong> la sociedad chilena y sus representaciones <strong>de</strong> lo juvenil,analizando la noción <strong>de</strong> juventud y sus principales imágenes sociales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> años ’60 hasta hoy. Delmismo modo, aborda <strong>las</strong> características <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones socioculturales en Chile que inci<strong>de</strong>nen <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> vida y en <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad juvenil actual.En la segunda parte, se analiza la realidad estructural y subjetiva <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, aportandoinformación específica sobre la situación general <strong>de</strong> la juventud en Chile, a través <strong>de</strong> una <strong>de</strong>scripcióncuantitativa y cualitativa <strong>de</strong> su integración a diferentes esferas <strong>de</strong> la sociedad prioritarias en elquehacer <strong>de</strong>l Estado (educación, trabajo, salud). Por otra parte, se abordan <strong>las</strong> particularida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la subjetividad juvenil atendiendo a <strong>las</strong> principales representaciones y prácticas culturales que14.


diferencian a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> otros grupos <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s y que otorgan elementos sustanciales <strong>de</strong> lapropia i<strong>de</strong>ntidad juvenil en el discurso social.Finalmente, la tercera parte, hace un recuento <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas <strong>de</strong> juventud y <strong>de</strong> la respectivainstitucionalidad pública <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> años 60’, distinguiendo algunos períodos don<strong>de</strong> es posible visualizar<strong>las</strong> representaciones y <strong>las</strong> acciones concomitantes. Así, se <strong>de</strong>scribe la política e institucionalidad juvenilgestadas durante la llamada transición chilena a la <strong>de</strong>mocracia, con el afán <strong>de</strong> sentar <strong>las</strong> bases <strong>de</strong> suproyección inmediata. Adicionalmente, se establece una propuesta para articular una política pública<strong>de</strong> juventud que permita generar acciones li<strong>de</strong>radas por un servicio orientador, capaz <strong>de</strong> optimizar yhacer sinérgicos <strong>los</strong> esfuerzos <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> <strong>las</strong> entida<strong>de</strong>s públicas que <strong>de</strong>ben actuar a favor <strong>de</strong> <strong>las</strong>y <strong>los</strong> jóvenes. Para eso, se establecen <strong>los</strong> puntos que constituyen <strong>los</strong> ejes críticos <strong>de</strong> la realidad juvenilactual, a consecuencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales se formulan lineamientos estratégicos y propuestas <strong>de</strong> acción enel horizonte <strong>de</strong>l Bicentenario.Esperamos que este informe permita dar un salto cualitativo en la comprensión <strong>de</strong> la situación actual<strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes así como en <strong>las</strong> acciones gubernamentales orientadas a mejorar <strong>las</strong> condiciones y <strong>las</strong>oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inclusión social <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes <strong>de</strong> nuestro país.Quiero agra<strong>de</strong>cer profundamente al equipo <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong>l INJUV responsable <strong>de</strong>la elaboración <strong>de</strong> este Segundo Informe Nacional, encabezado por Rodrigo Asún y conformado porEduardo Candia y Alejandro Reinoso. El compromiso <strong>de</strong> este equipo en la elaboración <strong>de</strong> este informe,sus capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> reflexión y análisis sobre <strong>los</strong> temas referidos al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes,y la responsabilidad al momento <strong>de</strong> reflexionar sobre <strong>los</strong> lineamientos <strong>de</strong> políticas públicas soncontribuciones cruciales para orientar el rediseño <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas <strong>de</strong> juventud que buscancumplir <strong>los</strong> objetivos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y crecimiento que se ha planteado el país.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud15.


CAPÍTULO 1.PRIMERA PARTELas transformaciones <strong>de</strong> la sociedad chilenay sus representaciones <strong>de</strong> lo juvenilSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud17.


Si bien la noción <strong>de</strong> juventud se ha modificado en <strong>los</strong> últimos cuarenta años,<strong>las</strong> imágenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes se anclan en torno a algunas dimensionesconstantes <strong>de</strong> la sociedad: cambio / estabilidad, anomia / or<strong>de</strong>n social,individualismo / colectivismo, hedonismo / sacrificio, riesgo / seguridad,entre otras.18. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud19.


CAPÍTULO 1.LA NOCIÓN DE JUVENTUD: IMÁGENES QUEORIENTAN SU CONSTRUCCIÓN SOCIAL ACTUALEn el presente capítulo se analizan la noción <strong>de</strong> juventud y sus principales imágenes sociales<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> años ’60 hasta hoy, consi<strong>de</strong>rando sus variaciones histórico-culturales.20. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.La primera sección consi<strong>de</strong>ra <strong>las</strong> <strong>de</strong>finiciones y discusiones acerca <strong>de</strong> la juventud realizada por intelectuales<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> ciencias sociales que examinan la historia social y política. La segunda sección <strong>de</strong>scribe<strong>las</strong> perspectivas <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas y sus énfasis en <strong>las</strong> imágenes respecto <strong>de</strong> lo juvenil y su coparticipaciónen la construcción <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> intervenciones <strong>de</strong>l Estado. La tercerasección <strong>de</strong>sarrolla y analiza <strong>las</strong> imágenes que <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación han presentado respecto a <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes, especialmente la televisión y la publicidad. La cuarta y última sección consi<strong>de</strong>ra <strong>las</strong> imágenes<strong>de</strong> <strong>los</strong> propios jóvenes respecto a la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la juventud, <strong>los</strong> ejes que enfatizan para <strong>de</strong>sarrollarse enla vida y <strong>las</strong> auto percepciones <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en <strong>los</strong> diversos contextos socioeconómicos y sociales<strong>de</strong>l país.1. Las Nociones <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> intelectualesSi existe un paradigma <strong>de</strong> la juventud mo<strong>de</strong>rna es el atribuido a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>l ’68. Esta concepciónha <strong>de</strong>finido a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes como rebel<strong>de</strong>s y luchadores por sus causas, mostrando disconformidad conel tipo <strong>de</strong> sociedad que les correspon<strong>de</strong> vivir. La actitud rebel<strong>de</strong> y la lucha revolucionaria <strong>de</strong> estos jóvenessurgen en un contexto <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s cambios en <strong>las</strong> estructuras económicas, políticas e i<strong>de</strong>ológicas (Salazary Pinto, 1999). Esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> juventud, a su vez, constituye un i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> juventud el cual sigue operando yreclamando a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> hoy por su no cumplimiento o alejamiento respecto <strong>de</strong> este i<strong>de</strong>al. Enestos términos, lo juvenil se relaciona directamente con el rol y función que le compete a la juventud enel cambio social y político, aspectos que constituyen <strong>los</strong> ejes centrales <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong> la época. Estei<strong>de</strong>al también se articula a un discurso nostálgico que apela a la juventud su carácter inspirador, <strong>de</strong> luchapor <strong>los</strong> cambios que la sociedad necesita (Agurto y otros, 1985: 212).Esta noción <strong>de</strong> juventud se atribuye predominantemente a características reales y generales <strong>de</strong> <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’60 y <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’70: “la generación prototípica, la <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios, la revuelta social,<strong>las</strong> transformaciones <strong>de</strong> la sociedad, inmersa en el acontecer social no sólo <strong>de</strong>l país, sino continental ymundial” (Silva, 1999: 1).Cabe señalar que aunque la llamada juventud <strong>de</strong>l ’68 estaba asimilada casi exclusivamente a jóvenesestudiantes, esta imagen <strong>de</strong> juventud se extendió a todo el colectivo juvenil. Esta representación no só<strong>los</strong>e generalizó en el discurso social sino a su vez se mitificó, atribuyéndose a este grupo <strong>las</strong> fuerzas <strong>de</strong>lcambio social.Si bien se valoraba y estimulaba la potencia atribuida a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, algunos sectores políticos einvestigadores como Armand y Michelle Matelartt, criticaban <strong>las</strong> características atribuidas a <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes como supuesta fuerza <strong>de</strong> cambio: “la mayoría <strong>de</strong> la juventud no da señal <strong>de</strong> haber tomado concienciaSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud21.


<strong>de</strong>l papel <strong>de</strong> presión que le incumbe ejercer <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora, en cuanto generación joven que triunfa <strong>de</strong>s<strong>de</strong>su marginalidad natural” (Mattelart y Mattelart, 1970: 308-309). En consecuencia, para estos autores elpo<strong>de</strong>r joven estaba restringido al ámbito estudiantil y distaba bastante <strong>de</strong> ser una reivindicación general<strong>de</strong> <strong>los</strong> excluidos o explotados por el sistema. A<strong>de</strong>más, la posibilidad <strong>de</strong> que este po<strong>de</strong>r se hiciera realida<strong>de</strong>ra cuestionable, <strong>de</strong>bido a que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes universitarios no constituyen una unidad homogénea ypresentaban una escasa participación y convicción a este respecto, especialmente entre <strong>las</strong> jóvenes.Asimismo, en este período <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>l sector rural tuvieron una escasa participación, incluso enla representación que <strong>los</strong> mismos estudiantes se hacían <strong>de</strong> la sociedad, don<strong>de</strong> ya entonces primaba unaimagen más bien urbana (Mattelart y Mattelart, 1970). Esta noción <strong>de</strong> juventud entendida en la lógica <strong>de</strong>lestudiante se compren<strong>de</strong> también en la perspectiva <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>l Estado en esos años: “el impulso a laeducación fiscal por parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> gobiernos <strong>de</strong>mocráticos, que resulta en que la universidad sea, hasta 1973,el locus institucional <strong>de</strong>l protagonismo histórico <strong>de</strong> la juventud chilena” (Salazar y Pinto, 1999: 111).Esta función <strong>de</strong> cambio social asignada a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes pareciera exce<strong>de</strong>r <strong>las</strong> expectativas, posibilida<strong>de</strong>sy capacida<strong>de</strong>s reales <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos para llevar a cabo ciertas dimensiones <strong>de</strong>l cambio que podrían y<strong>de</strong>bieran ser realizadas por <strong>las</strong> generaciones que <strong>de</strong>tentan el po<strong>de</strong>r real.Durante la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> ochenta la imagen social predominante <strong>de</strong> la juventud se <strong>de</strong>splaza hacia eleje <strong>de</strong>l joven popular, <strong>de</strong>jando parcialmente <strong>de</strong> lado la imagen <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes construida <strong>de</strong>s<strong>de</strong>la universidad. De este modo, la figura <strong>de</strong>l joven protagonista articulado al cambio y a la actividadpolítica muta en sus manifestaciones y espacialidad: la acción política es la protesta contestataria contrael gobierno autoritario encarnada en un joven excluido social, económica y políticamente. Esta acciónse ejerce en un lugar social territorial que se distancia física y socialmente <strong>de</strong> la protesta estudiantil: <strong>las</strong>poblaciones urbano-populares. Al igual que la imagen prece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’60 y ’70, la iconografía <strong>de</strong> <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> ‘80 encarna el cambio político y, sobre todo, <strong>las</strong> expectativas <strong>de</strong> transformación socialy económica <strong>de</strong> <strong>los</strong> sectores más excluidos poniendo la atención sobre este tipo <strong>de</strong> problemas.Los sectores políticos <strong>de</strong> oposición así como la investigación social <strong>de</strong> la época resaltan en el joven urbanopopular el resultado <strong>de</strong> <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> exclusión política, social y económica mientras que sectoresoficialistas interpretaban este fenómeno en la lógica <strong>de</strong> la anomia y la <strong>de</strong>lincuencia antisistémica. Deeste modo, esta figura juvenil, a diferencia <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’60 y ’70, adquiereen su estatuto <strong>de</strong> exclusión un carácter anómico frecuentemente vinculado a “conductas problemas”tales como el abuso <strong>de</strong> sustancias (drogadicción, el alcoholismo), la violencia y la <strong>de</strong>lincuencia. Estaproblematización asigna específicamente a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes pobres esta condición social.Si bien en una primera etapa <strong>de</strong>l régimen militar el discurso <strong>de</strong>l gobierno se dirigía hacia una juventud22. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.estereotipada en la figura <strong>de</strong>l joven estudiante <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e media, ya en <strong>los</strong> años ochenta se pasó a un discursoestigmatizador <strong>de</strong> la juventud, específicamente <strong>de</strong>l joven popular, refiriéndose a ésta como la “juventudproblema” (Weinstein, 1990).No obstante la estigmatización sufrida, existe la imagen <strong>de</strong> la generación <strong>de</strong> <strong>los</strong> ‘80 como la juventud <strong>de</strong><strong>las</strong> protestas, la cual anticipa y abre espacio a importantes transformaciones políticas que cristalizarían afines <strong>de</strong> esa década:Compuesta principalmente por <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes populares, es una juventud contestaria, medianamenteorganizada, combativa, solidaria, ella fue una <strong>de</strong> <strong>las</strong> principales impulsoras <strong>de</strong> la lucha contra ladictadura y también una <strong>de</strong> sus principales víctimas. Des<strong>de</strong> el Estado y <strong>las</strong> instituciones, esta generaciónfue consi<strong>de</strong>rada como anómica o <strong>de</strong>lincuencial, por su abierto carácter antisistémico y <strong>de</strong> furiosarebeldía (Silva, 1999:1).Durante este período ocurren dos fenómenos sociales complementarios en su accionar en torno a unanueva forma <strong>de</strong> articular la vida social: el autoritarismo político y la lógica <strong>de</strong> mercado. Esta articulaciónque elu<strong>de</strong> la cuestión <strong>de</strong> la representación socio-política y que se asocia en la práctica a una importante<strong>de</strong>sconfianza respecto <strong>de</strong> <strong>los</strong> actores políticos:…en cuanto uno (el autoritarismo) cierra y controla todos <strong>los</strong> espacios <strong>de</strong> expresión pública, y el otro(el mercado) atomiza y disgrega <strong>las</strong> relaciones sociales. El mercado crea en efecto, la “concienciasolitaria”: la mercantilización <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones sociales exacerba el individualismo y enfrenta a <strong>las</strong>personas a un mundo hostil que tiene que poseer y conquistar. En este marco, el autoritarismo se imponecon facilidad, pues su función consiste precisamente en evitar la organización colectiva y acabar contodos <strong>los</strong> espacios <strong>de</strong> representación y conciencia públicas (Valenzuela, 1982: 68).De esta manera, a pesar <strong>de</strong> <strong>las</strong> protestas se generó un fenómeno <strong>de</strong> <strong>de</strong>spolitización ante el “extrañamiento<strong>de</strong> la política” generado por el autoritarismo en el marco <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la economía <strong>de</strong> mercado.José Weinstein afirma que dada la situación <strong>de</strong> la sociedad chilena en ese entonces se genera una“crisis <strong>de</strong>l espacio público en su totalidad”. En esta crisis <strong>de</strong>l espacio público, la única instituciónque continúa mediando con el joven popular es la Iglesia Católica y todo el resto pier<strong>de</strong> credibilidad(Weinstein, 1990).El fenómeno <strong>de</strong> distanciamiento <strong>de</strong> la política se genera en un contexto en que han <strong>de</strong>saparecido <strong>las</strong>liberta<strong>de</strong>s públicas, proceso que se lleva a cabo mediante el <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> liberta<strong>de</strong>s privadas que seadquieren, aunque <strong>de</strong> forma imperfecta, en el mercado. De este modo, opera una suerte <strong>de</strong> reemplazo <strong>de</strong>lcampo <strong>de</strong> la política por el <strong>de</strong>l mercado, don<strong>de</strong> se encuentran <strong>los</strong> agentes económicos que producen ySegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud23.


ofrecen bienes y servicios. Esta realidad se radicaliza en <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes ya que el mercado comienza acontrolar muchos <strong>de</strong> <strong>los</strong> aspectos <strong>de</strong> la vida social, que empiezan a incidir en aspectos <strong>de</strong> la esfera <strong>de</strong> laintimidad como la elección <strong>de</strong> pareja (Valenzuela, 1985).A partir <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> noventa comienza a cuestionarse el potencial político <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesque en <strong>los</strong> ochenta protestaron en revueltas inorgánicas y luego manifestaron su opinión <strong>de</strong> maneramás institucional y organizada en el Plebiscito <strong>de</strong>l ’88. Algunos autores señalan que este potencial esbastante bajo, respaldando su afirmación con el claro proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>spolitización que en <strong>los</strong> noventa sehizo innegable con la creciente no inscripción electoral <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Valenzuela ya advertía estefenómeno a través <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> “anomia social” para compren<strong>de</strong>r la situación <strong>de</strong> <strong>los</strong>y <strong>las</strong> jóvenes populares:La crisis mo<strong>de</strong>rnista que se expresará, pues, como crisis <strong>de</strong> integración (<strong>de</strong>sarticulación <strong>de</strong> <strong>las</strong> reg<strong>las</strong>,valores y certezas comunes que constituyen el or<strong>de</strong>n social). Todos estos síntomas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sintegraciónserán particularmente ostensibles en el caso <strong>de</strong> la juventud popular… (Valenzuela, 1985:22).Esta situación <strong>de</strong> anomia en <strong>los</strong> ’80 lleva a que la “rebelión juvenil” <strong>de</strong> esos años se caracterizara porcarecer <strong>de</strong> principios positivos <strong>de</strong> acción, presentando escasa i<strong>de</strong>ntidad y ausencia <strong>de</strong> un proyectohistórico <strong>de</strong> sociedad. En consecuencia, la <strong>de</strong>sconformidad y rechazo <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes populareshacia el gobierno militar residía en una <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la dignidad y la reivindicación <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong><strong>las</strong> personas <strong>de</strong>bido a ciertos apremios injustos, más que a una crítica políticamente fundada. Este bajopotencial politizador <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> ochenta tiene una cierta continuidad durante <strong>los</strong> noventa(Weinstein, 1990:233).Los y <strong>las</strong> jóvenes acomodados, por su parte, tienen una vida cotidiana que requiere menor articulacióncon el Estado, <strong>de</strong> manera tal que sus activida<strong>de</strong>s diarias y expectativas están más bien reguladas por elmercado y la vida social: estos jóvenes son propiamente <strong>los</strong> ‘hijos <strong>de</strong>l mercado’ (Weinstein, 1990). Deeste modo, ese distanciamiento político en <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> mayores recursos es evi<strong>de</strong>nte ante laausencia casi total <strong>de</strong> relaciones con instituciones <strong>de</strong>l Estado. En este proceso se encuentran con <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes populares, es <strong>de</strong>cir, en la <strong>de</strong>spolitización y su convergencia en una nueva imagen juvenil: eljoven apático.La juventud <strong>de</strong> <strong>los</strong> ochenta sufre un proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>spolitización que se radicaliza en <strong>los</strong> noventa, cuandoaparece la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que ya no hay nada contra qué luchar. Sin embargo, eso no quiere <strong>de</strong>cir que nose reconozca la acción juvenil alguna que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes pue<strong>de</strong>n colaborar en la formación <strong>de</strong> unacontracultura marginal y emergen, <strong>de</strong> este modo, algunas modalida<strong>de</strong>s no convencionales <strong>de</strong> protesta:24. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.Se dice <strong>de</strong> el<strong>los</strong> que son jóvenes “dañados” por la dictadura, por lo que se adormece la politización,prevaleciendo la indiferencia. En esta generación no hay un “monigote” que <strong>de</strong>rribar, no hay luchaimportante que dar. Sin embargo tienen un lema que <strong>los</strong> insta a agruparse y generar espacios.Proliferan entre el<strong>los</strong> <strong>los</strong> espacios participativos, pero no la creación <strong>de</strong> organizaciones (Salazar, Pinto,1999:259).Des<strong>de</strong> esta perspectiva, así como <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>l ’68 y aquel<strong>los</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’80 creyeron en la fuerza <strong>de</strong> laorganización y en el discurso teórico, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’90 y ‘2000 creen en la fuerza <strong>de</strong>l espacio,<strong>de</strong> la música y <strong>de</strong>l tiempo libre, <strong>de</strong>l compromiso con lo propio y con <strong>los</strong> pares.En estos términos, la acción colectiva entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes aparentemente <strong>de</strong>saparece <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ladécada <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’70, con excepción <strong>de</strong> eventos aislados. Así, la acción juvenil “parece estar en un proceso<strong>de</strong> transformación hacia una contracultura centrada en la música, vestimenta, creación <strong>de</strong> nuevoslenguajes, etc.” (Melucci, 1996:129). En el texto Juventud Chilena: Razones y Subversiones, <strong>los</strong> autoresconsi<strong>de</strong>raban respecto a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes urbano-populares <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’80 que “la acción juvenil ha sidoproductiva y sin embargo, no constituye aún ‘movimiento social’, sujeto capaz <strong>de</strong> historia.” (Agurto yotros, 1985:10).En la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> noventa se subraya una noción <strong>de</strong> la juventud <strong>de</strong>spolitizada y problemática. En estesentido, la perspectiva que ha primado hacia <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes es la mirada psicosocial, vinculada al<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad social, pero también al <strong>de</strong>sajuste:La generación <strong>de</strong> <strong>los</strong> 90 ha sido principalmente —<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mirada social—una juventud consumista,«niahísta», <strong>de</strong>lictiva y/o con <strong>de</strong>sajuste psicosocial (...) La mirada más genérica que se les ha dado es <strong>de</strong>corte más bien negativo. Se les ha estigmatizado con <strong>de</strong>masiada facilidad. Los y <strong>las</strong> jóvenes han sido,durante <strong>los</strong> noventa, permanentemente consi<strong>de</strong>rados como <strong>los</strong> sospechosos <strong>de</strong> siempre (Silva, 1999: 2,8).En esta década se aprecia una importante frustración y crisis <strong>de</strong> expectativas, tanto <strong>de</strong> la sociedad como<strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos jóvenes y que está basada en el protagonismo atribuido a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> ochentaen el ámbito <strong>de</strong> la protesta. Este imaginario <strong>de</strong> la sociedad fundó la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la juventud <strong>de</strong> <strong>los</strong> noventatendría un rol crucial en la transición a la <strong>de</strong>mocracia.Des<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, sin una revolución en el horizonte, el mundo político se<strong>de</strong>sencanta, ya que “la imagen <strong>de</strong> una revolución posible suponía la comunión entre un proyecto <strong>de</strong> viday un proyecto <strong>de</strong> mundo, la justificación redonda y compacta para la propia existencia personal. Sinrevolución en perspectiva se genera una cultura <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sencanto y cierta refrigeración <strong>de</strong>l temperamento”(Hopenhayn, 1990:35). Por tanto, antes <strong>de</strong> evaluar el porqué se frustraron <strong>las</strong> expectativas <strong>de</strong> la juventudSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud25.


<strong>de</strong> <strong>los</strong> noventa como actor protagónico es pertinente consi<strong>de</strong>rar el contexto al cual se enfrentaban <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> la naciente recuperación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, es <strong>de</strong>cir, la relativa ausencia <strong>de</strong> un proyectocolectivo articulado con la cotidianeidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> propios jóvenes.En efecto, la sociedad chilena <strong>de</strong> <strong>los</strong> noventa manifiesta cambios en la naturaleza <strong>de</strong> la acción social<strong>de</strong>bido a que <strong>los</strong> principios mismos <strong>de</strong> esta acción y <strong>las</strong> nuevas formas <strong>de</strong> <strong>de</strong>mandas:...no pue<strong>de</strong>n ser capturados por <strong>las</strong> viejas luchas por igualdad, libertad e in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia nacional. Losnuevos temas referidos a la vida diaria, relaciones interpersonales, logro personal y <strong>de</strong> grupo, aspiración<strong>de</strong> dignidad y <strong>de</strong> reconocimiento social, sentido <strong>de</strong> pertenencia e i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s sociales, se ubican más bienen la dimensión <strong>de</strong> lo que se ha <strong>de</strong>nominado “mundo <strong>de</strong> la vida” o <strong>de</strong> la intersubjetividad y no pue<strong>de</strong>nser sustituidos por viejos principios (Garretón, 2001:41).Sin embargo, la imagen <strong>de</strong> la juventud entendida como “nihilismo juvenil” criticado y estigmatizado<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mundo adulto, pue<strong>de</strong> ser comprendido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otra lógica, como un <strong>de</strong>sprecio a la ciudadaníaporque ésta significa integración a <strong>las</strong> estructuras operantes, <strong>las</strong> cuales son criticadas en forma radicalbajo la consi<strong>de</strong>ración que el<strong>las</strong> implican <strong>de</strong>shonestidad, hipocresía y manipulación en el ambiente sociopolítico(Durston, 1996).La distancia <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes al mundo sociopolítico ha sido interpretada en la esfera <strong>de</strong>l individualismo.Esta vinculación <strong>de</strong> la juventud al individualismo se ha profundizado en <strong>los</strong> últimos años, don<strong>de</strong> la noción<strong>de</strong>l joven individualista y “hedónico” ha cobrado importancia en el imaginario social. Es la imagen <strong>de</strong>ljoven preocupado <strong>de</strong> sus propios proyectos e inmerso en la lógica <strong>de</strong> mercado el cual se articula cada vezmás con diversos aspectos <strong>de</strong> la vida privada. Esta imagen <strong>de</strong> un “joven lúdico” atraviesa crecientementeel discurso social respecto a la condición juvenil y es convergente con la mayor preocupación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes por la cultura <strong>de</strong>l ocio y <strong>de</strong>l tiempo libre, así como el mayor repliegue hacia activida<strong>de</strong>s ymotivaciones en el campo <strong>de</strong> la intimidad.La noción <strong>de</strong> la juventud entendida en términos problemáticos reina en <strong>los</strong> noventa y se extien<strong>de</strong> a <strong>los</strong>primeros años <strong>de</strong>l 2000 hacia el umbral <strong>de</strong>l Bicentenario. La estigmatización <strong>de</strong> la juventud sigue vigentey está estrechamente vinculada a <strong>las</strong> exigencias que la sociedad hace a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en todos <strong>los</strong>campos <strong>de</strong> la acción social. Estas <strong>de</strong>mandas se sitúan en un marco que incluye <strong>las</strong> imágenes clásicasmo<strong>de</strong>rnas <strong>de</strong> la juventud: i<strong>de</strong>alista, rebel<strong>de</strong>, luchador social, revolucionario e icono <strong>de</strong>l futuro.Si bien esa exigencia <strong>de</strong> fondo está presente al momento <strong>de</strong> evaluar el accionar juvenil, estas figuras <strong>de</strong>lo juvenil:26. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1....actualmente están <strong>de</strong>bilitadas en el imaginario colectivo. La relativa ausencia <strong>de</strong> visibilidad <strong>de</strong><strong>las</strong> nuevas formas <strong>de</strong> expresión <strong>de</strong> lo juvenil se articula con una imagen socialmente preocupante einquietante, la <strong>de</strong>l joven-problema. El mayor extrañamiento <strong>de</strong> la juventud <strong>de</strong> la esfera pública y lapercepción <strong>de</strong> su menor involucramiento en lo social contribuyen a la conformación <strong>de</strong> representacionesamenazantes que estructuran la imagen <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes en la tríada temática <strong>de</strong> mayor preocupación parala población: <strong>de</strong>lincuencia, adicciones y violencia (INJUV-PNUD, 2003:5).Esta iconografía contemporánea se articula al riesgo como elemento particular <strong>de</strong>l paradigma <strong>de</strong>la seguridad que tiene su contrapartida en la experiencia <strong>de</strong>l riesgo y en la amenaza como figurasomnipresentes en la conversación social actual. De este modo, en términos generales, la sociedad actual<strong>de</strong>spliega <strong>las</strong> dimensiones <strong>de</strong> la amenaza y la seguridad que constituyen manifestaciones complementariasen la sociedad <strong>de</strong>l riesgo –como se verá en el capítulo 2.Cabe <strong>de</strong>stacar que estas imágenes <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> juventud tien<strong>de</strong>n a ser masculinizadas, es <strong>de</strong>cir, que seasocia a jóvenes varones este carácter disruptivo, anómico y vinculado a <strong>las</strong> conductas problemas.El problema fundamental <strong>de</strong> <strong>las</strong> distintas imágenes es la valoración que asignan a lo juvenil y que oscilanentre la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> éstos como víctimas <strong>de</strong>l sistema o bien como portadores <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios sociales.Esta imaginería frecuentemente dificulta compren<strong>de</strong>r y aceptar a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes como sujetos activoscuyas privaciones y dificulta<strong>de</strong>s no les impi<strong>de</strong>n llevar a cabo estrategias <strong>de</strong> sobrevivencia y <strong>de</strong>sarrollarsus proyectos <strong>de</strong> vida. En este proceso es crucial consi<strong>de</strong>rar<strong>los</strong> ciudadanos y sujetos sociales (Weinstein,1990:244).La relevancia <strong>de</strong>l estudio sobre la juventud consiste en colaborar a la comprensión <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong>manera tal que “... la juventud se transforma en un espejo <strong>de</strong> la sociedad, un paradigma para <strong>los</strong> problemascruciales <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s complejas.” (Melucci, 1996:120). Así, analizar la noción <strong>de</strong> juventud suponeconsi<strong>de</strong>rar el contexto histórico y social en que se insertan <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes y <strong>los</strong> adultos que <strong>los</strong> observan,analizan y evalúan.2. Las nociones <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicasDetrás <strong>de</strong> cada acción o programa público existe una noción <strong>de</strong> juventud. Sin embargo, esta noción, engeneral, no es algo explícito ni <strong>de</strong>finido previamente, sino que <strong>de</strong>be inferirse a partir <strong>de</strong> <strong>los</strong> discursos yacciones concretas <strong>de</strong>l Estado. En el contexto <strong>de</strong>l estado chileno la conceptualización sobre la juventu<strong>de</strong>stá marcada por la heterogeneidad y <strong>las</strong> diferencias <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esa categoría <strong>de</strong> edad. Esta diversidad tienerelación directa con la sectorialidad <strong>de</strong>l aparato estatal y la pluralidad <strong>de</strong> discursos respecto a la acción<strong>de</strong>l Estado.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud27.


Des<strong>de</strong> la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’60 y hasta fines <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’80, el accionar <strong>de</strong>l aparato estatal y la forma <strong>de</strong> distribución<strong>de</strong>l gasto aplicado al grupo <strong>de</strong> edad juvenil da cuenta que la noción <strong>de</strong> joven equivalía a la <strong>de</strong>l estudiantey minoritariamente a la creciente consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la integralidad <strong>de</strong> esta condición abriendo algunosespacios <strong>de</strong> tiempo libre. Ello se tradujo por ejemplo, en <strong>los</strong> ’60, en la creación <strong>de</strong>l DepartamentoExtraescolar <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Educación y en <strong>las</strong> políticas universales <strong>de</strong> <strong>de</strong>portes <strong>de</strong> la Dige<strong>de</strong>r duranteel gobierno militar.Sin embargo, en <strong>los</strong> años ’80 aparece la imagen <strong>de</strong>l joven poblador que se superpone y coexiste con laanterior. En esta lógica, el Estado incluye en su orientación represiva al joven poblador como agentedisruptivo <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social. Este aspecto no sólo sectorializa la política <strong>de</strong> seguridad en términossocioeconómicos sino que también en términos territoriales y que se expresa en el sustantivo que encarnala imagen <strong>de</strong> lo juvenil <strong>de</strong> <strong>los</strong> ‘80: jóvenes pobres pobladores. En esta esfera la noción <strong>de</strong> riesgo yamenaza se relacionan con la dimensión <strong>de</strong> la seguridad que se atribuye a <strong>las</strong> fuerzas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n, legitimandosu accionar. Inaugura así un nexo que el discurso social actual repite con insistencia: la relación entrejuventud y violencia.Cabe <strong>de</strong>stacar que durante estos años el tema <strong>de</strong> la mujer joven no fue consi<strong>de</strong>rado en <strong>las</strong> políticaspúblicas como un elemento sustancial. La mujer joven fue ten<strong>de</strong>ncialmente subsumida en <strong>los</strong> planes <strong>de</strong>salud bajo la nominación <strong>de</strong> la mujer (programas materno-infantiles, etc.).Los investigadores no oficialistas y <strong>los</strong> organismos internacionales advertían, acerca <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong>América Latina, respecto a <strong>los</strong> efectos <strong>de</strong> la llamada “década perdida” tanto por <strong>las</strong> crisis económicascomo por el impacto <strong>de</strong> <strong>los</strong> gobiernos autoritarios. De este modo, se sitúa y analiza en el campo <strong>de</strong>l jovenpobre <strong>los</strong> efectos sociales, políticos y económicos. Este proceso se tradujo en la generación y <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> “daño psicosocial” que incluía todas estas dimensiones.Por lo tanto, durante <strong>los</strong> primeros años <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’90 se tenía una visión <strong>de</strong>l joven como el“joven dañado” y la oferta pública se orientaba hacia programas y acciones coherentes con esa visión,tales como drogas, seguridad ciudadana y <strong>de</strong>lincuencia, embarazo precoz, enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> transmisiónsexual, relaciones violentas <strong>de</strong> convivencia entre pares, entre otros estigmas atribuidos a la condiciónjuvenil, más precisamente hacia <strong>los</strong> sujetos jóvenes populares (Dávila, 2003).La política pública <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la institucionalidad encargada <strong>de</strong> coordinar <strong>las</strong> políticas públicas en juventud(Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud) asigna y colabora en la construcción <strong>de</strong> una imagen <strong>de</strong> lo juvenilque se asocia parcialmente al hedonismo y al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la capacidad lúdica en su articulación con laintegración social. Ello implica fundamentalmente orientar la política pública, también, hacia la creación,participación y <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> <strong>los</strong> proyectos <strong>de</strong> vida en el espacio público. Estos espacios son entendidosen términos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad y su articulación con lo público (recitales, encuentros, etc.).28. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.Esta lógica también incorporaba inicialmente una perspectiva psicosocial en la concepción <strong>de</strong> lo juveni<strong>las</strong>í como en la estructura <strong>de</strong> <strong>las</strong> intervenciones programáticas.De este modo, la creación <strong>de</strong>l INJUV, como un servicio público, supuso, no sólo la preocupación <strong>de</strong>lEstado por contar con un organismo técnico especializado y encargado <strong>de</strong> coordinar políticas públicas<strong>de</strong> juventud, sino también colaborar con acciones directas hacia <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en el proceso <strong>de</strong>vinculación entre lo juvenil y la dimensión <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad cultural, participativa y recreativa <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes. Esto significó asignar un espacio <strong>de</strong> mayor visibilidad en la política pública a la dimensión <strong>de</strong>locio y <strong>de</strong>l tiempo libre, como instancias relevantes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas, diverso <strong>de</strong> <strong>los</strong> ámbitos<strong>de</strong> preocupación tradicionales <strong>de</strong> la oferta estatal, tales como la educación, la salud y la formación másallá <strong>de</strong> la dimensión extraescolar <strong>de</strong> <strong>los</strong> estudiantes. Por ello, <strong>los</strong> primeros programas que <strong>de</strong>sarrolló elInstituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud buscaron enfatizar la dimensión <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad juvenil y su relacióncon el campo <strong>de</strong> la actividad artística, cultural y recreativa (tarjeta joven, albergues juveniles, fondos <strong>de</strong>iniciativas culturales, etc.).Por otra parte, durante el gobierno <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Aylwin, la mirada <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas sobre lojuvenil se centró en la noción <strong>de</strong> integración social, que se hacía tributaria <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> anomia social,y en la <strong>de</strong> “daño o riesgo social”, que aludía a una difusa condición social que afecta el <strong>de</strong>sarrollo sano<strong>de</strong> la personalidad pero que connota, por otra parte, un riesgo para otros.De esta manera, se observa que durante la primera mitad <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’90, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesson conceptualizados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva psicosocial y la noción <strong>de</strong> juventud que prevalece es la <strong>de</strong>l“joven problema”. Durante esa década se esperaba, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas <strong>de</strong> juventud, <strong>de</strong>rrumbar laimagen estigmatizante <strong>de</strong> la juventud como sector social problemático <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas represivasy excluyentes <strong>de</strong> <strong>los</strong> ’80. Sin embargo, este avance no se logra instalar masivamente como discurso oficialy público. En este ámbito sigue primando una visión <strong>de</strong> una “juventud dañada y en riesgo psicosocial”,<strong>de</strong>jando <strong>de</strong> lado el plano <strong>de</strong> <strong>las</strong> capacida<strong>de</strong>s y <strong>las</strong> acciones positivas <strong>de</strong> la juventud.Asimismo, el Primer Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud, publicado en 1994 al término <strong>de</strong>l primer gobierno<strong>de</strong> la Concertación, señalaba la presencia <strong>de</strong> dos mitos acerca <strong>de</strong> la juventud: uno <strong>de</strong> el<strong>los</strong> es aquel querelevan <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación, en <strong>los</strong> cuales se muestra a la juventud como etapa <strong>de</strong> plenitud, enque predomina el principio <strong>de</strong>l placer don<strong>de</strong> se cumplen todos <strong>los</strong> sueños y que lleva a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesa una capacidad <strong>de</strong> goce que sólo pue<strong>de</strong> satisfacerse por el consumo. El otro mito, <strong>de</strong> arraigo cultural ysocial, es la imagen <strong>de</strong>l joven como peligroso y amenazante. Se trata <strong>de</strong>l “rebel<strong>de</strong> sin causa”, un joven queatentaría contra el or<strong>de</strong>n normativo, y contra la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>l ingreso (INJ, 1994).Consistentemente, Alain Touraine, al referirse a la imagen <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas enChile, sostiene que hay dos visiones opuestas <strong>de</strong> la juventud chilena: a) la <strong>de</strong> joven como instrumento <strong>de</strong>Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud29.


mo<strong>de</strong>rnización, como representante <strong>de</strong>l porvenir <strong>de</strong>l país y <strong>de</strong>sligado <strong>de</strong> connotación política, y; b) la <strong>de</strong>joven como elemento marginal, relacionado con la <strong>de</strong>lincuencia, <strong>de</strong>sempleo, concebido como amenaza ysujeto al margen <strong>de</strong> la sociedad (Touraine, 1990).En este sentido, durante <strong>los</strong> últimos años <strong>las</strong> políticas se han orientado a superar esta imagen <strong>de</strong> lajuventud como problema y carenciada, primando en <strong>las</strong> <strong>de</strong>finiciones políticas y programáticas unavisión <strong>de</strong>l joven como sujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho (Dávila, 2003). Ya en el Primer Informe <strong>de</strong> Juventud seplanteaba la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> superar la imagen <strong>de</strong> la juventud problema, mediante iniciativas locales en <strong>las</strong> que<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes apareciesen como creadores y empren<strong>de</strong>dores. Sin embargo, sólo en <strong>los</strong> últimos añosesta i<strong>de</strong>a ha cobrado fuerza. En esta línea el INJUV ha propuesto en pensar a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes comosujetos particulares <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho, reconociendo la ciudadanía plena en tanto individuos pertenecientes ala sociedad, con sus especificida<strong>de</strong>s y requerimientos propios (INJUV, 2004).En el Estado ha emergido un énfasis particular en la última década respecto a <strong>los</strong> ciudadanos, en cuantoportadores <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, que también se aprecia en <strong>las</strong> transformaciones culturales, cual es, el énfasis enla individuación personal y su correspon<strong>de</strong>ncia con <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ascenso social. Así, se estaríatransitando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva colectivista a una <strong>de</strong> naturaleza individual en la cual cuentan <strong>los</strong>méritos y <strong>de</strong>sempeños logrados en sus proyectos <strong>de</strong> vida, así como el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong> capacida<strong>de</strong>s yhabilida<strong>de</strong>s personales para insertarse socialmente. En este sentido, la nociones <strong>de</strong> lo ciudadano y locolectivo también cambian.En el ámbito <strong>de</strong> la política pública aparece a través <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> emprendimiento en la esfera laboraly económica, bajo la figura <strong>de</strong>l empren<strong>de</strong>dor que cultiva en el plano social y cultural <strong>las</strong> habilida<strong>de</strong>sclásicamente atribuidas al empresario. En el discurso sobre la juventud aparecen indicios <strong>de</strong> potenciarla construcción <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong> un “joven empren<strong>de</strong>dor” el cual cree en la dimensión individual <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrollo y que valora la integración funcional como cre<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> cumplimiento <strong>de</strong> aspiraciones enla vida adulta. En esta imagen son claves dos exigencias actuales a <strong>las</strong> políticas públicas: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el lado<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, la validación <strong>de</strong> <strong>las</strong> construcciones biográficas <strong>de</strong> sí mismo y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Estado, lageneración <strong>de</strong> políticas públicas que sean garantes y protectoras <strong>de</strong> estas trayectorias juveniles.Esta imagen empren<strong>de</strong>dora <strong>de</strong>l joven podría constituirse en una nueva lectura, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la política pública, <strong>de</strong>aquello que clásicamente ha sido atribuido como tarea <strong>de</strong>l Estado, cual es potenciar e incrementar en <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes la capacidad <strong>de</strong> comportarse como actores sociales. Así, <strong>las</strong> soluciones no <strong>de</strong>ben ser necesariamentecolectivas e institucionales, sino que se <strong>de</strong>be buscar medios que permitan la concreción <strong>de</strong> sus iniciativasindividualizadas y psicológicas, en tanto que el sujeto joven se incorpora a la sociedad integrando en primerlugar aquel<strong>las</strong> dimensiones <strong>de</strong>l sí mismo que lo articulan a la vida social (Touraine, 1996).30. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.Una noción menos nítida en el ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas, pero no por eso menos funcional, es eluso <strong>de</strong> una noción <strong>de</strong> juventud entendida como grupo <strong>de</strong> edad específico. En el caso chileno juventudcompren<strong>de</strong> el tramo entre <strong>los</strong> 15 y <strong>los</strong> 29 años, sin embargo, <strong>los</strong> distintos sectores que ejecutan programaspara jóvenes, cuentan con sus propias <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> juventud, <strong>de</strong> acuerdo, a sus líneas programáticas. Porejemplo, Salud tiene como grupo <strong>de</strong> edad a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> adolescentes (11-19 años) y <strong>de</strong>spués son consi<strong>de</strong>radosadultos; para <strong>las</strong> políticas laborales <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>los</strong> 18 años son adultos, y así sucesivamente.El uso <strong>de</strong> categorías <strong>de</strong>mográficas tanto en la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la juventud, entre otros grupos socialesprioritarios para la política pública, como en el diseño, la implementación y la evaluación <strong>de</strong> <strong>las</strong> iniciativasgubernamentales así como en la constitución <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> seguimiento, monitoreo y <strong>de</strong> observatoriosdiversos que sistematizan la situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes se sitúan en el marco <strong>de</strong>l paradigma cuantitativo.En este paradigma el valor crucial resi<strong>de</strong> en el efecto <strong>de</strong> sentido que genera tanto en la opinión públicacomo en la difusión <strong>de</strong> políticas y sus resultados, la cifra, el número y su carácter <strong>de</strong> indicador <strong>de</strong> eficienciay eficacia.Con todo, <strong>las</strong> políticas públicas <strong>de</strong> juventud expresan la fragmentación <strong>de</strong> <strong>las</strong> distintas nociones acerca<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en sus diversas áreas <strong>de</strong> intervención, lo cual refleja una carencia <strong>de</strong> objetivos yresultados a alcanzar con la acción dirigida hacia este grupo. Ello <strong>de</strong>riva no sólo <strong>de</strong> la sectorización <strong>de</strong>lEstado sino también <strong>de</strong> <strong>los</strong> diversos objetivos e instrumentos para llevar a cabo <strong>las</strong> políticas públicas.De este modo, la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l joven estudiante, coexiste con aquella <strong>de</strong>l joven empren<strong>de</strong>dor laboraly artístico-cultural, la <strong>de</strong>l joven en riesgo con la <strong>de</strong>l sujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho. Esta pluralidad <strong>de</strong> nocionesciertamente podría llevar a una fragmentación <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong> la juventud, ya que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cada área seconsi<strong>de</strong>ra a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes tomando en cuenta un tema particular y no consi<strong>de</strong>rando al joven en sutotalidad.Por lo tanto, se observa la carencia <strong>de</strong> una noción <strong>de</strong> juventud “consensuada” al interior <strong>de</strong>l Estado,que facilite la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> indicadores que establezcan ciertas condiciones mínimas que quisiéramosalcanzar a través <strong>de</strong> la ejecución <strong>de</strong> programas y acciones específicamente orientados a la mejoría <strong>de</strong> <strong>los</strong>niveles <strong>de</strong> inclusión social <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.Lo anterior evi<strong>de</strong>ncia una intervención hacia ese grupo <strong>de</strong> edad, fragmentada y sectorial, sin la orientacióno <strong>los</strong> lineamientos generales <strong>de</strong> una política pública. Posiblemente, un camino para avanzar en esta línea,es la suscripción por parte <strong>de</strong> Chile <strong>de</strong> la Convención Iberoamericana <strong>de</strong> Derechos <strong>de</strong> la Juventud, queclaramente funcionaría como marco orientador para la acción pública hacia este grupo 1 .1Convención Iberoamericana <strong>de</strong> Derechos <strong>de</strong> la Juventud, suscrita en la ciudad <strong>de</strong> Badajoz, España en octubre <strong>de</strong> 2005, por 17 <strong>de</strong> <strong>los</strong> 19países miembros <strong>de</strong> la Organización Iberoamericana <strong>de</strong> Juventud (Chile está entre <strong>los</strong> dos países que no la suscriben).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud31.


3. Las nociones <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> Medios <strong>de</strong> Comunicación:la multiplicidad <strong>de</strong> imágenes <strong>de</strong> lo juvenila. La TelevisiónDurante <strong>los</strong> años noventa la imagen <strong>de</strong> lo juvenil evi<strong>de</strong>nciada en televisión mostraba una juventudpredominantemente indiferente y que se enunciaba bajo el rótulo <strong>de</strong>l “noestoyniahismo” (“no estar niahí”) y que contrastaba con la imagen <strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> que ya estaban insertados en el mundo adulto. Estaimagen ha sido articulada en torno al concepto <strong>de</strong> apatía que proviene especialmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ámbitopolítico.Actualmente, a inicios <strong>de</strong>l nuevo siglo, existe un cierto consenso en que la imagen privilegiada por lapublicidad respecto <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes enfatiza el compromiso <strong>de</strong> el<strong>los</strong> consigo mismos en el proceso <strong>de</strong>construcción <strong>de</strong> sus propias biografías. Ello ha implicado la consi<strong>de</strong>ración e investigación, por parte <strong>de</strong><strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación y <strong>de</strong> <strong>las</strong> agencias <strong>de</strong> publicidad, sobre <strong>los</strong> intereses, motivaciones, tensionese inquietu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.Respecto a la televisión, existen algunos géneros específicos que han colaborado en la constitución <strong>de</strong>ciertas imágenes sociales <strong>de</strong> lo juvenil.En el género informativo, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes aparecen como sujetos conflictivos que amenazan el or<strong>de</strong>nsocial, en consecuencia, se relevan características asociadas a la disrupción, la violencia, la <strong>de</strong>lincuencia yel abuso <strong>de</strong> sustancias, entre <strong>las</strong> más relevantes. El recorte <strong>de</strong> estas temáticas, evi<strong>de</strong>ntemente, <strong>de</strong>slegitimae invisibiliza a nivel <strong>de</strong> este género la presencia <strong>de</strong> otras imágenes <strong>de</strong> lo juvenil que colapsan bajo elestereotipo <strong>de</strong>l joven disruptivo y amenazante <strong>de</strong> la sociedad, el cual funciona confirmando la necesidad<strong>de</strong> mantención <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n y <strong>los</strong> sistemas <strong>de</strong> control vigilante. Adicionalmente, aparece como algo negativola orientación hacia lo individual y en contraposición con lo colectivo.Por otra parte, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> años ’70, emerge un género televisivo, que tuvo sus inicios con programas comoMúsica Libre, don<strong>de</strong> lo juvenil aparece asociado con la música, el baile y la corporalidad. Este géneropone en escena la dimensión festiva y lúdica <strong>de</strong> lo juvenil, que reivindica la dimensión <strong>de</strong>l tiempo libre y<strong>de</strong>l ocio como espacio privilegiado <strong>de</strong> lo juvenil 2 .Estos aspectos tien<strong>de</strong>n a ser valorados y consi<strong>de</strong>rados, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mundo adulto, en la categoría <strong>de</strong>l programalight, siendo abordados en la lógica que su efecto subjetivo es alienante para la juventud. Este tipo <strong>de</strong>programas cuya centralidad es el baile y la música operan colaborando en <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><strong>los</strong> patrones <strong>de</strong> vida familiar y, por consiguiente, <strong>de</strong> <strong>las</strong> orientaciones que posee la audiencia adulta.32. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.Aun cuando en la actualidad en <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación existe un cierto consenso en que la televisiónha roto ciertas categorías sociales que diferencian a la audiencia, la condición <strong>de</strong> actividad (estudiante/trabajo), la carga <strong>de</strong> responsabilidad, el nivel socioeconómico y el estilo <strong>de</strong> vida constituyen elementosque colaboran en la diferenciación <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> lo juvenil en la televisión. En cierta medida la juventud,en términos <strong>de</strong> audiencia televisiva, se diferencia significativamente con la inserción en el mundo adulto,que está marcada por la incorporación al mercado <strong>de</strong>l trabajo y la constitución <strong>de</strong> la propia familia.Consecuentemente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mundo <strong>de</strong> la televisión la noción <strong>de</strong> juventud más utilizada es la que se<strong>de</strong>fine según la carga menor <strong>de</strong> responsabilidad que se asocia al joven.En <strong>los</strong> últimos años han surgido dos nuevos tipos <strong>de</strong> programas relacionados con <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes que seinscriben en el género <strong>de</strong> la ficción. Esta apuesta por la ficción no respon<strong>de</strong> a alguna ten<strong>de</strong>ncia social enparticular, sino que se trata <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la industria televisiva.Por una parte, está el boom <strong>de</strong> <strong>los</strong> reality show, programas que han <strong>de</strong>spertado gran interés por parte<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, mientras que han sido muy resistidos por algunos sectores <strong>de</strong>l mundo adulto.Sin embargo, se trata <strong>de</strong> un tipo <strong>de</strong> programa transversal que aunque busca la aprobación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes, son consumidos por todo tipo <strong>de</strong> personas, superando diferencias por género, edad, condiciónsocioeconómica, etc.Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> programas tipo reality <strong>de</strong> TVN es “Rojo”, en el cual se muestra una imagen <strong>de</strong>l jovenmeritocrático, que valora positivamente la competencia y que se <strong>de</strong>fine con el atributo <strong>de</strong>l “trabajador”cuya cualidad central es el <strong>de</strong>sempeño y la búsqueda <strong>de</strong>l mérito. En este tipo <strong>de</strong> programa la música yel baile constituyen elementos circunstanciales, <strong>de</strong>bido a que el aspecto fundamental está dado por lacentralidad <strong>de</strong>l logro <strong>de</strong> la meta y la imagen jóvenes “jugándosela” por ella. Esta imagen <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes contrasta con otro tipo <strong>de</strong> programas, como es el caso <strong>de</strong> “Mekano” que se basan estrictamenteen el baile, la corporalidad y la música.En este género ficción se <strong>de</strong>sconfirma la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la apatía o ausencia <strong>de</strong> motivaciones juvenil yaborda intereses e inquietu<strong>de</strong>s ligadas a la competitividad y al erotismo que pue<strong>de</strong>n generar rechazo y<strong>de</strong>slegitimación por parte <strong>de</strong>l mundo adulto.Otro modalidad <strong>de</strong> programas que ha surgido en el último tiempo son <strong>las</strong> <strong>de</strong>nominadas “TeleseriesJuveniles”, que a pesar <strong>de</strong> abordar temas propiamente juveniles, no se enfocan específicamente en laaudiencia juvenil, sino que al igual que <strong>los</strong> realities son programas transversales.Un fenómeno bastante actual en la televisión es el hecho <strong>de</strong> que tanto <strong>los</strong> programas <strong>de</strong> diverso génerocomo <strong>los</strong> noticiarios informativos se han “juvenilizado”, renovando su imagen y conductores, con2Cf. Valerio Fuenzalida, Comunicación personal.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud33.


espacios más informales y juveniles. Esto tiene que ver con el protagonismo que ha adquirido el “serjoven” en la sociedad, <strong>de</strong> manera tal que es altamente valorado estar asociado a <strong>los</strong> atributos a <strong>los</strong> cualesse <strong>de</strong>fine lo juvenil como el cuerpo y la apariencia física, la actitud <strong>de</strong> relajo, la libertad, la libertad <strong>de</strong>expresión, la espontaneidad y la autenticidad <strong>de</strong>l relato.La juvenilización <strong>de</strong>l lenguaje articulado en su relación con la búsqueda <strong>de</strong> la autenticidad, tiene porobjeto no sólo la i<strong>de</strong>ntificación por parte <strong>de</strong> la audiencia sino también la transmisión <strong>de</strong> un discursoque se relaciona con la transparencia y autenticidad <strong>de</strong>l canal a efecto <strong>de</strong> mantener la legitimidad <strong>de</strong> laaudiencia.Existe un relativo consenso respecto a que no existen claras diferencias entre <strong>las</strong> preferencias <strong>de</strong> laaudiencia juvenil femenina y masculina. Si bien en décadas pasadas aparecían diferencias significativasen <strong>los</strong> géneros y que se asociaban diferencialmente, en la actualidad hombres y mujeres han tendidohacia la homologación <strong>de</strong> gustos televisivos.Finalmente, cabe señalar que en <strong>los</strong> canales <strong>de</strong> televisión se toman medidas para el resguardo <strong>de</strong> ladignidad e imagen <strong>de</strong> todo individuo, pero no hay políticas específicamente dirigidas a la protección <strong>de</strong> laimagen y <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos juveniles al respecto. Este aspecto constituye un <strong>de</strong>safío a <strong>las</strong> políticas públicas<strong>de</strong> juventud en la línea <strong>de</strong> disminuir aspectos <strong>de</strong> discriminación y estigmatización que puedan generarse,especialmente en el género informativo.b. La publicidadExisten algunas nociones básicas acerca <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> juventud y su relación con el mercado <strong>de</strong> consumoque se utilizaban en la publicidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> años noventa. Por un lado, se pensaba que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes eranmás ingenuos como consumidores <strong>de</strong> productos y, por ello, la publicidad intentaba generar ventas <strong>de</strong>productos consi<strong>de</strong>rando a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en sí mismos, enlazando atribuciones simbólicas juvenilescon el objeto <strong>de</strong> consumo. Actualmente, en cambio, la publicidad intenta ven<strong>de</strong>r un valor agregado <strong>de</strong>lproducto, <strong>de</strong> manera tal que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes adquieren bienes porque la imagen que ro<strong>de</strong>a a esa marca ya ese producto, genera esencialmente procesos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación.En segundo lugar, antes la publicidad consi<strong>de</strong>raba que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes tenían menos fi<strong>de</strong>lidad a <strong>los</strong>productos y marcas <strong>de</strong>bido a sus gustos oscilantes y rotativos. Esta consi<strong>de</strong>ración ha sido relativizadaen la actualidad <strong>de</strong>bido a la importancia que temas como el tiempo libre, la música y la sociabilidad seasocian al consumo <strong>de</strong> bienes específicos.Un tercer elemento dice relación con que hasta <strong>los</strong> años noventa <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes eran más estereotipados34. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.y caricaturizados en general, y en la publicidad en particular, asignándoles la antigua imagen <strong>de</strong>l “LoloPalanca” (emergida en la década anterior). Esta imagen es la <strong>de</strong> un joven indiferente, <strong>de</strong>spistado, lento,que “no estaba ni ahí”, “volado” en un sentido genérico. No obstante, <strong>las</strong> agencias <strong>de</strong> publicidad han<strong>de</strong>tectado la inconsistencia <strong>de</strong> esta imagen a partir <strong>de</strong> la ausencia <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación por parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes respecto al personaje.Actualmente, <strong>las</strong> agencias <strong>de</strong> publicidad realizan bastante investigación <strong>de</strong> mercado con el objeto <strong>de</strong>conocer sobre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes 3 y se interesa en profundizar en sus comportamientos e intereses, <strong>de</strong>bido aque este grupo consume más que antes, transformándose en un segmento muy atractivo para <strong>las</strong> marcas.Adicionalmente, se ha constatado que son <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>los</strong> que <strong>de</strong>finen ciertas pautas <strong>de</strong> consumo alinterior <strong>de</strong> su grupo familiar.La publicidad actual subraya y apunta a <strong>los</strong> intereses <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, tratando <strong>de</strong> reflejar personajesreales en situaciones reales. De este modo, la publicidad contemporánea evita situarse en una dimensiónirrealista <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, retratando el interior (“insi<strong>de</strong>”) <strong>de</strong> <strong>las</strong> vivencias juveniles, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><strong>las</strong> experiencias propias, en tanto a <strong>los</strong> consumidores jóvenes les gusta verse reflejados en cómo el<strong>los</strong> sony no en un estereotipo o caricatura. Por ello, si bien antes la publicidad se focalizaba en la imagen <strong>de</strong> untipo <strong>de</strong> joven, ahora están disponibles múltiples imágenes <strong>de</strong> jóvenes.En este mismo sentido, aparece, al igual que en la televisión, el discurso <strong>de</strong> la autenticidad como unelemento fundamental para dirigirse y representar a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Este discurso se aprecia, tanto enel lenguaje que se usa, como en <strong>los</strong> personajes y en el formato mismo <strong>de</strong> la publicidad. En general, elformato publicitario evita <strong>de</strong>jar entrever signos que <strong>de</strong>n cuenta que se intenta ven<strong>de</strong>r un producto.Otra imagen recurrente <strong>de</strong>l joven que se transmite <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la publicidad, es la imagen <strong>de</strong>l joven estresado,exigido e incomprendido. De esta forma, se transmite a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes que viven esta experienciaque hay muchos otros que comparten estas inquietu<strong>de</strong>s. A<strong>de</strong>más, <strong>las</strong> campañas reconocen y empatizancon este joven exigido y lo invitan a relajarse y distraerse con <strong>los</strong> productos que ofrecen. Se observaasí, que la publicidad intenta mostrarse comprensiva con <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, buscando elementos con <strong>los</strong>cuales éstos se i<strong>de</strong>ntifiquen. Esto correspon<strong>de</strong> a una estrategia publicitaria que muestran al productocomo “aliado” <strong>de</strong>l consumidor.A diferencia <strong>de</strong> la ingenuidad que se le atribuía anteriormente a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, actualmente la publicidad<strong>los</strong> representa como protagonistas, como sujetos reflexivos capaces <strong>de</strong> influir y tomar <strong>de</strong>cisiones. Semuestra a un joven más inteligente, con mayor sentido <strong>de</strong>l humor, con aspecto “común y corriente”,<strong>de</strong>jando <strong>de</strong> lado a <strong>los</strong> mo<strong>de</strong><strong>los</strong> perfectos. A<strong>de</strong>más, se les retrata como preocupados por cosas importantesy no por temas frívo<strong>los</strong>.3Lamentablemente la mayor parte <strong>de</strong> esta información es <strong>de</strong> carácter privado y, por en<strong>de</strong>, <strong>de</strong> difícil acceso.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud35.


En este sentido aparecen <strong>las</strong> preocupaciones por <strong>los</strong> estudios, el futuro, la familia, pareciendo incluso, enalgunos aspectos, como una generación más tradicional <strong>de</strong> lo que se cree. Así, por ejemplo, se produce unretorno o regreso al núcleo familiar, que se acentúa por el hecho <strong>de</strong> que gracias a <strong>las</strong> nuevas tecnologías,todo pue<strong>de</strong> estar en la casa. Por otro lado, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes se representan como más cercanos a la familiavalorando más este espacio que antes y que se asocia al fenómeno <strong>de</strong> “alargar la juventud”, es <strong>de</strong>cir, que<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes están postergando cada vez más el tomar responsabilida<strong>de</strong>s clásicamente consi<strong>de</strong>radasadultas por razones <strong>de</strong> estudio, trabajo, postergación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> conformar familia propia u otras,y suelen permanecer más tiempo en sus hogares <strong>de</strong> origen (“nueva moratoria”).En general existen algunos elementos comunes en la publicidad dirigida hacia <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes a pesar<strong>de</strong> su fragmentación social, económica y <strong>de</strong> carga <strong>de</strong> responsabilidad. Entre estos aspectos comunes, seobserva el interés por la música, la tecnología y la manera <strong>de</strong> distraerse y divertirse (“el carrete”). Latecnología y la música aparecen como elementos que acompañan a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en su vida cotidiana,entregándoles múltiples opciones <strong>de</strong> elección (acceso a <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s) e infinita información. Esteaspecto <strong>de</strong> la multiplicidad <strong>de</strong> opciones es una dimensión fuertemente vinculada a la noción actual<strong>de</strong> juventud entendida con una diversidad y simultaneidad <strong>de</strong> alternativas, asociado a una movilidadpermanente y que el discurso social actual relaciona directamente con la libertad.A<strong>de</strong>más, lo juvenil, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la publicidad, se ha <strong>de</strong>svinculado <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes como sujetostransformándose en un objeto <strong>de</strong> consumo en sí mismo. Así, lo juvenil se ha mercantilizado y ha pasadoa ser un “atributo que se ven<strong>de</strong> y compra”. Esta adoración por lo juvenil ya <strong>de</strong>sembarcó en Chile, lo cualse refleja en la juvenilización.Finalmente, con respecto al resguardo y protección <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong> la juventud en la publicidad, seaprecia que, al igual que en la televisión, no existen políticas públicas <strong>de</strong>finidas respecto a <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes como sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho que protejan su imagen pública <strong>de</strong> la discriminación.c. Imagen, medios <strong>de</strong> comunicación y jóvenesRespecto a <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación y la publicidad es posible concluir que consi<strong>de</strong>ran la noción<strong>de</strong> juventud según su carga <strong>de</strong> responsabilidad. Tanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> canales <strong>de</strong> televisión como <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong>agencias <strong>de</strong> publicidad, se diferencia claramente a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes por no estar insertos en el mundoadulto, con <strong>las</strong> responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> trabajo y familia, que ello implica. El joven es aquel que ya tienecierta autonomía y libertad, pero no se ha in<strong>de</strong>pendizado totalmente <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> origen.Por otra parte, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en el último tiempo han sido consi<strong>de</strong>rados como un grupo <strong>de</strong> interés para<strong>los</strong> medios, ya que se intenta conocer sus comportamientos y gustos, para así mostrar una imagen más36. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.creíble y auténtica <strong>de</strong> lo que es la juventud chilena actual. Los medios <strong>de</strong> comunicación muestran a <strong>las</strong>ociedad sus <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>fectos para el resguardo, precauciones y riesgos que <strong>de</strong>be tener el mundoadulto, y sus familias en particular.En <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s contemporáneas <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes son <strong>los</strong> que marcan la pauta generando modas ycambios que orientan el seguimiento <strong>de</strong> estos patrones a otros grupos sociales. Sin embargo, como yase mencionaba, son más bien <strong>los</strong> atributos juveniles aquel<strong>los</strong> que son consi<strong>de</strong>rados positivamente en <strong>las</strong>imágenes, más que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes propiamente tales. Esta característica se visualiza en la generalización<strong>de</strong>l mandato por la juvenilización <strong>de</strong> la sociedad tanto en la esfera psicológica como en el cuerpo. Enestos términos, “lo joven’ en un sentido abstracto sigue estando <strong>de</strong> moda y se ven<strong>de</strong> como un atributo ensí mismo” (Rodríguez, 2002:80). Lo juvenil, en un sentido estricto, se relaciona con una característicapropia <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s contemporáneas: “la cultura <strong>de</strong>l cuerpo”.En base a lo que transmiten <strong>los</strong> programas <strong>de</strong> televisión y <strong>las</strong> campañas publicitarias, en <strong>de</strong>finitiva, quedaen evi<strong>de</strong>ncia que no hay una sola, sino que múltiples imágenes <strong>de</strong> juventud: “<strong>de</strong> ahí que en el términogenérico <strong>de</strong> cultura juvenil que<strong>de</strong>n subsumidas diversas culturas, con diferentes modos <strong>de</strong> comportamientoy esti<strong>los</strong> <strong>de</strong> vida, y en continua interrelación dialéctica” (Rodríguez, 2002:20).En la actualidad se tiene en cuenta que se trata <strong>de</strong> un grupo muy heterogéneo lo cual pue<strong>de</strong> resultarproblemático para la televisión al momento <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir su parrilla programática hacia este grupo <strong>de</strong> edad,que es un gran consumidor <strong>de</strong> estos medios. Sin embargo, se reconocen elementos comunes a la mayoría<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación construyen su discurso y contenidospara, posteriormente, dirigirse hacia el<strong>los</strong>. El más importante <strong>de</strong> estos elementos es la música: “La músicaes <strong>de</strong> todas estas formas <strong>de</strong> expresión, la más pura y elevada, el asi<strong>de</strong>ro al que se aferran <strong>las</strong> subculturasmás marginales” (Rodríguez, 2002:21).En general, se aprecia la presencia en la publicidad, <strong>de</strong> un joven más reflexivo que antes, esforzado, quese preocupa <strong>de</strong> aspectos importantes (tales como la familia y <strong>los</strong> estudios), lo que contribuye a <strong>de</strong>scentrarla imagen peyorativa <strong>de</strong>l calificativo <strong>de</strong> “joven light” y la estigmatización <strong>de</strong>l joven con la frase “no estoyni ahí”. Sin embargo, la relevancia <strong>de</strong> la imagen negativa <strong>de</strong>l género informativo respecto a <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes, tien<strong>de</strong> a predominar en el espacio televisivo, en el que muchas veces cae en estigmatizaciones yestereotipos <strong>de</strong> juventud. A menudo <strong>los</strong> medios generan una “polarización <strong>de</strong> estereotipos: presentación<strong>de</strong> una imagen sublimada, <strong>de</strong> admiración superficial, externa y hasta ‘frívola’ sobre lo joven, por un lado,y representación <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>l joven, asociada a lo sensacionalista, conflictivo o escanda<strong>los</strong>o, por elotro” (Rodríguez, 2002:69).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud37.


4. Noción <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesExiste una cierta dificultad metodológica para i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong> características que <strong>los</strong> propios sujetosreconocen en sí mismos y al mismo tiempo que sean generalizables a una cierta población. Para efectos<strong>de</strong> este Informe se realiza un análisis <strong>de</strong> la autopercepción <strong>de</strong> la juventud utilizando la informacióndisponible <strong>de</strong> la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, realizada por el INJUV el año 2003. 4En primer lugar, al momento <strong>de</strong> consultar a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes acerca <strong>de</strong> aquella <strong>de</strong>finición que mejorrepresenta lo que <strong>de</strong>fine la juventud, <strong>de</strong>staca una i<strong>de</strong>a mo<strong>de</strong>rnizadora <strong>de</strong> la misma (Gráfico N°1).La juventud es mayoritariamente consi<strong>de</strong>rada un período <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones y <strong>de</strong> aprendizaje <strong>de</strong>instrumentos útiles para lograr una inserción social exitosa. Cabe <strong>de</strong>stacar que aspectos tales como elplacer, la sociabilidad y el compromiso con <strong>los</strong> i<strong>de</strong>ales ocupa un lugar reducido. Si bien <strong>las</strong> alternativasno son excluyentes en sus contenidos y no implican una <strong>de</strong>safección respecto a estas alternativas, como<strong>de</strong> hecho muestran <strong>las</strong> investigaciones cualitativas, <strong>las</strong> respuestas muestran el peso <strong>de</strong> la <strong>de</strong>seabilidady <strong>de</strong> ciertos mandatos sociales que eventualmente pue<strong>de</strong>n generar malestar y crisis <strong>de</strong> expectativas amediano y largo plazo. Respecto a esta ten<strong>de</strong>ncia, <strong>de</strong>staca la escasa diferencia según sexo, edad y nivelsocioeconómico. %%%%%%Fuente: INJUV, Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud (2003).38. LaPara el grupo <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> preadolescentes, el 56% consi<strong>de</strong>ra que la juventud es un período para apren<strong>de</strong>rcosas para el éxito en la vida, para el 23% es un período para tomar <strong>de</strong>cisiones sobre qué hacer en lavida, mientras que un escaso porcentaje señala que es para pasarlo bien o jugársela por <strong>los</strong> i<strong>de</strong>ales. Estasopiniones se radicalizan a menor edad, ya que alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 60% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> preadolescentes <strong>de</strong> 13 y <strong>de</strong><strong>los</strong> <strong>de</strong> 14 años, señalan que la juventud es un período para apren<strong>de</strong>r cosas para el éxito 5 .Noción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la juventud en estos términos evi<strong>de</strong>ncia una visión <strong>de</strong> esta etapa vital extremadamenteinstrumental y que eventualmente podría hacer pensar acerca <strong>de</strong>l potencial malestar subjetivo ligado aestas <strong>de</strong>finiciones tan estructuradas respecto <strong>de</strong>l futuro juvenil propiamente tal, incluso <strong>de</strong> este momento<strong>de</strong> término <strong>de</strong> la infancia.En segundo lugar, al interrogar a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes respecto a <strong>las</strong> características que más <strong>los</strong> representan,éstas tien<strong>de</strong>n a aglutinarse en cinco grupos distintos, como se aprecian a continuación 6 :Fuente: INJUV, Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud (2003)En el gráfico N° 2 es posible observar <strong>las</strong> posiciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> características que representan a <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes en un plano que <strong>las</strong> agrupa según su cercanía. Un primer grupo se compone por <strong>las</strong> características:trabajador, tranquilo y solidario, <strong>las</strong> cuales fueron frecuentemente nombradas por <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesa la hora <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificarse con algunas <strong>de</strong> el<strong>las</strong> (40.5%, 26.5% y 33.4% respectivamente). El adjetivo“trabajador” es el más mencionado por <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes y tien<strong>de</strong> a aumentar como atributo con el cualel<strong>los</strong> se i<strong>de</strong>ntifican, a medida que aumenta la edad.4La encuesta fue realizada a 7.189 jóvenes entre 15 y 29 años a lo largo <strong>de</strong>l país, y por primera vez tiene resultados representativos a nivelregional.5INJUV-ISPAJ, “Caracterización <strong>de</strong>l tránsito infanto-juvenil <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> <strong>los</strong> 11 – 14 años”. En Prácticas y esti<strong>los</strong> <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes <strong>de</strong>l siglo XX. Estudios <strong>de</strong>l INJUV. Volumen N°3. Santiago 2005.6Se realizó un análisis <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ncia múltiple, con lo cual se obtuvo la posición <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferentes características en el plano. Para esteanálisis se obviaron <strong>las</strong> características mencionadas por menos <strong>de</strong> un 10% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, para evitar obtener resultados influenciados porestos casos. Al observar <strong>los</strong> resultados, es posible i<strong>de</strong>ntificar aproximadamente cinco grupos <strong>de</strong> características, para lo que se realizó un análisis<strong>de</strong> conglomerado para i<strong>de</strong>ntificar <strong>los</strong> centros <strong>de</strong> cada agrupación.39.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Por otra parte, <strong>de</strong>staca el hecho que a menor nivel socioeconómico un mayor porcentaje <strong>de</strong> jóvenes sei<strong>de</strong>ntifica con dicha característica, lo cual refleja que el atributo “trabajador” constituye una dimensióncrucial en <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> jóvenes que se están orientando hacia la vida adulta y la inserciónlaboral a mayor edad. Asimismo, constituye un eje central entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes más pobres, para quienesel ser trabajador pasa a ser parte <strong>de</strong> su condición social o situación <strong>de</strong> vida.La característica “solidario”, por su parte, es un atributo con el cual se i<strong>de</strong>ntifican más <strong>las</strong> mujeresjóvenes. A<strong>de</strong>más, a menor nivel socioeconómico se aprecia una mayor autoatribución <strong>de</strong> la solidaridadcomo característica juvenil al igual que el atributo “tranquilo”. En <strong>de</strong>finitiva, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> nivelsocioeconómico más bajo son <strong>los</strong> que en mayor medida se i<strong>de</strong>ntifican y constituyen este grupo comotrabajadores, tranqui<strong>los</strong> y solidarios, autoasignándose una mayor relación con <strong>las</strong> características <strong>de</strong>lesfuerzo, la preocupación por <strong>los</strong> <strong>de</strong>más y la tranquilidad.Un segundo grupo está formado por aquel<strong>los</strong> que se autoperciben como jóvenes realistas y prácticos(27.2% y 12% respectivamente), características que se asocian a un joven “con <strong>los</strong> pies en la tierra”.Cabe <strong>de</strong>stacar que <strong>los</strong> jóvenes hombres, <strong>de</strong> mayor nivel socioeconómico y <strong>de</strong> mayor edad, son <strong>los</strong> que enmayor medida se i<strong>de</strong>ntifican como prácticos, mientras que <strong>las</strong> mujeres tien<strong>de</strong>n a i<strong>de</strong>ntificarse en mayorporcentaje con ser realistas.Estos dos grupos reflejan el perfil <strong>de</strong>l joven que tien<strong>de</strong> a entregar una <strong>de</strong>finición mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> la juventud:se trata <strong>de</strong> un joven para quien la juventud es una etapa para tomar <strong>de</strong>cisiones sobre qué hacer en la viday para apren<strong>de</strong>r cosas que sirvan para el éxito. A<strong>de</strong>más, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes consi<strong>de</strong>ran que para tener éxitoen la vida hay que ser constantes y trabajar responsablemente, y que para ser feliz es condición sine quanon construir una buena familia, <strong>de</strong>sarrollarse como persona y tener un buen trabajo o profesión. Esto serelaciona con la noción <strong>de</strong> juventud como una etapa <strong>de</strong> transición, don<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes se preparanpara entrar a la etapa adulta y toman <strong>de</strong>cisiones pensando en su futuro como adultos.Un tercer grupo reúne <strong>las</strong> características <strong>de</strong> un joven crítico e i<strong>de</strong>alista, que refleja a un tipo <strong>de</strong> jovenque podría asemejarse a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> sesenta: luchadores, i<strong>de</strong>ológicos y rebel<strong>de</strong>s. Ambascaracterísticas fueron mencionadas por un porcentaje menor <strong>de</strong> jóvenes (13.3% y 15.9% respectivamente),lo cual <strong>de</strong>muestra que actualmente este perfil <strong>de</strong> joven tiene una menor presencia en <strong>los</strong> procesos<strong>de</strong> autoi<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>bido al mayor énfasis en la dimensión pragmática <strong>de</strong> <strong>las</strong> preocupaciones ypriorida<strong>de</strong>s. Son <strong>los</strong> hombres y <strong>los</strong> jóvenes <strong>de</strong> nivel socieoeconómico más alto quienes más se i<strong>de</strong>ntificancon este grupo crítico e i<strong>de</strong>alista. Si hipotetizaramos que el criticismo e i<strong>de</strong>alismo se relacionan conelementos básicos que facilitan el cambio social -entendido en términos tradicionales- obtendríamos queeste potencial, al menos en términos <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>finición, opera más en procesos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a mayor nivelsocioeconómico.40. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.Las características “optimista” y “sociable” conforman el cuarto grupo y son atributos <strong>de</strong> altaautoasignación entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (23.1% y 31.4% respectivamente). Estas <strong>de</strong>finiciones representanal joven que se concibe en base a características positivas respecto a la vida y <strong>de</strong> la sociabilidad. Estanoción <strong>de</strong> juventud articula dos vertientes tradicionalmente ligadas a lo juvenil: por una parte, lo juvenilcomo una actitud hacia la vida (joven vital, alegre, jovial, que habla <strong>de</strong> lo que tiene porvenir y futuro)y, por otra, la dimensión <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> pares y la amistad. Mientras que <strong>los</strong> hombres se <strong>de</strong>claran másoptimistas que <strong>las</strong> mujeres, respecto a la sociabilidad el mayor porcentaje lo presentan <strong>las</strong> mujeres, <strong>de</strong>mayor grupo socioeconómico, <strong>de</strong> menor edad y que tien<strong>de</strong>n a ser estudiantes. Esto concuerda con que<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> mayores recursos y menor edad, tienen menor carga <strong>de</strong> responsabilidad, por lo tantopue<strong>de</strong>n presentar en mayor medida conductas lúdicas, <strong>de</strong>sprovistos <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s preocupaciones.Finalmente, se pue<strong>de</strong> observar un quinto grupo compuesto por <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes “<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nados”y “carreteros”. Estas características no son mencionadas por un alto porcentaje <strong>de</strong> jóvenes (13.3% y10.2% respectivamente), aspecto que indica que se trata <strong>de</strong> un grupo minoritario el que se i<strong>de</strong>ntificapredominantemente con estas características.Esta modalidad <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>finición, ciertamente influida por procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>seabilidad social, reafirma elhecho <strong>de</strong> que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes tienen mayoritariamente una autopercepción positiva y que se concibenmás como jóvenes con intención <strong>de</strong> integrarse en la sociedad y el mundo adulto, que como jóvenescuyo eje <strong>de</strong> preocupación está centrado en <strong>los</strong> aspectos más lúdicos, y sin reparar en <strong>los</strong> límites y elcontrol social. Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar el hecho <strong>de</strong> que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes que más se i<strong>de</strong>ntifican con ambascaracterísticas (<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nado y carretero) son hombres y <strong>de</strong> menor edad. A<strong>de</strong>más, entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> que seconsi<strong>de</strong>ran <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nados, aumenta la i<strong>de</strong>ntificación a mayor nivel socioeconómico.En este sentido, esta noción general <strong>de</strong> juventud se distancia absolutamente <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> juventudcomo problema que se consolida en <strong>los</strong> años ’90 y que asocia a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes a “conductas <strong>de</strong>sviadas”como el consumo <strong>de</strong> alcohol, drogas y <strong>de</strong>lincuencia.Sin embargo, al mismo tiempo, al consultarles por <strong>los</strong> principales problemas que afectan a <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes, sitúan en primer lugar, <strong>los</strong> problemas vinculados al acceso y al consumo <strong>de</strong> alcohol y <strong>de</strong> drogas,la falta <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s y la violencia. Cabe <strong>de</strong>stacar, sin embargo, que estos problemas son asociadoscomo problemas <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> “jóvenes”, <strong>de</strong> la “juventud”, como si se hab<strong>las</strong>e <strong>de</strong> un otro distinto.En consecuencia, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes hacen parte <strong>de</strong> sí ambas nociones <strong>de</strong> juventud: una predominante,visibilizada y difundida ampliamente respecto a su condición <strong>de</strong> problema y, por otra, aquella que <strong>los</strong>consi<strong>de</strong>ra como un grupo que presentan una orientación hacia el esfuerzo y preocupación por aquel<strong>las</strong>Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud41.


cosas que consi<strong>de</strong>ran importantes para su futuro. Esta última visión es la que tien<strong>de</strong> a predominar en laautopercepción <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes chilenos.Por otra parte, la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la juventud está íntimamente ligada a la relación con el grupo <strong>de</strong> paresy la sociabilidad. Las auto<strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en términos <strong>de</strong> “solitario” y <strong>de</strong> “carretero”constituyen dos po<strong>los</strong> netos <strong>de</strong> esta dimensión, interesante <strong>de</strong> profundizar.En el primer polo <strong>de</strong> la sociabilidad, la característica “solitario”, es mencionada por sólo por un 8%<strong>de</strong> jóvenes, porcentaje que si bien es menor, requiere profundizar su nexo con otras características entérminos <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>finición. Por ello se incluye en el análisis por tratarse <strong>de</strong> un concepto que permitiríai<strong>de</strong>ntificar a un tipo <strong>de</strong> joven particular.En el Gráfico N° 3, la característica “solitario” aparece cercana a “trabajador” y a “realista”, por locual sería posible configurar un nuevo grupo i<strong>de</strong>ntitario formado por <strong>las</strong> características: “realista”,“solitario” y “trabajador”. Esta nueva configuración permite reflejar no sólo a un joven esforzado y “con<strong>los</strong> pies en la tierra”, sino que a<strong>de</strong>más, indicaría a un sujeto que estaría alejándose <strong>de</strong> la sociabilidad y<strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> amistad, características propiamente juveniles. Si se analiza más <strong>de</strong>talladamente lacaracterística “solitario”, se observa que <strong>las</strong> mujeres y <strong>los</strong> jóvenes <strong>de</strong> menor nivel socioeconómico sei<strong>de</strong>ntifican en mayor medida con ella.42. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.Fuente: INJUV, Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud (2003).En el otro polo <strong>de</strong> la sociabilidad, la característica “carretero”, por otra parte, se encuentra muy cerca<strong>de</strong>l atributo “<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nado”, formando el grupo que eventualmente podría ser <strong>de</strong>nominado “jóvenesproblema”. Cabe <strong>de</strong>stacar que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes carreteros se alejan <strong>de</strong> la característica <strong>de</strong> sociabilidad, loque podría reflejar que este joven representa un exceso <strong>de</strong> sociabilidad, característica que pasa a tener unaconnotación negativa. A<strong>de</strong>más, el atributo “carretero” se encuentra relativamente cerca -en el plano- a la<strong>de</strong> soñador, lo que muestra al grupo formado por <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nados, carreteros y soñadorescomo opuesto al grupo <strong>de</strong> jóvenes realistas, trabajadores y solitarios.En relación a la heterogeneidad social (Cuadro N°1), <strong>de</strong>staca el hecho <strong>de</strong> que para la mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes la diferencia <strong>de</strong> género no tiene mayor relevancia, ya que uno <strong>de</strong> cada dos jóvenes consi<strong>de</strong>ra que<strong>los</strong> jóvenes hombres piensan y actúan <strong>de</strong> manera similar a <strong>las</strong> mujeres. La diferencias más importantesque se verifican son según nivel socioeconómico y al momento <strong>de</strong> compararse intergeneracionalmente.En otras palabras, hay mayor distinción entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> distintos grupos socioeconómicos (uno<strong>de</strong> cada cinco opina en esta línea) que entre jóvenes y adultos (uno <strong>de</strong> cada cuatro) que entre hombres ymujeres jóvenes (uno <strong>de</strong> cada dos).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud43.


