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HOY FUNCIÓN<br />

Historias<br />

ROBERTO IRIARTE<br />

Dibujos<br />

LUIS FARIAS<br />

Ediciones LA MUSARANGA<br />

2015


1° edición:<br />

Roberto Iriarte / Ediciones LA MUSARANGA. Julio 2015.<br />

Juan B. Justo 649. Beccar. Provincia de Buenos Aires. Argentina.<br />

Correo-e: lamusaranga@yahoo.com.ar


Nota del Editor:<br />

La primera parte de estos escritos ya fue publicada en una edición anterior donde el<br />

protagonista principal, al decir de él mismo, aparece con el apodo de “El Gitano”; dicho<br />

protagonista exigió para esta nueva edición que él aparezca con su verdadero apellido:<br />

“Covácevic”. Accedimos a su pedido ya que la edición anterior tuvo una tirada de pocos<br />

ejemplares, quince o veinte más o menos, además, consideramos que ese cambio no<br />

altera el contenido de la presente, con la cual, y dicho sea de paso, pensamos duplicar o<br />

triplicar la cantidad de lectores de la edición anterior y porque demasiados problemas<br />

ya tuvimos con la desición del señor Covácevic de poner como narrador a un muñeco<br />

de corcho.


…Y al final me tengo que hacer cargo yo<br />

de la narración. Le dije: me parece que lo<br />

mejor es que lo cuente usted directamente,<br />

asumí el compromiso, dije otras cosas...<br />

pero fue al pedo.<br />

Ni nombre tengo. A mí me construyó<br />

Marcelo, el ayudante de Covácevic.<br />

Ahora Covácevic anda solo, con nosotros,<br />

la “Compañía Artística”. Nunca imaginamos<br />

cuando Marcelo nos creó que íbamos a<br />

andar tanto, de esos nacimientos no me<br />

olvido más, tiempos en que Covácevic y<br />

Marcelo andaban a los saltos por un bizcocho,<br />

más que nada Marcelo porque Covácevic<br />

siempre tiene rebusques, como cuando<br />

se puso a fabricar champú, lo hacía en<br />

grandes bidones, lo fraccionaba en envases<br />

plásticos de un litro y los vendía en la calle<br />

haciéndole creer a la gente que prácticamente<br />

se los regalaba a modo de promoción.<br />

La presentación del producto era:<br />

champú Rulo, la línea económica de<br />

Pantene.<br />

El lugar de la creación fue el barrio del<br />

doce, en el patio de tierra del rancho de<br />

Marcelo, bajo la sombra del paraíso y<br />

rodeado de gallinas, patos, gansos, un<br />

perro, un loro y una nutria.<br />

Covácevic no le dijo a Marcelo directamente<br />

que nos construyera, lo que hizo, y<br />

de esto me estoy dando cuenta ahora, fue<br />

crear las condiciones y las motivaciones<br />

para nuestros nacimientos, en eso de las<br />

motivaciones Covácevic es terrible, casi<br />

criminal, a Marcelo lo conocía de pibe,<br />

diez años tenía Marcelo cuando le enseñó a<br />

hacer cuadros con la foto de Evita, cuadros<br />

que vendían muy bien en el barrio.<br />

Siempre es difícil saber cuándo empiezan<br />

las cosas, pero nosotros en menos de siete<br />

días estábamos creados y ensayando, y<br />

todos con gracia y decisión: el Abuelo<br />

Chacho en su acrobacia de parada de mano,<br />

Leonardo Favio haciendo play back con la<br />

canción Ella ya me olvidó, Mr. Richard y<br />

su muñeco Ricardito haciendo chistes<br />

subidos de tono, Tapita García el contorsionista<br />

ruso introduciendo sus piernas en el<br />

interior mismo de su cuerpo, el Vendedor<br />

de Chupetines haciendo precisamente eso.<br />

Todos nacieron sabiendo qué camino<br />

recorrer, yo no, hasta el día de hoy no sólo<br />

no tengo nombre, tampoco me hacen<br />

actuar, estoy siempre en la caja donde<br />

vivimos todos, me hicieron para hablar,<br />

porque en la cabeza tengo movimiento,<br />

pero no hablo, ojo que tengo mi pinta,<br />

elegante, flaco, pelo largo blanco, sombrero,<br />

pero ahí estoy, una vez, parece que<br />

Covácevic se dio cuenta que yo quería Ser,<br />

y me dijo: -Más importante que el SER es<br />

el ESTAR y en el ESTAR, nadie mejor que<br />

usted, el ESTAR es lo suyo.<br />

Al tiempo me pusieron en la mano derecha<br />

un tornillo micrófono, iba a reemplazar a<br />

José el presentador del Circo, el texto de<br />

las presentaciones me lo sabía, y lo sé<br />

también ahora por supuesto, no sé cuáles<br />

eran las intenciones de Covácevic con este<br />

cambio, se habría enojado con José por<br />

5


algo, en un tiempo José era de enredarse<br />

seguido con las tansas que mueven sus<br />

manos y José le echaba la culpa a Covácevic<br />

y éste a José.<br />

A mí me pusieron en una situación incómoda,<br />

iba a empezar a Ser pero a costa de la<br />

desocupación de un compañero, además se<br />

podría haber armado un problema político<br />

interno, me animaría a decir, de camarilla,<br />

porque José no fue creado por Marcelo,<br />

José, junto a Jeny la equilibrista electrizante,<br />

Cartucho el misil humano, el Moreira,<br />

Carlito el trapecista, San Martín el prócer y<br />

la Orquesta, vienen del norte del conurbano<br />

bonaerense, los crearon unos pibes comandados<br />

por Pedro, el técnico mecánico, un<br />

gran tipo.<br />

El asunto fue que me<br />

tiraron al ruedo y no me<br />

salió bien. No lo hice<br />

convencido, no provoqué<br />

sonrisas, mucho menos<br />

alguna risa, y Covácevic<br />

tuvo que reconocer que el<br />

petiso José es un presentador<br />

de la gran puta, medio<br />

fanfarrón como todo petiso<br />

pero ágil y entrador.<br />

Seguí en la caja<br />

ESTANDO, me dejaron con<br />

el micrófono en la derecha,<br />

al pedo, hasta ahora que me<br />

encargaron la tremenda<br />

misión de narrar asuntos del<br />

Circo, Covácevic, para<br />

hacerse el buenito, me<br />

quiso cambiar el tornillo<br />

por un lápiz, casi lo echo a<br />

la mierda, lo único que me<br />

faltaba, aceptar modificaciones<br />

sensibleras lavadas<br />

de contenido, de cotillón,<br />

yo acepto el desafío de<br />

contar, acepto no tener<br />

nombre, pero no quiero<br />

cambios sólo para dejarme<br />

contento, qué es eso de<br />

ponerme un lápiz para<br />

motivarme, yo señores soy<br />

6<br />

un muñeco y a mucha honra, y me hizo<br />

Marcelo, y conozco muchas cosas, sí, y<br />

todo esto que les estoy contando y contaré<br />

es porque conozco el andar de este circo y<br />

me manejo con la memoria de Covácevic y<br />

la de muchos más, y seguramente algunas<br />

cosas atravesarán mi interpretación de los<br />

hechos, el punto de vista que le dicen, pero<br />

no falsearé, por lo menos concientemente,<br />

lo que surja de la memoria y de las vivencias<br />

de este Circo, así que eso del lapicito,<br />

como dice Ricardito en el número de<br />

ventriloquía: ¡métaselo ya sabe dónde<br />

Covácevic! El que tiene que escribir es<br />

usted, yo estoy para pensar.<br />

A poco de andar los caminos nos sentimos<br />

peronistas, y no se piensen que es porque<br />

HAROLDO CONTI


Resulta muy interesante cuando nos cruza-<br />

mos con Don Tiburcio, él entiende mucho<br />

de oficios, y mucho más de lo sagrado, lo<br />

que nosotros tenemos de sagrado, la combi-<br />

neta con lo celestial, bah, la conexión<br />

directa con Dios, porque somos títeres de<br />

varilla, de varilla de alambre que atraviesa<br />

nuestro cuerpo y sale por la cabeza, entonces<br />

a partir de nuestro contacto con la pista<br />

del circo, nuestra pacha mama, nos elevamos<br />

a la mano de Covácevic, atravesamos<br />

su cuerpo, sus entrañas, su garganta y<br />

salimos por su cabeza para el lado del<br />

Cielo, ahí es donde interviene Dios con<br />

Haroldo a la diestra, luego lo sagrado, lo<br />

maravilloso, nos llega por el mismo cami-<br />

no, o sea.<br />

Tampoco piensen que estas cosas se dan<br />

cada vez que pisamos la pista, quizás sí,<br />

pero eso no lo podemos saber sentir, pero<br />

cuando nos damos cuenta, es una luminosi-<br />

dad interior que no dura más de un segun-<br />

do, esto lo sentimos todos los muñecos y<br />

Covácevic, pero nunca coincidimos en el<br />

momento. Covácevic dice sentirlo durante<br />

algunas funciones donde todo sale bien, en<br />

armonía, y nuestro laburo se vuelve delica-<br />

do, en cambio yo lo siento en funciones con<br />

público despelotado, al aire libre, de noche<br />

y a través de la mirada de un pibe, porque<br />

para mí Dios se divierte con nosotros, no al<br />

pedo somos un circo, y lo hace a través de<br />

Haroldo, y deciden aparecer cuando el<br />

andar se complica, el dinero escasea, en lo<br />

frágil, lo desprotegido, cuando peleamos<br />

contra la adversidad, las condiciones<br />

climáticas o en esas funciones que a primera<br />

vista se ven como imposibles de lograr<br />

algo que se acerque a lo artístico.<br />

Una vez nos olvidamos de poner los trapecios,<br />

es casi imposible ese olvido, y Carlito<br />

cuando le tocó su parte entró como siempre<br />

por el agujero de arriba de la carpa y se da<br />

cuenta que faltan los trapecios, fue ahí que<br />

se mandó unos vuelos tremendos que<br />

conmovieron al público, a partir de ese día<br />

se transformó en Carlito, cuerpo de hombre<br />

y alma de pajarito, y a esos vuelos lo<br />

bautizaron vuelo del angel. Covácevic ba<br />

convivimos con Leonardo Favio, Leonardo<br />

no nos habla de política, nos habla de las<br />

flores, de los caballos, de las tardecitas<br />

cuyanas, de mujeres hermosas, del amor,<br />

del sueño de él, de ver a todos los pibes<br />

contentos tomados de las manos, y en un<br />

suspiro dice: -AY, no ser Dios y cuidarlos.<br />

…Bah, sí, nos habla de peronismo.<br />

Jeny la equilibrista, nació hermosa, no al<br />

pedo se la anuncia: Jeny, la electrizante.<br />

Hay que verla en la cuerda haciendo<br />

equilibrio colocando los pieses debajo de<br />

la misma, esa carita, ese pelo amarillo,<br />

siempre bien teñido, eso fue influencia de<br />

la adiestradora de palomas del Circo<br />

Papelito, una señora grande, en todo<br />

sentido, con un vestido blanco, largo y<br />

almidonado. Escote pronunciado y los<br />

pomelos a punto de saltar.<br />

Ese número de las palomas es vistoso pero<br />

a mí no me dice nada, toda la atracción<br />

consiste en el vuelo de estos bichos desde<br />

la percha a la cabeza de la señora, a estas<br />

palomas las habían pintado de rosa furioso<br />

y amarillo más furioso, como el pelo de la<br />

señora, y Jeny la vio y hubo que teñirla a<br />

ella también de rubio. Jeny es delgadita,<br />

muy delicada y hace poco Covácevic la<br />

sometió a una operación, le implantó un<br />

soberano culo que bien visto queda un<br />

poco desproporcionado en su cuerpito.<br />

Reconozco que a mí y a los muchachos nos<br />

encanta la nueva Jeny, no te voy a decir<br />

una cosa por otra, pero no sé, qué se yo, no<br />

estoy muy de acuerdo con esas transformaciones<br />

efectistas que hace Covácevic con<br />

nuestro arte.<br />

___________________________________<br />

________________________________<br />

Uno va y las cosas vienen<br />

Uno va y las cosas vienen, dice siempre<br />

don Tiburcio Porvenir el poeta bonaerense,<br />

a veces hay que ponerle el pecho a las<br />

cosas, otras veces usar la cintura como el<br />

gran Nicolino Loche.<br />

7


nadador, maestro, escritor,<br />

marino, empleado bancario,<br />

guionista de cine, militante<br />

del Partido Revolucionario<br />

de los Trabajadores y<br />

cirquero, esto último se lo<br />

adjudicó Carlos Blasi, un<br />

cirquero de pura cepa que<br />

después de leer un libro de<br />

Haroldo, aseguraba y le<br />

porfiaba a quien quisiera<br />

escucharlo: -Este hombre es<br />

de circo, cuenta cosas que<br />

solamente nosotros sabemos.<br />

Haroldo Conti, alias Mascaró,<br />

alias Oreste, alias Príncipe<br />

Patagón, alias Joselito<br />

Bembé, alias la Vida. Lo<br />

mataron los milicos en el 76<br />

después de torturarlo hasta<br />

lo inconcebible.<br />

Esta es la parte donde uno<br />

se pregunta una vez más<br />

dónde mierda estaba Tata<br />

Dios cuando le hacían eso a<br />

sus hijos.<br />

El curita Jorge una vez<br />

intentaba una explicación,<br />

mientras se empedaba junto<br />

a Covácevic con un tinto de<br />

damajuana. Pero no entendí<br />

demasiado, por no decir que<br />

no entendí nada, o sí, pero<br />

igual…<br />

Esa tarde noche estábamos<br />

de celebración, habíamos realizado funcio-<br />

nes en el barrio del curita y éste, en agra-<br />

decimiento a la Compañía Artística, para<br />

la misa de las cinco de la tarde pinturrajeó<br />

a los monaguillos como payasos, había que<br />

verlo al cura, de blanco, escoltado por dos<br />

monaguillos payasos entregando ostias y<br />

para rematarla, se mandó un sermón sobre<br />

la injusticia que culminaba en un informe<br />

detallado de la deuda externa de Latino-<br />

