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Revista Momento 1 Taller 2 Aprendizaje colegial e innovación.

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Competencias Comunicativas<br />

Unidad 1<br />

<strong>Momento</strong> 1 - <strong>Taller</strong> 2- <strong>Aprendizaje</strong><br />

<strong>colegial</strong> e <strong>innovación</strong><br />

Grupo 645<br />

WILLIAM HUMBERTO<br />

ZORRILLA SANTAMARIA<br />

CUENTO LA DAMA DEL AGUA<br />

2017<br />

Como la bondad<br />

de una mujer<br />

puede resultar en<br />

su pero castigo,<br />

¡traición o justicia!<br />

Entérate en la<br />

páginas de la 4<br />

hasta la numero 8<br />

Universidad que<br />

permite que los<br />

sueños se hagan<br />

realidad con un<br />

solo clic.<br />

U n i v e r s i d a d N a c i o n a l A b i e r t a y a D i s t a n c i a<br />

C o m p e t e n c i a s C o m u n i c a t i v a s


ACTIVIDAD MOMENTO 1<br />

TALLER 2. APRENDIZAJE COLEGIAL E INNOVACIÓN<br />

WILLIAM HUMBERTO ZORRILLA SANTAMARIA<br />

1.013.633.317<br />

GRUPO: 90003_645<br />

MATERIA COMPETENCIAS COMUNICATIVAS 90003A_360<br />

KARINA LUCÍA TORRES PUERTA<br />

TUTORA<br />

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD<br />

2017


INDICE<br />

1. EDITORIAL………………………………..…………………………..……………..4<br />

2. LEYENDA O MITO LA MADRE DE AGUA……………..……….………………5<br />

3. CUENTO SELECCIONADO “EL TÍO JESÚS”…………..……...…………..…..10<br />

4. RESUMEN……………………………………………………………...……………12<br />

5. LINK GRABACIÓN DE CUENTO……………………………………...……...….13<br />

6. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………......…14


EDITORIAL<br />

La presente revista tiene como fin dar a conocer distintos tipos de relatos narrativos, tales<br />

como leyenda, cuento y resumen, por parte del escritor espera expresar de forma<br />

ilustrativa cada segmento donde el lector se pueda compenetrar con la lectura de forma<br />

agradable, esperando que esta revista sea de su agrado ya que detalla su imaginación en<br />

hojas.


LEYENDA O MITO LA MADRE DE AGUA<br />

Es como una ninfa de las aguas, con<br />

aspecto de niña o de jovencita bellísima, de<br />

ojos azules pero hipnotizadores y una larga<br />

cabellera rubia. La característica más<br />

notoria es la de llevar los piececitos<br />

volteados hacia atrás, es decir, al contrario<br />

de cómo los tenemos los humanos, por eso,<br />

quién encuentra sus rastros, cree seguir sus<br />

huellas, pero se desorienta porque ella va<br />

en sentido contrario.<br />

Cuentan los ribereños, los pescadores, los<br />

bogas y vecinos de los grandes ríos,<br />

quebradas y lagunas, que los niños<br />

predispuestos al embrujo de la madre de<br />

agua, siempre sueñan o deliran con una<br />

niña bella y rubia que los llama y los invita<br />

a una paraje tapizado de flores y un palacio<br />

con muchas escalinatas, adornado con oro<br />

y mi piedra preciosas.<br />

En la época de la Conquista, en que la<br />

ambición de los colonizadores no solo<br />

consistía en fundar poblaciones sino en<br />

descubrir y someter tribus indígenas para<br />

apoderarse de sus riquezas, salió de Santa<br />

Fe una expedición rumbo al río Magdalena.<br />

Los indios guías descubrieron un poblado,<br />

Cuyo caizquen era una joven<br />

fornido, hermoso, arrogante y<br />

valiente, a quien los soldados<br />

capturaron con malos tratos y<br />

luego fue conducido ante el<br />

conquistador. Este lo abrumó a<br />

preguntas que el indio se negó a<br />

contestar, no sólo por no<br />

entender español, sino por la ira<br />

que lo devoraba.