Cuadro 1Acuerdos en diferencias entre jóvenes y con <strong>los</strong> adultosDeacuerdoEn<strong>de</strong>sacuerdoLos y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e baja piensan <strong>de</strong> manera parecida a <strong>los</strong> <strong>de</strong>c<strong>las</strong>e alta17,5 % 82,5 %Los y <strong>las</strong> jóvenes piensan y actúan <strong>de</strong> manera parecida que <strong>los</strong> adultos 25,8 % 74,2 %Las mujeres jóvenes piensan y actúan <strong>de</strong> manera diversa a <strong>los</strong> hombresjóvenes51,7 % 48,3 %Los y <strong>las</strong> jóvenes son responsables <strong>de</strong> sus acciones 44,2 % 55,8 %Fuente: INJUV, Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud (2003).A<strong>de</strong>más, es relevante señalar que un alto porcentaje <strong>de</strong> jóvenes (55.8%) consi<strong>de</strong>ra que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes noson responsables <strong>de</strong> sus acciones. El alto acuerdo con esta afirmación llama la atención si se compara conel perfil <strong>de</strong> joven con que se i<strong>de</strong>ntifica la mayoría y que se caracteriza por <strong>las</strong> cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> “trabajador”y “responsable” y que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>fine la juventud como un período para tomar <strong>de</strong>cisiones y apren<strong>de</strong>r. Estose pue<strong>de</strong> interpretar como una modalidad <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el discurso <strong>de</strong>l otro en el cual el<strong>los</strong>se i<strong>de</strong>ntifican con la dimensión <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> la integración e inserción social para la cual se requiere<strong>las</strong> cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> “trabajador” y “responsable”, mientras <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la dimensión <strong>de</strong>l discurso que resalta <strong>los</strong>aspectos anómicos <strong>de</strong> la juventud perciben a “<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes” como “irresponsables”.5. ConclusionesSi bien la noción <strong>de</strong> juventud ha presentado modificaciones importantes en el curso <strong>de</strong> <strong>los</strong> últimos cuarentaaños, éstas se anclan en ciertas dimensiones constantes que se enfatizan en modo diferencial en algunosmomentos: cambio/estabilidad, anomia/or<strong>de</strong>n social, individualismo/colectivismo, hedonismo/sacrificio,riesgo/seguridad, entre otras.En este marco <strong>las</strong> imágenes <strong>de</strong> lo juvenil tien<strong>de</strong>n a reducirse y a generar estereotipos que orientan <strong>los</strong>sentidos sociales. En <strong>los</strong> años ’60 emerge <strong>de</strong> manera masiva la imagen <strong>de</strong>l joven estudiante contestatario,rebel<strong>de</strong> y apasionado que lucha por <strong>las</strong> causas sociales, cuyo campo <strong>de</strong> acción es la arena política y laarticulación <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acción social dirigidas al cambio <strong>de</strong> la sociedad. El estudiante es el icono <strong>de</strong>reconocimiento <strong>de</strong> lo juvenil <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la sociedad y el Estado chileno.En <strong>los</strong> ’80 surge una imagen crucial en escena: el joven urbano popular que protesta ante el régimenmilitar, encarnando la crítica a la exclusión social, política y económica <strong>de</strong> un importante sector social.Esta imagen tiene una doble vertiente: esperanzadora y dirigida al movilizar fuerzas <strong>de</strong> cambio, y la44. LaNoción <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 1.dimensión anómica y problemática <strong>de</strong> estos jóvenes. Esta última se convierte en foco <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> <strong>las</strong>ciencias sociales, <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> algunas organizaciones no gubernamentales y <strong>de</strong> represión por parte <strong>de</strong><strong>las</strong> políticas <strong>de</strong> control social policial.Los ’90, en cambio, observan la presencia <strong>de</strong> varias imágenes coexistiendo. Por una parte, se recru<strong>de</strong>ce laimagen <strong>de</strong>l joven problema y se articula a la <strong>de</strong>lincuencia, <strong>las</strong> drogas y la violencia social. Las políticaspúblicas, <strong>las</strong> ciencias sociales y, especialmente, <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación colaboran en este proceso.Por otra parte, el nacimiento <strong>de</strong>l INJ subraya el reconocimiento <strong>de</strong> un joven lúdico, legitimando laorientación juvenil al ocio y al tiempo libre, como parte importante y necesaria para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>lsujeto juvenil; por lo tanto, el contar con un adulto “más productivo” para la sociedad y mejor habilitadopara aprovechar <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s y tener una mejor calidad <strong>de</strong> vida.Asimismo, <strong>los</strong> ’90 y el retorno <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia evi<strong>de</strong>ncian elementos crecientes <strong>de</strong> distanciamiento conla esfera política y pública <strong>de</strong>l sujeto juvenil, en el marco <strong>de</strong> <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sistema político paraintegrar en forma efectiva la voz y voto juvenil, aspectos que se p<strong>las</strong>man en la imagen <strong>de</strong>l joven apático.Del mismo modo, se mantiene la imagen <strong>de</strong>l joven en búsqueda <strong>de</strong> su propia i<strong>de</strong>ntidad en un proceso <strong>de</strong>construcción <strong>de</strong> biografía en la lógica <strong>de</strong> la individualización: educación terciaria e inserción laboral son<strong>los</strong> ejes cruciales <strong>de</strong> estas búsquedas. Los medios <strong>de</strong> comunicación, la publicidad y <strong>las</strong> políticas socialeshan colaborado activamente en estas imágenes <strong>de</strong> lo juvenil.Los y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>finen la juventud en términos mo<strong>de</strong>rnos, es <strong>de</strong>cir, como un período para tomar<strong>de</strong>cisiones importantes y para realizar aprendizajes significativos. Esta <strong>de</strong>finición instrumental en <strong>los</strong>procesos <strong>de</strong> autoi<strong>de</strong>ntificación con <strong>las</strong> características <strong>de</strong> “trabajador”, “solidario” y “tranquilo”, que seasocian al grupo <strong>de</strong> jóvenes más pobres. Las características “realistas” y “prácticos” se asocian a nivelessocioeconómicos más altos, a mayor edad y a jóvenes hombres, mientras que el grupo que se i<strong>de</strong>ntificacon la clásica dimensión “crítico” e “i<strong>de</strong>alista” es más bien menor y aglutina a jóvenes <strong>de</strong> nivelessocioeconómicos altos. El optimismo y la sociabilidad se relacionan con jóvenes que presentan unamenor carga <strong>de</strong> responsabilidad y, en consecuencia, con <strong>los</strong> más jóvenes, en tanto que la auto<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>“<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nados” y “carreteros” es <strong>de</strong>finitivamente bajo en preferencias y agrupa especialmente a jóveneshombres adolescentes.Tanto en <strong>las</strong> percepciones <strong>de</strong> la sociedad como en <strong>las</strong> representaciones que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes tienen <strong>de</strong> símismos, aunque en menor escala, resalta la sobre representación <strong>de</strong> imágenes negativas que circulan enel discurso social respecto <strong>de</strong> la juventud. El capítulo muestra que <strong>las</strong> imágenes <strong>de</strong> lo juvenil ocupan unlugar específico <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> <strong>las</strong> características y énfasis <strong>de</strong> <strong>los</strong> discursos sociales predominantes.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud45.


La juventud <strong>de</strong> hoy dispone <strong>de</strong> más posibilida<strong>de</strong>s y recursos para laconstrucción <strong>de</strong> sus proyectos <strong>de</strong> vida que <strong>las</strong> generaciones anteriores.No obstante, vivimos en una sociedad más compleja, don<strong>de</strong> aún es altoel riesgo <strong>de</strong> no lograr construir el futuro que se <strong>de</strong>sea.46. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud47.


CAPÍTULO 2.UN NUEVO PAÍS EN CONSTRUCCIÓN. LAS LUCESY LAS SOMBRAS DE LAS TRANSFORMACIONESSOCIOCULTURALES EN CHILEEl objetivo <strong>de</strong> este capítulo es <strong>de</strong>scribir el nuevo país en que <strong>las</strong> actualesgeneraciones viven su juventud.48. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.En estos días, constituye un lugar común <strong>de</strong> <strong>los</strong> discursos políticos y sociales afirmar que Chile hacambiado fuertemente en <strong>los</strong> últimos 16 años. Para casi cualquier observador informado, el Chile <strong>de</strong>laño 2005, con su <strong>de</strong>mocracia reconstruida, sus inversiones en infraestructura, su sistema económicoorientado a la exportación, su nueva estructura <strong>de</strong>mográfica, entre otros cambios, tiene pocos puntos <strong>de</strong>similitud con el Chile <strong>de</strong> principios <strong>de</strong> <strong>los</strong> años 80. De la misma manera, <strong>los</strong> problemas que enfrentaba y<strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s que ofrecía el país a sus ciudadanos en ese entonces, eran muy distintos a <strong>los</strong> <strong>de</strong> hoy.Los expertos en juventud tampoco dudan que estas transformaciones tienen un fuerte impacto en <strong>las</strong>condiciones y posibilida<strong>de</strong>s en <strong>las</strong> cuales <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>ben construir su biografía, estructurar sui<strong>de</strong>ntidad y cumplir sus metas vitales. De hecho, ya existe una generación <strong>de</strong> chilenos que han nacidoy se han <strong>de</strong>sarrollado en <strong>los</strong> gobiernos <strong>de</strong> la Concertación en un ambiente <strong>de</strong>mocrático y <strong>de</strong> expansióneconómica, y otro grupo que ha podido experimentar <strong>las</strong> diferencias entre <strong>los</strong> ‘80 y <strong>los</strong> ’90, generandogran heterogeneidad al grupo comprendido entre <strong>los</strong> 15 y 29 años que se <strong>de</strong>fine como joven.Por esas razones, el carácter “novedoso” <strong>de</strong>l Chile actual no tiene por qué ser asumido conscientementepor <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes chilenos, principalmente por <strong>los</strong> grupos <strong>de</strong> menor edad, grupo sobre el cual hanestado focalizados <strong>los</strong> principales programas y acciones <strong>de</strong>l Estado.Los y <strong>las</strong> jóvenes construyen su i<strong>de</strong>ntidad en el día a día, hecho que <strong>de</strong> cierta forma imposibilita sureflexión consciente sobre <strong>las</strong> características y especificida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Chile <strong>de</strong> comienzos <strong>de</strong>l siglo XXI, nitampoco tienen necesariamente imágenes claras y <strong>de</strong>finidas respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones en que vivían yvivieron sus congéneres <strong>de</strong> generaciones pasadas.Entonces, si la vivencia social juvenil es, al menos en parte, atemporal, ¿qué sentido tiene hacer un relato<strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones experimentadas por el país en el marco <strong>de</strong> un Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud?.Dicho esfuerzo se justifica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tres puntos <strong>de</strong> vista:En primer lugar, si bien una parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes no son conscientes <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones que havivido el país en <strong>los</strong> últimos <strong>de</strong>cenios - siempre han vivido en un contexto <strong>de</strong>mocrático y <strong>de</strong> expansióneconómica -, esos cambios sí han sido registrados en la memoria e historias <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> anterioresgeneraciones, e influyen en la percepción que <strong>los</strong> adultos tienen respecto a como “<strong>de</strong>berían ser” <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes <strong>de</strong> hoy, mediatizado por <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s que la situación actual les brinda.En este sentido, parte <strong>de</strong> la tradicional incomprensión generacional pue<strong>de</strong> tener su origen en esta diferentepercepción <strong>de</strong> la temporalidad.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud49.


En segundo lugar, estudiar <strong>los</strong> cambios experimentados por el país permitirá tener una mayor claridadrespecto <strong>de</strong> cuáles son <strong>las</strong> características que permiten <strong>de</strong>scribir a la juventud actual en contraste con<strong>las</strong> otras generaciones, separando estas propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aquel<strong>las</strong> que en realidad son compartidas con<strong>los</strong> adultos. En relación a esto, muchas veces se <strong>de</strong>scribe a la juventud en función <strong>de</strong> aspectos que nosiempre son exclusivos <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, sino que recorren a casi toda la sociedad (como por ejemplo,el <strong>de</strong>sinterés por <strong>los</strong> temas políticos). El sentido <strong>de</strong> es ejercicio será ayudar a <strong>de</strong>smitificar la <strong>de</strong>scripción<strong>de</strong> “lo juvenil” en el país, evitando atribuir a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes características que en verdad son propias<strong>de</strong> un marco cultural general.En tercer lugar, compren<strong>de</strong>r la situación <strong>de</strong>l Chile actual a la luz <strong>de</strong> sus transformaciones culturales,ayuda a concebir mejor el medio en el cual <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>ben construir su propia biografía. Esopermitirá enten<strong>de</strong>r más claramente sus <strong>de</strong>safíos, sus <strong>de</strong>mandas por <strong>de</strong>rechos, sus preferencias, etc. ycontextualizará la forma en que el Estado <strong>de</strong> Chile pue<strong>de</strong> contribuir a que la juventud sea vivida <strong>de</strong> lamanera más plena y satisfactoria posible.Finalmente, si bien casi nadie niega la ocurrencia <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s transformaciones en Chile y que estoscambios socioculturales modifican la forma en que se vive la juventud, no es existen acuerdos en dosaspectos cruciales <strong>de</strong> estos fenómenos:a. En primer lugar, no existe acuerdo respecto <strong>de</strong> la forma en que es posible interpretar en forma globaly comprensiva estos cambios. De hecho, para unos constituyen un signo <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización y <strong>de</strong>sarrollo,mientras que para otros sólo constituyen una reacomodación <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> dominación, entre otrasposibles interpretaciones.b. En segundo lugar, tampoco existe acuerdo respecto <strong>de</strong> cuáles son <strong>los</strong> ejes más relevantes <strong>de</strong>l proceso<strong>de</strong> transformación. Mientras algunos ponen el acento en la disminución <strong>de</strong> la pobreza y el aumento <strong>de</strong><strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> consumo, otros se enfocan en la mantención <strong>de</strong> <strong>las</strong> brechas socioeconómicas o en<strong>los</strong> cambios político institucionales. Asimismo, mientras algunos investigadores centran la mirada en<strong>los</strong> avances que se han registrado, otros enfatizan solamente <strong>los</strong> rezagos, olvidos o nuevos problemasoriginados por el mismo <strong>de</strong>sarrollo.Es por esto que en este capítulo se intentará dar una mirada comprensiva y global <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>transformaciones socio culturales chilenas <strong>de</strong> <strong>los</strong> últimos 20 años, y <strong>de</strong> <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> interpretar esteproceso, con el fin <strong>de</strong> establecer el nuevo contexto histórico en el cual <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>ben construiry <strong>de</strong>splegar sus biografías. Las especificida<strong>de</strong>s relacionadas con la realidad juvenil se abordan en <strong>los</strong>capítu<strong>los</strong> 3 y 4.50. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.1. Transformaciones Socio – Demográficas:Todas <strong>las</strong> mutaciones que pue<strong>de</strong> experimentar un conglomerado social tienen su base en la reservabiológica <strong>de</strong> dicha agrupación. En <strong>de</strong>finitiva, son <strong>las</strong> personas <strong>las</strong> que constituyen <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>shumanas y <strong>los</strong> sucesos a nivel bio-social son muy relevantes para compren<strong>de</strong>r su evolución económica,social y psicológica.Por ello, este recuento comenzará dando una rápida cuenta <strong>de</strong> <strong>las</strong> principales modificaciones que haexperimentado el país en la dimensión <strong>de</strong>mográfica, <strong>las</strong> cuales pue<strong>de</strong>n or<strong>de</strong>narse en tres gran<strong>de</strong>s temas:a. Cambios en el volumen y composición <strong>de</strong> la población:La población chilena ha continuado aumentando en <strong>los</strong> últimos años. Entre 1992 y 2002 hay 1,7millones habitantes más en Chile, alcanzado 15,1 millones <strong>de</strong> personas 1 .No obstante, este aumento poblacional se realiza a un ritmo claramente <strong>de</strong>creciente, es así como entre1980 y 1992 se creció a un promedio <strong>de</strong> 1,6% anual, mientras que entre 1992 y 2002 la tasa <strong>de</strong> aumentopoblacional fue tan sólo 1,2% anual.Esta tasa <strong>de</strong>creciente se explica principalmente por la disminución <strong>de</strong> <strong>las</strong> tasas fertilidad <strong>de</strong> lapoblación: es así como se pasa <strong>de</strong> una media <strong>de</strong> 2,34 hijos por mujer en el año 1992, a 2,26 hijos pormujer el año 2002.La disminución <strong>de</strong> la fertilidad se ha dado en un contexto <strong>de</strong> un aumento <strong>de</strong> la esperanza <strong>de</strong> vida, por lotanto se registra un claro envejecimiento <strong>de</strong> la población.Como síntesis global, en el siguiente gráfico se pue<strong>de</strong> observar como se ha transformado entre 1992 y2002 la pirámi<strong>de</strong> <strong>de</strong> la población chilena a consecuencia <strong>de</strong> estos cambios. Se aprecia que la poblaciónse asemeja cada vez más a una ojiva, imagen característica <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong> “envejecimiento” <strong>de</strong> latransición <strong>de</strong>mográfica.1Véase en INE, Censos <strong>de</strong> Población y Vivienda <strong>de</strong> <strong>los</strong> años 1992 y 2002.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud51.


Fuente: INE, Elaboración propia a partir <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> <strong>los</strong> Censos <strong>de</strong> 1992 y 2002.b. Cambios migratorios:La sociedad chilena a tenido tradicionalmente bajos niveles <strong>de</strong> inmigrantes extranjeros. Es así como enel año 1992 sólo el 0,8% <strong>de</strong> la población en Chile había nacido en otro país (lo anterior implicaba lapresencia <strong>de</strong> 105 mil inmigrantes).Por contraposición, en el año 2002 el Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda <strong>de</strong>tectó la presencia <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 184mil extranjeros, que representan ahora el 1,2% <strong>de</strong> la población nacional.Si bien esto implica que aún <strong>los</strong> inmigrantes constituyen sólo una pequeña parte <strong>de</strong> la población nacional,<strong>de</strong>be notarse que en 10 años aumentó en un 75% el número <strong>de</strong> extranjeros en el país.A<strong>de</strong>más, el origen <strong>de</strong> estos extranjeros ha cambiado, en el año 1992 el 55% <strong>de</strong> éstos provenía <strong>de</strong> AméricaLatina, frente al 68% <strong>de</strong>l año 2002. Esto implica que Chile se ha hecho un lugar más atractivo para laemigración <strong>de</strong> países más cercanos.c. Cambios en la organización espacial y familiar <strong>de</strong> la población:Paralelamente a estos cambios cuantitativos, la población chilena ha cambiado su forma <strong>de</strong> organización,tanto en relación a la ocupación <strong>de</strong>l territorio, como en su organización familiar.52. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.Con relación a la ocupación <strong>de</strong>l territorio chileno, en estos últimos años se ha profundizado el carácterurbano <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> Chile. Si bien el año 1992 este proceso ya se encontraba bastante avanzado conun 83,5% <strong>de</strong> la población chilena viviendo en áreas urbanas, hoy en día este porcentaje ha aumentadohasta el 86,7%.Por su parte, con respecto a la organización familiar <strong>de</strong> la población, <strong>los</strong> chilenos y chilenas han continuadoevolucionando hacia una estructura <strong>de</strong> familias nucleares, <strong>de</strong> tamaño pequeño y con menores niveles <strong>de</strong>formalización legal. De esta forma, el número promedio <strong>de</strong> personas por familia ha <strong>de</strong>scendido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 4personas por hogar en el año 1992, a 3,5 en el año 2002.Parcialmente responsable <strong>de</strong> esta disminución es que en un contexto <strong>de</strong> amplio predominio <strong>de</strong> familiasnucleares (<strong>las</strong> que constituyen el 57% <strong>de</strong> <strong>los</strong> hogares), aumentan levemente <strong>las</strong> familias unipersonales(que pasan <strong>de</strong> 3,2% en 1992, a 4,3% en el año 2002), disminuyendo en casi la misma proporción <strong>las</strong>familias extensas (<strong>las</strong> que pasan <strong>de</strong> ser un 23,4% <strong>de</strong> <strong>las</strong> familias en el año 1992, a 21,9% en el 2002).El menor grado <strong>de</strong> formalización <strong>de</strong> estas uniones familiares se refleja en que <strong>las</strong> familias fundadas enlazos <strong>de</strong> matrimonio formal pasan <strong>de</strong> 51,8% en el año 1992, al 46,2% en el 2002, y <strong>las</strong> uniones basadassólo en la convivencia aumentan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 5,7% al 8,9% entre el año 1992 y el año 2002.Todos estos cambios constituyen el sustrato biológico social sobre el que se han dibujado <strong>las</strong>transformaciones sociales y psicosociales que ha vivido Chile en <strong>los</strong> últimos años y que se reseñan acontinuación.2. Transformaciones Político-InstitucionalesUn eje clave <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones que ha experimentado Chile en <strong>los</strong> últimos 20 años tiene relacióncon una lenta, aunque progresiva, construcción o reconstrucción <strong>de</strong> un sistema político cada vez más<strong>de</strong>mocrático.Es así como poco a poco se han ido <strong>de</strong>smontando <strong>los</strong> mecanismos <strong>de</strong> control que el proyecto institucionalmilitar – gremialista instalaron en la constitución <strong>de</strong> 1980 y en otras reglamentaciones, con el fin <strong>de</strong>tutelar y restringir la capacidad <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.En este sentido, la aprobación <strong>de</strong> <strong>las</strong> últimas reformas constitucionales que significan el fin <strong>de</strong>la inamovilidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> Comandantes en Jefe <strong>de</strong> <strong>las</strong> Fuerzas Armadas y el término <strong>de</strong> <strong>los</strong> SenadoresDesignados, entre <strong>las</strong> más importantes, representa un paso más en este extenso y exitoso proceso.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud53.


En el mismo tenor se pue<strong>de</strong> señalar el progresivo <strong>de</strong>smantelamiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>fensas político – legales, queimpedían el investigar y juzgar a <strong>los</strong> principales responsables <strong>de</strong> <strong>las</strong> violaciones a <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos humanos.Cierto es que no todos <strong>los</strong> responsables <strong>de</strong> violaciones han sido juzgados, y menos <strong>de</strong> el<strong>los</strong> han sidocon<strong>de</strong>nados, pero también se <strong>de</strong>be reconocer que ha ido aumentando el número <strong>de</strong> personas responsables<strong>de</strong> estos hechos que han pasado por la cárcel, o al menos por largos procesos legales.Un importante complemento histórico – simbólico se ha logrado instalar como verdad oficial la existencia<strong>de</strong> injustificables violaciones a <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos humanos durante la dictadura militar, <strong>de</strong> tal manera queprácticamente ningún actor político niega este hecho o lo justifica.La ventaja <strong>de</strong> la mirada a largo plazo, al finalizar el tercer gobierno <strong>de</strong> la Concertación <strong>de</strong> Partidos por laDemocracia, permite compren<strong>de</strong>r que no eran ciertos <strong>los</strong> temores <strong>de</strong> quienes, <strong>de</strong>sesperando por la lentitud<strong>de</strong> estos avances <strong>de</strong>mocratizadores, afirmaban que la Concertación sólo estaba administrando un sistemano <strong>de</strong>mocrático imposible <strong>de</strong> modificar.Claramente tanto la influencia <strong>de</strong> hechos puntuales (<strong>de</strong>tención <strong>de</strong> Augusto Pinochet en Londres, Informes<strong>de</strong> Derechos Humanos, <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> enterramientos ilegales, entre otros), como la labor sistemática<strong>de</strong> <strong>los</strong> políticos <strong>de</strong> la Concertación y <strong>los</strong> acuerdos con la <strong>de</strong>recha liberal, han logrado ir <strong>de</strong>smontando eledificio tan sólidamente diseñado para proteger a la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> sí misma.En esta breve síntesis cabe señalar que un aporte muy relevante a este proceso ha estado constituido porla forma en que <strong>los</strong> políticos han actuado en su rol <strong>de</strong> elite dirigente.Es así como la gran mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> políticos chilenos, alejándose <strong>de</strong> <strong>los</strong> gran<strong>de</strong>s metarrelatos y <strong>de</strong> labúsqueda <strong>de</strong> hegemonías político – culturales que caracterizó su acción <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> años 60, han optadopor una actitud más pragmática, negociando acuerdos, más que imponiendo su posición y opiniones asus adversarios.Esta actitud <strong>de</strong> flexibilizar plazos y ser capaces <strong>de</strong> negociar perspectivas para el logro <strong>de</strong> objetivos en post<strong>de</strong> la gobernabilidad y <strong>de</strong>sarrollo, ha posibilitado una reconstrucción <strong>de</strong>mocrática sin gran<strong>de</strong>s traumas.Finalmente, se <strong>de</strong>be reconocer el papel que ha jugado la ciudadanía en todo este proceso. Los ciudadanos,in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> <strong>las</strong> opiniones que han podido expresar en encuestas u otros medios, han <strong>de</strong>sarrolladopatrones conductuales legitimadores <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong>mocrático, como se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir <strong>de</strong> la altísimainscripción en <strong>los</strong> registros electorales para el plebiscito <strong>de</strong>l año 1988 y <strong>las</strong> altas tasas <strong>de</strong> participaciónelectoral <strong>de</strong> quienes se encuentran inscritos en <strong>los</strong> registros electorales.54. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.Es así como, según información <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Naciones Unidas para el Desarrollo, en promedio el 84%<strong>de</strong> la población con <strong>de</strong>recho a voto está inscrita en <strong>los</strong> registros electorales y ejerce efectivamente este<strong>de</strong>recho casi el 75% <strong>de</strong> dicha población, siendo este último indicador claramente superior al promedio <strong>de</strong>participación en América Latina y superior al nivel <strong>de</strong> participación previo a 1973 (Navia, 2002).Sin embargo, si estos cambios no son suficientes para explicar la sensación <strong>de</strong> frustración e impacienciaque predomina en algunos grupos sociales. Para enten<strong>de</strong>r ese conglomerado <strong>de</strong> sensaciones críticas cabe<strong>de</strong>stacar <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s que ha experimentado y continúa experimentando el proceso <strong>de</strong> transformación<strong>de</strong>mocrática, que se <strong>de</strong>senvuelve en un contexto internacional y nacional, cuyos resultados generan cierto“malestar” en sectores sociales.Estos problemas se pue<strong>de</strong>n sintetizar en 4 gran<strong>de</strong>s temas:a. La relativa lentitud <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>mocratizador: a pesar <strong>de</strong> <strong>los</strong> avances que arriba se reconocen, estetránsito hacia una <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>sarrollada no ha sido tan rápido como algunos hubiesen querido (16años, tres gobiernos), es <strong>de</strong>cir, sueños y expectativas versus realida<strong>de</strong>s concretas y específicas.A<strong>de</strong>más, el proceso está aún lejos <strong>de</strong> completarse, ya que, por ejemplo, el sistema electoral aun estáregido por un sistema binominal que produce altas tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sproporcionalidad electoral (es <strong>de</strong>cir,<strong>de</strong> diferencia entre escaños y votos obtenidos por <strong>los</strong> partidos políticos) y <strong>de</strong> votos ganados porpartidos políticos que finalmente no obtienen representación parlamentaria (la segunda más alta <strong>de</strong>Latinoamérica, según el informe <strong>de</strong>l PNUD 2004 respecto a la <strong>de</strong>mocracia en América Latina ).Estos indicadores, más otros relacionados con la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia “<strong>de</strong>s<strong>de</strong>abajo” o “<strong>de</strong>liberativa” (plebiscitos vinculantes, por ejemplo), con la existencia <strong>de</strong> un sistema electoralaltamente burocrático que dificulta la inscripción electoral y con el diseño <strong>de</strong> distritos electorales queintroducen fuertes distorsiones en el valor real <strong>de</strong> <strong>los</strong> votos ciudadanos, <strong>de</strong>muestran que el proceso<strong>de</strong>mocratizador aún no ha culminado en términos institucionales.Tanto la lentitud <strong>de</strong> esta transformación, como su carácter incompleto, se pue<strong>de</strong>n explicar no sólo porla mo<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> <strong>las</strong> elites políticas o <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s sociales conservadoras <strong>de</strong> la población, sino porqueel mismo proceso <strong>de</strong> cambio se ha dado en un contexto legal heredado <strong>de</strong> la dictadura que obliga a <strong>los</strong>pactos con fuerzas <strong>de</strong> oposición muy interesadas en limitar el alcance <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones.b. La crisis <strong>de</strong> sentido <strong>de</strong> la actividad política: Si bien anteriormente se señaló que la falta <strong>de</strong> rigi<strong>de</strong>zi<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong> <strong>los</strong> políticos chilenos actuales ha tenido efectos positivos en términos <strong>de</strong> gobernabilidad,también es importante notar que por esta mayor estabilidad se ha pagado un costo en términos <strong>de</strong>2PNUD, 2004, La Democracia en América Latina, hacia una <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> ciudadanos y ciudadanas. PNUD, Santiago <strong>de</strong> Chile.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud55.


complejizar la transmisión <strong>de</strong> sentido <strong>de</strong> la política. A<strong>de</strong>más, esta actividad y la acción <strong>de</strong> la elite políticahan perdido relevancia ante la ciudadanía.Al parecer, la falta <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s principios intransables y objetivos éticos vitales ha dificultado justificarla acción política, haciendo caer sobre ella la sospecha <strong>de</strong> que sus únicas motivaciones son el obtenerprivilegios corporativos o personales.A esto se pue<strong>de</strong> agregar que la acción política ha perdido capacidad <strong>de</strong> entregar bienes sociales o brindarherramientas <strong>de</strong> movilidad ascen<strong>de</strong>nte, como fue característico <strong>de</strong> otros tiempos, transformándose en unaactividad más “abstracta” y <strong>de</strong> difícil comprensión para la población.Por todo esto la actividad política ha perdido la centralidad que antes tenía en la vida nacional, cambioque redunda tanto en la mayor dificultad que encuentra la ciudadanía para distinguir entre <strong>las</strong> diferentesopciones políticas, como en la “farandulización” <strong>de</strong> la política y la <strong>de</strong>riva hacia actitu<strong>de</strong>s más o menospopulistas por parte <strong>de</strong> algunos actores políticos.En suma: no ha sido fácil construir el sentido ético, valórico y estratégico <strong>de</strong> la acción política, parala consolidación <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong>mocrático, pluralista, inclusivo y tolerante, en un contexto en que lapolítica ya no es más el instrumento para la repartición <strong>de</strong> <strong>los</strong> bienes sociales, ni tampoco construyegran<strong>de</strong>s i<strong>de</strong>ologías movilizadoras.c. La posición crítica <strong>de</strong> la población respecto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia: Ante la dificultad para compren<strong>de</strong>rel sentido <strong>de</strong> la acción política por parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> ciudadanos y el manto <strong>de</strong> sospecha que ha caído sobrequienes participan en la actividad política, <strong>los</strong> ciudadanos, al menos a nivel <strong>de</strong> su opinión subjetiva, yaque no en términos <strong>de</strong> participación electoral, han restado legitimidad al sistema <strong>de</strong>mocrático chileno.Esto queda claramente reflejado en algunos estudios <strong>de</strong> opinión pública que muestran una caída paulatinapero sostenida, en el porcentaje <strong>de</strong> personas que se encuentra <strong>de</strong> acuerdo con la afirmación “la <strong>de</strong>mocraciaes el mejor sistema político para un país como el nuestro”, respuesta que pasa <strong>de</strong> un 90% en 1990 a un 74%en 1998 (Huneeus, s/f).Al mismo tiempo, se señala que sólo un cuarto <strong>de</strong> la población chilena se siente conforme con elfuncionamiento <strong>de</strong>l sistema político actual y aumenta regularmente la proporción <strong>de</strong> población queconsi<strong>de</strong>ra que <strong>los</strong> logros <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo económico benefician fundamentalmente a <strong>los</strong> más ricos (respuestaque comparte más <strong>de</strong>l 85% <strong>de</strong> <strong>los</strong> encuestados).Una posible manifestación conductual <strong>de</strong>l relativo alejamiento <strong>de</strong> la población respecto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia,56. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.lo constituye el bajo nivel <strong>de</strong> inscripción electoral <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (que posiblemente funcionancomo indicador <strong>de</strong> una situación general, ya que <strong>los</strong> adultos, al estar inscritos, no pue<strong>de</strong>n abstenerse <strong>de</strong>la inscripción o retirarse <strong>de</strong> ella).Si bien no es posible afirmar que la población chilena rechace el sistema <strong>de</strong>mocrático en si mismo, estasrespuestas son un síntoma <strong>de</strong>l relativo malestar que la población siente respecto <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong>lsistema político actual.d. La elitización y cerrazón <strong>de</strong> la conducción político / social: Tal como muestra con claridad elinforme <strong>de</strong>l PNUD <strong>de</strong>l año 2004, la elite política y social chilena, si bien tiene claro su rol conductor<strong>de</strong>l país, asumiendo su capacidad <strong>de</strong> guiar el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> Chile, posee también algunas característicaspreocupantes 3 .Entre éstas es posible señalar: a) una cierta perplejidad e incomprensión frente a <strong>las</strong> transformacionesculturales que ha experimentado el país, b) una concepción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia bastante menos liberal quelo <strong>de</strong>fendido por elites <strong>de</strong> otras latitu<strong>de</strong>s, y c) una cierta ten<strong>de</strong>ncia a la “cerrazón”, es <strong>de</strong>cir, a limitar elacceso <strong>de</strong> personas externas a esta elite.El primer problema tiene relación con la aceptación parcial que hace la elite <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l país:si bien, en general, se aceptan y aprueban <strong>las</strong> transformaciones económicas, su correlato en términos <strong>de</strong>transformaciones culturales parecen poner a la c<strong>las</strong>e dirigente a la <strong>de</strong>fensiva.El segundo problema está asociado con una cierta inconsistencia <strong>de</strong> la elite chilena: si bien acepta la<strong>de</strong>mocracia en su discurso, cuando se trata <strong>de</strong> precisar sus límites se tien<strong>de</strong> a restringir su ámbito <strong>de</strong>acción. Quizá este proceso explique que Chile no disponga <strong>de</strong>masiados mecanismos <strong>de</strong> “<strong>de</strong>mocracia<strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo” (como señala el informe respecto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en América Latina 4 ), o permita enten<strong>de</strong>rla lentitud y pru<strong>de</strong>ncia con que se han ido consiguiendo mayores espacios para la <strong>de</strong>mocracia en Chile.El tercer problema tiene relación con una relativa ten<strong>de</strong>ncia a la “estamentización” <strong>de</strong> la élite chilena, laque proviene principalmente <strong>de</strong> un grupo reducido <strong>de</strong> familias o allegados, usualmente se educa en <strong>los</strong>mismos colegios y tien<strong>de</strong> a generar procedimientos electorales que hacen muy difícil su <strong>de</strong>rrota o salida<strong>de</strong> la política.De esta forma, si bien la elite actual se educó en una cierta proporción en colegios que no eran <strong>de</strong>elite, tien<strong>de</strong> a matricular a sus hijos en colegios <strong>de</strong> elite casi con exclusividad. A<strong>de</strong>más, en términos <strong>de</strong>origen social, generalmente proviene <strong>de</strong> familias <strong>de</strong> estrato alto 5 . Evi<strong>de</strong>ntemente estas características,contribuyen al discurso negativo respecto a la política y la elite chilena.3PNUD, 2004, Desarrollo Humano en Chile: El po<strong>de</strong>r: ¿para qué y para quién?, Santiago <strong>de</strong> Chile.4PNUD, 2004, Op. Cit. La Democracia en América Latina, hacia una ... Santiago <strong>de</strong> Chile, Santiago <strong>de</strong> Chile.5Ibíd.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud57.


En suma, dando una mirada <strong>de</strong> conjunto a <strong>las</strong> transformaciones político institucionales que ha vividoel país en <strong>los</strong> últimos 20 años, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que si bien hay importantes avances en el proceso <strong>de</strong>consolidación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, existen actualmente una serie <strong>de</strong> <strong>de</strong>safíos (algunos antiguos y otrosnuevos) que pue<strong>de</strong>n tener importantes consecuencias negativas a largo plazo <strong>de</strong> no ser a<strong>de</strong>cuadamenteabordados.3. Transformaciones EconómicasDes<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> ochenta, Chile ha mostrado un crecimiento económico sostenido yrelativamente alto, a pesar <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> interrupciones como el shock externo <strong>de</strong> la crisis asiáticaen 1997. Como se observa en el cuadro 1, esto ha permitido que Chile se ubique sostenidamente en <strong>los</strong>dos primeros lugares <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>los</strong> países con mejor crecimiento económico <strong>de</strong> América Latina.Cuadro 1Crecimiento económico 1980-2000 países latinoamericanos escogidos promedio décadaPaís 1980-89 1990-99 2000Argentina -1 4,2 -0,5Bolivia -0,3 4,1 2,5Brasil 2,9 1,8 4,2Chile 3,5 6,4 5,4Colombia 3,4 2,8 2,8Costa Rica 2,5 5,1 4,5México 2,3 3,3 6,9Perú 0,1 3,4 3,6Uruguay 0,9 3,3 -1Venezuela 0,1 2,3 3,2Fuente: Lan<strong>de</strong>rretche, 2001.El a<strong>de</strong>cuado manejo <strong>de</strong> economía <strong>de</strong>l país y la estabilidad política durante gobiernos <strong>de</strong> la Concertación,más condiciones externas favorables, han permitido la matención <strong>de</strong> condiciones macroeconómicascontroladas y estables, permitiendo la inserción <strong>de</strong> Chile en la economía mundializada.Como se pue<strong>de</strong> observar en el siguiente cuadro, <strong>los</strong> últimos gobiernos en Chile han tendido a controlarla mayor parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> indicadores <strong>de</strong> estabilidad macroeconómica como son la inflación, el <strong>de</strong>sempleo yel gasto fiscal.58. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.Cuadro 2Comparación <strong>de</strong> variables macroeconómicas claves según gobiernoVariablePinochet1974-1989Aylwin1990-1993Frei1994-1999Lagos2000-2003Tasa <strong>de</strong> infl ación 79,9 17,7 6,1 2,8Tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo 18,1 7,3 7,4 10,1Salario real (1970=100) 81,9 99,8 123,4 137,4Superávit <strong>de</strong>l gobierno general (% <strong>de</strong>l PIB) 0,3 1,6 1,1 -0,5Fuente: French-Davis, 2003.En otras palabras, hablando en términos generales, <strong>los</strong> énfasis <strong>de</strong> la política macroeconómica implementadaspor la dictadura militar han sido continuadas y complementadas con fuertes políticas microeconómicas,por <strong>los</strong> gobiernos <strong>de</strong> la Concertación, tales como: equilibrio <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuentas fiscales, estabilización <strong>de</strong> <strong>las</strong>condiciones macro económicas, incremento <strong>de</strong> <strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> flexibilidad <strong>de</strong>l mercado laboral, nivelescrecientes <strong>de</strong> inversión social y apertura creciente <strong>de</strong> la economía a <strong>los</strong> capitales y el comercio exterior;que sumadas a la apertura política, han posibilitando <strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo económico y social que sehan logrado en la actualidad.En este contexto se entien<strong>de</strong> la <strong>de</strong>cidida acción diplomática en post <strong>de</strong> un creciente proceso <strong>de</strong> aperturacomercial que ha llevado a que el país haya suscrito seis tratados <strong>de</strong> libre comercio y siete acuerdos <strong>de</strong>complementación económica, transformando a Chile en el país <strong>de</strong> América Latina con mayor acceso a<strong>los</strong> principales mercados <strong>de</strong>l mundo 6 .Esta apertura económica se ha visto facilitada por la buena imagen <strong>de</strong>l país en materia <strong>de</strong> crecimientoeconómico. El Producto Geográfico Bruto (PGB), es un indicador que <strong>de</strong>muestra el importante crecimiento<strong>de</strong> Chile en sus diversas áreas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo económico, como se observa en el siguiente gráfico.6Véase en Apec, 2004, Chile, un luchador <strong>de</strong>l libre comercio, Noticias Históricas, documento electrónico, www.apec2004.cl.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud59.


Fuente: Riesco, M., 1998.Otro indicador que da cuenta <strong>de</strong>l crecimiento económico <strong>de</strong>l país, es el Producto Interno Bruto (PIB). Elsiguiente gráfico muestra que a pesar <strong>de</strong> <strong>los</strong> efectos negativos que provocó el shock externo <strong>de</strong> 1997, elPIB ha presentado un aumento sistemático en <strong>los</strong> últimos años. Fuente: INE, Base <strong>de</strong> datos en www.ine.cl.Este proceso <strong>de</strong> apertura y crecimiento económico ha conducido a una reestructuración <strong>de</strong> la economíachilena: algunos sectores se han fortalecido, mientras que otros se han <strong>de</strong>bilitado. Así, se presenta unatercerización <strong>de</strong>l mundo laboral, ya que se produce un aumento <strong>de</strong> la población ocupada en el área <strong>de</strong>60. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.servicios, mientras pier<strong>de</strong>n importancia sectores como la agricultura y la industria. Es por ello que, si semira la distribución <strong>de</strong> <strong>los</strong> ocupados por rama <strong>de</strong> actividad económica, se observa que en <strong>los</strong> últimos 10años, <strong>los</strong> sectores que han perdido peso ocupacional son la agricultura (que bajó <strong>de</strong>l 16% el año 1992 asólo 10,7% en el 2002) y la industria (<strong>de</strong> 17,4 a 12,3%); mientras que <strong>los</strong> sectores <strong>de</strong> servicios financierosy el comercio han incrementado su volumen (Tironi y Ariztía, citados en INE, 2003). El empleo en Chile,por lo visto, tien<strong>de</strong> a alojarse progresivamente en el área <strong>de</strong> servicios.Complementario a este proceso, también se ha modificado la composición por género <strong>de</strong> la poblacióneconómicamente activa, ya que la participación <strong>de</strong> la mujer en el mercado laboral pasa <strong>de</strong> un 28,1%en 1992 a un 35,6% en el año 2002. Las mujeres chilenas, aún no se incorporan plenamente al trabajoremunerado, sin embargo, poseen altas expectativas <strong>de</strong> hacerlo, siempre y cuando se mejoren <strong>las</strong>condiciones salariales y no salariales que enfrentan.Finalmente, aunque no se ha alcanzado <strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> <strong>los</strong> países <strong>de</strong>sarrollados, cabe <strong>de</strong>stacar <strong>de</strong> todasformas, el fuerte aumento que ha experimentado en Chile la utilización <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas tecnologías <strong>de</strong>la comunicación. Según datos <strong>de</strong> la Subsecretaría <strong>de</strong> Telecomunicaciones, entre el año 2000 y el 2004aumentaron en un 96% <strong>las</strong> conexiones a Internet, mientras que entre el año 2000 y el 2003 la penetración<strong>de</strong> abonados a teléfonos móviles pasó <strong>de</strong> 22,2% a 47,4% (SUBTEL, 2004).No obstante lo anterior, si bien el país ha mostrado un avance positivo en <strong>los</strong> ámbitos antes señalados,persisten problemas socioeconómicos que se vienen arrastrando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace décadas, al tiempo queaparecen nuevos problemas a consecuencia <strong>de</strong> este mismo tipo <strong>de</strong> crecimiento económico.Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> problemas que persiste durante décadas en el país es la <strong>de</strong>sigualdad espacial, es <strong>de</strong>cir, <strong>las</strong>diferencias socioeconómicas entre la Región Metropolitana y el resto <strong>de</strong> <strong>las</strong> Regiones <strong>de</strong>l país. Como sepue<strong>de</strong> observar en el siguiente gráfico, existen regiones <strong>de</strong> Chile que poseen el doble <strong>de</strong> pobreza que <strong>las</strong>más favorecidas.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud61.


Fuente: CASEN, 2003.A pesar que hoy en día existen diversas propuestas para <strong>de</strong>scentralizar <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s económicas en elpaís, la <strong>de</strong>sigualdad espacial continúa siendo un problema central. Esto lo constata el siguiente gráfico, endon<strong>de</strong> se observa que casi la mitad <strong>de</strong>l PIB <strong>de</strong> Chile se concentra en la Región Metropolitana. Fuente: Sociedad <strong>de</strong> Fomento Fabril, en www.sofofa.clPor otra parte, uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> problemas que surgen a fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l noventa, es que el ritmo <strong>de</strong>crecimiento <strong>de</strong> la economía no se ve reflejado en una reducción significativa <strong>de</strong> <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación.Fenómeno explicado en gran medida por una fuerte incorporación <strong>de</strong> personas a la fuerza <strong>de</strong> trabajo,62. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.especialmente mujeres, asociada al aumento <strong>de</strong> expectativas por el crecimiento <strong>de</strong> la economía y cambiosculturales, Como se verá más a<strong>de</strong>lante, la <strong>de</strong>socupación es un problema que afecta particularmente a <strong>los</strong>y <strong>las</strong> jóvenes.Otro problema que aparece a raíz <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong>sarrollo económico, es el daño medioambiental. Des<strong>de</strong>1990, Chile ha experimentado un crecimiento económico rápido y creciente, diversificado y li<strong>de</strong>rado por<strong>las</strong> exportaciones. Esto, pese a beneficiar a ciertos sectores productivos, ha sido positivo para el conjunto<strong>de</strong> la sociedad, sin embargo, ha ejercido una consi<strong>de</strong>rable presión sobre algunos recursos naturales,principalmente en minería, silvicultura y acuicultura.Actualmente, Chile continúa enfrentando importantes <strong>de</strong>safíos en materia <strong>de</strong> salud y contaminación<strong>de</strong>l aire. En el sector minero, aún faltan normas generales <strong>de</strong> emisiones para <strong>los</strong> procesos industriales,así como también para <strong>los</strong> emisores <strong>de</strong> contaminantes tóxicos al aire. El gráfico que se presenta acontinuación, <strong>de</strong>muestra que <strong>los</strong> niveles <strong>de</strong>l consumo <strong>de</strong> sustancias agotadoras <strong>de</strong>l ozono, se hanmantenido sostenidamente altos durante <strong>los</strong> ‘90. Fuente: www.ine.cl, base <strong>de</strong> datos.Las evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> una <strong>de</strong>gradación ambiental cada vez más grave, han llevado al énfasis en la protecciónambiental. Según la CEPAL y la OCDE, “Chile <strong>de</strong>be enfrentar distintos <strong>de</strong>safíos, como aplicar suspolíticas ambientales en forma cabal y eficiente; profundizar en la integración <strong>de</strong> <strong>las</strong> consi<strong>de</strong>racionesambientales en <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones económicas, sociales y sectoriales; y fortalecer su cooperación ambientalinternacional” (CEPAL y OCDE, 2005).En <strong>los</strong> últimos veinte años, el país fortaleció sus instituciones ambientales, en especial con la Ley sobre<strong>las</strong> Bases Generales <strong>de</strong>l Medioambiente <strong>de</strong> 1994, en virtud <strong>de</strong> la cual se creó la Comisión Nacional <strong>de</strong>lMedioambiente (CONAMA).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud63.


A pesar <strong>de</strong> ello, aún no existe una ley específica <strong>de</strong> conservación <strong>de</strong> la naturaleza, y <strong>las</strong> estructuras<strong>de</strong> manejo dan una importancia secundaria a <strong>los</strong> objetivos <strong>de</strong> conservación ante <strong>las</strong> metas <strong>de</strong> otrasinstituciones. A su vez, <strong>los</strong> fondos para la protección <strong>de</strong> la naturaleza y la diversidad biológica, soninsuficientes. De esta manera, es necesario que <strong>las</strong> políticas gubernamentales reconozcan a<strong>de</strong>cuadamenteel valor <strong>de</strong> la naturaleza como un activo vital para el país.4. Transformaciones en la Gestión Administrativa y Social <strong>de</strong>lEstado4.1. Mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> la Gestión PúblicaA lo largo <strong>de</strong> <strong>los</strong> últimos veinte años, la creciente complejidad <strong>de</strong> la sociedad y velocidad <strong>de</strong> la vidamo<strong>de</strong>rna, aumenta la exigencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>mandas ciudadanas a la gestión administrativa <strong>de</strong>l Estado. Laspersonas y empresas <strong>de</strong>l mundo mo<strong>de</strong>rno disponen <strong>de</strong> menos tiempo para realizar trámites y <strong>de</strong>mandanmayores niveles <strong>de</strong> calidad en <strong>los</strong> servicios provistos por <strong>los</strong> organismos <strong>de</strong> gobierno.Frente a esta situación, el Estado Chileno ha tendido, por una parte, a mo<strong>de</strong>rnizarse, para enfrentar conefectividad y transparencia <strong>las</strong> <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> la sociedad civil. Y, por otra parte, a generar ambientes <strong>de</strong>confianza y <strong>de</strong> seguridad, con el fin <strong>de</strong> disminuir la percepción <strong>de</strong> incertidumbre.Por ello, Chile comienza en la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> noventa una serie <strong>de</strong> procesos <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización que sematerializan en el “Acuerdo <strong>de</strong> Mo<strong>de</strong>rnización” firmado el año 2003. En este acuerdo se establecen tantouna Agenda <strong>de</strong> Mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l Estado, como una Agenda <strong>de</strong> Transparencia 7 .En la Agenda <strong>de</strong> Mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l Estado se promueven <strong>las</strong> acciones tendientes a mejorar la GestiónPública, cuyos objetivos son la simplificación y digitalización <strong>de</strong> <strong>los</strong> procedimientos administrativos,<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales se encuentran <strong>los</strong> <strong>de</strong>sarrollados, entre otros, por el Registro Civil, el Servicio MédicoLegal y el Servicio <strong>de</strong> Impuestos Internos.En segundo lugar, la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> la Gestión <strong>de</strong> Recursos Humanos <strong>de</strong>l Estado, en don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>stacala profesionalización <strong>de</strong>l servicio público y el fortalecimiento y profesionalización <strong>de</strong> la alta gestiónpública en don<strong>de</strong> <strong>de</strong>staca la creación <strong>de</strong>l Servicio Civil y disminución paulatina <strong>de</strong> cargos políticos <strong>de</strong>confianza. Finalmente, esta Agenda incorpora compromisos con la <strong>de</strong>scentralización nacional y con elmejoramiento <strong>de</strong> la gestión financiera <strong>de</strong>l Estado.Por otra parte, la Agenda <strong>de</strong> Transparencia Estatal se preocupa, tanto <strong>de</strong> transparentar el financiamiento <strong>de</strong>64. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.la política, específicamente <strong>de</strong> <strong>las</strong> campañas electorales y <strong>de</strong> <strong>los</strong> partidos políticos, como <strong>de</strong> perfeccionarla labor parlamentaria y aumentar la probidad <strong>de</strong> la gestión administrativa <strong>de</strong>l Estado.A<strong>de</strong>más, se han implementado nuevas iniciativas, entre <strong>las</strong> cuales se encuentra la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>lServicio Nacional <strong>de</strong> Aduanas, la creación <strong>de</strong> <strong>los</strong> Tribunales <strong>de</strong>l Trabajo, <strong>de</strong> Familia y la Reforma ProcesalPenal, basada en una nueva forma <strong>de</strong> administrar la justicia, a partir <strong>de</strong> la separación <strong>de</strong> <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong>investigar y juzgar; la nueva Ley <strong>de</strong> Responsabilidad Penal Juvenil y Adolescente. Asimismo, es posible<strong>de</strong>stacar avances en la protección <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, consagrados en legislaciones internacionales suscritas porel país.Todo esto sirve <strong>de</strong> ejemplo <strong>de</strong>l importante esfuerzo realizado en <strong>las</strong> últimas dos décadas por el EstadoChileno, con el fin <strong>de</strong> mejorar la eficiencia y limitar la corrupción que pue<strong>de</strong> aparecer en su gestión.Es satisfactorio comprobar que, a pesar <strong>de</strong> algunos problemas aún existentes en ambos ámbitos, entérminos globales el Estado es capaz <strong>de</strong> mostrar índices internacionalmente muy satisfactorios tanto eneficiencia como en transparencia.Por ejemplo, según la Organización “Transparencia Internacional”, Chile se sitúa en el lugar númeroveinte a nivel mundial (<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> 145 países) y primero a nivel latinoamericano, en cuanto a la percepción<strong>de</strong> corrupción y transparencia internacional 8 .De la misma manera, comparaciones internacionales muestran que el país posee un Estado bastanteeficiente dado su tamaño y nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo (Banco Central <strong>de</strong> Chile, 2005).En fin, se observan un cúmulo <strong>de</strong> transformaciones que han hecho al Estado <strong>de</strong> Chile un más efectivopromotor <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social y económico nacional. No obstante, no todos <strong>los</strong> ámbitos <strong>de</strong>l Estado se hanmo<strong>de</strong>rnizado o han transparentado sus procedimientos a la misma velocidad.Algunos ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> ello son <strong>las</strong> <strong>de</strong>nuncias <strong>de</strong> corrupción en algunos procesos <strong>de</strong> licitación pública ogestión <strong>de</strong> fondos públicos. A<strong>de</strong>más, según investigaciones internacionales sobre acceso a informaciónpública, el Estado (central y <strong>de</strong>scentralizado), muestra en este tema niveles internacionalmenteinsatisfactorios 9 . Esta <strong>de</strong>bilidad refleja el atraso <strong>de</strong>l país en conce<strong>de</strong>r a la ciudadanía un rol más activoen el control <strong>de</strong> la acción gubernamental. La mayor parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> controles y mo<strong>de</strong>rnizaciones <strong>de</strong> gestiónimplementados en Chile olvidan esta variable “ciudadana”.7Véase en Gobierno <strong>de</strong> Chile, 2003, Acuerdos político-administrativos para la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l Estado, la transparencia y la promoción <strong>de</strong>lcrecimiento, documento electrónico, www.mo<strong>de</strong>rnización.cl.8Véase en Transparency Internacional, 2004, Índice <strong>de</strong> percepción <strong>de</strong> la corrupción 2004, documento electrónico, www.transparency.org.9Véase en Participa y Open Society Justice Iniciative, 2005, Acceso a la Información Publica en Chile, documento electrónico, www.participa.cl.65.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


4.2.- Intervención social <strong>de</strong>l EstadoUno <strong>de</strong> <strong>las</strong> señas distintivas <strong>de</strong> la dictadura militar fue disminuir fuertemente el gasto social <strong>de</strong>l Estadochileno, rompiendo con la ten<strong>de</strong>ncia histórica a su aumento.Esta disminución era coherente con el proceso <strong>de</strong> transformación <strong>de</strong>l rol <strong>de</strong>l Estado, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un Estadobenefactor hacia un Estado regulador, que disminuye su presencia en <strong>las</strong> relaciones sociales, económicasy laborales, cuya función se limita a establecer <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l juego, con el fin <strong>de</strong> permitir el mejorfuncionamiento <strong>de</strong>l mercado.Sin embargo, esta reforma se llevó a cabo en el contexto <strong>de</strong> un gobierno autoritario y dictatorial queprovocó intencionalmente la fractura <strong>de</strong>l movimiento social, gremial o sindical, liberalizando <strong>las</strong>relaciones laborales y eximiendo al Estado <strong>de</strong> su rol protector <strong>de</strong> <strong>los</strong> trabajadores. De la misma manera, seabandonan o disminuye el aporte a <strong>las</strong> políticas sociales universales, en función <strong>de</strong> dar más importanciaa <strong>los</strong> programas focalizados sólo en <strong>los</strong> sectores más carenciados.En este contexto <strong>de</strong> focalización se entien<strong>de</strong> que la dictadura militar diseñe y comience a implementarhacia fines <strong>de</strong> <strong>los</strong> ochenta una serie <strong>de</strong> instrumentos tecnológicos para facilitar la gestión <strong>de</strong> <strong>los</strong> programassociales, como son la Encuesta CASEN y la Ficha CAS.A partir <strong>de</strong> la recuperación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia estas ten<strong>de</strong>ncias y forma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el rol <strong>de</strong> unEstado mo<strong>de</strong>rno se revierten y a partir <strong>de</strong> la estabilidad económica <strong>de</strong>l país, el Estado ha aumentadosignificativamente su nivel <strong>de</strong> intervención en <strong>las</strong> distintas áreas sociales, aumentando el gasto social y,en general, la cobertura <strong>de</strong> <strong>los</strong> servicios ofrecidos, con el objetivo <strong>de</strong> generar mayor integración y pagarla <strong>de</strong>uda social que se tenía con <strong>los</strong> sectores más castigados por <strong>las</strong> políticas <strong>de</strong> la dictadura militar.Como se observa en el siguiente gráfico, el gasto social ha aumentado sistemáticamente en todos <strong>los</strong>sectores <strong>de</strong>s<strong>de</strong> comienzos <strong>de</strong> <strong>los</strong> años noventa, principalmente en salud y educación. Fuente: Mi<strong>de</strong>plan, 2001.66. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.La relación virtuosa entre aumento sostenido <strong>de</strong>l gasto social y el crecimiento económico ha tenido unfuerte impacto en la disminución <strong>de</strong> la pobreza y la indigencia a nivel nacional. De hecho, tal comomuestra el gráfico 8, se mantiene una baja sostenida en el volumen <strong>de</strong> población pobre e indigente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l ochenta. Fuente: Elaboración propia en base a Encuestas Casen.A<strong>de</strong>más, el aumento <strong>de</strong>l gasto social por parte <strong>de</strong>l Estado, ha impactado <strong>de</strong> diversas maneras en <strong>los</strong>sectores anteriormente señalados.En vivienda, se ha disminuido el déficit habitacional endémico que arrastraba el país <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacemuchas décadas atrás, aumentando el número <strong>de</strong> viviendas disponibles (ver gráfico 9) y disminuyendoel nivel <strong>de</strong> hacinamiento. Entre ambos censos (1992-2002), el número <strong>de</strong> viviendas para uso resi<strong>de</strong>ncialaumenta en un 25,7%, duplicando al crecimiento <strong>de</strong> la población. Esto tiene como consecuencia unamenor <strong>de</strong>nsidad resi<strong>de</strong>ncial, hecho que <strong>de</strong>riva en una mejoría significativa <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>la población (Tironi y Ariztía, 2003). A partir <strong>de</strong> lo anterior el <strong>de</strong>safío hoy día es avanzar hacia unacomprensión <strong>de</strong>l espacio privado y público <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva más humanista e integradora; queincorporen <strong>las</strong> preocupaciones relativas a la calidad <strong>de</strong> la convivencia familiar y comunitaria, en eldiseño <strong>de</strong> la vivienda.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud67.


Fuente: Tironi y Ariztía, 2003.Si bien no todo el aumento <strong>de</strong>l parque <strong>de</strong> viviendas pue<strong>de</strong> ser atribuido a la acción <strong>de</strong>l Estado, tampocoes menor el impacto que, en este tema, ha tenido el aumento <strong>de</strong> cobertura <strong>de</strong> <strong>los</strong> programas <strong>de</strong> subsidiosa la vivienda, tanto <strong>de</strong> sectores populares, como <strong>los</strong> orientados a sectores medios.En el ámbito laboral, resulta importante señalar que si bien se ha optado por mantener relativamentealtos niveles <strong>de</strong> flexibilidad en el mercado <strong>de</strong>l trabajo (disminuyendo la capacidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> asalariados parapresionar por mejorías en sus salarios), también se ha intentado aumentar <strong>las</strong> garantías <strong>de</strong> <strong>los</strong> trabajadoresa través <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rados pero continuos mejoramientos <strong>de</strong>l salario mínimo, un mayor esfuerzo en lafiscalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones laborales y el establecimiento <strong>de</strong> un subsidio <strong>de</strong> cesantía.En la protección <strong>de</strong> la salud, durante la dictarura militar la ten<strong>de</strong>ncia era aumentar la participación privaday reducir la ingerencia y tamaño <strong>de</strong>l Estado. Es en este contexto en que se crean en 1981 <strong>las</strong> Isapres,pensadas para satisfacer <strong>las</strong> aspiraciones <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> <strong>los</strong> sectores medios y altos.A comienzos <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l noventa coexistía un subsistema <strong>de</strong> salud privado en pleno <strong>de</strong>sarrollo y unsubsistema público más disminuido y <strong>de</strong>privado. Sin embargo, durante estos años, el rol <strong>de</strong>l Estado vuelvea ser prepon<strong>de</strong>rante, al aumentar significativamente la cobertura y calidad <strong>de</strong> la atención <strong>de</strong>l sistema Estatal<strong>de</strong> salud. De esta manera, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> <strong>los</strong> noventa, ha aumentado sostenidamente la cantidad <strong>de</strong>afiliados al sistema <strong>de</strong> salud público, como lo <strong>de</strong>muestra el siguiente gráfico.68. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN.Por último, en materia <strong>de</strong> educación, <strong>los</strong> objetivos tradicionales <strong>de</strong>l Estado Chileno han sido la reducción<strong>de</strong> <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> analfabetismo, el aumento <strong>de</strong> matrícu<strong>las</strong> y mejorar el nivel <strong>de</strong> retención <strong>de</strong>l sistema.Parte importante <strong>de</strong> estos objetivos se han logrado en <strong>los</strong> últimos veinte años. Por ejemplo, se observaque durante este periodo ha aumentado la cobertura <strong>de</strong> la educación en todos sus niveles. En educaciónpreescolar, aumenta la cantidad <strong>de</strong> centros <strong>de</strong> atención <strong>de</strong> párvu<strong>los</strong>; en educación básica se alcanzaprácticamente la cobertura universal, mientras que la educación media se hace obligatoria y la educaciónsuperior casi triplica <strong>las</strong> matrícu<strong>las</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> años 80. El siguiente gráfico muestra <strong>de</strong> que manera haaumentado la cobertura <strong>de</strong> la educación en sus distintos niveles <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990. Fuente: Tironi y Ariztía, 2003.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud69.


Producto <strong>de</strong>l éxito alcanzado en <strong>las</strong> metas <strong>de</strong> cobertura, es que en <strong>los</strong> últimos años el énfasis ha estadopuesto cada vez más en el mejoramiento <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la enseñanza, especialmente en la educaciónbásica y media.Así es posible enten<strong>de</strong>r el esfuerzo realizado para la extensión <strong>de</strong> la jornada educativa y el invertido enla mo<strong>de</strong>rnización educativa (<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cuyos objetivos está el mejoramiento <strong>de</strong> la enseñanza <strong>de</strong>l inglés,la alfabetización digital y el <strong>de</strong>sarrollar habilida<strong>de</strong>s básicas en el manejo <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas tecnologías <strong>de</strong> lainformación y comunicación).No obstante, todos estos logros observados en la intervención social <strong>de</strong>l Estado, la plena integraciónsocial <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> chilenos a <strong>los</strong> beneficios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo es aún una meta por alcanzar.Por ejemplo, - al observar nuevamente el gráfico 8 - se aprecia el conjunto <strong>de</strong> personas que aún vivenen condiciones inaceptablemente precarias que aún es importante. A<strong>de</strong>más, en este gráfico se apreciaque cada vez es más difícil reducir el número <strong>de</strong> personas que viven en condiciones <strong>de</strong> indigencia opobreza.Por otra parte, <strong>los</strong> esfuerzos gubernamentales no han logrado disminuir la brecha <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad socialque mantenemos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace décadas. El siguiente cuadro muestra en qué medida se ha mantenido la<strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> ingresos entre el quintil más alto (Q5) y el más bajo (Q1) <strong>de</strong> la población, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1987 hastael año 1996. Esta información es confirmada por el Coeficiente Gini, que se ha mantenido establementealto en todo este período.Cuadro 3Distribución <strong>de</strong>l Ingreso Autónomo años 1990 - 20031990 1992 1994 1996 1998 2000 2003Dif. Q5/Q1 (por hogares) 14 13,2 14,3 14,6 15,5 15,3 14,3Coef. GINI (por personas) 0,58 0,57 0,58 0,57 0,58 0,58 0,57Fuente: MIDEPLAN, 2004.En suma, a pesar <strong>los</strong> éxitos en la reducción absoluta y relativa <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> pobreza <strong>de</strong> la población, estatarea está lejos <strong>de</strong> estar terminada y Chile sigue siendo un país extremadamente <strong>de</strong>sigual.Una segunda fuente <strong>de</strong> problemas consiste en la dificultad <strong>de</strong> transformar el mayor gasto Estatal enmejoramientos en la calidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> servicios entregados a la población. Lo anterior se hace más críticoen la actualidad, ya que el mismo aumento en la cobertura <strong>de</strong> <strong>los</strong> servicios, torna más central el problema<strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> éstos.70. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.Por ejemplo, en <strong>las</strong> políticas <strong>de</strong> vivienda, si bien mo<strong>de</strong>lo habitacional chileno presenta éxitos en ladisminución <strong>de</strong>l déficit habitacional y el saneamiento sanitario <strong>de</strong> la casi totalidad <strong>de</strong> la población urbana,cabe señalar la precaria calidad <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> soluciones habitacionales implementadas.Por otra parte, a pesar <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l mercado laboral chileno, en la práctica lograr mejorescondiciones <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> éste continua estando más asociado a <strong>las</strong> relaciones sociales o <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e, que al méritoprofesional o académico, como <strong>de</strong>muestra una investigación <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile. Como conclusión<strong>de</strong> ella, Núñez y Gutiérrez (2004) señalan que “...observamos que <strong>los</strong> orígenes socioeconómicos <strong>de</strong> unsujeto son relativamente más importantes que su <strong>de</strong>sempeño académico en <strong>de</strong>terminadas áreas <strong>de</strong>l mercadolaboral. Esto <strong>de</strong>muestra que el mercado laboral chileno está lejos <strong>de</strong> basarse en la meritocracia”.Finalmente, resulta importante <strong>de</strong>stacar <strong>los</strong> altos niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo que se mantienen en <strong>los</strong> últimosaños a pesar <strong>de</strong>l crecimiento económico, como se observa en el siguiente gráfico. Fuente: Banco Central, Base <strong>de</strong> Datos Estadísticos en www.bcentral.cl.Por otra parte, en el área <strong>de</strong> la salud, si bien ha habido un importante aumento <strong>de</strong>l gasto social por parte <strong>de</strong>lEstado, éste se ha orientado principalmente hacia la prevención y tratamiento <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s cubiertastradicionalmente, sin dar toda la importancia requerida a <strong>las</strong> enfermeda<strong>de</strong>s que han incrementado suprevalencia producto <strong>de</strong>l ritmo <strong>de</strong> vida actual, como son el stress, <strong>de</strong>presión y otras relacionadas con <strong>las</strong>alud mental <strong>de</strong> la población. De todas formas, en materia <strong>de</strong> salud, cabe <strong>de</strong>stacar la implementación apartir <strong>de</strong>l año 2005 <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> Garantías Explícitas en Salud AUGE, que en la actualidad entrega ala población atención garantizada para 40 patologías y que ha significado un fuerte aumento <strong>de</strong> recursosen la atención primaria.Finalmente, en el área <strong>de</strong> educación, si bien se ha aumentado la cobertura <strong>de</strong>l sistema en todos sus nivelesy se han realizado esfuerzos por exten<strong>de</strong>r la jornada escolar, la calidad <strong>de</strong> la formación entregada no hamejorado en el mismo nivel.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud71.


De esta forma se observa que <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong> la prueba SIMCE no han mostrado mejorías clarasen la calidad <strong>de</strong> la educación municipalizada o subvencionada, tal como sugieren comparacionesinternacionales. El gráfico 13, muestra <strong>los</strong> bajos niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempeño comparados <strong>de</strong> Chile en un áreacrítica para el <strong>de</strong>sarrollo, como es la formación en matemáticas.Fuente: Brunner y Elacqua, 2003.A<strong>de</strong>más, a pesar <strong>de</strong> <strong>los</strong> mejoramientos <strong>de</strong> cobertura, Chile aún presenta un déficit en cuanto al acceso a laeducación preescolar. A nivel latinoamericano, el país se encuentra, en este nivel educativo bajo México,Brasil, Argentina y Colombia (Brunner y Elacqua, 2003).Por último, en el área <strong>de</strong> la educación superior, si bien ha existido un importante aumento <strong>de</strong> cobertura,ésta se ha logrado principalmente por la inversión y el esfuerzo privados. Tal como se observa en elgráfico 14, Chile es uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> países en que menos porcentaje <strong>de</strong> gasto en educación superior proviene<strong>de</strong>l Estado.72. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2. Fuente: Brunner y Elacqua, 2003.En síntesis, en estos últimos 16 años, el Estado <strong>de</strong> Chile ha aumentado su nivel <strong>de</strong> implicación en el logro<strong>de</strong> mayores niveles <strong>de</strong> integración social <strong>de</strong> la población. No obstante, aún no se ha logrado la plenaintegración <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> ciudadanos a <strong>los</strong> beneficios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo.Aún subsisten diferencias sociales amplias y el aumento <strong>de</strong>l gasto social no siempre se ha traducido enmejoramientos sustantivos en la calidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> servicios ofrecidos por el Estado.5. Transformaciones en la Calidad <strong>de</strong> la Vida <strong>de</strong> <strong>los</strong> ChilenosEl crecimiento económico <strong>de</strong> Chile, más <strong>las</strong> políticas públicas ligadas al aumento <strong>de</strong>l salario mínimo,entre otras variables, han contribuido al aumento <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r adquisitivo <strong>de</strong> la población. En el siguientegráfico se pue<strong>de</strong> ver <strong>de</strong> qué manera ha aumentado la remuneración por hora <strong>de</strong> trabajo, entre <strong>los</strong> años1993 y 2004. Fuente: Banco Central, Base <strong>de</strong> Datos Estadísticos en www.bcentral.cl.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud73.


Al mismo tiempo, gracias al aumento <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r adquisitivo <strong>de</strong> la población, su nivel <strong>de</strong> consumo <strong>de</strong>bienes ha crecido al punto que este se presenta actualmente como una nueva forma <strong>de</strong> producir cultura.Según el PNUD, “para muchos chilenos, el consumo tiene un significado similar al que antes tenía eltrabajo. Sería la cristalización física <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad individual, al tiempo que un nuevo anclaje materialal vínculo social” (PNUD, 2002).Este consumo masivo influye en la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas y colectivos. La satisfacción ya noconsiste sólo en saciar una carencia. Ahora es muy importante el significado <strong>de</strong> un bien, en términos <strong>de</strong>autorrealización o para enviar señales a otras personas. Según la hipótesis <strong>de</strong> Larraín, “en Chile, uno <strong>de</strong><strong>los</strong> legados <strong>de</strong> la dictadura ha sido un cambio cultural profundo que se manifiesta en que se ha pasado<strong>de</strong>l énfasis en el movimiento colectivo a un énfasis en el consumo como base <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> la búsqueda <strong>de</strong> reconocimiento” (Larraín, 2000).Como icono <strong>de</strong> esta nueva época aparecen <strong>los</strong> Malls, que combinan en un sólo lugar espacios <strong>de</strong>stinadosal consumo, al esparcimiento y al encuentro público, llegando a ser muy significativos como lugar <strong>de</strong>paseo para una parte importante <strong>de</strong> <strong>los</strong> chilenos. Fuente: PNUD, 2002.No obstante, más allá <strong>de</strong> estas consecuencias culturales, la mayor disponibilidad <strong>de</strong> recursos se hareflejado también en el mejoramiento <strong>de</strong>l bienestar material <strong>de</strong> la población.Por ejemplo, ha habido un significativo aumento en la cantidad <strong>de</strong> viviendas en el país, como tambiénuna disminución en la cantidad <strong>de</strong> personas por hogar, lo cual da cuenta <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejores condiciones <strong>de</strong>habitabilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas.74. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2. Fuente: Tironi y Ariztia, 2003.También hay un aumento en el porcentaje <strong>de</strong> viviendas propias y, a pesar que muchos <strong>de</strong> sus propietariospue<strong>de</strong>n estar actualmente sujetos a algún tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>uda, la transformación <strong>de</strong> <strong>los</strong> chilenos en propietarios,con <strong>las</strong> obligaciones y satisfacciones que esto implica, sin duda tiene alguna inci<strong>de</strong>ncia en sus actitu<strong>de</strong>sy conductas.Por otro lado, la vivienda en que habitan <strong>los</strong> chilenos es actualmente <strong>de</strong> una calidad muy superior a lapredominante una década atrás. De esta forma, al <strong>de</strong>finir un umbral <strong>de</strong> estándares mínimos que incluyendiferentes dimensiones <strong>de</strong> la vivienda, se comprueba que “el 90,7% <strong>de</strong> la población vive en resi<strong>de</strong>ncias quesatisfacen esos estándares <strong>de</strong> calidad, lo que se compara positivamente con 1992, cuando ese porcentajellegaba sólo al 81,1%” (Tironi y Ariztía, 2003).Con relación al acceso a <strong>los</strong> servicios <strong>de</strong> infraestructura básica, tales como la electricidad, el agua potabley el alcantarillado, también se constata un importante cambio entre 1992 y 2002: “un 79,1% <strong>de</strong> <strong>las</strong>personas vivía en hogares que cumplía con todos el<strong>los</strong> en 2002, contra un 61,1% en 1992” 10 .También en relación con <strong>los</strong> bienes durables disponibles en <strong>los</strong> hogares se registran mejorías significativas:<strong>los</strong> hogares chilenos disponen <strong>de</strong> mayor cantidad y diversidad <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> equipamientos.10Ibíd..Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud75.


Fuente: INE, 2002.Por otra parte, también se presenta una mejoría en <strong>los</strong> indicadores biológicos <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>los</strong>chilenos. Debido a la incorporación <strong>de</strong> nuevas y más avanzadas tecnologías en el área <strong>de</strong> la salud, hasido posible aumentar la esperanza <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la población, y disminuir la mortalidad infantil, como lomuestra el gráfico que se presenta a continuación. Fuente: INE, 2003.Como una forma <strong>de</strong> mostrar el mejoramiento global <strong>de</strong> la calidad material <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>los</strong> chilenos, en elsiguiente gráfico se muestra la evolución <strong>de</strong>l Índice <strong>de</strong> Desarrollo Humano elaborado por <strong>las</strong> NacionesUnidas para el país. Es importante notar que el valor actual <strong>de</strong>l índice ubica actualmente a Chile en elgrupo <strong>de</strong> países con mayor <strong>de</strong>sarrollo humano, específicamente en el lugar 37 entre 177 países (UNDP,2005).76. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2. Fuente: UNDP, 2005.En suma, <strong>los</strong> distintas dimensiones vinculadas con la calidad material <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la población chilena hanmejorado sustantivamente. No obstante, no todo ha sido tan positivo en este ámbito. El mismo cambioen <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> vida ha engendrado nuevas dificulta<strong>de</strong>s, que inci<strong>de</strong>n la percepción positiva <strong>de</strong> <strong>los</strong>logros alcanzados en <strong>los</strong> últimos años.Es así como, producto <strong>de</strong> un ritmo <strong>de</strong> vida más acelerado, se presentan nuevos problemas psicológicosen la población. De hecho, en Chile estas enfermeda<strong>de</strong>s han aumentado su inci<strong>de</strong>ncia, especialmenteen <strong>las</strong> mujeres. Se estima que 70.000 mujeres entre 14 y 30 años sufren anorexia, mientras que 350.000mujeres pa<strong>de</strong>cen bulimia 11 . A<strong>de</strong>más, a pesar que no existen datos sistemáticos sobre el problema, algunosespecialistas sostienen que ha aumentado la prevalencia <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s como <strong>los</strong> trastornos <strong>de</strong> pánico,<strong>los</strong> trastornos <strong>de</strong> ansiedad y <strong>las</strong> fobias.Por otro lado, Chile ha sido consi<strong>de</strong>rado por la Organización Mundial <strong>de</strong> la Salud, OMS, como uno <strong>de</strong><strong>los</strong> países don<strong>de</strong> la obesidad es el problema nutricional más prevalente en la población infantil. Según <strong>las</strong>últimas estadísticas, el 30% <strong>de</strong> <strong>los</strong> niños estaría con sobrepeso o presentaría cuadros <strong>de</strong> obesidad 12 .Conjuntamente con estos nuevos problemas <strong>de</strong> salud, aparecen otros problemas relacionados con laconvivencia social en <strong>las</strong> zonas urbanas. Es así como una preocupación común entre <strong>los</strong> habitantes <strong>de</strong><strong>las</strong> distintas ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l país es la sensación <strong>de</strong> temor a ser víctima <strong>de</strong> algún <strong>de</strong>lito. Un estudio mostróque, en promedio, “el 30% <strong>de</strong> <strong>las</strong> familias <strong>de</strong> la región había sufrido un robo o un asalto en <strong>los</strong> 12 mesesanteriores a la encuesta, es <strong>de</strong>cir, una <strong>de</strong> cada tres familias” (Ministerio <strong>de</strong>l Interior, 2004, a).Según el Ministerio <strong>de</strong>l Interior, “a la inseguridad que produce la posibilidad <strong>de</strong> un asalto o <strong>de</strong> unsecuestro, se agregan a <strong>las</strong> insegurida<strong>de</strong>s que se comparten con todos <strong>los</strong> países, tanto ricos como pobres,11Véase en Anycities, s/f; Espejos y Sombras, documento electrónico, www.anycities.com.12Véase en Padres OK, 2005, Obesidad: niños con problemas <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s, documento electrónico, www.padresok.com.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud77.


a partir <strong>de</strong> la globalización: la inseguridad <strong>de</strong>l empleo y la inestabilidad <strong>de</strong>l ingreso, <strong>los</strong> problemas <strong>de</strong>salud y el medio ambiente, el hambre (....) y la <strong>de</strong>sterritorialización <strong>de</strong> <strong>los</strong> sentidos <strong>de</strong> pertenencia <strong>de</strong> <strong>los</strong>ciudadanos” 13 .Lo anterior es posible <strong>de</strong> ser corroborado con la importancia que le da la población al tema <strong>de</strong> <strong>las</strong>eguridad. Según <strong>los</strong> estudios <strong>de</strong> opinión <strong>de</strong>l CEP, la <strong>de</strong>lincuencia se encontraba entre <strong>las</strong> tres primeraspreocupaciones <strong>de</strong> la población entre 1990 y 1999, situación que se renueva en julio <strong>de</strong>l año 2003,<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber ocupado la cuarta posición entre 1999 y 2002 (Ministerio <strong>de</strong>l Interior, 2004, b). Dela misma manera la encuesta realizada por el Ministerio <strong>de</strong>l Interior mostró que el 36% <strong>de</strong> la poblaciónconsi<strong>de</strong>raba la seguridad ciudadana como uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos más importantes 14 . En relación a lo anterior,cabe <strong>de</strong>stacar la creciente población recluida en cárceles en Chile, que según datos <strong>de</strong> Gendarmería, noha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> aumentar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1992 15 .La sensación <strong>de</strong> inseguridad produce resultados negativos para la sociedad, <strong>de</strong>rivados tanto <strong>de</strong> lalimitación <strong>de</strong> <strong>las</strong> liberta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>splazamiento que generalmente están asociadas a <strong>las</strong> medidas básicas<strong>de</strong> autoprotección que toman <strong>los</strong> ciudadanos, como también <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> lazos <strong>de</strong> confianzay solidaridad entre <strong>las</strong> personas. De hecho, según el Informe <strong>de</strong> Desarrollo Humano <strong>de</strong>l año 2002, más<strong>de</strong>l 66% <strong>de</strong> <strong>los</strong> chilenos afirman que, “en general, no se pue<strong>de</strong> confiar en <strong>las</strong> personas” en Chile (PNUD,2002).El <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> lazos <strong>de</strong> confianza se agudiza por la pérdida <strong>de</strong> centralidad <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>c<strong>las</strong>e, religiosas o políticas y por una orientación crecientemente individualizada <strong>de</strong> la acción.Finalmente, la contrapartida <strong>de</strong>l consumo, que ha mejorado sensiblemente la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>los</strong>chilenos, es su nivel <strong>de</strong> en<strong>de</strong>udamiento, el que se transforma en un nuevo problema social en la década<strong>de</strong>l noventa, ya que el pago diferido no sólo abre nuevos espacios <strong>de</strong> acceso a bienes <strong>de</strong>seados por lapoblación, sino que también restringe <strong>las</strong> liberta<strong>de</strong>s personales.En este sentido, según algunos autores, el en<strong>de</strong>udamiento incluso podría ocultar formas sutiles <strong>de</strong>dominación, ya que la amenaza <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong>l acceso al crédito (y con él al consumo) restringiría lacapacidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> sectores populares <strong>de</strong> luchar por <strong>de</strong>rechos ciudadanos o sociales (Moulián, 1998).6. Transformaciones Culturales y ValóricasTambién en el campo cultural, <strong>los</strong> últimos 20 años han sido fecundos en mutaciones para el país.78. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.Si bien muchos <strong>de</strong> estos cambios no han sido radicales sino que, por el contrario, lentos y progresivos, ypor lo mismo, la mayor parte <strong>de</strong> el<strong>los</strong> no constituyen procesos terminados sino en <strong>de</strong>sarrollo, la magnitud<strong>de</strong> transformación acumulada en estos años es consi<strong>de</strong>rable.Por ejemplo, en el campo <strong>de</strong> la igualación <strong>de</strong> <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s y posibilida<strong>de</strong>s para todos <strong>los</strong> chilenos, esindudable que la mujer ha conquistado una serie <strong>de</strong> espacios que antes tenía limitados.Esto se ha reflejado tanto en aspectos estructurales como subjetivos. Como ejemplo <strong>de</strong> <strong>los</strong> primeros sepue<strong>de</strong> observar el progresivo ingreso <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres en el mercado laboral o la relativa igualación <strong>de</strong> latasa <strong>de</strong> escolaridad <strong>de</strong> hombres y mujeres el año 2002 (INE, 2003).Por su parte, como ejemplo <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios subjetivos, se aprecia que <strong>las</strong> diferencias <strong>de</strong> expectativasvitales entre hombres y mujeres se han tendido a homogeneizar (INE, 2004), así como han tendido aper<strong>de</strong>r legitimidad <strong>las</strong> creencias que asignaban a <strong>las</strong> mujeres un espacio subordinado o privado en <strong>las</strong>ociedad (Universidad <strong>de</strong> Chile, 2003).Dicho en otras palabras, socialmente existe cada vez menos discriminación hacia la mujer, porque <strong>los</strong>discursos <strong>de</strong> quienes sostienen esas actitu<strong>de</strong>s, han tenido que hacerse menos explícitos, por su carácterrelativamente minoritario <strong>de</strong> sus portadores y <strong>las</strong> fuertes sanciones sociales asociadas.Quizá menos radical que en el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres, es el aumento relativo <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> tolerancia haciaotros grupos antes fuertemente discriminados, como son <strong>las</strong> minorías sexuales.A pesar <strong>de</strong>l carácter parcial <strong>de</strong> esta modificación actitudinal, cuando se compara la sociedad actual conel Chile <strong>de</strong> hace unas décadas atrás, sorpren<strong>de</strong>n <strong>los</strong> espacios ganados por dichas minorías (sirva comoejemplo <strong>de</strong> lo anterior su presencia mucho más legitimada en <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong> masas).Igual imagen se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> Encuestas <strong>de</strong> Tolerancia y No Discriminación, realizadas por laUniversidad <strong>de</strong> Chile y la Fundación I<strong>de</strong>as, don<strong>de</strong> se señala que “lo importante es el lugar don<strong>de</strong> se haconcentrado el cambio: la homofobia y el aborto. No <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser interesante que ambos temas tenganrelación con la sexualidad, y en ese sentido con lo íntimo o privado. Y así, al parecer el lugar don<strong>de</strong> se havuelto más fuerte la tolerancia con el transcurso <strong>de</strong>l tiempo es lo que tiene que ver con <strong>los</strong> asuntos máspersonales. Es ese ámbito don<strong>de</strong> pareciera que es don<strong>de</strong> se forma inicialmente la tolerancia” 16 .También es <strong>de</strong>stacable que la no discriminación se haya transformado en objeto <strong>de</strong> políticas públicas,brindando el Estado su respaldo a este conjunto <strong>de</strong> cambios.13Ibíd..14Ibíd.15Ministerio <strong>de</strong>l Interior, 2004, Op. Cit. Diagnóstico <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana en Chile... División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana,Ministerio <strong>de</strong>l Interior, Santiago <strong>de</strong> Chile.16Ibíd.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud79.