américa, país por país y con cifras exactas.<br />

Y después de la misa fue que empezaron a<br />

hablar de Dios y las injusticias y a chupar<br />

PAYASO PEPITO<br />

aseguraba que lo sucedido no había sido un<br />

olvido de él, sino una joda más de Haroldo,<br />

para que no nos estanquemos creativamente,<br />

para no conformarse con el funcionar<br />

bien.<br />

Por supuesto que Carlito ese día no sintió<br />

nada maravilloso ni sagrado, estuvo todo el<br />

día ocupado en putiar a Covácevic en<br />

todos los idiomas.<br />

Cuando Haroldo andaba por estas tierras<br />

era el que mejor entendía las combinetas<br />

entre oficios, poesía, amor, pueblo, dolor,<br />

caminos, artes, soledades, había sido:<br />

8


tiene fe en todos los santos habidos y por<br />

haber, el Gauchito Gil, la Difunta Correa,<br />

San Expedito, la virgen de Guadalupe, San<br />

Cayetano y por si le faltaba algo es hincha<br />

fanático de San Lorenzo, pero él nunca nos<br />

impuso sus creencias, pero seguro que algo<br />

de todo eso tenemos.<br />

Ahora está más descansado el Marcelo,<br />

vive en el campo, con una gran mujer, una<br />

hermosa hija y caballos, en la Compañía<br />

Artística lo extrañamos pero estamos<br />

felices de verlo así al Marcelo, encontró su<br />

ESTAR, ya me estoy pareciendo a Cováce-<br />

vic con lo del ESTAR, pero bueno, es así,<br />

el Marcelo necesita esa tranquilidad,<br />

tranquilidad que con nosotros no va a<br />

conseguir, porque somos los campeones de<br />

como descosidos y a<br />

brindar por compañeros<br />

que ya no están. Y así<br />

siguieron.<br />

Yo escuchaba, qué se yo,<br />

nosotros somos muñecos,<br />

no quiero quitarle el culo<br />

a la jeringa, pero para mí<br />

los asuntos del alma son<br />

algo más delicado, Covácevic<br />

cuando chupa se<br />

conecta hasta con Quetzalcoatl<br />

el Dios de los<br />

Toltecas, y no quiero<br />

pasar por criticón, pero lo<br />

de él es más superstición<br />

que otra cosa, dice que<br />

tiene arreglos con San<br />

Cayetano, patrono del<br />

trabajo, y que nunca le<br />

falla el santito, y que los<br />

arreglos los tiene para<br />

tener trabajo, y también<br />

para que el santito le<br />

afloje cuando hay demasiado,<br />

para poder ejercer<br />

la vagancia artística, que<br />

no es otra cosa que la<br />

vagancia común y<br />

corriente.<br />

Yo no me quiero hacer el<br />

diferente, pero nosotros<br />

fuimos creados por Marcelo, nacimos en un<br />

patio de tierra, somos toscos y delicados a<br />

la vez, porque fuimos creados a imagen y<br />

semejanza de Marcelo, él es un muchachote<br />

inmenso, inmenso de cuerpo y alma, no<br />

muy alto, pero todo músculo, músculos<br />

marcados por trabajos duros, de levantador<br />

de escombros, manos enormes, que no<br />

entiendo todavía cómo carajo hizo para<br />

construirnos a nosotros que somos tan<br />

chicos, de cuerpo, no de alma. El grandote<br />

de Marcelo anduvo siempre a sopapo<br />

limpio con la vida, con la vida y con<br />

muchos boludos que intentaban molestarlo,<br />

intentos de los cuales todavía se deben<br />

estar arrepintiendo.<br />

Marcelo sí que es un creyente de verdad,<br />

JOSÉ CADILE<br />

9


la inestabilidad.<br />

JOSÉ CADILE<br />

Covácevic y Marcelo EL CLOWN<br />

no se ven muy seguido,<br />

pero se piensan<br />

todos los días.<br />

No todos se dan<br />

cuenta de nuestro<br />

origen, yo diría que<br />

casi nadie. Una nena<br />

en una función con<br />

tono de revelación<br />

dijo sobre nosotros:<br />

¡son pobres! lo dijo<br />

con tanta dulzura.<br />

Covácevic nunca<br />

alteró nuestra identidad<br />

y origen, eso sí,<br />

nos rodea de color,<br />

los artistas del Gran<br />

Circo del Arca somos<br />

todos marrones,<br />

marrón clarito, pero<br />

todo el circo es<br />

colorido, el color te<br />

lastima los ojos, ahí<br />

sí Covácevic quiere<br />

que todo se vea lindo,<br />

como los chalets que<br />

Evita construía para<br />

los obreros.<br />

Marcelo nos creó,<br />

pero Covácevic nos<br />

dio padres, abuelos y<br />

amigos, sin ir más lejos, al Abuelo Chacho,<br />

que en nuestro circo nació abuelo, lo puso<br />

como abuelo adoptivo del otro Chacho, el<br />

Chacho Ríos, el de carne y hueso, pero no<br />

del Chacho que hoy sigue trabajando en<br />

cualquier circo que se le cruce por el<br />

camino, sino del Chacho niño, el de la foto<br />

en blanco y negro, donde aparece haciendo<br />

parada de mano en lo alto de un molino de<br />

viento, foto sacada dos minutos antes de la<br />

paliza que le dio el padre por su acto de<br />

“travesura acrobática inconciente”.<br />

El que era muy creyente ahora que me<br />

acuerdo era el Tomy, el del “Circo Tomy<br />

Show”, pobre, se murió hace poco, nunca<br />

vi a alguien con tanto entusiasmo por su<br />

actividad, tenía<br />

un circo chico,<br />

no tanto como el<br />

nuestro, pero<br />

chico, de un solo<br />

mastro, un circo<br />

casi unipersonal,<br />

Tomy hacía de<br />

todo, entraba con<br />

la guitarra<br />

cantando coplas<br />

con doble intención,<br />

luego se<br />

pintaba de<br />

payaso, salía con<br />

la guitarra y<br />

seguía con las<br />

coplas con doble<br />

intención,<br />

después el<br />

número de baile<br />

con la muñeca de<br />

trapo, salía y<br />

volvía en cuero,<br />

y con diminuta<br />

malla, para el<br />

número de<br />

faquir, zapateaba<br />

sobre vidrios de<br />

tubo fluorescente<br />

rotos a la vista<br />

del público.<br />

Y por la mitad de<br />

la función y a pedido muy sentido de<br />

Tomy, los espectadores debían pararse para<br />

hacer un minuto de silencio en honor y<br />

agradecimiento a la virgen del Rosario,<br />

que contaba con un altarcito a un costado<br />

de la pista.<br />

____________________________________<br />

______________________________<br />

10


Pepe Cadile<br />

La estrella de nuestro circo es el payaso<br />

Pepito, Pepito Cadile, hasta apellido tiene<br />

el desgraciau, lo que daría yo por tener un<br />

nombre, un apodo, alguito, pero bueno, qué<br />

se le va a hacer, será que todavía no soy,<br />

que me ando buscando, quisiera entender<br />

ese asunto del SER y el ESTAR, lo que<br />

pasa es que a nosotros, esos conceptos nos<br />

llegan a través de Covácevic que los mane-<br />

ja a gusto y piachere, según la ocasión y<br />

según se trate de hombre o mujer a quien se<br />

lo cuente, pero yo sé que esas ideas le<br />

llegaron de un tal Rodolfo Kusch, filósofo<br />

argentino que pasó sus últimos tiempos en<br />

la Puna, en uno de esos pueblos por donde<br />

anduvimos y la Jeny se enamoró de un<br />

pibe, y también viene de un juego que se<br />

mandó el Haroldo en un cuento, con un<br />

poema de Juan Gelman, y que nosotros nos<br />

quedamos con esa parte que define como el<br />

estar yéndose, y que le agrega: parece ser la<br />

forma de consistir en estos pueblos, y que<br />

la tomamos porque nos define a los del<br />

circo, somos eso, consistimos en eso, en el<br />

estar yéndose, y en el afiche del “Gran<br />

Circo del Arca” figura la frase: “es una y<br />

mil maravillas y siendo, se va”. Covácevic,<br />

una vez, con ese sentido utilitario que tiene<br />

de la cultura, estando nosotros en una<br />

Hostería de un pueblo del norte del Neu-<br />

quén, a la cual le querían cambiar el nom-<br />

bre, la rebautizó y le pintó él mismo un<br />

cartelito en madera terciada, para la puerta<br />

de entrada, detrás del vidrio se podía leer:<br />

Hostería “EL ESTAR YÉNDOSE” y abajo<br />

otro en cartón: “ENSEGUIDITA VUELVO”<br />

Yo entiendo todo esto, a veces se me<br />

enriedan las ideas, pero igualmente, me<br />

podrían haber dado un nombre carajo.<br />

Bueno, por ahora me conformo contando<br />

asuntos, algo es algo, me siento como la<br />

etapa superior del “Cuentito perdido” del<br />

uruguayo Juceca, que cada tanto cuenta<br />

Covácevic, despertando y sacudiendo<br />

emociones en la platea, que habla de:<br />

…un cuento perdido en la memoria,<br />

perdido por no ser contado a tiempo, que<br />

era un cuento bueno, más que bueno, un<br />

pan de Dios era, cuentito discreto, tímido,<br />

que se quedaba sin decir palabra en un<br />

rincón de la memoria, viendo cómo otros<br />

cuentos ya pintaban para famosos, un<br />

cuento éste, el perdido, que trataba, trata-<br />

ba, trataba, de ser contado, quería ser<br />

alguien, quería ser un cuento contado,<br />

recorrer los fogones, los boliches, lucir sus<br />

gracias, despertar las risas de los niños,<br />

las mujeres y los hombres.<br />

¡Ser sabido, como única manera de ser<br />

querido!<br />

Pepito, el payaso triste, tiene un número<br />

sensacional, desopilante, aparece con la<br />

cara pintada de blanco y negro, sombrero<br />

bonete, chalupas inmensas que le dan un<br />

andar sublime. Ese andar fue copiado de la<br />

forma de caminar de Juancito Echecopar,<br />

Juan Miguel Echecopar, ese jugadorazo del<br />

Estudiantes de la Plata campeón del mundo,<br />

Juancito caminaba con el pie derecho más<br />

abierto que el izquierdo, como dando pases<br />

de gol permanentemente. Pepito entra con<br />

melodía de acordeón, transmite nostalgia, o<br />

melancolía, no, saudade sería la palabra<br />

correcta, y Pepito camina la pista, gira en<br />

sus chalupas, queda fijo, inmóvil, mira al<br />

público, intenso, se apoya en uno de los<br />

palos de la carpa, mira hacia arriba, sueña<br />

quizás, parece que algo le duele en su alma,<br />

vaya uno a saber, y en un movimiento<br />

corto, seco, salta en la pista, pega un gritito<br />

agudo en a culminando en i con haches en<br />

el medio, y de sus ojos salen dos chorros<br />

finos de agua, las lágrimas del Pepito que<br />

lanza a dos metros, y sorprende, moja,<br />

asusta a veces a la platea de la primera fila,<br />

ante risotadas de grandes y chicos.<br />

Habrá que creer en la genética, no sorpren-<br />

de el nivel artístico de Pepito teniendo en<br />

cuenta que es nieto del gran Pepe Cadile, el<br />

de carne y hueso, Pepito el nieto, de corcho<br />

y alambre, su abuelo, de carne y hueso,<br />

distintos materiales, una misma esencia.<br />

Don Pepe era clown, el payaso cara blanca,<br />

11


de traje impecable lleno de<br />

lentejuelas, don Pepe, un aristócrata<br />

del circo, también pintor y<br />

ebanista, en la segunda parte de<br />

los espectáculos del Circo Criollo<br />

protagonizaba las obras de<br />

teatro: “Juan Moreira, El Facón<br />

de Pastor Luna, Mate Cosido,<br />

Hormiga Negra, Se necesita un<br />

hombre con cara de infeliz”.<br />

Aparecía también como payador,<br />

y entre el público se vendían sus<br />

fotos de galán autografiadas,<br />

Covácevic lo conoció cuando<br />

Pepe ya se había retirado del<br />

circo y vivía en un barrio del<br />

Pergamino, muy pobre, la pobreza<br />

no le quitaba su presencia de<br />

hombre delicado, sensible, pero<br />

la pobreza es pobreza, es pasar<br />

hambre, don Pepe era muy flaco,<br />

pero la comida no era tanto<br />

problema como el frío, eso sí lo<br />

sufría mucho, qué lindo sería<br />

contar solamente los maravillosos<br />

momentos vividos con don<br />

Pepe, las noches buenas compartidas,<br />

los paseos, las idas a las<br />

funciones de los circos que<br />

llegaban a Pergamino, y por<br />

supuesto que todos lo conocían o<br />

era para estar ahí, quizás nadie tendría que<br />

estar ahí, pero don Pepe menos que nadie,<br />

y esa vez fue el mismo don Pepe el que<br />

pidió que lo llevaran. Era invierno, Cová-<br />

cevic seguía viaje y ni en pedo lo hubiera<br />

regresado nuevamente a su rancho, necesitaba<br />

atención don Pepe, en el asilo iba a<br />

estar la comida y el cuarto tibio. También<br />

iba a estar la muerte.<br />

La entrada al asilo no era algo fácil para un<br />

viejo sin jubilación y enfermo. Ahí talló<br />

Covácevic, lo sacó del hospital, Pepe<br />

seguía débil.<br />

-Cuando entremos al asilo vas a tener que<br />

mandarte tu mejor actuación, querido<br />

Pepe, vas a tener que actuar de hombre<br />

sano y vital, hasta que lleguemos a la<br />

cama, dijo Covácevic.<br />

Y así fueron, a improvisar, no había tiempo<br />

habían escuchado sobre él, pero es imposible<br />

pasar por alto la terrible injusticia<br />

cometida con este artista, que habiendo<br />

dado tanto, haya terminado sin una mísera<br />

jubilación, estoy hablando de los años 90.<br />

Se intentó conseguirle una jubilación, pero<br />

un poco más y había que presentar una<br />

recomendación del Papa para lograrla, es<br />

feo señores. Covácevic cada vez que volvía<br />

