competencias comunicativas revista

ÍNDICE
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Editorial 01
Resumen en mi Vigilia 02-03
EN MI VIGILIA
Resumen el Monograma de Oro 04-05-06
Resumen la Nota 07-08
EL
MONOGRAMA
DE ORO
La nota

Competencias Comunicativas
Jenny Zúñiga Ruiz
Sandra Viviana Grueso Hurtado
Claudia Julieth Gonzalez
Universidad Nacional Abierta Y A Distancia-Unad
Escuela De Ciencias Administrativas, Contables, Económicas
Y De Negocios-Ecacen
Administración De Empresas
Palmira-Valle del Cauca
Marzo 2017

UNIDAD 1. DISCURSO NARRATIVO
MOMENTO 1, TALLER 2
PRESENTADO A.
BRENDA VANESSA ALEGRÍA
PRESENTADO POR.
YENNY ZÚÑIGA RUIZ – CÓD. 29.670.846
SANDRA VIVIANA GRUESO HURTADO –COD 29.677.644
CLAUDIA JULIETH GONZALEZ- COD 31641002
GRUPO NO. 370
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA – UNAD
ESCUELA DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, CONTABLES, ECONÓMICAS Y
DE NEGOCIOS - ECACEN
PROGRAMA ADMINISTRACIÓN DE EMPRESA
Palmira, marzo de 2017

EDITORIAL
El Discurso Narrativo nos permite relatar una historia, que puede ser en forma de novela o
de cuento. Lo importante de este relato es que genere en quien lo lee tal estado de intriga
que desee conocer que ocurre después y leer la historia hasta el final.
El Discurso Narrativo permite entrelazar la historia con varios acontecimientos, pero
también permite que alguna parte del desarrollo quede pendiente. Esto es lo que sucede
con el cuento “EN MI VIGILIA” elegido del Libro “Cuentos Reunidos” de la Escritora
Beatriz Espejo, el cual narra una historia que poco a poco se va desarrollando a través de lo
que cuenta su protagonista, pero que al final nos deja con una gran incógnita.
A través del discurso narrativo podemos acercar a la persona a un relato ficticio o real como
lo expresa la escritora Beatriz Espejos en el cuento EL MONOGRAMA DE ORO.
El cual relata la historia de una familia muy particular con un final muy triste.
Finalmente se presenta el resumen del cuento “ UNA NOTA” el cual relata la historia de
una mujer que deja un escrito en un diario que solo contaba con Páginas en blanco.
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EN MI VIGILIA

EN MI VIGILIA
“En Mi Vigilia” cuenta la historia de una mujer que constantemente se pregunta por la
muerte de una de sus empleadas, “Martina”. Narra el lugar donde hicieron la fosa para
enterrar el cuerpo, cerca a unos frutales de la casa. Según relata la historia su madre sabe de
esa muerte porque ella le ayudo a cavar. Narran con detalle como envolvieron el cuerpo,
aprovechando la soledad del lugar donde estaban. Tenia tanta angustia por lo sucedido que
trato de calmarse tocando el piano o queriendo salir a dar una vuelta pero su madre no lo
permitió. Su hermano Luis las vio cometer el asesinato y tratar de ocultar el crimen.
“Martina” tenía una hermana llamada “Cleotilde” que vestía de luto y quien al regresar de
la iglesia se entera de la muerte de su hermana y que a pesar de las súplicas para que
escondiera el cuerpo y perdonara a sus asesinas, sin hacer ningún reproche lleva el cadáver
de esta, al segundo piso al cuarto y la poso en la cama. Su asesina le pide perdón a Martina,
le dice que merecía otro funeral, con flores, le dice que ya no le ofrecen importancia a los
muertos ni pasados ni futuros, y que la muerte nos llegará a todos.
La mujer que según parece cometió el asesinato insistentemente pide perdón por este acto,
sin embargo, su madre y su hermano son un poco más fríos ante la situación y buscan el
medio para que un médico les de el acta de defunción.
Al pasar las horas, la mujer va a buscar a un antiguo novio que es médico para que le de el
certificado de muerte de “Martina”. Al reencontrarse se dan cuenta de que aún hay un
sentimiento entre ellos, pero ella lo evade, además el esta casado. Cuando regresan a la
casa encuentran tres fosas idénticas a las que habían cavado para el cuerpo de “Martina”,
dando a entender que todas estas personas ya estaban muertas.
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EL MONOGRAMA DE ORO

