La Voz 03-09-17 full

6 La Voz | Marzo 9 del 2017
Héroes de todos los días
Alexander Sepúlveda,
dándole un “knock out”
a las malas decisiones
Por Adriana Bustamante
Alexander Sepúlveda, nació en
Santurce, Puerto Rico. Llegó a la
ciudad de Lynn, Massachusetts
en el año 1991 cuando tenía tan
solo 10 años de edad junto con
sus padres y sus hermanos. Para
esa época, la ciudad de Lynn era
peligrosa para vivir por las gangas
(pandillas), el racismo y otros
problemas sociales.
Luego de cuatro años de haber
llegado a Estados Unidos
y estar practicando deportes
por diversión, Alexander Sepúlveda,
inicia clases de karate
con la entrenadora Pam
Bruno y logra obtener el título
de cinturón negro y a su vez,
participar en diferentes competencias.
La constancia, perseverancia y
conocimiento aprendido durante
sus entrenamientos, hacen que
este joven desde los 14 años de
edad hasta la fecha, haya ganado
16 campeonatos regionales
y dos campeonatos mundiales
en karate, sin dejar a un lado que
simultáneamente seguía practicando
béisbol y boxeo.
Para el año 2001, Alex gana un
Guante de Oro y un Guante Nacional
en boxeo, representando
a la ciudad de Lynn.
Entre karate y boxeo, Alex ha
acumulado un total aproximado
de 237 peleas y combates.
Gracias al alto rendimiento
que tenía como deportista,
fue becado en la universidad
de UMASS para pertenecer al
equipo de béisbol y tener la
oportunidad de estudiar Administración
y Negocios logrando
graduarse satisfactoriamente
en el 2004.
Una vez graduado de la universidad,
trabajó como manager en
un almacén de cadena, ahorró y
compró una discoteca en la ciudad
de Lynn a sus 24 años; fue
tal el éxito de este negocio que
compró una segunda discoteca,
sin saber lo que el destino le tendría
preparado.
Debido al éxito que estaba teniendo
con sus negocios, Alexander
Sepúlveda recibe una oferta
con la cual podría ganar mucho
dinero de manera fácil, una propuesta
de negocio ilícito que al
fi nal logro knockearlo y enviarlo
a prisión.
A sus 29 años de edad y despues
de ser un empresario exitoso,
Alexander cae preso, afrontando
una condena de 15 a 20 años, sin
posibilidad de probatoria por venta
y distribución de alucinógenos.
Ya en la cárcel, Alex toma conciencia
de los erores cometidos
y decide darle un cambio radical
a su vida. Gracias al conocimiento
adquirido en la universidad y
la disciplina encontrada en el
deporte, Alex empieza a buscar
oportunidades de desarrollo en
la carcel y se convierte en el secretario
de detención, resposable
de ejecutar diferentes labores
administrativas como organizar
documentación y papelería.
Por otra parte, empieza a dictar
talleres deportivos, de meditación,
etiqueta, expresión oral y corporal
a los otros presos, para que
al momento de salir de la prisión
puedan tener herramientas apropiadas
y la confi anza para solicitar
un empleo “yo observé que la mayoría
de los presos son personas
que no han tenido la oportunidad
de recibir una educación apropiada
y quise hacer algo al respecto”
comenta Alex.
Alexander cuenta que todos los
días oraba a Dios para que le brindara
una segunda oportunidad,
ya que al momento de caer preso
su primer hijo tenía ocho meses
y deseaba poder estar a su lado
para enseñarle a ser un hombre
de bien y verlo crecer.
Luego de casi cinco años preso,
Alex se entera de que la corte ha
decidido darle libertad condicional
debedo a fallas encontradas
en su caso por corrupción y en el
proceso de su sentencia.
“La única condición que me dieron
fue mantenerme fuera de situaciones
delictivas, además de
los dos años de probatoria”.
Con $800 dólares en el bolsillo y
desempleado, decide presentar
el examen para ser entrenador
personal, ya que estando preso
había estudiado para desempeñarse
como preparador físico.
“Ese examen cambio mi vida”
comenta Alex, quien actualmente
es el dueño del gimnasio Private
Jewels Fitness en Lynn y trabaja
de la mano con sus hermanos y
su pareja.
Alexander está especializado y
registrado entre los 385 preparadores
físicos de Massachusetts,
ganando premios desde el 2012
como uno de los mejores entrenadores
personales de Nueva
Inglaterra.
El gimnasio cuenta con más de
150 miembros, personas que
llegan buscando ayuda para mejorar
su salud y su estilo de vida.
“Yo prometí a Dios ayudar a todo
el mundo y por eso enseño a las
personas a cambiar su vida, ayudo
a que cambien mentalmente,
que crean en sus capacidades y
que eleven su autoestima”.
Por otra parte, cuenta con academias
de karate, boxeo y fútbol
que ofrece a los niños de la comunidad
gratis, el único requisito
es que deben aprobar sus
clases y demostrar compromiso
con el entrenamiento. “Mi
meta es ayudar a alejar a los
jóvenes de las gangas y el
vicio, brindándoles apoyo, un
lugar donde pueden llegar y
sentirse parte de una familia”
comenta Alex.
Estos chicos actualmente
representan al estado de
Massachusetts en varias competencias
y ya han sido ganadores;
gracias a esta labor comunitaria,
Alexander Sepúlveda ha recibido
varios reconocimientos por parte
de la alcaldía y la gobernación
de Massachusetts por el apoyo
brindado a los jóvenes y niños
de Lynn y sus alrededores.
“Yo hago que estos niños se sientan
orgullosos del gran talento que
tienen, son casi 100 niños y jóvenes
que pertenecen a estos programas
deportivos y nosotros acá
somos una familia que siempre
les brindará apoyo” enfatizó Alex.
Puede comunicarse con Adriana
Bustamante a adriana@noticiaslavoz.com
“Me sentía muy
orgulloso de ayudar
y representar a
mi comunidad,
pero me tomó
sólo un segundo
para empezar a
destruirla”
Alexander Sepúlveda con los cinturones que han ganado los alumnos de su
escuela. Fotografía por Owen O’Rourke
“Dios,
mi hijo y
mi familia
fueron mi
fuerza para
no rendirme
y empezar a
ayudar los
demás”
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