de alguna gira pasaba a verlo al viejo, una<br />

vez no lo encontró en su casa, estaba<br />

internado en el hospital. ¿Qué tiene? Le<br />

preguntó Covácevic al médico. Hambre,<br />

contestó el médico, este hombre pasó<br />

hambre y frío. Eso tiene.<br />

Don Pepe se había negado varias veces y<br />

con razón a la propuesta de Covácevic de<br />

llevarlo a un asilo de ancianos, don Pepe no<br />

Carlos Blasi<br />

y el globo de la muerte<br />

12


CARPA JOSELITO BEMBÉ<br />

La Wolwsvagen 1500 rural motor 1.8<br />

modelo 86 avanza.<br />

En el asiento de atrás viaja toda la compa-<br />

ñía artística junto a los bagallos del circo.<br />

En el espacio baúl: la acordeona, el bafle,<br />

otras cajas.<br />

Adelante Covácevic conduce. En el asiento<br />

de al lado van unos amigos, todo espíritu y<br />

a veces alguna amiga, todo cuerpo.<br />

La Manteca, así llamamos a esta nave, se<br />

desliza en ruta alcanzando los 90 km por<br />

para preparar la obra, Covácevic entró al<br />

asilo sin poder lograr armar en su cabeza<br />

nada para decir o mentir, Diosito ayudó, al<br />

entrar escucha una conversación a la<br />

pasada: el director del asilo, señor don<br />

Fulano de Tal se había ido de vacaciones y<br />

no volvería por diez días.<br />

La entrada de los dos a la dirección fue<br />

apabullante, Covácevic con actitud de<br />

hombre superado, seguro, como cumpliendo<br />

con un trámite ya pactado, se presentó y<br />

le dijo a la secretaria: el señor es José<br />

Cadile, lo traigo para que ya se quede en<br />

este acogedor asilo tal cual le prometí al<br />

director Fulano de Tal. Lo decía mientras<br />

con la mano izquierda mantenía de pie a<br />

don Pepe que se había dibujado en el rostro<br />

una sonrisa fija.<br />

Que sí, que no, que el señor director no me<br />

dejó nada, que no puede ser, que fíjese<br />

bien, que mire, hagamos una cosa, hermosa<br />

mujer, acompaño a don Pepe hasta el<br />

pabellón porque yo tengo que seguir viaje<br />

y que por supuesto que el abuelo está muy<br />

bien.<br />

El número de Pepito, llorando para que el<br />

público ría, no es otra cosa que una joda<br />

post mortem de Covácevic para don Pepe,<br />

porque éste decía siempre que lo tenían<br />

podrido aquellos que preguntaban por la<br />

tristeza del payaso.<br />

___________________________________<br />

__________________________________<br />

“La Manteca”<br />

el automóvil de la Empresa<br />

13


CHACHO RÍOS<br />

con algo de polvillo propio del<br />

andar.<br />

Dos neumáticos nuevos, dos que<br />

ya piden cambio, y el auxilio…<br />

Excelente calefacción tanto en<br />

invierno como en verano.<br />

Bocina suave, luces todas.<br />

El capot arrastra un pequeño<br />

juego en el enganche y parece<br />

como que se quiere desprender<br />

nomás pero un piolín que va<br />

desde el interior del capot al<br />

paragolpes lo asegura.<br />

Las puertas la mayoría de las<br />

veces cierran bien.<br />

Limpiaparabrisas nuevos, una<br />

sola velocidad: despacito, y se<br />

mueven tanto a derecha como a<br />

izquierda.<br />

Asiento de conductor no reclinable,<br />

está soldado y fijo en<br />

cómoda posición.<br />

La Manteca avanza, recorre<br />

caminos, el hecho de no ir a<br />

mucha velocidad permite pensar,<br />

planear y dejarse invadir por el<br />

paisaje.<br />

__________________________<br />

_________________________<br />

Todo tiene alma<br />

hora, a esa velocidad se empieza a notar un<br />

leve balanceo de barquito en aguas mansas.<br />

Motor alemán, noble, gasta sólo dos litros<br />

de aceite común 40 cada 1000 km.<br />

Tren delantero y trasero recientemente<br />

reparado.<br />

Batería no nueva pero tampoco muestra<br />

necesidad de cambio.<br />

Arranque seguro y rápido no más de cinco<br />

intentos.<br />

De chapa, impecable, con algún que otro<br />

abollón de granizo.<br />

De pintura luce bien, un tanto opaca.<br />

Tapizado en muy buen estado, casi siempre<br />

Contó una vez Zuhair Jury, en “El glorioso<br />

velorio de la Juana Pájaro”, allá en Luján<br />

de Cuyo.<br />

Todo tiene alma, yo puedo ver la sombra<br />

del hombre que construyó esa mesa y la<br />

sombra del hombre que construyó esa silla<br />

y lo mismo digo de la cama en que duermo<br />

y del tazón de madera en que bebo por eso<br />

estoy seguro que nunca bebo agua solo…<br />

Y con las lonas del circo pasa lo mismo,<br />

tienen alma. Antes de nuestra creación<br />

Covácevic tenía una Compañía Artística<br />

con actores de carne y hueso, actuaban en<br />

una carpa de lienzo impermeabilizado con<br />

14


“la mezcla”: querosene, parafina y pintura máscara pálida, de muerte.<br />

en polvo, eso se calienta en un tacho, se El argumento sencillo: La Muerte que se<br />

revuelve permanentemente para que la quiere llevar al loco del pueblo y el loco<br />

parafina no se quede en el fondo y se que intenta seducirla para safar. El loco al<br />

aplica en el lienzo, las proporciones de los final logra su cometido y vence a la Muercomponentes<br />

no las detallo porque no te, arrancándole la máscara, y ahí sí, ¡ahhh<br />

estoy autorizado a hacerlo, es un viejo mamita!<br />

método de impermeabilización que nos Aparecía el rostro de la María, de una<br />

pasó don Carlos Blasi, músico, domador, belleza criminal, y el pelo negro azabache<br />

trapecista, malabarista y que también hacía cayendo hasta la cintura y el público en un<br />

el Globo de la Muerte, una vez Covácevic suspiro largo, largo, largo.<br />

le preguntó a don Carlos -cuál había sido Covácevic le decía a María que si ella se<br />

el momento más lindo que había vivido en decidía a mostrar más su cuerpo, sobre todo<br />

el Circo. Carlos contestó: -Cuando era los pechos, él tenía un varieté de rutinas<br />

niño, en el circo de mis padres el “Euro- muy interesantes, y que podían hacer unos<br />

peo”, cuando actuábamos en los terrenos buenos mangos, y que iban a tener que<br />

de pueblos que no contaban con luz eléctri- agregar funciones, y ella que no, que ni<br />

ca y el público llegaba con lámparas a loca, que qué se pensaba, y que ella no era<br />

querosene, me gustaba cuando se iban del una mujer objeto, eso de la mujer objeto se<br />

circo después de la función, parecían lo había escuchado a un iniciado en Psicobichitos<br />

de luz desparramados por el logía y lo aplicaba en cualquier conversacampo.<br />

ción.<br />

Lo bueno del lienzo impermeabilizado con Covácevic le respondía: ¡Estúpida!<br />

la mezcla es que es liviano, durante un Muchas veces me pregunté si nuestra Jeny<br />

buen tiempo la tela se mantiene húmeda, la electrizante, no es otra que María la<br />

de ese modo se le adhiere la tierra, que bella, porque la Jeny es rubia, pero teñida.<br />

completa el proceso de impermeabilizado, Y un día la Joselito cayó, se pudrió la lona<br />

y los sueños. Al ser liviana se sostiene con y el país. Covácevic como en un rito o en<br />

palos de álamo nomás.<br />

simple estado de depresión, quemó los<br />

En esa carpa hacía los recitados don Pepe palos de la carpa, estaba dispuesto a aban-<br />

Cadile. La Joselito, así se llamaba la carpa. donar todo y volver a las changas de<br />

Y había una mujer muy linda que actuaba vendedor de cualquier cosa, lo primero que<br />

con Covácevic, María, arriba del escenario se le pasó por la cabeza fue volver a fabrise<br />

entendían a la perfección, abajo se car el champú Rulo, según él, la línea<br />

mataban, no con golpes, sí con palabras, él económica de Pantene.<br />

le decía ¡Estúpida!, ella le refregaba Lo salvó Carlos Blasi, el mismo que le<br />

constantemente que él era un ordinario, un había enseñado a construir la carpa, Carlos<br />

bruto puesto a artista, y le nombraba a le regaló una lona plástica redonda de 6<br />

directores de teatro con los que ella había metros de diámetro, usada, o sea con vida,<br />

trabajado y que habían estudiado y sabían, de color verde y azul, con fajas amarillas y<br />

no como vos autoritario de cuarta, y él contorno blanco, y le dijo: -Perdiste el<br />

seguía con lo de ¡Estúpida!<br />

techo pero ahora tenés piso.<br />

Hacían una entrada donde ella aparecía Y comenzaron otros rituales, la lona se<br />

representando a la Muerte, entraba con tiraba en un baldío o plaza y con sillas en<br />

vestido largo, negro, escotado, con sus semicírculo, con la primera fila a un metro<br />

pechitos, su cintura bien marcada, su cola, de la lona, y guirnaldas con lamparitas de<br />

que ahí no se destacaba tanto, no estaba colores, se creaba el nuevo espacio, y así se<br />

ahí su encanto, su encanto estaba en el anduvo mucho, tirando la lona a modo de<br />

rostro, que en la escena ocultaba tras una pista y actuando sobre ella.<br />

15


En un barrio de callecitas de tierra de la con una vara a modo de lanza en una<br />

norpampa, Covácevic se quedó todo un mano, y vincha, entraba ocupando el<br />

verano. La lona se colocaba cada noche en centro y pegaba un grito, causando risotauna<br />

esquina diferente, “Traslado del das en los grandes y llanto imparable en<br />

Centro” lo llamaba.<br />

los chiquitos, y mirando el cielo, decía:<br />

Docientas personas, algunas sentadas en el -Y si es necesario andaremos en pelotas<br />

piso y la mayoría parados, le daban energía como nuestros paisanos los indios.<br />

a ese centro. Covácevic, de frac negro, Acto seguido desaparecía por el descampacamisa<br />

turquesa, sombrero marrón y do.<br />

zapatos blancos, anunciaba los distintos Un número que resultó didáctico y provenúmeros<br />

artísticos, inventados y ensayados choso fue el del Negro José, ex campeón<br />

por la tarde con toda la gente del barrio que sudamericano de peso medio mediano, y<br />

quisiera mostrar sus condiciones artísticas. que todavía se mantenía en forma, hacía<br />

Los anuncios incluían recomendaciones una entrada espectacular, untado en aceite,<br />

panfletarias para la liberación del hombre y brillaba José, brillaba, musculosa fucsia,<br />

la mujer, y formas de organización sencilla, con fondo musical de la banda de sonido<br />

eficaces y extorsionadoras, para encarar al de una película de acción, improvisaba<br />

intendente y reclamar por las necesidades algo parecido a una clase de defensa<br />

del barrio, y resaltaba en cada presentación personal: Entramo… salimo… uno dos…<br />

que, el traslado de la lona, o sea, el Centro, uno dos… un dos tres… salimo… uno<br />

por las diferentes esquinas y bocacalles y dos… uno dos… patada patada patada<br />

la posterior ocupación de ese Centro por patada para culminar con parada de mano y<br />

parte de todo aquel que se animara a salto mortal en el piso. Aplausos.<br />

representar sus asuntos propios, no era otra Antes del final Covácevic desplegaba una<br />

cosa que la tan mentada “Comunidad mesa de madera, la cubría con un terciope-<br />

Organizada”, la “Tercera Posición”, el lo negro, con flores bordadas en amarillos<br />

sistema político, social y cultural de Perón y naranjas, abría una valija de madera, que<br />

y Evita, y que eso se podía apreciar mejor en su interior mostraba un centenar aproxien<br />

el baile de murga cumbiada que hacían mado de botellitas con un papel enroscado.<br />

los pibes mientras trasladaban la lona entre Según Covácevic, en esas botellitas estatodos<br />

y en sus hombros, y en la delicadeza ban todas las historias del mundo, que<br />

para desplegar ese Centro en las esquinas y fueran pidiendo lo que necesitaban, ya sea<br />

proceder a ocuparlo, de a uno, mostrando para uso personal o para regalar, que eran<br />

sus gracias en el medio, en el núcleo, al historias que le sacaban chispitas al alma y<br />

ritmo de las palmas.<br />

servían tanto para levantarse una mina o un<br />

Y culminaba diciendo, más bien gritando: tipo como así también para tener una<br />

-Tenemos que ir de lo individual a lo mirada más comprensiva respecto a la<br />

colectivo, aprendiendo en un lado para madre que los parió. A cinco pesos la<br />

llevarlo hacia el otro y sin quedar pegados botellita.<br />

en ninguno de los dos. Porque si no, Las famosas historias generalmente eran<br />

cagamo!<br />

coplas del tipo:<br />

Los números artísticos eran desparejos en Me quisiste yo te quise / Me adoraste te<br />

calidad, se destacaban los musicales, adoré<br />

especialmente los chamameceros. Había un Me colgaste la galleta/ Yo también te la<br />

muchacho que promediando el espectáculo colgué.<br />

aparecía desnudo, con un diminuto calzon- Y para el final de fiesta, dúo de acordeón<br />

cillos, pero como estaba todo pintado de y guitarra.<br />

negro, con aceite quemado, daba la sensa- ___________________________________<br />

ción de desnudo total, y así, todo negro, ___________________________________<br />

