Literariamente ~ Julio 2016

Una oscuridad llena de luz
El momento en que tu mirada se encontró con la mía, el mundo estalló bajo mis pies y mi
alma pasó a ser tuya para siempre. Es sorprendente cómo el amor llega a tu vida sin que
lo esperes, aunque creo que esa es de la mejor manera en que debe ocurrir. Sentados en
el mismo asiento del autobús intenté resistir a tus encantos, pero no fue posible. Una
mirada furtiva y mi corazón se encogió de amor. Dirigiste tus ojos azules como el cielo
hacia mí y solo entonces comprendí lo que significaba amar.
He observado muchísimos cielos junto a ti, pues cada vez que lo hacíamos siempre había
algo nuevo. Y lo mismo ocurría con las estrellas. Nunca les había dado importancia, pero
cuando me di cuenta de que tu sonrisa era la razón de su luz, supe que nunca me
cansaría de otearlas.
Éramos tal para cual, con las mismas maneras de hablar y de actuar, pero con gustos muy
dispares. Me encantaba eso de nosotros, porque siempre descubríamos algo nuevo que el
otro desconocía. Cada día contigo era una aventura en la que no había piratas ni
superhéroes, solo estábamos nosotros y nuestro amor. Pero hay cosas que el amor no
puede superar.
Sabíamos que mi ceguera no se detendría hasta que lo único que pudiera ver fuera
oscuridad a mi alrededor. No estés triste, pues aunque sé que te sientes mal porque yo no
puedo verte, eso no quiere decir que olvide tus ojos azules, o tu largo cabello rojo como el
fuego, o esa sonrisa tuya que ilumina mi mundo de tinieblas. Jamás podría olvidarme de ti,
te tengo grabada en mi mente, pero sobre todo en mi corazón. En momentos como este
me doy cuenta de que en cada lugar que hemos estado juntos son como pequeños
santuarios donde he dejado un trozo de mi alma, sabiendo que tendría el recuerdo por
siempre de nuestro paso por esos sitios. Dentro de mi oscuro mundo siempre hay un
camino que me lleva hasta ti, hacia tu alma.
Mis sentidos hacen que tus caricias me sean mucho más placenteras que antes. Ahora soy
capaz de sentir esa ardor del que hablan los poetas; de cómo eres capaz de tocarme el
corazón con unas banas y simples palabras, pero que para mí son un recuerdo de cómo
eres y de lo que sientes por mí. Un lazo rojo me une contigo y hace que salga de las simas
más profundas de mi eterna cueva. Solo tu luz es mi fuerza para seguir adelante. Eres la
elegida por mi corazón, lo sabes. Todas las sorpresas, alegrías y tristezas que he sentido a
lo largo de los años han servido para darme cuenta de ello. Me abruma el hecho de sentir
cómo el amor que me profesas me ha hecho cambiar. Pero, ¿sabes qué? Da igual cuantas
veces cambiemos, pues por dentro seguimos siendo los mismos, dos adolescentes que
vivían el día a día, disfrutando del amor y de las oportunidades que nos daba la vida. Debo
decirte que has sido, eres y serás aquella persona de la cual me sigo enamorando cada
vez que oigo tu dulce voz. Eres mi vida.
Daniel
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