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Desarrollo infantil y competencias<br />
en la Primera Infancia<br />
miento. Durante el juego de “El gato y el ratón”, un<br />
cuidador se da cuenta que Mario, uno de los niños,<br />
frecuentemente termina expulsado del juego porque<br />
cuando pierde, pelea con sus compañeros; en<br />
tanto que Paula es rechazada por el grupo, porque<br />
llora siempre que pierde y casi nunca llega el final<br />
del juego. Para entender la situación el cuidador<br />
planea observarlos y aunque su propósito pueda<br />
ser el mismo en los dos casos, entender la dinámica<br />
de la relación de los niños con su grupo, los resultados<br />
de ésta, le mostrarán que las necesidades de<br />
cada uno son diferentes.<br />
A simple vista parecería que ambos niños enfrentan<br />
una misma dificultad de interacción con los compañeros<br />
de grupo cuando juegan. Sin embargo,<br />
después de la observación la madre comunitaria<br />
comprende que Mario tiene dificultad para aceptar<br />
que pierde, mientras que Paula, utiliza el llanto<br />
como una manera inadecuada de mostrar su inconformidad.<br />
Una vez detectadas las diferencias en<br />
las necesidades de ambos niños, se puede diseñar<br />
un plan de intervención para ayudar a cada uno a<br />
transformar su comportamiento.<br />
Cuando se trata de entender o aprender de un niño<br />
sin que intervenga el lenguaje, bien sea porque la<br />
situación no lo requiere o porque la edad no lo permite,<br />
como en el caso de los bebés, son las acciones<br />
del niño las que nos permiten inferir lo que<br />
está pasando en su mente. Una buena observación<br />
exige tener en cuenta los gestos, la actividad con<br />
las manos, los movimientos y todas las expresiones<br />
verbales y no verbales de los niños, la expresión<br />
de sus sentimientos con sus pares o con quienes<br />
interactúan, como se comunican entre ellos, como<br />
resuelven problemas o cualquier otra situación que<br />
enfrenten.<br />
En síntesis, comprender, evaluar o conocer son los<br />
propósitos que guían las observaciones de un agente<br />
educativo a sus niños. El grado de conocimiento<br />
y las preguntas formuladas por el observador permiten<br />
diferenciar tres formas de hacer una observación:<br />
1. La observación descriptiva. En este caso el agente<br />
educativo observa todo lo que sucede, puesto<br />
que se asume que todo lo ignora. Un ejemplo de<br />
este tipo de observación es cuando el agente educativo<br />
observa a un niño que ingresa por primera<br />
vez al hogar comunitario durante todas las actividades<br />
de la jornada, durante tres días.<br />
2. La observación enfocada. Este tipo de observación<br />
exige que el agente educativo observe un aspecto<br />
específico del comportamiento: por ejemplo,<br />
el lenguaje usado por los niños en las interacciones<br />
con sus pares, específicamente cuando discuten<br />
para resolver un problema.<br />
3. El tercer tipo, considerada la observación<br />
más sistemática, es la observación<br />
selectiva en la cual el agente educativo<br />
se concentra en ciertas actividades: para<br />
esto escoge un grupo de niños, para consignar<br />
sólo el tipo de preguntas que se<br />
propone en relación con el grupo seleccionado.<br />
El agente educativo puede utilizar estas<br />
tres formas de observación en forma consecutiva,<br />
para profundizar el conocimiento<br />
que busca obtener.<br />
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