16


La Fábrica de Juguetes<br />

Corría el año 2001, Covácevic inició un<br />

emprendimiento artístico comercial a<br />

través de la construcción y venta de juguetes,<br />

ambicioso el proyecto, se hablaba de<br />

exportaciones incluso, por supuesto que<br />

fracasó, pero se vivieron asuntos interesan-<br />

tes, yo me corro por un momento del relato<br />

y dejo paso a unos escritos, tipo manifies-<br />

to, sobre esta empresa, realizados por el<br />

Viti, un artista carpintero, cómplice de<br />

Covácevic, juntos construyeron “la Joselito”<br />

la carpa de lienzo impermeabilizado.<br />

La Empresa Circo del Arca es un emprendi-<br />

miento artesanal, artístico y productivo,<br />

nacido de la afiebrada imaginación de<br />

Covácevic (según parece tuvo una visión o<br />

algo así) y conformado por los más diver-<br />

sos especímenes humanos de la sociedad<br />

pergaminense (según él, lo mejorcito de<br />

cada barrio, salvo algunas excepciones,<br />

sobre las cuales niega referirse).<br />

La estructura interna de la Empresa está<br />

dividida en varios Departamentos, a saber:<br />

Departamento Productivo, encargado de<br />

la construcción de los artistas bajo la<br />

forma de ágiles marionetas de corcho y<br />

alambre y del espacio físico para sus<br />

representaciones artísticas, conformado<br />

por diminutas carpas de circo en lienzo y<br />

madera.<br />

Departamento Ventas, encargado de<br />

diseñar las tácticas y estrategias más<br />

convenientes para insertar estos productos<br />

en el mercado.<br />

Departamento Creativo, que aún no se<br />

sabe muy bien qué función cumple.<br />

Departamento Poético, cuya misión es<br />

fundamentar filosófica, poética y espiri-<br />

tualmente todos los aconteceres de la<br />

Empresa.<br />

Departamento Prensa y Difusión, encargado<br />

de darlos a conocer.<br />

Y el Departamento “Esto es una Cagada”<br />

que opera como encargado del control de<br />

calidad.<br />

Si bien, la tarea del Departamento de<br />

Prensa, es la de difundir lo que a su vez<br />

cree el Departamento Poético, es indispensable<br />

aclarar que ésta no es una tarea<br />

fácil, por dos razones:<br />

La primera es que al Departamento Poéti-<br />

co le cuesta horrores plasmar en palabras<br />

concretas sus estrepitosas divagaciones<br />

filosóficas, ya que según ellos se sienten<br />

mucho más cómodos transitando los laberínticos<br />

senderos de la contemplación<br />

metafísica.<br />

La segunda es que a su vez la mayoría de<br />

sus integrantes son ex futbolistas de potre-<br />

ro que ostentan antiguas glorias, implacables<br />

mariscales del área cuya fama y<br />

prestigio sobrepasaron los antiguamente<br />

célebres Barra contra Barra, lo que hace<br />

que todas sus ideas estén planteadas en<br />

términos futbolísticos y que todos sus<br />

escritos se hallen en un lenguaje acorde al<br />

viril deporte del balompié.<br />

Tal es así que las primeras creaciones del<br />

departamento Poético fueron:<br />

Un melancólico soneto que exaltaba las<br />

interminables paredes entre Bochini y<br />

Bertoni, y alababa al pasar la figura del<br />

Chivo Pavóni; un larguísimo poema en<br />

octosílabos de corte épico donde se evoca-<br />

ba el gol del Chango Cárdenas en el 67 al<br />

Celtic de Escocia, y por último una obra<br />

poética conceptual en dos tomos donde se<br />

exaltaba de una y mil maneras distintas el<br />

gol de Diego a los ingleses, titulado:<br />

“Les rompimos el culito Tomo I y Tomo II”<br />

Si bien es cierto que estos escritos aporta-<br />

ban una visión artística novedosa respecto<br />

de retratar poéticamente a antiguos ídolos<br />

populares, no menos cierto es que ese<br />

material no encajaba con las necesidades<br />

de la Empresa, razón por la cual Covácevic<br />

tuvo que persuadirlos de que escribieran<br />

sobre los “asuntos mágicos”, anécdotas<br />

que escapan a toda vulgaridad por haber<br />

sido acontecidas en el plano de lo “celes-<br />

te”, lo bello de encarnar en graciosas<br />

marionetas toda la esencia misma del<br />

Circo Criollo y de cómo la carpa del Circo<br />

más chico del mundo era habitada en cada<br />

función por los espíritus de los antiguos<br />

17


sonrisas, no hay motivos, pero así y todo<br />

es una sonrisa luminosa, de cinco años,<br />

aunque él ya pasó los veinte. Es una<br />

sonrisa a contramano de la ferocidad de<br />

su estampa: ojos alertas, cara de luna<br />

llena, sin cogote, cuerpo de cíclope, manos<br />

como mazas siempre en puño. Hombre de<br />

trompada urgente este Marcelo. Y quizás<br />

porque la puta vida lo sopapeó de lleno<br />

cuando él apenas empezaba a ser un pibe,<br />

es que aprendió que lo mejor es pegar<br />

primero, pero así y todo y de tanto en<br />

tanto, ese chiquilín de cinco años que se<br />

quedó detenido en el tiempo, se le escapa<br />

por la boca en cada sonrisa, y cuando eso<br />

ocurre Marcelo se afloja, le brillan los<br />

ojos, y descansa...<br />

El trapecista de corcho y alambre hace sus<br />

acrobacias girando sobre una varilla<br />

montada en una estructura de madera. Es<br />

un juguete. La manaza de Marcelo hace<br />

girar la manivela. El trapecista se sienta<br />

sobre la varilla, hace un giro completo y<br />

después se enrieda, safa y vuelve a girar.<br />

Marcelo lo mira con detenimiento, le<br />

busca los detalles, después, con una pinza<br />

de punta le acomoda un brazo.<br />

El taller no es grande pero alcanza –lo<br />

que mata es la humedad- decía Marcelo y<br />

no era joda, porque las paredes chorrea-<br />

ban agua y ya estaban cubiertas de musgo,<br />

y de ese hongo que larga un olor a podrido<br />

insoportable. Hasta que Covácevic le<br />

desenrajó una mano de cal y cubrió todo<br />

con unas placas de madera y encima,<br />

como un exorcismo<br />

-¡Hasta que aguante!- dijo.<br />

Una vidriera improvisada sobre una<br />

ventana deja escapar la tenue luz de un<br />

velador cuyo resplandor se pierde en la<br />

calle siempre a oscuras. Detrás de la<br />

vidriera (según se mire) más juguetes: otro<br />

trapecista, uno que remonta un barrilete<br />

(también a manivela), otro en forma de<br />

altar donde alguien se saca el sombrero<br />

frente a una foto de Evita, el mismo vela-<br />

dor que simula un farol de plaza, y a un<br />

costado, sobre la misma base, un pibe con<br />

una gomera intenta hacerlo bosta, y otro<br />

artistas circenses, de la mágica conjunción<br />

entre el artista y el artesano etc. etc. etc.<br />

Para lo cual tuvo que apelar a los sutiles<br />

mecanismos del tacto y la diplomacia ya<br />

que el Departamento Poético es demasiado<br />

sensible y orgulloso y no se les puede decir<br />

nada sin que se ofendan y cuando se<br />

enculan son capaces de pasarse meses<br />

enteros mirando el techo sin escribir una<br />

sola palabra.<br />

Las certeras palabras que utilizara Covácevic<br />

escapan a nuestro conocimiento por<br />

haber sido volcadas en una reunión puertas<br />

adentro y rodeada de cierto misterio en<br />

la que no faltó el buen vino y el salamín<br />

casero, no obstante, se comentaba en los<br />

arrabales de la Empresa que les habló con<br />

tono paternal sobre el Ocius Poeticus,<br />

sobre el Caos como territorio propicio<br />

para la creación artística, sobre el zigzagueante<br />

tránsito del hombre entre el azar y<br />

la voluntad y sobre lo malo que venía<br />

últimamente un tinto cuya marca no alcanzamos<br />

a registrar.<br />

En ese taller también se les daba por<br />

escribir, el Viti los alentaba, hasta Marcelo<br />

durante un buen tiempo escribía a modo de<br />

“diario del taller”, tres o cuatro frases por<br />

día, y ni qué decir de Tato, otro de los<br />

integrantes, Covácevic comenzó a enseñarle<br />

a leer y a escribir con un método novedoso<br />

que se aplicaba en las cárceles, pero<br />

el único interés de Tato en la lectoescritura<br />

era lograr escribir en un papel: Elena, Tato<br />

te ama. Dicho papel tendría que ser entregado<br />

por él a su enamorada el sábado a la<br />

noche en el baile del club Centenario. Para<br />

felicidad de Tato, la chica correspondió a<br />

su amor, pero al cumplirse el objetivo<br />

desapareció la motivación de Tato por el<br />

aprendizaje.<br />

Es una lástima que hayan escrito de manera<br />

desordenada y en papeles sueltos, sin darle<br />

la menor importancia, lo único que se<br />

alcanzó a rescatar es el siguiente escrito<br />

del Viti que apuntaba a novela:<br />

Marcelo sonríe, austero, no es regalón de<br />

18


EL ABUELO CHACHO<br />

que es la imagen de una “pisada” en el<br />

potrero.<br />

Sobre la pared del fondo cuatro fotografías<br />

parecen suspendidas en el aire: la primera<br />

del General, la segunda del Independiente<br />

campeón del 73, la tercera del Mono<br />

Venturini y la última de Haroldo con su<br />

eterno cigarro y una inscripción al pie que<br />

reza: “Volverás compadre yo sé que volverás”.<br />

En el cuartito del fondo Tato intenta<br />

clavarle las patas a una mesita redonda.<br />

La tapa la sacó de unos carreteles de<br />

madera en donde se enrollan los cables de<br />

teléfono (o algo así) que le consiguió<br />

Covácevic.<br />

Tato las pinta con los colores de Boca y las<br />

vende en el barrio, cuatro pesos, o seis,<br />

según venga la mano o la cara del cliente.<br />

Tato, el que no habla, el que recorre la<br />

ciudad en bicicleta como una sombra muda<br />

invisible, borracho de cumbia que le<br />

susurra su walkman.<br />

Tato, forastero en la vida, sin lugar en el<br />

cielo ni en la tierra. Y mientras él examina<br />

un listón de madera rotosa (futura pata de<br />

mesa) con la concentración y seriedad con<br />

la que imagino Don Stradivarius seleccionaría<br />

el material para sus violines, afuera,<br />

en el camino, Covácevic navega en su F100<br />

roja con cúpula, (último resabio de los<br />

buenos tiempos). Él es hombre de camino,<br />

incómodo, andador desbocado. Desanda el<br />

camino en forma mecánica, como un<br />

autómata ¿cuántas veces ya? ¿mil? ¿dos<br />

mil? ¿un millón quinientos? -¡Qué país de<br />

mierda!- dice, hoy no vendió un puto<br />

juguete, ni siquiera el trapecista que es el<br />

que tiene todas las fichas puestas. Anda y<br />

desanda, curva y contracurva, fuma y<br />

mientras fuma piensa cómo carajo le dice a<br />

Tato y a Marcelo que lo del taller de<br />

juguetes no va más, que es una locura.<br />

Intenta fundamentos, son reales, seis<br />

boletas de luz y cinco meses de alquiler, y<br />

si bien la parejita dueña del local todavía<br />

no levantó la perdiz, sólo es cuestión de<br />

tiempo.<br />

Pero el camino trae estas cosas, hombres<br />

que van siendo en tránsito y son en todo,<br />

un montoncito de soledades, ojos oscuros<br />

de mirada celeste, almas inquietas, puñadi<br />

19


JENNIFER, LA ELECTRIZANTE<br />

to de sueños, pura esperanza, y en sus<br />

andares fecundan ciertos corajes (o desesperaciones)<br />

-¡Se van todos al carajo!- dice- el taller no<br />

se cierra una mierda, y que venga lo que<br />

venga...<br />

La F100 con cúpula con cierto esfuerzo le<br />

encara a otra curva, el camino tiene estas<br />

cosas ¿cuántas ya? ¿mil? ¿dos mil? ¿un<br />

millón quinientas?<br />

Covácevic enciende otro cigarrillo y<br />

prende la radio. No lo piensa pero sabe:<br />

“el cansancio es una trampa, es la primera<br />

sonrisa de la muerte”.<br />

De las cosas que escribió Marcelo no<br />

quedó nada, escribía en una libretita, para<br />

él, confieso que me muero de ganas de<br />

ponerme a escribirlas yo, de algo me<br />

acuerdo, pero sería una estafa, bien intencionada,<br />

pero estafa al fín, por eso me<br />

limito a incluir estos fragmentos del<br />

“diario de taller” de Marcelo encontrados<br />

en una de las cajas de la mudanza, cuando<br />

se desarmó la empresa.<br />

…porque armando juguetes me siento muy<br />

bien y se pasan las horas como si nada, y<br />

esto cada día me atrae más, y siempre<br />

quiero inventar algo nuevo, además tengo<br />

un compañero que no falta nunca, TATO.<br />

Él viene con sus walkman a full y escuchando<br />

“Quién se ha tomado todo el<br />

vino”, de la Mona Jiménez. Deja sus<br />

walkman y empieza a inspirarse en algún<br />

muñeco, y le sale uno, y le salió duro y<br />

derecho, como granadero parado en la<br />