Como ejemplo <strong>de</strong> este apoyo gubernamental se pue<strong>de</strong> citar el “Plan por la Igualdad y la No Discriminación”que impulsa, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 2004, la Secretaría General <strong>de</strong> Gobierno a través <strong>de</strong> su División <strong>de</strong>Organizaciones Sociales. Este plan <strong>de</strong>fine explícitamente al Estado como “promotor <strong>de</strong> la tolerancia yla no discriminación”, precisando que su acción se concentra en el racismo, el c<strong>las</strong>ismo, la xenofobia, lahomofobia y el sexismo.Por otro lado, también se observan signos claros <strong>de</strong> un mayor nivel <strong>de</strong> liberalidad en otras áreas <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad chilena, don<strong>de</strong> <strong>de</strong>stacan la nueva Ley <strong>de</strong> Matrimonio Civil, que por primera vez en nuestrahistoria permite la disolución <strong>de</strong>l vínculo matrimonial; o el relajamiento <strong>de</strong> la censura y controles legales<strong>de</strong> carácter moral a la industria cinematográfica.Posiblemente actúa como fuente <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones arriba señaladas el que en estosúltimos tiempos la sociedad chilena ha perdido algo <strong>de</strong> su tradicional aislamiento, para comprometersesubjetiva y culturalmente con la globalización.Es así como se ha hecho habitual el consumo <strong>de</strong> productos <strong>de</strong> origen extranjero, y se valora y generalizacada vez más la experiencia <strong>de</strong> vivir o viajar al exterior (sobre todo en la elite social) y se aceptan concierta rapi<strong>de</strong>z y facilidad modas nacidas fuera <strong>de</strong> nuestras fronteras (PNUD, 2002).Por su parte, también en el campo <strong>de</strong> <strong>las</strong> priorida<strong>de</strong>s vitales <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas se aprecian transformacionesrelevantes.En primer lugar, han perdido fuerza <strong>las</strong> representaciones político - i<strong>de</strong>ológicas como matriz para pensar<strong>las</strong> principales tareas y metas que <strong>de</strong>be enfrentar la sociedad. En este sentido, se abre paso una clara<strong>de</strong>si<strong>de</strong>ologización. La esfera <strong>de</strong> lo político es cada vez un referente más débil para la gente común.Esta relativa pérdida <strong>de</strong> importancia <strong>de</strong> lo político pue<strong>de</strong> sostenerse tanto a partir <strong>de</strong> <strong>los</strong> bajos niveles<strong>de</strong> militancia política <strong>de</strong> <strong>los</strong> ciudadanos en Chile, como a través <strong>de</strong> la generalizada <strong>de</strong>sconfianza quela población manifiesta respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones <strong>de</strong> carácter político, como muestra el siguientegráfico.80. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2. Fuente: CERC, 2004.Complementario a lo anterior, <strong>los</strong> discursos que afirmaban la primacía <strong>de</strong> <strong>las</strong> motivaciones <strong>de</strong> caráctercolectivo han cedido el paso a un progresivo aumento <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> individualismo e individuación en<strong>las</strong> motivaciones conductuales <strong>de</strong> <strong>los</strong> chilenos. Según el PNUD, “tal vez el rasgo más sobresaliente <strong>de</strong>la sociedad chilena hoy en día sea el acelerado proceso <strong>de</strong> individualización. El chileno tien<strong>de</strong> a romper<strong>los</strong> víncu<strong>los</strong> sociales y hábitos tradicionales que a la vez, lo encerraban y lo protegían. Esta “salida almundo” forma parte <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> emancipación que permite al individuo ampliar su horizonte <strong>de</strong>experiencias” 17 .Existe contun<strong>de</strong>nte evi<strong>de</strong>ncia que muestra que <strong>las</strong> personas están progresivamente valorando más eltomar <strong>de</strong>cisiones respecto a su vida en función <strong>de</strong> valores personales, por sobre el respeto a normassociales pretéritas o tradicionales, fenómeno que parece más claro en <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Al parecer, elcambio se abre paso a través <strong>de</strong> la renovación generacional (INJUV y PNUD, 2004).Finalmente, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones cualitativas arriba señaladas, se aprecian claramente algunoscambios <strong>de</strong> carácter netamente cuantitativo: la población chilena tiene un mayor nivel <strong>de</strong> consumo <strong>de</strong>productos culturales que hace algunos años.Tal como se observa en el siguiente cuadro para el caso <strong>de</strong> la asistencia a espectácu<strong>los</strong> <strong>de</strong> carácter culturalen la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> 90, <strong>los</strong> chilenos asisten más a espectácu<strong>los</strong> culturales que hace algunos años (conla excepción <strong>de</strong>l cine que cae, para luego entrar en una clara fase <strong>de</strong> recuperación y la asistencia aespectácu<strong>los</strong> <strong>de</strong>portivos, que alcanzan su cima hacia mediados <strong>de</strong> la década).17Ibíd.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud81.


Fuente: INE, 2000.Lo <strong>de</strong>scrito hasta ahora muestra una situación crecientemente auspiciosa: una sociedad menosdiscriminadora, más liberal, más integrada al mundo, con mayor nivel <strong>de</strong> consumo cultural y másindividuada que <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s prece<strong>de</strong>ntes.No obstante, en el campo <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones culturales, tampoco todo es tan positivo. Por el contrario,quedan importantes <strong>de</strong>safíos que enfrentar y se pue<strong>de</strong>n c<strong>las</strong>ificar en tres tipos: i) aquel<strong>los</strong> que emergen<strong>de</strong>l carácter incompleto y parcial <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones que se han <strong>de</strong>scrito; ii) aquel<strong>los</strong>que aparecen producto <strong>de</strong> <strong>las</strong> diversas velocida<strong>de</strong>s con que se ha producido el cambio cultural en <strong>los</strong>diferentes segmentos <strong>de</strong> la sociedad; y iii) aquel<strong>los</strong> que surgen <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sorganización social que produceun cambio que <strong>de</strong>bilita creencias y valores que jugaban roles estabilizadores en la sociedad.Con relación al carácter incompleto <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones prece<strong>de</strong>ntes se pue<strong>de</strong> mencionarel caso <strong>de</strong> la permanencia <strong>de</strong> ciertas creencias, instituciones y actitu<strong>de</strong>s claramente discriminatorias.Por ejemplo, a pesar <strong>de</strong> la relativa igualación <strong>de</strong> <strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> hombres y mujeres enel mercado <strong>de</strong>l trabajo y en la educación, aún se dan profundas <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s. De hecho, la encuestaCasen nos muestra que la principal razón por la que <strong>las</strong> mujeres jóvenes <strong>de</strong>claran abandonar el mercado<strong>de</strong>l trabajo y el sistema educacional es el embarazo, situación que no tiene igual consecuencia para <strong>los</strong>hombres.82. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.Este tipo <strong>de</strong> fenómenos habla <strong>de</strong> la persistencia <strong>de</strong> actitu<strong>de</strong>s que privilegian roles más públicos para <strong>los</strong>hombres y más privados para <strong>las</strong> mujeres. Posiblemente reflejan también ciertas discriminaciones <strong>de</strong>lmercado laboral que hacen más rentable el trabajo masculino que el femenino.En <strong>de</strong>finitiva, a pesar <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> igualaciones valóricas y actitudinales entre hombres y mujeres, aúnpersisten importantes diferencias entre ambos sexos 18 .Otros ejemp<strong>los</strong> <strong>de</strong> transformaciones incompletas en el campo <strong>de</strong> la disminución <strong>de</strong> <strong>las</strong> discriminaciones,están constituidos por <strong>las</strong> restricciones que enfrentan <strong>las</strong> minorías sexuales para el reconocimiento <strong>de</strong> sus<strong>de</strong>rechos familiares y legales.En este mismo sentido, la Encuesta <strong>de</strong> Tolerancia y No Discriminación, señala que algunas formas <strong>de</strong>intolerancia no muestran <strong>de</strong>masiadas ten<strong>de</strong>ncias a la disminución en el tiempo, como es el caso <strong>de</strong>lautoritarismo. Según estudios <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile, “el aspecto don<strong>de</strong> se concentra mayormente laintolerancia es en relación al autoritarismo: Los chilenos aparecen como claramente autoritarios, y comomás autoritarios que intolerantes entre otros aspectos” (Universidad <strong>de</strong> Chile, 2003).En segundo lugar, con relación a <strong>los</strong> <strong>de</strong>safíos que emergen <strong>de</strong> <strong>las</strong> diversas velocida<strong>de</strong>s con que se haproducido el cambio cultural en la sociedad, también es posible mencionar algunos casos emblemáticos.Si bien la relativa liberalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> costumbres y la disminución <strong>de</strong> la discriminación hacia la mujeres algo que cruza la sociedad entera, tampoco es posible negar que son especialmente <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es másacomodadas quienes han li<strong>de</strong>rado el proceso, <strong>de</strong>jando a <strong>los</strong> segmentos <strong>de</strong> menor nivel socioeconómicoen posiciones consi<strong>de</strong>rablemente más conservadoras.En este sentido, la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud muestra que son <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> estratossociales más bajos quienes tienen actitu<strong>de</strong>s más conservadoras respecto <strong>de</strong>l rol <strong>de</strong> la mujer en la sociedady quienes más manifiestan actitu<strong>de</strong>s discriminadoras 19 .Lo mismo se pue<strong>de</strong> señalar con relación a la velocidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios en <strong>las</strong> diferentes generaciones.Por ejemplo, algunas investigaciones señalan que, tanto el nivel <strong>de</strong> apertura al extranjero, como el nivel<strong>de</strong> individuación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes son mucho más altos que <strong>los</strong> <strong>de</strong>l mundo adulto (INJUV y PNUD,2004).También se encuentra información similar cuando al analizar el consumo y mercado cultural según <strong>las</strong>distintas regiones en que está organizado administrativamente el país. El PNUD muestra que la diversida<strong>de</strong>spacial económica <strong>de</strong> Chile se reproduce también en estos ámbitos, logrando ciertas regiones índices <strong>de</strong>dinámica cultural casi el doble que otras (PNUD, 2002).18INJUV, 2004. Los y <strong>las</strong> jóvenes: Similitu<strong>de</strong>s y Diferencias, Revista <strong>de</strong>l Observatorio <strong>de</strong> Juventud, Santiago <strong>de</strong> Chile.19INJUV, 2004, Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud: La integración social <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes, Santiago <strong>de</strong> Chile, 2005, Santiago <strong>de</strong> Chile.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud83.


En síntesis, claramente <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s transformaciones culturales que ha experimentado el país hantensionado y diversificado la estructura valórica, provocando la coexistencia <strong>de</strong> sectores <strong>de</strong> poblacióncon muy diversos niveles <strong>de</strong> aceptación <strong>de</strong> estos cambios.Finalmente, es cabe reflexionar acerca <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>safíos que aparecen <strong>de</strong>bido al <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> valores ycreencias que jugaban roles relevantes en la estructura social, especialmente tres aspectos:En primer lugar, el aumento <strong>de</strong>l individualismo <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas ha contribuido al <strong>de</strong>bilitamiento y a lapérdida <strong>de</strong> legitimidad <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> organizaciones e instituciones antes cruciales para la vida social.Es así como <strong>las</strong> organizaciones gremiales, profesionales y sindicales juegan un rol casi nulo en el aconteceractual (con sólo ciertas excepciones), al tiempo que mantienen un bajo nivel <strong>de</strong> legitimidad social. Porejemplo, sólo un 24% <strong>de</strong> la población <strong>de</strong>clara tener confianza en <strong>los</strong> sindicatos, mucho menos que lapoblación que confía en <strong>los</strong> bancos (CERC, 2004).El problema es que el <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> lazos sociales produce un aumento <strong>de</strong> la sensación subjetiva<strong>de</strong> inseguridad, como ha mostrado claramente el informe <strong>de</strong> Desarrollo Humano <strong>de</strong>l año 2002 (PNUD).Un ejemplo <strong>de</strong>l bajo nivel a que han llegado <strong>las</strong> confianzas interpersonales en Chile, está dado por el altoporcentaje <strong>de</strong> personas que consi<strong>de</strong>ra difícil confiar en <strong>los</strong> <strong>de</strong>más hoy en día. Por ejemplo, en una encuesta<strong>de</strong> opinión pública realizada el año 2004, el 69% <strong>de</strong> <strong>los</strong> encuestados <strong>de</strong>claró creer que <strong>las</strong> personastrataban constantemente <strong>de</strong> aprovecharse <strong>de</strong> el<strong>los</strong>, mientras que sólo un 19% <strong>de</strong>claró lo contrario 20 . Segúnesta misma fuente, esta <strong>de</strong>sconfianza interpersonal no ha cambiado apreciablemente en varios años.El <strong>de</strong>safío entonces es lograr reconstruir re<strong>de</strong>s sociales en un contexto cultural más individuado, don<strong>de</strong>uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> focos centrales sea la instauración <strong>de</strong> confianza a nivel social.En segundo lugar, la mayor participación laboral femenina y el tamaño relativamente menor <strong>de</strong> <strong>las</strong>familias, están cambiando rápidamente <strong>las</strong> funciones que <strong>de</strong>sarrolla esta institución.La familia, si bien no parece estar en crisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la valoración que hacen <strong>de</strong> ella susintegrantes (ya que es la institución que genera más confianza en <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes y casi el 97% <strong>de</strong> el<strong>los</strong>se <strong>de</strong>clara feliz <strong>de</strong> la familia propia 21 ), parece estar generando dificulta<strong>de</strong>s en el funcionamiento <strong>de</strong> otrossub-sistemas sociales.Es así como se ha <strong>de</strong>tectado que es casi un lugar común en <strong>los</strong> adultos funcionarios públicos un discursoque acusa a la familia actual <strong>de</strong> abdicar <strong>de</strong> su rol como formadora valórica <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas generaciones 22 .84. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.En tercer lugar, tanto el creciente nivel <strong>de</strong> individuación, como la mayor exposición <strong>de</strong>l país a <strong>las</strong>influencias extranjeras, han tendido a vaciar <strong>de</strong> sentido a la i<strong>de</strong>ntidad nacional. Según el Informe <strong>de</strong>Desarrollo Humano, casi el 58% <strong>de</strong> la población señalan que hoy en día es difícil hablar con claridad <strong>de</strong>lcontenido <strong>de</strong> “lo chileno” (PNUD, 2002).Eso no significa que ya no se valore el ser chileno, sino que el sentido <strong>de</strong> esa i<strong>de</strong>ntificación resulta másdifícil <strong>de</strong> interpretar, aumentando la sensación <strong>de</strong> inseguridad y transitoriedad que señalada anteriormentey relajando más aún <strong>los</strong> lazos <strong>de</strong> solidaridad.También acá el <strong>de</strong>safío es construir una i<strong>de</strong>ntidad nacional coherente en un contexto más fluido y permeableque antes. Resolver estos <strong>de</strong>safíos facilitará remontar la sensación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconcierto e inseguridad queparece consustancial a la subjetividad <strong>de</strong> este contexto social.En síntesis, también en el ámbito cultural Chile ha experimentado transformaciones importantes en <strong>los</strong>últimos 20 años. Sin embargo, se <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar que a pesar que muchas <strong>de</strong> estas transformacionespue<strong>de</strong>n calificarse <strong>de</strong> positivas para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l país, no se <strong>de</strong>be olvidar que, tanto por <strong>las</strong> diferentesvelocida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cambio cultural experimentados por diferentes segmentos <strong>de</strong> la sociedad, como por elcarácter incompleto <strong>de</strong> dichas transformaciones y la aparición <strong>de</strong> nuevos problemas culturales, Chiletiene también relevantes <strong>de</strong>safíos en esta área.7. Descifrar y conducir la transformación: el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> <strong>los</strong>intelectuales.Tal como se ha podido observar, el proceso chileno <strong>de</strong> transformación ha sido multidimensional ycomplejo. A<strong>de</strong>más, no hay seguridad respecto <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> sociedad que finalmente emergerá <strong>de</strong> estoscambios, dado que la mayor parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong>scritos aún se encuentran en curso.No obstante, en principio se pudo constatar que la situación actual implica que <strong>los</strong> ciudadanos chilenos<strong>de</strong> hoy disponen <strong>de</strong> más posibilida<strong>de</strong>s y recursos para la construcción <strong>de</strong> sus proyectos <strong>de</strong> vida que <strong>las</strong>generaciones anteriores.Sin embargo, producto tanto <strong>de</strong> <strong>las</strong> tensiones generadas por un proceso <strong>de</strong> cambio incompleto y <strong>de</strong>sigual,como <strong>de</strong> <strong>las</strong> consecuencias negativas <strong>de</strong> la transformación, tampoco se pue<strong>de</strong> negar que actualmente sevive en una sociedad más compleja, don<strong>de</strong> aún es alto el riesgo <strong>de</strong> no lograr construir el futuro que se<strong>de</strong>sea.Con el fin <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r el ritmo y forma <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones socioculturales actuales, se han20Ibíd.21INJUV, 2004, Op. Cit. Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud... Santiago <strong>de</strong> Chile, 2005.22INJUV, 2005, Representaciones y relaciones entre jóvenes y adultos en cuatro ámbitos: educación, salud, seguridad pública y trabajo,Investigación no publicada.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud85.


formulado una serie <strong>de</strong> teorías, <strong>las</strong> que por su parte han incidido en <strong>las</strong> estrategias que se han propuestopara intervenir más o menos racionalmente en este proceso.Dado que estas transformaciones socioculturales no sólo han ocurrido en Chile, sino que algunos aspectos<strong>de</strong> el<strong>las</strong> son comunes a lo sucedido en otros países y regiones, <strong>los</strong> pensadores que interpretan el proceso<strong>de</strong> cambio no son sólo nacionales, sino que también provienen <strong>de</strong> otros países.Es así como se ha señalado que estamos transitando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una “sociedad industrial” a una “post-industrial”,que estamos entrando a una “sociedad <strong>de</strong>l conocimiento” o a una “sociedad <strong>de</strong> la globalización”, que haemergido una “sociedad <strong>de</strong>l riesgo” o que ha terminado la mo<strong>de</strong>rnidad, configurándose actualmente una“sociedad postmo<strong>de</strong>rna”.Cada una <strong>de</strong> estas interpretaciones preten<strong>de</strong> dar una lectura coherente <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios que han experimentado<strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l mundo en <strong>los</strong> últimos años, por la vía <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar cuáles son suselementos críticos y, por tanto, enfatizando algún o algunos elementos <strong>de</strong> este cambio social.Si bien este no es el lugar para discutir cada uno <strong>de</strong> estos enfoques, <strong>de</strong> todas maneras resulta valioso haceruna breve síntesis respecto <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> interpretaciones que más impacto han tenido sobre el <strong>de</strong>bateteórico y político en Chile.Al respecto, es posible i<strong>de</strong>ntificar tres interpretaciones que se diferencian fundamentalmente en elgrado en que su posición es crítica respecto <strong>de</strong> la situación chilena. Evi<strong>de</strong>ntemente <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> estasperspectivas se <strong>de</strong>ducen diferentes consejos para un mejor <strong>de</strong>sarrollo futuro <strong>de</strong>l país.a. La primera y más estructurada <strong>de</strong> el<strong>las</strong> está personificada a nivel mundial por autores como AnthonyGid<strong>de</strong>ns y Ulrich Beck quienes, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una visión medianamente crítica, <strong>de</strong>sarrollan la “Teoría <strong>de</strong> laSociedad <strong>de</strong>l Riesgo”, presentando un marco <strong>de</strong> interpretación comprensiva frente a <strong>los</strong> cambios vividosmundialmente en <strong>las</strong> últimas dos décadas.Estos pensadores sostienen que si bien todas <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s y culturas han enfrentado riesgos, éstos sonactualmente <strong>de</strong> diferente naturaleza que <strong>los</strong> anteriores.De esta manera, si bien el riesgo que enfrentaba una sociedad con anterioridad se relacionaba aspectosexternos a la propia sociedad, es <strong>de</strong>cir, con la naturaleza (gran<strong>de</strong>s diluvios, amenaza <strong>de</strong> <strong>los</strong> animales,terremotos, enfermeda<strong>de</strong>s infecciosas, entre otros) o con otras socieda<strong>de</strong>s (invasiones, saqueos), <strong>las</strong>socieda<strong>de</strong>s actuales enfrentan riesgos producidos por el propio funcionamiento <strong>de</strong> dichas socieda<strong>de</strong>s.El alto <strong>de</strong>sarrollo tecnológico, científico e industrial alcanzado, entraña no sólo oportunida<strong>de</strong>s para larealización <strong>de</strong> <strong>las</strong> expectativas <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas, sino también produce riesgos.86. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.Es así como la capacidad <strong>de</strong> la violencia humana para <strong>de</strong>struir completamente una sociedad, es más altaque nunca en la historia. A<strong>de</strong>más, la industrialización ha presionado al medio ambiente hasta límitesque hacen posible la ruptura <strong>de</strong> equilibrios ecológicos críticos para la misma sustentación <strong>de</strong> la sociedad(Gid<strong>de</strong>ns, 2002; 100).Otro elemento que hace novedosos <strong>los</strong> riesgos que enfrentan <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s actuales, es que éstos son <strong>de</strong>carácter global. Hasta fechas muy recientes cuando una sociedad enfrentaba problemas, posiblementesus vecinas u otras un poco más lejanas se mantenían en calma. Hoy en día, <strong>los</strong> riesgos son cada vezmás universales: tanto <strong>las</strong> guerras como <strong>los</strong> problemas ambientales han adquirido un carácter global yamenazan al conjunto <strong>de</strong> la humanidad.Por todo ello, según Gid<strong>de</strong>ns, la mo<strong>de</strong>rnidad “es un fenómeno <strong>de</strong> doble filo. El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong>instituciones sociales mo<strong>de</strong>rnas y su expansión mundial han creado oportunida<strong>de</strong>s enormemente mayorespara que <strong>los</strong> seres humanos disfruten <strong>de</strong> una existencia más segura y recompensada que cualquier tipo <strong>de</strong>sistema premo<strong>de</strong>rno. Pero la mo<strong>de</strong>rnidad tiene también un lado sombrío que se ha puesto <strong>de</strong> manifiestoen el presente siglo” 23 .Por otra parte, en <strong>los</strong> países <strong>de</strong>l tercer mundo estos problemas y riesgos se agravan. Por ejemplo, Kliksberg(2000) sostiene que en América Latina <strong>los</strong> acelerados avances tecnológicos han <strong>de</strong>satado capacida<strong>de</strong>sproductivas y <strong>de</strong> progreso <strong>de</strong> inmensa magnitud, pero a la vez han potenciado agudos <strong>de</strong>sequilibriossociales, con<strong>de</strong>nando a vastos sectores <strong>de</strong> la población a la pobreza, han generado fluctuaciones acentuadasen el ritmo económico y serios problemas ecológicos.Se señala también que hoy en día predomina la incertidumbre social y han aumentado <strong>las</strong> experiencias<strong>de</strong> vulnerabilidad, <strong>de</strong> inestabilidad, <strong>de</strong> fragilidad y <strong>de</strong> precariedad. Esta época se caracteriza por laflexibilización <strong>de</strong>l trabajo, cesantía, individualización e instituciones que se vuelven incoherentes, comola familia, el Estado, la burocracia y la ciencia.Por todo ello, Kliksberg plantea que “alcanzar la <strong>de</strong>seada meta <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo económico y social es másviable que nunca en términos <strong>de</strong> tecnologías y potencia productiva pero, al mismo tiempo, el objetose halla muy distante <strong>de</strong> amplias poblaciones en diversas regiones <strong>de</strong>l mundo, entre el<strong>los</strong>, en AméricaLatina” 24 .A partir <strong>de</strong> este diagnóstico, se proponen una serie <strong>de</strong> políticas que podrían hacer más compatibles elcrecimiento económico y <strong>las</strong> transformaciones sociales actuales, con una mayor seguridad y bienestar <strong>de</strong><strong>las</strong> personas.Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> propuestas que se relacionan con este diagnóstico (y quizá la más estructurada actualmente)23Ibíd, p.20.24Ibíd. p. 19.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud87.


es la llamada “La Tercera Vía”. Esta propuesta es here<strong>de</strong>ra tanto <strong>de</strong> <strong>las</strong> tradiciones <strong>de</strong> la social<strong>de</strong>mocraciaEuropea, como <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>los</strong> <strong>de</strong>l liberalismo en Estados Unidos y el Reino Unido.Los principios <strong>de</strong> la Tercera Vía se sostienen en aceptar la globalización y transformaciones actuales consus respectivas consecuencias, mientras que al mismo tiempo se generan acciones específicas que permitanmo<strong>de</strong>rnizar el Estado para que este asuma un rol más activo en el asegurar igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s;fomentar <strong>las</strong> relaciones entre <strong>los</strong> sujetos y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus familias; reducir la criminalidad; abogar por el<strong>de</strong>recho con responsabilidad; fortalecer el capital humano mediante la educación y aumentar la fortaleza<strong>de</strong> la sociedad civil 25 .A<strong>de</strong>más, la tercera vía propone crear sistemas <strong>de</strong> protección social a cargo <strong>de</strong>l Estado, aumentar <strong>los</strong>niveles <strong>de</strong> confianza interpersonal, <strong>de</strong> capital social y <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> la sociedad civil.De esta manera, Beck señala que la Tercera Vía propone firmar “nuevos pactos sociales tendientes acontrarrestar el excesivo peso <strong>de</strong>l mercado y sus efectos, aminorar <strong>los</strong> riesgos y ampliar el perímetrosocial y cultural <strong>de</strong>l individuo. Los procesos <strong>de</strong> comunicación y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> medios al servicio <strong>de</strong> <strong>las</strong>ociedad civil adquieren una importancia <strong>de</strong>terminante en el cambio <strong>de</strong> mentalidad o resocialización enla que <strong>de</strong>be fundarse el equilibrio y la disminución <strong>de</strong> la incertidumbre” 26 .Una versión nacional <strong>de</strong> la Tercera Vía ha sido propuesta por el actual gobierno <strong>de</strong> la Concertación <strong>de</strong>Partidos por la Democracia. Se ha llamado a este proyecto “Nuevo Trato”, el que consiste en un programapara fomentar la participación ciudadana y la sociedad civil, apoyando la constitución <strong>de</strong> actores capaces<strong>de</strong> enfrentar <strong>los</strong> <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong>l país.Este nuevo Trato Social intenta promover <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> confianza entre <strong>las</strong> personas y <strong>de</strong> éstas con <strong>las</strong>instituciones, a través <strong>de</strong> políticas y programas que favorezcan la participación en <strong>las</strong> políticas públicas yel afianzamiento <strong>de</strong> relaciones <strong>de</strong> solidaridad y cooperación en la sociedad chilena.Muy cercanos a estas reflexiones se encuentran también <strong>los</strong> diagnósticos realizados por el Programa <strong>de</strong><strong>las</strong> Naciones Unidas Para el Desarrollo.Es así como en el marco <strong>de</strong> <strong>los</strong> Informes <strong>de</strong> Desarrollo Humano que el PNUD – Chile publicaregularmente, se constató que pese a que la población chilena reconocía <strong>los</strong> logros económicos <strong>de</strong>l país,eso no significaba que la ciudadanía estuviera satisfecha. Por el contrario, un difuso malestar recorríaciertos sectores <strong>de</strong> la sociedad. El aumento <strong>de</strong>l individualismo, junto a un alto nivel <strong>de</strong> inseguridad y<strong>de</strong>sconfianza interpersonal, tenía fuertes consecuencias negativas para la subjetividad <strong>de</strong> la población.88. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.Según el PNUD (1998, s/p), una <strong>de</strong> <strong>las</strong> paradojas <strong>de</strong> la situación chilena actual sería “un país connotable <strong>de</strong>sarrollo económico don<strong>de</strong> la gente no se siente feliz”, en otras palabras, el buen <strong>de</strong>sempeñoeconómico <strong>de</strong>l país no brinda necesariamente un sentimiento <strong>de</strong> seguridad a la población. Es sabido quela mo<strong>de</strong>rnización conlleva segurida<strong>de</strong>s e insegurida<strong>de</strong>s. Hoy en día, <strong>los</strong> chilenos tienen la seguridad <strong>de</strong>no pasar hambre y <strong>de</strong> ser respetados en sus <strong>de</strong>rechos humanos. Simultáneamente, expresan sentimientos<strong>de</strong> inseguridad, incertidumbre y básicamente tres tipos <strong>de</strong> miedo: a la exclusión, al otro y al sin sentido(Kliksberg, 2000; 101).El informe <strong>de</strong>l PNUD (1998) afirma que una subjetividad vulnerada pone en peligro la sustentabilidadsocial <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización. Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo humano resi<strong>de</strong> pues, en lograr un<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la subjetividad que sea complementario al avance mo<strong>de</strong>rnizador.Esto se podría lograr a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>nominado “Desarrollo Humano Sustentable”, el que busca compensarla actual preocupación por <strong>las</strong> personas por bienestar material, con el facilitar que éstas amplíen la gama<strong>de</strong> sus opciones <strong>de</strong> vida y aprovechen equitativamente <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s que abre la sociedad mo<strong>de</strong>rna.Se busca instalar una perspectiva que se interesa por la persona como sujeto y como beneficiario <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrollo. En este sentido, la intención <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo gravita en lograr un espacio en que todos puedanaumentar sus capacida<strong>de</strong>s, fomentando la asociatividad y la confianza interpersonal.Un punto relevante en este propósito es fomentar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> capital social y asociatibidad entre <strong>las</strong>personas, ya que se evalúa que una sociedad funciona más eficientemente si tiene capacida<strong>de</strong>s para actuarcooperativamente, armar re<strong>de</strong>s, concertaciones y sinergias en su interior 27 .b. Una segunda interpretación <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones socioculturales actuales, menos crítica quela anterior, está representada por intelectuales como Eugenio Tironi y José Joaquín Brunner, quienesenfatizan el progreso experimentado por el país en estos últimos años, señalando que hoy se vive en uncontexto <strong>de</strong> libertad política, sin exilio, sin policías secretas y sin represiones i<strong>de</strong>ológicas. Las distintasestructuras <strong>de</strong> la sociedad han vuelto a la normalidad y la <strong>de</strong>mocracia se constituye como la forma <strong>de</strong>convivencia, organización y expresión <strong>de</strong> la sociedad.Asimismo, la economía se encuentra en su mejor momento con altos niveles en el PIB y con relevantesintervenciones en foros internacionales. Con todo esto, “en Chile se respira un aire <strong>de</strong> libertad, esfuerzoe innovación que invita a la esperanza y no a la frustración” (Corporación Tiempo 2000,1998; 3). Porsu parte, Tironi señala que aumenta el bienestar y <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s, ya que mejoran <strong>las</strong> condicionesmateriales <strong>de</strong> vida, hay más acceso a la educación y se acentúan <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> inclusión en Chile (Tironiy Ariztía, 2003).25Ibíd.26http://www.infoamerica.org/teoria/beck2.htm27Ibid, p.29.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud89.


A esto, Brunner agrega otros logros importantes, como la disminución <strong>de</strong> la pobreza, el <strong>de</strong>sarrollo sustentadoen la naturaleza y nuevos recursos <strong>de</strong> conocimiento e información, entre otros (Brunner, 1998; 145).Con todo ello, el país avanza por la vía <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia y el <strong>de</strong>sarrollo. En consecuencia, <strong>los</strong> problemasque se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>tectar actualmente serían sólo transitorios, producto solamente <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>sajustes quegenera el progreso.En consecuencia, continuar con la actual política económica sería la mejor manera <strong>de</strong> superar<strong>los</strong>, sobretodo si a ella se le agrega un fuerte acento en el mejoramiento <strong>de</strong>l sistema educativo, como forma <strong>de</strong>impulsar el <strong>de</strong>sarrollo científico y tecnológico <strong>de</strong>l país.Este <strong>de</strong>sarrollo científico tendría como finalidad producir, a largo plazo, una reconversión <strong>de</strong> la economíachilena que agregue mayor valor agregado a <strong>los</strong> productos <strong>de</strong> exportación y profundice <strong>las</strong> relaciones con<strong>los</strong> mercados mundiales. Este es el principal <strong>de</strong>safío para el Chile <strong>de</strong>l futuro según estos intelectuales.c. Una tercera interpretación <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones que ha experimentado Chile tiene como exponenteprincipal a Tomás Moulián (1998), quien enfatiza que la sociedad chilena actual es una construcción <strong>de</strong> ladictadura: creada entre militares, intelectuales neoliberales y empresarios nacionales o transnacionales.A partir <strong>de</strong> este origen, la <strong>de</strong>scripción y análisis que este autor hace <strong>de</strong> la sociedad chilena actual esclaramente negativa.Señala que “ese bloque <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, esa “tríada”, realizó la revolución capitalista, construyó esta sociedad <strong>de</strong>mercados <strong>de</strong>sregulados, <strong>de</strong> indiferencia política, <strong>de</strong> individuos competitivos realizados o bien compensadosa través <strong>de</strong>l placer <strong>de</strong> consumir o más bien <strong>de</strong> exhibirse consumiendo, <strong>de</strong> asalariados socializados en eldisciplinamiento y en la evasión. El Chile Actual proviene <strong>de</strong> una revolución capitalista y <strong>de</strong> una dura<strong>de</strong>radictadura revolucionaria <strong>de</strong> ese tipo” (Moulián, 1998; 18).El único aporte positivo <strong>de</strong> la transición estaría dado por la política, al tener actualmente un régimen<strong>de</strong>mocrático (aunque cree que se trata más bien una “semi<strong>de</strong>mocracia”).Con relación al crecimiento económico que ha presentado el país, Moulián sostiene que este ha sidoutilizado como estrategia <strong>de</strong> marketing, pero que en realidad sus beneficios no han llegado a <strong>los</strong> sectorespopulares.Se agrega a lo anterior el que hoy en día, producto <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>si<strong>de</strong>ologización <strong>de</strong> <strong>los</strong> partidos políticos,han tendido a <strong>de</strong>saparecer <strong>los</strong> ámbitos <strong>de</strong> <strong>de</strong>liberación argumentada, y <strong>las</strong> elites que manejan el país semantienen en el po<strong>de</strong>r y reproducen <strong>las</strong> normas vigentes durante la dictadura militar.90. UnNuevo País en Construcción


CAPÍTULO 2.A<strong>de</strong>más hay una infraestructura pobre a nivel nacional, aumenta la violencia en la ciudad y se mantienela <strong>de</strong>sigualdad social, ya que a pesar que “todas <strong>las</strong> cifras muestran un aumento importante <strong>de</strong>l gastosocial, esto no ha evitado una disminución <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>l primer quintil en la distribución <strong>de</strong>lingreso” 28 .A su vez, el consumo se convierte en medio <strong>de</strong> integración social, hecho que promueve la individualizacióny una sociedad cada vez más mercantilizada. De esta manera, “la individualización <strong>de</strong> <strong>las</strong> relacionessociales, es el sello <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones neoliberales <strong>de</strong>l neocapitalismo <strong>de</strong>l Chile Actual” 29 .En esta negativa <strong>de</strong>scripción, se plantea que incluso <strong>los</strong> sectores más acomodados no han mejoradorealmente su calidad <strong>de</strong> vida. Por el contrario, <strong>los</strong> más ricos “han superado su confort, ¿pero han mejoradosu calidad <strong>de</strong> vida? No, también el<strong>los</strong> han perdido en este aspecto. Están asediados por la inseguridad<strong>de</strong> la <strong>de</strong>lincuencia, agobiados por el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n urbano y la lentitud <strong>de</strong>l tráfico, sumergidos en el smog,asustados por <strong>las</strong> nuevas formas turbulentas en que sus hijos viven sus adolescencias” 30 .Des<strong>de</strong> esta posición, Tomás Moulian propone una virtual refundación <strong>de</strong> Chile, asentando su <strong>de</strong>sarrollo enbases muy diferentes a <strong>las</strong> implementadas por la dictadura militar. Si bien en concreto esta posición aúnno ha sido completamente estructurada, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que sus principales recomendaciones para el futuroconsisten en: asignar un mayor rol al Estado en la regulación <strong>de</strong> <strong>los</strong> mercados y <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones entre<strong>los</strong> distintos grupos sociales, fomentar la aparición <strong>de</strong> una sociedad civil más fuerte y reflexiva, fundaruna <strong>de</strong>mocracia preocupada <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> <strong>las</strong> minorías y comprometida con valores progresistas yapoyar un crecimiento económico que respete <strong>los</strong> equilibrios naturales y cuyos beneficios se repartan másequitativamente.En resumen, estas son <strong>las</strong> teorías que se han utilizado para interpretar y dotar <strong>de</strong> sentido a <strong>los</strong> cambios queha vivido el país. Como se observa, dado que estas transformaciones son multidimensionales, algunosautores ponen acento en unas características <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, mientras que otros relevan <strong>las</strong> contrarias. A<strong>de</strong>más,<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> cada autor, <strong>los</strong> análisis difieren fuertemente en su nivel <strong>de</strong> crítica alproceso.Dado el aumento <strong>de</strong> la heterogeneidad <strong>de</strong> la sociedad chilena producto <strong>de</strong> <strong>los</strong> avances y rezagos <strong>de</strong> <strong>las</strong>transformaciones que se ha <strong>de</strong>scrito, resulta difícil etiquetarla con una sola <strong>de</strong>nominación teórica. Enotras palabras, Chile no es una sociedad <strong>de</strong>l conocimiento, aunque contiene algunos elementos <strong>de</strong> estetipo; no es una sociedad post-industrial, aunque pue<strong>de</strong>n reconocerse algunas facetas que le acercan a estemo<strong>de</strong>lo societal, y así sucesivamente.A partir <strong>de</strong> la información resumida en este capítulo, es posible afirmar que una mirada intermedia, que28Ibíd. p.96.29Ibíd. p.117.30Ibíd.126.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud91.


econozca <strong>los</strong> progresos realizados, pero también señale con claridad <strong>los</strong> cambios no concluidos, <strong>las</strong>nuevas contradicciones que aparecen, y resalte <strong>las</strong> <strong>de</strong>udas pendientes, constituye la mejor interpretaciónposible.Por ello, si bien a lo largo <strong>de</strong> este informe muchas veces se recurrirá a conceptos e i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> laSociedad <strong>de</strong>l Riesgo para clarificar perspectivas, no significa que la sociedad chilena encaje totalmenteen este mo<strong>de</strong>lo teórico. En otras palabras, si bien este texto sigue <strong>las</strong> líneas generales <strong>de</strong> ese enfoque, nosigue necesariamente esa perspectiva en la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes chilenos.92. UnNuevo País en Construcción


SEGUNDA PARTEUna mirada a la realidad estructural ysubjetiva <strong>de</strong> la juventud chilena2. SEGUNDA PARTE contemporánea./ Una mirada a la realida<strong>de</strong>structural y subjetiva <strong>de</strong> la juventud chilenacontemporánea.


Amplios contrastes caracterizan la integración social <strong>de</strong> la juventud chilena:posee alta educación, pero dificulta<strong>de</strong>s para ingresar al trabajo; goza <strong>de</strong> buenasalud, pero cuenta escasa protección ante <strong>los</strong> riesgos sanitarios que la afectan;valora la <strong>de</strong>mocracia, pero es el segmento que menos participa en <strong>las</strong> votaciones.96. Situación<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.97.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 3.SITUACIÓN DE LOS Y LASJÓVENES EN EL CHILE DE HOY:LAS CONDICIONES DE SUINTEGRACIÓN SOCIALEl objetivo <strong>de</strong>l presente capítulo es mostrar <strong>las</strong>ituación general <strong>de</strong> la juventud en Chile a través<strong>de</strong> una <strong>de</strong>scripción cuantitativa y cualitativa <strong>de</strong>su integración a diferentes esferas <strong>de</strong> la sociedadprioritarias en el que hacer <strong>de</strong>l Estado.98. Situación<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.En primer lugar, se exponen <strong>las</strong> principales ten<strong>de</strong>ncias socio<strong>de</strong>mográficas que caracterizan a la poblaciónjoven, lo que permite visualizar la escala <strong>de</strong> <strong>los</strong> fenómenos sociales asociados a este grupo.A continuación se presenta una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> su integración a nivel macro y micro social.El nivel macro social se refiere a la participación <strong>de</strong> jóvenes en <strong>los</strong> gran<strong>de</strong>s sistemas integración social: laeducación, el mercado <strong>de</strong>l trabajo, <strong>los</strong> sistemas <strong>de</strong> protección social, y el po<strong>de</strong>r político. La integración microsocial por su parte, se refiere a la participación <strong>de</strong> jóvenes en estructuras <strong>de</strong> integración más restringidas yse introduce la distinción entre participación en espacios <strong>de</strong> sociabilidad y <strong>de</strong> asociatividad.Por último, se analizará en que medida, limitaciones agudas en la integración juvenil a <strong>las</strong> diferentesesferas, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>rivar en conductas <strong>de</strong>lictivas que perjudican la convivencia social y la calidad <strong>de</strong>vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas. Específicamente se <strong>de</strong>scribirá la participación <strong>de</strong> jóvenes en <strong>de</strong>litos, así como suvictimización por este tipo <strong>de</strong> actos.1. Ten<strong>de</strong>ncias socio<strong>de</strong>mográficas1.1. Peso juvenil en la población chilenaEl envejecimiento <strong>de</strong> la población chilena hace que la población joven constituya una proporción<strong>de</strong>creciente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la población total <strong>de</strong> lo país. De acuerdo a estimaciones <strong>de</strong> CELADE, <strong>las</strong> personasentre 15 – 29 años han caído <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 28% a principios <strong>de</strong> <strong>los</strong> noventa a un 24% en el 2005, que equivalea cerca <strong>de</strong> 4 millones <strong>de</strong> personas. Se estima que hacia el año 2020 la juventud representará sólo el 20%<strong>de</strong> la población.Cuadro 1Evolución <strong>de</strong>l peso <strong>de</strong> la juventud sobre la población totalAño 1990 2005 202015 - 19 años 1.235.643 9% 1.463.158 9% 1.236.847 7%20 - 24 años 1.237.943 9% 1.322.128 8% 1.326.425 7%25 - 29 años 1.268.512 10% 1.171.107 7% 1.483.179 8%Total 15 - 29 años 3.742.098 28% 3.956.393 24% 4.046.451 22%Población total 13.178.782 100% 16.267.278 100% 18.549.095 100%Fuente: Estimaciones y proyecciones <strong>de</strong> la población chilena, CELADE, 2005.99.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


El CENSO 2002 registró un total <strong>de</strong> 3.674.239 jóvenes <strong>de</strong> 15 - 29 años <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales 1.850.682 eranhombres y 1.823.557 mujeres, siendo <strong>los</strong> <strong>de</strong> 15 años el grupo más numeroso. Fuente: Elaboración propia CENSO 2002, INE.1.2. Distribución territorial <strong>de</strong> la población jovena. Población joven en <strong>las</strong> regionesEn términos regionales la juventud se distribuye en el territorio nacional <strong>de</strong> acuerdo a <strong>los</strong> patronesgenerales <strong>de</strong> la población y se concentran en: Región Metropolitana <strong>de</strong> Santiago (41%), Región <strong>de</strong>l Bío-Bío (12%) y la Región <strong>de</strong> Valparaíso (10%).100.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Cuadro 2Distribución <strong>de</strong> la población joven 15 - 29 años según regiónRegión15 -19 años 20 - 24 años 25 - 29 añosTotal 15 - 29años1. Región <strong>de</strong> Tarapacá 38.234 35.160 35.213 108.6072. Región <strong>de</strong> Antofagasta 42.691 40.913 43.424 127.0283. Región <strong>de</strong> Atacama 21.512 18.483 19.124 59.1194. Región <strong>de</strong> Coquimbo 51.089 46.987 45.903 143.9795. Región <strong>de</strong> Valparaíso 132.550 124.713 113.963 371.2266. Región <strong>de</strong>l General Bernardo O’Higgins 62.887 55.955 60.035 178.8777. Región <strong>de</strong>l Maule 76.677 67.886 68.730 213.2938. Región <strong>de</strong>l Bío-Bío 160.639 147.196 139.755 447.5909. Región <strong>de</strong> La Araucanía 79.096 66.947 64.394 210.43710. Región <strong>de</strong> Los Lagos 91.285 80.826 83.592 255.70311. Región Aisén <strong>de</strong>l General Car<strong>los</strong> Ibáñez <strong>de</strong>l Campo 8.397 6.459 7.235 22.09112. Región <strong>de</strong> Magallanes y <strong>de</strong> La Antartica Chilena 14.340 11.209 11.656 37.20513. Región Metropolitana <strong>de</strong> Santiago 500.692 498.692 499.700 1.499.084Total 1.280.089 1.201.426 1.192.724 3.674.239Fuente: Elaboración propia CENSO 2002, INE.b. Distribución <strong>de</strong> jóvenes en zonas rural y urbanaLa población joven en Chile es eminentemente urbana, <strong>de</strong> acuerdo al último censo (INE, 2002) sólo un12% habita en zonas rurales. Las regiones con mayor proporción <strong>de</strong> jóvenes rurales (superior a un 20%)correspon<strong>de</strong>n a: Región <strong>de</strong>l Maule, Región <strong>de</strong>l General Bernardo O’Higgins, Región <strong>de</strong> La Araucanía yRegión <strong>de</strong> Los Lagos.Cuadro 3Distribución <strong>de</strong> la población joven 15 - 29 años según área urbano - ruralUrbano 3.230.655 88%Rural 443.586 12%Total 3.674.241 100%Fuente: Elaboración propia CENSO 2002, INE.101.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Elaboración propia CENSO 2002, INE.1.3. Con quién y cómo viven <strong>las</strong> personas jóvenesLa observación <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> parentesco con el jefe <strong>de</strong> hogar 1 permite conocer con quién viven <strong>las</strong>personas jóvenes y estimar sus niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia con relación a sus familias <strong>de</strong> origen.En este sentido, <strong>los</strong> datos disponibles sugieren que durante la última década se ha dado un aumentomo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia juvenil. Entre <strong>los</strong> años 1994 y 2003 la proporción <strong>de</strong> jóvenes que vive consus padres crece <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 61% a un 66%. Mientras, el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes que se había emancipado <strong>de</strong>la familia <strong>de</strong> origen, ya sea como jefe <strong>de</strong> hogar o como cónyuge o pareja <strong>de</strong> un jefe <strong>de</strong> hogar, cae <strong>de</strong>s<strong>de</strong>un 24% a un 18%.Por otra parte, en el año 2003 un 14% <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas jóvenes vivía en hogares cuyos jefes son otrosfamiliares diferentes <strong>de</strong> sus padres. Al observar su relación <strong>de</strong> parentesco con el jefe <strong>de</strong> hogar según edad,es posible apreciar que la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia es total durante la adolescencia y se reduce gradualmente a lolargo <strong>de</strong> la juventud.102.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Cuadro 4Relación <strong>de</strong> parentesco con el Jefe(a) <strong>de</strong> hogar jóvenes15 a 29 años en quinquenios15 -19 años 20 - 24 años 25 - 29 años TotalHijo(a), hijastro(a) 83% 67% 44% 66%Otro familiar 14% 15% 12% 14%Cónyuge o pareja 1% 8% 22% 10%Jefe(a) <strong>de</strong> Hogar 1% 7% 20% 8%No familiar 1% 2% 2% 2%Servicio Doméstico 0% 1% 1% 1%Total 100% 100% 100% 100%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.En términos <strong>de</strong> estado civil, durante la última década ha crecido el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes que permanecesoltero mientras que disminuye el emparejamiento en esta etapa. Hacia fines <strong>de</strong>l año 2003 tres <strong>de</strong> cadacuatro jóvenes se encontraba soltero y uno <strong>de</strong> cada cuatro estaba casado o convivía.Otro hecho <strong>de</strong>stacable es que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la población joven se ha producido prácticamente una igualaciónen la proporción <strong>de</strong> personas que está casada y que convive. En el año 1994 la relación entre convivientesy casados era <strong>de</strong> 4 a 1.Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.1De acuerdo a <strong>las</strong> encuestas <strong>de</strong> hogares se consi<strong>de</strong>ra como hogar a una unidad <strong>de</strong> 1 o más personas con o sin víncu<strong>los</strong> <strong>de</strong> parentesco entresi, que habitualmente hacen vida en común; habitan en la misma vivienda y comparten un presupuesto <strong>de</strong> alimentación.103.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


1.4. Paternidad y maternidad en la juventudSegún la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, un tercio <strong>de</strong> la población joven (32%) tiene hijos,este hecho vital resulta <strong>de</strong>terminante en la biografía <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas y suce<strong>de</strong> con mayor frecuencia enmujeres, en jóvenes mayores <strong>de</strong> 20 años y en jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómico bajo. Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.Siguiendo la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>mográfica general, la población joven, especialmente entre <strong>los</strong> 20 y <strong>los</strong> 29años ha tendido a retardar el nacimiento <strong>de</strong> hijos, tal como se refleja en la disminución <strong>de</strong> la fecundidad 2en mujeres <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s 20 –24 y 25 – 29 en <strong>los</strong> últimas 2 décadas. En <strong>las</strong> mujeres menores <strong>de</strong> 20 añosen cambio, la fecundidad ha experimentado un <strong>de</strong>scenso mucho más mo<strong>de</strong>rado, y en algunas eda<strong>de</strong>sespecíficas incluso ha aumentado.104.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. * Las tasas <strong>de</strong> estos grupos incluyen menores <strong>de</strong> 15 y mayores <strong>de</strong> 49 años respectivamente.Fuente: Anuarios <strong>de</strong> Demografía, INE, 2003.1.5. Jóvenes y pobrezaLa expansión <strong>de</strong> la economía en combinación con un conjunto <strong>de</strong> políticas sociales permitieron quedurante la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> 90 el país experimentara un drástico <strong>de</strong>scenso en <strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> población bajola línea <strong>de</strong> la pobreza 3 . Entre <strong>los</strong> años 1990 y 2003 la proporción <strong>de</strong> jóvenes en esta condición bajó <strong>de</strong>s<strong>de</strong>un 38% a un 19%.2Nacimientos cada 1000 mujeres.3A un individuo se le consi<strong>de</strong>ra “pobre”, si el ingreso per cápita <strong>de</strong> su hogar se sitúa por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l nivel mínimo que le permita satisfacersus necesida<strong>de</strong>s básicas; e “indigente”, si éste no le permite satisfacer sus necesida<strong>de</strong>s alimentarias. Estos mínimos se <strong>de</strong>nominan “línea<strong>de</strong> pobreza” y “línea <strong>de</strong> indigencia” respectivamente.105.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.Des<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> 90 es posible apreciar una disminución en el ritmo <strong>de</strong> reducción<strong>de</strong> la pobreza, mientras que la indigencia tien<strong>de</strong> a estabilizarse. Hacia fines <strong>de</strong>l año 2003 un 14% <strong>de</strong> lapoblación joven <strong>de</strong> 15 – 29 años era pobre, mientras que un 5% era indigente.106.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Las regiones que presentaron mayor porcentaje <strong>de</strong> jóvenes viviendo bajo la línea <strong>de</strong> la pobreza fueron:Región <strong>de</strong> La Araucanía (31%), Región <strong>de</strong>l BíoBío (29%) y la Región <strong>de</strong> Atacama (24%). Los menoresniveles <strong>de</strong> pobreza juvenil se registraron en: Región <strong>de</strong> Antofagasta (11%), Región Metropolitana <strong>de</strong>Santiago (13%) y Región <strong>de</strong> Magallanes y <strong>de</strong> La Antártica Chilena (13%).1.6. Jóvenes pertenecientes a pueb<strong>los</strong> indígenasDe acuerdo al CENSO 2002 en Chile un 4,8% <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas entre 15 a 29 años - lo que equivale acerca <strong>de</strong> 177.000 personas - pertenece a alguno <strong>de</strong> <strong>los</strong> ocho pueb<strong>los</strong> originarios reconocidos por la ley 4 .Dentro <strong>de</strong> esta población, <strong>los</strong> Mapuches resultan el grupo predominante alcanzando un 87%.Fuente: Elaboración propia CENSO 2002, INE.En términos <strong>de</strong> ubicación geográfica, la juventud indígena se concentran en cuatro regiones: Metropolitana(29%), Región <strong>de</strong> La Araucanía (28%), Región <strong>de</strong> Los Lagos (14%) y la Región <strong>de</strong>l Bío Bío (8%).4Los 8 pueb<strong>los</strong> originarios reconocidos por la ley en Chile son: Alacalufe (Kawashkar), Atacameño, Aimara, Colla, Mapuche, Quechua,Rapa Nui y Yámana (Yagán).107.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Elaboración propia CENSO 2002, INE.2. Integración macro social2.1. Integración juvenil al sistema educacional: logros ylimitacionesEl <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l capital humano a partir <strong>de</strong> un sistema universal <strong>de</strong> educación formal es uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> ejescentrales <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo asumido por la sociedad chilena <strong>de</strong>bido a <strong>las</strong> capacida<strong>de</strong>s que otorgaa <strong>los</strong> individuos para “<strong>de</strong>senvolverse en la sociedad y aportar productivamente” (PNUD, 2004).Existe un difundido consenso <strong>de</strong> que una sociedad más educada pue<strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a una mejor distribución<strong>de</strong> <strong>los</strong> ingresos, mayor cohesión social, diversidad cultural y un crecimiento económico sustentable,entre otros beneficios (CEPAL, 2004). De esta forma, la extensión y la calidad <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> <strong>las</strong>generaciones jóvenes en el sistema educacional hoy, resulta <strong>de</strong>terminante para el <strong>de</strong>sarrollo personal ysocial en el mediano plazo.A continuación serán presentados indicadores generales <strong>de</strong> la integración <strong>de</strong> personas <strong>de</strong> 15 a 29 añosal sistema educacional en la última década, y se analizarán logros y limitaciones específicos <strong>de</strong> suparticipación en la enseñanza secundaria y en la educación superior o terciara.108.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.a. Logros educativos generalesQue el esfuerzo <strong>de</strong> nuestro país por incrementar la integración <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas generaciones al sistemaeducativo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> noventa ha tenido resultados exitosos, es un hecho que nose pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocer.En primer lugar, es posible observar un aumento sostenido en la proporción <strong>de</strong> jóvenes que participa <strong>de</strong> laeducación formal. De esta forma, en el período comprendido entre <strong>los</strong> años 1992 y 2003 el porcentaje <strong>de</strong>jóvenes <strong>de</strong> 15 a 29 años que estudian aumentó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 30% a un 43%. Esto se traduce en que al finalizarel período hay más <strong>de</strong> 1.600.000 jóvenes asistiendo a establecimientos educacionales. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.Segundo, durante el período comprendido entre <strong>los</strong> años 1994 y 2003 mejora significativamente elnivel educacional alcanzado por <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Si bien el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes <strong>de</strong> 15 a 29 años conenseñanza media se ha mantenido estable, el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes que solo han alcanzado la enseñanzabásica cae <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 22% a un 13%, mientras que el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes con educación superior sube<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 18% a un 25%.109.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.Por último, el promedio <strong>de</strong> años formales <strong>de</strong> escolaridad en la población joven <strong>de</strong> 15 a 29 años haaumentado sostenidamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 10,29 años en año 1992 a 11,41 años en el 2003. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.110.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.En general, estos logros educativos son un éxito para el país. Sin embargo, consi<strong>de</strong>rando que la persistente<strong>de</strong>sigualdad en la distribución <strong>de</strong> ingresos característica <strong>de</strong> Chile condiciona la participación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes en el sistema educativo , se ha procedido a analizar <strong>de</strong> forma específica <strong>los</strong> logros y limitaciones<strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> jóvenes en la educación secundaria y superior.b. Jóvenes y educación secundariaEn la última década se dan una serie <strong>de</strong> transformaciones que afectan positivamente la integración <strong>de</strong>jóvenes a la educación secundaria.En primer lugar, en la última década aumenta significativamente el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes que cuentancon educación secundaria terminada. En este sentido, cabe <strong>de</strong>stacar que el Estado chileno asegura 12años <strong>de</strong> escolaridad gratuita y obligatoria, un cambio revolucionario en términos <strong>de</strong>l acceso juvenil a laeducación secundaria.En mayo <strong>de</strong>l año 2003, se promulgó una Reforma Constitucional que establece la enseñanza mediaobligatoria y gratuita, y que entrega al Estado la responsabilidad <strong>de</strong> garantizar el acceso a este niveleducacional para todos <strong>los</strong> chilenos hasta <strong>los</strong> 21 años <strong>de</strong> edad.Dicha reforma se suma a la implementación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 2000, <strong>de</strong>l “Programa Liceo Para Todos”, quese propone como meta bajar la tasa <strong>de</strong> retiro a 5 % en <strong>los</strong> establecimientos que concentran <strong>las</strong> mayoresdificulta<strong>de</strong>s educativas y sociales. En el año 2004, <strong>los</strong> liceos beneficiados por <strong>las</strong> iniciativas <strong>de</strong> esteprograma ascien<strong>de</strong>n a 428 y <strong>los</strong> alumnos becados a 16.000. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.111.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


En segundo lugar, durante la última década se ha incrementado significativamente el tiempo <strong>de</strong> exposicióna <strong>los</strong> aprendizajes en estudiantes primarios y secundarios a través <strong>de</strong> la extensión <strong>de</strong> la jornada escolar. Dehecho, datos <strong>de</strong> <strong>las</strong> encuestas <strong>de</strong> hogares sugieren que el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes en educación secundariaque asisten a la jornada escolar completa subió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 9% a un 51% entre <strong>los</strong> años 1994 y 2003.En el año 1998 se estableció por ley un mínimo <strong>de</strong> 42 horas semanales <strong>de</strong> c<strong>las</strong>es para alumnos <strong>de</strong>enseñanza media. La incorporación a la jornada completa se está llevando a cabo <strong>de</strong> manera gradual ysegún <strong>las</strong> disposiciones <strong>de</strong> la nueva ley <strong>de</strong> Jornada Escolar Completa (2004) esta <strong>de</strong>bería alcanzar para elaño 2010 a la totalidad <strong>de</strong> establecimientos subvencionados. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.En tercer lugar, más allá <strong>de</strong> la preocupación por la cobertura, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> principios <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> 90 sehan introducido una serie <strong>de</strong> reformas al sistema <strong>de</strong> educación secundario <strong>de</strong>stinadas a incrementar laefectividad y calidad <strong>de</strong> esta instancia <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> capital humano.Entre estas iniciativas se <strong>de</strong>stacan el Programa <strong>de</strong> Mejoramiento <strong>de</strong> Equidad y <strong>de</strong> la Calidad <strong>de</strong> la EducaciónMedia (MECE-MEDIA) <strong>de</strong>sarrollado entre <strong>los</strong> años 1996 y 2000 a través <strong>de</strong> la intervención focalizadaen 1.300 establecimientos a lo largo <strong>de</strong>l país en estado <strong>de</strong> privación pedagógica. Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> líneas <strong>de</strong>acción <strong>de</strong> este programa fue el incremento <strong>de</strong> recursos y mejoramiento <strong>de</strong> condiciones para el trabajoescolar (bibliotecas, material didáctico, textos, infraestructura y equipamiento), y otra, la optimización<strong>de</strong> procesos educativos y preocupación por <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong>l aprendizaje (gestión pedagógica, gestión112.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.directiva <strong>de</strong>l liceo, activida<strong>de</strong>s curriculares <strong>de</strong> libre elección, asistencia técnica educativa, reformacurricular, etc).El impacto <strong>de</strong> <strong>las</strong> iniciativas que persiguen incrementar la calidad educativa se pue<strong>de</strong> observar en unincremento mo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> <strong>los</strong> promedios nacionales <strong>de</strong> <strong>los</strong> puntajes <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> Medición <strong>de</strong> la Calidad<strong>de</strong> la Educación 5 (SIMCE) tanto en matemática como en lenguaje durante la última década.Fuente: Estadísticas MINEDUC, 2005.Finalmente, cabe <strong>de</strong>stacar que en la última década se incorpora <strong>de</strong> forma masiva <strong>las</strong> tecnologías <strong>de</strong>información y comunicación al trabajo escolar a través <strong>de</strong> una política nacional que tuvo expresión en elPrograma Red Enlaces <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Educación.El objetivo <strong>de</strong>l programa ha sido mejorar <strong>los</strong> aprendizajes y competencias <strong>de</strong> <strong>los</strong> alumnos <strong>de</strong>l sistemaeducacional municipalizado y particular subvencionado haciendo un uso intensivo <strong>de</strong> <strong>las</strong> Tecnologías <strong>de</strong>Información y Comunicación (TIC). Para lograr esto, en <strong>los</strong> establecimientos beneficiados se instala lainfraestructura computacional necesaria y se provee material <strong>de</strong> apoyo que permite maximizar el uso <strong>de</strong>estos recursos digitales en el proceso <strong>de</strong> enseñanza-aprendizaje. Entre <strong>los</strong> años 1995 y 2001, el número <strong>de</strong>establecimientos educacionales que participan <strong>de</strong> Enlaces sube <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 62 a 1.288, y se espera que durante<strong>los</strong> años 2005 y 2006, se sumen un total <strong>de</strong> 660 escue<strong>las</strong> rurales.5El Sistema <strong>de</strong> Medición <strong>de</strong> la Calidad <strong>de</strong> la Educación (SIMCE) funciona en base a una prueba que se aplica a nivel nacional, una vezal año, alternadamente a todos <strong>los</strong> alumnos <strong>de</strong>l país que cursan 4º Básico, 8º Básico o 2º Medio, sus resultados permiten conocer el<strong>de</strong>sempeño en diferentes sectores <strong>de</strong> aprendizaje <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> <strong>los</strong> alumnos.113.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Estadísticas <strong>de</strong> la educación, MINEDUC, 2001La Red Enlaces ha jugado un papel <strong>de</strong>cisivo en el acceso equitativo a nuevas tecnologías. Según laencuesta CASEN 2003, en 80,5% <strong>de</strong> estudiantes <strong>de</strong> enseñanza media tiene acceso a un computador ytres <strong>de</strong> cada cuatro estudiantes secundarios pobres – perteneciente a hogares <strong>de</strong>l primer quintil <strong>de</strong> ingreso- acce<strong>de</strong> a un computador exclusivamente en el establecimiento educacional (MIDEPLAN, 2004).En suma, la expansión cuantitativa y cualitativa <strong>de</strong>l sistema educacional secundario en la última décadaestá aumentando la disponibilidad individual <strong>de</strong> conocimiento y <strong>de</strong>strezas <strong>de</strong>l general <strong>de</strong> jóvenes enedad escolar, promoviendo tanto su <strong>de</strong>sarrollo individual como una integración social virtuosa al mundoadulto.Pese a estos avances, la integración <strong>de</strong> juvenil a la educación secundaria presenta limitaciones importantesasociadas a la profunda heterogeneidad <strong>de</strong> la sociedad chilena.En primer lugar, tal como sugiere el Informe sobre el Capital Humano en Chile, la escuela “todavía noincluye a todos <strong>los</strong> niños y jóvenes en edad <strong>de</strong> estudiar” (Brunner, 2003). La cobertura 6 <strong>de</strong> la educaciónsecundaria se ha ampliado significativamente durante la última década llegando el año 2003 a un 92,6%(CASEN 2003), sin embargo, aún hay jóvenes que abandonan prematuramente el sistema escolar.El déficit <strong>de</strong> cobertura en educación secundaria se asocia fuertemente con la pertenencia a zonas ruralesy es directamente proporcional a la riqueza relativa <strong>de</strong> <strong>los</strong> hogares.114.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.En segundo lugar, pese a la alta cobertura, el sistema <strong>de</strong> educación secundario aún presenta importantesproblemas <strong>de</strong> rendimiento, es <strong>de</strong>cir, en la proporción <strong>de</strong> jóvenes en edad <strong>de</strong> graduarse que efectivamentelo hace. De acuerdo al informe <strong>de</strong> Capital Humano en Chile, este indicador se sitúa en un 56%, es<strong>de</strong>cir, “algo más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes en edad oficial <strong>de</strong> graduarse <strong>de</strong> nivel secundario lo lograoportunamente” (Brunner, 2003).6Para cálcu<strong>los</strong> <strong>de</strong> cobertura educacional en este informe se ha usado la metodología aplicada por MIDEPLAN y MINEDUC basada en unapoblación teórica ajustada <strong>de</strong> 14 a 17 años para la enseñanza media y <strong>de</strong> 18 a 24 años para la educación superior.115.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Como es <strong>de</strong> esperar el rendimiento <strong>de</strong> la educación secundaria se distribuye <strong>de</strong> forma muy <strong>de</strong>sigual. Alanalizar la proporción <strong>de</strong> jóvenes con 12 años <strong>de</strong> escolaridad en el cohorte <strong>de</strong> 20 a 24 años es posibleobservar que el déficit <strong>de</strong> rendimiento <strong>de</strong> la educación secundaria – al igual que la cobertura - se asociafuertemente con <strong>los</strong> bajos ingresos y <strong>las</strong> zonas rurales. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.El rendimiento <strong>de</strong> la educación secundaria presenta a<strong>de</strong>más profundas diferencias interregionales.116.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003En tercer lugar, no se ha logrado abordar con éxito todas <strong>las</strong> causas <strong>de</strong>l abandono escolar. El análisislongitudinal <strong>de</strong> <strong>los</strong> principales motivos para no estudiar <strong>de</strong> la cohorte <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 14 – 17 años 7 muestra,para el período 1994 – 2003, que <strong>los</strong> quehaceres <strong>de</strong>l hogar, <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s asociadas al trabajo y <strong>las</strong>dificulta<strong>de</strong>s económicas, pier<strong>de</strong>n fuerza como motivos para no estudiar mientras que la maternidad(paternidad) y el embarazo se convierte en la principal causa <strong>de</strong>l abandono <strong>de</strong>l sistema educacional.Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.7Población teórica objetivo <strong>de</strong> la enseñanza secundaria según MINEDUC.117.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.La maternidad como motivo <strong>de</strong> exclusión <strong>de</strong> la educación secundaria ha experimentado un aumentosignificativo en la última década y afecta <strong>de</strong> manera particular a <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> hogares más mo<strong>de</strong>stos.Según la encuesta CASEN 2003 tres <strong>de</strong> cada cuatro mujeres <strong>de</strong> 14 a 17 años excluidas <strong>de</strong> la escuela poreste motivo provienen <strong>de</strong> <strong>los</strong> hogares más pobres (quintiles I y II <strong>de</strong> ingreso).Otra limitación que caracteriza al sistema <strong>de</strong> educación secundaria en Chile es la distribución <strong>de</strong>sigual <strong>de</strong>la calidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> aprendizajes.Tomando como indicador <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la educación <strong>los</strong> puntajes <strong>de</strong> la prueba SIMCE aplicada en enseñanzamedia se pue<strong>de</strong> observar, por un lado, que <strong>los</strong> colegios que reciben apoyo estatal – subvencionado ymunicipales – obtienen puntajes significativamente menores que <strong>los</strong> particulares.Por otro lado, - tal como sugiere la comparación entre <strong>los</strong> años 1998 y 2003 en <strong>los</strong> puntajes <strong>de</strong> matemáticaesposible que esta <strong>de</strong>sigualdad tienda a incrementarse. Entre <strong>los</strong> años 1998 y 2003 sólo <strong>los</strong> colegiosparticulares pagados subieron sus puntajes, mientras <strong>los</strong> colegios particulares subvencionados <strong>los</strong>mantuvieron, y <strong>los</strong> colegios municipales <strong>los</strong> bajaron.118.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. Fuente: Estadísticas MINEDUC, 2005.La distribución <strong>de</strong>sigual <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> aprendizajes se refleja también en <strong>las</strong> diferencias en lahabilitación para el uso <strong>de</strong> herramientas <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización tales como la computación o idiomaextranjero en parte explicables por la participación en la enseñanza secundaria.Según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> la Juventud, un tercio <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas jóvenes posee sóloconocimientos mínimos <strong>de</strong> computación y en jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómico bajo el <strong>de</strong>sconocimiento<strong>de</strong> esta herramienta sube a un 57%. En el caso <strong>de</strong> un idioma extranjero más <strong>de</strong> la mitad sabe nada o casinada, ascendiendo a un 73% en jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómico bajo (INJUV, 2004).c. Jóvenes y educación superiorDe acuerdo a <strong>las</strong> estadísticas <strong>de</strong>l MINEDUC, para el año 2003, la matrícula total <strong>de</strong> educación superiorbor<strong>de</strong>aba <strong>las</strong> 570.000 personas, y según <strong>las</strong> encuestas a hogares, <strong>los</strong> estudiantes <strong>de</strong> educación superiorrepresentan un 37% <strong>de</strong> la población entre 15 a 19 años que estudia (CASEN 2003).La oferta <strong>de</strong> educación superior en nuestro país se concentra en un total <strong>de</strong> 229 instituciones, y sedistribuye en: 63 Universida<strong>de</strong>s, 51 Institutos Profesionales y 115 Centros <strong>de</strong> Formación Técnica.En términos <strong>de</strong> matrícula, en la educación superior la mayor parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> estudiantes se concentraen universida<strong>de</strong>s (71%), mientras que solo un 29% estudia en instituciones que imparten formaciónprofesional y técnica.119.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Cuadro 5Matrícula total educación superior según tipo <strong>de</strong> institución por sexo año 2003Tipo <strong>de</strong> Institución Hombres Mujeres Total %Universidad 204.761 198.609 403.370 71%Instituto Profesional 60.926 40.748 101.674 18%Centro <strong>de</strong> Formación Técnica 30.149 31.921 62.070 11%Total 295.836 271.278 567.114 100%Fuente: Estadísticas <strong>de</strong> la educación, MINEDUC, 2003.Tal como en la educación secundaria, el sistema <strong>de</strong> educación superior presenta para <strong>los</strong> últimos años unconjunto <strong>de</strong> logros en términos <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> <strong>los</strong> juvenil.En primer lugar, se han ampliado consi<strong>de</strong>rablemente <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la población joven para acce<strong>de</strong>ra instancias que les permitan la formación <strong>de</strong> capital humano avanzado. De hecho el Informe sobrela Educación Superior en Chile (Brunner, 2005) plantea que Chile se encuentra en pleno proceso <strong>de</strong>masificación <strong>de</strong> la educación terciaria.Según cifras <strong>de</strong>l MINEDUC, en el período 1994-2003 la matrícula total <strong>de</strong> educación superior que haaumentado en un 73%, mientras que para el segmento <strong>de</strong> 18 a 24 años ha crecido en un 69%. Fuente: Estadísticas <strong>de</strong> la Educación, MINEDUC, 2003.120.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Por otro lado, según la Encuesta <strong>de</strong> Caracterización Socioeconómica (CASEN) la cobertura <strong>de</strong> educaciónsuperior – calculada para una población teórica <strong>de</strong> 18 a 24 años – creció <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 24% en el año 1994 aun 37% en el año 2003. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.En segundo lugar, durante la última década se ha producido un importante aumento <strong>de</strong>l gasto público eneducación superior. Según el MINEDUC, el aporte fiscal total <strong>de</strong>stinado a la educación superior crecióun 59% entre <strong>los</strong> años 1994 y 2003.Pese a este aumento <strong>de</strong> recursos, es importante tener en cuenta que el porcentaje <strong>de</strong>l gasto público total<strong>de</strong>stinado por Chile, en el año 2004 a la educación superior (2.6%) aún es bajo en comparación con elgasto <strong>de</strong> <strong>los</strong> países que componen la OECD 8 (Brunner, 2005).8Organization for Economic Co-Operation and Development compuesta por: Argentina, Brasil, Chile, México, Corea, Ma<strong>las</strong>ia, Hungría,República Checa, España, Grecia, Irlanda, Portugal, Finlandia, Holanda, Nueva Zelanda.121.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Estadísticas <strong>de</strong> la Educación Superior, MINEDUC, 2003.En tercer lugar, y por último, el Estado comienza a <strong>de</strong>sarrollar un rol más activo para promover laeducación superior <strong>de</strong> calidad a través <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Mejoramiento <strong>de</strong> la Calidad y laEquidad <strong>de</strong> la Educación Superior (MECESUP).El programa MECESUP se <strong>de</strong>finió como una nueva política <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la educación y se implementaa partir <strong>de</strong>l año 1999 a través <strong>de</strong> un Fondo Competitivo, un Sistema <strong>de</strong> Acreditación y el rediseño <strong>de</strong> <strong>las</strong>regulaciones para la educación superior.El Fondo Competitivo apoya a <strong>las</strong> instituciones <strong>de</strong> educación superior en la creación <strong>de</strong> programas<strong>de</strong> pregrado, postgrado y formación técnica, y financia perfeccionamiento <strong>de</strong> RR.HH, equipamiento einfraestructura.El sistema <strong>de</strong> acreditación busca asegurar la calidad <strong>de</strong> la educación superior en pregrado y postgradoy opera a través <strong>de</strong> dos comisiones interministeriales (Comisión Nacional <strong>de</strong> Acreditación <strong>de</strong> Pregrado-CNAP y Comisión Nacional <strong>de</strong> Acreditación <strong>de</strong> Postgrado-CONAP). Entre 1999-2003 fueronacreditados 171 programas <strong>de</strong> pregrado y en la actualidad hay 371 procesos <strong>de</strong> acreditación en marchapara 62 instituciones. En postgrado se han acreditado 81 programas <strong>de</strong> doctorado <strong>de</strong> 128 existentes y 103programas <strong>de</strong> maestría.En términos <strong>de</strong>l rediseño <strong>de</strong> <strong>las</strong> regulaciones para la educación superior se <strong>de</strong>staca la nueva Ley <strong>de</strong>Financiamiento Estudiantil con Aval <strong>de</strong>l Estado que operará a partir <strong>de</strong>l año 2006 y que posiblemente122.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.tendrá un impacto redistributivo profundo en <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso a instancias <strong>de</strong> formación <strong>de</strong>capital humano avanzado.En conclusión, el aumento <strong>de</strong> la cobertura y <strong>los</strong> recursos y el reciente esfuerzo por aumentar la calidad<strong>de</strong> la educación superior, constituyen como logros muy significativos que claramente incrementan <strong>las</strong>posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la juventud actual.Pese a estos avances, consi<strong>de</strong>rando el proyecto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo Chile en la economía global, la integraciónjuvenil a la educación superior es un proceso incipiente.En primer lugar, muchos jóvenes están excluidos <strong>de</strong> la educación superior. La cobertura <strong>de</strong> este nivel<strong>de</strong> educación mantiene un fuerte sesgo a favor <strong>de</strong> jóvenes provenientes <strong>de</strong> hogares más ricos - 15% enel quintil I <strong>de</strong> ingreso versus un 74% en el quintil V - contribuyendo a sostener una estructura social<strong>de</strong>sigual. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.La distribución regional <strong>de</strong> la cobertura <strong>de</strong> la educación superior muestra que <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollar conocimientos y <strong>de</strong>strezas avanzadas se concentran solo en algunas regiones.Por otro lado, el aumento proporcional <strong>de</strong> la cobertura para hombres y mujeres hace que la razón entremujeres y hombre en la educación superior no presente variaciones en la última década y se mantengaen un 0.9.123.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


En segundo lugar, el sistema <strong>de</strong> educación superior posee una baja eficiencia en términos <strong>de</strong> retención<strong>de</strong> <strong>los</strong> estudiantes durante el transcurso <strong>de</strong> sus carreras, <strong>de</strong> esta forma, <strong>los</strong> avances en la cobertura <strong>de</strong> laeducación superior no se traducen en aumentos en <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> graduación. Esta situación se ve fomentadapor la rigi<strong>de</strong>z curricular <strong>de</strong> la oferta, la excesiva duración <strong>de</strong> <strong>las</strong> carreras universitarias y la falta <strong>de</strong>recursos para financiar carreras tan largas (Brunner, 2005).Mientras que, en el año 1999, Chile presentaba una tasa <strong>de</strong> graduación <strong>de</strong> un 28%, la tasa <strong>de</strong> graduación<strong>de</strong> <strong>los</strong> países <strong>de</strong> la OECD era <strong>de</strong> un 42%. La consecuencia <strong>de</strong> esto es un bajo número <strong>de</strong> profesionalesy técnicos para el nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l país. En el año 2002, el stock <strong>de</strong> capital humano avanzado enChile apenas supera el 10% (570.000 profesionales y técnicos), y el promedio en <strong>los</strong> países <strong>de</strong> la OECDalcanzaba al 20% (Brunner, 2003).Una tercera limitación para la integración juvenil a la educación superior - hasta ahora 9 - son <strong>los</strong> problemaspara financiar estos estudios (costos <strong>de</strong> matrícula y gastos <strong>de</strong> mantención) y la distribución <strong>de</strong>sigual <strong>de</strong>lfinanciamiento.En Chile, pese al aumento <strong>de</strong> <strong>los</strong> recursos fiscales <strong>de</strong>stinados a la educación superior, la inversión en capitalhumano avanzado constituye un esfuerzo fundamentalmente privado, es <strong>de</strong>cir, <strong>los</strong> propios estudiantes ysus familias financian en mayor medida sus estudios superiores.Del gasto total en educación superior en el año 1999, un 22.8% correspon<strong>de</strong> al gasto público, un 77.2%correspon<strong>de</strong> al gasto privado y un 6.3% al gasto privado subsidiado (Brunner, 2003). Esto se <strong>de</strong>bería aque más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> la matrícula postsecundaria se concentra en instituciones privadas y a que <strong>los</strong>aranceles <strong>de</strong> universida<strong>de</strong>s públicas son similares al promedio <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones privadas.A este <strong>de</strong>sequilibrio entre esfuerzos públicos y privados en el financiamiento <strong>de</strong> la educación superior, sesuman <strong>las</strong> hasta ahora bajas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> obtener becas y créditos.En la última década, el porcentaje <strong>de</strong> estudiantes <strong>de</strong> educación superior beneficiados por becas estatalesno ha experimentado variaciones significativas, alcanzando un 12% en el año 2003. Cabe <strong>de</strong>stacar que apesar <strong>de</strong> ello, la proporción <strong>de</strong> becados en instituciones <strong>de</strong> educación superior técnica ha experimentadoun sensible aumento llegando a beneficiar a cerca <strong>de</strong>l 10% <strong>de</strong> <strong>los</strong> estudiantes.El crédito para financiar la educación superior por otro lado, luego <strong>de</strong> aumentar mo<strong>de</strong>radamente durantela última década llegó a cubrir al 28% <strong>de</strong> <strong>los</strong> estudiantes (CASEN 2003).124.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.Por último, la posibilidad <strong>de</strong> obtener ayuda económica para financiar la educación superior vía crédito nosolo es baja, sino que a<strong>de</strong>más, está distribuida <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>sigual <strong>de</strong> acuerdo al tipo <strong>de</strong> institución.Entre universida<strong>de</strong>s, centros <strong>de</strong> formación técnica (CFT) e institutos profesionales (IP) se mantiene unasignificativa brecha en <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>los</strong> estudiantes <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a créditos. En el año 2003, un 36%<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes universitarios recibía crédito mientras que solo un 5% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> estudiantes <strong>de</strong> IPy un 4% <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong> CFT contaba con esta ayuda. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.9Teniendo en cuenta que la Nueva Ley <strong>de</strong> Financiamiento <strong>de</strong> la educación superior tiene el potencial <strong>de</strong> reconfigurar este panorama.125.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


