Tomates-Podridos
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La Cabina 2015: Futuro del<br />
mediometraje<br />
La 8ª edición de La Cabina – Festival Internacional de Mediometrajes<br />
de Valencia ha vuelto a demostrar que su apuesta es ganadora, que su<br />
potencial es enorme y que va camino de convertirse en algo grande. El<br />
futuro del mediometraje pasa por este indispensable certamen.<br />
El secreto está en los detalles.<br />
Dijo una vez Buster Keaton, a propósito de esa maravillosa e inolvidable<br />
obra maestra del cine titulada “Candilejas” (1952), que por encima<br />
incluso de su arte cómico, lo más importante en las películas de Charles<br />
Chaplin eran los detalles. No podía estar más en lo cierto.<br />
A orillas del Mediterráneo, bajo la luna de Valencia, se celebra La Cabina,<br />
un festival de cine realmente fantástico y único en el mundo, dedicado<br />
en exclusiva a los mediometrajes, es decir, películas con una duración<br />
de 30 a 60 minutos. No es un formato habitual, cierto, pero no nos<br />
equivoquemos, porque un mediometraje es una obra completa, no es la mitad de una película, del mismo<br />
modo que el mar no es la mitad de un océano, ni el pony es la mitad de un caballo, como muestra el sutil,<br />
elegante y muy significativo cartel de esta edición, firmado por el reconocido artista urbano Escif. Y es que<br />
los detalles son de muchísima importancia en las caracteristicas y la organización de este nuevo referente<br />
en la agenda festivalera del mundo del cine; es precisamente gracias a ellos que ha conseguido crecer<br />
incluso en tiempos de crisis, en medio del caos del sector audiovisual y del abandono institucional al<br />
que han sido sometidas la cultura y las artes en este país.<br />
Y por supuesto, está su propuesta, cuyo notable éxito abre necesariamente el debate sobre la posible conveniencia<br />
de diversificar la oferta actual de cadenas de televisión y salas cinematográficas para dar espacio<br />
a un formato cuyas ventajas son obvias. Sin ir más lejos, una de las razones clave del auge de las series televisivas<br />
es la corta duración de cada uno de sus capítulos, convirtiéndose así en accesibles píldoras de entretenimiento<br />
rápido. La idea de emitir películas de duración similar a la de las series, o lo que es lo mismo,<br />
mediometrajes de entre 30 y 60 minutos, no podría ser más acertada. Y por lo que respecta a las salas de cine,<br />
que cada vez hay mayor afluencia de espectadores a las sesiones dobles de La Cabina demuestra que la<br />
fórmula funciona, pues el público asimila con entusiasmo la experiencia positiva de ir al cine a ver dos películas<br />
por el precio de una, sobre todo cuando gran parte de la oferta que llega habitualmente a las carteleras<br />
comerciales se nutre de estrenos cuya duración está inflada para encajar dentro de los que mandan en<br />
el mercado. ¿Dos películas con una duración ajustada en lugar de una única película alargada hasta el aburrimiento?<br />
Parece una buena opción. Y lo es.