casa de Gobierno, yo le digo:<br />

-Bien Tato, buenísimo, al próximo doblale<br />

los brazos.<br />

-Bueno -responde.<br />

Sale otra inspiración de Tato, otra vez<br />

como el primero, le digo lo mismo y me<br />

responde lo mismo ...y …lo quiero mucho.<br />

……………...............................................<br />

Y yo saliendo a enfrentar el mundo con<br />

solo ocho años, limpiando los vidrios de<br />

los autos y haciendo trabajitos en el<br />

cementerio y así poder tener el pan sobre<br />

la mesa. Mi viejo se va y a los pocos años<br />

20


MR. RICHARD Y SU MUÑECO RICARDITO<br />

se va mi vieja… Te amo<br />

mamá.<br />

……………..............................<br />

Hoy estoy en el taller y estoy<br />

con mucha bronca, me descargo<br />

haciendo muñecos, pero no<br />

salen. Tengo mucho dolor<br />

porque todos me dicen que<br />

pierdo el tiempo haciendo<br />

esto, todos hablan, pero nadie<br />

pregunta si estoy bien, porque<br />

todos quieren meterme en sus<br />

mundos de amargura, de<br />

nervios, y ellos no saben o no<br />

quieren entender que yo<br />

encontré mi mundo con los<br />

muñecos. Para hacer muñecos<br />

sólo se necesita prestar mucha<br />

atención, tener mucha paciencia<br />

y ponerle garra. Covácevic<br />

me metió en el mundo<br />

artístico.<br />

……………............................<br />

Hoy armé una marioneta y le<br />

pusimos de nombre Juancarlo,<br />

no se sabe bien qué función va<br />

a cumplir, por ahora está<br />

sentado en el palco como un<br />

chico más mirando muy<br />

atento. A veces el armado de<br />

un juguete o de una marioneta se me<br />

complica.<br />

.................................................................<br />

¿Será que a la gente le molesta que uno<br />

sea feliz, la concha de su madre? Siempre<br />

que llovió paró.<br />

……………...............................................<br />

Otro día en el taller, estamos los dos,<br />

Covácevic y yo, después de una larga<br />

charla sobre las cosas de la vida cotidiana<br />

y de los obstáculos que hay que enfrentar<br />

cada día.<br />

……………...............................................<br />

Hoy surgió el famoso “maromero”, se lo<br />

doy a Covácevic, sin palabras, está aprobado.<br />

Tato sigue renegando, ya martilló como<br />

veinte clavos a una madera, pueda ser que<br />

no se le rompa.<br />

…………….................................................<br />

Hoy es un día de mucho trabajo, Covácevic<br />

y Tato están arreglando el techo, quedará<br />

bien, en fín, ellos ponen toda la voluntad<br />

del mundo, yo sigo escribiendo, hoy no hice<br />

nada, hoy me encerré en la escritura<br />

mientras escucho a Zitarrosa. Covácevic<br />

dejó el techo por unos minutos y se puso a<br />

pintar las letras de la mesa de Tato que<br />

dice: Boca Campeón.<br />

21


CARTUCHO, EL MISIL Y JENNIFER<br />

…………….................................................<br />

El día está terminando y ya cada uno<br />

tendrá que volver a su casa, mañana será<br />

otro día. Espero que Covácevic se deje de<br />

joder con el techo y que lo termine de una<br />

buena vez.<br />

___________________________________<br />

_________________________________<br />

¡Ya llega El Circo!<br />

las orillas de los puertos.<br />

Alzamendi se escapaba por los laterales<br />

abriendo el juego al equipo.<br />

El agua de las lluvias se canaliza por los<br />

costados de los techos.<br />

Toda figura geométrica por más puntas<br />

que contenga se define por un perímetro.<br />

Y así podremos seguir, hablando del<br />

contorno de una damajuana o de los<br />

alrededores de una ciudad, y ni qué decir<br />

de las siluetas femeninas.<br />

Por eso amigos, sigamos transitando los<br />

márgenes poéticos de la PATRIA.<br />

Dijo una vez el poeta Don Tiburcio Porve-<br />

nir:<br />

La nata queda pegada en los bordes de la<br />

taza.<br />

Los aceites y otras sustancias que empujan<br />

a los bergantines en los ríos se adhieren a<br />

Con “El Gran Circo del Arca” ya tenemos<br />

recorridos varios kilómetros, a esta altura<br />

podemos afirmar que nuestro arte se lleva<br />

mejor con los pueblos chicos que con las<br />

ciudades, o mejor dicho con los centros de<br />

las ciudades ya que sus barrios se pueden<br />

considerar también como pueblo chico. Y<br />

de los pueblos chicos preferimos los que<br />

están fuera de las rutas principales, esos<br />

22


cuerpito de corcho aparece quemado, su<br />

gorra de metal abollada, se balancea, y cae<br />

desmayado, y lo retiran de la pista. ¡Bravo<br />

valiente Cartucho! Aplausos.<br />

¡Ahora sí, momento de la acrobacia y la<br />

ternura! Con ustedes ¡El Abuelo Chacho!<br />

En parada de mano. Aparece el Abuelo,<br />

grandote y tembleque, ¡despacito abuelo<br />

despacito! Intenta agacharse, le cuesta<br />

¡Despacito abuelo despacito! Se cae de jeta.<br />

¡despacito! Se incorpora y ahora sí, el<br />

abuelo queda parado en sus manos, impeca-<br />

ble, sale lentamente, para volver a entrar<br />

caminando con las manos, tirando fli fla y<br />

mortal en el piso. Maravilloso. Aplausos.<br />

¡Uno de los números más importantes del<br />

Circo!, me refiero al trapecio, el artista<br />

llegará desde el aire, cuerpo de hombre,<br />

alma de pajarito, su nombre: Carlito.<br />

Y Carlito entra a puro vuelo por el agujero<br />

de la carpa, se cuelga de uno de los trape-<br />

cios, se balancea, toma envión, siempre<br />

mirando a público, sale del trapecio, giro<br />

en tirabuzón, siempre mirando a público y<br />

cae en el otro trapecio ¡uhhhh! Repite la<br />

acción, vuelve al trapecio del inicio.<br />

Anuncio: Carlito se dispone a realizar el<br />

triple salto mortal mucha atención porque<br />

Carlito es más rápido que el ojo humano.<br />

¡Vamos Carlito!<br />

Carlito toma envión, y desaparece por el<br />

agujero de la carpa. ¡Uno… Dos… Tres…<br />

peeerrrfectoooo! Y aparece colgado del<br />

otro trapecio.<br />

Ahora Carlito se despide del público con<br />

“El vuelo del ángel”. Carlito a ritmo de<br />

vals vuela por todo el interior de la carpa y<br />

se va. Aplausos.<br />

¡Continuamos con el espectáculo señoras y<br />

señores respetable público!<br />

Y se suceden los números: una aparición<br />

solemne a lo Bufalo Bill, pero en este caso<br />

es nada más y nada menos que el General<br />

Don José de San Martín y su caballito pinto<br />

cruzando la pista cual si fuera caballito de<br />

calesita, le sucede el león Budineto, anunciado<br />

como Budineto el único león vegeta-<br />

riano y su número salvaje: “el bostezo fatal”,<br />

luego se escucha una música cosaca para<br />

pueblos que para encontrarlos hay que<br />

meterse pa dentro, si bien nuestro circo es<br />

chico, es como que necesita tener mucho<br />

campo alrededor, o un cerro atrás, qué se<br />

yo, el camino nos llevó para esos lugares.<br />

¡Ya llega El Circo!<br />

La Manteca motor 1.8 entra en el pueblo,<br />

el terreno ya está elegido, despliegue de la<br />

lona circular, armado de la mesa, piso del<br />

circo, colocación de palos, tirada de carpa,<br />

tensada de hilos, los trapecios, la cuerda,<br />

las luces, ya empieza a sonar alguna<br />

canción de Leonardo Favio, la gente que se<br />

acerca, los chicos y los perros primero, los<br />

artistas salen de su camarín.<br />

¡En instantes comienza la función! ¡Gran<br />

Circo del Arca, el circo más chico del<br />

mundo! ¡Bienvenidos al maravilloso<br />

mundo del Circo!<br />

Gran Circo del Arca que ya comienza.<br />

Del parlante sale música de acordeona, por<br />

la pista pasa a todo ritmo la orquesta del<br />

circo, luego El Presentador anuncia a:<br />

¡Jeny la electrizante, en equilibrio sobre<br />

cuerda, Jeny, la única que hace equilibrio<br />

colocando los pieses debajo de la cuerda!<br />

Desde las alturas aparece Jeny, toda rubia,<br />

generosa, espléndida, sonrisa pícara, se<br />

engancha en la cuerda, avanza, ¡cuidado,<br />

Jeny, cuidado! parece perder el equilibrio,<br />

sigue, regresa, prepara el número de salida<br />

titulado “Colita en la soga”, se deja caer de<br />

cúlito dorsal en la cuerda, tres rebotes y<br />

sale por las alturas, por donde vino. Aplausos.<br />

¡Sigue el show del Gran Circo del Arca!<br />

Ahora un número peligroso, ya está con<br />

nosotros Cartucho, el misil humano y su<br />

amigo el cañón, Cartucho saldrá disparado<br />

a una velocidad de 300 km por hora.<br />

Cartucho se niega a penetrar en el interior<br />

del cañón. ¡Vamos Cartucho! ¡Cartuchooo!<br />

¡Sr. Cartucho hágame el favor! A ver<br />

chicos si entre todos le damos ánimo a<br />

Cartucho. ¡Cartucho, Cartucho! gritan<br />

todos.<br />

Cuenta regresiva. Cero, explosión y Cartucho<br />

sale disparado, segundos de mucha<br />

tensión. Cae Cartucho en la pista, su<br />

23


el otro, Moreira con sus fuertes manos va<br />

corriendo el muro, lo gira según avanza el<br />

policía, pero el milico lo descubre, Morei-<br />

ra corre, el milico atrás, ya va a matarlo<br />

por la espalda para cumplir con el trágico<br />

destino de Moreira, pero en el Circo del<br />

Arca, Moreira alcanza a saltar el muro, el<br />

muro que tantos Moreiras no pudieron<br />

saltar y acabaron traicionados y muertos<br />

por la espalda, acá no sólo se salva él, el<br />

muro se cae y aplasta al milico. Ovación y<br />

aplausos del público.<br />

Continúa el show con la presencia de Mr.<br />

Richard y su muñeco Ricardito, número de<br />

ventriloquía con chistes subidos de tono y<br />

como si fuera poco se brinda un show en<br />

exclusivo del ídolo latininoamericano.<br />

Entra Leonardo Favio con pañuelo rojo a<br />

lunares blancos en la cabeza y canta:<br />

Ella, ella ya me olvidó, yo, yo la recuerdo<br />

ahora… era, como la primavera…<br />

Y así termina esta función, muchas gracias<br />

por vuestra sensible presencia, siempre los<br />

llevaremos en nuestros corazones y recuer-<br />

den: El Gran Circo del Arca no se despide<br />

jamás, ¡hasta pronto muchachos!<br />

El público se va<br />

Covácevic desarma el circo.<br />

De a poco todo vuelve a sus respectivos<br />

lugares en cajas y valijas. Se carga en la<br />

Manteca.<br />

Covácevic enciende un cigarro.<br />

Conduce despacio, nos estamos yendo una<br />

vez más.<br />

Paramos en un arroyo. Se sienta en una<br />

orilla, piensa, piensa cosas que yo ahora no<br />

puedo saber ni adivinar pero conozco la<br />

fragilidad de nuestro oficio, y me preocu-<br />

pa, es que últimamente el asunto económi-<br />

co no viene muy bien que digamos. Se<br />

siente vacío, ni mal ni bien. No piensa en<br />

ninguno de nosotros, en este momento<br />

todo peligra. Sigue en el arroyo, por su<br />

cabeza no se cruza ningún plan, ninguna<br />

ruta.<br />

Despertá Covácevic. Despertá.<br />

presentar a Tapita García, el contorsionista<br />

ruso que logra introducir sus piernas en el<br />

interior mismo de su cuerpo ante la vista del<br />

público y luego sí, la estrella del circo:<br />

Pepito Cadile, en tristeza de payaso. Suena<br />

la acordeona, se asoma Pepito, el público<br />

atento, entra Pepito, despacio, primero un<br />

paso, al rato el otro, con sus chalupas<br />

enormes, gira, mira fijo al público que<br />

permanece en silencio, llega hasta un palo<br />

de la carpa, se recuesta, se desliza hacia<br />

abajo y mirando para arriba, se incorpora,<br />

va hasta el medio de la pista, y ahí larga su<br />

grito y dos chorros de agua finitos que<br />

salen disparados de sus ojos hacia la<br />

platea, mojando y asustando a los de la<br />

primera fila, todos ríen y piden que Pepito<br />

llore otra vez. Pepito vuelve a largar sus<br />

lágrimas, el público ríe más fuerte y piden<br />

más y Pepito vuelve a llorar y así…<br />

¡Fuerte el aplauso para Pepito Cadile y su<br />

número “Tristeza de payaso”!<br />

Ingresamos ahora en nuestra segunda parte<br />

de circo criollo, armamos los decorados y<br />

en instantes los actores estarán con ustedes.<br />

Baja un telón pintado, se ve un rancho,<br />

el horizonte, y un sol enorme. Hoy presentamos<br />

¡Juan Moreira! ¡Juaaannn Moreiiira!<br />

El gaucho que huía por las pampas perseguido<br />

por la policía. Hoy último acto de la<br />

obra Juan Moreira en falso final.<br />

Desciende un muro y se lo coloca en el<br />

medio de la pista.<br />

Música, acordeón nuevamente, entra Juan<br />