En cuarto lugar, la educación superior en tanto mercado presenta una serie <strong>de</strong> imperfecciones que nosolo afectan <strong>los</strong> potenciales retornos <strong>de</strong> la inversión en capital humano avanzado, sino también, lleva aequilibrios sociales menos óptimos.Una imperfección es que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes que eligen un <strong>de</strong>terminado proyecto <strong>de</strong> educación superiorno cuentan necesariamente con toda la información que se requiere para una evaluación a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong>sus opciones. Esto se explica en parte porque muchas instituciones <strong>de</strong> formación avanzada ofrecen susservicios apelando a factores ajenos a la calidad <strong>de</strong> sus proyectos educacionales, por ejemplo, utilizandoimágenes asociadas a esti<strong>los</strong> <strong>de</strong> vida juveniles. A juicio <strong>de</strong> <strong>de</strong>l Coordinador General <strong>de</strong>l ProgramaMECESUP “..la masiva información publicitaria por parte <strong>de</strong> la oferta no es objetiva en cuanto a lacalidad...” 10 .A la falta <strong>de</strong> información se suma el problema <strong>de</strong> que muchos jóvenes no disponen <strong>de</strong> <strong>los</strong> recursosnecesarios para evaluar la a<strong>de</strong>cuación o calidad <strong>de</strong> sus proyectos educativos. Muchas veces el joven esla primera generación <strong>de</strong> su familia que ingresa a la educación superior, o proviene <strong>de</strong> establecimientos<strong>de</strong> educación secundaria don<strong>de</strong> no ha sido preparado para tomar <strong>de</strong>cisiones basadas en la calidad <strong>de</strong> <strong>las</strong>instituciones <strong>de</strong> educación superior.De todas formas, respecto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> invertir en un proyecto <strong>de</strong> educación superior cabe <strong>de</strong>stacar laimplementación <strong>de</strong> la iniciativa <strong>de</strong>l Observatorio <strong>de</strong>l Empleo a través <strong>de</strong>l sitio http://www.futurolaboral.cl, herramienta que permite a sus usuarios estimar <strong>los</strong> potenciales retornos <strong>de</strong> sus selecciones. También es<strong>de</strong>stacable el reciente lanzamiento <strong>de</strong>l programa computacional JOBLAB, <strong>de</strong>sarrollado por el Ministerio<strong>de</strong> Educación con financiamiento y apoyo <strong>de</strong> la GTZ que entrega orientación vocacional e informaciónsobre 42 distintas profesiones y sus respectivos contenidos y costos.Por último, la juventud enfrenta una oferta <strong>de</strong> educación superior que no se ajusta necesariamente a <strong>las</strong>necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l mercado, y no se han establecido mecanismos para regular la expansión <strong>de</strong> la oferta <strong>de</strong>carreras específicas. En este sentido, llama la atención como ha crecido en la última década la matrículaen áreas <strong>de</strong>l conocimiento como la educación, <strong>las</strong> ciencias sociales y el arte y arquitectura.126.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Cuadro 6Matrícula pregrado total universida<strong>de</strong>s según área <strong>de</strong>l conocimientoÁrea <strong>de</strong>l ConocimientoAño1994 2003Tasa <strong>de</strong> crecimientoEducación 20.169 59.733 196%Salud 13.821 34.981 153%Ciencias Sociales 32.373 75.925 135%Arte y Arquitectura 11.516 26.816 133%Derecho 14.859 26.739 80%Tecnología 52.862 94.571 79%Adm. y Comercio 17.767 24.826 40%Agropecuaria 19.474 22.724 17%Ciencias Básicas 6.533 7.356 13%Humanida<strong>de</strong>s 16.364 5.165 -68%TOTAL 205.738 378.836 84%Fuente: Estadísticas <strong>de</strong> la educación, MINEDUC, 2003.2.2. Integración <strong>de</strong> la juventud al mercado <strong>de</strong>l trabajoLa entrada al mundo <strong>de</strong>l trabajo ocurre durante la juventud temprana. La relevancia <strong>de</strong> este hecho radicaen que el trabajo constituye la principal fuente <strong>de</strong> ingreso <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas y resulta <strong>de</strong>terminante en su<strong>de</strong>sarrollo integral.No solo “...proporciona integridad social y conlleva legitimidad y reconocimiento social. Es tambiénun ámbito <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo interpersonal que facilita <strong>los</strong> contactos y la inclusión a re<strong>de</strong>s, y permite laparticipación en acciones colectivas” (CEPAL-OIJ, 2004), sino que, se también trata <strong>de</strong> un factor<strong>de</strong>terminante para la economía.a. Jóvenes en la PEARespecto <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> la población joven en edad <strong>de</strong> trabajar 11 y el mercado <strong>de</strong>l trabajo, un primernivel <strong>de</strong> integración que interesa <strong>de</strong>scribir es su condición <strong>de</strong> activos - pertenecientes a la poblacióneconómicamente activa (PEA) que trabajan o buscan empleo – e inactivos.En Chile, la cuarta parte <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo (PEA) tiene entre 15 y 29 años y poco menos <strong>de</strong> la mitad<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes pertenece a este segmento.10Entrevista a Ricardo Reich Alberz, Coordinador General <strong>de</strong>l Programa MECESUP, 2 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l 2005, Santiago, Chile.11En Chile 15 años y más.127.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.Una primera ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>stacable en la última década, ha sido el <strong>de</strong>scenso mo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong>jóvenes económicamente activos, que se explica por el <strong>de</strong>creciente peso <strong>de</strong> la juventud en la poblacióntotal 12 , y por la expansión <strong>de</strong>l sistema educacional que crecientemente mantiene a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes comoinactivos.128.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.De hecho, la condición <strong>de</strong> estudiante constituye el principal motivo para no entrar al mercado <strong>de</strong>l trabajoen jóvenes <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s entre 15 a 24 años. Entre <strong>los</strong> años 1994 y 2003, la participación en la PEA <strong>de</strong>adolescentes (15 a 19 años) ha disminuido en un 6%, sin embargo, en la juventud tardía (25 a 29 años) laparticipación aumenta en un 4%.Cuadro 7Motivos <strong>de</strong> la población joven para no buscar trabajo por grupos <strong>de</strong> edad15 -19 20 - 24 25 - 29Quehaceres <strong>de</strong>l hogar 3% 18% 44%Estudiante 86% 55% 25%Otra razón 5% 7% 6%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.Una segunda ten<strong>de</strong>ncia que se observa en la última década, ha sido la reducción <strong>de</strong> la brecha entremujeres y hombres en la PEA joven.Durante el período 1994 – 2003 el porcentaje <strong>de</strong> mujeres jóvenes en la fuerza <strong>de</strong> trabajo sube <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 36% aun 39%, mientras que en <strong>los</strong> hombres cae 75% a un 55%. Hacia fines <strong>de</strong>l año 2003 la razón entre mujeresy hombre activos económicamente era <strong>de</strong> 0,7 (CASEN, 2003).En el caso <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres en el periodo 1994-2003 la participación en la PEA disminuye especialmenteen <strong>los</strong> tramos <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 15 a 24 años, posiblemente por una mayor permanencia en el sistemaeducacional.En <strong>las</strong> mujeres en cambio, la participación en la PEA crece sensiblemente en la juventud tardía (25 a 29años). Esto se <strong>de</strong>bería a que <strong>los</strong> quehaceres <strong>de</strong>l hogar <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> ser un impedimento para salir a buscartrabajo. Entre <strong>los</strong> años 1994 y 2003 realizar labores <strong>de</strong>l hogar como motivo <strong>de</strong> la inactividad femenina sereduce <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 44% a un 22%. Otros motivos asociados son el cambio cultural expresado en cambios<strong>de</strong> expectativas en la mujer, la homogeneización <strong>de</strong> roles al interior <strong>de</strong>l hogar, y /o la crisis económica<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> <strong>los</strong> 90 13 .12Proceso <strong>de</strong> transición <strong>de</strong>mográfica.13Históricamente <strong>las</strong> mujeres se han caracterizado por un comportamiento anticíclico, es <strong>de</strong>cir, en períodos <strong>de</strong> contracción económicatienen a incrementar su participación en la fuerza <strong>de</strong> trabajo.129.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Cuadro 8Participación <strong>de</strong> jóvenes en la PEA según sexo y edad en tramosHombreMujerAño 15-19 20-24 25-29 15-19 20-24 25-291994 26% 76% 93% 15% 44% 47%2003 17% 68% 88% 14% 47% 58%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.Una tercera ten<strong>de</strong>ncia en la participación juvenil en la PEA, es su asociación con la carga <strong>de</strong> responsabilidad,la zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia y la riqueza relativa <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas.Por un lado, la magnitud <strong>de</strong> la actividad en jóvenes es directamente proporcional a su carga <strong>de</strong>responsabilidad. De esta forma en el año 2003, la gran mayoría <strong>de</strong> jóvenes jefes <strong>de</strong> hogar (89%) estáneconómicamente activos en contraste con un 43% <strong>de</strong> <strong>los</strong> que no lo son (CASEN 2003).Por otro lado, <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> actividad juvenil presentan diferencias según zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia. La participación<strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres rurales es alta respecto <strong>de</strong> sus pares urbanos, lo que pue<strong>de</strong> reflejar oportunida<strong>de</strong>seducacionales más limitadas. Entre <strong>las</strong> mujeres la situación es inversa, posiblemente <strong>de</strong>bido a escasasoportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> empleo y/o a obstácu<strong>los</strong> culturales que limitan su inserción laboral en sectores rurales.Cuadro 9Porcentaje <strong>de</strong> jóvenes que pertenece a la PEA según zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia y sexoHombreMujerUrbano Rural Urbano Rural54% 61% 40% 26%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.Por último, - <strong>de</strong> manera poco sorpren<strong>de</strong>nte - en la participación económica juvenil se expresan claramente<strong>las</strong> inequida<strong>de</strong>s sociales características <strong>de</strong> Chile. Las cifras generales indican que el quintil más bajoes el que menos participa (35%), sin embargo, al <strong>de</strong>sagregar por edad es que se pue<strong>de</strong> observar quela participación en la PEA durante la juventud sigue una trayectoria diferente <strong>de</strong> acuerdo a la riquezarelativa <strong>de</strong>l hogar (CASEN 2003).Durante la adolescencia (15 a 19 años) no se observan diferencias importantes en <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> participación,excepto en jóvenes <strong>de</strong> hogares más ricos (quintil V <strong>de</strong> ingreso) que parecen menos activos. Luego, entre130.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.<strong>los</strong> 20 y 24 años, la participación en la fuerza <strong>de</strong> trabajo aumenta claramente, con excepción nuevamente<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>l quintil V.Durante la juventud tardía (25 a 29 años), tres cuartas partes <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes trabaja o buscatrabajo, sin embargo, en jóvenes más pobres (quintil I) la participación alcanza un 56%, es <strong>de</strong>cir, no haaumentado significativamente respecto <strong>de</strong>l período anterior. Esta diferencia <strong>de</strong>ja en evi<strong>de</strong>ncia <strong>las</strong> menoresposibilida<strong>de</strong>s para <strong>de</strong>sarrollarse en el mercado laboral <strong>de</strong> jóvenes provenientes <strong>de</strong> hogares pobres.Cuadro 10Porcentaje <strong>de</strong> jóvenes en la PEA según quintil <strong>de</strong>l ingreso <strong>de</strong>l hogar por tramos <strong>de</strong> edadEdad Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V15-19 años 13% 17% 19% 17% 8%20-24 años 53% 61% 65% 61% 44%25-29 años 56% 71% 74% 82% 79%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.b. Ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> la <strong>de</strong>socupación juvenil en ChileUna vez analizada la participación juvenil en la PEA, un segundo nivel <strong>de</strong> integración interesante <strong>de</strong>observar es el comportamiento <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo en términos <strong>de</strong> su probabilidad <strong>de</strong> ocuparseefectivamente.Como diagnóstico general, se pue<strong>de</strong> afirmar que <strong>los</strong> éxitos recientes <strong>de</strong> la economía chilena no se hanvisto reflejados en materia <strong>de</strong> acceso al empleo para jóvenes, ya que, este ha tendido a restringirse.Al observar <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación <strong>de</strong>l período 1994-2003, se advierte que la <strong>de</strong>socupación juvenil(15 a 29 años) es siempre más <strong>de</strong>l doble que la adulta (30 y más años), y que esta diferencia ten<strong>de</strong>ría aincrementarse.A<strong>de</strong>más, <strong>los</strong> cambios más drásticos en <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación juvenil en el tiempo sugieren que<strong>las</strong> coyunturas económicas recesivas perjudican más el acceso al trabajo <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (CASEN2003).A comienzos <strong>de</strong>l año 2005, según cifras <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadísticas, la tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación131.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


más altas se ubican en la población joven, alcanzando un 23,1% en <strong>los</strong> adolescentes (15 a 19 años) y18,6% en el tramo 20 a 24 años. Fuente: Indicadores <strong>de</strong>l empleo, INE, 2005 Fuente: Indicadores <strong>de</strong>l empleo, INE, 2005.132.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.De todas formas, es necesario tener en cuenta que tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo juvenil superiores a la <strong>de</strong>socupacióngeneral, por un lado, son una situación común en países <strong>de</strong>sarrollados o en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, y por otrolado, no constituye una novedad para Chile, <strong>de</strong> hecho, entre <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo actuales y <strong>de</strong> <strong>los</strong> 60 noexistirían diferencias importantes. Asimismo, se ha mantenido relativamente constante <strong>las</strong> relación entrela <strong>de</strong>socupación juvenil y la general.La experiencia chilena ha mostrado que el <strong>de</strong>sempleo juvenil no solo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l dinamismo <strong>de</strong> laeconomía y <strong>de</strong>l crecimiento (Larraechea, 2002), y que se trata <strong>de</strong> un fenómeno complejo en que intervienencausas específicas no aplicables a la generalidad <strong>de</strong>l empleo. Algunos economistas coinci<strong>de</strong>n (Beyer,1998; Tokman, 2004) en tres explicaciones para este fenómeno: déficit <strong>de</strong> capital humano, voluntariedady regulación discriminatoria.Una causa específica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo juvenil es la escasez <strong>de</strong> capital humano en <strong>las</strong> eda<strong>de</strong>s tempranasasociada a baja escolaridad, falta <strong>de</strong> experiencia laboral, y un proceso incipiente <strong>de</strong> maduración psicológicaen curso. Esto llevaría a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes a intentar emplearse en sectores <strong>de</strong> la economía que crecen poco,<strong>de</strong> bajas remuneraciones y escasas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo ocupacional (Tokman, 2004).Una segunda causa específica, el <strong>de</strong>sempleo “voluntario” <strong>de</strong>bido a <strong>de</strong>sajustes entre aspiraciones <strong>de</strong> empleoy la realidad <strong>de</strong>l mercado. Lo que suce<strong>de</strong>ría es que una persona rechazaría empleos cuya remuneraciónesta por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la expectativa individual mínima <strong>de</strong> remuneración o “salario <strong>de</strong> reserva” (Beyer,1998). El <strong>de</strong>sajuste <strong>de</strong> expectativas es común en eda<strong>de</strong>s tempranas y – a nuestro juicio – presenta unaclara relación con el nivel <strong>de</strong> carga <strong>de</strong> responsabilidad <strong>de</strong>l joven.Una tercera causa <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo juvenil estaría dada porque la regulación <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l trabajo,encarece <strong>los</strong> costos <strong>de</strong> contrato y <strong>de</strong>spido, dificultando la rotación laboral que requieren para el aprendizaje,períodos <strong>de</strong> prueba y obtención <strong>de</strong> experiencia. En este sentido, aún está abierta la discusión respecto <strong>de</strong>lefecto discriminatorio <strong>de</strong> la fijación <strong>de</strong> salarios mínimos en el caso <strong>de</strong> jóvenes.In<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> sus causas generales o específicas, el hecho es que en Chile, el acceso al empleo se ha<strong>de</strong>teriorado en forma generalizada en la última década, y <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación no afectan a todos <strong>los</strong>y <strong>las</strong> jóvenes por igual, registrándose <strong>las</strong> situaciones más <strong>de</strong>sfavorables en: la juventud temprana (15 a 19años), en <strong>las</strong> mujeres, en <strong>los</strong> menos educados y en <strong>los</strong> más pobres.Al segmentar la población joven en quinquenios se evi<strong>de</strong>ncia la relación inversa que existe entre la edady la tasa <strong>de</strong>socupación (a menor edad, mayor <strong>de</strong>sempleo). Hacia fines <strong>de</strong>l año 2003, el <strong>de</strong>sempleo enjóvenes <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s 20 a 24 y 25 a 29 alcanzaba a un 19% y 12% respectivamente, en tanto, cerca <strong>de</strong> untercio (28%) <strong>de</strong> adolescentes - entre 15 a 19 años - buscaba trabajo sin éxito (CASEN, 2003).133.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Quienes están <strong>de</strong>sempleados durante la juventud temprana en su mayoría no han terminado la enseñanzasecundaria, y posiblemente están <strong>de</strong>sprovistos <strong>de</strong> experiencias laborales anteriores (Scholnick, 2005).Al analizar la <strong>de</strong>socupación según sexo, se advierte que en la última década, la <strong>de</strong>socupación ha crecidotanto para hombres como para mujeres, alcanzando el año 2003 un 15% y un 20% respectivamente,manteniéndose condiciones <strong>de</strong>sventajosas en el acceso al empleo por parte <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres.El aumento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>socupación resulta especialmente agudo en <strong>las</strong> mujeres jóvenes jefas <strong>de</strong> hogar, queentre <strong>los</strong> años 1994 y 2003 crece <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 6% a un 14% (CASEN, 2003). Esta situación pue<strong>de</strong> explicarsetanto por la discriminación laboral hacia <strong>las</strong> mujeres, como por un salario <strong>de</strong> reserva más alto en la mujery su necesidad <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a trabajos más flexibles, compatibles con labores <strong>de</strong>l hogar o el cuidado <strong>de</strong> <strong>los</strong>hijos (Tokman, 2004).Cuadro 11Tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación jóvenes 15 a 29 años según sexoHombresJóvenes1994 10% 15%2003 15% 20%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.En tanto, se observa una la relación inversa mo<strong>de</strong>rada entre tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación y nivel educacional, yresulta <strong>de</strong>stacable que en Chile en el período 1994-2003 el acceso al empleo se <strong>de</strong>teriora para todo jovenin<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> su nivel educacional.Cuadro 12Tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación jóvenes 15 a 29 años según nivel educacionalNivel EducacionalAño1994 2003Sin educación formal 14,2% 22,0%Básica incompleta 11,1% 13,9%Básica completa 11,2% 16,7%Media incompleta 13,8% 18,6%Media completa 11,5% 18,1%Técnica o superior incompleta 12,3% 15,7%Técnica o superior completa 9,1% 13,2%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.134.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.La <strong>de</strong>socupación presenta también una clara asociación con la riqueza relativa <strong>de</strong>l hogar <strong>de</strong>l joven, talcomo muestra el análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación juvenil según quintiles <strong>de</strong> ingreso <strong>de</strong>l hogar.Los datos <strong>de</strong> CASEN para el período 1994-2003 sugieren que, en forma consistente en el tiempo, laprobabilidad <strong>de</strong> que un joven pobre (Quintil I) este <strong>de</strong>socupado es 5 veces la <strong>de</strong> un joven rico (Quintil V).A<strong>de</strong>más, se observa que, si bien, se da un aumento generalizado <strong>de</strong> la <strong>de</strong>socupación in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>lingreso <strong>de</strong>l hogar, este es más pronunciado en jóvenes pobres, poniendo en evi<strong>de</strong>ncia su vulnerabilidadante <strong>las</strong> coyunturas económicas. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.Por último, cabe <strong>de</strong>stacar que la preocupación por el <strong>de</strong>sempleo juvenil <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l Estado ha llevado ala implementación <strong>de</strong> diversas iniciativas en empleabilidad juvenil.Durante la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> 90, se <strong>de</strong>sarrolló el Programa <strong>de</strong> Capacitación Laboral <strong>de</strong> Jóvenes “Chile Joven”,que permitió entregar capacitación y experiencia laboral a cerca <strong>de</strong> 160.000 jóvenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> quintiles <strong>de</strong>más bajos ingresos. Evaluaciones <strong>de</strong>l Chile Joven sugieren que poco más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> sus beneficiarioscontaba con ocupación posprograma, y que, en comparación con grupos control, se redujo sensiblemente<strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación en jóvenes capacitados. De todas formas, pese a estos resultados exitosos, la<strong>de</strong>socupación juvenil no experimentó una reducción sustantiva (Larraechea, 2005) y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que finalizóeste programa, no se ha implementado políticas nacionales específicas <strong>de</strong> fomento <strong>de</strong> la inserción laboraljuvenil.135.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Sin embargo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 2002, se está <strong>de</strong>sarrollando el Sistema <strong>de</strong> Educación y Capacitación Permanente“Chile Califica” que busca contribuir al <strong>de</strong>sarrollo productivo <strong>de</strong>l país a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo permanentey continuo en el tiempo <strong>de</strong>l capital humano <strong>de</strong>l país. Sus objetivos son aumentar la escolaridad ycapacitación laboral <strong>de</strong> la población; mejorar la calidad y cobertura <strong>de</strong> la formación técnica en conexióncon requerimientos productivos y <strong>de</strong>sarrollo regional; y, la instalación <strong>de</strong> un marco <strong>de</strong> competenciaslaborales y un sistema <strong>de</strong> información para la capacitación y educación permanente (Larraechea, 2002).El programa Chile Califica, sin embargo, no contempla una política <strong>de</strong> empleo para jóvenes, sino más,bien busca que a través <strong>de</strong> la optimización <strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> formación y capacitación,la población – preferentemente joven – incremente sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inserción laboral.c. Jóvenes ocupados y sus empleosUn tercer nivel <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> la juventud al mercado <strong>de</strong>l trabajo que nos interesa <strong>de</strong>scribir son <strong>las</strong>condiciones que enfrentan aquel<strong>los</strong> jóvenes que efectivamente logran ocuparse.La población joven ocupada correspon<strong>de</strong> - a fines <strong>de</strong>l años 2003 - a cerca <strong>de</strong>l millón y medio <strong>de</strong> personas.Está compuesta en su mayoría por hombres (61%) y por jóvenes <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s entre 25 a 29 años (48%).Fuente: Elaboración propia Fuente: base Elaboración a Encuesta CASEN, propia en 2003. base a Encuesta CASEN, 2003.136.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.Según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> la Juventud, <strong>las</strong> experiencias laborales comienzan típicamentea <strong>los</strong> 17 años (mediana), sin embargo, la edad <strong>de</strong> ingreso al trabajo está <strong>de</strong>terminada por la situaciónsocioeconómica <strong>de</strong> la familia. De esta manera <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>l nivel socioeconómico bajo en generalcomienzan a trabajar a <strong>los</strong> 16 años, mientras que <strong>los</strong> <strong>de</strong>l nivel alto lo hacen a <strong>los</strong> 18 (INJUV, 2003).Tres cuartas parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> ocupados jóvenes se ubica en trabajos <strong>de</strong>pendientes excepto en la adolescencia(15 a 19 años) don<strong>de</strong>, si bien, predomina el trabajo <strong>de</strong>pendiente, este es un poco menos común (64%).En términos <strong>de</strong> jornada <strong>de</strong> trabajo la mayoría (69%) <strong>de</strong> <strong>los</strong> ocupados jóvenes que trabaja lo hace enjornada completa, excepto en la juventud temprana don<strong>de</strong> poco más <strong>de</strong> la mitad (56%) realiza otro tipo<strong>de</strong> jornada.137.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Cuadro 13Tipo <strong>de</strong> trabajo y jornada ocupados jóvenes según edad en tramosTIPO DE TRABAJO 15 - 19 20 - 24 25 - 29 TotalEn forma <strong>de</strong>pendiente 64% 82% 76% 77%En forma in<strong>de</strong>pendiente 36% 16% 17% 19%Ambos 0% 2% 8% 5%TIPO DE JORNADAJornada completa 44% 74% 70% 69%Jornada parcial 56% 26% 30% 31%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.De aquel<strong>los</strong> jóvenes que logran ocuparse, cerca <strong>de</strong> un tercio lo hace en empleos <strong>de</strong> baja calidad. Paradistinguir empleos <strong>de</strong> baja calidad, hemos utilizado como indicador proxy la pertenencia a sectores <strong>de</strong> bajaproductividad, que incluyen a trabajadores por cuenta propia no calificados, empleadores y empleados <strong>de</strong>microempresas que ocupan en total hasta cinco personas y empleo doméstico.Cabe <strong>de</strong>stacar que la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> la economía chilena se ve expresada en la transformación enla calidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> empleos, <strong>de</strong> hecho, en el periodo 1994-2003 – siguiendo una ten<strong>de</strong>ncia general <strong>de</strong> lapoblación ocupada – cae mo<strong>de</strong>radamente la ocupación juvenil en sectores <strong>de</strong> baja productividad. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.138.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Como es <strong>de</strong> esperar, la participación en empleos <strong>de</strong> baja calidad es más común en jóvenes que provienen<strong>de</strong> familias con menor ingreso – 36% en el quintil más pobre y 21% en el quintil más rico – , sin embargo,el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> ocupados jóvenes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sectores <strong>de</strong> baja productividad hacia otros sectores <strong>de</strong>la economía ha beneficiado especialmente a la juventud más pobre.Cuadro 14Porcentaje <strong>de</strong> jóvenes 15 a 29 años ocupados en sectores <strong>de</strong> baja productividad según quintil<strong>de</strong> ingreso <strong>de</strong>l hogarAño I II III IV V1994 42% 36% 30% 27% 21%2003 36% 29% 25% 23% 21%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.Por último – en términos <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>l empleo juvenil – la participación en sectores <strong>de</strong> baja productividadposee una asociación importante con la edad y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia. Por un lado, - consistentemente con labaja acumulación <strong>de</strong> capital humano en la juventud temprana – entre <strong>los</strong> 15 y 19 años se presenta la mayorparticipación en empleos <strong>de</strong> baja calidad. En tanto, la participación en sectores <strong>de</strong> baja productividad essensiblemente mayor en jóvenes que habitan en zonas rurales (40%) que en <strong>los</strong> que habitan en zonasurbanas (25%) (CASEN 2003).Otra característica relevante <strong>de</strong> la ocupación es el nivel <strong>de</strong> formalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> trabajo, todavez que ésta fomenta <strong>de</strong>rechos en tanto trabajador e incrementa la inclusión en <strong>los</strong> sistemas <strong>de</strong> protecciónante contingencias, tales como la pérdida <strong>de</strong> la salud o la vejez.De acuerdo a estimaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> encuestas <strong>de</strong> hogares, el tipo <strong>de</strong> relaciones contractuales que <strong>los</strong>ocupados jóvenes establecerían en sus empleos correspon<strong>de</strong> en su gran mayoría a relaciones laboralesregidas por el código <strong>de</strong>l trabajo, especialmente contratos in<strong>de</strong>finidos.139.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Cuadro 15Relación contractual jóvenes 15 a 29 años empleo principal% % acumuladoPlazo in<strong>de</strong>fi nido 59% 59%Plazo fi jo 16% 76%Por obra, faena o servicio 19% 94%De aprendizaje 2% 96%Servicios transitorios 4% 100%Total 100%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.Utilizando como indicador <strong>de</strong> la formalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> trabajo la firma <strong>de</strong> algún tipo <strong>de</strong>contrato se aprecian dos ten<strong>de</strong>ncias claras. En primer lugar, la formalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s económicasque empren<strong>de</strong> la población ocupada ha bajado en forma generalizada. En segundo lugar, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesen forma consistente presentan un nivel <strong>de</strong> formalización mo<strong>de</strong>radamente más bajo. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.El análisis este indicador según edad, sugiere que la formalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> trabajo es unproceso gradual en el tiempo, en que paulatinamente se pasa <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s económicas informales atrabajos mediados por relaciones contractuales.140.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Cuadro 16Situación contractual ocupados jóvenes según edad en quinquenios15 -19 años 20 - 24 años 25 - 29 añosSí, fi rmó 44% 67% 76%Si, pero no ha fi rmado 4% 3% 2%No tiene 50% 29% 21%No se acuerda si fi rmó contrato 2% 2% 1%Total 100% 100% 100%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.En <strong>los</strong> ingresos laborales se aprecian <strong>las</strong> siguientes ten<strong>de</strong>ncias: En primer lugar, en la última década elingreso real por el trabajo ha aumentado para la población ocupada en general, tal como se observa en laevolución <strong>de</strong>l promedio <strong>de</strong> ingreso por la ocupación principal 14 , que ha subido tanto para <strong>los</strong> ocupadosjóvenes (en un 17%) como para <strong>los</strong> adultos (en un 19%).En segundo lugar, se aprecia una brecha <strong>de</strong> ingresos consistente en el tiempo en que la razón entre el ingresopromedio <strong>de</strong> un joven y un adulto es <strong>de</strong> 0,55. Hacia fines <strong>de</strong>l año 2003, un joven ganaba en promedio,cerca <strong>de</strong> $200.000, en tanto un adulto ganaba alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> $350.000. Esto se <strong>de</strong>be a que el mercado <strong>de</strong>ltrabajo premia la experiencia, por lo tanto, es esperable que durante la juventud la remuneración aumentegradualmente. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.14En pesos chilenos <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong>l 2005.141.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


En tercer lugar, <strong>las</strong> brechas salariales entre jóvenes y adultos aumentan a medida que se aumenta en elnivel educativo. Esto se explica, por un lado, porque la experiencia laboral tendría un mayor impacto enla mano <strong>de</strong> obra calificada y por otro lado, por la creciente dificultad <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes para encontrarempleos conforme a su nivel educativo (CEPAL-OIJ, 2004).Cuadro 17Ingreso promedio jóvenes 15 a 29 años y adultos 30 y + años según nivel educacionalSin escolaridad Básica Media SuperiorJóvenes 106.569 120.468 154.778 297.777Adultos 123.358 161.221 259.791 691.499Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.En cuarto lugar, durante la última década, persiste entre <strong>los</strong> ocupados jóvenes una brecha <strong>de</strong> ingresosen <strong>de</strong>smedro <strong>de</strong> la mujer, sin embargo, esta discriminación se da <strong>de</strong> forma más mo<strong>de</strong>rada que en <strong>los</strong>ocupados adultos.Hacia fines <strong>de</strong>l año 2003, la razón entre el ingreso <strong>de</strong> la mujer y el hombre era <strong>de</strong> 0,9 en jóvenes y 0,6 enadultos. Dicha diferencia se explica en parte por el mayor premio que otorga el mercado a la experiencialaboral <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres, y por <strong>las</strong> trayectorias laborales interrumpidas <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres <strong>de</strong>bido a <strong>los</strong> períodos<strong>de</strong> pre y post parto (CEPAL–OIJ, 2004).Cuadro 18Ingreso promedio ocupación principal según sexo y edad (Pesos chilenos Julio 2005)Edad Sexo PromedioRazónmujer/hombre15 – 29 años Hombre 197.333 0,91Mujer 179.987Total 190.57130 y + años Hombre 407.272 0,64Mujer 262.019Total 354.673Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.142.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.2.3. Integración juvenil a sistemas <strong>de</strong> protección social y saludjuvenilEl acelerado proceso <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización que caracteriza a la sociedad chilena produce una serie <strong>de</strong>beneficios que mejoran la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas, sin embargo, está acompañado <strong>de</strong> un conjunto<strong>de</strong> riesgos que amenazan su <strong>de</strong>sarrollo personal y social.Los estados mo<strong>de</strong>rnos han establecido como una prioridad la mitigación <strong>de</strong> estos riesgos producidossocialmente, mediante la implementación <strong>de</strong> sistemas que protegen a <strong>las</strong> personas <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cimientos talescomo enfermeda<strong>de</strong>s, vejez, <strong>de</strong>sempleo y la exclusión social.En esta sección, se analizará la integración juvenil a sistemas previsionales para la vejez y <strong>de</strong> salud.Luego se presentará un diagnóstico <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> <strong>los</strong> factores <strong>de</strong> riesgo más importantes en la salud <strong>de</strong><strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.La preocupación por la integración <strong>de</strong> jóvenes a estos sistemas <strong>de</strong> protección pue<strong>de</strong> parecer poco urgente,sin embargo, no es menos importante.Por un lado, <strong>las</strong> personas jóvenes no están exentas <strong>de</strong> <strong>los</strong> riesgos <strong>de</strong> enfermar y envejecer, y por lotanto, constituyen una población vulnerable (PNUD, 2004). Por otro lado, el acceso a prestaciones <strong>de</strong>protección social en Chile está estrechamente ligado a <strong>las</strong> contribuciones que cada persona realiza a lolargo <strong>de</strong> su vida laboral (OIT, 2004), introduciendo un factor <strong>de</strong> incertidumbre en la previsión para lavejez y la cobertura en salud.a. Jóvenes en el sistema <strong>de</strong> pensionesLa pérdida <strong>de</strong> la habilidad para trabajar asociada a la vejez es algo lejano para cualquier joven, pero, laposibilidad <strong>de</strong> preveer esta contingencia a través <strong>de</strong> la acumulación <strong>de</strong> recursos, se abre con el inicio <strong>de</strong>la vida laboral durante la juventud.Esto resulta especialmente relevante si se toma en cuenta que en Chile <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> ochenta,el sistema <strong>de</strong> pensiones se basa en una lógica <strong>de</strong> la capitalización individual 15 , es <strong>de</strong>cir, la cuantía <strong>de</strong> lapensión <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l monto ahorrado.15Las pensiones <strong>de</strong> vejez se financian con una cotización correspondiente al 10% <strong>de</strong> <strong>las</strong> remuneraciones entregada a Administradores <strong>de</strong>Fondos <strong>de</strong> Pensión (AFP), entida<strong>de</strong>s privadas reguladas por el Estado. Al término <strong>de</strong> la vida activa, este capital le es <strong>de</strong>vuelto al afiliadoo a sus beneficiarios sobrevivientes. La cobertura <strong>de</strong> este sistema es compulsiva para trabajadores <strong>de</strong>pendientes y optativo para <strong>los</strong>trabajadores in<strong>de</strong>pendientes. Para más <strong>de</strong>talles ver www.safp.cl .143.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Para analizar la integración juvenil a este sistema se pue<strong>de</strong> utilizar como indicador la cobertura ocupacional,que consiste en la proporción <strong>de</strong> ocupados que se encuentra cotizando – contribuyendo mes a mes <strong>de</strong>acuerdo a sus ingresos - en un sistema previsional <strong>de</strong> pensiones.Una primera ten<strong>de</strong>ncia que se observa es que, durante la última década, la cobertura ocupacional havariado muy poco y no se registran diferencias significativas entre ocupados jóvenes y adultos. A fines<strong>de</strong>l año 2003 el sistema previsional cubría a cerca <strong>de</strong> dos tercios (61%) <strong>de</strong> <strong>los</strong> ocupados jóvenes y su nivelmás bajo se daba en la juventud temprana (CASEN, 2003).Cuadro 19Ocupados jóvenes que cotizan según edad en quinqueniosEdad %15 -19 años 35%20 - 24 años 60%25 - 29 años 68%Total jóvenes 61%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.Una segunda ten<strong>de</strong>ncia observada es que, la cobertura <strong>de</strong> <strong>los</strong> sistemas <strong>de</strong> pensiones está fuertementeligada a la calidad <strong>de</strong>l empleo. Menos <strong>de</strong> un tercio <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes ocupados en sectores <strong>de</strong> bajaproductividad 16 estaba cotizando a fines <strong>de</strong>l 2003.Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.144.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Por último, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la población ocupada, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes afiliados o incorporados al sistema previsional<strong>de</strong> capitalización individual son el grupo que menos acumula recursos para la vejez. Un análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>de</strong>nsida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> cotizaciones, que se <strong>de</strong>finen como el porcentaje <strong>de</strong> meses <strong>de</strong> afiliación en que seregistran cotizaciones, reportadas por <strong>los</strong> afiliados entrevistados en la Primera Encuesta <strong>de</strong> ProtecciónSocial (Subsecretaría <strong>de</strong> Previsión Social, 2002) muestra que personas <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s 15 a 24 años presentanla <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> cotizaciones más baja <strong>de</strong> <strong>los</strong> ocupados, situándose muy por abajo <strong>de</strong>l promedio.Cuadro 20Densidad <strong>de</strong> Cotizaciones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1980 (o <strong>de</strong>spués) hasta 2002 según edad en tramosEdadDensidad15-18 años 18,7%19-24 años 35,2%25-34 años 47,0%35-44 años 55,9%45-54 años 66,9%55-64 años 63,4%65 y + años 38,6%Promedio 52,4%Fuente: Primera Encuesta <strong>de</strong> Protección Social, Subsecretaría <strong>de</strong> Previsión Social, 2002.La baja <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> cotizaciones juveniles atentan contra su bienestar futuro y es un reflejo <strong>de</strong> trayectoriaslaborales inestables caracterizadas por la rotación entre empleos esporádicos y períodos <strong>de</strong> inactividad y<strong>de</strong>sempleo (PNUD, 2004).b. Jóvenes en el sistema previsional <strong>de</strong> saludPara proteger a <strong>las</strong> personas <strong>de</strong> <strong>las</strong> contingencias que afecten a su salud, Chile cuenta con un sistema<strong>de</strong> salud mixto (público/ privado) 17 , en general basado en <strong>las</strong> aportes individuales <strong>de</strong> acuerdo a ladisponibilidad privada <strong>de</strong> recursos económicos, y que opera como un seguro que ayuda a financiar <strong>las</strong>prestaciones <strong>de</strong> salud. En relación a la integración juvenil al sistema previsional <strong>de</strong> salud se han observado<strong>las</strong> siguientes ten<strong>de</strong>ncias:En primer lugar, la cobertura total <strong>de</strong> jóvenes por el sistema <strong>de</strong> salud público / privado – 88% hacia fines <strong>de</strong>l año2003 –, se ha mantenido estable durante la última década, no experimentado ninguna variación significativa,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> no presentar diferencias importantes con la cobertura promedio <strong>de</strong> la población total.16Indicador proxy <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>l empleo. Incluye a trabajadores por cuenta propia no calificados, empleadores y empleados <strong>de</strong>microempresas que ocupan en total hasta cinco personas, y empleo doméstico.17El sistema publico consiste en un organismo <strong>de</strong>nominado Fondo Nacional <strong>de</strong> Salud (FONASA) y atien<strong>de</strong> acerca <strong>de</strong> 72% <strong>de</strong> la población(CASEN 2003). Por un lado, entrega prestaciones <strong>de</strong> salud a <strong>las</strong> personas - y a sus <strong>de</strong>pendientes o cargas - que perciben ingresos y queaportan el 7% <strong>de</strong> estos a este fondo. De acuerdo a su capacidad <strong>de</strong> cotización, estas personas son c<strong>las</strong>ificadas en grupos B, C o D. Elsistema público por otro lado, atien<strong>de</strong> en forma gratuita a <strong>las</strong> personas carentes <strong>de</strong> recursos – más sus cargas y a <strong>los</strong> beneficiarios <strong>de</strong>pensiones asistenciales -, quienes son c<strong>las</strong>ificados en el Grupo A o “indigente”, y cuyas prestaciones son financiadas por el Estado através <strong>de</strong> un aporte fiscal directo.El sistema privado por su parte, financia prestaciones <strong>de</strong> salud a través <strong>de</strong> <strong>las</strong> Instituciones <strong>de</strong> Salud Previsional (ISAPRE) queadministran <strong>las</strong> cotizaciones obligatorias <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> <strong>los</strong> trabajadores ya sea <strong>de</strong>pendientes, in<strong>de</strong>pendientes o cotizantes voluntarios que hanoptan libremente por este sistema. Atien<strong>de</strong> a cerca <strong>de</strong> 16% <strong>de</strong> la población (CASEN 2003).145.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Cuadro 21Pertenencia a sistema provisionales <strong>de</strong> salud según edad en grupos14 y - años 15 - 29 años 30 y + años TotalSist. Público 75,6% 68,0% 72,2% 72,1%FF.AA. y <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>n 2,7% 2,6% 3,5% 3,1%ISAPRE 16,8% 16,7% 16,0% 16,3%Ninguno (particular) 4,2% 10,8% 7,0% 7,2%Otro sistema 0,1% 0,2% 0,2% 0,2%No sabe 0,6% 1,6% 1,1% 1,1%Total 100% 100% 100% 100%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.En segundo lugar, durante la última década, al igual que el resto <strong>de</strong> la población, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes hantendido a aumentar su concentración en el sistema público (FONASA), bajando al mismo tiempo, suparticipación en el sistema privado (ISAPRES). Por otra parte, el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes que no cuenta conun sistema previsional para financiar sus prestaciones <strong>de</strong> salud y que se atien<strong>de</strong> en calidad <strong>de</strong> particularha experimentado una variación neta nula. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.En tercer lugar, durante <strong>los</strong> últimos diez años, no se han observado cambios significativos en laproporción <strong>de</strong> jóvenes atendidos por el sistema público en el grupo A (indigente), es <strong>de</strong>cir, se mantiene146.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.en aproximadamente un tercio la proporción <strong>de</strong> jóvenes que no poseen – o que sus familias no poseen– medios económicos para financiar sus prestaciones <strong>de</strong> salud y que <strong>de</strong>ben obtener atención gratuita. Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, años respectivos.En cuarto lugar, el tipo <strong>de</strong> cobertura <strong>de</strong> <strong>los</strong> sistemas provisionales <strong>de</strong> salud en jóvenes presenta importantessesgos según nivel socioeconómico, sexo y situación laboral.En relación al nivel socioeconómico - utilizando como indicador el nivel <strong>de</strong> ingresos <strong>de</strong>l hogar - seobserva una fuerte presencia generalizada <strong>de</strong>l sistema público <strong>de</strong> salud, con una especial concentraciónen <strong>los</strong> sectores más pobres. En el segmento más pobre (quintil I) más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes(57%) está c<strong>las</strong>ificado en el Grupo A (indigente). El sistema privado en cambio, concentra su atención enjóvenes <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> mayor ingreso.147.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.Al analizar la cobertura <strong>de</strong> <strong>los</strong> sistemas previsionales <strong>de</strong> salud en la población joven según sexo, seadvierte que, la atención en el sistema público es mo<strong>de</strong>radamente superior en el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres. Un72% <strong>de</strong> el<strong>las</strong> es atendida por FONASA en contraste con un 64% <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres (CASEN 2003).Por último, <strong>de</strong>bido al carácter contributivo <strong>de</strong>l sistema previsional <strong>de</strong> salud, la situación laboral <strong>de</strong>l joveninfluye directamente en su integración a estos sistemas <strong>de</strong> protección.Por un lado, en quienes trabajan, la probabilidad <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a sistemas que ayudan a financiar prestaciones<strong>de</strong> salud mediante aportes individuales periódicos, y obtener asi mejores prestaciones, es el doble que en<strong>los</strong> <strong>de</strong>socupados. Esto se expresa en una mayor pertenencia <strong>de</strong> jóvenes ocupados en <strong>los</strong> sistemas <strong>de</strong> saludprivado (ISAPRES) y público en <strong>los</strong> grupos B, C, y D, basados en una cotización obligatoria.148.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.Por otro lado, - y como es <strong>de</strong> esperar -, la formalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> trabajo y calidad <strong>de</strong>l empleo<strong>de</strong>l joven resultan <strong>de</strong>terminantes en su integración a <strong>los</strong> sistemas <strong>de</strong> salud.De acuerdo a la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> la Juventud, la proporción <strong>de</strong> jóvenes ocupados <strong>de</strong> forma<strong>de</strong>pendiente, que efectivamente estaría cotizando, es <strong>de</strong>cir, aportando recursos a <strong>los</strong> sistemas <strong>de</strong> salud enpromedio alcaza a un 71%, sin embargo, sube a un 91% si el joven cuenta con un contrato regido por elcódigo <strong>de</strong>l trabajo (INJUV, 2003).Por su parte, quienes se ocupan en empleos <strong>de</strong> menor calidad 18 en su mayoría <strong>de</strong>ben acce<strong>de</strong>r a prestaciones<strong>de</strong> salud gratuitas (sistema público, Grupo A) o <strong>de</strong> forma particular.18En sectores <strong>de</strong> baja productividad.149.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Cuadro 22Sistema <strong>de</strong> salud previsional jóvenes 15 - 29 años en sectores <strong>de</strong> baja productividadSistema Público Grupo A 41%Sistema Público Grupo B, C y D 34%Ninguno (particular) 16%ISAPRE 6%Sist. Público. No sabe grupo 1%FF.AA. y <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>n 1%Otro sistema 0%No sabe 1%Total 100%Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta CASEN, 2003.c. Riesgos sanitarios en la población joven en ChileEn términos <strong>de</strong> bienestar sanitario, probablemente no existe mejor momento que la juventud. La bajaprobabilidad <strong>de</strong> morir o enfermar gravemente en esta etapa, convierte a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en un grupo <strong>de</strong>bajo riesgo en salud.Las favorables condiciones <strong>de</strong> salud durante la juventud se reflejan claramente en sus percepcionessubjetivas. A diferencia <strong>de</strong> la población adulta, la gran mayoría (81%) siente que su salud es buena o muybuena. A<strong>de</strong>más, son quienes menos presentan problemas <strong>de</strong> salud, enfermeda<strong>de</strong>s o acci<strong>de</strong>ntes, y quienesmenos consultan por estas condiciones, en relación a otros segmentos <strong>de</strong> la población (CASEN 2003).Por otro lado, el <strong>de</strong>sarrollo reciente <strong>de</strong>l país ha tenido un impacto positivo en la salud <strong>de</strong> la población quese refleja en un <strong>de</strong>scenso en la exposición a riesgo mortal, tanto para hombres como para mujeres jóvenes.En el período 1990 – 2003 la tasa <strong>de</strong> mortalidad entre <strong>los</strong> 15 y 29 años cae <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 95.8 a un 68.1 19 porcada cien mil jóvenes.150.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. Fuente: Departamento <strong>de</strong> Estadísticas e Información <strong>de</strong> Salud, MINSAL, años respectivos.La buena salud <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, sea objetiva o subjetiva, sumada al <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la mortalidad en estaetapa, pue<strong>de</strong> llevar a que no siempre sean reconocidos como un grupo vulnerable, expuesto a un conjunto<strong>de</strong> factores <strong>de</strong> riesgo, que no solo amenazan su bienestar inmediato, sino que, pue<strong>de</strong>n manifestarse comoenfermeda<strong>de</strong>s o causas <strong>de</strong> muerte durante la adultez.Algunos <strong>de</strong> estos factores se presentan <strong>de</strong> manera exclusiva durante la juventud, otros, obe<strong>de</strong>cen aten<strong>de</strong>ncias sociales que afectan a la población en forma generalizada y en muchos casos actúan <strong>de</strong> maneracombinada. Los principales factores <strong>de</strong> riesgo sanitario juvenil se encuentran asociados al inicio <strong>de</strong> <strong>las</strong>exualidad activa (embarazo adolescente y VIH), al consumo <strong>de</strong> sustancias licitas e ilícitas, a la actividadfísica insuficiente, y a factores externos <strong>de</strong> riesgos sanitario (acci<strong>de</strong>ntes, suicidios).• El inicio <strong>de</strong> la sexualidad activaEl hito biográfico <strong>de</strong> la entrada a la sexualidad activa, en general ocurre durante la juventud temprana yen términos epi<strong>de</strong>miológicos introduce a <strong>las</strong> personas al riesgo <strong>de</strong> adquirir una infección <strong>de</strong> transmisiónsexual (ITS) o un embarazo no <strong>de</strong>seado (MINSAL, 2001).Durante el último siglo, este proceso ha tendido a a<strong>de</strong>lantarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista generacional,mientras que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista biográfico, se ha transformado en un proceso más lento, pasando<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un rito <strong>de</strong> iniciación al aprendizaje progresivo (Palma, 2003). A<strong>de</strong>más, se da en un contextocaracterizado por una creciente disociación entre la madurez sexual y fertilidad, y la madurez social, ypor un <strong>de</strong>scenso significativo <strong>de</strong> la fecundidad general.19Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> tasa más bajas <strong>de</strong> la región, sin embargo, supera ampliamente la mortalidad <strong>de</strong> un país <strong>de</strong>sarrollado como España cuya tasaentre 15 y 24 años es <strong>de</strong> 49.3 (CEPAL –OIJ, 2004).151.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Según la encuesta nacional <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>l INJUV, el porcentaje <strong>de</strong> adolescentes <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s 15 a 19sexualmente activos ha subido <strong>de</strong> un 33% un 40% entre <strong>los</strong> años 1994 y 2003, mientras que en el tramo<strong>de</strong> 18 a 29 años, un 86% <strong>de</strong>clara haber tenido relaciones sexuales (INJUV 2003).La primera relación sexual ocurre típicamente (mediana) a <strong>los</strong> 17 años en <strong>las</strong> mujeres y a <strong>los</strong> 16 en<strong>los</strong> hombres, lo que implica que la iniciación sexual en general ocurre antes <strong>de</strong> la edad <strong>de</strong> egreso <strong>de</strong> laenseñanza media.La ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> <strong>los</strong> últimos años ha sido la reducción <strong>de</strong> la edad media <strong>de</strong> la iniciación sexual <strong>de</strong> <strong>las</strong>mujeres <strong>de</strong> estratos populares. Según un estudio, en mujeres <strong>de</strong> 18 – 24 años se presentan gran<strong>de</strong>sdiferencias en la edad iniciación sexual según el nivel educacional alcanzado. La mediana <strong>de</strong> la primerarelación sexual era <strong>de</strong> 15,6 años en <strong>las</strong> jóvenes con enseñanza básica, 18,6 cuando tenían enseñanzamedia y 20,9 con enseñanza superior (MINSAL 1998).Cuadro 23Mediana primera relación sexual (15 – 29 años)según nivel socioeconómico añoAlto Medio BajoHombre 17 16 16Mujer 18 18 17Mediana 17 17 17Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.A lo largo <strong>de</strong> la juventud, la mayor parte <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas (sobre el 80%) mantiene relaciones sexuales<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su pareja habitual, sin embargo, <strong>los</strong> adolescentes presentarían una mayor probabilidad <strong>de</strong> tenersexo fuera <strong>de</strong> la pareja habitual. A<strong>de</strong>más, existe evi<strong>de</strong>ncia que sugiere que el recambio o superposición <strong>de</strong>parejas sexuales tien<strong>de</strong>n a ser mayor en <strong>las</strong> generaciones más jóvenes. En el tramo <strong>de</strong> 18 – 29 años cerca<strong>de</strong> un tercio <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres y más <strong>de</strong> dos tercios <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres había tenido dos o más parejas sexualesen <strong>los</strong> últimos 5 años (MINSAL, 1998).Cuadro 24Persona con quién tuvo su última relación sexual jóvenes 15 a 29 años según edad en tramos15 – 19 años 20 – 24 años 25 – 29 años TotalPareja o ex pareja 83% 85% 88% 86%Fuera <strong>de</strong> la pareja habitual(amigo, encuentro ocasional, otra persona, amante)17% 15% 11% 14%Comercio sexual 0,5% 0,5% 0,4%Total 100% 100% 100% 100%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.152.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Por otro lado, un estudio reciente sobre <strong>los</strong> factores <strong>de</strong> riesgo y vulnerabilidad juvenil ante el VIH/SIDA,sugiere que en <strong>los</strong> grupos socioeconómicos medios y bajos <strong>las</strong> relaciones sexuales se <strong>de</strong>sarrollan tanto enun contexto <strong>de</strong> pareja estable, como <strong>de</strong> ocasionalidad, en espacios fuera <strong>de</strong> la relación y vínculo <strong>de</strong> pareja(CONASIDA, 2005).En relación a la gestión <strong>de</strong>l riesgo <strong>de</strong> embarazo o ITS, si bien, <strong>las</strong> generaciones más jóvenes se <strong>de</strong>stacanpor un mayor uso relativo <strong>de</strong> tecnología preventiva (CONSISA, 2000), la evi<strong>de</strong>ncia disponible sugiereque, la adopción <strong>de</strong> protección en la población joven es aún insuficiente.Entre <strong>los</strong> años 1998 y 2003 la probabilidad <strong>de</strong> iniciarse sexualmente sin usar ningún tipo <strong>de</strong> protección habajado mo<strong>de</strong>radamente para <strong>las</strong> mujeres, mientras que para <strong>los</strong> hombres se ha mantenido. Según la CuartaEncuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, el déficit <strong>de</strong> protección en la iniciación sexual resulta especialmenteaguda en jóvenes <strong>de</strong> sectores medios y bajos, en que supera en 70% (INJUV, 2003).Cuadro 25Porcentaje <strong>de</strong> jóvenes 18 - 29 años que no usaron tecnología preventivaen la primera relación sexual según sexoSexoAño1998 2003Hombre 71% 70%Mujer 76% 63%Fuentes: Estudio <strong>de</strong> comportamiento sexual, MINSAL, 1998 y Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.El uso regular <strong>de</strong> métodos anticonceptivos (medido en términos <strong>de</strong> su uso en la última relación sexual)presenta importantes asociaciones con la edad <strong>de</strong>l joven, su nivel socioeconómico y gestiones <strong>de</strong>l riesgoen el pasado. Hacia fines <strong>de</strong>l año 2003 quienes menos usaban métodos <strong>de</strong> protección eran <strong>los</strong> adolescentes(15 –19 años), <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes más pobres (nivel socioeconómico bajo) y quienes no usaron tecnologíapreventiva en la iniciación sexual (INJUV, 2003).153.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.La sexualidad activa implica el riesgo <strong>de</strong> adquirir una infección <strong>de</strong> transmisión sexual (ITS). De acuerdoa estadísticas <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Salud, en adolescentes <strong>de</strong> 15 a 19 años la tasa 20 <strong>de</strong> presentación <strong>de</strong>enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> transmisión sexual es <strong>de</strong> 94.7 para <strong>los</strong> hombres y 137.0 para <strong>las</strong> mujeres, y la patologíanotificada más frecuente para este grupo es el condiloma que representa un 39.7% <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos notificadosen hombres y 50.0% en mujeres.Finalmente, consi<strong>de</strong>rando que el mayor número <strong>de</strong> casos <strong>de</strong> SIDA diagnosticados en Chile se da entre<strong>los</strong> 25 y 34 años, y teniendo en cuenta que el VIH tarda aproximadamente 7 años en <strong>de</strong>sarrollar laenfermedad, se <strong>de</strong>duce que la infección en estos grupos se produce durante la adolescencia o juventud(MINSAL, 2005 21 ).• Embarazo adolescenteEl embarazo y la maternidad durante la adolescencia no solo resultan especialmente riesgosos para <strong>las</strong>alud, sino que se asocian a un profundo impacto en el <strong>de</strong>sarrollo psicológico y social normal <strong>de</strong>l joven.Chile presenta una <strong>de</strong> <strong>las</strong> menores tasas <strong>de</strong> fecundidad adolescente <strong>de</strong> América Latina y el Caribe,sin embargo, persiste el embarazo y maternidad en la adolescencia, y como se pue<strong>de</strong> observar, en <strong>los</strong>últimos 20 años, <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> fecundidad en <strong>las</strong> menores <strong>de</strong> 20 años han experimentado un <strong>de</strong>scenso muymo<strong>de</strong>rado.154.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Cuadro 26Tasas <strong>de</strong> fecundidad menores <strong>de</strong> 20 añosAño 1983 1993 2003Tasa x 100.000 59,1 63,9 54,7Fuente: Anuarios <strong>de</strong> Demografía, INE, 2003.En el año 2000, el 16% <strong>de</strong> <strong>los</strong> nacidos vivos tenía una madre <strong>de</strong> menos <strong>de</strong> 20 años (INE, 2000), y en elperíodo intercensal que compren<strong>de</strong>n <strong>los</strong> años 1992 y 2002, el promedio <strong>de</strong> hijos <strong>de</strong> este grupo aumentó<strong>de</strong> 0.15 a 0.20, y disminuyó en el grupo <strong>de</strong> mujeres <strong>de</strong> 20 años y más.El Censo 2002, contabilizó a 77.291 a mujeres entre 15 y 19 años que eran madres, lo que equivale al12% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> mujeres <strong>de</strong> ese grupo <strong>de</strong> edad 22 (INJUV, 2005).El embarazo y maternidad adolescentes es un fenómeno que se da en un contexto <strong>de</strong> profunda segmentaciónsocial. Según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, una <strong>de</strong> cada cuatro adolescentes <strong>de</strong> nivelsocioeconómico bajo es madre, versus un 10% en <strong>los</strong> sectores medios y un 3% en el alto (INJUV, 2003).• Consumo <strong>de</strong> tabaco y alcoholExiste evi<strong>de</strong>ncia científica contun<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> que el consumo <strong>de</strong> tabaco y alcohol – que comienza durantela adolescencia - pue<strong>de</strong> afectar gravemente la salud física, mental y social, sin embargo, en Chile, elconsumo habitual <strong>de</strong> estas sustancias está ampliamente legitimado.Pese a <strong>los</strong> crecientes esfuerzos para restringir su uso y mitigar sus consecuencias negativas 23 , Chile esun país especialmente afectado por el tabaco. De acuerdo a la Encuesta Mundial <strong>de</strong> Tabaquismo Juvenil(OMS, 2003), nuestro país encabeza el consumo mundial <strong>de</strong> tabaco en adolescentes. Según este estudio,un tercio <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas entre 13 y 15 tiene el hábito <strong>de</strong> fumar cigarril<strong>los</strong>.Según estimaciones <strong>de</strong>l Consejo Nacional para el Control <strong>de</strong> Estupefacientes, CONACE, el consumo <strong>de</strong>cigarril<strong>los</strong>, <strong>de</strong> acuerdo a la prevalencia <strong>de</strong>l último mes 24 , se ha mantenido estable en la población generalalcanzando un 43% en el año 2004.Al igual que hace 10 años, en el 2004 <strong>las</strong> tasas más altas <strong>de</strong> consumo <strong>de</strong> cigarril<strong>los</strong> se registran al terminar laadolescencia, en el segmento <strong>de</strong> 19 a 25 años (58%) y en grupo adulto joven <strong>de</strong> 26 a 34 años (53%).En el consumo <strong>de</strong> tabaco, la ten<strong>de</strong>ncia general durante la última década, ha sido la igualación entre <strong>los</strong> sexos,<strong>de</strong>bido al crecimiento <strong>de</strong>l consumo femenino, especialmente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la adolescencia (19 - 25 años).20Tasa x 100.000 habitantes.21Entrevista a Doctora Carmen López, encargada <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Salud <strong>de</strong>l Adolescente <strong>de</strong>l MINSAL, Agosto, 15 <strong>de</strong> Julio, 2005.22Es importante tener en cuenta que la fecundidad permite estudiar solo <strong>de</strong> forma indirecta el embarazo adolescente, ya que, subestima <strong>los</strong>embarazos que no terminan en un nacimiento (abortos), y no toma en cuenta <strong>los</strong> embarazos que comienzan a <strong>los</strong> 19 años y finalizan a <strong>los</strong>20 años.23Los objetivos sanitarios <strong>de</strong>l MINSAL para el 2010 específicamente plantean como meta la reducción <strong>de</strong> la prevalencia <strong>de</strong> fumadoresen población general, jóvenes en edad escolar y mujeres en edad fértil, mientras que en el Congreso Nacional se encuentra en trámite unproyecto <strong>de</strong>l ley <strong>de</strong>l Ejecutivo que podría introducir fuertes restricciones al consumo <strong>de</strong> tabaco.24Ha consumido la sustancia en <strong>los</strong> últimos treinta días.155.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Cuadro 27Prevalencia mes consumo <strong>de</strong> cigarril<strong>los</strong> según sexo y edadHombres Mujeres TotalAño 1994 2004 1994 2004 1994 200412 - 18 años 27% 26% 21% 26% 25% 26%19 - 25 años 59% 60% 43% 55% 52% 58%26 - 34 años 55% 57% 45% 48% 50% 53%35 - 44 años 51% 52% 46% 47% 48% 49%45 - 64 años 34% 40% 25% 32% 29% 35%Total 43% 45% 35% 40% 39% 43%Fuente: Estudio Nacional <strong>de</strong> Drogas en Población General Chile, CONACE, años respectivos.En tanto, la edad <strong>de</strong> inicio <strong>de</strong>l consumo <strong>de</strong> tabaco se ha mantenido estable. En el año 2004 la medianapara el inicio <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> cigarril<strong>los</strong> era <strong>de</strong> 15 años para <strong>los</strong> hombres y 16 para <strong>las</strong> mujeres.La intensidad <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> cigarril<strong>los</strong>, medida en el número <strong>de</strong> cigarril<strong>los</strong> consumidos al día, es relativamentebaja en <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes respecto <strong>de</strong> otros grupos <strong>de</strong> la población. En el tramos <strong>de</strong> 12 a 18 años alcanza a4 y 3 cigarril<strong>los</strong> para hombres y mujeres respectivamente, y 5 y 4 cigarril<strong>los</strong> en el tramo 19 – 25 años.A diferencia <strong>de</strong>l tabaco, el consumo <strong>de</strong> alcohol en la población general, medido en prevalencia mes, haexperimentado un importante aumento durante la última década subiendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 39% a un 57% entre<strong>los</strong> años 1994 y 2004. En este período la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l consumo <strong>de</strong> alcohol <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeresduplica a la <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres.El mayor consumo mensual <strong>de</strong> alcohol ocurre hacia al final <strong>de</strong> la juventud y comienzo <strong>de</strong> la adultez,alcanzando en el año 2004 dos tercios <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas entre <strong>los</strong> 19 y 34 años.Cuadro 28Prevalencia mes consumo <strong>de</strong> alcohol según edad y sexoAño 1994 200412 - 18 años 24% 32%19 - 25 años 51% 66%26 - 34 años 47% 67%35 - 44 años 41% 62%45 - 64 años 35% 59%Hombres 48% 64%Mujeres 30% 50%Total 39% 57%Fuente: Estudio Nacional <strong>de</strong> Drogas en Población General Chile, CONACE, años respectivos.156.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Al analizar el consumo <strong>de</strong> alcohol en segmentos <strong>de</strong> edad más específicos <strong>de</strong> la población joven se advierteque <strong>las</strong> tasas mensuales son similares entre hombres y mujeres, mientras que en <strong>los</strong> segmentos <strong>de</strong> mayoredad se produce una diferenciación por el mayor consumo masculino.Cuadro 29Prevalencia mes consumo <strong>de</strong> alcohol según edad y sexo0 -14 años 15 -19 años 20 - 24 años 25 - 29 años 30 a 64 años TotalHombre 17% 53% 76% 80% 72% 65%Mujer 21% 45% 60% 56% 56% 54%Total 19% 50% 69% 68% 63% 59%Fuente: Elaboración propia en base a V Estudio Nacional <strong>de</strong> Drogas en Población General Chile, CONACE, 2002.La exposición al consumo <strong>de</strong> bebidas alcohólicas en general comienza en la juventud. Según datos<strong>de</strong> CONACE, en el año 2002 la mediana <strong>de</strong>l primer consumo <strong>de</strong> alcohol era <strong>de</strong> 17 años, 16 para <strong>los</strong>hombres y 18 para <strong>las</strong> mujeres, es <strong>de</strong>cir, al terminar la enseñanza secundaria la mitad ya ha tenido algunaexperiencia con esta sustancia.El consumo <strong>de</strong> alcohol en forma mo<strong>de</strong>rada y ocasional no constituye necesariamente un factor <strong>de</strong> riesgo,sin embargo, se constituye en problema cuando aparecen síntomas <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia o <strong>de</strong> abuso 25 .La <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia 26 se asocia a un conjunto <strong>de</strong> manifestaciones fisiológica, conductuales y cognoscitivas. Estacondición implica que el consumo <strong>de</strong> una sustancia <strong>de</strong>viene prioritario para un individuo y se caracterizapor el <strong>de</strong>seo compulsivo <strong>de</strong> ingerir sustancias psicoacticas. El abuso 27 se refiere a consecuencias <strong>de</strong>l usorecurrente <strong>de</strong> sustancias tales como fracaso en obligaciones, exposición a riesgos físicos y problemaslegales, sociales e interpersonales.De acuerdo a CONACE (2002) <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la población que consume alcohol actualmente (prevalentesúltimo mes), son <strong>las</strong> generaciones más jóvenes, especialmente entre <strong>los</strong> 19 y 25 años, quienes presentan<strong>las</strong> tasas más altas <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y abuso.25En <strong>las</strong> encuestas <strong>de</strong> drogas <strong>de</strong> CONACE se aplica un conjunto <strong>de</strong> preguntas que permiten estimar “<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia” y “abuso” <strong>de</strong>sustancias.26Se consi<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia cuando se cumple con al menos tres <strong>de</strong> <strong>los</strong> criterios establecidos en la Décima c<strong>las</strong>ificación internacional <strong>de</strong><strong>las</strong> enfermeda<strong>de</strong>s CIE 10 durante el año anterior.27Se consi<strong>de</strong>ra abuso cuando se cumple con al menos uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong>finidos por el manual DSM-IV <strong>de</strong>l American PsychiatricAssociation durante el año anterior, sin haber reunido criterios <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.157.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: V Estudio Nacional <strong>de</strong> Drogas en Población General Chile, CONACE, 2002.Tanto la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia como el abuso <strong>de</strong>l alcohol presentan un claro sesgo por sexo y nivel socioeconómicoy ocurren con mayor frecuencia en hombres y personas <strong>de</strong> nivel socioeconómico bajo.• Consumo <strong>de</strong> drogas ilícitas: marihuana, pasta base y cocaínaDebido a <strong>las</strong> consecuencias negativas <strong>de</strong> su consumo, existe un conjunto <strong>de</strong> sustancias cuya produccióny comercialización está prohibida por la legislación chilena. De estos <strong>los</strong> <strong>de</strong> consumo más frecuente enChile son la marihuana – droga ilícita <strong>de</strong> mayor consumo en el país -, la paste base y la cocaína 28 .De acuerdo al VI Estudio Nacional <strong>de</strong> Drogas <strong>de</strong> CONACE, el uso drogas ilícitas ha tendido a estabilizarseen <strong>los</strong> últimos años. Según este estudio, en el año 2004 el consumo <strong>de</strong> cualquier droga ilícita 29 medidosegún prevalencia anual, se situó en un 5,8%, lo que equivale a que cerca <strong>de</strong> medio millón <strong>de</strong> personashabía usado alguna droga ilegal en el último año.El consumo <strong>de</strong> drogas ilícitas se concentra claramente en <strong>las</strong> generaciones más jóvenes. En el año 2002,tres <strong>de</strong> cada cuadro consumidores anuales tenía entre 15 y 29 años.158.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Fuente: Elaboración propia en base a V Estudio Nacional <strong>de</strong> Drogas en Población General Chile, CONACE, 2002De acuerdo a CONACE, el grupo don<strong>de</strong> se da la mayor prevalencia e intensidad en el uso <strong>de</strong> drogasilícitas es específicamente en jóvenes <strong>de</strong> edad 19 a 25 años, con una prevalencia anual casi tres vecessuperior al promedio <strong>de</strong> la población entre 12 y 64 años. Fuente: VI Estudio Nacional <strong>de</strong> Drogas en Población General Chile, CONACE, 2004.28Debido a su <strong>de</strong> baja prevalencia se excluyen <strong>de</strong> este análisis el consumo <strong>de</strong> otras drogas ilegales y el uso <strong>de</strong> fármacos fuera <strong>de</strong>tratamientos médicos.29Se refiere a: marihuana, paste base o cocaína.159.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


A<strong>de</strong>más el consumo <strong>de</strong> drogas ilícitas en jóvenes presenta un claro sesgo masculino. La prevalencia año<strong>de</strong> <strong>los</strong> hombre es más <strong>de</strong>l doble que en <strong>las</strong> mujeres.Cuadro 30Prevalencia año drogas ilícitas jóvenes 19 – 25 año según sexoDroga Hombre Mujer TotalMarihuana 20% 8.6% 15%Cocaína 2.1% 0.5% 1.4%Pasta base 5.6% 1.1% 3.5%Cualquier droga ilícita 22% 9% 16%Fuente: VI Estudio Nacional <strong>de</strong> Drogas en Población General Chile, CONACE, 2004.• Actividad física insuficienteLa evi<strong>de</strong>ncia que sostiene que la actividad física posee un impacto positivo en la salud <strong>de</strong> <strong>las</strong> personases creciente. Al contrario, el se<strong>de</strong>ntarismo, <strong>de</strong> acuerdo a la OMS, es una <strong>de</strong> <strong>las</strong> 10 primeras causas <strong>de</strong><strong>de</strong>función, enfermedad y discapacidad en el mundo.Las cifras <strong>de</strong> se<strong>de</strong>ntarismo en Chile son alarmantes y constituyen un verda<strong>de</strong>ro problema <strong>de</strong> salud pública,y por esto, uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> objetivos sanitarios <strong>de</strong> la autoridad sanitaria para el 2010 es reducir su prevalenciaen 7 puntos porcentuales.El mínimo <strong>de</strong> actividad física recomendado por la autoridad es realizar al menos tres sesiones <strong>de</strong> ejercicio<strong>de</strong> 30 minutos o más por semana. De acuerdo a este estándar, pese a que <strong>las</strong> personas jóvenes sonmo<strong>de</strong>radamente menos se<strong>de</strong>ntarias que otros segmentos <strong>de</strong> la población, más <strong>de</strong> la mitad (61%) presentaniveles <strong>de</strong> actividad física insuficiente, especialmente <strong>las</strong> mujeres. A<strong>de</strong>más, el se<strong>de</strong>ntarismo tien<strong>de</strong> aaumentar a lo largo <strong>de</strong> la juventud160.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. Fuente: Elaboración propia en base a V Estudio Nacional <strong>de</strong> Drogas en Población General Chile, CONACE, 2002.• Factores externos <strong>de</strong> riesgoEl período <strong>de</strong> la juventud se caracteriza - en especial para <strong>los</strong> hombres - por una mayor exposición ariesgos sanitarios externos tales como <strong>los</strong> acci<strong>de</strong>ntes o <strong>los</strong> eventos <strong>de</strong> violencia, <strong>los</strong> que se transformanen la mayor causa <strong>de</strong> mortalidad juvenil. Este hecho implica que parte importante <strong>de</strong> <strong>las</strong> afecciones a <strong>las</strong>alud y/o muertes que suce<strong>de</strong>n en esta etapa son evitables.De acuerdo a registros <strong>de</strong> atención en <strong>los</strong> niveles secundario y terciario 30 <strong>de</strong>l MINSAL, la traumatologíaes la especialidad que tiene más peso (13%) en <strong>las</strong> atenciones a adolescentes <strong>de</strong> 15 – 19 años, mientrasque en <strong>los</strong> menores predominan <strong>las</strong> atenciones por enfermeda<strong>de</strong>s bronco pulmonares y en especialida<strong>de</strong>spediátricas, y en <strong>los</strong> mayores la medicina interna, cardiología, ginecología y oftalmología son más comunes(MINSAL, 2005). Por otro lado, un tercio <strong>de</strong> <strong>los</strong> egresos hospitalarios <strong>de</strong> hombres <strong>de</strong> 15 – 29 años en elaño 2002 se <strong>de</strong>bió a diagnósticos <strong>de</strong> traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias <strong>de</strong>causas externas (DEIS, MINSAL 2002).Al analizar la mortalidad en Chile, se observa – al igual que en el resto <strong>de</strong> Latinoamérica – que jóvenes<strong>de</strong> ambos sexos mueren en mayor medida por causas externas o provocadas por una mayor exposicióna riesgos <strong>de</strong> carácter social, superando ampliamente a otras causas <strong>de</strong> carácter endógeno como a <strong>las</strong>provocadas por enfermeda<strong>de</strong>s genético – <strong>de</strong>generativas o a <strong>las</strong> transmisibles.30Atención Secundaria: Contempla activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> rehabilitación <strong>de</strong> <strong>las</strong> distintas especialida<strong>de</strong>s. Resuelve patologías <strong>de</strong> mayorcomplejidad que son <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> la Atención Primaria. Atención Terciaria: Contempla activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> especialida<strong>de</strong>s, en resolución <strong>de</strong>patologías <strong>de</strong> alta complejidad que son <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la atención secundaria y servicios <strong>de</strong> urgencia. Consi<strong>de</strong>ra la atención <strong>de</strong> algunospacientes discapacitados, pacientes hospitalizados, politraumatizados, con patologías <strong>de</strong> salud general crónicas <strong>de</strong>scompensadas (www.minsal.cl).161.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Dentro <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>funciones entre <strong>los</strong> 15 y 29 años en el año 2003, <strong>las</strong> causas externas 31 representaron un64% <strong>de</strong>l total, con marcado sesgo masculino, atribuible al comportamiento agresivo que prevalece en lacultura machista propia <strong>de</strong> Latinoamérica (CEPAL – OIJ, 2004).Cuadro 31Distribución porcentual <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>funciones en jóvenes <strong>de</strong> 15 a 29 años <strong>de</strong> edad según causasGran<strong>de</strong>s grupos <strong>de</strong> causas <strong>de</strong> muerte Hombres Mujeres AmbosTodas <strong>las</strong> causas 100% 100% 100%Causas externas <strong>de</strong> mortalidad 71% 38% 64%Tumores (neop<strong>las</strong>ias) 8% 20% 11%Enf. <strong>de</strong>l sistema circulatorio 5% 7% 5%Enf. <strong>de</strong>l sistema nervioso 4% 7% 5%Ciertas enf. infecciosas y parasitarias 4% 4% 4%Resto <strong>de</strong> causas 2% 4% 2%Enf. <strong>de</strong>l sistema digestivo 2% 4% 2%Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y <strong>de</strong> laboratoriono c<strong>las</strong>ifi cados en otra parte2% 3% 2%Malformaciones congénitas,<strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s y anomalías cromosómicas1% 4% 2%Enf. <strong>de</strong>l sistema respiratorio 1% 3% 2%Enf. endocrinas, nutricionales y metabólicas 1% 3% 1%Enf. <strong>de</strong>l sistema genitourinario 0% 2% 1%Embarazo, parto y puerperio - 2% 0%Fuente: Departamento <strong>de</strong> Estadísticas e Información <strong>de</strong> Salud, MINSAL, 2003.Aunque el peso relativo <strong>de</strong> <strong>las</strong> causas externas sobre el total <strong>de</strong> <strong>de</strong>funciones juveniles se ha mantenidoestable en <strong>los</strong> últimos 15 años, <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> mortalidad por causas externas han tendido a bajar para ambossexos entre <strong>los</strong> años 1990 y 2003.162.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. Fuente: Departamento <strong>de</strong> Estadísticas e Información <strong>de</strong> Salud, MINSAL, años respectivos.Dentro <strong>de</strong> <strong>las</strong> causas externas <strong>de</strong> muerte, <strong>de</strong>staca en el último período el aumento <strong>de</strong>l suicidio en formageneralizada para <strong>los</strong> diferentes cohortes <strong>de</strong> edad. La creciente probabilidad <strong>de</strong> morir por esta causaconfirma que <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y mo<strong>de</strong>rnización acelerados, como <strong>los</strong> experimentados por <strong>las</strong>ociedad chilena en <strong>las</strong> últimas décadas, acarrean una serie <strong>de</strong> externalida<strong>de</strong>s negativas que atentan contrala calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas.De hecho, <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s sanitarias disponen <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia epi<strong>de</strong>miológica que muestra la elevadaprevalencia en la población chilena <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s no transmisibles, entre el<strong>las</strong> muchos trastornosmentales, asociadas a condiciones <strong>de</strong> vida “mo<strong>de</strong>rnas”, que en casos extremos pue<strong>de</strong>n llevar accionesauto<strong>de</strong>structivas con resultados <strong>de</strong> muerte (MINSAL, 2001).En <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> suicidio se observan <strong>las</strong> siguientes ten<strong>de</strong>ncias: primero, entre <strong>los</strong> años 1999 y 2001 seexperimenta un aumento dramático <strong>de</strong> esta causa <strong>de</strong> muerte que se sitúa para la población total en un10,4 (por cada 100.000). En segundo lugar, durante todo el período estudiado, la población adolescente(10 – 19 años) se sitúa por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l promedio poblacional, mientras la tasa <strong>de</strong> suicidio entre <strong>los</strong> 20 y29 años siempre está por arriba.31Incluye acci<strong>de</strong>ntes vehiculares, homicidios, suicidios, eventos <strong>de</strong> intención no <strong>de</strong>terminada, ahogamientos y eventos que obstruyan larespiración, entre otras causas <strong>de</strong> muerte violenta.163.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Departamento <strong>de</strong> Estadísticas e Información <strong>de</strong> Salud, MINSAL, años respectivos.En tercer lugar, se mantiene la ten<strong>de</strong>ncia histórica <strong>de</strong>l marcado sesgo masculino en el suicidio, <strong>de</strong> estaforma, el 84% <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>funciones por esta causa en población joven <strong>de</strong> 20 – 29 años correspondía ahombres.Cuadro 32Mortalidad por lesiones autoinfligidas intencionalmente,según grupo <strong>de</strong> edad y sexoGrupo <strong>de</strong> edadTotalSexo10 - 19 años 20 - 29 añosDefunciones Tasa * Defunciones Tasa* Defunciones Tasa*Ambos sexos 1.654 10,4 124 4,3 373 15,2Hombres 1.402 17,8 98 6,7 315 25,3Mujeres 252 3,1 26 1,8 58 4,8* Tasa por 100.000 habitantesFuente: Departamento <strong>de</strong> Estadísticas e Información <strong>de</strong> Salud, MINSAL, 2003.En suma, pese a la “buena” salud <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes existe suficiente evi<strong>de</strong>ncia para consi<strong>de</strong>rar<strong>los</strong> ungrupo vulnerable. Durante esta etapa <strong>de</strong> la vida la población se expone a una serie <strong>de</strong> riesgos específicosque amenazan su bienestar sanitario inmediato, pero también en el largo plazo, ya que la buena salud enla etapa adulta está afectada en gran medida por factores que se <strong>de</strong>sarrollan en la vida temprana.164.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.A nivel <strong>de</strong> la política pública se están <strong>de</strong>sarrollando un conjunto <strong>de</strong> acciones <strong>de</strong>stinadas a la protección<strong>de</strong> la salud <strong>de</strong> la población joven, entre el<strong>las</strong> <strong>de</strong>stacan la implementación el año 2004, por parte <strong>de</strong>lMINSAL, <strong>de</strong>l Programa Nacional <strong>de</strong> Salud Adolescente, que ha <strong>de</strong>sarrollado una modalidad <strong>de</strong> atenciónespecializada para este grupo en establecimientos públicos <strong>de</strong> salud; el Plan <strong>de</strong> Educación en Sexualidady Afectividad lanzado por el MINEDUC en septiembre <strong>de</strong>l 2005 (pero es un plan que <strong>las</strong> escue<strong>las</strong>son <strong>las</strong> optan respecto a su implementación); <strong>las</strong> acciones preventivas <strong>de</strong> CONASIDA en el plano <strong>de</strong><strong>las</strong> enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> transmisión sexual, <strong>las</strong> que básicamente han estado centrada en la campaña <strong>de</strong>prevención y atención a <strong>las</strong> personas que ya están infectadas; y la labor <strong>de</strong> intervención, investigación einformación <strong>de</strong> CONACE.Pese a esta preocupación por la salud juvenil expresada en acciones concretas, el trabajo <strong>de</strong>l Estadoen la materia necesita ser perfeccionado y ampliado. Por un lado, es necesario ocuparse <strong>de</strong> <strong>los</strong> riesgossanitarios <strong>de</strong> la juventud en su conjunto y no sólo concentrar la atención en la juventud temprana. Porotro lado, la política pública sanitaria <strong>de</strong>stinada a jóvenes adolece <strong>de</strong> un nivel <strong>de</strong> coordinación a<strong>de</strong>cuadoentre <strong>los</strong> actores involucrados, lo que se expresa, por ejemplo, en el cese <strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong> unamesa intersectorial <strong>de</strong> sexualidad (INJUV, SERNAM, MINEDUC, MINSAL). Por último, se observaescaso trabajo en áreas como el autocuidado y sexualidad responsable, tal como muestran <strong>los</strong> distintosindicadores <strong>de</strong>scritos anteriormente.2.4. El po<strong>de</strong>r político: Participación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en elsistema electoralAl cumplir 18 años <strong>los</strong> ciudadanos chilenos adquieren el <strong>de</strong>recho a participar <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r político a travésun trámite <strong>de</strong> inscripción voluntaria en el Servicio electoral. Esto les permite a través <strong>de</strong> voto directo,elegir libremente a sus representantes en el po<strong>de</strong>r ejecutivo, po<strong>de</strong>r legislativo y gobierno local.El grado <strong>de</strong> inclusión <strong>de</strong> <strong>los</strong> diferentes grupos <strong>de</strong> la población en el sistema electoral y su peso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>lpadrón electoral resulta <strong>de</strong>terminante en su nivel <strong>de</strong> influencia social <strong>de</strong> acuerdo a <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> <strong>de</strong>l juego<strong>de</strong>mocrático.Siguiendo una ten<strong>de</strong>ncia característica <strong>de</strong> Iberoamérica (CEPAL –OIJ, 2004), la juventud chilena es cadavez más reticente a utilizar el voto como forma <strong>de</strong> participación en el sistema político.Al analizar la evolución <strong>de</strong>l padrón electoral juvenil, es <strong>de</strong>cir, el número <strong>de</strong> jóvenes inscritos en el ServicioElectoral para cada elección, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> ochenta hasta el año 2004, se advierte unadramática caída en el número <strong>de</strong> jóvenes mayores <strong>de</strong> 18 años que participan en <strong>los</strong> comicios electorales.165.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Estadísticas Servicio Electoral, 2005.Cuadro 33Evolución padrón electoral juvenilJóvenes 18 – 29 años.AñoTotal 18 – 29 inscritos1988 2.676.8781989 2.526.8721992 2.348.0991993 2.310.6601996 1.798.2741997 1.605.2321999 1.297.8212000 1.177.9612001 1.051.3682004 714.9562005 797.991Fuente: Estadísticas Servicio Electoral, 2005.Cabe <strong>de</strong>stacar, que hubo un incremento <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> personas inscritas en <strong>los</strong> registros electoralespara <strong>las</strong> elecciones presi<strong>de</strong>ncial y parlamentaria <strong>de</strong> diciembre 2005, que permitió por primera vez en 17años, revertir la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>creciente <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> electores jóvenes.166.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Entre <strong>los</strong> meses <strong>de</strong> abril y septiembre <strong>de</strong>l año 2005, se inscribieron <strong>los</strong> registros electorales 537.409personas, <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales un 47% eran jóvenes menores <strong>de</strong> 30 años, lo que equivale a más <strong>de</strong> 250.000personas.La distribución <strong>de</strong> <strong>los</strong> nuevos inscritos jóvenes según edad sugiere que la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> inscribirse paravotar – que se ha ido <strong>de</strong>splazando hacia mayores eda<strong>de</strong>s - ocurre mayoritariamente entre <strong>los</strong> 20 y <strong>los</strong> 24años, en concordancia con análisis previos <strong>de</strong> <strong>los</strong> nuevos inscritos para elecciones entre <strong>los</strong> años 1988 y2000 (INJUV –IDEA, 2004). A<strong>de</strong>más, se advierte una mo<strong>de</strong>rada mayor presencia femenina.Cuadro 34Personas jóvenes inscritas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> abril a septiembre 2005 en <strong>los</strong> registros electoralesnº %18 - 19 años 78.647 31%20 - 24 años 107.035 42%25 - 29 años 68.323 27%Hombres 118.484 47%Mujeres 135.521 53%Total 254.005 100%Fuente: Estadísticas Servicio Electoral, 2005.Pese a lo anterior, la ten<strong>de</strong>ncia clara es un drástico <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la población joven con <strong>de</strong>recho a voto. Deacuerdo a <strong>las</strong> Encuestas Nacionales <strong>de</strong> Juventud, el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes (mayores <strong>de</strong> 18 años) inscritospara votar cae <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 58% a un 27% entre <strong>los</strong> años 1997 y 2003, es <strong>de</strong>cir, más <strong>de</strong> 2 millones <strong>de</strong> jóvenescon <strong>de</strong>recho a voto están fuera <strong>de</strong> <strong>los</strong> registros electorales. Fuente: Encuestas Nacionales <strong>de</strong> Juventud, INJUV, años respectivos.167.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


