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<strong>Cuentos</strong> y <strong>mitos</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>piaroa</strong><br />
Prólogo y estudio síntesis <strong>de</strong> <strong>los</strong> relatos orales<br />
Canto sobre Wajari, sobre su hermana Tchejeru y sobre Jurewei<br />
Este canto bastante complejo aclara situaciones que han aparecido en<br />
otros <strong>mitos</strong> pero sin explicación. En resumen dice que Wajari, en estado<br />
<strong>de</strong> trance con yopo, tuvo relaciones con su hermana Tchejeru. Este acto<br />
hace que se marche <strong>de</strong>l lugar y ella que<strong>de</strong> embarazada en su sitio <strong>de</strong> origen<br />
llamado Pureydo. Wajari emprendió un largo viaje. Pronto Tchejeru tuvo<br />
un hijo a quien llamó Jurewei que nunca vio a su padre, pero sabía quién<br />
era por información <strong>de</strong> su madre. Wajari volvió a Pureydo varias épocas<br />
más tar<strong>de</strong> pero con diferentes personalida<strong>de</strong>s: pájaro, serpiente y anciano<br />
cazador, con arco, flecha y cerbatana. No obstante, Tchejeru sabía que<br />
era Wajari y lo abordó diciéndole que ese niño era su hijo. Wajari no lo<br />
quiso reconocer y <strong>de</strong>cidió marcharse enseguida. Pero el niño que estaba<br />
instruido por su madre tuvo la <strong>de</strong>terminación y <strong>de</strong>claró que se iría con<br />
su padre. Wajari no lo aceptó pero el niño lo siguió por montes, ríos,<br />
cascadas y acantilados. Wajari le reclamaba y le pedía que no lo siguiera.<br />
Jurewei insistía en que era su padre porque su madre se lo había dicho<br />
siempre y quería apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> él. Wajari le dijo enfáticamente: “Yo no soy<br />
tu padre. Soy tu tío. Porque tú eres hijo <strong>de</strong> <strong>los</strong> cie<strong>los</strong>, <strong>de</strong> las aguas y <strong>de</strong><br />
la tierra”. El niño se lo negaba: “Yo soy tu hijo”. Wajari respondía: “Yo no<br />
tengo hijos”. Pero, a tanta insistencia Wajari <strong>de</strong>cidió ponerlo a prueba y<br />
así, en un trayecto <strong>de</strong>l camino, saltó por un gran acantilado y fue a caer<br />
sobre una enorme piedra a la orilla <strong>de</strong> una cascada que bajaba <strong>de</strong> una<br />
inmensa montaña. El niño, también lo hizo y cayó sobre <strong>los</strong> hombros <strong>de</strong><br />
Wajari. Wajari se sorprendió, pero igual volvió a repetir que él era hijo <strong>de</strong><br />
su cuñado. El niño insistió: “No, mi madre dice que tú me creaste con tus<br />
pensamientos”. Al final, si bien Wajari no lo aceptó <strong>de</strong>l todo, en su viaje<br />
<strong>de</strong> cacería creó a <strong>los</strong> venados <strong>de</strong> la sabana y le dijo a Jurewei que con su<br />
arco y flecha matara a un venado. El niño elevó el arco y lanzó la flecha al<br />
cielo, y la flecha bajó directamente con toda su fuerza y dio en el blanco<br />
matando a un venado. Así, Wajari entendió que ese niño era capaz <strong>de</strong><br />
hacer cosas extraordinarias.<br />
Vemos en el relato que, como en todo mito, hay elementos complejos,<br />
se <strong>de</strong>clara que Tchejeru está en Pureydo viviendo con su marido<br />
Puruna (el criollo). Sin embargo, Waikuni, un espíritu gigante <strong>de</strong> olor<br />
perfumado y muy adornado, se robó a Tchejeru. Wajari interviene con<br />
sus pensamientos y le dice a Tchejeru que regrese don<strong>de</strong> su marido. Ella<br />
