El ritmo del garaje

Este aparatejo es el resultado
de los primeros esfuerzos de
Steve Jobs y Steve Wozniak
en el garaje familiar del primero.
¿Su nombre? Apple I, ¡cómo no!
cine”. Aquellos documentales animaron
a muchos jóvenes a viajar por el mundo
en busca de playas perdidas y olas perfectas.
Aun así, hacía muchos años que Australia
era un paraíso para los surfistas. En
1967, Doug Warbrick y Brian Singer se instalaron
en Torquay, un pueblo cercano a
la mítica playa de Bells Beach, y empezaron
a fabricar tablas de surf con el logotipo
de Rip Curl. “Pensamos que un garaje
podría servir como fábrica de tablas”,
recuerda Singer. “Así que sacamos toda
la mierda de allí y empezamos a fabricarlas
allí mismo. Al principio nos salían muy
bastas, pero era lo que querían los surfistas
locales”. Actualmente, Rip Curl sigue
teniendo su sede en Australia y se ha convertido
en una de las marcas de moda surfera
más populares.
Cuando la fiebre deportiva estalló
en los EE UU a principios de los 60, Bill
Bowerman y Phil Knight montaron una
empresa llamada Blue Ribbon Sports para
importar zapatillas de Japón. El primer
pedido fueron 200 pares del modelo Tiger
(fabricado por Onitsuka Tiger Company)
y Knight los almacenó en el garaje de sus
padres en Oregón, con la intención de venderlos
en eventos deportivos. El negocio de
las zapas funcionó y en 1971 se atrevieron
con sus propios diseños, aunque decidieron
cambiar el nombre original por el de
Nike, como la diosa griega de la Victoria.
Aunque hoy es habitual ver a los aficionados
al footing con unas Nike Plus y el
iPod a todo volumen, esto no sería posible
sin la revolución tecnológica que sucedió
en Silicon Valley. Los orígenes de la meca
de la informática se remontan a 1938,
cuando William R. Hewlett y David Packard
alquilaron un garaje en la ciudad de
Palo Alto para desarrollar sus proyectos de
electrónica y bautizaron la empresa como
Hewlett-Packard Company. Con el paso de
los años se convirtieron en el mayor fabricante
de ordenadores del mundo y aquel
garaje fue nombrado Edificio Histórico del
Estado de California. Aunque la imagen típica
de los pioneros de la informática es la
que se popularizó a mediados de los años
70, gracias a los primeros hackers y sus primitivos
ordenadores, muy en la onda de la
película Juegos de guerra. Realmente, todo
empezó en el Homebrew Computer Club,
una reunión informal de geeks que se encontraban
en un garaje de Menlo Park en
1975 para enseñarse sus proyectos. Entre
los asistentes habituales estaban Steve Jobs
y Steve Wozniak, dos amigos que soñaban
en construir un ordenador personal y hacerlo
accesible a todo el mundo, aunque
la idea había sido rechazada por Hewlett-
Packard y Atari. En 1976 se trasladaron al
garaje de la familia Jobs en la ciudad de
Cupertino, bautizaron la empresa como
Apple Computer y se pusieron a trabajar
en el Apple I. “Woz y yo empezamos Apple
en el garaje de mis padres cuando tenía 20
años” recordaba Steve Jobs. “Trabajamos
duro y en diez años se convirtió en una empresa
de más de 2.000 millones de dólares
y 4.000 empleados”. En 2004, Apple presentó
una aplicación de creación musical
llamada Garage Band.
Gracias al éxito de los ordenadores personales
llegó la era de Internet y enseguida
hubo quienes vieron posibilidades de
negocio donde la mayoría aún no veía nada.
En 1994, Jeff Bezos dejó su trabajo como
programador en Nueva York y decidió
poner en marcha un proyecto descabellado:
vender libros a través de la Red. Pidió
prestado dinero a familiares y amigos, se
instaló en el garaje de su casa y bautizó la
empresa como Amazon. El primer libro se
vendió en julio de 1995 y, sin apenas publicidad,
empezó a recibir pedidos de todo
el mundo. En 1999 la revista Time lo nombró
hombre del año, consagrándolo como
el rey del e-commerce. Pero Amazon sólo
era la punta del iceberg y enseguida surgieron
jóvenes visionarios que revolucionaron
el ciberespacio con sus ideas. Sergey
Brin y Larry Page, los creadores de Google,
se conocieron en la Universidad de Stanford
y en 1998 empezaron a desarrollar el
proyecto de buscador que los convertiría
en multimillonarios. El primer lugar donde
trabajaron fue en la habitación de Page,
pero enseguida alquilaron un garaje
en Menlo Park para utilizarlo como sede
social. Actualmente, Google tiene más de
19.000 empleados y es una de las marcas
más poderosas del mundo.
La historia se repitió siete años más tarde,
cuando Chad Hurley y Steve Chen fueron
a una fiesta con sus antiguos compañeros
de trabajo y uno de los invitados llevaba
su cámara de video. “Pensamos que sería
una gran ventaja poder compartir aquellas
imágenes por Internet”, afirmó Hurley en
una entrevista. “Así que, simplemente, empezamos
a desarrollar el proyecto en mi garaje”.
Aquellos veinteañeros crearon Youtube,
una de las webs más populares de la
Red y, curiosamente, Google la compró en
2006 por 1.650 millones de dólares.
Visto en perspectiva, puede que el mito
del garaje se haya magnificado y lo que realmente
sucedió allí sólo lo saben sus protagonistas,
aunque hay quienes ponen en
duda su valor productivo. “Ciertas cosas
deben crearse con equipos pequeños”, comenta
Steve Ballmer, CEO de Microsoft.
“Pero, reconozcámoslo, estamos muy contentos
sabiendo que los aviones de Boeing
no los fabrican tres tíos en un garaje”. A
pesar de las críticas, crear una empresa o
montar un grupo de rock en un garaje y acabar
en las páginas de la revista Forbes o en
la MTV es el sueño de cualquier joven emprendedor
y sigue despertando fascinación
en todos los rincones del planeta.
Weezer, “In the garage”
≠ 1976 Cupertino, California. Steve Wozniak (izda.) y
Steve Jobs fundan Apple en el garaje familiar de Jobs.
≠ 1998 Menlo Park, California. Larry Page (izda.) y Sergey Brin
montan la sede social de Google en una cochera alquilada.
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