La baja inscripción electoral es transversal en la población joven, no obstante, el nivel <strong>de</strong> inscripciónes relativamente mayor en aquel<strong>los</strong> jóvenes que provienen <strong>de</strong> hogares en que el sostenedor tiene máseducación, es <strong>de</strong>cir, se trata <strong>de</strong> jóvenes suficientemente educados para saber que el acto <strong>de</strong> votar entregaa cada ciudadano un po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> influencia social insustituible, por lo tanto, la caída en la participaciónelectoral juvenil va acompañada <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> elitización.Fuente: Encuestas Nacionales <strong>de</strong> Juventud, INJUV, años respectivos.Como consecuencia, en la última década, el peso relativo <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la poblaciónvotante ha caído sostenidamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un 30% la elección municipal <strong>de</strong>l año 1992 hasta un 9% en laelección municipal <strong>de</strong>l año 2004, y sube a un 10% para la elección presi<strong>de</strong>ncial y parlamentaria 2005,posiblemente <strong>de</strong>bido a que <strong>las</strong> elecciones <strong>de</strong> presi<strong>de</strong>nte tien<strong>de</strong>n a generar más interés ciudadano otrostipo <strong>de</strong> elección.168.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. Fuente: Estadísticas Servicio Electoral, 2005.El peso <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes al interior <strong>de</strong> la población electoral presenta importantes diferencias interregionales.Las regiones <strong>de</strong> Aisén, Magallanes y Tarapacá son don<strong>de</strong> se registra por una lado, mayor presencia juvenilen el electorado, y por otro, mayores diferencias entre <strong>los</strong> porcentajes <strong>de</strong> hombres y mujeres.Al contrario, <strong>las</strong> regiones <strong>de</strong> Coquimbo, Metropolitana y <strong>de</strong> Atacama exhiben <strong>los</strong> niveles más bajos <strong>de</strong>presencia electoral juvenil <strong>de</strong>l país.Cuadro 35Peso jóvenes 18 a 29 años en la población electoral según sexo y regiónRegión Hombres Mujeres TotalRegión Aisén <strong>de</strong>l General Car<strong>los</strong> Ibáñez <strong>de</strong>l Campo 21,1% 14,2% 17,9%Región <strong>de</strong> Magallanes y <strong>de</strong> La Antartica Chilena 21,9% 9,0% 16,2%Región <strong>de</strong> Tarapacá 16,4% 10,4% 13,5%Región <strong>de</strong> Los Lagos 12,0% 10,5% 11,2%Región <strong>de</strong> La Araucanía 11,8% 10,7% 11,2%Región <strong>de</strong>l Bío-Bío 11,1% 10,3% 10,7%Región <strong>de</strong>l Maule 10,5% 10,5% 10,5%Región <strong>de</strong> Antofagasta 11,1% 8,4% 9,7%Región <strong>de</strong> Valparaíso 11,1% 8,5% 9,7%Región <strong>de</strong>l General Bernardo O’Higgins 9,6% 9,6% 9,6%Región <strong>de</strong> Atacama 9,0% 9,3% 9,1%Región Metropolitana <strong>de</strong> Santiago 9,0% 7,6% 8,3%Región <strong>de</strong> Coquimbo 8,2% 7,8% 8,0%TOTAL 10,6% 8,9% 9,7%Fuente: Estadísticas Servicio Electoral, 2005.169.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Ésta resistencia a votar por parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes se asocia a profundas transformaciones socioculturalesque caracterizan al Chile contemporáneo, y a un conjunto <strong>de</strong> representaciones negativas <strong>de</strong> la políticaampliamente difundidas, fenómenos que serán analizados en <strong>de</strong>talle en el siguiente capítulo <strong>de</strong>l presenteinforme.De todas formas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista procedimental cabe preguntarse en que medida el voto comoinstrumento <strong>de</strong> participación constituye un <strong>de</strong>recho garantizado. En este sentido, el sistema electoralchileno claramente no ofrece todas <strong>las</strong> facilida<strong>de</strong>s para que <strong>los</strong> ciudadanos mayores <strong>de</strong> 18 años entren aformar parte <strong>de</strong> la población votante 32 .En primer lugar, quien <strong>de</strong>see votar <strong>de</strong>be pasar por un trámite <strong>de</strong> inscripción visitando una oficina queatien<strong>de</strong> en horarios limitados y que cierra 90 días antes <strong>de</strong> <strong>las</strong> elecciones, es <strong>de</strong>cir, hay limitaciones <strong>de</strong>carácter administrativo que <strong>de</strong>sincentivan el voto. De hecho, <strong>de</strong> acuerdo a la Cuarta Encuesta Nacional<strong>de</strong> Juventud, <strong>las</strong> complicaciones asociadas al trámite <strong>de</strong> inscripción en <strong>los</strong> registros electorales sonresponsables <strong>de</strong>l 23% <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos <strong>de</strong> abstención electoral. A<strong>de</strong>más la disposición a inscribirse para votar(48%) duplica a la inscripción efectiva.En segundo lugar, el sistema electoral chileno, asocia el voto a reesfuerzos negativos. La obligación <strong>de</strong>votar <strong>de</strong> por vida asociada a sanciones – y no a incentivos - resulta inconsistente con una cultura juvenilcontemporánea caracterizada entre otros aspectos, por una búsqueda autónoma <strong>de</strong> la realización personalque rechaza <strong>las</strong> obligaciones. En el fondo, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que, la sociedad castiga a <strong>los</strong> inscritos que novotan, y no premia a <strong>los</strong> que si lo hacen.En tercer lugar, el sistema electoral binominal <strong>de</strong>sincentiva la diversidad <strong>de</strong> la oferta política, atentandocontra <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> encontrar movimientos políticos que <strong>los</strong> representen.Esto se suma a la inexistencia <strong>de</strong> mecanismos que permitan canalizar a través <strong>de</strong>l voto, <strong>las</strong> opciones <strong>de</strong>rechazo a <strong>las</strong> ofertas disponibles en una <strong>de</strong>terminada elección.Tanto el sistema binominal como la imposibilidad <strong>de</strong> expresar rechazo a <strong>las</strong> alternativas a través <strong>de</strong>lvoto, resultan especialmente ina<strong>de</strong>cuados en un escenario - como se verá más a<strong>de</strong>lante – <strong>de</strong> una crisis <strong>de</strong>representación política juvenil <strong>de</strong> tal magnitud, que hacia fines <strong>de</strong>l año 2003 sólo un 15% se i<strong>de</strong>ntificabacon algún partido político.Por último, <strong>de</strong> mantenerse la abstención electoral juvenil, en el mediano plazo éstos podrían estarprácticamente extinguidos <strong>de</strong> la población electoral. El efecto <strong>de</strong> esta situación no se reduce a la pérdida<strong>de</strong> influencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas generaciones ni a un padrón electoral envejecido. La consecuencia másprofunda es que el mismo sistema <strong>de</strong>mocrático vea amenazada su legitimidad.170.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.La forma más efectiva <strong>de</strong> revertir esta situación y <strong>de</strong> hacer <strong>de</strong>l voto un <strong>de</strong>recho garantizado, es sin lugara dudas, la instalación <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> inscripción automática en <strong>los</strong> registros electorales.3. Integración micro socialLa integración a la sociedad no se agota en la inclusión a <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s esferas funcionales <strong>de</strong>scritasanteriormente, sino que pasa también por la inclusión en esferas micro sociales en que se actualizanvíncu<strong>los</strong> tales como la familia, <strong>los</strong> grupos <strong>de</strong> pares, o <strong>las</strong> asociaciones.La integración microsocial - <strong>de</strong>nominada por algunos autores como “participación social” - juega unpapel fundamental, no solo a nivel <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo personal, sino que resulta <strong>de</strong>terminante en el acceso arecursos que promueven el bienestar social.En el siguiente análisis se distinguen dos niveles <strong>de</strong> la integración microsocial, por un lado, laparticipación juvenil en espacios <strong>de</strong> sociabilidad, y por otro lado, la participación juvenil en espacios <strong>de</strong>asociatividad.3.1. Participación juvenil en espacios <strong>de</strong> sociabilidadLa participación en espacios <strong>de</strong> sociabilidad se refiere a la inclusión en la esfera íntima compuesta por lafamilia, la pareja y <strong>los</strong> amigos.Estos espacios <strong>de</strong> sociabilidad se caracterizan por víncu<strong>los</strong> entre individuos que se dan en forma espontáneay que no están mediados por propósitos específicos. Estos espacios se <strong>de</strong>sarrollan en la cotidianeidad, enre<strong>de</strong>s más o menos estables dotadas <strong>de</strong> significados con un grado importante <strong>de</strong> permanencia.La sociedad chilena se ha caracterizado históricamente por la fortaleza y <strong>de</strong>nsidad que adquieren <strong>las</strong>relaciones que se dan entre conocidos, y este rasgo se refleja en la integración microsocial <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes, quienes claramente dan prioridad a la participación en espacios <strong>de</strong> sociabilidad natural.Según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> la juventud, - a nivel subjetivo - tres <strong>de</strong> cada cuatro jóvenesconsi<strong>de</strong>ra a la familia su compromiso más importante y ésta opera como una red <strong>de</strong> apoyo tan importantecomo lo son <strong>los</strong> amigos cercanos (INJUV, 20003).32Durante <strong>de</strong>l año 2004 se discutió en el congreso un proyecto <strong>de</strong> ley que establecía un sistema <strong>de</strong> inscripción automática en <strong>los</strong> registroselectorales que no fue aprobado y solo aprobó una mo<strong>de</strong>sta reforma que aumentó el horario <strong>de</strong> atención <strong>de</strong> <strong>las</strong> oficinas <strong>de</strong> inscripciónelectoral.171.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.La participación en espacios <strong>de</strong> sociabilidad parece ocupar parte importante <strong>de</strong>l tiempo libre <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes, <strong>de</strong> hecho, el compartir con la familia y con amigos resultaron sus activida<strong>de</strong>s más frecuentesdurante el último fin <strong>de</strong> semana, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> escuchar música o ver televisión.El compartir con la familia y con amigos aparece como una actividad prioritaria <strong>de</strong>l tiempo libre durantetoda la juventud, mientras que el pasar tiempo con la pareja – otra instancia <strong>de</strong> sociabilidad – cobraimportancia <strong>de</strong> forma gradual.Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.172.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Un 76% <strong>de</strong>clara tener un grupo <strong>de</strong> amigos con quienes se reúne frecuentemente. El establecimiento <strong>de</strong>víncu<strong>los</strong> cotidianos <strong>de</strong> amistad resulta más probable en <strong>los</strong> hombres y en jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómicoalto, y <strong>de</strong>crece a lo largo <strong>de</strong> la juventud, sin embargo, nunca <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser importante. Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.El barrio (52%) y <strong>los</strong> colegios (46%) constituyen <strong>los</strong> principales lugares en que la juventud establecevíncu<strong>los</strong> <strong>de</strong> amistad, este hecho implica que la amistad se da por lo general entre personas que compartenun origen común y, por lo tanto, la integración microsocial seguiría pautas <strong>de</strong> segregación socioeconómicay territorial que contribuyen a la reproducción <strong>de</strong> <strong>las</strong> inequida<strong>de</strong>s sociales.Por último, el lugar <strong>de</strong> preferencia para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> víncu<strong>los</strong> <strong>de</strong> amistad son <strong>los</strong> espacios privadospropios <strong>de</strong> la familia, en efecto, un 82% <strong>de</strong>clara reunirse con sus amigos generalmente en domiciliosparticulares.Las relaciones <strong>de</strong> pareja constituyen víncu<strong>los</strong> <strong>de</strong> sociabilidad que adquieren una importancia creciente alo largo <strong>de</strong> la juventud. En general más <strong>de</strong> la mitad (56%) está en algún tipo <strong>de</strong> relación <strong>de</strong> pareja, siendoel “pololeo” el modo más común. Hasta <strong>los</strong> 19 años el emparejamiento llega a un 40%, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> 20años en a<strong>de</strong>lante alcanza a dos tercios (INJUV, 2003).173.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.3.2. Participación juvenil en espacios <strong>de</strong> asociatividadLa participación en espacios <strong>de</strong> asociatividad, se refiere a lazos que se dan entre <strong>de</strong>sconocidos que seasocian en forma espontánea en organizaciones mediadas por objetivos y tareas comunes. Este tipo <strong>de</strong>relaciones sociales, persigue la obtención <strong>de</strong> beneficios económicos, sociales, culturales o políticos para<strong>los</strong> participantes, la comunidad o la sociedad en general y se basa en la confianza y en la cooperación.La importancia <strong>de</strong>l capital asociativo resi<strong>de</strong> en que permite a <strong>las</strong> personas y colectivida<strong>de</strong>s superar<strong>de</strong>terminismos estructurales y colabora a que <strong>las</strong> personas, a partir <strong>de</strong> su participación en organizacioneso colectivos, puedan modificar o intervenir sobre sus condiciones sociales y <strong>de</strong> vida (INJUV – CIDPA,2004).La asociatividad implica una modalidad <strong>de</strong> vínculo social más exigente e improbable que <strong>los</strong> lazos <strong>de</strong>sociabilidad, puesto que requiere <strong>de</strong> la disposición a establecer víncu<strong>los</strong> con extraños, con quienes no secomparte un origen común, sobre la base <strong>de</strong> una ética <strong>de</strong> la responsabilidad individual.En contraste con países <strong>de</strong>sarrollados, Chile posee umbrales <strong>de</strong> confianza social muy bajos, que resiententoda la estructura <strong>de</strong> relación con extraños y que resultan en la <strong>de</strong>bilidad asociativa característica <strong>de</strong>la sociedad Chilena (Valenzuela, 2000). En este contexto no resulta sorpren<strong>de</strong>nte que la inclusión eninstancias asociativas no sea una prioridad para la juventud chilena.174.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.Según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, al ser consultados respecto <strong>de</strong> sus activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>preferencia en el tiempo libre, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes se inclinan por el escuchar radio o música (58%), estarcon la familia (42%) y el salir o conversar con amigos (36%), mientras que solo un 4% seleccionó laparticipación en alguna organización. La participación en instancias asociativas tampoco ocupa un lugarrelevante en <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s que efectivamente realizan en su tiempo libre y la falta <strong>de</strong> interés (41 %) esel motivo más frecuente para abstenerse <strong>de</strong> establecer víncu<strong>los</strong> asociativos.Sin que se observen variaciones importantes en la última década, hacia fines <strong>de</strong>l año 2003 cerca <strong>de</strong> lamitad <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (48%) participaba en alguna organización, mientras que un 29% participó enel pasado y un 24% nunca había participado.La probabilidad <strong>de</strong> participar activamente en una organización resulta significativamente más baja en <strong>las</strong>mujeres jóvenes, es inversamente proporcional a la edad <strong>de</strong>l joven y directamente proporcional a su nivelsocioeconómico. Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.Siguiendo una ten<strong>de</strong>ncia que ha caracterizado a la región en <strong>los</strong> últimos años, el tipo <strong>de</strong> organizacionesque concentran la participación juvenil son <strong>las</strong> <strong>de</strong>portivas (21%) y, pese a <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> secularización,<strong>las</strong> religiosas (14%).La participación en organizaciones <strong>de</strong>portivas es eminentemente masculina (34% en <strong>los</strong> hombres v/s 8%en <strong>las</strong> mujeres), mientras que <strong>las</strong> organizaciones religiosas tienen a atraer más a <strong>las</strong> mujeres.175.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


La introducción <strong>de</strong> nuevas tecnologías <strong>de</strong> información ha permitido el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuevas formas <strong>de</strong>organización tales como <strong>los</strong> grupos virtuales o <strong>de</strong> chat, <strong>los</strong> que adquieren cada vez más importancia entre<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes más acomodados (24%).Por último, <strong>las</strong> organizaciones relacionadas con la política o el po<strong>de</strong>r, tales como partidos políticoso centros <strong>de</strong> alumnos y con el trabajo voluntario solo ocupan un lugar marginal en <strong>las</strong> preferenciasjuveniles.Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.Si bien no contamos con estudios sistemáticos respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> motivaciones que llevan a personas jóvenesa asociarse, se pue<strong>de</strong> hipotetizar, a partir <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> organizaciones que concentran la mayor participaciónjuvenil, que la motivación para establecer este tipo <strong>de</strong> “vínculo con extraños” pasa más bien por larecreación y la búsqueda <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo personal que otras cosas. Esta i<strong>de</strong>a – como veremos más a<strong>de</strong>lante– no resulta inconsistente con la ten<strong>de</strong>ncia a la individuación <strong>de</strong> la cultura juvenil contemporánea.De ser correcto este argumento, <strong>de</strong>be <strong>de</strong>scartarse la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la “participación social” juvenil puedaoperar como una especie <strong>de</strong> sustituto <strong>de</strong> su baja participación electoral, pues no existe evi<strong>de</strong>ncia quesostenga la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que sus víncu<strong>los</strong> asociativos estén incrementando sus cuotas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r político einfluencia social.176.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.4. Juventud y <strong>de</strong>lito: participación y victimización juvenilComo se pudo ver, la integración <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes a <strong>las</strong> diferentes esferas, en una sociedad intensamente<strong>de</strong>sigual como Chile, presenta diversas limitaciones que acarrean profundos impactos en <strong>las</strong> trayectorias<strong>de</strong> vida, don<strong>de</strong>, en situaciones <strong>de</strong> extrema <strong>de</strong>sintegración, pue<strong>de</strong>n llevar a algunos sujetos a <strong>de</strong>sarrollaracciones – u omisiones - que atentan contra <strong>las</strong> leyes que rigen la convivencia social, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>lito ocrimen.En una sociedad crecientemente compleja como la chilena es posible distinguir diversos tipos <strong>de</strong> crimen(crimen corporativo 33 , crimen organizado 34 , crimen <strong>de</strong> cuello blanco 35 , crimen político 36 ), que involucrana distintos tipos <strong>de</strong> actores, sin embargo, por su espectacularidad, gravedad, violencia o frecuencia, sonel conjunto <strong>de</strong> actos ilícitos que componen el “crimen <strong>de</strong> la calle” <strong>los</strong> que generan mayor preocupación ytemor en la sociedad en general, <strong>de</strong> hecho, este tipo <strong>de</strong> crimen es el centro <strong>de</strong> toda la discusión respecto<strong>de</strong> la seguridad ciudadana.El crimen callejero, ha sido conceptualizado por el Ministerio <strong>de</strong>l Interior como “<strong>de</strong>litos <strong>de</strong> mayorconnotación social” (DMCS) e incluye robo con violencia, robo con fuerza en <strong>las</strong> cosas, lesiones,violación homicidio y hurto (División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, Ministerio <strong>de</strong> Interior, 2004a), y por logeneral, es el tipo <strong>de</strong> ilícito que involucra a hombres jóvenes en condiciones <strong>de</strong> marginalidad social.A continuación se presentará un diagnóstico, por un lado, <strong>de</strong> la participación juvenil en el crimen callejero,y por otro lado, se <strong>de</strong>scribirá en qué medida <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes son víctimas <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> ilícitos.4.1. Una estimación <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> jóvenes en <strong>de</strong>litosLa evi<strong>de</strong>ncia disponible sugiere que en Chile, en <strong>las</strong> últimas décadas, la <strong>de</strong>lincuencia (crimen callejero)ha experimentado un aumento, especialmente en aquel<strong>los</strong> <strong>de</strong>litos <strong>de</strong> motivación económica (hurto,robo con fuerza, robo con violencia, trafico <strong>de</strong> drogas) (División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, Ministerio <strong>de</strong>Interior, 2004b) y la importancia <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> jóvenes en estos hechos <strong>de</strong>lictuales es un hechoque no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocer.Tomando como indicador <strong>las</strong> <strong>de</strong>tenciones realizadas por Carabineros <strong>de</strong> Chile e Investigaciones 37 , <strong>de</strong>acuerdo a registros <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Interior, se observa que gran parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>tenidos por DMCS sonmenores <strong>de</strong> 30 años con un claro sesgo masculino, y con bajos niveles <strong>de</strong> educación.La edad promedio <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>tenidos por <strong>de</strong>litos contra <strong>las</strong> personas entre <strong>los</strong> años 1999 y 2002 era <strong>de</strong> 2833Actos ilícitos cometidos que incrementan la participación o el lucro tales como <strong>de</strong>litos tributarios, violaciones a la ley laboral, venta <strong>de</strong>productos que ponen en riesgo la salud <strong>de</strong> la población, etc.34Se refiere a mafias <strong>de</strong>dicadas al comercio sexual, apuestas ilegales, drogas ilícitas, lavado <strong>de</strong> dinero, etc.35Utilización <strong>de</strong> una posición <strong>de</strong> confianza para el propio enriquecimiento.36Que es realizado por el Estado o en contra <strong>de</strong>l Estado.37Teniendo en cuenta que se trata <strong>de</strong> un indicador limitado, entre otros motivos porque se trata en algunos casos <strong>de</strong> presunción <strong>de</strong> <strong>de</strong>lito177.y está influenciado por <strong>las</strong> priorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l trabajo policial.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


años, con una mayor participación en <strong>los</strong> tramos <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 18 – 24 y 25 a 34. En el año 2002, en el caso<strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>litos contra la propiedad, la edad promedio <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>tenidos bor<strong>de</strong>aba <strong>los</strong> 26 años. Fuente: División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, Ministerio <strong>de</strong> Interior, 2004a Fuente: División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, Ministerio <strong>de</strong> Interior, 2004aPor otra parte, un estudio reciente (Fundación Paz Ciudadana, 2005) muestra que <strong>de</strong>l total ingresos <strong>de</strong>menores 38 <strong>de</strong> edad a una comisaría por Carabineros <strong>de</strong> Chile en la Región Metropolitana, entre <strong>los</strong> años178.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3.2001 y 2004, un 76,6% se <strong>de</strong>bía a infracciones <strong>de</strong> ley, mientras que un 21, 4% se <strong>de</strong>bía a vulneración <strong>de</strong><strong>de</strong>rechos 39 .Dicho estudio muestra que la infracción a la ley más común para el ingreso <strong>de</strong> menores a <strong>las</strong> comisaríases el robo (24%), seguido <strong>de</strong>l hurto (21%).Fuente: Fundación Paz Ciudadana, 2005A<strong>de</strong>más, la edad promedio <strong>de</strong>l menor ingresado es <strong>de</strong> 15,4 años en el caso <strong>de</strong> la infracciones y <strong>de</strong> 12,6años en el caso <strong>de</strong> la vulneración <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, y al igual que en tramos superiores <strong>de</strong> edad, se da una claropredominio <strong>de</strong> hombres.Cuadro 36Ingresos <strong>de</strong> menores a comisarías años 2001 - 2004 en la Región Metropolitana según edad ysexoMotivo <strong>de</strong> ingreso Edad Promedio % <strong>de</strong> hombresInfractor 15,4 años 87%Vulnerado 12,6 años 59%Total 14,8 años 81%Fuente: Fundación Paz Ciudadana, 200538Niños, niñas y jóvenes menores <strong>de</strong> edad.39Cifras consistentes con <strong>las</strong> cifras <strong>de</strong> aprensión <strong>de</strong> menores <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Justicia <strong>de</strong>l año 2000.179.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


4.2. Victimización y temor a la <strong>de</strong>lincuencia en jóvenesA<strong>de</strong>más <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar en qué medida la población joven comete <strong>de</strong>litos, es necesario tener en cuenta queparte importante <strong>de</strong> <strong>las</strong> victimas <strong>de</strong> <strong>de</strong>litos son efectivamente jóvenes.En efecto, <strong>de</strong> acuerdo a cifras <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong>l Interior (2003), en términos <strong>de</strong> <strong>de</strong>litos contra <strong>las</strong> personas,es entre personas entre 18 y 24 años, que se registran <strong>las</strong> mayores tasas <strong>de</strong> victimización tanto para <strong>los</strong>“robos con violencia” (15,5) como para <strong>las</strong> “lesiones” (4,1).Cuadro 37Tasa <strong>de</strong> victimización <strong>de</strong> <strong>de</strong>litos contra <strong>las</strong> personas según edad,Gran Santiago 2001 (tasa x 100)EdadAl menos 1 Robo conAbuso /Lesionesen grupos victimización violencia<strong>de</strong>lito sexual18 - 24 16,3 15,5 4,1 0,225 - 34 13,6 12,7 3,0 0,735 - 44 12,5 10,8 3,5 0,545 - 54 7,9 6,1 1,9 1,355 - 64 6,8 5,9 1,9 0,165 y + 6,3 6,1 1,4 0Fuente: División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, Ministerio <strong>de</strong> Interior, 2004aPor otro lado, en la Encuesta Nacional Urbana <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, aplicada el año 2003 a unapoblación <strong>de</strong> 15 años y más, el 31% <strong>de</strong> <strong>los</strong> entrevistados <strong>de</strong>claró personalmente haber sido víctima <strong>de</strong>al menos un <strong>de</strong>lito (robo o hurto <strong>de</strong> vehículo, robo o hurto <strong>de</strong> objetos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> vehículo, robo con fuerza,robo por sorpresa, robo con violencia, hurto, lesiones, <strong>de</strong>lito económico o corrupción), sin embargo, en<strong>las</strong> generaciones más jóvenes, especialmente entre quienes se tienen entre 20 y 29 años, este nivel <strong>de</strong>victimización tien<strong>de</strong> a aumentar (División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, Ministerio <strong>de</strong> Interior 2004c).180.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. Fuente: División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, Ministerio <strong>de</strong> Interior, 2004c.Mientras que, en una estimación similar, la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud 40 , sitúa la victimizaciónpara población <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s 15 a 29 en un 33%.Hacia fines <strong>de</strong>l año 2003, el hurto <strong>de</strong> objetos personales era el que más afectaba a la población joven,especialmente a <strong>las</strong> mujeres, a medida que sube el nivel socioeconómicos y en zonas urbanas.Cabe <strong>de</strong>stacar que <strong>los</strong> distintos tipo <strong>de</strong> robo tien<strong>de</strong>n a afectar más a jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómico altoy resi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> zonas urbanas. Mientras que el robo con violencia y <strong>las</strong> lesiones resultan más comunesen hombres.Cuadro 38Porcentaje <strong>de</strong> víctimas jóvenes <strong>de</strong> alguno <strong>de</strong> <strong>los</strong> siguientes <strong>de</strong>litos durante el último año segúnsexo, nivel socioeconómico y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia (pregunta es <strong>de</strong> respuesta múltiple)DelitoSexo NSE Zona TotalHombre Mujer Alto Medio Bajo Urbana RuralHurtos personales 13% 19% 20% 15% 10% 17% 10% 16%Robo por sorpresa 9% 13% 14% 12% 7% 12% 8% 11%Robo <strong>de</strong> objetos en casa 8% 10% 11% 9% 8% 10% 4% 9%Robo con violencia 8% 3% 5% 7% 1% 6% 1% 6%Robo o hurto <strong>de</strong> vehículo 4% 5% 6% 5% 1% 5% 1% 4%Lesiones 6% 3% 4% 4% 4% 4% 3% 4%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.40Que preguntó solamente por: robo o hurto <strong>de</strong> vehículo, robo <strong>de</strong> objetos en casa, robo por sorpresa, robo con violencia, hurtospersonales y lesiones.181.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


En el estudio <strong>de</strong> la criminalidad es posible encontrar inconsistencias entre <strong>los</strong> niveles efectivos <strong>de</strong> <strong>de</strong>lito,victimización y temor a ser víctima <strong>de</strong> un <strong>de</strong>lito, y precisamente este parece ser el caso en <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes.Pese a que comparativamente son más victimizados que el resto <strong>de</strong> la población, se ha encontrado que<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes exhiben niveles <strong>de</strong> temor similares al resto <strong>de</strong> la población, o significativamente másbajos.De hecho, <strong>de</strong> acuerdo a la Encuesta Nacional Urbana <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, que consi<strong>de</strong>ra el temorcomo la probabilidad subjetiva <strong>de</strong> ser victimizado durante el próximo año, en general <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesexhiben niveles <strong>de</strong> temor a la <strong>de</strong>lincuencia similares al resto <strong>de</strong> la población, salvo en el caso <strong>de</strong> lapoblación adolescente (15 –19 años) que teme sensiblemente menos. Fuente: División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, Ministerio <strong>de</strong> Interior, 2004c.Mientras que, estudios <strong>de</strong> victimización <strong>de</strong> la Fundación Paz Ciudadana aplicados entre <strong>los</strong> años 2003 y2005, muestran en forma consistente a través <strong>de</strong>l tiempo que mientras más joven es una persona, menosse ubica en el “nivel alto” <strong>de</strong> temor a la <strong>de</strong>lincuencia.182.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


CAPÍTULO 3. Fuente: Paz Ciudadana – Adimark GfK, 2005Dichos resultados sugieren que el temor no sólo se asocia al <strong>de</strong>lito efectivo, y se podría afirmar que es muyposible que estas diferencias <strong>de</strong> percepción se asocien a diferentes pautas en el consumo y asimilación <strong>de</strong>medios <strong>de</strong> comunicación entre el mundo juvenil y el adulto.De todas formas, específicamente al interior <strong>de</strong>l mundo juvenil, es posible observar que la mitad evitalugares como para<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> locomoción colectiva, plazas, parques y calles por temor a la <strong>de</strong>lincuencia,especialmente en el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres y jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómico alto.Cuadro 39Porcentaje <strong>de</strong> jóvenes que evita <strong>los</strong> siguientes lugares por temor a la <strong>de</strong>lincuencia según sexo ynivel socioeconómico (pregunta <strong>de</strong> respuesta múltiple).SexoNSELugares que evitaHombre Mujer Alto Medio BajoTotalPara<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> locomoción colectiva 48% 64% 62% 56% 49% 56%Plazas y parques 44% 64% 63% 52% 46% 54%La calle 42% 59% 55% 50% 48% 50%Centros <strong>de</strong>portivos 16% 25% 20% 21% 23% 21%Restoranes 18% 21% 11% 21% 28% 20%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.183.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Por último, cabe mencionar que, si bien, la preocupación por el <strong>de</strong>lito y su relación con la juventud ocupaun lugar prioritario tanto en la opinión pública como en <strong>las</strong> políticas publicas – hecho que se reflejapor ejemplo en la entrada en vigencia a partir <strong>de</strong>l año 2006 <strong>de</strong> la Nueva Ley <strong>de</strong> Responsabilidad PenalJuvenil y Adolescente -, es necesario tener en cuenta que <strong>los</strong> <strong>de</strong>litos que involucran a jóvenes, o cualquierpersona, son resultado <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> integración social – que tal como se ha mostrado en el presentecapítulo – no necesariamente permite a cada persona <strong>de</strong>sarrollarse según su potencial.184.Situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> Jóvenes


186.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Altas expectativas <strong>de</strong> integración, individualización en <strong>los</strong> proyectos <strong>de</strong>vida, relativa ausencia <strong>de</strong> conflictos intergeneracionales, <strong>de</strong>sconfianza<strong>de</strong> lo público y valoración <strong>de</strong> lo íntimo, son <strong>las</strong> claves subjetivas paracompren<strong>de</strong>r a la juventud actual.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud187.


CAPÍTULO 4.SUBJETIVIDAD JUVENIL: CLAVESPARA COMPRENDER A LA JUVENTUDCHILENA CONTEMPORÁNEAEl presente capítulo aborda<strong>las</strong> particularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong>ubjetividad juvenil atendiendo a<strong>las</strong> principales representacionesy prácticas culturales quediferencian a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes<strong>de</strong> otros grupos <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s y quepermiten compren<strong>de</strong>r elementossustanciales <strong>de</strong> la propia i<strong>de</strong>ntidadjuvenil en el discurso social.188.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.La primera sección <strong>de</strong>scribe y analiza <strong>los</strong> aspectos constitutivos <strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> la pubertad comoevento <strong>de</strong>l cuerpo que ancla la entrada <strong>de</strong> <strong>los</strong> sujetos a la adolescencia como proceso cultural. Asimismo,<strong>de</strong>scribe, por una parte, <strong>las</strong> características <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> preadolescentes como grupo <strong>de</strong> emergente visibilidady, por otra, enuncia la diversidad <strong>de</strong> salidas posibles <strong>de</strong> la condición juvenil a través <strong>de</strong> <strong>las</strong> modalida<strong>de</strong>sen que se experimenta la carga <strong>de</strong> responsabilidad en <strong>los</strong> sujetos jóvenes.La segunda sección profundiza en <strong>las</strong> representaciones <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes chilenos respecto al país y enrelación a su propio proyecto <strong>de</strong> vida. Del mismo modo, se abordan <strong>las</strong> principales particularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong>representaciones juveniles respecto al espacio privado, especialmente en torno a <strong>los</strong> significados actuales<strong>de</strong> la familia, <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> pareja, la sexualidad y <strong>los</strong> roles <strong>de</strong> género.La tercera sección estudia la dimensión <strong>de</strong> la creencia religiosa, sus representaciones y prácticas entre<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, así como <strong>las</strong> particularida<strong>de</strong>s y heterogeneidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> creencias y su relación con lainstitucionalidad religiosa.La cuarta y última sección analiza algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> principales prácticas socioculturales juveniles. Poruna parte, se aborda el consumo cultural en el marco <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> la industria cultural en elámbito público, así como <strong>las</strong> principales prácticas <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación y <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevastecnologías en el ámbito privado. Finalmente, se consi<strong>de</strong>ra y discute acerca <strong>de</strong> la participación y la relación<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes con <strong>las</strong> subculturas juveniles, <strong>de</strong>smitificando algunas imágenes prevalecientes en <strong>los</strong>medios <strong>de</strong> comunicación.1. Las condiciones <strong>de</strong> la subjetividad juvenil: entradas y salidas <strong>de</strong>la juventudEsta sección presenta <strong>las</strong> principales características <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones básicas que permiten articularla noción <strong>de</strong> juventud en sus elementos preliminares: <strong>las</strong> transformaciones en la esfera <strong>de</strong>l cuerpo y sussignificaciones sociales, <strong>las</strong> principales características <strong>de</strong> la adolescencia y <strong>las</strong> modalida<strong>de</strong>s sociales <strong>de</strong>concluir la juventud en tanto transición.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud189.


1.1. La entrada. Pubertad: entre un advenimiento <strong>de</strong>l cuerpo y laculturaa. Un aspecto estructuralLa juventud presenta como evento <strong>de</strong> inicio un advenimiento crucial e inevitable que anuncia el término<strong>de</strong> la infancia: la pubertad. Esta transformación que emerge <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cuerpo se articula en torno atransformaciones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n simbólico tanto en <strong>las</strong> capacida<strong>de</strong>s cognitivas como en la forma en que elsujeto se reacomoda al lazo social. Ello tiene efectos sin prece<strong>de</strong>ntes respecto a la relación con <strong>los</strong> padres,a <strong>las</strong> relaciones entre <strong>los</strong> sexos y respecto a <strong>los</strong> grupos <strong>de</strong> pares.Esta transformación constituye un aspecto estructural que adviene en todos <strong>los</strong> seres humanos en formainvariante pero cuya significación está atravesada por el discurso social y, en consecuencia, por la formaen que cada cultura atribuye a la pubertad y a sus características un particular significado. Esta asignación<strong>de</strong> ciertos sentidos presenta variaciones según el contexto histórico, social y político, así como <strong>de</strong>l énfasisque <strong>las</strong> ciencias humanas atribuyen a este sujeto. Así, se construyen imágenes que orientan <strong>los</strong> sentidosy conversaciones sociales respecto a estas transformaciones y al lugar que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes ocupan enel discurso social. En consecuencia, la cultura implica una red <strong>de</strong> significaciones que se articulan enuna lógica don<strong>de</strong> <strong>los</strong> sujetos sociales son enunciados o nominados asignándoles no sólo un lugar en eldiscurso sino también efectos, valoraciones y problemas específicos.b. La primera fase <strong>de</strong> la adolescencia: Pre-adolescencia• Las transformaciones físicas: punto crucialEn <strong>los</strong> últimos años ha existido un importante <strong>de</strong>sarrollo e investigación para compren<strong>de</strong>r mejor a unimportante grupo social que se ha diferenciado <strong>de</strong>l segmento infantil y <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes propiamentetal. Si bien <strong>los</strong> preadolescentes comparten características físicas y psicológicas diversas <strong>de</strong>bido a <strong>las</strong>transformaciones y cambios en <strong>las</strong> maduraciones físicas y neurológicas, éstas no suce<strong>de</strong>n en formasimultánea, generando heterogeneidad y diferencias individuales importantes. No obstante ello, seevi<strong>de</strong>ncian algunos aspectos psicológicos y culturales comunes.Este primer momento <strong>de</strong> la adolescencia pue<strong>de</strong> ser comprendido cronológicamente, en términosaproximativos, entre <strong>los</strong> 11 y <strong>los</strong> 14 años <strong>de</strong> edad. Los propios preadolescentes consi<strong>de</strong>ran que el periodocrítico <strong>de</strong> mayor quiebre y mutación en la auto<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la niñez a la juventud suce<strong>de</strong> entre <strong>los</strong>12 y <strong>los</strong> 13 años (INJUV, 2005a). Este momento coinci<strong>de</strong> con el promedio <strong>de</strong> edad que presentan <strong>las</strong>características visibles <strong>de</strong> la pubertad en nuestro país y que se ha mantenido constante en la últimadécada: 12 años y medio (Codner y otros, 2004) 1 .190.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.El momento inmediatamente anterior a esta evi<strong>de</strong>ncia ha sido <strong>de</strong>finido como la prepubertad y se caracterizapor una serie <strong>de</strong> transformaciones biológicas y neurológicas que antece<strong>de</strong>n <strong>los</strong> cambios psicológicos ysociales <strong>de</strong> la pubertad. Este momento prepuberal consiste esencialmente en el inicio <strong>de</strong> <strong>las</strong> modificaciones<strong>de</strong>l cuerpo infantil y <strong>de</strong> importantes transformaciones <strong>de</strong> la personalidad prototípica <strong>de</strong>l niño.La pubertad propiamente tal constituye un hito ineludible e irreversible en la experiencia humana yestá referido a un conjunto <strong>de</strong> cambios biológicos, físicos y neurológicos. A nivel físico se encuentra lamaduración gonadal que permite el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>los</strong> caracteres sexuales primarios (testícu<strong>los</strong> y ovarios)y secundarios. Estos cambios imprimen un sello inequívoco y diferente a la infancia, cual es, la capacidadpara reproducirse y <strong>de</strong> relacionarse sexualmente en términos genitales.El inicio <strong>de</strong> la pubertad tiene indicadores precisos, que para <strong>las</strong> mujeres se asocia a la menarquia, es <strong>de</strong>cir,la primera menstruación, y en el caso <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres con la aparición <strong>de</strong>l vello púbico y la capacidad <strong>de</strong>eyacular. A estas transformaciones se asocian otras modificaciones físicas (distribución <strong>de</strong> la musculaturay grasa corporal, aumento <strong>de</strong> la estatura, cambios en la voz, etc.) .En este contexto emerge el impulso sexual orientado a rearticular <strong>las</strong> relaciones con <strong>los</strong> otros y a situar ala sexualidad en el primer plano <strong>de</strong> <strong>las</strong> preocupaciones en <strong>las</strong> relaciones entre <strong>los</strong> sexos.En términos afectivos, estas transformaciones implican una modificación <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong> estabilida<strong>de</strong>mocional <strong>de</strong>l niño. En efecto, el encuentro con la pubertad inci<strong>de</strong> en la continuidad, proporcionalidad,variabilidad e intensidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> emociones. Así, el púber aparece más lábil, cambiante e intenso, o bienmás inhibido, retraído y ausente. Este proceso genera tensión ante sí mismo pero también incertidumbreen el entorno inmediato y en la imagen social <strong>de</strong> este momento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo humano.Adicionalmente, esta emocionabilidad es consistente con el proceso <strong>de</strong> autoconocimiento que el púberexperimenta ante este encuentro con sus transformaciones <strong>de</strong>nominado “egocentrismo puberal”, el cualconsiste en la hipercentralidad <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong> sí mismo en <strong>las</strong> relaciones familiares, sociales y entre <strong>los</strong>sexos. En consecuencia, busca conocerse en la imagen que se proyecta hacia otros y a partir <strong>de</strong> esto situarun modo <strong>de</strong> vinculación que establezca continuidad en la relación consigo mismo.La presencia <strong>de</strong> fenómenos tales como la fábula personal y la audiencia imaginaria constituyen unaexpresión manifiesta <strong>de</strong> la relevancia <strong>de</strong> la fantasía en este momento. Las relaciones familiares, larearticulación <strong>de</strong> la red social y la aparición <strong>de</strong> la centralidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones entre <strong>los</strong> sexos, incluyendola sexualidad misma, se enmarcan en este proceso <strong>de</strong> resignificación <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> sí.En estas relaciones sociales pue<strong>de</strong>n aparecer eventualmente rasgos <strong>de</strong> utilitarismo y ausencia <strong>de</strong> empatía,aspectos que constituyen más bien un efecto <strong>de</strong>l proceso general y no un problema <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n ético o moral.1Pese a mantenerse esta ten<strong>de</strong>ncia en relación a la menarquia o primera menstruación femenina, evento conclusivo <strong>de</strong> la pubertad, laaparición <strong>de</strong> primer botón mamario se ha a<strong>de</strong>lantado en un año y medio durante la última década. Este a<strong>de</strong>lantamiento se asocia en <strong>las</strong>socieda<strong>de</strong>s en <strong>de</strong>sarrollo al aumento <strong>de</strong> la obesidad en la población infantil.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud191.


• Pre-adolescencia y subjetividadEn este momento <strong>de</strong> acelerado <strong>de</strong>sarrollo biológico <strong>los</strong> preadolescentes perciben cambios cruciales en suexperiencia vital: la sensación <strong>de</strong> asumir más responsabilida<strong>de</strong>s que en <strong>los</strong> años <strong>de</strong> infancia, la capacidad<strong>de</strong> reflexionar respecto a la acción y la conciencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios corporales. Entre <strong>los</strong> aspectos que másgeneran tensión en la vida cotidiana <strong>de</strong> <strong>los</strong> preadolescentes se aprecian el mayor conflicto en <strong>las</strong> relacionescon la autoridad, el disgusto <strong>de</strong> cumplir con <strong>las</strong> ór<strong>de</strong>nes emanadas por la autoridad, la indiferencia <strong>de</strong> <strong>los</strong>adultos y la aparición <strong>de</strong> nuevas interrogantes (INJUV, 2005a).Las mujeres preadolescentes presentan una mayor conciencia respecto a <strong>los</strong> cambios corporales, aspectoque se asocia, por una parte, a la anticipación <strong>de</strong> estas transformaciones respecto a <strong>los</strong> varones, y, por otra,esencialmente por el peso crucial <strong>de</strong> la corporalidad en la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> sí (INJUV, 2005b).La vida familiar constituye la fuente más importante <strong>de</strong> apoyo para este segmento <strong>de</strong> la población,recurriendo sistemáticamente a <strong>los</strong> padres (89% a la madre y 69% al padre). En torno a <strong>los</strong> 14 años seinicia una evaluación negativa <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres, <strong>de</strong> manera tal que comienzan a acudir menos a el<strong>los</strong> paracompartir <strong>los</strong> propios problemas.La percepción <strong>de</strong> apoyo <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres es crucial para la autoestima y el bienestar psicológico. En presencia<strong>de</strong> adversidad familiar, <strong>los</strong> preadolescentes reportan malestar emocional y sintomatología <strong>de</strong>presiva,especialmente <strong>las</strong> preadolescentes (Cova y otros, 2005). Cabe <strong>de</strong>stacar que <strong>las</strong> mujeres preadolescentesperciben una discriminación por parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres respecto a <strong>los</strong> permisos y responsabilida<strong>de</strong>s atribuidasa el<strong>las</strong> en comparación con <strong>las</strong> asumidas por <strong>los</strong> hermanos (INJUV, 2005a).En el ámbito educacional resalta una importante disconformidad respecto al rendimiento escolar,incluso entre quienes poseen buen rendimiento. En general, existe mayor confianza en <strong>los</strong> profesorescuando se evalúa positivamente el interés, <strong>de</strong>dicación y preparación <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos. Entre <strong>las</strong> principalesdificulta<strong>de</strong>s percibidas, tres <strong>de</strong> cada cuatro estudiantes <strong>de</strong> este grupo <strong>de</strong> edad, señala la presencia <strong>de</strong> bur<strong>las</strong>y <strong>de</strong>scalificaciones (INJUV, 2005a).La participación social <strong>de</strong> <strong>los</strong> preadolescentes es diversificada en cuanto a intereses. Sin embargo, apartir <strong>de</strong> <strong>los</strong> 14 años se inicia incipientemente un proceso <strong>de</strong> disminución en la participación en gruposorganizados que han tenido hasta ese momento una importante adhesión tales como <strong>los</strong> scout, grupos<strong>de</strong>portivos, etc.Las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tiempo libre muestran con niti<strong>de</strong>z la creciente juvenilización <strong>de</strong> este grupo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong>11 a <strong>los</strong> 14 años. La progresiva importancia en el interés por activida<strong>de</strong>s tales como escuchar música,192.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.conversar con <strong>los</strong> amigos y salir a fiestas da cuenta <strong>de</strong> la introducción <strong>de</strong> temáticas propiamente juvenilesen este grupo <strong>de</strong> edad, especialmente entre <strong>las</strong> preadolescentes (Gráfico 1).Fuente: INJUV – ISPAJ 2005.La relación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> preadolescentes con <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación evi<strong>de</strong>ncia que este gruporeflexiona sobre sus gustos y preferencias televisivas incorporando la noción <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> programas,especialmente la innovación y la complejidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> contenidos. Si bien privilegian <strong>los</strong> programas <strong>de</strong>ficción, <strong>de</strong>mandan autenticidad y credibilidad en la producción <strong>de</strong> <strong>los</strong> programas televisivos (CNTV,2004).La valoración y reivindicación <strong>de</strong> la libertad aparece con mayor preeminencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> 13 años así comola presencia <strong>de</strong> incipientes elementos transgresivos, especialmente en <strong>las</strong> mujeres. Así, el crecimiento ei<strong>de</strong>ntidad juvenil está asociado a ganar mayores espacios y cuotas <strong>de</strong> autonomía (INJUV, 2005a).Respecto a la imagen país, <strong>los</strong> preadolescentes presentan una imagen consistente con aquella <strong>de</strong> <strong>los</strong>mayores <strong>de</strong> 15 años: un país “discriminador”, “injusto”, “consumista”, “c<strong>las</strong>ista” y “sin igualdad <strong>de</strong>oportunida<strong>de</strong>s” en la esfera negativa y <strong>las</strong> atribuciones <strong>de</strong> “<strong>de</strong>mocrático” y “solidario” como aspectosvalorados. A pesar <strong>de</strong> esta imagen ten<strong>de</strong>ncialmente negativa <strong>de</strong>l país, manifiestan una representaciónpositiva acerca <strong>de</strong>l futuro <strong>de</strong> Chile; incluso más optimista que <strong>los</strong> mayores <strong>de</strong> 15 años.Esta misma orientación positiva se articula a la imagen <strong>de</strong> sí mismos recalcando la perspectiva <strong>de</strong> unfuturo optimista al igual que para <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes mayores <strong>de</strong> 15. Entre <strong>los</strong> aspectos cruciales queSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud193.


mencionan para asegurar que les vaya bien en la vida <strong>de</strong>staca la importancia <strong>de</strong>l apoyo <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres yla fe en Dios.El tema <strong>de</strong> la discriminación y <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos constituye un eje <strong>de</strong> preocupación relevante. Un 40.5% sesienten discriminados por la edad, aspecto que duplica a <strong>los</strong> mayores <strong>de</strong> 15 años (INJUV, 2005a).• Temas críticos y políticas públicasEn términos generales, el interés <strong>de</strong> la política pública por este grupo resi<strong>de</strong> en su ubicación en una zona<strong>de</strong> cierta in<strong>de</strong>finición y convergencia entre <strong>las</strong> políticas <strong>de</strong> infancia y juventud, siendo necesario un mayor<strong>de</strong>bate y toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones respecto a <strong>las</strong> orientaciones políticas e intervenciones específicas dirigidasa este grupo <strong>de</strong> edad.Aquel<strong>los</strong> elementos que merecen una mayor preocupación e interés para la discusión <strong>de</strong> políticas públicasen este contexto se señalan a continuación:Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista estructural, la relevancia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>serción escolar en este momento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo.La mayor parte <strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sistema escolar suce<strong>de</strong> entre el 8 vo año básico y el 1 er año medio. Enconsecuencia, es un hito disruptivo ligado a condiciones sociales y económicas, el cual, sucesivamentees consi<strong>de</strong>rado por <strong>los</strong> mismos jóvenes como equívoco, en la expectativa <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r reinsertarse al sistemaeducativo. En otras palabras, la salida <strong>de</strong>l sistema educativo es percibida por <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes como unapérdida <strong>de</strong> capital social que colabora en el proceso <strong>de</strong> individualización (INJUV, 2005c).Asimismo, en el ámbito <strong>de</strong> la salud existen niveles preocupantes <strong>de</strong> sobrepeso y obesidad en <strong>las</strong> distintaseda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> vida. La obesidad infantil a menudo implica un a<strong>de</strong>lantamiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> signos <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong> lapubertad, lo cual tien<strong>de</strong> a generar dificulta<strong>de</strong>s en <strong>los</strong> púberes respecto a la imagen <strong>de</strong> sí y al proceso <strong>de</strong>adaptación al grupo <strong>de</strong> pares (Codner y otros, 2004).Des<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la subjetividad, emergen diversos elementos relevantes para ser consi<strong>de</strong>rados en<strong>las</strong> políticas públicas, especialmente en educación y en el ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> comunicaciones. Ciertamente, <strong>los</strong>medios <strong>de</strong> comunicación son quienes más tematizan <strong>las</strong> inquietu<strong>de</strong>s y problemas <strong>de</strong> <strong>los</strong> preadolescentessobre todo en el campo psicológico y en <strong>las</strong> estrategias <strong>de</strong> apoyo y control social familiar, escolar ypúblico.Entre <strong>las</strong> preocupaciones a abordar en <strong>las</strong> políticas públicas están: la mayor y mejor comprensión <strong>de</strong>legocentrismo puberal y <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones físicas por parte <strong>de</strong>l mundo adulto, la discriminaciónhacia este grupo <strong>de</strong>bido a su doble condición <strong>de</strong> niños / jóvenes y el tema <strong>de</strong> la burla en el sistemaescolar.194.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.1.2. Adolescenciaa. Elementos <strong>de</strong> baseLa noción <strong>de</strong> adolescencia es una construcción social <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s mo<strong>de</strong>rnas e industriales-como se observó en el capítulo 1- asociado al lugar que <strong>las</strong> ciencias sociales, especialmente la incipientepsicología asignaba al adolescente. En efecto, el adolescente aparecía como un sujeto pa<strong>de</strong>ciente <strong>de</strong>tribulaciones, sufrimientos y gran<strong>de</strong>s pasiones que <strong>de</strong>bían aquietarse con el tiempo y <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong>maduración.Actualmente, existe un relativo consenso entre <strong>los</strong> autores en or<strong>de</strong>n a consi<strong>de</strong>rar la adolescencia comoun momento íntimamente ligado a <strong>las</strong> transformaciones <strong>de</strong> la pubertad y que constituye en <strong>de</strong>finitiva unproceso importante <strong>de</strong> transformaciones sociales y culturales que se aprecian en <strong>las</strong> más diversas esferas<strong>de</strong> la vida cotidiana: la familia, la escuela, el entorno social territorial y en el campo <strong>de</strong> participación.En términos biológicos consiste en la continuidad en el crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo físico que se caracterizapor el estirón adolescente: <strong>de</strong>sarrollo óseo, muscular y respiratorio. Estos cambios no sólo involucran el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> cambios cuantitativos sino también en aspectos cualitativos tales como <strong>los</strong> discursos quediferencian a hombres y a mujeres.En términos cognitivos el adolescente se encuentra ejercitando nuevas funciones abstractas que le permitenaventurarse en el campo <strong>de</strong> la fantasía y en la ejercitación imaginaria <strong>de</strong> la conquista y acercamientosexual así como en <strong>los</strong> posibles escenarios vocacionales, entre otros. De este modo, se profundiza en elautoconocimiento en el ámbito <strong>de</strong> <strong>las</strong> orientaciones, motivaciones, intereses, capacida<strong>de</strong>s, habilida<strong>de</strong>s y<strong>de</strong>strezas, en el conocimiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> modos <strong>de</strong> emocionarse y <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r afectivamente, así como en<strong>las</strong> relaciones con <strong>los</strong> otros.En términos afectivos y sociales la adolescencia se caracteriza por ser un proceso abierto y en sintoníaplena con <strong>los</strong> discursos sociales imperantes, en consecuencia, <strong>las</strong> aspiraciones, tensiones y expectativas<strong>de</strong> <strong>los</strong> adolescentes son convergentes con <strong>las</strong> orientaciones culturales que el país manifiesta.b. Ejes <strong>de</strong> tensión en la relación bienestar / malestar en la adolescenciaUno <strong>de</strong> <strong>los</strong> procesos cruciales <strong>de</strong> la adolescencia es la constitución <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad en el marco <strong>de</strong> <strong>las</strong>transformaciones <strong>de</strong>l cuerpo, en <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> separación e individuación respecto <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres, enla mayor <strong>de</strong>limitación y relevancia <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad sexual, así como <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación consímbo<strong>los</strong> y signos <strong>de</strong> la cultura.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud195.


La construcción <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad en la adolescencia implica la interrelación entre el autoconocimiento yla interacción con <strong>los</strong> pares. En este proceso <strong>de</strong> inicio <strong>de</strong> constitución <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad juvenil se aprecianaspectos <strong>de</strong> especial relevancia para el bienestar subjetivo y su correlativo malestar, a saber:• Cambio físico, modificación <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong> sí e i<strong>de</strong>ntidad sexualLas modificaciones en la estatura, fuerza, capacidad reproductora e impulso sexual implican un proceso<strong>de</strong> integración <strong>de</strong> estos cambios en la imagen <strong>de</strong> sí mismos. Esta integración no es ajena a <strong>las</strong> expectativasy preferencias que imprimen la cultura y sus particularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> estrato y grupo social <strong>de</strong> pertenencia y<strong>de</strong> referencia. En general, se aprecia interés por <strong>los</strong> aspectos vinculados con el propio cuerpo, aspectoque en <strong>los</strong> inicios <strong>de</strong> este período predominará más que cualquier otra área <strong>de</strong>l sí mismo así como alestablecimiento <strong>de</strong> una relación estrecha entre el atractivo físico y <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> aceptación social.Se aprecia que <strong>las</strong> mujeres manifiestan mayor insatisfacción con la imagen corporal que <strong>los</strong> varones(Carretero y otros, 2000:19).La imagen <strong>de</strong>l cuerpo juvenil está atravesada por el discurso <strong>de</strong> la cultura respecto a la corporalidad, suvaloración y expectativas y, en consecuencia, está sujeto a la consi<strong>de</strong>ración actual <strong>de</strong>l cuerpo como objeto<strong>de</strong> consumo que se interrelaciona a un i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> belleza <strong>de</strong> tipo lipofóbico. La valoración <strong>de</strong> la <strong>de</strong>lga<strong>de</strong>zno sólo se relaciona con lo saludable y con la conformidad respecto al propio cuerpo sino también con <strong>las</strong>educción y el éxito, así como la estigmatización y temor <strong>de</strong> su contrario: <strong>los</strong> gordos y la gordura. Esteproceso explica la popularidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> dietas entre la juventud chilena (INJUV, 2005b).La valoración <strong>de</strong> sí mismo se entrecruza directamente con la experiencia y valor <strong>de</strong> la corporalidad, entanto en ella la relación con el otro tiene un lugar crucial para la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad.• Discriminación: entre la burla y el humorEn el ámbito escolar, pero no solamente en él, aparecen actitu<strong>de</strong>s y conductas discriminatorias entre <strong>los</strong>adolescentes que se insertan en un clima <strong>de</strong> humor pero que se traducen en prácticas <strong>de</strong> ridiculización y<strong>de</strong> burla que ocultan el carácter discriminador <strong>de</strong> éstas (Donoso y cols, 2000: 67). En otras palabras, trasla inocencia y simpatía <strong>de</strong> la broma asoma la ironía respecto a la diferencia y la agresión que marca lafalta en el otro, generando en su conjunto un efecto <strong>de</strong> malestar. La práctica <strong>de</strong>l “molestar” es una acciónque oscila <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el humor inofensivo y simpático a la discriminación propiamente tal la cual implica unmovimiento <strong>de</strong> tipo agresivo. Ambos aspectos se diferencian siempre en el campo <strong>de</strong>l lenguaje (tonos<strong>de</strong> voz, el uso <strong>de</strong> <strong>las</strong> palabras, reiteraciones, <strong>los</strong> sobrenombres, etc.) y son percibidos por quien ejerce laacción y quien la recibe. En general, el objeto privilegiado <strong>de</strong> discriminación es el cuerpo <strong>de</strong>l otro.196.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.El “matonaje” es otra <strong>de</strong> <strong>las</strong> prácticas habituales <strong>de</strong> discriminación y que consisten en la amenazamanifiesta tendiente al sometimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l otro. Estas acciones se relacionan con un efectoi<strong>de</strong>ntitario básico: la distinción entre el grupo y el individuo que se aleja <strong>de</strong> este eje. De este modo, lamáxima expresión <strong>de</strong> esta práctica discriminatoria es el aislamiento (Cerda y Toledo, 2000: 84, 85).• Apoyo social: familia y re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> amigosLa percepción <strong>de</strong> apoyo social <strong>de</strong> la familia y <strong>de</strong> <strong>los</strong> amigos es un elemento indicativo <strong>de</strong>l bienestarsubjetivo <strong>de</strong> <strong>los</strong> adolescentes. En efecto, la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud evi<strong>de</strong>ncia en <strong>los</strong>adolescentes chilenos el 24% consi<strong>de</strong>ra que para <strong>de</strong>sarrollar a<strong>de</strong>cuadamente <strong>los</strong> proyectos vitales esimportante el apoyo <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres, lo cual está por sobre el promedio <strong>de</strong> <strong>los</strong> mayores <strong>de</strong> 20 años. A suvez, cuando se les consulta acerca <strong>de</strong> con quién conversan sobre sexualidad, temas prácticos y problemasafectivos, más <strong>de</strong>l 40% <strong>de</strong> <strong>los</strong> adolescentes señalan a la madre como una fuente fundamental <strong>de</strong> apoyo.La dimensión <strong>de</strong> la percepción <strong>de</strong> apoyo ha sido consi<strong>de</strong>rada un factor importante al momento <strong>de</strong> pre<strong>de</strong>cirel bienestar psicológico <strong>de</strong> <strong>los</strong> adolescentes (Martínez y Cumsille, 1996).La percepción <strong>de</strong> apoyo social <strong>de</strong> <strong>los</strong> amigos constituye un eje crucial <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> intimidad.Así, la citada encuesta indica que en el caso <strong>de</strong> <strong>los</strong> adolescentes, la experiencia <strong>de</strong> amistad constituye ellugar <strong>de</strong> apoyo más importante en <strong>las</strong> conversaciones sobre la sexualidad y <strong>los</strong> problemas <strong>de</strong> tipo afectivo(sobre el 55%).1.3. Algunas salidas <strong>de</strong> la juventud:Al inicio se sostuvo que la juventud se inaugura con acontecimientos <strong>de</strong>l cuerpo y sus nuevassignificaciones, sin embargo, respecto al término <strong>de</strong> ella el consenso entre <strong>las</strong> ciencias sociales es escaso.Tradicionalmente se ha asociado la conclusión <strong>de</strong> la juventud como etapa al cambio en <strong>los</strong> roles socialesligados a la salida <strong>de</strong> hogar, al ingreso al mercado laboral, la conformación <strong>de</strong> una nueva familia, laconstitución <strong>de</strong> pareja y el inicio <strong>de</strong> la crianza <strong>de</strong> <strong>los</strong> hijos que se traduce en el ejercicio <strong>de</strong> roles parentales(Galland, 2001).En este marco la juventud es entendida como una transición hacia la vida adulta, la cual implica estastransformaciones en <strong>los</strong> roles tanto en la esfera pública (<strong>de</strong> estudiante a trabajador) como privada (<strong>de</strong> rolpredominante <strong>de</strong> hijo bajo la tutela <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres a rol parental y <strong>de</strong> pareja). En el imaginario colectivoopera un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e media, cual es, la sincronización en un intervalo <strong>de</strong> tiempo breve <strong>de</strong> estoscambios <strong>de</strong> roles (Galland, 2001).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud197.


Sin embargo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> <strong>los</strong> años ’70 en Europa y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> años ’90 en Chile se aprecia un cambioen <strong>los</strong> patrones sociales en el modo <strong>de</strong> abordar <strong>de</strong> <strong>las</strong> generaciones la “entrada” al mundo adulto: esteproceso ha sido <strong>de</strong>nominado <strong>de</strong>sincronización, es <strong>de</strong>cir, que estos hitos ocurren en forma relativamenteseparada temporalmente unos <strong>de</strong> otros. En otras palabras, el acceso al mercado <strong>de</strong> trabajo no se asocianecesariamente al matrimonio ni a la salida <strong>de</strong> hogar <strong>de</strong> origen, ni el matrimonio a la llegada inmediata<strong>de</strong> <strong>los</strong> hijos.A estas modificaciones en la esfera <strong>de</strong> la realidad convergen modificaciones en el accionar <strong>de</strong>l imaginariocolectivo asociado a <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> individualización el cual será tratado más a<strong>de</strong>lante 2 . El aumento <strong>de</strong><strong>las</strong> expectativas <strong>de</strong> integración social y económica se articula a <strong>los</strong> estudios terciarios, que postergan elingreso a la fuerza <strong>de</strong> trabajo, o bien cuando ya se incorpora al empleo tien<strong>de</strong> a mantener y prolongar eespacios, hábitos y esti<strong>los</strong> <strong>de</strong> vida netamente juveniles en su matriz cultural.Ambos procesos hacen más heterogéneas <strong>las</strong> trayectorias <strong>de</strong> vida haciendo posible hablar <strong>de</strong> “transiciones”a la vida adulta.a. La clave <strong>de</strong> la carga <strong>de</strong> responsabilidadEn este contexto surge la pregunta: ¿qué hito marca en forma in<strong>de</strong>leble un cambio en la subjetividadjuvenil más allá <strong>de</strong> sus diferencias socioeconómicas, territoriales y <strong>de</strong> género? La respuesta es la carga <strong>de</strong>responsabilidad, específicamente, la presencia <strong>de</strong> un hijo. En efecto, esta presencia inci<strong>de</strong> rearticulandola vida cotidiana y el horizonte imaginario, es <strong>de</strong>cir, <strong>las</strong> prácticas espacio-temporales cotidianas (tiempolibre, autonomía económica, sociabilidad) y el lazo social con la parentalidad / maternalidad. Este últimoimplica una re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> <strong>los</strong> grados <strong>de</strong> libertad reales así como también una modificación en <strong>las</strong>expectativas con un movimiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la centralidad en la intensidad y en <strong>las</strong> satisfacciones <strong>de</strong>l pololúdico <strong>de</strong> lo juvenil a mayores aspiraciones <strong>de</strong> integración a <strong>las</strong> estructuras <strong>de</strong> la sociedad (INJUV-PNUD, 2003).Esta carga <strong>de</strong> responsabilidad, sin embargo, se articula a trayectorias <strong>de</strong> vida diferenciales <strong>de</strong>pendiendo<strong>de</strong> recorrido escolar realizado y <strong>de</strong>l contexto educativo y social <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres. En este sentido, existen víasdiversificadas <strong>de</strong> <strong>las</strong> trayectorias <strong>de</strong> vida, a saber:• La prolongación <strong>de</strong>l joven lúdico: la figura <strong>de</strong>l joven adultoEn el contexto actual, el discurso social enfatiza el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la alta individualización que subraya laauto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la propia biografía <strong>de</strong> vida y, consecuentemente, la valoración <strong>de</strong> <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>sque la sociedad entrega para cumplir con sus expectativas.198.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Si bien <strong>los</strong> adolescentes presentan menos carga <strong>de</strong> responsabilidad y altos niveles <strong>de</strong> individualización,aspectos que se encarnan en la imagen <strong>de</strong>l joven lúdico, esta característica tien<strong>de</strong> a constituirse en un ícono<strong>de</strong> la cultura mo<strong>de</strong>rna: cuota menor <strong>de</strong> obligaciones y amplios grados <strong>de</strong> libertad espacial y temporal. Elloimplica un mayor tránsito y movilidad entre lugares, roles y momentos diversos. Así, un grupo <strong>de</strong> jóvenes<strong>de</strong>sarrollarán estrategias para prolongar este lugar social con bajo índice <strong>de</strong> carga <strong>de</strong> responsabilidad sea através <strong>de</strong> la permanencia en la estadía en casa <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres, postergando la crianza o bien manteniéndoseen el sistema educacional (INJUV-PNUD, 2003:39).Este grupo, en su vertiente más integradora, se caracteriza por un marcado entusiasmo en la aproximaciónal horizonte <strong>de</strong> futuro, el cual es posiblemente consi<strong>de</strong>rado en términos optimista. La mirada respecto a<strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s es amplia y abierta, mientras que la sensación <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>terminación es asimismo alta.Este grupo se sitúa posiblemente entre jóvenes <strong>de</strong> nivel medio y medio alto, con educación terciaria y queacce<strong>de</strong>n a <strong>las</strong> principales herramientas <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización. En términos laborales es un grupo que orientasu vida hacia trayectorias <strong>de</strong> tipo profesional / académica (Du Bois-Reymond et. al., 2002).En jóvenes menos entusiastas y más temerosos, con menos herramientas <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización, estaprolongación permite evitar la pérdida <strong>de</strong> beneficios que se asocian a la vida familiar, asociado a menosgasto y mantención <strong>de</strong> mejores estándares <strong>de</strong> vida que aquel<strong>los</strong> que permitirían la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nciaeconómica, acumulando capital <strong>de</strong> diverso tipo. En consecuencia, existe una postergación <strong>de</strong>l aumento<strong>de</strong> la carga <strong>de</strong> responsabilidad evitando el aumento <strong>de</strong> costos.• Joven integrado precariamenteEste joven que ha concluido sus estudios secundarios, eventualmente <strong>de</strong> tipo técnico-profesional, tien<strong>de</strong>a acce<strong>de</strong>r a empleos inestables. Pue<strong>de</strong> haber recibido alguna calificación pero en forma inespecífica, <strong>de</strong>manera tal que si bien su trayectoria implica una semicalificación, ésta es <strong>de</strong> tipo precario.La incertidumbre e inestabilidad <strong>de</strong>l empleo y <strong>los</strong> permanentes riesgos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo implican importantesniveles <strong>de</strong> inseguridad y temor que contribuyen al peso y agobio con que vive este joven su inserción enel mundo adulto.• Joven (pseudo)integrado precoz y precariamenteSe refiere a jóvenes que han abandonado el sistema escolar primario o secundario e ingresado precozmenteal mercado laboral, cuyas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inserción se enmarcan en el sector informal <strong>de</strong> la economía entrabajos sin calificación, en condiciones laborales precarias y frecuentemente expuestos al <strong>de</strong>sempleo.Este joven dispone <strong>de</strong> un capital social precario para generar y aprovechar <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s que la2Ver sección 2.2 <strong>de</strong>l capítulo 4.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud199.


sociedad ofrece. La disposición subjetiva asociada a esta posición social es <strong>de</strong> un joven <strong>de</strong>sesperanzadoy autoconsi<strong>de</strong>rado como per<strong>de</strong>dor frente a la economía. El sostén familiar y, eventualmente, <strong>las</strong> políticaspúblicas focalizadas en un sistema <strong>de</strong> protección social, constituyen <strong>las</strong> principales fuentes <strong>de</strong> apoyo quegaranticen y protejan esta trayectoria, la cual se podría consi<strong>de</strong>rar <strong>de</strong> tipo precario.b. ¿Hacia cuál adultez aspirar?En términos tradicionales la adultez ha sido consi<strong>de</strong>rada el marco general <strong>de</strong> regulación <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social<strong>de</strong> <strong>las</strong> eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> vida. En la lógica mo<strong>de</strong>rna la adultez se asocia a procesos <strong>de</strong> autonomía crecientes yconsistentes (física, sexual, económica, social y psicológica) y a la asunción <strong>de</strong> roles tales vinculadosal empleo, la parentalidad / maternalidad y la vida en pareja (Wyn & White, 1997). Todo ello ha estadoasociado a un estatus <strong>de</strong> reconocimiento y po<strong>de</strong>r en el discurso sobre <strong>las</strong> generaciones. Así, lo adulto haconstituido un lugar <strong>de</strong> aspiración por su doble dimensión: estructural y subjetiva (Galland, 2001).La gran mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes chilenos aspira a procesos tendientes hacia la autonomía económica,a la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia respecto <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> origen, al ingreso al mercado laboral en forma integrada ycon empleos dignos. En estos términos, <strong>las</strong> expectativas estructurales <strong>de</strong> ingreso al mundo permanecenintactas y en la lógica <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r con un claro eje adultocéntrico.Sin embargo, el proceso <strong>de</strong> individualización ha incidido en <strong>las</strong> características <strong>de</strong> <strong>las</strong> aspiraciones ala adultez. La pérdida <strong>de</strong> libertad asociada a la carga <strong>de</strong> responsabilidad laboral y familiar así como laintroducción <strong>de</strong> críticas e incertidumbres respecto a la dimensión paradigmática que ha involucrado laontología <strong>de</strong>l “ser adulto” interroga actualmente la subjetividad <strong>de</strong> la adultez. De este modo, el adulto,tradicionalmente vinculado a patrones <strong>de</strong> normalidad, equilibrio, conformidad, i<strong>de</strong>ntidad estable,responsabilidad, saber y autoridad aparece más dividido e interrogado por la sociedad, quien <strong>de</strong>scubrey evi<strong>de</strong>ncia la inexistencia <strong>de</strong> formas únicas <strong>de</strong> vivir <strong>las</strong> experiencias adultas (Boutinet, 1998a, 1998b).Esta transformación si bien pue<strong>de</strong> generar incertidumbre respecto a <strong>los</strong> modos <strong>de</strong> ser, también abreposibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> legitimación <strong>de</strong> esti<strong>los</strong> <strong>de</strong> vida y construcciones biográficas acor<strong>de</strong>s con el proceso <strong>de</strong>individualización.2. ¿Cómo (se) ven <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (en) el Chile <strong>de</strong> hoy?Junto con conocer <strong>las</strong> condiciones estructurales <strong>de</strong> integración juvenil a la sociedad chilena contemporánea- tema abordado en el capítulo 3 <strong>de</strong>l presente informe -, para un diagnóstico integral y actualizado <strong>de</strong> <strong>las</strong>ituación <strong>de</strong> la juventud, es fundamental tener en cuenta <strong>de</strong> qué forma <strong>los</strong> propios jóvenes ven, valoran yentien<strong>de</strong>n la sociedad que les toca vivir en esta etapa <strong>de</strong> la vida.200.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.La importancia <strong>de</strong> este aspecto radica en que la vida social está mediada por “representaciones sociales”,es <strong>de</strong>cir, un conjunto <strong>de</strong> imágenes, actitu<strong>de</strong>s, valoraciones y creencias, ampliamente compartidas, quepermiten a <strong>los</strong> sujetos evaluar, interpretar, en fin, hacer sentido <strong>de</strong> <strong>los</strong> fenómenos sociales en que se veninvolucrados (Serrano y otro, 2004).Para resolver la interrogante <strong>de</strong> la forma en que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes perciben su integración a la sociedadchilena contemporánea, se presentará una breve <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>: su visión <strong>de</strong> la sociedad en general, suvisión <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> vida, su visión <strong>de</strong>l espacio privado y su visión <strong>de</strong> <strong>los</strong> roles <strong>de</strong> género.2.1. La sociedad chilena vista por la juventudEl <strong>de</strong>sarrollo acelerado experimentado por Chile en <strong>los</strong> últimos años hace que la experiencia vital <strong>de</strong> lajuventud se dé en un escenario <strong>de</strong> profundas transformaciones.Por un lado, vivimos en una sociedad cada vez más compleja. Chile crecientemente adopta un mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong> sociedad postindustrial globalizada, que se organiza en torno al consumo y <strong>las</strong> comunicaciones, y quese caracteriza, entre otros aspectos, por: la globalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones económicas, nuevas formas<strong>de</strong> producción centradas en la información, tecnología, re<strong>de</strong>s informáticas y servicios; nuevas formas <strong>de</strong>relaciones sociales <strong>de</strong>sterritorializadas, en algunos casos a través <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s virtuales, y por la pérdida <strong>de</strong>centralidad <strong>de</strong> la política y <strong>de</strong>l Estado en la configuración <strong>de</strong> la vida social (Garretón, 2000).Por otro lado, en la última década, <strong>las</strong> políticas sociales y el crecimiento económico han permitido reducir<strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> pobreza. La mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l aparato público ha incrementado y mejorado el acceso aservicios públicos; han aumentado <strong>los</strong> salarios reales; y la expansión <strong>de</strong>l sistema educativo ha hecho <strong>de</strong><strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes la generación más educada en la historia <strong>de</strong>l país.La forma en que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes perciben estos fenómenos sociales se caracteriza a gran<strong>de</strong>s rasgos, porel optimismo, la satisfacción o evaluación positiva <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> condiciones sociales, y la crítica o<strong>de</strong>scontento con otras.a. Visión optimistaEn primer lugar, la juventud se <strong>de</strong>staca <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> la población, por una visión optimista ampliamentecompartida respecto <strong>de</strong>l futuro <strong>de</strong> la sociedad chilena, y respecto <strong>de</strong> la situación personal a largo plazo. Loparticular <strong>de</strong> esto, es que sus ex pectativas <strong>de</strong> progreso personal superan ampliamente a <strong>las</strong> <strong>de</strong> progreso<strong>de</strong>l país.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud201.


Según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, mientras que la mitad (51%) consi<strong>de</strong>ra que Chile estarámejor <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> 5 años, la gran mayoría (85%) consi<strong>de</strong>ra que su situación personal será mejor.Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.El optimismo juvenil es confirmado por la Encuesta Nacional PNUD 2001, en términos <strong>de</strong> expectativaseconómicas. “La mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes opina que su situación económica ha venido mejorando; tambiéncree que su futuro será mejor que el presente.” (PNUD- INJUV, 2003. pp.17), <strong>de</strong> hecho, <strong>de</strong> acuerdo ala Encuesta Nacional PNUD 2001, la creencia en que la situación económica familiar mejorará resultainversamente proporcional a la edad y <strong>las</strong> personas jóvenes son <strong>las</strong> más convencidas que sus ingresos lespermitirán vivir bien.A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l hecho que la experiencia <strong>de</strong> ser joven se da en un país que ha experimentado un <strong>de</strong>sarrollorelativamente exitoso, <strong>las</strong> altas expectativas juveniles pue<strong>de</strong>n explicarse porque la baja carga <strong>de</strong>responsabilidad <strong>de</strong> este grupo en relación a <strong>los</strong> adultos, <strong>los</strong> hace tolerar <strong>de</strong> mejor manera la incertidumbrey valorar menos la seguridad.De todas formas, pese a que <strong>las</strong> expectativas personales <strong>de</strong> progreso son altas para mayoría, una porciónimportante <strong>de</strong> jóvenes se siente <strong>de</strong>sesperanzado. El PNUD, distingue tres autoimágenes <strong>de</strong> logro frente alsistema económico a interior <strong>de</strong>l mundo juvenil entre 18 y 29 años (PNUD- INJUV 2003).Un primer grupo que <strong>de</strong>nomina “per<strong>de</strong>dor abrumado” (28%), compuesto fundamentalmente por sujetos<strong>de</strong> nivel socioeconómico bajo, que no han logrado integrarse a través <strong>de</strong> la educación y el trabajo, y que202.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.se sienten per<strong>de</strong>dores frente al <strong>de</strong>sarrollo económico. Casi ninguno <strong>de</strong> el<strong>los</strong> cree que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> 5 años susituación vaya a ser mejor y más <strong>de</strong> la mitad tiene hijos, es <strong>de</strong>cir, una mayor carga <strong>de</strong> responsabilidad.Un segundo grupo <strong>de</strong>nominado “per<strong>de</strong>dor esperanzado” (36%), compuesto por sujetos <strong>de</strong> mayor edady <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e media. Si bien se sienten per<strong>de</strong>dores frente al <strong>de</strong>sarrollo económico actual, consi<strong>de</strong>ran que susituación futura será mejor, posiblemente como resultado <strong>de</strong> evaluar su <strong>de</strong>sempeño pasado y el <strong>de</strong> susfamilias en el sistema económico.Y por último, un grupo <strong>de</strong>nominado “ganador entusiasta” (36%), que concentra a jóvenes <strong>de</strong> menor edad,con baja carga <strong>de</strong> responsabilidad y que se <strong>de</strong>finen como c<strong>las</strong>e media o media alta. Se sienten ganadoresy entusiastas respecto <strong>de</strong>l futuro, y la sociedad les provee <strong>los</strong> recursos necesarios para <strong>de</strong>sarrollar susproyectos <strong>de</strong> vida.Fuente: PNUD – INJUV 2003b. Aspectos <strong>de</strong>l Chile contemporáneo valorados por <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesEn segundo lugar, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, perecen valorar y aprobar más que otros grupos una serie <strong>de</strong> aspectospropios <strong>de</strong> la sociedad chilena contemporánea tales como el incremento en el uso <strong>de</strong> nuevas tecnologías,la globalización, la expansión <strong>de</strong>l consumo, aumento <strong>de</strong> la diversidad social y la creciente <strong>de</strong>manda <strong>de</strong>una fuerza <strong>de</strong> trabajo mejor preparada.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud203.


• Incremento en el uso <strong>de</strong> nuevas tecnologíasLa economía actual tien<strong>de</strong> hacia la expansión <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> servicios y al uso intensivo <strong>de</strong> tecnologías <strong>de</strong>la información. En este escenario, en Chile existe una brecha generacional en el manejo <strong>de</strong> herramientas<strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización que favorece a <strong>las</strong> nuevas generaciones.De acuerdo al PNUD son <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes quienes presentan mayor uso - y posiblemente una actitudmás favorable respecto - <strong>de</strong>l computador, Internet, televisión por cable y teléfono celular, y también sonquienes perciben que tienen mejor dominio <strong>de</strong>l ingles. Consi<strong>de</strong>rando <strong>las</strong> herramientas básicas (domino<strong>de</strong>l inglés, uso regular <strong>de</strong>l computador, y uso regular <strong>de</strong>l celular) se advierte que un 42% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes domina al menos una <strong>de</strong> estas herramientas, mientras que un 58% no domina ninguna (PNUD-INJUV 2003).Fuente: PNUD – INJUV 2003• La globalizaciónLos y <strong>las</strong> jóvenes también parecen sentirse más confortables que el resto <strong>de</strong> la población con el acceso amúltiples formas <strong>de</strong> ver la realidad, tema asociado a la globalización.De hecho, mientras menos edad tiene una persona, mayor es su nivel <strong>de</strong> apertura al extranjero. Estaactitud se refleja la preferencia juvenil por programas <strong>de</strong> televisión producidos en el extranjero y por sumayor disposición a irse a vivir a fuera <strong>de</strong>l país. A<strong>de</strong>más, un tercio <strong>de</strong> la juventud chilena ha <strong>de</strong>claradosentirse más cerca <strong>de</strong> la herencia cultural <strong>de</strong> <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> extranjeros que la <strong>de</strong> <strong>los</strong> indígenas (PNUD-INJUV 2003).204.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.De todas formas, cabe <strong>de</strong>stacar que una alta apertura al extranjero caracteriza solo a un tercio <strong>de</strong> <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes y que ésta se asocia a la menor edad, baja carga <strong>de</strong> responsabilidad, y a residir en el Santiagourbano.• La expansión <strong>de</strong>l consumoEl Chile actual se caracteriza a<strong>de</strong>más por la centralidad y expansión <strong>de</strong>l consumo, y son <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesquienes presentan una disposición más positiva al respecto. Según el estudio Transformaciones e i<strong>de</strong>ntidadjuvenil en Chile (PNUD- INJUV 2003), solo un tercio consi<strong>de</strong>ra negativos <strong>los</strong> cambios asociados a laexpansión <strong>de</strong>l consumo y es este grupo el que más consi<strong>de</strong>ra <strong>los</strong> centros comerciales como un espaciopúblico que permite el encuentro con <strong>los</strong> pares.• Aumento <strong>de</strong> la diversidad socialPor otro lado, son <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes quienes parecen aprobar más claramente la diversidad social asociadaa la creciente complejidad <strong>de</strong> la sociedad chilena. De hecho, mientras más joven es una persona, másaprecia la diversidad <strong>de</strong> intereses como algo positivo, y más prefiere relacionarse con personas distintasque le permitan conocer otras experiencias y valores (PNUD- INJUV 2003).Asimismo, según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, la gran mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (93%)está <strong>de</strong> acuerdo con que la existencia <strong>de</strong> discriminación afecta negativamente el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l país. Sinembargo, cabe <strong>de</strong>stacar que se trata <strong>de</strong> una tolerancia selectiva.Utilizando como indicador el rechazo a residir cerca <strong>de</strong> personas con <strong>de</strong>terminadas características, esposible observar que, por un lado, muchos jóvenes se muestran relativamente tolerantes con <strong>los</strong> pobres,mapuches, adultos mayores, y personas <strong>de</strong> otras nacionalida<strong>de</strong>s; y por otro lado, la cuarta parte rechaza apersonas homosexuales y dos tercios a personas con adicciones a <strong>las</strong> drogas o al alcohol.Esto implica que la intolerancia juvenil pue<strong>de</strong> estar asociada, a <strong>los</strong> efectos perversos <strong>de</strong> <strong>las</strong> adiccionesseveras en la vida <strong>de</strong> un barrio (violencia, <strong>de</strong>lincuencia), y/o a la creencia <strong>de</strong> que <strong>de</strong>terminadas condicionesobe<strong>de</strong>cen a una <strong>de</strong>cisión personal <strong>de</strong>liberada.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud205.


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.• Centralidad <strong>de</strong> la educación y el trabajoPor último, <strong>las</strong> esferas <strong>de</strong> la educación y el trabajo, pese a per<strong>de</strong>r protagonismo en la constitución <strong>de</strong>sujetos sociales, siguen siendo <strong>de</strong>terminantes en la vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas, y <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en generalcomparten ampliamente la aspiración <strong>de</strong> integrarse a la sociedad a través <strong>de</strong> estas vías legítimas.Según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes que no estudian, la mitad no lo hacepor motivos económicos e incompatibilidad con el trabajo y prácticamente todos (92%) <strong>de</strong>searían volvera hacerlo (INJUV, 2003). Asimismo, un estudio sobre trayectorias <strong>de</strong> vida y nuevas condiciones juveniles,en escolares <strong>de</strong> nivel socioeconómico bajo (CIDPA, 2005) revela que dos tercios tiene como proyectoseguir la educación terciaria y que poseen altas expectativas <strong>de</strong> integración asociadas a la educación.Respecto <strong>de</strong>l trabajo, es posible observar que solo el 13% <strong>de</strong> la población joven inactiva no busca trabajo<strong>de</strong>bido a la falta <strong>de</strong> interés, mientras que - en clara disonancia con <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s estructurales en estaesfera 3 - respecto <strong>de</strong>l trabajo actual y futuro, la gran mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, se siente optimista (86%)y preparado (76%). A<strong>de</strong>más, quienes logran ocuparse, <strong>de</strong>muestran altos niveles <strong>de</strong> satisfacción con susempleos especialmente la relación con compañeros y jefes, y en menor medida con la compatibilidad <strong>de</strong>ltrabajo con otras activida<strong>de</strong>s y el sueldo, especialmente en <strong>las</strong> mujeres y jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómicobajo (INJUV, 2003).206.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.c. Crítica <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes al Chile contemporáneoEn tercer lugar, existe una serie <strong>de</strong> aspectos <strong>de</strong>l Chile actual que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>saprueban, critican oevalúan negativamente. El <strong>de</strong>scontento juvenil se asocia principalmente a la estructura <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s,a <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso al trabajo, a la sensación <strong>de</strong> discriminación y a la política.• Insuficiencia y <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>sA partir <strong>de</strong> la información disponible, se pue<strong>de</strong> afirmar, que uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> aspectos <strong>de</strong> la sociedad chilenaque más <strong>de</strong>saprueban <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, es su estructura <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s. Esta crítica se formula en dossentidos, por un lado, se consi<strong>de</strong>ra que la sociedad chilena ofrece a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo personal insuficientes. Por otro lado, se critica la profunda <strong>de</strong>sigualdad en la distribución <strong>de</strong>oportunida<strong>de</strong>s que persiste en Chile.Dichas percepciones presentan una distribución particular según nivel socioeconómico, <strong>de</strong> tal forma quela crítica a la falta <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s es más común en jóvenes <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e media y baja, mientras que la<strong>de</strong>saprobación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad resulta directamente proporcional al nivel socioeconómico.3Ver capítulo 3.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud207.


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.208.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.• Acceso limitado al trabajoLas percepciones juveniles respecto <strong>de</strong> sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso al trabajo reflejan fielmente el hecho<strong>de</strong> que el crecimiento <strong>de</strong> la economía chilena, tal como se mostró en el capítulo anterior , no se ha vistonecesariamente reflejado en una mayor integración juvenil al mercado <strong>de</strong>l trabajo.De esta forma, muy pocos jóvenes sienten que tienen suficientes oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso al trabajo,percepción que representa especialmente a <strong>las</strong> mujeres. De igual manera pocos creen que a <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes se les remunera a<strong>de</strong>cuadamente, especialmente en <strong>los</strong> segmentos <strong>de</strong> más edad. Por último, lamayoría, especialmente en el nivel socioeconómico bajo, consi<strong>de</strong>ra que el mercado prefiere a personascon más experiencia.Cuadro 1Porcentaje que está <strong>de</strong> acuerdo con <strong>las</strong> siguientes frases respecto <strong>de</strong> la juventud y el trabajosegún sexo, edad y nivel socioeconómicoSexo Edad NSEHombre Mujer 15 - 18 19 - 24 25 - 29 Alto Medio BajoTotalHay sufi cientes oportunida<strong>de</strong>s 28% 19% 27% 23% 21% 23% 23% 25% 23%La remuneración es a<strong>de</strong>cuada 18% 18% 26% 15% 16% 17% 18% 22% 18%Prefi eren a personas con másexperiencia70% 74% 79% 71% 68% 61% 74% 80% 72%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.• DiscriminaciónLa discriminación es otro aspecto que <strong>las</strong> nuevas generaciones <strong>de</strong>saprueban. Más <strong>de</strong> la mitad (59%) <strong>de</strong><strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes entre 15 y 29 años se ha sentido discriminado alguna vez.Según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud <strong>los</strong> motivos más comunes para sentirse discriminadoson la condición <strong>de</strong> estudiante (especialmente en jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómico alto) y la c<strong>las</strong>e social(especialmente en el nivel socioeconómico bajo), mientras que <strong>las</strong> situaciones o lugares en que un jovenes más susceptible <strong>de</strong> sentirse discriminado, es en la búsqueda <strong>de</strong> empleo y en el lugar <strong>de</strong> estudios.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud209.


