21.08.2015 Views

Libro jazz en español. Derivas hispanoamericanas

El jazz en Latinoamérica y españa

El jazz en Latinoamérica y españa

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Iván IglesiasA contratiempo: una breve historia del <strong>jazz</strong> <strong>en</strong> EspañaEl <strong>jazz</strong> hasta la Guerra Civil (1919-1939)El <strong>jazz</strong> apareció <strong>en</strong> España muy pronto, prácticam<strong>en</strong>te al mismo tiempo que <strong>en</strong> el Reino Unido, Franciao Alemania, considerados sus c<strong>en</strong>tros originarios <strong>en</strong> Europa. Las primeras actuaciones musicalesque los contemporáneos calificaron como «<strong>jazz</strong>» tuvieron lugar <strong>en</strong> Madrid y Barcelona <strong>en</strong>tre finalesde 1919 y principios de 1920. 2 Esta aparición tan temprana se debió <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a medida a la difícilsituación que sufría el ocio <strong>en</strong> París tras la Gran Guerra: los propietarios de establecimi<strong>en</strong>tos tuvieronque soportar elevados impuestos para ayudar a la reconstrucción posbélica, lo que hizo que, <strong>en</strong>tre1919 y 1921, muchos de ellos prescindieran de los espectáculos y acompañami<strong>en</strong>tos musicales. 3Entonces eran ya numerosas las orquestas que animaban la capital francesa, por lo que algunosmúsicos europeos y afroamericanos, movidos por las bu<strong>en</strong>as relaciones culturales <strong>en</strong>tre España y elpaís galo y la modernidad y el carácter cosmopolita de Madrid y Barcelona, probaron suerte al surde los Pirineos.En un principio, el significado principal del <strong>jazz</strong> <strong>en</strong> España fue «batería», o bi<strong>en</strong>, «orquestacon instrum<strong>en</strong>tos de vi<strong>en</strong>to y batería», acepciones que se daban <strong>en</strong>tonces también <strong>en</strong> otros países deEuropa. 4 El término se vinculó pronto a bailes como el one-step, el ragtime o el foxtrot, que habíanllegado a España antes que él. Los primeros testimonios sobre el fox lo sitúan <strong>en</strong> julio de 1915 <strong>en</strong>Madrid, tocado por la orquesta zíngara de Boldi (famosa por sus actuaciones <strong>en</strong> el restaurante Maxim’sde París). Los periodistas <strong>español</strong>es se maravillaron <strong>en</strong>tonces de la aceptación de aquel nuevo baile,v<strong>en</strong>ido de Estados Unidos, que había «derrotado por completo al famoso tango arg<strong>en</strong>tino, la machichabrasileña y la furlana», ext<strong>en</strong>diéndose «por los salones y los bailes aristocráticos», y le auguraron unpróspero futuro «<strong>en</strong> las grandes fiestas que se celebr<strong>en</strong> <strong>en</strong> San Sebastián y otras estaciones veraniegas».5 Más allá de Madrid y Donostia, sabemos que el foxtrot llegó <strong>en</strong> septiembre a Barcelona 6 y <strong>en</strong>unos meses se había ext<strong>en</strong>dido por varias ciudades más. En poco tiempo llegó a erigirse como unnombre bajo el que se agrupó la mayor parte de los bailes de proced<strong>en</strong>cia norteamericana, normalm<strong>en</strong>tedifer<strong>en</strong>ciados por la velocidad (de más a m<strong>en</strong>os vivos, quick-step, foxtrot, fox medio, slow-foxy one-step) 7 o por el carácter («melódico», «coreable», «humorístico»). El nombre era tan g<strong>en</strong>eral yestaba tan difundido <strong>en</strong> España que podía designar partituras y grabaciones tan difer<strong>en</strong>tes como las2 Por el carácter extraordinario que se le dio y la expectación que despertó <strong>en</strong> la pr<strong>en</strong>sa, parece que la primera actuación que loscontemporáneos calificaron como «<strong>jazz</strong>» <strong>en</strong> España tuvo lugar <strong>en</strong> el Hotel Palace de Madrid <strong>en</strong> octubre de 1919.3 Según Jeffrey Jackson, el gravam<strong>en</strong> llegó a alcanzar 50% de los b<strong>en</strong>eficios de aquellos locales <strong>en</strong> los que la comida eraacompañada por música <strong>en</strong> directo. Jeffrey H. Jackson, Making Jazz Fr<strong>en</strong>ch: Music and Modern Life in Interwar Paris, Durham yLondres, Duke University Press, 2003, pp. 36-37.4 Jim Godbolt, A History of Jazz in Britain, 1919-1950, Londres, Quartet, 1984, p. 3; Jeffrey H. Jackson, Making Jazz Fr<strong>en</strong>ch, op. cit.,p. 10; Michael H. Kater, Differ<strong>en</strong>t Drummers: Jazz in the Culture of Nazi Germany, Nueva York y Oxford, Oxford University Press,1992, p. 14.5 Monte-Cristo, «Crónicas madrileñas: el «fox-trot»», El Imparcial, 14 de julio de 1915; «El baile de moda», La Época, 30 de juliode 1915.6 «Salón Cataluña», La Vanguardia, 28 de septiembre de 1915.7 Según una clasificación g<strong>en</strong>eral y aproximada <strong>en</strong> pulsos por minuto: quick-step, 180-200, foxtrot, 160-200, fox medio, 120-160,y slow-fox y one-step, 108-120.canciones de Irving Berlin y George Gershwin destinadas a musicales de Broadway, temas estándardel swing como «Caravan» o «Blues in my heart», e incluso el célebre «St. Louis blues» de W. C. Handy.Desde los años veinte, la palabra «<strong>jazz</strong>» adoptó también un carácter g<strong>en</strong>érico que se referíatanto al baile <strong>en</strong> sí (y <strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido era prácticam<strong>en</strong>te intercambiable con el fox) como a la músicaque lo acompañaba y a la agrupación que tocaba esta (también llamada «orquesta» u «orquestina»).En 1939, la editorial musical Unión de Compositores todavía promocionaba a sus compositores defoxtrots como «los más celebrados autores de <strong>jazz</strong> <strong>español</strong>es». 