Moreira a caballo, avanza, se detiene,<br />

desciende, mira hacia todas partes, el<br />

caballo también, el rostro de Moreira y el<br />

del caballo quedan frente a frente, se<br />

besan, el caballo se va, Moreira queda<br />

solo, llega el milico, un petiso con una<br />

bayoneta más grande que él, Moreira se<br />

esconde detrás del muro, el policía lo<br />

busca, Moreira se burla de él provocando<br />

un silbido, el policía no lo ve.<br />

Se repite la misma acción dos o tres veces<br />

hasta que Moreira cambia el silbido por un<br />

ruido de pedorreta.<br />

El milico se desespera y camina hacia el<br />

muro. Moreira en un extremo, el milico en<br />

24


25


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31


Bragado, por ese caballo indomable de<br />

braga blanca que cuando los lugareños<br />

lo arrinconaron en una barranca para<br />

atraparlo el caballito saltó al abismo<br />

prefiriendo la muerte a ser atrapado. El<br />

Bragado, caballo con destino de abismo<br />

pero con sueños de libertad.<br />

Alberti, ocho mil habitantes, comenza-<br />

mos las funciones del “Gran Circo del<br />

Arca”. Jueves, temperatura ideal, sol,<br />

cielo celeste sin nubes, el clásico día<br />

peronista.<br />

Están llegando los pibes para la primera<br />

función, serán seis al terminar la jorna-<br />

da en el centro cultural del pueblo.<br />

Importante: en este pueblo las bicicletas<br />

no son atadas con candados a los postes.<br />

La primera función es acompañada por<br />

un coro de palomas buchonas. Viven en<br />

un complejo habitacional en los huecos<br />

que hay entre las tejas del techo, se<br />

intenta llegar a algún acuerdo sobre<br />

tonos y volúmen. Las palomas no<br />

muestran ninguna predisposición al<br />

diálogo.<br />

El espectáculo sigue gustando y mantiene<br />

la calidad, por supuesto que el<br />

payaso PEPITO con su rutina “tristeza<br />

de payaso” es el que más se destaca<br />

pero hay que decir también que el pobre<br />

Budineto, el león del bostezo fatal, está<br />

atravesando un buen momento, arran-<br />

cando risas en la platea, abusando<br />

quizás del golpe de efecto de los ronqui<br />

Cuando ya le estaba agarrando la mano a<br />

este asunto de la escritura apareció<br />

Covácevic y me condicionó, leyó la<br />

primera parte y muchas cosas no le<br />

gustaron, me dijo que las descripciones<br />

de los artistas estaban muy bien pero<br />

quién carajo me creía que era yo para<br />

hablar sobre los sentires de él y que<br />

muchas cosas escritas son pura imaginación<br />

mía y que no sucedieron así, y que<br />

de ahora en más no cuente nada sobre su<br />

vida, que hable de los lugares que visitamos<br />

o de lo que quiera pero que sean<br />

narraciones en plural, de manera que<br />

involucre a toda la compañía artística en<br />

su andar y que si no le hago caso me va<br />

echar a la mierda.<br />

Espero querido lector que usted no se<br />

enoje conmigo y que tampoco pida que<br />

me rebele, comprenda mi situación, así<br />

que me despido de usted en lo personal<br />

ya que a partir de este preciso momento<br />

comenzaré a escribir en “nosotros”.<br />

_________________________________<br />

______________________________<br />

Próximo pueblo:<br />

ALBERTI<br />

Alberti, ruta 5, entre Chivilcoy y Bragado,<br />

bonitos nombres Chivilcoy y Bragado.<br />

Chivilcoy, voz mapuche que se<br />

refiere a un lugar con mucha agua, y<br />

32


dos.<br />

En una vitrina.<br />

Y siguen pasando pibes por el Circo... La imagen de la virgen y la frase:<br />

serenamente. “NUESTRA SEÑORA DEL LUJÁN<br />

RUEGA POR NOSOTROS”<br />

Alberti, el pueblo, la estación del ferrocarril:<br />

Andrés Vaccarezza. Ferrocarril Una placa.<br />

Sarmiento con viajes diarios a Once. EN EL PRIMER ANIVERSARIO DE LA<br />

TOMA DE LOS FERROCARRILES<br />

Un cartel dice:<br />

POR PARTE DEL GOBIERNO<br />

HORARIO DE TRENES<br />

ARGENTINO LOS FERROVIARIOS<br />

PARA ONCE<br />

DEJAMOS ESCULPIDO EN ESTA<br />

LUNES nuevo 2,33 7,37 PLACA NUESTRO HOMENAJE DE<br />

MARTES 7,37 AGRADECIMIENTO A QUIENES HAN<br />

MIÉRCOLES 7,37 TRABAJADO SIN CESAR POR LA<br />

JUEVES 7,37 EMANCIPACIÓN ECONÓMICA DE<br />

VIERNES 7,37 NUESTRA PATRIA.<br />

SÁBADO 7,37 ALBERTI 1 – 3 – 1949<br />

DOMINGO<br />

__<br />

En el sector Encomiendas, en un piza-<br />

PARA BRAGADO<br />

rrón, con letra prolija, a pincel y esmalte<br />

LUNES 23,14 sintético blanco, se lee:<br />

MARTES 23,14 “No debí dejarme llevar por sus palabras<br />

MIÉRCOLES 23,14 sino por sus actos<br />

JUEVES 23,14 las flores son tan contradictorias<br />

VIERNES ___ pero yo era demasiado joven<br />

SÁBADO nuevo 0,32 -1,44- 23,14 para saber amarla”<br />

CORREDOR OESTE<br />

SÁBADO Y VIERNES. Hora 22,19. A<br />

ESTACIONES: BRAGADO, LOS<br />

TOLDOS e int.<br />

LUNES MIÉRCOLES Y VIERNES.<br />

Hora 22,19. A ESTACIONES:<br />

BRAGADO, 9 DE JULIO, C.CASARES<br />

e int.<br />

SÁBADO LUNES MARTES Y<br />

VIERNES HASTA PEHUAJÓ.<br />

Otro cartel.<br />

UN SOLO EMPLEADO<br />

EN ESTA ESTACIÓN HAY UN SOLO<br />

EMPLEADO DESDE EL 1/ 11 / 13.<br />

ESTARÁ EN SERVICIO EN EL<br />

HORARIO PRÓXIMO A LOS TRENES.<br />

Más abajo, con la misma prolijidad,<br />

pincel y pintura, lo cual determina que<br />

ha sido escrito por el mismo aprendiz de<br />

poeta, pero otro día, se lee:<br />

“La Luji... bien turra.”<br />

En una barriada se percibió que la<br />

función sería agitada. Apenas llegamos<br />

los pibes ocuparon los lugares desordenando<br />

las sillas y algunos pisando sobre<br />

las mismas.<br />

Uno con camiseta de River lanzaba<br />

tremendos sapucais.<br />

La función perdió calidad, avanzaba a<br />

los tirones, como un citroen 2CV con el<br />

carburador tapado. Son las funciones de<br />

las risotadas, los gritos y esos tres o<br />

cuatro espectadores que tienen hormigas<br />

en el culo y no se quedan sentados más<br />

de dos minutos y quieren ver el espectáculo<br />

de cerquita (en el Circo del Arca<br />

33


“cerquita” son 50 centímetros).<br />

Esta descripción no es una queja, es<br />

más, el circo fue pensado para estos<br />

espacios y este público, los números<br />

artísticos se aceleran un poco, se pierden<br />

pausas, no ocurre en todos por supuesto,<br />

CARTUCHO, el misil humano, se planta<br />

en la pista mirando fijo y no hay nada ni<br />

nadie que le haga cambiar los tiempos<br />

de su rutina. PEPITO, lo mismo, claro<br />

que él tiene la mejor arma, el chorro de<br />

agua (lágrimas) que salen de sus ojos y<br />

tienen un alcance de dos metros y<br />

medio, o sea hasta la tercera fila de<br />

plateas.<br />

PlÁ<br />

JUAN MOREIRA<br />

34<br />

En bochas: Caravallo.<br />

Como guitarrista: Fernando<br />

Martínez.<br />

El poeta: Don Alfredo Calvi.<br />

Los ajedrecistas: Juan Bassi y<br />

Hojraj.<br />

El arriero: don Pancho.<br />

La bailarina de tango: la Gogó<br />

Leiva.<br />

El jockey: Gito Viñales.<br />

Enlazando vacas en el matadero:<br />

el Chalo Almeyra.<br />

Como enfermera: Lily Fernández<br />

(hija de Don Lucas).<br />

Laburante digna de admiración:<br />

Tita Aguilar, la portera de la escuela.<br />

El mejor gambeteador: Pachanga De<br />

Santi.<br />

El mejor podador del pueblo: Don<br />

Marchioni.<br />

Las 4 Esquinas.<br />

Las 4 Esquinas era el almacén de Ramos<br />

Generales con bar y peluquería para<br />

hombres.<br />

El dueño era Pablo Aguilar, marido de<br />

Tita, la portera de la escuela, hija de<br />

Don Etcheverry, el de la chacrita frente<br />

a lo de Zungri.<br />

Era el único que vendía trompos de<br />

madera de buena calidad.<br />

También había una cancha de bochas y<br />

la peluquería de Domingo Blaiotta, que<br />

luego de cortar el pelo tocaba una<br />

ranchera en el acordeón.<br />

Ahora vamos a Plá, un pueblo a 15 km<br />

de Alberti por camino de tierra cruzando<br />

el río Salado, dicen que hay mucha<br />

expectativa en los chicos por la llegada<br />

de los títeres.<br />

Armamos el Circo, enfrente está la<br />

estación del ferrocarril Belgrano, abandonada,<br />

sin rieles.<br />

Saliendo de la estación y cruzando la<br />

calle están las ruinas del almacén de<br />

Ramos Generales y Bar, techos derrumbados.<br />

Héctor Lesca, gran memorioso, a través<br />

de la internet nos cuenta, rebobinando<br />

recuerdos, sobre los íconos de Plá.<br />

Las funciones en Plá (dos) del Gran<br />

Circo del Arca serán recordadas como de<br />

las mejores, el público de pibes de todos<br />

los tamaños respondió con risas y mucha<br />

atención y silencio a los números artísti-<br />

cos. Dolió terminar el espectáculo.<br />

Actuamos para todos los chicos de Plá,<br />

setenta y cinco entre las dos funciones.<br />

Se desarma el Circo, nos esperan en<br />

“Achupallas”, a 10 km de Plá, por tierra.<br />

Función en la plaza, los chicos de


picnic, no muchos. La función fue Alberti convulsionada por las apariciobuena,<br />

pero se nota el cansancio, el nes de un payaso que asusta a la gente,<br />

armado fue lento y el desarmado tam- payaso asesino dicen algunos, luego,<br />

bién. Se van los pibes y algunos grandes panelistas del programa se burlan de la<br />

y partimos con la “Compañía” en com- noticia.<br />

pleta soledad... de repente no se ve a En la caja de los muñecos PEPITO<br />

nadie... nos vamos despacito.<br />

descansa y no se hace cargo de lo sucedido<br />

A Cipolleti<br />

en Alberti.<br />

Lo cierto es que hasta ayer nomás, o en<br />

la página anterior, estuvimos actuando en<br />

A las 12 de la noche de un viernes ese pueblo para casi todos los chicos,<br />

partimos de Alberti rumbo a Cipolletti, cerca de 24 funciones a carpa llena, de<br />

Río Negro, por ruta 5, Nueve de Julio, 20 a 30 pibes por función.<br />

Pehuajó, Trenque Lauquen, Santa Rosa, Sabemos que Pepito larga chorros de<br />

y empalme a Gral. Acha.<br />

agua (lágrimas), siete veces por función,<br />

Noche serena, estrellada, breves paradas y moja a ocho o diez espectadores, y<br />

para cargarle nafta al nuevo vehículo, cada tanto alguien se asusta.<br />

que en adelante será conocido como “la Él, o los asustados por PEPITO, tranquirojita”,<br />

es nuevo, por lo tanto no tiene lamente pueden haber comenzado los<br />

historia qué contar, ya la tendrá. Se rumores que se fueron exagerando a tal<br />

viaja cómodo, aunque los bagallos y la punto de acabar con gente armada de<br />

caja de los muñecos no encuentran palos patrullando las calles de Alberti.<br />

todavía su buena ubicación, extrañan a Esto último lo acaba de decir el televi-<br />

“la manteca”, la Dodge Volkswagen sor.<br />

1500 rural motor 1.8, que fuera vendida ¿Y SI FUE PALANGANA?<br />

recientemente a una persona que prome- PALANGANA es un payaso que hace<br />

tió cuidarla.<br />

poco tiempo llegó a la Compañía, lo<br />

A las 8 y media de la mañana llegamos a construyó Tito, un muchacho de oficio<br />

Chacharramendi, con lo justo, hay que marquero, lo hizo grandote, ancho, con<br />

dormir un rato y a seguir.<br />

un camisón a rayas horizontales de color<br />

En Chacharramendi comienza la conoci- rojo gastado y blanco sucio, y cara<br />

da como “ruta del desierto”, 200 km por tallada en madera, y tiene peluca, no<br />

el desierto que por ser desierto tiene habla, está siempre callado, como enojabastante<br />

verde en este septiembre, do.<br />

espinillos y yuyos duros.<br />

En el espectáculo no tiene cabida, a<br />

En colonia 25 de Mayo termina o empie- veces y fuera de programa entra a la<br />

za según se mire, esta peligrosa y abu- pista arrastrando con una soga atada a su<br />

rrida ruta, después Catriel, en los cam- cintura, una plataforma con un piano<br />

pos de Catriel los chupa-chupa no se encima de la misma, y al pianista tamcansan<br />

de extraer petróleo, 100 km más bién, sentado en un taburete. Con un<br />

y aparecen los álamos, y los manzana- esfuerzo sobrehumano PALANGANA<br />

res, el valle, más verde, y la ciudad de entra a la pista, y mientras el pianista<br />

Cipolletti, destino final de esta etapa del ejecuta su bella música PALANGANA se<br />

viaje.<br />

detiene y mira a público.<br />

Otros 20 litros de nafta al tanque y café Los chiquilines lo ven como a un monsen<br />

el barcito.<br />

truo, esto hay que decirlo aunque duela.<br />

¡Urgente! Dice el cartelito de las noti- A veces algunos espectadores emiten<br />