retorna, pero ahora ocurre que Puruna la <strong>de</strong>sprecia y así Tchejeru entra<br />
en llanto, enloquece y sale <strong>de</strong> su casa a vagar llorando <strong>de</strong>sconsolada<br />
y se convierte en peregrina. Tanto Wajari como Tchejeru en Pureydo,<br />
tuvieron mucha vergüenza <strong>de</strong> todo lo que había acontecido.<br />
Enseguida aparece otro episodio, en el cual se afirma que Wajari ahora<br />
también posee un comportamiento <strong>de</strong> paria, quizás por <strong>los</strong> errores cometidos<br />
se va a vivir solo cerca <strong>de</strong> <strong>los</strong> raudales <strong>de</strong> Átures. Aquí se <strong>de</strong>dicó a pescar.<br />
Aparentemente allí aún no vivía nadie; sin embargo, alguien le robó<br />
<strong>los</strong> pescados que había logrado agarrar y que colocaba en una sarta, a las<br />
orillas <strong>de</strong>l raudal. Así empezó a indagar sobre quién se <strong>los</strong> robaría. Pronto<br />
encontró unas tortas <strong>de</strong> casabe bien fresco, las cuales comió y saboreó con<br />
mucho gusto. Estas tortas <strong>de</strong> casabe las había elaborado Kwawañamu “La<br />
cocinadora <strong>de</strong> casabe”. Así se dio cuenta <strong>de</strong> que ahora vivía allí la familia<br />
<strong>de</strong> Kwoimoi. Y para <strong>de</strong>scubrir<strong>los</strong>, Wajari se convirtió en culebra <strong>de</strong> agua.<br />
Luego se transformó en ijuri paují (pavo <strong>de</strong> monte) y su canto llamó la<br />
atención. Así vinieron a verlo, pero antes <strong>de</strong> que lo <strong>de</strong>scubrieran se transformó<br />
otra vez, en esta oportunidad, obtuvo la apariencia <strong>de</strong> un anciano<br />
arrugado, cabel<strong>los</strong> ra<strong>los</strong> y rostro repugnante. La primera persona que lo<br />
<strong>de</strong>scubre es Kwawañamu, la hija <strong>de</strong> Kwoimoi (serpiente-jaguar). Ella era<br />
quien cocinaba el casabe. Se asusta, pero Wajari la <strong>de</strong>tiene y es así como<br />
se inicia otra relación en la cual todos opinan que él sí es un pensador, un<br />
chamán, un pájaro, una serpiente, etc. Finalmente, Wajari vuelve a adquirir<br />
su personalidad <strong>de</strong> hombre guapo, hermosísimo, <strong>de</strong>slumbrante, adornado<br />
con collares, coronas <strong>de</strong> plumas y otros abalorios. A<strong>de</strong>más, hablaba diversos<br />
idiomas <strong>de</strong> otros pueb<strong>los</strong> <strong>de</strong> la selva. Ahora Wajari solicita al señor<br />
Kwoimoi que le dé a su hija Kwawañamu para hacerla su compañera <strong>de</strong><br />
vida, y le da como dote todos <strong>los</strong> peces <strong>de</strong> <strong>los</strong> raudales.<br />
Wajari ahora empren<strong>de</strong> un largo viaje con su mujer a Pureydo, lugar<br />
don<strong>de</strong> vive su hermana Tchejeru. Ella, al saber quién es y que su padre es<br />
Kwoimoi le aconseja a su hermano que la <strong>de</strong>je y le dice que por esta mujer<br />
el padre <strong>de</strong> ella lo matará, pues es un asesino. Wajari no teme y opina<br />
que no va a morir por eso. Ambas mujeres se quedan en Pureydo y ahora<br />
Kwawañamu se convierte en aliada <strong>de</strong> su cuñada Tchejeru y empren<strong>de</strong>n<br />
un trabajo juntas en sus conucos. Luego se realiza una gran fiesta. 4<br />
4 Así se estrechan lazos entre este mito y el mito número 11 <strong>de</strong> esta selección.<br />
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