8 Por tanto, no hay duda de que el conceptog<strong>en</strong>eral de «<strong>jazz</strong>» era <strong>en</strong>tonces <strong>en</strong> España considerablem<strong>en</strong>te más amplio y m<strong>en</strong>os es<strong>en</strong>cialistaque el que solemos t<strong>en</strong>er hoy <strong>en</strong> día. La crítica contaba sin excepciones a Jerome Kern, Cole Porter,Harry Warr<strong>en</strong>, Nacio Herb Brown y los citados Irving Berlin y George Gershwin, fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>terecordados hoy por sus canciones, <strong>en</strong>tre los mejores compositores del género. La pr<strong>en</strong>sa y el Hot Clubde Barcelona pres<strong>en</strong>taron aún <strong>en</strong> 1936 las películas con música de estos autores no solo como grandesobras cinematográficas, sino también como una oportunidad de disfrutar de verdadera música hot,contrapuesta al <strong>jazz</strong> «comercial». 9 Entre los intérpretes, conocidos actores y cantantes como Fred Astaire,Ginger Rogers, Dick Powell y Harry Richman fueron habitualm<strong>en</strong>te vinculados al <strong>jazz</strong> «auténtico».En un principio, la difusión del <strong>jazz</strong> <strong>en</strong> España fue no obstante discreta, sobre todo <strong>en</strong> lo quea su base social se refiere: sus primeros oy<strong>en</strong>tes fueron fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te aristócratas, intelectualesy jóv<strong>en</strong>es cultos. A comi<strong>en</strong>zos de los años veinte, la música de orig<strong>en</strong> norteamericano se paseaba porlos ambi<strong>en</strong>tes más selectos de Barcelona y Madrid, 10 sus c<strong>en</strong>tros principales, pero cada vez fue m<strong>en</strong>osdifícil <strong>en</strong>contrarla también <strong>en</strong> ciudades que <strong>en</strong>tonces ya contaban con una población considerablecomo Val<strong>en</strong>cia, Sevilla, Zaragoza, Málaga y Bilbao y, <strong>en</strong> época estival, <strong>en</strong> las localidades de veraneodel Cantábrico y del Mediterráneo. Los espacios predilectos del <strong>jazz</strong> fueron distinguidos o exclusivoshoteles y salones de baile. Sin embargo, desde mediados de los años veinte el <strong>jazz</strong> fue filtrándoseint<strong>en</strong>sivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> otros espectáculos. 11 Para <strong>en</strong>tonces, el <strong>jazz</strong> y el cine norteamericano habían iniciadouna simbiosis que iba a durar dos décadas y que coincidió con la expansión de las películas deHollywood <strong>en</strong> España durante la Segunda República. A los foxtrots con los que las orquestinas animabanlos intermedios <strong>en</strong> cines y teatros se sumó así la música de varios filmes estadounid<strong>en</strong>ses. A esterespecto, el estr<strong>en</strong>o de El Rey del Jazz (1930), la llamativa y muy cuidada película dirigida por JohnMurray Anderson y protagonizada por la orquesta de Paul Whiteman, supuso un punto de inflexión <strong>en</strong>la divulgación del <strong>jazz</strong> <strong>en</strong> España. El filme, una serie de números musicales producidos íntegram<strong>en</strong>te<strong>en</strong> el novedoso proceso 3 de Technicolor, se proyectó por vez primera el 28 de noviembre de 1930<strong>en</strong> Madrid, <strong>en</strong> el cine Callao, y el 20 de <strong>en</strong>ero <strong>en</strong> Barcelona, <strong>en</strong> el Tívoli, superando <strong>en</strong> ambos casostodas las expectativas de éxito.8 Véase la contraportada de las partituras: Nicolás suris, «Tardes radiantes», foxtrot; Amado Urm<strong>en</strong>eta, «Sea optimista», foxtrot,Madrid, Unión Musical de Compositores, 1939.9 Véase «El <strong>jazz</strong> <strong>en</strong> el Cinema», La Vanguardia, 11 de abril de 1936.10 Para una descripción del aristocrático ambi<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las primeras actuaciones de «<strong>jazz</strong>-band» <strong>en</strong> el Palace, véase «Fiestasmodernas», La Correspond<strong>en</strong>cia de España, 25 de octubre de 1919.11 Celsa Alonso, ««Mujeres de fuego»: ritmos «negros», transgresión y modernidad <strong>en</strong> el teatro lírico de la Edad de Plata»,Cuadernos de Música Iberoamericana, núm. 18, 2009, pp. 135-166.180 181

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!