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Descubriendo el desarrollo de<br />
los niños y las niñas en la primera infancia<br />
comprometen justamente estados afectivos, como<br />
los juegos y dispositivos de acción. Por ejemplo,<br />
niñas de cuatro años entienden mejor y prefieren<br />
las historias y los cuentos que están cargados de<br />
estados mentales de los personajes (sueñan, piensan,<br />
recuerdan), de intenciones, de deseos. Por su<br />
parte los niños están más interesados en historias<br />
de acción y de aventuras, pero en los dos casos se<br />
compromete el mismo sistema de predicciones. Los<br />
indicios en uno y otro caso pueden ser muy diferentes,<br />
pero tanto las niñas como los niños los relacionan<br />
adecuadamente.<br />
Estos funcionamientos con base en hipótesis forman<br />
parte de una zona en la que se entremezclan lo<br />
afectivo, con lo cognitivo y lo social. En lo afectivo<br />
trabajan con experiencias de naturaleza ‘interior’.<br />
En el otro, este funcionamiento está más relacionado<br />
con los objetos y fenómenos del mundo real. En<br />
ambos casos se trata de un funcionamiento cognitivo<br />
relativamente exigente y sofisticado.<br />
¿Por qué se dañó y ya no marcha?<br />
Herramientas cognitivas<br />
Para interactuar con su entorno, los niños utilizan<br />
un conjunto de herramientas mentales: la clasificación,<br />
la planeación, la predicción o anticipación, la<br />
inferencia y la formulación de hipótesis, entre otras.<br />
Esas herramientas funcionan de manera conjunta y<br />
combinada y constituyen la base del funcionamiento<br />
cognitivo de los seres humanos.<br />
Ciertamente, las situaciones familiares y el mundo<br />
de las relaciones en general se caracterizan porque<br />
propician estas dos condiciones: la situación indicada<br />
que exige el uso de una herramienta de una<br />
manera especialmente natural y espontánea. Tal<br />
vez el caso de Carlitos sirva para ejemplificar lo que<br />
aquí intentamos señalar. En una reunión familiar<br />
donde se encuentran el padre y el abuelo de Carlitos,<br />
alguien dice: “La semana entrante, Víctor (el<br />
abuelo) y Juan Carlos (el padre) deben preparar la<br />
fiesta de la madre”. Carlitos, quien participa de la<br />
charla, dice: “Y Carlos también”. De esta manera<br />
Las hipótesis como un sistema de predicciones<br />
del mundo de los afectos y del mundo real<br />
> Pensar con hipótesis es una de las ‘más sorprendentes<br />
de todas las maravillas del universo’ y es<br />
la base sobre la cual se apoya buena parte del<br />
progreso de la humanidad.<br />
> Que los niños identifiquen las intenciones en los<br />
sentimientos y las acciones de los otros se apoya<br />
en el mismo tipo de herramientas que usan cuando<br />
se preguntan: ¿cómo funciona el triciclo?, o<br />
¿por qué se dañó y ya no marcha?<br />
> Las preguntas de los niños sobre el funcionamiento<br />
del triciclo o de la bicicleta y de la Internet,<br />
sobre las diferencias entre las baterías y la<br />
electricidad, sobre la riqueza del lenguaje y su<br />
funcionamiento les exigen formular hipótesis o<br />
supuestos, que constituyen la base sobre la cual<br />
se apoya buena parte del progreso de los niños a<br />
través de toda la infancia.<br />
> La realidad es que desde pequeños los niños, en<br />
su interacción espontánea con el medio, generan<br />
hipótesis y buena parte de sus actuaciones<br />
responden a armar conjeturas y tratar de entender<br />
el mundo con base en ellas.<br />
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