El capitán en actitud altiva y soberbia, para<br />

castigar el comportamiento del nativo ordenó<br />

amarrarlo y azotarlo hasta que confesara dónde<br />

guardaba las riquezas de su tribu, mientras tanto<br />

iría a preparar una correría por los alrededores<br />

del sector. La hija del avaro castellano estaba<br />

observando desde las ventanas de sus<br />

habitaciones con ojos de admiración y amor<br />

contemplando a aquel coloso, prototipo de una<br />

raza fuerte, valerosa y noble.<br />

Tan pronto salió su padre, fue a rogar<br />

enternecida al verdugo para que cesara el cruel<br />

tormento y lo pusieran en libertad. Esa súplica,<br />

que no era una orden, no podía aceptarla el vil<br />

soldado porque conocía perfectamente el<br />

carácter enérgico, intransigente e irascible de su<br />

superior, más sin embargo no pudo negarse al<br />

ruego dulce y lastimero de esa niña<br />

encantadora.<br />

La joven española de unos quince años, de ojos azules, ostentaba una larga<br />

cabellera dorada, que más parecía una capa de artizada amarilla por la<br />

finura de su pelo. La bella dama miraba ansiosamente al joven cacique,<br />

fascinada por la estructura hercúlea de aquel ejemplar semisalvaje.<br />

Cuando quedó libre, ella se acercó. Con dulzura de mujer enamorada lo<br />

atrajo y se fue a acompañarlo por el sendero, internándose entre la espesura<br />

del bosque. El aturdido indio no entendía aquel trato, al verla tan cerca, él<br />

se miró en sus ojos, azules como el cielo que los cobijaba, tranquilos como<br />

el agua de sus pesetas, puros como la florecillas de su huerta.


Ya lejos de las miradas de su padre lo<br />

detuvo y allí lo besó<br />

apasionadamente. Conmovida y<br />

animosa le manifestó su afecto<br />

diciéndole !Huyamos! , llévame<br />

contigo, quiero ser tuya.<br />

El lastimado mancebo atraído por la<br />

belleza angelical, rara entre su raza,<br />

accedió, la alzó intrépido, corrió,<br />

cruzo el río con su amorosa carga y se<br />

refugió en el bohío de otro indio<br />

amigo suyo, quien la acogió<br />

fraternalmente, le suministro<br />

materiales para la construcción de su choza y les proporcionó<br />

alimentos. Allí vivieron felices y<br />

tranquilos. La llegada del<br />

primogénito les ocasionó más<br />

alegría.<br />

Una india vecina, conocedora del<br />

secreto de la joven pareja y<br />

sintiéndose desdeñada por el indio,<br />

optó por vengarse: escapó a la<br />

fortaleza a informar al conquistador<br />

el paradero de su hija. Excitado y<br />

violento el capitán, corrió al sitio<br />

indicado por la envidiosa mujer a<br />

desfogar su ira como veneno mortal.<br />

Ordenó a los soldados amarrarlos al<br />

tronco de un caracolí de la orilla del<br />

río. Entretanto, el niño le era<br />

arrebatado brutalmente de los brazos<br />

de su tierna madre.


El abuelo le decía al pequeñín: "morirás indio inmundo, no quiero descendientes<br />

que manchen mi nobleza, tu no eres de mi estirpe, furioso se lo entregó a un<br />

soldado para que lo arrojase a la corriente, ante las miradas desorbitadas de sus<br />