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.• Malestar con la políticaEl paso a una sociedad multicéntrica, en que la esfera política pier<strong>de</strong> protagonismo, se refleja en unaimagen generalizada <strong>de</strong> la política como una actividad lejana, que no aporta mucho a la constitución <strong>de</strong>la i<strong>de</strong>ntidad.Ésta representación no es exclusiva <strong>de</strong> <strong>las</strong> generaciones jóvenes, <strong>de</strong> hecho, según el Informe <strong>de</strong> DesarrolloHumano en Chile 2002, la i<strong>de</strong>ntificación política <strong>de</strong> <strong>los</strong> chilenos en general, es más bien débil. Pocomenos <strong>de</strong> un tercio (28%) lograba posicionarse en el eje político <strong>de</strong> izquierda – <strong>de</strong>recha, y mostraba unaactitud favorable a votar (PNUD, 2002).La particularidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, es que, pese a apoyar mayoritariamente a la <strong>de</strong>mocracia comosistema <strong>de</strong> gobierno (INJUV, 2003), y a tener una percepción positiva <strong>de</strong> la ciudadanía y participación,-tal como se mostró en el capítulo anterior- se resisten crecientemente a votar. La disminución <strong>de</strong>l pesorelativo <strong>de</strong> la juventud en la población electoral resulta alarmante y ha <strong>de</strong>spertado especial preocupaciónpor la forma en que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes ven a la política.Diversos estudios 4 , sugieren que en la juventud existe un conjunto <strong>de</strong> representaciones negativas, ampliamentecompartidas in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> <strong>las</strong> características particulares <strong>de</strong>l joven, que pue<strong>de</strong>n agruparse en tornoa tres categorías: sensación <strong>de</strong> lejanía con la política, creencia en la incapacidad <strong>de</strong> la política para incidir enla sociedad, y la percepción <strong>de</strong> la política como un espacio <strong>de</strong> conflicto y división 5 .210.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.En primer lugar, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes se caracterizan por sentir que la política es una actividad lejana y ajena asus vidas. La percepción generalizada, es que no se cuenta con información suficiente, hecho que invalidala capacidad <strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> política (Serrano, 2004).Este <strong>de</strong>sconocimiento, se asocia al <strong>de</strong>sinterés por lo que ocurra en esta esfera, <strong>de</strong> hecho, <strong>de</strong> acuerdo a laCuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, el motivo que más juega en contra <strong>de</strong> la inscripción electoral esfundamentalmente la falta <strong>de</strong> interés por la política (42%).Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.En fin, es posible afirmar que el trasfondo <strong>de</strong> la lejanía con la política, es el hecho que ésta, no aporta a<strong>las</strong> nuevas generaciones referentes i<strong>de</strong>ntitarios ni elementos para la construcción <strong>de</strong>l proyecto biográfico,proceso que a<strong>de</strong>más, se lleva a cabo <strong>de</strong> una forma crecientemente individualizada que prescin<strong>de</strong> <strong>de</strong>referentes colectivos.En segundo lugar, la juventud plantea una crítica radical la elite política (INJUV- A&D, 2003). En generalse consi<strong>de</strong>ra a la actividad política como un espacio en que se <strong>de</strong>spliegan intereses personales y egoístas,un espacio <strong>de</strong> corrupción y don<strong>de</strong> la juventud es instrumentalizada.A<strong>de</strong>más existe la sensación <strong>de</strong> que existe escasa renovación entre <strong>los</strong> representantes, percepción que tienemucho sentido si se tiene en cuenta que uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> diagnósticos <strong>de</strong>l Informe <strong>de</strong> Desarrollo Humano 2004es el creciente cierre <strong>de</strong> la elite (PNUD, 2004).4Dos investigaciones cualitativas recientes han estudiado la visión juvenil <strong>de</strong> la política, llegando a conclusiones similares: Serrano,Claudia. “Las representaciones sociales <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes respecto <strong>de</strong> la política y la <strong>de</strong>mocracia”, FONDECYT, Santiago, Chile, 2004; y “Lacultura <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes”, INJUV- A&D, 2003.5El hecho que se <strong>de</strong>scriban solo representaciones sociales negativas <strong>de</strong> la política en el presente informe, solo busca retratar <strong>las</strong> ten<strong>de</strong>nciacentrales <strong>de</strong>l discurso juvenil sobre esta esfera y no implica la inexistencia <strong>de</strong> discursos marginales al interior <strong>de</strong> la juventud que valoranpositivamente la política.211.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud


Esta crítica se refleja en la persistente <strong>de</strong>sconfianza juvenil, respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones políticas y <strong>de</strong><strong>los</strong> políticos. En efecto, en <strong>las</strong> últimas 3 Encuestas Nacionales <strong>de</strong> Juventud, <strong>los</strong> partidos políticos hanresultado últimos en el ranking <strong>de</strong> confianza institucional, mientras que en año 2003, <strong>las</strong> personas en quemenos confían <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes están ligados a la política.Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.El fondo, la crítica juvenil a la elite política se enmarca en una profunda crisis <strong>de</strong> representación y <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntidad política.Por un lado, la gran mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, consi<strong>de</strong>ra que <strong>los</strong> partidos políticos no representan susinquietu<strong>de</strong>s (88%) y que <strong>los</strong> políticos tienen poca preocupación por <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (79%) (INJUV,2003), es <strong>de</strong>cir, claramente no reconocen actores capaces <strong>de</strong> representar su especificidad.Por otro lado, casi ningún joven se siente i<strong>de</strong>ntificado por un partido político (85%), y 3 <strong>de</strong> cada 4 jóvenesse i<strong>de</strong>ntifica con ninguna alianza política 6 , especialmente a medida que <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> el nivel socioeconómico<strong>de</strong>l joven (INJUV, 2003).212.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.En tercer lugar, aparece como elemento que compone el malestar juvenil con la política, la creenciaen su incapacidad para incidir en la sociedad. En general se consi<strong>de</strong>ra que la actividad política no tienela capacidad para alterar la estructura limitada y <strong>de</strong>sigual <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> esta forma, aparece enforma recurrente en el discurso juvenil la i<strong>de</strong>a que in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> lo que ocurra en la política <strong>las</strong> cosasno van a cambiar y que la oferta política no presenta gran<strong>de</strong>s diferencias. A<strong>de</strong>más se ve a la políticacomo subordinada a un or<strong>de</strong>n económico naturalizado, al tiempo que existe una amplia sensación <strong>de</strong><strong>de</strong>sprotección ante <strong>los</strong> po<strong>de</strong>res fácticos (Serrano, 2004).Por último, en el discurso juvenil está presente una visión <strong>de</strong> la política como un espacio <strong>de</strong> conflicto queproduce división, temor y violencia. Se percibe que la confrontación <strong>de</strong> diferentes posiciones políticasatenta contra la convivencia, contra un supuesto “proyecto <strong>de</strong> unidad nacional”, y se ve a política asociadaa divisiones irreconciliables que provienen <strong>de</strong>l pasado, por lo tanto, una persona pue<strong>de</strong> ser evaluadanegativamente al hablar <strong>de</strong> política (Serrano, 2004).2.2. Visión <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> vida: individualización.Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong> la sociedad chilena contemporánea es la expansión <strong>de</strong> la subjetividad comoreferente <strong>de</strong> la vida social (Garretón, 2000). En este escenario, <strong>los</strong> proyectos <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> personasse orientan crecientemente a la auto<strong>de</strong>terminación y autorrealización, proceso que ha sido <strong>de</strong>nominadoindividualización.6En la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003, se pidió al <strong>los</strong> entrevistados indicar con cual <strong>de</strong> <strong>las</strong> siguientes posiciones sei<strong>de</strong>ntificaba: Concertación, Alianza por Chile, Extraparlamentarios (Partido Comunista, Partido Humanista), in<strong>de</strong>pendiente o ninguna.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud213.


La individualización implica que en la elaboración <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> vida y construcción <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad, serealiza un proceso <strong>de</strong> selección <strong>de</strong> imágenes, mo<strong>de</strong><strong>los</strong> y metas <strong>de</strong> manera autónoma, que trascien<strong>de</strong> límitesmateriales y categorías sociales como la c<strong>las</strong>e social, el género o la pertenencia a una cultura local, y quepersigue la felicidad y el sentido mediante la autorrealización. En otras palabras, la individualización serefiere a la emancipación en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> sí mismo.Si bien, la individualización es un fenómeno que caracteriza a la sociedad en general, parece darse conmayor fuerza en <strong>las</strong> generaciones más jóvenes. De acuerdo a la encuesta nacional PNUD 2001, quepreguntó a sus entrevistados como les gustaría ser recordados, mientras más edad tiene una persona, másprefiere ser recordada como “alguien que siempre supo cumplir con su <strong>de</strong>ber”. Al contrario, a menoredad, <strong>las</strong> personas prefieren más ser recordadas como “alguien que fue fiel a sus sueños y que vivió <strong>de</strong>acuerdo a lo que se propuso”, repuesta que representa a cerca <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> la población joven (PNUD-INJUV, 2003).Específicamente, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la población joven un conjunto <strong>de</strong> percepciones muestran en que medida laindividualización está presente. Un ejemplo <strong>de</strong> estos son <strong>los</strong> motivos <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes que no estudianpara volver a hacerlo. La razón más común, es el crecer como persona, lo que <strong>de</strong>muestra una clarainclinación a la autorrealización.Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.214.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.La visión individualizada <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> vida que caracteriza a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes también se apreciaal analizar su visión <strong>de</strong>l éxito en la vida. Al ser consultados, la gran mayoría (63%) <strong>de</strong>clara que, una<strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones más importantes para que a uno le vaya bien en la vida, es la constancia y el trabajoresponsable, es <strong>de</strong>cir, el éxito en la vida, es visto sobre todo, como una función <strong>de</strong> contingenciasindividuales, mientras que limitaciones <strong>de</strong> carácter externo tienen muy poco peso.Como es <strong>de</strong> esperar, la individualización no se manifiesta en todos <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes por igual, y la<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> sí mismo mediante un proceso autónomo caracteriza más a <strong>los</strong> sujetos que se encuentranen la juventud temprana (18 – 21 años), a quienes no tienen hijos y a quienes se ubican en el nivelsocioeconómico alto (estrato BC1) (PNUD-INJUV, 2003). Fuente: PNUD – INJUV 2003Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud215.


Las diferencias en la intensidad <strong>de</strong> la individualización, sugieren ésta opera en función <strong>de</strong> la carga <strong>de</strong>responsabilidad que caracteriza a cada persona, es <strong>de</strong>cir, a menor carga <strong>de</strong> responsabilidad - sea porescasa edad, por ausencia <strong>de</strong> hijos o porque la situación familiar permite al joven abstenerse <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>sasociadas a la mantención <strong>de</strong>l hogar - existen mayores probabilida<strong>de</strong>s que el proyecto <strong>de</strong> vida e i<strong>de</strong>ntidadse <strong>de</strong>finan <strong>de</strong> forma individualizada.Por último, cabe <strong>de</strong>stacar que <strong>de</strong>bido a que el fenómeno <strong>de</strong> la individualización se expresa en múltiplesdimensiones <strong>de</strong> la configuración <strong>de</strong> la subjetividad, <strong>de</strong>be ser consi<strong>de</strong>rado como una <strong>de</strong> <strong>las</strong> claves paracompren<strong>de</strong>r a la juventud chilena contemporánea.2.3. Representaciones juveniles <strong>de</strong>l espacio privadoUno <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos característicos <strong>de</strong> <strong>las</strong> profundas transformaciones que caracterizan a la sociedad chilenaes la revaloración <strong>de</strong> <strong>los</strong> ámbitos privados o íntimos.Los espacios privados, pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>finidos - y así se consi<strong>de</strong>rarán en esta sección -, como aquel<strong>los</strong> queestán revestidos por <strong>los</strong> afectos propios <strong>de</strong> la intimidad, tales como el amor, la gratuidad, la protección yla lealtad.A partir <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>finición amplia <strong>de</strong> lo privado, en esta sección se revisará la manera en que <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes significan y se representan <strong>los</strong> cambios culturales ocurridos es estos espacios. Específicamente, se<strong>de</strong>scribirán <strong>las</strong> representaciones que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes tienen acerca <strong>de</strong> la familia, la pareja y la sexualidad,y la amistad.a. Los y <strong>las</strong> jóvenes y la percepción <strong>de</strong> la familiaTal como se observó anteriormente, el cambio social ha marcado fuertemente a la institución <strong>de</strong> la familiatransformándola en una serie <strong>de</strong> dimensiones, entre <strong>las</strong> cuales es posible <strong>de</strong>stacar: la reducción <strong>de</strong> sutamaño; la diversificación <strong>de</strong> <strong>los</strong> tipos <strong>de</strong> familias, don<strong>de</strong> comienzan a cobrar relevancia a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>las</strong>nucleares, <strong>las</strong> unipersonales; así como la menor formalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> uniones conyugales.En este escenario <strong>de</strong> transformaciones, la actitud general que caracteriza a la sociedad en general, yparticularmente a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, es otorgar a la familia una alta valoración e importancia. Una <strong>de</strong> <strong>las</strong>explicaciones <strong>de</strong> este fenómeno es que en ausencia <strong>de</strong> un Estado <strong>de</strong> bienestar, la familia adquiere unpapel fundamental en la conformación <strong>de</strong> la auto-imagen y la protección en contextos <strong>de</strong> incertidumbre(INJUV, 2004).216.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.La valoración juvenil <strong>de</strong> la familia se expresa en un conjunto <strong>de</strong> percepciones generalizadas.En primer lugar, la gran mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (91%) que sostiene que la familia “ocupa unlugar fundamental en la sociedad”. La percepción que otorga a la familia un lugar fundamental en <strong>las</strong>ociedad ascien<strong>de</strong> con la edad - posiblemente <strong>de</strong>bido a <strong>los</strong> conflictos con <strong>los</strong> padres propios <strong>de</strong> la juventudtemprana -, y con el <strong>de</strong> nivel socioeconómico <strong>de</strong>l joven. Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.En segundo lugar, la alta valoración <strong>de</strong> la familia se refleja en la alta satisfacción que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenespresentan respecto a sus familias. Por un lado, a prácticamente todos <strong>de</strong>claran que les gusta la familia quetienen (96%), por otro lado, la gran mayoría <strong>de</strong> jóvenes que evalúa con altas calificaciones (nota 6 y 7)distintos aspectos <strong>de</strong> la relación con <strong>los</strong> padres (INUUV, 2003).En tercer lugar, <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s relacionadas con la vida familiar resultan prioritarias en el uso <strong>de</strong>l tiempolibre, <strong>de</strong> hecho, el estar, conversar compartir con la familia, es la tercera actividad más común realizadaen el tiempo libre (último fin <strong>de</strong> semana) según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud217.


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.La valoración juvenil <strong>de</strong> la familia se asocia a la percepción ampliamente compartida que ésta ofrece unespacio <strong>de</strong> protección para el <strong>de</strong>sarrollo individual. Un 73% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>fine a la familia comoun espacio <strong>de</strong> acogida y cariño.Sin embargo, esta valoración <strong>de</strong> la familia al interior <strong>de</strong>l mundo juvenil, no sólo obe<strong>de</strong>ce a sus dinámicainterna, sino que también pue<strong>de</strong> ser producto <strong>de</strong> experiencias problemáticas en la integración social.Ante la dificultad <strong>de</strong> muchas personas para encontrar en la vida social, especialmente en la relación con<strong>los</strong> sistemas e instituciones, un espacio para el <strong>de</strong>sarrollo personal y la pertenencia colectiva, optan porretraerse y buscar su satisfacción en la familia. De este modo para la inmensa mayoría <strong>de</strong> chilenos (69%)la familia es la fuente principal para la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> sus i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s personales y para la realización <strong>de</strong>sus proyectos vitales (PNUD, 2002).De todas formas, cabe mencionar que <strong>las</strong> relaciones familiares <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes no están exentas<strong>de</strong> dificulta<strong>de</strong>s y problemas. De acuerdo a diversos estudios (CNF-SERNAM, 1994; PNUD, 2002;Valdivieso, 1994) la falta <strong>de</strong> comunicación es el principal problema en la relación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenescon sus padres.La Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud por su parte, sugiere que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>los</strong> problemas <strong>de</strong>comunicación, es la falta <strong>de</strong> tiempo para compartir (59%) uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> principales problemas <strong>de</strong>la familia.218.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Este escenario permite compren<strong>de</strong>r que <strong>los</strong> cambios que <strong>de</strong>searían implementar <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes ensus futuras familias no constituyen transformaciones radicales, sino más bien, se trata <strong>de</strong> un intento porreestablecer la comunicación intergeneracional a través <strong>de</strong> un clima <strong>de</strong> mayor amistad y dialogo entrepadres e hijos (Valdivieso, 1994).b. Relaciones <strong>de</strong> pareja y sexualidadUna <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones más relevantes en la valoración juvenil <strong>de</strong> <strong>los</strong> espacios íntimos, es que la forma<strong>de</strong> ver <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> pareja y la sexualidad, se asocia crecientemente al proceso <strong>de</strong> individualizaciónque vive nuestra sociedad, y que – como se <strong>de</strong>scribió antes - caracteriza especialmente a <strong>las</strong> nuevasgeneraciones.De este modo, transformaciones tales como la postergación <strong>de</strong>l establecimiento <strong>de</strong> una pareja estable o lamayor apertura en el plano sexual, obe<strong>de</strong>cen a la prioridad dada al <strong>de</strong>sarrollo personal y al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>proyectos individuales, es <strong>de</strong>cir, elementos asociados a la individualización.• Valoración <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> parejaLa evi<strong>de</strong>ncia disponible sugiere que, si bien en la juventud persiste una visión romántica e i<strong>de</strong>alizada <strong>de</strong>lamor, el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> pareja se ha transformado. En este sentido, <strong>de</strong>staca la creciente valoración <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong> relación “más mo<strong>de</strong>rno”, en don<strong>de</strong> hay lugar para el <strong>de</strong>sarrollo autónomo <strong>de</strong> ambos miembros <strong>de</strong> lapareja (SERNAM, 2003).El PNUD también ha dado cuenta <strong>de</strong> este cambio, señalando que hoy el amor parece inseparable <strong>de</strong>lmarco que le impone la individualización, en don<strong>de</strong> el reforzamiento <strong>de</strong> la autonomía individual, el<strong>de</strong>sarrollo y satisfacción personal, tanto intelectual como emocional y corporal, han <strong>de</strong> ser síntomas<strong>de</strong> un amor verda<strong>de</strong>ro. En este tipo <strong>de</strong> relaciones por lo tanto, el manejo <strong>de</strong>l conflicto y la negociación<strong>de</strong>vienen elementos cruciales, ya que, una pareja supone un grado <strong>de</strong> tensión entre individualida<strong>de</strong>s(PNUD, 2004).En este escenario, la conformación <strong>de</strong> una relación <strong>de</strong> pareja estable hoy en día, parece ser un suceso que<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes buscan postergar, y crecientemente se plantea la necesidad <strong>de</strong> una mayor experimentaciónen <strong>las</strong> relaciones amorosas. La postergación <strong>de</strong> la pareja estable en <strong>las</strong> generaciones jóvenes obe<strong>de</strong>ce amotivaciones tales como la búsqueda <strong>de</strong>l éxito y al <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> realizar sus proyectos <strong>de</strong> vida (SERNAM,2003).Por otro lado, la transformación <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> pareja entre <strong>los</strong> jóvenes, que se refleja en la crecienteflexibilización <strong>de</strong> <strong>los</strong> víncu<strong>los</strong> afectivos, expresaría una critica a <strong>los</strong> valores más tradicionales. Así, laSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud219.


elación pre-marital, caracterizada antiguamente por el noviazgo vigilado cedió su lugar al “pololeo”,al cual se incorpora en <strong>los</strong> ‘90 la modalidad <strong>de</strong>signada como “andar”. Esta última se relaciona con laemocionalidad amistosa que, sin embargo, aña<strong>de</strong> un elemento erótico, que algunos <strong>de</strong>nominan “amigoscon ventaja” (Palma, citada por INJUV, 2004:105).Estas transformaciones se reflejan en <strong>los</strong> cambios en la situación <strong>de</strong> pareja <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en relacióna años anteriores, en que se aprecia un aumento <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> jóvenes que se encuentran so<strong>los</strong> y <strong>de</strong>lporcentaje pololea o anda con alguien, mientras que cae el porcentaje que vive con la pareja, es <strong>de</strong>cir, <strong>los</strong>y <strong>las</strong> jóvenes estarían optando por involucrarse menos en relaciones que impliquen un mayor compromisoo simplemente <strong>las</strong> postergan (INJUV, 2003).Fuente: Encuestas Nacionales Juventud, INJUV, años respectivos.• Significados asociados a la sexualidadEn el área <strong>de</strong> la sexualidad se pue<strong>de</strong>n apreciar, importantes cambios en relación a <strong>las</strong> experiencias <strong>de</strong> <strong>las</strong>generaciones anteriores.En general, <strong>las</strong> conductas sexuales juveniles, se orientan por una moral individual, que privilegia engeneral la realización personal y el goce sexual. En la juventud chilena contemporánea, la sexualidadaparece escasamente anclada en el matrimonio, el amor y <strong>las</strong> relaciones estables, y se legitima más bien<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la lógica <strong>de</strong>l consentimiento mutuo.Sin embargo, estos significados no apuntarían a la <strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong>l sistema valórico tradicional, sino220.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.más bien a la expresión <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> valores nuevo, centrado en el individuo y menos en el colectivo(INJUV, 2000).Un indicador que refleja estas transformaciones es la reconfiguración <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones que legitiman<strong>las</strong> relaciones sexuales, en don<strong>de</strong> el <strong>de</strong>seo se ha transformado en el elemento más importante. Según laEncuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, el año 1994, un 37% consi<strong>de</strong>raba podían darse relaciones sexuales entredos personas “si es que ambos lo <strong>de</strong>seaban”, y un 46% si es que hay amor. Hacia fines <strong>de</strong>l años 2003 estarelación se invierte, y la mitad (51%) legitima <strong>las</strong> relaciones sexuales a partir <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo y un 37% a partir<strong>de</strong>l amor.Asimismo, el estudio <strong>de</strong> comportamiento sexual realizado por el CONASIDA (2000) sugiere que serían<strong>los</strong> más jóvenes (18 a 24 años) quienes más asocian <strong>las</strong> relaciones sexuales al placer, en contraste con unamayoría que <strong>las</strong> vincula a <strong>los</strong> sentimientos.Sin embargo, la apertura en el plano sexual, expresada en adherencia a i<strong>de</strong>as que antes eran más bienrechazadas socialmente, no es homogénea y se observan diferencias significativas según sexo, nivelsocioeconómico y presencia <strong>de</strong> creencias religiosas. De hecho, la evi<strong>de</strong>ncia disponible sugiere que lalegitimación <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones sexuales a partir <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo es más común en <strong>los</strong> hombres, en quienes notienen creencias religiosas, y aumenta a medida que sube el nivel socioeconómico. Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud221.


Cabe <strong>de</strong>stacar <strong>de</strong> todas formas que, si bien <strong>las</strong> mujeres jóvenes legitiman menos <strong>las</strong> relaciones sexuales apartir <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo que <strong>los</strong> hombres, y que tien<strong>de</strong>n en su mayoría a consi<strong>de</strong>rar<strong>las</strong> aceptables sólo cuando hayamor (46% frente a un 28% en <strong>los</strong> hombres), es en el<strong>las</strong> en don<strong>de</strong> recae el grueso <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformacionessexuales, en tanto viven la sexualidad <strong>de</strong> manera más emancipada que en mujeres <strong>de</strong> generacionesanteriores.Por otra parte, es muy posible que la mayor legitimación <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones sexuales a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seoa medida que ascien<strong>de</strong> el nivel socioeconómico, se asocie a la disponibilidad <strong>de</strong> recursos que permitenuna mayor exposición a <strong>los</strong> mensajes “mo<strong>de</strong>rnos” acerca <strong>de</strong> la sexualidad que se difun<strong>de</strong>n a través <strong>de</strong>distintos medios <strong>de</strong> comunicación extranjeros.Por último, si bien, muchos jóvenes han incorporado elementos <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad respecto <strong>de</strong>su sexualidad en sus prácticas y representaciones, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser cierto que el<strong>los</strong> experimentan igualmenteinsatisfacciones en su vida sexual, <strong>de</strong>bido a la persistencia <strong>de</strong> un contexto cultural que constriñe y limitafuertemente la sexualidad juvenil, y que hace que esta se viva <strong>de</strong> manera oculta.En efecto, existen estudios que sugieren que el vivir con i<strong>de</strong>as contradictorias respecto a la sexualidadlleva a que <strong>las</strong> personas nunca puedan estar totalmente satisfechas consigo mismas y su actuar, porque <strong>de</strong>una u otra manera están transgrediendo una norma (Gysling, Benavente y Olavaria, 1997).A<strong>de</strong>más, la vivencia <strong>de</strong> la sexualidad <strong>de</strong> forma oculta, se evi<strong>de</strong>ncia en la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong>juventud (2003) - así como en otros estudios - en la escasa comunicación que tiene <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes consus padres al respecto.• Actitud frente a <strong>los</strong> métodos anticonceptivosPese a que <strong>las</strong> Encuestas Nacionales <strong>de</strong> Juventud no mi<strong>de</strong>n directamente actitu<strong>de</strong>s respecto <strong>de</strong> <strong>los</strong> métodosanticonceptivos, <strong>de</strong> todas formas, es posible <strong>de</strong>ducir algunas percepciones a partir <strong>de</strong> sus preguntas.En primer lugar, consi<strong>de</strong>rando que en la población adolescente (15 –19 años) sexualmente activa, un 42%no uso método anticonceptivo en su última relación sexual, y que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ese grupo un 23% <strong>de</strong>clarono usar<strong>los</strong> porque no le gusta (INJUV, 2003), es posible <strong>de</strong>ducir que un segmento importante <strong>de</strong> jóvenestiene una actitud <strong>de</strong>sfavorable hacia el uso <strong>de</strong> métodos anticonceptivos.De acuerdo a CONASIDA (2000), si bien <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes muestran un mayor uso <strong>de</strong>l preservativo que<strong>las</strong> generaciones mayores, se observan en el<strong>los</strong> importantes prejuicios respecto <strong>de</strong> su uso, expresados enaltos niveles <strong>de</strong> acuerdo con i<strong>de</strong>as tales como “quitan romanticismo al sexo”, “provoca <strong>de</strong>sconfianza enla pareja” o “disminuye el placer a <strong>los</strong> hombres”.222.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.En segundo lugar, el hecho que la píldora sea el método más utilizado (especialmente a partir <strong>de</strong> <strong>los</strong> 19años), indica que la principal razón para usar algún método anticonceptivo, se asocia a la prevención<strong>de</strong>l embarazo no <strong>de</strong>seado y en menor medida a evitar una infección <strong>de</strong> transmisión sexual. A<strong>de</strong>más estoimplica que la gestión <strong>de</strong>l riesgo sexual es asumida sobre todo por la mujer.En la misma línea, un estudio realizado por el CONASIDA (2000), confirma que la principal motivaciónpara la utilización <strong>de</strong>l preservativo es el prevenir el embarazo y no para evitar alguna ITS y/o el SIDA.En fin, pue<strong>de</strong> afirmarse que existe <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la población joven un conjunto <strong>de</strong> actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>sfavorablesrespecto <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> la tecnología preventiva que hace <strong>de</strong> el<strong>los</strong> un grupo vulnerable en el plano <strong>de</strong> la saludsexual y reproductiva.c. La amistadDentro <strong>de</strong> la esfera privada, la amistad ocupa un espacio especialmente importante en la vida durante lajuventud temprana. De hecho, en esta etapa se tiene la mayor cantidad <strong>de</strong> amigos (en comparación conel resto <strong>de</strong> la población) y a medida que avanza edad <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> amistad se reducen número y susencuentros se hacen más esporádicos (INJUV, 2003).De todas formas, parte importante <strong>de</strong> la juventud (38%), es c<strong>las</strong>ificada por el PNUD como “privatistaretraído”, es <strong>de</strong>cir, personas que tienen pocos amigos, que no realizan muchas activida<strong>de</strong>s en familia y,que <strong>de</strong>sarrollan su sociabilidad en torno a sus amista<strong>de</strong>s pero no <strong>de</strong> forma sistemática. A<strong>de</strong>más, parece serque <strong>las</strong> relaciones interpersonales <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> joven no se <strong>de</strong>sarrollan <strong>de</strong> forma armoniosa (PNUD-INJUV 2003).En términos <strong>de</strong>l significado asociado a la amistad, la evi<strong>de</strong>ncia disponible sugiere que ésta ocupa unespacio fundamental en el <strong>de</strong>sarrollo individual.Por un lado, según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, un 78% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, busca apoyo<strong>de</strong> otra persona ante problemas personales. Dentro <strong>de</strong> ese grupo, más <strong>de</strong> la mitad (58%) le cuenta susproblemas a un amigo, lo que implica que durante la juventud, <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> amistad ofrecen unapoyo tanto o más importante que la familia o la pareja.La búsqueda <strong>de</strong> apoyo en la amistad para trabajar sobre <strong>los</strong> problemas personales resulta más común enhombres y en zonas rurales, y es mayor a medida que <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> la edad y a medida que aumenta el nivelsocioeconómico.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud223.


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003 Por otro lado, es la amistad el espacio don<strong>de</strong> más se recurre para conversar sobre temas cruciales talescomo la sexualidad y el bienestar emocional. De acuerdo a la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, un53% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes conversa regularmente <strong>de</strong> sexo con un amigo, y un 42% conversa regularmentecon sus amigos acerca <strong>de</strong> sus problemas afectivos o emocionales.Consi<strong>de</strong>rando lo anterior, cabe <strong>de</strong>stacar que, si bien resulta un hecho normal que <strong>las</strong> personas jóveneshablen con sus pares temas que son <strong>de</strong> su interés, en tanto comparten experiencias comunes, este espacioconstituye una importante fuente <strong>de</strong> información.En conclusión, se pue<strong>de</strong> afirmar que existe una ten<strong>de</strong>ncia general hacia una creciente valoración <strong>de</strong> <strong>los</strong>espacios privados tales como la familia, la pareja y al amistad, en tanto estos logran apoyar <strong>de</strong> maneramás efectiva el proceso individualizado <strong>de</strong> <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> sí mismo que caracteriza crecientemente a lajuventud chilena contemporánea.2.4. Representaciones juveniles <strong>de</strong> <strong>los</strong> Roles <strong>de</strong> GéneroTal como se muestra en el capítulo dos <strong>de</strong>l informe, nuestro país ha experimentado cambios importantesen lo que respecta a una mayor igualdad entre hombres y mujeres, tanto a nivel estructural como a nivel<strong>de</strong> <strong>las</strong> representaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas.Específicamente, en la población joven estos cambios se reflejan en la progresiva homologación en <strong>las</strong>224.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.formas <strong>de</strong> pensar y actuar que muestran hombres y mujeres, cambios que a<strong>de</strong>más parecen vivenciarse<strong>de</strong> manera menos problemática que en <strong>las</strong> generaciones adultas.En términos intergeneracionales, <strong>de</strong> acuerdo a la Encuesta Nacional <strong>de</strong> Opinión Pública <strong>de</strong>l CEP (citadopor Lehmann, 2002), en general son <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes - junto con <strong>las</strong> personas más educadas y <strong>de</strong> nivelsocioeconómico alto y medio - quienes poseen una mayor apertura al trabajo femenino, y quienes enmayor medida están en <strong>de</strong>sacuerdo con que la integración laboral femenina tenga consecuencias negativaspara la familia y <strong>los</strong> hijos.En efecto, según un índice <strong>de</strong> apertura al trabajo femenino 7 creado por el CEP, mientras más joven es unpersona, más apoya el trabajo femenino fuera <strong>de</strong>l hogar.Cuadro 2ÍIÍndice <strong>de</strong> apertura al trabajo <strong>de</strong> la mujer para Chile18-24 25-34años añosMedianamente abierto al trabajo <strong>de</strong> la mujer fuera <strong>de</strong>lhogar35-54años55 y másaños30,3% 28,7% 26,7% 20,7%Abierto al trabajo <strong>de</strong> la mujer fuera <strong>de</strong>l hogar 18,6% 12,9% 9,8% 11,3%Fuente: Encuesta Nacional <strong>de</strong> Opinión Pública, CEP 2002.Por otra parte, <strong>de</strong> acuerdo a la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, existe en la población joven unaactitud favorable respecto <strong>de</strong> la igualdad <strong>de</strong> <strong>los</strong> roles <strong>de</strong> género al interior <strong>de</strong> la familia. Así, por unlado, la mayor parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, está en <strong>de</strong>sacuerdo con que “mantener a la familia es tareaprincipalmente <strong>de</strong>l hombre”(74%) y que “cuidar a <strong>los</strong> hijos es tarea principalmente <strong>de</strong> la mujer” (78%)(INJUV, 2003).A<strong>de</strong>más, la actitud juvenil hacia igualdad <strong>de</strong> <strong>los</strong> roles <strong>de</strong> género registrada hacia fines <strong>de</strong>l año 2003, esmás favorable que en el año 1997, lo que sugiere que la apertura en esta materia es fruto <strong>de</strong> un procesogradual y que para <strong>los</strong> próximos años se pue<strong>de</strong>n esperar mayores avances.No obstante, <strong>los</strong> cambios culturales en <strong>los</strong> roles <strong>de</strong> género ocurren con diferente velocidad entre <strong>los</strong>diferentes segmentos <strong>de</strong> la sociedad, hecho que se verifica también al interior <strong>de</strong> la juventud.De esta forma, en <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>s juveniles respecto <strong>de</strong> <strong>los</strong> roles <strong>de</strong> género, es posible observar diferenciasasociadas al sexo y nivel socioeconómico.7Este índice fue construido mediante análisis <strong>de</strong> factores, a partir <strong>de</strong> 4 preguntas relacionadas con <strong>las</strong> circunstancias en que la mujer<strong>de</strong>bería o no trabajar: “<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> casarse y antes <strong>de</strong> tener hijos”, “cuando se tiene un hijo en edad preescolar”, “<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que el hijomás pequeño comienza a ir al colegio” y “<strong>de</strong>spués que <strong>los</strong> hijos abandonan el hogar”.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud225.


Cuadro 3Porcentaje <strong>de</strong> jóvenes <strong>de</strong> acuerdo con cada afirmación según sexo y nivel socioeconómicoSexo NSE TotalHombre mujer Alto Medio BajoMantener a la familia es tarea <strong>de</strong>lhombre33% 19% 13% 27% 42% 26%Cuidar a <strong>los</strong> hijos es tarea <strong>de</strong> la mujer 19% 24% 11% 22% 34% 21%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV 2003.Las diferencias asociadas al nivel socioeconómico, coinci<strong>de</strong>n con estudios realizados por SERNAM(2003) que muestran que, el cambio en el ámbito <strong>de</strong> <strong>los</strong> roles <strong>de</strong> género no ha llegado a toda la poblaciónpor igual, y que justamente en sectores <strong>de</strong> menores recursos y bajos niveles <strong>de</strong> escolaridad se reproducenpatrones culturales tradicionalmente asociados a una cultura machista.Respecto a <strong>las</strong> diferencias por sexo, se observa que <strong>los</strong> hombres tien<strong>de</strong>n a estar más <strong>de</strong> acuerdo con quesu tarea es sostener el hogar, mientras que <strong>las</strong> mujeres están más <strong>de</strong> acuerdo con que su tarea es el cuidado<strong>de</strong> hijos, lo que muestra que el ámbito en el que cada sexo se muestra más conservador, es en aquel quehistóricamente se le ha asignado como propio <strong>de</strong> su dominio, es <strong>de</strong>cir, el espacio público para el hombre,y la esfera privada para la mujer.Respecto <strong>de</strong> lo anterior - fuera <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias asociadas a la especialización <strong>de</strong> hombres y mujeres -existe evi<strong>de</strong>ncia que la socialización aún mantiene diferencias marcadas entre ambos sexos. Por un lado,hoy en día, aún se aprecia al interior <strong>de</strong> <strong>las</strong> familias una mayor participación <strong>de</strong> <strong>las</strong> hijas en <strong>las</strong> tareas<strong>de</strong>l hogar con respecto a <strong>los</strong> hijos (Cimagroup, citado por CNTV, 2005) 8 . Por otro lado, persisten <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, estereotipos sexuales, en don<strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres son percibidas como más débiles, connecesidad <strong>de</strong> protección, más sensibles, terrenales y centradas en <strong>los</strong> valores <strong>de</strong> la familia; y en cambio,a <strong>los</strong> hombres se les percibe como racionales, con dificultad <strong>de</strong> expresar sus afectos y más impulsivos,sobre todo en el ámbito sexual (SERNAM, 2003).Por último, cabe que mencionar que, si bien <strong>las</strong> mujeres jóvenes parecen vivir la relación entre la casa yel trabajo con menos tensiones que mujeres mayores, <strong>de</strong> todas formas se aprecia en el<strong>las</strong> percepciones<strong>de</strong> que a futuro, con el matrimonio y la llegada <strong>de</strong> <strong>los</strong> hijos, la integración laboral <strong>de</strong>vendrá problemática(PNUD, 2002; SERNAM, 2003; Gysling, Benavente y Olavarría, 1997). Cabe <strong>de</strong>stacar - <strong>de</strong> acuerdo alestudio <strong>de</strong>l SERNAM - que entre <strong>las</strong> posibles soluciones que se vislumbran para enfrentar esta situación,<strong>las</strong> jóvenes mencionan poco la modificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> responsabilida<strong>de</strong>s al interior <strong>de</strong> la pareja.226.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.3. Religiosidad juvenil: elementos para un diagnósticoUna <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones que caracterizan a la sociedad chilena contemporánea, es la<strong>de</strong>sinstitucionalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> prácticas colectivas. Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> planos en que es posible observar estefenómeno, es la experiencia religiosa <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas.El <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> imaginarios tradicionales <strong>de</strong> chilenidad y <strong>de</strong> comunidad política nacional, asícomo la necesidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> individuos <strong>de</strong> diseñar sus i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s y proyectos <strong>de</strong> vida, han afectado <strong>los</strong>víncu<strong>los</strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas con la religión y con sus expresiones institucionales. La religión no <strong>de</strong>saparece,ni se <strong>de</strong>bilita como fuente <strong>de</strong> sentido, pero su imagen se modifica (PNUD, 2002).Diversos autores señalan que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la juventud existen diversas transformaciones, entre <strong>las</strong> cuales esposible i<strong>de</strong>ntificar una disminución <strong>de</strong> la religiosidad estructurada y el aumento <strong>de</strong>l sincretismo religioso(INJUV, 2005).A continuación, se presenta un análisis <strong>de</strong> <strong>los</strong> principales cambios experimentados en la religiosidad <strong>de</strong>la juventud chilena, en términos <strong>de</strong> preferencias, creencias y prácticas religiosas.3.1. ¿Son católicos <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes chilenos?En <strong>los</strong> últimos años, se ha observado un importante cambio en la <strong>de</strong>nominación religiosa <strong>de</strong> <strong>los</strong> chilenos.Durante décadas el ser católico y ser chileno eran dos fenómenos íntimamente ligados, sin embargo,la irrupción y proliferación <strong>de</strong> cultos y creencias protestantes, la expansión <strong>de</strong> creencias religiosas nocristianas, y la relativa apertura hacia la influencia extranjera, parecen <strong>de</strong>sarrollar un mayor pluralismoreligioso, al menos a nivel nominal.Específicamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mundo juvenil, a partir <strong>de</strong> <strong>las</strong> Encuestas Nacionales <strong>de</strong> Juventud, se observandos ten<strong>de</strong>ncias. Por un lado, un <strong>de</strong>scenso significativo <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> jóvenes que se <strong>de</strong>claran católicos,y por otro lado, un importante alza en aquel<strong>los</strong> que no se sienten cercanos a alguna religión. De todasformas, cabe <strong>de</strong>stacar que hacia fines <strong>de</strong>l 2003 tres <strong>de</strong> cada cuatro jóvenes se sentían cercanos a algunareligión.8En este estudio se constata que <strong>las</strong> mujeres adolescentes casi duplican a <strong>los</strong> hombres adolescentes en la cantidad <strong>de</strong> tiempo que <strong>de</strong>dican a<strong>las</strong> labores <strong>de</strong>l hogar.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud227.


Fuente: Encuestas Nacionales Juventud, INJUV, años respectivos.La evi<strong>de</strong>ncia disponible sugiere que la preferencia o <strong>de</strong>nominación religiosa se asocia principalmente conel sexo, el nivel socioeconómico y la zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l joven.En primer lugar, <strong>las</strong> mujeres tien<strong>de</strong>n a sentirse levemente más i<strong>de</strong>ntificadas con la religión católica (58%)y solo un 17% <strong>de</strong>clara no tener una preferencia religiosa <strong>de</strong>finida (ninguna). Los hombres en cambio, se<strong>de</strong>claran mo<strong>de</strong>radamente menos católicos (50%) y cerca <strong>de</strong> un tercio (29%) no se siente cercano a algunareligión (INJUV, 2003).En segundo lugar, en términos <strong>de</strong> nivel socioeconómico, se observa que cerca <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> <strong>las</strong> personasjóvenes se <strong>de</strong>nomina católica <strong>de</strong> forma transversal entre <strong>los</strong> tres grupos (alto, medio y bajo), sin embargo,se observan diferencias en <strong>los</strong> porcentajes <strong>de</strong> adhesión a la religión Evangélica y <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes sin<strong>de</strong>nominación religiosa. Por un lado, a medida que disminuye el nivel socioeconómico, aumenta elporcentaje <strong>de</strong> jóvenes i<strong>de</strong>ntificados con la religión evangélica y, a medida que éste aumenta, tien<strong>de</strong> aaumentar el porcentaje que no se i<strong>de</strong>ntifica con alguna religión.En tercer lugar, se observa que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes rurales son más religiosos, es <strong>de</strong>cir, se i<strong>de</strong>ntifican máscon la religión católica y la religión evangélica, mientras que en <strong>los</strong> urbanos, pese a ser eminentementecristianos, tien<strong>de</strong>n más a no sentirse cercanos a <strong>las</strong> religiones.228.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Cuadro 4Preferencias religiosas juveniles según nivel socioeconómico y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia(principales respuestas)Nivel socioeconómico Zona TotalAlto Medio Bajo Urbana RuralCatólica 54% 54% 54% 53% 62% 54%No me siento cercano a ninguna religión 28% 23% 16% 25% 14% 23%Evangélica 9% 18% 27% 16% 23% 17%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 20033.2. ¿En qué creen <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes chilenos?Fuera <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir <strong>las</strong> <strong>de</strong>nominaciones religiosas, resulta interesante estudiar <strong>las</strong> creencias religiosas, eseste sentido, existen antece<strong>de</strong>ntes que sugieren que Chile presenta un alto índice <strong>de</strong> creencias religiosascristianas, situándose en el quinto lugar en el ranking <strong>de</strong> creencias internacional (Lehmann, 2002).De acuerdo a la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, existen altos porcentajes <strong>de</strong> creencias cristianasen <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Las más arraigadas, son la creencia en Dios y Jesucristo y la menos arraigada es enel diablo. A<strong>de</strong>más, se observa que <strong>las</strong> mujeres creen más que hombres en <strong>los</strong> ángeles, Jesucristo y <strong>los</strong>Santos (INJUV, 2003).Cuadro 5Creencias cristianas en <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes según sexoSexoTotalHombreMujerCree en Dios 93% 97% 95%Cree en Jesucristo 86% 93% 90%Cree en <strong>los</strong> ángeles 69% 80% 75%Cree en <strong>los</strong> santos 49% 61% 55%Cree en el diablo 49% 47% 48%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.Posiblemente <strong>los</strong> mayores niveles <strong>de</strong> creencias cristianas en mujeres, están asociados al efecto <strong>de</strong>lculto mariano en la constitución <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad femenina latinoamericana. Pese a la secularización laVirgen María, que personifica el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> lo femenino y lo materno, seguiría siendo un referente en laauto<strong>de</strong>finión <strong>de</strong> la mujer, generado una mayor cercanía a la religión y creencias cristianas que en <strong>los</strong>hombres (Montecino, 1990).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud229.


Cabe <strong>de</strong>stacar a<strong>de</strong>más, que <strong>las</strong> creencias cristianas son importantes incluso en jóvenes que no se sientencercanos a alguna religión particular, <strong>de</strong> hecho, entre aquel<strong>los</strong> que se i<strong>de</strong>ntifican con ninguna religión, el80,7% cree en Dios, el 60,8% cree en Jesucristo, el 48,6% cree en <strong>los</strong> ángeles, el 39,1% cree en el diablo,el 32,8% cree en <strong>los</strong> santos, y el 9,2% cree en alguna divinidad no cristiana.Asimismo, en la juventud chilena es posible encontrar niveles <strong>de</strong> creencias no cristianas ampliamentecompartidas, especialmente la astrología y la reencarnación. En general, la presencia <strong>de</strong> estas creenciasno cristianas es mayor en el grupo socioeconómico alto, y similar entre hombres y mujeres. Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.La creencia en i<strong>de</strong>as no cristianas resulta in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> <strong>las</strong> preferencias religiosas. De esta forma,<strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> creencias no cristianas resultan similares entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes que se <strong>de</strong>claran cristianosy aquel<strong>los</strong> que no, refutando la hipótesis que exista alguna asociación importante entre ser cristiano yno sostener i<strong>de</strong>as cristianas. Tampoco se observa alguna asociación entre <strong>las</strong> creencias no cristianas yprácticas religiosas, medidas en asistencia a la iglesia o templo 9 .Al contrario, <strong>los</strong> índices <strong>de</strong> creencias cristianas y no cristianas 10 presentan una asociación directa ypositiva, es <strong>de</strong>cir, a más creencias cristianas, más creencias no cristianas y viceversa, sin embargo, elincremento en el nivel <strong>de</strong> creencias cristianas explica sólo el 7% <strong>de</strong> <strong>las</strong> variaciones en el nivel <strong>de</strong> creenciasno cristianas, por lo tanto, se trata <strong>de</strong> una relación débil.230.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Cuadro 6Relación entre creencias cristianas y no cristianas en jóvenesÍndice <strong>de</strong> Creencias CristianasÍndice <strong>de</strong> Creencias No CristianasBajo Medio AltoTotalBajo 23% 6% 5% 34%Medio 24% 9% 10% 43%Alto 8% 5% 10% 23%Total 55% 20% 25% 100%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.Los altos niveles <strong>de</strong> creencias cristianas y no cristianas, y la baja asociación entre ambos tipos <strong>de</strong> creencias,pue<strong>de</strong> ser un indicador que la juventud chilena está optando por la construcción individual <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidadreligiosa alejada <strong>de</strong>l dogma cristiano.Dicho fenómeno, pue<strong>de</strong> explicarse por el incremento <strong>de</strong> interpretaciones posibles <strong>de</strong> la realidad y múltiplesverda<strong>de</strong>s no concluyentes, que se presentan a <strong>los</strong> sujetos, generan una sensación <strong>de</strong> incertidumbre queentra en tensión con su necesidad <strong>de</strong> algún grado <strong>de</strong> certeza. Esto llevaría a cada persona a generar suspropia combinatoria <strong>de</strong> creencias mediante la selección <strong>de</strong> diversas “verda<strong>de</strong>s parciales” que orienten suvida.De este modo, surge el “católico a mi manera”, que coinci<strong>de</strong> con la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l “nominal” <strong>de</strong>sarrolladapor PNUD, que serían aquel<strong>los</strong> que se <strong>de</strong>claran religiosos pero no realizan ninguna o una muy baja prácticareligiosa (PNUD, 2001:238) o que simplemente no comparte a nivel <strong>de</strong> creencias <strong>los</strong> planteamientos <strong>de</strong>la religión a la que dice pertenecer.3.3. ¿Practican sus creencias <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes chilenos?Los estudios realizados por el Centro <strong>de</strong> Estudios Públicos en Chile, muestran que se ha <strong>de</strong>sarrolladouna baja generalizada en la “observancia religiosa” 11 - medida en términos <strong>de</strong> asistencia a serviosreligiosos - en todos <strong>los</strong> grupos sociales, situando a Chile en niveles <strong>de</strong> observancia similares a<strong>los</strong> registrados en países europeos <strong>de</strong> cultura más bien secular y muy por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> <strong>los</strong> países másobservantes, como Estados Unidos y México (Lehmann y Hinzpeter, 1999).De acuerdo <strong>las</strong> Encuestas Nacionales <strong>de</strong> Juventud realizadas por el INJUV entre <strong>los</strong> años 1997 y el 2003,la asistencia al templo o iglesia en la población joven tien<strong>de</strong> a hacerse más ocasional.9Sin incluir ceremonias tales como bautizos o matrimonios.10El índice <strong>de</strong> creencias cristianas incluyó la creencia en Dios, Jesucristo, Ángeles, Santos y el Diablo. El índice <strong>de</strong> creencias nocristianas incluyó por su parte la creencia en la magia, tarot, astrología, reencarnación y divinidad no cristiana. Ambos índices podíanasumir valores entre 0 y 5 puntos y fueron categorizados en alto, medio y bajo nivel <strong>de</strong> creencias.11El CEP <strong>de</strong>fine “observancia religiosa” como asistencia semanal a la iglesia. De este modo, serán no observantes quienes manifiestenuna frecuencia inferior <strong>de</strong> asistencia a la iglesia.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud231.


Fuente: Encuestas Nacionales Juventud, INJUV, años respectivos.Quienes asisten al templo o iglesia más frecuentemente, son <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes entre 15 y 19 años (INJUV,2003), es <strong>de</strong>cir, jóvenes en su mayoría en edad escolar, lo que sugiere que la alta asistencia a serviciosreligiosos en esta etapa, se explica en parte por activida<strong>de</strong>s religiosas <strong>de</strong> organizados por el establecimientoeducacional en que estudia el joven.Al consi<strong>de</strong>rar sólo a jóvenes que asisten semanalmente a la iglesia o templo, es posible <strong>de</strong>terminar que setrata principalmente <strong>de</strong> jóvenes urbanos (88%), mujeres (60%), jóvenes <strong>de</strong> grupo socioeconómico medio(59%) (INJUV, 2003).Al analizar la asistencia servicios religiosos según preferencias religiosas, se observa que quienes sei<strong>de</strong>ntifican con la religión católica, poseen una frecuencia <strong>de</strong> asistencia semanal relativamente baja (17%),en comparación con quienes se i<strong>de</strong>ntifican con otra religión cristiana (40%), u otra religión o creencia nocristiana (44%).Dicha diferencia, pue<strong>de</strong> explicarse porque la i<strong>de</strong>ntidad cristiana no católica estaría más ligada a laexperiencia colectiva institucional, en tanto la i<strong>de</strong>ntificación religiosa católica se encuentra mucho másdifuminada en la cultura chilena, <strong>de</strong> modo tal que es viable realizar una i<strong>de</strong>ntificación sin que sea necesariopara ello la realización <strong>de</strong> prácticas colectivas asociadas a esta i<strong>de</strong>ntificación.Por otro lado, la participación <strong>de</strong> jóvenes en grupos religiosos - segunda en importancia <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> laparticipación juvenil en grupos <strong>de</strong>portivos - se ha mantenido estable alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 14% entre <strong>los</strong> años1997 y 2003.232.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Las mujeres participan en estos grupos con mayor regularidad, mientras que <strong>los</strong> hombres manifiestanmayor <strong>de</strong>sinterés por participar; y a medida que aumenta la edad, disminuye tanto la participación activacomo el interés por formar parte <strong>de</strong> grupos religiosos (INJUV, 2003).La participación en grupos religiosos en jóvenes católicos se ve potenciada por la existencia <strong>de</strong> grupos<strong>de</strong> pastoral escolar <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> alguna congregación. En este caso, la participación se percibe comoun espacio don<strong>de</strong> se logran establecer víncu<strong>los</strong> afectivos y vivir la experiencia <strong>de</strong> creyente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unadimensión <strong>de</strong> comunidad.En cambio para <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes pentecostales <strong>los</strong> significados asociados a la experiencia religiosacolectiva dicen relación con su <strong>de</strong>finición como un espacio privilegiado para vivir la fe, don<strong>de</strong> es posibleencontrar <strong>los</strong> ‘consejos correctos’ provenientes <strong>de</strong> fuentes legítimas (INJUV, 1999).Otra práctica religiosa relevante es la oración. En ese sentido, un estudio <strong>de</strong>l CEP sugiere que el 50%<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes ora al menos una vez por semana o con más frecuencia 12 . A<strong>de</strong>más, hay estudiosque sugieren que la práctica <strong>de</strong> oración que más le acomoda a la generalidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> estudiantessecundarios, es la conversación libre y espontánea con Dios, tanto <strong>de</strong>ntro como fuera <strong>de</strong>l templo (CISOC-Bellarmino, 2005).En fin, la importancia <strong>de</strong> la oración, sumada a la <strong>de</strong>creciente asistencia a activida<strong>de</strong>s religiosas y bajapertenencia a grupos religiosos, sugiere un alejamiento <strong>de</strong> la esfera institucional <strong>de</strong> la religión, y que seestaría <strong>de</strong>sarrollando en la juventud una relación más personal con la divinidad, es <strong>de</strong>cir, una fe más bienprivada.3.4. (Des) Confianza en la Iglesia CatólicaCabe mencionar, que la <strong>de</strong>sinstitucionalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> prácticas religiosas, está acompañada <strong>de</strong> unacreciente <strong>de</strong>sconfianza en la Iglesia, - particularmente la Iglesia Católica - por parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.12Fuente: Elaboración Propia en base a: Centro <strong>de</strong> Estudios Públicos. Estudio Nacional <strong>de</strong> Opinión Pública N°8, Tercera Serie,Junio 1998. (Computer file). CEP0036-v1. Santiago: Centro <strong>de</strong> Estudios PúblicosSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud233.


Fuente: Encuestas Nacionales Juventud, INJUV, años respectivos.Según la Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, la confianza en la iglesia católica disminuye conformeaumenta la edad y aumenta conforme disminuye el nivel socioeconómico. Las mujeres manifiestan unaleve ten<strong>de</strong>ncia a confiar más que <strong>los</strong> hombres en la Iglesia Católica (6% superior). A su vez, <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes rurales tien<strong>de</strong>n a confiar más en ella (68,5%) que en zonas urbanas (50,6%) (INJUV, 2003)Si bien la confianza en la iglesia católica continúa siendo mayoritaria entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes hoy en día,llama la atención la alta <strong>de</strong>sconfianza entre quienes no son católicos y que un porcentaje importante <strong>de</strong>jóvenes católicos <strong>de</strong>sconfié <strong>de</strong> ella.Cuadro 7Confianza en la Iglesia Católica según preferencia religiosaConfíoDesconfíoCatólica 81% 20%Evangélica 19% 81%Otra religión cristiana 13% 87%Otra religión o creencia 19% 81%No me siento cercano a ninguna religión 23% 77%Total 53% 47%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.234.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.La <strong>de</strong>sconfianza en la iglesia católica se asocia a un conjunto <strong>de</strong> percepciones negativas <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes, en que aparecen críticas como inconsistencia entre discurso y práctica, intromisión en temaspolíticos, y promoción <strong>de</strong> una moral sexual extemporánea. De hecho, poco más <strong>de</strong>l 73% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes <strong>de</strong> colegios católicos y laicos <strong>de</strong>clara estar <strong>de</strong> acuerdo con que la iglesia católica tiene <strong>de</strong>masiadodinero y un porcentaje bastante similar sostiene que practica poco lo que exige a <strong>los</strong> <strong>de</strong>más (CISOC-BELLARMINO, 2005:36).A<strong>de</strong>más, más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> colegios laicos y católicos, <strong>de</strong>clara estar <strong>de</strong> acuerdo conque la Iglesia está más preocupada <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r que <strong>de</strong> temas espirituales, que se ocupa <strong>de</strong>masiado <strong>de</strong> temaspolíticos, que es aburrida, que se apega <strong>de</strong>masiado al pasado, y que tiene una postura anticuada sobre <strong>las</strong>exualidad (CISOC-BELLARMINO, 2005:36).En fin, este conjunto <strong>de</strong> antece<strong>de</strong>ntes sugieren que para <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, <strong>las</strong> prácticas religiosasinstitucionales, no ofrecen una vía para encausar sus inquietu<strong>de</strong>s, por lo tanto, no constituyen un elementoesencial para la construcción i<strong>de</strong>ntitaria (PNUD-INJUV, 2002). Esto contribuye a generar nuevas formas<strong>de</strong> vivenciar la religiosidad, alejadas <strong>de</strong> <strong>las</strong> prácticas colectivas y más cercanas a la construcción <strong>de</strong> unarelación personal e individual con la divinidad <strong>de</strong> acuerdo a <strong>las</strong> propias necesida<strong>de</strong>s.4. Prácticas socioculturalesOtro elemento fundamental en el proceso <strong>de</strong> formación i<strong>de</strong>ntitaria que caracteriza a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes son<strong>las</strong> prácticas socioculturales en tanto estas pue<strong>de</strong>n ser consi<strong>de</strong>radas orientadoras <strong>de</strong> aspectos subjetivos yconstituyen elementos substanciales en <strong>los</strong> patrones <strong>de</strong> sociabilidad juvenil.A continuación se presentará una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> tres prácticas culturales específicas relevantes para elmundo juvenil: el consumo cultural, el uso <strong>de</strong> nuevas tecnologías <strong>de</strong> la información, y la participación ensubculturas juveniles.4.1. Consumo Cultural JuvenilEl consumo cultural es un tipo especial <strong>de</strong> consumo que pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado una variante <strong>de</strong>l consumoen su dimensión simbólica, en el sentido <strong>de</strong> un goce que va más allá <strong>de</strong> la satisfacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>sbásicas y don<strong>de</strong> es posible la construcción y actualización <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s personales y sociales(Carrasco y otros, 1999). De esta forma, el consumo cultural pue<strong>de</strong> ser entendido como un proceso <strong>de</strong>apropiación y uso <strong>de</strong> productos simbólicos; proceso en el cual el valor simbólico prevalece por sobre suvalor <strong>de</strong> uso y <strong>de</strong> cambio (García Canclini, 1993).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud235.


En el fondo, el consumo cultural permite a <strong>las</strong> personas <strong>de</strong>sarrollarse individualmente y sirve <strong>de</strong> sustentoa la integración social, presentándose como un lugar privilegiado para la experimentación <strong>de</strong> la sociedad(PNUD-INJUV, 2002), posibilitando una instancia <strong>de</strong> distinción y reafirmación <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad.En el presente informe, consi<strong>de</strong>rando que la construcción <strong>de</strong> la categoría juvenil está estrechamenteligada a <strong>las</strong> transformaciones culturales relacionadas a espacios <strong>de</strong> socialización y al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> laindustria cultural (Wortman en Matus, 1997), se consi<strong>de</strong>rará consumo cultural a aquel<strong>las</strong> prácticas <strong>de</strong>uso y apropiación <strong>de</strong> bienes culturales ligados a la <strong>de</strong>nominada “industria cultural” y <strong>los</strong> medios <strong>de</strong>comunicación.El consumo cultural pue<strong>de</strong> ser c<strong>las</strong>ificado <strong>de</strong> diversas maneras, sin embargo, para estos fines serác<strong>las</strong>ificado en dos tipos: aquel que se realiza en la esfera pública, que implica <strong>de</strong> alguna u otra formael salir <strong>de</strong>l hogar y entrar en contacto con otros, don<strong>de</strong> se encuentran principalmente la asistencia aactivida<strong>de</strong>s artístico culturales masivas, ligados a la industria cultural; y el consumo cultural en la esferaprivada, que no precisa <strong>de</strong> terceros para ser realizado, ligado principalmente al consumo <strong>de</strong> medios <strong>de</strong>comunicación y la lectura.a. Consumo sociocultural en la esfera pública: activida<strong>de</strong>s artísticas yculturalesLos antece<strong>de</strong>ntes disponibles indican que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes valoran positivamente <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>sculturales, y que a<strong>de</strong>más tienen un mayor consumo cultural que la población adulta. No obstante, más <strong>de</strong>la mitad <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes no ha realizado durante el último año ninguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s culturalesestudiadas por el Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura (ver gráfico 28).236.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Fuente: Elaboración propia en base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004De acuerdo a la Encuesta <strong>de</strong> Consumo Cultural y Uso <strong>de</strong>l Tiempo Libre (Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura,2004) la actividad cultural <strong>de</strong> la esfera publica más realizada 13 por la juventud chilena es ir al cine, y, ensegundo lugar, asistir a una biblioteca.Pese a que la asistencia al cine es una <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s más realizadas, sólo el 13% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesasiste en promedio una vez al mes durante el ultimo año.El género <strong>de</strong> pelícu<strong>las</strong> preferido por <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes es el <strong>de</strong> acción (46%), seguido muy por <strong>de</strong>bajo porla comedia (16%) y la ciencia ficción (14%), sin que se registren gran<strong>de</strong>s diferencias por sexo. A<strong>de</strong>más,existe una clara preferencia por pelícu<strong>las</strong> <strong>de</strong> origen norteamericano (74%) por sobre <strong>las</strong> chilenas (11%)(Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004).Al consi<strong>de</strong>rar sólo la población <strong>de</strong> jóvenes que asiste a espectácu<strong>los</strong> artísticos y culturales, se observa quequienes asisten más frecuentemente, en casi todas <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s - a excepción <strong>de</strong>l circo -, tienen entre15 y 19 años.13Medida en base a su prevalencia anual (asistencia en <strong>los</strong> últimos 12 meses).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud237.


Fuente: Elaboración propia en base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004En el caso <strong>de</strong> la asistencia a bibliotecas, <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s diferencias observadas según edad se explicanpor su asociación con <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s académicas. De esta forma, a medida que <strong>las</strong> personas terminansu educación formal, tien<strong>de</strong>n a <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> asistir <strong>las</strong> bibliotecas, <strong>de</strong> hecho, el porcentaje que realiza estaactividad cae a un 17% en la población adulta y a un 5% en <strong>los</strong> adultos mayores (Consejo Nacional <strong>de</strong>Cultura, 2004).Asimismo, la mayor asistencia juvenil al teatro y a <strong>los</strong> museos - especialmente en la juventud temprana - seexplicaría porque <strong>los</strong> propios establecimientos educacionales llevan a sus estudiantes a estas activida<strong>de</strong>scomo parte <strong>de</strong> sus activida<strong>de</strong>s académicas.Por otra parte, en términos globales, no se registran diferencias importantes la asistencia <strong>de</strong> jóveneshombres y mujeres a <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s culturales. Sin embargo, al analizar <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s por separado, seobserva que <strong>los</strong> hombres asisten más a cada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, a excepción <strong>de</strong>l circo, en que predominan <strong>las</strong>mujeres (Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004).Lo anterior sugiere la existencia <strong>de</strong> una mayor orientación <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres hacia <strong>los</strong> espacios públicos encontraste con <strong>las</strong> mujeres, que ten<strong>de</strong>rían más al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s en la esfera privada, relacionadascon la familia.En relación al nivel socioeconómico, es posible observar una segmentación <strong>de</strong> <strong>las</strong> prácticas <strong>de</strong> consumocultural, en que éstas <strong>de</strong> hacen más frecuentes a medida que sube la posición socioeconómica <strong>de</strong>l joven.238.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4. Fuente: Elaboración Propia en Base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004.Es en el caso <strong>de</strong>l cine y el teatro don<strong>de</strong> se dan <strong>las</strong> mayores diferencias en asistencia según nivelsocioeconómico.De esta forma, un alto porcentaje <strong>de</strong> jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómico alto ha asistido al cine en promediouna vez por mes (27%), versus casi ningún joven <strong>de</strong> nivel socioeconómico bajo. En la asistencia alteatro en cambio, se aprecian diferencias importantes en relación a quienes no han asistido nunca en suvida, 37% en jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómico bajo frente a sólo un 5% en el alto (Consejo Nacional <strong>de</strong>Cultura, 2004).Las principales razones que argumentan <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes para no asistir a estos espectácu<strong>los</strong> culturales,dicen relación principalmente con la falta <strong>de</strong> interés o gusto, la falta <strong>de</strong> tiempo, y en menor medida, falta<strong>de</strong> recursos económicos.La falta <strong>de</strong> interés, motivación o gusto por algunas <strong>de</strong> estas activida<strong>de</strong>s, es comprensible si se toma elcuenta que el “gusto” no es algo innato, sino que es más bien una disposición y predisposición influidapor el medio social en el cual el sujeto se <strong>de</strong>senvuelve (Bourdieu, 2004) y muchas <strong>de</strong> estas activida<strong>de</strong>sculturales, pese a <strong>los</strong> esfuerzos <strong>de</strong> algunas instituciones, no han logrado traspasar la barrera <strong>de</strong> la “elite”,ni <strong>los</strong> espacios asociados a la educación formal.Del mismo modo, la falta <strong>de</strong> tiempo no resulta sorpren<strong>de</strong>nte, consi<strong>de</strong>rando que - según la Encuesta <strong>de</strong>lConsejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004 - , un 60% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes opinan que disponen <strong>de</strong> poco tiempolibre.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud239.


Como es <strong>de</strong> esperar <strong>las</strong> limitaciones económicas en el consumo cultural en la esfera pública, presentan unfuerte asociación con el nivel socioeconómico <strong>de</strong>l joven.Estas diferencias pue<strong>de</strong>n ser explicados en parte, por el elevado valor <strong>de</strong> <strong>las</strong> entradas a éstos espectácu<strong>los</strong>,particularmente <strong>de</strong>l cine y el teatro; y a su vez, por el mayor <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l gusto por este tipo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> grupos socioeconómicos más privilegiados, en que la asistencia a este tipo <strong>de</strong> espectácu<strong>los</strong> formaparte <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> diferenciación y distinción respecto <strong>de</strong> otros grupos.En este sentido, resulta necesario el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> políticas públicas que, por un lado, fomenten el gustopor <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s artísticas y culturales, y por otro lado, que permitan una <strong>de</strong>mocratización <strong>de</strong>l accesoa éstas. Fuente: Elaboración Propia en base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004.b. Consumo sociocultural en la esfera privadaEl consumo cultural en la esfera privada se refiere al consumo <strong>de</strong> bienes simbólicos que se realizaprincipalmente en la privacidad <strong>de</strong>l hogar y que para su realización no precisa <strong>de</strong> la intervención <strong>de</strong>terceros, aunque eventualmente podría ser realizado en compañía <strong>de</strong> otros.Este tipo <strong>de</strong> consumo cultural se asocia principalmente al consumo <strong>de</strong> medios <strong>de</strong> comunicación que,según lo indican diversos estudios, se trata <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> consumo cultural <strong>de</strong> preferencia en la poblaciónchilena.240.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.La relevancia <strong>de</strong> estudiar este tipo <strong>de</strong> consumo radica en que dada su extensión, se configura como unimportante agente socializador y generador <strong>de</strong> esquemas subjetivos para compren<strong>de</strong>r la realidad.A continuación se presenta un breve análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> tres principales formas que asume el consumo culturalen la esfera privada; esto es: el consumo televisivo, <strong>de</strong> música y radio, y la lectura.• La televisiónPara la inmensa mayoría <strong>de</strong> la población chilena, el consumo cultural se limita al consumo televisivocomo fuente única y privilegiada <strong>de</strong> acceso a la información y entretención. Si bien, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes<strong>de</strong>sarrollan un consumo cultural mucho más variado que la población adulta, el ver televisión es una <strong>de</strong><strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s que realizan con mayor frecuencia.El consumo diario <strong>de</strong> televisión <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes ha experimentado crecimientos importantes en <strong>los</strong>últimos años, alcanzando un promedio <strong>de</strong> 2,4 horas diarias (Consejo Nacional <strong>de</strong> Televisión, 2005). A<strong>de</strong>máshacia fines <strong>de</strong>l año 2003, el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes que ven televisión diariamente llegó a un 91%. Fuente: Encuestas Nacionales Juventud, INJUV, años respectivos.Los altos niveles <strong>de</strong> consumo televisivo en la juventud no son más que un reflejo <strong>de</strong> la ten<strong>de</strong>ncia general<strong>de</strong> la sociedad chilena. De hecho, consumen la misma cantidad <strong>de</strong> televisión que <strong>los</strong> adultos (ConsejoNacional <strong>de</strong> Cultura, 2004).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud241.


Pese a la importancia esta forma <strong>de</strong> consumo cultural en <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, sólo el 17% <strong>de</strong> el<strong>los</strong> afirmaque durante su tiempo libre prefieren ver televisión (INJUV, 2003), y ésta recibe una evaluación másbien negativa. El 40% consi<strong>de</strong>ra que la televisión muestra una imagen negativa <strong>de</strong> la juventud, el 44%que manipula a <strong>las</strong> personas y el 46% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> adolescentes consi<strong>de</strong>ra que la televisión chilena estáempeorando (Consejo Nacional <strong>de</strong> Televisión, 2005).La dicotomía entre el alto consumo, el rechazo y falta <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación con la televisión expresado por<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, podría ser explicada en base a dos características <strong>de</strong> este medio.Por un lado, es posible que la televisión, por su bajo costo y alta accesibilidad (en el caso <strong>de</strong> la televisiónabierta), se constituya como una alternativa a la falta <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s en el tiempo libre. De hecho, <strong>los</strong>y <strong>las</strong> jóvenes presentan una predisposición menor que otros grupos a encen<strong>de</strong>r el televisor para ver unprograma en específico (PNUD-INJUV, 2002), <strong>de</strong> este modo, muchos jóvenes lo harían porque “no haynada mejor que hacer” o simplemente para “ver qué están dando”.Por otro lado, ver televisión posee la particularidad <strong>de</strong> ser una actividad que no requiere <strong>de</strong>dicaciónexclusiva, en efecto, más <strong>de</strong> un tercio <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes ve televisión mientras realiza otras activida<strong>de</strong>s(Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004); el 11% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> adolescentes hace “siempre” sus tareas viendotelevisión, mientras que el 52% presenta esta conducta “a veces” (Consejo Nacional <strong>de</strong> Televisión,2005). Fuente: Elaboración Propia en base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004.242.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Por último, cabe <strong>de</strong>stacar que la importancia <strong>de</strong>l consumo televisivo radica en que brinda claves <strong>de</strong>interpretación para ver y leer <strong>las</strong> vivencias personales (PNUD-INJUV, 2002) e implica procesos <strong>de</strong>inclusión simbólica y formación <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad (Reinoso, 2005).Lo anterior resulta especialmente relevante durante la juventud, <strong>de</strong> hecho, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes tienen unamayor predisposición que otros grupos etários a discutir aquello que ven en la televisión y se pue<strong>de</strong>suponer que una parte importante <strong>de</strong> <strong>las</strong> conversaciones juveniles se constituyen a partir <strong>de</strong> <strong>los</strong> contenidostelevisivos. Los antece<strong>de</strong>ntes disponibles sugieren que este fenómeno sería transversal entre <strong>los</strong> diferentesniveles socioeconómicos (PNUD-INJUV 2002).A su vez, la televisión parece ocupar un importante lugar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la sociabilidad familiar, ya que <strong>de</strong>s<strong>de</strong>1996 la proporción <strong>de</strong> personas que comparten algunos horarios para ver algún programa en familiase mantiene alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 80% (PNUD, 2002:115). Efectivamente, <strong>los</strong> programas más vistos por <strong>los</strong>adolescentes en familia son <strong>las</strong> teleseries (46%) y <strong>los</strong> noticiarios (24%) (Consejo Nacional <strong>de</strong> Televisión,2005), transmitidos en horarios “familiares”. En este sentido, la televisión propone nuevos temas <strong>de</strong>conversación a <strong>las</strong> familias, incluso temas complejos <strong>de</strong> abordar intergeneracionalmente (sexualidad,drogas, entre otros).En fin, teniendo en cuenta el gran peso que este tipo <strong>de</strong> consumo televisivo pue<strong>de</strong> tener en la configuración<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad durante la juventud, el diseño <strong>de</strong> políticas públicas que promuevan una televisión <strong>de</strong> altacalidad <strong>de</strong>viene en un aspecto clave.• La música y la radioEscuchar música es la segunda actividad que más ocupa el tiempo libre <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> latelevisión), pero, a diferencia <strong>de</strong> ver televisión, escuchar música es la actividad que más le gusta realizaren su tiempo libre a la mayoría (58%) (INJUV, 2003).Casi todos <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (90%) escuchan música al menos 3 veces por semana (INJUV, 2003), sinembargo, esta alta exposición a la música no es exclusiva <strong>de</strong> esta población. De hecho, - al igual que en elcaso <strong>de</strong> la televisión -, no se observan diferencias importantes en la frecuencia <strong>de</strong> consumo musical entrejóvenes, adultos y adultos mayores (Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004).La importancia <strong>de</strong>l consumo <strong>de</strong> música es transversal a la juventud, sin embargo, se observa un nivel <strong>de</strong>exposición a la música (en términos <strong>de</strong> horas diarias) especialmente alto en mujeres jóvenes que resi<strong>de</strong>nen zonas rurales (INJUV, 2004).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud243.


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.El medio favorito para escuchar música en <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes es la radio (Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura,2004), medio que se posee la particularidad <strong>de</strong> captar todo tipo <strong>de</strong> audiencias. Fuente: Elaboración Propia en base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004.La importancia <strong>de</strong> la música para <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes radica en su capacidad para materializar la subjetividadjuvenil y poner <strong>de</strong> manifiesto sus inquietu<strong>de</strong>s, anhe<strong>los</strong> y estados <strong>de</strong> ánimo.244.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.El alto consumo juvenil - en horas promedio - <strong>de</strong> música y programas musicales a través <strong>de</strong> la radio, seexplica, por un lado, porque esta actividad – al igual que la televisión - no precisa <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicación exclusiva,y es combinable con otras activida<strong>de</strong>s. Por otro lado, la música y la radio tienen una gran capacidad <strong>de</strong>representar formas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s juveniles diversas.De este modo, a través <strong>de</strong> la música y <strong>los</strong> diferentes esti<strong>los</strong> musicales, se <strong>de</strong>sarrollan mecanismos <strong>de</strong>inclusión y exclusión que generan sentimientos <strong>de</strong> pertenencia y diferenciación al interior <strong>de</strong>l mundojuvenil.Las preferencias musicales <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes son sumamente variadas, sin embargo, se advierte ciertopredominio <strong>de</strong>l género romántico.Fuente: Elaboración Propia en base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004.La utilización <strong>de</strong> la radio (receptor) como la forma principal para escuchar música se mantiene en todos<strong>los</strong> esti<strong>los</strong> musicales, salvo en el caso <strong>de</strong>l Rock, Hip-Hop, Rap, Blues y música Fusión, que se escuchamás en versiones grabadas tipo CD, MP3, casetes y/o discos <strong>de</strong> vinilo (Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura,2004), posiblemente <strong>de</strong>bido a una menor oferta radial <strong>de</strong> estos esti<strong>los</strong>, así como por la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>algunos segmentos juveniles a distinguirse <strong>de</strong>l resto, escuchando cosas “menos populares”.Por último, en términos <strong>de</strong>l impacto <strong>de</strong>l consumo <strong>de</strong> radio y música, cabe <strong>de</strong>stacar que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesentre 18 a 21 años, constituyen el único sector significativo <strong>de</strong> la sociedad que observa, comenta programas<strong>de</strong> música y valora la música como una experiencia <strong>de</strong> distinción (PNUD-INJUV 2002).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud245.


En fin, en base a estos antece<strong>de</strong>ntes, es posible afirmar que la radio constituye el medio masivo másimportante para llegar a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> manera efectiva.• La lecturaEn general, <strong>los</strong> estudios <strong>de</strong>muestran que la población chilena lee poco, y que el material más leído son <strong>los</strong>diarios (Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004).En este contexto, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>stacan <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> la población por leer más libros y revistas queel resto <strong>de</strong> la población, mientras que a medida que aumenta la edad tien<strong>de</strong> a disminuir la lectura <strong>de</strong> estetipo <strong>de</strong> material. Fuente: Elaboración Propia en base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004.Si bien <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes leen más que el resto <strong>de</strong> la población (libros y revistas), esta actividad no parecemuy motivante para la juventud, <strong>de</strong> hecho, sólo el 9% señala la lectura <strong>de</strong> libros, diarios y/o revistas, entresus activida<strong>de</strong>s favoritas a realizar durante su tiempo libre (INJUV, 2003).La baja preferencia por la lectura se explica, por un lado, porque se trata <strong>de</strong> una actividad asociada aobligaciones académicas potencialmente tediosas y aburridas. Por otro lado, la lectura es una actividad másexigente y, a diferencia <strong>de</strong> otras activida<strong>de</strong>s, por lo general requiere <strong>de</strong>dicación exclusiva, concentracióny aislamiento.246.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Analizando específicamente la lectura <strong>de</strong> libros en la población joven, se advierte que, esta actividad esmo<strong>de</strong>radamente más común entre <strong>las</strong> mujeres y presenta un fuerte asociación positiva con en el nivelsocioeconómico, es <strong>de</strong>cir, al subir en la escala social, aumenta la lectura, situando al libro como unelemento importante <strong>de</strong> distinción.Fuente: Elaboración Propia en base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004.La información disponible señala que la lectura se constituye como practica habitual <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong>jóvenes reducido y homogéneo en cuanto a preferencias.En este grupo, <strong>los</strong> tipos <strong>de</strong> libros más leídos son <strong>las</strong> nove<strong>las</strong> (49%) y <strong>los</strong> libros <strong>de</strong> cuentos (11%); con unamarcada preferencia por la literatura latinoamericana y la chilena (Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004), y<strong>las</strong> principales motivaciones para hacerlo son la entretención (61%), la información (14%) y el <strong>de</strong>sarrollopersonal (9%).Entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, la lectura <strong>de</strong> diarios y revistas es bastante más popular que la lectura <strong>de</strong> libros.Un 59% dice leer diarios al menos una vez por semana y un 38% dice leer revistas al menos una vez pormes. Al ser consultados por <strong>las</strong> secciones <strong>de</strong>l diario que leen, el 30% afirma leerlo completo y el 13% lacrónica nacional, mientras que el tipo <strong>de</strong> revistas más leídas son <strong>las</strong> <strong>de</strong> actualidad (24%), hogar/jardinería/diseño/ <strong>de</strong>coración (13%) y <strong>de</strong>portes (13%) (Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2005).Por otro parte, hay antece<strong>de</strong>ntes que indican que el 50% <strong>de</strong> la población juvenil no lee nada durante susactivida<strong>de</strong>s cotidianas (INJUV, 2004), y pese a que comúnmente <strong>los</strong> bajos índices <strong>de</strong> lectura se atribuyenal alto precio <strong>de</strong> <strong>los</strong> libros y el impuesto que éstos <strong>de</strong>ben pagar, son - <strong>de</strong> acuerdo a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes - laSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud247.


falta gusto o interés y en segundo lugar falta <strong>de</strong> tiempo, <strong>los</strong> principales motivos para no hacerlo (ConsejoNacional <strong>de</strong> Cultura, 2004). Fuente: Elaboración Propia en base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004.En base a estos antece<strong>de</strong>ntes, es posible afirmar que el gran <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> la política pública en ésta materiaserá <strong>de</strong>mocratizar la lectura a través <strong>de</strong> acciones educativas que generen gusto por leer, fomentando suaspecto más lúdico y recreativo. Esto permitirá incrementar y enriquecer la oferta simbólica necesariapara el proceso <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> sí mismo propio <strong>de</strong> la etapa <strong>de</strong> la juventud.4.2. Juventud y Nuevas TecnologíasDiversos estudios indican que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> presentar un mayor y más diverso consumocultural que la población adulta, poseen una mayor cercanía con <strong>las</strong> <strong>de</strong>nominadas “nuevas tecnologías <strong>de</strong>comunicación e información”, cuyo uso constituye una práctica sociocultural relevante para compren<strong>de</strong>ra la juventud.Las nuevas tecnologías <strong>de</strong> comunicación e información se <strong>de</strong>finen como aquel<strong>las</strong> tecnologías quepermiten transmitir, procesar y difundir la información <strong>de</strong> manera instantánea (Leibovitz , 2005). Estasnuevas tecnologías han tenido un notable aumento en Chile en <strong>los</strong> últimos años generando un cambioque no sólo transforma la manera en que <strong>los</strong> sujetos al interior <strong>de</strong> la sociedad se comunican y adquiereninformación, sino también la esfera <strong>de</strong> la subjetividad y la organización social (Asún, 2005).248.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Los y <strong>las</strong> jóvenes, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> su condición social, asimilan <strong>las</strong> nuevas tecnologías <strong>de</strong> comunicacióne información a través <strong>de</strong> la interacción cotidiana. Esto les permite entrar a nuevos entornos simbólicos apartir <strong>de</strong> experiencias interactivas, que ofrecen la posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>spliegue y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la subjetividady la i<strong>de</strong>ntidad, modificando <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> relación entre <strong>los</strong> sujetos y sus modos <strong>de</strong> comunicar, generandoalternativas y posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo personal (Reinoso, 2005).A continuación se presenta un breve análisis <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en relación al uso <strong>de</strong> <strong>las</strong>tres herramientas tecnológicas <strong>de</strong> mayor difusión en el país: el computador, Internet y <strong>los</strong> celulares.a. Uso <strong>de</strong> computadoresEl número <strong>de</strong> usuarios <strong>de</strong> computadores ha experimentado un importante aumento en <strong>los</strong> últimos añosy su uso es más frecuente en <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes que en otros grupos etários, siendo son <strong>los</strong> menores <strong>de</strong> 19años son quienes se encuentran más familiarizados con esta herramienta.El 56% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes usa el computador al menos una vez por semana (INJUV, 2003), y <strong>de</strong> acuerdoa <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong> estudios cualitatativos a muchos les resulta difícil imaginar sus vidas sin el uso <strong>de</strong>computadores (INJUV, 2002).Un 57% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes usa el computador a menos una vez por semana, sin embargo, la informacióndisponible sugiere que al interior <strong>de</strong>l mundo juvenil se dan importantes diferencias en la frecuencia <strong>de</strong>uso <strong>de</strong>l computador. De esta forma, el uso habitual <strong>de</strong> ésta herramienta (al menos una vez a la semana) seda en mayor medida en hombres, en la juventud temprana, en el nivel socioeconómico alto y en quieneshabitan <strong>las</strong> zonas urbanas.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud249.