EL MONOGRAMA DE ORO
Reunidos en la mesa cenaba don Antonio príncipe su mujer y sus hijos, ocho personas que
comían con movimientos pausados, que retiraban los servicios de vajilla, ocho personas que
convertían las servilletas en mariposas, muchas veces asistía el arzobispo.
Después del café se calentaba coñac don Antonio y el arzobispo bebían a sorbos, mientras
las otras seis personas permanecían en silencio.
Al terminar entraba a la biblioteca hablar con el prelado, Beatriz se acostumbró a expiar la
humillación de un matrimonio sin dialogo.
Cuando el arzobispo construía alguna observación aguda y una chispa humorista encendía
su mirada, don Antonio lanzaba una carcajada.
Luego dejaba de oírse cualquier sonido, las carcajadas se trasformaban en muecas uy los
ojos no contemplaban el gesto.
La charla se interrumpía y doña Beatriz desde afuera se inquietaba recordando que su
marido estaba condenado a muerte.
Ya que aquel tumor podía reventar en el momento menos pensado, don Antonio era terco y
doña Beatriz nunca pudo persuadirlo. Don Antonio alto bien plantado, doña Beatriz sus
manos blanquísimas atemperaba al clavecín. Bordaba pañuelos y enseñaba sus amables
obras a los amigos.
La boda no resulto rumbosa porque las Beltrán estaban de luto, luego doña Beatriz conoció
la dicha se ser madre, conoció también la amargura del aborto. Furtivamente acariciaba la
cabeza d don Antonio con la punta de los dedos como única señal de un sentimiento
siempre deprimido.
Todo enrojecido porque su conyugue gustaba de los espectáculos vivos, cuando en la mesa
mostraba su satisfacción por el queso relleno, don Antonio irrumpía “De vedad esta bueno”
pues cómetelo entero doña Beatriz callaba con sus seis hijos. Y cuando una tarde durante el
té una mujer aludió a su tristeza causada por un amante recién perdido, doña Beatriz no
entendió la observación. Los acordes se convirtieron en un consecuente, don Antonio no
toleraba niñerías ni ella se hubiera permitido propiciar situaciones enojosas delante de los
niños o la servidumbre.
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Para que deseaba vivir a pesar de todo don Antonio había engañado poco a su mujer
durante sus viajes a México y la identidad guardaba como caballero, nunca dejo desertar un
comentario. Determino pasar sus últimos meses tranquilo hasta donde se lo permitía unos
retorcijones.
Un día interfirió una carta que le movió gritar de rabia, imposible que en sus espaldas se
infiltraba correspondencia clandestina. Al parecer su hija Beatriz recibía una serie de frases
dulzonas que escribía cierto individuo, en su memoria don Antonio ordeno, como si armara
un rompecabezas en la imagen antes borrosa de un boticario parecía demudarse cada vez
que lo veía, atravesaba la acera, sintió que el techo se desbordaba. Convoco a un acuerdo de
familia sin embargo se arrepintió y se encerró en la biblioteca con su hija. Don Antonio se
acercó a la chimenea. De pronto las palabras cobraron eco. La puerta se abrió para que su
hija saliera.
Don Antonio no quiso culpar a nadie, comprendió que debía posponer su muerte para dejar
a su hija bien casada y pensó operarse. Demasiado tarde con la cólera el tumor se resisto y
estallo como volcán. Mando a llamar a Beatricita le ordeno que terminara sus relaciones,
después cerrando los ojos don Antonio conoció la paz del otro mundo.
Un féretro pomposo se levantó en el gran cuarto las pareces se cubrieron con parcelas
negros, don Antonio aparentaba un aspecto rozagante, su esposa pensó que a él le gustaría
un sepelio magnifico.
Unas mestizas lloraban en el umbral, las monjas seguían rezando esperaban la hora del
entierro, doña Beatriz para quien el amor fue una gimnasia espiritual.
Pasaron varias horas sin que se diera cuenta Beatricita había desaparecido criados y
parientes la buscaron, el portero aseguro que no la sintió salir, alguien tuvo la ocurrencia de
buscarla en el pozo y allí estaba Beatricita desmayada colgante de un cabello, cuando la
sacaron la humedad había causado sus efectos. Bronquios y pulmones se inflamaron
sobrevino un resfriado fulminante. Como su padre padeció, solo que en lugar de repudiar
solo imploraba la presencia de Heriberto que con su sombrero en la mano permanecía
humilde junto a la puerta y a quien doña Beatriz endurecida por una insospechada actitud
negó la entrada.
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Una Nota

“LA NOTA”
Cuenta la historia que en cierta vez llega la noticia relacionada con la tía Angélica, una
joven que recorrió casi todo el mundo pero que al final se acento en la ciudad de México,
causaba un fenómeno extraño en las personas, cuando alguien mencionaba su nombre en el
pueblo, los mayores se volvían evasivos alborotando sus recuerdos. Tras su muerte dejo
una pequeña fortuna de la cual la tía Mercedes es la correspondiente heredera, en aquel
cajón de su casa se encontró un diario con paginas parcialmente blancas, excepto una la
cual fue escrita el día jueves 26 de octubre de 1936, esta relataba el momento en el cual
Angélica en un una fiesta decide mostrar sus dones de clarividente especialmente, a un
joven ingenuo que allí asistía, el joven extendió su mano para que Angélica se manifestara,
en la mano del joven habían dos estrellas de David, dos triángulos de abundancia, el monte
de luna muy desarrollado y muchas rayas que significaban abundantes amores.
Alarmada ante dones tan poco frecuentes, palpo el área sobre el monte de venus, ahí
descubre que tan farsante era el joven, pues ella pasaba por un simulacro, sintiéndose
triunfadora supo que ganaría la partida.
Refiriéndose que solo conserva la nota debido al apego ignorante que se guarda por los
antepasados.
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