martirizados padres, quienes hacían esfuerzos sobrehumanos de soltarse y<br />

lanzarse al caudal inmenso a rescatar a su hijo, pero todo fue inútil.<br />

Vino luego el martirio del conquistador para<br />

atormentar a su hija, humillarla y llevarla<br />

sumisa a la fortaleza. El indio fue decapitado<br />

ante su joven consorte quien gritaba<br />

lastimeramente. Por último la dejaron libre a<br />

ella, pero, enloquecida y desesperada por la<br />

pérdida de sus dos amores, llamando a su hijo,<br />

se lanzó a la corriente y se ahogó.<br />

La leyenda cuenta que en las noches tranquilas<br />

y estrelladas se oye una canción de arrullo<br />

tierna y delicada, tal parece que surgiera de las<br />

aguas, o se deslizara el aura cantarina sobre las<br />

espumas del cristal.<br />

La linda rubia que sigue buscando a su querido hijo por los siglos de los siglos,<br />

es la MADRE DEL AGUA. La diosa o divinidad de las aguas; o el alma<br />

atormentada de aquella madre que no ha logrado encontrar el fruto de su amor.<br />

Por eso, cuando la desesperación llega hasta el extremo, la iracunda diosa sube<br />

hasta la fuente de su poderío, hace temblar las montañas, se enlodan las<br />

corrientes tornándolas putrefactas y ocasionando pústulas a quienes se bañen<br />

en aquellas aguas envenenadas.


“EL TÍO JESÚS<br />

El tío Jesús Y luz eléctrica, cuando don Porfirio desposó a doña Carmelita, cuando se<br />

instaló la luz eléctrica, apareció el cometa Halley y sobrevino la Revolución, cuando se<br />

pusieron en uso los primeros aparatos telefónicos, cuando Madero, cuando Carranza<br />

promulgó la Constitución del 17, cuando construyeron carreteras, cuando Lupe Marín posó<br />

cuando funcionó por primera vez el avión de pasajeros,<br />

porque Victoriano Huerta traicionó a cuando llegó el<br />

cinematógrafo, como modelo en Chapingo, al tío Jesús<br />

cupo en suerte contemplar un siglo de la historia de<br />

México. Como muchos artistas nuestros, por mera<br />

coincidencia y por vicisitudes familiares que no tiene caso<br />

mencionar, nació en Guadalajara hacia los finales del año 1880. Su padre llamado<br />

Buenaventura, aunque siempre la tuvo mala, dormía bajo la vigilancia de un ojo de Dios<br />

pintado en el cielo raso, amarraba un gallo a cada pata de su cama para imponerse<br />

abstinencia y le contaba cuentos tristes en los que un demonio de cuernos torcidos tomaba<br />

papel protagónico. Ese padre bigotudo de extrañas costumbres debió inculcarle la extraña<br />

obsesión de dibujar con líneas resueltas a unos gallos bravucones, dispuestos a la pelea, que<br />

andando el tiempo le ganaron fortuna. La provincia donde el tío Jesús pasó su infancia le<br />

crió la nostalgia por los corredores largos, los patios sembrados de limoneros, las paredes<br />

macizas y la proximidad de las iglesias; y el ámbito un poco sombrío de las casas coloniales<br />

le parecía el único posible para devanar la lentitud intransmutable de las horas mortales.<br />

Adivinando que le alcanzaría tiempo para cualquier locura acarició una vocación por el<br />

suicidio que padecemos en la familia y gastó buena parte de su talento en imaginar obras<br />

circunstanciales destinadas al consumo inmediato. Decoró aparadores, recortó libros de<br />

estampas, ideó esculturas de papel y alambre, concibió escenografías para quien gracias a<br />

los consejos del tío Jesús se enfrentó al público<br />

con sólo sobre el cuerpo desnudo. Levantó<br />

incendios de Tórtola Valencia, una capa pluvial<br />

Dolores y las pilas de naranjas, las banderitas de<br />

oropel, los vasos de cebada fueron los mismos<br />

que inspiraron a López Velarde para escribir un<br />

poema. Diseñó tapetes que firmaba Cynthia<br />

Sargent, inventó cajitas dibujadas con euforia y<br />

en las cuales su caligrafía perfecta estampaba nombres tomados del almanaque de Galván.<br />