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003. Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.El uso cotidiano <strong>de</strong>l computador resulta <strong>de</strong>terminante en el nivel <strong>de</strong> conocimientos computacionales,<strong>de</strong> hecho, <strong>las</strong> diferencias en <strong>las</strong> frecuencias <strong>de</strong> uso, explican un 49% <strong>de</strong> <strong>las</strong> variaciones en el nivel <strong>de</strong>conocimientos, y son justamente quienes menos usan esta herramienta, quienes menos saben usarla, es<strong>de</strong>cir, <strong>las</strong> mujeres, <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> más edad, <strong>los</strong> <strong>de</strong> sectores populares y <strong>los</strong> <strong>de</strong> zonas rurales.250.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.Específicamente en el tema <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias por sexo, se sabe que <strong>las</strong> mujeres utilizan una menorcantidad <strong>de</strong> aplicaciones y <strong>los</strong> programas que más usan son <strong>los</strong> <strong>de</strong> procesamiento <strong>de</strong> texto (59%); entanto <strong>los</strong> hombres, utilizan mayor diversidad <strong>de</strong> programas computacionales, especialmente aplicaciones<strong>de</strong>stinadas a reproducir, bajar y editar música y poseen mayores conocimientos respecto a su manejo(INJUV, 2002).Por último, cabe <strong>de</strong>stacar que el mayor y mejor uso <strong>de</strong>l computador (frecuencia y conocimientos), seasocia fuertemente a la disponibilidad <strong>de</strong> esta herramienta en el hogar (INJUV, 2003).b. InternetEl uso <strong>de</strong> computadores en la actualidad está inevitablemente asociado al acceso a Internet, la que se haconvertido en una herramienta fundamental <strong>de</strong> acceso a la información y entretención. De hecho, el 50%<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>clara que ha disminuido su consumo <strong>de</strong> televisión para conectarse a la red (Asún,2005).En Chile, el porcentaje <strong>de</strong> usuarios <strong>de</strong> Internet se sitúa por sobre el promedio <strong>de</strong> América Latina, peromuy por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l promedio <strong>los</strong> países <strong>de</strong>sarrollados (PNUD, 2002).Del total <strong>de</strong> jóvenes que usan computadores, el 45% señala utilizar Internet al menos una vez por semana,cifra que sube a un 72% entre quienes usan computador todos o casi todos <strong>los</strong> días (INJUV, 2003).Al igual que ocurre en el caso <strong>de</strong> <strong>los</strong> computadores, en la frecuencia <strong>de</strong> acceso a Internet se registranimportantes diferencias, <strong>de</strong> tal forma que mayor uso <strong>de</strong> ésta herramienta se da en <strong>los</strong> hombres, en lajuventud temprana, en el nivel socioeconómico alto y en <strong>las</strong> zonas urbanas.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud251.


Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.Los lugares más comunes <strong>de</strong> conexión a Internet para <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes son el lugar <strong>de</strong> estudios, el hogar yun cibercafé, registrándose importantes diferencias. Por un lado, la conexión en el lugar <strong>de</strong> estudios se dasobre todo en la juventud temprana y en jóvenes <strong>de</strong> nivel socioeconómico alto. Por otro lado, casi ningúnjoven <strong>de</strong> <strong>los</strong> sectores populares acce<strong>de</strong> a Internet en el hogar.Cuadro 8Lugares en que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes utilizan Internet según edad, nivel socioeconómico y zona <strong>de</strong>resi<strong>de</strong>nciaEdad NSE Zona Total15 - 18 19 - 24 25 - 29 Alto Medio Bajo Urbana RuralEn el colegio o universidad 48% 22% 9% 33% 24% 17% 26% 18% 25%En la casa 20% 23% 19% 52% 14% 2% 23% 5% 21%Cibercafé 14% 14% 13% 20% 14% 6% 15% 6% 14%Casa <strong>de</strong> amigo o pariente 18% 11% 5% 14% 11% 5% 12% 5% 11%En el trabajo 0% 6% 16% 15% 7% 2% 8% 3% 8%Otro lugar 4% 3% 3% 3% 4% 1% 4% 2% 3%Fuente: Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2003.Las motivaciones <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes para conectarse a Internet están relacionadas con la entretención(58%), hacer tareas o trabajos <strong>de</strong> investigación (46%) y conocer a otras personas (26%) (INJUV, 2002),mientras que <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s que más realizan al conectarse son la utilización <strong>de</strong>l correo electrónico, labúsqueda <strong>de</strong> información y bajar música.252.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4. Fuente: Elaboración Propia en base a Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura, 2004.En este sentido, es importante tener en cuenta que Internet permite acce<strong>de</strong>r a una gran cantidad <strong>de</strong>información a un “bajo costo” y a gran velocidad; que pue<strong>de</strong> ser seleccionada <strong>de</strong> acuerdo a gustos,preferencias e intereses particulares, ya sean educativos, informacionales o simplemente recreativos, através <strong>de</strong> <strong>las</strong> aplicaciones multimedia (INJUV, 2002). Todo esto la convierte en una herramienta muyatractiva para la población joven.Respecto <strong>de</strong>l potencial impacto <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> Internet en el mundo juvenil es posible <strong>de</strong>stacar, enprimer lugar, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuevas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> relaciones interpersonales que prescin<strong>de</strong>n <strong>de</strong> lacopresencialidad.El correo electrónico, así como la utilización <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> mensajería instantánea, propician unainteracción con múltiples actores <strong>de</strong> variados contextos que se sustrae a la limitación <strong>de</strong>l espacio y eltiempo. A<strong>de</strong>más, el eventual anonimato que implica la red, permite a <strong>los</strong> sujetos superar <strong>los</strong> posiblestemores que restringen la interacción.En segundo lugar, Internet ofrece otro espacio para relacionarse con el entorno cercano, y es utilizada por<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes como un medio para coordinar la realización <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> estudios y recreativas.En tercer lugar, una consecuencia negativa es su sobre utilización, <strong>de</strong> hecho, algunos(as) jóvenes opinanque consume mucho tiempo, <strong>de</strong>splazando otras activida<strong>de</strong>s y generando incluso sensación <strong>de</strong> pérdida <strong>de</strong>control y enviciamiento (INJUV, 2002).Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud253.


Por último, “la red” ofrece a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes espacios <strong>de</strong> pertenencia afectiva (Reinoso, 2005), así comoespacios para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> intereses individuales altamente especializados.c. El uso <strong>de</strong> celularesUno <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios más notables ocurridos durante <strong>los</strong> últimos 10 años en materia <strong>de</strong> comunicaciones,ha sido la masificación <strong>de</strong>l teléfono celular. Este dispositivo pasó rápidamente <strong>de</strong> ser un signo <strong>de</strong> estatussocial a mediados <strong>de</strong> <strong>los</strong> noventa, a una herramienta necesaria ampliamente difundida, para muchaspersonas indispensable.De acuerdo a <strong>las</strong> Encuestas Nacionales <strong>de</strong> Juventud, entre <strong>los</strong> años 2000 y 2003, el porcentaje <strong>de</strong> jóvenesque posee teléfono celular se incrementa en todos <strong>los</strong> niveles socioeconómicos, especialmente en <strong>los</strong>niveles alto y bajo. Fuente: Encuestas Nacionales Juventud, INJUV, años respectivos.A<strong>de</strong>más hacia fines <strong>de</strong>l 2003, el uso <strong>de</strong>l teléfono celular en la población joven se concentraba en <strong>las</strong>mujeres, en <strong>los</strong> resi<strong>de</strong>ntes en zonas rurales y en <strong>los</strong> tramos <strong>de</strong> mayor edad (INJUV, 2003).La masificación <strong>de</strong> la telefonía celular en la juventud chilena respon<strong>de</strong>ría tanto a necesida<strong>de</strong>s parentalescomo propias.254.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.De esta forma, para <strong>los</strong> padres, el celular constituye una herramienta <strong>de</strong> seguridad, que da a <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes una libertad movimiento “controlada”, es <strong>de</strong>cir, les permitiría mantener el contacto, saber dón<strong>de</strong>y con quién están, o comunicarse en caso <strong>de</strong> “emergencia”.Para <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, en tanto, el teléfono celular se asocia a mayores grados <strong>de</strong> autonomía, pero tambiéna la diferenciación y a la sociabilidad. Por un lado, tanto <strong>los</strong> aparatos (colores, mo<strong>de</strong><strong>los</strong>, marcas, etc.)como su configuraciones (ring tones, funciones, etc.), permiten <strong>de</strong>splegar elementos i<strong>de</strong>ntitarios y cultivaresti<strong>los</strong> <strong>de</strong> moda 14 .Por otro lado, para <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes el celular representa una herramienta <strong>de</strong> sociabilidad (ConsejoNacional <strong>de</strong> Televisión, 2005) en tanto, ofrece a jóvenes otra vía para vía para contactarse con suspares.En este sentido, cabe <strong>de</strong>stacar la creciente importancia <strong>de</strong> la mensajería <strong>de</strong> texto (con soporte en latelefonía celular). De acuerdo con la Subsecretaría <strong>de</strong> Telecomunicaciones, durante el año 2004, elnúmero <strong>de</strong> mensajes enviados a nivel nacional fue <strong>de</strong> 494 millones, cifra que duplica al año anterior(CNTV, 2005).Pese a la ausencia <strong>de</strong> estudios específicos, dado el bajo costo <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> la mensajería <strong>de</strong> texto, más lapublicidad asociada, es posible suponer que quienes más usan esta aplicación <strong>de</strong>l teléfono celular, sonjustamente <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Por lo tanto, esta herramienta funcionaría como mecanismo <strong>de</strong> diferenciaciónrespecto <strong>de</strong> <strong>los</strong> adultos, tal como se pue<strong>de</strong> observar en la escritura abreviada que caracteriza a <strong>los</strong> mensajes<strong>de</strong> texto.A modo <strong>de</strong> conclusión, es posible afirmar que, a diferencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación masivos(radio, televisión) <strong>las</strong> nuevas tecnologías <strong>de</strong> la información juegan un rol central en el proceso <strong>de</strong>individualización que caracteriza a la juventud chilena contemporánea, ya que su uso <strong>de</strong>manda unaparticipación más activa por parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> sujetos.Las nuevas tecnologías <strong>de</strong> la información, permiten al sujeto seleccionar en forma autónoma <strong>los</strong> flujos y<strong>las</strong> intensida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> información <strong>de</strong> acuerdo a sus inclinaciones individuales, así como también establecerel tipo y grado <strong>de</strong> interacción que <strong>de</strong>sea establecer con otros.En fin, éstas herramientas dan a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, una mayor sensación <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, seguridad yconfianza en <strong>las</strong> propias capacida<strong>de</strong>s individuales.14Para mayor información respecto <strong>de</strong> juventud y uso <strong>de</strong> celulares, ver: Haddon, Leslie: “Juventud y Móviles: el caso británico yotras cuestiones” Estudios <strong>de</strong> Juventud N°57/02, versión electrónica en: http://www.injuve.mtas.es/injuve/contenidos.downloadatt.action?id=1038204830Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud255.


4.3. La participación en <strong>las</strong> subculturas juvenilesa. ¿Qué es una subcultura juvenil?En <strong>los</strong> últimos años, <strong>las</strong> subculturas juveniles, conocidas a veces como ‘tribus urbanas’, han tenido granimpacto en <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación, constituyendo un fenómeno característico <strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>sorganizadas en torno al consumo y a <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación masiva, don<strong>de</strong> se han <strong>de</strong>bilitado <strong>los</strong>elementos tradicionales <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad y don<strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas generaciones disponen <strong>de</strong> más tiempo <strong>de</strong> ocio.La generalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> subculturas al interior <strong>de</strong>l mundo juvenil no resulta <strong>de</strong>l todo clara, por lo tanto,al analizar su importancia en la configuración <strong>de</strong> la subjetivad juvenil, es necesario distinguir entre laconstrucción social <strong>de</strong> <strong>las</strong> culturas juveniles, es <strong>de</strong>cir, la manera en que la sociedad y la cultura construyensocialmente a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes a través <strong>de</strong> la asignación <strong>de</strong> espacios, roles e imágenes (Feixa, 1998:9),y la construcción juvenil <strong>de</strong> la cultura, esto es, <strong>los</strong> mecanismos a través <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesparticipan como agentes activos en <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> creación y circulación <strong>de</strong> cultura, a través <strong>de</strong> laparticipación en algún grupo cultural.Mucho <strong>de</strong> lo que se ha escrito sobre <strong>las</strong> subculturas juveniles está relacionado con la asociación que <strong>los</strong>medios <strong>de</strong> comunicación hacen entre éstas y el <strong>de</strong>lito, sin embargo, en la actualidad, <strong>las</strong> subculturas sonconceptualizadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una noción <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad fragmentada, poniendo énfasis en conceptos como <strong>los</strong><strong>de</strong> estilo <strong>de</strong> vida y consumo. Se <strong>las</strong> consi<strong>de</strong>ra un producto <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad tardía, en don<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s ‘construida’ más que ‘dada’ y ‘fluida’ más que ‘fija’ (Bennett: 1999:599) y don<strong>de</strong> categorías como lac<strong>las</strong>e social pier<strong>de</strong>n peso.Esta visión está también presente en la noción <strong>de</strong> tribu urbana, la cual supone que la neotribalizaciónes una reacción social y simbólica frente a <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad como la excesivaburocratización, la competitividad, el aislamiento individualista y la necesidad <strong>de</strong> pertenencia (Maffesoli,1998). Estos espacios proporcionarían una socialidad principalmente empática, a diferencia <strong>de</strong> <strong>las</strong>ocialidad racionalizada que caracteriza la mo<strong>de</strong>rnidad (Costa, Pérez, Tropea, 1996:11, 23).Para efectos <strong>de</strong> este informe, subcultura juvenil ha sido <strong>de</strong>finida como un espacio <strong>de</strong> interacción simbólicaentre jóvenes, que gira en torno a la música, la construcción <strong>de</strong> esti<strong>los</strong> y en espacios <strong>de</strong> socializaciónparticulares, caracterizado por: el sentido <strong>de</strong> pertenencia que otorga a sus miembros o participantes,por generar un lugar <strong>de</strong> representación <strong>de</strong>l sí mismo y <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>más - proceso clave <strong>de</strong> la construcción<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad propia <strong>de</strong> la juventud -, y por último, por otorgar un espacio <strong>de</strong> acción en la búsquedaexistencial (Molina, 2000). De esta forma, grupos tales como <strong>los</strong> hip hoperos, <strong>los</strong> dark, <strong>los</strong> góticos, <strong>los</strong>tecno, etc., constituyen subculturas juveniles.256.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4.A continuación, se presenta un análisis que muestra en que medida la construcción juvenil <strong>de</strong> la culturaopera mediante la participación <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en subculturas. En este sentido, la informacióndisponible sugiere la relación entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes y <strong>las</strong> subculturas tiene un componente participativo yotro <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación, <strong>de</strong> esta forma, si bien la participación en estos espacios no es un fenómeno masivo,<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes están concientes <strong>de</strong> su existencia y <strong>de</strong> sus particularida<strong>de</strong>s, posiblemente <strong>de</strong>bido al papelque <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación juegan en la construcción social <strong>de</strong> <strong>las</strong> culturas juveniles.b. La realidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> subculturas juveniles en ChileLa Tercera Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud aplicada a fines <strong>de</strong>l año 2000, permite estimar <strong>de</strong> formaaproximada la participación juvenil subculturas, a través <strong>de</strong> una medición <strong>de</strong> su participación en “gruposculturales” 15.La información disponible sugiere que la participación activa en un grupo que cultiva <strong>de</strong>terminadosesti<strong>los</strong>, sólo alcanza al 7% <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, mientras que cerca <strong>de</strong> tres <strong>de</strong> cada cuatro jóvenes no semostraría interesado en formar parte <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> agrupaciones. Por lo tanto, la subculturas juvenilesno constituyen un espacio <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo prioritario para la juventud chilena. Fuente: Tercera Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2000.15En el año 2000 la encuesta preguntó por participación en “Grupo que sigue una onda cultural (ejemplo: Hip Hop, Tecno, Metal, u otra)”.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud257.


De todas formas cabe <strong>de</strong>stacar que la relevancia <strong>de</strong> <strong>las</strong> subculturas juveniles no se limita a la participaciónefectiva. De hecho, éstas tienen una fuerte presencia en <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación y una porción no<strong>de</strong>spreciable <strong>de</strong> jóvenes (21%) <strong>de</strong>clara estar interesado en participar <strong>de</strong> un grupo cultural pese a nohacerlo, por lo tanto, es muy posible que la i<strong>de</strong>ntificación con el contenido <strong>de</strong> <strong>las</strong> subculturas vaya muchomás allá <strong>de</strong> su dimensión participativa.En términos generales <strong>las</strong> subculturas juveniles en Chile se caracterizan por <strong>los</strong> siguientes aspectos:En primer lugar, se trata <strong>de</strong> un fenómeno urbano. Más <strong>de</strong>l 90% <strong>de</strong> quienes participan <strong>de</strong> un grupo culturalresi<strong>de</strong> en zonas urbanas (INJUV 2000). Esto se <strong>de</strong>bería a que la ciudad facilita el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>las</strong>subculturas, ya que ofrece posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> difusión (afiches con anuncios, distribución <strong>de</strong> volantes) yespacios públicos <strong>de</strong> encuentro para <strong>los</strong> cultores <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados esti<strong>los</strong>.Por otra parte, la población urbana está más expuesta a la influencia extranjera en <strong>los</strong> medios masivos <strong>de</strong>comunicación, es <strong>de</strong>cir, en la ciudad se acce<strong>de</strong> a una oferta simbólica más variada <strong>de</strong> imágenes y esti<strong>los</strong>,condición fundamental para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una subcultura juvenil.En segundo lugar, la participación activa y el interés por participar en grupos culturales es transversalentre <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es sociales, o al menos, no existe evi<strong>de</strong>ncia estadística que sugiera que existen diferenciassignificativas según nivel socioeconómico.En tercer lugar, en términos <strong>de</strong> edad, la mayor participación e interés por participar en grupos culturalesse da en la adolescencia y <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> a lo largo <strong>de</strong> la juventud, <strong>de</strong> hecho, más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> quienesparticipan son menores <strong>de</strong> 20 años.Esta diferencia se <strong>de</strong>bería a que es justamente la juventud temprana el período don<strong>de</strong> más se buscanespacios <strong>de</strong> socialización que entreguen elementos distintivos para la construcción <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad.258.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 4. Fuente: Tercera Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2000.Por último, <strong>los</strong> grupos culturales constituyen un interés más bien masculino. De hecho, hacia fines <strong>de</strong>l año2000, <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> personas que participaban en este tipo <strong>de</strong> asociaciones un 82% eran hombres. Fuente: Tercera Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, INJUV, 2000.En fin, pese a la importancia mediática <strong>de</strong> <strong>las</strong> subcultura juveniles - y sin negar la presencia <strong>de</strong> <strong>las</strong>subculturas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la realidad juvenil - la información disponible sugiere que se trata <strong>de</strong> prácticasjuveniles más bien marginales, que no están generalizadas en la cotidianeidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud259.


En este sentido, cabe <strong>de</strong>stacar que la sobre representación <strong>de</strong> este fenómeno en <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicaciónestá estrechamente relacionada con la construcción social <strong>de</strong> <strong>las</strong> culturas juveniles (Feixa, 1998), <strong>de</strong> estamanera, la imagen <strong>de</strong>l joven miembro <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas subculturas juveniles forma parte <strong>de</strong>l discurso quela sociedad construye acerca <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.Finalmente, consi<strong>de</strong>rando <strong>los</strong> aspectos <strong>de</strong> la subjetividad juvenil analizadas a lo largo <strong>de</strong> este capítulo, esposible concluir que para compren<strong>de</strong>r a la juventud chilena contemporánea es necesario tener en cuenta<strong>las</strong> siguientes claves <strong>de</strong> lectura.En primer lugar, pese al <strong>de</strong>sinterés con la política y a una visión crítica <strong>de</strong> la sociedad, aspectosampliamente difundidos entre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, lo que está <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la subjetividad juvenil son altasexpectativas <strong>de</strong> integración a la sociedad tanto en el plano funcional como simbólico, por lo tanto, lajuventud contemporánea está más bien alejada <strong>de</strong> posiciones antisistémicas o revolucionarias.En este sentido, <strong>de</strong>staca el hecho que en la esfera <strong>de</strong> la subjetividad, pese a que existen <strong>de</strong>mandasinsatisfechas y problemas concretos, se percibe una relativa ausencia <strong>de</strong> conflictos intergeneracionales.En suma, gran<strong>de</strong>s expectativas <strong>de</strong> cambio y transformaciones sociales no son un fenómeno generalizadoentre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.En segundo lugar, la individualización es un proceso social inevitable, que lleva crecientemente a <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes a construir su biografía e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> forma autónoma. La individualización se expresa endiversas esferas <strong>de</strong> la vida tales como <strong>las</strong> creencias y prácticas religiosas, la conformación <strong>de</strong> la pareja, lagestión <strong>de</strong> la sexualidad y la <strong>de</strong>sinstitucionalización.Este fenómeno se asocia a dos transformaciones. Por un lado, a la extensión <strong>de</strong> la transición juvenil.Debido a que <strong>de</strong>viene necesario utilizar mayor tiempo en la búsqueda <strong>de</strong> elementos que permiten laauto<strong>de</strong>finición, se alarga la juventud, y se tien<strong>de</strong> a mantener rasgos subjetivos juveniles, lo que resultamás común en jóvenes <strong>de</strong> estratos socioeconómicos medios y altos.Por otro lado, aumentan <strong>las</strong> expectativas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo personal autónomo, sin embargo, no necesariamenteexisten <strong>los</strong> medios disponibles para satisfacer<strong>las</strong>, es <strong>de</strong>cir, entre <strong>los</strong> jóvenes menos favorecidos (nivelsocioeconómico bajo) se <strong>de</strong>sarrolla un potencial <strong>de</strong> frustración, <strong>de</strong>sesperanza y agobio importante.En tercer lugar, y por último, existe en el discurso social una imagen <strong>de</strong>l joven lúdico que exacerba elcarácter hedonista <strong>de</strong> esta etapa y el peso relativo <strong>de</strong> <strong>las</strong> subculturas juveniles en el espacio social. Sinembargo, la subjetividad juvenil experimentada en el marco participativo <strong>de</strong> subculturas juveniles es unfenómeno que caracteriza más bien a adolescentes urbanos <strong>de</strong> estrato medio alto.260.Subjetividad Juvenil


CAPÍTULO 5.TERCERA PARTEPolíticas públicas <strong>de</strong> juventud: recuento y proyecciones.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud263.


El Gobierno <strong>de</strong> Chile y el Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud, a través<strong>de</strong> sus éxitos y dificulta<strong>de</strong>s, han acumulado la experiencia necesariacomo para formular Políticas Públicas <strong>de</strong> Juventud más innovadoras ycoherentes que en el pasado.264.Políticas Públicas <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 5.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud265.


CAPÍTULO 5.POLÍTICAS PÚBLICAS DE JUVENTUD EN CHILE:HISTORIA Y REPRESENTACIONESLa política pública no sólo consiste enacciones gubernamentales, sino que tambiénes portadora <strong>de</strong> valores, actores, priorida<strong>de</strong>s,imágenes y representaciones respecto <strong>de</strong> <strong>los</strong>ocial. En otras palabras, la política públicano es inocua, sino que, por el contrario, esportadora <strong>de</strong> significaciones relativas alstatus y forma que <strong>los</strong> diferentes temas ygrupos sociales adquieren en la sociedad.La política pública, por lo tanto, suponeuna imagen <strong>de</strong> la realidad sobre la cual sepreten<strong>de</strong> intervenir.266.Políticas Públicas <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 5.La revisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> representaciones y acciones institucionales dirigidas a la población joven muestraque dicha actividad se ha constituido y adquirido “tiraje” en la medida que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesinterpelan a la sociedad o constituyen un foco <strong>de</strong> preocupación/conflicto para <strong>las</strong> instituciones.Así y por mucho tiempo, la iniciativa pública frente a la juventud parece haberse estructuradoprincipalmente en torno al temor y al mito: temor en cuanto <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes aparecen como unaamenaza para el or<strong>de</strong>n (por acción u omisión) y mito en la medida que se les consi<strong>de</strong>ra promesagratuita <strong>de</strong> un futuro mejor, esperanza <strong>de</strong>l mañana, cambio social o “bono <strong>de</strong>mográfico” para el<strong>de</strong>sarrollo.Hoy en día el impulso para la construcción <strong>de</strong> ofertas institucionales <strong>de</strong>stinadas a la juventud parte<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sconcierto: <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes actuales portan la complejidad que les entrega la sociedad y<strong>los</strong> hace aparentemente paradójicos. Quizá en sus enigmáticas i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s radique realmente supromesa, por tanto cumplir la función <strong>de</strong> resguardar sus <strong>de</strong>rechos sea una medida a<strong>de</strong>cuada paralograr que en el bicentenario <strong>de</strong> Chile el enigma juvenil se resuelva en favor <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong>ciudadanos, más justa, más coherente y sustentable.En <strong>las</strong> páginas siguientes se presenta una breve relación <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong>l quehacerinstitucional en materias <strong>de</strong> juventud durante <strong>las</strong> últimas cuatro décadas, distinguiendoespecificida<strong>de</strong>s para tres componentes esenciales <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas en general: <strong>las</strong>representaciones y figuraciones culturales predominantes sobre el sujeto, <strong>los</strong> rasgos básicos <strong>de</strong> laoferta programática respectiva y el <strong>de</strong>venir <strong>de</strong> la institucionalidad formal que en cada momentoha operado como instrumento principal para impulsar dichos esfuerzos. En el documento sedistinguen a<strong>de</strong>más algunos períodos don<strong>de</strong> es posible visualizar <strong>las</strong> representaciones y <strong>las</strong> accionesconcomitantes. Por cierto que el relato se explaya en el <strong>de</strong>venir <strong>de</strong> la política e institucionalidadgestadas durante la llamada transición chilena a la <strong>de</strong>mocracia, con el afán <strong>de</strong> sentar <strong>las</strong> bases <strong>de</strong>su proyección inmediata (ver capítulo 6).1. El quehacer institucional público frente a <strong>los</strong> asuntos juvenilesen la época <strong>de</strong> la promoción popular y la unidad popular: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> eljoven-estudiante al joven-agente <strong>de</strong>l cambio socialSi analizamos la aparición <strong>de</strong> <strong>las</strong> primeras iniciativas institucionales públicas propiamentejuveniles en la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> sesenta - bajo la administración presi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> Eduardo FreiMontalva - se pue<strong>de</strong> constatar que la principal representación gubernamental <strong>de</strong> lo juvenil seconcentraba en lo escolar o universitario. En otras palabras, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la óptica <strong>de</strong>l Estado la imagen<strong>de</strong> joven predominante era el y la joven en su rol <strong>de</strong> estudiantes, sin embargo, con un conceptoSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud267.


más amplio que la asistencia regular a la escuela. En virtud <strong>de</strong> esta representación se entien<strong>de</strong>porqué <strong>las</strong> principales políticas <strong>de</strong>l período se materializaron en la generación <strong>de</strong> programas en<strong>los</strong> ámbitos <strong>de</strong> la educación extraescolar, el servicio voluntario y el <strong>de</strong>porte recreativo. Otrasexpresiones <strong>de</strong> lo juvenil simplemente no eran <strong>de</strong>bidamente integradas como elemento claro <strong>de</strong>política pública. Al analizar <strong>los</strong> efectos que estas primeras acciones tuvieron en el ámbito <strong>de</strong> la“institucionalidad estatal”, lo más se pue<strong>de</strong> señalar es que <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong>l trabajo con jóvenesestuvieron diseminadas y distribuidas entre ODEPLAN y el Ministerio <strong>de</strong> Educación, no existiendouna institucionalidad especializada en juventud.Más tar<strong>de</strong>, durante el Gobierno <strong>de</strong> la Unidad Popular, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> propuestas pilares fue la creación<strong>de</strong> un Ministerio <strong>de</strong> la Familia, lugar don<strong>de</strong> se crearía un <strong>de</strong>partamento especializado en el temajuvenil. Dado el rechazo parlamentario a esta iniciativa la responsabilidad quedó radicada en laSecretaría General <strong>de</strong> Gobierno, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> se impulsaron medidas orientadas al fomento <strong>de</strong> <strong>los</strong>trabajos voluntarios, la promoción asociativa en jóvenes campesinos y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> procesos<strong>de</strong> formación <strong>de</strong> monitores juveniles. En estas acciones se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar un cambio <strong>de</strong> acento enla representación gubernamental <strong>de</strong> lo juvenil: <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes ahora no sólo son “estudiantes”,sino también agentes <strong>de</strong>l cambio social. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el campo <strong>de</strong> la salud pública se comienzaa realizar estudios más o menos sistemáticos <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> vida (material y mental) <strong>de</strong><strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, con lo cual comienzan a ser vistos como sujetos diferenciados <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticaspúblicas, llegando a hablarse <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> acciones específicas para este actor en el ámbito<strong>de</strong> la política social.2. Disciplinamiento autoritario sin promoción social y movilizaciónjuvenil por la <strong>de</strong>mocraciaEl golpe <strong>de</strong> Estado <strong>de</strong> 1973 cambió radicalmente <strong>los</strong> énfasis en <strong>las</strong> representaciones <strong>de</strong> la juventudchilena. La imagen <strong>de</strong> lo juvenil se estructuró en torno a tres representaciones: En primer lugar,<strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes eran el futuro <strong>de</strong> la patria por y para lo cual <strong>de</strong>bían ser disciplinados; en segundolugar, eran vulnerables a la penetración i<strong>de</strong>ológica izquierdista, <strong>de</strong> lo cual <strong>de</strong>bían ser resguardados;y en tercer lugar, se convertirían progresivamente en un grupo objetivo para <strong>las</strong> estrategias <strong>de</strong>lmercado, en cuya calidad <strong>de</strong>berían ser fi<strong>de</strong>lizados como consumidores.Como consecuencia <strong>de</strong> al menos <strong>las</strong> dos primeras <strong>de</strong> estas imágenes, la acción gubernamental<strong>de</strong> la Dictadura se estructuró en torno a la creación, por primera vez en la historia <strong>de</strong> Chile, <strong>de</strong>un aparato administrativo especializado: la Secretaría Nacional <strong>de</strong> la Juventud. En consonanciacon <strong>las</strong> representaciones oficiales <strong>de</strong> lo juvenil, el principal rol <strong>de</strong> la Secretaría no era técnico ni268.Políticas Públicas <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 5.<strong>de</strong> promoción social, sino esencialmente i<strong>de</strong>ológico-político: se trataba <strong>de</strong> crear un vínculo o unpuente <strong>de</strong> comunicación y adoctrinamiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Gobierno militar hacia la juventud.En esta misma dirección es preciso recordar que la Secretaría Nacional <strong>de</strong> la Juventud, <strong>de</strong>pendiendo<strong>de</strong> un ministerio eminentemente político – la Secretaría General <strong>de</strong> Gobierno – gozó <strong>de</strong> unprivilegio absolutamente inimaginable para cualquier institución pública actual: una estructura <strong>de</strong>carácter nacional, regional, provincial y comunal 1 . En muchas comunas, inclusive, su presenciallegó a ser vecinal.En términos programáticos, esta época es nula en cuanto esfuerzos por diagnosticar la situación<strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes o coordinar <strong>las</strong> políticas públicas sectoriales dirigidas hacia este sector, pues<strong>las</strong> energías se dirigieron a la formación <strong>de</strong> cuadros políticos y a la movilización proselitista enfavor <strong>de</strong>l régimen militar.Sin embargo, y tal como se ha señalado en el primer capítulo <strong>de</strong> este informe, en el marco <strong>de</strong> lafuerte crisis económica que marcó <strong>los</strong> años ochenta, <strong>las</strong> imágenes respecto <strong>de</strong> lo juvenil comenzarona mutar como producto <strong>de</strong> <strong>los</strong> nuevos comportamientos <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.En primer lugar, el comienzo <strong>de</strong> <strong>las</strong> luchas estudiantiles por la <strong>de</strong>mocracia y, sobre todo, el impactosocial y mediático <strong>de</strong> <strong>las</strong> protestas <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes urbano populares crearon una dualidad en<strong>las</strong> representaciones <strong>de</strong> lo juvenil: junto a <strong>las</strong> figuraciones oficialistas que promovía la SecretaríaNacional <strong>de</strong> la Juventud, apareció la figura mítica <strong>de</strong>l joven – especialmente el urbano poblacional– en tanto un luchador por la transformación política y social <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n vigente.La irrupción <strong>de</strong>l joven urbano popular, primero como una nueva juventud (escolarizada ysocialmente excluida) y luego en <strong>las</strong> jornadas nacionales <strong>de</strong> protesta, tuvo un fuerte impacto en<strong>las</strong> representaciones que sustentaban el gobierno y distintos círcu<strong>los</strong> intelectuales:• Para el gobierno significó el fracaso en su intento <strong>de</strong> cooptación generacional, puesfuera <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> una altamente cohesionada generación <strong>de</strong> lí<strong>de</strong>res juvenilesgremialistas, la Secretaría Nacional <strong>de</strong> la Juventud podía mostrar bastante poco.• Para algunos intelectuales <strong>de</strong> izquierda, por su parte, el joven popular pasó a ser eladalid <strong>de</strong> la lucha contra la Dictadura, constatándose un cierto proceso <strong>de</strong> i<strong>de</strong>alización<strong>de</strong> sus características i<strong>de</strong>ológicas y culturales, al punto que se llegó a <strong>de</strong>batir sobrela existencia <strong>de</strong> un Movimiento Juvenil Popular, presentado como la semilla <strong>de</strong> unnuevo or<strong>de</strong>n valórico y social.1La estructura <strong>de</strong>l INJUV opera a nivel nacional y regional.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud269.


• Por su parte, entre intelectuales más convencionales predominó otra interpretación,pues don<strong>de</strong> la izquierda veía <strong>las</strong> semil<strong>las</strong> <strong>de</strong> una nueva y más comunitaria forma <strong>de</strong>relación social, estos percibían una protesta relativamente inestructurada por mejorescondiciones <strong>de</strong> vida. Al “luchador social” se opuso entonces la tesis <strong>de</strong> la “rebeliónanómica juvenil”.Entre <strong>los</strong> intelectuales que conformarían <strong>los</strong> cuadros <strong>de</strong>l futuro gobierno <strong>de</strong>mocrático se instaló uncierto consenso: <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes habían sido fuertemente afectados en su <strong>de</strong>sarrollo psicosocialpor el Gobierno Militar y la sociedad estaba adquiriendo una creciente <strong>de</strong>uda con el<strong>los</strong>, ya queestaban pagando la mayor parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> costos <strong>de</strong> la lucha por el término <strong>de</strong> la Dictadura (el grueso<strong>de</strong> <strong>los</strong> caídos en <strong>las</strong> diferentes acciones <strong>de</strong> represión efectivamente eran jóvenes) y, a la vez,presentaban altos niveles <strong>de</strong> exclusión social.Aquí es importante anotar que el contenido <strong>de</strong> esta “<strong>de</strong>uda social” con la juventud no sólo eramaterial, sino también simbólica, por lo que <strong>de</strong>bía resolverse con acciones <strong>de</strong> promoción social y<strong>de</strong> apertura <strong>de</strong> espacios <strong>de</strong> participación y <strong>de</strong>sarrollo psicosocial. Esta representación <strong>de</strong> la “<strong>de</strong>udasocial” juvenil es clave para enten<strong>de</strong>r <strong>las</strong> políticas públicas <strong>de</strong> <strong>los</strong> primeros años <strong>de</strong> la década <strong>de</strong><strong>los</strong> noventa.Nótese también que estas representaciones se focalizaron inicialmente en dos tipos <strong>de</strong> jóvenes: <strong>los</strong>estudiantes y <strong>los</strong> pobladores. La ruralidad, <strong>las</strong> diferencias <strong>de</strong> género u otras particularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>lmundo juvenil, aún no eran incorporadas a <strong>los</strong> consensos emergentes.3. Transición a la <strong>de</strong>mocracia: <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda social impaga a lajuventud como un problema o foco <strong>de</strong> preocupaciónEn 1990 se inaugura una etapa <strong>de</strong> búsqueda sistemática por crear <strong>las</strong> condiciones para que <strong>las</strong>ociedad resarciera a la juventud <strong>de</strong> la “<strong>de</strong>uda” pendiente y el “daño” infringido por la exclusiónsocial, económica y política prece<strong>de</strong>nte. Al mismo tiempo, la permanencia operativa <strong>de</strong> grupos<strong>de</strong> ultraizquierda, algunos directamente dirigidos a captar la <strong>de</strong>manda social <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes,alentaba este esfuerzo con el fin <strong>de</strong> que el renaciente e inicialmente precario or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>mocráticono encontrara obstácu<strong>los</strong> provenientes <strong>de</strong> la exclusión social que pa<strong>de</strong>cían especialmente <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes urbano populares escolarizados. El <strong>de</strong>sencanto con la <strong>de</strong>mocracia era algo que habíaque evitar ante la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que dicho estado <strong>de</strong> ánimo cundía rápidamente en países comoArgentina y Uruguay, pudiendo tener, a juicio <strong>de</strong> algunos analistas, efectos insospechados en latransición chilena. En cierto sentido, el prestigio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia era algo que había que preservarentre quienes habían luchado más y más directamente por ella: la juventud.270.Políticas Públicas <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 5.Atendiendo a la “<strong>de</strong>uda social” que la grave crisis <strong>de</strong> <strong>los</strong> años prece<strong>de</strong>ntes había <strong>de</strong>jado comobalance en el mundo juvenil y siendo absolutamente fieles al compromiso <strong>de</strong> crear instituciones <strong>de</strong>lEstado capaces <strong>de</strong> abordar integralmente <strong>las</strong> <strong>de</strong>mandas ahí expresadas, se comienza a diseñar unanueva institucionalidad bajo la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud. Este proyectofue inobjetablemente uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> proyectos esenciales <strong>de</strong> la instalación inicial <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.Esto lo prueba el hecho <strong>de</strong> que antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>batir la creación <strong>de</strong> otras instituciones que hoy sonparte <strong>de</strong> la red pública, la creación <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud tuvo prioridad y en el<strong>las</strong>e <strong>de</strong>positaron importantes energías políticas e institucionales.Este proceso <strong>de</strong> institucionalización <strong>de</strong> la política pública <strong>de</strong> juventud se realizó en el marco <strong>de</strong>la profesionalización <strong>de</strong> la política social y <strong>de</strong> la focalización dirigida a <strong>los</strong> grupos <strong>de</strong> mayorvulnerabilidad social (Sernam, Fonadis, Conadi, Fosis) articulados por el Ministerio <strong>de</strong> Planificacióny Cooperación. El paso <strong>de</strong> la política pública <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Secretaría Nacional <strong>de</strong> laJuventud al INJ en Mi<strong>de</strong>plan implicó, a su vez, una relación con la lógica <strong>de</strong> la política social <strong>de</strong>la Concertación, con armonización administrativa, presupuestaria y unitaria <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este Ministerio.Las institucionalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>los</strong> grupos específicos se crearon a imagen y semejanza <strong>de</strong>l Ministerioy, en consecuencia, incluyeron <strong>de</strong>partamentos <strong>de</strong> Estudios y Planificación, <strong>de</strong> Programas, unida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> relaciones internacionales, administración y jurídico.En estos términos, y con el fin <strong>de</strong> marcar clara distancia <strong>de</strong> la experiencia institucional <strong>de</strong>movilización social e i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong> la Secretaría Nacional <strong>de</strong> la Juventud, el rol asignado enla normativa que crea al entonces “INJ” fue claramente técnico - profesional 2 . Inci<strong>de</strong>ntalmente,la creación <strong>de</strong>l Instituto implicó el primer intento <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Chile por <strong>de</strong>limitar y asignarespecificidad al fenómeno juvenil, al entregar al INJ una focalización social específica en elgrupo <strong>de</strong> población comprendido entre <strong>los</strong> 15 y <strong>los</strong> 29 años <strong>de</strong> edad. De paso, con ello se <strong>de</strong>finióformalmente a la juventud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista etáreo y se estableció el grupo objetivo <strong>de</strong> <strong>los</strong>primeros programas especiales que serían dirigidos a este sector.Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista estrictamente legal, el principal cliente directo <strong>de</strong> <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong>l Institutono son <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, sino el Estado. Sin embargo, a pesar <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>finición puramente asesora,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus comienzos el Instituto se replanteó su rol <strong>de</strong> forma mucho más amplia. Hablando entérminos generales, es posible señalar que la función que el Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventudse atribuyó, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su fundación hasta el año 1997, estuvo más asociada al rol <strong>de</strong> ejecutor que al<strong>de</strong> coordinador <strong>de</strong> políticas públicas (y por lo tanto, <strong>de</strong> seguimiento, monitoreo y evaluación),siguiendo el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud <strong>de</strong> España (INJUVE) y ampliandocompetencias más allá <strong>de</strong> su <strong>de</strong>finición legal.2La ley Nº 19.042 <strong>de</strong> 1991 señala que la principal tarea <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud es “colaborar con el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en eldiseño, planificación y coordinación <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas <strong>de</strong> juventud”Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud271.


Bajo este esquema, el INJ aumentó progresivamente su capacidad <strong>de</strong> intervenir en políticaspúblicas, lo que fue posibilitado en gran medida por la exitosa capacidad que <strong>de</strong>mostró paracaptar recursos <strong>de</strong> la Cooperación Internacional, permitiéndole complementar el presupuesto querecibía <strong>de</strong>l Estado y aumentar la magnitud <strong>de</strong> sus intervenciones. Así, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> principaleslíneas <strong>de</strong> trabajo institucional en estos años estuvo centrada en la ejecución directa <strong>de</strong> políticasen el campo <strong>de</strong> lo cultural, el ocio y el tiempo libre, ámbito tradicionalmente olvidado por laestructura sectorial <strong>de</strong>l Estado chileno, incluso en la actualidad en cierta medida. Esta propuesta<strong>de</strong> intervención, altamente innovadora para la época, fue producto <strong>de</strong> un a<strong>de</strong>cuado diagnósticorespecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> principales características psicosociales <strong>de</strong> la juventud <strong>de</strong> <strong>los</strong> años 90, lo queimplicó una alta sintonía entre el Instituto y <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> tiempos.Dentro <strong>de</strong> <strong>las</strong> más relevantes y exitosas políticas culturales <strong>de</strong>sarrolladas por el Instituto Nacional<strong>de</strong> la Juventud en estos años estuvieron la creación <strong>de</strong> la Tarjeta Joven, <strong>los</strong> Albergues Juveniles y<strong>las</strong> Casas <strong>de</strong> la Juventud. El sentido <strong>de</strong> la Tarjeta Joven era generar una discriminación positivahacia <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, quienes sólo por su edad e in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> cualquier otra consi<strong>de</strong>raciónpodían obtener interesantes <strong>de</strong>scuentos en <strong>los</strong> más diversos tipos <strong>de</strong> comercio o espectácu<strong>los</strong>. Esteprograma permitió a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes i<strong>de</strong>ntificarse como “sujetos” y fue tan relevante en aquel<strong>los</strong>tiempos que aún es recordado casi como un rito <strong>de</strong> paso en <strong>las</strong> generaciones que tuvieron accesoa ella. Los Albergues Juveniles pretendían fomentar el turismo a través <strong>de</strong> la habilitación, durantela temporada <strong>de</strong> verano, <strong>de</strong> lugares <strong>de</strong> hospedaje a muy bajos precios. Por su parte, <strong>las</strong> Casas <strong>de</strong>la Juventud no sólo representaban la <strong>de</strong>legación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y confianza a través <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>espacios que <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes podían autogestionar parcialmente, sino que también representabanel último eslabón <strong>de</strong> la apuesta que el Instituto hacía por el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> programas localmente<strong>de</strong>terminados, don<strong>de</strong> el nivel central y regional sólo tenían un rol supervisor. Es importante notarque en estos años el Instituto llegó a tener una importante red <strong>de</strong> Direcciones Regionales, quegestionaban un alto nivel <strong>de</strong> recursos y que poseían una creciente penetración comunal.El objetivo principal <strong>de</strong> esta política cultural era pagar la mencionada “<strong>de</strong>uda” que la sociedadtenía con <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, al tiempo que se disminuía el daño psicosocial al brindarles espacios<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo personal asociados al juego y al uso saludable <strong>de</strong>l tiempo libre. Evi<strong>de</strong>ntemente, talespolíticas culturales no sólo cumplían dicho rol, sino que también brindaban visibilidad al InstitutoNacional <strong>de</strong> la Juventud frente a <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes y a la opinión pública. Por este medio, el INJcomenzó a ser percibido como el “representante” <strong>de</strong> la juventud frente al Estado y otras instituciones.Es interesante notar que poner el énfasis en temas culturales llevó al Instituto a protagonizar algunosconflictos con otros po<strong>de</strong>res políticos y gubernamentales <strong>de</strong> mirada más conservadora, aunque alo largo <strong>de</strong> todo este período contó con la suficiente confianza política y legitimidad como parasortear<strong>los</strong> y posicionarse, en cierta medida, como <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.La presencia pública <strong>de</strong>l INJ también le prestó la legitimidad necesaria para comenzar a <strong>de</strong>sarrollar272.Políticas Públicas <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 5.su rol <strong>de</strong> coordinador <strong>de</strong> la oferta pública en juventud. El trabajo en este ámbito se fundamentóen la constatación <strong>de</strong> que existían serias dificulta<strong>de</strong>s en la acción <strong>de</strong>l gobierno hacia <strong>los</strong> y <strong>las</strong>jóvenes, asociadas a la dispersión, fragmentación y falta <strong>de</strong> pertinencia <strong>de</strong> la oferta públicadiseñada y ejecutada hacia este sector social. Con el objetivo <strong>de</strong> corregir tal <strong>de</strong>bilidad estructural- la que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> primeros años <strong>de</strong> gobierno <strong>de</strong>mocrático se manifestó como un problema quepotencialmente podía atentar contra el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> garantizar la integralidad <strong>de</strong>l esfuerzo público- el Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud impulsó diversas iniciativas, <strong>las</strong> que con distintos grados<strong>de</strong> éxito pretendían investigar, explorar y analizar el mejor cuadro teórico e institucional don<strong>de</strong>insertar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un proceso tendiente a la elaboración <strong>de</strong> una “política pública en materia<strong>de</strong> juventud”.Es así como ya en 1991 el Programa <strong>de</strong> Oportunida<strong>de</strong>s para Jóvenes (PROJOVEN) surge como elprimer esfuerzo <strong>de</strong>stinado a la generación <strong>de</strong> un cuerpo articulador <strong>de</strong> <strong>las</strong> iniciativas sectorialesque en aquel<strong>los</strong> años se comenzaban a materializar. PROJOVEN buscaba ofrecer un soporteprogramático dirigido a dotar a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong> herramientas <strong>de</strong>stinadas a disminuir la crecientebrecha entre el mundo <strong>de</strong> la educación y <strong>de</strong>l trabajo, preocupación que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva oficialse expresaba tanto en <strong>los</strong> programas <strong>de</strong> mejoramiento <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la enseñanza, como en <strong>los</strong>incentivos para la mantención <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en el sistema escolar. Es así que este programaaparece como la primera propuesta gubernamental global dirigida a la juventud. La tarea <strong>de</strong> suseguimiento, coordinación y evaluación fue encomendada al Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud.Posterior a este esfuerzo y para dar cumplimiento a <strong>los</strong> objetivos antes <strong>de</strong>scritos, fue creado el Grupo<strong>de</strong> Trabajo Interministerial Coordinador <strong>de</strong> Políticas <strong>de</strong> Juventud (GTI) a través <strong>de</strong>l instructivopresi<strong>de</strong>ncial Nº 868 <strong>de</strong>l 25 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1992. Con este instrumento se buscaba la generación <strong>de</strong> unacierta institucionalidad que fuese capaz <strong>de</strong> realizar tanto el diseño como la ejecución y evaluación<strong>de</strong> <strong>los</strong> programas contenidos en el PROJOVEN. Así también se consi<strong>de</strong>raba estratégicamenteimportante “dar <strong>las</strong> bases para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una política integral <strong>de</strong> juventud”. Atendiendo aese espíritu es preciso traer a la memoria aquel<strong>las</strong> consi<strong>de</strong>raciones políticas que dieron origen alGTI, a saber 3 :• La necesidad <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> un sistema coordinado <strong>de</strong> planificación para el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas <strong>de</strong> juventud.• La conveniencia <strong>de</strong> que estos planes se <strong>de</strong>sarrollen con una perspectiva integradora.• El propósito <strong>de</strong> perfeccionar <strong>los</strong> instrumentos <strong>de</strong> análisis y toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones enmateria <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> juventud.3Grupo <strong>de</strong> Trabajo Interministerial <strong>de</strong> Juventud (1999). “Caracterización y Análisis <strong>de</strong> la Política Social Dirigida a <strong>los</strong> Jóvenes”.Documento <strong>de</strong> Trabajo no publicado.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud273.


• La necesidad <strong>de</strong> lograr una mejor coordinación y coherencia en la ejecución <strong>de</strong> <strong>las</strong>políticas <strong>de</strong> gobierno y facilitar el proceso <strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong> <strong>los</strong> programas.• La necesidad <strong>de</strong> conformar instancias institucionales que permitieran alcanzar <strong>los</strong>objetivos ya <strong>de</strong>scritos.Este grupo <strong>de</strong> trabajo interministerial funcionó regularmente <strong>los</strong> años 1992 y 1993. Posteriormente,en el mes <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1995, se <strong>de</strong>cidió reimpulsar su trabajo anunciando el inicio <strong>de</strong> un proyecto<strong>de</strong>nominado “Plan Integral <strong>de</strong> Juventud”, sobre la base <strong>de</strong> cuatro ejes <strong>de</strong>finidos para su realización:la integralidad, la intersectorialidad, la <strong>de</strong>scentralización y la participación. Planteado <strong>de</strong> estaforma, un plan integral <strong>de</strong> juventud era el resultado lógico <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una política públicainnovativa, mo<strong>de</strong>rna y más a<strong>de</strong>cuada a la realidad juvenil.Todos estos esfuerzos intentaron dar coherencia estructural a una serie <strong>de</strong> programas <strong>de</strong>sarrolladospor otras instituciones que realizaban acciones dirigidas a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, aunque nonecesariamente <strong>los</strong> tenían como único grupo objetivo. Entre estos programas se pue<strong>de</strong> señalar, sinser exhaustivos, <strong>los</strong> siguientes: <strong>los</strong> proyectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>portivo <strong>de</strong> la DIGEDER; el Fondo<strong>de</strong> Apoyo a Iniciativas Juveniles, <strong>los</strong> centros <strong>de</strong> Desarrollo Juvenil y el Programa <strong>de</strong> DesarrolloLocal Juvenil <strong>de</strong>l FOSIS; el Programa Chile Joven ejecutado por SENCE y FOSIS; el ProgramaMECE Componente Jóvenes ejecutado por el Ministerio <strong>de</strong> Educación; y el Programa <strong>de</strong> SaludAdolescente <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Salud.Finalmente y como una forma <strong>de</strong> dar sustento a una política integral <strong>de</strong> juventud, el InstitutoNacional <strong>de</strong> la Juventud también se comprometió con el levantamiento <strong>de</strong> información diagnósticabásica sobre la juventud chilena. La apuesta <strong>de</strong> esta estrategia <strong>de</strong> acercamiento a lo juvenil fuetambién una innovación radical en la época: para diseñar políticas públicas hacia <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóveneshay que conocer<strong>los</strong>, pues no basta con intuir sus intereses y necesida<strong>de</strong>s. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la realización<strong>de</strong> diversos estudios focalizados, dos hitos marcan esta línea <strong>de</strong> trabajo: en primer lugar, laelaboración y <strong>de</strong>sarrollo, en el año 1994, <strong>de</strong> la Primera Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, que seconstituyó en el primer instrumento sistemático aplicado por el Gobierno <strong>de</strong> Chile para estableceruna línea <strong>de</strong> base <strong>de</strong> la situación material y subjetiva <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes chilenos. En segundolugar, la edición y publicación <strong>de</strong>l Primer Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud, que se constituyó tambiénen el primer esfuerzo <strong>de</strong> dar cuenta por escrito <strong>de</strong> estas condiciones. Una interesante constatación<strong>de</strong> ambos trabajos fue la heterogeneidad <strong>de</strong> la condición juvenil, advirtiendo al Estado sobre lanecesidad <strong>de</strong> diversificar sus representaciones respecto <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.La actividad <strong>de</strong>l INJ durante ese período fue muy expansiva y <strong>de</strong>terminó que el Estado en suconjunto <strong>de</strong>positara en él <strong>de</strong>masiada presión, <strong>de</strong>legando <strong>de</strong> manera casi exclusiva sobre sus274.Políticas Públicas <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 5.hombros la responsabilidad <strong>de</strong> pagar la llamada “<strong>de</strong>uda social” que Chile tenía con sus jóvenes.El problema era que la experiencia institucional, la planta profesional, la experiencia directivay la planta administrativa <strong>de</strong>l INJ no fueron diseñadas para sustentar una intervención <strong>de</strong> dichamagnitud. Por ello, con el correr <strong>de</strong>l tiempo <strong>los</strong> mismos éxitos <strong>de</strong>l INJ en materia <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong>programas fueron <strong>de</strong>sestabilizando sus bases institucionales.Así se gestó la recordada crisis institucional ocurrida en el año 1997, que introdujo unadiscontinuidad en estos ejes programáticos. Una serie <strong>de</strong> acusaciones <strong>de</strong> malversación <strong>de</strong>fondos y <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nes administrativos golpearon con fuerza al Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud,provocando que el Ministerio <strong>de</strong> Planificación solicitara la renuncia <strong>de</strong> sus máximas autorida<strong>de</strong>s.Si bien el origen <strong>de</strong> esta crisis es múltiple, la perspectiva <strong>de</strong>l tiempo permite clarificar sus raícesorganizacionales y administrativas (más allá <strong>de</strong> <strong>las</strong> responsabilida<strong>de</strong>s personales <strong>de</strong> algunasautorida<strong>de</strong>s y profesionales <strong>de</strong>l INJ <strong>de</strong> la época). Por ello es posible señalar que si bien la causainmediata <strong>de</strong> la crisis fueron <strong>las</strong> irregularida<strong>de</strong>s administrativas, esta sola explicación no permitecompren<strong>de</strong>r cabalmente lo sucedido.Un problema latente fue que el INJ, al involucrarse en la ejecución <strong>de</strong> programas sociales yculturales gestionaba un importante volumen <strong>de</strong> recursos estatales y no estatales, al tiempo que sesostenía en una cultura y una estructura organizacional no aptas para esos fines. De esta forma, lainstitución no poseía <strong>los</strong> activos profesionales ni la experiencia organizacional para gestionar sinerrores o <strong>de</strong>ficiencias dichos recursos. Asimismo, la institución no disponía <strong>de</strong> <strong>las</strong> herramientasadministrativas para llevar a cabo el cumplimiento <strong>de</strong> la acción programática en forma or<strong>de</strong>nadaen términos presupuestarios y contable, aspectos que se tradujeron en problemas evi<strong>de</strong>ntes.Adicionalmente, al involucrarse en <strong>de</strong>bates <strong>de</strong> carácter valórico (tomando en general posiciones<strong>de</strong> avanzada para la época) el Instituto tendía a per<strong>de</strong>r aliados y a generar <strong>de</strong>sconfianzas <strong>de</strong>ntro yfuera <strong>de</strong>l gobierno. Subyace a esta hipótesis que el Instituto, al transformarse progresivamente enel “<strong>de</strong>fensor” <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes, tendió a ser i<strong>de</strong>ntificado con su grupo objetivo, <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> servisto como un organismo <strong>de</strong> gobierno para ser tratado como “joven” o “menor <strong>de</strong> edad” por <strong>las</strong>otras reparticiones públicas. La disminución <strong>de</strong> status que implicó este tránsito también influyó enla dureza con que fue tratado en <strong>los</strong> momentos <strong>de</strong> crisis.En verdad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su fundación el Instituto ha soportado fuertes tensiones y conflictos en tornoa la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> su rol, el que no es necesariamente compartido por <strong>los</strong> actores implicadosinterna o externamente con la institución. En cualquier caso, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> este diagnóstico,<strong>las</strong> consecuencias que la crisis tuvo para el Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud fueron claras: a<strong>de</strong>más<strong>de</strong>l reemplazo <strong>de</strong> la plana directiva y <strong>de</strong> parte importante <strong>de</strong> <strong>los</strong> profesionales, con la consecuentepérdida <strong>de</strong>l conocimiento y <strong>de</strong>l saber hacer acumulado, se redujo drásticamente el presupuestoSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud275.


institucional, lo que obligó a cerrar la mayor parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> programas <strong>de</strong> intervención socioculturalhasta ese momento ejecutados 4 .Por ejemplo, se pasó <strong>de</strong> un presupuesto <strong>de</strong> casi cuatro mil cien millones <strong>de</strong> pesos en 1997 a sólomil ochocientos millones el año 1998 (44% <strong>de</strong>l monto <strong>de</strong>l año anterior). Es importante notar queel presupuesto original no se ha vuelto a recuperar. Por otro lado, la pérdida <strong>de</strong> legitimidad frenteal resto <strong>de</strong>l gobierno truncó el trabajo <strong>de</strong>sarrollado hasta el año 1997 por el GTI y dañó hasta eldía <strong>de</strong> hoy <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar el rol asesor y coordinador <strong>de</strong> políticas públicas quela ley asigna al INJUV. En otras palabras, se castigó no sólo a <strong>las</strong> personas comprometidas en<strong>los</strong> problemas <strong>de</strong> administración <strong>de</strong> fondos públicos, sino también a la institución. El InstitutoNacional <strong>de</strong> la Juventud que emergió <strong>de</strong> esta crisis y sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acción han estadofuertemente marcados por este traumático evento.Evi<strong>de</strong>ntemente, no todas <strong>las</strong> líneas <strong>de</strong> trabajo fueron igualmente afectadas por la crisis. La primera<strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas autorida<strong>de</strong>s post crisis fue reorientar el trabajo hacia el mandato legal que<strong>de</strong>fine a la institución, a la cual correspon<strong>de</strong> generar información respecto a la juventud, diseñar,articular y coordinar <strong>las</strong> políticas públicas hacia la juventud. Con la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> replegarse alabores más internas y técnicas se buscó adaptarse a la nueva realidad presupuestaria (que ya nopermitía el <strong>de</strong>spliegue anterior), como también disminuir <strong>los</strong> puntos <strong>de</strong> fricción entre el Institutoy el resto <strong>de</strong>l Estado o la opinión pública.Esto significó reacomodos internos que fortalecieron la actividad <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong>l Instituto,buscando con ello generar mejores diagnósticos respecto a la situación <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes para,a partir <strong>de</strong> este conocimiento, influir y <strong>de</strong>terminar el enfoque <strong>de</strong> <strong>los</strong> distintos programas dirigidosa el<strong>los</strong>. En términos concretos, este énfasis significó un fuerte aumento en el presupuesto para larealización <strong>de</strong> estudios parciales y para el levantamiento <strong>de</strong> la segunda, tercera y cuarta versión<strong>de</strong> la Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud, <strong>las</strong> que alcanzaron mucha relevancia en medios, mundoacadémico y sector no gubernamental, contribuyendo a restituir la imagen <strong>de</strong>l Instituto en laopinión pública.No obstante, la pérdida <strong>de</strong> legitimidad y <strong>de</strong> su capacidad <strong>de</strong> articular la oferta pública - queexperimentó el Instituto <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1997 - se tradujo en el distanciamiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicasrespecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes en tanto la crisis institucional marca el retiro drástico <strong>de</strong> la caravisible <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas sociales <strong>de</strong> juventud en la acción pública.Este proceso limitó el impacto e inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l INJUV en el Estado dificultando elementossustanciales como la contribución al diseño y el monitoreo <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas, programas y276.Políticas Públicas <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 5.acciones que ejecutan otras instituciones públicas. Incluso, internamente el Instituto experimentódificulta<strong>de</strong>s para construir puentes entre la información en juventud y <strong>las</strong> propuestas programáticasgubernamentales.Un intento por revertir esta situación y conectar más eficazmente la labor <strong>de</strong> investigación eintervención ha estado relacionada a la constitución <strong>de</strong>l “Observatorio <strong>de</strong> Juventud”, en el año2003, el cual se <strong>de</strong>dica no sólo a levantar información sobre la juventud, sino principalmentea generar conocimiento a través <strong>de</strong>l procesamiento, el análisis integrado y la difusión <strong>de</strong> dichainformación, en <strong>las</strong> instituciones públicas que tienen que tomar <strong>de</strong>cisiones respecto <strong>de</strong> qué hacery cómo trabajar con este grupo <strong>de</strong> edad. La Revista <strong>de</strong>l Observatorio <strong>de</strong> Juventud contribuye a ladifusión <strong>de</strong> esta sistematización y elaboración <strong>de</strong> información.Esta tarea está en proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y consolidación, quedando pendiente el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> avanzaren el logro <strong>de</strong> darle mayor coherencia y pertinencia a <strong>las</strong> acciones cuyo foco son el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. El INJUV requiere un rediseño importante, don<strong>de</strong> que<strong>de</strong> reflejado un ciertoconsenso respecto a cuáles son <strong>los</strong> objetivos y resultados que se esperan alcanzar con <strong>las</strong> políticaspúblicas <strong>de</strong> juventud, y <strong>de</strong> acuerdo a eso, <strong>de</strong>finir el rol <strong>de</strong> la institucionalidad pública para aten<strong>de</strong>ra esta población.Por otra parte, la línea <strong>de</strong> trabajo que más cambios experimentó en el período posterior a 1997,fue la intervención directa a través <strong>de</strong> programas focalizados en jóvenes. La mayor parte <strong>de</strong> <strong>los</strong>programas previos a dicho año se cerraron. A<strong>de</strong>más, a pesar <strong>de</strong> que algunos directivos <strong>de</strong>l Institutohan intentado potenciar esta área <strong>de</strong> trabajo, la falta <strong>de</strong> recursos ha conspirado contra el alcance <strong>de</strong><strong>los</strong> logros <strong>de</strong> <strong>los</strong> impactos previos. Es así como se ha fomentado la consolidación y expansión <strong>de</strong> <strong>los</strong>Infocentros, se han creado fondos para el Fomento <strong>de</strong> Iniciativas Juveniles, ejecutado proyectos <strong>de</strong>Fomento al Voluntariado Juvenil, manteniendo algún trabajo con subculturas juveniles que apoyanla realización <strong>de</strong> eventos <strong>de</strong> carácter cultural, pero a una escala e impacto limitado.Explica en gran medida esta pérdida <strong>de</strong> importancia programática la drástica reducción <strong>de</strong>recursos que sufrieron <strong>las</strong> Direcciones Regionales. Evi<strong>de</strong>ntemente, esta pérdida <strong>de</strong> capacidad <strong>de</strong>intervención directa ha estado acompañada con una pérdida <strong>de</strong> visibilidad pública <strong>de</strong>l Instituto.Esto es especialmente relevante, pues una situación similar ocurre ante <strong>los</strong> propios jóvenes: elINJUV tien<strong>de</strong> a <strong>de</strong>saparecer para el<strong>los</strong>.A pesar <strong>de</strong> este panorama es importante reconocer que pese a todo, el INJUV nunca ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong>realizar intervenciones directas. Incluso, actualmente se pue<strong>de</strong> apreciar un cierto repunte en estalínea <strong>de</strong> trabajo como producto <strong>de</strong>l involucramiento en el trabajo <strong>de</strong> acceso y alfabetización en4Como manifestación concreta <strong>de</strong> la reorientación <strong>de</strong>l quehacer <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud, su sigla se cambió <strong>de</strong> “INJ” a“INJUV”.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud277.


nuevas tecnologías. Es así como el programa <strong>de</strong> Centros <strong>de</strong> Información y Difusión Juvenil (CIJ)ha permitido al INJUV acopiar recursos y reposicionarse localmente a través <strong>de</strong> la administración,hoy en día, <strong>de</strong> 85 Infocentros ubicados en todas <strong>las</strong> regiones <strong>de</strong> Chile 5.Finalmente, respecto a la coordinación <strong>de</strong> políticas públicas en juventud, si bien este rol fueexplícitamente relevante <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1997, durante <strong>los</strong> primeros años no hubo gran<strong>de</strong>s avances. Seabandonó en gran parte el esfuerzo prece<strong>de</strong>nte por construir una política integrada en juventud.En este marco, el GTI reorientó su trabajo y <strong>de</strong>sarrolló una labor introspectiva y <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong><strong>las</strong> políticas públicas dirigidas a la juventud, resultando <strong>de</strong> ello un informe <strong>de</strong> caracterización yanálisis <strong>de</strong> la política social dirigida a <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes que permitió tener mayor claridad acerca<strong>de</strong>l escenario en el cual había que influir y <strong>de</strong>terminar <strong>los</strong> rumbos a seguir.En este contexto, el proyecto Interjoven – financiado por la Agencia <strong>de</strong> Cooperación Alemana(GTZ), cuyas contrapartes nacionales son el FOSIS y el INJUV – <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1998 ha colaboradoactivamente en diversos planos <strong>de</strong> la política pública <strong>de</strong> juventud: la realización <strong>de</strong> escue<strong>las</strong> <strong>de</strong>formación a agentes locales que trabajan con jóvenes, el fortalecimiento <strong>de</strong> Oficinas Municipales<strong>de</strong> Juventud (OMJ), así como el estímulo a la formulación y diseño <strong>de</strong> planes locales <strong>de</strong> juventud,el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> iniciativas pilotos en el campo <strong>de</strong>l empleo juvenil y el estímulo a la creación <strong>de</strong>lObservatorio <strong>de</strong> Juventud en Chile.La acumulación creciente <strong>de</strong> experiencia y conocimiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1997, se cristalizó en la formación <strong>de</strong>l“Comité Gubernamental para el Fortalecimiento <strong>de</strong> la Acción Estatal en Materia <strong>de</strong> Juventud” en el año2002, que tuvo como tarea <strong>de</strong>finir <strong>las</strong> líneas <strong>de</strong> acción común que <strong>de</strong>bían asumir <strong>los</strong> distintos ministeriosy servicios públicos en materias <strong>de</strong> juventud, así como articular, implementar, coordinar y monitorear <strong>las</strong>acciones que se vayan emprendiendo. Específicamente, <strong>las</strong> funciones <strong>de</strong>l Comité han sido:• Elaborar lineamientos para fortalecer la acción estatal en juventud.• Proponer medidas para el fortalecimiento institucional estatal frente a la juventud.• Proponer medidas para perfeccionar la acción <strong>de</strong> <strong>los</strong> organismos públicos dirigidosal <strong>de</strong>sarrollo e integración <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes.• Proponer nuevas acciones especialmente en cultura, educación y formación, salud yauto-cuidado, empleo y emprendimiento, y legislación.• Coordinar la acción <strong>de</strong> <strong>los</strong> organismos involucrados.278.Políticas Públicas <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 5.• Velar por la coherencia intersectorial <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Estado.Este comité gubernamental orientó su trabajo en dos niveles: el político y el técnico. El nivel técnico,formado por profesionales <strong>de</strong> veintidós ministerios y servicios, inició su trabajo en enero <strong>de</strong>l 2004. El nivelpolítico tuvo a su cargo la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones respecto a lineamientos a seguir, tarea que se vio reflejada enel documento “Plan <strong>de</strong> Acción en Materia <strong>de</strong> Juventud”, entregado al Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República en agosto<strong>de</strong>l mismo año. Este documento tomó forma en torno a cincuenta y seis compromisos gubernamentales,<strong>de</strong>stinados a reforzar el trabajo <strong>de</strong>l Estado hacia la juventud, apelando al carácter multisectorial <strong>de</strong>lesfuerzo. Los resultados esperados <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>l Comité se orientaron a la:• Generación <strong>de</strong> acuerdos para el fortalecimiento institucional.• Generación <strong>de</strong> acuerdos para la estructuración <strong>de</strong> un discurso gubernamental queponga a <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes como actores estratégicos para el <strong>de</strong>sarrollo.• Generación <strong>de</strong> acuerdos que <strong>de</strong>n sentido <strong>de</strong> unidad corporativa y visual al conjunto<strong>de</strong> programas que están distribuidos en el Estado.La formación <strong>de</strong>l Comité Gubernamental y la elaboración <strong>de</strong>l “Plan <strong>de</strong> Acción en Materia <strong>de</strong>Juventud” ha significado un paso a<strong>de</strong>lante en la capacidad <strong>de</strong> interlocución <strong>de</strong>l INJUV con otrasinstituciones estatales. El Comité ha permitido visibilizar la función <strong>de</strong> coordinación que <strong>de</strong>betener el Instituto, pero aún es necesario avanzar hacia una política pública <strong>de</strong> juventud másintegrada. Así, al “Plan <strong>de</strong> Acción en Materia <strong>de</strong> Juventud” le falta coherencia para pasar <strong>de</strong> ser unconjunto <strong>de</strong> esfuerzos y compromisos gubernamentales ya establecidos (<strong>de</strong> ahí la similitud con elPROJOVEN) a un plan articulado <strong>de</strong> acciones pertinentes, coherentes e integrales.La necesidad <strong>de</strong> dar coherencia a <strong>las</strong> políticas que el Estado chileno <strong>de</strong>sarrolla hacia <strong>las</strong> y <strong>los</strong>jóvenes se hace más relevante si consi<strong>de</strong>ramos que producto <strong>de</strong>l repliegue <strong>de</strong>l INJUV <strong>de</strong> <strong>las</strong>tareas <strong>de</strong> intervención ha provocado que la mayor parte <strong>de</strong> este trabajo se <strong>de</strong>sarrolle fuera <strong>de</strong> laInstitución y a cargo <strong>de</strong> ministerios con perspectivas sectoriales (educación, salud, justicia, entreotros). Si bien esta “sectorialización” <strong>de</strong> la intervención en juventud implica que actualmenteno es posible hablar <strong>de</strong> una “Política en Juventud”, sino más bien <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> múltiples“Políticas <strong>de</strong> Juventud”.Ello no significa que en términos generales no haya existido cierto nivel <strong>de</strong> coherencia global. Por5INJUV, Informe <strong>de</strong> Gestión, 2005, documento no publicado.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud279.


el contrario, el acento <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas en juventud ha circulado principalmente en tornoal concepto <strong>de</strong> “Capital Humano”. Des<strong>de</strong> esta perspectiva, <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes han sido vistos comoun activo para el <strong>de</strong>sarrollo futuro <strong>de</strong>l país y, por ello, <strong>los</strong> principales programas sociales que sehan enfocado en este grupo han tendido a mejorar sus niveles <strong>de</strong> educación, capacitación o sushabilida<strong>de</strong>s para <strong>de</strong>sarrollar activida<strong>de</strong>s productivas.Ejemp<strong>los</strong> claros <strong>de</strong> lo anterior son la actual reforma educativa en sus niveles medio y superior, <strong>los</strong>programas <strong>de</strong> inserción laboral como “Chile Califica” y <strong>los</strong> diversos programas <strong>de</strong> alfabetizacióndigital que auspicia el Gobierno (entre <strong>los</strong> cuales están <strong>los</strong> CIJ <strong>de</strong>l Instituto).A<strong>de</strong>más, en la lógica <strong>de</strong> facilitar la inserción <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes a la sociedad, se han realizadoesfuerzos legislativos por parte <strong>de</strong> una Comisión Especial <strong>de</strong> Juventud <strong>de</strong>l Parlamento, creada alalero <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud, que ha tenido como tarea estudiar <strong>las</strong> modificacioneslegales necesarias para lograr dicho objetivo y en cuyo informe final se recomienda la conformación<strong>de</strong> una comisión permanente en el parlamento para tratar <strong>los</strong> temas juveniles, tarea que <strong>de</strong>bieseque abordar la próxima administración.Otra <strong>de</strong> <strong>las</strong> manifestaciones <strong>de</strong> la preocupación creciente <strong>de</strong>l estado por modificar la normativarespecto <strong>de</strong> la juventud ha sido la reciente aprobación <strong>de</strong> la llamada Ley <strong>de</strong> Responsabilidad PenalAdolescente, que tiene como objetivos asegurar el <strong>de</strong>bido proceso a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes acusados<strong>de</strong> infringir la ley, fomentar el carácter rehabilitador <strong>de</strong> <strong>las</strong> penas que reciban <strong>los</strong> infractores,restringir <strong>las</strong> faculta<strong>de</strong>s para la ejecución <strong>de</strong> medidas privativas <strong>de</strong> libertad y distinguir a <strong>los</strong>infractores <strong>de</strong> quienes requieren protección <strong>de</strong>l Estado.No obstante lo anterior, <strong>los</strong> programas públicos dirigidos hacia <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes no han constituidoaún una política <strong>de</strong> juventud integrada y coherente, que aproveche <strong>las</strong> sinergias generadas porcada intervención, sino una multiplicidad <strong>de</strong> políticas que podrían ser mejor coordinadas.Para finalizar, haciendo un balance <strong>de</strong> conjunto <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> líneas <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>sarrolladas por elINJUV en el período 1998 – 2005, es posible observar que el Instituto ha logrado apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> lacrisis que experimentó y, en función <strong>de</strong> ese aprendizaje, ha logrado restablecer una parte <strong>de</strong> suscapacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> investigación y coordinación intersectorial con temas pendientes en materia <strong>de</strong>intervención, en <strong>los</strong> cuales se requiere recuperar a<strong>de</strong>cuadamente <strong>los</strong> logros alcanzados en su fase1991 al 1997.Des<strong>de</strong> 1997 en a<strong>de</strong>lante, se han postergado <strong>los</strong> esfuerzos e intentos preliminares por articular una280.Políticas Públicas <strong>de</strong> Juventud


CAPÍTULO 5.política estatal consistente. De este modo, el Estado sigue careciendo <strong>de</strong> una política pública <strong>de</strong>juventud <strong>de</strong>finida y con una perspectiva generacional clara que tienda a acciones consistentes ycoherentes, que recoja <strong>los</strong> cambios en este grupo y que se ajuste a <strong>las</strong> transformaciones culturales <strong>de</strong><strong>los</strong> últimos años <strong>de</strong>l país. Ello en virtud <strong>de</strong> diversos factores: la oferta programática opera en modosectorial y en función <strong>de</strong> priorizaciones institucionales con escasa coordinación concertada; elmarco normativo no <strong>de</strong>limita a lo juvenil como una categoría jurídicamente existente; <strong>los</strong> recursospúblicos presupuestarios <strong>de</strong>stinados al segmento juvenil no son suficientes para salvaguardarcondiciones mínimas para enfrentar <strong>los</strong> <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> <strong>las</strong> transformaciones <strong>de</strong> este período <strong>de</strong> vida;la institucionalidad en juventud, el INJUV, sigue siendo asignado a constituir soporte institucional<strong>de</strong> “lo juvenil” en el ámbito público pero no constituye en la práctica la función <strong>de</strong> articular enforma unificada, bajo una cierta lógica <strong>de</strong> sentido, <strong>las</strong> iniciativas públicas en juventud.Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> principales roles que pue<strong>de</strong> jugar el INJUV en el actual escenario <strong>de</strong>l país y dada laexperiencia acumulada por la institución, es transformarse en el coordinador y articulador <strong>de</strong> <strong>las</strong>políticas y programas públicos dirigidos a la juventud, con el fin <strong>de</strong> que esta multiplicidad <strong>de</strong>intervenciones se transformen en una sola “Política <strong>de</strong> Juventud”, y por otra parte, en el ejecutor<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas acciones específicas hacia <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. En el próximo capítulo se presentauna propuesta en esta dirección.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud281.


La complejidad <strong>de</strong> la realidad juvenil actual reclama lapresencia <strong>de</strong>l Estado por medio <strong>de</strong> una política pública <strong>de</strong>calidad, que proponga la preocupación y valoración <strong>de</strong> lojuvenil en la sociedad chilena282.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud283.


CAPÍTULO 6.DESDE LA TRANSICIÓN AL BICENTENARIO:PROPUESTAS PARA ARTICULAR UNA POLÍTICAPÚBLICA DE JUVENTUDActualmente nuestro país dispone <strong>de</strong> condiciones económicasy sociales en virtud <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales existe la posibilidad cierta<strong>de</strong> completar el imaginario social <strong>de</strong>l retorno a la <strong>de</strong>mocracia:prosperidad, liberta<strong>de</strong>s y confianza.284.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.La disminución <strong>de</strong> <strong>los</strong> niveles <strong>de</strong> pobreza <strong>de</strong> la población (aunque no así <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad social),el mejoramiento promedio <strong>de</strong> <strong>los</strong> niveles educativos <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas, <strong>los</strong> consecuentes aumentos ensu calidad material <strong>de</strong> vida, <strong>las</strong> transformaciones culturales y la creciente naturalización <strong>de</strong> <strong>las</strong> reg<strong>las</strong><strong>de</strong>mocráticas <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, permiten pensar que hoy en día es posible implementar políticaspúblicas más orientadas a la calidad que a la ampliación <strong>de</strong> coberturas, más centradas en la expansión <strong>de</strong><strong>las</strong> potencialida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas, que en su sólo sustento material.El <strong>de</strong>safío es por tanto extraordinario y la responsabilidad asociada al mismo mayor, especialmente en elcaso <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas y la gestión pública. En efecto, pues con el paso <strong>de</strong>l tiempo se verá que dar cuenta <strong>de</strong>lperfil <strong>de</strong>l li<strong>de</strong>razgo socialmente <strong>de</strong>seado al más alto nivel <strong>de</strong> la administración no bastará para cumplimentarel cúmulo <strong>de</strong> expectativas renacientes. Más temprano que tar<strong>de</strong> se requerirá, operacionalmente hablando,que la promesa <strong>de</strong>l nuevo estilo se expanda por todos <strong>los</strong> rincones <strong>de</strong>l entramado institucional, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>estar encarnada y simbolizada en su cúspi<strong>de</strong>.Se trata <strong>de</strong> una <strong>de</strong>manda con un estándar <strong>de</strong> dos umbrales, que implica una exigencia múltiple: hacer máscosas y <strong>de</strong> mejor manera. En otras palabras, se trata <strong>de</strong> ser cada vez más eficientes y entregar servicios<strong>de</strong> la mayor calidad.Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> segmentos poblacionales que en el comienzo <strong>de</strong> la transición fue sujeto <strong>de</strong> este imaginario<strong>de</strong>mocrático fueron <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes. Gran<strong>de</strong>s contingentes juveniles <strong>de</strong> otras épocas se movilizaronpor el cambio social y más tar<strong>de</strong> por la recuperación <strong>de</strong>mocrática, pagando altísimos costos por ello.Otras cohortes juveniles interactuaron <strong>de</strong>spués, <strong>de</strong> manera tímida y a veces conflictiva, con el Estado<strong>de</strong> la transición. Muchos más se distanciaron pronto <strong>de</strong> <strong>las</strong> ofertas y espacios propiamente políticos,inventando sus propios ámbitos <strong>de</strong> intimidad o participación.Pero el indicador que mejor sintetiza lo inconcluso <strong>de</strong>l imaginario social juvenil con la <strong>de</strong>mocracia estádado por el bajo nivel <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes en <strong>los</strong> procesos cívico-electorales, portador <strong>de</strong>una crítica y un <strong>de</strong>sencanto que ya es un rasgo cultural (el <strong>de</strong>sprestigio <strong>de</strong> la política), pero que pue<strong>de</strong> aúnser modificado y tiene en estos días una nueva oportunidad para que ello ocurra, consi<strong>de</strong>rando la relativarenovación que ha experimentado el padrón electoral, con 250.000 nuevos jóvenes inscritos.Un aporte significativo a la restauración <strong>de</strong> la confianza y a la realización <strong>de</strong> la nueva promesa <strong>de</strong>mocráticapasa por situar frente a la juventud un Estado articulado, sensible a sus preocupaciones, equipado conuna política pública y gestores <strong>de</strong> la misma capaces <strong>de</strong> escuchar<strong>los</strong> sistemáticamente, reconocer<strong>los</strong> ensu diversidad, disponer <strong>de</strong> espacios <strong>de</strong> protección y apoyo para la concreción <strong>de</strong> sus i<strong>de</strong>as y proyectos,pero sobre todo apto para realizar lo mandatado a través <strong>de</strong> un estilo dialogante, portador <strong>de</strong> instrumentosconcretos y eficaces <strong>de</strong> participación efectiva, que resulten tanto incluyentes como eficaces en <strong>las</strong> materias<strong>de</strong> su competencia.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud285.


Este documento contiene una propuesta para aten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> mejor manera a este nuevo escenario, con unapolítica pública <strong>de</strong> juventud li<strong>de</strong>rada por un servicio orientador, capaz <strong>de</strong> optimizar y hacer sinérgicos<strong>los</strong> esfuerzos <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> <strong>las</strong> entida<strong>de</strong>s públicas que <strong>de</strong>ben actuar a favor <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes. Paraeso el texto reconoce primero una serie <strong>de</strong> puntos que constituyen nudos críticos <strong>de</strong> la realidad juvenilactual. En segundo lugar, <strong>de</strong>scribe <strong>de</strong> manera sucinta elementos <strong>de</strong> la situación futura <strong>de</strong>seada que talpolítica <strong>de</strong> juventud pue<strong>de</strong> ayudar a crear. Continúa con la formulación <strong>de</strong> lineamientos estratégicosy propuestas <strong>de</strong> acción para <strong>los</strong> componentes medulares <strong>de</strong> la misma. Por último, entrega una breve<strong>de</strong>claración conclusiva, a modo <strong>de</strong> cierre y proyección <strong>de</strong> lo expuesto.1. La promesa <strong>de</strong> la integración social: problema <strong>de</strong>l presente y<strong>de</strong>safío para el futuroLa realidad <strong>de</strong>mográfica <strong>de</strong>l país muestra la importancia cuantitativa <strong>de</strong>l segmento juvenil y a la vezseñala que éste entrega terreno, <strong>de</strong> manera progresiva, a la transición que conduce hacia un mayorenvejecimiento <strong>de</strong> la población.El colectivo juvenil presenta todas <strong>las</strong> heterogeneida<strong>de</strong>s que caracterizan a la sociedad chilena, tanto<strong>las</strong> positivas (la diversidad cultural, por ejemplo) como <strong>las</strong> negativas (la <strong>de</strong>sigualdad en el acceso a <strong>las</strong>oportunida<strong>de</strong>s y <strong>los</strong> frutos <strong>de</strong>l crecimiento). En efecto:• Las y <strong>los</strong> jóvenes actuales son un “activo” <strong>de</strong> la sociedad en la medida que son una generacióncon elevados niveles <strong>de</strong> educación, portadora <strong>de</strong> altas expectativas sobre su futuro y conformecon <strong>los</strong> logros educativos que hasta el momento han alcanzado.• Se trata <strong>de</strong> un colectivo tien<strong>de</strong> a ser optimista respecto <strong>de</strong>l futuro y que muestra claras aspiraciones<strong>de</strong> integración social, a través <strong>de</strong> la articulación <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> vida centrados en la familia, laeducación y el trabajo.• Por <strong>de</strong>finición, la mayor parte <strong>de</strong> sus miembros se encuentran en un ciclo vital don<strong>de</strong> predominaun buen estado <strong>de</strong> salud, pese a que existen prácticas y rasgos culturales que introducen riesgospara la mantención <strong>de</strong> dicha condición.• Por último, se trata <strong>de</strong> un segmento que se presenta más bien satisfecho con sus familias y queconfía en ella como fuente o posibilidad <strong>de</strong> gratificación afectiva y respaldo.• Al mismo tiempo, <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes actuales se caracterizan por la radical especificidad quepresentan como colectivo respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> generaciones juveniles pasadas: son más pragmáticos,eclécticos y distantes respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones, <strong>los</strong> proyectos utópicos y el colectivo.286.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.Sin embargo, <strong>los</strong> sigue afectando una importante cantidad <strong>de</strong> problemas, tanto tradicionales comoemergentes, muchos <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales interpelan la confianza y el optimismo que tempranamente incubanrespecto <strong>de</strong> la articulación exitosa <strong>de</strong> sus proyectos <strong>de</strong> vida, paradoja que constituye el mayor <strong>de</strong>safíosocial respecto <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes (el cumplimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> expectativas juveniles <strong>de</strong> inclusión social):• Las mutaciones en la estructura y dinámica <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> trabajo tensionan la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> laeducación como un medio probado para acce<strong>de</strong>r y obtener un empleo satisfactorio. La educaciónconvencional es insuficiente, pues junto con la adquisición <strong>de</strong> conocimientos e información, soncada vez más necesarias habilida<strong>de</strong>s inespecíficas que permitan la adaptación flexible a entornoscambiantes, la acumulación y manejo <strong>de</strong> capital social y la efectividad <strong>de</strong> la comunicacióninterpersonal, entre otras.• Del mismo modo, surge como paradoja que la creciente masificación educacional haya ido a lapar <strong>de</strong> un aumento en la competitividad y <strong>los</strong> requerimientos <strong>de</strong> calificación para la realización<strong>de</strong> proyectos laborales o profesionales efectivos. En otros términos: actualmente es necesarioestablecer fuertes dinámicas <strong>de</strong> competencia con <strong>los</strong> pares generacionales y con otros, a fin <strong>de</strong>lograr un espacio autónomo y sostenible en el mundo <strong>de</strong>l trabajo.• Pese a que muestran sentimientos positivos hacia sus familias, <strong>de</strong> confianza y seguridad,muchos adolescentes y jóvenes actuales ven agudizados sus conflictos afectivos por el hecho<strong>de</strong> haber crecido en hogares don<strong>de</strong> <strong>los</strong> adultos no pue<strong>de</strong>n o no quieren estar presentes. La cadavez más frecuente y necesaria incorporación <strong>de</strong> ambos padres al mundo <strong>de</strong>l trabajo y el nivel<strong>de</strong> competencia al que en general están sometidas <strong>las</strong> personas, que obliga a largas jornadaslaborales, está teniendo un fuerte impacto en la formación social y emocional <strong>de</strong> la infanciay la juventud, toda vez que <strong>los</strong> hogares frecuentemente muestran disfunciones en el planocomunicacional interno.• Aunque el ciclo vital <strong>de</strong> la juventud es por <strong>de</strong>finición bastante sano, existen problemas <strong>de</strong>salud que afectan la seguridad <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes <strong>de</strong> manera muy frecuente y que son pocoreconocidos, por en<strong>de</strong> mal tratados u omitidos. Así por ejemplo, problemas psicológicos comola <strong>de</strong>presión, trastornos <strong>de</strong> la alimentación, discapacida<strong>de</strong>s físicas, adicción a drogas o alcohol,acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> tránsito o hechos <strong>de</strong> violencia <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> situaciones relacionadas con <strong>las</strong>eguridad pública, entre otros. Es en la infancia y en la juventud cuando se gestan esti<strong>los</strong> <strong>de</strong> vidapoco saludables, culturalmente adquiridos y que con frecuencia son influidos por <strong>las</strong> pautas <strong>de</strong>consumo (alimentario, por ejemplo) instaladas por el mercado. Por lo mismo es en este períododon<strong>de</strong> ciertas condicionantes negativas <strong>de</strong> la salud en la edad adulta llegarán con ten<strong>de</strong>ncia aquedarse.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud287.


