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El Conflicto de los Siglos por Elena White

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

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<strong>El</strong> <strong>Conflicto</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> Sig<strong>los</strong><br />

revelar la voluntad <strong>de</strong>l Señor al sacerdote que preguntaba <strong>por</strong> ella. Durante varios sig<strong>los</strong> <strong>los</strong> judíos se<br />

habían esforzado para probar cómo y dón<strong>de</strong> se había cumplido la promesa que Dios había dado <strong>por</strong><br />

Aggeo. Pero el orgullo y la incredulidad habían cegado su mente <strong>de</strong> tal modo que no comprendían el<br />

verda<strong>de</strong>ro significado <strong>de</strong> las palabras <strong>de</strong>l profeta. Al segundo templo no le fue conferido el honor <strong>de</strong> ser<br />

cubierto con la nube <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong> Jehová, pero sí fue honrado con la presencia <strong>de</strong> Uno en quien habitaba<br />

cor<strong>por</strong>almente la plenitud <strong>de</strong> la Divinidad, <strong>de</strong> Uno que era Dios mismo manifestado en carne. Cuando<br />

el Nazareno enseñó y realizó curaciones en <strong>los</strong> atrios sagrados se cumplió la profecía gloriosa: él era el<br />

"Deseado <strong>de</strong> todas las naciones" que entraba en su templo. Por la presencia <strong>de</strong> Cristo, y sólo <strong>por</strong> ella, la<br />

gloria <strong>de</strong>l segundo templo superó la <strong>de</strong>l primero; pero Israel tuvo en poco al anunciado don <strong>de</strong>l cielo; y<br />

con el humil<strong>de</strong> Maestro que salió aquel día <strong>por</strong> la puerta <strong>de</strong> oro, la gloria había abandonado el templo<br />

para siempre. Así se cumplieron las palabras <strong>de</strong>l Señor, que dijo: "He aquí vuestra casa os es <strong>de</strong>jada<br />

<strong>de</strong>sierta." (S. Mateo 23: 38.)<br />

Los discípu<strong>los</strong> se habían llenado <strong>de</strong> asombro y hasta <strong>de</strong> temor al oír las predicciones <strong>de</strong> Cristo<br />

respecto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l templo, y <strong>de</strong>seaban enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> un modo más completo el significado <strong>de</strong><br />

sus palabras. Durante más <strong>de</strong> cuarenta años se habían prodigado riquezas, trabajo y arte arquitectónico<br />

para enaltecer <strong>los</strong> esplendores y la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> aquel templo. Hero<strong>de</strong>s el Gran<strong>de</strong> y hasta el mismo<br />

emperador <strong>de</strong>l mundo contribuyeron con <strong>los</strong> tesoros <strong>de</strong> <strong>los</strong> judíos y con las riquezas romanas a<br />

engran<strong>de</strong>cer la magnificencia <strong>de</strong>l hermoso edificio. Con este objeto habíanse im<strong>por</strong>tado <strong>de</strong> Roma<br />

enormes bloques <strong>de</strong> preciado mármol, <strong>de</strong> tamaño casi fabu<strong>los</strong>o, a <strong>los</strong> cuales <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong> llamaron la<br />

atención <strong>de</strong>l Maestro, diciéndole: "Mira qué piedras, y qué edificios." (S. Marcos 13: 1.) Pero Jesús<br />

contestó con estas solemnes y sorpren<strong>de</strong>ntes palabras: "De cierto os digo, que no será <strong>de</strong>jada aquí piedra<br />

sobre piedra, que no sea <strong>de</strong>struída." (S. Mateo 24: 2.) Los discípu<strong>los</strong> creyeron que la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong><br />

Jerusalén coincidiría con <strong>los</strong> sucesos <strong>de</strong> la venida personal <strong>de</strong> Cristo revestido <strong>de</strong> gloria tem<strong>por</strong>al para<br />

ocupar el trono <strong>de</strong> un imperio universal, para castigar a <strong>los</strong> judíos impenitentes y libertar a la nación <strong>de</strong>l<br />

yugo romano. Cristo les había anunciado que volvería, y <strong>por</strong> eso al oírle pre<strong>de</strong>cir <strong>los</strong> juicios que<br />

amenazaban a Jerusalén, se figuraron que ambas cosas suce<strong>de</strong>rían al mismo tiempo y, al reunirse en<br />

<strong>de</strong>rredor <strong>de</strong>l Señor en el monte <strong>de</strong> <strong>los</strong> Olivos, le preguntaron: "¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal<br />

habrá <strong>de</strong> tu venida, y <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong>l mundo? " (S. Mateo 24: 3.)<br />

Lo <strong>por</strong>venir les era misericordiosamente velado a <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong>. De haber visto con toda claridad<br />

esos dos terribles acontecimientos futuros: <strong>los</strong> sufrimientos <strong>de</strong>l Re<strong>de</strong>ntor y su muerte, y la <strong>de</strong>strucción<br />

<strong>de</strong>l templo y <strong>de</strong> la ciudad, <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong> hubieran sido abrumados <strong>por</strong> el miedo y el dolor. Cristo les dio<br />

un bosquejo <strong>de</strong> <strong>los</strong> sucesos culminantes que habrían <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarse antes <strong>de</strong> la consumación <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

tiempos. Sus palabras no fueron entendidas plenamente entonces, pero su significado iba a aclararse a<br />

medida que su pueblo necesitase la instrucción contenida en esas palabras. La profecía <strong>de</strong>l Señor<br />

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