Adentro puso a sus horripilantes niñas muertas hechas de cartón, recuerdo de su única<br />

novia, fallecida a los dieciocho años. Engalanó las parroquias donde casaban las hijas de<br />

políticos. Se convirtió en anfitrión excepcional Indias y alumbraba sus salones con<br />

farmacéutico. En una funeraria perfumaba con minucioso deleite que servía viandas de la<br />

Compañía de velas sabiamente aquí y allá. Fue se encargaba de amortajar a los muertos<br />

ilustres, los y los guardaba en el centro mismo de su propio corazón. en vajilla distribuidas


Compró una huerta cuya hermosura se mantiene en la memoria de quienes la visitaron y<br />

cuya fama permanece en quienes cultivan el escándalo. Y allí organizó francachelas.<br />

Hombre ávido de tener y despreocupado por ser quiso ganarse el sustento como anticuario.<br />

Sin tomar partido religioso, la guerra Cristera le presentó oportunidad para la rapiña. Se<br />

presentaba dondequiera que había velorios y buscando piezas meritorias su mirada avizora<br />

recorría el hogar de la familia en desamparo. No le importaron el peligro de las balas en<br />

época de disturbios ni los peores contratiempos con tal de atesorar santos de marfil<br />

transportados por la Nao, resplandores de plata pertenecientes a imágenes veneradas o<br />

tepalcates extraídos de excavaciones clandestinas. Ya en confianza, se paseaba entre<br />

aquellos objetos como un rey nada dispuesto a abdicar y, pícaro, con una estrella<br />

acomodada en su sonrisa,<br />

resumía las historias de tales<br />

hallazgos, aunque muchas<br />

resultaran infamantes. Asiduo<br />

concurrente al Centro<br />

Bohemio, con juicios certeros<br />

orientó a pintores que luego<br />

se volvieron célebres. Viajó<br />

por los pueblos más oscuros<br />

y cuentan las malas lenguas<br />

que un gobernador<br />

quisquilloso lo expulsó de<br />

Veracruz rumbo a la ciudad<br />

de México porque junto con<br />

otros jóvenes imponía el<br />

desconcierto en las ortodoxas<br />

costumbres lugareñas. Inició<br />

su carrera modestamente.<br />

Habilísimo descubridor de la<br />

belleza —como buen<br />

profesional—, se consideró<br />

a sí mismo un artesano. Su<br />

audacia de comprador<br />

alevoso se transformaba en<br />

una timidez enternecedora si de valorar sus apuntes o dibujos se trataba. Como sin darse<br />

cuenta y para dejarlos en manos ajenas envolvía con ellos libros y regalos. (Dicen que las<br />

señoras desaprensivas los tiraron al cesto de la basura.) Fiel a su vocación por lo fugaz el<br />

tío Jesús trabajaba en materiales frágiles como el papel de china donde, con la gracia de un<br />

ángel, aprehendía el vuelo del pájaro y la fragilidad de la rosa. Más agasajado por sus dotes<br />

sociales que por su pintura aparentemente ingenua, encantadora y no siempre bien<br />

comprendida, nunca encontró motivos para rehusar invitación alguna. Se presentó en todos<br />

lados y en todos lados estuvo presente. Casi a los setenta años expuso por primera vez. A<br />

los ochenta recibió su primer homenaje público. A fuerza de darle tiempo al tiempo alargó<br />

su propia existencia hasta lo inverosímil y a fuerza de recordar olvidó los mejores<br />

momentos de su vida. Cuando por curiosidad y cariño sus sobrinos le preguntábamos sobre<br />

sus amores, sobre 36 los chismes que propaló, las fiestas que amenizó, las viudas que<br />

esquilmó: cuando le hablábamos sobre el arte instantáneo de domadores y trapesistas en los<br />

circos cuas funciones aplaudia, ladeaba un poco su cabesa abrigada por una boina vasca y<br />

su rostro anciano demostraba sorpresa antes de eplicar : –¡Muchachos! ya les dije que esas<br />

cosas nunca las hice yo. Las hixo el otro jesus, que ,e aguarda y me perdona la ingratitud de<br />

haberlo abandonado –y con la punta de un bastón tembloroso señalaba su retrato de niño,<br />

vestido con pantalon corto y blusa de holandes, tomando dulcemente la mano de su madre.<br />

Atrás don Buenaventura guiñaba un ojo.