cias en el televisor: La sociedad de juicio ante la mirada de PALANGANA.<br />

35


Se han escuchado cosas tales como:<br />

¡Es igualito a mi mamá!<br />

¡Igualito a la tía Coca!<br />

Pobre PALANGANA, si nos quedábamos<br />

un día más en Alberti, él hubiera<br />

sido el principal sospechoso.<br />

Querido lector, vuelvo a comunicarme<br />

directamente con usted, me tomé muy<br />

en serio el reto de Covácevic, y la<br />

verdad es que a este tipo le importa<br />

muy poco la literatura, fíjese como voy<br />

mejorando, ya me animo a decir “literatura”,<br />

pero es que es así, en la narración<br />

anterior fui muy telegráfico en el<br />

escribir, pero voy a volver a mis formas,<br />

que es decir, mis ideas.<br />

Covácevic anda preocupado en sus<br />

cosas y en la organización del Circo y a<br />

mí ni pelota me da, lo que pasa es que<br />

esto no es redituable y lo leen pocas<br />

personas, así que paso a contar lo<br />

sucedido en Cipolletti.<br />

Caimos en un mal momento.<br />

Escapamos justo del escándalo del<br />

Payaso asustador de Alberti pero agarramos<br />

de pechito un escándalo mayor.<br />

Ya teníamos arregladas algunas fechas,<br />

habíamos estado en esta plaza hace tres<br />

años con buenos resultados, pero estalló<br />

un flor de quilombo, un profesor de<br />

música acusado de abusar pibes en dos<br />

jardines de infantes, un desastre, esto<br />

me repugna tanto que no me pidan que<br />

entre en detalles, solo que los padres<br />

quisieron linchar al tipo, manifestaciones<br />

en las calles de Cipolletti, escuelas<br />

cerradas, un clima de mierda, y lo peor<br />

del caso, muy difícil de probar ante la<br />

justicia los abusos de este tipo, en esta<br />

ciudad parece que todo se tapa, hace<br />

unos años mataron a tres pibas y la<br />

policía se encargó de tapar todo.<br />

Muchos días sin trabajo e incertidum-<br />

bre, aprovechados para recorrer las<br />

calles de esta ciudad, y como llamado<br />

para la ocasión, en la radio suena<br />

Leonardo Favio cantando:<br />

EQUILIBRISTA DE MADERA<br />

Sueño mío y lejano<br />

Canto mío y lejano<br />

Sueño de ver las pibas<br />

Tomadas de la mano<br />

Con muchachos alegres<br />

Que sepan del verano<br />

Todo amor todo canto<br />

Canten bailen<br />

Cada muchacha un pájaro<br />

Hey, es tristeza mi llanto<br />

Hey, no ser Dios y cuidarlos.<br />

Como no puede ser de otra manera,<br />

pasamos por la estación del ferrocarril,<br />

ferrocarril Roca, nos recibe la cara de<br />

Cristobal Colón en cemento, una gran<br />

cabeza puesta a 3 metros del piso sobre<br />

un bloque también de cemento, podría<br />

haber dicho el “busto” y me ahorraba<br />

descripciones, pero es solo la cabeza,<br />

que tanto puede ser de Cristobal o de la<br />

tía Coca recién levantada.<br />

36


que ahora que ganan buen dinero no hay<br />

quien les toque el culo. Elogia a los<br />

puesteros de los campos, esa gente que<br />

vive sola en medio del desierto, muchos<br />

de ellos no saben leer ni escribir, dice,<br />

pero son sabios en el conocimiento de la<br />

naturaleza y del Estar en la vida, el<br />

muchacho cuenta que le enseñaron<br />

muchas cosas, y que esas cosas son<br />

difíciles de contar y mientras cuenta,<br />

manda mensajitos por celular, al pare-<br />

cer, a una mujer que lo espera en Puel-<br />

ches.<br />

____________________________________<br />

__________________________________<br />

Pegadito a la estación el ya clásico en<br />

estaciones abandonadas “Galpón del<br />

Arte” que les dicen, pintado a todo color,<br />

en tamaño de 4 metros cuadrados, dos<br />

japoneses, por lo menos eso parece, se<br />

besan en la boca, y escrita la pregunta:<br />

¿Cuándo descubriste que eras heterosexual?<br />

A la estación propiamente dicha, con<br />

grafitis y manchas de pintura, da pena<br />

verla, son espacios del trabajo, la producción,<br />

los oficios, llenos de vida en<br />

otros tiempos, me acuerdo de...<br />

Paremos.<br />

Con letra desprolija algún muchacho<br />

escribió:<br />

“DICEN QUE ACÁ MARÍA TE QUITA<br />

LA MEMORIA”<br />

Es noviembre y andamos por la norpam-<br />

pa bonaerense, un viernes muy caluroso<br />

actuamos en una escuela rural, el estar<br />

en estas escuelas nos gusta mucho, casi<br />

que es nuestro espacio ideal, 30 alumnos<br />

que van desde el tamaño salita de tres<br />

hasta séptimo grado, me parece que ya<br />

no se dice más séptimo grado, pero<br />

bueno, de ese tamaño los muchachos y<br />

muchachas, son todos muy respetuosos,<br />

las maestras trabajan muy tranquilas, no<br />

hay gritos ni nada parecido, la función<br />

esta vez no la describiré, en esos lugares<br />

son todas muy buenas, ahí en medio del<br />

campo. Esta vez, quizás porque eran los<br />

últimos días de clases, el clima era de<br />

recreo constante, los pibes jugaban, y<br />

charlaron con nosotros después de la<br />

función, mientras el caradura de Cová-<br />

cevic mateaba con las maestras debajo<br />

de un árbol y se animaba a recomendar<br />

reformas educativas a través de las<br />

propias historias de la gente del lugar,<br />

algunos se entusiasmaron con la idea y<br />

ahí nomás comenzaron los relatos,<br />

Covácevic prometía que esas historias<br />

podían llevarse al cine, y no solo eso,<br />

también iba a poner una pantalla en<br />

medio de los maizales.<br />

Por la Avenida de la estación, una al lado<br />

de la otra, y por dos cuadras, se suceden<br />

las casitas ferroviarias, techo de chapa a<br />

dos aguas, puerta de entrada baja y de<br />

madera, algunos las cambiaron por otras<br />

más modernas.<br />

Estas casas fueron ocupadas hace tiempo<br />

por sus actuales habitantes. Vereda,<br />

tejido de alambre, jardín de diez metros<br />

por seis metros aproximadamente y luego<br />

la casa propiamente dicha. Es una maravilla<br />

ver esos jardines, todos cuidados,<br />

los rosales a plena flor en esta primavera,<br />

y los malvones. Esta gente mantiene<br />

la estética que caracterizó a las casas de<br />

los ferrocarriles y también a las garitas<br />

de los guardabarreras.<br />

Nos volvemos. Un muchacho hace dedo<br />

en el comienzo o final de la ruta del<br />

desierto, se sube a “la rojita”, viene muy<br />

bien una compañía de viaje para cruzar<br />

el desierto, y este es bastante charlatán y<br />

su conversa va apareciendo interesante,<br />

es peón de campo y va para donde salta<br />

el trabajo, tiene la familia en Colonia 25<br />

de Mayo, hace gala de su humildad y la<br />

contrapone con los que son “petroleros”<br />

gente que ha sido humilde como él pero<br />

Escuelita rural<br />

37


Programa del C.A.T.I (Circo Arte Teatro Independiente),<br />

Compañía del pergaminense Lorenzo Antonioli,<br />

en el afiche aparece en el papel de Crisanto,<br />

mientras que José Cadile es Rosendo.<br />

mástil una vez por semana se reúnen<br />

una mujer casada y su amante, que<br />

llegan al lugar en sus motos, y que todo<br />

el mundo sabe de esa relación, incluido<br />

los alumnos, y que las escenas de los<br />

amantes se podían apreciar de diferentes<br />

modos y nitidez variada según la altura<br />

del maizal.<br />

Cuando nos fuimos, después de la<br />

canción a la bandera o algo parecido,<br />

con todos los alumnos ubicados frente<br />

al mástil, o sea, frente al maizal, a mí<br />

me pareció ver un corpiño rojo revoleado<br />

desde el corazón mismo del maizal.<br />

________________________________<br />

______________________________<br />

Comechingones<br />

Una de las “Seño” imitando la voz de uno<br />

de los alumnos más chicos, y después de<br />

aclarar que el muchachito, Eusebio, me<br />

acordé, Eusebio es su nombre, bonito<br />

nombre por cierto, vive en una estancia<br />

de por ahí donde trabajan sus padres,<br />

relató algunas de las cosas que el Eusebio,<br />

muy buen jinete también, le contó<br />

una vez a ella.<br />

¡Seño, usted sabe, la patrona, cuando mi<br />

mamá está limpiando, le pasa un dedo a<br />

la mesa y se lo mira, y lo hace delante de<br />

mi mamá... qué falta de respeto Seño!<br />

Otras maestras a toda sonrisa nos contaron<br />

que en el maizal que está detrás del<br />

Ahora si, a buscar una plaza para el<br />

verano, el pueblo elegido es Carpintería,<br />

en la Provincia de San Luis.<br />

Salida desde Pergamino, pasando por<br />

Weelwright, ahí Covácevic lanza un<br />

grito a modo de saludo, dirigido a unos<br />

tíos que ya no están en este mundo,<br />

unos yugoeslavos que tenían un pedacito<br />

de campo con algo de maíz, muchas<br />

gallinas, patos, pavos, chanchos, alguna<br />

vaca, caballos y un peludo adentro de<br />

un caño grande de cemento.<br />

Covácevic pasó muchos días felices en<br />

su infancia con esos tíos y tías desaforados,<br />

gritones, insultadores, excelentes<br />

jugadores de naipes, Juan, el Pocholo, el<br />

Pirula, el Nono, la Gladys y sus tetas, la<br />

Fanny, y tantos otros, en esas reuniones,<br />

casi siempre con lechón asado con<br />

bracitas de marlo, el abuelo Miguel<br />

tiraba cuetes en cualquier época del año,<br />

siempre andaba con cuetes en el bolsi-<br />

llo, su diversión era arrojárselos a las<br />

mujeres de la casa cuando lavaban los<br />

platos en la cocina, después de arrojar-<br />

los salía corriendo perseguido por las<br />

mujeres a puro insulto.<br />

Venado Tuerto, La Carlota, Río Cuarto,<br />

Achiras...<br />

38


Achiras, paramos diez minutos, vamos al María los veía llegar y se reía.<br />

río, Covácevic baja del auto y camina Carlos alternaba entre la tarea de termihasta<br />

una piedra, a esperar y quedarse nar el techo de juncos del bar y hacer el<br />

calladito.<br />

asadito.<br />

En Achiras parece ser que descubrió o se<br />

inició en este oficio de comediante a los<br />

17 años más o menos, en días de mucho Seguimos por las sierras de los Comesol,<br />

junto a ese río que está contemplan- chingones, Bienvenidos a Carpintería...<br />

do ahora.<br />

Lindo pueblo che.<br />

En su recordada está viendo a Don A ver la plaza.<br />

Pascual, pelado y petiso, a cargo del bar Parece reunir las condiciones para nuesdel<br />

balneario, el Oso, un muchachote tro laburo.<br />

grandote y barbudo, un escapado de Covácevic recorre un espacio rectangular<br />

vaya a saber qué cosa, la María, la caminando un círculo imaginario donde<br />

hermosa rubia, hija de Don Pascual, y seguramente tiraremos la lona del piso<br />

Carlos, un hombre muy curtido, junque- sobre la cual se arma el circo.<br />

ro del Paraná, de músculos marcados, Pausa en un barcito verdulería de una<br />

fibroso, de poco hablar. Una tarde contó sola mesa. Cerveza y manices. Y pensar<br />

su vida en las islas, habló del amor por y observar.<br />

su esposa, de la lenta muerte de ella, de Sí, el lugar en la plaza es ese.<br />

cómo la extrañaba, mientras el Oso El verdulero pide compartir la mesa, y<br />

lagrimeaba.<br />

habla, cuenta que llegó a Carpintería<br />

Todas las mañanas se montaba la<br />

hace cuatro años, cuando se separó de su<br />

siguiente escena:<br />

mujer, en Buenos Aires, y que allá gana-<br />

El Oso, Covácevic y Don Pascual se ba mucho más con su profesión de mecáempilchaban<br />

con lo mejor que tenían. El nico dental pero que este lugar es impa-<br />

Oso y Covácevic oficiaban de chofer y gable.<br />

secretario respectivamente. Subían al Llega una clienta turista, el verdulero<br />

auto, propiedad del Oso, un auto Ford, camina tres pasos y la atiende:<br />

antiguo, de esos que son rectangulares y Dos kilos de papas y tomates como para<br />

descapotados.<br />

ensalada, pide la señora. Sí como no,<br />

Don Pascual, en los asientos traseros, responde el verdulero, y agrega:<br />

todo un magnate.<br />

Yo hace cuatro años que estoy acá, vivía<br />

Al llegar al banco del pueblo, el Oso, en Buenos Aires, era mecánico dental<br />

con grandes ademanes abría la puerta pero me vine acá, gano mucho menos<br />

trasera para que descendiera Don Pas- pero este pueblo es impagable.<br />

cual, que luego entraba al banco con Después de la primera función que<br />

pasitos cortos, seguido por su secretario. hicimos a la gorra en la plaza de Carpin-<br />

Una vez en la caja, Covácevic secreta- tería comprobamos que este pueblo es<br />

rio, abría un maletín y realizaban la impagable e incobrable, no ponen un<br />

transacción, que consistía en pagar mango los guachos.<br />

algún impuesto o sacar o poner unos<br />

pocos billetes de la caja de ahorro del Ya hace una semana que actuamos todas<br />

gran concesionario del bar del balneario. las noches y tenemos nuestro público y<br />

Acto seguido, subían al auto, siempre nuestra hinchada, una barra de ocho<br />

con la misma ceremonia de “abrida” de pibes que se la pasan jugando todo el día<br />

