ACTIVIDAD MOMENTO 1 TALLER 1 WILLIAM HUMBERTO ZORRILLA SANTAMARIA (2)

1.6 ANÉCDOTA PERSONAL
Una noche se me olvido conectar el celular para que cargara y pues por ende no sonó la
alarma que me despertaba para el día siguiente poder ir a trabajar, me levante casi dos horas
después al ver que todo ya estaba de día, lo único que pensé fue en salir y bañarme lo más
pronto posible, al terminar de cambiarme casi en un instante.
Ya cambiado me encontraba rumbo a mi trabajo, al temor de ver que mi jefe me regañara
cuando llegara a la oficina no conteste el teléfono, ni lo mire para saber la hora, al bajarme
del bus corrí ―como alma que lleva el diablo‖, sin preguntar al celador ni saludar subí al
segundo piso y en las escaleras me tropecé y me caí.
Lo único que quería era llegar, ¡ya que estaba muy retrasado!, al llegar a mi puesto me
sorprendí al ver que era el primero en llegar. Pues como no llegar de primeras si era sábado
y no tenía que trabajar.
Al mirar mi celular lo que encontré fueron llamadas y un mensaje de mi esposa que decía
―amor hoy no trabajas, no te asustes, cuando te descuenta no se te olvide comprar pan para
el desayuno te amo‖.
La enseñanza que me dejo dicha anécdota fue que por más apurados que estemos debemos
concentrarnos y pensar, pues como dice la frase celebre ―Del afán solo queda el cansancio‖,
no importa lo apresurado que estemos, tomarse el tiempo para hacer las cosas resulta cien
veces más eficiente que correr y no prestar detalle a lo importante.
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