RESUMEN “EL TÍO JESÚS<br />

Trata de la vida del tío Jesús un hombre nacido en<br />

la ciudad de Guadalajara hacia los finales del año<br />

1880, tuvo la oportunidad de presenciar hechos<br />

importantes en México, como lo son la presencia<br />

el avistamiento del cometa Halley, vivió la<br />

revolución Mexicana mas conocida como el golpe<br />

de estado nombrada la Decena trágica, en este<br />

mismo hecho presencio la traición del militar<br />

mexicano Víctor Huerta al entonces presidente Francisco Madero, también<br />

experimento la aparición y construcción de carreteras, la promulgación de<br />

la constitución política del 17 por Carranza, el cinematógrafo y el primer<br />

avión de pasajeros, además el hecho que Lupe Marín posara como modelo<br />

para la revista el Chapingo.<br />

Es el hijo del señor buenaventura un<br />

hombre bigotudo que poseía extrañas<br />

costumbres, al dormir amarraba dos gallos<br />

a la pata de la cama para imponerse<br />

abstinencia. Contaba cuentos tristes en los cuales un demonio de cuernos<br />

torcidos siempre era el protagonista, le inculco a Jesús la extraña<br />

costumbre de dibujar con líneas resueltas gallos que siempre se<br />

encontraban listos para pelear.<br />

Criado en una provincia con ambiente triste, rodeado de iglesias, casas<br />

coloniales y un ámbito sobrio. Jesús resaltaba lo brillante que era y sus<br />

formas de salir adelante, se desempeñó en distintas áreas tales como lo<br />

fueron las manualidades, ventas, poesía, caligrafía, farmacéutico,<br />

amortajador en funerarias pero lo mejor fue lo excelente anfitrión y<br />

organizador de eventos.<br />

Pasados los años ya en su existencia asombrosa, sus sobrinos le<br />

preguntaron por sus amores y las viudas que esquilmo, preguntando<br />

igualmente por el arte cérquense cuyas funciones de trapecistas aplaudía,<br />

antes de su respuesta en las expresiones de su rostro anciano al contestar<br />

detalla que dichos hechos fueron afrontados por otro personaje igualmente


llamado Jesús cuando al apuntar con su bastón señalaba la imagen de un<br />

niño quien apretaba la mano de su madre y detrás el señor Buenaventura<br />

guiñaba el ojo.<br />

“Dando por entender que el tiempo no perdona y la edad no llega sola,<br />

pues hasta el hombre más brillante puede ser afectado hasta en su<br />

memoria” .


LINK GRABACIÓN DE CUENTO<br />

https://soundcloud.com/william-zorrilla-893536264/mito-o-leyenda-la-mader-de-agua/s-<br />

1kXSH


BIBLIOGRAFÍA<br />

Narración definiciones y aclaraciones de fáctica cotidiana y ficticia<br />

https://www.wikiteka.com/apuntes/narracion-8/<br />

Espejo, Beatriz. Cuentos reunidos. México, D.F., MX: FCE - Fondo de Cultura<br />

Económica, 2004. ProQuest ebrary. Web. 7 March 2017. Copyright © 2004. FCE -<br />

Fondo de Cultura Económica. All rights reserved.<br />

https://audacity.softonic.com/video/audacity-como-limpiar-el-sonido-conaudacity-13312<br />

Leyenda o Mito La Madre de Agua http://www.todacolombia.com/folclorcolombia/mitos-y-leyendas/madre-de-agua.html

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