puerta, daban una vuelta por el pueblo, y en la plaza con la pelota.<br />

regreso al balneario.<br />

¡Cuidado con el bafle! ¡Vayan a patear<br />

39


un poco más allá, carajo!<br />

Postal que se entregaba en el circo a modo de recuerdo.<br />

Tito Holmer: en Brasil, el payaso Pandorga;<br />

en Argentina, el payaso Patagonia.<br />

Veníamos bien, pero aparecen los inconvenientes<br />

institucionales. La funcionaria<br />

de la cultura municipal reclama un permiso<br />

para actuar que no hemos pedido, otra<br />

señorita, beneficiada ella por un subsidio<br />

institucional estatal compró una carpa de<br />

esas plegables, un fueye metálico que se<br />

abre y aparece paradita una carpa tipo<br />

rancho o chalecito de cuatro metros por<br />

tres metros ideal para la promoción de<br />

cualquier cosa pero que en este caso viene<br />

con una pantalla de televisor grande que<br />

se anuncia como cine y pasa películas<br />

gratis de esas que cualquier pibe puede<br />

ver en el televisor de su casa. La coloca a<br />

pocos metros de nuestro circo, no de<br />

prepo, muy educadamente lo convino con<br />

Covácevic, estas son las cosas que a Jeny,<br />

nuestra compañera equilibrista le revientan,<br />

si hubiera sido un tipo el que instalaba<br />

una carpa al lado de la nuestra se la<br />

hubiera roto a patadas, como es una mina<br />

y encima rubia y alta, el estúpido le sonríe<br />

y hasta se interesa por su actividad y nos<br />

jode a nosotros, dejame de joder. Para<br />

colmo nos dijeron que mañana y precisa-<br />

mente en el espacio que ocupamos, la<br />

funcionaria de la cultura municipal trae un<br />

espectáculo de títeres que son mucho más<br />

grandes que nosotros y que al parecer son<br />

importantes porque los manda un Instituto<br />

de la Cultura.<br />

Preparamos el raje.<br />

Ya está. Una semana fue suficiente. Las<br />

funciones salieron muy bien y el pueblo<br />

de Carpintería no solo demostró sensibili-<br />

dad ante nuestro trabajo sino que, día a<br />

día, fueron mejorando la recaudación de<br />

la gorra.<br />

Extrañaremos el lugar donde descansába-<br />

mos, una casita en medio del monte, entre<br />

chañares, espinillos y talas y lleno de<br />

pajaritos en coro y con una pileta estan-<br />

que donde Covácevic se refrescaba y<br />

jugaba con Emilia, una flaquita de cinco<br />

años que se hizo muy amiga de la Jeny, y<br />

que se enojaba porque Covácevic le decía<br />

que él era un bañero municipal al que lo<br />

habían mandado para controlar a los<br />

chicos y determinar el tiempo en que<br />

podían usar la pileta.<br />

¡Vos no sos el bañero! Le gritaba Emilia.<br />

¡Y me voy a tirar a la pileta todas las<br />

veces que quiera! ¡Sabés!<br />

Está bien, está bien. Decía Covácevic y la<br />

salpicaba con agua. Y vuelta a pelear y a<br />

jugar.<br />

¡Chau Emilia! Te vamos a extrañar. Y ella<br />

nos saluda haciendo girar en su mano un<br />

trapecista de madera que le regalamos.<br />

Al saludo de despedida se sumó un<br />

pajarito que, parado en una rama y por<br />

encima de la cabeza de la Emilia, le decía<br />

a Covácevic: ¡Bicho feo... bicho feo...!<br />

Mientras tanto el verdulero le explicaba a<br />

un turista que él era de Buenos Aires...<br />

mecánico dental... este pueblo es impaga-<br />

ble.<br />

40


Mateada en un galpón<br />

y...<br />

Disculpen, ustedes saben bien que yo me<br />

manejo con las pensaderas de Covácevic<br />

y lo que escucho y que soy muy fiel,<br />

pero comprendan, acá hay que estar muy<br />

atentos, no es nada fácil seguir a estos<br />

tipos.<br />

Sigo, Jorgito explicó algo así como, para<br />

que una revolución socialista tuviera<br />

éxito, había que ver primero si estaban<br />

dadas las condiciones.<br />

Covácevic intervino diciendo que él<br />

prefería establecer primero si convenía o<br />

no convenía dejar el capitalismo, él<br />

siempre fue partidario de un gobierno<br />

que tienda a la armonía de clases, aunque<br />

reconoció que si se guiaba por la econo-<br />

mía personal quizás podía acordar con<br />

Jorgito que el capitalismo estaba en su<br />

etapa final.<br />

También estaba un cantor de tango<br />

apodado “El Tata”, al que solo lo dejaban<br />

cantar algunas milongas en los recreos de<br />

pensadera que se tomaban, parece ser<br />

que este Tata tiene anécdotas como para<br />

estar contando tres días seguido, y que<br />

esas anécdotas son una mejor que otra, y<br />

que eso de los tres días contando no era<br />

metáfora, ya les había pasado, y que eso<br />

lo iban a hacer más adelante pero con un<br />

buen puchero y vino tinto.<br />

El otro en cuestión, un tal Carlitos (no<br />

confundir con nuestro trapecista, que es,<br />

Carlito, sin ese), un muchacho educadísi-<br />

mo, de hablar pausado, muy analítico, a<br />

veces las pausas se prolongaban, el tipo<br />

pensaba y pensaba, y cuando por momen-<br />

tos parecía aburrido, tiraba un concepto<br />

o idea que sorprendía a todos los presen-<br />

tes.<br />

Decía: Tengo muy estudiada esta zona de<br />

la norpampa bonaerense, esta llanura<br />

alfombrada por la soja pero que supo ser<br />

desierto, y ese desierto está, aunque ya<br />

no se lo vea... desde ya les digo que se<br />

olviden de intentar en esta región algún<br />

movimiento social o político organizado<br />

con aspiraciones a la toma del poder, eso<br />

Estamos en Pergamino, otra vez sin<br />

rumbo, pero han llegado amigos de otros<br />

lugares, estos tipos son viejos conocidos,<br />

cada tanto se reúnen a descifrar asuntos,-<br />

hoy corre el mate y unos bizcochos de<br />

grasa que nada tienen que envidiarle a<br />

los “criollitos” cordobeses.<br />

Al parecer, estos amigos toman muy en<br />

serio nuestro andar y lo relacean con<br />

otras búsquedas y encontradas de la vida.<br />

Covácevic aclaró que, más que buscar, él<br />

huía, entonces se corrigió el concepto y<br />

quedó todo bajo el título: De escapadas,<br />

búsquedas y encontradas.<br />

Antes de que llegaran sus amigos me<br />

advirtió que ni se me ocurra dar detalles<br />

que permitan conocer las identidades de<br />

sus amigos, que siga registrando “en<br />

general”. -¿Qué pasa? -pregunté asustado-<br />

¿los persigue la policía?<br />

-No, contestó Covácevic, ahora hay que<br />

cuidarse de los estúpidos y los mediocres.<br />

Entre los concurrentes a la mateada se<br />

destacaba un muchacho al que llamaban<br />

Pedro, él desplegó unos planos de una<br />

máquina que a la final intentaría mostrar,<br />

no se si la esencia, pero sí algo de las<br />

cosas que tramaban. Se trataba de una<br />

construcción de lata, con elementos en<br />

movimiento, a través de poleas y llantas,<br />

cadenas y pìñones de bicicletas usadas.<br />

También estaba Jorgito (ojo, los nombres<br />

están cambiados), un muchacho de 80<br />

años, y digo bien muchacho, ya que<br />

increíblemente sigue con la frescura y la<br />

vehemencia de su juventud, de cuando<br />

salió a defender a Perón después del<br />

derrocamiento allá por el 56, en la<br />

llamada “Resistencia”, una resistencia a<br />

cascotazos y de vez en cuando con<br />

alguna herramienta más contundente.<br />

Jorgito es amplio y tolerante en sus<br />

análisis y escuchadas, siempre y cuando<br />

la conclusión sea retomar la Constitución<br />

de 1949, con la clase trabajadora al<br />

frente de la cosa y de cara al socialismo<br />

41


Bautismo de Pirulo.<br />

historia, todo parece empezar siempre de<br />

cero, y se lo comparó con las funciones<br />

del Circo del Arca, que casi siempre se<br />

presenta en pueblos por primera vez, y<br />

parte desde la nada, todo lo tiene que<br />

lograr a través del trabajo, de la función,<br />

y cuando vuelve a pasar por el pueblo a<br />

los dos o tres años, también parece que<br />

se empieza desde la nada, y que de ese<br />

modo se mantenía siempre vivo y aun-<br />

que los números artísticos siempre son<br />

los mismos el espectáculo mejoraba año<br />

a año.<br />

Aflojen muchachos -intervino Cováce-<br />

vic- es muy cierto lo que dicen y me<br />

siento alagado, pero debo decirles que<br />

ya estoy bastante cansado de andar<br />

remándola, entiendo lo que dicen y lo<br />

valoro, pero no sé hasta cuándo podré<br />

seguir de este modo.<br />

Se produjo un silencio pesado.<br />

¿Pero qué le pasa a este tipo? Hasta<br />

cuándo podré seguir de este modo, dijo.<br />

Como si alguna vez hubiera andado de<br />

otra manera, es cierto que hace rato que<br />

no pega un batacazo y encima no acierta<br />

un terno a la quiniela, pero paremos un<br />

poquito, tiene toda una compañía artísti-<br />

ca que lo respalda y confía en él, no<br />

querido...<br />

Menos mal que irrumpió Pedro, trajo<br />

sí, de vez en cuando se produce una<br />

pueblada, y salen individuos muy aptos<br />

para armar locuras, ejemplos sobran, y a<br />

mí me parece- continuaba Carlitos<br />

después de una pausa larga- que algunas<br />

razones hay que buscarlas en la falta de<br />

identidad, por eso es muy importante<br />

tratar el tema de la identidad cultural<br />

aquí, porque no somos ni porteños ni<br />

provincianos, y si se mira bien, seguimos<br />

siendo zona de frontera, primero,<br />

frontera con el indio, y después, frontera<br />

en la pelea entre unitarios y federales, y<br />

que esas consideraciones históricas le<br />

habían servido para desarrollar un<br />

estudio sobre “La Ley del Orsai” y que<br />

en otra ocasión se los explicaría mejor,<br />

pero que indagaba sobre:<br />

Cuándo y cómo el pueblo debe tirar la<br />

Ley del Orsai.<br />

Quién pega el grito para tirar dicha ley<br />

de adelantamiento o achique.<br />

De los inconvenientes de abusar de<br />

dicho recurso. Sus riesgos.<br />

Minucioso análisis de la capacidad de<br />

ataque del rival para saber en qué<br />

momento se lo dejará adelantado y fuera<br />

de posición.<br />

Se sugirió incluir el tango de Homero<br />

Manzi que habla del “Alma en Orsai”.<br />

Jorgito manifestó estar de acuerdo<br />

siempre y cuando se tenga en cuenta la<br />

Constitución del 49 y Pedro siguió<br />

dibujando variaciones en los planos de la<br />

máquina.<br />

Yo siento que estoy repitiendo como<br />

loro, pero comprendan que se me hace<br />

difícil seguirles los razonamientos a<br />

estos tipos, por momentos todo parece<br />

complejo, pero ellos sostienen que hay<br />

que atravesar esos laberintos para después<br />

llegar a conclusiones y haceres que<br />

se presentarán sencillos, de lo contrario,<br />

si se parte de lo simple, por fiaca de la<br />

pensadera, el resultado de eso es “lo<br />

tonto”.<br />

Se habló de la permanente sensación de<br />

que en el país, por más que se tenga una<br />

42


unas latas, muchos fierros, una cinta la derecha dos cuadras o cinco a la izquierancha<br />

de cortina, y dijo que ya tenía el da y después paramo a preguntar calle<br />

prototipo.<br />

cortada por feria americana carros tirados<br />

Pedro les fue dando a cada uno para que por caballos galpones de mayoristas<br />

sostuvieran algunos de los elementos, fábricas pasar arroyo Chacón volver no<br />

explicó algunas cosas, colgó una lata de había que cruzarlo a la izquierda a la<br />

20 litros desfondada, y pasó a explicar el derecha puestos de ventas de choripanes<br />

funcionamiento, todo iba a ser movido tortillas chucherías colectivos repletos de<br />

por un motor de lavarropas, por la cinta gente entrar por Newton la rotonda no era<br />

desfilarían figuras en hojalata, algunos esa chicos y grandes jugando a la pelota en<br />

animales, pajaritos, hombres y mujeres, los terrenos pegados a las vías del ferrocauno<br />

con un martillo en la mano, lunas, rril Belgrano Sur.<br />

estrellas, chicos jugando a la pelota, un Vida mucha vida.<br />

mate, un autito, bicicletas, una botella de<br />

sidra, etcétera. Dichas figuras pasarían Cuarenta funciones hicimos en La Matanconstantemente<br />

y un sistema mecánico za, una mejor que otra, en esta pequeña<br />

accionaría una viela con otra figura de gira, los chicos nos acariciaron el alma, a<br />

hojalata atornillada. Esta figura, Pedro ya nosotros por supuesto, a nosotros que<br />

la tenía construída y la elevó pasándola somos de corcho, y como bien dice el<br />

por adentro de la lata desfondada, eran muñeco Ricardito, el corcho nos permite<br />

los perfiles de un hombre y una mujer que entren y salgan los sentimientos.<br />

mirándose de frente, sobre una nube, el Covácevic también sintió las caricias, pero<br />

hombre tenía el pelo pintado de negro, la en el bolsillo, tiene un bolso lleno de fajos<br />

mujer tenía el pelo pintado de amarillo... de billetes de dos, cinco y diez pesos, en<br />

y con rodete.<br />

las funciones pagaron todos, y me parece<br />

Pedro anunció: Esta es “La Fábrica de que ayudó el 919 a la cabeza, pueda ser<br />

Nubes” mientras el Tata arrancaba con que no se patine la guita.<br />

una milonga.<br />

Un pibe dijo:<br />

¡Señor! Yo no quería que termine eso, lo<br />

__________________________________ voy a extrañar.<br />

___________________________<br />

Partido de La Matanza<br />

El terno a la cabeza.<br />

En La Matanza lo difícil es llegar, no<br />

mantenerse.<br />

Av. Crovara Camino de Cintura Ruta<br />

Provincial 21 Ruta Nacional 3 Laferrere<br />

Gonzalez Catán Virrey del Pino gente<br />

mucha gente automóviles muchos automóviles<br />

motos talleres de mecánica de encendido<br />

de amortiguación de caños de escapes<br />

de llantas camiones muchos camiones con<br />

acoplado Km 24 Km 41 calles de tierra<br />

calles de asfalto con pozos calles de asfalto<br />

nuevo Soldado Sosa Zambia Madagascar a<br />

Y cuando salíamos por la ruta 3 para<br />

agarrar la 205 rumbo a Lobos y Roque<br />

Pérez vemos un gran parque de diversiones.<br />

¡El parque de los Blasi! -gritó Covácevic.<br />

Y ahí estaban: Marta, la compañera de Don<br />

Carlos Blasi, ese amigo de Covácevic,<br />

referencia permanente en nuestro hacer, y<br />

que los muñecos no alcanzamos a conocer-<br />

lo.<br />

También están los tres hijos: Carlitos, el<br />

Diego y la Sabrina. Carlitos con la solda-<br />

dora eléctrica, Diego, un muchacho buena-<br />

zo y de mirada en el horizonte, esta vez<br />

atento a la parrilla con costillas y chorizos,<br />

y Sabrina con su permanente sonrisa que<br />

43


iba y venía iba y venía.<br />

cón, el 24 porque son los años que tenía<br />

En este marco arrancó la conversa sobre el Evita cuando lo conoció a Perón, y tamcirco,<br />

las plazas favorables, el mango y la bién hay que jugarle al 93.<br />

vida.<br />

-¿Y el 93 por qué? Preguntó el Diego.<br />

Covácevic tiraba temas e inquietudes, Porque el 93 en la quiniela corresponde al<br />

Marta los desarrollaba, con su hablar amor, y Perón y Evita estaban muy enamopausado<br />

y riqueza de lenguaje.<br />

rados.<br />

Hablaron largo y tendido sobre asuntos<br />

técnicos, de cuando los Blasi inventaron la ___________________________________<br />

carpa inflable con capacidad para 1000 _______________________________<br />

espectadores, se recordó también la<br />

construcción de “La Joselito”, aquella<br />

carpa de lienzo impermeabilizado con la<br />

mezcla de querosene, parafina y pintura, Covácevic se acerca y me mira fijo ¿qué<br />

vieja receta que le pasó Don Carlos a hice ahora? En una falsa calma me dice<br />

Covácevic.<br />

que está bien, que me exprese como yo<br />

De todo lo que se habló me quedo con la quiera, que él no tiene ganas de discutir y a<br />

historia del cachorro de león. Marta con modo de premio por mi esfuerzo iba a<br />

toda naturalidad comentó que en un proceder a bautizarme.<br />

tiempo, tuvieron en el circo a un león Yo saltaba de alegría, a mi modo por<br />

cachorrito que se había encariñado con supuesto, no lo podía creer,¡voy a poder<br />

Sabrina cuando ésta era chiquita y que ser, carajo! ¡Gracias Covácevic!<br />

dormían juntos y que en ese tiempo el Y fue ahí que, acariciándome, dijo:<br />

Diego andaba en pañales y cada vez que A partir de ahora serás:<br />

pasaba éste junto al león, el cachorro le Pirulo, el que escribe como él.<br />

arrancaba los pañales de un zarpazo, sin<br />

dejarle nunca una marquita en su piel.<br />

¡Sí, sí! –afirma Sabrina- en una de sus (CONTINUARÁ)<br />

pasadas yendo o viniendo.<br />

-Conmigo no quería saber nada, me<br />

gruñía- acotó Carlitos, que había terminado<br />

una soldadura en su nuevo invento “la<br />

calesita rodante”.<br />

Dedicado a la memoria de Haroldo<br />

Conti, Carlos Blasi, José Cadile<br />

¡Carlitos! Haceme la gauchada, poné<br />

y Luis Contreras<br />

Crónica en la televisión, que empieza el<br />

sorteo de la quiniela. Dijo Covácevic.<br />

-¿Qué número jugaste? –preguntó Carlitos.<br />

Julio de 2015<br />

-No te lo digo, para no quemarlo, pero en<br />

estos primeros días de mayo salen los<br />

números de Evita, el asunto es embocarle<br />

la jugada, hay demasiadas loterías, pero<br />

que salen, salen.<br />

El 19, con el terno 919 o el cuaterno 1919,<br />

por el año de nacimiento, también hay que<br />

jugarle a los años que cumpliría, al 52 por<br />

el año de su muerte, el 43 que es el bal-<br />

44


Ediciones LA MUSARANGA<br />

Impreso en agosto de 2015<br />

Provincia de Buenos Aires<br />

ARGENTINA

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