• Muchas veces <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes no acce<strong>de</strong>n a la información y a la formación necesaria parainiciar su vida sexual y afectiva <strong>de</strong> manera a<strong>de</strong>cuada. Esto lleva a que el embarazo tempranodificulte la articulación <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> vida o a que <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes se vean expuestos a severosproblemas <strong>de</strong> salud sexual y/o reproductiva. Enfermeda<strong>de</strong>s como el SIDA afectan fuertemente alsegmento juvenil. Sin embargo, el uso y promoción <strong>de</strong> estrategias preventivas sigue presentandoun bajo nivel <strong>de</strong> concreción. La información disponible para actuar con seguridad y autonomíaen este campo no es suficiente y el riesgo <strong>de</strong> adquirir daños aumenta <strong>de</strong> manera progresiva.• La relación <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes con <strong>las</strong> instituciones políticas <strong>de</strong> distinto tipo no es sustantiva. Hay<strong>de</strong>sconfianza e insatisfacción con <strong>las</strong> formas instrumentales y profesionalizadas <strong>de</strong> hacer política,cuando esta actividad es realizada como un fin en sí mismo, exento <strong>de</strong> sentido trascen<strong>de</strong>nte.Esto ciertamente representa un problema para la <strong>de</strong>mocracia y para <strong>los</strong> propios jóvenes, en lamedida que su alejamiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>bilita la calidad <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> <strong>las</strong>instituciones y redunda en la reproducción <strong>de</strong>l sistema al margen <strong>de</strong> <strong>los</strong> intereses juveniles.• Si bien son muchos <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes que participan socialmente a través <strong>de</strong> instancias distintas<strong>de</strong> <strong>los</strong> partidos políticos, constantemente sus iniciativas y esfuerzos son públicamente pocovisibles o carecen <strong>de</strong> apoyos sistemáticos para su difusión, reproducción y proyección en eltiempo. Por el contrario, en un exceso <strong>de</strong> crítica hacia <strong>las</strong> prácticas juveniles, es común quese quiera imponer a la grupalidad juvenil un sentido público o épico que no necesariamente<strong>de</strong>be tener. Sin embargo, en la medida que no se promuevan herramientas e instrumentos <strong>de</strong>participación ciudadana realmente efectivos tanto <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes como otros grupos socialespermanecerán ajenos a la inci<strong>de</strong>ncia y el control <strong>de</strong> <strong>los</strong> asuntos públicos, particularmente <strong>las</strong>gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>cisiones e inversiones que configuran (o no) el bienestar común.• En términos generales, todos o muchos <strong>de</strong> <strong>los</strong> problemas antes nombrados se ven particularmenteagravados entre <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes pertenecientes a sectores socioeconómicos bajos, rurales ymujeres, don<strong>de</strong> la <strong>de</strong>sprotección social y/o la falta <strong>de</strong> recursos aportan riesgo e inseguridadadicional a la situación <strong>de</strong> exclusión. Sin embargo, esto no significa que <strong>las</strong> y <strong>los</strong> jóvenes <strong>de</strong>sectores sociales medios y altos sean invulnerables a muchas <strong>de</strong> estas situaciones. Por el contrario:muchos <strong>de</strong> <strong>los</strong> problemas nombrados son tanto o más bien generacionales y extendidos a lo largo<strong>de</strong> la estratificación social juvenil, lo que reclama una política pública incluyente e inclusiva.• Del mismo modo, pese a <strong>las</strong> potencialida<strong>de</strong>s y fortalezas que objetivamente muestra la poblaciónjoven, <strong>las</strong> iniciativas públicas y el quehacer institucional no han sido capaces <strong>de</strong> revertir elprogresivo estigma que se cierne sobre ella, en tanto algo subvalorado, inexistente o peligroso.De hecho, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> características <strong>de</strong> la situación actual es que el valor <strong>de</strong> la juventud chilena288.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.actual se encuentra profundamente oculto bajo el fetiche que la entien<strong>de</strong> como una condiciónestética proclive al consumo, <strong>de</strong>seable bajo <strong>los</strong> cánones estéticos <strong>de</strong> la publicidad y <strong>de</strong>formadapor <strong>los</strong> estereotipos con que opera el mercado al momento <strong>de</strong> representarla simbólicamente. Obien, lo juvenil aparece como una amenaza para la seguridad pública bajo la figura estereotipada<strong>de</strong>l “joven problema”, en tanto <strong>de</strong>lincuente efectivo o potencial con una cobertura y difusiónamplia en <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación, que anula <strong>los</strong> esfuerzos específicos y marginalestendientes a rescatar el valor y <strong>las</strong> prácticas positivas que protagonizan la mayoría <strong>de</strong> <strong>las</strong> y <strong>los</strong>jóvenes.Permanece pendiente, por tanto, el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> construir una situación <strong>de</strong> país que <strong>de</strong>fina, <strong>de</strong>staque ypromueva claramente el valor social <strong>de</strong> la juventud, más allá y quizá en sentido contrario al énfasis queinstala el mercado y <strong>las</strong> imágenes negativas que <strong>de</strong> la juventud difun<strong>de</strong>n <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación.A partir <strong>de</strong> ello se justifica la creación y fortalecimiento <strong>de</strong> una política y acción públicas capaces <strong>de</strong>contribuir <strong>de</strong>cisivamente a la creación, al 2010, <strong>de</strong> una situación juvenil caracterizada por la plenainclusión social integral <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, que implica:• La disminución radical <strong>de</strong> la estigmatización <strong>de</strong> lo juvenil en la conversación pública y elsurgimiento <strong>de</strong> un discurso social que valorice positivamente a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, sin segmentar<strong>los</strong>o aislar<strong>los</strong> <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> la sociedad.• La contención sistemática <strong>de</strong> <strong>los</strong> factores <strong>de</strong> exclusión social y el aumento <strong>de</strong> la inclusión plena<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, a nivel funcional, político y simbólico, tanto en ámbitos como el empleo, <strong>las</strong>alud y la educación, como en el campo don<strong>de</strong> se juega la aceptación o rechazo <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>sjuveniles: la cultura.• El resguardo <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> vida juvenil y <strong>de</strong> la realización <strong>de</strong> una transición al mundo adulto<strong>de</strong> la manera más a<strong>de</strong>cuada posible, mediante servicios <strong>de</strong> protección mínima garantizada, queestablezcan un dique contra situaciones <strong>de</strong> vulneración <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo y <strong>de</strong> la seguridad humana<strong>de</strong> <strong>las</strong> personas jóvenes.• El potenciamiento <strong>de</strong> la asociatividad, la expresividad, la producción cultural y el voluntariado<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, que permita contar con espacios públicos recuperados, marcados por lapresencia <strong>de</strong> el<strong>los</strong> junto a <strong>los</strong> <strong>de</strong>más actores <strong>de</strong> la sociedad, en un marco <strong>de</strong> clara convivencia<strong>de</strong>mocrática e integración.Como se ha dicho, el logro <strong>de</strong> una realidad juvenil caracterizada por la inclusión social integral requiere<strong>de</strong> una política pública amplia y extensa, apalancada por un esfuerzo institucional sistemático que ayu<strong>de</strong>Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud289.


a realizar la promesa <strong>de</strong> la inclusión en el marco <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong> un ambiente social que hoy día vuelvea reclamar la intensificación <strong>de</strong> <strong>las</strong> dimensiones cualitativamente superiores <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización y la<strong>de</strong>mocracia.2. Una política pública <strong>de</strong> inclusión integral para la concretar uncambio cualitativo en la juventudA la fecha y durante el largo período <strong>de</strong> transición política experimentado por nuestro país, se ha instalado,con una dinámica <strong>de</strong> avances y retrocesos, un servicio público, el Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud(INJUV), que trata <strong>de</strong> estimular un quehacer estatal consistente y coherente dirigido hacia la juventud.Sin embargo, como se ha presentado en el capítulo quinto, el Estado chileno sigue careciendo <strong>de</strong> unapolítica pública <strong>de</strong> juventud propiamente tal, ya que no cuenta con una clara <strong>de</strong>finición y una perspectivageneracional asumida, que guíe <strong>los</strong> esfuerzos <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones en la promoción <strong>de</strong>intervenciones integradas y pertinentes:• La oferta programática se articula y <strong>de</strong>sarticula en función <strong>de</strong> otras priorida<strong>de</strong>s institucionales.• Los marcos normativos <strong>de</strong>l país no <strong>de</strong>finen a la juventud como una categoría jurídica realmenteexistente.• Los recursos para actuar en favor <strong>de</strong> la juventud no se aproximan a lo suficiente.• El soporte institucional <strong>de</strong> lo juvenil en el mundo público sigue siendo, <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>legativa, elINJUV, y no el sistema en su conjunto articulado por éste.La política pública, para dar cuenta <strong>de</strong>l cambio cualitativo que se está produciendo en nuestra sociedady en el mundo juvenil, <strong>de</strong>be ser entendida como un sistema orgánico <strong>de</strong> acción institucional, don<strong>de</strong> elINJUV juega un rol estelar que implica a todos <strong>los</strong> actores públicos, reflejando un compromiso real <strong>de</strong>lconjunto <strong>de</strong>l Estado en la tarea <strong>de</strong> generar <strong>las</strong> condiciones necesarias para garantizar la inclusión social <strong>de</strong><strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Este nuevo concepto <strong>de</strong> política pública <strong>de</strong>be tener en cuenta <strong>los</strong> siguientes criterios, quese <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la experiencia reciente <strong>de</strong>l Estado chileno en asuntos relacionados con la juventud:• La política pública <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>be consistir en la movilización <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong>l sector públicoa través <strong>de</strong> sus agencias, recursos y ofertas, bajo un diseño coherente basado en un diagnóstico/perspectiva a<strong>de</strong>cuado. El diseño y la articulación <strong>de</strong> dicha movilización correspon<strong>de</strong>n al propio290.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.Estado, con base en una instancia especializada (INJUV), mientras que la ejecución <strong>de</strong> <strong>las</strong> accioneses materia <strong>de</strong>l sector público en sus diferentes niveles (<strong>de</strong>sconcentrado y <strong>de</strong>scentralizado). Deesta manera, aunque muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> intervenciones concretas dirigidas hacia este grupo <strong>de</strong> edadtengan un origen, una concepción y una gestión sectorial, <strong>de</strong>be existir un conjunto <strong>de</strong> criterioscomunes (Política Nacional <strong>de</strong> Juventud) que le brin<strong>de</strong>n coherencia, y una organización (elINJUV) encargada <strong>de</strong> velar por dicha integralidad.• La política pública en juventud no se agota en <strong>los</strong> programas y líneas <strong>de</strong> acción dirigidasespecíficamente hacia <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Muchas intervenciones gubernamentales enfocadashacia la solución <strong>de</strong> problemas sociales no específicos <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> edad, también afectan yentregan beneficios a la juventud. Frente a este tipo <strong>de</strong> acciones la misión <strong>de</strong> una política públicaen juventud es i<strong>de</strong>ntificar y generar estrategias específicas para incorporar a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes adichos programas.• Tanto el diseño como la articulación y la ejecución <strong>de</strong> <strong>las</strong> acciones <strong>de</strong>ben ser en sí mismos <strong>de</strong>alta calidad, vale <strong>de</strong>cir, oportunos, suficientes, efectivos y pertinentes, don<strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>todos <strong>los</strong> ciudadanos (no sólo <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes) en la <strong>de</strong>finición y evaluación <strong>de</strong> sus contendidoses medular, en tanto aporta al aumento <strong>de</strong> la calidad, al tiempo que realiza un principio propio<strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong>l gobierno y <strong>de</strong> la gestión pública: la participación ciudadana. Enfunción <strong>de</strong> lo anterior, se <strong>de</strong>be crear <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> medición y análisis <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> <strong>los</strong>servicios públicos dirigidos a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, basado en el estudio <strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> <strong>los</strong>usuarios.• La acción estatal para la realización <strong>de</strong> esta política pública <strong>de</strong> juventud <strong>de</strong>be reconocer, eso sí,el límite <strong>de</strong> la autonomía cívica para gestar procesos y construir i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s o <strong>de</strong>mandas. Dichoreconocimiento tiene que ser traspasado al conjunto <strong>de</strong> <strong>los</strong> actores institucionales y a la propiaciudadanía, <strong>de</strong> tal manera que no se espere que la acción estatal ocupe <strong>los</strong> espacios y roles quecorrespon<strong>de</strong>n a la sociedad civil.Con base en estos criterios es necesario que el Estado se entregue a la tarea <strong>de</strong> intervenir a través <strong>de</strong> susinstituciones e instrumentos y bajo la coordinación <strong>de</strong>l INJUV, en tres líneas estratégicas <strong>de</strong> acción:Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud291.


2.1. I<strong>de</strong>ntidad pública <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes: hacia su inclusiónsimbólicaEste lineamiento apunta a lograr un reposicionamiento nacional y particularmente estatal <strong>de</strong>l interéspor <strong>los</strong> asuntos juveniles, <strong>de</strong> tal modo que la condición <strong>de</strong> joven goce <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ntidad social positiva,connotada como oportunidad actual y futura.Esto <strong>de</strong>be traducirse en que la conversación social se ancle en ejes referidos al valor <strong>de</strong> lo juvenil, sinincluir estigmas ni mitos. Se trata <strong>de</strong> ver<strong>los</strong> como personas, miembros activos <strong>de</strong> la sociedad en el presentey ciudadanos que contribuirán con su práctica al buen funcionamiento <strong>de</strong> la sociedad en el futuro, en lamedida que ésta genere oportunida<strong>de</strong>s para su inclusión e integración plena. Entre <strong>las</strong> acciones factiblespara operar en tal dirección <strong>de</strong>stacan <strong>las</strong> siguientes:1. Política Comunicacional: instalar en la política comunicacional <strong>de</strong>l gobierno un discursoque legitime, respal<strong>de</strong> y valore <strong>las</strong> características culturales juveniles, permitiendo una lecturapositiva y constructiva <strong>de</strong> sus modos <strong>de</strong> ser y actuar. Esta política <strong>de</strong>be ser capaz <strong>de</strong> valorar ladiversidad juvenil, resaltar el potencial <strong>de</strong> buenas prácticas juveniles que existe en el país, poner<strong>de</strong> relieve lo socialmente rentable que es invertir en la inclusión social plena <strong>de</strong> este segmentoy combatir frontalmente <strong>los</strong> estereotipos y estigmas actualmente presentes en la conversaciónsocial sobre lo juvenil (el fetiche <strong>de</strong> la juventud dorada, el estereotipo <strong>de</strong>l joven pobre <strong>de</strong>lincuentey la <strong>de</strong>scalificación <strong>de</strong> la individuación juvenil).2. Defensoría <strong>de</strong> la I<strong>de</strong>ntidad Juvenil: con el fin <strong>de</strong> combatir <strong>las</strong> múltiples discriminaciones que<strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes sufren por su forma <strong>de</strong> ser o actuar, se propone crear un sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensoría<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad pública juvenil, a partir <strong>de</strong> normativas regulatorias que incidan en la imagen yconceptos que <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación difun<strong>de</strong>n sobre <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, o en el trato socialque estos reciben en <strong>los</strong> espacios públicos <strong>de</strong> cualquier tipo (colegios, universida<strong>de</strong>s, serviciospúblicos).2.2. Calidad <strong>de</strong> vida y <strong>de</strong>sarrollo juvenil: establecimiento <strong>de</strong> unconjunto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos mínimos garantizadosEn este plano, la política pública <strong>de</strong> juventud busca asegurar que ningún joven chileno se vea excluido<strong>de</strong> <strong>las</strong> instancias y recursos necesarios para satisfacer <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong> esta etapa <strong>de</strong> la vida, através <strong>de</strong>l establecimiento <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos mínimos garantizados.292.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.Lo anterior transforma a la política pública <strong>de</strong> juventud en el garante <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones para el logro<strong>de</strong> la autonomía social <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, la concepción <strong>de</strong> sus proyectos <strong>de</strong> vida y la realizaciónexitosa <strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos, especialmente en <strong>los</strong> planos educacional, laboral y familiar. Para ello actuará en<strong>los</strong> siguientes ámbitos <strong>de</strong> acción: i) educación y formación; ii) empleo y emprendimiento; iii) salud yautocuidado; iv) cultura y expresividad y v) hogar juvenil.A continuación se <strong>de</strong>scriben <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos mínimos a garantizar y lineamientos <strong>de</strong> acciones a implementar,que complementarán el trabajo que el Estado ya realiza en estos ámbitos.a. Educación y formaciónEn el plano <strong>de</strong> la educación es necesario re<strong>de</strong>finir metas educativas para el período <strong>de</strong> la juventud apartir <strong>de</strong> <strong>los</strong> avances experimentados por el país, en la materia tales como <strong>los</strong> 12 años <strong>de</strong> escolaridadgarantizada y la expansión <strong>de</strong> la educación universitaria, consi<strong>de</strong>rando también el escenario que planteael nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo alcanzado por el país.En este sentido, la política pública educativa <strong>de</strong>bería ser capaz <strong>de</strong> garantizar lo siguiente:1. Educación terciaria garantizada: garantizar a cada joven la posibilidad <strong>de</strong> completar educaciónterciaria <strong>de</strong> algún tipo. Para cumplir con esta condición mínima será necesario tomar medidasque, por un lado, amplíen la oferta <strong>de</strong> educación postsecundaria universitaria y técnica y, porotro lado, que apoyen la inclusión juvenil en estas instancias, ya sea a través <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>diferentes tipos <strong>de</strong> becas, ampliación <strong>de</strong> la cobertura <strong>de</strong> créditos para educación superior conaval <strong>de</strong>l Estado, aranceles diferenciados, etc.2. Garantizar equidad en la calidad <strong>de</strong> la educación: en un escenario <strong>de</strong> fuerte incremento<strong>de</strong> la cobertura <strong>de</strong> la educación a distintos niveles es fundamental que la política educativagarantice que cada joven reciba educación <strong>de</strong> calidad in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong>pago. Esto implica por un lado, fijar estándares mínimos <strong>de</strong> calidad para la educación secundaria<strong>de</strong> tal forma que el <strong>de</strong>senlace <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> enseñanza no esté <strong>de</strong>finido por <strong>de</strong>fecto segúnnivel socioeconómico y que permita al joven efectivamente optar <strong>de</strong> acuerdo a su vocación ycapacida<strong>de</strong>s.Por otro lado, en el caso <strong>de</strong> la educación superior, supone el perfeccionamiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> sistemas<strong>de</strong> acreditación o certificación <strong>de</strong> <strong>los</strong> servicios educativos públicos y privados que se prestanen el país, para que nadie reciba una educación inútil, <strong>de</strong>sfasada o ina<strong>de</strong>cuada frente a <strong>los</strong>requerimientos <strong>de</strong>l mundo actual.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud293.


. Empleo y emprendimientoEn este ámbito, <strong>los</strong> esfuerzos <strong>de</strong> la política pública estarán dirigidos a facilitar el acceso, permanencia ycalidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en el trabajo, ya sea <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>pendiente o in<strong>de</strong>pendiente. Logrartal finalidad pasa por la generación e implementación <strong>de</strong> una política <strong>de</strong> empleo juvenil, que sea garante<strong>de</strong> <strong>las</strong> siguientes condiciones:1. Garantizar el acceso al primer empleo remunerado: consi<strong>de</strong>rando que uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> mayoresproblemas <strong>de</strong>l empleo juvenil está en <strong>las</strong> barreras <strong>de</strong> entrada que enfrentan en el mercado <strong>de</strong>ltrabajo, el Estado <strong>de</strong>ber garantizar durante la juventud el acceso a un trabajo remunerado <strong>de</strong> calidada través <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> <strong>los</strong> incentivos a la contratación <strong>de</strong> jóvenes y el establecimiento <strong>de</strong>sistemas <strong>de</strong> trabajo parcial que permitan a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes compatibilizar trabajo y estudios.A<strong>de</strong>más, será necesario garantizar a todo joven que opte por una forma <strong>de</strong> trabajo in<strong>de</strong>pendiente,el acceso a <strong>los</strong> instrumentos <strong>de</strong> fomento productivo disponibles en el Estado, y que estos seapliquen con una perspectiva <strong>de</strong> juventud.2. Garantizar al joven conocimientos y habilida<strong>de</strong>s para enfrentar el mundo <strong>de</strong>l trabajo:el objetivo <strong>de</strong> esta garantía mínima es que cada joven reciba en forma oportuna a través <strong>de</strong> laeducación formal información acerca sobre sus <strong>de</strong>rechos laborales, métodos para buscar empleoy entrenamiento en habilida<strong>de</strong>s sociales para el trabajo.c. Salud y autocuidadoEn el plano <strong>de</strong> la salud, la política pública <strong>de</strong> juventud se <strong>de</strong>be orientar a la a<strong>de</strong>cuada gestión a<strong>de</strong>cuada<strong>de</strong>l riesgo sanitario propio <strong>de</strong> esta etapa. Para cumplir este objetivo, resulta fundamental implementaren la población joven estrategias <strong>de</strong> autocuidado don<strong>de</strong> se tomen <strong>de</strong>cisiones basadas en la informacióncientíficamente necesaria para lograr que la autonomía juvenil se ejerza bajo condiciones <strong>de</strong> seguridady/o limitando <strong>los</strong> daños o consecuencias negativas para el presente y el futuro <strong>de</strong>l joven o su entorno,para lo cual se requeriría que <strong>los</strong> distintos niveles <strong>de</strong> atención <strong>de</strong> salud cuenten con <strong>las</strong> capacida<strong>de</strong>s paraaten<strong>de</strong>r <strong>los</strong> temas <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, <strong>de</strong> manera pertinente y oportuna.En esta dirección y en la perspectiva <strong>de</strong> garantizar un a<strong>de</strong>cuado estado <strong>de</strong> bienestar y promover elautocuidado juvenil, el Estado <strong>de</strong>be:1. Garantizar el acceso a <strong>los</strong> recursos que permiten ejercer una sexualidad responsable: lai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> esta garantía es que cada joven acceda en forma oportuna a la información, habilida<strong>de</strong>s294.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.y tecnología necesarias para gestionar el riesgo sanitario asociado a su entrada a la sexualidadactiva, <strong>de</strong> tal forma que <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos sexuales y reproductivos sean ejercidos con mayorplenitud.En este sentido, entre <strong>las</strong> líneas <strong>de</strong> acción que <strong>de</strong>manda este mínimo garantizado - complementandoel trabajo que el Estado realiza en la actualidad en la materia - se encuentran la implementación<strong>de</strong> un “Plan Nacional <strong>de</strong> Sexualidad Responsable” diseñado y ejecutado en forma intersectorial,educación sexual en la juventud temprana en <strong>los</strong> colegios, y la masificación <strong>de</strong> la distribución<strong>de</strong>l preservativo como método <strong>de</strong> protección sanitaria.2. Garantizar el acceso a <strong>los</strong> recursos que permiten mitigar <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong>l consumo <strong>de</strong>drogas: el objetivo es que, más allá <strong>de</strong> lo mucho que ya se ha avanzado en esta materia, cadajoven disponga <strong>de</strong> la información y habilida<strong>de</strong>s necesarias para gestionar el riesgo sanitarioasociado al consumo <strong>de</strong> drogas, lícitas o ilícitas, que generalmente comienza durante la juventudtemprana.Dicha garantía requiere la implementación <strong>de</strong> líneas <strong>de</strong> acción que apunten tanto a la prevención<strong>de</strong>l consumo, como a la reducción <strong>de</strong> daños una vez que este ocurre.3. Garantizar el acceso la información sanitaria clave para la etapa <strong>de</strong> la juventud: porúltimo, la política <strong>de</strong> salud <strong>de</strong>be asegurase que cada joven disponga <strong>de</strong> información relevanterespecto <strong>de</strong> <strong>los</strong> principales problemas <strong>de</strong> salud propios <strong>de</strong> esta etapa <strong>de</strong> la vida y <strong>de</strong>be entregarinformación precisa y oportuna respecto <strong>de</strong> la oferta disponible para aten<strong>de</strong>r estos problemas.En este sentido será necesario educar a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes acerca <strong>de</strong> trastornos alimenticios, saludmental, problemas asociados a la violencia, la crianza <strong>de</strong> hijos, etc.d. Cultura y expresividad juvenilLas acciones propias <strong>de</strong> este ámbito tien<strong>de</strong>n a garantizar el <strong>de</strong>recho al uso creativo <strong>de</strong>l tiempo libre, enun marco <strong>de</strong> respeto por la expresión <strong>de</strong> <strong>las</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s y visiones <strong>de</strong> mundo <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Paralograr esto, la política pública <strong>de</strong>be:1. Garantizar el <strong>de</strong>recho juvenil a hacer un uso lúdico, <strong>de</strong>portivo o cultural <strong>de</strong>l tiempo libre:el sentido <strong>de</strong> esta condición mínima es que cada joven, <strong>de</strong> acuerdo a sus intereses, disponga<strong>de</strong> <strong>los</strong> recursos y apoyos (por ejemplo, la un fondo <strong>de</strong> apoyo <strong>de</strong> iniciativas juveniles, espaciosmunicipales cedidos para <strong>las</strong> agrupaciones juveniles, etc.) necesarios para practicar algunaSegundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud295.


disciplina cultural, artística o <strong>de</strong>portiva durante su tiempo libre, elemento fundamental para laconfiguración <strong>de</strong> la propia i<strong>de</strong>ntidad.2. Facilitar el acceso al consumo cultural: el sentido <strong>de</strong> esta acción es que ningún joven sevea excluido <strong>de</strong>l consumo cultural <strong>de</strong>bido a falta <strong>de</strong> recursos. La i<strong>de</strong>a es que a través <strong>de</strong> lacreación <strong>de</strong> convenios especiales con proveedores <strong>de</strong> bienes y servicios culturales, es posible<strong>de</strong>mocratizar el consumo cultural juvenil.Una medida concreta que pue<strong>de</strong> incrementar el acceso al consumo cultural es el reestablecimiento<strong>de</strong> la exitosa tarjeta joven, que distribuía el INJUV antes <strong>de</strong> 1997.f. Hogares jóvenesEn este ámbito se trata <strong>de</strong> apoyar a <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes que forman hogares en forma autónoma <strong>de</strong> susfamilias <strong>de</strong> origen, <strong>de</strong> tal forma que esta experiencia contribuya al crecimiento personal y al <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> su proyecto <strong>de</strong> familia.Para ello la política pública <strong>de</strong>be:1. Garantizar el <strong>de</strong>recho a la primera vivienda: el objetivo aquí es garantizar que cada joven queforma un hogar autónomo <strong>de</strong> su familia <strong>de</strong> origen tenga acceso a vivienda.Para hacer efectiva esta garantía se necesitará implementar un conjunto <strong>de</strong> medidas que permitanal joven acce<strong>de</strong>r a un lugar para habitar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> subsidios a la compra <strong>de</strong> propieda<strong>de</strong>s, hastaprogramas que faciliten el acceso a viviendas en calidad <strong>de</strong> arriendo. Parece <strong>de</strong>seable priorizarla ayuda a familias jóvenes que tengan responsabilida<strong>de</strong>s parentales, para un mejor <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>sus proyectos <strong>de</strong> vida, con la autonomía y privacidad requerida.2. Garantizar el acceso a ayuda en el cuidado <strong>de</strong> hijos: el sentido <strong>de</strong> esta garantía es que <strong>las</strong>personas que son madres o padres durante la juventud cuenten con servicios <strong>de</strong> cuidado <strong>de</strong> niñoscuando sea necesario, <strong>de</strong> forma tal que este hecho vital no constituya un factor expulsor <strong>de</strong>esferas claves como la educación y el empleo.296.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.2.3. Influencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en el curso <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones y enla vida públicaEl sentido genérico <strong>de</strong> la política pública <strong>de</strong> juventud que aquí se perfila apunta a la constitución <strong>de</strong> <strong>los</strong>y <strong>las</strong> jóvenes como sujetos activos, es <strong>de</strong>cir, como protagonistas <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> sus proyectos <strong>de</strong>vida y <strong>de</strong> <strong>los</strong> escenarios colectivos que permitan viabilizar<strong>los</strong>. No se trata, en modo alguno, <strong>de</strong> promoverformas pre<strong>de</strong>terminadas <strong>de</strong> participación, ni tampoco <strong>de</strong> restaurar ilusiones utópicas impuestas <strong>de</strong> maneraexterna. Por el contrario, sólo se propen<strong>de</strong> a la generación <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones que permitan a <strong>los</strong> sujetosincidir <strong>de</strong>mocráticamente en la configuración <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n normativo, que redundará en la mayor o menorposibilidad <strong>de</strong> crear su proyecto <strong>de</strong> vida. Se tien<strong>de</strong>, en otras palabras, a garantizar la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes en la construcción <strong>de</strong> lo público. Para ello se proponen acciones en el ámbito político y en elcampo <strong>de</strong> la participación asociativa, a saber:1. Derecho a Voto Garantizado: se propone garantizar el <strong>de</strong>recho a voto a través <strong>de</strong> la inscripciónautomática en <strong>los</strong> registros electorales, <strong>de</strong> tal manera que ningún joven ni ciudadano <strong>de</strong>l país<strong>de</strong>ba quedar exento <strong>de</strong>l sufragio por no tener cumplido este requisito burocrático. Esta medidacontribuiría a<strong>de</strong>más a la calidad <strong>de</strong> la oferta política, en la medida que el voto juvenil constituiráa este electorado en una audiencia a ser conquistada y seducida.2. Derecho a la Organización Juvenil: con el fin <strong>de</strong> fomentar la constitución <strong>de</strong> una mayor red<strong>de</strong> asociacionismo juvenil y <strong>de</strong> capitalizar todos <strong>los</strong> beneficios sociales y personales que se<strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> la experiencia participativa, se <strong>de</strong>be diseñar una legislación específica que faciliteque <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes se organicen y <strong>de</strong> esta manera accedan a recursos, espacios y beneficiosgubernamentales <strong>de</strong> carácter central y local.3. Derecho a la Información: se propone garantizar que todo joven, al momento <strong>de</strong> egreso <strong>de</strong> laenseñanza secundaria, haya sido <strong>de</strong>bidamente informado <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos laborales, <strong>de</strong>recho a laorganización, <strong>de</strong>recho al voto, <strong>de</strong>recho a la educación, <strong>de</strong>rechos mínimos garantizados, <strong>de</strong>rechoa la i<strong>de</strong>ntidad juvenil y otros <strong>de</strong>rechos que se establecen en este documento.4. Fomento <strong>de</strong>l Li<strong>de</strong>razgo Juvenil: para que <strong>los</strong> instrumentos y <strong>las</strong> herramientas <strong>de</strong> participaciónantes mencionados puedan ser ejercidos, se necesitan ciudadanos jóvenes activos y protagónicos,dispuestos a poner en práctica <strong>las</strong> herramientas <strong>de</strong> garantía <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos cívicos. En función<strong>de</strong> esto, <strong>de</strong>bieran implementarse programas <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> la participación y el li<strong>de</strong>razgojuvenil, formando <strong>de</strong> manera continua a jóvenes para que participen más activamente en <strong>las</strong>instancias existentes (por ejemplo en <strong>los</strong> consejos escolares) y asesorando a sus agrupacionespara que formulen emprendimientos sociales y políticos convocantes para toda la comunidad.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud297.


5. Fomento <strong>de</strong>l Voluntariado Juvenil: por último, se propone el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un Programa Nacional<strong>de</strong> Fomento y Apoyo al Voluntariado Juvenil, que <strong>de</strong>be venir acompañado <strong>de</strong> una legislaciónque regule el trabajo voluntario. Se consi<strong>de</strong>ra que esta forma <strong>de</strong> participación ciudadana es unmodo <strong>de</strong> acción pública atractivo para <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, socialmente beneficioso y cada vez máspracticado por la juventud. Sin embargo, el sentido que se imprimirá a <strong>los</strong> programas <strong>de</strong> apoyoy fomento <strong>de</strong>l voluntariado juvenil se centrará en <strong>las</strong> claves <strong>de</strong> la acción voluntaria como unespacio <strong>de</strong> intercambio con el medio social, don<strong>de</strong> el sujeto satisface necesida<strong>de</strong>s múltiples yadquiere tanto formación social como capital social. De esta forma, la propuesta es promoverque la experiencia como voluntario sea relevante como experiencia laboral y al momento <strong>de</strong>postular a beneficios sociales (becas, pasantías, etc). Se tratará, por en<strong>de</strong>, <strong>de</strong> un voluntariadoque, sin <strong>de</strong>snaturalizar la acción voluntaria, adquirirá un sentido cívico intenso.3. Institucionalidad pública <strong>de</strong> juventud: funciones <strong>de</strong> un InstitutoNacional <strong>de</strong> la JuventudUna política <strong>de</strong> juventud como la hasta aquí <strong>de</strong>scrita, orientada a lograr una positiva i<strong>de</strong>ntidad pública,<strong>de</strong>sarrollo humano y participación ciudadana <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, <strong>de</strong>be ser orgánica y multisectorial.Tal política <strong>de</strong>be incluir una función <strong>de</strong> articulación integradora que es compatible con la ejecución <strong>de</strong>parte <strong>de</strong> <strong>las</strong> acciones enunciadas, pero cuya función primordial es lograr que el Estado en su conjuntoinstrumente <strong>de</strong> manera coherente la oferta completa. Tal organización o agencia necesita, para cumplircabalmente su función, <strong>las</strong> siguientes potencialida<strong>de</strong>s:• Recursos humanos, materiales y financieros (capital económico).• Saber, conocimiento y competencias <strong>de</strong> alto nivel que la hagan ser efectiva (capital cultural).• Prestigio y legitimidad real (capital simbólico).• Alianzas múltiples y re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> confianza que faciliten su trabajo y aumenten <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong>lmismo (capital social).• Respaldo y autonomía para ejercer el rol <strong>de</strong> rectoría y articulación que le correspon<strong>de</strong> (capitalpolítico).El Estado chileno dispone <strong>de</strong> un instrumento institucional, el INJUV, que necesita ser cualificado <strong>de</strong>modo tal que pueda orientar al conjunto <strong>de</strong>l aparato público, empujándolo a la acción coherente en favor298.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Con el fin <strong>de</strong> lograr estas condiciones, el INJUV <strong>de</strong>be reconocer <strong>las</strong> siguientes tresfunciones principales:3.1. Observación directa <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenesAquí el INJUV pasa a ser el dispositivo <strong>de</strong> “escucha sistemática” <strong>de</strong> <strong>las</strong> preocupaciones juveniles y, enalianza con otros servicios como la División <strong>de</strong> Organizaciones Sociales y la Secretaría <strong>de</strong> Comunicacióny Cultura, estructura y materializa un “diálogo constante” con <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes. Escucha y diálogo serán<strong>los</strong> ejes <strong>de</strong> una función <strong>de</strong> relación directa y cercana con la juventud, que permitirán mantener en sintonía<strong>las</strong> dinámicas juveniles con la gestión pública, <strong>de</strong> tal manera que esta última sea <strong>de</strong> calidad y pertinente a<strong>las</strong> aspiraciones y expectativas juveniles.Para dar cuenta <strong>de</strong> la relación directa aquí señalada, el INJUV creará o reforzará directamente tresinstrumentos:• Fortalecimiento <strong>de</strong>l Observatorio <strong>de</strong> Juventud: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la observacióncientífica <strong>de</strong> la realidad juvenil, el INJUV fortalecerá el Observatorio <strong>de</strong> Juventud, <strong>de</strong>manera que éste, a través <strong>de</strong>: i) la Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud; ii) <strong>de</strong> la instalación <strong>de</strong> undispositivo cualitativo <strong>de</strong> seguimiento sistemático <strong>de</strong> la conversación pública juvenil; iii) <strong>de</strong>la realización <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> coyuntura o profundización; iv) <strong>de</strong> la elaboración periódica <strong>de</strong>Informes Nacionales <strong>de</strong> Juventud, entre otras herramientas, sea capaz <strong>de</strong> evaluar <strong>de</strong> manerapermanente y global la condición, posición y principales necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.Se reportarán periódicamente estos diagnósticos al más alto nivel <strong>de</strong>l Ejecutivo y a toda laAlta Dirección Pública.Se <strong>de</strong>be señalar acá que otra función <strong>de</strong>l Observatorio <strong>de</strong> Juventud (que se explicitará al<strong>de</strong>scribir la tercera función <strong>de</strong>l INJUV), consistirá en realizar el seguimiento, monitoreo yevaluación <strong>de</strong> <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong> <strong>las</strong> ofertas programáticas dirigidas hacia la juventud.• Organización <strong>de</strong> Encuentros Tripartitos: con el fin <strong>de</strong> favorecer que <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>sarrollen y comprendan la perspectiva juvenil, se realizará un programa <strong>de</strong> encuentrosentre representantes <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, la alta dirección pública y <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>spolíticas electas, con el fin <strong>de</strong> interactuar y dialogar en torno a <strong>los</strong> principales problemasy preocupaciones juveniles, generando respuestas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la autoridad hacia la juventud yexplicitando propuestas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> éstos hacia <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s. Tales encuentros serán realizadoscon un carácter cultural y se procurará que <strong>de</strong>semboquen en acuerdos, acciones y medidasconcretas.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud299.


• Fomento y Apoyo a <strong>los</strong> Consejos Regionales <strong>de</strong> Juventud: con el objetivo <strong>de</strong> manteneruna interlocución constante y sustantiva con <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes organizados, el INJUV <strong>de</strong>bierafortalecer esta instancia <strong>de</strong> representación <strong>de</strong> <strong>los</strong> intereses juveniles, ser capaz <strong>de</strong> sistematizar<strong>las</strong> <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> este sector y representar al conjunto <strong>de</strong>l Estado sus conclusiones. Estatarea implica realizar una propuesta <strong>de</strong> estructuración y reglamentación funcionamiento <strong>de</strong>dichos Concejos <strong>de</strong> manera <strong>de</strong> hacer<strong>los</strong> más inclusivos e influyentes.3.2. Diseño, innovación y transferencia en políticas públicasUna <strong>de</strong> <strong>las</strong> principales <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l quehacer <strong>de</strong>l Estado en el ámbito <strong>de</strong> <strong>los</strong> asuntos juveniles es lalimitada pertinencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> estrategias <strong>de</strong> intervención que <strong>de</strong>spliega, en ámbitos importantes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, como lo son el empleo juvenil, la sexualidad, apoyo a sus iniciativas culturales y<strong>de</strong> tiempo libre, fomento <strong>de</strong> la participación, entre otras. De no mediar cambios en esta materia, tal<strong>de</strong>bilidad pue<strong>de</strong> llegar a ser particularmente notoria, toda vez que la realidad juvenil se complejiza cadavez más, a lo que se suma el muy probable inicio <strong>de</strong> un ciclo ascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> expectativas <strong>de</strong>mocráticasen la sociedad. Por eso resulta <strong>de</strong> la mayor importancia que el INJUV se convierta en un generador <strong>de</strong>estrategias innovadoras y pertinentes para la actuación <strong>de</strong>l sector público en el nivel programático. Eneste sentido el INJUV tendrá que actuar en <strong>los</strong> siguientes planos:• Creación <strong>de</strong> normativas que resguar<strong>de</strong>n <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos juveniles: el INJUV <strong>de</strong>biera tenerun rol clave en el diseño <strong>de</strong> la legislación necesaria para hacer realidad gran parte <strong>de</strong> <strong>las</strong>tareas <strong>de</strong>l Estado en materia juvenil, como la Ley <strong>de</strong> Participación Juvenil o la Defensoría<strong>de</strong> la I<strong>de</strong>ntidad Juvenil. En este sentido, se consi<strong>de</strong>ra relevante que el Gobierno <strong>de</strong> Chileadhiera a la Convención Iberoamericana <strong>de</strong> Derechos Juveniles, suscrita el 18 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong>1005, por 17 <strong>de</strong> <strong>los</strong> 19 países miembros <strong>de</strong> la Organización Iberoamericana <strong>de</strong> la juventud(OIJ).• Creación y ajuste <strong>de</strong> programas e intervenciones sociales específicas: esta función incluyela prueba y validación <strong>de</strong> diseños novedosos por parte <strong>de</strong>l INJUV (nuevos programas ymétodos <strong>de</strong> intervención que completen y/o cualifiquen la política general), tendientes a serreplicados e instalados en el sector público al nivel y sector institucional que corresponda.Especial relevancia tendrá la elaboración o adaptación <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> intervención paraser aplicados a nivel local. Ante eso es importante que el INJUV cuente con un equipo <strong>de</strong>asistencia técnica en materias <strong>de</strong> juventud, que atienda a <strong>los</strong> diferentes niveles <strong>de</strong>l sectorpúblico con particular énfasis en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> políticas e intervenciones locales dirigidasa <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes.300.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.• Gestión piloto <strong>de</strong> programas en áreas no abordadas: esta función implica ejecutar en formacontrolada o piloto <strong>de</strong> algunas acciones en temáticas aún no trabajadas en forma sistemáticapor el resto <strong>de</strong>l sector público. Especialmente importante parece hoy en día <strong>de</strong>sarrollarprogramas <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgos juveniles, programas <strong>de</strong> apoyo al voluntariado,programas <strong>de</strong> uso lúdico y/o creativo <strong>de</strong>l tiempo libre y programas <strong>de</strong> conectividad digital.No obstante, el sentido estratégico <strong>de</strong> estos programas <strong>de</strong>be estar situado en la viabilidad <strong>de</strong>traspasar la experiencia a terceras instituciones.• Diseño <strong>de</strong> estrategias <strong>de</strong> comunicación: dirigidas hacia el interior <strong>de</strong>l Estado con el fin<strong>de</strong> introducir una perspectiva <strong>de</strong> juventud que legitime, respal<strong>de</strong> y valore <strong>las</strong> característicasculturales juveniles, y dirigidas hacia la juventud con el fin <strong>de</strong> informar <strong>de</strong> sus diversos<strong>de</strong>rechos y difundir la forma <strong>de</strong> acceso a <strong>las</strong> políticas públicas dirigidas hacia el<strong>los</strong> y el<strong>las</strong>.3.3. Articulación técnica y política e introducción <strong>de</strong> unaperspectiva <strong>de</strong> juventud en el estadoAquí el INJUV pondrá en juego su capital cultural y simbólico, su solvencia técnica y temática,justificándose en torno a esta función la inversión que se requiere para cualificarlo con profesionales <strong>de</strong>alto nivel y recursos a<strong>de</strong>cuados para su operación.Se trata <strong>de</strong> la labor neurálgica <strong>de</strong> la institución, a partir <strong>de</strong> la cual logrará que la política pública <strong>de</strong>juventud constituya una respuesta efectiva y satisfactoria a <strong>las</strong> expectativas juveniles.Consiste en la penetración y orientación <strong>de</strong>l sector público completo por parte <strong>de</strong>l INJUV, con unaperspectiva generacional unificada y propuestas específicas a ser implementadas intersectorialmente en<strong>los</strong> niveles territoriales más acotados.En este sentido, el INJUV tendrá que <strong>de</strong>sarrollar <strong>las</strong> siguientes funciones:• Coordinar <strong>los</strong> instrumentos <strong>de</strong> formulación <strong>de</strong> una perspectiva integral <strong>de</strong> juventud:en primer lugar, es clave mantener, potenciar y mejorar <strong>los</strong> instrumentos <strong>de</strong> coordinaciónque existen a la fecha, asegurando su existencia en tres niveles: uno, a nivel <strong>de</strong> un comité<strong>de</strong> ministros; otro a nivel técnico, con representantes <strong>de</strong>legados <strong>de</strong> cada director <strong>de</strong> servicioo ministro; y uno operativo interno, don<strong>de</strong> un equipo <strong>de</strong> sectorialistas y profesionales <strong>de</strong>lINJUV constituyen una mesa <strong>de</strong> trabajo estratégico transversal a toda la institución. Estaúltima instancia <strong>de</strong>be ser dirigida personalmente por quienes ocupen <strong>los</strong> cargos <strong>de</strong> direccióny subdirección institucional.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud301.


• Apoyar la instalación <strong>de</strong> nuevas herramientas <strong>de</strong> intervención integral en juventud:el INJUV <strong>de</strong>be estudiar la posibilidad <strong>de</strong> instalar en la gestión gubernamental nuevasherramientas que faciliten la incorporación <strong>de</strong> una perspectiva <strong>de</strong> juventud en <strong>los</strong> programas<strong>de</strong> gobierno. Esto implica evaluar la factibilidad <strong>de</strong> la formulación <strong>de</strong> una Política Nacional<strong>de</strong> Juventud o <strong>de</strong> un PMG en Juventud. En caso <strong>de</strong> instalarse dichos instrumentos, el INJUV<strong>de</strong>be realizar el seguimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> metas planteadas en esas normativas.• Seguimiento, monitoreo y evaluación <strong>de</strong> <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong> <strong>las</strong> ofertas programáticasdirigidas hacia la juventud: en consonancia con la labor <strong>de</strong> observación <strong>de</strong> lo juvenil que<strong>de</strong>sarrolla el Observatorio <strong>de</strong> Juventud y como otra dimensión <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> dichoprograma, el INJUV <strong>de</strong>be diseñar y gestionar un sistema para el seguimiento, monitoreo yevaluación <strong>de</strong> <strong>los</strong> diversos programas e intervenciones gubernamentales (<strong>de</strong>l nivel centraly local) dirigidas hacia la juventud o que tengan a ese grupo como potencial beneficiario.Esta labor facilitará realizar recomendaciones técnicas que mejoren la efectividad <strong>de</strong> dichosprogramas. Este trabajo <strong>de</strong>be ser acompañado <strong>de</strong> un análisis económico complementario yglobal <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones realizadas anualmente en juventud y <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones posibles ynecesarias <strong>de</strong> realizar en materia <strong>de</strong> juventud en el futuro.4. A modo <strong>de</strong> conclusiónLa complejidad <strong>de</strong> la realidad juvenil actual, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>los</strong> nuevos y antiguos problemas que afectan el<strong>de</strong>sarrollo y la inclusión <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes, reclaman la presencia <strong>de</strong>l Estado por medio <strong>de</strong> una políticapública <strong>de</strong> calidad.Sin embargo, la experiencia indica que la calidad <strong>de</strong> la gestión institucional para la coordinación yarticulación <strong>de</strong> dicha política es clave para que esta última se <strong>de</strong>spliegue, pasando <strong>de</strong> una suerte <strong>de</strong>mosaico <strong>de</strong> políticas sectoriales <strong>de</strong> juventud, a una política pública <strong>de</strong> juventud sistémica y aglutinadora<strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> <strong>los</strong> esfuerzos institucionales.Sin embargo, la experiencia también muestra que ello no será posible sin reponer la preocupación yvaloración generalizada <strong>de</strong> lo juvenil en la sociedad, instalando una perspectiva generacional claramente<strong>de</strong>finida y fortaleciendo la institucionalidad pública <strong>de</strong> juventud existente.En este último caso no es necesario reinventar el INJUV, sino que cualificarlo. Dicho proceso exige, esosí, una reorientación <strong>de</strong> <strong>las</strong> inversiones tendiendo a fortalecer el sistema <strong>de</strong> competencias institucionales,pero sobre todo adoptar este proyecto como preferente al más alto nivel.302.Des<strong>de</strong> la Transición al Bicentenario


CAPÍTULO 6.Así <strong>los</strong> futuros gobiernos habrán <strong>de</strong> dar a <strong>las</strong> propuestas aquí presentadas una importancia especial,anclada en una cabal comprensión <strong>de</strong> su sentido, el cual supone tener claridad <strong>de</strong> que <strong>los</strong> resultados enmaterias <strong>de</strong> juventud son urgentes, complejos y <strong>de</strong>ben ser tanto visibles como sustantivos.Dicho <strong>de</strong> otro modo, situados en el plano <strong>de</strong> <strong>los</strong> asuntos juveniles y puestos frente a nuevas imposicionesciudadanas <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> cierta restauración <strong>de</strong>l imaginario <strong>de</strong>mocrático en la sociedad, emerge comonecesario movilizar al conjunto <strong>de</strong>l sector público en torno a una política <strong>de</strong> juventud que promueva lainclusión integral <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes (social, económica, política, cultural y simbólica), esta vez <strong>de</strong> unmodo participativo, dialogante, cercano y efectivo. Los <strong>de</strong>safíos institucionales no resueltos <strong>de</strong>l todoayer, son doblemente exigidos hoy: la inclusión integral, <strong>de</strong> un modo efectivo, basado en la confianza yen la participación.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud303.


BIBLIOGRAFÍAAgurto, Irene, Manuel Canales y Gonzalo De la Maza (1985)Juventud Chilena: Razones y Subversiones.Santiago, ECO-FOLICO-SEPADEAsún, Rodrigo (2005)“El impacto <strong>de</strong> <strong>las</strong> nuevas tecnologías en <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes: La invisibilidad <strong>de</strong> lo omnipresente”, enRevista Observatorio <strong>de</strong> Juventud. La juventud en la sociedad <strong>de</strong>l conocimiento: La aparición <strong>de</strong> nuevosciudadanos. Año 2, N°2Santiago, INJUV.Bailiey, J. (1988)PessimismLondon, Ed. Routledge.Beck, Ulrich (1998)¿Qué es la globalización? Falacias <strong>de</strong>l globalismo, respuestas a la globalizaciónMadrid, Paidós.Bennett, Andy (1999)“Subcultures or neotribes? Rethinking the relationship between youth, style and musical taste”, enSociology, vol. 33, N°3.Bourdieu, Pierre y otros (2004)El amor al arte: Los museos europeos y su públicoBuenos Aires, Paidós.Boutinet, J.-P. (1998)L’immaturité <strong>de</strong> la vie adulteParis, Presses Universitaires <strong>de</strong> France.______ (1998)Psychologie <strong>de</strong> la vie adulteParis, Presses Universitaires <strong>de</strong> France.Beriain, J. (1996)Las consecuencias perversas <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidadBarcelona, Anthropos.304.Chile, construyendo <strong>de</strong>mocracia


BIBLIOGRAFÍA.Brunner, José Joaquín (2005)Informe <strong>de</strong> la educación superior en ChileSantiago, Universidad Adolfo Ibáñez._______ (1998)Globalización cultural y posmo<strong>de</strong>rnidadSantiago, Fondo <strong>de</strong> la Cultura Económica.Brunner, J. J., Elacqua, G. (2003)Informe capital humano en Chile.Santiago, Universidad Adolfo Ibáñez.Buttazzoni, Loreto (1998)Sociabilidad y confi anza en ChileSantiago, CEP.Carretero M., J. Palacios y A. Marchesi (2000)Psicología Evolutiva, vol. III Adolescencia, madurez y senectudMadrid, Alianza.CEPAL (1998)Cincuenta años <strong>de</strong> pensamiento en la CEPALFondo <strong>de</strong> Cultura Económica / CEPAL, Santiago, Chile.CEPAL-OIJ (2004)La juventud en Iberoamérica: Ten<strong>de</strong>ncias y urgenciasNaciones Unidas, Santiago, Chile.CERC (1993)Estudios y encuestas: Jóvenes chilenos 1992CERC, Santiago <strong>de</strong> Chile.Cerda, Ana María, María Isabel Toledo (2000)“La discriminación en la escuela: la visión <strong>de</strong> <strong>los</strong> estudiantes”, en Abraham Magendzo y Patricio Donoso(edits.) “Cuando a uno lo molestan...”: Un acercamiento a la discriminación en la escuelaSantiago, PIIE - LOM.CISOC-Bellarmino (2005)Jóvenes: Orientaciones culturales, valóricas, religión e Iglesia Católica.Santiago, Cisoc Bellarmino.Codner, E. y otros (2004)“Estudio <strong>de</strong> cronología <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo puberal en niñas escolares <strong>de</strong> Santiago: Relación con nivelsocio-económico e índice <strong>de</strong> masa corporal” en Rev. méd. Chile v.132 n.7, Santiago, Julio.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud305.


CONASIDA (2005)Estudio <strong>de</strong> caracterización <strong>de</strong> <strong>los</strong> factores <strong>de</strong> riesgo y vulnerabilidad frente al VIH/SIDA en jóvenesSantiago, MINSAL.________ (2001)Cua<strong>de</strong>rnillo <strong>de</strong> prevención <strong>de</strong>l VIH SIDA en poblaciones vulnerables: jóvenes y mujeresSantiago, MINSAL.Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura (2005)Informe Encuesta sobre consumo cultural y uso <strong>de</strong>l tiempo libreSantiago, Chile.Consejo Nacional <strong>de</strong> Televisión (CNTV) (2005)Informe 13.17: adolescentes chilenosSantiago, Chile._______ (2004)Zoom Twenns: 3 estudios cualitativosSantiago, Chile.Costa, P-O., Pérez Tornero, J.M y Tropea, F, (1996)Tribus Urbanas. El ansia <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad juvenil: Entre el culto a la imagen y la autoafi rmación a través<strong>de</strong> la violenciaBuenos Aires, Paidós.Cova F., Maganto C., Melipillán R. (2005)“Género, adversidad familiar y síntomas emocionales en preadolescentes”, en Psykhe V. 14 n.1, Santiago,Chile, pp. 227-232.Dávila, Óscar (2003)“¿La década perdida en política <strong>de</strong> juventud en Chile; o la década <strong>de</strong> aprendizaje doloroso?” en PolíticasPúblicas <strong>de</strong> Juventud en América Latina: Políticas Nacionales Viña <strong>de</strong>l Mar, CIDPA.Dávila, Oscar, Felipe Ghiardo y Car<strong>los</strong> Medrano (2005)Los <strong>de</strong>sheredados: Trayectorias <strong>de</strong> vida y nuevas condiciones juvenilesValparaíso, CIDPA Ediciones.División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana (2004)Diagnóstico <strong>de</strong> la seguridad ciudadana en Chile. Documento <strong>de</strong> trabajo nº 1, Ministerio <strong>de</strong>l InteriorSantiago, Chile.Donoso P., Magendzo A., Rodas M.T., Wojciechowski S., 2000. “Percepción <strong>de</strong> la discriminación:Docentes y estudiantes” en Abraham Magendzo y Patricio Donoso (edits.) “Cuando a uno lo molestan...”:Un acercamiento a la discriminación en la escuelaSantiago, PIIE - LOM.306.Chile, construyendo <strong>de</strong>mocracia


BIBLIOGRAFÍA.Du Bois- Reymond, M y otros (2002)“Transiciones mo<strong>de</strong>rnizadas y políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sventaja: Países Bajos, Portugal, Irlanda y jóvenesinmigrantes en Alemania” en Revista <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> Juventud nº 56Madrid, INJUVE.Durston, John.(1996)“Limitantes <strong>de</strong> ciudadanía entre la juventud latinoamericana” en Revista Iberoamericana <strong>de</strong> Juventud N°1Madrid, Organización Iberoamericana <strong>de</strong> Juventud.Feixa, Carles (1998)El reloj <strong>de</strong> arena: Culturas juveniles en México, en Jóvenes nº4México, Colección Causa Joven.French-Davis, R. (2003)Entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad: Tres décadas <strong>de</strong> política económica en ChileSantiago, Sáez Editor.Galland, Olivier (2001)Sociologie <strong>de</strong> la jeunesseArmand Colin, Paris.Garretón, Manuel Antonio (2000)La Sociedad en que vivi(re)mosSantiago, LOM.Garretón, Manuel Antonio (2001)Cambios sociales, actores y acción colectiva en América Latina. Serie Políticas SocialesSantiago, CEPAL.Gid<strong>de</strong>ns, Anthony (2002)Las consecuencias <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidadAlianza._______ (2000)La Tercera Vía y sus críticosMadrid, Ed. Taurus.Gysling, Jacqueline, María Benavente y José Olavaria (1997)Sexualidad en jóvenes universitariosSantiago <strong>de</strong> Chile, FLACSO.Grupo <strong>de</strong> Trabajo Interministerial <strong>de</strong> Juventud (1999)Caracterización y análisis <strong>de</strong> la política social dirigida a <strong>los</strong> jóvenes.Documento <strong>de</strong> Trabajo no publicado, INJUV.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud307.


Hopenhayn, Martín (1997)“Nuclearse, resistirse, abrirse: Las tantas señales en la i<strong>de</strong>ntidad juvenil” en Revista Chilena <strong>de</strong> TemasSociológicos. Año II, n° 3, diciembre. Universidad Católica B<strong>las</strong> Cañas.______ (1990)“El día <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> la Revolución” en Revista Estudios Públicos N°37, Santiago, CEP.INE (2000)Enfoques estadísticos, Cultura. Boletín informativo <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadísticas.Santiago <strong>de</strong> Chile, INE._______ (2003)Cuánto y cómo cambiamos <strong>los</strong> chilenos. Balance <strong>de</strong> una década. Censos 1992 – 2002, Cua<strong>de</strong>rnosBicentenario Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la RepúblicaSantiago <strong>de</strong> Chile, INE._______ (2005)Indicadores <strong>de</strong> empleo: Febrero-Abril 2005.Santiago <strong>de</strong> Chile, INE.INJUV (sin fecha)Condiciones mínimas <strong>de</strong> inclusión social juvenil. Elementos fundamentales para la construcción <strong>de</strong> unapolítica pública <strong>de</strong> juventud, Documento <strong>de</strong> Trabajo nº4.Santiago, Chile, Departamento <strong>de</strong> Coordinación Intersectorial._______ (1994)Primer Informe Nacional <strong>de</strong> la JuventudSantiago, Chile, Mi<strong>de</strong>plan._______ (1999)“Religiosidad juvenil urbana: experiencias comunitarias”. En Estudios <strong>de</strong>l INJUV, Vol. 1: Jóvenes,Cultura Juvenil y Subjetividad en el Chile <strong>de</strong> <strong>los</strong> 90Santiago <strong>de</strong> Chile. INJUV._______ (2001)Tercera Encuesta Nacional <strong>de</strong> la JuventudSantiago <strong>de</strong> Chile, INJUV._______ (2002)Los y <strong>las</strong> jóvenes y el uso <strong>de</strong> computadores e Internet: Informe ejecutivoSantiago <strong>de</strong> Chile, INJUV.308.Chile, construyendo <strong>de</strong>mocracia


BIBLIOGRAFÍA._______ (2004)“Los y <strong>las</strong> jóvenes: Similitu<strong>de</strong>s y diferencias”, en Revista <strong>de</strong>l Observatorio <strong>de</strong> Juventud nº3 año 1Santiago <strong>de</strong> Chile, INJUV._______ (2004)Plan <strong>de</strong> acción en juventudSantiago <strong>de</strong> Chile, INJUV._______ (2005)Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> Juventud: La integración social <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenesSantiago <strong>de</strong> Chile, INJUV._______ (2005)“Intolerancia y Discriminación”. En: Cua<strong>de</strong>rnillo Temático <strong>de</strong> la IV Encuesta Nacional <strong>de</strong> JuventudSantiago <strong>de</strong> Chile, INJUV._______ (2005)“La subjetividad y la cultura <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes en el Chile actual”. En Cua<strong>de</strong>rnillo Temático <strong>de</strong> la IVEncuesta <strong>de</strong> JuventudSantiago <strong>de</strong> Chile, INJUV._______ (2005a)“Caracterización <strong>de</strong> la transición infanto-juvenil <strong>de</strong>l período 11-14 años en Santiago”, en Prácticas yesti<strong>los</strong> <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>l siglo XXI. Volumen <strong>de</strong> estudios N°3Santiago <strong>de</strong> Chile, INJUV._______ (2005b)“Cultura <strong>de</strong> la imagen y hábitos alimenticios <strong>de</strong> <strong>los</strong> y <strong>las</strong> jóvenes”. En Prácticas y esti<strong>los</strong> <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>los</strong> y<strong>las</strong> jóvenes <strong>de</strong>l siglo XXI. Volumen <strong>de</strong> estudios N°3Santiago <strong>de</strong> Chile, INJUV._______ (2005c)“Procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>serción en la enseñanza media. Factores expulsores y protectores” en La dialéctica <strong>de</strong> laintegración y la exclusión social, Volumen <strong>de</strong> estudios N°4Santiago <strong>de</strong> Chile, INJUV.INJUV – A&D (2003)La cultura <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenesSantiago <strong>de</strong> Chile, INJUV.INJUV – PNUD (2003)Transformaciones culturales e i<strong>de</strong>ntidad juvenil en ChileSantiago <strong>de</strong> Chile, INJUV.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud309.


INJUV - CIDPA (2004)Capital Social Juvenil: Intervenciones y acciones hacia <strong>los</strong> jóvenesSantiago <strong>de</strong> Chile, INJUV.INJUV - IDEA (2004)La integración social <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes en Chile 1994 – 2003; Cuarta Encuesta Nacional <strong>de</strong> JuventudSantiago <strong>de</strong> Chile, INJUV.INJUV - ISPAJ (2004)Caracterización <strong>de</strong>l Tránsito <strong>de</strong>l Infanto-JuvenilDocumento no publicado, Santiago <strong>de</strong> Chile, INJUV.Kliksberg, B. y Tomassini, L., (comps.) (2000)Capital social y cultura: Claves estratégicas para el <strong>de</strong>sarrolloBanco Interamericano, Fundación Felipe Herrera, Universidad <strong>de</strong> Maryland, Fondo <strong>de</strong> la CulturaEconómica, Argentina.Larraechea, I. y Guzmán, A. (2002)Desempleo juvenil en Chile: Desafíos y respuestas a la luz <strong>de</strong> la evolución en <strong>los</strong> años 90Santiago <strong>de</strong> Chile.Larraín, J. (2000)Mo<strong>de</strong>rnidad, razón e i<strong>de</strong>ntidad en América LatinaAndrés Bello, Santiago <strong>de</strong> Chile.Lehmann y Hinzpeter (1999)“¿Cuán religiosos somos <strong>los</strong> Chilenos?”, en Revista Estudios Públicos Nº8, CEP 2002Santiago <strong>de</strong> Chile.Leibovitz, Talia (2005)“Enredados, ¿y enredadas?: Sociedad <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> género”, en RevistaObservatorio <strong>de</strong> Juventud, La Juventud en la Sociedad <strong>de</strong>l Conocimiento: la aparición <strong>de</strong> nuevosciudadanos, Año 2, N°2Santiago <strong>de</strong> Chile, INJUV.Maffesoli, Michel. (1988)Le temps <strong>de</strong>s tribus. Le déclin <strong>de</strong> l’individualisme dans les sociétés <strong>de</strong> masseFrancia , Libraire <strong>de</strong>s Méridiens, Klincksieck et cie._______ (2001)El instante eterno. El retorno <strong>de</strong> lo trágico en <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s posmo<strong>de</strong>rnasPaidós. Buenos Aires, Argentina.310.Chile, construyendo <strong>de</strong>mocracia


BIBLIOGRAFÍA.Martínez M.L., Cumsille P. (1996)“Bienestar psicológico en adolescentes urbanos: su relación con niveles <strong>de</strong> competencia psicosocial,sistemas <strong>de</strong> apoyo social y calidad <strong>de</strong>l tiempo libre” en Psykhe v.5 nº2Santiago, Chile.Matus, Cristian (1997)Alternativo / Masivo. Una mirada <strong>de</strong> generación y género al consumo cultural <strong>de</strong> jóvenes <strong>de</strong> sectoresmedios. Tesis para optar al Título <strong>de</strong> Antropólogo Social. Universidad <strong>de</strong> Chile, Santiago, Chile.Mattelart A., y Mattelart M. (1970)Juventud chilena: rebeldía y conformismoUniversitaria, Santiago <strong>de</strong> Chile.Magendzo A., Donoso P. (edits.) (2000)Cuando a uno lo molestan...: Un acercamiento a la discriminación en la escuela.PIIE - LOM, Santiago <strong>de</strong> Chile.Melucci A. (1996)Challenging Co<strong>de</strong>s, Collective action in the information ageCambridge University Press, Cambridge.Mercado, Patricio (2005)“Del programa Centros <strong>de</strong> Información y Difusión Juvenil a la Red Nacional <strong>de</strong> Infocentros: Unaexperiencia que contribuye a la agenda digital <strong>de</strong>l gobierno”. En: Revista Observatorio <strong>de</strong> Juventud, Nº2, Año 2INJUV, Santiago <strong>de</strong> Chile.MINEDUC (2003)Estadísticas <strong>de</strong> la educaciónMINEDUC, Santiago <strong>de</strong> Chile._______ (2005)Comisión <strong>de</strong> evaluación y recomendaciones sobre educación sexual.MINEDUC, Santiago <strong>de</strong> Chile.MIDEPLAN (2001)Gasto público social regional 1990 - 1999, División <strong>de</strong> Planificación Regional, Documentos RegionalesMIDEPLAN, Santiago <strong>de</strong> Chile._______ (2002)Síntesis <strong>de</strong> <strong>los</strong> principales enfoques, métodos y estrategias para la superación <strong>de</strong> la pobreza. Documento<strong>de</strong> trabajo, Departamento <strong>de</strong> Evaluación SocialMIDEPLAN, Santiago <strong>de</strong> Chile.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud311.


__ (2004)Pobreza, distribución <strong>de</strong>l ingreso e impacto distributivo <strong>de</strong>l gasto social. División Social <strong>de</strong>l Ministerio<strong>de</strong> Planificación y Cooperación. Serie CASEN 2003MIDEPLAN, Santiago <strong>de</strong> Chile.CASEN (2003)Pobreza, distribución <strong>de</strong>l ingreso e impacto distributivo <strong>de</strong>l gasto social, Volumen 1MIDEPLAN, Santiago <strong>de</strong> Chile.Ministerio <strong>de</strong> Salud - CONASIDA (2000)Estudio Nacional <strong>de</strong> Comportamiento Sexual. Primeros AnálisisMINSAL – CONASIDA, Santiago <strong>de</strong> Chile.Ministerio <strong>de</strong>l Interior (2004a)Políticas <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana en Europa y América Latina. Lecciones y <strong>de</strong>safíos, División <strong>de</strong>Seguridad CiudadanaMinisterio <strong>de</strong>l Interior, Santiago <strong>de</strong> Chile._______ (2004b)Diagnóstico <strong>de</strong> la Seguridad Ciudadana en Chile, Documento <strong>de</strong> Trabajo N°1, Foro <strong>de</strong> Expertos enSeguridad Ciudadana, División <strong>de</strong> Seguridad CiudadanaMinisterio <strong>de</strong>l Interior, Santiago <strong>de</strong> Chile.Montecino, Sonia (1990)“Símbolo Mariano y construcción <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad femenina en Chile”. En Revista Estudios PúblicosN°39, CEPSantiago <strong>de</strong> Chile.Moulián, T. (1998)Chile Actual: Anatomía <strong>de</strong> un MitoEdiciones LOM, Universidad Arcis, Santiago <strong>de</strong> Chile.Naciones Unidas, CEPAL y OIJ (2003)Juventud e inclusión social en IberoaméricaNaciones Unidas, CEPAL y OIJ, Santiago <strong>de</strong> Chile.Núñez, J., Gutiérrez, R. (2004)C<strong>las</strong>sism, discrimination and metirocracy in the labor market: The case of Chile, Documento <strong>de</strong> trabajoN° 208, Departamento <strong>de</strong> Economía, Universidad <strong>de</strong> Chile, Santiago, Chile.Palma, Irma (2001)Salud y <strong>de</strong>rechos sexuales y reproductivos en adolescentes y jóvenes en el contexto <strong>de</strong> la Reforma <strong>de</strong>Salud en Chile, Documento OPS/OMS, Proyecto Equidad, Género y Reforma <strong>de</strong> la salud en ChileOPS / OMS, Santiago <strong>de</strong> Chile.312.Chile, construyendo <strong>de</strong>mocracia


BIBLIOGRAFÍA.Pilkingston, Hilary y Richard Johnson (2003)“Peripheral youth. Relations of i<strong>de</strong>ntity and power in global/local context”: En European Journal ofCultural Studies, N° 6.PNUD (1990)Informe Desarrollo Humano 1990Naciones Unidas, Santiago, Chile._______ (1998)Informe Desarrollo Humano: Las paradojas <strong>de</strong> la Mo<strong>de</strong>rnizaciónNaciones Unidas, Santiago, Chile._______ (2002)Internet en Chile: Oportunidad para la participación ciudadanaNaciones Unidas, Santiago, Chile._______ (2002)Informe <strong>de</strong> Desarrollo Humano en Chile: Nosotros <strong>los</strong> chilenos: Un <strong>de</strong>safío cultural. Naciones Unidas,Santiago, Chile._______ (2004)Informe <strong>de</strong> Desarrollo Humano en Chile: El po<strong>de</strong>r: ¿Por qué y para quién?Naciones Unidas, Santiago, Chile._______ (2004)La Democracia en América Latina. Hacia una <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> ciudadanos y ciudadanas,Naciones Unidas, Santiago, Chile.Reinoso, Alejandro (2005)“Sociedad <strong>de</strong>l conocimiento, globalización y juventud: Cultura y subjetividad en la sociedad <strong>de</strong>lconocimiento”. En: Revista Observatorio <strong>de</strong> Juventud, La Juventud en la Sociedad <strong>de</strong>l Conocimiento: Laaparición <strong>de</strong> nuevos ciudadanos, Año 2, N°2INJUV, Santiago <strong>de</strong> Chile.Rodríguez F., (ed) (2002)Comunicación y cultura juvenilAriel, Barcelona.Salazar, Gabriel y Pinto, Julio (1999)Historia Contemporánea <strong>de</strong> Chile: Niñez y AdultezSantiago, LOM.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud313.


Scholnick, Mariana (2005)Caracterización <strong>de</strong> la inserción laboral <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes, División <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social, Serie políticassocialesCEPAL, Santiago <strong>de</strong> Chile.Serrano, Claudia (2004)Las representaciones sociales <strong>de</strong> <strong>los</strong> jóvenes respecto <strong>de</strong> la política y la <strong>de</strong>mocracia. Asesorías para el<strong>de</strong>sarrollo – FONDECYT, Santiago <strong>de</strong> Chile.SERNAM-CNF (1994)Informe Comisión Nacional <strong>de</strong> la FamiliaSERNAM – CNF, Santiago <strong>de</strong> Chile.SERNAM (2003)Análisis <strong>de</strong> la violencia en <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> pareja entre JóvenesSERNAM, Santiago <strong>de</strong> Chile.Silva, Claudio (1999)“Ni héroes ni malvados, sólo jóvenes. Claves para iluminar la conversación sobre <strong>los</strong> jóvenes <strong>de</strong> <strong>los</strong>noventa”. En Revista Ultima Década nº11CIDPA, Viña <strong>de</strong>l Mar, Chile.SUBTEL (2004)Estadísticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> <strong>las</strong> telecomunicaciones en Chile: junio 2003 – junio 2004,Informe Estadístico Nº9Subsecretaría <strong>de</strong> Telecomunicaciones, Santiago <strong>de</strong> Chile.Thezá, Marcel y Mascareño, Aldo (2002)Política pública <strong>de</strong> juventud. Documento <strong>de</strong> TrabajoINJUV, Santiago <strong>de</strong> Chile.Tironi, E., Ariztía, T. (2003)“¿Es Chile un país mo<strong>de</strong>rno?”, en INE: Cuánto y cómo cambiamos <strong>los</strong> chilenos. Balance <strong>de</strong> una década,Censos 1992-2002Ed. Cua<strong>de</strong>rnos Bicentenario Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República, Santiago <strong>de</strong> Chile.Torche, A. (1999)“Pobreza, necesida<strong>de</strong>s básicas y <strong>de</strong>sigualdad. Tres objetivos para una sola política social”, en: Larrain, F.y Vergara, R. (editores), La transformación económica <strong>de</strong> ChileCEP, Santiago <strong>de</strong> Chile.314.Chile, construyendo <strong>de</strong>mocracia


BIBLIOGRAFÍA.Touraine A. (1996)“Juventud y Democracia en Chile”, en Revista Iberoamericana <strong>de</strong> Juventud N°1.Organización Iberoamericana <strong>de</strong> Juventud, Madrid, España.UNDP (2005)Human Development Report 2005UNDP, New York.Valdivieso, Gabriel (1994)Jóvenes <strong>de</strong> América Latina. Sus actitu<strong>de</strong>s frente al matrimonio y la familia, el sexo y la planifi caciónfamiliarCisoc-Bellarmino, Santiago <strong>de</strong> Chile.Valenzuela Eduardo (1982)Los jóvenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> ochenta. Una interpretación sociológica <strong>de</strong> la actual generación estudiantil <strong>de</strong> c<strong>las</strong>emediaSUR Profesionales Consultores, Santiago <strong>de</strong> Chile.______ (1985)“Los jóvenes y la crisis <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización”. En: Los movimientos sociales y la lucha <strong>de</strong>mocrática,Seminario CLACSO-UNUCLACSO-UNU, Santiago <strong>de</strong> Chile.Weinstein J. (1990)El Estado y el joven poblador. Una relación difícilCIDE, Santiago <strong>de</strong> Chile.Wyn, J. y R. White (1997)Rethinking YouthSage, London.DOCUMENTOS ELECTRÓNICOS:Anycities, s/f, Espejos y sombras. Documento electrónico, www.anycities.com.APEC, 2004. Chile, un luchador <strong>de</strong>l libre comercio, Noticias Históricas. Documento electrónico,www.apec2004.cl.Banco Central <strong>de</strong> Chile, 2005. Mirando el <strong>de</strong>sarrollo económico <strong>de</strong> Chile: Una comparación internacional.Documento electrónico, www.bcentral.cl.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud315.


Beyer, Harald, 1998. ¿Desempleo juvenil o un problema <strong>de</strong> <strong>de</strong>serción escolar?. Estudios Públicos, 71,invierno. En www.cepchile.cl.Camhi, R., 2002. ¿Qué ha pasado con la pobreza y la discriminación <strong>de</strong>l ingreso en Chile?, Serie InformeSocial N° 67. Documento electrónico, www.lyd.cl.CEPAL-OCDE, 2005. Evaluaciones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempeño ambiental <strong>de</strong> Chile 2005. Documento electrónico,www.eclac.cl.CERC, 2004, La confianza en <strong>las</strong> personas, <strong>las</strong> instituciones y <strong>las</strong> elites, Informe <strong>de</strong> Prensa. Documentoelectrónico, www.cerc.cl.CONACE. Sexto estudio nacional <strong>de</strong> drogas en población general <strong>de</strong> Chile 2004: Resumen ejecutivo, enwww.conacedrogas.cl.CONACE. Sexto estudio nacional <strong>de</strong> drogas en población general <strong>de</strong> Chile 2004: Consumo <strong>de</strong> drogas enjóvenes, 2004, en www.conacedrogas.cl.CONACE, 2005. El consumo <strong>de</strong> cigarril<strong>los</strong> en Chile. En www.conacedrogas.cl.CONACE, 2003. Informe sobre uso, abuso y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia al alcohol.En www.conacedrogas.cl.CONASIDA, 2000. Estudio Nacional <strong>de</strong> comportamiento Sexual”, CONASIDA. En www.conasida.cl.Corporación Tiempo 2000, 1998, Renovar la Concertación, la fuerza <strong>de</strong> nuestras y i<strong>de</strong>as y la gente tienerazón. Documento electrónico, www.tiempo2000.cl.División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, 2004. Política Nacional <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, Ministerio <strong>de</strong>lInterior. En www.seguridadciudadana.gob.cl.División <strong>de</strong> Seguridad Ciudadana, 2004. Encuesta nacional urbana <strong>de</strong> seguridad ciudadana Ministerio<strong>de</strong>l Interior – INE.Fundación Paz Ciudadana – Adimark GfK, 2005. Índice <strong>de</strong> Paz Ciudadana. En www.pazciudadana.cl.Gobierno <strong>de</strong> Chile, 2003, Acuerdos político-administrativos para la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l Estado, latransparencia y la promoción <strong>de</strong>l crecimiento. Documento electrónico, www.mo<strong>de</strong>rnizacion.cl.Huneeus, C., s/f, Las encuestas <strong>de</strong> opinión pública en <strong>las</strong> nuevas <strong>de</strong>mocracias <strong>de</strong> América Latina.Documento electrónico, http://www.cerc.cl/Publicaciones.htm.INE, 2002, Hogares: Cambios experimentados en <strong>los</strong> hogares particulares en Chile, Síntesis <strong>de</strong> resultados.Documento electrónico, www.ine.cl.316.Chile, construyendo <strong>de</strong>mocracia


BIBLIOGRAFÍA.INE, 2003, Chile: Anuario <strong>de</strong> estadísticas vitales 2001, Santiago <strong>de</strong> Chile. Documento electrónico,www.ine.cl.Larraechea, Ignacio, 2004. Desempleo juvenil en Chile: Propuestas a la luz <strong>de</strong> la evolución en <strong>los</strong> años90. En www.expansiva.cl.Lan<strong>de</strong>rretche, O., 2001, Mirando a Chile <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el exterior, Revista Foro N°09, Santiago <strong>de</strong> Chile,documento electrónico, www.chile21.cl.Lehmann, Carla, 2002. Conferencia <strong>de</strong> Prensa sobre <strong>los</strong> Resultados <strong>de</strong> la Encuesta Nacional <strong>de</strong> OpiniónPública, CEP. En: www.cepchile.clMIDEPLAN, 2005. Informe Principales Resultados <strong>de</strong> la educación CASEN 2003. Enwww.mi<strong>de</strong>plan.cl.Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo y Previsión Social, 1996. Recursos Humano para el <strong>de</strong>sarrollo con equidad:Programa <strong>de</strong> capacitación laboral <strong>de</strong> jóvenes, Santiago <strong>de</strong> Chile. En www.mintrab.cl.Montes, C, y Navia, P., 2003, Acercando la política a <strong>los</strong> ciudadanos. Documento electrónico,www.expansiva.cl.Navia, P., 2002, Participación Electoral en Chile (y el Mundo). Documento electrónico,www.expansiva.cl.OPS/OMS, Proyecto equidad, género y reforma <strong>de</strong> la salud en Chile, Santiago <strong>de</strong> Chile, 2001, enwww.ops.org.Padres Ok, 2005, Obesidad: niños con problemas <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s. Documento electrónico,www.padresok.com.Participa y Open Society Justice Iniciative, 2005. Acceso a la información pública en Chile. Documentoelectrónico, www.participa.cl.Riesgo, M., 1998. Chile, 25 años <strong>de</strong>spués, Centro <strong>de</strong> Estudios Nacionales <strong>de</strong> Desarrollo Alternativo(CENDA), Santiago <strong>de</strong> Chile. Documento electrónico, www.cep.cl.Rosenbluth, M., 2005, La “otra” flexibilidad laboral. Documento electrónico,www.fundaciónpobreza.cl.Subsecretaría <strong>de</strong>l Trabajo y Previsión Social, 2002. Análisis y principales resultados.Primera encuesta <strong>de</strong> protección social: Historia laboral y seguridad social, Santiago <strong>de</strong> Chile. Enwww.proteccionsocial.cl.Tokman, Victor, 2004. Desempleo juvenil en Chile. En www.expansiva.cl.Segundo Informe Nacional <strong>de</strong> Juventud317.


Transparency International, 2004, Indice <strong>de</strong> percepción <strong>de</strong> la corrupción 2004. Documento electrónico,www.transparency.org.Universidad <strong>de</strong> Chile, 2003. Encuesta tolerancia y no discriminación, Tercera medición. DocumentoElectrónico, www.csociales.uchile.cl.Valenzuela, Eduardo y Cousiño, Car<strong>los</strong>, 2000. Sociabilidad y asociatividad: Un ensayo <strong>de</strong> sociologíacomparada, Estudios Públicos, 77. En www.cepchile.cl.Bases <strong>de</strong> Datos Estadísticos:Base <strong>de</strong> Datos <strong>de</strong>l Banco Central. En www.bcentral.cl.Base <strong>de</strong> Datos <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadísticas. En www.ine.cl.Base <strong>de</strong> Datos <strong>de</strong> la Encuesta <strong>de</strong> Caracterización Socioeconómica (CASEN) <strong>de</strong>l año 1987, 1990, 1992,1994, 1996, 1998, 2000 y 2003.CEP: Estudio Opinión Pública N°8, Tercera Serie, 1998, SPSS.CONACE, 2002. Quinto estudio nacional <strong>de</strong> drogas en población general, SPSS.Consejo Nacional <strong>de</strong> Cultura. Base <strong>de</strong> datos Encuesta Nacional <strong>de</strong> Consumo Cultural y Uso <strong>de</strong>l TiempoLibre, 2004, SPSS.INE, 2002. Censo <strong>de</strong> población y vivienda, REDATAM.INJUV. Encuestas nacionales <strong>de</strong> juventud, 1997, 2000 y 2003, SPSS.MIDEPLAN. Encuestas <strong>de</strong> caracterización socioeconómica, 1990, 1994, 1996, 1998, 2000 y 2003,SPSS.318.Chile, construyendo <strong>de</strong>mocracia

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!